Este documento resume las travesuras de la sobrina del autor hacia él, incluyendo mostrarle sus partes íntimas y provocarlo sexualmente de maneras cada vez más atrevidas, a pesar de que ella tenía solo 12 años. El autor describe disfrutar de la atención sexual de su sobrina y alentar su comportamiento, lo que sugiere una relación incestuosa y posiblemente abusiva. La madre de la niña parece ser consciente e incluso cómplice de lo que ocurre.
Este documento resume las travesuras de la sobrina del autor hacia él, incluyendo mostrarle sus partes íntimas y provocarlo sexualmente de maneras cada vez más atrevidas, a pesar de que ella tenía solo 12 años. El autor describe disfrutar de la atención sexual de su sobrina y alentar su comportamiento, lo que sugiere una relación incestuosa y posiblemente abusiva. La madre de la niña parece ser consciente e incluso cómplice de lo que ocurre.
Este documento resume las travesuras de la sobrina del autor hacia él, incluyendo mostrarle sus partes íntimas y provocarlo sexualmente de maneras cada vez más atrevidas, a pesar de que ella tenía solo 12 años. El autor describe disfrutar de la atención sexual de su sobrina y alentar su comportamiento, lo que sugiere una relación incestuosa y posiblemente abusiva. La madre de la niña parece ser consciente e incluso cómplice de lo que ocurre.
Lo vivido con mis hermanas bajo la �disciplina� de nuestros padres en casa de la
abuela no qued� ah�, la confianza, el cari�o y la atenci�n de ellas hacia m� no ceso a pesar de que cada una tomo su camino llegado el momento. De mi parte, mi autoridad como hermano y �nico var�n se mantuvo a pesar de estar casadas y del marido. Como ya cont� nuestros inicios en los relatos de �una familia at�pica�. La autoridad que me concedi� mi padre y a complacencia de mi madre y su total apoyo, lo aceptaron mis hermanas Betty, Sandy y Moni, as� como mi media hermana Andrea. Pero hoy me enfocare sobre mi hermana Betty. Cuando Betty se cas� se fue a vivir a una de las ciudades m�s industrializadas del pa�s, pero con uno de los peores climas que existen. Siempre mantuvimos comunicaci�n, tan es as� que en su misma luna de miel me estuvo llamando por tel�fono. No se diga cu�ndo regreso luego quiso que la fuera a visitar y pasara ah� con ellos unos d�as. Ah�, delante de su marido reafirmo mi autoridad sobre ella, sin que mi cu�ado se opusiera. Cuando naci� su �nica hija, le puso por nombre Araceli, quien desde peque�a fue muy consentida y mimada, le toleraban todo, incluso sus travesuras. Mi hermana Betty pretendi� darme autoridad sobre su hija, no se diga mi cu�ado, aunque esa autoridad me la gane solo sobre ella, ya que desde su nacimiento fui su t�o consentido y favorito, quien platicaba con ella, jugaba y la llevaba de paseo sin restricciones cuando la visitaba o me visitaban, lo cual era muy frecuente, aparte de que en cada visita le llevaba alg�n juguete de los que sab�a eran sus preferidos. Y de hecho cuando iba a dar a luz m� hermana, fui yo quien estuvo ah� con ella, quien firmo papeles y la fue a recoger al hospital, ya que mi cu�ado se encontraba fuera del estado. Desde que naci�, Araceli fue una nena muy hermosa, su piel blanca, ojos grandes y rasgados de color verde que no se a quien se los saco, ya que de nuestra familia nadie los tiene de ese color. Cabello rubio claro y ondulado. Nariz peque�a, boca mediana y de labios delgados y de un rojo natural. Desde peque�a su cuerpo ya mostraba una forma naturalmente bella y delineada. Era normal que cada vez que iba a visitar a mi hermana, Araceli estuviera pegada conmigo, que me abrazara y llenara de besos, que no quisiera separarse de m�, incluso hasta que se durmiera conmigo en varias ocasiones en un cuarto que ya me ten�an reservado. Siendo desde los tres hasta los nueve a�os. Ya a los diez, su cuerpo dio tremendo cambio, se desarrollaba m�s r�pidamente, era toda una se�orita, sus pechos ya eran muy visibles y hermosos. Ah� en su casa era normal que anduviera con camisetitas o ya con brassier y en b�xer marc�ndosele su hermosa conchita y sus bellas nalgas. Me inquietaba y en una ocasi�n en que estuve en su casa, Araceli se puso un b�xer que su mam� le acababa de comprar, me lo quiso presumir y luci�ndomelo alegremente junto con un top de conjunto, el cual era de color morado de encaje todo y el cual marcaba su excitante cuerpo, provoc�ndome una excitaci�n que incluso noto Betty y de la cual sonri� en complicidad conmigo. No le molestaba darse cuenta que su nena causaba gran excitaci�n en m� que era su t�o. Fue a esa edad cuando las rebeld�as de Araceli iniciaban incluso, su mam� me relegaba su responsabilidad y mi sobrina de una u otra forma me obedec�a, tan as�, que en ocasiones mi hermana me hablaba por tel�fono para darme las quejas y le �reprendiera�, aunque m�s que eso, hablaba con ella y la convenc�a de portarse bien a cambio de ir pronto a visitarle. Pero fue dos a�os m�s tarde que en una de mis visitas, ya no solo era su rebeld�a, sino tambi�n las travesuras de Araceli ya eran m�s personales, se comportaba como lo que era, una ni�a mimada y mal criada. En esa ocasi�n que fui de visita, al d�a siguiente de mi llegada ella cumpl�a sus doce a�os de edad, por lo que ese mismo d�a, a pesar del cansancio del viaje la lleve de compras. Araceli se alegr� no solo de verme, sino de que su t�o consentido la mimaba una vez m�s. Como llegue en la madrugada, quedamos de ir despu�s del almuerzo, era s�bado y Betty