Misoginia Romantica
Misoginia Romantica
Misoginia romántica
Hegel, Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche
Amelia Valcárcel
Objetivos pedagógicos
— Investigar y conocer el origen de la conceptualización esencialista del sexo.
— Relacionarla con las condiciones generales del pensamiento del siglo xx.
— Relacionarla, asimismo, con las condiciones sociales y las tensiones ideológicas
resultantes de la caída del Antiguo Régimen y el origen de la Modernidad.
— Conocer cómo la misoginia se instaló en tanto que pensamiento reactivo.
— Analizar a qué intereses servía el discurso sexista y qué visión del mundo propiciaba.
— Relacionar ese discurso con las condiciones de vida y oportunidades de las mujeres
durante el proceso de modernización social y con las vindicaciones de igualdad
del naciente feminismo.
— Contribuir mediante ese análisis a desmontar los tópicos corrientes y vigentes del
sexismo en el pensamiento y la sociedad contemporáneos.
13
que siguió teniendo gran influencia inercial durante buena parte del siglo xx. Se suele divi-
dir en un primer romanticismo que va de la Revolución Francesa a la Revolución del 48 y
un romanticismo llamado decadentista que alcanza hasta la Primera Guerra Mundial y la
aparición del Vanguardismo.
El tipo de teorías más claras que encajan con esa descripción de la Ilustración son los
contractualismos y la imagen del mundo que de ellos resulta. Frente a ellos, el romanticis-
mo exaltará las raíces ancestrales, la vuelta al pasado, los rasgos diferenciales, los nacio-
nalismos, los elementos pasionales y pre-conscientes. El primer romanticismo avivará el
sentido histórico y comunitario centrándose en las ideas de "pietas" y tradición. El roman-
ticismo decadentista exaltará la individualidad anormal, incluso la locura y la transgresión
de los límites. Un rasgo presente en ambos al que se suele prestar poca atención, porque
aflora menos, es el naturalismo. Las condiciones de la naciente sociedad industrial y el
rechazo de la legitimación contractualista de lo político hacen que se recurra a explicacio-
nes naturalistas de la vida social y de las diferencias de estatus y poder. "La lucha por la
vida" o "el derecho del más fuerte" aparecen como explicaciones de la vida común antes
de que se incorporen a la explicación total del reino animal por obra de Darwin.
14
argumentado religiosamente, de todos los varones, pero en los hechos, las mujeres de
las castas superiores escapan a tal determinación. Señoras, damas o reinas comparten
entre sí privilegios de los que muchos varones están excluidos. La misoginia romántica
hace suyo este lema de Napoleón: "las mujeres no tienen categoría" a fin de mantener
que todas las mujeres, juntas y por separado, debían carecer de jerarquía, contra la prác-
tica común del Antiguo Régimen.
Por otra parte, el pensamiento ilustrado había desmontado la legitimación religiosa del
predominio masculino y había producido una importante literatura a favor de la igualdad
entre los sexos en la futura sociedad democrática. Pues bien, el nuevo pensamiento de la
ciudadanía, que se expresa tanto en las codificaciones legales post-revolucionarias como
en la filosofía, se edificará a costa de los derechos omitidos del colectivo de las mujeres.
Entre los cambios que los nuevos tiempos exigen, el pensamiento dominante no contem-
pla solucionar la injusticia derivada del sexo. Y para librarse de hacerlo, el romanticismo
dirá que es "natural" esa desigualdad que la Ilustración había afirmado que era ética y
política. Más aún, afirmará que es esencial y constitutiva. Los románticos, a la vez que
construyen en la ficción a la mujer ideal, dejan a las mujeres reales sin derechos, sin esta-
tus, sin canales para ejercer su autonomía, y todo ello en nombre de un pensamiento
democrático patriarcal que construye la igualdad relativa entre los varones a costa del
rebajamiento de las mujeres.
15
Ya se dijo que el pensamiento misógino es esencialmente reactivo. Y también, y sobre
todo, democrático. Cierto que de un democratismo torpe, a la baja, que busca más quitar
privilegios a las pocas que los poseen que extender universalmente los derechos posi-
bles. Sin embargo, no se debe olvidar ese rasgo porque de hacerlo no entenderemos que
pensamientos democráticos hayan sido a la vez profundamente misóginos. El ejemplo
más claro es Rousseau, y por ello, pese al descrédito de sus ideas durante el período
romántico, siguió siendo un pensador muy influyente. Por esa misma razón, en ocasiones
encontramos soldados discursos políticos progresistas —como es el caso de algunos
socialistas utópicos—y misoginias muy profundas. El pensamiento de la igualdad provo-
có reactivamente una atribución de genericidad al sexo femenino (pertenencia al género-
sexo entendido como esencia) mucho más fuerte que la pasada. Y, sobre todo, reargu-
mentó esa genericidad mediante un discurso laico y pretendidamente científico.
