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La entrevista libre como método para evitar la

paradoja del observador


Un estudio de corpus

Alba Fernández Sanmartín


Universidade de Santiago de Compostela

Observer’s paradox has been pointed out as the main problem when it comes to gathering
oral materials in an informal colloquial register. The free interview has been proposed as
an alternative to the traditional one, where the objective is to minimize the effects of the
paradox, through methodology based in the relaxation of the question-answer structure,
interviewer-interviewee distance and differentiated roles. The objective of this study is to
carry out a lexical corpus analysis, in order to show the influence of the observer's paradox
on the materials obtained through interviews, and to evaluate if the strategies of the free
interview are effective in obtaining a register similar to that of a conversation.

Keywords: sociolinguistic interview, observer’s paradox, register, conversation, corpus.

1. Introducción

Desde que, a mediados del siglo pasado, comenzaron a dejarse atrás los prejuicios
teóricos en cuanto al estudio de la lengua real, el registro oral coloquial se ha
erigido como el objeto de interés fundamental de los estudios de la lengua en su
contexto, por ser el más empleado por los hablantes, aquel en el que menos actúa
la conciencia metalingüística y en el que más claramente se aprecian los procesos
de cambio de la lengua.
Sin embargo, el estudio de este registro plantea considerables escollos
metodológicos, que atañen fundamentalmente a la dificultad que supone obtener
muestras reales para el análisis. La grabación secreta presenta problemas éticos,
además de dificultades técnicas, y cualquier otra metodología de obtención de
materiales (observación participante, entrevista, grupo de discusión etc.), supone
enfrentarse al obstáculo denominado paradoja del observador.1

1 Las nuevas tecnologías abren la posibilidad de acceder a otro tipo de materiales


conversacionales sin intervención del investigador, salvando, pues, la paradoja del observador.
Se trataría de lo que De Benito Moreno & Estrada (2016: 5) denominan "conversaciones
virtuales", es decir, interacciones mediadas por ordenadores o dispositivos electrónicos. Los

CHIMERA. Romance Corpora and Linguistic Studies 5.2 (2018), 141-196. ISSN 2386-2629
© 2018 The Author; distributed under the Creative Commons Attribution License
Alba Fernández Sanmartín 142

De entre todos los métodos existentes, la entrevista ha ocupado, y todavía ocupa,


un lugar central en la sociolingüística. Labov, pionero de la técnica (1984), la
señaló en su momento como el único medio de obtener el volumen y calidad de
grabación de habla necesarios para el análisis cuantitativo. Décadas más tarde la
entrevista conserva su lugar preponderante, entre otros motivos porque, como
señalan López Morales (1994: 75) o Recalde & Vázquez Rozas (2009: 56), se
trata de un instrumento que permite recoger una gran cantidad de información
variada y estratificada en relativamente poco tiempo y con un despliegue
razonable de medios y esfuerzos.
Sin embargo, igual que cualquier otra metodología que implique la presencia
del investigador y/o un instrumento de grabación visible, la entrevista tiene una
grave limitación, que el propio Labov (1972, 1984) denominó paradoja del
observador. Para este autor, se trata de la materialización de un problema
metodológico clásico de los estudios del lenguaje en su contexto social: los
medios empleados para la recogida de datos interfieren, condicionan o modifican
las características de esos mismos datos. En la entrevista sociolingüística existe,
pues, una contradicción entre el tipo de materiales que se desean obtener y el
método empleado para hacerlo: la situación de entrevista (un encuentro
transaccional entre hablantes desconocidos en un contexto académico) dista
mucho de ser la propicia para obtener producciones en un registro relajado y
espontáneo.
Por este motivo, numerosos autores, comenzando por el propio Labov, han
ido proponiendo recursos destinados a restar formalidad al encuentro y,
consecuentemente, también al registro empleado en él.
Labov (1972) comenzó por tratar de identificar, dentro de la entrevista, los
contextos que motivan el mínimo de atención sobre el lenguaje y, por tanto, el
surgimiento del habla casual. Dichos contextos son: el habla sobre juegos de la
infancia y sobre el peligro de muerte, la interacción con el entrevistador fuera del

materiales más interesantes en este sentido, por su cercanía a la conversación oral coloquial,
serían los que De Benito Moreno & Estrada (2016: 5-6) engloban en el subtipo de interacciones
“cerradas” y “sincrónicas”, que son aquellas que se establecen mediante mensajes privados,
normalmente entre personas pertenecientes a un círculo cercano, y que buscan el retorno dentro
de un periodo relativamente reducido de tiempo. Entrarían dentro de este apartado las
conversaciones de Whatsapp o las que tienen lugar a través del chat privado de Facebook. Sin
embargo, este tipo de interacciones, aunque presenten puntos en común con la lengua
conversacional oral, tienen también características propias determinadas por las circunstancias
particulares de su producción. Los materiales correspondientes constituyen, pues, un nuevo y
diferente objeto de estudio, no una solución para la problemática que se está presentando en
este trabajo.
143 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

formato de entrevista, el discurso dirigido a una tercera persona, y las


intervenciones que no responden directamente a una pregunta. Una vez
identificados los contextos en que surge habla casual, el segundo paso consiste en
favorecerlos, o incluso forzarlos mediante estrategias.
Silva-Corvalán (1989: 25-26) es menos específica, y simplemente apunta que
para lograr lo que ella denomina «conversación grabada», el investigador debe
poner en práctica «los recursos necesarios para lograr que el hablante olvide que
está siendo grabado», para que desvíe la atención de su habla y reduzca la
autoobservación y la autocorrección, «fenómenos característicos del estilo
formal».
Wolfran & Fasold (1997: 101-2) proponen una serie de consejos regidos por
el «sentido común» para lograr lo que denominan «entrevista espontánea». Según
estos autores, resulta beneficioso adaptar las preguntas a los intereses de los
hablantes, sobre todo como un medio para lograr su implicación emocional en el
discurso y lograr así desviar su atención sobre el propio modo de hablar.
Milroy & Gordon (2003: 65) consideran también fundamental lograr la
implicación emocional del hablante en los temas tratados, y añaden que resulta
beneficioso modificar la dinámica tradicional de la entrevista, por ejemplo,
planteando entrevistas múltiples.
Vázquez Veiga (2003: 24-25), por su parte, apunta que el entrevistador debe
dominar técnicas destinadas a «reducir el grado de formalidad» de las entrevistas,
cuidando para ello determinados aspectos de su conducta. La autora pone especial
énfasis en los aspectos formales, y señala que el entrevistador debe emplear un
modo de expresión lo más sencillo posible, evitando los cultismos y las
«construcciones retorcidas».
Hernández Campoy & Almeida (2005: 136, 144) ponen el acento en el
aspecto temático, y señalan que el informante tiene que sentirse «directa e incluso
íntimamente involucrado en la narración» para poder relajarse y desviar la
atención del tipo de situación en el que se encuentra. Esto suele lograrse a través
de temas cotidianos relacionados con el pasado, como anécdotas ocurridas en el
colegio, las características del vecindario de su infancia o los primeros noviazgos.
Apuntan también la importancia de que el entrevistador rebaje el control sobre la
interacción y la deje fluir de manera natural, reduciendo la distancia con el
informante.
Vida Castro (2007: 37) apunta en esta última dirección, destacando la
importancia de que el entrevistador no someta el intercambio a un guion rígido,
sino que lo deje fluir por sus cauces naturales, de modo que el informante se sienta
lo más cómodo y libre posible.
Alba Fernández Sanmartín 144

Pitkowski (2010: 82) señala que la espontaneidad del diálogo depende en gran
medida de la «habilidad del investigador para establecer y crear una atmósfera
cómoda, amistosa y de empatía», y propone otra estrategia para lograr centrar la
atención del entrevistado en el contenido y relajar la expresión, que consiste en el
posicionamiento del entrevistador en un lugar de desconocimiento respecto al
informante sobre algún tema en cuestión.
Moreno Fernández (2011: 6, 8), por último, insiste en que la clave está en
provocar una reducción de la monitorización, y una relajación de la tensión
causada por la situación de entrevista. Para ello, señala una doble vía: la selección
de los temas tratados durante el intercambio y la modificación del marco
interactivo.
Como se puede observar, los intentos de modificar el evento de entrevista para
tratar de acercarlo a otro más propicio para el surgimiento del vernáculo han
existido desde el mismo momento en que comenzó a emplearse la entrevista como
técnica de recolección de materiales.
Sin embargo, ninguno de los autores citados presenta pruebas empíricas de
que la puesta en práctica de las medidas que proponen resulte en un acercamiento
real de los materiales resultantes al registro informal de la conversación, sino que
en el mejor de los casos se limitan a señalar que las muestras obtenidas tienen
«apariencia» conversacional. Vázquez Veiga (2003: 23), por ejemplo, asegura
que en el corpus de lengua hablada de la ciudad de A Coruña, efectuado mediante
entrevistas, se obtuvieron muestras de habla «que nos atrevemos a decir que se
podrían recoger en cualquier conversación ordinaria». Sin embargo, no apoya tal
afirmación con datos reales que contrasten sus materiales con otros
prototípicamente conversacionales.
Por otra parte, casi desde el mismo momento en que se comenzaron a
proponer este tipo de medidas, empezaron a surgir también críticas dirigidas a
ellas. La principal representante de esta postura contraria a la desestructuración
de la entrevista es Nessa Wolfson (1976, 1997), que señala que la entrevista libre,
desestructurada, no es realmente un evento de habla, sino una especie de híbrido
creado ad hoc que no sigue las normas de ningún evento reconocido por el
informante. Esta circunstancia puede dificultar la interacción, ya que, al carecer
de modelos y referencias, el entrevistado puede experimentar desorientación e
incomodidad.
En resumen, aunque este ha sido un tema que ha preocupado a los autores
desde la década de los 70, no se han hecho estudios exhaustivos que muestren,
por un lado, la influencia de la paradoja del observador en el registro empleado
en las entrevistas sociolingüísticas, ni tampoco que prueben si las estrategias que
145 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

tratan de evitarla son efectivas para desformalizar el registro y acercarlo al de la


conversación.
Dado este contexto, el objetivo del trabajo es aportar datos que contribuyan a
aclarar la cuestión, mostrar las diferencias existentes entre el registro empleado
en los distintos tipos de entrevista y en la conversación, y determinar la distancia
que separa cada uno de ellos del utilizado en una situación prototípicamente
formal.
A continuación, en el apartado 2 se describen brevemente las características
del corpus utilizado, creado ad hoc para el trabajo a partir de materiales de otros
corpus preexistentes. En el apartado 3 se exponen y ejemplifican con materiales
del corpus las principales diferencias en las técnicas de entrevista tradicionales y
las que buscan un modelo más libre y desestructurado. Por último, en el apartado
4, se presenta la metodología de análisis del corpus y los rasgos que van a ser
analizados, así como los resultados obtenidos de aplicar el análisis en las distintas
muestras.

2. Algunas notas sobre el corpus empleado

El corpus empleado para el estudio está formado por cuatro muestras orales
correspondientes a situaciones diferentes.
En primer lugar, se recopilaron muestras tomadas de las tres situaciones que
ocupan el centro de este estudio: la conversación cotidiana entre iguales, la
entrevista dirigida o estructurada, y un tipo de entrevista en el que se han
desplegado distintas estrategias para tratar de relajar y desestructurar el encuentro,
lo que se denominará entrevista libre o desestructurada.
En segundo lugar, y para tener como referencia en la comparación un registro
oral prototípicamente formal, se seleccionaron también materiales de una
situación totalmente diferente: la del discurso público de tipo político y
académico. Entre las características de este género están su carácter planeado, su
estructura monológica y su temática especializada. La audiencia a la que va
dirigido no tiene relación necesaria con el emisor y el contexto en que se desarrolla
es institucional o académico. Tiene unos objetivos específicos, entre los que
destacan transmitir información y conocimiento, de modo que los oradores deben
trabar razones y premisas que permitan extraer conclusiones de forma congruente
y convincente.
Todas estas características se diferencian claramente de las de la
conversación, una interacción espontánea, de temática cotidiana, interactiva,
simétrica, que tiene lugar entre hablantes con una fuerte vinculación afectiva y un
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alto grado de conocimiento y vivencias compartidas, y cuyo objeto principal es


mantener relaciones sociales.
En algún lugar, más o menos cercano a uno u otro extremo, estarían los dos
tipos de entrevista en liza: la entrevista dirigida, tradicional, organizada en torno
a un esquema de preguntas y respuestas, y la entrevista libre, a la que se han
aplicado estrategias de desformalización y desestructuración para tratar de
acercarla a la conversación (ver apartado 3 de este trabajo).
A la hora de seleccionar los materiales para el corpus, se trató de que las cuatro
partes que lo conforman fuesen lo más homogéneas posible en todos los aspectos
no relacionados con el contexto de situación, que es el factor variable. De este
modo, se eligieron materiales similares en lo que respecta al número de palabras,
el periodo temporal de recogida y las características socioculturales de los
hablantes.
Cada una de las partes tiene aproximadamente 35000 palabras, lo que da un
total de 144917. Se trata de un corpus (o más bien un pre-corpus, en el sentido en
el que emplea el término Parodi 2010) relativamente pequeño pero suficiente para
proporcionar resultados orientativos, y que tiene la ventaja de resultar manejable
para el tipo de análisis que se deseaba efectuar.
Todos los materiales fueron grabados en un espacio de tiempo de once años,
entre 2003 y 2014, y todos los participantes en las grabaciones son hablantes de
español peninsular, con un rango de edad de entre 21 y 45 años2, y estudios
universitarios. Aunque no hay exactamente el mismo número de hombres y
mujeres en cada parte, sí hay un número total equilibrado de hablantes de ambos
géneros.
Partiendo de la búsqueda de una cierta homogeneidad en cuanto a las
características socioculturales de los hablantes, se tomó el nivel de estudios como
referencia. La elección de informantes con estudios superiores responde a dos
razones fundamentales.
Por un lado, existe una mayor cantidad y variedad de materiales de este tipo
de hablantes. Algunos corpus de entrevistas seleccionan únicamente informantes
con estudios universitarios (el Corpus de habla culta de Salamanca, CHCS, por
ejemplo). Además, los hablantes con un nivel sociocultural más alto suelen tener
un mayor acceso a contextos prototípicamente formales como el político y

