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RIMA XI

-Yo soy ardiente, yo soy morena, 


yo soy el símbolo de la pasión; 
de ansia de goces mi alma está llena; 
¿a mí me buscas? -No es a ti, no. 
-Mi frente es pálida; mis trenzas, de oro; 
puedo brindarte dichas sin fin; 
yo de ternura guardo un tesoro; 
¿a mí me llamas? -No, no es a ti. 
-Yo soy un sueño, un imposible, 
vano fantasma de niebla y luz; 
soy incorpórea, soy intangible; 
no puedo amarte. -¡Oh, ven; ven tú!
1. CONTEXTO O LOCALIZACIÓN DEL TEXTO.
La rima XI pertenece a las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), que está considerado el más importante poeta del Romanticismo español a
pesar de ser un romántico rezagado, pues cuando Bécquer escribió sus poemas, el Romanticismo ya dejaba de ser el movimiento artístico más importante.
Se le considera un poeta Postromántico y su poesía suele ser sencilla en la forma, pero llena de emoción y sentimiento, y suele ocuparse de temas como los
sueños, la soledad, la propia concepción de la poesía o el amor.
2. TEMA.
El amor romántico como un deseo inalcanzable.
3. EXPLICACIÓN DEL CONTENIDO DEL POEMA .
El poema tiene tres partes, cada una equivale a una estrofa, y se desarrolla en forma de diálogo entre una primera persona que podría equivaler al poeta,
y tres damas. En la primera (vv. 1-4), la voz del protagonista rechaza el ofrecimiento amoroso de una dama ardiente y sensual, haciendo lo propio en la
segunda parte (vv. 5-8) con una dama tierna y dulce que le ofrece un amor más delicado. Y, en la tercera parte (vv. 9-12) se muestra cómo el único amor que
colmaría el deseo de plenitud ideal del amante romántico es el de una dama espectral, imposible de conseguir, tal vez soñada.
4. MÉTRICA Y RECURSOS FORMALES.
La rima XI es una estancia formada por tres estrofas de cuatro versos decasílabos, por tanto, de arte mayor, de los cuales los pares poseen
rima asonante mientras que la de los impares es consonante.
Este poema posee muchas figuras literarias en un tono de insinuación y sencillez, propio de Bécquer. Así, vemos que las tres estrofas mantienen
una estructura PARALELÍSTICA entre sí, pues se estructuran en la forma de presentación de la dama (vv. 1, 2 /5, 6, / 9,10), y en su requerimiento amoroso
en las dos primeras (vv.3 y 5). En la estrofa I hay además varios PARALELISMOS internos al repetirse la estructura”yo + atributo” en los vv . 1 y 2. Existen
también ANÁFORA estos paralelismo, pues se repite la primera palabra a inicio de cada verso (“yo”). En el mismo lugar de la segunda estrofa la estructura
repetida es “Mi + SN + V + Atributo” en el v. 5. Para reflejar esta lucha entre elementos contrarios que condiciona el poema de Bécquer, este se desarrolla
todo con una ANTÍTESIS entre el “yo” de inicio del poema y el “tú” del final, transmitiendo así que se produce durante él una búsqueda de la primera persona
por complementarse con una segunda persona. Suaves ALITERACIONES adornan el poema de Bécquer, por ejemplo en los vv. 2 (“yo Soy el Símbolo de la
paSión/ de anSia de goceS…”), en los vv., 6 (“puedo brIndarte dIchas sIn fIn”) y 9 (“yo Soy un Sueño, un imposible”). Los HIPÉRBATOS, también
carácterísticos de Bécquer, completan el análisis retórico de esta rima, pues se cambia el orden normal de palabras en los v. 3 (“de ansia de goces mi alma
está llena”) v. 7, “yo de ternura guardo un tesoro”.
5. RASGOS PROPIOS DEL ROMANTICISMO EN EL POEMA.
Tanto el tema de la rima XI como la forma en que el poeta la trata son usuales en la poesía romántica. En esta época, la expresión subjetiva de la soledad y
el dolor del individuo frente al mundo, la conciencia de que este no es como se espera y de que los deseos más nobles –como el amor- no pueden ser
satisfechos, aparecen repetidamente. Por ello, se describe en el poema todos los tipos de amor a que podemos aspirar los humanos. También, pertenece al
Romanticismo la irregularidad métrica que el poeta manifiesta, ya que mezcla rimas asonantes con consonantes; de esta manera, Bécquer cumple con el
precepto romántico de la libertad, tanto en el contenido como en la manera de escribir.