no trabajaba ese d�a, por lo que nos acompa�ar�a. Yo termine de arreglarme r�pido, por lo que las esperaba en la sala y la primera en bajar fue Araceli, que nada m�s de verla como vest�a me excito tanto que hasta la verga me doli� y es que mi sobrina ya ten�a un cuerpo casi desarrollado y hermoso, sus caderas anchas y cintura estrecha, sus nalgas redondas, firmes y paraditas, sus muslos gruesos y macizos, sus pechos del tama�o de una naranja. Todo ese bello cuerpo que lo hac�a lucir a�n m�s esa blusita blanca de tirantitos que apenas si llegaba a su ombligo, donde se marcaba un brassier blanco de media copa y encaje. Con un short de mezclilla que apenas si llegaba abajito de sus bellas nalgas y que quedaba muy debajo de su ombligo, ajustado a sus exquisitas caderas donde apretaba esa deseada fruta. Con unos tenis blancos de lona sin calcetas y en la mano llevaba un chaleco de mezclilla. Enseguida bajo Betty, hermosa por igual que mi sobrina, con un vestido amarillo muy ajustado a su tambi�n delineado y bien cuidado cuerpo, con esas nalgas paraditas y desafiantes, redondas y firmes, con sus muslos gruesos y musculosos. Con esa cintura estrecha que envidiaban hasta las jovencitas. Fue toda una dicha ir de compras con esas dos bellas y sensuales mujeres, a quienes llevaba del brazo y lucia como su fueran mi esposa e hija. Le di carta abierta a mi sobrina para elegir lo que m�s le gustara, quiso unas faldas, pantalones, blusas, zapatos y no pod�a faltar, ropa interior que solo de verla me imaginaba como se le ver�a puesta, casi me da un infarto. En todo momento con opiniones que le ped�a a Betty quien en un momento ella me dijo, �prefiero comprarle la ropa o que t� lo hagas a que lo haga a escondidas y no me entere�. Y es que Araceli era una ni�a mimada y consentida por todos a pesar de su edad. Ese s�bado recorrimos tiendas, plazas, comimos y paseamos, regresando a casa ya algo tarde. R�pido subi� Araceli a su recamara para ponerse lo que le hab�a comprado y lucirme prenda a prenda, se ve�a hermosa con cada una de ellas, mientras yo me tumbaba en el sill�n de la sala y Betty se iba a la cocina a preparar algo de tomar. Con sus faldas, pantalones, blusas�estaba en eso cuando en una que bajo de su recamara con una pijama de short y camiseta en color rosa y con ositos de estampados. Se par� en el �ltimo escal�n y de ah� me dice que suba con ella, le digo a Betty que regreso voy con mi sobrina, iba subiendo las escaleras y me distraigo con una moneda en el piso, me inclino para levantarla y al incorporarme y seguir subiendo choco mi cara con las nalgas de mi sobrina que esta tambi�n inclinada, se r�e y se endereza un poco para agitar sus caderas casi en mi cara, luego sube las escaleras un poco de prisa y ri�ndose por su travesura, trato de alcanzarla estirando mi mano, pero solo alcanzo a tomarla del short, ella se jala, pero yo no la suelto, lo que ocasiona que le baje el short y su pantaleta tambi�n de color rosa hasta casi las rodillas. Entonces ella exclama ��T�o�- con sorpresa, la suelto y sube un par de escalones, se r�e y voltea a verme, le lanzo un beso y paso mi lengua por los labios. -�Que hermosas y ricas que se ven!- Le digo sin quitar la vista de sus nalgas desnudas. Araceli se sorprende un poco, sonr�e y antes de subirse su ropa, agita de nuevo sus nalgas, ante esa acci�n, saco mi lengua y la agito, d�ndole a entender que deseo lamerle sus nalgas y su culo, ella se sube el short y sube un par de escalones m�s mientras me incorporo para seguirla en eso se vuelve a detener, se baja ella el short con todo y su pantaleta y se inclina hacia el frente, ri�ndose un poco m�s fuerte, se toma las nalgas y se las separa, dej�ndome ver su culito rosa y parte de su blanco co�o. La acci�n sin pensar de mi sobrina me a excitado gratamente, subo las escaleras y ella se acomoda la ropa, meti�ndose a su recamara donde la sigo. Entro a ella y la encuentro sobre su cama, tap�ndose con una almohada y ri�ndose. -�Ni�a traviesa!- Le digo, cuando o�mos la voz de Betty quien iba subiendo las escaleras, ya no le dije nada a mi sobrina quien se sienta sobre la ropa que est� en la cama justo cuando mi hermana entra en la recamara con unos vasos grandes de limonada, me da uno a m� y del otro del que viene tomando le convida a Araceli. Betty aprovecha y agarra la ropa que se le compro a mi sobrina quien se para y se pone a la espalda de su mam� que no la ve, para sus nalgas de frente a m� y las vuelve a agitar mientas me mira. Saco mi lengua y le vuelvo hacer el gesto de querer lamer su rayita, moviendo mi lengua de arriba abajo y de lado a lado. Se endereza y ri�ndose me abraza, aprovecho y le digo al o�do: -Te voy a meter la lengua en el culo la pr�xima vez que me sacudas las nalgas.- -�Me lo juras t�o?