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Haydn Paul

EL SONADOR
VISIONARIO
EXPLORACIÓN DEL NEPTUNO
ASTROLÓGICO

URANO
Los sueños...

Después del descubrimiento de Urano, en 1781, la atención de los astró­


nomos de Occidente se concentró en el estudio de aquel nuevo planeta de
nuestro sistema solar, y sólo tras varios años de investigación intensa del
movimiento orbital de Urano se empezó a conjeturar que aún quedaba
por descubrir otro planeta que permanecía oculto. Los cálculos mate­
máticos hacían pensar que las perturbaciones observadas en la órbita de
Urano no se explicaban por la exclusiva influencia de los campos gravi­
tatorios de los planetas vecinos ya conocidos, de modo que se iniciaron
las investigaciones conducentes a encontrar el siguiente planeta desco­
nocido.
Tanto en el caso de los matemáticos como en el de los astrónomos,
su interés y su empeño estaban alimentados por sus sueños personales: ha­
cerse famosos y ganarse el reconocimiento de la historia y la aclamación
de la comunidad científica. La hipotética órbita de ese planeta misterioso
era dificil de determinar porque el movimiento de Urano tendía a ser errá­
tico, y para el instrumental científico y los recursos analíticos de aquella
época, el planeta daba a menudo la impresión de que se adelantara o se
atrasara en el recorrido de su trayectoria calculada y prevista a lo largo
del zodíaco.
Después de años de largo y concentrado esfuerzo, y mediante el estudio
de las irregularidades del movimiento orbital de Urano, dos astrónomos,
el inglés John Couch Adams y el francés Leverrier, cada uno por su lado,
llegaron a formular una serie de cálculos matemáticos que marcaban la pro­
bable localización del misterioso planeta. Leverrier persuadió al astróno­
mo alemán J ohann Galle de que explorase una determinada región del cie­
lo, y desde el observatorio berlinés Heinrich D' Arrest se localizó, el 23 de
septiembre de 1846, un planeta gigantesco cuya localización estaba suma­
mente próxima al punto calculado.
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Neptuno acababa de ingresar en el moderno panteón de los dioses pla­
netarios. Mil seiscientos diez billones de kilómetros más lejos de la Tierra
que Urano, Neptuno era totalmente invisible a simple vista. Aunque más
pequeño que Júpiter, Saturno y Urano, es uno de los planetas gigantes. Su
órbita es muy extensa, y un año neptuniano equivale a 165 años terrestres.
Hay ciertas pruebas que hacen pensar que Galileo había registrado la po­
sición de Neptuno en 1613, pero lo tomó por una estrella y no llegó a re­
conocerlo como un miembro de nuestro sistema solar. La sonda espacial
Voyager pasó junto a Neptuno en agosto de 1989, antes de seguir su tra­
yectoria hasta más allá de Plutón y perderse en las profundidades del
espacio.
Neptuno irrumpió en la conciencia colectiva de la humanidad en una
época en que la sociedad occidental atravesaba la primera fase de la trans­
formación impuesta por la Revolución Industrial. Grandes cambios so­
ciales se estaban concretando, los nuevos impulsos chocaban ya con el or­
den social establecido, y Neptuno reflejaba aquellos sueños y aspiraciones
de las masas que habían sido inspirados por las revoluciones anteriores:
la norteamericana y la francesa. Las estructuras sociales de los estados oc­
cidentales empezaron a atravesar un período de incesante cambio, y en
1848 las ideas revolucionarias volvían a florecer y a ponerse de moda a
medida que una ola de rebeliones civiles estallaba en Europa, en un inten­
to de socavar el poder acumulado en las manos de una reducida minoría
social.
La publicación del Manifiesto Comunista en 1848 siguió de cerca a la
conjunción Saturno-Neptuno de 1846, y reveló varias características nep­
tunianas, entre ellas sueños y visiones de una utopía universal, el estableci­
miento de un estado colectivo unificado y el ideal de crear una sociedad
perfecta, fundada en un sentimiento de comunidad y de solidaridad, con
una causa y un propósito comunes y de carácter colectivo. Esta acentua­
ción de las tendencias colectivistas, comunistas y pluralistas asocia en ge­
neral a Neptuno con las actitudes «de izquierda» en las que, cobijándose
en el atractivo y los espejismos de cualquier filosofía política, la elevación
de los principios idealistas se logra a menudo a expensas del ser humano,
de sus propias libertades y de sus oportunidades de crecimiento y evolu­
ción personal.
Neptuno se relaciona con la tendencia a la subversión y al engaño, con
los comportamientos tortuosos y manipuladores y con las tácticas de intro­
misión encaminadas a erosionar desde adentro los grupos sociales. Son as­
pectos de la naturaleza de la influencia neptuniana, que es como el disol­
vente alquímico universal: disuelve todos los límites y todas las barreras.
Así como antes Urano había asestado un golpe mortal a los estados occi­
dentales, Neptuno llegó para disolver los moribundos restos de las viejas

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tradiciones feudales y aristocráticas de poder y de control social. Lo que
estaba surgiendo a mediados del siglo XIX era la influencia de una clase mer­
cantil, empresarial y comerciante, materialista y ávida, y la de un prole­
tariado y una clase trabajadora oprimidos, consecuencias ambas de los
recientes cambios industriales operados en la sociedad. El comunismo mar­
xista también sacó partido de la desilusión popular ante el papel que había
asumido la Iglesia: el de mantener las tradiciones elitistas, e intentó esti­
mular una rebelión violenta de las masas mediante la movilización de un
sentimiento antirreligioso de desesperanza, mientras Marx describía a la
religión como el opio de las masas.
Lo que realmente se estaba suscitando durante esta fase era el naci­
miento de un espíritu socialista, de un colectivo social con sueños y vi­
siones de la sociedad ideal y con un impulso que lo llevaba a apoyar las
visiones políticas uranianas, sólo que haciendo hincapié en el nivel emo­
cional de la vida y de las relaciones humanas. Neptuno representa la nece­
sidad colectiva de tener aspiraciones, la esperanza de la vida perfecta, y
estos primeros ideales con una fundamentación política son la reacción
inicial del hombre ante las influencias planetarias transpersonales que afec­
tan a lo colectivo en su dimensión mental y afectiva. El romanticismo es­
taba emergiendo como otra respuesta, y su centro lo constituían grupos
artísticos como la Hermandad Prerrafaelita. Las semillas de la cultura del
siglo comenzaron a abrirse paso a través de la tierra, en busca de la luz
del día.
El socialismo como tal comenzó a emerger durante la siguiente conjun­
ción Saturno-Neptuno, hacia 1882, para ser seguido, inmediatamente des­
pués de otra conjunción, por la revolución rusa de 1917. De la conjunción
en Capricornio de 1989 cabe esperar que signifique otro paso decisivo para
la humanidad, un paso que probablemente implique la acción disolvente
de Neptuno sobre las actitudes y el pensamiento saturninos tradicionales,
relacionados con la explotación de la Tierra; será una comprensión ecoló­
gica lo que comience a dar nueva forma al pensamiento futuro del hombre,
una toma de conciencia de nuestra realidad global y de nuestra interdepen­
dencia como seres que conviven en un Único Mundo.
Ante la influencia de Neptuno, de forma paralela a estas tempranas res­
puestas políticas socialmente transformadoras, se dan otras dos, estrecha­
mente relacionadas entre sí y que representan dos niveles de la respuesta
humana al carácter de soñador visionario de este planeta. Son el surgimiento
de una respuesta emocional al sufrimiento de los demás, tal como la ejem­
plifican la evolución del humanitarismo altruista, el socialismo cristiano,
el movimiento de la Cruz Roja Internacional y el de los derechos humanos;
y la súbita y original integración en la sociedad de una nueva espirituali­
dad, basada en las enseñanzas de la sabiduría de Oriente.

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Desde comienzos de la década de 1840, los intereses neptunianos co­
menzaron a dominar la conciencia que el hombre tiene de las influencias
intangibles inherentes en la vida, y a contrapesar la poderosa actitud ma­
terialista que prevalecía e iba difundiéndose rápidamente, y a la que la Igle­
sia no parecía capaz de resistirse. Se introdujeron en la práctica quirúrgi­
ca los anestésicos, con lo que las operaciones se hicieron más soportables
para el paciente, y -por obra del uso cada vez mayor del mesmerismo
y de la hipnosis (nombre que se introdujo en 1843), y del creciente interés
que despertaban- se perfiló en la sociedad una mayor fascinación por
la complejidad de la mente humana, una tendencia que tendría como re­
sultado el nacimiento del movimiento psicoanalítico de la mano de Sigmund
Freud.
Otras dimensiones de la vida se descubrieron por obra del espiritualis­
mo, que se hizo sumamente popular y significó un intento de disolver los
restrictivos límites de la conciencia corporal y de la vida al establecer con­
tacto con los «muertos» y con guías invisibles que se expresan valiéndose
de médiums, otra tendencia neptuniana. En 1848, en Estados Unidos, el
episodio de las hermanas Fox se convirtió en cause célebre y el interés pú­
blico por las «mesas parlantes», las proyecciones ectoplásmicas y los men­
sajes de los muertos amados se constituyó en la base de una explosión de
la Sabiduría Intemporal, que así terminó invadiendo la estancada vida es­
piritual de las naciones occidentales. De paso, interesa observar que, cien
años después de las hermanas Fox, en 1948 se avistaron por primera vez
ovnis. ¿Quizás otra forma de «mensaje desde el más allá» con una aparien­
cia y en un contexto más contemporáneos?
Estados Unidos se convirtió en caldo de cultivo de más de uno de estos
impulsos; allí se formaron en 1875, con la ayuda de Olcott y Judge, el mo­
vimiento espiritualista, la Christian Science de Mary Baker Eddy y la So­
ciedad Teosófica de Madame Blavatsky. Esta última se valió inicialmente
del interés por el espiritualismo para convertirse en figura pública, y logró
ser reconocida por su uso de las capacidades psíquicas y por las materiali­
zaciones que se le atribuyen de las cartas de los Mahatmas. En 1877 se pu­
blicó /sis sin velo, que causo sensación y fue seguida más adelante por La
doctrina secreta, ambos libros fundamentales para varias generaciones de
buceadores en el esoterismo. Para una sociedad formada bajo la influencia
neptuniana, los teósofos hubieron de protagonizar periódicamente diver­
sos tipos de escándalos: sobre las «genuinas materializaciones» de Madame
Blavatsky, las tendencias homosexuales de Leadbeatter y sus actividades
masturbatorias con niños, y la negación que hizo Krishnamurti de su papel
de Maitreya, el nuevo Mesías.
Además del compromiso teosófico con la sabiduría de Oriente y del
reconocimiento de la diversidad de las enseñ.anzas cristianas, entre otros

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muchos temas, este período de fines del siglo XIX fue testigo de la prime­
ra afluencia de santones orientales hacia Estados Unidos y Europa, una
afluencia que desde entonces se ha convertido en una riada. En vez de
percibir a Oriente como una cultura menos evolucionada, se empezó a
entender que, espiritualmente, tenía mucho que ofrecer a Occidente; y
por cierto que no faltaba el atractivo de una cultura fascinante, colorida
y enigmática capaz de añadir cierto matiz especial a la vida. Maestros
como Vivekananda, del Ramakrishna Vedanta Movement, y el budista
Angarika Dhammaphala fueron los primeros emisarios, los que sembra­
ron semillas que al madurar generaron árboles poderosos que están fruc­
tificando hoy.
Antes de esta absorción del misticismo oriental por parte de la sociedad
occidental, hubo un movimiento paralelo al comunismo que se inició en
el Medio Oriente y tomó los conceptos de comportamiento colectivo hu­
mano y de finalidad y les dio una base espiritual, como si la influencia
ensombrecedora de Neptuno se hubiera afirmado en un contexto tanto po­
lítico como religioso; el ideal visionario de este movimiento era una sociedad
mundial caracterizada por la fraternidad universal. Se trata del behaismo,
que de diversas maneras ha actuado como un precursor de muchas de las
ideas que hoy circulan en lo relativo a una nueva política planetaria para
el siglo XXI y al amanecer de la Era de Acuario.
En mayo de 1844, un profeta persa llamado Bab declaró que la era islá­
mica estaba tocando a su fin y, corno Juan el Bautista, proclamó que se
aproximaba el advenimiento del Esperado. En 1863, un prisionero encar­
celado en una prisión turca, sin contacto alguno con la sociedad occiden­
tal, declaró que él, Baha Allah, era el esperado y dio a conocer su visión
del mundo. Su declaración era la proclamación de una nueva sociedad glo­
bal, el principio esencial de un nuevo orden mundial. Él era el fundador
de un detallado sistema de organización social mundial, y daba las directi­
vas prácticas que otros deberían seguir... ¡y todo eso desde una celda! Los
canales transpersonales pueden manifestarse en cualquier parte, y a menu­
do aparecen en los lugares más inverosímiles.
El behaismo aún existe y se mantiene dentro de un marco religioso so­
cialmente orientado, y sin embargo es de gran interés considerar de qué ma­
nera en la moderna Nueva Era del pensamiento progresivo todavía se sigue
trabajando por alcanzar esta visión de Baha Allah. Este movimiento tiene
un concepto coherente de la unidad y de la integración social, y es un inten­
to religioso de unificar a la humanidad por medio de un amor inclusivo
e impersonal, unido al poder de la fe y a la conciencia espiritual. Entre los
principios esenciales del behaismo se cuentan: la unidad de la humanidad;
una investigación independiente de la verdad, sin prejuicios que la deformen;
el reconocimiento de que la raíz de todas las religiones es una; la creencia

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en que la religión debe ser causa de unidad y no de disensiones; la con­
ciencia de que la religión, la ciencia y la razón deberían coexistir en unani­
midad, apuntando todas a la misma realidad subyacente; de que es nece­
sario trascender todo tipo de prejuicios; de que la paz universal es un
objetivo para toda la humanidad; de que es necesario llegar a una forma
de educación universal y alcanzar, mediante una dependencia recíproca,
una solución espiritual a los problemas económicos del mundo, y de que
se debe establecer un tribunal jurídico universal para resolver los agravios
individuales y las disputas internacionales. Además, los seguidores de
Baba Allah se contaron entre los primeros abogados de la liberación de
las mujeres, a las que ven como participantes en igualdad de condicio­
nes en todos los asuntos sociales y religiosos, en los que no se permite
que ninguna clase sacerdotal haga de intermediaria entre Dios y el hom­
bre, y creen que la ausencia de discriminación racial y de prejuicios fun­
dados en el color de la piel es esencial para que se produzca la unidad
mundial.
Se trata de un programa imponente, que la humanidad aún está por al­
canzar, y sin embargo es una indicación del tipo de visión neptuniana que
en aquel momento estaba penetrando en la mente de la colectividad. El be­
haismo todavía sigue siendo objeto de las persecuciones de los fundamen­
talistas islámicos, que lo consideran una herejía; sin embargo, su visión con­
tinúa resplandeciendo con el brillo de siempre, porque es una visión holista
y afín con el plan de la evolución.
Los efectos de la influencia neptuniana han sido considerables a lo lar­
go de los últimos ciento cincuenta años, y en este libro se intenta explorar
con mayor profundidad algunos de los temas y las características de Nep­
tuno, para que así podamos empezar a entender las tendencias neptunia­
nas, tanto negativas como positivas, que nos afectan y que afectan a la so­
ciedad. Profunda ha sido la influencia de este planeta en las imágenes, las
modas y el arte, especialmente con el desarrollo de la televisión, la fotogra­
fía y la cinematografía, y con el papel clave que desempeñan, en la socie­
dad moderna, el diseño y la apariencia como señuelos para atraer a los con­
sumidores a la telaraña del gasto y el consumo. El hechizo de las imágenes
y la moda de la imitación colectiva generan tendencias sociales y proyec­
ciones de las aspiraciones, las fantasías y los ideales asumidos que se comu­
nican instantáneamente a otras personas por medio de la ropa y de la apa­
riencia externa. La imagen domina la sociedad, y sirve a menudo como en­
carnación orientadora de las obsesiones y los sueños colectivos. Mediante
el cine y la música se transmiten estos arquetipos inconscientes de la huma­
nidad; y en un sentido auténticamente neptuniano, nuestra cultura llega
a estar cada vez más fascinada por otros mundos y por realidades alternati­
vas. Películas escapistas como La guerra de las galaxias, Encuentros en la

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tercera fase o E. T. y la plétora de filmes, novelas y comics de fantasía,
horror y ciencia ficción que nos acosan, son otros tantos testimonios de
la necesidad colectiva de mundos imaginarios para explorar.
La imaginación disuelve falsas barreras y limitaciones restrictivas con só­
lo decir: «¿Por qué no pensar en...?». Liberar la imaginación humana es una
de las principales claves de la transformación de la vida en el nivel global. Si
comenzamos por los sueños de mejoramiento personal y vamos avanzando
hacia visiones de unidad y de abundancia globales, quizá podamos convertir­
nos en eficaces soñadores visionarios, capaces de transformar la realidad.

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1

Los mitos de Neptuno

Emerge de entre las olas del océano, dominando los mares embravecidos,
mientras de su cuerpo gigantesco resbalan y se desprenden el agua y las al­
gas; unas minúsculas gotas destellan en el pelo y la barba, largos y rebel­
des, en tanto que él, con majestuosa prestancia, recorre con la mirada su
reino. Empañados los ojos por la locura y la inspiración divinas, mira a
su alrededor para ver si alguien se le acerca, alguno de esos bravos marine­
ros de los mares astrales fascinados por el clamor de trompetas de las con­
chas marinas que sus bellísimas ninfas hacen resonar. Cuando ellos lleguen
y vean su gloriosa divinidad, algunos enloquecerán, y de otros se adueñará
la inspiración espiritual; depende del estado anímico en que él se encuen­
tre, y de la capacidad del marinero para resistir su presencia. Su tridente
resplandece al sol, como un faro de esperanza o una fuente de hechicera
desesperación; iluminado por la luz o cegado por ella. Su misión es hacer
que la luz sea accesible; desapasionadamente se desentiende de la forma
en que reaccionan los simples mortales ante ese demoledor enfrentamiento
con la comprensión intuitiva que despierta al corazón.
Tal es el Poseidón del mundo griego, el Neptuno en el panteón de las
divinidades romanas. En el seno de los mitos griegos más antiguos es donde
se han de encontrar las historias de este dios, debido principalmente a
que los romanos tendieron a incorporar las leyendas griegas a sus propios
dioses, con el resultado de que inicialmente Neptuno no fue más que un
dios marino menor y de relativa insignificancia hasta que los romanos se
convirtieron en un pueblo marinero. Una vez que los mares se tornaron
importantes para ellos, el poder y la importancia de Poseidón fueron tras­
pasados a Neptuno, para tener la posibilidad de propiciárselo debidamen­
te con el fin de asegurarse travesías marinas libres de riesgo, aunque en
los tiempos de Roma ya no se organizó en torno de Poseidón-Neptuno
ningún culto importante.

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Según las primeras fuentes griegas, Poseidón fue originariamente más
bien un dios terrestre, conocido como el Consorte de Da -que era el nombre
prehelénico de Deméter, la poderosa diosa de la Tierra-, lo que indicaba
el papel más dominante de una conciencia matriarcal. A medida que los
primitivos griegos comenzaron a experimentar con los viajes marítimos,
Poseidón pasó a ser el dios de los mares, de modo que en tierra se podía
invocar la protección y los favores de la familiar Madre Tierra, y en el mar
los de su consorte. La relativa importancia de Poseidón queda indicada en
su título de «el Esposo de la Madre».
En varios sentidos hay un paralelismo entre los mitos de Poseidón y de
Urano. A éste se lo conoce como el Primer Padre, y fue el marido de la
primitiva Madre Tierra, Gaia o Gea; él era la fuente de la ideación divina
del universo (véase para más detalle mi libro El espíritu revolucionario. Ex­
ploración del Urano astrológico). Con Urano y Gaia, los elementos de Aire
y Tierra unieron Mente y Cuerpo, y con Poseidón y Deméter la fusión se
dio entre Agua y Tierra, o entre Emociones y Cuerpo, creando de este mo­
do una triple división del hombre. Además, así como Urano fue destrona­
do por su progenie, también Poseidón hubo de verse complicado con su
hermano Zeus en el derrocamiento de su padre, Cronos, el hijo de Urano.
Parece que estas antiguas teorías cosmogónicas y evolutivas que se formu­
laron en las primeras fases del período helénico tuvieron que ver con la ex­
periencia real de los griegos. Mientras estuvieron limitados a la tierra, sólo
veían la tierra y el firmamento, de modo que los imbuyeron de un elevado
significado, formando los conceptos de diosas y dioses asociados con la
tierra y el cielo; cuando se convirtieron en navegantes intrépidos, los mares
comenzaron a formar parte de su experiencia, y por lo tanto se hizo necesa­
rio crear, de manera similar, los dioses del mar, o bien caer en la cuenta
de su existencia.
Debido a la primitiva asociación de Poseidón con la tierra, algunos atri­
butos de los poderes terrestres continuaron vinculados a él. Se lo conocía
como el Señor de los Terremotos, de la Fertilidad y de la Vegetación, «el
que hace temblar la tierra», pero estas correspondencias han palidecido
en relación con las imágenes oceánicas que ahora lo rodean. Fue uno de
los dioses Olímpicos, hijo de Rea y de Cronos. Este último devoraba a
sus hijos para excluir toda posibilidad de que el poder le fuera usurpado
de manera similar a como él había hecho con Urano. Rea se cansó de dar
a luz tantos hijos sólo para que Cronos se los comiera, de modo que ocul­
tó a Poseidón en medio de un rebaño de ovejas, y a Cronos le dio en su
lugar un potrilla. Como el propio Cronos solía tomar la forma de un ca­
ballo, no se sorprendió de haber engendrado un potrilla y se comió el sus­
tituto sin hacer preguntas. De este modo Rea consiguió salvar a Poseidón,
y también a Zeus, de la voracidad de Cronos, y finalmente la rebelión se
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produjo y los dos hermanos derrocaron a Cronos después de vencer a los
Titanes.
Hay aún otro paralelismo entre los mitos de Poseidón y de Urano. Po­
seidón y Zeus desterraron al Tártaro a Cronos y a los Titanes, asegurándo­
se de que quedaban bien encerrados tras las enormes puertas de bronce la­
bradas por el propio Poseidón. Previamente, en un ciclo anterior, Cronos
ya había sido encarcelado en el Tártaro, por Urano. La primera vez fue
encerrado por su padre; la segunda, por sus hijos.
El más poderoso de los tres hermanos olímpicos echó suertes para di­
vidir los dominios del mundo. A él, Zeus, le tocó el cielo, a Hades el mun­
do subterráneo y a Poseidón la inmensidad de los mares. Tanto la Tierra
como el Olimpo, la morada de los dioses, eran una posesión conjunta,
aunque a Zeus se lo reconociera como el rey de los dioses, una decisión
que con frecuencia movilizaba el antagonismo de Poseidón y que condujo
a repetidas disputas y a la adopción por parte de los dioses de actitudes
de favor o de venganza hacia ciertos humanos, según las afinidades de és­
tos con los dioses que los amparaban.
Con frecuencia, Poseidón no se conformaba con ser «el poseedor de
la Tierra» y el dios de las aguas profundas, de modo que tenía tendencia
a compensar su descontento entremetiéndose en la vida de los hombres,
en especial seduciendo a sus mujeres, o disputándole el gobierno de los dioses
a su hermano Zeus. En ocasiones variaba este comportamiento, compitiendo
con sus compañeros, los demás dioses y diosas, para que lo reconocieran
como el patrono de determinadas regiones, y para que en calidad de tal le
fueran dedicados templos y plegarias. Los dioses siempre desean que se les
preste atención; cuando la gente se aleja de ellos, su poder declina y se
desvanece.
Los griegos contaban una leyenda según la cual a Poseidón le fue otor­
gada una gran isla en cuyo centro se alzaba una enorme montaña. En la
isla vivían Evenor y su mujer Leucipe con su hija Cleito. Poseidón, ena­
morado de la bella Cleito, la sedujo y le dio diez hijos, uno de los cuales
fue Atlas, quien terminó siendo el gobernante de la enorme isla, a la que
entonces, en honor suyo, se llamó Atlántida. Se cuenta que una de las prin­
cipales ciudades que existieron en la Atlántida era Poseidonis, y estaba
dedicada al dios de los océanos. El mito de la destrucción de la Atlántida
alude a la cólera de Poseidón, en su condición de «el que hace temblar la
tierra» y de Señor de los Mares; el agua del diluvio inundó el continente­
isla, que se hundió bajo las olas, quizá como consecuencia de la impiedad
de los atlantes y de su incapacidad para controlar los resultados de su ma­
gia astral.
Poseidón estaba casado con Anfitrite, que originariamente era una per­
sonificación del mar, pero este papel fue asumido por Poseidón, que pro-

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cedió luego a transformar los mares en una naturaleza más inconstante.
Anfitrite era una diosa dulce y plácida, que toleraba con resignación los
múltiples episodios de promiscuidad de su esposo. Uno de los hijos de am­
bos fue Tritón, otro dios del mar con forma de hombre hasta la cintura
y de pez en la parte inferior.
Poseidón era famoso por su capacidad de adoptar formas diferentes
-similar en ello a muchos de los dioses griegos-, capacidad que lo con­
vertía en un amante seductor al poder aparecer de las maneras más diver­
sas. El ejercicio de este don se concretaba generalmente en formas de ani­
males, y continuaba así el tema de las deidades simbolizadas por imágenes
de animales, modelo religioso que probablemente ya era antiguo en la época
griega: a los dioses egipcios se los representaba con cabezas de animales;
la estatua de la Esfinge, por ejemplo, une el cuerpo de un león con una ca­
beza humana. Incluso hoy en día la mayoría de las aproximaciones mágicas
y astrológicas a los dioses y a los planetas se realizan con la utilización de
imágenes asociativas y de las formas y los arquetipos de los dioses, a modo
de mediadoras, y no suele haber ningún intento de abordar los misterios
interiores de forma directa, sin el carácter transformador y simplificador
característico de los filtros. Como en el Antiguo Testamento, siguen vigen­
tes la advertencia de no mirar a Dios directamente y el miedo a la ceguera,
física o espiritual.
Las formas animales favoritas de Poseidón eran los sementales, los ca­
ballos blancos, los toros gigantes, los carneros, los delfines y, con menor
frecuencia, los pájaros y los seres humanos. Era, en general, imponente,
y se ganaba los favores de muchas mujeres que caían víctimas del hechizo
de su seducción. Engendró muchos hijos, y entre ellos una extraña proge­
nie que combinaba rasgos humanos y animales. De su unión con Teófane,
a quien sedujo bajo la apariencia de un carnero, el resultado fue la rutilan­
te bestia del famoso vellocino de oro, que se convirtió en el codiciado obje­
tivo de los Argonautas en la famosa leyenda de aventuras marinas. Posei­
dón fue también responsable de la paternidad de varios miembros de la tri­
pulación de la nave Argo, y engendró al héroe Teseo. Además de sus con­
quistas femeninas -y esto refleja quizás el gusto de los griegos-, tampoco
era indiferente a los atractivos de hombres jóvenes y guapos, y con frecuencia
mantenía también relaciones con ellos.
Fue Poseidón quien envió un hermoso toro blanco al rey Minos de Cre­
ta, para que fuera ofrecido en sacrificio a los dioses del Olimpo (a Posei­
dón se lo conocía también como el Señor de los Toros). Minos cometió el
estúpido error de quedarse con el toro, reemplazándolo por otro como víc­
tima del sacrificio. Los dioses, encolerizados por semejante acción, deci­
dieron castigarlo hechizando a su mujer, Pasifae, para que ésta se enamo­
rase de un vulgar toro de manada. El resultado de esta unión fue el Mino-

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lastimosamente- para adueñarse del control del Olimpo y ejercer su do­
minio sobre los dioses. Ocasionalmente, Poseidón chocaba con Atenea por
el problema de ser elegidos por los estados y las ciudades como sus deida­
des protectoras; salir perdiendo en sus enfrentamientos con ella sumía en
una profunda cólera al dios del mar, que conducía agresivamente su ca­
rruaje marino, tirado por dos caballos, a través de las olas, causando gran­
des tormentas y tempestades y condenando al naufragio a los vulnerables
veleros de entonces. Los estados situados tierra adentro tendían a escoger
a Atenea, ya que poca falta les hacía el patrocinio de un dios marino, en
tanto que los pueblos de emplazamientos costeros optaban -sensatamente­
por contar con la buena voluntad y el apoyo de Poseidón.
En las leyendas figura un incidente infame que demuestra cómo la ca­
pacidad de seducción de Poseidón no siempre era benéfica para las pobres
mujeres que cedían ante ella. Es la historia de Medusa, inmortalizada co­
mo la Gorgona, la horrible y perversa mujer de la cabellera de serpientes,
que convertía en piedra a cualquiera que la mirase. Poseidón sedujo a la
inocente y hermosa muchacha que servía en el Templo de Atenea, y la dio­
sa, furiosa por la arrogancia de él al adueñarse de la sacerdotisa del tem­
plo, transformó a Medusa en la Gorgona, una arpía aborrecible y ave de
mal agüero. Otra variante de esta historia cuenta que Poseidón violó a la
joven, y que la expresión horrenda que quedó fijada en el rostro de ella
era la del espanto y el agravio suscitados por la acción del violador. La his­
toria hace pensar en el secuestro y rapto de Perséfone por obra de Hades­
Plutón (para más detalles, véase mi libro La ascensión del Fénix. Explora­
ción del Plutón astrológico).
El fruto de la unión de Poseidón y Medusa fue Pegaso, el mágico caballo
alado, aunque su nacimiento se retrasó por obra del odio que sentía Me­
dusa por Poseidón, hasta que el héroe Perseo consiguió dar muerte a
Medusa devolviéndole la imagen de su propia mirada de basilisco reflejada
en la superficie de su escudo. Pegaso surgió entonces, plenamente maduro,
del desmembrado cuerpo de Medusa; en cuanto caballo alado, pasó a sim­
bolizar la creación de un puente entre los opuestos, un puente por el cual
ahora, a las criaturas de la Tierra, les estaba permitido ascender hacia los
reinos espirituales.
En las leyendas asociadas con el ciclo iniciático de los mitos de Hércu­
les, se dice que Poseidón regaló al héroe un poderoso tronco de caballos
para su carro. La imagen de los caballos y del carro reaparece también en
el arcano mayor número VII del tarot, donde lo que mantiene en su cami­
no al carruaje del rey es el control que éste ejerce sobre los caballos. En
el libro de Alice Bailey Los trabajos de Hércules, que describe el camino
iniciático del aspirante y discípulo espiritual a través de los signos del zo­
díaco, tanto los caballos como Poseidón-Neptuno en cuanto deidad de las

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profundidades astrales y emocionales, acuosas y fluidas, simbolizan la ten­
dencia humana a perderse y descontrolarse por la influencia de una línea
de pensamiento obsesiva o por la pasión y las reacciones emocionales. El
aspecto positivo de esta tendencia -simbolizado por el rey que controla
los caballos- es que, debidamente usada y subordinada, una naturaleza
emocional fluida ofrece el poder enriquecedor del sentimiento y de la sen­
sibilidad, y que en la influencia de la orientación interior del alma reside
una de las mayores ventajas potenciales del hombre, que al mismo tiem­
po, en el individuo no integrado, es la fuente primordial de sus múltiples
problemas. Gracias a la sensibilidad emocional podemos establecer una
empatía con nuestro mundo y con el prójimo. El regalo que Poseidón
hizo a Hércules era extremadamente valioso, por más que evidentemen­
te Hércules tuviera que aprender primero a controlar con seguridad los
caballos mediante la purificación previa de su propio y voluble plano
emocional.
El símbolo del poder de Poseidón y el sello de su ministerio es el tri­
dente, y la representación gráfica del símbolo astrológico de Neptuno es
el pictograma del tridente, que está formado por el semicírculo del alma
o de la mente y del espíritu humano en evolución, traspasado por la cruz
de la materia, lo cual da como resultado una horquilla de tres puntas. Es­
ta horquilla simboliza los tres niveles del ser humano que necesitan ser pu­
rificados por las divinas aguas neptunianas: el cuerpo físico y los senti­
dos, la naturaleza astral de las emociones y los deseos, y el centro del yo
individual, la mente inferior. El logro afortunado de esta purificación sig­
nifica que el ideal simbolizado por la luna creciente del alma se libera de
la crucifixión de la materia, a medida que lo informe se eleva por encima
del mundo de la forma, y la materia cristalizada se disuelve y se libera
como consecuencia del completamiento cabal de una tarea evolutiva que
conduce a la trascendencia del plano físico y a recorrer el sendero de la
evolución transpersonal.
Este símbolo del tridente reaparece en el Shiva hindú, y también, bajo
la envilecida forma de un arma, en las luchas romanas entre gladiadores.
En el hinduismo, los atributos de Poseidón aparecen reflejados en tres dio­
ses: a Idapati se lo describe como el Dueño de las Aguas, a Narayana co­
mo El que Mueve las aguas, y Varuna es el Señor de los Océanos. A estos
dioses se los considera también como aspectos de Visnú, a quien se ha iden­
tificado con el principio de Zeus-Júpiter. En realidad, antes del descubri­
miento de Neptuno Júpiter era el regente de Piscis en el sistema más anti­
guo y tradicional de las regencias; ahora, los corregentes de Piscis son
Júpiter y Neptuno. Los tres planetas transpersonales, Urano, Neptuno y
Plutón, eran físicamente desconocidos para los antiguos, pero en sus tem­
plos de los misterios se reconocían intuitivamente los poderes y los princi-

27
pios de esos planetas ocultos, que de esa manera se consolidaron a través
del mito y de la leyenda.
A pesar de que a Poseidón y Neptuno se los presenta como deidades
masculinas, dioses poderosos en el culto y en el mito, habitualmente se per­
cibe a Neptuno como un planeta que encarna, en lo esencial, principios re­
conociblemente femeninos. Es obvio que los dioses planetarios y los arque­
tipos no tienen sexo, o en el mejor de los casos son andróginos o hermafro­
ditas, y que están esencialmente más allá de nuestro dualismo sexual tanto
conceptual como físico; pero aun así puede ser valioso concebir y abordar
estas figuras a través de un «filtro sexual». Esto nos permitirá captar el borde
de su naturaleza compleja e incierta, que en el caso de los planetas trans­
personales tiende a fluir y a confundirse formando una trinidad de dioses
cuya función es estimular a la humanidad a que siga la senda unitiva de
lo transpersonal. Establecer fronteras nítidas entre Urano, Neptuno y Plu­
tón es virtualmente imposible, pero señalar sus diferentes maneras de fun­
cionar y la influencia que ejercen sobre el hombre es más revelador. Con­
tactar de esta forma con ellos nos conduce a los ámbitos de la paradoja
y de la contradicción; con una mano, imparten una sagrada bendición di­
vina, mientras que con la otra hacen trizas vidas y sociedades; en una de
sus caras, el individuo percibe el esplendor de «Dios»; cuando se vuelve
hacia la otra, se encuentra con la sonrisa malévola del «Diablo». Cierta­
mente, trascienden nuestros pobres conceptos del bien y del mal, y van más
allá de todas las pautas del pensamiento dualista. Solamente si los aborda­
mos desde una conciencia unificada podemos tener verdaderamente algún
atisbo de su naturaleza.
Si volvemos a la personificación de Neptuno como principio planetario
femenino, vemos que con frecuencia se relaciona con imágenes arquetípi­
cas de la mujer, a veces como mártir, otras como un ser sacrificado o una
víctima, imágenes que invariablemente llevan implícitas la vulnerabilidad
y el sufrimiento. La Virgen María es una de estas imágenes mediadoras a
las que mucha gente responde desde un nivel muy profundo. En ella en­
contramos la característica femenina positiva y receptiva de un amor ele­
vado y capaz de autosacrificio. Esta naturaleza amorosa, sumamente evo­
lucionada y altruista, encuentra su apoteosis en el romanticismo y en el ideal
espiritual del mito del Santo Grial. Neptuno es el inspirador de la senda
de la devoción mística, y personifica el corazón y el aspecto amoroso del
Grial. Urano, por otra parte, refleja el nivel de la mente y de la luz, y Plu­
tón es el anclaje físico en el servicio del Caballero del Grial, orientado a
la revitalización espiritual del páramo de la vida terrena.
Dentro de cada uno de nosotros, las profundas aguas oceánicas del do­
minio de Poseidón están en perpetuo movimiento. Sumergirse profunda­
mente en estos abismos, en busca del palacio submarino del dios, es algo

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que puede atraer a muchos, tanto artistas como místicos, pero lamentable­
mente también muchos pueden ahogarse al dejar de hacer pie, especialmente
si insisten en conservar las pautas de la antigua personalidad. En el templo
de Poseidón, de pie ante él, instalado en su trono, y pidiéndole esa perla
inapreciable, lo único que podemos hacer es entregarnos a su acuático rei­
no; el agua tiene el poder de erosionar gradualmente la tierra y la roca. En
ese templo no queda otra alternativa que aceptar el impacto transforma­
dor de la disolución. La seducción de Poseidón es total, pero también lo
es el regalo que nos ofrece.

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2

Las imágenes del Neptuno astrológico

De todos los planetas transpersonales, Neptuno ejerce el influjo más sutil


e incierto, y sin embargo, pese a lo que puede parecer un toque delicado
-una ligera brisa marina que tonifica los sentidos-, sus efectos son su­
mamente poderosos y transformadores. Cada vez que Neptuno se halla ac­
tivado, no se pueden erigir ante él barreras lo bastante resistentes para de­
fenderse con éxito de su potencia erosiva. Si en el plano físico las aguas
pueden, con el tiempo, recrear continentes al erosionar la línea costera, al
inundar las tierras o al despojar de sustento a una zona fértil mediante la
sequía, ¿cómo podemos nosotros evadirnos de la influencia de las Aguas
Cósmicas de la Vida?
Tal como expresa el Corán, «Del agua proviene toda vida»; y según la
Biblia, uno de los primeros mandatos divinos fue que las aguas cubrieran
la faz de la Tierra. En ello vemos indicaciones de que la vida primordial
estaba asociada con las profundidades oceánicas, y de que el misterio de
la vida, con sus comienzos y sus posibles finales, emerge de ese ámbito sub­
marino. La ciencia contemporánea tiende a fundamentar esta concepción
-la de que la vida se formó de alguna manera a partir de los mares- con
la teoría de que se produjeron reacciones químicas que crearon, en el nivel
bioquímico, los bloques básicos que más adelante servirían para la cons­
trucción de la vida física.
El conjunto de imágenes marítimas y oceánicas que han convergido en
torno del Neptuno astrológico es muy adecuado, y en la astrología moder­
na se asocia a este planeta con las teorías junguianas del inconsciente colec­
tivo. Se encuentran aquí imágenes de vastos mares interiores, junto a los
ámbitos de la paradoja y de la ambigüedad, un mundo psicológico que es
todavía desconocido y está por explorar, donde se encuentra uno, como
en los viejos mapas, con dragones, zonas marcadas con símbolos de vio­
lentísimas tormentas y peligros que acechan, como Escila, el monstruo ma­
rino devorador de hombres, y Caribdis, el remolino que devoraba las aguas

31
y todo lo que flotaba en ellas, desafiando ambos a los marineros intrépidos
que intentaban navegar por el estrecho de Mesina.
Los mares del mundo simbolizan también el útero, la fuente física de
la vida, y son la imagen de la mujer maternal o de lo femenino divino, el
portal por donde la vida pasa de otro mundo a éste. Y así, aunque a Neptu­
no se lo haya presentado como un macho dominante en la cultura patriar­
cal griega, en cuanto deidad del agua su simbolismo es principalmente fe­
menino, y al agua se la asocia con el dominio de las emociones, los senti­
mientos, el amor, la imaginación y la creación artística.
La dificultad para penetrar en el reino de Neptuno reside en aprender
a sobrevivir; nadar en las aguas de la confusión sólo es posible cuando nos
mantenemos en la superficie, y si atisbamos hacia abajo no vemos más que
una fracción de su reino, lo suficiente para que nos fascine, pero no lo bas­
tante para que nos ilumine y nos inspire. Es como sumergir en el agua una
vara recta: sabemos que es recta, y sin embargo la impresión que recibimos
de la parte sumergida es como si no lo fuese... el problema de la ilusión
y de la realidad. La única manera de empezar realmente a entender la com­
plejidad de Neptuno es ahogarse aceptando el antiguo rito del bautismo
(véase el capítulo 7), mediante el cual las aguas desintegran la personalidad
que limita limpiándola y purificándola. El intelecto y la personalidad co­
mo algo aparte se ahogan en las profundidades oceánicas interiores como
paso previo a la resurrección de la personalidad holista.

La función de Neptuno
Neptuno tiene el poder de la disolución y cumple con la función de desinte­
grar las formas y estructuras vitales anticuadas que aún perduran en los
niveles mental, emocional y físico. Esto se logra trascendiendo las fronte­
ras inhibidoras, disolviendo limitaciones ilegítimas y adentrándose en una
esfera más amplia, de universalidad y de expansión, con el fin de liberar
y soltar la personalidad y el espíritu aprisionados, de manera tal que se pueda
crear una forma más adecuada, que dé sustancia al paso evolutivo siguien­
te. Lo que hace Neptuno es erosionar las definiciones y restricciones im­
puestas por los umbrales saturninos, esas pautas de pensamiento, creen­
cias o identificaciones que establece Saturno a modo de un consenso entre
la realidad y la vida colectiva. Neptuno intenta transformar estos sistemas
-en el momento adecuado, es decir, cuando un escalón que antes fue pro­
gresista se ha cristalizado, volviéndose reaccionario- en otros más amplios,
holistas y universales.
Neptuno simboliza y representa la necesidad de la trascendencia, el «ir
más allá» que tan arraigado está en el espíritu humano y que es un reflejo
32
del impulso evolutivo programado. Es una búsqueda de mayor libertad fren­
te a la limitación del yo personal y separado y del entorno material, una
respuesta a la llamada interior evocadora de las ondinas (espíritus del agua)
para retornar a la conciencia de unidad y volver a fundirse con el todo. Es
un principio de rcpolarización, en que el objetivo es la autorredención, que
se puede alcanzar por medio de una relación transformada del yo y de la
sociedad.
La acción integradora de Neptuno se da mediante un proceso de desin­
tegración, disolviendo lentamente las barreras y las pautas psicológicas del
comportamiento. Urano tiende a desencadenar un proceso integrador, ata­
cando y haciendo estallar las estructuras, quizá mediante una experiencia
súbita que transforma un estilo de vida estático; y Plutón subvierte soca­
vando profundamente con miras a un eventual colapso que conduzca a la
transformación y el renacimiento. Esencialmente, Neptuno procura disol­
ver la forma en cuanto tal, y al tocarla la reduce de nuevo a sus orígenes
informes, en un reflejo del so/ve et coagula alquímico. El eterno mensaje
de Neptuno exhorta a mirar más allá de las experiencias físicas, al interior
de los mundos de la materia y de las estructuras psicológicas, para discer­
nir ese otro mundo sutil e invisible que constituye el cimiento del espíritu
superior y del yo universal, y para elevar las emociones personales y el sis­
tema nervioso hasta un grado tal que puedan darse la sensibilidad, la ar­
monización y la intuición. A partir de ese punto, se puede transmitir al mun­
do la inspiración.
Como parte de este proceso, la imaginación personal concuerda con la
dimensión arquetípica, especialmente en el contexto del sentimiento colec­
tivo y de los niveles emocionales -el Corazón del Mundo-, y el contacto
se libera entonces en forma de expresión artística creativa. Si está inspira­
do, esto se demuestra en el nivel de la afinidad emocional compartida, o
empatía, como sucede en la música, la literatura, el arte, el teatro y la dan­
za, que resuenan profundamente en los ámbitos de la experiencia común
colectiva, donde las emociones expresadas son familiares y evocadoras, o
se vale de la imaginación colectiva para generar una respuesta previsible.
No obstante, por este contacto interno hay que pagar un precio, y es la trans­
formación o el sacrificio del yo separado, a medida que el individuo se va
universalizando más en su efecto y en su conciencia; el reconocimiento es
más bien de aquello que comparte con la totalidad de la vida que de ningún
espejismo engañoso referido a su posibilidad de elevarse y alcanzar logros
en solitario. Se da cuenta de que él es más bien un canal creativo que un
creador, y reconoce la preeminencia del Artista Eterno.
Parecería que estos canales interiores se abrieran por obra del hemisfe­
rio cerebral derecho, y que con cada uno de los planetas transpersonales
-Urano, Neptuno y Plutón- el contacto se estableciera mediante la acti-

33
vación de esa parte del cerebro. El resultado de ello es la disolución de las
pautas saturninas individuales, que están asociadas principalmente con la
actividad y las características del cerebro izquierdo. Una vez que en el indi­
viduo se despiertan las influencias transpersonales (por mediación de aspi­
raciones artísticas o espirituales), puede establecerse gradualmente, entre
los hemisferios, un puente que los lleve a la sincronización; es lo que en
el mito escandinavo se ha llamado Bifrost, el puente que forma el arco iris,
uniendo la morada de los dioses con la de los hombres. Finalmente, el ca­
nal de la inspiración y de la comunicación queda establecido, y el cerebro
medio coordina la percepción holista. Se puede encontrar un análisis más
extenso y detenido de este tema en mi libro El espíritu revolucionario. Ex­
ploración del Urano astrológico.

Neptuno, el disolvente universal


Esta característica intrínseca de Neptuno se vuelve cada vez más activa en
las situaciones en que en el seno del psiquismo personal o colectivo hay una
inhibición o represión que se arrastra desde hace largo tiempo. Es como
si una vez que se ha producido cierto grado de cristalización se activara auto­
máticamente el proceso de disolución. En astrología, esto se ve indicado
con frecuencia por los tránsitos de Neptuno por casas nuevas, por los as­
pectos que forma por tránsito o sus progresiones y por varios ciclos vitales
de diversas influencias planetarias.
Cada personalidad tiene en alguna parte su talón de Aquiles, donde es­
peran en estado de latencia las semillas de la disolución personal, donde
es probable que una bruma de hechizo o de espejismo engañoso impida la
clara percepción de uno mismo, o bien donde, si se las sigue inconsciente­
mente, las características personales pueden terminar conduciendo a una
confrontación traumática. Con frecuencia, la demanda neptuniana de sa­
crificarse en beneficio de la colectividad se concreta por mediación de este
punto ciego.
Psicológicamente, se cree que en la mayoría de las personas hay, laten­
te, una necesidad de muerte que Freud llamó «tánatos» y que es primor­
dialmente un impulso hacia la desintegración de la conciencia individual.
Las barreras saturninas del yo son lo que sostiene la necesidad de autopre­
servación, y hacen que respondamos con miedo y con un estremecimiento
interior a las ideas y amenazas de una posible disolución, asociándolas con
la definitiva muerte física e intentando reprimirlas en el inconsciente. Nep­
tuno y Saturno funcionan corno una polaridad; entre ellos hay un eterno
conflicto, en la medida en que Neptuno intenta descubrir la libertad en la
unidad y en la universalización, mientras que Cronos-Saturno sigue empe-

34
ñado en impedir que esto suceda, devorando los primeros signos de vida
independiente en Poseidón-Neptuno.
Puede suceder que cuando en la vida se llega a un momento de crisis,
las murallas que rodean al yo, construidas por Saturno, se resquebrajen
por obra de un impacto uraniano, y que, a partir de ello, la influencia de
Neptuno continúe el proceso. Como se asocia a este planeta con el pensa­
miento metafísico, que implica ambigüedad, paradoja, contradicción, se­
cuencias de pensamiento no lineales, imágenes y símbolos, uno de los efec­
tos de su activación sobre la mente humana es la disolución de las pautas
de ordenamiento de la conciencia y de la mente racional.
El disolvente universal es un concepto alquímico que expresa la idea de
un poderoso «ácido» capaz de desintegrar la cohesión de los límites y de
las barreras represivas y cuyo efecto es irreversible cuando se lo aplica. Len­
tamente, en la mente consciente empieza a infiltrarse un cambio interior,
un profundo cimiento se hunde, los mundos internos comienzan a entre­
cruzarse y a superponerse, y las seguridades de la vida se desvanecen a me­
dida que un mundo desconocido se abre paso en la conciencia. La preocu­
pación por uno mismo y la introspección lo dominan todo, y es frecuente
que la conciencia se oriente hacia una sensibilidad onírica y astral, un poco
de otro mundo, probablemente en armonía con el misticismo, y muestre
signos de intemporalidad, de estar en el «espacio exterior» y de irrealidad,
en la medida en que el yo diferenciado se sumerge lentamente bajo las olas
y va perdiendo la conciencia de las exigencias del mundo exterior. Se pro­
duce en cierto modo una interiorización, un retraimiento.
¿Qué sucede dentro del individuo cuando se da este proceso? La influen­
cia de Neptuno puede tener lugar por tránsito o a través de su posición por
casa en la carta natal, valiéndose de los canales establecidos por los aspec­
tos planetarios natales. Son efectos comunes la confusión, la desorienta­
ción, la falta de objetivos, la indecisión y la disminución de la seguridad
en uno mismo y de las certidumbres psicológicas, y la sensación que se tiene
es la de ingresar en un estado de fluidez interior en el que las pautas fami­
liares de la vida han desaparecido, arrastradas por una marea invisible. Hay
un temblor psicológico, un estado de temor en la medida en que uno siente
que los apoyos pierden firmeza durante una fase de transición que es como
un limbo y en la que más de una vez las viejas pautas de comportamiento
pierden la chispa vital que las animaba. Mientras se produce tal actividad
interior, puede haber una pérdida de interés y de compromiso con el mundo
externo, seguida quizá por la sensación de no disponer de un significado
ni de un propósito. Es común que se produzca un aislamiento psicológico
en el que se sigue teniendo una aguda conciencia personal, aunque el senti­
miento de la propia personalidad es sumamente difuso y carece aparente­
mente de un centro definido.

35
¿Qué puede hacer uno cuando se siente como si se estuviera ahogando,
cuando las aguas del disolvente universal destruyen todos los apoyos a los
que intenta aferrarse y le van cubriendo lentamente la cabeza? Muchos son
presa del pánico, y empeoran la situación actuando sin saber qué es lo que
realmente ocurre. Una gran cantidad de enfermedades nerviosas y psicoló­
gicas resultan estimuladas por la actividad de los planetas transpersonales
cuando éstos actúan sobre personas que no cuentan con ningún marco de re­
ferencia conceptual que las apoye y les permita crear un contexto para la
experiencia. Neptuno se relaciona con frecuencia con la histeria, con experien­
cias alucinatorias y con diversos tipos de enfermedad mental. Muchas almas
sensibles se han visto sumergidas en la vivencia de un contacto con los mares
del sentimiento colectivo, a través del choque irracional trascendente con
un ámbito en el que no hay fronteras ni profundidades mensurables: un
impacto más fuerte de lo que la estructura de la personalidad es capaz de
soportar. Se sacrifica lo individual para identificarse con la unidad, con
el todo, en un paroxismo de empatía emocional universalizada, y uno, en
cuanto personalidad aparte, ya no puede emerger intacto de la experiencia.
Semejante acto de autorredención puede ser deliberado, como en la senda del
misticismo, o bien algo que aparentemente sucede sin que el sujeto lo quiera
ni lo busque; para el místico puede ser una experiencia de liberación, pero
a aquel a quien le sorprende desprevenido puede destrozarle la vida.
Lo decisivo en esta fase de la experiencia es el pasaje inicial, y es preciso
señalar que los grados de la vivencia neptuniana varían considerablemen­
te, y que por cierto, no es inevitable que ésta sea tan profunda. Sin embar­
go, es probable que se den ciertas experiencias comunes, que son pautas
repetitivas de la reacción humana ante la liberación de esta energía.
El peor período de desorientación y de confusión interior se produce
en la fase inicial, especialmente cuando la persona se da cuenta de que ha
sucedido algo que la desazona sin que sepa realmente qué es. Neptuno es
un maestro del disfraz, y es frecuente que se nos acerque silenciosamente
por la espalda, nos toque apenas con su efecto disolvente y vuelva a esfu­
marse. Sólo nos damos cuenta de que ha sucedido algo cuando, al ir a incli­
nar la cabeza, nos encontramos con que ésta se nos cae. Éste es el período
de transición: un estado de fluencia interior en el que se carece de los ancla­
jes necesarios para mantenerse a salvo, cerca de la ya conocida línea coste­
ra. Es común una sensación de falta de arraigo, y que se siga insistiendo
en el intento de clasificar esta nueva experiencia en función de las antiguas
pautas, repitiendo las actitudes, las ideas, los valores y los modos de com­
portamiento ya viejos y establecidos. Pero eso no funciona, y es probable
que haya que pasar por la experiencia de este fracaso antes de darse cuenta
de que realmente es así.
La resistencia es inevitable en la mayoría de las personas, pero esa pug-

36
na interior por restaurar los antiguos usos se convierte en una tarea fútil
en la medida misma en que la vida va alejándose de ellos. Es casi como
el intento de tapar un agujero en el dique metiéndole un dedo: la presión
sigue creciendo y nuevas fisuras empiezan a dejar que se filtren las aguas
contenidas... y de todas maneras, ¡es algo que no se puede seguir haciendo
eternamente! Se trata de la lucha entre dos tendencias polarizadas, y la cues­
tión es cómo contener esa energía ilimitada sin recurrir a las estructuras
!imitadoras de Saturno, cómo impedir que las murallas saturninas se des­
moronen... hasta que finalmente terminemos por entender que no son su­
ficientemente fuertes, y que el cambio neptuniano es inevitable.

La polaridad Saturno-Neptuno
Todo ello implica el desafío directo de dos rumbos alternativos en la vida:
uno de ellos es reprimir esa voz interna, esforzándose por hacer caso omiso
de las pugnas y tensiones interiores, que cada vez se intensifican más, ne­
gando la necesidad del cambio y luchando por mantener las pautas psíqui­
cas ya establecidas, probablemente mediante mecanismos de adicción co­
mo forma de negarse a tomar conciencia de una situación insensata; el otro
es encontrar un camino hacia adelante, una vía conducente a un modo de
ser y de percibirse más holista y más unificado. Es necesario descubrir un
rumbo que nos encamine a una transformación positiva y constructiva.
Los roces y la tensión que se generan entre un Neptuno activado y un
Saturno que se resiste tienen varias consecuencias. Es probable que haya
una disminución de la vitalidad física y de la motivación, y que por lo tanto
las exigencias de la vida cotidiana nos parezcan mayores y más insistentes,
en un momento en que nos sentimos menos capaces que nunca de afrontar­
las con éxito. La confianza en nosotros mismos disminuye, y empezamos
a complacernos en una vida de ensoñación y fantasía, intentando satisfa­
cer nuestros anhelos y deseos más íntimos mediante los sueños, o bien ha­
ciendo planes absurdos cuya realización va mucho más allá de nuestras po­
sibilidades. Es común que nos sintamos melancólicos y que tengamos osci­
laciones emocionales, incapaces de detener el movimiento pendular entre
Neptuno y Saturno: la angustia, el descontento y la desilusión son frecuen­
tes compañeros. Los entusiasmos florecen con tanta rapidez como pasan
y ello hace que la persistencia se vuelva ardua y los objetivos difíciles de
alcanzar.
Es común que haya falta de satisfacción en los asuntos de la casa natal
de Neptuno, de la casa en que éste se encuentre por tránsito, o de alguna
de las casas en las que estén emplazados planetas personales en aspecto con
Neptuno por tránsito. En ese dominio de la vida habrá agitación, y sin em-

37
bargo, puede ser difícil identificar la verdadera naturaleza del problema
interior que hay que resolver; Neptuno es escurridizo, y cuando el nativo
ya está cerca de una solución parcial, intenta distraerlo para poder esca­
par, hasta que esté próximo ya el momento de una transformación más com­
pleta. Con frecuencia, nos sentiremos bloqueados en el ámbito creativo,
o tendremos que luchar para clarificar nuestros objetivos y propósitos, in­
capaces de tomar decisiones firmes debido a las excesivas fluctuaciones de
un ser interior difuso.
Muchos prefieren refugiarse en su propia naturaleza e intentan reducir
al mínimo la incomodidad disminuyendo sus compromisos o respondien­
do a la voz de las profundidades interiores, que los reclama con la fuerza
de un imán. En este estado interiorizado hacen su aparición muchas pautas
psicológicas negativas, basadas en la muerte parcial del yo saturnino y que
emergen bajo la forma de dudas sobre uno mismo, inercia, pasividad, sen­
timientos de paranoia y amenaza, negativa a establecer o mantener relacio­
nes y, posiblemente, actitudes y sentimientos asociados con el martirio, el
sacrificio, el papel de víctima y la dependencia. El carácter complejo de
la realidad se vuelve excesivo, y suele producirse un «cierre» parcial y tem­
poral que puede ser tanto un proceso interior de curación como uno de
negación y rechazo, ambos ejercidos mediante la afirmación de la supre­
macía de las estructuras saturninas, y cuyo resultado puede ser una crisis
nerviosa. Puede que el estilo de vida empiece a desintegrarse como conse­
cuencia del descontento y la insatisfacción. Se produce una desorientación,
porque como lo viejo se ha disuelto, la falta de conexión con ello produce
una considerable angustia y una nostalgia de aquellos contactos familiares
que en su momento estuvieron llenos de contenido. La repetición, a modo
de ritual, de movimientos y acciones es una reacción muy común en esta
fase, ya que no hay nada más que se pueda hacer mientras no empiece a
brillar una luz nueva. En el plano físico pueden advertirse signos de estrés,
y es frecuente que falle el control de las propias finanzas, ya que manifies­
tamente las energías están vueltas hacia la dimensión inconsciente. La vi­
vencia principal es el vacío, un vacío interior que parece imposible de lle­
nar con nada en la medida en que la vida pierde vitalidad y color, y es como
si todos los antiguos canales de satisfacción estuvieran bloqueados o des­
pojados de energía.

Neptuno-Saturno: un enfoque integrador positivo


Enfrentarse uno dentro de sí mismo con la polaridad Neptuno-Saturno pue­
de ser un difícil reto, ya que las energías de ambos planetas suelen tironear
en direcciones contrarias, con el resultado de que la vivencia que se tie-

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ne de ellas es la de una situación de tensión. Es necesario determinar las
tendencias naturales de cada uno de estos planetas para luego tratar de de­
cidir cómo puede uno crear en su vida un equilibrio natural que permita
que esta polaridad se vuelva creativa, de modo que no se produzcan con­
flictos cuando, temporalmente, se tome partido por uno de los planetas;
de no ser así, con el tiempo Neptuno quedará probablemente relegado en
el inconsciente. De hecho, el nativo debe tratar de valerse de las cualidades
de Saturno para liberar las características positivas de Neptuno, o viceversa.
Es muy importante que, una vez llegados a este punto, iniciemos un pro­
ceso de reorganización y reevaluación de nuestra personalidad, repasando
todo lo que hayamos establecido en el pasado, incluso nuestro propio sen­
timiento de identidad, e intentando descubrir a qué se debe que ahora todo
eso no nos satisfaga o no funcione. Nos hemos convertido en un terreno
estéril y necesitamos que las aguas fructíferas, tonificantes y revitalizado­
ras de Neptuno fluyan a través nuestro para que pueda producirse la resu­
rrección. Tras haber perdido el sentimiento del significado y del valor, lo
que necesitamos es descubrir algo más integrado que lo reemplace, donde
podamos erigir estructuras más amplias y adecuadas para la nueva etapa.
Este proceso puede exigirnos que consideremos con determinación la
forma en que estamos evaluando nuestra situación actual. Las respuestas
dependen con frecuencia de la naturaleza de las preguntas que se formu­
len, y puede ser que necesitemos alcanzar mayor claridad para poder deter­
minar cuáles son realmente los problemas que exigen una solución. Este
cuestionamiento interior puede asumir varias formas, y para ello hay mu­
chas técnicas, a las que se ha de considerar como recursos para atravesar
esta fase, útiles para estimular la orientación y el apoyo desde el interior
de nosotros mismos. Sugiero las siguientes preguntas -que son aplicables
a la vivencia del disolvente universal, la polaridad entre Saturno y Neptu­
no y los tránsitos de Neptuno- a modo de orientación para esta búsqueda.

¿Sabe usted lo que quiere en la vida? Considere sus necesidades y deseos


físicos, emocionales y mentales e identifique lo que cree que quiere.
Pregúntese si esas cosas le faltan realmente en la vida, si sus necesida­
des más profundas no han sido aún reconocidas ni realizadas. Vuelva a con­
siderar el tema y vea si no estará atribuyendo algún descontento a causas
que no son reales; tal vez volver a contemplar su vida desde un ángulo nue­
vo le levante el ánimo, haciéndole apreciar mejor lo que tiene.
Considere sus necesidades en cada nivel de su ser: las físicas, las emo­
cionales y afectivas, las intelectuales y mentales y también las espirituales,
las más profundas. Vea si difieren y se contradicen, y cómo puede usted
dar pasos fáciles para satisfacer cada una de ellas..

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Determine lo que es especial y personalmente significativo para usted,
lo que hace que se sienta bien consigo mismo y con la vida, lo que le pro­
porciona más amor y alegría. Y luego decida cambiar su vida para tener
una experiencia más rica y permanente de estas cosas. Recorra los senderos
que le dan placer.
Observe cómo y en qué momentos se siente confundido. ¿Cuáles son
los principales dominios afectados? ¿Por qué opta por seguir manteniendo
esta confusión? ¿Qué puede hacer, conscientemente, para disiparla? ¿Está
evitando tomar decisiones con la excusa de su confusión interior? ¿Es una
táctica dilatoria? ¿Está dispuesto a transformar esta confusión en dinamismo
y decisión? Su dilema, ¿no será simplemente un medio de evitar el cambio?
¿Qué es lo que le impide cambiar? ¿Miedo, inseguridad, falta de con­
fianza en sus capacidades?
Si alguien le diera la llave para convertir en realidad su sueño ideal se­
creto, ¿la aceptaría y haría girar la cerradura? ¿O se inventaría mil y una
razones para no responder al desafío? Fíjese en las maneras que tiene de
impedirse a sí mismo llegar al logro de sus sueños. Revise las creencias in­
conscientes, las actitudes y los rasgos de personalidad que no le permiten
alcanzar el éxito, y pregúntese por qué no quiere alcanzarlo. Y ahora deci­
da que seguirá adelante sin hacer caso de esas influencias, y afirme que el
éxito y la satisfacción son suyos: no tiene más que reclamarlos.
¿Qué gana permaneciendo en su situación actual, especialmente cuan­
do no está dando a su vida ningún significado, sentido ni placer?
¿Va usted en busca de la esencia de la vida, de una cualidad -tanto
de la experiencia vital como de usted mismo- que lo satisfaga? ¿Cuál es
la parte de usted que se interpone en su propia forma de alcanzar una vida
más satisfactoria? ¿Está dispuesto a dejar que las cosas sigan tal como es­
tán hasta que se muera?
Clarifique sus propósitos en la vida. Haga planes para concretarlos y
empiece, por lo menos, a andar por el camino que lo llevará hacia esa me­
ta. ¿Qué puede ser lo que tenga que dejar en el arcén para aligerar su carga,
con el fin de poder alcanzar con seguridad sus sueños? ¿Está dispuesto a
sacrificarse por ellos? ¿Qué valor tienen para usted sus sueños?
¿Está dispuesto a ir más allá del territorio conocido, a explorar nuevas
tierras? Pregúntese entonces por qué no cambia.
Y crea en el hecho de que se producirá un cambio positivo, afírmelo
y visualice de qué manera se hará realidad su sueño ideal, llenando de satis­
facción y contento todas las dimensiones de su vida. Despierte en usted la
fe neptuniana y crea realmente que será así.
Sin embargo, es preciso que reconozca el papel que necesariamente re­
presenta Saturno en el proceso de permitir que las energías neptunianas ac­
túen con más libertad en su vida. Saturno nos muestra nuestras limitado-

40
nes: que nos expandamos rápidamente más allá de nuestras capacidades
naturales suele ser imprudente, y puede crear problemas adicionales, de mo­
do que lo más seguro es una evolución más gradual, y será Saturno quien
nos aplique los frenos cuando sea necesario. Además, la tendencia saturni­
na a crear formas y estructuras nos obligará a reevaluar nuestras fantasías
y sueños neptunianos, a tamizarlos en busca de sus potencialidades ocul­
tas, y nos alentará a convertirlos en una realidad activa, llevando a sus últi­
mas consecuencias nuestros ideales y nuestras visiones espirituales. Satur­
no nos proporciona la disciplina necesaria para ponernos al servicio de la
conciencia planetaria de Gaia, y la necesidad imperiosa de manifestar la
espiritualidad sobre la Tierra, en tanto que Neptuno tiende a trascender
las exigencias y restricciones de la vida sometida a formas. Neptuno reavi­
va en nosotros el fuego de la inspiración, nos da la energía que necesitamos
para transformar la vida y superar el lastre de la inercia imaginándonos
atractivos sueños alternativos que apuntan hacia nuevas direcciones poten­
ciales. Fundir a Saturno y a Neptuno en una sociedad operativa puede crear
la plataforma de lanzamiento hacia una nueva manera de trabajar, que re­
conozca las necesidades tanto del idealismo como de la aplicación prácti­
ca, y mediante la cual se pueda alcanzar un propósito más claro.
El hecho de seguir un proceso como éste transforma la situación, ha­
ciendo que pasemos de la mera pasividad a la cooperación con el impulso
neptuniano superior, que tomemos en nuestras propias manos nuestra vi­
da personal, en vez de ser víctimas de los versátiles caprichos del dios. Nep­
tuno no se contenta realmente con permanecer encerrado en nuestro incons­
ciente: quiere que su resplandor se transmita al mundo y que a él se lo reco­
nozca como un poder de inspiración y creación, porque lo es.
Esencialmente, tenemos que decidirnos a dirigir esta transformación de
manera tal que su intención positiva se revele en los cambios constructivos
que se producen en nuestro estado interior y en nuestro estilo de vida. La
aceptación de nosotros mismos es vital, como lo es el reconocimiento de
la transición con la que nos enfrentamos; quizá sea necesario establecer una
nueva dirección y un nuevo propósito, para que las energías puedan fluir
fácilmente configurando una nueva pauta de expresión que implique una
fusión de las necesidades personales y sociales, de manera que las conse­
cuencias sean benéficas para ambas. De nada sirve ahora rememorar pau­
tas interiores antiguas y redundantes; el camino hacia adelante conduce a
la construcción de un futuro nuevo. Muchos de los que entran en esta fase
de transición y transformación se sienten atraídos por las enseñanzas espi­
rituales y holistas (que se presentan de diversas formas), en especial por
las menos convencionales, que se relacionan con experiencias de disolución
interior y de renacimiento. Lentamente van cobrando forma un mundo y
una percepción nuevos que, como el sol que se eleva sobre el horizonte de

41
un nuevo día, derraman la luz de su aurora, que así empieza a sanar e inte­
grar nuestra conmoción interior. En la vida reaparece el significado, la con­
fusión se va disipando y todo se vuelve a reestructurar a medida que pasa
el momento del caos; sin embargo, aunque pueda ser un estado doloroso
y difícil de soportar, el caos es la tierra quemada interior por la que se pasa
de una pauta que inhibe a otra que ofrece progreso y oportunidades; y en
este sentido, debería ser bienvenido y reconocido como un libertador.

Neptuno y la responsabilidad social


Los efectos superficiales de Neptuno en la sociedad se manifiestan en la
transitoriedad de las modas y las tendencias, en las que la creatividad se
consagra a despertar el interés de los consumidores para obtener un benefi­
cio comercial, o -dentro de la esfera de las actividades del tiempo de ocio
o de los entretenimientos de masas- en los diferentes estilos de la música
moderna. Estas pautas de expresión cambiantes simbolizan los deseos emo­
cionales subyacentes en lo colectivo, y uno de los movimientos modernos
más reveladores ha sido el rápido crecimiento, a lo largo de los últimos treinta
años, de la cultura juvenil internacional.
A medida que Neptuno va recorriendo los signos, se despliegan indi­
cios de las imágenes primordiales de las fantasías, los ideales y las aspira­
ciones sociales en el seno del inconsciente colectivo, y de ello son signos
obvios, en la cultura, las imágenes expresadas por el cine, la música, el tea­
tro, el arte y la literatura. La transitoriedad de las modas sociales imita la
naturaleza inestable y remolineante de las aguas que fluyen, aunque -a
diferencia de la observación de Heráclito de que es imposible bañarse dos
veces en el mismo río- las modas actuales tienden a someterse a un perió­
dico reciclaje de los estilos anteriores. En muchos casos, el hecho de ser
un fervoroso seguidor de la moda revela la necesidad innata de algunas per­
sonas de seguir la senda que les marca una imagen colectiva, para sentirse
de algún modo comprometidas con el grupo.
Neptuno rige la imagen que se tiene de uno mismo y lo que se proyecta
en los demás, pero mucha gente recibe su influencia como una forma de
obligación social y de responsabilidad. Esto tiene muchas similitudes con
el impulso místico, aunque quizá se dé expresado en un contexto menos
religioso, y es probable que emerja solamente como una respuesta natural
al sentimiento de solidaridad con el resto de la humanidad, más bien que
como un impulso a disolverse en una espiritualidad basada en otro mundo.
También se puede manifestar como la entrega a una energía creativa que
se vale del individuo como medio para expresar una imagen del grupo con
resonancias emocionales colectivas.

42
mente desarrollado, como sucede en la India con la obra de la Madre Tere­
sa, una imagen cristiana de servicio desinteresado en áreas suburbanas de
las más empobrecidas y con más carencias. Para llevar a cabo el sacrificio
en aras de una necesidad colectiva, es necesario renunciar a algún aspecto
de la vida personal, y esto es en última instancia un reflejo de la psique que
está dispuesta a trascender los deseos individuales con el fin de alcanzar
un beneficio para el grupo. Al promover las necesidades del todo, es fre­
cuente que la parte sea relativamente prescindible. Neptuno simboliza el
aspecto de la respuesta emocional masiva, y la unidad y la integración que
representa el planeta son las de la identificación emocional y la empatía,
especialmente con aquellas figuras que parecen haber sido víctimas de las
circunstancias de la vida.
En las sociedades modernas, pese a los adelantos logrados en las cultu­
ras occidentales en lo tocante al papel social de la mujeres, de muchas de
ellas se espera que se sometan a un sacrificio de por vida, sujetas al domi­
nio del hombre, en la medida en que se les sigue asignando las tareas más
serviles y limitando al papel de esposas y madres, manteniéndolas, en tér­
minos generales, sometidas a los hombres. Con frecuencia, esta actitud es­
tá validada por las enseñanzas religiosas y el condicionamiento social, y
restringe gravemente las oportunidades de las mujeres de cultivarse y su
libertad de escoger una senda de evolución personal en la vida. Son mu­
chas las mujeres que sacrifican sus necesidades y deseos en bien de la uni­
dad familiar. A Neptuno se lo considera esencialmente un «planeta feme­
nino», relacionado con la imagen arquetípica de la mediatrix, a la que con
frecuencia se asocia con el concepto de la mujer sufriente que se abre, a
su vez, al sufrimiento del mundo.

Neptuno y la respuesta individual


En la mayoría de los individuos, Neptuno opera de una manera inconsciente,
y parece que activara pautas de un arraigo inconsciente sumamente pro­
fundo, que con frecuencia están teñidas por hechizos y espejismos perso­
nales que dificultan en grado sumo la claridad de la percepción. Esto se
debe en parte a que el yo hará la vista gorda ante la presencia en el psiquis­
mo de cualquier cosa que intente socavar la realidad temporal de los ci­
mientos estructurales del yo; para ello, intentará negar esa energía, hacer
caso omiso de ella o esquivarla recurriendo a preceptos y evocando peli­
gros que se constituyen en verdaderos tabúes.
Es común que haya una falta de integración de Neptuno, y un signo
de que esto está sucediendo en el individuo es la tendencia a la proyección,
mediante la cual las experiencias y los acontecimientos vitales son atraídos

44
inconscientemente de modo tal que Neptuno pueda encontrar la vía para
introducirse en la vida. Lo que sucede es que el individuo hace inconsciente­
mente ciertas opciones y toma decisiones que lo llevan inexorablemente hacia
el destino en donde Neptuno lo está esperando. Antes de que se dé cuenta
cabal de lo que sucede, su ceguera lo empuja a una situación sumamente vul­
nerable, en la que se ve despojado de su poder y queda indefenso; la única
manera de escapar de la situación es sacrificar algo que ha sido antes de
gran importancia, y sus antiguos cimientos se resquebrajan y se disuelven
en la medida en que el propósito de Neptuno ha sido alcanzado. Con fre­
cuencia, parte de la comprensión intuitiva que surge como consecuencia
de esta vivencia es el sentimiento de un destino inexorable, de ser conducido
por una mano desconocida ante la cual el nativo es impotente; cuando se
siente tocado por esa presencia, sus emociones y sus sentimientos se reducen
al temor y el espanto. A Neptuno se lo llamaba «el que hace temblar la tie­
rra», y es verdad que, cuando él se acerca, los cimientos del yo se estremecen.
A medida que los sentimientos y las emociones van aflorando a la su­
perficie de la mente consciente, da la impresión de que se hubiera roto un
dique interior. Las relaciones son una fuente de contacto con la energía nep­
tuniana, ya que ésta es uno de los transmisores del poder de las proyeccio­
nes del anima y el animus (de naturaleza más poderosa incluso que cuando
se activan la Luna o Venus). El aspecto neptuniano del anima y el animus
intenta perderse en una fusión con el otro, dar fin a la separación, en tanto
que la Luna y Venus refuerzan la identidad al reflejarse en el otro y al dar
y recibir. A Neptuno se lo suele considerar como la octava superior de Ve­
nus, como el amor universal por oposición al amor personal, pero esto puede
dejar al individuo en una posición de suma vulnerabilidad, en la que po­
dría ser usado por gente menos escrupulosa y delicada.
La decepción romántica es un tópico, pero también la experiencia de
muchas personas de quienes los demás se han aprovechado, y esta tenden­
cia se puede ver en los aspectos de Neptuno en la carta natal. Por ejemplo,
los aspectos conflictivos con Marte pueden indicar en la carta de una mujer
dificultades en sus relaciones con los hombres, debido a su temperamento
afectuoso y abierto, sin muchas defensas ante los ardides de un amante se­
ductor. Como la mujer puede no estar segura de lo que realmente necesita
mientras está bajo la influencia de sus emociones exacerbadas, es fácil que
se deje engañar y manipular. Los aspectos de Neptuno con Venus pueden
apuntar a una naturaleza demasiado romántica, deslumbrada por imáge­
nes de amantes ideales y que va en pos de la perfección. En los hombres,
los aspectos de Venus y de la Luna con Neptuno pueden indicar la tenden­
cia a buscar a la mujer ideal, una búsqueda que suele conducir en la vida
a la desilusión y la insatisfacción, a menos que el hombre sea sumamente
afortunado y pueda convertir su sueño en realidad.

45
traimiento de las actividades de la vida y de los compromisos sociales.
Afloran a la conciencia pautas internas hasta entonces inconscientes, y
los espejismos, sueños, fobias y neurosis personales pueden ser ahora ex­
puestos a una luz que los esclarezca. Si se acepta el desafío, esta época
puede llegar a ser muy productiva y beneficiosa en un nivel personal, por­
que las brumas internas se dispersan y a través de ellas resplandecen los
aspectos superiores de Neptuno, creativos y visionarios. Por más que las
emociones no integradas puedan ser muy dolorosas, también pueden ser­
vir para sanar heridas pasadas, disolver pautas que limitan y de esa mane­
ra liberar para la nueva vida energías que estaban bloqueadas.
Las insidiosas sirenas de las profundidades oceánicas pueden tironear
por dos canales distintos; en uno de ellos corremos el peligro de ahogar­
nos en las honduras creadas por la negativa personal a cambiar y a su­
mergirnos demasiado profundamente en la oscuridad del sufrimiento; el
otro es el camino que lleva a la muerte y la transformación místicas, la
ruta hacia la que Neptuno intenta atraernos. Si bien este planeta puede
inclinarnos hacia fantasiosos sueños en los dominios de la vida en los que
influye de manera especial, también suele ser en estos mismos dominios
donde podemos encontrar soluciones radicales. Merced a su búsqueda,
el individuo que se decide a descubrir un camino que lo saque de la de­
silusión puede encontrarse con que a los ideales hay que vivirlos perso­
nalmente para poder conferirles realidad. La perturbación causada por
los planetas exteriores es un acicate para hacer reales la inspiración y el
idealismo, para alentarnos a dar a esa conciencia un anclaje en el nivel
físico, haciendo que se manifieste en la vida cotidiana.
La actitud que tomemos determinará la naturaleza de la influencia nep­
tuniana por mediación de nuestros valores personales y de la facilidad
con que podamos dejar que esos vientos que soplan desde tierras desco­
nocidas se incorporen a nuestra vida. ¿Acogeremos con buen talante ese
toque de lo misterioso, o más bien le negaremos el acceso, fingiendo que
dominamos y entendemos totalmente a la vida, y al hacerlo rechazare­
mos la mano abierta que nos tiende Neptuno? Y sin embargo, dar bue­
na acogida a este dios puede llevarnos al mundo del espíritu, a las reali­
dades arquetípicas y a la inspiración de una imaginación armonizada con
la tonalidad de la mente inclusiva. Hay quien aprovecha esta oportuni­
dad, reconociendo cálidamente la intervención de Neptuno en su vida,
y se deja ungir por el tridente, recibiendo la experiencia como un des­
censo de la gracia y un profundo misterio espiritual, como si al ahogarse
se alcanzara el renacimiento. Tal como lo expresa Dane Rudhyar, Nep­
tuno es «en todos los niveles, el poder que sana y sostiene la integridad
de la totalidad».

47
El trabajo con Neptuno
La situación de Neptuno en una carta tiende a indicar una fuente de idea­
lismo y una posible visión creativa. El valor de Neptuno reside en que ex­
presa la conciencia interior de una utopía personal, y esto puede variar de
acuerdo con su posición y con las necesidades y los sueños del individuo.
Con frecuencia, un enfoque contemplativo es adecuado para cooperar
con la energía neptuniana, ya que se experimenta la vida de acuerdo con
el elemento agua, que no se resiste, fluye libremente, no emite juicios y se
entrega a una vida superior. Hay filosofías, como el taoísmo, que reflejan
una actitud y una visión así, tanto de uno mismo como del mundo, en las
que se da una profunda relajación del yo, y una percepción más amplia
de las realidades universales, que ofrece un sentido adicional de la propor­
ción. Esto lleva implícito que se actúe a partir de un centro nuevo, un pun­
to de inmovilidad penetrado por un silencio interior y libre del parloteo de
la personalidad. Aquí sólo existe el presente; el pasado se ha desvanecido
y el futuro todavía no existe para que nos preocupemos por él; la atención
sólo está enfocada en el momento presente, y la totalidad del ser se abre
a esta experiencia. Se ha concretado la entrega a ese ser interior que perma­
nece oculto, y no a los caprichos de la vida exterior.
A partir de una actitud tal puede ir evolucionando un estilo de vida me­
ditativo donde, en la quietud, se producen la integración y la expiación mís­
tica, y las ondas alfa del cerebro se armonizan con las dimensiones espiri­
tuales y psíquicas. Se activa la vida onírica, pues Neptuno suele optar por
actuar valiéndose de sueños evocadores y repetitivos para transmitir men­
sajes o premoniciones futuras. Por ejemplo, durante mi niñez tuve regu­
larmente un sueño que me perturbaba y que era siempre el mismo, pero
yo no entendía lo que significaba. Esta situación duró años, hasta que al
comienzo de mi vida adulta se produjo una situación real que era la corres­
pondencia y la duplicación exactas del sueño, aunque el núcleo decisivo y
el significado de éste habían estado siempre velados para mi conciencia;
finalmente, el tiempo se había puesto a la altura del conocimiento intem­
poral de lo que, aparentemente, estaba destinado a ser.
Por mediación de la fantasía, la visualización creativa, la ensoñación,
las imágenes y los símbolos, es posible evocar y despertar a Neptuno. Son
poderosos instrumentos para estimular la actividad en los planetas trans­
personales, y es posible usar con éxito estos enfoques para canalizar sus
energías y obtener así resultados prácticos y una inspiración artística crea­
tiva. En muchas ocasiones puede ser sumamente valioso meditar sobre los
símbolos sabianos asociados con la carta natal personal, y cuando se medi­
ta en la Cruz de la Vida (Ascendente, Descendente, Medio Cielo / Cenit,
Nadir), se trabaja en imágenes simbólicas adecuadas a la pauta de la pro-

48
pia vida. El libro de Rudhyar An astrological manda/a es la mejor fuente
para las trescientas sesenta imágenes.
El intento de captar y definir a Neptuno es una tarea imposible. Final­
mente, uno se da cuenta de que no tiene límites claros; es informe y reside
en lo profundo de la esencia de cada ser y de cada cosa, a modo de garantía
de que no hay forma ni estructura que sea eterna, sino que emerge y des­
pués pasa en la creatividad infinita del Divino Soñador Visionario. Pode­
mos simbolizar a Neptuno como el Maestro y Señor de la Danza, el lugar
donde el danzarín se fusiona profundamente con los ritmos subyacentes
de la música y el sonido, como el gran Nijinsky, perdido en la nota univer­
sal del músico celeste. Neptuno es el Maestro y Señor de nuestros Sueños,
el Maestro del Disfraz, que se oculta en el seno de la materia y nos llama
a trascender nuestras limitaciones.