Antes que tú me moriré; escondido 


en las entrañas ya 
el hierro llevo con que abrió tu mano 
la ancha herida mortal. 
Antes que tú me moriré; y mi espíritu, 
en su empeño tenaz, 
se sentará a las puertas de la muerte, 
esperándote allá. 
Con las horas los días, con los días 
los años volarán, 
y a aquella puerta llamarás al cabo… 
¿Quién deja de llamar? 
Entonces, que tu culpa y tus despojos 
la tierra guardará, 
lavándote en las ondas de la muerte 
como en otro Jordán; 
allí donde el murmullo de la vida 
temblando a morir va, 
como la ola que a la playa viene 
silenciosa a expirar; 
allí donde el sepulcro que se cierra 
abre una eternidad, 
todo cuanto los dos hemos callado, 
allí lo hemos de hablar.
1. CONTEXTO O LOCALIZACIÓN DEL TEXTO.
La rima XXXVII pertenece a las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), que está considerado el más importante poeta del
Romanticismo español a pesar de ser un romántico rezagado, pues cuando Bécquer escribió sus poemas, el Romanticismo ya dejaba de ser el
movimiento artístico más importante. Se le considera un poeta Postromántico. 
2. TEMA: La comparación entre el desengaño y la muerte.
3. EXPLICACIÓN DEL CONTENIDO DEL POEMA.
La voz poética expresa en las dos primeras estrofas, en primera persona, el dolor que siente debido a un desengaño “herida mortal” y que no lo
podrá afrontar con la otra persona hasta que ambos no mueran. El poeta continua, en las dos estrofas siguientes, dirigiéndose a la persona que le
causó tanto dolor y le recuerda que solo se librará de esa culpa cuando muera. Y al final, en las dos últimas estrofas, el poeta le hace hincapié a la
persona que ama en que solo cuando ambos se encuentren en la otra vida se enfrentarán a lo que pasó en la tierra y solo allí podrán ser sinceros y
solucionar el dolor causado por el desengaño.
4. MÉTRICA Y RECURSOS LITERARIOS.
La rima XXXVII es una silva arromanzada formada por seis estrofas de cuatro versos endecasílabos y heptasílabos cada una de
ellas, por tanto, de arte mayor, de los cuales los pares poseen rima asonante mientras que la de los impares es libre.
En cuanto a los recursos literarios que encontramos en la rima, observamos que se producen dos anáforas: la primera de ellas, entre los
primeros versos de las dos primeras estrofas (“Antes que tú me moriré…”), y la segunda, entre el último verso de la primera estrofa y los primeros
versos de las dos últimas estrofas (“allí…”). En el primer caso, la repetición le sirve al poeta para poner de manifiesto su obsesión por la muerte
que considera inminente para él, mientras que, en el segundo, le sirve para insistir en el lugar donde se piensa reencontrar con la amada para
decirse las cosas que nunca se dijeron. Será un encuentro después de la muerte porque ese adverbio “allí” que repite el poeta hace alusión al más
allá, al otro mundo, al lugar que se encuentra tras las puertas de la muerte; el uso del hipérbaton, pues por exigencias de la rima con frecuencia
el verbo se coloca en posición final de verso, anteponiéndose a él complementos que normalmente van detrás, como el CD (“ya el hierro llevo”, “tu
culpa y tus despojos / la tierra guardará”). Esos hipérbatos unidos a los frecuentes encabalgamientos le confieren al poema cierto aire de
suspense, pues en varias ocasiones la idea que quiere expresar el poeta no se capta por completo hasta llegar al último verso de cada estrofa, que
se convierte en una especie de aviso para la mujer a la que algún día amó: te estaré esperando, tú también morirás, entonces nos diremos lo que
nos hemos callado… En Cabe destacar el uso de la metáfora que hace Bécquer en la primera estrofa del poema para aludir al daño que le hizo la
