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Don R. Olivares Figueroa, autor de la presente
"Antología Infantil de la Nueva Poesla Venezola·
na", es uno de los más delicados poetas de V ene·
zuela y, al par, uno de sus más preparados maes-
tros. De este modo, reúne en si las doa caracterlati·
cas esenciales, los dos mejores tltulos para haber
confecdooado eate volumen: ser profesor y poeta.
Una "Antoloqla lnfw¡tll" ea algo más dificil que
\l1lB aatologla corriente, con serlo &ta ya. Eacoqer
ea tarea grave y de responsabillaad, pero escoger
pera los nifios requiere consultar un criterio mú: el
de la posibilidad que lo que nos guste guate tam·
bitu a los nif1os. y les sea provecheao. Sin entrar
en una órbita de poesía morali%ante, hay c:ue pensar
que la poesía puesta eh manos del nifio no vaya
más allá, mucho más allá de sus alcances, sino que
despierte y conjugue sus emociones e inquietudes,
dentro de cierto acento espiritualmente saludable.
Olivares Figueroa ha escogido poemas exquisitos
y, al par, accesibles de los más significados poetas
vene%0lanos, muchos de ellos contemporáneos. De
esta manera ha lavado su colección del aire de vejez
que suelen tener casi todos los trabajos de esta
lndole. Ese es un mérito más que se aflade a todos
los que, de por si, se encierran ya en este libro, que
recomendamos a la atención de lectores, maestros y
estudiantes.

ERCILLA.
ANTOLOGIA INFANTIL DE LA NUEVA
POESIA VENEZOLANA
ANTOLOGIA INFANTIL
DE LA NUEVA POESIA
VENEZOLANA.

R. OLIVARES FIGUEROA

Profesor Normal. Miembro de la Asociación de


Escritores Venezolanos. Correspondiente de la
Academia de Estudios del Niño de Madrid y de
la de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de
Córdoba (&pafia) . Profesor en la Escuela Nor-
mal de Maestros de Caracas, etc.

tliferj•l

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-:_cjiJa

EDICIONES ERCILLA
SANTIAGO DE CHILE

1 93 _9-~- - - -..
BIBIIOl :~. '. CIONAL
e::: M ..:.STROS
f

Es Propiedad
Registro- N.o 6510

COPYRIGHT by
¡o. EaOLLA, ~· A.~ 19~9

\./

PRINTED IN CHILE
PRBNSAS Olt LA EDrroRIAL ERCILLA, S. A.-Santiago de Chile
DEDICATORIA

Al Doctor Enrique · Tejera,


Ministro de Educación de
Venezuela.

A la "Federéición Venezo•
~ana del Magisterio" ,
PROLOGO
tO INFANTIL EN LA NUEVA
POESIA VENEZOLANA
Esa inquietud de la poesía contemporánea por
introducirse en nuevas esferas de valores emocionales,
muchas vedadas al hombre medio y otras a lo que
podríamos decir realismo científico, la inclina, con fre~
cuencia, hacia los senderos iluminados donde discurre
el alma ingenua de Los niños.
Bien es verdad que algunos poetas como Luis Fer~
nando Alvarez, Arturo Uslar Pietri, Vicente Gerba~
si . .. , aunque en el fondo los resortes pueriles están
patentes y aún colorean, en ocasiones, unas imágenes,
navegan por aguas tan, procelosas y profundas, que
se apartan de las formas simplistas que han de exi~
girse. Otros. como Antonio Arráiz, expresan sentí~
mientas adultos o inconvenientes, sin que falten los
llevados por movimientos pasionales o de partido. He
aquí la razón por qué no figuran en el volumen varios
insignes poetas nuestros o bien están representados
muy parcamente.
Alberto Arvelo Torrealba, en su libro "Cantas",
nos da el ritmo y la emoción de las coplas venezolanas.
Arvelo Torrealba, con su ingravidez, su grafismo lírico,
su decir castizo y abierto, nos sorprende como hom~
bre que lleva el corazón en la mano, con la fuerza de
su expresión popular y cálida:
" La cañada dijo luna,
el estero dijo garza.
A ti nomá.s te diré
lo que dijo la guitarra".

Maravilla la gracia incomplicada de sus imágenes:


"Bambú de caña batiente,
atalager~ de azules".
-14-

Nótese el matiz folklórico de esa desinencia de


"atalayero", licencia de gente llana JJ desenfadada.
Arvelo Torrealba, con Fombona Pachano y Julio
Morales Lara, son los más infantiles de los poetas
nacionales, porque han acertado a ser "más pueblo";
y es que lo popular no esta, obligado a ser infantü
seguramente; pero a lo infantil rara. vez dejarán de
nutrir las eternas savias del "folklore".
Jacinto Fombona Pachano cultiva una poesía in-
grávida, plena de luces y de sones, sin que por eso ha-
_qamos de clasificarle como colorista y menos como
orquestal, menguado adjetivo que tan poco dice en
favor de esos poetas superficiales que, descarriados
por V erlaine, ,han prescindido, casi, del espíritu, para
convertirse en una caña que silba al viento inútilmente.
Como educador, me opongo con mis mejores energías.
a esa irrupción de ondas verbales, que es signo histó-
rico de decadencia, y cosa antiinfantil, para procla-
mar el doble fuero de la verdad y la belleza desnuda
y fuerte.
Por fortuna, Venezuela. en tantos aspectos admi~
rabie, milagrosamente se mantiene digna e incorrupta
a tal respecto, a pesar de que las salpicaduras de ese
morbo se hallan a sus puertas.
En Fombona Pachano, la nota pueril se manifiesta
clara, segura, en abundantes composiciones, como se
ve hojeando ." Virajes". El secreto, a nuestro parecer,
no reside en el deliberado propósito de hacer poemas
para los niños, recurso ilícito, que rara vez da resul~
tado, sino en las condiciones del temperamento, que
le impulsan a crear una lírica de este tipo.
Y permítaseme que hable del asunto, pues que, ha~
biéndome sometido a una experiencia de diez años,
no logré crear la poesía. infantil a que aspiraba, no
obstante mis reservas espirituales de ese tipo: quizás
por la. sola razón de proponérmelo -porque el arte
ha de ser desinteresado- y el que quiera leer mis
"Sueños de Arena" tendrá a la mano la constatacion
de tal aserto, pues que la cortedad de los resultados
no se hallan en proporción con tan largo intento.
Jacinto Fombona Pachano, como Tristán Kling~
sor, tiene la frescura de línea, el dinamismo, la. gra~
ciosa variedad de aspectos, la profundidad específica
de la infancia y, como ella, la unción piadosa, que se
depura y abrillanta con los dulces juegos decembrinos;
- ~~-
.. . . La Virgen de pal06BIIto
&>a camino del pesebre.
la Virgen de palosanto.
•afiando un ]es&ú de nieve".

Como para los niños, para él la maternidad tiene


todavía el tinte cordial y cálido de las palabras ma.-
ternas de "los tres Reyes":

"Mt reg blanco: .


te daré corona de luceros.
Mi rey negro:
te encenderé la hoguera para que bailu.
Mi rey indio:
te ceffiré las plumas de tu padre el cacique".

"La tinaja", "La carreta" y otras semejantes. ates-


tiguan la visión y el mimo del amable mundo domés-
tico. Nada tan puro ·como estos versos, inflamados
de noble gracia. Pero "La nube" que, con "Gárgara
malojo" son sus dos principales piezas folklóricas. tie-
ne singular aliento festivo y desenfado.
Un nuevo mérito. hay que agregar a su poesía:
Fombona Pachano nos da, también, la nota épica, tan
consustancial al alma del niño, y nos la da con los
caracteres del romance, tan popular, con su aliciente
de verso encadenado. según la técnica de los " corríos".
La emoción nacional ingenua se da plenamente en
Arvelo Torrealba y en Fombona Pachano. En Morales
Lara, esta emoción. que tiene, como en los anteriores,
pueril aliento, lo matiza todo:
"Noche pueblera de mago,
con olor de guamachale&
v cantos de tierra llana".
("Voces de mago" J

HBl agua, que aprendió a cantar en la monta/la,


a metió, como un pájaro.
en ta jatAla".

("Tinajero")
- 16 ......

"Llanero,

tienes un corazón
de pan
y de hierro".

("Llanero")

Aunque en proporcwn más reducida, se da esta


nota en varios poemas deliciosamente meditativos de
Barrios Cruz, como éste:
"Me refirió el arrendajo
lo que dijo el algarrobo,
y el algarrobo señero
lo que oyó decir al toro.
El lucero de la tarde
contóme un lance del pozo
.11 el pozo habló de la nube
en su lenguaje más hondo.
La brisa murmuró cuentos
de los pelados rastrojos.

Y o me quedé triste y mudo


mirando el cielo redondo".

y también en otros excelentes de Augusto Padrón,


Osear Rojas Jiménez y Héctor Guillermo Villalobos.
Augusto Padrón, cuyos poemas van fragmenta~
dos en nuestra selección, pues son extensos, giran so~
bre temas como ··La guarura", doliente caracol indio
o el "Cuatro", guitarrico popular de Venezuela.
Osear Rojas Jiménez, con sus poemas de vacas y
arrendajos, nos trae -con el espíritu de un Casona-
el lírico aliento de la emoción rústica de su infancia.
Poesía de puros quilates, desnuda palabra de un
alta espíritu reconcentrado y sutil, que sabe amar al
pueblo, es la de Héctor Guillermo Villalobos. "Hís~
toria mínima" ya revela esta exquisitez, de casi mís-
tica profundidad; pero "Arrunango" es voz ce!este,
pues constituye sublimada evocación del amor ma-
terno:
"Arrunango. . . Arrunango . ••
La palabra., de música
Cíene un saber indígena
17 -

de guarura, de agua,
de jagüey y de pájaro.

El niño es ~n ovillo de lana candocosa.


La canción es la rueca que lo hila en la noche.

Arrunango. Arrunango ...

Que mi niño se duerme.


Sigiloso, e.n la sombra,
viene a tientas el sueño.

Arrunango ... Arrunango ...

Nadie sabe qué dice la palabra del canto.


Una lengua de madre
la mventó para el sueño de su niño cobrizo
en la noche remota de la luna y el agua".

Dos altas voces de mujer ----Pálmenes Yarza y


Sara Corao- traen su ternura profunda y sutil a la
floresta de estos poemas sin malicia.
La primera, con el ritmo ingenuo de su "Nana"
lJ sus palabras sobrias y ungidas:

"El samán pronuncia,


con · un verde brillante,
la palabra del sol.

Su ramazón, poniente del estío,


es sola un horizonte.
Ensenada donde arriba
el viento, en donde tocan
los navíos de aire.

¡Sobre sus hojas,


se derrama el cielo!

("El samán")

Y la segunda, portadora de una emoción místico-


religiosa en "Virgen del Valle", plena de ingenuidad,
casi "folklore":
"Los tiburones pasan mansos
y el hombre del agua es invulnerable,
porque lleva la medalla
2
,.- 18 ,.-

de la Virgen del Valle.


La mejor ancla
y la mejor vela
g el mejor salvavidas
y la mayor brujería de mar y tierra.

¡Qué lloraría la Virgen del Valle,


cuando Margarita se llenó de perlas!