- Me pregunta ri�ndose de una forma retadora y traviesa. Luego de un rato, Betty le dice a su hija que le ayude con la cena. Baja mi hermana por delante, mi sobrina la sigue y yo voy detr�s de ellas. Vamos bajando las escaleras cuando Araceli en una forma por dem�s retadora y provocadora, se baja el short con todo y pantaleta, mostr�ndome nuevamente sus bellas nalgas que agita y as� baja las escaleras sin que su madre se d� cuenta. Me voltea a ver y sonr�e, al tiempo que me ense�a la lengua y la mueve tal y como le hab�a hecho yo. Cuando terminamos de bajar las escaleras se arregla la ropa y me lanza un beso, a lo que le respondo agitando mi lengua. M�s tarde, despu�s de cenar, estaba en la sala mirando tv, mientras mi hermana estaba poniendo orden en la cocina, llega mi sobrina y lejos de la vista de su madre, pasa mi sobrina delante m�o y se detiene frente a mi parando sus nalgas, no le doy tiempo a reaccionar cuando le bajo hasta los tobillos de un solo tir�n tanto el short como su pantaleta, la jalo de sus caderas hacia el sill�n donde cae y le despojo de sus prendas, agarrando su pantaleta y meti�ndola al bolsillo de mi pantal�n, mientras le tiro su short sobre sus piernas. Alcanzo a ver una suave matita de rubios vellos p�bicos y m�s me excita cuando veo como intenta cubrirse la parte m�s �ntima de su cuerpo juvenil. -�Si quieres tu calz�n ve a mi recamara por �l?- Le digo mientras ella r�pido se pone su short. -�T�o!- Me dice sorprendida y con una sonrisa. -Y no quiero que te pongas otra pantaleta.- Le digo con firmeza. Ella solo sonr�e y se pone r�pido su short -�Cu�ndo quieres que vaya?- Me pregunta. -Te quiero hoy en la noche, si no vienes me voy ma�ana y no vuelvo.- Le digo tratando de chantajearla, sabiendo de su cari�o hacia a m�. Ya que Betty ten�a que trabajar por la ma�ana y mi cu�ado no estar�a, hasta el lunes se fue a dormir temprano. Pasadas las diez de la noche todos est�bamos en nuestras respectivas recamaras. Pero yo deje la puerta de la m�a entreabierta, por lo que esperaba que Araceli fuera, conoci�ndola, lo har�a. Me estaba ba�ando y cuando sal� solo con m� b�xer, ah� estaba ella sentada sobre la cama, apoyada sobre sus codos y sonri�ndome con las piernas cruzadas. Mire la puerta y estaba cerrada, luego la mire a ella y contemple su hermoso y juvenil cuerpo. -Mi mami ya est� dormida.- Me dice mi sobrina, mientras le digo con el dedo que se calle. -P�rate.- Le digo mientras yo me siento en la cama, ella obedece sin decir nada y solo sonr�e. �B�jate el short.- Le ordeno. Me mira unos segundos �No traigo pantaleta t�o.- Me dice, pero no le contesto, solo la miro serio y enseguida se baja el short hasta medio muslo. -Qu�tatelo.- Le ordeno serio. Ella obedece sin dejar de mostrarme esa bella sonrisa lo pone sobre la cama. De frente a m�, me muestra su hermoso montecito de venus con algunos vellitos mientras junta sus piernas y su manos est�n a los lados. -Te dije que si me volv�as a sacudir las nalgas te meter�a la lengua en el culo �No sabes c�mo me pusiste la verga de dura?- Le digo mientras con mi mano derecha me agarro la verga dura y erecta que apenas se contiene debajo del b�xer. -Perd�n t�o.- Me dice sin dejar de sonre�r y tratando de ponerse seria. -Acu�state.- Le ordeno, ella obedece mientras se acuesta boca arriba y admiro su bella rayita que ya no se tapa �Boca abajo.- Le corrijo. -�Me vas a meter la lengua en el culo?- Me pregunta con suave voz. No le contesto y Araceli obedece sin reclamar nada. Le separo las piernas y me acomodo entre medio de ellas, acaricio sus aterciopeladas nalgas, se las beso una a una totalmente, se las lamo despacio hasta esa bella terminaci�n de ellas, luego se las separo y me deleito viendo su rosado culito. Hundo mi cara entre medio de sus nalgas y lamo de arriba abajo toda su rayita acentuando en su culito, una, dos veces metiendo incluso la lengua entre sus labios �ntimos que emanan dulce miel. Hago presi�n en su culito y Araceli levanta las caderas, separando a�n m�s sus piernas mientras escucho su risa. -�Te da cosquillas?- Le pregunto mientras vuelvo hacer presi�n. -�Me gusta lo que haces t�o!- Me dice sonriendo. Despacio le meto la lengua en su apretado culito, lo que la hace suspirar y empujar sus nalgas contra mi cara. Una actitud que no esperaba tan entregada de mi sobrina, que parece ped�a a gritos. Se la saco y vuelvo a meter despacio, una y otra vez. Esta apretado su culito y es deliciosa la sensaci�n de como entra mi lengua y sale. Me levanto y la hago girarse boca arriba. -Qu�tate la blusa.- Le ordeno mientras me paro frente a ella. Ella se sienta y obediente se quita la blusa, quedando completamente desnuda frente a m�, me sonr�e mir�ndome a los ojos. La hago recostarse de nuevo, ahora boca arriba, le separo las piernas, contemplo su rosada y hermosa puchita con su peque�o ramito de vellos p�bicos. -�Qu� t�o? �No me dijiste que me meter�as la lengua en el culito?- Me pregunta un poco preocupada. -Si mi amor, pero esta bell�sima y se ve deliciosa tu cosita.- Le contesto mientras paso mi lengua por los labios sabore�ndome ese rico manjar. Me hinco frente a ella y hundo mi cara en esa ya empapada cosita. Sus mieles son deliciosas y exquisitas. La saboreo y chupo sus jugos, hundo mi lengua entre sus labios hasta encontrar su peque�o bot�n, lo presiono y un gemido escapa de sus labios al tiempo que se entierran sus nalgas en la cama. Luego meto mi lengua en su cuevita apretada y deliciosa, saboreando y bebiendo todo de ella. Araceli sube sus pies y los apoya sobre la cama para empujar sus caderas contra mi cara, no pierdo tiempo y ensalivo el dedo �ndice de mi mano derecha y le hago presi�n en su culito, donde poco a poco se lo voy metiendo al tempo que las manos de Araceli se agarran las nalgas y se las abre, permiti�ndome el libre paso. Y mientras chupo y meto mi lengua en su cuevita, mi dedo entra y sale de su culito por varios minutos. Ya acostumbrado, le meto tambi�n el dedo medio, as� follandola despacio ahora con dos dedos. Araceli suspira fuerte, los m�sculos de sus caderas y de sus nalgas se contraen, pero poco a poco se van relajando, as�, ella misma