mujer traicionándolo: así, se refiere a esa “puñalada” como a un hierro que lleva clavado en las entrañas y que le ha producido una “herida
mortal”. De este modo, alude metafóricamente a esa traición al tiempo que insinúa que ese sufrimiento que oculta va a terminar por matarlo.
También es metafórica la alusión al río Jordán, que se identifica con la muerte porque al morir se expían nuestros pecados (culpa) y el alma se
purifica (según la Biblia, las aguas del río Jordán, donde recibió bautismo Jesucristo, también son sagradas y purifican a quienes se bañan en
ellas). A la llegada de la muerte se refiere el poeta a través de distintas metáforas a lo largo del poema : “las puertas de la muerte”,
“aquella puerta”, “las ondas de la muerte”… Las primeras se basan en la concepción cristiana de la puerta del Cielo custodiada por San Pedro,
mientras que las “ondas” recuerdan más al río Aqueronte de la mitología griega que separaba el mundo de los vivos del de los muertos. Para
expresar lo rápido que pasa el tiempo el poeta recurre a una gradación (horas-días-años) rematada por una personificación que también
puede considerarse hiperbólica: “Con las horas los días, con los días / los años volarán”. Esa estrofa se cierra con una  interrogación
retórica lapidaria, con la que el autor le recuerda a la mujer que, más tarde o más temprano, todos vamos a morir (memento mori): “¿Quién
deja de llamar?”. En las estrofas finales destaca el uso de la antítesis: vida / muerte (v. 17-18), va / viene (v.18-19), se cierra / abre (v. 21-22),
callar / hablar (v. 22-23). Las emplea el poeta para insistir de nuevo en ese momento en que se acaba la vida y empieza la muerte (esa puerta) y
en que será ahí donde él y la mujer se dirán lo que hasta ahora se han guardado. También son destacables en esta última parte del poema
la comparación de los versos 19-20 (“como la ola que a la playa viene / silenciosa a expirar”), una imagen frecuente en Bécquer para hacer
referencia a la muerte que se acerca silenciosa, y la exclamación de los dos últimos versos, que, precedida de los puntos suspensivos, se carga de
fuerza expresiva y se convierte en la culminación del poema: ese deseo del poeta se nos presenta aquí casi como una exigencia (“…lo tenemos que
hablar!”) y la mujer a la que algún día amó queda así emplazada a una conversación cuando se encuentren en el más allá de la que no parece que
se vaya a poder librar fácilmente.
Para concluir, podemos afirmar que los recursos literarios de este poema son característicos de las Rimas de Bécquer y que no tienden a
complicar la expresión sino a enriquecerla y a concederle mayor fuerza expresiva. 
5. RASGOS PROPIOS DEL ROMANTICISMO EN EL POEMA.
Tanto el tema de la rima XXXVII como la forma en que el poeta la trata son usuales en la poesía romántica. En esta rima, el dolor que sufre el
poeta expresado en primera persona “me moriré”es una clara muestra de la subjetividad y del individualismo del los poetas del Romanticismo;
junto al dolor, el desengaño y el sufrimiento causados por el amor “ancha herida mortal” y la muerte “antes que tú me moriré”, todos temas muy
recurrentes en Bécquer y en el movimiento romántico.  Y por último, destacamos como tema habitual en esta época el amor romántico más allá
de la muerte al que Bécquer hace referencia en las dos últimas estrofas del poema “allí”.   También, pertenece al Romanticismo la irregularidad
métrica que el poeta manifiesta, ya que mezcla rimas asonantes con versos sin rima y versos endecasílabos con versos heptasílabos; de esta
manera, Bécquer cumple con el precepto romántico de la libertad, tanto en el contenido como en la manera de escribir.
 