Neptuno y el cuerpo físico


La vibración de Neptuno tiene varias correspondencias en la estructura fí­
sica humana con las cuales se lo ha asociado, aunque tradicionalmente se
considera que transmite las energías más sutiles y refinadas que es capaz
de recibir el cuerpo humano.
Neptuno rige la glándula pineal (a Urano también se lo ha asociado con
esta glándula) y aquellas partes del sistema nervioso que son especialmente
receptivas a las influencias psíquicas más sutiles y menos tangibles. La glán­
dula pineal ocupa la localización aproximada del tradicional «tercer ojo»,
que, por influencia de la evolución espiritual, despierta y se abre a la visión
del mundo interior oculto más allá de la apariencia material. Además está
conectada con el ajna chakra, el centro yóguico a partir del cual las ener­
gías espirituales se dirigen hacia afuera, hacia el mundo. Debido a su afini­
dad con los ámbitos etéricos y astrales, a Neptuno se lo considera a menu­
do capaz de ejercer una gran influencia en la cambiante aura humana y en
el sistema de chakras (centros de energía), la eficacia de cuyo funcionamiento
puede ser tanto activada como perjudicada por el grado de integración de
la vibración neptuniana en la vida personal.
Además, hay correspondencias fisiológicas con el canal del sistema ner­
vioso que pasa por la columna vertebral y transmite los procesos de la acti­
vidad física, emocional y mental endémicos de la vida, y también con la
parte del cerebro conocida como tálamo, donde se originan varios nervios
sensoriales importantes, especialmente el óptico y el auditivo, y desde don­
de se establecen también las conexiones nerviosas con la glándula pituita­
ria. Esta última es vitalmente importante para la conducción y coordina­
ción de las secreciones químicas del sistema endocrino que se relacionan

49
con los ritmos del crecimiento y el desarrollo físico del ser humano. En bo­
tánica, la palabra tálamo alude también al receptáculo de una flor, que tie­
ne cierta semejanza con el símbolo astrológico de Neptuno; en cuanto al
término, deriva del griego thalamos, que indicaba una cámara interior, es­
pecialmente reservada a las mujeres, o de thalassa, que significa mar.
En ciertas enseñanzas esotéricas se cree que el nivel de la evolución es­
piritual de un individuo se puede medir por un análisis de la actividad glan­
dular y por la cantidad de secreción de ciertas sustancias que pueden hallar­
se en el torrente sanguíneo y en la actividad cerebral. La ciencia hace relati­
vamente poco tiempo que ha descubierto la importancia de las principales
glándulas del cuerpo humano, y sin embargo, en el adecuado equilibrio del
sistema glandular es donde se encuentran muchas de las claves de la evolu­
ción y la salud humanas.
En general, desde un punto de vista astrológico, conviene aconsejar a
las personas con una influencia poderosa de Neptuno en su carta que sean
cautelosas con el consumo de drogas, alcohol, sedantes o cualquier sustan­
cia capaz de causar adicción, ya que pueden mostrar una respuesta excep­
cional ante los estímulos químicos. A Neptuno se lo considera el regente
de las plantas que embriagan y alucinan, como los hongos, el peyote, la
cannabis saliva y la adormidera, y también lo es del tabaco, el café y el té;
además, junto con la Luna, rige las plantas y hierbas medicinales que son
beneficiosas para nuestro organismo. En los últimos años, Occidente ha
sido testigo de la renovación del interés social por los efectos del uso de
las plantas sobre la conciencia y el cuerpo del ser humano.
A veces, un Neptuno afligido en la carta natal es característico de las
personas que sufren en general de mala salud, que padecen enfermedades
difíciles de diagnosticar, una falta de vitalidad general y una disminución
del anhelo de vivir, o que presentan perturbaciones emocionales y menta­
les asociadas con la pasividad y con la falta de confianza en sí mismas; en
los casos extremos, puede haber tendencia a sumirse en una enfermedad
mental permanente y a mostrar pautas de comportamiento paranoides o
neuróticas.

50
3

¿De la ilusión a la realidad?

Dos de los principales temas de la influencia de Neptuno sobre el individuo


son el impulso a la expresión creadora -la senda del artista- y el impulso
a la autotrascendencia, la senda del místico. Tanto al uno como al otro les
preocupa el problema de la percepción, la interpretación de la experiencia
de la vida de una manera que revele «otra dimensión», subyacente en la
realidad y que se interpenetra con ella, que trascienda la conciencia mera­
mente ligada a la tierra; ambos intentan revelar y poner de manifiesto el
oculto carácter numinoso inherente en la forma.
El artista responde a un íntimo impulso creativo, y al hacerlo ilumina
una ventana peculiar sobre la percepción de la vida, compartiendo con los
demás un atisbo de algo que para él -o para ella- ha demostrado ser fuente
de inspiración y que ha estimulado su proceso artístico. Como es natural,
la creatividad artística puede asumir múltiples formas y puede estar imbui­
da de una gran variedad de necesidades y compulsiones personales inhe­
rentes en la naturaleza de la creación, y sin embargo es también una de las
características peculiares de la humanidad -lo que la distingue del resto
del reino animal- y uno de los resultados de la especie más evolucionada,
que ha llegado a reflexionar sobre sí misma y que se vale de este don natu­
ral como medio para acceder a la evolución y al entendimiento. La música,
la pintura, la escultura, la literatura, el teatro, la danza, el cine y la foto­
grafía son formas de expresión artística que están asociadas con Neptuno,
y que con frecuencia constituyen la base de una apertura social, cultural
y creativa.
En el mundo occidental contemporáneo hay múltiples oportunidades
de desarrollar formas creativas de expresión individual, gracias a la mayor
disponibilidad de dinero y al aumento del tiempo libre, que permiten que
el afán artístico se convierta en parte integral de la vida de muchas perso­
nas. Los medios de comunicación ofrecen una amplia selección de pelícu­
las, libros, música, obras de teatro, galerías de arte y museos para quienes

51
se interesen por este tipo de ofertas, que nunca antes han sido tan accesi­
bles para virtualmente toda la población alfabetizada, ya que sólo estaban
al alcance de las clases más altas de la sociedad.
Éste es de hecho un paso importante de la civilización, al que con fre­
cuencia damos por supuesto y cuya importancia muchas veces no llega­
mos a reconocer. Hoy por hoy tenemos un acceso virtualmente ilimita­
do a la totalidad del conocimiento humano proveniente de todas las cul­
turas del mundo, además de poseer una considerable información sobre
las sociedades antiguas ya desaparecidas. La gama de «ventanas» poten­
ciales que se abren sobre la percepción de la vida es enorme, y constituye
por derecho propio una expansión de la conciencia. A medida que va en
aumento el número de ordenadores personales, también aumenta la pro­
babilidad de que cada hogar termine por estar conectado con una base
de datos enciclopédica de alcance planetario, donde se pueda obtener in­
formación sobre cualquier tema con sólo pulsar las teclas del ordenador.
Ya con la posibilidad actual de acceso a la información, la estimulación
mental al alcance de una persona creativa es sumamente alta, puesto que
entre las percepciones culturales hay una fertilización cruzada que gene­
ra continuamente pensamientos nuevos y nuevos estilos de expresión ar­
tística.
Uno de los resultados que consigue el individuo que intenta recorrer la
senda de la creatividad artística personal, es la apertura de los canales psí­
quicos. Hay personas que se sienten llamadas a alguna actividad artística,
en respuesta a una necesidad interior de canalizar sus energías hacia el mun­
do. Allí donde se encuentre Neptuno en la carta hay la probabilidad de un
campo de creatividad personal capaz de florecer, y con frecuencia los as­
pectos que Neptuno forma con otros planetas indican el potencial artístico
de la persona. La creatividad es una fuerza transformadora, que abre la
mente a las dimensiones más amplias de la sutileza, el significado y la di­
rección, y que se convierte en un modo de vida.
La sociedad tiene una actitud ambivalente hacia el artista, el músico y
el escritor; los mira con respeto y les concede cierta deferencia, y sin em­
bargo establece también cierta distancia, debido posiblemente a la sensa­
ción de que en el espíritu creativo hay algo «diferente». En las sociedades
más autoritarias y totalitarias, el artista es una de las primeras víctimas del
estado, ya que pronto aparecen la censura y el castigo para acallar esa voz
social. El individuo creativo es más adepto a la comunicación y con fre­
cuencia tanto su percepción social como el comentario que hace de ella son
agudos y reafirman la libertad, los derechos humanos y la tolerancia con
el libre pensamiento; como un estado totalitario no puede permitir que una
persona así se convierta en un agitador social, a cualquier disidente se lo
hace desaparecer sin demora.

52
Eso «diferente» que hay en la persona (en el sentido junguiano del tér­
mino) del creador es la presencia de la Musa. En la mitología griega había
nueve Musas, que eran las deidades de las artes y la ciencia, unos seres so­
brenaturales sumamente inspiradores que actuaban como intermediarios
entre los dioses y los seres humanos. Así como en muchas personas esti­
mula la chispa creativa del genio, este tipo de vibración superior también
estimula la personalidad no integrada de muchos individuos que intentan
transitar por la senda de la creación. Con frecuencia, compulsiones y obse­
siones latentes dictan la forma de la expresión artística a medida que la ex­
centricidad personal se vuelve más poderosa, como sucedió por ejemplo
con Salvador Dalí y otros muchos artistas que, como Van Gogh y Friedrich
Nietzsche, se deslizaron cada vez más profundamente hacia diversos tipos
de locura, por más que al mismo tiempo la llama de su actividad artística
brillara cada vez con mayor luminosidad.
Este aspecto de la musa creativa es innegable. Estar poseído por la vi­
sión artística, por sus ideas, sus símbolos, sus personajes, su luz o su color
es cosa muy común, debido a que el creador tiene que dejarse absorber por
la naturaleza de la creación para poder mantenerse fiel a la concepción ori­
ginal. La dificultad reside en resguardar la estructura de la personalidad
bajo las presiones del proceso del parto artístico y de la necesidad de llevar
a feliz término el «nacimiento». En la búsqueda de una mayor cordura y
claridad de percepción, algunos entran en una fase en que las cosas se les
vuelven demasiado claras, y a medida que esa claridad de percepción los
inunda, las barreras protectoras se disuelven y -como Nietzsche- se con­
vierten en víctimas de su propio éxito y de la falta de integración de su per­
sonalidad. En casos como el de Nietzsche, el precario equilibrio entre la
identidad personal y la capacidad de recibir poderosas e intensas imágenes
provenientes de un nivel mental colectivo e inconsciente puede provocar
el descenso a las profundidades del colapso mental.
La sexualidad suele constituirse en una obsesión en la vida de las perso­
nas creativas, en parte debido a la vitalidad de las energías que las recorren
y que exigen ser liberadas, y porque el exceso de energía se puede canalizar
hacia esta actividad. También, para muchas personas, ésta puede ser una
parte relativamente no integrada de su naturaleza, de modo que la energía
se ve atraída hacia un «punto débil» de su estructura psíquico-corporal.
Picasso y Rodin tenían una naturaleza propensa a la satiriasis, en tanto que
a Dalí le interesaban más el voyeurismo y la desviación sexual, el sexo co­
mo actividad conceptual más que como actividad física.
Los individuos creativos actúan como un canal que focaliza lo colecti­
vo; su papel social consiste en dar voz a las corrientes, las necesidades, las
aspiraciones y los deseos ocultos de la colectividad, como también en reve­
lar su propia visión de la vida y en compartir la ventana de su percepción

53
para iluminar maneras alternativas de ver y de experimentar el mundo de
los fenómenos. El extraño poder de las obras de arte emana de su capaci­
dad de enfocar de manera objetiva diversos aspectos del psiquismo colecti­
vo. Los cantantes y los grupos de música moderna consiguen suscitar expe­
riencias colectivas compartidas mediante sus canciones de amor, cuyas le­
tras sirven para inspirar, reforzar e iluminar, en muchos de los jóvenes de
hoy, las complejidades de la emoción y del sentimiento; al oír una letra que
le es afín, la persona atormentada por el amor se da cuenta de que no está
sola en su angustia, y esto puede ser enormemente benéfico para que, fi­
nalmente, pueda sanar sus vulnerables emociones.
El mundo de la creatividad humana es inmenso y sólo se lo puede seña­
lar brevemente. Es un ámbito de la expresión que se volverá más importan­
te con el correr del tiempo, esencialmente en cuanto desempeña un papel
vital en el despliegue y la evolución del individuo. Se podrían tomar mu­
chos ejemplos ilustrativos de la influencia neptuniana en los movimientos
artísticos, pero los dos que hemos escogido son también puentes entre el
artista y el místico, e incluyen además una inequívoca conciencia social.
Se trata de las obras de la Hermandad Prerrafaelita y de las de Khalil Gibran.

La Hermandad Prerrafaelita
Dos años después del descubrimiento de Neptuno, Dante Gabriel Rossetti,
William Holman Hunt y John Everett Millais fundaron, en 1848, la Her­
mandad Prerrafaelita.
Éste fue probablemente el primer movimiento artístico que estuvo in­
fluido por el espíritu de Neptuno (apareció el mismo año en que tuvieron
lugar las revoluciones sociales europeas) y fue la respuesta de un grupo de
jóvenes artistas ingleses rebeldes, que apenas si llegaban a los veinte años.
Juntos crearon una escuela de pintura totalmente nueva, que escogió deli­
beradamente volver la vista hacia atrás, hacia el romance de la caballería
medieval, y que ilustró además los temas y conflictos sociales victorianos,
sus contemporáneos, con una técnica pictórica que requería intensa aten­
ción a los detalles naturalistas.
Uno de los pequeños grupos en que se inspiraron los prerrafaelitas fue
el de los «Nazarenos», integrado por artistas alemanes que habían estado
viviendo desde 181O en Roma y que se habían constituido como una orden
semirreligiosa dedicada a la revitalización y la renovación del arte religioso.
La Hermandad Prerrafaelita se concibió como un grupo cerrado, una
sociedad de artistas consagrados a cultivar los más elevados ideales artísti­
cos y a cumplir con su papel en la cultura y en la evolución social. Inspira­
dos por la energía y el fervor de los espíritus jóvenes, los miembros de la

54
Hermandad se veían como rebeldes que querían cambiar la mente de los
hombres para que vieran el supremo ideal de la vida, mediante la creación
de cuadros nobles y serios. Se imaginaban como una especie de cruzados
que combatían por un nivel olvidado de calidad artística e intentaban be­
neficiar a la sociedad produciendo obras maestras capaces de inspirar, ele­
var y ennoblecer el espíritu.
Además de sus visiones artísticas, el pequeño grupo poseía una conciencia
y una preocupación sociales acordes con ellas. Veían las desigualdades y las
injusticias sociales de su época, y eran sumamente sensibles a las corrientes
ocultas de tensión y tirantez política que ensombrecían a los estados euro­
peos una generación después de la conmoción provocada por las guerras
napoleónicas. Por más que provinieran de hogares razonablemente aco­
modados, aquellos jóvenes no eran inmunes a las necesidades de las masas
en la Inglaterra victoriana, y los años formativos de su adolescencia trans­
currieron bajo la amenaza de los «hambrientos cuarenta», ese período so­
cial turbulento y alterado que llegó a su apoteosis en la enorme manifesta­
ción cartista de 1848, el punto culminante de los empeños de este grupo
de presión política dedicado a fomentar los derechos de los trabajadores
y el cambio político tal como se los expresaba en la Carta del Pueblo. Tan­
to Millais como Holman Hunt habían sido testigos de aquel evento y se
habían sentido inspirados por el poder potencial de un movimiento colecti­
vo. Para ellos resultó irresistible el impulso de transferir ese estímulo a lo
que percibían como un mundo artístico estancado y moribundo.
La idea que tenía la Hermandad de un buen cuadro era que, para serlo,
debía ser capaz de transmitir al espectador varias ideas importantes; el cua­
dro no era simplemente una composición bonita para atraer momentánea­
mente, sino algo que comunicaba un «mensaje» que el espectador se lleva­
ría consigo para seguir contemplándolo. De esa manera, la influencia de
la Hermandad se extendería por la sociedad entera. La esencia de los cua­
dros era didáctica: eran un recurso para la enseñanza y un medio para co­
municar una perspectiva y una visión de la vida y de la sociedad. En cuanto
arte, contenían una elevada dimensión moral, sumamente romántica y de­
liberadamente social y revolucionaria. La visión subyacente en ellos era la
de un progreso y un cambio social; las ideas y los ideales que los prerrafae­
litas incluían en su arte llegarían a formar parte de la esencia de la sociedad
y servirían para elevar la condición de las masas oprimidas. Neptuno opera
con frecuencia asociado con lo colectivo y con las teorías políticas, y en
este deseo de la Hermandad sus jóvenes miembros estaban en total armo­
nía con la tendencia social revolucionaria imperante en Europa.
A medida que la Hermandad Prerrafaelita cobraba más preeminencia
en el mundo artístico y cultural, se fue volviendo también cada vez más
controvertida. Sus integrantes poseían una ambivalencia que reflejaba a

55
la vez las actitudes de la sociedad establecida y las creencias cristianas, y
sin embargo, mediante sutiles diferencias transformaron esto en una orien­
tación social totalmente renovada, una tendencia modernista que presagiaba
la evolución del siglo siguiente. La Hermandad era un grupo de soñadores
visionarios con un idealismo romántico, preocupaciones sociales de orden
moralista y un racionalismo científico, todo incluido en la esfera de la crea­
tividad artística como una de las expresiones supremas del ser humano.
Varios temas cobraron relieve en el arte del grupo: la posición social
de las mujeres en la sociedad victoriana, como en The awakening conscien­
ce [El despertador de la conciencia] sobre la prostitución (Hunt), algunos
temas bíblicos y las leyendas del ciclo artúrico. La obra de Thomas Malory
Morte d'Arthur fue una de sus fuentes favoritas de inspiración y contenido
temático, y los cuadros prerrafaelitas ayudaron a evocar nuevamente aquella
leyenda arquetípica dentro del psiquismo europeo, restaurando el símbolo
del Grial casi en el mismo momento en que fue descubierto Neptuno, y
estimulando la consiguiente aparición de la compasión humana, que se
inició durante la época victoriana. El concepto de un amor romántico y
trágico los fascinaba, se hacía eco de las relaciones personales, a veces
complejas, en que se enredaban los miembros de la Hermandad; una ima­
gen popular de los prerrafaelitas es la de la «Escuela de Amor», especial­
mente centrada en torno del estilo de vida más bohemio de Rossetti y dedi­
cada a las musas del arte y de la poesía.
Con frecuencia, las amantes de los miembros de la Hermandad apare­
cían en sus cuadros, usadas como modelos de su concepto de una femini­
dad sobrenatural, ataviadas con la vestimenta de antiguas hechiceras o de
personajes de leyenda. Para los artistas, esas mujeres eran reflejos del ani­
ma, poco menos que deificadas hasta convertirlas en encarnaciones extre­
madamente virtuosas y bellas del género femenino, a quienes se asignaba
características de una elevación ideal o se las percibía como capaces de echar
ensalmos que un simple hombre no podía resistir, como en The beguiling
of Merlin [La seducción de Merlín]. Eran las femmes fatales o les belles
dames sans merci, fascinantes y de un embrujo inolvidable, por mediación
de quienes las musas transmitían a los artistas los susurros de la inspira­
ción. En estos cuadros reaparecen, en un contexto idealista, los temas nep­
tunianos del sacrificio, el martirio, la víctima y el salvador.
Esta forma de ver a las mujeres era especialmente fuerte en Rossetti.
Tanto sus cuadros como sus poemas están inundados por una sensualidad
obsesiva y por un exaltado sentido de la vitalidad del color y del sentimien­
to. Era un adorador de la gracia estética y de las líneas de la belleza femeni­
na, y se esforzó siempre por hacer estos rasgos más misteriosos y sugeren­
tes en sus cuadros, en los que con frecuencia las figuras femeninas ofrecen
profundidades de la experiencia que muy pocas mujeres reales pueden al-

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canzar; casi dan la impresión de estar atrayendo a quien las contempla a
otra dimensión de la experiencia. Hay varios cuadros de la Hermandad que
se centran en las mujeres, y que para cualquier hombre que tenga una sen­
sibilidad neptuniana despierta constituyen una poderosa evocación de tur­
bulencias que van mucho más allá de lo meramente físico; a las personas
que responden a los ideales caballerescos y que tienen una imagen interior
de sí mismas desempeñando esos papeles en la vida diaria, les activan imá­
genes afines con su anima o su animus ... ¡por lo menos en sus fantasías
privadas!
Desde una perspectiva cuidadosamente escogida, Beata Beatrix, de Ros­
setti, es la imagen de una mujer presa de un rapto místico y lleva a quien
la contempla a preguntarse qué es lo que inspiró tal sentimiento. Proserpi­
ne y Astarte Syriaca son grandes cuadros que retratan el misterio femeni­
no, y un poema de Rossetti, que completaAstarte, concluye con estos versos:

Aquel rostro, del hechizo penetrante del Amor


amuleto, talismán y oráculo,
entre el sol y la luna un misterio.

En 1856, Rossetti conoció a William Morris y a Edward Burne-Jones, y


el trabajo de la Hermandad Prerrafaelita entró en una segunda fase, que in­
cluyó una fertilización cruzada entre los ideales de la Hermandad y los del
Movimiento Estético y de Artes y Oficios, y representó una nueva dirección:
las limitaciones de la pintura quedaron superadas por la penetración de los
ideales de la Hermandad en todos los aspectos de la sociedad victoriana con­
temporánea. Morris fue la punta de lanza de este enfoque, que estaba imbui­
do de principios socialistas, y que se extendió a las artes decorativas, el dise­
ño, el mobiliario, la ilustración, la literatura, la decoración de interiores y la
arquitectura. Morris tenía un aforismo que aplicó a la creación de su «Pa­
lacio del Arte» en la Red House, en Bexley, Kent, donde él y Burne-Jones
lo diseñaron absolutamente todo, desde las alfombras y los papeles pinta­
dos hasta las tapicerías, las vidrieras de colores, los metales y los muebles.
El aforismo era: «No tengas en tu casa nada que no sepas que es útil o no
creas que es hermoso». A la Hermandad Prerrafaelita se la ha descrito co­
mo «una expresión del rico florecimiento final de la época victoriana».
Henry James se refirió en los siguientes términos a la Hermandad y a
Edward Burne-Jones:

Es el arte de la cultura, de la reflexión, del intelecto, del lujo, del refinamien­


to estético, de personas que miran el mundo y la vida no directamente, por
así decirlo, y en toda su accidental realidad, sino a través del reflejo y el re­
trato ornamental que de él ofrecen la literatura, la poesía, la historia, la
erudición.

57
Burne-Jones nació en 1833 y con frecuencia sus cuadros son los que
captan el espíritu neptuniano en su naturaleza más caballeresca y atracti­
va. Descubrió que la inspiración proveniente de la poesía romántica y del
mito legendario era ideal para su visión del arte; ambas se combinaban
perfectamente. Ya fueran Homero y los mitos griegos, Shakespeare o la
leyenda artúrica, esa mezcla de lo semidivino que enriquecía la vida hu­
mana se adecuaba a su intento de revivir un espíritu más elevado en las
profundidades del decimonónico materialismo victoriano y de la división
social. Quería detener la perniciosa expansión de la injusticia social, y a
menudo sentía un fervor misionero, basado en una elevada actitud moral,
que lo llevaba a desear mejorar la calidad de vida de los demás, para irse
de este mundo dejándolo convertido en un lugar mejor que como lo había
encontrado.
Su concepción del papel y la función del arte era idealista. El artista
era un hijo favorecido de los dioses cuyo deber era inspirar y elevar en res­
puesta a la alta y noble llamada de las Musas. Inicialmente, creyó que el
estilo de vida más noble era el religioso y a punto estuvo de ingresar en la
Iglesia, pero finalmente transfirió al arte sus ideales religiosos. Buscaba crear
belleza en la vida; era algo que le obsesionaba. Para él la belleza revelaba
la verdad y todo lo que fuera bueno y santo. Su deidad interior asumió la
forma de la Belleza, y Burne-Jones se esforzó por ser su amanuense por
mediación de sus cuadros y dibujos. La belleza se convirtió en su Santo
Grial: «Sólo esto es verdad, que la belleza es muy bella, y suaviza, y con­
suela, e inspira, y excita, y eleva, y no falla jamás».
Probablemente fue el miembro de la Hermandad más inspirado por las
leyendas artúricas, y muchos de sus cuadros incluyen caballeros resplande­
cientes y encantadoras doncellas en dificultades, y transmiten la sensación
de un país ultraterreno: «Para mí un cuadro es un hermoso sueño románti­
co de algo que nunca existió ni existirá, con una luz mejor que ninguna que
jamás haya brillado, y en un país que nadie puede definir ni recordar, sino
solamente desear...». Su luz y su guía era la obra literaria Morte d'Arthur,
de Malory; las leyendas de la Tabla Redonda con sus hechizantes caballe­
ros lo fascinaban y satisfacían su necesidad de romanticismo. La intermi­
nable lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el pecado y la salva­
ción eran su tema constante. En una ocasión, Burne-Jones llegó incluso
a considerar la posibilidad de formar una Orden consagrada al servicio de Sir
Galahad, uno de los perfectos caballeros de Camelot: «Señor, está siempre
en mi mente y mis pensamientos esa historia del Santo Grial... ¿Ha habido
alguna vez en el mundo algo tan bello?». Para Burne-Jones, la respuesta
era un «no» que encarnaba sus sueños, sus visiones y sus aspiraciones. La
Hermandad Prerrafaelita era la Tabla Redonda de un artista consagrado
a la sublime creación artística.

58
Su último cuadro, que quedó sin terminar, fue The last sleep of Arthur
in A valon [El último sueño de Arturo en Avalon], un epitafio adecuado
para un moderno Caballero del Grial. Hacia el final de su vida, en 1898,
Burne-Jones empezó a darse cuenta de que sus intentos artísticos no ha­
bían conseguido movilizar a la sociedad victoriana en contra del materia­
lismo. Comenzó a refugiarse cada vez más en su mundo onírico privado,
pintando cuadros con temas de sus sueños y visiones, como The golden stairs
[Las escaleras de oro] y Depths of the sea [Profundidades del mar], y de
él se dijo que daba «la sensación de ser un espíritu sumamente culto y refi­
nado, que lleva una vida retirada». Quizá la imagen de The soul attains
[El alma alcanza], de un hombre arrodillado que sostiene la mano de una
idealizada figura femenina desnuda, sea la adecuada para un artista en ar­
monía con su daemon interior.
Pocos miembros importantes de la Hermandad Prerrafaelita fueron
hombres de larga vida; la mayoría parecieron consumirse, a una edad rela­
tivamente temprana, en la intensidad de su propio estado interior, de su
vida amorosa y de su esfuerzo artístico. Rossetti murió a los sesenta y cua­
tro años, Morris a los sesenta y dos, Burne-Jones a los sesenta y cinco. La
chispa de su creatividad ardió, luminosa, inspirando a muchos dotados se­
guidores que adoptaron y adaptaron sus ideales. Ciertamente, para quien
quiera llegar a percibir las imágenes, los ideales y los hechizos neptunia­
nos, interpretados por una creatividad de orientación mística y artística,
la obra de los prerrafaelitas es una de las fuentes más reveladoras y explícitas.

Khalil Gibran
Khalil Gibran nació en el Líbano en 1883 y vivió sólo cuarenta y ocho años:
murió en 1931. Volvió a ser conocido una generación después cuando se
editó de nuevo su libro más famoso, El profeta, durante los años sesenta
y setenta.
Fue escritor, poeta, artista y místico, y llevó una vida muy neptuniana.
Su padre, un hombre fuerte, vigoroso y escasamente educado, había sido
granjero en el Líbano. Era un borracho pendenciero y agresivo, que casti­
gaba y golpeaba regularmente a su mujer y a sus hijos, y en especial a Kha­
lil cada vez que éste intentaba dibujar. La familia sufría una perpetua an­
gustia, hambre y pobreza, y vivía en un clima de tensión y amargura, con
una madre que se esforzaba por salir adelante a pesar de su desesperación,
a fuerza de sacrificios: una imagen de víctima y mártir.
En 1894 Gibran emigró a Estados Unidos, donde terminó por adoptar
el estilo de vida de un artista. En The Hermitage [La ermita], su pequeño
estudio, orientó toda su concentración y su energía hacia la creatividad,

59
Khalil Gibran. Carta calculada para el mediodía
del 6-1-1883, B'Sheri, Líbano.

que le permitía expresarse reflejando su sensibilidad artística. Estaba ro­


deado por una atmósfera como de otro mundo, y de su personalidad y su
apariencia se ha dicho que eran «pura electricidad y terciopelo, tan móvi­
les como una llama, tan silenciosas como un árbol, un rostro maravillosa­
mente sensible, lleno de estrellas». Esto refleja en particular los principales
aspectos astrológicos de Neptuno y Urano en su carta.
Era un visionario, un ser nervioso y sumamente tenso, «cuyos días es­
taban llenos de ideas ardientes, y cuyas noches rebosaban de sueños extra­
ños, que vivía en éxtasis y flotaba en el arrobamiento». Él consideraba
que su vida onírica era sumamente significativa y contenía importantes
señales visionarias. Como resultado del espíritu creador que lo inflamaba
desde adentro, tuvo mala salud durante casi toda su vida; parte de sus
dolencias pueden haber sido de origen psicosomático, o derivadas de la ten-

60
sión que le producían sus esfuerzos artísticos y el hecho de estar sirviendo
como canal de una sabiduría superior. Quizá su propia integración perso­
nal no haya sido suficiente para resistir las características de las vibracio­
nes bajo cuyo influjo trabajaba. Tal como él mismo lo expresa: «La dife­
rencia entre un profeta y un poeta es que el profeta vive aquello que ense­
ña, y el poeta no. El poeta puede escribir maravillosamente sobre el amor,
y no ser capaz de amar». Las Musas pueden valerse de cualquier canal que
encuentran disponible.
Gibran reconocía la necesidad de entenderse a uno mismo: «Si uno está
dispuesto a aceptarse, ya no sigue estorbándose. Tan pronto como una per­
sona acepta que es querible, se vuelve de hecho muy querible. Nadie puede
amarme si yo mismo no me amo ...». Las enfermedades que padecía incluían
gripes periódicas, palpitaciones cardíacas, dolencias estomacales, proble­
mas dentarios y una misteriosa afección desconocida que precedió a su tem­
prana muerte.
Entre sus libros se cuentan El precursor, El loco, Jesús, hijo del hom­
bre y el más famoso de todos, El profeta, que es ciertamente un ejemplo
de enseñanzas canalizadas a través de un medio artístico. De este último
libro comentó Gibran: «El Profeta[...] me domina en la actualidad. Debo
dejarme poseer por ese espíritu hasta que lo haya terminado», una situa­
ción que resume y sintetiza la creación artística, en la que la posesión por
el genio interior forma parte del sacrificio personal que se le exige al artista
para poder crear. Los libros de Gibran son inspiradores y evocadores, y
se los puede considerar como un ejemplo de la posesión neptuniana más
elevada impuesta a una persona artísticamente dotada, a quien se le exige
un sacrificio personal en aras de la obra.

La senda del místico


Una de las principales características de Neptuno en la carta natal es que
indica un interés y una atracción hacia la senda de la trascendencia del yo,
lo que incluye las dotes «psíquicas», la percepción extrasensorial, la reli­
gión, el misticismo y el ocultismo. Parte de esta atracción proviene de una
excepcional sensibilidad hacia los demás y hacia el entorno, en virtud de
la cual el sujeto recibe mensajes sutiles que trascienden el nivel del contacto
superficial y de la apariencia, y su afinidad para la recepción de impresio­
nes del nivel mental inconsciente tiende a hacer que la mente se vuelva hacia
adentro en un afán de autoconocimiento.
Desde 1846, la influencia de Neptuno ha intensificado la aparición y
la evolución de «enseñanzas espirituales» canalizadas, empezando por el
movimiento espiritualista inicial y pasando por numerosos médiums y «psí-

61
quicos» y por contactos con ovnis y seres extraterrestres hasta llegar al én­
fasis actual en enseñanzas recibidas de guías interiores desencarnados. Cual­
quiera que haya examinado el contenido y las características de estas ense­
ñanzas a lo largo del último siglo estará sin duda de acuerdo en que la natu­
raleza de las comunicaciones y los receptores a quienes les son transmitidas
varía en grado sumo: en este dominio se han perpetrado muchos engaños,
pero aunque no es oro todo lo que reluce, podemos hallar algunas pepitas
auténticas. Sin embargo, para encontrar un sendero a través de tales ámbi­
tos hay una necesidad que es vital, y es la de saber discriminar.
Ésta es una de las peculiaridades del sendero espiritual: su naturaleza
contradictoria y a menudo paradójica, puesto que la verdad, la realidad,
la ilusión y el hechizo se entretejen hasta tal punto que es difícil llegar a
una interpretación individual clara. Donde está en juego Neptuno hay un
atisbo de «realidad», y sin embargo, para llegar a ella hay que aventurarse
en paisajes mentales interiores donde no todo es necesariamente lo que pa­
rece. La plasticidad y la mutabilidad de lo que se ha dado en llamar el «pla­
no astral» configuran una tierra extraña, formada -en un nivel individual
y colectivo- por pensamientos, emociones y deseos. En el capítulo 7 me
ocuparé con más detalle de la tarea espiritual relacionada con este nivel de
la existencia.
Uno de los hechos desconcertantes de lo que conocemos sobre las en­
carnaciones recientes de maestros de enseñanzas espirituales es la frecuen­
cia con que el estilo de vida y las acciones del maestro no casan con la per­
cepción común de lo que debe ser un «santo». Por cada discípulo que escri­
be un libro en loor de las glorias de su maestro, alguien escribe otro que
lo desenmascara. La realidad de un hombre es el delirio de otro, o por lo
menos así parece desde un punto de vista imparcial. Sin duda, necesitamos
entender mejor qué es lo que realmente está en juego en la vida transperso­
nal y espiritual, y cómo se expresa ésta, en lo individual y en lo colectivo.
Y de verdad que debemos preguntarnos si las formas en que se expresa el
Espíritu deben estar limitadas por nuestras mezquinas ideas de cómo debe­
ría actuar un canal individual. Quizá sea por ignorancia de lo que es la ver­
dadera vida espiritual por lo que presumimos, con impertinencia, de que
somos capaces de juzgar y entender lo que en realidad está pasando.
Muchos de los gurus y maestros más reconocidos y famosos de los tiem­
pos modernos han sido personalidades sumamente controvertidas. En nin­
guno de ellos es evidente la tan celebrada «muerte del yo», y todos son
individuos poderosos, carismáticos, cuya presencia y cuyas enseñanzas ge­
neran en otras personas opiniones y actitudes nítidamente polarizadas. Bla­
vatsky, Gurdjieff, Crowley, Rajneesh, Da Free John, entran todos en esta
categoría, y como los ha llamado afectuosamente Alan Watts, estos perso­
najes son «gurus pícaros», que en más de un aspecto, y especialmente en

62
la percepción de sus seguidores y discípulos, reflejan el arquetipo del «ma­
go», rodeados de remolinos de hechizo y de engañosos espejismos.
Quizá sea necesario enunciar claramente que los individuos que transi­
tan por la senda de la transformación y que se abren interiormente a las
energías transpersonales no son necesariamente lo que muchas personas
considerarían «adecuados» para tal menester. Entre tales personajes y la
corriente principal de la sociedad hay una relación de incomodidad y de
antagonismo. Son personas que no se adecuan a la idea general de un sa­
cerdocio «mediador», tan arraigada en la mayoría de las religiones, sino
que afirman la potencialidad de una gnosis personal y ofrecen técnicas para
alcanzar tal estado de elevación. En las religiones orientales hay un aspecto
que rinde homenaje a este tipo de maestro, especialmente en las tradicio­
nes tibetana, zen y taoísta. Es probable que los gurus pícaros sean sinto­
máticos de la acentuación occidental de la individualidad, y por lo tanto
tengan que desempeñar un papel al estilo de las estrellas de los medios de
difusión para así poder llamar la atención sobre sí mismos y sobre lo que
para ellos es la misión que les ha sido destinada. Es importante estudiar
tanto la vida de estos maestros como sus enseñanzas, porque hacerlo ayu­
da a disolver muy diversos hechizos y espejismos, y demuestra que en el
caso de los canales transpersonales es posible establecer una separación
entre el mensaje y el individuo. Hay un aforismo que puede esclarecer este
punto: «Allí donde se encuentra la luz más brillante, está la mayor oscu­
ridad».

La senda del místico es tradicionalmente la aproximación del corazón


a la belleza. El misticismo de la naturaleza es común, se expresa con fre­
cuencia en términos de intuición poética, y fue probablemente la fuente ini­
cial a partir de la cual se concibió la naturaleza de los antiguos dioses ele­
mentales. El misticismo religioso es el amor del corazón hacia un maestro
espiritual, el amor por Cristo, por Krishna, y el camino del bhakti yogui.
El místico es siempre consciente de la naturaleza de la dualidad, de que está
separado de su amado, y se siente desgarrado por la fuerza de sus emocio­
nes ante lo que parece ser un amor inalcanzable. Es un buscador que va
en pos de su amor, su alma o su luz, persiguiendo una visión que lo ha fas­
cinado, al igual que la visión del Grial hizo con la Hermandad de la Tabla
Redonda, deshaciéndola a medida que los caballeros la abandonaban para
recorrer los desiertos en busca del Santo Cáliz. El místico exige que su amado
lo reconozca, que le dé una señal que le demuestre que no ha sido olvidado
ni desdeñado. Se convierte en el devoto ideal, el que no ve mal alguno en
el ser amado, sino sólo los posibles gozos extáticos de sus sueños de unión,
en los que la brecha que los separa finalmente se disuelve. Lo que en reali-

63
dad lo atrae como un imán irresistible es su propio ser, que se le aparece
bajo una forma que es totalmente evocadora de los deseos más profundos
del místico. La vida de Ramakrishna es un hermoso ejemplo de este cami­
no: se enamoró de lo Divino Femenino y siguió hasta su culminación todas
las sendas religiosas importantes, hasta llegar a tener la visión de la Madre
Divina envuelta en múltiples atavíos: el de la Virgen María, el de Kali, el
de Radha y el de otras varias imágenes espirituales femeninas.
La senda del místico es la del corazón, que intenta trascender el uso de
la mente para llegar al escondido ser interior, mientras que la senda de lo
oculto pone en juego el uso y el cultivo de la mente para penetrar a través
de los velos de la forma y la apariencia y poder descubrir el ser interior.
La mayoría de quienes transitan por la senda espiritual siguen una vía que
combina estos dos enfoques diferentes, y uno de sus ideales es integrar el
sendero del corazón y el de la cabeza, asegurándose así de que se pueda
alcanzar un equilibrio viable.
La senda del místico neptuniano es inevitablemente la del renunciamiento
y el sacrificio; su ideal es el amor por lo colectivo, que no pide recompensas
externas por servir a la humanidad. El místico neptuniano se siente en unidad
con la vida, y retoma el papel de los antiguos reyes de Occidente que se
hacían uno con la Tierra, sacrificando su realización personal en aras de su
deber colectivo. El rey que fracasa en el cumplimiento de este acto se refle­
ja en las imágenes de la Tierra Yerma de las leyendas del Grial. En la medi­
da en que los límites que Saturno impone se infiltran a través de las barreras
de la personalidad, el místico comienza a entregarse a la fuerza superior
y, mediante la fusión y la disolución, participa en el misterio espiritual.
Hay peligros en este proceso, y la mayoría de ellos residen en la estimula­
ción de hechizos y espejismos engañosos. Con frecuencia, el contacto con la
realidad colectiva puede liberar pautas asociadas con misiones divinas que
uno mismo se ha impuesto (el complejo de mesías), en las que puede haber
un elemento de verdad, pero que con frecuencia no son más que un intento
de evitar la desintegración de un yo fragmentado. Es común que haya un
autoengrandecimiento en el que el sentimiento yoico se expande sin transfor­
marse, y esto puede degenerar en una aseveración incuestionada de poseer la
verdad, un síntoma que suele dar por resultado el fanatismo religioso, la in­
tolerancia y la violencia contra los herejes y los no creyentes, como sucedió
con la Inquisición y con los procesos por brujería de las naciones cristianas.

Hechizos e ilusiones
Uno de los rostros de Neptuno es el hechizo y la ilusión; el otro es la reali­
dad, la verdad y la belleza. El primer problema puede estar en decidir qué

64
camino es el adecuado; el segundo consiste en decidir cómo se puede estar
seguro de cuál es la faz que uno está viendo realmente...
Tanto los místicos como los ocultistas, y cualquiera que transite por una
senda transpersonal, se enfrentan con los mismos problemas, centrados to­
dos en la dificultad para discriminar entre lo verdadero y lo falso. El hecho
es que en el mejor de los casos sólo podemos experimentar y entender una
fracción de «lo real», que en su mayor parte está más allá de nuestra com­
prensión y de nuestra capacidad, pero en un contexto espiritual algunas cosas
son más reales que otras. Los discípulos del Buda Gautama creían que él
les había revelado en sus enseñanzas la verdad y la realidad universales,
pero el propio Gautama no se engañaba. Se inclinó a recoger un puñado
de hojas y dijo:
-Esto es lo que os he revelado.
En un bosque lleno de árboles y de hojas caídas, estaba indicando que
por medio de su canal transpersonal sólo había sido transmitido un frag­
mento minúsculo. «Cosas mayores que éstas haréis», prometió Cristo a
sus seguidores, sabiendo que con el tiempo otras expresiones de la Sabi­
duría volverían a andar sobre la Tierra. Incluso entender y seguir lo que
nos dice el puñado de hojas de que por ahora disponemos nos causa difi­
cultades.
Neptuno es el planeta de los hechizos, y éstos se asoman a través de la
actividad emocional y personal separativa, de la que emana una niebla o
bruma en la que el individuo vaga, extraviado, y cuyo efecto es deformar
todas las percepciones, impidiéndole que se vea -o que vea la vida- con
un mínimo de claridad, y de esta manera, sumergiéndolo en un estado de
solitaria separación de la conciencia. Considerar la naturaleza de los hechi­
zos que comúnmente sufren los individuos, hechizos que deforman todo
tipo de relaciones, desde la dimensión familiar a la internacional, es algo
que calma y equilibra. Los grupos espirituales son especialmente propen­
sos a dejarse llevar por hechizos y engañosas ilusiones, y esto es, en nuestra
época, un corolario inevitable. Pocos quedan libres de tales influencias.
El hechizo inunda el plano astral, y es consecuencia de la antigua here­
jía de la separatividad y el dualismo. El Buda propuso una manera para
llegar a liberarnos de los hechizos, la técnica del Camino del Medio, don­
de, en el movimiento individual entre los pares de opuestos del dualismo,
surgen la confusión y la distorsión, como brumas y nieblas que provocan
poderosos cambios anímicos que pueden ir desde la depresión profunda
hasta el embeleso del éxtasis, dejándonos a merced de nuestras reacciones
emocionales, que colorean, deforman y parcializan nuestra percepción de
nosotros mismos y de la vida.
Mientras persistamos en nuestra percepción separativa y en nuestra ima­
gen egocéntrica de nosotros mismos, con las correspondientes reacciones

65
emocionales egoístas, seguiremos generando hechizos e ilusiones engaño­
sas. Si podemos empezar a trascender los sentimientos personales y a cen­
trarnos en el nivel de la mente iluminada, entonces el poder del hechizo se
disipará. Lo lograremos mediante la evolución espiritual, convirtiéndonos
en un canal que permita a las energías transpersonales trabajar a través de
una personalidad abierta. La meditación suele ser la llave que inicia este
proceso, merced al cual se puede alcanzar una mayor claridad mantenien­
do la mente centrada en la luz. A esto se lo llama contacto y alineación del
alma, y en ese canal que conduce a nuestro ser interior, el incremento en
la luz que penetra el cerebro y la mente dispersa nieblas y brumas, permi­
tiendo que el individuo vea con más claridad y siga transitando por su pro­
pio camino hacia la iluminación. En el capítulo 7 describiré este proceso
al hablar del Neptuno esotérico.
La transformación se produce como un resultado de la vivencia del cam­
po de batalla interior. Y no es fácil. Una simple enumeración de los hechizos
más comunes (tomada de las obras de Alice Bailey) puede ser inquietante de
leer, pero como aprender a mirar los hechos de forma desapasionada y con
claridad es vital para trascender la imagen deformada que tenemos de la rea­
lidad, es esencial que asociemos esta imagen con las tendencias del Neptuno
astrológico, ya que ambas van de la mano. Además, permiten ver el reto que
significa trabajar con Neptuno, y vislumbrar el espacio interior que puede
abrírsele al individuo. La verdad es que la mayoría de nosotros no llegamos
a reconocer bajo qué hechizos nos hallamos, sino que, en cambio, es fre­
cuente que los deifiquemos como características positivas y ventajosas de
nuestra personalidad, ¡hasta tal punto está deformada nuestra percepción!
Los hechizos incluyen: las aspiraciones, el destino, la seguridad de te­
ner «razón», el deber, la devoción, los deseos, las ambiciones personales,
las sospechas, la inteligencia, la autocompasión, el espíritu crítico, el orgu­
llo, las tendencias separativas, la fatiga, la decepción, la autoridad, el ma­
terialismo, el idealismo, las condiciones ambientales que limitan y frustran,
la sensación de inutilidad y la impotencia.
El verdadero nombre de los hechizos colectivos es Legión. Pueden ser
sumamente sutiles, y con frecuencia habitan un mundo de verdades a me­
dias, donde -por ejemplo- un individuo puede tener un destino espiri­
tual. Pero cabe preguntarse si este destino es tal como él lo concibe y lo
vive, o si sus propias necesidades han llegado, en ciertos aspectos, a hechi­
zarlo. Los hechizos se disfrazan con frecuencia de verdades y se abren ca­
mino hacia el interior de la conciencia por mediación de tendencias menta­
les inconscientes, o de las pautas repetitivas de pensamiento, emoción y ac­
ción, que rara vez se vuelven a evaluar y a cuestionar una vez que se han
automatizado. Por detrás de esos miasmas emocionales separativos, la ver­
dad permanece oculta y velada.

66
El idealismo es un importante imán de atracción de hechizos. Al mis­
mo tiempo que ofrece una sensación de propósito y dirección, puede con­
vertirse fácilmente en fuente de fanatismo: la dimensión ideal podría res­
tringir la libertad de pensamiento y la independencia personal al exigir
lealtad a un ideal obsesivo. El idealismo genera con frecuencia sentimien­
tos ilegítimos de orgullo y de separación, sea ésta individual o nacional,
ya que las actitudes se vuelven excluyentes y antagónicas con aquellos que
no coinciden con esa manera de pensar o no la apoyan. El resultado pue­
den ser guerras entre ideologías en conflicto, como en la hace poco tiempo
superada Guerra Fría entre Comunismo y Democracia. Los ideales pue­
den separar a personas y naciones, más bien que servir de puente entre
ellas, inhibiendo la comprensión recíproca e impidiendo sentir la unidad
de la familia humana. Por los ideales amenazamos con hacer volar a me­
dio mundo; si eso no es locura, ¿qué es entonces? Los ideales, coloreados
por los hechizos, crean en la mente una situación que se va cristalizando,
congelando... No se aceptan otras maneras de ver el mundo ni otras opi­
niones, y se tiende a tomar una actitud poco práctica y agresiva, pensando
sólo en la autodefensa. Ésta es la consecuencia de ligar los hechizos a los
ideales. Los ideales pueden ser sumamente elevados y representativos de
formulaciones hechas por la mente humana, y en muchos sentidos hay que
estimularlos como vehículos de visiones progresistas. Pero en el presente,
debido a la fuerza de los hechizos colectivos, es obvio que están deforma­
dos y que terminarán probablemente oponiéndose a sus propios princi­
pios rectores. Liberarse de los hechizos idealistas es difícil, pero debería­
mos ser siempre conscientes de su existencia con el fin de dejar más mar­
gen para la tolerancia y el entendimiento en nuestros intercambios con otros
seres humanos.
Una lista de los hechizos asociados con las correspondencias de los Ra­
yos con los planetas exteriores transpersonales es también como una lista
de las características planetarias:

Neptuno - Rayo 6: devoción, adhesión a las formas/personas, idealismo, leal­


tades, credos, respuestas emocionales, sentimentalismo, interferencia, opo­
siciones dualistas, salvadores/maestros, estrechez de miras, fanatismo.

Urano - Rayo 7: obra mágica, relación de opuestos, poderes subterráneos,


cuerpo físico, misterio, secretos, magia sexual, el poder que reúne.

Plutón - Rayo 1: fuerza física, magnetismo personal, egocentrismo, poten­


cia personal, ambición egoísta, gobierno, dictador, control, manipulación,
mesianismo político, destino egoísta, destrucción, aislamiento, distanciamien­
to, imposición de la voluntad.

67
Considerar el terna de las ilusiones engañosas puede ser aún más desco­
razonador, porque pertenece al nivel de la mente, en vez de emanar del ni­
vel emocional de los deseos egoístas. Brevemente descrita, la ilusión es un
mal entender las ideas, una interpretación errónea de formas de pensamiento
que existen en el nivel mental colectivo. Levanta una muralla entre el indi­
viduo y la luz, una muralla que parece traslúcida y que sin embargo defor­
ma la luz, corno un prisma, y la divide en varios rayos de colores. Por obra
de las limitaciones de la percepción y del entendimiento, la «verdad» se re­
gistra y se recibe incorrectamente. Con frecuencia, la mente se pierde en
las formas de pensamiento que la rodean sobre la verdad, pero no la mira,
de la misma manera que muchas personas tienen ideas sobre lo que puede
ser la iluminación más bien que ninguna experiencia personal de tal esta­
do. Las formas de pensamiento se vuelven más reales y aparentemente más
poderosas que la verdad misma que están velando.
Las ilusiones pueden producirse corno consecuencia de: la percepción
errónea de una idea, una interpretación incorrecta, una apropiación inco­
rrecta de una idea que no está destinada a que esa persona la desarrolle o
cultive, el hecho de dar una dirección errónea a una idea, la falta de inte­
gración o una encarnación incorrecta de una idea, y el fracaso en la aplica­
ción de una idea en el mundo material.
Las visiones de Neptuno están contaminadas por hechizos y engañosas
ilusiones; pueden ser hermosas y hasta inspiradoras, de la misma manera
que los cuadros de los prerrafaelitas evocan una época y una gloria que ja­
más existieron a fin de actuar corno inspiración en el mundo contemporá­
neo. Pero hay que cuidarse de la sonrisa hechicera y del embrujo que tan
astutamente imperan en el dominio de Neptuno, y tratar siempre de deter­
minar cuál es el rostro que se vuelve ahora hacia nosotros, sin pestañear
siquiera, porque en un abrir y cerrar de ojos puede haberse producido un
cambio. Con Neptuno puede haber una fascinación perpetua, y su influen­
cia y su vibración son ciertamente las más extrañas que cabe hallar en to­
dos los dioses planetarios.

68
4

Neptuno y los aspectos planetarios

Es necesario analizar cuidadosamente los aspectos natales de Neptuno, ya


que ofrecen información esencial respecto de las formas más obvias en que
actuará el planeta y revelan su actividad por mediación de la carta natal.
Estos aspectos se convierten en pautas intrínsecas de expresión de la per­
sonalidad, y debido a su impulso a expandirse más allá de los límites cono­
cidos deberían ser en general bien reconocibles aun cuando no sean admiti­
dos o aceptados en un nivel personal. Puede ser un ejercicio interesante es­
tudiar en la propia carta los principales aspectos de Neptuno y ver hasta
qué punto está uno condicionado por su influencia. Con este fin, puede
ser útil hacer un repaso general básico de los cinco aspectos principales.

La conjunción (O grados)
A la conjunción, o estrecha proximidad de por lo menos dos planetas, se
la considera generalmente como el aspecto más potente, porque lleva im­
plícita la fusión de las energías y características no diluidas de los planetas
que la forman. Es como un canal a través del cual se pueden expresar más
fácilmente, por la vía de la personalidad, las funciones de los planetas que
están en conjunción. Con frecuencia, el individuo hace valer con conside­
rable vigor estas tendencias combinadas, reconociendo quizá consciente­
mente que son expresiones de su poder personal y su individualidad en si­
tuaciones sociales; sin embargo, esta autoafirmación a menudo se da sin
que haya una total conciencia de la impresión que produce en los demás.
Hay una ambigüedad en lo tocante a la influencia de la conjunción, que
se deriva con frecuencia de la naturaleza de esta tensión interior y del reto
que representa la fusión de energías que bien pueden ser no sólo difícilmente
complementarias, sino incluso antagónicas por naturaleza. Esto se revela
con frecuencia en la vida en ciertas dificultades que se plantean en las rela-

69
ciones personales, especialmente en aquellas situaciones en que puede ser
necesario moderar o controlar conscientemente nuestra forma habitual de
responder a fin de impedir que se produzcan fricciones evitables. Puede
ser necesario aprender una «habilidad vital» como ésta en aras de la vida
social, pero nunca se ha de extremar su uso hasta el punto de que llegue
uno a inhibir lo que piensa y lo que siente cuando está en compañía; es una
forma de sensibilidad ante el hecho de que en ciertas situaciones puede ser
más prudente y más armonioso permanecer en silencio. Ciertamente, esta
energía combinada casi insiste en su necesidad de expresarse, y en las esfe­
ras vitales en que esto es necesario uno busca conscientemente los canales
que le permitan hacerlo.
En lo que toca a la facilidad y a la eficacia con que una persona puede
aplicar estas energías en la vida diaria, mucho depende de la relativa afinidad
de los planetas que están en conjunción. Éstos pueden combinarse con una
afinidad casi «mágica», que permite que ciertos talentos y cualidades se
orienten espontánea y milagrosamente por canales creativos una vez que
se ha hecho el intento de atraerlos hacia ellos. El uso adecuado de los recursos
personales se logra entonces para beneficio del individuo e, idealmente, tam­
bién de los demás. Si entre los planetas no hay afinidad o facilidad en la
colaboración, la utilización de la energía será más difícil, y es probable que
una lucha interior propicie adaptaciones internas para permitir un mejor fun­
cionamiento conjunto de las energías. Una conjunción es un punto de con­
centración de poder en la carta natal si sus efectos se pueden liberar adecua­
damente a través del área vital a la cual apunta su emplazamiento por casa.

El sextil (60 grados)


El sextil indica una relación entre los planetas que lo forman en la que la
energía fluye con naturalidad, y tiene una asociación particular con el nivel
mental. Según qué planetas lo formen, da indicaciones referentes a la na­
turaleza mental de la persona y al probable contenido natural de sus pautas
de pensamiento. Facilita la capacidad de absorber información, de conec­
tar fragmentos de conocimiento en una amplia síntesis, y cumple una fun­
ción integradora de la mente, que se revela mediante las acciones de la per­
sona y su capacidad para comunicarse con los demás. Se da con frecuencia
asociado con un talento para la expresión creadora, especialmente por me­
dio de las palabras, y ayuda a formarse una visión mental universal de la
vida, basada en la capacidad de captar el conocimiento intelectual y los lo­
gros culturales del hombre.
En la influencia del sextil hay una apertura que tiende a la armonía,
porque en su efecto interior no hay estrechez mental, y esto conduce al de-

70
sarrollo de la curiosidad, a la creación de un espacio para percepciones nue­
vas y distintas, y a una fácil soltura en el entorno social y en la cooperación
con grupos.

El trígono (120 grados)


He aquí un aspecto positivo y reconciliador, capaz de unir de manera
operativa dos energías aparentemente opuestas; de ahí que su símbolo
sea un triángulo. Un trígono puede servir para resolver las áreas de di­
ficultad que se experimentan en virtud de los aspectos difíciles en que
participe cualquiera de los dos planetas implicados. Como el símbolo
del triángulo se asocia con el entendimiento y la resolución del dualismo,
es probable que los trígonos que forme Neptuno con cualquier otro pla­
neta sean la clave de procesos de integración, sanación y transformación
en un nivel personal, y bajo esta luz han de ser cuidadosamente conside­
rados.

La cuadratura (90 grados)


Este aspecto indica una relación de tensión y desafío entre las dos energías
que no se puede resolver sin lograr alguna forma de adaptación interna.
Potencialmente, los resultados de trabajar con la cuadratura pueden con­
ducir a una mayor armonía interior, pero es probable que esto sólo ocurra
tras un prolongado esfuerzo y mucha frustración psicológica, y gracias
a una combustión purificadora que, de alguna manera esencial, represen­
te un renacimiento del carácter. Con frecuencia, la cuadratura indica ba­
rreras en el psiquismo individual que repetidamente bloquean la ruta
escogida.
Hay «lecciones y desafíos» representados por la cuadratura que es
imposible eludir, crisis inevitables que habrá que ir afrontando a lo largo
de la vida. Las cuadraturas son frustrantes, una fuente de conflicto in­
terno que, a menos que se encare decididamente el cambio, tendrá un
efecto negativo sobre la vida interior y desbaratará más de un deseo y
más de un propósito. Si se «supera» la cuadratura, entonces sirve co­
mo punto de liberación de un poder y una energía que se pueden apli­
car al logro de objetivos personales. La cuadratura se asocia con áreas
internas que implican problemas psicológicos, y es vitalmente necesa­
rio hacer el intento de reestructurar la vida interior, la mente o las emo­
ciones.

71
La oposición (180 grados)
Con frecuencia, la oposición tiene más que ver con el mundo exterior y con
las relaciones con los demás, pero a menos que la personalidad esté total­
mente orientada hacia los logros externos, es probable que no signifique
una lucha personal tan constante como la cuadratura. Así como esta últi­
ma es más bien una forma peculiar de reto personal y privado, la oposición
tiende a ser proyectada hacia afuera (en esto es similar a la Sombra), sobre
otras personas, con lo que se termina por crear un contexto en cuyo marco
se la puede comprender, observar y elaborar como una proyección psicoló­
gica. Suele haber signos de comportamiento compulsivo, exigencias que se
les impone a los demás, expresiones del poder de una voluntad unidireccio­
nal y egoísmo, todo lo cual con frecuencia interfiere en las relaciones ínti­
mas, unido a los intentos de manipular a personas y situaciones con miras
al beneficio personal.
Las relaciones armoniosas y creativas pueden ayudar a resolver el con­
flicto entre las energías planetarias opuestas; además, cualquier trígono o
sextil que afecte a uno de los planetas que forman la oposición puede ayu­
dar a solucionar los problemas.

La naturaleza de los aspectos de Neptuno


Cualquier aspecto que forme Neptuno con otros planetas debe ser cuida­
dosamente considerado para determinar el probable influjo que ejerce este
planeta sobre la personalidad. Los planetas que están en aspecto con Nep­
tuno revelan aquellos dominios de la vida sumamente sensibilizados y que
pueden ser activados por movimientos en el inconsciente. Estas partes cons­
tituyentes del psiquismo personal (tal como las simbolizan los diferentes
planetas) lucharán con frecuencia por abrir nuevos horizontes, creando un
sentimiento de descontento personal en esos dominios vitales.
Neptuno sensibilizará cada planeta con el que esté en aspecto, aliándo­
se con las fuerzas formativas -aunque ocultas e intangibles- de la vida,
y un signo de ello es la necesidad de liberarse de todas las limitaciones y
restricciones; en última instancia, se trata del impulso a trascender las ba­
rreras del yo, del intelecto y de la identidad aparte. Esto pondrá en juego
la necesidad de sentir la unidad universal, ese fundirse y mezclarse con la
totalidad que caracteriza al efecto de la afinidad con la vibración transper­
sonal de Neptuno.
En los individuos que tienen a Neptuno formando aspectos planetarios
próximos, o una fuerte afinidad neptuniana -por tener en su carta a un
planeta personal o a cualquier otro en Piscis, a Piscis en el Ascendente o a

72
Neptuno en la primera casa-, existe el potencial de alcanzar una concre­
ción de la realidad del espíritu transpersonal y de la unidad universal. Con
frecuencia, los signos de esta potencialidad se manifiestan por medio de
los niveles más sutiles de la percepción, con una especie de «claridad sensi­
tiva» y con la ayuda de guías interiores o de maestros astrales, aunque esto
puede ser también un síntoma de delirio neptuniano si no se da al mismo
tiempo una capacidad de discriminación perceptiva y realista. Hay quie­
nes, en sus contactos iniciales con tales ámbitos de la existencia, interpre­
tan mal lo que les está sucediendo, y entonces el yo deforma la situación
y empieza a autoengrandecerse. El producto final puede ser un delirio que
los lleve a cerrarse mentalmente para no ver más que aquello que se adecua
a sus preconceptos y a sus creencias personales, hasta terminar por ence­
rrarse en su propia «realidad» privada. La imaginación personal ha llega­
do a ser demasiado dominante y ya no se puede registrar con claridad la
dimensión espiritual más sutil. Otro problema con la tendencia neptuniana
a tomar el papel de médium es el de sellar el aura, en cuyo caso la hipersen­
sibilidad y una relativa purificación pueden conducir a una disminución
de la energía vital y al incremento de la credulidad en los mensajes astrales
en la medida en que la repetida apertura mediúmnica puede terminar creando
una mente indefensa por excesivamente confiada.
En la mayor parte de los aspectos que forma Neptuno con un planeta
personal o con el Ascendente, y especialmente en la conjunción, la cuadra­
tura y la oposición, se hallará un sentimiento de descontento personal, que
puede ser vivido como la sensación de estar atrapado o aprisionado en las
restricciones del mundo material, quizá por obra de la familia, el matrimo­
nio, el empleo o la posición social. Neptuno empieza a buscar la salida de
emergencia, una situación que crea múltiples problemas individuales y so­
ciales, en vez de tomar la decisión de reconocer su responsabilidad y sus
obligaciones, para luego decidir conscientemente cómo dar una orientación
más favorable a su estilo de vida. Sin embargo, estos mismos aspectos son
los que se encuentra uno a menudo en la carta de personas atraídas hacia
el sendero transpersonal como posible vía de liberación de esos sentimien­
tos tan profundamente arraigados. El trígono y el sextil están en general
más asociados con la expresión de la imaginación y de la creatividad que
con una necesidad de contactos transpersonales. En el caso de que Neptu­
no forme un trígono con cualquier otro planeta, ello puede estimular la cu­
riosidad intelectual, pero sin embargo se vacila ante la exigencia de reco­
rrer efectivamente el sendero de la transformación.
Lo que comúnmente sucede con una apertura a las energías neptunia­
nas es que se dé la visión onírica del nuevo potencial y de un mundo ideal
que espera con las puertas abiertas, una visión que coexiste con la concien­
cia de que hay una brecha abierta entre la situación personal del momento

73
y el logro de esos objetivos. En la medida en que la concreción de se­
mejante visión onírica exige cambio y movimiento en el individuo, movili­
za sentimientos de descontento y de confusión a medida que la antigua
pauta pierde rápidamente vitalidad y deja de servir como sostén de la vi­
da. El viejo mundo se está muriendo y el nuevo todavía no ha nacido.
El limbo intermedio es el terreno de la transformación, por donde es nece­
sario pasar. La toma de decisiones se vuelve dificil, y al tiempo que la vi­
sión reluce cada vez más, la sensación subjetiva puede ser la de estar atas­
cado, vadeando penosamente las aguas en vez de estar realmente nadando
hacia alguna parte.
Semejante estado de confusión refleja a menudo profundos e impor­
tantes anhelos internos en el individuo, pero la falta de comprensión de es­
tos sentimientos crea una situación en la que no es fácil encontrar maneras
de abordarlos y de tratar con ellos. La atención personal sigue aún orien­
tándose hacia el mundo de siempre, y las pautas relacionadas con las ex­
pectativas de logros en el mundo exterior todavía predominan. La gente
busca apoyos -en otras personas, en el dinero, en sus ideales- en vez de
reconocer la necesidad de volverse hacia adentro para descubrir su auténti­
ca responsabilidad, la de sí misma. La insatisfacción y la desilusión se in­
tensifican a medida que la búsqueda exterior de respuestas y de apoyos se
va fragmentando hasta desintegrarse. Neptuno indica un camino interior,
y mientras éste no se comience, lo único que se descubrirá serán fallos en
el juicio y en la acción.
Es una etapa difícil, en la que los hechizos y el autoengaño imperan;
la disipación de energías, la confusión y la evasión son las reacciones habi­
tuales. Los planetas con los que Neptuno está en contacto incrementan esa
susceptibilidad en los dominios vitales que rigen, y es aquí donde se experi­
mentará la desilusión. Por ejemplo, los aspectos difíciles de Neptuno con
el Sol pueden indicar proyecciones engañosas sobre el padre, que crean una
imagen deformada de éste hasta que experiencias vitales posteriores la ha­
gan trizas y provoquen la desilusión. Más adelante, es probable que se re­
cupere la realidad y la humanidad del padre, y se lo vuelva a amar, pero
en muchos casos la brecha que se ha establecido es insalvable. Experiencias
similares pueden darse con la Luna y la imagen de la madre. Los contactos
Neptuno-Venus pueden implicar una desilusión demoledora en la esfera del
amor personal e íntimo, asociado con las proyecciones del anima y el ani­
mus. Los tipos de desilusión posibles son muchos.
La manera ideal de trabajar con una etapa de cambio neptuniano es
entender que esta energía necesita que la contengan y la canalicen de algu­
na manera, que la definición y el compromiso son necesarios para que me­
diante una aplicación disciplinada sea posible hallar un camino de salida.
Para muchos, esto requiere la claridad de una vía que los conduzca a la

74
devoción a un ideal, quizás el del propio crecimiento siguiendo una senda
espiritual o creativa. Éstas son las señales que dispone Neptuno para guiar
a la gente en su avance, y es improbable que se pueda conseguir un verda­
dero progreso y una re-creación de la propia vida a menos que el individuo
siga una senda afín con la que le marca Neptuno.
Se trata de un proceso de purificación y depuración, en el que hay que
redefinir valores y actitudes, y desechar los añadidos del mundo material
como la piel de una serpiente, para que así pueda revelarse al mundo la
nueva estructura física, la de un ser que ha descubierto perspectivas y valo­
res espirituales más amplios y más realistas.
Los aspectos difíciles, que generan tensión, suelen tener la clave del pro­
greso, y con frecuencia proporcionan resultados potencialmente más crea­
tivos, benéficos y productivos para el individuo que el trígono o el sextil,
aspectos en los que a veces el impulso a la acción se disipa. Astrológica­
mente, lo que se infiere de los aspectos difíciles es que hay un mal entendi­
miento, una mala aplicación y una falta de integración de las fuerzas y ener­
gías simbolizadas por los planetas que están en juego. Se necesita algún
tipo de confrontación con esos ámbitos conflictivos para que se pueda
lograr un mayor entendimiento, que a su vez conduce a reencauzar las
energías bloqueadas hacia canales de expresión positivos; de este modo,
al construir una estructura interior nueva, la energía neptuniana puede vol­
verse constructiva y hallar una aplicación práctica. Es frecuente que sólo
captemos la clave una vez que reconocemos que, en última instancia, el mun­
do exterior no es capaz de satisfacer ni de liberar, y que la única dirección
alternativa es la que nos lleva hacia adentro, en un esfuerzo por demostrar
la viabilidad de nuestros ideales y sueños más profundos.
En muchos sentidos, los aspectos difíciles tienen la clave de la transfor­
mación personal, en cuanto generan una energía que puede estimular al in­
dividuo a que haga realmente esos cambios esenciales, haciéndole ver las
consecuencias que se darán si no los hace. Al trabajar con Neptuno en la
carta de una persona nos enfrentamos a menudo con el ámbito vital en que
ésta es menos racional, señalado por la posición de Neptuno por signo y
casa y por los aspectos que forme, y es aquí donde la influencia del incons­
ciente se discierne con mayor facilidad. Aun así, la racionalidad tiene sus
límites y a Neptuno le encanta trascenderlos. ¿ Y quién ha dicho que en últi­
ma instancia el universo sea racional? Es siempre importante recordar que
los planetas transpersonales -Urano, Neptuno y Plutón- nos influyen
activando sus contactos y canales con los otros planetas, las casas y los sig­
nos de las maneras simbolizadas por las representaciones astrológicas, por­
que son los portales que comunican el nivel inconsciente y transpersonal
con nuestra mente consciente, donde dioses y seres humanos se interpe­
netran.

75
La conjunción Sol-Neptuno
Cualquier aspecto de Neptuno con el Sol puede tener una nítida influencia
en la expresión del poder personal del individuo, en su identidad y en la
dirección de su vida, de modo que es importante encontrar una forma po­
sitiva de abordar la energía neptuniana, muy especialmente cuando se tra­
ta de los aspectos que mayor influencia tienen, como la conjunción, la cua­
dratura y la oposición. La dificultad cuando Neptuno no está integrado
o ha sido reprimido es que a menudo su influencia parece ser negativa, y
en el caso de la conjunción es imperativo descubrir una manera personal
de unir esta energía con la forma natural de expresión indicada por el signo
solar.
Si usted tiene esta conjunción en su carta, es probable que experimente
continuamente el desafío de confiar en sí mismo y de dar un estilo adecua­
do y satisfactorio a los objetivos y la dirección de su vida. La influencia
nebulosa de las brumas marinas de Neptuno tiende a confundirlo, disol­
viendo y deshaciendo muchos de sus propósitos, y en ocasiones atenuando
hasta la transparencia su sensación de tener una fuerte identidad individual,
en la medida en que el centro de su personalidad parece seguir un movi­
miento de pleamar y bajamar que armoniza con el ritmo interior de sus ma­
reas. Debido a una vivencia íntima asociada con la insustancialidad, es pro­
bable que le falte la fuerza de un yo firmemente establecido, y esto tiene
el efecto de disminuir la confianza en sus verdaderas capacidades y en su
voluntad para alcanzar cualquier objetivo. Puede que le resulte difícil per­
severar y ser congruente imponiéndose la necesaria aplicación y autodisci­
plina durante largas temporadas. Quizá le parezca que su identidad queda
periódicamente sumergida por la poderosa energía de Neptuno, que disuelve
planes y ambiciones, y después lo deja abandonado sobre las playas de otro
lugar interior, preguntándose qué hacer ahora, sin haber siquiera comple­
tado su último proyecto.
La etérea música de Neptuno invadirá su mente consciente, actuando
como una distracción, y en algunos casos puede hacer que se pierda en los
remolinos de su propia imaginación hiperactiva, un camino que lo llevará
a enredarse en su propio delirio. Hacer frente a las duras realidades de la
vida no siempre es fácil con un Neptuno prominente. Existe la tendencia
a fabricarse una realidad privada, que excluye los lados oscuros, tanto los
propios como los del resto del mundo, estableciendo una visión de la vida
velada y restrictiva, que sólo genera actividad mediante represiones adicio­
nales en el inconsciente. Usted evita la responsabilidad personal siempre
que sea posible, y todas sus experiencias se filtran a través de este velo res­
trictivo. Esta actitud, si se prolonga, lo conducirá a alienarse de sí mismo
y de los demás.

76
Con frecuencia, estas formas de autoengaño dimanan de deseos, emo­
ciones y sentimientos personales, ya que Neptuno está asociado con el ni­
vel astral, plástico y adaptable, desde donde puede fomentar necesidades
y deseos extraños, sutiles e intangibles, y sin embargo peculiarmente insis­
tentes, hasta el punto de hacer que el nativo se sienta arrastrado interior­
mente a experimentarlos o realizarlos de alguna manera. A muchas per­
sonas, estos sentimientos y anhelos tan difíciles de definir les crean más
confusión personal y autoengaño, especialmente cuando se dan unidos con
imágenes idealistas de perfección y expectativas no realistas que sólo pue­
den acarrear desilusiones y decepciones. A unos pocos, Neptuno puede
brindarles una auténtica inspiracion, aunque incluso en estos casos puede
darse mezclada con deseos de autoexaltación y con ambiciones.
Una de las lecciones más difíciles que ha de aprender cualquiera que
tenga este aspecto es la de afrontar las realidades de la vida. Para Neptuno,
esta confrontación asume poco menos que el carácter de enemiga de su sen­
sibilidad, de modo que prefiere evadirse de ella en vez de encararla. Quizás
usted haya observado esta tendencia en su propia vida, manifestándose a
lo largo de los años de las más diversas formas, desde evadirse de los pro­
blemas (el síndrome del avestruz) hasta eludir la toma de decisiones, pa­
sando por la evasión de la autoafirmación y la del esfuerzo que requiere
desplegar el propio potencial interior. Los disfraces son muchos, y su efec­
to acumulativo es considerable y va generando gradualmente un estilo de
vida insatisfactorio y una disminución del sentimiento de tener una direc­
ción, un significado y un propósito, en la medida en que el ser interior se
pierde tras los velos del escapismo. Todos tenemos propensión a tomar es­
ta actitud, y es ella la que nos mantiene espiritualmente dormidos. «Des­
pierta», es el grito del espíritu, que clama por un despertar que nos dé la
experiencia de una confrontación directa y no tamizada con la vida, de una
luz que ponga al descubierto todos esos oscuros rincones, revelando tanto
la simplicidad como la complejidad de la mente cósmica en su manifesta­
ción. Afrontar el aspecto superior de Neptuno no es una vivencia de autoen­
gafío, sino de sensatez. Un Neptuno no integrado ofrece delirios y hechi­
zos; un Neptuno integrado significa la fusión del nivel emocional indivi­
dual con la vida universal, y ello sucede de manera similar a como pasa
cuando se integra a Urano: fundiendo la mente individual, por medio de
la intuición, con la mente universal.
Reconocer la expresión negativa de Neptuno es el primer paso; el si­
guiente es optar por la integración de este poder en la vida personal, para
que muestre su dimensión positiva. Indudablemente, ha habido veces en
que usted se ha sentido seguro de sí mismo y de su dirección, teniéndolo
todo bajo control y confiando en su capacidad de lograr sus ambiciones,
sólo para pasar seguidamente a otra fase en la que esta confianza se evapo-

77
ra, disolviéndose tan pronto como usted trata de aferrarse a ella. Esto ocu­
rre allí donde Neptuno y el Sol están en pugna, donde no se ha producido
todavía una fusión. Aunque esta conjunción puede llegar a ser el preludio
de un giro hacia el interior, de una apertura hacia los mundos interiores
y la devoción mística, es más útil considerar la forma en que la expresión
exterior de esta energía puede estimular una mayor integración.
Lo que Neptuno ofrece es una diversidad de dones que se pueden apli­
car como medios de expresión personal, dones que emanan de los mares
interiores y que son también un canal o una senda que vuelve a poner al
nativo en contacto consciente con el dominio de Neptuno. Estos dones in­
cluyen el arte, la música, la poesía, el teatro, la literatura, el psiquismo y
el misticismo. La inspiración neptuniana se revela por medio de esos cana­
les, para beneficio de todos aquellos que sean capaces de recibir la transmi­
sión. Quitar el cerrojo a las puertas interiores, de modo que la creatividad
pueda fluir, es algo sumamente enriquecedor, que cambia el nivel de la con­
ciencia; se corre peligro al abrir las compuertas de los diques que controlan
la inundación, como lo han descubierto muchos individuos creativos, pero
es una tarea sagrada revelar la numinosidad que hay por detrás de la apa­
riencia.
Añadir una dimensión artística y creativa a la vida, y cultivarla, es un
medio de integrar la energía neptuniana que empieza a fluir por esos cana­
les que se han abierto y que irá mostrando su rostro positivo a medida que
el significado crezca y el propósito y la dirección de la vida vayan adqui­
riendo mayor cohesión y sustancia, en vez de disolverse periódicamente.
Incluso si esa creatividad es puramente personal y va orientada a la satis­
facción y el disfrute personales y a la necesidad de expresarse, con el tiem­
po usted se dará cuenta de los beneficios que le ha traído. Quizás necesite
preparar y cultivar deliberadamente sus talentos, pero el tiempo que a ello
dedique será bien recompensado. Moverse en esta dirección puede exigirle
que reconsidere su estilo de vida, ya que su influencia será profunda. Qui­
zá su trabajo sea para usted algo profundamente insatisfactorio, una in­
fluencia restrictiva más bien que un factor positivo, y esto puede plantearle
el problema de una reestructuración económica de su vida. Encontrar una
manera de vivir que pueda satisfacer sus capacidades creativas tal vez sea
difícil, pero sin duda le acarreará más perjuicios optar por volver la espal­
da a la música seductora de Neptuno. Su creatividad o su capacidad para
la artesanía forman parte de la ruta que le está indicando este dios; otra
alternativa que constituye una forma de servicio comunitario puede ser tra­
bajar con grupos de personas cuya tarea se dirija al beneficio de la socie­
dad. Quizá pueda contribuir al bienestar del prójimo mediante la enseñan­
za, la medicina o la asistencia social. También puede encontrar una res­
puesta en la música, igualmente importante y satisfactoria para su deseo

78
de ser positivo en el mundo. Se trata de buscar un camino que le ofrezca
más libertad de la que tienden a ofrecer las estructuras laborales tradicio­
nales, una actividad que estimule su creatividad y su espíritu de servicio.
Al hacerlo, se desenmarañará la senda por la que transita, y los momentos
de confusión e indecisión quedarán relegados al recuerdo. El potencial de
trabajo que otorga Neptuno es considerable; el dios puede transformarnos
si nos abrimos a sus incitaciones y a sus mensajes. Si lo rechazamos, enton­
ces sus aguas erosionarán lentamente nuestros sueños y deseos, dejándo­
nos con una vida frustrada; es más prudente reconocer su llamada interior
y tratar de cambiar de acuerdo con ella. A los dioses no les cae bien que
alguien se burle de ellos no haciéndoles caso, y entonces le hacen sentir su
presencia.