¡Bendito llanto de virgen.


de madre
o de hembra!

o la divina agilidad de "Torres de pino", familiar y


aguda.
Poeta de profundas esencias infantiles, es Otto
D'Sola. como se ve en su Libro "Acento"; pero el dolor
estilizado que fluye siempre .de su pluma nos constriñe
como selectores, pues, por principio, somos opuestos
a dar al muchacho lo deprimente, y sí a más del
"Nocturno", figuran otras cosas suyas, es porque no
se puede ser inflexible, ni negar al niño, deshumani~
zándonos. r¡ como por sistema, toda nota amarga.
Israel Peña nos regala con abundantes poemas
infantiles en su libro "Vísperas", porque su musa re~
tozona y optimista sabe cantar con desenvoltura los
alegres parques en domingo, el viento~centauro y las
estrellas familiares, r¡ captar esos rumores con qtte la
oreja infantil se maravilla y que los adultos. desterra~
dos del cielo, ya no escuchan:
"Por el mar y por el ciclo
se fueron las tres Marias:
vuelo de mantos azules
levantó su despedida;
enlutó su bosque el agua.
silbó su queja la brisa;
sollozaban las sirenas
sobre las playas de lila.
En las olas de la noche,
tres estrellas se mecían".

Su precisión y sutileza no se oponen a la agilidad


de ese romance navideño, gráfico y candoroso como
cuento de abuela, ni a su fácil diálogo:
"-¡Niño Jesús, flor de luna!
-¡San Nicolás, viejo santo!
- 19-
-¡Cómo deslumbran tus ojos!
-¡Cómo te pesan los años!
¡De vagar por el inviemo,
mi pelo se ha vuelto blanco!
-¡De vagar por el inviemo,
mis ojos se han vuelto astros!"

Una de las mejores poesías del tomo es la can~


cioncilla de Navidad de Rojas Guardia, que comienza:
"¡Lucero grande en el Avila,
ya viene San Nicolás!
¡Llévame, madre, hasta Galipán!"

Momento de inspiración infantil_ divino paréntesis


en el curso de' su poesía íntima t¡ complicada, que nos
permite aquí incluirle, para delicia de los labios niños,
que saborearán, como fruta, estas estrofas.
Otto D'Sola tuvo su momento pueril, más opti~
mista, en un "Nocturno" inspiradísimo, esclavo de lé?.
Gracia:
"Media luna
en ia punta de los pinos.

-¡Apaga la Luna, muchacha;


el viento anda desnudo:
se va a morir de frio!"

Angel Miguel Queremel. poeta finísimo, estiliza


la emoción en. admirables poemas comprimidos. Con~
siderando que hay una ética de la palabra, guárdase
de despeñar su verbo expresivo por los arrebatados
torrentes de lo gárrulo. De ahí la dignidad de su
poesía:

"Gota de agua
en mi frente.
Día 11uevo,
alba naciente-,
¡Gota de agug,
te l:.aré una cruz
en mi frente!"

De él tomamos, entre otras, "Malasentraña", can~


ción festiva q sin trascendencia, pero plena de gracia
q luces infantiles.
-20-
En Fernando Paz Castillo, poeta excelente, he-
mos espigado algunas cosas: "El camino" es una ver-
dadera ocurrencia infantil, con mucha vida; pero "La
Huerta de Doñana" -que va fragmentada- y glosa
el estribillo del más nacional de nuestros juegos in-
fantiles, tiene caracteres de evocación q ternura lírica.
Puédeseles achacar como defecto para los niños, el
contar con algunos versos largos.
J. A. Gustavo Patrizi, poeta de altos méritos, fi-
gura aquí con varios poemas estimables:
"Gira el molino, gira
como si fuera el corazón del cerro"

("El molino" )

Sus evocaciones de la "Sierra'" tienen intensidad


q cualidades que se adaptan al gusto del niño. l.V/.a.ru-
jita, bello romance de Navidad. y "Mi padre, árbol"
también responden, a nuestro parecer, al concepto de
lo infantil, aunque en menor grado que las ante>riores.
Dase la nota festiva, entre otros, en José Ramón
Heredia, con "Mickey Mouse", y algo en "Alba lunar",
4estacándose en este aspecto tan poco usual de la
poesía pueril. Estos poemas regocijados que discrt-
rren, sin embargo, por los carriles de la corrección,
tienen el fino matiz que conviene al caso:
"Por caminar tan despaczto,
a la luna la sorprendió el Alba.

¡Cómo habrá de ponerse lívida


cuando el sol la. denuncie como intrusa
en la gran fiesta de la mañana,

Pero cuando surja,


tras las torres de la catedral . ..

Y a estarán los árboles maduros,


y serán para ella
todas las estrellas".

("Alba lunar")

Rara vez Andrés Eloy Blanco se adapta a las


condi~iones que la poesía infantil reclama.Con fre-
cuencra, su verso barroco se dilata innecesariamente
- 21-
en meandros verbalistas; tiene el desacierto de caer
en el fetichismo de la musicalidad esencial y en la
grandilocuencia novecentista y se preocupa demasiado
del efecto que han de producir sus composiciones;
pero atendiendo a que, en el fondo, es. verd'adero lírico,
no hemos querido prescindir de él en la Antología, y
unos poemas le presentan en nuestro intento. De "Las
garzas" hemos de decir que contienen sales exquisitas
q, en su breve espacio, nos da una sensación de mo~
vilidad, de gracia y de armonía. difícilmente supera~
bles:
"¿Es una nube? ¿Es un punto vacío
en el azul? No, amigo mío,
es un bando de garzas ... Son las novias del Ría··.

sin que, a nuestro parecer, el vocablo "novias" pueda


ser motivo de escándalo para conscientes educadores.
Dos poemas de zoología lírica traen a nuestra co-
lección el nombre de Manuel F. Rugeles, poeta cor-
dial, con el encanto de unas imágenes campesinas; por
su grafismo y sencillez, deben merecer el honor de ser
recitadas por los niños.

*
* *
Cuando se ha llegado, no sin esfuerzos, a una
conclusión en este círculo de la Poesía Infantil, se
cobra ánimos para acometer la fina empresa del antó~
logo. invitado por los más puros y deliciosos esti-
mulantes.
Agréguese a esto, mí condición de venezolano, mi
sorpresa frente a la lírica nacional hoy sobre cimas,
mi deseo de servir al país y al niño, y se comprenderá
cómo me veía impulsado a llevar a cabo este pro-
qecto y, aunque sea arduo siempre todo lo que se
aplique a conectar a los jóvenes espíritus con las le-
tras, llegué a pensar que no habrían de faltarme, si
con buen cuidado espigaba, entre los mejores poetas
de_ hoy, bellas cosas que respondiesen éll una concep-
ción desinteresada.
Así, mi primer deseo fué proveerme de unas vi-
ñetas documentales que rindieran la noción gráfica,
emocionada, colorista, de todo aquello, por vigor y
gracia y estilo acorde con el ambiente y vida naciona-
les; pero dije nación, que incluye o presupone un

IDLIOTECA NACION.AL
DE MAESTROS
'""""" 22 '"""""
conocimiento qutzas didáctico, propio, sin duda, de
otras disciplinas, cuando es emoción lo que, realmente,
debí haber dicho. De ahí la ausencia de nombres pro~
píos o locales, casi absoluta, que podrían desnaturalizar
el alto propósito.
"Maraca Infantil" r¡ "Múcura", vocablo ungido
éste, e indigenista título~ al par de un bello libro áe
Morales Laca, son las secciones que responden a esta
medida. Por otra parte, la consideración de que se
destinaban a mu,ehachos. por naturaleza inquietos o
inconstantes, me cohibía ante la extensión de ciertos
poemas. por otra parte excelentísimos.
La cordillera, el llano 1J la costa. con el espíritu
de sus pobladores, están aquí representados por poe~
mas de Barrios Cruz, Arvelo Torrealba. Gonzalo Pa-
trizi. Morales Lara, Fombona Pachano. Paz Castillo ...
sin que falten alusiones a cosas tan típicas como la
carreta, el tinajero. . . ni la nota épica, tan amada del
alma niña z¡ también, tan venezolana.
Contribugen, por otra parte, a dar el tono, las
alusiones, ritmos lJ estribillos de los poemas de "Ma~
taca Infantil": "Gárgara malojo", "La Huerta de Do~
ñana", "Corro de las Horas", "Sembrador", constitu~
yen puros motivos de corros 1J juegos infantiles.
En los otros. hag, sin duda alguna. fuertes mati~
ces populares, como en "Arrunango", de Héctor Gui~
llermo Villalobos, llegándose hasta la técnica de los
"corrías", así en el que principia: "Manda el tigre en
la montaña" incluido en "Múcura", la sección nuestra.
Sin duda, llamará la atención el cuidado de hallar
poemas de este tipo. y es que lo popular, como decía-
mos, constituye. así lo creeemos, la categoría principal
de esta poemática, por lo que no tardaremos en topar
con otros análogos en "Musa riente" IJ "Canciones
de Navidad", en cuyas secciones, Rojas Guardia, Is-
rael Peña, Queremel, H eredia. . . vienen a sumar a
los anteriores el prestigio de sus versos.
Para los muchachos, la Navidad, con su San Ni-
colás, su árbol simbólico y Reyes Magos, constituyen
un ciclo espléndido; nada, en nuestras costumbres, hay
tan intensamente sugestivo y evocador como las tra-
diciones 1J fantasías que le acompañan. Por fortuna.
dentro de ese género, tenemos cosas tan insignes como
la cancioncilla de Pablo Rojas Guardia, que ya cita~
mos, lJ el villancico de Rodríguez Cárdenas.
Por lo que toca a "Musa riente", recordemos la
dificultad que halla un antólogo cuando aspira a llevar
~ 23-

al libro una .selección de poesías de "humor", pues


ni lo epigramático, ni lo bufo, ni lo irónico muéstranse
adecuados, y ha de buscarse solamente lo festivo, lo
finamente gracioso y leve, con un sutil sentido de lo
cómico. La inagotable vena lírica venezolana . nos ha
provisto de algunas muestras en las que hay también
algo "folklórico".
En "Niñerías", hemos reunido nuevos temas.
Aparecen, entre otros citados, los nombres de Luis
Fernando Alvarez LJ Vicente Gerbasi; Gonzalo Patrizi,
Pálmenes Yarza; ·atto D'Sola con su "Nocturno";
Villalobos con su "arrorró" indígena y un romance de
Fombona Pachano, que recuerda el de Luis de Gón-
gora: "Hermana Marica", tan popular y clásico.
Desearíamos que el título de la sección no sea
motivo de consideraciones equivocadas. Como habrá
podido deducirse, no es, para nosotros, la niñería,
cosa insustancial o sin volumen, sino dechado de no-
ble gracia, con profundidad específica, es decir, en
cierto sentido, y traduce estados, visiones y maneras,
propios de una psiquis muy delicada.
Para el final, hemos reservado una referencia a
"El corro de las Horas" de Uslar Pietri, alto poeta
nacional, que figura aquí con la gala de una primorosa
canción de juego.
Es posible que extrañe a algunos la decisión de
unir al conjunto este poema surrealista; pero nosotros
que sabemos cómo el alma infantil se nutre de sueños,
cómo se agita, con' desenvoltura, en las esferas del
mito r¡ de la magia, cómo tiene el buen gusto de vivir
bellas intuiciones. en un mundo autónomo, en que la
lógica no es sino un recurso y a veces lastre, no pode-
mos ser engañados. Baste repasar su literatura indis-
cutible que es el "folklore", para salir bien pronto ae
esta duda.
En "Animales del Orinoco", arteria nacional, he-
mos agrupado nuevos poemas que responden, no sólo
al deseo de una m~jor visión de nuestras cosas, sino a
satisfacer la inclinación pueril hacia nuestros h•uma-
nos inferiores: Sara Corao, Andrés Eloy Blanco, el
cantor de "El río de las siete estrellas", con Osear
.Rojas Jiménez, Luis Barros Cruz, Manuel F. R.ugeles,
Fernando Paz Carrillo y el que suscribe, vienen a
cerrar esta sección amada de los niños y también nues-
tro humilde intento.
Se notará fa ausencia íntegra casi, áe poesía ma-
ternal: tremenda laguna en una obra lírica que, para
nmos, se compuso. En Venezuela, como en España~
la mujer, cuando escribe versos, parece olvidarse de
ese tesoro de ternura innata, que cristaliza en la can-
ción de cuna, para consumirse en una interminable
letanía de insatisfecho amor erótico. A lo sumo, cla-
man por el hijo, que debió surgir, sin ocurrírseles, como
a Gabriela Mistral, imaginárselo, para labrarles, como
ella, tornada en ángel, el monumento de un cancio-
nero sin segundo .
. . . . Pero, así como España nos da ahora una poetisa
maternal en Concha Méndez, que, en "Niño y Som-
bra", rehabilita ese noble puesto, en contraste con la
labor amatoria o conventual de sus precedentes, .lf el
UrugualJ nos muestra a una lbarbourou que rectifica,
Venezuela espera, con sed divina en el oído, el nuevo
arrulld de una poesía que excite y remueva latentes
fibras infantiles.
R. OLIVARES FIGUEROA.

