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UNIVERSIDAD NACIONAL “SIGLO XX”

AREA: TECNOLOGIA
CARRERA ING. MECANICA AUTOMOTRIZ

“ENERGIA SOLAR”

DOCENTE
ING. HIPOLITO CHUNGARA SANTILLAN
ESTUDIANTES
MARIO CONDORI TICONA
DANIEL COPA SILVESTRE
JHERY EDGAR ESPINOZA
RAMIRO COTA MARTINEZ

LLALLAGUA – POTOSI – BOLIVIA


1. INTRODUCCON

Muchas personas están cada vez más preocupadas por los crecientes cambios
que experimenta el medio ambiente, que por cierto son negativos y cada vez más
irreversibles. El ser humano se ve en la necesidad de realizar actividades que
generen una menor contaminación ambiental, utilizando otros recursos disponibles
que sean renovables; por ejemplo, la energía solar.

El Sol, fuente de vida y origen de las demás formas de energía que el hombre ha
utilizado desde los albores de la Historia, puede satisfacer todas nuestras
necesidades, si aprendemos cómo aprovechar de forma racional la luz que
continuamente derrama sobre el planeta.

Durante el presente año, el Sol arrojará sobre la Tierra cuatro mil veces más
energía que la que vamos a consumir. Esta energía puede aprovecharse
directamente, o bien ser convertida en otras formas útiles como, por ejemplo,
en electricidad utilizando paneles solares (fotovoltaicos) que convierte los rayos
solares en electricidad.

¿Qué es la energía solar?


La energía solar es aquella que se obtiene de la radiación solar que llega a la
Tierra en forma de luz, calor o rayos ultravioleta. Es un tipo de energía limpia y
renovable, pues su fuente, el Sol, es un recurso ilimitado.

Todos sabemos que La energía solar es la energía producida por el sol y que es
convertida a energía útil por el ser humano, ya sea para calentar algo o producir
electricidad (como sus principales aplicaciones).

Cada año el sol arroja 4 mil veces más energía que la que consumimos, por lo que
su potencial es prácticamente ilimitado.

La intensidad de energía disponible en un punto determinado de la tierra depende,


del día del año, de la hora y de la latitud. Además, la cantidad de energía que
puede recogerse depende de la orientación del dispositivo receptor.
Actualmente es una de las energías renovables más desarrolladas y usadas en
todo el mundo.

1. OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Mi objetivo de este proyecto es para generar conocimiento que permitan mejorar y


aprovechamiento de la energía solar.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Hacer uso de energías renovables para la generación de nuevas energías.

Dar a conocer las ventajas de la energía solar para el medio ambiente.

Dar a conocer los diferentes tipos de energía solar.

2. JUSTIFICACIÓN

Este proyecto se lleva a cabo debido a que existe una opción de generar limpia a
través de paneles solares, los mismos que contribuyen a reducir calentamiento
global ya que la energía solar es calentamiento global ya que la energía solar es
una energía renovable.

La importancia de este proyecto se basa en que nos ayuda a entender las


ventajas de la energía solar y sus implicaciones con respecto a lo social y
económico. Todo esto tiene la intención de demostrar que no se necesita
deteriorar la naturaleza para obtener energía, sino por el contrario, debemos
deteriorar la naturaleza para obtener energía, sino por el contrario, debemos tener
proyectos que aprovechen los recursos renovables de la naturaleza.

3. JUSTIFICACION DEL PROYECTO

Al reconocer que ya nos encontramos en la etapa en donde el petroleo se


encuentra en escasez y que si queremos mantener el desarrollo que tenemos
hasta este momento, y aun mas si queremos continuar con la mejora de las
tecnologias que nos aportan todas las comodidades con las que contamos ahorita
sin poner en riesgo todavia mas el medio ambiente es necesario estudiar y
conocer los dispositivos que ayuden a generar energia limpia y renovable, como
es la energia solar.

4. FUNDAMENTACION TEORICA

El Sol, es una estrella de tipo-G de la secuencia principal y clase de luminosidad


que se encuentra en el centro del sistema solar y constituye la mayor fuente de
radiación electromagnética de este sistema planetario.

Es una esfera casi perfecta de plasma, con un movimiento convectivo interno que
genera un campo magnético a través de un proceso de dinamo.

Cerca de tres cuartas partes de la masa del Sol constan de hidrógeno; el resto es
principalmente helio, con cantidades mucho más pequeñas de elementos,
incluyendo el oxígeno, carbono, neón y hierro.

Se formó hace aproximadamente 4600 millones de años a partir del colapso


gravitacional de la materia dentro de una región de una gran nube molecular. La
mayor parte de esta materia se acumuló en el centro, mientras que el resto se
aplanó en un disco en órbita que se convirtió en el sistema solar.

La masa central se volvió cada vez más densa y caliente, dando lugar con el
tiempo al inicio de la fusión nuclear en su núcleo. Se cree que casi todas las
estrellas se forman por este proceso.

El Sol es más o menos de edad intermedia y no ha cambiado drásticamente


desde hace más de cuatro mil millones de años, y seguirá siendo bastante estable
durante otros cinco mil millones de años más. Sin embargo, después de que la
fusión del hidrógeno en su núcleo se haya detenido, el Sol sufrirá cambios
importantes y se convertirá en una gigante roja.
Se estima que el Sol se volverá lo suficientemente grande como para engullir las
órbitas actuales de Mercurio, Venus y posiblemente la Tierra.

La Tierra y otros cuerpos (incluidos otros planetas, asteroides, meteoroides,


cometas y polvo) orbitan alrededor del Sol. Por sí solo, representa alrededor del
99,86% de la masa del sistema solar.

La distancia media del Sol a la Tierra fue definida exactamente por la Unión
Astronómica Internacional en 149 597 870 700 metros7 (aproximadamente 150
millones de kilómetros). Su luz recorre esta distancia en 8 minutos y 20 segundos.

La energía del Sol, en forma de luz solar, sustenta a casi todas las formas de vida
en la Tierra a través de la fotosíntesis, y determina el clima de la Tierra y la
meteorología.

Es la estrella del sistema planetario en el que se encuentra la Tierra; por lo tanto,


es el astro con mayor brillo aparente.

