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SIL TIERNEY

, ,

ANALISIS DINAMICO
de los
ASPECTOS ASTROLOGICOS

Traducción de
Héctor V. Morel

SEGUNDA EDICIÓN

EDITORIAL KIER S.A.


Av. Santa Fe 1260
(1059) Buenos Aires - Argentina
Se hallan reservados todos los derechos. Sin autorización escrita del editor, queda prohi­
bida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio -mecánico, elec­
trónico y/u otro- y su distribución mediante alquiler o préstamo públicos.

Título original en inglés:


Dynamics of aspect ana/isis. New Perceptions in Astmlogy.
Primera edición en inglés:
© 1983 by Bil Tierney. CRCS Publications. Post Office Box 1460.
Sebastopol. California 95473. U.S.A.
Segunda edición en inglés:
Id. ant., 1996
Ediciones en castellano:
1• edición 1990, Mercurio-3, Barcelona, España.
21 edición 1998, Editorial Kier S.A., Buenos Aires. Nueva traducción.
Diseño de tapa:
Graciela Goldsmidt
Composición y armado:
Estudio Fotoarte
Corrección de pruebas:
Prof. Delia Arrizabalaga
LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA
1.S.B.N. 950-27-0458-0
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
© 1998 by Editorial Kier S.A., Buenos Aires
Printed in Argentina
Impreso en la Argentina
A Sylvia Carroll
amiga, colega
y fuente constante
de inspiración.
Introducción
Cuando inicié mis estudios astrológicos hubo algo que me
frustró muchísimo: tratar de comprender por qué motivo existían,
en la carta natal, combinaciones entre un planeta y un signo, entre
un planeta y una casa, y entre un planeta y otro. La mayoría de los
textos se limitaba a fo1mular afirmaciones categóricas, cuya exactitud
solía impresionarme. Sin embargo, en mí subsistía este interrogante:
¿cómo podía yo aprender a interpretar esos factores del horóscopo
sin tener que recurrir siempre a los libros? Llegué a captar con más
profundidad la dinámica de la astrología, tan pronto advertí que los
que la mantenían inteligentemente cohesionada eran principios
creativos fundamentales. En la actualidad, creo que adherir a estos
principios es vital para todos los astrólogos deseosos de examinar
con eficacia el significado medular o la verdadera esencia de cada
faceta de la carta.
Con Análisis Dinámico de los Aspectos Astrológicos intento
esclarecer estos principios que son esenciales en la vida cuando se
los aplica a los Aspectos y múltiples configuraciones de la carta. Son
demasiados los textos que tratan sobre los Aspectos y se limitan a
describir más bien los resultados finales observables que a comentar
el propósito principal, la función y el tema general de los factores
descriptos. También creo que, si bien ya establecimos, en su mayoría,
cuáles son los principios fundamentales de los signos, casas y planetas
conocidos, es deficiente lo que sabemos acerca de los Aspectos. ¿Se
ayuda a los estudiantes cuando se les dice, por ejemplo: "Un sextil es
medio trígono" o "Una semicuadratura es como una cuadratura, salvo
que más débil"? No lo creo. Pienso que cada Aspecto tiene sus propias
características, las cuales son únicas. Ningún Aspecto es tan sólo
una versión más débil o más fuerte de otro.
Publicada anteriormente, en 1975 y 1980, como Perceptions
in Astrology, esta obra, ahora con nuevo título, subraya lo que yo
siento: que los Aspectos son el plano en el que se expresan más
7
dinámicamente los principios fundamentales de la vida. Creo que es
un deber comprenderlos totalmente, a fin de fundamentar con solidez
una interpretación especializada.
La información que este libro proporciona no ha sido espiga­
da de estudios estadísticos. Refleja solamente teorías y observaciones
personales, basadas en mis quince años de experiencia en la disciplina
astrológica. Puesto que los autores no siempre aclaran si consideran
su escrito como un "evangelio" o como una teoría nueva que la
comunidad astrológica todavía no apoya, permítaseme reiterar que
muchas afirmaciones que este libro contiene son opiniones personales
mías que, a veces, no se sujetan a regla alguna.
Me refiero en esta obra a personalidades famosas que tienen
diversas configuraciones de Aspectos y otras características astro­
lógicas específicas (planetas retrógrados, énfasis hemisférico, etc.).
Sin embargo, la dificultad que existe cuando uno se vale de personas
famosas como ejemplos de principios astrológicos es que el mundo
sólo suele reconocerlas por aquello con lo que ellas contribuyeron a
la sociedad o por lo que lograron profesionalmente. Sus vidas
privadas, en las que actúan facetas más profundas, relacionadas con
el esquema natal, no son accesibles como para que se las estudie con
minuciosidad. Es probable que tengamos un cuadro más aproximado
de la persona real si recurrimos a su autobiografia, pero no siempre
podemos contar con que el individuo sea considerablemente sincero.
Tenga en cuenta este hecho aquí y en cualquier otro libro sobre
astrología que intente poner de manifiesto la influencia de ciertas
características natales en las vidas de personas pertenecientes al
mundo del espectáculo. En otras palabras, que el lector no se asombre
si las revelaciones de esta obra contradicen, en alguna ocasión, la
"imagen" que tal vez haya tenido respecto de ese personaje. Esos
nombres los estoy presentando tan sólo para que sea usted quien
realice personalmente sus estudios e investigaciones.
Lo que deliberadamente me propuse fue escribir este libro de
una manera relativamente libre de predisposiciones negativas,
conceptos dogmáticos, declaraciones categóricas y actitudes
autoritarias. Espero haber tenido éxito al menos en lo que a esto
concierne. Me siento estimulado por la que yo denomino astrología
"de lo potencial" y mi interés es menor en relación con la manera
con que, mediante análisis estadístico, se ha demostrado que los
factores de la carta natal se manifiestan (o no). Comprendo que hay
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individuos que necesitan esa prueba científicamente objetiva e irre­
futable para empezar a aceptar la influencia de la astrología sobre la
humanidad (por supuesto, prueba irrefutable no significa aceptar
incondicionalmente, sino convalidar hasta cierto punto). Me interesa
más lo que podría ser que lo que es o fue, y con esta actitud consciente
escribí Análisis Dinámico de los Aspectos Astrológicos.
Ojalá que muchos conceptos aquí presentados le estimulen
para que usted llegue a pensar con más creatividad y audacia en lo
que a la astrología se refiere. Ya estamos casi en la Era de Acuario, la
cual está destinada a hacer que la astrología evolucione de un modo
jamás soñado ni técnicamente concretado. Su deber es perfeccionarse
todo lo que le sea posible en este campo fascinante, mediante textos
especializados, cursos, conferencias o seminarios. La verdad se parece
a un árbol muy cargado de frutos, cuyas muchas ramas se extienden
en toda dirección. Usted puede escoger cualquier rama para arrancar
el fruto, y todos tendrán el mismo dulzor. Todo lo que necesita para
dar el primer paso en el sendero del conocimiento de sí mismo es
una mente accesible y un corazón sincero y amoroso. ¡Dé hoy ese
primer paso!

Bil 1ierney

9
Capítulo I
Los Principios que Respaldan
los Aspectos
El análisis adecuado de los Aspectos es crucial para interpretar
cualquier horóscopo. Lo� Aspectos tejen esquemas energéticos po­
tentes y bien definidos, los cuales conectan las muchas partes que
componen la Carta. Delinean un montaje sumamente complicado y
singular de campos de fuerza, cuyo propósito es promover la indivi­
dualización de cada psiquis humana que evoluciona. Sin embargo, a
pesar de que los Aspectos tienen tanta importancia, son muy pocos
los estudiantes de astrología que parecen haber captado con clari­
dad cuáles son los principios fundamentales que subyacen en los
Aspectos que se usan frecuentemente para delinear una Carta natal.
Si bien la astrología moderna interpreta la conjunción como un As­
pecto que recalca la motivación personal y la expresión dfrecta del
impulso subjetivo, también es un Aspecto vinculado con una dismi­
nución de la subjetividad y una limitación de la percepción por parte
de los demás. ¿Por qué es esto así? ¿Es el Sextil, como lo dice la
tradición, tan sólo un Trígono "más débil" y, por lo tanto, de influen­
cia menos "favorable"? ¿O es poseedor de cualidades únicas? ¿Qué
ocurre con la Cuadratura, que suscita una sensación de angustia y
frustración? ¿Por qué su grado de tensión se manifiesta como si
amenazara nuestra seguridad y el estado de nuestros asuntos? Por
otra parte, ¿por qué los Trígonos encauzan prestamente la energía
hacia actividades creadoras y personalmente satisfactorias, con re­
lativa facilidad, confianza y espontaneidad? ¿Y por qué nuestras
oportunidades suelen implicar una necesidad de transigir con las
otras personas con las que nos enfrentamos en la vida?
En primer lugar, es importante comprender que los Aspectos,
los Signos y las Casas comparten colectivamente un denominador
común: todos ellos implican mediciones de arco, desde un punto de
JI
partida designado, dentro de un círculo de 360 grados. Las diver­
sas mediciones de arco, desde el equinoccio vernal, crean el círculo
o ciclo anual de los signos del Zodíaco de la astrología tropical. Las
diversas mediciones de arco, desde el punto ascendente, crean el
círculo o ciclo diurno de las Casas mundanas. Igualmente, los As­
pectos describen distintas mediciones de arco entre dos planetas en
cualquier hora dada de su ciclo sinódico, empezando en su punto de
conjunción. Independientemente de si nos estamos ocupando de Sig­
nos, Casas o Aspectos, el significado astrológico deriva del carácter
de los ángulos que dividen cada uno de estos círculos. Por ejemplo:
el significado arquetípico de un arco de 60 grados puede expresarse
mediante un Signo (Géminis o Acuario), una Casa (la tercera o la
undécima) o el Aspecto Sextil... puesto que todos se hallan ideal­
mente a 60 grados de sus respectivos puntos de partida. Por lo tanto,
lo que aquf se presume teóricamente es que los Aspectos son un ejem­
plo de un diferente grado de manifestación de los principios
fundamentales propios de la vida creativa, los cuales son también
definidos por los Signos y Casas. En otras palabras, la naturaleza
inherente de un Aspecto debería también ser reflejada por el Signo y
la Casa que le corresponden. Y en sentido abstracto, el planeta re­
gente del Signo correspondiente debería también relacionarse con el
Aspecto en estudio (puesto que un Signo y su regente natural repre­
sentan el mismo principio fundamental). En consecuencia, igual que
los Signos y Casas, a los Aspectos se los puede considerar como las
fases significativas de una relación, las cuales se atienen a una se­
cuencia ordenada dentro de una experiencia cíclica más amplia.
Cuando a los Aspectos se los analiza desde esta perspectiva,
no se los ve como "buenos" ni "malos". En lugar de estar frente a
frente como "afortunados" e "infortunados", ellos indican senci­
llamente dónde podemos aprovechar mejor las oportunidades para
que tengamos acceso a un plano de percepción más pleno e intenso.
Debemos admitir que los astrólogos reconocen que las fases de los
Aspectos (por ejemplo, la Cuadratura y la Oposición) señalan claros
puntos generadores de tensión dentro del ciclo. En estas fases espe­
ciales del ciclo se suele sentir que tiene lugar un notable aumento de
fuerza, presión, fricción, ansiedad y resistencia. No obstante ello, su
función principal consiste en señalar crisis psicológicas cuyo punto
culminante es la consciencia, pues es ahí donde mayor es nuestra
tendencia a arrostrar crisis naturales y necesarias para nuestro desa-
12
rrollo. Estas fases críticas, propias de los Aspectos, son oportunas
para fomentar el conocimiento de nosotros mismos, pero siempre
en nuestro propio plano de comprensión (establecido por nuestra
capacidad para usar inteligentemente nuestro libre albedrío). Los
aspectos apremiantes no son, pues, intrínsecamente "malos" o "ma­
léficos" en su propósito de recalcar dónde necesitamos conocemos
más, conocer más a los demás y, en última instancia, responsabili­
zarnos más de la calidad de las acciones y reacciones que nosotros
mismos generamos en la vida. En realidad, los denominados ángu­
los "difíciles" son los Aspectos que mejor resuelven nuestros proble­
mas, y son esenciales para que surja plenamente nuestra persona­
lidad total. Aunque son un tanto difíciles, estos Aspectos de tensión
nos instan más bien a resolver lo problemático de la vida que a evi­
tarlo o ignorarlo. Y nosotros tendemos a que nuestro carácter se de­
sarrolle de manera sensacional, a raíz del desafío que estos Aspectos
representan. Los Aspectos relativamente "fáciles" (por ejemplo, el
Sextil y el Trígono), nos proporcionan el sentido extra de confianza y
ánimo que necesitamos para seguir creciendo sin agobios ni luchas,
a causa de la creatividad, la inteligencia, la percepción y la sabiduría
que ellos nos brindan. Sin embargo, lo irónico de esto es que carecen
del suficiente dinamismo necesario para que utilicemos muy pro­
ductivamente nuestros recursos humanos. Por ello, debemos efec­
tuar un esfuerzo persistente, a fin de usar el capital de esos Aspectos
haciéndonos valer y comprometiéndonos más. De lo contrario, nues­
tra tendencia será inculcar un rechazo general a soportar de frente
los desafíos y obstáculos circunstanciales. Los Aspectos mayores y
menores serán examinados aquí a partir de esta actitud.
El ciclo de los Aspectos puede dividirse en dos hemiciclos. La
primera mitad del ciclo, que los principales astrólogos humanistas
denominan hemiciclo creciente, se inicia en el punto de conjun­
ción de los dos planetas involucrados. Culmina en el punto de la
Oposición. El carácter del Aspecto de la Conjunción es el mejor ejem­
plo del tema principal de este hemiciclo. Hablando en general, todos
los Aspectos crecientes están asociados con los procesos formativos
esenciales que impulsan al individuo a construir y estructurar su
propia imagen o identidad personal. Estos Aspectos ayudan al indi­
viduo a desarrollarse subjetivamente, captándose y percibiéndose.
Aquí se le impulsa a que gane su experiencia de vida, valiéndose
para ello de actividades relacionadas con él mismo, que le permitan,
13
en primerísimo lugar, reconocerse como un ser separado y distinto
de los demás. Es nece:sario que la orientación de este hemiciclo se
caracterice por la liberación un tanto inconsciente y automática de
las energías dirigidas exclusivamente hacia el individuo. La conser­
vación personal tiende a acentuarse. El tema predominante de este
hemiciclo concierne a que el individuo quiere influir, según sus pro­
pios términos, sobre el ambiente general que le rodea. Los Aspectos
crecientes le impulsan a actuar siguiendo su propio impulso, sin refle­
xionar sobre las probables consecuencias de sus acciones ni sobre
cómo éstas afectan a los demás. Por ello, este hemiciclo tiende a ser
sumamente instintivo y espontáneo en su funcionamiento básico.
Sin embargo, en la fase creciente de la Cuadratura, correspondiente
a este hemiciclo, en el individuo se insinúa una evolución de su cons­
ciencia: sus necesidades personales tienden, a veces, a estar en pug­
na con la corriente externa de las cosas, y deben modificarse en bien
de la totalidad suprema. Y esa demanda elemental para que el indi­
viduo cambie y se adapte a la presión de su ambiente se topa aquí, de
manera normal y típica, con una resistencia ciega y defensiva, y una
gran incertidumbre.
La segunda mitad del ciclo, llamada hemiciclo menguante,
empieza en el punto de la Oposición de los dos planetas, y continúa
hasta que el ciclo se repite una vez más en un nuevo punto de Con­
junción (debido a que se trata de un ciclo sinódico). El carácter del
Aspecto de la oposición es el mejor ejemplo del tema principal del
hemiciclo. Hablando en general, todos los Aspectos menguantes es­
tán asociados con procesos evaluativos básicos, relacionados con el
equilibrio del individuo frente a las necesidades sociales. Aquí el in­
dividuo ha de reorientar los objetivos personales, según se haya de­
sa1Tollado su percepción de una totalidad social coordinada. Si bien
esta nueva perspectiva se concreta muy enfáticamente en el punto
de Oposición, lo normal es que el individuo sea primeramente esti­
mulado a emprender ese esfuerzo en la fase menguante del Quin­
cuncio. A lo largo del hemiciclo menguante aprendemos progresiva­
mente a despersonalizar las necesidades y los deseos si son una in­
terferencia para los derechos de los demás. Aquí el individuo puede
aprender, por lo menos, a estar más en contacto con el propósito
mayor que respalda los impulsos y motivaciones por los que tiende a
expresarse. Y a medida que se concentra más coherentemente en los
intereses interpersonales e inclusivos, se halla mejor capacitado para
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reaccionar ante la vida con una objetividad mayor y miras más vas­
tas. En el hemiciclo menguante, hemos de usar la experiencia que
inicialmente obtuvimos en el hemiciclo creciente. Los Aspectos men­
guantes nos exigen que compartamos, interactuemos e integremos
conscientemente nuestros objetivos con los demás, desde un pla­
no más impersonal de intercambio. Podemos desarrollar un mayor
sentido de responsabilidad respecto de nuestras propias acciones
en el mundo más vasto que nos rodea. Este hemiciclo nos alienta
constructivamente para que pongamos en circulación, en la comu­
nidad y entre nuestros semejantes, valiosas directivas de vida que
se basen en un concepto más ideal acerca de la totalidad y la unifi­
cación.
Si bien el interés personal y el impulso instintivo caracterizan
al hemiciclo creciente, la reflexión personal y la deliberación se des­
tacan más en el hemiciclo menguante. Una vez que se traspone el
punto de Oposición, las fases de los Aspectos se toman más comple­
jas y menos controladas directamente por nuestra voluntad perso­
nal y, por ello, dan muestras, aparentemente, de responder más al
hado o al destino que los Aspectos del hemiciclo creciente (normal­
mente más accesibles a lo volitivo y personal). Los Aspectos men­
guantes nos permiten crecer mediante una percepción de la duali­
dad, del contraste y de la diversidad, lo cual se suele experimentar
más a menudo con los agentes externos que con las fuerzas internas.
Si nuestra perspectiva, ganada en la fase de Oposición, no logró esti­
mular el plano perceptivo correspondiente, entonces los Aspectos
menguantes "duros" tienden a generar desadaptación, desencanto y
alienación dentro de la esfera social. Sin embargo, estos Aspectos,
igual que los Aspectos "blandos" de este hemiciclo, pueden ser usa­
dos constructivamente para impulsar al individuo a que reforme o
reconstruya los elementos dentro del ambiente de su existencia. Los
Aspectos menguantes nos instan a cultivar los valores humanos, las
actitudes tolerantes, la visión social amplia y las aspiraciones altruis­
tas cuando se las emplea del mejor modo posible.
Cualquier Aspecto incluirá siempre un planeta de desplaza­
miento más rápido y otro de desplazamiento más lento. Adviértase
que no se trata de la velocidad real de desplazamiento de un planeta
en la hora de nacimiento, sino de su ciclo orbital natural, el cual
determina su desplazamiento dentro de este contexto; (esto debería
responder la pregunta sobre los planetas retrógrados). Según mi
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opinión, el planeta de desplazamiento más lento describe el objetivo
principal de un Aspecto en cualquier fase del ciclo. Por ello, este
planeta representa el punto del O grado (o punto inicial) del Aspecto.
En consecuencia, el planeta de desplazamiento más rápido se aleja­
rá del planeta más lento o se moverá hacia éste. Interpreto que esto
indica que el planeta de desplazamiento más rápido debe moverse
empeñosamente para poner a prueba sus impulsos básicos de acuer­
do con las experiencias determinadas por los principios que más
predominan en la vida; esos principios son simbolizados por el pla­
neta de desplazamiento más lento. Este último se convierte en el
agente que condiciona el desarrollo necesario del planeta de despla­
zamiento más rápido. Por ejemplo: en todos los aspectos
VENUS-URANO, este último es quien estimula los impulsos sociales
de Venus, y con frecuencia de una manera que suscita un grado no­
table de singularidad, emoción, magnetismo, experimentación y ex­
traordinaria captación intuitiva de vasto alcance en cuestiones
interpersonales. El principio de Venus es normalmente más fácil para
que la mayoría de los individuos se identifique con él, puesto que
representa un impulso consciente y desarrollado de manera más
personal. Por ello, Urano actúa como si estimulase evolutivamente a
Venus, regula la orientación psicológica de ese planeta y lo guía a lo
largo de experiencias que permiten que el individuo sea más capaz
(aunque inestablemente) en lo que atañe a sus reacciones emociona­
les. Nuestro manejo de estas fuerzas planetarias combinadas esta­
blecerá la destructividad, el caos, la turbulencia y la separatividad de
esos Aspectos... o su manifestación de carácter iluminador, perceptivo
y emocionalmente liberador. Considero que, en su mayor parte, el
planeta de desplazamiento más lento me proporciona la clave para
determinar qué es lo que el planeta de desplazamiento más rápido
debe asimilar más para desarrollar su consciencia.

La Conjunción
Una Conjunción exacta ocurre cuando dos planetas se hallan
situados, en la eclíptica, en el mismo grado de longitud. Por lo tanto,
hay una separación de O grado. En consecuencia, el Aspecto de la
Conjunción corresponde al punto de O grado del signo de Aries, y
opera mediante el dwad de Aries en el decanato de Aries de este
signo. Por ende, este Aspecto se halla también asociado con la pri­
mera Casa Ascendente y con el planeta Marte.
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Puesto que el Aspecto de la Conjunción es O grado, técnica­
mente no crea arco. Por esta razón, no se halla dentro de la categoría
de un Aspecto creciente normal o de un Aspecto menguante normal.
En todo caso, la Conjunción se convierte en un Aspecto compartido,
en parte, por ambos hemiciclos (puesto que designa el punto de tran­
sición en el que cualquier ciclo termina oficialmente, sólo que para
volver a establecerse). Sin embargo, puesto que pocas Conjunciones
natales reales son partiles, normalmente se las halla aproximándo­
se ("aplicándose") o separándose.
Las Conjunciones que se separan tienden a funcionar
aproximadamente como un Aspecto creciente, pero con el máximo
de subjetividad. Propende a reunir energías y a empezar a proyec­
tarlas hacia afuera, rumbo al medio ambiente. Por otra parte, las
Conjunciones que se aproximan (o "aplican") se parecen, en todo
caso, más a los Aspectos menguantes, puesto que el planeta de
desplazamiento más rápido está atravesando todavía el hemiciclo
menguante. Aquí propende a recogerse un tanto inconscientemen­
te en lo más íntimo y a consolidar las energías con el propósito de
una asimilación completa antes de iniciarlas en un nuevo nivel.
No obstante, la Conjunción no se relaciona con la obtención ni con
el uso de la experiencia, sino que sencillamente nos introduce en
dos fuerzas planetarias cuya combinación directa inicia una activi­
dad pura, sin sentido real alguno de un enfoque interno o externo
definido.
Debido a que la Conjunción guarda relación con la primera
Casa Ascendente y con Marte, representa un Aspecto que genera
una necesidad intensa de relacionarse con uno mismo. La Conjun­
ción simboliza la inauguración del ciclo de Aspectos e impulsa a las
energías planetarias para que se combinen o fusionen. Los planetas
involucrados en el Aspecto de la Conjunción son obligados a unirse
y funcionar, para mejor o para peor, como una sola unidad. A dife­
rencia del carácter de la Oposición, la cual es más objetiva e inclina­
da a las mutuas concesiones, la Conjunción no nos motiva para que
representemos sus energías con algún sentido de participación in­
terpersonal o intercambio mutuo y recíproco. En lugar de ello, es
sumamente autónoma y se siente impulsada a concretar sus deseos
con exclusividad e independencia. Se opone a las influencias exter­
nas. Puesto que la Conjunción es menos capaz de evaluar y reflexio­
nar (lo cual la diferencia de la Oposición), es normal que le sea dificil
17
asumir compromisos o adaptarse a las necesidades que se hallen
más allá de las inmediatas que ella misma genera. Es probable que
esto explique por qué los individuos que tienen varias Conjunciones
en su carta suelen dar muestras de no ser afectados por su medio
ambiente o, incluso, de olvidarse cada tanto de los demás, mientras
actúen siguiendo sus propios impulsos. Debido a la falta de perspec­
tiva, asociada con este Aspecto, la Conjunción tiende a representar
un punto ciego de nuestro carácter. El individuo suele hallarse de­
masiado envuelto en su subjetividad, según los rasgos que aquí des­
cribimos, como para reconocer la manera con que su yo se presenta
ante el mundo, aun cuando los demás suelen observar fácilmente
dichos rasgos. Debido a que las energías se identifican aquí de ma­
nera tan personal, la Conjunción parece operar directamente más
bien a través de los rasgos de conducta que de los asuntos circuns­
tanciales. Una Conjunción natal, a diferencia de la Oposición o la
Cuadratura, normalmente no tiende a proyectar sus energías sobre
las personas o situaciones.
Puesto que los planetas en Aspecto de Conjunción consolidan
dinámicamente su energía, éste tiende a ser el Aspecto más fuerte de
todo el ciclo en función de intensidad, concentración, enfoque e im­
pacto. La Conjunción posee un alto grado de solidaridad y cohesión,
merced al hecho de que los planetas asumen el compromiso de jun­
tar sus fuerzas y sintetizarse. Aquí se hallan representados funda­
mentalmente impulsos recién excitados (definidos por los principios
de los planetas) y que requieren un interés y un esfuerzo de carácter
total y personal si se los ha de desarrollar y experimentar de la ma­
nera que corresponde. Si los planetas son capaces de integrarse con
eficacia, entonces, el resultado de esto es un propósito único y un
encauzamiento vigoroso, lo cual fomenta la autarquía necesaria para
iniciar y emprender autónomamente la actividad. Esto puede dar
base a un desarrollo personal positivo, inculcando un sentido más
claro de identidad e individualismo. Sin embargo, si la combinación
de ambos planetas es precaria, es probable que el planeta más des­
ajustado (típicamente, el de desplazamiento más rápido) funcione
de manera desmañada o forzada al intentar sincronizarse con el otro
planeta. Entonces, es presionado para que actúe siguiendo sus im­
pulsos naturales, de acuerdo con la influencia más predominante e
insistente de ese otro planeta. El hecho de que puedan trabajar fácil­
mente, o no, depende de los temperamentos inherentes de ambos
18
planetas. Venus y Júpiter comparten, evidentemente, más denomi­
nadores comunes que Saturno y Urano. Por ello, si bien los planetas
en Conjunción deben unirse siempre en la acción, no siempre se sen­
tirán coordinados a toda hora (y éste es especialmente el caso de la
Conjunción disociada o "fuera de signo", debido a que los planetas
caen también en dos signos diferentes). Por lo tanto, no debemos
asombramos porque la escuela astrológica tradicional, que traza un
división entre "buenos" y "malos", haya rotulado así a la Conjun­
ción: Aspecto "variable".
Cuando los planetas en Aspecto de Conjunción están empe­
zando un ciclo de relación, nos impulsan a sumimos en actividades
que suelen llevar, de alguna manera destacada, el sello personal de
nuestra individualidad. Sin embargo, igual que el signo de Aries, un
Marte fuertemente "aspectado" y/o angular, o el énfasis en la prime­
ra casa, cuando muchas Conjunciones tachonan una carta natal,
pueden poner de manifiesto a un individuo marcadamente ensimis­
mado o demasiado preocupado por sus intereses personales. Si la
Carta no indica una clara sobrecarga de Aspectos en Conjunción
(como se la hallaría en cartas que tengan stelliums (o satellitiums),
el individuo tendrá que cuidarse de no permitir que su inconsciente
actitud de ser "yo primero" se le escape de las manos, puesto que ese
determinado interés personal puede tener un efecto separatista en
las relaciones, debido a un general rechazo a cooperar, compro­
meterse o someterse a las necesidades de los demás. Las Conjuncio­
nes suelen revelar actitudes que expresamos con testarudez, miras
estrechas y, a veces, prepotencia. Por eso, cuando predominan en la
Carta {especialmente, cuando operan por medio de signos de fuego
o signos fijos), el individuo puede sentirse exageradamente confiado
en sí mismo, y suele insistir en salir siempre con la suya, en hacerlo
todo solo. Por esta razón, le es problemático participar con los de­
más o recibir su consejo y ayuda. Prefiere conocer la vida mediante
experiencias de primera mano. Su máximo tropiezo tiende a ser su
limitada visión acerca de los problemas que tiene entre manos (y
especialmente, cuando involucran a otros). Puesto que la Conjun­
ción crea fuerzas impetuosas que procuran lanzarse irreprimi­
blemente hacia el medio ambiente, el individuo es impulsado a ex­
presarse mediante una actividad cuyas motivaciones son persona­
les. Sin embargo, no suele prestar la debida atención a las conse­
cuencias o a los resultados finales de sus acciones.
/9
En general, las Conjunciones iluminan, acentúan, recalcan y
destacan los principios planetarios que ellas representan. En el pla­
no constructivo, las Conjunciones abundantes, utilizadas ade­
cuadamente, impulsan a avanzar más lenta pero constantemente, en
los proyectos de valor personal que uno mismo inició. Asimismo,
ayudan a fomentar y desarrollar fortaleza de carácter, voluntad dili­
gente, confianza interior, seguridad en uno mismo y sana tendencia
a hacerse valer. Esto describe al individualista que surge merced a su
propio esfuerzo, evidencia mucha iniciativa y suele permitirse llevar
una vida que le posibilita ir en pos de sus metas personales sin que
los demás interfieran mucho. Sin embargo, así como aprende a ha­
cerse cargo de su propia vida, de igual modo necesita ser cuidadoso,
sin restar importancia a la influencia de los demás. De lo contrario,
puede convertirse en un lobo solitario, desconectado de la sociedad.
Son pocas las Conjunciones natales, o hasta puede de­
cirse que ninguna de ellas sugiere que el individuo sea menos procli­
ve a impulsarse por sí solo. Se halla menos decidido a actuar en
defensa de lo suyo, y tiende más a buscar el apoyo o el respaldo de
terceros. Tal vez le falte confianza en sí mismo en la actitud que él
tiene en muchos campos de su existencia. Necesita encauzarse con
precisión hacia sus objetivos y poder ejecutar directamente sus pla­
nes de acción sin titubeos ni vacilaciones. Si bien tiende a que las
actitudes de los demás influyan fácilmente sobre él, podría benefi­
ciarse inmensamente si tomase contacto más estrecho con sus pro­
pias necesidades. No obstante, puede tener una opinión más objeti­
va acerca de la vida y una perspectiva más amplia acerca de los de­
más. Empero, debería empeñarse en hallar tiempo para sí mismo, a
fin de hacer él solo las cosas y valorar sus momentos de soledad.
Disminuirá su tendencia a atraer a los demás hacia lo que él está
haciendo si aprende a comprometerse más con lo suyo propio. Ad­
vierta que una ausencia de Conjunciones suele compensarse con sig­
nificativas posiciones de Aries (Sol o ASCENDENTE, por ejemplo),
un Marte destacado o énfasis en la primera casa. En general, las
conjunciones que incluyen a Marte, al ASCENDENTE o a posicio­
nes de Aries subrayan más la dinámica de este Aspecto.

El Semisextil
Se trata de un arco de 30 grados desde el punto estacionario
de O grado de Aries, que se desplaza en sentido contrario al de las
20
agujas del reloj y guarda relación con el signo de Tauro, y con el
signo de Piscis, que se desplaza en el sentido de las agujas del reloj.
El Aspecto Semisextil simboliza, pues, los principios de Tauro-se­
gunda casa y Piscis-undécima casa. Todo depende de si nos ocupa­
mos de un Semisextil creciente o inferior, o nos referimos a un
Semisextil menguante o superior. Sin embargo, ¿cómo diferencia­
mos un Aspecto inferior de otro superior?
La regla es sencilla: se considera que dos planetas se hallan en
su fase de Aspecto creciente o inferior cuando el planeta más rápido
se aproxima al punto de Oposición del planeta más lento, de acuer­
do con la secuencia natural de los signos. Al planeta más rápido siem­
pre lo descubriríamos visualmente, en la Carta, situado a la derecha
(diestra) del planeta más lento. Por ejemplo: Mercurio en los 3 gra­
dos de Piscis se halla exactamente en Semisextil con Júpiter en los 3
grados de Acuario. Júpiter tiene su punto de Oposición en los 3 gra­
dos de Leo. Evidentemente, Mercurio en Piscis todavía se desplaza
hacia los 3 grados de Leo. Por ello, Mercurio se halla en Aspecto de
semisextil inferior con Júpiter.
Se considera que dos planetas se hallan en su fase de Aspecto
menguante o superior cuando el planeta más rápido se está separan­
do del punto de Oposición del planeta más lento y se está dirigiendo
hacia la nueva Conjunción con ese planeta. Vemos en la Carta que, al
planeta más rápido se lo hallaría siempre ubicado del lado izquierdo
(siniestro) del planeta más lento. He aquí un ejemplo: Mercurio en
los 3 grados de Acuario es exactamente Semisextil con Júpiter en los
3 grados de Piscis. Naturalmente, Júpiter tiene su punto de Oposi­
ción en los 3 grados de Virgo. Por lo tanto, en algún punto horario
anterior, Mercurio empezó a alejarse del punto de Oposición en Vir­
go, y ahora ha de hallarse nuevamente en Conjunción con Júpiter.
Por ello, Mercurio se halla en el Aspecto Semisextil superior con
Júpiter.
Prefiero usar los términos Aspecto "superior" y Aspecto "infe­
rior", propios de Grant Lewi, porque sugieren visualmente la posi­
ción real del planeta de desplazamiento más rápido. Puesto que un
Aspecto creciente debe ocurrir en cualquier sitio entre la fase de
Conjunción y Oposición, el planeta más rápido de un Aspecto men­
guante debe ocupar la mitad superior del ciclo más allá del punto de
Oposición. Los términos tradicionales, "diestro" y "siniestro", son
demasiado arcaicos y no muy precisos, en especial porque el voca-
2/
blo "siniestro" se asocia también con lo maligno y malévolo (en
Ocultismo, el sendero "de la mano izquierda") y, por lo tanto, sus
connotaciones son negativas. Los términos "creciente" y "menguan­
te" no me brindan una imagen visual inmediata acerca de la posi­
ción del planeta más rápido. A falta de otros, los términos "superior"
e "inferior" son los que yo al menos prefiero personalmente.
El Semisextil corresponde a un signo de tierra y a un signo de
agua; por lo tanto, se lo puede interpretar como un Aspecto de ca­
rácter receptivo e interiorizador. Estos dos elementos son estabiliza­
dores, conservadores y preservadores. Les resulta natural ocuparse
esmeradamente de la plasmación potencial de la vida. Lo más carac­
terístico de estos elementos es que absorben energía en lugar de
emanada. Por eso, la fase Semisextil se ocupa de atraer los recursos
que más necesitan desarrollarse. El factor de Tauro hace que tenda­
mos a concentramos en agrupar productivamente los recursos ma­
teriales prácticos, autónomos y capaces de manifestarse como una
fuerza tangible mediante una aplicación concreta. Ellos nos exigen
que los nutramos continuamente, los atendamos de manera conve­
niente y seamos capaces de organizarlos, al menos, en un plano ele­
mental. El factor de Piscis representa los recursos de aplicación com­
parativamente abstracta, intangible e idealista. Tauro procura afian­
zar el capital terreno, para darle un uso y disfrutarlo de manera es­
trictamente personal, mientras que Piscis busca los bienes espiritua­
les que, con el tiempo, pueden ser puestos nuevamente en circula­
ción en el mundo para que, en última instancia, todos seamos mejo­
res. El Semisextil intenta, en ambos casos, suministramos algo va­
lioso.
Es normal que el Semisextil sea incapaz de generar en noso­
tros un estímulo suficiente para que utilicemos dinámicamente es­
tos recursos naturales en nuestras interacciones diarias. Por ello,
suelen quedar como aptitudes latentes que no se usan. Puesto que
aquí el nivel de energía tiende a ser insuficiente como para activar el
potencial total, los Semisextiles parecen depender de una suave fric­
ción o roce, y requieren alguna medida de esfuerzo y determinación
personales si hemos de incitarlos a que actúen expeditivamente (la
tendencia de estos Aspectos es a la inacción). Además, la combina­
ción de los principios involucrados carece de esa docilidad caracte­
rística del Sextil pleno, debido a los ajustes requeridos por dos sig­
nos interactuantes, cuyo elemento y propiedades estructurales difie-
22
ren. He aquí otra razón de por qué hay veces en las que pueden per­
cibirse leves tensiones en el Semisextil.
Los astrólogos incluyeron tradicionalmente al Semisextil en
la categoría de Aspecto menor. Esto no debería implicar que sea
menos importante que los Aspectos mayores, de uso corriente. Me
resulta más útil interpretar que los Aspectos menores retratan los
principios más sutiles de la existencia, los cuales representan los
matices menos patentes de la personalidad. En general, los Aspectos
menores funcionan en un plano menos fáctico o concreto (o por lo
menos se manifiestan de modos menos perceptibles). Tienden a ex­
presarse más por medio de la actitud que de la circunstancia. Por
ello, el Semisextil puede tener, principalmente, una influencia muy
subliminal. Tiende a hacernos evaluar y reflexionar íntimamente
sobre situaciones que nosotros atraemos, pero en las que no nos in­
volucramos directamente. Puesto que el Semisextil se halla aún cer­
ca del punto de la Conjunción, se trata de un Aspecto muy subjetivo,
cuya reacción es interna.
El Semisextil inferior guarda relación con el signo de Tauro,
y opera por medio del dwad de Tauro en el decanato de Tauro, de
modo tal que también se halla asociado con la segunda Casa y el
planeta Venus. Este Aspecto funciona como un suave estimulante
que nos incita a desarrollar una percepción instintiva de cómo y dónde
podemos constmh� en nuestro carácter, valores que sean apropiados
para nuestra evolución. Esto nos permite poner a pmeba nuestra
capacidad para trabajar productivamente con las leyes de la atrac­
ción y del magnetismo físicos en el mundo tridimensional. El
Semisextil inferior permite que la fuerza inicial de atracción impul­
se hacia nosotros, en escala más pequeña, beneficios que, con el tiem­
po, puedan convertirse en un constructivo bien de carácter personal.
En este caso, los recursos representan las oportunidades que servi­
rán de apoyo a la estructura. Sin embargo, debido a que este Aspecto
es naturalmente pasivo, raras veces aplicamos el esfuerzo y el impul­
so necesarios para realizar algo realmente importante o memorable
valiéndonos de ese potencial. Hasta que los podamos utilizar con
más objetividad e inteligencia (lo normal es que esto ocurra en la
fase del Sextil inferior), los Semisextiles crecientes operan probable­
mente en el plano de los instintos inconscientes de sobrevivencia y
facilitan el funcionamiento y el bienestar físicos. Pueden vincularse
con nuestra disposición a ser receptivos en lo que atañe a los estímu-
23
los de las sensaciones, cuyo mecanismo se halla más allá del umbral
de la consciencia vigil normal. Con todo, se necesita una mayor per­
cepción mediante las experiencias de la vida, antes de que se reco­
nozca, comprenda, desee y, subsiguientemente, asimile lo que el
potencial vale de verdad. El Semisextil inferior nos insta a que volva­
mos fértil lo que empieza a interesamos y atraemos, cuyo resultado
concreto puede ser el que nos expresemos con creatividad. En este
caso, se nos proporcionan los elementos materiales para que poda­
mos trabajar, pero debemos nutrirlos y cultivarlos más si han de dar
fruto. Necesitamos consagrarnos a ello con coherencia, paciencia y
estabilidad.
El Semisextil superior guarda relación con el signo de Piscis
y opera por medio del dwad de Piscis en el decanato de Piscis de
este signo. Asimismo, se relaciona con la decimosegunda Casa y el
planeta Neptuno. Este Aspecto nos estimula para que pongamos en
actividad los recursos latentes, almacenados en los planos más pro­
fundos de la psiquis. El Semisextil superior representa a la que tal
vez sea, entre todas las fases de los Aspectos, la más delicada y tras­
cendental. En este caso, se nos pone en contacto, de manera sutil y
un tanto esquiva, con las reservas inconscientes que probablemente
hayamos desarrollado durante un anterior ciclo de experiencias (por
ejemplo, encamaciones pasadas o consciencia prenatal). Este Aspecto
nos permite aprovechar las facetas ocultas de nuestro ser interior.
Las reservas del alma pueden manifestarse como imaginación crea­
dora, capacidad de "visualización", sensibilidad paranormal y expe­
riencia mística. Los Semisextiles superiores insinúan lo que es tras­
cendental, y podemos hacer que se expresen y activen más plena­
mente una vez que las metas de nuestras aspiraciones conscientes
sean altruistas y de carácter colectivo (o sea, un impulso suscitado
típicamente por la fase del Sextil superior que lo precede en el ciclo).
El Semisextil superior simboliza la fase final de la creación, la cual
tiene experiencias que demandan que el ego se involucre lo menos
posible (en este sentido, el Semisextil se expresa de una manera que
contrasta vívida y sorprendentemente con la Conjunción). Sin em­
bargo, cuando este sector se activa de modo constructivo, entonces
puede hacer que primero se encaren "las cosas que quedaron sin
terminar" en el pasado, lo cual exige que se abandone o disuelva la
voluntad personal antes de que lo potencial pueda concretarse aquí.
Una vez que nos interesamos en servir sin egoísmo a la humanidad,
24
se concreta más fácilmente cualquier beneficio último que el Semisex­
til superior proporciona. De lo contrario, es de esperar que sea inefi­
caz. Puesto que el Quincuncio se halla en el punto de Oposición del
ciclo, el Semisextil superior implica la necesidad de adaptarse en lo
social a fin de trascender el toma y daca que es habitual en el plano
de las relaciones. Los valores que aquí se desarrollan tienen como
base la compasión y el anhelo de sacrificar los deseos temporales
por una causa social mayor. La consciencia debe depurarse mucho
antes de que se pueda utilizar eficazmente este Aspecto. A diferencia
del Semisextil inferior, el cual es más sensual, la fase superior deno­
ta bienes espirituales que pueden compartirse caritativa y benévola­
mente con los demás. Y de esta manera, también nos proveemos de
un sustento de carácter transformador y lo podemos usar para gene­
rar una más elevada percepción de nosotros mismos (la cual se halla
simbolizada en el nuevo punto de la nueva Conjunción en espiral,
propio de un nuevo ciclo).

La Semicuadratura
Un arco de 45 grados, desde el punto estacionario del ciclo,
que se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, y se
asocia con los 15 grados de Tauro, y con los 15 grados de Acuario
que se desplaza en el sentido de las agujas del reloj. El denominador
común, compartido entre Tauro y Acuario, consiste en que ambos
son signos fijos del Hemisferio Este. Los signos de este carácter son
decididos, difíciles de cambiar, muy porfiados e inflexibles en sus
actitudes. Y en general, los signos asociados con este hemisferio
emprenden todo solos. Estos dos factores nos dan una clave acerca
del carácter fundamental de la Semicuadratura. Este Aspecto puede
poner de relieve actitudes porfiadas que tienden a que sigamos es­
tando atados a la rutina y en contra de cualquier compromiso con
cambios que son necesarios y están teniendo lugar en nuestro entor­
no. Sin embargo, la cualidad fija podría sugerir también que las
Semicuadraturas contienen alguna dosis de aguante, persistencia y
propósito claro. Cuando se las canaliza constructivamente, pueden
proporcionamos la fuerza y la convicción complementarias que nos
ayudan a persistir en nuestro esfuerzo en una escala menor, no de­
masiado evidente. Las Semicuadraturas nos dan un poco de impul­
so y empuje, y las usamos adecuadamente cuando encaramos pro­
yectos de menor cuantía y exigencias diarias de menor grado. Los
25
astrólogos vincularon a la Semicuadratura con la irritabilidad, el
fastidio y la ligera tensión generada por fricciones o roces. Se lo de­
nominó acertadamente el Aspecto "de las molestias" (o "fastidios").
La Semicuadratura inferior guarda relación con el signo de
Tauro y opera a través del dwad de Escorpio en el decanato de
Virgo de este signo. Tiene también conexión con la segunda Casa y
el planeta Venus. La tensión dentro de nuestra consciencia se halla
aquí, todavía, en su etapa de formación rudimentaria. Sin embargo,
está empezando a ser interiormente discordante e incómoda para
nosotros. Nuestro descontento va en aumento y habitualmente se
proyecta hacia el exterior, en el medio ambiente, atrayendo conflictos
incidentales u obstáculos indirectos. Su influencia suele hacer que
nos sintamos molestos de alguna manera. La Semicuadratura infe­
rior opera todavía de manera ciega y subjetiva, y precede al Sextil
superior pleno (el cual es, técnicamente, el primer Aspecto de la ex­
presión conscientemente racional). Esto sirve como señal psicológica
de advertencia, la cual nos indica que nuestras actitudes nos están
congestionando y somos imprudentemente obstinados en cuanto a
que es necesario que cambiemos en lo personal. Aquí, en bien de
nuestra evolución, se pone en tela de juicio nuestro apego incons­
ciente al hábito. Este Aspecto ha de enseñarnos a valorar y apreciar
cuán variable es la existencia, advirtiendo que los pequeños cambios
son los que nos benefician en lo personal. Esto nos obliga más bien a
adaptarnos que a estancarnos.
Cuando el que está involucrado es el exigente y analítico de­
canato de Virgo, la Semicuadratura inferior indica una tendencia a
irritarse y criticar lo que se tiene entre manos. Aquí esperamos que,
desde el comienzo, todo funcione fácilmente y como corresponde;
por eso, cuando las cosas invariablemente no funcionan así, enton­
ces nos encolerizamos e irritamos muchísimo. El resultado de esto
es un mal humor por cuestiones que, a la larga, son relativamente
improcedentes o sin importancia, al menos según los demás las eva­
lúan. En pocas palabras, este Aspecto representa esas quejas nues­
tras por cosas baladíes, que revelan dónde tendemos a que las fallas
o defectos triviales y los contratiempos de poca monta nos pertur­
ben. No obstante, por ser Virgo innatamente correctivo, utilizamos
muy bien nuestra Semicuadratura inferior cuando acrecentamos
nuestro anhelo de adaptarnos o adecuamos a lo práctico y menos
importante. Esto nos permite convertir este grado de tensión en una
26
fuerza movilizadora, necesaria para una actividad útil. El dwad de
Escorpio suma intensidad a las reacciones típicas de este Aspecto y,
además, implica que se tiende más bien a encauzar forzadamente
las cosas por un solo carril que a aceptar medidas que entrañen una
opción. Acentúa la reacción emocional, en la que tendemos a ser
quisquillosos y criticones, y a emitir juicio (especialmente respecto
de los demás). Hace que nos inclinemos a evaluar las cosas de mane­
ra apresurada o prematura. Aquí necesitamos moderar más nues­
tros sentimientos, ser más equilibrados y tranquilos, y más capaces
de seguir� sin enojo, la corriente de las circunstancias. Escorpio nos
sugiere que necesitamos reencauzar esas energías de fricción o roce,
controlando nuestra porfía y nuestras pasiones y sentimientos.
La Semicuadratura superior guarda correspondencia con el
signo de Acuario y opera a través del dwad de Leo en el decanato
de Géminis de este signo. Asimismo, se halla asociado con la undé­
cima Casa y el planeta Urano. Mientras la Semicuadratura inferior
se vincula con los elementos de tierra y agua (recalcando la tenden­
cia a oponerse a modificar el estado en que las cosas se hallan), la
Semicuadratura superior combina los elementos de fuego y aire que
son más expresivos en lo personal. Debido a que es un Aspecto del
hemiciclo creciente, se ocupa más de la dispersión de las energías en
la comunidad. Este Aspecto hace que, en vez de modelarnos y amol­
damos para adaptamos notablemente a las condiciones externas (éste
es el tema de la Semicuadratura inferior), hace que nos inclinemos
por intentar que nuestro entorno se amolde a cómo vemos que las
cosas de la sociedad deberían ser idealmente. Por eso, nos fastidia­
mos e irritamos al darnos cuenta de que nuestros objetivos tienen
reducido atractivo o viabilidad en el plano colectivo. Debido a las
correspondencias de aire que se hallan involucradas, las perturba­
ciones se registran más en un plano mental que visceral, (sugiriendo
que el individuo puede estar al tanto sobre ellas de manera más cons­
ciente). Sentimos la fricción o el roce siempre que, con intransigen­
cia e insensibilidad, imponemos nuestros ideales y objetivos a los
demás. Y terminamos exasperándonos y desilusionándonos cuando
nos topamos continuamente con la resistencia, la obstinación o la
indiferencia de los demás. Puesto que la Semicuadratura superior
precede al Semisextil superior, es probable que su tensión subjetiva
se deba a que íntimamente se advierte que hay algo más que experi­
mentar, incluso más allá de la cooperación social ideal. A esta altura
27
del ciclo, estamos empezando a retiramos psicológicamente dentro
de nosotros mismos, en un esfuerzo (inconsciente) por volver a conec­
tarnos con nuestra esencia espiritual, y esto exige una lucha interior
para que nos volvamos a polarizar.
El decanato de Géminis nos previene contra el excesivo n,zo­
namiento conceptual, pues hay una tendencia a permitir que los prin­
cipios abstractos e intangibles anulen al factor humano tangible, y
que el resultado de esto sea una falta de empatfa y compasión. Asi­
mismo, el factor de Géminis nos enseña que mantengamos nuestra
adaptabilidad mental en cuanto a nuestra actitud frente a lo que la
sociedad piensa. El dwad de Leo crea un grado de despotismo y
autoritarismo que será necesario tener bajo control si este aspecto
ha de convertirse en un capital. Debido a la influencia de Acuario y
Urano, la Semicuadratura superior puede ser de carácter esporádico
e inestable, ofreciéndonos giros repentinos u obstáculos menores
inesperados que suelen deberse a las acciones imprevistas de los de­
más. También somos capaces de provocaciones inexplicables y reac­
ciones bruscas cuando estamos molestos, las cuales suelen reflejar
un juicio prematuro o apresurado de nuestra parte. Las Semi­
cuadraturas pueden mostrar, en los individuos incultos y carentes
de aspiraciones sociales, una odiosa tendencia a desafiar, disgustar y
aturdir a los demás, comportándose como maniáticos, excéntricos y
exhibicionistas (he aquí el mal uso de la influencia del dwad de Leo},
sin utilidad alguna. Estos Aspectos pueden definir extrañas desvia­
ciones de la naturaleza humana, implicando una desadaptación so­
cial; por ello, esos individuos parecen hallarse siempre desconecta­
dos del convencionalismo social corriente. Debemos intentar utili­
zar estos Aspectos de una manera que no nos indisponga con las
otras personas que, de otro modo, podrían colaborar creativamente
con nosotros.

El Sextil
Un arco de 60 grados desde el punto de partida del ciclo, que
se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, nos trae
hasta la cúspide de Géminis, y la cúspide de Acuario que se despla­
za en el sentido de las agujas del reloj. Por ello, el Sextil tiene una
destacada asociación con el elemento aire, y sugiere que se trata de
un Aspecto que genera energía mental. Representa una fase vital del
ciclo, en la que podemos aplicar mucha inteligencia e inventiva al
28
expresar los principios indicados. Considero que los Sextiles son
catalizadores naturales de una eficiente actividad del cerebro y del
sistema nervioso. Su orientación es claramente perceptiva y se halla
conectada especialmente con el desarrollo del raciocinio. El Sextil
es un Aspecto exploratorio, ávido de aprender cosas nuevas. Bajo su
influencia se nos estimula a alcanzar un ambiente social más vasto,
en muchas direcciones, obteniendo con ellos beneficios externos. Los
Sextiles nos impulsan a conseguir, mediante observación objetiva,
información útil acerca de la vida. Estimulan el deseo de instruirse,
comunicarse e intercambiar en general energías con los demás en
todos los planos. El Sextil nos permite ser curiosos acerca de la vida
y su variación ilimitada. Representa la expresión activa de las fuer­
zas creativas que buscan la síntesis constructiva.
A diferencia del Trígono, que es más tranquilizador, el Sextil
es estimulante y la monotonía le resta contento. Si bien no es más
débil que un Trígono, lo que ocurre es que se siente menos inclinado
a aplicarse tan pasiva o consecuentemente (debido al estímulo extra
de dos elementos, diferentes pero complementarios, que se combi­
nan, lo cual tiende a que los sienta placenteros). Mientras los Trígonos
indican estados de consciencia relativamente más interiores (puesto
que su innata sintonía y armonía de fuerzas sostienen fácilmente el
bienestar interior), los Sextiles se orientan necesariamente más ha­
cia las situaciones. Ellos nos impulsan (no nos empujan como las
Cuadraturas lo hacen) a expresarnos libremente de acuerdo con di­
versas opciones y alternativas que nuestro medio ambiente nos pro­
porciona. Sin embargo, las oportunidades que se presenten exigirán
un poco de esfuerzo personal, si han de hacerse realidad.
El grado en el que queremos participar en las actividades in­
dicadas por nuestros Sextiles determinará hasta dónde nos bene­
ficiaremos. De lo contrario, como ocurre con el elemento aire, el
Sextil puede sentirse muy cómodo mientras permanece, sin involu­
crarse, en un plano mental abstracto (el cual impulsa a vivir exclusi­
vamente en la cabeza), sin que por ello se sienta motivado como
para aplicar su promesa de una manera concreta y tangible. Enton­
ces, las oportunidades pueden escaparse de nuestras manos. En
consecuencia, cualquier atributo atractivo, que aquí se indique, exigi­
rá nuestra atención y esfuerzo personales si ha de incorporarse a
nuestro carácter.
El Sextil inferior se halla asociado con el signo de Géminis y
29
opera a través del dwad de Géminis en el decanato de Géminis de
este signo. También guarda correspondencia con la tercera Casa y
el planeta Mercurio. Este Aspecto representa la atracción de las ex­
periencias oportunas en el ambiente cotidiano, el cual puede ayu­
darnos a reunir conocimientos concretos acerca de la vida, pudién­
dolos usar para nuestro provecho personal. Los Sextiles inferiores
estimulan la reflexión y nos permiten efectuar conexiones lógicas y
concretas entre los diversos componentes de cualquier experiencia
inmediata. En el caso del Sextil inferior, en realidad somos estimula­
dos más bien a observar con agudeza las actividades de la vida en su
plano superficial, que a sondear sus profundidades. Estos Sextiles se
hallan corrientemente en abundancia en las Cartas de quienes dan
muestras de ser sumamente curiosos, vigilantes, listos y de reaccio­
nes enérgicas. Son mentalmente ágiles, accesibles y ávidos de apren­
der cosas nuevas. El individuo puede expresarse de manera multifa­
cética y versátil. Sin embargo, una carga excesiva de Sextiles inferio­
res mal manejados (especialmente en una Carta ya baja en Conjun­
ciones o Cuadraturas) puede acentuar la tendencia típicamente ge­
miniana a dispersar nuestra atención sobre un radio demasiado vas­
to de intereses efímeros, disminuyendo de ese modo la capacidad
para concretar sólidas realizaciones o logros duraderos. Puesto que
somos demasiado susceptibles a las distracciones propias del mun­
do, nos es difícil enfocar y concentrar nuestra energía y, por ello,
tendemos a saltar de una actividad a otra, sin tomarnos el tiempo ni
esforzarnos para digerir y asimilar adecuadamente aquello con lo
que nos encontramos. El resultado es una percepción superficial. La
vida puede ser para nosotros muy aburrida cuando carecemos de
diversiones nuevas y constantes. O bien, podríamos ser el típico
diletante o "aprendiz de todo y oficial de nada", quien prefiere dedi­
carse a lo suyo de manera superficial, sintiéndose menos impulsado
a especializarse en disciplina alguna.
Sin embargo, cuando los Sextiles se encauzan eficazmente,
nos inspiran para que nos expresemos con vivacidad y entusiasmo.
Muy animados, gustosos y optimistas, sentimos que somos capaces
de aprender más acerca del mundo emocionante que nos rodea.
También somos más capaces de conectar, de manera más coordina­
da y totalizadora, todo lo que aprendemos. Nuestra adaptabilidad se
convierte en un bien positivo, el cual nos permite emprender positi­
vamente una acción productiva. Son escasos los Sextiles inferiores
30
de la Carta, o incluso ninguno (en especial, la Carta que carece de la
compensación de las posiciones de Géminis, el énfasis de la tercera
casa o un Mercurio destacado) que denotan menos motivación (no
necesariamente capacidad) para seguir actividades educativas. Es
probable que el individuo se sienta menos inclinado a comunicarse
con los demás o menos estimulado por la información con que cuen­
ta. Tiende a ser menos accesible a las ideas de los demás; también
puede ser demasiado subjetivo en su modo de ver la vida. Es menos
evidente la adaptabilidad a los cambios en el ambiente cotidiano.
También puede haber poca inclinación a movilizarse y ponerse en
marcha, en comparación con quien tiene muchos Aspectos de Sextiles
inferiores. Sin embargo, primero controle toda la Carta.
El Sextil superior guarda correspondencia con el signo de
Acuario y opera por medio del dwad de Acuario en el decanato de
Acuario de este signo. Por ello, también se vincula con la undécima
Casa y el planeta Urano. El alcance de la percepción propia de este
Sextil se amplía y extiende hasta una aplicación más social de los
principios involucrados. El Sextil superior puede ofrecemos oportu­
nidades especiales para que nos reformemos y hagamos lo propio
con nuestro medio ambiente, valiéndonos de pensamientos progre­
sistas. En esta fase, el anhelo y la perspicacia (e incluso la intuición)
generan más bien la mera curiosidad superficial que la expresión
personal. Somos motivados para experimentar las oportunidades de
la vida desde una perspectiva más impersonal y desapegada. El Sex­
til superior indica algún grado del brillo o de la chispa del genio
creador. Alienta la expresión mental innovadora y nos permite perci­
bir con amplitud los muchos factores completos que cualquier con­
cepto tiene. Sin embargo, el hecho de que el potencial más elevado
de este Aspecto se suscite y use dependerá, en gran medida, de en
qué proporción el individuo evolucionó. (El mero análisis de la Car­
ta natal no evalúa con facilidad este factor.) En quienes se hallan
todavía muy engolfados en su ego (o en quienes, en lo psicológico,
funcionan exclusivamente por medio de impulsos planetarios repre­
sentados en el campo orbital de Saturno), el Sextil superior podría
estimular un mero interés por participar activamente en asuntos nove­
lescos, emocionantes y estremecedores, cuyo eje es la participación
grupal. En este caso, la puesta en circulación de la energía nerviosa
tiende a ser esporádica e impredecible.
En general, los Sextiles superiores (como todos los Aspectos
31
superiores) son más objetivos que los inferiores. Tienden a estimular
la curiosidad acerca del desarrollo futuro del potencial actual. Tam­
bién nos impulsan a promover ideales sociales que pueden concre­
tarse mediante proyectos que apuntan a mejorar los asuntos de la
comunidad (o la actividad interpersonal general). Estas energías no
se disciplinan fácilmente y lo normal es que no funcionen mediante
métodos establecidos y procedimientos tradicionales. En lugar de
ello, es más probable que sean ellas solas las únicas que se expresen.
Muchos Sextiles superiores de la Carta sugieren una capacidad fue­
ra de lo común en lo que atañe al cultivo de lo mental y social. Po­
drían indicar precocidad, tolerancia superior a la corriente, inventi­
va y, a menudo, nerviosidad (por excitación del sistema nervioso).
Es probable que el individuo necesite empeñarse en cuestiones de
carácter mental, aunque nada corrientes, que le estimulen y satisfa­
gan. Puede haber capacidad para emprender estudios de carácter
tecnológico. Son pocos los Sextiles superiores (o ninguno) que po­
drían reducir el impulso de explorar lo que se desconoce o no se
intentó jamás. El individuo puede participar activamente en cues­
tiones de carácter social, amplias pero menos atractivas. Es proba­
ble que su modo de pensar halle menos estímulo o incluso vea una
amenaza en lo que no es convencional, en lo que es radical (o llega a
los extremos), o incluso en lo que es polémico o controvertido. Ade­
más, primero controle la Carta para ver si ésta muestra una com­
pensación por medio de las posiciones de Acuario, el énfasis de la
undécima Casa o un Urano destacado.

La Cuadratura
Un arco de 90 grados desde el punto estacionario del ciclo,
que se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, nos
trae hasta la cúspide de Cáncer, y hasta la cúspide de Capricornio,
que se desplaza en el sentido de las agujas del reloj. La Cuadratura
guarda relación, pues, con el elemento tierra-agua; su inclinación
natural es atraer sus energías hacia adentro. En consecuencia, el
Aspecto de la Cuadratura interioriza su peso o agobio. Sus tensiones
se arraigan primerísimamente desde el interior. Puesto que la Cuadra­
tura superior y la inferior están vinculadas con el punto medio de
cada hemiciclo, representan los puntos de mayor tensión dentro de
todo el ciclo. Igual que la Conjunción (y la Oposición), la Cuadratura
guarda correspondencia exclusivamente con la cualidad cardinal y,
32
por ello, se la ha de considerar un Aspecto dinámico que nos propor­
ciona mucho impulso e ímpetu para iniciar el cambio. Su modo de
ser, propenso a los roces o fricciones, se alivia mejor mediante es­
fuerzo agresivo y mayor consumo de energía. Las Cuadraturas son
generalmente críticas: nos obligan a actuar explícitamente, dando
paso a crisis bien definidas, de las que somos conscientes. Los plane­
tas involucrados en el Aspecto de la Cuadratura interactúan desde
una posición un tanto defensiva, sin tender fácilmente a la síntesis.
Parecen seguir la línea de más resistencia. Los planetas tienden a
bloquear y desbaratar recíprocamente sus intenciones fundamenta­
les. Sin embargo, si bien los impulsos de los dos planetas se oponen
a una integración suave y pacífica, son también proclives a poner
recíprocamente en tela de juicio su derecho de expresión. Un plane­
ta suele rechazar los valores del otro. Este es el caso típico del plane­
ta de desplazamiento más lento. El planeta que se desplaza más rápi­
damente suele sentirse encajonado, inhibido y resentido por las exi­
gencias que el planeta de desplazamiento más lento le impone, hasta
haber luchado para reorientarse. Y en esta fase debe reorientar su
dirección. Las Cuadraturas son enteramente intransingentes.
Si bien la Cuadratura produce peso o agobio (no precisamen­
te tensión), también nos da el potente empujón de la energía concen­
trada que necesitamos para afrontar y vencer los mayores obstácu­
los que ahogan nuestros procesos evolutivos. Las Cuadraturas nos
exigen que prefiramos actuar, a continuar soportando el dolor y la
incomodidad que ellas generan, los cuales prevalecen en las Cartas
natales de aquellas personas cuya vida está llena de acontecimientos
cruciales. Este ángulo de 90 grados es tan agudo que suele tender a
agitar los planetas y a presionarlos para que repriman sus energías o
se hagan valer por la fuerza. Por ello, la inhibición y el impulso exce­
sivo son problemáticos aquf. No conozco un modo promisoriamente
seguro de determinar cómo un Aspecto de Cuadratura se manifesta­
rá en relación con esto. El astrólogo es quien tendrá que descubrirlo
originalmente en su consultante. Lo normal es que el individuo ini­
cie su existencia, inhibiendo el potencial que su Aspecto de Cua­
dratura le muestre y que, después, debido a crisis acuciantes, empie­
ce a exhibir un impulso excesivo hasta que aprenda a expresarse
aquf equilibradamente. Pero no siempre (puesto que también es po­
sible lo contrario). Es probable que la Cuadratura sea, entre todos
los Aspectos, el más sujeto a las circunstancias, porque nos obliga a
33
encarar, en su momento, asuntos circunstancialmente en pugna, que
sólo podemos resolver (o comprender) de manera satisfactoria cuan­
do nos topamos con ellos sin trivialidades y de frente. Estos proble­
mas pertinentes nos exigen que les prestemos una atención total.
Esto es así, especialmente, si la Cuadratura tiene lugar en signos
fijos y/o involucra planetas en sus posiciones de caída.
El planeta de desplazamiento más rápido alcanzó teóricamente
un punto de su evolución cíclica (al menos, según el tema específico
bosquejado por el correspondiente Aspecto real de la Cuadratura)
en el que ahora debe funcionar de acuerdo con una nueva estructura
o base, capaz de darle más fuerza para que crezca más. Por esta
razón, se dice que las Cuadraturas son obstáculos (o tropiezos) o
piedras de construcción. Las Cuadraturas representan el ímpetu
para evolucionar más. En realidad, la Cuadratura nos enseña a ser
más selectivos en cuanto al modo con que expresemos sus princi­
pios; de lo contrario, tendremos que pagar cara nuestra ignorancia.
La Cuadratura nos permite afrontar las situaciones difíciles sin dar­
nos por vencidos, una vez que nos reorientamos para aceptar las
exigentes tareas que tenemos entre manos. Cuando decimos que no
somos capaces de manejar esas exigencias, entonces lo único que
hacemos es suscitar los Aspectos de la Cuadratura que nos frustran y
bloquean. De acuerdo con la eminente astróloga Sylvia Carroll: "La
cuadratura no produce una sensación desagradable, a menos que
encuentre sustento en usted. Es posible que aquí le estimule, mien­
tras fluye activamente, sin que se la contenga. Sólo es frustrante cuan­
do usted no tiene salidas (o tomas) en las que pueda aplicar la ten­
sión". Dicha autora sugiere que las Cuadraturas natales o en tránsito
pueden tratarse constructivamente de este modo: buscando conscien­
temente actividades que exijan energía. En otras palabras, hay que
involucrarse en esfuerzos de carácter personal, capaces de acomo­
dar sensiblemente esa intensa fuerza impulsora. Oí decir por ahí que
esto ''.apacigua" al Aspecto, lo cual me parece lógico.
La Cuadratura inferior guarda correspondencia con el signo
de Cáncer y opera a través del dwad de Cáncer en el decanato de
Cáncer. También está asociada con la cuarta Casa y el Immum Coeli,
y con la Luna. El agobio que la Cuadratura inferior pone de mani­
fiesto, suele indicar un conflicto subconsciente que tiende a ame­
nazar nuestra seguridad personal. Estas Cuadraturas deben teórica­
mente empezar a operar en la niñez, habitualmente por medio de
34
condicionamientos negativos (mensajes mixtos) dentro del ambiente
familiar y la educación de nuestros primeros años. Lo normal es que
nos encontremos muy subjetivamente envueltos con nuestras
Cuadraturas inferiores, incluso cuando somos adultos. Nuestra ma­
nera típica de encarar aquí las pautas que impliquen peso o agobio
es mediante la construcción de bloqueos, barreras, caparazones y
escudos protectores (que implican, en su totalidad, un enfoque in­
trospectivo); en sí mismos, sólo comprometen más nuestros inten­
tos de establecer una seguridad interior duradera. La Cuadratura
inferior pone al descubierto nuestras vulnerabilidades raigales y re­
vela dónde tendemos a actuar o reaccionar de manera irracional y
regresiva. Es probable que aquí estemos muy a la defensiva. Estas
Cuadraturas son más difíciles de tratar que las Cuadraturas superio­
res, puesto que su fuente de peso o agobio se halla metida más pro­
fundamente dentro de los recovecos de nuestro yo interior. Aquí se
nos, acucia y apremia con las crisis internas y externas de la existen­
cia, a fin de que encaremos esos modos de comportarnos que, cuan­
do quedan sin resolve1� nos privan continuamente de nuestro cimiento
psicológico. La vida nos obligará a desprendemos de las reacciones
que habitualmente desarrollamos en el pasado (incluso en anterio­
res encamaciones), las cuales han dejado de nutrir y sostener emo­
cionalmente nuestro proceso evolutivo.
Ahora necesitamos establecer para nosotros mismos un nue­
vo sistema de apoyo o una nueva base vital de operaciones, que nos
sugiera que abandonemos lo que anteriormente simbolizaba seguri­
dad para nosotros. Muchas Cuadraturas inferiores pueden denotar,
en la Carta, el desarrollo de mecanismos subconscientes de defensa.
Tendemos a protegernos de más, debido a vulnerabilidades raigales
que han controlado nuestra consciencia. Solemos aferramos a nues­
tras inhibiciones psicológicas o emocionales (no importa cuán
agobiantes sean); sin embargo, somos una fácil amenaza para ellas
si desafiamos a las condiciones externas que nos obligan a soltar
nuestras muletas psicológicas. Por ello, una sobrecarga de las
Cuadraturas inferiores mal manejadas recalca el peso o agobio de la
inseguridad e incertidumbre. El individuo "encapsula" sus conflic­
tos interiores. Tiende a que las experiencias negativas de su pasado
le atrapen y a tener dificultad en ponerlas en una perspectiva ade­
cuada. Un propósito esencial de la Cuadratura inferior consiste, se­
gún mi opinión, en digerir y asimilar la experiencia: esto exige dis-
35
cernimiento. Aquí hemos de aprender (y frecuentemente con difi­
cultades) qué facetas de la experiencia pasada son dignas de digerir
y asimilar psicológicamente. Debemos eliminar de nuestra conscien­
cia lo que no sustente nuestro proceso evolutivo, si hemos de seguir
desarrollándonos. El individuo que posee abundantes cuadraturas
inferiores es obligado a descubrir qué actitudes fomentan o des­
baratan su capacidad para cuidar de sí mismo. Son escasas, o in­
cluso ninguna, las Cuadraturas inferiores que eventualmente seña­
len al individuo cuyos pasados factores condicionantes no lo "mar­
caron" o intimidaron demasiado. Años después, tal vez le sea más
difícil relacionarse con el peso o el agobio subjetivo de los demás.
Su actitud respecto de los problemas delicados y conmovedores de
los seres humanos quizá sea más mental que entrañable. Las
Cuadraturas inferiores nos ayudan a desarrollar una percepción de
lo profundo. Cuando carecemos de ella, somos menos capaces de
reconocer la fuerza de nuestro subconsciente. Además, es probable
que, durante un tiempo, no percibamos los factores sutiles (pesa­
dos o agobiantes) que, en la superficie, programan nuestro com­
portamiento. Las Cuadraturas inferiores que incluyen, en la Carta,
a la Luna, a las posiciones de Cáncer o a la cuarta Casa, asumen
mayor significación.
La Cuadratura superior guarda correspondencia con el sig­
no de Capricornio y opera a través del dwad de Capricornio en el
decanato de Capricornio de este signo. También está asociada con
la décima Casa y el Medio Cielo, y con el planeta Saturno. Si bien
las características de la Cuadratura inferior son la inseguridad sub­
jetiva y el impulso de seguridad personal, las pautas que, en la
Cuadratura superior, implican peso o agobio, son resultado de la
presión que la responsabilidad social ejerce. Capricornio y Saturno
insinúan que lo que aquí se destaca más es una sensación de
desadaptación, culpa y temor por las consecuencias, cuyo resultado
normal es un bloqueo por parte del individuo. Estas Cuadraturas
generan la represión o la inhibición, debido a que luchamos con fac­
tores externos que ejercen el control (figuras que, en nuestra vida,
simbolizan la autoridad). Aquí se destaca el impulso tendiente a
manejar y mantener nuestras propias fronteras en la sociedad que
nos rodea. Aunque las presiones internas son mucho más claras con
la Cuadratura superior (la cual es más objetiva), pueden también ser
más frustrantes, puesto que el individuo está conscientemente al tanto
36
de que sus impulsos personales suelen ser contrarios a lo que su
sociedad espera de él. Sin embargo, estas Cuadraturas representan
un mayor grado de disciplina personal y dirección bien definida.
Por ello, al individuo tal vez le sea más fácil utilizar constructiva­
mente estas fuerzas de tensión, mediante la búsqueda de aquello a lo
cual él aspira en el mundo. Esas fuerzas son un acicate para nues­
tros logros y realizaciones en el mundo exterior. Nos fuerzan a reco­
nocer aquí que nuestras obligaciones son más bien fortalecedoras
que agobiantes. Hemos de aprender, con nuestras Cuadraturas su­
periores, más bien a soportar y perseverar que a doblegarnos. Cuan­
do las Cuadraturas superiores se expresan de manera negativa, en­
tonces indican un cruel sentido de la conservación personal. Apa­
rentemente son más enérgicas que las Cuadraturas inferiores, las
cuales son internas y más pasivas.
Muchas Cuadraturas superiores recalcan, en la Carta, una ac­
titud demasiado cauta y desconfiada ante la vida. Aquí, nuestra ten­
dencia es a no permitirnos evidenciar vulnerabilidad alguna de nues­
tra parte, y solemos eludir calculadamente personas y situaciones
que generen esos sentimientos. O bien, es probable que intentemos
vencer, con indebida violencia y agresividad, estas circunstancias
amenazadoras. Las Cuadraturas superiores negativas pueden expre­
sar impetuosidad excesiva, crueldad, dominación y desafuero
(reflexione sobre la conjunción de Venus y Marte, en el Aspecto de la
Cuadratura superior de Hitler con su Saturno en la décima Casa, o
sobre el Marte en el Aspecto de Cuadratura superior del Marqués de
Sade en Cuadratura con su Saturno). Por otra parte, son escasas, o
incluso ninguna, las Cuadraturas superiores capaces de sugerir que
la persona sea menos proclive a sentirse limitada u oprimida por
los elementos autoritarios de su sociedad. Tiende a aceptar las nor­
mas que la situación general le impone, sin resistirse ni frustrarse
indebidamente. Sin embargo, puesto que estas Cuadraturas nos
impulsan a asumir las exigentes ambiciones y objetivos que influ­
yen sobre el mundo, la falta de ellos podrá poner de manifiesto
menos ímpetu e incentivo interiores para vencer los obstáculos ex­
ternos de la vida, los cuales nos limitan en lo personal. Por ello, se
nos impulsa menos a ejercer un apropiado control, disciplina y res­
ponsabilidad en los asuntos principales de nuestra vida. Cuando a
las Cuadraturas superiores se las maneja apropiadamente, enton­
ces fomentan mayor confianza en uno mismo y, además, la capaci-
37
dad para construir bases firmes y bien estructuradas en el mundo
más vasto que nos rodea.

El Trígono
Un arco de 120 grados desde el punto estacionario guarda
correspondencia con la cúspide de Leo que se desplaza en sentido
contrario al de las agujas del reloj, y la cúspide de Sagitario que se
desplaza en el sentido de aquéllas. Puesto que ambos signos aquí
representados pertenecen al elemento fuego, el Trígono recalca la
expresión que se orienta hacia la creatividad, el afecto y la positivi­
dad. El Trígono suscita una fuerte sensación de contento con uno
mismo, confianza interior y bienestar general. La astrología tradi­
cional asoció el Aspecto del Trígono con buena suerte, tranquilidad,
comodidad, prosperidad, felicidad y resultados circunstanciales fa­
vorables. Si bien todo esto puede ser verdad, es importante darse
cuenta de que el Trígono, en sí mismo, no nos impulsa a que luche­
mos o nos empeñemos en disputas y realizaciones, de esa manera
enérgica y prepotente que es propia de la Cuadratura. Tampoco nos
estimula para que reaccionemos con vehemencia, de esa manera más
vivaz y enérgica que es propia del Sextil, respecto de las oportunida­
des que se nos presentan. Y a diferencia de la Conjunción, que es
más decidida y tiene sus propias motivaciones, el Trígono nos per­
mite recibir pasivamente las condiciones beneficiosas que él nos brin­
da, sin ese concentrado interés y atención, que es la característica de
las Conjunciones. En primer lugar, el Trígono es un Aspecto de disten­
sión, paz, recepción armoniosa y reacción agradable. Opera sin ro­
ces ni incomodidad. Sin embargo, si bien posee una falta de presión,
peso o agobio, y tensión (pues la reduce), el Trígono no proporciona
el ímpetu necesario que nos impulse a actuar decisivamente, con esa
exigencia que fomenta y dinamiza el cambio. Los Trígonos conser­
van las cosas tal como están. En este sentido, actúan como sedantes,
aquietando y apaciguando los conflictos potenciales, de una manera
suave, tranquila y carente de fricciones o roces. Sin embargo, puesto
que los planetas en cuestión no son impulsados a encarar frontal­
mente las crisis, suelen seguir la línea de mínima resistencia (a dife­
rencia de la Cuadratura). No obstante, los Trígonos son sumamente
creativos. Cuando su uso tiene por objeto lo más beneficioso, son
productivamente talentosos (debido a que se expresan con facilidad
y fluidez). Los Trígonos tienen magnetismo.
38
Lo que raras veces se advierte es que los Trígonos tienen igual
fuerza que las Cuadraturas. Sin embargo, debido a que su energía
suele volverse hacia el interior, parecen ejercer menos influencia
sobre los asuntos externos. Sin embargo, si carecemos de esa con­
centración en lo interno, raras veces somos capaces de atraer con
tanta facilidad lo que deseamos. El magnetismo implica receptivi­
dad, la cual exige, a su vez, que nos concentremos en nuestro inte­
rior. Si estamos demasiado ocupados con nuestra actividad en el
mundo, somos menos capaces de atraer las cosas hacia nosotros,
puesto que preferimos involucramos más en producir un impacto
sobre nuestro medio ambiente que en permitimos ser pasivamente
receptivos respecto de ese medio ambiente. Por ello, los Trígonos
tienden más a representar estados interiores de consciencia que se
manifiestan como intuición creadora, captaciones expresivamente
ideales o percepción más totalizadora de los factores que producen
verdadera armonía y síntesis artística. Tendemos a sentimos inspi­
rados y elevados por nuestros Trlgonos, puesto que nos revelan y
hacen sentir en perfecta sintonía con los principios. Los Trígonos
(incluso los que se forman por progresión o tránsito) reflejan condi­
ciones subjetivas que nos hacen sentir seguros y satisfechos con no­
sotros mismos. No tienen que proyectarse en el mundo externo para
que percibamos su presencia. Es probable que, por esta razón, los
Trígonos en tránsito no se manifiesten siempre como acontecimien­
tos notables. En lugar de ello, es más probable que describan nues­
tras actitudes subjetivas durante el lapso indicado por el tránsito en
cuestión.
El 'Jngono inferior guarda relación con el signo de Leo y
opera a través del dwad de Leo en el decanato de Leo de este signo.
También se relaciona, pues, con la quinta Casa y el Sol. La tenden­
cia del Trígono inferior es a la expresión personal creadora, la bús­
queda del placer y una dosis de exhibicionismo (desde luego, mucho
depende del carácter del planeta en cuestión. Es probable que Venus
en Trígono con Júpiter se exprese con más alegría y libertad que
Saturno en trígono con Plutón, por ejemplo.) Se trata de un Aspecto
que se expresa de manera tesonera y vibrante. A causa de que su
tendencia es fija, el Trígono inferior puede hacer que su potencial
creador fluya de manera poco premeditada. Este Aspecto se dinami­
za mejor en presencia de elementos propios de la actividad recreati­
va. Uno de los inconvenientes de los Trígonos inferiores consiste en
39
que procuran hacer las cosas con placidez y sin esfuerzo. Su anhelo
no es soportar la lucha y el trabajo o esforzarse con ahínco para
obtener lo que desean. Desde un punto de vista humano, estos
Trígonos podrían fomentar en el individuo un carácter "consentido",
ávido de que sea el esfuerzo de los demás el que le complazca y satis­
faga. Sin embargo, cuando el Trígono inferior se expresa positiva­
mente, se lo puede usar para fomentar en el individuo inclinaciones
creadoras e histriónicas, o para que demuestre activamente su talen­
to y su aptitud natural para la representación escénica (que suele
expresarse con mucha vitalidad y concitar la atención). La capaci­
dad potencial para el liderazgo puede manifestarse aquí con poco
esfuerzo, puesto que los Trígonos inferiores son poderosamente
magnéticos y carismáticos. Estos Aspectos son promisorios: la capa­
cidad del individuo halla un desemboque adecuado, y él se distin­
gue, se irradia, hace que se le reconozca y gana la aprobación popu­
lar. Las personas que tienen abundantes Trígonos inferiores suelen
sentirse especiales, afortunadas, benditas o escogidas y, por lo gene­
ral, no afectadas por las habituales privaciones y penurias de la
existencia. Son menos proclives a aceptar la restricción y la limita­
ción como parte de su mundo. Una dosis excesiva de Trígonos infe­
riores mal manejados puede crear un "complejo de realeza"; enton­
ces, el individuo espera que el mundo gire alrededor de él y fomente
lo que él desea con exclusividad. Este individuo rehúye cuanto le
exija arduo trabajo y disciplina personal y, con excepción de la satis­
facción de sus sentidos, prefiere deslizarse por la vida sin establecer
objetivos serios. Una sobrecarga de Trígonos inferiores puede tentar
al individuo, en la Carta de un carácter débil, a que se engría dema­
siado como para encarar los muchos retos de la existencia. El indivi­
duo se siente indebidamente privilegiado y suele carecer de iniciati­
va y buena voluntad para emprender él mismo la actividad sin pri­
mero solicitar el esfuerzo de los demás, a los que él cautiva.
La disipación y el derroche de energía pueden ser problemá­
ticos en esta fase del Aspecto, puesto que no posee ninguno de los
frenos de seguridad necesarios que se hallan en la Cuadratura infe­
rior. En el caso de los Trígonos inferiores, el resultado puede ser la
pereza, si el engreimiento es demasiado pronunciado. Aparentemente,
eso ocurre en menor grado si la Carta es equilibrada, por lo menos,
por una T Cuadrada (y especialmente una T Cuadrada que opere a
través de la modalidad Cardinal, que es agresiva y posee iniciativa).
40
Esto es particularmente así si uno de los planetas en Aspecto de Trí­
gono es también un integrante de esa T Cuadrada. Son pocos, o in­
cluso ninguno, los Trígonos inferiores capaces de sugerir que, bási­
camente, les falta pericia y creatividad. Esta circunstancia disminu­
ye en el individuo la confianza en sí mismo y la autoestima. Se redu­
ce al mínimo su capacidad para atraer medios placenteros con los
que pueda expresarse. Es menos patente la alegre espontaneidad, al
igual que el anhelo de evidenciar su talento frente a los demás. Por
ello, el individuo tendrá que efectuar un esfuerzo más consciente
para construir estas cualidades en la estructura de su ego, si así lo
desea. En general, los Trígonos inferiores pueden poner al descu­
bierto ámbitos de nuestra historia evolutiva pasada en los que tuvi­
mos que trabajar para elevar, mediante el ejercicio de la voluntad, la
creatividad de los planetas en cuestión. Nuestros beneficios actuales
podrían haber sido el resultado directo de resolver conflictos y desa­
fíos cuando estos planetas se hallaban, en el pasado, en la fase de la
Cuadratura inferior. Aquí podría indicarse el gran esfuerzo del alma
cuando, por lo menos, uno de los planetas se halla ahora en su posi­
ción de exaltación. Preste especial atención a los Trígonos inferiores
que incluyen al Sol, a planetas en Leo y a la quinta Casa.
El Trígono superior guarda correspondencia con el signo de
Sagitario y opera a través del dwad de Sagitario en el decanato de
Sagitario de este signo. También se halla vinculado con la novena
Casa y el planeta Júpiter. Este Trígono está en busca de su crea­
tividad a través de las más vastas avenidas de la expresión colectiva.
Tiende a ser menos egocéntrico que el Trígono inferior y sugiere que
la satisfacción puede ocurrir como resultado de la interacción so­
cial. El Trígono superior nos impulsa a compartir benévolamente
nuestros bienes con los demás. Este es un Aspecto de la generosidad
espiritual. Es fuente de elevación e inspiración, y nos permite hacer
que nuestra consciencia se remonte a los planos sublimes del idea­
lismo, la comprensión y la sabiduría. El Trígono superior es de al­
cances más universales. Si en un Trígono superior se halla incluida
una Octava Superior, entonces el efecto propende vigorosamente a
desarrollar la percepción paranormal y a comprender principios
sumamente abstractos. Puede ser placentera la exploración de con­
ceptos teóricos que a veces tienden a carecer de practicidad y a ser
de difícil aplicación en el mundo de todos los días. Sin embargo,
suele ser excelente la aptitud para aplicar la clarividencia en los asun-
4J
tos personales. Usamos muy bien estos Trígonos cuando desinte­
resadamente formamos parte de alguna causa social (que suela
propender al mejoramiento cultural), puesto que todos los aspec­
tos superiores necesitan canales colectivos para expresarse. Puesto
que los Aspectos superiores son más impersonales y fáciles de tra­
bajar dentro de estructuras más vastas de experiencia, al Trígono
superior se lo puede usar para iluminar a los demás y también para
iluminarse uno mismo. Básicamente, su carácter es humano, tole­
rante y filantrópico, y está en busca de la libertad. Este es un As­
pecto en el que hay grandes expectativas y se espera lo mejor. El
optimismo se convierte en una fuerza de atracción que promueve
la evolución. Los ámbitos de vida (las Casas) y las actitudes y con­
ductas (los Signos), que se vinculan con este Trígono, ponen de
relieve dónde y cómo podemos infundirnos fe y poseer incuestio­
nada confianza en la protección superior o en la guía interior. Aquí,
raras veces ponemos en duda o subestimamos los bienes con los
que contamos; en realidad, tendemos ingenuamente a sobreesti­
mar el factor "suerte".
Una dosis excesiva de Trígonos superiores mal manejados
podría fomentar, en la Carta, optimismo indebido, fe ciega, dilaciones
y posposiciones, e irresponsabilidad. Tal vez nos sintamos tentados
a dejar de lado los compromisos personales o a tratar ilusoriamente
de evitar ocuparnos de lo desagradable de nuestra existencia, en vez
de desear mantenernos al margen. Este Trígono tiene una cualidad
soñadora que le es inherente: suele hacer que, inocentemente, no
percibamos en nuestra vida las señales de alarma (y muy en espe­
cial, cuando estos Trígonos incluyen a Júpiter o Neptuno). En todo
momento, los Trígonos superiores nos avisan que no nos extralimi­
temos con lo bueno ni extendamos de más nuestras actividades, pues­
to que difícilmente reconocen límites. Son escasos, o incluso ningu­
no, los Trígonos superiores que sugieren que raras veces se experi­
menta la inspiración o que nuestra visión de horizontes más vastos
puede reducirse debido a que fundamentalmente falta fe, esperanza
y caridad. No nos convencemos fácilmente de la fuerza y el poder
que la creencia posee. Nos sentimos menos inclinados a contemplar
la vida desde una perspectiva mental vasta y filosófica. O bien, pode­
mos ser menos accesibles a aceptar y compartir conceptos idealistas
con los demás.
Los Trígonos se manifiestan como dones o aptitudes especia-
42
les que nos empeñamos en desarrollar en vidas pasadas. Hubo una
ocasión, en el pasado, en la que repartimos estas energías con los
demás, y ahora estas fuerzas benévolas regresan a nosotros a fin de
aliviar y sostener nuestra vida, permitiéndonos ser más sensibles
respecto del amor y la sabiduría que abunda en nosotros. Los Trígonos
están aquf para que los usemos en cualquier momento. Si optamos
por no expresarnos por medio de ellos, entonces entran en latencia y
se desactivan (puesto que son capaces de distenderse y reposar total­
mente). Verifique si un tercer planeta se halla en Cuadratura con
uno de los planetas en el Aspecto del Trígono. Si es así, entonces ese
planeta puede actuar como catalizador y proporcionar, al Trígono,
tensión dinámica suficiente para impedirle que deje de ser impro­
ductivo. Igualmente, el Trígono mismo puede servirnos como canal
de curación, ayudándonos a resolver el peso o agobio que esa
Cuadratura interconectora indica. El planeta que se halla así vincu­
lado con el Trígono y la Cuadratura indica un principio sumamente
vital y transformador en la vida del individuo, y capaz de generar
eficazmente la evolución dinámica, una vez que se lo comprende y
valoriza.