Caracas, septiembre de 1937.


M U CURA
COPLAS DE CAMPO EN ABRIL

Mañana de campo
-en abril-.
Ya están las primeras lluvias
izando sobre la tierra
banderolas de retoños.

Mañana de campo
-en abril-.
Los árboles desparraman
villancicos de chicharras.
Hay Navidad en los campos.

Mañana de campo
-en abril-.
Siento un deseo infantil
de saltar y de correr.
Pl1isa de carnes jojotas.

Mañana de campo
-en abril-.
Yo sembraría el corazón
en estas tierras mojadas.

Mañana de campo
-en abril-.
Eres una copla verde.
y eres una copla azul.
¡Quién las pudiera decir!

Jm.J:O MORALES LMtA


ESPINITO, PURA ESPINA ...

Espinito, pura espina


sin !hojas y medio seco,
cuando vengan las garúas
te r·e toñarán luceros.

La siesta escurrió su sed


bajo los viejos palmar-e;;
y las chicharras estiran
de .penca en penca su alambre.

Te retoñarán luceros,
para pagar con perfumes
la amarga burla del viento.

ALBERTO ARVELO TORiREALBA

EL SAMAN

El samán pronuncia
en un verde brillante,
la palabra del sol.

Su ramazón, poniente del estío,


es sola un horizonte.
Ensenada donde ar>riba
el viento, en donde tocan
los navíos del aire.

¡Sobre sus hojas,


se derrama el cielo!

P ALMENES Y ARZA

TRAGEDIA

El sablazo del río,


en todo el centro de la diStancia,
tajó en dos el camino.
29 ~

Las estrellas
le están poniendo puntos de sutura.

LUIS BA.RiRIOS CRUZ

MOLINO

Gira el molino, gira


como si fuera el corazón del cerro.

La aur.ora-al visitarle-
con brisa y aire
teje un juego de blondas
que agilizan sus giros.
La aurora-al despedirse-
le deja entre los brazos la mañana.

La mañanita-novia niña-
se entretiene colgando entre sus aspas
telarañas de sol .

Gira el molino, gira


como si fuera el corazón del cerro.
Molino-Cristo campesino
crucificado de rachas
aulla4as por los zorros--
a tu amparo, tres ranchos se arrodillan
y te bendicen,
con las palabras largas
y grises del fogón.

Hilandero de vida
en la rueca del viento.
Galán de las espigas
del maduro trigal.

J. A. GONZALO PATRIZI
-30-

PAMPA

El viento de la tarde
peinó la pampa india,
y a la derecha de la raya
que parte la salvaje melena
-la raya del caminO-
una flor le prendió.

¡Qué bella está la pampa


con los veinticinco alfileres
de sus palmas!

Del brazo de mi anhelo


va la pampa
a la fiesta de las estrellas.

lJillS BARRIOS CRUZ

LA CARRETA

La carreta
del malojero,
salió muy de mañana,
al par de la campana,
por el sendero.

Y alegre y crujidora,
la carreta del malojero,
al marchar parecía cargar la aurom.

Y fué que en el sendero,


la carreta del malojero,
se tropezó con la campiña,
de talle perfumado y mañanero,
ibájo sus bucles verdes, como una r>Jña.

Y oyó decir a la campiña


de bucles verdes:
-Quiero
que me lleves contigo por el sende{_o.
- 31-

Cargó entonces con ella,


la ca1'11"eta del malojero,
como se carga una doncella.

Asi llegó hasta el caserío,


fresca de aurora la campiña,
con su cuerpo mojado por el rocío
y sus verdes bucles de niña.

Y esto lo celebraron esa mañana.


el burrito de carga y la campana.

JACThTTO FOMBONA PACHANO

EL MONT ANES EN LA CIUDAD

Todo el silabario de los pájaros


me lo sabía de memoria en el campo,
cuando atisbaba, de puntillas,
en los nidos,
los huevos aun no reventados.

Entonces,
distinguía en el concierto
silvestre,
la sinfonía de los canarios,
el dúo de los carpinteros,
el capricho de las alondras .. ·.

¡Y yo, que venía de la montaña


donde se escucha el eco
dorado de los astros,
-{:arcelero de signos-
me dejé robar una mañana
en un pa.rque ciudadano
mi alfabeto de trinos!

MANUEL F. RUGELES
-32-

TAL VEZ MAÑANA ME VAYA . ..

Tal vez mañana me va:ya


cuando el callejón me alum¡bres,
tras esa brisa coplera,
trocha de la tarde dulce .

La cañada dijo luna,


el estero dijo gama.
A ti nomás te diré
lo que dijo la guitarra .
¡Trocha de la tarde dulce!
¡Cargados burros los cerros
llevan barriles de nubes!

ALIBERTO ,ARVELO TORRIEALBA

EL TINAJERO

Tinajero,
tienes un corazón armonioso.
El agua
que aprendió a cantar en la montaña,
se metió como un pájaro
en tu jaula .

El agua arisca que aprendió a cantar


como los pájaros,
que corrió por la quebrada,
que se pintó de cielo,
no olvidó su cantar
entre tu jauTa.

Tinajero,
no tuviste corazón
hasta que el agua se metió en tu jaula .

Eras sordo y adusto


como un viejo,
y hasta daba miedo contemplar tUs rejas.
Hoy tienes voz y frescura . de mujer,
- 33,......

sabes cantar con voz clara


el ritmo de tu corazón
de piedra bárbara.
esta noche has cantado tanto,
que la tinaja se colmó de agua
y se ha dado a cantar alegremente.

JULIO MORALES LARA

ZOOLOGIA

El paisaje
-lagarto verde-gris-
mueve su cola:
el río.
El camello del monte
se bebe todo el cielo .

Tras la reja de sol


-en jaula de aire-
a.ú lla la mañana.

ANGEL MIGUEL QUEREMEL

CUATRO

Cuatro vem:!zolano,
suerte de blusa y frac,
plebeyo y aristócrata,
I:Jandolero de músicas y señor de armonías,
que te democratizas en la rústica chom
y te aristocratizas en salones.

Cuatro venezolano,
tu música es bandera de cordialidad,
a cuya sombra beben juntos,
en la misma pichagua
el peón y el caporal.

Cuatro jacarendoso, hermano de las maracas


y de la eapla sana,
3
-.34-
y de la copla malintencionada,
y de la vera y del araguaney.

cuatro romántico y bohemio,


alma de pueblo en el jaropo,
frente a la reja donde
hay un vacío de luna.
Cuatro aventurero,
te venero en mi Patria,
cuando te oprimen manos de llanero! )

AUGUSTO PADRON

INTEMPERIE

!Marchamos al compás
de los ál'lboles y las piedras:
<Vamos bajo la tutela del cielo.

Nos llevan de la mano


la noche y el aJba;
ésta nos iza en las cimas
y aquélla nos cubre en los valles.

Nuestros almas están desnudas,


'Y, para la •b risa y para el sol,
nuestras cabezas se hacen moldes.

PALMENES YARZA

YO ME QUEDE TRISTE Y MUDO .. .

Me refirió el arrendajo
lo que dijo el algarrobo,
y el algarrobo señero
lo que oyó decir al toro.

El lucero de la tarde
contóme un lance del pozo,
y el pozo habló de la nube
en su lenguaje más hondo.
-35-

iLa brisa murmuró cuentos


de los pelados rastrojos.
Yo me quedé triste y mudo
mirando el cielo redondo.

LUIS BARRIOS CRUZ

SIERRA

se anaranj an de sol
las veredas del rancho.
Danza el viento en los cerroa
con sandalias de cuerdas.

Espejo azul del aille.


iDedos de brisa trazan
al trigal amarillo
verdes ondulaciones.

Sobre un cordón de cimas


-galope de distancia.s-
la aurora está tendiendo
sus retazos de hierba.

"Jazz-band" de a.biertas alas.


Los árboles celebran
sus milagros de savia
con joropos de pluma.

Sierra azul, blanca, gris.


Las águilas per•>iguen
desvelados luceros
que enredaron los riscos.
~ 36-

Tierno glú-glú del agua.


!Su risa de agua-nieve
la acequia mece en cunas
de musgo y vinagrillo.

Hondo po2lo. Alto cielo.


Cielo con piedra y junco.
!Pozo con nube y pájaros.
Hondo cielo del pozo.

J. A. GONZ.IU.O PATRIZI

EL CAMINO

:El camino ante el barranco


se ha quedado suspenso.

Atrás están las casas, y adelante


la recia soledad de un campo yermo.

¡Ah! Si el camino se atreviera a saltar>


sobre el barranco,
en la punta de enfrente le naceria otro pueblo!

FERNANDO PAZ CASTILLO

EL LLANERO

IJanero,
caballero de cotiza y garras!
Hombre fuerte de las tierras sin jorobas,
creo en ti.

Llanero,
naciste armonioso
-37-
porque lo más cerca que tenías
era el horizonte.

Unido a tu caballo
echaste por delante el corazón.
Te vió América un día
en la dual compañía
de la patria y de la lanza.
Llanero,
caballero
de las tierras estiradas,
no eres un centauro,
eres sólo un hombre aguzado !hacia el peligro.
También el corazón lo tienes hecho
para cosas de amor:
haces cantar el cuatro
y echar al viento la intención
de una copla faramallera.
Llanero,
cantador de las pampas.
tienes un corazón
de pan
y de hierro.

JULIO MORALES LARA

ORO DE LOS ARENALES

Oros de los arenales,


copas de las campanillas,
ba..~tos del cardón dolientes,
espadas de las espigas.
En San Carlos tus lagunas
son espejos de las garzas.
En ellos la luna triste,
en ellos se ve las manchas .
Espadas de las espigas:
la sabana y yo jugando
con tu recuerdo y la brisa .
ALBERTO ARVELO TORIREALBA
-38-

BANDERA

Allá el mai~al, con la alborada en alto,


con la aliborada gualda, silbando en las esplgaa
su diana de gonzalitos ágiles.

Acá la roja tierra de una conseja


peleada con la hierba, donde sangra
la tarde polvorienta sus caminos de ausenclaa.

El caño azul en medio


sube por las raíces de los guamos
a tararear retGños en las ramas del cielo .

La guayana de la noche intacta


cuaja siete cochanos estrellas.
y despedazando horizontes,
a escape vienen los potros con el asta del viento .
LUIS BARRIOS CRUZ

LA TINAJA

l..a tinaja
morena
engarza, engarza, sin cesar,
-u na a una, las cuentas
de su collar.

La tinaja
se va a casar.
No ha dejado toda la noche
de laborar- y de cantar.

La tinaja morena
engarza y canta sin cesar,
y cada engarce es una perla
Y cada perla es un cantar ...

