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Universidad de Panamá

Facultad de Humanidades
Escuela De Español

Literatura Española IV
El Libro de los Cantares
Antonio De Trueba

Para
Profa. Pura Gómez de Vargas

Por
Laura Bravo
8-702-753

III noct.

8 de octubre de 2020
ANTONIO DE TRUEBA
Este es mi primer acercamiento a este notable escritor, antes de este momento desconocía
su obra y su importancia en las letras españolas.
Lo primero en investigar fue la biografía de este notable literato. Su nombre completo
Antonio Trueba y de La Quintana, llamado también como Antón de los cantares. Nace en
Montellano, Vizcaya, 1819 y fallece en Bilbao en el año 1889. Escritor. Su poemario El
libro de los cantares publicado por vez primera en 1852 ejerció una notable influencia en
los Cantares gallegos de Rosalía de Castro, destaca mujer poetisa de su momento. Las obras
de Trueba reflejan siempre el ambiente rural del País Vasco o de Castilla, aspecto que
anuncia la generación del 98.
Hijo de una familia de agricultores, trabajó en Madrid como dependiente de una ferretería;
posteriormente sería archivero y cronista del Señorío de Vizcaya y acérrimo defensor de los
fueros de esta región. Trueba se caracterizó por ser un hombre bondadoso y sencillo,
escritor autodidacta, fue llamado en Vizcaya "Antón el de los cantares". Se relacionó desde
sus inicios al grupo de poetas, entre ellos Gustavo Adolfo Bécquer, influidos por el
romanticismo alemán y que colaboraban en la revista El Correo de la Moda. Coincidiendo
con Ramón de Campoamor, buscó superar el romanticismo oponiendo al nacionalismo, una
preocupación social y ética expresada en un tono popular.
Esta postura se tradujo en la imitación de la tradición oral, se puede apreciar en El libro de
los cantares, que reúne poemas de forma y lenguaje sencillos de alabanza a las costumbres
de su provincia natal y que influyó en Rosalía de Castro, y en El Cid Campeador.
En El libro de los cantares, Antonio Trueba exhibe con satisfacción su posición modesta de
dependiente y autodidacta, la cual justifica la ausencia de complicación retórica y de saber
literario, y al par enaltece las prendas de inspiración natural que el éxito del libro revelaría.
El libro de los cantares es un repertorio de poesía popular, un libro inspirado por el pueblo
y escrito para el pueblo. El epígrafe corresponde al título, tiene el mismo valor, la misma
significación.

“Yo soy un ciego que ve.”


En todas las ciudades importantes de España, y particularmente en Madrid, se encuentra en
las calles, en las puertas de los templos, donde quiera que la muchedumbre se agolpa,
pobres ciegos, rapsodas o poetas, es decir, que cantan o recitan los versos hechos
expresamente para ellos o compuestos por ellos mismos. (La Revue de l'instruction
publique, por don J. M. Guardia)
El libro de los cantares, tuvo una gran acogida, incluyo una crítica rescatada de un diario
español en 1858, año que se publicó la obra. “He aquí por qué sus versos están al alcance
de todas las inteligencias, he aquí por qué hasta los niños los entienden, he aquí por qué su
éxito ha sido tan grande y tan legítimo. La modestia del señor Trueba se admira de este
éxito, y en efecto, es admirable que un pueblo viciado por los malos rimadores, haya
comprendido lo que vale un verdadero poeta. Dejando a otros los desordenados arranques
del lirismo, con «el bello desorden,» que «es efecto del arte,» insensible a las lágrimas que
la elegía derrama y a toda esa hojarasca de la poesía, que no es más que colorete y
afectación, se remonta a los orígenes vivos de la poesía: la naturaleza y la verdad. Por
esto ha triunfado, por esto entienden los niños sus versos, que la poesía popular no es más
que un eco de la voz del pueblo, que el poeta le devuelve.” El Diluvio