La Sesquicuadratura
Un arco de 135 grados desde el punto estacionario, que se
desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, se halla aso­
ciado con los 15º grados de Leo y con los 15 grados de Escorpio,
que se desplaza en el sentido de aquéllas. El denominador común,
que Leo y Escorpio comparten, consiste en que ambos son signos
fijos del Hemisferio Oeste. A la Sesquicuadratura se la ha consi­
derado un Aspecto menor: implica agitación, pero con tonos más
violentos y discordantes que los de la Semicuadratura. Esto no cau­
sa sorpresa, porque la Sesquicuadratura guarda correspondencia con
los elementos de agua y fuego, los cuales son más volátiles y emoti­
vos que los de tierra y aire. La cualidad fija sugiere que la terquedad
todavía constituye aquí un problema. Fundamentalmente, mi inter­
pretación de la Sesquicuadratura es que se ocupa de las consecuen­
cias (hay énfasis del Hemisferio Oeste) debido a que falta compostu­
ra y moderación en las situaciones interpersonales. Al individuo se
lo impulsa a controlarse más y a equilibrar su emocionalidad, pues­
to que aquí tiende a reaccionar irracionalmente o a actuar descon­
troladamente a expensas de los demás. La Sesquicuadratura tiende,
43
debido a la intensidad de las combinaciones de agua y fuego, a un
comportamiento extremista y una expresión incoherente. Este As­
pecto parece también implicar un mayor grado de alteración súbita
y ruptura inesperada, que aturden, sobresaltan o sacuden inespera­
damente nuestra sensibilidad y/o la de otras personas con las que
nos enfrentamos.
Nuestra tendencia, con este Aspecto, es a reaccionar ante los
conflictos de menor importancia de una manera por demás violenta,
lo cual tiende a desequilibrar las situaciones o a inflarlas despro­
porcionadamente. Aquí nos irritamos con facilidad, nos dejamos lle­
var por las emociones y frecuentemente estamos en pugna con un
inaudito giro de los acontecimientos que no podemos controlar.
Nuestra ineficacia para controlar la situación provoca resentimiento
e indignación. Las situaciones que se hallan bajo este Aspecto
tienden a desbaratarse o hacerse pedazos en el último minuto y,
por el momento, esto nos deja con la sensación de estar dispersos y
desorganizados. Igual que la Semicuadratura, este Aspecto recla­
ma más calma, paciencia y objetividad. La insatisfacción interior
que expresamos externamente en relación con lo que nos perturba,
en la mayoría de los casos sólo atiza aquí más problemas, puesto
que nuestras reacciones suelen estar fuera de lugar o ser inade­
cuadas para la ocasión correspondiente. En este caso, la tendencia
a dramatizar exageradamente los problemas genera errores de jui­
cio.
La Sesquicuadratura inferior guarda relación con el signo
de Leo y opera a través del dwad de Acuario en el decanato de
Sagitario de este signo. También se halla asociado con la quinta
Casa y el Sol. Puesto que la Sesquicudratura inferior cae a mitad de
camino entre el desenfrenado Trígono inferior y el sobrio Quincun­
cio inferior, representa en el ciclo un punto de tensión en el que los
impulsos naturales del Trígono inferior muestran señales de que so­
mos enfadosos en nuestras relaciones. Esto ocurre a menudo por­
que somos exagerados con ellas al empeñarnos en demostrar nues­
tra importancia. En este caso, damos en Leo más pábulo a su índole
autoritaria y ávida de poder que a la que es alegre y creativa. Por
ello, este Aspecto representa una muestra de egoísmo un tanto des­
gastante. Lo que nos indispone con los demás es que, de un modo
infantil, buscamos indebidamente que nos presten atención. Expre­
samos nuestra voluntad de manera equivocada y esto tiende a pro-
44
<lucir obstáculos menores que desbaratan nuestra capacidad de co­
operación. Puesto que, en lo personal, exageramos con nuestro or­
gullo y honot� cualquier crítica hace que nos pongamos a la defensi­
va. Nuestra tendencia a engreímos podría hacemos comportar de
una manera prepotente, que los demás consideren ofensiva y para
nada atractiva. Aquí tendemos a una violencia en demasía, a expen­
sas de los demás.
El decanato de Sagitario denota que, fundamentalmente, nos
sentimos impulsados a exagerar o a extralimitamos en nuestras ex­
presiones. En este Aspecto es característica la tendencia a ignorar o
contravenir las limitaciones que el medio ambiente impone. Exigi­
mos libertad completa, sin que los demás nos controlen, pero sole­
mos tratar de establecer esto de una manera desmañada e inmadu­
ra. Propendemos a creer incuestionablemente en que nuestras acti­
tudes son las correctas. El dwad de Acuario recalca más la rebeldía
e introduce un elemento cuya reacción es impredecible: parecemos
estar en desacuerdo con los ritmos que los demás siguen. En conse­
cuencia, nuestra capacidad evolutiva mediante cuestiones interper­
sonales requiere buena voluntad para que nos readaptemos y reorien­
temos nuestros deseos sobre la base de mayor reconocimiento y res­
peto de las necesidades de los demás. (Este concepto empieza a to­
mar forma en la fase del Quincuncio inferioi:) Debido a que nos im­
pulsa a poner límite a nuestra terquedad, la Sesquicuadratura infe­
rior inspira cierta incomodidad y frustración, de carácter personal,
siempre que intentamos imponer nuestras perentorias demandas a
quienes forman parte de nuestras relaciones. Nuestra actitud auto­
crática sobre el particular produce raras veces los resultados satis­
factorios que confiadamente prevemos, y casi siempre nuestras ex­
pectativas se malogran de manera inesperada. Nuestra desarmonía
interior se produce cuando llegamos a damos cuenta de que no po­
demos obrar siempre a nuestro antojo en el mundo; sin embargo,
esa desarmonía es imperiosa, si con el tiempo nos sentimos motiva­
dos como para analizarnos más y ser más selectivos en el uso de
nuestra creatividad.
La Sesquicuadratura superior guarda relación con el signo
de Escorpio y opera a través del dwad de Tauro en el decanato de
Piscis de este signo. También se vincula con la octava Casa y Plu­
tón. La Sesquicuadratura superior se expresa, en general, de mane­
ra más indirecta que la Sesquicuadratura inferior. Los conflictos in-
45
terpersonales menores son menos evidentes en la superficie. Puesto
que éste es un Aspecto del hemiciclo menguante, sugiere una per­
cepción más profunda del yo en relación con otro. Sin embargo, so­
mos impulsados a usar nuestra intuición, a menudo penetrante, más
bien para fortalecer nuestras uniones que para intentar manipular o
coercer a los demás para que satisfagan nuestras motivaciones más
oscuras. Escorpio nos sugiere que aprendamos más bien a respetar
los derechos de los demás que a imponerles nuestros valores subjeti­
vos. La ruptura ocurre porque interiormente nos sentimos compeli­
dos a tratar de cambiar a los demás a fin de aplacar lo que deseamos
con fijeza: el modo con que ellos deberían comportarse. Nuestro
empeño en remodelar a las personas mediante sutiles juegos de po­
der suele encontrarse aquí con una inesperada resistencia por parte
de aquéllas, despertando antagonismo y resentimiento. Los intentos
de las personas por alterar nuestras pautas de conducta los interpre­
tamos, igualmente, como acoso y prepotencia. Los malos entendi­
dos que aquí se producen generan desintegraciones o separaciones.
Nosotros mismos nos agobiamos más cuando persistimos porfiada
e irracionalmente en nuestras exigencias.
La Sesquicuadratura superior pone a prueba nuestra capaci­
dad de tolerancia y aceptación genuina de las otras personas como
ellas son. Puesto que este Aspecto sigue al Quincuncio superior, el
cual purifica, representa una nueva oleada de energía, concretada
mediante un renacimiento de los valores. Empero, la transformación
de nuestra consciencia no debería obligarnos a imponer a los demás
que se refo rmen según nuestro criterio predominante. Si hemos de
poner humanamente en práctica los impulsos inspiracionales supe­
riores, representados por la fase del Trígono superior que sigue a
este Aspecto, entonces, deberemos aún trabajar, limpiando nuestra
personalidad de todo residuo negativo (de todo punto ciego emocio­
nal) que, de lo contrario, limitará nuestra capacidad para expandir
segura y sabiamente nuestra consciencia. Aunque la fase superior es
externamente menos volátil que la Sesquicuadratura inferior, puede
ser más implacable en la satisfa cción de sus designios. El dwad de
Tauro recalca las actitudes tercas e inflexibles que será necesario
evaluar nuevamente. El decanato de Piscis implica una posible per­
cepción distorsionada o errónea y, por ende, autoengaño en cuanto a
nuestra motivación de "rehabilitar" a los demás. Cualquier intento
por actuar con tortuosidad tiende solamente a confundir más los
46
problemas que tenemos. La percepción a fondo, vinculada con este
Aspecto, no debería alentamos a que, de manera encubierta, seamos
prepotentes. Aquí, la insatisfacción cobra fuerza y, al no aliviarse
adecuadamente a través de lo social, suele tener por resultado una
descarga explosiva de la tensión emocional.

El Quincuncio
Un arco de 150 grados se conecta con la cúspide de Virgo que
se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj, y la cúspi­
de de Escorpio que se desplaza en el sentido de aquéllas. Por ello,
guarda correspondencia con signos que naturalmente analizan con
minuciosidad, motivados por una necesidad de efectuar modifica­
ciones esenciales que mejoren la capacidad de funcionamiento. El
Aspecto del Quincuncio sugiere, pues, que los planetas en cuestión
deben primeramente reagrupar sus energías antes de que se los pue­
da utilizar adecuadamente de manera que beneficie al individuo. Es
un Aspecto de índole sumamente correctiva y terapéutica, y nos
impulsa a sufrir adecuaciones mayores y menores (habitualmente
mediante el proceso de alteración o eliminación) que ayudan a en­
focar con más claridad las funciones de los planetas, para que pue­
dan ayudarnos a aplicarlos de manera más útil. El Quincuncio pa­
rece exigirnos que observemos cómo empleamos las energías de un
modo esmerado y metódico para que podamos aprender a ser más
selectivos, criteriosos, organizados y eficientes en el manejo de las
actividades que los planetas representan. Hasta entonces, el Quin­
cuncio señala con precisión cómo y dónde tendemos a disipar las
fuerzas de un modo azaroso e improductivo durante un tiempo antes
de sintetizarlas diestramente. Sin embargo, en un intento por en­
cauzar adecuadamente nuestros impulsos, el Quincuncio está tra­
bajando de manera constante (aunque indirecta) y nos ayuda a que
expresemos regularmente nuestros impulsos con mayor control
personal y disciplina. Su papel fundamental consiste en destruir y
eliminar las actitudes ineficaces que interfieren en nuestro proceso
evolutivo.
Lo normal es que estas actitudes que nos agotan no sean evi­
dentes para nosotros. En otras palabras, en este caso los conflictos
no suscitan una situación crítica, con tanto dramatismo como ocu­
rre con la Cuadratura, la cual es más enfática y violenta. La perspec­
tiva total del asunto en cuestión tampoco es tan aguda como la que
47
encontramos en la Oposición. Al Quincuncio se lo puede considerar,
con más propiedad, un problema "fastidioso", que tiene lugar du­
rante largo tiempo. Carece de la necesaria intensidad y fuerza para
traer su tensión a nuestra consciencia superficial hasta que, casi de
manera fatal, las circunstancias se desarrollan y nos obligan a pres­
tarle suma atención. A esta altura, suele poner de manifiesto toda
una colección de problemas irritantes e interrelacionados, los cuales
nos obligan a actuar deliberadamente y a resolver los asuntos de una
vez por todas. Y aunque estos dilemas parecen importunar súbita­
mente nuestra vida, en realidad estuvieron en actividad mucho tiempo
antes. Este fenómeno parece ser de especial aplicación en el esque­
ma del Quincuncio doble, llamado el Yod, que trataremos pormeno­
rizadamente en un capítulo posterior. Adviértase que el Quincuncio
conecta signos cuyos elementos son incompatibles según la astrolo­
gía tradicional (fuego-tierra, tierra-aire, aire-agua y agua-fuego);
además, también incluye signos de cualidades diferentes (cardinal­
mutable, mutable-fijo y fijo-cardinal). El otro único Aspecto de ín­
dole similar a ésta es el Semisextil. Sin embargo, la diferencia radica
aquí en que el Quincuncio se relaciona más con la Oposición que
con la Conjunción y, por ello, debe lidiar con una mayor polariza­
ción de fuerzas. Esto implica, según mi opinión, que la desorganiza­
ción puede ser más bien un problema en este Aspecto, aunque esa
marcada diferencia podría representar, en otro nivel, una capacidad
especial para el manejo de diversos factores. Quizá las cosas caren­
tes de orden y coordinación nos perturben menos y podamos obrar
eficazmente dentro de esa irregularidad. Sin embargo, tiendo a creer
que esta capacidad es, por lo menos, fuera de lo común. Puesto que
el Quincuncio es un Aspecto que se proyecta hacia adentro (hay én­
fasis de tierra y agua), las perturbaciones se vuelven hacia el interior
e interfieren en el bienestar del cuerpo y del alma (los Quincuncios
se notan porque son proclives a los problemas físicos y mentales, en
los que la salud se agota y desvitaliza).
El Quincuncio inferior guarda relación con el signo de Virgo
y opera a través del dwad de Virgo en el decanato de Virgo de este
signo. Asimismo, se relaciona con la sexta Casa y el planeta Mercu­
rio. A este Quincuncio se lo denominó frecuentemente "el Quincun­
cio de la salud", implicando su tendencia a desorganizar los patro­
nes energéticos en el plano físico. Su presencia en la Carta natal de­
bería alertarnos sobre posibles disfunciones somáticas y, especial-
48
mente, si los planetas en cuestión se relacionan de algún modo con
las casas primera y/o sexta (o sus regentes). Lo normal es que sufra­
mos el Quincuncio inferior por medio de actividades rutinarias nues­
tras que se desbaratan (especialmente en la esfera laboral) hasta que
aprendemos a efectuar los ajustes necesarios que den por r·esultado
mayor competencia, eficiencia, orden y perfeccionamiento técnico o
profesional. Hasta que analicemos cabalmente qué es lo que aquf se
nos exige, estamos desenfocados y un tanto indecisos en cuanto a
cómo corregir los defectos operativos menores que mantienen sin
resolver los sectores problemáticos. Tendemos, hasta entonces, a sen­
tirnos muy incómodos con nosotros mismos. Debido a que el Quin­
cundo inferior sugiere que Mercurio se fusiona con su naturaleza (y
porque se vincula con la cualidad mutable), indica cómo y cuándo
puede ocurrir un ajuste mental necesario antes de que aquf se reco­
nozca conscientemente lo que está en desorden y se lo allane con
más claridad. Hemos de discernir sobre cómo juntar nuestras fuer­
zas para que, a su debido tiempo, funcionen de manera más práctica
y viable. Nuestra percepción de las actitudes que necesitan ser modi­
ficadas tiende a objetivarse más por medio de nuestras circunstan­
cias diarias y, especialmente, con las que ponen a prueba nuestra
capacidad para prestar un servicio y una ayuda útil a los demás. El
Quincuncio inferior ha de enseñarnos que la creatividad concretada
plenamente en la fase del Trígono inferior debe ser controlada ade­
cuadamente con el discernimiento si ha de alcanzar un estado de
perfección mayor.
El Quincuncio superior guarda correspondencia con el sig­
no de Escorpio y opera a través del dwad de Escorpio en el deca­
nato de Escorpio de este signo. Por ello, también se conecta con la
octava Casa y Plutón. Al Quincuncio superior se lo llamó a menudo
"el Quincuncio de la muerte". Sin embargo, a menos que se reorga­
nice en este Aspecto su lado regenerativo, es probable que
desgraciadamente se pase por alto gran parte de lo que él verdadera­
mente significa. Su enfoque correctivo actúa de manera más psico­
lógica y permanente, puesto que está asociado con el elemento agua
y la cualidad fija. Este Quincuncio nos obliga a sondear profunda­
mente dentro de nosotros mismos, en un intento por fortalecer la
percepción que ganamos por medio de la anterior fase de la Oposi­
ción, y nos sugiere que debemos examinar las profundas implicacio­
nes de nuestra perspectiva interpersonal. Esto nos permite transmu-
49
tar nuestra percepción hacia planos de consciencia aún más eleva­
dos. Sin embargo, Escorpio y Plutón insinúan que no debemos bus­
car el dominio de nosotros mismos (volcando la fuerza hacia nues­
tro interior) si este Aspecto ha de beneficiar nuestra evolución inte­
rior: El Quincuncio superior es un Aspecto centrado en tomo de cómo
usemos o abusemos de lo que deseamos con intensidad o emociona­
lizamos con porfía. Hemos de efectuar, con el tiempo, ajustes muy
duraderos en el plano de nuestros sentimientos. Los planetas en
cuestión necesitan experimentar una transformación mutua, si han
de proporcionarnos los recursos interiores con los que podamos pro­
veemos en épocas cruciales de necesidad. Raras veces percibimos
estos ajustes psicológicos, hasta que nos hallamos frente a crisis que
crean trastornos emocionales (y esto suele ocurrir por medio de al­
guna forzosa separación o mudanza que no podemos controlar). De
lo contrario, hay una tendencia a que queden enclavadas, en nuestro
subconsciente, actitudes psicológicas desordenadas que dificulten
más los ajustes tendientes a despejarlas y resolverlas. Empero, suele
llegar un tiempo en el que nos evaluamos de manera significativa y,
con ello, podemos liberar fuerzas que estaban reprimidas, para ser
capaces de renovarnos y también rejuvenecer a las otras personas
con las que estamos en contacto. Puesto que este Quincuncio se re­
fiere más bien al esquema de la salud psíquica que sólo al del bienes­
tar corporal, la reorganización positiva puede producir una integra­
ción más profunda del yo. Una vez que aprendemos a modificar in­
ternamente cuanto carece ya de valor para nuestra evolución inte­
rior, descubrimos que somos más capaces de experimentar un rena­
cimiento en el plano de las relaciones; aprendemos en él a compartir
e intercambiar energías con los demás. La vida nos obligará a ins­
peccionar aquellas actitudes personales cuya superación es preferi­
ble a su conservación.

La Oposición
Un arco de 180 grados desde el punto de partida guarda co­
rrespondencia con Libra y opera a través del dwad de Libra en el
decanato de Libra de este signo. También se relaciona con la sépti­
ma Casa y el planeta Venus.
Igual que la Conjunción, la Oposición no encuadra técnicamen­
te en la categoría del Aspecto estándar ni del Aspecto menguante.
Asimismo, es compartida por ambos hemiciclos. Sin embargo, en
50
realidad inicia el hemiciclo menguante y su comportamiento se pa­
recerá más al de un Aspecto menguante cuando se separa. Por otra
parte, una Oposición que se aplica puede operar más como un Aspec­
to creciente.
Las Oposiciones que se aplican pueden implicar un tiempo
más difícil, en el que se comparten las energías representadas en
una relación real, a raíz de un considerable interés en uno mismo.
Las Oposiciones que se separan pueden reflejar mayor percepción
de las funciones de ambos planetas en cuestión y de cómo utilizar
estas energías en una relación en la que el dar y el recibir tenga ma­
yor sentido. El punto exacto de la Oposición tiende a indicar un gra­
do de iluminación que permite al individuo observar las energías
planetarias desde una posición estratégica más significativa. Ya no
operan instintivamente desde este punto en adelante. Y por ello, las
Oposiciones que se separan podrían tal vez representar principios
planetarios de los que hay que ser conscientes y objetivar en sumo
grado mediante la dinámica de las relaciones.
Considero que la Oposición es muy seductora en función de
su dinámica. Aunque lo normal es que se bloquee menos que la
Cuadratura, sin embargo la Oposición pone de manifiesto mucha
tensión, en su intento por equilibrar los impulsos polarizados que
los planetas y signos en cuestión representan. Es un Aspecto que
permite una percepción "de frente" y más total de las funciones de
ambos planetas. La Oposición depende de la capacidad del indivi­
duo para coordinar con pericia, y puede dar por resultado un com­
promiso halagüeño en el que las necesidades se satisfacen mutua­
mente mediante intercambio complementario. Cuando los planetas
se integran bien, entonces mejoran recíprocamente sus funciones, y
su tracción mutua tiende a beneficiar a la totalidad más vasta. Lo
normal es que, para que ocurra esto, el individuo debe tener una
actitud sana y accesible respecto de la naturaleza de ambos plane­
tas, valorizando sus fuerzas y virtudes y aprendiendo a activarlos en
su vida, con mayor igualdad. Esto se debe fundamentalmente al he­
cho de que las Oposiciones corrientes conectan también signos que
son polos opuestos naturales, los cuales necesitan que sus mutuas
energías desempeñen eficazmente su papel. Sin embargo, cuando
un planeta se identifica demasiado íntimamente a expensas del otro
(el descuidado y subvalorado), entonces es difícil de lograr el delica­
do equilibrio que la actividad constructiva requiere. Y los resultados
51
son falta de estabilidad, coordinación deficiente, mala regulación
general, desacuerdo mutuo y acción separntiva.
Sin embargo, el rasgo característico de la Oposición, que yo
considero muy interesante, consiste en su capacidad para proyectar­
se psicológicamente; entonces, la subvalorizada expresión del plane­
ta se proyecta hacia otro individuo, quien a la sazón debe represen­
tar el papel de ese planeta. Por esta razón, las Oposiciones suelen
entrañar un peso o agobio en las relaciones (en contraste con la
Cuadratura, la cual tiende más a luchar dentro de sí misma). Cuanto
más tendemos a bloquear o negar dentro de nuestra consciencia, la
actividad de ese planeta subvalorizado, más lo atraemos (frecuente­
mente por medio de su expresión negativa) en otra persona que tien­
de a aplicarlo de una manera que se opone literalmente a los impul­
sos del planeta con el que nos relacionamos personalmente. Si la
resistencia a la integración persiste, entonces podemos esperar que
ambos planetas se comporten antagónicamente y pugnen por sepa­
rarse o combatirse uno al otro de manera constante. Por ello se pier­
de la objetividad y, entonces, las relaciones se distinguen por los con­
flictos, estancamientos y atolladeros. Cuando un Libra fuerte sugie­
re estas cosas, la Oposición podría representar indecisión que tiene
por resultado una incapacidad para emprender cualquier tipo de
acción. En otras palabras, la Oposición podría inhibir, en algu nos
casos, la acción eficaz y, con ello, puede constituir un problema cró­
nico. Si bien los planetas nunca pueden fusionarse tal como lo hace
la conjunción (ni esa es su finalidad, puesto que esto nos apartaría
de la vasta perspectiva que las Oposiciones nos ofrecen), ellos pue­
den reforzar nuestras necesidades, de una manera mutuamente agra­
dable. Parecen funcionar muy equilibradamente cuando nos permi­
timos proyectar, de manera alternada y de tiempo en tiempo, ambos
planetas para que podamos presenciar objetivamente cómo operan
fuera de nuestra propia consciencia. De este modo, podemos apren­
der acerca de ellos por medio de lo que los demás expresan (por
medio de quienes nos brindan nuevas percepciones de cómo puede
desarrollarse lo que los planetas impulsan). Lo normal es que tenda­
mos a proyectar al planeta de movimiento más lento, propio de la
Oposición (especialmente si es un planeta de una Octava Superior),
a no ser que esté en conjunción con el ASCENDENTE, o sea, el re­
gente de la primera Casa. La Oposición es tal vez el Aspecto que más
tiende a pesar o agobiar externamente por medio de la relación, al
52
intentar fomentar una mayor percepción de nosotros mismos en re­
lación con los demás.
Si las Oposiciones son el Aspecto que predomina en la Carta,
entonces es probable que el individuo sienta que lo tironean conti­
nuamente en dos direcciones contrarias y que, por ello, le sea dificil
emprender una acción personal que en su vida sea decisiva. Tal vez
no se comprometa en algo que le interese singularmente, tal como lo
hace la persona decidida y concentrada, dominada por la Conjun­
ción. Tiende a que sus relaciones o el medio ambiente en general
influyan más fácilmente sobre ella. Sin embargo, las Oposiciones
deficientemente integradas indican falta de decisión personal. El
individuo suele no tener ánimo como para tomar la iniciativa y es
probable que psicológicamente se apoye en los demás para que le
ayuden y motiven a fin de emprender la acción. Es más probable que
se comprometa con los demás según lo que éstos le impongan, para
no tener conflictos con aquéllos con quienes se asocia, aunque, no
obstante ello, siguen estando desequilibrados. Sin embargo, la fina­
lidad más importante de las Oposiciones consiste en que aprenda­
mos a participar con los demás, de una manera razonable que nos
permita una dosis adecuada de juego limpio, justicia e intercambio.
No nos beneficiamos cediendo constantemente ante los demás y re­
cusando situaciones para evitar tensas confrontaciones. En algunos
casos (por ejemplo, Oposiciones que incluyen a Marte o Urano en la
primera Casa), somos nosotros quienes debemos aprender a inte­
gramos con los demás y cultivar una relación estrecha, en vez de
antagonizar, apartamos o seguir siendo separativos. Muchas Oposi­
ciones sugieren que podríamos desarrollar bien la objetividad. De
ser asf, podemos usar nuestro modo amplio de ver la vida para ayu­
damos y percibir más cuáles son las necesidades de los otros. Las
sociedades pueden ser importantísimas para nuestra evolución, pues­
to que las Oposiciones nos ayudan a comprender más acerca de no­
sotros mismos, por medio de los contrastes que la mayoría de las
uniones nos brindan. Nuestras pugnas de "tira y afloja" se ponen
mejor de manifiesto y se objetivan con más claridad cuando nos in­
volucramos con los demás. Podemos esclarecemos muchísimo cuan­
do nos permitimos asociamos libremente. Aunque las Oposiciones
abundantes describen una vida con muchos altibajos (puesto que las
asociaciones tienden a la vacilación y la alternancia), ellas nos per­
miten desarrollar una profunda percepción.
53
Por otra parte, son escasas, o incluso ninguna, las Oposicio­
nes que denotan en la Carta que es necesario ser más consciente y
considerado con los demás, y también, estar más deseoso de involu­
crarse con la sociedad. En las uniones que el individuo tenga, se
recalcará la lección acerca de "compartir". Lo normal es que, aun­
que esta clase de persona parezca razonablemente sociable, proba­
blemente se sienta un tanto aislada respecto de la influencia de los
demás (debido a su propia independencia inconsciente). O bien, es
probable que se sienta menos capaz de encarar, con eficacia y de
manera mutuamente satisfactoria, los conflictos que tenga con sus
relaciones, puesto que estuvo menos dispuesta a cooperar y alcanzar
el justo medio. Una falta de Oposiciones podría sugerir que no es tan
probable que el individuo efectúe una evaluación y reflexione antes
de actuar sobre las situaciones. A causa de su propia subjetividad o
deficiente capacidad de observación (las Oposiciones tienden a ob­
servar la vida desde la distancia, lo cual da una perspectiva más vas­
ta, en vez de una participación activa en cualquier experiencia), es
probable que el individuo no se sintonice fácilmente con las motiva­
ciones que impulsan las acciones o reacciones de las otras personas
con las que ha de tener trato. O bien, tal vez se sienta menos inclina­
do a encarar a los demás bien de frente en lo concerniente a adapta­
ciones difíciles y, por ello, suele encontrarse indirectamente con pro­
blemas. Puesto que las Oposiciones nos permiten ver los muchos
lados que cualquier problema tiene, es probable que el individuo no
sea aquí tan accesible a los puntos de vista y temperamentos contra­
rios a los suyos. Necesitará verse mejor en todas las relaciones y perci­
bir más cómo su modo de ser ensimismado puede crear desequili­
brio. Si bien lo normal es que se lo deje en paz para que siga indepen­
dientemente en pos de lo que personalmente le interesa, sin que los
demás le estorben, su tendencia a envolverse demasiado en sí mis­
mo ahoga su evolución potencial. La mayor armonía y el equilibrio
interior se manifiestan mediante la realización de un esfuerzo más
consciente para salir de sí mismo, cultivar alianzas constructivas y
estar más deseoso de apoyar el desarrollo de los otros 1 • Asimismo,
los factores compensatorios que neutralizan esta posibilidad de in­
teresarse exclusivamente en sí mismo y tener una estrecha perspec­
tiva acerca de los demás son indicados por un stellium en Libra,
una séptima Casa fuerte y/o un Venus destacado.

54
Nota

1
Lo que se esboza en este capítulo, acerca de la falta de un Aspecto cualquiera,
revela que somos capaces de desan-ollar más conscientemente y de manera positiva
las cualidades asociadas con ese Aspecto. Debido a que normalmente percibimos
aquí un vacío, al intentar captarlo todo integralmente, tendemos a desear producir
más de lo que ese Aspecto significa para nuestra percepción. Sin embargo, esto
siempre exige esfuerzo consciente y aplicación unifo1me. Y porque aquí procuramos
dirigirnos más conscientemente, tendemos a tener mayor control sobre lo que
expresamos (puesto que quedarse privado de consciencia y percepción, implica
que estamos actuando con poco control o libre albedrío). En consecuencia, lo que
aquí se esboza no debería sugerir condiciones absolutas y estáticas. Lo que esto
describe con más exactitud es nuestra conducta inicial mientras nos desarrollamos
y aprendemos a integrarnos. Por eso, no debemos sorprendernos si descubrimos
que una persona carece de Conjunciones y de énfasis en Aries y, en realidad, insiste
en manejar su propia vida, se involucra productivamente y tiene muchísimo cuidado
de no apoyarse en los demás ni depender de ellos. Tal vez parezca incluso que esa
persona tiene demasiada confianza en sí misma. Lo que esto nos está diciendo es
que ese individuo se esforzó más concentradamente en su vida para suscitar esas
caracte1isticas, las cuales son producto de un deseo consciente de evolucionar de
manera más amplia y total. Podemos también observar fácilmente que este fenómeno
es de aplicación en quien carece del énfasis de cierto elemento o cualidad en la
Carta natal.
55
Capítulo 11
Los Aspectos poco Frecuentes
Pitágoras, maestro y filósofo, enseñó hace siglos, que los nú­
meros podían desentrañar los secretos de la geometría del Universo,
y propuso que cada número era, en sí mismo, un principio vivo, po­
seedor de una significativa cualidad del alma, reveladora de una ley
fundamental de la existencia. Y fue sobre la base del conocimiento
de la relación recíproca de los números en su secuencia natural que
la humanidad pudo comprender su propia relación especial con el
orden divino de las cosas. Las primeras enseñanzas de Pitágoras alla­
naron el camino para que se desarrollara la numerologfa de la actua­
lidad. Ahora es patente que los astrólogos pueden penetrar en el
significado intrínseco de cualquier Aspecto mediante el análisis del
simbolismo numerológico del número por el cual el Aspecto en cues­
tión divide al círculo. Por ejemplo, la división del círculo por tres da
por resultado el Aspecto del Trígono. La Cuadratura divide al círcu­
lo por cuatro. Así como el número 3 podría hacer conocer a fondo el
principio del Trígono, el número 4 podría expresar la naturaleza
arquetípica del Aspecto de la Cuadratura. Si seguimos con esta línea
de pensamiento, la división del círculo por uno representa la Con­
junción. La oposición divide al círculo por dos. El seis se relacio­
naría, pues, con el Sextil. El ocho está asociado con la Semicuadra­
tura y su múltiplo, la Sesquicuadratura. Y el doce guardaría co­
rrespondencia con el Semisextil y su múltiplo, el Quincuncio.
Adviértase que los Aspectos examinados en el Capítulo I represen­
tan, pues, el círculo dividido por 1, 2, 3, 4, 6, 8 y 12. Estos son los
Aspectos que los astrólogos estudian con más frecuencia. Sin em­
bargo, ¿qué puede decirse de los Aspectos que dividen al círculo por
5, 7, 9, 10 y 11? ¿Y qué acerca de las divisiones numéricas más allá
del 12?
John Addey es el primer difusor y precursor contemporáneo,
en la década del SO, del análisis de las armónicas. Este indica que el
57
círculo puede dividirse con cualquier número o con su múltiplo y,
sin embargo, brindar un significado apropiado. En consecuencia,
todas las divisiones integrales del círculo pueden ser válidas. La
teoría de las armónicas es mucho más compleja que esto, pero, al
menos, se presta a los conceptos pitagóricos. Recomiendo encareci­
damente la lectura de Harmonics in Astrology (obra publicada
por Cambridge Circle Limited, E.U.A., en 1976), para obtener
información más completa. El aspecto focal y, además, sus
múltiplos, son todos integrantes de una "familia" o "serie". Los
múltiplos obtienen su primer significado, del número divisor prin­
cipal que los produjo y, por ello, comparten un tema que les es co­
mún. Es interesante señalar que, en esta Era astrológica de Acua­
rio que está cercana, estamos empezando a considerar a los Aspec­
tos en un sentido colectivo. Esas agrupaciones de los Aspectos pue­
den proporcionar a los astrólogos muchos eslabones perdidos en
su análisis de los Aspectos.
La división del círculo por cinco nos da el Aspecto del Quintil,
de 72 grados. La división por siete representa el Aspecto del Septil,
de aproximadamente 51 grados y medio. Si dividimos el círculo por
nueve, obtenemos el Aspecto del Novil (nonágono), de 40 grados.
La división por diez establece el Aspecto del Semiquintil (decil), de
36 grados, mientras que la división por once representa el Aspecto
del Endecágono, que se menciona raras veces y tiene aproximada­
mente 33 grados. Es escasa la información de los textos astrológicos
acerca de estos aspectos poco frecuentes. Empero, todos pueden te­
ner una clara asociación con las facetas sutiles de nuestro desarrollo
espiritual. Examinaré en este capítulo, de manera más porme­
norizada, el Quintil, el Septil y el Novil. Puesto que es muy poco lo
que se sabe sobre la dinámica de estos Aspectos, sus corresponden­
cias numerológicas podrían ay udar a iluminar un poco las funcio­
nes que cumplen en la Carta. En el mercado librero hay varias obras
que tratan sobre numerología. Las que fueron útiles para mí dentro
de este contexto son las siguientes: The Secrets of Numbers, de
Vera Scott Johnson y Thomas Wommack (Berkely Medallion Books,
Ciudad de Nueva York, 1974, en rústica), Numerology for a New
Age, de Lynn M. Buess (DeVorss and Company, California, 1978, en­
cuadernación flexible) y Science of Numbers, de Corinne Heline
(New Age Press Incorporated, California, 1971, encuadernación flexi­
ble). El libro de Heline es imprescindible para el astrólogo-esoterista,
58
pues lo que ella extrae de muchas ramas de las doctrinas sapiencia­
les centenarias (Cábala, Tarot, Biblia, Vedas, Teosofía, Rosacrucismo,
Masonería, etc.), lo entrelaza y brinda al lector un examen fascinan­
te del significado más profundo de cada número. Quienes tuvieran
interés en averiguar más acerca de cómo las enseñanzas pitagóricas
se aplican directamente al significado de los Aspectos, deberían leer
A Handbook for the Humanistic Astrologer, de Michael Meyer
(Anchor Books, Nueva York, 1974, encuadernación flexible) y, en
especial, la segunda parte, capítulo nº 7. Una vez que el lector haya
captado lo fundamental de los principios de cada número, tal vez
quiera volver a examinar, desde una perspectiva numerológica, los
Aspectos que presenté en el Capítulo I, a fin de que vea qué corres­
pondencias puede percibir.

El Quintil
Si bien nuestros Aspectos corrientes fueron inventados hace
mucho tiempo por Ptolomeo, en el siglo II d.C., el Quintil fue intro­
ducido más tarde, en el siglo XVII, por el astrónomo y astrólogo
Juan Kepler (quien también dio a la astrología la Semicuadratura,
la Sesquicuadratura y el Septil). Puesto que Kepler era neoplatónico
y le seducía muchísimo el concepto pitagórico sobre la "armonía de
las esferas", fue uno de los intelectuales "modernos" que promovió
un avance sobre lo fundamental de las armónicas de los Aspectos. El
Quintil representa la quinta Armónica. La familia de los Quintiles
incluye múltiplos tales como el Semiquintil (36 grados), el
Sesquiquintil (108 grados) y el Biquintil (144 grados), además de
otras subdivisiones. John Addey asocia toda la "serie de los Quintiles"
con el uso o el abuso del poder y de la autoridad. Asimismo, descu­
brió que se vincula con una pronunciada tendencia a ser muy unidi­
reccional y lanzarse con vehemencia a una determinada actividad
especializada. Se descubrió que, cuando el grupo de los Quintiles se
expresa destructivamente, entonces se destaca en las Cartas de ho­
micidas y víctimas de la violencia, de revolucionarios sociales
(Robespierre y Danton) y de dictadores (Hitler), según los estudios
de Addey. Cuando se expresa positivamente, la serie de los Quintiles
se ha destacado en las cartas de escritores, artistas inspirados (Mozart)
y científicos (Einstein).
Hay escuelas astrológicas esotéricas que afirmaron que los
Iniciados de las antiguas Escuelas de Misterios conocieron y pres-
59
taron especial atención a los Quintiles, y se los asoció con la Magia
hermética. Por desgracia, como ocurre con la mayoría de las tradi­
ciones ocultistas, esto es imposible de determinar, puesto que las
primitivas enseñanzas esotéricas supuestamente nunca fueron do­
cumentadas por escrito, sino que fueron transmitidas oralmente,
siglo tras siglo. No obstante, en lo que a esto concierne, se conside­
raba que el Quintil simbolizaba que el alma creativa de un aspiran­
te se alineaba con la Voluntad del Cosmos, lo cual sugiere que lo
que los Quintiles poseen tendencias latentes ocultas y trascenden­
tales. En caso de que esto sea asf, entonces debería ser evidente que
la Voluntad del Cosmos pavoroso e inescrutable no se canaliza fá­
cilmente a través de la consciencia normalmente fragmentada del
individuo común y corriente, sujeto todavía dentro de los limitados
confines de su voluntad que tiene por centro a su personalidad. Tal
vez esto debería decirnos que los Quintiles de la Carta natal sólo se
potencian de manera sublime y universal una vez que luchamos
más en procura de nuestra realización personal. De lo contrario,
en un individuo que todavía no despertó respecto de la realidad de
su identidad espiritual, el Quintil podría seguir estando dormido e
inactivo, o bien, podría activarse incontrolablemente, de una ma­
nera compulsiva y abusiva (como el estudio de Addey tiende a indi­
carlo).
El número cinco ha sido simbolizado con el pentagrama o la
estrella de cinco puntas. Dícese que el pentáculo, con su punta ha­
cia arriba, representa las creadoras fuerzas espirituales que se fil­
tran a través de la mente, mientras que el pentáculo, con su punta
hacia abajo, denota las fuerzas destructivas e involutivas que con­
trarrestan el proceso evolutivo. Esto podría explicar por qué el
Quintil tal vez indique la fuerza que la mente tiene para crear y
destruir. La numerologfa asocia el número cinco con la voluntad
de experimentar los (cinco) sentidos. Dícese que es el número del
hombre. La manera con que normalmente se lo describe en los tex­
tos de numerología me suena como si estuviera compuesto por los
principios de Júpiter y Urano (con tendencias latentes de Marte).
Dentro de este contexto, Urano no parece representar su más ele­
vada expresión humanitaria, sino que, en lugar de ello, parece indi­
car su lado más porfiado, indómito, desaforado e incompatible. Los
temas fundamentales del número cinco tratan sobre la libertad, la
exploración, la aventura, el desvelo, la experimentación, la varie-
60
dad de los cambios, la falta de rutina o sistema, y la complacencia
general de los sentidos. La numerología afirma que el cinco es el
número del magnetismo sexual y de la actividad erótica. Lo que
resulta bastante interesante es que Addey también ha sugerido que
la quinta armónica es "apropiada para la evaluación de las inclina­
ciones y aberraciones sexuales" 1. La numerología esotérica· consi­
dera que el cinco retrata la lucha interna que debemos sufrir para
controlar los cinco sentidos en nuestro intento por alzamos contra
ellos y superar su dominio.2
En general, existe la opinión de que los Quintiles señalan las
facetas poco frecuentes de la capacidad que el hombre tiene para
expresar un notable grado de genialidad creadora, intuición extraor­
dinaria y mentalidad artística. Como lo expresó Dane Rudhyar en
Astrología de la Personalidad, el Quintil "muestra la creativa liber­
tad que el individuo posee al moldear y dar forma a materiales que
son fieles a la idea que se proponen expresar"3• En otras palabras, el
Quintil nos permite constmir, de manera ideal, la forma (mental)
para que ésta refleje con suma perfección el propósito arquetípico
de esa forma. Esto se convierte, en sentido oculto, en un ejercicio de
transmutación mental e implica una fase del desarrollo evolutivo en
el que la mente puede ser usada literalmente de una manera
alquímica. Los Quintiles parecen describir las aptitudes potenciales
que normalmente se consideran excepcionales o producto de un don
especial, pero que no son desarrolladas ni condicionadas necesaria­
mente por experiencias en el medio ambiente externo. En lugar de
ello, tienden a tener su origen en un recurso interior más profundo.
La utilización productiva de lo que el Sextil promete podría sugerir
que el individuo primeramente entienda y acepte que la mente y la
materia son esencialmente una sola y misma cosa.
Puesto que los Quintiles tratan mucho más que sobre el sim­
ple deseo de crear, podrían brindar una más vasta percepción men­
tal (o cognición) de los elementos especiales que, dentro de un con­
cepto abstracto o de un objeto físico, poseen un valor creativo origi­
nal. Ellos nos permiten, pues, captar una perspectiva totalizadora y,
además, nos conceden la energía y la unicidad mental necesarias
para enfocar con más claridad esa perspectiva extraordinaria, inte­
grando en una totalidad más unificada todo lo que resulta intrinca­
do. Los Quintiles tal vez nos exijan una técnica y una destreza depu­
radas, hasta ser maestros en ellas antes de poder aplicarlas satisfac-
6/
toriamente. En consecuencia, los astrólogos deberían ser un tanto
conservadores al evaluar la importancia de los Quintiles natales,
puesto que su enfoque puede corresponder más al Cosmos que al
mundo. No deberíamos sorprendernos si, para la mayoría de noso­
tros, los Quintiles sólo están en actividad durante el sueño, la medi­
tación profunda y otros estados mentales de consciencia alterada.
Addey también ha indicado, refiriéndose al tema general de
los Quintiles y la ampliación de la percepción, que la serie de los
Quintiles podría hallarse muy "conectada con la mente y con las fa­
cultades de la gnosis. O sea, que conciernen a las facultades por las
que conocemos y a los medios con los que recibimos y comunica­
mos el conocimiento y la información"4. Addey opina que las fuertes
conexiones que involucran a Saturno y Urano en la Carta de la Quin­
ta Armónica indican al "astrólogo nato". Me sentí naturalmente com­
placido al descubrir esto, ¡puesto que tengo un Quintil inferior exac­
to entre estos planetas, en mi Carta natal! Addey también ha vincula­
do la quinta armónica con el deterioro de los poderes y facultades
que se relacionan con la transmisión del conocimiento, con estos
resultados: daño cerebral, desórdenes nerviosos y todos los defectos
de los sentidos (por ejemplo, ceguera) o de los órganos de la palabra
y la comunicación.5
Para conocimiento de quienes deseen experimentar con el sis­
tema simbólico que usamos en el Capítulo I, el Quintil establece su
fase inferior en los 12 grados de Géminis, desplazándose en sentido
contrario al de las agujas del reloj, al igual que en los 18 grados de
Capricornio, desplazándose en el sentido de las agujas del reloj.
Adviértase que estas correspondencias de grados son itTegulares,
diferenciándose de las correspondencias coherentemente simétricas
de los Aspectos analizados anteriormente. Este hecho puede recal­
car la singularidad del Quintil. El Quintil inferior guardaría rela­
ción, pues, con el signo de Géminis y operaría a través del dwad de
Libra en el decanato de Libra de este signo. Entonces se relaciona­
ría también con la tercera Casa y el planeta Venus. El Quintil su­
perior guardaría relación con el signo de Capricornio y operaría a
través del dwad de Leo en el decanato de Tauro de este signo. Por
ello, está vinculado con la décima Casa y el planeta Saturno. Aquí
puede resultar significativo un denominador común: ambos de­
canatos son regidos por Venus.

62
El Septil
El Aspecto del Septil guarda correspondencia con el número
siete y, por ello, con la séptima Armónica. El número siete fue aso­
ciado, a lo largo de los siglos, con los temas sacrosantos, como cual­
quier persona muy versada en el simbolismo religioso lo sabe. La
numerología interpreta que el número siete es muy oculto. Trata
aparentemente sobre el conocimiento de uno mismo, el análisis in­
terior, la búsqueda del significado último (o de la sabiduría) y la par­
ticipación en estudios introspectivos o de investigación. Es un
número que nos impulsa a investigar criteriosamente las esencias
más profundas de la realidad. El siete es el número de la meditación,
la contemplación, la soledad y el aislamiento. Sugiere un Sabbath
respecto de los intereses superficiales del mundo material, en el que
pueda tener lugar la asimilación interior (la Biblia declara que Dios
descansó de Su trabajo el séptimo día de la Creación). El siete tien­
de a estar distante, aislado y en otro mundo. Puesto que no es un
número muy sociable, parece funcionar muy bien en lo privado y
recoleto. En su mayor parte, el número siete parece sugerirme que
está compuesto por los principios de Saturno y Neptuno (con ten­
dencias latentes que son propias de Plutón), al menos de acuerdo a
como normalmente se lo describe en los textos sobre numerología.
Se lo ha mencionado como el número del descanso y la plenitud. Sin
embargo, como lo señala Heline, "el descanso no se refiere a un cese
de la actividad sino a surgir del C?OS e ingresar en un Orden más
elevado y perfecto". 6
De acuerdo con el estudio de John Addey, la séptima armóni­
ca o la "serie de los Septiles" pone al descubierto nuestra capacidad
para recibir la inspiración. Addey expresa que el Septil puede deno­
tar "la aptitud para percibir la misteriosa totalidad existente detrás
de las partes de una materia.. .7 y participar en la energía dinámica
que esa idea imparte"8. Addey halló la séptima armónica muy desta­
cada en las Cartas de clérigos o en las de quienes ejercen la "función
sacerdotal" 9 en la sociedad. Al estudiar el perfil numerológico del
número siete, los hallazgos de Addey parecen por demás adecuados.
La tendencia mística latente, propia del Septil, es probable que se
deba a su anhelo de comprender la totalidad y la plenitud. Igual que
la "serie de los Quintiles", la familia de los Septiles es muy percepti­
ble en las Cartas de los artistas creadores. Charles M. Graham, en su
excelente artículo titulado "La Séptima Armónica y los Artistas Crea-
63
dores" da su apoyo a los estudios de Addey cuando dice que "el siete

º.
se refiere a la creatividad como la fusión de la forma y la materia por
medio del accionar de la inspiración (divina)"1 Graham señala que
la séptima armónica (o el agrupamiento de los Septiles) es significa­
tivo en las Cartas de artistas visuales, como por ejemplo, Picasso,
Rafael, Leonardo da Vinci, Cezanne, Rodin, Matisse y Modigliani.
Se destaca en las Cartas de músicos como Mozart, Schubert, Chopin,
Berlioz, Wagner y Tchaikovski. La séptima armónica se destaca tam­
bién en las Cartas de George Bernard Shaw, Yeats, Lewis Carroll y
Robert Louis Stevenson. El estudio de Graham indica que la sépti­
ma a1·mónica es especialmente perceptible en las Cartas de poetas
románticos como Blake, Shelley y Lord Byron. Otros pensadores crea­
tivos e inspirados, que son un índice de la creatividad de esta armó­
nica, son Emmanuel Kant y Albert Einstein.
A semejanza de lo que sucede con la serie de los Quintiles,
John Addey descubrió un vínculo entre el Septil y sus múltiplos con
la actividad sexual (la inspiración erótica) y dice que ellos "proporcio­
nan una clave horoscópica de ciertos factores de la psicología del
sexo"11. Me imagino que la familia de los Sextiles se vincularía con
los aspectos más represivos, negativizantes y perturbadores de la
sexualidad (las tendencias latentes de Saturno, Neptuno y Plutón) o
con las inclinaciones hacia el celibato; ambos impulsan la subli­
mación de la fuerza sexual... diferenciándose de la serie de los
Quintiles, los cuales tienden a expresarse más, a experimentar y a
ser voluntariosos. A ese reencauzamiento de la urgencia de la libido
hace tiempo que se lo consideró un requisito previo de la inspiración
artística y del impulso creador.
Dane Rudhyar, en su obra Person-Centered Astrology, co­
necta al Septil con el carácter "antisocial" que el número siete impli­
ca, y expresa que este Aspecto representa acciones "inaceptables se­
gún la clara norma de conducta sociocultural del medio ambiente o
de la clase social de la persona"12. Asimismo, Rudhyar cree que el
Septil "puede interpretarse, en sentido superpersonal, como actos
impulsados por una necesidad colectiva, por una fuerza oculta o hado;
y esto puede generar «sacrificio» y una vida simbólica"13. Doris
Thompson expresó que el Septil revela "una fatal inevitabilidad jun­
to con una compulsión hacia ciertas acciones; una fuerza desconoci­
da que se activa de manera oculta"14. Delphine Jay sugiere que el
Septil "es portador de un matiz fatalista que brota de situaciones
64
:¡ue parecen hallarse más allá del significado corriente. Este matiz
crea una lucha interior que expande la consciencia, la cual obliga al
nativo a emprender una búsqueda más allá de lo que es evidente" l S.
Ella considera que la serie de los Septiles tiene "una predisposición
natural hacia lo oculto, lo paranormal o lo místico. Parecen preocu­
parse por la idea de la fe divina intelectual o inexorable"16. Michael
Meyer considera que el Septil introduce "los elementos impredeci­
bles e irracionales de la experiencia, y simbolizan la aptitud para
responder al llamado de nuestro destino y usar materiales inade­
cuados o de descarte con el fin de cumplir una meta definida de
naturaleza kármica"17.
El Septil establece su fase inferior aproximadamente en los
21 grados y medio de Tauro, desplazándose en sentido contrario al
de las agujas del reloj, al igual que en los 8 grados y medio de Acua­
rio, desplazándose en el sentido de las agujas del reloj. El Septil
inferior guardaría teóricamente correspondencia con el signo de
Tauro y operaría a través del dwad de Capricornio en el decanato
de Capricornio de este signo, asociándolo también con la segunda
Casa y Venus. El Septil superior guardaría entonces correspon­
dencia con la undécima Casa y con el planeta Urano. Los signos
fijos forman parte de ambas fases, con fuertes tendencias latentes de
Venus, Saturno y Urano. Asimismo, las correspondencias de grados
son sumamente irregulares.
Si bien todavía no existe un símbolo oficialmente aceptado
para el Aspecto de los Sextiles, yo usaría y sugeriría éste -S- cuan­
do se lo anote en la columna de los Aspectos natales. Evidentemente,
además de que una "S" señala al "septil", este símbolo también me
hace acordar de una serpiente encerrada dentro del círculo del in­
finito. Las serpientes han sido símbolos eternos de prudencia y re­
generación ("sed, pues, prudentes como serpientes... ")18• Probable­
mente sea entonces prudente observar los Septiles en las Cartas
natales como capacidad potencial. Todavía queda mucho por co­
nocer acerca de ellos, antes de que difundamos entusiastamente su
importancia a quienes nos consultan (o a nosotros mismos). No
considero valioso el hecho de que se informe a un individuo que su
Septil con Saturno o Plutón, por ejemplo, representa dónde se to­
pará "compulsivamente" con un "hado inevitable" o un "destino
irrevocable" que aparentemente no podrá controlar. ¿No considera
usted lo mismo?
65
El Novil
El Aspecto del Novil representa el número nueve y la novena
armónica. La numerología asocia el nueve con principios que pare­
cen muy neptunianos. Es el número del desinterés y de la amplia
comprensión universal. Se expresa por medio de compasión, toleran­
cia, perdón, benevolencia y anhelo de sacrificio para elevar y curar a
la humanidad. Igual que el número siete, el nueve es un número de
plenitud y realización (espirituales). Lo abarca todo. Su orientación
parece incuestionablemente emocional, pues es una expresión del
poder del Corazón Universal. El nueve se halla típicamente asociado
con las cosas inconclusas (puesto que es la última fase de un ciclo de
vida, según la numerología) y, por ello, sugiere sensación de pérdida
o anhelo de renunciar a los deseos personales en bien del mejora­
miento universal. Opera en segundo plano y de manera secreta, pre­
parando para el comienzo de un nuevo ciclo. El número nueve tiene
esotéricamente una influencia evolutiva especial. Para citar a Heline:
"el extraño fenómeno del nueve en su fuerza (sugiere que) sin impor­
tar por qué número se lo multiplique... se reproduce etemamente"19.
Ella lo considera "la principal fuerza vibratoria que gobierna la evo­
lución humana"20. El nueve se convierte en "la fuerza numérica es­
pecial con la que el hombre entra en contacto con su yo interior,
desarrolla su divinidad latente y alcanza el estado de iluminación
intel"ior que se conoce con el nombre de Iniciación"21. Tanto la nu­
merología exotérica como la esotérica consideran que el nueve es
capaz de tener la más vasta gama de experiencias dramáticas de la
vida, tanto las más bajas como las más divinas e inspiradas. No debe
asombrarnos que se trate de un número asociado con una ex­
traordinaria comprensión de la vida.
Rudhyar considera que el Novil representa un "proceso de
gestación por medio del cual la idea o la forma bella se lleva a un
estado de viabilidad orgánica"22. Rudhyar, en Astrología de la Per­
sonalidad, habla también del Novil como un Aspecto que "puede
indicar un renacimiento espiritual o una iniciación en el ámbito al
que los planetas se refieren. Significa 'nacimiento fuera del cautive­
rio'"23. David Cochrane, en New Foundations for Astrology, co­
necta los Aspectos de la novena armónica (la serie de los Noviles)
con energías que nutren y se empeñan en dar su fruto, y sugiere que
sus palabras claves son "devoción" y "preparación esmerada"24. John
Addey señala que la novena armónica equivale a la "Carta Navamsa"
66
hindú, la cual se confecciona, en primer término, para describir a
quien eventualmente será el esposo o la esposa. Sin embargo, ade­
más del cónyuge, Addey sugiere que esta Carta también puede des­
cribir el "ideal" interior de un individuo25. El plantea esta analogía:
así como el fruto es la culminación del árbol, de igual modo el Novil
representa la culminación. Meyer expresa que del Aspecto del Novil
"se ha dicho que representa la identificación del yo con un propósito
y una función relacionados con un esquema global o universal. Al
Novil también puede considerárselo el símbolo de la iniciación: el
surgimiento en un ámbito totalmente nuevo".26
Hablemos con franqueza: las anteriores interpretaciones del
Novil son todavía para mí demasiado neptunianas como para estable­
cer una muy nítida definición de su función en la Carta natal. Tal vez
los principios de orientación neptuniana sean así porque desafían
las definiciones nítidas. Los temas que aquí parecen destacarse se
relacionarían, sin embargo, con el crecimiento subjetivo por medio
del sacrificio, del desinterés y de la profunda asimilación de la per­
cepción espiritual. Quizás el "tema del cautiverio" del que habla
Rudhyar se refiera a la influencia de la inercia (o inacción) material
sugerida por las experiencias de los ciclos pasados, las cuales deben
ser ahora reexaminadas interiormente mediante los procesos natu­
rales del nueve: éstos implican la necesidad de depurar esas expe­
riencias hasta casi un último grado y fundir totalmente nuestro ego
con los resultados finales de esa depuración (la cual puede ser lo que
el período de gestación nos exige antes de poner de manifiesto una
sensación de nacimiento o renacimiento espiritual). Durante una
estimulante disertación pronunciada en la Convención "NASO", de
Atlanta, en 1979, Leyla Rael-Rudhyar dijo que el Novil implica la
"capacidad para ver un significado en todas las cosas... pues es un
Aspecto del renacimiento, cuya base es el significado ... "27. En gene-
ral, otros astrólogos han creído que el Novil tiene, por lo menos, una
influencia sutil y mística. Como Aspecto que pone a prueba cuán
profundas son nuestras aptitudes, opera desde un plano inconscien­
te y suele relacionarse con algo proveniente del pasado (de vidas
pasadas) que puede tender a mantener nuestro potencial en el limbo
hasta que nos empeñamos en entregamos altruistamente, de cora­
zón, y no sólo desde el plano mental. El Novil puede ayudamos en
nuestro intento por unificar las energías y, el resultado de esto, es
una sensación más vasta de unicidad.
67
El Novil guarda correspondencia con los 10 grados de Tauro
desplazándose en sentido contrario al de las agujas del reloj, y los 20
grados de Acuario desplazándose en el sentido de aquéllas. El Novil
inferior se halla asociado, pues, con el signo de Tauro, y opera a
través del dwad de Virgo en el decanato de Virgo de este signo (lo
cual podría implicar ajustes emocionales que permitan una percep­
ción más elevada del valor personal). También guardaría correspon­
dencia, pues, con la segunda Casa y con el planeta Venus (operan­
do idealistamente con ambos en su potencial más elevado). El Novil
superior se relaciona con el signo de Acuario y opera a través del
dwad de Libra en el decanato de Libra de este signo. Por ello,
también está vinculado con la undécima Casa y el planeta Urano
(funcionando probablemente con ambos en un plano humanitario y
de reformas sociales). Los denominadores comunes de ambas fases
del Novil son la representación de los signos fijos pertenecientes al
Hemisferio Este, a los cuales se suman, destacadamente, las tenden­
cias latentes de Venus.

Notas:
1 John Addey, Harmonics in Astrology, Cambridge Circle Limitcd, E.U.A., 1976,
página 111.
2 Corinnc Hcline, Sacred Science of Numbers, New Age Press Incorporated, Cali­
fornia, 1971, página 36.
3 Dane Rudhya1� Astrología de la Personalidad, Edito1ial Kier S.A., Buenos Aires,
Capítulo XI.
4 John Addey, Harmonics, Genetics, and Diseare (Armónicas, Genética y
Enfe1medad), en Astrology Now, Tomo n" 1, N" 7 (octubre de 1975), página 30.
5 Ibídem, página 30.
6 Cminne Heline, Sacred Science of Numbers, New Age Incorporated, California,
1971, página SS.
7 John Addey, Harmonics in Astrology, Cambddge Circle Limited, 1976, página
121.
8 Ibídem, página 121.
9 Ibídem, página 62.
l0 Charles M. Graham, The Seventh Hannonic and Creative Artists (La Séptima
Armónica y los Artistas Creadores), en Astrology Now, Tomo nº 2, Nº 13 (Junio
de 1976), página 87.
11 John Addey, Harmonics in Astrology, Cambridge Circle Limited, 1976, página
120.
68
12 Dane Rudhya1; Person-Centered Astrology, CSA Press, Georgia, 1972, página
167.
13 Ibídem, página 167.
14 Doris Thompson, "El Septil: El Aspecto del Destino", AFA Bulletin, 1975, Tomo nº
37, Nº 1, página 17.
15 Dclphine Jay, Teaching Harmonic Charting (Enseñando el horóscopo de las
armónicas), Astrology Now, Tomo nº 1, Nº 11 (Marzo de 1976), página 7.
16 Ibídem, página 7.
17 Michael Mcyer y Nancy Kleban, Numerícal Approaches to Phase Interpreta­
don (Enfoques Numéricos de la Interpretación de las Fases), Astrology Now,
Tomo nº 1, Nº 1 (octubre de 1975), página 38.
18 La Biblia, versión Valera-Casiodoro de Reyna, Mateo I O: 16.
19 Corinnc Hclinc, Sacred Science of Numbers, Ncw Age Prcss Incorporated, Cali-
fornia, 1971, página 74.
20 Ibídem, página 75.
21 Ibídem, página 75.
22 Ibídem, página 75.
23 Dane Rudhya1; Astrología de la Personalidad, Editorial Kier S.A., Buenos Aires.
24 David Cochranc, New Foundations for Astrology, Astrological Counseling and
Research, Flmida, 1977, página 35.
25 John Addey, Harmonics in Astrology, Cambridge Circle Limited, E.U.A., 1976,
página 96.
26 Michael Meyer y Nancy Kleban, Numerícal Approaches to Phase Interpreta•
don (Enfoques Numélicos de la Interpretación de las Fases), Astrology Now,
Tomo nº 1, Nº 7 (octubre 1975), página 38.
27 Leyla Rael-Rudhyai; 1979 NASO Conference, Atlanta, Georgia, 31 de agosto de
1979.

69
Capítulo III

Los Aspectos Disociados


La Luna en 1 grado de Acuario se halla claramente en el As­
pecto de la Oposición al Sol en 1 grado de Leo. Empero, si esta mis­
ma Luna en 1 grado de Acuario estuviera en Aspecto con un Sol en
29 grados de Cáncer, ese Aspecto se consideraría aún una Oposición
válida, con un orbe con minutos de exactitud. Sin embargo, este tipo
de Oposición se llama Aspecto "fuera de signo" o disociado. ¿Un As­
pecto disociado es de algún modo diferente, en cuanto a su influen­
cia, de un Aspecto estándar? Debería serlo, pues representa una cla­
ra variación de la relación inherente del signo, propia del Aspecto
estánda1: El Aspecto de la Oposición ocurre idealmente cuando dos
planetas tienen una separación exacta de 180 grados, lo cual signifi­
ca que están en los signos de la misma calidad y elementos compati­
bles. Asimismo, estos dos signos son polos opuestos naturales. Sin
embargo, en una oposición disociada (como en el ejemplo anterior),
el cambio de la posición del Sol en el signo modifica la relación na­
tural del signo de este Aspecto, puesto que Acuario y Cáncer esta­
blecen el esquema de un Quincuncio. Acuario es un signo fijo, mien­
tras que Cáncer es cardinal. Aquí, un signo de aire está en Oposición
con un signo de agua, en vez de uno de fuego. Y evidentemente, Acua­
rio y Cáncer no son polos opuestos. Todas las variaciones que se
hallan en ese Aspecto disociado se determinan, pues, de acuerdo con
las posiciones de los planetas en Aspecto en los signos.
Los Trígonos disociados ocurren desde signos que se hallan
recíprocamente en Cuadratura o Quincuncio. Las Cuadraturas diso­
ciadas involucran signos que se hallan recíprocamente en Trígono o
Sextil. Las Oposiciones fuera de signo involucran signos que se ha­
llan naturalmente en Quincuncio unas con otras, mientras que los
Sextiles fuera de signo pueden ocurrir desde signos que se hallan
recíprocamente en Cuadratura o Semisextil. ¿Cómo deberíamos inter-
7/
pretar estos Aspectos fuera de signo? En primer lugar, un Aspecto
disociado se expresará aún de acuerdo con la naturaleza del ángulo
que se forma entre los planetas. Una Cuadratura disociada atraerá
las mismas exigencias, propias de las circunstancias, que una
Cuadratura estándar. Empero, en un plano psicológico, un Aspecto
disociado tiende a reaccionar de manera muy diferente, puesto que
la variación del signo del Aspecto modifica la actitud y la motivación.
Por ello, los Aspectos fuera de signo tienen mayor impacto en el pla­
no del carácter que en el plano de la circunstancia.

La Conjunción Disociada
La Conjunción fuera de signo involucra signos que se hallan
recíprocamente en Semisextil. Mientras las Conjunciones corrien­
tes implican que la mente concentra y enfoca singularmente las ener­
gías, las Conjunciones disociadas se encauzan menos unificadamente
en el plano psicológico. Puesto que ahora están involucrados dos
signos diferentes que tienen motivaciones distintas, los impulsos que
los planetas ponen de manifiesto no se combinan ni funden juntos
tan fácilmente (y, en especial, si los planetas mismos tienen tempe­
ramentos opuestos). Por ello, las Conjunciones disociadas pueden
expresarse con menos coordinación o propósito vigoroso. El indivi­
duo tal vez no se sienta tan motivado como para hacerse valer de la
manera directa, espontánea y testaruda de la Conjunción estándar.
Tiende a actuar con menos vehemencia, o bien, puede sentirse
desmañado e incómodo para expresarse aquí, aunque aún sea im­
pulsado a actuar. Por el hecho de que está menos decidido sobre
cómo ejecutará sus impulsos (ya que la influencia subyacente del
Semisextil tiende a hacer que evalúe las cosas), el individuo se siente
inclinado a vacilar antes de lanzarse a la actividad. No obstante, la
tendencia latente del Semisextil podría sugerir que el individuo pue­
de ser capaz de apelar a los recursos interiores de índole menos apa­
rente (imaginación, magnetismo físico, fuertes instintos de sobrevi­
vencia y sensibilidad paranormal) que puede usar para beneficiarse
cuando inicie su acción personal. En este sentido, la Conjunción fuera
de signo puede ser realmente más expeditiva que la estándar, y me­
nos limitada en la manera con que utiliza los impulsos de los plane­
tas en cuestión. Sin embargo, lo típico es que tendamos a confundir­
nos sobre cómo sintetizar mejor los diferentes rasgos de conducta
de los signos, y el resultado de esto es una ligera frustración. El indi-
72
viduo tendrá que participar en actividades en las que puedan ser
satisfechas las necesidades de ambos signos.

El Semisextil Disociado
El Semisextil disociado implica la subyacente influencia de la
Conjunción o del Sextil. Cuando los dos planetas del Semisextil di­
sociado se hallan en el mismo signo, podría haber un rechazo psico­
lógico a correr el albur de apartarse más del propio mundo subjeti­
vo, en pos de satisfactorias experiencias que pudieran fomentar el
desarrollo de un recurso personal. La influencia del Semisextil (por
ser un Aspecto sutil con el que hay que empezar) es tal vez incluso
menos perceptible cuando se halla en el Aspecto disociado. Las posi­
bilidades pueden estar aquí incluso más latentes. La tendencia la­
tente de la Conjunción podría sugerir que el individuo todavía no
está maduro y listo para trabajar con sus recursos internos o exter­
nos hasta que sea capaz de establecer un mejor sentido de identidad
o una mejor imagen personal. Este tipo de Semisextil disociado po­
dría proveer positivamente más ímpetu e impulso hacia la manifes­
tación del capital potencial cuando uno aprende a relacionarse más
consigo mismo y encauzarse más unificadamente. Cuando el
Semisextil disociado involucra signos que están en Sextil, entonces
el individuo puede volverse más psicológicamente curioso acerca de
cómo podrá aplicar sus recursos potenciales. Puede tener aspiracio­
nes en cuanto al futuro y a la aplicación idealista de los beneficios
con que cuente en su realización. Hasta cierto punto, podría ser ca­
paz de hallar un modo inteligente e inventivo de atraer esos recur­
sos. La estimulación del Sextil subyacente impide que el Semisextil
disociado tienda a permanecer inactivo, debido al hecho de que el
individuo está más psicológicamente inquieto y desea hacer algo con
las posibilidades que se le presentan. Su percepción del valor de sus
recursos está mejor desarrollada que la del individuo que tiene el
Semisextil estándar.

El Sextil Disociado
El Sextil fuera de signo involucra signos que naturalmente
están recíprocamente en Semisextil o Cuadratura. En ambos ca­
sos, estas influencias subyacentes sugieren una falta de facilidad
natural, la cual es típica del Sextil estándar. El Sextil disociado que
involucra signos que están en recíproco Semisextil es el menos mo-
73
lesto de los dos. Aunque el individuo no tiene problemas para atraer
oportunidades constructivas, puede sentirse menos estimulado por
ellas y, por ende, puede dejarlas pasar. La pasividad de la tendencia
latente del Semisextil desalienta psicológicamente la expresión per­
sonal abierta. Allí tiende a haber una ligera resistencia interior a
aprender cosas nuevas y, en consecuencia, el individuo tendrá que
efectuar un esfuerzo más consciente para flexibilizar y adaptar más
su actitud si ha de beneficiarse plenamente con las experiencias que
él atrae. Sin embargo, las oportunidades personales que aquí se ma­
nifiestan podrían obtenerse más fácilmente, puesto que este tipo de
Sextil disociado es menos proclive a la distracción y a la dispersión
de los intereses. Es menos inquieto que el Sextil estándar. Aquí se
sugiere una mayor capacidad para concentrarse, aunque la versatili­
dad está un tanto disminuida (limitando el alcance de nuestra expre­
sión). Puede existir un conocimiento práctico instintivo y entraña­
ble, relacionado con el uso positivo de los impulsos que aquí se pre­
sentan, además de una capacidad para fomentar con más esmero el
desarrollo de esos impulsos. Los beneficios pueden manifestarse más
lentamente en la vida del individuo, pero tienden a ser más valoriza­
dos y apreciados. La tensión es mayor cuando el Sextil disociado
involucra signos que se hallan en Cuadratura recíproca. Las expe­
riencias que el individuo atrae no suelen satisfacer su necesidad in­
terior de desafiar y confrontar y, además, resultan ser, a la larga,
menos estimulantes y atractivas. O bien, el individuo puede ser pro­
clive a aplicar más impulso e ímpetu en situaciones que realmente
requieren esto de él. El individuo podría crear aquí obstáculos inne­
cesarios e inadecuados para la naturaleza de las situaciones que él
atrae. En pocas palabras, suele empeñarse demasiado en realizar lo
que normalmente se logra mejor con menos esfuerzo (impulso exce­
sivo), o bien, él puede bloquearse, sin ser accesible a las nuevas expe­
riencias beneficiosas, debido a que interiormente se siente inseguro
o inadaptado (inhibido). Necesitará desarrollar aquí mayor objetivi­
dad respecto de sí mismo. Sin embargo, la influencia subyacente de
la Cuadratura podría obligarle a controlar y disciplinar mejor las
agitadas energías de este Aspecto (puesto que todos los Sextiles ne­
cesitan considerable empeño personal si han de ser, en nuestra vida,
influencias productivas). La clave radica en saber cuánto esfuerzo
necesitamos para obtener resultados óptimos.

74
La Cuadratura Disociada
La Cuadratura fuera de signo involucra signos que se hallan
recíprocamente en Trígono o Sextil. Aunque el individuo atrae si­
tuaciones exigentes que tienden a obligarle a encarar de frente los
asuntos, es probable que psicológicamente le falte vigor y decisión
para ocuparse de esas circunstancias acuciantes (puesto que los
Trígonos y Sextiles buscan soluciones fáciles y que no requieran es­
fuerzo, y no se inclinan por soportar muy bien lo que les pese o ago­
bie). Lo normal es que sea inadecuado el impulso interior necesario
para superar los obstáculos externos que plantean problemas. Por
ello, ambos tipos de Cuadraturas disociadas son menos proclives al
logro que se obtiene con lucha y esfuerzo. Las Cuadraturas corrien­
tes son mucho más potentes, debido a que los signos aquí involucra­
dos son muy competitivos en su mutua expresión; el resultado de
esto es un grado de fricción que ayuda a desarrollar una vitalidad en
la que hay empuje y fuerza. Los signos involucrados en las
Cuadraturas disociadas no se agitan entre sí, y el resultado de esto es
menos ímpetu para emprender una acción decisiva que resuelva los
aprietos que el aspecto atrae normalmente. Cuando se maneja bien
a la Cuadratura disociada que involucra signos que se hallan en sextil
recíproco, el resultado podría ser un tipo más estimulante de ten­
sión, puesto que la influencia del Sextil subyacente puede permitir
que el individuo reconozca objetivamente la razón de sus conflictos
interiores, en vez de seguir activándolos de manera inconsciente y
habitual. Esto tal vez indique que el individuo tiene una necesidad
interior de aprender por qué sus impulsos contrarrestan lo que él
mismo se propone. El puede ser más accesible a las ideas relaciona­
das con cómo puede aquí manejar mejor sus energías (a diferencia
de la Cuadratura estándar, la cual es más defensiva). Según mi opi­
nión, cualquier Aspecto o subinfluencia del Sextil puede actuar como
el mejor antídoto para cualquier Aspecto de Cuadratura. Alienta la
disolución de patrones rígidos, de una manera que es más atractiva
que amenazante. Por ello, en lugar de tener aquí lo que a menudo se
ha llamado una Cuadratura "más débil", podemos tener una que posea
el potencial para iluminarse más, una vez que el individuo compren­
da que puede resolver inteligentemente los problemas. La influencia
del Sextil subyacente puede darle más aliento y optimismo.
Las Cuadraturas disociadas bien manejadas, que involucran
signos que se hallan en Trígono recíproco, sugieren que el sentido
75
personal de armonía y bienestar, que el individuo posee, le permiten
aceptar los desafíos con mayor fe y confianza. Sin importarle cuán
difíciles sean las situaciones que tienda a tener, este individuo está
convencido de que las cosas funcionarán de manera excelente, debi­
do a sus esfuerzos persistentes. En lo negativo, es probable que el
individuo intente no comprometerse con responsabilidades u obliga­
ciones que la Cuadratura le presente, las cuales no deberían ser esen­
cialmente evitadas o ignoradas. Aquí los problemas no mejorarán ni
desaparecerán, a menos que el individuo se ocupe directa y realista­
mente de esos desafíos. En vez de esperar, interiormente, que las
soluciones instantáneas y mágicas aparezcan por casualidad, este
individuo debería permitir que la influencia del Trígono le pro­
porcione la intuición o la captación creadora que le ayude a resolver
sus conflictos. Necesitará cultivar más la disciplina y el control per­
sonales y, además, resistir la tentación de dejar para mañana lo que
puede hacer hoy.

El Trígono Disociado
El Trígono fuera de signo involucra signos que se hallan
recíprocamente en Quincuncio o Cuadratura. Los Trígonos diso­
ciados se parecen a los Sextiles disociados e involucran influencias
que tienden a generar discordia e inquietud, aunque los asuntos exter­
nos que el Trígono atrae no son agobiantes ni incómodos. El indi­
viduo suele sentirse más molesto de lo que razonablemente sería de
esperar, puesto que las condiciones externas, asociadas con el Trígo­
no, son normalmente fluidas y placenteras. Cuando el Trígono diso­
ciado ocurre en signos que se hallan en Quincuncio recíproco, el
individuo no se adapta psicológicamente con facilidad a los benefi­
cios que, no obstante, él atrae prestamente. Se halla fuera de foco en
algún plano interior de él mismo, y el resultado de esto es una sutil
insatisfacción que tiende a interferir su aptitud para distenderse y
disfrutar cuanto el Trígono indique. Puesto que el Trígono nos im­
pulsa a analizar cuidadosamente y efectuar las correcciones necesa­
rias mediante la reorganización de nuestras energías, es probable
que aquí el individuo se dedique demasiado innecesariamente a rea­
lizar ajustes menores en cuestiones que no los requieren, por cuanto
lo que el Trígono está sugiriendo es que las cosas ya se hallan en un
estado armónico. El individuo simplemente no interpreta las cosas
de este modo, aunque esto parezca evidente a los demás. Aunque los
76
Trígonos alientan la expresión fervorosa y creadora, este tipo de Trí­
gono disociado denota una falta de equilibrio interior y de confianza
en uno mismo. El individuo se siente menos seguro de sí mismo
acerca de cualquier talento que aquí se muestre, e incluso ligera­
mente irritado por cómo expresa sus aptitudes (puesto que él es
indebidamente perfeccionista). íntimamente, quizá sea demasiado
desorganizado y desordenado consigo mismo como para utilizar con
eficacia sus recursos personales, su buena fortuna o su tiempo libre
(cuando a los Quincuncios se los maneja mal, entonces alientan la
holganza). Por otra parte, un Trígono disociado bien manejado im­
pulsa al individuo a mejorar de a poco sus aptitudes. Raras veces las
da por sentadas, y tiende a ser más consciente del desarrollo de ellas
(a diferencia del Trígono estándar). Cuando el Trígono disociado
ocurre en signos que se hallan en Cuadratura recíproca, las situacio­
nes externas funcionan con demasiada uniformidad y satisfacen los
impulsos interiores del individuo. Es probable que él espere o exija
algún elemento con el que deba contender o luchar, pero en lugar de
ello experimenta una sensación internamente conflictiva cuando se
da cuenta de que las circunstancias que él aquí atrae no pueden sen­
cillamente adaptarse a sus intensas necesidades. Esto le deja insatis­
fecho, hasta tal punto que es probable que porfiadamente cree obs­
táculos con el único fin de generar el grado de tensión que le gusta
sentir, y así introduce factores discordantes en situaciones que, de
otro modo, serían apacibles. Este Aspecto disociado, debido a la ín­
dole defensiva de la Cuadratura, podría denotar talentos y destrezas
de los que se puede abusar o que pueden ser utilizados con agresivi­
dad. Todas las manifestaciones antedichas representan el lado exce­
sivamente impulsivo de la Cuadratura. Sin embargo, puesto que las
Cuadraturas también son autobloqueantes, el individuo también
puede abrigar actitudes represivas que desbaratan su aptitud para
sentirse satisfecho con las actividades que aquí se indican. Aunque
revele, en la superficie, facilidad para expresarse, en su interior pue­
de desgastarse y sentirse sutilmente inquieto o apremiado. La inhibi­
ción y la inseguridad pueden impedirle que confiadamente dé mues­
tras de sus dones creativos. En el plano positivo, la tendencia latente
de la Cuadratura podría suministrar al Trígono -que normalmente
propende al ocio y la sensualidad- bastante impulso e ímpetu ex­
tras para concentrarse dinámicamente en una actividad que sea crea­
dora y tenga un propósito.
77
El Quincuncio Disociado
El Quincuncio fuera de signo puede ocurrir en signos que se
hallan recíprocamente en Trígono o en Oposición. El orbe debe
mantenerse reducido (3 grados o menos). Cuando el Quincuncio di­
sociado opera por medio de signos en Trígono, el individuo puede
tener, interiormente, una actitud positiva u optimista al encarar los
ajustes necesarios que se indican. Puede mostrarse más vitalmente
interesado en reorganizar las partes suyas que le impiden funcionar
óptimamente (puesto que es capaz de percibir o imaginar el ideal
que puede desarrollar más en su interior, y esto puede servirle de
inspiración). Por ello, puede haber un anhelo psicológico de mejora­
miento personal, paulatino pero significativo y, a veces, de una ma­
nera que puede ser agradable o atractiva para este individuo. Tal vez
se incline por buscar un modo creativo de canalizar sus impulsos
tendientes a corregirse. Es probable que se experimente en menor
grado la fastidiosa irritabilidad de este Aspecto, debido a la índole
tranquila y carente de tensiones, propia de la tendencia latente del
Trígono. Sin embargo, esta cualidad puede también ser, hasta cierto
punto, perjudicial porque podría alentar un ajuste del problema mis­
mo en cuestión (los Trígonos pueden más bien fomentar la pereza y
el dejar para mañana lo que podemos hacer hoy) que hacer ajustes,
mediante trabajo diligente, para hallar una solución adecuada (aquí,
nuevamente, el Trígono espera confiadamente que todo se resuelva
solo, sin tener que efectuar esfuerzo personal alguno). Este Aspecto
puede sugerir una mayor proporción de confianza en uno mismo al
encarar los sutiles desafíos del dilema que el Quincuncio plantea,
además de suficiente idealismo para ansiar aquí un mejoramiento
de las condiciones.
Cuando el Quincuncio disociado opera a través de signos que
se hallan en Oposición recíproca, puede haber una perspectiva ma­
yor y potencialmente más clara de los problemas que aquí se presen­
tan, que la que es típica de los Quincuncios corrientes. El individuo
siente, de manera innata, que necesita equilibrarse interiormente por
medio de los ajustes externos que él realiza. Sin embargo, puede
sentirse menos motivado para efectuar estos ajustes necesarios sin
el apoyo y el respaldo psicológicos de los demás. Uno de sus más
importantes ajustes tal vez consista en aprender a depender menos
de los demás y en estar más deseoso de poner a prueba su capacidad
de confiar en sí mismo. Sus actitudes respecto de las relaciones ne-
78
cesitan, de algún modo, ser evaluadas nuevamente. La tendencia la­
tente de la Oposición parece reforzar la proclividad del Quincuncio
a separar o apartar con violencia lo que impida el crecimiento (pues­
to que las Oposiciones pueden sugerir impHlsos separativos). Por
ello, el equilibrio psicológico puede ser aquí importantísimo si el
individuo ha de trabajar constructivamente en su mejoramiento per­
sonal sin dejar de ser consciente del propósito de ese esfuerzo. Los
ajustes tal vez puedan facilitarse, una vez que el individuo esté más
deseoso de colaborar con los demás y demostrar mayor considera­
ción con sus necesidades. En el plano negativo, el individuo puede
dejar de sentirse equilibrado y descubrir que está lidiando dentro de
sí mismo con fuerzas contrarias que le mantienen separado y psicoló­
gicamente fragmentado, lo cual podría manifestarse externamente
como graves perturbaciones en su salud mental o física. Necesitará
encarar objetivamente las actitudes interiores que tiendan a ahogar
su capacidad evolutiva y que le impidan llevar una vida organizada y
productiva.

