Bil Tierney - Analisis Dinamico de Los Aspectos Astrologicos
Bil Tierney - Analisis Dinamico de Los Aspectos Astrologicos
, ,
ANALISIS DINAMICO
de los
ASPECTOS ASTROLOGICOS
Traducción de
Héctor V. Morel
SEGUNDA EDICIÓN
Bil 1ierney
9
Capítulo I
Los Principios que Respaldan
los Aspectos
El análisis adecuado de los Aspectos es crucial para interpretar
cualquier horóscopo. Lo� Aspectos tejen esquemas energéticos po
tentes y bien definidos, los cuales conectan las muchas partes que
componen la Carta. Delinean un montaje sumamente complicado y
singular de campos de fuerza, cuyo propósito es promover la indivi
dualización de cada psiquis humana que evoluciona. Sin embargo, a
pesar de que los Aspectos tienen tanta importancia, son muy pocos
los estudiantes de astrología que parecen haber captado con clari
dad cuáles son los principios fundamentales que subyacen en los
Aspectos que se usan frecuentemente para delinear una Carta natal.
Si bien la astrología moderna interpreta la conjunción como un As
pecto que recalca la motivación personal y la expresión dfrecta del
impulso subjetivo, también es un Aspecto vinculado con una dismi
nución de la subjetividad y una limitación de la percepción por parte
de los demás. ¿Por qué es esto así? ¿Es el Sextil, como lo dice la
tradición, tan sólo un Trígono "más débil" y, por lo tanto, de influen
cia menos "favorable"? ¿O es poseedor de cualidades únicas? ¿Qué
ocurre con la Cuadratura, que suscita una sensación de angustia y
frustración? ¿Por qué su grado de tensión se manifiesta como si
amenazara nuestra seguridad y el estado de nuestros asuntos? Por
otra parte, ¿por qué los Trígonos encauzan prestamente la energía
hacia actividades creadoras y personalmente satisfactorias, con re
lativa facilidad, confianza y espontaneidad? ¿Y por qué nuestras
oportunidades suelen implicar una necesidad de transigir con las
otras personas con las que nos enfrentamos en la vida?
En primer lugar, es importante comprender que los Aspectos,
los Signos y las Casas comparten colectivamente un denominador
común: todos ellos implican mediciones de arco, desde un punto de
JI
partida designado, dentro de un círculo de 360 grados. Las diver
sas mediciones de arco, desde el equinoccio vernal, crean el círculo
o ciclo anual de los signos del Zodíaco de la astrología tropical. Las
diversas mediciones de arco, desde el punto ascendente, crean el
círculo o ciclo diurno de las Casas mundanas. Igualmente, los As
pectos describen distintas mediciones de arco entre dos planetas en
cualquier hora dada de su ciclo sinódico, empezando en su punto de
conjunción. Independientemente de si nos estamos ocupando de Sig
nos, Casas o Aspectos, el significado astrológico deriva del carácter
de los ángulos que dividen cada uno de estos círculos. Por ejemplo:
el significado arquetípico de un arco de 60 grados puede expresarse
mediante un Signo (Géminis o Acuario), una Casa (la tercera o la
undécima) o el Aspecto Sextil... puesto que todos se hallan ideal
mente a 60 grados de sus respectivos puntos de partida. Por lo tanto,
lo que aquf se presume teóricamente es que los Aspectos son un ejem
plo de un diferente grado de manifestación de los principios
fundamentales propios de la vida creativa, los cuales son también
definidos por los Signos y Casas. En otras palabras, la naturaleza
inherente de un Aspecto debería también ser reflejada por el Signo y
la Casa que le corresponden. Y en sentido abstracto, el planeta re
gente del Signo correspondiente debería también relacionarse con el
Aspecto en estudio (puesto que un Signo y su regente natural repre
sentan el mismo principio fundamental). En consecuencia, igual que
los Signos y Casas, a los Aspectos se los puede considerar como las
fases significativas de una relación, las cuales se atienen a una se
cuencia ordenada dentro de una experiencia cíclica más amplia.
Cuando a los Aspectos se los analiza desde esta perspectiva,
no se los ve como "buenos" ni "malos". En lugar de estar frente a
frente como "afortunados" e "infortunados", ellos indican senci
llamente dónde podemos aprovechar mejor las oportunidades para
que tengamos acceso a un plano de percepción más pleno e intenso.
Debemos admitir que los astrólogos reconocen que las fases de los
Aspectos (por ejemplo, la Cuadratura y la Oposición) señalan claros
puntos generadores de tensión dentro del ciclo. En estas fases espe
ciales del ciclo se suele sentir que tiene lugar un notable aumento de
fuerza, presión, fricción, ansiedad y resistencia. No obstante ello, su
función principal consiste en señalar crisis psicológicas cuyo punto
culminante es la consciencia, pues es ahí donde mayor es nuestra
tendencia a arrostrar crisis naturales y necesarias para nuestro desa-
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rrollo. Estas fases críticas, propias de los Aspectos, son oportunas
para fomentar el conocimiento de nosotros mismos, pero siempre
en nuestro propio plano de comprensión (establecido por nuestra
capacidad para usar inteligentemente nuestro libre albedrío). Los
aspectos apremiantes no son, pues, intrínsecamente "malos" o "ma
léficos" en su propósito de recalcar dónde necesitamos conocemos
más, conocer más a los demás y, en última instancia, responsabili
zarnos más de la calidad de las acciones y reacciones que nosotros
mismos generamos en la vida. En realidad, los denominados ángu
los "difíciles" son los Aspectos que mejor resuelven nuestros proble
mas, y son esenciales para que surja plenamente nuestra persona
lidad total. Aunque son un tanto difíciles, estos Aspectos de tensión
nos instan más bien a resolver lo problemático de la vida que a evi
tarlo o ignorarlo. Y nosotros tendemos a que nuestro carácter se de
sarrolle de manera sensacional, a raíz del desafío que estos Aspectos
representan. Los Aspectos relativamente "fáciles" (por ejemplo, el
Sextil y el Trígono), nos proporcionan el sentido extra de confianza y
ánimo que necesitamos para seguir creciendo sin agobios ni luchas,
a causa de la creatividad, la inteligencia, la percepción y la sabiduría
que ellos nos brindan. Sin embargo, lo irónico de esto es que carecen
del suficiente dinamismo necesario para que utilicemos muy pro
ductivamente nuestros recursos humanos. Por ello, debemos efec
tuar un esfuerzo persistente, a fin de usar el capital de esos Aspectos
haciéndonos valer y comprometiéndonos más. De lo contrario, nues
tra tendencia será inculcar un rechazo general a soportar de frente
los desafíos y obstáculos circunstanciales. Los Aspectos mayores y
menores serán examinados aquí a partir de esta actitud.
El ciclo de los Aspectos puede dividirse en dos hemiciclos. La
primera mitad del ciclo, que los principales astrólogos humanistas
denominan hemiciclo creciente, se inicia en el punto de conjun
ción de los dos planetas involucrados. Culmina en el punto de la
Oposición. El carácter del Aspecto de la Conjunción es el mejor ejem
plo del tema principal de este hemiciclo. Hablando en general, todos
los Aspectos crecientes están asociados con los procesos formativos
esenciales que impulsan al individuo a construir y estructurar su
propia imagen o identidad personal. Estos Aspectos ayudan al indi
viduo a desarrollarse subjetivamente, captándose y percibiéndose.
Aquí se le impulsa a que gane su experiencia de vida, valiéndose
para ello de actividades relacionadas con él mismo, que le permitan,
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en primerísimo lugar, reconocerse como un ser separado y distinto
de los demás. Es nece:sario que la orientación de este hemiciclo se
caracterice por la liberación un tanto inconsciente y automática de
las energías dirigidas exclusivamente hacia el individuo. La conser
vación personal tiende a acentuarse. El tema predominante de este
hemiciclo concierne a que el individuo quiere influir, según sus pro
pios términos, sobre el ambiente general que le rodea. Los Aspectos
crecientes le impulsan a actuar siguiendo su propio impulso, sin refle
xionar sobre las probables consecuencias de sus acciones ni sobre
cómo éstas afectan a los demás. Por ello, este hemiciclo tiende a ser
sumamente instintivo y espontáneo en su funcionamiento básico.
Sin embargo, en la fase creciente de la Cuadratura, correspondiente
a este hemiciclo, en el individuo se insinúa una evolución de su cons
ciencia: sus necesidades personales tienden, a veces, a estar en pug
na con la corriente externa de las cosas, y deben modificarse en bien
de la totalidad suprema. Y esa demanda elemental para que el indi
viduo cambie y se adapte a la presión de su ambiente se topa aquí, de
manera normal y típica, con una resistencia ciega y defensiva, y una
gran incertidumbre.
La segunda mitad del ciclo, llamada hemiciclo menguante,
empieza en el punto de la Oposición de los dos planetas, y continúa
hasta que el ciclo se repite una vez más en un nuevo punto de Con
junción (debido a que se trata de un ciclo sinódico). El carácter del
Aspecto de la oposición es el mejor ejemplo del tema principal del
hemiciclo. Hablando en general, todos los Aspectos menguantes es
tán asociados con procesos evaluativos básicos, relacionados con el
equilibrio del individuo frente a las necesidades sociales. Aquí el in
dividuo ha de reorientar los objetivos personales, según se haya de
sa1Tollado su percepción de una totalidad social coordinada. Si bien
esta nueva perspectiva se concreta muy enfáticamente en el punto
de Oposición, lo normal es que el individuo sea primeramente esti
mulado a emprender ese esfuerzo en la fase menguante del Quin
cuncio. A lo largo del hemiciclo menguante aprendemos progresiva
mente a despersonalizar las necesidades y los deseos si son una in
terferencia para los derechos de los demás. Aquí el individuo puede
aprender, por lo menos, a estar más en contacto con el propósito
mayor que respalda los impulsos y motivaciones por los que tiende a
expresarse. Y a medida que se concentra más coherentemente en los
intereses interpersonales e inclusivos, se halla mejor capacitado para
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reaccionar ante la vida con una objetividad mayor y miras más vas
tas. En el hemiciclo menguante, hemos de usar la experiencia que
inicialmente obtuvimos en el hemiciclo creciente. Los Aspectos men
guantes nos exigen que compartamos, interactuemos e integremos
conscientemente nuestros objetivos con los demás, desde un pla
no más impersonal de intercambio. Podemos desarrollar un mayor
sentido de responsabilidad respecto de nuestras propias acciones
en el mundo más vasto que nos rodea. Este hemiciclo nos alienta
constructivamente para que pongamos en circulación, en la comu
nidad y entre nuestros semejantes, valiosas directivas de vida que
se basen en un concepto más ideal acerca de la totalidad y la unifi
cación.
Si bien el interés personal y el impulso instintivo caracterizan
al hemiciclo creciente, la reflexión personal y la deliberación se des
tacan más en el hemiciclo menguante. Una vez que se traspone el
punto de Oposición, las fases de los Aspectos se toman más comple
jas y menos controladas directamente por nuestra voluntad perso
nal y, por ello, dan muestras, aparentemente, de responder más al
hado o al destino que los Aspectos del hemiciclo creciente (normal
mente más accesibles a lo volitivo y personal). Los Aspectos men
guantes nos permiten crecer mediante una percepción de la duali
dad, del contraste y de la diversidad, lo cual se suele experimentar
más a menudo con los agentes externos que con las fuerzas internas.
Si nuestra perspectiva, ganada en la fase de Oposición, no logró esti
mular el plano perceptivo correspondiente, entonces los Aspectos
menguantes "duros" tienden a generar desadaptación, desencanto y
alienación dentro de la esfera social. Sin embargo, estos Aspectos,
igual que los Aspectos "blandos" de este hemiciclo, pueden ser usa
dos constructivamente para impulsar al individuo a que reforme o
reconstruya los elementos dentro del ambiente de su existencia. Los
Aspectos menguantes nos instan a cultivar los valores humanos, las
actitudes tolerantes, la visión social amplia y las aspiraciones altruis
tas cuando se las emplea del mejor modo posible.
Cualquier Aspecto incluirá siempre un planeta de desplaza
miento más rápido y otro de desplazamiento más lento. Adviértase
que no se trata de la velocidad real de desplazamiento de un planeta
en la hora de nacimiento, sino de su ciclo orbital natural, el cual
determina su desplazamiento dentro de este contexto; (esto debería
responder la pregunta sobre los planetas retrógrados). Según mi
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opinión, el planeta de desplazamiento más lento describe el objetivo
principal de un Aspecto en cualquier fase del ciclo. Por ello, este
planeta representa el punto del O grado (o punto inicial) del Aspecto.
En consecuencia, el planeta de desplazamiento más rápido se aleja
rá del planeta más lento o se moverá hacia éste. Interpreto que esto
indica que el planeta de desplazamiento más rápido debe moverse
empeñosamente para poner a prueba sus impulsos básicos de acuer
do con las experiencias determinadas por los principios que más
predominan en la vida; esos principios son simbolizados por el pla
neta de desplazamiento más lento. Este último se convierte en el
agente que condiciona el desarrollo necesario del planeta de despla
zamiento más rápido. Por ejemplo: en todos los aspectos
VENUS-URANO, este último es quien estimula los impulsos sociales
de Venus, y con frecuencia de una manera que suscita un grado no
table de singularidad, emoción, magnetismo, experimentación y ex
traordinaria captación intuitiva de vasto alcance en cuestiones
interpersonales. El principio de Venus es normalmente más fácil para
que la mayoría de los individuos se identifique con él, puesto que
representa un impulso consciente y desarrollado de manera más
personal. Por ello, Urano actúa como si estimulase evolutivamente a
Venus, regula la orientación psicológica de ese planeta y lo guía a lo
largo de experiencias que permiten que el individuo sea más capaz
(aunque inestablemente) en lo que atañe a sus reacciones emociona
les. Nuestro manejo de estas fuerzas planetarias combinadas esta
blecerá la destructividad, el caos, la turbulencia y la separatividad de
esos Aspectos... o su manifestación de carácter iluminador, perceptivo
y emocionalmente liberador. Considero que, en su mayor parte, el
planeta de desplazamiento más lento me proporciona la clave para
determinar qué es lo que el planeta de desplazamiento más rápido
debe asimilar más para desarrollar su consciencia.
La Conjunción
Una Conjunción exacta ocurre cuando dos planetas se hallan
situados, en la eclíptica, en el mismo grado de longitud. Por lo tanto,
hay una separación de O grado. En consecuencia, el Aspecto de la
Conjunción corresponde al punto de O grado del signo de Aries, y
opera mediante el dwad de Aries en el decanato de Aries de este
signo. Por ende, este Aspecto se halla también asociado con la pri
mera Casa Ascendente y con el planeta Marte.
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Puesto que el Aspecto de la Conjunción es O grado, técnica
mente no crea arco. Por esta razón, no se halla dentro de la categoría
de un Aspecto creciente normal o de un Aspecto menguante normal.
En todo caso, la Conjunción se convierte en un Aspecto compartido,
en parte, por ambos hemiciclos (puesto que designa el punto de tran
sición en el que cualquier ciclo termina oficialmente, sólo que para
volver a establecerse). Sin embargo, puesto que pocas Conjunciones
natales reales son partiles, normalmente se las halla aproximándo
se ("aplicándose") o separándose.
Las Conjunciones que se separan tienden a funcionar
aproximadamente como un Aspecto creciente, pero con el máximo
de subjetividad. Propende a reunir energías y a empezar a proyec
tarlas hacia afuera, rumbo al medio ambiente. Por otra parte, las
Conjunciones que se aproximan (o "aplican") se parecen, en todo
caso, más a los Aspectos menguantes, puesto que el planeta de
desplazamiento más rápido está atravesando todavía el hemiciclo
menguante. Aquí propende a recogerse un tanto inconscientemen
te en lo más íntimo y a consolidar las energías con el propósito de
una asimilación completa antes de iniciarlas en un nuevo nivel.
No obstante, la Conjunción no se relaciona con la obtención ni con
el uso de la experiencia, sino que sencillamente nos introduce en
dos fuerzas planetarias cuya combinación directa inicia una activi
dad pura, sin sentido real alguno de un enfoque interno o externo
definido.
Debido a que la Conjunción guarda relación con la primera
Casa Ascendente y con Marte, representa un Aspecto que genera
una necesidad intensa de relacionarse con uno mismo. La Conjun
ción simboliza la inauguración del ciclo de Aspectos e impulsa a las
energías planetarias para que se combinen o fusionen. Los planetas
involucrados en el Aspecto de la Conjunción son obligados a unirse
y funcionar, para mejor o para peor, como una sola unidad. A dife
rencia del carácter de la Oposición, la cual es más objetiva e inclina
da a las mutuas concesiones, la Conjunción no nos motiva para que
representemos sus energías con algún sentido de participación in
terpersonal o intercambio mutuo y recíproco. En lugar de ello, es
sumamente autónoma y se siente impulsada a concretar sus deseos
con exclusividad e independencia. Se opone a las influencias exter
nas. Puesto que la Conjunción es menos capaz de evaluar y reflexio
nar (lo cual la diferencia de la Oposición), es normal que le sea dificil
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asumir compromisos o adaptarse a las necesidades que se hallen
más allá de las inmediatas que ella misma genera. Es probable que
esto explique por qué los individuos que tienen varias Conjunciones
en su carta suelen dar muestras de no ser afectados por su medio
ambiente o, incluso, de olvidarse cada tanto de los demás, mientras
actúen siguiendo sus propios impulsos. Debido a la falta de perspec
tiva, asociada con este Aspecto, la Conjunción tiende a representar
un punto ciego de nuestro carácter. El individuo suele hallarse de
masiado envuelto en su subjetividad, según los rasgos que aquí des
cribimos, como para reconocer la manera con que su yo se presenta
ante el mundo, aun cuando los demás suelen observar fácilmente
dichos rasgos. Debido a que las energías se identifican aquí de ma
nera tan personal, la Conjunción parece operar directamente más
bien a través de los rasgos de conducta que de los asuntos circuns
tanciales. Una Conjunción natal, a diferencia de la Oposición o la
Cuadratura, normalmente no tiende a proyectar sus energías sobre
las personas o situaciones.
Puesto que los planetas en Aspecto de Conjunción consolidan
dinámicamente su energía, éste tiende a ser el Aspecto más fuerte de
todo el ciclo en función de intensidad, concentración, enfoque e im
pacto. La Conjunción posee un alto grado de solidaridad y cohesión,
merced al hecho de que los planetas asumen el compromiso de jun
tar sus fuerzas y sintetizarse. Aquí se hallan representados funda
mentalmente impulsos recién excitados (definidos por los principios
de los planetas) y que requieren un interés y un esfuerzo de carácter
total y personal si se los ha de desarrollar y experimentar de la ma
nera que corresponde. Si los planetas son capaces de integrarse con
eficacia, entonces, el resultado de esto es un propósito único y un
encauzamiento vigoroso, lo cual fomenta la autarquía necesaria para
iniciar y emprender autónomamente la actividad. Esto puede dar
base a un desarrollo personal positivo, inculcando un sentido más
claro de identidad e individualismo. Sin embargo, si la combinación
de ambos planetas es precaria, es probable que el planeta más des
ajustado (típicamente, el de desplazamiento más rápido) funcione
de manera desmañada o forzada al intentar sincronizarse con el otro
planeta. Entonces, es presionado para que actúe siguiendo sus im
pulsos naturales, de acuerdo con la influencia más predominante e
insistente de ese otro planeta. El hecho de que puedan trabajar fácil
mente, o no, depende de los temperamentos inherentes de ambos
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planetas. Venus y Júpiter comparten, evidentemente, más denomi
nadores comunes que Saturno y Urano. Por ello, si bien los planetas
en Conjunción deben unirse siempre en la acción, no siempre se sen
tirán coordinados a toda hora (y éste es especialmente el caso de la
Conjunción disociada o "fuera de signo", debido a que los planetas
caen también en dos signos diferentes). Por lo tanto, no debemos
asombramos porque la escuela astrológica tradicional, que traza un
división entre "buenos" y "malos", haya rotulado así a la Conjun
ción: Aspecto "variable".
Cuando los planetas en Aspecto de Conjunción están empe
zando un ciclo de relación, nos impulsan a sumimos en actividades
que suelen llevar, de alguna manera destacada, el sello personal de
nuestra individualidad. Sin embargo, igual que el signo de Aries, un
Marte fuertemente "aspectado" y/o angular, o el énfasis en la prime
ra casa, cuando muchas Conjunciones tachonan una carta natal,
pueden poner de manifiesto a un individuo marcadamente ensimis
mado o demasiado preocupado por sus intereses personales. Si la
Carta no indica una clara sobrecarga de Aspectos en Conjunción
(como se la hallaría en cartas que tengan stelliums (o satellitiums),
el individuo tendrá que cuidarse de no permitir que su inconsciente
actitud de ser "yo primero" se le escape de las manos, puesto que ese
determinado interés personal puede tener un efecto separatista en
las relaciones, debido a un general rechazo a cooperar, compro
meterse o someterse a las necesidades de los demás. Las Conjuncio
nes suelen revelar actitudes que expresamos con testarudez, miras
estrechas y, a veces, prepotencia. Por eso, cuando predominan en la
Carta {especialmente, cuando operan por medio de signos de fuego
o signos fijos), el individuo puede sentirse exageradamente confiado
en sí mismo, y suele insistir en salir siempre con la suya, en hacerlo
todo solo. Por esta razón, le es problemático participar con los de
más o recibir su consejo y ayuda. Prefiere conocer la vida mediante
experiencias de primera mano. Su máximo tropiezo tiende a ser su
limitada visión acerca de los problemas que tiene entre manos (y
especialmente, cuando involucran a otros). Puesto que la Conjun
ción crea fuerzas impetuosas que procuran lanzarse irreprimi
blemente hacia el medio ambiente, el individuo es impulsado a ex
presarse mediante una actividad cuyas motivaciones son persona
les. Sin embargo, no suele prestar la debida atención a las conse
cuencias o a los resultados finales de sus acciones.
/9
En general, las Conjunciones iluminan, acentúan, recalcan y
destacan los principios planetarios que ellas representan. En el pla
no constructivo, las Conjunciones abundantes, utilizadas ade
cuadamente, impulsan a avanzar más lenta pero constantemente, en
los proyectos de valor personal que uno mismo inició. Asimismo,
ayudan a fomentar y desarrollar fortaleza de carácter, voluntad dili
gente, confianza interior, seguridad en uno mismo y sana tendencia
a hacerse valer. Esto describe al individualista que surge merced a su
propio esfuerzo, evidencia mucha iniciativa y suele permitirse llevar
una vida que le posibilita ir en pos de sus metas personales sin que
los demás interfieran mucho. Sin embargo, así como aprende a ha
cerse cargo de su propia vida, de igual modo necesita ser cuidadoso,
sin restar importancia a la influencia de los demás. De lo contrario,
puede convertirse en un lobo solitario, desconectado de la sociedad.
Son pocas las Conjunciones natales, o hasta puede de
cirse que ninguna de ellas sugiere que el individuo sea menos procli
ve a impulsarse por sí solo. Se halla menos decidido a actuar en
defensa de lo suyo, y tiende más a buscar el apoyo o el respaldo de
terceros. Tal vez le falte confianza en sí mismo en la actitud que él
tiene en muchos campos de su existencia. Necesita encauzarse con
precisión hacia sus objetivos y poder ejecutar directamente sus pla
nes de acción sin titubeos ni vacilaciones. Si bien tiende a que las
actitudes de los demás influyan fácilmente sobre él, podría benefi
ciarse inmensamente si tomase contacto más estrecho con sus pro
pias necesidades. No obstante, puede tener una opinión más objeti
va acerca de la vida y una perspectiva más amplia acerca de los de
más. Empero, debería empeñarse en hallar tiempo para sí mismo, a
fin de hacer él solo las cosas y valorar sus momentos de soledad.
Disminuirá su tendencia a atraer a los demás hacia lo que él está
haciendo si aprende a comprometerse más con lo suyo propio. Ad
vierta que una ausencia de Conjunciones suele compensarse con sig
nificativas posiciones de Aries (Sol o ASCENDENTE, por ejemplo),
un Marte destacado o énfasis en la primera casa. En general, las
conjunciones que incluyen a Marte, al ASCENDENTE o a posicio
nes de Aries subrayan más la dinámica de este Aspecto.
El Semisextil
Se trata de un arco de 30 grados desde el punto estacionario
de O grado de Aries, que se desplaza en sentido contrario al de las
20
agujas del reloj y guarda relación con el signo de Tauro, y con el
signo de Piscis, que se desplaza en el sentido de las agujas del reloj.
El Aspecto Semisextil simboliza, pues, los principios de Tauro-se
gunda casa y Piscis-undécima casa. Todo depende de si nos ocupa
mos de un Semisextil creciente o inferior, o nos referimos a un
Semisextil menguante o superior. Sin embargo, ¿cómo diferencia
mos un Aspecto inferior de otro superior?
La regla es sencilla: se considera que dos planetas se hallan en
su fase de Aspecto creciente o inferior cuando el planeta más rápido
se aproxima al punto de Oposición del planeta más lento, de acuer
do con la secuencia natural de los signos. Al planeta más rápido siem
pre lo descubriríamos visualmente, en la Carta, situado a la derecha
(diestra) del planeta más lento. Por ejemplo: Mercurio en los 3 gra
dos de Piscis se halla exactamente en Semisextil con Júpiter en los 3
grados de Acuario. Júpiter tiene su punto de Oposición en los 3 gra
dos de Leo. Evidentemente, Mercurio en Piscis todavía se desplaza
hacia los 3 grados de Leo. Por ello, Mercurio se halla en Aspecto de
semisextil inferior con Júpiter.
Se considera que dos planetas se hallan en su fase de Aspecto
menguante o superior cuando el planeta más rápido se está separan
do del punto de Oposición del planeta más lento y se está dirigiendo
hacia la nueva Conjunción con ese planeta. Vemos en la Carta que, al
planeta más rápido se lo hallaría siempre ubicado del lado izquierdo
(siniestro) del planeta más lento. He aquí un ejemplo: Mercurio en
los 3 grados de Acuario es exactamente Semisextil con Júpiter en los
3 grados de Piscis. Naturalmente, Júpiter tiene su punto de Oposi
ción en los 3 grados de Virgo. Por lo tanto, en algún punto horario
anterior, Mercurio empezó a alejarse del punto de Oposición en Vir
go, y ahora ha de hallarse nuevamente en Conjunción con Júpiter.
Por ello, Mercurio se halla en el Aspecto Semisextil superior con
Júpiter.
Prefiero usar los términos Aspecto "superior" y Aspecto "infe
rior", propios de Grant Lewi, porque sugieren visualmente la posi
ción real del planeta de desplazamiento más rápido. Puesto que un
Aspecto creciente debe ocurrir en cualquier sitio entre la fase de
Conjunción y Oposición, el planeta más rápido de un Aspecto men
guante debe ocupar la mitad superior del ciclo más allá del punto de
Oposición. Los términos tradicionales, "diestro" y "siniestro", son
demasiado arcaicos y no muy precisos, en especial porque el voca-
2/
blo "siniestro" se asocia también con lo maligno y malévolo (en
Ocultismo, el sendero "de la mano izquierda") y, por lo tanto, sus
connotaciones son negativas. Los términos "creciente" y "menguan
te" no me brindan una imagen visual inmediata acerca de la posi
ción del planeta más rápido. A falta de otros, los términos "superior"
e "inferior" son los que yo al menos prefiero personalmente.
El Semisextil corresponde a un signo de tierra y a un signo de
agua; por lo tanto, se lo puede interpretar como un Aspecto de ca
rácter receptivo e interiorizador. Estos dos elementos son estabiliza
dores, conservadores y preservadores. Les resulta natural ocuparse
esmeradamente de la plasmación potencial de la vida. Lo más carac
terístico de estos elementos es que absorben energía en lugar de
emanada. Por eso, la fase Semisextil se ocupa de atraer los recursos
que más necesitan desarrollarse. El factor de Tauro hace que tenda
mos a concentramos en agrupar productivamente los recursos ma
teriales prácticos, autónomos y capaces de manifestarse como una
fuerza tangible mediante una aplicación concreta. Ellos nos exigen
que los nutramos continuamente, los atendamos de manera conve
niente y seamos capaces de organizarlos, al menos, en un plano ele
mental. El factor de Piscis representa los recursos de aplicación com
parativamente abstracta, intangible e idealista. Tauro procura afian
zar el capital terreno, para darle un uso y disfrutarlo de manera es
trictamente personal, mientras que Piscis busca los bienes espiritua
les que, con el tiempo, pueden ser puestos nuevamente en circula
ción en el mundo para que, en última instancia, todos seamos mejo
res. El Semisextil intenta, en ambos casos, suministramos algo va
lioso.
Es normal que el Semisextil sea incapaz de generar en noso
tros un estímulo suficiente para que utilicemos dinámicamente es
tos recursos naturales en nuestras interacciones diarias. Por ello,
suelen quedar como aptitudes latentes que no se usan. Puesto que
aquí el nivel de energía tiende a ser insuficiente como para activar el
potencial total, los Semisextiles parecen depender de una suave fric
ción o roce, y requieren alguna medida de esfuerzo y determinación
personales si hemos de incitarlos a que actúen expeditivamente (la
tendencia de estos Aspectos es a la inacción). Además, la combina
ción de los principios involucrados carece de esa docilidad caracte
rística del Sextil pleno, debido a los ajustes requeridos por dos sig
nos interactuantes, cuyo elemento y propiedades estructurales difie-
22
ren. He aquí otra razón de por qué hay veces en las que pueden per
cibirse leves tensiones en el Semisextil.
Los astrólogos incluyeron tradicionalmente al Semisextil en
la categoría de Aspecto menor. Esto no debería implicar que sea
menos importante que los Aspectos mayores, de uso corriente. Me
resulta más útil interpretar que los Aspectos menores retratan los
principios más sutiles de la existencia, los cuales representan los
matices menos patentes de la personalidad. En general, los Aspectos
menores funcionan en un plano menos fáctico o concreto (o por lo
menos se manifiestan de modos menos perceptibles). Tienden a ex
presarse más por medio de la actitud que de la circunstancia. Por
ello, el Semisextil puede tener, principalmente, una influencia muy
subliminal. Tiende a hacernos evaluar y reflexionar íntimamente
sobre situaciones que nosotros atraemos, pero en las que no nos in
volucramos directamente. Puesto que el Semisextil se halla aún cer
ca del punto de la Conjunción, se trata de un Aspecto muy subjetivo,
cuya reacción es interna.
El Semisextil inferior guarda relación con el signo de Tauro,
y opera por medio del dwad de Tauro en el decanato de Tauro, de
modo tal que también se halla asociado con la segunda Casa y el
planeta Venus. Este Aspecto funciona como un suave estimulante
que nos incita a desarrollar una percepción instintiva de cómo y dónde
podemos constmh� en nuestro carácter, valores que sean apropiados
para nuestra evolución. Esto nos permite poner a pmeba nuestra
capacidad para trabajar productivamente con las leyes de la atrac
ción y del magnetismo físicos en el mundo tridimensional. El
Semisextil inferior permite que la fuerza inicial de atracción impul
se hacia nosotros, en escala más pequeña, beneficios que, con el tiem
po, puedan convertirse en un constructivo bien de carácter personal.
En este caso, los recursos representan las oportunidades que servi
rán de apoyo a la estructura. Sin embargo, debido a que este Aspecto
es naturalmente pasivo, raras veces aplicamos el esfuerzo y el impul
so necesarios para realizar algo realmente importante o memorable
valiéndonos de ese potencial. Hasta que los podamos utilizar con
más objetividad e inteligencia (lo normal es que esto ocurra en la
fase del Sextil inferior), los Semisextiles crecientes operan probable
mente en el plano de los instintos inconscientes de sobrevivencia y
facilitan el funcionamiento y el bienestar físicos. Pueden vincularse
con nuestra disposición a ser receptivos en lo que atañe a los estímu-
23
los de las sensaciones, cuyo mecanismo se halla más allá del umbral
de la consciencia vigil normal. Con todo, se necesita una mayor per
cepción mediante las experiencias de la vida, antes de que se reco
nozca, comprenda, desee y, subsiguientemente, asimile lo que el
potencial vale de verdad. El Semisextil inferior nos insta a que volva
mos fértil lo que empieza a interesamos y atraemos, cuyo resultado
concreto puede ser el que nos expresemos con creatividad. En este
caso, se nos proporcionan los elementos materiales para que poda
mos trabajar, pero debemos nutrirlos y cultivarlos más si han de dar
fruto. Necesitamos consagrarnos a ello con coherencia, paciencia y
estabilidad.
El Semisextil superior guarda relación con el signo de Piscis
y opera por medio del dwad de Piscis en el decanato de Piscis de
este signo. Asimismo, se relaciona con la decimosegunda Casa y el
planeta Neptuno. Este Aspecto nos estimula para que pongamos en
actividad los recursos latentes, almacenados en los planos más pro
fundos de la psiquis. El Semisextil superior representa a la que tal
vez sea, entre todas las fases de los Aspectos, la más delicada y tras
cendental. En este caso, se nos pone en contacto, de manera sutil y
un tanto esquiva, con las reservas inconscientes que probablemente
hayamos desarrollado durante un anterior ciclo de experiencias (por
ejemplo, encamaciones pasadas o consciencia prenatal). Este Aspecto
nos permite aprovechar las facetas ocultas de nuestro ser interior.
Las reservas del alma pueden manifestarse como imaginación crea
dora, capacidad de "visualización", sensibilidad paranormal y expe
riencia mística. Los Semisextiles superiores insinúan lo que es tras
cendental, y podemos hacer que se expresen y activen más plena
mente una vez que las metas de nuestras aspiraciones conscientes
sean altruistas y de carácter colectivo (o sea, un impulso suscitado
típicamente por la fase del Sextil superior que lo precede en el ciclo).
El Semisextil superior simboliza la fase final de la creación, la cual
tiene experiencias que demandan que el ego se involucre lo menos
posible (en este sentido, el Semisextil se expresa de una manera que
contrasta vívida y sorprendentemente con la Conjunción). Sin em
bargo, cuando este sector se activa de modo constructivo, entonces
puede hacer que primero se encaren "las cosas que quedaron sin
terminar" en el pasado, lo cual exige que se abandone o disuelva la
voluntad personal antes de que lo potencial pueda concretarse aquí.
Una vez que nos interesamos en servir sin egoísmo a la humanidad,
24
se concreta más fácilmente cualquier beneficio último que el Semisex
til superior proporciona. De lo contrario, es de esperar que sea inefi
caz. Puesto que el Quincuncio se halla en el punto de Oposición del
ciclo, el Semisextil superior implica la necesidad de adaptarse en lo
social a fin de trascender el toma y daca que es habitual en el plano
de las relaciones. Los valores que aquí se desarrollan tienen como
base la compasión y el anhelo de sacrificar los deseos temporales
por una causa social mayor. La consciencia debe depurarse mucho
antes de que se pueda utilizar eficazmente este Aspecto. A diferencia
del Semisextil inferior, el cual es más sensual, la fase superior deno
ta bienes espirituales que pueden compartirse caritativa y benévola
mente con los demás. Y de esta manera, también nos proveemos de
un sustento de carácter transformador y lo podemos usar para gene
rar una más elevada percepción de nosotros mismos (la cual se halla
simbolizada en el nuevo punto de la nueva Conjunción en espiral,
propio de un nuevo ciclo).
La Semicuadratura
Un arco de 45 grados, desde el punto estacionario del ciclo,
que se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, y se
asocia con los 15 grados de Tauro, y con los 15 grados de Acuario
que se desplaza en el sentido de las agujas del reloj. El denominador
común, compartido entre Tauro y Acuario, consiste en que ambos
son signos fijos del Hemisferio Este. Los signos de este carácter son
decididos, difíciles de cambiar, muy porfiados e inflexibles en sus
actitudes. Y en general, los signos asociados con este hemisferio
emprenden todo solos. Estos dos factores nos dan una clave acerca
del carácter fundamental de la Semicuadratura. Este Aspecto puede
poner de relieve actitudes porfiadas que tienden a que sigamos es
tando atados a la rutina y en contra de cualquier compromiso con
cambios que son necesarios y están teniendo lugar en nuestro entor
no. Sin embargo, la cualidad fija podría sugerir también que las
Semicuadraturas contienen alguna dosis de aguante, persistencia y
propósito claro. Cuando se las canaliza constructivamente, pueden
proporcionamos la fuerza y la convicción complementarias que nos
ayudan a persistir en nuestro esfuerzo en una escala menor, no de
masiado evidente. Las Semicuadraturas nos dan un poco de impul
so y empuje, y las usamos adecuadamente cuando encaramos pro
yectos de menor cuantía y exigencias diarias de menor grado. Los
25
astrólogos vincularon a la Semicuadratura con la irritabilidad, el
fastidio y la ligera tensión generada por fricciones o roces. Se lo de
nominó acertadamente el Aspecto "de las molestias" (o "fastidios").