Como efecto perverso del democratismo que es, el pensamiento misógino prendió en
círculos igualitaristas y en círculos conservadores. En unos y otros redefinió la igualdad
que era posible y a quiénes debía afectar. Es producto de la reflexión sobre la igualdad
masculina y sus límites. El pensamiento misógino tuvo lugar históricamente cuando se
presentó esta igualdad masculina. Se mantiene aún inercialmente como impostación en
muchos lugares comunes de nuestra cultura.
16
Hegel
Hegel parte de que no se puede pensar el concepto de Humanidad tratándolo unitaria-
mente, sino que en el seno de lo humano hay dos leyes: la del día —masculina, estatal—
y la de las sombras —femenina, familiar—, cuyo continuumy colisiones forman la exis-
tencia misma de lo humano. No es naturalista porque ambas leyes no remiten a la
existencia natural de los sexos, sino a su existencia en comunidades normativas, a las
que Hegel llama "eticidad". Los sexos tienen, sin duda, realidad natural, pero tal realidad
está fuera de la única sustancia viviente, el Espíritu. Sin embargo, en la realidad espiritual,
el sexo permanece como característica porque cualquiera que existe como conciencia
pertenece a una de esas dos formas: es varón o mujer. Ser una cosa u otra quiere decir
que esa conciencia acata una ley que no ha inventado y, quiera o no, en ella habrá de vivir.
La división de los sexos resulta del orden de la Naturaleza puesto que la especie es
dimorfa, pero no pertenece a él: cada colectivo arrastra su ley. El masculino es diferencia-
do y consciente; el femenino es genérico y "lo consciente de lo inconsciente", es decir,
más cercano siempre a la Naturaleza en sí misma.
Lo que unifica a las mujeres es la serie de figuras que se pueden dar dentro de su ley.
Pertenecientes a la familia, están fuera de la ciudadanía y de los intereses universales.
Tampoco tienen individualidad en un sentido fuerte: son la madre, la hermana, la esposa,
la hija, es decir, figuras genéricas. Lo femenino ama y desea genéricamente, mientras que
lo masculino individualiza. "En el hijo ha traído la madre al mundo a su señor", afirma
Hegel. La ley de la familia no contempla, en efecto, la individualidad, así como tampoco el
deseo individualizado ni la reflexión en los intereses de la comunidad estatal. Por ello,
Hegel afirma que las mujeres son "la eterna ironía de la comunidad". Ejemplifica sus
ideas analizando las tragedias griegas en la Fenomenoíogía.
Los varones han de vivir para el Estado; las mujeres, para la familia. Sin embargo,
dado que en su juventud los varones son remisos a su destino estatal, lo que los hace
potencialmente peligrosos para la comunidad, y dado que se apoyan en las mujeres para
evitar su propia ley, el Estado debe, mediante la guerra, promover su incorporación a las
tareas que les son propias y borrar en ellos todo rasgo familiar. De no ser así, la decaden-
cia acecha a cualquier sociedad en la que varones y mujeres, al no comportarse según
sus leyes propias, perviertan la ciudadanía y los fines universales.
Schopenhauer
Su filosofía parte de la pérdida del sentido. Se deshizo de la oposición naturaleza-espí-
ritu, presente en el Idealismo, argumentando que todo lo que existe es manifestación de
una potencia previa y ajena, que obra sin fines, a la que llamó Voluntad. Lo único que esa
17
potencia, en sí incognoscible, parece buscar es mantenerse en el ser; para ello posee sus
estrategias, y la dimorfia sexual es la más característica. La división entre los sexos es
natural, no meramente funcional o normativa. Los sexos son modos de existencia perfec-
tamente diversos y divergentes. El sexo masculino es reflexivo y el femenino es inmedia-
to. Las mujeres no alcanzan la madurez, sino el acné. A los dieciocho años existen como
lo que van a seguir siendo, no tienen desarrollo ulterior; los varones, sí. El ser femenino
es una estrategia de la Naturaleza, un efecto teatral mediante el cual ésta se perpetúa. Por
reflexión, la cadena del ser no funcionaría, de ahí la necesidad de la argucia. La Naturaleza
pretende su perpetuación, y el ser femenino, que es una manifestación inconsciente de
esa potencia, también lo quiere porque tiene su esencialidad en trascenderse a sí mismo
en otro (la mujer es la trampa que la Naturaleza le pone al varón para perpetuar esa cade-
na de sufrimientos que se llama "vida").
