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Por: Osiris Zamora Garza.

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Sinopsis.

Que sucede cuando un empresario millonario, es


llamado el soltero más codiciado de Londres y se niega a
sentar cabeza, pues ama su soltería

Que sucede cuando un hombre muere dejando a sus


tres hijos a cargo de una madrastra ambiciosa y sin
escrúpulos.

Que sucede cuando un empresario millonario se


entera de que su hermano menor y su cuñada murieron en
un accidente, y de la noche a la mañana se encuentra con
que es tutor de un niño pequeño.

Que sucede cuando una bella chica y sus dos


hermanos menores son echados a la calle por su
madrastra tras la muerte de su padre.

Esta es la historia de Melody, una chica preocupada


por encontrar un trabajo mejor que le permita pagar las
cuentas y mantener a sus hermanos.

Esta es la historia de Rick un empresario que se


entera que es el tutor de su pequeño sobrino, un pequeño
que acaba de quedar huérfano y que necesita el cariño y la
comprensión de una madre.

Una solicitud inusual, un contrato secreto, un


pequeño dolido que solo quiere cariño, un amor que nació

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sin darse cuenta, son los ingredientes para hacer de este
un romance muy especial.

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Capítulo 1.

“Preocupada”

(Melody Jhons)

Mi nombre es Melody, tengo diecinueve años y


trabajo como asistente de secretaria en Maxwell y
Compañía, vivo en una casa de huéspedes, que es lo que
puedo pagar con mi salario, tengo dos pequeños hermanos
gemelos llamados Alfonse y Albert, tienen solo doce años
de edad y en estos momentos están en una escuela
internado, no he querido cambiarlos de escuela ya que es
ahí donde están todos sus amigos.

Ellos no tienen la culpa de nuestras situación, Tras


la muerte de mi madre yo me ocupe de que los niños no
resintieran su partida, pero mi padre se volvió a casar con
Heater, una mujer de solo veinticinco años, mucho más
joven que él, que solo quería divertirse y gastar el dinero
de mi padre. Pero será mejor que les cuente mi historia
desde el principio para que sepan por qué ahora estoy
aquí.

Heater no deseaba hacerse cargo de nosotros, aún


recuerdo sus horribles palabras cuando le dijo a mi padre.
-Albert, yo aún soy muy joven, sé que son tus hijos pero
cielos, hacerme cargo de Melody, que edad crees que tengo,
no parezco su madre sino su hermana mayor, ella es una
joven que bien puede trabajar, y los dos niños, cariño solo
harás que piensen mal de mí, dirán que los tuve siendo una
niña, y yo no deseo que piensen mal de nosotros, porque

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mejor no les envías a un internado, ahí los educaran y
compartirán con niños de su edad.

Mi padre que la amaba acepto, yo estudiaba el


instituto y mis hermanos gemelos fueron a dar a un
internado, todo estuvo bien por los siguientes dos años.
Pero tras la muerte de mi padre hacer solo seis meses
Heater me hecho de la casa, ya que ella no deseaba hacerse
cargo de los tres hijos huérfanos de su difunto esposo.

Lo que me dijo, tan pronto como terminaron los


funerales de mi padre, me convenció de que ella nunca lo
quiso, solo quería su dinero el cual ahora gastaba a manos
llenas.
-Lo lamento Melody, pero yo no te puedo tener en esta
casa, no puedo dejar que mis amigos te vean, eres una
joven adulta y puedes valerte por ti misma, y en cuanto a
ese costoso internado en el que están tus hermanos, será
mejor que vayas pensando en sacarlos y conseguir otro
más barato, pues yo no pienso gastar un solo centavo en
ellos, el dinero que dejo tu padre apenas alcanzara para
mantenerme en mi nivel actual de vida por unos años, y no
lo desperdiciare en dos mocosos insufribles.- sus palabras
me dolieron pues mis hermanos son dos chicos muy bien
portados y respetuosos.

Esa horrible mujer me hecho a la calle, dejándome


sacar de la casa solo mi ropa y aquello que era mío, pero
no me dejo sacar ninguna de las joyas que mi madre me
heredara al morir, o las que mi padre me regalara en mis
cumpleaños.

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-Oh, no te llevaras nada de esto, estas joyas las compro mi
esposo con su dinero por lo tanto ahora me pertenecen.-
dijo tomando el alhajero que las contenía.
-pero esas joyas me las heredo mi madre al morir, y
también están las que mi padre me regalo en mis
cumpleaños.- le dije, pues ahí mismo estaba la medalla de
oro con mi nombre grabado que mis padres me dieran en
mis quince años, un mes antes de la muerte de mi madre; y
el collar de perlas que mi padre me regalara cuando
cumplí dieciocho años, ambos cumpleaños solo dos
semanas antes de la muerte de mi padre de un ataque
cardiaco.
-He dicho que todas estas joyas se compraron con el dinero
de tu padre, es decir de mi marido, y por lo tanto me
pertenecen, si tu sacas algo de esto de mi casa te
denunciare por robo y terminaras en la cárcel.- me
amenazo, no me quedo más remedio que aceptar dejar las
joyas de mi madre, lo único que pude salvar fue el anillo de
mi abuela, el cual mi madre me pusiera en el dedo pocos
minutos antes de morir.

Para mi sorpresa cuando se leyó el testamento de


mi padre, me entere que toda la fortuna de mi padre, la
habíamos heredado mis hermanos y yo, pero este era
administrado por nuestra madrastra; por lo que Heater al
no sentir el menor interés pos nosotros tres, nos restringía
al máximo los gastos.

Pero ahora que tengo que hacerme cargo de mi


misma y de mis hermanos me estoy volviendo loca de
preocupación, pues debo pagar el colegio de mis
hermanos, su ropa, su material de estudio, además de

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pagar el alquiler de mi habitación en la casa de huéspedes
y otros gastos, y mi salario apenas alcanza.

Por otro lado, los rendimientos de las acciones de la


compañía que mi madre nos heredara a mis hermanos y a
mí, solo alcanza para pagar a medias los gastos mensuales
de mis hermanos en el internado donde estudian; pensar
en ellos hace que me ponga triste y que me den deseos de
llorar, pero me contengo.

He tenido que hacer un gran esfuerzo para apoyar


a mis hermanos, pues a pesar de ser pequeños, ellos
entienden y sufren por la muerte de mi padre, tanto o más
que yo.

Siento que la cabeza está a punto de estallarme de


tanto pensar en cómo resolver mis problemas, el dinero de
mi herencia no lo recibiré hasta que cumpla veinticinco
años y eso no ocurrirá sino hasta dentro de cinco años y
ocho meses, y mis hermanos son aún más pequeños pues
solo cuentan con doce años, ellos son mi responsabilidad,
ellos a pesar de su corta edad son buenos chicos, sensibles,
tiernos y cariñosos, además de muy inteligentes. Los amo
tanto que los comprendo y adoro sus diferencias, pues aun
cuando son gemelos idénticos en sus facciones, son muy
diferentes entre sí, pues mientras Alfonse es rubio y de ojos
azules como mi madre y como yo; Albert tiene el cabello
castaño oscuro y de ojos grises como nuestro padre.

Al verme en la calle, a tan solo unas semanas de


haberme graduado del instituto, no me quedo más
remedio que buscar un trabajo que me redituara más
dinero, así que rente una habitación en una pensión, pues

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tenía que hacer economías en todo lo que gastara, además
el dinero que gano trabajando en una oficina como
asistente de secretaria, lo destino en su mayor parte al
pago de la escuela de mis hermanos; los domingos trato de
ir a verlos y los llevo de paseo, esa es mi más grande alegría
estos días, ver la sonrisa de felicidad de mis hermanos
cuando paseamos por el parque o cuando comemos un
simple helado.

El lunes fue un día de mucho trabajo en la oficina,


tanto que no me dio tiempo de salir a comer y ya pasadas
de las seis de la tarde, cuando salí del trabajo, iba
pensando en que necesitaba buscar un mejor trabajo, y por
ir caminando por el vestíbulo del edificio, metida en mis
pensamientos no me di cuenta de que unos ojos negros me
veían de reojo.

Me sentí observada, por lo que de pronto vuelvo la


cabeza y me doy cuenta de que un hombre alto, de cabellos
castaños, hombros anchos y un torso al que se pegaba el
saco muy bien cortado que llevaba sobre una camisa
blanca de seda, un hombre que emanaba una gran energía
y denotaba una fuerte personalidad no dejaba de
mirarme; lo que llamo mi atención fue que el hombre
llevaba de la mano a un niño pequeño, tan parecido a él
que era fácil pensar que son padre e hijo.

Al ver al hombre me quede paralizada, sintiendo la


garganta seca, pues ese hombre tenía sus penetrantes ojos
negros fijos en mí, recorriéndome todo el cuerpo, como si
me evaluara.

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Al darme cuenta de cómo me miraba ese hombre
me sentí tímida a la vez que sentí como la sangre se
agolpaba en mis mejillas ruborizándome; por lo que
avergonzada me mordí el labio inferior, de forma
inconsciente.

Vi como el pequeño comenzó a jalar de la mano del


hombre.
-vamos tío, ya quiero llegar.- dijo él niño, que no pasaba de
tener escasos seis años, yo lo vi asentir y eso hizo que yo
reaccionara y me diera la vuelta, aun avergonzada y
sintiendo como todo mi cuerpo temblaba; pues la mirada
de ese hombre la había desnudado por completo.

Como pude seguí mi camino, pero no pude dejar de


pensar en la fuerza que demostraban los ojos negros de
aquel hombre, pues solo necesitaba cerrar mis ojos para
verlos frente a mí como dos profundos hoyos negros,
misteriosos, duros y fríos.

(Richard Maxwell)

Llego al edificio en donde esté mi empresa, en cuyo


Penhouse está mi departamento, llevo conmigo a mi
pequeño sobrino Edward, pues ahora soy su tutor, cuando
veo a una joven en el vestíbulo; es rubia, pero tiene la
cabeza algo baja por lo que no veo bien sus ojos, pero estoy
seguro de que son azules, es una mujer hermosa, con una
cara en forma de corazón, y si sus ojos son de un color azul
profundo, muy atractivo y seductor; también me doy
cuenta de que es esbelta y de piernas bien torneadas.

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Creo que sintió que la miraba pues se a volteado y
me observa, segundos después veo como el rubor cubre sus
mejillas, lo que me dice que es tímida, pero noto como
muerde su labio inferior, lo que me parece muy sensual;
por lo que reacciono levantando la ceja, pero no dejo de
ver su boca, una boca de labios rosas y carnosos muy
sensuales, los que se me antojo besar y así probar su dulce
sabor.

Siento como Edward jala mi mano diciendo


-vamos tío, ya quiero llegar.- por lo que asciento viendo
como la joven sigue su camino.

Entro en el edificio del que saliera la joven, llevando


a mi sobrino de la mano, hasta el Penhouse, un
departamento enorme pero muy masculino, donde soy
atendido por mi sirviente Smithy, que es quien se encarga
de todo.

Al verme llegar con el pequeño, se me quedo viendo


extrañado de uno a otro, pues cualquiera diría que Edward
y yo somos clones, solo que uno pequeño y frágil y otro alto
y fuerte.

Con una sonrisa que según las revistas de chismes y


del corazón es muy sexy, tanto que derrite a mujeres y
hombres por igual, presento a mi sobrino con mi fiel
sirviente
-Smithy, te presento a mi sobrino, Edward Maxwell;
Edward este es Smithy.- veo al niño muy formal como le
tendió su pequeña mano a mi sirviente para saludarlo, este
con una pequeña sonrisa, le dio la bienvenida y le ofreció

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-gusta el joven Edward, leche y galletas?.- el pequeño
acepto de inmediato, por lo que Smithy se lo llevo a la
cocina, mientras tanto yo me dirigía a la sala aflojándome
la corbata y quitándome el saco, lo dejó sobre un sofá, me
estiro, para sentarme un momento después.

Ya estando cómodamente sentado, cierro los ojos,


solo para volver a ver el esbelto cuerpo de la chica, y sonrió
al recordad como al observarla ella se había ruborizado.
-señor desea tomar algo?- me pregunto Smithy entrando
en la sala.
-sí, creo que una ginebra con hielo estaría bien Smithy.-
-Señor?
-si dime, que sé que ofrece?- quise saber.
-Puse al niño en la recamara que tiene vista al parque.- me
informo
-muy buena idea, pero no permitas que abra el balcón.- le
recomendé.
-sí señor, me ocupare de ello.- Dijo Smithy entregándome
la bebida solicitada, para después retirarse.
-Smithy?
-si señor?
-el niño se va a quedar con nosotros, pues sus padres
murieron en un accidente de avión hace pocos días, aun
reciente todo, por lo que hay que tener cuidado con él.- dije
a Smithy, pues sabía que él comprendería lo que tenía que
hacer y me ayudaría.
-pobre criatura.- fue lo único que dijo antes de retirarse.

Capítulo 2.

“Un huérfano y una propuesta.”

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(Richard Maxwell)

Al quedarme solo, me pongo a pensar en la hermosa


joven que había visto a la entrada del edificio, no podía
apartarla de mi mente, la forma tan inocente y a la vez tan
sensual en que ella se mordía su labio inferior, con sus
pequeños y blancos dientes, además de la sorpresa
reflejada en sus bellos ojos azules.

Me tuve que obligar a dejar de pensar en ella, pues


el hacerlo, había hecho que mi pulso se acelerara, además
de que tenía otros problemas más graves que resolver, por
lo que me pregunte.
-Cómo diablos podre cuidar de mi sobrino yo solo?.- decirlo
en voz alta no me daba ninguna solución; y tampoco podía
dejarlo solo todo el día con Smithy, pues el niño necesitaba
otro tipo de cuidados y tampoco podía mandarlo a un
internado, pues el niño contaba a penas con seis años de
edad, por lo que llegue a la única conclusión.
-tengo que buscar a una mujer que lo cuide.- hable en voz
alta nuevamente sin poderlo evitar.

(Melody Jhons)

No sé qué me pasa, no puedo dejar de pensar en el


hombre que conocí en el vestíbulo del edificio, yo nunca
había conocido a un hombre tan varonil como ese, no
podría decir que es un hombre guapo, sin embargo tiene
esa aura de virilidad que se hace patente, más con esa ropa
de muy buen corte; me recuerda a la ropa que mi padre
usaba, me imagino que es cara y de excelente calidad y

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manufactura. Hecha para un cuerpo atlético; un traje
hecho a la medida por él mejor sastre de Londres, según
creo recordar.

Me llevo las manos a la cabeza, tratando de


despejarme de esos pensamientos, y me encamino rumbo a
la pensión en donde vivo.

Al llegar, como es mi costumbre, me fui a mi


habitación, para cambiarme de ropa, para después bajar
a ayudar la Señora Mary, a mi casera, en la cocina; ayuda
que ella me agradece, pues todos los huéspedes llegan a
cenar, pues es la única comida que la Señora Mary da a sus
huéspedes.

Al contarle todos mis problemas a mi casera, poco


a poco, me gane el cariño de la buena mujer, así una vez
que cenamos y tras ayudarle a limpiar la cocina, me
refugio en mi recamara, no es muy lujosa, pero con la
ayuda de unos pocos muebles y una cortinas que la Señora
Mary me ayudo a confeccionar, se veía atractiva y de buen
gusto, por lo que su tamaño y sencillez no era deprimente.

A la mañana siguiente, me levanto temprano y tras


darme un baño y ponerme mi acostumbrado traje sastre,
salgo rumbo a mi trabajo, y no dejo de pensar en que tengo
que buscar un nuevo trabajo, uno mejor pagado que el que
tengo en este momento, pues necesito ganar más, pues se
me están acumulando las deudas. Por lo que al ir rumbo a
mi trabajo, compro un periódico y me puse a revisarlo, en
busca de ese tan ansiado nuevo trabajo que me pueda
ayudar a salir de mis problemas.

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Tan distraída voy, que choco al abrir la puerta con
un hombre que tuvo que sujetarme para que no callera al
suelo, al sentir las fuertes manos del hombre en mis brazos,
sentí que su contacto me abrazaba la piel, y que se me
secaba la garganta, pero al levantar la cabeza y ver las
cejas levantadas del hombre que me sostenía, dejo de
respirar y sin saber qué hacer, pues jamás, hombre alguno
me había hecho sentir de esta forma, la vergüenza acudió
a mi rostro ruborizándome y soltándome, corrí sin
siquiera darle las gracias y sin disculparme.

Llegue a mi oficina con la cara roja por la


vergüenza y con un temblor que me recorría todo el
cuerpo, pues aun lo tenía presente el contacto de ese
hombre, y aunque cerrara los ojos, si ese hombre me tocara
de nuevo, yo sabría reconocerlo; al notar una de mis
compañeras mi estado de azoramiento me pregunto
-Que te paso? Venias corriendo como si te persiguiera el
diablo.
-Es que pensé que se me hacía tarde.- respondí, con esa
respuesta tan vaga y no queriendo dar más señas, me puse
a trabajar.

La otra chica que me consideraba, una muchacha


dulce e inocente, se retiró intrigada, pues yo nunca daba
motivo de especulación en contra de mi conducta, pues soy
respetuosa y trato de cumplir con mi trabajo sin falta,
además de que trato a todos bien, pues no tengo porque
crearme enemistados, por lo que todos los empleados que
aquí laboran, me estiman, o al menos eso creo.

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En un momento de descanso, abro el periódico y me
pongo a leer, buscando el trabajo que tanto necesito y que
espero satisfaga todas mis necesidades.

Como el día de hoy se llevó a cabo una junta, a mí


me toco realizar la transcripción de la misma, así que esta
tarde volví a salir muy tarde, por lo que casi voy corriendo
cuando salgo de la oficina, y es cuando una fuerte mano
me detiene, sujetándome del antebrazo, asombrada y un
poco temerosa, y hasta con un poco de vergüenza levanto
los ojos y siento como mi estómago se contrae, y como mi
garganta se seca, tanto que parece papel de lija, por lo que
no puedo gritar.
El hombre parece comprender lo que pienso, pues
se apresura a decir.
-No tengas miedo, solo quiero hablar contigo, tengo que
hacerte una proposición.- me dijo el hombre y al hacerlo
esbozó una sonrisa, y eso me hizo pensar que al sonreír se
veía más joven.
-Qué tipo de proposición quiere hacerme?- le preguntó
muy seria, con una mirada de alarma en los ojos.
-Ven conmigo al café de aquí a la vuelta, no podemos
hablar aquí en la entrada del edificio.- me dijo él y sin saber
porque, lo seguí.

Cuando estábamos sentados y con una taza de café


frente a cada uno, él me dijo.
-Soy Richard Maxwell.- abrí mucho los ojos por la sorpresa
y preguntó casi sin aliento.
-De Maxwell y compañía?- Él asintió con la cabeza y siguió
hablando

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-Sé que trabajas para mí, acabo de ver tu expediente, y
quiero hacerte una proposición, quiero que lo pienses
antes de contestarme.

(Richard Maxwell)

Hoy fue un día largo, y tengo muchas cosas en la


cabeza, en este edificio solo está mi compañía y mi
departamento privado, por lo que si la chica de ayer a la
que no puedo sacarme de la cabeza, salía de aquí, quiere
decir que trabaja para mí.

Así que queriendo saber más de ella, le ordene a mi


secretaria al llegar a mi oficina.
-Samantha comunícame con personal por favor.
-enseguida Señor Maxwell.- me respondió, a los pocos
segundos me dice desde la puerta
-La Señora Mortón de personal al teléfono señor Maxwell,
línea dos.- tomo el teléfono con la línea que me indico mi
secretaria y escucho
-en que puedo servirle señor Maxwell?
-quiero el expediente de una joven empleada, no se su
nombre pero se la puedo describir.
-MMM, encontrar a una empleada solo por la descripción
puede ser algo tardado señor, pero podemos intentarlo.
Cuáles son las señas de la empleada?
-Joven, rubia de ojos azul profundo, delgada de un metro
sesenta y cinco o setenta de estatura. No sé, de entre veinte
o veinti tantos años.
-Señor Maxwell, esa es una descripción muy genérica, veré
los expedientes y le llevare todos los que entren en esa
descripción.

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-Bien, eso sería bueno, espero que me los tenga hoy mismo.
-si señor Maxwell.- me responde la Señora Morton de
Personal, tras lo cual cuelgo la llamada sin dejarla decir
nada más.

Poco antes de mediodía llego a mi oficina la Señora


Mortón, encargada de personal con no menos de veinte
carpetas en los brazos y me dijo.
-Señor Maxwell, he traído los expedientes de todas las
empleadas menores de treinta que encajen en la
descripción tan genérica que me proporciono.
-Bien déjeme verlos.- le digo y ella poco a poco me los va
pasando, yo solo veo las fotografías del expediente, y los
descarto uno a uno, hasta que la encuentro. Por lo que le
hago una seña y le digo.
-eso es todo, puede retirarse señora Morton.- le digo
entregándole los demás expedientes descartados; la mujer
me miro pero no dijo nada.

Ya a solas me puse a leer el expediente y me di


cuenta de que ella es una asistente de secretaria, tiene
diecinueve años y cuatro meses, tiene trabajando en la
empresa desde hace cinco meses, no veo reportes de faltas
o retardos al trabajo, ni amonestaciones por lo que sé que
ella es cumplida y trabajadora, pero no hay mucha
información personal, leo su nombre Melody Jhons, le
queda, dulce y sensual, como ella.

Después de leer su expediente y de ver exactamente


en donde trabajaba y bajo las ordenes de quien, me paseo
por el piso donde ella se encuentra, ella no me ve, pero yo
la puedo observar, sé que sale a las seis así que puedo
hablar con ella a esa hora.

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A las seis salgo de mi oficina, para tratar de
interceptarla, pero la veo aun ocupada, y recuerdo que el
día de hoy tuvieron una junta por lo que supongo que a ella
le ha tocado hacer la transcripción de las grabaciones de
la junta, me propongo esperarla, pues deseo hablarle.

Cerca de las siete de la tarde, la veo apagar su


computadora y tomar su bolso para salir, viene casi
corriendo por lo que tengo que detenerla sujetándola del
antebrazo, cuando me mira, solo veo temor en sus ojos, y
un deseo de gritar pidiendo ayuda, por lo que me apresuro
a decir
-No tengas miedo, solo quiero hablar contigo, tengo que
hacerte una proposición.- le digo y al hacerlo esbozó una
sonrisa. Ella me observa un par de segundos
-Qué tipo de proposición quiere hacerme?- me pregunta
muy seria, con una mirada de alarma en sus expresivos
ojos.
-Ven conmigo al café de aquí a la vuelta, no podemos
hablar aquí en la entrada del edificio.- le digo y veo que
ella confía en mi palabra pues me sigue.

Ya en el café, sentados a una mesa, y teniendo


frente a nosotros un café, me presento y le digo que se que
trabaja para mí.

Veo como ella me escucha, prestando su total


atención a mis palabras, lo que me admira y sorprende
pues mi experiencia me dice que las mujeres solo escuchan
lo que quieren, y lo que no, lo hacen a un lado e
interrumpen constantemente cuando no deseaban
escuchar algo.

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-Mira, tengo un problema y sé que si quieres puedes
ayudarme.- le digo, ella siguió callada esperando que
terminara de hablar.
-Veras, necesito casarme por dos cosas, una para que
ahuyentes a todas las mujeres que me persiguen por el solo
hecho de que soy muy rico; y segundo, para que cuides de
mi pequeño sobrino, que va a vivir conmigo, si aceptas este
matrimonio será solo de nombre, además, quiero que
siempre estés lista para viajar conmigo en cualquier
momento que lo necesite, si aceptas yo te ofrezco cincuenta
mil libras, como compensación, más la ropa que vas a
necesitar como mi esposa, además yo arreglare todo en la
oficina para que tengas un trabajo al finalizar el contrato,
las cincuenta mil libras que te ofrezco son anuales, por el
tiempo que estemos casados, tu compensación por el
trabajo que realizaras para mi.- continuo diciendo
observándola, pues conforme hablaba veía como a Melody
se le agrandaban los ojos por el asombro, de tal forma que
parecía que se le saldrían de sus orbitas.

Cuando termine mi perorata, me le quedo viendo,


pero solo veo esos labios carnosos que eran mordidos en
ese momento por unos pequeños dientes blancos; lo que
nuevamente hizo que se me acelerara el pulso y que mi
sangre corriera más aprisa
-Que me contestas?- le preguntó al ver que ella no decía ni
una palabra.

La veo mover la cabeza negando, y como tratando


de formar alguna palabra que no alcanza a salir de sus
sensuales labios, por lo que le digo
-Por favor piénsalo bien, sé que eres soltera, pero no sé si
tienes novio o algún compromiso formal?-

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-No, no tengo novio, ni compromiso alguno.- me responde
ella, con una vocecita muy tenue, luego continúo diciendo
con mucha seriedad.
-Está usted loco? Puede usted conseguir a una institutriz
para su sobrino y yo creo que usted es lo suficientemente
capaz como para librarse de sus mujeres sin problema
alguno, yo no me creo capaz de hacerlo por usted. Por lo
que le respondo con el semblante muy serio.
-Cuando una mujer desea casarse con un hombre, no ceja
en su empeño a menos que el hombre que persiga sea
casado, y en cuento a contratar a una institutriz, mi
sobrino acaba de perder a sus padres, y no quiero ponerlo
en manos de una persona que no le de cariño y compañía,
mira, piénsalo y mañana a esta misma hora te espero aquí,
en este mismo lugar.- ella solo asintió antes de levantarse
e irse del lugar.

(Melody Jhons)

Escucho atentamente lo que me dice el señor


Maxwell. Por lo que el continua hablando explicándome su
proposición y el motivo que le lleva a hacerla, y lo hace sin
dejar de mirarme, ya conforme lo escuchaba me
sorprendía cada vez más abriendo mis ojos por el asombro.

Cuando termino de hablar, se me quedo viendo,


pero noto que solo ve mis labios que en estos momentos no
puedo dejar de morder por los nervios.
-Que me contestas?- me pregunta al ver que yo no decía ni
una palabra.