La Semicuadratura inferior guarda relación con el signo de
Tauro y opera a través del dwad de Escorpio en el decanato de
Virgo de este signo. Tiene también conexión con la segunda Casa y
el planeta Venus. La tensión dentro de nuestra consciencia se halla
aquí, todavía, en su etapa de formación rudimentaria. Sin embargo,
está empezando a ser interiormente discordante e incómoda para
nosotros. Nuestro descontento va en aumento y habitualmente se
proyecta hacia el exterior, en el medio ambiente, atrayendo conflictos
incidentales u obstáculos indirectos. Su influencia suele hacer que
nos sintamos molestos de alguna manera. La Semicuadratura infe
rior opera todavía de manera ciega y subjetiva, y precede al Sextil
superior pleno (el cual es, técnicamente, el primer Aspecto de la ex
presión conscientemente racional). Esto sirve como señal psicológica
de advertencia, la cual nos indica que nuestras actitudes nos están
congestionando y somos imprudentemente obstinados en cuanto a
que es necesario que cambiemos en lo personal. Aquí, en bien de
nuestra evolución, se pone en tela de juicio nuestro apego incons
ciente al hábito. Este Aspecto ha de enseñarnos a valorar y apreciar
cuán variable es la existencia, advirtiendo que los pequeños cambios
son los que nos benefician en lo personal. Esto nos obliga más bien a
adaptarnos que a estancarnos.
Cuando el que está involucrado es el exigente y analítico de
canato de Virgo, la Semicuadratura inferior indica una tendencia a
irritarse y criticar lo que se tiene entre manos. Aquí esperamos que,
desde el comienzo, todo funcione fácilmente y como corresponde;
por eso, cuando las cosas invariablemente no funcionan así, enton
ces nos encolerizamos e irritamos muchísimo. El resultado de esto
es un mal humor por cuestiones que, a la larga, son relativamente
improcedentes o sin importancia, al menos según los demás las eva
lúan. En pocas palabras, este Aspecto representa esas quejas nues
tras por cosas baladíes, que revelan dónde tendemos a que las fallas
o defectos triviales y los contratiempos de poca monta nos pertur
ben. No obstante, por ser Virgo innatamente correctivo, utilizamos
muy bien nuestra Semicuadratura inferior cuando acrecentamos
nuestro anhelo de adaptarnos o adecuamos a lo práctico y menos
importante. Esto nos permite convertir este grado de tensión en una
26
fuerza movilizadora, necesaria para una actividad útil. El dwad de
Escorpio suma intensidad a las reacciones típicas de este Aspecto y,
además, implica que se tiende más bien a encauzar forzadamente
las cosas por un solo carril que a aceptar medidas que entrañen una
opción. Acentúa la reacción emocional, en la que tendemos a ser
quisquillosos y criticones, y a emitir juicio (especialmente respecto
de los demás). Hace que nos inclinemos a evaluar las cosas de mane
ra apresurada o prematura. Aquí necesitamos moderar más nues
tros sentimientos, ser más equilibrados y tranquilos, y más capaces
de seguir� sin enojo, la corriente de las circunstancias. Escorpio nos
sugiere que necesitamos reencauzar esas energías de fricción o roce,
controlando nuestra porfía y nuestras pasiones y sentimientos.
La Semicuadratura superior guarda correspondencia con el
signo de Acuario y opera a través del dwad de Leo en el decanato
de Géminis de este signo. Asimismo, se halla asociado con la undé
cima Casa y el planeta Urano. Mientras la Semicuadratura inferior
se vincula con los elementos de tierra y agua (recalcando la tenden
cia a oponerse a modificar el estado en que las cosas se hallan), la
Semicuadratura superior combina los elementos de fuego y aire que
son más expresivos en lo personal. Debido a que es un Aspecto del
hemiciclo creciente, se ocupa más de la dispersión de las energías en
la comunidad. Este Aspecto hace que, en vez de modelarnos y amol
damos para adaptamos notablemente a las condiciones externas (éste
es el tema de la Semicuadratura inferior), hace que nos inclinemos
por intentar que nuestro entorno se amolde a cómo vemos que las
cosas de la sociedad deberían ser idealmente. Por eso, nos fastidia
mos e irritamos al darnos cuenta de que nuestros objetivos tienen
reducido atractivo o viabilidad en el plano colectivo. Debido a las
correspondencias de aire que se hallan involucradas, las perturba
ciones se registran más en un plano mental que visceral, (sugiriendo
que el individuo puede estar al tanto sobre ellas de manera más cons
ciente). Sentimos la fricción o el roce siempre que, con intransigen
cia e insensibilidad, imponemos nuestros ideales y objetivos a los
demás. Y terminamos exasperándonos y desilusionándonos cuando
nos topamos continuamente con la resistencia, la obstinación o la
indiferencia de los demás. Puesto que la Semicuadratura superior
precede al Semisextil superior, es probable que su tensión subjetiva
se deba a que íntimamente se advierte que hay algo más que experi
mentar, incluso más allá de la cooperación social ideal. A esta altura
27
del ciclo, estamos empezando a retiramos psicológicamente dentro
de nosotros mismos, en un esfuerzo (inconsciente) por volver a conec
tarnos con nuestra esencia espiritual, y esto exige una lucha interior
para que nos volvamos a polarizar.
El decanato de Géminis nos previene contra el excesivo n,zo
namiento conceptual, pues hay una tendencia a permitir que los prin
cipios abstractos e intangibles anulen al factor humano tangible, y
que el resultado de esto sea una falta de empatfa y compasión. Asi
mismo, el factor de Géminis nos enseña que mantengamos nuestra
adaptabilidad mental en cuanto a nuestra actitud frente a lo que la
sociedad piensa. El dwad de Leo crea un grado de despotismo y
autoritarismo que será necesario tener bajo control si este aspecto
ha de convertirse en un capital. Debido a la influencia de Acuario y
Urano, la Semicuadratura superior puede ser de carácter esporádico
e inestable, ofreciéndonos giros repentinos u obstáculos menores
inesperados que suelen deberse a las acciones imprevistas de los de
más. También somos capaces de provocaciones inexplicables y reac
ciones bruscas cuando estamos molestos, las cuales suelen reflejar
un juicio prematuro o apresurado de nuestra parte. Las Semi
cuadraturas pueden mostrar, en los individuos incultos y carentes
de aspiraciones sociales, una odiosa tendencia a desafiar, disgustar y
aturdir a los demás, comportándose como maniáticos, excéntricos y
exhibicionistas (he aquí el mal uso de la influencia del dwad de Leo},
sin utilidad alguna. Estos Aspectos pueden definir extrañas desvia
ciones de la naturaleza humana, implicando una desadaptación so
cial; por ello, esos individuos parecen hallarse siempre desconecta
dos del convencionalismo social corriente. Debemos intentar utili
zar estos Aspectos de una manera que no nos indisponga con las
otras personas que, de otro modo, podrían colaborar creativamente
con nosotros.
El Sextil
Un arco de 60 grados desde el punto de partida del ciclo, que
se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, nos trae
hasta la cúspide de Géminis, y la cúspide de Acuario que se despla
za en el sentido de las agujas del reloj. Por ello, el Sextil tiene una
destacada asociación con el elemento aire, y sugiere que se trata de
un Aspecto que genera energía mental. Representa una fase vital del
ciclo, en la que podemos aplicar mucha inteligencia e inventiva al
28
expresar los principios indicados. Considero que los Sextiles son
catalizadores naturales de una eficiente actividad del cerebro y del
sistema nervioso. Su orientación es claramente perceptiva y se halla
conectada especialmente con el desarrollo del raciocinio. El Sextil
es un Aspecto exploratorio, ávido de aprender cosas nuevas. Bajo su
influencia se nos estimula a alcanzar un ambiente social más vasto,
en muchas direcciones, obteniendo con ellos beneficios externos. Los
Sextiles nos impulsan a conseguir, mediante observación objetiva,
información útil acerca de la vida. Estimulan el deseo de instruirse,
comunicarse e intercambiar en general energías con los demás en
todos los planos. El Sextil nos permite ser curiosos acerca de la vida
y su variación ilimitada. Representa la expresión activa de las fuer
zas creativas que buscan la síntesis constructiva.
A diferencia del Trígono, que es más tranquilizador, el Sextil
es estimulante y la monotonía le resta contento. Si bien no es más
débil que un Trígono, lo que ocurre es que se siente menos inclinado
a aplicarse tan pasiva o consecuentemente (debido al estímulo extra
de dos elementos, diferentes pero complementarios, que se combi
nan, lo cual tiende a que los sienta placenteros). Mientras los Trígonos
indican estados de consciencia relativamente más interiores (puesto
que su innata sintonía y armonía de fuerzas sostienen fácilmente el
bienestar interior), los Sextiles se orientan necesariamente más ha
cia las situaciones. Ellos nos impulsan (no nos empujan como las
Cuadraturas lo hacen) a expresarnos libremente de acuerdo con di
versas opciones y alternativas que nuestro medio ambiente nos pro
porciona. Sin embargo, las oportunidades que se presenten exigirán
un poco de esfuerzo personal, si han de hacerse realidad.
El grado en el que queremos participar en las actividades in
dicadas por nuestros Sextiles determinará hasta dónde nos bene
ficiaremos. De lo contrario, como ocurre con el elemento aire, el
Sextil puede sentirse muy cómodo mientras permanece, sin involu
crarse, en un plano mental abstracto (el cual impulsa a vivir exclusi
vamente en la cabeza), sin que por ello se sienta motivado como
para aplicar su promesa de una manera concreta y tangible. Enton
ces, las oportunidades pueden escaparse de nuestras manos. En
consecuencia, cualquier atributo atractivo, que aquí se indique, exigi
rá nuestra atención y esfuerzo personales si ha de incorporarse a
nuestro carácter.
El Sextil inferior se halla asociado con el signo de Géminis y
29
opera a través del dwad de Géminis en el decanato de Géminis de
este signo. También guarda correspondencia con la tercera Casa y
el planeta Mercurio. Este Aspecto representa la atracción de las ex
periencias oportunas en el ambiente cotidiano, el cual puede ayu
darnos a reunir conocimientos concretos acerca de la vida, pudién
dolos usar para nuestro provecho personal. Los Sextiles inferiores
estimulan la reflexión y nos permiten efectuar conexiones lógicas y
concretas entre los diversos componentes de cualquier experiencia
inmediata. En el caso del Sextil inferior, en realidad somos estimula
dos más bien a observar con agudeza las actividades de la vida en su
plano superficial, que a sondear sus profundidades. Estos Sextiles se
hallan corrientemente en abundancia en las Cartas de quienes dan
muestras de ser sumamente curiosos, vigilantes, listos y de reaccio
nes enérgicas. Son mentalmente ágiles, accesibles y ávidos de apren
der cosas nuevas. El individuo puede expresarse de manera multifa
cética y versátil. Sin embargo, una carga excesiva de Sextiles inferio
res mal manejados (especialmente en una Carta ya baja en Conjun
ciones o Cuadraturas) puede acentuar la tendencia típicamente ge
miniana a dispersar nuestra atención sobre un radio demasiado vas
to de intereses efímeros, disminuyendo de ese modo la capacidad
para concretar sólidas realizaciones o logros duraderos. Puesto que
somos demasiado susceptibles a las distracciones propias del mun
do, nos es difícil enfocar y concentrar nuestra energía y, por ello,
tendemos a saltar de una actividad a otra, sin tomarnos el tiempo ni
esforzarnos para digerir y asimilar adecuadamente aquello con lo
que nos encontramos. El resultado es una percepción superficial. La
vida puede ser para nosotros muy aburrida cuando carecemos de
diversiones nuevas y constantes. O bien, podríamos ser el típico
diletante o "aprendiz de todo y oficial de nada", quien prefiere dedi
carse a lo suyo de manera superficial, sintiéndose menos impulsado
a especializarse en disciplina alguna.
Sin embargo, cuando los Sextiles se encauzan eficazmente,
nos inspiran para que nos expresemos con vivacidad y entusiasmo.
Muy animados, gustosos y optimistas, sentimos que somos capaces
de aprender más acerca del mundo emocionante que nos rodea.
También somos más capaces de conectar, de manera más coordina
da y totalizadora, todo lo que aprendemos. Nuestra adaptabilidad se
convierte en un bien positivo, el cual nos permite emprender positi
vamente una acción productiva. Son escasos los Sextiles inferiores
30
de la Carta, o incluso ninguno (en especial, la Carta que carece de la
compensación de las posiciones de Géminis, el énfasis de la tercera
casa o un Mercurio destacado) que denotan menos motivación (no
necesariamente capacidad) para seguir actividades educativas. Es
probable que el individuo se sienta menos inclinado a comunicarse
con los demás o menos estimulado por la información con que cuen
ta. Tiende a ser menos accesible a las ideas de los demás; también
puede ser demasiado subjetivo en su modo de ver la vida. Es menos
evidente la adaptabilidad a los cambios en el ambiente cotidiano.
También puede haber poca inclinación a movilizarse y ponerse en
marcha, en comparación con quien tiene muchos Aspectos de Sextiles
inferiores. Sin embargo, primero controle toda la Carta.
El Sextil superior guarda correspondencia con el signo de
Acuario y opera por medio del dwad de Acuario en el decanato de
Acuario de este signo. Por ello, también se vincula con la undécima
Casa y el planeta Urano. El alcance de la percepción propia de este
Sextil se amplía y extiende hasta una aplicación más social de los
principios involucrados. El Sextil superior puede ofrecemos oportu
nidades especiales para que nos reformemos y hagamos lo propio
con nuestro medio ambiente, valiéndonos de pensamientos progre
sistas. En esta fase, el anhelo y la perspicacia (e incluso la intuición)
generan más bien la mera curiosidad superficial que la expresión
personal. Somos motivados para experimentar las oportunidades de
la vida desde una perspectiva más impersonal y desapegada. El Sex
til superior indica algún grado del brillo o de la chispa del genio
creador. Alienta la expresión mental innovadora y nos permite perci
bir con amplitud los muchos factores completos que cualquier con
cepto tiene. Sin embargo, el hecho de que el potencial más elevado
de este Aspecto se suscite y use dependerá, en gran medida, de en
qué proporción el individuo evolucionó. (El mero análisis de la Car
ta natal no evalúa con facilidad este factor.) En quienes se hallan
todavía muy engolfados en su ego (o en quienes, en lo psicológico,
funcionan exclusivamente por medio de impulsos planetarios repre
sentados en el campo orbital de Saturno), el Sextil superior podría
estimular un mero interés por participar activamente en asuntos nove
lescos, emocionantes y estremecedores, cuyo eje es la participación
grupal. En este caso, la puesta en circulación de la energía nerviosa
tiende a ser esporádica e impredecible.
En general, los Sextiles superiores (como todos los Aspectos
31
superiores) son más objetivos que los inferiores. Tienden a estimular
la curiosidad acerca del desarrollo futuro del potencial actual. Tam
bién nos impulsan a promover ideales sociales que pueden concre
tarse mediante proyectos que apuntan a mejorar los asuntos de la
comunidad (o la actividad interpersonal general). Estas energías no
se disciplinan fácilmente y lo normal es que no funcionen mediante
métodos establecidos y procedimientos tradicionales. En lugar de
ello, es más probable que sean ellas solas las únicas que se expresen.
Muchos Sextiles superiores de la Carta sugieren una capacidad fue
ra de lo común en lo que atañe al cultivo de lo mental y social. Po
drían indicar precocidad, tolerancia superior a la corriente, inventi
va y, a menudo, nerviosidad (por excitación del sistema nervioso).
Es probable que el individuo necesite empeñarse en cuestiones de
carácter mental, aunque nada corrientes, que le estimulen y satisfa
gan. Puede haber capacidad para emprender estudios de carácter
tecnológico. Son pocos los Sextiles superiores (o ninguno) que po
drían reducir el impulso de explorar lo que se desconoce o no se
intentó jamás. El individuo puede participar activamente en cues
tiones de carácter social, amplias pero menos atractivas. Es proba
ble que su modo de pensar halle menos estímulo o incluso vea una
amenaza en lo que no es convencional, en lo que es radical (o llega a
los extremos), o incluso en lo que es polémico o controvertido. Ade
más, primero controle la Carta para ver si ésta muestra una com
pensación por medio de las posiciones de Acuario, el énfasis de la
undécima Casa o un Urano destacado.
La Cuadratura
Un arco de 90 grados desde el punto estacionario del ciclo,
que se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, nos
trae hasta la cúspide de Cáncer, y hasta la cúspide de Capricornio,
que se desplaza en el sentido de las agujas del reloj. La Cuadratura
guarda relación, pues, con el elemento tierra-agua; su inclinación
natural es atraer sus energías hacia adentro. En consecuencia, el
Aspecto de la Cuadratura interioriza su peso o agobio. Sus tensiones
se arraigan primerísimamente desde el interior. Puesto que la Cuadra
tura superior y la inferior están vinculadas con el punto medio de
cada hemiciclo, representan los puntos de mayor tensión dentro de
todo el ciclo. Igual que la Conjunción (y la Oposición), la Cuadratura
guarda correspondencia exclusivamente con la cualidad cardinal y,
32
por ello, se la ha de considerar un Aspecto dinámico que nos propor
ciona mucho impulso e ímpetu para iniciar el cambio. Su modo de
ser, propenso a los roces o fricciones, se alivia mejor mediante es
fuerzo agresivo y mayor consumo de energía. Las Cuadraturas son
generalmente críticas: nos obligan a actuar explícitamente, dando
paso a crisis bien definidas, de las que somos conscientes. Los plane
tas involucrados en el Aspecto de la Cuadratura interactúan desde
una posición un tanto defensiva, sin tender fácilmente a la síntesis.
Parecen seguir la línea de más resistencia. Los planetas tienden a
bloquear y desbaratar recíprocamente sus intenciones fundamenta
les. Sin embargo, si bien los impulsos de los dos planetas se oponen
a una integración suave y pacífica, son también proclives a poner
recíprocamente en tela de juicio su derecho de expresión. Un plane
ta suele rechazar los valores del otro. Este es el caso típico del plane
ta de desplazamiento más lento. El planeta que se desplaza más rápi
damente suele sentirse encajonado, inhibido y resentido por las exi
gencias que el planeta de desplazamiento más lento le impone, hasta
haber luchado para reorientarse. Y en esta fase debe reorientar su
dirección. Las Cuadraturas son enteramente intransingentes.
Si bien la Cuadratura produce peso o agobio (no precisamen
te tensión), también nos da el potente empujón de la energía concen
trada que necesitamos para afrontar y vencer los mayores obstácu
los que ahogan nuestros procesos evolutivos. Las Cuadraturas nos
exigen que prefiramos actuar, a continuar soportando el dolor y la
incomodidad que ellas generan, los cuales prevalecen en las Cartas
natales de aquellas personas cuya vida está llena de acontecimientos
cruciales. Este ángulo de 90 grados es tan agudo que suele tender a
agitar los planetas y a presionarlos para que repriman sus energías o
se hagan valer por la fuerza. Por ello, la inhibición y el impulso exce
sivo son problemáticos aquf. No conozco un modo promisoriamente
seguro de determinar cómo un Aspecto de Cuadratura se manifesta
rá en relación con esto. El astrólogo es quien tendrá que descubrirlo
originalmente en su consultante. Lo normal es que el individuo ini
cie su existencia, inhibiendo el potencial que su Aspecto de Cua
dratura le muestre y que, después, debido a crisis acuciantes, empie
ce a exhibir un impulso excesivo hasta que aprenda a expresarse
aquf equilibradamente. Pero no siempre (puesto que también es po
sible lo contrario). Es probable que la Cuadratura sea, entre todos
los Aspectos, el más sujeto a las circunstancias, porque nos obliga a
33
encarar, en su momento, asuntos circunstancialmente en pugna, que
sólo podemos resolver (o comprender) de manera satisfactoria cuan
do nos topamos con ellos sin trivialidades y de frente. Estos proble
mas pertinentes nos exigen que les prestemos una atención total.
Esto es así, especialmente, si la Cuadratura tiene lugar en signos
fijos y/o involucra planetas en sus posiciones de caída.
El planeta de desplazamiento más rápido alcanzó teóricamente
un punto de su evolución cíclica (al menos, según el tema específico
bosquejado por el correspondiente Aspecto real de la Cuadratura)
en el que ahora debe funcionar de acuerdo con una nueva estructura
o base, capaz de darle más fuerza para que crezca más. Por esta
razón, se dice que las Cuadraturas son obstáculos (o tropiezos) o
piedras de construcción. Las Cuadraturas representan el ímpetu
para evolucionar más. En realidad, la Cuadratura nos enseña a ser
más selectivos en cuanto al modo con que expresemos sus princi
pios; de lo contrario, tendremos que pagar cara nuestra ignorancia.
La Cuadratura nos permite afrontar las situaciones difíciles sin dar
nos por vencidos, una vez que nos reorientamos para aceptar las
exigentes tareas que tenemos entre manos. Cuando decimos que no
somos capaces de manejar esas exigencias, entonces lo único que
hacemos es suscitar los Aspectos de la Cuadratura que nos frustran y
bloquean. De acuerdo con la eminente astróloga Sylvia Carroll: "La
cuadratura no produce una sensación desagradable, a menos que
encuentre sustento en usted. Es posible que aquí le estimule, mien
tras fluye activamente, sin que se la contenga. Sólo es frustrante cuan
do usted no tiene salidas (o tomas) en las que pueda aplicar la ten
sión". Dicha autora sugiere que las Cuadraturas natales o en tránsito
pueden tratarse constructivamente de este modo: buscando conscien
temente actividades que exijan energía. En otras palabras, hay que
involucrarse en esfuerzos de carácter personal, capaces de acomo
dar sensiblemente esa intensa fuerza impulsora. Oí decir por ahí que
esto ''.apacigua" al Aspecto, lo cual me parece lógico.
La Cuadratura inferior guarda correspondencia con el signo
de Cáncer y opera a través del dwad de Cáncer en el decanato de
Cáncer. También está asociada con la cuarta Casa y el Immum Coeli,
y con la Luna. El agobio que la Cuadratura inferior pone de mani
fiesto, suele indicar un conflicto subconsciente que tiende a ame
nazar nuestra seguridad personal. Estas Cuadraturas deben teórica
mente empezar a operar en la niñez, habitualmente por medio de
34
condicionamientos negativos (mensajes mixtos) dentro del ambiente
familiar y la educación de nuestros primeros años. Lo normal es que
nos encontremos muy subjetivamente envueltos con nuestras
Cuadraturas inferiores, incluso cuando somos adultos. Nuestra ma
nera típica de encarar aquí las pautas que impliquen peso o agobio
es mediante la construcción de bloqueos, barreras, caparazones y
escudos protectores (que implican, en su totalidad, un enfoque in
trospectivo); en sí mismos, sólo comprometen más nuestros inten
tos de establecer una seguridad interior duradera. La Cuadratura
inferior pone al descubierto nuestras vulnerabilidades raigales y re
vela dónde tendemos a actuar o reaccionar de manera irracional y
regresiva. Es probable que aquí estemos muy a la defensiva. Estas
Cuadraturas son más difíciles de tratar que las Cuadraturas superio
res, puesto que su fuente de peso o agobio se halla metida más pro
fundamente dentro de los recovecos de nuestro yo interior. Aquí se
nos, acucia y apremia con las crisis internas y externas de la existen
cia, a fin de que encaremos esos modos de comportarnos que, cuan
do quedan sin resolve1� nos privan continuamente de nuestro cimiento
psicológico. La vida nos obligará a desprendemos de las reacciones
que habitualmente desarrollamos en el pasado (incluso en anterio
res encamaciones), las cuales han dejado de nutrir y sostener emo
cionalmente nuestro proceso evolutivo.
Ahora necesitamos establecer para nosotros mismos un nue
vo sistema de apoyo o una nueva base vital de operaciones, que nos
sugiera que abandonemos lo que anteriormente simbolizaba seguri
dad para nosotros. Muchas Cuadraturas inferiores pueden denotar,
en la Carta, el desarrollo de mecanismos subconscientes de defensa.
Tendemos a protegernos de más, debido a vulnerabilidades raigales
que han controlado nuestra consciencia. Solemos aferramos a nues
tras inhibiciones psicológicas o emocionales (no importa cuán
agobiantes sean); sin embargo, somos una fácil amenaza para ellas
si desafiamos a las condiciones externas que nos obligan a soltar
nuestras muletas psicológicas. Por ello, una sobrecarga de las
Cuadraturas inferiores mal manejadas recalca el peso o agobio de la
inseguridad e incertidumbre. El individuo "encapsula" sus conflic
tos interiores. Tiende a que las experiencias negativas de su pasado
le atrapen y a tener dificultad en ponerlas en una perspectiva ade
cuada. Un propósito esencial de la Cuadratura inferior consiste, se
gún mi opinión, en digerir y asimilar la experiencia: esto exige dis-
35
cernimiento. Aquí hemos de aprender (y frecuentemente con difi
cultades) qué facetas de la experiencia pasada son dignas de digerir
y asimilar psicológicamente. Debemos eliminar de nuestra conscien
cia lo que no sustente nuestro proceso evolutivo, si hemos de seguir
desarrollándonos. El individuo que posee abundantes cuadraturas
inferiores es obligado a descubrir qué actitudes fomentan o des
baratan su capacidad para cuidar de sí mismo. Son escasas, o in
cluso ninguna, las Cuadraturas inferiores que eventualmente seña
len al individuo cuyos pasados factores condicionantes no lo "mar
caron" o intimidaron demasiado. Años después, tal vez le sea más
difícil relacionarse con el peso o el agobio subjetivo de los demás.
Su actitud respecto de los problemas delicados y conmovedores de
los seres humanos quizá sea más mental que entrañable. Las
Cuadraturas inferiores nos ayudan a desarrollar una percepción de
lo profundo. Cuando carecemos de ella, somos menos capaces de
reconocer la fuerza de nuestro subconsciente. Además, es probable
que, durante un tiempo, no percibamos los factores sutiles (pesa
dos o agobiantes) que, en la superficie, programan nuestro com
portamiento. Las Cuadraturas inferiores que incluyen, en la Carta,
a la Luna, a las posiciones de Cáncer o a la cuarta Casa, asumen
mayor significación.
La Cuadratura superior guarda correspondencia con el sig
no de Capricornio y opera a través del dwad de Capricornio en el
decanato de Capricornio de este signo. También está asociada con
la décima Casa y el Medio Cielo, y con el planeta Saturno. Si bien
las características de la Cuadratura inferior son la inseguridad sub
jetiva y el impulso de seguridad personal, las pautas que, en la
Cuadratura superior, implican peso o agobio, son resultado de la
presión que la responsabilidad social ejerce. Capricornio y Saturno
insinúan que lo que aquí se destaca más es una sensación de
desadaptación, culpa y temor por las consecuencias, cuyo resultado
normal es un bloqueo por parte del individuo. Estas Cuadraturas
generan la represión o la inhibición, debido a que luchamos con fac
tores externos que ejercen el control (figuras que, en nuestra vida,
simbolizan la autoridad). Aquí se destaca el impulso tendiente a
manejar y mantener nuestras propias fronteras en la sociedad que
nos rodea. Aunque las presiones internas son mucho más claras con
la Cuadratura superior (la cual es más objetiva), pueden también ser
más frustrantes, puesto que el individuo está conscientemente al tanto
36
de que sus impulsos personales suelen ser contrarios a lo que su
sociedad espera de él. Sin embargo, estas Cuadraturas representan
un mayor grado de disciplina personal y dirección bien definida.
Por ello, al individuo tal vez le sea más fácil utilizar constructiva
mente estas fuerzas de tensión, mediante la búsqueda de aquello a lo
cual él aspira en el mundo. Esas fuerzas son un acicate para nues
tros logros y realizaciones en el mundo exterior. Nos fuerzan a reco
nocer aquí que nuestras obligaciones son más bien fortalecedoras
que agobiantes. Hemos de aprender, con nuestras Cuadraturas su
periores, más bien a soportar y perseverar que a doblegarnos. Cuan
do las Cuadraturas superiores se expresan de manera negativa, en
tonces indican un cruel sentido de la conservación personal. Apa
rentemente son más enérgicas que las Cuadraturas inferiores, las
cuales son internas y más pasivas.
Muchas Cuadraturas superiores recalcan, en la Carta, una ac
titud demasiado cauta y desconfiada ante la vida. Aquí, nuestra ten
dencia es a no permitirnos evidenciar vulnerabilidad alguna de nues
tra parte, y solemos eludir calculadamente personas y situaciones
que generen esos sentimientos. O bien, es probable que intentemos
vencer, con indebida violencia y agresividad, estas circunstancias
amenazadoras. Las Cuadraturas superiores negativas pueden expre
sar impetuosidad excesiva, crueldad, dominación y desafuero
(reflexione sobre la conjunción de Venus y Marte, en el Aspecto de la
Cuadratura superior de Hitler con su Saturno en la décima Casa, o
sobre el Marte en el Aspecto de Cuadratura superior del Marqués de
Sade en Cuadratura con su Saturno). Por otra parte, son escasas, o
incluso ninguna, las Cuadraturas superiores capaces de sugerir que
la persona sea menos proclive a sentirse limitada u oprimida por
los elementos autoritarios de su sociedad. Tiende a aceptar las nor
mas que la situación general le impone, sin resistirse ni frustrarse
indebidamente. Sin embargo, puesto que estas Cuadraturas nos
impulsan a asumir las exigentes ambiciones y objetivos que influ
yen sobre el mundo, la falta de ellos podrá poner de manifiesto
menos ímpetu e incentivo interiores para vencer los obstáculos ex
ternos de la vida, los cuales nos limitan en lo personal. Por ello, se
nos impulsa menos a ejercer un apropiado control, disciplina y res
ponsabilidad en los asuntos principales de nuestra vida. Cuando a
las Cuadraturas superiores se las maneja apropiadamente, enton
ces fomentan mayor confianza en uno mismo y, además, la capaci-
37
dad para construir bases firmes y bien estructuradas en el mundo
más vasto que nos rodea.
El Trígono
Un arco de 120 grados desde el punto estacionario guarda
correspondencia con la cúspide de Leo que se desplaza en sentido
contrario al de las agujas del reloj, y la cúspide de Sagitario que se
desplaza en el sentido de aquéllas. Puesto que ambos signos aquí
representados pertenecen al elemento fuego, el Trígono recalca la
expresión que se orienta hacia la creatividad, el afecto y la positivi
dad. El Trígono suscita una fuerte sensación de contento con uno
mismo, confianza interior y bienestar general. La astrología tradi
cional asoció el Aspecto del Trígono con buena suerte, tranquilidad,
comodidad, prosperidad, felicidad y resultados circunstanciales fa
vorables. Si bien todo esto puede ser verdad, es importante darse
cuenta de que el Trígono, en sí mismo, no nos impulsa a que luche
mos o nos empeñemos en disputas y realizaciones, de esa manera
enérgica y prepotente que es propia de la Cuadratura. Tampoco nos
estimula para que reaccionemos con vehemencia, de esa manera más
vivaz y enérgica que es propia del Sextil, respecto de las oportunida
des que se nos presentan. Y a diferencia de la Conjunción, que es
más decidida y tiene sus propias motivaciones, el Trígono nos per
mite recibir pasivamente las condiciones beneficiosas que él nos brin
da, sin ese concentrado interés y atención, que es la característica de
las Conjunciones. En primer lugar, el Trígono es un Aspecto de disten
sión, paz, recepción armoniosa y reacción agradable. Opera sin ro
ces ni incomodidad. Sin embargo, si bien posee una falta de presión,
peso o agobio, y tensión (pues la reduce), el Trígono no proporciona
el ímpetu necesario que nos impulse a actuar decisivamente, con esa
exigencia que fomenta y dinamiza el cambio. Los Trígonos conser
van las cosas tal como están. En este sentido, actúan como sedantes,
aquietando y apaciguando los conflictos potenciales, de una manera
suave, tranquila y carente de fricciones o roces. Sin embargo, puesto
que los planetas en cuestión no son impulsados a encarar frontal
mente las crisis, suelen seguir la línea de mínima resistencia (a dife
rencia de la Cuadratura). No obstante, los Trígonos son sumamente
creativos. Cuando su uso tiene por objeto lo más beneficioso, son
productivamente talentosos (debido a que se expresan con facilidad
y fluidez). Los Trígonos tienen magnetismo.
38
Lo que raras veces se advierte es que los Trígonos tienen igual
fuerza que las Cuadraturas. Sin embargo, debido a que su energía
suele volverse hacia el interior, parecen ejercer menos influencia
sobre los asuntos externos. Sin embargo, si carecemos de esa con
centración en lo interno, raras veces somos capaces de atraer con
tanta facilidad lo que deseamos. El magnetismo implica receptivi
dad, la cual exige, a su vez, que nos concentremos en nuestro inte
rior. Si estamos demasiado ocupados con nuestra actividad en el
mundo, somos menos capaces de atraer las cosas hacia nosotros,
puesto que preferimos involucramos más en producir un impacto
sobre nuestro medio ambiente que en permitimos ser pasivamente
receptivos respecto de ese medio ambiente. Por ello, los Trígonos
tienden más a representar estados interiores de consciencia que se
manifiestan como intuición creadora, captaciones expresivamente
ideales o percepción más totalizadora de los factores que producen
verdadera armonía y síntesis artística. Tendemos a sentimos inspi
rados y elevados por nuestros Trlgonos, puesto que nos revelan y
hacen sentir en perfecta sintonía con los principios. Los Trígonos
(incluso los que se forman por progresión o tránsito) reflejan condi
ciones subjetivas que nos hacen sentir seguros y satisfechos con no
sotros mismos. No tienen que proyectarse en el mundo externo para
que percibamos su presencia. Es probable que, por esta razón, los
Trígonos en tránsito no se manifiesten siempre como acontecimien
tos notables. En lugar de ello, es más probable que describan nues
tras actitudes subjetivas durante el lapso indicado por el tránsito en
cuestión.
El 'Jngono inferior guarda relación con el signo de Leo y
opera a través del dwad de Leo en el decanato de Leo de este signo.
También se relaciona, pues, con la quinta Casa y el Sol. La tenden
cia del Trígono inferior es a la expresión personal creadora, la bús
queda del placer y una dosis de exhibicionismo (desde luego, mucho
depende del carácter del planeta en cuestión. Es probable que Venus
en Trígono con Júpiter se exprese con más alegría y libertad que
Saturno en trígono con Plutón, por ejemplo.) Se trata de un Aspecto
que se expresa de manera tesonera y vibrante. A causa de que su
tendencia es fija, el Trígono inferior puede hacer que su potencial
creador fluya de manera poco premeditada. Este Aspecto se dinami
za mejor en presencia de elementos propios de la actividad recreati
va. Uno de los inconvenientes de los Trígonos inferiores consiste en
39
que procuran hacer las cosas con placidez y sin esfuerzo. Su anhelo
no es soportar la lucha y el trabajo o esforzarse con ahínco para
obtener lo que desean. Desde un punto de vista humano, estos
Trígonos podrían fomentar en el individuo un carácter "consentido",
ávido de que sea el esfuerzo de los demás el que le complazca y satis
faga. Sin embargo, cuando el Trígono inferior se expresa positiva
mente, se lo puede usar para fomentar en el individuo inclinaciones
creadoras e histriónicas, o para que demuestre activamente su talen
to y su aptitud natural para la representación escénica (que suele
expresarse con mucha vitalidad y concitar la atención). La capaci
dad potencial para el liderazgo puede manifestarse aquí con poco
esfuerzo, puesto que los Trígonos inferiores son poderosamente
magnéticos y carismáticos. Estos Aspectos son promisorios: la capa
cidad del individuo halla un desemboque adecuado, y él se distin
gue, se irradia, hace que se le reconozca y gana la aprobación popu
lar. Las personas que tienen abundantes Trígonos inferiores suelen
sentirse especiales, afortunadas, benditas o escogidas y, por lo gene
ral, no afectadas por las habituales privaciones y penurias de la
existencia. Son menos proclives a aceptar la restricción y la limita
ción como parte de su mundo. Una dosis excesiva de Trígonos infe
riores mal manejados puede crear un "complejo de realeza"; enton
ces, el individuo espera que el mundo gire alrededor de él y fomente
lo que él desea con exclusividad. Este individuo rehúye cuanto le
exija arduo trabajo y disciplina personal y, con excepción de la satis
facción de sus sentidos, prefiere deslizarse por la vida sin establecer
objetivos serios. Una sobrecarga de Trígonos inferiores puede tentar
al individuo, en la Carta de un carácter débil, a que se engría dema
siado como para encarar los muchos retos de la existencia. El indivi
duo se siente indebidamente privilegiado y suele carecer de iniciati
va y buena voluntad para emprender él mismo la actividad sin pri
mero solicitar el esfuerzo de los demás, a los que él cautiva.