El sextil Sol-Neptuno
A diferencia de la conjunción, que plantea el problema de trabajar tanto
con las influencias positivas como con las negativas de Neptuno sobre la
vida del individuo, el sextil es un aspecto más fácil para convivir con él.
Una vez más, vemos destacados los temas de la creatividad por medio
del arte, la música, la artesanía, la escritura y el teatro como formas de coo­
perar con el impulso neptuniano, de la misma manera que lo son las sendas
interiores del misticismo y los poderes psíquicos. Si usted tiene al Sol en
sextil con Neptuno, es probable que sea consciente de su propio potencial
creativo y que se incline a expresarlo de forma natural. Una capacidad que
quizá posea es la de crear vívidas imágenes mentales interiores, que, me­
diante el proceso de visualización creativa, puede usar para la creación de
su propio futuro, o bien las puede ofrecer para la estimulación y el placer
de los demás por mediación del arte, la música y la literatura. Tener la po­
sibilidad de manifestar de forma tangible estas imágenes es un don muy
importante, y lo puede expresar de muy distintas maneras, tanto para
autoengrandecerse y acumular riqueza y poder como para ayudar y cola­
borar con otras personas. Esta cuestión del egoísmo y el desinterés en las
acciones que emprenda puede, cuando se enfrente con ella, influir en sus
decisiones y motivaciones. El arte de la visualización es una poderosa fu­
sión de la mente, la voluntad y la imaginación, y es la fuente misma de la
creación.
Su sensibilidad hacia los demás, y hacia el dolor en el mundo es intensa,
y probablemente vaya acompañada por una conciencia de su responsabili­
dad social razonablemente bien desarrollada, que, por un sentimiento de
empatía, puede inspirarle la creencia de que debe y puede ayudar a aliviar
los padecimientos ajenos. Sin embargo, de hecho esta absorción psíquica

79
del dolor también puede llevarle a abstenerse de hacer nada como conse­
cuencia de su conciencia social, es decir, usted puede reconocer la existen­
cia de la injusticia, pero tratar de negar el papel que le cabe en subsanarla.
Es improbable que individualmente pueda remediar las causas del sufri­
miento, pero sí puede ofrecer un bálsamo que mitigue los síntomas del
dolor, en la esperanza de que otras personas más fuertes y menos sensibles
se ocupen de los factores negativos que operan en la sociedad.
Un dominio en el que puede prestar una valiosa ayuda inspirando a los
demás es el de la comunicación. Al vincular la percepción de su propia res­
ponsabilidad social con una forma de expresión llamativa, puede llamar
la atención de otros sobre aquellos dominios de la sociedad que es necesa­
rio transformar: los artículos periodísticos comprometidos y los documen­
tales televisivos son claros ejemplos de esta forma de expresión. Son recur­
sos que puede utilizar, y si escoge esta vía, el hecho mismo de seguirla rea­
vivará en usted las brasas de la imaginación y la inspiración. La necesidad
de mantener una relación con la gente que ponga en juego una esfera social
más amplia que la de la simple amistad es una senda que Neptuno aceptará
gustoso, especialmente en la medida en que ello permita al nativo poner
las íntimas visiones de su imaginación al servicio de la construcción de for­
mas externas tangibles.
Con la mayoría de las personas, usted tiene una relación del tipo laissez­
faire, en la que dominan la tolerancia y la empatía y no se ejercen presiones
interpersonales. Por más que su sensibilidad esté siempre presente, usted
no se muestra manifiestamente exigente ni se ata a expectativas imposibles
en relación con los demás, aunque de hecho prefiera tener compañeros se­
guros de sí mismos, que por el simple hecho de estar ahí lo obliguen a dar
firmeza a la nebulosidad y la indecisión de Neptuno. En todo caso, usted
tiene un espíritu humanitario que se relaciona libre y fácilmente con una
amplia variedad de personas, y que es capaz de ver el valor en todas ellas
y no sólo en las que tienen «éxito» considerado en términos de posición
social.
En usted hay un elemento de naturaleza camaleónica, una maleabili­
dad que le permite adaptarse a diversas situaciones y escenarios sociales, una
flexibilidad interior en virtud de la cual sus actitudes y expresiones se adap­
tan al ambiente específico donde se halla en cada momento, dejando de
lado cualquier preferencia personal más profunda. Se trata de una especie
de cualidad acuosa propia de Neptuno y característica de las personalida­
des capaces de «adoptar la forma de cualquier recipiente». Aunque esta
condición suele ser ventajosa, también puede conducir a la pérdida de una
nítida identidad personal debido a las repetidas transformaciones cama­
leónicas, de modo que quizá sea necesario que controle esta característica
o se guarde de ella si advierte que su personalidad comienza a fragmentarse

80
y disolverse. Sin embargo, si usted está siguiendo un camino místico, su
objetivo es la disolución en el «océano», donde la minúscula gota del ser
aparte pierde todo límite y desaparece en la totalidad oceánica de la vida.

El trígono Sol-Neptuno
El trígono proporciona el potencial necesario para reconciliar y armonizar
con éxito las energías de Neptuno y el Sol, lo que conduce a una poderosa
fusión positiva de ambas naturalezas planetarias: la del Sol, centrada en
el yo, y la del dios y planeta exterior transpersonal, que opera por media­
ción del nivel superconsciente de la mente inconsciente.
El potencial está presente, pero puede haber interrogantes en lo que se
refiere a los incentivos y la motivación del nativo para explotar sus talentos
latentes y a la aplicación que va a darles. Ése es el obstáculo con que quizá
tenga que enfrentarse: encarar la naturaleza de la opción y decidir qué di­
rección va a tomar. Algunas personas con este trígono en su carta pueden
estar dotadas de múltiples talentos en diversos ámbitos artísticos y creati­
vos -la música, el arte, la literatura, la danza, el teatro- y sin embargo,
resultarles difícil concentrarse y disciplinarse en la medida suficiente para
convertirse en maestros de algo en lugar de tener muchos oficios pero no
dominar ninguno. Las ideas les brotan fácil y naturalmente, y las adoptan
con entusiasmo, pero sólo para dejarlas rápidamente de lado cuando otras
nuevas, como estrellas fugaces, vienen a reemplazarlas. Es probable que
falten el compromiso y la perseverancia, y que la energía se fragmente al
orientarse en demasiadas direcciones a la vez.
Este trígono está asociado con una mentalidad perceptiva y capaz de
asimilar conocimientos y de comprenderlos adecuadamente, e implica tam­
bién un carácter intuitivo que se puede usar como fuente de percepción in­
terior y de conocimiento. Esta facultad intuitiva o psíquica operará princi­
palmente por mediación de la naturaleza emocional, como identificación
empática, a diferencia de la intuición uraniana, que es de naturaleza más
mental e impersonal. Las personas que tienen este trígono en su carta pene­
tran con facilidad en la naturaleza de los seres que las rodean y «sienten»
sus motivaciones, lo cual puede ser causa de que la atmósfera de su entor­
no influya en su estado anímico y en su bienestar.
Puede haber una ambivalencia en lo referente al compromiso social y
la responsabilidad. Mucho depende de cómo se expresen; si lo hacen den­
tro de la esfera artística y creativa, entonces la mayor parte de la energía
se absorbe en ello, y el foco de su atención se desplaza hacia una visión
creativa personal. No se trata de que estos nativos no respondan a las preo­
cupaciones sociales, sino de que sienten que ser un canal para la creativi-

81
dad es su forma de contribución a la sociedad. Otros responden a la vibra­
ción neptuniana abriendo más el corazón, sintiéndose como canales para
que el «amor universal» fluya, dando apoyo a los demás y elevándolos.
Su senda es la del servicio a la comunidad humana, y la medicina -o una
forma similar de terapia y de sanación en el nivel físico, emocional y
mental- puede ser una de sus expresiones favoritas.
Si usted tiene al Sol en trígono con Neptuno, su desafío consiste en cla­
rificar la dirección que ha de seguir. Una vez que lo vea claro, debería ser
capaz de encauzar sus energías y talentos hacia el logro de sus objetivos.
Puede tener la necesidad de ser más práctico, tal vez por la influencia de
un Saturno o un Mercurio fuertes que le aseguren el logro de resultados
materiales, para que usted no desperdicie sus talentos y termine siendo un
soñador visionario negativo, que corre en pos de su imaginación sin llegar
jamás a contenerla dentro de una forma objetiva.
En sus relaciones personales, valora mucho la libertad emocional y la
confianza como componentes naturales del ideal del amor romántico. Tiende
a ser emocionalmente fiel y a dar prioridad a las virtudes de un entorno
familiar cercano y afectuoso. Su naturaleza empática se suma a los senti­
mientos de proximidad con la familia y los amigos, con quienes usted está
muy ligado.

La cuadratura Sol-Neptuno
Esta cuadratura indica con frecuencia la existencia de inhibiciones, restric­
ciones y frustraciones con base psicológica, que plantean retos de magni­
tud considerable a los que hay que responder antes de que puedan aflorar
las características más positivas de Neptuno.
Las personas con esta cuadratura en su carta tienden a tener poca con­
fianza en su identidad personal y en su capacidad para lograr sus objetivos
en la vida. En parte, ello puede ser resultado de su relación con los padres,
especialmente con el padre: durante su crecimiento pueden haber sufrido
conflictos debidos a una falta de entendimiento o de amor, o quizá haya
sucedido que en el intento de hacer valer su individualidad chocaran con
la fuerza mayor de la autoridad parental. El caso es que la confianza en
sí mismos de estos nativos se ha fragmentado, que la aplicación de su vo­
luntad no alcanza la concentración ni la efectividad necesarias, que se pro­
tegen contra los demás cultivando formas inhibitorias de defensa psicoló­
gica y que no pueden hacer frente al fracaso personal.
Todo esto se expresa en intentos de escapismo y de evitar tanto las res­
ponsabilidades como la necesidad de autodisciplina, a menos que un Sa­
turno fuerte en la carta pueda reequilibrar esta tendencia. La preferencia

82
por la huida cuando se ven forzados a afrontar la realidad lleva a estos na­
tivos no sólo a percepciones deformadas que dificultan una cuidadosa eva­
luación de las circunstancias, sino también al miedo de tomar decisiones
que quizá resulten imprudentes. En el peor de los casos, esto puede provo­
car la inercia por temor a la acción. Estas imágenes interiores de fracaso
tienden a hacer que se fracase externamente, y acentúan así un círculo vi­
cioso que se repite una y otra vez. Además, si el nativo disfraza esta pauta
de fracaso con objetivos y ambiciones que están más allá de sus actuales
capacidades de logro, lo único que conseguirá es eludir la comprensión de
que es él mismo quien está creando los fracasos en su vida. Esto se ve exa­
cerbado por los sueños de un Neptuno no integrado ni realizado, que lleva
a estos nativos a sentirse culpables por su falta de logros y a vivir con una
continua sensación de descontento.
Todo esto puede mitigarse si se decide conscientemente hacer el esfuer­
zo necesario para conectarse con el propio centro oculto, ir más allá de esas
imágenes superpuestas de culpa, inferioridad y fracaso que uno mismo ha
cultivado como respuesta defensiva ante el sufrimiento emocional. Una reo­
rientación como ésta quizá no sea fácil, ya que se trata de oponerse a pau­
tas de comportamiento establecidas, y sin embargo, los beneficios que se
pueden alcanzar sin duda transformarán positivamente la propia vida.
Si usted tiene al Sol en cuadratura con Neptuno, lo primero que tiene
que hacer es aceptar su propia naturaleza, sin condenarse ni juzgarse. Si
realmente quiere que el cambio se produzca, confíe en que puede producir­
se. Usted posee creatividad interior, imaginación y las potencialidades su­
ficientes, que sólo esperan verse liberadas de su prisión, aunque para en­
contrar el canal de expresión adecuado quizá necesite algún tiempo más.
Sin embargo, es necesario que clarifique sus ambiciones dentro de un mar­
co más realista. Quizá le haga bien recurrir a alguna forma de asesoramiento
psicológico que le ayude a verse con más claridad a sí mismo y sus poten­
cialidades; también puede acudir a seminarios o talleres que trabajen con
la autoafirmación, la toma de decisiones y la formulación de objetivos. Lo
que de hecho Neptuno le pide es que se vea a sí mismo como un niño, dis­
puesto a entrar en la edad adulta, y lo que espera de usted es que se cree
una nueva identidad más adecuada. En este proceso de re-creación vaya
con cuidado, no se precipite; reconozca que algún que otro fracaso es ine­
vitable, pero intente no convertirlos en dramas que lo traumaticen, y dése
cuenta de que para alcanzar el éxito hay que arriesgarse; reconozca tam­
bién que todos fracasamos en algo, y que eso no es una excusa para que
usted se censure una vez más. A medida que su confianza en sí mismo aumen­
te, su vida empezará a tomar un cariz más positivo. Eso no sucederá de
la noche a la mañana, porque no puede cambiar con rapidez pautas de com­
portamiento que arrastra desde hace tanto tiempo, pero si persevera

83
los cambios se producirán. Tal vez el empleo de técnicas como la visualiza­
ción creativa y las afirmaciones o la programación subliminal con cintas
de cassette que tratan de la evolución y el crecimiento personales puedan
reforzar este proceso. El punto que esencialmente tiene que aceptar y en
el que debe tener fe es que el cambio es posible, y que usted puede lograrlo
a su manera; en la esperanza reside la fuente de donde manan las aguas
del potencial y de la transformación.
Las mejoras que consiga no sólo realzarán su propia imagen de sí mis­
mo, su confianza personal y su capacidad para la toma de decisiones, sino
que también resultarán muy beneficiosas para sus relaciones personales e
íntimas. En general, las personas con el Sol en cuadratura con Neptuno son
emocionalmente vulnerables, y los demás suelen explotarlas o abusar de
ellas, engañándolas o manipulándolas de diversas maneras; pero no olvide
que esta tendencia, si existe en usted, es el reflejo de pautas dominantes
que hay en su interior. Puede tener deseos y necesidades emocionales fuera
de lo común, relacionados con un idealismo romántico, que se expresan
por medio de la sexualidad y que pueden requerir alguna forma de clarifi­
cación y de sanación. Pero la transformación y la purificación propuestas,
implícitas en la resolución del conflicto del Sol con Neptuno, se ocuparán
también, simultáneamente, de ese otro nivel.
Quizás sienta una atracción hacia el ocultismo y el misticismo, pero si
la sigue en la etapa previa a la transformación, corre el riesgo de que lo
conduzca a una autoexaltación como antídoto para su complejo de infe­
rioridad, dejándose arrastrar a la creencia en que su propia voz es la de
Dios o la de los Maestros. Sin embargo, si la transformación se ha realiza­
do, entonces podría, sin duda, funcionar de esa manera como un canal más
puro. Sin embargo, para explorar efectivamente esas dimensiones de la vi­
da, necesitará cierto grado de restricción y de cautela, ya que tal vez esté
actuando en su interior un deseo inconsciente de autoengrandecimiento que
sea el que motive sus acciones. Como el aspecto imaginativo de Neptuno
es tan fuerte, puede conducirlo al egotismo y al autoengaño, y entonces,
en vez de hallar la luz, se perderá en las luces del hechizo y del espejismo.

La oposición Sol-Neptuno
La oposición entre estos dos planetas propicia una visión deformada y en­
gañosa de la realidad, que tiende a crear problemas y obstáculos adiciona­
les en la vida y en la toma de decisiones. Si usted tiene al Sol en oposición
con Neptuno, es probable que se le haga difícil analizar y evaluar correcta­
mente sus opciones y alternativas, y que con frecuencia se concentre en pro­
blemas imaginarios que usted mismo se ha creado en lugar de dedicarse a

84
los reales. A veces, esto puede asumir la forma de un sufrimiento voluntario
que surge de pautas de culpa interior asociadas con deseos profundamente
enterrados, a manera de expiación o castigo por «pecados» que tanto pue­
den ser reales corno imaginarios. Con frecuencia corre el peligro de tornar
la actitud del mártir y sacrificarse innecesariamente, y sin embargo, de al­
guna extraña manera, ello le sirve de cimiento para su vida interior. Puede
ser que Neptuno le exija un sacrificio, el de sus imaginarios espejismos, pe­
ro en la vida diaria es frecuente que usted no lo entienda y lo aplique mal.
Tiende a reaccionar enérgicamente contra cualquier intento de domi­
nación por parte de los demás, y sin embargo puede someterse fácilmente
si se encuentra bajo la influencia de un delirio erróneo de sacrificio. Es po­
sible que sus relaciones estén caracterizadas por diferentes grados de con­
fusión y de mal entendimiento, y cuando usted es presa de emociones po­
derosas también es susceptible de recubrir la naturaleza de sus relaciones
íntimas con fantasías que confunde con la realidad, generando así un miasma
engañoso que afecta a todos los que participan de la situación. Puede suce­
der que por mediación de esas fantasías opere una pauta que subvierte la
comunicación clara, sincera y directa, por más que usted no se dé completa
cuenta de ello o no lo acepte. En la medida en que tiende a ser personal­
mente inseguro y a estar a la defensiva en sus actitudes, puede suceder que
su modo de expresarse -usted raras veces acepta que pueda equivocarse
o ser responsable de algo- genere tensiones, puesto que intenta descargar
cualquier culpa sobre hombros ajenos; es una forma de expresión que con­
funde más de lo que aclara, y que con el tiempo crea considerables friccio­
nes. Este carácter nebuloso domina su personalidad y lo convierte en un
«camaleón psicológico» que cambia de apariencia y de actitud a medida
que sus percepciones deformadas y sus prejuicios personales se entremeten
en la realidad.
Es frecuente que evite el compromiso, y que se niegue a mantener rela­
ciones sentimentales por miedo de sentirse atrapado o dominado, lo que,
sumado a una naturaleza desconfiada, no es un buen augurio para la esta­
bilidad de sus relaciones. Corno es propenso a caer bajo los hechizos nega­
tivos de Neptuno en lo tocante al amor y al romance, esta tendencia puede
haberse fortalecido por obra de crueles desengaños anteriores, pero si sien­
te que esto se convierte en una pauta repetitiva en su vida, entonces es pro­
bable que la causa se encuentre dentro de sí mismo, y para hallar la solu­
ción tendrá que embarcarse en un viaje interior de autoexploración.
Llegar a un acuerdo con pautas que influyen de modo tan decisivo en
su propia identidad y en sus relaciones con otras personas le exigirá una
sinceridad y una capacidad de entrega considerables. Es posible que consi­
ga llevar a cabo cambios beneficiosos, pero solamente si realmente los quiere
y está dispuesto a hacer el esfuerzo. El principal problema con los hechizos

85
y los espejismos interiores es que son muy difíciles de identificar correcta­
mente, y es obvio que al deformar la realidad dificultan una percepción
clara y correcta. Los efectos reales de una verdadera transformación espi­
ritual hacen trizas las ilusiones engañosas. Ser capaz de admitir y recono­
cer que tales problemas existen es el primer paso, y el más importante, pero
debe ir seguido por una acción coherente para descubrir cuál es el remedio
adecuado.
Debido a su inseguridad, usted es propenso a dudar de sus propias ca­
pacidades y potencialidades, temeroso de un reto que ponga al descubierto
sus fallos y debilidades. Es probable que se haya creado mecanismos para
protegerse, retraerse o defenderse. Lo que necesita esencialmente es des­
prenderse de sus pautas de percepción de sí mismo y de los demás, de modo
que pueda percibir de manera más objetiva la realidad de las situaciones.
Afrontar el hecho de que las pautas elusivas son una realidad, y observar
la influencia de sus propios prejuicios emocionales y de sus mecanismos
de defensa puede ser muy revelador, como también puede serlo observar
la forma en que usted mismo interfiere en su manera de comunicarse con
los demás. Sin embargo, todo esto ha de hacerlo sin juzgarse ni condenar­
se. En una mirada imparcial se ocultan las semillas de la transformación.
Su camino está en volver a hallar su propio centro y reencontrarse a
sí mismo más allá de estas efímeras influencias; basar su fuerza personal
en su propia identidad y en sus propios recursos, y no en una dependencia
malsana de los demás, será la demostración de una madurez creciente. Cla­
rificar sus objetivos en la vida, y quizás elaborar un programa que lo lleve
a alcanzar algunos de ellos, es algo que le puede ofrecer una dirección en
la cual trabajar, y que le permitirá ser independiente y expresar su poten­
cial creativo, durante tanto tiempo bloqueado, frustrado e inhibido. El he­
cho de dar estos pasos puede ser renovador para usted y para sus relacio­
nes, y protegerlo de la posibilidad de verse invadido por las influencias
negativas del ambiente psíquico que lo rodea. Una vez hechos los cambios,
es mucho lo que usted tiene para ofrecer a los demás: su tendencia al sacri­
ficio puede ser beneficiosa. Entre los enfoques adecuados para elaborar es­
ta tendencia, están la meditación (para anular los hechizos y despojar a la
personalidad de velos falsos y engañosos) y las distintas formas de terapia
que trabajan con las relaciones.

La conjunción Luna-Neptuno
Esta conjunción enfatiza la sensibilidad emocional y la vulnerabilidad ante
los demás, especialmente por mediación de una impresionable y compasi­
va empatía psíquica. Si tiene a la Luna en conjunción con Neptuno, su en-

86
torno tendrá mucha influencia sobre usted, afectará a su bienestar y su equi­
librio interiores, porque necesita vivir y trabajar en lugares adecuados y
con la gente adecuada; de otro modo, puede descubrir que su espíritu y su
vitalidad empiezan a menguar al ir absorbiendo influencias negativas para
su sensibilidad.
Como tiene el corazón tan abierto a la experiencia de la vida, es proba­
ble que lo pague con sufrimiento, desilusiones y angustia. Con el tiempo,
será necesario que establezca una especie de filtros psíquicos que protejan
su sensibilidad, porque de otra manera la vida puede llegar a ser demasia­
do dolorosa para usted. Por obra de su comprensión innata y de su dis­
posición benévola, es probable que se convierta en el confidente de otras
personas; sin embargo, necesitará cultivar cierta medida de objetividad
impersonal y desapego para no asumir problemas ajenos y sufrir personal­
mente por ellos, ya que no es un sacrificio que deba hacer, por más que
usted esté dispuesto a ofrecer su ayuda a quien la necesite. Es probable que
se sienta llamado a trabajar en el dominio de la asistencia social, donde
puede servir a los pobres y ayudarles a salir adelante. Sin duda, la compa­
sión que anida en su corazón será un importante factor de motivación en
su vida, y probablemente por ese camino podrá canalizar con más facili­
dad sus cualidades y capacidades naturales. Si se ha quedado atascado en
un lugar que no es el suyo, le resultará fácil reconocerlo, porque se sentirá
acosado por la intensificación de su tendencia a la ensoñación y a tomar
los deseos por realidades, y tendrá la necesidad de escapar de exigencias
ajenas que en realidad no le interesan.
Usted posee una poderosa imaginación a la que no le gusta sentirse in­
hibida ni negada, y que constantemente busca maneras de expresarse; en su
interior hay un considerable caudal de sensibilidad cultural y artística, por
no hablar de sus propios dones creativos, que esperan ser liberados. Po­
dría llegar a desarrollar una capacidad visionaria e inspiradora si se con­
centrase especialmente en este dominio y orientase todas sus energías a esa
tarea. También su sensibilidad psíquica podría desempeñar un papel en ello,
abriéndole la conciencia a corrientes vitales más sutiles y al poder inheren­
te en símbolos e imágenes, e incluso el carácter profético de sus sueños po­
dría adquirir una gran importancia en su vida. Probablemente lo mejor se­
rá que utilice sus talentos psíquicos sólo como apoyo de la creación artísti­
ca, porque podría encontrarse con que fueran demasiado poco fiables o
con que esiUvieran demasiado velados por las brumas marinas de Neptuno
y por lo tanto no permitieran una percepción clara. Estas tendencias pue­
den evolucionar hacia intereses religiosos o espirituales, tales como la exal­
tación de las emociones del místico o las devociones del corazón.
En su vida personal y en sus relaciones íntimas, es probable que necesi­
te estar alerta a una tendencia a ser excesivamente romántico, a estar pen-

87
diente de sus sueños del amor ideal, al que siempre busca y jamás encuen­
tra. En la vida real hay personas de carne y huesos, y la desilusión jamás
anda lejos de la proyección de las obsesiones del anima o del animus, que
genera el autoengaño y el consiguiente choque con la realidad de nuestro
«amor soñado». Convertir a hombres y mujeres en dioses y diosas es un
juego peligroso: siempre terminan por caerse del pedestal donde los colo­
carnos. La caída hace pedazos el espejismo, que nunca más se puede re­
construir alrededor de la misma persona. Sin embargo, volver a enamorar­
se de la persona real suele ser una experiencia mucho más gratificante y
enriquecedora.
En ocasiones, usted tiende a eludir la colisión con la dura realidad, qui­
zá porque no se da cuenta de que reajustando sus actitudes podría enfren­
tarse a ella. Aceptar la realidad es un proceso que tenernos que encarar con­
tinuamente en la vida, aunque ello no signifique necesariamente someterse
a lo inevitable; puede ser la acción inicial necesaria para determinar cómo
transformar una situación insatisfactoria. A veces la influencia de Neptu­
no domina a la Luna, y el resultado es el retraimiento hacia mundos priva­
dos: usted se oculta dentro de una concha protectora, incapaz de enfren­
tarse con el mundo real, para vivir dentro del hechizo de los castillos en
el aire que edifica su imaginación, perdida en los mundos de la ensoñación.
Por otro lado, los aspectos que forma la Luna indican una asociación
con la imagen de la Madre, corno símbolo y corno realidad. Las personas
que tienen a Neptuno en conjunción con la Luna están íntimamente liga­
das con su madre, que ejerce una importante influencia en su evolución,
pero -corno sucede en las relaciones románticas- suele haber espejismos
que estas personas tienen que clarificar o de los que deben liberarse si afec­
tan negativamente a sus relaciones adultas.

El sextil Luna-Neptuno
El sextil plantea problemas menos ambiguos que la conjunción, y la perso­
na que tiene este aspecto en su carta suele sentirse más cómoda porque le
permite liberar con más facilidad su potencial. Están presentes la imagina­
ción y la sensibilidad psíquica y empática características de los contactos
entre la Luna y Neptuno, pero en el sextil son más claras y están menos
sujetas a la deformación impuesta por las percepciones, tanto las propias
corno las de los demás.
Si usted tiene a la Luna en sextil con Neptuno, las relaciones sociales,
las obligaciones y el servicio seguramente constituyen la piedra fundamen­
tal de su vida, el ámbito en el que afloran sus cualidades y talentos intrínse­
cos. Su respuesta afectiva ante las condiciones sociales negativas es visee-

88
ral, ya se trate de individuos, de grupos minoritarios alienados o de la hu­
manidad entera. Esto puede atraerlo hacia un trabajo que signifique con­
tactos con áreas socialmente problemáticas, o por lo menos lo conducirá
a asociarse con grupos de presión preocupados por las personas que pasan
privaciones y por la negatividad social. Puede apasionarse mucho en la de­
nuncia de la falta de humanidad del hombre y de su indiferencia ante su
prójimo, y su preocupación puede llevarle a brindar su apoyo a causas po­
sitivas y benéficas.
Usted tiende a concentrarse en lo externo en lugar de preocuparse por
lo interno, y esto puede conducirlo a convertirse en portavoz de sus obje­
ciones sociales, intentando que los demás abran los ojos ante esos peligros
o esa falta de atención que a usted tanto le ofenden en la medida en que
causan sufrimientos innecesarios. Este empeño en promover remedios so­
ciales puede ayudarle a expresar su espíritu creativo escribiendo o ayudan­
do a difundir información sobre el tema como parte de una labor educati­
va; hay quien puede sentirse llamado a emprender una cruzada periodísti­
ca con objeto de despertar de su sueño a la conciencia social. Como usted
tiene ideales sociales elevados, podría desempeñar el importante papel de
mediador y enunciador de propuestas para el progreso y el desarrollo de
la sociedad. Trabajar con gente que dependa de la seguridad social para
vivir puede darle, en cierto sentido, una satisfacción profunda, ya que por
medio de su respuesta afectiva ofrecerá sugerencias alternativas de mejora
que transmitirá por la vía de su inspirado intelecto.
Usted no es muy propenso a ver espejismos y alzar pedestales en sus
relaciones íntimas; suele tener una visión más realista de lo falible que es
la naturaleza humana, y su tolerancia y su comprensión le permitirán expe­
rimentar menos decepciones en este dominio. Suponiendo que pueda crear
los canales adecuados para su actividad externa, tanto su vida doméstica
como la social deberían ser gratificantes. Intente no olvidar que la Luna
lo atará con profundos lazos familiares, tanto con sus padres como con
otros miembros de la familia, lazos que probablemente son más importan­
tes para usted de lo que se da cuenta, especialmente si su actividad social
es extrema.
Como es probable que sea sensible a las influencias psíquicas sutiles que
emanan de las personas y del entorno, puede ser que periódicamente ne­
cesite refugiarse en la quietud y el aislamiento para poder despejarse inte­
riormente y renovar sus energías. Con frecuencia, su vida interior y su ima­
ginación le indicarán la dirección más adecuada para seguir, o incluso le
sugerirán temas para la acción social, y es posible que muchas de sus deci­
siones las tome al dictado de sus impulsos más inconscientes. Si después
la acción resultante es un fracaso, tal vez sea necesario que estudie mejor
sus propias actitudes y motivaciones, para sacar a la luz sus frustraciones

89
inconscientes y disminuir así el poder que éstas tienen de llevarlo a callejo­
nes sin salida y a fracasos que usted mismo se prepara.

El trígono Luna-Neptuno
Tanto el sextil como el trígono entre Neptuno y la Luna son aspectos que
se encuentran con frecuencia en la carta de personas de temperamento ar­
tístico y creador, especialmente las que tienen un interés personal en acre­
centar la belleza y la bondad existentes en su entorno social. Esto puede
manifestarse de diversas maneras, desde la mejora de las propias condicio­
nes de vida hasta el disfrute de una película bien hecha o la capacidad de
admirar un cuadro que evoca sentimientos de armonía y belleza.
El trígono entre la Luna y Neptuno indica el potencial de combinar con
éxito estas dos energías planetarias, de modo que la vida interior imagina­
tiva y sensible llegue a concretarse en una forma adecuada de expresión ex­
terior. Como hay una tendencia a reaccionar con hipersensibilidad ante los
estímulos ambientales, si usted tiene este trígono en su carta necesita des­
cubrir una forma de responder que le permita usar su percepción de mane­
ra creativa, revelando a los demás la dimensión invisible de la vida, más
sutil y quizás oculta, de modo que también ellos puedan apreciar las cuali­
dades vitalizadoras, edificantes e inspiradoras de los ámbitos interiores. Por
eso este aspecto se encuentra con frecuencia en las personas que se dedican
al cine, la danza y las artes en cuanto actividades reveladoras de una per­
cepción enriquecida de la vida, desde las cuales la musa neptuniana consi­
gue tener acceso al mundo.
Existe la probabilidad de que usted posea este talento innato, y si hace
el esfuerzo de dar expresión a sus sueños más imaginativos e íntimos, tal
vez asociados con el emplazamiento de Venus en su carta, puede ser una
personalidad productiva. Si, en cambio, tiene a Mercurio, Saturno o Mar­
te débiles o mal aspectados, es probable que deba superar ciertos obstácu­
los antes de que sus sueños lleguen a convertirse en realidad. Por lo demás,
tiene la capacidad de llevar a cabo creaciones artísticas de un rico drama­
tismo para estímulo y placer de sus semejantes.
Su carácter es bondadoso, cálido y comprensivo con los demás, y usted
es plenamente consciente de la dimensión social de la vida. Sin embargo,
puede ser que tienda a aplicar sus energías de manera nítidamente creativa
en lugar de preocuparse por una acción social más directa, en la convicción
de que la creatividad es la mejor manera en que usted puede contribuir al
adelanto de la sociedad. Su interés se centra generalmente en el desarrollo
de las potencialidades individuales, y puede dedicar gran esfuerzo a esti­
mularlo en otras personas, generalmente en sus familiares y en la gente jo-

90
ven. Sin embargo, a veces mantendrá una actitud un poco centrada en sí
mismo -especialmente cuando se encuentre bajo el influjo de una musa
artística-, y entonces preferirá estar más libre de obligaciones sociales o
familiares para poder concentrarse en liberar su espíritu creativo.
En las relaciones íntimas, prefiere que su pareja tenga intereses inde­
pendientes y que sea capaz de confiar en sí misma, sin depender excesiva­
mente de usted. Además, necesita que su compañero o compañera sea afín
con usted en su manera de ver las cosas y en su sensibilidad artística, de
modo que haya un recíproco entendimiento.
Es probable que su espíritu creador se satisfaga plenamente con
proyectos que puedan significar un beneficio directo para terceros y que
de alguna manera contribuyan a mejorar las condiciones sociales. Y usted
también puede beneficiarse de ello, en la medida en que al mejorar la cali­
dad del entorno social disminuye el influjo negativo que éste tiene sobre
usted.
En su creatividad puede haber un cierto carácter profético; a la intui­
ción, relacionada tanto con personas como con orientaciones, puede ca­
berle un papel vital en su vida, y mediante el arte también puede orientar
o dar expresión a las necesidades sociales subyacentes. Lo que aquí está
operando es la dimensión psíquica, y es preciso que le preste atención.

La cuadratura Luna-Neptuno
Si usted tiene esta cuadratura en su carta, el reto más importante con el
que se enfrenta es el de discriminar entre realidad e irrealidad, entre hecho
y ficción, y asumir las consecuencias de confundirlos cuando no los perci­
be correctamente y no quedan establecidos en la conciencia. Es frecuente
que emociones y sentimientos volátiles y turbulentos se entretejan con su
imaginación, haciendo que su percepción quede nublada por prejuicios y
fantasías personales. Usted tiende a modificar las experiencias en su mente
para que se adecuen a pautas emocionales más aceptables, y sin embargo,
por obra de la deformación de las experiencias reales y de la re-creación
de los recuerdos, el espejismo va en aumento hasta que la versión que usted
da del pasado y de la realidad no se corresponde con la de los demás. Los
intentos de deformar la realidad, especialmente si se refieren a terceros, nun­
ca son bien recibidos, y se constituyen en fuentes de conflicto en las rela­
ciones. Si insiste en que tiene razón, incluso contradiciendo el recuerdo de
varias personas, terminará por generar antagonismo, ya que a nadie le gus­
ta ver su realidad y su memoria amenazadas, ni siquiera por miembros de
la familia. Otra alternativa es recurrir a la construcción imaginaria de pai­
sajes interiores poblados de fantasías personalmente satisfactorias, para po-

91
beneficio adicional. Es necesario que reconozca el dolor y la cólera que sien­
te, pero no se censure por tener estos sentimientos; acepte que todo eso existe
y decídase a liberarlo para permitir así que la sanación se produzca. Sea
más abierto y sincero en sus relaciones con respecto a la confusión que pue­
da sentir; procure no dejar que se vaya acumulando la tensión en su inte­
rior. Organice más conscientemente su vida, determine direcciones y obje­
tivos adecuados, pero asegúrese de que son realistas y de que usted es capaz
de perseverar en cualquier compromiso que sea necesario para alcanzar­
los, tal vez empezando por objetivos fáciles y que se puedan obtener en un
plazo breve. Tómese las cosas con calma durante este período de re-creación,
porque rara vez el cambio se da de la noche a la mañana, y siempre necesita
de una integración cabal en la personalidad. Tenga cuidado y empiece a
relacionarse más conscientemente con el nivel material, dejando que esas
limitaciones inevitables se conviertan en una estructura necesaria, dentro
de la cual usted pueda crecer sin peligro. Trabaje en grupo, para darse cuenta
de que en la vida todos necesitamos en un momento u otro la orientación
y el apoyo de otras personas que quizá tengan un nivel de percepción más
claro. Crea en sus propios potenciales y decídase a permitirles que tengan
acceso a su vida.
Al hacerlo, podrá transformar los aspectos negativos de la cuadratura
en influencias positivas. Trabaje preferiblemente con las terapias que po­
nen el acento en la realidad, porque le darán una base más firme, en vez
de seguir su tendencia natural a buscar un imaginativo escapismo, cuyo re­
sultado puede ser que se vea enredado en cualquier culto religioso o místi­
co de los que se empeñan en volar por los santos cielos de la grandiosidad
y la alucinación en vez de tener una auténtica experiencia de la vida real.
No intente desarrollar capacidades psíquicas o mediúmnicas, porque pue­
den arrojarlo una vez más a la confusión entre realidad e irrealidad.

La oposición Luna-Neptuno
Hay varias similitudes entre los efectos de la oposición y los de la cuadratu­
ra entre Neptuno y la Luna, aunque con la oposición hay más tendencia
a proyectar sobre el mundo externo la tensión interior, que entonces retor­
na al nativo reflejada por otras personas y por el entorno.
Si usted tiene esta oposición en su carta, tenderá a buscar la solución
de sus problemas en el mundo externo, a menudo estableciendo una rela­
ción de dependencia con otras personas o identificándose erróneamente con
personas, lugares o posesiones materiales que parecen ofrecer cierto senti­
miento de seguridad y un respiro ante las presiones internas de su confu­
sión emocional. Al hacer esto, corre el peligro de fragmentar una naturaleza

93
emocional ya de por sí frágil, y al desplazar su propio centro, se arriesga
a que sus motivos y su dirección en la vida pierdan toda cohesión.
Como pasa comúnmente con los aspectos de Neptuno, hay una pro­
ducción hiperimaginativa de espejismos, y las fronteras entre la verdad y
la ficción se vuelven borrosas. Donde estos espejismos son probablemente
más activos y observables es en las relaciones personales e íntimas, espe­
cialmente porque tienden a crear deformaciones, trastornos y confusión
en la comunicación. Puede haber fricciones en su vida hogareña, en parte
como consecuencia de que usted tiende a proyectar sobre los demás sus es­
pejismos y sus tensiones sin resolver, y estas fricciones probablemente con­
tinuarán mientras no retire sus proyecciones, asuma su contenido como al­
go propio y las resuelva.
Puede suceder que en ocasiones se sienta prisionero de su estilo de vida,
ávido de liberarse de cualquier situación que esté sintiendo como opresiva.
Con frecuencia responde a estos sentimientos con intentos de escapismo,
tendiendo más bien a «huir» de los problemas que a afrontarlos en un es­
fuerzo por resolverlos. En algunos casos esto lleva a las habituales adiccio­
nes neptunianas a las drogas y al alcohol como «remedios» fácilmente ac­
cesibles, aunque en realidad no son tales, sino apenas muletas que no ha­
cen más que agravar las dificultades existentes.
Su sensibilidad y su empatía psíquico-emocional con las personas y el
entorno tienen una gran influencia en usted, ya que tiende a absorber todas
las impresiones sin protección ni discriminación alguna. Esto se suma a su
inseguridad y su inestabilidad emocionales, como también a su tendencia
a dejarse usar por los demás. Estos conflictos interiores reflejan la tenden­
cia neptuniana a convertirse en víctima, más bien que a hacer un sacrificio
voluntario, y es probable que usted se encuentre con que las tensiones inte­
riores se reflejan externamente en su cuerpo por la vía de una reacción psi­
cosomática.
Sin embargo, si una situación de esta clase está afectando su vida, no
es necesario que continúe; un cambio consciente puede mejorarla. Por de­
bajo de su vulnerabilidad emocional y de su falta de confianza hay una re­
serva de talento creativo. La dificultad para usarlo reside en ser capaz de
despejar una vía para que este talento fluya hacia su manifestación, y para
hacerlo se requiere la transformación de las pautas emocionales inhibido­
ras. Si usted opta seriamente por encauzar su energía, tal vez mediante una
preparación disciplinada y un aprendizaje adecuado, podrá quitar el ce­
rrojo a las puertas que dan acceso a su talento creativo y liberar así la ener­
gía frustrada.
Es necesario que aprenda a permanecer firmemente en el círculo de su
propia luz y a estar centrado en su propio ser, en vez de confiar en los de­
más o de desplazar su centro hacia el mundo externo. La vida lo desafía

94
a que sea usted mismo, no a que compare sus capacidades con las de otras
personas, se queje de su destino y sienta envidia ante los éxitos de sus ami­
gos. Tendrá que luchar bastante para reorientar las pautas de comporta­
miento que usted mismo ha establecido, pero no dude de que el esfuerzo
valdrá la pena y disolverá todas las restricciones impuestas por esos vene­
nos interiores, generados por las emociones, que está acumulando en su
interior; la tarea consiste en renovarse y re-crearse, como en un segundo
nacimiento. La confianza en sí mismo irá en aumento a medida que vaya
dando cada paso, y cuando empiece a observar las mejoras que se produ­
cen, poco a poco se convencerá de que puede explotar esa reserva de poten­
ciales ocultos que tiene profundamente guardada en su interior. Empezará
a clarificar sus objetivos y sus intenciones, e irá diseñando una nueva di­
rección hacia donde moverse, forjándose un estilo de vida que le convenga
y que no genere frustraciones y conflictos íntimos. Se sentirá lo bastante
fuerte como para poder seguir el consejo de su propia voz interior, con­
fiando en la validez de esos impulsos íntimos hasta ser finalmente capaz
de sacar partido de su aguda sensibilidad y de apreciar la percepción que
ésta le permite de una vida enriquecida y la forma en que puede usarla po­
sitivamente para beneficiar y apoyar a otras personas, en vez de ser fuente
de angustia emocional para un psiquismo desequilibrado y confuso. Sus
relaciones mejorarán a medida que la claridad vaya profundizándose mer­
ced a una evaluación y una comprensión más realistas, sumadas a la con­
ciencia de que está haciendo compromisos y acuerdos esenciales para vivir
armoniosamente en pareja. Se le revelarán los placeres de una vida domés­
tica estable, en vez de las trampas y las limitaciones que antes había experi­
mentado, y reconocerá que sus viejos ideales de perfección eran espejismos
que se han disipado en el viento, de modo que ya no andará persiguiendo
el arco iris por el cielo, sino que aceptará y amará la verdadera naturaleza
humana, la suya y la de su pareja. Sus proyecciones perderán fuerza y, reab­
sorbidas dentro de usted, se descompondrán para poder liberar la energía
bloqueada. Tales son las potencialidades que podrá encontrar y de las que
podrá adueñarse si trabaja con este aspecto; la otra alternativa, si opta por
no hacer la transformación indicada, es vivir con su influjo negativo y con
un Neptuno no integrado.

La conjunción Mercurio-Neptuno
Con los contactos Mercurio-Neptuno, lo que se sensibiliza y se activa es
principalmente el nivel mental, de modo que el carácter imaginativo se
subraya y el foco principal de la apreciación de la vida se da mediante la
receptividad mental. La conjunción entre Mercurio y Neptuno indica la exis-

95
tencia de un canal entre la mente consciente y la inconsciente, y para que
no se creen diversos desequilibrios y deformaciones, es necesario integrar
cuidadosamente tanto la energía como la información que fluyen a través
de este conducto.
La facultad imaginativa estará sumamente estimulada y desarrollada,
y esto exigirá sin duda canales apropiados en los cuales concentrarse para
que no se creen problemas de percepción. Las realidades mentales son una
de las cuestiones que pueden inquietarle si tiene esta conjunción en su car­
ta, especialmente porque usted tiende a cometer errores de juicio basados
en la mala interpretación de los hechos y de la información. Sus procesos
mentales pueden intentar remodelar las experiencias dándoles formas más
aceptables para poder asimilarlas, mediante una especie de manipulación
selectiva que excluye los aspectos de la realidad que usted se niega a reco­
nocer. Si ello se convierte en una pauta regular de su comportamiento men­
tal, corre usted el riesgo de crearse una realidad nítidamente personal, que
es una fusión de lo real y lo irreal capaz de plantearle aún más dificultades
cuando intente desenmarañarla. Con frecuencia, esto se ve amplificado por
una tendencia al escapismo mental, a evitar la posibilidad de cualquier ex­
periencia o situación dolorosa negándose a todo compromiso.
Es probable que sus relaciones se caractericen por una superidealización
de sus amantes, ya sea cultivando el espejismo mental de un amor perfecto
que probablemente no exista, y comparando a todo el mundo con ese mo­
delo de perfección -con lo cual se asegura de que nadie se le acerque
siquiera-, o bien envolviendo a los demás en el ropaje de un ideal supera­
tractivo, colocándolos en un pedestal mental y asegurándose así de que en
algún momento, inevitablemente, se le vendrán abajo. Sus imágenes men­
tales se le harán trizas, pero esto no desmiente las verdaderas experiencias
de decepción y desilusión que sufrirá... y que seguirá sufriendo a menos
que se vuelva más realista al evaluar sus relaciones íntimas. Parte de este
proceso puede generarse en el sentimiento de inadecuación personal que
usted siente, y que trata de aliviar imitando a personas a quienes respeta
o, a veces, mediante intentos de gozar del resplandor del hechizo que crea
al asociarse mentalmente con personas famosas, lo cual le permite cultivar
sus más íntimas fantasías. Por cierto que usted se deja influir fácilmente
por los demás, y esta tendencia es algo de lo cual debe cuidarse.
Es probable que tenga algún talento artístico y creativo y una especial
sensibilidad hacia la cultura. Su trabajo ideal es aquel que ofrezca canales
para esa clase de formas de expresión personal, y puede ser que realmente
se oriente hacia la literatura, las artes, la fotografía o el cine, ya que tiene
un don para la imaginación visual, acompañado también de cierto conteni­
do interior. Su enfoque tendrá resonancias mentales e intelectuales, en vez
de ser tan emocionalmente evocador como suele propiciar la Luna. Necesi-

96
tará trabajar para hacer aflorar sus talentos, el principal de los cuales pue­
de estar relacionado con dar sustancia y contexto intelectual a las creacio­
nes artísticas, como hacen los críticos, aunque es probable que tenga que
tener cuidado con cierto grado de intolerancia en sus actitudes.
Otro dominio de la vida que podría ser muy atractivo para usted, por
la fascinación mental que implica, es el del misterio y los espejismos ro­
mánticos, el mundo de los «psíquicos», los místicos y la psicología: los ám­
bitos de la mente. Debido a ese secreto canal que usted tiene entre el in­
consciente y la mente consciente, puede ser que experimente la vivencia de
unir a ambos, con lo cual logrará que la información de su inconsciente
pase a su mente racional, por medio de comunicaciones telepáticas, por ejem­
plo, o de visiones y sueños proféticos. Si usted ha conseguido llegar a un
acuerdo adecuado con su necesidad de volver a dar forma a la realidad ate­
niéndose a modelos aceptables, y se ha liberado de ese impulso y alcanzado
una verdadera comprensión de su funcionamiento psíquico, integrando los
planetas transpersonales en una conciencia unificada que funciona, enton­
ces quizá pueda hacer sin peligro la transición a dominios menos tangibles
de la mente. Sin embargo, si no ha dado esos pasos iniciales, no es nada
prudente que siga sus propias fascinaciones hasta adentrarse en los mun­
dos interiores, debido a su activa e incontrolada imaginación, que podría
llevarlo a retraerse dentro de sí mismo y habitar un nebuloso mundo oníri­
co de su propia creación. De modo que asegúrese de evaluar cuidadosa­
mente cualquier idea, impulso o motivación que acuda a su mente, para
averiguar si son autoengaños delirantes o la expresión de un verdadero guía
interior. Tal discriminación puede ser difícil de establecer, pero es esencial
si no quiere perderse en la interioridad de la senda sin senderos.

El sextil Mercurio-Neptuno
El sextil establece un contacto más fluido y más fácil entre estos dos plane­
tas, un contacto que se puede expresar mejor en la vida cotidiana. Si usted
tiene este aspecto en su carta, su imaginación resultará beneficiosa, tanto
para usted como para los demás. Neptuno añade una característica emo­
cionalmente revitalizadora a sus creaciones mentales, y su intuitiva pene­
tración puede ofrecer, en ocasiones, soluciones sorprendentes a sus dile­
mas personales. Hay menos indicios de los espejismos que con frecuencia
van asociados con los contactos neptunianos, y para conjurar su forma­
ción es útil tener una mente discursiva y con capacidad de evaluación como
la suya, que los pase por el tamiz de la experiencia y de la información e
intente transformarlos en conocimento aprovechable. Probablemente esté
operando en usted una curiosidad inherente, capaz de indagar detrás de

97
las apariencias, y nada susceptible de aceptar ideas o personas simplemen­
te porque sí.
Este aspecto se encuentra con frecuencia en las cartas de escritores de
éxito, de personas creativas que trabajan, por ejemplo, en los medios de
comunicación, dotadas de la capacidad de percibir de una forma clara y
amplia, de representar una diversidad de opiniones, actitudes y creencias,
y que tienen una visión abierta y tolerante de la vida. Las esferas por las
que usted puede sentirse atraído a causa del potencial creativo de este as­
pecto incluyen el periodismo, la educación, los medios de comunicación,
el arte, los programas sociales y el trabajo en pro del bienestar social. Co­
mo posee una inteligencia natural, su elección implica con frecuencia ir en
pos de conocimientos o de habilidades superiores por la vía de una educa­
ción universitaria. Esto puede llevarlo a asociarse con otras personas con
inclinación intelectual o con un fuerte sentimiento de responsabilidad so­
cial. Usted alberga tendencias idealistas, pero no están tan contaminadas
por los hechizos como en la mayoría de la gente, y es preciso que se asegure
de mantener una perspectiva realista que atempere su optimismo social. Su
fértil imaginación, unida a su aguda percepción, puede conducirle a hacer
su aporte a las expresiones del cambio social y a llamar la atención de la
gente en general sobre riesgos sociales posibles o existentes.
Sus relaciones de pareja y familiares son íntimas y afectuosas, y sus amis­
tades son también ricas y gratificantes, porque usted es buen compañero
y alguien con quien es relativamente fácil llevarse bien. Potencialmente,
tiene cualidades de inspirador, y si las cultiva puede convertirse en el líder
o portavoz de un grupo con el que tenga afinidad, y representarlo eficaz­
mente. En su manera de pensar y de planear estrategias puede haber una
sutileza que a algunas personas les parecerá sorprendente, y que usted cul­
tivará cuidadosamente para evitar oposiciones frontales directas, especial­
mente con adversarios sociales más poderosos. Los únicos puntos ante los
cuales puede ser necesario que esté alerta son la posibilidad de dejarse atur­
dir por los demás y la de perder impulso desviándose por sendas laterales.
Si le sucede, en parte será por culpa suya, ya que evidentemente ello querrá
decir que no tiene del todo claro qué es lo que se propone hacer, y le hará
bien clarificar sus intenciones y objetivos en la medida suficiente para no
volver a equivocar el camino. Por lo demás, tiene un amplio margen para
sacar ventajas personales de lo que puede ofrecerle este aspecto.

El trígono Mercurio-Neptuno
El trígono ofrece un potencial muy favorable, ya que las energías de ambos
planetas colaboran bien y cada una de ellas ayuda a definir y concentrar

98
los atributos positivos y constructivos de la otra. De modo similar al sextil,
el trígono entre Mercurio y Neptuno se encuentra con frecuencia en la car­
ta de personas cuya capacidad creadora las lleva al éxito. Aprovechar la
energía de este trígono estimula el despliegue de una creatividad notable.
Si usted tiene este aspecto en su carta, la esencia de su espíritu creativo se
dará en el nivel de las imágenes, e incluirá con frecuencia una significativa
intensidad y ocasionalmente una verdadera inspiración. Tendrá éxito si se
expresa por mediación del arte, la música, la literatura, el cine o la fotogra­
fía. Su creatividad no será en modo alguno superficial, sino más bien rica
en sustancia y contexto.
Para usted es importante comunicarse con los demás, transmite eficaz­
mente sus ideas e intenciones, y escoge con habilidad su manera de hablar.
Tiene una cierta tendencia a exponer las cosas de forma espectacular, lo
cual, sin duda, también es eficaz, porque le asegura que cualquier cosa que
diga no pasará inadvertida; usted sabe que al llamar la atención de los de­
más siempre se obtiene una respuesta u otra. Tiene talento para influir en
las personas mediante una sutil manipulación mental, y quizá también con
un hábil manejo de los medios de comunicación, gracias a su natural com­
prensión de lo que hay de esencial en las pautas de motivación de la gente.
Esto lo puede amplificar si usa la vibración neptuniana para enfatizar su
capacidad telepática o intuitiva, que en ocasiones se manifiesta bajo la for­
ma de una profecía. Quizá sea mejor que no cultive en demasía ninguna
de estas tendencias, ni hable de ellas abiertamente, sino que las use con cal­
ma y sin jactancia en la vida cotidiana, especialmente si mediante su cono­
cimiento empático es capaz de apoyar y ayudar a otras personas.
Cuenta potencialmente con una muy poderosa capacidad de visualiza­
ción, el tipo de facultad que le permite construir internamente detalladas
y coloridas imágenes mentales que usted puede «ver con los ojos de la men­
te». En diversos enfoques espirituales modernos se valora muchísimo esta
capacidad, que, si se la usa correctamente, puede ser una importante vía
de estimulación de una evolución espiritual duradera. Por medio de la vi­
sualización creativa, usted puede dirigir o re-crear su vida y su personali­
dad de múltiples maneras, por lo que le conviene explorar esta técnica bus­
cando sendas y adentrándose en íntimos paisajes mentales, quizá por me­
dio de figuras arquetípicas y del simbolismo místico, corno el que se da en
las leyendas del ciclo artúrico y del Grial, o en los mitos de los dioses grie­
gos. La búsqueda de un camino ofrece la posibilidad de quitar el cerrojo
a las puertas internas, incluso a las que se abren hacia los arquetipos astro­
lógicos, para de este modo acceder a los dominios de Neptuno.
Usted tiene una conciencia social desarrollada, pero aunque el trabajo
en este campo pueda atraerlo, quizá su sensibilidad no sea la más adecuada
para comprometerse directamente con familias pobres y problemáticas. Tal

99
vez su mejor contribución consista en ofrecer apoyo o en aprovechar sus
talentos para hacer resaltar la injusticia social. Recuerde que los demás re­
conocen sus capacidades, y usted finalmente se dará cuenta de que hay va­
rias vías de expresión que están a la espera de que, con el tiempo, las reco­
rra y llegue a conocerlas. Al mantener una actitud positiva y optimista se
ayuda a los demás a superar el cinismo y la falta de aplicación, para que
empiecen a dar sus propios pasos por la senda de la evolución. Lo más pro­
bable es que su visión de la vida sea equilibrada, y que por ello no dé una
importancia excesiva a los aspectos triviales. En sus relaciones, como es
consciente del carácter pasajero de los estados anímicos y de las fricciones,
sólo enfatiza lo positivo. Todo ello no significa que haga caso omiso de
los aspectos inarmónicos, sino que se apoya en el reconocimiento de los
puntos fuertes y los valores importantes de la relación, a los que puede re­
currir siempre que necesite arrojar sobre cualquier dificultad transitoria una
luz que la transforme.
Puede haber en usted cierto grado de autosuficiencia, porque es una
persona centrada e interiormente equilibrada. Para usted es vital apreciar
la riqueza de su vida interior, y necesita tiempo y espacio para hacerlo, co­
mo también para manifestar su talento creativo. Una actividad en que pue­
de ser muy eficaz es la de hablar en público, ya que suele ser muy persuasi­
vo, y además así sus auténticas cualidades obtienen el reconocimiento de
otras personas, aunque éstas puedan, a veces, discrepar de sus opiniones.

La cuadratura Mercurio-Neptuno
Este aspecto indica dificultades con una imaginación hiperactiva que inter­
fiere en los procesos racionales y lógicos del pensamiento, lo cual puede
dar como resultado el autoengaño y la creación de una versión privada de
la verdad y de la realidad. Si usted tiene a Mercurio en cuadratura con Nep­
tuno, puede tender a evadirse mentalmente y a rehuir la confrontación di­
recta con los aspectos de la vida que le resultan desagradables, como cier­
tas verdades personales y ciertos problemas sociales. A veces, su lógica es
muy rebuscada, demasiado personal o abstracta para que usted pueda co­
municarse fácilmente consigo mismo y con los demás, y como a menudo
está influida por la imaginación, es probable que no le deje ver la verdad.
Quizá huya de las responsabilidades, en especial de las domésticas, fami­
liares y matrimoniales, porque se siente incómodo con sus emociones; el
resultado de ello será que los demás acabarán por no fiarse de usted. Si
toma esta actitud, tal vez sea porque al comienzo de su vida hubo factores
que la propiciaron -relaciones con hermanos o padres que hayan exacer­
bado su tendencia innata al escapismo-, y uno de sus resultados, en el ni-

100
vel mental, son imágenes deformadas de su propia identidad y de su activi­
dad intelectual, como también una disminución de su confianza en sí mismo.
Sin embargo, hay pasos que usted puede dar para mejorar las cosas.
El primero consiste en estar dispuesto a afrontar su propia y auténtica rea­
lidad y la del mundo, de modo que pueda obtener una perspectiva más cla­
ra. Es esencial que consiga una mayor integración de la sensibilidad nep­
tuniana, pero de manera tal que la absorba, haciéndola participar de una
vida renovada, y no como excusa para justificar sus tendencias escapis­
tas. Una vez logrado esto, puede seguir progresando si se reorganiza la mente
para abrir canales de comunicación más productivos. A medida que la con­
fianza en sí mismo vaya en aumento, gracias a una reevaluación más cons­
tructiva de su personalidad y al reconocimiento de los talentos latentes aso­
ciados con la represión de la energía neptuniana, irá avanzando hacia una
liberación gradual de la energía bloqueada, canalizada hacia la vida, de mo­
do que le resultará fácil observar que las restricciones y limitaciones se van
disolviendo. No trate de restablecerlas y aprenda en cambio a sacar parti­
do de sus puntos positivos. Puede ser que necesite tiempo y esfuerzo para
imprimir a su mente una nueva estructura más disciplinada, pero los inten­
tos de prepararla y reprogramarla le rendirán beneficios si persevera, y pue­
den encaminarlo en direcciones creativas o de inclinación social. Sin em­
bargo, es posible que para dar estos últimos pasos necesite clarificar sus
objetivos, y empeñarse en ir lográndolos uno por uno. Como parte de la
transformación que la cuadratura entre Mercurio y Neptuno le propone
-y de la resolución de las tensiones interiores que impone- es probable
que le resulte más fácil buscar formas de expresión externa que tengan una
dimensión social y que puedan ofrecer alguna solución a los problemas so­
ciales. Quizás al servir a otras personas descubra que, sorprendentemente,
sus propios problemas se resuelven, sobre todo en la medida en que sus ob­
sesiones personales y la preocupación por sí mismo se disipen al imprimir
una nueva dirección a su caudal de energía.
Aunque es probable que tenga una clara percepción de las motivacio­
nes ajenas, necesita clarificar su propia naturaleza. Sus relaciones seguirán
siendo problemáticas mientras no haya alcanzado cierto grado de cambio
personal, y puede ser un buen consejo para usted que sea cuidadoso con
sus compromisos emocionales, puesto que puede atesorar espejismos y en­
gañosas ilusiones y tiende a eludir el enfrentamiento con los hechos que
no quiere ver, como la fundamental verdad de que una relación no es mu­
tuamente satisfactoria si sólo usted necesita que continúe. Los sueños del
amor ideal y de la pareja perfecta siempre estarán presentes, y es difícil no
proyectarlos sobre los demás ni usarlos como términos de comparación.
Habrá quien se aproveche emocionalmente de usted, y puede ser que expe­
rimente el síndrome de víctima característico de la vibración neptuniana,

101
cayendo presa de sus propias tendencias y de los deseos egoístas de otras
personas. Sin embargo, a medida que cambie, su capacidad para estable­
cer relaciones mejores y más satisfactorias irá en aumento, puesto que verá
las cosas más claras. Como siempre, la decisión de cambiar es sólo suya.

La oposición Mercurio-Neptuno
Similar a la cuadratura, en la oposición hay indicios de una incapacidad
para distinguir claramente entre lo real y lo irreal, y de un bloqueo en la
facultad imaginativa y creadora. La clave para la resolución de estos pro­
blemas reside en sus relaciones con los demás, y especialmente en las
proyecciones de su propio psiquismo que usted va superponiendo en el
mundo y con las que deforma su visión y su percepción.
Si usted tiene esta oposición en su carta, a menudo su sensibilidad y su
impresionabilidad ante las influencias ambientales le provocan inseguridad
interior y el miedo de ir más allá de sus propios límites. Posee una capaci­
dad telepática inconsciente que le transmite los pensamientos y las motiva­
ciones de los demás, lo cual puede causar confusión en sus relaciones. En
muchas ocasiones, alguien le está diciendo una cosa y usted está «recibien­
do», en un nivel más sutil, un conjunto de impresiones totalmente contra­
dictorio, y acaba sintiéndose incómodo e inquieto con los demás, incapaz
de confiar en ellos. En ese contexto, a usted se le hace dificil creer en lo
que le muestran sus sentidos, y esto ejerce una influencia directa en su for­
ma de comunicarse con los demás. Cuando la realidad se le aparece confu­
sa y deformada, hay quien reacciona imaginándose conspiraciones y en­
trando en un estado paranoide, reacción lógica ante el mensaje de tales sen­
tidos intangibles si una imaginación neptuniana no integrada lo deforma.
Usted es una persona socialmente «susceptible», que reacciona enérgi­
camente ante agravios sociales reales o imaginarios, que en su personali­
dad actúan como un punto débil, y mucho más cuanto que le falta el re­
fuerzo que significa una fuerte confianza interior. La competitividad no
es su estilo, aunque eso no le inmuniza contra la influencia de los espíritus
competitivos de su entorno, como los compañeros de trabajo, por ejem­
plo, que pueden pisotearlo fácilmente en su desordenada pugna por llegar
a la cima. A veces, usted se muestra como una víctima, atrayendo de este
modo la agresividad de los demás, y después se queja de su destino cuando
ellos alcanzan el éxito y a usted no le quedan más que sus desilusiones. Vin­
cular el éxito a un trabajo competitivo que implique luchar ferozmente por
alcanzar la cima no es lo más recomendable para usted. Puede ser que sus
propios dones florezcan de manera más completa una vez que se haya apar­
tado de una lucha sin sentido por el triunfo social. Quizá la clave esté en

102
la explotación de sus talentos creativos latentes, o tal vez en encontrar un
trabajo en el que la dinámica subyacente sea la cooperación; pero como
incluso en este caso puede entremeterse la naturaleza humana, es probable
que la única respuesta sea un trabajo individual totalmente independiente.
Es esencial que se limpie de influencias engañosas, y no sólo de las ex­
ternas, sino también de su propia pauta tendente a creárselas en su manera
de percibir y de evaluar las cosas. Las fantasías que no se pueden convertir
en realidad, que jamás se alcanzan ni se manifiestan, son sintomáticas de
esta forma de autoengaño. Por ejemplo, usted se crea imaginariamente ele­
vadas aspiraciones que debido a su «perfección» están más allá del alcance
de cualquiera, pero que brillan en su prístina pureza. En última instancia,
en el autoengaño no hay ningún valor auténtico. Es una pérdida de nuestro
valioso tiempo, que jamás conduce a la satisfacción. Quizás ayude a evitar
la confrontación con un doloroso vacío interior, que se podría llenar de
forma más provechosa con algo real, alcanzable y personalmente signifi­
cativo, pero que requiere esfuerzo. Cualquiera puede soñar, y millones de
personas lo hacen, pero el intento de convertir en realidad esos sueños ofrece,
por lo menos, una dirección para seguir. Es necesario que se deshaga de
su falsa ingenuidad, de los aspectos ficticios de su vida y de la forma en
que suele evaluarse. Un tipo de comunicación más directa, tanto interior­
mente como exteriormente, le reportará beneficios y acabará con el domi­
nio de las engañosas ilusiones, llevándolo a una mayor comprensión de su
propia naturaleza y de la de los demás, de modo que pueda pasar, en su
vida, de la ilusión a la realidad, y aumentar así la cantidad de luz que hay
en el mundo. La «redención» personal siempre es positiva dentro de un con­
texto social más amplio.

La conjunción Venus-Neptuno
Esta conjunción indica la probabilidad de que haya un alto grado de ideali­
zación en la esfera de las relaciones románticas, ya que imágenes de aman­
tes y parejas perfectas emanan de la Sombra -por obra del anima si se
trata de un hombre o del animus si se trata de una mujer-, de las pautas
íntimas que emergen del inconsciente. Cuando son suscitadas por emocio­
nes poderosas, como el amor, la lujuria, la pasión y la atracción por otra
persona, estas imágenes de perfección acaban por ser proyectadas sobre
el ser amado, formando un hechizo que es muy fascinante ... hasta que la
fragilidad de la naturaleza humana termina por reafirmar su presencia y
la imagen se desploma, dando paso a una fase de desilusión en la que el
ser amado no consigue estar a la altura de esa pauta de perfección que la
persona con esta conjunción en su carta ha proyectado sobre él.

103
Si usted tiene a Venus y Neptuno en conjunción, esencialmente su ac­
titud será simple y confiada, a veces imprudentemente ingenua, lo cual
le traerá como consecuencia el engaño y la explotación. Esta sensibilidad
emocional le hace sumamente vulnerable, y suele ser fuente de dificulta­
des en sus relaciones personales e íntimas. Usted aborrece las confronta­
ciones y tiende a ser más bien pasivo y generoso; por ello se retrae ante
cualquier agresión o expresión de insensibilidad emocional por parte de
los demás. En su relación ideal usted incluye, como intereses comunes o
talentos personales, la música, el arte, la literatura y la cultura en general,
todo enmarcado por un estilo de vida pacífico y tranquilo, donde predo­
minen la armonía y la belleza. Está dotado para apreciar los deleites más
sutiles de la vida con un sentido estético perceptivo y sensible, y las nor­
mas con que evalúa a una posible pareja y su estilo de vida son muy eleva­
das y exigentes.
Su imaginación es vivaz y activa, e intenta ver o crear armonía y be­
lleza, tal vez reflejando artísticamente las costumbres contemporáneas
en el campo del arte, la música, la literatura, la moda o de cualquier otra
expresión de la cultura. Tierno de sentimientos, su sensibilidad será con
frecuencia inadecuada para muchos de los ambientes más agresivos y
discordantes del mundo moderno. Usted aborrece tener que andar por el
mundo codeándose con grandes grupos de gente; prefiere un escenario
cultural sofisticado, con un pequeño grupo de personas inteligentes y que
hayan triunfado en la vida. Ser delicado en el mundo moderno, conti­
nuamente arrasado por poderosos cambios colectivos, puede ser muy per­
turbador. Por ello usted se pone con frecuencia las gafas de color rosa,
para no percibir, o mantener a una distancia prudencial, ciertos aspec­
tos -los más hoscos y ásperos- de la realidad. Como no puede evitar
el mundo en su totalidad, esas experiencias abrasivas suelen provocar
perturbaciones en su vida, como si intentaran obligarlo a que las mire
sin deformarlas. Esta tendencia continúa cuando se trata de evaluar de
forma realista a los demás, especialmente si hay proyecciones en juego;
con frecuencia, usted se decepciona cuando ellos le revelan su verdadera
naturaleza.
En ocasiones puede ser demasiado impresionable, especialmente por
obra de su empatía emocional con otras personas, y recaer en la condición
de soñador idealista y poco práctico si le faltan la claridad y un buen enfo­
que de las cosas. Tal vez necesite aprender a afirmarse sobre sus propios
pies y a confiar menos en los demás. Posee la capacidad de expresar diver­
sos grados de amor universal, e incluso de sanar merced a su comprensión
espiritual y a su aceptación del prójimo; pero transitar por esta senda signi­
fica también la crucifixión del corazón y la disposición anímica a compar­
tir el sufrimiento del mundo.

104
El sextil Venus-Neptuno
Con el sextil, la sensibilidad sigue estando presente aunque no se la sienta
con la misma intensidad, y hay una orientación más mental hacia el mundo
externo y la capacidad de trabajar eficazmente con la gente para lograr la
armonía social. Este sextil favorece la creatividad y la comunicación, do­
nes que se pueden poner al servicio de la creación de formas objetivas ricas
en significado y poder evocador, que despierten resonancias en los demás
y los inspiren, especialmente en el campo del arte, la música o la literatura.
Si usted tiene a Venus en sextil con Neptuno, su imaginación es activa y
fértil, y cuenta con los canales necesarios para que las imágenes fluyan fá­
cil y naturalmente; este talento creativo puede enriquecer sumamente su
vida si consigue liberarlo de la forma adecuada. Usted prefiere acentuar
los aspectos positivos y benéficos de la vida y de la naturaleza humana, y
es básicamente optimista, aunque también lleva dentro una veta realista
que es la que posibilita el equilibrio.
Sus emociones son demasiado generales y difusas para restringirse a una
sola persona; su visión básica es la de una compasión universal vinculada
con la comprensión y la aceptación de la naturaleza humana, y quizás se
encuentre con que se convierte en confidente de otras personas y desempe­
ña un papel en virtud del cual ofrece consejo y apoyo a quienes están en
dificultades. Los diferentes aspectos del amor, tal como los representan Ve­
nus y Neptuno (lo individual y lo universal), confluyen armónicamente, y
la emoción que usted expresa por las vías del corazón y de la mente es, para
los demás, consoladora y calmante hasta el punto de poseer a menudo cua­
lidades sanadoras. Podría expresar esta disposición más formalmente en
situaciones médicas o psicoterapéuticas, y es posible que usted posea la ca­
pacidad de resolver conflictos, restableciendo la armonía en situaciones de
tensión o confrontación que se den entre la gente. Un trabajo social o co­
munitario podría interesarle, si opta por el mundo exterior. Algunas per­
sonas con esta configuración prefieren trabajar en dimensiones más inte­
riores y eligen canalizar sus talentos hacia la música, el arte y la literatura.
En su vida privada, es probable que lo animen ideales románticos, y
que con frecuencia se vincule con personas que piensan y sienten de forma
similá.r y que tienen una disposición mística y sensitiva. Probablemente bus­
que relaciones amorosas ideales, una tendencia que puede hacerlo muy vul­
nerable al dolor y a la desilusión en el nivel emocional, especialmente cuan­
do los demás no se ponen a la altura de sus expectativas, probablemente
irrazonables. Usted tiende a elevar sus relaciones amorosas a las alturas de
lo sublime, haciendo de ellas una especie de escalera mística que le permita
alcanzar los sutiles territorios espirituales que configuran su particular vi­
sión onírica del paraíso. Con frecuencia, sus emociones están teñidas de

105
un importante matiz místico y religioso; el sextil y el trígono entre Venus
y Neptuno han sido descritos como los «amantes del universo». Las rela­
ciones pueden ser para usted un ámbito de sacrificio, una esfera de trans­
formación, al mismo tiempo que un territorio donde se verá forzado a lle­
gar a un acuerdo con el mundo real mediante soluciones de compromiso
con los demás y tomando conciencia de que para que la armonía exista puede
ser necesario librar difíciles batallas emocionales y hacer delicados ajustes.
A veces, cuando se encuentra bajo presión, puede refugiarse en su mundo
interior ideal y caer en un estado de apatía e inercia mientras su sensibili­
dad se renueva para permitirle volver a enfrentarse con el mundo. Puede
utilizar sus dones y talentos naturales para dar al mundo y a sus habitantes
más belleza y armonía, para acercarlos un poco más a su sueño ideal de
un universo perfecto, de manera que ésta es la dirección que debe tomar
para expresar su creatividad.

El trígono Venus-Neptuno
Hay varias similitudes entre el trígono y el sextil, basadas en la fluida sensibi­
lidad y la imaginación creadora que constituyen el potencial de estos aspec­
tos. El trígono cumple una función de reconciliación entre dos planetas, y en
el caso de Neptuno y Venus hay una fusión esencial de cualidades y carac­
terísticas afines. Aquí, la cuestión puede ser que realmente el nativo aplique
su potencial innato, ya que con toda seguridad habrá muy poca presión
interior para resolver los conflictos personales liberando la energía por me­
dio de expresiones creativas. Si usted tiene este trígono en su carta, sin du­
da apreciará el arte y la cultura, y poseerá un talento artístico que podría
explotar, especialmente en dominios tales como la música, el arte, la litera­
tura, la danza y el teatro. En la medida en que responda a las dimensiones
más sutiles de la vida y prefiera los ideales más elevados, es probable que
sus creaciones artísticas reflejen esa percepción y esa sensibilidad y pongan
en juego emociones y pensamientos elevados y purificados.; Quizás su ca­
rácter idealista y romántico, que puede teñir sus creaciones, llegue a estar
en pugna con el mundo real y se convierta en una negación de las experien­
cias más duras; sin embargo, si logra expresarlo, su idealismo puede apun­
tar a una dirección futura capaz de servir de orientación a los demás, una
dirección que implique una visión de las cosas llena de belleza y de armo­
nía. Usted cree que mucho de lo que hay de valioso en la vida se encuentra
merced a una conciencia sensible y refinada, y que la evolución cultural
profundiza el sentimiento individual de significación y propósito.
Disfruta de la compañía de otras personas, y generalmente es un grato
compañero, aunque su actitud reconfortante y positiva puede hacer que

106
se encuentre en la situación de tener que apoyar y soportar a los amigos
que están pasando por momentos de crisis. Sabe escuchar y también ofre­
cer consejos válidos; los amigos que lo toman por confidente sienten que
no los está condenando por sus fallos, y ese espíritu de aceptación de la
naturaleza humana es, en sí mismo, un poder de sanación. Sabe expresar
su empatía y su comprensión emocional, y como los demás se sienten segu­
ros en su compañía, es frecuente que le confíen sus inquietudes y sus pro­
blemas. El riesgo puede estar en que abusen de la actitud de tolerancia que
usted tiene hacia los demás, usándola como excusa para seguir por la mis­
ma senda que antes; reconocer los fallos humanos es una muestra de com­
prensión y realismo, pero ayudar a otros a liberarse de sus problemas re­
quiere con frecuencia un consejo más directo y que se acerca más a una
confrontación en cuanto devuelve, como si fuera un espejo, una imagen
que tal vez el amigo prefiera no ver y que es, sin embargo, la verdadera
respuesta a su problema. La auténtica compasión no tiene nada de blanda,
y a veces la solución exige que se asuma una posición de dureza.
La compañía que usted prefiere es la de personas que se le asemejen
en su refinamiento y sus gustos artísticos, a quienes les interese trabajar
en su evolución personal y que muestren su insatisfacción con muchos as­
pectos de la sociedad contemporánea. Puede tender a analizar la solución
de problemas sociales, sin que haya, sin embargo, un empeño directo en
actuar para resolverlos. Encontrar canales más adecuados para dar a sus
reacciones una orientación constructiva le resultará más satisfactorio; sin
embargo, a veces se queda atascado en una actitud de complacencia, espe­
cialmente si su situación en la vida lo satisface y lo pone a salvo de verse
alcanzado por las consecuencias más negativas de la decadencia y la con­
flictividad sociales.
De lo que se trata es de llegar a ser más práctico, y hacia ello necesita
usted orientar su creatividad, porque de otra manera su imaginación puede
dilapidarse y asumir rara vez alguna forma objetiva. Su vida amorosa pue­
de ser, en ocasiones, excepcional, teñida a menudo por un sentimiento de
«inevitabilidad» en todo lo que atañe a su pareja.

La cuadratura Venus-Neptuno
Si usted tiene esta cuadratura en su carta, es probable que inhiba sus emo­
ciones y su creatividad y que experimente dificultades en su relación con
los demás. La causa de ello es su extrema sensibilidad y una serie de sen­
timientos que nunca han sido debidamente integrados. También es impor­
tante la influencia de su imaginación, nada realista y con la tendencia a
crear realidades privadas teñidas de escapismo, donde usted puede evitar

107
el enfrentamiento con los aspectos de la vida que le disgustan o que son
demasiado dolorosos.
Cuando Neptuno forma una cuadratura estimula de modo especial, en
el nivel emocional, las nieblas y brumas cuya consecuencia es una incapaci­
dad para ver claramente, que lleva a errores de juicio y alimenta la tenden­
cia al autoengaño y a deformar mentalmente las cosas. A veces, usted «con­
fía» incluso en estas brumas internas para no tener que ver situaciones rea­
les y concretas que le afectan e influyen en sus relaciones. Con frecuencia,
estos problemas de raíz emocional van asociados con impulsos del incons­
ciente, y puede haber una pauta de culpa, autosacrificio y martirio que se
repite porque está operando desde un nivel profundamente inconsciente.
Estos factores tienden a hacerlo vulnerable al engaño, propenso a su­
frir por obra de sus propias proyecciones y de los filtros que impone a la
realidad, y a causa de las opciones y acciones de otras personas sometidas
a influencias psicológicas similares. Debido a la incomodidad que le pro­
vocan sus propias emociones es probable que se muestre casi belicosamen­
te defensivo cuando cree que los demás se le oponen, generando disputas
por motivos personales o laborales. Puede haber reacciones internas con­
tra un exceso de compañía, de la índole que fuere, causadas con frecuencia
por una empatía pasiva e inconsciente que puede intensificar su nivel de
tensión. Estas corrientes psíquicas se le infiltran en el «aura» y en la mente
en un nivel inconsciente, y terminarán por influir en su bienestar a menos
que usted reconozca lo que le está ocurriendo y se ocupe de liberar su cuer­
po, su mente y sus emociones de la intrusión de estas energías negativas.
Sus relaciones íntimas pueden ser fuente de conflictos, especialmente
cuando se ha establecido alguna forma de compromiso emocional, dado
que con frecuencia su elección de amante o de pareja resulta de un error
de juicio. A menos que haya hecho una limpieza psicológica de su tenden­
cia a la deformación en el nivel emocional, puede terminar descubriendo
que en su matrimonio hay una falta de sinceridad y de relación directa, y
que el impulso de atracción se basó únicamente en la transitoriedad de las
pasiones, en ilusiones engañosas y en su necesidad de confiar en otra per­
sona. Puede suceder que la preocupación por estas corrientes emocionales
internas le reste eficiencia en su trato con el mundo material, cosa que pue­
de traducirse en decisiones imprudentes en este ámbito que posteriormente
tienen una influencia negativa en la economía de la familia y del matrimonio.
En el fondo, usted necesita confiar en los demás, o bien en una ideolo­
gía o en una religión. Es básicamente una persona idealista, y ello puede
arrastrarlo hacia cultos minoritarios y religiones extranjeras cuya extraña
fascinación ejercerá una fuerte atracción en usted. Si no lo aborda cuida­
dosamente, esto puede constituirse en un semillero de nuevas confusiones,
y quizá termine descubriendo que sus elecciones han sido demasiado indis-

108
criminadas. Todo esto es, en varios sentidos, sintomático de una necesidad
interior de transformación, de redimir las pautas negativas que están do­
minando su vida. En cuanto es un poderoso aspecto del impulso a relacio­
narse, la sexualidad puede ser uno de los principales dominios donde lle­
guen a expresarse estos dilemas, mediante la necesidad de múltiples pare­
jas, por ejemplo, como parte de la búsqueda de un amante perfecto pero
inaccesible; sin embargo, todo ello encubre la falta de disposición y la inca­
pacidad para comprometerse realmente con una persona de carne y hueso.
Es probable que posea una imaginación excesivamente sexual, en la que
los deseos sexuales insatisfechos se den entretejidos con complejos emo­
cionales subyacentes y reprimidos, o se los practique secretamente de mo­
do tal que conspiran para delimitar en su vida un ámbito negativo.
Probablemente será necesario que lleve a cabo cambios para integrar en su
vida la energía neptuniana, de modo que ésta deje de mostrar su rostro más ne­
gativo, el de la irresolución. Necesitará redefinir sus relaciones con los demás,
de modo que la paranoia deje de tener sentido, lo mismo que su tendencia a la
explotación, propia o ajena. Es preferible, por lo menos como proceso inicial
de limpieza, una actitud de libertad e independencia. Afrontar la realidad y
convertir la experiencia en sabiduría y penetración interior es un objetivo esen­
cial, que le permitirá reconstruir su percepción básica de su propia naturaleza
y de la de los demás. El camino ideal es orientarse hacia adentro mediante la
meditación o alguna forma de terapia, de modo que pueda empezar a liberarse
de antiguas pautas, a descubrir un nuevo centro descartando los viejos espejis­
mos y a verlo todo con ojos nuevos. La meditación es una técnica de descondi­
cionamiento que va liberando poco a poco, a medida que se practica, y re­
orienta el flujo energético de la mente hacia el interior y ya no hacia afuera,
permitiendo que la energía actúe como un penetrante dispersor de pautas psi­
cológicas restrictivas. Esto reforzará la autodisciplina, que, en la medida en
que se libere energía mediante la resolución de conflictos y fricciones internas,
puede despejar los canales donde la creatividad esté bloqueada y permitir que
usted vuelva a tomar en sus propias manos el control y la dirección de su vida.
Aceptar la responsabilidad personal por sus opciones, decisiones y acciones
creará firmes cimientos desde donde abordar el trabajo con la esfera, más com­
pleja, de las emociones, que, por más que clarificarla pueda exigir tiempo y es­
fuerzo, es el punto de resolución de la mayoría de los conflictos de su vida, y por
lo tanto la clave de una experiencia futura satisfactoria y llena de significado.