RIMAS

MARCO ESPACIO TEMPORAL CARACTERÍSTICAS OTROS


TEMA

RIMA__________ RIMA____________ RIMA______________ RIMA___________


LEYENDAS
En las palabras de Larra destaca el uso de un lenguaje retórico que contribuye a
subrayar los sentimientos y refuerza la intensidad expresiva. El tema que trata es
característico del Romanticismo: la exaltación de la libertad en todos los ámbitos y el
rechazo a las normas, así como la reivindicación de la naturaleza «joven» (reflejo de
cómo se siente el propio Larra) como el único «maestro» al que hay que seguir.

2 Se desarrolla el tema romántico del amor trágico y del amor perdido, lo que lleva al
autor al recuerdo y la melancolía por los tiempos pasados: «tristes recuerdos del placer
perdido»; «corazón herido»; «de aquellas horas de alegría / le quedó al corazón solo
un gemido»
Aparecen el joven Montemar, cien espectros y una extraña mujer cubierta con un velo
blanco, que resultará ser el espectro de su esposa.
Sí, son personajes característicos del Romanticismo, ya que representan el gusto por
lo sobrenatural, la nocturnidad, la muerte y el misterio, propios de este movimiento
artístico.
2 R. L.
3 Pertenece al final de la obra de Espronceda, puesto que termina con el esposo
conducido a la muerte: Por siempre descansen en paz; / y en fúnebre luz
ilumine / sus bodas fatídica tea, / les brinde deleites y sea / la tumba su lecho nupcial.
4 En Don Juan Tenorio, doña Inés tiende la mano a don Juan para salvarlo del infierno y
elevarlo a los cielos; en cambio, doña Elvira le tiende la mano a don Félix de Montemar
para condenarlo y llevarlo a los infiernos. Doña Inés simboliza un amor puro y
angelical, que realiza la salvación por amor; en cambio, doña Elvira ha perdido esa
pureza y simboliza el amor manchado por el pecado que conduce al infierno.

5 Montemar se caracteriza por ser atrevido, descreído, temerario, pendenciero, pecador,


curioso y altivo.
R. L.
6 La acción que desencadena el clímax se narra en la estrofa 12, cuando se inicia la
frenética danza entre los esposos y los espectros que los rodean. A partir de este
momento el ritmo del poema se intensifica hasta que culmina con el fin de la pareja
unida en los infiernos.

7 Se utilizan estrofas de cuatro versos y estrofas de ocho versos. En el primer caso, la


estrofa usada es el serventesio, de rima cruzada, en la mayoría de los casos
consonante, aunque también se da la rima asonante. En el segundo caso, la estrofa
usada es la octava italiana u octava aguda.
22
► En el texto se pueden distinguir dos partes, que se corresponderían con el empleo
de cada una de las estrofas: 1.ª parte, del verso 1 al verso 36; 2.ª parte, del verso 37
hasta el final
.
8 El uso del polisíndeton contribuye a crear un efecto dramático y de angustia en la
acción narrada.
9 R. L.

10 Las estrofas que contienen un mayor número de palabras esdrújulas son la 12 y la 13,
y con ello se consigue que el ritmo sea más marcado.
11 • R. M.: En la primera estrofa destacan dos hipérbatos: desquiciarse la estancia sintió;
cien espectros alzarse miró; o en la 12: los espectros su ronda empezaron. Con este
recurso se consigue crear un ritmo agitado y poner énfasis en los elementos que se
anteponen y que se relacionan con el ambiente fantástico y agitado.
• Entre los símiles destacan cual en círculos raudos el viento; cual la voz que del áspero
ronca; resonando cual lúgubre eco / levantose en su cóncavo hueco / semejante a un
aullido una voz. Estas comparaciones contribuyen a crear un mayor clima de agitación
y fantasía, ya que los elementos comparados, el viento o la voz, se relacionan con
conceptos (círculos raudos, lúgubre eco, aullido) que hacen referencia a estas
sensaciones.