Su visibilidad en el cielo local determina, respectivamente, el día y la noche en


diferentes regiones de diferentes planetas. En la Tierra, la energía radiada por el
Sol es aprovechada por los seres fotosintéticos que constituyen la base de la
cadena trófica, siendo así la principal fuente de energía de la vida.

También aporta la energía que mantiene en funcionamiento los procesos


climáticos.

El Sol es una estrella que se encuentra en la fase denominada secuencia


principal, con un tipo espectral G2 y clase de luminosidad V, por tanto, también es
denominada como enana amarilla, se formó entre 4567,9 y 4570,1 millones de
años y permanecerá en la secuencia principal aproximadamente 5000 millones de
años más.

El Sol, junto con todos los cuerpos celestes que orbitan a su alrededor, incluida la
Tierra, forman el sistema solar.
A pesar de ser una estrella enana, es la única cuya forma se puede apreciar a
simple vista, con un diámetro angular de 32′35″ de arco en el perihelio y 31′31″ en
el afelio, lo que da un diámetro medio de 32′03″.

La combinación de tamaños y distancias del Sol y la Luna son tales que se ven,
aproximadamente, con el mismo tamaño aparente en el cielo. Esto permite una
amplia gama de eclipses solares distintos (totales, anulares o parciales).

El vasto efecto del Sol sobre la Tierra ha sido reconocido desde tiempos
prehistóricos y ha sido considerado por algunas culturas como una deidad.

El movimiento de la Tierra alrededor del Sol es la base del calendario solar, el


cual es el calendario predominante en uso hoy en día.

La constante solar es la cantidad de energía que el Sol deposita por unidad de


tiempo y superficie y que es directamente expuesta como luz solar.
La constante solar es igual a aproximadamente 1368 W/m² (vatios por metro
cuadrado) a una distancia de una unidad astronómica (ua) del Sol (es decir, en la
Tierra o a la misma distancia del Sol que ella). La luz del Sol en la superficie de la
Tierra es atenuada por la atmósfera terrestre, de modo que, llega menos energía a
la superficie (cerca de 1000 W/m²) en condiciones claras cuando el Sol está cerca
del cenit. La luz del Sol en la parte superior de la atmósfera terrestre está
compuesta (por energía total) de aproximadamente un 50% de luz infrarroja, un
40% por luz visible y un 10% de luz ultravioleta.

La atmósfera terrestre filtra más del 70% de la radiación ultravioleta solar,


especialmente en las longitudes de onda más cortas. La radiación ultravioleta
solar ioniza la parte superior de la atmósfera del lado diurno de la Tierra, haciendo
a la ionosfera conductora de electricidad.

El color del Sol es blanco con un índice de color-espacio (CIE) cercano al (0,3;
0,3) cuando se ve desde el espacio o desde lo alto en el cielo; en cambio, cuando
se está desde una zona baja del cielo la dispersión atmosférica del Sol tiene un
color amarillo, rojo, naranja y magenta.

A pesar de su blancura típica, la mayoría de la gente se imagina el Sol como


amarillo; las razones de ello son objeto de debate.

El Sol es una estrella G2V, con G2 indica que su temperatura superficial es de


aproximadamente 5778 K (5505 °C), y V que, como la mayoría de las estrellas, es
una estrella enana de la secuencia principal.

La luminancia media del Sol es de aproximadamente 1,88 giga candelas por


metro cuadrado, pero como se ve a través de la atmósfera de la Tierra, esto se
reduce a aproximadamente 1,44 Gcd/m².

Sin embargo, la luminancia no es constante a través del disco del Sol


(oscurecimiento del limbo).
El Sol está compuesto principalmente por los elementos químicos hidrógeno y
helio; que representan el 74,9% y el 23,8% de la masa del Sol en la fotosfera,
respectivamente.

Todos los elementos más pesados, llamados metales en astronomía, representan


menos del 2% de la masa, con el oxígeno (más o menos el 1% de la masa del
Sol), carbono (0,3%), neón (0,2%), y el hierro (0,2%) siendo el más abundante.

El Sol heredó su composición química del medio interestelar a través del cual se
formó. El hidrógeno y el helio en el Sol fueron producidos por nucleosíntesis del
Big Bang, y los elementos más pesados se crearon por nucleosíntesis estelar en
generaciones de estrellas que completaron su evolución estelar y devolvieron su
material al medio interestelar antes de la formación del Sol.

La composición química de la fotosfera se considera normalmente como


representativa de la composición del sistema solar primordial.

Sin embargo, desde que se formó el Sol, parte del helio y de elementos pesados
se han asentado gravitacionalmente desde la fotosfera.

Por lo tanto, en la fotosfera de hoy en día, la fracción de helio es reducida, y la


metalicidad es solo el 84% de lo que era en la fase protoestelar (antes de que la
fusión nuclear comenzara en el núcleo).

Se cree que la composición protoestelar del Sol ha sido de un 71,1% de


hidrógeno, 27,4% de helio, y de un 1,5% de elementos más pesados.

Hoy en día, la fusión nuclear en el núcleo del Sol ha modificado la composición


mediante la conversión del hidrógeno en helio, por lo que ahora la parte más
interna del Sol es más o menos un 60% de helio, junto con la abundancia de
elementos más pesados sin ser alterados. Debido a que el calor se transfiere
desde el centro del Sol por radiación en vez de por convección, ninguno de los
productos de fusión del núcleo han llegado a la fotosfera.

La zona reactiva del núcleo de «combustión del hidrógeno», donde el hidrógeno


se convierte en helio, está empezando a ser circundado por un núcleo interno de
«cenizas de helio». Este desarrollo continuará y posteriormente tendrá lugar la
salida del Sol de la secuencia principal para llegar a convertirse así en una gigante
roja.

La abundancia de elementos pesados solares descritos anteriormente son


medidos usando tanto espectroscopia de la fotosfera del Sol como midiendo las
abundancias en los meteoritos que nunca han sido calentados a temperaturas de
fusión.

Se cree que estos meteoritos retienen la composición del Sol protoestelar y, por lo
tanto, no se ve afectado por la sedimentación de elementos pesados. Por lo
general los dos métodos concuerdan bien.