La oposición Venus-Neptuno
En tanto que la cuadratura está asociada con cambios interiores estimula­
dos por el dolor de la tensión y la frustración íntimas, el foco de la oposi-

109
ción se proyecta generalmente hacia el exterior, sobre las personas y sobre
el mundo, desde donde con frecuencia al nativo le vuelve el reflejo como
una fuente de conflicto. Probablemente, la forma en que esto tienda a ma­
nifestarse en las relaciones de su vida, si tiene esta oposición en su carta,
sea un fondo de desconfianza y de sospecha, basado tal vez en experiencias
reales de haber sido víctima de imposturas y engaños, o de haber sentido
que otros le retiraban su apoyo y renegaban de compromisos reales o im­
plícitos. Y como «la energía sigue al pensamiento», y usted está proyectan­
do sobre el mundo una trama de desconfianza y de sospecha, es probable
que lo que reciba de fuera sean las consecuencias de su propia pauta interior.
Esta pauta suele estar formada por factores inconscientes no integra­
dos ni resueltos, asociados con la influencia de Neptuno por mediación de
una sensibilidad y una vulnerabilidad emocionales incrementadas. Como
en usted la fuerza de la imaginación es potencialmente muy grande, si no
la reconoce o le da un mal uso, las necesidades y los deseos inconscientes
crearán motivaciones compulsivas centradas en fantasías privadas y en la
deformación de su percepción de la realidad. Estas presiones internas afec­
tarán a la estabilidad y al contenido de sus emociones, un resultado de lo
cual pueden ser estados anímicos de incertidumbre referentes a la congruen­
cia de sus sentimientos. Evidentemente, todo ello afectará también a sus
relaciones íntimas, quizá por medio de diversas formas de engaño, tanto
internas como externas: El «enemigo» que con frecuencia usted proyecta
«afuera» lo lleva oculto dentro de sí mismo. Los arquetipos neptunianos
de la víctima, el sacrificio y el martirio pueden emerger en su vida, como
vivencias propias o expresadas por mediación de otras personas a quienes
usted explota, para su propia gratificación, utilizando cualquier poder de
seducción sexual que posea. La sensualidad puede resultarle muy atracti­
va, pero también puede llevar en sí las semillas de su propia destrucción,
porque es probable que esté funcionando en ella una tendencia adictiva aso­
ciada con el alcohol, las drogas y el sexo. Dejarse llevar por esta pauta sería
sumamente imprudente y reflejaría un Neptuno no integrado.
Probablemente será necesario que aumente la claridad y la sinceridad
en sus relaciones para que no aflore el engaño, a través de aventuras amo­
rosas secretas, tanto por su parte como por la de su pareja. Ciertamente,
ello conduciría a la pérdida de la confianza y no serviría más que para aña­
dir leña al fuego de sus propias proyecciones y sospechas. El matrimonio
puede convertirse en un campo de batalla y un foco de presiones y de ten­
sión, en cuyo caso los demás lo percibirán como una «vibración antagóni­
ca» con la cual es desagradable permanecer mucho tiempo en contacto.
Aprender a reconocer las propias proyecciones es esencial como primer
paso: es decir, darse cuenta de cómo usted va creando sus experiencias y
de qué manera el reflejo de sus motivos y pautas interiores inconscientes

110
le es devuelto por mediación de las experiencias externas. El segundo paso
es reabsorberlas y aceptar que es responsable de ellas. Si puede lograr esto,
aunque sea mínimamente, liberará la energía que le permita acceder a la
naturaleza positiva de Neptuno. Usted tiene ya una forma de idealismo,
pero que ha sido gravemente sacudida y dañada por las experiencias que
le han devuelto sus proyecciones, de modo que es necesario volver a esti­
mularla y a integrarla sobre la base de una nueva visión de sí mismo. Es
necesario que disperse las brumas que deforman su idealismo y que renun­
cie a sus viejos sueños carentes de realismo. También hay dentro de usted
un potencial creativo relativamente intacto e inexplotado, que podría des­
pertar para ponerlo en acción y expresarlo a su manera, única y peculiar.
No hay razón para que no pueda emprender una acción eficaz para trans­
formar ciertos aspectos de su vida, a menos que haya una inercia y una apatía
voluntarias o que no llegue a ver que tiene la responsabilidad de asumir
el control de su vida. Cuando la verdadera transformación comience, aun­
que pueda ser difícil imprimirle el impulso inicial, se producirán en su vida
interior pequeños y hasta grandes milagros que añadirán su apoyo a los
esfuerzos personales que usted esté haciendo para cambiar. La vida se con­
vertirá en una fuerza de apoyo en la medida en que su contribución perso­
nal la aprecie y la enriquezca; usted recibirá lo mismo que dé al mundo.
Es un mensaje simple, pero con frecuencia es la clave de la resolución de
los conflictos.

La conjunción Marte-Neptuno
Si usted tiene esta conjunción en su carta, se le plantean varias dificulta­
des, entre ellas la elección de las acciones adecuadas para lograr sus objeti­
vos, que no tiene nada claros, y una vez definidos éstos y tomada la deci­
sión de intentar alcanzarlos, la realización de un esfuerzo suficiente y per­
sistente para garantizar el éxito. Un Neptuno no integrado puede disolver
la concentración de su voluntad y hacer que le resulte difícil mantenerse
en el camino elegido. Además, usted tiende a no aceptar las consecuencias
de sus decisiones, y puede negarse a reconocer su responsabilidad cuando
alguna de sus acciones conduce al fracaso o a resultados negativos.
En parte ello se deriva de la falta de un razonamiento previo y de su
tendencia a precipitarse en la acción sin más base que el impulso; sin em­
bargo, esto también le sirve a menudo como acicate para una acción decisi­
va. La excusa, después, puede ser: «Yo no sabía que las cosas resultarían
asÍ», y probablemente sea cierto, ya que no evaluó las posibles repercusio­
nes antes de actuar. Sin embargo, seguir con esta actitud es, esencialmente,
una evitación de la propia responsabilidad. Finalmente, terminará por darse

111
cuenta de que la mayoría de las acciones que emprende por impulso se des­
vían en algún aspecto y raras veces responden a su intención inicial.
Este problema, relacionado con la opción y la acción, debe ser aclara­
do y resuelto. Le resultará beneficioso detenerse antes de actuar según su
impulso, y tomarse el tiempo necesario para considerar los probables re­
sultados de su decisión. Esta actitud puede dejarle ver otras alternativas
e incluso disuadirlo de emprender ningún tipo de acción. Como Marte lo
llevará a hacerse valer de una forma más dinámica, es necesario que tenga
en cuenta también cómo afectará esto a los demás, especialmente a sus fa­
miliares y otras personas cercanas. De este modo es posible que modifique
su tendencia a centrarse en sí mismo, asegurándose de que su insensibili­
dad no provoque a nadie un dolor innecesario.
Usted puede ser una persona muy atractiva, ya que las energías de Mar­
te y Neptuno se combinan para crear un hechizo potencialmente dinámico,
y sin embargo esta combinación manifiesta de acción y sensibilidad resulta
superficial cuando, como con frecuencia sucede, las características mar­
cianas dominan a las más sutiles de Neptuno. Las cualidades neptunianas
afloran bajo el disfraz de una personalidad flexible, un conjunto de más­
caras y de imágenes que usted asume casi automáticamente en sus relacio­
nes, tanto en su entorno social como en el laboral. Usted reconoce que
todo ello puede conducir a cierta confusión interna, especialmente en lo
referente a la toma de decisiones, pero también que es posible usarlo para
autoprotegerse. Le divierte bastante jugar con estas máscaras y sentir que
sus verdaderas intenciones quedan ocultas por su disfraz, ya que en reali­
dad no le gusta que los demás lo conozcan demasiado bien.
Usted suele actuar escudándose en imágenes, y con frecuencia hay en
su naturaleza un elemento dramático, que podría canalizar a través de al­
guna expresión creativa o incluso teatral, de tal modo que su imaginación
se mostrara en una situación evocadora y usted permaneciera oculto tras
la máscara, desempeñando un papel. Ciertamente, cultiva una imagen de
sí mismo y la proyecta para que los demás lo descubran a través de ella.
Puede tener afinidad con la medicina e incluso dotes de sanador, y es pro­
bable que se oculte tras la imagen de una enfermera, un médico o un psicó­
logo. También es posible que sus sueños y deseos referentes a sí mismo no
sean realistas, y que por más que aspire a grandes logros y a una posición
social elevada, su falta de voluntad, de aplicación y de sentido práctico ter­
minen por derrotarlo. En última instancia, puede pasar que la imagen que
tiene de sí mismo no exista más que en su imaginación.
Pero puede hacer algo para mejorar las cosas. Es importante que se sienta
capaz de desbloquear su imaginación y liberarla en su vida cotidiana, por­
que si bien inicialmente su actitud, aunque atractiva, quizá sea ineficaz,
usted puede aprender a orientarla deliberadamente hacia sus intenciones,

112
y usarla como una energía poderosa que le permita alcanzar sus objetivos.
Es recomendable que use técnicas de visualización creativa para sacar par­
tido de su imaginación, que puede ayudarle a re-crear su vida. El hecho
de planear su futuro hará que se controle mejor, con lo cual reducirá la
posibilidad de que algo que no había tenido en cuenta destruya sus inten­
ciones. Qtra forma de autoayuda es que se esfuerce por adquirir habilida­
des realmente viables; de no hacerlo así, su Neptuno no integrado no servi­
rá más que para disolver sus sueños en vez de ayudarle a convertirlos en
realidad.
Es probable que en sus relaciones íntimas necesite una mayor toma de
conciencia. La combinación de la impulsividad marciana con la tendencia
al autoengaño de Neptuno puede terminar haciéndole sentir el dolor de la
desilusión amorosa. Marte tiende a provocar en usted entusiasmos súbitos
y apasionados, haciendo que quede atrapado en los hechizos de un nuevo
amor, pero si en ese momento sus motivaciones son puramente inconscien­
tes, es probable que tenga que sufrir a modo de acicate que le recuerde que
la próxima vez deberá tener más cautela. Esté alerta a cualquier tendencia
personal al autoengaño, a engañar a los demás o a dejarse engañar; todo
esto es probable, y puede ir asociado con el ámbito definido por la casa
natal en la que se halla la conjunción. Procure ser sincero y franco, ya que
la comunicación es vital en las relaciones; usted tiende a ser emocionalmente
vulnerable y sus necesidades emocionales son poco usuales, pero en princi­
pio, la calidad de sus relaciones íntimas debería ser alta.

El sextil Marte-Neptuno
El sextil ofrece un mejor equilibrio entre las características de estos dos pla­
netas, de modo que las más positivas pueden expresarse fácilmente a través
de él. El bloqueo de la energía que causa problemas con la acción y con
la toma de decisiones se deshace, y la energía fluye hacia las esferas de la
creatividad y del servicio a los demás.
La tendencia marciana a la pasión impulsiva se transforma en un espí­
ritu básicamente generoso y compasivo, que, si usted tiene este sextil en
su carta, lo hace sensible a las necesidades de las personas menos afortuna­
das. Hay en usted un equilibrio efectivo de la individualidad que lo aleja
tanto de la posibilidad de una autoafirmación excesiva como de la excesiva
pasividad; usted no es ni explotador ni víctima.
Generalmente su nivel de energía es alto y vital, y es capaz de hallar di­
versos canales de expresión. Los procesos curativos lo atraen porque es ca­
paz de usar la vitalidad de su magnetismo personal para encauzarlos, y los
demás se sienten seguros de que a usted le importa su bienestar. Posee ca-

113
pacidades sutiles relacionadas con la sensibilidad psíquica, y puede tener
la posibilidad de desarrollarlas. Su sentido de la responsabilidad social lo
llevará a sentirse realizado en un trabajo que le permita ayudar a satisfacer
necesidades sociales y a mejorar la suerte de los demás. De una manera u
otra sentirá la necesidad de participar en este tipo de actividades. El com­
promiso y la inspiración que usted ofrezca pueden servir de aliciente a sus
colaboradores y a quienes reciban su ayuda.
También existe la posibilidad de que se le abran otros canales creativos,
como la danza, el teatro, la fotografía y el cine. La cultura física será muy im­
portante para usted, especialmente en su juventud, y disfrutará mucho expre­
sándose mediante el ejercicio físico y la danza, que llevará a cabo con fluidez
y gracia. Posteriormente, puede llegar a interesarle el hatha yoga, que mantie­
ne la flexibilidad corpora1 a la vez que mejora la salud. Usted prefiere un tipo
de creatividad que se centre en un uso evolucionado del cuerpo o de los senti­
dos físicos, más bien que una forma más intelectualizada de expresión creativa.
Potencialmente, sus relaciones pueden ser positivas y gratificantes, y
usted dedicará un esfuerzo considerable a asegurarse de que realmente lo
sean, para usted y para su pareja. El optimismo de su visión le ayuda a per­
cibir las mejores cualidades en su amante, sin por eso negar el hecho de
que es un ser humano y por lo tanto propenso a expresar tendencias que
están muy por debajo de lo ideal. La tolerancia y la comprensión hacia las
debilidades y las tensiones humanas harán que su confianza sea retribuida.
Mucho dependerá de su elección de pareja, que en parte vendrá marcada
por una evaluación realista de sus propias necesidades, especialmente de
las físicas y emocionales, y por los requisitos que para usted debe cumplir
su compañero o compañera. Sin embargo, básicamente su actitud es la de
hacer concesiones mutuas, y con respecto a las presiones que impone la con­
vivencia matrimonial, se muestra relajado y realista. La calidad de la co­
municación recíproca es esencial, y usted valora mucho un enfoque directo
y sincero, que es siempre beneficioso en cuanto, por lo menos, cada uno
sabe cuál es la naturaleza de la situación.

El trígono Marte-Neptuno
Si usted tiene este trígono en su carta, su energía le permitirá ser un idealis­
ta práctico, en cuya experiencia destacan las esferas de las relaciones per­
sonales y de las obligaciones sociales. Marte lo abastecerá de un poderoso
caudal de energía, en tanto que Neptuno le indicará las direcciones adecua­
das para expresarla.
Esta expresión se dará mediante una cordial sensibilidad hacia los pro­
blemas ajenos, ya sea individualmente o en una escala más impersonal y co-

114
lectiva, y usted se sentirá motivado para participar en cuestiones de res­
ponsabilidad social. Afortunadamente, la mayor parte de sus objetivos los
puede alcanzar dentro de este marco, de modo que se sentirá atraído por
trabajos de orientación social, especialmente en los campos del bienestar,
la medicina, la ayuda a la comunidad y las terapias físicas. De esta manera
usted sentirá que comparte su energía ayudando a otras personas que pue­
den estar luchando por su vida, a causa de su mala salud, de vivir en condi­
ciones sociales desventajosas o de tener gtaves problemas familiares. En
usted hay una simpatía natural y una actitud compasiva que con frecuen­
cia harán que mucha gente le cuente sus problemas. Quizás haya ocasiones
en que necesite limpiarse del «sufrimiento acumulado» que habrá absorbi­
do, y en ese caso son aconsejables formas de meditación o de protección
psíquica que tiendan a liberar la negatividad; de otra manera, puede llegar
a sentir que su nivel de vitalidad desciende, abrumado por las cargas ajenas
que ha elegido asumir.
Incluso si no adopta una profesión de estilo neptuniano, sus amigos y
conocidos reconocerán en usted esa capacidad de apoyo, y con frecuencia
lo irán a ver en busca de una mano que ayude y un corazón que entienda,
porque de su contacto saldrán menos tensos y más inspirados, contagiados
de su enérgica confianza en que todo saldrá bien (o por lo menos, en que
podrán arreglárselas con éxito). Éste es uno de los aspectos de la energía
sanadora que usted es capaz de transmitir, y que a menudo se relaciona
con una aguda sensibilidad interior ante su entorno y las emociones de la
gente. Esta empatía es una de las claves de su potencial efectividad en las
relaciones, un conocimiento intuitivo de cómo ha de responder y de qué
apoyo puede ofrecer. Tal vez se dirija conscientemente hacia el dominio
de la espiritualidad y el ocultismo, un canal digno de ser explorado.
Su vida amorosa es razonablemente satisfactoria. A menudo siente una
fuerte acentuación de las energías físicas y afectivas, y posiblemente tenga
algunos romances intensos y apasionados. Una vez que logre tener una pa­
reja estable, apreciará los profundos vínculos emocionales, la sutil empa­
tía y los sentimientos de auténtica relación que es posible establecer por
mediación de un amor recíproco. Su pareja será una persona sincera y di­
recta; en su relación habrá amistad y una buena disposición del uno por
el otro. El fuerte y auténtico sentimiento que le inspiran las personas con
quienes ha compartido su intimidad persistirá incluso después de que la re­
lación se haya acabado. Algunas de sus relaciones pueden terminar con­
flictivamente y engendrar una perpetua amargura, aunque usted reconoce
que el amor puede desvanecerse y prefiere separarse en buenos términos.
Los demás pueden beneficiarse del contacto con usted, y el hecho de en­
contrar la pareja allecuada puede representar para usted una oportunidad
nada despreciable de crecimiento interior y de un disfrute compartido.

115
Quizá se sienta atraído por expresiones más dramáticas de las energías
de estos dos planetas, tal vez por alguna con margen para la extravagancia,
como puede ser el teatro o la danza, o donde se ponga el acento en la cultu­
ra física. En algunas actividades, la energía marciana, orientada hacia la
acción, se expresa en las esferas de la creatividad neptuniana: el diseño,
el arte, la literatura, el cine o la fotografía. Este trígono aparece a menudo
en las cartas de personas creativas, porque la energía colabora en el proce­
so de consolidar una idea, una visión o un propósito. Usted debe descubrir
que puede alcanzar sus objetivos sacando el mayor partido posible del po­
tencial con que cuenta y d� las actividades que se le ofrecen; en dejar que
su imaginación vuele y actuar después según lo que ella le dicte puede resi­
dir la clave del éxito.

La cuadratura Marte-Neptuno
La cuadratura es un aspecto que puede plantear muy diversas presiones y
compulsiones internas que son difíciles de reconocer y de integrar de for­
ma adecuada. Es indicativa del conflicto interior y de la tensión que suelen
afectar a las relaciones del nativo, especialmente en el nivel emocional y
en el sexual.
Si usted tiene esta cuadratura en su carta, la mayoría de sus impulsos
se generan en el inconsciente, y por eso puede ser difícil que los perciba
correctamente o que entienda su naturaleza. Las cuadraturas significan frus­
tración, y aquí tanto la energía de Marte como la de Neptuno se inhiben
recíprocamente, con lo que se crean interferencias en las formas de expre­
sión preferidas de ambos planetas. Incluso se obstruye el flujo de la ener­
gía interior, con lo que la energía marciana funciona como una corriente
intermitente, que a veces se muestra como una urgencia obsesiva de actuar
(o de liberarse) y de repente desaparece, o poco menos, dejándole con un
mínimo de motivación y de vitalidad. Con frecuencia la energía neptunia­
na aparece en su modalidad deformada, en cuanto puede haber impulsos
emocionales desconcertantes, imaginaciones y obsesiones extrañas o tipos
negativos de comportamiento que se han convertido en hábitos y que son
esencialmente autodestructivos a causa de su vulnerabilidad neptuniana a
diversas adicciones: las drogas, el alcohol y obsesiones sexuales compulsivas.
Como la expresión coherente y eficaz de su personalidad y sus objeti­
vos puede estar inhibida, esto termina por crear una acumulación de frus­
tración que provoca tensiones y presiones internas y que puede dar lugar
a escisiones de la personalidad, en las que los aspectos más negativos de
un inconsciente no integrado hacen irrupción en la personalidad conscien­
te y empiezan a dominarla, casi como si fueran formas de posesión. Usted

116
puede sentirse forzado a actuar de determinadas maneras, y aunque su sen­
sación sea la de encontrarse en un estado de confusión, lo que está determi­
nando sus opciones son esas poderosas motivaciones ocultas.
En estos casos, tiende a estar en funcionamiento un «círculo vicioso»,
debido en ocasiones a la manera beligerante y agresiva en que usted intenta
hacerse valer. A causa de sus conflictos interiores no resueltos, su forma
de expresar las emociones y de relacionarse está frecuentemente teñida de
vibraciones agresivas que los demás registran, y que generalmente recha­
zan. El resultado puede ser que acaben negándose a estrechar la mano que
usted tiende cordialmente, y a ayudarle en sus objetivos. A medida que es­
to se convierte en una pauta que se repite, los conflictos interiores se le in­
tensifican y pasan a formar parte de su campo energético, que las personas
muy perceptivas pueden sentir. A veces se produce un alejamiento de los
demás.
Por obra de su ceguera interior, puede suceder que usted no llegue a
entender lo que está ocurriendo, y que acabe sintiéndose un poco paranoi­
co, es decir, imaginándose rechazos que en realidad no existen: se vuelve
sumamente quisquilloso en lo referente a cualquier contacto social y a agra­
vios imaginarios, y después, para autoprotegerse, se pone belicosamente
a la defensiva. En casos así se está produciendo un autoengaño considera­
ble, que no le permite ver el proceso que se está dando en su interior. Al
mirar hacia afuera, no llega a darse cuenta de dónde está realmente la fuente
de sus dificultades.
Las relaciones sexuales pueden ser un importante campo de batalla, y
constituirse en el punto central de muchas de sus tensiones. Es probable
que la naturaleza de su vida sexual y de sus deseos sexuales se deforme has­
ta cierto punto. La sexualidad y las emociones están estrechamente vin­
culadas, y es esencial que las redefina y las comprenda, porque pueden
convertirse en el núcleo de sus obsesiones y de su comportamiento com­
pulsivo, estimulados ambos por una imaginación muy activa. En relación
con su impulso sexual quizá sienta inquietud, ansiedad y confusión, senti­
mientos que pueden provenir de una falta de oportunidades para intimar,
lo cual no deja a la energía frustrada ninguna otra opción que girar en
círculo dentro de usted, activando formas de tensión y de escisión muy va­
riadas, que idealmente habría que sanar en vez de cultivarlas. Podría ser
que la imaginación se le volviera hiperactiva y se lanzara a crear imágenes
referidas a sus deseos sexuales insatisfechos, pero el motor también pue­
den ser aspectos de su manera natural de expresar la sensualidad que usted
se niega a reconocer, y que por consiguiente reprime. Sin duda alguna, es
ésta un área de fOntención interior.
Todo esto puede conducirle al desarrollo de una abrumadora pauta de
culpa, en virtud de la cual se sentirá atraído hacia asuntos ilícitos o hacia

117
una actividad sexual que usted mismo considera moralmente mala. Puede
recurrir a una expresión sexual insatisfactoria, como la liberación puramente
física de la energía y de las presiones, con prostitutas por ejemplo. Es im­
portantísimo que resuelva su necesidad de descarga sexual, y esencial que
descubra una forma de abordar el problema que sea satisfactoria y que no
intensifique sus conflictos interiores.
Los fallos en sus relaciones pueden ser frecuentes hasta que comience
a reorientarse, a recanalizar su energía en direcciones más adecuadas. Qui­
zás descubra que su experiencia de las tensiones inherentes a este aspecto
no es más que una entre tantas, aunque ello depende del resto de la carta,
e incluso en ese caso seguirá necesitando cierto grado de modificación, es­
pecialmente si Marte y Neptuno forman otros aspectos difíciles.
Lo que hace falta es una confrontación con la realidad, en la que usted
asuma su propia responsabilidad por su situación y su vida interior, un re­
conocimiento de sus conflictos interiores sin sentimientos de culpa, nega­
ción o autocondena. La aceptación es el primer paso, que puede ser muy
difícil de dar, y sin embargo es el que lo encaminará hacia la solución de
sus problemas y hacia la sanación interior. Deje de señalar mentalmente
a otras personas y de proyectar sobre ellas la culpa de sus fracasos, pero
no se culpe tampoco a sí mismo; sólo decídase a cambiar las cosas para
mejor a partir de ahora. El hecho de que sus experiencias lo hayan llevado
a la creación de pautas repetitivas que lo frustran no quiere decir que esta
situación tenga que mantenerse. Usted tiene el potencial necesario para cam­
biarla. Estudie las técnicas de visualización creativa y controle las áreas de
su vida que quiere cambiar o resolver. Empiece a buscar maneras de inte­
grar las energías de Marte y Neptuno, usando su imaginación para crear
puentes y no más abismos infranqueables ni más neurosis, paranoias,
espejismos y deseos sexuales obsesivos. Cambie su actitud hacia la gente,
esté dispuesto a correr algún riesgo para volver a crear su vida. En vez de
estar a la espera de recibir, fíjese dónde puede dar; hacerlo así le ayudará
a reorientar la energía neptuniana por canales constructivos, rescatándola
de las deformaciones impuestas pot la energía marciana y por la excesiva
estimulación de los deseos sexuales. Es un sacrificio necesario, y aunque
plantee problemas, también significa la liberación que encierra la posibili­
dad de que se produzca un renacimiento.
La clave se encuentra en el uso correcto de la energía sexual y emocio­
nal, encaminándola en una dirección que pueda absorber su negatividad
y su exageración y la transforme en una ventaja positiva en vez de ser una
obsesión que se vive como cargada de culpa. Descubra canales creativos
por donde pueda encauzarla: exprésela en la dimensión física de la danza,
en el arte, la literatura, la música o el teatro. Aunque sus primeras creacio­
nes no sean bellas ni armoniosas, esté seguro de que con el tiempo llegarán a

118
serlo, a medida que su proceso interior de sanación vaya liberándolo de
sus frustraciones. En vez de estar controlado por su energía sexual y emo­
cional, asuma usted el control, planee y dirija su vida de modo tal que se
encamine por la senda que ha elegido. Finalmente, con persistencia, verá
que las piezas del nuevo rompecabezas van ocupando su lugar, y se encon­
trará sumergido en una experiencia satisfactoria de la vida. Libre esas ba­
tallas interiores, y sus conflictos se disiparán.

La oposición Marte-Neptuno
Si usted tiene esta oposición en su carta, su vida estará centrada en las rela­
ciones que establece con los demás, aunque a menudo sus proyecciones in­
teriores serán la clave de la naturaleza de sus problemas. Al igual que ocu­
rre con la cuadratura, la presencia del inconsciente activado por un Neptuno
frustrado provoca distorsiones en su modo de actuar y de expresarse. A
menudo, no tiene claras sus motivaciones interiores, y los deseos compulsi­
vos se ocultan con frecuencia detrás de la fachada, de forma tan eficaz que
muchas veces ni siquiera usted mismo tiene conciencia de por qué actúa
de determinadas maneras y toma unas decisiones y no otras. La claridad
interior puede resultarle difícil de alcanzar, especialmente en los dominios
del deseo sexual y las emociones, que pueden tener un carácter compulsivo
y son capaces de condicionar sus opciones. Es probable que se trate de ám­
bitos muy destacados en su vida, incluso de una forma excesiva que los co­
loca fuera de una proporción y una perspectiva saludables.
Probablemente le falte confianza y fe en la vida. La desconfianza es
su compañera constante, y el filtro a través del cual ve a los demás suele
estar compuesto principalmente por su propia naturaleza, proyectada al
exterior a modo de una pantalla que le ensombrece el mundo. ¿Cómo pue­
de confiar en usted mismo cuando no entiende del todo sus propios moti­
vos y deseos? Y sin embargo, con frecuencia sus intenciones son buenas,
pero terminan derrotadas por su tendencia al secreto y a la manipulación.
Sus propias actitudes le son devueltas como desde un espejo, de modo que
eso crea a menudo sospechas recíprocas, y usted va perdiendo cada vez más
su confianza en la gente. En ocasiones, debido a esto, tiende a apartarse
de la actividad social. Tal vez sea necesario que pula la forma en que acos­
tumbra a hacerse valer o autoafirmarse, y no sólo que abandone las carac­
terísticas negativas que lo están condicionando.
Una confrontación con la realidad es esencial para que, mediante la acep­
tación, pueda aflorar un equilibrio más realista en sus relaciones, de modo
que sus deseos sean menos dominantes y amenazadores, y que usted ad­
quiera un mayor conocimiento de su dimensión emocional y la integre en

119
su vida. Eso le ayudará a modificar y reencauzar la energía neptuniana
bloqueada, de tal manera que sus relaciones se profundicen, sean más sa­
tisfactorias y se conviertan en un puente que le permita renovar su expe­
riencia de los vínculos sociales. Evaluar qué es lo que ambiciona en la vida
puede ser más productivo una vez haya retirado sus proyecciones; y valer­
se del intelecto y del sentido común puede ser más eficaz para conseguirlo
que seguir la senda del hechizo y de los deseos compulsivos que, aunque
temporalmente quizá sea más interesante, lo llevará a dispersarse y a dis­
persar sus objetivos. También será muy beneficioso que evite estimulantes
innecesarios que no le sirven de nada, y que busque una visión más clara
de la naturaleza de sus hechizos y espejismos, especialmente si se interesa
por los dominios ocultos o espirituales de la vida, donde hay siempre mu­
chos candidatos a aprovecharse de aquellos que son más crédulos y más
susceptibles al poder del «conocimiento secreto». Con frecuencia en estos
círculos se abusa física, emocional, mental y espiritualmente de las perso­
nas que tienen el deseo de ser «especiales».
La naturaleza y la calidad de sus relaciones pueden transformarse si us­
ted se enfrenta con las áreas problemáticas de su naturaleza interior: su con­
fianza, sus emociones, su sexualidad y sus espejismos. Darse cuenta de la
manera como usted mismo condiciona negativamente su experiencia es
la clave para comprender cómo puede también transformarla de forma
positiva.

La conjunción Júpiter-Neptuno
Esta conjunción se produce aproximadamente cada trece años, y tiende a
crear un temperamento similar al de Piscis, signo en el que están presentes
tanto las características positivas como las negativas de estos dos planetas,
y todas ellas sumamente activas.
Si usted tiene esta conjunción en su carta, tenderá al exceso, al idealis­
mo, la creatividad y la ingenuidad. El impulso de expansión de Júpiter puede
llevarle a exceder sus capacidades reales, y si bien quizá lo ayude a superar
sus límites -en algunos casos con más éxito que en otros-, es probable
que cuando se combine con una percepción de sus propias capacidades de­
formada por Neptuno, sus fracasos sean más frecuentes que sus éxitos. Con
el tiempo esto puede convertirse en una pauta repetitiva e inhibidora que
disminuya la confianza que tiene en sí mismo.
Es probable que la esfera de las relaciones sea para usted fuente de múl­
tiples lecciones y que le devuelva la imagen de su tendencia a cultivar las
características menos realistas de Júpiter y de Neptuno, que aparecen pri­
mordialmente en una personalidad no integrada. Por más que la fe y la con-

120
fianza sean características potencialmente positivas, la experiencia de la vi­
da demuestra con frecuencia que depositar nuestra confianza en todo el
mundo nos conducirá, desdichada e inevitablemente, a la desilusión. En
un mundo ideal sí sería posible, pero en nuestra realidad concreta hay mu­
chas personas centradas exclusivamente en sí mismas que sacan partido
de la ingenuidad y la inocencia de los demás (¡y también de su ignoran­
cia!). Es necesario que evalúe con más realismo las motivaciones y la natu­
raleza de las personas; depositar automática e inconscientemente su con­
fianza y su fe en la buena voluntad y la nobleza de los demás es buscarse
que abusen de usted. Un buen discernimiento es siempre necesario, de mo­
do que pueda reconocer a quienes sabrán respetar como es debido tan frá­
giles cualidades. Una fe ciega es una inocencia en espera de que la violen,
y siempre habrá muchos en la cola, esperando para sacar partido de ella.
Sin embargo, esta visión ideal de las relaciones es probable que persista
en usted durante años y a pesar de muchas experiencias decepcionantes.
Sería prudente que tuviera mucho cuidado en sus relaciones más persona­
les e íntimas, porque a menos que tenga bien claro lo que está sucediendo,
su vida sentimental podría resultarle muy dolorosa. Como usted tiene un
impulso natural a cuidar de otras personas y a servirlas, podría ser explota­
do por individuos menos escrupulosos que quieran aprovecharse de su ten­
dencia al sacrificio y al martirio típicamente neptuniana, que lo encamina
también hacia falsas ilusiones relacionadas con los sentimientos de los de­
más hacia usted y lo lleva a convencerse de que lo que siente es un amor
intenso y auténtico y a dejarse comprometer profundamente en una rela­
ción; tal vez su evaluación sea correcta, pero éste es un campo en el cual
usted es muy propenso al autoengaño, y quizá sea aconsejable que ponga
en juego más cautela y menos prisa. El tiempo que dedique a establecer
las motivaciones de los demás y a conocer con más profundidad su natura­
leza suele ser un tiempo bien empleado; volver a una fe y una confianza
ciegas y a supuestos sin más base que la satisfacción de sus propias necesi­
dades puede ser la mejor receta para asegurarse problemas en el futuro.
Es necesario que haga una cuidadosa evaluación de las personas con las
que se relaciona, porque de no ser así, bajo la presión de un matrimonio
o de una convivencia, por ejemplo, pueden salir a la superficie otros aspec­
tos de la naturaleza de los demás que quizás a usted no le gusten (o vicever­
sa). Muchas relaciones naufragan actualmente debido al mutuo descono­
cimiento, que permite que las proyecciones de los espejismos internos y del
anima o del animus encubran la verdadera naturaleza de ambos miembros
de la pareja, hasta que el tiempo disuelve las máscaras y los dos se despier­
tan y caen en la cuenta de que están viviendo con un extraño.
No sugiero que tenga que volverse manifiestamente escéptico ni cínico,
sino que eche una mirada más profunda y discernidora tanto a su propia

121
naturaleza como a la de cualquier posible pareja. Puede ser que su tenden­
cia a creer y confiar haya de ser aplicada en una esfera más impersonal,
donde en vez de creer en los individuos (que siempre pueden dejarlo en la
estacada) crea, de un modo más abstracto, en la bondad esencial de una
humanidad que evoluciona lentamente. Ciertamente, su experiencia de las
relaciones será un terreno de prueba donde puede llegar a aprender mu­
chas lecciones, y donde es de esperar que sus evaluaciones vayan volvién­
dose cada vez más agudas y realistas.
Cuando se desilusiona, tiende a refugiarse en un mundo fantástico pri­
vado. Esta tendencia la puede usar de manera positiva como técnica de auto­
curación, pero ha de evitar cualquier tentación de convertirla puramente
en una escapatoria, porque en caso de hacerlo, se arriesgará a perder el con­
tacto con la realidad. Este mundo interior es un lugar para detenerse a con­
siderar las lecciones que se le ofrecen y el significado que tienen para usted,
pero no un sitio donde convierta el retraimiento en un medio de permane­
cer en la ignorancia y de persistir en sus engañosas ilusiones.
Quizás usted desee experimentar «sentimientos y emociones sublimes», de
una intensidad que no se encuentra habitualmente en la vida cotidiana y que
provoquen una expansión que trascienda los límites normales de su existencia.
Esto puede apuntar a una propensión mística latente que usted intenta hallar
en sus relaciones amorosas. Tal vez sienta una atracción similar por las drogas,
el alcohol y los cultos espirituales. Evidentemente, deberá evitar las atraccio­
nes que puedan generar adicción, y si va en busca de lo espiritual, guárdese de
los espejismos relacionados con gurus, cultos, sectas y cosas semejantes. Tam­
bién en este dominio el buen discernimiento es una necesidad vital.
A lo largo de toda su vida su imaginación será fértil, y puede hallar vías
para expresarse en el arte, la música y la literatura, o dejándose absorber
por la religión y la filosofía. Es necesario que establezca los canales ade­
cuados para que su imaginación se exprese, porque si no se limitará a am­
plificar sus sueños internos y sus engañosas ilusiones.
Usted posee un fuerte idealismo, y quizá le fallen el espíritu práctico y el
sentido común, por lo cual, si no persiste en la autodisciplina, con frecuen­
cia no rendirá todo lo que puede. De resultas de su gran sensibilidad emo­
cional, es probable que se sienta atraído por trabajos en los que los aspec­
tos dominantes son el bienestar social y la ayuda al prójimo, en campos
como la medicina, la enfermería, la psicología, la enseñanza, la asistencia
social o en servicios voluntarios. Quizá tenga que cuidarse de no dejarse
implicar en un nivel demasiado personal cuando ofrece simpatía o apoyo,
porque de otra manera su propia capacidad de servir quedará aplastada bajo
el peso de todo lo que los demás pueden cargar sobre sus hombros. El tipo
de martirio que lo convierte a uno en víctima suele ser un sacrificio innece­
sario, que se puede evitar adoptando una perspectiva interior diferente.

122
El sextil Júpiter-Neptuno
El sextil incluye varios temas comunes con la conjunción, pero suele defi­
nirlos y desarrollarlos con más claridad dentro del individuo, con lo que
probablemente a éste se le hace más fácil manejarlos y aplicarlos en la vida
diaria.
Si usted tiene a Júpiter en sextil con Neptuno, en sus relaciones perso­
nales tenderá a la credulidad, estimulada por poderosos sentimientos y emo­
ciones que lo animan a creer en el compromiso de la persona que satisface
sus necesidades y deseos. La evaluación que usted hace de sus relaciones
íntimas puede ser muy poco realista, y habrá veces en que vea a posteriori
que su fe en el acierto de su elección no tenía más base que el autoengaño;
allí donde sus emociones estén en juego, serán fuente de múltiples espejis­
mos y de una gran vulnerabilidad. Al acecho junto a usted, en las sombras
del amor, está siempre la perspectiva de la desilusión. Tómese más tiempo
para conocer a su pareja, sea más cauteloso y verifique cómo siente él o
ella la relación; no se limite a dar por sentado que porque usted se siente
feliz y está enamorado a su amante le pasa lo mismo. Puede ser... pero el
constante aumento de las cifras de divorcios parece indicar que, lamenta­
blemente, con frecuencia la situación real es la contraria.
El tema que está mejor definido en el sextil es el del optimismo, la ima­
ginación y el idealismo. Es probable que esto se refleje en su estilo de vida.
En usted la fe y la confianza asumen la forma de un espíritu optimista que
espera buenas expectativas y oportunidades en el futuro. La expansión se
da en esa dirección, y es probable que preste mucha atención a los proble­
mas sociales contemporáneos.
Esta visión, quizá de naturaleza un tanto radical, vira a menudo hacia
la perspectiva de la «Nueva Era». Su espíritu alerta le da suficiente con­
ciencia de las condiciones, los deseos y las necesidades sociales, y sin em­
bargo usted añade también una perspectiva más amplia a lo que está ocu­
rriendo y a lo que es necesario que ocurra para poder construir un futuro
más brillante. Es capaz de analizar los problemas sociales modernos, de
ver los peligros que implican y de plantear y expresar con claridad tanto
unos como otros. Tal vez colabore en grupos que den pública expresión
a estas preocupaciones, grupos de presión minoritarios que prestan un ser­
vicio público esencial al mundo occidental. Es preciso que reconozca los
fallos de los poderes establecidos, políticos, religiosos y sociales, aunque
quizás usted opte por trabajar desde el interior de ellos, para orientarlos
hacia el cambio.
Valora muchísimo el individualismo y lamenta que tanta gente se deje
arrebatar inconscientemente por ideologías poderosas y por las formas de
comportamiento socialmente aceptables. Esta forma de ver las cosas pue-

123
de llevarle a tomar una posición en contra de cualquier ideología social ne­
gativa poderosa, incluso de las que emanan de los gobiernos y la iglesia.
Puede convertirse en propagandista de sus ideas y las de los grupos con que
se siente afín, en un intento por llamar la atención de la gente sobre lo que
está ocurriendo. El idealismo será para usted de importancia vital, y defen­
derá apasionadamente sus ideales.
Sin embargo, lo que puede fallar en usted es el hecho de que es esencial­
mente un teórico; su actividad se canaliza por la vía mental, y a la capaci­
dad de concretar su visión le falta sentido común y espíritu práctico. En
el peor de los casos, puede ser que reconozca los problemas sociales, admi­
ta su propia responsabilidad social y finalmente no haga nada al respecto:
el humanitarismo y el altruismo innatos en su naturaleza pueden permane­
cer inhibidos.
Si le sucede esto, que en parte es uno de los síntomas de un Neptuno no
integrado que disuelve la decisión de actuar, es posible que necesite darse un
sacudón. Es cierto que el cambio social requiere visiones y teorías mentales,
pero en última instancia hay que insertarlas en el nivel de la realidad, y esto
exige inevitablemente una transformación de su naturaleza, que con frecuen­
cia pone en peligro la transparencia de la visión inicial. Las teorías no pueden
conservar su pureza, y suelen llegar a realizarse por canales sorprendentes
y en dominios vitales totalmente inesperados. En el mundo hay «pensado­
res y hacedores», e idealmente es necesario que ambos colaboren; pero los
pensadores pueden volverse más prácticos, aun cuando pensar sea su ver­
dadera tarea y no una mera excusa para no hacer nada. Un modo sencillo
de lograrlo es financiar a los que están «haciendo» y ayudarles de esa ma­
nera. También, si es usted de los pensadores, puede evaluar sus capacidades
y recursos; tiene una imaginación capaz de expresarse, que podría aplicar
positivamente a la tarea de dar a conocer los problemas vitales, inspirando
o expresando ideales sociales positivos. Todas éstas son posibles formas
de canalizar su trabajo, beneficiosas para usted y para los demás, y que
evitarán cualquier tendencia a refugiarse en el aislamiento de teorías que
son un monasterio mental privado. Todos solemos quejarnos de algunos
aspectos de la vida, pero la cuestión es qué hacemos al respecto. Todos po­
demos hacer algo, e incluso si nuestra contribución es aparentemente pe­
queña e insignificante, colectivamente puede tener importancia.

El trígono Júpiter-Neptuno
El trígono entre estos dos planetas ofrece la forma más fluida y fácil de
expresar el potencial interior que implica el contacto entre Júpiter y Neptu­
no, y tiene varias similitudes con el sextil.

124
Si usted tiene este trígono en su carta, es probable que posea una natu­
raleza religiosa y espiritual, ya sea ortodoxa o no ortodoxa, y posiblemente
la desarrolle por mediación de una orientación mística, de un interés por
el ocultismo o de la intensificación de su propia sensibilidad psíquica. Re­
conoce que la intuición y las actitudes espirituales pueden resultar un apo­
yo para muchas personas, favoreciendo en ellas la vivencia de un sentido,
un propósito y una dirección en la vida. Esto no lo llevará necesariamente
a una teología o una filosofía religiosa en el sentido tradicional, sino a una
senda personal que usted se marcará a partir de sus intuiciones y valores,
y que emergerá de su capacidad para entender la vida y a las personas.
Este enfoque está menos deformado intelectualmente de lo que sucede
con el sextil, ya que se centra más en el sentimiento, la emoción y la intui­
ción, de modo que puede ser que usted sienta como más natural la senda
de la meditación mística y de la contemplación. Acoge de buen grado la
intensidad de las experiencias emocionales elevadas, y la evocación de tales
sensaciones puede hacer que se sienta atraído hacia las actividades comu­
nales y religiosas que ponen el acento en la ceremonia, la atmósfera, la co­
munión y un toque de teatral misterio. Puede ser que lo atraiga la Iglesia.
En la vida espiritual, lo motivan más bien el amor y la relación que el cono­
cimiento o la sabiduría, y es probable que en cierto modo carezca de discer­
nimiento. Aun así, consigue integrar con éxito su inspirado conocimiento
para poder absorberlo y que de este modo pase a formar parte de su visión
optimista de la vida y sirva para añadirle riqueza y variedad.
Es probable que usted sea muy sensible a su entorno, local y mundial,
y que tenga un fuerte espíritu comunitario. Sus actitudes básicas son posi­
tivas y progresistas, en la medida en que percibe incluso la luz que está pri­
sionera en la más profunda oscuridad, y tiene fe en que es posible liberarla
para llevar a cabo una actividad constructiva. Esta fe esencial en la vida
y en la gente es lo que le dará fuerzas, tanto en su propia senda vital como
para apoyar a los demás, cuando los tiempos sean difíciles y confusos. Su
generosidad de espíritu es algo en lo cual pueden confiar su familia y sus
amigos cuando lo necesiten. Usted crecerá interiormente y se sentirá reali­
zado de diversas maneras si se pone al servicio de los demás cuando de sus
esfuerzos pueda brotar algo real, constructivo y positivo, y ello puede lle­
varlo a profesiones como la medicina y la enfermería, la asistencia social
y la enseñanza, o también a organizar programas de bienestar social que
incrementen las oportunidades de que la gente libere su potencial o dis­
frute más de la vida. Probablemente sus intentos de educar y mejorar la
sociedad sean las vías más eficaces para canalizar sus esfuerzos, aunque
también podría hacerlo valiéndose de medios creativos, como el arte, la
música y la literatura, en donde su imaginación puede expandirse y en­
contrar un anclaje en las formas objetivas. Usted sabe que siempre hay

125
causas -como las organizaciones de ayuda y cooperación internacional­
ª las que puede beneficiar con su apoyo y su energía.
En sus relaciones íntimas, usted necesita a alguien que sea esencialmen­
te compatible con su visión de la vida y sus actitudes, alguien capaz de
entenderlo y de respetar, valorar y apoyar su sensibilidad y su sutileza. Co­
mo es mucho lo que tiene que ofrecer, ocasionalmente puede haber con­
flictos internos entre las pocas necesidades y demandas que usted tiene
con respecto a sí mismo y sus ideales más elevados: seguir el camino que
le indican estos últimos será lo más adecuado, porque de este modo las ca­
racterísticas positivas de Júpiter y Neptuno podrán expresarse en todo su
brillo.
Tal vez los mundos del misticismo y la espiritualidad le resulten atracti­
vos hasta tal punto que los lazos de la corriente principal de la sociedad
no lleguen a atarlo a un estilo de vida tradicional. En ese caso, puede pro­
ducirse un retraimiento en el mundo de lo contemplativo, y ser grande la
atracción ejercida por la vida monástica u otra forma de desligarse del ma­
terialismo. Hay personas que prefieren mantenerse libres de vagabundear,
sin un exceso de ataduras ni de posesiones, y adoptan un estilo de vida bo­
hemio y errante como el de los «viajeros de la Nueva Era» que andan dis­
persos por el mundo, libres de atender a sus propias inclinaciones íntimas
y de experimentar la naturaleza ilimitada del planeta Tierra explorando sus
diversas culturas.

La cuadratura Júpiter-Neptuno
Esta cuadratura tiende a indicar grandes promesas que generalmente se ven
frustradas por las características más negativas de estos dos planetas. El
potente mundo onírico que usted se crea es a la vez la fuente de su poten­
cialidad creadora y la causa de sus dificultades para concretarla en logros
reales. El problema reside en que a menudo sus sueños no pasan de ser sue­
ños, un mundo propio en cuyo interior se refugia y en cuyo mantenimiento
invierte mucha energía. Es posible que soñar se convierta en una adicción
para usted, y que su vida llegue a no ser más que un sueño no realizado.
Su frustración en general proviene de una falta de autodisciplina y de
un exceso de indulgencia consigo mismo que lo lleva a perder el tiempo.
Su concentración es pobre, y a veces su capacidad de discernimiento cuan­
do se trata de tomar decisiones puede ser casi inexistente, o estar obstaculi­
zada por una atracción inconsciente hacia ideas y proyectos defectuosos.
Las influencias ajenas son poderosas, y con frecuencia se siente tironeado
por las fascinantes ideas que asumen el control de sus sueños. Enfrentarse
a la realidad y aceptar responsabilidades no es lo que más le gusta, ya que

126
prefiere dejarse absorber por el último de sus «castillos en el aire», que le
resulta emocionalmente más satisfactorio. Es capaz de tejer grandes pro­
yectos referentes a lo que piensa hacer, pero el tiempo revela que general­
mente es incapaz de hacer nada concreto, a no ser soñar.
Inc1uso cuando empieza a dar solidez a una idea, ésta no tarda en mos­
trar sus fallos, ya que los defectos propios de su lógica y de su razonamien­
to han socavado sus cimientos, y se ve que se trata de una idea carente de
sustancia real y de posibilidad de concretarse. El terreno de las finanzas
es otro de aquellos donde usted no pisa con firmeza, debido a las deforma­
ciones que propicia Neptuno y a la excesiva expansión de Júpiter. Su falta
de preparación, unida a acciones imprudentes, puede fácilmente acarrear­
le problemas económicos. Su naturaleza es un poco de otro mundo, tiende
usted a evadirse de las realidades de la vida en el plano físico y quizás man­
tenga una lucha permanente para evitar el colapso en su vida ordinaria tras
haberla desatendido durante demasiado tiempo. Por su incapacidad de ver
claramente a través de sus nieblas y brumas interiores, tiende a perderse
en visiones nebulosas. Suele sentir el mundo real opresor y restrictivo, y
aunque quisiera sacudírselo de encima, en realidad necesita afrontarlo co­
mo es debido si no quiere que sus sueños más íntimos sigan terminando
en rudos despertares.
Suele ser generoso y amable con los demás, y tiene un gran corazón que
corre el riesgo de ser objeto de los abusos de personas menos comprensivas
y más aprovechadas. Tiene que tener más cuidado con la gente en quien
deposita su fe y su confianza. Su tendencia a la credulidad estará siempre
presente, y es probable que los demás lo usen a usted como excusa por sus
propios fallos y le atribuyan la responsabilidad. Por mediación de un Nep­
tuno no integrado puede estar operando el «síndrome de la víctima». Ade­
más, es probable que usted exprese las dimensiones más negativas tanto
de este planeta como de Júpiter, lo cual puede ser causa de un bloqueo en
la acción y de vacilación en la toma de decisiones. Puede llegar a ser como
el buscador de un sueño, frustrado por mirar siempre sin jamás encontrar
nada. Hasta puede terminar volviéndose apático al ver cómo fallan sus in­
tentos, y abandonando las esperanzas de alcanzar alguna vez el éxito.
Las relaciones pueden plantearle problemas; serán frecuentes las incom­
prensiones y los malentendidos, como también que los demás cuestionen
su coherencia o que abusen emocionalmente de usted. En algún momento,
quizás inevitablemente, entregará su corazón a la persona menos adecua­
da. ¿Qué es lo que le permite ir tirando? Los sueños... usted sueña con aven­
turas, tierras y misterios exóticos. Le resulta muy difícil afirmar los pies
en este mundo. En las personas como usted es común una tendencia al va­
gabundeo, tanto en el nivel físico como en el emocional y el mental. Raras
veces se sentirá contento, y sin embargo no tiene por qué ser así, ya que

127
muchas de sus frustraciones se las fabrica usted mismo, y ciertamente dispone
de un potencial que sólo espera ser canalizado adecuadamente mediante la
aplicación de un control disciplinado. Puede ser difícil, pero la clave del
éxito está en afrontar la realidad, conformarse con las limitaciones que la
restringen y aprender a ser más práctico. Algunos de sus sueños privados
podrían realizarse si usted se concentrara más y se dedicara a alcanzarlos
de uno en uno, en vez de refugiarse en sí mismo cuando las cosas se ponen
duras. El primer paso es tomar conciencia de sus pautas receptivas, ver de
qué manera operan, qué consecuencias producen y cuál es el punto en que
las cosas empiezan a desintegrarse. Después, dispóngase a cambiarlas, es­
fuércese por consolidar sus sueños, sea más realista en la evaluación que
hace de sí mismo, dedique más disciplina y esfuerzo a conseguir sus propó­
sitos. Al hacer más pausado el proceso y dedicarse más conscientemente
a lo que está haciendo, es probable que pueda cambiar la pauta de frustra­
ción que lo rige por otra de éxito... ¡y el esfuerzo bien habrá valido la pena!

La oposición Júpiter-Neptuno
La oposición tiene algunas similitudes con la cuadratura, pero aquí la fuente
del conflicto está proyectada sobre el mundo externo y sobre las personas.
Si usted tiene esta oposición en su carta, le resultará difícil llevar a buen
término sus planes e intenciones, que en general se verán frustrados por
su incapacidad de realizarlos, a pesar de sus propósitos originales; empieza
las cosas pero jamás las acaba de forma satisfactoria. Usted tiende a resen­
tirse y a resistirse a cualquier presión externa que puedan imponerle las ex­
pectativas ajenas en lo tocante a sus acciones y sus capacidades.
Con frecuencia se le plantean conflictos en las relaciones interpersona­
les, especialmente con sus compañeros de trabajo, que pueden tratar de
sacar partido de sus habilidades o de persuadirlo de que asuma tareas muy
ingratas o en las que -por razones relacionadas con sus propias conve­
niencias- ellos esperan que usted fracase. En algunos ámbitos labora­
les suele haber mucha manipulación, y usted puede convertirse en víctima
de ella si no se da cuenta de cuáles son las motivaciones ocultas de los de­
más. Puede volverse un poco paranoico y acabar desconfiando de todo
el mundo, quizá como resultado de sus experiencias; en parte tiene usted
razón, pero esta actitud también es la consecuencia de una proyección que
emana de usted y que se basa en las tensiones inherentes en esta oposición.
Tiende a colocarse ante los demás en una actitud de oposición o antagonis­
mo, a veces porque es demasiado directo en sus comentarios y actitudes;
hay poca diplomacia en su manera de expresarse, y en ocasiones puede mos­
trarse muy falto de tacto y demasiado agresivo.

128
En su carácter puede haber una debilidad que a menudo pasa inadverti­
da, y que se relaciona con el emplazamiento de Júpiter y Neptuno por sig­
no y casa. Por más que tal vez no llegue a comprender del todo su propia
naturaleza y lo que «debería estar haciendo», no por eso deja de expresarse
enérgicamente y con tendencia al autoritarismo. Sin embargo, también es
frecuente que se oponga a los dictados de quienes ocupan situaciones de
autoridad, cuestionando su manera de ver las cosas y su derecho a ostentar
el poder. No se trata precisamente de conciencia social, ya que la mayor
parte de su energía está inmovilizada en un desasosiego externo; usted no
confía demasiado en la bondad natural de los demás, y esto, aunque posi­
blemente sea bastante realista, es también sintomático de su propia frag­
mentación interior y de su tensión interna: tampoco puede relajarse y con­
fiar en sí mismo. Necesita aprender a aceptar a los demás, y a aceptarse
a sí mismo; ellos y usted están interrelacionados, y si puede conseguir acep­
tar a todo el mundo, entonces la tensión disminuirá y todas sus relaciones
mejorarán en la medida en que usted se sienta más cómodo con su propia
naturaleza.
Las relaciones íntimas pueden plantearle dificultades hasta que se haya
resuelto a dar el paso de la integración personal. Sus elecciones de pareja
pueden ser imprudentes, especialmente cuando las proyecciones de su ani­
ma o de su animus se superpongan a la pareja del momento, y la convier­
tan aparentemente en el amor ideal, poseedor de todo cuanto usted cree
desear y necesitar. Cuando estas proyecciones se desmoronen, es muy pro­
bable que se sienta emocionalmente destrozado y tenga la sensación de que
esa persona es una más que lo ha engañado; en realidad, se ha engañado
usted mismo con sus propios espejismos, de modo que el dolor de su cora­
zón herido no debería descargarlo en su pareja en forma de agresión emo­
cional o física. Y en momentos tan traumáticos, es importante que evite
el recurso neptuniano a las drogas o al alcohol.
Es probable que usted tenga alguna forma de aspiración religiosa o es­
piritual, pero también ésta puede resentirse por obra de deformaciones y
proyecciones que la invaliden. Quizás a sus actitudes espirituales les falte
una dimensión práctica, y no llegue usted a aplicarlas seriamente a la vida
cotidiana. Puede encontrar que son más atractivas las religiones exóticas,
que le ofrecen el encanto de una fascinación y un misterio nuevos. A despe­
cho de su resistencia a las formas de autoridad, puede caer en la tentación
de entregarse al culto idealizado de algún guru, que se le presente como
una forma de escapar de las decepciones y tensiones de su vida. Pero tam­
bién podría ser que soñara con viajes o peregrinaciones al extranjero, y en re­
correr el mundo como antídoto del estilo de vida en que se siente aprisionado.
Para usted será un importante paso adelante darse cuenta de que mu­
cho de lo que le desagrada en el mundo es un reflejo de su falta de integra-

129
ción interior. Reabsorber sus poderosas proyecciones, permitirse recupe­
rarlas, no podrá menos que fortalecerlo y devolverle la capacidad de diri­
gir su propia vida en la dirección en que quiera moverse. Asumir ese con­
trol y responsabilizarse de usted mismo es de importancia decisiva, a me­
nos que quiera insistir en mantener relaciones insatisfactorias, en las que
su necesidad de evolucionar y de expandirse está perpetuamente frustrada
por resistencias «externas».

La conjunción Saturno-Neptuno
Este aspecto sólo se produce aproximadamente una vez cada treinta y seis
años; durante este siglo, en 1917, 1953 y 1989.
Los efectos de Saturno tienen una influencia benéfica sobre las tenden­
cias de Neptuno, ya que le ayudan a definirse, lo estabilizan y le facilitan
la expresión; el potencial de este aspecto reside en el idealismo práctico y
en una capacidad de aplicar positivamente las ideas y la imaginación que
emanan de Neptuno. Esto favorece la creatividad, ya que la tendencia a
la concreción de Saturno puede dar una forma y una manifestación ade­
cuadas a la inspiración neptuniana, de modo que la imaginación no se que­
da girando en un mundo interior de sueños y fantasías, sino que se libera
en el plano físico, donde otras personas pueden compartirla.
Con este aspecto la naturaleza delirante de Neptuno no está tan presen­
te, y suele haber una mayor claridad de percepción de lo que es habitual,
una claridad especialmente sensible a los problemas de los engaños y los
hechizos. Así, si usted tiene a Saturno y Neptuno en conjunción, es menos
propenso a cometer errores por obra de su ceguera y tiende a autoproteger­
se principalmente tomando cierta distancia, cautelosa y alerta, con respec­
to a los extraños y a las nuevas relaciones. Saturno suele abordar con cau­
tela e inquietud todo lo desconocido. Usted necesita ir cultivando poco a
poco la confianza, ya sea en personas, situaciones o circunstancias; por lo
común es reticente cuando se trata de establecer compromisos firmes mien­
tras no ha evaluado a fondo todas las opciones. Tiende a depositar su fe
en los hechos, haciendo un juicio impersonal de la que le parece la decisión
más prudente, y esto puede ser muy beneficioso en su vida, tanto en sus
relaciones personales como en su carrera.
Es probable que la energía saturnina sea la que domine, en tanto que
la de Neptuno se vea a veces reprimida por razones prácticas. Si permite
que Saturno esté demasiado acentuado, es probable que pierda oportuni­
dades debido a un exceso de evaluación y a una falta de decisión; el miedo
a lo desconocido también actuará como factor restrictivo y de inhibición.
Es probable que se construya un estilo de vida y una estructura de perso-

130
nalidad bien definidos, que dejen relativamente poco espacio para que se
exprese la influencia de Neptuno, que es más anárquica y expansiva. Lo
que puede ocurrir es que se dé un sentimiento de confusión con respecto
a sus propias limitaciones personales cuando empiece a tener la sensación
de estar prisionero y Neptuno se agite en el afán de disolver las barreras
que usted mismo ha levantado y de expresar los sueños reprimidos de los
que intenta no enterarse. Es esencial que logre un equilibrio entre estas dos
energías planetarias, tanto en bien de su armonía interior como para que
le facilite el éxito externo. De otra manera, la deformación de su visión y
su falta de perspectiva irán en aumento, a medida que la influencia neptu­
niana que usted ha reprimido haga notar su presencia mediante caracterís­
ticas más negativas.
Para quienes exploran la dimensión espiritual de la vida, este aspecto
ofrece valiosas ventajas, en cuanto hay un cuestionamiento de dogmas y
supuestos, una tendencia a neutralizar los hechizos colocándolos en una
perspectiva más terrenal y una creciente capacidad para confiar en la guía
interior de la intuición y ya no en las «fuentes de autoridad» externas. Pue­
de que haya llegado a este punto después de haber aprendido importantes
lecciones durante una fase previa de credulidad y de sumisión a sus maes­
tros; posiblemente hubo un condicionamiento religioso o parental que a
partir de cierto momento usted empezó a desechar como hostil a su propio
desarrollo. Un buen discernimiento es muy importante en la vida, especial­
mente cuando se torna contacto con enseñanzas ocultas, donde es probable
que por falta de una verdadera experiencia personal no exista otra cosa que
una auténtica ignorancia, y la tendencia de la mayoría de la gente es llenar
ese vacío aceptando pasivamente cualquier enseñanza que tenga algún im­
pacto en su personalidad.
A medida que continúe usted evolucionando, especialmente en soledad
y atendiendo a su propia luz, irá alcanzando mayor madurez y una percep­
ción más clara. Logrará la comprensión y la compasión que se basan en
la experiencia vivida, y si practica técnicas de meditación, es probable que
su luz y su poder aumenten y emerja resplandeciente su propia claridad in­
terior. Conseguirá una concentración y una meditación eficaces, y también
puede ser que la liberación de la energía neptuniana vaya acompañada de
algunos signos de capacidades psíquicas. Hasta puede llegar a convertirse
en un canal de las energías transpersonales, lo cual le proporcionará un sen­
tido de responsabilidad social y el conocimiento del contexto en el cual puede
operar.
Es probable que sus relaciones íntimas sean profundas y enriquecedo­
ras, en parte como resultado de su cuidadosa evaluación de los demás, y
en las relaciones en que comprometa su corazón, tenderá a ser cauteloso
antes de establecer un compromiso total. Como para usted las relaciones

131
son importantes, pone mucho énfasis en cultivarlas continuamente para te­
ner la seguridad de que son mutuamente beneficiosas y una fuente de evo­
lución y de crecimiento. Usted cree que «la opción correcta conduce a la
acción correcta» y esto es una de las claves de su éxito, ya que acostumbra
a evaluar cuidadosamente sus opciones y decisiones.

El sextil Saturno-Neptuno
Un trabajo fructífero con este aspecto implica a menudo una acción vincu­
lada con el fuerte sentido de la responsabilidad y de los deberes sociales
que el sextil entre Saturno y Neptuno conlleva. Esta sensibilidad a un papel
social que exige actividad es un componente importante de su motivación,
si usted tiene este aspecto en su carta, y no hay por qué negarla. Puede ha­
ber una tendencia a reconocer su presencia y a no hacer luego nada al res­
pecto, pero esto se supera con una acción más deliberada. Por lo menos,
usted siempre puede colaborar financiando a aquellos grupos socialmente
activos con cuyos ideales está de acuerdo. Esta característica es una combi­
nación del sentido del deber saturnino y el ideal social colectivo propio de
Neptuno.
Un cuidadoso planeamiento es sumamente necesario cuando se estable­
cen los cimientos de una acción futura, que precisará una organización efi­
ciente para ser llevada a buen término. Probablemente usted posea habili­
dades estratégicas que puede explotar para alcanzar sus objetivos, no im­
porta que sean puramente personales o de orientación social. Suele aplicar
bien su firmeza y su determinación, y los planes que hace son realistas y
factibles, ya que en usted la tendencia a un exceso de expansión de Neptu­
no está atemperada por la cautela, la estabilidad y la limitación propias de
Saturno.
Lo que puede inspirar muchos de sus esfuerzos es una reacción en con­
tra de la injusticia y de la estupidez sociales. El juego limpio es una actitud
que usted apoya, y la tendencia a oponerse a los aspectos sociales en que
se expresan la injusticia y las malas jugadas puede convertirse para usted
en una cruzada personal. La discriminación social y la propensión a apro­
vecharse de quienes no pueden defenderse son cosas que lo exacerban y pue­
den conducirlo a un activismo social orientado a resistirse a semejante in­
vasión de los derechos y las libertades individuales. Le disgusta ver que se
dilapidan los recursos, tanto si éstos son sociales y materiales como si se
trata de desperdiciar el potencial humano. Esto puede llevarle a colaborar
con grupos que trabajen por aumentar las potencialidades humanas o con
activistas ecológicos que reclamen el cese de la excesiva y negativa explota­
ción de las reservas naturales. Su visión social ideal es la de un mundo ar-

132
mónico y equitativo basado en el respeto social, en lugar del desequilibrio
existente por obra de la división entre los que lo tienen todo y los que no
tienen nada. Sus conceptos preferidos son los que se relacionan con los va­
lores de la comunidad o con el pensamiento global, y le gusta creer que lo
que usted se propone e intenta beneficia a los demás.
Si asume este tipo de actividades a edad temprana -quizá mediante la
elección de su profesión- puede encontrarse con que es algo que absorbe
casi toda su energía, ¡y una tarea que nunca se acaba! Esto puede afectar
a sus relaciones íntimas, especialmente porque necesita que su pareja tenga
puntos de vista similares a los suyos. Para usted los ideales son importan­
tes; por eso intenta vivir de una manera que los respete y los mantenga,
en vez de oponerse a ellos o ponerlos en peligro. Sus pasiones están firme­
mente ancladas en cuestiones de interés social, e incluso en su vida privada,
su energía es demasiado difusa para concentrarla únicamente en su pareja,
y fluye hacia afuera para englobar a todas sus relaciones; con frecuencia
a usted le cuesta entender por qué la sociedad es como es, y por qué la gente
deja tan pasivamente que prosperen la negatividad y la indiferencia, espe­
cialmente quienes ocupan posiciones sociales encumbradas y ejercen una
gran influencia en los demás.
Posee una enorme capacidad de concentración y de visualización, que
puede canalizar hacia una actitud contemplativa o hacia la meditación. Se
mostrará muy eficaz si trabaja en grupos de orientación ocultista o cuya
actividad se encamine a generar cambios beneficiosos para la sociedad. Pe­
ro estos trabajos son poco gratificantes para el ego, y además usted tiende
a esperar un alto grado de probidad e idealismo de las demás personas com­
prometidas, por propia decisión, en empeños similares.

El trígono Saturno-Neptuno
Si usted tiene este trígono en su carta, el elevado idealismo de Neptuno y
la conciencia saturnina de la responsabilidad personal ocupan sin duda un
lugar destacado en su vida y lo estimulan interiormente a trabajar para me­
jorar la sociedad. Posee una intuición natural que lo lleva a comprender
cuáles son los problemas sociales más acuciantes, y esto, unido a la agude­
za de su percepción, lo capacita para hacer que los demás abran los ojos.
También es capaz de ofrecer soluciones constructivas a estos problemas
y puede trabajar en colaboración con -o desde el interior de- las orga­
nizaciones sociales o los organismos gubernamentales existentes para con­
seguir que se produzcan los cambios adecuados. En particular, le gusta res­
tablecer «el orden a partir del caos» y echar mano de recursos olvidados
e ignorados.

133
Sin embargo, a veces tiende a la pasividad, lo cual lo lleva a observar
la decadencia y los conflictos sociales sin decidirse a actuar para intentar
resolverlos. Tenga en cuenta que tomar esta actitud significa desperdiciar
sus propios talentos y negar su responsabilidad social. Su idealismo tiene
unas fuertes raíces morales y éticas, y seguramente se sentirá incómodo si
no hace caso de su voz interior. Quizás el activismo directo no sea su forma
preferida de comprometerse, pero tampoco es el único modo de hacerlo;
tal vez su papel sea el de comunicar a los demás (especialmente como escri­
tor y como analista) los hechos referentes a ciertas cuestiones sociales pro­
blemáticas.
Usted posee una inteligencia absorbente, que acumula fácilmente una
considerable cantidad de conocimientos y de información, y éste es un re­
curso que vale la pena saber utilizar. Tiene una gran imaginación, muy
activa y que puede utilizar de muy diversas maneras, proporcionando una
chispa de vida a sus ideas de evolución personal y social. Es probable que
le resulte difícil decidir exactamente cómo usar sus propios recursos, y lo
ideal quizá sea que se dedique a un trabajo que tenga una dimensión social
definida, como pueden ser la asistencia social, el derecho, los servicios so­
ciales, actividades orientadas a la conservación del medio ambiente, el mun­
do de las finanzas, la administración, los medios de comunicación, el cine
o la fotografía.
Los amigos encuentran en usted un apoyo digno de confianza en mo­
mentos de crisis, porque está siempre dispuesto a echar una mano cuando
es necesario. Neptuno le inspira sentimientos de compasión, tanto hacia
sus conocidos como hacia los extraños.
Si la dimensión espiritual de Neptuno está activa (y no demasiado eclip­
sada por un Saturno dominante), es probable que se sienta atraído por gru­
pos espirituales u ocultistas en los que su talento pueda encontrar la mane­
ra de expresarse. La meditación y la visualización son técnicas que Neptu­
no favorece, y dar forma a la energía del modo adecuado corresponde a
Saturno. Aprender a confiar en su intuición lo llevará con el tiempo a apo­
yarse cada vez más en ella, lo cual podría significar un adelanto vital en
su proceso evolutivo.

La cuadratura Saturno-Neptuno
La cuadratura indica tensiones interiores y frustraciones, y es probable
que Neptuno vea inhibida su auténtica realización y se encuentre confina­
do en el ámbito del inconsciente por la barrera de las restricciones que le
impone Saturno. Por ello Neptuno provocará agitación, miedos, angustia,
fobias y sentimientos de culpa en el seno de una imaginación hiperactiva

134
y carente de los canales adecuados para encauzar y liberar de forma sana
las emociones.
Si usted tiene esta cuadratura en su carta, la presión y la inquietud inte­
riores generarán sentimientos de inadecuación, incompetencia e inferiori­
dad que, por más delirantes y poco realistas que sean, tendrán sin embargo
una poderosa influencia en sus acciones y opciones. A medida que pase el
tiempo y usted perpetúe estas tendencias, seguirá creando resultados nega­
tivos, y eso lo convencerá cada vez más de que sus fantasías de inferioridad
son grandes verdades: se convertirá en un derrotista y perderá la fe en sus
propias capacidades. Esta negatividad puede seguir creciendo hasta que co­
mience usted a rehuir sus responsabilidades, y le cause miedo la sola idea
de actuar. Es evidente que de este modo inhibirá gravemente sus experien­
cias vitales, ya que estará cada vez más atrapado en los parámetros de sus
propias fobias, de la falta de amor a sí mismo y de una autoconfianza nula.
Si deja que esto persista, la prisión se irá estrechando a medida que usted
corte sus vínculos con la riqueza de la vida, y puede encontrarse atrapado
en las garras de la depresión.
Suele producirse una situación de esta clase cuando los bloqueos inter­
nos de la energía generan tensiones o comportamientos compulsivos que,
aunque percibidos internamente como reales, sin embargo son síntomas de
aspectos negadores del sí mismo (simbolizados por los planetas que se en­
cuentran inhibidos); con esta cuadratura, es probable que la actividad de
Saturno se deforme, sobreacentuada por la implantación de excesivas fron­
teras y limitaciones. La tendencia a la ansiedad y a la culpa tenderá enton­
ces a autoperpetuarse y a expandirse, formando una telaraña de energía
que absorberá la libertad de opción individual, y creará pautas circulares
de procesos de pensamiento repetitivos. Habrá una intensa agitación emo­
cional, estimulada manifiestamente por las actitudes negativas inherentes
a la cuadratura, a las que usted no será capaz de enfrentarse. Hay que espe­
rar insatisfacción y confusión, y es posible que cualquier intento de cam­
biar la situación también se vea inhibido.
La medida en que se desarrolle este estado psicológico interno depen­
derá del resto de su carta; puede haber factores que lo mitiguen y que
disminuyan su potencial gravedad. Sin embargo, de todos modos se le pre­
sentarán ciertos problemas, y es importante que tome algunas medidas
correctivas y liberadoras para impedir cualquier probabilidad de que se
desarrollen semejantes tendencias.
Es vital que acepte su propia naturaleza. La negación de cualquier as­
pecto de ella lo conducirá a reprimirlo en el inconsciente, donde es proba­
ble que se «pudra» y vaya liberando lentamente toxinas que afectarán a
su personalidad, deformando su cuerpo, sus emociones y su mente. Seme­
jante amputación forzada de una parte de su propia naturaleza nunca será

135
prudente, y es una tontería no menor que si se amputara un brazo porque
tiene una verruga de aspecto desagradable en un dedo. Con frecuencia las
cuadraturas indican esta tendencia a la «amputación» y simbolizan proba­
bles tensiones internas y bloqueos de la energía que es preciso liberar; una
vez hecho esto, estos aspectos pueden convertirse en «grandes amigos» que
le brinden la energía y el poder necesarios para alcanzar sus objetivos. Son
la clave para un auténtico desarrollo personal, y estimulan la integración
necesaria.
Para aceptar su propia naturaleza debe perdonarse a sí mismo, y dejar
de compararse con cualquier ilusorio ideal de perfección. ¿Por qué sentirse
culpable por no ser corno su ideal? Eso es imposible, y la tarea real consiste
precisamente en que llegue a ser usted mismo, con lunares y todo, y recon­
ciliarse con su propia naturaleza significa liberarse, obtener la verdadera
libertad. Encare sus temores al fracaso; si todo el mundo falla en algún sen­
tido, ¿por qué habría de ser usted la excepción? Muchas personas fallan
repetidas veces y aun así siguen adelante, consiguiendo el éxito a medida
que el tiempo pasa y van alcanzando sus ambiciones. El éxito le está espe­
rando si sabe sacudirse de encima el lastre y seguir adelante, y cuando lo
consiga, saboreará su dulzura y habrá aprendido un valioso secreto. Los
talentos están ahí, dentro de usted, pero escondidos e invisibles; encuentre
esa mina de oro y, quizá con un poco de apoyo ajeno, ya aprenderá a usar­
la. Todos sus espejismos internos, sus sentimientos de culpa, su complejo
de inferioridad y sus fobias se disiparán corno quimeras en el cielo. Las
autoirnpuestas barreras de Saturno se derrumbarán, y Neptuno lo invadirá
corno una ola sanadora que le aportará la inspiración necesaria para en­
contrar un camino nuevo. ¿Por qué quedarse en una prisión creada por
usted mismo cuando la puerta no tiene el cerrojo echado? Deje de compla­
cerse en sus propias quejas, póngase en marcha y salga rumbo a un mundo
nuevo. ¿Acaso no vale la pena luchar por ello? Recuerde que su vida es
básicamente lo que usted hace de ella; en vez de tirarla a la basura, ¡ dis­
frútela!

La oposición Saturno-Neptuno
Lo que sucede con la oposición es que proyectarnos al exterior nuestras ac­
titudes internas, que luego la vida nos devuelve como un espejo. En gene­
ral, el proceso incluye elementos de deformación, algo que con Saturno y
Neptuno tiende a poner en juego el miedo al fracaso, la desconfianza ante
las motivaciones ajenas, incertidumbre en los juicios, falsedades, descon­
fianza y un exceso de cautela. Éstas son las características más negativas
de las energías bloqueadas de Saturno y Neptuno, y sin embargo, si usted

136
tiene a estos dos planetas en oposición, con frecuencia no llegará a darse
cuenta de que el mundo que percibe es un reflejo de sus propias actitudes.
Échele otra mirada. El mundo y las personas, ¿reflejan sus propias opinio­
nes? ¿Son pesimistas, e incluso amenazadores o inquietantes? ¿Siente que
tiene que andar protegiéndose continuamente? Por cierto que tales temo­
res pueden ser reales, y depender del medio donde vive, pero es que igual­
mente pueden ser espejismos que usted se crea.
El miedo al fracaso le provoca cierto grado de inhibición, y es probable
que se aparte de las situaciones competitivas, refugiándose en sus sentimien­
tos de inadecuación e imaginándose que contra usted se están fraguando,
en secreto, las más diversas variantes de conspiración. En realidad, no confía
en la gente, y esa actitud se la comunica intangiblemente a los demás, con
lo que perpetúa un círculo vicioso. Es probable que a sus relaciones les fal­
te profundidad, calor humano y autenticidad, que a menudo no vayan más
allá de una superficialidad insatisfactoria, porque tiene miedo de que los
demás se aprovechen de usted. El problema es que eso bien puede suceder­
le (o ya le ha sucedido), y por ello (o desde entonces) usted se mueve con
un exceso de cautela y tiene demasiada conciencia de su vulnerabilidad co­
mo para arriesgarse a entablar relaciones profundas. Es indudable que en
usted hay una vulnerabilidad emocional y también económica, y que una
de las lecciones que quizá necesite aprender es que debe fijarse muy bien
en la naturaleza de las personas antes de comprometerse con ellas en nin­
gún sentido.
Las barreras que Saturno erige para autoprotegerse están firmemente
establecidas, pero no solamente protegen, sino que también bloquean mu­
chas experiencias válidas, así como oportunidades de crecer y de cultivar
las propias potencialidades. Neptuno, sólo parcialmente liberado, sigue sien­
do capaz de expresar su presencia mediante vivencias de persecución y com­
plejos de mártir o de víctima que le arruinarán la vida. El resultado puede
ser que usted se aísle, que se convierta en un solitario por decisión propia,
protegido por el capullo en que usted mismo se ha envuelto, y que experi­
mente tal vez las repercusiones de su elección en forma de períodos de de­
presión o de enfermedades psicosomáticas.
Puede suceder que mire hacia el mundo y desee secretamente alcanzar
cierta posición social y comprometerse, y que sin embargo se autoimpon­
ga limitaciones cuando se trata de intentar dar realmente forma a esas
ambiciones. O tal vez recurra a astucias, subterfugios y comportamien­
tos tortuosos, en la creencia de que es así como los demás alcanzan lo
que desean.
La solución para sus energías frustradas puede residir en el hecho de
comprender que quizás el análisis que hace del mundo sea incorrecto. Las
personas no se comportan todas de la misma manera, y si bien muchas de

137
ellas ejemplifican con precisión las razones de su cautelosa actitud, tam­
bién las hay que no son así en modo alguno. Es necesario que encuentre
un puente para establecer contacto con las personas de buena voluntad,
y entonces quizá pueda darse cuenta de que su interpretación del mundo
no es del todo exacta; los puntos de vista de los demás contienen la cla­
ve para su transformación. Si consigue encontrar una pareja que no lo de­
fraude, sino que le ofrezca apoyo, es probable que su frustrado ideal re­
nazca y que, al aceptar a los demás tal como son, descubra que ésa es la
manera de hacer que florezcan la sanación y el amor recíproco. Usted tie­
ne la posibilidad de renovar la naturaleza de sus relaciones y percibirla
con otros ojos, más optimistas; Neptuno ha reemplazado las barreras de
Saturno.
En ocasiones, a Neptuno le cabe un papel más fuerte que a Saturno,
y si éste es su caso, es probable que las inhibiciones y la deformación de
las relaciones no sean tan evidentes. Centrará entonces su atención en sus
deberes y obligaciones sociales, donde la lección que ha de aprender es la
de la responsabilidad. Tal vez tenga un sentimiento de «culpa social» y sienta
como personal la responsabilidad de deshacer entuertos sociales, abrazan­
do una cruzada individual que necesita llevar adelante para poder absol­
verse de ese íntimo sentimiento de culpa que lo acosa. Por alguna razón,
usted sabe que ése es su deber y que necesita llevar a cabo alguna forma
de servicio social en respuesta a una compulsión interna. Algunas personas
dirán que se trata de una «rectificación del karma»; sea lo que fuere, impli­
ca una presión interna relacionada con la tendencia neptuniana a sacrifi­
carse en la esfera social de Saturno. El campo de batalla es, manifiesta­
mente, el mundo, pero la causa se encuentra en su propia naturaleza. Pién­
selo bien antes de lanzarse a la carga contra los molinos de viento; procure
aislar las proyecciones que lo condicionan y descubra qué es, realmente,
aquello contra lo cual está luchando. Podrían ser sus propios aspectos no
integrados, los ideales neptunianos frente a las realidades saturninas, y quizás
el sendero del medio -el de un discreto equilibrio- sea la vía de la pru­
dencia, la que es de sabios seguir.

La conjunción Urano-Neptuno
Esta conjunción se produce muy raras veces: la última tuvo lugar hacia
1821-1823, y la próxima será en 1992-1994, con un orbe de dos grados. Los
aspectos en que están en juego dos planetas transpersonales se centran más
en las dimensiones generacional y social de la vida, en que las actitudes y
experiencias del individuo están íntimamente vinculadas con los cambios
sociales.