La Oposición Disociada
La Oposición fuera de signo involucra signos que se hallan
naturalmente en Quincuncio recíproco. Esto sugiere la necesidad
de efectuar importantes correcciones o ajustes en nuestra perspecti­
va acerca de las relaciones. Una Oposición suele permitir una visión
más amplia de una situación; entonces, aprendemos claramente a
conciliar las diferencias o nos enzarzamos en un conflicto y antago­
nismo continuos. Sin embargo, quien tenga una oposición disocia­
da, tal vez no vea fácilmente las situaciones con tanta claridad o
precisión (recuerde que los Quincuncios pueden estar fuera de foco,
y esto podría crear distorsiones menores o ineptitud para percibir
los pormenores más finos de una situación). Por ello, el individuo no
percibe fácilmente los factores opuestos que operan en las relacio­
nes. Eventualmente se da cuenta de este punto ciego y es propenso a
que esto le irrite. Este Aspecto tiende a generar más incertidumbre e
inquietud en el manejo de las exigencias que las relaciones plantean,
puesto que los signos involucrados carecen de la capacidad de coor­
dinación que es típica de los signos de polos opuestos. Por esta ra­
zón, el Aspecto disociado atrae pero no conserva el magnetismo como
para mantener la atracción tal como la Oposición estándar lo hace, y
esto resulta ser psicológicamente perturbador para el individuo. Mien-
79
tras el conflicto externo puede ser menos patente en sus uniones
concretas, el conflicto interno tiende a ser más agudo. Esto implica
la necesidad de una sutil reorganización mental o emocional de nues­
tro proceso perceptivo de los demás. El individuo debe empeñarse
más para recibir con más exactitud los mensajes de los demás si ha
de resolver lo que interiormente le agobia.

80
Capítulo IV

El Gran Trígono
En un plano ideal, cuando por lo menos tres planetas, en dife­
rentes puntos de la Carta, se hallan, en su totalidad, en Trígono recí­
proco en el mismo elemento, la configuración del Aspecto que así se
forma se llama Gran Trígono. El prototipo del Gran Trígono, en el
Zodíaco natural, involucra los tres signos de fuego, puesto que el
primer ángulo de 120 grados desde el punto de partida de O grado de
Aries en el ciclo de los Aspectos cae en O grado de Leo, desplazándo­
se en sentido contrario al de las agujas del reloj, y O grado de Sagita­
rio, desplazándose en el sentido de aquéllas. Por lo tanto, el Gran
Trígono crea visualmente un gran esquema triangular a través de la
Carta. Se trata de una configuración especializada, cuyo propósito
es fomentar elevado idealismo, intuición y visión, al igual que expre­
sión personal creadora y bienesta1: El Gran Trígono puede indicar
potencialmente confianza y seguridad en uno mismo, expectativas
optimistas, sensación de goce, fluidez, inspiración, mayor creativi­
dad y sensación general de protección como resultado de la fe y la
esperanza que el individuo tiene interiormente. No debe asombrar­
nos que la astrología tradicional haya considerado que el Gran Trígo­
no es una influencia sumamente benévola. Sin embargo, la astrolo­
gía moderna está percibiendo actualmente los inconvenientes po­
tenciales de un Gran Trígono mal manejado.
Recuerde que un Gran Trígono es, en primerísimo lugar, una
combinación de tres Trígonos separados. Como ya lo dijimos, el As­
pecto del Trígono tiende a la comodidad y a una reducción de lo que
nos presiona, pone tensos y agobia. Puesto que nos interesa el ocio y
la sensualidad, no estamos motivados como para luchar y crecer más
por medio de la aceptación de mayores exigencias. Incluso parece a
veces estático e inactivo, cuando el individuo es incapaz de hallar
salidas placenteras con las que pueda expresarse. Al no estar motiva-
8/
do como para hacer frente a lo que le frustra o limita, el Trígono
desea disfrutar un estado de distensión y armonía interiores, sin el
obstáculo de las interferencias externas. En este sentido, el Trígono
enfoca de manera poco realista la satisfacción personal, con desmedro
del desarrollo de la fuerza de carácter {lo cual suele lograrse median­
te esfuerzo y conflicto). Demasiados Trígonos en una Carta pueden
reflejar un temperamento sensual que elude reiteradamente some­
terse a una disciplina o intenta ignorar en su vida las responsabilida­
des mayores. El efecto puede ablandar a un individuo y reducir mu­
cho su impulso y buena voluntad potenciales para actuar en la vida
de una manera dinámica. Los Trígonos deficientemente manejados
infunden una sensación de falsa seguridad y el resultado de esto es
una improductiva forma de pasividad que impide que el individuo
esté motivado como para superar el talento o la destreza existentes.
El se contenta sencillamente con lo que está recibiendo gratuitamente
de la vida y no advierte que es conveniente que modifique este modo
de ser.
Este estado de cosas puede ampliarse más con el Gran Trígo­
no. Dicha configuración puede convertirse realmente en fuente de
mayor inactividad y estancamiento aún si el individuo no posee un
adecuado sentido de equilibrio en su consciencia (esto es simboliza­
do por una cantidad suficiente de Cuadraturas y Oposiciones en la
Carta y, especialmente, si algunas de ellas se hallan también en As­
pecto con cualquier planeta o con todos ellos, formando el Gran Trí­
gono). Este Aspecto múltiple podría brindar a algunos "suerte" en
abundancia a lo largo de su vida. Y depende del perfil global del
carácter, evidenciado por toda la Carta, si realmente esa "suerte" be­
neficia y fortalece o retarda y debilita nuestro desarrollo interior.
Según Barbara Watters, en su obra titulada The Astrologer Looks
at Murder, se ha descubierto que muchos delincuentes (e incluso
homicidas) 1 tienen el Gran Trígono en sus Cartas natales, junto con
personas que son fácilmente derrotadas por las penurias de la vida
y que, en lugar de ello, se vuelven hacia las "adicciones" y los esti­
los de vida antisociales. En la Carta de un delincuente, el Gran Trí­
gono puede servir para minimizar cualquier incentivo tendiente a
luchar contra las !imitadoras condiciones de su entorno, de la ma­
nera realista que, en nuestro caso, mejor nos permite vencer exito­
samente y con madurez esas limitaciones. Según observaciones
criminológicas, los delincuentes crónicos tienen una visión irreal e
82
infantil del mundo, y esperan o exigen que el medio ambiente ceda
y se someta a las necesidades personales de ellos o, de lo contrario,
lo castigarán. Suelen motivarse con la creencia ilusoria e incues­
tionada de que ellos pueden, en última instancia, triunfar y lograr
controlar cualquier condición social (si ellos así lo quieren) y, por
ello, no tienen que someterse a las leyes que sus "víctimas" más
débiles respetan. Watters afirma que, en algunos delincuentes es­
tudiados por ella, la presencia del Gran Trígono sólo sirvió para
que las actitudes egoístas o despiadadas del individuo se tomasen
incluso más exitosas (literalmente, escapando tras asesinar a al­
guien) durante un lapso más prolongado que el que sería dable es­
perar. Todo esto representa, desde luego, un uso muy deformado y
ruin del Gran Trígono y, en consecuencia, sólo será de aplicación a
un porcentual muy pequeño de individuos.
La interpretación depende en gran medida de cuántos plane­
tas están involucrados en el Gran Trígono, y a esto hay que agregar
la índole fundamental de estos planetas. Cuanto más sean los plane­
tas vinculados, mayor será el peligro de desequilibrio y debilidad de
carácter. La sensualidad indebida, los excesos personales y la pasivi­
dad tienden a recalcarse más, por ejemplo, cuando la Luna, Venus,
Júpiter o Neptuno están involucrados... o cuando signos como Tau­
ro, Cáncer, Leo, Escorpio o Piscis se hallan fuertemente representa­
dos en toda la Carta. Advierta que estos signos especiales comparten
un común denominador: la sensualidad. Por otra parte, planetas como
Marte, Saturno y Urano (y a veces Plutón) son innatamente dema­
siado activos y se impulsan solos como para permitir jamás la sen­
sualidad o el estancamiento. De manera parecida, signos como Vir­
go, Capricornio y Aries necesitan estar constantemente ocupados y
activos para funcionar normalmente.
Un individuo que tenga un Gran Trígono tal vez descubra que
muchas necesidades personales suyas son satisfechas, en los prime­
ros años de su vida, por la gente o por situaciones de carácter gene­
ral. Tiende a sentirse aislado de las realidades más duras de la exis­
tencia, al menos en muy determinadas situaciones. Quienes tienen
Grandes Trígonos pueden crecer esperando inconscientemente un
trato especial, privilegios únicos y apoyo comprensivo por parte del
medio ambiente, pero raras veces sienten el impulso de trabajar para
obtener estos beneficios. Aquí corremos el riesgo de adoptar esta
actitud frente a la vida: "lo quiero todo, sin dar nada a cambio",
83
independientemente de si hemos ganado o merecido lo que quere­
mos. El resultado positivo y placentero de muchas experiencias nues­
tras suele ser reforzado realmente por nuestra esperanzada expecta­
tiva de que la vida proveerá siempre a nuestras necesidades sencilla­
mente porque deseamos que esto sea así. La persona puede tener
verdaderamente una vida fascinante con el Gran Trígono. Sin em­
bargo, un sutil inconveniente de este esquema consiste en que el in­
dividuo tal vez no logre desarrollar ni ejercitar los músculos psicoló­
gicos necesarios para encarar y resolver eficaz y directamente las
principales crisis de la existencia. Aunque la marea fluya y se encau­
ce a su favor, en algún momento se encontrará inevitablemente con
una resistencia externa si, en realidad, se está estancando en lugar
de crecer. Y cuando suceda esto, tal vez no sea capaz de ocuparse
adecuadamente de los problemas que él debe encarar de manera di­
recta, especialmente en los sectores de casas en las que se hallan los
planetas del Gran Trígono.
En este punto crítico, cualquier dificultad mayor podría
abrumarle o paralizarle, dejándole con la sensación de ser dema­
siado impotente o estar demasiado desamparado como para modifi­
car dinámicamente esas situaciones incómodas. Debido al
condicionamiento anterior, el individuo tal vez apele una vez más a
depender demasiado del empeño de alguien o de algo que le brinde
el alivio instantáneo del apremio que está experimentando. Esto po­
dría alentar en él una conducta escapista (especialmente en los Gran­
des Trígonos de Agua); entonces, actúa siguiendo la línea de menor
resistencia, en un intento por protegerse y amortiguar el conflicto
externo que aparentemente está amenazando las confortables estruc­
turas de su mundo (interior). Y si no puede asegurar esto, entonces
el individuo tal vez se absorba en sí mismo, sin hacer absolutamente
nada respecto del aprieto en que se halla; ésta es, desde luego, una
reacción extrema, la cual sugiere tendencias patológicas latentes y,
por ello, no es la que la mayoría de los individuos haya de adoptar.
Sólo se sugiere para mostrar la increíble potencia del Gran Trígono
para escudar o proteger a la psiquis humana de lo que se considera
peligroso o dañino.
Los Grandes Trígonos múltiples (aunque no son comunes)
pueden incluso ser más debilitantes, puesto que, al menos dos ve­
ces, no se halla involucrada la mitad de los planetas. Sin embargo,
mucho depende de los Aspectos que un Gran Trígono tenga con el
84
otro (o los otros). Por ejemplo, si un Gran Trígono de Fuego se
interconecta con un Gran Trígono de Aire, el resultado de esto es
realmente un Gran Sextil potencial; éste puede ser dinámico, por
el hecho de que hay tres Oposiciones y seis Sextiles que se forma­
ron asf. Esto puede ser muy estimulante. Pero si estos dos Grandes
Trígonos no se conectan porque los orbes son demasiado vastos
como para siquiera considerarlos, entonces el individuo pasa por
extremas dificultades integrando las diversas partes de sí mismo.
Esta situación fuera de lo corriente podría indicar un individuo
que en la vida anda a la deriva o meramente a los tumbos, y raras
veces posee suficiente impulso o ímpetu (pues regula mal "sus tiem­
pos") para realizar algo apropiado. Aunque tal vez estén presentes
el talento y la destreza, los individuos tienden a disipar su vida por
falta de motivación o practicidad. Lo que empeora esto es que este
tipo de individuo incluso raras veces se preocupa si no está vivien­
do a la altura de sus máximas posibilidades; esto se debe a que la
multitud de trígonos produce aquí una ilusoria sensación de armo­
nía interior y bienestar. En el próximo capítulo daré más informa­
ción sobre el Gran Sextil.
En general, cuanto mayor es la cantidad de contactos de As­
pectos agobiantes, provenientes de otros planetas de la Carta, con
planetas que componen el Gran Tdgono, mayor es la capacidad para
modificar la influencia y la expresión de este último. Esta suele ser
la situación que se hallará en la mayoría de las Cartas que tengan
esta configuración. Un Gran Trígono aislado (o uno que no efectúe
contactos externos que involucren Aspectos mayores: específica­
mente, Cuadraturas y Oposiciones) es capaz de conservar intacta su
identidad, para mejor o para peor. No es fácilmente afectado por
otras partes del carácter y tiende a operar de manera autónoma, pa­
recida a la de un planeta sin Aspectos. Es capaz de expresarse de
acuerdo con su forma pura. Asimismo, este tipo de Gran Tdgono es
casi inexistente. Y aunque usted encontrara uno, advierta que los
planetas en tránsito están formando continuamente contactos exter­
nos apremiantes. Nada hay en la Carta que pueda permanecer ilimi­
tadamente estático o autónomo. Por ello, si el Gran Trígono se com­
plementa en la Carta con una T Cuadrada o con una Gran Cuadratura
(especialmente una que se interconecte), entonces puede proporcio­
nar precisamente la cantidad requerida de refuerzo positivo que el
individuo necesita para ayudarle a resolver apremiantes esquemas
85
dinámicos, mientras, a cambio, puede suministrársele más energía e
impulso para convertirla en una fuente productiva y vigorizante de
energía creadora o espiritual.
En los centenares de Cartas estudiadas, en procura de Gran­
des Trígonos presentes, fueron relativamente menos los personajes
célebres que poseían esa configuración mayor. Es evidente que los
pocos personajes que tenían Grandes Trígonos en sus horóscopos
fueron capaces de ponerlos en funcionamiento, sin permitir que sus
beneficios se desperdiciasen. Los individuos más descollantes pare­
ce que tuvieron que luchar, persistir y vencer grandes imprevistos
antes de que se les permitiera ascender a los puestos exitosos por los
que se los conoce y recuerda. Tal vez esto explique la falta de Gran­
des Trígonos en sus Cartas.

El Gran Trígono de Fuego


En el caso del Gran Trígono de Fuego, la fuerza creadora e
inspiracional del Trígono es más evidente, puesto que el elemento
fuego es, en sí mismo, de una acción vital, individualmente expre­
siva y espontánea. Procura experimentar por medio de la exhibición
directa de su potencial. Aunque la percepción o el discernimiento
pueden destacarse con este Gran Trígono, lo mismo puede ocurrir
con el sentido de importancia y poder personales, que se manifiesta
como egocentrismo y exaltada soberbia. El individuo puede parecer
muy afortunado porque es capaz de dedicarse con entusiasmo a ac­
tividades emocionales y un tanto audaces con poco temor, inseguri­
dad o frustración. Tiende a ser una persona activa, en constante mo­
vimiento y poco inclinada a quedarse un rato quieta. Habitualmente
se descubre en ella un rasgo aventurero natural y, además, una atrac­
tiva inocencia, lo cual le permite asumir riesgos y juegos de azar sin
mucha previsión. Lo normal es que no sea una persona calculadora,
sino que prefiera actuar según los impulsos del sitio en el que se
halle. Tiende a dar por sentado que tiene derecho a hacer libremente
lo que le plazca y cuando le plazca, pues lo normal es que quiera
hacer solamente lo que le interesa; esto sugiere que cree ser un indi­
viduo privilegiado. Se empeña en seguir siendo independiente y au­
tónomo, y espera poder expresarse sin que los demás le interfieran.
Sólo exige que su entorno esté dispuesto a satisfacer sus necesidades
inmediatas en cualquier momento, sin demora o resistencia. Su fe
en sí mismo y su sensación de estar personalmente protegido son
86
tan profundas que es probable que anhele y ansíe intentar algo -sin
prestar atención a que probablemente sea imposible- a fin de cum­
plir sus metas y objetivos. La humildad no es una de sus virtudes
corrientes. Sin embargo, cuando la dinámica del Gran Trígono toma
parte, la fuerte e inconmovible fe en sí mismo que el individuo posee
le permite muy frecuentemente tener éxito en lo que emprende. Una
vez que se empeña en un objetivo personal, puede evidenciar fácil­
mente mucha valentía, fuerza interior, confianza y entusiasmo.
Sin embargo, es probable que inconscientemente reclame a
los demás que le presten atención, sean leales con él e incluso le
sirvan (el fuego es el elemento de la realeza), mientras permanece
emocionalmente indiferente o incluso se olvida de las necesidades
personales de los demás, especialmente si éstas son sutiles o se ex­
presan indirectamente. Esto no implica sugerir que la persona que
tiene al Gran Trígono de Fuego es fría e insensible, puesto que el
fuego es un elemento cálido y generoso (especialmente Leo). Lo que
sencillamente sugiere es que lo primero que usted debe hacer es apar­
tar la atención de esta persona respecto de los intereses en los que
se halla enfrascada por el momento, y entonces tal vez ella esté
deseosa de poner mucha energía para contribuir al bienestar perso­
nal de usted. Eso no se producirá instintivamente, puesto que co­
rresponde más al elemento agua. Por supuesto, si esta clase de indi­
viduo responde personalmente a sus necesidades, usted debe acor­
darse de ¡demostrarle abiertamente su sincero aprecio por los es­
fuerzos que él hace! En serio, el Gran Trígono que opera por medio
de este elemento energético da normalmente vitalidad extra (la cual
puede manifestarse más como vigor físico o suma resistencia a los
gérmenes que como brío, puesto que los Trígonos no siempre se ex­
presan abiertamente). El individuo tiende a tener suerte con sus mo­
mentáneos impulsos, pero necesitará aún aplicar los frenos a esos
impulsos suyos que no tienen límite, a fin de disfrutar plenamente la
vida. Si no descansa como es debido, tiende a desgastarse en una
edad demasiado temprana, además de desgastar a los demás. He
notado personalmente que, cuando hay un fuerte énfasis del fuego,
se manifiesta a veces como un ensimismamiento total, el cual hace
que algunas personas tengan un carácter retraído o reservado en
situaciones de índole social, en lugar del carácter animado y vivaz
que nosotros esperaríamos de ellas. En vez de contentarse con llevar
una vida de exclusivo ensimismamiento, es más aconsejable que quien
87
tenga este Gran Trígono busque activamente, en su vida, representar
papeles de liderazgo o que le exijan un alto grado de fuerza física o
creadora. Las exigencias que permiten una interacción dinámica
hacen que este tipo de Gran Trígono más bien se mantenga produc­
tivo que estancado (Thomas Jefferson; Mohandas Gandhi; Winston
Churchill; Fidel Castro; Albert Schweitzer; Herman Melville;
Gustave Flaubert.)

El Gran Trígono de Tierra


La fuerza que calma, alivia y atrae, propia del Trígono, se ha­
lla acentuada en el caso del Gran Trígono de Tierra. La tierra, igual
que el Trígono, procura conservar las condiciones existentes tal como
están y que ella considera bien resguardadas. El elemento y el Aspec­
to no reaccionan bien ante los cambios drásticos y críticos de los
asuntos de la vida. El individuo con este tipo de Gran Trígono tiene
la profunda sensación de que, en el mundo físico, posee seguridad y
estabilidad interiores. Debido al potente magnetismo de esta confi­
guración, él puede fácilmente ser sostenido en el plano material, a
raíz de las abundantes oportunidades que tiene para recibir apoyo
tangible y estatus si así lo desea. En este sentido, el Gran Trígono de
Tierra puede ser el más físicamente reconfortante de todos. Suele
desarrollarse potentemente la capacidad para atraer, acumular y
manejar diestramente los recursos. Empero, suele faltar el impulso
para aventurarse en el mundo y esforzarse y hacerse valer para obte­
ner esos recursos. Este Gran Trígono en la Carta de un individuo
menos ambicioso, tiende a expresarse como una influencia muy sen­
sual y materialista o que mantiene al individuo firmemente arraiga­
do y centrado en el limitado mundo de la materia (lo cual tal vez no
sea deseable, a la larga, para su crecimiento interior). Una de las
características constructivas de un Gran Trígono de Tierra bien ma­
nejado es que tiene notable resistencia y persistencia; esto le permite
al individuo concentrar su atención en objetivos concretos, sin dis­
traerse o apartarse de su rumbo. Una vez que él se empeña en procu­
ra de una meta, puede trabajar larga y empeñosamente en pos de un
logro valioso. Tiene éxito porque puede consolidar diestramente sus
vastas reservas de energía y trabajar contento y con ahínco hasta
alcanzar los resultados concretos que él desea. Sin embargo, a dife­
rencia de un mero énfasis sobre la tierra, la dinámica del Gran Trfgo­
no sugiere una dosis extra de inspiración, intuición y discemimien-
88
to. El individuo puede poseer capacidad organizativa y conocimien­
to práctico formidables, puesto que los Trígonos de Tierra permiten
concebir mentalmente una estructura y una forma perfectas o idea­
les. Puede evidenciarse una dosis poco frecuente de sentido común.
Uno de los dones especiales de este Gran Trígono es el ingenio crea­
dor.
Quienes tienen el Gran Trígono de Tierra pueden ser fenome­
nales constructores de la vida y se sienten más potentes y creativos
cuando dan testimonio de esto mediante realizaciones materiales y
logros mundanos duraderos. Puesto que en lo profundo de su cons­
ciencia necesitan tener seguridad y sentir que ellos valen, raras ve­
ces optan por no correr albures y en su vida casi nunca apuestan de
la manera audaz y enteramente segura de quienes tienen el Gran
Trígono de Fuego. En lugar de ello, son propensos a reflexionar y
evaluar astutamente las circunstancias, antes de tomar cualquier
decisión importante. Su sentido de la oportunidad suele ser exce­
lente en esas cuestiones. No obstante, todo este vigoroso refuerzo
de tierra tiende a producir un temperamento convencional y conser­
vador que suele carecer de la chispa de la imaginación y del "olfa­
to". Tiende a faltarle carisma, aunque su fuerza interior y su deci­
sión para tener éxito son terribles para los demás. En el plano ne­
gativo, el individuo tiene una sintonía tan innata con lo rutinario y
sistemático que suele resistirse a efectuar cambios dinámicos en su
vida y, a veces, se apega a rutinas que confirman esa debilidad que
él siente por la comodidad, pero hacen que siga viviendo en lo su­
perficial y mundano de la existencia. El hecho de procurar la satis­
facción de los apetitos físicos podría eclipsar la búsqueda de una
percepción personal más profunda. A menudo se valorizan excesiva­
mente el trabajo y la productividad, a expensas del desarrollo inte­
rior, aunque la tendencia de estas personas es hacia puestos geren­
ciales en empresas; allí delegan roles y funciones para que otros los
cumplan (puesto que quienes tienen Trígonos no son proclives a
esforzarse con ahínco). Es aconsejable que quien tenga este Gran
Trígono esté en pos de ambiciones materiales que le permitan utili­
zar creativamente los recursos prácticos que aquí le ayuden a evi­
tar que sus energías se acumulen y permanezcan inertes. (José
Stalin; Napoleón; Aristóteles Onassis; Robert E. Lee; John L.
Lewis; Mohammed Alí; John Lennon.)

89
El Gran Trígono de Aire
En el caso del Gran 1Hgono de Aire tienen énfasis los Aspec­
tos idealistas, expansivos y sapienciales del Trígono. El elemento aire,
igual que el Trígono, puede sentirse satisfecho viviendo "en su cabe­
za", sin tener que expresarse abiertamente en el mundo externo. El
elemento y el Aspecto comparten, como denominador común, la in­
clinación natural a lo conceptual y creativo en un plano abstracto.
Por ello, el carácter nada práctico, propio del Trígono, puede eviden­
ciarse más con esta configuración si el individuo es incapaz de apo­
y ar en el suelo su idealismo y sus intuiciones. Es probable que este
individuo sea, en el plano social, muy singular, condescendiente y
tolerante (los Trígonos son benévolos y afables). Sin embargo, no es
probable que, necesariamente, se involucre profunda o apasionada­
mente con los demás a la par. Aquí tiende naturalmente a no mostrar
interés, observar sin comprometerse y, fundamentalmente, mante­
nerse libre para explorar cuanto atraiga la atención de su mente. La
gran satisfacción interior tiene lugar cuando él puede tener relacio­
nes variadas que le exijan poco. Esto sugiere que quien posea un
Gran Trígono de Aire pueda considerar que es todo un desafío man­
tenerse constante en sus sentimientos respecto de otrn persona, sin
interpretar que esta actitud le complique y asfixie. No obstante, este
Gran Trígono confiere capacidad cultural superior a la normal, inte­
lecto ávido y aptitud para tener una vasta perspectiva de la existen­
cia. Puede resultarle agradable contar con informaciones nuevas
acerca del mundo en que vive y, por ello, suele ser el típico "estudian­
te eterno". Empero, puesto que sus facultades racionales se desarro­
llaron normalmente, tiende a estudiar con objetividad (y a veces in­
terminablemente) todos los aspectos de cualquier problema, antes
de poder arribar cómodamente a cualquier conclusión duradera.
Sin embargo, la vida raras veces le impulsa a que tome cualquier
decisión final pues, en lugar de ello, se capacita para nuevas capta­
ciones mentales. Debido a que le resulta fácil desapegarse y a que
funciona en un plano impersonal, es probable que formule generali­
zaciones al enfocar la vida.
El individuo con un Gran Trígono de Aire puede dejar traslu­
cir mucho atractivo social, el cual acrecienta su popularidad. Tiene
carisma en su relación personal con lo colectivo. Puede suscitar fá­
cilmente la amigable colaboración de los demás, debido a su infor­
mal afabilidad y a su capacidad para contentar a todo el mundo. En
90
general, esta configuración señala un individuo naturalmente encan­
tador, simpático, atractivamente accesible y dueño de una facilidad
innata para expresarse y comunicarse. Empero, el Gran Trígono de
Aire describe, en un carácter débil, al individuo que intenta usar su
capacidad de persuasión o su "viveza" superior a la corriente (se tra­
ta del típico estafador) con el fin de engatusar a los demás para que
actúen a favor de él o para su provecho personal inmediato. Ade­
más, puede existir una tendencia a ver la vida desde un plano su­
perficial, en el que el individuo percibe y califica las circunstancias
de la vida por sus apariencias superficiales. Y con la natural sensa­
ción de bienestar que el Gran Trígono infunde, es probable que el
individuo considere que sus apreciaciones superficiales son intelec­
tualmente superiores a lo que los demás observan. Aunque el pensa­
miento creador es uno de los dones especiales de este Gran Trígono,
el individuo tal vez no se tome el trabajo de afianzar sus ideas, idea­
les o captaciones abstractas de manera que se las comprenda con
facilidad y puedan así ser viables en el mundo externo. La realidad
de su mente no hace pie con la realidad de su entorno social. Es
aconsejable que quien tenga el Gran Trígono de Aire se exprese en el
campo de las comunicaciones o en otros que le ofrezcan un estimu­
lante ámbito de vastos contactos sociales para poder circular y
expresarse dinámicamente, en vez de permanecer aislado en una
autosuficiente torre mental de marfil. (Lord Byron; George Orwell;
Dwight D. Eisenhower; Marlene Dietrich; Tommy Dorsey; Farrah
Fawcett; Janis Joplin.)

El Gran Trígono de Agua


En el caso del Gran Trígono de Agua, hay énfasis en la fuerza
pasiva, receptiva y protectora, propia del Trígono. El agua, igual que
el Tligono, busca tranquilidad y una apaciguadora sensación de so­
segado intercambio. El elemento y el Aspecto comparten, como de­
nominadores comunes, el goce de la satisfacción de los sentidos y la
sensibilidad respecto de los estados interiores de consciencia. El in­
dividuo que tiene un Gran Trígono de Agua aprecia enriquecerse en
el plano emocional. tal como quien tiene un Gran Trígono de Tierra
valoriza la prosperidad en el plano material. Este individuo es de
fácil reacción ante las corrientes ocultas de la existencia. Descubre
las cosas, y sus extraordinarias facultades sugieren un grado de cla­
rividencia. Sin embargo, su impresionabilidad puede transformarse
91
en un don creador y productivo, una vez que él es capaz de controlar
sus delicados sentimientos. Expresa con fluidez el carácter de lo que
él siente, y esto le permite retirarse fácilmente a su mundo interior y
privado, en el que suele hallar su contento en los planos pro­
fundamente subjetivos. Es probable que personalmente se sienta
complacido cuando explore el animado mundo de su imaginación o
cuando reflexione sobre el pasado. Al menos, se siente interiormente
cuidado y seguro durante sus apreciados períodos de aislamiento,
privacidad, silenciosa quietud y reposo. Sin embargo, hay en la Car­
ta principios dinámicos adecuados que están en actividad (o sea,
planetas de fuego en casas angulares, Cuadraturas u Oposiciones
cardinales, o incluso una T Cuadrada Fija que dé mayor estabilidad
y decisión); este Gran Trígono especial puede fomentar un tempera­
mento escapista, demasiado vulnerable para encauzar con eficacia y
constructividad la carga excesiva de sus sentimientos.
Tiende a evidenciarse aquí una exagerada necesidad de inde­
pendencia, cuidados maternos en general, seguridad respecto de
amenaza o daño, y aislamiento psicológico respecto de las facetas
más duras y desagradables de la realidad. Y esto es potencialmente
más insidioso en la medida en que necesita expresarse más sutil­
mente. Según mi opinión, este es el único Gran Trígono que fácil­
mente puede ser problemático, puesto que la autosuficiencia en el
plano de los sentimientos, que este Trígono representa, hace que le
sea difícil llegar a conocerle íntimamente. En el plano negativo, es
probable que se sienta desconectado del mundo externo (puesto que
el agua es un elemento unificador que, cuando se bloquea, puede
sentirse desconectado de su entorno). Entonces, el individuo puede
perder contacto con su percepción consciente de sí mismo y permi­
tir pasivamente que las fuerzas inconscientes sean las que se hagan
cargo. Sin embargo, por el otro lado, la capacidad para conectarse
con las impresiones inconscientes puede hacer que este Gran Trígo­
no sea muy fértil cuando se lo use para arar el terreno interior del
hombre. Puesto que uno de los rasgos destacados del Gran Trígono
de Agua es su misteriosa capacidad para percibir las energías ocul­
tas de la gente, su presencia en la Carta puede indicar éxito (interior)
en los campos del servicio social. Debido que el individuo tiene una
empatía y una simpatía bien desarrolladas, puede muy bien brindar
apoyo y cuidado a los demás, de una manera que sea curativa y tera­
péutica. Un Gran Trígono de Agua podría representar el florecimiento
92
y la evolución de la capacidad para sintonizarse, con mucha compa­
sión, con las necesidades de la consciencia colectiva. Aquí, el indivi­
duo puede convertirse en el oculto consolador o sanador de los en­
fermos, los débiles de espíritu, los perturbados y los rechazados por
la sociedad. Por ello, este tipo de configuración es un óptimo ele­
mento para la labor psiquiátrica, la medicina o la consulta de carác­
ter psicológico. Sin embargo, debido al carácter absorbente, propio
de este Trígono, el individuo tendrá que aprender a desapegarse de
lo que siente, si ha de funcionar constructivamente, ya que tiende a
que las calamidades del mundo le afecten profundamente. Esto po­
dría hacer, en un individuo de carácter débil, que se sienta fácilmen­
te derrotado, rechazado, inseguro, solitario y totalmente incapaz de
hacer frente a lo que lo agobia. En general, el Gran Trígono de Agua
señala al amable soñador que se retira o recoge en un mundo de
fantasía, ilusión e imaginación que él mismo creó. Podrá desempe­
ñarse excepcionalmente bien en el ámbito especializado de la creati­
vidad, la belleza, la seducción y las bellas artes si puede encauzar
positivamente sus impulsos. Asimismo, puede tener éxito en activi­
dades que le permitan sondear los misterios ocultos de la existencia,
en los que se requiere fina percepción de lo sutil. (Robert Schumann;
Julio Veme; Madame Curie; Jean Paul Sartre; Israel Regardie;
Jean Harlow; Marilyn Monroe.)

El Gran Trígono Disociado


No todos los Grandes Trígonos se forman con planetas en tres
signos del mismo elemento. Cuando se forma uno con dos signos del
mismo elemento, pero uno de otro, entonces hay una influencia sub­
yacente de la Cuadratura o del Quincuncio, creada por la posición
del signo de ese planeta en el otro elemento. Este estado de cosas
representa, pues, el Gran Trígono Disociado. Aconsejo al lector que
retroceda hasta el Capítulo 111 y vuelva a examinar lo que dije acerca
del Trígono Disociado; esto debería ayudarle a delinear este tipo de
configuración. En general, el Gran Trígono Disociado contiene, en
su composición, un poco más de impulso y activación que el Gran
Trígono estándar. Sin embargo, un Gran Trígono Disociado puede
reducir el poder protector que normalmente se asocia con esta con­
figuración. Pero aunque parezca menos fluida para el individuo, las
influencias que aquí subyacen podrían darle bastante tensión sutil
que le impidiera, de otro modo, operar con demasiada pasividad.
93
Aunque este tipo de Gran Trígono puede a veces funcionar como si
estuviera en cortocircuito, su complejidad suele hacer que sea más
psicológicamente apremiante para el individuo. El Gran Trígono
Disociado se denomina de acuerdo con el elemento que predomina.
Hans Christian Andersen tenía un Gran Trígono de Agua Disocia­
do, el cual evidentemente le ayudó a estimular su fantasía a imagi­
nación creadora. El novelista Sinclair Lewis tenía un Gran Trígono
de Aire Disociado y escribió libros que giraron en torno de los abu­
sos sociales de la época del autor. El tiempo dirá cómo el Príncipe
Carlos manifestará su Gran Trígono natal, de Ilerra y Disociado.
Cuando estudié esta configuración no pude encontrar un ejemplo
del Gran Trígono de Fuego Disociado. Espero que· el lector encuen­
tre algunos ejemplos, como resultado de sus investigaciones.

La Cometa (Barrilete o Pandorga)


Esta es una configuración que raras veces se comenta; en rea­
lidad, se trata de un Gran Trígono modificado. Aquí, un planeta se
halla en un cuarto punto en Oposición a uno de los planetas del Gran
Trígono. Al mismo tiempo, se encuentra en Sextil con los dos plane­
tas restantes. Además de la dinámica del Gran Trígono mismo, el
Cometa recibe también el estímulo extra del Aspecto de Sextil y Opo­
sición. Está compuesto, pues, por tres Trígonos, dos Sextiles y una
Oposición. La interpreto como un índice más dinámico de éxito en
la vida. El planeta que se halla en Sextil con los dos puntos del Gran
Trígono representa una estimulante salida (a menudo, mental) para
que esta configuración fluya. Cualquier beneficio especial que el Gran
Trígono indique, suele canalizarse en las actividades naturales seña­
ladas por los impulsos de este planeta focal, filtrándose frecuente­
mente a través de la posición de su Carta natal. El Cometa puede ser
realmente más versátil en su aplicación creadora, puesto que la in­
fluencia del Sextil alienta la avidez por expresarse y, además, propor­
ciona amplias oportunidades externas para esa expresión. El sector
natal en el que se halla el planeta del Gran Trígono oponiéndose a
este cuarto planeta-eje puede indicar dónde el talento y la destreza
especiales tienden a encauzarse; el planeta sugerirá el carácter del
impulso que ha de expresarse, pero el cuarto planeta actuará como
el catalizador. La estimulación que deriva de la presencia de estos
otros Aspectos suplemeniarios sirve para que el individuo sea más
perceptivo respecto del vasto potencial creador o espiritual del Gran
94
Trígono, y alienta una activación más completa, de lo que este Trígo­
no promete, abarcando una más vasta experiencia circunstancial.
Cuando el Aspecto de la Oposición se halla incluido, se percibe más
cómo este Gran Trígono puede ser aplicado al medio ambiente so­
cial. Este tipo de configuración es, pues, menos independiente.

El Gran Trígono Menor


Esta configuración común ocurre cuando un planeta se halla,
en la Carta, en Sextil con dos planetas en el Aspecto de Trígono. El
planeta que está en Sextil con los otros dos debería hallarse ideal­
mente en el grado del punto medio. Este planeta del punto medio
presta su ayuda y facilita más el intercambio naturalmente fluido,
propio del Trígono, y le permite atraer oportunidades de un nivel
más consciente, para que expresen su talento en el medio ambiente.
Aquí se alerta al individuo respecto de las disyuntivas potenciales de
la expresión creadora propia de ese Trígono. El individuo puede in­
cluso ser más inventivo o versátil en la manera con que exprese aquí
sus aptitudes. El Gran Trígono Menor es menos estático y pasivo que
el Gran Trígono, que se reprime menos y, en consecuencia, tiende a
utilizar más activamente sus energías constructivas. En general, el
Gran Trígono Menor acuerda mayor inteligencia y objetividad, y ayu­
da al individuo a presentar a los demás, con mayor adaptabilidad,
sus aptitudes naturales. El individuo puede mejorar su capacidad
para comunicar, diestramente y con una dosis de intuición, la ener­
gía del Gran Trígono Menor.

Nota:

Barbara H. Watters, The Astrologer Looks at Murder, Valhalla Pape1·backs


Limited, Washington D.C., 1969, página 31.
95
Capítulo V

El Gran Sextil
No es común encontrarse con esta configuración en las Car­
tas natales. Debe involucrar, por lo menos, seis planetas que se ha­
llen en seis puntos diferentes de la Carta. Todos ellos deben, en pri­
merísimo lugar, formar un Sextil recíproco, el cual tiende a crear
una reacción en cadena. El Gran Sextil crea, pues, el esquema de un
gran hexagrama a través de la Carta. Dentro de esta configuración
se hallan realmente dos Grandes Trígonos y tres Oposiciones. Si con­
sideramos que están presentes Grandes Trígonos múltiples, la gracia
salvadora del Gran Sextil consiste en sus tres Oposiciones. Ellos nos
estimulan para que percibamos que necesitamos devolver al entor­
no lo que desarrollamos aquí fácilmente dentro de nosotros, si he­
mos de usar las oportunidades de manera equilibrada, constructiva
y plena. Debido a la magnitud de esta configuración, la usamos de
manera excelente cuando sostiene la evolución de una causa social
que nos impulsa a utilizar nuestro talento y habilidad en toda su
extensión. Puede señalar un grado de versatilidad superior al nor­
mal. El auxilio y la asistencia llegan de sectores muy diferentes de
nuestro entorno mientras seguimos siendo accesibles, cooperativos
y capaces de complementar las necesidades de los demás. Estas Opo­
siciones también nos recuerdan que coordinemos conscientemente
nuestras actividades y las dirijamos hacia objetivos externos, en vez
de conservarlas con el fin de beneficiarnos egocéntricamente. Aquí
se nos estimula para que movilicemos creativamente nuestras fuer­
zas y nos proyectemos hacia el mundo.
Aquí están involucrados dos Grandes Trígonos, los recursos
creativos abundan y es preciso utilizarlos activamente. Es enorme la
sobrecarga de capacidad que existe, y exige que se la explote activa­
mente. Si se permite que se disipe o estanque (acuciada por la pasi­
vidad de los Grandes Trígonos múltiples), esta situación es muy pa­
recida a la fruta madura que se echa a perder. El talento se expresa
96
aquí al máximo y luego empieza a disminuir porque no se lo activa,
Debería evitarse a toda costa la tentación de posponer las cosas, y
ser perezoso o indiferente a las fuerzas de esta configuración. Este
individuo delata normalmente un especial magnetismo que podría
tener influencia beneficiosa y carismática sobre los demás. El indi­
viduo parece actuar más favorablemente cuando en su vida se per­
mite expandirse en variadas experiencias (debido al efecto ramifica­
dor de los seis Sextiles).
Sin embargo, cuando por lo menos seis de los diez planetas
normalmente usados están vinculados en esta configuración, es pro­
bable que la Carta, en su conjunto, tenga pocas Cuadraturas. En con­
secuencia, el Gran Sextil puede requerir de nosotros que, de manera
especial y consciente, nos esforcemos en trabajar con más ahínco en
el desarrollo del ambicioso impulso que implica asegurar aquí una
utilización más cabal de nuestros dones. De lo contrario, si carecié­
ramos del impulso de las Cuadraturas, podríamos convertimos en
meros diletantes privilegiados y dotados, pero demasiado inquietos,
estimulándonos de más para dominar siempre alguna de nuestras
habilidades. El Gran Sextil implica, por lo menos, la influencia del
"individuo versátil en todo lo que emprende", aunque su incursión
en la sociedad es mayor que la de quien tiene meros Sextiles natales.

El Gran Sextil de Fuego y Aire


Cuando aquí se hallan representados estos elementos dinami­
zantes y extrovertidos, tienden a inducir, con mucha fuerza, activi­
dades estimulantes que se expresan de manera fervorosa, optimista
y enérgica. Sin embargo, el individuo es menos resistente y tiene
menos constancia para persistir en sus impulsos. El talento aquí des­
cripto suele suscitarse y activarse durante períodos de actividad sú­
bita; entonces, la inspiración y el impulso cobran altura. De lo con­
trario, este individuo no se inclina tanto por esforzarse de manera
metódica, sistemática y con planes de largo plazo. En lugar de ello,
se expresa con espontaneidad, medra bajo el impulso de "aquí y aho­
ra", y sabe cómo aprovechar esto creativamente. Raras veces presta
atención a cuestiones prácticas (especialmente, a las minucias) cuan­
do emprende actividades nuevas y emocionantes. A veces se empeña
en hacer lo que es imposible, pues tiende a ignorar u oscurecer sus
propias limitaciones. Sin embargo, los dones especiales que aquí se
brindan pueden ser usados de manera sagaz, bella, elegante y vi-
97
brante. El individuo que posea estas energías puede ser muy innova­
dor.
Puesto que este individuo suele ser extrovertido, vivaz y men­
talmente estimulante, tiende a atraer de manera positiva, más que la
mayoría, la atención de la sociedad. Es probable que, en su presen­
cia, la gente se sienta animada, aunque el modo con que el individuo
progresa le resulte un tanto agobiante. Descubrirá que esta configu­
ración es de gran valor personal si puede aprender a sentirse menos
inclinado por saltar animadamente de una actividad a otra y, en lu­
gar de ello, atender más cuidadosamente las cosas. Este tipo de Gran
Sextil podría realizarse más, en lugar de dar vueltas en muchas di­
recciones distintas, si Marte, Júpiter y Urano no estuviesen involu­
crados en él, puesto que estos planetas acrecientan la inquietud y la
impaciencia con cuanto produce resultados más lentos que los pre­
vistos.

El Gran Sextil de Tierra y Agua


Cuando aquí se hallan representados todos los signos recepti­
vos e introspectivos, la tendencia normal es a encarar todos los ám­
bitos del potencial creativo, de manera más conservadora y con ma­
yor industriosidad y cuidadosa organización. Su fuerza de sus­
tentación es más potente y brinda a este tipo de Gran Sextil una
energía muy productiva, capaz de beneficiar realistamente muchos
ámbitos de la vida del individuo. El talento y las oportunidades que
este Gran Sextil señala son perseguidos con un deseo de aplicación
práctica, al igual que de complacencia emocional y seguridad mate­
rial. El individuo que tiene esta configuración es motivado a conser­
var los frutos de sus esfuerzos, a diferencia del Gran Sextil de Fuego
y Aire, el cual raras veces parece poseer lo que él crea o inicia. La
estabilidad y el propósito deliberado, propio de los sensibles signos
de tierra, reduce el peligro de este Gran Sextil, el cual oscila entre
demasiadas direcciones dispersas a la vez. Las actividades sociales
que aquí se destacan suelen coordinarse mejor unas con otras.
Las tres Oposiciones exigirán que el individuo interactúe más
flexiblemente con el entorno social. En general, los signos de tierra y
de agua se adaptan más deficientemente a los cambios y alteracio­
nes del mundo exterior que los signos de fuego y de aire. Tienden
más bien a conservar y asegurar que a expandir y liberar. Por ello, el
individuo que tiene esta configuración suele estar menos deseoso de
98
innovar, experimentar o seguir impulsos repentinos. También es pro­
bable que actúe buscando menos cosas y que, en consecuencia, no
tienda a expandirse demasiado débilmente. La energía nerviosa se
modula aquí de manera menos esporádica, temperamental y
despareja. Debido a que están presentes un Gran Trígono de Tierra y
un Gran Trígono de Agua, la naturaleza sensual tiende a desarrollar­
se muchísimo y a ser capaz de encauzarse por carriles sumamente
imaginativos. Este individuo acepta y acomete con más facilidad
cuanta rutina sea necesaria para desarrollar creativamente lo que
emprenda. Sin embargo, debido a que la naturaleza de estos elemen­
tos está desprovista de energías, el hecho de que Marte, Júpiter y
Urano se hallen involucrados en este tipo de Gran Trígono beneficia
su expresión y la vitaliza.

El Gran Sextil Disociado


En el caso del Gran Sextil Disociado, la influencia subyacen­
te del Semisextil, la Cuadratura y el Quincuncio opera cuando so­
lamente un planeta de los seis se halla fuera de signo. Si es más de
un planeta el que está disociado (lo cual me sugiere automáticamente
que no va a integrarse fácilmente), estas influencias subyacentes se
recalcan aún más. En el plano psicológico, esta situación podría ser
beneficiosa debido a la presencia de las relaciones de la Cuadratura
en el signo, aunque la tendencia latente del Quincuncio puede impli­
car que las actitudes del individuo tienden aquí a vacilar, a ajustarse
lentamente o a ser contraproducentes. Imagino que esta versión del
Gran Sextil se aprecia más corrientemente en la práctica. Si bien un
Gran Sextil Disociado podría ser más perturbador y menos fluido en
un plano, también puede hacer que el individuo preste atención y
perciba los beneficiosos efectos de la tensión, considerándola un
medio para lograr el éxito. El individuo puede sentir incluso una
ligera inquietud y agobio interior cuando emplea la nada común ca­
pacidad expresiva del Gran Sextil. La Carta misma no puede señalar
de manera confiable cómo un individuo puede reaccionar ante esta
combinación de energías.

99
Capítulo VI

La Gran Cuadratura
y el Rectángulo Místico
La Gran Cuadratura se forma, técnicamente, cuando dos
Oposiciones están en mutua Cuadratura y configuran una Cuadratura
enorme a través de la Carta. Los cuatro planetas son idealmente de
la misma calidad. Este vasto esquema no es típico en las Cartas, aun­
que no es tan extraordinario como el Gran Sextil. Suele percibírsela
como una configuración difícil, en el caso de que se nazca con ella, y
puede ser especialmente restrictiva y personalmente limitadora para
el individuo que evidencia poca capacidad para llevar una vida disci­
plinada y moderada. El individuo tiene que luchar, sujeto a circuns­
tancias un tanto frustrantes, y hacerlo todo solo; esto podría obligar­
le a aprender a encauzar adecuadamente sus energías vitales o a co­
rrer el riesgo de dispersarse y agotarse (especialmente, cuando está
presente la Gran Cuadratura Mutable). El individuo tal vez pueda
descubrir una reserva de fuerza interior cuando empiece a concen­
trarse en cómo podrá utilizar mejor este potente campo energético.
Si manejamos deficientemente este esquema, entonces nues­
tra vida puede parecemos llena de discordancias y tensiones interio­
res que generan situaciones apremiantes y agobiantes en nuestro
medio ambiente externo. Puesto que una Gran Cuadratura está com­
puesta por cuatro Aspectos en Cuadratura, induce una sensación
interior de fricción, agobio y presión. Sin embargo, la convergencia
dinámica de las fuerzas que aquí se generan puede proporcionar la
cantidad necesaria de combustible psicológico extra, requerido para
enfrascamos totalmente en un estilo de vida destacadamente defini­
do en sus propósitos. Puesto que la Gran Cuadratura está compues­
ta por dos Oposiciones, nos permite desarrollar una percepción más
aguda en el plano de lo social. Estas Oposiciones nos ofrecen la pers-

100
pectiva, el equilibrio y la moderación necesarios para hacer que esta
configuración propenda a la armonía interior. O bien, pueden plan­
tear conflictos en nuestras relaciones, los cuales suscitan antagonis­
mo y discordia, y atraen hacia nosotros más energías negativas me­
diante las acciones de los demás. Mucho dependerá del libre albe­
drío del individuo, al igual que de la eficacia con que él use este
complejo dilema. La Gran Cuadratura tendrá siempre, de un modo
u otro, un efecto notabilísimo sobre el individuo. Sugiere complica­
das y cruciales lecciones kármicas, las cuales deben ser resueltas de
acuerdo con la modalidad que la compone y por medio de los asun­
tos circunstanciales, propios de las Casas que los planetas en cues­
tión ocupan.

La Gran Cuadratura Cardinal


Esta configuración parece operar con más facilidad cuando el
individuo se dedica a actividades cuyo carácter le exige actuar con
energía, vigor y sobre la marcha. La agitación de las cuatro Cua­
draturas incrementa el temperamento de la persona, el cual ya es
impaciente y agresivo. Es probable que aquéllas inciten al individuo
para que emprenda una acción rápida pero a veces deficientemente
planificada. Las tensiones que él aquí experimenta le mantienen ac­
tivo y en movimiento, pero suele estar demasiado cargado de excesi­
va energía para completar cuanto inició impulsivamente. Si bien
puede dar muestras de iniciar proyectos personales con un impulso
e ímpetu extraordinarios, el individuo carece de resistencia como
para llevar a cabo sus planes hasta concluirlos según sus deseos. Las
dos Oposiciones señalan que serán otras personas las que le exigirán
que aprenda a ser más dueño de sí mismo, más confiable y más co­
herente. Aunque el individuo tal vez opte por oponerse abiertamente
a toda presión para que sea más disciplinado, y prefiera hacer lo
suyo propio, raras veces tiene una idea bien definida y viable acerca
de lo que aquello es realmente.
Las Oposiciones que funcionen con la modalidad cardinal
advierten que la cooperación y la consideración con los demás son
críticamente decisivas, en última instancia, para la exitosa realiza­
ción de los objetivos personales. El individuo tiene que aprender pri­
meramente a estar deseoso de participar en las actividades de los
demás y de cultivar la sociabilidad antes de que pueda esperar que
contará con otros que le secunden en sus metas inmediatas. El indi-
101
viduo puede evitar las habituales trampas de esta Gran Cuadratura
(las cuales consisten en impetuosidad, acciones atolondradas, mal
sentido de la oportunidad, prepotencia y confrontaciones con los
demás) aprendiendo a controlar sus formidables reservas de energía
y aplicando más sentido común a sus acciones. (La Gran Cuadratura
puede también indicar tendencia a accidentarse, debido a irreflexiva
impulsividad... especialmente si Marte y/o Urano forman parte de la
configuración). En general, puede evidenciarse una dosis excesiva
de ofensividad, impulso, ímpetu y agresión. Es muy fuerte el ansia
de triunfo; junto con la competitividad, asegura el éxito en aquellos
campos a los cuales el individuo se dedica concentradamente. Los
impulsos naturales, llevados a cabo impremeditadamente, pueden
crear con facilidad desorden y situaciones provocativas. Esta es obli­
gadamente una encarnación llena de acontecimientos, con muchas
situaciones críticas y relaciones en constante cambio que reclaman
una acción rápida y decisiva por parte del individuo. Sin embargo,
esto tiende a ser abrumador en el plano físico.
Aunque el individuo suele sentirse frustrado por los obstácu­
los que bloquean su acción directa para expresar sus necesidades
conscientes, es probable que, con el tiempo, aprenda a aplicar con
mayor persistencia su temperamento emprendedor y testarudo a fin
de resolver un objetivo mayor, por vez. Esto exigirá que refrene su
carácter hiperactivo y aprenda a reducir su ritmo frenético. Las im­
portantes lecciones que la Gran Cuadratura Cardinal señala están
desarrollando en el individuo, paciencia, serenidad interior, aguante
y firmeza, y él está aprendiendo a organizar mejor su tiempo y su
energía. Cuando esta persona carece de tales cualidades, tiende a
incursionar en nuevos campos de actividad antes de haber permiti­
do que sus proyectos florezcan con toda su potencia. El individuo
renuncia a ser galardonado por cuanto realiza porque le falta perspi­
cacia en lo que planifica. Sus acciones no logran dar resultados sa­
tisfactorios cuando él actúa demasiado prematuramente o con ur­
gencia innecesaria. Tiene que quemar mucha energía; sin embargo,
en caso de que no se concentre, es probable que cree chispas efíme­
ras que pueden extinguirse rápidamente. (Douglas Fairbanks (hijo);
Mickey Mantle.)

La Gran Cuadratura Fija


A esta configuración se la podría considerar como una cruz
/02
dolorosa y que pone a prueba, a la que hay que soportar, pues repre­
senta actitudes que, en la consciencia del individuo, han sido reite­
rados puntos problemáticos durante varias encarnaciones. Ahora
puede manifestarse por medio de problemas muy arraigados y difí­
ciles de erradicar en esta vida, los cuales exigen toda nuestra con­
centración. La Gran Cuadratura Fija tiende a agotar sus potentes
energías en el plano de la voluntad y del deseo, y crea frustraciones
interiores que suelen generar crisis emocionales. Las cuatro
Cuadraturas intensifican la porfía y fijeza inexorable de esta cuali­
dad. Aquí, la tendencia es a comprimir los sentimientos y fortalecer
la voluntad, hasta tal punto que las presiones se internan en los pla­
nos más profundos de la psiquis, lo cual tiene como resultado blo­
queos o inhibiciones que perduran. Los sentimientos del individuo
pueden cristalizarse muchísimo. Necesita flexibilidad emocional que
le permita dejar de seguir atado a la rutina.
Las dos Oposiciones reflejan, en el individuo, conflictos cuyo
centro es su posesividad y firme resistencia a asumir compromisos o
participar con los demás. Este individuo tendrá que aprender por las
malas a ser menos obstinado y absolutista en sus demandas si los
intereses propios de las relaciones han de resolverse de un modo
mutuamente satisfactorio. Aunque la Gran Cuadratura Fija sugiere
una potente fortaleza interior, tremenda determinación y magistral
aptitud para la planificación, también implica rigidez y temperamento
demasiado habituado a permitir los ajustes necesarios. Por ello, al
individuo se le exigirá que esté más deseoso de efectuar cambios,
adaptarse a los demás y buscar activamente nuevas alternativas para
expresarse. A diferencia de la Gran Cuadratura Cardinal, cuya difi­
cultad radica en motivarse para concluir cuanto proyecto inicia fá­
cilmente, la Gran Cuadratura Fija aglomera actividades pero se ago­
bia excesivamente, tratando de dominar demasiado en todo instan­
te. Aquí puede abusar de su fenomenal aguante y empecinada per­
sistencia. Este individuo no quiere perder el control de lo que perso­
nalmente le interesa y raras veces permite que otros se hagan cargo
de los asuntos señalados. Si Marte, Urano o Plutón forman parte de
esta configuración, entonces suelen destacarse la intolerancia, la
conducta dictatorial y el poder obsesivo (especialmente en los asun­
tos que la casa muestra).
Puesto que ésta es la Gran Cuadratura de las cuestiones extre­
mas, la energía que ella genera es capaz de expresarse con propósi-
J 03
tos muy definidos y consagrados, o con suma degradación y cruel­
dad. El individuo es constantemente impulsado a limpiar en esta
encamación el carácter potente de sus sentimientos y a eliminar todo
remanente de resentimiento, hostilidad, celos y odio enconado. Las
discordancias interiores y emocionales con las que él combate pue­
den hacer que sus congestionadas energías vuelvan a introducirse
en el cuerpo físico y se manifiesten como enfermedades psicomáti­
cas que impliquen el profundo asentamiento de toxinas que no se
eliminan con facilidad. Las partes del cuerpo, correspondientes a los
cuatro signos fijos, suelen ser muy vulnerables. Es más probable que
las enfermedades que surjan de las tensiones de la Gran Cuadratura
sean crónicas o incurables, pues los factores estresantes se fijan aquí
muchísimo y son más difíciles de modificar. Entonces, los síntomas
problemáticos pueden asentarse más en la mente y en el cuerpo. La
vida enseñará inevitablemente a esta persona, a que amanse su vo­
luntad, tome más accesible su corazón y universalice más su amor.
Una vez que el individuo se consagra fervorosamente a servir con
elevada espiritualidad y desinterés más consciente, puede romper
mucho mejor la destructiva cristalización de esta configuración, y
ser para muchos un ancla estabilizadora, valiéndose para ello de una
aceptación de la vida según los propios términos de ésta, más bien
con compasión y comprensión que forzándola a que satisfaga sus
inflexibles exigencias. (Mao Tse-Tung; Albert Schweizter.)

La Gran Cuadratura Mutable


Esta inquieta configuración parece operar óptimamente en
todos los campos en los que la mente se exprese. Sin embargo, la
tensión que las cuatro Cuadraturas crean suele manifestarse como
agitación nerviosa y extremada inquietud, aunque también mejoran
la vivacidad y el vigor mental del individuo. El principal problema
de esta Gran Cuadratura consiste en que tiende a esparcir sus in­
fluencias en un radio demasiado amplio como para que el individuo
lo abarque y controle exitosamente. Aunque el individuo es bastante
estimulante y muy conocedor, es probable que sea muy inconsecuente
e irregular en la ejecución de sus planes de acción. La Gran Cuadra­
tura Mutable plantea frustraciones causadas por inconstancia inde­
bida, escasa capacidad de concentración, indecisión, sugestio­
nabilidad negativa y tendencia más bien a ceder ante las presiones
externas que a resistir o desafiar. Esta persona es proclive a amoldar­
/ 04
se excesivamente, acomodándose a situaciones que no la benefician.
Y aunque tal vez busque en la vida un significado y un propósito
inteligentes, raras veces se somete suficientemente a una disciplina
a fin de aplicar el conocimiento que ella recoge al azar.
Las dos Oposiciones señalan que el individuo necesita inte­
grar con mayor profundidad su sentido del análisis lógico y su capaci­
dad racional consciente (su mente concreta) con la fuerza de su fe y
sus conceptos o creencias de carácter teórico (su mente abstracta) a
fin de transmitir exitosamente lo que él es capaz de realizar. Su ten­
dencia es a titubear, vacilar y estar inseguro acerca de lo que él nece­
sita al asociarse con otros. Esto puede crear, con el tiempo, más ines­
tabilidad o inconfiabilidad en sus uniones, las cuales luego crean
conflictos. La Gran Cuadratura Mutable no muestra deseos que en­
caucen e impulsen al individuo a poner sus energías en actividad
según la manera directa y dinámica que es propia de la Gran
Cuadratura Cardinal. Tampoco evidencia la actitud constante y
consolidante en lo que atañe al poder y al control, como la que es
propia de la Gran Cuadratura Fija. Sin embargo, puede sensibilizar
al individuo para que reaccione y perciba de una manera un tanto
más depurada, aunque a menudo se angustie o se sienta aprensivo
por cada faceta de los conflictos que él no pueda resolver men­
talmente. Esto puede producir cierta tensión nerviosa que le pertur­
bará y podrá agotarlo y desvitalizarlo (sobre todo con Mercurio, Mar­
te, Saturno y todos los planetas de la Octava Superior ocupando los
signos de Géminis y Piscis, pues los signos de aire y agua no se esta­
bilizan ni centran fácilmente)
Las tensiones pueden deteriorar aquí, por lo menos, el uso
que el individuo haga de sus facultades intelectuales, hasta que se
empeñe consciente y activamente en mentalizarse con firmeza y hon­
dura. Esto implicará aplicar mayor discernimiento y criterio en asun­
tos relacionados con los planetas en cuestión. El individuo tal vez
tenga que aprender a controlar los excesos con que su mente se ex­
presa, a fin de evitar correr mentalmente en círculos o andar sin
rumbo. Puesto que la paz mental es difícil de lograr, el individuo
puede beneficiarse por medio de la meditación, la contemplación y
el reflexivo análisis personal. Según mi opinión, esta Gran Cuadratura
se parece a un molino de viento en medio de un vendaval. Aunque
esta persona es heterogénea y sumamente talentosa (a veces tiene
incluso una sobrecarga de habilidades y aptitudes mentales), raras
105
veces se concentra en algo con suficiente intensidad hasta el punto
en el que pueda dominar las técnicas o desarrollar un claro estilo
personal en lo que expresa. El máximo inconveniente de este tipo de
Gran Cuadratura tal vez sea su carencia de fogosa convicción y
empuje personal para hacerse valer con el fin de vencer las limitado­
ras circunstancias externas. En lugar de ello, tiende a fundirse con
cualquier situación que se le presente, haciendo caso omiso de cuán
improductiva o carente de estímulo pueda ser. Aquí, las enfermeda­
des pueden expresarse por medio del aparato respiratorio (el cual se
halla íntimamente conectado con el proceso mental), el sistema ner­
vioso y la mente. Los síntomas tienden a presentarse y desaparecer,
como los síntomas crónicos y prolongados de la Gran Cuadratura
Fija, o como los síntomas agudos y como de crisis, propios de la
Gran Cuadratura Cardinal. Esta Gran Cuadratura agota muy eficaz­
mente su tensión por medio del esfuerzo creador en todos los cam­
pos de la educación o de las comunicaciones. (Nathaniel West;
Evelyn Waugh.)

La Gran Cuadratura Disociada


Si por lo menos un planeta de la Gran Cuadratura cae en un
signo de calidad diferente, entonces la configuración resultante es
realmente una Gran Cuadratura Disociada. En esta circunstancia,
advierta que las posiciones de los signos de los cuatros planetas no
están representando las relaciones naturales de las Cuadraturas, ni
se trata de una de las Oposiciones que involucren polos opuestos
naturales. Por ello, una Oposición indicará una subyacente relación
de Quincuncio. El planeta fuera de signo crea también un esquema
de Trigono con uno de los planetas, más un Aspecto de Sextil con el
otro restante. Las subinfluencias del Trígono y del Sextil pueden aflo­
jar el grado de tensión frustrante (no de manera circunstancial sino
psicológica) impulsando una actitud más flexible y creativa respecto
de la expresión de los señalados factores de tensión, o puede disipar
más la consciencia de una manera que impida que el individuo enca­
re el dilema representado con la energía que las Cuadraturas requie­
ren. El Quincuncio fuera de foco puede incluso impedir, además,
que las tensiones se definan claramente hasta que la presión típica
de la Gran Cuadratura carece de la intensidad necesaria para perci­
bir más plenamente cómo las cuestiones han de encararse y resol­
verse aquí.
106
Sin embargo, si estudiamos el carácter adaptable del Quincun­
cio, el carácter fluido e inspirador del Trígono y el carácter flexible
del Sextil, una Gran Cuadratura Fija Disociada podría ayudar a
reducir la rigidez y la resistencia al cambio. Por ello, esto puede re­
solverse más fácilmente que la Gran Cuadratura Fija estándar. Por
otra parte, estas influencias, que operan por medio de la Gran
Cuadratura Mutable Disociada, podrían ir en detrimento del indi­
viduo, por razones que son evidentes.
Igual que el Gran Trígono, a la Gran Cuadratura se la debería
considerar también una configuración cerrada, pues sugiere mayor
autonomía. En este caso, la autonomía puede acentuar la incomodi­
dad general de este esquema (mientras que la autonomía con el Gran
Trígono tiende a una mayor sensación de solaz y protección). En
consecuencia, cualquier planeta exterior que se halle en Trígono,
Sextil o incluso Quintil con cualquiera de los cuatro planetas de la
Gran Cuadratura puede convertirse en una beneficiosa fuente auxi­
liadora y ayudar a que el individuo canalice constructivamente estas
energías. Si diversos planetas tienen esos Aspectos auxiliadores, en­
tonces observe el carácter del planeta que es más exacto en el orbe (y
especialmente si también rige sobre un ángulo de la Carta y/o se
halla en Aspecto con más de uno de los planetas de la Gran
Cuadratura). En el caso de Albert Schweizer, fervoroso filántropo, el
planeta auxiliar que le ayudó a transmutar el agobio de su Gran
Cuadratura Fija fue Venus (que representa el amor, la sociabilidad
y los valores) en Sagitario (signo de fe, espíritu misionero, inspira­
ción, benevolencia y simpatía internacional), el cual rigió sobre su
Libra ASCENDENTE, humanitario e interesado en lo social (sugi­
riendo una acción personal y un esfuerzo generado por él mismo,
emprendidos en bien de los demás).

La Gran Cuadratura que involucra a los ángulos


Cuando la Gran Cuadratura se forma con tres planetas en di­
ferentes puntos de la Carta más el ASCENDENTE, puede sugerir un
individuo capaz de experimentar dificultades superiores a las co­
rrientes, que impliquen el surgimiento de una identidad personal en
el entorno más vasto. Las crisis mayores que aquí aparecen pueden
forzarlo a encarar y modificar el concepto que él tiene acerca de su
imagen personal. La mayor diferencia entre su versión de la Gran
Cuadratura y la estándar consiste en que no está involucrado un pla-
107
neta sino un ángulo. Aunque el ASCENDENTE y el MEDIO CIELO
pueden tener una influencia importante como la de cualquier plane­
ta, no representan impulsos que nos empujen para que nos exprese­
mos. En lugar de ello, por medio del matiz del signo en el que caen,
estos ángulos tienden más a describir nuestra actitud respecto de las
circunstancias externas con las que nos enfrentamos naturalmente.
En otras palabras, los ángulos en realidad no dan energía sino que
son más receptivos respecto de las fuerzas que se generan fuera del
campo de nuestra consciencia. En este caso, los impulsos de los tres
planetas interactúan con un alto grado de tensión y se filtran a tra­
vés del punto del ASCENDENTE, según se exprese, en su conducta,
el signo ascendente. Lo mismo ocurre con el MEDIO CIELO cuando
se involucra con la Gran Cuadratura. Por ello, este tipo de Gran
Cuadratura tiende a acordar cierta medida de enfoque y dirección
de las que la versión estándar carece por completo. Por ello, debido
a que ese enfoque se proyecta hacia el exterior, las tensiones genera­
das por esa confi guración pueden hacer tierra más fácilmente a
través de actividades circunstanciales, a menudo de la manera ca­
racterística del signo ASCENDENTE. Esto no implica que, sin em­
bargo, se las maneje mejor, sino que tan sólo son menos proclives a
ser internamente autónomas. Las potentes energías de la Gran
Cuadratura señalan que esta presencia del individuo es percibida
fuertemente, para mejor o para peor, por los otros con los que él se
enfrenta directamente. Este tipo de Gran Cuadratura podría propor­
cionamos un enfoque más objetivo de la atención que el formado
sólo por planetas (puesto que el ASCENDENTE es realmente parte
del eje o de la Oposición ASCENDENTE-DESCENDENTE, y sugiere
una percepción externa).
Cuando el MEDIO CIELO es uno de los cuatro puntos vitales
de la Gran Cuadratura, puede tipificar un individuo sumamente
poderoso en el campo profesional, social y público, y en el gobierno
del mundo o en puestos directivos. Puede permitirle trabajar
dinámicamente para que realice lo suyo de una manera que a veces
parece demasiado agresiva y obstinada (la Gran Cuadratura Cardi­
nal), ávida de poder, manipuladora y prepotente (Gran Cuadratura
Fija), o irregu lar, incoherente e ineficaz (Gran Cuadratura Mutable).
No obstante, el MEDIO CIELO como punto focal de la Gran
Cuadratura capacita al individuo para que encauce sus acuciantes
impulsos hacia exigencias de carácter societario. Cuando esta
108
configuración se expresa positivamente, podría indicar la posibili­
dad de un logro notable, una vez que el individuo haya sido capaz de
vencer grandes desventajas. En general, estos dos tipos modificados
de Grandes Cuadraturas sugieren una destacada aptitud para exte­
riorizar, de una manera menos dispersa y difusa, las tensiones agu­
das que esas Cuadraturas representan. Me parece que cualquier
configuración de Gran Aspecto necesita monopolizar una meta o un
objetivo más vasto que la vida (cualquier proyecto que permita al
individuo salir por completo de sí mismo) si ha de manejar prove­
chosamente su enorme sobrecarga de energía. Estas configuracio­
nes necesitan actividades adecuadas para poner de manifiesto su
magnitud.

El Rectángulo Místico
Si bien esta interesante configuración no se relaciona con la
Gran Cuadratura, no obstante ello representa otro esquema poten­
cialmente cerrado y sujeto a tensiones. El Rectángulo Místico invo­
lucra idealmente dos conjuntos de oposiciones, cuyos extremos se
hallan en Trígono y Sextil recíprocos. Por ello, forma visualmente
un gran esquema rectangular a través de la Carta. Esta configura­
ción, que Dane Rudhyar fue el primero en estudiar astrológicamente
en su obra Astrología de la Personalidad, puede representar la
"mística práctica"1, puesto que involucra a dos Oposiciones poten­
cialmente iluminadoras y reveladoras en el plano perceptivo; en lo
creativo, pueden llegar a disfn1tarse de manera ideal o inspirada (¡he
aquí la influencia del Trígono!) utilizando innovadoramente las ener­
gías (¡he aquí la influencia del Sextil!). Sin embargo, mucho depen­
de del plano en que el individuo experimente esas Oposiciones (puesto
que el Aspecto de la Oposición puede expresarse también como dis­
cordancia, desequilibrio, fuerzas separativas y tensión irreconcilia­
ble). Lo normal es que las exigencias de las dos Oposiciones se afron­
tan con más eficacia que la que sería dable esperar, debido a las
integradoras influencias de los Trígonos y Sextiles que sirven de nexo.
El conflicto y la discordia que aquí se establecen tienen aquí y ahora
un ímpetu que estimula y alienta una resolución satisfactoria, y su­
giere que esas Oposiciones son menos proclives a que atolladeros y
dificultades insalvables las paralicen. Cualquier perspectiva que se
gane puede utilizarse aquí con mayor expresividad personal y de una
manera que propenda a la evolución. Los intentos que se realicen
109
con el fin de activar productivamente las relaciones pueden evaluarse
y examinarse mejor y con mayor objetividad, cuando se los ejecute,
valiéndose para ello del discernimiento y de la intuición, cuando
esta configuración se expresa positivamente.

El Rectángulo Difícil
Esta configuración involucra a dos conjuntos de Oposicio­
nes, cuyos extremos se hallan recíprocamente en Semicuadratura
y Sesquicuadratura. A Charles Jayne se le reconoce el mérito de
haberle dado un nombre a este esquema de múltiples Aspectos2 . A
diferencia del Rectángulo Místico, antes mencionado, el Rectángulo
Difícil sugiere que a las Oposiciones se las fuerza más a conciliarse,
a raíz de tensiones sutiles e indirectas. Aquf se halla implícita una
mayor contracción de la voluntad para lograr armonía y equilibrio.
Sin embargo, si consideramos lo que dijimos en el Capítulo, acerca
del carácter de las Semicuadraturas y las Sesquicuadraturas, estas
influencias podrían también encender más antagonismo y una falta
de compromiso necesario con los demás, haciendo que éste sea real­
mente un Rectángulo muy difícil de controlar. Pero la estimulación
de los conflictos menores hace que estas Oposiciones actúen con un
poco más de impulso que el que es típico de las Oposiciones corrien­
tes. El factor adicional de tensión podría dar aquí, a esta configura­
ción, una dosis extra de fuerza y propósito cuando se la maneja bien.
Naturalmente, estas configuraciones rectangulares pueden
presentarse, en una Carta, en su forma disociada. En mi propia Car­
ta, tengo un Rectángulo Místico Disociado (además de un Gran Trí­
gono Disociado y una T Cuadrada Disociada). Y francamente, mi
vida interior me exigió que yo efectuara muchos amoldamientos su­
tiles de mi consciencia (no obstante ello, todos intensos) que pocos
individuos realizan exteriormente. Doy la impresión de estar traba­
jando, de un modo u otro, sobre mí mismo y, si algo necesito, es
distenderme por completo y asimilar de manera placentera los fru­
tos de mis esfuerzos sin tener necesidad de estar ansioso por corre­
girme más. Y si bien hay todavía más factores que en mi Carta re­
fuerzan esa orientación, supongo que todas las configuraciones que
tengan Aspectos disociados sugieren la necesidad de algún grado de
amoldamiento, no demasiado evidente, de las actitudes, haciendo
caso omiso de las circunstancias externas. A quienes les interese esto,
les sugiero que se planteen los ejemplos del Rectángulo Místico Di­
JJO
saciado y del Rectángulo Difícil Disociado, y vean qué influencias
subyacentes podrían entrar en juego, por lo menos en el plano psico­
lógico de la consciencia. Efectúen después su consiguiente interpre­
tación. Si bien estas configuraciones disociadas pueden ser realmente
demasiado sutiles como para que se las estudie prácticamente, el
intento de delinearlas puede ser, por lo menos, un buen ejercicio
mental que fortalezca la comprensión de los principios por parte del
lector.

Notas:
1 Dane Rudhyar, Astrología de la Personalidad, Editorial Kier S.A., Buenos Aires,
1989.
2 CharlesJayne, Horoscope Interpretation Outllned, ASB Publication, Nueva York,
1970, página 13.
JI/
Capítulo VII

La T Cuadrada
Cuando dos planetas se hallan en mutua Oposición mientras
otro planeta está en Cuadratura con ambos, la configuración que así
se forma se llama T Cuadrada (y también se la menciona como T
Cruzada). El esquema de este Aspecto parece formar visualmente
una gran formación en T a través de la Carta. Tracy Marks, en su
libro muy informativo y completo, titulado How to Handle Your T­
Square, ha sugerido que a la T Cuadrada se la puede encontrar por
lo menos en el cuarenta por ciento de todas las Cartas natales 1 • No
debería considerársela una configuración fuera de lo común con la
que nos encontremos en la práctica concreta. De hecho, según mis
estudios de centenares de Ca1·tas natales, se trata de la configuración
que se halla destacadamente en la mayoría de las Cartas de indivi­
duos famosos que influyen extraordinariamente sobre el mundo. Al
planeta que se halla en Cuadratura con la Oposición se lo suele lla­
mar focal o "apex". Fundamentalmente, da al astrólogo una clave
importante acerca de un principio muy dinámico que al individuo le
resulta difícil integrar en el proceso perceptivo de la Oposición, sin
causar, por lo menos, desarmonía interna, desequilibrio interior o
bloqueo personal debido a tensiones. Y esto se expresa, con el tiem­
po, a través de las relaciones del individuo. Ese esquema, de poten­
tes tensiones, es molesto para el individuo, debido a que el planeta
focal o "apex" tiende a contrariar continuamente el equilibrio, la ar­
monía y la moderación que la Oposición procura alcanzar idealmente.
Este tercer planeta, que oficia de eje, tiende a incitar a que los plane­
tas en Oposición se expresen más bien de manera separativa y con­
flictiva que mediante un intercambio que los complemente. La posi­
ción del signo y de la Casa de este planeta focal o "apex" señala con
exactitud dónde esta tensión se siente más agudamente. La posición
del signo y de la Casa en la Carta, opuesta al planeta focal o "apex",
(al que se suele denominar la "extremidad desocupada" de la T Cua-
J/2
drada), parece representar un papel muy central, pues orienta al in­
dividuo sobre cómo resolver mejor el dilema que la T Cuadrada plan­
tea. Las actitudes típicas del signo, más las experiencias circunstan­
ciales sefialadas por la posición de la Casa de la extremidad desocu­
pada, brindarán una mayor captación de cómo se resuelve idealmente
este esquema complejo. Y los anhelos e impulsos fundamentales,
propios del planeta focal o "apex", sugieren la manera con que pode­
mos hacer esto muy bien.
La T Cuadrada es decididamente más dinamizante y perso­
nalmente motivadora que la Gran Cuadratura. Esto se debe a que se
suma la fricción de la incertidumbre creada por la extremidad
desocupada; esto implica, pues, que se trata de una configuración
abierta y, por ello, no es de fácil autonomía. La Gran Cuadratura es,
por lo menos, una estructura simétrica, capaz de sostenerse con más
solidez, mientras que la T Cuadrada carece de la interconexión total
de la cualidad representada y, en consecuencia, es más inestable y se
trastorna fácilmente. Sin embargo, debido al carácter cerrado de la
Gran Cuadratura, suele convertirse en un esquema de agobio ininte­
rrumpido, continuo y carente de dirección, en el que el individuo
queda atrapado dentro de las fronteras de las tensiones indicadas,
sin ser prestamente empujado a contrarrestar y vencer las limitado­
ras influencias de aquéllas. Por otra parte, la T Cuadrada es sencilla­
mente demasiado perturbadora, irritativa y apremiante para acep­
tar sin luchar en el plano psicológico.
La Oposición aquí involucrada sugiere que es necesario que
incrementemos nuestra objetividad y estemos más consideradamente
al tanto respecto de los derechos y necesidades de los demás. El pla­
neta focal o "apex" que se halla en Cuadratura con esta Oposición
puede intensificar esas cuestiones y suele indicar el carácter de las
frustraciones, bloqueos, inseguridades habituales y reacciones ofen­
sivas, cuyo origen se encuentra en el individuo mismo, y que le insti­
ga a percibir esas relaciones. Si el individuo aparentemente no pue­
de hacer frente a las apremiante� exigencias de esta configuración,
entonces es probable que sea él quien perturbe a los demás y atraiga
situaciones discordantes que se deban a sus propias acciones anta­
gónicas y egocéntricas (aunque él no suela reconocerlas). Si al pla­
neta focal o "apex" se lo maneja mal, entonces los planetas en oposi­
ción tienden a proyectarse uno sobre el otro de manera muy negati­
va. No obstante ello, raras veces se permite que el conflicto entre
/13
estos planetas en Oposición llegue a un estado de dificultad insupe­
rable al que la Oposición estándar puede llegar, pues el planeta focal
o "apex" los mantiene en continua actividad, de una manera que
manifiesta abiertamente el conflicto potencial que ellos tienen. Esta
es una razón de por qué la T Cuadrada opera de modo tan carac­
terísticamente dinámico. Aquí no se permite que impulso alguno siga
estando latente o siendo indirecto. Desde luego, este mismo planeta
en Cuadratura puede convertirse en fuente de más agitación y, a ve­
ces, hacer innecesario hincapié -más de lo que los planetas en opo­
sición requieran normalmente- para resolver su conflicto. En otras
palabras: el planeta que se halla en Cuadratura con planetas en Opo­
sición puede realmente mantener a éstos en un estado de desequili­
brio en el que se sienten por demás separativos y desconectados.
Pero al mismo tiempo, este planeta en Cuadratura puede también
ayudar a representar un necesario papel de mediador, cuando se lo
maneja adecuadamente, pues impide que los planetas en Oposición
no resuelvan su acción. Toda la energía de más, que la potente T
Cuadrada provoca, cuando se la aplica constructivamente, suele ser
sumamente excitante, empuja e impulsa hacia adelante al individuo
y le hace percibir muy claramente cuál es su objetivo y cuál es su
dirección, mientras le obliga a encarar y vencer los obstáculos que
haya en su sendero. Es muy probable que esto sea así, por el hecho
de que el planeta focal o "apex" da al individuo una clara salida ex­
terna para que impulse hacia adelante las energías de estas tensio­
nes, lo cual no se halla en el Gran Trígono, en el Gran Sextil ni en la
Gran Cuadratura.

La T Cuadrada Cardinal
Un individuo que tenga esta configuración dinámica ha de
aprender muchas lecciones que aceleren su evolución en situaciones
que en su vida se relacionen con cómo consuma personalmente sus
energías, emprenda una actividad que en sí misma sea productiva, y
concentre y dirija su atención aplicándola a objetivos mayores aquí
y ahora. Esta T Cuadrada puede vitalizarle, estimularle y servirle de
mucho impulso para que se haga valer. Pero también puede hacer
que el individuo actúe con una precipitación y un frenesí constantes
en sus acciones; entonces, debido a que desea hacer mucho y de
prisa, tal vez intente realizar más de lo necesario. También podemos
observar esto cuando cualquier T Cuadrada cae en Casas angulares
JJ4
(y principalmente cuando Marte y/o Júpiter se hallan involucrados).
Una T Cuadrada Cardinal es normalmente la más vigorizante y ex­
trovertida de todas ellas. Empuja al individuo para que emprenda
emocionantes actividades circunstanciales que le exijan mucha agre­
sividad, valentía, rectitud y empeño personal. A quienes se hallan
bajo el impulso de esta configuración, la vida puede parecerles una
crisis circunstancial tras otra. No obstante ello, si bien el individuo
suele estar ansioso y dispuesto a gravitar evidentemente sobre su
entorno, tal vez tienda a resistir tenazmente el modo establecido con
que las cosas se hacen. Necesitará mayor disciplina personal, ajus­
tarse interiormente a un ritmo, mostrarse paciente y, en general, te­
ner continuidad y organización si ha de tener éxito en lo que empren­
da. Puesto que su vulnerabilidad suele radicar en su deficiente pla­
nificación, deberá analizar conscientemente las facetas prácticas
de sus propios impulsos para observar si realmente le ayudarán a
avanzar hacia el logro realista de sus metas. En su vida habrá
confrontaciones directas y significativas que se verá obligado a re­
solver de frente. Sin embargo, será menos proclive a disponer
irreflexivamente de sus energías vitales, si aprende a observar an­
tes de emprender nuevas actividades. Es especialmente importan­
te, si Marte, Júpiter o Urano se hallan involucrados en esta T Cua­
drada (y en mayor grado si uno de estos planetas se halla en el
punto focal o "apex"}, que el individuo aprenda en su vida, tan
tempranamente como le sea posible, a ser moderado y ver lo valio­
so que es respetar sus limitaciones personales. Puesto que aquí suele
destacarse la actividad física, el individuo necesitará tener un esti­
lo de vida que le permita estar activo y dispuesto a efectuar rápidos
cambios. Sin embargo, estos cambios tendrán propósitos más defi­
nidos, en la medida en que el individuo más se permita conocerse a
sí mismo. (Oliver Cromwell; Francisco de Goya y Lucientes;
María Antonieta; Bonnie Parker.)

La T Cuadrada Fija
Es probable que el individuo con esta configuración afronte
muchas lecciones intensas que le pongan a prueba en las situaciones
en las cuales él exprese sus obsesiones, sus porfiados sentimientos y
su apego a aquello que él personalmente valoriza. Es potentísimo su
impulso a retener cuanto él posee. Un destacado tema kármico tal
vez consista en que el individuo acepte y respete los valores y bienes
ll5
personales de los demás. Este individuo puede persistir, casi hasta la
obsesión, en los asuntos que le atraen profundamente. Sin embargo,
suele meterse en situaciones de muy difícil salida; éstas se deben al
impacto del obcecado capricho que él ejerce sobre los demás; ese
impacto él lo atrae sobradamente hacia sí. Sus propias necesidades,
exigentes y obsesivas, tienden a bloquear por completo las necesida­
des de los demás. Su aptitud natural para mantenerse hermético, sin
ceder a la presión, le hace parecer casi inmune a las influencias exter­
nas. No me asombraría que personas que tengan T Cuadradas Fijas
resultasen sumamente resistentes a los virus y bacterias (espe­
cialmente aquellas afecciones asociadas con síntomas agudos y efí­
meros).
Si bien esta T Cuadrada se halla raras veces tan energé­
ticamente activa como la T Cuadrada Cardinal, sus enormes reser­
vas de energía y vigor emocional ayudan al individuo a soportar toda
suerte de inconvenientes y obstáculos, sin doblegarse, darse por ven­
cido ni perder la dirección de lo que él claramente se propone. El
individuo es impulsado a construir para sf, en esta vida, algo que sea
sólido, seguro y muy duradero. Las presiones internas le ayudan aquí
a consolidar su voluntad y le incitan a decidirse intensamente a te­
ner, a toda costa, éxito en sus esfuerzos. Debido a que se orienta en
sumo grado hacia su meta, la actitud uniforme y concentrada que el
individuo asume respecto de sus objetivos puede, a veces, ser casi
despiadada. El planeta focal o "apex" suele actuar como un cataliza­
dor inesperado (y, por ello, emocionalmente perturbador) y, de una
manera que obliga al individuo a cambiar, le ayuda a desalojar·senti­
mientos y deseos que se hallan estancados. Es principalmente en el
sector de la existencia, señalado por la posición de la Casa del plane­
ta focal o "apex", donde la adaptabilidad al cambio externo es muy
deficiente y los ajustes se efectúan con renuencia. El individuo tiene
muy arraigado el impulso de manipular a los demás, y esto puede
crear un conflicto de voluntades con aquellas personas sobre las que
él intente hacer uso de su poder. Usted podrá ver cuán especialmente
dificil podría ser, en relación con esto, este tipo de T Cuadrada, si
planetas como Saturno o Plutón -que tienden a ejercer predomi­
nio- fueran a operar en el punto focal o "apex". Uno de los peligros
concernientes a una T Cuadrada Fija, a la que se maneje mal, consis­
te en que puede encapsular y comprimir los sentimientos negativos
hasta que éstos alcancen el punto último de presión, en el que enton-
116
ces liberan su actividad violenta y destructiva. A esta altura, el indi­
viduo tal vez se comporte irracionalmente, de un modo que sea ame­
nazante para los demás o destructivo para sí mismo, o ambas cosas.
Para que esta persona se desahogue de manera constructiva, necesi­
ta que sus sentimientos reprimidos hallen adecuados desagotes (es­
pecialmente los que le permitan expresarse y trascender con creces
el plano normal y mundano de las emociones). En general, la vida
forzosamente le enseñará a desapegarse más y ser más objetivo res­
pecto de lo que él quiere y desea. (Napoleón; León 'Irotsky; Benito
Mussolini; la Reina Isabel 11; el Káiser Guillermo 11; Dylan
Thomas.)