comienza a mover sus caderas mientras devoro las mieles de su jugosa cosita. Sus manos no dejan de separarse sus deliciosas nalgas aun con la invasi�n de dos de mis dedos en su culito. Mientras mi traviesa lengua sigue explorando cada mil�metro de su caliente y apretada cuevita, donde entra y sale, donde juguetea con su botoncito que presiona y agita, donde hace gemir suavemente a Araceli. Pero ya es tiempo de m�s y despacio le meto el dedo anular, entran tres dedos en su apretado culito totalmente. La mano derecha de Araceli suelta su nalga y empuja mi cabeza entre sus piernas, su mano izquierda a�n sigue ah� abajo, agarrando su nalga y abri�ndosela. Contin�o follandola con mis dedos ahora m�s firme, pero despacio, mientras la respiraci�n de Araceli se acelera y sus gemidos ahora son m�s fuertes, agita sus caderas con fuerza y sus piernas aprisionan mi cabeza, un violento orgasmo la invade y la hacen explotar mientras sus gemidos cambian por un lloriqueo. Me quedo quieto por unos instantes, despacio saco mis dedos de su culito y retiro mi cara de entre sus piernas, esto a�n no acaba, mi verga que esta dura y se abri� paso por entre la pierna derecha de mi b�xer, exige participar de este banquete. Me pongo de pie y me bajo el b�xer, mostr�ndole mi animal a mi sobrina quien esta con los ojos cerrados. -�Que deliciosa cosita tienes preciosa y que rico culito! �Pero meterte mi lengua solo es el comienzo!- Le digo mientras saco de una maletita que est� en una mesita al lado de la cama un frasco de aceite. Araceli abre los ojos y me mira sonriendo, baja la mirada y ve mi verga, ella se r�e un poco nerviosa pero con los ojos bien abiertos. -�Qu� vas hacer t�o?- Me pregunta levantando un poco la cara. -�Qu� voy hacer? �Vas a comenzar a ser mujer, mi mujer!- Le digo mientras pongo un poco de aceite en mi verga. -�Voy hacer tu mujer? �C�mo?- Me pregunta sin dejar de mirar mi verga. -Esta noche tu culito va ser m�o y te lo voy a llenar de leche.- Le digo mientras acaricio sus piernas. -�Me vas a meter eso?- Me pregunta mientras se�ala mi verga �Me va a doler, est� muy grande.- Me dice. -No tengas miedo, no te va a doler mucho, tu culito ya lo dilate con mis dedos. Te va a gustar, te lo aseguro.- Le contesto. Le digo que se acueste boca abajo, ella obedece y le coloco una almohada debajo de sus caderas, quedando sus nalguitas bien levantadas. Le separo las piernas y me coloco entre medio de ellas, le pongo un poco de aceite entre sus nalguitas, agarro mi verga y se la comienzo a tallar, embarr�ndole el aceite por toda su rayita. Baja Araceli sus manos y se agarra las nalgas, separ�ndoselas, mostr�ndome su rosado culito. Centro mi verga y despacio comienzo a hacer presi�n, meti�ndosela poco a poco, entrando la cabeza� Siento delicioso como aprieta su culito y oigo como respira fuerte, como se tensan sus manos y empu�a las sabanas. Entra el cuello y parte del tronco, Araceli no suelta sus nalgas, sigo meti�ndosela hasta que siento como por fin la cabeza se libera de la presi�n, sin met�rsela toda, su culito est� lleno. Espero un momento, poco a poco los m�sculos de sus nalgas se van relajando, as� como su respiraci�n. Despacio se la saco un poco y vuelvo a meter, otra vez, Araceli gira lo que puede su cara para verme. -�Ya soy mujer t�o? �Ya soy tu mujer?- Me pregunta entre suaves gemidos. -Ya casi mi ni�a, falta que te llene el culito de leche y luego tu cosita.- Le digo mientras voy arreciando mis embestidas. -�Tambi�n me lo vas a meter en mi cosita t�o?- Me pregunta entre gemidos. -�Si mi ni�a, vas hacer toda m�a!- Le contesto mientras apoyo los pu�os sobre la cama y haciendo m�s firmes y fuertes mis embestidas. ��Que rico culito tienes mi ni�a! �Este culito es solo m�o!- Le digo al tiempo que le meto hasta el fondo la verga con fuerza y la mantengo ah� haciendo presi�n. -�Si t�o, es solo tuyo!- Contesta entre gemidos. Araceli empuja sus nalgas hacia arriba contra mi pelvis, al tiempo que sus m�sculos se contraen y aprieta su culito mi verga, no paro y sigo hasta que se la saco despacio, me bajo de la cama y le indico que se acueste a la orilla de la cama, le levanto las piernas separ�ndoselas y empuj�ndolas hacia ella, centro mi verga de nuevo en su culito y despacio se la vuelvo a meter, para seguir embisti�ndola con fuerza. Que hermosa se ve su cosita empapada y brillosa, sus pechitos bambolearse a mis empujes. Y m�s hermosa, es verla as�, con las piernas bien abiertas mostr�ndome todo y como entra y sale mi verga de su culito. -�Te gusta mi ni�a?- Pregunto sin dejar de embestirla y ya sintiendo el deseo de explotar. -�Si t�o, me gusta mucho, sigue, sigue!- Me contesta mientras siento como se vuelve a contraer los m�sculos de su culito. Embisto con fuerza hasta que por fin exploto dentro, llen�ndole ese hermoso culito de leche, que ahora es m�o. Araceli agita sus caderas con la misma fuerza que gime, con el riesgo que mi hermana nos haya escuchado. Sigo embisti�ndola, una y otra vez hasta que ya no sale ni una gota m�s de leche. No se la saco, hasta que pierde un poco de erecci�n y dureza mi verga. Finalmente despacio se la saco aun chorreando, entonces se la tallo en su cosita a todo lo largo de su rayita, Araceli sonr�e y me lanza un beso. Le bajo despacio las piernas y se las suelto, llevo mi boca a sus pechos y se los comienzo a chupar, primero su peque�o pez�n, luego chupo su seno hasta donde puedo y succiono, jugueteando con mi lengua su pezoncito, Araceli gime y sus manos acarician mi cabeza. -�Hay t�o, que rico! �Siento tu leche que escurre por mis pompis!