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Yo solo puedo negar con la cabeza, pues por más
que quiero de mi boca no logro sacar una sola palabra, por
lo que le escucho decir.
-Por favor piénsalo bien, sé que eres soltera, pero no sé si
tienes novio o algún compromiso formal?-
-No, no tengo novio, ni compromiso alguno.- logro
responder con un tono de voz que apenas yo logro
escuchar ya que mi voz fue muy tenue, tengo que pasar
saliva antes de poder hablar con algo más de seriedad y en
un tono que él pueda escuchar sin problemas.
-Está usted loco? Puede usted conseguir a una institutriz
para su sobrino y yo creo que usted es lo suficientemente
capaz como para librarse de sus mujeres sin problema
alguno, yo no me creo capaz de hacerlo por usted.

Pero el me responde en un tono serio y con un


semblante que me dice que esto no es una broma.
-Cuando una mujer desea casarse con un hombre, no ceja
en su empeño a menos que el hombre que persiga sea
casado, y en cuento a contratar a una institutriz, mi
sobrino acaba de perder a sus padre, y no quiero ponerlo
en manos de una persona que no le de cariño y compañía,
mira, piénsalo y mañana a esta misma hora te espero aquí,
en este mismo lugar.- solo puedo asentir antes de
levantarme he irme del lugar.

Tenía mucho que pensar, la propuesta de Richard


Maxwell me parece absurda, una verdadera locura, más
sabía bien que el dinero me ayudaría a cubrir las deudas y
los gastos de los chicos, pero casarme sin amor, eso no me
parece correcto. No creó poder hacerlo nunca.

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Capítulo 3.

“El contrato.”

(Melody Jhons)

Al llegar a la pensión tenía un recado del rector del


colegio donde estudiaban mis hermanos, en el que me
pedía que se comunicara con él, al hacerlo el rector me
dijo.

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-Señorita Jhons, debe usted un mes de colegiatura, además
la ropa de los gemelos ya no les queda bien, también
necesitan uniformes nuevos.
-Lo siento mucho Señor Rector, mañana cubriré lo
adeudado y le daré el dinero para la ropa de mis
hermanos.- le respondí.
-Disculpe usted, pero como pronto se vence el segundo mes,
me apenaría mucho que fueran a sacar a sus hermanos por
ese motivo.- me dijo el rector en un tono de disculpa que
sonaba muy sincero.
-Sí, Señor lo entiendo, soy yo quien debe disculparse.- le
digo apenada, tras lo cual corto la llamada.

Aún no sé cómo resolvería el problema, pues no


contaba con suficiente dinero y aún faltaba tiempo para
que recibiera mi salario, y no podía pedir ningún
préstamo.

Con este pensamiento en la cabeza, llegó a la


oficina al día siguiente; sin encontrar una solución a mis
problemas.

Trabaje todo el día sin dejar de pensar en sus


problemas y sin poder encontrar una solución, al llegar la
hora de la salida, recordé la proposición de Rick Maxwell y
con un nudo en el estómago me encamino al café en donde
él dijo que me estaría esperando.

Al entrar en el café, lo veo sentado en la misma


mesa del día anterior, él ya me estaba esperando mientras
tomaba un café, y con nerviosismo me acercó hasta la
mesa en donde él se encontraba y sin más que decir le
pregunto

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-Que tengo que hacer?
-Lee estos papeles, y como veo que aceptas, fírmalos, pues
es un contrato en el que se especifica las cantidades que
percibirás y las obligaciones que vas a tener.- me dijo el
señor Maxwell, entregándome un folder con el contrato.

Comienzo a leer el contrato, en este especificaba


también que nuestro matrimonio se disolvería de común
acuerdo, sin pedir pensión extra, también especificaba que
era un matrimonio figurado o sea solo de nombre.
-Me presta una pluma?- le digo, por lo que el señor Maxwell
saco su pluma del interior de su saco y me la tendió, yo la
tomo y firmo los papeles y sintiendo como la sangre sube a
mis mejillas ruborizándola por la vergüenza le pregunto
-Me podría dar un adelanto de las primeras cincuenta mil
libras, es que necesito pagar unas deudas.- Rick debió
notar mi sonrojo por el hecho de pedirle el dinero, pues sin
decir una sola palabra, lo veo sacar su cartera y extender
un cheque a mi nombre el cual me tendió, yo solo puedo
tomarlo con las manos temblorosas y decir
-Gracias.

Veo que el señor Maxwell me mira con una ceja


levantada y con una sonrisa no sé si de cinismo porque
ayer me había negado o de regocijo porque acepte su
absurda propuesta me pregunta.
-Estarás lista a las once de la mañana?
-Si señor.- le digo y le dio la dirección de la casa en donde
vivó, pues al día siguiente era sábado y dándole otra vez
las gracias en un tono de voz tan bajo que sonó a un simple
susurro, me voy del lugar lo más rápido que puedo.
Esa tarde llegó al colegio, en donde el rector me
hizo pasar a su oficina y mando traer a los gemelos; yo al

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verlos los abrazó y les entrego un paquete que llevaba
para cada uno de ellos, al rector le entrego dos mil
quinientas libras y le digo
-Por favor, administre usted este dinero para mis
hermanos, pues yo tengo que salir fuera por mi nuevo
trabajo.
-Claro que sí, Señorita Jhons, con gusto hare lo que usted
me pide.- me respondió el rector.

Y volviéndome para hablar con mis hermanos les


digo
-Tengo un nuevo trabajo, mejor pagado que el que tenía
antes y no podré verlos tan seguido como ahora, pero
prométanme que se portaran bien, y que estudiaran
mucho.

Los gemelos me besaron y abrazaron diciendo


-Gracias Mel, te quiero mucho.- dijo Alfonse
-Si gracias Mel, yo también te quiero.- dijo Albert.

Los chicos se habían puesto los relojes que les había


regalado, no eran muy finos ni caros, pero eran de buena
marca.

(Richard Maxwell)

Llevo media hora esperándola, seguramente


aún está trabajando, por lo que al verla entrar por la
puerta no digo nada, ni doy señales de nada solo sigo
tomando mi café, esperando que ella llegue hasta la mesa.

25
Cuando lo hace la escucho preguntar mientras
toma asciento.
-Que tengo que hacer?- cuando la escucho hablar se que he
conseguido lo que necesito. por lo que le digo
-Lee estos papeles, y como veo que aceptas, fírmalos, pues
es un contrato en el que se especifica las cantidades que
percibirás y las obligaciones que vas a tener.-
entregándole un folder con el contrato.

Veo como ella comienza a leer el contrato, en este


especificaba también que nuestro matrimonio se
disolvería de común acuerdo, sin pedir pensión extra,
también especificaba que era un matrimonio figurado o
sea solo de nombre.
-Me presta una pluma?- me dice, por lo que saco mi pluma
del interior de su saco y se la tiendo, ella con manos
temblorosas la toma y veo como firma papeles con una
letra firme y elegante.

Yo no dejo de mirarla y veo como poco a poco sus


mejillas se colorean y le escucho preguntar.
-Me podría dar un adelanto de las primeras cincuenta mil
libras, es que necesito pagar unas deudas.- Sin dejar de
mirarla y notando lo avergonzada que esta por pedirme el
dinero, sin decir nada saco mi cartera y extiendo un cheque
por cinco mil libras, el cual tras firmarlo se lo tiendo,
notando que ella lo toma con las manos temblorosas y la
escucho susurrar un
-gracias

La miro levantando una ceja, levantada y una


sonrisa que mediaba entre el cinismo y el regocijo
pregunto.

26
-Estarás lista a las once de la mañana?
-Si señor.- me dijo y me dio la dirección de la casa en donde
vive, pues al día siguiente era sábado y dándome otra vez
las gracias en un tono de voz tan bajo que apenas logro
escuchar la veo salir rápidamente del café.

Yo termine mi café, y tomando mi cartera pague la


cuenta, para después levantarme y salir del café, con el
folder con el contrato en la mano, había logrado lo que me
proponía, tenía a una joven y bella esposa trofeo, lo que me
quitaría de encima a más de una interesada en mi fortuna
y también alguien que se haga cargo del pequeño Edward

Capítulo 4

“De Compras.”

(Melody Jhons)

A la mañana siguiente, estaba muy nerviosa, por lo


que me levantó muy temprano, me dio un baño y me
arregló muy bien, pues no sabía a donde me iba a llevar el
Señor Maxwell.

Decido ponerme un vestido azul marino, sencillo


pero elegante y no llevaba más joyería que un pequeño
relicario de oro, en donde guardaba una foto de mis padres

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y mis hermanos, que llevaba puesto; lo había salvado de la
requisa de mi madrastra porque lo llevaba puesto y estaba
oculto bajo el cuello de mi blusa, y el anillo que me diera
mi madre, el cual llevo en el dedo índice de la mano
izquierda.

(Richard Maxwell)

Cuando llego a la casa, me doy cuenta de que el


lugar, si bien es humilde, está muy limpio, y la casera es
algo estricta ya que no me dejo pasar más allá de la sala,
pero me anuncio, avisando a Melody de que la estoy
esperando abajo.

No dejo de pensar en Melody, pues desde que la


viera en el vestíbulo del edificio, no había podido sacarla
de mi cabeza, que me ha hecho esta mujer, eso fue lo que
me impulso a averiguar donde trabajaba, pues bien podría
haber estado de visita en el edificio y que sorpresa me lleve
al darme cuenta de que era una más de mis empleadas, al
encontrar su expediente entre los que me trajo la
encargada de personal. Había encargado la búsqueda sin
muchas esperanzas, pero resulto que dieron fruto.

Pero aun no comprendo que fue lo que impulso mi


curiosidad por ella, que fue lo que me impulso a pedirle que
se casara conmigo, pues ella tiene toda la razón al decir
que soy muy capaz de quitarme de encima a todas las
mujeres ambiciosas que me buscan por mi fortuna y no por
mí, y en cuanto a Edward, tenía razón al decir que podría
contratar a una nana que lo cuidara y lo atendiera.

28
Estoy esperándola en la pequeña sala de la pensión
en donde vive, y cuando la veo entrar me doy cuenta de que
sigue viéndose muy tímida, pero eso no disminuye su
belleza, en realidad, Melody es muy hermosa, y el vestido
de seda que lleva puesto, a pesar de no ser entallado, se le
pega al cuerpo, mostrando su magnífica figura y una
sensualidad natural, de la que ella, al parecer no es
consiente. Salgo de mi ensimismamiento y rompo el
contacto de nuestras miradas diciendo.
-Bueno, vámonos, pues tenemos muchas cosas que hacer
ahora.- y sin más, la tomo del brazo y la guío a la limusina
que nos está esperando.
-A dónde vamos?- la escucho preguntar con una vocecita
dulce y suave, demostrando su timidez
-Confía en mi.- le pedí, minutos después llegamos a una
boutique muy exclusiva en la calle Bond, la más famosa de
Londres y aunque confiaba en su buen gusto, preferí ser yo
quien escogiera el nuevo guardarropa de mi futura esposa;
escogí una gran cantidad de ropa y accesorios para toda
ocasión, también escogí un vestido de noche, al principio
Melody puso muchas objeciones al ver la gran cantidad de
ropa, sombreros, bolsos, estolas, guantes, zapatos y más
que estaba pidiendo para ella, por lo que le dije.
-Tranquila, como mí esposa, se espera que vistas muy bien
en cualquier ocasión.- le sonrió al ver como ella una vez
más tiene sus mejillas ruborizadas por la vergüenza.

Melody no puso más objeciones por lo que seguí


pidiendo más cosas para ella, y no le quedó más remedio
que probarse la ropa que yo escogía.

Una vez terminadas las compras de su nuevo


vestuario, nos dirigimos a comprar su anillo de

29
compromiso a una de las mejores y más exclusivas joyerías
de Londres.

Me sorprendió ver que Melody escogió un anillo


muy sencillo y pequeño, por lo que me negué a que tuviera
ese anillo, pues no va con mi nombre y prestigio. Por lo que
escojo algo mejor
-Mira, me gusta más este.- le digo y tomando un enorme
solitario, se lo pongo; el diamante era grande, pero muy
bello y de buen corte, y hacia juego con las argollas de
matrimonio. Ella no dice nada solo me mira con sorpresa,
y ve el anillo como si fuera algo extraño
-Nos casaremos el próximo sábado y nos iremos a París de
luna de miel, pero ten en cuenta esto, pienso cumplir el
contrato, siempre y cuando tú me respetes, está claro?- le
digo muy serio una vez que salimos de la joyería; no sé que
fue lo que me molesto, no sé si fue el hecho de que ella casi
rechazara el anillo que quería darle por nuestro
compromiso, viéndolo casi con terror, o si fue el hecho de
que los pocos hombres presentes en la joyería no dejaran
de verla, devorándola y desnudándola con la mirada.
-Sí, Señor Maxwell.- me respondió ella con su dulce y suave
voz, casi en un susurro, no sé si es por miedo o por su clara
timidez
-llámame Rick, voy a ser tu marido.- le digo serio, pero ella
ya no me responde

30
Capítulo 5.

“La boda.”

(Melody Jhons)

Ha pasado una semana desde que Rick me llevara


de compras; es sábado y tengo todo listo, toda la ropa que
me compro está en las maletas, pues él me ordeno que
tuviera todo listo para cuando llegara a buscarme.

Estoy tan nerviosa que casi no he dormido y desde


muy temprano me metí a bañar y comencé a arreglar todo
una y otra vez, revisando de no dejar nada, pues no quiero
que se enoje; también me he arreglado, poniéndome un
atuendo en color marfil de falda y saco a la cintura, me he
peinado con un moño discreto y me he puesto una pamela

31
del mismo color de mi atuendo, no es muy grande y se ve
muy elegante.

Al oírlo llegar, corro a tomar mi bolso que hace


huego con mis zapatos, todo de muy buena calidad y de
excelente diseño, y al abrir la puerta, lo veo frente a mí, no
puedo quitarle la vista de encima, pues Rick vestía un traje
negro que lo hacía verse imponente, varonil y muy
atractivo; siento mis mejillas sonrojarse al darme cuenta
de que él también me está evaluando con los ojos
entrecerrados, siento como se me acerca y me conduce del
brazo a la limusina a la que entre, dándome cuenta que
dentro estaba su pequeño sobrino.

El pequeño me tiende la mano muy formal y cuando


el tomo no puedo dejar de sonreírle, él pequeño me
respondió con una sonrisa alegre y me pregunto
-Tú vas a ser mi tía?
-Sí, si tú me aceptas.- le respondo con tranquilidad y
dulzura, el pequeño ya ha perdido demasiado como para
que lo trate como mi madrastra nos trató a mis hermanos
y a mi
-Y no me vas a mandar a un colegio?.- me pregunto el
pequeño, lo que me sorprendió, por lo que no pude más que
decirle muy seria.
-Por supuesto que no, quien te dijo eso?

Momentos después Rick entro en la limusina,


sentándose junto a mí y me tomo la mano, yo no dejaba de
temblar por los nervios y sentí como el trataba de
tranquilizarme dando unas palmaditas en mi mano,
entonces lo escuche decir.

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-Edward, solo te vas a quedar con Smithy, mientras
nosotros nos vamos de luna de miel.- veo al pequeño
sonreír feliz para luego escucharle decir
-Ya se eso de la luna de miel.- eso solo logro que yo me
sonrojara más de lo que ya estaba.

Nos dirigíamos al centro de Londres y cuando nos


detuvimos, entramos a uno de tantos edificios de gobierno,
en donde nos dirigimos a la oficina del Registro Civil, en
donde un Juez ya nos estaba esperando, la boda fue muy
sencilla, con la única presencia del pequeño Edward. Una
vez terminada la boda, salimos del Registro Civil y fuimos
directamente al departamento de Rick en donde un
hombre de edad me dijo
-Bienvenida Señora, mi nombre es Smithy y soy el
mayordomo.- me sonrió amablemente
-Mucho gusto en conocerlo Smithy, mi nombre es Melody.-
le respondí

(Richard Maxwell)

Es sábado, por lo que hoy me caso con Melody, no


sé qué es lo que me pasa pero no logro sacarla de mi
cabeza.
No pude dormir mucho pues ella estaba en mi
mente y cuando logre dormir fue solo para soñar con ella,
su sensual cuerpo y su suave y dulce voz, pero sobre todo
con esos hermosos y expresivos ojos azules.

Me levante a las ocho por fin y Salí de mi habitación


para desayunar algo ligero y le digo a Smithy

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-Smithy asegúrate de que Edward esté listo para salir a las
nueve y cuarto, quede de pasar por Melody a las diez y no
me gusta llegar tarde
-el joven Edward esta desayunando en la cocina señor, y en
un momento le preparare el baño y lo vestiré, desea que lo
vista formal?
-me gustaría haberme acordado de comprarle un traje
para la boda pero es muy pequeño, solo vístelo lo más
formal que puedas.- le digo, lo veo asentir mientras
termina de servirme, para después retirarse.

Cuando termino de desayunar unas tostadas y café,


me dirijo a mi habitación en donde mi traje está ya
preparado sobre la cama; me dirijo al baño y me doy una
ducha, cuando salgo me rasuro y me lavo los dientes.
Cuando termino salgo del baño y comienzo a vestirme; una
vez listo salgo de mi habitación para esperar a mi sobrino
el cual está siendo preparado por Smithy.

Escucho pasos por el pasillo y me volteo y veo al


pequeño Edward venir de la mano de Smithy, para mi
sorpresa veo que viste un pequeño traje en color gris, y que
sobre una camisa blanca lleva una corbata de seda. Veo a
Smithy y este solo me responde
-Pensé que el joven podría necesitarlo, así que se lo compre
cuando fuimos de compras para renovar su guardarropa.-
me dijo sonriente Smithy, por lo que yo solo asciento.

Entramos al ascensor, y bajamos directamente al


nivel del estacionamiento en donde nos espera una
limusina, ayudo a Edward a entrar y después me acomodo
dentro y doy el señor de partir.

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Cuando llegamos al domicilio en donde Melody
vive, salgo de la limusina y veo como ella sale de la pensión
y me observa por unos minutos sin decir nada, yo también
la observo se ve hermosa con ese traje sencillo pero
elegante en color marfil, me doy cuenta de que ella me
gusta y mucho; la veo sonrojar cuando se da cuenta de que
no quito mi vista de ella, por lo que entrecierro los ojos,
pues no puedo apartar la vista de su cuerpo, ella es
hermosa; no puedo evitarlo, ella me atrae más de lo que
pensaba, Me acerco a ella y la tomo del brazo para
conducirla a la limusina y le indico que entre.

Después ayudo a Martín mi chofer a ir por sus


maletas las cuales él se encarga de acomodar en la cajuela
de la limusina y alcanzo a escuchar lo que parece ser una
conversación entre mi sobrino y mi futura esposa.
-Y no me vas a mandar a un colegio? - le pregunta Edward,
lo que me sorprendió bastante, pues yo no lo permitiría, él
es muy pequeño.
-Por supuesto que no, quien te dijo eso? - la escucho
responder de forma seria y con buen tono, lo que me hizo
sentir tranquilo.

Me acerco a la puerta de la limusina y entro en esta,


acomodándome junto a Melody, y le tomo la mano, siento
como está temblando, espero que sea solo de nervios y no
me tenga miedo, por lo que para tranquilizarla, le doy
unas palmaditas en su mano entonces le digo a mi sobrino
-Edward, solo te vas a quedar con Smithy, mientras
nosotros nos vamos de luna de miel.- lo miro sonriendo, y
veo como al pequeño se le ilumina el rostro y con una gran
sonrisa me dice.

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-Ya se eso de la luna de miel.- veo como eso hace que
Melody se sonroje un poco más.

Nos dirigíamos al centro de Londres y entramos al


edificio en donde se encuentra el Registro Civil, en donde
un Juez ya nos estaba esperando, la boda fue muy sencilla,
y muy corta, con la única presencia de mi sobrino Edward.
Una vez terminada la boda, salimos del Registro Civil y
fuimos directamente al Penhouse en donde un sonriente
Smithy nos recibe diciendo.
-Bienvenida Señora, mi nombre es Smithy y soy el
mayordomo.-
-Mucho gusto en conocerlo Smithy, mi nombre es Melody.-
le escucho responder.
Capítulo 6.

“La Duda.”

(Melody Jhons)

Después de ser recibidos por el mayordomo de


nombre Smithy y de las presentaciones este nos dice.
-Señor, señora, permítanme felicitarlos por su boda y
ofrecerles un refrigerio antes de que partan.
-Gracias Smithy, te lo agradezco.- le digo sonriendo ya que
casi no desayune por los nervios y la verdad es que tengo
algo de hambre, aunque no sé si pueda pasar bocado
alguno.

Rick no dice nada solo asciente por lo que


aprovecho para preguntarle.
-Puedo hacer una llamada?

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-Esta ahora es tu casa, no necesitas pedir permiso para
tomar lo que quieras, puedes hacer y deshacer aquí lo que
quieras.- me responde Rick, sé que quiere que lo llame así
pero aun no me acostumbro

Smithy me conduce a la que será mi habitación


llevando mis maletas, esta tiene una hermosa vista del
parque cercano, lo que en verdad me gusto; más al quedar
sola, rápidamente tomo el teléfono y marcó al colegio
donde están internados mis hermanos y pido
-disculpe soy Melody Jhons, podría comunicarme con los
jóvenes Alfonse y Albert Jhons por favor.-
-Espere un momento, los mandare llamar.- me dijo la
secretaria del colegio.

Tras esperar unos minutos escucho como alguien


dice del otro lado de la línea.
-Bueno?- reconozco la voz de Alfonse por lo que
rápidamente le digo.
-Alfonse, hola cariño, como estas? Te estas portando bien?
Estas estudiando mucho?
-Hola Mel, si estamos bien Albert y yo, estamos estudiando
mucho y más porque yo quiero entrar al concurso de
matemáticas.- escucho decir a mi hermano
-Eso es muy bueno cariño, suerte con eso, llamaba para
decirles que saldré del país unos días, voy a París, pero
cuando vuelva voy a visitarlos.
-Mel cuídate, te vamos a extrañar
-Si mi amor, yo también te voy a extrañar, te dejo porque
tengo que prepararme, espero nos podamos ver pronto,
adiós.- me despido y cuelgo la llamada.

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Después me levanto y voy a lo que seguro en mi
cuarto de baño y me lavo las manos, para salir al pasillo y
dirigirme al comedor, donde Smithy nos ha servido un
almuerzo ligero, pues he visto la hora y me he dado cuenta
de que son más de las doce.

Una hora después, salíamos del departamento


rumbo al aeropuerto en donde nos esperaba el Jet privado
de Rick, bajamos de la limusina, él estaba muy serio, y eso
me pone muy nerviosa, no sé qué es lo que lo ha molestado.

Minutos más tarde iniciamos el viaje, estoy sentada


frente a él, está muy callado, como si le molestara mi
presencia; Mis nervios están tan alterados que no puedo
dejar de temblar, cielos me he casado con un hombre al
que no conozco, y ahora parece molesto de mi presencia,
que voy a hacer.

Cuando llegamos a París una limusina nos espera y


Rick me guía a ella rápidamente sin dirigirme la palabra
una vez más, una vez dentro y con el equipaje ya en el auto,
salimos rumbo al hotel, yo solo puedo guardar silencio a la
espera de que él me diga algo, veo por la ventana del auto
las calles de la ciudad, hasta que nos detenemos frente al
hotel; bajamos de la limusina y lo sigo por el vestíbulo del
hotel hasta la recepción en donde Nos registra, después me
guía al ascensor que nos lleva a nuestra habitación, es una
suite de dos habitaciones, con una salita y un comedor de
por medio, yo lo admiro todo en silencio, nerviosa pues
desde que salimos de Londres él no me ha dicho una sola
palabra, sé que está molesto pero aún no sé porque, se
estará arrepintiendo de haberse casado?, esto me molesta
un poco pues solo he hecho lo que él me ha ordenado.

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No sé qué es lo que he hecho para que Rick este
molesto y me trate tan fríamente, por lo que entro a mi
habitación, quiero cambiarme y darme un baño, así que
comienzo a desnudarme, cuando escucho la puerta abrirse
de repente y veo a Rick parado frente a mí. Yo solo llevaba
puesto el sostén y las bragas de encaje que me había puesto
para la boda, y sin saber que decirle, como puedo alcanzo
la falda que me acababa de quitar y me cubro con ella,
interponiéndola entre mi cuerpo y la intensa mirada de
Rick, lo que hace que me avergüence y le diga.
-Señor Maxwell, que es esto?- lo veo mirarme por varios
segundos más hasta que me responde con una voz helada
-Nos vamos a cenar a las ocho de la noche y me gustaría
que estuvieras lista a tiempo, así que cuando te vistas,
ponte algo bonito, pues iremos a cenar y a bailar, ahí
empieza tu trabajo.- y después de verme de arriba abajo,
lo veo cerrar los ojos y retirarse, cerrando la puerta con
mucha fuerza.

Yo me quedo temblando, pues me di cuenta de que


Rick está más allá de molesto, y yo aún ignoro qué es lo que
hice para que este así; además he de reconocer que parte
del temblor de mi cuerpo no lo ha provocado el miedo que
le tengo, sino que es algo más, algo que no sé explicarme,
pero que no puede ser otra cosa más que excitación pues
no puedo olvidar su mirada, una mirada ardiente, que me
hizo sentir como si me quemara la piel; una mirada
cargada de deseo del hombre que ahora es mi esposo.

Solo de recordar su mirada se me hace un nudo en


el estómago y ciento mi corazón palpitar mucho más
aprisa.

39
(Richard Maxwell)

Después de ser recibidos por Smithy y de que se


presenten, escucho decir a Smithy y de que nos ofreciera
un refrigerio Melody pregunto.
-Puedo hacer una llamada?
-Esta ahora es tu casa, no necesitas pedir permiso para
tomar lo que quieras, puedes hacer y deshacer aquí lo que
quieras.- le respondo.

Veo como Smithy la conduce a la que será su


habitación llevando sus maletas, la cual está casi frente a
mi despacho, pues mi habitación esta al fondo del pasillo.
Veo como Smithy al regresar, se lleva a Edward con él a la
cocina y yo me dirijo a mi despacho pues tengo que ver que
todo esté listo para nuestro viaje a París.

Después de hacer una llamada a mi piloto que me


informa que todo está listo para partir a las dos de la
tarde, salgo de mi despacho y paso frente a la habitación
de Melody y como su puerta esta entreabierta alcanzo a
escuchar parte de su conversación.
-Si mi amor, yo también te voy a extrañar, te dejo porque
tengo que prepararme, espero nos podamos ver pronto,
adiós.- escucharla me molesta mucho pues me ha mentido;
sigo mi camino por el pasillo, sé que he fruncido el ceño
pues al verme Smithy me miro asombrado, pero no dice
nada, sabe que algo me está molestando. Tomo el
almuerzo ligero que Smithy nos ha servido sin decir una
sola palabra, no quiero discutir, menos frente a Edward
que es tan pequeño.