La T Cuadrada Mutable
Un individuo que tenga esta configuración, estimulante y
mentalmente exigente, puede agotar mejor su tensión mediante su
participación activa en cuestiones dinámicas, relacionadas con los
campos de la mente, la educación y la comunicación, e incluso de
los viajes (porque esta configuración se orienta hacia lo mental y
móvil). Típicamente, la T Cuadrada Mutable genera una tensión ca­
paz de abrumar al sistema nervioso (porque a menudo lo sobrees­
timula), y también, de destruir los procesos mentales. El individuo
debe resolver conscientemente su inquietud y su tedio constantes,
mediante situaciones que lo aviven mucho, si ha de realizar algo
importante y perdurable. Tiende a sentirse impulsado a vivir cada
instante por separado, le disgusta hacer planes para el futuro y, por
eso, lo normal es que no tenga metas. Este tipo de T Cuadrada puede
atraer relaciones cuyos conflictos se centran en torno de ideas con­
trapuestas y conceptos antagónicos acerca de la vida. Sin embargo,
esto suele energetizar al individuo, puesto que los signos mutables
tienden a acumular conocimientos y ansían volver a compartir con
los demás el saber obtenido. Por ello, esta T Cuadrada suele verse
obligada a librarse de la tensión nerviosa que la sobrecarga, recu­
rriendo a quehaceres intelectuales que exigen un estudio intenso. El
individuo puede sentirse impulsado a esclarecer a la sociedad me­
diante toda forma de enseñanza. Pero lo normal es que viva conti­
nuamente en un estado mental fluctuante, con estos resultados: va­
cila y está indeciso acerca de su propio rumbo. Este modo de ser le
induce a relacionarse de manera insegura y sin comprometerse con
los demás, hasta que aprende a disciplinarse y estructurarse. Necesi-
117
ta definir cuál es el propósito de sus relaciones, si éstas han de
estabilizarse alguna vez. Hay una tendencia a abarcar y sentirse in­
termitentemente interesado en muchas cosas, como para que pueda
dominar alguna en especial. Aunque se señala una marcada versati­
lidad, también se muestra una falta de aplicación sólida o práctica
de la energía y del esfuerzo. Raras veces su estímulo dura lo suficien­
te como para asegurar que se logre algún objetivo. Igual que la Gran
Cuadratura Mutable, la flexibilidad tiende a ser un problema, pues
alienta al individuo a adaptarse demasiado prestamente a las cam­
biantes circunstancias externas, en vez de mantenerse firme y esta­
bilizar las cosas. La vida le enseña a encarar sus exigencias de frente
y con decisión (puesto que él tiende a dejar de lado las cuestiones
que considera incómodas). Lo que implica una exigencia para la
mente es, en la vida y en todo momento, esencial para que esta T
Cuadrada llegue a ser una productiva fuente de fuerza. (la Reina
Isabel I; Francis Bacon; Friedrich Nietzsche; Hennan Hesse;
Erich Fromm; Manly P. Hall.)

La T Cuadrada Disociada
Cuando uno de los planetas de la T Cuadrada encuadra en un
tipo que difiere de los otros dos, la configuración se convierte en una
T Cuadrada Disociada. Aunque cualquier planeta puede estar aquí
fuera de signo, es muy significativo cuando el planeta focal o "apex"
se halla disociado. En este caso, las influencias subyacentes del Sex­
til y del Trígono se ponen psicológicamente en juego para el indivi­
duo, aunque este tipo de T Cuadrada funcionará, no obstante, como
la T Cuadrada estándar en el plano que la situación indique. Aunque
lo que el Sextil y el Trígono sugieren podría representar el apacigua­
miento de las presiones, permitiendo que el individuo esté un poco
más a la deriva en lo que atañe a cómo podrá reaccionar en su inte­
rior ante los desafíos que deba afrontar, también podría sugerir que
su psicología tiene problemas relacionados con el intenso grado de
expresión externa que se requiere de la T Cuadrada. Por eso tal vez
se sienta menos motivado para consumir la cantidad de energía ne­
cesaria, a fin de vencer los obstáculos que se le presenten. Mucho
depende del carácter de los planetas en cuestión y, especialmente,
del planeta focal o "apex". Por ejemplo, un Saturno focal o "apex" es
impulsado a trabajar con ahínco, con muchísimo esfuerzo y gran
paciencia, para superar los obstáculos, mientras que esto no ocurre
J/8
con Neptuno focal o "apex". En consecuencia, incluso una Carta en
la que haya una T Cuadrada Disociada debilitaría muchísimo el im­
pulso de este Saturno, mientras que podría alentar en Neptuno la
esperanza de que haya formas externas que alivien instantáneamen­
te las exigencias apremiantes. Aunque la T Cuadrada Disociada exi­
ge que se efectúen los ajustes necesarios, al integrar las actitudes
interiores con las realidades exteriores, los astrólogos no deberían
necesariamente suponer que se manifestará como una T Cuadrada
"más débil" (lo mismo se aplica a todas las configuraciones disocia­
das).

La T Cuadrada que incluye a los ángulos


Cuando la T Cuadrada se forma con dos planetas en diferen­
tes puntos de la Carta, más el ASCENDENTE, considero que la
configuración todavía es, válidamente, una T Cuadrada. Esto puede
manifestarse de acuerdo con dos esquemas: dos planetas en el As­
pecto de la Oposición se hallan en Cuadratura por el ASCENDEN­
TE, o un planeta se halla en Oposición con el ASCENDENTE, y am­
bos están en Cuadratura por un segundo planeta. Me inclino a pen­
sar que el esquema que tiene al ASCENDENTE en el punto focal o
"apex" es el más dinámico de los dos, puesto que los dos planetas se
hallan en el Aspecto de Oposición consigo mismos (pues represen­
tan los impulsos interiores que están buscando una percepción
equilibrada). Un planeta en Oposición al ASCENDENTE no repre­
senta el intercambio dinámico de dos impulsos, puesto que el AS­
CENDENTE técnicamente no describe un impulso interior, sino un
punto de toma o entrada, de carácter receptivo. El ASCENDENTE
tiende a ser condicionado por otros factores de la Carta, mientras
que el empuje o impulso fundamental de un planeta seguirá siendo
siempre el mismo bajo cualquier condición natal. Por cuanto los pla­
netas son principios abstractos de la vida, los cuales crean la estruc­
tura de la existencia, usan los signos y las Casas para manifestarse
por medio de ellos, pero no son usados por ellos. Los signos sola­
mente describen cómo el impulso de un planeta podría expresarse
por medio de las actitudes y del comportamiento, mientras que las
Casas sólo determinan dónde es prob�ble que este impulso opere
dentro de un campo externo de la experiencia. Sin embargo, los sig­
nos y las Casas, de ningún modo alteran ese impulso fundamental.
Por ello, si bien un planeta (o un signo) puede condicionar al AS-
/19
CENDENTE, éste no puede influir directamente sobre el planeta. Lo
mismo ocurre con el MEDIO CIELO. Al menos, así es como yo veo
esta situación.
En consecuencia, estos dos tipos de T CUADRADAS relacio­
nadas con el ASCENDENTE pueden operar "más débilmente", pues­
to que ambos carecen del impulso y de la fuerza adicionales de un
tercer planeta. Ambos esquemas dirigen hacia el ASCENDENTE re­
ceptivo cuanta tensión se genere y lo relacione con la identidad o la
imagen de la persona. El estado físico del individuo puede también
ser afectado a raíz del agobio indicado por los Aspectos constituidos
por los dos planetas. Normalmente, cualquier Cuadratura con el
ASCENDENTE puede modificar muchísimo la apariencia o la
constitución general del cuerpo (según la naturaleza del planeta que
crea el Aspecto) y también matiza el temperamento que el individuo
pone de manifiesto. Las Oposiciones con el ASCENDENTE no pare­
cen alterar directamente la apariencia o la constitución; en lugar de
ello, tienden a describir cómo los demás ven, como persona, a quien
está presente ante ellos, puesto que las Oposiciones tratan sobre la
imagen reflejada. En general, por cuanto las T Cuadradas tienen el
ASCENDENTE en un punto de su estructura, podrían indicar una
"crisis de identidad". Cuando el ASCENDENTE se halla en el punto
focal o "apex", recibe dos Cuadraturas de los planetas involucrados
en el esquema de la Oposición. Cualquier crisis de identidad parece
que aquí es más aguda y exige una resolución. El individuo será obli­
gado a resolver conflictos internos (habitualmente, bloqueos) de
acuerdo con su propia iniciativa. Aprende a reconstruir y cimentar
de nuevo su identidad personal, enfrentándose intensamente consi­
go mismo. Puesto que normalmente se halla involucrado muy subje­
tivamente en los conflictos que aquí experimenta, suele no estar al
tanto de que, en su mayoría, se generan solos. Sin embargo, una vez
que se capacite mejor para transmutar la tensión interior que estos
dos planetas en cuadratura indican (sugiriendo que el individuo tam­
bién aprende a coordinar diestramente la exigencia planteada por la
oposición de aquellos planetas), tal vez se descubra menos inseguro,
indeciso o a la defensiva acerca de cómo los demás le ven. Puesto
que la extremidad desocupada, de este tipo de T Cuadrada, se halla
en el DESCENDENTE, el individuo ha de usar la fuerza que obtuvo
(percibiéndose como él es) para que esto le ayude a relacionarse más
eficazmente con los demás. Cuando el ASCENDENTE funciona como
120
un extremo de la Oposición, sólo recibe una Cuadratura (del planeta
focal o "apex") más una Oposición del planeta restante. El individuo
aún debe resolver primeramente la tensión de la Cuadratura, que se
proyecta hacia su interior, antes de poder integrar objetivamente al
planeta en la Oposición. En el caso de este tipo de T Cuadrada, una
crisis de identidad puede resolverse más rápidamente, puesto que el
impulso indicado por ese planeta en la Oposición le incita a enfocar­
se fuera de sí e interrelacionarse (y habitualmente, este planeta en la
oposición se hallará en la séptima Casa o, por lo menos, en Conjun­
ción con el DESCENDENTE, recalcando la percepción de las rela­
ciones). Además, la extremidad desocupada está normalmente cerca
del MEDIO CIELO, sugiriendo que el individuo necesitará expresar­
se y participar socialmente en el mundo.
Cuando la T Cuadrada se forma con los dos planetas en dife­
rentes puntos de la Carta, más el Medio Cielo, el individuo puede atra­
vesar una crisis que involucra su sentido de la "identidad social". En
este caso, dos planetas en el Aspecto de Oposición se hallan en
Cuadratura con el Medio Cielo, o un planeta en Oposición al Medio
Cielo y ambos en Cuadratura con el segundo planeta. Las dinámicas
en cuestión son parecidas a lo que ya dije sobre la T Cuadrada relacio­
nada con el ASCENDENTE. En general, al individuo se le exige aquí
que encuentre su verdadero lugar en el mundo, en el que puede con­
tribuir con algo que sea significativo para la sociedad. Su impulso
normal es cumplir y realizar ante la vista de los demás, quienes enton­
ces juzgarán la calidad de su esfuerzo. Debido a la presencia del As­
pecto de Oposición, más el Medio Cielo, este tipo de T Cuadrada su­
giere una mayor percepción y objetividad externas en relación con
problemas que necesitan ser resueltos (a no ser que el planeta focal o
"apex" también se halle en Conjunción con el ASCENDENTE). Cuan­
do el planeta focal o "apex" se halla en Conjunción con el DESCEN­
DENTE, se acentúa en sumo grado el tema de la identidad social.
Tracy Marks, en su obra How to Handle Your T-Square, enuncia
muchos factores importantes que pueden aplicarse a estos tipos de T
Cuadradas, y también a las de tipo estándar. Remitimos al lector al
libro de Tracy Marks, para más información sobre el particular.

El planeta focal o "apex"


El planeta focal o "apex" adquiere mayor importancia en la
Carta porque determina cómo el individuo ha de dirigir esencial-
121
mente las energías de la T Cuadrada. A veces puede indicar el tono
general del horóscopo. El planeta focal o "apex" describe la manera
con que la T Cuadrada ha de expresar su tensión y, en su momento,
resolver su dilema. Este potente planeta indica la naturaleza del
empuje existente detrás de la dinámica de la T Cuadrada. Un planeta
en una Octava Mayor puede representar un propósito kármico espe­
cial cuando se halla en el punto focal o "apex". Los individuos que
nacieron bajo esa configuración son incitados a expresar impulsos
que plantean una exigencia a las estructuras existentes en la socie­
dad, aunque a veces de un modo que es demasiado reformista (y por
ello, destructivo) para que el Sistema establecido lo entienda y acep­
te. Esto es particularmente cie110 si esta T Cuadrada cae únicamente
en Casas angulares, dando al individuo más fuerza para que influya,
para mejor o para peo1� sobre su entorno. Un individuo que tenga un
planeta focal o "apex" en una Octava Superior puede efectuar nota­
bles contribuciones al mundo, fomentando el bienestar de éste y su
necesario progreso, y sin embargo, permaneciendo, entretanto, per­
sonalmente distante, desapegado o alejado de la actividad propia del
mundo en la corriente predominante de la vida diaria. Sin embargo,
quienes provocan las manifestaciones inferiores de estas T Cuadra­
das experimentales podrían integrarse deficientemente en la socie­
dad o, por lo general, desequilibrarse en sus relaciones. Pueden ser
incapaces de alinearse fácilmente con los demás, y se los podría con­
siderar inadaptados sociales. En todos los casos, en la medida en
que el individuo más se conozca a sí mismo, es probable que estas
configuraciones especiales de T Cuadradas se expresen más segura y
humanamente.
A menudo es digno de nota lo siguiente: si los planetas natales
o progresados de otra persona se hallasen en Conjunción con el pla­
neta focal o "apex" o con el grado de extremidad desocupada, enton­
ces esto podría hacer que esta configuración se expresase activamente
en la relación. Ese otro individuo puede establecer una unión muy
estimulante aunque exigente, con la persona, ayudándola a encarar
y resolver muchas lecciones kármicas. Sin embargo, si a esta rela­
ción no se la mantiene en un plano constructivo, podría también
generar conflictos mayores, capaces de sembrar las semillas de difí­
ciles esquemas kármicos en futuras encamaciones (al menos, teóri­
camente). El deficiente manejo de las energías puede ser, por lo me­
nos en esta vida, perjudicial para ambas partes en cuestión. También
122
tal vez resulte útil señalar cómo nuestros planetas progresados o los
tránsitos, que cruzan sobre el planeta focal o "apex" o sobre el grado
de la extremidad desocupada, afectan a la T Cuadrada. Por ejemplo,
cuando un planeta en tránsito se desplaza sobre el planeta focal o
"apex" (y de aquí en adelante sólo me ocuparé de Júpiter), primero
transmite su mensaje a ese planeta, a menudo mediante alguna per­
turbación interior. Este conflicto interno puede entonces registrarse
mediante una exigencia circunstancial descripta, por los planetas en
cuestión, en la oposición en cuestiones de la vida que las posiciones
de sus Casas muestran. En cambio, si uno de los planetas fundamen­
tales es el primero en activarse, el contacto retransmite sus señales
al planeta focal o "apex" en el que, a la sazón, la tensión se sintió por
primera vez. Por ello, el planeta focal o "apex" hará resaltar toda la T
Cuadrada. Puede haber una especie de proceso de retraso, el cual se
observa aquí, en este caso, antes de que la Oposición total entre en
actividad, especialmente con tránsitos que involucren a Saturno, a
las Octavas Superiores o a planetas en su fase retrógrada. Mi suposi­
ción teórica es, en este caso, que haciendo caso omiso de qué punto
de la T Cuadrada esté recibiendo el contacto de los tránsitos, las
energías deberán primeramente operar a través del planeta focal o
"apex" antes de que toda la configuración pueda ponerse en movi­
miento. Por esta razón, deberíamos empeñarnos en valorar en nues­
tra vida, tan pronto podamos, la expresión por demás positiva, para
que cuando se active nuestra T Cuadrada, cobre energía a fin de
actuar más bien de manera productiva y estimulante que caótica y
desorganizada.
Cuando un planeta en tránsito se halla en Conjunción con el
grado de la extremidad desocupada o con uno de los puntos medios
de los planetas fundamentales, la T Cuadrada puede también catali­
zarse y expresarse. Un planeta que llene el espacio de la extremidad
desocupada forma una Gran Cuadratura temporal que, a su vez, es
estimulada y puesta en acción de acuerdo con la naturaleza del pla­
neta focal o "apex" y por medio de la activación de ese planeta en
tránsito (o progresado). Puesto que incluso una Gran Cuadratura
temporal carece de una fuerza especial en su enfoque (a diferencia
de la T Cuadrada que siempre nos da ciertas directivas, obligándo­
nos a actuar en una situación de la vida que ella nos designa), es
probable que al individuo le parezca que este período es una epide­
mia de problemáticos encontronazos existenciales, aparentemente
123
insensibles a cualquier resolución duradera. Esta persona tal vez sea
forwda, en esta época de su vida, a desarrollar desapego, equilibrio
espiritual y mayor objetividad. Es una fase en la que se la pone a
prueba. Los estímulos de las dos Oposiciones, una vez que se activan
constructivamente, pueden generar experiencias capaces de permi­
tir que el individuo posea una captación más vasta, una percepción
más profunda, una perspectiva más total y un conocimiento maduro
de cuestiones de la vida de las que ahora puede ocuparse. Es proba­
ble que el individuo sea testigo del efecto acumulativo de su falta de
armonía interior, hasta el punto de no haber logrado inculcar en su
consciencia los valores positivos del planeta focal o "apex". Lo que
sigue es un esbozo de la influencia que cada planeta ejerce cuando
opera en el punto focal o "apex" de la T Cuadrada, sin que sea modi­
ficado por el signo y la posición de la Casa de ese planeta, o por los
dos planetas restantes en oposición:

El Sol focal o "apex"


El Sol focal o "apex" denota mucha fuerza de voluntad, un
arraigado sentido de la autoridad y un fervoroso anhelo de realizar
grandes cosas siendo independiente y exhibiéndose. El orgullo y el
egocentrismo suelen ser facetas problemáticas del modo de ser del
individuo. Puesto que el Sol representa un propósito esencial del ser
o el tema principal de la vida del individuo, sus primeros objetivos
raras veces le resultan fáciles de realizar de un modo satisfactorio,
hasta que aprende a ser menos exigente y egocéntrico. Este tipo de T
Cuadrada es el sello distintivo de significativa habilidad para ejercer
el mando, potente creatividad, acentuado individualismo y logro
reconocido cuando se encauza de manera productiva. Es probable
que esta encarnación sea sumamente importante para el individuo
en función de la evolución de su alma mediante el desarrollo de la
fuerza de carácter y de la integridad. El individuo resuelve mejor su
tensión o agobio mediante un adecuado ejercicio aplicado a su vo­
luntad y al hecho de hacerse valer. El individuo desea que le reco­
nozcan y honren, y esto le incita a demostrar lo que él es capaz de
realizar, pero suele hacerlo de una manera demasiado egocéntrica y
abrumadora para los demás. La confianza que el individuo se tiene
debe moderarse con una dosis de humildad. De lo contrario, se la ve
como arrogancia y vanagloria. Aunque puede confiar intensamente
en sí mismo, se verá obligado a permitir que los otros le ayuden de la
124
manera que ellos mismos escojan. Su porfía refuerza las dificultades
que aquí se representan, y atrae pugnas con los demás, a causa del
poder. Tiende a ser un individuo que más capta la atención, en la
medida en que se centra menos en sí mismo. Aunque es capaz de
concitar la atención de los demás, a raíz de su enorme personalidad,
es probable que raras veces pueda concitar su respeto y amor.
(Galileo; Yogananda; Bette Davis; Marlon Brando; Vanessa
Redgrave; Dylan Thomas.)
Si el Sol focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Cardinal,
indica que el individuo es tercamente impulsivo, se hace valer
empecinadamente, confía indebidamente en sí mismo y es mandón.
La frontalidad de este individuo -"primero yo"- es muy patente
para los demás, puesto que se evidencia típicamente a través de sus
acciones directas. Su anhelo natural es encargarse de las cuestiones
inmediatas, y está muy seguro de sí mismo en lo que atañe a que está
capacitado para dirigirlas por su cuenta. Sin embargo, quiere que le
permitan encargarse de todo y, por eso, no presta atención a lo que
los demás le sugieren o demandan. Su falta de cooperación tiende a
ponerle en situaciones que implican conflictos abiertos y frontales
con personas a quienes su autoritarismo enfurece. Por ello, esta po­
sición podría indicar una vivaz agresividad por parte del individuo,
el cual se pone en contra de todos los otros que tiene delante. Suele
evidenciar aquí mucha vitalidad; añade a esto el hecho de que es
capaz de sentirse fervorosamente impulsado a realizarse en aquellos
campos que él halla personalmente atractivos. Sin embargo, esta
persona puede a veces intimidar o agotar a los demás, con su energía
incesante, su actividad continua y su fuerza para emprender cosas.
Si el Sol se halla en una T Cuadrada Fija, sugiere un indivi­
duo que puede ser muy obstinado y porfiadamente inmune a la mayo­
ría de las influencias externas. Al intentar cumplir en la vida sus
objetivos mayores y largamente planificados, el individuo es capaz
de derribar todos los obstáculos que halle en su camino, sin aceptar
jamás la derrota hi someterse a las exigencias de los demás. Está
potentemente decidido a tener éxito en las metas que le obsesionan,
pero tiende a atraer, en sus relaciones, persistentes luchas por el po­
der, debido a su intransigencia. Tiende a expresar con mucha fuerza
y firmeza, al autoritario y mandón que lleva adentro, pero deberá
aprender que la adaptabilidad es valiosa en las uniones personales
que él establezca, si ha de aprovechar algunos recursos que aquéllas
125
le proporcionen. Aquí se destaca la autonomía; ésta permite que el
individuo trabaje con diligencia e independencia hasta alcanzar sus
objetivos y disfrutarlos como él lo desea. Es menos probable que
desafíe activamente la autoridad externa, tal como lo hace el Sol
focal o "apex" Cardinal, puesto que, por lo general, expresa menos
demostrativamente su voluntad y su poder. Sin embargo, es más pro­
bable que trace planes cuidadosos, organice sus fuerzas y, lenta pero
seguramente, socave esa autoridad, cuando ésta se convierta en un
obstáculo para que él realice las metas con las que se está compro­
metido.
Si el Sol focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Mutable,
indica un individuo a quien su entorno social le considerará impor­
tante, le estará reconocido y le ensalzará por lo que él haya logrado
con su mente. Aquí quiere sentirse orgulloso de lo que es capaz, pero
puede correr el riesgo de una postración nerviosa o un agotamiento
físico, si se empeña en lanzarse con demasiado ahínco, a conocer
tanto como le sea posible. Los signos mutables suelen necesitar un
descanso periódico, porque su vigor es deficiente. El individuo es
menos proclive a seguir un rumbo coherente en su vida y, por ello, es
probable que descubra que sus principales objetivos experimenten
constantes cambios y modificaciones. Sin embargo, puesto que el
Sol representa concentrados anhelos e impulsos interiores, cuyos
propósitos están bien definidos, el Sol focal o "apex" tiende aquí
menos a una desorientada dispersión de las aptitudes, típica de la T
Cuadrada Mutable (por ejemplo, comparada con Mercurio). Esta
persona puede estar muy enfrascada en sus procesos mentales y, por
eso, tal vez sea menos objetiva en lo que atañe a lo que ella verdade­
ramente vale. Quizá sobrevalúe su capacidad mental e intente de­
mostrar ideas y teorías de una manera orgullosa, engreída y sabi­
honda (Galileo tenía un Sol focal o "apex" Mutable, y su adhesión a
sus creencias astronómicas, a pesar de la amenaza de las autorida­
des que pensaban lo contrario, casi le costó la vida). Este Sol focal o
"apex" puede, por lo menos, ser intelectualmente obstinado y decidi­
do, haciendo caso omiso de si sus conceptos son irracionales o lógi­
cos. El individuo se siente fuerte en lo que atañe a su modo de pen­
sar, pero lo que necesita es escuchar mejor.
Cuando el individuo resuelve la tensión del Sol focal o "apex",
puede destacarse como alguien que es muy especial. Tal vez los de­
más le admiren y consideren mucho; esto suele suceder porque utili-
/ 26
zó su vigor y su fuerza de voluntad para brindar algo apropiado a su
comunidad, a la sociedad o al mundo en general. A la sazón, su cen­
tro interior se halla mejor fundado, sin tener que esforzarse de más
en hacer que los demás se enteren de su presencia. Está excelen­
temente capacitado para actuar en cualquier puesto de autoridad,
dirigiendo asuntos importantes con más sabiduría, creatividad, pres­
tigio y organización. Quien expresa positivamente un Sol focal o
"apex" suele convertirse en una torre en la que muchas personas
hallan fuerza y apoyo. El individuo aprende a aplicar Uamás a impo­
ner) su voluntad, de una manera que vivifica, dinamiza y alienta a
los demás para que reaccionen con optimismo ante los objetivos que
él les plantea. Su vitalidad se convierte en una fuente de afectuoso
aliento para quienes establecen una estrecha relación con él. La in­
debida vanagloria se transforma en sana autoestima. Esta posi­
ción focal o "apex" indica que la fama, el aplauso y los honores por
parte del mundo son muy probables.

La Luna focal o "apex"


La Luna focal o "apex" denota un individuo sensible, de mu­
cha carga interior y sobradamente emotivo. Sus instintos son muy
vivaces y activos pero, debido a la tensión o agobio de esta configu­
ración, tienden a operar a la defensiva. La seguridad es impor­
tantísima para esta persona que está protegiéndose y tal vez tienda a
sentirse fácilmente amenazada. Lo normal en ella es que se incline a
reaccionar de manera exagerada ante los factores externos que la
agobian; entonces, alza contra ellos, barreras que la mantienen a
una distancia segura o, de lo contrario, se recoge en lo profundo de
su ser, intentando desconectarse de esas tensiones. Ese carácter sen­
sible se halla obligadamente en un estado de constante conflicto o
inestabilidad, hasta que esta persona realiza un esfuerzo consciente
para reprogramar objetivamente los condicionamientos negativos de
su subconsciente, los cuales suelen ser el resultado de vívidas impre­
siones que le llegan del pasado y que ella entendió equivocadamen­
te. Aunque anhela que en el círculo de sus relaciones íntimas exista
un solaz y un apoyo psicológicos que sean duraderos, lo que esta
persona necesita tiende a fluctuar con demasiada celeridad, debido
a que su humor variable es dificil de controlar. En general, se verá
obligada a apegarse menos subjetivamente a los demás, a ser menos
vulnerable y menos susceptible en lo que a ella respecta si aquí ha de
127
reducirse la fricción interior. La Luna focal o "apex" representa la
posibilidad de un grado insólitamente alto de receptividad, el cual
incita por lo general a que el individuo trabaje activamente, a la vista
del público, en algún plano en el que él crea que lo necesitan. Aquí
suele ser fortísima su capacidad para ser solícito y prodigar cuida­
dos, aunque también sea intensa su necesidad de recibir él esos cuida­
dos. Esta configuración podría denotar relaciones muy tirantes con
la madre (o con el principio que represente a ésta), con la familia en
general o con el arquetipo femenino fundamental. Lo que resulta
bastante interesante es que dos ejemplos que pude encontrar fueron
símbolos muy populares de la seducción, propios de Hollywood (ellos
representaron lo atractivo de la feminidad). (Greta Garbo; Jean
Harlow; Gandhi; Martin Luther King; Osear Wilde; Walt Disney.)
Si la Luna focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Cardi­
nal, sugiere una quisquillosidad cuya franca expresión puede modi­
ficar, con frecuencia y rapidez, el estado de ánimo de aquéllos con
los que el individuo se relaciona. Esta persona puede agraviarse fá­
cilmente, a causa de su hipersensibilidad, y cambiar prestamente de
humor (especialmente si la Luna focal o "apex" opera en Aries o Cán­
cer). Es la que suele instigar subconscientemente los cambios en las
uniones que ella trata conscientemente de evitar o de las que procu­
ra protegerse. Su impulso, dinámico y desenfrenado, dirige hacia su
entorno las fluctuantes emociones que ella tiene. Esta Luna focal o
"apex" tiende a expresarse con suma espontaneidad e impulsivi­
dad. Aunque esta persona es muy susceptible y se halla sensible­
mente sintonizada con lo de aquí y ahora, necesitará ejercitar ma­
yor disciplina personal y controlar más la ma:nera con que desfogue
sus sentimientos. Realizará esto mejor, una vez que se permita sen­
tir con más hondura sus propios sentimientos, reflexionar sobre la
razón de ser de sus reacciones y meditar antes de responder exter­
namente a lo que ella sienta, puesto que suele vivir en la descar­
nada superficie de sus emociones y está demasiado ávida de expul­
sar fuera de sí lo que la incomoda y devolverlo al ambiente externo.
Por ello, suele asimilar deficientemente sus sentimientos.
Si la Luna focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Fija,
indica un individuo cuyas inflexibles necesidades emocionales son
capaces de crear una gran fuerza que se concentra en el plano sub­
consciente. Los hábitos instintivos se hallan muy arraigados en el
carácter del individuo, y raras veces son accesibles al cambio o a la
/28
modificación. Las defensas interiores pueden operar aquí en contra
de los sentimientos que él expresa externamente, debido a que le es
dificil objetivar los bloqueos (he aquí el típico conflicto interior: "¿Por
qué como de más cuanto estoy deprimido?"). Reprime hermética­
mente sus tensiones emocionales o las expresa inflexiblemente, y
crea más perturbación. En general, la posesividad puede ser un pro­
blema, pues el individuo tiende a apegarse psicológicamente a cuan­
to sea un valioso símbolo de seguridad. Incluso puede sentirse incli­
nado a aferrarse a lo negativo y almacenarlo durante largo tiempo,
antes de que la vida le obligue a desprenderse de estas actitudes que
desbaratan esa seguridad. La Luna focal o "apex" Fija sugiere senti­
mientos vigorosos, pero el individuo necesitará evaluar su propósito
de soportar o persistir en reacciones que sofocan o impiden que él se
sienta bien interiormente. Le falta desapego y adaptabilidad y, por
eso, tiende a aferrarse al pasado y a dinamizar de nuevo y vívidamente
circunstancias que ya no existen en la actualidad. La vida le obligará
a arrostrar períodos en los que deberá limpiar sus propias emocio­
nes, para poder librarse de sus gravosos apegos psicológicos. Su ten­
dencia a controlar de más la expresión externa de lo que emocio­
nalmente le incomoda, crea en el plano subconsciente fuerzas repri­
midas que, en su momento, se desfogan de una manera explosiva
que tiende a destruir lo que exteriormente es valioso y seguro.
Si la Luna focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Muta­
ble, denota un alto grado de inconstancia emocional; esto crea inquie­
tudes y un anhelo de estímulo, nuevos y variados, que apacigüen
momentáneamente los sentimientos. El individuo tal vez considere
cómodo y deseable interpretar racionalmente sus emociones o, sen­
cillamente, analizarlas de más desde un punto de vista superficial.
Su impulso normal es, por lo menos, apartarse temporalmente de
sus sentimientos y observarlos como algo aparte de sí mismo. Si bien
lo normal es que ese desapego sea prnvechoso para la evolución y la
madurez de sus emociones, lo que aquí más representa es un intento
de protegerse para eludir el ocuparse directamente del verdadero
impacto del conflicto emociop.al. Esta persona puede vacilar, fluc­
tuar, contradecirse y, a menudo, permanecer indecisa cuando llegue
el momento de comprometerse emocionalmente. Además, tal vez más
bien se empeñe en interpretar intelectualmente sus sentimientos que
en aceptar meramente el hecho de que está sintiendo algo que es
válido, aunque en ese momento eso no le parezca lógico. La Luna
129
focal o "apex" Mutable tiene un problema importante: suele carecer
de honda sensibilidad como para captar las sutiles corrientes subte­
rráneas de las relaciones, y esto propende a que el individuo reaccio­
ne superficialmente (en menor medida, cuando la Luna cae en Pis­
cis, pero con muchísima frecuencia cuando está ubicada en Gémi­
nis). El individuo se verá impulsado, de acuerdo con la dinámica
integral de la T Cuadrada, a aprender a absorber, retener y asimilar
cómodamente los sentimientos de los demás, en vez de restarles im­
portancia. Al hacerlo, tal vez incluso se halle más capacitado para
entender, con mayor claridad, el significado de sus propias reaccio­
nes.
El individuo puede tener la sensación de ser más creativo con
sus sentimientos y emociones, cuando resuelve la tensión de la Luna
focal o "apex". Entonces, puede que se adapte muy bien para tratar
con sensibilidad al público o a las masas en general; eso tiene como
resultados mucha popularidad y éxito en el rumbo que él escoja.
Puede obtener un marcado efecto externo sobre los sentimientos de
los demás porque ahora es capaz de establecer una conexión abierta
y fluida con lo que él siente interiormente. Por eso, tal vez esté dota­
do para poder prodigar cuidado y solicitud, aliviar y proveer al bien­
estar de los más débiles u oprimidos. En este caso, su influencia es
tranquilizante, amable y protectora, y sugiere que este individuo
podría descollar en todas las ramas del arte de curar, de la asistencia
social y del trabajo que implique una estrecha relación con quienes
necesitan auxilio y ayuda. También puede alentar a los demás a fin
de que aprovechen sus propias necesidades de seguridad, ayudándo­
les para que se sensibilicen más respecto de sus propios sistemas de
apoyo interior. Este individuo tiene la posibilidad de influir sobre las
masas, para nutrir la sensibilidad colectiva de manera tal que pueda
ayudar a que se establezca un cimiento mayor de relación ancestral.

Mercurio focal o "apex"


Mercurio focal o "apex" describe al individuo cuyo impulso
corriente consiste en aprender una habilidad dinámica, una técnica
o un conjunto de conocimientos bien fundados que le permitan
comunicarse expresamente con los demás. Este individuo tiende a
concentrar mucho su atención en cuestiones educativas o doctas, en
las que pueda consumir, con dinamismo, mucha energía mental o
verbal. Su mentalidad suele estimularse muchísimo y ser muy curio-
130
sa, pero raras veces se halla en reposo. Lo normal es que la preocu­
pación continua de esta persona sea pensar analítica y criteriosa­
mente y buscar objeciones que obliguen a su mente a reflexionar, o
que incluso sean controvertidas. Su actitud crítica suele ser una fuente
principal de los problemas que él tiene con sus relaciones, junto con
su disposición para interpretar racionalmente su modo de compor­
tarse en sus uniones íntimas, hasta tal punto que no logra compren­
der sus propias motivaciones más sutiles. Necesita estar en contacto
con la naturaleza de sus propios sentimientos, con sus instintos en­
trañables y con sus corazonadas, si ha de comprender la vida desde
un plano en el que sea mayor la hondura de sus percepciones. Si
bien tal vez sean sumamente inteligentes, perspicaces y agudamente
observadoras sus evaluaciones de las circunstancias superficiales de
los asuntos corrientes, él tiende a carecer del afecto, de la simpatía y
de la profunda comprensión, necesarias para unificar sus conceptos
de una manera que le permita sentir que él es uno solo con el mun­
do. Tiende a sentirse aparte de aquello que le impulsa a estar escu­
driñando. Además, le suele ser dificil comprender lo intangible y
metafísico que opera más allá del plano normal de la razón. Si bien
acepta la realidad abstracta, no obstante se siente impulsado a redu­
cirla a términos concretos y limitados que él sólo es capaz de expre­
sar. (Aldous Huxley; Herman Melville; W.H. Auden; Richard
Wagner; Wilhelm Reich; Billy Graham.)
Si Mercurio focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Cardi­
nal, acelera los procesos mentales y acrecienta en el individuo su
disposición para comprender rápidamente datos y antecedentes. Es
un signo de quien aprende con celeridad y energía. Sin embargo, el
individuo se siente fuertemente impulsado a aplicar de inmediato lo
que él aprende, sin mucha reflexión o previsión. Su tendencia a to­
mar decisiones mal pensadas o a sacar conclusiones antes de estu­
diar todos los pormenores necesarios, le alienta a emprender accio­
nes deficientemente planificadas y cuya ejecución suele ser prema­
tura. Mercurio focal o "apex" Cardinal es proclive a tener problemas
directos de comunicaciones con las otras personas con quienes se
enfrente, y esto suele ser así, debido a que encara las cuestiones con
agresividad e impaciencia. El temperamento nervioso de Mercurio
se halla aquí en su estado más agudo y agitado. El individuo tiende a
que sus pensamientos le tengan sobradamente activo y alborotado
como para prestar total atención, durante un rato, a lo que los de-
131
más piensan. Su mente está demasiado ocupada y superada por sus
propias prisas, como para permitirle una reflexión cuidadosa y un
análisis cabal.
Esta persona necesita ir más despacio y organizarse antes de
hablar, puesto que los roces que ella tiene con sus relaciones suelen
deberse aquí a que no tiene pelos en la lengua y es irreflexiva. Esto
ocurre especialmente si Mercurio cae en Aries o Cáncer (el fuego y el
agua son volátiles, debido a que su tendencia latente es emocional),
pero es menos frecuente con un Capricornio, que sabe dominarse o
con un Libra, que es diplomático. En general, el individuo tiende a
lanzar sus ideas hacia el mundo y necesita salidas que le permitan
comunicarse con vigor y, asimismo, usar su mente para tomar deci­
siones en problemas que requieren rápida solución. Este Mercurio
podría representar a la mente ejecutiva, capaz de trabajar en cir­
cunstancias turbulentas y aceleradas, las cuales exigen cambios de
planes en el último minuto.
Si Mercurio focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Fija,
denota un individuo a quien no le gusta que los demás desafíen o
modifiquen lo que él piensa. Es difícil afectar a este individuo o in­
fluir sobre él en el plano mental, debido a la disposición a ofrecer
fuerte resistencia, la cual es propia de la modalidad fija. Tiende a
valorizar de más sus propios pensamientos y puede ceñirse
obsesivamente a un solo modo de ponerlos en práctica. Necesita es­
merarse en no permitir que su mente ingeniosa incurra en pautas
rígidas y rutinarias, puesto que Mercurio focal o "apex" Fijo puede
tomarse sobradamente estrecho en sus miras, dogmático y demasia­
do terminante en sus procesos mentales. La vida le enseñará que su
mente posee energía capaz de afectar profundamente a los demás,
pero que ella también puede impedir que él amplíe su comprensión
consciente de las cosas, debido a que se empecina en apegarse a ac­
titudes tercas.
Su mente tiene una resistencia y una capacidad de concentra­
ción fenomenales; la pone mejor en prácticá cuando aborda estu­
dios complejos, un trabajo minucioso o proyectos que exigen una
planificación y una organización de largo alcance. Es probable que
los obstáculos que se presentan en estas situaciones y parecen des­
baratar o bloquear su avance tengan lugar a causa de su actitud in­
flexible e inadaptable. Tal vez se concentre demasiado en una sola
meta como para reconocer que existen opciones y alternativas que
132
podrian facilitar la concreción de los objetivos que su mente se pro­
pone. Debido a que este individuo es de una mentalidad porfiada,
puede tratar de imponer sus propias ideas a los demás, sin que le
afecten las ideas que los demás le den. Lo típico de esto es que el
individuo crea barreras en su comunicación con los demás; normal­
mente, éstos se ofenden por el modo despótico y desdeñoso que él
manifiesta respecto de los puntos de vista que ellos sostienen.
Si Mercurio focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Muta­
ble, hace hincapié en una volubilidad mental que genera nerviosi­
dad y falta de concentración. El individuo puede disipar fácilmente
su atención, puesto que su mente queda demasiado atrapada en
asuntos de menor cuantía, que la distraen de sus objetivos más im­
portantes. Su impulso es el de saber un poquito de todo lo que mo­
mentáneamente estimula su interés; entonces, tiende a ser suma­
mente inquisitivo, pero le falta el discernimiento necesario para
reconocer qué es lo realmente apropiado y qué es lo baladí. La vida
le enseñará cómo deberá usar más selectivamente su mente, para
que no malgaste sus energías de manera inútil e improductiva.
Aunque el individuo es normalmente muy vigilante, observador y
capaz de aprender una vasta gama de temas, le es difícil disciplinar
sus facultades mentales, con las que pueda adherir con tenacidad y
eficacia a un tópico interesante hasta llegar a comprenderlo cabal­
mente y a fondo. Por eso, su comprensión de las cosas puede ser
epidérmico, puesto que tan sólo echa una ojeada sobre la superfi­
cie.
Su falta de concentración puede hacer que el individuo sea
impaciente, irritable y desorganizado, e incluso que cada tanto se
halle desorientado. Esto es menos frecuente cuando Mercurio focal
o "apex" cae en Virgo, por ser un signo más estabilizador y de tierra.
Sin embargo, puede resultar por demás problemático en Piscis, el
cual tiende a dispersarse más. El cambio y la variedad son muy esti­
mulantes para esta persona, pero ella puede ser muy voluble en sus
uniones y eludir hábilmente los compromisos de largo plazo. Los
conflictos en las relaciones pueden deberse a que al individuo le fal­
ta sentido común, coherencia o profundidad. En situaciones en las
que se requieren versatilidad y diversidad, este Mercurio focal o "apex"
encauza mejor su mente hacia otras posibilidades para las cuales
ella está capacitada. El individuo sólo desperdicia su talento o no lo
explota plenamente cuando se niega a aplicar su mente con más fir-
133
meza y paciencia. En general, su tendencia es más a preocuparse,
impacientarse y estar indeciso, y más a hablar que a actuar.
Cuando el individuo resolvió las tensiones de esta T Cuadra­
da, está mejor capacitado para controlar sus facultades mentales,
que son superiores a lo normal, y a aplicarlas sabiamente en situa­
ciones que impliquen comunicación dinámica, docencia, instrucción
o distribución de información especializada. La fluidez verbal y/o la
destreza manual pueden ser importantes para que el individuo ten­
ga éxito, al igual que su aptitud para manejar eficientemente los por­
menores correspondientes. El impulso del individuo tal vez sea el de
impartir conocimientos a otras personas con las que se relacione, y
puede ser muy estimulante en sus relaciones. Está más dispuesto a
estudiar la vida y se interesa constructivamente en compartir lo que
aprendió; eso que aprendió, es normalmente de un valor social re­
dentor. Su mente se convierte en una herramienta más dúctil para
fomentar una comprensión más total de su mundo, y puede analizar
las cuestiones con verdadera objetividad, lógica, claridad y perspec­
tiva inteligente. Y lo que es mejor de todo: es capaz de crear la paz
mental, ahora que sabe cómo concentrar sus energías mentales crea­
doras.

Venus focal o "apex"


Venus focal o "apex" describe un individuo fuertemente impul­
sado hacia lo social y que necesita activamente prestar más atención
a los demás. Sin embargo, esta persona tal vez sienta funda­
mentalmente que no la aman, no la aprecian o incluso que recibe un
trato injusto en su relación íntima, de pareja. Sus valores no suelen
ser compatibles con lo que ella atrae; esto crea tensiones emociona­
les y una sensación de desigualdad. El matrimonio tiende a plantear
problemas apremiantes y normalmente se centra en tomo de temas
como éstos: dar y recibir, compartir Jibremente y actuar con recipro­
cidad. Lo que el individuo suele querer es comprometerse en una
compañía ideal, en la que no haya conflicto, tensión ni abierta
confrontación que le apremie. Anhela uniones tranquilas y armonio­
sas, pero suele tratar de asegurar esto bloqueando cualquier posibi­
lidad de que la interacción se posibilite o dinamice. El resultado es
que sus relaciones tienden a tener un carácter estático y nada esti­
mulante, el cual suele resultar frustrante para ambas partes.
Venus focal o "apex" desea que le satisfagan constantemente y
134
espera que las cosas le lleguen con facilidad, sin esfuerzo ni lucha. Si
el individuo no tiene cuidado, puede volverse perezoso, pasivo y de­
masiado complaciente como para emprender en su vida los cambios
críticos que necesita efectuar. Le es arduo empezar las cosas él solo
y, en los tiempos difíciles, se apoya demasiado pesadamente en los
demás. Aquí, la frustración puede provocar un talante indulgente;
entonces, el individuo intenta la saturación mediante la búsqueda
del placer, en un vano intento por aliviar el dolor y la presión que
interiormente le agobian. A veces pueden ocurrir problemas finan­
cieros, debido a su escasa capacidad para evaluar las cosas o a sus
gustos nada prácticos. (Toulouse-Lautrec; Claude Monet; George
Sand; lrving Berlin; Anais Nin; Margaret Mead.)
Si Venus focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Cardinal,
denota un individuo muy empeñado en atraer a los demás, ganar su
aprobación o aceptación inmediata y, por lo general, solicitar su auxi­
lio o apoyo para que promuevan lo que corrientemente le interesa.
Necesita aprender a compartir con los demás y a colaborar paciente­
mente con lo que ellos precisan, de una manera que sea mutuamen­
te agradable. De lo contrario, tiende a parecer un oportunista. En
sus asociaciones tienen lugar siempre nuevos cambios que normal­
mente son emocionantes y dinámicos, pero de carácter claramente
apremiante. Existe gran tentación a lanzarse impulsivamente a unio­
nes y a perder con rapidez y en corto tiempo su afectuoso interés por
ellas, a causa de choques emocionales frontales, comportamiento
agresivo o discusiones que surgen por acciones desconsideradas. Esto
es especialmente cierto cuando Venus está en Aries y/o Marte, o cuan­
do Urano es uno de los planetas fundamentales. El individuo ha de
mantener bajo control ese impulso a lanzarse antes de examinar con
quiénes se asociará.
El individuo tendrá que aprender a evaluar con cuidado y más
prácticamente los pros y los contras antes de asumir rápidos com­
promisos que después puede lamentar. Puede demostrar una marca­
da habilidad para tratar al público de una manera vibrante y enérgi­
ca que despierte su interés y participación. Esta puede ser una exce­
lente configuración para quien tiene que dirigir y coordinar las acti­
vidades de otras personas.
Si Venus focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Fija, indi­
ca un individuo cuyos valores fijos e inflexibles ahogan las socieda­
des. Está decidido a salirse con la suya en sus uniones y, a veces,
135
hasta fuerza decisiones que, debido a su intransigencia, sólo susci­
tan conflicto y resentimiento por parte de los demás. Las relaciones
suelen concluir en rutinas: no llegan a ninguna parte o avanzan con
demasiada lentitud, como para que sean mutuamente valiosas. Sin
embargo, esta porfiada persistencia, por parte del individuo, le inci­
ta a insistir en una relación aunque ésta sea intensamente frustran­
te, en lugar de permitir que experimente un cambio radical o se di­
suelva por completo. Aquí suele evidenciarse una posesividad perju­
dicial y, además, un temor no demasiado evidente a iniciar nuevos
encuentros (lo cual tal vez se deba a que éstos tienen factores que el
individuo desconoce).
Venus focal o "apex" Fijo es el menos sociable y afable de to­
dos ellos, y raras veces se siente motivado como para amoldarse.
Puede oprimir demasiado a aquellas personas sobre las que concen­
tra su atención, y hacer que se sientan atrapadas. Sin embargo, pa­
radójicamente, luchará para conservar, en sus relaciones, su propia
independencia, autonomía y libertad de expresión. Si Plutón es uno
de los planetas fundamentales (más si Venus cae en Escorpio), se
destaca la obsesión por la pareja, junto con muy arraigados celos o
manipulación. Venus focal o "apex" Fijo puede sentirse inhibido y
bloqueado: no muestra su afecto a los demás, hasta que pasó mucho
tiempo y después de haberlos puesto bastante a prueba.
Si Venus focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Mutable,
señala un individuo que puede ser voluble en el amor y que no está
demasiado seguro de lo que él valoriza en las relaciones. Puede in­
quietarse especialmente por las relaciones de pareja que no le per­
mitan separaciones periódicas ni espacio para tomarse un respiro
sentimental. Para este individuo, es importante la habilidad para tra­
bar relaciones con otra persona y desligarse de ella sin restricción o
queja. Sin embargo, esto suele convertirse en una fuente principal
de regaños y críticas constantes por parte de sus parejas. Venus focal
o "apex" Mutable describe a quien mariposea socialmente y, en ge­
neral, da muestras de ser agradable y simpático, y estar cómodo con
todos aquéllos con los que se relaciona. Empero, no puede apegarse
fácilmente a alguna pareja en especial ni mantener su atracción lar­
go tiempo, sin sentirse claustrofóbico.
Aunque puede ser fuerte la búsqueda de amor ideal que satis­
faga lo que el individuo mentalmente valoriza, él raras veces mues­
tra en su vida un interés duradero en sus parejas verdaderas, a no ser
136
que Saturno sea uno de los planetas fundamentales. Cuando Satur­
no se halla involucrado, el individuo se empeña un poco más en re­
solver los conflictos antes de darse por vencido. Sin embargo, inclu­
so la vinculación que Saturno tiene aquí sugiere que el individuo no
afianza una unión sin ponerla a prueba, por lo menos, innumerables
veces (especialmente en el plano de la comunicación). Por supuesto,
de todos modos esto es típico de Venus en Cuadratura con Saturno.
Este individuo aprecia aquellas relaciones plenamente chispeantes,
entusiastas, variadas y que estimulen su intelecto. Empero, aún ne­
cesitará desarrollar emociones más hondas y mayor sensibilidad y
comprensión.
Cuando la tensión de esta T Cuadrada fue resuelta, permite
que el individuo contribuya significativamente en todas las situa­
ciones que impliquen cuestiones interpersonales. Puede hallarse sa­
tisfaciendo su necesidad de expresar su idealidad en bellas artes,
cultura, estética en general, asunto� sociales, relaciones públicas o
incluso cuestiones legales o judiciales (puesto que ahora se halla más
equilibrado consigo mismo y puede ver mejor la vida, con imparcia­
lidad y perspectiva mayores). Mejoró y se elevó la atención que él
presta a las personas, junto con su disposición a valorarse, evaluarse
y amarse positivamente, y hacer lo mismo con los demás. Entonces,
su interacción personal es más diplomática y con mayor sentido del
juego limpio. A cambio de esto, los demás se sienten más animados
a colaborar con él y a ayudarle en los objetivos que él personalmente
valora.

Marte focal o "apex"


Marte focal o "apex" describe un individuo de fuerte voluntad
e intensamente impulsado a actuar con independencia y a título per­
sonal, siempre de manera dinámica y controlando inmediatamente
sus asuntos personales en todo momento. Esta persona suele ser
porfiada y capaz de afrontar exigencias directas e interpersonales
sin darse por vencida ni flaquear en su postura. Sin embargo, su
temperamento normalmente prepotente y agresivo puede convertirse
en fuente principal de antagonismo y conflicto con sus íntimos, de­
bido a sus acciones egocéntricas. Tiende a excitar y movilizar tanto a
los demás, que éstos se sienten compelidos a llevar a cabo lo que él
desea o bien le combaten activamente.
Este individuo puede convertirse en tema de acalorada contro-
137
versia. Es impaciente en el modo corriente con que hace las cosas y
suele estar en contra de toda autoridad establecida y a favor de lo
que es suyo. Se expresa en sumo grado en el plano físico, con brío y
vigor totales. Es capaz de exhibir una actitud osada y denodada ante
la vida, y de arremeter enérgicamente hacia sus objetivos. Sin em­
bargo, la vida le obligará a evaluar nuevamente la manera marcial
con la que él aborda lo que a él le interesa de manera
ensimismadamente exclusiva. El individuo se destaca cuando asu­
me el liderazgo, emprende proyectos precursores, trabaja es­
trictamente para sí o dirige actividades que exigen una voluntad eje­
cutiva en favor de empresas nuevas y dinámicamente memorables.
(Juan Sebastián Bach; Thomas Jefferson; Ernest Hemingway;
Muhammed Alí; Indhira Gandhi; Gamal Abdel Nasser.)
Cuando Marte focal o "apex" se halla en una T Cuadrada
Cardinal, reacciona ante la oposición, con suma agudeza y, a menu­
do, ataca a cuanto se enfrenta con él. El individuo puede llevar a
cabo sus deseos inmediatos, de una manera impulsiva pero destructi­
va. Suele considerarse poseedor del coraje, de la fuerza y el denuedo
de diez personas (especialmente, ¡diez Grandes Trígonos!) y normal­
mente no tiene problemas para hacerse valer. Pero por suerte, cuan­
do Marte focal o "apex" opera a través de esta modalidad, le interesa
más hacer las cosas que oponerse tercamente a las personas, puesto
que cardinalidad significa acción y movimiento. También recalca el
deseo de enfrentar los obstáculos que tiene alrededor de sí; en conse­
cuencia, hay una tendencia a darse bríos cuando se actúa en cir­
cunstancias peligrosas pero apremiantes (esto es menos en lo físico
y más en lo psicológico cuando Marte se halla en Cáncer o Libra).
Sin embargo, habrá choques violentos y frontales con los de­
más, hasta que este individuo pueda reencauzar mejor sus tensiones
desenfrenadas, orientando constructivamente sus esfuerzos y afa­
nes. Lo normal en él es que tenga poca resistencia y, por eso, actúa
más favorablemente cuando se enfrasca en una actividad que no re­
quiere largos períodos de atención. De lo contrario, trabaja de cuan­
do en cuando. Los ejercicios físicos o atléticos son casi imprescindi­
bles para que esta persona descargue eficazmente el alto grado de
tensión (sexual) que experimenta. Necesita el aliciente de una activi­
dad que la exija y le permita dar salida, de manera sana, a sus ener­
gías agresivas.
Cuando Marte focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Fija,
/38
denota un individuo capaz de conservar su vitalidad y energía; esto
le permite soportar muy decididamente toda penalidad, contrariedad
o traba externa, mientras trabaja con ahínco hasta obtener final­
mente sus objetivos personales. Raras veces tiende a aceptar que
cualquier presión externa le haga modificar sus planes de acción. En
lugar de ello, puede mostrarse tenazmente empecinado en llevar a
cabo lo que calculadamente desea y hacer caso omiso de cómo se
presentan las fuerzas que se le oponen y apremian. Este individuo es
la típica aplanadora que, lenta pero seguramente, expulsa de su ca­
mino a cualquier persona o cosa que lo bloquee o le impida ir aproxi­
mándose a sus metas. La fuerza cabalmente concentrada de las ac­
ciones que él mismo impulsa puede arrollar a todos los que se le
oponen o acabar con ellos.
Su fuerza de convicción tiende a intimidar a quienes intentan
cerrarle el paso. Puede endurecer su voluntad y negarse a ceder y
avenirse; por eso, esto hace que sus relaciones sean problemáticas.
La vida le enseñará lo que vale ser más condescendiente y adaptable.
Esta persona necesita darse cuenta de que le resulta difícil compar­
tir con otros su poder y capacidad de mando; en consecuencia, debe­
ría efectuar un intento especial y consciente para asentir siempre
que en su interior advierta que se opone con vehemencia. No obstan­
te ello, existe una marcada aptitud para ejecutar las cosas (especial­
mente con Marte en Escorpio), lo cual le da al individuo, talento
para constmir poderosas est1ucturas y para dirigir, segura y confia­
damente, organizaciones complejas.
Marte focal o "apex" en una T Cuadrada Mutable indica un
individuo que tiende a dispersar o difundir sin descanso su diná­
mica energía nerviosa, pero con frecuencia de una manera desorga­
nizada que realiza poco de valor duradero, debido a que sus esfuerzos
carecen de solidez. Aquí necesitará concentrarse, si ha de poder com­
pletar una tarea por vez antes de que su impulso le incite a cambiar
de rumbo y emprender actividades inconexas. Esta configuración
señala a quien tiene una actitud vibrante y estimulante respecto de
actividades mentales que típicamente despiertan su interés inme­
diato. Sin embargo, el agobio o la tensión del esquema de la T Cua­
drada, en general, podría implicar un estado de ánimo nervioso y
excitable, demasiado proclive a irritarse para ponerse a trabajar lar­
ga y arduamente.
El principal problema suele consistir en que el aburrimiento,
/39
la distracción y la atención intermitente impiden que este Marte focal
o "apex" consuma de todo corazón su energía. Aunque el individuo
sea estimulado a iniciar una vasta gama de empresas, necesitará una
inteligente coordinación personal, puesto que la energía mutable bien
manejada nos ayuda a conectar y reunir las energías, con versatili­
dad y practicidad. El individuo necesita normalmente períodos de
descanso (mental), a fin de revitalizarse. Si no se da cuenta de esto,
entonces tiende a consumir su energía nerviosa hasta el punto del
agotamiento o de la incompetencia (especialmente si Marte cae en
Géminis o Virgo).
Cuando el individuo resolvió la tensión de esta T Cuadrada, es
capaz de emprender la acción de una manera adecuada y bien plani­
ficada, que asegure resultados eficaces. Sus esfuerzos personales re­
sultan exitosos, debido a la manera constructiva y creadora con que
los ejecuta. Esta persona está mejor capacitada para emprender cam­
bios o nuevos comienzos precursores y renovadores; además, lo que
él inicia directamente, tiende a vigorizar a los otros, de manera que
se afianzan productivamente. El dinámico empuje de su energía vi­
tal más bien estimula que repele a los demás. El impulso para actuar
se equilibra con percepción de las consecuencias de la acción. Este
individuo se halla bien preparado para encargarse de actividades que
dinamicen una empresa de carácter social. Si bien todavía tiende a
querer encabezar cualquier proyecto, ahora es capaz de expresar vi­
talmente su impulso de una manera que fomenta nuevos comienzos
para aquéllos en favor de los cuales él actúa.

Júpiter focal o "apex"


Júpiter focal o "apex" sugiere un individuo que participa acti­
vamente en la búsqueda corriente de un mayor significado en la vida;
él encara naturalmente las cosas del mundo desde un vasto punto de
vista filosófico. Es impulsado a cuestionar subjetivamente la recti­
tud de las actitudes corrientes respecto de la moral de la sociedad, la
ortodoxia religiosa, la ética y la teoría política. La vida le anima pero
no le obliga (debido a la intensa presión de una T Cuadrada) a apren­
der tolerancia, aceptación y caridad en esta vida, si ha de desarrollar
un credo personal que no deba ser defendido del ataque de la socie­
dad. Por ello, mediante el desarrollo de la sabiduría, descubrirá que
no necesita moralizar o buscar prosélitos a fin de comunicar su fe
personal a los demás. No obstante ello, un Júpiter focal o "apex" mal
140
manejado promueve demasiado estentóreamente todas las causas
personales, con poco juicio o sin sentido común. Además, este indi­
viduo se muestra susceptible, porque no reconocen lo grande que es
como persona.
Si bien se preocupa principalmente por jerarquizar y enrique­
cer su propia vida, también trata de elevar y esclarecer a los demás,
mediante su especial capacidad para inspirar según su modo perso­
nal de ver cómo las cosas podrian ser en el plano social. La realidad
de todos los días reviste para él menos importancia. La vida suele
inducirle a que adopte el papel de maestro natural o vocero general
para la dirección ética, educativa, política o espiritual de su comuni­
dad, de la sociedad o del mundo en general. Sin embargo, también
necesitará practicar lo que predique, puesto que Júpiter puede reco­
nocer fácilmente un modelo social ideal, pero suele ser demasiado
indisciplinado para convertirse en un excelente ejemplo de ese mo­
delo idealizado. En consecuencia, este individuo tiende a tener una
lucha interior, tratando de aplicar eficazmente los conceptos idealis­
tas que él abraza libremente, sin tener en cuenta su sinceridad. No
obstante ello, muestra un anhelo superior al corriente en cuanto a
propalar sus revelaciones en gran escala, haciendo caso omiso de sus
propios defectos personales. (Oliver Cromwell; Emanuel Kant; Annie
Besant; Eleanor Roosevelt; Madelyn Murray O'Hair; James Carter.)
En una T Cuadrada Cardinal, el individuo tiende a encarar
con energía y vigor la búsqueda que él mismo impulsa con el fin de
comprender la verdad superior. Aquí puede mostrar mucho celo y
fervor. Puede ser muy agresivo y terco al buscar salidas que le permi­
tan expandir su personalidad. Tiende a impacientarse muchísimo
con las restricciones sociales que su ambiente le impone y propende
a querer hacer frente franca y directamente a esas limitaciones. De­
bido al impulso inicial propio de esta modalidad cardinal, el indivi­
duo podría canalizar sus inspiradoras energías, mediante situacio­
nes que requieran un liderazgo de carácter social. Puede ser el típico
precursor, capaz de revelar conceptos novedosos relacionados con la
evolución social, y de despertar carismáticamente a las masas dor­
midas. Sin embargo, es probable que experimente efímeros entu­
siasmos y le resulte difícil conservar su fe durante largo tiempo.
Júpiter focal o "apex" Cardinal denota, en un plano más per­
sonal, una impulsividad carente de practicidad, la cual anima im­
prudentemente al individuo, a que se proyecte en demasía en mu-
141
chas situaciones, sin reflexionar primero sobre si es en verdad capaz
de manejar adecuadamente esas actividades. Considera con optimis­
mo los beneficios inmediatos evidenciados en cualquier empresa,
pero raras veces percibe anticipadamente las consecuencias de largo
alcance. Es probable que este Júpiter focal o "apex" sea el más activo
físicamente y, por ello, normalmente es una salida natural para que
el individuo exprese sus exuberantes energías. Aunque es impulsado
a prever el futuro con mucho entusiasmo y confianza en sí mismo, la
vida le enseñará a usar mejor su criterio, cuando trate de mejorar
aquí y ahora su propia condición social.
Si Júpiter focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Fija,
describe un individuo cuyos ideales sociales tienen una aplicación
de más largo alcance y se persiguen con más persistencia. Es menos
proclive a propalar su fe y sus creencias, con celo misionero y de
cruzado, el cual es corriente en el Júpiter focal o "apex" Cardinal.
Sin embargo, sus teorías más vastas o su filosofía de la vida tienden
a ser tan obstinadas y dogmáticas como la de aquéllos a los que él
tercamente se opone. Puede beneficiar inmensamente su propia evo­
lución interior siendo más magnánimo, dúctil y ecléctico en su vi­
sión del mundo. Si no lo es, entonces su vehemencia y estrechez
mental (modalidad fija), junto con su confianza innata y su convic­
ción de estar en última instancia en lo cierto, podrían manifestarse
como fanatismo y prejuicio. La orientación rígidamente emocional
de la porfiada modalidad fija podría sugerir aquí, intolerancia res­
pecto de creencias ajenas que sean contrarias a las que él indiscuti­
blemente valoriza.
Puesto que los signos fijos son proclives a acumular recursos
y conservar el poder, más que a dispersarlo libremente hacia su
entorno, esta clase de individuo suele ser muy intemperante, ca­
rente de moderación y exagerado en sus expectativas (lo normal es
que él quiera en demasía lo bueno y se sienta poco inclinado a
sofrenar el creciente apetito de sus sentidos). Debido a que se trata
de un individuo más rutinario y renuente a los cambios, está dis­
puesto a disipar y desperdiciar su vitalidad; el resultado de esto
puede ser la inactividad y el embotamiento de los sentidos. En
general, este Júpiter focal o "apex" busca expandir y extender su
control en el campo de las finanzas o inversiones, y es proclive a
tener mucha fe en sus posibilidades de dedicarse a promover sus
propios intereses. Aunque tiende a comprometerse en demasía, este
142
individuo tiene vigor para persistir en todas las actividades en las
que él cree firmemente.
Si Júpiter focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Muta­
ble, puede señalar a un individuo "que está a la caza de un guro" o a
quien revolotea, inquieta y entusiastamente, de un ideal, una teoría
o una filosofía a otra. La inspiración es aquí fundamentalmente
mental, pero lo habitual es que no se la lleve a cabo directamente
según la modalidad de Júpiter focal o "apex" Cardinal. Tampoco se
la sostiene tan productivamente como Júpiter focal o "apex" Fijo. El
individuo suele tener un problema central; éste consiste en su anhe­
lo de poseer sabiduría instantánea, rápida iluminación o especiales
beneficios y privilegios sociales sin tener que esforzarse mucho para
merecerlos. Sus falsas esperanzas de recibir mejoras sin tener que
luchar para ganarlas, suele dejarle constantemente desilusionado,
desencantado y sin rumbo. Tal vez le resulte difícil seguir teniendo fe
en ciertos asuntos o comprometerse ideológicamente durante un lap­
so prolongado. El impulso natural de Júpiter, a vagar y explorar, co­
bra mayor realce, por esta modalidad mutable que está en busca de
la variedad. Sin embargo, este espíritu errante impide que el indivi­
duo resulte seguro para los demás. La irresponsabilidad y la indeci­
sión suelen generar, entre quienes le acompañan, conflictos que él
tiende a ignorar, soslayar o desear que estén lejos. Aquí puede am­
pliarse la tendencia a la vacilación, la cual es propia de esta modali­
dad mutable.
El individuo se siente interiormente impulsado a ser libre y
expandirse; esto le induce a buscar cambios constantes en cuanto a
las personas con las que se asocia; en esto último, prefiere lo casual
e informal a lo estructurado. Como resultado de ello, tiende a crear
pocas uniones (si es que crea alguna) que le exijan un compromiso
permanente. Sin embargo, si se usa constructivamente esta T Cua­
drada, puede señalar el desarrollo de un maestro excepcional, de un
guía espiritual, de un administrador inteligente o de un vocero po­
lítico esclarecido para la masa. Este individuo se halla mejor capaci­
tado para traducir y promover, claramente y con mucha versatilidad
y adaptabilidad, e incluso con humor (el cual suele ser un capital
necesario para evolucionar espiritualmente) los conocimientos y la
sabiduría que él adquirió. Su tolerancia le permite dar una respuesta
franca y sincera, a la sociedad, en lo que atañe a todo lo que ésta
piensa.
143
Cuando ha sido resuelta la tensión de esta T Cuadrada, el in­
dividuo se halla más específicamente motivado para contribuir con
su filantropía y su fervoroso apoyo al progreso de una causa que
eleve a la sociedad. Su aspiración es que su comunidad o el mundo
en general lleguen a concretar un ideal colectivo. Debido a que Júpi­
ter tiende a brindar grandes oportunidades que, en la vida del indivi­
duo, extienden su influencia sobre la sociedad, el resultado de esto
puede ser fama, renombre o notable reconocimiento (aunque la per­
sona no los busque conscientemente). Entonces, toda su vida parece
protegida o más atendida por bondadosas fuerzas superiores. Da
muestras de estar bendecido y un tanto santificado. La generosidad
y la bondad de otras personas con las que toma contacto le proveen
todo lo que él verdaderamente necesita. Entretanto, puede adminis­
trar gozosamente los nutrientes morales y éticos necesarios para ins­
pirar a los demás a fin de que mejoren y eleven su consciencia social.
Puede representar un papel importante, al ayudar a los otros para
que entiendan cuáles son los principios creativos de la existencia,
que guían la evolución de la humanidad por un sendero de enri­
quecimiento interior aún mayor.

Saturno focal o "apex"


Saturno focal o "apex" indica un individuo que asume una
actitud práctica y realista para crear objetivos serios y de largo plazo
en la vida. Sin embargo, primero debe sufrir frecuentes demoras y
reveses mientras todavía está empeñado en lograr reconocimiento,
distinción social, éxito profesional y respeto general por parte de los
demás. La vida obliga a esta persona, a entender que la sabiduría
implica paciencia, planificación adecuada, sentido de la oportuni­
dad y madurez. Es probable que la ambición sea una motivación
que agobie a este individuo que inicia normalmente su vida sin­
tiéndose frustrado, relegado y temeroso de poner al descubierto
ante los demás (e incluso ante sí mismo) cualquier insuficiencia
personal. Sus dudas acerca de sí y su desaliento tienden a bloquearlo
e impedirle establecer una fluida relación con otras personas que,
de otro modo, podrían ayudarle a estructurar sus aspiraciones en
los primeros años de su vida. Aparentemente, tiende a estar en guar­
dia y ser sumamente reservado, dolorosamente tímido y, por lo ge­
neral, receloso de su intimidad con la gente con la que se encuen­
tra. Aunque trata de protegerse de su vulnerabilidad, controlando a
/44
los demás, también tiende a utilizar sus recursos prácticos para
lograr sus metas concretas, las cuales podrían ser eventualmente
abusivas.
La presión de la responsabilidad, típica de esta T Cuadrada,
suele impulsar al individuo a operar en puestos clave del poder, del
control, del gobierno, de la supervisión y de todas las actividades
reguladoras en las que él puede ejercitar su autoridad sobre los de­
más. Su talento superior para organizar ciertas cuestiones y formu­
lar planes de acuerdo con metas en gran escala, puede ser muy efi­
caz cuando se encauza hacia el comercio. Además, puede calcular
astutamente sus movimientos y ejercer un alto grado de disciplina y
dominio de sí, siempre que es necesario. Sin embargo, debido a que
necesita intensamente fortalecer su yo, le resulta difícil distenderse,
sentirse a sus anchas y ser expresivo con sus relaciones más cerca­
nas. Suele evitar o disminuir la intensidad de aquellas uniones en las
que se espere de él afecto, ternura o demostraciones de amor. En
lugar de ello, intenta gobernar y mandar con puño de hierro. En
general, esta persona debe tener más confianza y participación con
los demás, en un plano de sensibilidad y ternura más hondas.
(Theodore Roosevelt; Chiang Kai-Chek; Charles De Gaulle; Fidel
Castro; Hugh Hefner; Lyndon Johnson.)
Saturno focal o "apex" señala, en una T Cuadrada Cardinal,
a un individuo que suele experimentar aguda frustración, ansiedad
y aprensión, debido a las resistencias externas con las que directa­
mente se encuentra siempre que se empeña con demasiado ahínco
en un logro inmediato. Al principio, la vida parece negarle el logro
en las actividades personales que él mismo emprende, y crearle pe­
ríodos de gran presión y desaliento. Sin embargo, la energía propia
de esta T Cuadraüa ayuda a este individuo para que su ambición
vital se fortalezca y le permita encarar dinámica y frontalmente las
apremiantes dificultades, hasta derrotar exitosamente a lo que se le
opone. Es normal que en los períodos críticos de su vida sea capaz
de concentrar y encauzar su capacidad de mando, a fin de intervenir
en problemas que necesitan resolución inmediata.
Por regla general, su ejecutividad se halla aquí muy bien desa­
rrollada. Sin embargo, la tendencia prepotente, propia de la impa­
ciente modalidad cardinal, sugiere cierto carácter mandón y posesi­
vo; entonces, el individuo exige supervisar totalmente cuanta activi­
dad él emprenda personalmente. Se enoja rápidamente con quien
145
intente interferir directamente en sus planes de acción o con quien
reduzca el ímpetu de sus planes. No obstante ello, suele carecer de
resistencia (incluso estando presente un Saturno que tiene aguante)
y tal vez tenga que dominarse más y ser más paciente, a fin de suje­
tarse a planes que exijan concienzuda organización y tiempo para
estructurarse adecuadamente. Si los planes de acción, generados por
él, se demoran o posponen temporalmente, esto le está enseñando a
que estudie con más cuidado las consecuencias que tengan, en un
largo plazo, los objetivos que él se plantea aquí y ahora.
Cuando Saturno focal o "apex" se halla en una T Cuadrada
Fija, señala un individuo que puede organizarse rigurosamente y ser
muy definido en lo que se propone, pero que es porfiadamente in­
flexible u opositor a la enésima potencia. Aquí se sugiere un impulso
obsesivo y casi compulsivo para crear un resguardo y una seguridad
constantes mediante la aplicación de estrictos controles sobre per­
sonas o situaciones. El individuo está unidireccionalmente decidido
a preservar, siempre que sea posible, la estructura y el orden que él
valoriza. Desea controlar y manipular todos los asuntos que se ha­
llen bajo su autoridad y es improbable que quiera compartir su juris­
dicción con otros. Es probable que, en algún momento, en vidas pa­
sadas él haya subyugado mucho a otras personas para que cumplie­
ran explícitamente sus órdenes, y ahora experimenta un gran con­
flicto interior siempre que se le apremia para que someta ante otra
persona su voluntad indomable. Busca tenazmente ser siempre él
quien en la vida lleve la delantera, y puede ser un tanto cruel respec­
to de sus cálculos para asegurarse el poder.
Aunque suele ser intransigente y obstinada, esta persona pue­
de ser un bastión que inspire confianza y dé fuerza a los demás en
tiempos de crisis; raras veces abandonará los deberes y obligaciones
sobre los que él es proclive a concentrar una atención constante.
Puede soportar todas las luchas y persistir hasta lograr sus bien defi­
nidos objetivos. Tal vez crea que su único deber consiste en construir
cimientos permanentes y consolidarlos con sumo cuidado; por eso
es capaz de trabajar larga, paciente y arduamente a fin de alcanzar
resultados concretos. No obstante ello, tendrá que ser menos categó­
rico en lo que ambiciona y menos dictatorial con sus relaciones. Sus
inhibiciones, que le mantienen a la defensiva, tienden a hacer que
trabe relaciones que emocionalmente asfixien a todas las partes en
cuestión.
146
Cuando Saturno focal o "apex" se halla en una T Cuadrada
Mutable, exige disciplinar las cuestiones propias de la mente y dis­
persar menos la energía nerviosa. La vida obligará a este individuo a
que aprenda a concentrar las energías de su intelecto y a aplicarlas
con practicidad y mayor discernimiento y selectividad. Esta puede
ser realmente una muy provechosa T Cuadrada para Saturno muta­
ble. El individuo suele sentirse frustrado e inseguro en muchos as­
pectos de la comunicación, hasta que se empeña en concentrarse y
encauzarse adecuadamente. Lo que aquí se ambicione podrá, en úl­
tima instancia, propender a logros profundos en el campo del pensa­
miento; en ellos, el individuo llega a ser, a su debido tiempo, un ex­
perto en la esmerada elaboración de maduros sistemas filosóficos,
capaces de gravitar de manera constante sobre el modo de pensar de
la sociedad. Sin embargo, primero deberá trabajar para librarse de
actitudes negativas y pesimistas, a fin de impedir que sus conceptos
lleguen a ser demasiado mezquinos o cínicos.
Este esquema describe normalmente al individuo muy raciona­
lista, escéptico y receloso de la fuerza que la imaginación o las emo­
ciones poseen. Tiende a rodearse de elementos culturales con los
que él se siente seguro, pues lo típico de este individuo es que tema o
le perturbe parecer inepto en disciplinas en las que su pensamiento
tiene peso. La vida le pondrá a prueba en puestos de mando en los
que se destaquen la diseminación o distribución de datos muy preci­
sos y de información especializada. Tiene que disciplinarse para or­
ganizar o sintetizar el conocimiento que él reúne pacientemente.
Saturno focal o "apex" Mutable es excelente para la labor científica,
los estudios tecnológicos o el análisis erudito que, en su totalidad,
exigen un conocimiento concienzudo y pormenorizado. Tan pronto
pueda controlar y dominar la versatilidad de su mente, será capaz de
poseer una técnica magistral en todos los campos que la mente crea­
tiva abarca.
Cuando la tensión de esta T Cuadrada ha sido resuelta, lo que
el individuo ambiciona vivamente es cumplir deberes y obligaciones
soc;iales de peso sin tener que recurrir a argucias para lograr el po­
der ni a tácticas para ejercer un control o un despótico dominio so­
bre los demás. Estos respetan muchísimo sus consecuentes esfuer­
zos para establecer un derecho, un orden y una justicia verdaderos
dentro de la sociedad en la que él existe. La autoridad personal y el
liderazgo que él evidencia son un índice de mucha integridad, fuerza
147
de carácter y justicia para aquéllos que le juzgan. Ahora afronta los
obstáculos sin temor, desaliento o derrotista sensación de insuficien­
cia. Jamás elude o ignora el deber que tiene respecto de sus relacio­
nes estrechas y sociales, y las encara con una dosis de madurez y
constructivo dominio de sí que permite que todas las personas en
cuestión estructuren mejor lo que ellas se proponen para formar parte
de esa relación. El individuo puede obtener un puesto importante y
oportuno, debido a sus fervorosos y desinteresados esfuerzos para
ayudar a consolidar la meta colectiva. El hecho de que se consagre
con diligencia a los graves problemas del mundo, podrá inspirarle
para que establezca un orden respecto de sus propias fuerzas y prio­
ridades. Además, aprende a tener mayor participación personal con
aquéllos con quienes mantiene estrechos lazos, sin tratar de menos­
cabar lo que los demás expresan espontáneamente. Su cimiento in­
terior es tan fuerte y difícil de conmover, que se siente menos impul­
sado a impedir que los demás influyan profundamente sobre él.

Urano focal o "apex"


Urano focal o "apex" indica un individuo que puede actuar
como catalizador social de una reforma colectiva o de un progreso
general de la sociedad. En su interior suele sentirse fuertemente im­
pulsado a fomentar una ruptura súbita y radical de la situación en
curso. Es incitado a promover un necesario despertar de la socie­
dad, de acuerdo a cómo él percibe esta necesidad. Sin embargo, las
tremendas energías que este poderoso esquema de la T Cuadrada
implica, suelen presionarle para que se comporte de una manera
demasiado extrema o socialmente explosiva como para que se pon­
ga cómodamente en sintonía con los demás. Urano focal o "apex"
señala una capacidad superior a la corriente para experimentar una
tremenda sobrecarga de tensión de los nervios, que están como elec­
trizados; el resultado de esto es una excitación nerviosa que requie­
re gran cantidad de estimulantes vías de escape que impidan que en
la mente se ponga de manifiesto una inclinación hacia la acción vio­
lenta y destructiva. Es excepcionalmente fuerte y necesita ser con­
trolado el impulso de destruir y destrozar cuanto impida que el indi­
viduo concrete sus singulares ideales o aspiraciones.
Cuando este esquema es mal manejado, suele señalar al inadap­
tado social, obstinadamente desconectado del orden establecido de
quienes le rodean. Aquí tiende a ser esa clase de individuo que dicta
148
sus propias leyes y, voluntaria y defensivamente, hace abstracción
de toda presión exterior. Aunque es sumamente porfiado e impredeci­
ble, posee magnetismo y puede ser muy intuitivo respecto de los de­
más; tal vez use esa facultad para descubrirles sus humanas flaque­
zas, de manera que los obligue a modificar radicalmente su estilo de
vida. A veces, es fenomenal su capacidad para trasponer las estruc­
turas externas y llegar a las facetas más profundas de la verdad. Des­
de el punto de vista constructivo, puede convertirse en el visionario
que la sociedad mucho necesita: posee carisma para liberar a la masa
de los modos obsoletos con que ella piensa y se expresa colectiva­
mente. (Emily Bronte; Thomas Becket; Winston Churchill;
Rudolph Steiner; G.I. Gurdjieff; Reverendo Jim Jones, de
Guyana.)
Cuando Urano focal o "apex" se halla en una T Cuadrada
Cardinal, señala un individuo sumamente impaciente y muy excita­
do, que se lanza con energía a representar el papel, que él mismo
proclama, de activista social o cruzado en jefe de alguna causa gru­
pal en boga o de algún movimiento colectivo. Por lo menos, tiende a
querer que su modo de ver el progreso en todas las relaciones perso­
nales abra una brecha. Sin embargo, debido a que las acciones que
él mismo genera son abruptas, se inclina a alejar o intimidar a aque­
llas personas a las cuales él impone su reforma agresiva. Si bien tien­
de a perseguir sus metas con mucho vigor, rectitud e incluso emo­
ción, se siente capaz de dar pasos repentinos que lógicamente pare­
cen incoherentes y contrarios a los planes que ya fueron puestos en
marcha. Cuando a Urano focal o "apex" Cardinal se lo maneja mal,
indica ilegalidad y desafío a la sociedad, y también señala a la perso­
na que, guiada por sus impulsos, destruye y altera la organización de
cualquier esfuerzo grupal. Esto es especialmente así, si Marte se ha­
lla también involucrado como planeta fundamental en esta T Cua­
drada, intensificando la posibilidad de un impulso rebelde, genera­
do por el individuo mismo, o de una acción personal temeraria. Si
bien Saturno ligado con esta configuración podría brindar una dosis
de represión y dominio personal, también implica una peligrosa com­
binación de presión activa y comprimida que, a su debido tiempo,
deberá desahogarse de manera autoritaria.
Puesto que esta modalidad cardinal prospera en el cambio y
el movimiento que tienen lugar en el mundo externo, y puesto que
Urano es impulsado a una reforma radical, Urano focal o "apex" puede
149
aquí señalar, desde el punto de vista constructivo, al innovador so­
cial, a quien lucha por la libertad o a quien crea, de manera experi­
mental, arquetipos psíquicos colectivos que inauguren arrolladores
cambios sociales dentro de las estructuras que existen en el mundo.
Por otra parte, también podría representar al rebelde marginal cu­
yas actividades compulsivas y orientadas hacia lo social conmueven
y sacuden lo convencionalmente establecido. El Reverendo Jim Jones,
jefe de una secta, tenía a Urano focal o "apex" Cardinal en Cuadratura
con su Saturno natal (en Capricornio) en oposición con Plutón, lo
cual sugiere una enajenada necesidad de dominar a los demás de
acuerdo con intuiciones muy personales que los otros raras veces
compartían. La necesidad de ese régimen extremo es indicada, ade­
más, por la presencia natal de Saturno y Plutón.
Cuando Urano focal o "apex" se halla en una T Cuadrada Fija,
indica típicamente a la persona decidida que crea su propia ley. Este
individualista singular y empecinado puede abstraerse de la inflúen­
cia de los demás y, en lugar de ello, seguir independientemente su
curso original de acción. Si bien no tiende tanto a desafiar activa­
mente a las figuras de autoridad que existen, es más probable que
ignore las normas y disposiciones establecidas, privilegiando las in­
tuiciones personales que él valoriza. En otras palabras, no es proba­
ble que dinamice cambios sociales con el apremio de quien tiene a
Urano focal o "apex" Cardinal, pero puede perseverar más firme­
mente con las condiciones externas establecidas, hasta que sea ca­
paz de plantear sus reformas desde una posición más segura. Sus
excitantes intuiciones suelen hallarse en sintonía con su sentido de
los valores y suele crear intensa agitación entre aquéllos con quienes
se relaciona. Si bien puede crear una tensión electrizante durante
lapsos prolongados, llega un momento en el que se ve obligado a
desprenderse súbitamente de su excesiva carga, con una energía y
una fuerza que desconciertan.
La vida le exigirá que se adapte a experiencias nuevas y sin
precedentes, que literalmente le obliguen a reestructurar rigurosa­
mente sus propios valores. En el plano de sus relaciones con los de­
más, exige el privilegio de expresar constantemente la libertad, del
modo que él desea. Sin embargo, a causa de la dinámica de esta T
Cuadrada, si su visión de la "verdad" no incluye todo, llegará un tiem­
po en el que se derrumbará y perderá enteramente su estructura. El
resultado de esto podría ser desorientador para esta persona, duran-
150
te largo tiempo, hasta que emplee su voluntad para reformar su vida
de una manera que le permita concentrarse en nuevos objetivos. En
general, este carácter fijo ayuda aquí a reducir la apremiante
excitabilidad de Urano y a hacer que se exprese de manera menos
irregular e inestable.
Cuando Urano focal o "apex" se halla en una T Cuadrada
Mutable, puede propender a la evolución de un pensador de ideas
extremas, quien se opone a las filosofías tradicionales. Aunque sue­
le ser muy original, lo típico de esto consiste en que sus contempo­
ráneos entienden mal o critican con vehemencia su genialidad. Se le
puede considerar un intelectual inadaptado o un chiílado excéntrico
que abraza en la sociedad ideas subversivas que podrían representar
una amenaza para el modo de pensar convencional y corriente. Esta
persona suele tener actitudes demasiado excéntricas y vagas como
para que sus ideas se concreten de un modo que sea viable. Puede
abandonar súbitamente un ideal para abrazar otro, sin explicación
ni razón aparente. Debido a la variabilidad natural de la modalidad
mutable, Urano focal o "apex" puede evidenciar aquí una vasta gama
de modos de ser. El sistema nervioso suele estar demasiado electri­
zado como para que funcione sin un estado de excitación constan­
te y fluctuación esporádica; esto hace que este individuo tenga un
temperamento muy nervioso y demasiado inestable como para tra­
bajar eficazmente en el mundo. Aunque ansía modificar todo lo
que caiga bajo su fugaz atención del momento, es posible que se
obstine e impaciente cuando se ocupa de sistemas o rutinas co­
rrientes.
El U rano impredecible, que aquí opera por medio de la modali­
dad mutable, sugiere que al individuo le es muy difícil concentrar,
durante bastante tiempo y en una sola cuestión, sus aptitudes y fa­
cultades mentales inspiradoras de modo tal que le sea factible reali­
zar una reforma que persista. O bien, tal vez guarde en su cabeza
todas sus intuiciones revolucionarias, sin que logre ponerlas de ma­
nifiesto de una manera práctica y concreta. Aunque es muy perceptivo
y preciso en lo que atañe a alternativas y opciones innovadoras, res­
pecto de las que el medio social dispone, tiende a formular observa­
ciones descorteses y casi francotas acerca de terceros a quienes él
atrae con su magnetismo y sobre quienes generalmente teoriza. Las
energías que le sirven de impulso y exploración mental son encauza­
das muy bien por él en todos los campos de la comunicación; así, su
/51
intelecto puede expresarse de manera vibrantemente innovadora y
con total libertad.
Cuando la tensión de esta T Cuadrada se resuelve, el indivi­
duo puede ser quien ilumine a un mundo en tinieblas. El llega a ser
un factor de progreso y mejoramiento universal, y ayuda, con dili­
gencia y sentido de la oportunidad, a difundir conocimientos social­
mente liberadores. Puesto que ahora se halla más capacitado para
efectuar una conexión más consciente con el plano mental superior,
puede usar con eficacia su captación intuitiva para estimular a los
demás a fin de que exploten su propia capacidad. Pone de manifies­
to una amistosidad más franca, sincera y positiva hacia todos aqué­
llos con los que él se encuentra, y esto le permite unificar todos los
movimientos grupales que se esfuerzan en hacer que las causas so­
ciales progresen. Se convierte en un modelo dinámico que despierta
y hace posible que la sociedad sea libre, de una manera que suele
permitirle expresar creativamente su inventiva y su originalidad.
Cuenta con el especial privilegio de beneficiar extraordinariamente
a la sociedad mediante el fomento de empresas filantrópicas. Aun­
que tal vez no se identifique del todo con aquéllos a quienes idea­
listamente sostiene, puesto que las Cuadraturas con Urano se con­
traponen a los esquemas de organización en curso, él enciende y
hace posible esa dinámica de evolución acelerada, mientras sigue
siendo todavía un factor que se mantiene al margen.