Las mujeres no saben qué son: se creen individuos destinados al amor, y ellas mismas
ignoran que el propósito de la Naturaleza es que, como las hormigas, acabada la cópula,
pierdan las alas.
Son seres libres de angustia con inteligencia sólo para lo inmediato. En su visión del
mundo no interpretan ni calculan fines. Varones y mujeres son esencias absolutamente
separadas, modos de ser en el mundo incompatibles que se unen exclusivamente a efec-
tos de reproducir la especie. Las mujeres no tienen inteligencia, equidad ni virtud.
Ninguna mujer puede escapar a esta caracterización porque las mujeres son el sexo
idéntico. No hay entre ellas diferencias, no tienen principio de individuación. Lo femenino
guarda la especie, cumple con ella traicionando al individuo. Los varones la multiplican.
Las mujeres saben inconscientemente que ese pervivirse de la especie no lo pueden reali-
zar sin ellos, pero ni siquiera esta conciencia es positiva: no son abstractas.
Todas las mujeres son enemigas entre sí, y ello depende de su ser natural, porque todas
ellas no tienen más que un mismo oficio y un mismo negocio. Puesto que sus diferencias
son aparentes y pueden suprimirse con facilidad, ellas hacen más visibles los signos de per-
tenencia a un estatus. La identidad defectiva de las mujeres se soluciona por hiper-repre-
sentación. La sociedad crea entre ellas distancias que no poseen: son idénticas y sin embar-
go se les concede a algunas la apariencia de la individualidad. La "dama europea", relativa-
mente dueña de sí, es una vergüenza para la razón. Todas las mujeres deben ser seres de
harén, y en esto las culturas orientales se han mostrado más sabias que Europa. Las muje-
res no deben tener derechos y deben ser educadas en la sumisión. De no hacerlo así, se las
hace infelices colectivamente. Por el contrario, sería benévolo darles una existencia asiática,
porque para que algunas sean individuos otras tienen que ser sacrificadas y las sacrifican
las propias mujeres: son las prostitutas. La monogamia, que debería ser suprimida, es res-
ponsable de esto. Las mujeres, interesadas en la monogamia, que no tienen virtud sino
espíritu de cuerpo, sacrifican a las demás. Para que algunas sean señoras que administren
18
el acceso sexual, otras deben renunciar completamente a la castidad y al matrimonio. La
realidad es que en todas partes sólo la poligamia funciona de hecho. Se trata de organizaría.
Para finalizar, la mujer está destinada por naturaleza a obedecer, es el segundo sexo. Si se le
concede la libertad, no sabe administrarla: "la mujer necesita un amo".
Kierkegaard
Kierkegaard enlaza con Schopenhauer por antífrasis: es el mejor representante de la
misoginia galante. En efecto, la misoginia no siempre se expresa de la misma manera.
Schopenhauer se queja de la dama, Kierkegaard es el pensador de la dama. Articula la
concepción romántica del amor cortés. Pero este amor cortés romántico poco o nada
tiene que ver con el medieval: es un sentimiento construido en la ficción sin la estructura
real del vasallaje de la sociedad estamental. Tampoco hay patronazgo ni creación de cor-
tesía en el grupo de poder. En el amor romántico, la funcionalidad social inmediata está
suprimida y por ello se expresa en el lenguaje tópico de la subjetividad.
19
promesa que presenta "lo femenino". De ahí que el caballero deba esforzarse en fabricar
figuras a partir de la mujer existente que es pretextual: ésta es la tarea del seductor.
Nietzsche
Nietzsche es un filósofo con muchos registros, no sólo temáticos, sino que suele adoptar
posiciones divergentes y aun contradictorias sobre una misma cuestión. Sus claves de
coherencia son difíciles porque pone demasiadas ideas en juego. De él se puede hacer, por
ejemplo, una lectura feminista o misógina plana; los textos permiten ambas. Lo mismo
sucede con casi todas sus tematizaciones político-morales, por lo que se han buscado en su
pensamiento elementos de tradiciones tan opuestas como el totalitarismo o el libertarismo.