Como toda estrella, el Sol posee una forma esférica, y a causa de su lento
movimiento de rotación, tiene también un leve achatamiento polar.

Como en cualquier cuerpo masivo, toda la materia que lo constituye es atraída


hacia el centro del objeto por su propia fuerza gravitatoria.

Sin embargo, el plasma que forma el Sol se encuentra en equilibrio, ya que la


creciente presión en el interior solar compensa la atracción gravitatoria, lo que
genera un equilibrio hidrostático.

Estas enormes presiones se producen debido a la densidad del material en su


núcleo y a las enormes temperaturas que se dan en él gracias a las reacciones
termonucleares que allí acontecen.
Existe, además de la contribución puramente térmica, una de origen fotónico. Se
trata de la presión de radiación, nada despreciable, que es causada por el ingente
flujo de fotones emitidos en el centro del Sol.

Casi todos los elementos químicos terrestres (aluminio, azufre, bario, cadmio,
calcio, carbono, cerio, cobalto, cobre, cromo, estaño, estroncio, galio, germanio,
helio, hidrógeno, hierro, indio, magnesio, manganeso, níquel, nitrógeno, oro,
oxígeno, paladio, plata, platino, plomo, potasio, rodio, silicio, sodio, talio, titanio,
tungsteno, vanadio, circonio y zinc) y diversos compuestos (como el cianógeno, el
óxido de carbono y el amoniaco) han sido identificados en la constitución del astro
rey, por lo que se ha concluido que, si nuestro planeta se calentara hasta la
temperatura solar, tendría un espectro luminoso casi idéntico al Sol.

Incluso el helio fue descubierto primero en el Sol y luego se constató su presencia


en nuestro planeta.

El Sol presenta una estructura en capas esféricas o en «capas de cebolla». La


frontera física y las diferencias químicas entre las distintas capas son difíciles de
establecer.

Sin embargo, se puede determinar una función física que es diferente para cada
una de las capas. En la actualidad, la astrofísica dispone de un modelo de
estructura solar que explica satisfactoriamente la mayor parte de los fenómenos
observados.

Según este modelo, el Sol está formado por:

1) núcleo solar,

2) zona radiante,

3) zona convectiva,

4) fotosfera,
5) cromosfera,

6) corona,

7) manchas solares,

8) granulación

9) viento solar.

El Sol se formó hace 4650 millones de años y tiene combustible para 7500
millones de años comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en
una gigante roja.

Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca,


que puede tardar unos mil millones de años en enfriarse.
Se formó a partir de nubes de gas y polvo que contenían residuos de
generaciones anteriores de estrellas.

Gracias a la metalicidad de dicho gas, de su disco circunestelar surgieron, más


tarde, los planetas, asteroides y cometas del sistema solar.

En el interior del Sol se producen reacciones de fusión en las que los átomos de
hidrógeno se transforman en helio, produciéndose la energía que irradia.

Actualmente, el Sol se encuentra en plena secuencia principal, fase en la que


seguirá unos 5000 millones de años más fusionando hidrógeno de manera
estable.

Cada segundo se transforman 700 millones de toneladas de hidrógeno en cenizas


de helio, este proceso transforma cinco millones de toneladas de materia en
energía, lo que da como resultado que el Sol cada vez se vuelve más liviano.

Llegará un día en que el Sol agote todo el hidrógeno en la región central al haberlo
transformado en helio.

La presión será incapaz de sostener las capas superiores y la región central


tenderá a contraerse gravitacionalmente, calentando progresivamente las capas
adyacentes. El exceso de energía producida hará que las capas exteriores del Sol
tiendan a expandirse y enfriarse y el Sol se convertirá en una estrella gigante roja.

El diámetro puede llegar a alcanzar y sobrepasar al de la órbita de la Tierra, con


lo cual, cualquier forma de vida se habrá extinguido.

Cuando la temperatura de la región central alcance aproximadamente 100


millones de kelvins, comenzará a producirse la fusión del helio en carbono
mientras alrededor del núcleo se sigue fusionando hidrógeno en helio.

Ello producirá que la estrella se contraiga y disminuya su brillo a la vez que


aumenta su temperatura, convirtiéndose el Sol en una estrella de la rama
horizontal.
Al agotarse el helio del núcleo, se iniciará una nueva expansión del Sol y el helio
empezará también a fusionarse en una nueva capa alrededor del núcleo inerte
compuesto de carbono y oxígeno y que por no tener masa suficiente el Sol no
alcanzará las presiones y temperaturas suficientes para fusionar dichos elementos
en elementos más pesados que lo convertirá de nuevo en una gigante roja, pero
esta vez de la rama asintótica gigante y provocará que el astro expulse gran parte
de su masa en la forma de una nebulosa planetaria, quedando únicamente el
núcleo solar que se transformará en una enana blanca y, mucho más tarde, al
enfriarse totalmente, en una enana negra.

El Sol no llegará a estallar como una supernova al no tener la masa suficiente


para ello.

Importancia de la energía solar en la Tierra

La mayor parte de la energía utilizada por los seres vivos procede del Sol, las
plantas la absorben directamente y realizan la fotosíntesis, los herbívoros
absorben indirectamente una pequeña cantidad de esta energía comiendo las
plantas, y los carnívoros absorben indirectamente una cantidad más pequeña
comiendo a los herbívoros.

La mayoría de las fuentes de energía usadas por el hombre derivan


indirectamente del Sol.
Los combustibles fósiles preservan energía solar capturada hace millones de años
mediante fotosíntesis, la energía hidroeléctrica usa la energía potencial de agua
que se condensó en altura después de haberse evaporado por el calor del Sol.

Sin embargo, el uso directo de energía solar para la obtención de energía no está
aún muy extendido debido a que los mecanismos actuales no son suficientemente
eficaces.

Reacciones termonucleares e incidencia sobre la superficie terrestre

Una mínima cantidad de materia puede convertirse en una enorme manifestación


de energía. Esta relación entre la materia y la energía explica la potencia del Sol,
que hace posible la vida. ¿Cuál es la equivalencia? En 1905, Einstein había
predicho una equivalencia entre la materia y la energía mediante su ecuación
E=mc².