-Venga usted a mis bGdas,


tendrá un collar.
-39-
y unas blondas de helecho
con que mi novio, el día, me va a mirar .

La tinaja morena,
se ha de poner sus blondas y Sll collar .
Se asomará a las puertas de su pp.sa,
la tinaja morena, sin dejar• de cantar,
y cuando venga el dia,
de punta en blanco para desposar,
la tinaja morena
lo enredará entre las cuentas de su collar ...

La tinaja morena
se va a casar.
JACINro FOMBONA PACHANO

CUANDO EL CABALLO SE PARA ....

Por la tostada llanura


es el camino el que viaja .
Mira cómo sigue solo,
cuando el caballo se para .

Caminito, caminito,
¿quién te dió tanta sabana·,
y quién te dió tanta prisa,
camino que no te cansa.s?

Me vuy a morir de anhelo


si me niega.s tus audacias,
camino que sigues solo
cuando el caballo se para .

LUIS BARRIOS CRUZ

LA GUARURA

¡Cómo me duele tu música,


vieja guarura indiana!

¡Cuántas veces tu voz


aromó de emociones
- 40
la sonora inquietud
.
de mi arag;üeña tr~bu!

¡Cómo duele tu música de alerta,


cuando, ubicua,
aguza la algazara de su espanto
ante la aparición de las tres quillas!

Antes, en la niñez de nuestra América,


tu voz era un conjuro;
era un torrente musical de sangre.
A tu grito de guerra,
se erizaban llanuras y montañas,
y había música bárbara y hermosa
bajo el trágico silbo de las flechas.
Tú eras entonces, vieja guarura,
el alma noble 'y fuerte de una raza
que se extinguió rebelde como una protesta.
Pero ahora, tu voz es tlliste y claudicante;
¡eres un dios vencido!

.AiUGUSTO PIADRON

SARDITA VACA LLANERA . .

Sardita vaca llanera.


Sardita de la montaña.
Pasos del ·bovino lento
con u,?re de mano gorda,
la lengua toda se lame
las ocho manitas sucias
de niños de la montaña.

Sardita vaca llanera,


del Guárico adentro vino
por la senda del conuco
hasta estos montes azules.

Bardita de la montaña,
ya hasta las lomas empina
sus cascos de medias lunas.
Todas las tardes sus ojos
se roban por estos campos
~ 11 -
goticas del agua turbia,
!lecuerdos de los esteros.
Ponte, ponte, vaca sarda,
dice el caporal huraño
cuando el arrendajo anuncia
la mañana campesina.
Ponte, ponte, vaca sarda,
con las totumas livianas
las ocho manitas sucias
de niños de la montaña.

Ayer se murió sardita


mordida por la macagua,
cuatro redondos huequitos
en la te tic a rosada.
En las horas cristalinas
el apamate florece
en arr.:mdajos sonoros.
Los niños en el chinchorro:
sardita vaca llanera,
sardita de la montaña.

OSCAR ROJAS JIMENEZ

LECHERO

Calle arriba va repicando


la campana del lechero;
avisa a los marchantes
que en su carro
lleva fresca el hambre de los .becerros.

Los ojos tristes de las va-cas


saben que leche de muje11 no se vende.

P.regón alegre
la campana del lechero isleño.
gallo que trae a la ciudad
el canto del gallo
-de la vaquera.

Leche de ¡;nadl'e es die su hijo,


¿no será hijo el becerro?
-42-

Llenos van los cántaros


en el carro del lechero.
fresca,
espumosa,
para salir de nuevo
por las ubres de caucllo de los teteros.

En el carrito de la campana
van las penas de los 1becerros .. .
Leche de madres
para los hijos ajenos.

SARA CORAO

CORRIOS VENEZOLANOS

Manda el Ugre en la montaña,


manda en la llanura el toro:
el pintado si está hambriento
y el cimarrón si está solo.

Y el cimarrón si está solo,


no le vengas por los cachos,
que pueden nacer-te flores
sin ser bejuco del campo.

Sin ser bejuco del campo,


ya la punta se le enciende,
por los caminos de Aragua,
para las selvas de Güere .

Para las selvas de Güere,


no te pongas en su marcha,
no le eches mano a la cola,
no me lo piques con lanza.

No me lo piques con lanza


que él es como el Orinoco:
cuando lo hiere el apure
le crece el pecho de pronto .

Le crece el pec•h o de pronto


con la espuma y el coraje,
y va arrollando hasta el viento
si se le pone delante .

Si se le pone delante,
no hay pica, monte ni atajo,
que no le salve de un bl'inco
peligroso y colorado.

Peligroso y colorado
se mete por la espesura:
el llano córtale ahora,
que es aserrarle las puntas.

Que es aserrarle las puntas


al toro del indio Santos:
dirán que murió entre cercas
porque le faltaba el llano.

Porque le faltaba el llano,


mestiza de los caneyes!
CUando tú se lo decias:
~Deja esta vida de muerte.

JA~ FO~NA PACHANO

LOS CAMPESINOS

Indefensos como los niños y como las hojas


que se miran en la brisa,
los campesinos cobran el trabajo glorioso.

Tienen en sus manos ásperas y buena.s


la huella de la tierra
y el perfume santo de la semilla .

Un miedo les anda en el alma ·


cuando el dueño del campo
lanza sus rudas palabras incoherentes.

Los campesinos indefensos y tristes,


como los niños y como las hojas,
cobran su trabajo glorioso .
- 44
Apenas nacen palabras en sus labios.
Esto les hace más indefensos ...

Detenidos en el rancho miserable


están iluminados
con la última luz del poniente.

Yo digo al oído de mi amiga franca:


-Ellos son el dolor de estos campos.
MARACA INFANTIL
ROMANCILLO DE LA INVIT ACION AL
CORRO

¡A ensartar el ámbar
de nuestras canciones
en flexibles hilos!

¡Al corro!

¡A moler las flores


viejas del romance
con marfiles nuevos!

¡A romper del aire


las vidrieras tenues,
honderos del alba!

¡A ver.t er la ~al
que los dioses aman,
-en los labios puros!

¡Al corro!
¡Al corro!

R. OLIVARES FIGUEROA

GARGARO MALOJO

Palmeras
de luz de las manos:
en el balcón de la brisa,
su carta de mariposas,
rasgó la verde campiña .
Gárgaro malojo
que te pica el ojo.

Con arenilla de aurora


me le sacaron la tinta;
quien me la €mpate primero.
sabrá lo que allí decia.
En el malojar se paran,
en el malojar se quedan;
y en el balcón de la b:roisa
las manos luz de palmeras.

Gárgaro malojo
que te pica el ojo.

La malla azUl del algibe


con su caña de vereda
-¡ni que ella fuera la nube:-
parece que va a cogerlas.

Por la orillita del rio


dicen que viene la lluvi~. ;
arrastra coche de piedras
con caballito de luna.

Gárgaro malojo
que te pica el ojo.

Las mariposas rasgadas,


la lluvia de ri.o;;a alegre,
la lluvia, dedos de anguila
va a clavar con alfileres.

En el 'balcón de la bl'isa,
su carta de mariposas,
las manos luz de palmeras
que me la empaten ahora!

Gárgaro malojo
QUe te pica el ojo.

JACINTO FOMBONA PACHANO


- i9-

EL CORRO DE LAS HORAS

¿'- la una, la. mula.:


con su conar de rio
y su sombra en las sombras del corro
cruzará. vestida de reflejos,
con el zodiaco en un ojo.

A las dos, el "relós'':


En las campanitas del musgo
caerá el eeo del sol
por la vereda del muro.

A las tres, munipiés:


Redonda bola de correr la muerte,
mano en la mano girando,
en la siesta de la brisa lueñe .

A las cuatro, lindo salto:


Por sobre valles de callada sombra,
hacia la nube oronda y perezosa
en la imagen del caballo de copas.

A las cinco, lindo brinco:


En la más dulce hora nos iremos ál a.ire,
sin cansancio, sin sueño, sin tristeza,
:relices, y desnudos de la sangre.

A las seis, manda el rey:


en el silencio oiremos voz de trébol,
y palabra de salmo, con su humo,
y azules ruedas, y olor de carpintero .

A las siete, yo con mi machete:


Baja noche a los ánboles, y se echa en la tierra,
ya llegan los fantasmas de temblorosa carne,
el corro se hace hondo y vasto como el viento,
en la mano del miedo brilla una larga estrella. .

.A. las ocho, burro mocho:


Pasan las aguas sin fondo y los animales incomple~,
J un aletear, y un aletear del sueño que se acerca,
J)ft8ag1o por los que están .solos y los muertos.
-50-

A las nueve, llueve:


Algo impalpable y fino resbala en la tiniebla,
gira que gira el sueño igual y en declive,
una luz sola y firme, desde lejos, se aleja.

ARTURO USLAR PIE'm.I

LA MUERTE DE DOÑANA

Los pieoecitos menudos entre las gooosas hierbas


zapatos de sol que lucían para la fiesta del canto
y las voces infantiles se llenaron de canciones prisioneras
como el cielo de las jaulas.

Vamos a la Huerta del Tontoronjil,


a ver a Doñana cortar perejil.

Frágiles manos se juntan formando recias cadenas.

Las hojas ponen su música en el paisaje asombrado :


galeras que el vie-nto ileva hacia las islas de nubes
las hojas color de otoño sQbre la brisa dormida .

Nadie rompe las cadenas que juntan manos de niños .


Vamos a la huerta, donde nacen las palabras
como albahaca infantil.

Doñana tiene los ojos como caminos de aldea


por sobre los campanarios,
com.o la miel los cabellos,
como el toronjU las manos.

¡Vamos a la Huerta del ·ro1;1toronjil,


a ver a Doñana cortar perejil!

FERNlANDO PAZ OASTILLO


51

SEMBRADOR

(1A Jorge Carrera Andrade)


En un campo blanco,
semillitas negras.
''¡Que llueva, que llueva!"

¡Cómo canta el surco!


-Sembrador, ¿qué siembras?
"¡ Que llueva, que llueva!"

-Yo siembro arco-iris,


albas y trompetas!
·'¡QUe llueva, que llueva!"

R'. ,qr,tVIAlRES F:tGUEROA

lfDLIOTECA N.ACION.-'<l
DE MAESTROS
~-·------····---·-·
CANCIONES DE NAVIDAD
LUCERO GRANDE EN EL AVILA ..•

¡Lucero grande en el Avila,


ya viene San Nicolás!

¡Llévame, madre, hasta Galipán!

La Luna, tan tonta, madre,


pasa tocando la Silla
y no se sienta a descansar!

· ¡Llévame, madre, hasta Galipán!

Yo quiero coger la hierba


que tiene cinta de plata,
la yerba que esta mañana
muy verdecita que estaba.

¡Llévame, madre, hasta Galipán!

¿Es verdad que si le pido


a las errantes estrellas
lo que yo quiera esta noche,
el cielo me lo c_o ncede?
Dime, madre, si es verdad,
mira que quiero pedirles
que tu máquina se pare
y que tú no cosas más.

¡Llévame, madre, hasta Galipán!

Cogeremos Jos duraznos


sabrosos, las fresas
coloraditas, para tomarlas
con leche fresca ...
-56-

¡Llevame, madre, hasta Gall,pán!

Que si nos coge la noche


yo quiero ser el primero
para ver cómo llegan
lps Tres Reyes a Belén.

¡Llévame, madre, hasta Galipán!

¡Qué hermosa mi Navidad!


DUli'aZilos grandes,
yerba de plata,
fresas coloraditas
con leche fresca ...

Mis zapatos en el Avila


tendrán regalo del cielo:
¡mi madre no cose más!
¡Aunque tú no quieres, mad.re,
yo voy hasta Galipán!