Sin embargo, ni todos los varones son fuertes ni todas las mujeres son débiles.
Fortaleza y debilidad son conceptos relativos. La individualidad que sabe de sí y de su
potencia se sabe excluida de la categoría de sexo. Pese a ello, las mujeres como conjunto
son obligadas a comportarse extrínsecamente y a usar las armas de la debilidad. Su posi-
ción en el mundo viene dada por la maternidad, comparten en esto el destino general de
lo hembra. Con todo, en la educación a que se las somete y se someten se usa excesiva
crueldad. Sólo se les concede una virtud, un tipo de honor, su "honra", que ni siquiera se
aprecia en lo que les cuesta.
Lo que las mujeres son se explica por lo que deben hacer. Acostumbradas a la sumi-
sión, desean normalmente servir, y así sirven a los varones, al Estado, a la moral. Sin
embargo, la verdadera moral comienza allí donde el instinto de rebaño termina: es asunto
de espíritus libres. Y en lo femenino la libertad no es regla. Por el contrario, y por su cer-
canía a todas aquellas cosas que la Naturaleza es y que la Cultura oculta —lo que
Nietzsche llama pudendum—, las mujeres, más que rebeldes, suelen ser escépticas.
20
Algunos datos biográficos
Hegel (1770-1831), figura principal del Idealismo alemán, realizó el último intento de
gran filosofía sistemática. Sus obras más influyentes son Fenomenología del Espíritu,
Ciencia de la Lógica, Enciclopedia y Filosofía del Derecho, a las que hay que añadir sus
Escritos de Juventud]/ sus Lecciones, que se publicaron postumamente.
Schopenhauer (1788-1860), filósofo alemán muy influyente durante el siglo xix y prin-
cipios del xx, es el filósofo de la misantropía y la identidad femenina. Crítico de la cultura
europea, escribió su ontología romántico-naturalista en El Mundo como voluntad y repre-
sentación y sus reflexiones político-morales en forma aforística en los Parerga y Pa-
ralipómena.
I TEXTOS DE HEGEL
Por eso en una de sus exposiciones más sublimes —la "Antígona" de Sófocles— la
piedad ha sido expuesta fundamentalmente como la ley de la mujer, como la ley de la
sustancialidad subjetiva sensible, de la interioridad que aún no ha alcanzado su perfec-
ta realización, como la ley de los antiguos dioses, de los dioses subterráneos, como ley
21
eterna de la que nadie sabe cuándo apareció, y en ese sentido se opone a la ley mani-
fiesta, a la ley del Estado. Esta oposición es la oposición ética suprema y por ello la
más trágica, y en ella se individualizan la feminidad y la virilidad.
(...) Las mujeres pueden por supuesto ser cultas, pero no están hechas para las cien-
cias más elevadas, para la filosofía y para ciertas producciones del arte que exigen un
universal. (...) El Estado correría peligro si hubiera mujeres a la cabeza del gobierno, por-
que no actúan según exigencias de la universalidad, sino siguiendo opiniones e inclina-
ciones contingentes."
Nota: Para la cuestión 2, véase el libro de Celia Amorós citado en la bibliografía: Hacia una
crítica de la razón patriarcal. Este tema de Antígona puede ser tratado en Literatura y
Ciencias Sociales. Véase referencia pedagógica del apéndice II, apartado sobre imá-
genes y antropología. Las cuestiones 4 y 6 se prestan particularmente a la discusión
en grupo y a la realización de encuestas (véase apéndice III de propuestas didácticas).
22
I TEXTOS DE SCHOPENHAUER
23
3. En el siglo pasado, las mujeres se casaban con hombres mayores que ellas. Se las
consideraba maduras muy pronto y preparadas para la vida en cuanto conocían las
tareas domésticas. No se les daba educación superior. Relaciona este dato con el
texto y muestra cómo el filósofo justifica lo limitado de la educación femenina de la
época.
4. ¿Cuál es el modelo de noviazgo y de familia que supone este texto? ¿Sigue siendo
el mismo hoyen día?
5. ¿Cuáles son las cualidades que Schopenhauer atribuye a las mujeres y a los hom-
bres respectivamente? ¿Coinciden con tu experiencia y observación de casos con-
cretos?