- Me dice mientras baja su mano y de sus nalgas se embarra de mi leche, la huele. -Emb�rrala en tu cosita.- Le digo y ella obedece sonri�ndome. Me levanto y le doy la mano. -�Ven, vamos a ba�arnos!- Le digo y ella se para. -�Hay t�o! Me duele mi colita.- Me dice. La ayude a ir al ba�o, ah� la lav� de su culito, le met� el dedo, ase�ndoselo bien, lo cual le gusto, terminamos de ba�arnos. Ya que quer�a quedarse a dormir conmigo, como no ser�a la primera vez, la deje. Sab�a que Betty pasar�a a despedirse antes de ir a trabajar, por eso le dije que se pusiera su pijama, aunque no quer�a. Apagamos la luz y nos acostamos a dormir, muy temprano paso Betty a despedirse, no le extra�o ver a su hija ah� conmigo durmiendo, nos dio beso y se fue, Araceli para nada se despert�. Las travesuras de mi sobrina Araceli, solo fueron un pretexto para ir m�s all�. Deseaba hacerla m�a, tal y como hab�a hecho m�a a Betty, su mam�. Araceli era y sigue estando hermosa y ten�a que ser primero m�a antes que de cualquier otro. Derecho que ten�a sobre mi hermana Betty y sobre mis otras hermanas. Y sin decirlo, Araceli tambi�n lo deseaba y lo ped�a a gritos con sus acciones y travesuras muy personales y directas conmigo. Esa noche de s�bado la hab�a pose�do por primera vez por su delicioso culito, le hab�a dicho que la har�a mujer y que ser�a mi mujer, ella no se espant� o escandalizo, al contrario, cedi� ante m� y me dej� hacer con ella lo que yo quisiera. En respuesta a sus travesuras de moverme las nalgas frente a mi cara y descubr�rselas para mostr�rmelas separ�ndoselas, le hab�a dicho que le meter�a la lengua en su culito de volverlo hacer, ella no solo lo hizo, sino accedi� a que lo hiciera. A la ma�ana siguiente, despu�s de haberse despedido para irse a trabajar mi hermana Betty, Araceli no se despert�, ya que quedo rendida y yo me volv� a dormir. Ya pasaban de las nueve de la ma�ana cuando me despert�, mi sobrina al sentir que me mov�a, se abraz� a m� y me dio un beso en la barbilla, le correspond� y le di uno en la frente. Luego de unos minutos me levante para irme a ba�ar, le dije a mi sobrina quien ya estaba sem� despierta que ya se levantara para que almorz�ramos, que se fuera a ba�ar. Me ba�e y cuando sal� no la encontr� en mi recamara, me vest� y baje a calentar el almuerzo, luego de un rato lleg� mi sobrina, quien ya se hab�a ba�ado y llegaba risue�a al comedor, me abrazo y da un beso, al cual correspond�. Se ve�a linda, jovial y con ese brillo en sus ojos que da su edad. Vest�a un lindo vestido suelto y amplio como si fuera camis�n, el cual le llegaba a la mitad de sus bellos muslos, de color verde agua. Almorzamos sin ninguna novedad solo platicando cosas comunes, terminamos y levantamos todo, luego me fui a sentar a la sala. Araceli se hab�a mantenido tranquila, sin hacer ninguna travesura o provocarme con alguna de sus ocurrencias. Llega mi sobrina y se hinca al pie de m�, me mira sonri�ndome.-T�o, �te puedo hacer una pregunta?- -Dime.- Le contesto. -�Por qu� me chupaste mi colita y mi cosita?- Me pregunta. -Una, porque me las ense�aste y dos, porque me gusta chupar cosita y colitas de nenas hermosas como tu.- Le conteste. -�Deber�s soy hermosa? �Y porque me metiste en mi cola tu ese y no en m� cosita si tambi�n te la ense�e?- Me pregunta. -�Claro que eres hermosa! Y te lo met� ah�, porque me ense�aste primero la colita.- Le conteste. Se queda pensando unos segundos, luego se para y riendo se levanta la falda del vestido, mostr�ndome su hermosa cosita, con escasos vellos. Ahora es su nueva travesura, ense�arme que no trae pantaleta, pero no corre como las veces anteriores, ah� se queda parada riendo. -�Ven mi ni�a!- Le digo, agarr�ndola de su muslo izquierdo y jal�ndola hacia m�. Me recuesto sobre el sill�n, ella entiende y se sube, coloc�ndose sobre mi cara, con una pierna a cada lado de mis hombros y poniendo su cosita sobre mi cara. Sostiene la falda de su vestido y mira como acomodar su cosita sobre mi boca. Le doy un beso, luego otro, luego chupo toda su cosita y meto mi lengua entre sus labios, encontrando su botoncito y presion�ndolo, jugando con �l, gime suave Araceli, luego le meto la lengua en su cuevita, saboreando cada mil�metro de ella, que esta deliciosamente apretada. Se agarra la falda de su vestido con la mano izquierda y con le derecha se jala su cosita, abri�ndosela y ense�ando lo rosita de entre sus labios y su botoncito. -�M�s adentro t�o, m�s adentro!- Me pide entre jadeos. Meto m�s mi lengua, enanch�ndola, sac�ndosela y meti�ndosela una y otra vez. Araceli agita sus caderas, movi�ndolas de adelante y hacia atr�s con tremendo gozo. -Quiero ver tus tetitas mi ni�a.- Le digo y ella sonr�e, toma su vestido y se lo quita ah� mismo, mientras sigo metiendo mi lengua en su cuevita, quedando completamente desnuda. -�V�monos a la cama t�o!- Me pide. Le digo que s� y ella se levanta de mi cara, deja su vestido ah� en la sala, me toma de la mano y caminando delante de m� me lleva a mi recamara. Que hermosa se ve as�, desnuda completamente caminando por la sala y que hermosa vista me ofrece al subir las escaleras. Entramos en mi recamara y se sienta sobre mi cama. -Acu�state mi ni�a.- Le digo y ella obedece, dejando las piernas colgadas a la orilla de la cama y separ�ndolas. ��Guau!! Que hermosa se ve su cosita con esos poquitos de vellos p�bicos. No espero m�s y comienzo a chup�rsela, succionando todo ese manjar, arranc�ndole un fuerte gemido. -��Hhhhaaaaaa!! Ttiiiiooo m�s, m�s.