PABLO ROJAS GUARDIA

LA VIRGEN DE PALOSANTO

La Virgen de palosanto
va camino del pesebre,
la Virgen de palosanto,
soñando un Jesús de n ieve.

La vara en flor del Patriarca


cuenta el prodigio a la gente,
la vara en flor que en el puño
de mano blanca florece.

La Virgen de palosa.nto
marcha a Belén con su suerte;
se la sopló en los oídos
el ángel de las mujeres;
ya en su madera le tallan
hermoso mundo en relieve;
ya con la luz de la tarde
se saca un barniz de aceite;
,- 57 ,-

ya la cantan los canarios


que está emplumando el poniente,
y los pericos chillones
de los malojos silvestres .

La Virgen de palosanto
ya corta ilusiones verdes,
y se va por el camino
soñando un Jesús de nieve .

En la noche, anochecida,
por el esta¡blo se mete;
crudas tinieblas ahonda
su pa!osanto luden te .

Auroras de susto rasgan


'c uatro pupilas de bueyes,
a repentinas quejumbres
que en el establo se encienden,
como sembrando las sombras
de clavellinas ardientes.

Ella no tendrá aureola


ni tampoco tendrá reyes;
la Virgen de Palosanto
tiene su Jesús de nieve.

Y para ver el prodigio,


por el limonar se mueven ,
ordeñadores de plata
que lucen, como presente,
la camaza de la luna
que está rebosando leche.

J A.CINTO FOMBONA P ACHANO

DICIEMBRE, BARBAS DE FRIO . ..

Diciembre, ,bar¡bas de frío,


sobre la veste del campo,
curvo cinturón de cerros
y zapatillas de prado;
aliento, fronda de sueño;
el bordón, torre de radio,
~58~

el corazón luna muerta.


y el gorro, nubarrón alto.

San Nicolás, flor de siglos,


pisa en 'el ooiós del año.
En una alforja de niebla
tesoros del cielo trajo:
hojillas de medialuna,
ramitos del árbol santo,
collares de luz de sol
y luceros de durazno.

El niño viene al galope


en su caballo de palo,
el polvo de las estrellas
limba sus huellas de raso.
-;Niño Jesús, flor de luna!
-¡San Nicolás, viejo santo!
-¡Cómo relumbran tus ojos!
-¡Cómo te pesan los años!
-[)e vagar por el invierno
mi pelo se ha vuelto blanco.
-De dormir sobre las nubes
mis ojos se han vuelto astros.
-En cada viaje se me hace
este camino más largo.
---A mi se me hace más corto
al paso de mi ca:ballo.
-Y a mi se me hace más corto
cuando camino a tu lado:
ya piso la dura tierra.
-Ya suena la voz del campo .
-Los niños están durmiendo
con Iós ojos entornados;
sueñan contigo, mi Niño.
-Y contigo, viejo santo.

z.e extendían en la brisa


los corales de los gallos.

Esta noche es Nochebuena-


las madres velan cantando.
En las afueras la sombra
tiembla en un lim!bo dorado .
Por San Nicolás y el Niño
rompe en flores el n aranjo,
,......- 59 ,......-

y surge un jardín de nieblas


que les envuelve loo pasos.

-Y esta noche es Nochebuena ...


los niñoo dicen soñando.
ISRAEL PEÑ"A

LOS TRES REYES

canta para
su rey blanco.
Canta para su rey negro.
canta para su rey indio.

La madrecita blanca.
La madrecita negra.
La madrecita india.

Mi rey blanco:
t.e daré una corona de luceros.
Mí rey negro: te encenderé la hoguera para que bailes.
Mi rey indio:
te ceñiré las plumas de tu padre el cacique.

Mi rey blanco salió con el alba.


Lucía la espada en el cinto
como cinta de río
donde se hubiera acostado una estrella.

Ml rey negro ha cazado un leopardo,


el que de noche salía en el cerro
y movía una luz en los ojos
·cual sí estuviera alumbrado por dentro.

Mi rey indio ha estrenado su tuerza.


Se echó a cuestas el roble más recio,
lo vió el sol y también las estrellas
y su padre le ha dado la flecha.

Mi rey blanco
es igual a otro rey.
-60-

Mí rey negro
es igual a otro rey .

Mi rey indio
es igual a otro rey .
Las tres madres de reyes lo cantan
y se enlazan sus manos de reinas.

J·ACINTO FOMIBONA PACHANO

VILLANCICO

Con piecitos de oro


por el senderioo,
pasitos azules
da :la madrugada .
Lima un gallo zambo
la linea del alba
y un tibio lucero
parece llorar.
Poetas, pastores,
muchachos, cantores,
y morenas mozas
de la vecindad,
oíd las estrellas
entre las maracas
y el viento anunciando
nuestra Navidad.
Con un saco al hombro
va san Nicolás,
brindando juguetes
de trapo y serrín .
A la madrugada
·que es tan muchachita,
nadita le ha dado:
¡Se puso a llorar!

Ahora en un ¡burrito
tío conejo viene
y en patito de agua
Ratoncito Pérez .
~ 61

La eucarachita
calza chapín rojo
y un collar de gotas
estrena la flor.

Un turpial dorado
desde el limonero
con cristal de trinos,
hilitos de lluvia,
copos de azahar,
va tejiendo el traje
para el nacimiento
del niño Jesús.

Con motas de nieve,


ovejitas •b lancas
signan el camino
de la serranía.
Toca un mow flauta ...
Lejos se oye el canto
de los ganaderos
que van al lugar.

Todo brilla alegre:


canta el río jovial,
faroleros niños
los cocuyos son,
y en el Nacimiento,
cristalina y blanca,
se enciende la estrella
rubia de Belén.

Giman los bordones,


resuenen las primas
con loco c•hi..'>pear.
Brindemos por todoo:
por ricos y pobres,
por viejos y mozos,
por Gaspar, IMelchor
y por Baltasar!

MANUEL RODRIGUEZ CMIDENAS


- 62-

ROMANCE DE MARUJIT A

Entre las ·b arbas nevadas


se enredan niños los sueños.

Mensaje de ingenuidades
escrito en hojas de trébol.
(Dos alas de mariposas
le forman sobre de vuelos) .
Se va el relente a llevarlo
con el correo del viento
y en la estafeta del aire
lo recibe el santo viejo.

¡M1rada infantil abierta


sobre un paisaje de sueños!

Hasta el mundo de aserrL"l,


desde el bazar de los cielos,
tra:lía en la noche la luna
caminos amarillentos;
y en un carrito de brisas
tirado por dos luceros,
san Nicolás riela el éter,
ligero como de incienso!

¡.s obre la noche infantil


están despiertos los sueños!
Vienen sirviendo de pajes
angelitos maromeros,
que visten trajes de nubes
con estrellados reflejos.
De azules ·bucles tejidas
las riendas de los luceros.
Alumbran la romería
Venus, Sirio y Los Gemelos.

¡Se asoman todos los niños


a las ventanas del sueño!

Con luz de rocío empiedra


los enlunados senderos
el Arbol de Navidad.
-- 63-
¡Qué juguetes y chisperos
están bajando los ángeles!
¡Qué rareza de muñecos
en su carrito de brisas
se ha traído el dulce viejo!

¡Entre las bavbas de plata


se enredan tiernos los sueños!

J. A. GONZALO PATRJ:ZI.

VIRGEN DEL VALLE

Virgen del Valle,


bandera úniea del barco oriental;
paz del que se queda
y horizonte del que se hace a la mar.
Virgen del Valle,
la que le ha echado más milagros al mar
que peces;
techo refractario de tempestades
sobre todas las velas .

En el ''Morro castle" cayó ün rayo


porque no era margariteño.

Los tiburones pasan mansos


y el hombre del agua invulnerable,
porque lleva la medalla
de la Virgen del Valle.
La mejor ancla
y la mejor vela
y el mejor salvavidas
y la mayor brujería de mar y tierra.

¡Qué lloraría la Virgen del Valle


cuando Margarita se llenó de perlas!
¡Bendito llanto de virgen,
de madre,
o de hembra!

SARA CORAO
NIÑERIAS

5
NOCTURNO

.Media luna
en la punta de los pinos.

-¡Apaga la luna, muchacha;


el viento anda desnudo:
se va a morir de frío!

OTTO D'SOL.~

ARRUNANGO

Arrunango. . . Arrunango ...


La pala.bra de música
tiene un sabor indígena
de guarura, de agua,
de jagüey y de pájaro.

El niño es un ovillo de lana candorosa.


La canción es la rueca que lo hila en la noche .

Arrunango. . . Arrunango ...

Que mi niño se duerme.


Sigiloso, en la sombra,
viene a tientas el sueño.

Arrunango. . . Arrunango ...


Nadie sabe qué dice la pahvbra del canto.
Una lengua de madre
la inventó para el sueño de su niño cobrizo
en la noche remota-de la luna y el agua-.
.....- 68 .....-

Ahora todas las madres la tienen en la boca,


tierna, inocente, extraña, balbuceante y sabrosa.
Con ella duerme el niño, al vaivén de su música;
la casa fiel recoge sus ruidos familiares,
y el hombre que regresa de la calle de todos
siente un mundo que es suyo den~ro del cuarto tibio:
un mundo pequeñito lleno de amor y olvido,
donde una voz de madre que canta una palaJbra
le ofrece el fruto dulce del sueño de su niño.

Arrunango. . . Arrunango ...


Paz. caricia, inocencia, protección, nido, sueño.
Arrunango. . . .Arrunango ...

RECTOR GUILLERJMO VILlJALOBOS

GOTA DE AGUA

Gota de agua 4
en mi frente.
-Día nuevo,
alba naciente-
Gota de agua,
¡te !haré una cruz
en mi frente!

CORRAL

El ferrocarril de las hormigas


lleva el corazón hasta la infancia
y en la estación dorada '
. -frescor de vacaciones
fuga de números y d~ letras patentadas-
la abuela limpia el ojo del corral
para que las gallinas
picoteen el cielo.
~ 69 ~

Ahora, en la fruta más alta,


un pájaro está mordiendo el sol.
:MBLO ROJAS GUARJJlA

CANCION DE CUNA

Los ojitos negros


de mi buena niña,
derramados siempre
de luz matutina.

Descansad ahora,
la noche es venida.

Los ojitos puros,


vasos de mi dicha,
de mirar traviesos,
lanzas de delicias.

Descansad ahora,
la noche es venida.

Ojitos mirones
que auscultáis mi vida,
porque yo repose,
corred las cortinas.

Descansad ahora,
la noohe es venida.
P.ALMENES YARZA

PARABOLA

Entre tú, pozo,


y yo, viajero,
se ha dividido el mundo.

Tienes, tú, el agua,


y yo, la sed.
- 70-

Tienes, tú, el lucero,


y ;yo, el dolor de estar distante.

LUIS BA.RiRIOS ORUZ

MI NIÑA PINTO UN VELERO ...

Mi mna pintó un navío .. .


iParece que va volando .. .
Lo pintó de verde-azul
y sobre un mar todo blanco.

Mi niña pintó su alma,


navío que va volando
sobre mar,
o cielo
o sueño,
siempre blanco.

LUIS FERNANDO ALVAREZ

CANCION DE LAS TRES MARIAS

Por el mar y por el cielo


llegaron las tres Marias:
de largos mantos azules
con estrellas encendidas,
en un bajel de tres remos
con un timonel de brisas
y una canción de sirenas
en las gargantas dormidas.