La disipación y el derroche de energía pueden ser problemá
ticos en esta fase del Aspecto, puesto que no posee ninguno de los
frenos de seguridad necesarios que se hallan en la Cuadratura infe
rior. En el caso de los Trígonos inferiores, el resultado puede ser la
pereza, si el engreimiento es demasiado pronunciado. Aparentemente,
eso ocurre en menor grado si la Carta es equilibrada, por lo menos,
por una T Cuadrada (y especialmente una T Cuadrada que opere a
través de la modalidad Cardinal, que es agresiva y posee iniciativa).
40
Esto es particularmente así si uno de los planetas en Aspecto de Trí
gono es también un integrante de esa T Cuadrada. Son pocos, o in
cluso ninguno, los Trígonos inferiores capaces de sugerir que, bási
camente, les falta pericia y creatividad. Esta circunstancia disminu
ye en el individuo la confianza en sí mismo y la autoestima. Se redu
ce al mínimo su capacidad para atraer medios placenteros con los
que pueda expresarse. Es menos patente la alegre espontaneidad, al
igual que el anhelo de evidenciar su talento frente a los demás. Por
ello, el individuo tendrá que efectuar un esfuerzo más consciente
para construir estas cualidades en la estructura de su ego, si así lo
desea. En general, los Trígonos inferiores pueden poner al descu
bierto ámbitos de nuestra historia evolutiva pasada en los que tuvi
mos que trabajar para elevar, mediante el ejercicio de la voluntad, la
creatividad de los planetas en cuestión. Nuestros beneficios actuales
podrían haber sido el resultado directo de resolver conflictos y desa
fíos cuando estos planetas se hallaban, en el pasado, en la fase de la
Cuadratura inferior. Aquí podría indicarse el gran esfuerzo del alma
cuando, por lo menos, uno de los planetas se halla ahora en su posi
ción de exaltación. Preste especial atención a los Trígonos inferiores
que incluyen al Sol, a planetas en Leo y a la quinta Casa.
El Trígono superior guarda correspondencia con el signo de
Sagitario y opera a través del dwad de Sagitario en el decanato de
Sagitario de este signo. También se halla vinculado con la novena
Casa y el planeta Júpiter. Este Trígono está en busca de su crea
tividad a través de las más vastas avenidas de la expresión colectiva.
Tiende a ser menos egocéntrico que el Trígono inferior y sugiere que
la satisfacción puede ocurrir como resultado de la interacción so
cial. El Trígono superior nos impulsa a compartir benévolamente
nuestros bienes con los demás. Este es un Aspecto de la generosidad
espiritual. Es fuente de elevación e inspiración, y nos permite hacer
que nuestra consciencia se remonte a los planos sublimes del idea
lismo, la comprensión y la sabiduría. El Trígono superior es de al
cances más universales. Si en un Trígono superior se halla incluida
una Octava Superior, entonces el efecto propende vigorosamente a
desarrollar la percepción paranormal y a comprender principios
sumamente abstractos. Puede ser placentera la exploración de con
ceptos teóricos que a veces tienden a carecer de practicidad y a ser
de difícil aplicación en el mundo de todos los días. Sin embargo,
suele ser excelente la aptitud para aplicar la clarividencia en los asun-
4J
tos personales. Usamos muy bien estos Trígonos cuando desinte
resadamente formamos parte de alguna causa social (que suela
propender al mejoramiento cultural), puesto que todos los aspec
tos superiores necesitan canales colectivos para expresarse. Puesto
que los Aspectos superiores son más impersonales y fáciles de tra
bajar dentro de estructuras más vastas de experiencia, al Trígono
superior se lo puede usar para iluminar a los demás y también para
iluminarse uno mismo. Básicamente, su carácter es humano, tole
rante y filantrópico, y está en busca de la libertad. Este es un As
pecto en el que hay grandes expectativas y se espera lo mejor. El
optimismo se convierte en una fuerza de atracción que promueve
la evolución. Los ámbitos de vida (las Casas) y las actitudes y con
ductas (los Signos), que se vinculan con este Trígono, ponen de
relieve dónde y cómo podemos infundirnos fe y poseer incuestio
nada confianza en la protección superior o en la guía interior. Aquí,
raras veces ponemos en duda o subestimamos los bienes con los
que contamos; en realidad, tendemos ingenuamente a sobreesti
mar el factor "suerte".
Una dosis excesiva de Trígonos superiores mal manejados
podría fomentar, en la Carta, optimismo indebido, fe ciega, dilaciones
y posposiciones, e irresponsabilidad. Tal vez nos sintamos tentados
a dejar de lado los compromisos personales o a tratar ilusoriamente
de evitar ocuparnos de lo desagradable de nuestra existencia, en vez
de desear mantenernos al margen. Este Trígono tiene una cualidad
soñadora que le es inherente: suele hacer que, inocentemente, no
percibamos en nuestra vida las señales de alarma (y muy en espe
cial, cuando estos Trígonos incluyen a Júpiter o Neptuno). En todo
momento, los Trígonos superiores nos avisan que no nos extralimi
temos con lo bueno ni extendamos de más nuestras actividades, pues
to que difícilmente reconocen límites. Son escasos, o incluso ningu
no, los Trígonos superiores que sugieren que raras veces se experi
menta la inspiración o que nuestra visión de horizontes más vastos
puede reducirse debido a que fundamentalmente falta fe, esperanza
y caridad. No nos convencemos fácilmente de la fuerza y el poder
que la creencia posee. Nos sentimos menos inclinados a contemplar
la vida desde una perspectiva mental vasta y filosófica. O bien, pode
mos ser menos accesibles a aceptar y compartir conceptos idealistas
con los demás.
Los Trígonos se manifiestan como dones o aptitudes especia-
42
les que nos empeñamos en desarrollar en vidas pasadas. Hubo una
ocasión, en el pasado, en la que repartimos estas energías con los
demás, y ahora estas fuerzas benévolas regresan a nosotros a fin de
aliviar y sostener nuestra vida, permitiéndonos ser más sensibles
respecto del amor y la sabiduría que abunda en nosotros. Los Trígonos
están aquf para que los usemos en cualquier momento. Si optamos
por no expresarnos por medio de ellos, entonces entran en latencia y
se desactivan (puesto que son capaces de distenderse y reposar total
mente). Verifique si un tercer planeta se halla en Cuadratura con
uno de los planetas en el Aspecto del Trígono. Si es así, entonces ese
planeta puede actuar como catalizador y proporcionar, al Trígono,
tensión dinámica suficiente para impedirle que deje de ser impro
ductivo. Igualmente, el Trígono mismo puede servirnos como canal
de curación, ayudándonos a resolver el peso o agobio que esa
Cuadratura interconectora indica. El planeta que se halla así vincu
lado con el Trígono y la Cuadratura indica un principio sumamente
vital y transformador en la vida del individuo, y capaz de generar
eficazmente la evolución dinámica, una vez que se lo comprende y
valoriza.
La Sesquicuadratura
Un arco de 135 grados desde el punto estacionario, que se
desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, se halla aso
ciado con los 15º grados de Leo y con los 15 grados de Escorpio,
que se desplaza en el sentido de aquéllas. El denominador común,
que Leo y Escorpio comparten, consiste en que ambos son signos
fijos del Hemisferio Oeste. A la Sesquicuadratura se la ha consi
derado un Aspecto menor: implica agitación, pero con tonos más
violentos y discordantes que los de la Semicuadratura. Esto no cau
sa sorpresa, porque la Sesquicuadratura guarda correspondencia con
los elementos de agua y fuego, los cuales son más volátiles y emoti
vos que los de tierra y aire. La cualidad fija sugiere que la terquedad
todavía constituye aquí un problema. Fundamentalmente, mi inter
pretación de la Sesquicuadratura es que se ocupa de las consecuen
cias (hay énfasis del Hemisferio Oeste) debido a que falta compostu
ra y moderación en las situaciones interpersonales. Al individuo se
lo impulsa a controlarse más y a equilibrar su emocionalidad, pues
to que aquí tiende a reaccionar irracionalmente o a actuar descon
troladamente a expensas de los demás. La Sesquicuadratura tiende,
43
debido a la intensidad de las combinaciones de agua y fuego, a un
comportamiento extremista y una expresión incoherente. Este As
pecto parece también implicar un mayor grado de alteración súbita
y ruptura inesperada, que aturden, sobresaltan o sacuden inespera
damente nuestra sensibilidad y/o la de otras personas con las que
nos enfrentamos.
Nuestra tendencia, con este Aspecto, es a reaccionar ante los
conflictos de menor importancia de una manera por demás violenta,
lo cual tiende a desequilibrar las situaciones o a inflarlas despro
porcionadamente. Aquí nos irritamos con facilidad, nos dejamos lle
var por las emociones y frecuentemente estamos en pugna con un
inaudito giro de los acontecimientos que no podemos controlar.
Nuestra ineficacia para controlar la situación provoca resentimiento
e indignación. Las situaciones que se hallan bajo este Aspecto
tienden a desbaratarse o hacerse pedazos en el último minuto y,
por el momento, esto nos deja con la sensación de estar dispersos y
desorganizados. Igual que la Semicuadratura, este Aspecto recla
ma más calma, paciencia y objetividad. La insatisfacción interior
que expresamos externamente en relación con lo que nos perturba,
en la mayoría de los casos sólo atiza aquí más problemas, puesto
que nuestras reacciones suelen estar fuera de lugar o ser inade
cuadas para la ocasión correspondiente. En este caso, la tendencia
a dramatizar exageradamente los problemas genera errores de jui
cio.
La Sesquicuadratura inferior guarda relación con el signo
de Leo y opera a través del dwad de Acuario en el decanato de
Sagitario de este signo. También se halla asociado con la quinta
Casa y el Sol. Puesto que la Sesquicudratura inferior cae a mitad de
camino entre el desenfrenado Trígono inferior y el sobrio Quincun
cio inferior, representa en el ciclo un punto de tensión en el que los
impulsos naturales del Trígono inferior muestran señales de que so
mos enfadosos en nuestras relaciones. Esto ocurre a menudo por
que somos exagerados con ellas al empeñarnos en demostrar nues
tra importancia. En este caso, damos en Leo más pábulo a su índole
autoritaria y ávida de poder que a la que es alegre y creativa. Por
ello, este Aspecto representa una muestra de egoísmo un tanto des
gastante. Lo que nos indispone con los demás es que, de un modo
infantil, buscamos indebidamente que nos presten atención. Expre
samos nuestra voluntad de manera equivocada y esto tiende a pro-
44
<lucir obstáculos menores que desbaratan nuestra capacidad de co
operación. Puesto que, en lo personal, exageramos con nuestro or
gullo y honot� cualquier crítica hace que nos pongamos a la defensi
va. Nuestra tendencia a engreímos podría hacemos comportar de
una manera prepotente, que los demás consideren ofensiva y para
nada atractiva. Aquí tendemos a una violencia en demasía, a expen
sas de los demás.
El decanato de Sagitario denota que, fundamentalmente, nos
sentimos impulsados a exagerar o a extralimitamos en nuestras ex
presiones. En este Aspecto es característica la tendencia a ignorar o
contravenir las limitaciones que el medio ambiente impone. Exigi
mos libertad completa, sin que los demás nos controlen, pero sole
mos tratar de establecer esto de una manera desmañada e inmadu
ra. Propendemos a creer incuestionablemente en que nuestras acti
tudes son las correctas. El dwad de Acuario recalca más la rebeldía
e introduce un elemento cuya reacción es impredecible: parecemos
estar en desacuerdo con los ritmos que los demás siguen. En conse
cuencia, nuestra capacidad evolutiva mediante cuestiones interper
sonales requiere buena voluntad para que nos readaptemos y reorien
temos nuestros deseos sobre la base de mayor reconocimiento y res
peto de las necesidades de los demás. (Este concepto empieza a to
mar forma en la fase del Quincuncio inferioi:) Debido a que nos im
pulsa a poner límite a nuestra terquedad, la Sesquicuadratura infe
rior inspira cierta incomodidad y frustración, de carácter personal,
siempre que intentamos imponer nuestras perentorias demandas a
quienes forman parte de nuestras relaciones. Nuestra actitud auto
crática sobre el particular produce raras veces los resultados satis
factorios que confiadamente prevemos, y casi siempre nuestras ex
pectativas se malogran de manera inesperada. Nuestra desarmonía
interior se produce cuando llegamos a damos cuenta de que no po
demos obrar siempre a nuestro antojo en el mundo; sin embargo,
esa desarmonía es imperiosa, si con el tiempo nos sentimos motiva
dos como para analizarnos más y ser más selectivos en el uso de
nuestra creatividad.
La Sesquicuadratura superior guarda relación con el signo
de Escorpio y opera a través del dwad de Tauro en el decanato de
Piscis de este signo. También se vincula con la octava Casa y Plu
tón. La Sesquicuadratura superior se expresa, en general, de mane
ra más indirecta que la Sesquicuadratura inferior. Los conflictos in-
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terpersonales menores son menos evidentes en la superficie. Puesto
que éste es un Aspecto del hemiciclo menguante, sugiere una per
cepción más profunda del yo en relación con otro. Sin embargo, so
mos impulsados a usar nuestra intuición, a menudo penetrante, más
bien para fortalecer nuestras uniones que para intentar manipular o
coercer a los demás para que satisfagan nuestras motivaciones más
oscuras. Escorpio nos sugiere que aprendamos más bien a respetar
los derechos de los demás que a imponerles nuestros valores subjeti
vos. La ruptura ocurre porque interiormente nos sentimos compeli
dos a tratar de cambiar a los demás a fin de aplacar lo que deseamos
con fijeza: el modo con que ellos deberían comportarse. Nuestro
empeño en remodelar a las personas mediante sutiles juegos de po
der suele encontrarse aquí con una inesperada resistencia por parte
de aquéllas, despertando antagonismo y resentimiento. Los intentos
de las personas por alterar nuestras pautas de conducta los interpre
tamos, igualmente, como acoso y prepotencia. Los malos entendi
dos que aquí se producen generan desintegraciones o separaciones.
Nosotros mismos nos agobiamos más cuando persistimos porfiada
e irracionalmente en nuestras exigencias.
La Sesquicuadratura superior pone a prueba nuestra capaci
dad de tolerancia y aceptación genuina de las otras personas como
ellas son. Puesto que este Aspecto sigue al Quincuncio superior, el
cual purifica, representa una nueva oleada de energía, concretada
mediante un renacimiento de los valores. Empero, la transformación
de nuestra consciencia no debería obligarnos a imponer a los demás
que se refo rmen según nuestro criterio predominante. Si hemos de
poner humanamente en práctica los impulsos inspiracionales supe
riores, representados por la fase del Trígono superior que sigue a
este Aspecto, entonces, deberemos aún trabajar, limpiando nuestra
personalidad de todo residuo negativo (de todo punto ciego emocio
nal) que, de lo contrario, limitará nuestra capacidad para expandir
segura y sabiamente nuestra consciencia. Aunque la fase superior es
externamente menos volátil que la Sesquicuadratura inferior, puede
ser más implacable en la satisfa cción de sus designios. El dwad de
Tauro recalca las actitudes tercas e inflexibles que será necesario
evaluar nuevamente. El decanato de Piscis implica una posible per
cepción distorsionada o errónea y, por ende, autoengaño en cuanto a
nuestra motivación de "rehabilitar" a los demás. Cualquier intento
por actuar con tortuosidad tiende solamente a confundir más los
46
problemas que tenemos. La percepción a fondo, vinculada con este
Aspecto, no debería alentamos a que, de manera encubierta, seamos
prepotentes. Aquí, la insatisfacción cobra fuerza y, al no aliviarse
adecuadamente a través de lo social, suele tener por resultado una
descarga explosiva de la tensión emocional.
El Quincuncio
Un arco de 150 grados se conecta con la cúspide de Virgo que
se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, y la cúspi
de de Escorpio que se desplaza en el sentido de aquéllas. Por ello,
guarda correspondencia con signos que naturalmente analizan con
minuciosidad, motivados por una necesidad de efectuar modifica
ciones esenciales que mejoren la capacidad de funcionamiento. El
Aspecto del Quincuncio sugiere, pues, que los planetas en cuestión
deben primeramente reagrupar sus energías antes de que se los pue
da utilizar adecuadamente de manera que beneficie al individuo. Es
un Aspecto de índole sumamente correctiva y terapéutica, y nos
impulsa a sufrir adecuaciones mayores y menores (habitualmente
mediante el proceso de alteración o eliminación) que ayudan a en
focar con más claridad las funciones de los planetas, para que pue
dan ayudarnos a aplicarlos de manera más útil. El Quincuncio pa
rece exigirnos que observemos cómo empleamos las energías de un
modo esmerado y metódico para que podamos aprender a ser más
selectivos, criteriosos, organizados y eficientes en el manejo de las
actividades que los planetas representan. Hasta entonces, el Quin
cuncio señala con precisión cómo y dónde tendemos a disipar las
fuerzas de un modo azaroso e improductivo durante un tiempo antes
de sintetizarlas diestramente. Sin embargo, en un intento por en
cauzar adecuadamente nuestros impulsos, el Quincuncio está tra
bajando de manera constante (aunque indirecta) y nos ayuda a que
expresemos regularmente nuestros impulsos con mayor control
personal y disciplina. Su papel fundamental consiste en destruir y
eliminar las actitudes ineficaces que interfieren en nuestro proceso
evolutivo.
Lo normal es que estas actitudes que nos agotan no sean evi
dentes para nosotros. En otras palabras, en este caso los conflictos
no suscitan una situación crítica, con tanto dramatismo como ocu
rre con la Cuadratura, la cual es más enfática y violenta. La perspec
tiva total del asunto en cuestión tampoco es tan aguda como la que
47
encontramos en la Oposición. Al Quincuncio se lo puede considerar,
con más propiedad, un problema "fastidioso", que tiene lugar du
rante largo tiempo. Carece de la necesaria intensidad y fuerza para
traer su tensión a nuestra consciencia superficial hasta que, casi de
manera fatal, las circunstancias se desarrollan y nos obligan a pres
tarle suma atención. A esta altura, suele poner de manifiesto toda
una colección de problemas irritantes e interrelacionados, los cuales
nos obligan a actuar deliberadamente y a resolver los asuntos de una
vez por todas. Y aunque estos dilemas parecen importunar súbita
mente nuestra vida, en realidad estuvieron en actividad mucho tiempo
antes. Este fenómeno parece ser de especial aplicación en el esque
ma del Quincuncio doble, llamado el Yod, que trataremos pormeno
rizadamente en un capítulo posterior. Adviértase que el Quincuncio
conecta signos cuyos elementos son incompatibles según la astrolo
gía tradicional (fuego-tierra, tierra-aire, aire-agua y agua-fuego);
además, también incluye signos de cualidades diferentes (cardinal
mutable, mutable-fijo y fijo-cardinal). El otro único Aspecto de ín
dole similar a ésta es el Semisextil. Sin embargo, la diferencia radica
aquí en que el Quincuncio se relaciona más con la Oposición que
con la Conjunción y, por ello, debe lidiar con una mayor polariza
ción de fuerzas. Esto implica, según mi opinión, que la desorganiza
ción puede ser más bien un problema en este Aspecto, aunque esa
marcada diferencia podría representar, en otro nivel, una capacidad
especial para el manejo de diversos factores. Quizá las cosas caren
tes de orden y coordinación nos perturben menos y podamos obrar
eficazmente dentro de esa irregularidad. Sin embargo, tiendo a creer
que esta capacidad es, por lo menos, fuera de lo común. Puesto que
el Quincuncio es un Aspecto que se proyecta hacia adentro (hay én
fasis de tierra y agua), las perturbaciones se vuelven hacia el interior
e interfieren en el bienestar del cuerpo y del alma (los Quincuncios
se notan porque son proclives a los problemas físicos y mentales, en
los que la salud se agota y desvitaliza).
El Quincuncio inferior guarda relación con el signo de Virgo
y opera a través del dwad de Virgo en el decanato de Virgo de este
signo. Asimismo, se relaciona con la sexta Casa y el planeta Mercu
rio. A este Quincuncio se lo denominó frecuentemente "el Quincun
cio de la salud", implicando su tendencia a desorganizar los patro
nes energéticos en el plano físico. Su presencia en la Carta natal de
bería alertarnos sobre posibles disfunciones somáticas y, especial-
48
mente, si los planetas en cuestión se relacionan de algún modo con
las casas primera y/o sexta (o sus regentes). Lo normal es que sufra
mos el Quincuncio inferior por medio de actividades rutinarias nues
tras que se desbaratan (especialmente en la esfera laboral) hasta que
aprendemos a efectuar los ajustes necesarios que den por r·esultado
mayor competencia, eficiencia, orden y perfeccionamiento técnico o
profesional. Hasta que analicemos cabalmente qué es lo que aquf se
nos exige, estamos desenfocados y un tanto indecisos en cuanto a
cómo corregir los defectos operativos menores que mantienen sin
resolver los sectores problemáticos. Tendemos, hasta entonces, a sen
tirnos muy incómodos con nosotros mismos. Debido a que el Quin
cundo inferior sugiere que Mercurio se fusiona con su naturaleza (y
porque se vincula con la cualidad mutable), indica cómo y cuándo
puede ocurrir un ajuste mental necesario antes de que aquf se reco
nozca conscientemente lo que está en desorden y se lo allane con
más claridad. Hemos de discernir sobre cómo juntar nuestras fuer
zas para que, a su debido tiempo, funcionen de manera más práctica
y viable. Nuestra percepción de las actitudes que necesitan ser modi
ficadas tiende a objetivarse más por medio de nuestras circunstan
cias diarias y, especialmente, con las que ponen a prueba nuestra
capacidad para prestar un servicio y una ayuda útil a los demás. El
Quincuncio inferior ha de enseñarnos que la creatividad concretada
plenamente en la fase del Trígono inferior debe ser controlada ade
cuadamente con el discernimiento si ha de alcanzar un estado de
perfección mayor.
El Quincuncio superior guarda correspondencia con el sig
no de Escorpio y opera a través del dwad de Escorpio en el deca
nato de Escorpio de este signo. Por ello, también se conecta con la
octava Casa y Plutón. Al Quincuncio superior se lo llamó a menudo
"el Quincuncio de la muerte". Sin embargo, a menos que se reorga
nice en este Aspecto su lado regenerativo, es probable que
desgraciadamente se pase por alto gran parte de lo que él verdadera
mente significa. Su enfoque correctivo actúa de manera más psico
lógica y permanente, puesto que está asociado con el elemento agua
y la cualidad fija. Este Quincuncio nos obliga a sondear profunda
mente dentro de nosotros mismos, en un intento por fortalecer la
percepción que ganamos por medio de la anterior fase de la Oposi
ción, y nos sugiere que debemos examinar las profundas implicacio
nes de nuestra perspectiva interpersonal. Esto nos permite transmu-
49
tar nuestra percepción hacia planos de consciencia aún más eleva
dos. Sin embargo, Escorpio y Plutón insinúan que no debemos bus
car el dominio de nosotros mismos (volcando la fuerza hacia nues
tro interior) si este Aspecto ha de beneficiar nuestra evolución inte
rior: El Quincuncio superior es un Aspecto centrado en tomo de cómo
usemos o abusemos de lo que deseamos con intensidad o emociona
lizamos con porfía. Hemos de efectuar, con el tiempo, ajustes muy
duraderos en el plano de nuestros sentimientos. Los planetas en
cuestión necesitan experimentar una transformación mutua, si han
de proporcionarnos los recursos interiores con los que podamos pro
veemos en épocas cruciales de necesidad. Raras veces percibimos
estos ajustes psicológicos, hasta que nos hallamos frente a crisis que
crean trastornos emocionales (y esto suele ocurrir por medio de al
guna forzosa separación o mudanza que no podemos controlar). De
lo contrario, hay una tendencia a que queden enclavadas, en nuestro
subconsciente, actitudes psicológicas desordenadas que dificulten
más los ajustes tendientes a despejarlas y resolverlas. Empero, suele
llegar un tiempo en el que nos evaluamos de manera significativa y,
con ello, podemos liberar fuerzas que estaban reprimidas, para ser
capaces de renovarnos y también rejuvenecer a las otras personas
con las que estamos en contacto. Puesto que este Quincuncio se re
fiere más bien al esquema de la salud psíquica que sólo al del bienes
tar corporal, la reorganización positiva puede producir una integra
ción más profunda del yo. Una vez que aprendemos a modificar in
ternamente cuanto carece ya de valor para nuestra evolución inte
rior, descubrimos que somos más capaces de experimentar un rena
cimiento en el plano de las relaciones; aprendemos en él a compartir
e intercambiar energías con los demás. La vida nos obligará a ins
peccionar aquellas actitudes personales cuya superación es preferi
ble a su conservación.
La Oposición
Un arco de 180 grados desde el punto de partida guarda co
rrespondencia con Libra y opera a través del dwad de Libra en el
decanato de Libra de este signo. También se relaciona con la sépti
ma Casa y el planeta Venus.
Igual que la Conjunción, la Oposición no encuadra técnicamen
te en la categoría del Aspecto estándar ni del Aspecto menguante.
Asimismo, es compartida por ambos hemiciclos. Sin embargo, en
50
realidad inicia el hemiciclo menguante y su comportamiento se pa
recerá más al de un Aspecto menguante cuando se separa. Por otra
parte, una Oposición que se aplica puede operar más como un Aspec
to creciente.
Las Oposiciones que se aplican pueden implicar un tiempo
más difícil, en el que se comparten las energías representadas en
una relación real, a raíz de un considerable interés en uno mismo.
Las Oposiciones que se separan pueden reflejar mayor percepción
de las funciones de ambos planetas en cuestión y de cómo utilizar
estas energías en una relación en la que el dar y el recibir tenga ma
yor sentido. El punto exacto de la Oposición tiende a indicar un gra
do de iluminación que permite al individuo observar las energías
planetarias desde una posición estratégica más significativa. Ya no
operan instintivamente desde este punto en adelante. Y por ello, las
Oposiciones que se separan podrían tal vez representar principios
planetarios de los que hay que ser conscientes y objetivar en sumo
grado mediante la dinámica de las relaciones.
Considero que la Oposición es muy seductora en función de
su dinámica. Aunque lo normal es que se bloquee menos que la
Cuadratura, sin embargo la Oposición pone de manifiesto mucha
tensión, en su intento por equilibrar los impulsos polarizados que
los planetas y signos en cuestión representan. Es un Aspecto que
permite una percepción "de frente" y más total de las funciones de
ambos planetas. La Oposición depende de la capacidad del indivi
duo para coordinar con pericia, y puede dar por resultado un com
promiso halagüeño en el que las necesidades se satisfacen mutua
mente mediante intercambio complementario. Cuando los planetas
se integran bien, entonces mejoran recíprocamente sus funciones, y
su tracción mutua tiende a beneficiar a la totalidad más vasta. Lo
normal es que, para que ocurra esto, el individuo debe tener una
actitud sana y accesible respecto de la naturaleza de ambos plane
tas, valorizando sus fuerzas y virtudes y aprendiendo a activarlos en
su vida, con mayor igualdad. Esto se debe fundamentalmente al he
cho de que las Oposiciones corrientes conectan también signos que
son polos opuestos naturales, los cuales necesitan que sus mutuas
energías desempeñen eficazmente su papel. Sin embargo, cuando
un planeta se identifica demasiado íntimamente a expensas del otro
(el descuidado y subvalorado), entonces es difícil de lograr el delica
do equilibrio que la actividad constructiva requiere. Y los resultados
51
son falta de estabilidad, coordinación deficiente, mala regulación
general, desacuerdo mutuo y acción separntiva.
Sin embargo, el rasgo característico de la Oposición, que yo
considero muy interesante, consiste en su capacidad para proyectar
se psicológicamente; entonces, la subvalorizada expresión del plane
ta se proyecta hacia otro individuo, quien a la sazón debe represen
tar el papel de ese planeta. Por esta razón, las Oposiciones suelen
entrañar un peso o agobio en las relaciones (en contraste con la
Cuadratura, la cual tiende más a luchar dentro de sí misma). Cuanto
más tendemos a bloquear o negar dentro de nuestra consciencia, la
actividad de ese planeta subvalorizado, más lo atraemos (frecuente
mente por medio de su expresión negativa) en otra persona que tien
de a aplicarlo de una manera que se opone literalmente a los impul
sos del planeta con el que nos relacionamos personalmente. Si la
resistencia a la integración persiste, entonces podemos esperar que
ambos planetas se comporten antagónicamente y pugnen por sepa
rarse o combatirse uno al otro de manera constante. Por ello se pier
de la objetividad y, entonces, las relaciones se distinguen por los con
flictos, estancamientos y atolladeros. Cuando un Libra fuerte sugie
re estas cosas, la Oposición podría representar indecisión que tiene
por resultado una incapacidad para emprender cualquier tipo de
acción. En otras palabras, la Oposición podría inhibir, en algu nos
casos, la acción eficaz y, con ello, puede constituir un problema cró
nico. Si bien los planetas nunca pueden fusionarse tal como lo hace
la conjunción (ni esa es su finalidad, puesto que esto nos apartaría
de la vasta perspectiva que las Oposiciones nos ofrecen), ellos pue
den reforzar nuestras necesidades, de una manera mutuamente agra
dable. Parecen funcionar muy equilibradamente cuando nos permi
timos proyectar, de manera alternada y de tiempo en tiempo, ambos
planetas para que podamos presenciar objetivamente cómo operan
fuera de nuestra propia consciencia. De este modo, podemos apren
der acerca de ellos por medio de lo que los demás expresan (por
medio de quienes nos brindan nuevas percepciones de cómo puede
desarrollarse lo que los planetas impulsan). Lo normal es que tenda
mos a proyectar al planeta de movimiento más lento, propio de la
Oposición (especialmente si es un planeta de una Octava Superior),
a no ser que esté en conjunción con el ASCENDENTE, o sea, el re
gente de la primera Casa. La Oposición es tal vez el Aspecto que más
tiende a pesar o agobiar externamente por medio de la relación, al
52
intentar fomentar una mayor percepción de nosotros mismos en re
lación con los demás.
Si las Oposiciones son el Aspecto que predomina en la Carta,
entonces es probable que el individuo sienta que lo tironean conti
nuamente en dos direcciones contrarias y que, por ello, le sea dificil
emprender una acción personal que en su vida sea decisiva. Tal vez
no se comprometa en algo que le interese singularmente, tal como lo
hace la persona decidida y concentrada, dominada por la Conjun
ción. Tiende a que sus relaciones o el medio ambiente en general
influyan más fácilmente sobre ella. Sin embargo, las Oposiciones
deficientemente integradas indican falta de decisión personal. El
individuo suele no tener ánimo como para tomar la iniciativa y es
probable que psicológicamente se apoye en los demás para que le
ayuden y motiven a fin de emprender la acción. Es más probable que
se comprometa con los demás según lo que éstos le impongan, para
no tener conflictos con aquéllos con quienes se asocia, aunque, no
obstante ello, siguen estando desequilibrados. Sin embargo, la fina
lidad más importante de las Oposiciones consiste en que aprenda
mos a participar con los demás, de una manera razonable que nos
permita una dosis adecuada de juego limpio, justicia e intercambio.
No nos beneficiamos cediendo constantemente ante los demás y re
cusando situaciones para evitar tensas confrontaciones. En algunos
casos (por ejemplo, Oposiciones que incluyen a Marte o Urano en la
primera Casa), somos nosotros quienes debemos aprender a inte
gramos con los demás y cultivar una relación estrecha, en vez de
antagonizar, apartamos o seguir siendo separativos. Muchas Oposi
ciones sugieren que podríamos desarrollar bien la objetividad. De
ser asf, podemos usar nuestro modo amplio de ver la vida para ayu
damos y percibir más cuáles son las necesidades de los otros. Las
sociedades pueden ser importantísimas para nuestra evolución, pues
to que las Oposiciones nos ayudan a comprender más acerca de no
sotros mismos, por medio de los contrastes que la mayoría de las
uniones nos brindan. Nuestras pugnas de "tira y afloja" se ponen
mejor de manifiesto y se objetivan con más claridad cuando nos in
volucramos con los demás. Podemos esclarecemos muchísimo cuan
do nos permitimos asociamos libremente. Aunque las Oposiciones
abundantes describen una vida con muchos altibajos (puesto que las
asociaciones tienden a la vacilación y la alternancia), ellas nos per
miten desarrollar una profunda percepción.
53
Por otra parte, son escasas, o incluso ninguna, las Oposicio
nes que denotan en la Carta que es necesario ser más consciente y
considerado con los demás, y también, estar más deseoso de involu
crarse con la sociedad. En las uniones que el individuo tenga, se
recalcará la lección acerca de "compartir". Lo normal es que, aun
que esta clase de persona parezca razonablemente sociable, proba
blemente se sienta un tanto aislada respecto de la influencia de los
demás (debido a su propia independencia inconsciente). O bien, es
probable que se sienta menos capaz de encarar, con eficacia y de
manera mutuamente satisfactoria, los conflictos que tenga con sus
relaciones, puesto que estuvo menos dispuesta a cooperar y alcanzar
el justo medio. Una falta de Oposiciones podría sugerir que no es tan
probable que el individuo efectúe una evaluación y reflexione antes
de actuar sobre las situaciones. A causa de su propia subjetividad o
deficiente capacidad de observación (las Oposiciones tienden a ob
servar la vida desde la distancia, lo cual da una perspectiva más vas
ta, en vez de una participación activa en cualquier experiencia), es
probable que el individuo no se sintonice fácilmente con las motiva
ciones que impulsan las acciones o reacciones de las otras personas
con las que ha de tener trato. O bien, tal vez se sienta menos inclina
do a encarar a los demás bien de frente en lo concerniente a adapta
ciones difíciles y, por ello, suele encontrarse indirectamente con pro
blemas. Puesto que las Oposiciones nos permiten ver los muchos
lados que cualquier problema tiene, es probable que el individuo no
sea aquí tan accesible a los puntos de vista y temperamentos contra
rios a los suyos. Necesitará verse mejor en todas las relaciones y perci
bir más cómo su modo de ser ensimismado puede crear desequili
brio. Si bien lo normal es que se lo deje en paz para que siga indepen
dientemente en pos de lo que personalmente le interesa, sin que los
demás le estorben, su tendencia a envolverse demasiado en sí mis
mo ahoga su evolución potencial. La mayor armonía y el equilibrio
interior se manifiestan mediante la realización de un esfuerzo más
consciente para salir de sí mismo, cultivar alianzas constructivas y
estar más deseoso de apoyar el desarrollo de los otros 1 • Asimismo,
los factores compensatorios que neutralizan esta posibilidad de in
teresarse exclusivamente en sí mismo y tener una estrecha perspec
tiva acerca de los demás son indicados por un stellium en Libra,
una séptima Casa fuerte y/o un Venus destacado.
54
Nota
1
Lo que se esboza en este capítulo, acerca de la falta de un Aspecto cualquiera,
revela que somos capaces de desan-ollar más conscientemente y de manera positiva
las cualidades asociadas con ese Aspecto. Debido a que normalmente percibimos
aquí un vacío, al intentar captarlo todo integralmente, tendemos a desear producir
más de lo que ese Aspecto significa para nuestra percepción. Sin embargo, esto
siempre exige esfuerzo consciente y aplicación unifo1me. Y porque aquí procuramos
dirigirnos más conscientemente, tendemos a tener mayor control sobre lo que
expresamos (puesto que quedarse privado de consciencia y percepción, implica
que estamos actuando con poco control o libre albedrío). En consecuencia, lo que
aquí se esboza no debería sugerir condiciones absolutas y estáticas. Lo que esto
describe con más exactitud es nuestra conducta inicial mientras nos desarrollamos
y aprendemos a integrarnos. Por eso, no debemos sorprendernos si descubrimos
que una persona carece de Conjunciones y de énfasis en Aries y, en realidad, insiste
en manejar su propia vida, se involucra productivamente y tiene muchísimo cuidado
de no apoyarse en los demás ni depender de ellos. Tal vez parezca incluso que esa
persona tiene demasiada confianza en sí misma. Lo que esto nos está diciendo es
que ese individuo se esforzó más concentradamente en su vida para suscitar esas
caracte1isticas, las cuales son producto de un deseo consciente de evolucionar de
manera más amplia y total. Podemos también observar fácilmente que este fenómeno
es de aplicación en quien carece del énfasis de cierto elemento o cualidad en la
Carta natal.