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Una hora después, salíamos del departamento
rumbo al aeropuerto en donde nos esperaba mi Jet
privado, bajamos de la limusina, y la guío hacia el Jet,
subiendo tras ella. Unos minutos después despegamos y
la ignoro durante todo el viaje, mostrándome frío y
distante, sé que eso la pone nerviosa, pues veo que sus
manos le tiemblan, pero aun escucho sus palabras al
teléfono; y eso me molesta aun mas, tengo que pensar en
el porque me ha mentido. Porque me ha engañado
diciendo que no tiene compromiso alguno cuando tiene a
un amante escondido, y yo odio que me mientan, espero
que recuerde que como mi esposa me debe respeto y
fidelidad, aun cuando nuestro matrimonio sea de nombre.
Pues se lo advertí.

Cuando llegamos a París una limusina nos espera y


yo la guío rápidamente sin dirigirle la palabra, una vez
dentro y listos para partir, salimos rumbo al hotel, ella está
en silencio sentada a mi lado, viendo por la ventana las
calles de París, hasta que nos detenemos frente al hotel;
bajamos de la limusina y me dirijo a la recepción del hotel,
sé que me sigue de cerca; nos registró y la guío al ascensor
que nos lleva a nuestra habitación, he solicitado una suite
de dos habitaciones, con una salita y un pequeño comedor.

La veo mirar a nuestro alrededor en silencio y


nerviosa, lo se pues sus manos aun le tiemblan un poco a
pesar de que trata por todos los medio de que no se note.

Me dirijo a mi habitación sin decirle nada y la dejo


sola, aun no comprendo el porque me ha mentido, a menos
que ella y su amante tengan planeado dejarme en ridículo

41
viéndose durante nuestro matrimonio, lo cual no estoy
dispuesto a permitir, ella deberá comportarse como mi
esposa, hasta que yo decida que es momento de que nos
divorciemos.

Pasan de las cinco y media, por lo que salgo de mi


habitación y cruzo la sala de la suite para llegar a su
habitación, abro la puerta sin llamar y lo que me
encuentro me deja sin palabra y sin respiración.

Ella esta semidesnuda, pues solo lleva puestos un


sostén y unas bragas de encaje, lo que me deja ver
perfectamente su esbelto cuerpo, joven y firme, tan sensual
que me deja con la boca seca.

No puedo dejar de mirarla, ella reacciona algo


tarde y tomando lo que parece ser la falda que hasta hace
poco había llevado puesta la interpone entre mi vista y su
cuerpo; pero eso ya no importa, tengo su imagen gravada
en mi mente; la veo sonrojarse intensamente, cuando la
escucho decir
-Señor Maxwell, que es esto?- escucho su pregunta, como si
me llegara de muy lejos, me cuesta dejar de mirarla, pero
recuerdo que me ha mentido y le digo en tono frio y
cortante
-Nos vamos a cenar a las ocho de la noche y me gustaría
que estuvieras lista a tiempo, así que cuando te vistas,
ponte algo bonito, pues iremos a cenar y a bailar, ahí
empieza tu trabajo.- y después de verla de arriba abajo,
cierro los ojos para poder romper el hechizo que no me
deja retirar mis ojos de su sensual cuerpo y dando media
vuelta cierro dando un portazo.

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Me dirijo a mi habitación y cierro la puerta tras de
mí, cierro los ojos y la vuelvo a ver, tan hermosa y sensual,
que siento como mi pulso se acelera y mi sangre corre más
rápido, agolpándose en un lugar en donde no debería.

Trato de relajarme, pero no puedo por lo que salgo


de la habitación hasta el vestíbulo del hotel y salgo de este
caminando por la acera, tratando de calmarme, tratando
de comprender porque me siento así, hasta que llego frente
al aparador de una joyería, a la que entro y pido una
hermosa gargantilla de diamantes que vi en el aparador,
una vez que me lo entregan regreso al hotel y voy a mi
habitación; busco entre mis cosas un traje que ponerme
para esta noche, el servicio del hotel ha deshecho el
equipaje y guardado todo en el guardarropa de la
habitación, así que voy a darme un baño.

El sentir que mi cuerpo reacciona de esa manera


con solo mirarla me molesta, y no entiendo el porqué, sé
que es hermosa y que me gusta más de lo que me gustaría
aceptar; Y para colmo acabo de comprar para ella una
joya solo por impulso, yo no soy así, que me está pasando?

Me tomo mi tiempo en el baño, pues debo relajarme


y prepararme para esta noche.

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Capítulo 7.

“Una cena y un sentimiento descubierto.”

(Richard Maxwell)

Son casi las ocho de la noche, cuando salgo de mi


habitación, elegí ponerme un traje blanco que me hace ver
muy bien y la espero en la sala de la suite, pero al ver que
ella no sale, voy y toco a su puerta, cuando Melody me abre
la puerta, se me corta la respiración y siento como mi pulso
una vez más se acelera, haciendo correr mi sangre a mil
por hora, pues en verdad se veía hermosa, con un vestido
largo que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel. Y
haciendo un esfuerzo encuentro mis palabras y le
pregunto
-Estas lista ya? – al tomarla del brazo, siento como su
cuerpo se estremece con solo tocarlo, por lo que le digo
-Estas muy hermosa, ese vestido te queda muy bien.- la
alago, viendo nuevamente como la sangre acude a sus
mejillas sonrojándola.
-Gracias, a dónde vamos?- me pregunta con una sonrisa,
parece que a pesar de su timidez, está más tranquila.
-Al Palace Royale, un lugar adecuado para que luzcas ese
hermoso vertido; espera un momento.- le digo regresando
a mi recamara y tomo el estuche con la joya que compre
esta tarde y vuelvo a su lado, tendiéndole el estuche;

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cuando Melody lo toma y lo abre, sus ojos se abren con
sorpresa
-No, no puedo aceptar esto, es ya demasiado, además esto
debe costar una fortuna.- me dice cerrando el estuche y
tendiéndomelo de vuelta
-No te estoy preguntando si lo quieres o no, voltéate, te lo
voy a poner.- le digo algo molesto, porque rechaza mi
regalo! Y abriendo el estuche tomo la gargantilla de
diamantes y la pongo en su delgado y largo cuello.
-Mira, hacen juego con tus pendientes.- le digo sonriendo,
al ver su reflejo en el espejo
-Gracias Señor Maxwell, pero cuando acabe mi contrato yo
le devolveré todo esto.- repuso Melody, sé que se refiere a
las joyas. Esto me molesta y me recuerda que es posible que
tenga un amante por lo que dudo mucho que él la deje
devolverme nada en lo absoluto
-Ya veremos, ya veremos, además como mi esposa, la gente
espera que luzcas joyas esplendidas, así que no digas nada
más.- le digo fríamente.

Salimos de la habitación y bajamos para salir del


hotel hasta la limusina que nos espera para llevarnos al
restaurante, cuando llegamos al lugar y entramos, veo
como todos los comensales nos ven pasar y no dejan de
mirarnos. Yo la llevo del brazo, sintiéndome orgulloso de
mi esposa, pues puedo ver la mirada de envidia en todos
los hombres presentes en el local.

Estábamos sentados en nuestra mesa tomando


unos aperitivos cuando veo venir a una vieja amiga, la cual
al llegar hasta nosotros dice

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-Hola Rick querido, como estas?- me pregunta con su usual
tono de voz dulce y aniñado, que ya le conozco, por lo que
me levanto de mi asiento con educación y le digo
-Olga, que bien estas, mira Olga, te presento a mi esposa,
Melody, ella es Olga, la esposa de un amigo.- las presento
-Cómo? Te casaste sin avisar? Que malo, nos habría
gustado asistir a tu boda, muchas felicidades Rick, señora,
tendrás que ir a casa, pues John querrá felicitarte también,
daremos una pequeña fiesta para celebrar su
matrimonio.- me dice Olga, noto que trata de ignorar a
Melody que está sentada frente a la mesa.
-Gracias Olga, eres muy amable, avísanos para poder ir y
no hacer planes, está bien?- repuse con seriedad.
-Claro Rick, yo les avisare, ahora disculpen, pues me están
esperando y de nuevo muchas felicidades.- dijo Olga y
dándose la vuelta se fue sin decir nada más.

Vi a Melody tomar un sorbo de su coctel, la noto


nerviosa pues se muestra incomoda. Por lo que le digo
-No te preocupes, Olga es una persona de las cuales su
veneno no mata
-Me lo imagino, tan solo ha de atarantar, de haber sabido
que tendría que enfrentar a este tipo de mujeres, tal vez lo
hubiera pensado dos veces.- me contesto Melody, lo que me
hace responderle mordazmente mientras sonrió cínico.
-No lo creó, pues si mal no recuerdo, tu necesitabas el
dinero para dárselo a alguien, es tu amante?- le pregunto
pues quiero saber la verdad
-Pero como puede decir eso Señor Maxwell?- me respondió
indignada, escucharla me molesta y violento le espeto
-Deja ya de llamarme Señor Maxwell o de usted, sino nadie
va a creer que eres mi esposa, ahora ríe y dame la mano
pues nuestra amiga Olga nos está viendo.

46
-Tu amiga Olga.- me respondió ella con una sonrisa en la
boca.

Tomo su mano y me la llevo a los labios dándole un


beso en la muñeca, y la escucho jadear al sentir el roce de
mis labios en su piel, lo que hace que mi cuerpo se tense, y
entrecierro los ojos sospechando, y asombrado veo como el
rubor ha vuelto a colorear sus mejillas. Adrede prolongo la
caricia, pues me gusta la forma en la que ella reacciona,
con tan solo una pequeña caricia; viendo como su cuerpo
se estremece, ciento mi cuerpo tensarse; y al ver su rostro
dulce, tan inocente y virginal, se me hace muy difícil creer
que Melody tenga un amante.

Además, se ruboriza con mucha facilidad, no puede


estar fingiendo; y sin soltar su mano la llevo a la pista de
baile y cuando la tomo entre mis brazos, la siento tan tensa
como la cuerda de un piano, pero conforme bailamos, poco
a poco la siento relajarse pues no he dejado de acariciarla
lenta y suavemente.

Siento como el cuerpo de Melody se pega al mío, y


lentamente llevo una mano a su cuello, el cual acaricio,
dándome cuenta como la vena de su cuello palpita de una
forma increíble, ella esta excitada tanto o más que yo, y en
respuesta la aprieto más a mi cuerpo, sintiéndola temblar.

Llevo una mano a su barbilla y levanto su rostro y


al verlo se me va el aliento, pues sus hermosos ojos azules
están nublados por el deseo que he provocado con mis
caricias.

47
Soy un hombre experimentado y al verla no tengo
ninguna duda, se bien que Melody se siente atraída por mí,
sé que despierto en ella el deseo, pues lo veo reflejado en
sus ojos, eso es evidente, pero eso no me deja olvidar las
palabras que le escuche decir en aquella llamada, antes de
salir de Londres.

Más tarde, al regresar al hotel, la ayudo a


descender de la limusina y abrazándola por la cintura la
guio hasta el ascensor, dándome cuenta de que Melody
atrae las miradas de todos los hombres a su paso, quienes
me veían con envidia.

Al llegar a la suite, con mucha renuencia la dejo ir


sola a su habitación, pues lo que siento es demasiado
grande, eso me molesta y llena de coraje; no me gusta, yo
no quería enamorarme de Melody.

Ya en mi habitación con coraje me desvisto tirando


la ropa, no puedo dejar de pensar el ella, no puedo hacerlo
por más que lo desee, cierro los ojos y vuelvo a ver sus ojos
azules cargados de deseo y pasión; por lo que entro al baño
y me doy una ducha fría, para después meterme en la
cama, pero no concilio el sueño, pues la imagen de su
cuerpo semi desnudo y de sus ojos llenos de deseo vuelven
a mi mente, haciéndome sentir el calor del deseo en mi
cuerpo y como si fuera un jovenzuelo con un ataque de
hormonas, comienzo a temblar, pues el deseo volvió a
hacer presa de mí.

(Melody Jhons)

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Me estoy arreglando pues son casi las ocho de la
noche y tengo que estar lista, cuando escucho que llaman
a la puerta de mi habitación, y cuando abro la puerta,
siento como mi respiración se corta y mi pulso se acelera,
haciendo correr mi sangre a mucho más aprisa, pues para
mí, Rick es el hombre más guapo que he visto en mi vida.
Estoy ensimismada cuando le escucho preguntar.
-Estas lista ya? – Yo asiento y tras tomar mi cartera salgo
de la habitación, él me toma del brazo, y siento como mi
cuerpo se estremece con su solo toque, y le escucho
alagarme lo que me hace sonrojar y sentir miles de
mariposas en el estómago.

Yo le agradezco el alago y tras una pequeña


conversación él va a su habitación y regresa con un objeto
en las manos y cuando se acerca, noto que es un estuche de
joyería; cuando lo tomó y lo abro, mis ojos se abren con
sorpresa.
-No, no puedo aceptar esto, es ya demasiado, además esto
debe costar una fortuna.- le digo cerrando el estuche y
regresándoselo.
-No te estoy preguntando si lo quieres o no, voltéate, te lo
voy a poner.- me dice, noto que se molestó, por su tono frío
como el acero. Y abriendo el estuche tomó la gargantilla
de diamantes y la puso en mi cuello. Cuando Rick me puso
el collar, siento las piedras tan frías, tanto como los ojos
que en este momento me miran a través del espejo que se
encuentra en la sala de la suite.
-Mira, hace juego con tus pendientes.- me dice sonriendo,
creo que sabe que estoy nerviosa y quiere que me
tranquilice.

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Yo le agradecí pues su actitud me recordó que soy
su esposa por contrato ósea su empleada, por lo que le digo
con respeto asumiendo mi lugar en su vida, el de empleada.
-Gracias Señor Maxwell, pero cuando acabe mi contrato yo
le devolveré todo esto.- repongo, refiriéndome a las joyas.
-Ya veremos, ya veremos, además como mi esposa, la gente
espera que luzcas joyas esplendidas, así que no digas nada
más.- me dice fríamente. Pobre, seguramente lo han
lastimado, ahora comprendo el porqué de todo esto;
Porque su experiencia le dice que las mujeres solo buscan
de él una cosa. Su Dinero.

Salimos de la habitación y bajamos para salir del


hotel hasta la limusina que nos espera para llevarnos al
restaurante, cuando llegamos al lugar y entramos y noto
con vergüenza como todos los comensales volteaban al
vernos, pues hacemos una pareja extraña e increíble, pues
Rick es alto, fuerte, apuesto y de él emana una virilidad
muy patente, y yo a su lado me veo frágil, delgada, sé que
soy bonita como mi madre y también muy femenina, y se
bien que mi cuerpo esbelto se ve muy bien enfundado en un
vestido que aun siendo sencillo es muy elegante y de
excelente calidad; los dos ignoramos a los demás
parroquianos que nos rodean y seguimos caminando hacia
nuestra mesa. Rick me lleva del brazo, lo veo sonreír,
parece contento por lo que yo también sonrió.

Estábamos sentados en nuestra mesa tomando un


aperitivo cuando se acercó a nosotros una mujer muy
hermosa aunque bastante mayor que yo y por su forma de
moverse, bien podría ser confundida con una sensual
sirena, debo decir que tiene un cuerpo escultural, y unos
cabellos rojos, como si trajera una llamarada en la cabeza,

50
además de que tiene unos imnotizantes ojos verdes, iguales
a los de las serpientes, los cuales relampaguearon de ira al
verme y notar el collar que llevo al cuello.
-Hola Rick querido, como estas?- le escucho decir en un
tono de voz tan meloso y sensual que a cualquier hombre,
le pondría la piel de gallina, lo se pues en el mismo tipo de
voz que mi madrastra usaba con mi padre. Veo a Rick
levantarse educadamente y nos presenta mutuamente, y
tras una pequeña recriminación por parte de la sensual
sirena por no avisar de nuestra boda ella simplemente
anuncia que hará una pequeña fiesta para festejar nuestro
boda, después se despidió no sin antes mirarme con todo el
odió del que era capaz, cosa que no entendí, pues yo no la
conozco.

Tomo un sorbo de mi coctel, pues el odio que vi en


los ojos de Olga, me llego muy hondo y sentí miedo, eso me
molesto, pues hasta el estómago se me contrajo y me
removí inquieta, me estaba poniendo nerviosa. Rick debió
darse cuenta de mi estado pues me dijo.
-No te preocupes, Olga es una persona de las cuales su
veneno no mata
-Me lo imagino, tan solo ha de atarantar, de haber sabido
que tendría que enfrentar a este tipo de mujeres, tal vez lo
hubiera pensado dos veces.- le contesto, a lo que Rick con
una sonrisa cínica y un tono mordaz me responde
-No lo creó, pues si mal no recuerdo, tu necesitabas el
dinero para dárselo a alguien, es tu amante?- su pregunta
me toma por sorpresa, y me ofende, pues ya le he dicho que
no tengo novio, ni pareja ni compromiso alguno, no
entiendo que le pasa a este hombre. Sera Bipolar? Cielos
con quien me he casado?

51
Le respondí indignada y un poco molesta, veo como
él se tensa y violento me llama la atención, recordándome
que soy su esposa y debo representar mi papel
correctamente pues para eso me contrato, y lo peor es que
su amiga no deja de vernos.

Lo siento tomar mi mano y veo como se la lleva a


los labios dándome un beso en la muñeca, yo no puedo
evitar dejar escapar un ligero jadeo al sentir el roce de sus
labios en mi piel, y me doy cuenta de que su cuerpo se tensa,
y lo veo entrecerrar los ojos como si quisiera verme mejor,
y noto mis mejillas calientes como siempre pasa cuando
me ruborizo.

Rick prolonga la caricia, lo que hace que mi


respiración se agite y mi pulso se acelere, y me estremezco
en respuesta a las pequeñas caricias, bajo la profunda
mirada de mí ahora esposo.

Siento como sin soltar mi mano Rick se levanta y


me ayuda a imitarlo para después conducirme a la pista
de baile y cuando me toma entre sus brazos, y comenzamos
a bailar, siento mi cuerpo tan tenso como las cuerdas de
un violín y esto es solo en respuesta a esas pequeñas
caricias. Cielos. Pero conforme bailamos, me relajo ya que
él no ha dejado de acariciarme lenta y suavemente,
haciéndome sentir en las nubes.

Lo siento apretar su abrazo pegando mi cuerpo


más al suyo y como lentamente lleva una mano a mi cuello,
el cual acaricia, sé que debe haberse dado cuenta de mi
excitación por las reacciones de mi cuerpo, pues siento

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como aprieta mi cuerpo pegándome más a él, lo que me
hace temblar.

Siento como levanta mi rostro y me mira a los ojos


durante unos minutos, sé que se ha dado cuenta de lo que
sus caricias han provocado en mí, pero yo también he
notado como el hombre que ahora es mi marido reacciona
y se tensa ante mi cercanía, me doy cuenta de que Rick esta
excitado, tanto o más que yo, eso me gusta y me alegra el
corazón, pues me doy cuenta de que él siente algo por mí;
puede que no sea amor, pero al menos si me desea y no le
soy indiferente; eso calmo un poco el dolor que sentí en mi
corazón por la repentina aparición de Olga.
Más tarde, al regresar al hotel, Rick me ayudo a
descender de la limusina y abrazándome por la cintura me
guio hasta el ascensor. Al llegar a la suite, Rick se aleja y
yo me voy sola a mi habitación, no entiendo que fue lo que
paso, creí que trataría de estar junto a mi esta noche, pero
comprendo que no es así y eso me duele, paso la noche
llorando, sola en mi enorme cama, pues comprendí que me
había enamorado de un hombre que si bien, por el
momento es mi esposo y que me desea como mujer, no
desea tener nada que ver conmigo, y tampoco me ama, y
eso me duele y me hace llorar aún más.

Capítulo 8

53
“De paseo por París.”

(Richard Maxwell)

Ha amanecido y no he podido dormir en toda la


noche, pensando en ella y en que posiblemente me ha
mentido y tenga un amante, lo que me está volviendo loco,
no quiero enamorarme de ella pero tampoco puedo dejar
de pensar en ella.

Me levanto y me doy un baño para relajarme y


refrescarme, me visto y salgo a la salita para pedir que nos
traigan el desayuno.

Un momento después la veo salir de su habitación,


se ve tranquila pero aun cuando se ha maquillado muy
poco puedo ver que ella tampoco tuvo una buena noche, y
lo peor es que parece triste y desanimada.

Como no sabía que le podría gustar así que pedí


varías cosas, como huevos fritos con tocino, pan tostado,
fruta picada fresca, hot Cakes, mantequilla, mermelada y
miel, café, jugo de naranja y yogurt.

Comenzamos a desayunar en silencio, yo me sirvo


un poco de huevos fritos con tocino y café, y la veo tomar
un poco de café y pan tostado. Es muy poco por lo que le
ofrezco al menos la fruta picada. Ella toma un poco y le
sirvo un poco de jugo de naranja y yogurt, y ella como si
fuera una niña pequeña come todo lo que le doy, al menos
sé que si me aseguro de que coma no se enfermara.

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Desayunábamos en silencio y no puedo dejar de
mirarla por lo que le pregunto
-Quieres ir a dar un paseo?
-Si.- me responde con el entusiasmo de una niña. Yo no
puedo más que sonreír, pues se ha puesto contenta
-Sabes, nunca he estado en Paris.- me comento Melody
tomando un poco del jugo de naranja que le había servido
-Bueno, pues entonces salgamos.- le digo con una sonrisa,
me gusta verla entusiasmada y alegre, ya no veo esa
tristeza que estaba en su rostro hace tan solo unos
momentos.

La veo ir por su bolso y voy por mi saco, llamo a


recepción para que nos preparen un auto, salimos de la
habitación, la llevo del brazo y la guío hasta el ascensor,
pasamos la recepción y salimos del hotel hasta la limusina
que nos espera. La ayudo a subir y le digo al chofer.
-Llévenos a la plaza de la concordia.
-En seguida señor.- me responde y subo a la limusina
acomodándome a lado de Melody, se ve contenta, tomo su
mano y no dejo de observarla mientras mira con
curiosidad las calles de la ciudad.

Llegamos a la plaza de la concordia y paseamos un


rato, después fuimos al museo del Louvre, en donde
paseamos por las galerías, vi como prestaba mucha
atención a las obras clásicas, sobre todo las obras de
D´Vinci; en algún momento la perdí de vista y me puse a
buscarla, encontrándola en la tienda de regalos, viendo un
globo de nieve del museo, y una copia en miniatura de la
“Virgen de las rocas”. La veo seguir adelante viendo los
recuerdos que venden, yo aprovecho para tomar el globo

55
de nieve, y dos miniaturas de las pinturas “La virgen de las
rocas” y de “la Mona lisa” que sé que le gustaron y me
dispongo a seguirla.

Cuando la encuentro está sentada frente a la


escultura de “el David”, me siento a su lado y la escucho
decir.
-Es magnífico, verdad?
-Sí, está considerada una de las mejores esculturas del
mundo; se dice que representa la proporción perfecta del
cuerpo masculino; salvo que han descubierto que una de
sus manos es más grande que la otra por lo que esta
desproporcionada al resto del cuerpo.- le explico, viendo
como ella me presta su total atención. Su respuesta me
toma por sorpresa
-Bien, pero sigue siendo magnifica, aunque imperfecta, no
todos pueden ser perfectos… como tu.- esto último lo dijo
casi en un susurro como si lo dijera solo para ella, pero aun
así alcance a escucharla, yo solo sonreí.

Cuando salimos del museo la llevo a Notredame; en


donde me di cuenta de que ella se puso a orar, se veía tan
frágil, después la vi poner unas monedas en una alcancía y
encender una vela, para regresar a mi lado, salimos de la
catedral y le digo
-Es hora de comer, vayamos a un restaurante.
-Porque no comemos ahí.- me dice señalándome uno de
tantos cafetines que hay por la ciudad con mesas en la
terraza. Yo asciento y ella tomando mi mano me jala hacia
el lugar donde desea comer.
-Estas segura que deseas comer aquí?- le pregunto
-Sí, es un lugar tranquilo y deben tener algo rico de comer.-
me dice con sencillez

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Veo acercarse a una joven mesera con los menús,
los cuales nos entrega y dice.
-Buenas tardes, mi nombre es Ivonne y los atenderé esta
tarde, aquí tienen las cartas, llamen cuando estén listos
para ordenar?- y con una sonrisa se retira.
-Bien que deseas comer?- le pregunto viendo que ella está
leyendo el menú, que no es muy extenso
-Todo parece bueno, que es lo que tu pedirías?- me
pregunta, pongo más atención al menú y le digo.
-Bueno, pues el pollo en salsa de champiñones, podría ser
una buena opción, aunque también lo es el filete en salsa
de mantequilla y limón.
-Pero no puedo pedir los dos?- me dice sonriendo
-Bueno que te parece si pido el filete y tú el pollo, y te doy
a probar un bocado, así podrás comparar y decirme cuál
de los dos es el mejor.- le digo sonriendo y sin más llamo a
la mesera y pido la orden, también pedí una botella de
vino, pero ella me dice
-Podrían servirme una limonada?- yo asciento y la pido

Minutos después nos traen el servicio y la veo


disfrutar de su platillo, tanto que hasta se me antojo, tomo
un poco del filete de merluza y lo acerco a su boca diciendo
-Anda, pruébalo y dime qué opinas?- ella ve el bocado y yo
lo acerco más a su boca; la veo tomarlo abriendo poco a
poco los labios y cuando lo prueba, lo saborea, cerrando
los ojos, como si lo que estuviera probando fuera un
manjar de los dioses.
-Y bien?- le pregunto cuando no dice nada
-delicioso, en verdad, se siente como si se derritiera en la
boca.- me responde, mientas toma un bocado de su plato y

57
hace lo mismo que yo, acercando el tenedor a mi boca,
diciendo
-Por favor, prueba el mío, el pollo también esta delicioso.-
así debe ser pues la he visto disfrutarlo, así que me acerco
y tomo en mi boca el bocado que me ofrece; lo saboreo y
veo que ella tiene razón, el pollo esté muy bien; veo que
espera mi opción por lo que le digo
-Tienes razón, está muy bien.