2En la conversación C_SCOM_C_11 hay una brevísima intervención de una hablante de edad
no especificada. Dado que su intervención se limita a un saludo y un escueto intercambio cortés,
su presencia no se tuvo en cuenta a la hora de describir en conjunto las características
socioculturales de los participantes en el corpus.
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académico, y por tanto resulta mucho más fácil encontrar muestras tomadas de
esos contextos para hablantes con dichas características.
Por otra parte, como señala Simon Vandenbergen (1986), la conciencia de
registro se adquiere en parte espontáneamente y en parte mediante la educación
formal, de lo que se extrae que los hablantes con un grado más alto de formación
académica pueden ser más sensibles lingüísticamente al cambio de situación.
Con todas estas precauciones se trató de reducir la posibilidad de que ciertos
fenómenos de variación entre las distintas muestras se pudiesen explicar más por
las características de los hablantes que por la situación en la que se encuentran.
Queda, sin embargo, un resquicio para la variación, que se encuentra en el origen
geográfico específico de los informantes, que son, como se verá, naturales de
distintos lugares dentro de España. Esto se explica porque resulta prácticamente
imposible encontrar materiales de tan diversa naturaleza recogidos en un área
reducida sin variación dialectal. Se tendrá en cuenta, pues, esta circunstancia a la
hora de interpretar los resultados. Cabe señalar, de todos modos, que no se ha
encontrado documentación relativa a diferencias cuantitativas relevantes en el
empleo del tipo de léxico que se va a analizar a continuación entre hablantes de
diferentes partes de España3.
Con respecto a los dos corpus de entrevistas, se trató de que las diferencias
fundamentales atañesen únicamente a la metodología empleada por los
entrevistadores en cada caso. Para ello, se intentó lograr cierta homogeneidad en
las condiciones sociolingüísticas e interpersonales en que se desarrollaron las
interacciones de uno y otro tipo.
Así pues, en todas las entrevistas, tanto tradicionales como libres, las
entrevistadoras son mujeres. Los entrevistados, son, en ambos casos, mujeres y
hombres.
La media de la diferencia de edad entre entrevistador y entrevistado es muy
similar en ambos corpus: 9 años en el caso de la entrevista libre y 8,12 en el de la
rígida, en ambos casos a favor del entrevistador.
Por último, aunque en general no existe una relación previa entre
entrevistador y entrevistado, en ambos corpus hay alguna entrevista en la que los
participantes se conocen previamente.

3 Bernal Linnersand (2007: 78) efectuó un estudio sobre descortesía basado en encuestas que
parece sugerir la existencia de una ligera tendencia de los hablantes andaluces a emplear
expresiones malsonantes en un abanico de situaciones más amplio que los hablantes de otros
lugares de España. Sin embargo, la propia autora admite que el trabajo se basa en una muestra
tan reducida que no permite extraer conclusiones generales ni definitivas en ese sentido.
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Por supuesto, todo esto no elimina por completo la posibilidad de que ciertas
características objeto de análisis en los materiales se puedan explicar por razones
distintas a la variación situacional, pero sí se reduce en la medida de lo posible.
En la Tabla 1 se sintetizan las características fundamentales de cada una de
las muestras:

Tabla 1. Características de las muestras


Discurso Entrevista Entrevista libre Conversación
público dirigida
Origen Corpus MAVIR4 Proyecto Corpus Corpus
Web Congreso de ESCEGRA6 ESLORA8 ESLORA9
los Diputados5 CHCS7
Número de 35898 36780 36717 35522
palabras
Rango de 25-41 años 21-45 años 21-40 años 21-35 años
edad de los
hablantes
Período de 2003-2014 2003 y 2005 2007 2013-2014
recogida

4 Corpus formado por presentaciones, conferencias y charlas académicas especializadas de tipo


científico técnico, http://cartago.lllf.uam.es/mavir/index.pl.
5 Dado que las transcripciones de la página web no fueron efectuadas con propósitos

lingüísticos, aparecen adaptadas a las convenciones de la escritura y depuradas de ciertos


fenómenos típicos de la oralidad: repeticiones, reinicios, lapsus, hipérbatos, muletillas… Por
este motivo, para ser empleadas en este trabajo, fueron revisadas una a una tomando como
referencia el audio y el vídeo, disponibles en la misma web, con el objetivo de restablecer todos
los fenómenos que habían sido eliminados o modificados.
6 Desarrollado en la Universidad de Granada.
7 Corpus de habla culta de Salamanca.
8 Desarrollado en la Universidad de Santiago de Compostela (http://eslora.usc.es/) el corpus

ESLORA está compuesto por una parte de entrevistas y otra de conversaciones, de manera que
fue empleado para obtener muestras de ambos tipos.
9 Los materiales conversacionales del corpus ESLORA fueron obtenidos mediante grabaciones

“secretas”: efectuadas sin el conocimiento explícito de los participantes en el momento exacto


de la grabación, pero partiendo de su permiso previo por escrito para ser grabados en cualquier
momento. Además, todos los participantes firmaron posteriormente un consentimiento para que
los materiales fueran empleados en investigación.
149 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

A partir de este momento se presentarán ejemplos tomados de las distintas


muestras, que se identificarán con un nombre que consta de una o dos iniciales
que indican la parte del corpus al que pertenece el ejemplo (D para discurso
público, ED para entrevista dirigida, EL para entrevista libre y C para
conversación), unidas a la denominación de los archivos en sus corpus de origen,
o al apellido del autor cuando se trata de un discurso parlamentario. En el caso de
los archivos del corpus MAVIR, que tienen nombres de considerable longitud, se
han tomado formas abreviadas. A modo de resumen, los nombres de los archivos
que conforman el corpus y la muestra a la que pertenecen figuran en la Tabla 2:

Tabla 2. Composición de las muestras


Discurso público Entrevista dirigida Entrevista libre Conversación
D_Cangrejos ED_ESCEGRA 2 EL_SCOM_H13_014 C_SCOM_C_03
D_Premio ED_ESCEGRA 3 EL_SCOM_M13_010 C_SCOM_C_05
D_Aplicaciones ED_ESCEGRA 5 EL_SCOM_M13_012 C_SCOM_C_06
D_Simancas ED_ESCEGRA 12 C_SCOM_C_16
D_Sáenz de ED_CHCS 1 C_SCOM_C_18
Santamaría ED_CHCS 2 C_SCOM_C_19
D_Hernández ED_CHCS 3 C_SCOM_C_11
Gutiérrez ED_CHCS 4
D_ Hoyo
D_Garzón
D_González
Veracruz
D_Alegría
D_Alberto Pérez

3. Entrevista dirigida y entrevista libre

Puesto que uno de los objetivos fundamentales del trabajo es tratar de determinar
si las distintas metodologías de entrevista dan como resultado diferencias
significativas en el registro de los materiales obtenidos, es oportuno dedicar unas
líneas a describir en qué consisten dichas diferencias.
El punto de partida teórico de la entrevista libre, tal y como se entiende en
este trabajo, se encuentra en la sociolingüística interaccional de Gumperz y su
teoría de la contextualización (Gumperz 1982, 1992). La idea fundamental
consiste en que es el discurso de los hablantes el que construye el contexto, de
manera que, en el caso de la entrevista libre, la acción comunicativa de los
Alba Fernández Sanmartín 150

entrevistadores tiene como objetivo ir creando una situación interaccional distinta


a la de las entrevistas dirigidas, más cercana, informal y flexible, que pretende
hacer que los informantes, aun en caso de que tuvieran una concepción previa de
lo que iba a ser el evento, acaben por descartarla y adaptarse al nuevo marco.
En este apartado se exponen brevemente algunas de las estrategias
fundamentales que los entrevistadores usan en la entrevista libre, en contraste con
las empleadas en la dirigida, tomando para ello ejemplos del corpus, de manera
que a un tiempo se ilustrarán los conceptos y se expondrán los motivos de la
inclusión de cada entrevista en una u otra muestra.

3.1 Empleo de guion


En las entrevistas dirigidas el entrevistador estructura la interacción a partir de un
guion previo que, con ciertas variantes, aplica a todos los informantes, y del que
suele salirse pocas veces, incluso aunque surja algún tema de evidente interés para
el entrevistado. De esta manera, la entrevista se desarrolla a partir de la
formulación de preguntas estándar (infancia, estudios, tiempo libre, vacaciones),
sin relación necesaria entre sí, ni tampoco con las características o gustos del
informante.
La entrevista libre, por el contrario, aunque pueda partir de una planificación,
se va co-construyendo turno a turno, siguiendo el curso de la conversación y los
intereses del informante, de manera que las preguntas necesarias para conducir la
interacción vienen motivadas por el flujo conversacional. En el corpus
seleccionado estas diferencias estructurales se aprecian claramente.
Comenzando por las entrevistas dirigidas, tres de las cuatro entrevistas de
ESCEGRA siguen un guion común con ligeras variaciones, en el que se formulan
preguntas prácticamente idénticas (¿puedes describir tu casa?, ¿sueles comer en
casa? ¿cocinas?, ¿cómo sería tu boda ideal?, ¿qué recuerdos tienes del colegio?,
¿cómo es tu lugar de veraneo?, ¿has hecho algún viaje o piensas hacerlo?), y
donde solo caben ligeras variaciones: por ejemplo, en ED_ESCEGRA 2 y
ED_ESCEGRA 3 se pregunta por el tiempo libre, y en ED_ESCEGRA 5 por la
masificación universitaria. Hacia el final de la entrevista, y probablemente en
función del tiempo transcurrido con respecto al tiempo de grabación requerido,
pueden solicitarse algunos detalles sobre alguno de los temas ya tratados, con el
fin de alargar un poco el intercambio si es necesario.
En ED_ESCEGRA 12 se aprecian algunas diferencias en cuanto a los temas
tratados y el orden en que se abordan, pero no en la concepción estructural de la
entrevista. Los cambios probablemente vienen motivados por el hecho de que,
mientras todas las anteriores habían sido hechas por la misma entrevistadora, en
151 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

la número 12 entra en juego una investigadora diferente, que aplicará su propio


guion, aunque siguiendo las mismas directrices básicas.
En las entrevistas del CHCS el panorama es similar. En la introducción al corpus
(Fernández Juncal 2005: 5), se afirma que las entrevistas se desarrollan a partir de
un cuestionario «abierto», aunque se añade que cuentan con una serie de
«preguntas fijas».
Atendiendo a las entrevistas seleccionadas para este trabajo, lo que se aprecia
es que todas ellas giran en torno a dos grandes áreas temáticas: la trayectoria
académica y profesional del entrevistado, y la ciudad de Salamanca. Esos módulos
temáticos se desarrollan, además, casi siempre a partir de las mismas preguntas
formuladas de manera similar, y ocupan la mayor parte de la extensión de la
entrevista.
En caso de ser necesario para completar el tiempo de grabación, se introducen
a continuación módulos más breves, que se repiten también en las distintas
entrevistas, aunque no tienen por qué aparecer todos en todas ellas. Se trata de
módulos típicos de este tipo de intercambio: infancia, veraneo, tiempo libre,
viajes, libros, películas, comparaciones pasado-presente, etc. Pueden introducirse
más o menos temas dependiendo del tiempo que el informante emplee en cada
uno. Los cambios de módulo no están motivados conversacionalmente sino por la
voluntad de seguir un guion y extender el intercambio.
Estructuralmente, las entrevistas no están adaptadas a las características de
los informantes, si bien es cierto que la entrevistadora puede formular alguna
pregunta específica para interesarse por un aspecto concreto de la vida o gustos
del entrevistado a partir de alguna mención de este, o relacionada con sus
características.
En síntesis, no se puede decir que ni las entrevistas de ESCEGRA ni las del
CHCS sean totalmente rígidas, ya que admiten cierta variación, pero sí que parten
de una idea de entrevista dirigida y guionizada, con un esquema común que
solamente admite ligeras variaciones, nunca muy apartadas de los temas previstos
inicialmente.
En las tres entrevistas de ESLORA, las clasificadas como libres, el panorama
es bien diferente. Los temas que se tratan en cada una son muy diversos, y se pasa
de uno a otro de manera no lineal: de un tema se va al siguiente, luego se vuelve
al anterior, se avanza de nuevo… En todas ellas hay temas recurrentes en los que
los hablantes se sienten cómodos y a los que vuelven una y otra vez siempre que
lo desean. Además, los pasos de un tema a otro se producen de manera natural
casi siempre sin necesitad de preguntas. No hay cambios bruscos motivados por
preguntas “de guion”. Las entrevistadoras no pretenden seguir un plan
preestablecido, y dejan que el intercambio vaya fluyendo libremente, enlazando
Alba Fernández Sanmartín 152

los temas como en un diálogo improvisado. En la entrevista


EL_SCOM_H13_012, el propio informante se percata de la deriva temática del
intercambio, que ha pasado sin que apenas se den cuenta de versar sobre temas
culturales a otros mucho más cotidianos10:

(1) <Informante> hay que llevarlo tal y hay que llevarlo ir


cargando con él y bueno / acabas oliendo dos o tres días a
lo que no deberías oler / <simultáneo>o le da la
sensación</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>¡qué horror! </simultáneo>
<Informante> pero bueno dejemos <simultáneo>el
tema</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo><risa>Dios mío
</risa></simultáneo>
<Informante> ¿cómo podemos hablar <alargamiento> /
empezar a hablar del periodismo / de Carlos Casares de
<alargamiento> la lluvia de <simultáneo>Santiago a la
a</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>es que siempre se termina
igual /</simultáneo>
<Informante> ¡qué mal final! ¿eh? / <risa> ¡qué mal final!
</risa> <simultáneo>a la mierda y nunca mejor
dicho</simultáneo>
<Entrevistador><simultáneo>si quieres contarme algo
más /</simultáneo> (EL_SCOM_H13_012)

El hecho de que la entrevistadora no siga rígidamente un guion previo no quiere


decir que carezca de planificación, sino que solamente recurre a ella en los
momentos en que la interacción llega a un punto muerto. Además, cuando recurre
a preguntas “de guion”, las escoge siempre adaptadas al hablante y al momento
concreto, relacionándolas con temas ya tratados anteriormente, de modo que la
transición es imperceptible para el entrevistado, como se aprecia en el siguiente
ejemplo de la entrevista EL_SCOM_M13_010:

10 Las convenciones de transcripción empleadas en los ejemplos se presentan en el Apéndice 1.


153 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

(2) <Informante> […] aquello // era un aparcamiento


<fático=E> de tierra / ¿sabes? no era nada y entonces allí
que había un dispensario incluso // donde bah / y entonces
los niños sí que estaban más en la calle jugaban más en la
calle andaban en bici y tal las niñas / no tanto pero
<alargamiento> / pero sí que hacíamos también /
bajábamos a la calle con la bici y así /
<Entrevistador> habrás notado <alargamiento> los
cambios de la ciudad <simultáneo>¿no?</simultáneo>
<Informante> ff completamente / (EL_SCOM_M13_010)

Como síntesis a este apartado, se puede afirmar que, aunque las entrevistas que se
han clasificado como dirigidas no lo sean totalmente (sin duda puede haberlas
todavía más estructuradas), sí lo son en comparación con el desarrollo de las
clasificadas como libres.

3.2 El control sobre la interacción


En las entrevistas dirigidas se establece una relación comunicativa asimétrica en
la que el entrevistador mantiene el control total de la interacción: es el único que
hace preguntas, quien propone cada tema y quien decide si es momento de
cambiar al siguiente o si quiere ahondar un poco más en el presente. Esto explica
que en las entrevistas dirigidas del corpus sea muy frecuente encontrar
intervenciones como las de (3) a (5):

(3) E: Bueno vamos a hablar ahora de un tema que no<(:)>


<simultáneo> <ruido = I = carraspeo> </simultáneo> del
que no hay que matar// ¿tienes proyecto de boda cómo sería
tu boda en tal caso? (ED_ESCEGRA 02)
(4) E: Bien ahora nos vamos a a mover en un tema
algo controvertido/ como es el tabaco/ ¿conoces alguna
persona cercana que tenga<(:)>/ un determinado
comportamiento<(:)> debido a que fuma? ¿puedes
describirlas? (ED_ESCEGRA 02)
(5) E: Bueno y siguiendo<(:)> con el tema de la
comida/ ¿qué puedes decir de la matanza? ¿eres
experto<(:)>? <simultáneo> I = <(m:)> </simultáneo>
¿has visto la matanza? (ED_ESCEGRA 2)
Alba Fernández Sanmartín 154

Este tipo de intervenciones apenas se da en las entrevistas libres, en las que las
entrevistadoras siempre buscan el consenso y la complicidad del entrevistado a la
hora de conducir la interacción. Prueba de ello es que en las entrevistas libres se
encuentran fragmentos en los que la entrevistadora anima al informante a hablar
del tema que le apetezca sin preocuparse de cumplir guion alguno ni del tiempo
que quiera explayarse:

(6) <Entrevistador> pero tienes ya muchas cosas para contar


/ muchas muchísimas //
<Informante> pff y encima hablo como un <risa> hablo
por los codos </risa>
<Entrevistador> pero eso mola / yo también hablo mucho
/
<Informante> ¿sí? /
<Entrevistador> así que no te preocupes // ¿me quieres
contar algo más? //
<Informante> pues no sé por poder contarte te podría
contar muchísimas cosas // pero también dime tú un poco
igual qué es lo que te //
<Entrevistador> no sé / (EL_SCOM_H13_014)
(7) <Entrevistador> si quieres contarme algo más / adelante
/ si no por mí empezamos con el
<simultáneo>cuestionario</simultáneo>
<Informante> <simultáneo>yo puedo
estar</simultáneo>
<Informante> hablándote horas y horas diciendo
chorradas o sea que empezamos ya con el
<Entrevistador> pero te vas a resecar en algún momento
y el agua ya tiene <gl> babuxas </gl> <risa> entonces
</risa>
<Informante> pues entonces ya empezamos con el
cuestionario
<Entrevistador> ¿sí?
<Informante> sí sí sí (EL_SCOM_H13_012)
155 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

La manera de finalizar el intercambio que se observa en (7) contrasta con la de las


entrevistas dirigidas, que en muchos casos terminan con un escueto gracias o
muchas gracias después de la respuesta a la última pregunta, y en otros
simplemente informan al entrevistado de que han terminado, sin darle opción a
añadir nada más:

(8) <Entrevistador> sí // <fático hb="001"/> // bueno //


<ruido desc="chasquido de boca"/> eeh pues ya hemos
terminado esta parte (ED_CHCS)

Por otra parte, mientras que en las entrevistas dirigidas los informantes se limitan
a hablar de lo que les indica el entrevistador, en las libres son ellos quienes muchas
veces introducen temas de manera espontánea.
Por ejemplo, el de las leyes antitabaco es un tema recurrente en las
entrevistas de ESLORA, normalmente sacado a colación por las entrevistadoras
por ser un asunto de actualidad (en aquel momento) que interesaba a casi todos
los hablantes y que, situándolos a favor o en contra, solía motivar animadas
secuencias argumentativas. Sin embargo, en el caso que se presenta a
continuación, a partir de algunos comentarios sobre fumadores y no fumadores,
es el propio informante el que introduce el tema de las leyes:

(9) <Informante> es // y bueno y luego están las leyes estas


del tabaco / ya <alargamiento> dando opiniones así que /
que no son ni una cosa ni la otra / vamos que son
<alargamiento> / maquillaje en plan // para fastidiar a los
fumadores / pero no arreglando nada / es decir ¿a mí qué
<alargamiento> demonios me importa que tenga que ir a
un bar a comprar tabaco? <silencio> y que alguien / esté
el camarero con <alargamiento> cara de asco haciendo
esto / plic / (EL_SCOM_H13_012)

En ocasiones lo que sucede es que los informantes, sin que el entrevistador diga
nada, vuelven al hilo temático cuando se desvían:

(10) <Informante> volviendo ahí que estamos yéndonos por


los cerros de Úbeda / (EL_SCOM_H13_012)
Alba Fernández Sanmartín 156

La libertad interaccional que sienten los entrevistados llega al punto de que


pueden ser ellos mismos los que, justo al contrario de lo que se veía en (3)-(5),
den por zanjado un tema:

(11) <Informante> hay que llevarlo tal y hay que llevarlo ir


cargando con él y bueno / acabas oliendo dos o tres días
a lo que no deberías oler / <simultáneo>o le da la
sensación</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>¡qué
horror!</simultáneo>
<Informante> pero bueno dejemos <simultáneo>el
tema</simultáneo>
<Entrevistador> <risa> Dios mío </risa>
(EL_SCOM_H13_012)

A veces incluso puede llegar a haber un intercambio de roles, en el que es el


informante el que formula preguntas a la entrevistadora:

(12) <Entrevistador> hm hm hm hm hm <silencio> sí / sí


<ininteligible> bueno / yo acabo de dejar de comerme las
uñas pero <alargamiento> / <simultáneo>era mi gran
vicio <alargamiento> pero <alargamiento>
vamos</simultáneo>
<Informante> <simultáneo>creo creo que creo que es
un</simultáneo> vicio / <risa> eso no </risa> / los vicios
no todos los vicios dan dinero ¿eh? / porque ese
<Entrevistador> <simultáneo>no este no</simultáneo>
<Informante> <simultáneo>no /</simultáneo> no tiene
beneficio ninguno <risas=I> realmente </risa> /
<Entrevistador> <risa> solo me machacaba a mí misma
</risa> <simultáneo><risa> pero bueno </risa>
//</simultáneo>
<Informante> <simultáneo>pero / ¿a que quitaba
también la ansiedad?</simultáneo>
(EL_SCOM_H13_012)
157 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

3.3 Comportamiento interaccional del entrevistador e implicación personal


En las entrevistas dirigidas el entrevistador actúa, a grandes rasgos, como mero
transmisor del guion previamente diseñado. Conversacionalmente, esto se refleja
en que se limita a preguntar y, en ocasiones, a emitir marcadores de recepción
(Vázquez Veiga 2003). Sus intervenciones son casi siempre de tipo iniciativo,
mientras que las del informante son de tipo reactivo, lo que da como resultado una
estructura uniforme en pares adyacentes de pregunta-respuesta.
El hecho de que el entrevistador se limite a ese tipo de intervenciones
determina que adquiera un rol totalmente despersonalizado: no transmite
sentimientos, ni expresa opiniones, ni expone datos o anécdotas biográficas que
lo puedan “personalizar” ante al informante, para el que es simplemente un
investigador realizando su trabajo.
Este comportamiento por parte del entrevistador, defendido por autores
como López Morales (1994: 77), Vázquez Veiga (2003: 24) o Pitkowski (2010:
108-9), presenta algunas ventajas, tanto desde el punto de vista de los materiales
obtenidos, más homogéneos y comparables que aquellos recolectados mediante
entrevistas libres, como desde la perspectiva del desarrollo de la propia
interacción.
En primer lugar, el hecho de que el cometido del entrevistador se reduzca
básicamente a transmitir preguntas preparadas previamente, las mismas para un
gran número de informantes, reduce de manera considerable el tiempo de
preparación necesario para cada entrevista. Por otro lado, las posibilidades de que
el intercambio se complique son escasas, ya que las cuestiones suelen ser muy
genéricas y adecuadas para cualquier tipo de hablante. Además, al limitar sus
intervenciones a las preguntas de guion, el entrevistador minimiza los riesgos de
que surja cualquier conflicto comunicativo derivado de comentarios
desafortunados, inferencias erróneas, preguntas indiscretas o cualquier otra
intervención potencialmente amenazante fruto de la improvisación. Por otro lado,
la estructura del intercambio, basada en preguntas y respuestas, se ajusta
exactamente a las expectativas del informante acerca del evento de entrevista, lo
que contribuye a que este se sienta seguro y sin dudas respecto al rol que debe
desempeñar.
La contrapartida se encuentra, sin embargo, en que el comportamiento
interaccional del entrevistador es radicalmente distinto al de un participante en
una conversación coloquial, lo cual contribuye inevitablemente a formalizar el
encuentro y, por tanto, a acentuar la paradoja del observador.
Alba Fernández Sanmartín 158

En los dos corpus de los cuales se seleccionaron las entrevistas dirigidas para este
trabajo, la voluntad deliberada de “despersonalizar” el rol de los entrevistadores
queda clara desde un principio. En el prólogo del CHCS (Fernández Juncal 2005:
5) se especifica que la función del entrevistador se limita a «provocar el
monólogo». En el caso de ESCEGRA, en la introducción a los materiales del nivel
de estudios medios, se apunta como una de las mayores virtudes de la
entrevistadora principal (que participa en una de las entrevistas seleccionadas para
el corpus), la «inhibición de la propia personalidad en beneficio del valor de la
muestra» (Moya Corral 2008: 23). Los materiales de uno y otro corpus son claro
reflejo de la perspectiva metodológica adoptada.
En las muestras del CHCS las intervenciones de la entrevistadora son,
mayoritariamente, de dos tipos: preguntas o secuencias con valor interrogativo, y
marcadores de recepción. Solo con un análisis detenido se pueden encontrar, en
algunas entrevistas, intervenciones que se salen de esta norma, como por ejemplo
turnos colaborativos:

(13) <Informante> […] en Salamanca mmm los organismos


eeh son pues como compartimentos estancos por así decir
son eeh núcleos muy cerrados // <fático hb="001"/>
eemm es muy difícil que salgan plazas las pocas plazas
que salen están entre comillas politizadas y es muy difícil
hacerse un hueco // no es imposible porque yo he entrado
y he entrado por una vía normal con lo cual te das cuenta
que
<Entrevistador> <simultáneo>que es
posible</simultáneo>
<Informante> <simultáneo><ruido desc="chasquido de
boca"/> posibilidades</simultáneo> hay que no es
imposible // pero realmente es difícil // (ED_CHCS 1)

Sin embargo, este tipo de intervenciones son muy minoritarias con respecto a las
preguntas y los marcadores de recepción.
En ESCEGRA, la situación es similar, con la única diferencia de que la
organización en pares adyacentes de pregunta–respuesta es todavía más estricta,
y la actitud poco implicada de las entrevistadoras, más constante. La práctica
totalidad de las intervenciones de las entrevistadoras se corresponde con
preguntas. No hay, siquiera, marcadores de recepción que constituyan turnos
independientes, solamente algunos situados inmediatamente antes de la
159 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

formulación de una pregunta. En ningún caso se interrumpe al hablante, ni


siquiera con turnos colaborativos. Simplemente se formula una pregunta, se deja
que el informante termine su parlamento y, a continuación, se formula la
siguiente.
En las cuatro entrevistas seleccionadas de ESCEGRA las únicas
intervenciones sin valor interrogativo que se localizaron se corresponden, bien
con alguna aclaración o apunte sobre la pregunta formulada, bien con
intervenciones de cierre situadas al final del intercambio, para dar las gracias al
informante o para indicarle que la entrevista ha terminado.
La figura del entrevistador en las entrevistas libres es radicalmente distinta, ya
que muestra un comportamiento interaccional que se acerca mucho más al de
cualquier conversador. En las entrevistas seleccionadas para el corpus, las
entrevistadoras formulan preguntas, pero muchas menos que sus homólogas de
las entrevistas dirigidas. Además, las cuestiones tienen forma diferente. Mientras
que en las entrevistas dirigidas las preguntas tipo adquieren la forma de
enunciados completos con valor independiente del contexto (¿Y cómo es tu casa
aquí en Granada?), en la entrevista libre la mayoría son muy breves, una, dos o
tres palabras, muchas veces sin valor léxico. Son totalmente dependientes del
contexto, ya que parten de las intervenciones del informante y piden más detalles,
causas o explicaciones sobre algún aspecto introducido en ellas, empleando para
ello todo tipo de elementos deícticos, o repitiendo algún elemento de la
intervención precedente:

(14) <Informante> que lo conocí <alargamiento> / cuando yo


volví de Inglaterra estaba por aquí // y <alargamiento>
estaba trabajando aquí en una en una productora un poco
horrible bastante cutre <silencio> ff que me da solo
escalofrío recordarle <risa/> casi acabo a puñetazos con
uno / <énfasis> casi no </énfasis> / acabé ca
<palabra_cortada> a puñetazos con el jefe pero bueno /
<Entrevistador> <simultáneo>¿por? <risa> ¿por qué?
</risa></simultáneo>
<Informante> <simultáneo>eh porque</simultáneo>
(EL_SCOM_H13_014)
(15) <Informante> se murió hm / <ruido=chasquido boca>
pero bueno / nada un señor así muy <alargamiento> tenía
párkinson ya de aquella <simultáneo>iba
ahí</simultáneo>
Alba Fernández Sanmartín 160

<Entrevistador> <simultáneo>¿sí
<alargamiento>?</simultáneo>
<Informante> <ruido=golpes> con su bastoncito
<ruido=golpes> sí
<Entrevistador> ¿cómo era<alargamiento>? /
(EL_SCOM_M13_010)
(16) <Informante> tuvimos un <alargamiento>
<simultáneo>accidente <alargamiento> / de avión /
volviendo de Barcelona el año pasado sí</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>¡aah! / ¿en avión? // ay no
me digas eso</simultáneo> <silencio>
<Informante> y yo no lo llevo muy bien <risa/> todo hay
que decirlo
<Entrevistador> ¿pero qué pasó?
(EL_SCOM_M13_010)

Según Biber et al. (1999: 1046), este tipo de preguntas breves son muy frecuentes
en la conversación. Trabajando sobre materiales de inglés conversacional, estos
autores se encuentran con que casi la mitad de las preguntas del corpus están
formadas por expresiones simples como Really? o And what for?, similares a las
de (14)-(16). Para los autores, las preguntas de este estilo tienen una función
cohesiva ya que dependen de la información compartida anteriormente por los
interlocutores.
En efecto, esta diferencia en el tipo de preguntas, y en general en el modo de
conducir la interacción las entrevistadoras, motiva que las entrevistas libres estén
mucho más cohesionadas que las rígidas, que son mucho más fragmentarias, ya
que están conformadas por pares de pregunta-respuesta prácticamente
independientes. Prueba de ello es que en muchos casos se podrían desordenar y la
interacción seguiría siendo igualmente comprensible. En cambio, las entrevistas
libres constituyen un todo, ya que las partes están enlazadas, imbricadas, y
mantienen una relación de interdependencia.
Por otra parte, las intervenciones que no se corresponden con preguntas no
se limitan en las entrevistas libres a marcadores de recepción, sino que son de muy
diverso tipo, y con ellas las entrevistadoras muestran su implicación en el
intercambio. Sus personalidades, gustos, biografía, quedan al descubierto,
humanizándolas ante los informantes, de manera que ya no se presentan
únicamente como profesionales llevando a cabo una investigación, sino como
161 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

conversadoras que expresan opiniones (en ocasiones contrarias a las del


informante), introducen referencias a su vida personal, muestran empatía,
bromean o emplean la ironía, tal y como se aprecia en los ejemplos Errore. L'o-
rigine riferimento non è stata trovata.-(19):

(17) <Informante> y a mí me pasa y es un poquito de calor /


que la gente dice <cita> ay / que se agradece </cita> no
yo eso / y yo <cita> leches </cita> / <risa/> a mí déjame
mi mes de noviembre / con su siete de la tarde de noche /
<simultáneo>con su lluvia </simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>¿de
verdad?</simultáneo> //
<Informante> me siento más contento / los días son más
cortos <silencio> y <alargamiento> y no hay tanta
<alargamiento> / calor y es <alargamiento>
<simultáneo>es más fácil</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>pero ¿para qué
quieres</simultáneo> que los días sean más cortos? // a
mí me parece <risa> una cosa
<simultáneo>terrible</simultáneo> </risa>
<Informante> <simultáneo>a mí porque<simultáneo> ah
/ pues las noches son mucho más interesantes /
(EL_SCOM_H13_12)
(18) <Informante> eeh / es que el problema de Filología
<alargamiento> <risa/> es que <alargamiento> si le das
muchas vueltas a las palabras / cuando dices una palabra
/ dices por ejemplo / proyecto proyecto proyecto proyecto
proyecto / la dices tantas veces que llega un momento en
que pierden el sentido […] darles muchas vueltas a las
palabras da dolor de cabeza y pierden su significado / o
dices esto de monja monja monja <simultáneo>monja
monja</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>sí sí</simultáneo>
<Informante> y acabas diciendo otro con
<palabra_cortada> / otra cosa totalmente diferente /
siendo así y reduciendo las cosas al punto / […]
<simultáneo>es / es decir opinión / es decir me imagino
que</simultáneo>
Alba Fernández Sanmartín 162

<Entrevistador> <simultáneo> bueno / a ver / un poquito


más complejo ¿no? / <risa> es el asunto pero
<alargamiento> </risa></simultáneo>
<Informante> no estaréis en clase diciendo monja monja
<risa/> monja monja <simultáneo>porque si no
sí</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>no / solamente en
primero</simultáneo> después ya pasamos a otras
<risa/> palabras (EL_SCOM_H13_12)
(19) <Informante> […] o sea los gatos ¿sabes? no
<alargamiento> no son / yo por lo menos los que conozco
de otras personas / no dejan que los tengas así y esta
bueno / la cogía la apretaba así que y le salía todo el aire
y después le pff / le soplaba por la nariz <risa/> como
para inflarla otra vez / le hacía mil perrerías <risa> la
verdad </risa> pero / se dejaba /
<Entrevistador> ¿será la raza esta <simultáneo>siamesa?
</simultáneo>
<Informante> <simultáneo>yo no lo sé</simultáneo>
supongo es que <alargamiento> por eso yo estoy
dudando pero ~Emilio quiere <simultáneo>el ruso este
<risa/></simultáneo>
<Entrevistador> es que en mi casa mis padres tuvieron
un siamés que la mató la perra <fático=I> porque le fue
a comer <simultáneo>al <alargamiento>
sitio</simultáneo>
<Informante> <simultáneo>la comida</simultáneo>
<Entrevistador> de la perra <fático=I> y la / le mordió
la cogió con la boca / la lanzó / y la mató // y era así
también<alargamiento>
<simultáneo>cariñosa</simultáneo>
(EL_SCOM_M13_010)

Otro aspecto destacable que puede observarse, por ejemplo, en (17), consiste en
que las entrevistadoras no siempre esperan a que los informantes terminen sus
turnos para intervenir, sino que en ocasiones se solapan con ellos. En algunos
casos se trata simplemente de intervenciones colaborativas o marcadores de
recepción que no disputan el turno al informante, pero en otros, como sucede en
163 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

la segunda intervención de la entrevistadora en (17), se interrumpe al informante,


arrebatándole el turno e impidiendo que complete su intervención.
Tradicionalmente, la interrupción por parte del entrevistador, incluso la de
tipo colaborativo, está altamente desaconsejada en la entrevista sociolingüística.
Así se refleja, por ejemplo, en el documento metodológico de PRESEEA
(PRESEEA 2003: 15), en donde se recalca que «los investigadores [...] procurarán
interrumpir a los hablantes lo menos posible». Pitkowski (2010: 108), por su parte,
señala que la función del entrevistador es «Permitir que el informante hable, sin
interrumpirlo».
Sin embargo, en las entrevistas seleccionadas no se documentaron casos en
los que interrupciones como la que se acaba de mostrar provocasen ningún tipo
de conflicto en la interacción que pusiese en peligro o dificultase su desarrollo.
Más allá de esto, los datos analizados muestran que en casos como el de (17), las
interrupciones forman parte de un comportamiento interaccional del entrevistador
que contribuye a desestructurar el encuentro y que puede dar lugar a secuencias
cercanas a la conversación informal. En (17), la entrevistadora interrumpe al
informante para cuestionar su afirmación vehementemente (pero ¿para qué
quieres que los días sean más cortos?a mí me parece una cosa terrible),
implicándose para ello de manera personal, dejando al descubierto sus gustos y
parte de su personalidad. Tanto el contenido personal de la intervención como el
hecho de que interrumpa el turno del informante para cuestionarlo (algo también
desaconsejado por algunos autores, como Vázquez Veiga 2003), contribuyen, por
un lado, a humanizar el intercambio, y por otro a flexibilizar su estructura. Al
mismo tiempo, la entrevistadora está obligando al informante a implicarse
también personalmente en la interacción defendiendo su punto de vista. Los roles
de entrevistador y entrevistado, investigador e informante, se van desdibujando y
dejan paso a dos hablantes defendiendo sus respectivas posturas.
Todas estas circunstancias tienen su reflejo en la estructura general de la
interacción. La organización casi perfecta en pares adyacentes de pregunta-
respuesta que se veía en las entrevistas dirigidas se diluye en las libres, dando
lugar a estructuras mucho más complejas.
Con el objetivo de ilustrar de manera cuantitativa esta afirmación, se ha
elaborado una tabla comparativa en la que se han clasificado las intervenciones
de las entrevistadoras en todas las entrevistas del corpus, dirigidas y libres. Para
que la presentación resulte clara, se distingue únicamente entre tres tipos de
intervenciones: en primer lugar, aquellas que contienen actos directivos en forma
de preguntas o imperativos con verbos de habla (dime, cuéntame), y en segundo,
las intervenciones formadas únicamente por marcadores de recepción. Estos dos
tipos serían los propios de una estructura de entrevista tradicional. En tercer lugar,
Alba Fernández Sanmartín 164

se situaron en otro grupo todas aquellas intervenciones que no entran en ninguno


de los dos supuestos anteriores y que, por tanto, constituirían una ruptura de la
estructura de pregunta-respuesta. Entrarían dentro de esta clase intervenciones
que contienen opiniones, bromas, aclaraciones, y comentarios de todo tipo. Se
dejó un espacio también para aquellas intervenciones que por estar truncadas o
por ser ininteligibles resultan imposibles de clasificar.
Los resultados de la clasificación se muestran en la Tabla 3:

Tabla 3. Tipos de intervenciones de las entrevistadoras en la entrevista dirigida y la entrevista


libre
Actos Marcadores de Truncadas o Otros
directivos recepción ininteligibles
Entrevista % n % n % n % n
dirigida
ESCEGRA_02 98% 49 0 0 0 0 2% 1
ESCEGRA_03 92,86% 26 0 0 0 0 7,14% 2
ESCEGRA_05 91,66 22 0 0 0 0 8,33% 2
ESCEGRA_12 95% 19 0 0 0 0 5% 1
CHCS_1 32,18% 28 54,02% 47 1,15% 1 12,64% 11
CHCS_2 60% 18 26,67% 8 0 0 13,33% 4
CHCS_3 72,92% 105 14,58% 21 4,17% 6 8,33% 12
CHCS_4 69,12% 47 23,53% 16 2,94% 2 4,41% 3
TOTAL 69,62% 314 20,4% 92 1,99% 9 7,98% 36
Entrevista
libre
SCOM_H13_014 34,19% 40 9,4% 11 2,56% 3 53,85% 63
SCOM_H13_012 20,29% 85 29,12% 122 1,19% 5 49,4% 207
SCOM_M13_010 32,5% 52 16,87% 27 3,12% 5 47,5% 76
TOTAL 25,43% 177 22,99% 160 1,87% 13 49,71% 346