'Por el mar y por el cielo


llegaron las tres Marias:
en sus carnes de manzana
flor eterna de sonrisa;
menudas huellas de oro
en la ribera salina,
cuentan sus pasos de triunfo
.sobre la fuga del día.
- 71-

Pm el mar y por el cielo


se fueron las tres Marías:
vuelo de mantos azules
levantó su despedida;
enlutó su bcisque el agua,
silbó su queja la brisa;
sollozaban las sirenws
sobre las playas de lila.
En las olas de la noche
tres estrellas se mecían.

MADRUGADA

¡Qué dulce la almohada


del estar y no estar dormido
euando en la madrugada llueve!

Blanda niebla de sueño


rozando los sentidos:
frescura de la yerba bajo el agua..

No sé si aún estoy en la infancia,


porque oigo ruidos de hace mucho tiempo
y veo flores que no han vuelto a crecer.

Más lejos estarán mojándose los nidoo


bajo el resbalar de la gota,
y habrá cantos, perdidos, de aves.

Ne sé si estoy en el mundo:
ando entre estalactitas
que antes sólo soñé.

No se mueven aún las mariposas en el bosque


y mientras los otros niños duermen,
llueve en la madrugada.

VICENTE GERBASI
....-72-

AFIRMACION

¿Y esa. luz que brilla


allá lejos,
no es una estrella?

Yo la veo clara, limplda,


alta, contra el cielo plúmbeo,
precisa.
La gente dice que es una bombilla,
y el guardaluz me lo asegura.
Pero yo digo:
¡qué saben las gentes y el guardaluz!
Es una estrella firme, total.
Yo esta noche de cielo cerrado
necesito una estrella,
y allá brilla clara, límpida,
alta, intacta, total,
m1 estrella .
JOSE Rd\!MON HEREDIA

HA LLOVIDO

Ha llovido en la tarde.

Una tras otra, las gotas


suicidaron su purem en el pat io.

Ahora, una sola aferrada a la reja


luce su equilibrio blanco .
¡Qué destino tan grande,
nos sostiene la Tarde!

Y se ha rogado con todas las fuerza¡¡;


que no haga viento .
iPobre la tarde blanca
se va a romper!

PABLO ROJAs GUAR-DIA


-73-

HISTORIA MINIMA

... y la piedra pequeña t1¡vo su amor de musgo


al !in del viaje que le dió el río
a través del cuento pintoresco del bosque.

Alegría del viaje en el agua corriente


después de su dolor de piedra agria
que se cansó de amar lo que amaba el camino.

Historia mínima de las cosas, historia


que comien2ia en estrellas
y acaba en hojas.

Hay tamibién el Hada buena


de los guijarros duros
y de las gotas diáfanas.
porque lo sabe, la piedra cibica quiere
el vuelo gracioso de la hoja verde.

-¿Y después?
-¡Ah!-después querrá el sueño de la gota en la hoja .

HECTOR GUILLERMO VILLALOBOS

MAl"lANA, COMO ES DOMINGO

Con la cartilla en el ¡brazo


volverás muy bien sabido,
y te vestirán de nuevo,
mañana, como es domingo ...
Como es domingo mañana,
los dos iremos al circo .
donde colgó su trapecio
la araña del arbolito,
donde se traga el cocuyo
todo un tizón encendido,
y la hormiguita levanta
su arena de muchos kilos,
y el gusanito de monte
se ctesconyunta y da brincos.
- 74
Como es domingo mañana,
los dos iremos al circo.

¡Qué bueno es saber las letrM


cuando mañana es domingo
para estrenar como el alba
calzones de blanco lino
y cuello azul con encajes
del que se ponen los ríos!
Si quieres saiber la cara
que ha de enseñarte el domingo,
si está de luto o de fiesta,
vente al estanque conmigo,
y si te ríe, es seguro
que iremos con él al circo .

Mas, pudiera estar de luto,


porque es muchacho el domingo
que tiene un dómine serio
que se llama San Isidro.
Vamos los dos a pedirle:
patroncito,
abre la puerta del aula
para que no esté sombrío,
y el viento seque las ropas
azules de tu pupilo;
y del tesoro que guardas,
además, como eres rico,
ponle monedas de soles,
de soles en los bolsillos,
que hoy nadie labra las tierra&
y vamos todos al circo,
saltando el d elo en los pozos
que iluminan los caminos.

¡Qué bueno es saber las letras


cuando mañana es domingo! ...

J~C~O FOMBONA PACHANO


-75-

ROMANCE DE LAS HIJAS DEL BARQUERO


'
A Teresita Guillén

De obleas de flor de harina


hecha parece la barca.
Nuestro padre la pintó
con pincelito de plata.
Parece un vaso de espumas ...
Parece rosa lunada ...
Grácill,donce•illa~ \tue flota
desnuda sobre las aguas.

El corazón se ha dejado
prendido, padre, en la barca.
Al oscurecer el día
en la margen la dejara.
Llorando se queda ella
cuando la cuerda !P. ataba.
Por no dejarla tan sola,
pronto se vuelve a buscarla,
y, en cuanto giran los remos,
brinca como una muchacha.
No pasará nuevo abril
sln vestirle ropa blanca.
Como un pez fosforescente
le hará que ilumine el agua.
Mejor hirieran a él
que a sus t!!Jbleros tocaran .
Bálsamo de musgo y brea
pone piadoso en sus llagas,
y no tiene cicatriz
que sus la¡bios no besaran .

Tres hijas tiene el barquero


que más que a su vida guarda.
Isabelita Maria
la más pequeña se llama.
-76-
Yo soy Pura, la mayor,
y es Hortensia la mediana.
Al sol bordamos los paños,
los paños de fina lana
por nuestras manos tejidos
para decorar la barca.
La menor, el heno trae
para mejor perfumarla.
Cuando en ella nos posamos,
toda inflamada de gracia,
se dijera que florece
al ver a las tres hermanas.
Desde la verde ribera
con suspiros nos espantan
muohos labradores mozos
que la ribera repasan.
Flechas piden a Cupido.
El niño acude a sus armas.
Nuestros pechos de marfil
ninguna los traspasara.

R. OLIVARES FIGUEROA

RAYO DE SOL. ..

Rayo de sol,
crencha dorada
en la cabe~ del ~osque.

Rayo de sol,
amiguito
escapado
de la escuela .

ANGUEL MlGUEL QUEREMEL

MI MADRE BORDO EN CARII'JOS . . .

Mi madre bordó en cariños


su rosaleda fragante:
le pagaron poda y riego
con hondo amor los rosales.
-77-

Una vez cruzó mis sueftos


Bilenciosa y de puntillas
y se quedó toda alegre
porque me vió una sonrisa.

¡Con hondo amor los rosales!


·¡Qué perfume el de tus rosas,
rosaleda de mi madre!

ALBERTO ARVELO TORREALBA

CANCION DE VIENTO CON SOL

Tascando frenos de monte


centauro el viento pasó;
llevaba crines de hierba
y cabellera de sol,
'banderolas de floresta
con blancuras de almidón,
pelaje de terciopelo
y el paso loco tambor.

Tascando frenos de monte


centauro el viento pasó.

Gemía recio el verano


mordiendo en el ·bravo sol.

Orquestas las hoja.rascas


vola:ban en derredor.
Negra laguna de bosque
a quien la luz olvidó,
en guiños de plata fria
lucía su corazón.

Gemía recio el verano


mordiendo en el bravo sol.
Voy incendiando canciones
de esta tarde al esplendor,
quebrando piernas de junco,
rompiendo lazos de flor,
agitando hasta los cielos
pabellones de algodón,
- 78-
abriendo sendas y cauces
para los ojos de Dios.

Vay galopando en el viento,


fijo a sus crines de sol.

JA:OINTO FOMBONA PAOHANO

MI PADRE, ARBOL

... y eso era mi padre: un árbol


de ácida savia po,r dentro.

Todo desnudo de verdes.


Sin nidos, hojas ni sueños.

Ramos torcidos, sin trinos.


Ni sombra ni flores, seco.

Haciéndome brisa y lluvia


me llegaba al árbol viejo.

{¡Y qué profusión de verdes!


'¡Cuántos nidos, hojas, sueños!

J. A. GONZALEZ PATRIZI

PARQUE

Domingo alegre de luz.


El día fresco de cielo
está bailando en las sombras
al golpe de un valse viejo.
Hay una fuente amarilla
que tiene un sol en el pecho,
y en el pulmón de los sauces
un asalto de reflej os .
Estrellados de verdores
titilan los datileras,
·e n la nube verdinosa
del agua mansa, y el eco
levanta en los matorrales
-79-
empolvados de silencio
ventolinas que se rasgan
en los muros del col-egio.

Hay una fuente amarilla


que tiene un sol en el pecho.

Redoma cantora de agua


en la guitarra del viento,
rota en hilos entrecanos
su ceniza de luceros,
va lamiendo pesadumbres
bajo la calma del tiempo.

Mimo de voces lejanas


entre los juncos abriendo,
la diana de los ramajes
abrió las puertas del cielo.

La mañana pelirroja
prendióse el sol de aderezo,
rompió su cendal de lbrisas,
alborotó sus cabellos,
punteó carmines silvestres
sobre el azul de los cerros
y, camino de los campos.
abrió su ruta de viento.

La diana de los ramajes


abrió las puertas del cielo.

JACINTO FOMBONA PACHANO

EL CUENTO

El nmo cuenta un cuento blanco.


Su voz es de cristal.
Parece que soñara con algo muy lejano
cuando alza su claro mirar
!hacia las tímidas nubes.

El cuento del niño


nos esconde el dolor del vivir;
-80-

y a los sentidos regresa la infancia


con una montaña encantada,
con un río en cuyo fondo hay peces cantores,
con un mundillo de enanos alegres.

Sentimos la vida ausente del tiempo.


-sin dolor, sin historiar-
junto al niño que habla dulcemente.

OTTO D'SOLA
MUSA RIENTE

6
LA NUBE

--Cójala usted,
la nube!
¡La nube blanca y loca
que se ha puesto a llover!

Allá va, Señor Viento,


cójala usted,
la nube blanca y loca! ...
Mire, si no corre, no la va a coger ...

Les destiñó el domingo a las muchachas,


a las pobres muchas de a pie.
Anda mojada y loca,
todo lo pone al revés!
Allá va, .Señor Viento,
cójala usted!
pero no le haga daño
que acaso se podrá desvanecer.
Cójala, Señor Viento,
póngala a seear muy bien,
vístala con el traje de colegiala,
llévela después
al preceptor Crepúsculo, para que aprenda
lo que una nube puede ser ...
Y luego, desocúpese, señor Vient.o,
que eso lo enseña el otro mejor que usted!

JACINTO FOMBONA PACHANO

MALASENTRAÑA

¡El peluquero del pueblo


cortó mi trenza !
,_ 84-
Era de oro, y tenía
un lazo de cinta verde!

¡Malasentraña!

La niña se va llorando
por los senderos:
~cortó mi trenza,
¡galón dorado s01bre mi espalda!

¡Malasentraña!

Le dice al viejo
la niña, mojada y tierna:
-De noche era
como un lucero largo
mi trenza blonda!

¡Malasentraña!

íLe dice al cura


la niña, rota en llanto:
~Mi señor padre
Cortó mi trenza.

¡Malasentraña!

A todos cuenta
la zagala su pena,
de puerta en puerta.
¡Nadie la escucha!

Gritando
la niña se va perdiendo
por los senderos:
~cortó mi trenza.
Era de oro y tenía
¡un lazo de cinta verde!
¡Ay, malasentraña!

ANGEL MIGUEL QUEREMEL


Por caminar tan despacito,
a la Luna la sorprendló el Alba.

Ya se lo habian dicho los gallos


con la gárgara de su palabra
cuando, a aletazos.
destrozaban la madrugada.

se lo dijeron Jos luceros,


que huyeron
porque se desnudaban de sombra los cerros.

Y ahora está alll.