138
En la actualidad no hay ningún ser humano viviente que tenga este as­
pecto, pero los nativos de una nueva generación, que nacerá a comienzos
de los años noventa, mostrarán las siguientes características a medida que
crezcan y maduren. Habrá una intensa identificación con lo colectivo y con
la conciencia de grupo, que en algunos casos podría orientarse hacia un
fervoroso nacionalismo en aquellos países que tienen una poderosa estruc­
tura de control religioso, racial, político y social. Sin embargo, en la mayo­
ría de los casos es improbable que esto dé como resultado la aparición de
demagogos carismáticos, corno en los ejemplos recientes de manipulación
de las masas.
Habrá un franco sentimiento de responsabilidad social, y la conciencia
de formar parte de una comunidad, que se expresarán de maneras positi­
vas para que todo el mundo mejore. La fusión de las energías de esta con­
junción inspirará conceptos de fraternidad capaces de reflejar los ideales
de Urano y de Neptuno, a la manera de un misticismo revolucionario que
emerge de una aguda sensibilidad mental y emocional conectada con una
gran facultad imaginativa e intuitiva.
Las libertades y los derechos personales se convertirán en la principal
prioridad e irá formándose una nueva visión del «liderazgo», que disolve­
rá las antiguas pautas de un líder poderoso seguido por centenares de obe­
dientes «ovejas». Se desconfiará de los líderes, ya que se percibirá intuiti­
vamente sus verdaderas motivaciones y características, y ello conducirá al
desarrollo de una nueva visión de la autoridad y el poder en la sociedad.
Los nacidos bajo este aspecto estarán dispuestos a «luchar» por el mante­
nimiento de las libertades y de los derechos personales si éstos se ven ame­
nazados por las decisiones de los líderes sociales. Empezará a formarse un
nuevo equilibrio de poderes entre el pueblo y el estado, y asomará en el
horizonte una nueva política que reflejará este aumento de los derechos y
del poder del individuo. En términos generales, éste será un período de evo­
lución espiritual y científica, durante el cual se producirán avances decisi­
vos en la exploración de la naturaleza y de la mente.
Estos dos planetas estarán en conjunción entre 1992 y 1994. Esta épo­
ca verá el nacimiento de la generación que llegará a tener influencia social
durante el período en que Plutón se encuentre en Acuario y en Piscis al fi­
nalizar su actual ciclo de tránsito, por consiguiente se espera la aparición
de signos que apunten hacia el mundo nuevo que será la herencia de esa
nueva generación. Los cambios que se harán inevitables para 1994 ten­
drán que ser logrados y realizados más plenamente por esa nueva genera­
ción, imbuida de un espíritu más consciente de la unidad y la solidaridad
humanas.

139
El sextil Urano-Neptuno
En la mayoría de los aspectos entre Urano y Neptuno está en juego un ele­
mento de desconfianza hacia los líderes, las organizaciones y las minorías
que detentan el poder. Los nacidos con estos dos planetas en sextil, tienden
a oponerse al secreto de la administración estatal y al hecho de que sus
funcionarios oculten información al pueblo o al electorado. Consideran
que esta manipulación informativa es una deformación deliberada y ma­
lintencionada de la verdad que los líderes no deberían permitir. Es fre­
cuente que estas personas apoyen la causa de la «libertad de información»,
en la creencia de que el estado debería estar al servicio del pueblo, y no
al revés.
En estos nativos hay una actitud de ir contra lo establecido, unida a un
cuestionamiento de la autonomía del estado como sistema en el cual la per­
sona se ve arrollada y aplastada por el peso de la burocracia estatal. Hay
una necesidad de reafirmar el poder y la libertad del individuo frente a la
interferencia del estado, y de oponerse a los dictados del autoritarismo. Se
siente una atracción por la revolución social para cambiar la naturaleza del
control estatal, y ello puede dar como fruto una filosofía de la revolución
y de la evolución que se constituya en defensora del derecho del pueblo a
tener el poder en el seno de su propia sociedad.
En estos nativos predomina una creencia optimista en las personas y
en sus capacidades, creencia que quizás otras personas consideran dema­
siado ingenua e idealista, pero que se fundamenta en el derecho a esco­
ger cada uno por sí mismo, y a determinar su propio y personal estilo de
vida (siempre que no cause daño a terceros) sin verse inhibido por represio­
nes sociales. Las personas con este sextil en su carta conciben una sociedad
que tiene como meta la evolución y la realización personales mediante la
creatividad y las características propias y peculiares de cada individuo, a
diferencia de la visión que condiciona a la gente para que cumpla sin cues­
tionamiento alguno su papel económico y se adhiera dócilmente a las con­
venciones sociales.
Esencialmente, estos nativos afirman el derecho a la autodeterminación
más bien que el deber de seguir mansamente y a ciegas los dictados de líde­
res que no pocas veces han alcanzado su posición sin más mérito que el di­
nero o la herencia. Un compromiso activo en la toma de decisiones sociales
será muy atractivo para ellos, especialmente cuando esté planteado de ma­
nera que acerque a esos ideales de fraternidad que tan fuertemente apelan
no sólo a la cabeza, sino al corazón de las personas que tienen este aspecto
en su carta.

140
El trígono Urano-Neptuno
Este aspecto se produjo aproximadamente entre los años 1938 y 1946, y
ocupa un lugar destacado en la carta natal de una generación nacida du­
rante la época de la segunda guerra mundial. Esto tiende a condicionar su
percepción de la vida y de la gente, una percepción que de hecho puede a
veces resbalar hacia el pesimismo y el cinismo, especialmente si nacieron
durante los años en que la guerra estaba en su apogeo y el resultado toda­
vía era muy incierto.
Por debajo de todo esto aún sigue estando el idealismo de Urano y Nep­
tuno, pero posiblemente estos nativos no tienen suficiente fe en su mani­
festación, y sienten una cierta ambigüedad en lo tocante a su papel y su
responsabilidad en la sociedad. Pueden tender a perseguir objetivos perso­
nales independientemente de toda necesidad y obligación social, y a prefe­
rir los logros y las ambiciones personales. Sin embargo, esto también pue­
de representar una fuente de evolución individual, y quizá todavía sea de­
masiado pronto para estar seguros de la forma en que estos nativos pueden
usar el poder y la influencia social que tal vez hayan adquirido.
Como el trígono es un factor de reconciliación, se podría considerar que
esta generación es un «grupo puente» en donde coexisten, a veces quizá
de forma incómoda, las tendencias del pasado y las del futuro. Han creci­
do en un mundo rápidamente cambiante, aunque el condicionamiento de
su infancia todavía refleje algunas actitudes prebélicas; por lo tanto, son
capaces de servir como mediadores en la sociedad, porque conocen el mundo
de antes, y sin embargo, ya están suficientemente en armonía con el ama­
necer del mundo nuevo.
Deberían tener la capacidad intelectual necesaria para poder evaluar por
sí mismos, sin imposición de la autoridad, las implicaciones de las estruc­
turas ideológicas; el resultado de ello debería ser el surgimiento de puntos
de vista auténticamente personales, no importa cuál sea su naturaleza y su
contenido. En general, si después de considerar cuidadosamente la validez
de una idea o de una creencia no se sienten convencidos, serán incapaces
-a menos que se comprometan por motivos de logro personal- de brin­
darle un apoyo total y sincero.
Tienen conciencia de los peligros de la credibilidad y de la falta de dis­
cernimiento de la gente en lo tocante a sus líderes -tal como lo demostró
el pueblo alemán en la segunda guerra mundial-, y no les convence en
absoluto el modo de actuar de algunos líderes que se valen de la verdad
como de un recurso que sólo emplean cuando a ellos les conviene. En mu­
chos sentidos, esta generación se enfrenta con la necesidad de resolver cier­
tos conflictos internos y visiones del mundo opuestas, casi como un «viaje
de prueba» para tantear de qué manera la sociedad puede lograr eso mis-

141
mo pero en mayor escala. Tanto en el nivel mental como en el emocional
hay paradojas que es preciso que resuelvan e integren, porque demasiado
a menudo se ven atrapados en la brecha de sus propias indecisión y confu­
sión, que no les permiten saber qué «cara» presentar... si la de los viejos
tiempos o el rostro que refleja los cambios que van apareciendo en el
mundo.

La cuadratura Urano-Neptuno
La última de estas cuadraturas se produjo durante el período 1952-1957,
en el que nació la segunda generación de niños después de la segunda gue­
rra mundial; fue una época de relativa estabilidad y reconstrucción: los re­
cuerdos de la conflagración empezaban a perderse en la historia, por más
que la guerra coreana reactivara algunos de ellos.
Este grupo recibió la impresión psíquica de confusión social prevalente
por entonces y que reflejaba la mente colectiva. El problema era la direc­
ción social. En Gran Bretaña, la derrota del gobierno de Churchill des­
pués de terminada la guerra -un gobierno que parecía representar al
pasado- y la introducción, en la posguerra, de las políticas reformistas
del laborismo tales como el Estado del Bienestar, parecían anunciar una
visión y una dirección nuevas. Pero el espíritu colectivo estaba tironeado
entre los sueños y los temores que inspiraba un mundo nuevo y un rechazo
de los recuerdos, tan recientes como dolorosos, de la inhumanidad del hom­
bre; una colisión entre el futuro y el pasado, entre lo desconocido y lo co­
nocido.
Como reflejo de este conflicto colectivo, los individuos nacidos en esta
época recibieron una pauta de rebelión (Urano) que se mezclaba con la con­
fusión (Neptuno) respecto de lo que había que hacer, qué dirección tomar,
cómo alcanzar objetivos e, incluso, cuáles eran realmente éstos. El único
modelo que podían seguir era el de sus padres y sus pares, que les ofrecían
mensajes sociales confusos y conflictivos.
Más adelante en la vida, el problema sería la ambivalencia; se encon­
trarían desgarrados entre la necesidad de rebelarse contra la autoridad
y lo establecido y la necesidad de sentirse socialmente seguros. La pureza
de los ideales adquiriría proporciones de reto, especialmente cuando se
la confrontase con las exigencias pragmáticas de la vida económica y fa­
miliar.
En estos nativos se da también una aversión a los líderes, porque suelen
conducir a la gente a una obediencia y una conformidad ciegas que para
el espíritu de Urano son anatema y se oponen al principio uraniano de la
libertad. Para ellos las libertades personales son de importancia suprema,

142
y reprimirlas puede desencadenar una pugna por hacerlas valer nuevamen­
te. Sin embargo, este grupo ha acabado fragmentándose en diversos tipos.
Algunos de ellos, revolucionarios a regañadientes, han sido reabsorbidos
por la corriente social principal; otros se han convertido en «rebeldes sin
causa», inadaptados sociales sin dirección alguna, a no ser la de una reac­
ción agresiva. Algunas de las personas que tienen este aspecto en su carta
se sintieron atraídas por la contracultura de la droga y de los hippies, que
después de 1968 pasaba por su última fase; otras se convirtieron en los pri­
meros líderes del movimiento punk de mediados de los setenta, una reac­
ción anárquica de la revuelta juvenil contra el conformismo, y finalmente
-quizá lo más significativo de todo- muchas de ellas han participado y
siguen haciéndolo en la difusión del movimiento de la Nueva Era, y se han
incorporado a los grupos ecologistas.
En realidad, muchos de los que fueron hippies en su temprana juven­
tud se han convertido en parte de la cultura de la Nueva Era, que está ex­
pandiéndose por toda la sociedad mediante las terapias alternativas, el de­
sarrollo de la mente, los alimentos sanos y un enfoque holista, tanto en
el nivel individual como en el colectivo. Y de esta manera, el grupo nu­
clear de los que nacieron durante el período de 1952-1957 se está dedican­
do activamente a asumir el control de su propia vida e influir en la so­
ciedad.

La oposición Urano-Neptuno
Como la conjunción, éste es un aspecto que se produce aproximadamente
cada 171 años, y la última tuvo lugar durante el período 1906-1910.
Lo que parece suceder con este aspecto es que la mente consciente que­
dara dominada por un programa de condicionamiento social, que hace que
tanto el individuo como la colectividad tengan menos conciencia de lo que
de hecho está sucediendo en la mente colectiva. Los planetas transpersona­
les estimulan una agitación en el inconsciente, de modo que se producen
crisis y enfrentamientos por cuya mediación quedan al descubierto aspec­
tos que necesitan ser liberados y resueltos.
Se trata de una fase en la que la mente consciente queda absorbida por
el poder establecido, firmc:;mente anclada en su visión del mundo, en sus
ideologías, creencias religiosas y comportamientos sociales. Básicamente,
la vida transcurre por «pistas» claramente definidas, y los cuestionamien­
tos o disidencias son relativamente pocos; sin embargo, por debajo de la
calma superficial se está gestando un torbellino de represión y de energía
bloqueada que pugna por liberarse y expresarse. En muchos sentidos, el
individuo está demasiado identificado con el grupo al que pertenece y pier-

143
de la capacidad de autodeterminarse y la libertad de elegir. Esto lleva con­
sigo una renuncia a la responsabilidad personal, y la transferencia del po­
der colectivo a las manos de aquellos que -por diversas razones- se auto­
postulan como líderes sociales.
Es probable que haya un erróneo optimismo, hecho de espejismos refe­
rentes al bienestar de la sociedad, porque a la dinámica del cambio y a la
pugna por alcanzar un ideal elevado se les está negando una expresión ple­
na. Interiormente, tanto dentro del individuo como en el seno de lo colecti­
vo, se da un conflicto entre los niveles emocional y mental, entre los cuales
no hay una fusión auténtica bajo la influencia directriz de una voluntad
bien centrada. Es como si se hubiera establecido una cómoda pauta de con­
ducta a la cual todos se adaptan con muy poco discernimiento consciente.
Hay una tranquilidad mental que niega en cierto modo toda dimensión emo­
cional satisfactoria, lo que es causa de que la energía interior se encone.
Finalmente, emerge como motivación, creando deseos mentales que encar­
nan generalmente una actitud separatista. Esto se vio en la voracidad na­
cionalista y económica que apareció previamente a la primera guerra mun­
dial y se repitió en la segunda.
Ésta puede ser una fase de confusión, en la cual la verdadera actividad
se remueve por debajo de la superficie, preparada para hacer erupción. El
individuo se ve barrido por importantes cambios sociales que finalmente
lo llevan a tener que optar como consecuencia de la confrontación con los
resultados de las tensiones internas. Es preciso tomar partido, y a la apatía
puede seguir una verdadera pugna en el intento de asegurar la preservación
de lo esencial del estilo de vida establecido contra los agresores potenciales
que tanto podrían ser internos como externos. Sin embargo, el cambio no
se puede ignorar, y habrá de producirse algún tipo de revolución. Tres ejem­
plos de esto son la Revolución Rusa y las guerras mundiales, las cuales con­
dujeron a un cambio internacional perdurable.

El sextil Plutón-Neptuno
Durante este siglo sólo se ha formado un aspecto entre Neptuno y Plutón,
un sextil, y es interesante señalar que se inició en medio de la segunda gue­
rra mundial, durante el año 1942, y que todavía no ha terminado. Cabe
esperar que la influencia de este aspecto tenga efectos globales y generacio­
nales, y que -como todas las energías planetarias transpersonales- cons­
tituya una fuerza directriz capaz de estimular el proceso de evolución en
el tiempo y en el espacio.
Neptuno suscita un afán de exploración casi místico en quienes son ca­
paces de responder a sus estímulos, y desde que se inició el sextil entre él

144
y Plutón la ciencia ha reaccionado en dos direcciones distintas pero que
se complementan: se han consagrado muchos esfuerzos al desarrollo de los
viajes espaciales y de la tecnología de los satélites, explorando la vastedad
del universo exterior mediante, por ejemplo, los radiotelescopios, y al mis­
mo tiempo la exploración complementaria del espacio interior -mediante
la investigación de los elementos constitutivos de la materia- y la física
cuántica se han puesto al frente de la indagación científica.
Los intentos de comprender la naturaleza del universo, su composición,
su tamaño y su posible creación y la «teoría del big bang» reflejan la tradi­
cional forma occidental de mirar hacia afuera. Esta tendencia ha encontra­
do un paralelo en el nacimiento de una orientación de sentido opuesto, la
vía mística de la interiorización y de la autoexploración, que ha florecido
gracias al movimiento de la Nueva Era, la psicología humanista y junguia­
na, el ocultismo y el renacimiento de las actitudes mágicas ante la vida. En
el árbol de Occidente se han injertado muchas actitudes y conocimientos
característicos de las filosofías y las religiones orientales; los dos hemisfe­
rios empiezan a fusionarse, y este proceso de unificación se refleja en la
nueva orientación de la ciencia hacia una física cuántica cada vez más mís­
tica.
A medida que el universo exterior se hace más vasto, y el interior se con­
vierte en una misteriosa inmensidad, el único punto en el cual lo interno
y lo externo pueden reconciliarse es el ser humano. En un momento en que
el enorme poder destructivo de la escisión del átomo podría ser puesto al
servicio del suicidio o del genocidio, la clave del futuro se esconde en el
viejo mandato de las antiguas Escuelas del Misterio: «Hombre, conócete
a ti mismo».
Las generaciones nacidas después de iniciado este aspecto y las perso­
nas especialmente receptivas a su influencia tienen conciencia de las ten­
dencias básicas que de él emanan y que realzan la vida: la necesidad de pro­
teger el medio ambiente de una devastación insensata, la de aumentar los
derechos y las libertades individuales y la cooperación internacional, y la
de ir más allá del preponderante dominio del consumismo materialista en
Occidente. El hecho de que se reconozca la posibilidad de alcanzar en este
mundo (si hay voluntad de hacerlo) una calidad superior de vida para to­
dos sus habitantes merced a una reorientación de los recursos existentes pue­
de ser la vía que conduzca a un cambio radical.
Las energías de la transformación están presentes, y el hecho de que
obtengamos resultados positivos o negativos depende de cómo las usemos,
individual y colectivamente. El reto del «libre albedrío» está dado por las
opciones y decisiones que determinan, desde el presente, la naturaleza del
futuro.

145
Neptuno en exaltación en Cáncer
Hay varios planetas y signos -Neptuno, Júpiter, Venus, la Luna, Piscis
y Cáncer- conectados con esta exaltación, y todos ellos acentúan aspectos
como el amor, el corazón, la conciencia colectiva, la humanidad, las emo­
ciones, el arquetipo de la Madre y el plano astralde los deseos, las imáge­
nes y la imaginación.
Según las enseñanzas esotéricas, Cáncer es el portal a través del cual
se producirá la «encarnación en masa», y es interesante observar que Nep­
tuno es el planeta más íntimamente relacionado con las filosofías políticas
y espirituales que preconizan la unidad. Esta agrupación de influencias zo­
diacales se constela en torno al elemento Agua, ya que Neptuno es el Dios
de los Océanos, el regente de Piscis y además se encuentra a sus anchas en
el signo acuático de Cáncer. El antiguo regente de Piscis es Júpiter, que
también se encuentra en exaltación en Cáncer, y actualmente se conside­
ra que Neptuno representa una vibración armónica superior de la tenden­
cia de Júpiter a la expansión. Ambos muestran características de expan­
sión social y religiosa e intereses místicos, y son las energías que propi­
cian la cohesividad social, un dominio en el cual Júpiter es muy fuerte,
especialmente en el ámbito familiar y en las cuestiones sociales, religiosas
y éticas.
A Cáncer se lo asocia con la profundidad en la sensibilidad y el senti­
miento, una profundidad frecuentemente de naturaleza psíquica y en ar­
monía con movimientos del inconsciente que influyen en un temperamen­
to humano con frecuencia ya de por sí variable. La exaltación de Neptuno
en este signo intensifica las emociones, elevándolas a cumbres de empatía
que para algunas personas pueden ser difíciles de contener, y es probable
que en ellas predomine una tendencia mística a la reclusión o a un estilo
de vida que parece de otro mundo. La raíz emocional de todo ello puede
crear una sensibilidad hacia el sufrimiento mundial capaz de registrar todo
lo que incide sobre ella. Las personas que tienen a Neptuno en Cáncer qui­
zá se dejen influir fácilmente por los demás, o bien por motivaciones inte­
riores inconscientes, o incluso pueden intentar transitar por la senda de los
Salvadores del Mundo y actuar como un canal de transmisión para las ener­
gías redentoras.
Venus se encuentra en exaltación en Piscis, y este planeta (del mismo
modo que Júpiter, Neptuno y la Luna) tiene afinidades con la vibración
de la energía del amor en el universo. Júpiter es el vínculo social y comu­
nal; Venus se relaciona con el amor personal y separativo y con la polari­
dad de la dualidad sexual; la Luna (regente de Cáncer) se relaciona con nues­
tra temprana vivencia del amor y del vínculo con la Madre, formando
nuestras pautas emocionales, necesidades y hábitos, expectativas y desilu-

146
siones, y Neptuno, en su expresión más elevada, refleja el amor no se­
parativo por todo y por todos, una unión trascendental con la divinidad
y la expresión del amor universal. Por mediación de cada uno de estos
canales, conectados entre sí, nos llega la influencia neptuniana, especial­
mente sus características más sutiles e ilusorias, que con frecuencia son
más perceptibles que sus vibraciones superiores. A pesar de la preferencia
de Cáncer y de la Luna -en cuanto constructores de seguridad y esta­
bilidad- por el hábito y la consolidación de pautas repetitivas, Neptuno
disolverá constantemente todas las estructuras inhibidoras para así liberar
la vida aprisionada y permitir que la vitalidad se renueve asumiendo nue­
vas formas.

Neptuno como el Director Práctico de la carta


El Director Práctico de una carta natal es el planeta que precede inme­
diatamente a la posición natal del Sol. Se lo ha llamado también el plane­
ta de aparición oriental. Por ejemplo, si en una carta el Sol está emplaza­
do a 17 ° de Escorpio y Neptuno a 12 ° de Escorpio como el planeta más
próximo entre los que lo preceden, Neptuno es el Director Práctico de esa
carta.
Cuando Neptuno está en esta posición, sus características suelen des­
tacar en la personalidad, y con frecuencia ejerce una gran influencia me­
diante los aspectos que forma, los ámbitos que rige, etc. Las cualidades
y los talentos asociados con Neptuno seguramente se desarrollarán en el
dominio indicado por la casa natal donde se encuentre este planeta, domi­
nio que asumirá una gran importancia y cuya necesidad de expresión
aumentará.
Los individuos en cuya carta Neptuno desempeña este papel, poseen
una espiritualidad natural y un talento especial para establecer contac­
tos interiores. Su intuición en general es poderosa, y suele servirles de mu­
cho como medio de orientación en la vida, especialmente en las situacio­
nes de crisis, en que generalmente tienen la fuerte impresión del camino
recto, el que han de seguir. Su energía personal la concentran en ambicio­
nes relacionadas con la evolución, la penetración y la realización espiri­
tuales, y existe la posibilidad de que puedan actuar como canales trans­
personales.
Es probable que los intereses de estas personas se orienten hacia la
creatividad y el misticismo, aunque -como sucede frecuentemente con
Neptuno- pueda haber alguna dificultad en el hecho de integrar las
percepciones neptunianas en la vida cotidiana y de asegurarse de que una
posible evaluación sea primero depurada de la influencia deformadora

147
de los hechizos y los espejismos. Puede darse el problema de cierta dis­
persión, y será necesario que estos nativos aprendan a concentrarse para
poder dar una expresión plena a sus talentos neptunianos. Como Nep­
tuno tiende a apartar a la gente de las realidades convencionales, puede
haber una continua lucha por encontrar un trabajo satisfactorio, y el
choque entre los sueños neptunianos y cualquier tipo de realidad que pue­
da darse será, con frecuencia, tan doloroso como frustrante. Muchas per­
sonas que responden profundamente a esta influencia planetaria suelen
gravitar hacia un tipo de vida más creativo y artístico, o hacia los na­
cientes estilos que ofrece el movimiento de la Nueva Era, porque de este
modo pueden vivir más en armonía con su espíritu y sus necesidades inte­
riores.

Neptuno retrógrado
La posición retrógrada del Neptuno natal implica que el individuo será su­
mamente sensible a la vida interior y a los mensajes emitidos por su incons­
ciente y su yo superior. Es probable que posea una empatía intuitiva, lo
cual puede conllevar tanto dificultades como beneficios. Tal vez tenga vi­
siones interiores proféticas y perciba los acontecimientos futuros antes de
que se produzcan.
Habrá en su personalidad un cierto matiz como de otro mundo, que
hará que los demás lo vean como un ser complejo y enigmático. Individual­
mente, puede resultar problemático el hecho de establecer con nitidez una
orientación vital, puesto que la imaginación neptuniana es una fuente cons­
tante de sueños y de fantasías, y escoger uno cualquiera para ir en pos de
él puede resultar una misión casi imposible. Una evaluación más clara de
las posibilidades reales es esencial para poder progresar.
Estos nativos sienten que hay un dilema entre sus necesidades íntimas
y las exigencias del mundo exterior, en cuanto su tendencia natural es la
de encontrar un significado y un propósito en todo lo que hacen, y sin em­
bargo el mundo exterior suele resultarles extrañamente resistente e inhibi­
dor, en especial porque aplasta al individuo bajo el peso de las obligacio­
nes de la vida social y de las restricciones económicas. Esto crea fricción
y tensiones internas, y es necesario que estas personas lleguen a establecer
un cuidadoso equilibrio que satisfaga tanto las exigencias interiores como
las externas. Quizá deban adaptarse mejor a la vida cotidiana y al plano
físico, porque sienten la constante tentación de querer escaparse de sus exi­
gencias huyendo hacia los atrayentes territorios de la fantasía y los sueños
más íntimos.
La forma en que se recibe a Neptuno y se trata con él depende del nivel

148
de evolución y de integración de cada individuo. En las personas que son
conscientemente más sensibles a esta vibración superior, habrá una gran
estimulación del impulso espiritual hacia la unidad y hacia la expresión de
una vida que se vive en el mundo, pero que no pertenece al mundo. Para
estas personas, las percepciones provienen de fuentes intangibles, y en ellas
son comunes las intuiciones psíquicas y los estados de empatía con los de­
más; su sensibilidad y su respuesta sentimental ante la vida se agudizan enor­
memente.
Siguiendo la llamada de Neptuno, el individuo puede liberarse del con­
vencionalismo y del comportamiento ortodoxo, tratando su vida como una
«creación artística» mediante la cual él mismo se renueva y se recrea. Es
probable que sus ideales le sirvan de luz orientadora, pero también pueden
resultar engañosos; es necesario que ponga sumo cuidado en distinguir en­
tre la realidad y la ilusión, ya que Neptuno transita por el filo de esa nava­
ja, mirando simultáneamente en ambos sentidos. La fidelidad al propio ser
se convierte en la senda que necesariamente hay que escoger, pero encon­
trar el equilibrio y la integración en el camino hacia la visión de Neptuno
puede ser algo sumamente difícil, casi tanto como caminar sobre las aguas.
Y sin embargo, finalmente, a nadie le queda ninguna otra opción.

Ejemplos de cartas
Marilyn Monroe

Es interesante considerar la carta de Marilyn Monroe desde el punto de vis­


ta de una poderosa influencia neptuniana, dado que su vida tiende a encar­
nar varios de los principales temas asociados con este planeta. Vemos que
en su carta Neptuno está en oposición con la Luna y con Júpiter, en cua­
dratura con Saturno y en trígono con Venus, y que está emplazado en Leo
en la casa l.
Marilyn Monroe sigue siendo una de las «estrellas» inmortales de Holly­
wood, y es un símbolo del engañoso atractivo que tiene el tipo de adulación
que las masas conceden a las actrices y los actores de cine carismáticos. Se
la ha considerado como el símbolo sexual arquetípico: para los hombres
una imagen del deseo, y para muchas mujeres un modelo o un objeto de
envidia. La impresión que nos provocan sus películas es la de que no era
más que una «rubia tonta» que como tal interpretó varios papeles en co­
medias y otros espectáculos ligeros.
Su muerte refleja un diseño típicamente neptuniano. En agosto de 1962,
Marilyn murió de una sobredosis de barbitúricos, y desde entonces la natu­
raleza de aquella muerte ha estado velada por una diversidad de misterios

149
Marilyn Monroe. Nacida 1-6-1926, Los Ángeles,
9.30 am PST.

y conjeturas, que la relacionaron especialmente con el presidente norte­


americano John F. Kennedy y con su hermano, Robert Kennedy. Aquí ve­
mos en acción los hechizos perpetuamente fascinantes relacionados con las
estrellas de cine y con los personajes políticos poderosos. A Marilyn se la
ha identificado con el papel de víctima o mártir.
Usó con éxito su talento neptuniano para la interpretación y la expre­
sión personal, hasta convertirse en una estrella de fama mundial, pero el
precio que pagó por ello fue enorme, ya que se convirtió en un ser cada
vez más descontento y atormentado -incluso estando en el cenit de su
fama-, y en su vida amorosa se enfrentó constantemente con el fracaso
y mantuvo relaciones dolorosas con diversos hombres. En el nivel psicoló­
gico y emocional, su personalidad se fue perturbando y fragmentando pro­
gresivamente, hasta verse sometida a las tensiones del insomnio a medida

150
que su vida interior se desmoronaba bajo las presiones y exigencias de su
imagen pública. Durante muchos años sufrió graves depresiones, marca­
das por una neta tendencia suicida, y la verdad es que su falta de profesio­
nalidad, sus constantes retrasos y sus desiguales interpretaciones culmina­
ron, poco antes de su muerte, en la circunstancia de su despido sin haber
terminado la filmación de la película Something's got to give [Algo tiene
que fallar]. Su estrella resplandeció brillantemente, inmortalizándola en el
celuloide para las generaciones futuras, y después se extinguió de forma
súbita, como lo expresó el conmovido elogio póstumo de Elton John en
«Candle in the wind» [Una vela en el viento].
Astrológicamente, Marilyn tenía al Sol en Géminis, lo que con frecuen­
cia indica la existencia de dos personae distintas dentro del individuo (tal
como lo refleja la imagen de los Gemelos), algo que se volvió a plantear
en el conflicto de su realidad pública con la privada. Públicamente fue una
mujer destinada a la admiración, una estrella de cine mundialmente famo­
sa, una triunfadora que recibía la adoración de su público; en lo privado,
como cualquier mujer que procure reconciliarse con sus emociones, vulne­
radas por una serie de desengaños amorosos y de matrimonios fracasados,
estuvo extrañamente aislada de las realidades cotidianas, y lo único que deseó
fue ser amada por un hombre con quien pudiera bajar la guardia y relajar­
se, ya que necesitaba estabilidad y seguridad. En su carta faltaba el elemento
Tierra, y eso no le permitió establecer unas firmes raíces materiales y psico­
lógicas en la vida.
La oposición de Neptuno con la Luna y Júpiter y su cuadratura con
Saturno indican tensiones y pugnas interiores, a partir de las cuales se ge­
neran proyecciones sobre el mundo exterior, que luego vuelven reflejadas
por otras personas. Tal como sugiere la oposición Neptuno-Luna, Marilyn
perdió esencialmente su propio centro individual al desplazarlo sobre una
imagen de sí misma como estrella de cine, y con él la distinción entre reali­
dad e ilusión, entre verdad y ficción; este conflicto se cobró un duro precio
en su vida amorosa. La pérdida de sí misma la movió a intentar escaparse
por la vía del sexo, el alcohol y las drogas. La oposición Júpiter-Neptuno
sugiere la posibilidad de que la elección de pareja sea imprudente y de que
-como sucedió en el caso de Marilyn- se repita una y otra vez la proyec­
ción del animus sobre hombres inadecuados en quienes, sin embargo, se
espera encontrar la solidez protectora de una firme figura paterna. La cua­
dratura entre Saturno y Neptuno indica la necesidad de que haya cierto grado
de autoaceptación, esencial para resolver la negación y el bloqueo internos
de las propias energías; el resultado de estar continuamente reforzando las
tendencias interiores negativas puede ser una disminución de la confianza
en uno mismo, que puede llevar a la sensación de estar atrapado en la pro­
pia neurosis y a una carencia de amor por uno mismo y de autoaceptación.

151
El trígono de Neptuno con Venus indica capacidad artística y dramáti­
ca; en el caso de Marilyn, la imagen de un símbolo seductor y sexualmente
vibrante de la feminidad ideal, una impresión de sensualidad y seducción
que la pantalla destacaba en vez de reducirla. La posición de Neptuno en
la casa I revela su problema de toda la vida: el de definir su propia identi­
dad, un reto que jamás pudo resolver y que determinó su fin en trágicas
circunstancias.
En varios sentidos, su papel en la vida fue el de la víctima de un sacrifi­
cio neptuniano, en cuanto reflejó las necesidades, actitudes y percepciones
de la gente sobre cómo debe ser la estrella de cine ideal. Al morir cuando
todavía era joven y hermosa, Marilyn se convirtió en una «médium del arte
fílmico», un canal abierto al público para servir corno imagen popular, por­
que gran parte del sacrificio que de ella exigió Neptuno consistió en univer­
salizar su identidad renunciando a su personalidad, incluso al precio de su
propia vida.
Para tener una visión más profunda de la influencia neptuniana sobre
el psiquismo de Marilyn, invito al lector a que se remita a las secciones que
tratan de los aspectos y las casas.

Sigmund Freud

Las teorías de Freud, iniciador del movimiento psicoanalítico, han tenido


una profunda influencia durante todo este siglo y aún siguen constituyen­
do los cimientos de la escuela freudiana de psicología.
Desde un punto de vista contemporáneo, se considera con frecuen­
cia que sus doctrinas psicológicas nos presentan un análisis parcial de la
compleja totalidad del psiquismo humano, pero él creyó en vida que había
descubierto la senda que lleva a resolver los misterios de la psique. En
verdad, Freud dio un importante primer paso e inició el camino, pero
se descorazonó cuando varios de sus discípulos más importantes se apar­
taron de él para iniciar nuevos movimientos analíticos basados en sus
propias teorías y doctrinas. Entre ellos se contaron Adler, Jung y Assa­
gioli. Hoy, cuando ya el contacto recíproco entre su trabajo y las actuales
técnicas de autodesarrollo está firmemente establecido, tanto Jung corno
Assagioli son bien conocidos en los dominios de la psicología humanista
y la astrología. Assagioli fue el fundador de la psicosíntesis, un enfoque
psicológico basado en la realidad de un ser interior y de una dimensión
espiritual.
Freud introdujo el hoy familiar método de la libre asociación de ideas
en el diván del psicoanalista, y elaboró una doctrina según la cual el impul­
so sexual es la clave que permite entender las motivaciones y reacciones hu­
manas. Para él, los factores determinantes en el despliegue de la personali-

152
Sigmund Freud. Nacido 6-5-1856, Friburgo, Mo­
ravia, 6.30 pm LT.

dad eran los instintos, el sexo y los sucesos del pasado, en especial las expe­
riencias de la niñez y de la relación con los padres. Usó el término «ello»
para designar la parte primitiva, impersonal y totalmente inconsciente de
la mente, que abarca también los impulsos instintivos heredados y está es­
pecialmente asociada con los recuerdos y fantasías generados durante las
vivencias de la infancia. Freud tendía a reemplazar la imagen de Dios por
estos componentes, profundamente arraigados, de la psique, y a partir de
su herencia judía estuvo a punto de sustituir el concepto del Jahvé hebreo
en cuanto dios tribal por el del ello. Adoptó también el uso de la palabra
«yo» para referirse a la parte de la mente que piensa conscientemente, de
donde surge la organización y que crea el sentimiento de una identidad apar­
te. De esta escuela de pensamiento proviene también su concepto del com­
plejo de Edipo, que se manifiesta como una sexualidad infantil relaciona-

153
da con los padres y basada en una atracción hacia el progenitor del sexo
opuesto y un celoso rechazo del otro.
En el contexto de la sociedad de la época en que las ideas freudianas
llegaron a ser de público conocimiento, estos análisis psicológicos parecían
bastante escandalosos, y Freud necesitó de toda su tenacidad y su gran ca­
pacidad de aguante, unidas a una actitud reacia a cualquier compromiso,
para resistir las ásperas críticas que se dirigieron contra él. Es menester re­
cordar que estas ideas salieron a la luz en una sociedad condicionada por las
actitudes victorianas, y que la sugerencia de que la actividad sexual era una
parte esencial e importante de la vida humana normal, y de que cualquier
represión de esa energía era psicológicamente peligrosa, hizo que más de un
par de cejas se levantaran escandalizadas, subrayando otras tantas mira­
das de disgusto. Hablar públicamente del sexo no se consideraba admisible.
Sin embargo, la agudeza psicológica de Freud y su persistencia termi­
naron por romper las barreras que la sociedad había erigido en contra de
toda idea relacionada con la sexualidad humana. El nivel subconsciente del
psiquismo que, según él argumentaba, se ocultaba por debajo del barniz
civilizado de la cultura y el refinamiento europeos, y que, además de pri­
mario e instintivo, era la fuente de un conjunto caótico de compulsiones,
obsesiones, motivaciones ocultas, impulsos sexuales y energías reprimidas,
terminó por ser conocido como la mente inconsciente, una esfera que Jung
habría de explorar desde una perspectiva diferente, revelando su oculta es­
tructura arquetípica. Freud expresó abiertamente que de una represión y
una frustración deliberadas de la energía de la libido se derivaban implica­
ciones personales negativas. Esa actitud médica de liberación fue rápida­
mente adoptada por la comunidad artística como justificación para la puesta
en práctica de sus propias tendencias naturales, y haría su aparición duran­
te los años veinte asumiendo la forma de un conjunto de actitudes sociales
liberadas en las que la sexualidad se volvía un poco más respetable (por
más que escritores como D. H. Lawrence tropezaran aún con una resisten­
cia considerable a varios de sus temas literarios). Todavía hoy, la sexuali­
dad sigue siendo objeto de discusión.
Es como si Freud hubiera recibido de Neptuno la misión de liberar tales
doctrinas, porque las profundidades del inconsciente son un ámbito regido
por Neptuno y donde se muestra muy activo, vinculándolo con la mítica
proclividad neptuniana a una exuberante actividad sexual, y además a de­
jarse ganar por hechizos y espejismos. Su Neptuno está emplazado en Pis­
cis, un portal hacia la mente inconsciente, y Freud actuó como alguien que
abre esa puerta; en realidad, levantó las compuertas de la represión colecti­
va de las energías sexuales. Neptuno en la casa V subraya la creatividad
y el amor sexual, y por cierto que Freud no sólo desarrolló estos temas,
sino que los exageró debido a los hechizos asociados con ellos. Tal como

154
sugiere el análisis de Neptuno en la casa V, por mediación de sus doctrinas
psicológicas Freud creó una comprensión y una redefinición nuevas de las
raíces, los cimientos y la familia, y a punto estuvo de poner patas arriba
la naturaleza de las relaciones entre padres e hijos al tener en cuenta la di­
mensión sexual oculta en ellas. Transformó su propio bagaje hereditario
de actitudes, valores y creencias sociales, y optó por seguir en la vida su
propia senda iluminada, lo que en sí mismo fue un logro no desdeñable.
Exploró los misterios de la vida, y ahondó en la investigación de sus pro­
pias profundidades, compartiendo sus resultados a modo de una experien­
cia colectiva común, para así iluminar el psiquismo de cada ser humano.
El sextil entre Neptuno y el Sol indica este deseo de ser creativo y de actuar
de forma positiva, con el fin de hacer una contribución beneficiosa para
todo el mundo.
Su postura contra el autoritarismo está indicada por el sextil Neptuno­
Urano, ya que con sus doctrinas se opuso al peso de las actitudes y creen­
cias sociales, y se vio movido a hacer sentir su presencia en la «revolución
social», a través del desarrollo de su propia filosofía, de carácter revolu­
cionario y evolutivo, que terminó por ejercer una gran influencia social.
La cuadratura entre Neptuno y la Luna puede indicar los ámbitos donde
las experiencias de la niñez sirvieron a Freud como base para sus teorías
posteriores, en cuanto hay indicaciones de algún tipo de conflicto emocio­
nal, de descontento e insatisfacción en las relaciones con sus padres, espe­
cialmente con la madre, y quizás indicios de una situación edípica. La exis­
tencia de presiones y tensiones internas también está indicada por esta cua­
dratura, pero finalmente emerge como una respuesta creativa que subraya
el emplazamiento de Neptuno en Piscis y los intereses de la casa V.
En cuanto «padre del movimiento psicoanalítico», la influencia de Freud
ha sido enorme, ya que puso los cimientos para muchos desarrollos psico­
lógicos posteriores, entre ellos el movimiento del potencial humano, y ade­
más influyó enormemente en una escuela artística: el surrealismo, obsesio­
nado por la vida onírica y empeñado en liberar y mostrar a la vista los con­
tenidos inconscientes de la mente. La vida de Freud se extinguió en 1939,
en el preciso momento en que una erupción del inconsciente colectivo re­
primido estuvo a punto de hacer pedazos el mundo por obra de la visión
obsesiva de otro austríaco, Adolf Hitler.

Alice A. Bailey

Aunque no tuviera una personalidad tan destacada como la de varios otros


maestros del ocultismo, la influencia de Alice Bailey ha sido sumamente
poderosa en el dominio de las enseñanzas esotéricas, gracias a su actividad
como canalizadora del Tibetano, un miembro de la hermandad ocultista

155
Alice A. Bailey. Nacida 16-6-1880, Manchester,
Inglaterra, 7 .32 am.

del Transhimalaya. En más de un sentido, ella fue el foco de la continua­


ción de las enseñanzas de Madame Blavatsky, y precursora de la moda ac­
tual de la «canalización» de las enseñanzas espirituales. En este caso, sin
embargo, lo que ella sostenía era que el Tibetano estaba físicamente vivo
y cumplía la función de abad de un monasterio tibetano previamente a la
invasión china, en vez de ser un comunicador desencarnado que establecía
contacto con el plano interior. La forma de canalización de Alice Bailey
era más bien la de un vínculo telepático de orden superior, y su vida estuvo
consagrada al servicio esotérico y a la aplicación de las enseñanzas visiona­
rias y transformadoras en la realidad.
En la carta de Alice Bailey, el sextil entre Neptuno y Mercurio sugiere
su capacidad para el papel de amanuense. Este sextil ayuda a establecer un
canal de conexión entre lo consciente y lo inconsciente, merced al cual se

156
puede transmitir información a la mente racional, lo que hace posible que
tengan lugar experiencias de comunicación telefónica. En su vida, Bailey
se dedicó durante treinta años, en su condición de discípula, a prestar sus
servicios en este tipo de comunicación con el Tibetano.
La cuadratura entre Marte y Neptuno y sus expresiones inferiores más
negativas parecen haber sido trascendidas gracias a su sendero espiritual,
aunque al comienzo de su vida y durante su primer matrimonio varias de
estas áreas de contención emocional y sexual estuvieron presentes y acti­
vas. De acuerdo con su Autobiografía inconclusa, esta época fue una prue­
ba especialmente difícil para ella y su familia, ya que necesitó enfrentarse
directamente a muchas de sus tendencias intrínsecas, en situaciones a me­
nudo embarazosas. Este momento de su vida le exigió despojarse -un re­
quisito necesario con el fin de estar preparada para sus tareas ulteriores­
de muchos aspectos no esenciales de la educación que había recibido en su
infancia, que era un reflejo de los valores de la clase alta de la sociedad
victoriana.
Es probable que en ocasiones se haya visto acosada por problemas pri­
vados relacionados con su sexualidad y sus emociones, y que tales tensio­
nes hayan sido posteriormente integradas, especialmente cuando todo su
tiempo y sus energías estaban absorbidos por su misión esotérica. Sin em­
bargo, se cuenta que cuando su segundo marido, Foster Bailey, le sugirió
que se casaran, recibió como respuesta que suponía que así tendría que ser
si el caballo que estaba próximo a ellos movía la cabeza afirmativamente,
como en efecto lo hizo... y se casaron. Para entonces, sin embargo, ella
ya estaba entregada a sus tareas, porque se había producido el renacimien­
to que indican Marte y Neptuno; había librado con éxito sus batallas inte­
riores y los conflictos se habían disipado. Lo que se deduce de esto es que
se trataba de un matrimonio para la Gran Obra más bien que de uno orien­
tado a satisfacer necesidades y deseos personales.
Su trígono Neptuno-Urano se formó en un período anterior al que men­
ciono en el análisis que hago de este aspecto, y sin embargo el tema de ac­
tuar como un agente que tiende puentes entre el mundo anterior y el que
se avecina también vale en este caso, lo mismo que la capacidad de servir
de mediador en la sociedad. En la carta de Alice Bailey destaca el cultivo
de una visión intelectual propia y de un punto de vista personal, como tam­
bién la necesidad de erguirse libre bajo su propia luz y su propio entendi­
miento, a diferencia de la conformidad mental y la credulidad de quienes
se elevan a sí mismos a la condición de líderes públicos. Es esencial poseer
un espíritu de indagación individual y un especial discernimiento cuando
está uno vinculado con el sendero espiritual, y aceptar pasivamente cual­
quier clase de enseñanza como un evangelio no es la manera de descubrir
la verdad, ya que lo único que así se recibe es una luz reflejada que en gene-

157
ral no es la propia verdad. Tal como lo expresó el Tibetano, «Un Maestro
es un florecimiento excepcional de toda una generación de buscadores».
La clave reside en cuestionar todos los supuestos y todas las enseñanzas,
y en dejar de suponer que algo es verdad sólo porque se afirme que Cristo
o Buda así lo dijeron. ¡Descúbrelo siempre por ti mismo, aunque éste sea,
con mucho, el camino más difícil que se pueda elegir!
En la carta natal de Alice Bailey, el emplazamiento de Neptuno en la
casa X apunta a su éxito en una profesión al servicio de la comunidad, con
el objetivo de manifestar la visión neptuniana -idealista y utópica- de
la Nueva Era, en virtud de la cual se consagró a la causa de los Maestros
y ofreció su vida en sacrificio a su inspiración. Se convirtió en un canal de
transmisión de ese algo más grande que está más allá de los parámetros del
yo distinto y separado, y en portavoz de su propia percepción visionaria.
Consiguió dar a luz una nueva forma de sí misma (su segundo nacimiento,
el espiritual), es decir, «un ser que está íntimamente relacionado con el bie­
nestar de una sociedad más amplia )t con el impulso de la Era de Acuario
que va emergiendo». Es interesante el¡hecho de que todos sus planetas trans­
personales -Urano, Neptuno y Plutón- estén emplazados en signos de
Tierra, casi como si insistieran en un arraigo de la visión transpersonal en
el plano material.
La visión de Alice Bailey y el Tibetano es la misma que está en la base
de la conciencia actual de la Nueva Era, y -en su condición de una de las
grandes figuras pioneras del ocultismo- su obra ha demostrado ser valio­
sísima para muchos de los investigadores que la siguieron, y constituye una
influencia seminal, a menudo no reconocida, para las modernas enseñan­
zas esotéricas y psicológicas, como lo fue, por ejemplo, en la formación
de la psicosíntesis.

Dion Fortune

Otra famosa y carismática ocultista de este siglo fue Dion Fortune, nom­
bre que utilizaba Violet Mary Firth para firmar sus escritos, que sacó de
su divisa familiar Deo, non Fortuna y adoptó en su ceremonia de inicia­
ción en la Orden Hermética del Alba Dorada.
Dion Fortune pertenece inequívocamente a la línea moderna de muje­
res ocultistas que al parecer forman un grupo concreto de iniciación en la
corriente mágica de Acuario, aunque sus propios intereses se orientarían
luego hacia la Tradición Mistérica Occidental y especialmente hacia la fun­
ción de Suma Sacerdotisa y hacia lo Divino Femenino. Estaba sumamente
dotada para los contactos psíquicos y mediúmnicos, y fue, como Alice Bai­
ley, otro temprano canal para las comunicaciones de los guías interiores,
tal como se ve en The cosmic doctrine. Consagró su vida al cultivo de la

158
Dion Fortune. Carta calculada para el mediodía
del 6-12-1890, Llandudno, Gales.

magia, y fue asumiendo cada vez más aspectos y personae ultramundanos,


como si al elevarse sobre los planos retornara con características de las for­
mas divinas y los arquetipos que había asumido. Ella lo expresó así: «Tuve
mi sueño de la magia lunar y los palacios marinos, y cada día vivía más
en otra dimensión, donde tenía aquello que sabía que no tendría jamás so­
bre la tierra, y me sentía muy feliz» (Priestess, Alan Richardson, Aquarian
Press).
En un intento de restaurar la debilitada Tradición Mistérica Occiden­
tal, Dion Fortune cultivó varias ramas de las enseñanzas del Alba Dorada,
y gran parte de su actividad se concentró en el grupo que posteriormente
formó como entidad independiente, la Fraternidad de la Luz Interior, que
tenía sus raíces en una casa comunitaria en Londres y en la ladera de Glas­
tonbury Tor en Chalice Orchard. Fortune actuó como el corazón y la luz

159
inspiradora de este grupo, y generó cada vez más poder adicional mediante
la práctica regular de rituales y otros métodos de trabajo, desempeñando
el papel de mediadora y sacerdotisa que había escogido. De varias maneras
llegó a ser la encarnación de las características de sus deidades femeninas
favoritas, una de las cuales era la Isis egipcia, y otra la Morgana de las le­
yendas artúricas. Es discutible si personalmente se identificó demasiado -o
no- con tales personalidades arquetípicas, y hay pruebas que hacen pen­
sar que el principal personaje femenino de sus dos novelas más famosas
-Moon magic {Magia lunar) y Sea priestess (Sacerdotisa del mar)- eran
una versión ligeramente idealizada de la forma en que ella misma se perci­
bía. Otros temas que le preocupaban eran las vidas pasadas y la Atlántida,
y los dos apuntan a una influencia neptuniana en su psiquismo, al igual
que las túnicas espectaculares con las que se vestía para celebrar sus ritua­
les y que su desmesurada personalidad. Como Aleister Crowley, vivió in­
terpretando teatralmente el papel de un espíritu de alta magia.
De una forma mágica, vio como parte de su misión el invocar nueva­
mente el poder de la Gran Diosa y revigorizar la adormecida fuerza espiri­
tual del sagrado Avalón. Por cierto que su obra y su influencia perduran,
y que han influido grandemente sobre aquellos que siguen sendas tradicio­
nales afines. Ha circulado el rumor de que incluso después de su muerte,
Dion Fortune continuó guiando la evolución de su grupo esotérico durante
varios años, hasta que su presencia terminó por inhibir todo cambio y tu­
vieron que convencerla de que renunciara a seguir manejando los hilos. Co­
mo muchos otros ocultistas, Fortune pretendía estar inspirada por deter­
minados guías interiores, y hay opiniones autorizadas en el sentido de que
todavía hoy sigue siendo posible establecer contacto con ellos.
Como me falta el dato de su hora de nacimiento, he levantado una car­
ta solar. El trígono Luna-Neptuno indica su potencial creativo natural, co­
mo también sus tendencias psíquicas y proféticas. Su creatividad se expre­
só en sus escritos ocultistas y en sus novelas, y vale la pena leer las dos que
antes he mencionado porque ofrecen varias claves referentes a la naturale­
za de su imagen de sí misma y de sus compulsiones personales aplicadas
en un contexto mágico y ritual. La oposición entre Neptuno y Venus acen­
túa esa personalidad emocional e imaginativa, y revela también tensiones
interiores provocadas por sus relaciones personales y su matrimonio con
Thomas Penry Evans («Merlin»), que si bien en sus primeros tiempos fue
un éxito en cuanto asociación mágica, habría de convertirse más adelante
en fuente de dolor y de sufrimiento.
Dion Fortune tuvo dificultades para integrar de forma adecuada su natu­
raleza emocional y sexual, y -como resultado de haberse valido de su animus
para lograr acceso a su propia psique- solía dar la impresión de ser una
mujer sorprendentemente masculina. El hecho de asumir ritualmente formas

160
de diosas no le sirvió para hacerla más femenina, y parece como si hubiera
cedido a la exigencia de sacrificar una relación humana satisfactoria a cam­
bio del poder de la dimensión mágica. En esto no es la única entre las muje­
res ocultistas más famosas, ya que tanto H.P. Blavatsky y Annie Besant
como AJice Bailey realizaron sacrificios similares; esto puede deberse en
parte al hecho de que llegaron a ser mujeres muy poderosas y con una mi­
sión que les daba fuerzas para hacerse valer, por lo que todas sus necesida­
des personales quedaron supeditadas a su vocación de servicio espiritual.
El trígono entre Júpiter y Neptuno también revela su atracción por los
valores de la espiritualidad en la vida y por el sendero oculto, donde una
exaltación emocional reforzada conduce a experiencias de intensidad sin
parangón, especialmente mediante ceremonias y rituales envueltos en un
teatral misterio. En una de sus casas de Londres se dejó llevar por la tenta­
ción de utilizar un elevador para subir a la sala del ritual, ya que eso le per­
mitía elevarse como lsis ante los ojos de su sacerdote y lograr así una entra­
da espectacular. A veces, los ocultistas pueden volverse impersonales, ¡y
lo que hace de ellos seres tan fascinantes y atractivos son esos detalles hu­
manos y excéntricos!
Totalmente al margen de las capas con que solía envolverse y de su pre­
dilección por las túnicas espectaculares y coloridas y por los sombreros de
ala ancha (y en realidad, ¿por qué no?), Dion Fortune fue una maga con
poderes, y se merece ocupar un lugar en el panteón oculto de los héroes
y las heroínas.
Su conjunción entre Neptuno y Plutón desempeñó un gran papel en su
vida y es el principal indicador de su función mágica. Esta conjunción ex­
cepcional -la última se produjo más o menos entre los años 1888 y 1890-
es una de las vibraciones planetarias más fuertes, que integrada puede brin­
dar un elevado entendimiento espiritual de la naturaleza y los cimientos del
psiquismo humano. Es muy sutil pero sumamente poderosa, ya que es ca­
paz de disolver actitudes sociales y sistemas de creencias muy antiguos y
afianzados -y ya superados- y de reemplazarlos por visiones nuevas y
más adecuadas para los pasos siguientes, y con frecuencia indica una co­
yuntura crítica en el vaivén de ascenso y caída de las naciones. Con fre­
cuencia, el poder religioso establecido se enfrenta con el reto de nuevas ma­
neras de abordar la religión, lo que puede significar la muerte de antiguos
conceptos; se trata de un proceso que se encarna en la obra de ciertos indi­
viduos que tienen una «elevada misión espiritual». Dion Fortune fue uno
de ellos, y su trabajo pionero, tendente a la restauración de los Misterios
de Occidente y de la Mujer, ha demostrado ser una auténtica inspiración
para muchas personas.

161
Israel

Una carta nacional que vale la pena considerar desde un ángulo neptunia­
no es la del Estado de Israel, que fue fundado en 1948 como parte del nue­
vo diseño de fronteras que tuvo lugar después de la segunda guerra mun­
dial, y que se creó en territorios que previamente habían sido conocidos
con el nombre de Palestina.
A lo largo de muchos siglos, la reacción ante el pueblo hebreo fue de
opresión, desde la dominación ejercida por los egipcios y romanos hasta
la persecución y los pogroms (masacres organizadas) que se produjeron en
toda Europa en determinados momentos de la historia. Los judíos han si­
do tradicionalmente víctimas; con frecuencia se los ha acusado de discor­
dias y crímenes sociales cuando se necesitaba de un chivo expiatorio, y los
castigos a que se los ha sometido han sido de una brutal severidad. Desde
los tiempos bíblicos de Moisés, que los condujo a través del desierto en busca
de la Tierra Prometida, han sido un pueblo errante; el hecho de ser el Pue­
blo Elegido de Dios ha representado siempre una cruz difícil de llevar.
El moderno Estado de Israel fue la culminación de años de esfuerzo po­
lítico internacional realizado desde 1897 por el movimiento sionista, y el
resultado del gran sueño visionario de los sionistas, un hogar permanente en su
antigua tierra, la Tierra Prometida, a donde los judíos pudieran nuevamente
regresar para vivir en ella. En 1948, después del horrendo genocidio perpetra­
do por el régimen nazi, muchos judíos decidieron establecerse en el nuevo
Estado de Israel para cooperar en la construcción de una nueva sociedad.
Israel es un país de tensión y de conflictos, en constante fricción y gue­
rra con los palestinos y las naciones árabes que lo rodean, como Jordania,
Siria y el Líbano. La paloma de la paz no ha descendido todavía sobre es­
tas tierras, y los israelíes viven con la mentalidad de un pueblo perseguido
y amenazado; la defensa de sus derechos y de su tierra es su principal preo­
cupación, y su concepción de los intereses del Estado los ha llevado a inter­
ferir en países extranjeros.
Podemos ver que en la carta de Israel está muy marcada la tendencia
neptuniana a la posición de víctima y de mártir, con el consiguiente sacrifi­
cio, tendencia firmemente establecida en la tradición histórica de los ju­
díos y en el seno de la conciencia cqlectiva de este pueblo. Es interesante
observar que la carta natal del moderno Estado de Israel tiene una notable
acentuación de los aspectos neptunianos, como si fuera la continuación de
un.diseño previo. Neptuno está en trígono con Mercurio, en sextil con Sa­
turno y Plutón, en cuadratura con Venus y con el Medio Cielo y en conjun­
ción con el Ascendente, y está emplazado en Libra en la casa l.
El hecho de que Neptuno se encuentre en la casa I indica cierto conflic­
to y confusión en el seno de la identidad nacional, allí donde su verdadera

162
Israel. 14-5-1948, Tel Aviv, 16.30 LT.

naturaleza y su definición exigen una clarificación. A esto se deben en parte


los diversos y dispares puntos de vista nacionales en lo referente a la mane­
ra más adecuada de establecer sobre cimientos sólidos el Estado de Israel
y de relacionarse con el resto del mundo, en especial con los países vecinos.
Además, hay cierta confusión interna en lo que se refiere a su herencia reli­
giosa, ya que existen grupos que representan la antigua tradición hebraica
y que se oponen a otros, más contemporáneos, formados por judíos mo­
dernos de orientación más internacional. El hecho de ser judío suscita muy
diversas reacciones conflictivas incluso entre los mismos judíos, y con fre­
cuencia se da cierta incomodidad relacionada con esta identidad. Cuando
hay una inseguridad interior, es frecuente que se tengan reacciones exter­
nas exageradas ante la insinuación de una amenaza, y en este sentido Israel
es sumamente quisquilloso y agresivo.
El trígono Neptuno-Mercurio se expresa en la poderosa defensa israelí

163
de su posición nacional y de sus intereses valiéndose, como canales, de los
medios de comunicación mundiales. En la actualidad, Israel tiene un estilo
de autoafirmación política muy enérgico y directo, que enuncia claramen­
te su posición y se hace valer contra las vacilaciones o la presión internacio­
nal. En otras naciones hay comunidades judías influyentes que actúan co­
mo grupos de presión sobre los gobernantes, asegurándose así de que la
posición israelí sea entendida.
El sextil Neptuno-Saturno moviliza ese poderoso sentimiento de respon­
sabilidad social y de identidad nacional, en virtud del cual se considera de pri­
mera prioridad la construcción y la protección del Estado. Saturno desea tra­
bajar dentro de límites fijos y seguros, de modo que la cuestión del territorio
seguirá siendo importante, aunque la tendencia de Neptuno a liberarse de los
límites crea y seguirá creando problemas en un área tan voluble. Las habilida­
des estratégicas de Israel y su forma de organizarse son adecuadas en este mo­
mento, lo mismo que la decidida determinación de lograr sus objetivos. Sin
embargo, uno de los principales obstáculos para la paz reside en que tiene una
percepción excesivamente centrada en sí mismo; esto, que puede ser bien
comprensible a la luz de la historia reciente y pasada, funciona igualmente
como un obstáculo a las relaciones satisfactorias con los estados vecinos.
Esta tendencia viene indicada también por la cuadratura Neptuno-Venus,
y por la conjunción de Neptuno con el Ascendente y su posición natal en
Libra. La cuadratura indica problemas en las relaciones y apunta a la crea­
ción de espejismos, hechizos y autoengaños en los que los factores incons­
cientes de motivación pueden ser proyectados sobre el mundo exterior has­
ta el punto de que Israel no vea otra cosa que su propio reflejo negativo
que le es devuelto desde afuera en forma de amenazas para su seguridad.
Este aspecto defensivo y beligerante está muy reforzado, y hay una verda­
dera necesidad de resolver esas pautas internas negativas con el fin de res­
tablecer la claridad y la armonía y de ,alcanzar la liberación de los modelos
de victimización y de culpa que prevalecen en el psiquismo judío. La posi­
ción de Neptuno en Libra en conjunción con el Ascendente señala la nece­
sidad de establecer relaciones correctas con los demás, no sólo con miras
a la paz y a la protección propias, sino también en bien del equilibrio inter­
nacional del poder y teniendo en cuenta las tensiones mundiales, especial­
mente porque los países en conflicto cuentan, en Estados Unidos y la Unión
Soviética, con defensores que se oponen entre sí.
Actualmente, establecer un punto de vista equilibrado parece difícil para
Israel; es un Estado todavía joven y tiende a moverse hacia posiciones ex­
tremistas debido a sus propios miedos e inseguridades. Es un crisol de las
tensiones y los conflictos religiosos, raciales y políticos del mundo entero
y una zona decisiva para el equilibrio de Oriente Medio. A Israel le convie­
ne retirar las barreras de su personalidad nacional si quiere establecer un

164
contacto real con los estados vecinos. Obstinarse en seguir encerrado den­
tro de los parámetros de sus propias percepciones, a menudo deformadas,
y de una visión separatista, seguirá creando dificultades, pero sentirse lo
bastante fuerte como para tender una mano amistosa a través de las divi­
siones territoriales puede abrir el camino necesario para seguir avanzando
hacia la etapa siguiente de la Tierra Prometida.
Si esto no sucede, es probable que Israel caiga más profundamente en
la trampa de actuar como los que antes fueron sus perseguidores, institu­
yendo la opresión racial, religiosa y territorial de una minoría sin hogar
como la de los palestinos. El impacto liberador para la personalidad nacio­
nal israelí puede producirse cuando vean cada vez con más claridad cómo
la opinión internacional les devuelve, reflejado, el hecho de que están em­
pezando a imitar a los mismos que hicieron de ellos sus víctimas. Esto
puede, entonces, estimular el proceso de autoindagación que les ofrece
Neptuno desde su emplazamiento en la casa I, un proceso que si tiene
éxito transformará también sus relaciones internacionales y la percepción
que los demás estados tienen de su persona (en el sentido junguiano del
término).

165
5

Neptuno en las casas natales

La posición natal de Neptuno por casa indica con frecuencia una de las prin­
cipales áreas donde se da la vivencia individual de la polaridad Saturno­
Neptuno, y es un punto en el que la energía transpersonal de disolución
puede tocar las estructuras saturninas de la personalidad. Llama la aten­
ción hacia aquellos tipos de experiencias vitales capaces de conducir a una
transformación de las fronteras de la personalidad, y que pueden anunciar
la aparición de visiones interiores de dimensión mística y trascendental. A
través del canal de la casa natal, periódicamente -a medida que se activan
los aspectos de Neptuno y sus tránsitos- llegan los susurros del más allá
que tanto atormentan con sus promesas al ser espiritual oculto, despertan­
do en él profundos anhelos, y que para el individuo significan cambios y
confrontaciones radicales.
Por mediación de la posición natal de Neptuno por casa se revela lenta­
mente la mente individual inconsciente, a través de los sueños, la inspira­
ción creadora y las aspiraciones, así como de características más negativas,
como los hechizos y los espejismos. La casa en la que se encuentra Neptu­
no muestra la ruta que ha de seguir este planeta para entrar en nuestra vida
consciente, es el dominio que en el fondo más nos atrae y aquel en donde
se hallan las semillas de nuestra propia «perdición», que nos llevará a una
completa transformación.
Se considera que la casa donde está emplazado Neptuno es el talón de
Aquiles del individuo, un punto vulnerable en el caparazón del yo, donde
la identidad separada se puede conectar con la universalidad de la vida, y
Neptuno es el planeta dedicado a la pérdida o trascendencia de la identidad
menor mediante la fusión con el todo gracias a la disolucion de los límites
en una unidad informe. Entender a Neptuno es imposible, y en la casa na­
tal donde se encuentra se da la probabilidad de que el yo se desintegre, per­
mitiendo así que se produzca un renacimiento al abrirse a panoramas vita­
les más vastos.

167
Debido a las profundidades o a las alturas a que Neptuno puede llevar
al individuo, las reacciones personales ante su presencia varían y se dan a
menudo fuertemente polarizadas. Hay quien prefiere volver a levantar con­
tra la erosión neptuniana las barreras protectoras de Saturno, en tanto que
otras personas parecen dispuestas a seguir la brisa marítima de Neptuno
dondequiera que las lleve. Es necesario que estemos adecuadamente conec­
tados con la tierra antes de abrirnos psíquicamente de manera consciente
a la vibración de Neptuno, porque sus efectos pueden ser muy potentes,
aunque quizás esto no se haga inmediatamente obvio cuando apenas si em­
pezamos a experimentar su seductora fascinación. Cualquier forma de di­
solución de la personalidad y del psiquismo puede ser difícil de soportar,
y son muchos los que se precipitan en el caos del pánico a medida que la
experiencia inexorablemente se intensifica; esto se debe al hecho de que Nep­
tuno está asociado con crisis mentales y emocionales provocadas por la ten­
sión interior.
Neptuno crea un desenfoque en los dominios de la psique que, repre­
sentados por los planetas y los signos, van siendo tocados por la actividad
neptuniana mediante los aspectos y los tránsitos. Ésta es su función, y todo
aquello con lo que Neptuno establece contacto empieza a cambiar lenta­
mente, perdiendo su anterior solidez, al tiempo que la seguridad y la esta­
bilidad del yo disminuyen a medida que las pautas del pasado pierden
cohesión y se hacen menos fiables. A través de las «brechas» internas crea­
das por este proceso, el inconsciente, ya sea individual o colectivo, empie­
za a invadir la mente consciente, y hay la tendencia a tratar de reprimir esta
invasión, estimulando presiones adicionales en vez de hacer un esfuerzo por
integrar todo esto en unas estructuras de personalidad más amplias. Ante
nosotros se abre un mundo desconocido, los sentimientos se intensifican
y todo asume un resplandor más misterioso. Hay quien reacciona contra
esto, sintiéndose aterrorizado, en tanto que otras personas lo acogen y se
entregan, volviéndose más humanitarias y adoptando una actitud y una pers­
pectiva más universales. Recibir el descenso de la gracia puede ser, en oca­
siones, una vivencia traumática; rara vez están los individuos preparados
para ello, y sin embargo, mediante su posición natal por casa, Neptuno nos
sintoniza con nuestro potencial para la trascendencia, y nos hace sentir la
vida de la forma más directa y exquisitamente intensa, en un grado que nos
parece inconcebible.
Para quienes se inclinan hacia el sendero transpersonal, la posición por
casa de su Neptuno implica las formas en las cuales cabe esperar que sirvan
a intereses espirituales superiores, en cuanto formas de expresión o trans­
formación personales y creativas. Lo que se les exige es un servicio imper­
sonal y desinteresado a la totalidad. Por mediación de la casa en la que esté
emplazado Neptuno en nuestra carta, podemos recibir mensajes relaciona-

168
dos con nuestro propósito y nuestra dirección en la vida, a través de la in­
tuición o de sueños o visiones interiores. A la necesidad neptuniana de ex­
pandirse se la puede canalizar de forma segura mediante la meditación, la
creatividad, plegarias y visualizaciones, como también en el servicio a nues­
tro prójimo.
Con frecuencia los temas de la víctima, el martirio y el sacrificio, aso­
ciados con Neptuno, se activan especialmente por acción de la posición de
este planeta por casa, y muchos individuos los «actúan» inconscientemen­
te por mediación de las características propias de esa casa. Es aquí donde
inconscientemente creamos las situaciones vitales en que nos vemos forza­
dos a adoptar un punto de vista más amplio, valiéndonos quizá de circuns­
tancias que exigen una actitud de más sacrificio hacia los demás o de una
situación que está más allá de nuestro control. Podemos aprender a vivir
cómodamente sin que nuestras necesidades y deseos personales tengan siem­
pre la primacía en la determinación de nuestras opciones; de hecho, vivi­
mos para el beneficio de la totalidad.
La casa de Neptuno es con frecuencia el lugar donde construimos nues­
tra utopía imaginaria, donde buscamos el paraíso sobre la Tierra, la fuente
de una purificación redentora. En este dominio podemos sentir la necesi­
dad de un salvador personal, e ir en busca de un redentor del tipo Zeus­
J úpiter. Esto sucede a menudo como consecuencia de repetidas desilusio­
nes y decepciones, del fracaso de ambiciones o relaciones, todo lo cual puede
estimular la vuelta de la atención y de la dirección hacia adentro. Algunas
personas absorben y «actúan» la energía neptuniana de tal modo que ello
les transforma la vida, y se convierten en la encarnación de una imagen,
un ideal o un deseo colectivos, como ocurre, por ejemplo, con los chivos
expiatorios de una sociedad determinada y con las estrellas de cine, que se
transforman en míticos «dioses y diosas».
En muchos casos, Neptuno ejerce su influencia de manera puramente
inconsciente. La casa natal en la que se encuentra funciona como una esfe­
ra de confusión y profunda incomodidad, y con frecuencia encubre, en el
individuo, un dominio intrínsecamente problemático que reclama una so­
lución. Las reacciones contra Neptuno son comunes, y es frecuente que el
nativo intente escapar para así eludir su presencia y negarse a cualquier con­
frontación con esa presencia interior. Es probable que aparezcan profun­
dos miedos internos, vinculados con actitudes, sueños y proyecciones nada
realistas, en los que se prefiere las fantasías privadas a la áspera realidad.
La evasión puede llevarnos a sentirnos atraídos por el alcohol y otras dro­
gas, o a la promiscuidad sexual, espejismos que parecen prometer una vida
satisfactoria o el fin del aburrimiento. Es frecuente que se rechace la res­
ponsabilidad personal, y en ocasiones hay preferencia por la mente colecti­
va, para así restar esfuerzo al pensamiento individual -absorbiendo acti-

169
tudes y valores sociales prefigurados-, o por una entrega pasiva a estruc­
turas y creencias de tipo religioso y político. Con frecuencia, la raíz de una
crisis personal o de un problema está en el significado subyacente del signo
natal donde se encuentra Neptuno, y el cuadrante de la rueda de casas en
que se halla revela el tipo general de crecimiento que lo colectivo requiere
de ese individuo, es decir, su dirección básica en la vida.

Neptuno en la casa I
Si usted tiene a Neptuno en esta posición, puede enfrentarse con un reto
relacionado con la naturaleza y la definición de su propia identidad. Las
dificultades residen en el carácter disolvente de Neptuno, que afectará a
su sentimiento de una identidad propia y aparte, por lo que le resultará di­
fícil establecer un centro firme y fijo en la estructura de su personalidad,
cuya necesidad puede manifestarse en una búsqueda de sí mismo que ter­
mine por llevarlo a una indagación religiosa o espiritual, en la esperanza
de que esto satisfaga su dilema y atenúe su íntimo sentimiento de incomo­
didad.
Con frecuencia se le hará difícil percibir su propia naturaleza, ya que
cada vez que intenta sondearse por dentro tiene la impresión de que el pai­
saje interior es nuevo y le devuelve el reflejo de una combinación descono­
cida de sus personalidades internas. Es probable que sus actitudes, creen­
cias, valores y emociones cambien regularmente, como si estuvieran asen­
tados sobre arenas movedizas, de modo que se le hace difícil la evaluación
correcta de lo que le es propio, y más aún el intento de entender una com­
plejidad tan cambiante. Lo que tal vez empiece a comprender es que esos
cambios interiores se dan parcialmente estimulados por influencias exter­
nas, ya que a usted pueden impresionarle en grado sumo las expresiones
personales de los demás, y con frecuencia son las actitudes, creencias y opi­
niones de otras personas lo que usted absorbe y vuelve a reflejar hacia afuera
como si fueran suyas.
Usted tiene la poderosa capacidad de convertirse en un reflejo, casi co­
mo las aguas profundas, y ello puede derivar hacia una imitación incons­
ciente de los demás que lo llevará a adoptar características ajenas. Super­
sona (o máscara social) resulta con frecuencia configurada por sus influen­
cias y asociaciones del momento, y a los demás puede darles la impresión
de que usted es un ser cambiante o camaleónico, cuya profundidad es difí­
cil de estimar y al que le falta coherencia. Es probable que intente serlo to­
do para todos, y que su identidad se configure en torno de las necesidades
y los deseos ajenos, en un perpetuo movimiento de los cimientos de su ser.
Tiende a ir más allá de sus límites, porque su sentimiento personal de una

170
identidad aparte puede volverse sumamente difuso y adoptar una percep­
ción más amplia, aunque -a diferencia de lo que sucede con la posición
del místico- en usted la expresión de esta característica suele darse como
una dependencia y una confianza excesivas en su relación con otras perso­
nas. A veces, por ser tan sensible a las necesidades ajenas, puede caer en
el autosacrificio en su intento de satisfacerlas, y al hacerlo, perder de vista
la dirección y el propósito que le son propios, a causa de la pérdida de su
identidad.
Es frecuente que responda a las influencias más sutiles y psíquicas, y
puede verse fuertemente afectado por las características de su entorno y
de la compañía en que se encuentra, tanto en casa como en el trabajo o
en situaciones sociales. Es muy común que registre realidades y motivacio­
nes ocultas, y esto puede provocarle cierta confusión, especialmente si está
recibiendo mensajes provenientes de su percepción interior de una persona
que discrepan de los que ésta expresa. Usted ha aprendido a confiar en las
«vibraciones» que recibe, y tiene fe en ellas. Debido a su exacerbada sensi­
bilidad, tiene la capacidad de actuar como canal de energías espirituales
o sanadoras, y una comprensión empática que le ayuda a conectarse con
los demás para poder transmitirles su capacidad de sanar.
Es probable que posea dotes artísticas y siente la necesidad de ser crea­
tivo, como un punto de apoyo y también para expresar y liberar todas las
impresiones que lo recorren y atraviesan. Esta disposición podría ser el re­
flejo de las necesidades, visiones, actitudes y percepciones colectivas: cual­
quier creación artística «habla» a mucha gente de una experiencia común;
muchos músicos pueden beber de esta fuente universal de la experiencia
humana, y reflejar líricamente emociones y sentimientos de gran resonan­
cia. A través de su arte puede llegar a convertirse en un canal abierto que
sirva de portavoz del pueblo, porque gran parte del sacrificio que le pedirá
Neptuno es que universalice su identidad, y quizá por eso le cueste tanto
mantener una personalidad independiente y aparte.
Un reto que puede resultarle difícil de superar es el del compromiso y
la persistencia, ya que le cuesta establecer una dirección definida y concen­
trar sus energías en seguirla hasta alcanzar el éxito. Como la confusión in­
terior se combina frecuentemente con la inseguridad y el autoengaño, sus
objetivos son inciertos y por lo común fluctúan. Es probable que necesite
luchar para establecer un grado satisfactorio de determinación en el logro
de sus objetivos, pero lo irá consiguiendo parcialmente a medida que defi­
na y afiance su identidad. Sin embargo, la manera de lograrlo no es que
usted se limite a reflexionar sobre lo que lo rodea, sino que se abra más,
hasta convertirse en un canal para que algún impulso superior obre a tra­
vés de usted de modo que su naturaleza visionaria pueda resplandecer con
el brillo de la inspiración.

171
Es sumamente recomendable que no consuma alcohol ni otras drogas,
especialmente dada su tendencia al exceso, ya que estos recursos no servi­
rán más que para fragmentar una identidad ya de por sí frágil y para movi­
lizar el rostro más negativo de Neptuno. Es probable que de usted emane
un fuerte carisma, que parezca ser una persona enigmática y misteriosa que
(gracias a su manifiesta profundidad y a su capacidad de reflejar su entor­
no) puede fascinar a muchos que desean investigar sus secretos. Esto quizá
lo lleve a establecer relaciones no convencionales que podrían ser muy in­
fluyentes, positiva o negativamente, y quizá sea más prudente que ejercite
cierta discriminación en esta esfera, especialmente porque es probable que
su juicio no sea siempre muy exacto. Algunas personas quizá quieran sacar
partido de su volubilidad, intentando, por ejemplo, modelarlo para darle
la forma que ellas prefieran. Si usted lo permite, esto puede llevarlo a de­
sempeñar el papel, típicamente neptuniano, de víctima y mártir. La verda­
dera forma de ir hacia adelante es avanzar hacia la totalidad, y no perderse
en el camino reflejando las partes de la vida.

Neptuno en la casa 11
Si usted tiene a Neptuno en esta posición, sus problemas giran en torno
de los temas del dinero, los recursos y las posesiones, tan básicos para el
consumismo y el capitalismo que caracterizan en la actualidad al pensa­
miento occidental.
El dinero suele ser el símbolo principal del éxito en el mundo, y la ma­
yor parte de las actividades del hombre van encaminadas a generar este bien,
no sólo para sus necesidades esenciales, como pueden ser la comida y el
hogar, sino también para la satisfacción de deseos adicionales, tales como
formas de vida extravagantes y suntuosas, una seguridad exagerada y la
acumulación de posesiones que enriquezcan la vida.
Neptuno en esta casa puede estimular varias actitudes contradictorias
hacia el dinero y los recursos, pero un hilo común que subyace en todas
ellas es la necesidad de llegar a entender de otra manera la importancia que
estos elementos tienen en la vida, y de percibir más profundamente lo que
son y lo que significan.
En algunos de estos nativos puede darse una preocupación por el dine­
ro, los recursos y las posesiones; son los que llevan el dinero a una posición
de importancia suprema, y cuya mayor ambición se concreta exclusivamente
en el deseo de tener siempre más. Tienden al consumo excesivo, la extrava­
gancia y la necesidad de sentirse seguros viéndose rodeados por los bienes
materiales que han adquirido y haciendo manifiesta ostentación del hecho
de tener dinero. Hay en ellos una insatisfacción continua que no pueden

172
saciar por más que compren y adquieran: coches, televisores, casas más gran­
des, casas de veraneo... todo con la consiguiente falta de aprecio y valora­
ción de lo que tienen. Algunas de estas personas pueden tener ese «don pa­
ra las finanzas» merced al cual, como al rey Midas, todo lo que tocan se
les convierte en oro, y pueden acumular dinero sin esfuerzo porque están
especialmente dotadas para los negocios.
Otra tendencia de este emplazamiento es la total carencia de sentido fi­
nanciero; estos nativos dilapidan el dinero por su poco sentido práctico y
sus sueños descabellados, o porque no se aplican lo suficiente para asegu­
rarse de que un proyecto comercial potencialmente viable llegue finalmen­
te al éxito. Sus especulaciones financieras pueden ser erróneas, o pueden
perder dinero por un exceso de confianza en terceros, ya sea porque la acti­
tud de éstos sea fraudulenta o, simplemente, poco realista.
Otras personas con este emplazamiento creen que la vida debería satisfacer
todas sus necesidades sin que ellas tengan que hacer nada para conseguir­
lo, y pueden convertirse en parásitos sociales que dependen de la generosidad
de los demás o del estado sin otra razón que su haraganería.
Otros de estos nativos encaran el problema de los recursos desde un punto
de vista idealista: para ellos el exceso de dinero y de posesiones se puede
compartir en el marco de un contexto social, y hacen donaciones a sus cau­
sas favoritas o bien ceden gratuitamente las posesiones que no necesitan
a los desheredados de este mundo, generando así una circulación más libre
de la energía contenida en el dinero. Esto puede manifestarse a veces como
un sentimiento de culpa por haber triunfado, pero es un acicate en la direc­
ción de la responsabilidad social.
Neptuno le pide a usted que reconsidere sus actitudes hacia el dinero.
¿Es algo que está condicionando su vida hasta el punto de que todo lo de­
más es secundario? ¿Aprecia usted realmente lo que tiene? ¿Podría renun­
ciar a algunas posesiones o a algún dinero para ayudar a personas más
necesitadas? ¿Es irresponsable con el dinero y lo dilapida? ¿Deriva el sen­
timiento de su propio valor y de su identidad de las posesiones que ha
acumulado, y actúan éstas, para usted, como indicadoras de posición social?
¿Qué es lo que realmente le importa? La búsqueda de más dinero, ¿no será
un mero sustituto de otra cosa que le falta?
Neptuno puede despojarlo de todas las formas exteriores de seguridad,
si ésta es la lección que usted necesita. Es preciso que haga una reevalua­
ción interior, en la que asigne valor a sus bienes menos materiales, para
llegar a utilizar de modo efectivo sus cualidades personales y sus recursos
internos, sus propios dones y talentos, enriqueciendo así su vida de manera
creativa. Muchas creencias personales se reflejan en nuestra actitud frente
al dinero, y al cambiar cualquiera de ellas esta actitud se puede transfor­
mar, porque van ligadas: la inseguridad interior busca compensación en

173
las posesiones externas, en los bienes materiales. Gran parte de la identi­
dad de muchas personas está ligada a un cargo laboral importante, indica­
dor de una buena posición social, tal corno se evidencia en las actitudes de
superioridad que asumen muchos directores o gerentes, mientras que en
realidad lo más frecuente es que quienes ocupan puestos muy inferiores
en la jerarquía sean no sólo muy superiores corno personas, sino también
menos obsesivos y no tan desequilibrados.
El poder del dinero es considerable, y profunda su influencia en las op­
ciones contemporáneas. De la misma manera, la transformación social se
vincula con el cambio en nuestras actitudes personales y colectivas hacia
el dinero y los recursos, y en esto reside una de las claves fundamentales
del bienestar futuro en el planeta. El sueño visionario de Neptuno puede
ayudarnos a seleccionar prudentemente nuestras actitudes, con equilibrio
y buen discernimiento, y con conciencia de sus repercusiones globales. Se
trata de una reevaluación que necesitan hacer todos aquellos a quienes in­
teresa el ideal de la Nueva Era.