55
Capítulo 11
Los Aspectos poco Frecuentes
Pitágoras, maestro y filósofo, enseñó hace siglos, que los nú
meros podían desentrañar los secretos de la geometría del Universo,
y propuso que cada número era, en sí mismo, un principio vivo, po
seedor de una significativa cualidad del alma, reveladora de una ley
fundamental de la existencia. Y fue sobre la base del conocimiento
de la relación recíproca de los números en su secuencia natural que
la humanidad pudo comprender su propia relación especial con el
orden divino de las cosas. Las primeras enseñanzas de Pitágoras alla
naron el camino para que se desarrollara la numerologfa de la actua
lidad. Ahora es patente que los astrólogos pueden penetrar en el
significado intrínseco de cualquier Aspecto mediante el análisis del
simbolismo numerológico del número por el cual el Aspecto en cues
tión divide al círculo. Por ejemplo, la división del círculo por tres da
por resultado el Aspecto del Trígono. La Cuadratura divide al círcu
lo por cuatro. Así como el número 3 podría hacer conocer a fondo el
principio del Trígono, el número 4 podría expresar la naturaleza
arquetípica del Aspecto de la Cuadratura. Si seguimos con esta línea
de pensamiento, la división del círculo por uno representa la Con
junción. La oposición divide al círculo por dos. El seis se relacio
naría, pues, con el Sextil. El ocho está asociado con la Semicuadra
tura y su múltiplo, la Sesquicuadratura. Y el doce guardaría co
rrespondencia con el Semisextil y su múltiplo, el Quincuncio.
Adviértase que los Aspectos examinados en el Capítulo I represen
tan, pues, el círculo dividido por 1, 2, 3, 4, 6, 8 y 12. Estos son los
Aspectos que los astrólogos estudian con más frecuencia. Sin em
bargo, ¿qué puede decirse de los Aspectos que dividen al círculo por
5, 7, 9, 10 y 11? ¿Y qué acerca de las divisiones numéricas más allá
del 12?
John Addey es el primer difusor y precursor contemporáneo,
en la década del SO, del análisis de las armónicas. Este indica que el
57
círculo puede dividirse con cualquier número o con su múltiplo y,
sin embargo, brindar un significado apropiado. En consecuencia,
todas las divisiones integrales del círculo pueden ser válidas. La
teoría de las armónicas es mucho más compleja que esto, pero, al
menos, se presta a los conceptos pitagóricos. Recomiendo encareci
damente la lectura de Harmonics in Astrology (obra publicada
por Cambridge Circle Limited, E.U.A., en 1976), para obtener
información más completa. El aspecto focal y, además, sus
múltiplos, son todos integrantes de una "familia" o "serie". Los
múltiplos obtienen su primer significado, del número divisor prin
cipal que los produjo y, por ello, comparten un tema que les es co
mún. Es interesante señalar que, en esta Era astrológica de Acua
rio que está cercana, estamos empezando a considerar a los Aspec
tos en un sentido colectivo. Esas agrupaciones de los Aspectos pue
den proporcionar a los astrólogos muchos eslabones perdidos en
su análisis de los Aspectos.
La división del círculo por cinco nos da el Aspecto del Quintil,
de 72 grados. La división por siete representa el Aspecto del Septil,
de aproximadamente 51 grados y medio. Si dividimos el círculo por
nueve, obtenemos el Aspecto del Novil (nonágono), de 40 grados.
La división por diez establece el Aspecto del Semiquintil (decil), de
36 grados, mientras que la división por once representa el Aspecto
del Endecágono, que se menciona raras veces y tiene aproximada
mente 33 grados. Es escasa la información de los textos astrológicos
acerca de estos aspectos poco frecuentes. Empero, todos pueden te
ner una clara asociación con las facetas sutiles de nuestro desarrollo
espiritual. Examinaré en este capítulo, de manera más porme
norizada, el Quintil, el Septil y el Novil. Puesto que es muy poco lo
que se sabe sobre la dinámica de estos Aspectos, sus corresponden
cias numerológicas podrían ay udar a iluminar un poco las funcio
nes que cumplen en la Carta. En el mercado librero hay varias obras
que tratan sobre numerología. Las que fueron útiles para mí dentro
de este contexto son las siguientes: The Secrets of Numbers, de
Vera Scott Johnson y Thomas Wommack (Berkely Medallion Books,
Ciudad de Nueva York, 1974, en rústica), Numerology for a New
Age, de Lynn M. Buess (DeVorss and Company, California, 1978, en
cuadernación flexible) y Science of Numbers, de Corinne Heline
(New Age Press Incorporated, California, 1971, encuadernación flexi
ble). El libro de Heline es imprescindible para el astrólogo-esoterista,
58
pues lo que ella extrae de muchas ramas de las doctrinas sapiencia
les centenarias (Cábala, Tarot, Biblia, Vedas, Teosofía, Rosacrucismo,
Masonería, etc.), lo entrelaza y brinda al lector un examen fascinan
te del significado más profundo de cada número. Quienes tuvieran
interés en averiguar más acerca de cómo las enseñanzas pitagóricas
se aplican directamente al significado de los Aspectos, deberían leer
A Handbook for the Humanistic Astrologer, de Michael Meyer
(Anchor Books, Nueva York, 1974, encuadernación flexible) y, en
especial, la segunda parte, capítulo nº 7. Una vez que el lector haya
captado lo fundamental de los principios de cada número, tal vez
quiera volver a examinar, desde una perspectiva numerológica, los
Aspectos que presenté en el Capítulo I, a fin de que vea qué corres
pondencias puede percibir.
El Quintil
Si bien nuestros Aspectos corrientes fueron inventados hace
mucho tiempo por Ptolomeo, en el siglo II d.C., el Quintil fue intro
ducido más tarde, en el siglo XVII, por el astrónomo y astrólogo
Juan Kepler (quien también dio a la astrología la Semicuadratura,
la Sesquicuadratura y el Septil). Puesto que Kepler era neoplatónico
y le seducía muchísimo el concepto pitagórico sobre la "armonía de
las esferas", fue uno de los intelectuales "modernos" que promovió
un avance sobre lo fundamental de las armónicas de los Aspectos. El
Quintil representa la quinta Armónica. La familia de los Quintiles
incluye múltiplos tales como el Semiquintil (36 grados), el
Sesquiquintil (108 grados) y el Biquintil (144 grados), además de
otras subdivisiones. John Addey asocia toda la "serie de los Quintiles"
con el uso o el abuso del poder y de la autoridad. Asimismo, descu
brió que se vincula con una pronunciada tendencia a ser muy unidi
reccional y lanzarse con vehemencia a una determinada actividad
especializada. Se descubrió que, cuando el grupo de los Quintiles se
expresa destructivamente, entonces se destaca en las Cartas de ho
micidas y víctimas de la violencia, de revolucionarios sociales
(Robespierre y Danton) y de dictadores (Hitler), según los estudios
de Addey. Cuando se expresa positivamente, la serie de los Quintiles
se ha destacado en las cartas de escritores, artistas inspirados (Mozart)
y científicos (Einstein).
Hay escuelas astrológicas esotéricas que afirmaron que los
Iniciados de las antiguas Escuelas de Misterios conocieron y pres-
59
taron especial atención a los Quintiles, y se los asoció con la Magia
hermética. Por desgracia, como ocurre con la mayoría de las tradi
ciones ocultistas, esto es imposible de determinar, puesto que las
primitivas enseñanzas esotéricas supuestamente nunca fueron do
cumentadas por escrito, sino que fueron transmitidas oralmente,
siglo tras siglo. No obstante, en lo que a esto concierne, se conside
raba que el Quintil simbolizaba que el alma creativa de un aspiran
te se alineaba con la Voluntad del Cosmos, lo cual sugiere que lo
que los Quintiles poseen tendencias latentes ocultas y trascenden
tales. En caso de que esto sea asf, entonces debería ser evidente que
la Voluntad del Cosmos pavoroso e inescrutable no se canaliza fá
cilmente a través de la consciencia normalmente fragmentada del
individuo común y corriente, sujeto todavía dentro de los limitados
confines de su voluntad que tiene por centro a su personalidad. Tal
vez esto debería decirnos que los Quintiles de la Carta natal sólo se
potencian de manera sublime y universal una vez que luchamos
más en procura de nuestra realización personal. De lo contrario,
en un individuo que todavía no despertó respecto de la realidad de
su identidad espiritual, el Quintil podría seguir estando dormido e
inactivo, o bien, podría activarse incontrolablemente, de una ma
nera compulsiva y abusiva (como el estudio de Addey tiende a indi
carlo).
El número cinco ha sido simbolizado con el pentagrama o la
estrella de cinco puntas. Dícese que el pentáculo, con su punta ha
cia arriba, representa las creadoras fuerzas espirituales que se fil
tran a través de la mente, mientras que el pentáculo, con su punta
hacia abajo, denota las fuerzas destructivas e involutivas que con
trarrestan el proceso evolutivo. Esto podría explicar por qué el
Quintil tal vez indique la fuerza que la mente tiene para crear y
destruir. La numerologfa asocia el número cinco con la voluntad
de experimentar los (cinco) sentidos. Dícese que es el número del
hombre. La manera con que normalmente se lo describe en los tex
tos de numerología me suena como si estuviera compuesto por los
principios de Júpiter y Urano (con tendencias latentes de Marte).
Dentro de este contexto, Urano no parece representar su más ele
vada expresión humanitaria, sino que, en lugar de ello, parece indi
car su lado más porfiado, indómito, desaforado e incompatible. Los
temas fundamentales del número cinco tratan sobre la libertad, la
exploración, la aventura, el desvelo, la experimentación, la varie-
60
dad de los cambios, la falta de rutina o sistema, y la complacencia
general de los sentidos. La numerología afirma que el cinco es el
número del magnetismo sexual y de la actividad erótica. Lo que
resulta bastante interesante es que Addey también ha sugerido que
la quinta armónica es "apropiada para la evaluación de las inclina
ciones y aberraciones sexuales" 1. La numerología esotérica· consi
dera que el cinco retrata la lucha interna que debemos sufrir para
controlar los cinco sentidos en nuestro intento por alzamos contra
ellos y superar su dominio.2
En general, existe la opinión de que los Quintiles señalan las
facetas poco frecuentes de la capacidad que el hombre tiene para
expresar un notable grado de genialidad creadora, intuición extraor
dinaria y mentalidad artística. Como lo expresó Dane Rudhyar en
Astrología de la Personalidad, el Quintil "muestra la creativa liber
tad que el individuo posee al moldear y dar forma a materiales que
son fieles a la idea que se proponen expresar"3• En otras palabras, el
Quintil nos permite constmir, de manera ideal, la forma (mental)
para que ésta refleje con suma perfección el propósito arquetípico
de esa forma. Esto se convierte, en sentido oculto, en un ejercicio de
transmutación mental e implica una fase del desarrollo evolutivo en
el que la mente puede ser usada literalmente de una manera
alquímica. Los Quintiles parecen describir las aptitudes potenciales
que normalmente se consideran excepcionales o producto de un don
especial, pero que no son desarrolladas ni condicionadas necesaria
mente por experiencias en el medio ambiente externo. En lugar de
ello, tienden a tener su origen en un recurso interior más profundo.
La utilización productiva de lo que el Sextil promete podría sugerir
que el individuo primeramente entienda y acepte que la mente y la
materia son esencialmente una sola y misma cosa.
Puesto que los Quintiles tratan mucho más que sobre el sim
ple deseo de crear, podrían brindar una más vasta percepción men
tal (o cognición) de los elementos especiales que, dentro de un con
cepto abstracto o de un objeto físico, poseen un valor creativo origi
nal. Ellos nos permiten, pues, captar una perspectiva totalizadora y,
además, nos conceden la energía y la unicidad mental necesarias
para enfocar con más claridad esa perspectiva extraordinaria, inte
grando en una totalidad más unificada todo lo que resulta intrinca
do. Los Quintiles tal vez nos exijan una técnica y una destreza depu
radas, hasta ser maestros en ellas antes de poder aplicarlas satisfac-
6/
toriamente. En consecuencia, los astrólogos deberían ser un tanto
conservadores al evaluar la importancia de los Quintiles natales,
puesto que su enfoque puede corresponder más al Cosmos que al
mundo. No deberíamos sorprendernos si, para la mayoría de noso
tros, los Quintiles sólo están en actividad durante el sueño, la medi
tación profunda y otros estados mentales de consciencia alterada.
Addey también ha indicado, refiriéndose al tema general de
los Quintiles y la ampliación de la percepción, que la serie de los
Quintiles podría hallarse muy "conectada con la mente y con las fa
cultades de la gnosis. O sea, que conciernen a las facultades por las
que conocemos y a los medios con los que recibimos y comunica
mos el conocimiento y la información"4. Addey opina que las fuertes
conexiones que involucran a Saturno y Urano en la Carta de la Quin
ta Armónica indican al "astrólogo nato". Me sentí naturalmente com
placido al descubrir esto, ¡puesto que tengo un Quintil inferior exac
to entre estos planetas, en mi Carta natal! Addey también ha vincula
do la quinta armónica con el deterioro de los poderes y facultades
que se relacionan con la transmisión del conocimiento, con estos
resultados: daño cerebral, desórdenes nerviosos y todos los defectos
de los sentidos (por ejemplo, ceguera) o de los órganos de la palabra
y la comunicación.5
Para conocimiento de quienes deseen experimentar con el sis
tema simbólico que usamos en el Capítulo I, el Quintil establece su
fase inferior en los 12 grados de Géminis, desplazándose en sentido
contrario al de las agujas del reloj, al igual que en los 18 grados de
Capricornio, desplazándose en el sentido de las agujas del reloj.
Adviértase que estas correspondencias de grados son itTegulares,
diferenciándose de las correspondencias coherentemente simétricas
de los Aspectos analizados anteriormente. Este hecho puede recal
car la singularidad del Quintil. El Quintil inferior guardaría rela
ción, pues, con el signo de Géminis y operaría a través del dwad de
Libra en el decanato de Libra de este signo. Entonces se relaciona
ría también con la tercera Casa y el planeta Venus. El Quintil su
perior guardaría relación con el signo de Capricornio y operaría a
través del dwad de Leo en el decanato de Tauro de este signo. Por
ello, está vinculado con la décima Casa y el planeta Saturno. Aquí
puede resultar significativo un denominador común: ambos de
canatos son regidos por Venus.
62
El Septil
El Aspecto del Septil guarda correspondencia con el número
siete y, por ello, con la séptima Armónica. El número siete fue aso
ciado, a lo largo de los siglos, con los temas sacrosantos, como cual
quier persona muy versada en el simbolismo religioso lo sabe. La
numerología interpreta que el número siete es muy oculto. Trata
aparentemente sobre el conocimiento de uno mismo, el análisis in
terior, la búsqueda del significado último (o de la sabiduría) y la par
ticipación en estudios introspectivos o de investigación. Es un
número que nos impulsa a investigar criteriosamente las esencias
más profundas de la realidad. El siete es el número de la meditación,
la contemplación, la soledad y el aislamiento. Sugiere un Sabbath
respecto de los intereses superficiales del mundo material, en el que
pueda tener lugar la asimilación interior (la Biblia declara que Dios
descansó de Su trabajo el séptimo día de la Creación). El siete tien
de a estar distante, aislado y en otro mundo. Puesto que no es un
número muy sociable, parece funcionar muy bien en lo privado y
recoleto. En su mayor parte, el número siete parece sugerirme que
está compuesto por los principios de Saturno y Neptuno (con ten
dencias latentes que son propias de Plutón), al menos de acuerdo a
como normalmente se lo describe en los textos sobre numerología.
Se lo ha mencionado como el número del descanso y la plenitud. Sin
embargo, como lo señala Heline, "el descanso no se refiere a un cese
de la actividad sino a surgir del C?OS e ingresar en un Orden más
elevado y perfecto". 6
De acuerdo con el estudio de John Addey, la séptima armóni
ca o la "serie de los Septiles" pone al descubierto nuestra capacidad
para recibir la inspiración. Addey expresa que el Septil puede deno
tar "la aptitud para percibir la misteriosa totalidad existente detrás
de las partes de una materia.. .7 y participar en la energía dinámica
que esa idea imparte"8. Addey halló la séptima armónica muy desta
cada en las Cartas de clérigos o en las de quienes ejercen la "función
sacerdotal" 9 en la sociedad. Al estudiar el perfil numerológico del
número siete, los hallazgos de Addey parecen por demás adecuados.
La tendencia mística latente, propia del Septil, es probable que se
deba a su anhelo de comprender la totalidad y la plenitud. Igual que
la "serie de los Quintiles", la familia de los Septiles es muy percepti
ble en las Cartas de los artistas creadores. Charles M. Graham, en su
excelente artículo titulado "La Séptima Armónica y los Artistas Crea-
63
dores" da su apoyo a los estudios de Addey cuando dice que "el siete
º.
se refiere a la creatividad como la fusión de la forma y la materia por
medio del accionar de la inspiración (divina)"1 Graham señala que
la séptima armónica (o el agrupamiento de los Septiles) es significa
tivo en las Cartas de artistas visuales, como por ejemplo, Picasso,
Rafael, Leonardo da Vinci, Cezanne, Rodin, Matisse y Modigliani.
Se destaca en las Cartas de músicos como Mozart, Schubert, Chopin,
Berlioz, Wagner y Tchaikovski. La séptima armónica se destaca tam
bién en las Cartas de George Bernard Shaw, Yeats, Lewis Carroll y
Robert Louis Stevenson. El estudio de Graham indica que la sépti
ma a1·mónica es especialmente perceptible en las Cartas de poetas
románticos como Blake, Shelley y Lord Byron. Otros pensadores crea
tivos e inspirados, que son un índice de la creatividad de esta armó
nica, son Emmanuel Kant y Albert Einstein.
A semejanza de lo que sucede con la serie de los Quintiles,
John Addey descubrió un vínculo entre el Septil y sus múltiplos con
la actividad sexual (la inspiración erótica) y dice que ellos "proporcio
nan una clave horoscópica de ciertos factores de la psicología del
sexo"11. Me imagino que la familia de los Sextiles se vincularía con
los aspectos más represivos, negativizantes y perturbadores de la
sexualidad (las tendencias latentes de Saturno, Neptuno y Plutón) o
con las inclinaciones hacia el celibato; ambos impulsan la subli
mación de la fuerza sexual... diferenciándose de la serie de los
Quintiles, los cuales tienden a expresarse más, a experimentar y a
ser voluntariosos. A ese reencauzamiento de la urgencia de la libido
hace tiempo que se lo consideró un requisito previo de la inspiración
artística y del impulso creador.
Dane Rudhyar, en su obra Person-Centered Astrology, co
necta al Septil con el carácter "antisocial" que el número siete impli
ca, y expresa que este Aspecto representa acciones "inaceptables se
gún la clara norma de conducta sociocultural del medio ambiente o
de la clase social de la persona"12. Asimismo, Rudhyar cree que el
Septil "puede interpretarse, en sentido superpersonal, como actos
impulsados por una necesidad colectiva, por una fuerza oculta o hado;
y esto puede generar «sacrificio» y una vida simbólica"13. Doris
Thompson expresó que el Septil revela "una fatal inevitabilidad jun
to con una compulsión hacia ciertas acciones; una fuerza desconoci
da que se activa de manera oculta"14. Delphine Jay sugiere que el
Septil "es portador de un matiz fatalista que brota de situaciones
64
:¡ue parecen hallarse más allá del significado corriente. Este matiz
crea una lucha interior que expande la consciencia, la cual obliga al
nativo a emprender una búsqueda más allá de lo que es evidente" l S.
Ella considera que la serie de los Septiles tiene "una predisposición
natural hacia lo oculto, lo paranormal o lo místico. Parecen preocu
parse por la idea de la fe divina intelectual o inexorable"16. Michael
Meyer considera que el Septil introduce "los elementos impredeci
bles e irracionales de la experiencia, y simbolizan la aptitud para
responder al llamado de nuestro destino y usar materiales inade
cuados o de descarte con el fin de cumplir una meta definida de
naturaleza kármica"17.
El Septil establece su fase inferior aproximadamente en los
21 grados y medio de Tauro, desplazándose en sentido contrario al
de las agujas del reloj, al igual que en los 8 grados y medio de Acua
rio, desplazándose en el sentido de las agujas del reloj. El Septil
inferior guardaría teóricamente correspondencia con el signo de
Tauro y operaría a través del dwad de Capricornio en el decanato
de Capricornio de este signo, asociándolo también con la segunda
Casa y Venus. El Septil superior guardaría entonces correspon
dencia con la undécima Casa y con el planeta Urano. Los signos
fijos forman parte de ambas fases, con fuertes tendencias latentes de
Venus, Saturno y Urano. Asimismo, las correspondencias de grados
son sumamente irregulares.
Si bien todavía no existe un símbolo oficialmente aceptado
para el Aspecto de los Sextiles, yo usaría y sugeriría éste -S- cuan
do se lo anote en la columna de los Aspectos natales. Evidentemente,
además de que una "S" señala al "septil", este símbolo también me
hace acordar de una serpiente encerrada dentro del círculo del in
finito. Las serpientes han sido símbolos eternos de prudencia y re
generación ("sed, pues, prudentes como serpientes... ")18• Probable
mente sea entonces prudente observar los Septiles en las Cartas
natales como capacidad potencial. Todavía queda mucho por co
nocer acerca de ellos, antes de que difundamos entusiastamente su
importancia a quienes nos consultan (o a nosotros mismos). No
considero valioso el hecho de que se informe a un individuo que su
Septil con Saturno o Plutón, por ejemplo, representa dónde se to
pará "compulsivamente" con un "hado inevitable" o un "destino
irrevocable" que aparentemente no podrá controlar. ¿No considera
usted lo mismo?
65
El Novil
El Aspecto del Novil representa el número nueve y la novena
armónica. La numerología asocia el nueve con principios que pare
cen muy neptunianos. Es el número del desinterés y de la amplia
comprensión universal. Se expresa por medio de compasión, toleran
cia, perdón, benevolencia y anhelo de sacrificio para elevar y curar a
la humanidad. Igual que el número siete, el nueve es un número de
plenitud y realización (espirituales). Lo abarca todo. Su orientación
parece incuestionablemente emocional, pues es una expresión del
poder del Corazón Universal. El nueve se halla típicamente asociado
con las cosas inconclusas (puesto que es la última fase de un ciclo de
vida, según la numerología) y, por ello, sugiere sensación de pérdida
o anhelo de renunciar a los deseos personales en bien del mejora
miento universal. Opera en segundo plano y de manera secreta, pre
parando para el comienzo de un nuevo ciclo. El número nueve tiene
esotéricamente una influencia evolutiva especial. Para citar a Heline:
"el extraño fenómeno del nueve en su fuerza (sugiere que) sin impor
tar por qué número se lo multiplique... se reproduce etemamente"19.
Ella lo considera "la principal fuerza vibratoria que gobierna la evo
lución humana"20. El nueve se convierte en "la fuerza numérica es
pecial con la que el hombre entra en contacto con su yo interior,
desarrolla su divinidad latente y alcanza el estado de iluminación
intel"ior que se conoce con el nombre de Iniciación"21. Tanto la nu
merología exotérica como la esotérica consideran que el nueve es
capaz de tener la más vasta gama de experiencias dramáticas de la
vida, tanto las más bajas como las más divinas e inspiradas. No debe
asombrarnos que se trate de un número asociado con una ex
traordinaria comprensión de la vida.
Rudhyar considera que el Novil representa un "proceso de
gestación por medio del cual la idea o la forma bella se lleva a un
estado de viabilidad orgánica"22. Rudhyar, en Astrología de la Per
sonalidad, habla también del Novil como un Aspecto que "puede
indicar un renacimiento espiritual o una iniciación en el ámbito al
que los planetas se refieren. Significa 'nacimiento fuera del cautive
rio'"23. David Cochrane, en New Foundations for Astrology, co
necta los Aspectos de la novena armónica (la serie de los Noviles)
con energías que nutren y se empeñan en dar su fruto, y sugiere que
sus palabras claves son "devoción" y "preparación esmerada"24. John
Addey señala que la novena armónica equivale a la "Carta Navamsa"
66
hindú, la cual se confecciona, en primer término, para describir a
quien eventualmente será el esposo o la esposa. Sin embargo, ade
más del cónyuge, Addey sugiere que esta Carta también puede des
cribir el "ideal" interior de un individuo25. El plantea esta analogía:
así como el fruto es la culminación del árbol, de igual modo el Novil
representa la culminación. Meyer expresa que del Aspecto del Novil
"se ha dicho que representa la identificación del yo con un propósito
y una función relacionados con un esquema global o universal. Al
Novil también puede considerárselo el símbolo de la iniciación: el
surgimiento en un ámbito totalmente nuevo".26
Hablemos con franqueza: las anteriores interpretaciones del
Novil son todavía para mí demasiado neptunianas como para estable
cer una muy nítida definición de su función en la Carta natal. Tal vez
los principios de orientación neptuniana sean así porque desafían
las definiciones nítidas. Los temas que aquí parecen destacarse se
relacionarían, sin embargo, con el crecimiento subjetivo por medio
del sacrificio, del desinterés y de la profunda asimilación de la per
cepción espiritual. Quizás el "tema del cautiverio" del que habla
Rudhyar se refiera a la influencia de la inercia (o inacción) material
sugerida por las experiencias de los ciclos pasados, las cuales deben
ser ahora reexaminadas interiormente mediante los procesos natu
rales del nueve: éstos implican la necesidad de depurar esas expe
riencias hasta casi un último grado y fundir totalmente nuestro ego
con los resultados finales de esa depuración (la cual puede ser lo que
el período de gestación nos exige antes de poner de manifiesto una
sensación de nacimiento o renacimiento espiritual). Durante una
estimulante disertación pronunciada en la Convención "NASO", de
Atlanta, en 1979, Leyla Rael-Rudhyar dijo que el Novil implica la
"capacidad para ver un significado en todas las cosas... pues es un
Aspecto del renacimiento, cuya base es el significado ... "27. En gene-
ral, otros astrólogos han creído que el Novil tiene, por lo menos, una
influencia sutil y mística. Como Aspecto que pone a prueba cuán
profundas son nuestras aptitudes, opera desde un plano inconscien
te y suele relacionarse con algo proveniente del pasado (de vidas
pasadas) que puede tender a mantener nuestro potencial en el limbo
hasta que nos empeñamos en entregamos altruistamente, de cora
zón, y no sólo desde el plano mental. El Novil puede ayudamos en
nuestro intento por unificar las energías y, el resultado de esto, es
una sensación más vasta de unicidad.
67
El Novil guarda correspondencia con los 10 grados de Tauro
desplazándose en sentido contrario al de las agujas del reloj, y los 20
grados de Acuario desplazándose en el sentido de aquéllas. El Novil
inferior se halla asociado, pues, con el signo de Tauro, y opera a
través del dwad de Virgo en el decanato de Virgo de este signo (lo
cual podría implicar ajustes emocionales que permitan una percep
ción más elevada del valor personal). También guardaría correspon
dencia, pues, con la segunda Casa y con el planeta Venus (operan
do idealistamente con ambos en su potencial más elevado). El Novil
superior se relaciona con el signo de Acuario y opera a través del
dwad de Libra en el decanato de Libra de este signo. Por ello,
también está vinculado con la undécima Casa y el planeta Urano
(funcionando probablemente con ambos en un plano humanitario y
de reformas sociales). Los denominadores comunes de ambas fases
del Novil son la representación de los signos fijos pertenecientes al
Hemisferio Este, a los cuales se suman, destacadamente, las tenden
cias latentes de Venus.
Notas:
1 John Addey, Harmonics in Astrology, Cambridge Circle Limitcd, E.U.A., 1976,
página 111.
2 Corinnc Hcline, Sacred Science of Numbers, New Age Press Incorporated, Cali
fornia, 1971, página 36.
3 Dane Rudhya1� Astrología de la Personalidad, Edito1ial Kier S.A., Buenos Aires,
Capítulo XI.
4 John Addey, Harmonics, Genetics, and Diseare (Armónicas, Genética y
Enfe1medad), en Astrology Now, Tomo n" 1, N" 7 (octubre de 1975), página 30.
5 Ibídem, página 30.
6 Cminne Heline, Sacred Science of Numbers, New Age Incorporated, California,
1971, página SS.
7 John Addey, Harmonics in Astrology, Cambddge Circle Limited, 1976, página
121.
8 Ibídem, página 121.
9 Ibídem, página 62.
l0 Charles M. Graham, The Seventh Hannonic and Creative Artists (La Séptima
Armónica y los Artistas Creadores), en Astrology Now, Tomo nº 2, Nº 13 (Junio
de 1976), página 87.
11 John Addey, Harmonics in Astrology, Cambridge Circle Limited, 1976, página
120.
68
12 Dane Rudhya1; Person-Centered Astrology, CSA Press, Georgia, 1972, página
167.
13 Ibídem, página 167.
14 Doris Thompson, "El Septil: El Aspecto del Destino", AFA Bulletin, 1975, Tomo nº
37, Nº 1, página 17.
15 Dclphine Jay, Teaching Harmonic Charting (Enseñando el horóscopo de las
armónicas), Astrology Now, Tomo nº 1, Nº 11 (Marzo de 1976), página 7.
16 Ibídem, página 7.
17 Michael Mcyer y Nancy Kleban, Numerícal Approaches to Phase Interpreta
don (Enfoques Numéricos de la Interpretación de las Fases), Astrology Now,
Tomo nº 1, Nº 1 (octubre de 1975), página 38.
18 La Biblia, versión Valera-Casiodoro de Reyna, Mateo I O: 16.
19 Corinnc Hclinc, Sacred Science of Numbers, Ncw Age Prcss Incorporated, Cali-
fornia, 1971, página 74.
20 Ibídem, página 75.
21 Ibídem, página 75.
22 Ibídem, página 75.
23 Dane Rudhya1; Astrología de la Personalidad, Editorial Kier S.A., Buenos Aires.
24 David Cochranc, New Foundations for Astrology, Astrological Counseling and
Research, Flmida, 1977, página 35.
25 John Addey, Harmonics in Astrology, Cambridge Circle Limited, E.U.A., 1976,
página 96.
26 Michael Meyer y Nancy Kleban, Numerícal Approaches to Phase Interpreta•
don (Enfoques Numélicos de la Interpretación de las Fases), Astrology Now,
Tomo nº 1, Nº 7 (octubre 1975), página 38.
27 Leyla Rael-Rudhyai; 1979 NASO Conference, Atlanta, Georgia, 31 de agosto de
1979.
69
Capítulo III
La Conjunción Disociada
La Conjunción fuera de signo involucra signos que se hallan
recíprocamente en Semisextil. Mientras las Conjunciones corrien
tes implican que la mente concentra y enfoca singularmente las ener
gías, las Conjunciones disociadas se encauzan menos unificadamente
en el plano psicológico. Puesto que ahora están involucrados dos
signos diferentes que tienen motivaciones distintas, los impulsos que
los planetas ponen de manifiesto no se combinan ni funden juntos
tan fácilmente (y, en especial, si los planetas mismos tienen tempe
ramentos opuestos). Por ello, las Conjunciones disociadas pueden
expresarse con menos coordinación o propósito vigoroso. El indivi
duo tal vez no se sienta tan motivado como para hacerse valer de la
manera directa, espontánea y testaruda de la Conjunción estándar.
Tiende a actuar con menos vehemencia, o bien, puede sentirse
desmañado e incómodo para expresarse aquí, aunque aún sea im
pulsado a actuar. Por el hecho de que está menos decidido sobre
cómo ejecutará sus impulsos (ya que la influencia subyacente del
Semisextil tiende a hacer que evalúe las cosas), el individuo se siente
inclinado a vacilar antes de lanzarse a la actividad. No obstante, la
tendencia latente del Semisextil podría sugerir que el individuo pue
de ser capaz de apelar a los recursos interiores de índole menos apa
rente (imaginación, magnetismo físico, fuertes instintos de sobrevi
vencia y sensibilidad paranormal) que puede usar para beneficiarse
cuando inicie su acción personal. En este sentido, la Conjunción fuera
de signo puede ser realmente más expeditiva que la estándar, y me
nos limitada en la manera con que utiliza los impulsos de los plane
tas en cuestión. Sin embargo, lo típico es que tendamos a confundir
nos sobre cómo sintetizar mejor los diferentes rasgos de conducta
de los signos, y el resultado de esto es una ligera frustración. El indi-
72
viduo tendrá que participar en actividades en las que puedan ser
satisfechas las necesidades de ambos signos.
El Semisextil Disociado
El Semisextil disociado implica la subyacente influencia de la
Conjunción o del Sextil. Cuando los dos planetas del Semisextil di
sociado se hallan en el mismo signo, podría haber un rechazo psico
lógico a correr el albur de apartarse más del propio mundo subjeti
vo, en pos de satisfactorias experiencias que pudieran fomentar el
desarrollo de un recurso personal. La influencia del Semisextil (por
ser un Aspecto sutil con el que hay que empezar) es tal vez incluso
menos perceptible cuando se halla en el Aspecto disociado. Las posi
bilidades pueden estar aquí incluso más latentes. La tendencia la
tente de la Conjunción podría sugerir que el individuo todavía no
está maduro y listo para trabajar con sus recursos internos o exter
nos hasta que sea capaz de establecer un mejor sentido de identidad
o una mejor imagen personal. Este tipo de Semisextil disociado po
dría proveer positivamente más ímpetu e impulso hacia la manifes
tación del capital potencial cuando uno aprende a relacionarse más
consigo mismo y encauzarse más unificadamente. Cuando el
Semisextil disociado involucra signos que están en Sextil, entonces
el individuo puede volverse más psicológicamente curioso acerca de
cómo podrá aplicar sus recursos potenciales. Puede tener aspiracio
nes en cuanto al futuro y a la aplicación idealista de los beneficios
con que cuente en su realización. Hasta cierto punto, podría ser ca
paz de hallar un modo inteligente e inventivo de atraer esos recur
sos. La estimulación del Sextil subyacente impide que el Semisextil
disociado tienda a permanecer inactivo, debido al hecho de que el
individuo está más psicológicamente inquieto y desea hacer algo con
las posibilidades que se le presentan. Su percepción del valor de sus
recursos está mejor desarrollada que la del individuo que tiene el
Semisextil estándar.
El Sextil Disociado
El Sextil fuera de signo involucra signos que naturalmente
están recíprocamente en Semisextil o Cuadratura. En ambos ca
sos, estas influencias subyacentes sugieren una falta de facilidad
natural, la cual es típica del Sextil estándar. El Sextil disociado que
involucra signos que están en recíproco Semisextil es el menos mo-
73
lesto de los dos. Aunque el individuo no tiene problemas para atraer
oportunidades constructivas, puede sentirse menos estimulado por
ellas y, por ende, puede dejarlas pasar. La pasividad de la tendencia
latente del Semisextil desalienta psicológicamente la expresión per
sonal abierta. Allí tiende a haber una ligera resistencia interior a
aprender cosas nuevas y, en consecuencia, el individuo tendrá que
efectuar un esfuerzo más consciente para flexibilizar y adaptar más
su actitud si ha de beneficiarse plenamente con las experiencias que
él atrae. Sin embargo, las oportunidades personales que aquí se ma
nifiestan podrían obtenerse más fácilmente, puesto que este tipo de
Sextil disociado es menos proclive a la distracción y a la dispersión
de los intereses. Es menos inquieto que el Sextil estándar. Aquí se
sugiere una mayor capacidad para concentrarse, aunque la versatili
dad está un tanto disminuida (limitando el alcance de nuestra expre
sión). Puede existir un conocimiento práctico instintivo y entraña
ble, relacionado con el uso positivo de los impulsos que aquí se pre
sentan, además de una capacidad para fomentar con más esmero el
desarrollo de esos impulsos. Los beneficios pueden manifestarse más
lentamente en la vida del individuo, pero tienden a ser más valoriza
dos y apreciados. La tensión es mayor cuando el Sextil disociado
involucra signos que se hallan en Cuadratura recíproca. Las expe
riencias que el individuo atrae no suelen satisfacer su necesidad in
terior de desafiar y confrontar y, además, resultan ser, a la larga,
menos estimulantes y atractivas. O bien, el individuo puede ser pro
clive a aplicar más impulso e ímpetu en situaciones que realmente
requieren esto de él. El individuo podría crear aquí obstáculos inne
cesarios e inadecuados para la naturaleza de las situaciones que él
atrae. En pocas palabras, suele empeñarse demasiado en realizar lo
que normalmente se logra mejor con menos esfuerzo (impulso exce
sivo), o bien, él puede bloquearse, sin ser accesible a las nuevas expe
riencias beneficiosas, debido a que interiormente se siente inseguro
o inadaptado (inhibido). Necesitará desarrollar aquí mayor objetivi
dad respecto de sí mismo. Sin embargo, la influencia subyacente de
la Cuadratura podría obligarle a controlar y disciplinar mejor las
agitadas energías de este Aspecto (puesto que todos los Sextiles ne
cesitan considerable empeño personal si han de ser, en nuestra vida,
influencias productivas). La clave radica en saber cuánto esfuerzo
necesitamos para obtener resultados óptimos.