.sollta,
abandonada
sobre el cielo, Hmplo de noche;
demuda en su propia carne
de lrldio.

Mira cómo .surgen mozos,


estrenando verdes,
los campos
de entre su plata fracasada.

¡Cómo habrá de ponerse Uvlda


cuando el sol la denuncie como intrusa
en la gran fiesta de la mafianal
Sin embargo, los pájaros
pregonan que es el recuerdo más puro
de la noche ausente.
También una carreta
que pasa triturando .silencio
lleva una Iua a.se.sinada
de péndulo.

Por caminar tan despacito,


la sorprendió el Alba,
Pero la Luna tonta tomará su desquite.

Bsta noche en la ciudad,


euando surja inmensa
-86-
tras las torres de la Catedral,
entre alegrías de niños
y de muchachas románticas.

Ya entonces los ár.boles


estarán maduros de oro,
y serán para ella todas las estrellas .

JOSE RAMON HEREDIA

CANCION DEL NIÑO BOBO

vengo del amanecer.


(Oculta bajo mi .blusa
la estrellita de Belén) .

Vago en el atardecer.
(Sortijita de mis dedos
la estrellita de Belén).

Miro hacia el anochecer.


(Cómo lloran las estrellas
por la estrella de Belén!) .

La tendré que devolver.

ISRAEL PEÑ"A

MICKEY MOUSE

Mientras escribo, creyendo burlar mi vigilancia,


el ratoncito asoma su inquietud
por el agujero, puerta de su vivienda,
y móvil, como gota de azogue,
avanza, acercándose a mi mesa.

El ratoncito es profesor de cautela .


Bonito el animalito: gris claro su pelambre,
y en su pupila inquieta y clara
se hace negra su astucia,
vibrante de nervios atentos .
-87-

Retrocediendo y reincidiendo luego,


porque mi mirada le asusta,
avanza el ratoncito con inquietud de brújula.

Ahora protegido por mi fingida indiferencia,


llega hasta la violeta
que ha poco se cayó de mi ojal
y pugna por llevársela.
¡Vaya! ¡El ratón es poeta!
porque, indudablemente, llevarse una violeta
despreciando migas que dejó mi ración
sólo es acción de lírico .
Y ha de estar enamorado, sin duda,
(asi se está cuando se anda con violetas).

¡Ya se la lleva!
¡Buen viaje, colega!
Pero no te sorprenda, si tu amada,
la ratoncita novia que te aguarda en la cueva,
te riña y se te enfade
porque no le llevaste una concha de queso,
más bien que una violeta.

JOSE RAMON HEREDIA


ANIMALES DEL ORINOCO
LAS GARZAS

¿Es una nube? ¿Es un punto vacío


en el azul. .. ? No, amigo mío,
es un bando de garzas.. . S<>n las novias del Rlo ...

ANDRES ELOY BLANCO

TORRES DE PINO

En las dos torres de pino


silueteadas en el cielo
están tocando campanas
los azulejos.

vuelan siempre en derredor,


ro2ían la torre otra vez
y otra, y otra,
repican a amanecer.

¡Que llega la mañanita,


jardín, a ponerte en flor,
que en las dos torres de pino
ya viene a oficiar el sol!
Misa de madrugadita,
día de Primera Comunión,
vienen bajando del cerro
como en peregrinación
las horas, todas de blanco,
todas de sol.

Torres de pino.
Arquitectura de lujo perfectG
- 92-
donde los campaneros
llevan las campanas dentro.

El sol viene a cantar misa,


se puso de blanco el cerro.
¡Que bien tocan las campanas
los azulejos!
8A!RA CORAO

EL CAlMAN

Es el capitán del Río:


viejo zorro dormilón, viejo Neptuno,
con ese dolor de eternidad
de los que se salvaron en el Diluvio.
En la playa {)andorosa
alza su boca abierta el Capitán del Rio,
como si fuera echando hacia los cielos
las almas de los que se ha comido.

Viejo zorro, compadre del filósofo,


sospechoso, como el lomo de un libro ... !

ANDRES ELOY BLANCO

ARRENDAJOS CANTAN EN EL ALBA

Cruces de brisa en ios campos


anestesiando la fronda,
bajo el cielo rosigrana.
Cruces de trinos agrestes,
los arrendajos del alba,
bajo el cie1o rosigrana.

Desnudando los colol.'les


la noche vuelta jirones
en los cuerpos emplumados,
islas de gualda marchito
en las alas entusiastas
bajo el cielo rosigrana.
.- 93 .-

La patria toda en las venas


sembrada por estos cantos,
pregón de picos de ámbar
en campos venezolanos.

Bajo un cielo rosigrana ;

OSOAR ROJAS JIMENEZ

EL PAJARO CARPINTERO

El pájal'o carpintero
viene de labrar su nido
con su serrucho en un cedro.

Lo labró mientras cantaba


la gloria de ser obrero.

Va de paisaje en paisaje
estrenando nube y cielo.
En vez de malva y jacinto
lleva un plumaje de incendio.
saltando por las cisternas
azules del campo abierto.
El pico dentro del agua
se pone a pescar lucel.'os .

MANUEL F. RUGELES

LA CHICHARRA

La Chicharra
es una hoja sec~
que canta.

LUIS BARlRIOS CRUZ


-94-

EL BOA
La cola en el árbol, la boca en el río
es todo un cauce:
entra al Orinoco la cascada viva,
el tributario de carrre.

ANDRES ELOY BLANCO

LOS GALLOS

Un gallo canta, otro le responde


y otro y otro, y la canción se aleja
hasta perdeme en el silencio inmenso
de la noche negra.
La cadena es tan larga. Se diría
que cantan con los ga~ los las estrellas

FERNANDO PAZ CASTILLO

EL RELOJ DE LOS GORRIONES

Delantal de lino azul


estrena el alba en el campo.

Delantal de lino
azul .

.Sobre una bandeja de oro


nos está sirviendo el pan
y el vino de la mañana.

Un mantel verde ha tendido


y los pá jaros vendrán
a picotear las migajas.
El reloj de los gorriones
canta, canta.

MANUEL F. RUGELES
-95-

RONDA INFANTIL DE LAS LAGARTIJAS


A Claudito Guillén

Lagartijitas, hola,
huele bien la montaña.
Con el sol a escondite
jugaremos, hermanas.
¡Suba al ar·bol del cielo
nuestro pájaro en llamas!

Las aéreas tortugas


iniciaron su danza.
El pandero era el sol
y la brisa la flauta.
¡Lagartijas, saltad,
mientras el grillo canta!

¿Cómo madruga tanto,


diga, diga la araña?
-Bien parecen tapices,
pues tenéis luminarias.
Con agujas de oro
los clavé en la carrasca.
LagaDtijitas, hola,
mirad, el agua baila,
y la yerba dormida
para verla, se alza.
¡Bicicletitas tiernas,
alegrad la montaña!

R. OLIVARES FIGUEROA

FINAL

No busques el rincón en do;nde canta el grillo.


¡Es tan grande la no~he!

HECTOR GUILLERMO VILLALOBOS


TABLA DE POEMAS
AUTORES
y
FUENTES BlBLIOGRAFICAS

VOCABULARIO
TABLA DE POEMAS

MtJICURA

Coplas de ~ampo en abril. Julio Morales Lara


Espinito, pura espina . . . . . Alberto Arvelo Torrealba
El samán . . . . . . . . . . . . Palmenes Yarza
Tragedia . . . . . . . . . ...... Luis Barrios Cruz ~
Molino . . . . . . . . . . . . . . .. J. A. Gonzalo Patrizi
Pampa . . . . . . . . . . . . . .. Luis Barrios Cru2l
La carreta . . . . . . . . . . .. . Jacinto Fombona Pachano
El montañés en la ciudad .. Manuel F. Rugeles
Tal vez mañana me vaya Albel'to Arvelo Torrealba
El tinajero . . . . . . . . . . ... Julio Morales Lara
zoológica . . . . . . . . . . . . . .. Angel Miguel Queremel
Cuatro. . . . . . . . . . . . . . •. Augusto Padrón
Intemperie . . . . . . . . . . .. Pálmenes Yarza
Yo me quedé triste y mudo. Luis Barrios Cruz ·
Sierra . . . . .... J. A. Gonzalo Patrizit
El camino . . . . . . . . . . .... Fei>nando Paz Castillo
El llanero . . . . . . . . . . .... Julio Morales Lara
Oros de los arenales . . . . . Albel'tO Arvelo Torrealba
Bandera . . . . . . . . . . . . . ..Luis Barrios Cruz
La tinaja . . . . . . . . . . .... Jacinto I<,ombona Pachano .
Cuando el caballo se para. Luis Barrios Cruz
La guarura . . . . . . . . . . .. Augusto Padrón
Sardita vaca llanera . . . .. Osear Rojas Jiménez
Lechero . . . . . . . . . . . . . .. Sara Corao
"Corrios" venerolanos . . . . Jacinto Fombona Pachano
Los campesinos . . . . . . . .. atto D'Sola
- 100-

MARACA INFANTIL

R!omancillo de la invitación R. Olivares Figueroa


Gárgaro malojo . . . . . . . .. Jacinto Fombona Pachano
Corro de las horas . . . . ... Arturo Uslar Pie tri
La hue~a. de Doña.na .. FeJmando Paz Castillo
Sembrador. . . . . . . . . . . . . R. Olivares Figueroa

CANCIONES DE NAVIDAD ·

Lucero grande en el A.vila. Pablo Rojas Guardia


La Virgen de palosanto . . . Jacinto Fombona Pachano
Diciembre, barbas de frío ... Israel Peña
Los tres reyes ........... Jacinto Fombona Pachana
Villancico . . . . . . . . . . . . . Manuel Rodríguez Cárdenas
Romance de Marujita .... J. A. Gonzalo Patrtz1
Virgen del valle . . . . . . . . . .

Nocturno . . . . . . . . . . . . .. otto D1Sola


Arrunango . . . . . . . . . . ... Hé<:tor Guillermo Villalobos
Gota de agua . . . . . . . . . . . An-gel Miguel Queremel
Corral . . . . . . . . . . . . . . . . . PaJblo Rojas Guardia
Canción de cuna . . . . . . . Pálmenes Yarza
Parábola . . . . . . . . . . . . . . Luis Barrios Cruz
Mi niña pintó un velero ... Luis Fernando Alvarez
Canción de las tres Marias. Isl'ael Peña
Madrugada . . . . .... Vicente Gerbasi
Afirmación . . .... . . . ... . . José R amón Heredia
Ha llovido . . . . . . . . . . . . .. P:>blo Hojas Guardia
Historia mínima . . . . . . . ... Héctor Guillermo Villalobos
Mañana, como ~s d'nmingo .. . Jacinto Fombona Pachano
Romance de las hijas del
barquero . . . . . . . . . . ... R. Olivares Figueroa
Rayo de sol .. . . . . . . . .. ... Angel Miguel Queremel
Mi madre bordó en cariñosAJ¡berto Arvelo Torrealba
Canción de viento con sol . Jacinto Fombona Pacl1ano
Mi padre, árbol . . . . . . . .. J. A. Gonzalo Patrizi
Parque . . . . . . . . . . . . . .. Jacinto Fombona Pachano
El cuento . . . . . . . . . . . ... otto D'Sola
- 101-

MUSA RIENTE

La nube . . . . . . . . . . . . . .. Jacinto Fombona Pachano


Ma.'asentraña . . . . . . . .... Angel Miguel Queremel
Alba lunar . . . . . . . . . . ... José Ramón Heredia 1'
Canción del niño. bobo .... Israel Peña
Mickey Mouse . . . . . . . . . . José Ramón Heredia

ANIMALEJS DEL ORiiNOCO

Las garzas . . . . . . . . . . ... Andi.1és Eloy Blanco


Torres de pino . . . . . . . ... Sara Corao
El caimán . . . . . . . . . . .... AndTés Eloy Blanco
ArrendajOiil cantan en el
alba . . . . . . . . . . . . . . . . Osear Rojas Jiménez
El pájaro carpintero . . . . .. Manuel F. Rugeles
La chicharra . . . . . . . . . . . Luis Barrios Cruz ..,
El boa . . . . . . . . . . . . . .... Andrés Eloy Blanco
Los gallos . . . . . . . . . . . . ... Fernando Paz Castillo
El reloj de los gorriones .. Manuel F. Rugeles
Ronda infantil de las R. Olivares Figueroa
lagartijas
Final Héctor Guillermo VillaJobos

AUTORES Y FUENTES BIBLIOGRAFICAS

ALVAREZ (LUIS FERNANDO) El poema incluido


es inédito.
ARVELO TORRE1ALBA (tALBER'I101) . - "Cantas"l
Editorial "Ellte", caracas, 1932.
BARRIOS CThUZ (LUIS) "Respuesta a las pie-
dras•'. ''Elite", 1931, Caracas.
BLANCO (ANDRES ELOY) . - "Poda", Saldo de
poemas.- 1923-1928. Editorial "Elite", Caracas.
CORAO (!SARA).- Inéditos.
FOMBONA P'ACIHANO (JIACINTO) . - 1'<Virajes"-
"Elite", 1922. caracas.
GERBASI (Vicente).- "Vigilia del náufrago".-
1937.- "Elite" . Caracas.
GONZALO PATRIZI (J. A. l . - "Riscos".- Ar-
tes Gráficas, 1935. Caracas.