Neptuno en la casa 111


Las cuestiones asociadas con la casa III abarcan todo lo que se relaciona
con la mente y la comunicación, y se manifiestan de diversas maneras.
Neptuno puede tener el efecto de interferir en las facultades mentales
y de afectar especialmente a la concentración y la racionalidad, creando
una mentalidad soñadora, absorta en imaginativas fantasías, vuelta hacia
adentro y preocupada, en la que falta un centro de cohesión y que se vuelve
confusa y poco práctica. Se observa cierto grado de distanciamiento del
mundo cotidiano, ya que el mundo interior onírico es mucho más atractivo
y absorbente, de modo que los intentos de estudiar y de aprender se ven
con frecuencia perturbados por la incapacidad de concentrarse.
Si usted tiene a Neptuno en esta casa, puede que le resulte difícil encon­
trar la forma adecuada de expresarse, ya que siente que los medios verbales
y literarios tradicionales son inadecuados, quizá demasiado burdos para
revelar matices sutiles que usted percibe corno no menos importantes. Esto
puede provocarle problemas de comunicación, ya que el carácter psíquico
de la vibración neptuniana puede chocar con el reto, en el nivel físico, de
percibir la parte dentro del todo o de regresar a la tendencia a analizar y
separar propia de la casa III. Otra manera de abordar esto es descubrir for­
mas de comunicación más adecuadas, quizás a través de los canales artísti­
cos neptunianos: el cine, la fotografía, el teatro, el arte, la danza ...
Neptuno puede hacer que su mente funcione de un modo altamente re­
ceptivo, absorbiéndolo todo de tal modo que usted acaba por devolver fá-

174
cilmente el reflejo de las impresiones más importantes que recibe. En el peor
de los casos, esto podría significar que no tiene pensamientos propios, sino
sólo los de sus amigos o los que conforman las actitudes y creencias colecti­
vas. Usted nota las corrientes ocultas de la vida, pero no es fácil determinar
de qué manera responderá a ellas ni cómo las interpretará.
Tomar decisiones puede resultarle difícil a veces, ya que es capaz de ver
tantas variantes y perspectivas de sus posibles opciones que le cuesta mu­
cho llegar a decidirse. Tenga siempre cuidado con las posibles deformacio­
nes de Neptuno, porque prefiere ver solamente lo hermoso, y una selección
mental tan condicionante puede impedir un análisis realista. Se siente muy
atraído por el estudio y el conocimiento, y tiene la esperanza de que al ir
adquiriendo más información podrá llegar a entender el mundo -y enten­
derse a sí mismo- de manera más efectiva. Esto puede ayudarle, pero una
percepción y una intuición válidas no dependen en modo alguno de los co­
nocimientos que se tenga, y la verdad es que una mente llena de informa­
ción puede bloquear un verdadero entendimiento. Muchas de las personas
que inician una búsqueda espiritual no llegan a experimentar una auténtica
transformación porque creen que ya conocen «las respuestas», que inva­
riablemente son de segunda mano y sacadas de libros.
El ideal hacia el cual quizá Neptuno esté tratando de guiarlo es una re­
evaluación de su mente, de modo que llegue a convertirse en un canal por
donde pueda fluir la inspiración colectiva. Usted puede comunicar sus co­
nocimientos a otras personas, y tal vez algún medio de comunicación sea
la vía para compartirlos. El foco estará centrado en la conexión entre las
partes y el todo, estableciendo en la percepción mental algún tipo de con­
texto unificador que ilumine las pautas y los significados ocultos de la vi­
da. Es probable que usted posea una buena capacidad para crear imágenes
mentales y una receptividad telepática o empática que podrían plantearle
algunos probl�mas para integrar y comprender lo que está recibiendo. La
exploración de estas dimensiones de la existencia lo conducirá hacia el ocul­
tismo y la vida espiritual, aunque inicialmente esto se dé a partir de una
perspectiva intelectual o científica. Estos usos positivos de la energía nep­
tuniana pueden ser particularmente beneficiosos para los artistas, escrito­
res y directores de cine y para las personas místicas o creativas.

Neptuno en la casa IV
Esta posición de Neptuno pone el énfasis en las raíces personales y los ci­
mientos de la vida, y con frecuencia puede ser indicativa de profundos vín­
culos inconscientes con los padres, el resto de la familia y las tradiciones
sociales, así como de una profunda necesidad de seguridad y de estabilidad

175
que encuentra su opuesto en la tendencia neptuniana a la disolución y la
expansión.
Si usted tiene a Neptuno en la casa IV, sus creencias y estructuras de
valor, así como su identidad personal, tenderán a estar arraigadas en los
comienzos de su vida. La influencia que recibirá de sus padres será consi­
derable, y muchas de las asociaciones emocionales que lo condicionarán
estarán estrechamente entretejidas con esa relación y con su infancia. Es
probable que en sus recuerdos y en sus relaciones familiares haya cierto grado
de idealización o deformación, y quizá sienta usted el deseo de regresar a
aquella edad de oro en que el abrazo uterino de la familia le ofrecía seguri­
dad y protección.
Puede ser, sin embargo, que las experiencias tempranas de su vida fue­
ran insatisfactorias, que sus expectativas se vieran frustradas, que en su ho­
gar la vida fuera más bien inquietante y desestabilizadora, y que usted ha­
ya cargado con esa pauta hasta incorporarla a su vida adulta. La figura
del padre está asociada con la casa IV, y parte de su inseguridad podría
estar relacionada con el papel que a él le cupo en su vida. Las proyecciones
idealizadas que de niño depositó en su padre quizá se hayan visto luego de­
fraudadas, o tal vez él se fue o rara vez estuvo en casa cuando usted lo nece­
sitaba. Este emplazamiento de Neptuno indica alguna clase de desequili­
brio en esta relación, y en muchos casos ello implica una separación matri­
monial o un hogar deshecho.
Neptuno proporciona una gran sensibilidad emocional, y es probable
que usted haya absorbido en su inconsciente la mayor parte de las corrien­
tes psíquicas subyacentes que circulaban en el hogar de su infancia; por ejem­
plo, las frustraciones de sus padres por causa de un matrimonio desdicha­
do o del rechazo de sus ambiciones o de sus sueños para poder ofrecer un
futuro de triunfadores a sus hijos. De un modo u otro, ellos tuvieron sobre
usted un impacto muy fuerte, ya que crearon la «atmósfera» que respiró
su naturaleza al desarrollarse. Uno de sus padres puede haber sido muy do­
minante, hasta tal punto que usted nunca haya podido abandonar su ma­
nera de percibir la vida, y quizá tenga dificultades para liberarse de ese pa­
ternal abrazo y de ese cordón umbilical que le impiden erguirse libremente
como un individuo por derecho propio. O quizás haya recibido «rasgos de
familia», delirios y retos que se transmiten de generación en generación,
pautas de comportamiento y actitudes repetitivas en la familia, como la ad­
hesión a una determinada religión o teoría política.
Muchos de los temas que terminarán por destacar en su vida adulta ten­
drán las raíces en su infancia. Es muy probable que de alguna manera tien­
da usted a repetir trayectorias y pautas que estuvieron presentes en la vida
de sus padres. El reto consiste en transformarlas, interrumpiendo así la re­
petición inconsciente y evitando el riesgo de ser víctima de las mismas ten-

176
dencias que ellos. Su matrimonio y su vida familiar de adulto podrían con­
vertirse en el área donde se dé esta repetición. Allí donde está en juego Nep­
tuno, se encuentra con frecuencia alguna variante de la necesidad de sacri­
ficio, así como los temas de la víctima y el mártir. Quizá sea necesario que
considere usted si no está repitiendo de manera inconsciente las tendencias
y los fallos de su padre o de su madre, porque, en lo que respecta al com­
portamiento, ellos fueron sus primeros modelos. Quizá se le pida que se
sacrifique en el ámbito doméstico, tal vez a causa de la enfermedad de un
hijo o de su pareja, o como resultado de la necesidad de su compañero o
compañera de dedicarse a sus ambiciones, y usted siempre acabe convir­
tiéndose en una figura maternal o paternal benévola y protectora, incluso
con su pareja.
Lo que necesita hacer es redefinir y comprender de una forma nueva
la familia, sus raíces y sus cimientos. Neptuno puede pedirle que renuncie
a su familia, tal vez por medio de la disolución del matrimonio, o simple­
mente de una transformación de las actitudes, las creencias y los valores
que usted ha heredado, a medida que aprende a erguirse libremente por
sí solo y a recorrer su propio camino a lo largo de la vida. Su necesidad
de estabilidad, seguridad y raíces necesita expandirse para que usted pueda
ir más allá de una concepción limitada, y Neptuno se abre hacia un espacio
más vasto que espera ser explorado. Si se siente atraído por la dimensión
espiritual y la búsqueda de raíces universales y eternas, su desafío quizá
resida en confiar en la buena voluntad del universo, en tener fe en su guía
y en superar cualquier dependencia del pensamiento racional y de la pro­
tección de un yo limitado. Esto puede ir convirtiéndose en una decidida
exploración de los misterios de la vida y de ,sí mismo, y usted se sumergerá
entonces cada vez más en las profundidades interiores. La incapacidad pa­
ra aceptar este reto de reevaluación y de transformación puede crear enfer­
medades psicosomáticas en años posteriores, y originar una repetición
regresiva y estática de las pautas recibidas en la infancia. También puede
hacer que se aleje de la actividad social y prefiera el aislamiento y la inti­
midad, sobre todo si su vida hogareña no alcanza a darle satisfacción y usted
intenta refugiarse en su interior, en un mundo onírico lleno de idealismo
en donde la vida es como usted quisiera que fuese.

Neptuno en la casa V
Esta posición de Neptuno se relaciona estrechamente con la creatividad per­
sonal, el romance, el disfrute de la vida y los hijos.
Si usted tiene a Neptuno en la casa V, es probable que el romance y las
aventuras amorosas tengan una gran influencia en su vida, y que necesite

177
tener cuidado respecto de la atractiva e ilusoria fachada que este planeta
puede poner ante la vista de otros y ante la de usted, aunque piense que
percibe las cosas con claridad. Esta fachada brilla resplandeciente, pero es
posible que no sea lo que parece; donde está en juego Neptuno, hay que
mantener siempre el ojo alerta a las imágenes engañosas. Para usted, el
romance estará teñido de idealismo y de esa búsqueda de la perfección que
evoca la presencia de las proyecciones inconscientes del anima o del ani­
mus, que se superponen a la realidad concreta de cualquier pareja.
Es probable que se sienta atraído por personas rodeadas por un aura
de misterio, intriga y fascinación, que puede ser real... pero también una
proyección suya. Las relaciones ilícitas y secretas ejercen en usted una fuerte
atracción, como todas las que prometen alguna clase de hechizo (con gente
adinerada, de posición social elevada y cuyo estilo de vida sea elegante y
refinado, por ejemplo). Usted disfruta con las situaciones que incluyen al­
guna oportunidad de ser el centro de la escena, y en ocasiones puede aven­
turarse a jugar simultáneamente demasiadas manos como para que sea po­
sible confiar totalmente en usted. Sin embargo, por debajo de ese gusto
por lo espectacular hay alguien que realmente quiere que lo amen y lo apre­
cien, aunque muchas veces puede actuar de maneras que no permiten que
tal cosa suceda. Mucho dependerá de la naturaleza de los aspectos planeta­
rios que forme su Neptuno natal.
Es probable que sus romances no evolucionen sin tropiezos, y que una
sucesión de fracasos amorosos le ocasione problemas adicionales, quizás
a causa de los hijos o de vínculos emocionales no resueltos. Los hijos pue­
den ser su punto débil, y tal vez Neptuno le exija un sacrificio en este domi­
nio, antes de que puedan producirse cambios en su vida. Se le exige más
claridad en este ámbito vital, y para hallar la pareja que verdaderamente
necesita, deberá resistirse al embrujo de las más fascinantes melodías ento­
nadas por amantes que hechizan como sirenas. Intente no poner a sus aman­
tes sobre un pedestal, ni correr en pos de quien no responda a sus requeri­
mientos, porque tales actitudes, aunque espectaculares, son simplemente
inútiles, y además extrañamente insatisfactorias, ¡a menos que usted quie­
ra ponerse en el papel del «artista» emocionalmente torturado!
Otro campo en el que sus logros pueden verse bloqueados es el de la
creatividad. Neptuno le dará una imaginación fértil, que puede usar de forma
muy creativa, pero antes necesitará hallar una manera de liberarla. Quizá
tenga talento para la música, el teatro o el arte, y seguramente se sentirá
más realizado cuando consiga expresar su creatividad y materializar la ener­
gía de sus emociones y su imaginación. Ésta podría ser la clave que le per­
mita trascender cualquier bloqueo. Quizá Neptuno quiera verlo avanzar
hasta una posición más ventajosa, de modo que no se concentre tanto en
su creatividad personal, dedicada a objetivos egoístas, y empiece a percibir

178
las cosas desde un ángulo nuevo, el del servicio a la comunidad. Mientras
no avance en esa dirección, no alcanzará sus objetivos. Al ofrecer a los de­
más algo valioso, usted puede estar ofreciendo simultáneamente un sacri­
ficio a sus dioses internos, que será recompensado a su manera... hacién­
dolo renacer transformado en alguien que «camina entre los mundos».

Neptuno en la casa VI
La influencia de Neptuno en esta casa se refiere a los temas del trabajo,
el servicio y la salud, y si usted tiene esta posición planetaria en su carta
natal, es probable que necesite hacer varios ajustes personales antes de po­
der experimentar la dimensión positiva de Neptuno.
La naturaleza de cualquier aspecto que forme su Neptuno natal es un
indicador importante de cómo se siente el planeta en esta posición, porque
en la casa VI está en detrimento o exilio, es decir, puede resultarle incó­
modo y difícil expresar su naturaleza planetaria por mediación de usted.
El trabajo será una esfera difícil en su vida, y probablemente sea esen­
cial que intente encontrar uno que lo satisfaga; de otra manera puede con­
vertirse en una fuente de conflictos internos, especialmente si Neptuno for­
ma cuadraturas y/o oposiciones con otros planetas. Quizá no le gusta su
trabajo, tal vez su naturaleza repetitiva lo irrita y lo aburre, o siente que
en lugar de liberar su potencial lo reprime, y si no lo deja es solamente por­
que no parece haber muchas más opciones. Neptuno intensifica su sensibi­
lidad natural, y si lo piensa detenidamente verá que sintoniza bien con la
atmósfera de su entorno laboral y con sus colaboradores, y que quizá no se
permita disfrutar más de su trabajo sólo porque la mayoría de la gente, cuan­
do trabaja, preferiría, invariablemente, estar en alguna otra parte, y se siente
en el aire una corriente constante de tensiones y presiones subyacentes.
Puede suceder que no llegue a recibir las recompensas laborales que cree
que merece, y como es mucho el tiempo y el esfuerzo que ha invertido se
siente traicionado cuando se les concede puestos mejores a «jóvenes adve­
nedizos», y malhumorado, se pregunta si todo aquello valió la pena. Quizá
sea propenso a convertirse en el chivo expiatorio cuando las cosas van mal
en el trabajo, y los demás tiendan a culparlo a usted de su propia ineficien­
cia: el aspecto neptuniano de la víctima. Tal vez terminen por echarlo y
tenga que sufrir un peñodo de desempleo, con toda la tensión nerviosa que
implica. Por cierto que la esfera del trabajo será una de las claves de su
experiencia, personalmente importante para su evolución, y susceptible de
sufrir perturbaciones periódicas causadas por un Neptuno bloqueado.
Si Neptuno forma aspectos favorables con otros planetas, será más pro­
bable que usted encuentre un trabajo adecuado, razonablemente interesante

179
y en donde tenga buenas relaciones con sus compañeros. Entre los tipos
de trabajo que pueden ser atractivos y gratificantes para esta energía nep­
tuniana se cuentan los creativos, y también los que permiten servir y ayu­
dar a otras personas.
Si su experiencia laboral es insatisfactoria, quizá Neptuno quiera que
se enfrente al desafío del cambio. ¿Cómo puede liberarse de una situación
en la que se siente prisionero? ¿Qué tipo de trabajo quiere hacer en reali­
dad? ¿Es capaz de hacerlo, o necesita prepararse mejor con nuevos estu­
dios? ¿Cuáles son sus principales obligaciones familiares? ¿Puede dar los
pasos necesarios para concretar sus sueños? ¿Con qué recursos cuenta? ¿Qué
talentos personales puede explotar? ¿Cómo puede ganarse la vida de una
manera más satisfactoria y que beneficie también a los demás? Quizá nece­
site plantearse estas preguntas antes de introducir cambios en su vida; siem­
pre hay alternativas, y sin embargo con frecuencia estamos condicionados
para creer que no las hay, de modo que insistimos en encarcelarnos innece­
sariamente a nosotros mismos.
En la ética neptuniana del trabajo, propia de esta casa, hay un lado más
humanitario, más altruista y orientado hacia el servicio, que de varias ma­
neras ayuda a expresar más plenamente esa energía. Implica una consagra­
ción al desarrollo de la comunidad, a la curación del individuo y de la so­
ciedad, y tendrá más atractivo para quienes han sido ya tocados por la vi­
sión de la Nueva Era. Incluye una actitud cercana al karma yoga, donde
la vida espiritual está plenamente integrada en el mundo de lo cotidiano,
toda experiencia vital se percibe como una «Escuela de Misterios» en mar­
cha, a todo trabajo se lo ve como una ofrenda a lo Divino y como parte
del bíblico Reino de Dios. Es la actitud que han adoptado comunidades
como la de Findhorn.
La expresión Satyagraha, la filosofía de la no violencia auspiciada por
el mahatma Gandhi, apunta al poder de una visión espiritual sobre la Tie­
rra, a la aplicación de la fuerza de la Verdad y a los cambios sociales que
ello puede estimular. Al actuar desde una perspectiva espiritual, el trabajo
se transforma y, por consiguiente, posee una importancia y un significado
más profundos para el individuo.
Es posible que si consigue liberar la energía neptuniana se descubra us­
ted dueño de una capacidad natural de curación que puede ofrecer como
medio de servicio y de sustento. Pueden fascinarle las terapias alternativas,
y la visión del cuerpo como un templo viviente consagrado a Dios le abrirá
una dimensión vital nueva para explorar. Tomará conciencia de la influen­
cia de los estados interiores sobre la salud corporal, e investigará los efec­
tos psicosomáticos de las actitudes, creencias y emociones separativas y no
integradas, y como consecuencia de todo ello intentará alcanzar un con­
cepto operativo de una terapia que abarque al hombre en su totalidad.

180
Podría ser que su aproximación a las terapias alternativas se diera por me­
diación de una enfermedad personal para la cual ellas le ofrecieran la vía
de autocuración más satisfactoria, y es probable que Neptuno escoja esta
ruta para conducirlo hacia una transformación personal. Usted puede dar­
se cuenta de que la causa de su enfermedad está en las emociones reprimi­
das, y de que la forma de tratarla es una terapia que permita una descarga
catártica capaz de liberar las energías bloqueadas.
Es necesario establecer un delicado equilibrio para obtener lo mejor de
Neptuno en la casa VI, porque las tendencias innatas que operan son con­
flictivas. Neptuno prefiere expandirse y trascender barreras, y la casa VI,
la casa de Virgo, prefiere definir, establecer límites e imponer orden. To­
mar una actitud espiritual y transformar su propia vida en el contexto del
cambio social podría ser la respuesta ideal y convertirse en su objetivo.

Neptuno en la casa VII


En esta posición, Neptuno indica que a los problemas de las relaciones y
de la pareja les cabrá un papel importante en su vida. Implica además que
es probable que en torno de estos temas haya proyecciones y hechizos muy
diversos.
Probablemente usted tiene una percepción idealizada del amor, por obra
de la cual ve a su pareja a través de cristales rosados, la instala en un pedes­
tal romántico y se convence de que es todo lo que siempre ha soñado: la
pareja ideal. Puede que eso resulte cierto, pero lo más probable es que na­
da de ello sea una auténtica percepción, sino que la claridad de su visión
esté enturbiada por ensueños y espejismos que le hacen ver la figura de sus
sueños en vez de la imagen -más imperfecta- de un ser humano de ver­
dad, que es lo que tiene delante. Se trata de las proyecciones de su anima
o su animus, que pueden afectar a su percepción del otro y a la relación
de pareja de maneras muy diversas.
Si su Neptuno forma aspectos difíciles con otros planetas, esta esfera
de las relaciones puede plantearle dificultades personales por obra de aven­
turas o matrimonios inadecuados, engaños, traumas e incertidumbres emo­
cionales en los que las sombras seductoras de los hechizos lo mantienen pri­
sionero hasta que interviene la realidad, haciendo pedazos el espejismo y
dejando como secuela una relación insatisfactoria. La inseguridad perso­
nal puede crear una relación de dependencia, en la que usted -presa de
la confusión emocional- quizá prefiera confiar en la presencia y la forta­
leza de su pareja; el peligro puede estar en que posiblemente él (o ella) no
sea muy de fiar, tal como si la situación estuviera pensada para dévolverle
a usted, como un espejo, la pauta neptuniana del engaño, de una manera

181
destinada a fomentarle la confianza en sí mismo. La búsqueda de las cuali­
dades que uno necesita por mediación del apego a otra persona no es la
manera adecuada de llevar adelante semejante tarea: es del interior de la
propia naturaleza de donde es menester obtenerlas.
La tendencia neptuniana al sacrificio y a la condición de víctima y de már­
tir se mostrará probablemente más activa cuando haya aspectos que la
propicien, pero de todos modos, de usted siempre se puede esperar que
sacrifique algo por su pareja. Es fácil abusar de alguien que suele tomar
esta actitud, y la vida está llena de múltiples ejemplos de sacrificio pasivo
en honor de una pareja insensible que no los aprecia ni agradece. Lo que
está activado en estos casos es el impulso a dejarse absorber en algo mayor
que la propia limitación, la necesidad de entregarse en aras de la transfor­
mación. Con frecuencia, estas personas elevan a su pareja a una posición
casi «divina», percibiéndola como un dios o una diosa; en estos casos, mer­
ced al hechizo generado por las proyecciones, se idealiza en grado sumo
a la otra persona, que es objeto de una extraña adoración, como interme­
diaria de «ese algo más grande» con lo cual están tan ligadas las pautas
neptunianas.
Puede estar actuando también un ideal condicionante de amor desinte­
resado que, aparte de su aspecto de generosidad, con frecuencia puede em­
pujar a la persecución de las parejas distantes e inalcanzables de los sue­
ños, con quienes el amor jamás se realiza y la adoración se celebra a distan­
cia; un ejemplo de ello es la devoción obsesiva por las estrellas del cine o
de la televisión, aunque estas fascinaciones privadas también pueden ser
proyectadas sobre los amigos o los compañeros de trabajo. Neptuno siente
una peculiar atracción hacia el dolor y el placer en el amor, y lo que busca
primordialmente es la intensidad del sentimiento. Su aspecto de mártir puede
disfrutar con las emociones exquisitas del amor torturado, al que se ve co­
mo una senda que conduce a la redención y la curación en virtud del sufri­
miento. El placer puede ser elevado a la altura de un rapto místico, de la
belleza y la bondad universales, de un atisbo de la trascendencia. Algunos
quizá preferirán el «viaje» mesiánico y se sientan atraídos hacia la gente que
tiene problemas, en la creencia de que por mediación de su apoyo y su ayu­
da otras personas pueden alcanzar la salvación. Un camino como éste ofrece
significado, propósito y dirección al individuo, y en verdad que puede ser
sumamente útil para mejorar la suerte de los demás; sin embargo, también
puede estar sembrado de múltiples espejismos y convertirse en el filo de
la navaja sobre el cual hay que mantener el equilibrio.
Si su Neptuno natal forma aspectos armoniosos con otros planetas, hay
más probabilidad de que pueda establecer una relación de pareja satisfac­
toria, aunque algunas de esas pautas neptunianas seguirán estando activas.
Es probable que sus relaciones de pareja incluyan una dimensión espiritual

182
y creativa cuidadosamente definida, en virtud de la cual recurrirá de la ma­
nera más eficaz posible a los valores más elevados de la relación, convir­
tiéndola en un medio propicio al crecimiento y a la evolución espiritual.
En ella pueden estar en juego elementos complejos, y habrá fases de trans­
formación características de su naturaleza. La continuación de la relación
íntima dependerá de que ambos miembros de la pareja se despojen de he­
chizos y espejismos, y de que cada uno aprecie la realidad del otro en tér­
minos de igualdad.
Si tiene usted a Neptuno en la casa VII, será importante que llegue a
entender de manera realista sus relaciones para que puedan ser satisfacto­
rias, y que vea además hacia dónde se orientan sus tendencias innatas (ha­
cia el sacrificio, hacia el papel de mártir, de víctima o de salvador). Quizá
le resulte difícil limitar sus afectos a una sola persona, y esto puede crearle
algunos problemas, ya que sus proyecciones recaerán inevitablemente so­
bre alguien que constituya un misterio para usted, y no sobre la persona
con la que mantiene relaciones desde hace varios años. Será necesario que
alcance un equilibrio que le permita eludir la necesidad de poseer a su pare­
ja o de ser poseído por ella; en última instancia, ninguna de las dos situacio­
nes es armoniosa, y quizás haya que dar los pasos necesarios para crear una
forma de relación beneficiosa para ambos. Esto puede incluir la integración
de los nuevos ideales de relación que forman parte de la visión de la Nueva
Era. El servicio a la comunidad puede ayudar a canalizar en parte las ener­
gías positivas de la pareja, y a satisfacer su espíritu altruista, al mismo tiempo
que expande la influencia y los parámetros de una relación positiva.

Neptuno en la casa VIII


La cuestión de la identidad y la actividad sexuales es una de aquellas con
que Neptuno, si está en esta posición en su carta natal, lo llevará a enfren­
tarse, y probablemente esto se relacione con el impulso a trascender los lí­
mites separativos del yo y del cuerpo y se conecte con los ámbitos de la mís­
tica y del ocultismo, que también se encuentran destacados aquí.
Si su Neptuno forma aspectos planetarios difíciles, como cuadraturas
u oposiciones, y quizás en alguna medida las conjunciones, entonces puede
sentir el miedo de perder el control en la intimidad sexual, un bloqueo que
le prohíba abandonarse en modo alguno a la pasión y a la actividad sexual
física. Debido a esta inhibición interior, puede haber decepciones en su vi­
da sexual, ya que la fascinación que ejerce colectivamente el sexo y el énfa­
sis que se pone en él suelen crear expectativas que rara vez se satisfacen.
O bien puede sentirse confuso en relación con su propia naturaleza sexual,
por una falta de confianza o de experiencia, o por el desconocimiento y

183
la incomprensión de las propias preferencias y opciones sexuales; también
puede ser que no haya integrado todavía en su imagen de sí mismo ese po­
deroso aspecto de su propia naturaleza.
Interiormente, muchas personas mantienen a raya su sexualidad y sólo
le permiten hacerse presente en circunstancias consideradas permisibles, en
vez de reconocer abiertamente esa dimensión de su ser; esto suele suceder
cuando un pesado condicionamiento psicológico -tal como las enseñan­
zas morales o religiosas de la niñez, o la sensación de que todo lo sexual
es «sucio y digno de animales»- ha influido sobre los comienzos de su evo­
lución. Por cierto que Neptuno no facilita la formulación de una defini­
ción de los sentimientos sexuales y de los atractivos del sexo; es demasiado
fluido y cambiante, capaz de muy diversas expresiones y adaptaciones, y
la forma en que uno de estos nativos es con una pareja puede ser completa­
mente diferente de la forma en que se muestra con otra. La intimidad toca
«puntos interiores» distintos y suscita reacciones muy variadas, a menudo
para sorpresa de los mismos participantes. Parte del reto con que se en­
frenta cualquiera que tenga esta posición planetaria es el de empezar a en­
tender qué es realmente lo que quiere obtener de las relaciones sexuales.
Esto puede complicarse aún más por obra de la activación de la imagi­
nación neptuniana en temas como la sexualidad, la muerte, los misterios
del ocultismo o las devociones místicas, que pueden añadir a la intimidad
sexual la profundidad de las corrientes subterráneas. Una búsqueda de ex­
periencias cumbre y de una intensidad total (si se la permite) puede condu­
cirlo al descontento, en la medida en que crea que siempre hay la probabili­
dad de experiencias más fuertes, y que lo único que le falta es encontrar
la pareja adecuada. Esto puede llevarlo a la promiscuidad sexual o al im­
pulso de sacrificarse y darse sexualmente sin restricción alguna, que ade­
más puede fundirse con la necesidad de liberarse de sí mismo en el momen­
to del éxtasis, y al hacerlo, olvidar las limitaciones terrenales de la vida diaria.
La sexualidad humana es un tema complejo, que refleja una gran di­
versidad de pautas psicológicas posibles; allí donde está en juego Neptuno,
es virtualmente imposible predecir con exactitud de qué manera se mani­
festará; las pautas también pueden transformarse con el tiempo, y el domi­
nio puede pasar de una a otra de ellas, según qué sea lo que suscita una
pareja sexual determinada. Tanto pueden persistir en usted los deseos de
ser poseído y de dejarse absorber en el abandono de sí mismo, como puede
prevalecer el anhelo de poseer y controlar a la otra persona. Sentirse supe­
rado por una «fuerza mayor» y por el predominio de una dimensión místi­
ca puede ser la fascinación que está en juego si se percibe a lo sexual como
una búsqueda de la unión mística, como sucede en las tradiciones tántricas
o en ciertos aspectos de las leyendas occidentales del Grial y de los Miste­
rios Artúricos. Otro extremo podría ser la renuncia consciente a la activi-

184
dad sexual, como en las actitudes del celibato monástico: la intimidad sexual
personal se sacrifica a un ideal, con miras a la recompensa de purificación y
redención que será alcanzada bajo la forma de una transformación mística.
Por cierto que algún nivel de entendimiento y de integración de Neptuno en
esta casa es esencial para el bienestar personal y para la salud psicológica.
Es probable que le interese el ocultismo, y que posea una naturaleza
poderosamente psíquica que le permita recibir información de un guía in­
terior. Tal vez esté psíquicamente muy abierto y ello le cause ciertos pro­
blemas de absorción de energías e impresiones provenientes de su entorno,
pero tiene la posibilidad de defenderse mediante acciones psíquicas protec­
toras. Puede darse el caso de una pérdida de límites a medida que su con­
ciencia individual se vaya fundiendo con la universal, especialmente si está
siguiendo una senda de evolución consciente a través de la meditación y
la experimentación con lo oculto. Por lo menos, se volverán frecuentes los
atisbos de algo que es distinto del mundo material y que lo trasciende, aun­
que quizás tenga que estar en guardia contra los hechizos y espejismos del
ocultismo que puedan introducirlo en un mundo de sueños, arrastrándolo
a una exageración del yo. En estas búsquedas interiores un buen discerni­
miento es vital, como lo son también el sentido del humor y la falta de os­
tentación y de tendencias al autoengrandecimiento.
La muerte puede ejercer sobre usted una fascinación peculiar, lo mis­
mo que los ámbitos más vedados de la vida, y puede tener también tenden­
cias autodestructivas, que suelen ser comunes en los extraños mundos inte­
riores de los místicos y los ocultistas, como parte del impulso a la trascen­
dencia que los lleva a vivir intensamente, precipitándose a experimentar «el
equivalente vivencia! de tantas vidas como sea posible alcanzar en una so­
la». La atracción de lo prohibido puede resumirse diciendo que «si alguien
me dice que no debo mirar algo, yo seré el primero en hacerlo, y no cejaré
en mi empeño mientras no haya saciado mi sed de lo prohibido».
El dinero y los legados también pueden verse reflejados en esta posi­
ción natal de Neptuno, y con ella pueden ir asociados problemas, defor­
maciones y engaños o simplemente una incapacidad para clarificar los pro­
pios valores personales en lo que respecta al dinero y al nivel material de
la existencia. Es probable que se requiera más claridad, y habrá de tener
cuidado de mantener las buenas relaciones familiares si las herencias se con­
vierten en motivo de disputas.

Neptuno en la casa IX
En esta posición, Neptuno actúa en el nivel mental, y en especial en los do­
minios de la filosofía, la religión, la moral, la ética y las enseñanzas espiri-

185
tuales. Si usted tiene a este planeta en la casa IX, otorga mucha importan­
cia a los sistemas de creencias, y necesita sentirse seguro de aquel que ha
adoptado como línea indicadora en su vida; también puede ser que todavía
esté buscando alguno que, en su sentir, dé respuestas satisfactorias a esos
interrogantes que lo queman por dentro.
Es probable que sienta la necesidad de confiar en alguna forma de ense­
ñanza externa, y esto puede llevarlo a conectar con determinados grupos
religiosos o con cultos místicos encabezados por maestros y gurus. Como
es usted de mentalidad muy abierta e impresionable, y está influido por la
imaginación neptuniana, la claridad con que podría ver a estos grupos qui­
zá se dé empañada por el deseo de ser redimido, de alcanzar la salvación
asumiendo una estructura de creencias que le promete respuestas univer­
sales.
Esto puede dar como resultado una forma negativa de entrega, en la
cual sus fantasías, sus deseos y el consiguiente oscurecimiento de su juicio
lo animen a someterse a una autoridad externa o a avenirse a un sistema
de creencias impuesto, creando así una situación en la cual usted, desde
el momento que ya le han dado todas las respuestas, se siente absuelto de
la necesidad de pensar por sí mismo. Esto equivale a abdicar de toda autén­
tica responsabilidad, y ningún maestro digno de ese nombre debe exigir una
adhesión absoluta a sus enseñanzas, ni condenar a nadie que esté en desa­
cuerdo con él u opte por renunciar a la condición de miembro de una auto­
denominada élite. Los peligros implícitos en semejante camino abarcan la
exageración de lo espiritual, el autoengaño, la imitación del guru y una creen­
cia obsesiva en la «corrección» de las propias opiniones y la propia concep­
ción del mundo.
Neptuno puede conducirle al interior de un campo filosófico minado
como consecuencia de su confusión y su desorientación, sacando partido
de su necesidad de algún tipo de búsqueda espiritual orientada hacia un
conocimiento unificador superior. La intención subyacente puede ser con­
frontarlo con la desilusión en esa búsqueda externa de respuestas, obligán­
dolo así a volverse hacia adentro y a descubrir que lo que realmente está
buscando se halla oculto dentro de su propia naturaleza.
Los tipos de filosofía, religión o estructura de creencias más atractivos pa­
ra usted serán en general los que incluyan los temas del sacrificio, la reden­
ción, la purificación, el martirio y la trascendencia de sí mismo: los temas de
Neptuno. Mientras recorra esta senda necesitará expresar de forma incisiva
su capacidad de discernimiento, ya que es probable que inconscientemente
refleje en sus elecciones estas pautas neptunianas. Distinguir lo verdadero de
lo falso puede ser sumamente difícil, y sus tendencias naturales no integradas
pugnarán por atraerlo hacia lo misterioso y lo hechicero, pero -tal como
usted debería reconocer- no todo lo que brilla es el oro del alquimista.

186
Sus aspiraciones espirituales serán poderosas, y es probable que usted
tenga acendradas emociones de orientación mística que anhelan alcanzar
un estado existencial omnímodo, unitivo y trascendente. Por razones simi­
lares pueden atraerle las drogas psicodélicas como medio de apertura hacia
realidades alternativas, pero allí donde está en juego Neptuno es preciso
tener cuidado, y es una imprudencia mezclar este tipo de recursos con las
técnicas de la evolución espiritual. La meditación, la contemplación, el yoga
y el desarrollo de las facultades psíquicas se cuentan entre los caminos que
probablemente le interesen, como también aquellos sistemas ocultos de ca­
rácter más intelectual, como la Cábala y los Siete Rayos, que ofrecen un
campo considerable para la fascinación mental. En la medida en que usted
tiene tendencia a la ensoñación y a la fantasía, un giro hacia adentro puede
hacerlo más receptivo a su intuición y su guía interior, y en algunos casos
esto puede llevarlo a convertirse en un canal por cuya mediación se trans­
mitan al mundo inspiradas enseñanzas. Esta clase de enseñanzas abundan
en la actualidad, y se dan además sumamente mezcladas en cuanto a su ca­
lidad, lo cual refleja la naturaleza mediúmnica y mediadora de Neptuno,
que ofrece tanto visiones elevadas y espirituales como espejismos de orden
inferior y de naturaleza astral, que se le presentan sin distinción alguna a
un público ávido.
Su reto personal consiste en parte en desenmarañar su propio sendero,
confiando en que su visión interior y su entendimiento se lo iluminen, y
en ser capaz no sólo de esclarecer su propia dirección, sino de explotar las
potencialidades mentales que hay latentes en usted. Expresar su creativi­
dad mediante alguna actividad artística podría serle útil, especialmente si
intenta reflejar la visión y los valores espirituales en la vida cotidiana. La
verdadera senda espiritual no pasa jamás por escapar de la vida, por más
tentado que pueda sentirse de hacerlo recurriendo a viajes y peregrinacio­
nes, y sometiéndose a una autoridad temporal superior tal como puede ser
la figura de un guru. Neptuno en esta casa puede elevarlo hasta los vuelos
supremos de la conciencia, o encarcelarlo en los estrechos ámbitos de un
delirio que usted mismo ha elegido; estas dos posibilidades sólo están sepa­
radas por una línea muy tenue, pero hay un objetivo que es muy importan­
te no perder de vista, y es la seguridad de mantener ambos pies firmemente
plantados en el suelo.

Neptuno en la casa X
Entre los temas indicados por esta casa se cuentan la posición y la influen­
cia sociales, la profesión y el liderazgo. La forma en que opere Neptuno
en este emplazamiento puede variar mucho de una persona a otra y es pro-

187
bable que venga muy condicionada por la naturaleza de los aspectos plane­
tarios en que participe este planeta.
Los aspectos negativos indican una carencia de logros, reconocimiento
y poder social que puede deberse a su incapacidad de poner en claro la di­
rección que ha de tomar y de superar la confusión y el carácter indeciso
de Neptuno, y al probable hecho de que su ambiente laboral le resulte insa­
tisfactorio. Ya sea por una falta de definición de sus ambiciones o de per­
sistencia en la persecución de sus objetivos, o por la incapacidad de expre­
sar sus talentos o intereses, su carrera puede verse frustrada. Quizá le falte
sentido práctico, o sea simplemente inconstante y poco digno de confian­
za, en la medida en que cambia con las fluctuaciones de las mareas interio­
res neptunianas; el hecho es que no es coherente en el trabajo, ni siquiera
en sus relaciones con sus colegas. Los intentos de manipulación o de enga­
ño pueden perjudicarlo; quizá esté tan evidentemente centrado en sí mis­
mo que eso lo prive de posibles oportunidades, o puede cometer incorrec­
ciones y verse comprometido en escándalos que lo desmerezcan.
Los aspectos positivos indican una carrera al servicio de la comunidad,
en la que usted llegue a hacerse respetar y apreciar por sus esfuerzos y su
contribución a la sociedad, expresando la conciencia social neptuniana que
va en pos de una visión ideal utópica. Es probable que se consagre a una
causa, a algún tipo de movimiento social idealista, y que le dedique mucho
tiempo, lo cual puede desempeñar la función de un sacrificio a un ideal ins­
pirador: usted se ofrece como canal para ese «algo» más grande que está
más allá de su condición de ser aparte. De esta manera puede convertirse
en portavoz de una percepción visionaria, de contenido espiritual, ecológi­
co, humanista y altruista. Algunas personas expresan tales preocupaciones
mediante creaciones artísticas, musicales o literarias que les permiten co­
municarse con los demás sirviendo como canales de la inspiración. La lu­
cha puede residir en encontrar la forma adecuada que armonice el mensaje
con la necesidad de ganarse la vida, y este descubrimiento puede llevarlo
a iniciar un camino de transformación.
Tener poder e influencia en la sociedad puede representar un desafío,
y es probable que necesite entender lo que ello significa para estar seguro
de que no abusará del poder que pueda alcanzar. Recuerde que la influen­
cia de Neptuno puede provocar falsas percepciones, y mantenga siempre
lista la espada del discernimiento.
Esta posición puede indicar también una resonancia interior con la fi­
gura de la Madre, ya sea la propia o la arquetípica. Con ella se asocian los
temas neptunianos típicos del sacrificio, la víctima y el mártir, y es posible
que su madre tuviera que renunciar a muchos de sus deseos personales pa­
ra poder llevar adelante a su familia. Son muchos los adultos que no tienen
conciencia de los sacrificios y las exigencias que impone la condición de

188
padres hasta que no llegan a serlo ellos; entonces comienzan a darse cuen­
ta, y de ello nace una mayor comprensión y un mayor reconocimiento de
sus propios padres. Es probable que tenga que hacer cierto reajuste en su
imagen y su ideal de la madre, especialmente para tomar conciencia de su
propio instinto de nutrir y proteger, y para armonizar mejor sus emocio­
nes. Esto puede ser el reflejo de una necesidad de dar a luz (ser madre) un
yo nuevo que pueda nacer de usted, que esté íntimamente relacionado con
el bienestar de una sociedad más amplia y tolerante, y conectado con el im­
pulso de la Era de Acuario que en este momento está emergiendo.

Neptuno en la casa XI
Si usted tiene este emplazamiento en su carta, las amistades, la asociación
con grupos y las ambiciones sociales idealistas son muy importantes en su
vida, y es probable que el espíritu neptuniano de compasión humanitaria
ejerza una gran influencia en su actividad social.
Neptuno lo estimulará a formarse elevados ideales sociales de naturale­
za utópica; sus sueños sólo ponen en juego aquello que es hermoso, bueno
y verdadero. Es probable que haya en usted una empatía con la vida en
la Tierra, y que esté preocupado por su bienestar y su continuidad; esto
puede llevarlo a unirse con grupos que también se interesen por la propa­
gación de este tipo de visiones idealistas.
Para usted es importante sentirse comprometido con tales empresas so­
ciales, que son una expresión de su sentimiento de conexión con los demás
y con la naturaleza. A partir de esta proyección altruista de su corazón,
usted intenta cultivar el concepto de fraternidad, que tanta importancia ad­
quiere en esta casa, y que está conectado con el impulso acuariano que en
estos momentos está emergiendo, aunque también puede ser que disfrace
su compasión ocultándola tras una forma de expresión de tipo intelectual
o abstracto, a través de la cual, sin embargo, conseguirá manifestar su in­
dignación moral ante la estupidez del hombre y su pensamiento separati­
vo. Esto indica una receptividad para la naturaleza espiritual interior que,
si la va fortaleciendo, lo llevará hacia un estilo de vida que tienda a tener
influencia social, sirviendo de transmisor de los valores y la visión espiri­
tuales. Además, esta sensibilidad a las necesidades neptunianas atraerá ha­
cia usted a un tipo muy determinado de amigos, sobre la base de la afini­
dad con una visión idealista del mundo. Tal vez se relacione con grupos
místicos u ocultistas, especialmente para obtener una formación adicional
en técnicas de transformación específicas.
Si la expresión de Neptuno tiende más bien a ser artística, es probable
que usted opte por trabajar en esta línea y escoja el arte, la música o la lite-

189
ratura corno medios de comunicación que le permitan expresar su preocu­
pación social. El terna de la curación puede cobrar importancia, quizá por
mediación de técnicas dirigidas a la totalidad de la persona, corno las que
se dan en la actualidad en las terapias alternativas y complementarias, o
de un concepto unificador que sintetice su actividad social: la curación con­
junta del individuo y de la sociedad.
Si los aspectos planetarios que forma Neptuno en su carta son difíciles,
es probable que, por más que estos ternas estén presentes, usted falsee al­
gunas cosas. Quizá sus ideales no sean prácticos, o sean demasiado utópi­
cos para tener probabilidad alguna de manifestarse en el presente. Para la
humanidad, los ideales actúan corno un acicate que empuja a la evolución,
y con frecuencia son algo que sirve para inspirarle el deseo de progresar
en determinadas direcciones, imponiéndose a la mentalidad colectiva o bien
ensombreciéndola. Lamentablemente, el obstáculo que se opone a su lo­
gro es la humanidad misma, que o bien rehúsa cambiar, o bien sólo lo hace
de manera lenta y laboriosa, corno resultado de consecuencias que en prin­
cipio se tiende a evitar. Tal vez usted necesite luchar con el problema de
las buenas intenciones y el fracaso cuando se trata de convertir en realidad
sus dorados sueños románticos. Precisará de más claridad y más esfuerzo
para lograr realmente algo, porque de otra manera, esos sueños imposibles
no harán más que desintegrarse en el aire corno quimeras totalmente insus­
tanciales.
No menos problemático puede resultarle elegir una dirección; le será
difícil determinar hacia dónde quiere ir, y si bien puede tener una excelente
perspectiva visionaria, es probable que necesite de alguien más terrenal y
pragmático para hacerle renunciar a esos vuelos de la fantasía y guiarlo,
paso a paso, hacia la realización de sus sueños.
Tal vez los grupos lo atraigan solamente por razones íntimas de sacrifi­
cio y corno un modo de escapar hacia el lugar donde las pautas interiores
neptunianas buscan alguna forma de liberarse, y donde usted cree que por
medio de tales asociaciones puede, o bien perderse a sí mismo, o bien en­
contrar un significado y un propósito en la vida. Quizá lo mejor para usted
sea guardarse de buscar un grupo que le prometa la salvación y la reden­
ción, porque si realmente es eso lo que necesita, puede ser vulnerable a la
influencia psicológica de un grupo de esta clase. El poder de las religiones
del mundo se apoya en esta necesidad humana, aunque por la «salvación
redentora» hay que pagar siempre un precio, que generalmente implica sen­
timientos ocultos de culpa y una disminución de la libertad de pensamien­
to. Es comprensible la necesidad de tener respuestas para las cuestiones vi­
tales, pero el mero hecho de colmar un vacío doloroso con la estructura
de creencias de un grupo, aunque pueda aplacar y actuar corno una pana­
cea, rara vez transforma al individuo hasta el punto de llevarlo a descubrir

190
su propia luz. Muchos grupos de la Nueva Era siguen perpetuando las vie­
jas pautas de la necesidad humana de hallar respuestas, persuadiendo a la
gente de que entre en una dependencia psicológica y absorba, sin cuestio­
narlas, las más diversas «enseñanzas espirituales». Generalmente, un cri­
terio de flexibilidad en la visión del mundo es más saludable, y más libera­
dor para una mentalidad inquisitiva y abierta.
Aparte de toda relación con este tipo de grupos, las amistades también
pueden verse desvirtuadas si Neptuno forma aspectos difíciles. Un buen
discernimiento le será muy necesario, porque usted es enormemente sus­
ceptible a influencias poderosas, y la elección de amigos inadecuados puede
arrastrarlo en direcciones equivocadas o llevarlo a callejones sin salida. Cuí­
dese de los posibles engaños, y procure no dejarse atraer por ningún tipo
de comportamiento adictivo.

Neptuno en la casa XII


Se considera que la casa XII es la casa de Neptuno, de modo que en ella
este planeta muestra tanto sus características negativas como las positivas.
Aquí la influencia del inconsciente es especialmente fuerte, y los efectos
de esto dependen del resto de la carta y de los aspectos en los que interviene
Neptuno.
En el caso de individuos relativamente poco integrados, o que de hecho
no siguen ninguna senda espiritual eficaz, Neptuno puede generar una con­
siderable intranquilidad desde este emplazamiento. Existe la posibilidad de
que surjan corrientes subterráneas inquietantes, miedos irracionales, fo­
bias, compulsiones y obsesiones. La imaginación es muy activa, y la natu­
raleza sensitivo-emocional, sumamente estimulada, es propensa a dejarse
impresionar por los cambios del estado de ánimo. Es probable que los re­
cuerdos del pasado sigan cargados de energía bloqueada o que contengan
«asuntos sin terminar» que afectan al presente; suele prevalecer una visión
del propio yo y de la vida generalmente negativa, insegura e inestable. La
confusión y la vaguedad pueden afectar a la toma de decisiones, y la pasivi­
dad, unida a sentimientos de impotencia y falta de control, restringe toda
experiencia plena de la vida.
Si usted tiene a Neptuno en la casa XII, es probable que sienta que
su identidad personal ha sido erosionada y disuelta desde adentro, y que
no tiene ningún centro interior firme en el que pueda confiar; esto dis­
minuye su capacidad para aplicar, con constancia, la voluntad al logro
de cualquier objetivo. Quizá trate de eludir sus responsabilidades y de
retraerse de la vida, y es probable que, gradualmente, intrusiones del in­
consciente se vayan yuxtaponiendo a la realidad externa, lo cual puede

191
crearle confusión en la interpretación de la realidad, a medida que la
recepción de «mensajes» se vaya haciendo cada vez más conflictiva. Esto
se ve reforzado por su sensibilidad psíquica, activada por Neptuno, por
obra de la cual tiene sensaciones intangibles que registra como coexisten­
tes dentro de la realidad humana.
Aunque es probable que sea sumamente sensible al impacto de su en­
torno y de las personas que lo rodean, y prefiera llevar un estilo de vida
bello y armonioso, también desea escapar de todo ello y refugiarse en sus
mundos interiores privados que intenta llenar con imágenes de seguridad,
estabilidad y protección. Como sabe que el mundo no sólo no le brindará
jamás la realización de su visión utópica, sino que no le permitirá ni siquie­
ra acercarse a ella, para usted el hecho de refugiarse en sus fantasías y en­
soñaciones es como una forma de recompensa. Es probable que se com­
plazca en imaginar vidas pasadas, especialmente si está familiarizado con
la teoría de la reencarnación, y también puede dejarse fascinar por sus ca­
vilaciones sobre el funcionamiento del karma, intentando descubrir qué es
lo que lo ha llevado hasta este presente, y procurando no cometer acciones
imprudentes que puedan generar más karma negativo. Y ésta puede ser pa­
ra usted otra forma de inhibir su experiencia de la vida.
Una integración más positiva de Neptuno en el psiquismo, a la cual con­
tribuyen los aspectos favorables, pone de manifiesto la dimensión positiva
de esta esfera, en donde pueden lograrse formas diversas de canalizar la
sabiduría y la percepción interior ocultas. La sensibilidad psíquica es tan
capaz de destruir una vida como de enriquecerla; mucho depende de cómo
reaccione el individuo ante su influencia, y también del grado de equilibrio
y de integración que pueda alcanzar. Tener acceso intuitivo al caudal inte­
rior del conocimiento es algo que se está popularizando otra vez, y que a
menudo puede ser sumamente inspirador, por más que se ha de tener gran
cuidado al abrir los canales interiores, porque la energía y las experiencias
que al hacerlo pueden desencadenarse son enormemente poderosas en su
capacidad de transformación, y son muchos los nativos que terminan por
convertirse en víctimas de su propio inconsciente reprimido, que -del mis­
mo modo que las aguas que con su presión destruyen un dique- inunda
la personalidad, disolviendo las barreras protectoras.
Es probable que este emplazamiento de Neptuno indique una atracción
hacia una vida mística y religiosa, posiblemente un impulso de tipo monás­
tico, para el cual la idea de retirarse del mundo o de mantener un aisla­
miento relativo es sumamente seductora. Un retiro periódico puede ser be­
neficioso en estos casos, especialmente cuando se lo hace como forma de
limpieza interior y cuando va dirigido a potenciar la propia personalidad.
La compasión será una tendencia motivadora, y algunos de los nativos que
tienen a Neptuno en esta posición se dedican a una vida de servicio y aten-

192
6

Los tránsitos de Neptuno por


las casas y los signos

El tiempo que se toma Neptuno para hacer un tránsito completo por los
signos y las casas es de 167 años y cinco meses y medio; su ciclo de tránsito
es el segundo más largo después del de Plutón. Neptuno necesita casi ca­
torce años para transitar por cada signo, de modo que el análisis de su po­
sición por signo viene más al caso y es más identificable cuando se lo aplica
a la influencia de Neptuno en la sociedad y las generaciones más bien que
en el individuo. Año tras año, Neptuno tiene siete meses de movimiento
directo, seguidos por cinco de movimiento retrógrado.
La mayoría de las personas sólo experimentan, en el mejor de los casos,
la mitad del ciclo completo de Neptuno -que de todas maneras abarca
ochenta y cuatro años-, por lo que los efectos de este planeta por tránsito
se limitan a las seis casas que siguen a la de la posición natal.
De la posición natal de Neptuno en relación con la de los demás plane­
tas dependen en buena parte los aspectos por tránsito que pueda formar
en el futuro. Es probable que se produzca una conjunción con cada uno
de los planetas emplazados en esas seis casas, y de la misma manera, una
oposición con cada uno de los planetas emplazados en las otras seis casas.
Las cuadraturas, los trígonos y los sextiles se producirán probablemente
una o dos veces con cada planeta, dependiendo de las posiciones natales.
Cualquier aspecto planetario que se produzca coincidiendo con un cam­
bio de movimiento del planeta que está en tránsito, se repite habitualmente
tres o cinco veces durante cierto período: Neptuno puede formar un aspec­
to con un mismo planeta tres veces en un año o cinco veces en dos años.
Estos aspectos tienen una influencia que es efectiva desde el momento del
contacto inicial hasta el final del último aspecto repetido, de modo que se
los ha de considerar cuidadosamente en relación con su probable impacto
sobre el individuo. Cuando Neptuno transita a su velocidad máxima de mo­
vimiento, cada uno de los aspectos que forma tiene un período de influen­
cia de dos meses (durante el primero el aspecto es aplicativo y durante el

195
segundo separativo). Cuando se dispone a cambiar de movimiento se redu­
ce su velocidad, y el período de influencia del aspecto se alarga a cuatro
meses aproximadamente. Neptuno en tránsito en movimiento directo ejer­
ce una mayor influencia sobre el planeta con el que aspecta si éste es natal­
mente directo. Neptuno en tránsito en movimiento retrógrado ejerce una
mayor influencia sobre el planeta con el que aspecta si éste es natalmente
retrógrado.
En el ciclo vital individual, las fases importantes relacionadas con los
tránsitos de Neptuno son: los 28 años, cuando Neptuno en tránsito forma
un sextil con su emplazamiento natal; los 44, cuando Neptuno en tránsito
forma una cuadratura con su posición natal; los 56, cuando Neptuno en
tránsito forma un trígono con su emplazamiento natal, y los 84, cuando
Neptuno en tránsito forma una oposición con su posición natal. A los 14
años, una edad relacionada con la pubertad y el comienzo de la adolescen­
cia, forma un semisextil.

El influjo de Neptuno en tránsito sobre un individuo a su paso por las ca­


sas o al formar aspectos planetarios puede ser muy variable, y con frecuen­
cia depende de la medida en que la persona sintonice con las dimensiones
más sutiles de la vida, y de la rigidez de su estructura de personalidad. In­
cluso las respuestas personales a los aspectos por tránsito y la forma en que
su influencia se registra en la conciencia varían considerablemente. Hay per­
sonas muy receptivas a las corrientes de su propia vida interior que pueden
registrar un aspecto que se va formando lentamente mientras todavía está
a varios grados de distancia de ser exacto, quizá mientras le falta aún un
año para serlo; otras, cuyas preocupaciones son de orientación más mate­
rialista, sólo podrán empezar a registrar una creciente inquietud cuando
falten un par de grados para que se dé el aspecto exacto, es decir, dos meses
antes. Con frecuencia esta sensibilidad-o la falta de ella- puede apoyar­
se también en afinidades individuales con determinados planetas, aquellos
que desempeñan un papel más importante en su carta natal y en su vida.
Para quienes están entregados a búsquedas espirituales, cualquier aspecto
que forme Neptuno con uno de los demás planetas transpersonales podría
resultar importante y poderoso. Cualquier tránsito planetario sobre el Nep­
tuno natal suele ser importante para los que están en la senda espiritual,
ya que Neptuno puede representar un estado de quietud pasiva que necesi­
ta ser movilizado por otro estímulo planetario.
Los intentos de consignar con precisión las influencias de Neptuno por
tránsito pueden plantear dificultades. Evidentemente, es posible determi­
nar el momento y las fases de los aspectos que irá formando, las casas por
las que transitará y cuándo cruzará los ángulos de la carta; podemos deter-

196
minar todo esto y señalar sus probables efectos sobre la personalidad, pero
la mayoría de las influencias neptunianas son más sutiles, más profundas
y más amplias de lo que generalmente reconocemos. Similar a Plutón, Nep­
tuno se mueve con tanta lentitud que definir un efecto neptuniano puede
ser realmente problemático, ya que a veces resulta afectado un largo perío­
do de la vida.
¿Cómo son las crisis que propicia Neptuno y de qué manera es proba­
ble que nos afecten?
A diferencia del impacto de Urano, con su tendencia a irrumpir preci­
pitadamente, provocando con frecuencia un efecto sorprendente, especta­
cular y traumático, que lo pone todo patas arriba y deja al individuo como
bajo el impacto de una granada, girando como un trompo en el intento de
asimilar qué es lo que acaba de golpearlo, Neptuno entra con el más sutil
de los disfraces, introduciéndose lentamente en la conciencia gracias a su
naturaleza acuosa que le permite infiltrarse a través de las fisuras que le
ofrece la superficie de la mente. Los cambios que aporta Neptuno son len­
tos y completos; con frecuencia van asociados con el sentimiento de que
«está pasando algo», con cierta perplejidad y cierto asombro, con sombras
en la mente que eluden cualquier intento de aferrarlas, con jirones de nie­
blas fugitivas que desaparecen tan pronto como se les quiere prestar aten­
ción. Neptuno prepara a la persona para un renacimiento plutónico, me­
diante un lento proceso de disolución de las pautas familiares de la perso­
nalidad y de su expresión, reemplazándolas al comienzo por un guión para
nada familiar, tanto en lo que se refiere a sentimientos y relaciones perso­
nales como a cualquier estructura vital establecida. Es desconcertante sen­
tir que lo que una vez fue el terreno familiar y sólido del yo y de la vida
se disuelve desde adentro, especialmente porque puede ser imposible dis­
cernir con exactitud qué es lo que ha desencadenado el proceso, y además,
porque superficialmente puede parecer que la vida sigue siendo lo mismo
que antes. Es algo así como un derrumbe interior sin proporción alguna
con ninguna influencia externa, e invariablemente estará conectado con el
nivel de las emociones, los sentimientos y los valores que con frecuencia
se usan para definir las fronteras de la propia identidad.
Lo que tiende a cambiar es la forma de percibir y de relacionarse con
una situación externa o con otra persona, y una vez que se inicia el proce­
so, es poco lo que se puede hacer para oponerse a sus inevitables efectos.
Hay quienes tienden a proyectar hacia afuera la causa de su crisis interna
y a ver en otro el responsable de lo que ellos mismos sienten; se trata con
frecuencia de individuos centrados en el exterior, una tendencia indicada
quizá por determinados aspectos planetarios natales, la acentuación de de­
terminadas casas, etcétera. Algunas personas, de naturaleza introvertida,
ocultan profundamente dentro de sí estos cambios, quizá retrayéndose to-

197
davía más por causa de su incertidumbre y su vulnerabilidad. Por cierto
que cualquier cosa que Neptuno toque -planetas o casas- se vitaliza, sen­
sibiliza y abre, y ese disolvente universal disuelve todas las pautas inhibi­
doras que puedan estar fijando nuestro comportamiento, nuestro pensa­
miento, nuestras actitudes y nuestro estilo de vida. En los que están mejor
sintonizados con las esferas transpersonales de la vida, lo que se acentúa
es la percepción interior de los dominios de lo intangible; por más que esto
sea el objetivo de muchos de los que intentan descubrir el camino de la es­
piritualidad, puede resultar una experiencia desconcertante aventurarse en
una fase de modificación de la percepción en vez de limitarse a imaginar
y a soñar cómo «debe de ser» aquello. Aprender a funcionar a partir de
una conciencia transformada puede ser, en una etapa temprana, una expe­
riencia sumamente delicada y vulnerable mientras el tiempo y la familiari­
dad con una vivencia de esta clase no hayan realizado sus ajustes.
Ver cómo toda una esfera de la vida cambia y se abre ante nosotros pa­
ra recibir un nuevo impulso de un tránsito de Neptuno puede ser algo tan
fascinante como aterrador. El ámbito de la vida que representa cada una
de las casas suele seguir una pauta bastante bien establecida en las personas
adultas, y los cambios estimulados por Neptuno en uno de estos dominios
pueden ser tanto rechazados como aceptados. Inicialmente, lo que señala
la necesidad de cambio son sentimientos de descontento, confusión e in­
certidumbre, unidos a deseos de escapar de todo aquello que, en nuestro
sentir, nos oprime o es fuente de dolor en nuestra vida. La claridad mental
suele ser la primera baja causada por la influencia de Neptuno, y la irracio­
nalidad es la respuesta de la mente ante la confusión y el conflicto entre
las distintas señales que recibe de una sensibilidad y una emotividad per­
turbadas. Quienes han sido personalidades represivas y rígidamente auto­
controladoras pueden desmoronarse psicológicamente en pedazos cuando
la imaginación y la mente empiezan a escaparse de su control para girar
en órbitas nuevas, haciendo gala de inconsciencia y de falta de atención
y eficiencia práctica. Todos estos suelen ser indicios de que Neptuno en trán­
sito está en aspecto con Mercurio, Marte o Saturno en la carta natal. Si
el aspecto es con el Mercurio natal, los viejos diseños mentales empiezan
a desintegrarse, la mente se abre a experiencias nuevas y a nuevas formas
de percepción o de interpretación, y se pierde totalmente la confianza en
lo que antes era una base de sustentación. Si es con el Venus natal, la in­
fluencia de Neptuno en tránsito puede centrarse en la esfera de las asociacio­
nes y de las relaciones amorosas, disolviendo los espejismos existentes, y
revelando la auténtica realidad de la pareja o el punto donde se da la oportu­
nidad de cultivar una percepción más profunda y más realista del amor. Los
aspectos en que interviene el Sol natal son más poderosos, especialmente
en la esfera de la identidad personal, que puede volverse extremadamente

198
frágil en algunas personas o verse exaltada en otras. La naturaleza del pla­
neta con que Neptuno forme aspecto por tránsito evocará las tendencias
apropiadas, y las purificará y pulirá de manera que el nativo pueda disfru­
tar de más sensibilidad, disolviendo las formas antiguas.
Para la mayoría de las personas, de los aspectos que forma Neptuno,
los más difíciles de manejar -o los más poderosos por su influencia- son
la conjunción, la cuadratura y la oposición, especialmente cuando el as­
pecto se forma con cualquiera de los planetas personales o con el Ascen­
dente. La influencia más fuerte de un aspecto se produce cuando es aplica­
tivo, es decir, cuando el planeta se está acercando al punto en que se for­
mará el aspecto exacto: es el momento de la confrontación inicial con lo
nuevo; cuando el aspecto es separativo, es decir, cuando el planeta se apar­
ta del aspecto exacto, lo que se requiere es la asimilación.
De modo similar a lo que sucede con los tránsitos de los otros dos pla­
netas transpersonales, Urano y Plutón, lo que primero experimentan de Nep­
tuno la mayoría de los individuos suelen ser sus efectos más espectacula­
res. Es probable que esto sea inevitable, y que se deba al hecho de que la
mayor parte de la gente establece una persona (en el sentido junguiano) y
un estilo de vida bastante rígidos, basados en actitudes, valores, creencias
y deseos personales. El dolor y la confusión que pueden resultar de los mo­
vimientos interiores de Neptuno son los síntomas de que el nativo se está
resistiendo a los cambios necesarios, y de que se niega a liberarse de pautas
de comportamiento que ya le van pequeñas y no le sirven. Entre los efectos
más comunes de un Neptuno activado se cuentan las sensaciones de estar
«fuera de lugar» y no tener un centro interior.
Hay quienes responden a la influencia neptuniana sumergiéndose en
«sueños y fantasías»; como compensación de las frustraciones y las expec­
tativas no cumplidas en la vida diaria convierten sus deseos en fantasmas,
y prefieren quedarse con esos sueños a correr el riesgo de llegar a vivirlos
en la vida real. En algunos casos, esto puede ser un beneficio desde el pun­
to de vista personal y social, y sin embargo existe siempre el peligro de que
esos sueños no realizados se conviertan en obsesiones, tanto a escala indi­
vidual como colectiva. Es muy tenue la diferencia que hay entre reconocer
que se trata de fantasías personales compensatorias y no poder establecer
un límite capaz de impedir que degeneren en hechizos y espejismos restric­
tivos, autoengaño, confusiones y estados de adicción debidos a la pérdida
de discernimiento y de toda capacidad de enfrentarse verdaderamente con
la auténtica realidad. Lo que entonces tiende a producirse son escisiones
de la personalidad, en las que los aspectos de la vida que al nativo se le ha­
cen inaceptables son hasta tal punto rechazados y eclipsados por las fanta­
sías, que se produce una inevitable deformación, en virtud de la cual las
fantasías pueden volverse excesivamente dominantes, intensificarse hasta

199
ser vividas como realidades y producir poco a poco una degeneración de
la personalidad.
Una reacción negativa a la influencia de Neptuno siempre tiene un efecto
de exclusión: se niega y se rechaza algún aspecto de la propia personalidad
o de la vida, y el yo se resiste al impulso de vivir de acuerdo con los valores,
más universales y solidarios, simbolizados por Neptuno; una respuesta po­
sitiva a este planeta moviliza la tendencia a la aceptación universal. Para
que Neptuno sea positivo en el individuo, es necesario que éste sienta y sea
consciente del hecho de que participa en un todo mayor, de modo que la
tendencia a la inclusión y la aceptación lleve a una mayor identificación
con la vida. Algunas personas expanden así su sentimiento de compasión
y de identificación con el innecesario sufrimiento ajeno, tanto en su país
como internacionalmente. En la evolución humana, éste ha sido el progre­
so más notable desde el descubrimiento de Neptuno, en 1846. Sobre la base
de este sentimiento de aceptación, Neptuno intensifica la necesidad de ha­
llar formas de acción colectiva y de establecer una conciencia de grupo pa­
ra la cual las necesidades de la totalidad estén en primerísimo plano.
A Neptuno se lo ha llamado el «planeta de la obligación social», y es
un importante indicador de la vivencia que tiene el individuo de lo social
y lo colectivo, y de cómo responde a ella. Generalmente, si Neptuno es un
factor dominante en una carta, la vida de este nativo está estrechamente
asociada con la vida del colectivo, quizá negativamente, como víctima o
mártir, pero también positivamente, como agente de la transformación nep­
tuniana y como canal de expresión de una visión artística o espiritual más
amplia. Todos los planetas transpersonales colaboran en una armonía in­
terior, en la que la visión intelectual e intuitiva de una vida más vasta, ca­
racterística de Urano, se complementa con la fe y el sentimiento de cone­
xión e interrelación neptunianos, a la manera de pasos preparatorios para
la transformación total del renacimiento plutoniano.
Neptuno es la principal influencia sobre la naturaleza sentimental y emo­
cional; por lo tanto, un tránsito suyo suele afectar a las respuestas senti­
mentales y los valores que motivan al nativo, de modo que cualquier orden
arcaico y restrictivo se disuelve poco a poco para que sea posible dar el pa­
so siguiente (tal como lo indica con frecuencia una visión de tipo urania­
no). Tomar conciencia del paso siguiente requiere confianza y fe en que
es realmente posible darlo, y ésta es la contribución neptuniana, que tam­
bién disuelve las limitaciones que Saturno impone a nuestra personalidad.
Mediante la inseguridad y el miedo nos vedamos con frecuencia la acepta­
ción de oportunidades y de riesgos que nos permitirían concretar algún sueño
o deseo acariciado desde hace largo tiempo. El hecho de unir armónica­
mente a Urano con Neptuno puede darnos el impulso necesario para lo­
grar la transformación. Si no concretamos ese acto de la voluntad superan-

200
do y dominando nuestros miedos e inseguridades personales, nuestra ca­
pacidad de funcionar corno individuos integrados disminuirá progresiva­
mente. Ésta es una de las consecuencias negativas de dejarse influir dema­
siado por las actitudes, las creencias y los valores colectivos y de confiar
demasiado en ellos, porque de este modo el individuo se convierte esencial­
mente en un esclavo pasivo de la conciencia colectiva y se vuelve incapaz
de pensar y de actuar por sí mismo.
La dimensión positiva de los tránsitos neptunianos es la forma en que
se nos abren nuevas oportunidades, especialmente gracias a la compren­
sión de que los dominios de lo intangible existen realmente, de que es posi­
ble pulir las actitudes y los valores existentes, y de que los intentos de con­
vertir los ideales en realidad pueden tener éxito. Con frecuencia se dan ex­
periencias que encierran «lecciones universales», de modo tal que aquello
que se logra aprender y entender es aplicable en vastos dominios de la vida,
y puede llegar a tener una profunda influencia en el futuro. Para las perso­
nas de inclinación mística o artística, los tránsitos de Neptuno pueden ser
una fuente de inspiración y de creatividad, abrirles puertas que estaban se­
lladas y revelarles ocultos tesoros que pueden utilizar de forma positiva.
Los retos con que comúnmente nos enfrentarnos corno resultado de un
tránsito de Neptuno incluyen:

1. Aprender a aceptar la disolución de las emociones y los sentimientos


que hemos superado, quizás a reemplazar nuestros antiguos valores
por criterios nuevos y más amplios, y a liberarnos de relaciones vie­
jas y atrofiadas para dejar espacio a otras nuevas.
2. Aprender a dominar las mareas de la confusión, la inseguridad y el
«sentirse fuera de sitio», siendo pacientes en espera de que lo nuevo
llegue a definirse con más claridad.
3. Aprender a tener acceso a nuestro potencial creativo innato, a mani­
festarlo exteriormente de alguna forma y a permitir que la imagina­
ción traspase de todas las maneras posibles nuestra vida. Nuestras
opciones están gravemente limitadas por la escasa medida en que nos
permitirnos imaginar alternativas, y la sociedad no destaca ni esti­
mula ese tipo de cambios. Esencialmente, se trata de buscar formas
de hacer de la vida algo más vital y más rico.
4. Aprender a vivir desde la perspectiva de un corazón comprensivo,
sintiendo que estarnos conectados con los demás y con la totalidad
de la vida y avanzando hacia una actitud de donación y de servicio,
más bien que hacia una actitud separativa.
5. Aprender a usar nuestra imaginación de manera positiva y construc­
tiva para re-crear nuestra personalidad y nuestra vida de acuerdo con
un diseño más armonioso y satisfactorio.

201
6. Aprender a no aplicar de manera torcida nuestra imaginación y a
no dilapidar nuestra energía en fantasías y hechizos que nos lleven
a refugiarnos y hallar contento en un mundo onírico privado e in­
mune al mundo real.
7. Aprender a confiar en que la luz de la aurora llegará cuando todo
parezca derrumbarse a nuestro alrededor, a medida que los espejis­
mos se hagan añicos y que veamos que nuestros valores, ideales y
creencias son inadecuados o demasiado restrictivos y que no sabe­
mos con qué reemplazarlos en ese vacío.
8. Aprender a permitir que nuestros sentimientos fluyan sin represión,
al tiempo que nos protegemos de la negatividad de ciertos aspectos
de la vida y de la vulnerabilidad que supone el hecho de ser hipersen­
sible.
9. Aprender a orientarnos en la vida por la luz de unos ideales y una
visión amplios y globales, y a cooperar con nuestro yo superior.

Éstas son las lecciones que Neptuno nos puede exigir que aprendamos,
a modo de un desafío, durante sus fases de tránsito, y son las dimensiones
positivas de la vibración neptuniana que se espera que encarnemos. Si lo
logramos, transformaremos nuestra vida.

Neptuno en tránsito por la casa I


Cuando Neptuno en tránsito atraviesa el Ascendente, se inicia un nuevo
ciclo en la influencia de este planeta sobre la vida. Es probable que éste
sea un período de perturbación interior, durante el cual empezarán a aflo­
rar sentimientos de inquietud y ansiedad, por más que a usted puede resul­
tarle difícil definir con claridad qué es exactamente lo que le está causando
estas incómodas sensaciones. Como Neptuno ha atravesado el Ascenden­
te, ha activado el signo donde éste se halla y está ahora situado en la casa
de la identidad personal consciente, usted sentirá una profunda agitación
en lo más hondo de su psiquismo. Lo que produce esta inquietud son, a
semejanza de las mareas en el mar, los cambios en las corrientes psicológi­
cas profundas. Los cimientos de su personalidad y las estructuras fijas
de sus pautas de pensamiento, que constituyen la esencia de su condición de
ser aparte, se van disolviendo lentamente. Sin saber por qué, puede sentir­
se extrañamente amenazado y es posible que esté proyectando estos senti­
mientos hacia el exterior, sobre otras personas, y viendo en ellas la causa
de su malestar.
En estos momentos puede resultarle difícil percibirse correctamente a
sí mismo y comprender sus relaciones y su vida, con claridad y realismo,

202
especialmente durante la fase de disolución que precede a la etapa siguien­
te, de reintegración. La influencia de Neptuno sobre la personalidad con­
siste en estimular la tendencia a la construcción de fantasías, por lo que
lo alentará a que se sumerja en sueños y fantasías de naturaleza escapista
o nada realista. Cuando se está en manos de una persona con buena forma­
ción psicológica, es posible usar a Neptuno de maneras sumamente positi­
vas y constructivas, pero a la mayoría de la gente su influencia tiende a pa­
recerle negativa. Los cambios que Neptuno intenta promover no sólo pa­
san inadvertidos, sino que el individuo se resiste a ellos -lo cual genera
más agitación y más perturbaciones en su vida interior- en vez de recono­
cerlos como parte del proceso cíclico de su vida y de cooperar con ellos.
Lo que aflorará con mayor claridad durante los impactos iniciales de
la irrupción de Neptuno en la casa I, es el reconocimiento de un impulso
que va evolucionando y formándose lentamente, y que le pide a usted que
descubra y experimente una nueva manera de vivir. Psicológicamente, to­
davía seguirá mirando hacia atrás a través de la lente de su personalidad
y de sus pautas de pensamiento. Pero ahora tiene que volver a orientarse
en función de ese ciclo nuevo que se ha abierto. Se le plantearán cuestiones
íntimas referentes a su propia naturaleza y a su identidad personal, y es
probable que le parezca que la confianza en su capacidad para afrontar la
vida se estuviera disipando. Su vida puede comenzar súbitamente a mos­
trar dimensiones y sutilezas cuya existencia jamás antes había ni siquiera
sospechado. Pueden aparecer un sentimiento y una sensibilidad interiores
que le causen problemas al sintonizarlo con frecuencias vibratorias asocia­
das con las capacidades psíquicas. Es probable que su antiguo mundo fa­
miliar, sólido y previsible, comience a desgastarse a medida que una dimen­
sión desconocida se asome a mirarlo y se infiltre en su realidad.
Entonces, ¿qué es esta «nueva manera de vivir» que parece ser la inten­
ción de este tránsito? Es probable que la reacción inicial ante sus sentimientos
de inquietud tienda a ser la búsqueda de algo que parezca ofrecerle alguna
estabilidad. Quizá busque este algo en sus relaciones, especialmente en un
contexto de dependencia, pero la esfera principal que se destaca es la de
los grupos sociales y sus creencias, actitudes y formas de pensar, que ofre­
cen -a su manera- un sentimiento de seguridad y de pertenencia, dos ne­
cesidades muy importantes en el estado actual de su vida interior. Formar
parte de alguna tradición social suele ser una manera más fácil de encon­
trar un arraigo en la vida, porque le ofrece «respuestas» que usted absorbe
como auténticas, para ahorrarse el esfuerzo de buscar con su propia luz,
y confiando en la actitud que sugiere que si hay millones de personas que
creen en la verdad de las mismas tradiciones o de los mismos comporta­
mientos sociales, eso es una garantía de que en ellos está la verdad. Éste
es el camino de la mayoría.

203
Como Neptuno actúa a través del canal de la mente colectiva, estos pri­
meros impactos influirán en usted induciéndolo a fijarse en los valores so­
ciales y las creencias y actitudes colectivas más destacadas, que sirven co­
mo norma y guía a la mayoría de las personas. Es probable que ello no
se relacione exclusivamente con su propia comunidad nacional, sino que se
vincule también con su posible participación en algún grupo más pequeño,
ya sea éste de índole religiosa, social o política. Sin embargo, básicamente
su identidad personal tenderá a estar receptiva a las influencias que emer­
gen de grupos sociales más vastos. Es posible que llegue a necesitar cuidar­
se de malentender estas poderosas influencias y de absorberlas sin ninguna
evaluación ni ningún discernimiento conscientes de su verdad y de la im­
portancia que tienen en su vida, al sentir la abrumadora necesidad de des­
cubrir un puerto seguro donde pueda anclar para protegerse de sus tormen­
tosos mares interiores.
Es probable que los espejismos referentes a ideales, creencias, acti­
tudes, valores y tradiciones se den por mediación de un malentendido y
de sus hechizos intrínsecos; esencialmente, usted no querrá ver la auténti­
ca verdad que quizás esté oculta dentro de ellos, pero igualmente es pro­
bable que no sea capaz de verla. Incluso si se sale de las tradiciones más
multitudinarias y socialmente aceptadas para orientarse hacia las de la Nue­
va Era, se encontrará con el mismo problema. Como muchos enfoques
espirituales de la Nueva Era son tan dogmáticos en su presentación de «la
verdad espiritual», los hechizos y espejismos siguen estando muy presen­
tes en ellos. Si se dedica sólo a absorber las ideas de la Nueva Era, no se
transformará.
La inspiración de muchas creencias es siempre más pura que su expre­
sión real en la vida. Como Neptuno es un planeta inspirador, usted se sen­
tirá interiormente animado por su presencia activa. Sin embargo, no es fre­
cuente que las llamas del fervor espiritual o ideológico alimenten la clari­
dad mental. Es probable que le resulte difícil percibir y estimar su propio
valor durante este tránsito, y esto puede provocar la aparición de un com­
plejo de superioridad alimentado por el hecho de haber descubierto «la senda
adecuada para todo el mundo» ... o de un complejo de inferioridad si no
consigue salir de su estado de confusión y oscuridad. La auténtica verdad
es que no es ni superior ni inferior: ¡esencialmente, usted sigue siendo la
misma persona, sólo que está pasando por un período de cambio! Se senti­
rá profundamente descontento de sí mismo y del mundo, y también con­
fundido e inseguro respecto de lo que debe hacer con ese sentimiento. Ge­
neralmente se mostrará indeciso y voluble, a menos que su sentimiento de
estar perdido sea tan intenso que, en su esfuerzo por aliviarlo, se arroje
de cabeza en alguna causa importante a fin de olvidar sus propios proble­
mas.