Una vez que Einstein formuló la relación, los científicos pudieron explicar por qué
ha brillado el Sol por miles de millones de años.

En el interior del Sol se producen continuas reacciones termonucleares.

De este modo, el Sol convierte cada segundo unos 564 millones de toneladas de
hidrógeno en 560 millones de toneladas de helio, lo que significa que unos cuatro
millones de toneladas de materia se transforman en energía solar, una pequeña
parte de la cual llega a la Tierra y sostiene la vida.

Con la fórmula y los datos anteriores se puede calcular la producción de energía


del Sol, obteniéndose que la potencia de nuestra estrella es aproximadamente
3'8x1026 vatios, o 3'8x1023 kilovatios —o, dicho de otra manera, el Sol produce
en un segundo 760 000 veces la producción energética anual a nivel mundial.

ENERGÍA SOLAR
La energía solar es una energía renovable, obtenida a partir del aprovechamiento
de la radiación electromagnética procedente del Sol.

La radiación solar que alcanza la Tierra ha sido aprovechada por el ser humano
desde la antigüedad, mediante diferentes tecnologías que han ido evolucionando.

Hoy en día, el calor y la luz del Sol pueden aprovecharse por medio de diversos
captadores como células fotoeléctricas, heliostatos o colectores solares, pudiendo
transformarse en energía eléctrica o térmica.

Es una de las llamadas energías renovables o energías limpias, que podrían


ayudar a resolver algunos de los actuales problemas más urgentes que afrontan
los seres vivos.

Las diferentes tecnologías solares se pueden clasificar en pasivas o activas según


como capturan, convierten y distribuyen la energía solar.

Las tecnologías activas incluyen el uso de paneles fotovoltaicos y colectores


solares térmicos para recolectar la energía.

Entre las técnicas pasivas, se encuentran diferentes técnicas enmarcadas en la


arquitectura bioclimática: la orientación de los edificios al Sol, la selección de
materiales con una masa térmica favorable o que tengan propiedades para la
dispersión de luz, así como el diseño de espacios mediante ventilación natural.
En 2011, la Agencia Internacional de la Energía afirmó que «El desarrollo de
tecnologías solares limpias, baratas e inagotables supondrá un enorme beneficio a
largo plazo.

Aumentará la seguridad energética de los países mediante el uso de una fuente


de energía local, inagotable y, aún más importante, independientemente de
importaciones, aumentará la sostenibilidad, reducirá la contaminación, disminuirá
los costes de la mitigación del cambio climático, y evitará la subida excesiva de los
precios de los combustibles fósiles.

Estas ventajas son globales. De esta manera, los costes para su incentivo y
desarrollo deben ser considerados inversiones; deben ser realizadas de forma
correcta y ampliamente difundidas».

La fuente de energía solar más desarrollada en la actualidad es la energía solar


fotovoltaica. Según informes de la organización ecologista Greenpeace, la energía
solar fotovoltaica podría suministrar electricidad a dos tercios de la población
mundial en 2030.

Gracias a los avances tecnológicos, la sofisticación y la economía de escala, el


coste de la energía solar fotovoltaica se ha reducido de forma constante desde
que se fabricaron las primeras células solares comerciales, aumentando a su vez
la eficiencia, y su coste medio de generación eléctrica ya es competitivo con las
energías no renovables en un creciente número de regiones geográficas,
alcanzando la paridad de red.

Otras tecnologías solares, como la energía solar termoeléctrica está reduciendo


sus costes, también de forma considerable.

La Tierra recibe 174 petavatios de radiación solar entrante (insolación) desde la


capa más alta de la atmósfera. Aproximadamente el 30 % regresa al espacio,
mientras que las nubes, los océanos y las masas terrestres absorben la restante.

El espectro electromagnético de la luz solar en la superficie terrestre lo ocupa


principalmente la luz visible y los rangos de infrarrojos con una pequeña parte de
radiación ultravioleta.

La potencia de la radiación varía según el momento del día, las condiciones


atmosféricas que la amortiguan y la latitud.

En condiciones de radiación aceptables, la potencia equivale aproximadamente a


1000 W/m² en la superficie terrestre.

Esta potencia se denomina irradiancia. Nótese que en términos globales


prácticamente toda la radiación recibida es reemitida al espacio (de lo contrario se
produciría un calentamiento abrupto).

Sin embargo, existe una diferencia notable entre la radiación recibida y la emitida.

La radiación es aprovechable en sus componentes directos y difusos, o en la


suma de ambos. La radiación directa es la que llega directamente del foco solar,
sin reflexiones o refracciones intermedias.
La bóveda celeste diurna emite la radiación difusa debido a los múltiples
fenómenos de reflexión y refracción solar en la atmósfera, en las nubes y el resto
de elementos atmosféricos y terrestres.

La radiación directa puede reflejarse y concentrarse para su utilización, mientras


que no es posible concentrar la luz difusa que proviene de todas las direcciones.

La irradiancia directa normal (o perpendicular a los rayos solares) fuera de la


atmósfera, recibe el nombre de constante solar y tiene un valor medio de 1366
W/m² (que corresponde a un valor máximo en el perihelio de 1395 W/m² y un valor
mínimo en el afelio de 1308 W/m²).

La radiación absorbida por los océanos, las nubes, el aire y las masas de tierra
incrementan la temperatura de estas.

El aire calentado es el que contiene agua evaporada que asciende de los


océanos, y también en parte de los continentes, causando circulación atmosférica
o convección.

Cuando el aire asciende a las capas altas, donde la temperatura es baja, va


disminuyendo su temperatura hasta que el vapor de agua se condensa formando
nubes.

El calor latente de la condensación del agua amplifica la convección, produciendo


fenómenos como el viento, borrascas y anticiclones.

La energía solar absorbida por los océanos y masas terrestres mantiene la


superficie a 14 °C.9 Para la fotosíntesis de las plantas verdes la energía solar se
convierte en energía química, que produce alimento, madera y biomasa, de la cual
derivan también los combustibles fósiles.

TECNOLOGIAS SOLARES.