Forman la obra poesías de carácter popular, en las que Trueba toma como estribillo un
cantar o copla de las que andan en boca del vulgo. La propia copla le da el tema, que el
autor amplía, algunas veces siguiendo el sentido lírico del cantar, y más frecuentemente
inventando una acción congruente con los sentimientos de la copla.
Esta caracterización, es la que da personalidad a estas composiciones, muchas de las cuales
pudieran entrar en la clasificación retórica de baladas, a veces de ambiente contemporáneo
y no pocas de carácter histórico, si bien casi siempre de historia muy reciente. El romance y
la seguidilla son los metros que más frecuentemente usa. Tras su publicación, el éxito fue
inmediato y ruidoso; por aquel entonces todavía no se había fijado suficientemente la
atención en la cantera inexplorada del cantar popular, y las amplificaciones de Trueba,
acaso por el mismo origen del poeta, revelaban ese encanto que pronto había de ser
elogiado por poetas y folkloristas.

“El pueblo es un gran poeta, porque posee en alto grado el sentimiento, que en mi concepto
es el alma de la poesía.”
Antoni Trueba, El libro de los cantares.
El libro de los Cantares

Esta obra de Antonio Trueba puede considerarse cercana a la sensibilidad, muy unida a una
concepción costumbrista de la descripción de las sociedades rurales y de la atención al
supuesto habla local de los personajes.
No cabe duda de que gozó de una amplia recepción en las clases sociales más populares.
Apelación a los sentimientos y descripción de la vida cotidiana pueden describirse como
los dos pilares sobre los que se construye su obra. Se le ha descrito como uno de los
primeros paisajistas vascos y en este sentido ha sido considerado como un predecesor de los
escritores de la llamada Generación del 98. No cabe duda de la importancia de la recepción
de su obra en su tiempo, y del eco que recibió de la sociedad en su momento, pero hay que
confesar que su obra se encuentra, en este momento, en la memoria de los lectores, pero en
la consideración de una obra romántica de relativo atractivo.
¿Quién te ha enseñado a cantar?
me preguntan todos-. Nadie;
yo canto porque Dios quiere,
yo canto como las aves.
Su inspiración proviene de los sentimientos más nobles y elevados, parece naturalmente
inclinado a la tristeza, y su poesía, como su pensamiento, lleva siempre un tinte de dulce
melancolía. Aún no salido de la infancia, ya gusta de componer versos a solas, lo que en la
aldea no deja de causar admiración.
Este libro comprende un número considerable de composiciones; algunas provienen de
ensayos anteriores, pero no obstante, es fácil conocer el vínculo que las une a todas.
Manifiestan, en su giro sencillo y familiar, que están escritas para el pueblo. Trueba
comparte que con gentes de humilde condición; le gustan sus costumbres, participa de sus
gustos y busca en estas personas su inspiración.
Lo que llama la atención, al leer este libro, es el tinte de melancolía que transpira en todos
sus cantos; el autor no ha podido menos de volver más de una vez la vista a la historia de su
vida.
Analicemos el siguiente canto
Esperanzas de gloria
no realizadas;
amores sin ventura,
promesas falsas,
males de ausencia,
tales fueron las causas
de mi tristeza.
es-pe-ran-zas-de-glo-ria. (7 sílabas)
no-re-a-li-za-das. (6 sílabas)
a-mo-res-sin-ven-tu-ra. (7 sílabas)
pro-me-sas-fal-sas. (5 sílabas)
ma-les-deau-sen-cia. (5 sílabas)
ta-les-fue-ron-las-cau-sas. (7 sílabas)
de-mi-tris-te-za. (5 sílabas)

Análisis de estrofas (esquema métrico):


Terminacione
s Síl.
oria a 7
adas b 6
ura c 7
alsas d 5
encia e 5
ausas f 7
eza g 5

 abcdefg
 7a-6b-7c-5d-5e-7f-5g
 Contiene 7 versos.
 Contiene 1 párrafo.
 Trovadoresca, Utilizada en cancioneros antiguos y modernos. Este
tipo de poesía tiene 8 sílabas en todos sus versos y se denomina poesía de
arte menor (8 o menos sílabas).

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