204
Una etapa en la cual se disuelven viejas estructuras nunca es fácil, y es
raro que Neptuno provoque la aparición de una transparente claridad. Con
frecuencia resulta difícil entender lo que está ocurriendo, y tampoco la per­
cepción es clara. Es posible que echando mano en la mayor medida posible
de su discernimiento y su conocimiento de sí mismo, pueda atravesar esta
fase obteniendo de ella una considerable visión en profundidad de sí mis­
mo y de la naturaleza de la sociedad y de sus tradiciones. Podría convertir­
se en un período de liberación, en el cual se sienta capaz de sacar pleno par­
tido de todas las oportunidades que surjan. Su atractivo residirá en alguna
forma de visión de índole social, humanitaria o mística, que lo incitará a
mirarse realmente a usted mismo y a mirar igual a los demás. Su tendencia
idealista se verá estimulada, aunque necesitará atemperarla manteniendo
en toda circunstancia un punto de vista práctico. Si durante este tránsito
es capaz de mirarlo todo de forma positiva y con los ojos bien abiertos,
será menos probable que se encuentre hechizado por el condicionamiento
mental de las estructuras restrictivas. Estar atento a las posibles maneras
de experimentar las nieblas marinas de Neptuno quizá sea la clave para po­
der trabajar de forma positiva y constructiva con esta energía.

Neptuno en tránsito por la casa 11


El principal condicionamiento social que recibimos los que formamos par­
te de la sociedad de este Occidente capitalista y materialista, está orientado
hacia las posesiones y la explotación de los recursos externos. Se nos esti­
mula a ser consumidores, a correr en pos de adquisiciones fascinantes y
de símbolos de buena posición social que proclamen nuestro éxito y nues­
tros logros. La mayoría de la gente se pasa la vida haciendo girar cada vez
con más velocidad la noria, esforzándose por adquirir cada vez más obje­
tos que den alguna sensación de significado a su vida. La cuestión es si ese
camino es, realmente, satisfactorio. La seguridad y el significado, ¿se han
de hallar en casas cada vez más grandes y lujosas, en coches cada vez más
potentes y rápidos, en un saldo bancario siempre en aumento, en muebles
y cuadros carísimos y en vacaciones en los lugares más exóticos del mundo?
Es evidente que un buen nivel de vida y de comodidad es un objetivo
por el que vale la pena esforzarse, y de hecho el movimiento espiritual de
la Era de Acuario está naciendo de personas, repartidas por el mundo ente­
ro, que llevan una vida de relativa opulencia y disponen del tiempo y de
la libertad suficientes para no tener que preocuparse de ir superando poco
a poco el mero nivel de subsistencia. Como experiencia habitual, la mayo­
ría de los occidentales no pasamos hambre ni frío, ni soportamos desastres
naturales. Nuestra relativa libertad frente a las necesidades físicas esencia-

205
les nos da la oportunidad y la responsabilidad de usar más positivamente
nuestras ventajas, para nuestro propio desarrollo y para el de los demás,
y de ayudar a otras personas a elevarse por encima de un escueto nivel de
supervivencia.
El tránsito de Neptuno por la casa II hará que usted se encare con su
sistema de valores, en lo personal y en lo social, y con las actitudes y la
filosofía de la vida que de él resultan. Puede plantearle el reto de cuestio­
nar la orientación de su vida, especialmente en el contexto de sus objetivos
en el nivel material, y en relación con su actitud íntima ante el dinero y los
recursos, tanto en un sentido personal como en una relación global y más
amplia. Aquí aparece el problema de investir a las posesiones externas de
las cualidades internas de seguridad y significado, lo cual nos lleva a des­
plazar nuestra identidad personal sobre la posesión y el culto de aquellos
objetos que indican una buena posición social. Al depositar nuestra «segu­
ridad» en objetos externos, corremos el riesgo de sentirnos inseguros si se
dañan, si nos los roban o los perdemos. El interés de Neptuno está en con­
frontarnos con las consecuencias de nuestro sistema de valores, con la in­
fluencia condicionante de este sistema sobre nuestras decisiones y opciones
vitales; lo que nos está pidiendo es que volvamos a echar una mirada a to­
do eso, y que de alguna manera cambiemos nuestros valores. O tal vez, más
que pedirlo, nos está obligando a reconsiderar todas esas falsas identifica­
ciones externas a medida que va disolviéndolas, y a cuestionar la opinión
de que el valor de una persona se mide por sus posesiones materiales.
Por mediación de las imágenes y de las actitudes sociales que condicio­
nan a Occidente y que nos muestran los medios de comunicación y la publi­
cidad, se nos estimula a desear sin cesar, a sentirnos insatisfechos con todo
lo que tengamos; siempre hay un modelo mucho mejor que tenemos que
comprar, los constantes adelantos tecnológicos no cesan de ofrecernos nue­
vos coches, vídeos, ordenadores, cadenas de alta fidelidad, etc... y mejo­
res, siempre mejores. Nos estimulan a querer siempre más, a aburrirnos
rápidamente de los muebles, a cambiar de coche; en última instancia, nos
llevan a creer que el sentido de la vida es consumir, ¿o no?
En sí mismo, consumir no es malo. Los problemas surgen cuando se
eleva el consumo a la categoría de un estilo de vida con un significado pro­
pio, en el que siempre se apunta hacia algo externo. El espacio interior va­
cío se llena cada vez con más objetos y posesiones; cuando el descontento
nos ataca, el mantra que nos susurra nuestra sociedad es: «sigue compran­
do». En la posesión reside la realización, pero cabe preguntarse si no será
una posesión demoníaca.
Los recursos no son solamente algo externo. Todos tenemos talentos
interiores, pero nuestra sociedad no estimula realmente la evolución y el
crecimiento personales. A estos objetivos se los elogia de labios afuera, pe-

206
ro como modo de vida y en cuanto formas del crecimiento individual no
se los estimula, porque crear una sociedad de individuos autónomos, crea­
tivos, conscientes y capaces de hacerse valer podría perturbar el «orden es­
tablecido». Entonces, lo más frecuente es que se restrinja el desarrollo a
ciertos canales aceptables, es decir, a los que pueden ser fácilmente absor­
bidos y manipulados por las poderosas élites que lo controlan todo. La ma­
yor parte de las personas se sienten inseguras de su propio valor y de su
dignidad, y es raro que reconozcan sus dones y potenciales ocultos. Uno
de los mensajes más importantes de la visión acuariana es el del potencial
personal, y el del cultivo de técnicas capaces de desplegar ese potencial la­
tente y de permitirnos tener acceso a él.
En esta cuestión de las posesiones, Neptuno actuará como un estimu­
lante, esperemos que para favorecer una reorientación hacia el interior, de
modo que podamos empezar a «materializar» esas características positivas
que forman parte de nuestra naturaleza. Ello puede ser provocado por di­
ficultades externas relacionadas con la confianza que depositamos en las
posesiones. Quizá se den pérdidas económicas condicionadas por circuns­
tancias comerciales o por un divorcio; decisiones financieras imprudentes
podrían ser la causa de la quiebra de empresas, con todo lo que implica.
Por cierto que tendrá que estar alerta y ser práctico y cuidadoso en el ma­
nejo del dinero y de las posesiones materiales, para no crearse futuros pro­
blemas por obra de una mala administración.
Según cuál sea la naturaleza de la lección que necesite, usted puede adoptar
una u otra de las actitudes extremas hacia los valores materiales, el dinero y las
posesiones. Puede apegarse a ellos todavía más que antes, intensificar la perse­
cución de sus sueños y centrar sus objetivos en hacer tanto dinero como sea po­
sible, viéndolo como una forma de realización por derecho propio y, posible­
mente, desdeñando toda preocupación ética o social en su empeño por alcan­
zar su propósito. La alternativa, el otro extremo, es caer en un rechazo de los
valores materialistas o perder todo interés en adoptar el consumismo como
guía y luz, porque en su fuero interno ha llegado a considerar ese tipo de preo­
cupaciones como algo sin sentido. Entonces puede empezar a desplazar el foco
hacia adentro. Mucho depende de su equilibrio, y de la distancia que deba re­
correr en su oscilación el péndulo de los valores para crear con su movimiento
una confrontación adecuada para las lecciones que usted necesita aprender.
Ninguna actitud extrema debe convertirse en un lugar de permanencia; todas
ellas pueden ser fuente de problemas, porque en el mundo real no constituyen
una actitud verdaderamente saludable y sensata; el sendero del medio es el que
ofrece la visión más clara, libre de los hechizos con que puede engañarnos
cualquier desequilibrio. Sin embargo, como Neptuno ejerce un efecto de­
formante sobre las percepciones y los valores, es probable que se necesite
cierto tiempo para alcanzar esta claridad.

207
El intento de mantenerse a la altura de cierto nivel social supuestamen­
te elevado puede ser imprudente durante este tránsito, en especial si está
empezando a sentirse demasiado exigido económicamente, ya que la eva­
luación que usted hace de su situación económica también puede ser vulne­
rable a la deformación neptuniana. De modo similar, su percepción de una
potencial viabilidad comercial puede perder agudeza si sobreestima su «ol­
fato» para los negocios. Lo prudente podría ser que busque una evalua­
ción y un consejo objetivos recurriendo a consultores comerciales y finan­
cieros independientes. Además, es probable que descubra que no es capaz
de sacar pleno partido de sus ventajas porque no tiene un propósito defini­
do; entonces será mejor que no fuerce las cosas ni tome decisiones irrevo­
cables a menos que esté realmente seguro de lo que se propone hacer.
Por encima de todo, aprenda a indagar en su propia naturaleza en bus­
ca de la seguridad que está proyectando hacia afuera, sobre el mundo. Ex­
cave hasta alcanzar sus propios tesoros escondidos y descubrirá que en sus
mundos interiores hay riquezas que exceden los sueños de la avaricia, y que
este tesoro interior es su propia herencia, que no espera más que lo reclame
su legítimo dueño: usted.

Neptuno en tránsito por la casa 111


Durante este tránsito es probable que usted observe que su intelecto y sus
actitudes mentales están fuertemente influidos por valores y situaciones de
orientación mucho más social. Cada vez estará más atento a su relación
intrínseca con la sociedad, y a su papel en la humanidad y sus responsabili­
dades para con ella.
Esto puede conducirlo a comprometerse con personas cuyo interés so­
cial las lleva a participar activamente en causas que tienen como objetivo
mejorar al ser humano. Cualquier persona puede influir en la sociedad con
su actitud individual; nadie está condenado a la pasividad y la ineficacia
por el hecho de ser solamente un individuo. «Lo personal es lo político»,
las opciones y las decisiones personales reflejan una actitud o una simpatía
política subyacente, y los individuos pueden influir en las actitudes colecti­
vas. Su interés por estos problemas puede ser nuevo o no, pero mientras
Neptuno no esté realmente asociado con su mente y su intelecto, no será
más que el reflejo de un sueño social visionario, de una utopía.
Es probable que necesite guardarse de perder el sentido de la perspecti­
va y de la proporción respecto de la vida cotidiana, e igualmente de incor­
porar ideas delirantes y deformadas a su pensamiento como consecuencia
de la influencia de poderosos problemas sociales. Puede ser sumamente en­
riquecedor y valioso para usted participar, a nivel nacional o internado-

208
nal, en causas que propugnen el cambio social, y muy fascinante sentirse
parte de algo que es necesario para el bienestar de la gente; todo esto suele
ser emocional e intelectualmente muy satisfactorio, pero el cambio funda­
mental no se produce de la noche a la mañana; a cualquiera que participe
en este tipo de movimientos le espera un trayecto largo y difícil, de modo
que puede ser necesario cierto grado de paciencia, ya que nadie, por sí so­
lo, puede cambiar el mundo en un abrir y cerrar de ojos. Puede haber oca­
siones en que los individuos pasen a primer plano, y otras en que necesiten
volver a la retaguardia para recuperar la energía.
Cuando se está bajo la influencia de los sueños utópicos de Neptuno,
se puede correr el peligro de perder la capacidad de pensar libremente y
de mantener la propia independencia en el análisis de lo que se necesita
y de lo que hay que hacer, en especial si se toma partido por un grupo que
lucha por una causa específica. Esta clase de grupos, incluso los más mino­
ritarios, pueden desempeñar un papel valiosísimo llamando la atención de
la gente sobre los dominios en donde reina la despreocupación o la igno­
rancia de los gobiernos o del mundo; los grupos ecológicos, como Amigos
de la Tierra y Greenpeace, han sido sumamente eficaces para alertar al mun­
do de las amenazas que pesan sobre el medio ambiente. Sin embargo, cier­
tos individuos corren el riesgo de convertir las directrices del grupo en «su
pensamiento» sin que haya distinción alguna entre ambos, y entonces se
limitan a reflejar pasivamente una «política»; algunos grupos espirituales
u ocultistas tienden a fomentar esta actitud. Procure ser siempre usted y
pensar por sí mismo... algo que puede ser fácil de decir y de convertir en
consigna, ¡pero que en la práctica es muy difícil, y hasta virtualmente im­
posible! Sin embargo, el logro bien vale el esfuerzo.
Una vez que la llama inicial del entusiasmo se ha entibiado un poco, es
probable que usted note que de hecho el pensamiento de estos grupos es im­
preciso, que oscila entre lo ocasionalmente inspirado y lo contradictorio y
confuso, e incluso deja aflorar venas ocultas de angustia y miedo. Neptuno
todavía está intentando movilizar en su interior cambios más profundos
y sutiles; en su vida, la transformación social apenas si está empezando...
Quizá necesite estar alerta ante la tendencia al proselitismo, especial­
mente si es la primera vez que «le pica el bichito» de la transformación so­
cial. Generalmente, la gente pasa por una fase de proclamación ostentosa
de su flamante compromiso con una causa vital -antes de conseguir inte­
grarla más profundamente en su vida-, pero es probable que usted descu­
bra que si se excede demasiado en su entusiasmo, los demás tienden a po­
nerse en contra suya, ¡y de este modo puede incluso perder amigos y ene­
mistarse con la familia!
Es probable que en su vida cotidiana empiece a asumir nuevas respon­
sabilidades -independientemente de que se las busque o no-, y también

209
que los demás comiencen a plantearle exigencias adicionales, con lo cual
será preciso que distinga bien sus deberes de las imposiciones ajenas. Qui­
zás una de sus nuevas responsabilidades sean los hijos, y esto puede crear
conflictos entre su visión social y sus exigencias familiares. Cambiar la so­
ciedad y el mundo no es una tarea que se lleva a cabo sólo «afuera»; tam­
bién la podemos realizar en el seno de la familia y en la vida de nuestros
propios hijos. Puede haber muchas maneras de participar en la revolución
de Acuario, y sacrificar la familia y la vida hogareña no es precisamente
una de ellas.

Neptuno en tránsito por la casa IV


Cuando Neptuno entra en la casa IV, se produce una disolución del senti­
miento de permanencia y de la confianza en las raíces interiores, profunda­
mente hundidas, de la identidad personal. Esos sólidos cimientos que se
han ido afianzando durante años -y en los que usted confía y se apoya
para su estabilidad y su seguridad interiores- empezarán a desmoronarse
bajo el impacto de Neptuno.
Se iniciará un proceso de disolución de las «pautas parentales» estable­
cidas en su personalidad, de las actitudes, creencias y motivaciones y tam­
bién de la visión del mundo que le inculcaron en la infancia su familia y
la sociedad. Es probable que en su vida haya alguna experiencia o algún
acontecimiento que sirva de disparador y refleje el comienzo de este proce­
so. En algunos casos, puede tratarse de una crisis (un momento en el que
hay que tomar una decisión o cambiar de dirección) en el seno del hogar,
una crisis matrimonial o familiar, tal como lo indican los conceptos de raí­
ces y cimientos. En otros, puede verse estimulado por el contacto con una
idea o un ideal poderoso que convulsione sus pautas, o con una persona
fascinante que le revele una visión más amplia de la rica experiencia de la
vida y haga que usted se sienta disconforme con su situación presente.
La disolución de pautas tan hondamente arraigadas puede ser muy di­
fícil. Quizá su sentimiento de identidad empiece a difuminarse; los impul­
sos que antes lo motivaban pierden vitalidad, y usted se siente como algo
vacío y sin ningún centro coherente. Sentimientos de incertidumbre inte­
rior, miedos nebulosos, y angustiantes conmociones emocionales pueden
acometerlo cuando se sienta azotado por las tormentas interiores de un Nep­
tuno desatado; sus estados anímicos oscilarán sin causas muy definidas y
es probable que se deprima al sentir que se va hundiendo en los cimientos
que se derrumban. Hay quien puede tener la sensación de que todo se le
desintegra, y de que su personalidad y su estilo de vida, cuidadosamente
edificados, se disuelven tal como se desvanece un sueño. Pero ésta no es

210
más que la etapa preparatoria de la transformación neptuniana. Es la par­
te de desintegración del proceso alquímico y, por más dolorosa que resul­
te, es necesaria para que «el plomo pueda transmutarse en oro».
Resistirse a la muerte de la vieja personalidad y de las pautas vitales fa­
miliares y conocidas es una reacción comprensible, especialmente si la per­
sona que pasa por esta experiencia no tiene conocimiento alguno de lo que
es el cambio psicológico. Y sin embargo, en última instancia se trata de una
actitud inútil; oponerse a los designios de los dioses planetarios internos
es un acto más temerario que valiente. Neptuno se limitará a agitar más
las aguas y provocará una tormenta más violenta para poder sacudir mejor
la nave de nuestro yo, precipitándola desde las crestas más altas a las simas
más profundas de las olas. A medida que las «pautas parentales» se disuel­
ven, el individuo puede empezar a fantasear con el anhelo de regresar a cier­
tas raíces utópicas e idealizadas de su pasado, quizás a la niñez, cuando
la vida era un lugar dorado y emocionante, lleno de promesas, y él no tenía
preocupaciones ni responsabilidades.
Durante esta fase usted se dará cuenta de que los antiguos cimientos
de su personalidad y de su identidad ya no son adecuados; de que son insu­
ficientes para proporcionar a su vida un sentido, un significado y una fina­
lidad. La influencia de Neptuno conferirá a esta comprobación una clari­
dad inevitable, para poner los nuevos cimientos de una identidad más am­
plia que se prepara para aflorar, una identidad capaz de experimentar y
de mostrar, como parte integral de la vida, un significado y un propósito
más profundos. Esta fase actuará como un estímulo que le permitirá am­
pliar sus intereses, añadiendo más profundidad y nuevas dimensiones a su
vida a medida que comience su propia reconstrucción. Verse libre de pau­
tas de pensamiento y de actitudes impuestas puede parecer desconcertante
al principio, pero esta liberación le proporcionará la oportunidad de llegar
a ser más plenamente usted mismo, de estar más integrado.
Ahora puede comenzar la búsqueda de caminos nuevos. Hay una mul­
titud de sendas para explorar, y es aterrador, al llegar a los setenta años,
darse cuenta de lo mucho que nos hemos limitado. Con frecuencia es­
cogemos vivir como pobres en un mundo que rebosa de riquezas. Es de
esperar que se sienta usted abierto para recibir nuevas influencias y para
encontrar direcciones nuevas. Ahora, mantener la independencia de su
propio pensamiento es prioritario en su vida, tras haberse liberado de
las diez mil cabezas que llevaba sobre la suya. Procure resistirse a la ten­
tación de absorber la primera influencia que le produzca una impresión
favorable para con ella llenar un doloroso vacío interior. Sumerja los
pies en aguas diferentes y piénseselo bien antes de comprometerse; recuer­
de que uno de los efectos de Neptuno puede ser oscurecer la claridad de
la percepción.

211
Durante este tránsito pueden llegarle mensajes del inconsciente, cuya
misión es señalarle futuras sendas. También es probable que tenga intere­
santes sueños con símbolos significativos, a modo de indicación de las áreas
de su vida que aún están por resolver o de las direcciones que le conviene
seguir. Si está alerta para reconocerlas, no le faltarán en la vida las necesa­
rias señales que le indicarán el camino.
Ser más receptivo a las cualidades neptunianas, como la comprensión
y la compasión, puede ayudarle a enderezar el futuro curso de su nave. Tal
vez le atraigan expresiones vitales tan intangibles como las que representan
el espiritualismo, la astrología y el misticismo. Pero si se vuelve profunda­
mente hacia adentro y se preocupa en exceso por sus propios problemas,
puede alejarse demasiado de la actividad social, por más que un giro hacia
adentro para descubrir su nueva dirección y sus nuevos cimientos también
puede ser muy beneficioso.

Neptuno en tránsito por la casa V


La influencia neptuniana durante este tránsito se hace sentir en las esferas
de la emoción, las relaciones y la creatividad. Es probable que en sus ape­
gos emocionales y en su vida amorosa se produzcan deformaciones y espe­
jismos; su actitud hacia las relaciones íntimas quizá necesite de una trans­
formación.
La casa V se asocia generalmente con las aventuras amorosas y los pla­
ceres hedonistas centrados en uno mismo, y la atracción que en usted despier­
tan estas experiencias puede hacerse más intensa. La presencia de Neptuno
en esta casa tenderá a disolver las pautas de comportamiento existentes,
y quizás haga que se sienta menos satisfecho. Neptuno arrojará las redes
de sus hechizos, añadiendo a sus vivencias emocionales o sexuales un nuevo
elemento de excepcionalidad o peculiaridad. Puede ser que sufra enamora­
mientos súbitos, que emerjan de su interior obsesiones o fantasías, y tam­
bién es probable que se le activen los arquetipos del anima o del animus,
proyectados a modo de pantalla sobre un receptor adecuado que, a renglón
seguido, se dedicará a embrujarlo. A través de los ojos y el cuerpo de esa
persona, otro mundo resplandece, llamándolo por señas, atrapándolo en
la red de las pasiones y los deseos humanos. Como si lo atrajera un imán
poderoso, usted puede sentir que no le queda otra opción que seguir su lla­
mada. El hechizo de Neptuno es embriagador.
Si mantiene una relación estable, puede ser que experimente una inten­
sificación de sus emociones, que perciba en ellas una nueva y profunda di­
mensión o que se le despierten necesidades y deseos nuevos. Es posible que
deba superar su tendencia a un exceso de posesividad para que en su rela-

212
ción de pareja la libertad sea recíproca. Un efecto secundario de la influen­
cia neptuniana es el deseo de aferrarse más firmemente a su pareja, convir­
tiéndola en un puerto seguro contra las cambiantes mareas interiores; pero
puede resistirse a esta tendencia, y en ese caso quizá le quepa un papel en
la sutil estrategia de Neptuno.
Sus emociones pueden ser difíciles de definir y de entender, y es proba­
ble que cambien constantemente bajo la presión de su confusión interior.
Posiblemente sentirá una inquietud y una insatisfacción personal que le ha­
rán volver los ojos hacia su actual relación de pareja para reevaluarla. En
parte, ello puede deberse a su necesidad de una relación idealista y perfec­
ta; en ocasiones, Neptuno estimula sueños casi imposibles, cuya realiza­
ción es improbable debido a su irrealidad, y que sin embargo fascinan y
mantienen hechizado al nativo, impidiendo que sus emociones se concre­
ten en un compromiso auténtico con otro ser humano.
Quizás usted se dé cuenta de que no aprecia ni valora lo que ya tiene,
y de que no se está entregando de corazón a su pareja. Sin embargo, siente
un profundo anhelo de amor, que puede ir acompañado del temor de darlo
a conocer mientras no tenga la seguridad de que su amor será adecuada­
mente recibido y valorado. En cierto sentido, espera de su pareja lo mismo
que se resiste a darle. Es usted quien tiene que aprender a encarnar esa for­
ma desinteresada y sacrificada del amor que espera y exige.
Es probable que durante esta fase se formen espejismos en su manera
de percibir las relaciones. Las evaluaciones que haga y las decisiones que
tome referentes a sus necesidades reales pueden estar deformadas, de ma­
nera que le conviene mantenerse sumamente atento a cualquier esperanza
excesiva y poco realista, que podría arruinar sus oportunidades de estable­
cer una relación que tenga éxito. Potencialmente, Neptuno le ofrece la opor­
tunidad de transformar su vida y sus experiencias emocionales, despejan­
do de ilusiones engañosas sus actitudes y sus valores, le da la ocasión de
disfrutar de relaciones más sanas y más íntimamente satisfactorias, en la
medida en que tengan una base más real.
Es probable que durante este tránsito sienta una especial atracción ha­
cia formas de expresión más neptunianas, como la música, el teatro, el ci­
ne, el misticismo, la astrología y los romances idealizados, y que se sienta
tentado de experimentar con los placeres sensuales de las drogas y de otros
estimulantes. Cada una de estas variantes es una puerta que se abre hacia
«mundos alternativos», ofreciéndole la probabilidad no sólo de olvidar su
realidad actual adentrándose en ámbitos más coloridos de la imaginación,
sino también la de enriquecerse con ellos. La influencia ambivalente de ta­
les intereses depende de cada persona. Mucha gente puede valerse de ellos
como de otras tantas escapatorias, para no tener que afrontar las carencias
que hay en su vida, llenando sus sueños de ricas y fantasiosas imágenes.

213
Hay quien se pierde en el abuso imprudente y obsesivo de las drogas, y en
busca del olvido se ahoga en las profundidades de sus propios océanos
interiores, víctima de las aguas neptunianas que llegan a cubrirle la cabeza.
Y también hay personas que consiguen integrar con éxito el color y la vitali­
dad de su imaginación creadora, transformándola en un camino de creci­
miento por mediación de rituales mágicos y de la búsqueda de senderos
interiores. Como todos los dones de los dioses, lo potencialmente bueno
puede volverse destructivo si no se lo sabe entender y usar. Con frecuen­
cia, la humanidad sólo aprende una vez que se ha quemado los dedos.

Neptuno en tránsito por la casa VI


Neptuno no se siente especialmente cómodo en la casa VI, ya que en ella
el énfasis está puesto demasiado profundamente en las tareas mundanas
de la vida. Esta casa tiene que ver con el funcionamiento del individuo en
relación con su entorno. A diferencia de la casa V, más personal, centrada
en sí misma y creativa, o de la casa VII, que se centra en las relaciones de
intimidad, la casa VI se refiere a las obligaciones sociales, el servicio y el
trabajo, y su nivel es demasiado terrestre para que el temperamento neptu­
niano pueda expresarse fácilmente.
En la medida en que este tránsito continúa el proceso de transforma­
ción de la naturaleza emocional, lo que busca ahora Neptuno es disolver
las actitudes más egoístas en el ámbito del trabajo y promover el servicio
a la sociedad. Quizá las circunstancias le exijan satisfacer necesidades esen­
ciales de otras personas. Lo que se le pide es que mire más allá de sus pro­
pios deseos y necesidades, que apoye y ayude a los demás. Esto puede pro­
ducirse dentro del estrecho marco familiar; quizá se le exija, como obliga­
ción y responsabilidad suyas, que se ocupe de alguien que cae enfermo, su
pareja o uno de sus padres, por ejemplo. Como es frecuente que Neptuno
exija alguna forma de sacrificio como parte del proceso de transformación,
es probable que ese compromiso, que le representará un gasto de tiempo
y de energía, le sea exigido a pesar de sus propios deseos personales.
Neptuno no tiene nada que ver con la casa VI, que corresponde a Vir­
go; sus características son más bien antagónicas. Mientras que Neptuno tien­
de a disolver para volver a integrar, Virgo, el signo que rige la casa VI,
tiende a imponer a todo estructuras y clasificaciones fijas, delimitando la
vida en compartimentos separados mediante su actitud analítica. Es pro­
bable que usted sienta dentro de sí mismo este conflicto: una parte que pugna
por escapar de las exigencias prácticas de la vida, rumbo a algún ámbito
de libertad, nebuloso e indefinido, mientras que otra intenta crear una
estabilidad apoyada en estructuras firmes y en un estilo de vida basado

214
en la previsibilidad y el conformismo. Hacia qué alternativa oscile el pén­
dulo interior dependerá de la afinidad global que se muestre en su carta.
La mayoría de los que responden a la.visión de Acuario tienden a prestar
oídos a los susurros marinos de Neptuno, para así eludir los lazos de las
exigencias terrenales.
Puede ser que estas fricciones interiores den como resultado épocas de
mala salud, como consecuencia de reacciones psicosomáticas a las tensio­
nes creadas por el tránsito de Neptuno por esta casa. Es necesario que se
ocupe más de su salud y su bienestar, de integrar en un todo su cuerpo,
su mente y sus emociones, y que reoriente sus actitudes y su vida en el ám­
bito del trabajo y el servicio. Su relación interior con su empleo puede di­
solverse en este momento, ya sea en virtud de decisiones externas, como
que lo despidan del trabajo o que tenga lugar una fusión de empresas, o
porque, por la razón que sea, pierda incentivo y motivación, e incluso todo
interés por su trabajo, con lo cual éste «se le muere» internamente y es co­
mo si la conexión laboral se cortara. Esto puede dejarle con el sentimiento
de estar encallado, arrojado a la costa de una isla hostil, en un lugar que
no es el suyo y sin saber cómo podrán rescatarlo. Tal vez quiera cambiar
de trabajo o de profesión. De un modo u otro, esta esfera se verá afectada
en profundidad, ya que Neptuno arrastra todas las amarras fijas.
Otra forma que puede adoptar la influencia neptuniana en esta casa es
la de un servicio desinteresado, quizás un trabajo dedicado a objetivos es­
pirituales, aunque también se puede servir mediante el desempeño de ta­
reas mundanas, pero esenciales, hechas en casa o en el trabajo sin una re­
muneración tangible. Por ejemplo, bajo la influencia de Neptuno quizá se
sienta mucho más satisfecho haciendo un monótono trabajo de oficina pa­
ra un organismo internacional de caridad que haciendo el mismo trabajo
para una empresa; aquí, la diferencia reside en el ideal visionario de la cari­
dad, que puede satisfacer la vertiente compasiva de Neptuno y ayudar a
que usted sienta que su trabajo es valioso, importante y personalmente sig­
nificativo.
Usted puede cambiar a partir del sentimiento de satisfacción que le brin­
dará cualquier ayuda que pueda prestar a otras personas dedicándose a la
tarea que en ese momento sea necesaria. Al moverse en esta dirección, des­
cubrirá que ciertas antiguas pautas se están modificando, y que la influen­
cia de Neptuno lo está guiando poco a poco hacia una actitud más toleran­
te y compasiva. Pueden empezar a emerger diferentes aspectos de su natu­
raleza, cualidades capaces de enriquecer vidas ajenas, talentos que pueden
ser útiles; y si no se hace ilusiones sobre su capacidad y su disposición para
ayudar -que se generan en un punto de vista centrado en el propio yo­
es posible que dé un paso más hacia la concreción de sus ideales personales,
de modo que ésta puede ser para usted la dirección más satisfactoria.

215
Neptuno en tránsito por la casa VII
Si Neptuno se está adentrando en su casa VII, sentirá la necesidad de vol­
ver a conectarse con los demás por mediación de relaciones sociales y de
intimidad. Así como el tránsito por la casa VI representa un nivel más im­
personal de servicio social, este tránsito tiene que ver más con la calidad
y el valor de las relaciones, y en especial con el grado en que consiguen en­
carnar los ideales neptunianos. Esto pondrá en juego una intensificación
y una profundización de su comprensión de los demás, no sólo en el ámbi­
to personal e íntimo del matrimonio y la familia, sino también en un nivel
mundial, ya que se preocupará de las complejidades de los problemas hu­
manos. ¿Cómo se relaciona usted con la gente? ¿Cuáles son las actitudes
que lo condicionan? ¿Son racistas, sexistas, censuradoras, antagonistas y
antisociales, o bien unificadoras, de cooperación y apoyo, amistosas y po­
sitivamente constructivas?
En un contexto más inmediato, es probable que se den en su vida situa­
ciones y circunstancias que le llamen la atención sobre su forma de relacio­
narse con los demás. Esto debe animarle a mirar más en profundidad, a
evaluar sus relaciones en función de lo satisfactorias que sean, preguntán­
dose si le son útiles, si algunos cambios quizá no las mejorarían, y procu­
rando determinar si modificar su propia manera de enfocarlas no daría me­
jores resultados y sería más beneficioso para todos los interesados. Rara
sería la persona que pudiera declarar sinceramente que sus relaciones no
podrían mejorar en más de un sentido; y de darse el caso, ¡sus interlocuto­
res se mostrarían con pleno derecho escépticos!
El hecho de considerar sus relaciones bajo una luz tan cruda implica
que tiene ya cierta visión de las razones y los límites de cada relación, y
que es capaz de evaluarlos desapasionadamente. Como es obvio, esto pue­
de ser difícil, ya que habrá interferencias de percepciones egocéntricas, y
la influencia neptuniana puede empañar la claridad. Quizá las circunstan­
cias lo obliguen a fijarse atentamente en su vida matrimonial por obra del
descontento neptuniano, o a encarar el eclipse de una auténtica conexión
con su pareja a medida que la atracción y la pasión recíprocas se disipan.
Sin embargo, aunque un proceso de análisis como éste puede parecer un
poco impersonal, bien llevado le resultará inapreciable para obtener una
claridad y una profundidad mayores en la visión de sus propios significa­
dos personales, de sus fines y de su dirección en la vida.
Neptuno tiene tendencia a reactivar el íntimo y noble ideal del amor,
ese romance que satisface y colma totalmente, que es perfecto en todos los
niveles: sexual, emocional, mental y, posiblemente, también espiritual. Es
probable que crea que su relación actual no está a la altura de esta idea,
y que le parezca, por lo tanto, un relativo fracaso, pero tal vez se equivo-

216
que. Es una falacia creer que la fruta del huerto ajeno siempre es mejor.
Indudablemente, su relación de pareja podría mejorar. ¿Por qué no inten­
ta dar usted el primer paso? Vaya aproximándola más a su ideal, si es posi­
ble, y haga que también se adecue a las necesidades de su pareja. Para va­
riar, ¡procure empezar cambiándose a sí mismo en vez de seguir insistien­
do en que quien debe cambiar es su pareja!
Por debajo de todo esto hay sentimientos de incertidumbre y de confu­
sión en sus relaciones, especialmente si usted ya ha proyectado aspectos de
sí mismo sobre su pareja, porque ésas son partes que no ha conseguido acep­
tar ni integrar en su propia naturaleza. Una actitud como ésta lo conducirá
a depender de su pareja para sentirse fuerte o seguro, y puede crear confu­
siones respecto de sus motivos o de sus intenciones, porque lo que percibi­
rá será una extraña mezcla de ellos y de sus propios aspectos proyectados
y no integrados, que su pareja le devolverá reflejados, como si fuera un
espejo. Para alcanzar la plenitud, es necesario que reabsorba en sí mismo
los aspectos proyectados, los reconozca y los elabore.
Entre ustedes dos pueden producirse malentendidos, y es probable que
sienta que algo está cambiando en el seno de su relación de pareja, o que
es necesario que haya un cambio para que la relación sobreviva. Puede ser
positivo que, mientras Neptuno se afana en disolver viejas pautas para crear
otras nuevas y revitalizadas, usted vaya siguiendo un proceso de análisis
y evaluación que lo obligue a mirar en profundidad sus relaciones, creando
un contexto que le permita alcanzar otro significado, con una dirección y
una claridad nuevas. Si es capaz de lograrlo, podrá sacar pleno partido de
las oportunidades que surjan, de modo que se beneficien de ello tanto us­
ted como los demás. Potencialmente, durante este tránsito podría darse un
cambio radical en sus propias actitudes y en su manera de expresarse en
sus relaciones. Siempre que sea positivo y apunte a una dirección creativa,
le conducirá a una nueva dimensión de la vida en la que se le abran relacio­
nes que podrá explorar, disfrutar y apreciar.
En un contexto social más amplio, debe tener cierta cautela en sus tra­
tos con socios y colegas, ya que Neptuno puede volverlo vulnerable al atrac­
tivo de promesas o ficciones, y permitir que sea presa del engaño como re­
sultado de no ver a tiempo dónde se mete y caer así en la telaraña de las
ilusiones. Esté alerta a cualquier tendencia a dejarse hechizar, si no quiere
terminar descubriendo que por esa falta de claridad de visión se paga un
alto precio.
Neptuno puede hacer que el sacrificio de sí mismo se le aparezca como
algo noble y altruista, y a su alrededor hay muchas personas que están su­
mamente dispuestas a sacar partido de esa tendencia. Aunque es verdad
que se ha de prestar apoyo y ayuda a los necesitados, asegúrese de no caer
en ninguna forma de sacrificio que lo convierta en un esclavo, un ser pasi-

217
vo y vulnerable a la explotación. En realidad, una situación como ésta no
beneficia a nadie, y a los demás se los puede ayudar dándoles las herra­
mientas necesarias para que ellos mismos se ayuden; también ellos tienen
lecciones que aprender en la vida, y si les da demasiado, puede privarlos
de la oportunidad de que aprendan por sí solos. Rescatar a la gente puede
convertirse en una tarea de nunca acabar, y ciertamente terminará quemán­
dolo. Ayudar a alguien a ayudarse a sí mismo es un proceso lento, pero
muy eficaz. Recuerde que una de las intenciones de Neptuno durante este
tránsito es la claridad en las relaciones. Perderse en las profundidades del
sufrimiento del mundo no es ninguna ayuda para nadie; sin embargo, la
claridad hará que muestre, en sus relaciones, su manera de ser más positiva
y creativa, y esto es potencialmente, para todos los interesados, una forma
muy beneficiosa de curación.

Neptuno en tránsito por la casa VIII


Durante este tránsito, Neptuno pasa por una esfera profundamente aso­
ciada con la sexualidad, la muerte y el renacimiento, y tocando fuerzas muy
poderosas intrínsecas a la vida y a su propia naturaleza. A muchas perso­
nas les resulta difícil integrar plenamente la sexualidad y la muerte -los
dos polos de la energía de la existencia- como aspectos esenciales de la
vida. Ambos son temas «tabú»: el sexo por obra de una preocupación so­
cial no integrada, y la muerte como un hecho violento y casi inaceptable
de la declinación humana. En los estados occidentales, el renacimiento no
cuenta realmente con un reconocimiento social, aunque en muchos países
orientales lo que prevalece es la idea de la reencarnación, que durante cien­
tos de años se ha utilizado como un recurso de control social. Quizá lo me­
jor sea considerar el renacimiento potencial de la casa VIII no como un
renacimiento «después» de esta vida, sino como un proceso de cambio y
crecimiento personal («renacimiento») «durante» esta vida. Ésta es, des­
pués de todo, la única vida que podemos garantizar, y no resulta nada sa­
tisfactoria una filosofía que nos niega el pan de hoy pero nos lo asegura
para mañana. Finalmente, se termina por caer en la cuenta de que mañana
nunca llega: siempre es hoy. Sin embargo, las postergaciones pueden hacer
que la gente se sienta feliz, soñando con ese mañana mejor que les espera...
siempre que no provoquen problemas con su insatisfacción y acumulen así
más «karma negativo».
El estilo de Neptuno consiste en liberarnos de fronteras y limitaciones,
disolviendo el sentimiento de separación, de ser seres aparte, que nos apri­
siona. En la casa VIII, uno de los canales preferidos puede ser la actividad
sexual, que nos lleva a experimentar la unión y la fusión con otro ser hu-

218
mano, con nuestra pareja. La única vivencia que tienen muchas personas
de una pérdida de control, de un abandono apasionado a la intensidad del
momento, es la vivencia sexual, que las conecta con las poderosas energías
asociadas con la sexualidad. Y sin embargo, esta actividad física pone en
juego un complejísimo conjunto de reacciones personales que se dan en va­
rios niveles del ser: el emocional, el físico y el mental, y se diversifican en
toda la gama individual de necesidades, deseos y pautas de comportamien­
to obsesivas.
A algunas personas, la necesidad neptuniana de romper con las restric­
ciones puede conducirlas a una intensificación del impulso sexual, que do­
minará la personalidad e impondrá opciones que afectarán a su estilo de
vida, como por ejemplo la relación con múltiples parejas o una intensidad
sexual siempre en aumento. Otras pueden sentirse confundidas con respec­
to a su naturaleza sexual, en cuanto -al dirigirse el foco más hacia el
interior- se produce una reevaluación de la identidad sexual, y quizás se
dé, en algunos casos, una reacción creciente en contra de las propias nece­
sidades sexuales, especialmente en quienes están bajo la influencia de de­
terminados ideales religiosos.
Ciertamente, en sus relaciones más íntimas habrá confusión y engaños,
y en estos momentos usted puede ser más vulnerable en el nivel emocional,
especialmente si Neptuno está ttansitando por una casa de agua. Tenderá
a esperar demasiado de sus relaciones, y a exigir la conformidad de su pa­
reja con una especie de estado ideal. Si le impone la carga de satisfacer sus
expectativas, mientras que quizás al mismo tiempo usted mantiene un ex­
ceso de pasividad y no pone energía alguna en hacer que la relación funcio­
ne, es probable que no tarde en verse enfrentado a un colérico rechazo.
La intención de Neptuno es que usted descubra algo más sobre su se­
xualidad, y que la integre en la totalidad de su naturaleza, en vez de mante­
nerla ahí afuera, en la periferia, lejos de su alcance y sin permitirle que se
exprese más que de cuando en cuando. La integración cabal de esta energía
puede inundar todo su ser de poder personal, sensibilizándolo en todos los
niveles, imbuyéndolo de una experiencia sensual de la vida y ofreciéndole
una salud y una vitalidad enriquecidas. Neptuno le enseñará las otras di­
mensiones y profundidades en que puede aventurarse por obra de su natu­
raleza sexual, tal vez puliéndola para permitirle registrar esos niveles de vi­
bración superiores y más sutiles.
La muerte es un hecho de la vida que preferimos evitar y eludir durante
tanto tiempo como sea posible, porque es un término puesto a la existencia
y a nuestros sueños, o por lo menos a la única vida que realmente conoce­
mos. La confrontación con la muerte puede producirse durante este tránsi­
to, y es probable que usted llegue a aceptar su inevitabilidad. Experimen­
tar la pérdida de las fronteras que separan y penetrar en el ámbito de Nep-

219
tuno es una experiencia muy real y poderosa de «la muerte en vida». Du­
rante nuestra existencia pasamos por diversos finales y comienzos, cada uno
de los cuales es una muerte o un renacimiento en pequeño: abandonar la
escuela y entrar en el mundo de los adultos, el hundimiento de un matrimo­
nio y el comienzo, después, de una relación nueva... Como Neptuno desea
la vivencia de una vida más amplia mediante la disolución de barreras e
inhibiciones, la muerte puede ser un paso abierto a la liberación. Aceptarla
intensificará su vida, podándola de todo lo que no sea esencial y represente
una pérdida de tiempo, y estimulando una transformación radical y nueva
en su naturaleza y en su estilo de vida. Éste será el resultado de una integra­
ción positiva. Una respuesta negativa a los cambios y a las presiones inte­
riores puede provocar la aparición de fantasías de autodestrucción, la con­
solidación de las barreras y la negación de una vida más amplia y rica. Em­
pezará a sentir una depresión morbosa, que lo llevará a sumergirse cada
vez más profundamente bajo las aguas interiores, ofreciéndose en sacrifi­
cio a la presencia de Neptuno. Aunque este dios suele esperar alguna for­
ma de sacrificio, no se tratará jamás de una autoinmolación; creerlo así
es no haber entendido bien la naturaleza de la muerte requerida. Si se encami­
na por esa ruta, puede dejarse arrastrar por el alcohol y otras drogas buscan­
do una escapatoria: una escapatoria que lo consumirá y lo arrojará a una
espiral descendente de declinación y sufrimiento cada vez más profundos.
La casa VIII se asocia también con el dinero, las finanzas y las herencias. Es
probable que necesite ser cauteloso con su empleo del dinero y sus compromi­
sos financieros, porque en estos momentos puede ser que lo orienten mal, lo en­
gañen o que usted mismo haga un cálculo erróneo de su posición. Algunas per­
sonas, durante los años en que Neptuno transita por su casa VIII, se ven en­
vueltas en asuntos legales que se relacionan de alguna manera con herencias. Es
posible que herede propiedades o dinero, o que se le prometa en firme que los
recibirá en el futuro. Debe mantenerse alerta y tener muy claros sus valores y
sus ideas, especialmente en lo que se refiere a los negocios y las relaciones, en
los que debe buscar siempre una mayor productividad. Evite mostrarse excesi­
vamente crédulo y enfoque de manera realista sus relaciones y especialmente
sus propias expectativas respecto a los demás. Procure asegurarse de que su re­
lación de pareja sea una auténtica expresión de amor y comunicación, si no
quiere descubrir que las complicaciones legales y los problemas financieros, en
su caso se generan como consecuencia de una relación que se disuelve.

Neptuno en tránsito por la casa IX


Durante esta fase, es probable que experimente cómo la influencia de Nep­
tuno afecta a su intelecto y a sus creencias, disolviendo toda su solidez an-

220
terior. Puede ser que se sienta confundido e inseguro respecto de la validez
de sus creencias y sus actitudes, especialmente de aquellas que ha absorbi­
do inconscientemente y aceptado por mediación del condicionamiento so­
cial y parental. Neptuno le sembrará la cabeza de dudas; el proceso puede
desencadenarse por obra de algún acontecimiento externo que tenga sobre
usted una poderosa influencia. La intención de Neptuno es que, al iniciar
un proceso de cuestionamiento interior, pueda llegar a una ampliación de
su visión interior y extender su percepción a las profundidades de la vida.
De esta manera actúa el efecto neptuniano de disolución de las barreras
fijas, y es bueno que suceda, porque la mente tiene tendencia a atascarse
en ciertas maneras de funcionar, repitiendo una y otra vez el mismo pro­
grama fijo, como una pauta habitual, hasta llegar a crear un estancamiento
intelectual. Neptuno socavará su seguridad de «tener ya las cosas bastante
resueltas» y le provocará descontento, suscitando vagas preocupaciones y
sueños que harán que se sienta confundido, sin otro motivo que sacudirlo
un poco, para hacerle perder su sensación de estar cómodo y seguro.
Es probable que se dé cuenta de que su percepción del significado per­
sonal de su vida y del valor de sus relaciones puede necesitar una revisión
y un enfoque nuevos, especialmente en relación con la aplicación de sus
ideales al contacto efectivo con la gente. Su capacidad de discernimiento
puede verse afectada, posiblemente porque empiece a sentirse indeciso o
a confiar en las actitudes sociales o en las creencias morales y religiosas del
común de la gente. Tenderá a decidir no de acuerdo con su propio juicio,
sino principalmente reflejando actitudes colectivas establecidas. Como és­
te es un dominio sujeto a las transformaciones de Neptuno, refugiarse en
las pautas existentes puede resultar inadecuado en una situación donde se
suceden los cambios. Quizá necesite tener cuidado con esta tendencia, ya
que cualquier actitud rígida será inapropiada en muchas situaciones, y po­
siblemente le creará problemas aún mayores.
Al sentirse en disposición de cambiar, o al reconocer una exigencia in­
terna de hacerlo, usted tendrá la impresión de que la redención y la salva­
ción residen en los sistemas de creencias. Tenderá a buscar una filosofía,
una religión o una senda espiritual ideal, por cuya mediación pueda fun­
dirse con algo mayor que usted mismo. Puede ser que sienta el deseo de
sacrificarse por algún ideal. A la inversa, puede darse una disolución de
los antiguos ideales, ya que Neptuno quiebra las formas existentes de ape­
go a una religión o a un ideal concreto, y se vale de profundas desilusiones
para ir despojándonos de semejantes apoyos con el fin de que encontremos
nuestra propia luz interior y dejemos de solazarnos en la luz reflejada por
una estructura colectiva de creencias.
Quizá se sienta atraído por teorías, actitudes, ideas y valores más am­
plios, y también por fenómenos psíquicos fuera de lo común. Lo que se

221
está produciendo es una ampliación de su percepción de la vida, que lo de­
ja en libertad de explorar ámbitos nuevos y forma parte de la intención in­
terior de reconstruir su enfoque vital, básicamente intelectual. En última
instancia, advertirá que la evolución producida se ha valido, como cimien­
to, de sus pautas anteriores, y sin embargo lo ha abierto a horizontes nue­
vos y más amplios, que por eso mismo son personalmente más enriquece­
dores.
Es posible que decida consagrarse a alguna forma de estudio, aunque
no esté del todo seguro del propósito que con tal decisión persigue. Sus ho­
rizontes físicos pueden expandirse mediante viajes al extranjero, que le abri­
rán los ojos y la mente a diferentes estilos de vida, culturas y actitudes so­
ciales, con lo que se disolverá cualquier estrechez de miras que pueda
tener. O bien quizás empiece a vincularse con personas que expresen ideas
excepcionales y raras y que contribuirán a señalarle su dirección y le ayu­
darán a reconstruir su visión personal del mundo. Potencialmente, ésta
puede ser una fase muy positiva, que eche cimientos nuevos para otros
descubrimientos y exploraciones en etapas posteriores de su vida, y que
además le permita alcanzar una mayor independencia mental, a diferencia
de la tendencia habitual a reflejar e imitar mansamente las actitudes y los
valores sociales establecidos sin haberlos sometido antes a una evaluación
individual y consciente.

Neptuno en tránsito por la casa X


El tránsito de Neptuno por esta casa, la de la profesión, la posición social
y el reconocimiento público, será en parte un reflejo de su éxito en el apren­
dizaje de las lecciones neptunianas de las fases anteriores. Es probable que
obtenga más resultados externos indicadores de su «valía» en el contexto
de la sociedad. Este tránsito representa a la vez una culminación de sus es­
fuerzos anteriores y una confrontación con las consecuencias de sus opcio­
nes, decisiones y acciones.
Quizá vaya aumentando cada vez más su influencia por obra de su si­
tuación profesional o de un cargo público, por cuyo intermedio podría ter­
minar convirtiéndose en portavoz de alguna causa colectiva o de un grupo
de presión en la esfera social, política o religiosa. Esto dependerá de su pro­
greso y de sus logros anteriores, y de la medida en que tenga una percep­
ción clara de su propia valía y de su eficacia.
Es probable que durante este tránsito se produzcan circunstancias que
le descubran sus espejismos. Puede ser difícil percibir y evaluar correcta­
mente lo que «valemos» para la sociedad, y con frecuencia tendemos a exa­
gerar o a negar nuestra posible contribución social. La exageración condu-

222
ce al autoengrandecimiento, a cuya influencia todos podemos ser suscepti­
bles en diversos grados. El problema es durante cuánto tiempo seguirá do­
minando esta situación, ya que por lo común los demás la ven y la recono­
cen, pero para nuestra propia percepción de nosotros mismos tiende a con­
vertirse en un punto ciego.
Este tránsito tanto puede intensificar el crecimiento de su «valía» y su
«importancia», proporcionándole situaciones que le permitan hacer un rá­
pido progreso, como puede desbaratar su avance haciendo que se enfrente
con otras que equivalen a un muro infranqueable. Sin duda, lo dominante
en su vida será la concentración en su carrera o en un interés importante
para usted. Si las cosas van bien, es probable que tenga que asegurarse de
alcanzar rápidamente un sentido adecuado de la perspectiva y la propor­
ción, para no correr el riesgo de un autoengrandecimiento que puede con­
vertir un avance positivo en algo de efecto negativo para usted y para los
demás. Si se produce un fracaso manifiesto, y se ve enfrentado con el mu­
ro, esfuércese por aceptar que es así y procure ver las lecciones que pueda
obtener de ello, especialmente si hasta ese momento ha ido creando un ego
exagerado a partir de sus éxitos.
En muchos aspectos, este fracaso puede resultar muy positivo, en cuanto
lo estimule a enfrentarse consigo mismo y con cualquier posible espejismo, y
a evaluar sus actitudes, sus valores y su dirección en la vida. El resultado de
este proceso puede ser un cambio considerable, e incluso el comienzo de una
nueva forma de vida. Y si efectivamente el éxito llega en algún momento de
este mismo tránsito, al haber efectuado la reevaluación necesaria, usted estará
mejor preparado para manejarlo de manera más realista y con más madurez.
Puede producirse una confrontación con su profesión y su orientación
vital actuales, y una desilusión con su trabajo o su posición social. Quizá
Neptuno lo estimule a buscar la salvación en un trabajo más adecuado, o
le haga sentir que lo que usted quiere es «servir a los demás». Durante esta
fase es esencial, como una parte crucial de su proceso de reintegración, que
encuentre la manera adecuada de expresar sus verdaderos talentos y nece­
sidades. Algunas personas se sienten atraídas por la devoción a un ideal
superior, por el sacrificio voluntario de su propia identidad en aras de su
visión, como parte del intento de encarnar aquellos principios personales
que son sumamente significativos e importantes. Quienes estén sacando par­
tido de algún poder social podrían «pasarse» y llamar la atención de los
dioses sobre su soberbia actitud, y quizá -por obra de escándalos e indis­
creciones perfectamente evitables- crear la crisis que provoque su propia
caída y los despoje de todo poder y toda aprobación social.
Procure no caer en la tentación de eludir los problemas mediante el re­
curso de complacerse en un idealismo hecho de sueños y espejismos, ya que
ello puede impedir que se enfrente con el reto del éxito o el fracaso.

223
Su vida interior estará dominada por los conceptos de éxito y fracaso
en el nivel social. Más de una vez habrá perseguido ciertas cosas -posesio­
nes, trabajos, relaciones- en la creencia de que es importantísimo que las
tenga, porque ésos son los sueños que la sociedad nos estimula a tener. Puede
suceder que una vez alcanzado un objetivo, éste pierda su fascinación, deje
de satisfacer y quede vacío de significado. Con frecuencia, el éxito externo
puede convertirse en una vivencia de fracaso interior: en el momento de
alcanzarlo, el oro se nos convierte en polvo en las manos y comprendemos
de pronto que aquello no valía el tiempo ni el esfuerzo que le dedicamos.
Y el fracaso externo puede convertirse en un éxito interior si hemos apren­
dido la lección de lo que es esencial, verdadero e importante para nosotros.
Todo es relativo, y puede que una de las lecciones que se propone hacernos
aprender Neptuno durante este tránsito sea que lleguemos a entenderlo así.
Pasar de un punto de vista egoísta a otro más desinteresado es la transfor­
mación más viable, y de auténtico valor para la comunidad.

Neptuno en tránsito por la casa XI


Durante su tránsito por esta casa, Neptuno pone el énfasis en la fraterni­
dad y las actividades de grupo. Es probable que se sienta motivado para
participar más en actividades sociales, quizás atraído por el hechizo de una
intensa vida social o por un compromiso con grupos idealistas. En algunos
casos, semejante torbellino de actividad puede estar enmascarando una in­
seguridad interior relacionada con su propósito y su dirección, especialmente
si tiende a participar en los aspectos más frívolos y superficiales de la vida
social. No se trata de que niegue su valor como fuentes de alegría y relaja­
ción, sino de que comprenda que también pueden actuar como un factor de
distracción que le permita evitar el enfrentamiento con determinados pro­
blemas personales. En términos generales, Neptuno puede producir altera­
ciones de la percepción, y es probable que las experiencias y las apariencias
no siempre sean lo que parecen. Además, durante este tránsito usted está
más sujeto a dejarse influir por las modas y tendencias sociales del momento.
Lo que quiere Neptuno es que abra su corazón, que sienta más compa­
sión por los demás, de modo que la fraternidad no sea sólo una idea inte­
lectual o un bello ideal, sino una respuesta de sincero afecto hacia todo el
mundo, hombres y mujeres. Y sin embargo, quizá sus relaciones estén pa­
sando por una etapa insatisfactoria, con formas diversas de confusión que
incluso lo pueden llevar a cuestionarse el sentido que tienen y a preguntarse
cuál es el valor de su interacción social. Es probable que tenga la tentación
de dejar que algunas de sus relaciones se pierdan, quizá siente que ya no
tienen ningún sentido, o le parece que sus amigos se están volviendo en su

224
contra. Neptuno espera que comience a orientar conscientemente su senda
hacia el futuro y a depender menos del apoyo de otras personas. Ciertos
aspectos de su vida social se están disolviendo para que se anime a expre­
sarse socialmente de una manera más amplia y renovada. Su pauta social
actual puede estar limitándolo y restringiéndolo, y ha llegado el momento
de que descubra paisajes y horizontes más vastos en su propia naturaleza
y en la sociedad.
Esto puede ser incómodo en varios sentidos, y sin embargo esa incomo­
didad puede convertirse para usted en una ventaja, especialmente si con
el tiempo aumenta y enriquece su comprensión de la vida y le permite ad­
quirir unos valores más humanitarios y compasivos. Neptuno le sugiere que
ponerse al servicio de la humanidad dará un poderoso significado a su vi­
da. Este altruismo y una visión utópica de las causas sociales y humanita­
rias crean una expansión del yo que no equivale a un autoengrandecimien­
to egoísta, sino que es esencialmente inclusiva y espiritual.
Esto puede conducirlo a participar o profundizar su participación en
ideas o grupos dedicados a revelar los avances que ahora son necesarios
para el futuro de la humanidad, con el fin de estimular un cambio social
constructivo. Cuál sea el movimiento internacional que atraiga a cada cual
no tiene importancia, ya que todos ellos apuntan a la creación de una vida
mejor para todo el mundo en la Tierra; de lo que se trata es de un ideal
elevado en el que se le pide que participe ofreciendo su propia contribución
personal y única. La influencia de Neptuno lo llevará a abandonar una vi­
da centrada en sí mismo en aras de la causa del grupo; una actividad como
ésta proporciona un profundo sentimiento de propósito, sentido y direc­
ción en la vida, y siempre y cuando no ceda ante la tendencia a teñir su
participación con los colores del hechizo, puede ser una canalización satis­
factoriamente creativa para su energía.

Neptuno en tránsito por la casa XII


Ésta es la última fase del tránsito de Neptuno por la rueda de las casas.
Representa una disolución del pasado, y apunta hacia el ciclo siguiente. Al
pasar por la casa XII -la de Piscis, una casa de agua- Neptuno alcanza
la culminación de su influencia de sutil desintegración. Es improbable que
la experiencia sea fácil, porque pone a prueba nuestro apego a los ideales
y actividades sociales existentes, estimulando ciertas dudas y temores refe­
rentes a nuestra propia eficiencia e intensificando la inseguridad interna,
una tendencia que se repetirá durante el tránsito por la casa l.
Aunque pueda sentirse tentado a retraerse de ciertos aspectos de su ac­
tividad social para no perder el contacto con sus sueños e ilusiones favori-

225
tos, Neptuno le indica que se enfrente con claridad y seriedad consigo mis­
mo y con la vida. Lo ideal sería que lograra desprenderse de todos aquellos
aspectos cuyo carácter es manifiestamente ilusorio; de no conseguirlo, se­
guirá bajo su influencia y eso sólo le servirá para crearse más problemas.
Es inevitable que todos nos enfrentemos con algún espejismo en la vida;
el más difícil de superar es el de ser alguien aparte, y cada uno de los plane­
tas transpersonales está consagrado a hacerlo trizas. Puede haber partes
no integradas de su naturaleza que actúen como aspectos de la Sombra,
a los que usted prefiere no mirar, y quizá también haga caso omiso de los
aspectos insatisfactorios de sus relaciones. Pero con frecuencia, abordar
directamente estos ámbitos problemáticos con un espíritu creativo y positi­
vo obra maravillas. La luz brilla sobre una zona de oscuridad, y el hecho
de que se haya reconocido la existencia del problema se convierte en el pri­
mer paso hacia una resolución y una liberación positivas. En la etapa final
del ciclo de Neptuno, este proceso puede ser sumamente beneficioso y es­
tar en armonía con las energías redentoras de la casa XII; cabe esperar que
esto ponga fin a los viejos problemas y le ofrezca la oportunidad de comen­
zar el nuevo ciclo sin que sus influencias negativas contaminen su vida.
Esté preparado para enfrentarse con las consecuencias del ciclo de trán­
sito que Neptuno está finalizando. Puede experimentar un sentimiento de
crisis al encontrarse con una acumulación de opciones y decisiones. Hay
quien considera que se trata del peso del karma, que necesita ser reequili­
brado mediante actos de restitución. Quizás empiece a darse cuenta de que
no ha sabido sacar pleno partido de sus potencialidades, o a cuestionar sus
capacidades; tal vez sienta que su contribución personal a sus relaciones
no ha sido tan sincera ni tan comprometida como podría haber sido. Sea
cual fuere la parte de su vida que, en su sentir, podría haber resultado más
satisfactoria -en especial cuando es usted mismo el responsable de no ha­
ber sido tan eficiente como habría podido-, es necesario que la acepte co­
mo un «fallo» sin culpa ni remordimientos innecesarios, siempre y cuando
se disponga a aplicar sus energías de manera más consciente en el futuro.
Algunas personas pueden experimentar una sensibilidad especial a las
corrientes profundas de orden «psíquico», a intuiciones intangibles que re­
velan profundidades y sutilezas insospechadas. También hay quien puede
sentirse poco menos que anegado por los sentimientos y la agitación que
se movilizan en las profundidades oceánicas de su inconsciente. Unos po­
cos seres excepcionales pueden tener la vivencia de cómo Neptuno demuele
todas las fronteras del yo, disolviendo el espejismo del ser aparte y abrien­
do las puertas que conducen a un reino interior donde se tiene acceso a la
sabiduría y a la orientación que nos vienen de dentro. Algunas personas,
al intentar evadirse de sí mismas, pueden terminar sufriendo una crisis ner­
viosa provocada por el esfuerzo de poner dique a las presiones, los movi-

226
mientos y los enfrentamientos interiores, temerosas de la oscuridad que va
brotando dentro de sí mismas. El impacto de los planetas transpersonales
(Urano, Neptuno y Plutón) puede ser tanto negativo como positivo, según
de qué manera se enfrente el individuo con las vibraciones transformado­
ras y cómo decida responder a las exigencias de cambio personal a que está
sometido.
Recuerde el lector que sea cual fuere la manera en que decida encarar
esta fase final, ello condicionará el ciclo siguiente de Neptuno, de modo
que el tiempo que ahora dedique a evaluar su vida y sus necesidades, inten­
ciones, valores y actitudes puede aportarle un gran beneficio. En toda vida
hay siempre aspectos que es posible mejorar merced a un esfuerzo cons­
ciente; de este modo se disfruta más de la existencia, que se convierte en
una creación más propia y dirigida desde el interior. Éste es el potencial
que nos ofrece Neptuno si escogemos estrechar su mano y escuchar el susu­
rro con que nos guía.

Neptuno en tránsito por los signos


El paso de los planetas transpersonales a través de los signos ejerce un fuer­
te impacto en la generación que nace en ese período e influye en los cam­
bios y el progreso necesarios en el seno de la cultura, la sociedad y la civili­
zación del momento, de modo tal que las estructuras sociales desgastadas
y !imitadoras y las formas de pensamiento, actitudes y creencias estableci­
das puedan transformarse en vez de permanecer estancadas. El ciclo de trán­
sito de Neptuno a través de dos signos (veintiocho años) y de Plutón (entre
doce y treinta años por signo) abarca el surgimiento de una generación que
tendrá que desempeñar un nuevo papel colectivo en la pauta de la evolución.
Cada generación dispone de posibles soluciones para los problemas so­
ciales previamente creados, y también deja retos para que los resuelvan las
generaciones siguientes, que indican tanto las características inferiores y
más negativas de un planeta actuando como «hados» inconscientes que re­
corren el colectivo social, como también las características superiores y más
positivas que se expresan por mediación de la respuesta de grupos más re­
ducidos actuando como catalizadores del nuevo impulso visionario que lle­
gará a instalarse en el mundo. De estos grupos forman parte artistas, cien­
tíficos, planificadores sociales, ocultistas, unos pocos políticos y grupos ra­
dicales.
Los signos por donde transitan Neptuno y Plutón indican de qué mane­
ra intentarán resolver los problemas sociales la generación nacida durante
este período y los adultos capaces de responder a las energías superiores
del momento. Esto se ve a menudo en los individuos que expresan un con-

227
junto de ideas heréticas, demasiado avanzadas y controvertidas, que tro­
piezan con una fuerte oposición en el momento de ser expresadas, pero que
para cuando la generación correspondiente ha madurado se han incorpo­
rado ya a la corriente principal del pensamiento. Un ejemplo de ello son
los primeros trabajos sociales de Annie Besant, relacionados con la necesi­
dad de la anticoncepción y con los derechos de la mujer. Aunque vilipen­
diada en el momento en que expresó sus ideales sociales, e incluso llevada
ante los tribunales por haber publicado sus escritos, el tiempo ha demos­
trado que la visión de Besant respondía al espíritu de la evolución social
de vanguardia.

Neptuno en Aries 1861/1862-1874/1875


Éste es el comienzo del ciclo actual de tránsito de Neptuno, cuando el pla­
neta empezó lentamente a disolver los baluartes del sistema social de las
naciones occidentales. Los antiguos conceptos del estado y la monarquía
ya se estaban extinguiendo, desde el descubrimiento de Urano en el siglo
anterior, y el descubrimiento de Neptuno en 1846 aceleró el cambio. Des­
cubrir un planeta es como activar en el psiquismo individual y colectivo
el arquetipo correspondiente, cuya influencia puede necesitar algún tiem­
po para manifestarse. Pese a que Neptuno tiene una naturaleza especial­
mente esquiva, su vibración es tan sutil y poderosa que los cimientos se ha­
cen polvo antes de que la conciencia haya percibido que está sucediendo
algo; sólo después de que se ha producido la crisis llegamos a darnos cuen­
ta de lo que está pasando.
Aries es una energía impetuosa, de avanzada, que lucha por el entusias­
mo y el liderazgo; esencialmente, lo que ocurrió en Occidente en esta época
fue una gradual disolución de todo lo establecido: el estado, la iglesia y las
pautas del pensamiento tradicional. Y dos de los principales impulsos que
la causaron fueron la investigación científica y la indagación espiritual.
La obra de Darwin sobre la evolución de las especies empezó a carco­
mer la tradicional confianza en el carácter fáctico de la Biblia y de las ense­
ñanzas cristianas, lo que estimuló la crisis del poder que la iglesia mantenía
sobre el pueblo, muchos de cuyos integrantes estaban dispuestos a empe­
zar a pensar por sí mismos y a cultivar sus propias actitudes espirituales
y éticas.
El espiritualismo y los contactos mediúmnicos establecidos desde el más
allá atrajeron a muchas personas, y el movimiento se fortaleció aún más
a partir de las experiencias de las hermanas Fox en Estados Unidos, que
ayudaron a poner los cimientos sobre los que más adelante se consolida­
rían grupos ocultistas como la Sociedad Teosófica.

228
Otro factor de disolución fue El capital de Marx, ya que sus teorías po­
líticas y económicas sirvieron de base para un nuevo impulso del pensa­
miento político moderno. El énfasis sobre el papel del proletariado apuntó
a inmensos cambios en el equilibrio del poder, tanto internacionalmente
como dentro de las naciones, a medida que los obreros empezaron a exigir
una mayor influencia y más compensaciones por sus esfuerzos.
Cada una de estas tres tendencias se orientó en el sentido de la transfor­
mación, y sus repercusiones se hacen sentir aún hoy, ya que estos impulsos
iniciales y controvertidos están llegando en la actualidad a una madurez
que posibilita redefiniciones más avanzadas.

Neptuno en Tauro 1874/1875-1887/1888


En un mundo occidental que por aquella época era esencialmente materia­
lista y estaba centrado en una industrialización creciente y en la nueva de­
manda de los consumidores, Neptuno empezó a oponerse a la tendencia
predominante, con la intención de generar un nuevo impulso espiritual que
impregnara la mentalidad occidental. El imperio victoriano estaba llegan­
do a su culminación, influyendo en muchos lugares del mundo y contro­
lándolos; era inevitable que se produjera una fertilización cruzada, como
en efecto empezó a suceder por mediación de la respuesta imaginativa de
la gente al estímulo de los hechizos y misterios de Oriente.
En una sociedad que se apegaba a la seguridad, la estabilidad y los va­
lores y creencias tradicionales, éstos eran precisamente los cimientos que
secretamente se les estaban disolviendo bajo los pies. Madame Blavatsky
y la teosofía aportaron una cantidad inmensa de material y de enseñanzas
desconocidas, enfrentándose resueltamente tanto al cristianismo como al
pensamiento científico. La Orden Hermética del Alba Dorada, que nació
en 1887, atrajo a muchos miembros de la intelligentsia y talentos artísticos
de la época. Los grupos ocultistas tienen un papel extraño en la sociedad,
que excede en mucho a su influencia más obvia y limitada. Sirven para abrir
canales en la mente colectiva, de modo que pueden grabarse en ella impre­
siones nuevas y diferentes; reflejan cambios inminentes en la evolución
y dan voz y poder de invocación a la necesidad humana de regeneración y
cambio. Estos grupos, y otros muchos que se fueron formando tras ellos,
abrieron las compuertas a una revitalización de la actitud espiritual de la
época, dejando el paso ampliamente abierto a todo pensamiento religioso;
el budismo, el hunduismo, el zen y el taoísmo se adentraron en el pensa­
miento y en la imaginación de Occidente. Nuestra generación ha madura­
do teniendo a su alcance toda esta amplitud del pensamiento, algo que con
frecuencia damos por sentado, pero que en modo alguno era así hace ape-

229
nas un siglo. La restauración de los antiguos dioses, tal como los invoca
el Alba Dorada, trae a la memoria la creencia cristiana en que al final de
los tiempos todos los muertos volverán a levantarse.
En esta fase se plantó la semilla de nuestro mundo moderno. El progre­
so alcanzado en el aprovechamiento de los recursos y en la aplicación del
materialismo científico {para crear, por ejemplo, la base de nuestra tecno­
logía) y la fertilización del pensamiento religioso por otras culturas {al des­
cubrir que el cristianismo tenía paralelos, en el mito y en la enseñanza, con
los caminos espirituales de Oriente y que había otros Hijos de Dios en las
diferentes culturas) fueron dos factores que disolvieron una vez más las cer­
tidumbres de Occidente. La absorción de la espiritualidad oriental pre­
cedió a la absorción de las minorías raciales y étnicas llegadas con la in­
migración, que ha transformado y sigue transformando nuestra sociedad
y nuestro mundo, convirtiéndolos en una mezcla más cosmopolita y más
representativa de la humanidad. Es como si la idea tuviera que preceder
a la realidad.

Neptuno en Géminis 1888/1889-1901/1902


Este tránsito coincide también con el comienzo del ciclo de quinientos años
de Neptuno-Plutón, cuya conjunción se produjo en 1888. Esta conjunción
indica un momento decisivo para las sociedades y culturas del mundo, un
momento en el cual la muerte de viejos conceptos inhibidores inicia una
secuencia progresiva de desintegración y conflictos sociales. En Géminis,
el campo de batalla se situó principalmente en el nivel mental, en parte co­
mo resultado del estímulo recibido por la investigación científica durante
las fases anteriores, y también gracias a la disminución de la influencia reli­
giosa en la mente colectiva.
De hecho, el ámbito de la ciencia se estaba convirtiendo en el nuevo sa­
cerdocio, al elevar la lógica y el pensamiento racional objetivo a la catego­
ría de metas por alcanzar y de camino hacia adelante que se abría ante la
humanidad. La mente colectiva estaba sumamente estimulada para inves­
tigar, explorar y entender, y los dominios más importantes donde hacerlo
se relacionaban con la naturaleza humana y con el universo. El intelecto
se convirtió en algo sumamente valorado en el mundo occidental, y se pro­
dujo un crecimiento paralelo en la toma de conciencia de la importancia
de la educación.
Las principales consecuencias sociales de esta influencia mental, guia­
da por grandes saltos de la imaginación al descubrimiento de direcciones
nuevas, incluyen la teoría cuántica de Max Planck, los trabajos prelimina­
res de Einstein sobre la teoría de la relatividad, que destruyeron el anterior

230
concepto newtoniano del universo mecánico al mismo tiempo que ponían
los cimientos de la era atómica, y la labor de Sigmund Freud, que condujo
al establecimiento del psicoanálisis y a la indagación en las raíces de la na­
turaleza y la psicología humanas. En este período se plantó la semilla de
la evolución que habría de emerger más plenamente durante el tránsito de
Neptuno por Cáncer y en las fases posteriores. Los valores de la mente y
del intelecto resplandecieron en todo su brillo, pero teñidos de cierto he­
chizo que con frecuencia llevó a no hacer caso de otros aspectos no menos
vitales de la naturaleza humana, especialmente en lo tocante a cómo ha­
bría de ser usado aquel conocimiento científico que se encontraba entonces
en sus inicios.

Neptuno en Cáncer 1901/1902-1914/1915


Parece darse una pauta según la cual los pasos más importantes de una evo­
lución o transformación se producen durante los últimos años en que Nep­
tuno está pasando por un signo. Es en este período cuando se disuelven
lentamente los cimientos restrictivos, antes de que la próxima etapa emerja
súbitamente al final del proceso. Durante este tránsito por Cáncer, Neptu­
no disolvió la seguridad emocional y física de los estados occidentales, pro­
ceso cuya culminación fue la primera guerra mundial.
Los viejos supuestos de la trama social establecidos previamente se fue­
ron disolviendo, como un recordatorio de que en la vida no hay nada segu­
ro; si la naturaleza no se ocupa de recordárselo ocasionalmente, la huma­
nidad ya se llamará periódicamente la atención sobre el hecho con el
despertador de un sufrimiento deliberadamente autoinfligido. El poder
del imperio victoriano llegó a su culminación, constituyéndose en un mo­
delo para las ambiciones de otras naciones. Familias y sociedades enteras
avanzaban con pasos de sonámbulo hacia la cruel profanación de sus sueños
e ideales en las trincheras de Europa, donde las naciones se destruyeron
unas a otras en un paroxismo de voracidad y locura nacionalistas. Allí es­
taba Neptuno en funcionamiento, adueñándose por mediación de Cáncer
de la naturaleza emocional del colectivo europeo. Fue la primera culmina­
ción de los cambios exigidos por este planeta, que incluyen un sacrificio,
y las víctimas y los mártires se contaron por millones en todo Occidente;
representó una purificación redentora internacional y una liberación del
orden social establecido; los valores tradicionales murieron con la carne
de cañón de los hombres leales, y las viejas directrices sociales y las distin­
ciones de clase se disolvieron en una compartida agonía.
No había caparazón alguno donde refugiarse; era imposible seguir evi­
tando los cambios. Un resultado importante de esta culminación al final

231
del tránsito de Neptuno por Cáncer y al comienzo de su tránsito por Leo
fue la devolución de cierto grado de poder social a las mujeres, y un reequi­
librio de la influencia social, una fase que aún sigue en marcha, ya que en
ocasiones, las actitudes profundamente arraigadas se resisten durante lar­
go tiempo a morir.

Neptuno en Leo 1914/1915-1928/1929


Una vez superados los traumas de los años de guerra, las naciones occiden­
tales intentaron retornar a las viejas estructuras que les eran familiares. Era
obvio que varias de ellas habían sufrido golpes gravísimos, pero todavía
quedaba algo de vida en aquellas pautas de comportamiento colectivas. Fue
un período incómodo, en el que reinó la inseguridad sobre la dirección que
se habría de seguir, y todavía dependiente de una vieja inercia que pugnaba
por restablecer la estabilidad y la identidad de las naciones. Pero el proceso
de disolución no se podía negar, y las pautas establecidas, derivadas de la
fase victoriana, se desmoronaron en lento desorden.
El alivio colectivo que supuso el final de la guerra y la falta de claridad
social condujeron a una relajación de las actitudes rígidamente manteni­
das hasta entonces, y a medida que una relativa permisividad se difundía
a lo largo y ancho de la sociedad, en los medios culturales y artísticos se
puso de moda la actitud de laissez-faire. Leo, como signo de la individuali­
dad, estimulaba ese sentimiento del placer hedonista que buscaba la gente,
una ocasión de volver a jugar y divertirse después de las represiones de la
guerra. El escapismo y el placer atraían a los jóvenes, que también respon­
dían a la fascinación de un estilo de vida más bohemio y al idealismo ro­
mántico que lentamente iba volviendo a la vida. Con el jazz, la música se
convirtió en uno de los focos de la época, y en ese ambiente de liberación
florecieron importantes figuras del ocultismo, como Crowley, Gurdjieff,
Steiner, Bailey y Fortune, que atrajeron hacia ellos a los intelectuales y bus­
cadores que andaban en pos de significado y propósito para la vida, ya que
habían reconocido que la estructura de valores establecida estaba extinguién­
dose y necesitaban encontrar un camino nuevo. Las expresiones culturales
y artísticas, como el teatro y la literatura, se beneficiaron de este relaja­
miento social, y se fue acentuando cada vez más la desaparición de anterio­
res inhibiciones, especialmente en los dominios de la moral sexual y en el
desarrollo de un nuevo pensamiento político.
El equilibrio social del poder estaba cambiando, ya que las mujeres ha­
bían obtenido el voto como resultado de las acciones de las sufragistas y
de otros movimientos que reclamaban los derechos de las mujeres, como
también del papel colectivo que éstas habían desempeñado durante la guerra,

232
ejerciendo múltiples actividades que antes habían sido dominio exclusivo
de los hombres. También los soldados, al regresar de la guerra, se encon­
traron con un panorama diferente en su vida y en su posición social. Esta­
ban menos dispuestos a someterse a la clase alta, y con el desarrollo del
movimiento sindicalista colectivo empezaron a darse cuenta de la fuerza
real de sus voluntades unidas.
La guerra mundial había roto el poder de las distinciones impuestas por
la clase social y había arruinado, o poco menos, a varias naciones euro­
peas, disminuyendo su poder y su influencia en el mundo. Esto permitió
que otras naciones se afirmaran más y se independizaran, especialmente
en cuanto potencias económicas; tal fue particularmente el caso de Esta­
dos Unidos, que había salido relativamente indemne de la pugna europea.
Las viejas actitudes nacionalistas empezaban a mostrar signos de cambio
-aunque sólo fuera por necesidad- y en varios países se estaba llegando
a una nueva formulación de la identidad nacional, lo cual estimuló tam­
bién el fortalecimiento de las nuevas tendencias políticas (como el socialis­
mo, el comunismo y el fascismo), que llegaron a convertirse en la ideología
dominante en algunos países, como la URSS e Italia.
Los nuevos avances en la comprensión psicológica del hombre se con­
cretaron merced a una mayor difusión de las teorías de Freud y de las de
sus discípulos Adler y Jung.
Finalmente, aquella extravagante búsqueda del cambio en el seno de un
colectivo social no integrado, que levantó vuelo después de las tensiones de la
guerra, pero con poco sentido de la orientación o del control, empezó a caer
a tierra. La crisis económica del final de los «locos años veinte» y el colapso
de los mercados bursátiles condujeron a la Gran Depresión y a las pérdidas
económicas y el desempleo masivos. Los cambios de Neptuno seguían pro­
duciéndose, a veces de forma callada y sutil, pero con efectos devastadores.