Cuando terminamos de comer, pedimos un café y


un postre y es cuando aprovecho para darle lo que le
compre. Ella ve las miniaturas y el globo y le digo.
-Te vi admirándolas en la tienda de regalos y quería que
las tuvieras, como recuerdo de tu primer visita a París.
-Gracias; yo también te compre algo, espero que te guste?-
me dice y la veo sacar una pequeña caja, en donde
encuentro una reproducción de el “David” en miniatura.
-Para tu escritorio.- le escucho decir
-Gracias, me gusta, sería imposible tener el original en mi
oficina.- le digo sonriendo lo que la hizo reír

La comida fue agradable y estuvo llena de risas,


pues le contaba anécdotas de forma amena para que
aprendiera a conocerme, ella me tuvo la suficiente
confianza como para contarme de la muerte de su madre,
del siguiente matrimonio de su padre y de la muerte de
este, y de cómo su madrastra la corrió de la casa en la que
había crecido, quitándole todo incluyendo las joyas que su
madre le heredara; así como del fideicomiso en que tenía
su herencia; siento que ha omitido algo más, pero no sé qué
pueda ser, aunque sospecho que tiene que ver con su
madrastra y de la forma en que la hecho de la casa.

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Seguimos paseando por la ciudad y ya avanzada la
tarde regresamos cansados al hotel, nunca había
disfrutado un día solo haciendo turismo, pero lo que más
disfrute fue verla admirando la belleza de la ciudad
cuando subimos a lo alto de la Torre Eiffel, también
disfrute verla comer una rebanada de pastel cuando
paramos a tomar un café, ella me había hecho muchas
preguntas sobre los lugares que visitamos y yo trate de
responder todas sus preguntas

Cuando llegamos al hotel, al pasar por la recepción


me encontré con que tenía un recado de Olga, en el que me
informaba que la fiesta que haría para celebrar nuestro
matrimonio sería el día de mañana por la noche y nos pide
que lleguemos a las nueve.

La llevo a la habitación, en donde descansamos por


unas horas, las cuales creo que ella aprovecho para
dormir, pues en verdad se veía cansada, lo que compruebo
al ir a su habitación para informarle que saldremos a
cenar y a bailar, encontrándomela dormida, me acerco a
ella, creo que me siente porque se despierta y me sonríe.
-Me necesitabas?- me pregunta
-No descansa un poco más, solo venía a decirte que esta
noche a las ocho saldremos a cenar y a bailar, así que
quiero que te pongas algo muy bonito. Ella asciente y yo
salgo de su habitación dejándola descansar.

Voy a mi habitación y pido a la recepción que me


hagan una reserva para cenar en el Moulan Rouge para
las ocho de la noche, después sigo su ejemplo y me recuesto
un momento.

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Esa noche cuando llamo a su puerta para que nos
vayamos, Melody sale vistiendo un vestido gris plomo de
seda, el cual se pega a su piel como un guante, es sencillo y
no tiene más adorno que el brillo natural de la fina tela y
noto que lleva puesto el collar que le diera anoche, al verla
me quedo sin respiración; ella se acerca y yo la tomo del
brazo para salir, y siento como se estremece.

Mientras cenábamos, veíamos el espectáculo que se


presenta en el Moulan Rouge, y tras terminar le pregunto
-Quieres bailar?- ella no dice nada pero se levanta de
inmediato, haciéndome saber que así es; la llevo a la pista
y la rodeo con mi brazo comenzando a movernos en la
pista, y siento como ella moldea su joven y suave cuerpo al
mío, por lo que la aprieto más contra mi cuerpo, deseando
incrustarla en mi cuerpo al sentirla temblar. Lo que hace
que mi cuerpo reaccione despertando mi deseo por ella.

La veo levantar su rostro para mirarme y veo en sus


ojos el deseo reflejado en ellos, así como el temblor de sus
pequeños y suaves labios y sin poderlo evitar poco a poco
y sin retirar mi vista de sus ojos, inclino mi cabeza hasta
alcanzar sus labios, que me supieron dulces, como fruta
madura.

La hago salir del lugar, llevándola hacia la limusina


en donde la vuelvo a besar y la acaricio tratando de
despertar en ella la misma excitación y deseo que yo siento
por ella; cuando llegamos al hotel la llevo de la mano a
nuestra suite, acariciando su mano y besándola, no
queriendo perder el momento, y una vez dentro de la suite,
la abrazo y la beso, mientras comienzo poco a poco a

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desnudarla, siento como ella me responde, y sé que me
desea tanto como yo a ella.

Pero algo nos interrumpe, es el teléfono sonando,


por lo que renuente voy a contestar, Melody me deja ir
suavemente y la veo alejarse sin hacer el menor ruido,
adentrándose en su habitación y cerrando la puerta tras
ella. Lo que más deseaba en ese momento era seguirla,
pero había contestado y al escuchar la voz de Olga, me
maldije por haberlo hecho.
-Bueno, Rick estas ahí, solo llamo para recordarte que
mañana es la cena en tu honor.
-Bien, gracias por recordármelo, pero no era necesario
Olga, buenas noches.- le dije molesto y colgué, para
después entrar a mi habitación

A la mañana siguiente cuando nos reunimos para


desayunar, la veo contenta y relajada, por lo que cuando
terminamos el desayuno le pregunto
-Quieres ir de compras?
-Oh no. Por favor, ya me has comprado muchas cosas.- me
responde sonrojada, lo que la hace verse hermosa e
inocente
-Pero a mí me gustaría comprarte muchas más.- le digo
con una sonrisa y tomándola de la mano, salimos del hotel
y la llevo de compras.

Hemos recorrido las mejores tiendas del centro de


París, y cuando llegamos frente a una en donde
encontramos un vestido que le gusto a Melody, por
supuesto que no pude dejar de comprarlo para ella,
ordenando varios más; el vestido que a Melody le había
llamado la atención en el aparador, era de color azul, de

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seda, y cuando se lo midió le quedaba de maravilla, y
mientras Melody se probaba los demás vestidos que había
ordenado para ella, yo me perdí un momento, saliendo de
la Boutique y yendo a una joyería cercana, quería algo
muy especial para ella.

Más tarde cansados y felices, regresamos al hotel,


en donde comimos y descansamos un rato, en espera de la
cena en casa de Olga.

(Melody Jhons)

No he dormido casi nada y tampoco he dejado de


llorar, es muy temprano y sé que esta por amanecer, por lo
que me levanto y voy a darme un baño para relajarme, no
quiero que Rick se dé cuenta de que estuve llorando y se
moleste.

Cuando salgo después de un rato bajo el agua, me


visto y me arreglo, maquillándome un poco para ocultar
las ojeras por la falta de sueño, pero no puedo hacer nada
por la tristeza que se ve en mis ojos, solo espero que no la
note.

A las ocho salgo a desayunar y lo veo ya


esperándome en la mesa, al menos no está enojado, yo solo
tomo un poco de café y tostadas con mantequilla, pero él
me ofrece la fruta picada por lo que me sirvo un poco; noto
como me observa y lo veo servirme un poco de jugo de
naranja y yogurt, y yo como si fuera una niña pequeña
como todo lo que me sirve.

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Desayunábamos en silencio yo no quiero que note
mis ojeras por lo que trato de no levantar el rostro, pero
no puedo evitarlo cuando pregunta.
-Quieres ir a dar un paseo?
-Si.- le respondo con entusiasmo. Lo veo sonreír, parece
divertido por algo.
-Sabes, nunca he estado en Paris.- le comento mientras
tomo un poco del jugo de naranja que él me había servido
-Bueno, pues entonces salgamos.- me dice con una sonrisa.
Lo que me hace sentir feliz.

Voy por mi bolso y lo veo ir por su saco, y le escucho


llamar a recepción para que nos preparen un auto, cuando
salimos de la habitación, Rick me lleva del brazo cuando
salimos del hotel me ayuda a subir a la limusina, lo escucho
decir algo al chofer, pero no entendí que era; solo veo que
entra y se acomoda a mi lado. Siento como toma mi mano
y no deja de observarme, mientras yo miro las calles de
esta bella ciudad.

Llegamos a la plaza de la concordia y paseamos un


rato, después me llevo al museo del Louvre, en donde
caminamos por las diferentes galerías, me gustaron
mucho algunos cuadros de los grandes maestros, algunos
los conocía de mis libros de escuela pero nunca creí llegar
a ver los originales; sobre todo las obras del Gran
Leonardo; vi que Rick estaba algo aburrido por lo que
tratando de ver lo más posible me aleje, llegando a la
tienda de recuerdos, en donde vi una pequeña
reproducción en mármol de el “David”, y pensando que le
gustaría la compre para él, pidiendo que la envolvieran,
estaba por salir cuando vi un globo de nieve con una
miniatura del museo dentro, y cerca de él las

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reproducciones en miniatura de la “Virgen de las rocas” y
de la “Monalisa”, me gustan ambas pero no sé si el me
permitiría tenerlas en su casa, por lo que mejor voy a
buscarlo; al no encontrarlo donde lo había dejado, me
siento frente a la escultura original de “el David”, seguro
que está viendo alguna pintura que le guste, a los pocos
minutos lo siento a mi lado y solo puedo decirle.
-Es magnífico, verdad?
-Sí, está considerada una de las mejores esculturas del
mundo; se dice que representa la proporción perfecta del
cuerpo masculino; salvo que han descubierto que una de
sus manos es más grande que la otra por lo que esta
desproporcionada al resto del cuerpo.- me explico, yo le
presto mucha atención, pues no quiero que piense que soy
grosera, pero no puedo evitar decir.
-Bien, pero sigue siendo magnifica, aunque imperfecta, no
todos pueden ser perfectos… como tu.- esto último lo digo
casi en un susurro, arrepintiéndome casi de inmediato,
solo espero que no se moleste y lo tome como una ofensa;
pero lo veo levantar una ceja y sonreír con cierto cinismo.
Cielos creó que si me escucho.

Salimos del museo, y me llevo a la Catedral de


Notredame; en donde ore y pedí a Dios por las almas de
mis padre, así mismo por su guía en cuanto a qué hacer
con mi vida, también le pedí que cuidara y protegiera a mis
pequeños hermanos, pues son toda la familia que me
queda; al terminar mis ruegos, saco de mi cartera unas
monedas las cuales pongo dentro de la alcancía para los
pobres, y enciendo una vela en el altar. Para después dar
media vuelta y regresar a lado de Rick que se ha quedado
atrás mientras yo me acercaba al altar; espero que el

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hecho de que me alejara no le molestara. Salimos de la
catedral y le escucho decir
-Es hora de comer, vayamos a un restaurante.
-Porque no comemos ahí.- me apresuro a decir,
señalándole uno de los cafetines que hay al otro lado de la
plaza cerca de la Catedral, en verdad no deseo comer en un
lugar muy elegante de los que el tanto acostumbra. Lo veo
asentir y lo tomo de la mano llevándolo hacia el lugar
donde deseo comer.

Lo veo dudar del lugar, pero yo solo quiero que el


disfrute de algo simple y que entienda que lo bueno no
siempre tiene porque ser costoso.

Una joven se acerca con los menús, los cuales nos


entrega y tras presentarse comenzamos a hablar sobre la
comida y al fin pedimos, el pidió el pollo en salsa se
champiñones para mi y para él un filete en salsa de
mantequilla y limón.

Minutos después nos traen la comida y yo comienzo


a comer, el pollo en verdad esta delicioso, por lo que
disfruto de cada bocado, el me mira y noto que él acerca su
tenedor con un bocado de filete a mi diciendo
-Anda, pruébalo y dime qué opinas?- miro el bocado y él
acerca más el tenedor a mi boca por lo que tomo el bocado
y lo saboreo, sintiendo como el pescado se derrite en mi
boca, está en verdad delicioso y cuando me pregunta así se
lo digo, igualmente le ofrezco un bocado del pollo que yo
estaba comiendo, acercando el bocado a sus labios, el cual
el acepta. Tras saborearlo un poco me dice
-Tienes razón, está muy bien.

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Cuando terminamos de comer, Rick pidió café y una
rebanada de pastel para mí, estaba disfrutándola cuando
lo veo sacar una bolsa de regalo y me la entrega. Veo que
dentro están las miniaturas y el globo que había visto en la
tienda del museo y me dice.
-Te vi admirándolas en la tienda de regalos y quería que
las tuvieras, como recuerdo de tu primer visita a París.
-Gracias; yo también te compre algo, espero que te guste?-
le digo y saco la pequeña caja, que contiene la réplica de “
el David” en miniatura.
-Para tu escritorio.- le digo sonriendo
-Gracias, me gusta, sería imposible tener el original en mi
oficina.- me dijo sonriendo lo que me da risa

La comida fue agradable y estuvo llena de risas,


pues Rick me contaba anécdotas de forma amena para que
conociera más de su vida, y yo tuve la confianza como para
contarle de la muerte de mi madre, del matrimonio de mi
padre con Heater y de la muerte de este, también le conté
cómo mi madrastra me corrió de la casa, quitándome todo
incluso las joyas que mi madre me heredara; también le
conté del fideicomiso en que esta mi herencia; pero sin
mencionar a mis hermanos gemelos, pues no deseo que
Rick se sienta obligado a responsabilizarse de ellos. Lo
último que deseo es que mis hermanos sean una carga
para Rick.

Seguimos paseando por la ciudad y para las cuatro


de la tarde regresamos cansados al hotel, había sido un
largo día de turismo y me sentía cansada. Solo espero no
haber molestado a Rick con mis constantes preguntas a
pesar de que el no dijo nada y las respondió todas.

66
Cuando llegamos al hotel, al pasar por la recepción
le entregaron a Rick un mensaje, era de esa odiosa
pelirroja, la tal Olga; solo quería informar que la fiesta que
haría para celebrar nuestro matrimonio sería el día de
mañana por la noche y nos sugería que lleguemos a las
nueve. Yo preferiría no ir, pero mi opinión no cuenta.

Vamos a nuestra suite y yo me retiro a mi


habitación, en donde lo que más deseo es descansar pues
en verdad me siento agotada, pues no dormí casi nada, por
lo que me recuesto sobre la cama y sin darme cuenta me
quede dormida, siento como si me observaran por lo que
abro los ojos y me encuentro con Rick observándome, por
lo que sonriendo le pregunto
-Me necesitabas?-
-No descansa un poco más, solo venía a decirte que esta
noche a las ocho saldremos a cenar y a bailar, así que
quiero que te pongas algo muy bonito.- yo solo asciento
con la cabeza y lo veo salir de mi habitación cerrando la
puerta tras él

Más tarde estaba casi lista para salir cuando


escucho como llaman a la puerta, me había puesto un
sencillo pero elegante vestido en color gris plomo de seda,
el cual se pega a mi cuerpo como un guante, y me he puesto
el collar que me diera Rick anoche, al abrir la puerta, Rick
me mira intensamente lo que hace que se me seque la
garganta y el pulso se me acelere y cuando se acerca y me
toma del brazo no puedo evitar estremecerme ante su
cercanía, Rick es un hombre muy atractivo.

El lugar al que fuimos es un centro nocturno


llamado Moulan Rouge, en donde cenamos mientras

67
veíamos el espectáculo, cuando este término, Rick me
pregunto.
-Quieres bailar?- Yo sin decir nada me levante de
inmediato, pues lo que en realidad deseaba, era que Rick
me abrazara, pues sabía que esos serían los únicos
momentos en los que podría estar cerca de su cuerpo,
sintiendo su fuerza; y sin darme cuenta cuando me rodeo
con sus brazos y comenzamos a bailar, amolde mi cuerpo
al de Rick; quien al sentirme apretó su agarre, uniéndome
más a su cuerpo, esta cercanía, hizo que me sintiera aún
más excitada por lo que no dejaba de temblar. Y cuando
levanto mi rostro hacia él puedo notar que me desea, que
no le soy indiferente, siento mi labio inferior temblar de
emoción, por la cercanía, y sin apartar la mirada, veo
como poco a poco se acerca a mí, hasta que nuestros labios
se unen en un beso lleno de promesas; promesas que me
gustaría que se cumplieran.

Salimos de ese lugar y siento como Rick me guía a


la limusina, una vez dentro siento como me atrae hacia él
y me besa y acaricia, haciendo que mi pulso se acelere y
que mi excitación crezca; cuando llegamos al hotel, Rick
me lleva de la mano a nuestra suite, sin dejar de
acariciarme la mano y besándome, y cuando por fin
llegamos a la suite, siento como me abraza fuertemente,
besándome de forma demandante, profundizando su
exploración de mi boca, yo le respondo el beso, pues en
realidad deseo más; me doy cuenta de que poco a poco me
está desnudando, pero es tanto mi deseo y mi excitación
que no me importa, solo quiero que me acaricie, no soy
tonta, sé que me desea y yo lo deseo a él.

68
Pero de pronto escucho el teléfono sonar, Rick ha
dejado de besarme y se aparta un poco de mí, por lo que lo
dije ir suavemente, y sin ningún reproche y sin hacer ruido,
me alejo, entrando en mi habitación, cerrando la puerta
tras de mí, me recargo en ella y suspiro por lo que pudo ser
y no fue. Me dirijo al baño para darme una ducha y tras
ponerme una pijama ligera me acuesto a dormir.

A la mañana siguiente tras arreglarme para salir


de mi habitación, me reúno con Rick para desayunar, estoy
relajada y feliz, pues soñé con Rick, con lo que podría llegar
a ser el futuro si el me amara. Cuando terminamos de
desayunar el me sorprende preguntando
-Quieres ir de compras?
-Oh no. Por favor, ya me has comprado muchas cosas.- le
respondo sonrojada.
-Pero a mí me gustaría comprarte muchas más.- me dice
con una sonrisa y tomándome de la mano, salimos del
hotel llevándome de compras.

Hemos recorrido las mejores tiendas del centro de


París, cuando pasamos frente a un aparador en donde hay
un hermoso vestido que me gusta, por supuesto Rick me
llevo dentro de la tienda y no solo pidió el vestido en
cuestión, sino varios atuendos más, primero me pruebo el
vestido que me gusto, es de color azul, de seda y como sé
que desea verlo, salgo del probador y se lo muestro; el solo
me mira y tras unos minutos solo asciente, aprobando
como me queda, por lo que voy a medirme los vestidos que
él ha escogido, sé que no hay necesidad de que salga del
probador pues los ha escogido con buen busto. Cuando
termino, él está ahí esperándome y tras pagar las compras
vemos unas tiendas más, tras lo cual regresamos al hotel

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cansados pero felices de haber disfrutado el estar juntos.
Comimos en el restaurante del Hotel y nos retiramos a
descansar un rato antes de la cena en casa de esa mujer.

Capítulo 9

“Fiesta en casa de Olga.”

(Narrador Omnisciente)

Olga siempre había querido atrapar a Rick, pero se


tuvo que conformar con Jhon su mejor amigo, quien
aunque era rico y atractivo, no lo era tanto como Rick.

Olga era demasiado ambiciosa, ella quería a Rick


para ella, no le importaba si estaba casada con Jhon, ella
deseaba la atención, la fortuna y el cuerpo de Rick, solo

70
para ella y descubrir que se había casado con una mujer
más joven y mucho más hermosa que ella, la estaba
matando de coraje.

Pero ella deseaba demostrarle a Rick que su


flamante esposa no era nada comparada con ella, por lo
que se lo haría saber; aprovechando para dejarle claro a
la mujercita cuál era su verdadero lugar.

(Melody Jhons)

Estoy esperando a mi marido en la salita de la suite,


cuando escucho a Rick salir de su habitación, me le quedo
mirando, pues en verdad es muy atractivo y se ve increíble;
y con la garganta seca me acerco hasta donde él se
encuentra, deteniéndome a medio camino, pues quiero que
vea como luzco con mi nuevo vestido.

Espero que no le moleste, pues no llevo sostén, ya


que el escote de mi vestido no lo permite y mucho menos al
ser de espalda descubierta; no es un vestido impúdico, pero
se bien que el color azul de mi vestido me hace lucir muy
bien, además de que hace resaltar aún más el azul
profundo de mis ojos y el rubio de mi cabello.

Miro a los ojos de mi marido y noto en estos algo


más profundo que una simple atracción y como si me lo
ordenara, me acerco muy despacio hasta él, quien de
inmediato me envolvió entre sus fuertes brazos para
después besarme de manera demandante, hambrienta.

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Cuando por fin rompió el beso, pues ambos
necesitábamos respirar, él solo me sonríe, pero no me
suelta, quedándonos así abrazados por lo que para mí
fueron largos minutos, mientras nuestras respiraciones se
calmaban poco a poco; recargo mi cabeza en su amplio
pecho, hasta que por fin tanto mi respiración como mi
pulso se normalizan. Cuando lo escucho decir con voz
ronca por el deseo.
-Te tengo un regalo.- y lo veo sacar del bolcillo de su saco
un estuche, el cual abrió, mostrándome un bello collar de
zafiros y diamantes.
-Gracias, por esto, es tan hermosos.- le digo, mientras Rick
parándose detrás de mí, pone el costoso y exquisito collar
en mi cuello, dejando también un breve beso en mi nuca,
con lo cual hizo que me estremeciera y me excitara. Cielos
como deseo a este hombre.

Salimos del hotel, pero aun así llegamos un poco


más tarde de lo planeado a la fiesta, aun así fuimos
recibidos por los anfitriones Jhon, el mejor amigo de Rick y
Olga, esa mujer venenosa, que al verme me recorre con la
mirada, deteniéndose en mi cuello notando el exquisito
collar que Rick me ha regalado; veo la envidia, el coraje y
el odio en sus ojos, pero trato de que no me afecte, ella está
casada y dudo que Rick sea de los hombres que se meten
con mujeres casadas. En eso escucho a nuestro anfitrión
decir
-Rick, que bien estas, a ver déjame ver a esta hermosura
que es tú esposa, Pequeña, has pescado al hombre más
escurridizo de este mundo.- me dijo dándome un abrazo
-Que tal, mucho gusto en conocerlo Señor Williams.- le
saludo sonriendo con educación.

72
-Llámame Jhon querida, pues Rick es mi mejor amigo.- me
dijo y yo solo asciento

Veo a Olga que se acerca separándome de Rick y


dándole un beso, ignorándome olímpicamente le escucho
decir.
-Ven, aquí hay muchos conocidos tuyos.- y tomándolo del
brazo, Olga se llevó a Rick dejándome sola con su marido
Jhon, quien me fue presentando con sus amistades, muchos
de los cuales eran también amigos de Rick

Uno de ellos, un hombre atractivo y bien parecido,


que parecía ya tener encima unas copas de más, con una
gran falta de tacto me pregunto
-Donde te encontró Rick? Ese sinvergüenza te tenía muy
bien escondida, aun no me creo que seas su esposa.- y
tomándome con fuerza de la mano me llevo a la pista de
baile, lo que me hizo sentir nerviosa y consternada, por lo
que me vuelvo tratando de buscar a Rick con la vista en el
salón, notando que está observándome con el ceño
fruncido; cielos otra vez está molesto.

Me armo de paciencia con este hombre tan


impertinente, pues si es amigo de Rick no lo quiero ofender
y hacerlo quedar mal; por lo que al terminar la pieza de
baile, me suelto rápidamente y voy en busca de Rick y
cuando lo encuentro, me doy cuenta de que su amigo me
sigue, por lo que al llegar a su lado, lo tomo del brazo y le
sonrió con nerviosismo.

Segundos después escucho la vos alcoholizada de


mi perseguidor decir.

73
-Es increíble que esta hermosura sea tu esposa, no puedo
creer que después de ser tu mujer se vea tan virginal.- dijo
el impertinente haciéndome sonrojar.

Rick no le responde pero me mira y ha de notar mis


nervios y mi sonrojo por el comentario de su amigo por lo
que simplemente dice.
-Ven querida, vamos a bailar.- y llevándome a la pista de
baile tomada de la mano; en donde una vez más me rodeo
con sus brazos, lo que me hizo sentir segura.

Nos movíamos lentamente, bailando, podía sentir


sus caricias ligeras en mi espalda con lo que no solo
despertaba mi deseo, excitándome poco a poco, sino que
me hacía estremecer con solo tocarme, lo miro a los ojos y
veo que el siente la misma excitación que yo.

Lo veo acercarse poco a poco hasta tocar mis labios


con los suyos en un corto y ligero beso, el cual repite una y
otra vez, hasta que por fin reclama mis labios besándome
con ternura al principio, pero volviendo el beso más
exigente a cada segundo que pasaba, solo deteniéndose
para respirar, dejando mi respiración agitada y mi pulso
acelerado. Siento una mirada penetrante sobre mí y veo
que es Olga quien se acerca mirándome con odio y envidia
y la escucho decir.
-Querido, me toca bailar contigo, Jhon amor, tú baila con
Melany, si?.- sus palabras me molestaron por lo que le digo
-Oh Señora Williams, debería visitar a su médico, podría
tener alguna infección que no le permita escuchar bien, mi
nombre es Melody no Melany.
-No necesito ir al médico, estoy muy bien, además Melody
o Melany, no importa, es solo un nombre, por demás muy

74
parecidos.- me dice la víbora molesta. Pero a este juego
podemos jugar la dos.

-Tiene mucha razón Inga…- le digo con toda la intención


-Es Olga, no Inga.- me reclama, pero la interrumpo antes
de que siga
-Perdón, como es tan parecido, pero no te preocupes Inga,
es solo un nombre.- le respondo, llevándome a bailar a
Jhon, que no sabía que más hacer para no reírse

(Jhon Williams)

Estoy conversando con uno de mis amigos cuando


siento que Olga me jala llevándome a la pista de baile,
llegando hasta Rick y su joven esposa, cuando escucho a
Olga decir.
-Querido, me toca bailar contigo, Jhon amor, tú baila con
Melany, si?.- no me sorprende que haga esto, pues la
conozco bien, la bella esposa de Rick está llamando la
atención con su belleza y eso a Olga la pone furiosa, ella
siempre quiere ser el centro de atención.

Olga ya comenzaba con sus desprecios


cambiándole el nombre a la esposa de Rick, pero yo no
puedo hacer nada más que estar atento por si debo
intervenir y llevarme a mi mujer; pero escucho a Melody
responderle defendiéndose sin ofenderla con ese tono de
voz tan dulce y musical que tiene que me da risa, vaya
nadie le había plantado cara a Olga y, yo solo puedo
sonreír, al parecer no solo es hermosa sino también
inteligente y decidida a no dejarse opacar, por lo que yo

75
solo sonrió, tratando de no reírme. Miro a Rick y noto que
el sigue muy serio el pequeño intercambio de palabras.