Los datos de la Tabla 3 muestran con claridad tendencias prácticamente opuestas


entre las muestras de entrevista dirigida y las de entrevista libre. En el conjunto
de las entrevistas dirigidas, el 69,62% de las intervenciones de las entrevistadoras
se corresponde con preguntas o imperativos con verbos de habla. Si a eso se le
suma el 20,4% que están compuestas únicamente por marcadores de recepción,
resulta que un 90,02% de las intervenciones se engloban dentro de la estructura
prototípica de entrevista. Resultan especialmente llamativas las cifras
individuales de las entrevistas del corpus ESCEGRA, en las que las
intervenciones formadas por preguntas e imperativos se elevan en todos los casos
por encima del 90%.
165 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

En las entrevistas libres el panorama es diferente: las intervenciones que contienen


actos directivos constituyen únicamente el 25,43% del total, y las intervenciones
con un peso relativo más grande son aquellas que no se corresponden ni con
preguntas ni con imperativos ni con marcadores de recepción. Este tipo de
intervenciones alcanza casi un 50% del total.
Otro dato cuantitativo que puede resultar de interés como reflejo de los
diferentes comportamientos interactivos de las entrevistadoras en uno y otro tipo
de entrevistas es el del porcentaje de habla solapada. Así, en la muestra de
entrevista libre, el habla simultánea constituye el 11,42% del total, con una
entrevista, la SCOM_H13_012, en la que asciende hasta el 21,22%. En la muestra
de entrevista dirigida, en cambio, el habla solapada se reduce al 1,7% del total,
incluyendo casos en los que no se registra ningún caso de habla simultánea.

4. Análisis de corpus: léxico coloquial y léxico malsonante

Como se apuntó en la introducción, la segunda parte de este trabajo tiene como


objetivo determinar si existen diferencias de registro entre los materiales
conversacionales y los obtenidos mediante entrevistas, y también si dentro de los
materiales tomados de entrevistas existen diferencias en función de la
metodología específica empleada en ellas. Concretamente, el objetivo es
caracterizar cada una de las muestras con respecto al rasgo de la informalidad
discursiva.
A la hora de decidir qué elementos analizar para lograr este objetivo las
posibilidades son múltiples, dado que la variación de registro afecta a todos los
niveles lingüísticos: fónico, morfosintáctico, discursivo y léxico. De entre todos
ellos se decidió centrar el análisis en este último, el plano léxico, un componente
que, como señala López Serena (2007: 181), quizá sea aquel con más larga
tradición en los estudios de variación hispánicos, hasta el punto de que a finales
de los años 80, Narbona (1988 [1989]) se lamentaba de que su excesivo
protagonismo relegaba a la marginalidad el estudio de los demás niveles
lingüísticos.
La explicación a esta situación puede encontrarse, quizás, en el hecho de que
el componente léxico es el aspecto que resulta más evidente para cualquier
hablante a la hora de diferenciar la lengua formal de la informal. Así como otros
rasgos coloquiales pueden pasar más desapercibidos, cualquier hablante adulto
competente sabe perfectamente qué palabras o expresiones jamás emplearía en un
contexto formal, ya que resultaría inadecuado o incluso grosero, del mismo modo
que otras resultarían impropias en un contexto familiar y relajado. Y en sentido
Alba Fernández Sanmartín 166

contrario sucede lo mismo: los hablantes pueden identificar un contexto como


relajado e informal al reconocer el empleo de ciertos elementos léxicos, o también
emplear cierto vocabulario para tratar de “crear” un determinado contexto. En este
sentido, Quaglio (2009: 109), siguiendo a Cooper (2001), considera que en el
componente léxico se encuentran los marcadores más obvios de informalidad
lingüística.
Las características del léxico coloquial han sido ampliamente tratadas en la
lingüística hispánica. Entre los aspectos más destacados por los autores está su
carácter reducido respecto al léxico común (Koch & Oesterreicher 1990, Briz
1998, 2000, 2002), que implica el empleo repetido de formas con amplia
capacidad significativa, incluyendo las palabras ómnibus (Koch & Oesterreicher
1990, López Serena 2007) o proformas (Briz 2002), y que tiene como
consecuencia que el habla coloquial muestre un índice de densidad léxica más
bajo que el de otros registros (Domínguez Mujica 2005, López Serena 2007).
También se hace referencia en la bibliografía a su carácter abierto a la entrada de
neologismos, términos procedentes de léxicos especiales y de argot (Briz 1998,
2002), a su concentración en torno a campos semánticos relacionados con la vida
cotidiana (Briz 1998, 2000) o con la afectividad y las emociones (Koch &
Oesterreicher 1990), y a su relación con la metáfora (Briz 1998, 2002; Sanmartín
2000).
Teniendo todo esto en cuenta, se desarrolló un análisis de la frecuencia y
distribución de ciertos elementos léxicos como índice de la formalidad o
informalidad de las muestras. Se analizó en primer lugar el denominado léxico
coloquial, entendiendo como tal aquel que muestra una clara preferencia por
aparecer en situaciones de uso informales (Briz 2002). Dentro de este grupo caben
términos procedentes del argot o de léxicos especiales, neologismos, metáforas de
la vida cotidiana, y términos con una capacidad significativa muy amplia y poco
precisa. Se incluyeron también en el estudio los términos y expresiones
malsonantes, que Briz (1998, 2000) relaciona con la frecuente tendencia a la
intensificación de los registros más informales y de los que Bernal Linnersand
(2007: 78) dice que son propensos a aparecer en situaciones de «características
prototípicamente coloquiales».

4.1 Metodología
Léxico coloquial y léxico malsonante se situaron para el análisis en una escala de
dos niveles, partiendo de la premisa de que las palabras y expresiones malsonantes
constituyen el caso más extremo de léxico informal, en el sentido de que tienen
contextos de uso más restringidos que el léxico coloquial general.
167 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

Para la determinación de las unidades objeto de análisis, se evitó hacer solamente


búsquedas específicas basadas en la bibliografía, sorteando de este modo el riesgo
de estar dejando fuera del análisis casos que, por la razón que fuese (incorporación
reciente, localización geográfica reducida) no aparecen en la bibliografía sobre el
tema aunque estén efectivamente presentes en los textos. El punto de partida fue,
pues, la revisión manual completa del corpus, destinada a localizar todos los
posibles casos de este tipo de palabras, y solo en un segundo momento se acudió
a las búsquedas automáticas, efectuadas con WordSmith (versión 4.0).

4.2 Resultados
4.2.1 Palabras y locuciones coloquiales
La determinación de lo que constituye o no léxico coloquial puede resultar
conflictiva, dada, como señala Briz (2002), la ausencia de diccionarios de
frecuencias del español y de estudios estadísticos que arrojen resultados claros en
este sentido. Para tratar de evitar subjetivismos y circularidades, se recurrió a la
combinación de distintas fuentes y recursos.
En primer lugar se empleó como guía y referencia estable la consulta del
DLE. Sin embargo, no todos los elementos identificados a priori en el corpus
como léxico coloquial aparecen en el diccionario académico. Por este motivo se
recurrió a diccionarios específicos de lenguaje coloquial como el Diccionario de
coloquialismos y términos dialectales del español (Fitch 2011). Además, y debido
a que este tipo de palabras constituye un grupo dinámico, con continuas
incorporaciones, se consultaron diccionarios y glosarios en línea, más
actualizados, como Wordreference, Wiktionary, The Free Dictionary y Qué
significado, siempre con la precaución necesaria al manejar recursos, algunos de
ellos, que pueden ser modificados por cualquier usuario sin un excesivo control.
En todos ellos se empleó como criterio para la inclusión en el estudio la marca
coloquial y, en algunos casos, jerga.
En ciertos casos en los que alguna expresión, por la razón que fuese, no se
recogía en ninguno de los diccionarios consultados, se recurrió a las páginas
coloquialmente.com, definida en su portada como un «Glosario español de estar
por casa» y jergasdehablahispana.org, portal dedicado «al lado coloquial, menos
formal del español». Si en los diccionarios generales se empleaban las marcas de
coloquial o jerga como guía, en el caso de estas páginas, el simple hecho de
aparecer en ellas se consideró indicio suficiente para incluir una expresión en el
estudio.
Todas estas consultas se efectuaron con el fin fundamental de comprobar si
el carácter coloquial de una palabra o expresión alcanzaba un reconocimiento
Alba Fernández Sanmartín 168

general más allá de la intuición personal. Aun así, como ya se apuntó, la distinción
formal-informal puede resultar muy resbaladiza si se efectúa de modo apriorístico,
y conlleva el riesgo de caer en argumentaciones circulares. Este peligro se sorteó
aplicando las búsquedas a los cuatro tipos de muestras, de manera que la verdadera
comprobación del carácter formal o informal del grupo de piezas léxicas que se
seleccionó lo determinarán las frecuencias en los corpus prototípicos, el
prototípicamente formal y el prototípicamente coloquial.
Antes de mostrar los resultados de las búsquedas, cabe hacer algunas
puntualizaciones más:

- Este apartado incluye no solamente unidades léxicas simples de todo tipo


(sustantivos, adjetivos, verbos), sino también locuciones y expresiones
fijadas.
- Dentro de la lista hay tanto términos intrínsecamente coloquiales como
chorrada, flipar o molar, como otros que pueden ser coloquiales o
estilísticamente neutros dependiendo del contexto y/o el tipo de construcción
en que se integren: tío/tía, pasta, rajar etc. Lógicamente, los resultados de las
búsquedas de los elementos del segundo tipo se revisaron cuidadosamente
para seleccionar y contabilizar solamente aquellos casos en que se emplea la
acepción buscada y descartar el resto.
- Se incluyeron también palabras que han sufrido un proceso de acortamiento,
pero no cualquier palabra acortada, sino solamente las que tienen marca de
coloquial en el DLE, ya que hay términos acortados que están totalmente
integrados en la lengua, como foto o corto, que resultarían muy dudosos como
marcadores de coloquialidad.

Dicho esto, los resultados de las frecuencias del léxico coloquial se presentan
sintetizados en la Tabla 4 y las Figuras 1 y 211.

Tabla 4. Frecuencias de léxico coloquial (síntesis)


Discurso Entrevista Entrevista Conversación
dirigida libre
Unidades léxicas simples 24 35 212 388
Palabras acortadas 0 6 21 30
Unidades fraseológicas 4 32 82 50

11La lista completa de elementos léxicos coloquiales con sus respectivas frecuencias se
encuentra en el Apéndice 2.
169 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

TOTAL 28 73 315 468


RATIO x1000 0,78 1,98 8,58 13,17

14

12

10

0
Discurso Entrevista dirigida Entrevista libre Conversación

Figura 1. Frecuencias de léxico coloquial (ratio x1000)

140

120

100

80

60

40

20

0
Discurso Entrevista dirigida Entrevista libre Conversación

Figura 2. Términos coloquiales diferentes en cada muestra


Alba Fernández Sanmartín 170

Lo primero que cabe señalar respecto a estos datos es que, aplicado el test del chi
cuadrado, las diferencias en las frecuencias de las distintas partes del corpus
resultan significativas (x2=555828, p<0.00001).
En segundo lugar, las frecuencias obtenidas parecen respaldar la selección de
unidades léxicas efectuada, ya que las cifras más altas están en la conversación, y
las más bajas están en el discurso formal. Esta distribución se aplica, además,
tanto a la ratio total de piezas de léxico informal como al número de unidades
léxicas informales diferentes. Puede afirmarse, pues, que como conjunto, las
unidades seleccionadas son propias de un registro informal.
Como ya se señaló, las frecuencias más bajas las presenta la muestra de
discurso público monológico, con 28 ocurrencias de 15 unidades léxicas distintas,
palabras y locuciones, y una ratio del 0,78x1000. Resulta relevante además que
24 de las 28 unidades localizadas se encuentran en el mismo discurso, el titulado
Cangrejos, que presenta una ratio de uso de léxico coloquial muy por encima de
la media de esa parte del corpus: 3,04x1000. Analizando con un poco más de
detenimiento esta comunicación, se observa que el empleo de términos
coloquiales como tío (refiriéndose a una persona cualquiera), o chulo (como
sinónimo de bonito), no es el único recurso propio del lenguaje coloquial del que
se vale el orador, que utiliza también con frecuencia apelaciones directas a la
audiencia o interjecciones, poniendo de manifiesto que la relación entre géneros
y registros es de probabilidad, no de estricta dependencia (Briz 2010). Así pues,
hay “ejemplares” como este Cangrejos que, por razones que pueden ser de diverso
tipo (por ejemplo, una voluntad deliberada del orador de saltarse las normas de la
adecuación estilística para resultar más ameno y cercano a su audiencia) no
encajan totalmente en lo esperable teniendo en cuenta las circunstancias de
enunciación.
En la parte del corpus del discurso político solamente hay un ejemplar de
léxico coloquial. Se trata de la palabra chollo, empleada de manera despectiva
para hacer referencia a la situación de favoritismos con la que el emisor quiere
terminar, en lo que es un caso claro de polifonía textual, ya que al emplear dicho
término, el orador adopta de forma intencionalmente crítica la voz de los
destinatarios de su crítica:

(20) parece claro / que algunas personas / y grupos


económicamente poderosos // consideran que sus
intereses particulares // están bien protegidos / con un
Gobierno del Partido Popular // y no lo estarían con un
Gobierno del Partido Socialista // no ha habido nunca
lugar a engaño // desde el primer día / anuncié que si los
171 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

ciudadanos me daban su apoyo en las urnas // una de mis


prioridades / como presidente de la Comunidad / sería
someter la política de urbanismo / al interés público //
combatir la especulación del suelo // considerar la
vivienda como un derecho más que como un producto //
y estimular por todos los medios legítimos / la oferta / de
viviendas dignas / a precios razonables // mensaje /
emitido // y mensaje / recibido // si gobierna Simancas /
se acabó / el chollo (D_Simancas)

La segunda frecuencia más baja de empleo de léxico coloquial la presenta la


entrevista dirigida, con un 1,98x1000 de ratio, mucho más cerca del 0,78x1000
del discurso que del 8,58x1000 de la entrevista libre, en principio un género
mucho más cercano estructuralmente, y que sin embargo se encuentra más
próxima a las cifras de la conversación, que presenta un 13,17x1000.
Pero las diferencias entre entrevista libre y entrevista dirigida no se reducen
a la distancia en las cifras totales, sino que con un análisis más detallado se pueden
apreciar discrepancias que van más allá.
En primer lugar, si se hace un análisis por separado de los parlamentos de
entrevistadoras e informantes en los dos tipos de entrevista, el panorama
resultante muestra diferencias significativas. En la entrevista dirigida el 100% de
las unidades léxicas informales está en los parlamentos de los informantes. Las
entrevistadoras no hacen uso ni una sola vez de este tipo de vocabulario. En
cambio, en el caso de las entrevistas libres, el habla de las entrevistadoras presenta
una ratio del 4,87x1000 de piezas léxicas coloquiales, mayor que el de los
informantes en la entrevista dirigida.
Esta diferencia se relaciona, por un lado, con el hecho ya señalado de que la
mayoría de las intervenciones de las entrevistadoras de la entrevista dirigida se
corresponden con preguntas preparadas que se plantean de modo casi idéntico a
todos los informantes, y en cuya formulación se emplea un léxico no marcado
estilísticamente. Apenas hay intervenciones espontáneas que se salgan del guion
preestablecido.
En las entrevistas libres, en cambio, las intervenciones de las entrevistadoras
son mucho más variadas y espontáneas que las de sus homólogas de las entrevistas
dirigidas, y en ellas hay lugar para introducir términos como guay, molar o
botellón. Las entrevistadoras parecen estar actuando lingüísticamente en
consonancia con el ambiente informal que ellas mismas han ido creando en
colaboración con los informantes, y ello afecta a todos los planos lingüísticos,
incluido el léxico. Al mismo tiempo, el empleo de dicho léxico favorece la
Alba Fernández Sanmartín 172

creación de esa atmósfera cercana, de modo que el empleo de términos y


expresiones coloquiales es, a la vez, causa y consecuencia de la situación que se
ha establecido entre los interlocutores.
Además, la dinámica interactiva, el hecho de que el diálogo se vaya co-
construyendo de manera colaborativa, y de que las entrevistadoras aprovechen las
intervenciones de los informantes para plantear sus preguntas, favorece que
aquellas se valgan de términos coloquiales introducidos por sus interlocutores,
para seguir profundizando en un mismo tema:

(21) <Informante> hombre / no / a mí me parece normal


porque la zona vieja huele / algunas mañanas que
<alargamiento> / que alimenta / <fático=E>
prácticamente entonces pues tampoco / me parecen muy
bien las multas // pero también hay que ponerle a lo otro
// luego ya en el <alargamiento> campillo / en la zona del
botellón <silencio> es algo diferente / porque al fin y al
cabo <risa> es el campo </risa> / <simultáneo>es un
parque /</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>claro
<alargamiento></simultáneo> claro <simultáneo>pero
bueno</simultáneo>
<Informante> <simultáneo>y ahí</simultáneo> pues hay
<alargamiento> la ley tácita de <alargamiento> / aquí
meáis / bebéis / y después os vais de aquí / y no me
toquéis / más zonas / si no / plas / <simultáneo>que es
<alargamiento> el acuerdo tácito</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>y lo dejarán</simultáneo>
sucio también me imagino con el botellón yo es que
<alargamiento> no (EL_SCOM_H13_012)

Otra diferencia fundamental entre los dos tipos de entrevistas reside en las
unidades léxicas concretas que se emplean en cada uno y en comparación con las
conversaciones. Así, si tomamos las cinco palabras coloquiales más frecuentes de
las tres muestras, vemos que, en el caso de la entrevista libre y la conversación,
los tres primeros puestos están ocupados por las mismas formas casi en el mismo
orden y con frecuencias que en dos de los casos son bastante similares. Además,
las otras dos palabras en el cuarto y quinto puesto de la conversación también
están en la entrevista libre, aunque en los puestos noveno y decimoprimero.
173 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

Por el contrario, en el caso de la entrevista dirigida no solo no hay ninguna


coincidencia en sus palabras más frecuentes con las correspondientes de la
conversación, sino que estas presentan en el corpus de entrevista dirigida
frecuencias mínimas o nulas: un caso para tío y rollo, y ninguno para guay, jolín
y peli.

Tabla 5. Palabras coloquiales más frecuentes en entrevista dirigida, entrevista libre y


conversación
Entrevista dirigida n Entrevista libre n Conversación n
1 botellón 3 rollo 30 tío/a 52
2 tele 3 guay 23 guay 31
3 coger12 3 tío/a 13 rollo 26
4 tonto 3 botellón 12 jolín 21
5 pijo 3 historia 11 peli 19
peli (puesto 9)
jolín (puesto 11)

Podría aducirse como argumento para explicar estas diferencias que, en el plano
del léxico, y más empleando un corpus relativamente reducido, la frecuencia de
las unidades puede estar más relacionada con los temas tratados que con las
elecciones estilísticas del hablante. Sin embargo, respecto a esto cabe hacer dos
puntualizaciones.
En primer lugar, los temas tratados en las muestras de conversación,
entrevista libre y entrevista dirigida son, en conjunto, bastante similares. Se tratan
en todos ellos cuestiones relacionadas con la vida cotidiana de personas jóvenes
de nivel sociocultural medio-alto: estudios, trabajo, futuro, vacaciones, amigos,
pareja, salidas nocturnas, actualidad social, películas…
Por otro lado, y más determinante que lo anterior, la mayoría de las unidades
léxicas de tipo coloquial que aparecen en los primeros puestos de la tabla de
frecuencias de conversación y entrevista libre no son palabras especializadas
temáticamente, sino que pueden emplearse hablando prácticamente de cualquier
asunto, ya que tienen un significado extensional muy amplio: algunas son
nombres de referencia vaga, como rollo o historia, cuyos posibles referentes
pueden ser de muy distinto tipo; otras son vocativos, como tío, o adjetivos como
guay que puede aplicarse a cualquier objeto, acción, sensación etc. Una

12Incluye los casos en que se emplea con dos de las acepciones del DLE que llevan la marca
coloquial: “Contraer una enfermedad o empezar a padecer cierto estado físico o anímico" y
"Tomar (resolverse a efectuar una acción). Cogió y se fue."
Alba Fernández Sanmartín 174

interjección como jolín no está tampoco ligada a ningún tema específico, ya que
su función es extraproposicional.
Así, una vez más, puede apuntarse que la entrevista libre se sitúa, en cuanto al uso
de léxico coloquial, más cerca de la conversación que la entrevista dirigida, no
solamente por las frecuencias totales de este tipo de unidades, sino también por
las unidades concretas empleadas en cada caso.

4.2.2 Léxico malsonante13


Como ya se señaló, el léxico malsonante puede considerarse como el punto
extremo del léxico informal. Ya en los años 70, Martín, autor del Diccionario de
expresiones malsonantes del español (Martín 1974), relacionaba este tipo de
vocabulario con la afectividad y la espontaneidad características del lenguaje
coloquial. Más recientemente, las palabras y expresiones malsonantes han sido
empleadas como indicadores de informalidad en estudios variacionistas aplicados
a corpus de inglés, como el de Quaglio (2009: 109).
En este caso, la guía fundamental para la elaboración de la lista de búsquedas
fue la marca malsonante, y en algún caso la marca vulgar del DLE. También se
recurrió al Diccionario de la Real Academia Galega, ya que al contener el corpus
materiales recogidos en Galicia, se detectaron algunas palabras gallegas,
marcadas como vulgar en dicho diccionario, que también fueron incluidas en el
estudio.
Cabe señalar, antes de presentar los resultados, que se incluyeron en el
estudio todas las palabras malsonantes localizadas, independientemente de su
clase morfológica o de su función sintáctica. Así, en la lista hay verbos, adjetivos,
sustantivos, interjecciones, etc. Algunos están integrados sintácticamente y otros
desempeñan funciones marginales. También se incluyó cualquier tipo de locución
o expresión fijada que tuviese entre sus constituyentes un elemento marcado como
malsonante.
Se dejaron fuera del estudio, sin embargo, ciertas palabras que aparecían
dentro de títulos de películas y nombres de páginas web, ya que constituyen casos
en los que el uso del término no responde a una elección lingüística del hablante.
Es el caso, por ejemplo, de Cuánto cabrón cuando se refiere al nombre de una
página web.

13Se emplea la denominación de léxico malsonante, siguiendo la terminología del diccionario


académico y de la tradición hispánica (Martín 1974) a pesar del evidente sesgo valorativo y en
ausencia de otra denominación de consenso para el tipo de unidades que se desean estudiar, ya
que otros rótulos como palabras tabú o disfemismos tienen acepciones más restringidas que no
engloban todos los casos de interés para el estudio.
175 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

Los resultados de frecuencia de léxico malsonante se presentan sintetizados en la


Tabla 6 y la Figura 314:

Tabla 6. Frecuencias de términos y expresiones malsonantes (síntesis)


Discurso Entrevista Entrevista libre Conversación
estructurada
TOTAL 1 0 89 233
Ratio x1000 0,028 0 2,42 6,56

0
Discurso Entrevista dirigida Entrevista libre Conversación

Figura 3. Frecuencias de términos y expresiones malsonantes (ratio x1000)

La distribución que recogen la Tabla 6 y la Figura 3 resulta esperable teniendo en


cuenta que esas palabras y expresiones suelen reservarse para las interacciones
entre personas con una relación cercana en un contexto relajado, o cuando al
menos se busca establecer esa clase de relación. En este sentido, Quaglio & Biber
(2006: 712), trabajando sobre el inglés, apuntan que los “expletivos15” (término
genérico con el que se refieren a las palabras tabú y malsonantes) a menudo se

14 La lista completa de elementos léxicos malsonantes con sus respectivas frecuencias se


encuentra en el Apéndice 3.
15Se emplea aquí el término como una traducción del inglés expletive, con valor distinto a los

expletivos de la tradición hispánica.


Alba Fernández Sanmartín 176

utilizan para el establecimiento de una atmósfera amistosa entre los hablantes.