- Exclama. -Hoy vas hacer completamente mi mujer, hoy vas aprender cosas nuevas mi ni�a.- Le digo mientras saboreo sus ricas mieles. -Si t�o, ens��ame, quiero ser t� mujer. Voy hacer todo lo que me digas- Me contesta ella. Vuelvo a chuparle, succionando toda su jugosa cosita. Le meto la lengua y la enanch�ndola de nuevo se la meto y saco varias veces. Luego me levanto y bajo el pantal�n, dejando libre como fuerte m�stil mi verga, a la que no deja de mirar mi hermosa y traviesa sobrina. Me termino de quitar el pantal�n y me recuesto sobre la cama. -Ven mi ni�a, ch�pamela, mi verga desea tu boquita.- Le digo mientras agito mi verga. Araceli sin oponer alguna resistencia o tener asco, mete en su boquita mi gran trozo de carne y comienza a chuparla. Un poco torpe, pero con ansias. La jalo de sus caderas hacia mi cara, acomod�ndola sobre m� para un 69. Araceli aprende r�pido, mientras mi lengua vuele a hurgar en sus labios, presionando su botoncito y agit�ndolo, luego la meto en su cuevita, los m�sculos de sus caderas se contraen. -�Me vas a meter los dedos en mi cosita t�o?- Me pregunta entre gemidos que ahoga en cada chupada, succion�ndomela rico. -No mi amor, solo mi lengua y esto.- Le contesto mientras hago palpitar mi verga entre sus labios. -�Por qu� no t�o? Esto est� muy grande y grueso �Crees que me entre?- Me pregunta sin dejar de chup�rmela o espantarse. -Claro que si te va entrar mi amor. Tu quintito va ser m�o, te va a doler al principio, pero te va a gustar despues.- Le contesto y ella ya no me pregunta ni dice m�s. Sigo metiendo y sacando mi lengua de su cuevita, succion�ndola y presionando su botoncito, haci�ndola gemir entre chupadas que me da. No pasa mucho tiempo hasta que Araceli agita con fuerza sus caderas, deja de chup�rmela y de su boca exclama un fuerte gemido�ha tenido un orgasmo, pero no dejo de chuparle, arrecio y chupo, le succiono su cosita, sus labios y botoncito hasta hacerla tener otro m�s, entonces si esta lista. Deja caer sus caderas sobre mi cara separando sus piernas casi desmayadas con su respiraci�n agitada y fuerte. La hago girar sobre la cama y me levanto mientras mi sobrina yace casi inerte sobre ella con la respiraci�n acelerada. La jalo hacia la orilla, separo sus piernas� su cosita esta coloradita y hermosa a mi merced. Meto mis brazos debajo de sus piernas y las levanto, centro la punta en la entrada de su cuevita donde se la tallo con un poco de fuerza, pero la mano derecha de Araceli agarra mi verga para centrarla con firmeza en su cuevita donde sus labios se abren y la jala m�s hacia ella. Y as�, como a�os atr�s a mi hermana, su mam� la hice mi mujer, hoy Araceli tambi�n ser� mi mujer. Despacio pero con firmeza se la empiezo a empujar, entrando la cabeza en esa apretada cuevita. Siento como algo opone resistencia. Con m�s fuerza empujo y siento como se rompe su virgo, no ceso y sigo empujando hasta sentir como la punta de mi verga toca el fondo de su cosita. Araceli aprieta su quijada, de sus ojitos cerrados brotan unas l�grimas, no dice nada, luego de unos instantes abre sus ojitos, est�n rojos y llorosos, pero esboza una sonrisa. -�Ya soy tu mujer t�o?- Me pregunta. -Si mi amor, ya eres mi mujer.- Le contesto mientras me quedo quieto unos segundos. Despacio se la saco y veo unos hilitos de sangre, se la vuelvo a meter despacio, comenzando a meter y a sacar despacio en esa apretada cuevita, haci�ndome recordar cuando desvirgue a mi hermana Betty, su madre, lo cual hace excitarme a�n m�s. Solo que Araceli no se reprime, expresa su sentir, gime y jadea sin freno. Y pide m�s, sus caderas se agitan y poco a poco empiezo a meter y a sacar con m�s fuerza mi verga de su cuevita golpeando el fondo de su matriz. Que rica y apretada esta. Se la saco y le hago ponerse en cuatro a la orilla de la cama, le separo las piernas y despacio se la vuelvo a meter mientras la agarro de sus caderas, sigo meti�ndola y sac�ndola mientras ella no para de gemir, lo cual es excitante o�rla. -��Que rica cosita tienes mi traviesa, igual de rica que tu culito!!- Le expreso entre bufadas. Araceli no para de gemir, de voltear a verme y de sonre�r. Le doy a chupar mi pulgar izquierdo, luego lo pongo en la entrada de su culito y comienzo a presionar, entrando despacio, lo que hace que mi sobrina agite sus caderas con fuerza contra mi pelvis. Se lo meto todo y hago presi�n, luego se lo saco y vuelvo a meter, as� por ambos agujeros, la cojo sin parar y con fuerza por un buen rato, hasta que se la saco, me recuesto y le digo que se suba. Araceli se sube y acomoda sus caderas sobre las m�as, agarra mi verga embarrada de sus jugos y de las huellas de su virginidad, la centra en su cuevita y despacio se la entierra hasta que vuelve a tocar el fondo de su matriz, coloca sus manos sobre mi pecho y comienza a cabalgarme despacio, poco a poco tomando el ritmo. -��Que rico se siente as� t�o!!- Me dice entre jadeos. Acaricio sus duros y tiernos pechos, los aprieto suavemente y pellizco sus pezoncitos. Luego bajo la mano derecha, ensalivo mi dedo pulgar y con �l, masajeo su botoncito, lo cual la hace gemir, agita sus caderas y aumenta su ritmo, subiendo y bajando con fuerza de mi verga vini�ndose casi enseguida. -��Ya t�o, ya!!