74
La Cuadratura Disociada
La Cuadratura fuera de signo involucra signos que se hallan
recíprocamente en Trígono o Sextil. Aunque el individuo atrae si
tuaciones exigentes que tienden a obligarle a encarar de frente los
asuntos, es probable que psicológicamente le falte vigor y decisión
para ocuparse de esas circunstancias acuciantes (puesto que los
Trígonos y Sextiles buscan soluciones fáciles y que no requieran es
fuerzo, y no se inclinan por soportar muy bien lo que les pese o ago
bie). Lo normal es que sea inadecuado el impulso interior necesario
para superar los obstáculos externos que plantean problemas. Por
ello, ambos tipos de Cuadraturas disociadas son menos proclives al
logro que se obtiene con lucha y esfuerzo. Las Cuadraturas corrien
tes son mucho más potentes, debido a que los signos aquí involucra
dos son muy competitivos en su mutua expresión; el resultado de
esto es un grado de fricción que ayuda a desarrollar una vitalidad en
la que hay empuje y fuerza. Los signos involucrados en las
Cuadraturas disociadas no se agitan entre sí, y el resultado de esto es
menos ímpetu para emprender una acción decisiva que resuelva los
aprietos que el aspecto atrae normalmente. Cuando se maneja bien
a la Cuadratura disociada que involucra signos que se hallan en sextil
recíproco, el resultado podría ser un tipo más estimulante de ten
sión, puesto que la influencia del Sextil subyacente puede permitir
que el individuo reconozca objetivamente la razón de sus conflictos
interiores, en vez de seguir activándolos de manera inconsciente y
habitual. Esto tal vez indique que el individuo tiene una necesidad
interior de aprender por qué sus impulsos contrarrestan lo que él
mismo se propone. El puede ser más accesible a las ideas relaciona
das con cómo puede aquí manejar mejor sus energías (a diferencia
de la Cuadratura estándar, la cual es más defensiva). Según mi opi
nión, cualquier Aspecto o subinfluencia del Sextil puede actuar como
el mejor antídoto para cualquier Aspecto de Cuadratura. Alienta la
disolución de patrones rígidos, de una manera que es más atractiva
que amenazante. Por ello, en lugar de tener aquí lo que a menudo se
ha llamado una Cuadratura "más débil", podemos tener una que posea
el potencial para iluminarse más, una vez que el individuo compren
da que puede resolver inteligentemente los problemas. La influencia
del Sextil subyacente puede darle más aliento y optimismo.
Las Cuadraturas disociadas bien manejadas, que involucran
signos que se hallan en Trígono recíproco, sugieren que el sentido
75
personal de armonía y bienestar, que el individuo posee, le permiten
aceptar los desafíos con mayor fe y confianza. Sin importarle cuán
difíciles sean las situaciones que tienda a tener, este individuo está
convencido de que las cosas funcionarán de manera excelente, debi
do a sus esfuerzos persistentes. En lo negativo, es probable que el
individuo intente no comprometerse con responsabilidades u obliga
ciones que la Cuadratura le presente, las cuales no deberían ser esen
cialmente evitadas o ignoradas. Aquí los problemas no mejorarán ni
desaparecerán, a menos que el individuo se ocupe directa y realista
mente de esos desafíos. En vez de esperar, interiormente, que las
soluciones instantáneas y mágicas aparezcan por casualidad, este
individuo debería permitir que la influencia del Trígono le pro
porcione la intuición o la captación creadora que le ayude a resolver
sus conflictos. Necesitará cultivar más la disciplina y el control per
sonales y, además, resistir la tentación de dejar para mañana lo que
puede hacer hoy.
El Trígono Disociado
El Trígono fuera de signo involucra signos que se hallan
recíprocamente en Quincuncio o Cuadratura. Los Trígonos diso
ciados se parecen a los Sextiles disociados e involucran influencias
que tienden a generar discordia e inquietud, aunque los asuntos exter
nos que el Trígono atrae no son agobiantes ni incómodos. El indi
viduo suele sentirse más molesto de lo que razonablemente sería de
esperar, puesto que las condiciones externas, asociadas con el Trígo
no, son normalmente fluidas y placenteras. Cuando el Trígono diso
ciado ocurre en signos que se hallan en Quincuncio recíproco, el
individuo no se adapta psicológicamente con facilidad a los benefi
cios que, no obstante, él atrae prestamente. Se halla fuera de foco en
algún plano interior de él mismo, y el resultado de esto es una sutil
insatisfacción que tiende a interferir su aptitud para distenderse y
disfrutar cuanto el Trígono indique. Puesto que el Trígono nos im
pulsa a analizar cuidadosamente y efectuar las correcciones necesa
rias mediante la reorganización de nuestras energías, es probable
que aquí el individuo se dedique demasiado innecesariamente a rea
lizar ajustes menores en cuestiones que no los requieren, por cuanto
lo que el Trígono está sugiriendo es que las cosas ya se hallan en un
estado armónico. El individuo simplemente no interpreta las cosas
de este modo, aunque esto parezca evidente a los demás. Aunque los
76
Trígonos alientan la expresión fervorosa y creadora, este tipo de Trí
gono disociado denota una falta de equilibrio interior y de confianza
en uno mismo. El individuo se siente menos seguro de sí mismo
acerca de cualquier talento que aquí se muestre, e incluso ligera
mente irritado por cómo expresa sus aptitudes (puesto que él es
indebidamente perfeccionista). íntimamente, quizá sea demasiado
desorganizado y desordenado consigo mismo como para utilizar con
eficacia sus recursos personales, su buena fortuna o su tiempo libre
(cuando a los Quincuncios se los maneja mal, entonces alientan la
holganza). Por otra parte, un Trígono disociado bien manejado im
pulsa al individuo a mejorar de a poco sus aptitudes. Raras veces las
da por sentadas, y tiende a ser más consciente del desarrollo de ellas
(a diferencia del Trígono estándar). Cuando el Trígono disociado
ocurre en signos que se hallan en Cuadratura recíproca, las situacio
nes externas funcionan con demasiada uniformidad y satisfacen los
impulsos interiores del individuo. Es probable que él espere o exija
algún elemento con el que deba contender o luchar, pero en lugar de
ello experimenta una sensación internamente conflictiva cuando se
da cuenta de que las circunstancias que él aquí atrae no pueden sen
cillamente adaptarse a sus intensas necesidades. Esto le deja insatis
fecho, hasta tal punto que es probable que porfiadamente cree obs
táculos con el único fin de generar el grado de tensión que le gusta
sentir, y así introduce factores discordantes en situaciones que, de
otro modo, serían apacibles. Este Aspecto disociado, debido a la ín
dole defensiva de la Cuadratura, podría denotar talentos y destrezas
de los que se puede abusar o que pueden ser utilizados con agresivi
dad. Todas las manifestaciones antedichas representan el lado exce
sivamente impulsivo de la Cuadratura. Sin embargo, puesto que las
Cuadraturas también son autobloqueantes, el individuo también
puede abrigar actitudes represivas que desbaratan su aptitud para
sentirse satisfecho con las actividades que aquí se indican. Aunque
revele, en la superficie, facilidad para expresarse, en su interior pue
de desgastarse y sentirse sutilmente inquieto o apremiado. La inhibi
ción y la inseguridad pueden impedirle que confiadamente dé mues
tras de sus dones creativos. En el plano positivo, la tendencia latente
de la Cuadratura podría suministrar al Trígono -que normalmente
propende al ocio y la sensualidad- bastante impulso e ímpetu ex
tras para concentrarse dinámicamente en una actividad que sea crea
dora y tenga un propósito.
77
El Quincuncio Disociado
El Quincuncio fuera de signo puede ocurrir en signos que se
hallan recíprocamente en Trígono o en Oposición. El orbe debe
mantenerse reducido (3 grados o menos). Cuando el Quincuncio di
sociado opera por medio de signos en Trígono, el individuo puede
tener, interiormente, una actitud positiva u optimista al encarar los
ajustes necesarios que se indican. Puede mostrarse más vitalmente
interesado en reorganizar las partes suyas que le impiden funcionar
óptimamente (puesto que es capaz de percibir o imaginar el ideal
que puede desarrollar más en su interior, y esto puede servirle de
inspiración). Por ello, puede haber un anhelo psicológico de mejora
miento personal, paulatino pero significativo y, a veces, de una ma
nera que puede ser agradable o atractiva para este individuo. Tal vez
se incline por buscar un modo creativo de canalizar sus impulsos
tendientes a corregirse. Es probable que se experimente en menor
grado la fastidiosa irritabilidad de este Aspecto, debido a la índole
tranquila y carente de tensiones, propia de la tendencia latente del
Trígono. Sin embargo, esta cualidad puede también ser, hasta cierto
punto, perjudicial porque podría alentar un ajuste del problema mis
mo en cuestión (los Trígonos pueden más bien fomentar la pereza y
el dejar para mañana lo que podemos hacer hoy) que hacer ajustes,
mediante trabajo diligente, para hallar una solución adecuada (aquí,
nuevamente, el Trígono espera confiadamente que todo se resuelva
solo, sin tener que efectuar esfuerzo personal alguno). Este Aspecto
puede sugerir una mayor proporción de confianza en uno mismo al
encarar los sutiles desafíos del dilema que el Quincuncio plantea,
además de suficiente idealismo para ansiar aquí un mejoramiento
de las condiciones.
Cuando el Quincuncio disociado opera a través de signos que
se hallan en Oposición recíproca, puede haber una perspectiva ma
yor y potencialmente más clara de los problemas que aquí se presen
tan, que la que es típica de los Quincuncios corrientes. El individuo
siente, de manera innata, que necesita equilibrarse interiormente por
medio de los ajustes externos que él realiza. Sin embargo, puede
sentirse menos motivado para efectuar estos ajustes necesarios sin
el apoyo y el respaldo psicológicos de los demás. Uno de sus más
importantes ajustes tal vez consista en aprender a depender menos
de los demás y en estar más deseoso de poner a prueba su capacidad
de confiar en sí mismo. Sus actitudes respecto de las relaciones ne-
78
cesitan, de algún modo, ser evaluadas nuevamente. La tendencia la
tente de la Oposición parece reforzar la proclividad del Quincuncio
a separar o apartar con violencia lo que impida el crecimiento (pues
to que las Oposiciones pueden sugerir impHlsos separativos). Por
ello, el equilibrio psicológico puede ser aquí importantísimo si el
individuo ha de trabajar constructivamente en su mejoramiento per
sonal sin dejar de ser consciente del propósito de ese esfuerzo. Los
ajustes tal vez puedan facilitarse, una vez que el individuo esté más
deseoso de colaborar con los demás y demostrar mayor considera
ción con sus necesidades. En el plano negativo, el individuo puede
dejar de sentirse equilibrado y descubrir que está lidiando dentro de
sí mismo con fuerzas contrarias que le mantienen separado y psicoló
gicamente fragmentado, lo cual podría manifestarse externamente
como graves perturbaciones en su salud mental o física. Necesitará
encarar objetivamente las actitudes interiores que tiendan a ahogar
su capacidad evolutiva y que le impidan llevar una vida organizada y
productiva.
La Oposición Disociada
La Oposición fuera de signo involucra signos que se hallan
naturalmente en Quincuncio recíproco. Esto sugiere la necesidad
de efectuar importantes correcciones o ajustes en nuestra perspecti
va acerca de las relaciones. Una Oposición suele permitir una visión
más amplia de una situación; entonces, aprendemos claramente a
conciliar las diferencias o nos enzarzamos en un conflicto y antago
nismo continuos. Sin embargo, quien tenga una oposición disocia
da, tal vez no vea fácilmente las situaciones con tanta claridad o
precisión (recuerde que los Quincuncios pueden estar fuera de foco,
y esto podría crear distorsiones menores o ineptitud para percibir
los pormenores más finos de una situación). Por ello, el individuo no
percibe fácilmente los factores opuestos que operan en las relacio
nes. Eventualmente se da cuenta de este punto ciego y es propenso a
que esto le irrite. Este Aspecto tiende a generar más incertidumbre e
inquietud en el manejo de las exigencias que las relaciones plantean,
puesto que los signos involucrados carecen de la capacidad de coor
dinación que es típica de los signos de polos opuestos. Por esta ra
zón, el Aspecto disociado atrae pero no conserva el magnetismo como
para mantener la atracción tal como la Oposición estándar lo hace, y
esto resulta ser psicológicamente perturbador para el individuo. Mien-
79
tras el conflicto externo puede ser menos patente en sus uniones
concretas, el conflicto interno tiende a ser más agudo. Esto implica
la necesidad de una sutil reorganización mental o emocional de nues
tro proceso perceptivo de los demás. El individuo debe empeñarse
más para recibir con más exactitud los mensajes de los demás si ha
de resolver lo que interiormente le agobia.
80
Capítulo IV
El Gran Trígono
En un plano ideal, cuando por lo menos tres planetas, en dife
rentes puntos de la Carta, se hallan, en su totalidad, en Trígono recí
proco en el mismo elemento, la configuración del Aspecto que así se
forma se llama Gran Trígono. El prototipo del Gran Trígono, en el
Zodíaco natural, involucra los tres signos de fuego, puesto que el
primer ángulo de 120 grados desde el punto de partida de O grado de
Aries en el ciclo de los Aspectos cae en O grado de Leo, desplazándo
se en sentido contrario al de las agujas del reloj, y O grado de Sagita
rio, desplazándose en el sentido de aquéllas. Por lo tanto, el Gran
Trígono crea visualmente un gran esquema triangular a través de la
Carta. Se trata de una configuración especializada, cuyo propósito
es fomentar elevado idealismo, intuición y visión, al igual que expre
sión personal creadora y bienesta1: El Gran Trígono puede indicar
potencialmente confianza y seguridad en uno mismo, expectativas
optimistas, sensación de goce, fluidez, inspiración, mayor creativi
dad y sensación general de protección como resultado de la fe y la
esperanza que el individuo tiene interiormente. No debe asombrar
nos que la astrología tradicional haya considerado que el Gran Trígo
no es una influencia sumamente benévola. Sin embargo, la astrolo
gía moderna está percibiendo actualmente los inconvenientes po
tenciales de un Gran Trígono mal manejado.
Recuerde que un Gran Trígono es, en primerísimo lugar, una
combinación de tres Trígonos separados. Como ya lo dijimos, el As
pecto del Trígono tiende a la comodidad y a una reducción de lo que
nos presiona, pone tensos y agobia. Puesto que nos interesa el ocio y
la sensualidad, no estamos motivados como para luchar y crecer más
por medio de la aceptación de mayores exigencias. Incluso parece a
veces estático e inactivo, cuando el individuo es incapaz de hallar
salidas placenteras con las que pueda expresarse. Al no estar motiva-
8/
do como para hacer frente a lo que le frustra o limita, el Trígono
desea disfrutar un estado de distensión y armonía interiores, sin el
obstáculo de las interferencias externas. En este sentido, el Trígono
enfoca de manera poco realista la satisfacción personal, con desmedro
del desarrollo de la fuerza de carácter {lo cual suele lograrse median
te esfuerzo y conflicto). Demasiados Trígonos en una Carta pueden
reflejar un temperamento sensual que elude reiteradamente some
terse a una disciplina o intenta ignorar en su vida las responsabilida
des mayores. El efecto puede ablandar a un individuo y reducir mu
cho su impulso y buena voluntad potenciales para actuar en la vida
de una manera dinámica. Los Trígonos deficientemente manejados
infunden una sensación de falsa seguridad y el resultado de esto es
una improductiva forma de pasividad que impide que el individuo
esté motivado como para superar el talento o la destreza existentes.
El se contenta sencillamente con lo que está recibiendo gratuitamente
de la vida y no advierte que es conveniente que modifique este modo
de ser.
Este estado de cosas puede ampliarse más con el Gran Trígo
no. Dicha configuración puede convertirse realmente en fuente de
mayor inactividad y estancamiento aún si el individuo no posee un
adecuado sentido de equilibrio en su consciencia (esto es simboliza
do por una cantidad suficiente de Cuadraturas y Oposiciones en la
Carta y, especialmente, si algunas de ellas se hallan también en As
pecto con cualquier planeta o con todos ellos, formando el Gran Trí
gono). Este Aspecto múltiple podría brindar a algunos "suerte" en
abundancia a lo largo de su vida. Y depende del perfil global del
carácter, evidenciado por toda la Carta, si realmente esa "suerte" be
neficia y fortalece o retarda y debilita nuestro desarrollo interior.
Según Barbara Watters, en su obra titulada The Astrologer Looks
at Murder, se ha descubierto que muchos delincuentes (e incluso
homicidas) 1 tienen el Gran Trígono en sus Cartas natales, junto con
personas que son fácilmente derrotadas por las penurias de la vida
y que, en lugar de ello, se vuelven hacia las "adicciones" y los esti
los de vida antisociales. En la Carta de un delincuente, el Gran Trí
gono puede servir para minimizar cualquier incentivo tendiente a
luchar contra las !imitadoras condiciones de su entorno, de la ma
nera realista que, en nuestro caso, mejor nos permite vencer exito
samente y con madurez esas limitaciones. Según observaciones
criminológicas, los delincuentes crónicos tienen una visión irreal e
82
infantil del mundo, y esperan o exigen que el medio ambiente ceda
y se someta a las necesidades personales de ellos o, de lo contrario,
lo castigarán. Suelen motivarse con la creencia ilusoria e incues
tionada de que ellos pueden, en última instancia, triunfar y lograr
controlar cualquier condición social (si ellos así lo quieren) y, por
ello, no tienen que someterse a las leyes que sus "víctimas" más
débiles respetan. Watters afirma que, en algunos delincuentes es
tudiados por ella, la presencia del Gran Trígono sólo sirvió para
que las actitudes egoístas o despiadadas del individuo se tomasen
incluso más exitosas (literalmente, escapando tras asesinar a al
guien) durante un lapso más prolongado que el que sería dable es
perar. Todo esto representa, desde luego, un uso muy deformado y
ruin del Gran Trígono y, en consecuencia, sólo será de aplicación a
un porcentual muy pequeño de individuos.
La interpretación depende en gran medida de cuántos plane
tas están involucrados en el Gran Trígono, y a esto hay que agregar
la índole fundamental de estos planetas. Cuanto más sean los plane
tas vinculados, mayor será el peligro de desequilibrio y debilidad de
carácter. La sensualidad indebida, los excesos personales y la pasivi
dad tienden a recalcarse más, por ejemplo, cuando la Luna, Venus,
Júpiter o Neptuno están involucrados... o cuando signos como Tau
ro, Cáncer, Leo, Escorpio o Piscis se hallan fuertemente representa
dos en toda la Carta. Advierta que estos signos especiales comparten
un común denominador: la sensualidad. Por otra parte, planetas como
Marte, Saturno y Urano (y a veces Plutón) son innatamente dema
siado activos y se impulsan solos como para permitir jamás la sen
sualidad o el estancamiento. De manera parecida, signos como Vir
go, Capricornio y Aries necesitan estar constantemente ocupados y
activos para funcionar normalmente.
Un individuo que tenga un Gran Trígono tal vez descubra que
muchas necesidades personales suyas son satisfechas, en los prime
ros años de su vida, por la gente o por situaciones de carácter gene
ral. Tiende a sentirse aislado de las realidades más duras de la exis
tencia, al menos en muy determinadas situaciones. Quienes tienen
Grandes Trígonos pueden crecer esperando inconscientemente un
trato especial, privilegios únicos y apoyo comprensivo por parte del
medio ambiente, pero raras veces sienten el impulso de trabajar para
obtener estos beneficios. Aquí corremos el riesgo de adoptar esta
actitud frente a la vida: "lo quiero todo, sin dar nada a cambio",
83
independientemente de si hemos ganado o merecido lo que quere
mos. El resultado positivo y placentero de muchas experiencias nues
tras suele ser reforzado realmente por nuestra esperanzada expecta
tiva de que la vida proveerá siempre a nuestras necesidades sencilla
mente porque deseamos que esto sea así. La persona puede tener
verdaderamente una vida fascinante con el Gran Trígono. Sin em
bargo, un sutil inconveniente de este esquema consiste en que el in
dividuo tal vez no logre desarrollar ni ejercitar los músculos psicoló
gicos necesarios para encarar y resolver eficaz y directamente las
principales crisis de la existencia. Aunque la marea fluya y se encau
ce a su favor, en algún momento se encontrará inevitablemente con
una resistencia externa si, en realidad, se está estancando en lugar
de crecer. Y cuando suceda esto, tal vez no sea capaz de ocuparse
adecuadamente de los problemas que él debe encarar de manera di
recta, especialmente en los sectores de casas en las que se hallan los
planetas del Gran Trígono.
En este punto crítico, cualquier dificultad mayor podría
abrumarle o paralizarle, dejándole con la sensación de ser dema
siado impotente o estar demasiado desamparado como para modifi
car dinámicamente esas situaciones incómodas. Debido al
condicionamiento anterior, el individuo tal vez apele una vez más a
depender demasiado del empeño de alguien o de algo que le brinde
el alivio instantáneo del apremio que está experimentando. Esto po
dría alentar en él una conducta escapista (especialmente en los Gran
des Trígonos de Agua); entonces, actúa siguiendo la línea de menor
resistencia, en un intento por protegerse y amortiguar el conflicto
externo que aparentemente está amenazando las confortables estruc
turas de su mundo (interior). Y si no puede asegurar esto, entonces
el individuo tal vez se absorba en sí mismo, sin hacer absolutamente
nada respecto del aprieto en que se halla; ésta es, desde luego, una
reacción extrema, la cual sugiere tendencias patológicas latentes y,
por ello, no es la que la mayoría de los individuos haya de adoptar.
Sólo se sugiere para mostrar la increíble potencia del Gran Trígono
para escudar o proteger a la psiquis humana de lo que se considera
peligroso o dañino.
Los Grandes Trígonos múltiples (aunque no son comunes)
pueden incluso ser más debilitantes, puesto que, al menos dos ve
ces, no se halla involucrada la mitad de los planetas. Sin embargo,
mucho depende de los Aspectos que un Gran Trígono tenga con el
84
otro (o los otros). Por ejemplo, si un Gran Trígono de Fuego se
interconecta con un Gran Trígono de Aire, el resultado de esto es
realmente un Gran Sextil potencial; éste puede ser dinámico, por
el hecho de que hay tres Oposiciones y seis Sextiles que se forma
ron asf. Esto puede ser muy estimulante. Pero si estos dos Grandes
Trígonos no se conectan porque los orbes son demasiado vastos
como para siquiera considerarlos, entonces el individuo pasa por
extremas dificultades integrando las diversas partes de sí mismo.
Esta situación fuera de lo corriente podría indicar un individuo
que en la vida anda a la deriva o meramente a los tumbos, y raras
veces posee suficiente impulso o ímpetu (pues regula mal "sus tiem
pos") para realizar algo apropiado. Aunque tal vez estén presentes
el talento y la destreza, los individuos tienden a disipar su vida por
falta de motivación o practicidad. Lo que empeora esto es que este
tipo de individuo incluso raras veces se preocupa si no está vivien
do a la altura de sus máximas posibilidades; esto se debe a que la
multitud de trígonos produce aquí una ilusoria sensación de armo
nía interior y bienestar. En el próximo capítulo daré más informa
ción sobre el Gran Sextil.
En general, cuanto mayor es la cantidad de contactos de As
pectos agobiantes, provenientes de otros planetas de la Carta, con
planetas que componen el Gran Tdgono, mayor es la capacidad para
modificar la influencia y la expresión de este último. Esta suele ser
la situación que se hallará en la mayoría de las Cartas que tengan
esta configuración. Un Gran Trígono aislado (o uno que no efectúe
contactos externos que involucren Aspectos mayores: específica
mente, Cuadraturas y Oposiciones) es capaz de conservar intacta su
identidad, para mejor o para peor. No es fácilmente afectado por
otras partes del carácter y tiende a operar de manera autónoma, pa
recida a la de un planeta sin Aspectos. Es capaz de expresarse de
acuerdo con su forma pura. Asimismo, este tipo de Gran Tdgono es
casi inexistente. Y aunque usted encontrara uno, advierta que los
planetas en tránsito están formando continuamente contactos exter
nos apremiantes. Nada hay en la Carta que pueda permanecer ilimi
tadamente estático o autónomo. Por ello, si el Gran Trígono se com
plementa en la Carta con una T Cuadrada o con una Gran Cuadratura
(especialmente una que se interconecte), entonces puede proporcio
nar precisamente la cantidad requerida de refuerzo positivo que el
individuo necesita para ayudarle a resolver apremiantes esquemas
85
dinámicos, mientras, a cambio, puede suministrársele más energía e
impulso para convertirla en una fuente productiva y vigorizante de
energía creadora o espiritual.
En los centenares de Cartas estudiadas, en procura de Gran
des Trígonos presentes, fueron relativamente menos los personajes
célebres que poseían esa configuración mayor. Es evidente que los
pocos personajes que tenían Grandes Trígonos en sus horóscopos
fueron capaces de ponerlos en funcionamiento, sin permitir que sus
beneficios se desperdiciasen. Los individuos más descollantes pare
ce que tuvieron que luchar, persistir y vencer grandes imprevistos
antes de que se les permitiera ascender a los puestos exitosos por los
que se los conoce y recuerda. Tal vez esto explique la falta de Gran
des Trígonos en sus Cartas.
89
El Gran Trígono de Aire
En el caso del Gran 1Hgono de Aire tienen énfasis los Aspec
tos idealistas, expansivos y sapienciales del Trígono. El elemento aire,
igual que el Trígono, puede sentirse satisfecho viviendo "en su cabe
za", sin tener que expresarse abiertamente en el mundo externo. El
elemento y el Aspecto comparten, como denominador común, la in
clinación natural a lo conceptual y creativo en un plano abstracto.
Por ello, el carácter nada práctico, propio del Trígono, puede eviden
ciarse más con esta configuración si el individuo es incapaz de apo
y ar en el suelo su idealismo y sus intuiciones. Es probable que este
individuo sea, en el plano social, muy singular, condescendiente y
tolerante (los Trígonos son benévolos y afables). Sin embargo, no es
probable que, necesariamente, se involucre profunda o apasionada
mente con los demás a la par. Aquí tiende naturalmente a no mostrar
interés, observar sin comprometerse y, fundamentalmente, mante
nerse libre para explorar cuanto atraiga la atención de su mente. La
gran satisfacción interior tiene lugar cuando él puede tener relacio
nes variadas que le exijan poco. Esto sugiere que quien posea un
Gran Trígono de Aire pueda considerar que es todo un desafío man
tenerse constante en sus sentimientos respecto de otrn persona, sin
interpretar que esta actitud le complique y asfixie. No obstante, este
Gran Trígono confiere capacidad cultural superior a la normal, inte
lecto ávido y aptitud para tener una vasta perspectiva de la existen
cia. Puede resultarle agradable contar con informaciones nuevas
acerca del mundo en que vive y, por ello, suele ser el típico "estudian
te eterno". Empero, puesto que sus facultades racionales se desarro
llaron normalmente, tiende a estudiar con objetividad (y a veces in
terminablemente) todos los aspectos de cualquier problema, antes
de poder arribar cómodamente a cualquier conclusión duradera.
Sin embargo, la vida raras veces le impulsa a que tome cualquier
decisión final pues, en lugar de ello, se capacita para nuevas capta
ciones mentales. Debido a que le resulta fácil desapegarse y a que
funciona en un plano impersonal, es probable que formule generali
zaciones al enfocar la vida.
El individuo con un Gran Trígono de Aire puede dejar traslu
cir mucho atractivo social, el cual acrecienta su popularidad. Tiene
carisma en su relación personal con lo colectivo. Puede suscitar fá
cilmente la amigable colaboración de los demás, debido a su infor
mal afabilidad y a su capacidad para contentar a todo el mundo. En
90
general, esta configuración señala un individuo naturalmente encan
tador, simpático, atractivamente accesible y dueño de una facilidad
innata para expresarse y comunicarse. Empero, el Gran Trígono de
Aire describe, en un carácter débil, al individuo que intenta usar su
capacidad de persuasión o su "viveza" superior a la corriente (se tra
ta del típico estafador) con el fin de engatusar a los demás para que
actúen a favor de él o para su provecho personal inmediato. Ade
más, puede existir una tendencia a ver la vida desde un plano su
perficial, en el que el individuo percibe y califica las circunstancias
de la vida por sus apariencias superficiales. Y con la natural sensa
ción de bienestar que el Gran Trígono infunde, es probable que el
individuo considere que sus apreciaciones superficiales son intelec
tualmente superiores a lo que los demás observan. Aunque el pensa
miento creador es uno de los dones especiales de este Gran Trígono,
el individuo tal vez no se tome el trabajo de afianzar sus ideas, idea
les o captaciones abstractas de manera que se las comprenda con
facilidad y puedan así ser viables en el mundo externo. La realidad
de su mente no hace pie con la realidad de su entorno social. Es
aconsejable que quien tenga el Gran Trígono de Aire se exprese en el
campo de las comunicaciones o en otros que le ofrezcan un estimu
lante ámbito de vastos contactos sociales para poder circular y
expresarse dinámicamente, en vez de permanecer aislado en una
autosuficiente torre mental de marfil. (Lord Byron; George Orwell;
Dwight D. Eisenhower; Marlene Dietrich; Tommy Dorsey; Farrah
Fawcett; Janis Joplin.)
Nota:
El Gran Sextil
No es común encontrarse con esta configuración en las Car
tas natales. Debe involucrar, por lo menos, seis planetas que se ha
llen en seis puntos diferentes de la Carta. Todos ellos deben, en pri
merísimo lugar, formar un Sextil recíproco, el cual tiende a crear
una reacción en cadena. El Gran Sextil crea, pues, el esquema de un
gran hexagrama a través de la Carta. Dentro de esta configuración
se hallan realmente dos Grandes Trígonos y tres Oposiciones. Si con
sideramos que están presentes Grandes Trígonos múltiples, la gracia
salvadora del Gran Sextil consiste en sus tres Oposiciones. Ellos nos
estimulan para que percibamos que necesitamos devolver al entor
no lo que desarrollamos aquí fácilmente dentro de nosotros, si he
mos de usar las oportunidades de manera equilibrada, constructiva
y plena. Debido a la magnitud de esta configuración, la usamos de
manera excelente cuando sostiene la evolución de una causa social
que nos impulsa a utilizar nuestro talento y habilidad en toda su
extensión. Puede señalar un grado de versatilidad superior al nor
mal. El auxilio y la asistencia llegan de sectores muy diferentes de
nuestro entorno mientras seguimos siendo accesibles, cooperativos
y capaces de complementar las necesidades de los demás. Estas Opo
siciones también nos recuerdan que coordinemos conscientemente
nuestras actividades y las dirijamos hacia objetivos externos, en vez
de conservarlas con el fin de beneficiarnos egocéntricamente. Aquí
se nos estimula para que movilicemos creativamente nuestras fuer
zas y nos proyectemos hacia el mundo.
Aquí están involucrados dos Grandes Trígonos, los recursos
creativos abundan y es preciso utilizarlos activamente. Es enorme la
sobrecarga de capacidad que existe, y exige que se la explote activa
mente. Si se permite que se disipe o estanque (acuciada por la pasi
vidad de los Grandes Trígonos múltiples), esta situación es muy pa
recida a la fruta madura que se echa a perder. El talento se expresa
96
aquí al máximo y luego empieza a disminuir porque no se lo activa,
Debería evitarse a toda costa la tentación de posponer las cosas, y
ser perezoso o indiferente a las fuerzas de esta configuración. Este
individuo delata normalmente un especial magnetismo que podría
tener influencia beneficiosa y carismática sobre los demás. El indi
viduo parece actuar más favorablemente cuando en su vida se per
mite expandirse en variadas experiencias (debido al efecto ramifica
dor de los seis Sextiles).
Sin embargo, cuando por lo menos seis de los diez planetas
normalmente usados están vinculados en esta configuración, es pro
bable que la Carta, en su conjunto, tenga pocas Cuadraturas. En con
secuencia, el Gran Sextil puede requerir de nosotros que, de manera
especial y consciente, nos esforcemos en trabajar con más ahínco en
el desarrollo del ambicioso impulso que implica asegurar aquí una
utilización más cabal de nuestros dones. De lo contrario, si carecié
ramos del impulso de las Cuadraturas, podríamos convertimos en
meros diletantes privilegiados y dotados, pero demasiado inquietos,
estimulándonos de más para dominar siempre alguna de nuestras
habilidades. El Gran Sextil implica, por lo menos, la influencia del
"individuo versátil en todo lo que emprende", aunque su incursión
en la sociedad es mayor que la de quien tiene meros Sextiles natales.
99
Capítulo VI
La Gran Cuadratura
y el Rectángulo Místico
La Gran Cuadratura se forma, técnicamente, cuando dos
Oposiciones están en mutua Cuadratura y configuran una Cuadratura
enorme a través de la Carta. Los cuatro planetas son idealmente de
la misma calidad. Este vasto esquema no es típico en las Cartas, aun
que no es tan extraordinario como el Gran Sextil. Suele percibírsela
como una configuración difícil, en el caso de que se nazca con ella, y
puede ser especialmente restrictiva y personalmente limitadora para
el individuo que evidencia poca capacidad para llevar una vida disci
plinada y moderada. El individuo tiene que luchar, sujeto a circuns
tancias un tanto frustrantes, y hacerlo todo solo; esto podría obligar
le a aprender a encauzar adecuadamente sus energías vitales o a co
rrer el riesgo de dispersarse y agotarse (especialmente, cuando está
presente la Gran Cuadratura Mutable). El individuo tal vez pueda
descubrir una reserva de fuerza interior cuando empiece a concen
trarse en cómo podrá utilizar mejor este potente campo energético.
Si manejamos deficientemente este esquema, entonces nues
tra vida puede parecemos llena de discordancias y tensiones interio
res que generan situaciones apremiantes y agobiantes en nuestro
medio ambiente externo. Puesto que una Gran Cuadratura está com
puesta por cuatro Aspectos en Cuadratura, induce una sensación
interior de fricción, agobio y presión. Sin embargo, la convergencia
dinámica de las fuerzas que aquí se generan puede proporcionar la
cantidad necesaria de combustible psicológico extra, requerido para
enfrascamos totalmente en un estilo de vida destacadamente defini
do en sus propósitos. Puesto que la Gran Cuadratura está compues
ta por dos Oposiciones, nos permite desarrollar una percepción más
aguda en el plano de lo social. Estas Oposiciones nos ofrecen la pers-
100
pectiva, el equilibrio y la moderación necesarios para hacer que esta
configuración propenda a la armonía interior. O bien, pueden plan
tear conflictos en nuestras relaciones, los cuales suscitan antagonis
mo y discordia, y atraen hacia nosotros más energías negativas me
diante las acciones de los demás. Mucho dependerá del libre albe
drío del individuo, al igual que de la eficacia con que él use este
complejo dilema. La Gran Cuadratura tendrá siempre, de un modo
u otro, un efecto notabilísimo sobre el individuo. Sugiere complica
das y cruciales lecciones kármicas, las cuales deben ser resueltas de
acuerdo con la modalidad que la compone y por medio de los asun
tos circunstanciales, propios de las Casas que los planetas en cues
tión ocupan.