24
Cuestiones para trabajar el texto
1. ¿Cuál es ese "mismo oficio" y "mismo negocio" de todas las mujeres, según
Schopenhauer? ¿Sigue siendo así en la actualidad?
2. ¿Puede seguir diciéndose hoy en día que la posición social de una mujer depende
exclusivamente del hombre a quien ha sabido agradar?
3. ¿Son "por naturaleza" las mujeres enemigas entre sí? Comenta esta afirmación de
Schopenhauer de acuerdo a tu experiencia personal.
4. Los defensores de los derechos de las mujeres, desde el Renacimiento (siglo xvi),
solían argumentar con largas listas de mujeres que se habían destacado en las
artes, las ciencias, el coraje, la filosofía, etc. ¿En dónde muestra Schopenhauer
conocer esos casos de mujeres destacadas y cómo se defiende ante este argumen-
to? ¿Existe o no existe contradicción en su rechazo de este argumento?
5. A pesar suyo, Schopenhauer está dando en este texto una explicación (no esencialista, sino
socio-histórica) a la menor cantidad de creadores de cultura entre las mujeres. ¿Cuál es?
25
Cuestiones para trabajar el texto
1. Ficción de diálogo entre filósofos (véase apéndice III): contraponer este texto de
Schopenhauer con el texto 2 de la Escuela de Francfort del capítulo 7.
2. ¿Cómo explica Schopenhauer la belleza que suele atribuirse a las mujeres?
Relaciona esta explicación con la noción de mujer como "trampa de la especie"
para que el varón se reproduzca.
3. ¿Cuál es el modelo de sociedad propuesto por el filósofo? ¿Existe en la actualidad
alguna sociedad que corresponda a este modelo?
4. Durante los siglos xvn y xvm, muchas mujeres de la nobleza y alta burguesía presi-
dían salones literarios y filosóficos, se interesaban por la política y en algunos
casos escribían sus propias obras. La madre de Schopenhauer era una de esas
damas ilustradas. ¿Por qué puede decirse que este filósofo sostiene un discurso
reactivo (de reacción) frente a este fenómeno?
5. ¿Con qué argumento defiende Schopenhauer la poligamia?
6. Discusión en pequeños grupos: Desde tu punto de vista, ¿qué consecuencias (posi-
tivas y/o negativas) produjo en la sociedad europea el respeto a "la dama"?
I TEXTOS DE KIERKEGAARD
26
Cuestiones para trabajar el texto
1. ¿Cómo interpreta Kierkegaard la comparación que los poetas han hecho entre la
mujer y la flor? ¿Qué características son las que los poetas resaltan en las flores?
¿Por qué las aplican también a las mujeres amadas de sus poemas?
2. ¿Cuál es, según el texto, la finalidad de toda mujer?
3. Científicas y escritoras del siglo xix usaron seudónimos masculinos para evitar la
burla y la censura de la opinión pública que no aceptaba que las mujeres realizaran
actividades culturales consideradas masculinas. Kierkegaard utiliza este fenómeno
de censura y presión sociales como una prueba de su definición del ser de la mujer.
Señala la frase. ¿Crees que las opiniones comúnmente aceptadas pueden ser utili-
zadas como argumento filosófico probatorio o deben ser analizadas y criticadas
racionalmente?
27
Texto 3: Lo femenino en acción
"Ser mujer es una cosa tan rara, compleja y embrollada que no hay ningún predicado
para poder definirla exactamente y, para colmo, los muchos predicados con que se la
intenta definir son tan contradictorios que solamente una mujer es capaz de acomodarse
a ellos e incluso, lo que todavía es peor, sentirse tan dichosa expresándolos. Su desgracia
no consiste en ser de hecho menos importante que el hombre, ni menos aún en saber
que lo es, ya que estas cosas se pueden soportar admirablemente. No, su desgracia con-
siste en que toda su vida, según su propia concepción romántica, es absurda. Tan absur-
da que en un momento lo significa todo y en el siguiente no significa absolutamente nada,
siempre incapaz de comprender lo que realmente significa.
(...) En los dramas románticos de Tiek suele uno encontrarse con cierta frecuencia un
personaje singular que de rey de Mesopotamia pasó a ser especiero en Copenhague. Así
de fantástica, ni más ni menos, es la vida de cualquier mujer. Basta un botón de muestra.