El desarrollo temprano de las tecnologías solares, comenzando en la década de


1860 estuvo motivado por la expectación de que el carbón pronto escasearía.
Sin embargo, el desarrollo de la energía solar se estancó a comienzos del siglo XX
debido a la cada vez mayor disponibilidad y economía de escala de fuentes no
renovables como el carbón y el petróleo.

En 1974, se estimaba que tan sólo seis casas privadas en toda Norteamérica
eran alimentadas mediante sistemas solares.

No obstante, la crisis del petróleo de 1973 y la crisis de 1979 provocaron un


cambio importante de la política energética alrededor del mundo y puso de nuevo
el foco de atención en las incipientes tecnologías solares.

Se desarrollaron las primeras estrategias de desarrollo, centradas en programas


de incentivos como el Federal Photovoltaic Utilization Program en Estados Unidos
y el Sunshine Program en Japón.

Otros esfuerzos fueron la creación de organizaciones de investigación en Estados


Unidos (NREL), Japón (NEDO) y Alemania (Fraunhofer–ISE).

Entre 1970 y 1983, las instalaciones de sistemas fotovoltaicos crecieron


rápidamente, pero la caída del precio del petróleo en la década de 1980
moderaron el crecimiento de la energía solar entre 1984 y 1996.

A mediados de la década de 1990, comenzó a acelerarse el desarrollo de la


energía fotovoltaica sobre tejados, tanto residenciales como comerciales, así
como las plantas de conexión a red, debido a la creciente preocupación por el
suministro de petróleo y gas natural, el protocolo de Kyoto y la preocupación por el
cambio climático, así como a la mejora en la competitividad de los costes de la
energía fotovoltaica frente a otras fuentes de energía.

A comienzos del siglo XXI, la adopción de mecanismos de subvención y políticas


de apoyo a las energías renovables, que daban a éstas prioridad de acceso a la
red, incrementaron exponencialmente el desarrollo de la energía fotovoltaica,
primero en Europa y después en el resto del mundo.
La energía solar termoeléctrica (CSP), sin embargo, aunque también ha
progresado en las últimas décadas, todavía supone una pequeña fracción de la
contribución global de la energía solar al abastecimiento energético.

TECNOLOGÍA Y USOS DE LA ENERGÍA SOLAR

Energía solar pasiva

La tecnología solar pasiva es el conjunto de técnicas dirigidas al aprovechamiento


de la energía solar de forma directa, sin transformarla en otro tipo de energía, para
su utilización inmediata o para su almacenamiento sin la necesidad de sistemas
mecánicos ni aporte externo de energía, aunque puede ser complementada por
ellos, por ejemplo para su regulación.

La tecnología solar pasiva incluye sistemas con ganancia directa e indirecta para
el calentamiento de espacios, sistemas de calentamiento de agua basados en
termosifón, el uso de masa térmica y de materiales con cambio de fase para
suavizar las oscilaciones de la temperatura del aire, cocinas solares, chimeneas
solares para mejorar la ventilación natural y el propio abrigo de la tierra.

La arquitectura bioclimática es la aplicación de este principio al diseño de


edificaciones. La energía no se aprovecha por medio de captadores
industrializados, sino que son los propios elementos constructivos los que
absorben la energía de día y la redistribuyen por la noche.

Energía solar térmica

La energía solar térmica (o energía termosolar) consiste en el aprovechamiento de


la energía del Sol para producir calor que puede aprovecharse para cocinar
alimentos o para la producción de agua caliente destinada al consumo de agua
doméstico, ya sea agua caliente sanitaria, calefacción, o para producción de
energía mecánica y, a partir de ella, de energía eléctrica.
Adicionalmente puede emplearse para alimentar una máquina de refrigeración por
absorción, que emplea calor en lugar de electricidad para producir frío con el que
se puede acondicionar el aire de los locales.

Los colectores de energía solar térmica están clasificados como colectores de


baja, media y alta temperatura:

Colectores de baja temperatura.

Proveen calor útil a temperaturas menores de 65 °C mediante absorbedores


metálicos o no metálicos para aplicaciones tales como calentamiento de piscinas,
calentamiento doméstico de agua para baño y, en general, para todas aquellas
actividades industriales en las que el calor de proceso no es mayor de 60 °C, por
ejemplo la pasteurización, el lavado textil, etc.

Colectores de temperatura media. Son los dispositivos que concentran la radiación


solar para entregar calor útil a mayor temperatura, usualmente entre los 100 y 300
°C.

En esta categoría se tiene a los concentradores estacionarios y a los canales


parabólicos, todos ellos efectúan la concentración mediante espejos dirigidos
hacia un receptor de menor tamaño. Tienen el inconveniente de trabajar
solamente con la componente directa de la radiación solar por lo que su utilización
queda restringida a zonas de alta insolación.

Colectores de alta temperatura. Fueron inventadas por Frank Shuman y hoy día
existen en tres tipos diferentes: los colectores de plato parabólico, la nueva
generación de canal parabólico y los sistemas de torre central. Operan a
temperaturas superiores a los 500 °C y se usan para generar electricidad
(electricidad termosolar) y transmitirla a la red eléctrica; en algunos países estos
sistemas son operados por productores independientes y se instalan en regiones
donde las posibilidades de días nublados son remotas o escasas.
Una instalación solar térmica de baja temperatura está formada por captadores
solares, un circuito primario y secundario, intercambiador de calor, acumulador,
vaso de expansión y tuberías.

Si el sistema funciona mediante termosifón será la diferencia de densidad por


cambio de temperatura la que moverá el fluido.

Si el sistema es forzado, entonces será necesario además dotar al sistema de una


bomba de circulación y un sistema de control.

Los captadores solares son los elementos que capturan la radiación solar y la
convierten en energía térmica, en calor. Como captadores solares se conocen los
de placa plana, los de tubos de vacío y los captadores absorbedores sin
protección ni aislamiento. Los sistemas de captación planes (o de placa plana) con
cubierta de vidrio son los comunes mayoritariamente en la producción de agua
caliente sanitaria ACS.

El vidrio deja pasar los rayos del Sol, estos calientan unos tubos metálicos que
transmiten el calor al líquido de dentro. Los tubos son de color oscuro, ya que las
superficies oscuras calientan más.