- Me suplica mientras se derrumba sobre mi pecho. Apoyo los pies sobre la cama, levanto las caderas y la bombeo con fuerza. Siento como golpea la cabeza la el fondo de su matriz, como entra y sale de su apretada cuevita. Luego la hago girar sobre la cama, se la saco y levanto sus piernas, abri�ndoselas y sosteni�ndolas bien rectas, le vuelvo a meter mi trozo de carne y sigo bombe�ndola sin compasi�n. Hasta que exploto dentro de su cuevita y me vengo, llen�ndosela enseguida. Pero a�n hay mucha leche para ella y sigo bombe�ndola tanto que brota de su cuevita en cada embestida, escurriendo por sus nalgas hasta mojar las sabanas. Termino por sac�rsela, brotando aun con fuerza las �ltimas gotas fuera de su cosita, donde se la embarro toda. Le bajo despacio sus piernas, voy a sus pechitos que chupo con cari�o uno a uno, los lamo y mordisqueo sus pezoncitos mientras que sus manos acarician mi cabeza. Luego de un rato me levanto, le ayudo para irnos a ba�ar, ah� seguimos con caricias y besos. Cuando terminamos nos acostamos as� desnudos a descansar un rato, levant�ndonos casi a medio d�a. Fuimos por mi hermana para comer fuera, ya en la noche, mi sobrina se fue a dormir temprano a su rec�mara mientras Betty y yo platic�bamos en la sala tom�ndonos unas cervezas, habr�a pasados poco m�s de una hora cuando mi hermana fue a ver a su hija, regresa y apaga la luz de la sala, con la poca luz que proven�a de afuera se planta delante de m�, se quita el saco azul cielo, luego su blusa blanca y su falda azul cielo dejando caer cada prenda en medio de la sala, quedando solo con un conjunto de brassier y bikini blanco de encaje ambos. -Bueno manito, ahora toca que me consientas a mi �o es que ya no me quieres?- Me dice y me pregunta mi hermosa hermana, quien fue a la primera que hice m�a estando en casa de nuestros padres en nuestra adolescencia. -Claro que aun te quiero Betty, yo te dije que todas las conchas y colas v�rgenes de la familia serian m�as y eso era por siempre, aunque est�n casadas.- Le conteste. �C�mo olvidar que fue Betty precisamente a la primera de mis hermanas que hice mi mujer y a la que desvirgue totalmente aun siendo mayor que yo, aparte de nuestra media hermana Andrea? Yo en esa ocasi�n le hab�a dicho que todas las conchas y colas de las mujeres de la familia serian m�as y lo cumpl�. Ten�a y tengo la autoridad sobre mis hermanas, gracias a mis padres y tambi�n a ellas que a�n siguen concedi�ndomela por sobre sus maridos. As� como Betty, que aun casada, relegaba la responsabilidad y disciplina de su hija en m�. Y no solo eso, sino cuando la visitaba volv�a a recordarle haci�ndola m�a y cogi�ndola a placer. Esa noche no ser�a la excepci�n. No estaba su marido y mi sobrina ya estaba dormida, levanto las caderas del sill�n, me desabrocho el pantal�n y me lo bajo con todo y trusa, mostr�ndole mi verga ya dura y erecta a mi hermana quien de inmediato se pone de rodillas a mis pies, agarra mi trozo de carne y comienza a chuparlo con ansias. Chupa y succiona la punta, lame todo el largo del tronco llegando hasta los huevos que chupa uno a uno, luego regresa y vuelve a chup�rmela. -�Que rico me la chupas hermanita!- Le digo entre suspiros. -�Lo hago como me lo ense�aste manito! �Te gusta?- Me contesta. -Y lo haces bien. �Has de volver loco a tu marido!- Le pregunto entre ricas chupadas que me da. -Manito, solo soy tuya, en ocasiones te enga�o con mi marido. Y hace meses que estoy en ayunas. Ll�name la concha o en culo de tu leche o si quieres me la tomo, pero c�geme.- Me implora Betty. -P�rate y desn�date hermanita.- Le ordeno. Betty de inmediato se para y se despoja de su brassier y su bikini, dejando sus prendas regadas por el piso quedando completamente desnuda frente a m�. Trae depilada su concha, lo cual me enloquece. Se la acaricia con la mano derecha mientras que con la izquierda se acaricia sus pechos. -Ven preciosa.- Le digo a mi hermana y la hago pararse sobre el sill�n, poniendo su ya empapada concha sobre mi cara. Se la beso y despacio paso mi lengua por toda su raja, bebi�ndome sus calientes jugos. -�Estas chorreando manita!- Le digo mientras me deleito con sus jugos. Meto mi lengua en su concha y encuentro r�pido su cl�toris al que presiono y agito haciendo que Betty gima con fuerza. Hurgo en su cueva, saboreo cada mil�metro de ella, se la meto y saco varias veces, luego vuelvo a su cl�toris y lo presiono. -�Ya manito, m�temela!- Me implora mi hermana. Se baja y se pone de rodillas sobre el sill�n, separando las piernas a cada lado de mis caderas, agarra mi verga con su mano derecha y la gu�a a su vagina, donde despacio va bajando para enterr�rsela hasta devorarla casi por completo. -�Que rico manito!- Exclama. Comienza a subir y bajar despacio, mientras sus manos acarician mi pecho. Mi mano derecha va a sus duras nalgas y la izquierda a sus senos que aprieto, pellizcando sus pezones. Betty gime y jadea con fuerza, sin importarle que pueda despertar a su hija. Chupo sus pechos, los mordisqueo y succiono, primero el derecho, luego el izquierdo� que deliciosos est�n. La bajo de m� y la pongo de rodillas sobre el sill�n, apoy�ndose sobre el respaldo, con sus piernas separadas. Me coloco detr�s de ella, la sujeto de las caderas y la penetro despacio, hasta que toco el fondo de su vagina, entonces comienzo a bombearla despacio, arreciando mis embestidas poco a poco. No s� si Araceli este dormida aun con todos los jadeos y gritos de su madre y no me importan al contrario, m�s me excita el pensar que podr�a estar espi�ndonos, por lo que la bombeo con fuerza. Pareciera que Betty lee mi pensamiento, voltea hacia las escaleras esperando ver a su hija gimiendo con fuerza, pero no aparece. Se la saco y le digo a mi hermana que se siente sobre el sill�n, me paro en frente de ella, le separo las piernas al m�ximo y se la meto sin piedad, bombe�ndola enseguida con fuerza. Para la oscuridad ha de ver sido toda una escena excitante y lujuriosa ver a mi hermana as�, completamente desnuda, con las piernas separadas mostrando todo culo y concha abierta, siendo penetrada por un gran trozo de carne, con sus tetas bamboleando a cada embestida, jadeando y gimiendo de placer como una ramera. -Me tienes como toda una put@, bien abierta y a tu placer. Sigue, sigue, dame tu leche manito, ll�name.