Carter & McCarthy (2006: 225) señalan que el uso de este tipo de vocabulario
implica que existe una relación de intimidad y confianza entre los interlocutores,
de modo que el emisor se siente libre para usarlo. La otra opción es que se
establezca una relación hostil y amenazante.
Algunos estudios efectuados sobre corpus de español alcanzan conclusiones
semejantes. Zimmermann (2003), por ejemplo, señala cómo algunas palabras
malsonantes son empleadas por jóvenes, especialmente de género masculino,
como un mecanismo de afiliación de grupo y cohesión identitaria. Bernal
Linnersand (2007: 78) en la misma línea, apunta que este tipo de léxico suele
aparecer en situaciones prototípicamente coloquiales y de cotidianidad, en las que
normalmente existe una relación de amistad entre los participantes. Los resultados
de su estudio de corpus se ven apoyados por las conclusiones extraídas de la
aplicación de encuestas16, que indican que la cercanía y la familiaridad de las
relaciones favorecen el uso más frecuente de los términos malsonantes (Bernal
Linnersand 2007: 192).
Teniendo en cuenta todo esto, quizá lo primero que llama la atención es que
en la muestra de discursos públicos aparezca un caso de palabra malsonante, ya
que no se da ninguno de los supuestos anteriores. Se trata del adjetivo jodido
inserto dentro de un discurso académico:

(22) RAN &eh / el tema de la pederastia {%alt: pederastía} /


es un tema en la actualidad bastante / peliagudo / bastante
/ jodido 17:46 &eh / estamos dentro de un dominio
específico / el dominio del sexo / el dominio de las
páginas pornográficas / pero / con páginas / que [/] que
están buscando un tema &ile [/] un tema ilegal / contacto
con menores 17:59 (D_Premio)

El ponente emplea el término en un contexto en el que está hablando de temas


realmente delicados, como la pederastia y la pornografía infantil, y lo utiliza para
enfatizar la dificultad de trabajar en ámbitos que puedan tener relación con esos
temas y añadir un componente de implicación emocional al discurso. De hecho,
precisamente la excepcionalidad del uso lo hace en cierta forma más efectivo

16Los cuestionarios se efectuaron a 18 mujeres y 8 hombres procedentes de Valencia y su área


metropolitana, con edades comprendidas entre los 16 y los 25 años, estudiantes universitarios
y profesionales de la enseñanza.
177 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

comunicativamente. Sin embargo, este tipo de usos no son lo habitual: jodido es


el único caso de léxico malsonante localizado en la muestra de discursos públicos.
En las entrevistas dirigidas no se detectó ni un solo caso de palabras malsonantes.
Teniendo en cuenta la situación y el tipo de relación que se establece de partida
entre los interlocutores, bastante distanciada y formal, y que se mantiene de la
misma manera a lo largo de todo el intercambio, este hecho resulta lo esperable.
En la entrevista libre, sin embargo, aun partiendo de un tipo de interacción en
principio similar al de las entrevistas dirigidas y, por tanto, poco propicio para el
uso de palabras y expresiones malsonantes, se observa que estas se emplean en
una ratio del 2.42x1000. Este hecho se explica porque, en virtud de las técnicas
empleadas por las entrevistadoras, se ha ido configurando interactivamente un
contexto comunicativo que favorece la informalidad.
Cabe señalar a este respecto que el 100% de las unidades léxicas malsonantes
son empleadas por los informantes: no hay ni un solo caso que se corresponda a
una intervención de una entrevistadora. Esto no resulta sorprendente teniendo en
cuenta sus circunstancias de enunciación. En primer lugar, a diferencia de los
informantes, a los que se les ha garantizado el anonimato, las entrevistadoras se
sitúan en un contexto laboral, profesional, en el que son perfectamente
identificables, al menos para compañeros e incluso superiores que escucharán (y
analizarán) sus intervenciones. Por mucho que de puertas afuera traten de
construir un contexto informal y relajado, no pierden la conciencia del tipo de
comunicación del que se trata en realidad, sus objetivos y destinatarios, y por tanto
de lo que está o no aceptado.
En cuanto al uso que los entrevistados hacen del léxico malsonante, cabe
señalar que uno de ellos advierte al inicio de que normalmente dice muchos tacos,
y que en el intercambio se va a soltar y hablar como si estuviese en un bar, a lo
cual la entrevistadora lo anima efusivamente:

(23) <Informante> <simultáneo>yo me suelto y hago co


<palabra_cortada> / como si estuviera en un
bar</simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo>tú suéltate / totalmente /
totalmente /] sí / pena que no puedes fumar pero
<alargamiento> (EL_SCOM_H13_012)

De todos modos, esta actitud viene favorecida, sin duda, por el clima de
cordialidad y cercanía que la entrevistadora se esfuerza en crear desde el inicio.
Resulta muy dudoso que aun definiéndose como malhablado, el informante,
Alba Fernández Sanmartín 178

estudiante de Periodismo y escritor premiado, emplee ese tipo de palabras en


contextos percibidos como realmente formales.
Pero además, no es el único que emplea palabras malsonantes, sino que todos
los informantes de entrevistas libres se valen en un momento u otro de tales
unidades. En la entrevista EL_SCOM_H13_010 se observa que es en los
momentos de especial implicación emocional cuando la informante tiende a
emplear palabras malsonantes. En concreto, es el relato de una experiencia
traumática en un avión el que concentra la mayor parte de ellas:

(24) y entonces la enfermera del aeropuerto se negaba a darme


nada // ¿sabes? en plan porque <alargamiento> si no se le
caía a ella el pelo / entonces fue un cristo tan grande que
después tuvo que ir ~Emilio a junto de ella en plan <cita>
mira </cita> / ¿sabes? <cita> soy médico </cita> le
enseñó el rollo tal y para darme una mierda de pastilla o
sea imagínate /(EL_SCOM_H13_010)
(25) cada vez que me hablaba de coger el billete a mí me subía
un rollo por aquí que decía <cita> ¡Dios ~Emilio! es que
yo no no puedo ir / lo siento mucho pero es que no puedo
</cita> ¿sabes? <vacilación> / y entonces / ahí ya me
acojoné más / (EL_SCOM_H13_010)
(26) yo no voy segura en el avión / no es que <alargamiento>
¿sabes? yo no voy bien / yo iba haciendo respiraciones /
todo el viaje / porque si no no podía // <risa> me da en la
fila de uno y yo </risa> <cita> sí hombre pasillo sí
<simultáneo><risa/> ¡pero joder! </cita></simultáneo>
<Entrevistador> <simultáneo><risa/> pasillo
sí</simultáneo> (EL_SCOM_H13_010)

Al hilo de este ejemplo, resulta pertinente señalar un punto en común entre la


muestra de entrevista libre y la de conversación: la situación de la forma joder
como la unidad más frecuente de la clase. Sin embargo, en cuanto a las frecuencias
totales de este tipo de unidades, las diferencias son todavía notables: la entrevista
tiene una ratio de 2,42x1000, frente a la conversación que presenta una ratio de
más del doble, 6,56x1000. La prueba del chi cuadrado muestra que, de nuevo, las
diferencias en las frecuencias entre los dos corpus son significativas (χ2 = 69.579).
Los resultados en las frecuencias totales parecen indicar, pues, que aunque
los informantes de las entrevistas libres empleen palabras malsonantes en ciertas
179 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

circunstancias específicas, a veces en momentos de especial emotividad, en


general parece que prefieren valerse de un vocabulario menos marcado. Sin
embargo, el mero hecho de que este tipo de formas no esté totalmente ausente,
como sucede en la entrevista dirigida, indica que los esfuerzos de las
entrevistadoras por desformalizar la entrevista libre sí favorecen la expresión
coloquial de los informantes, al menos en este plano.

5 Recapitulación y conclusiones

El objetivo del trabajo era, a partir de un estudio léxico basado en corpus, aportar
datos para la caracterización del registro correspondiente a cuatro géneros orales
diferentes, como medida para determinar los efectos de la paradoja del observador
en la entrevista sociolingüística y para evaluar la eficacia de las estrategias de
desestructuración aplicadas en la entrevista libre.
Aun teniendo en cuenta que el plano léxico es solamente uno más entre otros
muchos, parece que se pueden extraer algunas conclusiones.
El factor determinante en la elección del vocabulario por parte de los
informantes es, más que la concepción que estos tienen a priori del intercambio,
la que se van creando a medida que la interacción avanza, de su grado de
formalidad, y del tipo de relación que establecen con su interlocutor.
En las entrevistas dirigidas se configura una situación formal que, en gran
parte debido a la estructuración, la diferenciación de roles, el tono impersonal por
parte de las entrevistadoras, se mantiene constante durante todo el intercambio.
Además, el hecho de que las entrevistadoras limiten en gran medida sus
intervenciones a la formulación de preguntas, sin que haya apenas
retroalimentación, favorece que las entrevistas se conviertan prácticamente en una
sucesión de monólogos independientes. Todo esto explica que la distribución y
frecuencia del léxico informal se aproximen mucho a las de un género monológico
y planeado como es el discurso público.
La entrevista libre, por el contrario, aun partiendo de unos presupuestos
similares, se va transformando mediante el empleo por parte de las entrevistadoras
de diferentes estrategias para desestructurar el intercambio y establecer con el
interlocutor una relación de cercanía, estrategias que, como se ha constatado, se
correlacionan con una mayor frecuencia de léxico coloquial por parte de los
informantes, y un uso moderado de términos y expresiones malsonantes. Esta
última circunstancia resulta especialmente llamativa, ya que sus contextos de uso
están bastante restringidos situacionalmente. Es significativo, además, que las
entrevistadoras, que en principio son las que marcan las pautas de la interacción,
Alba Fernández Sanmartín 180

logren la cooperación de sus entrevistados en la construcción de un contexto que


favorece el empleo de vocabulario malsonante sin valerse ellas mismas de ese tipo
de léxico. Todo ello constituye una manifestación de la libertad de los usuarios en
la construcción del contexto, que el género condiciona en buena medida pero no
totalmente.
Así pues, en virtud de estos datos, puede concluirse que las estrategias de
desestructuración y desformalización son efectivas, lo cual se aprecia en la
distancia que los datos de entrevista libre muestran respecto a los obtenidos de la
entrevista dirigida y la mayor cercanía con los de la conversación. Esto no quiere
decir, sin embargo, que los materiales de entrevista libre sean equivalentes a los
conversacionales: a pesar de ciertos paralelismos en las preferencias por cierta
terminología coloquial y malsonante, las diferencias en la frecuencia de empleo
de estas unidades son todavía significativas.
La segunda conclusión es, pues, que la paradoja del observador sí deja su
huella sobre los materiales obtenidos mediante entrevistas, de una manera más o
menos marcada dependiendo de las técnicas empleadas, pero en ningún caso los
materiales de entrevista son equiparables a los de conversación, al menos en los
aspectos estudiados aquí. A pesar de la apariencia conversacional que puedan
mostrar algunas entrevistas libres, un análisis profundo del plano léxico revela
diferencias claras entre estas y la conversación.
Esta circunstancia resulta comprensible si se considera que las técnicas de la
entrevista libre pueden modificar algunas características asociadas a la entrevista
tradicional (estructura, roles), intentando acercarla a una conversación pero,
aunque puedan tratar de minimizar sus efectos, no pueden cambiar ciertos
aspectos del contexto situacional de la entrevista que lo aleja del de la
conversación coloquial, como la ausencia de relación previa entre los
interlocutores (y lo que ello supone: grado nulo de conocimiento y experiencias
compartidas, ausencia de relación afectiva y confianza mutua), las posibles
diferencias socioculturales entre ellos, el hecho de que la interacción esté siendo
grabada o su carácter transaccional dentro de un contexto académico. La
entrevista libre, pues, al menos a la vista de los resultados obtenidos en este
estudio, puede señalarse sin duda como un instrumento para minimizar los efectos
de la paradoja del observador, pero no para eliminarlos por completo. Queda para
investigaciones futuras el análisis comparativo de otros fenómenos, sintácticos,
morfológicos o discursivos, para comprobar si las diferencias halladas en el léxico
tienen su correspondencia en dichos planos.
El análisis de las técnicas de la entrevista y de los efectos que tienen sobre
los materiales obtenidos mediante ellas puede contribuir a diseñar nuevas
181 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

estrategias que logren acercar todavía más su registro al de la conversación


coloquial, pero siempre partiendo de que son géneros diferentes y, como tales, no
cabe esperar que lleguen a confluir.

Agradecimientos

Este estudio ha sido realizado en el marco del proyecto de investigación El corpus


ESLORA de español oral: enriquecimiento, análisis lingüístico y extracción de
recursos (ref. PFFI2017-86379-P), financiado por la Agencia Estatal de
Investigación (AEI) y al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). La
autora es investigadora en formación en el grupo de investigación Gramática del
español, contratada con cargo a la ayuda para “Consolidación e estruturación de
Grupos con Potencial de Crecemento 2017” de la Consellería de Cultura,
Educación e Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia (ref. ED431B
2017/39).

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Alba Fernández Sanmartín 184

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Qué significado. https://quesignificado.com/ (acceso 10 de abril, 2017)
Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Real Academia Española. (2001).
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The Free Dictionary. https://www.thefreedictionary.com/ (acceso 10 de abril, 2017)
Wiktionary, Wikcionario. https://es.wiktionary.org/wiki/Wikcionario:Portada (acceso 10 de
abril, 2017)
Wordreference español. http://www.wordreference.com/definicion/ (acceso 10 de abril, 2017)
185 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

Apéndice 1

Convenciones de transcripción empleadas en los ejemplos seleccionados


Se respetaron las normas de transcripción de los corpus de origen, introduciendo
ligeros cambios para adaptarlas a las características y objetivos del trabajo.
No se han utilizado en ningún caso letras mayúsculas por razones de
puntuación ni tampoco al inicio de turno. Tampoco se emplean nunca coma,
punto, punto y coma, dos puntos, puntos suspensivos, comillas ni guion.