Neptuno focal o "apex"


Neptuno focal o "apex" indica un individuo hipersensible a
todos los estímulos físicos y capaz de experimentar estados de cons­
ciencia de carácter casi ilimitadamente emocional. En él es normal
que posea una depuradísima sensibilidad y tienda a inspirarse honda­
mente en sus sentimientos. Sin embargo, su delicadeza interior pue­
de estar desprovista de una personalidad estructurada que le permi­
ta hacer frente a los rigores que son comunes y corrientes cuando se
vive en el mundo. Tal vez le parezca demasiado exigente e insatisfac­
torio tener que ocuparse de lo práctico y concreto. La tendencia al
autoengaño y al escapismo se acentúa cuando dos Cuadraturas des­
de Neptuno forman parte de esta sutil configuración. Suele haber
debilidades o puntos oscuros que se hallan ocultos en la psiquis del
individuo, y deberá encararlos con objetividad y analizarlos, si ha de
dejar en claro qué es lo que él necesita cuando se asocia con otros.
152
Tiende de manera natural a atenuar y matizar, con exagerado idea­
lismo, su modo de ver a los demás; esto se debe a que se niega a
aceptar que los seres humanos sean imperfectos. Cuando se da cuenta
de la incapacidad de los que se acercan a él, esto le hacer percibir
dolorosamente sus propias flaquezas y, de manera nada realista, in­
tenta protegerse de esa percepción negando que aquéllas existan.
Tiende a defenderse de la amenaza de la dura realidad, deformando
cuanto se filtra a través de sus emociones.
Aunque un defecto o una falta le causen impresión, se verá
obligado a aprender a discernir más y a ser más selectivo respecto de
lo que absorba del ambiente que le rodea. La vulnerabilidad aumen­
ta solamente cuando se niega a analizar disciplinadamente su perso­
na y a aplicar el discernimiento. Al seguir ignorando sus planos más
profundos (aunque esa opción sea predominantemente inconsciente),
se desguarnece muchísimo a punto tal que, quienes se relacionan
con él, sacan provecho, sutil y totalmente, de sus sentimientos. Siem­
pre que da muestras de ser lo que intrínsecamente no es, atrae magné­
ticamente hacia sí a personas cuyas intenciones son falaces y dolosas.
Por último, cuando el individuo ve estas uniones como son, queda
profundamente desilusionado y su impulso es el de recogerse nega­
tivamente en sí mismo. (Ludwig van Beethoven; Lord Byron; Henri
Matisse; P.I. Tchaikovski; A. Rimbaud; Voltaire.)
Neptuno focal o "apex" en una T Cuadrada Cardinal indica
un individuo que tiende a actuar con escasa organización y falta de
practicidad en la toma de decisiones que sean eficaces. Encara obje­
tivos inmediatos de manera nada realista y, guiado por sus impulsos
y llevando anteojeras, acomete actividades mal definidas. Suele sen­
tirse emocionalmente impulsado a avanzar con energía (tanto como
le es posible a un Neptuno pasivo) en pos de ambiciones muy idea­
listas, pero raras veces tiende a ser minucioso (ni siquiera se da cuenta
de que las minucias existen). La vida le obligará a ir más despacio y
organizar sus asuntos con paciencia y esmero, puesto que puede
desilusionarse con demasiada rapidez cuando sus planes parecen
encontrar obstáculos o imprevistos. Puesto que carece de disciplina
personal para seguir algún sistema o método que sea práctico, sus
mal coordinados esfuerzos pueden circunstancialmente desvitalizar­
lo, confundirlo e incluso deprimido muchísimo.
Neptuno focal o "apex Cardinal suele ser demasiado impa­
ciente para que, tras una concentración bastante prolongada, ponga
153
de manifiesto lo que él sueña e idealiza bellamente en su interior.
Cuando este individuo se une con otros, tal vez se niegue a com­
prometerse si le exigen que asuma demasiada responsabilidad. Su
falta de resistencia, junto con su imaginación vivaz, le tientan para
que idee atajos, estratagemas, salidas fáciles y planes débiles que
aparentemente prometen lo máximo en muy breve tiempo y con
mínimo esfuerzo. Puesto que los signos Cardinales se ocupan de los
diversos modos con que la identidad se expresa, Neptuno focal o
"apex" mal manejado podría indicar que el individuo se niega y opo­
ne a sf mismo o exagera sobre el concepto que él tiene acerca de sí
mismo. Desde un punto de vista constructivo, el individuo puede
sentirse inspirado como para inaugurar nuevos estilos artísticos o
musicales, o para ser un precursor en los ámbitos de la expresión
creadora, pues ellos son muy apropiados para que él encauce mejor
su temperamento sublime y su aguda sensibilidad.
Neptuno focal o "apex" en una T Cuadrada Fija indica un
individuo proclive a abrigar anhelos y sentimientos profundos, difí­
ciles de satisfacer por las vías propias del mundo. Debido a que la
modalidad fija tiende a crear hábitos arraigados y difíciles de inte­
rrumpir, es probable que las ilusiones que él tenga acerca de su per­
sona y de los demás sean inmodificables, haciendo caso omiso de los
hechos lisos y llanos que le presenten. Puede estar engañado duran­
te largo tiempo, debido a que sus deformaciones de la realidad sue­
len complacerle y, de ese modo, bloquea tercamente cuanto sea una
amenaza para los conceptos erróneos que según él son valiosos. Sin
embargo, tan pronto advierte que sus emociones le transmitieron
mensajes falsos, y que aquello a lo que se consagró carece verdade­
ramente de valor, su intensa desilusión podría inducir un persistente
anhelo de huir del pesar que se generó. Puesto que Neptuno y la
modalidad fija comparten un denominador común -el de la sen­
sualidad- el individuo tal vez trate de evitar enfrentarse consigo
mismo y caiga bajo el dominio de sustancias que aletarguen su sen­
sibilidad o deformen su percepción. En la medida que se considere
menos creativo, más groseramente físico y más insatisfactorio será
lo que él desee con vehemencia.
En lo más íntimo, el individuo suele sentirse profundamente
solo, sin que sus sentimientos se conecten con los demás (puesto que
la increíble resistencia que los signos fijos poseen podría adquirir
aquí una dimensión desproporcionada, hasta tal punto que el indivi­
/54
duo sea incapaz de sentirse afectado de modo alguno por su entor­
no.) La vida le obligará a dejar de ser contumaz, para que pueda
ceder ante los requerimientos más profundos de los demás, quienes
necesitan la fuerza que él tiene. Mediante la sujeción de su ego a una
valiosa causa social, ajena a él, tal vez descubra que es capaz de ob­
tener ricos recursos interiores que puedan usarse para construir es­
tructuras externas ideales en este mundo. Se siente impulsado a
mostrar su anhelo de servicio y su espíritu compasivo que él es ca­
paz de sentir profundamente. Son excelentes aquellas actividades
que le ayudan a dramatizar sus percepciones, pues esto le sirve para
ponerse en contacto con lo que siente profundamente en su interior
y que necesita salir a la superficie y expresarse.
Neptuno focal o "apex" en una T Cuadrada Mutable puede
expresarse con la suma desorientación que le es propia. Habitual­
mente, el individuo puede estar mentalmente confundido, cuando
se halla sujeto a tensiones; entonces no interpreta de manera muy
exacta o clara los mensajes o señales del entorno. Su propio juicio
confuso tiende a interferir su capacidad para comunicarse directa­
mente con los demás. Sin embargo, tal vez pueda comunicar indi­
rectamente sutilezas de un modo muy creativo. Es fortísimo su im­
pulso de apartarse de las presiones cotidianas de la existencia, eva­
diéndose mentalmente. El resultado de esto podría ser que observe
deficientemente la realidad externa, apele a pasatiempos nada prác­
ticos, esté distraído o se entregue a ensoñaciones desmedidas. Aun­
que quizá tenga una mente parecida a una esponja, capaz de absor­
ber y retener una vasta gama de impresiones, este individuo suele
ser demasiado desorganizado como para estructurar con lógica y
sensatez las ideas desarrolladas por él. La vida le enseñará a analizar
cuidadosamente sus conceptos para ver si contienen información
errónea o antecedentes defectuosos, antes de poder arribar a alguna
conclusión clara.
Esta T Cuadrada indica que la fuerza de voluntad está ausente
y, además, hay una tendencia a darse por vencido o ceder con facili­
dad, en lugar de encarar de manera frontal los obstáculos. El indivi­
duo ni siquiera se esfuerza en hallar una solución a los problemas, y
más bien podría tan sólo ignorar o subestimar sus dificultades. La
gente que circunstancialmente le rodea, influye muchísimo sobre él
y es probable que sea crédulo o ingenuo hasta que cese de aceptar a
la gente por lo que ésta valga por su apariencia y se permita juzgarla
155
y evaluarla con objetividad. De lo contrario, personalidades más fuer­
tes que la suya manipularán con facilidad su carácter ingenuo y con­
fiado. Neptuno focal o "apex" Mutable indica al individuo que, como
eJ camaleón, puede expresarse de manera distinta (su versatilidad se
combina con la capacidad de Neptuno para imitar); esto hace que el
individuo tienda a desorientar a los demás sin proponérselo o a que
le interpreten totalmente mal. En'el plano constructivo, el individuo
tal vez evidencie un talento variado (arte, literatura o comunicación),
que necesita cultivar más por medio de disciplina personal, concentra­
ción, esfuerzo firme y organización práctica.
Tan pronto se resolvió la tensión de esta T Cuadrada, el indivi­
duo se halla mejor capacitado para poder usar sus inspiradoras ener­
gías de manera más concreta y práctica, guiado por su ambición de
poner de manifiesto los sueños e ideales elevados de su sociedad o
del mundo en general. Puede convertirse en una fuente de creativi­
dad de la que el mundo recibe cura, alivio para el alma, iluminación
en el plano de los sentimientos y un mayor sentido de unificación.
Es capaz de influir mediante la divina fuerza del amor. Su corazón
compasivo hace que él sea capaz de sacrificar sabiamente sus intere­
ses temporales a fin de fomentar y proveer al mejoramiento univer­
sal, a menudo por medio de se1vicios sociales o bellas artes. Además,
su franca predisposición respecto de las sensibles necesidades de su
entorno se equilibra ahora con su capacidad para saber cómo pasar
por el cedazo y desechar las fuerzas indeseables que podrían estre­
mecer el centro de sus emociones y sentimientos.

Plutón focal o "apex"


Plutón focal o "apex" indica un individuo que encara su vida
con mucha intensidad, fuerte concentración y vigor psicológico. Se
siente naturalmente atraído hacia la investigación de las complejas
corrientes subterráneas de la existencia y puede sondear fácilmente
con gran profundidad e intuición las cuestiones sutiles de la vida. Su
impulso es el de poner al descubierto, para mejor o para peor, cómo
aquéllas funcionan interiormente. Sin embargo, aquí es propenso a
ser implacable y obsesivamente limitado en sus objetivos. La ten­
dencia de este individuo es a fuertes obsesiones que lo consumen
totalmente; esto puede agotar sus energías emocionales, cuando no
comprende para qué existen. Este es tal vez el más difícil de todos
los planetas focales que operen en la Carta, puesto que Platón obliga
156
al individuo a experimentar psicológicamente una completa meta­
motfosis antes de que pueda manejar segura y humanamente la fuerza
comprimida de esta T Cuadrada.
Plutón implica aquí, paradójicamente, que este individuo pro­
clive a los extremos, pueda sentirse desmembrado entre su terco
deseo de concretar sus ambiciones mediante fuerza, manipulación
o acciones subversivas ... y su anhelo de purificarse de toda tenta­
ción de abusar de su poder para lograr dominio sobre los demás.
Suele oscilar entre ambos polos durante largo tiempo hasta que
finalmente permite que sea otra persona quien se adueñe de él.
Este individuo es por demás complicado y muy reservado. No son
muchas las personas a las que permite que tengan acceso a su mundo
interior, pero si lo concede, ese acceso no es total. Puede ser des­
concertante y misterioso en sus relaciones con los demás, puesto
que aquí puede dar muestras de mucha frialdad e indiferencia, áni­
mo esquivo y dominio de sus emociones, o bien, pasión, posesivi­
dad y emociones muy vehementes. Además, suele estar en lucha
consigo mismo, en su intento de comprender a estas fuerzas.
(Goethe; Aleister Crowley; J.B. Rhine; Ralph Nader; Gloria Stei­
nem; Anita Bryant.)
Plutón focal o "apex" en una T Cuadrada Cardinal indica un
individuo individualista y vehementemente impulsivo; sin embargo,
suele ser un solitario que no se integra fácilmente con los demás. Tal
vez casi rechace desafiantemente la ayuda y el apoyo de los demás,
cuando se halle directamente en pos de sus objetivos inmediatos;
por lo común, esto se debe a que teme que aquéllos traten de ejercer
dominio sobre esas cuestiones. En su interior hay fuerzas ocultas
que empujan a este individuo a enfrentarse con lo que se le oponga y
avasallar de manera violenta y cruel cuando le desafían o amenazan.
Es capaz de reunir y poner en actividad sus reservas de energía y
aplicarlas en situaciones críticas que imponen reacciones inmedia­
tas y decisivas. Plutón focal o "apex" Cardinal podría ser, pues, exce­
lente para quienes ocupan puestos ejecutivos y muy poderosos, los
cuales exigen suma sagacidad en todas las fases cruciales de su acti­
vidad.
La belicosidad de este individuo puede hacer que a veces le
imposibilite cooperar con los demás. Su natural tendencia a ejercer
el mando hace que psicológicamente le sea dificil compartir de bue­
na gana el poder o dejarlo en manos de otro, sin experimentar, por lo
157
menos, un agudo resentimiento o incluso un franco desprecio. Este
Plutón focal o "apex", más que los otros, es más proclive a mostrar
su vehemencia en la superficie; esto se debe al carácter frontal y
patente de la modalidad cardinal. Esto sugiere que los demás o el
ambiente en general hacen que las energías plutónicas del individuo
cobren bríos con más facilidad; tal vez se explique así por qué, en
mayor medida de lo que podría esperarse de Plutón, él tiende a en­
zarzarse en una activa confrontación. La vida le obligará a experi­
mentar explosivos finales de una fase de su evolución personal, a fin
de emprender nuevos comienzos en otra fase.
Plutón focal o "apex" en una T Cuadrada Fija indica un indi­
viduo muy obsesivo y empecinado en lo que desea. Posee una formi­
dable resistencia en el plano emocional y no se doblega con faci­
lidad. Puede estar notablemente decidido a aferrarse a cualquier curso
de acción con el que se compromete interiormente, haciendo caso
omiso de los imponentes obstáculos que él sabe que tiene que afron­
tar. La personal cruzada de Anita Bryant en pro de la moral sexual es
un excelente ejemplo de la persistencia y la vigorosa convicción que
son típicas de esta T Cuadrada. El individuo es capaz de consolidar
lenta pero muy organizadamente sus reservas de energías; esto le
permite bregar en pos de una difícil meta futura sin permitir que
nada ni nadie interfiera o bloquee sus constantes esfuerzos (siempre
que valorice incondicionalmente esta meta). La sensualidad y la
sexualidad suelen aquí ser acentuadas y, a menudo, ejercen sobre el
individuo una poderosa influencia en un sentido o en otro. Sin em­
bargo, es común que, en el caso de las cuadraturas de Plutón, los
elementos de represión sexual sean más evidentes. En este sentido,
al individuo le puede resultar problemático expresarse libremente,
porque tiende a reprimir excesivamente la manifestación natural de
su libido.
Cuando la oposición forma parte de esta configuración, el in­
dividuo también podría sentirse intensamente frustrado e impulsado
. a reprimir la sexualidad de los demás, lo cual produciría luchas por
el poder entre quienes le acompañan. Si tiene que purificarse de la
negatividad interior que le corroe, se siente impulsado a hacerlo más
bien por fuerzas que existen dentro de él que por dilemas que las
circunstancias le planteen. Plutón focal o "apex" permite aquí que el
individuo experimente una transformación completa y constante
respecto de todos los sectores oscuros de su personalidad; de otro
/58
modo, éstos le esclavizan psicológicamente y le mantienen apartado
del mundo más vasto que le rodea.
Plutón focal o "apex" en una T Cuadrada Mutable indica un
individuo capaz de revolucionar los campos que la mente abarca.
Aquí se trata de quien, descontento con los conocimientos general­
mente superficiales, se contrapone a ellos e impulsa su intelecto ha­
cia la exploración de todos aquellos factores fundamentales a los
cuales él aplica su profunda capacidad mental. La vida suele exigirle
que bregue con disciplinas vastas y complicadas (por ejemplo, física
nuclear). Puede incentivarse bastante cuando se dedica a cualquier
labor que le permita investigar, explorar, indagar o sacar a la luz
informaciones apropiadas pero normalmente confusas. En el mejor
de los casos, tal vez sea capaz de usar esta clara información, para
transformar la consciencia social. Sin embargo, Plutón focal o "apex"
Mutable puede también indicar una reacción nerviosa y sumamente
susceptible ante la vida, debido al alto grado de estado de alerta que
este Plutón sugiere. El individuo ansía demoler y destruir conceptos
y teorías que considera carentes de profundidad, significado funda­
mental o verdad absoluta (según él la percibe). Sin embargo, debido
a los potentes recursos intelectuales de esta configuración, este indi­
viduo parece sentirse impulsado a crear filosofías nuevas y profun­
das que, al menos, pueden ayudarle a que su modo de pensar se
regenere. La vida le enseñará que sus pensamientos tienen una fuer­
za increíble y que es necesario que los encauce hacia su entorno con
mucho dominio de sf y maestría.
Plutón focal o "apex" Mutable puede describir al propagandista
eficaz en el campo de lo social o al influyente pensador radicalizado
cuyos conceptos son capaces de causar en la sociedad un impacto
profundo y perturbador. Puede poner fácilmente en práctica su ca­
pacidad cuando la concentra en el campo de la comunicación o la
educación. Karl Marx, un teórico de la política, tenía una T Cuadra­
da Mutable natal con Plutón y Saturno como planetas focales. Evi­
dentemente, se sintió impulsado a desafiar a la autoridad; para ello
se valió de sus vehementes conceptos relacionados con un equilibrio
más ideal del poder dentro de la jerarquía de la estructura social. Su
necesidad de robustecer la fuerza política de la clase trabajadora
parece bastante adecuada, puesto que Plutón y Saturno estaban ubi­
cados en Piscis (signo de los perdedores oprimidos y sufrientes). El
individuo necesitará disciplinarse para modificar cada tanto el rum-
159
bo de sus procesos mentales, puesto que cuando permite que su in­
clinación a escudriñar y analizar sus pensamientos prosiga más allá
de lo que él sea capaz de resistir, entonces eso podría crearle trastor­
nos nerviosos o un total debilitamiento mental (Plutón somete aquí
a excesiva tensión a la modalidad mutable, cuya característica es su
falta de vigor y su necesidad de descansar periódicamente). El indi­
viduo necesitará aplicar su extraordinaria percepción de las cosas
para que le ayude a comprender qué es lo que emocionalmente nece­
sita.
Cuando se resuelve la tensión de esta T Cuadrada, el indivi­
duo es capaz de rejuvenecer constantemente en todos los planos de
su ser. Tiene una acrecentada aptitud para recurrir a sus potentes
reservas creadoras, en las que se halla una energía sumamente con­
centrada. Sin embargo, libre ahora de compulsiones ocultas y de
negatividades hondamente enquistadas, el individuo se halla mejor
capacitado para utilizar sus energías internas para beneficiarse y
beneficiar a todos aquellos con los que él se encuentra. Aunque toda­
vía es proclive a estrellarse contra la intolerancia e incluso la violen­
ta resistencia de otras personas que tal vez traten de dificultar sus
objetivos (Plutón representa a la inflexible realidad, y el hecho de
qué este individuo haya experimentado una dramática transforma­
ción personal no significa que su entorno haya pasado automática­
mente por lo mismo), a su debido tiempo.puede ser que acepten y
reconozcan totalmente los esfuerzos que hizo para descubrir alguna
verdad fundamental que anteriormente había permanecido oculta
para el mundo (reconocimiento éste que a veces podría ocurrir in­
cluso después de su muerte, puesto que Plutón puede indicar un lo­
gro excesivamente lento pero que llega cuando resulta oportuno).
Plutón focal o "apex" podría sugerir, en algunas personas, su capaci­
dad para ascender a un puesto en el que ejerzan su poder después de
evolucionar durante largo tiempo en el anonimato. El individuo ayu­
da, en algún plano, a que el mundo utilice eficazmente la energía
colectiva.

Otras consideraciones
A veces usted descubrirá que, a causa de las conjunciones na­
tales, puede tener que estudiar más de un planeta focal o "apex", así
como puede haber más de dos planetas fundamentales. No hay re­
glas preparadas de antemano para determinar cuál de los dos plane-
160
tas focales será la influencia que más predomine. De acuerdo con lo
que Tracy Marks sugiere2, la fuerza del impacto que cualquier plane­
ta focal o "apex" podría tener puede estimarse en función de si cae
en su propio signo o Casa, en Conjunción con un ángulo (por su­
puesto, con dos planetas focales, uno en contacto más cercano con
el ángulo que se destaca) o se halla estacionario, o se encuentra en el
punto medio de los dos planetas en Oposición. Ciertamente, todos
estos factores deberían ser estudiados. Además, creo que es impor­
tante señalar si el planeta focal o "apex" rige sobre un ángulo (AS­
CENDENTE o MEDIO CIELO en particular) o si es el regente natu­
ral de un ángulo de la posición en el signo por parte del planeta
fundamental o en el signo de la extremidad desocupada. Esto apoya­
ría y reforzaría más el principio que el planeta representa. En reali­
dad, los planetas focales en Conjunción trabajarán activamente jun­
tos en su mayoría. Si cada tanto el énfasis parece variar, probable­
mente se deba a este hecho: lo que la situación real exige y lo que la
T Cuadrada provoca propenden a que surja más el principio de un
planeta que el de otro. Sin embargo, aunque el tema de un planeta se
acentúe más en cualquier tiempo, el otro planeta suele proporcionar
temas de discusión incidentales y circunstanciales que operan si­
multáneamente. Tal vez sea muy importante señalar si un planeta
focal o "apex" es retrógrado o interceptado. Los capítulos siguientes
han de dar útil información sobre esos fenómenos.

Notas:

Tracy Marks, How to Handle Your T-Square, Sagittarius Rising, Massachusetts,


1979, página 9.
2 Ibíd.
161
Capítulo VIII

EIYod
Esta configuración, que no es demasiado común, ocurre por
lo menos cuando dos planetas se hallan mutuamente en sextil, mien­
tras ambos se encuentran en quincuncio con un tercer planeta y for­
man una gran "Y " a través de la Carta. Dicho tercer planeta (el punto
focal o "apex" del Yod) representa un principio sumamente signifi­
cativo que requiera una concentración más clara y definida antes de
que este esquema pueda provocarse en algún momento de la vida.
Este planeta focal o «apex», parecido a la dinámica de la T Cua­
drada, se convierte en el principal punto focal del Yod. Su naturaleza
fundamental es muy reveladora acerca de la motivación característica
que determina la manifestación externa de tal configuración. Al Yod
también se lo ha llamado el esquema del «Dedo de Dios».
Según mi opinión, el Yod ideal es creado por el planeta focal o
«apex» en la fase inferior del quincuncio con uno de los planetas en
sextil, mientras que también se halla en el Aspecto superior del Quin­
cuncio con el otro. Sin embargo, en la práctica, podemos encontrar­
nos con un Yod potencial que, en cambio, se forme cuando el plane­
ta focal o «apex» se halla simultáneamente en un Aspecto inferior o
superior respecto de ambos planetas en sextil. Esto sería determina­
do por el ritmo natural de movimiento orbital de los planetas en
cuestión. Al H. Morrison piensa que un Yod "verdadero" sólo puede
ocurrir cuando "el punto focal es aquél en el que los tres planetas se
desplazan con más lentitud. En el caso en que el planeta focal se
desplaza más rápidamente que los otros dos, eso no puede ser un
Yod, sino sólo un quincuncio de espaldas a otro, o doble quincun­
cio" 1. Por ello, según Monison, el Yod verdadera involucraría al pla­
neta focal o "ápice" en la fase superior e inferior con los planetas en
sextil. No estoy habilitado para formular declaraciones categóricas
acerca de las otras dos formaciones alternativas, puesto que no in­
vestigué adecuadamente estas configuraciones. Sin embargo, mis
163
propios conceptos acerca de la principal dinámica del Yod sugeri­
rían que es muy probable que Morrison esté en lo cierto. Si lo está,
entonces encontraríamos siempre un Yod "verdadero" cuando Plu­
tón se hallase en un punto focal o "apex", puesto que este planeta
orbita con más lentitud que cualquier otro miembro establecido de
nuestro Sistema Solar. Y lo que resulta bastante interesante es que
los principios de Plutón tienen también estrecho paralelismo con las
características del Yod.
Todos los planetas de la Octava Superior, que se hallen en el
punto focal o "apex", indican principal y normalmente un Yod ideal
para la mayoría de las Cartas en este siglo XX. Para seguir avan­
zando en esta línea de pensamiento, digamos que el Sol, la Luna,
Mercurio, Venus y Marte, como planetas focales, señalarían enton­
ces normalmente la versión del "quincuncio doble", puesto que son
los planetas que orbitan con más rapidez. Esto ocurre especialmen­
te con el Sol, Mercurio y Venus, puesto que, técnicamente, son capa­
ces de formar entre sí los esquemas del quincuncio. Morrison impli­
ca que el esquema en el que no hay Yod -o de quincuncio doble­
tan sólo indica vidas difíciles (tal vez, sin rumbo), en contraste con el
destino más definido que el Yod verdadero indica. Si bien considero
que esta diferenciación es muy interesante y sugestiva, no obstante
ello incluí algunos ejemplos que representan a quienes tienen el es­
quema del «quincuncio doble».
Si se tiene en cuenta lo que dije en el Capítulo I sobre los As­
pectos superior e inferior del Quincuncio, debería quedar en claro
que la combinación de ambas influencias expresadas en el Yod po­
drían exigir de manera especial que se modificase y concentrase con
más claridad y constructividad lo que perjudica o dificulta el funcio­
namiento total del individuo. Las fuerzas internas y externas traba­
jan aquí juntas para estimular las presiones, sutiles pero avivadas,
que con el tiempo se liberan cuando una crisis oportuna hace que
percibamos cómo somos. Esta crisis puede tardar años antes de que
surja y ofrezca al individuo nuevas opciones. Sin embargo, cuando
ocurre, entonces el individuo está maduro y preparado para modifi­
car su propio destino o adoptar en su vida una actitud nueva para la
cual está destinado. El curso de acción que a la sazón él emprenda
puede reprogramar en esta ocasión el enfoque total de su modo de
vivir.
Un Yod que esté listo para entrar en actividad es muy similar
164
hecho de llegar a un camino que se bifurca y, no obstante ello,
tener que seguir avanzando en una dirección u otra sin conocer con
seguridad hacia dónde la ruta nos está llevando con exactitud. Lo
único que sabemos es que debemos desviamos y tomar otra senda.
Esta cambio de rumbo no consiste realmente en que tomemos una
decisión consciente y deliberada porque conozcamos en su totalidad
las posibilidades que existen (a diferencia de lo que la oposición nos
plantea), sino que, en lugar de ello, estamos obligados ante algo que
es necesario pero no conocemos. Aunque una vez que tomemos esta
nueva dirección nos parezca insólita e inexplicable, ha estado acu­
mulando fuerza y exactitud durante muchos años. Sin embargo, tan
pronto suena la hora precisa para que el Yod entre en actividad, el
individuo típicamente se desprende o psicológicamente prescinde
de ciertos intereses o hábitos para participar de actitudes y activida­
des emprendedoras que están apareciendo sobre el horizonte. Y aun­
que al principio tal vez se sienta un poco inseguro o incluso sin idonei­
dad para ocuparse de su nuevo y desacostumbrado enfoque, esta per­
sona pronto suele sorprenderse al descubrir cuán capaz y práctica es
realmente en este campo (sin duda, debido a todos aquellos años an­
teriores en los que interiormente se preparó en los planos subjetivos).
Si su preparación le capacitó para operar en un plano más
eficaz de la consciencia, la energía potencial de los planetas en sextil
puede permitirle efectuar acomodamientos inteligentes e innovadores
en el entorno social. O bien, al menos en aquellos ámbitos persona­
les de la existencia, regidos por las Casas que forman parte del Yod.
Y, en especial, la Casa ocupada por el planeta focal o «apex» y su
Casa opuesta, en las que normalmente culminan las modificaciones
puestas en movimiento por el planeta focal o «apex». Sin embargo,
si el individuo no se amoldó adecuadamente a las presiones impues­
tas por el quincuncio doble, entonces sus desajustes también pro­
penden esta vez a salir a la superficie y a luchar activamente con el
entorno.
Es muy sensible el punto de reacción directamente opuesto al
planeta focal o «apex». Indica que el sector en el que la nueva orien­
tación del individuo se enfoca, se concentrará para mejor o para peor.
Debería anotarse cuidadosamente el paso de los tránsitos o pro­
gresiones natales sobre el grado en el que esta reacción se produce y,
en especial, si se hallan involucrados planetas de desplazamiento
más lento. Deberían ser observados muy profundamente los plane-
/ 65
tas de la Octava Superior, ya motivados para transformarse por sí
solos. A veces se descubrirá, en este punto de reacción, un planeta
natal en oposición con el planeta focal o «apex». Hasta que el Yod se
active totalmente, la reacción de este planeta puede crearle al indivi­
duo, desequilibrio, vacilación y conflictos opuestos, en lo que atañe
a su capacidad para dirigir al planeta focal o «apex». Sin embargo,
una vez que pasó por todo el proceso de reorganización, típico de un
Yod que se moviliza constructivamente, la reacción de este planeta
puede brindar una mayor percepción y perspectiva a fin de usar más
transformadoramente este cuarto planeta y el planeta focal o «apex».
La reacción del planeta es inicialmente un factor condicionante que,
a su debido tiempo, se convierte en destacado catalizador que
propende a la iluminación interim:
Richard Nixon tiene un Marte focal o «apex» Mutable, con la
oposición de su Plutón en la Casa como parte de la estructura de su
Yod. Este Yod (que también involucra a Saturno en sextil con Neptu­
no) sería un ejemplo del esquema de quincuncio doble al que
Morrison se refiere. Sin embargo, estimo que fue obligado a expre­
sarse de manera abierta y particularmente predestinada durante el
período de prueba de todo el caso Watergate y, tal vez con vehemencia
para Nixon, cuando Saturno en tránsito entró en conjunción con la
Reacción de su Plutón. El curso de los acontecimientos, durante este
período en el que su vida fue puesta a prueba, representó ciertamen­
te un giro insólito e inesperado de las cosas y modificó drásticamen­
te su situación anterior. La culminación de los hechos, que le indujo
a tomar una nueva dirección, fue claramente la adecuada: la perte­
neciente a la energía niveladora, propia de Plutón, que opera por
medio de la décima casa, o sea, la del juicio del público o de la gente
en general. Independientemente de esto, Marte focal o «apex» puede
inaugurar en la vida una nueva senda que implica una forma alter­
nativa de expresión personal concentrada en tomo de la identidad
personal en acción. La reacción de Plutón obliga aquí a una más
profunda purificación interior de las prioridades concernientes a
cómo Nixon expresa personalmente su poder y su voluntad. El ele­
mento mutable involucrado en este eje de reacción focal podría se�
ñalar (en este contexto) una transformación del modo de pensar acer­
ca de opciones y alternativas creadoras relacionadas con nuevas vías
de expresión personal. La posibilidad rehabilitadora, propia de la
Reacción de Plutón, más la iniciativa, propia de Marte focal o «apex»,
166
me dice que es probable que el ex Presidente Nixon no deje de estar
en la mira de la gente durante demasiado tiempo, si estoy interpre­
tando con exactitud las posibilidades de su Yod.
Habitualmente, el orbe que yo admitiría para un Yod válido es
de 7 grados para los planetas en sextil y 3 grados para el planeta
focal o «apex». Sin embargo, cualquier astrólogo competente sabe
bien que, por variadas razones, los orbes ideales deben extenderse
cada tanto. Por ejemplo, yo extendería el orbe si hubiera un planeta
en el punto de reacción, o si un planeta se hallara en el punto medio,
del arco más corto, correspondiente a los dos planetas fundamenta­
les. Cualquier planeta que se encuentre en este punto medio liga más
estrechamente las energías de estos planetas fundamentales y forta­
lece integralmente la estructura del Yod. Asimismo, yo extendería
los orbes cuando el planeta focal o «apex» rige uno de los signos de
los planetas fundamentales o viceversa. Thyrza Escobar (Jones) en
su muy estimulante obra titulada Side Lights of Astrology (uno de
mis textos favoritos de todos los tiempos en esta especialidad) dice
que «los tres brazos de la 'Y' deberían contener planetas, no sola­
mente cúspides de Casas, nodos u otros puntos delicados»2 . Aconse­
jo vigorosamente al lector que lea el breve capítulo en el que Escobar
se ocupa del Yod.
Por otra parte, autoras como Helen Paul y Bridget Mary O'Toole
dicen, en su libro titulado The Yod and Other Sensitive Points in
Your Horoscope, que sus estudios han mostrado la eficacia de di­
versos puntos delicados de la estructura del Yod (o sea, los ángulos,
los nodos, los puntos arábigos)3. Sin embargo, puesto que sé que los
astrólogos pueden buscar las explicaciones racionales que ellos de­
sean para usar muchísimos factores de la Carta, mi consejo para
quienes quieran empezar a estudiar personalmente el Yod sería éste:
que primero se atengan a los planetas concretos, antes de aventurar­
se con otros factores de la Carta. No implico con esto desechar la
obra de Paul y O'Toole; lo que sugiero es que los estudiantes primero
comprueben la validez de las configuraciones del Yod, formadas ex­
clusivamente por planetas.
Una buena práctica para cualquier astrólogo (especialmente,
para quien carezca de una Yod natal) es ésta: que prepare una Carta
aparte de su horóscopo, en la que sólo se enuncien todos los sextiles
natales en sus adecuadas posiciones de Casas. ¡Todo lo que usted
necesita para que un Yod potencial se forme natalmente, por progre-
167
sión o tránsito, es un sextil! Sin embargo, a menos que usted tenga
sextiles exactos (dentro de un grado del orbe), le recomiendo que
calcule los puntos medios de cada sextil, para obtener una hora más
exacta. Después, anote qué grado, signo y casa son ocupados por el
medio punto del arco más largo. Esto se debe a que es precisamente
aquí donde puede formarse un Yod temporal. Un planeta en tránsi­
to, como por ejemplo el Sol, la Luna, Mercurio, Venus o Marte, no es
probable que suscite algo demasiado notable o especialmente «pre­
destinado» en nuestra vida en esa ocasión. Sin embargo, deberían
ser anotados y observados estos planetas de desplazamiento más
rápido en su ciclo progresado. Empero, si un planeta de una Octava
Superior ha de transitar por este grado delicado, entonces preste
especial atención a este Yod temporal. Al mismo tiempo, si la Luna
progresada también se halla en conjunción o cuadratura con el gra­
do focal o «apex», con el grado de reacción o con un punto medio de
los planetas natales en Aspecto de Sextil, entonces empiece realmen­
te a tomar notas (puesto que ¡la Luna progresada es el más impor­
tante cronómetro de las progresiones secundarias!), porque a esta
altura, cualquier otro planeta en tránsito, en conjunción o en
cuadratura con estos puntos, podría suscitar una notable reacción
por parte de su Yod temporal, capaz de medir el tiempo de un ines­
perado y suavemente predestinado cambio de las condiciones para
ese año en particular.
Se ha sabido que los Yods temporales operan en las Cartas en
la hora de la muerte, al comenzar enfermedades que durarán largo
tiempo, en ocasión de heridas graves o durante relaciones que su­
fren separaciones (a menudo, por la fuerza o por circunstancias que
la persona no puede controlar). En general, estos Yods indican todos
los giros imprevistos del destino. Por supuesto, en este tiempo pue­
den estar activos muchos otros Aspectos vitales (aparentemente apre­
miantes y fluidos). ¡La muerte es, en particular, bastante difícil de
predecir, gracias a Dios! Igual que cualquier otra configuración de
Aspectos múltiples (o cualquier fase de Aspectos), el Yod o el Yod
temporal funcionará de acuerdo con el nivel intelectual del indivi­
duo respecto de los principios fundamentales de los planetas en cues­
tión.

Los Yods compuestos


Si el planeta natal o progresado o los planetas natales o pro-
168
gresados de otra persona se hallan en conjunción con el grado de
reacción del individuo dentro del orbe, esa persona puede hallarse
muy ligada con los cambios que ella tiene predestinados para bien o
para mal. Esa persona puede complementar y compartir el carácter
de estos nuevos cambios en el momento en que deba emprenderlos,
o puede contrarrestar situaciones actuando como una influencia se­
parativa (en otras palabras, puede inducir equilibrio o desequilibrio).
Otros dos notables esquemas de sinastría que pueden observarse son
éstos: 1) el planeta natal de otra persona se halla en conjunción con
el planeta focal o «apex» del individuo, y 2) el,planeta natal de otra
persona se convierte en el planeta focal o «apex» y, por ello, se halla
en Quincuncio con los planetas natales en sextil. Este último esque­
ma parece teóricamente válido, pero sugiere que esos individuos sólo
son impulsados a experimentar la dinámica del Yod por medio de
encuentros que suelen ser producto de la casualidad (puesto que el
individuo tampoco experimenta las energías del Yod como parte de
la estructura de su carácter personal). Este segundo esquema es el
que yo menciono como Yod compuesto.
Dos famosos hampones, Clyde Barrow y Bonnie Parker, pue­
den haber tenido ese Yod conjunto, con el Sol de Bonnie como pla­
neta focal o «apex»; (puesto que sólo usé sus Cartas solares, la exis­
tencia real de este Yod depende del grado exacto de la Luna de Clyde
Barrow). Sin embargo, debido al modo casual con el que ambos se
encontraron, además de la cadena dramática y drástica de hechos
posteriores, parece probable que este Yod Compuesto se hallaba en
actividad. Hubo otra pareja infame, la de Ian Brady y Myra Hindley,
asesinos de múltiples criaturas: en ambos se destacaba un Yod
Compuesto. El Plutón natal de Myra, en sextil con Saturno (dos pla­
netas prepotentes y eventualmente inclementes) formaba un cerca­
no Quincuncio con los tres planetas focales de Ian: Venus, Mercurio
y el Sol (todos ellos en Capricornio regido por Saturno). Hay un li­
bro que de ningún modo es para personas de tipo neptuniano, las
cuales son delicadas e impresionables, sino que es más adecuado
para personas recias, del tipo plutoniano, como lo soy yo. Me refiero
a la obra de Barbara Watters y su horripilante y explícito relato so­
bre la relación delictiva de aquella pareja. La autora dice allí que
Myra estaba «fatalmente enamorada»4 de Ian (Venus focal o «apex»).
Watters, también señala que la mente calculadora y la voluntad in­
domable de Ian se habían adueñado de Myra (Mercurio focal o «apex»
169
y Sol focal o «apex-», respectivamente). Naturalmente, en el perfil
sinástrico de ambos hubo otros factores principales que explican la
influencia negativa que ambos ejercieron entre sí. Sin embargo, el
Yod Compuesto, junto con su énfasis sobre tres planetas focales, es,
según mi parecer, un factor importante.
Ruego al lector que ahora comprenda esto: no estoy sugiriendo
que los Yods Compuestos producen lo potencialmente indeseable y
más bajo de una relación extrema, como la de los dos ejemplos que
acabo de citar. Los usé tan sólo para dar un ejemplo de lo que es
característico del Yod: modificaciones a veces imprevistas, pero a
menudo extremas, del rumbo que el individuo sigue en su vida, jun­
to con su inclinación a sufrir crisis fatales. A quienes se inclinen por
estudiar más los Yods Compuestos, les aconsejo que analicen las Car­
tas de parejas famosas que, al unir repentinamente sus fuerzas, pu­
sieron de manifiesto, en su modo de combinar sus vidas, elementos
completamente nuevos o sin precedentes, y de carácter notable. Esto
no podría haberse suscitado fácilmente si ambos hubieran actuado
de manera independiente. Su asociación debería distinguirse más
bien por un acelerado cambio de circunstancias de carácter un tanto
inesperado que por una evolución más lenta y cuidadosamente es­
tructurada.
La mayoría de los observadores admitiría que el predestinado
encuentro del Duque de Windsor con Wallis Simpson debería califi­
carse como un ejemplo clásico de la dinámica del Yod Compuesto si
consideramos que la unión de ambos modificó completamente, en
su momento, sus acostumbrados estilos de vida y tuvieron como resul­
tado crisis dramáticas y cruciales (especialmente en lo atinente al
Duque). Además, todo el curso de los acontecimientos posteriores a
su primer encuentro avanzó con suma rapidez hacia un final inevi­
table: el Duque abdicó como Rey de Inglaterra para casarse con una
estadounidenses divorciada. Con seguridad, fueron encrucijadas tras­
cendentales. Se formó entre ellos un Yod Compuesto, aunque con
orbes demasiado amplios para un ejemplo «clásico». Sin embargo,
el carácter del encuentro de ambos encaja demasiado estrechamen­
te con el esquema de Yod Compuesto como para que lo descartemos.
La Luna natal del Duque como el planeta focal o «apex» formó este
Yod mediante un Quincuncio con Júpiter en Sextil con la Luna, en el
caso de la Duquesa. La razón por la que creí justificado extender los
orbes se debió al hecho de que el Júpiter de la señora Simpson era
170
también corregente del signo focal o «apex» del Duque (Piscis). Y en
este Yod especial, creí que el planeta focal o «apex» adquiría más
importancia, puesto que la Luna del Duque cayó en su primera Casa
(destacándose por angularidad) y era la regente de su signo con el
Sol en la quinta Casa. Y por supuesto, con la Luna como el planeta
focal o «apex» que suscitaba esto, el Duque se vio obligado a mudar­
se de Inglaterra a París y sufrir un ostracismo casi total por parte de
la familia real (lo cual implicó claros ajustes de la Luna en muchos
planos).
El magnético encuentro de Lyz Taylor con Richard Burton, su
pareja estelar, fue tan fatal como el de Antonio y Cleopatra, y tuvo
estos resultados: crisis sorprendentes, aunque insólitas en ambos
(especialmente en lo que atañe a Richard). Y realmente, entre am­
bos se formaron dos Yods Compuestos separados. Liz fue la que
contribuyó con los planetas focales. El individuo que tiene aquí al
planeta focal o «apex» tal vez sea quien corrientemente active, en el
plano psicológico, la dinámica del Yod Compuesto. Al mismo tiem­
po, el Urano focal o «apex», de Liz, formó un Yod Compuesto con el
Saturno en Sextil con la Luna, de Richard. Según mi opinión, esto
implica que el impacto producido por Liz Taylor sobre el rumbo que
Richard Burton tenía predestinado en su vida tuvo tendencias laten­
tes propias de Júpiter y Urano. Por supuesto, esto resultó completa­
mente cierto en la época en que se conocieron, puesto que su casa­
miento hizo que, casi de la noche a la mañana, él fuera mundialmen­
te famoso como actor.
Hasta entonces, su popularidad se reducía relativamente a
Gran Bretaña. Y aunque el extraordinario talento de Burton le hu­
biera permitido contar inevitablemente con la aclamación del públi­
co, la atracción de Liz demostró ser ciertamente para él un cataliza­
dor.
Otra pareja famosa cuya súbita atracción e inesperada deci­
sión matrimonial sorprendieron al mundo fue la constituida por
Jacqueline Kennedy y Aristóteles Onassis. La unión de ambos pare­
ció haber modificado más claramente el curso de la vida de Jacque­
line: ella tuvo que amoldar su habitual estilo de vida estadounidense
al casarse con este influyente magnate naviero griego y vivir en el
extranjero. Tan sólo este hecho debería hacer que el astrólogo ten­
diese a sospechar que sería Aristóteles quien proporcionaría el énfa­
sis del planeta focal o «apex». El Mercurio focal y el Urano focal de
171
Onassis formaron un Yod Compuesto con el Sol en sextil con Júpiter,
de Jacqueline. Sin embargo, el Neptuno de él estaba también en con­
junción con el punto de reacción, añadiendo una dimensión más
compleja a este Yod Compuesto. ¡Tengo la seguridad de que los as­
trólogos podrían tener una magnífica oportunidad para interpretar
las ramificaciones de esta configuración! En general, preste el lector
especial atención a aquellas parejas cuyas Cartas individuales mues­
tran una multitud de Sextiles natales. Si bien los Yods Compuestos
tal vez no resulten ser algo difícil de encontrar, empero pueden de­
mostrar que son especialmente esclarecedores en cuanto a definir el
carácter de aquellos encuentros aparentemente casuales que modi­
fican radicalmente el estilo de vida de por lo menos una de las partes
en cuestión.
Las que siguen son interpretaciones de cada planeta natal en
el punto focal o «apex» de un Yod, pero sin tener en cuenta el carác­
ter de los planetas fundamentales, el signo focal o «apex» o posicio­
nes de las Casas de los tres planetas:

El Sol focal o «apex»


El Sol focal o «apex» puede señalar un individuo cuyo propó­
sito central en la vida tal vez gire en tomo de amoldamientos perso­
nales y mucha autocorrección. Lo normal es que se sienta impulsa­
do a modificar necesariamente el modo con que pone de manifiesto
su voluntad, poder, autoridad y orgullo. Será importantísimo que se
examine objetivamente, a fin de evolucionar como corresponde, pues­
to que los desajustes suelen deberse aquí a actitudes egocéntricas
que él mismo no advierte. Al individuo tal vez le sea difícil establecer
su centro personal. Sus impulsos egocéntricos no se expresan de
manera directa y extrovertida sino que tienden a volverse hacia aden­
tro y encapsularse. Esta persona puede iniciar su vida desvalorizán­
dose y considerándose inferior; esto puede hacer que se sienta fuera
de tono respecto del ambiente que frecuentó en su juventud. Tal vez
parezca ineficaz e impotente por un tiempo, lo cual le inducirá a
sentirse insignificante ante los ojos de los demás (especialmente ante
figuras que invisten autoridad).
Los Quincuncios con el Sol podrían, en general, despersonali­
zar al individuo, quien suele estar luchando interiormente con su
desmañada timidez. Sin embargo, tan pronto este Yod se pone total­
mente en actividad, el individuo puede experimentar un sensacional
172
cambio de carácter, debido a nuevas e importantes condiciones, que
son la esencia de su tema kármico y no pueden ser evitadas. Los
objetivos que ahora aparecen en el horizonte podrían requerir su
total atención, fuerza interior y extroversión. Tal vez incluso tenga
que movilizar su vitalidad en el plano físico. Puede gravitar en un
nuevo campo experimental que le permita exteriorizarse con con­
fianza y seguridad en sí mismo. Esta encarnación podría capacitarle
especialmente para que reorganice el centro de su ser de una mane­
ra vitalmente productiva y creadora. El individuo tal vez ahora po­
sea conscientemente la energía que le permita transm1,.1tar su volun­
tad de manera casi alquímica. Una vez que inicia un nuevo rumbo,
éste podría permitirle que ordenase, con mucho éxito y capacidad,
muchas facetas de las situaciones externas de su vida; el resultado
de esto es que recibe el reconocimiento favorable de parte de quie­
nes en general le rodean. Sus años de preparación interior le ayuda­
ron a individualizarse totalmente.
Sin embargo, si se da origen a este Yod e incluso se lo maneja
mal, entonces puede descargar su fuerza con porfía y autoritarismo.
El individuo tal vez pueda dominar poderosamente los asuntos pro­
pios de la nueva senda que inició, pero a menudo con repercusiones
fatales que él mismo crea sobre sí con su prepotencia. El único ejem­
plo que pude encontrar de una célebre figura que tenía al Sol focal o
«apex» fue el hombre que ayudó a introducir en el diccionario el
vocablo «sadismo»: el Marqués de Sade. Este individualista despótico
y obsesionado con el poder tenía su Sol natal en Quincuncio con
Plutón, y éste en Sextil con Urano. Evidentemente, el carácter de
estos dos porfiados planetas fundamentales tuvo mucho que ver con
la deformación y la intensificación de la personalidad impulsiva de
Sade. Con Plutón en Quincuncio con el Sol, las luchas por el poder
podrían asumir formas extremas al expresarse, pero raras veces
son directas y patentes al ser ejecutadas. Con Urano en Quincuncio
con el Sol, el Marqués de Sade poseía una mentalidad extraordina­
ria, pero que representaba más bien a la del genio «loco». El apoyo
extra que aquí concierne al tema de la prepotencia proviene de la
posición de Plutón en Escorpio y de la ubicación de Urano en Ca­
pricornio. Un refuerzo adicional provino de Marte natal en Aries
(también corregente de Escorpio) en Cuadratura con Saturno
(regente de Capricornio). El Marqués de Sade murió en un mani­
comio. (Marqués de Sade.)
173
La Luna focal o «apex»
La Luna focal o «apex» señala un individuo cuyas emociones
evolucionaron de tal modo que necesita corregir su sensibilidad. Esta
persona puede hallarse todavía atrapada por lo que, en el pasado, la
impresionó de manera desorganizada y deformada, y necesita obser­
var y aclarar esto con objetividad antes de que sus sentimientos pue­
dan liberarse para evolucionar y progresar más. Este es un planeta
focal o «apex» muy personal y reservado. Los potenciales desarre­
glos emotivos, raras veces se evidencian en la superficie. El indivi­
duo puede incluso no estar al tanto de estos conflictos, debido al
carácter subconsciente de la Luna, a lo que se suma la capacidad de
ésta para condicionar la conducta, de una manera muy sutil y subje­
tiva. Su reacción instintiva ante las impresiones que provienen de su
entorno puede hallarse fuera de tono con lo que normalmente sería
de esperar, puesto que este individuo sumamente reactivo no desci­
fra fácilmente los mensajes emocionales que recibe de los demás.
Incluso tal vez trate de pasarlos por el cedazo de una manera obli­
cuamente autoprotectora. Quizás haya algún trauma emocional pro­
veniente del pasado (y que puede surgir de anteriores encamaciones
y que luego repite otra vez su tema de la niñez); ese trauma puede
hacer que este individuo se halle demasiado a la defensiva, no se
adapte y sea vulnerable, de manera que se ocupa eficazmente de la
seguridad que él necesita aquí y ahora.
La Luna focal o «apex» sugiere una defectuosa asimilación de
impresiones que, no obstante, hacen que esta persona reaccione de
un modo habitualmente autoderrotista. Aunque necesita una gran
cuota de afecto e intimidad por parte de aquéllos en quienes él con­
fía y a quienes permite que le brinden sus cuidados, lo típico de él es
que puede sentirse fuera de foco con los demás y que tal vez se retire
dentro de un caparazón psicológico intentando hallar protección y
refugio dondequiera que no logre acomodarse a las realidades emo­
cionales de cualquier unión. Supongo que la Luna focal o «apex»
pasa por su período de máxima tensión durante los primeros años
de desarrollo del individuo; lo cual implica que este Yod puede en­
trar en actividad tan pronto la persona llega a la edad adulta. Quizá
esto ocurra en menor medida con una Luna focal o «apex» Fija, pero
sí con muchísima frecuencia con la Luna focal o «apex» Cardinal. La
Luna focal o «apex» Mutable es menos decisiva en efectivizar la exi­
gencia del Yod. Además, Saturno y/o Plutón como planetas funda­
/74
mentales sugerirían que es necesario un lapso más prolongado antes
de que puedan efectuarse arreglos que sean constructivos.
Tan pronto este Yod entra totalmente en actividad, el indivi­
duo ha de emprender en su modo de vivir un cambio al que está
destinado, el cual podría liberarle de las imágenes negativas del pa­
sado. Debido a la reorganización sutil pero constante del carácter de
sus sentimientos, el individuo se preparó interiormente para encau­
zar su vida de modo que le permita brindar su asistencia a lo que el
pueblo básicamente necesita, defender los intereses de los más débi­
les o ay udar a otros en la creación de seguros sociales fundamenta­
les. Independientemente de lo que la vida ahora le ofrezca, este indi­
viduo descubre que se ha fortalecido mediante la reestructuración
de sus recursos emocionales. Las necesidades personales son más
claras, se expresan de manera directa y se satisfacen con facilidad.
(Alexander Graham Bell; Thomas Jefferson; George Gershwin;
Grant Lewi.)

Mercurio focal o «apex»


Mercurio focal o «apex» indica un individuo que primeramente
debe reorganizar todos los cabos sueltos en el plano mental, antes de
que este Yod pueda entrar en actividad. Lo normal en él es que inicia
su vida mostrándose curioso por los modos con que la mente opera,
pero él mismo puede dar muestras de hallarse fuera de tono con su
ambiente en el campo de la comunicación personal (comportándose,
en alguna medida, como quien tiene un Mercurio retrógrado). Con
Mercurio focal o «apex», suele existir un impulso para entender lo
que en la vida resulta superficialmente estimulante, pero con difi­
cultad personal para expresar clara y directamente este impulso. El
individuo puede ser un pensador enteramente introspectivo, pero a
menudo no es capaz de estructurar eficazmente sus pensamientos
de modo que le permitan actuar sobre ellos para que sean producti­
vos. Podría ser que prestase demasiada atención a redefinir sus
conceptos, primeramente separándolos y, después, estudiando por
separado y con munuciosidad cada faceta. Sin embargo, el proble­
ma radica aquí en que está aprendiendo a estructurarlos de un modo
viable. En ocasiones, el individuo puede tender a combinar al azar e
inconexamente demasiados conceptos, sin que logre ser coherente.
Los Quincuncios con Mercurio exigen que el individuo orde­
ne mentalmente los factores superfluos y simplifique los conceptos,
175
para que se estructuren con sentido y sencillez. De lo contrario, la
mente se inclina más a desviarse por innecesarios elementos tangen­
ciales al intentar reunir más información que la que puede razona­
blemente aplicar. La inteligencia no tiende a ser afectada, sino tan
sólo el modo con que se la utiliza. La preparación interior, típica del
Yod, puede ser aquí un poco más consciente, puesto que el individuo
tiende a reconocer que anhela y busca casi compulsivamente una
vasta gama de instrumentos científicos y expresiones culturales.
Debido a la dinámica del Yod, al individuo se lo prepara para que
utilice de manera más completa las energías de su mente a fin de
que pueda comprender mejor el carácter de su mundo objetivo. Tan
pronto este Yod entra adecuadamente en actividad, es probable que
esta persona se encuentre actuando en un plano intelectual más de­
finido. En esta ocasión, tiende a ser encaminada hacia vías de comu­
nicación estimulantes y nuevas que le permiten causar un mayor
impacto cultural en cuanto a su persona y sobre su entorno. Puesto
que ahora es mucho más capaz de concentrar su mente, puede en­
frascarse de manera total. Desde el punto de vista constructivo, el
individuo puede hallarse representando un papel, para el cual está
destinado, como influyente maestro, comunicador magistral o ilu­
minador de la sociedad. (Helena P. Blavatsky; Werner Erhardt;
Angela Davis; Marcel Marceau; Gurú Maharaj Ji.)

Venus focal o «apex»


Venus focal o «apex» describe un individuo que se pone en
marcha sentirse alejado de los valores de su entorno social. Debido a
que evalúa introspectivamente a la gente, esta persona tiende a ver
las relaciones desde una perspectiva distinta de la de los demás (si­
milar a Venus retrógrado) y suele ser incapaz de asociarse de la ma­
nera cómoda y afable que es típica de Venus. Es probable que el
individuo se sienta torpe y fuera de lugar en situaciones sociales co­
rrientes en las cuales se espera que él participe franca y libremente.
No es capaz de crear con facilidad una sensación de que es igual a
los demás; el resultado de esto es cierta dosis de alejamiento. No
obstante ello, puede que interiormente sea muy reflexivo pero care­
ce de fluidez con los otros, y es más analítico y escudriñador que lo
que muestra en la superficie. Aunque a veces es aparentemente indi­
ferente y casi antisocial, puede ser muy profundo y comprensivo en
lo que atañe al carácter subjetivo de las personas. Cuando aprenda a
176
ordenar constructivamente las facetas de su modo de amar, valién­
dose para ello de un cuidadoso examen personal, entonces tal vez se
halle mejor capacitado para salir del segundo plano donde se halla y
expresar sus sentimientos con mayor frontalidad y claridad.
Tan pronto este Yod se activa y expresa, el individuo muestra
más interés en actuar desde el plano social. Se siente impulsado a
encauzar sus energías hacia el cultivo de valores colectivos. Tan pronto
llega a las encrucijadas que el destino le tiene preparadas, sus aso­
ciaciones tienen un nuevo significado y las relaciones que él atrae
pueden esta vez ayudarle para que cumpla definidamente sus objeti­
vos. En ocasiones, esta crisis fatal puede catalizarse mediante la con­
creción de una vasta meta social que podrá ser disfrutada mediante
el avanzado desarrollo de algún talento o atributo personal que el
individuo estuvo depurando subjetivamente durante largo tiempo.
Tal vez descubra que es capaz de ejercer una marcada influencia
sobre las estructuras de valores de los demás, y aceptar la sensibili­
dad de ellos de un modo que los ayude a mejorar su propio bienestar.
Puesto que la naturaleza de sus propios afectos puede ahora concen­
trarse mejor, el individuo también tal vez descubra, en esta hora se­
ñalada, que su personal vida amorosa es notablemente más satisfac­
toria y que ahora está mejor capacitado para ser más profundamen­
te participativo y agradable con los otros. Además, sus esfuerzos cons­
tantes para amoldarse y reorganizarse interiormente le permiten es­
tar más plenamente capacitado para amarse y valorarse de verdad;
el resultado de esto es un grado más persistente de contento y segu­
ridad. La nueva dirección que el Yod estimula puede implicar la
participación del individuo en bellas artes, empresas de carácter so­
cial, asesorías o asuntos legales. (Friedrich Nietzsche; Yves St. Lau­
rent.)

Marte focal o «apex»


Marte focal o «apex» indica un individuo que inicia su vida
aplicando ineficientemente sus energías físicas o teniendo dificultad
para emprender directa y francamente sus cuestiones personales. Es
probable que suela necesitar corregir o modificar el método con que
se haga valer. Los esfuerzos que realiza tal vez no den en el blanco
durante un tiempo, hasta que aprenda a enfocar claramente, con su
capacidad real, lo que interiormente le motiva, de modo que le sea
posible enfrentar las situaciones organizándose más inteligentemente.
177
De lo contrario, este individuo tiende a sumirse en actividades ca­
rentes de una dirección definida; el resultado de esto es un impro­
ductivo consumo de energías. También es probable que tenga que
modificar sus instintos agresivos. Lo típico en él es que tiende a im­
pedir que sus fuertes pasiones se exterioricen, pero luego puede vol­
ver estos impulsos hacia sí mismo de manera autoderrotista. O bien,
puede evidenciar una cólera fuera de lugar y apuntar su hostilidad
hacia blancos que no corresponden. Cuando este individuo tiene a
Marte focal o «apex», sus tensiones sexuales tal vez le incomoden y
no encuentre salidas adecuadas para liberarlas cuando sea necesario.
En general, puede estar fuera de tono consigo mismo, debido a la
actitud indirecta que él adopta en lo que atañe a la satisfacción de
sus deseos naturales.
Tan pronto este Yod está maduro para entrar en actividad, el
individuo puede hallarse concentrado en un nuevo rumbo de su exis­
tencia, el cual le exige que ejercite externamente su actividad. Este
nuevo período de su vida puede manifestarse un tanto repentina­
mente, tal vez bajo una aguda situación crítica que le obligue a em­
prender nuevos comienzos, dinámicos y precursores, que entrañen
valentía y temeridad. A esta altura, tal vez llegue a percibir muy bien
que deberá hacerse cargo independiente y totalmente de su vida y
poner en evidencia su total independencia. Su ritmo de vida ya no le
permite ahora titubeos, vacilaciones ni acciones indirectas, sino que
le obliga a reaccionar con mucho vigor y decisión. Marte enérgico,
como planeta focal o «apex», podría sugerir que este individuo ten­
dría que cortar ataduras del pasado o romper abiertamente (durante
esta hora señalada para enfrentarse consigo mismo) con anteriores
seguridades reconfortantes. Tiene que concentrar unidireccional­
mente toda su atención en esta nueva senda y aprender a adaptarse
con rapidez. Tan pronto el individuo aprenda a ver aquí las cosas
con más claridad, podría estimularse bastante, a fin de trabajar con
ahínco y ocuparse con diligencia de esta emprendedora fase de su
vida. Lo normal es que actúe solo, sin que, en gran medida, los de­
más le estorben. Un Yod mal manejado con este planeta focal o «apex»
podría, sin embargo, tener como resultado fatales y cruciales conse­
cuencias, debido a las acciones temerarias o violentas que el indivi­
duo emprenda. Necesita aprender a corregir y encauzar su terque­
dad. (Friedrich Nietzsche; William Blake; Emily Dickinson; Carl
G. Jung; George Bernard Shaw; Richard Nixon.)
178
Júpiter focal o «apex»
Júpiter focal o «apex» señala un individuo que está expan­
diendo subjetivamente su consciencia, ampliando la visión que él
tiene acerca de la sociedad y enriqueciendo su evolución moral de
manera reflexiva, durante muchos años, antes de ser capaz de que
este Yod le despierte totalmente. Puede iniciar su vida con la sensa­
ción de que está fuera de tono con las leyes de la sociedad, con las
religiones y con los códigos morales que, no obstante, es de esperar
que él acate. Anhela de manera innata experimentar personalmente
inspiración, elevación y libertad personal, además de depositar su fe
en algo que sea viable. Sin embargo, raras veces es capaz de encon­
trar en el mundo externo paradigmas que le satisfagan y, por eso, se
ve obligado a volverse hacia su interior y preguntarse por qué esto es
así. Habitualmente, los Quincuncios con Júpiter que operan en este
elevado plano mental, raras veces son perturbadores y a menudo
son beneficiosos. Los constantes amoldamientos intelectuales que el
individuo sufre mientras reflexiona sobre esas cuestiones abstractas
pueden hacer que la mente sea accesible y receptiva respecto de to­
das las teorías y probabilidades nuevas. Sin embargo, en un plano
más mundano, los Quincuncios con Júpiter pueden resultar entera­
mente desorganizadores y carentes de practicidad. Lo normal es que
el individuo no maneje muy bien sus asuntos diarios. Tiende a que
sus esfuerzos sean incoherentes y no logra prestar atención a por­
menores que son necesarios. Sus expectativas casi siempre dejan de
ser promisorias porque se inclina a posponer, a usar un criterio defi­
ciente o incluso excederse. Si bien raras veces le falta interiormente
la fe en que finalmente concretará sus metas, necesita corregir su
actitud respecto de cómo aplicará su fe. Está aprendiendo a darse
cuenta de que el mejoramiento que él idealistamente planifica, nece­
sita paciencia, oportunidad y persistente esfuerzo personal, además
de una dosis mayor de sentido común.
Tan pronto este Yod se ponga en actividad y se exprese, el in­
dividuo se hallará con frecuencia en un período de su vida en el que
esté dispuesto a prescindir de una creencia anterior o de una ideolo­
gía que sostuvo durante largo tiempo y, en cambio, a adoptar, en lo
que al mundo concierne, otra visión que le inspire para alinearse
más eficazmente con lo que su espíritu interiormente necesita. Es
común que, debido a un giro aparentemente providencial del desti­
no, al individuo se le ofrezcan mayores oportunidades para que for-
179
me parte de un modelo social más vasto, que se desarrolla de mane­
ra ideal. Ahora puede descubrir que, en el plano social, extendió su
influencia de modo que se siente motivado para usar con bondad y
desinterés el nuevo plano de sus percepciones. Necesitará toleran­
cia, si ha de aprovechar este Yod. La vida puede permitirle el privile­
gio de difundir sus conceptos sociales o abstractos en un esfuerzo
por estimular la mentalidad colectiva. El optimismo natural y el an­
helo de expansión, propios de Júpiter, sugieren que el individuo es
capaz de amoldarse muy bien a la transición que le está destinada, y
a menudo se siente confiado y positivo acerca del nuevo rumbo de
los acontecimientos de los que ha de ocuparse. Raras veces pone
aquí en duda la rectitud de su rumbo y actúa como si estuviera obran­
do bajo una gufa y una protección superiores. A veces, esta situación
decisiva es activada por oportunidades para que realice grandes via­
jes (variadas peregrinaciones) o estudios avanzados. Sin embargo, si
a este Yod se lo genera y maneja mal, permite, sin embargo, que el
individuo impresione fuertemente a la consciencia colectiva pero,
en última instancia, con consecuencias fatales, las cuales son pro­
ducto del propio engrnndecimiento del individuo. (Charles Dickens;
Andrew Carnegie; Kirpal Singh; Adolfo Hitler; Wemer von Braun;
Pat Nixon.)

Saturno focal o «apex»


Saturno focal o «apex» podría ser considerado un Yod muy
kármico, junto con Saturno que brinda más apoyo a la tendencia
«fatal» que caracteriza a esta configuración. Indica que la oportunidad
y la madurez interior son crucialmente decisivas respecto de la dis­
posición que el individuo tenga para encarar esta crisis, y que proba­
blemente fracasaría de manera lastimosa si intentase forzar impru­
dentemente ese nuevo rumbo antes de que todas las cualidades ne­
cesarias hayan madurado. Sin embargo, hasta que en su vida llegue
a esta encrucijada especial, el individuo empieza normalmente a
amoldarse de manera continua en lo que concierne a su propia segu­
ridad y conservación personal. Tiende a inquietarse y sentirse inse­
guro en su lucha por satisfacer sus deseos de estar resguardado, tal
vez porque las figuras que investían autoridad cuando él era jovenci­
to eran ambiguas o incoherentes cuando procuraban estructurar su
personalidad. El individuo suele estar fuera de tono con su capaci­
dad para estructurar y definir su propia identidad mientras está cre-
180
ciendo y, en ocasiones, quizás se sienta en su medio un paria a quien
nadie quiere. Aquí pueden hallarse muy arraigadas las actitudes
autoderrotistas que las duras circunstancias externas robustecen más.
Los dos Quincuncios con Saturno indican que el individuo se siente
inicialmente muy fuera de lugar, insignificante y tal vez doloro­
samente al tanto de cualquier deficiencia (económica y también psi­
cológica) que él tiene. Sin embargo, debido al carácter correctivo del
Quincuncio, a lo cual se suma el impulso natural de Saturno a ven­
cer los obstáculos, este Yod está muy bien preparado para experi­
mentar cuanto sea necesario en términos de reorganización a fin de
asegurar que el mundo sea estable y funcione con eficiencia.
El individuo puede estar preparándose internamente con este
Yod que le pone a prueba; para ello se vale de una fuerza interior
cuya graduación es nueva. Sin embargo, este Yod puede librarle de
las actitudes negativas y agobiantes que han pesado largo tiempo
sobre su alma. Tan pronto este Yod se activa, el individuo se orienta
con firmeza hacia una dirección que en su vida es conveniente; en
ella él es capaz de evidenciar que es especialmente capaz para asu­
mir responsabilidades sociales y actuar muy definidamente. A esta
altura, él ahora permite que sus ambiciones se pongan totalmente
de manifiesto y se concreten con más eficacia en el mundo exterior.
Es probable que las principales crisis de la vida ocurran cuando este
individuo haya evidenciado suficiente disciplina personal, firme con­
centración y fortaleza. Ahora ha de abordar un destino que puede
ser sumamente importante para la evolución de su alma y que él ha
de encarar muy resuelta y comprometidamente. La nueva senda tien­
de a tener graves implicaciones y no ha de ser encarada a la ligera. A
partir de este tiempo señalado, es probable que, en adelante, el indi­
viduo trabaje con ahínco y mucha dedicación en pos de una meta
singular que en su vida puede desarrollarse lenta pero definidamente.
Aquí se destacan muchísimo las consecuencias fatales, sobre todo si
el individuo opta por ignorar esta senda exigente que una vez inicia­
ra. Aquí, «fatal» no implica un destino trágico sino que puede seña­
lar una sensación de fracaso y desesperación personal. Parece razo­
nable suponer que este Yod podría producirse en algún momento
entre los 28 y los 30 años del individuo, cuando experimente tam­
bién el primer Retomo de su Saturno (que en sí mismo puede ser
una crisis importante). En esta época, tal vez adopte en su vida un
nuevo rumbo que le permita alcanzar en la sociedad un puesto
181
significativo y muy respetado. (Johannes Brahms; Antón Chejov;
T homas Jefferson; Lewis Carroll; Máximo Gorld; Alfred Lord
Tennyson; León Trotsky; Bernard Baruch; Marcia Moore.)
Cuando el planeta focal o «apex» del Yod resulta ser uno de
los planetas de la Octava Superior, podría indicar una crisis más es­
pecial para el individuo. La nueva senda de su existencia puede se­
ñalar realmente su capacidad para encauzar magnéticamente y fo­
mentar la evolución corriente de un destino colectivo. Este indivi­
duo puede sufrir en lo personal una modificación importante en los
vectores de su vida que le permitan impresionar de manera destaca­
da al mundo en general y ayudar a la humanidad a que se amolde de
acuerdo con las necesidades de la sociedad. Esto es similar a la posi­
bilidad evidenciada por un planeta focal o «apex» de la T Cuadrada,
que se encuentre en una Octava Superior. La diferencia consiste en
que el individuo con este esquema no tiene el impulso consciente de
poner de manifiesto su rol fatal de la manera enérgica y vehemente
de quien tiene la configuración de la T Cuadrada. En lugar de ello, es
casi como si un vuelco del destino le hubiera elegido para que repre­
sentase ese papel cósmico. Aquí hay factores inconscientes que es­
tán sumamente activos. Es interesante señalar que la mayoría de los
ejemplos de personalidades famosas con Yods natales también tenía
el punto focal que involucraba un planeta en una Octava Superior.
Compárese esto con el único ejemplo que di para un Yod con el Sol
focal o «apex». Esto tal vez sugiera que, puesto que los planetas de
una Octava Superior ya son sumamente impersonales, transforma­
dores y colectivos en su enfoque, a las personas que tengan esos pla­
netas focales les es menos difícil gravitar en un rumbo fatal que todo
el mundo pueda conocer y sentir. Esto no debería sugerir que esos
planetas focales no puedan usarse de modos menos altruistas y
desinteresados, o incluso usarse para el bien supremo del individuo
(puesto que cualquier Yod puede ser mal manejado). Sin embargo,
en general, estos tipos de Yods son menos proclives a concentrarse
exclusivamente en el ámbito en el que el individuo actúa. En lugar
de ello, le obligan a que proyecte su interés hacia actividades más
vastas y abarcantes.

Urano focal o «apex»


Urano focal o «apex» describe un individuo que inicia su vida
sintiéndose muy diferente y acentuadamente fuera de tono con el
182
entorno de su juventud. Suele estar amoldándose, de manera cons­
tante y a veces irregular, intentando habérselas con su singular modo
de ser, mientras aprende a integrarse con los demás, de una manera
fundadamente convencional. Puesto que Urano es un planeta de ener­
gía mental vivaz, el individuo aceleró de tal modo su evolución ner­
viosa e intelectual que puede tener problemas de comunicación con
los demás en el plano del mundo corriente. Lo ve todo desde un
punto de vista singular, y raras veces es capaz de amoldarse y
estructurarse para avenirse a procedimientos incluso corrientes y
establecidos. Este individuo, que suele oponerse y ser rebelde, tiene
que aprender a modificar su terquedad antes de una eventual expec­
tativa de manejar libremente el nuevo rumbo señalado por el Yod.
Su renuencia innata a participar en actividades cotidianas necesita
transformarse en un deseo impersonal, pero humanitario, de refor­
mar y mejorar todo. Las circunstancias que suelen impulsar su cam­
bio fatal en el rumbo de su vida tienden a surgir de manera repenti­
na e inesperada y, en cierta medida, implican una ruptura con pla­
nes elaborados y puestos en marcha con anterioridad. Lo normal es
que esto se manifieste como un cambio inexplicable de actividades;
esto puede causar conmoción en ese momento y generar nuevos y
prácticos modos de expresarse. Es probable que el nuevo rumbo que
el individuo tiene destinado privilegie su originalidad y le permita
expresarse con más libertad. Su actividad tal vez sea más directa y
mejore el bienestar de un grupo o de una empresa colectiva progre­
sista.
El papel que el individuo representa en este período señalado
de su vida es, en sí mismo, catalítico o, al menos de algún modo,
extraordinario. Todos sus años de preparación interior le permitieron
librarse del predominio de la mediocridad y tener, a su debido tiem­
po, el singular privilegio de ayudar a establecer la consciencia social
y alentar una mayor cooperación colectiva. Si este Yod se usa sólo en
el plano personal (puesto que la elevada energía de las Octavas Su­
periores no puede ser aguantada siempre por el sistema nervioso del
individuo, y por ello tal vez su aplicación universal tenga que redu­
cirse a una expresión estrictamente personal), es probable que el
individuo emprenda una senda nueva y emocionante que le permita
un mayor grado de vivacidad e independencia. Tiende a ser un pre­
cursor y, normalmente, lo es de una manera sumamente creativa;
por ello, maneja el nuevo rumbo de su vida con mucha inventiva e
183
innovación. Sin embargo, si se suscita y maneja mal este Yod, enton­
ces sugiere súbitas repercusiones provenientes del entorno, las cua­
les modifican radicalmente el estilo de vida del individuo y, a menu­
do, contra su voluntad. Esta situación crítica puede producirse por­
que el individuo no tolera los convencionalismos, es destructivo, se
rebela contra las normas y hasta llega a ser un forajido. En este tiem­
po que el individuo tiene señalado, pueden ocurrirle cambios arro­
lladores que raras veces le dejan igual que antes, pero tienden a crear
irrevocables resquebrajamientos en su entorno. (Franz Schubert;
Osear Wilde; Aleister Crowley; Upton Sinclair; Alfred Adler;
Aldous Huxley; Yogananda; General Douglas MacArthur; la
Duquesa de Windsor; Dag Hammarskjold; John F. Kennedy;
George Wallace; Henry Kissinger; Barbara Watters; Johnny
Carson.)

Neptuno focal o «apex»


Neptuno focal o «apex» indica un individuo cuya modalidad
de vida se inicia con la sensación de no tener contacto con lo real y
corriente del mundo y su entorno; su anhelo es hallarse en otro sitio
en el que la vida sea más tranquila, pacífica y bella en todos los pla­
nos. Preferiría dejar de amoldarse a las necesidades de la sociedad,
permaneciendo dentro de la torre de marfil de sus sentimientos, y
contemplar, desde una distancia segura y reconfortante, cuán duro
es el mundo real. Es evidente que es errónea y deformada su interpre­
tación de las situaciones que le son ajenas; esto hace que en su fuero
íntimo esté muy inquieto y hasta temeroso cuando la vida es incapaz
de afianzar su visión idealista. La persona que tiene este Yod debe
amoldar constantemente su emocionalismo si psicológicamente ha
de sobrevivir y adaptarse al entorno al que, de todas maneras, debe
someterse. El desorden de sus sentimientos tiende a causarle gran
aflicción y confusión, y le incita a que eventualmente busque el modo
de enmendar eso si alguna vez ha de hallar paz dentro de sí. Median­
te un empeñoso examen de aquello en lo que él es vulnerable, podrá
aprender, a su debido tiempo, a dejar de buscar, para expresarse,
vías que sean escapistas e improductivas. Los Quincuncios con Nep­
tuno representan, en su carácter, facetas notablemente desconectadas
de las circunstancias reales y corrientes; por esa razón, necesitan
mayor estructuración y definición. Se amolda interiormente de ma­
nera muy sutil, y es probable que, durante muchos años, ni él ni los
184
demás vean esto con claridad. Aunque posee una imaginación muy
fértil, raras veces la aplica de manera constructiva y viable. Los pro­
blemas se agravan más a causa de su derrotismo y a su convicción de
que no vale nada. Sin embargo, durante estos años de ocasional so­
ledad e insatisfacción, y a pesar de ello, el individuo se está prepa­
rando para seguir en su vida un nuevo rumbo en el que pueda em­
plear más productivamente su idealismo y su sensibilidad.
Cuando este Yod se activa del todo, el individuo llega en su
vida a la esperada bifurcación del camino; entonces, empieza a des­
lizarse por la nueva dirección que se le presenta. A esta altura, su
destino le orienta y alienta para que consagre su vida a la búsqueda
de un amor sensiblemente ideal y último, a una belleza que no es de
este mundo o al descubrimiento de una unidad universal de la exis­
tencia, la cual combina toda forma de energía manifiesta, de una
manera que pone de relieve un sentido de totalidad creadora. Puede
emprender su senda con mucha inspiración, dedicación y desinte­
rés. A veces, esa senda le exigirá que, durante un tiempo, trabaje en
silencio, en el anonimato o en secreto, antes de que él se dé a cono­
cer y efectúe su contribución al mundo. Se amolda a éste pasando,
cuando menos, por períodos en los que se aísla y aparta de los de­
más, mientras en lo más íntimo apela a sus reservas espirituales.
Este Yod suele activarse cuando el individuo se capacitó eficazmen­
te para sacrificar sus deseos temporales en aras de un ideal más im­
portante y, a menudo, más sutil. Este cambio de rumbo en su desti­
no puede, sin embargo, estar colmado de incertidumbres, ilusiones
y decepciones (especialmente en aquellos casos en los que el indivi­
duo sigue sin amoldarse); no obstante ello, eso podría ponerlo más
en sintonía con el Corazón del Universo. Su papel podría ser el de
sanador compasivo, defensor de los ignorados por la sociedad, artis­
ta inspirado o el ser iluminado capaz de sondear los profundos miste­
rios de la vida. Sin embargo, si este Yod se activara y manejara inco­
rrectamente, podría señalar al mártir o víctima de la sociedad, quien
con su descontento atrae hacia sí experiencias desestabilizantes que
debilitan y subrepticiamente arruinan todo su ser (normalmente, esto
se debe a su renuencia a encarar y resolver los elementos emociona­
les dolorosos que se hallan sepultados en su psiquis). (Leonardo da
Vinci; Isaac Newton; Yogananda; Meher Baba; Marlon Brando;
Richard Burton; Robert Kennedy; Christine Jorgenson.)

185
Plutón focal o «apex»
Plutón focal o «apex» indica un individuo capaz de iniciar su
vida con considerable profundidad perceptiva e intensidad emocio­
nal, aunque raras veces sea capaz de revelar estas cualidades. Lo
normal es que sus sagaces percepciones no sean compartidas ni en­
tendidas por los demás. Por ello, tal vez tienda a recogerse más en lo
recóndito de su ser y a considerarse fuera de tono con las actividades
superficiales y mundanas de su entorno. Su falta de amoldamiento
tal vez se destaque aquí más que en cualquier otro esquema de Yod,
puesto que las actitudes que es menester corregir son profundas y
tienden a ser muy estacionarias. A su debido tiempo, el individuo
advierte que su incapacidad para que alguien pueda directamente
afectarle tiene un efecto hondo y perturbador sobre él. Aunque su
modo de comportarse sea un tanto antisocial, es capaz de observar
con agudeza y captar en los demás mínimas sutilezas que la mayoría
pasa por alto. Hasta la interacción más común y cmriente en el mundo
puede revelarle íntimos modos de ser y simbolizar un más potente
intercambio de energía. Este individuo introspectivo no es proclive
a simplificar su modo de ver la vida, pero puede enfrascarse muchí­
simo en las potenciales complicaciones que ella tiene. Sin embargo,
puesto que a menudo carece de objetividad y su modo estricto de
ver las cosas está desenfocado, tiene que aprender a atemperar sus
observaciones con mayor moderación, ductilidad y equilibrio emo­
cional. Este Yod posee fuertes tendencias latentes de carácter kármi­
co, parecidas a las de quien tiene a Saturno focal o «apex». Entre
otras cosas, las circunstancias establecidas, que operan antes de que
este Yod se active totalmente, demuestran que no son esenciales para
la evolución que está en marcha, un vez que se ha seguido la nueva
senda. Por ello, es probable que aquellas condiciones sean destruidas
o abandonadas por completo en el curso de este cambio para el cual
el individuo está destinado.
Nuevas e importantes situaciones, que cobran vida al adoptar
el individuo este rumbo, le incitan a que se rinda ante ellas, sugirién­
dole que, en el plano psicológico, debe aceptarlas. Aparentemente
tal vez le fuercen a ello, con poca o ninguna opción a la vista. He
aquí lo que es típico de Plutón: algo de su pasado modo de expresar­
se debe morir en el individuo o regenerarse antes de que él pueda
abordar provechosamente esta transición. En otras palabras, des­
pués de llegar el individuo a estas encrucijadas, no está destinado a
186
retomar a objetivos que anteriormente deseó. Su preparación inte­
rior, durante estos años pasados en el anonimato y en secreto, le
capacitaron para que se adaptase a un nuevo grado de fuerza y le
permitieron purificarse de todo lo que antes lo volvía vulnerable... y
renacer durante ese proceso. Este Yod puede forzar al individuo a
que ocupe un puesto en el que ejerza un alto mando y hacer que
organice y dirija en la sociedad instituciones de muy alto nivel. Pue­
de ocuparse de cuestiones que le exijan una compleja planificación o
dedicarse a reducir los problemas a sus factores fundamentales. El
papel que se le asigne podría consistir en encargarse de explorar los
recursos desconocidos y poderosos con que la humanidad cuenta. O
bien, en anunciar el nuevo orden de las cosas venideras y, de ese
modo, revolucionar conceptualmente al mundo. Si este Yod se usa
en lo personal, pone al individuo en contacto con un campo de acti­
vidades en el que podrá usar creativamente su mente profunda y su
sagaz intuición. Tal vez siga una especialidad que le permita descu­
brir el sentido íntimo de las cosas, con escasa distracción o interfe­
rencia del mundo externo. Sin embargo, si a este Yod potente se lo
activa y maneja incorrectamente, podría sugerir cambios inevitables,
capaces de hacer que el individuo descienda a un plano de anonima­
to y aislamiento que lo frustre más. Esto puede ser provocado por el
individuo mismo, a causa de sus pasiones autodestructivas, a sus
vanos intentos para manipular o coercer a los demás o, sencillamen­
te, a su empecinada y abie11a oposición para socavar la autoridad
existente. (Ralph Waldo Emerson; Stephen Foster; el Almirante
y explorador Richard Evelyn Byrd; J.P. Morgan; J. Edgar Hoover;
Gerald Ford; Charlie Chaplin.)