El Rectángulo Místico
Si bien esta interesante configuración no se relaciona con la
Gran Cuadratura, no obstante ello representa otro esquema poten
cialmente cerrado y sujeto a tensiones. El Rectángulo Místico invo
lucra idealmente dos conjuntos de oposiciones, cuyos extremos se
hallan en Trígono y Sextil recíprocos. Por ello, forma visualmente
un gran esquema rectangular a través de la Carta. Esta configura
ción, que Dane Rudhyar fue el primero en estudiar astrológicamente
en su obra Astrología de la Personalidad, puede representar la
"mística práctica"1, puesto que involucra a dos Oposiciones poten
cialmente iluminadoras y reveladoras en el plano perceptivo; en lo
creativo, pueden llegar a disfn1tarse de manera ideal o inspirada (¡he
aquí la influencia del Trígono!) utilizando innovadoramente las ener
gías (¡he aquí la influencia del Sextil!). Sin embargo, mucho depen
de del plano en que el individuo experimente esas Oposiciones (puesto
que el Aspecto de la Oposición puede expresarse también como dis
cordancia, desequilibrio, fuerzas separativas y tensión irreconcilia
ble). Lo normal es que las exigencias de las dos Oposiciones se afron
tan con más eficacia que la que sería dable esperar, debido a las
integradoras influencias de los Trígonos y Sextiles que sirven de nexo.
El conflicto y la discordia que aquí se establecen tienen aquí y ahora
un ímpetu que estimula y alienta una resolución satisfactoria, y su
giere que esas Oposiciones son menos proclives a que atolladeros y
dificultades insalvables las paralicen. Cualquier perspectiva que se
gane puede utilizarse aquí con mayor expresividad personal y de una
manera que propenda a la evolución. Los intentos que se realicen
109
con el fin de activar productivamente las relaciones pueden evaluarse
y examinarse mejor y con mayor objetividad, cuando se los ejecute,
valiéndose para ello del discernimiento y de la intuición, cuando
esta configuración se expresa positivamente.
El Rectángulo Difícil
Esta configuración involucra a dos conjuntos de Oposicio
nes, cuyos extremos se hallan recíprocamente en Semicuadratura
y Sesquicuadratura. A Charles Jayne se le reconoce el mérito de
haberle dado un nombre a este esquema de múltiples Aspectos2 . A
diferencia del Rectángulo Místico, antes mencionado, el Rectángulo
Difícil sugiere que a las Oposiciones se las fuerza más a conciliarse,
a raíz de tensiones sutiles e indirectas. Aquf se halla implícita una
mayor contracción de la voluntad para lograr armonía y equilibrio.
Sin embargo, si consideramos lo que dijimos en el Capítulo, acerca
del carácter de las Semicuadraturas y las Sesquicuadraturas, estas
influencias podrían también encender más antagonismo y una falta
de compromiso necesario con los demás, haciendo que éste sea real
mente un Rectángulo muy difícil de controlar. Pero la estimulación
de los conflictos menores hace que estas Oposiciones actúen con un
poco más de impulso que el que es típico de las Oposiciones corrien
tes. El factor adicional de tensión podría dar aquí, a esta configura
ción, una dosis extra de fuerza y propósito cuando se la maneja bien.
Naturalmente, estas configuraciones rectangulares pueden
presentarse, en una Carta, en su forma disociada. En mi propia Car
ta, tengo un Rectángulo Místico Disociado (además de un Gran Trí
gono Disociado y una T Cuadrada Disociada). Y francamente, mi
vida interior me exigió que yo efectuara muchos amoldamientos su
tiles de mi consciencia (no obstante ello, todos intensos) que pocos
individuos realizan exteriormente. Doy la impresión de estar traba
jando, de un modo u otro, sobre mí mismo y, si algo necesito, es
distenderme por completo y asimilar de manera placentera los fru
tos de mis esfuerzos sin tener necesidad de estar ansioso por corre
girme más. Y si bien hay todavía más factores que en mi Carta re
fuerzan esa orientación, supongo que todas las configuraciones que
tengan Aspectos disociados sugieren la necesidad de algún grado de
amoldamiento, no demasiado evidente, de las actitudes, haciendo
caso omiso de las circunstancias externas. A quienes les interese esto,
les sugiero que se planteen los ejemplos del Rectángulo Místico Di
JJO
saciado y del Rectángulo Difícil Disociado, y vean qué influencias
subyacentes podrían entrar en juego, por lo menos en el plano psico
lógico de la consciencia. Efectúen después su consiguiente interpre
tación. Si bien estas configuraciones disociadas pueden ser realmente
demasiado sutiles como para que se las estudie prácticamente, el
intento de delinearlas puede ser, por lo menos, un buen ejercicio
mental que fortalezca la comprensión de los principios por parte del
lector.
Notas:
1 Dane Rudhyar, Astrología de la Personalidad, Editorial Kier S.A., Buenos Aires,
1989.
2 CharlesJayne, Horoscope Interpretation Outllned, ASB Publication, Nueva York,
1970, página 13.
JI/
Capítulo VII
La T Cuadrada
Cuando dos planetas se hallan en mutua Oposición mientras
otro planeta está en Cuadratura con ambos, la configuración que así
se forma se llama T Cuadrada (y también se la menciona como T
Cruzada). El esquema de este Aspecto parece formar visualmente
una gran formación en T a través de la Carta. Tracy Marks, en su
libro muy informativo y completo, titulado How to Handle Your T
Square, ha sugerido que a la T Cuadrada se la puede encontrar por
lo menos en el cuarenta por ciento de todas las Cartas natales 1 • No
debería considerársela una configuración fuera de lo común con la
que nos encontremos en la práctica concreta. De hecho, según mis
estudios de centenares de Ca1·tas natales, se trata de la configuración
que se halla destacadamente en la mayoría de las Cartas de indivi
duos famosos que influyen extraordinariamente sobre el mundo. Al
planeta que se halla en Cuadratura con la Oposición se lo suele lla
mar focal o "apex". Fundamentalmente, da al astrólogo una clave
importante acerca de un principio muy dinámico que al individuo le
resulta difícil integrar en el proceso perceptivo de la Oposición, sin
causar, por lo menos, desarmonía interna, desequilibrio interior o
bloqueo personal debido a tensiones. Y esto se expresa, con el tiem
po, a través de las relaciones del individuo. Ese esquema, de poten
tes tensiones, es molesto para el individuo, debido a que el planeta
focal o "apex" tiende a contrariar continuamente el equilibrio, la ar
monía y la moderación que la Oposición procura alcanzar idealmente.
Este tercer planeta, que oficia de eje, tiende a incitar a que los plane
tas en Oposición se expresen más bien de manera separativa y con
flictiva que mediante un intercambio que los complemente. La posi
ción del signo y de la Casa de este planeta focal o "apex" señala con
exactitud dónde esta tensión se siente más agudamente. La posición
del signo y de la Casa en la Carta, opuesta al planeta focal o "apex",
(al que se suele denominar la "extremidad desocupada" de la T Cua-
J/2
drada), parece representar un papel muy central, pues orienta al in
dividuo sobre cómo resolver mejor el dilema que la T Cuadrada plan
tea. Las actitudes típicas del signo, más las experiencias circunstan
ciales sefialadas por la posición de la Casa de la extremidad desocu
pada, brindarán una mayor captación de cómo se resuelve idealmente
este esquema complejo. Y los anhelos e impulsos fundamentales,
propios del planeta focal o "apex", sugieren la manera con que pode
mos hacer esto muy bien.
La T Cuadrada es decididamente más dinamizante y perso
nalmente motivadora que la Gran Cuadratura. Esto se debe a que se
suma la fricción de la incertidumbre creada por la extremidad
desocupada; esto implica, pues, que se trata de una configuración
abierta y, por ello, no es de fácil autonomía. La Gran Cuadratura es,
por lo menos, una estructura simétrica, capaz de sostenerse con más
solidez, mientras que la T Cuadrada carece de la interconexión total
de la cualidad representada y, en consecuencia, es más inestable y se
trastorna fácilmente. Sin embargo, debido al carácter cerrado de la
Gran Cuadratura, suele convertirse en un esquema de agobio ininte
rrumpido, continuo y carente de dirección, en el que el individuo
queda atrapado dentro de las fronteras de las tensiones indicadas,
sin ser prestamente empujado a contrarrestar y vencer las limitado
ras influencias de aquéllas. Por otra parte, la T Cuadrada es sencilla
mente demasiado perturbadora, irritativa y apremiante para acep
tar sin luchar en el plano psicológico.
La Oposición aquí involucrada sugiere que es necesario que
incrementemos nuestra objetividad y estemos más consideradamente
al tanto respecto de los derechos y necesidades de los demás. El pla
neta focal o "apex" que se halla en Cuadratura con esta Oposición
puede intensificar esas cuestiones y suele indicar el carácter de las
frustraciones, bloqueos, inseguridades habituales y reacciones ofen
sivas, cuyo origen se encuentra en el individuo mismo, y que le insti
ga a percibir esas relaciones. Si el individuo aparentemente no pue
de hacer frente a las apremiante� exigencias de esta configuración,
entonces es probable que sea él quien perturbe a los demás y atraiga
situaciones discordantes que se deban a sus propias acciones anta
gónicas y egocéntricas (aunque él no suela reconocerlas). Si al pla
neta focal o "apex" se lo maneja mal, entonces los planetas en oposi
ción tienden a proyectarse uno sobre el otro de manera muy negati
va. No obstante ello, raras veces se permite que el conflicto entre
/13
estos planetas en Oposición llegue a un estado de dificultad insupe
rable al que la Oposición estándar puede llegar, pues el planeta focal
o "apex" los mantiene en continua actividad, de una manera que
manifiesta abiertamente el conflicto potencial que ellos tienen. Esta
es una razón de por qué la T Cuadrada opera de modo tan carac
terísticamente dinámico. Aquí no se permite que impulso alguno siga
estando latente o siendo indirecto. Desde luego, este mismo planeta
en Cuadratura puede convertirse en fuente de más agitación y, a ve
ces, hacer innecesario hincapié -más de lo que los planetas en opo
sición requieran normalmente- para resolver su conflicto. En otras
palabras: el planeta que se halla en Cuadratura con planetas en Opo
sición puede realmente mantener a éstos en un estado de desequili
brio en el que se sienten por demás separativos y desconectados.
Pero al mismo tiempo, este planeta en Cuadratura puede también
ayudar a representar un necesario papel de mediador, cuando se lo
maneja adecuadamente, pues impide que los planetas en Oposición
no resuelvan su acción. Toda la energía de más, que la potente T
Cuadrada provoca, cuando se la aplica constructivamente, suele ser
sumamente excitante, empuja e impulsa hacia adelante al individuo
y le hace percibir muy claramente cuál es su objetivo y cuál es su
dirección, mientras le obliga a encarar y vencer los obstáculos que
haya en su sendero. Es muy probable que esto sea así, por el hecho
de que el planeta focal o "apex" da al individuo una clara salida ex
terna para que impulse hacia adelante las energías de estas tensio
nes, lo cual no se halla en el Gran Trígono, en el Gran Sextil ni en la
Gran Cuadratura.
La T Cuadrada Cardinal
Un individuo que tenga esta configuración dinámica ha de
aprender muchas lecciones que aceleren su evolución en situaciones
que en su vida se relacionen con cómo consuma personalmente sus
energías, emprenda una actividad que en sí misma sea productiva, y
concentre y dirija su atención aplicándola a objetivos mayores aquí
y ahora. Esta T Cuadrada puede vitalizarle, estimularle y servirle de
mucho impulso para que se haga valer. Pero también puede hacer
que el individuo actúe con una precipitación y un frenesí constantes
en sus acciones; entonces, debido a que desea hacer mucho y de
prisa, tal vez intente realizar más de lo necesario. También podemos
observar esto cuando cualquier T Cuadrada cae en Casas angulares
JJ4
(y principalmente cuando Marte y/o Júpiter se hallan involucrados).
Una T Cuadrada Cardinal es normalmente la más vigorizante y ex
trovertida de todas ellas. Empuja al individuo para que emprenda
emocionantes actividades circunstanciales que le exijan mucha agre
sividad, valentía, rectitud y empeño personal. A quienes se hallan
bajo el impulso de esta configuración, la vida puede parecerles una
crisis circunstancial tras otra. No obstante ello, si bien el individuo
suele estar ansioso y dispuesto a gravitar evidentemente sobre su
entorno, tal vez tienda a resistir tenazmente el modo establecido con
que las cosas se hacen. Necesitará mayor disciplina personal, ajus
tarse interiormente a un ritmo, mostrarse paciente y, en general, te
ner continuidad y organización si ha de tener éxito en lo que empren
da. Puesto que su vulnerabilidad suele radicar en su deficiente pla
nificación, deberá analizar conscientemente las facetas prácticas
de sus propios impulsos para observar si realmente le ayudarán a
avanzar hacia el logro realista de sus metas. En su vida habrá
confrontaciones directas y significativas que se verá obligado a re
solver de frente. Sin embargo, será menos proclive a disponer
irreflexivamente de sus energías vitales, si aprende a observar an
tes de emprender nuevas actividades. Es especialmente importan
te, si Marte, Júpiter o Urano se hallan involucrados en esta T Cua
drada (y en mayor grado si uno de estos planetas se halla en el
punto focal o "apex"}, que el individuo aprenda en su vida, tan
tempranamente como le sea posible, a ser moderado y ver lo valio
so que es respetar sus limitaciones personales. Puesto que aquí suele
destacarse la actividad física, el individuo necesitará tener un esti
lo de vida que le permita estar activo y dispuesto a efectuar rápidos
cambios. Sin embargo, estos cambios tendrán propósitos más defi
nidos, en la medida en que el individuo más se permita conocerse a
sí mismo. (Oliver Cromwell; Francisco de Goya y Lucientes;
María Antonieta; Bonnie Parker.)
La T Cuadrada Fija
Es probable que el individuo con esta configuración afronte
muchas lecciones intensas que le pongan a prueba en las situaciones
en las cuales él exprese sus obsesiones, sus porfiados sentimientos y
su apego a aquello que él personalmente valoriza. Es potentísimo su
impulso a retener cuanto él posee. Un destacado tema kármico tal
vez consista en que el individuo acepte y respete los valores y bienes
ll5
personales de los demás. Este individuo puede persistir, casi hasta la
obsesión, en los asuntos que le atraen profundamente. Sin embargo,
suele meterse en situaciones de muy difícil salida; éstas se deben al
impacto del obcecado capricho que él ejerce sobre los demás; ese
impacto él lo atrae sobradamente hacia sí. Sus propias necesidades,
exigentes y obsesivas, tienden a bloquear por completo las necesida
des de los demás. Su aptitud natural para mantenerse hermético, sin
ceder a la presión, le hace parecer casi inmune a las influencias exter
nas. No me asombraría que personas que tengan T Cuadradas Fijas
resultasen sumamente resistentes a los virus y bacterias (espe
cialmente aquellas afecciones asociadas con síntomas agudos y efí
meros).
Si bien esta T Cuadrada se halla raras veces tan energé
ticamente activa como la T Cuadrada Cardinal, sus enormes reser
vas de energía y vigor emocional ayudan al individuo a soportar toda
suerte de inconvenientes y obstáculos, sin doblegarse, darse por ven
cido ni perder la dirección de lo que él claramente se propone. El
individuo es impulsado a construir para sf, en esta vida, algo que sea
sólido, seguro y muy duradero. Las presiones internas le ayudan aquí
a consolidar su voluntad y le incitan a decidirse intensamente a te
ner, a toda costa, éxito en sus esfuerzos. Debido a que se orienta en
sumo grado hacia su meta, la actitud uniforme y concentrada que el
individuo asume respecto de sus objetivos puede, a veces, ser casi
despiadada. El planeta focal o "apex" suele actuar como un cataliza
dor inesperado (y, por ello, emocionalmente perturbador) y, de una
manera que obliga al individuo a cambiar, le ayuda a desalojar·senti
mientos y deseos que se hallan estancados. Es principalmente en el
sector de la existencia, señalado por la posición de la Casa del plane
ta focal o "apex", donde la adaptabilidad al cambio externo es muy
deficiente y los ajustes se efectúan con renuencia. El individuo tiene
muy arraigado el impulso de manipular a los demás, y esto puede
crear un conflicto de voluntades con aquellas personas sobre las que
él intente hacer uso de su poder. Usted podrá ver cuán especialmente
dificil podría ser, en relación con esto, este tipo de T Cuadrada, si
planetas como Saturno o Plutón -que tienden a ejercer predomi
nio- fueran a operar en el punto focal o "apex". Uno de los peligros
concernientes a una T Cuadrada Fija, a la que se maneje mal, consis
te en que puede encapsular y comprimir los sentimientos negativos
hasta que éstos alcancen el punto último de presión, en el que enton-
116
ces liberan su actividad violenta y destructiva. A esta altura, el indi
viduo tal vez se comporte irracionalmente, de un modo que sea ame
nazante para los demás o destructivo para sí mismo, o ambas cosas.
Para que esta persona se desahogue de manera constructiva, necesi
ta que sus sentimientos reprimidos hallen adecuados desagotes (es
pecialmente los que le permitan expresarse y trascender con creces
el plano normal y mundano de las emociones). En general, la vida
forzosamente le enseñará a desapegarse más y ser más objetivo res
pecto de lo que él quiere y desea. (Napoleón; León 'Irotsky; Benito
Mussolini; la Reina Isabel 11; el Káiser Guillermo 11; Dylan
Thomas.)
La T Cuadrada Mutable
Un individuo que tenga esta configuración, estimulante y
mentalmente exigente, puede agotar mejor su tensión mediante su
participación activa en cuestiones dinámicas, relacionadas con los
campos de la mente, la educación y la comunicación, e incluso de
los viajes (porque esta configuración se orienta hacia lo mental y
móvil). Típicamente, la T Cuadrada Mutable genera una tensión ca
paz de abrumar al sistema nervioso (porque a menudo lo sobrees
timula), y también, de destruir los procesos mentales. El individuo
debe resolver conscientemente su inquietud y su tedio constantes,
mediante situaciones que lo aviven mucho, si ha de realizar algo
importante y perdurable. Tiende a sentirse impulsado a vivir cada
instante por separado, le disgusta hacer planes para el futuro y, por
eso, lo normal es que no tenga metas. Este tipo de T Cuadrada puede
atraer relaciones cuyos conflictos se centran en torno de ideas con
trapuestas y conceptos antagónicos acerca de la vida. Sin embargo,
esto suele energetizar al individuo, puesto que los signos mutables
tienden a acumular conocimientos y ansían volver a compartir con
los demás el saber obtenido. Por ello, esta T Cuadrada suele verse
obligada a librarse de la tensión nerviosa que la sobrecarga, recu
rriendo a quehaceres intelectuales que exigen un estudio intenso. El
individuo puede sentirse impulsado a esclarecer a la sociedad me
diante toda forma de enseñanza. Pero lo normal es que viva conti
nuamente en un estado mental fluctuante, con estos resultados: va
cila y está indeciso acerca de su propio rumbo. Este modo de ser le
induce a relacionarse de manera insegura y sin comprometerse con
los demás, hasta que aprende a disciplinarse y estructurarse. Necesi-
117
ta definir cuál es el propósito de sus relaciones, si éstas han de
estabilizarse alguna vez. Hay una tendencia a abarcar y sentirse in
termitentemente interesado en muchas cosas, como para que pueda
dominar alguna en especial. Aunque se señala una marcada versati
lidad, también se muestra una falta de aplicación sólida o práctica
de la energía y del esfuerzo. Raras veces su estímulo dura lo suficien
te como para asegurar que se logre algún objetivo. Igual que la Gran
Cuadratura Mutable, la flexibilidad tiende a ser un problema, pues
alienta al individuo a adaptarse demasiado prestamente a las cam
biantes circunstancias externas, en vez de mantenerse firme y esta
bilizar las cosas. La vida le enseña a encarar sus exigencias de frente
y con decisión (puesto que él tiende a dejar de lado las cuestiones
que considera incómodas). Lo que implica una exigencia para la
mente es, en la vida y en todo momento, esencial para que esta T
Cuadrada llegue a ser una productiva fuente de fuerza. (la Reina
Isabel I; Francis Bacon; Friedrich Nietzsche; Hennan Hesse;
Erich Fromm; Manly P. Hall.)
La T Cuadrada Disociada
Cuando uno de los planetas de la T Cuadrada encuadra en un
tipo que difiere de los otros dos, la configuración se convierte en una
T Cuadrada Disociada. Aunque cualquier planeta puede estar aquí
fuera de signo, es muy significativo cuando el planeta focal o "apex"
se halla disociado. En este caso, las influencias subyacentes del Sex
til y del Trígono se ponen psicológicamente en juego para el indivi
duo, aunque este tipo de T Cuadrada funcionará, no obstante, como
la T Cuadrada estándar en el plano que la situación indique. Aunque
lo que el Sextil y el Trígono sugieren podría representar el apacigua
miento de las presiones, permitiendo que el individuo esté un poco
más a la deriva en lo que atañe a cómo podrá reaccionar en su inte
rior ante los desafíos que deba afrontar, también podría sugerir que
su psicología tiene problemas relacionados con el intenso grado de
expresión externa que se requiere de la T Cuadrada. Por eso tal vez
se sienta menos motivado para consumir la cantidad de energía ne
cesaria, a fin de vencer los obstáculos que se le presenten. Mucho
depende del carácter de los planetas en cuestión y, especialmente,
del planeta focal o "apex". Por ejemplo, un Saturno focal o "apex" es
impulsado a trabajar con ahínco, con muchísimo esfuerzo y gran
paciencia, para superar los obstáculos, mientras que esto no ocurre
J/8
con Neptuno focal o "apex". En consecuencia, incluso una Carta en
la que haya una T Cuadrada Disociada debilitaría muchísimo el im
pulso de este Saturno, mientras que podría alentar en Neptuno la
esperanza de que haya formas externas que alivien instantáneamen
te las exigencias apremiantes. Aunque la T Cuadrada Disociada exi
ge que se efectúen los ajustes necesarios, al integrar las actitudes
interiores con las realidades exteriores, los astrólogos no deberían
necesariamente suponer que se manifestará como una T Cuadrada
"más débil" (lo mismo se aplica a todas las configuraciones disocia
das).
Otras consideraciones
A veces usted descubrirá que, a causa de las conjunciones na
tales, puede tener que estudiar más de un planeta focal o "apex", así
como puede haber más de dos planetas fundamentales. No hay re
glas preparadas de antemano para determinar cuál de los dos plane-
160
tas focales será la influencia que más predomine. De acuerdo con lo
que Tracy Marks sugiere2, la fuerza del impacto que cualquier plane
ta focal o "apex" podría tener puede estimarse en función de si cae
en su propio signo o Casa, en Conjunción con un ángulo (por su
puesto, con dos planetas focales, uno en contacto más cercano con
el ángulo que se destaca) o se halla estacionario, o se encuentra en el
punto medio de los dos planetas en Oposición. Ciertamente, todos
estos factores deberían ser estudiados. Además, creo que es impor
tante señalar si el planeta focal o "apex" rige sobre un ángulo (AS
CENDENTE o MEDIO CIELO en particular) o si es el regente natu
ral de un ángulo de la posición en el signo por parte del planeta
fundamental o en el signo de la extremidad desocupada. Esto apoya
ría y reforzaría más el principio que el planeta representa. En reali
dad, los planetas focales en Conjunción trabajarán activamente jun
tos en su mayoría. Si cada tanto el énfasis parece variar, probable
mente se deba a este hecho: lo que la situación real exige y lo que la
T Cuadrada provoca propenden a que surja más el principio de un
planeta que el de otro. Sin embargo, aunque el tema de un planeta se
acentúe más en cualquier tiempo, el otro planeta suele proporcionar
temas de discusión incidentales y circunstanciales que operan si
multáneamente. Tal vez sea muy importante señalar si un planeta
focal o "apex" es retrógrado o interceptado. Los capítulos siguientes
han de dar útil información sobre esos fenómenos.
Notas:
EIYod
Esta configuración, que no es demasiado común, ocurre por
lo menos cuando dos planetas se hallan mutuamente en sextil, mien
tras ambos se encuentran en quincuncio con un tercer planeta y for
man una gran "Y " a través de la Carta. Dicho tercer planeta (el punto
focal o "apex" del Yod) representa un principio sumamente signifi
cativo que requiera una concentración más clara y definida antes de
que este esquema pueda provocarse en algún momento de la vida.
Este planeta focal o «apex», parecido a la dinámica de la T Cua
drada, se convierte en el principal punto focal del Yod. Su naturaleza
fundamental es muy reveladora acerca de la motivación característica
que determina la manifestación externa de tal configuración. Al Yod
también se lo ha llamado el esquema del «Dedo de Dios».
Según mi opinión, el Yod ideal es creado por el planeta focal o
«apex» en la fase inferior del quincuncio con uno de los planetas en
sextil, mientras que también se halla en el Aspecto superior del Quin
cuncio con el otro. Sin embargo, en la práctica, podemos encontrar
nos con un Yod potencial que, en cambio, se forme cuando el plane
ta focal o «apex» se halla simultáneamente en un Aspecto inferior o
superior respecto de ambos planetas en sextil. Esto sería determina
do por el ritmo natural de movimiento orbital de los planetas en
cuestión. Al H. Morrison piensa que un Yod "verdadero" sólo puede
ocurrir cuando "el punto focal es aquél en el que los tres planetas se
desplazan con más lentitud. En el caso en que el planeta focal se
desplaza más rápidamente que los otros dos, eso no puede ser un
Yod, sino sólo un quincuncio de espaldas a otro, o doble quincun
cio" 1. Por ello, según Monison, el Yod verdadera involucraría al pla
neta focal o "ápice" en la fase superior e inferior con los planetas en
sextil. No estoy habilitado para formular declaraciones categóricas
acerca de las otras dos formaciones alternativas, puesto que no in
vestigué adecuadamente estas configuraciones. Sin embargo, mis
163
propios conceptos acerca de la principal dinámica del Yod sugeri
rían que es muy probable que Morrison esté en lo cierto. Si lo está,
entonces encontraríamos siempre un Yod "verdadero" cuando Plu
tón se hallase en un punto focal o "apex", puesto que este planeta
orbita con más lentitud que cualquier otro miembro establecido de
nuestro Sistema Solar. Y lo que resulta bastante interesante es que
los principios de Plutón tienen también estrecho paralelismo con las
características del Yod.
Todos los planetas de la Octava Superior, que se hallen en el
punto focal o "apex", indican principal y normalmente un Yod ideal
para la mayoría de las Cartas en este siglo XX. Para seguir avan
zando en esta línea de pensamiento, digamos que el Sol, la Luna,
Mercurio, Venus y Marte, como planetas focales, señalarían enton
ces normalmente la versión del "quincuncio doble", puesto que son
los planetas que orbitan con más rapidez. Esto ocurre especialmen
te con el Sol, Mercurio y Venus, puesto que, técnicamente, son capa
ces de formar entre sí los esquemas del quincuncio. Morrison impli
ca que el esquema en el que no hay Yod -o de quincuncio doble
tan sólo indica vidas difíciles (tal vez, sin rumbo), en contraste con el
destino más definido que el Yod verdadero indica. Si bien considero
que esta diferenciación es muy interesante y sugestiva, no obstante
ello incluí algunos ejemplos que representan a quienes tienen el es
quema del «quincuncio doble».
Si se tiene en cuenta lo que dije en el Capítulo I sobre los As
pectos superior e inferior del Quincuncio, debería quedar en claro
que la combinación de ambas influencias expresadas en el Yod po
drían exigir de manera especial que se modificase y concentrase con
más claridad y constructividad lo que perjudica o dificulta el funcio
namiento total del individuo. Las fuerzas internas y externas traba
jan aquí juntas para estimular las presiones, sutiles pero avivadas,
que con el tiempo se liberan cuando una crisis oportuna hace que
percibamos cómo somos. Esta crisis puede tardar años antes de que
surja y ofrezca al individuo nuevas opciones. Sin embargo, cuando
ocurre, entonces el individuo está maduro y preparado para modifi
car su propio destino o adoptar en su vida una actitud nueva para la
cual está destinado. El curso de acción que a la sazón él emprenda
puede reprogramar en esta ocasión el enfoque total de su modo de
vivir.
Un Yod que esté listo para entrar en actividad es muy similar
164
hecho de llegar a un camino que se bifurca y, no obstante ello,
tener que seguir avanzando en una dirección u otra sin conocer con
seguridad hacia dónde la ruta nos está llevando con exactitud. Lo
único que sabemos es que debemos desviamos y tomar otra senda.
Esta cambio de rumbo no consiste realmente en que tomemos una
decisión consciente y deliberada porque conozcamos en su totalidad
las posibilidades que existen (a diferencia de lo que la oposición nos
plantea), sino que, en lugar de ello, estamos obligados ante algo que
es necesario pero no conocemos. Aunque una vez que tomemos esta
nueva dirección nos parezca insólita e inexplicable, ha estado acu
mulando fuerza y exactitud durante muchos años. Sin embargo, tan
pronto suena la hora precisa para que el Yod entre en actividad, el
individuo típicamente se desprende o psicológicamente prescinde
de ciertos intereses o hábitos para participar de actitudes y activida
des emprendedoras que están apareciendo sobre el horizonte. Y aun
que al principio tal vez se sienta un poco inseguro o incluso sin idonei
dad para ocuparse de su nuevo y desacostumbrado enfoque, esta per
sona pronto suele sorprenderse al descubrir cuán capaz y práctica es
realmente en este campo (sin duda, debido a todos aquellos años an
teriores en los que interiormente se preparó en los planos subjetivos).
Si su preparación le capacitó para operar en un plano más
eficaz de la consciencia, la energía potencial de los planetas en sextil
puede permitirle efectuar acomodamientos inteligentes e innovadores
en el entorno social. O bien, al menos en aquellos ámbitos persona
les de la existencia, regidos por las Casas que forman parte del Yod.
Y, en especial, la Casa ocupada por el planeta focal o «apex» y su
Casa opuesta, en las que normalmente culminan las modificaciones
puestas en movimiento por el planeta focal o «apex». Sin embargo,
si el individuo no se amoldó adecuadamente a las presiones impues
tas por el quincuncio doble, entonces sus desajustes también pro
penden esta vez a salir a la superficie y a luchar activamente con el
entorno.
Es muy sensible el punto de reacción directamente opuesto al
planeta focal o «apex». Indica que el sector en el que la nueva orien
tación del individuo se enfoca, se concentrará para mejor o para peor.
Debería anotarse cuidadosamente el paso de los tránsitos o pro
gresiones natales sobre el grado en el que esta reacción se produce y,
en especial, si se hallan involucrados planetas de desplazamiento
más lento. Deberían ser observados muy profundamente los plane-
/ 65
tas de la Octava Superior, ya motivados para transformarse por sí
solos. A veces se descubrirá, en este punto de reacción, un planeta
natal en oposición con el planeta focal o «apex». Hasta que el Yod se
active totalmente, la reacción de este planeta puede crearle al indivi
duo, desequilibrio, vacilación y conflictos opuestos, en lo que atañe
a su capacidad para dirigir al planeta focal o «apex». Sin embargo,
una vez que pasó por todo el proceso de reorganización, típico de un
Yod que se moviliza constructivamente, la reacción de este planeta
puede brindar una mayor percepción y perspectiva a fin de usar más
transformadoramente este cuarto planeta y el planeta focal o «apex».
La reacción del planeta es inicialmente un factor condicionante que,
a su debido tiempo, se convierte en destacado catalizador que
propende a la iluminación interim:
Richard Nixon tiene un Marte focal o «apex» Mutable, con la
oposición de su Plutón en la Casa como parte de la estructura de su
Yod. Este Yod (que también involucra a Saturno en sextil con Neptu
no) sería un ejemplo del esquema de quincuncio doble al que
Morrison se refiere. Sin embargo, estimo que fue obligado a expre
sarse de manera abierta y particularmente predestinada durante el
período de prueba de todo el caso Watergate y, tal vez con vehemencia
para Nixon, cuando Saturno en tránsito entró en conjunción con la
Reacción de su Plutón. El curso de los acontecimientos, durante este
período en el que su vida fue puesta a prueba, representó ciertamen
te un giro insólito e inesperado de las cosas y modificó drásticamen
te su situación anterior. La culminación de los hechos, que le indujo
a tomar una nueva dirección, fue claramente la adecuada: la perte
neciente a la energía niveladora, propia de Plutón, que opera por
medio de la décima casa, o sea, la del juicio del público o de la gente
en general. Independientemente de esto, Marte focal o «apex» puede
inaugurar en la vida una nueva senda que implica una forma alter
nativa de expresión personal concentrada en tomo de la identidad
personal en acción. La reacción de Plutón obliga aquí a una más
profunda purificación interior de las prioridades concernientes a
cómo Nixon expresa personalmente su poder y su voluntad. El ele
mento mutable involucrado en este eje de reacción focal podría se�
ñalar (en este contexto) una transformación del modo de pensar acer
ca de opciones y alternativas creadoras relacionadas con nuevas vías
de expresión personal. La posibilidad rehabilitadora, propia de la
Reacción de Plutón, más la iniciativa, propia de Marte focal o «apex»,
166
me dice que es probable que el ex Presidente Nixon no deje de estar
en la mira de la gente durante demasiado tiempo, si estoy interpre
tando con exactitud las posibilidades de su Yod.
Habitualmente, el orbe que yo admitiría para un Yod válido es
de 7 grados para los planetas en sextil y 3 grados para el planeta
focal o «apex». Sin embargo, cualquier astrólogo competente sabe
bien que, por variadas razones, los orbes ideales deben extenderse
cada tanto. Por ejemplo, yo extendería el orbe si hubiera un planeta
en el punto de reacción, o si un planeta se hallara en el punto medio,
del arco más corto, correspondiente a los dos planetas fundamenta
les. Cualquier planeta que se encuentre en este punto medio liga más
estrechamente las energías de estos planetas fundamentales y forta
lece integralmente la estructura del Yod. Asimismo, yo extendería
los orbes cuando el planeta focal o «apex» rige uno de los signos de
los planetas fundamentales o viceversa. Thyrza Escobar (Jones) en
su muy estimulante obra titulada Side Lights of Astrology (uno de
mis textos favoritos de todos los tiempos en esta especialidad) dice
que «los tres brazos de la 'Y' deberían contener planetas, no sola
mente cúspides de Casas, nodos u otros puntos delicados»2 . Aconse
jo vigorosamente al lector que lea el breve capítulo en el que Escobar
se ocupa del Yod.
Por otra parte, autoras como Helen Paul y Bridget Mary O'Toole
dicen, en su libro titulado The Yod and Other Sensitive Points in
Your Horoscope, que sus estudios han mostrado la eficacia de di
versos puntos delicados de la estructura del Yod (o sea, los ángulos,
los nodos, los puntos arábigos)3. Sin embargo, puesto que sé que los
astrólogos pueden buscar las explicaciones racionales que ellos de
sean para usar muchísimos factores de la Carta, mi consejo para
quienes quieran empezar a estudiar personalmente el Yod sería éste:
que primero se atengan a los planetas concretos, antes de aventurar
se con otros factores de la Carta. No implico con esto desechar la
obra de Paul y O'Toole; lo que sugiero es que los estudiantes primero
comprueben la validez de las configuraciones del Yod, formadas ex
clusivamente por planetas.
Una buena práctica para cualquier astrólogo (especialmente,
para quien carezca de una Yod natal) es ésta: que prepare una Carta
aparte de su horóscopo, en la que sólo se enuncien todos los sextiles
natales en sus adecuadas posiciones de Casas. ¡Todo lo que usted
necesita para que un Yod potencial se forme natalmente, por progre-
167
sión o tránsito, es un sextil! Sin embargo, a menos que usted tenga
sextiles exactos (dentro de un grado del orbe), le recomiendo que
calcule los puntos medios de cada sextil, para obtener una hora más
exacta. Después, anote qué grado, signo y casa son ocupados por el
medio punto del arco más largo. Esto se debe a que es precisamente
aquí donde puede formarse un Yod temporal. Un planeta en tránsi
to, como por ejemplo el Sol, la Luna, Mercurio, Venus o Marte, no es
probable que suscite algo demasiado notable o especialmente «pre
destinado» en nuestra vida en esa ocasión. Sin embargo, deberían
ser anotados y observados estos planetas de desplazamiento más
rápido en su ciclo progresado. Empero, si un planeta de una Octava
Superior ha de transitar por este grado delicado, entonces preste
especial atención a este Yod temporal. Al mismo tiempo, si la Luna
progresada también se halla en conjunción o cuadratura con el gra
do focal o «apex», con el grado de reacción o con un punto medio de
los planetas natales en Aspecto de Sextil, entonces empiece realmen
te a tomar notas (puesto que ¡la Luna progresada es el más impor
tante cronómetro de las progresiones secundarias!), porque a esta
altura, cualquier otro planeta en tránsito, en conjunción o en
cuadratura con estos puntos, podría suscitar una notable reacción
por parte de su Yod temporal, capaz de medir el tiempo de un ines
perado y suavemente predestinado cambio de las condiciones para
ese año en particular.