El vidrio que cubre el captador no solo protege la instalación sino que también
permite conservar el calor produciendo un efecto invernadero que mejora el
rendimiento del captador.

Están formados de una carcasa de aluminio cerrada y resistente a ambientes


marinos, un marco de aluminio, una junta perimetral libre de siliconas, aislante
térmico (normalmente lana de roca), cubierta de vidrio solar de alta transparencia,
y finalmente por tubos soldados que conducen el fluido portador de calor hacia el
interior y el exterior del captador.

Los colectores solares se componen de los siguientes elementos:


Cubierta: Es transparente, puede estar presente o no. Generalmente es de vidrio
aunque también se utilizan de plástico ya que es menos caro y manejable, pero
debe ser un plástico especial. Su función es minimizar las pérdidas por convección
y radiación y por eso debe tener una transmitancia solar lo más alta posible.

Canal de aire: Es un espacio (vacío o no) que separa la cubierta de la placa


absorbente. Su espesor se calculará teniendo en cuenta para equilibrar las
pérdidas por convección y las altas temperaturas que se pueden producir si es
demasiado estrecho.

Placa absorbente: La placa absorbente es el elemento que absorbe la energía


solar y la transmite al líquido que circula por las tuberías.

La principal característica de la placa es que tiene que tener una gran absorción
solar y una emisión térmica reducida. Como los materiales comunes no cumplen
con este requisito, se utilizan materiales combinados para obtener la mejor
relación absorción / emisión.

Tubos o conductos: Los tubos están tocando (a veces soldadas) la placa


absorbente para que el intercambio de energía sea lo más grande posible.

Por los tubos circula el líquido que se calentará e irá hacia el tanque de
acumulación.

Capa aislante: La finalidad de la capa aislante es recubrir el sistema para evitar y


minimizar pérdidas.

Para que el aislamiento sea el mejor posible, el material aislante deberá tener una
baja conductividad térmica.
Las instalaciones de temperatura media pueden usar varios diseños, los diseños
más comunes son: glicol a presión, drenaje trasero, sistemas de lote y sistemas
más nuevos de baja presión tolerantes al congelamiento que usan tuberías de
polímero que contienen agua con bombeo fotovoltaico.

Los estándares europeos e internacionales están siendo revisados para incluir las
innovaciones en diseño y la operación de colectores de temperatura media.

Las innovaciones operacionales incluyen la operación de "colectores


permanentemente húmedos".

Esta técnica reduce o incluso elimina la ocurrencia de tensiones de no flujo de


alta temperatura conocidas como estancamiento, las que reducen la vida
esperada de estos colectores.

Energía solar térmica de alta temperatura

Las temperaturas inferiores a 95 grados celsius son suficientes para calefacción


de espacios, en ese caso generalmente se usan colectores planos del tipo no
concentradores.
Debido a las relativamente altas pérdidas de calor a través del cristal, los
colectores planos no logran alcanzar mucho más de 200 °C incluso cuando el
fluido de transferencia está estancado. Tales temperaturas son demasiado bajas
para ser usadas en la conversión eficiente en electricidad.

La eficiencia de los motores térmicos se incrementa con la temperatura de la


fuente de calor. Para lograr esto en las plantas de energía termal, la radiación
solar es concentrada por medio de espejos o lentes para lograr altas temperaturas
mediante una tecnología llamada energía termosolar de concentración (en inglés:
Concentrated Solar Power, CSP).

El efecto práctico de las mayores eficiencias es la reducción del tamaño de los


colectores de la planta y del uso de terreno por unidad de energía generada,
reduciendo el impacto ambiental de una central de potencia así como su costo.

A medida que la temperatura aumenta, diferentes formas de conversión se


vuelven prácticas. Hasta 600 °C, las turbinas de vapor, la tecnología estándar,
tienen una eficiencia de hasta 41 %, Por sobre los 600 °C, las turbinas de gas
pueden ser más eficientes.

Las temperaturas más altas son problemáticas y se necesitan diferentes


materiales y técnicas. Uno propuesta para temperaturas muy altas es usar sales
de fluoruro líquidas operando a temperaturas de entre 700 °C a 800 °C, que
utilizan sistemas de turbinas de etapas múltiples para lograr eficiencias termales
de 50 % o más.

Las temperaturas más altas de operación le permiten a la planta usar


intercambiadores de calor secos de alta temperatura para su escape termal,
reduciendo el uso de agua de la planta, siendo esto crítico para que las centrales
ubicadas en desiertos sean prácticas.

También las altas temperaturas hacen que el almacenamiento de calor sea más
eficiente, ya que se almacenan más watts-horas por unidad de fluido.
Dado que una planta de energía termosolar de concentración (CSP) primero
genera calor, puede almacenar dicho calor antes de convertirlo en electricidad.

Con la actual tecnología, el almacenamiento de calor es mucho más barato que el


almacenamiento de electricidad. De esta forma, una planta CSP puede producir
electricidad durante el día y la noche.

Si la ubicación de la planta CSP tiene una radiación solar predecible, entonces la


planta se convierte en una central confiable de generación de energía.

Acumulación e intercambio de calor

El almacenamiento de calor permite que las centrales solares termales puedan


producir electricidad durante las horas del día sin luz solar o por la noche.

Esto permite el uso de la energía solar en la generación de carga base así como
para la generación de potencia de punta, con el potencial de reemplazar a las
centrales que usan combustibles fósiles.
Adicionalmente, la utilización de los acumuladores reduce el coste de la
electricidad generada con este tipo de centrales solares.

El calor es transferido a un medio de almacenamiento termal en un depósito


aislado durante las horas con luz solar y es recuperado para la generación de
electricidad en la noche.

Los medios de almacenamiento termal incluyen vapor presurizado, hormigón, una


variedad de materiales con cambio de fase, y sales fundidas tales como calcio,
sodio y nitrato de potasio.

Energía solar fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica consiste en la obtención de electricidad30 obtenida


directamente a partir de la radiación solar mediante un dispositivo semiconductor
denominado célula fotovoltaica, o bien mediante una deposición de metales sobre
un sustrato denominada célula solar de película fina.