Notas:

Al H. Monison, Mercury Hour (7a. edición extraordinada), enero de 1980, pági­


na 62.
2 Thyrza Escobai� Side Lights of Astrology, Golden Sea!, California, E.U.A., 3a.
edición, 1971, página 44.
3 Helen Paul, Biidget Mary O'Toole, The Yod and Other Sensitive Points in Your
Horoscope, Vulcan Books, Seattlc, Washington, E.U.A., 1977.
4 Barbara Watters, The Astrologer Looks at Murder, Vahalla Paperbacks Limited,
1969, Washington, D.C., E.U.A., página 115.
187
Capítulo IX

Los Planetas no Aspectados


Aunque hasta ahora este libro se concentró en los Aspectos de
la Carta, puede resultar importante estudiar un planeta que en el
horóscopo aparezca como no aspectado. El término «no aspectado»
puede ser confuso, puesto que un planeta formará invariablemente
el esquema de un Aspecto... por medio de Aspectos menores, cone­
xión con los ángulos de la Carta, puntos medios o armónicas. Sin
embargo, a un planeta no aspectado se lo define corrientemente como
el que no forma Aspectos mayores dentro de un orbe razonable (aun­
que lo que determina el «orbe razonable» es todavía un tema contro­
vertido y debatido). Los astrólogos tropezarán cada tanto con esos
planetas. El mejor recurso de que tal vez disponemos y que nos
brinda una selección de diversas opiniones de carácter astrológico
sobre planetas no aspectados es la obra de Geoffrey Dean, titulada
Recent Advances in Natal Astrology (publicada por la Asociación
Astrológica de Inglaterra, en 1977). Dean consagra todo un capítulo
a comentar este fenómeno. La opinión generalizada de los astrólo­
gos es que, si bien no es necesariamente débil, un planeta no aspec­
tado no se integra fácilmente con otros componentes de la psiquis
(representados por los otros planetas). Esta es también mi actitud
respecto de los planetas no aspectados. Sin embargo, aunque estos
planetas tal vez no se interrelacionen muy bien, su principal diferen­
cia consiste en que, al menos, pueden seguir siendo, para mejor o
para peor, más acentuadamente fieles a su propia naturaleza que los
planetas aspectados.
Un planeta no aspectado puede dar muestras de expresarse de
manera muy vehemente y unidireccional, puesto que su energía ca­
rece de los matices de otros planetas que funcionan por medio de
otros signos. Y puesto que no se hallan involucradas otras Casas,
este planeta tiende a concentrar su manifestación circunstancial en
un solo sector destacado. No se descubre una fusión de principios y,
/89
por ello, tampoco una clara modificación de la innata expresión de
ese planeta. Sin embargo, cuando los planetas carecen de Aspectos,
no son alentados a expresarse de la manera multifacética de los pla­
netas aspectados. En un estudio personal que le demandó dos años,
el doctor Dean estableció que, si bien los planetas no aspectados se
expresan ciertamente en el carácter de un individuo (él rechaza que,
en la Carta, sean «notas mudas» 1 ), parecen más difíciles de contro­
lar en su expresión que los planetas aspectados2 . Asimismo, dice que
«el principio de un planeta no aspectado tiende a encenderse o apa­
garse sin términos medios, y que el nativo oscila entre estar encendi­
do y estar apagado. Por ende, otra excelente descripción general de
esto es ésta: 'todo o nada'» 3 . Dean termina diciendo que, debido a
esta característica oscilante, es muy difícil evaluar la fuerza del pla­
neta no aspectado.
Thyrza Escobar sugiere que un planeta no aspectado puede
tener una influencia «sumamente destacada» 4. Doris Hebel consi­
dera que esos planetas son «importantes, característicos e irregulares;
y que la dirección de su influencia ... es impredecible» 5 . Este rasgo
característico pero irregular cuenta con el apoyo de Eugene Moore,
cuya teoría sobre los planetas no aspectados es interesantísima. En
un seminario que tuvo lugar en Atlanta, Estados Unidos de América,
ante la Sociedad Astrológica de esa ciudad6, Moore expresó que un
planeta no aspectado se comporta de manera similar a Urano. Él
cree que este planeta muestra dónde un individuo es único. Aquí, el
planeta puede encauzar su acción de manera incierta, espasmódica
e irregular. Aunque tiende a ser inestable, podría representar al ge­
nio. Por ejemplo, Moore interpreta que un planeta con un Sol no
aspectado es sumamente independiente y apartado de influencias
externas y hace que esta persona sea virtualmente una isla para con­
sigo misma. El Ayatollah Khomeini tendría un Sol no aspectado, si
los datos de nacimiento que de él se dan son los correctos ( 17 de
mayo de 1900). La descripción de Eugene Moore coincidiría con la
personalidad de este terco patriarca. Además, es interesante señalar
que la opinión de Moore, cuando dice que un planeta no aspectado
es «espasmódico e irregular», guardaría relación con lo que el doc­
tor Dean descubriera: que los planetas no aspectados tienen, como
propiedad, la de «encenderse y apagarse».
A fin de interpretar qué podría significar natalmente un pla­
neta no aspectado, tal vez sea importante inquirir, en primer lugar,
190
por qué es apropiado empezar con los Aspectos. Opino que los As­
pectos permiten que cualquier planeta en estudio fomente más ex­
periencias perceptivas al involucrarse con otros planetas. Los Aspec­
tos estimulan a un planeta para que demuestre lo que puede hacer y,
con ello, desarrolle su capacidad innata para expresarse mediante
diversas experiencias. Los Aspectos permiten que los planetas com­
binen sus fuerzas de una manera que ofrezca nuevas dimensiones a
los dos planetas en cuestión. En consecuencia, si cualquier planeta
no está aspectado, su impulso psicológico es menor como para que
se ramifique en una actividad de más plenos alcances, la cual es nor­
malmente típica de los planetas aspectados. Aunque no esté aspecta­
do, ese planeta (por el hecho de que no se asocia con otros planetas)
debería comportarse de manera sumamente autónoma. Los plane­
tas no aspectados pueden manifestarse como conjunciones exactas
en términos de un impulso y un interés vehemente concentrados en
un solo propósito. Sin embargo, a diferencia de una conjunción
natal, un planeta no aspectado tiende a experimentar una sensación
de aislamiento al ocuparse de sus principios fundamentales. Puesto
que aquí participa un solo planeta, por ningún concepto se fusiona o
sintetiza con cualquier otro planeta. Como ausente la dinámica de la
conjunción, la consciencia de sí no surge fácilmente mediante la ac­
ción personal. A diferencia de los planetas en conjunción, este pla­
neta expresa más totalmente su modo de ser, pero por lo común, de
una manera intensamente automática aunque irregular. Otros pla­
netas ayudan a modular la expresión de un planeta mediante aspec­
tos conexos que aquí no se hallan.
¿Hay algo que modifique un planeta no aspectado? Por lo
menos, el signo en el que un planeta no aspectado cae se destaca
más y, en consecuencia, su influencia es mayor. La posición por Casa
puede destacarse singularmente, si allí no está ubicado otro plane­
ta... singular, a menos de acuerdo a cómo el individuo se relaciona
personalmente con los asuntos de esa Casa. Puesto que un planeta
no aspectado carece de cuadraturas u oposiciones con él, no sufre la
tensión o el agobio de las exigencias corrientes de la vida ni experi­
menta la fuerza impetuosa y extraordinaria que es típica de ese mis­
mo planeta cuando se halla sujeto a configuraciones que implican
tensiones. Tal vez este planeta esté logrando cierto grado de evolu­
ción que de otro modo no puede brindarse si se halla fuertemente
aspectado. Si bien las vías de expresión personal y creadora (sugeri-
/ 9/
das por los Trígonos y Sextiles) tal vez resulten más difíciles de atraer
o incluso de apreciar, sin embargo el planeta no aspectado podría
ser capaz de manifestar de manera sensacional lo que él puede hacer
dentro de un ámbito exclusivo de la existencia (indicado por su posi­
ción en la Casa y por medio de la dinámica de su Signo). También
podría expresar mucho de sf mismo por medio de la Casa (o de las
Casas) de su regencia en la Carta.
Un planeta no aspectado podría asumir el carácter de un sol­
terón, por el hecho de que puede convertirse en un conspicuo foco
de atención. Sin embargo, a diferencia de un solterón, no puede fil­
trar la combinada mezcla de planetas del horóscopo. Pienso que un
rasgo que parece destacarse en un planeta no aspectado es su carác­
ter impredecible. Habitualmente, la presencia de Aspectos con ese
planeta nos impulsa a efectuar estimaciones acerca de cómo cual­
quier planeta podría concretar sus impulsos. Sin embargo, puesto
que no tenemos Aspectos que podamos estudiar, ¿qué ha de esperar
un astrólogo en cuanto a lo que ese planeta exprese? Es probable
que existan otros factores desconocidos que regulen la manifesta­
ción de principios existenciales más allá de lo que actualmente se
conoce por medio de la disciplina astrológica, tal como ha evolucio­
nado hoy en día. La astrología, igual que todo lo demás, se halla
sujeta a un proceso evolutivo (el cual debería patentizarse cada vez
que es descubierto un nuevo planeta y se lo suma a esa disciplina).
No tendríamos que suponer que todo cuanto existe se halle conteni­
do, de manera exclusiva, dentro del sistema solar basado en arqueti­
pos astrológicos (como típicamente lo suponemos cuando describi­
mos los procesos existenciales que el Zodíaco nos indica).
¿Qué nos contestarían si dijésemos que la astrología que toma
a la Tierra como base es sencillamente el trampolín necesario para
que, a su debido tiempo, los seres humanos incursionen en concep­
tos de la existencia que son completamente extraños? ¿Qué nos res­
ponderían si dijésemos que arquetipos galácticos más poderosos, que
nosotros desconocemos, dirigen el mecanismo de los fenómenos de
la Astrología que toma a la Tierra como base? Hablemos sin tapujos:
ni siquiera sabemos si las fórmulas astrológicas que aplicamos a
nuestra condición humana son absolutas. Por ello, si un planeta no
aspectado tiende a mostrar periódicamente acciones incontroladas
o momentos de fluctuante expresión que son difíciles de explicar, el
impulso para que actúe de ese modo podría deberse a procesos que
192
todavía no estamos preparados para conocer. Se ha demostrado que
estos planetas tienen períodos de actividad esporádica, sin razón
aparente (o sea, que no se debe a tránsitos ni progresiones). Nos es
difícil explicar, con nuestro limitado conocimiento, cómo la expre­
sión de estos planetas se genera sin los estímulos de algún Aspecto.
Teóricamente, parecería importante señalar si el planeta no
aspectado en cuestión es retrógrado, estacionario, interceptado o en
conjunción con un ángulo (puesto que todos estos fenómenos pue­
den ocurrir independientemente de los contactos con Aspectos de
otros planetas). Se necesitan estudios y cuidadosas observaciones
antes de que los astrólogos puedan arribar a conclusiones concretas.
Los siguientes esbozos son estrictamente los que nos sugieren algu­
nos modos con que un planeta no aspectado, cuando se halla en la
Carta natal, podría influir sobre el carácter del individuo. Aunque es
importante que se estudien el Signo y la Casa de un planeta no as­
pectado (pues aquéllos hacen que sea más complejo el modo con
que el planeta exprese su impulso), en estas interpretaciones no to­
maremos en consideración el Signo ni la Casa:

Sol no aspectado
Me parece que Eugene Moore está en lo cierto cuando interpre­
ta que un individuo que tenga un Sol no aspectado se comporta como
si fuera una isla consigo mismo. El carácter autónomo y autártico
del Sol, cuando no está aspectado, puede destacarse aún más. Esta
circunstancia debería acentuar un espíritu independiente, pero no
siempre de manera sana y bien equilibrada. Un Sol pesadamente
aspectado sugeriría, en el plano natal, al individuo cuyo impulso es
el de lograr fama y honores en el mundo exterior mediante la exhibi­
ción vibrante y confiada de sus propias aptitudes. Este individuo se
empeña en llamar la atención y en que admiren o ensalcen abierta­
mente sus logros, para sentirse personalmente satisfecho. Por ello,
en forma deliberada intenta irradiar sus energías de manera que lo­
gre impresionar directamente a su entorno. Sin embargo, el indivi­
duo que tiene al Sol no aspectado parece menos impulsado a exte­
riorizarse. Parece buscar la gloria de manera menos evidente y, por
ello, se esfuerza poco en lograr una posición en la que ocupe el cen­
tro de la escena. No obstante ello, motivacionalmente se engríe y se
aprecia mucho. Su autoestima y presunción son importantes para
él, con la ayuda o no de su entorno. Puesto que su fuerza y su integri-
/ 93
dad tienen un origen subjetivo, depende menos de las relaciones ex­
ternas para apoyar su ego. Puede haber echado profundas raíces en
lo más recóndito de su ser, haciendo caso omiso de cuán inestable o
caótico sea lo que le rodea. Ese intenso egocentrismo puede hacer
que parezca insensible y distante, casi como si se hallara totalmente
abstraído dentro del mundo que él mismo fabricó.
El modo interior de ser no se asocia muy bien con otras face­
tas del carácter, las cuales son determinadas por los otros planetas.
Por ello, la individualidad de esta persona raras veces se halla esti­
mulada como para que se exprese totalmente, aunque pueda evi­
denciarse de manera unidireccional en un ámbito singular de su vida.
Los planetas conectados por Aspecto con el Sol logran una mayor
percepción de su bien definida fuerza. Puesto que están ligados con
la vitalidad del individuo, tienden a expresarse de modo más cons­
ciente y creativo, el sentido de dirección que reciben es más firme,
mediante la activación positiva de la voluntad. Los restantes plane­
tas todavía funcionan con un Sol no aspectado, pero sin un tema que
predomine centralmente en la vida, en tomo del cual deban girar.
No ayudan ni obstaculizan los principales objetivos del individuo,
pero sólo porque no se relacionan directamente con aquéllos. Tal vez
los impulsos de estos planetas necesariamente se vean relegados,
porque se los experimenta como meras necesidades secundarias a
las que se atiende y mejora menos. En lugar de ello, el individuo
quizás se dedique más a desarrollar de manera exclusiva sus carac­
terísticas solares netas.

Luna no aspectada
Según mi opinión, la Luna (que representa al principio recep­
tivo y nutricio) es un planeta que necesita conectarse con otros pla­
netas a fin de funcionar adecuadamente. La Luna se ocupa del im­
pulso a apegarse y absorber energía por medio de ese apego. Los
Aspectos con la Luna condicionan al individuo para que, de manera
constante, se amolde funcionalmente dentro de su entorno inmedia­
to; esto le permite amoldar de continuo su centro, a fin de hacer
frente con eficacia a las tensiones del entorno (en este sentido, la
Luna es la compañera natural del Sol). Pero cuando no está aspectada,
esta Luna aislada inclina al individuo a que se sienta innaturalmente
desconectado de su entorno inmediato, sobre todo en el plano de sus
sentimientos. Al individuo tal vez le sea dificil aclimatarse durante
194
largo tiempo a cualquier ambiente y, en consecuencia, se muestre
inquieto, inestable y nada cómodo con sus circunstancias corrien­
tes. Puede experimentar esporádicos períodos en los que su inquie­
tud se aviva muchísimo y los estados de ánimo cambian con rapidez;
como resultado de esto, hay altibajos emocionales. Los otros plane­
tas también matizan fácilmente y dan una estructura definitiva a la
Luna. Si la Luna no tuviera Aspectos, se mantendría amorfa e impre­
cisa como proceso de la personalidad. El instinto natural de conser­
vación tendría menos posibilidad de ser cuidado y sostenido, ade­
más, por otros componentes de nuestro modo de ser (que los restan­
tes planetas nos muestran). El individuo puede evidenciar menos
interés y cuidado por la evolución de esas otras partes de su modo de
ser. Cuando el individuo tiene una Luna no aspectada, entonces el
carácter de sus sentimientos no se debilita necesariamente, sino que
es menos capaz de salir a la superficie y ponerse en evidencia. Sin
embargo, puesto que es menos probable que las emociones surjan y
se expresen abiertamente y, en alguna medida, de manera notable,
esta persona está indecisa, tratando de saber qué es lo que las activa
(puesto que los Aspectos con la Luna más bien nos ayudan a objeti­
var y señalar con precisión nuestras necesidades que a mantenerlas
sepultadas e indefinibles).
Dean descubrió, en su estudio, que los efectos psicológicos de
una Luna no aspectada «podrían ser los más personalmente trau­
máticos de cualquier planeta» 7. Evidentemente, puesto que la Luna
ayuda a un individuo a sentirse protegido, seguro y cuidado dentro
de su ambiente, quien tuviera una Luna no aspectada podría sentir­
se acentuadamente inestable o insólitamente vulnerable, lo cual po­
dría ser traumatizante. Parecería rnzonable que esta Luna solitaria
pudiese acentuar los principios lunares de encierro y aislamiento y
sugerir que el individuo tiende más bien a reprimir sus sentimientos
e impresiones que a permitirles interactuar libremente con otras fa­
cetas de su modo de ser. Y puesto que evolucionan menos porque les
falta expresarse activamente, pueden permanecer en un estado de
inmadurez. Si bien la franca expresión de sus emociones es posible
que se halle disminuida en sus alcances, sin embargo, los sentimien­
tos y preocupaciones del individuo pueden ser muy intensos en el
sector de la Carta donde la Luna está situada.

195
Mercurio no aspectado
Igual que la Luna, Mercurio es otro planeta que aprovecha las
variadas conexiones de Aspectos con otros planetas (aunque, si tene­
mos en cuenta su carácter abstracto, su dependencia es menor en
este contexto). Por cuanto Mercurio representa al principio de la
objetividad clara e imparcial, su influencia puede ser neutra. Sin
embargo, funciona con más eficacia cuando puede combinarse con
otros planetas, puesto que evoluciona de manera excelente median­
te el estímulo de variadas influencias. Mercurio se dinamiza y expre­
sa más sus posibilidades innatas debido a su curiosidad acerca de
aquello con lo que no está familiarizado (su impulso es el de querer
saber cómo funciona la vida en su totalidad). Otros planetas pueden
proporcionar a Mercurio las experiencias intelectuales esenciales que
él busca con avidez. Sin embargo, por cuanto Mercurio no aspecta­
do carece de esta oportunidad de aprender, podría representar al
individuo que raras veces logra que su intelecto se desarrolle y per­
feccione. Aunque la mente suele ser eficaz y capaz, su aplicación
puede ceñirse a una sola cosa. Si bien el individuo tal vez sea capaz
de reunir inteligentemente información sobre cuestiones que atrai­
gan su interés (indicadas por la posición natal de Mercurio), es pro­
bable que no sea tanto lo que él comprenda acerca de sí mismo.
Mercurio nos ofrece la capacidad para que apliquemos la luz de la
razón a todas las facetas de nuestra naturaleza humana, al menos de
una manera que nos incite a cuestionar nuestros impulsos. El indivi­
duo con Mercurio no aspectado podría sentirse menos impulsado a
encauzar la fuerza de su mente hacia la observación y el análisis de
los otros componentes de su personalidad. Por ello, es improbable
que estas otras partes de su psiquis se desarrollen y expresen aprove­
chando una evaluación lógica y objetiva (a menos que caigan en Sig­
nos y/o Casas regidos por Mercurio). Sin embargo, el individuo pue­
de evidenciar una facilidad mental extraordinaria en un ámbito sin­
gular de la vida, sugerido por la posición de Mercurio.
Lo que puede ser beneficioso en lo que atañe a Mercurio no
aspectado, a diferencia de un Mercurio sumamente aspectado, es
que su tendencia a dispersarse y distraerse es menor (puesto que no
se está activando simultáneamente en muchos campos). Empero,
por cuanto se diversifica menos, una mente de esta índole podría ser
menos dúctil y adaptable al cambio (y esto especialmente si su posi­
ción es en un Signo fijo). El individuo se siente menos inclinado a
196
sopesar todos los aspectos de un problema, puesto que se halla me­
nos familiarizado con todos ellos. No necesariamente testarudo o
inflexible, Mercurio no aspectado tan sólo no es proclive a darse cuen­
ta de que el pensamiento tiene opciones y disyuntivas (tal como ocu­
rriría con un Mercurio bien aspectado). Según el estudio de Dean, es
improbable que el deseo de comunicarse disminuya. Sin embargo,
parece producirse en momentos de actividad esporádica (aunque a
menudo de manera brillante), en los que el individuo puede mostrar­
se (mental y verbalmente) hiperactivo. En general, imagino que, en
el plano mental, el individuo se siente aislado y desintegrado.

Venus no aspectado
La perspectiva puede ser menos característica de un Venus no
aspectado, puesto que la falta de Aspectos de otros planetas ofrece
menor contraste y éste es un factor esencial para que la perspectiva
se desarrolle. Si bien el contraste puede experimentarse mediante
las oposiciones natales que, en la Carta, involucran a otros planetas,
aquí no puede producirse mediante los procesos de Venus. El con­
traste que involucra al principio de Venus puede experimentarse, al
menos, mediante variaciones correspondientes a la posición por Signo
y/o Casa. De lo contrario, tiende a permanecer latente. Puesto que
Venus no aspectado no puede ramificarse y asociarse con otros pla­
netas, el lado extrovertido y socialmente amoldable de este planeta
tiene dificultad para expresarse (al menos, con coordinación, mode­
ración y equilibrio). Esta posición puede describir a la Venus tímida
cuyo instinto social se halla demasiado reprimido como para impre­
sionar a su entorno. Venus representa el principio de la atracción.
Cuando no hay Aspectos, la capacidad para atraer se reduce a un
solo foco de interés, el cual podría resultar obsesivo y monotemáti­
co. El individuo no tiende a cultivar activamente sus afectos. En esto
puede ser demasiado pasivo, pero reaccionar con mucha vehemen­
cia. El lado sensual de Venus, atinente a la satisfacción de los apeti­
tos, puede permanecer reprimido, sin que el individuo participe so­
cialmente, mientras, sin embargo, está en pos de lo que él ínti­
mamente desea.
Cuando Venus no está aspectado, tiende menos a reflexionar
y evaluar antes de actuar con el grado de deliberación o vacilación
que es típico en un Venus pesadamente aspectado. El individuo tie­
ne menos interés a considerar, dentro de su psiquis, las necesidades
197
ajenas, que los otros planetas señalan; por ello, se siente menos urgi­
do a expresarse equilibradamente. En este caso, Venus puede tender
a satisfacer sus impulsos de manera esporádica y casi compulsiva y
a mostrar poco dominio de sí o moderación. El individuo puede con­
centrarse muchísimo en la satisfacción de sus deseos. Sin embargo,
en general, las necesidades afectivas permanecen latentes y sin pro­
ducirse, o se evidencian raras veces. Este Venus puede ser muy poco
demostrativo, aunque reaccione sobradamente en planos más subje­
tivos. Si bien el individuo tal vez se sienta por demás impedido de
recibir los placeres corrientes de la interacción social (lo cual le con­
vierte más en un observador que en quien participa en funciones
sociales), sin embargo puede lograr sentirse intensamente satisfe­
cho desde un ámbito de su vida personal que él valoriza, el cual suele
ser señalado por la posición que Venus tiene en la Casa. El individuo
tal vez pueda equilibrarse interiormente en esta cuestión y lograr
una armonía interior que raras veces puede adquirirse mediante las
habituales actividades externas de Venus.

Marte no aspectado
Desde el punto de vista psicológico, el planeta Marte tiene el
impulso innato de separarse, actuar con prescindencia de las influen­
cias externas y estar en favor de la expresión personal independien­
te. Marte es terco y parece que no le gusta que las necesidades a
menudo contrastantes, propias de los otros planetas, modifiquen su
impulsividad. Marte tal vez se sienta más impedido y confinado cuan­
do está pesadamente aspectado. Marte no aspectado es más capaz
de funcionar en su forma pura, la cual puede ser enteramente in­
transigente. La capacidad del individuo para actuar a favor de sí
mismo puede tener efecto sin el apoyo y la coordinación de otros
factores de su modo de ser. Aunque Marte limita la aplicación de su
impulsividad a menos esferas de la psiquis del individuo, este impul­
so puede expresarse con mucha más fuerza de concentración, inte­
rés encauzado hacia un solo objetivo y gasto de energía. Dean descu­
brió en su estudio, que Marte no aspectado producía efectos que
«eran los más externamente notables y característicos de todos... » 8.
Los individuos que él observó no daban muestras de carecer de ini­
ciativa ni de parecer letárgicos. La impulsividad del individuo no
disminuía. En realidad, estos individuos eran en su mayoría, casi sin
pausa, notablemente enérgicos y activos en algún plano de su ser.
198
Marte no aspectado, funcionando de la manera más fiel a su modo
de ser, tal vez podría sugerir razonablemente una actividad constan­
te que los otros planetas no moderan ni modulan. Por ello, a veces
podría ser compulsivo el deseo de estar en marcha, en continuo mo­
vimiento o haciendo siempre algo. El signo en cuestión debería ayu­
dar a determinar en qué plano de la experiencia es muy corriente
que el individuo se halle activo.
Marte no aspectado puede tender a concentrarse más que
Marte pesadamente aspectado. Puede hallarse realzada la capacidad
que el individuo tiene para actuar de acuerdo con su interés perso­
nal. Marte aspectado es urgido a tener una gama más vasta de expe­
riencias perceptivas, las cuales le permiten adaptarse más a las pre­
siones de la vida. Cuando Marte no tiene Aspectos, tiende a singula­
rizar su concentración y carecer de la provechosa guía de otros com­
ponentes de la personalidad. Marte no aspectado puede poner en
práctica su energía sin restricciones y casi ilimitadamente, puesto
que están ausentes las limitaciones constructivas que los otros pla­
netas podrían brindar: Todos los rasgos vehementes que son típicos
de Marte (por ejemplo, la ira, la agresividad, la violencia, etc.) pue­
den súbitamente inflamarse y desahogarse activamente de vez en
cuando. En este caso es menos posible modificar la energía tosca y
ordinaria de Marte. El exceso de energía comprimida cobra fuerza
hasta que la psiquis es incapaz de seguir reteniéndola; esto se debe a
que el individuo no se siente motivado como para aplicar sus impul­
sos marcianos en la estimulación de otras partes de su carácter (que
podrían ayudar a descargar la energía). En este caso, es probable
que las negativas manifestaciones de Marte sean inconscientes; por
ello tienden a parecer a veces totalmente irracionales, puesto que las
acciones emprendidas no se hallan bajo la influencia de facetas del
carácter que pudieran dar razón, dominio de sí, intuición, perspecti­
va y conocimiento de las consecuencias.

Júpiter no aspectado
Por su naturaleza misma, Júpiter busca más bien una activa
participación social que la soledad. Júpiter es planeta de largo y vas­
to alcance. Cuando no está aspectado, tiende a ser menos gregario y
socialmente expansivo. O de lo contrario, se comporta con esporá­
dico entusiasmo. Es improbable que la espontaneidad innata de Jú­
piter se ponga totalmente de manifiesto, salvo en los irregulares mo-
/99
mentas en los que se expresa. El individuo tal vez evidencia tempo­
ralmente una irrefrenable exuberancia que tiende a extinguirse con
tanta rapidez como se manifiesta. Los Aspectos planetarios ayudan
a que Júpiter desarrolle más su criterio y buen juicio, puesto que
variados Aspectos motivan al individuo para que busque experien­
cias que fomenten aquella capacidad. Júpiter no aspectado atrae
menos asuntos circunstanciales en los que el criterio deba aplicar­
se activamente (lo cual sugiere, entonces, que tal vez no haya sido
desarollado). Otras partes del carácter no pueden evolucionar me­
diante el proceso de la inspiración y la elevación (a menos que exista
un firme apoyo de las posiciones y de la actividad de Sagitario en la
novena Casa). Sin embargo, de acuerdo con la posición de Júpiter en
la Casa, el individuo puede mostrar mucho fervor y ánimo. En lugar
de parecer una persona informal y que está como de paso, aparenta
estar desapegado y mentalmente en otra parte (puesto que Júpiter,
igual que Urano, se ocupa de temas relacionados con lo que impli­
que distanciamiento).
A diferencia del Júpiter aspectado, más sabio en cosas de este
mundo (pues las amplias oportunidades que la vida le presenta le
ayudan a desan-ollar la sabiduría), es probable que el individuo sea
sumamente idealista pero inocente y modesto, en muchas situacio­
nes de su existencia. Esta circunstancia podría indicar su inclina­
ción a encerrarse en su torre de marfil. Júpiter no aspectado puede
parecer desconectado de las normas morales o religiosas que la so­
ciedad acata. El individuo es menos proclive a que, según se espera
de él, acate credos o ideologías; esto se debe a que se halla presiona­
do por su propia formación intelectual o por condicionamientos de
su juventud. Aunque su independencia es sumamente filosófica, en
este caso sugiere que él es un solitario que está buscando el designio
superior o la verdad última. Sin embargo, por esta razón, su modo
de ver las cosas podría ser muy singular. No obstante ello, se descu­
brirá que, en los asuntos de la posición que Júpiter ocupe en la Casa,
se producirán mejoras muy evidentes.

Saturno no aspectado
Igual que Marte, independiente y confiado en sí mismo, Satur­
no también podría funcionar también con menos dificultad cuando
no está aspectado. En este último estado, puede acentuarse la incli­
nación de Saturno hacia la soledad. Sin embargo, puesto que Satur-
200
no se consolida mejor cuando se lo pone a prueba con rigurosas
experiencias de la vida, en este caso su falta de Aspectos podría suge­
rir que dispone de menos circunstancias que pongan adecuadamente
a prueba sus fuerzas y debilidades. Saturno en Aspecto con otro pla­
neta permite que ese planeta (o parte de la psiquis) se tome notable
y responsablemente productivo. El planeta se halla más afianzado y
mejor capacitado para funcionar con realismo. Sin embargo, cuan­
do no está aspectado, este planeta, que normalmente es responsable,
puede volverse más indiferente o desinteresado acerca de los proce­
sos ajenos a su singular esfera operativa. Las definiciones estructu­
rales sólo se hallan en limitadas situaciones de la vida, sin que se
relacionen con los restantes componentes del carácter total del indi­
viduo. En consecuencia, esto podría indicar que el individuo no se
siente motivado como para asumir el control directo y consciente de
muchas partes de su carácter. Lo que tal vez falte de manera notable
es disciplina personal y organización acerca de lo que es necesario,
al igual que precaución y conservación personal (Saturno es el deseo
de seguridad que impone a la voluntad todos los límites necesarios,
a fin de preservar la integridad del ser).
Aunque la rigidez y la cristalización puedan ser menos pro­
blemáticas con un Saturno no aspectado (a diferencia del que tenga
muchos contactos), el individuo puede recibir� de manera indirecta,
muchas influencias casuales, sin el habitual beneficio de los frenos y
controles normales que un Saturno aspectado posee. Los intentos
para que el individuo ordene su vida pueden resultar, cuando me­
nos, inconsecuentes, y es probable que él aplique menos su concien­
cia a las situaciones de la vida. Es fluctuante su tendencia en la exis­
tencia en general; no establece pautas de vida fijas ni en su interior
se sujeta a unas pocas leyes (sin importar cuán exitoso y perfecto sea
él en el plano externo). La paciencia y la planificación de largo plazo
tal vez sean evidentes, al tiempo que el sentido de la oportunidad
está generalmente ausente. Sin embargo, Saturno tiende más bien a
persistir en concentrarse en una situación por vez, en lugar de dis­
persar su atención. Por ello, puede existir un deseo notable de con­
trolar y manejar los asuntos del sector de la vida que Saturno mues­
tra con su posición en la Casa, siendo escasamente susceptible de
distraerse. Sin embargo, el individuo tiene que cuidarse de no adap­
tarse demasiado a modificar sus expresiones.

201
Urano no aspectado
Todos los planetas de la Octava Superior son demasiado vehe­
mentes y terribles para que se expresen en su forma no diluida y
pura. Lo que ellos necesitan especialmente son contactos de Aspec­
tos que ayuden a reducir sus vivas energías si se las va a usar de un
modo seguro. Cuando no están aspectados, puede resultar imposi­
ble que el organismo humano corriente las maneje con eficacia. Por
ello, funcionarán de un modo exclusivamente inconsciente (con un
comportamiento esporádicamente impredecible e insólito) o tal vez
no funcionen en absoluto (manteniéndose totalmente latentes en el
carácter del individuo, y así se proyectan hacia personas y situacio­
nes). Sin embargo, en algunos individuos, por razones que se desco­
nocen, una Octava Superior no aspectada podría indicar una capaci­
dad extraordinaria que supere lo que un ser humano corriente pue­
da expresar (casi como si estas personas estuvieran constantemente
enchufadas con fuentes ilimitadas de energía cósmica). Cuando Ura­
no no está aspectado, se toma muy autónomo y ajeno a la influencia
exterior de la sociedad. Tiende a sentirse menos impulsado a em­
prender sensacionales avances en el mundo exterior, de la manera
más franca y rebelde que es propia de un Urano pesadamente aspec­
tado. Puede acentuarse el desapego que es propio de los planetas no
aspectados, puesto que Urano ya tiende, de por sí, a ser impersonal.
Cuando la tensión electro-nerviosa carece de vías suficientes por las
que se encauce (las cuales serían provistas por los Aspectos), podría
aumentar e intensificarse, creando períodos de mucha inquietud y
descontento. Por ello, el individuo pasaría cortos períodos en los que
gastaría a raudales su energía. Sin embargo, de manera general, es
limitada la posibilidad de que Urano plantee al individuo situaciones
perturbadoras o insólitos vuelcos de los asuntos externos, sin des­
truir otras características de la vida del individuo. En otras palabras,
se reduce la capacidad personal para experimentar caos o desorden
(lo cual tal vez a algu nos les parezca una bendición). Sin embargo,
puesto que Urano ayuda a acelerar la evolución humana por medio
de una destrucción que tiene sentido, su falta de conexiones con
Aspectos podría impedir que, a la larga, el alma avance. Cuando el
individuo carece del estímulo eléctrico de Urano, que carga las di­
versas facetas de su carácter, se halla menos estimulado como para
hacer pedazos sus modos de comportarse rígida y asfixiantemente.
En consecuencia, el avance es más lento. Los relámpagos del genio o
202
las chispas de la intuición pueden percibirse específicamente en el
sector de la Casa; allí el individuo puede tener la sensación de ser,
para mejor o para peor, totalmente único y sin par.

Neptuno no aspectado
Neptuno, por su naturaleza misma, tiende al recogimiento, el
aislamiento y la privacidad. Prefiere estar absorto en los mundos
interiores de la consciencia y le resulta más difícil manifestarse de
manera concreta y real. A medida que tiene más Aspectos, es más
probable que se le exija que se manifieste más por medio de expe­
riencias externas, independientemente del nivel o cualidad que mues­
tre. Por así decirlo, se le obliga a que «salga de su gabinete». Neptu­
no no aspectado podría tal vez representar una situación muy pasiva
para este planeta que «vive en otro mundo». Sin el estímulo de los
impulsos que los contactos con Aspectos le brindan, este Neptuno
carente de estimulación podría alentar al individuo a que siga bus­
cando los ideales últimos que sus sentimientos le dictan, en vez de
desarrollarlos en el medio en su entorno. Quizá encuentre solaz y
tranquilidad mediante la creación de bellas imágenes dentro del rei­
no de su imaginación fértil pero sin cultivar. La fantasía de Neptuno
podría ser de notable potencia e intensidad, puesto que, para que
esta facultad opere, no tiene que apoy arse necesariamente en una
participación activa con el entorno. Mediante imaginación, fantasía,
revelación y visión inspirada, todos tienden a poseer vías concretas
para expresarse, a diferencia de un Neptuno pesadamente aspecta­
do. Por ello, a este individuo los sueños pueden parecerle enteramente
inalcanzables. Normalmente, en la medida en que Neptuno se halle
menos activo en la Carta, el individuo tiende menos a actuar de una
manera que fomente su propia decepción (en este caso, a las ilusiones
se las podría describir como «en reserva». Y tal vez se descubra que
las que existan se manifiesten de acuerdo con los asuntos propios de
la posición de Neptuno en la Casa). Cuando Neptuno no está aspec­
tado, es incapaz de influir directamente sobre el impulso de los res­
tantes planetas, negándoles el beneficio de la intuición espiritual. Esto
significa, para algunos, una visión más materialista del mundo, des­
pojada de los ideales de perfección y unidad últimas. Al individuo puede
serle difícil creer en milagros y, por eso, está menos capacitado para
experimentarlos o reconocerlos. No obstante ello, tiende menos a sen­
tirse confundido o desorientado con ese mundo en el cual no cree.
203
Plutón no aspectado
Plutón es el planeta del individuo aislacionista. Representa
una parte de nuestra psicología que se mantiene alejada y distante,
sin participar en las actividades comunes y corrientes de la vida. Al
menos en la Carta natal, suele operar de una manera sumamente
sutil y secreta, y desde un punto de vista intensamente subjetivo.
Cuando Plutón no está aspectado, puede incluso realzarse más su
tendencia a aislarse y apartarse. El individuo puede tener dentro de
su psiquis fuerzas subterráneas que se fragmentaron y apartaron
totalmente de otras facetas de su carácter. Y con Plutón, estas fuer­
zas sepultadas poseen normalmente gran potencia, independien­
temente de cuán difícil sea conectarse con ellas y hacer que salgan a
la superficie de la consciencia. Plutón no aspectado sugiere esporá­
dicas expresiones de deseos, compulsivas y casi abrumadoras, que
podrían parecer enteramente extrañas a lo que es la percepción nor­
mal y consciente de su ser. Plutón necesita Aspectos que reduzcan el
grado de su potencia e intensidad, y que al individuo le permitan
captar más conscientemente a los que, de lo contrario, serían sus
impulsos más profundos y oscuros. Los Aspectos son los factores
necesarios que permiten que esos impulsos originales emerjan hasta
las fronteras de la consciencia y entablen mejor la necesaria lucha
para transformarse en energías renovadas. Sin embargo, Plutón sin
Aspectos podría limitar la capacidad del individuo para crear vías
adecuadas de regeneración. En consecuencia, se le pone menos a
prueba para que desarrolle el dominio de sf mismo (especialmente
en el plano de sus sentimientos), o para que establezca con claridad
cómo expresarse en la vida. Sus sombras pueden oscurecerlo del todo.
A otras partes de su carácter integral (los restantes planetas) no se
les permite, en lo que es fundamentalísimo, el beneficio de la rege­
neración. Ellas reniegan de la intuición más profunda, a menos que
los planetas tal vez caigan en Escorpio o en la octava Casa. Por otra
parte, Plutón no aspectado (por cuanto se halla más en latencia) puede
implicar que este individuo probablemente no intente ganar poder
sobre los demás, al menos de la manera dominante y despótica de
un Plutón pesadamente aspectado. Pero si lo intenta, esos juegos
por el poder son menos reconocidos y analizados objetivamente por
el individuo. Es menester un sincero y periódico examen personal,
sobre todo en relación con las actividades de la casa de Plutón. De lo
contrario, el individuo con un Plutón no aspectado tiene en su vida
204
menos oportunidades para hacer frente y vencer lo más oscuro de su
carácter, independientemente de cuán perturbadoras resulten estas
facetas de su modo de ser.
Antes de concluir este capítulo, quiero recalcar que lo que con­
sidero importante acerca de un planeta no aspectado no es tanto el
carácter del planeta mismo, sino cómo una falta de influencia de ese
planeta afecta a las otras partes de la personalidad. Los otros plane­
tas no pueden conectarse directamente con el planeta no aspectado
correspondiente y, por ello, no pueden revestirse de algún matiz de
aquél. Por ello, la interpretación no sólo debería basarse en el tem­
peramento vehemente e independiente del planeta no aspectado, sino
también en la situación que esto crea a todos los planetas restantes.
Esto permite que el astrólogo contemple todo el proceso correspon­
diente al fenómeno del planeta no aspectado, y que su esbozo sea
más totalizador. En general, si un planeta no forma Aspectos mayo­
res en la Carta, entonces yo buscaría el Aspecto menor más próximo
que se forme (en especial, los que producen tensiones) y a ese Aspec­
to en especial le prestaría más atención que a los demás.

Notas:

Geoffrey Dean, Recent Advances in Natal Astrology, Asociación Astrológica de


lnglate1Ta, 1977, página 356.
2 Ibídem, página 356.
3 Ibídem, página 356.
4 Ibídem, página 356.
5 Ibídem, página 357.
6 Eugene Moore, «Los planetas no aspectados», Asociación Astrológica de Atlanta,
Georgia, E.U.A., 16 de enero de 1977.
7 Geoffrey Dan, Recent Advances in Astrology, Asociación Astrológica de lnglate­
n-a, 1977, página 363.
8 Ibídem, página 364.
205
Capítulo X

Los Planetas Retrógrados


Hay períodos en la órbita cíclica de un planeta en los que éste
parece reducir su velocidad, detenerse y, después, proceder a inver­
tir su dirección orbital. Esto se conoce como la fase retrógrada de
ese planeta. Acostumbrado a la estabilidad de su ritmo diario y nor­
mal de desplazamiento, el planeta manifiesta ahora el deseo de dejar
de avanzar más (lo cual simboliza la obtención de nuevas experien­
cias) y, en lugar de ello, empieza a cruzar por grados que transitó
con anterioridad (lo cual simboliza las experiencias pasadas). Sin
embargo, entre ambos períodos hay uno en el que casi no existe
movimiento y que se denomina fase estacionaria; el planeta tiene en
ella una quietud y una calma interior fuera de lo común. Todos estos
fenómenos manifiestos son muy esenciales para interpretar astroló­
gicamente los planetas retrógrados. En realidad, ningún planeta pue­
de retroceder en su curso orbital. Sin embargo, el hecho de que esta
retrogradación sea en realidad una ilusión astronómica, no invalida
la influencia psicológica que los planetas retrógrados ejercen sobre
la personalidad humana.
Es más probable que los principios biológicos representados
por los planetas retrógrados se expresen en un plano interno del in­
dividuo como las facetas profundas de su carácter, a que se observen
fácilmente en la superficie. Por cuanto los planetas retrógrados se
hallan más sumergidos, señalan cualidades que operan desde un
punto de vista más subjetivo. Estudie esta imagen: el punto inicial
del Zodíaco es el O grado de Aries. El punto inicial de las doce Casas
es el ASCENDENTE. Un planeta en O grado de Aries, o en el ASCEN­
DENTE, simboliza el surgimiento de la expresión consciente y, por
ello, anuncia el comienzo de un nuevo ciclo de experiencia para ese
planeta (por medio de una actitud o una circunstancia). Pero si ese
planeta tuviera que retrogradar, reingresaría en la duodécima Casa,
207
volviendo a cruzar por el último grado del signo de Piscis en la rueda
natural. En este sentido, considero que los planetas retrógrados ma­
nifiestan impulsos similares a los principios propios del signo de
Piscis, la duodécima Casa y el planeta Neptuno (como regente de
ambos). Asimismo, sus implicaciones kármicas son aparentemente
las de los 29 grados.
Esto sugeriría, pues, que los planetas retrógrados estimulan
un retorno a circunstancias anteriores (relacionadas con la cons­
ciencia o con «lo que quedó inconcluso»), las cuales tienen su ori­
gen en los abismos ocultos del inconsciente personal. Los princi­
pios representados por un planeta retrógrado requieren menos par­
ticipación consciente en el mundo externo. Buscan una experien­
cia más reflexiva y contemplativa para Hevar a cabo los impulsos
del planeta. La retrogradación activa facetas de la personalidad que
no son demasiado evidentes; ellas permanecen, en su mayoría, «en­
tre bastidores». Esta circunstancia puede tener como resultado la
iluminación interior -cuando se las maneja bien- o mucha anula­
ción personal, si se las maneja deficientemente. Puesto que los com­
ponentes inconscientes de la personalidad del individuo son más
inaccesibles aún que sus factores subconscientes, la función de un
planeta retrógrado se oscurece y es más difícil de reconocer por
parte del individuo. La lentitud gradual del desplazamiento del pla­
neta retrógrado implica que hay algo del pasado que necesita ser
estudiado nuevamente con cuidado y reconsiderado con paciencia
y, de ese modo, asimilado más cabalmente. En este caso, ya está
presente un grado de consciencia que precisa ser reexaminada con
menos prisa. Los planetas retrógrados podrían señalar principios
que fueron tratados con demasiada superficialidad y aplicados sin
hondura intelectual en vidas pasadas (y que ahora necesitan enri­
quecerse), o que fueron mal aplicados al punto de distorsión (y que
ahora necesitan regenerarse en los planos internos, antes de poder
ser usados constructivamente en los planos externos). A fin de ase­
gurar la evolución adecuada y la maduración psicológica del indi­
viduo, la esencia de ese planeta retrógrado debe captarse y com­
prenderse con más plenitud antes de que el individuo pueda avan­
zar más en su evolución.
El individuo puede tener dificultad, en un plano consciente,
para encauzar externamente l0s impulsos del planeta en cuestión.
Aparentemente, estos planetas son pasivos ante las actividades ex-
208
ternas. Al menos, tienden a actuar de manera más sutil e indirecta.
Aunque son sumamente sensibles a las corrientes interiores, tien­
den a negarse a evidenciar libremente su capacidad en la vida ma­
nifiesta. Según mi opinión, los planetas retrógrados no pierden fuer­
za expresiva; ellos simplemente sugieren que su enfoque de los cam­
bios internos es mayor que el de los planetas directos. Sin embar­
go, el individuo necesita entender con más claridad y nitidez qué
significa ese planeta en su plano más profundo, antes de que le sea
dable esperar una productiva utilización de los principios. Por esta
razón, los asuntos que el planeta en cuestión representa (de acuer­
do con su signo natal y su posición en la Casa) suelen demorar en
fructificar o cumplirse hasta que el individuo haya profundizado
su percepción. Tiende a actuar con un ritmo psicológico más lento
a fin de asegurar una comprensión más completa e integral... y,
por ello, a menudo debe aprender a amoldarse o adaptarse a las
limitadoras circunstancias que a veces puedan ocurrir.
Virginia Ewbank y Joanne Wickenburg formularon en sus
escritos un concepto muy singular relacionado con los planetas
retrógrados. En su obra, también singular, titulada The Spiral of
Life (editada por ellas en Seattle, Washington, E.U.A., en 1971 ),
piensan que en lo que atañe a los planetas Mercurio hasta Saturno
(las luminarias no pueden tener fases retrógradas), el carácter de
retrógrado opera como si funcionase por medio del último signo
que el planeta rige (puesto que, según la astrología tradicional, to­
dos estos planetas tienen relaciones dobles) 1 • En otras palabras,
Mercurio retrógrado es más descriptivo de los procesos de Virgo
que de los de Géminis. Virgo tiende a estudiar y analizar con cuida­
do lo que Géminis acumula con facilidad. Marte retrógrado actúa
de una manera que es más propia de Escorpio que de Aries. Venus
retrógrado se halla más en sintonía con Libra y sus abstracciones
que con Tauro, que es de tierra. Júpiter retrógrado está más vincu­
lado con los principios de Piscis que con los de Sagitario, mientras
que Saturno retrógrado se expresa más como Acuario que como
Capricornio. Insto al lector a que consulte la perceptiva obra que
acabo de mencionar, puesto que ella se ocupa de esbozar, con suma
precisión y claridad, múltiples aspectos de la astrología psicológi­
ca. Las autoras exponen con muchísima coherencia los principios
astrológicos, y esto es algo que raras veces se encuentra en la ma­
yoría de los libros especializados disponibles.
209
Si el individuo tiene cuatro o más planetas retrógrados (es­
pecialmente cuando son planetas personales -Mercurio hasta Sa­
turno-, no principalmente los planetas de la Octava Superior),
puede empezar su vida interiorizando muchos de sus impulsos. Tal
vez preste más atención a su mundo subjetivo. John McCormick,
en su obra titulada The Book of Retrogrades (editada por el au­
tor, en los Estados Unidos de América, en 1973), llama «cuarteto» a
los cuatro planetas retrógrados y dice que esta circunstancia natal
refleja «una tendencia por parte del nativo (con un Cuarteto Retró­
grado) a retirarse y procurar expresarse en privado» 2• Creo que, en
la medida en que en la Carta haya más planetas retrógrados, más
tiende el individuo a contemplar la vida de un modo distinto al de
otras personas que tienen pocos planetas retrógrados, si es que tie­
nen alguno. Los planetas retrógrados pueden sugerir capacidades
únicas y sumamente individualizadas, puesto que se hallan más
motivados para apelar a los recursos que existen en lo más profun­
do de su ser. La originalidad con la que el individuo encara la vida
podría ser indicada por quien tiene varios planetas natales retró­
grados; es probable que esto se deba al hecho de que las estructu­
ras sociales externas moldean o plasman menos al individuo. En
lugar de ello, él tal vez sea más capaz de desarrollarse de acuerdo
con sus impulsos interiores, de un modo que los demás no siempre
entenderán o aceptarán. Lo típico es que, a gran parte de la verdade­
ra manera de ser de esta persona se le impide evidenciarse hasta
que ella haya aprendido a conocer, mediante un enfoque esmera­
damente subjetivo, la esencia de sus impulsos. Debido al carácter
naturalmente instrospectivo de los planetas retrógrados, su plena
expresión suele reprimirse cuando el individuo es joven, hasta que
éste los haya explorado y reflexionado plenamente sobre ellos.
Muchos planetas retrógrados natales podrían indicar el tipo
de personalidad «que florece tardíamente» y pone de manifiesto in­
esperado talento y capacidad cuando es más maduro (de manera
parecida a cualquier planeta retrógrado solo). Sin embargo, si mu­
chos planetas retrógrados forman parte de esta agobiante confi­
guración (especialmente, Cuadraturas y Quincuncios, los cuales tien­
den a expresarse indirectamente), es probable que el individuo evite
participar de manera directa en los acontecimientos de su entorno y
que tal vez eluda lo que le exige reaccionar activamente y opte por
recogerse en su interior. Tiende a actuar en una longitud de onda
210
diferente de la de los elementos de su entorno personal y, por ello,
quizás se sienta torpe y un tanto desubicado en las situaciones que la
sociedad en general le plantee. Su dificultad para relacionarse con la
vida común y corriente puede hacer que, en sus primeros años, se
considere una persona incapaz, hasta que aprenda a amoldarse a un
comportamiento normal. Esto podría ser especialmente así cuando
los planetas retrógrados formen Aspectos agobiantes con el regente
del ASCENDENTE, con el ASCENDENTE mismo o con uno de estos
planetas, si es el regente del ASCENDENTE. En este caso, si los es­
quemas agobiantes quedan sin resolverse, el individuo puede sentir­
se enteramente apartado o desconectado de su entorno y, por ello,
muy solitario y aislado.
Por otra parte, muchos planetas retrógrados bien manejados
pueden indicar al individuo aficionado a trasladar todos sus impul­
sos y deseos hacia un plano más sublime; esto le capacita más para
el desa1Tollo espiritual o un mayor conocimiento de sí en los planos
internos de la consciencia. El individuo puede estar mejor capacita­
do para sintonizarse con el poder y la sabiduría de su inconsciente.
En consecuencia, es capaz de trascender más eficientemente las ma­
nifiestas limitaciones de su personalidad. Los planetas retrógrados
buscan dentro las respuestas a las circunstancias que los planetas
directos prefieren descubrir mediante la actividad que se hace pa­
tente en el mundo manifiesto. Estos planetas pueden ser óptima­
mente utilizados, con fines muy elevados, por quien intenta lograr
un mayor conocimiento de las necesidades del Yo Superior. No coin­
cido totalmente con las escuelas astrológicas que afirman que los
planetas retrógrados representan exclusivamente negatividades que
trajimos de vidas pasadas por errores de conducta. Tal vez esto sea
así algunas veces, pero no considero que éste sea un principio gene­
ral de la retrogradación. Es evidente que los planetas directos pue­
den también describir rasgos indeseables del carácter, y quizá aún
más, puesto que es probable que se expresen más directamente en el
medio ambiente. Sin embargo, los planetas retrógrados dan mues­
tras, ciertamente, de operar a veces más compulsivamente, y de se­
guir su propio curso de acción, haciendo caso omiso de la presión
del ambiente externo. Sin embargo, repito que a esta actividad no se
la tiene que considerar negativa.

2ll
PALABRAS CLAVE PARA LOS PLANETAS RETROGRADOS
Constructivas Improductivas
meditabundo retraído
profundo inhibido
honda sensibilidad percepción bloqueada
fuerza interior desadaptación
reforma regresión
humildad timidez
identidad universal identidad personal perversa
conocimiento de sí ensimismamiento morboso
sutil esquivo
armonía consigo mismo autoanulación
reflexivo represivo
fuerza espiritual problemas de salud
(a menudo, psicológicos)

Los planetas estacionarios


Una fase muy importante para cualquier planeta durante su
ciclo natural ocurre cuando ese planeta llega a su estación. Con esto
se significa el período inmediatamente precedente a que un planeta
se vuelva retrógrado o directo. En este punto especial de su ciclo, un
planeta está disminuyendo notablemente la velocidad de su despla­
zamiento. Tracy Marks sugiere que a un planeta se lo pude conside­
rar estacionario «si su velocidad se redujo a menos de una décima
parte de su desplazamiento normal» 3 • Usted puede tener que usar su
propio criterio para determinar cuándo un planeta empieza a ser
estacionario. Normalmente, con los planetas de desplazamiento más
lento (como las Octavas Superiores), un planeta es estacionario cuan­
do permanece en el mismo grado y minuto antes de cambiar de di­
rección. En lo que atañe a los planetas de desplazamiento más rápi­
do, los considero estacionarios cuando permanecen en el mismo gra­
do solamente antes de cambiar (al menos, en lo que respecta a la
carta natal, no necesariamente a las progresiones). ¿Qué significa
un planeta estacionario cuando se analiza una Carta natal? Es pro­
bable que la mejor clave consista en que su rasgo más evidente seña­
le y describa su carácter: se está concentrando muchísimo en un
212
sector de la Carta que tiene un grado peculiar. Podría decirse que los
planetas estacionarios exhiben un decidido interés (de acuerdo con
el carácter del planeta) y, por ello, podrían sugerir un impulso muy
intenso.
En general, un planeta estacionario no se aparta con
facilidad del sector en el que concentra fijamente su atención. Pues­
to que se halla virtualmente inmóvil, tiende a atrincherarse firme­
mente y esto puede denotar fuerte dedicación y, además, tenaz
persistencia. Un planeta estacionario produce, para mejor o para
peor, mucho impacto en el carácter del individuo. Sin embargo, de­
bido a todos los rasgos antedichos, un planeta estacionario también
podria describir características que pueden inmovilizarse dentro de
la personalidad. El individuo puede, en este caso, obstinarse dema­
siado en su orientación como para adaptarse, y el resultado de esto
es que se expresa con terquedad e inflexibilidad. Por otra parte, la
inmutabilidad del planeta indica, desde el punto de vista constructi­
vo, mucho vigor y resistencia. Los Aspectos con este planeta debe­
tian ayudar a determinar si la fase estacionaria tiende a hacer que el
individuo sea firme y decidido en lo que se propone, o rutinario y
estático. Habitualmente, cada tanto pondrá de manifiesto ambos
modos de ser. Este planeta suele necesitar abstraerse totalmente en
algo digno de su concentración extraordinaria, si ha de sentirse sa­
tisfecho. No obstante ello, el individuo también necesitará ser más
objetivo en esta cuestión, a fin de asegurarse que los procesos de este
planeta no lo fascinen demasiado y deje de desarrollar las otras par­
tes de su modo de ser.
En una Carta natal, un planeta estacionario estará a punto de
ser retrógrado (se llama retrógrado estacionario) o se volverá direc­
to (se llama directo estacionario). Esto resultará importante cuando
se realice el esbozo. Un planeta retrógrado estacionario tendrá un
carácter más subjetivo e íntimo, pues el individuo está a punto de
empezar a concentrarse con creciente interés en lo que el planeta
implica. Esta fase del planeta muestra simplemente una intensidad
más concentrada y crea mayor impacto interior que el que crearía
ese mismo planeta cuando es meramente retrógrado. Un planeta
directo estacionario ya asimiló los impulsos del planeta en los pla­
nos más profundos e introspectivos, y ahora se halla dispuesto a sa­
lir a la superficie de la consciencia y utilizar lo que sutilmente se
desarrolló. Los planetas estacionarios directos pueden dar muestras
213
de ser más emprendedores, puesto que están maduros para lanzarse
a nuevos comienzos en lo que atañe a los principios del planeta en
cuestión. Podrían revelar un grado de anticipación, expectativa o
urgencia que, por lo común, no se encuentra con los planetas mera­
mente directos. Sin embargo, puesto que ambas estaciones todavía
representan un planeta que está apenas en movimiento, los esfuer­
zos en procura de un examen interior o de una utilización externa
habrán de encararse con concentración paciente, cabal y firme. Pue­
de ser importante observar las cuestiones sutiles. Estas mismas di­
námicas también pueden aplicarse a los planetas en tránsito en sus
estaciones. Sin embargo, tal como sucede con todos los factores en
tránsito, las circunstancias externas corrientes (más que las arraiga­
das facetas del carácter) estimulan la reacción individual durante
los períodos estacionarios. Los tránsitos necesitan ser interpretados
dentro del contexto del entorno existente, propio del individuo.
Un planeta retrógrado en la Carta puede, con el tiempo y por
progresión, llegar a su punto estacionario antes de volverse directo.
Es muy probable que los planetas de desplazamiento más rápido
hagan esto dentro del tiempo normal de vida del individuo (en parti­
cular, Mercurio y Venus y, a veces, Marte). En cuanto a todos los
otros planetas, mucho depende de si el planeta natal retrógrado ya
está suficientemente cerca de su estación dentro de un tiempo razo­
nable. Así como la fase estacionaria de algunos planetas puede durar
varios días, la influencia de un planeta estacionario progresado pue­
de también estar en actividad durante varios años. A diferencia de
los tránsitos, las progresiones se ocupan más del oportuno desarro­
llo interior del carácter potencial (lo cual puede proyectarse, o no, a
través de relaciones o acontecimientos). Creo que cuanto menos se
proyecta un planeta, más se asimiló adecuadamente esa progresión
y se le permitió formar parte integral del carácter. Sin embargo, aun­
que una progresión bien asimilada se expresa mediante el mecanis­
mo de proyección, lo que se proyecta se toma constructivo y armo­
nioso para las necesidades del carácter del individuo. Sin embargo,
es probable que los tránsitos representen normalmente los elemen­
tos condicionales existentes dentro del medio ambiente corriente del
individuo y que operen más a través de asuntos concretos y circuns­
tanciales. Pero incluso estas energías tal vez no se expresen siempre
mediante las circunstancias del individuo (puesto que los tránsitos
no siempre se relacionan con acontecimientos personales ni con el
214
deseo de actuar). Uno de los misterios de la astrología consiste en
que nadie puede predecir con certidumbre absoluta el plano en el
que cualquier individuo expresará los principios, puesto que esto es
decidido por el estado evolutivo de cada personalidad (a lo cual hay
que añadir la capacidad del individuo para usar eficazmente su libre
albedrío). En general, en la medida en que el individuo se conoce
más, más proclive es a experimentar primeramente cualquier pla­
neta (natal, progresado o en tránsito) por medio de su actitud o de
su conducta más que por medio de circunstancias concretas de este
mundo. Por supuesto, cualquier individuo bien integrado debería
poder transformar más fácilmente sus actitudes, sin mucha dificul­
tad, en una actividad productiva y creadora.
Cuando un planeta progresado retrógrado llega a su estación
y está a punto de volver finalmente a ser directo, el individuo (du­
rante ese año progresado específico) está llegando a una crisis impor­
tante en el esquema de su evolución interior. Este año especial po­
dría sefialar un cambio significativo de su atención, descripto por el
carácter del planeta en cuestión. Podría indicar simbólicamente que
el período de preparación interior, que en lo que al individuo atañe
implica asimilación e integración, está alcanzando su plenitud. Él es
quien ahora se concentra una vez más sobre el mundo objetivo y
empieza a usar las energías de este planeta, para influir sobre las
cuestiones externas. El individuo puede movilizar ahora esas ener­
gías fuera de su propio centro y crear un impacto mayor sobre su
entorno. Aunque tal vez evidencie un profundo conocimiento acerca
de este planeta, es probable que aplique sus principios con un poco
de torpeza e inseguridad durante los pocos primeros años que si­
guen a los años progresados (puesto que desde que nació no se le
condicionó para que funcionara abiertamente en la dirección que
ahora se le presenta). Sin embargo, quizá tienda a dar muestras de
ansiedad y expectación en su intento por evidenciar lo que él conoce
sobre esta situación. En algunas personas, esta situación es análoga
a la de aquél a quien liberan de un estado de asfixiante encierro y
finalmente le permiten expresarse y expandirse libremente en el mun­
do. Los autores Sakoian y Acker piensan que cuando un planeta re­
trógrado progresado llegó a su estación y a su debido tiempo vuelve
a cruzar por su grado retrógrado natal inicial, «el individuo empie­
za un nuevo ciclo de experiencia en lo que atafie a las cosas regidas
por ese planeta».4 Sin embargo, pienso que el sentido de un nuevo
215
ciclo se inicia primeramente en el grado de la estación, pero llega a
su período de activación culminante cuando el planeta progresado
alcanza ese sensible grado natal (puesto que esto suele ocurrir mu­
chos años progresados más tarde, después del período de transición,
lo cual da al individuo tiempo suficiente para que desarrolle su capa­
cidad en el mundo exterior). Sin embargo, lo que afirmo es estricta­
mente teórico, puesto que no he sometido a prueba este concepto.
Cuando un planeta progresado directo llega a su estación y
está a punto de convertirse en retrógrado, el individuo (durante ese
año progresado específico) también experimenta una crisis en su
evolución. Sin embargo, esta circunstancia podría resultar un amol­
damiento más difícil para algunos, puesto que el individuo ahora ha
de empezar a volcarse hacia su interior después de haber sido condi­
cionado, desde que nació, a funcionar en la superficialidad de la vida
mundana. Por ello, esta transición podría presentarse más bien como
una crisis, para quienes nunca consideraron los impulsos del plane­
ta desde un punto de vista más introspectivo. El individuo tiende a
sentir más profundamente esta transición, puesto que las energías
ahora se están dirigiendo hacia su centro personal y lejos de los inte­
reses externos normales. Las cosas parecen llegar a un cese súbito y
a crear un vuelco psicológico repentino, que podría ser muy intenso.
Este esquema señala, desde un punto de vista constructivo, un lapso
en el que el individuo puede ahondar y enriquecer su conocimiento
de los principios indicados. Tal vez empiece a entrar en contacto con
recursos interiores que no fueron alentados en su vida antes de este
período (en otras palabras, posibilidades que no fueron estimuladas
durante los potentes años de formación). Puede ser que ni siquiera
hubiera sabido de esos recursos hasta ahora, en esta fase progre­
sada, lo cual sugeriría que está entrando lentamente en contacto más
directo con lo que su inconsciente contiene. Desde el plano de la
reencarnación, el individuo puede ser reintroducido en planos per­
ceptivos de vidas pasadas, los cuales estuvieron en suspenso durante
sus primeros años (por razones evolutivas que la astrología quizá no
pueda explicar). Lo que estuvo sepultado o sumergido dentro de la
psiquis del individuo puede ser ahora encarado, para mejor o para
peor, en estados subjetivos de la consciencia. Sin embargo, prefiero
imaginar que, en este caso, el designio es para mejor.
De manera similar a la de un planeta progresado retrógrado
que llega a su estación, se vuelve directo y cruza por su grado natal
216
inicial, un planeta progresado directo que llegara a su estación, se
volviera retrógrado y volviera a cruzar por su grado natal podría se­
ñalar un período culminante para el individuo. En este tiempo, tal
vez se halle en posesión de hondas intuiciones relacionadas con los
principios del planeta en cuestión (intuiciones que quizá le ay uden a
volver a modificar totalmente su actitud ante las cuestiones que el
planeta simboliza). En esta situación y durante este período de su
vida, el individuo podría ser indeleblemente susceptible de adoptar
una actitud más profundamente espiritualizada. Si bien esto no es
común, hay épocas en las que por lo menos dos planetas se vuelven
simultáneamente retrógrados o directos en el mismo día progresa­
do. Si éste es el caso, entonces debería acentuarse aún más la diná­
mica que aquí se describe. También hay épocas (aunque raras) en las
que cuando un planeta se vuelve retrógrado, otro se vuelve directo
en el mismo día progresado. Este año progresado especial debería
ser ciertamente anotado y observado, puesto que el individuo se mos­
trará enteramente fluctuante consigo mismo y tal vez evidencie un
comportamiento contradictorio (que dependerá de los planetas).
Los astrólogos suelen preguntarse cómo es afectado un plane­
ta retrógrado natal cuando ese mismo planeta en tránsito se vuelve
retrógrado. No creo que exista especialista en esto que tenga una
respuesta exacta acerca de esta situación. No obstante ello, muchas
personas que tienen a Mercurio natalmente retrógrado me han di­
cho que siempre que Mercurio en tránsito se vuelve retrógrado, su
mente da muestrns de funcionar mejor, con planes y decisiones per­
sonales que ponen de manifiesto resultados más satisfactorios que
lo que de otro modo podrían esperar. Naturalmente, estos tipos de
Mercurio retrógrado tienen, en este sentido, algo que comunicar a
su debido tiempo, a causa del carácter mentalmente motivador que
este planeta posee. En lo que a esto concierne, mi información no es
tanta acerca de otros planetas. Es probable que, si un planeta retró­
grado natal se vuelve retrógrado por tránsito, el individuo se halle
más en sintonía consigo mismo durante este período. Por ello, pue­
de hallarse más externamente activo y expresivo en aquellas situa­
ciones de su vida que su planeta retrógrado natal señala. Esto es
lógico si tenemos en cuenta que durante todos los otros períodos
directos en tránsito, el individuo tiende a sentirse desconectado de
lo que está experimentando en su entorno inmediato y, por consi­
guiente, se comporta de distinta manera. La sintonía que el indivi-
217
duo siente sugeriría, en este caso, un grado de satisfacción interior
en lo que a él concierne, aunque las circunstancias externas tengan
una descripción típicamente contraria. Es probable que, en este sen­
tido, él se halle más fuertemente conectado consigo mismo en pla­
nos más profundos y que, en consecuencia, se sienta más sincronizado
con los acontecimientos externos, durante este breve período.
Podríamos especular sobre muchas más situaciones relacio­
nadas con los fenómenos de las retrogradaciones; por ejemplo: ¿fun­
cionan con progresiones inversas o por la dirección del arco solar
(que acelera notablemente el desplazamiento de los planetas de la
Octava Superior volviéndolos más predecibles), y cómo se los ha de
considerar respecto de las Cartas compuestas (en especial, cuando
una persona tiene un planeta retrógrado y otra persona no)? Sin
embargo, a esta altura deseo referirme al efecto que la retrogradación
puede tener sobre los planetas. Los siguientes esbozos se referirán a
cada planeta retrógrado natalmente, por progresión y durante las
fases del tránsito.

Mercurio retrógrado natal


Mercurio retrógrado natal puede indicar una mente innata­
mente introspectiva y proclive a varios grados de contemplación. El
individuo da muestras de sentirse menos impulsado a comunicarse
externamente de manera directa y precisa (especialmente cuando
eso le concierne estrictamente). Estos individuos pueden iniciar su
vida dando muestras de ser reservados en sus dichos, más pausados
o reflexivos en sus respuestas, o incluso un poco insustanciales o
inexpresivos según las pautas comunes y corrientes de la sociedad.
Por otra parte, conocí personas que tenían un Mercurio retrógrado
natal y se expresaban con fluidez y rapidez cuando debatían un tema
impersonal o conceptos abstractos y universales. Sin embargo, en la
medida en que sus pensamientos se personalizaban más, tendían a
que casi se les atara la lengua y titubearan, y a que raras veces elabo­
raran o contribuyeran voluntariamente con una información minu­
ciosa. Es probable que, en este caso, lo que inicialmente se experi­
menta en los planos mentales no se vuelva a relacionar fácilmente,
en el momento siguiente, en los planos externos (y por lo que parece,
éste sería precisamente el caso cuando Mercurio se halla en un As­
pecto agobiante con Saturno, Neptuno o Plutón; éstos son, en su
totalidad, planetas pesados o de desplazamiento lento). Por ello, puede
218
suponerse, con seguridad, que esta persona percibe y evalúa interna­
mente o reflexiona, en todo momento, sobre más de lo que externa­
mente quiere o puede decir (al menos, hasta una fecha posterior,
después de cavilar sobre el asunto). No es probable que revele lo que
él piensa sobre muchos problemas personales, a menos que le pre­
gunten directamente. E incluso entonces, su reserva mental natural
le inclina a contestar lo mínimo posible. Sin embargo, esa respuesta
puede se1� en algunas personas, muy lacónica.
Debido a que los planetas retrógrados normalmente no hacen
tanto hincapié sobre la evolución exterior, a veces pueden estar en
inferioridad de condiciones cuando se ven obligados a ocuparse de
circunstancias estrictamente propias de este mundo... en especial,
en el plano de las interacciones sociales. En este caso, el individuo
que tiene a Mercurio natalmente retrógrado es proclive a pensar y
analizar los problemas de una manera diferente a la del individuo
que tiene a Mercurio directo. En este caso, las soluciones de esta
persona, a dificultades de mayor y menor cuantía son más, puesto
que su lógica y su razón suelen encauzarse con más facilidad hacia
la observación de los elementos sutiles y los factores menos eviden­
tes que otras personas normalmente pasarían por alto o ignorarían.
Esa concentración interna de la energía mental hace que ésta sea
una posición mental oculta, en la que reciben más estímulo las fun­
ciones más profundas de los procesos mentales. La mente racional
establece una conexión muy estrecha con el inconsciente y con todo
su potente contenido. Sin embargo, desde un punto de vista estricta­
mente práctico, esta situación puede ser también una señal de oscu­
ridad mental en la que los pensamientos íntimos del individuo son
incapaces de estructurarse con claridad o de ser entendidos acerta­
damente por los otros.
El Ego (indicado por el Sol) suele estar menos capacitado para
dirigir y controlar lo que la mente expresa (puesto que Mercurio re­
trógrado se está apartando simbólicamente de la dirección hacia la
cual el Sol consciente está avanzando). Por ello, esta persona tal vez
confíe menos en activar su energía mental hacia sus principales ob­
jetivos o metas centrales (pues en este caso, el inconsciente tiene
mayor poder sobre la mente racional y concreta). Este individuo tien­
de a absorber información sin estar conscientemente al tanto de que
lo está haciendo. Absorbe mayor cantidad de informaciones que las
que se evidencian. Sin embargo, en la superficie, da muestras de
219
aprender las cosas con más lentitud que los otros. Esto podría ser
así, porque sus intentos para acumular conocimientos agitan los pla­
nos más profundos de su percepción interior; por eso, este individuo
tiene que analizar cuidadosamente, volver a analizar y reflexionar
integralmente sobre la información, antes de poder aplicar eficaz­
mente esos conocimientos en el mundo externo.
Mercurio retrógrado suele encontrarse en las Cartas de indi­
viduos sumamente autocríticas, pues las facetas selectivas y crite­
riosas de Mercurio se tornan fácilmente introspectivas. Se acentúa
el examen personal subjetivo. Aparentemente, a estas personas les
resulta más difícil tomar decisiones rápidas e inmediatas o pensar
en términos absolutos (puesto que la posición retrógrada las man­
tiene mentalmente indecisas y constantemente preocupadas por
modificar sus planes, rever lo que pensaron o amoldarse continua­
mente a cambios externos que ellas no suelen prever). Normalmen­
te, este individuo tiene que empeñarse más en prestar mayor aten­
ción a los pormenores inmediatos de su entorno y, en especial, en lo
que atañe a escritos. En este caso, hay en él una extraña desatención,
la cual se mezcla con un recuerdo increíble de cuestiones sutiles que
la mayoría descuida o no logra observar. Aunque aparentemente, a
la mente le sea más difícil estabilizarse en el plano del mundo (pues­
to que está menos capacitada para prestar atención), a menudo pue­
de alinearse más con los dictados del Yo Superior (especialmente
cuando Mercurio está bien aspectaC:o). Los componentes abstractos
de la mente consciente se estimulan más fácilmente en este sentido.
Lo que esta mente no logra recibir en términos de comunicación
directa, lo compensa con una respuesta mdirecta, sutil e inefable. El
conocimiento profundo que podría hallarse aquí no debería subesti­
marse a causa de la tendencia de este individuo a mostrarse desma­
ñado e indeciso en cuanto a poner de manifiesto su capacidad men­
tal. (Nostradamus; F.A. Mesmer; Federico Chopin; Alan Leo; Is­
rael Regardie; Salvador Dalí; Erich Fromm; Howard Hughes;
Norman Mailer.)

Mercurio retrógrado progresado


Cuando Mercurio se vuelve retrógrado por progresión, deli­
mita en la vida del individuo un período que indica un apartamiento
gradual y sutil de su habitual modalidad de descubrir objetiva e inte­
lectualmente los hechos. El individuo tiende ahora a experimentar
220
más vívidamente la fuerza subjetiva de su mente. Por supuesto, mu­
cho depende de la edad exacta en la que el Mercurio del individuo se
vuelve retrógrado. Cuanto antes ocurra esto, menos impacto parece
tener, en esta época, sobre su consciencia vigil.
Cuanto más tarde ocurra esto, más podrá el individuo sintoni­
zarse intensamente con sus profundos procesos mentales. A esta al­
tura, pueda dar muestras de estar cada vez más enfrascado en comu­
nicarse personalmente con los demás, puesto que ahora es más sen­
sible a la respuesta que él recibe (y a menudo porque esas respuestas
no siempre se alinean con lo que él está tratando inicialmente de
comunicar; a medida que la brecha se ensancha, se ve obligado a ser
más criterioso y reflexivo). En el mejor de los casos, descubre que
sólo unos pocos individuos son capaces de captar lo que él está tra­
tando de expresar. En este caso, se indica una disposición cada vez
mayor para analizarse personalmente a fondo; esto puede inducir a
este individuo a que concentre su atención en todo programa de
autodesarrollo mental o de interés cultural que pueda auxiliarle en
su búsqueda de significados recónditos. La edad es todavía algo im­
portante que hay que tener en cuenta cuando se esboce esto. Por
ejemplo, a los siete años de edad, esta fase retrógrada de transición
podría denotar una tendencia a problemas de lectura o con los nú­
meros, dificultad para hablar o menos interés general en los estu­
dios escolares que exigen una mentalidad exacta o una minuciosa
memorización de hechos (por ejemplo, como la que se aplica a la
matemática o a las ciencias). Sin embargo, este joven individuo tal
vez se desempeñe mejor con aquellos estudios que le ayuden a desa­
rrollar su comprensión de imágenes visuales o asociación de símbo­
los (puesto que los procesos de la imaginación suelen estimularse y
realzarse).
El individuo tal vez se halle más indeciso en cuanto a trazar
planes importantes en su vida y, por ello, puede experimentar un
desasosiego capaz de mantenerle durante un tiempo en un estado de
fluctuación mental (aunque esto suele evidenciarse menos en la
superficie). Puesto que este período de retrogradación dura unos
veinticuatro años progresados, condiciona lentamente la mente para
que se tome más contemplativa y filosófica. En algunos casos, los
cuales dependen de los Aspectos natales, puede señalar un período
de frustración mental y dificultades aleccionadoras. En esta ocasión,
esta persona suele necesitar más tiempo para entender totalmente
221
las cosas y, en consecuencia, tal vez tenga que esforzarse más para
asimilar lo que estudia y observa en el exterior. El contenido de su
mente inconsciente tal vez ocupe el primer plano y aparte su aten­
ción de los procesos mentales centrados en el mundo. Tal vez preste
menos atención consciente a los pormenores externos de su ambien­
te inmediato; esto puede volverle periódicamente más olvidadizo y
distraído, o lisa y llanamente descuidado en lo que atañe a sus pen­
samientos y palabras. Por otra parte, puede volverse cada vez más
sensible ante los cambios sutiles que, de otro modo, normalmente
pasaría por alto. También puede sensibilizarse agudamente respecto
de amoldamientos interiores de su propio modo de ser, casi como si
su inconsciente le estuviera enseñando a entender de una manera
diferente de la que su mente consciente jamás pudo. Verifique cuál
es la Casa natal que Mercurio ocupa, y también cuáles son las Casas
con Géminis y, especialmente, con Virgo (por ser más reflexivo) en
sus cúspides. Es probable que éstas sean situaciones circunstanciales,
en las que haya cambios mentales necesarios, actitudes nuevas y
pensamientos reconsiderados que necesariamente ayuden a este in­
dividuo a que entre en un contacto más estrecho con su yo interior
mientras dure esta fase retrógrada progresada.
Si bien el individuo puede empezar a responder a esta fase
retrógrada progresada de Mercurio, que empieza en el año exacto en
que cambia de dirección, puede reaccionar ante este cambio de cons­
ciencia unos pocos años antes, durante la fase estacionaria de este
planeta. Es probable que este cambio progresado de dirección, se
manifieste en quienes previamente no efectuaron suficiente contac­
to con su yo interior subjetivo, por medio de confusión o desorgani­
zación en las circunstancias de la vida exterior durante los primeros
años de este período. Cuando Mercurio se vuelve directo por pro­
gresión, después de ser natalmente retrógrado durante un tiempo, el
individuo tiene la sensación de que su mente se liberó del estado en
el que ella se expresaba subjetivamente y ahora él puede estar más
activo y ser más eficaz al influir sobre sus asuntos externos. Su pe­
ríodo de preparación concluyó oficialmente, y las energías mentales
del individuo se proyectan ahora de vuelta hacia las experiencias del
mundo externo, a fin de evidenciar más plenamente aquello de lo
que es capaz. Puede sentirse más libre y accesible con su capacidad
para comunicarse, pero ahora se relaciona desde un punto de vista
más profundo. Tiende a querer aplicar sus intuiciones a los asuntos
222
cotidianos de su entorno, a fin de captar más fielmente la naturaleza
de aquéllos. Si bien sus observaciones son raras veces superficiales,
ahora sus reflexiones son menos oscuras y difíciles de interpretar. El
mismo es menos consciente de sf en cuanto a sus procesos mentales
y, de ese modo, elimina bloqueos que podrían haberse desarrollado
en años anteriores, y es más proclive a querer efectuar un intercam­
bio mental con los demás, dando y recibiendo de una manera que
antes parecía casi imposible. El período estacionario de Mercurio
tiende a plantear al individuo una crisis de carácter interno en la que
debe estar en pugna con su mente y empezar a desarrollar nuevos
medios de comunicación que fomenten su evolución. Las presiones
de este período estacionario crecen hasta que resulta imperiosa una
transformación mental que le libere. Los Aspectos con Mercurio,
durante este período progresado, deberían indicar cómo puede ocu­
rrir una liberación.

Mercurio retrógrado en tránsito


Este es un período que dura unos veinticuatro dfas y ocurre
normalmente unas tres veces por año. Los planetas en tránsito tien­
den a generar más bien acontecimientos que el individuo co­
n-ientemente experimenta en lo externo, que a activar condiciones o
actitudes internas. Sin embargo, estos acontecimientos operarán
sobre el plano en el que el individuo esté experimentando inte­
riormente al planeta natal. Por ello, cuando un planeta se vuelve re­
trógrado por tránsito, da muestras de interferir en la corriente nor­
mal de actividades que están en marcha y que son representadas por
ese planeta en el mundo exterior. Esto puede crear frustraciones,
demoras, contratiempos o cambios de último minuto en los planes,
de acuerdo con el grado de susceptibilidad del individuo. Cuando
Mercurio en tránsito es retrógrado, no es la mejor época para tomar
decisiones importantes o firmar documentos y escritos de los que se
espere que pongan término a un compromiso de largo alcance o a
algún género de contrato. Esto se debe a que el hincapié que Mercu­
rio hace normalmente sobre la comunicación Uunto con su capaci­
dad para pensar con claridad, analizar con frialdad y lógica, y razo­
nar con objetividad) se aparta por un tiempo de una expresión en el
plano de la actividad cotidiana y rutinaria, y propende a una expre­
sión mental en ámbitos menos tangibles y estructurados. Por eso, el
individuo puede esperar toda clase de rupturas o desórdenes, de
223
menor cuantía pero irritantes, cuando se ocupe de todas y cada una
de las formas o canales de comunicación o transmisión. Cuanto más
mercurial es la actividad, mayor es su vulnerabilidad. Y puesto que
Mercurio rige en nuestra vida diaria sobre minucias aparentemente
incidentales, el trastorno puede brotar desde distintos ámbitos a la
vez durante este período. Los trastornos materiales que típicamente
descubriremos son los relacionados con reparación de automóviles,
mal funcionamiento de teléfonos, mensajes que se confunden, retra­
sos en la correspondencia, entregas que se posponen o cambio de
último minuto en lo que se planificó y negoció previamente.
Si en este tiempo, Mercurio retrógrado en tránsito forma As­
pectos agobiantes con cualquier planeta natal (o con varios), el indi­
viduo debería estar especialmente atento y vigilante ante cualquier
falta de claridad o lógica en su pensamiento. En esta época tal vez no
preste mucha atención a las minucias; esto podría confundir y en­
turbiar las cosas, debido a que es remiso en la observación de facto­
res de menor importancia y aparentemente triviales (especialmente
concernientes a trabajos o quehaceres que tiene entre manos). Bajo
este tránsito se cometen errores con más facilidad y más 1·eiterada­
mente y, a menudo, no se los advierte durante un tiempo. Sin embar­
go, a veces los errores que se cometieron en el pasado pueden ahora
ser advertidos y corregidos por el individuo (he observado cómo es­
tas circunstancias operan, una y otra vez, en los dos sentidos). Du­
rante este período, pueden llegar a encontrarse objetos perdidos u
ocultos. En este caso, lo generalmente aconsejable es esto: nunca
suponga nada ni dé nada por sentado cuando Mercurio sea retrógra­
do. Verifique todo. Recuerde que ésta pueda puede ser una época
dificilísima para que las personas presten atención a los minucias
cotidianas.
Es probable que la Casa por la que Mercurio esté transitan­
do sea aquélla en la que su influencia retrógrada cause su más gran­
de impacto, junto con las Casas natales regidas por Mercurio, en
menor grado. Debería ser muy importante tomar nota acerca de
cualquier planeta con el que Mercurio forme Aspectos exactos du­
rante este período. También es muy sensible el grado en el que
Mercurio se vuelve retrógrado; los Aspectos natales con el grado de
este tránsito suelen marcar, según mis observaciones, el tono de
todo el período retrógrado. El período en que Mercurio es retró­
grado en tránsito es excelente para tomar parte en toda actividad
224
mental; por ejemplo: investigación, compaginación o edición, revi­
sión de textos, corrección de pruebas, etc. Debido al carácter in­
trospectivo de la retrogradación, este período es también bueno
para la meditación, el análisis personal a fondo y varias formas de
técnicas psicológicas tendientes al conocimiento de uno mismo. Es
buena época para que el individuo examine mentalmente qué pue­
de ganar volviendo a considerar arraigados conceptos e ideas ante­
riores, a analizar de nuevo cuán apropiados y valiosos son actual­
mente y, luego, a efectuar todas las correcciones y modificaciones
necesarias. Puesto que Mercurio se desplaza más lentamente, la
mente puede ser más reflexiva en sus evaluaciones y, por ello, vuel­
ve a estudiar las cosas con más cuidado. Esta es una época cons­
tructiva para la evaluación. Las nuevas actividades deberían ser
planificadas minuciosamente durante este período, y no se las de­
bería llevar a cabo hasta haber completado, como corresponde, los
asuntos del pasado que quedaron sin resolver.