Se ha sabido que los Yods temporales operan en las Cartas en
la hora de la muerte, al comenzar enfermedades que durarán largo
tiempo, en ocasión de heridas graves o durante relaciones que su
fren separaciones (a menudo, por la fuerza o por circunstancias que
la persona no puede controlar). En general, estos Yods indican todos
los giros imprevistos del destino. Por supuesto, en este tiempo pue
den estar activos muchos otros Aspectos vitales (aparentemente apre
miantes y fluidos). ¡La muerte es, en particular, bastante difícil de
predecir, gracias a Dios! Igual que cualquier otra configuración de
Aspectos múltiples (o cualquier fase de Aspectos), el Yod o el Yod
temporal funcionará de acuerdo con el nivel intelectual del indivi
duo respecto de los principios fundamentales de los planetas en cues
tión.
185
Plutón focal o «apex»
Plutón focal o «apex» indica un individuo capaz de iniciar su
vida con considerable profundidad perceptiva e intensidad emocio
nal, aunque raras veces sea capaz de revelar estas cualidades. Lo
normal es que sus sagaces percepciones no sean compartidas ni en
tendidas por los demás. Por ello, tal vez tienda a recogerse más en lo
recóndito de su ser y a considerarse fuera de tono con las actividades
superficiales y mundanas de su entorno. Su falta de amoldamiento
tal vez se destaque aquí más que en cualquier otro esquema de Yod,
puesto que las actitudes que es menester corregir son profundas y
tienden a ser muy estacionarias. A su debido tiempo, el individuo
advierte que su incapacidad para que alguien pueda directamente
afectarle tiene un efecto hondo y perturbador sobre él. Aunque su
modo de comportarse sea un tanto antisocial, es capaz de observar
con agudeza y captar en los demás mínimas sutilezas que la mayoría
pasa por alto. Hasta la interacción más común y cmriente en el mundo
puede revelarle íntimos modos de ser y simbolizar un más potente
intercambio de energía. Este individuo introspectivo no es proclive
a simplificar su modo de ver la vida, pero puede enfrascarse muchí
simo en las potenciales complicaciones que ella tiene. Sin embargo,
puesto que a menudo carece de objetividad y su modo estricto de
ver las cosas está desenfocado, tiene que aprender a atemperar sus
observaciones con mayor moderación, ductilidad y equilibrio emo
cional. Este Yod posee fuertes tendencias latentes de carácter kármi
co, parecidas a las de quien tiene a Saturno focal o «apex». Entre
otras cosas, las circunstancias establecidas, que operan antes de que
este Yod se active totalmente, demuestran que no son esenciales para
la evolución que está en marcha, un vez que se ha seguido la nueva
senda. Por ello, es probable que aquellas condiciones sean destruidas
o abandonadas por completo en el curso de este cambio para el cual
el individuo está destinado.
Nuevas e importantes situaciones, que cobran vida al adoptar
el individuo este rumbo, le incitan a que se rinda ante ellas, sugirién
dole que, en el plano psicológico, debe aceptarlas. Aparentemente
tal vez le fuercen a ello, con poca o ninguna opción a la vista. He
aquí lo que es típico de Plutón: algo de su pasado modo de expresar
se debe morir en el individuo o regenerarse antes de que él pueda
abordar provechosamente esta transición. En otras palabras, des
pués de llegar el individuo a estas encrucijadas, no está destinado a
186
retomar a objetivos que anteriormente deseó. Su preparación inte
rior, durante estos años pasados en el anonimato y en secreto, le
capacitaron para que se adaptase a un nuevo grado de fuerza y le
permitieron purificarse de todo lo que antes lo volvía vulnerable... y
renacer durante ese proceso. Este Yod puede forzar al individuo a
que ocupe un puesto en el que ejerza un alto mando y hacer que
organice y dirija en la sociedad instituciones de muy alto nivel. Pue
de ocuparse de cuestiones que le exijan una compleja planificación o
dedicarse a reducir los problemas a sus factores fundamentales. El
papel que se le asigne podría consistir en encargarse de explorar los
recursos desconocidos y poderosos con que la humanidad cuenta. O
bien, en anunciar el nuevo orden de las cosas venideras y, de ese
modo, revolucionar conceptualmente al mundo. Si este Yod se usa
en lo personal, pone al individuo en contacto con un campo de acti
vidades en el que podrá usar creativamente su mente profunda y su
sagaz intuición. Tal vez siga una especialidad que le permita descu
brir el sentido íntimo de las cosas, con escasa distracción o interfe
rencia del mundo externo. Sin embargo, si a este Yod potente se lo
activa y maneja incorrectamente, podría sugerir cambios inevitables,
capaces de hacer que el individuo descienda a un plano de anonima
to y aislamiento que lo frustre más. Esto puede ser provocado por el
individuo mismo, a causa de sus pasiones autodestructivas, a sus
vanos intentos para manipular o coercer a los demás o, sencillamen
te, a su empecinada y abie11a oposición para socavar la autoridad
existente. (Ralph Waldo Emerson; Stephen Foster; el Almirante
y explorador Richard Evelyn Byrd; J.P. Morgan; J. Edgar Hoover;
Gerald Ford; Charlie Chaplin.)
Notas:
Sol no aspectado
Me parece que Eugene Moore está en lo cierto cuando interpre
ta que un individuo que tenga un Sol no aspectado se comporta como
si fuera una isla consigo mismo. El carácter autónomo y autártico
del Sol, cuando no está aspectado, puede destacarse aún más. Esta
circunstancia debería acentuar un espíritu independiente, pero no
siempre de manera sana y bien equilibrada. Un Sol pesadamente
aspectado sugeriría, en el plano natal, al individuo cuyo impulso es
el de lograr fama y honores en el mundo exterior mediante la exhibi
ción vibrante y confiada de sus propias aptitudes. Este individuo se
empeña en llamar la atención y en que admiren o ensalcen abierta
mente sus logros, para sentirse personalmente satisfecho. Por ello,
en forma deliberada intenta irradiar sus energías de manera que lo
gre impresionar directamente a su entorno. Sin embargo, el indivi
duo que tiene al Sol no aspectado parece menos impulsado a exte
riorizarse. Parece buscar la gloria de manera menos evidente y, por
ello, se esfuerza poco en lograr una posición en la que ocupe el cen
tro de la escena. No obstante ello, motivacionalmente se engríe y se
aprecia mucho. Su autoestima y presunción son importantes para
él, con la ayuda o no de su entorno. Puesto que su fuerza y su integri-
/ 93
dad tienen un origen subjetivo, depende menos de las relaciones ex
ternas para apoyar su ego. Puede haber echado profundas raíces en
lo más recóndito de su ser, haciendo caso omiso de cuán inestable o
caótico sea lo que le rodea. Ese intenso egocentrismo puede hacer
que parezca insensible y distante, casi como si se hallara totalmente
abstraído dentro del mundo que él mismo fabricó.
El modo interior de ser no se asocia muy bien con otras face
tas del carácter, las cuales son determinadas por los otros planetas.
Por ello, la individualidad de esta persona raras veces se halla esti
mulada como para que se exprese totalmente, aunque pueda evi
denciarse de manera unidireccional en un ámbito singular de su vida.
Los planetas conectados por Aspecto con el Sol logran una mayor
percepción de su bien definida fuerza. Puesto que están ligados con
la vitalidad del individuo, tienden a expresarse de modo más cons
ciente y creativo, el sentido de dirección que reciben es más firme,
mediante la activación positiva de la voluntad. Los restantes plane
tas todavía funcionan con un Sol no aspectado, pero sin un tema que
predomine centralmente en la vida, en tomo del cual deban girar.
No ayudan ni obstaculizan los principales objetivos del individuo,
pero sólo porque no se relacionan directamente con aquéllos. Tal vez
los impulsos de estos planetas necesariamente se vean relegados,
porque se los experimenta como meras necesidades secundarias a
las que se atiende y mejora menos. En lugar de ello, el individuo
quizás se dedique más a desarrollar de manera exclusiva sus carac
terísticas solares netas.
Luna no aspectada
Según mi opinión, la Luna (que representa al principio recep
tivo y nutricio) es un planeta que necesita conectarse con otros pla
netas a fin de funcionar adecuadamente. La Luna se ocupa del im
pulso a apegarse y absorber energía por medio de ese apego. Los
Aspectos con la Luna condicionan al individuo para que, de manera
constante, se amolde funcionalmente dentro de su entorno inmedia
to; esto le permite amoldar de continuo su centro, a fin de hacer
frente con eficacia a las tensiones del entorno (en este sentido, la
Luna es la compañera natural del Sol). Pero cuando no está aspectada,
esta Luna aislada inclina al individuo a que se sienta innaturalmente
desconectado de su entorno inmediato, sobre todo en el plano de sus
sentimientos. Al individuo tal vez le sea dificil aclimatarse durante
194
largo tiempo a cualquier ambiente y, en consecuencia, se muestre
inquieto, inestable y nada cómodo con sus circunstancias corrien
tes. Puede experimentar esporádicos períodos en los que su inquie
tud se aviva muchísimo y los estados de ánimo cambian con rapidez;
como resultado de esto, hay altibajos emocionales. Los otros plane
tas también matizan fácilmente y dan una estructura definitiva a la
Luna. Si la Luna no tuviera Aspectos, se mantendría amorfa e impre
cisa como proceso de la personalidad. El instinto natural de conser
vación tendría menos posibilidad de ser cuidado y sostenido, ade
más, por otros componentes de nuestro modo de ser (que los restan
tes planetas nos muestran). El individuo puede evidenciar menos
interés y cuidado por la evolución de esas otras partes de su modo de
ser. Cuando el individuo tiene una Luna no aspectada, entonces el
carácter de sus sentimientos no se debilita necesariamente, sino que
es menos capaz de salir a la superficie y ponerse en evidencia. Sin
embargo, puesto que es menos probable que las emociones surjan y
se expresen abiertamente y, en alguna medida, de manera notable,
esta persona está indecisa, tratando de saber qué es lo que las activa
(puesto que los Aspectos con la Luna más bien nos ayudan a objeti
var y señalar con precisión nuestras necesidades que a mantenerlas
sepultadas e indefinibles).
Dean descubrió, en su estudio, que los efectos psicológicos de
una Luna no aspectada «podrían ser los más personalmente trau
máticos de cualquier planeta» 7. Evidentemente, puesto que la Luna
ayuda a un individuo a sentirse protegido, seguro y cuidado dentro
de su ambiente, quien tuviera una Luna no aspectada podría sentir
se acentuadamente inestable o insólitamente vulnerable, lo cual po
dría ser traumatizante. Parecería rnzonable que esta Luna solitaria
pudiese acentuar los principios lunares de encierro y aislamiento y
sugerir que el individuo tiende más bien a reprimir sus sentimientos
e impresiones que a permitirles interactuar libremente con otras fa
cetas de su modo de ser. Y puesto que evolucionan menos porque les
falta expresarse activamente, pueden permanecer en un estado de
inmadurez. Si bien la franca expresión de sus emociones es posible
que se halle disminuida en sus alcances, sin embargo, los sentimien
tos y preocupaciones del individuo pueden ser muy intensos en el
sector de la Carta donde la Luna está situada.
195
Mercurio no aspectado
Igual que la Luna, Mercurio es otro planeta que aprovecha las
variadas conexiones de Aspectos con otros planetas (aunque, si tene
mos en cuenta su carácter abstracto, su dependencia es menor en
este contexto). Por cuanto Mercurio representa al principio de la
objetividad clara e imparcial, su influencia puede ser neutra. Sin
embargo, funciona con más eficacia cuando puede combinarse con
otros planetas, puesto que evoluciona de manera excelente median
te el estímulo de variadas influencias. Mercurio se dinamiza y expre
sa más sus posibilidades innatas debido a su curiosidad acerca de
aquello con lo que no está familiarizado (su impulso es el de querer
saber cómo funciona la vida en su totalidad). Otros planetas pueden
proporcionar a Mercurio las experiencias intelectuales esenciales que
él busca con avidez. Sin embargo, por cuanto Mercurio no aspecta
do carece de esta oportunidad de aprender, podría representar al
individuo que raras veces logra que su intelecto se desarrolle y per
feccione. Aunque la mente suele ser eficaz y capaz, su aplicación
puede ceñirse a una sola cosa. Si bien el individuo tal vez sea capaz
de reunir inteligentemente información sobre cuestiones que atrai
gan su interés (indicadas por la posición natal de Mercurio), es pro
bable que no sea tanto lo que él comprenda acerca de sí mismo.
Mercurio nos ofrece la capacidad para que apliquemos la luz de la
razón a todas las facetas de nuestra naturaleza humana, al menos de
una manera que nos incite a cuestionar nuestros impulsos. El indivi
duo con Mercurio no aspectado podría sentirse menos impulsado a
encauzar la fuerza de su mente hacia la observación y el análisis de
los otros componentes de su personalidad. Por ello, es improbable
que estas otras partes de su psiquis se desarrollen y expresen aprove
chando una evaluación lógica y objetiva (a menos que caigan en Sig
nos y/o Casas regidos por Mercurio). Sin embargo, el individuo pue
de evidenciar una facilidad mental extraordinaria en un ámbito sin
gular de la vida, sugerido por la posición de Mercurio.
Lo que puede ser beneficioso en lo que atañe a Mercurio no
aspectado, a diferencia de un Mercurio sumamente aspectado, es
que su tendencia a dispersarse y distraerse es menor (puesto que no
se está activando simultáneamente en muchos campos). Empero,
por cuanto se diversifica menos, una mente de esta índole podría ser
menos dúctil y adaptable al cambio (y esto especialmente si su posi
ción es en un Signo fijo). El individuo se siente menos inclinado a
196
sopesar todos los aspectos de un problema, puesto que se halla me
nos familiarizado con todos ellos. No necesariamente testarudo o
inflexible, Mercurio no aspectado tan sólo no es proclive a darse cuen
ta de que el pensamiento tiene opciones y disyuntivas (tal como ocu
rriría con un Mercurio bien aspectado). Según el estudio de Dean, es
improbable que el deseo de comunicarse disminuya. Sin embargo,
parece producirse en momentos de actividad esporádica (aunque a
menudo de manera brillante), en los que el individuo puede mostrar
se (mental y verbalmente) hiperactivo. En general, imagino que, en
el plano mental, el individuo se siente aislado y desintegrado.
Venus no aspectado
La perspectiva puede ser menos característica de un Venus no
aspectado, puesto que la falta de Aspectos de otros planetas ofrece
menor contraste y éste es un factor esencial para que la perspectiva
se desarrolle. Si bien el contraste puede experimentarse mediante
las oposiciones natales que, en la Carta, involucran a otros planetas,
aquí no puede producirse mediante los procesos de Venus. El con
traste que involucra al principio de Venus puede experimentarse, al
menos, mediante variaciones correspondientes a la posición por Signo
y/o Casa. De lo contrario, tiende a permanecer latente. Puesto que
Venus no aspectado no puede ramificarse y asociarse con otros pla
netas, el lado extrovertido y socialmente amoldable de este planeta
tiene dificultad para expresarse (al menos, con coordinación, mode
ración y equilibrio). Esta posición puede describir a la Venus tímida
cuyo instinto social se halla demasiado reprimido como para impre
sionar a su entorno. Venus representa el principio de la atracción.
Cuando no hay Aspectos, la capacidad para atraer se reduce a un
solo foco de interés, el cual podría resultar obsesivo y monotemáti
co. El individuo no tiende a cultivar activamente sus afectos. En esto
puede ser demasiado pasivo, pero reaccionar con mucha vehemen
cia. El lado sensual de Venus, atinente a la satisfacción de los apeti
tos, puede permanecer reprimido, sin que el individuo participe so
cialmente, mientras, sin embargo, está en pos de lo que él ínti
mamente desea.
Cuando Venus no está aspectado, tiende menos a reflexionar
y evaluar antes de actuar con el grado de deliberación o vacilación
que es típico en un Venus pesadamente aspectado. El individuo tie
ne menos interés a considerar, dentro de su psiquis, las necesidades
197
ajenas, que los otros planetas señalan; por ello, se siente menos urgi
do a expresarse equilibradamente. En este caso, Venus puede tender
a satisfacer sus impulsos de manera esporádica y casi compulsiva y
a mostrar poco dominio de sí o moderación. El individuo puede con
centrarse muchísimo en la satisfacción de sus deseos. Sin embargo,
en general, las necesidades afectivas permanecen latentes y sin pro
ducirse, o se evidencian raras veces. Este Venus puede ser muy poco
demostrativo, aunque reaccione sobradamente en planos más subje
tivos. Si bien el individuo tal vez se sienta por demás impedido de
recibir los placeres corrientes de la interacción social (lo cual le con
vierte más en un observador que en quien participa en funciones
sociales), sin embargo puede lograr sentirse intensamente satisfe
cho desde un ámbito de su vida personal que él valoriza, el cual suele
ser señalado por la posición que Venus tiene en la Casa. El individuo
tal vez pueda equilibrarse interiormente en esta cuestión y lograr
una armonía interior que raras veces puede adquirirse mediante las
habituales actividades externas de Venus.
Marte no aspectado
Desde el punto de vista psicológico, el planeta Marte tiene el
impulso innato de separarse, actuar con prescindencia de las influen
cias externas y estar en favor de la expresión personal independien
te. Marte es terco y parece que no le gusta que las necesidades a
menudo contrastantes, propias de los otros planetas, modifiquen su
impulsividad. Marte tal vez se sienta más impedido y confinado cuan
do está pesadamente aspectado. Marte no aspectado es más capaz
de funcionar en su forma pura, la cual puede ser enteramente in
transigente. La capacidad del individuo para actuar a favor de sí
mismo puede tener efecto sin el apoyo y la coordinación de otros
factores de su modo de ser. Aunque Marte limita la aplicación de su
impulsividad a menos esferas de la psiquis del individuo, este impul
so puede expresarse con mucha más fuerza de concentración, inte
rés encauzado hacia un solo objetivo y gasto de energía. Dean descu
brió en su estudio, que Marte no aspectado producía efectos que
«eran los más externamente notables y característicos de todos... » 8.
Los individuos que él observó no daban muestras de carecer de ini
ciativa ni de parecer letárgicos. La impulsividad del individuo no
disminuía. En realidad, estos individuos eran en su mayoría, casi sin
pausa, notablemente enérgicos y activos en algún plano de su ser.
198
Marte no aspectado, funcionando de la manera más fiel a su modo
de ser, tal vez podría sugerir razonablemente una actividad constan
te que los otros planetas no moderan ni modulan. Por ello, a veces
podría ser compulsivo el deseo de estar en marcha, en continuo mo
vimiento o haciendo siempre algo. El signo en cuestión debería ayu
dar a determinar en qué plano de la experiencia es muy corriente
que el individuo se halle activo.
Marte no aspectado puede tender a concentrarse más que
Marte pesadamente aspectado. Puede hallarse realzada la capacidad
que el individuo tiene para actuar de acuerdo con su interés perso
nal. Marte aspectado es urgido a tener una gama más vasta de expe
riencias perceptivas, las cuales le permiten adaptarse más a las pre
siones de la vida. Cuando Marte no tiene Aspectos, tiende a singula
rizar su concentración y carecer de la provechosa guía de otros com
ponentes de la personalidad. Marte no aspectado puede poner en
práctica su energía sin restricciones y casi ilimitadamente, puesto
que están ausentes las limitaciones constructivas que los otros pla
netas podrían brindar: Todos los rasgos vehementes que son típicos
de Marte (por ejemplo, la ira, la agresividad, la violencia, etc.) pue
den súbitamente inflamarse y desahogarse activamente de vez en
cuando. En este caso es menos posible modificar la energía tosca y
ordinaria de Marte. El exceso de energía comprimida cobra fuerza
hasta que la psiquis es incapaz de seguir reteniéndola; esto se debe a
que el individuo no se siente motivado como para aplicar sus impul
sos marcianos en la estimulación de otras partes de su carácter (que
podrían ayudar a descargar la energía). En este caso, es probable
que las negativas manifestaciones de Marte sean inconscientes; por
ello tienden a parecer a veces totalmente irracionales, puesto que las
acciones emprendidas no se hallan bajo la influencia de facetas del
carácter que pudieran dar razón, dominio de sí, intuición, perspecti
va y conocimiento de las consecuencias.
Júpiter no aspectado
Por su naturaleza misma, Júpiter busca más bien una activa
participación social que la soledad. Júpiter es planeta de largo y vas
to alcance. Cuando no está aspectado, tiende a ser menos gregario y
socialmente expansivo. O de lo contrario, se comporta con esporá
dico entusiasmo. Es improbable que la espontaneidad innata de Jú
piter se ponga totalmente de manifiesto, salvo en los irregulares mo-
/99
mentas en los que se expresa. El individuo tal vez evidencia tempo
ralmente una irrefrenable exuberancia que tiende a extinguirse con
tanta rapidez como se manifiesta. Los Aspectos planetarios ayudan
a que Júpiter desarrolle más su criterio y buen juicio, puesto que
variados Aspectos motivan al individuo para que busque experien
cias que fomenten aquella capacidad. Júpiter no aspectado atrae
menos asuntos circunstanciales en los que el criterio deba aplicar
se activamente (lo cual sugiere, entonces, que tal vez no haya sido
desarollado). Otras partes del carácter no pueden evolucionar me
diante el proceso de la inspiración y la elevación (a menos que exista
un firme apoyo de las posiciones y de la actividad de Sagitario en la
novena Casa). Sin embargo, de acuerdo con la posición de Júpiter en
la Casa, el individuo puede mostrar mucho fervor y ánimo. En lugar
de parecer una persona informal y que está como de paso, aparenta
estar desapegado y mentalmente en otra parte (puesto que Júpiter,
igual que Urano, se ocupa de temas relacionados con lo que impli
que distanciamiento).
A diferencia del Júpiter aspectado, más sabio en cosas de este
mundo (pues las amplias oportunidades que la vida le presenta le
ayudan a desan-ollar la sabiduría), es probable que el individuo sea
sumamente idealista pero inocente y modesto, en muchas situacio
nes de su existencia. Esta circunstancia podría indicar su inclina
ción a encerrarse en su torre de marfil. Júpiter no aspectado puede
parecer desconectado de las normas morales o religiosas que la so
ciedad acata. El individuo es menos proclive a que, según se espera
de él, acate credos o ideologías; esto se debe a que se halla presiona
do por su propia formación intelectual o por condicionamientos de
su juventud. Aunque su independencia es sumamente filosófica, en
este caso sugiere que él es un solitario que está buscando el designio
superior o la verdad última. Sin embargo, por esta razón, su modo
de ver las cosas podría ser muy singular. No obstante ello, se descu
brirá que, en los asuntos de la posición que Júpiter ocupe en la Casa,
se producirán mejoras muy evidentes.
Saturno no aspectado
Igual que Marte, independiente y confiado en sí mismo, Satur
no también podría funcionar también con menos dificultad cuando
no está aspectado. En este último estado, puede acentuarse la incli
nación de Saturno hacia la soledad. Sin embargo, puesto que Satur-
200
no se consolida mejor cuando se lo pone a prueba con rigurosas
experiencias de la vida, en este caso su falta de Aspectos podría suge
rir que dispone de menos circunstancias que pongan adecuadamente
a prueba sus fuerzas y debilidades. Saturno en Aspecto con otro pla
neta permite que ese planeta (o parte de la psiquis) se tome notable
y responsablemente productivo. El planeta se halla más afianzado y
mejor capacitado para funcionar con realismo. Sin embargo, cuan
do no está aspectado, este planeta, que normalmente es responsable,
puede volverse más indiferente o desinteresado acerca de los proce
sos ajenos a su singular esfera operativa. Las definiciones estructu
rales sólo se hallan en limitadas situaciones de la vida, sin que se
relacionen con los restantes componentes del carácter total del indi
viduo. En consecuencia, esto podría indicar que el individuo no se
siente motivado como para asumir el control directo y consciente de
muchas partes de su carácter. Lo que tal vez falte de manera notable
es disciplina personal y organización acerca de lo que es necesario,
al igual que precaución y conservación personal (Saturno es el deseo
de seguridad que impone a la voluntad todos los límites necesarios,
a fin de preservar la integridad del ser).
Aunque la rigidez y la cristalización puedan ser menos pro
blemáticas con un Saturno no aspectado (a diferencia del que tenga
muchos contactos), el individuo puede recibir� de manera indirecta,
muchas influencias casuales, sin el habitual beneficio de los frenos y
controles normales que un Saturno aspectado posee. Los intentos
para que el individuo ordene su vida pueden resultar, cuando me
nos, inconsecuentes, y es probable que él aplique menos su concien
cia a las situaciones de la vida. Es fluctuante su tendencia en la exis
tencia en general; no establece pautas de vida fijas ni en su interior
se sujeta a unas pocas leyes (sin importar cuán exitoso y perfecto sea
él en el plano externo). La paciencia y la planificación de largo plazo
tal vez sean evidentes, al tiempo que el sentido de la oportunidad
está generalmente ausente. Sin embargo, Saturno tiende más bien a
persistir en concentrarse en una situación por vez, en lugar de dis
persar su atención. Por ello, puede existir un deseo notable de con
trolar y manejar los asuntos del sector de la vida que Saturno mues
tra con su posición en la Casa, siendo escasamente susceptible de
distraerse. Sin embargo, el individuo tiene que cuidarse de no adap
tarse demasiado a modificar sus expresiones.
201
Urano no aspectado
Todos los planetas de la Octava Superior son demasiado vehe
mentes y terribles para que se expresen en su forma no diluida y
pura. Lo que ellos necesitan especialmente son contactos de Aspec
tos que ayuden a reducir sus vivas energías si se las va a usar de un
modo seguro. Cuando no están aspectados, puede resultar imposi
ble que el organismo humano corriente las maneje con eficacia. Por
ello, funcionarán de un modo exclusivamente inconsciente (con un
comportamiento esporádicamente impredecible e insólito) o tal vez
no funcionen en absoluto (manteniéndose totalmente latentes en el
carácter del individuo, y así se proyectan hacia personas y situacio
nes). Sin embargo, en algunos individuos, por razones que se desco
nocen, una Octava Superior no aspectada podría indicar una capaci
dad extraordinaria que supere lo que un ser humano corriente pue
da expresar (casi como si estas personas estuvieran constantemente
enchufadas con fuentes ilimitadas de energía cósmica). Cuando Ura
no no está aspectado, se toma muy autónomo y ajeno a la influencia
exterior de la sociedad. Tiende a sentirse menos impulsado a em
prender sensacionales avances en el mundo exterior, de la manera
más franca y rebelde que es propia de un Urano pesadamente aspec
tado. Puede acentuarse el desapego que es propio de los planetas no
aspectados, puesto que Urano ya tiende, de por sí, a ser impersonal.
Cuando la tensión electro-nerviosa carece de vías suficientes por las
que se encauce (las cuales serían provistas por los Aspectos), podría
aumentar e intensificarse, creando períodos de mucha inquietud y
descontento. Por ello, el individuo pasaría cortos períodos en los que
gastaría a raudales su energía. Sin embargo, de manera general, es
limitada la posibilidad de que Urano plantee al individuo situaciones
perturbadoras o insólitos vuelcos de los asuntos externos, sin des
truir otras características de la vida del individuo. En otras palabras,
se reduce la capacidad personal para experimentar caos o desorden
(lo cual tal vez a algu nos les parezca una bendición). Sin embargo,
puesto que Urano ayuda a acelerar la evolución humana por medio
de una destrucción que tiene sentido, su falta de conexiones con
Aspectos podría impedir que, a la larga, el alma avance. Cuando el
individuo carece del estímulo eléctrico de Urano, que carga las di
versas facetas de su carácter, se halla menos estimulado como para
hacer pedazos sus modos de comportarse rígida y asfixiantemente.
En consecuencia, el avance es más lento. Los relámpagos del genio o
202
las chispas de la intuición pueden percibirse específicamente en el
sector de la Casa; allí el individuo puede tener la sensación de ser,
para mejor o para peor, totalmente único y sin par.
Neptuno no aspectado
Neptuno, por su naturaleza misma, tiende al recogimiento, el
aislamiento y la privacidad. Prefiere estar absorto en los mundos
interiores de la consciencia y le resulta más difícil manifestarse de
manera concreta y real. A medida que tiene más Aspectos, es más
probable que se le exija que se manifieste más por medio de expe
riencias externas, independientemente del nivel o cualidad que mues
tre. Por así decirlo, se le obliga a que «salga de su gabinete». Neptu
no no aspectado podría tal vez representar una situación muy pasiva
para este planeta que «vive en otro mundo». Sin el estímulo de los
impulsos que los contactos con Aspectos le brindan, este Neptuno
carente de estimulación podría alentar al individuo a que siga bus
cando los ideales últimos que sus sentimientos le dictan, en vez de
desarrollarlos en el medio en su entorno. Quizá encuentre solaz y
tranquilidad mediante la creación de bellas imágenes dentro del rei
no de su imaginación fértil pero sin cultivar. La fantasía de Neptuno
podría ser de notable potencia e intensidad, puesto que, para que
esta facultad opere, no tiene que apoy arse necesariamente en una
participación activa con el entorno. Mediante imaginación, fantasía,
revelación y visión inspirada, todos tienden a poseer vías concretas
para expresarse, a diferencia de un Neptuno pesadamente aspecta
do. Por ello, a este individuo los sueños pueden parecerle enteramente
inalcanzables. Normalmente, en la medida en que Neptuno se halle
menos activo en la Carta, el individuo tiende menos a actuar de una
manera que fomente su propia decepción (en este caso, a las ilusiones
se las podría describir como «en reserva». Y tal vez se descubra que
las que existan se manifiesten de acuerdo con los asuntos propios de
la posición de Neptuno en la Casa). Cuando Neptuno no está aspec
tado, es incapaz de influir directamente sobre el impulso de los res
tantes planetas, negándoles el beneficio de la intuición espiritual. Esto
significa, para algunos, una visión más materialista del mundo, des
pojada de los ideales de perfección y unidad últimas. Al individuo puede
serle difícil creer en milagros y, por eso, está menos capacitado para
experimentarlos o reconocerlos. No obstante ello, tiende menos a sen
tirse confundido o desorientado con ese mundo en el cual no cree.
203
Plutón no aspectado
Plutón es el planeta del individuo aislacionista. Representa
una parte de nuestra psicología que se mantiene alejada y distante,
sin participar en las actividades comunes y corrientes de la vida. Al
menos en la Carta natal, suele operar de una manera sumamente
sutil y secreta, y desde un punto de vista intensamente subjetivo.
Cuando Plutón no está aspectado, puede incluso realzarse más su
tendencia a aislarse y apartarse. El individuo puede tener dentro de
su psiquis fuerzas subterráneas que se fragmentaron y apartaron
totalmente de otras facetas de su carácter. Y con Plutón, estas fuer
zas sepultadas poseen normalmente gran potencia, independien
temente de cuán difícil sea conectarse con ellas y hacer que salgan a
la superficie de la consciencia. Plutón no aspectado sugiere esporá
dicas expresiones de deseos, compulsivas y casi abrumadoras, que
podrían parecer enteramente extrañas a lo que es la percepción nor
mal y consciente de su ser. Plutón necesita Aspectos que reduzcan el
grado de su potencia e intensidad, y que al individuo le permitan
captar más conscientemente a los que, de lo contrario, serían sus
impulsos más profundos y oscuros. Los Aspectos son los factores
necesarios que permiten que esos impulsos originales emerjan hasta
las fronteras de la consciencia y entablen mejor la necesaria lucha
para transformarse en energías renovadas. Sin embargo, Plutón sin
Aspectos podría limitar la capacidad del individuo para crear vías
adecuadas de regeneración. En consecuencia, se le pone menos a
prueba para que desarrolle el dominio de sf mismo (especialmente
en el plano de sus sentimientos), o para que establezca con claridad
cómo expresarse en la vida. Sus sombras pueden oscurecerlo del todo.
A otras partes de su carácter integral (los restantes planetas) no se
les permite, en lo que es fundamentalísimo, el beneficio de la rege
neración. Ellas reniegan de la intuición más profunda, a menos que
los planetas tal vez caigan en Escorpio o en la octava Casa. Por otra
parte, Plutón no aspectado (por cuanto se halla más en latencia) puede
implicar que este individuo probablemente no intente ganar poder
sobre los demás, al menos de la manera dominante y despótica de
un Plutón pesadamente aspectado. Pero si lo intenta, esos juegos
por el poder son menos reconocidos y analizados objetivamente por
el individuo. Es menester un sincero y periódico examen personal,
sobre todo en relación con las actividades de la casa de Plutón. De lo
contrario, el individuo con un Plutón no aspectado tiene en su vida
204
menos oportunidades para hacer frente y vencer lo más oscuro de su
carácter, independientemente de cuán perturbadoras resulten estas
facetas de su modo de ser.
Antes de concluir este capítulo, quiero recalcar que lo que con
sidero importante acerca de un planeta no aspectado no es tanto el
carácter del planeta mismo, sino cómo una falta de influencia de ese
planeta afecta a las otras partes de la personalidad. Los otros plane
tas no pueden conectarse directamente con el planeta no aspectado
correspondiente y, por ello, no pueden revestirse de algún matiz de
aquél. Por ello, la interpretación no sólo debería basarse en el tem
peramento vehemente e independiente del planeta no aspectado, sino
también en la situación que esto crea a todos los planetas restantes.
Esto permite que el astrólogo contemple todo el proceso correspon
diente al fenómeno del planeta no aspectado, y que su esbozo sea
más totalizador. En general, si un planeta no forma Aspectos mayo
res en la Carta, entonces yo buscaría el Aspecto menor más próximo
que se forme (en especial, los que producen tensiones) y a ese Aspec
to en especial le prestaría más atención que a los demás.
Notas:
2ll
PALABRAS CLAVE PARA LOS PLANETAS RETROGRADOS
Constructivas Improductivas
meditabundo retraído
profundo inhibido
honda sensibilidad percepción bloqueada
fuerza interior desadaptación
reforma regresión
humildad timidez
identidad universal identidad personal perversa
conocimiento de sí ensimismamiento morboso
sutil esquivo
armonía consigo mismo autoanulación
reflexivo represivo
fuerza espiritual problemas de salud
(a menudo, psicológicos)
Notas:
Virginia Ewbank y Joanne Wickenburg, The Spiral of Life, edición de las autoras,
Seattlc, 1974, página 18.
2 John McConnick, The Book of Retrogrades, Pavilion Press, Livingston, Nueva
Jersey, 1973, página 17.
3 Tracy Marks, The Art of Chart Synthesis, Sagittarius Rising, Natick,
Massachusetts, 1979, página 51.
4 Louis Ackcr y Franccs Sakoian, Predictive Astrology, Harper and Row, 1977, pá
gina 91.
5 Martin Schulman, Kannic Astrology: Retrogrades and Relncarnation, Tomo
II, Weise1; lnc., Nueva York, 1977, página 190.
6 Ibíd., página 190.
7 Alexander Ruperti, Ciclos del Devenir, Edit01ial Kier, Buenos Aires, Argentina,
1982.
8 Dane Rudhy ar, An Astrological Study of Psychological Complexes, Seivire/
Wassenaar, Holanda, tercera edición, 1970, páginas 146-147.
274
Capítulo XI
El Hemisferio Este
Este Hemisferio comienza en la cúspide de la décima Casa, en
sentido contrario al de las agujas del reloj, y termina en la cúspide de
la cuarta Casa. El ASCENDENTE es su punto estructural funda
mental. Por ello, este Hemisferio se concentra en la expresión de la
identidad personal y el ejercicio de la propia voluntad. Cuando aquí
se halla situada la mayoría de los planetas, el individuo desarrolla en
la vida muy bien su capacidad, con mucha voluntad e ímpetu, fo
mentando a sabiendas asuntos o intereses personales que le llaman
directamente la atención. Aquí puede indicarse mucha iniciativa y
actividad en la actitud que esta persona tiene ante la vida (especial-
277
mente cuando la mayoría de los planetas situados en este Hemisfe
rio se hallan en las tres Casas debajo del horizonte). Esta persona
suele ser proclive a fomentar en su vida las situaciones, puesto que
aquí tiende más bien a afectar a su entorno que a que sea su entorno
el que la afecte y moldee. Puesto que éste es un Hemisferio de absor
ción kármica, el individuo se halla relativamente libre para actuar
por sí para lograr sus objetivos, con menos estorbo o interferencia
por parte de los demás. Sin embargo, debido a que no tiende a solici
tar que los demás se involucren íntimamente, es probable que estos
últimos no le brinden el apoyo o la ayuda que podrían resultarle
provechosos para las metas decididas por él. Tiende a resistir esa
asociación y propende a una búsqueda independiente, puesto que el
dar y recibir se halla menos implícito en este Hemisferio. Por ello, en
general, el individuo queda solo y librado a su propio esfuerzo.