Paneles solares fotovoltaicos

Un panel fotovoltaico consiste en una asociación de células, encapsulada en dos


capas de EVA (etileno-vinilo-acetato), entre una lámina frontal de vidrio y una capa
posterior de un polímero termoplástico (normalmente tedlar).

Este conjunto es enmarcado en una estructura de aluminio con el objetivo de


aumentar la resistencia mecánica del conjunto y facilitar el anclaje del módulo a
las estructuras de soporte.

Las células más comúnmente empleadas en los paneles fotovoltaicos son de


silicio, y se puede dividir en tres subcategorías:

Las células de silicio monocristalino están constituidas por un único cristal de


silicio, normalmente manufacturado mediante el proceso Czochralski.

Este tipo de células presenta un color azul oscuro uniforme.


Las células de silicio policristalino (también llamado multicristalino) están
constituidas por un conjunto de cristales de silicio, lo que explica que su
rendimiento sea algo inferior al de las células monocristalinas.

Se caracterizan por un color azul más intenso.

Las células de silicio amorfo. Son menos eficientes que las células de silicio
cristalino pero también menos costoso. Este tipo de células es, por ejemplo, el que
se emplea en aplicaciones solares como relojes o calculadoras.

El parámetro estandarizado para clasificar la potencia de un panel fotovoltaico se


denomina potencia pico, y se corresponde con la potencia máxima que el módulo
puede entregar bajo unas condiciones estandarizadas, que son:

Radiación de 1000 W/m²

Temperatura de célula de 25 °C (no temperatura ambiente).

Los rendimientos típicos de una célula fotovoltaica de silicio poli cristalino oscilan
entre el 14 %-20 %. Para células de silicio mono cristalino, los valores oscilan en
el 15 %-21 %.3637 Los más altos se consiguen con los colectores solares
térmicos a baja temperatura (que puede alcanzar un 70 % de rendimiento en la
transferencia de energía solar a térmica).

Los paneles solares fotovoltaicos no producen calor que se pueda reaprovechar


aunque hay líneas de investigación sobre paneles híbridos que permiten generar
energía eléctrica y térmica simultáneamente.
Sin embargo, son muy apropiados para proyectos de electrificación rural en zonas
que no cuentan con red eléctrica, instalaciones sencillas en azoteas y de
autoconsumo fotovoltaico.

Debido a la creciente demanda de energías renovables, la fabricación de células


solares e instalaciones fotovoltaicas ha avanzado considerablemente en los
últimos años.3839 La energía solar fotovoltaica se usaba tradicionalmente desde
su popularización a finales de los años 1970 para alimentar innumerables aparatos
autónomos, para abastecer refugios o casas aisladas de la red eléctrica, pero
sobre todo, de forma creciente durante los últimos años,40 para producir
electricidad a gran escala a través de redes de distribución, bien mediante
inyección a la red o para autoconsumo doméstico.

Alemania es, junto a Japón, China y Estados Unidos, uno de los países donde la
fotovoltaica está experimentando un crecimiento más vertiginoso. A finales de
2015, se habían instalado en todo el mundo cerca de 230 GW de potencia
fotovoltaica, convirtiendo a la fotovoltaica en la tercera fuente de energía
renovable más importante en términos de capacidad instalada a nivel global,
después de las energías hidroeléctrica y eólica, y supone ya una fracción
significativa del mix eléctrico en la Unión Europea, cubriendo de media el 3,5 % de
la demanda de electricidad y alcanzando el 7 % en los períodos de mayor
producción.41

Fotografías de la planta solar de Oruro


La considerable potencia instalada en Alemania (38 GW en 2014) ha
protagonizado varios récords durante los últimos años.
En junio de 2014, produjo hasta el 50,6% de toda la demanda eléctrica del país
durante un solo día, alcanzando una potencia instantánea por encima de 24
GW,424344 lo que equivale a la potencia de generación de casi 25 centrales
nucleares trabajando a plena capacidad.

El autoconsumo fotovoltaico consiste en la producción individual a pequeña escala


de electricidad para el propio consumo, a través de los paneles solares.

Ello se puede complementar con el balance neto. Este esquema de producción,


que permite compensar el consumo eléctrico mediante lo generado por una
instalación fotovoltaica en momentos de menor consumo, ya ha sido implantado
con éxito en muchos países. Fue propuesto en España por la asociación
fotovoltaica ASIF para promover la electricidad renovable sin necesidad de apoyo
económico adicional.

El balance neto estuvo en fase de proyecto por el IDAE.49 y ha sido recogido en


el Plan de Energías Renovables 2011-202050 y el Real Decreto 1699/2011, de 18
de noviembre, por el que se regula la conexión a red de instalaciones de
producción de energía eléctrica de pequeña potencia.51
Para incentivar el desarrollo de la tecnología con miras a alcanzar la paridad de
red -igualar el precio de obtención de la energía al de otras fuentes más
económicas en la actualidad-, existen primas a la producción, que garantizan un
precio fijo de compra por parte de la red eléctrica. Es el caso de Alemania, Italia o
España.

Este esquema de incentivos ya ha dado sus frutos, logrando que los costes de la
energía fotovoltaica se sitúen por debajo del precio de venta de la electricidad
tradicional en un número creciente de regiones.

Según informes de Greenpeace, la fotovoltaica podrá suministrar electricidad a


dos tercios de la población mundial en 2030.52 Y según un estudio publicado en
2007 por el Consejo Mundial de Energía, para el año 2100 el 70 % de la energía
consumida será de origen solar.53

Por otro lado, algunos países, como es el caso de Tokelau, un archipiélago


ubicado en el océano Pacífico, no cuentan con mix eléctrico, ya que obtienen toda
la electricidad que necesitan del sol.

El país lo forman unos 125 islotes que abarcan un área de 10 km² y cuenta con
cerca de 1.500 habitantes.

La situación geográfica del archipiélago hace que el uso de combustibles fósiles


sea comparativamente mucho más caro y difícil de mantener que un sistema
fotovoltaico.