12 Espronceda se enmarca en la poesía que se desarrolló en la primera mitad del siglo


XIX, es decir, en la poesía retórica y grandilocuente
.
13 R. M.: La atmósfera que recrea Tim Burton en sus películas se basa en la creación de
unas escenas y personajes extravagantes, lóbregos, góticos, oscuros, expresionistas,
irreales y misteriosos.

14 R. M.: La pesadilla, de J. H. Fuseli; El fantasma de la pulga, de W. Blake; Abadía en el


robledal , de C. D. Friedrich.
Rima I, Rima XXIX y Rima XLII
1 Las rimas de Bécquer se organizan en cuatro bloques: las rimas
I a VIII, que tratan sobre la poesía y el acto de la creación literaria;
las rimas IX a XXIX, que tienen por tema el amor visto con alegría y esperanza; las rimas
XXX a LI, centradas en el desengaño amoroso; y
las rimas LII a LXXVI, que giran en torno a la soledad, el dolor y la muerte.

► La rima I pertenece al primer bloque, que trata sobre la poesía y el acto de la


creación literaria; la rima XXIX es la última del segundo bloque, que trata el tema del
amor visto con alegría y esperanza; y la rima XLII pertenece al tercer bloque, centrado
en el desengaño amoroso.

2 El poeta expresa la dificultad que entraña plasmar en palabras los sentimientos y


comunicar la inspiración poética cuando el lenguaje (idioma) le resulta insuficiente.

3 • Quiere expresar la terrible herida que le ha causado la noticia que ha recibido.


• Describe un sentimiento de tristeza, al aludir a la noche, y de rabia a la vez.
• Describe un sentimiento de mayor serenidad y calma.
4 En esta rima XXIX destacan la polimetría (¿Cuánto duró? Ni aun entonces / pude
saberlo), el estilo retórico, con abundantes adjetivos (libro abierto; rizos negros; hondo
silencio; labio seco) y el uso del apóstrofe (-¿Comprendes ya que un poema cabe en
un verso? / -¡Ya lo comprendo!).
El amor imposible
1 Los temas románticos que se tratan en este pasaje son la fuerza del destino (Sí, debo
morir…, pero a vuestras manos … espero resignado el golpe; no lo resistiré; ya me
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2
SOLUCIONARIO DEL LIBRO DEL ALUMNO
tenéis desarmado) y el amor trágico (Vuestra hija es inocente… Tan pura como el
aliento de los ángeles que rodean el trono del Altísimo. La sospecha a que puede dar
origen mi presencia aquí a tales horas concluya con mi muerte, salga envolviendo mi
cadáver como si fuera mi mortaja…).
► En las intervenciones de los personajes destaca el estilo retórico propio del
Romanticismo, con un uso abundante de la adjetivación y de las exclamaciones.

2 La influencia del destino sobre el individuo se presenta como una fuerza fatídica que
domina a los amantes y frente a la cual no se puede ejercer resistencia alguna.
El castellano viejo
1 Larra, con la expresión castellanos viejos, alude a aquel sector de la sociedad que se
caracteriza por el anquilosamiento, el patriotismo y la rudeza, y cierra las puertas a las
novedades y a la evolución. El autor emplea esta expresión con intención satírica para
criticar aquellas esferas de la sociedad que se han quedado anquilosadas en las
tradiciones.
2 R. L.
► Están presentes el diálogo, la viveza narrativa, la ironía y la sátira.

3 Se refiere a la auténtica forma de ser y al genuino carácter del castellano viejo, que se
corresponde con la actitud que el autor critica en el artículo..

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