El duelo de palabras siguió por unos segundos más


antes de que Melody; esta linda y frágil mujer lo hace
aplicándole la misma medicina a mi mujer, tras lo cual
Melody que rápidamente se gira tomándome de la mano
para que vayamos a bailar, cielos, en verdad solo puedo
reírme.

Conozco bien a mi esposa, y sé muy bien que cuando


a Olga le cae mal una persona, o no le interesa, o los ignora
o les llama por diferentes nombres, para demostrar su
desprecio, pero nunca nadie le había respondido con la
misma moneda, llamándola por otro nombre, y con esto
sacándola de quicio.

Comienzo a bailar con Melody tratando de no


reírme, de lo ocurrido por lo que le digo
-Perdónala, está molesta solamente.- le sonrió tratando de
que se relaje y olvide el mal rato
-Pero porque? Yo no le he hecho nada.- me dice
inocentemente por lo que le respondo
-Olga estaba enamorada de Rick, pero él de ella no, pero
cuando la conocí me enamore de ella, así que la corteje, no
soy tonto, sé que me quiere, pero no tanto como yo a ella,
aun así, la amo y sé que está molesta porque tú lograste lo
que ella no.- le explico tranquilamente
-En verdad lo siento, se lo que es amar y no ser bien
correspondido.- me respondió observando a Rick, esto me
desconcertó por lo que la observo detenidamente, y me doy
cuenta de que Melody en verdad ama a Rick, solo espero
que mi amigo se dé cuenta pronto. Me di cuenta por cómo

76
la ve que se siente atraído por ella, pero no sé si lo que
sienta sea un verdadero amor. Por lo que para animarla
le digo
-Melody, solo te puedo decir que Rick es el hombre más
afortunado del mundo y no hablo de su dinero, sino de que
ha conquistado tu corazón y eso, créeme, es el tesoro más
grande que él puede poseer.
-Gracias Jhon.- me responde suavemente

(Richard Maxwell)

Estoy terminando de arreglarme para la dichosa


fiesta en casa de Olga y Jhon, cuando termino, salgo de mi
habitación encontrándome a Melody en la sala.

Me le quedo mirando, pues en verdad se ve


increíblemente hermosa, con el vestido azul que
compramos esta tarde; la veo acercarse poco a poco,
notando que el vestido acentúa las jóvenes y sexys curvas
de su cuerpo, y como se realzan sus generosos senos.

Trago saliva, pues en verdad se ve deslumbrante.


Cielos no trae sostén, y eso la hace verse tan sensual, y a la
vez tan inocente y virginal que siento mis piernas temblar
por lo excitado me que ha dejado el solo verla.

La miro a los ojos y noto que ella se acerca, solo


deseo tenerla a mi lado, y cuando por fin llega a mi lado no
puedo controlarme y la abrazo, besándola con deseo,
hambriento de ella, cuando rompo el beso por falta de aire,
le sonrío pero no la suelto, nos quedamos así por un

77
momento hasta que tanto nuestro pulso como nuestra
respiración agitada y pesada se calman, siento como ella
recuesta su cabeza en mi pecho mientras termina de
calmar su respiración. Cuando siento que me he
controlado lo suficiente le digo con mi voz aun ronca por
la excitación.
-Te tengo un regalo.- saco del bolcillo de mi saco un
estuche, lo abro, mostrándole el collar de zafiros y
diamantes que compre para ella esta tarde.
-Gracias, por esto, es tan hermoso.- me dice, mientras saco
el collar del estuche y parándome detrás de ella, se lo
pongo. Y aprovecho que tengo su largo cuello expuesto
para dejar un rápido beso en su nuca, pero cuando levanto
los ojos, para verla a través del reflejo en el espejo frente
al que estamos en la sala, puedo ver un brillo intenso en su
mirada, pues sus ojos me dices que ella también esta
excitada.

Salimos del hotel, pero llegamos un poco más tarde


de lo esperado a la fiesta, lo que no me importa, aun así
fuimos recibidos Jhon, mi mejor amigo y Olga, su mujer,
que me dice.
-Rick, que bien estas, a ver déjame ver a esta hermosura
que es tú esposa, Pequeña, has pescado al hombre más
escurridizo de este mundo.- me dijo dándole un abrazo a
Melody
-Que tal, mucho gusto en conocerlo Señor Williams.- le
saludó Melody sonriendo educadamente
-Llámame Jhon querida, pues Rick es mi mejor amigo.- dice
Jhon y la veo asentir sonriente

Olga se acerca separándome Melody y dándome un


beso, y segundos después me lleva a saludar a algunos

78
conocidos haciéndome dejar sola a Melody, a quien Jhon,
quien pude ver la fue presentando a los invitados, muchos
de los cuales eran amigos míos también.

Veo al imbécil de Peter acercarse a Melody, se nota


que está un poco pasado de copas, solo espero que no la
asuste. Veo como la toma con fuerza de la mano y la lleva
a la pista de baile, eso me molesta; noto que ella se ve
consternada por el comportamiento de Peter, no puedo
dejar de verlos con el ceño fruncido, veo que ella me busca
con la vista y al verme sé que noto mi molestia. Se nota que
mi esposa le ha gustado, y todos sabemos que este imbécil
se las da de ser todo un seductor.

Cuando termina la pieza musical la veo venir hacia


mí y cuando llega me toma del brazo y me sonríe con
nerviosismo. Segundos después escucho la voz
alcoholizada de Peter que ha seguido a Melody hasta aquí.
-Es increíble que esta hermosura sea tu esposa, no puedo
creer que después de ser tu mujer se vea tan virginal.- me
dijo el idiota de Peter, provocando que Melody se
sonrojara; y comprendí que estaba más borracho de lo que
parecía, aun así sentí el aguijón de los celos clavándose en
mí. Y viendo a Melody atentamente me di cuenta de que
Peter tenía razón. No digo nada simplemente toma la
mano de Melody y le digo
-Ven querida, vamos a bailar.- y llevándola a la pista de
baile; en donde una vez más la tomo entre mis brazos; nos
movíamos lentamente, bailando, mientras acariciaba
lentamente su espalda desnuda, sintiendo como ella se
pegaba más a mi cuerpo mientras este se estremecía con
mis caricias. Despertando su deseo tanto como el mío.

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Veo el deseo en sus ojos y no puedo evitarlo me
acerco a ella poco a poco, hasta besar sus labios un corto y
rápido beso, el cual repito una y otra vez, hasta que no
puedo soportarlo más y reclamo sus labios besándola con
ternura pues no quiero asustarla, pero intensificando el
beso, volviéndolo más exigente, solo deteniéndome para
respirar, siento mi respiración pesada, estoy agitado y
tengo el pulso acelerado. Quiero sacarla de aquí y seguirla
besando pero veo a Olga acercarse con Jhon tras ella y al
llegar a nuestro lado la escucho decir.
-Querido, me toca bailar contigo, Jhon amor, tú baila con
Melany, si?.- No sé qué diablos se propone, pero sé que está
molesta por cómo le habla a Melody, pero escucho a mi
esposa responder con su dulce tono de voz y frente a mi se
lleva a cabo un duelo de palabras entre ambas mujeres.

Escucho como Melody corrige a Olga y me da gusto


que no se deje avasallar por la fuerte personalidad de Olga,
esta le responde visiblemente molesta. Me rio
internamente alzando una ceja, pues Olga está
acostumbrada a ser el centro de atención y a tratar a los
demás como inferiores, por lo que nunca nadie la enfrenta.

Veo el intercambio de palabras y escucho a Melody


aplicarle a Olga el mismo tipo de humillación que ella
quiso aplicar a mi mujer sin lograrlo y dándose la vuelta la
veo irse llevando a Jhon a bailar con ella. He notado que
Jhon ha hecho esfuerzos para no soltar una carcajada,
debido a este pequeño intercambio de palabras y lo
entiendo nunca nadie se había enfrentado a Olga.

80
Capítulo 10.

“Celos.”

(Richard Maxwell)

Desde lejos la observo en brazos de Jhon, esta


relajada conversando con él, cuando Melody me ve, sonríe
por lo que le contesto con una sonrisa, escucho como Olga
me habla pero le presto poca atención hasta que Olga
reclama mi atención.
-Cómo pudiste hacer esto?
-Hacerte qué?- Le pregunto desconcertado
-Casarte con esa…
-Se llama Melody, te lo ha dicho ella claramente.- la
interrumpí

81
-Rick, cómo pudiste casarte con esa rubia insípida, que
parece que nadie la a tocado, ni siquiera tú?- me reprocha
Olga con un tono de voz triste
-Por eso me case con ella, porque ningún hombre la había
tocado antes que yo, me gusta que lo mío sea solo mío y de
nadie más, acaso te sorprende eso?- le conteste, con total
cinismo y una sonrisa fría en mi rostro
-Yo nada más habría sido tuya.- me respondió Olga con su
siempre voz melosa
-Por cuánto tiempo? Cuantas veces has engañado a Jhon?.-
le pregunte con voz helada y una mirada igualmente
helada.
-No digas eso Rick, son mentiras.- respondió con reproche
-Mira Olga, no quieras compararte con Melody, ella es
única, así como ella es mía únicamente, yo soy suyo y no
hay ni habrá otra mujer en mi vida, solo ella, comprendes?-
le dije

Si mis palabras sorprendieron a Olga, no lo


demostró, pero si la vi mirar con odio a Melody; pero no
solo Olga estaba sorprendida, yo mismo lo estaba, pues la
forma en que me exprese me venia del fondo del corazón,
ahora comprendo que me he enamorado de mi esposa.
La miro en brazos de Jhon y me doy cuenta de que
lo que siento son celos, y decido que tengo que averiguar si
Melody siente algo por mí, y si no es así, tratare de
conquistarla, enamorarla como ella se merece, con flores y
caricias; La veo bailando con otro de los invitados, y siento
celos, algo que jamás había sentido por mujer alguna.

Descubrir esto me dejo más anonadado que el


hecho de descubrir que amaba a Melody, y con paso lento
me voy acercando a la barra para tomar una copa, pues el

82
darme cuenta de mis sentimientos me ha dejado con la
boca seca. La veo acercarse cuando uno de los invitados
me felicita por mi matrimonio, palmeándome la espalda,
cuando vuelvo a verla, ella se dirigía al tocador.

Minutos después la veo volver y acercándose y me


dice
-Rick, nos podemos ir?- la observo detenidamente pues se
ve alterada y puedo notar la marca de una mano en su
rostro y sin despedirme de nadie, la tomo del brazo y
salimos de ahí.

Ya en el auto le pregunto directamente pues quiero


saber qué fue lo que sucedió.
-Que paso?
-Nada.- me responde muy seria, su voz es apenas un
susurro pero la escucho
-Cómo que nada, quien te hizo esa marca en la cara?- le
pregunto nuevamente, estamos llegando al hotel y hemos
entrado en el ascensor, estoy molesto y veo que está
tratando de controlarse, de no decirme nada pero una vez
que entramos en la suite, y la miro furioso, pues quiero
respuestas, veo en sus ojos que el dique se ha roto y la
escucho gritar.
-Fue Olga quien me agredió, quieres saber porque?, es muy
simple, fue porque te quiere para ella, quiere que sigas
siendo su amante, me lo dejo muy claro esta noche, así que
si es lo que deseas, por mi puedes seguir revolcándote con
ella, no me importa.- veo lágrimas en sus ojos que se niega
a derramar y tan pronto como termina de gritarme corre
a su habitación, cerrando de un portazo.

83
Me acerco a la puerta para hablarle pero la
escucho llorar, y moverse en la habitación, de pronto dejo
de escucharla, debió entrar al cuarto de baño, voy a entrar
cuando escucho sonar el teléfono por lo que lo contesto.
-Rick, que paso? Porque se fueron sin despedirse siquiera,
yo quería hablar contigo, tu esposa fue muy grosera y
agresiva conmigo.- le escucho decir a Olga por la línea
-Mira Olga, vete con cuentos a quien te los compre, porque
agrediste a Melody y no me mientas, vi la marca de tu
mano en su mejilla; tú y yo nunca hemos sido amantes y
nunca lo seremos, eres una mujerzuela ambiciosa, que solo
busca mi dinero y mi sexo y sabes, ni aunque fueras la
única mujer en el mundo, tendría algo contigo. Deja de
intentar coquetearme, pues solo te pones en evidencia;
Melody es mil veces mejor que tú, así que no intentes
molestarla o agredirla otra vez o te arrepentirás, me has
escuchado?.- le grito por teléfono, estoy más allá de
molesto, y muy dolido por las palabras de Melody, pero el
que Olga tratara de hacerme creer que Melody la había
agredido, cuando obviamente había sido al revés me
molestaba muchísimo.

(Melody Jhons)

Sigo bailando con Jhon mientras Rick esta con Olga,


lo veo mirarme desde el otro lado de la pista, lo veo hablar
con Olga, algo le ha dicho que lo ha alterado al parecer, lo
veo ir a la barra y pedir una copa, mientras otro de los
invitados me pide bailar no bien acaba la pieza que bailo
con Jhon.

84
Giro la cabeza buscándolo y lo veo observándome,
lo noto algo molesto por lo que en cuento la pieza se acaba
me dirijo hacia él, lo veo acompañado por otros caballeros
y veo como uno le palmea la espalda, tal vez este
felicitándolo por nuestro reciente y sorpresivo
matrimonio, ¡si supieran la verdad!, no lo felicitarían.

Me doy vuelta para no interrumpir su conversación


con sus conocidos y me dirijo al tocador para refrescarme
un poco y retocar ligeramente mi maquillaje, pues me
sentía muy acalorada.

Desgraciadamente no me di cuenta de que una muy


enfadada Olga me seguía, pues de lo contrario habría
estado en guardia, por lo que fue tarde cuando me percaté
de que estábamos solas en el tocador, cuando Olga me
espetó.
-Tú crees que por casarte con Rick, él me va a dejar? Estas
muy equivocada, él es mío y siempre lo será.- ante estas
venenosas palabras no me quedo más que armarme de
valor y con indiferencia le respondí.
-Pues allá él, si quiere seguir revolcándose con una mujer
como tú.

Olga estupefacta por mis palabras reacciono de


forma violenta dándome una fuerte bofetada, la cual no
respondí, y con toda dignidad y sin decir una sola palabra
salí del tocador y me acerque a Rick para pedirle.
-Rick, nos podemos ir?- Él me observa por unos segundos y
sin decir nada y sin despedirme de nadie, me tomó del
brazo y salimos de ahí.

85
Ya en el auto, mientras nos dirigíamos al hotel, le
escucho preguntar.
-Que paso?
-Nada.- le respondo seria, sin levantar la voz, no quiero
decir nada, pues no quiero molestarlo ya que son sus
amigos, pero ella no me gusta.

No quería dar un espectáculo y trataba de calmar


mis sentimientos, estaba dolida por las palabras de Olga
más que por la cachetada y que el me levantara la voz
molesto por no decir le nada me altera más, además
estamos en el ascensor y nos dirigimos a nuestra suite, está
molesto lo sé por cómo me mira y me habla, esto me hace
perder el férreo control que estaba ejerciendo sobre mis
sentimientos heridos, pues me había enamorado de Rick y
saber que él era amante de Olga y más aún, que
traicionaba a su mejor amigo, me dolía y mucho, por lo que
sin aguantar más le grito, una vez que abre la puerta de la
suite.
-Fue Olga quien me agredió, quieres saber porque?, es muy
simple, fue porque te quiere para ella, quiere que sigas
siendo su amante, me lo dejo muy claro esta noche, así que
si es lo que deseas, por mi puedes seguir revolcándote con
ella, no me importa.- termino diciendo, estaba tratando de
evitar derramar mis lágrimas, pero sentía mis ojos arder y
mis lágrimas a punto de correr por mis mejillas, no quería
que me viera llorar, pues se daría cuanta de que me
lastimaba su traición.

Así que corrí a mi habitación y cerré la puerta


dando un portazo y recargándome en ella, deje al fin
correr mis lágrimas, de dolor porque lo amaba, de ira

86
porque él era amante de Olga y de frustración porque Rick
no me quería.

Reúno todo el coraje que puedo y me dirijo al baño,


desnudándome con coraje y me meto a bañar, llorando
bajo la lluvia artificial para desahogar mi dolor, tenía que
calmarme, escucho sonar el teléfono, pero no me importa,
no tengo a nadie que me llame, así que seguro Rick
contestara.

Me tomo mi tiempo en el baño, pues no puedo dejar


de llorar, y cuando por fin salgo solo me pongo un camisón
ligero. Me siento triste y veo la hora, veo que no es muy
tarde por lo que decido llamar a mis hermanos.
Posiblemente eso me levante el ánimo.

Capítulo 11.

“Un Malentendido.”

(Richard Maxwell)

Una hora más tarde, ya calmado tras haber


discutido con Olga por teléfono y tras darme un baño, me
pongo el pantalón de la pijama y sobre este, mi bata y me
decido por ir a disculparme con Melody, no debí gritarle
cuando ella fue la agredida y también me disculparía por
el comportamiento y las mentiras de Olga, por lo que salgo
de mi habitación y cruzando la sala me dirijo a su puerta,
abriéndola un poco temiendo que este molesta o dormida,
pero veo la luz encendida y la escucho hablando por
teléfono.

87
-Si cariño, mandare el dinero no te preocupes,
-… … … …
-si puedes tomar lo que necesites
-… … … …
-si mi amor yo también te amo
-… … … … …
-adiós.- le escuche decir antes de colgar el teléfono.

Melody no se había dado cuenta de que yo estaba


en la puerta, desde donde la observaba tratando de
contener la furia que sentía tras lo que acababa de
escuchar, por lo que al voltear y darse cuenta de mi
presencia le digo
-Así que mi dinero sirve para que mantengas a tú amante,
te lo advertí, que mientras fueras mi esposa te
comportaras como tal.- grito entrando en la habitación,
acercándome a ella hecho una furia
-No Rick, no es lo que tú crees, espera.- me dice
levantándose de la cama en donde había estado sentada,
su voz se escucha asustada, pero no le hago caso, me
acerco observándola, viendo que solo viste un delgado y
ligero camisón y bajo este unas pequeñas bragas de encaje.
Lo que enciende mi deseo, ese que durante dos días he
estado reprimiendo y tomándola con fuerza entre mis
brazos le digo.
-Ahora vas a ver lo que hace un hombre, cuando se siente
burlado.- ella quiso gritar pero no se lo permití, pues la
silencie tomando con fuerza sus labios, dándole un beso
salvaje y profundo, mordiendo sus labios, sin importarme
lastimarla.

A pesar de la furia que siento, al besarla siento mi


deseo arder, la beso con fuerza, salvaje, mordiendo su labio

88
inferior, la escucho gemir y siento el sabor de su sangre,
pues la había lastimado. Cuando por fin separo mis labios
de los de ella, solo la escucho decir.
-Espera Rick, estas cometiendo un error, escúchame por
favor, todo tiene una explicación.- ella trata de detenerme,
poniendo sus pequeñas manos en mi pecho, la veo
sorprenderse al sentir mi piel, pues bajo la bata no llevo
más que el pantalón de mi pijama, lo que la hizo tensarse
más y emitir un ligero jadeo.
-El error lo cometí yo, cuando me casé contigo.- le digo
fuera de mí, y con un brusco movimiento le arranco el
camisón, para comenzar a acariciar sus senos desnudos,
mientras la sujetó con fuerza.
-Rick, por favor escúchame, esto es un error por favor.- le
escucho suplicar, trata de detenerme, pero soy mucho más
alto y fuerte que ella, y solo pudo emitir un ligero grito de
sorpresa y dolor al sentir como le arranco las bragas, para
seguir acariciándola.

La aviento sobre la cama, y segundos después me


arrojo sobre ella, para seguir besándola y acariciándola
con lujo de fuerza, mientras ella trata de resistirse, de
detenerme pero no la escucho
-Espera Rick, por favor, no sabes lo que haces, si no paras,
vas a arrepentirte, por favor Rick, no lo hagas, escúchame.-
me dice nerviosa, trata de detenerme, poniendo sus manos
en mi pecho, tratando de empujarme, sin lograrlo, pero su
suave toque solo consigue encender más mi deseo; termino
de desnudarme completamente. Para volver a
posicionarme sobre ella.
-Me engañaste, te dije que respetaras mi nombre y no lo
hiciste, ahora sufre las consecuencias.- le digo con furia,
me sentía traicionado al ver que la única mujer de la que

89
me había enamorado me engaña, y sin medir mi fuerza y
sin preámbulo alguno, la penetro, invadiendo su cuerpo
joven y suave que me está volviendo loco.

La escucho gritar al sentir mi brutal invasión, al ser


violada de esa manera, siento como su cuerpo se tensa,
pero es tal mi deseo por ella, que no puedo ni quiero
detenerme, la beso, hambriento de ella, explorando su
boca, mientras comienzo a moverme, encontrando un
lento y dulce ritmo, provocando unos sensuales gemidos
que comienzan a salir de su boca, mientras la invado y la
exploro con la mía.

Siento como Melody me clava las uñas en las


caderas, atrayéndome hacia sí, buscando su propia
satisfacción. Un grito ahogado escapa de su garganta
mientras le doy lo que quiere; moviéndome lentamente y
profundamente al principio, para ir incrementando la
velocidad y fuerza de mis penetraciones, hasta alcanzar la
cima del placer.

Un nuevo e intenso grito surgió de los labios de


Melody, a la vez que sentía como se estremecía todo mi
cuerpo sobre ella, mientras alcanzábamos la liberación
total. Unos minutos después, dejo caer sobre ella todo mi
peso, tratando de regular mi respiración.

Siento como acaricia me cabello tiernamente, una


y otra vez, como si quisiera consolarme, pero la escucho
sollozar y siento como su dulce y suave cuerpo se
estremece ligeramente con cada silencioso sollozo, no lo
puedo aguantar más y me ruedo en la cama, saliendo de su
cuerpo tibio y suave, levantándome y tomando mi bata, me

90
la pongo saliendo en silencio de la habitación cerrando la
puerta tras de mí.

(Melody Jhons)

Casi una hora después salgo del baño, vistiendo solo


mi camisón y mis bragas, estoy triste y decido llamar a mis
hermanos, tengo que esperar unos minutos para que me
comuniquen con ellos, pero al escuchar la voz de Albert me
da ánimos.
-Hola Mel como estas?- escucho preguntar a mi hermano
Albert
-Bien cariño, y ustedes como están? Están estudiando?
-Si Mel, estamos bien, Alfonse entro al concurso de
matemáticas y quedo entre los mejores diez, de entre cien
alumnos, y yo estoy estudiando para entrar al concurso de
ortografía y deletreo.
-Que bien mi amor, dale un abrazo a Alfonse de mi parte, y
estudia mucho. Yo sé que tú podrás con ese concurso
-Cuando vendrás Mel, te extrañamos?
-lo se amor, yo también los extraño, pero debo cumplir con
mi trabajo, se los explique.
-Oye Mel, en dos semanas hay un viaje de la escuela y nos
gustaría ir, pero hay que pagar lo del transporte y el hotel,
crees que podríamos ir?
-Si cariño, mandare el dinero, no te preocupes.
-Pregúntale si podemos comprar una cámara para tomar
fotos del paseo?- escucho decir a Alfonse por lo que le digo
-si puedes tomar lo que necesites.- le digo

91
-Gracias Mel te queremos mucho.- escucho decir a mi
hermano Alfonse que parece haber tomado el teléfono,
- si mi amor yo también te amo.
-Mel, debemos colgar para irnos a dormir, es tarde, adiós.
- Adiós.- le digo escuchando como uno de mis hermanos
habla casi bostezando, cuelgo el teléfono y es cuando me
siento observada, por lo que me volteo y lo veo; Rick está
parado en la puerta, está más que molesto, pues tiene una
cara de furia, que me da miedo.
-Así que mi dinero sirve para que mantengas a tú amante,
te lo advertí, que mientras fueras mi esposa te
comportaras como tal.-me dice gritando, mientras entra
en mi habitación, acercándose furioso.
-No Rick, no es lo que tú crees, espera.- le digo
levantándome de la cama en donde estaba sentada, mi voz
refleja los nervios y el miedo que siento, en verdad está
furioso; él se acerca un poco más y yo doy dos pasos hacia
atrás.

El me observa detenidamente, pues se ha dado


cuenta de que tengo miedo, doy otro paso tratando de
alejarme de él pero me alcanza y me abraza con fuerza
diciendo
-Ahora vas a ver lo que hace un hombre, cuando se siente
burlado.- quise gritar pero Rick no me lo permite, pues me
silencio con sus labios, dándome un beso salvaje y
profundo, invadiendo mi boca con su lengua,
lastimándome en el proceso.

Me besa con fuerza, salvaje, mordiendo mi labio


inferior de tal manera que hace un pequeño corte en este,
haciéndolo sangrar, lo que me hace gemir por el dolor;
cuando se separa de mí para poder respirar le suplico.

92
-Espera Rick, estas cometiendo un error, escúchame por
favor, todo tiene una explicación.- Trato de detenerlo
poniendo mis manos sobre su fuerte pecho, y es cuando me
doy cuenta de que bajo la bata no lleva más que el
pantalón ligero de su pijama de seda, lo miro asombrada y
en respuesta al sentir el calor de su piel desnuda, me tenso
y no puedo evitar emitir un pequeño jadeo, de sorpresa y
de excitación.
-El error lo cometí yo, cuando me casé contigo.- le escucho
decir, mientras aprieta más su abrazo a mi alrededor y con
un movimiento brusco y un tanto salvaje, me arranca el
camisón, comenzando a acariciar mis senos desnudos,
sujetándome con fuerza y observándome, viendo como mi
cuerpo reacciona ante sus salvajes caricias.
-Rick, por favor escúchame, esto es un error por favor.- le
suplico nerviosa, pues no sé cómo detener a Rick, él es
mucho más grande y fuerte que yo y solo puedo emitir un
pequeño grito por la sorpresa y el dolor al sentir como me
arranca las bragas, y comienza a acariciarme con fuerza.

Esta tan furioso y fuera de sí que no se da cuenta de


que me he ruborizado por completo, al estar totalmente
expuesta y desnuda entre sus brazos.