- Me dice Betty. Pero no pienso llenarle la concha que es m�a de por s�, la voy a marcar como marcan los perros su territorio, pero lo har� con leche. As�, la bombeo con fuerza, m�s y m�s hasta que antes de venirme, se la saco y exploto fuera de ella, alcanzando su cara, sus tetas, abdomen, vientre. Con la mano le embarro por su cuerpo mi leche, sin dejar ni un cent�metro. Betty solo mira con una sonrisa en sus labios, sus manos toman mi leche y siguen esa labor, embarrar m� leche por todo su cuerpo. Leche que a�n tengo en mis test�culos y que esa noche es para ella. -�Ven, ch�pamela!- Le digo y ella obedece como becerrita hambrienta. Se hinca frente a m� y me la comienza a chupar con ansias, hambrienta y con lujuria, tom�ndose un poco de lo que a�n quedaba. Me la chupa, la lambe a todo lo largo hasta mis huevos que chupetea uno a uno. Vuelve al trozo y chupa con ansias sin que permita ponerse fl�cido. -�Te hac�a falta la leche de tu papi verdad?- Le pregunto con cierta iron�a de dominio, ella solo me mira y sonr�e. Sigue chupando manteni�ndomela dura. La separo de m� y le indico que se ponga de rodillas sobre el sill�n, separando las piernas y de espalda a m�. Ensalivo mis dedos y le meto el dedo medio en su cola, se lo saco y meto varias veces, luego le meto en �ndice, haciendo lo mismo, no por mucho tiempo. No deseo dilat�rselo mucho, quiero que sienta dolor cuando la penetre. Tiene su culo duro y apretado aun. -�Que apretado lo tienes Betty?- Le digo. -Mi cola nada m�s es tuya manito, de nadie m�s, ni de mi marido.- Me contesta. Le saco los dedos y le apunto mi verga en su culo. Despacio comienzo a met�rsela hasta que termina por perderse toda dentro de �l. Toda mi verga se la ha comido el culo de mi hermanita. La sujeto de las caderas y comienzo a bombearla despacio, arreciando mis embestidas poco a poco hasta que sin piedad mi cadera golpea con la suya y mi verga entra hasta el fondo de su culo. Con su cuerpo embarrado de mi leche y la transpiraci�n de nuestro sudor la casa apesta a sexo, lujuria y pecado. -�Te voy a llenar la cola de mi leche Betty! �Eres mi mujer, mi put@ y te lo voy a llenar cuando quiera!- Le exclam�. Segu� bombe�ndola con fuerza hasta que explote dentro de ella. -�Si, dame tu leche, ll�name la cola como lo hiciste la primera vez! �D�mela toda!- Me contesto mi hermana en completo �xtasis. Segu� bombe�ndola, llen�ndola de leche. Ya, a cada embestida salpicaba y se embarraba entre sus nalgas hasta la �ltima gota. Se la saque y nos fuimos a ba�ar, as�, sin m�s ni m�s. Ya dentro del ba�o, Betty tomo el jab�n y comenz� a lavarme, principalmente a ese trozo de carne que la hace feliz. Me enjuago, luego se puso de rodillas y se lo llevo a la boca, chup�ndolo con ansias, con hambre, poni�ndomela de nuevo dura. Lamio a todo lo largo, chupo la cabeza y la succiono, as�, como Araceli lo comienza hacer. Me lamio los huevos, los chupo y jalo despacio. -�Vamos manito, quiero tu leche en mi concha!- Me dice con ansias mi hermana. Se levanta y recarga su pecho sobre la pared, parando sus nalgas y separando las piernas. Me coloco detr�s de ella, la sujeto de las caderas y se la meto de un solo empuj�n hasta el fondo, chocando mis huevos contra sus nalgas, bombe�ndola enseguida con fuerza. -�Vamos manito, ll�name la concha de leche!- Me exige mi hermana. -�Si, te la voy a llenar como esa ma�ana!- Le contesto bufando y a la vez con una sonrisa. Segu� bombe�ndola con fuerza hasta que explote dentro de ella, entonces se la met� con fuerza hasta el fondo donde expulse el resto de mi leche, llen�ndole su delicioso �tero. -Jajajajaja �sab�as que no uso ni diu, ni pastillas o cosas as�?- Me dice mi hermana�-As� que, a ver si no me pre�as- Se r�e. -Ya tendr� Araceli un hermanito o hermanita.- Le contesto mientras bombeo y expulso las �ltimas gotas de leche dentro de ella. Se la dejo ah� hasta que poco a poco pierde dureza, ya fl�cida se la saco, terminamos de ba�arnos, nos cubrimos con una toalla cada uno y nos dirigimos a mi recamara, al entrar encontramos a mi sobrina en mi cama dormida. Mi hermana solo sonri�. -Bueno, creo que alguien ya se me adelanto. Te dejo con la �otra�- Me dice d�ndome un beso y sonri�ndome. Cierro la puerta, apago la luz y dejo la toalla sobre una silla, me recuesto al lado de mi sobrina as� desnudo, quien al sentirme me abraza y sigue dormida. Caigo enseguida en un profundo sue�o. En la madrugada, antes de irse a trabajar, Betty se despide d�ndome un beso y agarr�ndome la verga. -Gracias por hacerme feliz y que feliz es tambi�n ella contigo.- Me dice refiri�ndose a su hija, a quien le da un beso tambi�n, quien sigue abrazada a m�. Dos meses despu�s me avisa mi hermana de su embarazo, de lo feliz que est�n su marido y mi sobrina.