La instalación de Tokelau es un ejemplo del que ya han tomado nota otros países
de Oceanía. De hecho, las vecinas Islas Cook y el archipiélago de Tuvalu también
pretenden abastecerse completamente a partir de energías renovables para el año
2020
Balance neto y costes

El autoconsumo fotovoltaico consiste en la producción individual a pequeña escala


de electricidad para el propio consumo, a través de equipos de electricidad
renovable (paneles solares fotovoltaicos, aerogenerador) algunos de ellos
autoinstalables. Se puede complementar con el balance neto en las instalaciones
autónomas o bien facilitar la independencia energética (instalaciones
desconectadas).

El balance neto permite verter a la red eléctrica el exceso producido por un


sistema de autoconsumo con la finalidad de poder hacer uso de ese exceso en
otro momento.

De esta forma, la compañía eléctrica que proporcione la electricidad cuando la


demanda sea superior a la producción del sistema de autoconsumo, descontará
en el consumo de la red de la factura, los excesos vertidos a la misma.

En los últimos años, debido al creciente auge de pequeñas instalaciones de


energía renovable, el autoconsumo con balance neto ha comenzado a ser
regulado en diversos países del mundo, siendo una realidad en países como
Alemania, Italia, Dinamarca, Japón, Australia, Estados Unidos, Canadá y México,
entre otros, debido en parte a la constante bajada de coste de los módulos
fotovoltaicos. Para ayudar a conseguir este objetivo, muchos países también están
lanzando ayudas, subvenciones 58o ayudas fiscales para ayudar a los ciudadanos
y empresas a financiar este tipo de instalaciones.

En 2013, el precio de los módulos solares se había reducido en un 80 % en 5


años, colocando a la energía solar por primera vez en una posición competitiva
con el precio de la electricidad pagado por el consumidor en un buen número de
países soleados.
El coste medio de generación eléctrica de la energía solar fotovoltaica es ya
competitivo con el de las fuentes convencionales de energía en una creciente lista
de países, particularmente cuando se considera la hora de generación de dicha
energía, ya que la electricidad es usualmente más cara durante el día.

Se ha producido una dura competencia en la cadena de producción, y asimismo


se esperan mayores caídas del coste de la energía fotovoltaica en los próximos
años, lo que supone una creciente amenaza al dominio de las fuentes de
generación basadas en las energías fósiles.

Conforme pasa el tiempo, las tecnologías de generación renovable son


generalmente más baratas, mientras que las energías fósiles se vuelven más
caras

Ventajas de la energía solar fotovoltaica

• Procede de una fuente ilimitada, el sol.

• No contamina, ya que no genera emisiones de CO2 .

• No provoca ruidos.

• Reduce la dependencia energética de los países.

• La mayor producción coincide con las horas de máximo consumo.

• Los sistemas son sencillos y pueden instalarse casi en cualquier lugar, además,
resisten condiciones climáticas extremas: granizo, viento, frío.

5. METODOLOGIA

Esta información nos revela el comportamiento de los consumos de energía en


los diferentes periodos que tiene la tarifa HM; con esta información se toma la
decisión del porcentaje de ahorro deseado, así como el tamaño del SFVIR
necesario para este ahorro.

Se realizó una evaluación de los posibles para verificar la idoneidad para la


captación del recurso solar, analizando las ventajas y desventajas que tendría la
instalación del SFVIR en los rubros de instalación, seguridad, impacto ambiental e
impacto social que tendría; como resultado de esta evaluación se eligió el sitio
más idóneo, lo que nos da la pauta para el tipo de instalación a implementarse en
el SFVIR.

Se determina la marca y modelo de módulos FV e inversor que se utilizarán; se


procede a realizar los cálculos para determinar el número de módulos FV y de
inversores a utilizar, el calibre del cableado, diseño de los herrajes, y el tipo de
canalización.

Se realizan las estimaciones del material y equipo a necesitar tanto para el SFVIR
como para la instalación del mismo; se realiza un cronograma de actividades que
incluye el tiempo necesario para la compra de los equipos y material, el tiempo de
instalación del sistema, y el tiempo de respuesta por CFE para el convenio
correspondiente; esto nos determina el tiempo total necesario para la
implementación del SFVIR.

Por último, se realiza un análisis de la proyección de la generación de energía del


SFVIR mes a mes para determinar el comportamiento de la facturación; se

Calcula el retorno de inversión del sistema; se determina el impacto económico,


ambiental y social del sistema
8. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
9. BIBLIOGRAFÍA.

Solar Energy International. “FOTOVOLTAICA Manual de diseño e instalación”.

Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación. “Energía Solar Fotovoltaica”.


ISBN: 978-84-935049-6-0.

Instituto de Investigaciones Eléctricas. “Sistemas Fotovoltaicos Interconectados


con la Red, Aplicaciones de Pequeña Escala”. Primera edición, México 2010.

M. Sc. Ing. Carlos Orbegozo, Ing. Roberto Arivilca (2010). “Energía Solar
Fotovoltaica, Manual técnico para instalaciones domiciliarias”. Green Energy
Consultoría y Servicios SRL.

Walter Hulshorst, ECON Internacional. “Manual Práctico Energía Fotovoltaica”.


Leonardo ENERGY.

Danny Andrés Arenas Sánchez, (2011). “Libro Interactivo sobre Energía Solar y
sus Aplicaciones”. Universidad Tecnológica de Pereira.

Jutglar Banyeres, Luis (2012). “Generación de energía solar fotovoltaica”. Ed.


Marcombo, Primera edición.

Vicente Mascarós Mateo. “Instalaciones generadoras fotovoltaicas”. Ed. Paraninfo,


Primera edición. ISBN: 9788428337243.

Equipo Iniceo (2011). “Montaje Eléctrico y Electrónico en Instalaciones Solares


Fotovoltaicas. Ed. Vértice, Primera edición.

Enríquez Harper (2015). “El ABC de las instalaciones eléctricas industriales”. Ed.
LIMUSA, Segunda edición.

https://eosweb.larc.nasa.gov/sse/RETScreen/

http://energon-industries.com/documentacion/Documento-Tarifa-HM.pdf
http://home.erdm-solar.com/store/ERDM250M6
http://www.solartec.mx/upload/S60MC.pdf
http://www.electricidadinteligente.com.mx/cobro-de-la-demanda/ http://kaco-
newenergy.com/es/
10. ANEXOS

Imágenes reales en la empresa de Oruro

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