BIILIOTECA Nt;Cff1N ~L
DE MAESTHOS
- 102-

HEREDIA (JOSE ·RAMON) . - "Música de sllen-


cios". 1936. Caracas. Cooperativa de Artes Gráficas.
MORALES LARA (JULIO). - "Savia", "Elite"
1930 y "Múcura". Cooperativa de Artes Gráficas. 1935.
Caracas.
OLIVARES FIGUEROA (RAFAEL).- "Sueños de
Arena" . ..)..... Asociación de Escritores venezolanos.
Caracas, 1937.
PADRON (AUGUlSTO) . - Inéditos en libro.
PAZ CASTILLO (FERNANDO).- "La voz de los
cuatro Vientos". Edit. "Elite". Caracas, 1935.
!PE& <ISRAEL) . - "Vísperas". - Caracas, 1935 .
Tip. "El Comercio".
PIETRI (USLAR). - "Adagio" . Libro inédito.
QUERElMEL (ANGEL MiiGUEtL) . - "Trayectoria" .
Esquema poemático, en 33 estancias . Imp. SUR, Má-
laga, 1927. Librería de Fe11nando Fe, Madrid. Y "Ta-
bla", Imp . SUR, Málaga, 1928.- Lib. Fe, Madrid.
RODRIGUEZ OAIIDENAS (MANUEL) . - Inédito
en libro.
ROJAS GUARDIA (PABLO). - "Poemas sonám-
bulos". "Elite". Caracas, 1931 . Y "Desnuda intimi-
dad . " México, 1937 .
R. UGELES (MANUEL F.), ''Cántaro•· . Artes Grá-
ficas. Caracas, 1927.
OTTO D 'SOLA.- "Acento" . Artes Gráficas, Ca-
racas, 1935 .
VILLALOBOS (HECTOR GUILLERMO) .- "Afluen-
cia'', libro inédito.
YARZA (P!AUMENES). - "Pálmenes Yarza" .
Cooperativa de Artes GJ.'Iáficas. Caracas, 1936.

VOCABULARIO

Apamate.- Bignoniácea. Atibo! alto, de 15 a 20


metros, corpulento, ramoso, de tronco recto; hojas
largamente pecioladas, con cinco hojuelas eliptico-
lanceoladas. . . flores en corimbos terminales, cáliz bl-
partido, corola grande, de color lila, etc., que flore-
ce en diciembre en Venezuela. Voz cumanagota. {Al-
varado).
Araguaney.-Arbol frondoso, de 20 a ~5 mats. de
altur~ de hojas largamente pecioladas, compuesta
de 5 a seis hojuelas elípticas o aovadas, de un verde
- 103-
mate oscuro; flores precoces, amarillas; madera de
eomzón durísimo, de color aceitunado oscuro, usada
en la construcción civil. (Alvarado).
Arrendajo.- Ave americana del orden de los pá-
jaros, de color negro brillante, el pico de igual color,
.ribeteado de amarillo y los ojos también negros en
un círculo gualdo. (Academia).
Arrunango .- Pala.bra sin traducción, con que las
madres indias suelen arrullar a sus pequeños en va-
rias regiones de Venezuela.
Azulejo.- Pájaro americano, 5emejante al cana-
rio, pero de color azul brillante. Es denominación
venezolana . No citado por Alvarado ni la Academia.
Caney .- Cobet~tizo, construcción cuyo tec-ho está
sostenido por pilares de madera solamente, y sin re-
't'estimiento . Bohío, choza, etc. (Alvarado). Voz taina
Cuba-Recodo de un río. Especie de bohio cónico con
garita en la cumbre. En Vene2lllela, choza redonda
hecha con palos y cañas. <¡Academia) .
' Camaza.- Fruto del camacero, especialmente
cuando ha sido aserrada y preparada como totuma.
(Academia) .
Cimarrón .- Bravío, montaraz, salvaje, 'hablando
de animales;; silvestre, h¡¡¡blando de plantas. Voz muy
antigua en Venezuela, ya usada por Garcilaso, Alce-
do y otros autores, lo que indica que fué adoptada
temprano en toda la América española. Parece en
~do caso, voz de origen africano. (Alvarado) .

Cochano.- Pepita de oro nativo. (Alvarado) .


Conuco.- Sementera la;branza. Voz taina. Dice
Humboldt que es "una éwbaña rodeada de tierras de
labor" . (Alvarado). Vo21 americana. Parcela de tie-
rra que concedían en Cuba los dueños a sus esclavos,
para que éstos la cultivasen por su cuenta. <Academia) .
Cotiza- A!barca, alfarca, sandalia de cuero sin cur-
'tir. Es el cacli de los mexicanos y el caite de los cos-
tarricenses. (Alvarado). Especie de sandalia que usa
la gent e rústica en Venezuela. (Academia} .
Gárgaro.- "Gárgara malojo", expresión pertene-
ciente a un popular juego infantil venezolano, sin
traducción expresa.
Garúa .- Lloviznita . Voz quichua usada en Ca-
I'8CBS y en el Oriente de Venezuela . Lluvia menuda.
easi imperceptible, que no incomoda. (Alvarado) . En
parecidos términos la cita la Academia .
- 104-

Gua.mo.- Ar,bol frondoso y ramoso del · género


Inga y familia de las leguminosas. Algunas especies
se plantan en los cafetales para aprovechamiento
de su sombra. (Alvarado, y, análogamente, la Acade-
mia).
Guarura.- Distínguese, en general, con este
nombre, muchos y diversos caracoles, o sea moluscos
gastrópodos de mar, de río y sierra, y particular-
mente sus conchas. Guarura.- Un caracol que al-
canza un pie de largo; sirve a los arrieros de bocina.
Los mayordomos de las haciendas hacen uso de este
caracol para llamar a los trabajador·es. <Alvarado.
Id. la Academia). Y también un instrumento músi-
co cuyo sonido es muy semejante.
Gua.yana.- Tierras del oro, o, simplemente, el
color del oro. No citado pol.'l Alvarado ni la Academia.
Jagüey.- Bolsa o pozo. Bejuco de la isla de Cu-
ba. (Academia) .
Jojoto.- Panoja o mazorca, aun tierna, de maíz.
Por excepción, tierno, en cierne, no saoonado. (Alva-
rado). Fruto del maí2l "en leche" . (Academia) .
Joropo.- Canto y danza popular en Venezuela .
<Alvarado) .
Macagua.- Falcónidas. Es ave sedentaria, ca-
si de la talla del halc'ón, que anida en los ár,boles y
vive principalmente de reptiles. tCumanái. Alto lla-
no. (Venezuela) . Del guaraní macaguá. serpiente que
se halla en la serranía costanera del Estado Anzoá-
tegui. (Alvarado). Voz carite. Ave rapaz diurna, de
unos ocho cmts. de largo desde el pico hasta la ex-
tremidad de la cola, y plumaje color amarillo pardus-
co por el dorso y !blanco por el bajo vientre. Habita
en los lindems de los bosques de la América meri-
dional, da gritos penetrantes y se alimenta de cua-
drúpedos pequeños y de reptiles. Serpiente venenosa
que tiene cerca de dos metros de largo 'y dos decíme-
tros de grueso, la cabeza .g rande y algo achatada, etc.
Vive en regiones aisladas de Venezuela, especialmente
a orillas del mar. Arbol silvestre de la isla de CUba,
de la familia de las artocárceas, de flores blancas y
fruto del tamaño y figura de la bellota, pero sin cás-
cara, que comen especialmente los cerdos. "Macagua
terciopelo". serpiente venenosa de color negro ater-
ciopelado, que se cría en las montañas elevadas de
Venezuela . <Academia) .
-105-
Malojo.- Especie de maíz que se cría pam pas-
to. (Al varado y la Academia). Malojar, plantío de
malojo, y malojero, el que lo vende. (.Acad.)
Maraca.- Sonajera hecha de un calabazo peque-
ño y redondo con algunas semillas de capacho den-
tro y provisto de un mango para sonarlo como sistro.
Usase hoy en la música popular tocando un par de
ellas . En lo antiguo, fué un instrumento sagro.do ca-
racterístico en el ritual de los piaches indígenas. Es
voz caribe . (Alvarado) .
Múcura.- Cántaro indio de forma típica. Voo
chaima. (Alvarado) .
Pichagua.- cuchara de cáscara de totuma
(Alvarado) .
Samán- Arbol americano muy corpulento y ro-
busto, parecido al cedro del L~bano. (Academia).
Humboldt dió celebridad al Samán de Güere, ya hoy
decrépito y mutilado. Una trova o "seis'' muy popular,
dice: "No hay ciudad como Caracas- ni samán como
el de Güere,- ni Villa como San Carlos- dígalo quien
lo dijere. (Alvarado).
Totuma. - Fruto del totumo y ·escudilla hecha
del mismo. (Alvarado) .
Referencias. Doctor Lisandro Alvarado . De la
Academia Venezolana de la Lengua. "Glosario de
voces indígenas de Venezuela". Caracas, 1921.
Academia de la Lengua. "Diccionario de la Len-
gua ~pañola" . Madrid, 1925.
INDICE

l?ág.

Dedicurorias .... . ............ . . . . . ...... . . . . · · . · · · · · . 9

PROLOGO. ~ Lo infantil en la nueva poesía venezolana ... u


25
Múcura ..... . ........ . ... . . . . . .. ..... . . ........... . ..
Maraca infantil. . ... .................................. . 45
Canciones de Navidad ........ . ... . .. . ..... . .. . ... . ... . 53

Niñerías ... . . .. ... . .. . ...... . ........ . .. . ... ... ...... 65

Musa riente . ... . .. . •••• o • • •••• • •• • • • •• • •• • •• • 81

Animales del Orinoco .. ......... . . . ...... . .. . .. . ...... . . 89


Tabla de poemas .. .......... . .. . ... . ..... ... . . .. . .... . 99

Autores y fuentes bibliográficas ... . ......... . .... . . . . . . . 101

Vocabulario . . .... . ....... . ....... . . . .. .. ... . .... . ... . 102


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