Venus retrógrado natal


Cuando un planeta es retrógrado, hay una necesidad expresa
de que la atención se concentre más en suscitar las facetas subjetivas
de cuanto ese planeta representa fundamentalmente. Por ello, la con­
centración es menor sobre la aplicación materialista de ese planeta.
Venus nos da normalmente el impulso para atraer lo bello, depurado
y confortable del mundo externo. Nos insta a aprender y valorizar la
interacción cultural, y nos sensibiliza ante las posibilidades estéticas
de la vida. Cuando es retrógrado en la Carta natal, los valores estéti­
cos del individuo son más bien de carácter personal que producto de
un condicionamiento social. Sus instintos sociales operan por cau­
ces menos extrovertidos. Esto significa que el individuo tiende a ser
más reflexivo y subjetivo cuando evalúa el amor, la belleza y las com­
paí'ífas en general. Es capaz de apreciar y valorizar aquellas cosas
que quienes tienen un Venus directo pasan por alto o consideran
menos atractivas. Esto puede sugerir que una persona con un Mer­
curio retrógrado posee un conocimiento más total de la belleza inte­
rior o abstracta y, en consecuencia, no se siente tan atraído solamen­
te por las apariencias físicas superficiales. Puede hallarse en sinto­
nía más armoniosa con los elementos más sutiles. Es capaz de expe­
rimentar con más hondura la naturaleza del amor, pues en este caso
las emociones pueden impresionar más profundamente su carácter;
225
sin embargo, lo que ocurre es que le resulta más difícil expresarlas
de manera abierta y demostrativa. En este caso, el aspecto poten­
cialmente superficial de Venus se pone menos de manifiesto. El indi­
viduo no tiende tanto a comportarse de la manera que las conven­
ciones sociales dictan con el solo objeto de que los demás lo aprue­
ben y acepten. Tal vez sea un tanto reservado o se sienta inhibido
como para evidenciar su afecto, y necesite más tiempo para que aquf
pueda desarrollarse. Con frecuencia, su amor florece tardíamente
(en términos de realización interior).
En el plano de las relaciones, Venus retrógrado no tiene incli­
naciones sociales ni gregarias. Puesto que es más reservado en lo
que atañe a lo que siente, es menor su tendencia a empeñarse en
buscar en los demás una compañía amigable e fntima. Es probable
que evite la intimidad y prefiera relacionarse con las diversas partes
de sí mismo. Tal vez dude de que es capaz de disfrutar los contactos
personales con otros, y tiende a introvertirse para satisfacer sus pro­
pios sentimientos (en la mayoría de los casos, valoriza más tenerse a
sí mismo como compañía; esto sugiere que necesita recluirse y estar
solo). En consecuencia, en el plano externo puede evidenciar un tem­
peramento retraído y aislacionista. Por esta razón, la verdadera sa­
tisfacción, mediante relaciones amorosas o sentimentales, puede
producirse tardíamente en su vida (si es que se produce). Es eviden­
te que el individuo se propone examinar más introspectivamente sus
valores personales, sus tiernos sentimientos y hasta sus necesidades
de dependencia, antes de poder sentirse cómodo y seguro con los
demás, y de ser capaz de compartir equilibrada y coordinadamente
las muchas partes de sí mismo. Necesita examinar las motivaciones
que le impulsan a amar y ser cariñoso con otra persona (pues raras
veces le resulta fácil apegarse y ser comprendido por los demás).
Puesto que en este caso hay factores inconscientes en actividad, la
atracción de este individuo puede ser incomprensible, irracional o
carente de practicidad. En un plano positivo, el principio del refi­
nqmiento, propio de Venus, puede ser más penetrante dentro de la
psiquis y permite que el individuo desarrolle más lentamente una
expresión más madura y espiritualizada del amor. Sin embargo, esto
ocurre normalmente sólo después de una amplia evaluación perso­
nal. En este caso, Venus puede, en ciertos casos, amar desde un pun­
to de vista abstracto y universal.
Venus retrógrado tiende a interesarse menos en acumular bie-
226
nes y propiedades materiales por su valor estrictamente mundano;
en consecuencia, el individuo es menos materialista en el sentido
más pragmático de este vocablo. Le preocupa más el valor interior
de lo que él posee. Sin embargo, en algunos casos, esta condición
podría reflejar a quien le es difícil ocuparse de asegurarse finan­
cieramente, debido a que hay valores en pugna (los propios valores
frente a los de la sociedad). Si Venus retrógrado se halla muy agobia­
do por los Aspectos de la Carta, entonces podría denotar intensas
frustraciones sentimentales, a causa de que existen limitadas vías de
escape de carácter afectivo o artístico. Puede estar bloqueada la ap­
titud del individuo para aceptarse, y esto podría desviar y deformar
la expresión personal de su amor y sociabilidad. Esta condición po­
dría indicar a quien no se siente digno de recibir amor, pues puede
ser confuso el concepto que él tiene acerca de lo que personalmente
vale. O bien, en algunos casos, el principio del amo1� volcado sobre sí
de manera muy subjetiva e instintiva, podría sugerir una tendencia a
algún grado de narcisismo inconsciente (por ejemplo, sentir una
atracción morbosa hacia su propia persona). Todos los sentimientos
sumergidos o indirectos tendrán que salir, a su debido tiempo, a la
superficie, en un plano vigil de la consciencia, antes de que este indi­
viduo evolucione y los observe con objetividad. (Miguel Ángel;
Gustav Mahler; Adolfo Hitler; Pearl S. Buck; Winston Churchill;
Meher Baba.)

Venus retrógrado progresado


Cuando Venus se vuelve retrógrado por progresión, regula
un período en el que hay mucho emocionalismo, inquietud en las
uniones y cambio de valores. Normalmente, hay un impulso subje­
tivo de apartarse del plano de la participación social anteriormente
establecida. El individuo puede empezar a sentirse más tímido o
torpe en la interacción social, y tal vez cavile más sobre los valores
más profundos de las compañías desde un punto de vista reflexivo.
La perspectiva interior del individuo puede ampliarse, aunque de­
bido a factores emocionales latentes se ponen ahora en más estre­
cho contacto con los sentimientos conscientes. Este período pro­
gresado dura unos cuarenta y dos años. Por ello, debería consi­
derárselo un factor condicionante, gradual y sutil, surgido más bien
de cómo el individuo acomoda su modo de ser que de una influencia
que predominantemente produzca hechos. A menudo se ba obser-
227
vado que el año en el que un planeta se vuelve retrógrado por pro­
gresión, al igual que el año en el que se vuelve directo (que repre­
senta la culminación de la fase estacionaria de ese planeta), son las
épocas sensibles que revelan al individuo importantes cambios de
consciencia o puntos críticos internos respecto de los principios
correspondientes, los cuales se resuelven por medio de la Casa ocu­
pada. Venus en sus estaciones puede estimular incertidumbres so­
ciales, confusión de valores o la percepción de anhelos amorosos
que anteriormente estaban ocultos. Desde un punto de vista
reencarnacionista, el individuo puede ahora ponerse más en sinto­
nía con la actitud que adoptó respecto de sus afectos en vidas pasa­
das; esa actitud puede ser ahora opuesta a aquélla para la que se le
había condicionado, a fin de establecerla, hasta este punto, en esta
vida. Es probable que, debido a esto, sienta descontento en el plano
sentimental, aunque ello se registre como vagos deseos al comen­
zar esta fase retrógrada.
En esta época, quien tiene a Venus progresado retrógrado
puede preocuparse cada vez menos por mostrarse atractivo o seduc­
tor ante los demás de acuerdo con las convenciones sociales. Tal vez
huya de las compañías en las que deba actuar con ellas comúnmente
en sociedad y prefiera la soledad. Es más probable que, en este sen­
tido, responda a su impulso de autosatisfacción. El mundo externo
de las apariencias le atrae menos, y esto sugiere que colabora cada
vez menos en lo que la sociedad espera de él. Esto es especialmente
así si Venus natal forma Oposiciones en la Carta, las cuales sugieren
que es refractario a avenirse con los demás. Su tendencia a ser parti­
cipativo puede disminuir. Sin embargo, el individuo se muestra me­
nos inclinado a ejercer su sociabilidad de manera frívola y superfi­
cial. Por cuanto ahora se muestra más reflexivo en sociedad, tal vez
parezca mantenerse distante y aislarse de los otros. Tiene que buscar
valores humanos que, aunque sean impersonales, tengan un alcance
más universal. En consecuencia, su inconsciente posee más poder
cuando dictamina y elige las personas con las que se unirá. Por ello,
las relaciones que él crea pueden tener tendencias latentes más
signadas por el destino. Las personas con las que se asocia íntima­
mente en esta época pueden ponerle en contacto, para mejor o para
peor, con la hondura de sus propios sentimientos. Sus reacciones
ante esas relaciones deberían indicar las necesidades sentimentales
irresueltas que ahora deben ser transformadas. Por esta razón, las
228
actitudes amorosas que se expresan en esta época pueden ser com­
plejas y difíciles de definir.
El año en el que Venus se vuelve retrógrado podría coincidir
con circunstancias memorables que impliquen logros internos en lo
que concierne a la capacidad amorosa del individuo si, en el naci­
miento de éste, Venus forma aspectos agobiantes. Los impulsos
afectivos, que permanecían ocultos para la consciencia vigil, pueden
empezar a ser experimentados y analizados subjetivamente. Si Ve­
nus se halla más decisivamente activo en la Carta, más como un
planeta de «dinero» que como un planeta de «amor», su retrogra­
dación por progresión puede revelar un período de problemas finan­
cieros o deficiente administración de bienes y fondos, puesto que el
yo interior del individuo se aleja psicológicamente de la experiencia
mundana en el reino de la materia. El esquema evolutivo del indi­
viduo exige ahora que intente espiritualizar sus valores materiales y
mundanos equilibrándose interiormente. Esto puede señalarles a al­
gunas personas, que deben esforzarse más para conectarse con los
recursos latentes que les permitirán cubrir su propia subsistencia. A
otras personas podría sugerirles que utilicen sus recursos persona­
les de manera más colectiva. Sin embargo, en todo tiempo, el indivi­
duo es impulsado a que evalúe de nuevo cómo ha de ponerse en
sintonía con la gente en las experiencias de su vida. Venus retró­
grado permite que el individuo restaure el talento y la capacidad que
otrora valoró en anteriores encamaciones. Ahora el individuo ha de
encontrar nuevos modos de usar esos recursos más para el bienestar
de todos que para complacerse él solo.

Venus retrógrado en tránsito


La fase de Venus retrógrado en tránsito es un período que dura
unos cuarenta y dos días. Ocurre aproximadamente cada año y me­
dio. Es muy probable que este período modifique las condiciones
relacionadas con nuestros impulsos amorosos, nuestra reacción
emocional consciente, nuestro sentido de los valores y nuestro modo
de pensar acerca de quienes nos acompañan. También puede vincu­
larse con actitudes concernientes a condiciones financieras corrien­
tes y bienes materiales personales. Suele ser una época en la que hay
asuntos circunstanciales que nos obligan a cambiar de compañías
íntimas. Es importante señalar la casa por la que Venus está transi­
tando, porque en ella el individuo suele verse impulsado a modificar
229
en su vida su modo de evaluar una persona o una cosa. El individuo
puede estar mejor capacitado para ponerse en contacto con senti­
mientos subjetivos más profundos que se relacionan con aquellos
asuntos, aunque estos sentimientos puedan ponerse de manifiesto
de manera menos directa en la superficie. Esta es una época en la
que se cavila emocionalmente sobre las cosas, en un intento por sen­
tirse más cómodo y equilibrado en los asuntos que se destacan du­
rante este período. Al individuo se le aconseja que reflexione y sope­
se cuidadosamente todo, antes de comprometerse firmemente en
uniones corrientes. Por ello, ésta no es una época aconsejable para
disponerse a contraer matrimonio ni para entablar un divorcio. Lo
característico del individuo y su pareja es su mayor indecisión y
volubilidad en el plano de los sentimientos, especialmente cuando
este Venus retrógrado en tránsito forma contactos agobiantes con
los planetas natales (en particular, cuando Marte, Júpiter o Venus se
hallan involucrados). Este rasgo debería también aplicarse a nuevas
alianzas en sociedades comerciales y todo asunto profesional.
Puesto que Venus es también un planeta del dinero, su tránsi­
to retrógrado puede sugerir mal tiempo para efectuar importantes
compras o inversiones, pues el verdadero valor de cualquier produc­
to que el individuo desee es más difícil de evaluar por parte de éste.
Durante esta fase puede sobrevaluar las cosas a ciegas. Lo que aquí
se indica es que él necesita mirar por debajo de lo que da muestras
de ser bello o encantador en la superficie (ya se trate de personas u
objetos) y determinar con cautela cuál es el verdadero valor de lo
que le atrae. Es probable que nuestra motivación más bien consis­
ta en arranques de idealismo emotivo que en una necesidad prácti­
ca. En general, el individuo debería ser más discreto en lo que deci­
de comprar o vender dentro de estos rubros: adornos, artículos de
lujo, joyas, piezas decorativas, modas, mobiliario costoso y otras
galas. Es probable que después lamentemos nuestro derroche y
nuestros gastos impulsivos cuando finalmente Venus se vuelva di­
recto y empecemos aquí a reexaminar y revalorizar nuestras accio­
nes. En algunos casos, puede haber demoras para obtener los bie­
nes que se desean (tal vez debido a que en el pasado las finanzas
fueron mal manejadas y ahora advertimos esto), o bien, puede su­
ceder que falten suministros (lo que deseamos suele haberse agota­
do durante este período), lo cual sugiere que la oportunidad para
que compremos se acabó en lo que a nosotros concierne. Y puesto
230
que nuestra percepción estética se halla muy poco en sintonía con
las minucias, ésta no es una buena época para juzgar colores, mati­
ces y tonalidades (como cuando tratamos de combinar armónica­
mente pinturas o telas).
Puesto que Venus retrógrado por tránsito sugiere que las con­
diciones descriptas no están equilibradas sino constantemente ines­
tables, este período puede denotar una mayor posibilidad de que las
parejas tengan malos entendidos. Probablemente se interpreten mal
las intenciones y resulte inapropiado lo que se suponga acerca de los
sentimientos de los demás. La confrontación franca puede ser torpe
y las «indirectas» que tienen como destinatarios a terceros suelen
complicar las cosas. Puede ser contraproducente para el individuo
o, por lo menos, puede sufrir acentuadas demoras y contrariedades
si se enzarza en cuestiones legales (que, en especial, conciernan a
tribunales inferiores). Esos trámites, si hay que hacerlos, se los debe
iniciar después de que Venus se vuelva directo. En un plano cons­
tructivo, Venus retrógrado en tránsito puede ser un período excelen­
te para reexaminar las relaciones por lo que éstas verdaderamente
valen para el individuo, antes de que él saque conclusiones finales
que impliquen decisiones o compromisos. Necesitamos examinar de
manera más total aquellas necesidades nuestras que involucran a
terceros. Además, ésta es también una oportunidad maravillosa para
volver a completar, antes de aventuramos en nuevos proyectos, to­
das las obras artísticas o creativas que dejamos inconclusas. En este
aspecto solemos efectuar promisorias mejoras que nos permiten sen­
timos íntimamente complacidos con los resultados. También nos
beneficiamos examinando cuestiones financieras del pasado, eva­
luando lo conveniente y lo inconveniente de nuestras acciones, y
estableciendo mejores modos de equilibrar en el futuro nuestros asun­
tos monetarios.

Marte retrógrado natal


Marte rige el impulso o el anhelo de expulsar la energía vital,
introduciéndola en el mundo externo. Desea activar directamente
las condiciones que coincidan con los impulsos personales, median­
te un desplazamiento agresivo y, a menudo, rapidísimo. Es un plane­
ta que funciona muy cómodamente cuando está libre para lanzarse
hacia adelante con mucho ímpetu en el mundo manifiesto, intentan­
do encarar y superar dinámicamente todas los obstáculos mediante
231
una acción frontal. Su psicología necesita esta clase de apremio para
crecer. Sin embargo, cuando se halla retrógrado en la Carta natal,
Marte tiene evidentemente más dificultad para exteriorizar los im­
pulsos agresivos hacia un objetivo externo con esa franca impulsivi­
dad que es típica de Marte directo. La energía puede volverse fácil­
mente hacia adentro y dar al individuo un aspecto superficial de
calma, moderación, tranquilidad y estabilidad. Sin embargo, inter­
namente, esta persona es mucho menos capaz de distenderse, pues­
to que gasta constantemente su energía con tensiones subjetivas y
también con prncesos corporales internos. Marte retrógrado no se
lanza espontáneamente a la acción personal de la manera que Marte
directo acostumbra. Este Marte raras veces se dinamiza como para
hacer frente a la oposición de manera directa. Es menos franco en
sus movimientos. Los individuos con Marte retrógrado suelen com­
portarse de modo más pasivo o nada combativo, que quienes tienen
hondos sentimientos. El principal ímpetu de este Marte es decisiva­
mente más psicológico que físico, más reflexivo que activo, y más
deliberado que impulsivo.
Evidentemente, se comprende menos lo que motiva a esta
persona para que actúe o haga cosas, puesto que más bien son los
estímulos subjetivos e internos que los factores externos los que la
inducen a expresarse. En este caso, es predominantemente motiva­
da por sus facetas psíquicas inconscientes, y quizás esté confundida
acerca de por qué es impulsada a actuar. Tal vez Marte retrógrado
sea una oportunidad para que el individuo reflexione sobre cuáles
son las razones por las que él actúa, y le aliente para que lo haga con
mayor reflexión y claridad de propósitos, en lugar de basarse en una
planificación deficiente e impetuosa. Su actitud reflexiva podría s11-
gerir un grado de indecisión para actuar hasta haber examinado in­
ternamente la naturaleza de lo que debe hacer. Por ello, la falta de
iniciativa y empuje, que él evidencia, puede ser engañosa, puesto
que está desarrollando realmente una estrategia (está buscando,
mediante cuidadosa planificación, el momento más ventajoso para
actuar en una situación). Por ello, es típico que demore en empren­
der la acción hasta un tiempo posterior que él juzgue acertado.
Normalmente prefiere actuar solo, aislado y solitario, más que en
presencia de otros. En la Carta de un varón, Marte retrógrado en
esquemas muy agobiantes puede producir una inhibición o un mal
encauzamiento de la energía sexual, cuyo resultado posible es la
232
impotencia. Al menos, puede haber una disminución general de la
excitación física mediante los estímulos habituales, prefiriéndose una
excitación psicológica más complicada. En la Carta de una mujer,
puede haber frigidez o un problema (más profundo de lo que ella
evidencia) para adecuarse interiormente al principio masculino. Las
mujeres que tienen esta posición tal vez exterioricen esta dificultad
atrayendo hombres que sexualmente las frustren o psicológicamen­
te sean una amenaza para su identidad. Estos hombres pueden fun­
damentalmente expresar de manera impropia su masculinidad. En
lo que atañe a ambos sexos, las tensiones sexuales aumentan lenta­
mente, pero estos individuos las advierten menos.
Cuando Marte se halla en estos esquemas natales agobiantes,
puede ser perjudicial para la psiquis, pues la energía que los conflic­
tos inicialmente generan en el mundo exterior se vuelca primera­
mente hacia el interior, rumbo al ego. Raras veces se permite que las
hostilidades, los rencores, los celos y toda la ira frenética se descar­
guen por las vías más directas e inmediatas disponibles. En lugar de
ello, se las puede comprimir, almacenar interiormente y permitirles
que se concentren peligrosamente dentro del individuo. La astrólo­
ga Ma ry Vohryzek, en ocasión de una correspondencia personal, se
refirió a Marte retrógrado como dueño de la propiedad de «estar en
ebullición», con períodos de erupción inesperada. En este caso, mis
observaciones confirmaron claramente lo que ella intuyó acerca de
Marte retrógrado. En este sentido, a estos individuos los suele des­
concertar la intensidad de sus reacciones apasionadas y un tanto
destructivas. En algunas personas que reprimen indebidamente sus
vehemencias, el cuerpo físico puede terminar siendo el punto focal
de esa sobrecarga energética. Por ello, pueden sufrir inflamaciones e
infecciones más complicadas y enconadas que las del mismo Marte
natalmente directo. Esto es aparentemente así si Marte se conecta
de cualquier modo con Virgo, Escorpio o las Casas primera, sexta y
octava. La dolencia física autogenerada puede ser fuerte (por abuso
directo pero inconsciente, o por proclividad al accidente). A veces, la
vitalidad física puede estar un tanto disminuida, tal vez por el hecho
de que el individuo dirige esta energía hacia la dinamización de las
partes más intangibles y sutiles de su ser. Puede tener lugar el agota­
miento, aunque el individuo tal vez ignore que necesita relajarse físi­
camente de manera total. Por otra parte, su vigor interno puede ser
mayor con Marte retrógrado, casi como si tuviera que estar compul-
233
sivamente en actividad, haciendo caso omiso de las limitaciones de
su cuerpo.
Un Marte retrógrado puede dar, al individuo que procura en­
cauzar sus energías hacia el desarrollo espiritual, el vigor y la fuerza
interior que él necesita para explorar valientemente los conflictos
íntimos menos patentes y para combatir con bravura a todos los
«enemigos» con los que se enfrente en el campo interno en el que se
entable la batalla psicológica. Y puesto que es probable que su in­
consciente sea el que dirija sus impulsos y deseos, el individuo pue­
de descubrir que se le incita a actuar o trabajar en procura de una
causa objetiva o mundial, de carácter impersonal, inculcando en los
demás un anhelo de actuar altruístamente como cruzados o precur­
sores; su desapego puede bastar para que actúe sin tener en cuenta
las necesidades que tengan estrictamente como centro a su propia
persona. (Toulouse-Lautrec; Sigmund Freud; Beethoven; Lord
Byron; Judy Garland; Al Capone.)

Marte retrógrado progresado


Si Marte se vuelve retrógrado por progresión después del
nacimiento, es probable que permanezca en ese estado durante el
resto de la vida del individuo (pues su fase retrógrada dura ochenta
años progresados). Si empezamos con su período estacionario, Mar­
te describe un período ascendente de cambio de objetivos y un dis­
tanciamiento gradual respecto de métodos preestablecidos tendientes
a hacerse valer en procura de metas y ambiciones de aquí y ahora.
La actitud del individuo tiende a ser menos agresiva en cuanto a
poner en práctica sus impulsos en su entorno. Es menor su anhelo
de realizar un esfuerzo dinámico y empecinado para alcanzar cier­
tas cosas que él necesita. La Casa que Marte ocupa en la Carta natal
suele sufrir algún conflicto o roce interior cuando el individuo em­
pieza a reorientar el rumbo de sus energías vitales. Si intenta opo­
nerse y combatir lo que apremiantemente necesita para efectuar cam­
bios internos en su modo de actuar en este caso, necesariamente
tiene que pasar por muchas experiencias en sus asuntos externos,
las cuales dan muestras de obstaculizar y contrarrestar sus tercas
intenciones. Se beneficia amoldándose al anhelo de librarse de todo
deseo egocéntrico y de permitirse actuar de acuerdo con la dirección
fundamental de su inconsciente (que ahora, en esta ocasión, ha de
ser su guía interior). Desde este punto en adelante, es menos procli-
234
ve a evidenciar un espíritu francamente competitivo. Si es que lo
tiene, competirá consigo mismo más que con los demás.
Esta fase progresada puede ser una época en la que el indivi­
duo parece menos ávido de elaborar proyectos mundanos que le
exijan mucho esfuerzo físico. En lugar de ello, tal vez se retire cada
vez más o actúe cada vez más sutilmente. Es más proclive a con­
centrar sus energías en exigencias menos evidentes, o quizás se haga
cargo de un trabajo que le exija apartarse de la gente, sin que ésta
lo note ni le preste atención. Aunque necesariamente no tiene me­
nos iniciativa, tal vez busque tan sólo menos aventuras en las que
tenga que participar y que le exijan actuar en la sociedad. Disminu­
ye su ritmo en el mundo externo, pero tal vez acelere su actividad
en lo que atañe a su naturaleza interior. La introspección puede
acentuar su fuerza motivadora. Tiene que estar más en contacto
con la naturaleza más verdadera de sus impulsos personales. Esta
fase de largo plazo puede permitirle intuir más profundamente qué
requieren de él sus deseos en términos de evolución interior. En
consecuencia, tal vez se sienta menos inclinado a actuar según un
instinto ciego. Aunque el individuo es más subjetivo, se le ofrece
una perspectiva más total mediante un contacto más activo con su
inconsciente. Sin embargo, ahora pueden encenderse los conflic­
tos con mayor fuerza desde el interior y, a veces, dinamizar tensio­
nes psicológicas destructivas que quedaron sin resolver. Debido a
esta concentración interior de la atención, es probable que, en la
Casa que Marte ocupa (y también en las Casas natales que Marte
rige) haya demoras en una actividad circunstancial o en un memo­
rable proceso que está en marcha.
Para quienes estuvieron dispuestos a tratar de evolucionar
espiritualmente, esta retrogradación puede señalar que son capa­
ces de transmutar menos egocéntricamente las energías de sus pa­
siones y egoísmos; de ese modo, toda la personalidad se vitaliza y
renueva. Por ello, el individuo empieza a entender por qué el cam­
po de batalla de la vida debe empezar primero más con él mismo
que con su ambiente externo. En el plano kármico, éste no es un
período en el que el individuo tenga que explorar libremente y de
buen grado un nuevo territorio o seguir sin mapas un sendero. En
lugar de ello, se le insta a que complete los proyectos que no disfru­
tó adecuadamente en vidas pasadas debido a impaciencia, falta de
resistencia o acciones temerarias. Ahora ha de actuar de acuerdo
235
con planetas previamente trazados, los cuales yacen sepultados en
lo profundo de su psiquis. Ha de completar lo que inició en el pasa­
do, antes de avanzar con confianza hacia un nuevo ciclo de activi­
dad.
Si Marte se vuelve directo por progresión después del naci­
miento, describe una fase de la vida del individuo en la que él ha de
empezar a descargar en el mundo en general sus vastas reservas de
energía especializada. Aunque al principio tiende a sentirse indeciso
en cuanto a su capacidad para tener éxito en el mundo externo por
medio de los esfuerzos que él mismo impulsa, la vida le alienta aho­
ra a ser más emprendedor y agresivo, de manera que impresione
más directamente a su ambiente inmediato. Empieza a comportarse
más abiertamente y, con ello, a aficionarse cada vez más a objetivar
sus impulsos interiores mediante una actividad circunstancial. Por
cuanto sus acciones son más directas y espontáneas a esta altura de
su evolución, es más probable que haya de estimular la actividad de
aquellas personas con las que él se enfrente. También puede tener
que aprender a amoldarse a un ritmo más acelerado de los asuntos
de su vida. En muchos sentidos, esta fase de Marte debería sentirse
como una oportunidad para que se descarguen libremente las ener­
gías y se activen las ambiciones personales. El individuo puede em­
pezar a sentirse más vivo y vital en el mundo en el que él debe actuar,
junto con el desarrollo de un mayor grado de confianza en sí mismo
y con la seguridad de que las necesidades con las que él está más
personalmente identificado hallarán canales externos adecuados para
expresarse.

Marte retrógrado en tránsito


Marte en tránsito se volverá retrógrado durante ochenta días
aproximadamente, y ocurre cada dos años. Marte, que a menudo
es un perturbador para muchos, tal vez lo sea más cuando es retró­
grado en tránsito. Es muy importante observar en qué posición está
operando esta vez en la Casa. La energía de Marte nos impulsa
normalmente a emprender nuevas actividades y pone en movimien­
to acontecimientos emocionantes que nos impiden caer en lo ruti­
nario o quedarnos sin hacer nada. Pero cuando es retrógrado,
aparentemente es como si los nuevos planes del individuo fracasa­
ran, perdieran el impulso esperado, se desarrollaran con demasia­
da lentitud o no lograran activarse bastante. Solemos tener la sensa-
236
ción de estar retrocediendo de manera autoderrotista en lugar de
avanzar lenta pero constantemente. Por ello, es evidente que no se
trata de la mejor época para iniciar actividades que exigen un gra­
do notable de esfuerzo emprendedor, acción audaz, desafío aven­
turero o consumo constante y vigoroso de energía física. Las cues­
tiones relacionadas con la Casa ocupada por este Marte tal vez no
generen bastante fuerza arrolladora como para que las cosas mar­
chen dentro del ritmo suficiente que deseamos o necesitamos para
tener óptimos resultados. Esto se debe a que Marte está desviando
temporalmente su actividad hacia cosas materiales que son menos
concretas. El individuo se halla condicionado para que vuelva a
reflexionar sobre acciones anteriores y se le da la oportunidad para
que reencauce sus esfuerzos de manera que puedan brindarle nue­
vos modos de movilizar su vitalidad. Los roces que experimenta en
esta época le están diciendo que no adecuó convenientemente sus
energías y que necesita dirigir su atención física hacia lo que des­
cuidó o no logró completar. Marte en tránsito, en su fase retrógra­
da, insta a que se modifique constructivamente un esquema ener­
gético que, de no ser así, podría terminar volviéndose muy agota­
dor e improductivo.
Si el individuo ya es vulnerable a trastornos de salud, puede
experimentar, durante este tránsito, problemas referidos a su vita­
lidad y que a menudo se deben a mal genio, irritabilidad, impa­
ciencia o deseos frustrados, sin que él reconozca todo esto. Las
afecciones que aquí se observan incluyen inflamaciones, raspaduras,
quemaduras, cortes o lesiones debidas a accidentes repentinos. Si
Marte se encuentra en un esquema agobiante con la Luna natal o el
ASCENDENTE, aquí puede indicar cirugía mayor o menor (pero
debida a algo psicosomático que se desarrolló lentamente). El indi­
viduo tal vez no advierta conscientemente que su negatividad au­
menta gradualmente en su campo de fuerzas ni que es probable
que, durante este período, controle totalmente la utilización de sus
energías. En consecuencia, esta fase de Marte puede hacer que el
individuo sea más susceptible a accidentes, fracturas, discusiones,
peleas y desgracias de diverso grado, debidas a una conducta impe­
tuosa pero irracional, o a una acción temeraria y negligente por
parte de alguien. Marte retrógrado en tránsito puede suscitar di­
rectamente un aumento de la actividad interior, lo cual se mani­
fiesta externamente como inquietud, deseo de modificar de repen-
237
te las condiciones existentes sin tener en cuenta las consecuencias
futuras y pasos vigorosos que carecen de dirección práctica o com­
promiso expreso.
Lo nuevo que en esta época se inicia de prisa suele resultar
prematuro y a veces exige que el individuo empiece todo otra vez
cuando Marte se vuelve directo, o que abandone por completo sus
planes, prefiriendo ir en pos de otra cosa nueva. Sin embargo, esta
fase retrógrada en tránsito es excelente para iniciar la etapa de pla­
nificación de cualquier proyecto importante o para volver a elaborar
nuevamente proyectos otrora iniciados y poner fin a asuntos del pa­
sado. También es un período apropiado para tomarse un descanso
respecto de trabajos físicos exigentes y, en lugar de ello, dirigir esas
energías físicas hacia intereses más introspectivos. Lo mejor es aguar­
dar y planificar más, si esto es posible, hasta que Marte se vuelva
nuevamente directo, antes de salir a ocuparse de nuevas cuestiones
precursoras, de carácter personal. Al obrar así, es más probable que
hayamos tenido en cuenta las acciones más sutiles que son necesa­
rias para asegurar un resultado más exitoso. Todas las fases retró­
gradas en tránsito son, cuando se las usa constructivamente, perío­
dos oportunos para volver sobre nuestros pasos y reivindicar algo
que es valioso.

Júpiter retrógrado natal


Puesto que Júpiter, cuando es directo, gobierna el principio
de la expansión y la extensión en la esfera social, su retrogradación
en la Carta natal significa un individuo que no es tan capaz para
procurarse la plenitud, la riqueza y la prosperidad en cuestiones que
son propias del mundo. En lugar de ello, lo que más le inspira es
buscar dentro de sí oportunidades para evolucionar. Procura am­
pliar sus horizontes desde un punto de vista más subjetivo. Interior­
mente suele sentirse más totalmente protegido, cómodo y en paz. La
expresión benévola de este planeta .se concreta más en lo psicológi­
co. Por ello, es probable que el individuo se halle más contento y
satisfecho consigo mismo de lo que aparente externamente. Por su­
puesto, esto podría inducirle a postergar el uso realista de las opor­
tunidades tangibles y prácticas que el medio ambiente le ofrece (es­
pecialmente si implican que él comprometa su esfuerzo en ellas). La
visión, el alcance y la previsión de este planeta pueden volcarse ha­
cia las necesidades internas y, por ello, las encauza hacia objetivos
238
mentales abstractos o hacia el desarrollo espiritual, con más facili­
dad que por medio de objetivos estrictamente materiales. Lo que
resulta bastante interesante es que este individuo tiende a empeñar­
se en ser dadivoso y generoso, en el plano material, con lo que él
posee (ya se trate de bienes, talento u otro capital personal), pero
esto no lo expresa con espontaneidad. Sin embargo, es probable que
lo que él dé con más liberalidad sea su intuición e inspiración. Por
cuanto es un Júpiter más gravitante, este individuo puede sentirse
menos informal y despreocupado que quien tenga un Júpiter direc­
to. Está más en sintonía con los principios abstractos, que aquellos
individuos que tienen un Júpiter directo, aunque es posible que de­
see menos participar activamente en lo social.
Este individuo se inclina muchísimo por lo filosófico, pero
da muestras de entusiasmarse o ansiar menos la difusión de sus
creencias y revelaciones a los demás... al menos, de la manera di­
recta y autopropagandística de quien tiene un Júpiter directo. Pre­
fiere preocuparse más por profundizar su comprensión personal
de los elevados ideales que él busca, en su intento por lograr una
libertad interior mayor por medio de la sabiduría y la autoilumi­
nación. Puesto que puede ser más fácil conectarse con el lado más
universal y abstracto de Júpiter cuando éste es retrógrado, la moti­
vación de esta persona consiste en obtener una captación más cla­
ra de los vastos principios de la vida, de las proposiciones filosófi­
cas, de las realidades cósmicas y de la verdad absoluta. Las intui­
ciones más profundas pueden llegar hasta él por medio de sueños,
visiones interiores o pensamientos inspirados... aunque su inter­
pretación de lo que esto significa tienda a ser sumamente subjeti­
va. Sin embargo, esto podría, en sí mismo, menoscabar su propio
criterio. Este individuo tiene normalmente más fe y confianza en
sus posibilidades que en las de los demás. Tiende a creer más en sí
mismo que en cualquier otra persona, aunque no se infatúa de ello.
Esta tendencia puede dar a origen a que sea incapaz de reconocer
los beneficios más amplios de la mayoría de las oportunidades del
mundo, que se le cruzan en el camino a través de las energías de los
otros. Su voz interior es la que más tiende a dirigirle, sugiriéndole
que preste atención a su guía personal. Esto puede hacer que se
consagre muchísimo al sendero de la evolución que él escoja para
sí, haciendo caso omiso de que sea un sendero solitario o carente
de practicidad.
239
El mundo con sus pompas y la sociedad con su opulencia ra­
ras veces impresionan a esta persona, puesto que Júpiter retrógrado
señala a quien halla menos contento en las comodidades materiales
comunes y corrientes, en el lujo o en la prosperidad terrena. En me­
nor medida le importan las prosapias. Aunque disfruta en su vida lo
que materialmente le beneficia, a menudo tiende a minimizar natu­
ralmente la importancia de aquello. En cambio, la fortuna y la rique­
za que él anhela son de carácter moral y espiritual. Quiere experi­
mentar interiormente la abundancia. Esto podría señalar que es in­
capaz de manejar o disfrutar sabiamente grandes cantidades de di­
nero o aprovechar una elevada posición social. Hasta puede ser que
rechazara esto si se lo otorgaran, pues prefiere ir en pos de un ideal
que la sociedad considera de menor valor. Es probable que el interés
religioso se exprese más bien como estados interiores de conscien­
cia que como observancias externas o ritos y ceremonias tradicio­
nalmente institucionalizados, a los que las masas son afectas, puesto
que Júpiter retrógrado está menos interesado en lo formal y estruc­
tural de la sociedad. El individuo suele optar por seguir una fe o una
religiosidad que concuerde más con lo que su vocación le dicta. Su
modo de ver el mundo puede ser muy singular y nada ortodoxo. Se
opone a que le adoctrinen y prefiere pensar por sí solo sobre los
problemas importante<; de la existencia humana. Otro modo de ver a
Júpiter retrógrado consiste en que el individuo puede beneficiarse
con situaciones que los demás consideran menos fructíferas. Puede
ser afecto a tomar contacto con sus posibilidades ocultas y conver­
tirlas en oportunidades nada corrientes. Debido a esto, la Casa natal
que Júpiter ocupa tal vez no dé muestras de ser tan propicia y afortu­
nada como normalmente sería de esperar, a no ser que la persona
quiera buscar beneficios más profundos y menos evidentes. (Rafael;
Nostradamus; Thomas Jefferson; Herman Hesse; Gandhi; Osear
Wilde; lsadora Duncan; Rudolph Steiner.)

Júpiter retrógrado progresado


Cuando Júpiter se vuelve retrógrado por progresión, sigue
así durante el resto de la vida del individuo (ciento veinte años pro­
gresados). El individuo se va condicionando lentamente para apren­
der a descubrir las verdades intrínsecas acerca de la vida, que él ne­
cesita buscar para evolucionar y expandirse. Se vuelve menos desea­
ble la obtención de abundancia material por la abundancia misma o
240
el logro de beneficios elevando el propio estatus; por esta razón, le es
cada vez más difícil aprovechar lo exterior. Su inspiración consiste
en descubrir medios subjetivos para su comodidad y prosperidad
personales. Aunque los efectos de Júpiter retrógrado progresado
pueden ser sentidos por la persona cuando aquél llega a su estación,
el año exacto en el que cambia de dirección puede señalar una época
de nuevas metas e ideales que modifican de alguna manera su acti­
tud filosófica en relación con su éxito en el mundo. Puede hallarse
menos inspirado y, por ello, cada vez más desencantado con las face­
tas mundanas de la Casa en la que Júpiter cae y, en lugar de ello,
empieza a adoptar un punto de vista más idealista y de perspectivas
más vastas. O bien, puede intentar explorar los beneficios menos
evidentes de esta Casa. Si Júpiter natal se halla sujeto en la Carta a
esquemas muy agobiantes, entonces su retrogradación sugiere que
un análisis más sabio y prudente resulta aquí incluso más cmcial en
el manejo de sus asuntos si ha de evitar más errores de juicio o de­
rroche de recursos. Esto se debe a que es probable que el individuo
se halle más que nunca, en lo que atañe a este sector de su vida, en el
plano mental o intelectual. Es posible que se evidencie una mayor
inclinación a prestar menos atención a minucias que podrían resul­
tar importantes para tener éxito. El individuo, tal vez sufra pérdidas
porque se niega a tomar medidas prácticas y concretas con los pro­
blemas que tiene entre manos. Esto puede tener por resultado mu­
chos años de tratos comerciales irresponsables, por mal manejo ge­
neral de sus deberes y obligaciones. Los sueños de largo alcance, que
aparentemente no remontan vuelo, suelen deberse a planificación
deficiente o falta de organización, pero no necesariamente a falta de
visión.
Kármicamente, el individuo puede ser reintroducido en un
valor religioso, político o intelectual que, en una encarnación ante­
rior, representó un papel importante en su esquema evolutivo. En
esta época (especialmente, en el período estacionario), deberíamos
estar muy atentos a todo impulso repentino que tienda a la
espiritualización o a la expansión mental, pues esto podría brindar
las claves del vínculo que el individuo tiene con su mente
superconsciente en vidas pasadas, al igual que con sus anteriores
inclinaciones morales, éticas, culturales y devocionales. Ahora hay
una nueva oportunidad para retomar un sendero filosófico en parti­
cular, que no haya sido asimilado totalmente en el pasado. El indi-
241
viduo puede ser atraído fácilmente hacia un sistema filosófico o
religioso, y lo sorprendente de esto es que podría ser capaz de inte­
grarlo con relativa comodidad, a su actual estilo de vida. Lo que él
ahora busca es enriquecerse interiormente en la Casa que Júpiter
ocupa.
Si Júpiter se vuelve directo por progresión después del naci­
miento, denota, en la vida del individuo, una hora señalada en la que
ha de poner de manifiesto sus inspiraciones e ideales, a fin de poder
usarlos en beneficio de la sociedad. La vida le está alentando para
que se vuelva nuevamente accesible al mundo en general y participe
activamente en los asuntos sociales que puedan sustentar la evolu­
ción y el progreso que él necesita. Si bien en esta época su inclina­
ción es todavía la de adoptar valores materialistas, el individuo está
mejor capacitado para aprovechar beneficios espirituales que le ayu­
den a estructurar sus metas sociales. Ahora está ávido de testimo­
niar, en términos manifiestos y concretos, la expansión de aquellos
ideales que él considera sagrados. Su humanitarismo es más activo
y necesita canales para expresarse. Su entusiasmo y gozo acerca de
la vida pueden resultar más patentes a los demás. En vez de retraer­
se y retirarse, el individuo puede ahora sentirse suficientemente po­
sitivo y optimista como para afirmar la rectitud de su participación
activa en el mundo material. Esto es especialmente así si Júpiter
progresado cambia de dirección después de que el individuo experi­
mentó el primer Retomo de su Saturno.

Júpiter retrógrado en tránsito


La fase de Júpiter retrógrado en tránsito es un período que
dura cuatro meses y suele ocurrir una vez por año. La longitud de su
retrogradación implica que actúa más como una influencia sobre el
carácter� la actitud y la conducta que sobre los acontecimientos. Sin
embargo, ésta puede ser mala época para viajar al exterior, radicarse
en un sitio lejano o tener que concluir nuevos trámites legales o fi­
nancieros. En general, los largos viajes y las comunicaciones a dis­
tancia es posible que resulten contraproducentes, sufran demoras o
cuesten más de lo previsto. Sin embargo, la mayor importancia de
esta fase consiste en que puede convertirse en un tiempo maravillo­
so para obtener intuiciones más profundas en cuestiones espiritua­
les o filosóficas, pues la sabiduría puede manar más fácilmente del
superconsciente y tomar contacto con el yo consciente. Esto insta al
242
individuo para que busque las verdades fundamentales concernien­
tes a cuestiones corrientes representadas por la Casa por la que Júpi­
ter está transitando. Esta Casa puede sugerir dónde el individuo es
capaz de encontrar una sensación de contento y apoyo interiores,
aunque las situaciones circunstanciales externas no respalden esto
en esta época. Debido a que subjetivamente se siente guiado y con
confianza en sí mismo, aquí el individuo puede ser más optimista de
lo que aparenta acerca de las posibilidades futuras. Él es capaz de
ampliar su visión de lo que podría ser, valiéndose para ello de un
reexamen de los ideales que otrora pasó por alto o desestimó. Puede
restablecer la confianza en sí mismo.
Aunque al individuo le resulte más cómodo desarrollar mayor
fe y una actitud más esperanzada -debido a que su contemplación
es de inspiración personal- su expresión externa, entusiasta, gozo­
sa y jovial puede hallarse un tanto disminuida en esta época.
Mediante una introversión que procure un conocimiento ma­
yor, el individuo puede ahora lograr mayor perspectiva respecto de
lo valioso de la sociedad que su medio ambiente le brinde en esta
época. Durante este período, puede desinteresarse de lo que la socie­
dad esperaba de él, rechazar esas presiones y preferir escuchar su
llamado interior. Mediante un examen más cuidadoso y profundo de
sus asuntos sociales, puede juzgar y evaluar la rectitud de esas acti­
vidades de acuerdo con sus propias pautas de vida personales y úni­
cas (lo cual sugiere la necesidad de que él examine de manera más
vasta aquello en lo que interiormente más crea de verdad). Ojalá
que, cuando Júpiter finalmente se vuelva otra vez directo, el indivi­
duo renueve sus actitudes en lo que atañe a cómo puede asociarse en
su comunidad, con los demás, de una manera rica y elevada. Enton­
ces, su participación puede ser más expresa y satisfactoria; en ella
podrá ganar mayor aceptación social mientras sigue todavía siendo
fiel a las necesidades de su espíritu. Está mejor capacitado para se­
pararse de anteriores normas sociales, a las que seguía ciegamente
y que habían sido asfixiantes para su evolución interior. Si puede
continuar siendo fiel a las revelaciones que experimentó durante esta
fase retrógrada y acatarlas, podrá ser libre para transitar senderos
más importantes en los que se exprese socialmente en el futuro. Si
Júpiter retrógrado en tránsito está experimentando aspectos agobian­
tes, entonces es probable que se pongan de manifiesto inspiraciones
más fuertes e intensas, pero esto suele ser menos confiable y, en esta
243
época, no debería llevarse a cabo, al menos en lo que concierne a
efectuar cambios dinámicos en asuntos circunstanciales. El criterio
podría ser deficiente.

Saturno retrógrado natal


Saturno gobierna todos los intentos de reestructuración del
ego, a fin de asegurar el fortalecimiento y la estabilización de la si­
tuación del individuo en el campo social. Cuando en la Carta es di­
recto, se concentra principalmente en la construcción de persistentes
caparazones, barreras y defensas sólidas que protegen al individuo
para no ser alcanzado por fuerzas externas que él no puede contro­
lar. Por eso, es el planeta de la conservación personal y nos insta
para que establezcamos esquemas de seguridad actuando de mane­
ra realista; lo característico de esto es que puede ser separatista y
orientarse hacia el manejo del poder. Intenta asegurar que la vulne­
rabilidad personal se reduzca, estableciendo adecuados límites y dis­
ciplina personal en el mundo exterior. Sin embargo, cuando Saturno
es natalmente retrógrado, el anhelo del individuo en procura de una
estructuración y definición de carácter personal no es fácilmente
estimulado por las condiciones externas. En lugar de ello, esta per­
sona puede intentar inconscientemente conservar un molde o una
imagen personal psicológicamente limitada, que pueda protegerla y
sostenerla crónicamente, por autoderrotista que sea. Si Saturno for­
ma en la Carta esquemas agobiantes, entonces esta estructura puede
ser indebidamente rígida e inflexible ante la influencia externa. Es
probable que esté construida sobre temores subjetivos, ansiedades
reprimidas, insuficiencia y una total sensación de que la persona no
vale nada. Las dudas acerca de sí misma y la sensación de inferiori­
dad son experimentadas por la persona, más interiormente de lo que
ella demuestra en la superficie. Se destacan las presiones que ella
misma genera.
Saturno retrógrado señala a la persona que vuelca sobre sí
todos los impulsos sumamente severos y autoritarios, típicos de este
planeta exigente, en vez de volcar la mayoría de aquéllos, sobre su
entorno. Por ello, puede ser siempre muy autocrítica y culpógena,
cuando no logra vivir de conformidad con lo que ella espera exigen­
temente de sí misma. Se sensibiliza muchísimo ante cualquier ca­
rencia o deficiencia que advierte en sí misma. Esta circunstancia
puede ser la señal distintiva de un ego magullado y apaleado, el cual
244
se res�aura muy lenta y vacilantemente (puesto que la resistencia al
cambio puede ser fortísima). El individuo tiende sutilmente a desa­
probarse y renegar de sí, y puede ser proclive a cierto masoquismo
psicológico que raras veces reconoce o acepta en el plano conscien­
te. En lo positivo, Saturno retrógrado puede indicar la persona que
está bien pertrechada para soportar el fuego graneado de circuns­
tancias que la agobian, sin dar muestras de hallarse amenazada o
tener temor. Sin embargo, es probable que resista estas presiones y
luchas internas sin fomentar los cambios dinámicos necesarios para
aliviarlas. La resistencia y la perseverancia de Saturno optan aquí
por funcionar internamente, intentando dominar o controlar las ener­
gías de la psiquis. Como resultado de esto, el individuo está menos
deseoso de defenderse abiertamente y asegurarse el control, valién­
dose para ello de su voluntad, cuando se halla frente a personalida­
des más fuertes y dominantes (especialmente si Saturno forma con­
tactos agobiantes con el Sol, Marte, el ASCENDENTE o el regente
de éste). El individuo es fácil de intimidar y puede dar muestras de
someterse o inclinarse, sin mucha resistencia, ante las exigencias de
otros. Sin embargo, interiormente puede adaptarse mal a esas pre­
siones y permanecer en un estado de frustración y resentimiento
que le dura largo tiempo. Puede experimentar agudamente el enco­
no y la depresión, pero manifestarlos raras veces. Necesita poner
límites a lo que los demás le reclaman o esperan de él, si ha de crear
mayor respeto hacia su persona.
La conciencia de este individuo suele tener experiencias tan
vívidas que la represión puede bloquear o impedir la realización de
sus deseos y ambiciones personales. Puede percibir de manera de­
formada lo que él debería o no debería ser. Tal vez una de las leccio­
nes más importantes que tenga que aprender aquí sea la de afirmar
su importancia personal. El individuo necesita aceptarse libremente
como él es (incluso sus partes sombrías), sin recalcar su vergüenza
y rechazo o desilusión de carácter personal. Puesto que teme efec­
tuar exitosamente cambios personales, capaces de modificar
beneficiosamente su propia imagen (puede ser morboso en su au­
tocrftica), el concepto que suele tener de sí es demasiado estrecho
como para ser tolerante con sus flaquezas innatas. D eberá vencer
desde dentro los obstáculos psicológicos antes de que le sea dable
esperar que funcionará productivamente en el mundo exterior. La
ambición de lograr posición y mérito sociales pueden ser menos
245
innatos cuando Saturno es retrógrado, pues puede reducirse la de­
cisión de este planeta de lograr subir por la escalera del éxito. El
éxito tal vez posea, para este individuo, un significado singular­
mente personal que no tenga nada que ver con imponer respeto y
alabanza en el mundo en general. Es probable que él se halle más
en sintonía con la exigencia de controlar su carácter y sentirse se­
guro y poderoso en este plano.
Puesto que Saturno representa la imagen interna de la figura
arquetípica paterna, su retrogradación podría sugerir que el padre
del individuo no representaba normalmente ese modelo. Aunque no
hubiera sido necesariamente débil, el padre de este individuo puede
haberse presentado de una manera aparentemente deformada o
desorientadora durante sus años de formación del individuo. O bien,
la actitud del individuo hacia su padre contenía facetas subjetivas
que no coincidían bien con la realidad exterior de lo que su padre
realmente parecía. Esto pudo haber tenido este resultado: confusión
y ambivalencia. Aparte de esto, lo que aquí es importante es la reac­
ción interior del individuo en lo que atañe a su relación con su pa­
dre, puesto que esto puede determinar cómo él trate en el futuro a la
autoridad interna y externa. En muchos casos, el individuo que tiene
a Saturno retrógrado parece tener dificultad en ejercer el poder y la
autoridad de manera equilibrada, lo cual sugiere que, normalmente,
aquello lo desarrollan de menos (o lo desarrollan de más) quienes
intentan compensar sus sentimientos de impotencia.
El individuo puede sentir la tentación de abstenerse de buscar
en el mundo tareas y deberes que sean exigentes, debido a que fun­
damentalmente se siente incompetente. Incluso tal vez sea renuente
a aceptar la madurez, la cual es un factor necesario para que se sien­
ta capaz de competir. A veces preferiría ni siquiera intentar defender
su posición social si debiera arriesgarse al fracaso o al juicio de la
gente. No obstante ello, cuando a este Saturno se lo maneja bien,
puede indicar gran disciplina interior, aptitud para aceptar y traba­
jar sujeto a limitaciones o negatividades sin que eso le agobie indebi­
damente, y vigor para encarar las dificultades con más desapego e
intuición. Lo normal es que los problemas realmente más difíciles
que se descubren tienen su origen dentro de la psiquis del individuo.
(Peter Tchaikovski; Franz Schubert; G eorge Eliot; Ernest
Hemingway; Richard Nixon; Greta Garbo; Marilyn Monroe; Emily
E. Dickinson; Albert Einstein.)
246
Saturno retrógrado progresado
Una vez que Saturno se vuelva retrógrado por progresión, no
se torna nuevamente directo dentro de una vida (puesto que se man­
tiene así durante ciento cuarenta años progresados). Señala un tiem­
po, en el ciclo del individuo, en el que éste empieza a renunciar a
buscar el control y la autoridad en el ambiente externo de la manera
impulsiva que es propia de Saturno. En vez de obtener una sensa­
ción de seguridad absoluta por medio del ambicioso manejo de los
asuntos sociales que pudieran brindarle logros y ascensos en la so­
ciedad, ha de concentrarse ahora, en primer término, en desarrollar
una base psicológica más estructurada y bien definida. Debe reorga­
nizar la mente con la que ha estado alcanzando su posición en el
campo de lo social hasta este preciso momento. Mediante esa remo­
delación, tal vez esté más capacitado para poder asegurarse una evo­
lución adecuada. La Casa que Saturno ocupa asume, pues, más se­
riedad en el plano subjetivo e incluso una actitud más profunda.
Ahora el individuo aprende a ser más reflexivo y analítico respecto
del papel externo que es impulsado a adoptar en el manejo de su
dhanna o su modo de ver interiormente su responsabilidad social.
Se torna más cauto en cuanto a cómo se hace cargo de cuestiones
externas, y efectúa más lentamente los cambios, debido a que evalúa
de manera cabal la razón que interiormente respalda sus acciones.
Se toma su tiempo para estudiar las consecuencias de sus compro­
misos de largo alcance, antes de asumir obligaciones. Las responsa­
bilidades asumidas deben coincidir ahora con su más fiel percep­
ción del propósito y del significado interiores. Por este motivo, es
probable que los asuntos circunstanciales evidenciados por la Casa
ocupada por Saturno experimenten eventuales demoras, limitacio­
nes, pausas y restricciones propias del mundo: todo esto en un es­
fuerzo por frenar su ambición hasta empezar a imponer en este
ámbito la necesaria autodisciplina interior. Puesto que componen­
tes más inconscientes de su psiquis influyen ahora directamente so­
bre la estructuración de su ego, el individuo puede comenzar a com­
prender qué implica universalmente su anhelo de concretar
empeñosas realizaciones en este mundo.
Kármicamente, cuando Saturno se vuelve retrógrado por
progresión, puede reintroducir al individuo en esquemas de seguri­
dad negativamente construidos y en mecanismos de resguardo que
representaron un papel importante en sus vidas pasadas. Debido a
247
esto, tal vez ahora esté más capacitado para lograr comprender con
más profundidad los temores e inhibiciones inconscientes, y las acti­
tudes autolimitadoras que asfixiaron muchas facetas sutiles de su
ego en su vida actual. Ahora se le da una oportunidad para que exa­
mine su sombra (en el sentido junguiano del término) y haga un
balance de sí mismo de modo que le permita aplicar un ordenamiento
a las partes de su psiquis que, de otro modo, permanecerían frag­
mentadas y desintegradas. Es probable que, para realizar esto, tenga
que pasar el resto de su vida en un estado no demasiado evidente de
contemplación. Tal vez se aparte gradualmente de actuar en público,
exhibirse ante el mundo o hacer que otros le reconozcan, y prefiera
concentrarse en la reconstrucción para sí de un ancla interior en el
plano espiritual. El individuo, aparentemente menos motivado e in­
cluso como un ermitaño en esta época, tal vez busque simplificar lo
que necesita en la vida y limite sus intereses y placeres solamente a
aquellas actividades que le auxilien en la clase de reestructuración
que su yo interior le reclama. Mucho dependerá de los Aspectos na­
tales con Saturno en lo que atañe a cómo se concentrará en lograr
una perdurable estructura del alma para el resto de su vida.
Cuando Saturno se vuelve directo por progresión, el indivi­
duo empieza gradualmente a asumir una actitud más agresiva en lo
que atañe a asumir responsabilidades en el mundo externo. Aunque
cauteloso para participar socialmente, tiene una firme base interior
desde la que pueda aventurarse. En muchos sentidos, este período
de tránsito parecería ser muy liberador y autoliberador. El individuo
puede sentirse ahora más responsablemente en contacto con los asun­
tos principales del mundo exterior, pues está mejor capacitado para
que lo que él ambiciona pueda ponerse de manifiesto por medio de
las estructuras que existen en su entorno. El ha estacio condiciona­
do, desde que nació, para asumir una actitud más profunda respecto
de la autoridad y el dominio. Sin embargo, en esta época señalada,
ha de retroceder una vez más hacia el mundo objetivo para exhibir
lo que es importante en él, su autoridad y su dominio, con un propó­
sito mayor y una orientación cuando maneje bien eso (puesto que
psicológicamente ha razonado a fondo para que su impulso tenga
éxito). Ahora ha de trabajar en la construcción de una estructura
egoica mejor y de una definición más consistentes, fuera de sí mis­
mo, reduciendo su tendencia innata a someterse inconscientemente
a las apremiantes exigencias de otros que le rodean. El individuo se
248
torna menos dominado por circunstancias externas que él no eligió
debido a esto, fortaleciendo su respeto personal y su autonomía. Al
mismo tiempo, puede ahora aflojar las apretadas y rígidas riendas
psicológicas que durante gran parte de su vida tuvo sobre sí, y por
ello empieza a experimentar una creciente sensación de libertad per­
sonal respecto de todas las restricciones que él mismo se impuso (y
que en su mayoría fueron asfixiantes y molestas). En consecuencia,
el individuo tiene menos inquietudes y autocondenas. La Casa en la
que Saturno cae natalmente es activada aquí con renovada ambi­
ción; con ello, el individuo da muestras de que en él surge el afán de
cumplir y realizar algo digno de reconocimiento y respeto por parte
de la sociedad.

Saturno retrógrado en tránsito


La fase de Saturno retrógrado en tránsito es un período que
dura unos cuatro meses y medio, y ocurre una vez por año. Cuando
Saturno pasa temporalmente por una Casa natal, reduce el ritmo
normal de la actividad corriente a fin de que el individuo tenga me­
jor oportunidad para desarrollar un plan o un método más eficaz y
sensato que le permite realizar lo máximo después de que se le ofrez­
can oportunidades realistas para que su esfuerzo se concrete. Exter­
namente, debido tanto al carácter innato de Saturno como a la di­
námica normal de la retrogradación, las empresas y expectativas
propias del mundo pueden sufrir postergaciones o contrariedades
inexplicables. Lo que él ambiciona de inmediato, suele trabarse in­
necesariamente (según la perspectiva inmediata que él tiene), y esto
suele deberse a compromisos y responsabilidades, de carácter im­
previsto, que entran en su vida y le reclaman su tiempo y energía.
Sin embargo, con Saturno retrógrado, es probable que esas obliga­
ciones sean un ejemplo «de cosas inconclusas», las cuales fueron
descuidadas en algún punto anterior y ahora deben ser resueltas y
completadas (en algún plano de la consciencia) antes de que al indi­
viduo se le permita abrirse paso hacia una nueva actividad. No obs­
tante ello, lo que aquí tiene lugar es una regulación de las activida­
des, que el individuo comprende en menor medida pero que es la
adecuada; en realidad, el individuo tendrá, a la larga, muchísimo
éxito en lo que le compete cuando ahora acepte sus actuales deberes
con más paciencia, aguante y firme atención. Si bien todavía debe­
ría trabajar continuamente para poner de manifiesto sus objetivos
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actuales en este sector de su vida en lugar de renunciar a ellos, no
debería pugnar por resultados inmediatos ni reclamar satisfacción.
Saturno le está enseñando a que aquí reduzca su marcha, aplique los
frenos a su ego y se organice de manera más total. Saturno retrógra­
do le permite ser más cuidadoso aún en lo que atañe a derrochar o
aplicar mal importantes recursos en la Casa que ahora ocupa.
Esta fase suele ser mal tiempo para efectuar nuevos cam­
bios importantes en el campo profesional o para intentar impulsiva­
mente quebrar o modificar la situación actual del individuo, o su
posición en la comunidad o en el mundo en general (por ejemplo,
que él renuncie a un puesto profesional de antigua data). Es un pe­
ríodo mejor para intentar efectuar por primera vez ajustes o modifica­
ciones que idealmente podrían aliviar frustraciones. Sin embargo,
aunque los astrólogos (a veces, ingenuamente) se afanan por lo ideal,
la vida real nos exige que cumplamos pautas que no siempre satisfa­
cen nuestro preconcepto de lo que debería ser. El esquema de la evo­
lución interior de cada individuo dictamina lo que se le exige a él, no
nuestras fórmulas. Puesto que este período presenta más responsa­
bilidades que a menudo pueden parecerle fatigosas e insumirle tiem­
po, el individuo no debería empeñarse en obligaciones extras, pues­
to que podrían resultar más agobiantes y extenuantes de lo previsto.
Saturno retrógrado está tratando de poner al individuo en contacto
con límites interiores. Sin embargo, ésta puede ser una época exce­
lente para hacer balance de uno mismo y trabajar en la construcción
de la estructura interior necesaria para fomentar un mayor grado de
fuerza psicológica. En este ciclo, Saturno debería ser más pondera­
do y reflexivo, en vez de empeñarse ambiciosamente en alcanzar
metas externas. Si Saturno debiera formar, en esta época, contactos
de Aspectos más agobiantes con un planeta natal (o con planetas
natales), es capaz de hacer que resurjan elementos débiles en la es­
tructura de la personalidad, que pueden haber sido evitados en el
pasado, y que ahora necesitan ser atendidos y recibir un enfoque
correctivo.

Los planetas retrógrados de la Octava Superior


Cuando los planetas de la Octava Superior se hallan en su ci­
clo retrógrado, su impacto puede acentuarse teóricamente. Esto se
debe a que, tal como sucede con el principio retrógrado, estos plane­
tas ya poseen un fuerte vínculo con los elementos inconscientes de la
250
humanidad (o con el yo interior). Las Octavas Superiores permane­
cen en su ciclo retrógrado durante casi medio año, lo cual sugiere
que aproximadamente la mitad de las que existen en este planeta los
tienen retrógrados. Compare esto tan sólo con el ciclo de veintitrés
días, propio de Mercurio retrógrado, y podrá entender por qué es
absurdo efectuar afirmaciones absolutas y genéricas concernientes
a sus rasgos natales específicos cuando son retrógrados. Empero,
pueden comportarse de manera distinta cuando son retrógrados. Tal
vez mucho dependa aquí de cómo estos planetas autotrascendentes
se integran dentro de la totalidad de la Carta natal. Si se destacan
natalmente (lo cual significa que forman un contacto importante
con el Sol, la Luna, el Ascendente y/u otros ángulos de la Casa, o no
están aspectados, o si uno es el único planeta natal retrógrado), en­
tonces sus rasgos retrógrados son más evidentes. La psiquis humana
debe, de algún modo, tener una conexión más consciente con estos
especiales planetas retrógrados, si se los ha de reconocer y se han de
entender un tanto las funciones psicológicas nada comunes que ellos
tal vez representen. De lo contrario, su influencia podría ser dema­
siado abstracta y sutil para siquiera considerarla en este contexto.

Urano retrógrado natal


Las percepciones intuitivas pueden ser potentísimas en quie­
nes son capaces de reaccionar ante Urano retrógrado natal. Sin em­
bargo, debido a la mayor sintonía inconsciente que la retrogradación
implica, la intuición es capaz de funcionar con tanta facilidad y rapi­
dez que el individuo podría no captar objetivamente la actividad de
la retrogradación como algo separado de su consciencia vigil nor­
mal. Es probable que dé por sentada la existencia de la retrogradación
y, por ello, incluso podría hacerse cargo mejor de ella (la retrogra­
dación es una amenaza menor para él). En general, la singularidad
de lo que el individuo puede realizar, su genialidad o incluso su ex­
centricidad es probable que dejen de expresarse totalmente en el
mundo exterior. Sin embargo, el alma que más despertó tiende a
experimentar en su interior más agudamente esas cualidades. Es
proclive a reaccionar en los planos psicológicos menos evidentes,
de una manera más terca, rebelde y desafiante de lo que él demues­
tra externamente. En realidad, su actitud tal vez sea intrínsecamente
más radicalizada, carente de convencionalismos o más original de lo
que parece. Por ello, la mayoría supone que esta persona es más
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ortodoxa y conservadora (o más normal y corriente según las pautas
en boga en la sociedad) de lo que ella subjetivamente sabe que es.
Esconde gran parte de aquello que su pintoresca individualidad pue­
de hacer. La fuerza normalmente destructiva del Urano eléctrico
enfoca menos los ámbitos externos de la experiencia y, en cambio, se
concentra en los planos internos de la consciencia ... siempre que el
individuo poseedor de súbitas intuiciones que le iluminan se refor­
me primeramente por dentro. Esto es casi como si el individuo estu­
viera intentando inconscientemente arrojar luz sobre actitudes
precondicionadas que se desarrollaron en ciclos de vidas pasadas y,
mediante esa intuición y esa iluminación, se empeñase en liberarse
de estructuras previas (especialmente mentales) que le atan. Hasta
que pueda realizar esto suficientemente, su tendencia reiterada es a
apartar su atención de una participación patente en actividades pro­
gresistas que pudieran ayudar a modificar el carácter social de los
asuntos corrientes de la vida. Su percepción del futuro depende, en
primer lugar, de que haga frente y reforme los elementos de su pro­
pio pasado. Por ello, éste es el Urano más introspectivo y autorreve­
lado1: Se siente menos impulsado a representar activamente d papel
del activista social.
Si el Urano retrógrado catalizador debiera recibir aspectos
irritativos de otros planetas natales, entonces el individuo podría estar
incómodo con cuanto induzca a su impulso rebelde a derribar las
estructuras establecidas. Puede estar contrariado consigo mismo y
perplejo en cuanto a la razón de que él sea quien desorganice sus
propios asuntos (de acuerdo con la posición en la Casa). En este
caso, las circunstancias externas simbolizan la disposición para el
caos interior. Aquí, los cambios de actitud, repentinos y perturbado­
res, son estimulados más bien por conmociones impredecibles del
propio yo inconsciente del individuo, que por estímulos del ambien­
te externo. Los asuntos circunstanciales, en caso de que los haya,
pasan a ser los símbolos necesarios para objetivar los cambios em­
prendidos por el modo de ser del individuo. La circunstancia exter­
na misma es menos importante, para esta persona, que la significa­
ción interior de esa circunstancia. Espere de vez en cuando una
explosividad insólita cuando exista esta posición, puesto que la ten­
sión nerviosa comprimida halla menos canales externos en compa­
ración con Urano directo. Hay reacciones volubles que se manifies­
tan extemporáneamente sin explicación racional (aunque a menudo
252
tienen un significado subjetivo para el individuo que se alborota de
tal modo). Por supuesto, esto podría significar, en algunos casos,
que al individuo se le entiende menos cuando expresa personalmen­
te sus rasgos uranianos (los cuales ya no son fáciles de apreciar por
la mayoría) que cuando tiene un Urano directo, puesto que se cataliza
desde su interior. Sus acciones externas podrían parecer incluso
menos adecuadas para la ocasión, y a menudo sólo son comprendi­
das (en alguna medida) por el individuo mismo. Dondequiera que
haya de encontrarse su talento especial o su genialidad, es probable
que este individuo se apa11e aún más radicalmente de lo normal,
puesto que es un revolucionario desde un punto de vista más subje­
tivo que sólo a él le pertenece. De hecho, esta circunstancia podría
fácilmente sugerir sobrada singularidad.
El grupo de almas que encarnan juntas con Urano retrógrado
pueden hallarse, en lo colectivo, gravitando kármicamente hacia
cuanto primero les impulsa a reestructurar y reformar de manera
más cabal su ser interior antes de que intenten descubrir cómo revo­
lucionar mejor a la sociedad en general. Al principio, en lo psicoló­
gico, pueden estar apartándose de lo que institucionalmente les ro­
dea, en un intento por explorar primeramente su propio carácter.
Recuerde que estas personas, debido a que se preocupan asiduamente
por conocer en primer lugar su propia individualidad, suelen tener
la sensación de estar en conflicto o indispuestas con las normas so­
ciales a las que, no obstante, se espera que ellas se sometan. Lo que
ellas desean es conocer la libertad interior antes de empeñarse en
promover la libertad social. En consecuencia, el sendero interior de
liberación que tienden a seguir puede parecer contraproducente para
lo que la sociedad quiere o reclama a esa generación. Advierta que
estas afirmaciones tan vastas no se aplican a todos y cada uno de los
que integran este grupo, sino a los pocos elegidos que pueden conec­
tarse más directamente con las fuerzas de Urano. A las almas que
aprendieron a prestar más atención al desarrollo de su individuali­
dad, mientras también aprenden a ampliar sus metas y aspiraciones
impersonales en favor de la sociedad, Urano retrógrado las puede
inspirar (a menudo, de una manera para nada política) a fin de que
hagan conocer al mundo, pasmosas revelaciones y pensamientos ori­
ginales relacionados con la expansión de las posibilidades de la hu­
manidad. Sin embargo, la obtención de una pertinente intuición res­
pecto de lo social es producto, en cualquier sentido y en primer lu-
253
gar, de que el individuo sea capaz de iluminarse por dentro. Su im­
pulso consiste en que su despertar concuerde con su criterio perso­
nal y nada corriente de ver las cosas, y con su propio ritmo especial.
Aunque a veces da muestras de ser sumamente activo y vital en te­
mas grupales que fomentan el idealismo social, este individuo es, sin
embargo, internamente proclive a sentirse aparte de la multitud a la
que él apoya, y a preocuparse más por seguir la guía de su yo inte­
rior. (Friedrich Nietzsche; Karl Marx; Henry David Thoreau; Walt
W hitman; Gertrude Stein; Alfred Adler; Evangeline Adams; Edgar
Cayce.)

Urano retrógrado progresado


Cuando Urano se vuelve retrógrado por progresión, perma­
nece así durante el resto de la encarnación del individuo (ciento cin­
cuenta y cinco años progresados). Por ello, es importantísimo obser­
var la Casa que Urano ocupa natalmente, pue� en ella puede experi­
mentarse subjetivamente un gradual giro interior en procura de
mayor libertad para expresarse, además de un acrecentado cono­
cimiento del verdadero individualismo de la persona. Si ésta es sufi­
cientemente sensible para empezar con Urano, ahora está siendo
condicionada para que, en lo personal, sea más inventiva y experi­
mental que nunca al ocuparse de los asuntos de estas Casas. En con­
secuencia, puede estar menos deseosa de adaptarse a procedimientos
o convencionalismos corrientes que formalmente aceptó sin cues­
tionarlos. Al menos, ahora cuestiona más. En lo que concierne a la
mayoría de las personas, los cambios descriptos por esta fase apenas
se sentirán en el plano consciente. O bien, pueden proyectarse por
medio de acontecimientos externos insólitos que periódicamente
desbaratan, a menudo sin ton ni son, el estado interior del indivi­
duo. Esta persona puede ahora sentirse interiormente contrariada
con lo que está experimentando externamente, pues en su interior se
están desa1Tollando nuevas actitudes frente a la vida. Está menos
fácilmente condicionada a comportarse de acuerdo con las presio­
nes de su entorno. Kármicamente, esta alma tal vez sea ahora
reintroducida en características impulsividades rebeldes anteriores,
correspondientes a vidas pasadas. Puede volver a tomar contacto y a
experimentar los pasados arrebatos temperamentales e idiosincra­
sias que nunca supo que existieran en su modo de ser. A esta altura,
es probable que incluso esté más al tanto sobre cómo y dónde no se
254
ajustó lisa y llanamente, para mejor o para peor, a las estructuras
sociales del pasado. Cualquier impulso repentino tendiente a expre­
sarse personalmente en esta época (especialmente durante la fase
estacionaria) puede brindar claves concernientes a impulsos indivi­
dualistas, pero no resueltos, que se desarrollaron en encarnaciones
anteriores. Su filantropía y/o sus conocimientos ocultos acerca del
pasado pueden ahora examinarse mejor en los planos psicológicos.
El individuo es capaz, al menos, de seguir trabajando en una fase de
individualización a la que, en alguna época anterior, no se le permi­
tió desarrollarse de manera más progresista e ideal. Urano progresa­
do retrógrado podría señalar un tiempo maduro para el resurgimiento
de algún modo heterodoxo e informal de compmtarse, que fue parte
esencial del carácter del individuo en épocas pasadas.
Cuando Urano se vuelve directo por progresión, las energías
uranianas tienden ahora a autoconcentrarse menos y, en lugar de
ello, pueden ser encauzadas más hacia lo social. Por supuesto, esto
(como los restantes planetas de la Octava Superior) puede manifes­
tarse muy lentamente (salvo en relación con aquellas pocas perso­
nas que son impulsadas a expresarse durante la fase estacionaria).
Idealistamente, el individuo está ahora dispuesto a avanzar con cons­
tancia y tener sus experiencias de vida de acuerdo con las posi­
bilidades que ella le ofrece más bien en el plano colectivo. Sin em­
bargo, ahora está mejor capacitado para ofrecer al mundo los frutos
de la iluminación que él mismo obtuvo. Empero, esto no garantiza,
de por sí, que el mundo entienda y acepte sus intuiciones, puesto
que se ha iniciado en un punto muy subjetivo que sólo él puede
comprender y apreciar (debido a todos los años que pasó sondeando
su interior, anteriormente). Pero, al menos, su impulso actual con­
siste en exteriorizar de manera abierta las intuiciones que él perso­
nalmente tuvo, haciendo caso omiso de cómo la sociedad pueda re­
cibirlas o rechazarlas. En lo personal, se mueve de acuerdo con lo
que él mismo pudo percibir y revelarse, para intentar ahora influir
sobre su entorno. Esta fase podría denotar, a las pocas personas que
se hallan en suficiente sintonía, una época en la que surge el genio y
aplica brillantemente sus conocimientos y aptitudes, de acuerdo con
la especialización que el individuo haya desarrollado en este sector
de su vida. También podría implicar la exhumación de elementos
porfiados y sumamente destructivos, existentes dentro de la psiquis,
los cuales estuvieron sepultados en su interior, y que entablan de
255
manera creciente un conflicto más directo y abierto con la situación
y/o con figuras de autoridad. El individuo puede intentar; de manera
más patente, poner freno a todas las reglas establecidas de conducta
o protocolo social, y preferir guiarse por su propia voz interior.

Urano retrógrado en tránsito


Urano retrógrado en tránsito dura unos ciento cincuenta y
cinco años, y ocurre una vez por año. Si ha de causar algún impacto
personal en esta época, es muy probable que lo cause de acuerdo con
las circunstancias de la Casa natal por la que él transite. Y también
de acuerdo con el carácter de cualquier planeta o ángulo natal con el
que esté en fuerte Aspecto... especialmente cuando está aspectado
en el grado de su estación, antes de volverse retrógrado. Los Aspec­
tos cercanos exactos deberían ser muy dignos de nota, puesto que
tienden a matizar la fase íntegra de este tránsito. En lo que atañe a
los Aspectos, observe especialmente las Conjunciones, las Cua­
draturas y las Oposiciones (puesto que todos éstos tienen una afini­
dad simbólica con la angularidad, y a su vez sugieren una acción
directa, y a veces dinámica, que conduce hacia puntos críticos en la
evolución). Debido a que la mayor parte de la humanidad no es ca­
paz de manejar fácilmente los principios uranianos, el efecto de su
tránsito se experimenta de inmediato como una interrupción de la
corriente habitual de asuntos típicos de la Casa por la cual transita.
La ruptura sugiere aquí un cambio súbito de planes personales, de­
bido a circunstancias nuevas e imprevistas en el medio ambiente, las
cuales sacan de curso las intenciones originales del individuo. Los
asuntos en cuestión tienden a desestructurarse con rapidez y a des­
baratarse, pues las situaciones ponen ahora de manifiesto elemen­
tos inesperados que cuestionan el estado en el que las actividades se
hallan. Sin embargo, todo esto suele beneficiar al individuo en cuan­
to a su alma. Urano retrógrado por tránsito puede ayudar a poner al
individuo en contacto con sus necesidades personales, las cuales
pueden haber quedado anteriormente sin resolver hasta esta época.
Al individuo se la da ahora otra oportunidad para que tome contacto
con esa parte sumamente única de sí mismo, la cual busca más libe­
radoras formas de actividad o nuevos y frescos enfoques para desa­
rrollarse en forma óptima. Este puede ser especialmente el caso, si
Urano hace contacto con diversos Aspectos con planetas natales (en
lugar de transitar meramente por una casa).
256
Tal vez los planetas de la Octava Superior sean retrógrados
durante tanto tiempo, porque nos es relativamente más difícil asimi­
lar adecuadamente sus cualidades especiales sin una recapitulación
prolongada y periódica. Sus fases retrógradas nos permiten exami­
nar de manera constante cómo avanzamos aquí y aprender a enten­
der más cabalmente los propósitos de estos planetas trascendenta­
les. Puesto que su movimiento se vuelve incluso más lento cuando
son retrógrados, tal vez nos permitan concentramos más asiduamente
en sus cualidades. Cuando Urano, durante este tránsito retrógrado,
interioriza sus impulsos intuitivos, el individuo puede estar más ca­
pacitad� para tropezar con nuevas vías de expresión que podrían
tener como resultado una mayor iluminación personal. El grado de
verdad personal que él puede alcanzar es capaz de sacarlo de su iner­
cia egocéntrica o de su mundano estancamiento en el sector por el
que Urano transita. El impacto tal vez no sea externamente notable,
pero puede ser sorprendente en los planos subjetivos del individuo.
Las nuevas intuiciones que se obtienen sugieren que el individuo
puede aquí reformar sus actitudes, sin que vuelva a ver las cosas del
mismo modo en este sector de su vida. Aunque el descontento no se
pone tan fácilmente de manifiesto durante este período, puede tra­
tarse de un descontento bien pensado, el cual ejerce presión sobre el
individuo para que modifique su anticuada pauta reflexiva que pre­
siona al individuo para que cambie para mejor su modo anticuado
de comportarse. Interiormente hay una sensación de rebeldía (por
lo común dirigida contra la propia persona), y se la puede experi­
mentar antes de que salga a la superficie y se dirija hacia el entorno.
En esta época, las situaciones externas parecen trascender los dicta­
dos de nuestra obstinación (incluso en mayor medida que cuando
Urano es directo en tránsito), pues ahora estamos siendo condicio­
nados para que nos pongamos en sintonía con la voluntad universal.
Cuando se lo maneja mal, este tránsito retrógrado puede señalar,
para algunos, un período de extraños contratiempos que raras veces
pueden ser analizados y explicados con cierto éxito. Las situaciones
pueden desafiar toda lógica y razón, al menos cuando se las ve estricta­
mente desde lo que las cosas aparentan ser en la superficie. Las opor­
tunidades inesperadas son incluso más difíciles de explicar. Urano
retrógrado está impulsando al individuo a que mire debajo de la su­
perficie de las cosas para descubrir causas ocultas más profundas,
antes ignoradas... y para verlas netamente bajo la luz de la verdad y
257
la objetividad. Este es, al menos, un modo ideal de usar ese tránsito.
Cuanto llega repentinamente a llamamos la atención, representa lo
que debemos reformar para que nos ayude a integrar mejor un ciclo
pasado que quedó sin resolver, antes de que podamos estar en liber­
tad para avanzar con constancia hacia el futuro. Debemos concen­
tramos con gran claridad en esos asuntos. Lamentablemente, somos
poquísimos los que queremos ser tan sinceros y autorreveladores
respecto de nuestra vida y, por ello, raras veces recibimos los benefi­
cios del enriquecimiento mental que Urano retrógrado puede conce­
dernos durante este período.

Neptuno retrógrado natal


Para quienes puedan reaccionar ante Neptuno retrógrado na­
tal, puede haber una mayor concentración sobre la espiritualización
del mundo subjetivo del individuo, primera y principalísimamente
antes de que él dirija su atención hacia las obligaciones sociales.
Aquí Neptuno puede concentrar sus energías en disolver todas las
estructuras psicológicas existentes que se habían cristalizado de más.
Su influencia puede, pues, ser menos problemática en el mundo ex­
terno, ya que prefiere nutrir las condiciones interiores desarrolladas
en el pasado. Puesto que Neptuno retrógrado puede hallarse incluso
más estrechamente en contacto con la fuerza del inconsciente que
Neptuno directo, la receptividad del individuo respecto de las sutiles
corrientes subterráneas emocionales puede elevarse e intensificarse,
acrecentando su sensibilidad paranormal en algunas personas que
se hallan tan suficientemente desarrolladas. Sin embargo, si aquí
Neptuno se halla bajo severos esquemas agobiantes, entonces la des­
orientación de la psiquis puede ser aún mayor, debido a la incapaci­
dad para separar y reconocer objetivamente un plano de la cons­
ciencia respecto de otro. Puede haber una acentuación del carácter
instrospectivo de Neptuno, al igual que de su capacidad para reco­
gerse profundamente. Las tendencias escapistas, el autoengaño y la
confusión interior tienden a ponerse menos de manifiesto en la su­
perficie. Aunque la capacidad imaginativa y para crear imágenes
mentales puede ser potentísima, se encauza menos hacia el mejora­
miento del entorno social. No se la aplica tan a menudo para el ade­
lanto de futuras metas colectivas, al menos de manera directa. En
lugar de ello, tienden a volverse hacia el ser interior, en un intento
por crear una imagen mental de una condición más ideal acerca de
258
cómo las cosas podrían haber sido. En otras palabras, la inspira­
ción y la revelación se aplican más a condiciones anteriores que aho­
ra sólo existen dentro del carácter de la persona como impresiones
intangibles. Aunque aparentemente ejerce un control consciente de
lo externo, al individuo puede serle difícil ejercer una disciplina inte­
rior y un sentido del orden. Puede evitar estructurar su mundo inte­
rior, y esto sugiere que puede tornarse sumamente susceptible a las
poderosas fuerzas de su propio inconsciente. Neptuno directo es ca­
paz de tener mayor resistencia al contenido emocional más oscuro
del inconsciente, por la sencilla razón de que intenta apartar la aten­
ción del inconsciente y, en cambio, concentrarla en gran medida en
el hechizo del mundo material. Cuando Neptuno es retrógrado, el
individuo se inclina más por mantener todas las energías de este
planeta sin que se manifiesten ni diferencien. Sin embargo, aquí
mucho depende de la evolución del individuo en cuanto a cómo haga
frente a esta circunstancia.
Este individuo podría ser más piadoso, abnegado o meramen­
te pasivo, sin oponer más resistencia psicológica que la que muestra
en la superficie. Sin embargo, también puede ser más vulnerable
ante las realidades más rigurosas de su existencia, puesto que se siente
tentado a evitar una confrontación directa con los factores de su
vida que no coinciden con los ideales preconcebidos a los que inte­
riormente adhiere. Incluso puede haber más dificultad para hacer
que los sueños visionarios ajusten su funcionamiento a un plano
práctico y viable. Además, esos sueños o visiones pueden tener poco
que ver con las circunstancias corrientes de la actual vida del indivi­
duo, pero son más representativos de las condiciones pasadas que
ahora aparecen como «asuntos inconclusos». Estas condiciones sub­
jetivas, tan intangibles como ellas son, parecen ejercer sobre el indi­
viduo una fuerte fascinación emocional. La desilusión con los asun­
tos externos del mundo puede afectarle más profundamente de lo
que él advierte, e inducirle a que, a veces, se retire y resguarde en el
mundo fantástico e ilusorio que él mismo fabricó. Neptuno retró­
grado se siente más cómodo en los planos perceptivos inmateriales y
más bien oníricos. Por ello, cuando se lo maneja mal, podría denotar
deformaciones emocionales, complejos inconscientes o arraigados
mecanismos escapistas que al individuo le resultan más difíciles de
sacar a la superficie, examinar con objetividad y resolver satisfactoria­
mente. La tendencia es a quedar atrapado en experiencias circuns-
259
tanciales del pasado, que él idealizó de más o que le brindan poca
ocasión para un nuevo crecimiento interior en la encamación ac­
tual. El individuo necesita darse cuenta de que todas las experien­
cias del pasado se emplean muy bien para fomentar la inspiración
necesaria a fin de dar un propósito más profundo a los asuntos del
presente, al igual que para brindar más iluminación en lo que atañe
a las posibilidades del futuro. Aquí no debe permitirse quedar eterna­
mente encerrado en algún esquema emocional anterior que le inmovi­
liza psicológicamente. Aunque puede ser muy reflexivo, este indi­
viduo se empeña en establecer mayor equilibrio esforzándose en
encauzar sus impresiones interiores hacia objetivos de aquí y ahora
(especialmente, en actividades que permiten la expresión creadora).
La carencia de una aptitud para estructurarse interiormente,
que aquí se indica, puede reducir la capacidad del individuo para
protegerse psicológicamente. Puede haber mucha desorganización
interna que frustra al Ego y su funcionamiento. Sin embargo, el
grupo de almas que encamaron juntas estando Neptuno retrógrado
pueden ser inducidas colectivamente a expresar mayor desinterés
por la seguridad material a la que por lo general se exalta. Pueden
aspirar más a objetivos intangibles o más abstractos en general en
procura de la seguridad que ellos necesitan. Algunos de los seres
más evolucionados y autoperceptivos pueden aquí convertirse en ilu­
minados canales de refinamiento espiritual mediante una singular
expresión del amor, la belleza o los sentimientos ideales (lo cual se
manifiesta a menudo por medio de expresiones personales especiali­
zadas en el campo de las bellas artes o de las prácticas espirituales).
En un plano individual, Neptuno retrógrado puede denotar a quien
es capaz de entregar incondicional y fácilmente su voluntad a la ex­
periencia que le ofrezca una sensación más profunda de autotras­
cendencia. Necesita una prueba menos tangible de la existencia de
los principios neptunianos. Cuando el individuo maneja mal a Nep­
tuno retrógrado, entonces puede expresarse con la actitud de un
mártir y castigarse emocionalmente a fin de expiar algo perturbador
que ahora se oculta en lo profundo de su pasado y quedó sin realizar.
Se halla más sensibilizado respecto del problema radical y esencial
que le impide sentirse internamente unificado con las otras partes
de su psiquis, y no puede alcanzar la paz interior hasta que se haya
redimido. Necesita examinar aquí cuidadosamente sus sentimientos
y por último, perdonarse todas y cada una de las transgresiones del
260
pasado. De lo contrario, puede seguir poniéndose ciegamente en si­
tuaciones que le niegan como persona y le impiden que halle satis­
facción en los logros propios del mundo, en el éxito material y en la
comodidad humana. Cuando el individuo receptivo utiliza
constrnctivamente a Neptuno retrógrado, puede aprovechar un don
casi místico: el de descubrir las sutiles realidades espirituales de las
que la mayoría de los humanos se olvida. Recuerde que, puesto que
la mitad de los seres humanos nace con Neptuno retrógrado, no to­
dos reaccionarán de la manera anteriormente descripta. Puesto que
Neptuno ya es muy vago e indefinido, la mayoría no reconocerá el
proceso de aquél dentro de su modo de ser, haciendo caso omiso de
si es natalmente retrógrado o directo. El esbozo que aquí ofrezco
debería aplicarse mejor a los pocos individuos capaces de reaccio­
nar eficazmente ante los sublimes impulsos de este planeta delicado
y etéreo. (Leonardo da Vinci; William Blake; Ralph Waldo Emer­
son; Walt Whitman; Charles Baudelaire; Toulouse Lautrec; Hele­
na Petrovna Blavatsky; Max Heindel.)