Entrevista libre
Corpus ESLORA
Adaptación de las convenciones del proyecto ESLORA, versión 1.1 de marzo de
2018 (<http://eslora.usc.es/guide_oral_tags>, acceso 30 de agosto de 2018)

<Informante> <Entrevistador> Identificación de hablantes


<risa/> Risa de un hablante
<risa></risa> Segmento pronunciado entre risas
<alargamiento> Aumento de cantidad que afecta a algún sonido de la
palabra marcada
<fático= > Sustituye una señal fónica no transcribible que
funciona como marcador de recepción. Después del
signo = se añade la inicial del hablante que emite el
fático
<gl></gl> Segmento en lengua gallega
<ininteligible> Sustituye un fragmento no comprensible y por tanto
no transcrito
<énfasis></énfasis> Segmento de pronunciación especialmente
acentuada
<ruido=> Tras el signo = se especifica el tipo de ruido
<cita></cita> Segmento en estilo directo
<palabra_cortada> Acompaña al fragmento de una palabra
<vacilación> Sustituye fragmentos similares a palabras cortadas
pero imposibles de transcribir
<simultáneo></simultáneo> Segmento de habla solapada
/ Pausa
// Pausa larga menor de un segundo
<silencio> Pausa de más de un segundo
~ Acompaña un nombre propio que ha sido cambiado
para preservar el anonimato de los hablantes
Alba Fernández Sanmartín 186

¡! Enunciado exclamativo
¿? Enunciado interrogativo

Entrevista dirigida
Corpus ESCEGRA
Adaptación de las convenciones de Moya Corral (2007)

E: Entrevistador
I: Informante
¿? Enunciado interrogativo
/ Pausa funcional
// Pausa breve
<(:)> Alargamiento fónico
<ruido = " "/> Ruido, con especificación de tipo y hablante
<simultáneo> </sim- Solapamiento discursivo
ultáneo>
<(m:)> Apoyo discursivo
<fático = afirmación = /> Aseveración fática

Corpus de habla culta de Salamanca, CHCS (Versión CORPES XXI)


Se siguieron las convenciones empleadas en el CORPES XXI
(<http://web.frl.es/CORPES/org/publico/pages/ayuda/codOral.view>, fecha de
consulta 29-08-2018)

/ Pausa breve
// Pausa larga, de menos de un segundo
<fático hb =""/> Sustituye una señal fónica no transcribible que
funciona como marcador de recepción. Después del
signo = se añade la inicial del hablante que emite el
fático
<ruido desc=""/> Indicación de un ruido que no se solapa con el habla de
ningún participante. Se especifica el tipo de ruido en el
valor del atributo ‘desc’
<simultáneo></simultáneo> Segmento de habla solapada
187 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

Discurso público
Congreso de los diputados
/ pausa breve
// pausa larga, menor de un segundo

Corpus MAVIR
Adaptación de las convenciones de transcripción del corpus MAVIR
(<http://cartago.lllf.uam.es/static/mavir/ConvencionesMAVIR.pdf>, acceso
30/08/2018)

Tres letras mayúsculas Identificación de hablantes


/ Separa unidades tonales que no tienen autonomía sintáctica
ni semántica (una palabra o sintagma). La entonación suele
ser ascendente, porque la oración está inacabada
// Separan dentro del discurso aquellas unidades que tienen
autonomía oracional y semántica. Indica una pausa más
marcada, después de la cual se prosigue la unidad
informativa
[/] Debido a un falso inicio, el hablante repite un término o un
sintagma, o lo reconstruye si se ha equivocado
-> Alargamiento vocálico o consonántico a final de palabra
& Precede a una palabra no terminada de pronunciar (debido
a una autocorrección, una autointerrupción…), o a una
palabra agramatical cuya forma normativa no se puede
reconstruir, o no parece apropiado hacerlo
&eh &ah &mm Apoyos vocálicos
{%alt: } Indica cualquier error de pronunciación o palabra
agramatical. Se transcribe correctamente la palabra y se
translitera el sonido entre corchetes, indicado por la marca
%alt
Alba Fernández Sanmartín 188

Apéndices 2 y 3

Frecuencias de léxico coloquial (desglosado) y Frecuencias de términos y


expresiones malsonantes (desglosado)

Léxico coloquial
Discurso Entrevista Entrevista Conversación
dirigida libre
Unidades léxicas simples
animalada 0 0 0 5
apañado (bien aprovechado) 0 0 1 0
apretón (movimiento del 0 0 1 0
vientre)
armario (persona fuerte) 0 0 0 1
baboso 0 1 0 0
bailoteo 0 0 1 0
batiburrillo 0 1 0 0
bicho 0 1 1 2
birria 0 1 0 0
botellón 0 3 12 1
burrada 0 0 0 2
buscavidas 0 0 1 0
cabrearse/cabreo 0 0 0 3
caca 0 0 0 1
cacharro 0 0 0 1
cacho 0 0 0 5
cani 0 0 0 2
cargar (irritar) 0 0 1 0
cargar(se) (algo) 1 0 0 2
chao 0 0 1 6
chapón 0 0 0 1
chisme 0 0 1 1
chollo 1 0 0 0
choni 0 0 0 1
189 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

chorrada 0 0 1 1
chufla 0 0 0 1
chulo/a 3 0 1 2
chungo/a 0 0 2 7
chupar (de) 0 0 1 0
chupi 0 0 0 1
churro 0 2 0 0
chuta 0 0 1 0
chutarse 0 0 0 1
ciscar 0 0 0 1
clavar (cobrar caro) 0 0 0 2
cocido 0 0 1 0
coger (una enfermedad; coger 1 3 1 11
y + verbo)
colega 0 0 2 3
comerse 0 0 2 0
coña 0 0 1 2
costo 0 1 0 0
cristo (lío) 0 0 3 0
cubata 0 0 0 3
cucada 0 0 0 1
currar 0 0 5 0
cutre 0 1 1 3
desfase 0 0 0 1
despiporre 0 0 0 2
engancharse 3 0 2 1
enrollarse (hablar mucho) 0 0 3 0
entrarle a alguien 0 0 0 1
espachurrar 0 1 0 0
ex 0 0 0 2
fastidiar 2 0 2 0
flipar 0 0 3 17
follón 0 1 0 0
fondón 0 0 0 2
Alba Fernández Sanmartín 190

forrarse 0 0 1 0
gordo (muy grande, fuera de 1 2 0 2
lo corriente)
guapo (aplicado a objetos) 0 0 0 2
guarro/a 0 0 0 1
guay 0 0 23 31
gusanillo 0 1 0 0
historia (mentira, enredo) 0 0 11 4
incordio 0 0 1 0
jobar 0 0 3 0
jolín/jolines 0 0 5 21
largarse 0 0 0 1
liarse 0 0 0 2
macho 0 0 0 6
mamá 0 0 2 6
mami 0 0 0 1
mates 0 0 0 1
mazarse 0 0 0 10
menda 0 0 1 0
mítico 0 0 4 8
mogollón 0 0 3 0
molar 0 0 4 18
mono (síndrome de 0 1 0 0
abstinencia)
montón, montones, montonazo 4 1 5 7
morirse (de o por) 0 0 3 0
mosqueado 0 0 1 0
movida 0 0 1 4
movida (jaleo) 0 0 0 1
negro (enfadado o irritado) 0 0 3 0
ostras 0 0 0 8
poner (excitar) 0 0 1 0
pamplinas 0 1 0 0
panchito 0 0 0 1
191 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

papá 0 0 0 3
papi 0 1 0 1
parida 0 0 0 2
pasada 0 0 1 0
pasar de 0 1 0 4
pasota 0 0 1 0
pasta (dinero) 0 0 7 3
pavo (chico) 0 0 1 2
pavo (euro) 0 0 0 5
pedazo de 0 0 1 0
peliagudo 1 0 1 1
peña (gente) 0 0 0 1
peta 0 2 0 0
petarse/petado 0 0 0 3
pijo 0 3 0 7
pila de 0 0 0 1
pillar (sorprender a alguien, 0 0 0 4
contraer una enfermedad)
pimplar 0 0 0 1
pinchar (con alguien) 0 0 0 1
pipear 0 0 1 0
pirarse 0 0 4 0
quemar (disgustar) 0 1 1 0
rajar (criticar) 0 0 9 3
rallar (molestar) 0 0 0 2
rayar(se) 0 0 1 5
rollo 0 1 30 26
rollo (discurso largo pesado y 0 0 1 0
aburrido)
soltar (decir algo) 0 0 3 0
sonar (ser conocido) 0 0 4 5
sudaca 0 0 1 0
timbrar (tocar el timbre) 0 0 0 2
tío/a 4 1 13 52
Alba Fernández Sanmartín 192

tipo (persona) 0 0 3 5
tirarse (a alguien) 0 0 0 1
tonto 3 3 0 10
torta (bofetada) 0 0 0 2
tragarse 0 0 1 1
una patata (cosa de poca 0 0 0 1
calidad)
yanqui 0 0 1 0
yonqui 0 0 3 0
Palabras acortadas 0 0 0 0
bac (bachillerato) 0 0 0 1
bici 0 0 2 0
boli 0 1 0 0
bus 0 0 2 1
cole 0 0 4 0
mili 0 1 0 0
peli 0 0 6 19
profe 0 0 0 4
progre 0 0 1 0
tele 0 3 6 5
teleco 0 1 0 0

Unidades fraseológicas
(ir) a mi bola, a nuestra bola 0 0 2 1
a pata 0 0 0 1
a pelo 0 0 0 1
ancha es Castilla 0 0 1 0
arrimando/refregando 0 0 0 2
cebolleta
bichos raros 0 0 0 1
borrón y cuenta nueva 0 0 1 0
caérsele a alguien el pelo 0 0 2 0
cerrarse en banda 0 0 1 0
como quien dice 0 0 2 1
193 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

con todo el morro 0 0 1 0


culo inquieto 0 0 2 0
dar alguien una vuelta 0 1 0 0
dar corte algo a alguien 0 0 0 1
dar vueltas a algo 0 1 6 0
darle a alguien la gana 1 4 2 4
darle algo a alguien 0 0 0 3
de narices 0 0 1 0
de toda la vida 0 2 6 4
echar un cable 0 1 0 0
en plata 0 0 2 0
entrar o pasar por el aro 0 0 1 0
estar alguien en las últimas 0 0 1 0
estar como un cencerro 0 0 1 0
estar como un tren 0 0 0 1
estar hasta el gorro 0 0 4 0
estar hasta el moño 0 0 1 0
pedir algo a gritos 0 1 0 0
hablar por los codos 0 0 1 0
hacer el cabra 0 1 0 0
hacer la pelota 0 1 0 0
hacer tilín 0 0 0 2
ir a (mi, tu, su…) rollo 0 1 0 0
irse a la calle 0 1 0 0
irse la pinza 0 1 0 0
írsele a alguien la olla 0 0 1 1
la cuenta de la vieja 1 0 0 0
la madre que te parió 0 0 0 1
liarla 0 0 0 1
más claro que el agua 0 1 0 0
meter caña 0 0 1 0
meter la pata 0 0 2 0
muerto de asco/morirse de asco 0 0 1 1
Alba Fernández Sanmartín 194

ni de coña 0 0 1 3
ni Dios 0 0 1 1
ni loco 0 2 0 0
no hay dios que 0 0 0 1
no tragar a alguien o algo 0 0 1 0
pagar el pato 0 1 0 0
para nada 1 0 2 1
pasar el rato 0 0 0 1
patatín patatán 0 0 2 0
ponérsele a alguien los pelos de 0 0 1 0
punta
por algo 0 1 0 2
por los cerros de Úbeda 0 0 1 1
que (me, te, le etc.) quiten lo 0 0 1 0
bailado
qué va 0 1 0 8
qué/cómo demonios 1 0 1 0
quedarse alguien frito 0 1 0 0
quedarse planchado/a 0 0 0 1
rascarse alguien las narices ) 0 0 1 0
romperse la cabeza 0 1 0 0
saltarse a la torera 0 0 1 0
ser el último mono 0 1 0 0
ser uña y carne 0 0 1 0
sin comerlo ni beberlo 0 0 1 0
sonar a chino 0 0 1 0
tarde o temprano 0 0 1 0
tela marinera 0 0 0 1
tocarle (romperle) a alguien las 0 0 2 0
narices
toda la vida 0 2 10 2
todo el día 0 6 9 2
TOTAL 28 73 315 468
RATIO x1000 0,78 1,98 8,58 13,17
195 La entrevista libre como método para evitar la paradoja del observador

Términos y expresiones malsonantes

Discurso Entrevista Entrevista Conversación


dirigida libre
(al/de/del) carallo 0 0 1 6
(ir) follado 0 0 1 0
(ni) zorra 0 0 0 2
acojonarse 0 0 2 0
apapostiar 0 0 0 1
cabrón,como un cabrón, 0 0 5 0
cabronazo
cachondo (atractivo) 0 0 0 1
cagar (literal) 0 0 3 0
cagarse (cagarla, cagarse 0 0 4 13
en, que te cagas, vete a
cagar…)
chumino 0 0 0 1
chuparla 0 0 0 2
cojones (manda cojones, lo 0 0 0 14
que sale de los cojones, a
cojones)
cona 0 0 0 1
coño 0 0 2 6
descojonarse 0 0 0 1
echar un polvo 0 0 0 2
follar 0 0 0 4
gilipollas 0 0 0 3
hasta el culo, a tomar por 0 0 3 5
(el) culo, dar por el culo
hostia (mala hostia, de la 0 0 2 29
hostia, a hostias…)
huevo(s) (tocar los huevos, 0 0 3 4
hasta los huevos, rascarse
los huevos…)
joder (interjección) 0 0 14 43
joder (verbo.) (no me jodas 1 0 21 21
no te jode)
leches 0 0 2 0
maricón 0 0 0 1
mariconada 0 0 2 0
Alba Fernández Sanmartín 196

meada 0 0 2 0
mear 0 0 6 3
mierda, merda 0 0 5 29
pedo (borrachera) 0 0 0 1
polla (pollas, una polla 0 0 0 5
como una olla)
puta 0 0 5 4
putada 0 0 0 2
putear 0 0 4 0
puteo 0 0 1 0
puto/a (puta madre, ni puta 0 0 1 26
idea...)
se la pela 0 0 0 1
se la suda 0 0 0 2
TOTAL 1 0 89 233
Ratio 0,028 0 2,42 6,56

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