Supongamos que la chica se llama Juliana. He aquí el balance, naturalmente propio, de
toda su vida: empezó siendo Emperatriz en los vastos y descomunales dominios del
amor, después quedó como reina titular de todas las extravagancias de la frivolidad y al
fin acabó siendo simplemente la señora de Pérez, con domicilio en la esquina misma de la
calle de los Fontaneros."
2. El filósofo John Stuart Mili afirmaba, en el mismo siglo en que vivió Kierkegaard,
que las características conductas y formas de pensar de cada sexo podían explicar-
se por la educación distinta que recibían ambos. Analiza las opiniones populares
referentes a la complejidad del carácter femenino a la luz de este concepto de
3. ¿Las jóvenes siguen en la actualidad siendo tan románticas y fantasiosas como las
muestra Kierkegaard? ¿Son todavía totalmente dependientes psicológicamente de
sus expectativas amorosas?
¿Y los chicos también lo son? Cualquiera que sea tu respuesta, intenta identificar
las causas.
28
I TEXTOS DE NIETZSCHE
1. ¿Nietzsche habla sobre todas las mujeres, sobre una esencia común a todas ellas?
3. ¿Conoces mujeres que correspondan a este retrato hecho por el filósofo? ¿Y hom-
bres?
5. Discusión de grupo: ¿Hay formas de servicio, de ayuda a los demás que sean pro-
pias de un individuo independiente? ¿Cómo deben ser?
29
mujer entiende por amor es clarísimo: abandono completo en cuerpo y alma (no sólo
abnegación) sin miramientos ni restricciones. A la mujer le avergonzaría, por el contrarío,
una entrega sujeta a cláusulas y restricciones. Supuesta esta carencia de condiciones, su
amor es una verdadera fe, su única fe. El hombre, cuando ama a una mujer, le exige este
amor, y por lo mismo que se lo exige él está a cien leguas de las hipótesis del amor feme-
nino; suponiendo que haya hombres que sientan la necesidad de aquel abandono com-
pleto, esos hombres no son hombres."
1. ¿Siguen entendiendo las mujeres hoy en día el amor de la manera en que lo descri-
be el filósofo?
3. El contrato matrimonial durante el siglo xix y parte del xx hacía de la mujer una
menor de edad que pasaba a depender totalmente del marido. Éste administraba los
bienes y debía dar permiso a la esposa para cualquier trámite que ella deseara
hacer. Estas disposiciones legales estaban en relación con la concepción del amor
en la pareja. En la actualidad, en los países occidentales, ¿"a la mujer le avergonza-
ría una entrega sujeta a cláusulas y restricciones"?
4. ¿Crees que debe poder llegar a hablarse de "derechos ¡guales del hombre y de la
mujer en el amor"?
30
Cuestiones para trabajar el texto
Nota: Estas cuestiones pueden ser tratadas con las técnicas de discusión en grupo y de
encuesta (véase apéndice III).
Texto 4: Lo femenino
"Cuando un hombre se ve entregado a su propia agitación, expuesto a la resaca en
que se mezclan ráfagas y proyectos, le sucede a veces que ve pasar cerca de sí seres
cuya dicha y alejamiento le encantan: son las mujeres. Y él se figura que más allá, con
ellas, se va lo mejor de su yo, que en esos retiros silenciosos el rumor de las más formi-
dables olas se trocaría en silencio de muerte y la vida en ensueño de vida. Pero ¡sin
embargo!, ¡sin embargo!, noble soñador, también en los más hermosos buques de vela
hay muchos ruidos y muchas disputas... El hechizo y la influencia más poderosos de la
mujer son, diciéndolo en lenguaje filosófico, su acción a distancia; mas para eso lo pri-
mero que se necesita es distancia."
3. ¿Concuerda la imagen ideal de mujer del siglo xx presentada por los medios de
comunicación con la realidad de las mujeres concretas? ¿Es aún necesaria la dis-
tancia para que éstas puedan ejercer hechizo sobre los varones?
31
Texto 5: Femenino y masculino en la Historia
"Ecos de estados primitivos en el discurso: La manera de formular los hombres
actualmente sus afirmaciones en el mundo es un eco muchas veces del tiempo en que se
entendían mejor con las armas que de cualquier otro modo: unas veces sostienen sus
afirmaciones como los tiradores al blanco su fusil; otras creemos oír chasquidos de las
espadas que se cruzan y algunos manejan sus afirmaciones como garrotes. Las mujeres,
por el contrario, hablan como seres que durante siglos estuvieron sentados ante el telar,
o manejaban la aguja, o jugaban con los niños."
32