Me avienta sobre la cama, y segundos después se


arroja sobre mí, para seguir besándome y acariciándome
con lujo de rudeza, pues mis esfuerzos por detenerlo no
sirven de nada. Por lo que vuelvo a suplicarle que pare,
estoy nerviosa, tratando una vez mas de detenerlo,
poniendo mis manos en su fuerte torso, trato de empujarlo,
pero Rick es tan fuerte que no logro moverlo ni un
milímetro, pero me doy cuenta de que al tocarlo, no hago
más que excitarlo más, mucho más.

93
Rick se mueve y termina de desnudarse por
completo, antes de volver a ponerse sobre mí.
-Me engañaste, te dije que respetaras mi nombre y no lo
hiciste, ahora sufre las consecuencias.- me dice con furia,
sujetando mis manos a los lados de mi cabeza, y
colocándose entre mis piernas, rosando su fuerte erección
con mi cuerpo y sin cuidado alguno, lo siento invadir mi
cuerpo con fuerza, en un solo movimiento salvaje,
profundo y brutal.

Al sentirlo invadir mi cuerpo de esa forma tan


brutal, no puedo evitar gritar de dolor y en respuesta mi
cuerpo se tensa, el me mira a los ojos, en ellos solo veo
deseo, coraje y furia; comienza a besarme, mientras
empieza a moverse dentro y fuera de mí con un ritmo lento
y dulce, ha soltado mis manos para comenzar a
acariciarme lo que despierta mi propio deseo por él y mi
excitación y sin poder evitarlo comenzó a gemir mientras
me besa, mi cuerpo responde ante sus caricias y su pasión
y yo me dejo llevar, respondiendo a ambas.

Llevo mis manos a sus caderas, sujetándolo,


clavando mis uñas en él jalándolo, atrayéndolo hacia mí
un poco más, buscando casi dolorosamente mi propia
satisfacción.

Dejo escapar un grito ahogado mientras Rick me da


lo que le pido con mis caricias, llenándome con oleadas de
dulce y ardiente éxtasis, que fue creciendo en fuerza y
velocidad, hasta llegar a la cima.

94
Dejo escapar un nuevo e intenso grito al alcanzar
el clímax de nuestra unión, mientras siento como el cuerpo
de Rick se estremece sobre el mío, al alcanzar la misma
exquisita liberación. Para después dejar caer todo su
cuerpo sobre mí, exhausto, mientras trata de regular y
tranquilizar su respiración; le acaricio el cabello con
ternura, más comprendo que lo sucedido no fue por amor,
sino por simple deseo y furia al sentirse traicionado, por lo
que no puedo contener los sentimientos y sollozo en
silencio, sabía que mi silencio fue lo que provoco esto y no
puedo culpar a Rick por creerme una mentirosa, pero lo
que me duele no es la acción de lo ocurrido entre nosotros,
sino que lo amo y el solo ha poseído mi cuerpo por creerse
traicionado no porque me quiera, no puedo evitar que las
lágrimas salgan de mis ojos.

Lo siento moverse, saliendo de mí y rodándose en la


cama, para después tomar del suelo su bata y ponérsela, y
sin decir una sola palabra se va cerrando la puerta tras él.

95
Capítulo 12.

“La Culpa.”

(Melody Jhons)

Tras salir Rick de mi habitación, solo puedo


cubrirme con las sabanas y llorar de tristeza, lo amo, me
he enamorado de Rick, de su ternura conmigo, pero me
cree una mentirosa y traicionera y en verdad lo soy, no por
tener un amante como él cree, sino por omisión, pues debí
hablarle de mis dos pequeños hermanos y no escóndeme
para poder hablar con ellos. Mi estúpido orgullo y mi
silencio han provocado la ira y el odio de Rick hacia mí; no
puedo dejar de llorar y sin darme cuenta me quede
dormida ya muy avanzada la noche.

96
Ya es tarde cuando despierto, y me levanto para
ducharme, me duele todo el cuerpo y al verme en el espejo
del baño, me doy cuenta de los moretones y marcas de
mordidas que Rick dejo en mis brazos y mis senos; me meto
a la ducha y me doy un baño caliente, para relajar mi
cuerpo, tras el cual me siento ligeramente mejor, me siento
y me maquillo un poco para que no note mis ojeras por la
falta de sueño.

Cuando salgo, me encuentro a Rick sentado en el


sillón de la salita, con la vista fija en un punto lejano.
-Buenos días Rick.- le saludo con un tono de voz tan bajo
que no sé si me escucho, pero voltea a verme y me dice.
-Lamento mucho lo que paso, jamás me imagine que fueras
virgen, de verdad lo siento mucho; ven siéntate por favor,
no te quedes ahí parada, lo que paso anoche no debió de
haber pasado, al menos no de esa forma; pero ya no lo
puedo remediar, solo me queda pedirte que me perdones,
pero como ahora eres mi mujer, la próxima vez, será
diferente, te lo prometo, por supuesto ya no habrá divorcio,
eres mía y quiero que lo sigas siendo, por el bien de los dos,
trata de olvidar lo que hice y tratemos de hacer las cosas
mejor, es probable que quedes embarazada y no te voy a
dejar sola con un hijo mío.- dijo Rick, su voz se escuchaba
sin emoción alguna y al ver que no digo nada, se altera mi
grita.
-Contesta, di algo por favor.- lo observo detenidamente
pensando mi respuesta por lo que digo.
-Yo también tengo algo que decir, tal vez yo provoque lo
que paso anoche, no te culpo por nada de lo que hiciste, y
si quedo embarazada, tampoco te culpare, pero no voy a
vivir contigo, mucho menos a dormir contigo, no habrá

97
una próxima vez.- lo digo seriamente y en un tono de voz
calmado y sin emociones.

Puedo notar que mis palabras lo molestan, pero no


puedo ceder, lo amo y hacer lo que dice sin que él
corresponda mis sentimientos, solo me haría sentir como
un objeto que se usa y se tira cuando ya no se desea más.
Se levanta rápidamente y me toma fuertemente de los
hombros y me sacude mientras con una voz de trueno me
grita.
-Tienes un contrato firmado y si quieres romperlo te vas a
ver en muchos problemas, y aunque no durmiéramos
juntos, no nos vamos a divorciar y seguiremos juntos, te
gusto o no, pues así lo quiero yo y no vamos a discutir más
este asunto, y prepárate que regresamos a Londres hoy
mismo.- dijo soltándome, para después tomar el teléfono
pidiendo a recepción que enviaran a alguien a hacer el
equipaje y que prepararan su cuenta. Y dejándome sola de
pie en medio de la salita, se fue a su habitación cerrando
de un portazo.

Ya no hablamos más y en silencio llegamos al


aeropuerto, yo a cada minuto me siento más triste por lo
sucedido y por la poca comprensión de Rick, pues
amándolo como lo amo, no puedo decírselo, pues él no me
ama.

Me siento deprimida y desanimada, pues mi


tristeza es grande, como si cargara todo el peso del mundo
sobre mis hombros y no encontrara la forma de liberar un
poco de ese peso.

98
Cuando llegamos a Londres, nos estaba esperando
una limusina, Rick abrió la puerta para mí y sin querer
nuestros cuerpos se rozaron, y sentí como mi cuerpo
reaccionaba templando de excitación, que ese pequeño
roce había provocado, por lo que me senté lo más lejos
posible de Rick.

(Richard Maxwell)

Tras Salir de la habitación de Melody y cerrar la


puerta, la escucho llorar y eso me lastima. Voy a mi
habitación pensando en la estupidez que he cometido.

No puedo creer lo que he hecho, jamás me imagine


que podría llegar a comportarme de esa manera, se bien
que fueron los celos los que me han acicateado a
comportarme como una bestia.

Estoy arrepentido y la culpa me está matando;


Melody era virgen, lo sé bien, como hombre me he dado
cuenta de eso, la he violado, y he torturado su cuerpo de
forma salvaje y aun cuando he tratado de hacerla
disfrutar, siendo suave después de darme cuenta; Pero mi
deseo por ella era tal que volví a moverme fuerte, rudo y
rápidamente; fui una bestia salvaje, la deseaba desde que
la vi por primera vez, pero al tratarla, al conocerla, me fue
conquistando y termine enamorándome y ahora la he
lastimado y aún después de sufrir mi cruel atentado, ella
me ha acariciado el cabello con ternura, como si tratara
de quitarme un poco de culpa.

99
Paso la noche en vela, pensando en el atroz acto que
he llevado a cabo; pero también recuerdo el maravilloso
cuerpo de Melody, que una vez pasada la impresión de la
primera embestida, ella respondió a mi deseo, a mis
caricias entregándose por completo a mí, sin dejarse nada
y yo lo he tomado, saciando mi deseo por ella
momentáneamente, pues aún la deseo y con mayor
intensidad, pero antes debo hacer todo lo posible para que
ella me perdone y de ser posible lograr que ella me ame.

Muy temprano tras darme un baño y vestirme me


acerco a la habitación de Melody, abro la puerta sin hacer
ruido, la veo en la inmensa cama, desnuda bajo las
sabanas, con su largo cabello esparcido por las almohadas
y con los parpados aun brillantes de las ultimas lagrimas;
tratando de no despertarla, me siento en la orilla de la
cama.

Ella debió sentirme porque suspiro y se movió un


poco dejando al descubierto ante mi vista, unos moretones
que he dejado sobre la blanca piel de sus brazos, eso me
lleno de remordimientos; ella volvió a moverse y al hacerlo
se le han descubierto los senos y horrorizado, aun mas si es
posible, veo las marcas de las mordidas que he dejado en
ellos. No pude aguantar más y salgo de la habitación como
si me persiguieran mil demonios. Al salir piso algo suave y
al ver que es me encuentro con los pantalones de mi
pijama, los recojo y voy a mi habitación.

Me encuentro en la salita de la suite esperando por


ella, tengo la mirada fija en la nada; es casi medio día
cuando la escucho salir.

100
-Buenos días Rick.- me saluda con un tono de voz tan bajo
que apenas si alcanzo a escucharla, pero volteo hacia
donde ella esta y verla tan triste y desvalida me hace sentir
aun peor de lo que ya me siento.
Comienzo a hablarle a disculparme, tratando de
decirle lo mal que me siento y lo arrepentido que estoy,
pero también que quiero que sigamos como pareja, pues si
algo se es que sigo deseándola con el alma, ansiando sentir
su cuerpo firme y tibio, su piel suave y perfumada y de sus
labios suaves y dulces que tras disfrutarla la noche
anterior me ha dejado hambriento de más.

Le anuncio que ya no habrá divorcio pues soy


consciente de que no use protección y que puede haber
consecuencias; le prometo que las próximas noches todo
será mejor, pues pienso hacerla disfrutar al máximo de
nuestra intimidad, no solo saciarme de ella, aunque es algo
que se que nunca podré hacer, pues con solo recordarla se
que no podré saciarme nunca de ella. Así que le pido olvide
mi proceder y tratemos de hacer las cosas de mejor
manera, yo las hare de mejor manera.

Se que estoy nervioso y arrepentido, pero mi voz se


escucha sin emoción alguna y al ver que Melody no
responde, me altero por lo que termino gritándole otra
vez, lo que claramente vi la asusto. Cielos me tiene miedo y
no la culpo después de anoche.

La veo estrujar sus manos y tomar un largo respiro


antes de escuchar su voz.
-Yo también tengo algo que decir, tal vez yo provoque lo
que paso anoche, no te culpo por nada de lo que hiciste, y
si quedo embarazada, tampoco te culpare, pero no voy a

101
vivir contigo, mucho menos a dormir contigo, no habrá
una próxima vez.- Dijo seriamente en un tono de voz
calmado sin emociones.

Al escuchar lo que Melody me dice, me molesto, ella


no solo no me culpa por violarla, sino que se adjudica la
culpa por lo que yo le he hecho, no me desprecia ni me
recrimina nada en absoluto, pero me rechaza fría y
totalmente y levantándome como un resorte, me acerco a
ella y tomándola fuertemente por los hombros sin medir
mi fuerza comienzo a sacudirla mientras furioso comienzo
a gritarle, amenazándola con el contrato que la hice
firmar, recordándole que tiene una obligación conmigo y
que deberá cumplirla le guste o no.

Y anunciándole el regreso a Londres me doy la


vuelta y me dirijo al teléfono, llamo a recepción para
ordenar que venga alguien a preparar el equipaje y que
preparen mi cuenta. Y dejándola sola en medio de la salita,
me voy a mi habitación dando un portazo.

Me siento frustrado, las palabras de Melody han


terminado con mi muy ligera esperanza de conseguir su
perdón y con ello, que me dé la oportunidad de ganarme
su corazón, enamorándola, como debí hacer desde el
principio, de hacerla mi mujer de forma suave y delicada,
tal y como una mujer dulce y frágil como ella se merece, de
hacerla vibrar de pasión y deseo como cuando estuvimos
bailando, pero eso ya no podrá ser posible, al menos no por
ahora; a menos que consiga que ella me acepte a su lado
nuevamente. Por el momento lo único que puedo hacer, es
ser fuerte y mostrarme frío, obligándola a vivir conmigo,

102
así al menos podre tenerla cerca, escuchar su dulce voz y
observarla de lejos.

No hablamos más y en silencio llegamos al


aeropuerto; no puedo dejar de pensar en la única noche
que he pasado con ella, el recuerdo de su cuerpo me hace
estremecerme, pues el solo recuerdo de su suave y cálida
piel me excita, la había hecho mía con pasión y deseo, pero
se bien que más que pasión, había sido furia y aun así
disfrute del cuerpo de mi mujer, pues aunque ella no lo me
quiera, ella ahora es mi mujer; al observarla me doy
cuenta de que Melody aún sigue teniendo ese aire virginal
de antes, aunque ahora hay algo más en sus ojos que no se
definir, será tristeza, melancolía y todo eso le pesa como si
llevara una pesada loza sobre sus blancos y frágiles
hombros; eso me causa un profundo dolor, pues se bien que
yo lo he causado.

Cuando llegamos a Londres, ya nos estaba


esperando una limusina, así que abro la puerta para que
Melody entre y sin querer nuestros cuerpos se rozaron, me
quedo tenso junto a la puerta, pues ese ligero roce lo he
sentido como una fuerte descarga eléctrica, excitándome
de inmediato., cuando al fin entro a la limusina, la veo
sentada lo más lejos de mí que le es posible eso me duele.
Pues me tiene miedo y posiblemente me odia y no puedo
culparla.

103
Capítulo 13.

“La tristeza, una sorpresa y el perdón..”

(Richard Maxwell)

Cuando llegamos veo salir a Edward a recibirnos y


lo veo observar a Melody y correr hacia ella para
abrazarse a ella, Melody al verlo se agacha y recibe su
abrazo y un beso por parte del niño, la veo abrazarlo
mientras esconde la cara en su cuello, para después darle
un beso en la mejilla, antes de levantarse y dirigirse a su
habitación.

No la vi el resto del día, se excusó diciendo que no


se sentía bien pues tenía un fuerte dolor de cabeza para
evitar salir a cenar conmigo, sé que Edward la fue a ver y
le deseo buenas noches antes de ir a su habitación.

104
Los días fueron pasando haciendo una rutina, por
las mañanas salgo temprano a mi oficina y no vuelvo hasta
pasadas las nueve, momento en el que tanto Melody como
Edward ya han cenado y se han retirado a descansar;
trataba de darle su espacio pues sé que esta dolida por lo
que hice, así que estoy en casa lo menos posible.

Los únicos días en que me ven en realidad es los


domingos pues es el día en que me quedo en casa.

Espero que con el tiempo Melody me perdone y no


le impongo mi presencia, así sé que ella está tranquila,
pero eso no evita que a diario piense en ella y en como su
joven cuerpo se excitaba con solo tocarla, cuando bailamos
o en cómo había disfrutado de su cuerpo cuando la poseí y
lo único que logro al recordarlo es encender mi deseo por
mi esposa, por eso no regreso a casa sino hasta ya tarde,
cuando Melody está refugiada en su habitación, fuera de
mi alcance; así que cada noche voy a la cama tras darme
una ducha fría, cosa que no sirve de mucho, pues sé que ella
esta solo al otro lado del pasillo.

Los días siguieron pasando los domingos que la


veía notaba que ella estaba desmejorada y hasta más
delgada y saber que soy el responsable de su mal estado
me hace sentir muy mal.

Una tarde recibí una llamada urgente de Smithy.


-señor su mayordomo al teléfono.- me informa mi
secretaria, por lo que respondo.
-Que sucede Smithy, cual es la urgencia.

105
-Señor, la señora se desmayó, está muy mal ya he llamado
al doctor Rogers y viene en camino pero ella no responde,
venga pronto.- escucharlo me dejo en shock y no supe que
hacer por un par de minutos.

Cuando por fin reaccione, Salí corriendo de mi


oficina directo al ascensor que me llevaría al Penhouse en
el que vivimos; cuando llego, el medico ya está con Melody
por lo que tengo que esperar para saber qué es lo que tiene.

Al terminar de reconocer a Melody el medico que es


un viejo amigo mío, al verme en el pasillo solo dijo.
-Amigo mío, muchas felicidades, tu esposa y tú van a ser
padres, pero Rick hay que tener cuidado, ella está un poco
anémica, pero él bebe está bien por el momento, tiene tres
meses de embarazo por lo que puedo ver, pero con más
exámenes estaremos seguros, hay que hacerle un examen
médico completo y por favor cuídala Rick, porque tú mujer
es encantadora; lloro cuando le dije que iba a ser madre,
no sabes el gusto que me da que te hayas casado con una
mujer tan dulce como ella.
-Gracias James
-Los espero mañana en el consultorio para hacerle un
chequeo completo.
-Si claro ahí estaremos.

Vi irse a James y con mucho cuidado me acerco a la


puerta de su habitación y abriéndola muy despacio entro
en ella, pues no quería alterar a Melody, cuando ella me
vio acercarme sin decir nada y cuando me senté en la cama
solo tome su mano y con humildad le dije.
-Perdóname.- y dejándome caer de rodillas junto a ella con
todo el amor que sentía reflejado en mis ojos le digo.

106
-Te Amo Melody, si algún día puedes llegar a perdonarme
y aprender a amarme aunque sea solo un poco, sería el
hombre más feliz de la tierra.- y mientras le hablo ella abre
sus hermosos ojos con sorpresa y soltando un ligero jadeo
me dice.
-Rick que tontos hemos sido los dos, yo también te amo,
desde nuestro primer baile en Paris, pero tenía miedo de
decírtelo, más creyendo que me odiabas por mentirte.
-Yo no te odio, no podría hacerlo, si desde la primera vez
que te vi no dejo de pensar en ti, hasta que comprendí que
me había enamorado y que lo que sentía al verte bailar con
otros en la fiesta de Jhon eran simple y sencillamente celos,
unos celos feroces que no pude contener y cuando te
escuche aquella noche hablando con alguien, esos celos
fueron los que me nublaron la mente y me comporte como
una bestia, te lastime y no debí hacerlo, quería hacerte el
amor y enseñarte a amarme y termine casi destruyéndote.
-Amor, yo no tengo nada de que perdonarte, te amo tanto
como al hijo que espero, nuestro primer hijo Rick, un bebe
que espero ames como te amo yo.- no pude contenerme
más y la abrace tan fuerte que casi le rompí las costillas y
solo la solté cuando ella me dijo
-Rick amor, no me dejas respirar, relájate.- al escucharla
me le quede viendo y como Melody me sonríe la beso con
ternura, para después salir corriendo al pasillo y gritar.
-Edward, Smithy, soy muy feliz, voy a ser papá.- les digo.
Veo como ambos solo me observan hasta que Edward me
pregunto-
-Tía Mel estará bien?
-Si ella estará muy bien y tú tendrás que ayudarme a
cuidarla, ella espera un bebe y hay que cuidarla y hacer
que se alimente muy bien

107
-Claro que si Tío Rick, yo te ayudare a cuidarla, me asusté
mucho cuando la vi tirada en el piso, creí que estaba
muerta como mis papas.
-No pequeño, no te preocupes, la cuidaremos bien y no la
dejaremos sola para que eso no vuelva a pasar.
-Y él bebe que espera mi Tía Mel, también me va a querer
como ella?
-Claro que si, al principio cuando llegue no podrás jugar
con él, pero cuando crezca podrás cuidarlo y jugar con el
ya verás que tu futuro primito o primita te querrá mucho.

(Melody Jhons)

Cuando llegamos al departamento y ser recibidos


por el pequeño Edward que corre hacia mí y para
abrazarme, al verlo venir me agacho y recibo su abrazo y
un beso de su parte, por lo que le respondo el abrazo
escondiendo mi cara en su pequeño cuello y le digo en un
susurro
-Gracias Edward, lo necesitaba.- el niño es tan sensible y
tierno sé que me ha visto triste pues me abraza con mucho
cariño, después le doy un beso en la mejilla y me levanto
para ir a mi habitación.

A la hora de la cena, le dije a Smithy que me sentía


mal y que no cenaría, por lo que tras un rato escuche como
llamaban a mi puerta, me tense pensando que era Rick,
pero cuando volvieron a llamar y escuche su tierna voz
llamándome, le dije
-Pasa Edward.
-Tía te sientes mal, que tienes?

108
-Me duele mucho la cabeza, creo que algo me cayó mal en
el avión, no te preocupes, tu estas bien?
-si solo quería saber si estabas bien y desearte buenas
noches pues ya me toca irme a la cama.
-Bien ven aquí cariño, acércate.- cuando el pequeño se
acercó me inclino y le doy un beso en la frente y le digo
-Duerme bien y sueña con los angelitos.

Los días fueron pasando haciendo una rutina, por


las mañanas Rick se va muy temprano a su oficina
dejándonos solos a Edward y a mí, por lo que nos ponemos
a leer, el pequeño está mejorando mucho, también me
pongo a enseñarle un poco ya que es pequeño para ir a la
escuela pero no quiere decir que no pueda aprender y
adelantar algo de su educación, también pasamos un rato
jugando, por las tardes los dos vamos al parque a dar un
paseo y a tomar un poco de aire y luz de sol, regresábamos
al departamento para descansar un rato antes de la cena
viendo un poco de televisión. A las ocho que cenábamos
Rick aún no había llegado, así que yo metía a bañar a
Edward, quien cada día estaba más apegado a mí pues casi
no veía a su tío, tras el baño le leía un cuento y lo arropaba
para que durmiera, para después irme a mi habitación a
leer un rato.

Yo sabía que Rick siempre llegaba a las nueve de la


noche, por lo que trataba de estar en mi habitación para
esa hora. Los únicos días en que lo vemos en realidad es los
domingos pues es el día en que se queda en casa.

Los días siguieron pasando yo seguía sumida en mi


tristeza al saber que Rick no me ama y más que me
considera una mentirosa, pues sé que no quiere estar en

109
casa por eso. Y eso solo me hace sentir peor, he perdido
peso, casi no como y cuando lo hago la comida no me cae
muy bien, por las mañanas tengo náuseas y mareos y no
soportaba la comida y cada día adelgazaba un poco más.
Estoy terminando de arreglarme para ir a
desayunar con Edward cuando me siento mareada por lo
que me tengo que sentar y es en ese momento que llaman
a mi puerta, sé que es el así que respondo
-Pasa Edward
-Buenos días tía Mel, estas bien?
-si cariño, solo fue un mareo, no te preocupes, anda vamos
a desayunar.- le digo sabiendo que el pequeño está
observándome, y como el mareo ya ha pasado voy con él.

Trato de comer al menos un poco de fruta y como


habíamos quedado de ir a la librería a comprar un par de
libros nuevos que sé que le gustaran al pequeño, lo envió
por una chaqueta para salir cuando me siento mal, veo
todo negro y ya no se mas de mí.

Cuando despierto lo hago por un fuerte olor frente


a mi nariz, abro los ojos y veo a un hombre extraño frente
a mí y tras el a Smithy
-Señora él es el doctor James Rogers, amigo del señor, nos
asustó mucho cuando la encontramos en el piso de la sala
desmayada y como no volvía en sí, me permití llamarlo.
-Señora si me permite soy un viejo amigo de Rick y me
gustaría ya que estoy aquí y que ha vuelto en sí,
examinarla para saber si es algo grave.
-Claro doctor, puede hacer su trabajo.- le digo

110
Tras un rato de estarme revisando el pulso y el
corazón, los ojos y la respiración y de hacerme algunas
preguntas el doctor me dijo.
-bueno creo que sé lo que le pasa pero para estar seguros
hagamos un examen rápido, y me dio una prueba casera
de embarazo, la cual fui a hacerme al baño.

Cuando Salí le hice entrega de la prueba y


esperamos a que saliera el resultado. Minutos después me
dice.
-Bien lo que pensaba, está usted embarazada.
-está usted seguro doctor.- le pregunto al borde de las
lágrimas.
-Así es Melody, usted y Rick van a ser padres y según esto
tiene usted tres meses de espera, pero creo que es necesario
hacerle un examen completo, la veo muy delgada y
desmejorada y si no me equivoco hasta un poco anémica
debido a lo que veo en sus ojos y su piel y llámeme James,
como dije Rick es un viejo amigo.
-Gracias James, es usted muy amable.- le digo llorando, no
sé cómo le caerá la noticia a Rick, odiara al bebe como me
odia a mí? El no saberlo no hace más que darme más
tristeza y no puedo parar de llorar.
-Por favor no se altere y este tranquila, coma bien y
recuerde que debe ir a mi consulta en cuanto pueda, para
hacerle un chequeo completo.
-Así lo hare doctor, digo James.

Veo al doctor salir de mi habitación, y escucho


voces en el pasillo. A los pocos minutos escucho como se
abre la puerta de mi habitación y veo a Rick entrar muy
despacio, esta serio y temo lo que me va a decir.

111
Él llega hasta la cama y se sienta frente a mí y
tomando mi mano con mucha delicadeza y comienza a
disculparse nuevamente, me dice que me ama y que desea
mi perdón, se ha puesto de rodillas, veo tristeza en sus ojos,
eso y sus palabras me sorprenden, yo solo puedo abrir los
ojos con asombro al escucharlo por lo que dejando salir un
pequeño jadeo por la sorpresa le confieso que lo amo desde
nuestro primer baile en París, también le confesé que
temía decírselo por miedo a que me rechazara ya que me
odia por mentirle.

