Piramide de Maslow
Piramide de Maslow
La escala de las necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide que consta de
cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como «necesidades de déficit
(primordiales); al nivel superior lo denominó «autorrealización», «motivación de crecimiento», o
«necesidad de ser». “La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser
satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza impelente continua”.
La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo
cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan
lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las
necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según la pirámide de Maslow dispondríamos
de:
Necesidades básicas
Estas surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas. Son las necesidades
de sentirse seguro y protegido, incluso desarrollar ciertos límites en cuanto al orden. Dentro de
ellas encontramos:
Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de:
Asociación
Participación
Aceptación
Necesidades de estima
Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.
El tener satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y
profesional, que tranquilamente puede escalonar y avanzar hacia la necesidad de la
autorrealización.
Autorrealización o autoactualización
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo: «motivación
de crecimiento», «necesidad de ser» y « autorrealización».
Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías, y es a
través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante
el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han
sido alcanzados y completados, o al menos, hasta cierto punto
2 La teoría de las expectativas sugiere que una persona actua de una manera según la creencia de
que, tras realizar una acción, llagará la recompensa. Douglas McGregor, conocido teórico del
comportamiento en el liderazgo, describió en El lado humano de las
organizaciones (edita McGraw-Hill, 1994) una teoría sobre los comportamientos de los directivos,
a los cuales denominó X e Y.
Teoría X
En este modelo se implanta un estilo de liderazgo en el que los superiores crean esquemas de
trabajo, diseñan los objetivos, instruyen a los trabajadores y controlan que las tareas se
desarrollen como ellos desean. Creen, además, que los empleados deben tener claro quién es su
líder y guardarle respeto y obediencia.
Teoría Y
La teoría Y, por su parte, obedece a un comportamiento más actual y cada vez más utilizado. La
creencia de este estilo de liderazgo es que los trabajadores se esfuerzan, se autodirigen, se
motivan y se organizan por si mismos. El trabajo para ellos es algo natural, por lo que siempre
muestran su lado más competente y creativo. Este estilo permite que el trabajador impulse su
aprendizaje y desarrolle un crecimiento personal y profesional.
En este caso, los líderes o superiores creen que, otorgando las condiciones y herramientas
adecuadas, sus empleados desempeñarán las funciones que les corresponden de manera correcta.
Consideran, además, que la satisfacción de realizar un trabajo bien hecho, es un factor motivador.
Cabe destacar que ninguna de las teorías funciona por sí sola, sino que hay que establecer un
estilo que combine ambas. Es necesario permitir que los empleados desarrollen todas sus
habilidades, así como establecer cierta organización para que el trabajo se desarrolle con cierto
rigor y exigencia.
Necesidad de logro: Se refiere al esfuerzo por sobresalir, el logro en relación con un grupo de
estándares, la lucha por el éxito.
Necesidad de afiliación: Se refiere al deseo de relacionarse con las demás personas, es decir de
entablar relaciones interpersonales amistosas y cercanas con los demás integrantes de la
organización.
Según McClelland, todas las personas poseen estas necesidades en mayor o menor grado,
independientemente del género, edad o cultura.
Así, las personas con diferentes grados en cada una de estas necesidades, podrán ser motivadas
de forma también distinta.
Las personas motivadas por el logro tienden a ser muy eficaces a nivel individual, también
lo pueden ser en equipo (dependerá de la calidad y competencias de sus componentes).
La alta necesidad de poder es impulsora del mando sobre otros. Esta necesidad favorece
la competitividad, el liderazgo, útil en negociaciones y procesos de decisión
J. Stacy AdamsLa teoría de la equidad de J. Stacey Adams se concentra “en los sentimientos de
una persona respecto a con qué grado de equidad se la trata en comparación con las demás.”
Sostiene que el individuo se compara con otros individuos para ver si está siendo tratado de
manera equitativa y de no ser así, se desmotiva.
En la teoría de la equidad abarca tres categorías: El otro, que se refiere a personas que ocupan
cargos similares dentro de la organización, también amigos, vecinos o cualquier persona con la
cual el individuo tienda a compararse debido a sus vínculos personales o similaridad; El sistema, se
refiere a las “políticas y procedimientos organizativos de compensación, así como su
administración.”; y La persona misma, se refiere a los niveles de aportes y resultados únicos para
individuo.
“En general, la equidad motiva, mientras que la inequidad desmotiva, ya sea favorable o
desfavorablemente (Pritchard, Dunnette y Jorgensen 1972). Así pues, un aumento salarial o una
promoción no tendrán efecto motivador si el trabajador piensa que es injusto en relación con sus
compañeros.”
Teoría de la expectativa
Por ejemplo la gente querrá trabajar más duro si piensan que el esfuerzo extra será
recompensado. Lo importante de la teoría de la expectativa es el proceso cognitivo de cómo un
individuo procesa los diferentes elementos motivacionales. El proceso se realiza antes de que el
individuo haga la elección final. El resultado esperado tampoco es el único factor determinante e
la decisión de cómo comportarse porque la persona debe predecir si se cumplirá o no la
expectativa.
La teoría de la expectativa puede ayudar a los managers a entender por qué los individuos están
motivados a elegir entre varios comportamientos. Para mejorar la conexión entre performance y
resultados los mandos deben utilizar sistemas de compensaciones que aten bien las
remuneraciones al desempeño. Los mandos deben asegurarse también que las recompensas
ofrecidas sean merecidas y deseadas por sus destinatarios. Para mejorar la conexión entre
performance y desempeño los mandos deben usar el entrenamiento para mejorar las capacidades
del empleado y ayudarlos a creer que el esfuerzo extra conllevará a una mejor performance.
Vroom introduce tres variables dentro de la teoría de la expectativa: Valencia (V) Expectativa (E) e
Instrumentalidad (I).