Políticas Latinoamericanas de Ordenamiento Territorial
Políticas Latinoamericanas de Ordenamiento Territorial
ordenamiento territorial.
Realidad y desafíos1
Tabla1
Funciones de los gobiernos locales en algunos países de América Latina
Tabla 2
Designación de autoridades locales
Todo lo que la naturaleza nos ofrece hoy para que podamos vivir es
finito, y lo es no sólo porque se vaya a agotar. Supongamos que el aire
nunca se agote, pero si lo seguimos contaminando pues ya no sería
respirable; entonces hay una finitud en términos funcionales. Este tipo
de finitudes lleva a pensar y reflexionar en la racionalidad que deben
tener nuestras políticas de desarrollo y nuestras políticas económicas
introduciendo de esta manera lo ambiental. De aquí es de donde pro-
viene el tema bastante discutido del desarrollo sostenible.
Aunque haya una especificidad en cada escala, todas ellas tienen una
relación vertical y también una relación horizontal. Si nos ubicamos en
la escala regional, habrá un conjunto de organismos y de instituciones
que intervienen y que actúan sobre el territorio, los cuales demandan
una relación entre ellos en esa escala. Ubiquémonos en el caso nues-
tro en los Departamentos. Aquí habrá entonces un conjunto de insti-
tuciones públicas y privadas que intervienen desde perspectivas sec-
toriales sobre el territorio departamental originando un ordenamiento
territorial fáctico. Son estas acciones sectoriales, especialmente de ca-
Figura 1
Enfoques de las políticas de ordenamiento territorial de América Latina - 2011
En redefinición
Sin información
Sin información
Latina, las normas que rigen. Los que están mejor son El Salvador que
en marzo de este año acaba de aprobar su Ley de ordenamiento y de-
sarrollo territorial; Honduras desde el 2003 tiene su Ley de ordena-
miento territorial; Uruguay aprobó su Ley de ordenamiento y desarrollo
territorial y desarrollo sostenible; en Bolivia el tema entró ahora con
la nueva Constitución del 2007, lo mismo que en el Ecuador con la
Constitución del 2008; en Venezuela está en la Constitución política
y está en discusión una nueva Ley Orgánica para la ordenación terri-
torial y el urbanismo, es decir, hay un fuerte movimiento legal pero en
estos momentos podemos decir que predomina la debilidad normativa
y eso es fundamental porque las políticas de ordenamiento tocan mu-
chos intereses contradictorios. Cambiar un orden territorial, modificar
el uso u ocupación de los territorios en una sociedad no es fácil bajo
un modelo de desarrollo y una cultura capitalista donde predomina el
individualismo, el egoísmo, la ambición, la corrupción y la degradación
de valores fundamentales como el de la cooperación, la solidaridad y
la honestidad. Para dirimir los conflictos de intereses que se presentan
sobre la manera en que los actores sociales quieren usar, ocupar o
transformar el territorio y para que predomine el interés colectivo se
Existente
En elaboración o reformulación
Inexistente
Sin información
La Ley orgánica que se supone es la que define ese marco para esta
clase de políticas en nuestro caso colombiano, a diferencia de los de-
más países de América Latina, se sesgó hacia la organización territorial
o política administrativa del país, que es parte del ordenamiento pero
que es más un aspecto formal que sustancial, porque los problemas te-
rritoriales no se resuelven modificando la división territorial del país:
creando regiones, provincias; eso es un asunto formal; los problemas
Toda esta problemática plantea un desafío: cómo mejorar las cosas ha-
cia el futuro. Tal desafío plantea la necesidad de resolver las tensiones
y contradicciones que existen entre las distintas políticas territoriales
que se están manejando hoy: desarrollo territorial, ordenamiento te-
rritorial, ordenamiento ecológico territorial, descentralización territo-
rial. Estas tensiones desafían las políticas de ordenamiento y hacen
muy compleja la implementación exitosa de la misma, pues involucran
problemas de cohesión económica, social y territorial, problemas de
gobernanza y problemas ambientales, que infortunadamente el tiem-
po no me permite abordar. Solo alcanzo a mencionar cuáles son las
fuerzas motrices que dinamizan las problemáticas territoriales po-
niendo énfasis en las ambientales: cambios no regulados en el uso
del suelo, actividades productivas ambientalmente insostenibles, ace-
lerado crecimiento demográfico, concentración de la población en
ciudades, urbanización intensa en asentamientos no planificados. Este
conjunto de fuerzas motrices tiene que ver con el modelo de desa-
rrollo, de modo que no podemos seguir concibiendo y diseñando el
ordenamiento territorial desarticulado del modelo económico. Esa es
una de las conclusiones a las que he llegado después de revisar la
experiencia latinoamericana de ordenamiento territorial. Es necesaria
una reconceptualización del tema bajo conceptos integradores como
el de Desarrollo Territorial Sostenible, asunto que estoy estudiando en
la actualidad y en el que se concentra mi próximo libro.