El me aclaro que no me odia, que no ha dejado de


pensar en mi desde la primera vez que me vio, que
comprendió que me amaba y que al verme bailando con
otros se moría de celos, los mismos celos que lo llevaron a
actuar como lo hizo en nuestra única noche. La noche que
se comportó como una bestia y me lastimo; me dijo que
quería hacerme el amor y enseñarme a amarle y termino
casi destruyéndome. Escucharlo me hace sentir ternura y
simplemente le digo
-Amor, yo no tengo nada de que perdonarte, te amo tanto
como al hijo que espero, nuestro primer hijo Rick, un bebe
que espero ames como te amo yo.- él simplemente me
abrazo muy fuerte tanto que no me dejaba respirar y
sentía que me rompería en dos por lo que le digo
-Rick amor, no me dejas respirar, relájate.- le sonrío
cuando me suelta pues estoy feliz, el me ama y todo este
tiempo me ha amado al igual que yo a él, por lo que me
besa con ternura, para después salir corriendo al pasillo y
le escucho gritar.
-Edward, Smithy, soy muy feliz, voy a ser papá.-

112
No sé cómo tomarían la noticia ya que estoy
sentada en mi cama y Rick no regresa hasta uno rato más
tarde. Comimos juntos como una familia y Rick solo me
dijo que al día siguiente iríamos a la consulta de James,
para que me hicieran un chequeo completo. Yo solo sonreí
pues sabía que de nada me valdría discutir, se haría lo que
él quisiera, además es necesario.

(Smithy)

Estaba en la sala junto al pequeño Edward cuando


escuchamos abrirse el ascensor y vemos llegar a los
señores Maxwell, la señora no se ve bien, se le nota triste y
creo que el pequeño que es muy sensible lo ha notado pues
corrió hacia ella para recibirla, ella se agacha para
abrazar al pequeño y tras darle un beso se va a su
habitación.

Cuando fui a avisarle que la cena se serviría


pronto me dijo
-Smithy no me siento muy bien, me duele mucho la cabeza,
discúlpeme con el señor, pero no tengo apetito y voy a
dormir temprano.
-Yo le diré al señor, no se preocupe señora, desea que le
traiga algo para su dolor de cabeza.
-no, solo necesito dormir, gracias Smithy

Me retire y di el mensaje de la señora al señor


Maxwell que ceno con el pequeño, al que me encargue de
bañar y acostar como había hecho durante la ausencia de
los señores.

113
Todos los días vi como el señor Maxwell salía muy
temprano y regresaba muy tarde, de su oficina, mientras
que la señora Maxwell se pasaba los días con el pequeño,
enseñándole o jugando, por las tardes iban a caminar por
el parque y regresaban a cenar, para que después la señora
se encargara de bañar y acostar al pequeño Edward al
cual arropaba y leía un cuento antes de dormir.

Una mañana después de desayunar y de estar un


rato leyendo, habían decidido salir a la librería, por lo que
sabía el pequeño estaba contento pues saldría de compras
con su Tía Mel como la llama.

Estoy en la cocina cuando escucho al pequeño


Edward llamarme a gritos mientras viene corriendo
-Smithy, Smithy.- gritaba el niño
-Que pasa niño Edward, porque llora?- le pregunto
-Mi Tía, esta tirada en el suelo de la sala, la llamo pero no
responde, se murió como mis papás.- dijo el pequeño
asustado entre lágrimas, yo solo lo vi con sorpresa, sabía
que la señora se veía muy desmejorada y cada vez más
delgada pero no que estuviera tan enferma, así que salí de
la cocina para ir a donde estaba ella.

Al verla tirada en el piso de la sala me acerco, la


señora es tan joven y esta tan delgada que no pesa casi
nada, cuando la levanto para ponerla en el sofá, ella emitió
un pequeño quejido, pero no abrió los ojos.

Voy por el alcohol y trato de reanimarla pero no


reacciona por lo que me decido a llamar a un amigo del
señor Maxwell, el doctor James Rogers.

114
-Consulta del doctor James Rogers, en que puedo ayudarle?
-señorita podría hablar con el doctor Rogers? Diga que es
de parte del Señor Maxwell
-un momento por favor.- me dice la secretaria del doctor.
Y tras unos minutos escucho
-Bueno Smithy, esta Rick bien?
-si doctor Rogers, la que no se encuentra bien es la señora
Maxwell, la encontré desmayada en el piso de la sala, y no
reacciona, podría usted venir?
-Como Rick se casó y no dijo nada?
-Fuer hace unos meses señor, su hermano acababa de
morir y como todo estaba listo para una boda sencilla, se
hizo en silencio por la situación.
-Oh comprendo voy para allá de inmediato Smithy, por lo
pronto vigile a la señora.
-si doctor.- cuando se corta la llamada, sigo tratando de
reanimar a la señora sin conseguirlo.

Decido llevarla a su habitación para que este mas


cómoda, por lo que el pequeño que no deja de llorar me
ayuda abriéndome la puerta, cuando ella esta
cómodamente en su cama, me decido a llamar al señor
Maxwell.
-oficina de Richard Maxwell, en que puedo servirle?.- me
contesto la secretaria del señor
-Podría comunicarme con el Señor Maxwell, dígale que es
urgente soy Smithy su mayordomo.
-Un momento por favor.- tras unos segundo de espera
escucho al señor responder.
-Que sucede Smithy, cual es la urgencia.
-Señor, la señora se desmayó, está muy mal ya he llamado
al doctor Rogers y viene en camino pero ella no responde,

115
venga pronto.- le digo, él no dice nada solo escucho como
la llamada se corta.

En ese momento tocan al timbre y voy a atender, es


el doctor Rogers.
-Pase doctor Rogers, lleve a la señora a su habitación,
-Ya reacciono?
-aun no y estoy preocupado, ya llame al señor Maxwell.
-Bien déjame revisarla.- me dice el doctor

Lo veo sacar algo de su maletín y pasarlo por la


nariz de la señora, quien poco a poco comienza a
reaccionar, cuando por fin abre los ojos le digo.
-Señora él es el doctor James Rogers, amigo del señor, nos
asustó mucho cuando la encontramos en el piso de la sala
desmayada, y como no volvía en sí, me permití llamarlo.
-Señora si me permite soy un viejo amigo de Rick y me
gustaría ya que estoy aquí y que ha vuelto en sí,
examinarla para saber si es algo grave.- escucho decir al
doctor, por lo que me retiro para dejarlo hacer su trabajo

Al salir voy con el pequeño que aún está asustado y


le digo.
-Niño Edward, su Tía está bien solo un poco enferma, deje
que el doctor la atienda, pero no tiene por qué llorar.
-ella estará bien? No está muerta?
-no, ella ya está despierta y esta con el doctor, porque no
me acompaña y le doy un poco de limonada.- le digo al
pequeño cuando veo llegar al Señor Maxwell. Lo veo
dirigirse a las habitaciones por lo que me llevo al pequeño
a la cocina conmigo.

Más tarde escucho al señor Maxwell gritar.

116
-Edward, Smithy, soy muy feliz, voy a ser papá.- nos dice el
señor, muy contento. Y escucho al pequeño preguntar.
-Tía Mel estará bien?
-Si ella estará muy bien y tú tendrás que ayudarme a
cuidarla, ella espera un bebe y hay que cuidarla y hacer
que se alimente muy bien
-Claro que si Tío Rick, yo te ayudare a cuidarla, me asusté
mucho cuando la vi tirada en el piso, creí que estaba
muerta como mis papas.
-No pequeño, no te preocupes, la cuidaremos bien y no la
dejaremos sola para que eso no vuelva a pasar.
-Y él bebe que espera mi Tía Mel, también me va a querer
como ella?
-Claro que si, al principio cuando llegue no podrás jugar
con él, pero cuando crezca podrás cuidarlo y jugar con el
ya verás que tu futuro primito o primita te querrá mucho.

Yo estoy feliz por ambos, últimamente los he visto


muy tristes y alejados, no sé qué pasaría pero al parecer
las cosas mejoraran.

117
Capítulo 14.

“Unos hermanos Gemelos.”

(Melody Jhons)

Hace ya tres semanas que Rick y yo nos enteramos


que seremos padres, desde entonces me cuida mucho.

Fuimos a la consulta del doctor al día siguiente


temprano por la mañana y tras hacerme unos estudios
confirmo que tengo tres meses de embarazo, pero que
estoy un poco anémica y hasta desnutrida, por lo que
literalmente me regaño por no comer bien, me ordeno ir
con una nutrióloga para que me diera una dieta que me
ayudara a recuperar mi buena salud, además de indicarme
tomar unas vitaminas y otros suplementos como ácido
fólico y más.

Desde que regresamos de la luna de miel he estado


en contacto con mis hermanos, y ellos sabían que si
necesitaban algo solo debían llamarme pues siempre
estaba en casa.

118
Rick trataba de pasar los fines de semana en casa
cuidándome y acompañándonos a Edward y a mí. Por lo
que el sábado cuando mis hermanos llamaron para hablar
conmigo, como siempre Smithy contesto el teléfono.
-Casa de la familia Maxwell

-De parte de quién?- escucho preguntar a Smithy

-Un momento por favor.- escucho decir a Smithy y
acercándose a la sala en donde me encontraba, sentada a
un lado de Rick, viendo con el pequeño Edward una
película en la televisión, me dice
-Señora, la llama por teléfono el señor Alfonse.- y aun antes
de que yo pueda levantarme y tomar el teléfono que Smithy
me ofrecía para contestar, un furioso y muy celoso Rick lo
toma rápidamente y contesta con tono de voz muy duro y
frio. Yo solo puedo escuchar una parte de la conversación.
Rick se había levantado y estaba a un par de metros de mí
frente al sofá.
-bueno, yo soy el esposo de Melody, Rick Maxwell y tú quién
eres?

-Hola Alfonse, que bueno que por fin podemos hablar, ya
que somos familia, sabes somos cuñados.

-Ya veo, pueden estar seguros que adoro a Melody y que
voy a cuidar de ella, como ella cuida de ustedes.

-No te preocupes Alfonse, yo cuidare de ella y cuál fue el
motivo de tu llamada, no creo que fuera para platicar o sí?

-Sucede algo que no quieras decirme? Necesitan algo?

119

-Y ha donde irán de paseo?

-Ya veo, no se preocupen, desde ahora yo me hare cargo de
los gastos de ustedes y hablare con el director del colegio
para que me envié los permisos y firmarlos

-De nada, pero la verdad solo deseo ver a tu hermana feliz
y no preocupada, pronto estarán de vacaciones no?

-Que les parece si Melody y yo vamos por ustedes para que
vengan a vivir con nosotros.- dijo Rick mirándome, yo solo
lo observaba nerviosa por su reacción muestras escuchaba
lo que decía.

-Bien, díselo y nos vemos pronto.- dijo Rick colgando el
teléfono y volviéndose para verme, yo no había podido
evitar que las lágrimas salieran de mis ojos al escucharlo,
y lloraba en silencio, por lo que él se acercó y me abrazo
diciendo
-Ya no llores mi amor, todos los trabajos que pasaste para
cuidarlos te son recompensados pues ellos, por lo que
converse con Alfonse, te aman y ahora ellos Edward
nuestro bebe y yo te amamos también y todos te
cuidaremos.- me dio un beso en la frente

A los pocos minutos escucho a Smithy decirme


-Le he traído un té señora, le hará bien.
-Gracias Smithy.- le dije sonriendo

Han pasado poco más de dos meses desde que Rick


hablo con Alfonse, y en este tiempo, él ha hablado con el

120
director del colegio y le ha dejado instrucciones sobre mis
hermanos.

Hoy nos dirigimos al colegio para recogerlos pues


han salido de vacaciones. Al verme Albert y Alfonse
corrieron hacia mí para abrazarme
-Melody, al fin viniste!!!- gritaron mis hermanos al verme
-Hola chicos, con cuidado por favor.- les digo
abrazándolos, mis hermanos me observan pues ven mi
vientre hinchado por lo avanzado de mi embarazo.
-Hola.- escucho decir a Rick, acercándose con una sonrisa
mientras me abraza
-Hola.- le responden mis hermanos que lo veían extrañados
-Soy Rick su cuñado, ya habíamos hablado por teléfono.-
les recordó Rick
-Yo soy Alfonse, mucho gusto conocerte.- le dijo mi
hermano extendiéndole la mano para saludarlo
-Y yo soy Albert, mucho gusto.- dijo el pequeño repitiendo
la acción de su gemelo
-El gusto es mío, bien creo que es hora de irnos.-dijo Rick y
los niños y el chofer pusieron las maletas en el coche
-Chicos, creo que ya se dieron cuenta, pero es mejor decirlo,
van a ser tíos en unos meses.- les dije sonriendo mientras
acariciaba mi vientre.

(Richard Maxwell)

Al día siguiente de enterarme después de


asegurarme de que Melody desayunara, la lleve a la
consulta de James, este le ordeno algunos exámenes y
cuando tuvimos los resultados lo primero que hizo fue
confirmar que tiene tres meses de gestación, pero también

121
me dijo que debo cuidarla pues esta algo anémica y hasta
desnutrida, y sé que eso es mi culpa, la había lastimado y
ella en su depresión no se cuidaba como era debido.

James la regaño por no comer bien y le ordeno ir


con una nutrióloga que la ayudaría a recuperar su salud,
y claro que la llevaría y me encargaría de cuidarla,
también le indico tomar unas vitaminas y otros
suplementos necesarios para las futuras madres.

Han pasado ya tres semanas, en las que he tratado


de pasar todo el tiempo disponible con ella y con Edward,
todos los días subo a comer con ellos, y trato de llegar antes
de las ocho de la noche, para cenar con ellos y ver un poco
de televisión. Mis fines de semana los pasamos juntos,
salimos al parque o de paseo.

Es sábado y he regresado temprano de la oficina


para comer con mi familia, estábamos viendo una película
en la televisión, cuando suela el teléfono y escucho a
Smithy contestarlo.
-Casa de la familia Maxwell

-De parte de quién?- le escucho preguntar.

-Un momento por favor.- escucho decir a Smithy y
acercándose a la sala en donde me encontraba. No sé quién
pueda ser pero si es de la oficina tendrá que esperar si no
es algo urgente.

Veo a Smithy acercarse a Melody que está sentada


a mi lado en el sofá del salón y le escucho decir.
-Señora, la llama por teléfono el señor Alfonse.

122
Escuchar que otro hombre la llama me molesta y
rápidamente tomo el teléfono levantándome y parándome
en medio del salón, voy a dejarle claro a ese sujeto que
Melody es mi esposa y que no quiero que la moleste más.
Así que le digo
-bueno, yo soy el esposo de Melody, Rick Maxwell y tú quién
eres?- le pregunto molesto
-Yo soy Alfonse, el hermano menor de Melody y también
está mi hermano gemelo Albert.- escucho decir a la voz del
otro lado de la línea, la cual seguro como el infierno que no
es la voz de un hombre sino la de un niño. Por lo que le digo
con un tono más amable
-Hola Alfonse, que bueno que por fin podemos hablar, ya
que somos familia, sabes somos cuñados.
-Pues hola, espero que tú quieras a mi hermana como
nosotros la queremos, sabes ella trabaja mucho para que
Albert y yo tengamos una buena educación, ella nos ha
cuidado desde que murió mamá y mucho más ahora que
murió nuestro padre.- me dice el chico al otro lado de la
línea, ahora entiendo muchas cosas.
-Ya veo, pueden estar seguros que adoro a Melody y que
voy a cuidar de ella, como ella cuida de ustedes.
-Eso es bueno, ella es muy dulce y necesita a alguien que la
cuide y la apoye, pues nosotros estamos en el colegio y no
podemos hacerlo.
-No te preocupes Alfonse, yo cuidare de ella y cuál fue el
motivo de tu llamada, no creo que fuera para platicar o sí?-
le pregunto pues algo debe de suceder para que la llamen
un sábado por la tarde.
-es que…- lo escucho dudar en si debe hablar o no, por lo
que le digo
-Sucede algo que no quieras decirme? Necesitan algo?

123
-Es que habrá un paseo escolar y necesitamos el permiso
de Melody y pagar el costo, y nos gustaría ir, es el próximo
fin de semana.
-Y ha donde irán de paseo?
-Es a conocer las ruinas de Tintagel, las que según los
historiadores son las ruinas del castillo o fortaleza del Rey
Arturo de Camelot.
-Ya veo, no se preocupen, desde ahora yo me hare cargo de
los gastos de ustedes y hablare con el director del colegio
para que me envié los permisos y firmarlos
-Gracias, en verdad eres muy amable.
-De nada, pero la verdad solo deseo ver a tu hermana feliz
y no preocupada, pronto estarán de vacaciones no?
-Bueno si, así es.
-Que les parece si Melody y yo vamos por ustedes para que
vengan a vivir con nosotros.- les digo pues los más
probable es que Melody no vea mucho a sus hermanos y me
doy cuenta de que ella los quiere tanto o más de lo que ellos
la quieren.
-Lo dices en serio? Se lo diré a Albert
-Bien, díselo y nos vemos pronto.- le digo y corto la llamada
y volviéndome me doy cuenta de que Melody está llorando
en silencio, por lo que me acerco y regresando a su lado en
el sofá trato de consolarla abrazándola por lo que le digo.
-Ya no llores mi amor, todos los trabajos que pasaste para
cuidarlos te son recompensados pues ellos, por lo que
converse con Alfonse, te aman y ahora ellos Edward
nuestro bebe y yo te amamos también y todos te
cuidaremos.- la abrazo fuerte y le doy un beso en la frente

Al estar de espaldas mientras hablaba por teléfono


con el hermano de Melody, no me di cuenta cuando salió

124
Smithy, pero lo veo regresar con una pequeña bandeja
mientras le dice a Melody
-Le he traído un té señora, le hará bien.
-Gracias Smithy.- le die sonriente

Al lunes siguiente llame al colegio de los chicos y


tras darle unas instrucciones al directos le indique que yo
me haría cargo de todo lo referente a los hermanos
gemelos de mi esposa, este me mostro el expediente de los
chicos, y me doy cuenta de que son muy inteligentes y que
aprovechan muy bien la excelente educación que Melody
se ha esforzado en darles.

Por lo que tomo la decisión de que los chicos vivan


con nosotros, lo que me lleva a tener que cambiar el lugar
de residencia, pues obviamente en le Penhouse no
cabremos; así que me pongo en contacto con una agencia
inmobiliaria para buscar una casa en verdad grande en la
que mi familia pueda estar a gusto y sobre todo segura.

Han pasado poco más de dos meses desde que hable


aquella tarde con Alfonse. Hoy nos dirigimos al colegio
para recogerlos pues han salido de vacaciones.

Al llegar, ayudo a Melody a bajar de la limusina y


veo a dos chicos unos cuantos años más grandes que
Edward que al verla corren hacia Melody para abrazarla.
Y les escucho decir.
-Melody, al fin viniste!!!- gritaron sus hermanos

Ella les saluda y los chicos se dan cuenta de su


vientre hinchado, yo les saludo y me presento mientras
abrazo a mi mujer.

125
Los chicos se presentan y hablamos con ellos por un
momento anunciándoles que serán tíos en solo unos meses.
Mientras Melody sonríe acariciando su vientre.

(Smithy)

Las cosas han mejorado mucho desde que el Señor


Maxwell nos anunció al pequeño Edward y a mí que serán
padres, ahora cuidamos todos del bienestar de la señora,
quien se ve mucho más repuesta ahora que hace semanas,
y mucho más feliz si se puede.

Es sábado por lo que tras servirles la comida, están


viendo una película en el salón, estaba por ofrecerles algún
bocadillo o bebida cuando escucho sonar el teléfono por lo
que contesto de inmediato.
-Casa de la familia Maxwell
-Podría hablar con Melody por favor?- escucho peguntar a
una voz infantil del otro lado de la línea.
-De parte de quién?- le pregunto educadamente, pues bien
podría haberse equivocado de teléfono, pero pregunto por
la señora?
-De parte de Alfonse.- me responde la misma voz
-Un momento por favor.- le digo y me acerco a la señora
que está en la sala sentada en el sofá a un lado del señor
Maxwell para anunciarle.
-Señora, la llama por teléfono el señor Alfonse.- le digo
mientras le ofrezco el teléfono, pero siento como el Señor
Maxwell se mueve rápidamente levantándose del sofá y

126
tomando el teléfono le escucho decir con un tono muy duro
y cortante.
-bueno, yo soy el esposo de Melody, Rick Maxwell y tú quién
eres?- le escuchamos decir al Señor, y tras escuchar
parcialmente la conversación me doy cuenta de la que
señora comienza a alterarse, lo que no es bueno en su
estado. Luego hemos escuchado al señor decir.
-Que les parece si Melody y yo vamos por ustedes para que
vengan a vivir con nosotros.- veo como las palabras del
señor hacen llorar a la Señora por lo que me dirijo a la
cocina para prepararle un té, ya que el alterarse no es
nada bueno y menos en su avanzado estado de gestación.

Cuando regreso al salón con una bandeja en las


manos y en ella el té para mi señora, la veo sonreír y en
brazos del patrón, así que con mucho cuidado me acerco y
le ofrezco.
-Le he traído un té señora, le hará bien.
-Gracias Smithy.- le dice sonriendo

Han pasado poco más de dos meses desde que el


Señor Maxwell contestara aquella llamada, y si de algo me
he dado cuenta es que las cosas están mejorando mucho
para la familia Maxwell, lo que me hace feliz.

Sé que hoy irán por los dos jovencitos, por lo que


habrá casa llena, y es notorio que el Penhouse está
quedando pequeño a la familia, pero me he dado cuenta de
que el señor está buscando una nueva casa.

127
Capítulo 15.

“La familia crece.”

(Melody Jhons)

Los veo observarme y luego observarse entre ellos,


para después volver a verme a mí y a Rick
-Vamos a ser tíos? Tendrán un bebe?- pregunto Alfonse
-En serio tendrán un bebe?- pregunto Albert
-si, además hoy conocerán a Edward, él es sobrino de Rick
y al igual que nosotros no tiene padres, así que vive con
nosotros, espero que se lleven bien.- les dije con una
sonrisa, esperando nerviosa su reacción.
-Vaya, hace unos meses solo éramos nosotros tres y ahora
en poco tiempo tenemos un hermano, perdón un cuñado,
un sobrino y pronto un segundo sobrino, la familia crece
muy rápido verdad Alfonse?- dijo Albert muy serio
-Si eso es bueno, así podremos entre todos cuidar a
Melody.- escucho responder a Alfonse
-Y al bebe, no olvides al bebe, crees que Edward nos
ayudara?- le pregunto Albert a su gemelo
-Pues si quiere a Mel, como nosotros lo hora, ya lo veras.-
le responde Alfonse a su gemelo. Escucharlos conversar sin
tomar en cuenta que tanto Rick como yo estamos
presentes me da ternura y ganas de llorar.

Veo a Rick sonreír pensativo, pero no dice nada al


respecto, solo los observa. Hasta que minutos después

128
-Buenos les tengo una sorpresa a todos en realidad.-
escucho decir a Rick mientras me abraza y me da un beso
en la mejilla.
-Una sorpresa?- le pregunto
-Si esperaba poder dártela primero a ti después de comer,
pero y si vamos por Edward y los llevo a descubrir su
sorpresa?
-Me parece buena idea.- le respondo y le doy un beso
Todos subimos a la limusina para ir al centro de
Londres, en donde está el Penhouse y las oficinas de
Maxwell y compañía. Al llegar Rick bajo del auto para ir al
departamento, regresando a los pocos minutos con el
pequeño Edward de la mano, seguidos por Smithy.
-Porque no bajan y se conocen.- dijo Melody a sus
hermanos gemelos.
-Si por supuesto.- contestaron los gemelos a la vez que
abrían la puerta y bajaban.

Al verlos Rick entendió lo que Melody quería por lo


que los presento a todos.
-Edward, ellos son tus tíos Alfonse y Albert, son hermanos
de Melody
-Hola.- escuche decir a mis hermanos alegremente
-Hola.- escuche responder a Edward mientras sonreía
extendiendo su mano para saludar a mis dos hermanos, vi
a los gemelos como la tomaron por turno
-Creo que podremos ser buenos amigos los tres.- escuche
decir a mi hermano Alfonse
-Eso creo yo también.- escuche decir a Albert secundando
lo dicho por Alfonse
-Y podremos cuidar a tía Mel entre todos y jugar juntos.-
dijo Edward sonriendo, lo que me dio ternura. Todos se
preocupan por mi salud y por él bebe en camino.

129
-Chicos, él es Smithy mi mayordomo, espero que le hagan
caso pues él me ayudara a cuidarlos tanto a Melody como
a ustedes.- escucho decir a Rick
-Hola.- escucho decir a mis hermanos
-Smithy, ellos son Alfonse y Albert Jhons, los hermanos de
Melody.- lo escucho presentar a mis hermanos.
-Un gusto conocerlos jóvenes.- saludo Smithy
-Bueno es hora de irnos, así que todos arriba, tú también
Smithy, iremos a comer y después a que Melody vea su
sorpresa, la cual creo que todos disfrutaran.- dijo Rick muy
sonriente
El chofer nos llevó a un bonito restaurante de
ambiente familiar, pues llevábamos a tres menores,
después de comer y hacer un poco de sobremesa
conversando sobre lo que haríamos durante las
vacaciones; salimos todos y subimos a la limusina, para
dirigirnos a las afueras de Londres, a unos de los mejores
distritos residenciales; cuando el chofer entra por un
portón siguiendo un camino empedrado, se pudo ver un
hermoso y enorme jardín con una gran fuente de aguas
cristalinas, frente a una enorme y bella casa de tipo
victoriano.

Cuando el auto se detuvo, Rick salió de la limusina


y me ayudo a bajar, detrás de nosotros bajaron los tres
chicos y del asciento del copiloto bajo Smithy.
-Te gusta cariño?- escucho a Rick que me pregunta
-Es hermosa.
-Bueno, es tuya, la compre para ti, bueno para todos
nosotros, hay mucho espacio para que los chicos jueguen y
crezcan tranquilos, el chofer los llevara al colegio y tu
estarás tranquila cuidando de nuestro bebé, sin el bullicio
de Londres. Claro que habrá que decorarla a tú gusto,

130
preparar las habitaciones de los chicos y la de nuestro
bebé, además hay que contratar más servidumbre, pues
Smithy no podrá con todo, es una casa muy grande.- le
escucho decir a Rick, creo que está nervioso pues hablo
muy rápido.
-Gracias amor, en verdad es hermosa, y bueno creo que
tienes razón, ahora es el encargado de todo como
mayordomo, verdad Smithy?- le respondo a Rick y le
pregunto al fiel mayordomo que no pierde de vista a los
tres chicos, mientras corrían por el jardín, este solo sonríe
y dice.
-Déjelo dé mi cuenta Señora, yo me encargare de todo.