Neptuno en Virgo 1928/1929-1942/1943


Neptuno está en exilio en Virgo, y por lo tanto ésta es una parte inquietante
de su ciclo de tránsito. Es como un choque directo con los intentos de man­
tener el control y el orden en la sociedad, cuando los espejismos se hacen
trizas, y se convierten en montones de basura, o siembran las semillas de
su propia y definitiva declinación. Éste fue un período de escéptica espe­
ranza, durante el cual la humanidad se enfrentó con las crecientes nubes
de tormenta de la tensión social y con las corrientes profundas de una pre­
sión ya a punto de estallar.
Para quienes vivían o nacieron en esta época, la expresión de las carac­
terísticas neptunianas superiores se vio inhibida por el clima social. La pri-

233
vación material fue común en muchos casos, la urgencia de sobrevivir era
el reto más apremiante, y la posibilidad de refugiarse en los vuelos fantásti­
cos de la imaginación les fue negada a muchos jóvenes. La Depresión, el
paro y las fluctuaciones económicas arrojaron su densa sombra sobre las
naciones, como si fueran una nueva carcajada vengativa de un dios som­
brío que se había burlado de ellas con la aparente prosperidad de los pri­
meros años veinte, mientras las naciones pugnaban por renovar su trama
social.
La desconfianza internacional se mezclaba con las esperanzas más idea­
listas, los visionarios aparecían por todas partes ofreciendo panaceas para
la transformación social, los grupos de presión políticamente activos ma­
niobraban para escalar posiciones al tiempo que cada nación pasaba por
una serie de reacciones internas ante la culminación de los desastres gene­
rados en las fases anteriores. En Italia y Alemania iba en aumento el poder
del fascismo y el nacionalsocialismo, y asociados con los conceptos de su­
premacía racial y de virtudes nacionalistas surgían argumentos de un espu­
rio carácter «científico». El concepto de pureza aria se convirtió en un arma
política que se propuso la erradicación de determinadas minorías despre­
ciadas. El fanatismo cobró predominio en el diálogo político en varias
naciones, y el uso de los medios propagandísticos ganó en habilidad y efi­
cacia hasta llegar a convencer a muchos de sus destinatarios de la verdad
de los argumentos con que los estaban condicionando.
En este choque entre Neptuno y Virgo, la batalla del agua y la tierra
se asemejó a la nube de minúsculas gotitas que se eleva de una cascada y
deforma la percepción del súbito cambio de niveles que determinó previa­
mente que el agua se precipitara por encima del borde. Las lecciones toda­
vía no habían sido aprendidas. La mentalidad colectiva separativa aún se­
guía dominando y resistiéndose a reconocer que el antagonismo naciona­
lista era peligroso e inútil, y que el progreso sólo se podría alcanzar por
la vía de la cooperación internacional. Las dictaduras de Italia y Alema­
nia, en unión del sol naciente de Japón, habrían de arrojar al mundo por
el borde de otro precipicio, por razones de engrandecimiento nacional y de
búsqueda de poder. Los espejismos y los hechizos seguían teniendo fuerza.

Neptuno en Libra 1942/1943-1956/1957


La segunda guerra mundial fue incluso más devastadora que la primera y
para una parte aún mayor del globo, ya que desde Europa se extendió a
muchos más países, creando una pausa crítica en los asuntos del siglo xx.
Libra, en cuanto signo del equilibrio, indica un cambio en la función de
Neptuno. Casi ochenta años de lenta erosión de los usos tradicionales de

234
la sociedad llegaron en estos momentos a su culminación, y se reflejaron
externamente en la pugna física de la guerra mundial. Lo que de esta época
habría de emerger pondría en juego una dimensión más positiva de la ener­
gía, y señalaría el camino hacia lo que se puede considerar como la visión
y la intención subyacentes de Neptuno.
En tanto que la disolución seguía siendo importante en la restauración
de un nuevo equilibrio, también se estaba revelando el aspecto de ensoña­
ción creativa y visionaria de Neptuno. Esto se dio por mediación de la ge­
neración de posguerra, la de los que han de guiar a la sociedad a adentrarse
en el próximo milenio. Fue una fase de transición, que socialmente reflejó
una gran confusión, conflictos e incertidumbre; la cuestión de las liberta­
des y los derechos humanos estaba ya en el crisol después del fin de la gue­
rra, con el sobrecogedor poder destructivo de las bombas atómicas arroja­
das sobre Hiroshima y Nagasaki. Desde entonces pende sobre el mundo
la amenaza del holocausto nuclear, en la medida en que la tecnología que
permite la fabricación de tales armas ha seguido proliferando y ha sido de­
sarrollada por varios países.
La visión de Neptuno se reveló en la acentuación de las relaciones so­
ciales, un tema propio de Libra. Por más que en este tema hubiera cierta
confusión, y se diera un entendimiento cambiante e incierto de las relaciones
interpersonales e internacionales, éste era el camino que conducía hacia ade­
lante. Durante esta fase se tendió a la creación de bloques internacionales
regidos por afinidades -la OTAN, la SEATO, el Pacto de Varsovia, la
Comunidad Económica Europea y las Naciones Unidas con sus organis­
mos subsidiarios, como la Unesco y la Organización Mundial de la Salud­
para garantizar la seguridad y la protección recíprocas, establecer mercados
económicos más amplios y organizar un mecanismo de ayuda internacio­
nal para las naciones necesitadas. En el nivel individual, los derechos civi­
les alcanzaron la condición de problema social, que culminó en el movi­
miento norteamericano por los derechos civiles y en la demanda de igualdad
para los grupos sociales minoritarios.
Emergió una subcultura hedonista e idealista basada en la juventud, que
habría de florecer, durante el tránsito de Neptuno por Escorpio, como la
generación hippie, centrada en torno de grupos musicales que expresaban
los ideales neptunianos del amor y la creatividad personal fundidos con la
acción social colectiva, como sucedió con los intentos de detener la guerra
de Vietnam. Ésta había de ser una generación destinada a politizarse, don­
de «lo personal era lo político». La cultura de la juventud nació en las fases
iniciales del rock and rol! y actualmente es un hecho establecido de la vida
moderna, que cada pocos años se renueva en virtud de un estilo nuevo y
más actualizado de rebelión y de actitud juvenil. Sin embargo, esto se ha
visto contaminado en gran parte por sus conexiones con el abuso del aleo-

235
hol y de otras drogas, lo que constituye el rostro negativo de un Neptuno
no integrado en la colectividad, y es sintomático de falta de significado,
dirección y propósito.
Se ha cuestionado la naturaleza de las relaciones, y la sociedad se ve
frente a una escalada de la disolución de las estructuras más tradicionales
del matrimonio y del compromiso, cuyas consecuencias se reflejan en la
familia y los hijos. A la gente se la reta a la búsqueda y el cultivo de su
forma personal y única de entender y expresar los usos sociales tradicio­
nales, porque prestarles una obediencia ciega da origen a fricciones y difi­
cultades mayores. Además, los miembros de esta generación se han con­
vertido en los «buscadores narcisistas» que van en pos de un mayor enten­
dimiento de sí mismos atisbando en el espejo de su propia naturaleza, y
que en el intento de determinar qué es lo que realmente hay allí -si es
que hay algo-, se despojan de sí mismos, capa tras capa, como quien
deshace una cebolla. Ésta es la generación de la Nueva Era, que encarna,
además de sueños optimistas para el futuro, muchos hechizos y espejis­
mos, y sin embargo procura también, mediante una actividad social y po­
lítica ejercida por intermedio de grupos de presión, dar a luz un mundo
mejor.
La visión de Neptuno-Libra es la imagen de una relación y de una res­
ponsabilidad globales, tal como se encarnan en el símbolo de las Naciones
Unidas, un gran ideal de unidad y un propósito común... de cuya manifes­
tación, por otro lado, estamos todavía muy lejos. Sin embargo, la idea tie­
ne que ser siempre lo primero; en el esfuerzo por acercarnos a su visión
resplandeciente reside la senda de la transformación, y sirve como una ima­
gen global del futuro de la humanidad, así como la iluminación es la meta
que atrae, individualmente, a los buscadores.

Neptuno en Escorpio 1956/1957-1970/1971


El período de tránsito de Neptuno por Escorpio inauguró una fase de pos­
guerra en las sociedades occidentales; muchas de las actitudes sociales que
se habían formado antes de la guerra se vieron cuestionadas por una nueva
generación, y el concepto de brecha generacional cobró una nueva vitalidad.
Gran parte de la energía de este enfrentamiento fluyó a través de la ex­
pansión de la cultura juvenil, que se agrupó en torno de su común afinidad
por el rock and rol/. Había más oportunidades de empleo, los jóvenes te­
nían dinero y empezaron a darse el gusto de participar en el mercado con­
sumista en expansión orientado a satisfacer los deseos de todo el mundo.
En Inglaterra, fueron los años de Macmillan y del «Jamás lo tuviste tan
bien».

236
Las esferas que Neptuno habría de disolver eran las que corresponden
tradicionalmente a Escorpio. La moralidad sexual se puso patas arriba con
el aumento de la promiscuidad, y la pornografía comenzó a florecer y a
punto estuvo de volverse respetable como símbolo de liberación. La homo­
sexualidad subió al escenario mundial de manera más autoafirmativa y abier­
ta. El atractivo de la fama creció a medida que la televisión iba teniendo
cada vez más influencia en la sociedad, y las apariciones en la pequeña pan­
talla se convirtieron en una forma rápida de fabricar estrellas.
Las drogas se difundieron por todo Occidente, especialmente las psico­
délicas, y el mensaje de Leary, «Conéctate, colócate, vuela», fue para mu­
chos el equivalente de volúmenes enteros de aparente sabiduría. El papel
de las drogas fue, en aquella época, sumamente importante para muchas
personas, en cuanto les abrió las puertas de la percepción y les permitió
penetrar en niveles de la realidad hasta entonces desconocidos. Los mú­
sicos adoptaron el papel de portavoces de la floreciente cultura juvenil,
actuando como modelos para que toda una generación los emulara. La fric­
ción entre los jóvenes y la sociedad «establecida» se intensificó en Esta­
dos Unidos, Gran Bretaña y Europa, y a medida que hippies y yippies se
aproximaban para prestarse recíproco apoyo, se formó lentamente la
contracultura.
De un modo auténticamente neptuniano, mediante su imagen y sus sím­
bolos se diferenciaron tanto de sus padres como de sus contemporáneos:
con frecuencia la música que escuchaban, su pelo, su forma de vestir, sus
actitudes y el uso de drogas los convertían en seres aparte. El sueño de «Paz
y amor» y la difusión de la música electrónica generaron un nuevo grupo
en el colectivo, que convirtió a sus líderes y a sus músicos en figuras inter­
nacionalmente famosas y en sus héroes. La generación de la droga -un
fenómeno neptuniano- permitió que muchas personas tuvieran la viven­
cia personal de realidades interiores alternativas, especialmente la de una
exaltada unidad con la totalidad de la vida, y al abrir artificialmente cana­
les psíquicos antes inaccesibles condujo a la percepción de las vibraciones
sublimes de Neptuno. Muchas personas experimentaron estados de percep­
ción mística que cambiaron su vida, imprimiéndole una dirección nueva
y poniendo los cimientos de la actitud, más moderna, de prestar atención
a técnicas de transformación menos dañinas para la evolución personal.
La toma de conciencia poiítica se profundizó en la medida en que a la
juventud se la amenazaba a menudo en su condición de grupo minoritario,
y se la discriminaba de diversas maneras por su negativa a pensar, actuar
y vestir con la sobriedad de sus mayores. Los jóvenes decían sí a la vida,
la exploración y el placer, y percibían a la sociedad en general como un
conjunto de defensores de restricciones y prohibiciones de espíritu satur­
nino. Las manifestaciones callejeras, las sentadas y los tumultos racia-

237
les empezaron a aflorar; la sociedad pasó por un período de gran confu­
sión cuando lo viejo chocó frontalmente con el impulso juvenil. La liber­
tad cobró mucha importancia y las protestas contra la intervención norte­
americana en Vietnam fueron haciéndose cada vez más poderosas. Durante
los años sesenta, con los asesinatos de los hermanos Kennedy y de Martín
Luther King, que conmovieron las estructuras y la estabilidad sociales, se
volvió a esgrimir la muerte como recurso de cambio político. Los peligros
del enfrentamiento nuclear culminaron con el conflicto de Bahía Cochinos
y el empate entre Krushchev y Kennedy. El terrorismo cobró popularidad
con su intento de forzar el cambio social o las actitudes políticas interna­
cionales valiéndose de la amenaza de la violencia.
Todo esto es muy propio de Neptuno en Escorpio, así como el interés
en el misticismo y las enseñanzas ocultas que irrumpió entre los jóvenes
(Leary asoció la vivencia de las drogas psicodélicas con las experiencias es­
pirituales de los hindúes y los tibetanos). Se iniciaron peregrinaciones ma­
sivas a la India en busca de gurus y los maestros orientales establecieron
sus bases en las tierras -más lucrativas- de Norteamérica. El autocono­
cimiento se convirtió en una moda, y los jóvenes encontraban más motivos
de interés en las exóticas enseñanzas orientales que en la sobriedad de la
doctrina cristiana, con lo cual iban rompiendo los vínculos con su condi­
cionamiento social inicial. Se formaron grupos contraculturales cuya in­
fluencia fue en aumento, y se advertía en el aire que se estaba produciendo
un cambio radical y verdadero: los sueños se desataban a medida que un
entusiasmo engañoso se empeñaba en hacer caso omiso de la necesidad de
injertar un pensamiento práctico en sus delirios idealistas.
Pero éste fue un período de germinación muy poderoso que cambió la
vida de muchos de los nacidos en la generación de posguerra, y provocó
escisiones sociales que ofrecían tanto nuevas oportunidades como nuevos
riesgos que todavía hoy tenemos que afrontar. El nivel del abuso de las dro­
gas que existe actualmente es una consecuencia de lo que se inició durante
el tránsito de Neptuno por Escorpio, y hoy las drogas son físicamente mu­
cho más dañinas y más adictivas, y han conducido a una intensificación
de la criminalidad callejera, especialmente en Estados Unidos. Sin embar­
go, la necesidad de regeneración espiritual resultó entonces estimulada de
ese modo, y por más que haya llegado a deformarse, sigue siendo una fuerza
activa en demanda de progreso. Neptuno en Escorpio removió las profun­
didades inconscientes y, como Pandora cuando abrió la caja que le habían
prohibido abrir, desató una energía de transformación perturbadora, cuyas
consecuencias todavía no podemos ver con plena claridad.
En esta fase están los cimientos de la Nueva Era, cuyos miembros, en
cuanto grupo minoritario, responden a las vibraciones de los planetas trans­
personales: Urano, Neptuno y Plutón. Lo que identifica a este grupo son

238
las cualidades asociadas con su misión de puente entre culturas y socieda­
des, entre nuestro mundo contemporáneo y el mundo que nos está espe­
rando más allá del año 2000. Además, la mayoría de ellos pertenecen a la
generación de posguerra conocida como «boom de la natalidad», y desde
comienzos de los años sesenta han formado parte del influyente movimien­
to de la contracultura juvenil. En sus cartas natales hay una poderosa in­
fluencia de Urano, Neptuno y Plutón, que sirven de puente planetario en­
tre el viejo estado anímico de Piscis y la visión emergente de Acuario.

Neptuno en Sagitario 1970/1971-1984/1985


La energía casi primaria que hizo irrupción durante el tránsito de Neptuno
por Escorpio llegó a su culminación hacia comienzos de la década de los
setenta, y la burbuja del idealismo estalló después de que la revuelta estu­
diantil de 1968 fracasó en su intento de provocar una revolución social to­
tal. Sin embargo, durante el tránsito de Neptuno por Sagitario se empezó
a pulir este impulso. Estaban presentes las mismas tendencias, pero era co­
mo una pausa para reconsiderar, analizar y pensar con más cuidado y más
profundamente cuál era la naturaleza de la transformación social y cuáles
los comportamientos individuales y colectivos que ésta requería. Después
de la pasión extravertida y de la culminación de la libertad en los años se­
senta, se necesitaba, para la asimilación del proceso, un período de más
madurez e introversión.
El consumismo materialista siguió expandiéndose, proclamado por la
publicidad como la fuente de toda realización vital; todavía se continuaba
percibiendo a los recursos del medio ambiente como algo que estaba en es­
pera de la explotación y la voracidad del hombre. Con el avance tecnológi­
co se intensificó el progreso científico, se inició la explosión del conocimiento
y de la información en el mundo entero a medida que la investigación cre­
cía en eficacia con ayuda del moderno instrumental científico, y la mecáni­
ca cuántica comenzó a emerger como la fuerza de vanguardia de la investi­
gación contemporánea, capaz de adentrarse en la naturaleza del universo.
Se empezaron a desarrollar ciencias nuevas, en ocasiones por la fusión de
disciplinas hasta entonces dispares, y comenzó a hacerse factible la investi­
gación del genoma humano.
Fue una fase marcada por el pensamiento superior característico de Sa­
gitario, en que se hizo evidente la necesidad de una sociedad más alerta,
más espiritual y más filosófica. Se intensificó la exploración de la mente,
tanto por medio de la investigación del cerebro como mediante la medita­
ción, y se popularizaron el psicoanálisis y otras psicoterapias personales.
Al volverse más cosmopolitas las sociedades, y verse confrontadas con el

239
reto de la integración social, también se incrementaron los viajes al extran­
jero y los intercambios culturales. «La búsqueda» se convirtió en algo acep­
table; la búsqueda de uno mismo, la de un nuevo sistema social, la del equi­
librio ecológico y la de la administración de la vida sobre la Tierra se ex­
pandieron hasta tomar una forma reconocible como parte integrante de la
vida humana. La oportunidad de una vivencia personal de la dimensión
espiritual o de Dios se puso al alcance de todos aquellos que desearan se­
guir los caminos y las técnicas de antaño, con lo que se disolvió la necesi­
dad de una clase sacerdotal que actuara como mediadora, aunque esto po­
día verse deformado por la necesidad inicial de un guía y maestro, que lle­
vó a muchos a confiar en dudosos gurus y en cultos sospechosos.
Los ideales de Neptuno y Sagitario se infiltraron en aquellos miembros
de la sociedad que sintonizaban con ellos, de modo tal que la visión global
fue haciéndose lentamente visible como lo único que ofrecía una solución
viable para los problemas contemporáneos. Para muchos, la calidad de vi­
da llegó a ser personalmente más importante que las meras posesiones ma­
teriales y la existencia física. Los conceptos de inspiración revolucionaria
empezaron a diluirse y fueron reemplazados por la idea de transformar la
sociedad desde adentro, mediante un activismo social y un compromiso con
grupos radicales o bien realizando un trabajo espiritual interior por la vía
de la meditación. Empezaron a reaparecer los sueños utópicos, por cues­
tionable que fuera su posibilidad de realización práctica; pero si algo seña­
la el camino, entonces se puede determinar la forma de avanzar. Entrela­
zado a través de los niveles de la confusión social corre un hilo de oro que
apunta hacia conceptos de unidad; poco a poco, cada vez más personas
van haciéndose conscientes de su presencia e intentan hacer de ella una rea­
lidad sobre la Tierra.

Neptuno en Capricornio 1984/1985-1998/1999


Al ser Capricornio un signo de tierra, esta fase difiere de forma evidente
de los dos tránsitos anteriores de Neptuno, que en Escorpio puso el acento
en una necesidad más emocional de libertad colectiva, y en Sagitario afec­
tó al nivel mental.
Vivimos en una época de decisiones cruciales para la humanidad. Las
estructuras sociales se van desintegrando constantemente, y cada vez co­
bramos mayor conciencia de lo que estamos haciendo con el planeta: se
cierne sobre nosotros el desastre ecológico, la capa de ozono se va agotan­
do, los bosques y selvas desaparecen rápidamente y la economía mundial
se basa en una distribución de un desequilibrio aberrante. La inevitabili­
dad de un cambio esencial se va abriendo paso lentamente incluso en la men-

240
talidad de los gobiernos occidentales más recalcitrantes, que -por más que
aún sigan resistiéndose a afrontarlos seriamente-, gracias a la presión so­
cial se van viendo obligados a reconocer la existencia de problemas como
el de la contaminación ambiental.
A medida que la posibilidad del caos parece intensificarse, se va produ­
ciendo la correspondiente reacción, que tiende hacia maneras más antiguas
de actuar y de ver la seguridad de la sociedad. Han vuelto a aparecer las
actitudes fundamentalistas, atizadas por tendencias reaccionarias. El fa­
natismo y el racismo se remueven bajo la superficie, y muchos de los mani­
fiestos avances alcanzados durante los dos tránsitos anteriores en materia
de liberación social se ven ahora amenazados; por ejemplo, la homosexua­
lidad se encuentra bajo la amenaza de reacciones sociales provocadas por
los riesgos del sida. Las actitudes estatales autoritarias han vuelto a recu­
perar cierto poder, en la medida en que la gente cree que mediante un lide­
razgo dictatorial fuerte se podrá restablecer una estabilidad y una seguri­
dad que pongan coto al desmedido avance de una permisividad que esti­
mula cambios indeseables.
Los problemas ecológicos han conseguido actualmente llegar a los titu­
lares de los periódicos, y es probable que el mero instinto de supervivencia
empuje a la gente a asegurarse de que los gobiernos comiencen a dar los
pasos necesarios para resolver estos desafíos internacionales. Pero, en una
cultura que ya se ha vuelto global, todavía necesitamos reconocer qué es
lo que esto significa en función de las políticas de cooperación internacio­
nal. Es necesario que aflore una forma de espiritualidad práctica que no
puede ser ninguna imagen meramente fantástica de Maestros Secretos, por­
que todo eso es superfluo, sino una manera, inspirada por la visión de una
unidad global, de afrontar con seriedad los problemas que acosan a la hu­
manidad. Neptuno en Capricornio estimulará este concepto de un gobier­
no mundial, revigorizando la lenta consolidación de la idea de una nueva
política, que se inspire en el espíritu interior, por ejemplo.
Hay signos de que esto está ocurriendo, y un ejemplo es la obra de Gor­
bachov en la URSS, empeñado simultáneamente en transformar una na­
ción estancada y reprimida, formada por muchas repúblicas y etnias, y
-en sus pronunciamientos públicos de alcance mundial, referentes a un
aumento del desarme y a una mayor cooperación internacional- en resol­
ver los problemas mundiales. Es una tarea inmensa, pero los cambios son
esenciales para impedir que caigamos por el precipicio y vayamos a termi­
nar en el abismo.
Así como el individuo tiende a expandirse en la conciencia de grupo de
Acuario, la colectividad tiende a generar tipos de organización social más
universales. Esta tendencia se inició con los actuales ciclos de Plutón y Nep­
tuno, y debe llegar a su culminación a lo largo de los próximos setenta años,

241
a medida que estos dos planetas completen la totalidad de sus respectivos
ciclos. 1992 bien puede ser un año importante, ya que Urano y Neptuno
estarán en conjunción en Capricornio, lo que debería liberar energías adi­
cionales de carácter inspirador y visionario. Tanto para el individuo como
para la colectividad, el tema oculto es la fusión y la integración de materia
y espíritu, y a medida que nos aproximemos al próximo milenio se pondrá
más el acento en el tipo de mundo que deseamos crear y en el que queremos
vivir después del año 2000. Cada uno de nosotros puede ayudar a aproxi­
mar más esta visión a la conciencia de la humanidad.

Neptuno en Acuario 1998/1999-2011/2012


En el ciclo anterior de tránsito de Neptuno, el planeta fue descubierto mien­
tras estaba en el signo de Acuario, de modo que es probable que esta fase
sea de considerable importancia, lo mismo que el hecho de que en 1998-
1999 Neptuno forme una conjunción con Urano en ese mismo signo. El
ingreso en el próximo milenio bien puede indicar el comienzo de la Era de
Acuario.
El idealismo y la actividad mental se verán estimulados durante este trán­
sito, y la tendencia colectiva de Neptuno se unirá con el concepto de frater­
nidad social universal reflejado por Acuario. La necesidad de una concien­
cia de grupo dominará el nivel mental del colectivo, y se intensificará la
conciencia mundial de la necesidad de culturas y civilizaciones nuevas y de
una humanidad transformada. Esto implicará un nuevo ascenso en la espi­
ral que inició el desarrollo de las primeras sociedades tribales, cuando
pequeños grupos de individuos se reunieron en grupos mayores para ase­
gurarse así la supervivencia. Hoy nos enfrentamos esencialmente con el
mismo problema, pero el nivel que necesitamos alcanzar es el de una coo­
peración global. Incluso si el cambio se produce por razones puramente
pragmáticas de supervivencia, la necesidad de un espíritu humanitario
más altruista terminará por hacerse obvia. Hoy disponemos de medios
de comunicación que abarcan el mundo entero y no podernos hacer caso
omiso del sufrimiento en otras partes del mundo; tenernos pocas excusas
para hacer la vista gorda y, fingiendo que nada de eso sucede, refugiarnos
en la comodidad de nuestro hogar en busca del espejismo de una ficticia
seguridad uterina.
Es probable que durante este tránsito se produzcan avances científicos
que favorezcan el desarrollo de redes de comunicación instantáneas, y que
probablemente también ofrezcan la posibilidad de nuevas formas de pro­
ducción de energía menos peligrosas que las actuales para el equilibrio eco­
lógico del mundo. La energía solar y la obtenida por medio de la fusión

242
nuclear son otras áreas donde puede haber nuevos adelantos. La tecnolo­
gía espacial y de los satélites cobrará mayor importancia. La ciencia y la
tecnología, especialmente en el terreno de la medicina, serán más eficaces
y -a medida que se canalicen menos las inversiones hacia el pozo sin fon­
do de la carrera armamentista y se las encamine en cambio hacia activida­
des más humanitarias- se harán intentos serios de resolver los principales
problemas sanitarios de los países subdesarrollados.

Neptuno en Piscis 2011/2012-2024/2025


Ésta es la etapa final en el ciclo actual de Neptuno, y cabe la esperanza de que
podamos ver una culminación de las características más positivas de la vibra­
ción de este planeta. La fase de disolución necesaria se completó en el momento
decisivo del tránsito por Libra, y fue seguida por la fase de integración que ter­
mina en Piscis, durante la cual las características más visionarias y positivas de
Neptuno han impactado y siguen haciéndolo sobre los individuos más receptivos.
Todo final de un ciclo es el momento de la siembra de otro nuevo, y
Neptuno se siente cómodo en el signo de Piscis. Es probable que esta fase
tenga también su parte de confusión y vacilación, ya que el mundo aún está
en espera de muchos cambios radicales y hay una disparidad entre los esta­
dos más modernos y aquellos que todavía están muy al comienzo del cami­
no del desarrollo como para tener asegurado el progreso. Se producirán
tensiones entre las naciones económicamente poderosas y las áreas más dé­
biles del mundo, aunque lentamente irá produciéndose una distribución no
tan basada en la explotación y más equitativa.
Seguirá yendo en aumento la aplicación práctica del progreso que ha
tenido lugar en el mundo desde el descubrimiento de Neptuno, como tam­
bién la comprensión de cuál es, básicamente, el camino que la humanidad
ha de seguir. La conciencia planetaria y la responsabilidad ambiental esta­
rán bien establecidas en muchas naciones, y se realizarán grandes esfuer­
zos para alcanzar el equilibrio ecológico; la presión mundial sobre las
naciones que continúen con el daño ecológico irá en aumento y el acento
se pondrá generalmente en el valor de la cooperación global e internacio­
nal para resolver los problemas mundiales, reconociendo que la tarea es
demasiado grande para que las naciones puedan asumirla individualmente.
Es probable que nazcan nuevas formas de creatividad imaginativa, do­
tadas de un carácter majestuoso y sobrecogedor, y dirigidas a promover
sentimientos de unidad y a sanar al planeta en su totalidad. Cuando hayan
llegado a este punto, los visionarios sociales ya estarán soñando con metas
mayores para la humanidad, y el brillo en aumento de los ideales utópicos
seguirá siendo, para el corazón de ésta, una voz que la llama.

243
7

El Neptuno esotérico

Al explorar la naturaleza del Neptuno astrológico suele ser esclarecedor con­


siderar las enseñanzas esotéricas con él asociadas, especialmente las que su­
brayan la función transpersonal de las energías neptunianas y su impacto
sobre el individuo y la sociedad.
El sistema de enseñanzas ocultas conocido generalmente como de los
Siete Rayos es una fuente importante de investigación adicional. Según es­
te sistema, siete rayos creativos de energía son los cimientos de la vida ma­
nifestada en este sistema solar, y fueron indicados inicialmente en los li­
bros de Madame Blavatsky /sis sin velo y La doctrina secreta. A partir de
estos libros se formó en 1875 la Sociedad Teosófica, cuyo ulterior desarro­
llo guiaron. Alice Bailey realizó nuevas interpretaciones de estas enseñan­
zas actuando como amanuense del maestro tibetano D. K., de la fraterni­
dad oculta del Transhimalaya, interpretaciones que están más al alcance
del público gracias a los esfuerzos de los grupos por ella fundados: Lucis
Trust, Arcane School, World Goodwill y Triangles. El legado de los libros
de Alice Bailey es considerable, y grande su influencia en esta fase de arrai­
go de la nueva visión acuariana, aunque son más adecuados para el estu­
diante adelantado del ocultismo o de la astrología. Sin embargo, puede ser
muy beneficioso familiarizarse con estas enseñanzas. Contactar con el grupo
Lucis Trust para informarse sobre sus publicaciones puede ser una intro­
ducción fácil para cualquiera a quien le interese este enfoque de la Sabidu­
ría Intemporal.

El Sexto Rayo
En el sistema de los Siete Rayos a Neptuno se lo asocia con el Sexto Rayo,
el del Idealismo y la Devoción. Esotéricamente, este rayo rige el plano as­
tral, de modo que las imágenes con él conectadas son las de Neptuno como

245
el «Dios de las Aguas», el «Océano de la Vida» y las «Aguas de la Sustan­
cia». En este contexto, las «aguas» representan la sabiduría esotérica y, como
en breve observaremos, se relacionan con el efecto purificador, como en
la experiencia del bautismo espiritual, la segunda iniciación.
Al plano astral se lo visualiza a menudo· como un dominio acuoso don­
de la materia es menos «sólida>> y más dócil a la influencia del deseo y del
pensamiento. Como el agua, es algo fluido y propenso a las tormentas, y
refleja todas las impresiones realizadas sobre su superficie; reaccionar ante
estas impresiones puede estimular el fenómeno de la aparición de nieblas
y brumas (hechizos e ilusiones). Es el mundo de los sueños, las visiones,
los deseos y las poderosas emociones, y con frecuencia, el campo de batalla
oculto de la humanidad. Tal como todos deberíamos reconocer, el poder
de las emociones es en la actualidad más directo e inmediato que el del pen­
samiento o el de la complejidad intelectual; la mayor parte de la humani­
dad se rige por su respuesta emocional a la experiencia y a las circunstan­
cias, y raras veces por una reacción auténticamente inteligente ante la vida
real. En la palabra «emociones» está implícita la alusión al movimiento,
al hecho de ser movido, y todos estamos familiarizados con la experiencia
de sentirnos llevados por una respuesta e-mocional que nos hace pasar por
toda la gama de e-mociones placenteras y dolorosas con que podemos en­
frentarnos. El deseo moviliza una e-moción, un movimiento tendente a la
posesión o la experiencia del objeto de nuestro deseo, y aporta el impulso
motivador necesario para dirigir la atención hacia al mundo externo, que
se nos aparece como la fuente de toda satisfacción.
Para una humanidad tan fuertemente centrada en una naturaleza he­
cha de deseos y emociones, los efectos del Sexto Rayo son sumamente po­
derosos, y se han intensificado desde que los planetas exteriores emergie­
ron a la conciencia con el descubrimiento de Urano primero, y después con
el de Neptuno, en 1846. Los indicios de tal intensificación van desde la trans­
formación creada por la Revolución Industrial -la construcción de fábri­
cas que producen masivamente artículos destinados a movilizar los deseos
del consumidor, y que son, todos, socialmente aceptados y proclamados
como necesarios para la realización y el contentamiento del individuo (in­
dependientemente de que sean o no necesarios para el bienestar y la vida)­
hasta la formulación de ideologías políticas de alcance mundial como el
comunismo marxista.
De varias maneras se ha producido una revitalización de la influencia
del Sexto Rayo sobre la humanidad desde el descubrimiento de Neptuno.
Generalmente, este rayo es más afín a la ya casi finalizada Era de Piscis,
en la que se difundieron las grandes religiones mundiales -el cristianismo
y el islamismo-, que influyeron en muchas culturas y sociedades. Fue du­
rante la Era de Piscis cuando muchas personas cayeron en la cuenta de que

246
«los hombres son como peces, inmersos en el mar de las emociones», una
frase que evoca las antiguas imágenes de los primeros cristianos y de Cristo
como «pescador de hombres» (o la del Rey Pescador de las leyendas del
Grial). En esta fase de la transición de la Era de Piscis a la de Acuario se
ha producido una fusión de las energías, casi a la manera de un puente que
conduce hacia la visión global de Acuario, con su insistencia en las virtudes
de la conciencia colectiva. Es interesante señalar que así como Piscis se re­
laciona con imágenes acuáticas, también Acuario incorpora el agua como
representante del advenimiento de la conciencia erística que transporta y
vierte el agua del cántaro: «Agua de vida soy, que se vierte para los se­
dientos».
Durante los últimos ciento cincuenta años, hemos visto la aparición de
poderosas ideologías que intentan unir la emoción y la mente de modo tal
que tengan una resonancia total en la profundidad del individuo. Y los in­
dividuos se funden entonces en poderosos grupos de obreros y de pensado­
res idealistas, que se consagran a la transformación del «antiguo orden»
y a la superación de las divisiones sociales negativas. Entre sus ejemplos
importantes se incluyen el comunismo, el socialismo, el humanitarismo,
el sindicalismo, el feminismo, el movimiento de las libertades civiles, el be­
haísmo, la flamante política de la Nueva Era y la buena voluntad masiva
del hombre común, expresada en una actitud de compartir con altruismo.
Como el Sexto Rayo es el del Idealismo y la Devoción, estas causas han
generado en sus creyentes un intenso compromiso, y han sido un poderoso
motivo de cambio social, conducente al nacimiento de una visión global.
Lo que ha ocurrido es que la tendencia neptuniana a tener firmes ideales
ha operado a través de la revitalización del Sexto Rayo, de modo que la
devoción a un objetivo se ha convertido, para muchos, en la luz que los
guía. Estas tendencias ideológicas latentes en la humanidad han hecho su
aparición en el mundo mediante el despliegue del intelecto humano, obli­
gando a que los deseos de mejorar la sociedad creasen en las masas los con-'
ceptos necesarios para lograrlo.
Para el buscador individual o espiritual, las características del Sexto Rayo
son también las de Neptuno. Las positivas incluyen la devoción, el idea­
lismo espiritual, las inclinaciones religiosas, la plegaria, el misticismo vi­
sionario, los sentimientos de unidad y de inmanencia de la divinidad en la
vida, la reverencia, la lealtad, las aspiraciones, la sensibilidad beneficiosa,
la compasión y la ternura. Las características ambivalentes incluyen la fir­
meza idealista, los sentimientos y emociones personales altamente sensibi­
lizados y la tendencia a la renuncia. Entre las características más negativas,
debidas a los malentendidos y a las expresiones individuales equivocadas
y separativas, se cuentan el amor celoso, la parcialidad, el sectarismo, los
prejuicios, el autoengaño, el fanatismo, la devoción mal encaminada, la

247
vaguedad, el exceso de receptividad a las influencias externas, las fantasías
basadas en emociones y deseos, el escapismo que aísla, el psiquismo me­
diúmnico sobre niveles inferiores engañosos y el amor posesivo y depen­
diente.
La dificultad que afronta el individuo con una marcada afinidad con
el Sexto Rayo es la de expresar sus características superiores de manera con­
gruente sin perderse en los miasmas del tumultuoso torbellino del plano
astral y de sus propias reacciones emocionales. El firme ardor visionario
y la fogosa aspiración, puesta al servicio del logro de un ideal, son caracte­
rísticas del Sexto Rayo. Neptuno ayuda al individuo a conectarse con una
visión idealista y profundamente arraigada en el corazón, absorbiendo su
foco mental dentro del propósito que lo eclipsa, y luego activa simultánea­
mente a Marte y a Júpiter como energías necesarias para ir en pos de esa
ambición y realizarla sobre la Tierra.
En realidad hay dos planetas asociados con el Sexto Rayo, Neptuno y
Marte, y tres signos, Virgo, Sagitario y Piscis. La mezcla de Neptuno y Marte
revela las tendencias del Sexto Rayo; cuál de los dos planetas sea el más
dominante depende de la carta astral del individuo. En el menos evolucio­
nado, lo que predomina es la energía marciana, que tiñe el carácter media­
dor de este rayo haciendo que se exprese de una forma más agresiva, extre­
mista, directa y combativa: las tendencias guerreras inherentes en el cris­
tianismo y en el islamismo dan prueba de ello, tanto en las guerras libradas
por Jerusalén y las Tierras Santas como, en el catolicismo europeo, en la
Inquisición. El aspecto superior y más pacífico de la energía neptuniana
aparece en el cristianismo en las siguientes actitudes: «ofrecer la otra meji­
lla», servir a la comunidad y amar al prójimo como a uno mismo... una
visión de afecto universal a la que todavía estamos tratando de acercarnos.
Responder a la influencia de Neptuno y del Sexto Rayo alienta al aspi­
rante a consagrarse tanto a los valores superiores del espíritu como al bie­
nestar humano. Esta respuesta puede asumir la forma de una adhesión a
un plan o propósito espiritual que exige lealtad y dedicación, y probable­
mente también sacrificios personales y un servicio desinteresado. La di­
mensión mística de Neptuno estimula siempre una sensibilidad que lleva
a intuir una realidad ideal existente como potencialidad dentro de la mate­
ria y de la forma, en espera del momento adecuado que le permita manifes­
tarse. El compromiso de llevar a la práctica un ideal asume con frecuencia
la forma de «mi verdad, mi paz, mi sueño, mi visión de la realidad, mi ideal
limitado, mis ideas finitas de Dios; por ello me esfuerzo, lucho y muero».*
Un peligro inherente en esto es una devoción indiscriminada a un ideal o

* Las citas han sido reproducidas, con autorización, de Alice A. Bailey, A treatise on the
Seven Rays, vol. 111: Esoteric Astrology, y vol. V: The Rays and the initiations; Lucis Trust.

248
una persona, ya sea que esta devoción esté animada por un estado o una
religión o que sea creada e impuesta por uno mismo. Lo que ha ocurrido
es que han aflorado en la gente tendencias extremistas por obra de las cua­
les la conciencia dualista y la potencia de las emociones personales han da­
do como resultado la división entre los pueblos y las naciones. El tipo de
actitudes de «la santidad, la razón y Dios están de nuestra parte, y ellos
son la malignidad y el demonio» y de «nosotros somos morales y justos
y ellos deben ser castigados por inmorales», lo mismo que las disputas ideo­
lógicas y religiosas, son la consecuencia inevitable de las reacciones separa­
tivas ante esta energía.
La mayoría de las personas no se dan cuenta de la influencia de los es­
pejismos que empañan la claridad de la percepción, especialmente cuando
en el terreno de la discusión están en juego diferencias teológicas o espiri­
tuales, y estos desacuerdos aún siguen asociados con el aspecto negativo
de la Era de Piscis. Al Sexto Rayo se lo ha denominado «el rayo del proce­
der ciego, en el que el individuo se ve cegado por fragmentos del todo, al
considerarlos como algo total y exclusivo».*
Responder a la vibración neptuniana puede ser causa de que el indivi­
duo se vuelva más introspectivo, más amable y probablemente hipersensi­
ble, especialmente susceptible a sentir empatía con respecto a los sentimien­
tos y las emociones de los demás, respondiendo al concepto tradicional de
la sensibilidad psíquica típica de Piscis. Si esta situación no se maneja co­
rrectamente, puede suceder que una simpatía sentimental y excesiva haga
que el individuo se pierda en problemas ajenos en virtud de una identifica­
ción imprudente con la situación de otras personas; el resultado de ello es
la incapacidad de servir y de ayudar. Lo que generalmente se necesita es
una «compasión severa» y no una «compasión sentimental»; la compasión
severa del alma se considera solamente dentro del principio del mayor bien
para el mayor número de personas, y exige una visión mucho más amplia
de las repercusiones y los efectos a largo plazo. A veces las lecciones que
se dan desde el nivel del alma son dolorosas, pero el amor espiritual o aní­
mico intenta movilizar verdaderamente la vida espiritual en los individuos
y en la sociedad, en vez de limitarse a halagar y dar apoyo a la personalidad.
El Sexto Rayo refleja el eterno conflicto entre el yo inferior y el supe­
rior, entre el ser aparte formado por el cuerpo, las emociones y la mente
y el ser total formado por el alma y el espíritu; el campo de batalla de la
realización es el de la naturaleza emocional y el plano astral. En Esoteric
astrology se sugiere que en la mente de la masa Neptuno está velado a la
vez por Cáncer y por la Luna, y que ello impide que el individuo registre
los múltiples impactos e influencias superiores a los cuales es sensible el

* Véase nota a pie de página 248.

249
«hombre de verdad». Liberarse de las restricciones de la existencia colecti­
va canceriana y del pasado instintivo personal de la Luna permite que se
produzca la alineación con Neptuno. Lo que entonces se abre es una con­
ciencia más mística, un corazón sensible que transmite la vivencia del sen­
timiento de la visión superior, donde se da el reconocimiento de la interre­
lación subyacente dentro del proceso mundial de la dualidad manifestada.
El papel personal consiste entonces en actuar como mediador para que este
mundo más verdadero se muestre y se exprese. En términos esotéricos, es­
to se ha descrito como la eliminación del poder de las influencias de la Lu­
na, Cáncer y Neptuno por el poder y la luz del control del alma. «El inicia­
do ya no está regido por la Madre de las Formas o el Dios de las Aguas;
cuando las aguas se rompen y salen afuera, la Madre da nacimiento al Hijo
y la entidad espiritual individual queda libre.»*
El efecto del Sexto Rayo sobre el agitado plano astral (creado por los
deseos, las emociones y los sueños de la humanidad) es estimular un remo­
lino de fuerza que magnéticamente provoca el descenso de la energía men­
tal superior. Esto es válido tanto para la sociedad como para el individuo,
y el impacto de la energía mental superior tiende a provocar un conflicto
en las ideologías y los sueños colectivos. Durante este siglo hemos visto có­
mo las consecuencias de esto se precipitaban sobre el plano físico por obra
de las tensiones y crisis de dos guerras mundiales y de otros conflictos más
localizados. Los efectos del Sexto Rayo sobre el nivel mental tienden a cris­
talizar el pensamiento, creando una devoción fanática a un ideal de masas
obsesivo y haciendo que el individuo caiga prisionero de la ideología domi­
nante hasta que se le hace imposible pensar libremente y se cierra a toda
otra percepción e interpretación alternativa.

La segunda iniciación: el bautismo


En el sistema de los Siete Rayos, Neptuno está asociado con la segunda ini­
ciación, conocida comúnmente como «bautismo», tal como queda regis­
trado en el relato bíblico que explica cómo Jesús fue bautizado por Juan
el Bautista en el Jordán. Esto representa una etapa más avanzada de la trans­
formación de la conciencia de masa en la conciencia sensible e inclusiva
del «discípulo» espiritual o iniciado.
Uno de los conceptos de la astrología esotérica, el Lagos Solar tal como
lo encarna el Sol, concentra la energía superior e influye por intermedio
de dos de los planetas transpersonales, Neptuno y Urano, a los que usa co­
mo transmisores y lentes descendentes para entrar en la vida en la Tierra

* Véase nota a pie de página 248.

250
y afectarla. A Neptuno se lo ha descrito como «el corazón del Sol», que
una vez llamado a la actividad derrama energía espiritual sobre la humani­
dad por mediación de este planeta. El resultado que se propone obtener
es transformar las emociones y los deseos en amor y aspiraciones, orien­
tándose y dedicándose al alma interior. Una vez que la naturaleza emocional­
sentimental del aspirante responde a la naturaleza de las energías que ema­
nan del «corazón del Sol», el buscador está preparado para pasar por la
segunda iniciación, que implica la sublimación de las influencias de la Lu­
na y Cáncer. El Sexto Rayo viene a la vez desde y por mediación de Neptu­
no, que en unión de Júpiter es el corregente de Piscis. Júpiter también está
asociado con el canal del Sexto Rayo, rige a Sagitario y tiende a expresar
la energía de este rayo de un modo más activo y dinámico que Neptuno,
que es más contemplativo. Tanto Neptuno como Júpiter están en exalta­
ción en Cáncer, que es el signo de la encarnación masiva y donde el deseo
de encarnación termina por cumplirse y liberarse. En Esoteric astrology se
sugiere que las relaciones astrológicas del hombre ordinario dirigido por
la masa son Cáncer, regido por la Luna (el Cuarto Rayo), y Piscis, regido
por Júpiter (el Segundo Rayo). En las atribuciones no ortodoxas, especial­
mente en las dirigidas a discípulos e iniciados, Cáncer está regido por Nep­
tuno (el Sexto Rayo) y Piscis por Plutón (el Primer Rayo).
La influencia de Neptuno consiste tanto en crear individuos auténticos
a partir de la masa como en permitirles que ocupen su lugar dentro de la
conciencia colectiva acuariana que lentamente va aflorando. Éste es el con­
cepto de los servidores del mundo, que actúan como un grupo mediador
entre la visión espiritual interior y las necesidades y demandas de la huma­
nidad como colectivo. Los «discípulos» son aquellos que, inspirados por
un ideal de grupo progresista y humanitario, aprenden a encarnar, trans­
mitir y expresar todo esto para iluminar el camino de los demás. Suelen
trabajar bajo la égida iniciática y la dirección organizativa del «ashram de
un Maestro», en cabal afinidad con su propósito individual y colectivo.
Durante esta fase de transición en la evolución mundial, y particular­
mente en relación con el mundo occidental, a Neptuno se lo conoce en el
nivel esotérico como el Iniciador: «En ciertas antiguas fórmulas, al gran
Maestro de Occidente y actual Iniciador del Mundo, Cristo, se lo identifica
con Neptuno, el Regente del Océano y de la Era de Piscis, y cuyo tridente
y símbolo astrológico significa la manifestación de la Trinidad».*

En el momento de la primera iniciación, dentro del individuo nace el


Cristo interior (el alma o la vida espiritual); esto se estudió en La aseen-

* Véase nota a pie de página 248.

251
sión del Fénix: exploración del Plutón astrológico [publicado por Edicio­
nes Urano]. La segunda iniciación es el momento de crisis en que el indivi­
duo llega a ser capaz de controlar sus deseos y emociones, su naturaleza
astral.
Se produce una nueva orientación de la vida personal hacia el espíritu
y los anhelos como consecuencia de la primera iniciación o iniciación del
nacimiento. La segunda etapa se alcanza por mediación de la energía de
las aspiraciones y los sueños humanitarios. El buscador se siente con fre­
cuencia hechizado por su propia adhesión, poderosa y casi fanática, al des­
pliegue de sus ideales y a su devoción a lo que él percibe como «bueno».
Desea servir, y su ideal es la transformación del mundo. Pero a medida que
avanza en su camino, se escandaliza y se horroriza al tomar conciencia de
su propia naturaleza astral, y de la complejidad del nivel astral del mundo.
Percibe que el nivel astral está perpetuamente agitado por constantes
deseos separativos, que sobre las aguas rugen las tormentas causadas por
el choque de deseos y sueños que se oponen, que las formas engañosas del
pensamiento se reflejan en la mente de los hombres y que la materia astral,
por su maleabilidad, responde al magnetismo de cada impulso, deseo y atrac­
ción, independientemente de que provengan de fuentes buenas o malignas,
de visiones de unidad o de separación. Es raro que la tranquilidad persista;
la naturaleza del nivel astral es la inestabilidad, la de las aguas movidas por
las corrientes ocultas y por la fuerza del viento. El buscador ve que estas
energías son fluidas, con frecuencia indefinidas, que van a la deriva y que
el símbolo que más apropiadamente las expresa en el plano físico es el agua.
Se da cuenta además de que él contribuye a lo caótico de este ámbito,
con sus propias respuestas basada en emociones y deseos, no controladas
ni integradas, y comprende que él también es víctima de sus propios hechi­
zos y espejismos. Empieza a percibir su responsabilidad, a darse cuenta de
que también él necesita aclarar su propia naturaleza, despejándola de reac­
ciones emocionales excesivas e inconscientes. Entiende cuál es su propia
contribución a las «tormentas movilizadas por su naturaleza emocional,
las oscuras nubes y nieblas por donde marcha constantemente».* Con lo
que tropieza el buscador es con una toma de conciencia saludable, que lo
despeja. En el capítulo 3 nos hemos ocupado de los hechizos místicos, pero
es en este momento del proceso de la segunda iniciación cuando el busca­
dor se enfrenta con el muro creado por la energía eléctrica de la suma de
todos sus hechizos. A estas alturas, los hechizos van cobrando fuerza e in­
tensificándose, y los signos de que así es no pueden menos que verse refle­
jados en la vida externa. Su percepción y su claridad están nubladas y de­
formadas por estas engañosas formas de energía que no son más que espe-

* Véase nota a pie de página 248.

252
jismos, y que actúan a modo de obstáculos que le impiden seguir avanzan­
do. El buscador tiende, esencialmente, a crear él mismo las sendas que lo
apartan de su derrotero, desviándose por caminos formados por ios viejos
hábitos, expresándose a veces de tal manera que, de hecho, se inhibe de
seguir la dirección que se propone y va socavando así su propio objetivo.
Se da cuenta de que es necesario que sacrifique sus propios deseos sepa­
rativos, y de que debe orientarse a subrayar, en la totalidad, sólo lo bueno.
Lentamente, por obra de una gran lucha personal entre su yo inferior y el
superior, como en el campo de batalla de Kurukshektra entre Arjuna y Krish­
na en el Bhagavad Gita, comienza a hacer progresos en la comprensión,
la integración y la reorientación de su naturaleza emocional. Es necesario
que demuestre cierto grado de adaptación y de control emocional, y un co­
nocimiento de cómo aplicar las energías espirituales a disipar los hechizos.
Necesita atravesar el período de transición de una posición basada en las
emociones y los deseos a otra basada en la aplicación de la inteligencia que
se cimenta sobre la claridad de la percepción. Los viejos deseos, hábitos
y modelos de respuesta automáticos pierden el poder de dominio que ejer­
cían sobre él, que ahora aprende a responder cada vez mejor a las deman­
das del centro de su alma. Al valerse de la iluminación mental para hacer
de la naturaleza astral-emocional, más reposada, un transmisor de la luz
interior del alma, ve que los hechizos se pueden conjurar y que «aquello
con lo que se enfrentará la humanidad tras la primera iniciación es la lucha
por despejar la atmósfera del mundo».*
Una vez que esa batalla interior por la supremacía sea ganada por la
naturaleza espiritual, las aguas de las emociones y de la naturaleza astral
personal se aquietarán y se convertirán en un espejo que reflejará con pre­
cisión los impulsos superiores y la visión universal. Las emociones se puri­
ficarán al atravesar los fuegos del sufrimiento y la resistencia que el mismo
buscador se había creado, y su naturaleza inferior y separada se someterá
al yo superior.
Al liberarse de la inmersión en los hechizos, se le abrirán las puertas
hacia una mayor visión interior. Su capacidad para servir se amplificará,
se intensificará su influencia interior como canal transpersonal y, a través
de él y a medida que su vida se orienta más hacia el sacrificio, fluirán cons­
tantemente energías más poderosas. Se le revelará una visión más amplia
del Plan de la evolución y se hará más aguda su vivencia de las necesidades
del mundo. Cada vez más, se esperará de él que sacrifique sus propias ne­
cesidades personales a las del mundo; de cualquier manera que le sea posi­
ble prestarlo, el servicio será la luz que lo guíe. Se convertirá en un iniciado
kama-manásico, y tendrá una conciencia cada vez más intensa de la ínter-

* Véase nota a pie de página 248.

253
relación, de la unidad con la Única Vida, un hecho que él está consagrado
a expresar en el mundo. La conciencia de la humanidad o conciencia colec­
tiva cobrará una importancia suprema, y el buscador estará imbuido de una
visión creativa intensificada y sabrá el papel que habrá de desempeñar al
entrar en la fase de servicio al mundo. Al adentrarse en la creciente clari­
dad de la concentración en el nivel mental, verá que una tarea que continúa
es la reorganización de la vida astral-psíquico-emocional de la humanidad,
de modo que podrá contribuir a purificar este nivel permitiendo así que
la luz espiritual resplandezca más fácilmente a través de él y que se libere
la energía de la buena voluntad para lograr propósitos relacionados con
las relaciones humanas correctas.
La fase de la segunda iniciación está bajo la influencia esotérica de Vul­
cano, Neptuno y Júpiter, y pone directamente en juego, en el cuerpo etéri­
co del hombre, los chakras energéticos del plexo solar, el corazón y la gar­
ganta. Lleva consigo una peculiar purificación a causa del «fuego» libera­
do por obra de la luz que penetra a través del nivel mental y se adentra en
el plano astral, y es la aplicación oculta de «fuego al agua». El agua se trans­
forma en vapor, y al candidato a la iniciación se lo «sumerge en las brumas
y los miasmas, los hechizos y las nieblas»,* tal como hemos visto.
A esto se lo denomina «bautismo», y parece que los relatos bíblicos que
hablan de lavar y purificar mediante el agua reflejan una antigua tradición
de los atlantes en el seno del proceso iniciático: se realizaba un descenso
al agua y, en virtud de una palabra de poder oculto, el candidato renacía.
Una conexión budista con esta etapa es la conocida como «penetrar en la
corriente». Sumergirse en las aguas bautismales representa una intensa pu­
rificación, ya que en la dimensión oculta «capacita eternamente para, al
salir de las aguas, no estar ya más en peligro de ahogarse ni de hundirse;
ahora se puede "caminar sobre la superficie del mar" y avanzar sin riesgo
alguno hacia el propio objetivo».* Esto fue lo que Cristo demostró simbó­
licamente a sus discípulos al caminar sobre las aguas tumultuosas y calmar­
las, como gobernante de los océanos de la vida, y como la manifestación
suprema del ideal neptuniano.

La Atlántida
En La doctrina secreta, Madame Blavatsky considera a Neptuno-Poseidón
como un poderoso símbolo de la magia de los atlantes. A Poseidón se lo
consideraba la personificación del Espíritu o Raza de la Atlántida, tanto
en sus tendencias positivas como en las negativas. La imagen moderna de

* Véase nota a pie de página 248.

254
la Atlántida es la de una gran isla, un continente rodeado por el océano,
del que se cree que quedó sumergido debido a una gran inundación o a te­
rremotos que terminaron por hacer que se hundiera. Tradicionalmente, los
continentes «mueren» por obra del fuego o del agua, por inmersión, inun­
daciones o bien por causa de terremotos y volcanes que transforman la con­
figuración de las masas de tierra bajo la presión de desplazamientos pro­
ducidos a gran profundidad.
En el ocultismo hay un caudal considerable de tradiciones y conjeturas
referentes a la Atlántida, a la que con frecuencia se ve como la fuente de
una sabiduría arcaica y de enseñanzas esotéricas. Se la percibe como un
ideal, un lugar donde existió una «edad de oro» de la magia, la armonía
y el misterio. Se supone que el Antiguo Egipto fue uno de los depositarios
del conocimiento de los atlantes, donde éste se conservó después de la de­
saparición de la isla, y hay indicios persistentes de que las raíces de buena
parte de las tradiciones mágicas de Occidente se hunden en épocas previas
a las migraciones de los atlantes. Dion Fortune y su grupo intentaron repe­
tidas veces explorar esas conexiones en su trabajo de reformulación de la
tradición occidental.
Entre los símbolos de poder mágico y de autoridad que nos han llegado
de la Atlántida se cuenta el del «Dragón», un antiguo símbolo asociado
con la «Serpiente» que reaparece en muchas religiones antiguas. A Posei­
dón se lo reconocía como un Dragón, y fue adoptado como el dios protec­
tor de la ciudad de Poseidonis, en la Atlántida. De hecho, Platón comienza
su relato sobre la Atlántida hablando de la separación del continente por
parte de Poseidón, que era nieto de Urano. A los «Iniciadores» se les reco­
nocía la categoría de Dragón-Serpiente, y esto es una reminiscencia de la
función de Cristo a la que se refería el Tibetano.
Los conceptos de la sabiduría del dragón y de la serpiente se encuentran
en todo el mundo, en muchas de las religiones más antiguas, y o bien se
trata de una pauta arquetípica que se manifestó de forma independiente
por todo el mundo, o bien los símbolos y las enseñanzas emanaron de una
única fuente. A los hierofantes egipcios y babilonios se los conocía como
los «Hijos de la Serpiente» o los «Hijos del Dragón», y en Occidente los
druidas reclamaban también un título similar: «Yo soy una Serpiente, soy
un Druida». En México, como continuación de las tradiciones aztecas, el
símbolo de la deidad nacional es Quetzalcoatl, la serpiente emplumada, un
dios al que se reconoce haber civilizado al género humano compartiendo
con él su conocimiento para elevar el nivel de la humanidad. Los símbolos
de la serpiente y del dragón han estado siempre asociados con la sabiduría,
la enseñanza de los misterios y la inmortalidad, así como con la elevación
del hombre a la condición divina, y antiguamente no se los consideraba en
modo alguno vinculados con el mal, como en el legado de nuestra tradi-

255
ción cristiana. En el Antiguo Testamento, el Génesis narra la historia del
Árbol del Conocimiento, en la que Satán, el diablo, se disfraza de serpien­
te y engatusa a Eva para que ésta convenza a Adán de probar el fruto pro­
hibido, tras lo cual la pareja es expulsada del paradisíaco Jardín del Edén.
La serpiente desempeña además el papel del Iniciador, el que ayuda a des­
cubrir la sabiduría siempre presente en el autoconocimiento. Desdichada­
mente, gran parte de las enseñanzas y de las acciones del cristianismo pos­
terior han tendido a prohibir la búsqueda de la gnosis personal y, general­
mente, no han estimulado la realización individual fuera de los límites de
la teología cristiana.

La Cábala y la alquimia
En el sistema esotérico de la Cábala, a Neptuno se lo asocia con la Sephi­
rah suprema, Kether, llamada «la Corona de la Creación», que en el Árbol
Cabalístico de la Vida está situada sobre el pilar central, el del Equilibrio.
Así como Kether se inserta en un contexto primordialmente espiritual, tam­
bién hay paralelos con la teoría de que la vida en la Tierra emergió de los
mares físicos. Es la Fuente de la Creación, el punto donde la vida brota
de las profundidades del caos original, de la plenitud y el vacío previos a
la manifestación. En la mitología, Kether está en la línea de aquellos crea­
dores primarios que emergen a la existencia activa surgiendo de los vastos
abismos de las aguas o del espacio, y en este sentido su papel se relaciona
con el de Poseidón. Una imagen cabalística importante en relación tanto
con Kether como con Poseidón es la de «la Vasta Faz», una gran cabeza
que se eleva desde las profundidades de un mar en calma hasta cubrir por
completo el espacio por encima del horizonte, mientras su imagen se refle­
ja en la superficie del mar. Para el buscador individual, Kether es un punto
donde se logra la unión con la divinidad, y se recibe la corona consagrato­
ria. Como Kether es esencialmente no-forma, el contacto con esa energía
conduce a una disolución gradual de la condición de ser aparte, a medida
que se va realizando la fusión con la chispa de la divinidad interior.
Este aspecto, el de la disolución, es el que vincula a Neptuno, Kether
y aquella dimensión espiritual de la búsqueda alquímica que pasa por el
concepto del «disolvente universal». Todo ello implica un despojarse de
todos los velos, de todas las adherencias de la manifestación en la materia
densa, hasta que la esencia se revele. La Piedra Filosofal es el objetivo de
muchos alquimistas, y es un símbolo de algún misterio que sólo puede ser
descubierto en el interior del psiquismo humano, y al que con frecuencia
se resguarda revistiéndolo de imágenes que provienen del proceso de trans­
formación de los metales bajos en oro. Esta Piedra es algo que jamás pue-

256
de perderse ni disolverse, y que por lo tanto sale indemne del impacto de
Kether o de Neptuno. El proceso incluye la reducción de la forma separada
a la «materia prima» que por su propia naturaleza es indivisible y entera.
Rotos los límites del tiempo, el poseedor de la Piedra se adentra en la eter­
nidad. Para los alquimistas que buscaban los secretos espirituales, estas imá­
genes aludían a la vivencia mística de encontrar a Dios dentro de su propia
alma, y ésta era la culminación de muchos y prolongados intentos de con­
sumir con el fuego todos los velos inhibidores, hechizos y espejismos de
esa ficticia identidad separada que albergaban dentro de sí. Una vez logra­
do esto, la Piedra resplandecía en todo su brillo, y el metal bajo se había
transformado en oro. En el proceso, también el alquimista se había disuel­
to, incorporándose a una naturaleza más fluida, a medida que las barreras
se disipaban bajo el intenso calor de su crisol espiritual.

257
8

Neptuno y el despertar
del corazón de la humanidad

Desde el descubrimiento de Neptuno, en 1846, se ha producido un cambio


notable en la conciencia humana y en la evolución de la sociedad, que halla
su paralelo en el lentísimo amanecer de la conciencia de la unidad planeta­
ria de la humanidad. Así como Urano abrió las puertas a la era del creci­
miento mental e intelectual, Neptuno ha estimulado el nacimiento de un
corazón abierto y compasivo, empeñado en asegurarse de que se haga una
aplicación sabia, prudente y bien orientada de los conocimientos de la hu­
manidad. Nos encontramos todavía en una encrucijada cultural; los líde­
res de las naciones se ven enfrentados con la necesidad de adoptar políticas
más amplias y beneficiosas, coordinadas a nivel internacional, a diferencia
de las antiguas pautas establecidas, tendentes a favorecer a las élites socia­
les y políticas más poderosas y a intensificar las tendencias separatistas tanto
en el nivel de los partidos como en el internacional.
Se ha considerado que la vibración de Neptuno representa la octava más
alta de la energía que se encama en el planeta Venus, y que es la vibración
de amor más universalizada, que en su compasión abarca a la humanidad
y al mundo entero: es un desarrollo más amplio de Venus, que se limita
más bien al amor por la pareja o por la familia. Neptuno es el amor que
disuelve barreras entre el individuo y la colectividad: en el sentido social,
es una energía abarcadora, que se extiende hacia afuera para unir e inte­
grar, transformando las fronteras, que no son más que espejismos, y las
actitudes separativas. Neptuno simboliza una posible consumación que se
extiende hacia afuera como una meta para la humanidad, y que es la bús­
queda de una fraternidad humana y de una relación del corazón.
En tanto que a Urano se lo puede considerar asociado con el Grial Ilu­
minado de la Mente, Neptuno es el Inspirado Corazón del Grial. Ambos
necesitan colaborar en armonía y con una perfecta sincronización para que

259
pueda producirse la resurrección y el renacimiento del Fénix, simbolizados
por Plutón. Neptuno es la apoteosis de la visión del Corazón del Mundo.
Hacia mediados del siglo XIX empezaban a aparecer signos de un cam­
bio en la conciencia social. En la sociedad victoriana inglesa, los miembros
de la clase media volvían compasivamente los ojos hacia los menos afortu­
nados de la escala social, y se empezaban a movilizar proyectos humanita­
rios y filantrópicos que apuntaban a mejorar el nivel de vida de los pobres.
A la obra de Charles Dickens le cupo un importante papel en este lento des­
pertar; sus novelas, centradas en temas sociales, tuvieron una influencia
notable en los lectores de la época. A través de ellas Dickens cumplió la
función de un comentarista social que influyó sobre la gente por media­
ción de su penetración aguda y sensible en el clima de la época, y reveló
la hipocresía de gran parte de la sociedad, mostrando el duro sello de la
pobreza y de la alienación social que marcaba a las desprivilegiadas almas
que las padecían. Muchas personas creativas tomaron la preocupación so­
cial como base para su expresión personal e intentaron encaminar la aten­
ción de la sociedad hacia los rincones más oscuros de la vida, procurando
sacudir la conciencia de los cristianos. Ya hemos hablado de lo que fue,
durante esta fase, la intención de un movimiento artístico, el de los prerra­
faelitas. Esta penetración recíproca de la expresión creativa y de la reali­
dad, que ha seguido profundizándose desde entonces, refleja una respues­
ta sentimental sensible ante el nivel del cuidado social, una conciencia de
la disparidad del reparto social y de la manifiesta tendencia a atribuir a la
mera suerte hechos tales como el haber nacido en tal o cual nivel de la esca­
la social y de tales o cuales padres.
El espíritu filantrópico arraigó firmemente durante este período, y po­
co a poco, en el corazón y en la mente del hombre fue hallando eco la idea
de que la recta vía hacia adelante era la fraternidad. En 1864 la Conven­
ción de Ginebra estableció la Cruz Roja Internacional para que se encarga­
ra de los enfermos y heridos de guerra. En 1877 se fundó la St John Ambu­
lance Association, para ofrecer servicios de primeros auxilios, enfermería y
bienestar social. Incluso muchos propietarios de fábricas adoptaron una ac­
titud de preocupación e interés por sus obreros que, por más que compara­
da con la vigente en la actualidad fuera relativamente mínima y dejara mar­
gen a la sospecha de que con ella tendían más bien a proteger sus propios
intereses, de hecho tuvo por efecto una mejora en el nivel laboral y sanitario
de los obreros. Algunas personas, como Robert Owen, fueron aún más lejos
y diseíiaron comunidades utópicas que influyeron en gran medida en los
posteriores movimientos socialistas y cooperativos. El punto clave de estos
movimientos era la creciente toma de conciencia del prójimo, una disolu­
ción de los intereses y las percepciones egoístas y una respuesta más sensi­
ble al sufrimiento de la gente, unida al deseo de aliviarlo en alguna medida.

260
En lo tocante a la política internacional, en Estados Unidos Abraham
Lincoln y los estados del norte lucharon contra la confederación sureña por
el problema de la liberación de los esclavos negros fletados por barco desde
África, un conflicto que terminó por provocar cambios radicales en el pa­
pel y la posición de un grupo minoritario en el país, por más que la pugna
continuase y alcanzase un nivel considerable mediante el Movimiento por
los Derechos Civiles en la época de Martín Luther King. En Rusia habría
de producirse también un cambio social con los esfuerzos del zar Alejan­
dro II por emancipar a los siervos. Por sus intentos de liberar a un sector
de la población humillado y sometido a toda clase de abusos, y por respon­
der a sus propios sentimientos intrínsecos de lo que son el bien y el mal,
tanto Lincoln como Alejandro fueron asesinados. Durante la última mitad
del siglo XIX nacieron también dos movimientos políticos y económicos in­
ternacionales, que movilizaron una reacción intelectual ante la compasión
social; fueron el marxismo y el socialismo, y por más que su ímpetu inicial
se haya deformado y desencaminado, originariamente sus bases fueron vi­
sionarias y estaban asociadas con la afinidad neptuniana con lo colectivo.
Durante este siglo hemos visto la evolución constante de movimientos
internacionales cada vez más amplios, centrados todos ellos en la visión
nuclear de una única humanidad. El principal ejemplo de ello son las Na­
ciones Unidas, existentes desde 1945-46. Su concepción inicial fue el man­
tenimiento de la paz y de la seguridad internacionales, pero en la actuali­
dad se ha expandido hasta incluir la Declaración Universal de los Derechos
del Hombre, que define los derechos naturales inherentes en la condición
humana, independientemente de la raza, el credo, la nacionalidad, el sexo,
la edad o la religión, y defiende la libertad económica y religiosa, así como
los derechos de las mujeres y de los niños. Esto ofrece a la humanidad una
visión que le sirve de patrón para medir su progreso, y es un recordatorio
de los objetivos que deberíamos estar buscando. Las Naciones Unidas se
han convertido además en una importante influencia en lo que respecta a
la ayuda internacional, ya que intentan mejorar la suerte de las naciones
subdesarrolladas y el nivel de vida de millones de habitantes del globo por
mediación de la Organización Mundial de la Salud y de los programas edu­
cativos de la Unesco.
Estos ejemplos han tenido un profundo efecto en el mundo entero so­
bre las personas con cierto nivel de conciencia social. Se ha producido un
rápido incremento en la aparición de grupos populares que procuran al­
canzar influencia social presionando a los gobiernos en favor de determi­
nadas actividades. Esto refleja el crecimiento de una opinión pública bien
informada que tan decisivo es para la concreción de la visión de Acuario;
el futuro de la humanidad es algo demasiado vital para dejarlo exclusiva­
mente en manos de los políticos.

261
Ejemplos recientes de todo esto son las colaboraciones caritativas reco­
gidas mediante el poder de convocatoria de la cultura y la música juveniles.
Band Aid, Live Aid y Comic Relief han disuelto muchas barreras y antici­
pado lo que puede significar, en términos monetarios y de apoyo, la res­
puesta de la gente cuando se le toca el corazón. Save the Children recibe
millones de libras para financiar sus programas de asistencia, y los medios
de comunicación se han convertido en los transmisores de una visión glo­
bal que reclama para el sufrimiento una respuesta desde el corazón. Gru­
pos como Oxfam, War on Want [Guerra a la necesidad] y el Hunger Pro­
ject [Proyecto Hambre] se han consagrado a reducir la amenaza del ham­
bre en las naciones del Tercer Mundo. Amnistía Internacional se dedica
a ayudar a los presos que sufren encarcelamientos injustos, y a la promo­
ción, en escala mundial, de los derechos humanos. CND y END trabajan
por el esclarecimiento de la opinión pública contra las peligrosas amenazas
de una guerra nuclear de alcance mundial, y en todos los países hay mu­
chos grupos antinucleares. Amigos de la Tierra, Greenpeace y el World Wide
Fund for Nature están consagrados a la protección del medio ambiente y
a preservar la vida de las especies vegetales y animales amenazadas de ex­
tinción; hoy por hoy los grupos ecológicos, en su momento objeto de bur­
la, son grupos socialmente establecidos y respetados; la seriedad de sus co­
nocimientos es muy comentada por los medios de comunicación, ya que
cada vez se ve con más claridad que sus palabras de advertencia son lisa
y llanamente proféticas. Y hay muchos, muchísimos más grupos preocu­
pados por estos problemas, y el trabajo de todos ellos es tan valiente como
decisivo para el mundo en que vivimos.
Todos estos grupos trabajan desde el corazón y comparten la visión de
los planetas transpersonales mientras construyen un nuevo orden mundial,
una manera nueva de encarar la vida sobre la Tierra. El papel de Neptuno
consiste en ser un estímulo para el despertar del corazón de la humanidad,
en transformar el nivel de amor existente, que es una compulsión incons­
ciente, un instinto biológico, una pasión física y psicológica, orientándolo
hacia una forma socializada y consciente de servicio espiritual a la totali­
dad. Neptuno nos impulsa a ir más allá, a tomarnos todos de las manos
en una celebración mutua y en una unidad consciente. El amor es la ener­
gía condicionante que, al emerger, urge a la humanidad a que reconozca
la interrelación esencial de todo lo vivo y a que dé los pasos necesarios para
lograr una armonía y una buena voluntad de alcance mundial. Puede que
esto sea un sueño y una visión imposibles, pero el esfuerzo por alcanzarlo
conllevará un cambio constructivo y positivo, y así daremos un paso más
hacia este objetivo.
Como lo sabe cualquiera que haya sufrido por amor, el amor participa
de la naturaleza del fuego, y a Dios se lo ha descrito como un «fuego que

262
consume». Los límites son consumidos y trascendidas las barreras cuando
el amor percibe más allá de las apariencias superficiales y se relaciona con
el secreto y oculto centro del corazón donde se libera el amor del alma espi­
ritual. En nuestro siglo xx hemos liberado el fuego atómico por obra de
la ciencia; ahora necesitamos liberar el fuego espiritual del amor que trans­
forma, para que por mediación de su calor se transfiguren lo individual
y lo colectivo. Es necesario revitalizar el ideal cristiano del agape, para que
el amor incondicional llegue a ser el objetivo común, cada uno de nosotros
se ponga al servicio del beneficio de los demás y, mediante el apoyo mutuo
y la cooperación y la confianza recíprocas, todos podamos estimular el po­
tencial de nuestros sueños, potenciándonos unos a otros al compartir vi­
siones nuevas y elevadas, capaces de disolver las formas del yo que tienden
a la separación.
El corazón es la sede de una respuesta sensible y sentimental ante el mun­
do; un corazón abierto es el punto de mira, el lugar donde el poder inte­
grador de unificación se vierte hacia afuera bajo la forma de un acto com­
pasivo de amor por el género humano, sintetizando la multiplicidad y la
diversidad y logrando así la unidad. Los planetas transpersonales abren
al individuo hacia lo espiritual, y eso es lo que impregna de sentido y
de poder interior la vida del individuo. Se pueden establecer puentes que,
por obra del esplendor del corazón, pasen por encima de las divisiones
raciales, políticas, religiosas, culturales, ideológicas y psicológicas.

263
... y las visiones

¿Qué es lo que mueve a los individuos a la acción, a encauzar su energía


vital hacia el logro de algo que los motiva? Puede ser el deseo de alcanzar
la fortuna o la fama, o tal vez otras necesidades mundanas, pero la energía
vitalizadora que inspira cualquier esfuerzo se genera en los sueños y las vi­
siones personales. Son éstos los que hacen que el mundo gire, y son las fuen­
tes de la evolución individual y colectiva.
Neptuno es el planeta de los sueflos y las visiones, y puede haber una
tenue línea divisoria que separa la naturaleza de tales imágenes interiores;
entre el ámbito del espejismo y el de la iluminación muchos aspirantes a
lo espiritual se disuelven por obra de ese disolvente universal, sólo para rea­
parecer luego con un atisbo profundo y visionario de la realidad universal
subyacente.
Todo el mundo tiene sueños personales de realización y de logro, nece­
sidades y deseos que idealmente han de ser satisfechos, como el trabajo ideal,
interesante y bien pagado, o una posición de privilegio, el hogar más her­
moso, la mejor familia y la pareja más amante, la totalidad espiritual y fí­
sica, el reconocimiento público, la admiración y la fama. Los sueños y de­
seos son innumerables, y muchas personas dedican su vida a correr tras ellos,
en la esperanza de que una vez que los hayan alcanzado podrán relajarse
y cobijarse en el tibio resplandor del logro.
La gente puede rebosar de sueños y visiones personales, y muchos de ellos
quedarán frustrados en el callejón sin salida con que generalmente nos recibe
la realidad de la vida. Quizás el compromiso personal de alcanzarlos no sea
suficiente para superar los inevitables obstáculos que se alzan en el camino;
tal vez la intención no esté claramente definida, o las características y los ta­
lentos personales no sean los adecuados para alcanzar un sueño poco prác­
tico. Sin embargo, mucha es la energía humana que se dilapida soñando y
corriendo en pos de los sueños, en ocasiones para alcanzar un final feliz,

265
pero es más frecuente que todo se disipe y las ambiciones nazcan ya sin vida.
Al individuo los sueños le sirven para empujarlo a la acción. Son el im­
pulso y el ímpetu que dirigen la atención del yo hacia el logro de un sueño
específico; inicialmente, el sueño puede parecer algo imposible de llevar a
la realidad, pero siempre existe la probabilidad de que se lo pueda realizar
merced a la opción, el compromiso y la dedicación del esfuerzo personal.
El sueño es el «quizás yo pueda ... » que activa al Sol, Mercurio, Venus y
Marte en un enfoque concentrado, de la misma manera que la imaginación
estimula la creencia en que un deseo puede ser satisfecho, creencia que se
convierte en un camino hacia la creación de una nueva realidad en la vida
personal, abriendo a la exploración horizontes nuevos, en la esperanza de
que sea posible re-crear la vida dándole la forma ideal durante tanto tiem­
po soñada. Es un reconocimiento de la importancia de las opciones que
se realizan en la vida; si las puertas están cerradas es sólo porque hemos
decidido no abrirlas, y no porque tengan permanentemente echado el ce­
rrojo para prohibirnos la entrada. La vida ofrece una multiplicidad de
opciones y de senderos; los responsables de nuestra limitación somos
nosotros, por negarnos a soñar y a tener visiones... y para conseguir que
se hagan reales, es necesario que tengamos fe. Decidimos lo que quere­
mos hacer, escogemos con quién vivir, elegimos cómo nos hemos de sentir
con nuestra vida, determinamos dónde vivir; si llevamos una vida insatis­
factoria, nuestra es la libre opción de cambiarla, pero sólo si decidimos
echar a andar por la senda de la transformación.
El acto de asumir la responsabilidad de nuestra vida es decisivo. Al usar
constructivamente las técnicas de visualización creativa podemos dar una
forma nueva a nuestra visión de la vida, resaltando la importancia del sig­
nificado, el propósito y la dirección. Las formas positivas de visualización
de la vida se cultivan a partir de la imaginación y la resonancia emocional
propias de Neptuno, y se las concentra con ayuda del carácter mental supe­
rior de Urano.
Aunque el toque neptuniano tienda a estimular los sueños, su verdade­
ra intención es ayudar a transformarlos en una visión más positiva y cons­
tructiva, especialmente orientada a destacar la importancia vital del todo,
de la totalidad que forman sobre la Tierra la raza humana y los reinos de
la naturaleza.
Los sueños comienzan a transformarse en un enfoque visionario, mer­
ced al cual se ve la visión como el primer paso en la construcción de una
pauta previa a la realidad, una especie de mapa preparatorio de lo que en
su debido momento se manifestará. Aquellos que responden a la vibración
positiva de Neptuno verán en el proceso algo que configura los dones que
ellos han de dejar al mundo, su contribución a la calidad de la vida, su ins­
piración y su mensaje, sin que importe cuál sea el canal específico a través

266
del cual estén trabajando. La visión inspiradora precede, siempre, al acto
de la creación y a la manifestación en el nivel físico.
Por un sendero mágico, Neptuno nos lleva a través del paisaje onírico
interior hacia la visión buscada. Es el inspirador de la necesidad humana
de querer, imaginar, percibir y desear las dimensiones que la vida ofrece
en su abundancia, y al hacerlo trae a la existencia las percepciones, los va­
lores, las formas, las estructuras y los potenciales nuevos que nos ayudan
a expandirnos más allá de los límites que nosotros mismos nos hemos im­
puesto y a sintonizar mejor con la visión holista. La aspiración se inten­
sifica, la vida se enriquece y se vitaliza, el potencial creativo se libera y el
camino que va hacia adelante se destaca en nítido relieve, como un faro
encendido. La claridad y la intensidad de propósito del individuo van en
aumento, y la creencia en la opción de un cambio positivo inspira a la
voluntad para seguir adelante, con fe y confianza en el éxito final. Las vi­
siones ofrecen el poder de la esperanza, de que incluso en la oscuridad una
débil llamita de luz sigue brillando, parpadeante, alimentando la inspirada
creencia en que hay una salida, un camino hacia adelante que terminará
por validar la necesidad de un sufrimiento transfigurador.
Neptuno ofrece una visión social, la visión de un mundo que podría ser,
y que está esperando nuestro aporte y nuestra opción para hacerse real, la
visión de la pauta de realidad preformada de un posible mundo futuro, un
mundo unido. Pero para dar ese paso, el individuo tiene que ir más allá
de los límites de la imagen y el pensamiento separativos y convertirse en
una conciencia de alcance más amplio. Varias figuras políticas de fama mun­
dial han expresado este tema o visión, y su fama ha pasado de la política
a la historia; como ejemplos recientes están John F. Kennedy, Gandhi y
Martin Luther King. El discurso de King conocido como «Yo tengo un sue­
ño... », un clásico en su género, sigue siendo un grito de convocatoria para
las minorías desprivilegiadas y oprimidas. Y actualmente, también Mijail
Gorbachov está comunicando su visión de la necesidad de abandonar la
guerra fría internacional y de desmantelar las reservas de cabezas nuclea­
res, con miras a una Europa más unida y a una disminución del control
de la URSS sobre sus estados satélites. Gorbachov es un Piscis regido por
Neptuno.
La visión neptuniana es la visión de un corazón dedicado al servicio de
la colectividad, que procura beneficiar a todo el mundo, constantemente
en expansión, enriquecedor, amplio e inspirado, y que intenta potenciar
en todos los que caen bajo su hechizo el impulso de seguir su propia bús­
queda visionaria.
¿Cuál es la mayor enseñanza de Neptuno para la humanidad? Es la vi­
sión de un gran sueño, en el que los seres humanos aprendemos a convivir
con todos los reinos de la naturaleza en paz y recíproca armonía, y cuya

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luz orientadora es la de un amor y una compasión universales. Es una gran
visión. y el hecho de que la convirtamos o no en realidad depende, precisa­
mente, de nuestras opciones.
La cuestión es cómo podemos cooperar con Neptuno si es que decidi­
mos compartir su visión.
Y para ella hay una respuesta simple que ya nos ha dado, con su ejem­
plo viviente, Gandhi:

Yo soy[... ] un sof\ador práctico. Quiero convertir mis sueños en realidad.

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