Por cuanto el individuo se halla más condicionado para que
se haga cargo inmediatamente de sus asuntos en esta vida, lo que él
fundamentalmente desea es el criterio general acerca de cómo y cuán
do quiere que ciertas circunstancias se desarrollen. Se siente moti
vado para actuar de acuerdo con sus propios términos exclusivos.
Cuando decide qué es lo que él realmente desea hacer en este mun
do, la vida puede exigirle que trabaje autónomamente en procura de
esas metas, de manera decisiva y concentrada, si han de ponerse de
manifiesto óptimos resultados. Mediante el desarrollo de la confian
za en sí mismo, este individuo concreta y satisface lo que él ambicio
na y necesita. Si la mayoría de los planetas de este Hemisferio desta
cado cae sobre el horizonte, el individuo lo enfoca todo de manera
más impersonal y universal. Puede prestar mucha atención personal
a los más grandes problemas que el mundo experimenta y trabajar
en pos del progreso social, pero normalmente sólo según su propio
modo de ver las cosas. Si aquí se hallan seis o más planetas (espe
cialmente, las luminarias y el regente del ASCENDENTE), la orien
tación puede desequilibrarse. En la medida en que haya más plane
tas involucrados, más pueden exagerarse las propiedades de cual
quier Hemisferio. En esta circunstancia, la persona tiende a exage
rar su individualidad, a tal punto que le resulta difícil integrarse con
los demás, sentirse igual a ellos y actuar cómodamente como un ser
social (e incluso sociable). Por ello, debido a que se halla absorto en
su propio defecto, puede entonces faltarle un adecuado conocimien
to objetivo de las otras personas con las que personalmente se rela-
278
ciona. Lo único que le interesa es satisfacer, en primerísimo lugar y
muy egocéntricamente, sus propias necesidades. Puesto que en todo
momento exige ser él solo quien manda, es probable que, en este
caso, el individuo rechace toda influencia externa que él no controle
directamente, por más constructiva que aquélla sea. En el plano po
sitivo, aquí podemos encontrar con frecuencia a los individualistas
que con su propio esfuerzo lucharon contra la adversidad y descolla
ron independientemente en el mundo. Sin embargo, puesto que se
sienten poco inclinados a colaborar o avenirse con los demás, esas
personas pueden fácilmente alejarlos, crear mucho distanciamiento
social y optar por vivir como lobos solitarios. (Napoleón; José Stalin;
lsadora Duncan; Santa Teresa de Avila; Emest Hemingway; Alice
A. Bailey, Karl Marx; Gertrude Stein; Friedrich Nietzsche;
Margaret Mead; Edward Kennedy; Joan Baez; Billy Carter;
Madalyn Murray O'Hair.)
El Hemisferio Oeste
Este Hemisferio empieza en la cúspide de la cuarta Casa, en el
sentido de las agujas del reloj, y termina en la cúspide de la décima
Casa. Su punto estructural fundamental es el DESCENDENTE. Este
Hemisferio se concentra en la consciencia social personal y en el
reconocimiento de la personalidad de los demás. Su tema funda
mental concierne a la expresión de la imagen refleja de la persona.
Cuando la mayoría de los planetas se halla situada aquí, entonces
significa que el individuo no posee tanta libertad de acción como
para decidir de manera exclusiva el rumbo que ha de seguir en su
vida y, en cambio, descubre que las cuestiones vitales y los intereses
personales se hallan más en manos de terceros. En la posición fatal,
se trata del hijo (pero no necesariamente del rehén). A esta persona
puede serle difícil que la reconozcan y aprecien por su verdadera
individualidad, pues tiende más bien a ser una creación de su entor
no social o un producto de su época. Las relaciones deberían ser
muy esenciales para fomentar la evolución natural de su ser. Este
individuo evoluciona muy bien aprendiendo a acomodarse adecua
damente a las necesidades de los demás. Las acciones que aquí se
emprenden necesitan ser mutuamente ventajosas para todas las par
tes involucradas si ha de establecerse un verdadero equilibrio. A di
ferencia de quien tiene un Hemisferio Este destacado, esta persona
se halla más en sintonía con el proceso de participación y, a menudo,
279
actúa de acuerdo con los probables resultados finales que esa acción
puede tener sobre los demás. Es probable que este individuo llame la
atención de otras personas que pueden servirle y ayudarle a obtener
sus objetivos. Es menos probable que oponga resistencia o bloquee
la ayuda y el apoyo de aquéllos. Cuanto más consideración y solici
tud muestre hacia los demás, éstos más querrán colaborar y darle
una mano que él necesita.
Puesto que éste es un Hemisferio de expulsión kármica, al in
dividuo le atrae más vivir experiencias que le exijan una mayor par
ticipación interpersonal. En esta vida se le está condicionando para
que se proyecte directamente hacia los demás y establezca alianzas
constructivas. Ahora tiene también que aprender a colaborar eficaz
mente con la vida. Raras veces se beneficia cuando exige hacer ex
clusivamente lo que él quiere a expensas de los demás, pues incluso,
en la mayoría de los casos, es incapaz de hacerlo. Aunque este indi
viduo aparentemente gobierna en menor grado las oportunidades a
medida que éstas se desarrollan y se cruzan en su camino (pues él las
inicia en menor proporción), habitualmente se le considera menos
responsable de sus yerros, reveses o fracasos en general, puesto que
aquí suele ser otro el que participa y genera esas consecuencias. Si
en este Hemisferio se encontraran seis o más planetas, el individuo
podría evidenciar desequilibrio en su modo de expresarse porque
dependería demasiado de los otros para afianzar más su sentido de
identidad social. Tal vez permita que la gente controle y maneje más
su destino de lo que sería beneficioso para él. Aquí se descubre típi
camente una mayor carencia de autodeterminación y capacidad para
hacerse valer que la que indicaría la persona en la que se destaca el
Hemisferío Este. Esto podría crear una tendencia a que los demás
abusen de ella o la usen y se aprovechen de ella. Esto puede ser así,
especialmente si la mayoría de los planetas caen aquí, en este Hemis
ferio, en las tres Casas sobre el horizonte, puesto que estas Casas
señalan una concentración en lo social y una actividad de carácter
personal mayores que las de las tres Casas. Por otra parte, el indivi
duo puede ser afecto a usar a los otros para su propio provecho,
puesto que este Hemisferio puede sugerir que se trata de una perso
na capaz de manejar estratégicamente sus relaciones. El individuo
podría tener problemas relacionados estrictamente consigo mismo
en un plano muy profundo, especialmente en función de iniciar una
acción personal. Puede evidenciar que le es difícil tomar él solo sus
280
decisiones y apoyarse demasiado en los demás, en su propio perjui
cio, para iniciar aquello que él necesita resolver independientemen
te. (Adolfo Hitler; Edgar Cayce; F. Scott Fitzgerald; Jean Harlow;
Marilyn Monroe; Jacques Cousteau; Francisco Franco; Sigmund
Freud, Juana de Arco; Vanessa Redgrave; el Duque de Windsor;
George Sand; Bette Midler; Sylvia Plath.)
Los Hemisferios Este y Oeste son polos opuestos naturales.
Cuando nos concentramos asiduamente en expresar la dinámica de
un Hemisferio con exclusión de su polaridad, se desarrollan perspec
tivas conflictivas y, a menudo, deformantes. Entonces necesitamos
resolver este dilema y recuperar una percepción más equilibrada.
¿Cómo?: aprendiendo, en cambio, a concentrar nuestra atención en
la integración de las funciones positivas del Hemisferio opuesto. En
un plano ideal, deberíamos empeñarnos en coordinar constructi
vamente ambos sectores, puesto que ellos se complementan natural
mente. Aunque son pocas las personas afectas a esto, la mayoría de
nosotros tiende a oscilar entre un Hemisferio y otro, hasta haber
determinado el grado de equilibrio deseable para nuestro desarrollo.
Si un individuo aparentemente no presenta las propiedades del He
misferio destacado que su Carta indica, entonces, verifique y vea si
él se está poniendo en sintonía con la dinámica del Hemisferio opues
to durante este período. Todas las polaridades (o factores opuestos
que aparecen en la Carta) tienden a esto. Todo lo anterior puede
decirse acerca del siguiente par de Hemisferios.
El Hemisferio Norte
Este Hemisferio empieza en la cúspide de la primera Casa, en
sentido contrario al de las agujas del reloj, y termina en la cúspide de
la séptima Casa. Su punto estructural fundamental es el IMMUM
COELI. Por cuanto el Hemisferio se halla, en la Carta, totalmente
debajo del horizonte, representa lo que es personalmente subjetivo y
reflexivo, y necesita un enfoque interior (al menos, cuando el indivi
duo inicia su proceso biológico). Aquí, los planetas muestran impul
sos que necesitan profunda experiencia antes de que el individuo
pueda utilizarlos abierta y claramente en su ambiente externo. Tien
de a contener estos impulsos ensimismadamente durante un tiem
po, antes de intentar encauzarlos hacia intereses sociales más im
personales. En general, encara la vida desde un punto de vista intro
vertido (independientemente de cuán activa y memorable sea, en
281
apariencia, su participación en el mundo). El individuo evoluciona
muy bien, asimilando las experiencias de su vida y relacionándolas
con la realidad más profunda de su propio carácte1: Está condicio
nado para ponerse aquí en un contacto mucho más íntimo con su
identidad subjetiva que en cualquier otro Hemisferio. Ha de percibir
el propósito raiga! de su ser (trascendiendo lo que él sólo expresa
superficialmente) y necesita buscar, en primerísimo lugar, un signi
ficado personal en su vida. El individuo puede conectarse con las
propiedades que están en actividad en las raíces de su personalidad,
sintonizándose cada vez más con lo que es fundamental en su carác
ter.
Puesto que el individuo tiende a ser reflexivo e introspectivo,
no maneja con comodidad los asuntos continuos que son propios
del mundo y que le reclaman exhibirse directamente ante la gente o
participar abiertamente en lo social. Hasta puede parecer renuente a
atraer sobre sí la atención, al menos haciéndose valer de manera
evidente. Su motivación consiste aquí en lograr más bien seguridad
interior que la seguridad temporal que la sociedad podría ofrecerle
por medio de puestos o posiciones elevadas. En cambio, necesita
hallar en la vida su propia ancla subjetiva antes de poder decidirse a
actuar en el mundo. Independientemente de cuánto contribuye a las
mayores necesidades del mundo en general o de cuánto hace en fa
vor del progreso de la sociedad, sin embargo, en el plano psicológi
co, no es una persona que deje de lado lo que personal y entrañable
mente necesita. Estos individuos necesitan que en todo momento se
los atienda y calme antes de que puedan expresarse provechosamen
te en el mundo. Esa clase de personas no se desapegan fácilmente.
En el plano constructivo, el individuo puede encauzar sus energías,
propendiendo a nutrir su entorno con una gran dosis de solicitud e
interés. Si en este Hemisferio se hallan seis o más planetas, el des
equilibrio que puede ocurrir podría señalar a quien es proclive a con
centrarse demasiado en volcar hacia su interior su reacción ante la
vida. Puede optar por recogerse o apartarse de una participación
activa en el mundo y propender a un sano retiro. Si muchos de estos
planetas sufren Aspectos agobiantes, entonces ese retiro no suele ser
saludable e incluso puede ser regresivo. En este caso, puede desta
carse el impulso tendiente a evitar una confrontación franca con
aquellas realidades de la vida externa que a veces son intransigentes.
Sin embargo, en un sentido productivo. ese énfasis puede alentar al
282
individuo para que se identifique con los aspectos menos tangibles y
materiales de la vida, permitiéndole poner mucha energía personal
para poner al descubierto las realidades psicológicas y espirituales
que se ocultan dentro de la naturaleza humana. (Krishnamurti; Carl
G. Jung; Helena P. Blavatsky; Amelia Earhart; Dane Rudhyar;
Mary Baker Eddy; Gustave Flaubert; Elizabeth Kubler-Ross;
Toulouse-Lautrec; Martín Lutero; la Duquesa de Windsor; Albert
Schweitzer; la Reina Isabel 11; Barbra Streisand.)
El Hemisferio Sur
Este Hemisferio empieza en la cúspide de la séptima Casa, en
sentido contrario al de las agujas del reloj, y termina en la cúspide de
la primera Casa. Su punto estructural fundamental es el MEDIO
CIELO. Puesto que este Hemisferio se halla totalmente sobre el hori
zonte, representa la experiencia consciente y enfocada en lo que es
propio del mundo. Este Hemisferio aparta al individuo de su reino
privado e interior -el de las impresiones subjetivas e íntimas-y le
proyecta hacia los asuntos más objetivos y activos de la sociedad.
Este es el Hemisferio en el que la propia identidad del individuo ante
el público puede desarrollarse mediante el cumplimiento de ambi
ciones y metas cuyo destino es la sociedad. En la vida del individuo
se le presentan situaciones de carácter impersonal, e incluso univer
sal, que ponen a prueba su aptitud para actuar en sentido colectivo.
Evoluciona muy bien cuando su gravitación es sobre la vida pública,
pues allí puede participar en las circunstancias dinámicas externas
del entorno social existente. Por ello, es probable que consuma mu
cha energía ocupándose de los problemas más vastos de su comuni
dad. Puesto que su participación social es mayor que la de la perso
na en quien se destaca el Hemisferio Norte, este individuo suele ac
tuar mejor cuando lo hace frente a muchos. Sin embargo, uno de los
problemas de un Hemisferio Sur que se destaque de más, consiste
en que el individuo puede abstraerse o apartarse demasiado de sí
mismo como para ocuparse con eficacia de sus necesidades interio
res. Tiende a buscar fuera de sí mismo las soluciones de los proble
mas, cuando puede hallarlas mejor en su interior. Tal vez no se sien
ta cómodo volcando sus impulsos y deseos hacia su interior y con
centrando su atención subjetiva en sí mismo; en consecuencia, es
probable que no sepa cómo prodigar cuidados y sostener protec
toramente a su propio ser. En cambio, el individuo podría optar por
283
conocerse por medio de cosas que él realizó y experimentó externa
mente. Sin embargo, tiende a relacionarse más consigo mismo y a
ponerse en sintonía con su propia identidad, si la mayoría de los
planetas de este Hemisferio debiera caer también en el sector supe
rior del Hemisferio Este.
Un Hemisferio Sur que se destaca sugiere que el individuo ha
de utilizar en la vida, claramente y de manera tangible y manifiesta,
sus aptitudes en bien del desarrollo social. Sin embargo, si seis o
más planetas están situados aquí, es probable que el desequilibrio
que se produzca aliente a este individuo a que se impresione dema
siado con los productos materiales finales de su esfuerzo, mientras
tiene poca comprensión (o interés duradero) respecto de los sutiles
factores motivacionales que sustentan esos esfuerzos. Por el hecho
de que en su vida se ocupe de exigencias que tienen lugar en el plano
superficial. es probable que le atrape la satisfacción trivial de am
pliar su influencia y su poder en el ámbito mundano. Si bien tal vez
demuestra que es más capaz de manejar los asuntos de la vida en el
entorno social mayor, fuera de él mismo, también puede ser que no
logre entrar en contacto con las raíces de su modo de ser y no se
obse1ve desde una perspectiva más profunda. En lo constructivo,
cuando este Hemisferio se destaca, podría señalar una personalidad
socialmente activa que realiza mucho en el mundo para estimular
cambios dentro del esquema de las cosas, en vez de tan sólo reflexio
nar sobre lo que potencialmente se podría hacer. Puede ocuparse
más directamente de la realidad social, en vez de idealizar esas cir
cunstancias, pero sin tomar parte activa para modificarlas. En gene
ral, este individuo no se retira del mundo, y se halla mejor capacita
do para hacerle frente según sus propios términos para mejor o para
peor. Compare esto con el individuo en quien el Hemisferio Norte se
destaca y que sólo es apto para lidiar con los ambientes externos
según sus propios términos. (John F. Kennedy; Marilyn Monroe;
Benito Mussolini; Lillian Carter; Galileo; Pearl S. Buck; Nelson
Rockefeller; Eleanor Roosevelt; Martin Luther King; Zelda Fitze
rald; Henry Kissinger; Lenny Bruce; Margaret Trudeau; la Rei
na Victoria.)
284
Capítulo XII
El Primer Cuadrante
Este Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Norte y
Sur. Empieza en la cúspide de la primera Casa, en sentido contrario
al de las agujas del reloj, y termina en la cuarta Casa. Como ya lo
dijimos, el Hemisferio Este trata sobre el ejercicio de la libertad in
dividual de acción, e induce el desa1Tollo de la identidad personal.
Su motivación es enteramente personal. El Hemisferio Norte se re
laciona con intereses sumamente personales y subjetivos. Estimula
en el individuo la percepción de su identidad más profunda. Por eso,
es comprensible que este Cuadrante se interprete como un sector
específico de la vida, que fomenta un alto grado de involucración
personal y preocupación por uno mismo. Cuando este Cuadrante se
destaca más, el individuo se relaciona primeramente como ser inde
pendiente, pero un tanto desconectado, psicológicamente, de parti
cipar socialmente en el mundo más vasto que le rodea. Aquí, su ne
cesidad de estar interiormente seguro se vincula con su capacidad
para encauzar su voluntad y ejecutar la acción en asuntos persona
les que él considera adecuados. Tiende a prestar atención al manejo
de su propia vida, lo cual podría sugerir, desde un punto de vista
constructivo, confianza y seguridad en sí mismo. Sin embargo, si
esta persona no puede hallar las vías adecuadas para resolver los
285
conflictos personales que le mantienen en guerra consigo mismo, el
manejo de sí mismo puede ser difícil de alcanzar. Además, en su
interior tal vez se halle demasiado atado como para permitir que
otros le guíen hacia vías por las que pueda expresar de manera más
satisfactoria sus energías.
Observe que el elemento inicial del Primer Cuadrante es el
fuego, y que el elemento ausente es el agua. Esto sugiere la psicolo
gía del Cuadrante. El fuego simboliza el impulso espontáneo de ex
presarse independientemente. Sin embargo, su inclinación a intere
sarse por lo propio también lo convierte en una influencia egocéntri
ca. Por ello, los planetas que se hallan dentro de este Cuadrante ex
presan un deseo impulsivo de participar de inmediato por medio de
actividades que excluyan los intereses corrientes del individuo. La
mayoría de los planetas que se hallan aquí (especialmente, los de
fuego), podría señalar mucha preocupación por uno mismo o mu
cho egocentrismo. Si esos planetas se hallan muy sujetos a Aspectos
agobiantes, entonces ese egocentrismo potencial aumenta y, muy
especialmente, si el individuo ya tiene un Hemisferio Este que se
destaca. Aunque esta persona suele ser marcadamente individual,
puede abstraerse muchísimo en sus asuntos personales y tiende a
apartarse, debido a su predisposición a convertirse en un lobo solita
rio. Al menos, no es alguien que aliente una fácil intimidad con los
demás. En lo constructivo, este Cuadrante podría también poner de
relieve al individuo que lo hizo todo sin ayuda, y cuyo designio, enfo
que personal y esfuerzo le permiten tener éxito en lo que él empren
de de una manera entusiastamente independiente.
El único elemento que no se halla representado en este Cua
drante es el agua, componente natural de la síntesis y la asimilación
más profundas de la experiencia. El agua es muy sensible a los pro
cesos unificadores de la vida y, por eso, es un elemento natural y
socialmente constructivo. Su ausencia (en relación con la rueda na
tural) sugiere que la psicología fundamental de este Cuadrante re
calca la confianza en uno mismo, sin depender de los demás. Si los
signos de agua y los planetas (la Luna, Neptuno y Plutón) llegan a
encontrarse aquí en la Carta, indican el apoyo en uno mismo; con
este apoyo, el individuo primero nutre y protege sus propias necesi
dades más que las de los demás. Todos los valores del agua se encau
zan hacia el yo y se experimentan subjetivamente antes de que el
individuo los oriente en general hacia su entorno. Sin embargo, puesto
286
que este Cuadrante carece innatamente de la motivación del agua, el
individuo en el que se destaquen los planetas puede que necesite
aprender a ser más compasivo y comprensivo respecto de los demás,
más sensible a las preocupaciones personales de los demás y, por
ello, más solícito y cuidadoso cuando reaccione ante circunstancias
externas que él no maneja directamente. Incluso su sensibilidad res
pecto de su propia persona puede aún concentrarse en un interés
superficial, lo cual implica que se siente menos inclinado a sondear
profundamente en el ámbito de su propio ser, en el que hay motiva
ciones más sutiles que operan cambios (a menos que también se
destaque el Hemisferio Norte). En general, el individuo del Primer
Cuadrante tiende más a reaccionar que a reflexionar. El polo opues
to de este Cuadrante es el Tercer Cuadrante. Cuando los conflictos
del Primer Cuadrante crean un desequilibrio demasiado grande en
el esquema vital, las soluciones que encauzarán las cosas pueden
hallarse a menudo en el Cuadrante Superior complementario. (Ca
talina la Grande; Emily Dickinson; Karl Marx; George Eliot; Luis
Pasteur; Mark Twain; Osear Wilde; Toulouse-Lautrec; George
Wallace, Barbra Streisand.)
El Segundo Cuadrante
Este Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Norte y
Sur. Empieza en la cúspide de la cuarta Casa, en sentido contrario al
de las agujas del reloj, y termina en la séptima Casa. El Hemisferio
Norte nos dice que este Cuadrante tiene todavía como centro las
experiencias más personales e íntimas del individuo. La seguridad
interna sigue siendo una necesidad importante. Sin embargo, con el
Hemisferio Oeste ahora involucrado, el individuo es atraído más
hacia una participación interpersonal activa. Es afectado más pro
fundamente por la conducta y las circunstancias de los demás que la
persona relativamente inmune, perteneciente al primer Cuadrante.
Su motivación consiste en encontrar la seguridad personal por me
dio de las relaciones, y tiende a tener un fuerte vínculo subjetivo con
los otros, lo cual puede volverle más vulnerable respecto de los senti
mientos y actitudes que aquellas personas tienen con él. Sin embar
go, esto tal vez no sea siempre evidente en la superficie, especial
mente si este tipo de Cuadrante tiene también un Hemisferio Norte
destacado, pues es sumamente reflexivo. Es probable que matice
menos sus relaciones de acuerdo con sus necesidades personales si
287
se destaca el Hemisferio Oeste, puesto que los planetas que se ha
llan sobre el horizonte admiten más objetividad al evaluar a los de
más. El tipo del segundo Cuadrante es proclive a querer una res
puesta de los demás y no puede vivir en un vacío. Su sensibilidad
respecto de la gente le ayuda a comprender con mayor profundidad
su propio ser.
Observe que el elemento inicial del segundo Cuadrante es el
agua, y que el elemento ausente es el aire. El agua simboliza la apti
tud para ser sumamente sensible ante las corrientes subterráneas y
los cambios sutiles. Su naturaleza instintiva entra fácilmente en ac
tividad y «sondea» la disposición anímica y la sustancia fundamen
tal de cualquier circunstancia. Por ello, si los que estuvieran aquf
fueran planetas en su mayoría (y en especial, de agua), el individuo
puede ser sumamente sensible al modo de ser interior y menos evi
dente de los demás. El impacto emocional de la interacción social es
una realidad que esta persona siente vivamente. A diferencia del tipo
más independiente y aparentemente seguro de sí mismo, pertene
ciente al primer Cuadrante, este individuo tiende a depender psico
lógicamente más de los demás, en su búsqueda de lo que él mismo
significa. Siente que necesita asociarse estrechamente con los de
más, para que sean ellos quienes den a su vida un propósito perso
nal. Debido a que este Cuadrante es motivado por el agua y se halla
debajo del horizonte, sugiere que es capaz de entrar en sintonía con
las facetas de una relación (por cuanto también es un Cuadrante del
Hemisferio Oeste) que no quedan al descubierto ni se advierten en
la superficie ... o que pueden hallarse todavía en forma eventualmen
te sin desarrollar. Esto puede dar como resultado una elevada per
cepción de las necesidades interpersonales, pues otorga al individuo
la capacidad para que vea sus uniones desde un punto de vista me
nos superficial.
El único elemento que no se halla representado es el aire, el
cual es el elemento natural de la participación social y la objetividad
mental. Es claramente impersonal e imparcial en sus evaluaciones
externas de la vida y necesita crear un grado suficiente de distancia,
a fin de desarrollar una amplia perspectiva. Aquf su ausencia puede
denotar que este Cuadrante no fomenta de manera innata un carác
ter desapegado o desinteresado. Si se destaca, lo normal es que el
individuo se rija más por el corazón que por la cabeza. El cariño, la
intimidad y la participación de las necesidades más profundas son
288
más importantes para la evolución fundamental del individuo que
una comprensión de los ideales abstractos o la libertad personal de
expresión. En lugar de observar racionalmente la relación desde un
criterio reservado, esta persona tiende a arraigarse más activa y con
centradamente en sus uniones y se identifica personalmente con la
evolución de estas últimas. Sin embargo, la falta de motivación por
parte del aire puede indicar también a quien no reconoce y/o asimila
fácilmente los puntos de vista diferentes de los suyos propios sin
sentir que sus arraigadas necesidades de seguridad están amenaza
das. Tal vez tenga que aprender a tolerar y aceptar más las diversas
actitudes que no refuerzan necesariamente las suyas propias. En
general, busca el apoyo de personas que le ayuden primeramente a
satisfacer lo que él necesita interiormente, antes de que pueda ac
tuar cómodamente en el mundo más vasto. El polo opuesto de este
Cuadrante es el cuarto Cuadrante. Las tensiones y los desequilibrios
que se crean en este segundo Cuadrante pueden resolverse adoptan
do los valores constructivos de este Cuadrante superior complemen
tario. (Mozart; Mary Shelley; Eduardo Manet; el Duque de
Windsor; Anais Nin; Marlene Dietrlch; Richard Nixon; Marlon
Brando; la Duquesa de Windsor; Robert Redford.)
El tercer Cuadrante
Este Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Sur y
Oeste. Empieza en la séptima Casa, en sentido contrario al ele las
agujas del reloj, y termina en la décima Casa. El Hemisferio Sur
denota una participación impersonal en los objetivos sociales y asun
tos externos del mundo en general, en el que las necesidades ele un
grupo o meta de carácter colectivo son más preponderantes que las
necesidades privadas y exclusivas del individuo. El Hemisferio Oes
te requiere experiencias compartidas con los demás y, asimismo,
amoldarse y avenirse con el propósito mayor de cualquier unión , no
sólo para satisfacerse personalmente. Cuando este Cuadrante se des
taca más, es probable que el individuo exprese franco interés por los
asuntos materiales de la vida, que benefician el crecimiento y el de
sarrollo de los demás. Las relaciones, en el sentido más amplio, atraen
su atención, especialmente cuando también se destaca el Hemisfe
rio Sur. Este es tal vez el más mundano (o sea, «del mundo»), no
necesariamente «algo común» en todos los Cuadrantes. La inclina
ción del individuo consiste en ocuparse de las realidades objetivas
289
de su entorno. Este es el único Cuadrante en el que no se destaca el
contacto con el yo personal, y esto sucede muy especialmente si la
mayoría de los planetas cae encima del horizonte en el Hemisferio
Sur. El individuo es menos impersonal en su actitud ante la vida, si
también se destaca el Hemisferio Oeste, puesto que los planetas que
se hallan debajo del horizonte denotan anhelos de seguridad perso
nal que necesitan cuidadosa atención. La vida alienta al individuo a
que participe totalmente en la sociedad. En lo constructivo, puede
mostrar una activa preocupación por promover, de alguna manera,
las causas públicas o el adelanto del bienestar social. Sin embargo,
un inconveniente de este Cuadrante consiste en que el individuo puede
quedar demasiado atrapado en los problemas más grandes de la vida
externa, sin disponer de tiempo para conocerse y prodigarse cuida
dos. Esto es especialmente así, si los planetas de este Cuadrante caen
principalmente en las Casas gregarias séptima y novena. Sin embar
go, puesto que éste es el sector que contiene a la octava Casa, la
transformación necesaria de los valores es necesaria para crecer. Esto
se producirá normalmente mediante lucha interior al hacer frente a
las exigencias del ritmo social que el individuo puso en movimiento
para sí mismo. En general, el individuo puede atraer mucho hacia sí
la atención del público, en lo que atañe a esfuerzos y actividades de
carácter externo.
Observe que el elemento inicial de este Cuadrante es el aire, y
que el elemento que está ausente es la tierra. El aire es el elemento
que denota una clara perspectiva social y la aptitud para formular
planes de vastas miras, aunque abstractos, en favor del progreso ideal
en el plano colectivo. Se trata del elemento de la libertad de circula
ción, y busca funcionar en planos mentales cada vez más vastos, los
cuales implican actividades e intereses variados. Por eso, cuando aquí
los planetas son mayoría (especialmente los de aire: Mercurio, Ve
nus y Urano), describen a quien quiere actuar en su comunidad y ser
cada vez más consciente de los variados intercambios que están su
cediendo alrededor de él. Puede sentirse especialmente atraído ha
cia esfuerzos conjuntos, aventuras colectivas y alianzas que impli
can un compromiso... y suele ser el tipo de personalidad que es «las
voz del pueblo». Su destino en la vida se halla casi totalmente en
manos del público. Se le puede elegir para que satisfaga las necesi
dades del público y, hasta cierto punto, se convierta en propiedad
personal de aquél. El único elemento que aquí no se halla represen-
290
tado es la tierra. Este es el elemento natural de la forma, la estructu
ra, la consolidación y la realidad práctica. El hecho de que aquí falte,
implica que quien tiene este Cuadrante destacado necesita encarar
los ideales de la sociedad desde un plano más pragmático y viable.
Aunque las posibilidades de la sociedad interesan a esta persona, su
actitud debe ser más metódica y aceptar más la rutina. Es menester
que aquí las ambiciones sean razonables y realistas si el individuo
ha de tener éxito. Este Cuadrante se adapta mejor a quien le gusta
ocuparse de problemas que reclaman una rápida respuesta en lugar
de aquellos asuntos sociales que requieren una planificación cuida
dosa y de largo alcance. El hecho de que falte la tierra significa tam
bién que el individuo no suele hallarse bien afianzado dentro de sí y
que le resulta difícil resistir las presiones que provienen del ambien
te externo a fin de llegar a cabo lo que éste le exige. Tal vez sea dema
siado franco y sensible para su propio bien en lo que a esto atañe.
Las virtudes del primer Cuadrante, como el polo complementario
opuesto, pueden ayudar a aliviar las tensiones creadas por un tercer
Cuadrante mal manejado. (John F. Kennedy; Margaret Trudeau;
Ronald Reagan; Silvia Porter; Jean Paul Sartre; Marilyn Monroe;
Sigmund Freud; Brigitte Bardot; F. Scott Fitzgerald; Bette Davis.)
El cuarto Cuadrante
Este Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Sur y Este.
Empieza en la cúspide de la décima Casa, en sentido contrario al de
las agujas del reloj, y termina en la primera Casa. Con el Hemisferio
Este involucrado, el enfoque vuelve otra vez a la autodeterminación
y la preocupación por el control y la dirección personales de los asun
tos de la vida. Sin embargo, debido a la influencia adicional del He
misferio Sur, el individuo tiende a hacer grandes esfuerzos persona
les para contribuir en el mundo en general, con algo cuyo valor es
universal. No obstante ello, aun cuando sostiene importantes causas
sociales o ideales colectivos, el individuo todavía puede mantener
intacta su identidad (a diferencia del tipo del tercer Cuadrante). Y
esto es especialmente así, cuando un cuarto Cuadrante destacado se
combina también con un Hemisferio Este destacado. A esta altura,
debería haber quedado en claro que cada Cuadrante forma una mi
tad de dos Hemisferios interconectados, y que la expresión de un
Cuadrante tiene más matices de acuerdo con cuál de estos dos He
misferios domine. Un cuarto Cuadrante destacado, combinado con
291
un Hemisferio Sur dominante, señala al individuo que participa
menos independientemente en la búsqueda de sus aspiraciones del
mundo, y a quien es más proclive a avenirse con otros cuando mani
fiesta la visión que él tiene de la sociedad. El tipo del cuarto Cua
drante destacado tiende a identificarse personalmente con alguna
actividad más grande que la vida. Quiere sentirse funcionando en
una escala mayor en el ambiente externo, y a menudo en un campo
de servicio público o deber social.
Observe que el elemento inicial de este Cuadrante es la tierra,
y que el elemento ausente es el fuego. La tierra es un elemento inte
resado en la productividad y desea una seguridad duradera. Quiere
llevar a cabo concretamente sus esfuerzos, y su impulso es el de cons
truir y conservar estructuralmente las instituciones de la sociedad,
para que perduren y sean suficientemente viables como para sopor
tar la prueba del tiempo. Por ello, cuando son mayoría los planetas
aquí situados (y especialmente Saturno, que es planeta de tierra),
pueden señalar a un individuo que quiere afianzarse y estar seguro
en los mayores asuntos del mundo, por medio de esfuerzos que él
mismo pone en marcha y que influyen sobre el bienestar de las ma
sas. Sin embargo, puede ofrecer resistencia a cambios que él no
maneje personalmente en el mundo. Puede ser un tanto indiferente
respecto de lo que el público opina acerca de sus actividades, y no
necesita el grado de aprobación y aceptación por parte de los demás,
lo cual es típico del tipo del tercer Cuadrante (puesto que su sentido
de la identidad personal está mejor conse1vado). También puede ser
para muchos un baluarte o una fuerza estabilizadora, aunque aqué
llos no influyan personalmente sobre él (a diferencia del tipo del
segundo Cuadrante). Sin embargo, muchos planetas que se hallen
aquí agobiados pueden indicar a quien es capaz de ser personalmen
te destructivo en sus esfuerzos sociales para impresionar al mundo,
debido a que falta cooperación en el esfuerzo. A diferencia del tipo
del primer Cuadrante -que se concentra más en sí mismo y es más
reservado- esta persona tal vez procure imponer a los demás sus
exigencias, en obsequio a alguna causa ideal, y espera que ellos le
ayuden a satisfacer sus intereses impersonales sin que modifiquen
los planes de él ni asuman un control personal de ellos.
El único elemento que no se halla representado en este Cua
drante es el fuego. Aunque motivado por impulsos y necesidades esen
cialmente personales (por cuanto se trata de un Cuadrante del He-
292
misferio Este), el individuo expresa paradójicamente la falta de fue
go, mediante su incapacidad de verse tan sólo como otro ser separa
do, que posee su propia actitud exclusiva respecto del mundo. En
otras palabras, tal vez considere que sus propias necesidades y de
seos son fundamentalmente los de todos los demás. Tiende a univer
salizar sus intereses personales e intenta relacionarse por medio de
situaciones colectivas más vastas. Es capaz de emprender activida
des en favor de los demás y se inclina por dirigir esos asuntos, pero
sólo muestra un interés dinámico cuando realiza ese esfuerzo mien
tras el apoyo colectivo de los demás le impulse. Le es más difícil
reconocer su terquedad, puesto que a menudo actúa en representa
ción de los demás, de una manera aparentemente desinteresada y
humana. No da muestras de tener vigor y persistencia para desem
peñarse, en la sociedad, en situaciones importantes, hasta que al
canzó las metas que buscaba. (Clara Barton; Albert Einstein; Ma
ría Montessori; Alexander Graham Bell; la Reina Victoria; George
Bemard Shaw; Evangeline Adams; Emest Hemingway; Alice A.
Bailey; el Papa Juan Pablo I; Madalyn Murray O'Hair; Henry
Kissinger; Germain Greer; Martin Luther King.)
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Índice
Introducción 7
Capítulo X 207
Los Planetas Retrógrados ........... . . ........................
Palabras clave para los planetas retrógrados 212
Los planetas estacionarios 212
Mercurio retrógrado natal, progresado y en tránsito 218
Venus retrógrado natal, progresado y en tránsito 225
Marte retrógrado natal, progresado y en tránsito 231
Júpiter retrógrado natal, progresado y en tránsito 238
Saturno retrógrado natal, progresado y en tránsito 244
Los planetas retrógrados de la Octava Superior 250
Urano retrógrado natal, progresado y en tránsito 251
Neptuno retrógrado natal, progresado y en tránsi lo 258
Plutón retrógrado natal. progresado y en tránsito 265
301
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"Impresiones Avellaneda S.A.·
Manuel Ocantos 253 Avellaneda
en Setiembre de 1998
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