(Richard Maxwell)

Los veo observar a Melody y luego observarse entre


ellos, para después volver a verla a ella y a mi antes de
preguntar.
-Vamos a ser tíos? Tendrán un bebe?- pregunto Alfonse
-En serio tendrán un bebe?- pregunto Albert
-si, además hoy conocerán a Edward, él es sobrino de Rick
y al igual que nosotros no tiene padres, así que vive con
nosotros, espero que se lleven bien.- escucho a Melody
decirle a sus hermanos con una sonrisa, sé que ella está
nerviosa por la reacción de sus hermanos ante nuestra
boda y su embarazo.

131
Pero los chicos comenzaron a hablar sin tomarnos
en cuenta ni a Melody ni a mi sobre que deben cuidar a su
hermana y al futuro bebe me demuestra que la quieren
como ella a ellos.

Escucharlos conversar sin importarles en lo más


mínimo que tanto Melody como yo los escuchemos me hace
sonreír, era cierto en solo seis meses mi vida ha cambiado
totalmente; mi hermano y su esposa han muerto
dejándome la responsabilidad de su pequeño hijo de seis
años; me he casado por así convenir a mis intereses en ese
momento, pero he terminado locamente enamorado de mi
joven y dulce Melody, ahora estoy a punto de ser padre.

He decidido que los gemelos vivan con nosotros, los


chicos son inteligentes, lo se pues el director me enseño sus
expedientes académicos y se bien que ellos adoran a su
hermana y eso lo agradezco, pues me ayudaran a cuidar
de ella, solo deseo que mi nueva gran familia sea feliz. Por
eso les digo.
-Buenos les tengo una sorpresa a todos en realidad.-
mientras abrazo a mi esposa y le doy un beso en la mejilla.
-Una sorpresa?- me pregunta Melody curiosa.
-Si esperaba poder dártela primero a ti después de comer,
pero y si vamos por Edward y los llevo a descubrir su
sorpresa? – les digo pues si bien compre la asa para
Melody, se bien que todos la disfrutaran mucho.
-Me parece buena idea.- me responde ella dándome un
beso en la mejilla.

Todos subimos a la limusina para ir al centro de


Londres, en donde está el Penhouse y las oficinas de
Maxwell y compañía. Al llegar bajo de la limusina para ir

132
al departamento, regresando poco después con el pequeño
Edward de la mano, seguidos por Smithy.

Veo bajar de la limusina a los gemelos y entiendo lo


que Melody desea así que los presento a todos diciendo.
-Edward, ellos son tus tíos Alfonse y Albert, son hermanos
de Melody.- los presento y los tres chicos comienzan a
hablar, luego presento a Smithy recordándoles que el me
ayudara a cuidarles no solo a ellos sino también a mi
mujer. Después subimos todos a la limusina para ir a
comer.

El chofer nos llevó a un restaurante de ambiente


familiar que le indique, pues con tres menores sería
imposible ir a uno de los restaurantes que acostumbro,
después de comer y hacer un poco de sobremesa
conversando sobre lo que querían hacer ahora que están
de vacaciones; salimos todos y subimos a la limusina, para
dirigirnos a las afueras de Londres, vamos a uno de los
mejores distritos residenciales; cuando el chofer entra por
un portón y sigue un camino empedrado, se pudo ver el
hermoso y enorme jardín y en él una gran fuente de aguas
cristalinas, frente a una gran y bella casa victoriana.

Cuando el auto se detuvo, salgo de la limusina y


ayudo a bajar a Melody, detrás de nosotros bajan los tres
chicos y del asciento del copiloto bajo Smithy.
-Te gusta cariño?- le pregunto a Melody que observa la
casa embelesada.
-Es hermosa.- la escucho decir
-Bueno, es tuya, la compre para ti, bueno para todos
nosotros, hay mucho espacio para que los chicos jueguen y
crezcan tranquilos, el chofer los llevara al colegio y tu

133
estarás tranquila cuidando de nuestro bebé, sin el bullicio
de Londres. Claro que habrá que decorarla a tú gusto,
preparar las habitaciones de los chicos y la de nuestro
bebé, además hay que contratar más servidumbre, pues
Smithy no podrá con todo, es una casa muy grande.- le
digo, estoy nervioso pues no sé si le gusta en verdad, si
aceptara vivir lejos de la ciudad, sé que estoy haciendo
planes sin consultarla pero solo pienso en ella y su
bienestar y tranquilidad; por lo que hablo rápido hasta
que la veo sonreír.
-Gracias amor, en verdad es hermosa, y bueno creo que
tienes razón, ahora es el encargado de todo como
mayordomo, verdad Smithy?- me responde y escucho como
le pregunta a Smithy que está a solo unos metros de
nosotros, sin perder de vista a los tres chicos, mientras
corrían por el jardín, veo a Smithy sonríe y le escucho decir.
-Déjelo de mi cuenta Señora, yo me encargare de todo.

(Smithy)

Hace unas horas se fueron los señores por los


gemelos al colegio, por lo que estoy cuidando al pequeño
Edward, aún es temprano para hacer la comida, pero estoy
planeando el menú cuando escucho que la puerta se abre
y la voz del Señor Maxwell llamando
-Smithy, Edward vengan.- salgo de la cocina acompañado
del pequeño que estaba comiendo unas galletas.
-Me llamaba señor?
-Si Smithy, venga Edward vamos tu tía Mel nos espera en
el auto.- dice el señor tomando al pequeño de la mano,
dirigiéndose al ascensor, por lo que lo sigo.

134
Cuando llegamos a la planta baja, nos dirigimos a
la calle en donde la limusina del Señor Maxwell espera, veo
que de ella bajan don chicos muy parecidos. Y escucho al
señor presentar a los chicos quienes comienzan a
conversar para después ser presentado a los chicos.

Segundos después el señor ordeno que subiéramos


al vehículo pues iríamos a comer antes de que el le diera
una sorpresa a la señora Melody.

Después de comer en un restaurante de ambiente


familiar en donde me encargue de cuidar que los tres
chicos no tuvieran problemas con los alimentos y se
comportaran para no crearle estrés a la señora en su
estado, salimos para subir a la limusina en la que el chofer
nos llevó hasta las afueras de Londres.

Llegamos a uno de los mejores distritos


residenciales; cuando el chofer entra por un portón muy
elaborado y sigue un camino empedrado bordeado de
árboles antiguos, tras los cuales se escondía un hermoso y
enorme jardín y en el cual había una gran fuente de aguas
cristalinas y danzantes, frente a una antigua y gran casa
victoriana.

Cuando el auto se detuvo, todos bajamos de la


limusina, yo inmediatamente me dedico a vigilar a los tres
chicos que comenzaron a correr por todo el jardín, cuando
escucho a la señora decir.
-Gracias amor, en verdad es hermosa, y bueno creo que
tienes razón, ahora es el encargado de todo como
mayordomo, verdad Smithy?- yo solo puedo sonreír y
responderle sin perder de vista a los chicos.

135
-Déjelo de mi cuenta Señora, yo me encargare de todo.- sé
que es lo que tengo que hacer.

Preparar una mudanza y escoger a la servidumbre


perfecta para la nueva casa de mi señora, ella no debe
porque preocuparse por nada, no en su estado.

136
Capítulo 16.

“Una familia feliz.”

(Melody Jhons)

Un par de semanas después, ya todos estábamos


instalados en la nueva casa, Smithy se encarga de que
todos estemos felices y sin problemas, cuida de los chicos y
a veces lo escucho refunfuñar con la nueva servidumbre a
la que no está acostumbrada, pero sé que pronto todo se
arreglara y estará bien, pues confío en él.

El tiempo pasa lento y muy tranquilo, y yo soy feliz,


con los chicos en casa; los gemelos volvieron a clases, pero
ya no están de internos, el chofer los lleva y los trae todos
los días tal y como dijo Rick.

Como Edward tenía la edad requerida, se arregló


que fuera al colegio y como no va de interno y tiene a los
gemelos con él, no está solo, además de que los tres se
comportan muy bien y son muy responsables. Los gemelos
ayudan a Edward con los deberes escolares por lo que
siempre están juntos, y bajo mi supervisión y la de Rick van
muy bien en la escuela.

Smithy los consiente mucho por lo que si quieren


algún dulce o postre especial, ya saben que deben portarse
muy bien.

137
Rick regresa pronto todos los días tras un día de
trabajo, solo para estar con la familia.

Cuando llego el momento de que diera a luz a mi


hijo, Rick estaba en la oficina, por lo que Smithy y el chofer
me llevaron al hospital desde donde Smithy llamo a Rick,
que estuvo presente durante el parto, sujetándome la
mano
-Tranquila amor, ya pronto nacerá y dejaras de sufrir.- le
escuche decirme una y otra vez, mientras yo gritaba de
dolor y pujaba para que mi bebe naciera.
-solo un poco más y terminara Melody.- dijo el doctor y yo
le hice caso. Puje y empuje tras una fuerte contracción
esperando que mi bebe por fin naciera. Cuando por fin lo
escuche llorar
-Es una niña.- dijo el doctor
-Amor, ya todo acabo, te amo y te lo digo amor, no volveré
a dejar que sufras así.- me dijo Rick abrazándome y
besando mi frente, vi como las enfermeras al escucharlo
solo se rieron, y escuche a una de ellas decir.
-Eso no lo creo, ya veremos si es cierto.

Vi a Rick tomar a nuestra hija en brazos y como


unas rebeldes lagrimas brotaron de sus ojos.
-Como la llamaremos amor?- me pregunta
-Como la podríamos llamar, no habíamos decidido
nombres.- le digo pues como no quisimos saber su sexo
hasta que naciera no habíamos tomado una decisión en
cuanto a su nombre.
-Tu madre se llamaba Elizabeth, no es así?- me pregunta
-Sí, y la tuya se llamaba Marian, porque no llamarla
Marian Elizabeth Maxwell.- le propongo

138
-Me gusta más Blue Elizabeth Marian Maxwell.- me dice
Rick
-Blue?- pregunto
-Por sus ojos, son tan azules y hermosos.- le escucho decir
sin quitar los ojos de la bebe en sus brazos.
-Entonces que sea Blue Marian Elizabeth Maxwell.- le digo
sonriendo
-Me gusta y a ti pequeña Blue?- le pregunta Rick a su bebe
en brazos, la cual solo sonríe mientras sujeta el dedo de su
padre con su pequeña manita.

Dos días después, cuando salíamos del hospital


llevando a la pequeña Blue en brazos, la enfermera en jefe
de dijo a Rick en tono de broma
-Lo veremos pronto, en un año para ser precisos.-
escucharla me hizo reír pues lo dijo muy segura a pesar del
tono bromista, pero más me sorprendió al escuchar a Rick
decir.
-Jamás! No volveré a dejar que mi mujer sufra de esa
forma.- lo dijo tan serio y con un tono tan decidido que
hasta me hizo reír su reacción, por lo que solo sonrió a mi
pequeña Blue a quien llevo en brazos.

Pero como si fuera una profecía, a los dieciocho


meses días más días menos, él pequeño Richard Alexander
Maxwell llegaba al mundo.

(Richard Maxwell)

139
Todo estuvo listo un par de semanas después, por lo
que nos trasladamos y ya con todos instalados en la nueva
casa, Smithy se encargó de que todos estemos felices y
tranquilos, pues cuida de los chicos y según me ha dicho
Melody a veces refunfuña por culpa de la nueva
servidumbre a la que no está acostumbrado, pero a la que
trata de controlar para mantener todo en orden para
nosotros.

El tiempo pasa lento tranquilo, y los chicos en casa;


los gemelos volvieron a clases, y con ellos también
comenzó el colegio Edward a quien no le fue difícil
adaptarse pues no están de internos, el chofer los lleva y
los trae todos los días tal y como yo le había prometido a
Melody.

Los gemelos ayudan a Edward con los deberes


escolares por lo que siempre están juntos, y bajo mi
supervisión y la de Melody va muy bien en la escuela. Se
bien que Smithy los consiente mucho por lo que si quieren
algún dulce o postre especial, ya saben que deben portarse
muy bien y no alterar a mi mujer.

Todas las tardes a las cinco, regreso a casa para


estar con mi familia, y disfrutar del embarazo de Melody,
hace unos días mientras la abrazaba sentí a nuestro hijo
moverse, y fue una sensación magnifica. Los antojos de
Melody a media noche estos últimos días han sido un
desastre, pero no ha sido problema pues Smithy se ha
encargado de que en la cocina haya de todo, desde helado
de plátano con nueces, hasta costillas asadas de cordero,
las cuales solo hay que calentar y servírselas.

140
Estaba a mediados de noviembre en la oficina
cuando recibo una llamada urgente de Smithy.
-Señor Maxwell, su mayordomo le llama, dice que es
urgente.
-Smithy que sucede, paso algo grave?
-No señor Maxwell, solo llamo para decirle que la señora
ha comenzado con las contracciones y que la he traído al
hospital, creo que su hijo está por nacer.
-Voy de inmediato.- le dije y colgué la llamada, saliendo de
mi oficina lo más rápido que pude.

Cuando llegué al hospital, vi a Smithy en la sala de


espera y este me condujo a donde Melody estaba
esperando al médico. Una enfermera al verme me dijo
-Es usted el padre, venga conmigo, debe cambiarse.- la
seguí y me hizo cambiar mi traje por una ropa de hospital
aséptica, para evitar cualquier problema.

Cuando regrese a lado de Melody ya estaba el


doctor con ella y la examinaba, al parecer le había dado
instrucciones. Yo solo pude estar a su lado sujetando su
mano, mientras ella sufría por los dolores del parto y
haciendo un gran esfuerzo para que nuestro bebe naciera.
-Tranquila amor, ya pronto nacerá y dejaras de sufrir.- le
dije una y otra vez mientras la veía sufrir y la escuchaba
gritar por el dolor.
-solo un poco más y terminara Melody.- escuche decir al
doctor y vi como Melody solo asentía y Pujaba y se
esforzaba una vez más.

Verla sufrir de esa manera me estaba poniendo


nervioso, y si le pasaba algo por tanto esfuerzo? No quería

141
ni pensarlo, fue en ese momento en el que escuche el sonido
más bello de mi vida, el primer llanto de mi bebe.
-Es una niña.- dijo el doctor
-Amor, ya todo acabo, te amo y te lo digo amor, no volveré
a dejar que sufras así.- le digo mientras la abrazo y beso su
frente, escuche a las enfermeras reír y hasta escuche a una
de ellas decir.
-Eso no lo creo, ya veremos si es cierto.

Una de las enfermeras me acerco a mi hija y la puso


en mis brazos y no pude evitar que un par de lágrimas
salieran de mis ojos.
-Como la llamaremos amor?- le pregunto a Melody sin
dejar de mirar a esa pequeña muñequita que sostenía en
brazos
-Como la podríamos llamar, no habíamos decidido
nombres.- me responde Melody, habíamos decidido no
saber su sexo, pues de cualquier forma seria él bebe más
amado del mundo, así que no habíamos tomado una
decisión en cuanto a su nombre.
-Tu madre se llamaba Elizabeth, no es así?- le digo a
Melody que me sonríe
-Sí, y la tuya se llamaba Marian, porque no llamarla
Marian Elizabeth Maxwell.- me propone
-Me gusta más Blue Elizabeth Marian Maxwell.- le digo
volviendo a mirar a mi pequeña princesa, mi hija.
-Blue?- pregunto Melody sin entender.
-Por sus ojos, son tan azules y hermosos.- le responder sin
quitar los ojos de la bebe en sus brazos.
-Entonces que sea Blue Marian Elizabeth Maxwell.- me
dice con una gran sonrisa en los labios.

142
-Me gusta y a ti pequeña Blue?- le pregunto a mi hija,
llevando un dedo para acariciar su pequeña mano, y cuál
no sería mi sorpresa que ella lo sujeto y me sonrió.

Dos días después, fui a recoger a mis dos mujeres al


hospital y cuando salíamos la enfermera en jefe me dijo en
tono de broma
-Lo veremos pronto, en un año para ser precisos.-
escucharla me hizo recordar cómo había sufrido mi mujer
con el parto de mi pequeña Blue por lo que le respondo
muy serio
-Jamás! No volveré a dejar que mi mujer sufra de esa
forma.- vi como Melody solo sonreía, llevando a mi
pequeña princesita en brazos.

Pero como si fuera una profecía, a los dieciocho


meses para ser exactos el veinticuatro de mayo, él pequeño
Richard Alexander Maxwell llegaba al mundo.

Fin.

143
Epilogo.

(Melody Jhons)

Hoy la pequeña Blue cumple cinco años por lo que


voy al centro comercial en compañía de Rick que lleva a
Blue cargada mientras que yo llevo al pequeño Rick en su
carriola, los chicos van delante de nosotros con Smithy
según ellos van a adelantarse para buscar las cosas para
la fiesta de Blue.

En realidad solo venimos a buscar los regalos que


le daremos a Blue, pues la fiesta ya esta totalmente
organizada, de eso se encargaron Rick y Smithy, quienes la
tienen muy consentida y como no si es la princesa de la
casa.

Vamos a entrar a una de las tiendas de ropa cuando


veo salir a Olga acompañada de Jhon quien al vernos
sonríe viniendo a saludar.
-Hola Rick como estas, Melody tu cada día mas hermosa, y
veo que has estado ocupado amigo!- dice Jhon viendo a los
chicos y a mis hijos
-Hola Jhon, Olga, si como vez he estado ocupado, no es fácil
cuidar a mi bella esposa y a mi bellísima princesa, y como
vez también está el pequeño Rick.
-Tus hijos son hermosos, tenemos que hablar y cenar
juntos.

144
-claro podríamos recibirlos en nuestra casa, verdad amor?
– escucho decir a Rick por lo que le respondo
-Claro que si Jhon, vayan a cenar a casa será un placer
verlos, solo ponte de acuerdo con Rick.
-mmm Perdón pero solo iría yo, Olga y yo nos divorciamos.
-Oh, como están juntos- le digo avergonzada viendo como
Olga me mira con odio.
-Oh no te preocupes, vine a comprar un obsequio y me topé
con Olga, pero ya no estamos juntos y cada uno siguió su
camino, ella no era feliz a mi lado y buscaba quien la
divirtiera y yo descubrí que no soy tan tolerante como ella
creía, y fue mejor cada uno por su lado.
-Jhon no tenias por que decirles eso.- escucho quejarse a
Olga que ve a Rick con deseo y luego a mi con odio, cuando
se acerca a mi hijo lo separo rápidamente, hecho que no
pasó desapercibido para los dos hombres
-Olga porque no he de ser honesto, te casaste conmigo
porque no pudiste atrapar a Rick, eso lo he sabido siempre,
pero lo que no te perdono fue que metieras a tus amantes
en mi cama y mucho menos que los mantuvieras con mi
dinero; y como puedes ver Rick encontró a una verdadera
mujer que le dio hijos y no solo pensó en si misma o en su
propio placer.- recrimino Jhon
-Eres cruel conmigo Jhon, si te pedí que habláramos
cuando nos vimos hace un momento no fue para que me
insultaras, sino para arreglar las cosas entre nosotros, yo
no quiero divorciarme.
-Lo lamento Olga pero el divorcio es un hecho, es mas
según mi abogado desde hace una semana soy un hombre
libre, acaso no has hablado con tu abogado?- dijo Jhon.

Vi como Olga abrió la boca para decir algo pero fue


en ese momento que Blue se molestó porque seguíamos

145
detenidos y llamo la atención de su papá y Olga se le quedo
viendo a ambos y dijo
-No Jhon no he hablado con mi abogado, pero en algo
tienes razón, nunca te ame como ame a Rick, y sigo con la
idea de que yo soy la mujer que el necesita no esta niña
idiota que lo llenara de hijos, sin apoyarlo ni darle lo que
el desea.- dice Olga en un tono rencoroso.
-Y porque piensas que mi mujer no me da lo que necesito
Olga, no te equivoques, yo nunca te quise, eras una buena
distracción pero yo no solo quería distraerme, quería un
hogar y como puedes ver ya lo tengo, tengo una esposa que
esta pendiente de mi y de mis hijos, no una mujer trofeo
que solo sirve para mostrarla en fiestas y se niega a
embarazarse por no arruinar su cuerpo. No eso no es lo
que yo buscaba y sin embargo llego a mí de forma
inesperadamente, cuando pensé que ya no podría
encontrarlo. Jhon tienes mi celular llámame y nos ponemos
de acuerdo para que nos visites, pero como vez tengo a tres
chicos inquietos que desean ir a la juguetería y a mi
princesa que ya está algo molesta.
-Si hombre yo te llamo, cuídate Melody estas hermosa, y
felicidades por tus hijos, por cierto como se llaman
-esta princesa que vez aquí se llama Blue Marian Elizabeth
y ese es el pequeño Richard Alexander.
-Pues felicidades hermano, anda ve con ellos o te comerán
vivo, ya son mayoría.- nos dice Jhon al ver que mis
hermanos y Edward vienen inquietos y que Blue está
molesta porque su padre no le hace caso.

Nos retiramos y siento en mi espalda la mirada


cargada de odio de Olga, en verdad espero no volver a
verla, pero en fin esta ciudad es grande.

146
Terminamos de hacer nuestras compras y volvemos
a casa.

varias horas después ya teníamos todos los


obsequios para Blue y a los chicos ya están en la cama
cuando suena el teléfono y Rick que era quien estaba más
cerca responde
-Bueno
-…
-si en un momento se la paso. Melody te llama un tal
Licenciado McNamara; quién es?
-McNamara dices? Hace años que no sabía de él.- le digo y
tomo el teléfono.
-Bueno Licenciado McNamara, en que puedo servirle?-
pregunto
-Señorita Jhons, me disculpo debería decir Señora
Maxwell, debía comunicarme con usted ya que se ha
casado y eso había acelerado el cumplimiento del
testamento de su padre, pero como ahora esta a solo unos
meses de cumplir los veinticinco años, nos dimos a la tarea
de buscarla, ya que no sabíamos de usted, la encontramos
por medio de un detective que encontró el registro escolar
de sus hermanos y por ende su nuevo estatus y domicilio.
En fin la razón de mi llamada es para solicitarle que venga
a nuestras oficinas a fin de comenzar los tramites para
hacerle entrega de lo que su padre le heredo.
-Pero creí que Heather era quien decidiría eso, y como me
hecho de casa y no quiso ocuparse de la educación de mis
hermanos como parte de su obligación como albacea de la
herencia de mi padre.
-Oh no señora Maxwell, su madrastra la señora Heather
Jhons era una de las albaceas, los otros dos somos mi socio
y yo y he de decirle que si bien la señora Jhons se porto muy

147
mal con ustedes y por descuido no nos enteramos de dicho
asunto, si hemos cumplido fielmente con lo que debíamos
hacer, por lo que su herencia no solo es lo que su padre le
heredo si no que en estos cinco años y meses hemos
acrecentado dichas herencias. Y si nos hiciera el favor de
venir a nuestras oficinas le haríamos entrega de su
herencia.
-si claro solo dígame cuando podría ir?
-que le parece el próximo lunes a medio día?
-Si claro Licenciado ahí estaré; perdón pero que ha sido de
Heather, no he sabido de ella desde que me hecho de la
casa?
-bueno cuando nos dimos cuenta de lo ocurrido, hicimos
todo lo necesario para proteger la herencia de sus
hermanos y la suya, dejando a la señora Jhons solo a cargo
de los que le correspondía a ella; desgraciadamente la
señora Jhons en su afán de vivir en la alta sociedad y
buscar un marido callo en manos de un hombre abusivo y
dado a la bebida, que termino estafándola y dejándola en
la ruina, o casi, ya que le vacío la cuenta bancaria, ahora
vive de los dividendos que le dejan las acciones que le
heredo su padre, también esta la casa pero según el
testamento esta le pertenece a usted.
-Vaya no lo sabía, bueno lo veré el lunes a medio día y ya
veremos como notificarle a Heather que venderé esa casa,
si bien ahí fui feliz con mis padres ella arruino los
recuerdos al meter a todos sus amantes en la casa.
-Bien si usted nos los permite, seguiremos encargándonos
de sus asuntos y puedo encargarme de hacerla desalojar la
mansión y de ponerla en venta, algo que quiera usted
recuperar?
-Si las joyas de mi madre las cuales estaban inventariadas
y Heather me quito antes de echarme de la casa.

148
-No se preocupe, y me encargo.
-gracias nos vemos.- le digo y corto la llamada, al volverme
veo a Rick que me observa curioso y expectante
-Rick quien llamo era uno de los abogados de mi padre, el
y su socio eran los albaceas de su testamento junto con mi
madrastra, al parecer ella me mintió al decir que era ella
la única albacea y como se negó a ayudarme y me corrió
de la casa pues según ella era muy joven para tener una
hija tan mayor, no creí que algún día pudiera recibir lo que
mi padre me dejo; mas al parecer estaba equivocada
porque los abogados me han encontrado y quieren
comenzar a hacer los tramites para entregarme lo que mi
padre me dejo, y que al parecer ellos se han encargado de
acrecentar, tras evitar que Heather lo despilfarrara
despojándonos.
-Y has quedado de ir a verlos el Lunes a medio días, no es
así?
-Pues sí, me acompañaras?
-claro amor.- ven será mejor que nos vayamos a dormir, te
ves agotada y se que el pequeño Rick no te lo pone fácil

Esa noche me dormí abrazada a mi marido, un


hombre que me ama y me protege tal y como mi padre amo
a mi madre hasta su muerte; también estoy tranquila
porque al fin podre recuperar lo que Heather me robo
antes de sacarme de la casa de mis padres. Si decidí
venderla y con eso comprare dos casas más, una para cada
uno de mis hermanos, en algunos años irán a la
universidad y encontrarán a la chica adecuada para hacer
sus vidas y que mejor que estar preparados para ese
momento.

149
Estoy feliz por tener a un gran hombre a mi lado,
dos hijos que son mi adoración y por tener una familia
como la que siempre quise, cariñosa y armoniosa; Ahora
solo debo pensar en como darle la noticia a Rick de que
esperamos gemelos y que llegaran en poco menos de siete
meses?

Fin.

150
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