Neptuno retrógrado progresado


Cuando Neptuno se vuelve retrógrado por progresión, perma­
nece así durante el resto de la vida mortal del individuo (aproxima­
damente, ciento cincuenta y ocho años progresados). Los asuntos
propios del mundo, correspondientes a la Casa que Neptuno ocupa
natalmente, pueden ahora espiritualizarse cada vez más (debido a
que el individuo es cada vez más consciente de la unidad y la unici­
dad subyacentes), o bien, puede desorientarse más y apartarse más
de la realidad; entonces, se muestra muy inclinado a ignorar, eludir
o rehuir una abierta confrontación con las exigencias y obligaciones
que, en esta época, esta Casa le plantea. Ahora, en este sector de la
vida, puede acentuarse el anhelo de renunciar a obtener beneficios
propios de este mundo y de propender a la búsqueda de un conoci­
miento interior. El individuo puede empezar a tener una orientación
más desinteresada y, así, tener el deseo de prestar un servicio imper­
sonal para beneficiar, en última instancia, a la humanidad (de acuer­
do con su propia visión subjetiva), o puede fomentar más confusión
y desilusión personal, debido a que él mismo se engaña si trata ter­
camente de oponerse a volverse hacia su interior y examinarse. La
vida, en esta época oportuna, le está pidiendo que ahora se retire en
una parte de su consciencia interior, la cuaJ ve fácilmente a través
261
del velo de la materia y todas las ilusiones que la asisten. Natural­
mente, el período estacionario debería representar una época de con­
fusión e incertidumbre, especialmente para el individuo que se afe­
rró a la Tierra y nunca reflexionó sobre el origen espiritual de su ser
manifiesto. Ahora puede ser más vulnerable ante las fuerzas ocultas
de la naturaleza interior de su alma.
Kármicamente, el individuo puede ser reintroducido en los
sueños idealistas y las metas elevadas de vidas pasadas, al igual que
en dilemas que él personalmente no resolvió (en especial, en el plano
emocional-sentimental). Deberíamos estar muy atentos a todos los
impulsos desinteresados que, en esta época, aparecen para curar,
consolar, proteger y elevar compasivamente, en su adversidad, a quie­
nes sufren en este mundo, en cualquier plano que lo experimenten.
Esto puede darnos una valiosa clave sobre lo que experimentamos
anteriormente con emociones personales que nos hacen ascender a
un plano cognoscitivo más universal. Asimismo, cualquier interés
en cierne, al consagrarse al progreso de las bellas artes o la belleza
en general podría ser importante, puesto que Neptuno retrógrado
por progresión podría ponernos en contacto con cualidades artísti­
cas latentes. Los sentimientos ilusorios que en el pasado tal vez con­
dujeron hacia el autoengaño, pueden ahora suscitarse también para
poner al alma más a prueba. Durante el resto de su vida, el individuo
ha de reflexionar profundamente sobre el significado del amor hacia
la humanidad, dejando de lado sus propios deseos materialistas y, en
cambio, auxiliando a otras personas que están indecisas acerca de
su sendero espiritual, si ha de alcanzar la verdadera paz interior.
Cuando Neptuno se vuelve directo por progresión (parecido
a Neptuno que se vuelve retrógrado), sus efectos iniciales no son
muy notables. Su influencia, si es que se la percibe para empezar
con ella, es sutil, gradual y, a menudo, indirecta (típica del carácter
innato de este planeta). Lo que aquí tal vez se sugiere es que se alien­
ta más la aptitud del individuo para aficionarse más a encontrar ca­
nales externos adecuados a fin de que los principios neptunianos se
expresen. Ahora técnicamente ha terminado el período de recapi­
tulación interior que él emprendió inconscientemente desde que
nació. Su arraigada concentración en ideales subjetivos ahora pue­
den reencauzarse de una manera que le permite traer esa extraor­
dinaria visión interior a la superficie de su existencia actual, y le
ayuda a enriquecer la estructura de la matriz social dentro de la cual
262
él está obligado a funcionar. El proceso de la vida, que está en mar­
cha, le invita a aplicar el alcance de su imaginación y su percepción
de la sociedad para servir a las actuales necesidades de su entorno, a
menudo, de una manera que suscita colectivamente mayor unidad y
cohesión dentro de la comunidad. No desbarata más su propio cre­
cimiento evolutivo con sus cavilaciones sobre la fmstración por no
realizar los ideales emocionales de su pasado con la contracción
característica de Neptuno retrógrado natal. En lugar de ello, puede
desarrollarse mejor, desprendiéndose ahora de los apegos emociona­
les subjetivos que le fascinaron demasiado y bloquearon su percep­
ción de las ilimitadas avenidas del servicio social, el cual constituye
una necesidad. Todas las preocupaciones colectivas y humanitarias
que ahora suscitan su interés le exigirán, no obstante, una franca
buena voluntad para afianzar sus ideales personales de manera que
pueda fomentar cambios tangibles. Ahora tiene que hacer que sus
aspiraciones se plasmen en la sociedad. No debetia sorprendernos si
las cuestiones que brotan de su pasado pueden ahora ser resueltas
mediante sus compasivos intentos tendientes a remediar los males
sociales del presente. A esta altura, y durante el resto de su vida, el
individuo puede hallarse mejor capacitado para manifestar satisfac­
toriamente su singular visión de la armonía social, mutua compren­
sión y unidad de sentimientos, pues ahora está dispuesto a brindar
al mundo su personal percepción de la unidad fundamental de la
vida.

Neptuno retrógrado en tránsito


Neptuno retrógrado en tránsito dura aproximadamente cien­
to cincuenta y ocho días, y ocurre una vez por año. Igual que Urano,
su principal influencia puede relacionarse fundamentalmente con la
Casa por la que él transita en esta época. A modo de sugerencia: es
necesario que se presenten varios contactos de Aspectos vitales si
Neptuno, en esta fase, ha de ser siquiera percibido un tanto cons­
cientemente (puesto que él es característicamente sutil, esquivo y
renuente a manifestarse en términos materiales bien definidos).
Mucho de lo que podría decirse acerca de este tránsito retrógrado es
necesariamente teórico y especulativo, puesto que su funcionamien­
to tal vez se entienda mejor por medio de las facetas más profundas
del individuo que lo experimenta. Neptuno retrógrado en tránsito
podría agitar circunstancias que quedaron sin resolver en el pasado
263
(e incluso en esta vida), las cuales son capaces de catalizar emocio­
nalmente la psicología del individuo. Lo que Neptuno ahora estimu­
la puede dar impulso dentro de nosotros a sentimientos sepultados y
a menudo descuidados que, no obstante, siguen su curso profunda­
mente. Las emociones que aquí no se advierten tienen mucho poder
sobre nuestra conducta consciente. Este período retrógrado es una
época oportuna para que examinemos, con más profundidad y com­
prensión, todas las corrientes de nuestros sentimientos, las cuales
permanecen ocultas debajo de la superficie. Podemos y debemos ser
más reflexivos en este sector de nuestra vida. Si somos más
contemplativos, estamos mejor capacitados para que interiormente
se nos guíe respecto de cómo podemos establecer muy buen contac­
to con estos sentimientos interiores, a menudo turbulentos, que nor­
malmente escapan a nuestra atención consciente.
Cuando Neptuno transita por una Casa, los asuntos asociados
con este sector están experimentando una forma sutil de disolución.
Aquí, las estructuras externas se están debilitando continuamente,
perdiendo su sostén y volviéndose menos estables... independiente­
mente de si las apariencias externas sugieren lo contrario (pues lo
común es que lo sugieran, si tenemos en cuenta el carácter engañoso
de Neptuno). Este es, típicamente, un proceso lento, y durante un
tiempo tendemos a ignorar este proceso disolutivo hasta que, por
último, predomina y socava las estructuras y sostenes de los que ha­
bíamos dependido ciegamente. Sin embargo, Neptuno sólo empieza
a socavar aquí lo que se estructuró de manera defectuosa o alejada
de la realidad. Desgasta lo que ignoramos o eludimos durante dema­
siado tiempo. Cuando Neptuno se vuelve retrógrado durante su trán­
sito, los elementos débiles de estas estructuras frágiles y enfermizas
atraen mejor la atención de nuestra consciencia. Se nos da la opor­
tunidad para que volvamos a examinar nuestros dilemas y descubra­
mos las razones más profundas de que estemos vagamente molestos
con las circunstancias externas de esta Casa. Al hacerlo, podremos
reconocer aquellas partes nuestras que emocionalmente son
indigentes y necesitan que las nutramos y seamos compasivos con
ellas. Los sentimientos que anteriormente se hallaban fragmentados
son ahora capaces de integrarse más plenamente con los restantes
componentes de nuestra psiquis, pero sólo por medio del esfuerzo
consciente de un individuo que ya se conoce a sí mismo. Puede ocu­
rrir un cambio poco constructivo si no media nuestra cooperación
264
consciente. Ojalá que Neptuno retrógrado nos permita sentir nues­
tra propia unidad y plenitud interior una vez que hayamos atado
todos los cabos sueltos y atendido «lo que quedó inconcluso». Sin
embargo, es probable que tengamos que experimentar varios tránsi­
tos de Neptuno retrógrado antes de que esto suceda. Tal vez pene­
tremos en capas más profundas de nuestro yo, con cada tránsito
retrógrado que suceda. Se nos alienta para que disolvamos las acu­
muladas impresiones deformes de nuestro pasado, las cuales se cris­
talizaron demasiado. Y al hacerlo, somos capaces de renovamos es­
piritualmente.
Este tránsito retrógrado podría fomentar en algunas personas
una mayor necesidad de privacidad, aislamiento y retiro, más de lo
que normalmente ocurriría cuando Neptuno es directo. Se acentúa
la introspección, y también hay una acrecentada receptividad que
estimula al carácter. Sin embargo, por otra parte, esto también po­
dría denotar un período en el que inadvertidas tendencias escapistas
ejercen mayor fascinación en el individuo que tiene esa inclinación.
Puede intensificarse la vulnerabilidad emocional, aunque de mane­
ra menos evidente en la superficie. Los Aspectos que en esta época se
forman deberían darnos claves sobre cómo el individuo puede ma­
nejar estas energías. En un plano constructivo, el individuo puede
aprovechar ahora esta época para explorar el fértil mundo de la pro­
pia imaginación que él no utilizó, y permitir que la inspiración le
conduzca hacia un mayor conocimiento de sus aptitudes latentes.
Puede ser una época excelente para fortalecer más su imaginación
creadora (y, en consecuencia, podrá ser muy provechoso para quie­
nes quieran progresar creadora y talentosamente en cuanto campo
resulte promisorio). Sin embargo, se necesita disciplina personal
dondequiera que Neptuno tenga injerencia si esperamos recibir la
riqueza emocional que este planeta puede concedemos durante esta
fase retrógrada.

Plutón retrógrado natal


En lo que atañe a quienes son capaces de reaccionar ante
Plutón retrógrado natal, las fuerzas regeneradoras que promueven
la remodelación total de la percepción del individuo pueden inclu­
so arraigarse más dentro del inconsciente, sin que se las pueda po­
ner fácilmente de manifiesto. Parecido a Urano y Neptuno retró­
grados natales, Plutón retrógrado puede concentrar sus poderes
265
transformadores sobre circunstancias ya establecidas dentro del
individuo y que pertenecen al pasado. En general, puede haber
mayor cautela, en el plano psicológico, que la que hallamos en Plu­
tón directo. El individuo se resiste inconscientemente a que su yo
consciente y los demás estén escudriñando sus negatividades inte­
riores. Si cierra el paso de estas energías y no encuentra canales
adecuados para que circulen, habrá tensiones profundamente per­
turbadoras que podrán subvertir el sano funcionamiento de la psi­
quis. Debido a que éste es un Plutón que se vuelca más hacia den­
tro, el individuo puede sufrir, en algún nivel, mayor represión de la
que él desea. En este caso, esas fuerzas se comprimen y son capa­
ces de crear pavorosas presiones que se pueden encapsular peligro­
samente hasta que es imposible detener su violenta erupción. A
veces, esos «escombros» de elevada carga emocional pueden des­
cargarse mejor por medio de estados de sueño profundo, vívidas
expedencias oníricas o varias formas de estados alterados de cons­
ciencia (estimulados, frecuentemente, mediante fármacos). El in­
dividuo es menos proclive a encontrar vías sociales externas por
las que pueda descargar aquello. Aunque la vehemencia de la vo­
luntad se acentúa en estas circunstancias, raras veces se pone de
manifiesto de manera directa. El individuo tiende más a derribai�
primeramente y a su debido tiempo, las estructuras internas con
las que él está en guerra, antes de tratar de derrumbar la estructura
social externa.
La evidente dificultad para poder descargar adecuadamente
la fuerza plutoniana podría alentar el desarrollo de fobias nada co­
rrientes, destmctivos complejos emocionales, compulsiones morbo­
sas, deseos obsesivos y una vasta gama de perversiones. Cuando Plu­
tón retrógrado está muy sujeto a esquemas agobiantes, entonces la
hostilidad puede volcarse inexorablemente hacia adentro de la per­
sona, o podría manifestarse como una agresión social incontrola­
ble. Sería más probable que Plutón directo, similarmente afligido,
calculara con más estrategia esa conducta agresiva. Pero, puesto que,
en este caso, los factores inconscientes parecen predominar sobre el
carácter, Plutón retrógrado sugiere que el individuo controla menos
sus elementos más oscuros. Sin embargo, al individuo que se conoce
más a sí mismo, Plutón retrógrado le brinda una oportunidad para
que busque profundamente, dentro de sí mismo y descubra e inves­
tigue los factores causales y raigales de las inhibiciones ( «bajones»
266
kármicos) que uno puede tener. Por tal razón, esto tal vez le permita
conocerse a fondo y, además, captar de manera increíble cómo fun­
ciona el inconsciente. Puede sentir el impulso de explorar sus moti­
vaciones psicológicas ocultas, y también las de los demás, con más
facilidad que quien tiene a Plutón directo (el cual puede pasar
demasiado tiempo de su vida involucrándose en circunstanciales
luchas por el poder, puesto que aquí puede ser más fuerte la necesi­
dad de ejercer dominio sobre los asuntos externos). El vigor psico­
lógico aumenta con Plutón retrógrado, probablemente debido al he­
cho de que este individuo necesita reexaminar partes de su pasado
que pueden ser muy amenazantes y abrumadoras para el Ego. Sin
ese vigor y esa resistencia interior, es probable que evitaría penetrar
profundamente dentro de sí mismo. Aunque a menudo inconsciente
de ello, puede tener miedo de que sus partes sombrías le subyuguen
y es capaz de sentirse más seguro cuando conoce activamente su
propio carácter. Plutón retrógrado es quizás incluso más compulsivo
en su búsqueda tendiente a develar los misterios fundamentales del
ser.
Puesto que Plutón permanece retrógrado más tiempo que
los restantes planetas, más personas tienen a este planeta retrógra­
do, más que a cualquier otro, en sus Cartas natales. Sin embargo,
puesto que Plutón representa las virtudes casi sobrehumanas del
ser, las cuales distan muchísimo de aquello para lo cual la vida nos
condicionó, muy pocos individuos son capaces de manejar de ma­
nera comprensible las inescrutables energías de Plutón. Tanto re­
trógrado como directo, es casi nula la influencia directa de Plutón
sobre el modo de ser consciente de un individuo. Aparentemente,
la única conexión que la mayoría de los individuos puede tener con
Plutón es por medio del efecto colectivo de los cambios masivos, y
especialmente los de carácter revolucionario. Sin embargo, es de
esperar que los líderes carismáticos y poderosos que encabecen esos
movimientos sociales tengan mayor acceso a la energía de Plutón
en un plano personal. No obstante, para la mayoría de nosotros,
Plutón actúa como una influencia sumamente impersonal. Conje­
turo que el grupo de almas que encamen juntas con Plutón retró­
grado se encuentren colectivamente más interesadas en retener su
propio poder, tercamente decididas a ignorar los símbolos exter­
nos de autoridad (mientras que las personas que tienen a Plutón
directo se s.ienten más impulsadas a juntar sus fuerzas para inten-
267
tar derribar al autoritarismo, oponiéndose activamente). Las almas
que tienen un Plutón retrógrado tienden a estar menos deseosas de
fusionarse con la colectividad, y sus expresiones tal vez sean carac­
terísticamente antisociales. Es más probable que quienes viven ais­
lados de la sociedad se encuentren en este grupo, mientras los re­
beldes marginales y los descontentos sociales, que procuran soca­
var activamente el Sistema, tal vez se hallen en mayores cantidades
en el grupo de Plutón directo. Quizás el grupo de Plutón retrógrado
esté más atento a la revolución interna. Independientemente de
esto, tales individuos pueden ser más distantes e inabordables (en
términos de intimidad profunda), y realmente más difíciles de que
se llegue a conocerlos bien, debido a su acentuada reserva. Tien­
den a experimentar erupciones psicológicas y purgas interiores
totales, escasamente observables en la superficie. Sin embargo, los
pocos miembros destacados de este grupo podrían ayudar a la hu­
manidad a que avance muchísimo en el conocimiento de los vastos
e ilimitados poderes del espíritu, actuando por medio del incons­
ciente de las personas. Estos pueden ser los valientes precursores
que están deseosos de explorar los ámbitos externos del espacio
interior, al igual que las zonas internas del espacio exterior. Se ha­
llan más preocupados por el origen de la energía que genera en el
mundo los enormes cambios colectivos, y se sienten impulsados a
encontrar la clave para dominar esta energía primordial. (Pablo
Picasso; Madame Curie; Alan Watts; Dylan Thomas; Aleister
Crowley; Howard Hughes; Richard Nixon; Timothy Leary.)

Plutón retrógrado progresado


Cuando Plutón se vuelve retrógrado por progresión, perma­
nece así durante la encarnación del individuo (ciento sesenta años
progresados). Los asuntos externos de la Casa que Plutón natal ocu­
pa tienden a ser cada vez más complejos y en muchos planos a medi­
da que pasa el tiempo. Sin embargo, también pueden hacer que el
individuo se conecte con su propia capacidad de regeneración; en­
tonces, el resultado de esto es una mayor renovación personal, cuan­
do se la maneja con sabiduría. Ahora son más necesarios que nunca
un renacimiento psicológico, una transmutación de lo que se desea
o una transformación de los valores si el individuo ha de aprovechar
más todos los asuntos de esta Casa. Tiene que observarse interior­
mente con mayor intensidad y total realidad, a fin de comprender
268
dónde y cómo debe rehabilitarse más. Esto exige que se enfrente con
las fuerzas más oscuras que anteriormente consintió que predomina­
ran sobre sus emociones en el pasado. Tal vez las circunstancias no
fueran adecuadas en lo que atañe a su evolución, en el comienzo de
su vida, para que concretara muy bien sus necesidades aquí y, por
ello, no tuvo que enfrentarse con la retrogradación de Plutón hasta
esta época señalada (su influencia quedó en suspenso hasta que
maduraron las condiciones). Tal vez tuvo que pasar, primeramente,
por experiencias más adecuadas para Plutón directo, antes de que se
le permitiera pasar por esta transición. ¿Quién puede asegurarlo?
Kármicamente, el individuo puede ser reintroducido en
potentes obsesiones o en deseos intensamente obcecados a los cua­
les, en vidas pasadas, les permitió expresarse. Ahora, en esta vida,
pueden ponerle a prueba una vez más, para ver si es capaz de ocu­
parse de estas potentes fuerzas y pasiones interiores sin permitirles
que se vacíen o consuman. Uno debería percibir el surgimiento de
impulsos poderosos, ansias de manipulación o deseos compulsivos
o irresistibles (especialmente, si son antisociales), o impulsos drás­
ticos de cortar por completo los lazos de las relaciones. Esto puede
darle las claves acerca de su yo más oscuro, perteneciente a vidas
anteriores. No obstante ello, este período progresado podría deno­
tar también una época en la que el individuo puede sintonizarse
con un plano de percepción interior en el que es capaz de recono­
cer y reclamar los potentes recursos del alma, propios del pasado,
que adelantaron significativamente su evolución. El puede volver a
tomar contacto con sus propias dimensiones en las que pudo alcan­
zar un grado de dominio de sí que ahora lo ayudaría a limpiar toda
negatividad residual personal y racial de carácter kármico, la cual
proviene de su interior. Martin Schulman cree que Plutón retrógra­
do permite al individuo experimentar «dentro de sí a la conscien­
cia colectiva» 5• Piensa que el individuo «experimenta la lucha de la
humanidad como una lucha muy personal dentro de sí mismo. Lo
que él personalmente siente es la necesidad de vencer, en sí mismo,
todo lo que ha estado rebajando la consciencia de la sociedad en la
cual él vive» 6 • Es total mi coincidencia con la profunda intuición de
Schulman.
Cuando Plutón se vuelve directo por progresión, es comprensi­
ble que su efecto se ponga lentamente de manifiesto. Igual que los
otros planetas de la Octava Superior; a esta altura Plutón ha de diri-
269
gir su atención hacia las necesidades más vastas de la sociedad más
que al desarrollo personal aislado. Idealmente, el individuo debería
estar ahora dispuesto para comprometerse socialmente de manera
profunda, pues su período de recapitulación ahora terminó oficial­
mente. Es ahora cuando se halla mejor capacitado para ofrecer al
mundo los beneficios de las facultades que él desarrolló durante el
período en el que estuvo examinándose. Sin embargo, esto no signi­
fica que lo hará, pero las oportunidades para que cause mayor im­
pacto social en el mundo son, en este momento, más evidentes. En la
mayoría de los casos, el individuo sencillamente empezará a operar
más activamente dentro de su ambiente inmediato y aceptar las situa­
ciones propias del mundo como ellas son, sin una introspección y un
análisis indebidos. Siente un impulso menos compulsivo de cavar
dentro de sí mismo a fin de comprender su existencia, lo cual podría
ser un bienvenido alivio para algunos. Ojalá que el campo de batalla
no se halle más en su interior. Ahora puede encontrar vías externas
que le permitan descargar sus concentradas fuerzas interiores de
manera que eso sea psicológicamente satisfactorio. Puesto que su
atención se está ahora disponiendo lentamente a observar los proce­
sos materiales en lugar de los estrictamente subjetivos, este indivi­
duo puede descubrir que posee una vasta perspectiva de los asuntos
sociales, que pocos comparten. Es capaz de ver el drama de la huma­
nidad desde una perspectiva de más vastos alcances. Asimismo, pue­
de entender mejor la motivación colectiva, hasta en sus expresiones
extremas, puesto que experimentó parecidas motivaciones dentro
de sí mismo. Cuanto más dominó las sombras más oscuras de su
propio ser durante el período de retrogradación, tiene mayor capaci­
dad para tolerar la expresión de sombras parecidas cuando se evi­
dencian en el plano colectivo, puesto que ya no las teme más. Y por­
que conoce más plenamente el carácter de aquéllas, puede ayudar a
transformarlas en renovados poderes que pueden beneficiar la evo­
lución de la sociedad.

Plutón retrógrado en tránsito


Plutón retrógrado en tránsito dura unos ciento cincuenta días
y ocurre una vez por año. Aunque su influencia se concentra prin­
cipalmente en la Casa por la que en este tiempo transita, se despla­
za con tanta lentitud que hasta su influencia sobre la Casa puede
parecer oscura a la mayoría de nosotros. Recuerde que Plutón re-
270
presenta la parte de nuestra psiquis que es difícil de sondear. Su­
giere dónde solemos estar completamente en la oscuridad acerca
del carácter de los cambios internos que estamos experimentando,
puesto que su acción opera sobre los planos más profundos y ocul­
tos del ser. Sin embargo, opera inexorablemente y, a veces, de ma­
nera cruel al cumplir su último objetivo. Cuando Plutón es retró­
grado, detiene el desarrollo externo de la Casa por la que él pasa
(aunque con suma sutileza) y, en cambio, nos obliga a concentramos
en lo que no logramos regenerarnos adecuadamente durante los
ciclos de tránsitos pasados de este planeta. Raras veces somos cons­
cientes de esto cuando ocurre, pero este tránsito retrógrado es me­
nos doloroso para nuestra alma a medida que lo conocemos más.
Todo lo que aparentemente comprendemos es que las cuestiones
que producen tensiones y pertenecen al pasado, y que y a nos
perturbaban bastante, en aquel entonces, en el plano psicológico,
se presentan ahora, una vez más, a nuestro paso para que las
reexaminemos (aunque los asuntos circunstanciales que en esta
ocasión se nos presenten parezcan radicalmente diferentes). Lo
único que le interesa a Plutón es enfrentarnos con la esencia de lo
que no transformamos en una expresión de carácter superior. Lo
que menos le interesa es la manera con la que produce esta percep­
ción, al menos en función de cómo constituye una amenaza para
nuestro ser egocéntrico. Supongo que Plutón se figura que éste es
un problema nuestro, no de él, y que debemos resolverlo nosotros.
Plutón es ingenioso y habitualmente usará en ese momento cuanto
pueda para causar un impacto profundo y a menudo perturbador
sobre nuestro modo de ser, de acuerdo con las vulnerabilidades
raigales a las que permitimos enseñorearse.
Puesto que Plutón es un planeta de motivaciones extremas, es
muy proclive a atacar las partes nuestras que lamentablemente pusi­
mos de manifiesto de manera extremada. El nos obliga a transformar
lo que tiene suma necesidad de ser rehabilitado. En esta época, Plu­
tón retrógrado seguirá acosándonos de una manera que tal vez nos
parezca incomprensible y hasta persecutoria cuando la observamos
estrictamente desde el plano superficial de nuestras experiencias
corrientes en este mundo, aun cuando algunos de nosotros quizá
nos empeñemos en ocultar nuestros designios en este sector de la
vida y tratemos de seguir siendo inocentes en cuanto al carácter de
las acciones que aquí tienen lugar. Plutón vigila muchísimo las moti-
27/
vaciones reales y fundamentales que existen detrás de esas acciones.
Desde un punto de vista práctico, Plutón retrógrado en tránsito su­
giere que el individuo tiene una oportunidad, de acuerdo con la Casa
correspondiente, de volver sobre sus pasos y descubrir dónde se ori­
gina y está latente el poder (los recursos ocultos) que pasó por alto
con anterioridad y que ahora puede servirle de ayuda para que pro­
mueva lo que él se propone en este ámbito, una vez que haya sacado
aquello convenientemente a la superficie. En este caso, mucho de­
pende del grado de disciplina personal, dominio de las propias emo­
ciones e, incluso, control de los apetitos (la sensualidad puede repre­
sentar un problema cuando Plutón se halla destacadamente activo
en la Carta). En esta circunstancia, Plutón puede incluso obligarnos
a justipreciar nuevamente nuestros derechos y valores frente a los de
los demás. Ahora Plutón nos dice que debemos concentrarnos más
profundamente en el carácter fundamental de las actividades de la
Casa en cuestión, en vez de dispersar al azar nuestros intereses de
acuerdo con los dictados de nuestras tercas emociones ... pues este
modo de obrar sólo nos provoca más enfrentamientos con nosotros
mismos y más tensiones, sintiéndonos impotentes para vencer esto.
Igual que Saturno, Plutón nos muestra la realidad de nuestras limi­
taciones, aunque desde un punto de vista más psicológico. Esta pue­
de ser una época maravillosa para que el individuo que se conoce a
sí mismo aplique su intuición más penetrante y descubra cuáles son
los descarriados elementos de su carácter que necesitan nacer de
nuevo. Estas son típicamente las partes de la psiquis que oponen
una crónica resistencia al cambio constructivo en el plano emocio­
nal. Por lo común, allf donde Plutón puede efectuar su actividad más
eficaz, es donde más resistimos internamente los cambios de nues­
tro carácter.
Plutón retrógrado en tránsito puede ser especialmente afecto
a indagar los puntos débiles y oscuros que existen en cualquier ám­
bito en el que concentra sus habilidades exploratorias, pues cuando
es retrógrado, está incluso más atento a las minucias y sutilezas que
normalmente se pasarían por alto. Puesto que su período retrógrado
en tránsito dura tan largo tiempo, el individuo es gradualmente con­
dicionado para que sondee e indague dentro de sí, con el fin de po­
der evolucionar en este ámbito, lo cual no pueden brindárselo aisla­
damente los asuntos circunstanciales corrientes. Necesitamos cierto
recogimiento psicológico si hemos de conocer más plenamente los
272
recursos que provienen de lo profundo de nuestro ser. Quienes care­
cen del conocimiento de sí mismos están menos capacitados para
buscar, en esta época, lo sutil que posiblemente esté a su disposi­
ción. Ante el desconcertante giro de los acontecimientos que tienden
a ocurrir de manera inexplicable, se inclinan por sentirse víctimas.
Sin embargo, incluso el hecho de que un individuo sienta esto, su­
giere cierta sintonía con Plutón. La mayoría de las personas apenas
se da cuenta de que Plutón es retrógrado, en tránsito, y atraviesa una
Casa. Al concluir este capítulo, deseo agregar que, astronómicamente
hablando, cuando un planeta es retrógrado, también está muy cer­
ca de la Tierra durante este período de su ciclo. Por ello, se muestra
con su máximo brillo (y, cuando se lo observa con un telescopio, su
disco parece más grande). En Ciclos del Devenir, Alexander Ruperti
dice: «Lo que realmente sucede geocéntricamente cuando un plane­
ta se vuelve retrógrado no consiste en un desplazamiento hacia atrás,
sino en una curva (u onda) que se manifiesta en el espacio, y que el
planeta describe cuando se acerca a la Tierra. El planeta parece salir
de su curso orbital regular como si se lo lanzase hacia la Tierra, for­
mando una curva (u onda) en dirección a ella» 7 • Otro hecho
astronómico interesante consiste en que los planetas Mercurio y Ve­
nus están en Conjunción con el Sol cuando se hallan en el punto
medio de su ciclo retrógrado, mientras que los planetas Marte hasta
Plutón están en Oposición con el Sol en su punto medio cuando son
retrógrados. Adviértase que cualquier planeta (salvo la Luna en Oposi­
ción con el Sol) será siempre retrógrado en una Carta natal. Rupe11i
interpreta que un planeta retrógrado es el que permite al individuo
observar más de cerca la función de ese planeta (puesto que real­
mente se desplaza más cerca de la Tierra), permitiéndonos tal vez
que desarrollemos nuevas perspectivas respecto de ese planeta. Dane
Rudyar cree que el factor importante de un planeta retrógrado con­
siste en que se está alejando de la dirección del Sol y de la Luna, lo
cual sugiere que representa energías que contrarrestan la corriente
natural de las energías biológicas a fin de ayudarnos a volver a en­
contrar mejores soluciones para los problemas que surgen natural­
mente durante el período directo8 • El hecho de que los planetas re­
trógrados nos parezcan en esta época más grandes y brillantes (más
que cualquier otro), puede sugerir simbólicamente una mayor ilu­
minación, debida tal vez a nuestra más directa sintonía con nuestro
inconsciente en este tiempo. Así como los planetas retrógrados se
273
ponen astronómicamente de relieve en esta época, podrían destacar
los factores psicológicos de nuestro carácter que necesitamos exa­
minar con más atención si han de ayudamos a hallar modos más
ventajosos de desarrollar nuestro ser.

Notas:

Virginia Ewbank y Joanne Wickenburg, The Spiral of Life, edición de las autoras,
Seattlc, 1974, página 18.
2 John McConnick, The Book of Retrogrades, Pavilion Press, Livingston, Nueva
Jersey, 1973, página 17.
3 Tracy Marks, The Art of Chart Synthesis, Sagittarius Rising, Natick,
Massachusetts, 1979, página 51.
4 Louis Ackcr y Franccs Sakoian, Predictive Astrology, Harper and Row, 1977, pá­
gina 91.
5 Martin Schulman, Kannic Astrology: Retrogrades and Relncarnation, Tomo
II, Weise1; lnc., Nueva York, 1977, página 190.
6 Ibíd., página 190.
7 Alexander Ruperti, Ciclos del Devenir, Edit01ial Kier, Buenos Aires, Argentina,
1982.
8 Dane Rudhy ar, An Astrological Study of Psychological Complexes, Seivire/
Wassenaar, Holanda, tercera edición, 1970, páginas 146-147.

274
Capítulo XI

Una Exploración de los Hemisferios


La Carta natal se divide en cuatro principales regiones del es­
pacio que se llaman Hemisferios. Cada Hemisferio consiste en seis
Casas y, teóricamente, cada Casa tiene uno de los cuatro ángulos de
la Carta como su punto medio. Los ángulos representan, en astrolo­
gía, las cuatro expresiones principales de la identidad que los indi­
viduos adoptan al hacer frente a la vida. Cada ángulo puede ser des­
cripto de la siguiente manera:
El ASCENDENTE es el ángulo que representa nuestra per­
cepción consciente e inmediata de la identidad personal o de la
imagen personal. El ASCENDENTE señala un proceso mediante el
cual nos observamos a medida que surgimos en el mundo externo y
afianzamos nuestro ser. Describe el carácter de nuestras expresión y
reacción continuas en el plano superficial. El ASCENDENTE indica
las características más personalizadas de la expresión individual, la
cuales sólo nos describen como seres separados, distintos e
independientes de todos los demás. Nos asociamos fácilmente y de
manera espontánea con estas características, y podemos aplicarlas
agresivamente en función directa de las necesidades básicas que se
relacionan con nosotros mismos. En suma, el ASCENDENTE des­
cribe nuestra propia voluntad en acción, de acuerdo con el modo de
comportarse del signo en este ángulo.
En cambio, el DESCENDENTE es nuestro ángulo de la iden­
tidad refleja o la otra imagen. Puede describir partes latentes de
nuestro propio carácter, que no relacionamos de manera tan perso­
nal o directa, al menos al comienzo. Estas cualidades las proyec­
tamos típicamente a las otras personas a las cuales atraemos, y ellas
entonces reflejan esas facetas hacia nosotros durante el proceso de
la relación que está en marcha. Y habitualmente, lo que se refleja
hacia nosotros se efectúa de manera que puede fomentar mayor ob-
275
jetividad y perspectiva respecto del carácter intrínseco de estas ca­
racterísticas, además del papel que ellas representan al hacer que
sintamos dentro de nosotros una mayor plenitud. Por ello, se refle­
jan sobre nosotros por medio de las actitudes y conducta francas de
aquéllos con quienes interactuamos.
El MEDIO CIELO es el ángulo que representa nuestra identi­
dad social o imagen pública. A diferencia del ASCENDENTE, el
MEDIO CIELO señala una identidad más impersonal en el indivi­
duo. Esta imagen no suele ser la que aquél elige, sino la que él apren­
de a estructurar de acuerdo con las presiones y exigencias de su socie­
dad actual. A medida que esta identidad es cada vez más consciente,
el individuo se halla mejor capacitado para determinar su lugar y su
función adecuados dentro del esquema social mayor de las cosas. Y
de acuerdo con el carácter de esta imagen pública, el individuo será
puesto a prueba y juzgado, para mejor o para peor, por el mundo en
general. Mediante la adopción de esta identidad, el individuo esta­
blece un grado de control y manejo de su existencia. El MEDIO CIE­
LO sugiere características de nuestro carácter que nos incitan a que
aspiremos a poner claramente de manifiesto lo más elevado de no­
sotros, lo cual suele tener como resultado el cumplimiento o la reali­
zación final de nuestros objetivos en la vida.
El IMMUM COELI es, en la Carta, el denominado ángulo de
la «medianoche» y representa nuestra identidad heredada o nues­
tra imagen subjetiva. Aquí podemos determinar cómo observamos
instintivamente a nuestro ser interior en sus rafees más fundamen­
tales y orientadas hacia lo seguro. Este ángulo describe el hogar in­
terior, que es la base de nuestras operaciones. Refleja el papel subcons­
ciente que adaptamos constantemente al afianzar en nuestro inte­
rior un punto más profundo que nos sirva de sostén. El IMMUM
COELI señala nuestro modo muy natural de anclarnos interiormen­
te antes de ramificamos y tener nuestras experiencias externas. Nues­
tra identidad subjetiva reacciona también vigorosamente ante las
influencias externas y puede ser condicionada subliminalmente para
que absorba y retenga impresiones que provienen del entorno de
nuestros primeros años (habitualmente, por medio de nuestra es­
tructura familiar). Por ello, esta identidad es, en parte, heredada.
Entre todas las identidades que los cuatro ángulos muestran, el
IMMUM COELI tiene la más estrecha conexión con el pasado. Es
nuestra propia imagen subconsciente que probablemente se desarro-
276
lió en ciclos pasados de experiencia, antes de que naciéramos (lo
cual implica condiciones de vida genéticas o pasadas).
El ASCENDENTE corresponde al Hemisferio Este, mientras
que el DESCENDENTE se relaciona con el Hemisferio Oeste. El
meridiano divide estos dos Hemisferios. Al delinear esto, es impor­
tante tener en cuenta cuál es, en particula1� el Hemisferio que más se
destaca en la Carta natal, pues éste puede ser un factor que señale la
orientación fundamental del individuo respecto de su experiencia
externa en la vida. El hecho de que un Hemisferio se destaque puede
determinarse de acuerdo con la cantidad de planetas (más que por
los puntos sensibles) que se encuentran dentro de cualquier Hemis­
ferio. Se necesitan seis o más planetas para considerar que se desta­
ca un Hemisferio. Cuando dos Hemisferios tienen igual cantidad de
planetas (o cinco en cada uno), entonces vemos cuál es el que tiene
al Sol y, además, la Luna y/o el regente del ASCENDENTE. Esto es
lo que hace que se destaque, especialmente si ese Hemisferio contu­
viera a aquellos tres en total. Sin embargo, si entre esos tres se halla­
sen dos en un Hemisferio y, aun así, fuera difícil establecer cuál tiene
mayor peso, entonces, cuántos planetas dentro de cada Hemisferio
respectivo caen en Casas angulares, y/o en cercana Conjunción con
uno de los ángulos correspondientes. Tal vez los signos y planetas
reales involucrados puedan apoyar y reforzar esto. Mi opinión per­
sonal es que, en este contexto, sólo el Sol precedería en influencia
tanto a la Luna como al regente del ASCENDENTE, puesto que el
Sol también se relaciona con los principales objetivos que el indivi­
duo tiene en su vida. Es necesario que el astrólogo sea capaz de sin­
tetizar todos los principios conexos.

El Hemisferio Este
Este Hemisferio comienza en la cúspide de la décima Casa, en
sentido contrario al de las agujas del reloj, y termina en la cúspide de
la cuarta Casa. El ASCENDENTE es su punto estructural funda­
mental. Por ello, este Hemisferio se concentra en la expresión de la
identidad personal y el ejercicio de la propia voluntad. Cuando aquí
se halla situada la mayoría de los planetas, el individuo desarrolla en
la vida muy bien su capacidad, con mucha voluntad e ímpetu, fo­
mentando a sabiendas asuntos o intereses personales que le llaman
directamente la atención. Aquí puede indicarse mucha iniciativa y
actividad en la actitud que esta persona tiene ante la vida (especial-
277
mente cuando la mayoría de los planetas situados en este Hemisfe­
rio se hallan en las tres Casas debajo del horizonte). Esta persona
suele ser proclive a fomentar en su vida las situaciones, puesto que
aquí tiende más bien a afectar a su entorno que a que sea su entorno
el que la afecte y moldee. Puesto que éste es un Hemisferio de absor­
ción kármica, el individuo se halla relativamente libre para actuar
por sí para lograr sus objetivos, con menos estorbo o interferencia
por parte de los demás. Sin embargo, debido a que no tiende a solici­
tar que los demás se involucren íntimamente, es probable que estos
últimos no le brinden el apoyo o la ayuda que podrían resultarle
provechosos para las metas decididas por él. Tiende a resistir esa
asociación y propende a una búsqueda independiente, puesto que el
dar y recibir se halla menos implícito en este Hemisferio. Por ello, en
general, el individuo queda solo y librado a su propio esfuerzo.
Por cuanto el individuo se halla más condicionado para que
se haga cargo inmediatamente de sus asuntos en esta vida, lo que él
fundamentalmente desea es el criterio general acerca de cómo y cuán­
do quiere que ciertas circunstancias se desarrollen. Se siente moti­
vado para actuar de acuerdo con sus propios términos exclusivos.
Cuando decide qué es lo que él realmente desea hacer en este mun­
do, la vida puede exigirle que trabaje autónomamente en procura de
esas metas, de manera decisiva y concentrada, si han de ponerse de
manifiesto óptimos resultados. Mediante el desarrollo de la confian­
za en sí mismo, este individuo concreta y satisface lo que él ambicio­
na y necesita. Si la mayoría de los planetas de este Hemisferio desta­
cado cae sobre el horizonte, el individuo lo enfoca todo de manera
más impersonal y universal. Puede prestar mucha atención personal
a los más grandes problemas que el mundo experimenta y trabajar
en pos del progreso social, pero normalmente sólo según su propio
modo de ver las cosas. Si aquí se hallan seis o más planetas (espe­
cialmente, las luminarias y el regente del ASCENDENTE), la orien­
tación puede desequilibrarse. En la medida en que haya más plane­
tas involucrados, más pueden exagerarse las propiedades de cual­
quier Hemisferio. En esta circunstancia, la persona tiende a exage­
rar su individualidad, a tal punto que le resulta difícil integrarse con
los demás, sentirse igual a ellos y actuar cómodamente como un ser
social (e incluso sociable). Por ello, debido a que se halla absorto en
su propio defecto, puede entonces faltarle un adecuado conocimien­
to objetivo de las otras personas con las que personalmente se rela-
278
ciona. Lo único que le interesa es satisfacer, en primerísimo lugar y
muy egocéntricamente, sus propias necesidades. Puesto que en todo
momento exige ser él solo quien manda, es probable que, en este
caso, el individuo rechace toda influencia externa que él no controle
directamente, por más constructiva que aquélla sea. En el plano po­
sitivo, aquí podemos encontrar con frecuencia a los individualistas
que con su propio esfuerzo lucharon contra la adversidad y descolla­
ron independientemente en el mundo. Sin embargo, puesto que se
sienten poco inclinados a colaborar o avenirse con los demás, esas
personas pueden fácilmente alejarlos, crear mucho distanciamiento
social y optar por vivir como lobos solitarios. (Napoleón; José Stalin;
lsadora Duncan; Santa Teresa de Avila; Emest Hemingway; Alice
A. Bailey, Karl Marx; Gertrude Stein; Friedrich Nietzsche;
Margaret Mead; Edward Kennedy; Joan Baez; Billy Carter;
Madalyn Murray O'Hair.)

El Hemisferio Oeste
Este Hemisferio empieza en la cúspide de la cuarta Casa, en el
sentido de las agujas del reloj, y termina en la cúspide de la décima
Casa. Su punto estructural fundamental es el DESCENDENTE. Este
Hemisferio se concentra en la consciencia social personal y en el
reconocimiento de la personalidad de los demás. Su tema funda­
mental concierne a la expresión de la imagen refleja de la persona.
Cuando la mayoría de los planetas se halla situada aquí, entonces
significa que el individuo no posee tanta libertad de acción como
para decidir de manera exclusiva el rumbo que ha de seguir en su
vida y, en cambio, descubre que las cuestiones vitales y los intereses
personales se hallan más en manos de terceros. En la posición fatal,
se trata del hijo (pero no necesariamente del rehén). A esta persona
puede serle difícil que la reconozcan y aprecien por su verdadera
individualidad, pues tiende más bien a ser una creación de su entor­
no social o un producto de su época. Las relaciones deberían ser
muy esenciales para fomentar la evolución natural de su ser. Este
individuo evoluciona muy bien aprendiendo a acomodarse adecua­
damente a las necesidades de los demás. Las acciones que aquí se
emprenden necesitan ser mutuamente ventajosas para todas las par­
tes involucradas si ha de establecerse un verdadero equilibrio. A di­
ferencia de quien tiene un Hemisferio Este destacado, esta persona
se halla más en sintonía con el proceso de participación y, a menudo,
279
actúa de acuerdo con los probables resultados finales que esa acción
puede tener sobre los demás. Es probable que este individuo llame la
atención de otras personas que pueden servirle y ayudarle a obtener
sus objetivos. Es menos probable que oponga resistencia o bloquee
la ayuda y el apoyo de aquéllos. Cuanto más consideración y solici­
tud muestre hacia los demás, éstos más querrán colaborar y darle
una mano que él necesita.
Puesto que éste es un Hemisferio de expulsión kármica, al in­
dividuo le atrae más vivir experiencias que le exijan una mayor par­
ticipación interpersonal. En esta vida se le está condicionando para
que se proyecte directamente hacia los demás y establezca alianzas
constructivas. Ahora tiene también que aprender a colaborar eficaz­
mente con la vida. Raras veces se beneficia cuando exige hacer ex­
clusivamente lo que él quiere a expensas de los demás, pues incluso,
en la mayoría de los casos, es incapaz de hacerlo. Aunque este indi­
viduo aparentemente gobierna en menor grado las oportunidades a
medida que éstas se desarrollan y se cruzan en su camino (pues él las
inicia en menor proporción), habitualmente se le considera menos
responsable de sus yerros, reveses o fracasos en general, puesto que
aquí suele ser otro el que participa y genera esas consecuencias. Si
en este Hemisferio se encontraran seis o más planetas, el individuo
podría evidenciar desequilibrio en su modo de expresarse porque
dependería demasiado de los otros para afianzar más su sentido de
identidad social. Tal vez permita que la gente controle y maneje más
su destino de lo que sería beneficioso para él. Aquí se descubre típi­
camente una mayor carencia de autodeterminación y capacidad para
hacerse valer que la que indicaría la persona en la que se destaca el
Hemisferío Este. Esto podría crear una tendencia a que los demás
abusen de ella o la usen y se aprovechen de ella. Esto puede ser así,
especialmente si la mayoría de los planetas caen aquí, en este Hemis­
ferio, en las tres Casas sobre el horizonte, puesto que estas Casas
señalan una concentración en lo social y una actividad de carácter
personal mayores que las de las tres Casas. Por otra parte, el indivi­
duo puede ser afecto a usar a los otros para su propio provecho,
puesto que este Hemisferio puede sugerir que se trata de una perso­
na capaz de manejar estratégicamente sus relaciones. El individuo
podría tener problemas relacionados estrictamente consigo mismo
en un plano muy profundo, especialmente en función de iniciar una
acción personal. Puede evidenciar que le es difícil tomar él solo sus
280
decisiones y apoyarse demasiado en los demás, en su propio perjui­
cio, para iniciar aquello que él necesita resolver independientemen­
te. (Adolfo Hitler; Edgar Cayce; F. Scott Fitzgerald; Jean Harlow;
Marilyn Monroe; Jacques Cousteau; Francisco Franco; Sigmund
Freud, Juana de Arco; Vanessa Redgrave; el Duque de Windsor;
George Sand; Bette Midler; Sylvia Plath.)
Los Hemisferios Este y Oeste son polos opuestos naturales.
Cuando nos concentramos asiduamente en expresar la dinámica de
un Hemisferio con exclusión de su polaridad, se desarrollan perspec­
tivas conflictivas y, a menudo, deformantes. Entonces necesitamos
resolver este dilema y recuperar una percepción más equilibrada.
¿Cómo?: aprendiendo, en cambio, a concentrar nuestra atención en
la integración de las funciones positivas del Hemisferio opuesto. En
un plano ideal, deberíamos empeñarnos en coordinar constructi­
vamente ambos sectores, puesto que ellos se complementan natural­
mente. Aunque son pocas las personas afectas a esto, la mayoría de
nosotros tiende a oscilar entre un Hemisferio y otro, hasta haber
determinado el grado de equilibrio deseable para nuestro desarrollo.
Si un individuo aparentemente no presenta las propiedades del He­
misferio destacado que su Carta indica, entonces, verifique y vea si
él se está poniendo en sintonía con la dinámica del Hemisferio opues­
to durante este período. Todas las polaridades (o factores opuestos
que aparecen en la Carta) tienden a esto. Todo lo anterior puede
decirse acerca del siguiente par de Hemisferios.

El Hemisferio Norte
Este Hemisferio empieza en la cúspide de la primera Casa, en
sentido contrario al de las agujas del reloj, y termina en la cúspide de
la séptima Casa. Su punto estructural fundamental es el IMMUM
COELI. Por cuanto el Hemisferio se halla, en la Carta, totalmente
debajo del horizonte, representa lo que es personalmente subjetivo y
reflexivo, y necesita un enfoque interior (al menos, cuando el indivi­
duo inicia su proceso biológico). Aquí, los planetas muestran impul­
sos que necesitan profunda experiencia antes de que el individuo
pueda utilizarlos abierta y claramente en su ambiente externo. Tien­
de a contener estos impulsos ensimismadamente durante un tiem­
po, antes de intentar encauzarlos hacia intereses sociales más im­
personales. En general, encara la vida desde un punto de vista intro­
vertido (independientemente de cuán activa y memorable sea, en
281
apariencia, su participación en el mundo). El individuo evoluciona
muy bien, asimilando las experiencias de su vida y relacionándolas
con la realidad más profunda de su propio carácte1: Está condicio­
nado para ponerse aquí en un contacto mucho más íntimo con su
identidad subjetiva que en cualquier otro Hemisferio. Ha de percibir
el propósito raiga! de su ser (trascendiendo lo que él sólo expresa
superficialmente) y necesita buscar, en primerísimo lugar, un signi­
ficado personal en su vida. El individuo puede conectarse con las
propiedades que están en actividad en las raíces de su personalidad,
sintonizándose cada vez más con lo que es fundamental en su carác­
ter.
Puesto que el individuo tiende a ser reflexivo e introspectivo,
no maneja con comodidad los asuntos continuos que son propios
del mundo y que le reclaman exhibirse directamente ante la gente o
participar abiertamente en lo social. Hasta puede parecer renuente a
atraer sobre sí la atención, al menos haciéndose valer de manera
evidente. Su motivación consiste aquí en lograr más bien seguridad
interior que la seguridad temporal que la sociedad podría ofrecerle
por medio de puestos o posiciones elevadas. En cambio, necesita
hallar en la vida su propia ancla subjetiva antes de poder decidirse a
actuar en el mundo. Independientemente de cuánto contribuye a las
mayores necesidades del mundo en general o de cuánto hace en fa­
vor del progreso de la sociedad, sin embargo, en el plano psicológi­
co, no es una persona que deje de lado lo que personal y entrañable­
mente necesita. Estos individuos necesitan que en todo momento se
los atienda y calme antes de que puedan expresarse provechosamen­
te en el mundo. Esa clase de personas no se desapegan fácilmente.
En el plano constructivo, el individuo puede encauzar sus energías,
propendiendo a nutrir su entorno con una gran dosis de solicitud e
interés. Si en este Hemisferio se hallan seis o más planetas, el des­
equilibrio que puede ocurrir podría señalar a quien es proclive a con­
centrarse demasiado en volcar hacia su interior su reacción ante la
vida. Puede optar por recogerse o apartarse de una participación
activa en el mundo y propender a un sano retiro. Si muchos de estos
planetas sufren Aspectos agobiantes, entonces ese retiro no suele ser
saludable e incluso puede ser regresivo. En este caso, puede desta­
carse el impulso tendiente a evitar una confrontación franca con
aquellas realidades de la vida externa que a veces son intransigentes.
Sin embargo, en un sentido productivo. ese énfasis puede alentar al
282
individuo para que se identifique con los aspectos menos tangibles y
materiales de la vida, permitiéndole poner mucha energía personal
para poner al descubierto las realidades psicológicas y espirituales
que se ocultan dentro de la naturaleza humana. (Krishnamurti; Carl
G. Jung; Helena P. Blavatsky; Amelia Earhart; Dane Rudhyar;
Mary Baker Eddy; Gustave Flaubert; Elizabeth Kubler-Ross;
Toulouse-Lautrec; Martín Lutero; la Duquesa de Windsor; Albert
Schweitzer; la Reina Isabel 11; Barbra Streisand.)

El Hemisferio Sur
Este Hemisferio empieza en la cúspide de la séptima Casa, en
sentido contrario al de las agujas del reloj, y termina en la cúspide de
la primera Casa. Su punto estructural fundamental es el MEDIO
CIELO. Puesto que este Hemisferio se halla totalmente sobre el hori­
zonte, representa la experiencia consciente y enfocada en lo que es
propio del mundo. Este Hemisferio aparta al individuo de su reino
privado e interior -el de las impresiones subjetivas e íntimas-y le
proyecta hacia los asuntos más objetivos y activos de la sociedad.
Este es el Hemisferio en el que la propia identidad del individuo ante
el público puede desarrollarse mediante el cumplimiento de ambi­
ciones y metas cuyo destino es la sociedad. En la vida del individuo
se le presentan situaciones de carácter impersonal, e incluso univer­
sal, que ponen a prueba su aptitud para actuar en sentido colectivo.
Evoluciona muy bien cuando su gravitación es sobre la vida pública,
pues allí puede participar en las circunstancias dinámicas externas
del entorno social existente. Por ello, es probable que consuma mu­
cha energía ocupándose de los problemas más vastos de su comuni­
dad. Puesto que su participación social es mayor que la de la perso­
na en quien se destaca el Hemisferio Norte, este individuo suele ac­
tuar mejor cuando lo hace frente a muchos. Sin embargo, uno de los
problemas de un Hemisferio Sur que se destaque de más, consiste
en que el individuo puede abstraerse o apartarse demasiado de sí
mismo como para ocuparse con eficacia de sus necesidades interio­
res. Tiende a buscar fuera de sí mismo las soluciones de los proble­
mas, cuando puede hallarlas mejor en su interior. Tal vez no se sien­
ta cómodo volcando sus impulsos y deseos hacia su interior y con­
centrando su atención subjetiva en sí mismo; en consecuencia, es
probable que no sepa cómo prodigar cuidados y sostener protec­
toramente a su propio ser. En cambio, el individuo podría optar por
283
conocerse por medio de cosas que él realizó y experimentó externa­
mente. Sin embargo, tiende a relacionarse más consigo mismo y a
ponerse en sintonía con su propia identidad, si la mayoría de los
planetas de este Hemisferio debiera caer también en el sector supe­
rior del Hemisferio Este.
Un Hemisferio Sur que se destaca sugiere que el individuo ha
de utilizar en la vida, claramente y de manera tangible y manifiesta,
sus aptitudes en bien del desarrollo social. Sin embargo, si seis o
más planetas están situados aquí, es probable que el desequilibrio
que se produzca aliente a este individuo a que se impresione dema­
siado con los productos materiales finales de su esfuerzo, mientras
tiene poca comprensión (o interés duradero) respecto de los sutiles
factores motivacionales que sustentan esos esfuerzos. Por el hecho
de que en su vida se ocupe de exigencias que tienen lugar en el plano
superficial. es probable que le atrape la satisfacción trivial de am­
pliar su influencia y su poder en el ámbito mundano. Si bien tal vez
demuestra que es más capaz de manejar los asuntos de la vida en el
entorno social mayor, fuera de él mismo, también puede ser que no
logre entrar en contacto con las raíces de su modo de ser y no se
obse1ve desde una perspectiva más profunda. En lo constructivo,
cuando este Hemisferio se destaca, podría señalar una personalidad
socialmente activa que realiza mucho en el mundo para estimular
cambios dentro del esquema de las cosas, en vez de tan sólo reflexio­
nar sobre lo que potencialmente se podría hacer. Puede ocuparse
más directamente de la realidad social, en vez de idealizar esas cir­
cunstancias, pero sin tomar parte activa para modificarlas. En gene­
ral, este individuo no se retira del mundo, y se halla mejor capacita­
do para hacerle frente según sus propios términos para mejor o para
peor. Compare esto con el individuo en quien el Hemisferio Norte se
destaca y que sólo es apto para lidiar con los ambientes externos
según sus propios términos. (John F. Kennedy; Marilyn Monroe;
Benito Mussolini; Lillian Carter; Galileo; Pearl S. Buck; Nelson
Rockefeller; Eleanor Roosevelt; Martin Luther King; Zelda Fitze­
rald; Henry Kissinger; Lenny Bruce; Margaret Trudeau; la Rei­
na Victoria.)

284
Capítulo XII

Cómo Entender los Cuadrantes


Aunque un estudio sobre el énfasis de los Hemisferios puede
indicar la orientación total del individuo en su vida, la introducción
de los cuatro Cuadrantes de la Carta puede ayudar a señalar y defi­
nir con más precisión cómo y dónde el individuo puede concentrar
más su atención. Cada Cuadrante es una mezcla única de un Hemis­
ferio cuya base es el horizonte y un Hemisferio cuya base es el meri­
diano, abarcando tres Casas de la Carta.

El Primer Cuadrante
Este Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Norte y
Sur. Empieza en la cúspide de la primera Casa, en sentido contrario
al de las agujas del reloj, y termina en la cuarta Casa. Como ya lo
dijimos, el Hemisferio Este trata sobre el ejercicio de la libertad in­
dividual de acción, e induce el desa1Tollo de la identidad personal.
Su motivación es enteramente personal. El Hemisferio Norte se re­
laciona con intereses sumamente personales y subjetivos. Estimula
en el individuo la percepción de su identidad más profunda. Por eso,
es comprensible que este Cuadrante se interprete como un sector
específico de la vida, que fomenta un alto grado de involucración
personal y preocupación por uno mismo. Cuando este Cuadrante se
destaca más, el individuo se relaciona primeramente como ser inde­
pendiente, pero un tanto desconectado, psicológicamente, de parti­
cipar socialmente en el mundo más vasto que le rodea. Aquí, su ne­
cesidad de estar interiormente seguro se vincula con su capacidad
para encauzar su voluntad y ejecutar la acción en asuntos persona­
les que él considera adecuados. Tiende a prestar atención al manejo
de su propia vida, lo cual podría sugerir, desde un punto de vista
constructivo, confianza y seguridad en sí mismo. Sin embargo, si
esta persona no puede hallar las vías adecuadas para resolver los
285
conflictos personales que le mantienen en guerra consigo mismo, el
manejo de sí mismo puede ser difícil de alcanzar. Además, en su
interior tal vez se halle demasiado atado como para permitir que
otros le guíen hacia vías por las que pueda expresar de manera más
satisfactoria sus energías.
Observe que el elemento inicial del Primer Cuadrante es el
fuego, y que el elemento ausente es el agua. Esto sugiere la psicolo­
gía del Cuadrante. El fuego simboliza el impulso espontáneo de ex­
presarse independientemente. Sin embargo, su inclinación a intere­
sarse por lo propio también lo convierte en una influencia egocéntri­
ca. Por ello, los planetas que se hallan dentro de este Cuadrante ex­
presan un deseo impulsivo de participar de inmediato por medio de
actividades que excluyan los intereses corrientes del individuo. La
mayoría de los planetas que se hallan aquí (especialmente, los de
fuego), podría señalar mucha preocupación por uno mismo o mu­
cho egocentrismo. Si esos planetas se hallan muy sujetos a Aspectos
agobiantes, entonces ese egocentrismo potencial aumenta y, muy
especialmente, si el individuo ya tiene un Hemisferio Este que se
destaca. Aunque esta persona suele ser marcadamente individual,
puede abstraerse muchísimo en sus asuntos personales y tiende a
apartarse, debido a su predisposición a convertirse en un lobo solita­
rio. Al menos, no es alguien que aliente una fácil intimidad con los
demás. En lo constructivo, este Cuadrante podría también poner de
relieve al individuo que lo hizo todo sin ayuda, y cuyo designio, enfo­
que personal y esfuerzo le permiten tener éxito en lo que él empren­
de de una manera entusiastamente independiente.
El único elemento que no se halla representado en este Cua­
drante es el agua, componente natural de la síntesis y la asimilación
más profundas de la experiencia. El agua es muy sensible a los pro­
cesos unificadores de la vida y, por eso, es un elemento natural y
socialmente constructivo. Su ausencia (en relación con la rueda na­
tural) sugiere que la psicología fundamental de este Cuadrante re­
calca la confianza en uno mismo, sin depender de los demás. Si los
signos de agua y los planetas (la Luna, Neptuno y Plutón) llegan a
encontrarse aquí en la Carta, indican el apoyo en uno mismo; con
este apoyo, el individuo primero nutre y protege sus propias necesi­
dades más que las de los demás. Todos los valores del agua se encau­
zan hacia el yo y se experimentan subjetivamente antes de que el
individuo los oriente en general hacia su entorno. Sin embargo, puesto
286
que este Cuadrante carece innatamente de la motivación del agua, el
individuo en el que se destaquen los planetas puede que necesite
aprender a ser más compasivo y comprensivo respecto de los demás,
más sensible a las preocupaciones personales de los demás y, por
ello, más solícito y cuidadoso cuando reaccione ante circunstancias
externas que él no maneja directamente. Incluso su sensibilidad res­
pecto de su propia persona puede aún concentrarse en un interés
superficial, lo cual implica que se siente menos inclinado a sondear
profundamente en el ámbito de su propio ser, en el que hay motiva­
ciones más sutiles que operan cambios (a menos que también se
destaque el Hemisferio Norte). En general, el individuo del Primer
Cuadrante tiende más a reaccionar que a reflexionar. El polo opues­
to de este Cuadrante es el Tercer Cuadrante. Cuando los conflictos
del Primer Cuadrante crean un desequilibrio demasiado grande en
el esquema vital, las soluciones que encauzarán las cosas pueden
hallarse a menudo en el Cuadrante Superior complementario. (Ca­
talina la Grande; Emily Dickinson; Karl Marx; George Eliot; Luis
Pasteur; Mark Twain; Osear Wilde; Toulouse-Lautrec; George
Wallace, Barbra Streisand.)

El Segundo Cuadrante
Este Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Norte y
Sur. Empieza en la cúspide de la cuarta Casa, en sentido contrario al
de las agujas del reloj, y termina en la séptima Casa. El Hemisferio
Norte nos dice que este Cuadrante tiene todavía como centro las
experiencias más personales e íntimas del individuo. La seguridad
interna sigue siendo una necesidad importante. Sin embargo, con el
Hemisferio Oeste ahora involucrado, el individuo es atraído más
hacia una participación interpersonal activa. Es afectado más pro­
fundamente por la conducta y las circunstancias de los demás que la
persona relativamente inmune, perteneciente al primer Cuadrante.
Su motivación consiste en encontrar la seguridad personal por me­
dio de las relaciones, y tiende a tener un fuerte vínculo subjetivo con
los otros, lo cual puede volverle más vulnerable respecto de los senti­
mientos y actitudes que aquellas personas tienen con él. Sin embar­
go, esto tal vez no sea siempre evidente en la superficie, especial­
mente si este tipo de Cuadrante tiene también un Hemisferio Norte
destacado, pues es sumamente reflexivo. Es probable que matice
menos sus relaciones de acuerdo con sus necesidades personales si
287
se destaca el Hemisferio Oeste, puesto que los planetas que se ha­
llan sobre el horizonte admiten más objetividad al evaluar a los de­
más. El tipo del segundo Cuadrante es proclive a querer una res­
puesta de los demás y no puede vivir en un vacío. Su sensibilidad
respecto de la gente le ayuda a comprender con mayor profundidad
su propio ser.
Observe que el elemento inicial del segundo Cuadrante es el
agua, y que el elemento ausente es el aire. El agua simboliza la apti­
tud para ser sumamente sensible ante las corrientes subterráneas y
los cambios sutiles. Su naturaleza instintiva entra fácilmente en ac­
tividad y «sondea» la disposición anímica y la sustancia fundamen­
tal de cualquier circunstancia. Por ello, si los que estuvieran aquf
fueran planetas en su mayoría (y en especial, de agua), el individuo
puede ser sumamente sensible al modo de ser interior y menos evi­
dente de los demás. El impacto emocional de la interacción social es
una realidad que esta persona siente vivamente. A diferencia del tipo
más independiente y aparentemente seguro de sí mismo, pertene­
ciente al primer Cuadrante, este individuo tiende a depender psico­
lógicamente más de los demás, en su búsqueda de lo que él mismo
significa. Siente que necesita asociarse estrechamente con los de­
más, para que sean ellos quienes den a su vida un propósito perso­
nal. Debido a que este Cuadrante es motivado por el agua y se halla
debajo del horizonte, sugiere que es capaz de entrar en sintonía con
las facetas de una relación (por cuanto también es un Cuadrante del
Hemisferio Oeste) que no quedan al descubierto ni se advierten en
la superficie ... o que pueden hallarse todavía en forma eventualmen­
te sin desarrollar. Esto puede dar como resultado una elevada per­
cepción de las necesidades interpersonales, pues otorga al individuo
la capacidad para que vea sus uniones desde un punto de vista me­
nos superficial.
El único elemento que no se halla representado es el aire, el
cual es el elemento natural de la participación social y la objetividad
mental. Es claramente impersonal e imparcial en sus evaluaciones
externas de la vida y necesita crear un grado suficiente de distancia,
a fin de desarrollar una amplia perspectiva. Aquf su ausencia puede
denotar que este Cuadrante no fomenta de manera innata un carác­
ter desapegado o desinteresado. Si se destaca, lo normal es que el
individuo se rija más por el corazón que por la cabeza. El cariño, la
intimidad y la participación de las necesidades más profundas son
288
más importantes para la evolución fundamental del individuo que
una comprensión de los ideales abstractos o la libertad personal de
expresión. En lugar de observar racionalmente la relación desde un
criterio reservado, esta persona tiende a arraigarse más activa y con­
centradamente en sus uniones y se identifica personalmente con la
evolución de estas últimas. Sin embargo, la falta de motivación por
parte del aire puede indicar también a quien no reconoce y/o asimila
fácilmente los puntos de vista diferentes de los suyos propios sin
sentir que sus arraigadas necesidades de seguridad están amenaza­
das. Tal vez tenga que aprender a tolerar y aceptar más las diversas
actitudes que no refuerzan necesariamente las suyas propias. En
general, busca el apoyo de personas que le ayuden primeramente a
satisfacer lo que él necesita interiormente, antes de que pueda ac­
tuar cómodamente en el mundo más vasto. El polo opuesto de este
Cuadrante es el cuarto Cuadrante. Las tensiones y los desequilibrios
que se crean en este segundo Cuadrante pueden resolverse adoptan­
do los valores constructivos de este Cuadrante superior complemen­
tario. (Mozart; Mary Shelley; Eduardo Manet; el Duque de
Windsor; Anais Nin; Marlene Dietrlch; Richard Nixon; Marlon
Brando; la Duquesa de Windsor; Robert Redford.)

El tercer Cuadrante
Este Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Sur y
Oeste. Empieza en la séptima Casa, en sentido contrario al ele las
agujas del reloj, y termina en la décima Casa. El Hemisferio Sur
denota una participación impersonal en los objetivos sociales y asun­
tos externos del mundo en general, en el que las necesidades ele un
grupo o meta de carácter colectivo son más preponderantes que las
necesidades privadas y exclusivas del individuo. El Hemisferio Oes­
te requiere experiencias compartidas con los demás y, asimismo,
amoldarse y avenirse con el propósito mayor de cualquier unión , no
sólo para satisfacerse personalmente. Cuando este Cuadrante se des­
taca más, es probable que el individuo exprese franco interés por los
asuntos materiales de la vida, que benefician el crecimiento y el de­
sarrollo de los demás. Las relaciones, en el sentido más amplio, atraen
su atención, especialmente cuando también se destaca el Hemisfe­
rio Sur. Este es tal vez el más mundano (o sea, «del mundo»), no
necesariamente «algo común» en todos los Cuadrantes. La inclina­
ción del individuo consiste en ocuparse de las realidades objetivas
289
de su entorno. Este es el único Cuadrante en el que no se destaca el
contacto con el yo personal, y esto sucede muy especialmente si la
mayoría de los planetas cae encima del horizonte en el Hemisferio
Sur. El individuo es menos impersonal en su actitud ante la vida, si
también se destaca el Hemisferio Oeste, puesto que los planetas que
se hallan debajo del horizonte denotan anhelos de seguridad perso­
nal que necesitan cuidadosa atención. La vida alienta al individuo a
que participe totalmente en la sociedad. En lo constructivo, puede
mostrar una activa preocupación por promover, de alguna manera,
las causas públicas o el adelanto del bienestar social. Sin embargo,
un inconveniente de este Cuadrante consiste en que el individuo puede
quedar demasiado atrapado en los problemas más grandes de la vida
externa, sin disponer de tiempo para conocerse y prodigarse cuida­
dos. Esto es especialmente así, si los planetas de este Cuadrante caen
principalmente en las Casas gregarias séptima y novena. Sin embar­
go, puesto que éste es el sector que contiene a la octava Casa, la
transformación necesaria de los valores es necesaria para crecer. Esto
se producirá normalmente mediante lucha interior al hacer frente a
las exigencias del ritmo social que el individuo puso en movimiento
para sí mismo. En general, el individuo puede atraer mucho hacia sí
la atención del público, en lo que atañe a esfuerzos y actividades de
carácter externo.
Observe que el elemento inicial de este Cuadrante es el aire, y
que el elemento que está ausente es la tierra. El aire es el elemento
que denota una clara perspectiva social y la aptitud para formular
planes de vastas miras, aunque abstractos, en favor del progreso ideal
en el plano colectivo. Se trata del elemento de la libertad de circula­
ción, y busca funcionar en planos mentales cada vez más vastos, los
cuales implican actividades e intereses variados. Por eso, cuando aquí
los planetas son mayoría (especialmente los de aire: Mercurio, Ve­
nus y Urano), describen a quien quiere actuar en su comunidad y ser
cada vez más consciente de los variados intercambios que están su­
cediendo alrededor de él. Puede sentirse especialmente atraído ha­
cia esfuerzos conjuntos, aventuras colectivas y alianzas que impli­
can un compromiso... y suele ser el tipo de personalidad que es «las
voz del pueblo». Su destino en la vida se halla casi totalmente en
manos del público. Se le puede elegir para que satisfaga las necesi­
dades del público y, hasta cierto punto, se convierta en propiedad
personal de aquél. El único elemento que aquí no se halla represen-
290
tado es la tierra. Este es el elemento natural de la forma, la estructu­
ra, la consolidación y la realidad práctica. El hecho de que aquí falte,
implica que quien tiene este Cuadrante destacado necesita encarar
los ideales de la sociedad desde un plano más pragmático y viable.
Aunque las posibilidades de la sociedad interesan a esta persona, su
actitud debe ser más metódica y aceptar más la rutina. Es menester
que aquí las ambiciones sean razonables y realistas si el individuo
ha de tener éxito. Este Cuadrante se adapta mejor a quien le gusta
ocuparse de problemas que reclaman una rápida respuesta en lugar
de aquellos asuntos sociales que requieren una planificación cuida­
dosa y de largo alcance. El hecho de que falte la tierra significa tam­
bién que el individuo no suele hallarse bien afianzado dentro de sí y
que le resulta difícil resistir las presiones que provienen del ambien­
te externo a fin de llegar a cabo lo que éste le exige. Tal vez sea dema­
siado franco y sensible para su propio bien en lo que a esto atañe.
Las virtudes del primer Cuadrante, como el polo complementario
opuesto, pueden ayudar a aliviar las tensiones creadas por un tercer
Cuadrante mal manejado. (John F. Kennedy; Margaret Trudeau;
Ronald Reagan; Silvia Porter; Jean Paul Sartre; Marilyn Monroe;
Sigmund Freud; Brigitte Bardot; F. Scott Fitzgerald; Bette Davis.)

El cuarto Cuadrante
Este Cuadrante está compuesto por los Hemisferios Sur y Este.
Empieza en la cúspide de la décima Casa, en sentido contrario al de
las agujas del reloj, y termina en la primera Casa. Con el Hemisferio
Este involucrado, el enfoque vuelve otra vez a la autodeterminación
y la preocupación por el control y la dirección personales de los asun­
tos de la vida. Sin embargo, debido a la influencia adicional del He­
misferio Sur, el individuo tiende a hacer grandes esfuerzos persona­
les para contribuir en el mundo en general, con algo cuyo valor es
universal. No obstante ello, aun cuando sostiene importantes causas
sociales o ideales colectivos, el individuo todavía puede mantener
intacta su identidad (a diferencia del tipo del tercer Cuadrante). Y
esto es especialmente así, cuando un cuarto Cuadrante destacado se
combina también con un Hemisferio Este destacado. A esta altura,
debería haber quedado en claro que cada Cuadrante forma una mi­
tad de dos Hemisferios interconectados, y que la expresión de un
Cuadrante tiene más matices de acuerdo con cuál de estos dos He­
misferios domine. Un cuarto Cuadrante destacado, combinado con
291
un Hemisferio Sur dominante, señala al individuo que participa
menos independientemente en la búsqueda de sus aspiraciones del
mundo, y a quien es más proclive a avenirse con otros cuando mani­
fiesta la visión que él tiene de la sociedad. El tipo del cuarto Cua­
drante destacado tiende a identificarse personalmente con alguna
actividad más grande que la vida. Quiere sentirse funcionando en
una escala mayor en el ambiente externo, y a menudo en un campo
de servicio público o deber social.
Observe que el elemento inicial de este Cuadrante es la tierra,
y que el elemento ausente es el fuego. La tierra es un elemento inte­
resado en la productividad y desea una seguridad duradera. Quiere
llevar a cabo concretamente sus esfuerzos, y su impulso es el de cons­
truir y conservar estructuralmente las instituciones de la sociedad,
para que perduren y sean suficientemente viables como para sopor­
tar la prueba del tiempo. Por ello, cuando son mayoría los planetas
aquí situados (y especialmente Saturno, que es planeta de tierra),
pueden señalar a un individuo que quiere afianzarse y estar seguro
en los mayores asuntos del mundo, por medio de esfuerzos que él
mismo pone en marcha y que influyen sobre el bienestar de las ma­
sas. Sin embargo, puede ofrecer resistencia a cambios que él no
maneje personalmente en el mundo. Puede ser un tanto indiferente
respecto de lo que el público opina acerca de sus actividades, y no
necesita el grado de aprobación y aceptación por parte de los demás,
lo cual es típico del tipo del tercer Cuadrante (puesto que su sentido
de la identidad personal está mejor conse1vado). También puede ser
para muchos un baluarte o una fuerza estabilizadora, aunque aqué­
llos no influyan personalmente sobre él (a diferencia del tipo del
segundo Cuadrante). Sin embargo, muchos planetas que se hallen
aquí agobiados pueden indicar a quien es capaz de ser personalmen­
te destructivo en sus esfuerzos sociales para impresionar al mundo,
debido a que falta cooperación en el esfuerzo. A diferencia del tipo
del primer Cuadrante -que se concentra más en sí mismo y es más
reservado- esta persona tal vez procure imponer a los demás sus
exigencias, en obsequio a alguna causa ideal, y espera que ellos le
ayuden a satisfacer sus intereses impersonales sin que modifiquen
los planes de él ni asuman un control personal de ellos.
El único elemento que no se halla representado en este Cua­
drante es el fuego. Aunque motivado por impulsos y necesidades esen­
cialmente personales (por cuanto se trata de un Cuadrante del He-
292
misferio Este), el individuo expresa paradójicamente la falta de fue­
go, mediante su incapacidad de verse tan sólo como otro ser separa­
do, que posee su propia actitud exclusiva respecto del mundo. En
otras palabras, tal vez considere que sus propias necesidades y de­
seos son fundamentalmente los de todos los demás. Tiende a univer­
salizar sus intereses personales e intenta relacionarse por medio de
situaciones colectivas más vastas. Es capaz de emprender activida­
des en favor de los demás y se inclina por dirigir esos asuntos, pero
sólo muestra un interés dinámico cuando realiza ese esfuerzo mien­
tras el apoyo colectivo de los demás le impulse. Le es más difícil
reconocer su terquedad, puesto que a menudo actúa en representa­
ción de los demás, de una manera aparentemente desinteresada y
humana. No da muestras de tener vigor y persistencia para desem­
peñarse, en la sociedad, en situaciones importantes, hasta que al­
canzó las metas que buscaba. (Clara Barton; Albert Einstein; Ma­
ría Montessori; Alexander Graham Bell; la Reina Victoria; George
Bemard Shaw; Evangeline Adams; Emest Hemingway; Alice A.
Bailey; el Papa Juan Pablo I; Madalyn Murray O'Hair; Henry
Kissinger; Germain Greer; Martin Luther King.)

El sistema de Cuadrantes y el análisis motivacional


El siguiente método es especulativo y su objeto es ayudar al
astrólogo para que determine la fuerza focal de cualquier Cuadran­
te que se destaque. Lo encontré personalmente útil para descubrir
más claves sobre la dinámica fundamental del Cuadrante. Parece
indicar (al menos, en lo que a mí respecta) los principios que son
muy esenciales para que el Cuadrante se exprese. Compruébelo y
vea en qué le resulta provechoso.
Primero, calcule el punto medio del Cuadrante que predomi­
na. En otras palabras, determine el punto medio del ASCENDENTE
y del IMMUM COELI para el primer Cuadrante, si éste se destaca.
Encuentre el punto medio del IMMUM COELI y del DESCENDEN­
TE, si predomina el segundo Cuadrante. Si se destacara el tercer
Cuadrante, determine el punto medio del DESCENDENTE y del
MEDIO CIELO, o el MEDIO CIELO y el ASCENDENTE, para un
cuarto Cuadrante que se destaque. Me refiero a esto como el Punto
Medio Primario del Cuadrante. A continuación, vea qué planeta,
si lo hay, forma la conjunción más cercana con ese Punto Medio.
Le sugiero que use un orbe cuya amplitud no supere los siete grados,
293
y especialmente si la hora de nacimiento es razonablemente «exac­
ta». Si un planeta de este Cuadrante forma ciertamente un Aspecto
conjunto cercano, interpreto que esto significa que la función fun­
damental de la actividad del Cuadrante puede ser conocida objetiva­
mente por el individuo mediante experiencias circunstanciales, de
acuerdo con el carácter fundamental de ese planeta. Todo el estado
natal de este planeta destacado (su posición en el signo, los Aspectos
con otros planetas, etc.) puede ayudar a revelar el punto de vista
externo general para el cual se condiciona al individuo a fin de que
lo asuma a medida que pasa el tiempo cuando aprende a ocuparse
de los objetivos y exigencias naturales de este Cuadrante. Ese
condicionamiento provendrá naturalmente de fuentes circunstan­
ciales externas (tanto de personas como de acontecimientos). Des­
cribe lo que el entorno reclama al individuo. Si ningún planeta se
halla en Conjunción con este Punto Medio dentro del orbe sugerido,
entonces esta persona puede estar menos capacitada para conectar
directamente su naturaleza interior (simbolizada por los planetas)
con las condiciones externas que, no obstante ello, influyen sobre su
conducta; pueden parecer algo aparte de lo que el individuo reco­
noce que él es. Y por ello, tal vez le resulte diffcil comprender el
propósito de ese condicionamiento. En este caso, tal vez tenga que
llegar más información sobre ese condicionamiento externo del sig­
no que el Punto Medio Primario del Cuadrante ocupa y, en menor
medida, de la posición natal del regente de ese signo. Este Cuadrnnte
debería ser más significativo si el Sol, la Luna o el regente del AS­
CENDENTE llegaran a estar en Conjunción con este Punto Medio.
También puede determinarse que está en actividad una influen­
cia del Cuadrante más sutil e indirecta, la cual puede revelar las pro­
pias actitudes subjetivas del individuo, que él adoptó al hacer frente
a las exigencias de este sector. Describe las necesidades más íntimas
del individuo, que pueden ser satisfechas o no por medio de las con­
diciones externas que el individuo atrae hacia sí. Me refiero a esto
como el Punto Medio Secundario del Cuadrante. En este contex­
to, el término «secundario» no ha de implicar lo que es menos im­
portante o esencial para el desarrollo, sino en cambio lo que es me­
ramente menos evidente o aparente en la superficie. A diferencia del
Punto Medio Primario del Cuadrante, este Punto Medio ha de calcu­
larse de acuerdo con el punto medio de los dos planetas más exterio­
res de todo el grupo (en otras palabras. el primer planeta del grupo,
294
que se desplaza en sentido contrario al de las agujas del reloj o en el
sentido natural de éstas, al igual que el último planeta). Este Punto
Medio Secundario del Cuadrante tal vez no tenga siempre un plane­
ta en Conjunción con él dentro del grupo (y el orbe sugerido es de
cuatro grados). Sin embargo, si este Punto Medio no se halla en Con­
junción con un planeta, entonces ese planeta puede reflejar un anhe­
lo o un impulso que indica la reacción psicológica del individuo ante
las experiencias naturales del Cuadrante destacado. Insinúa la reac­
ción de esta persona ante esa experiencia externa. Sin embargo, pues­
to que un planeta en Conjunción con el Punto Medio Secundario del
Cuadrante se halla realmente en Conjunción con el punto medio de
los dos planetas más exteriores, también es necesario tener en cuen­
ta el carácter de estos planetas. Su influencia combinada modifica
más directamente, en la mayoría de los casos, la expresión de ese
planeta, que su posición en el signo o los planetas natales.
Si ningún planeta forma una conjunción con este Punto Me­
dio dentro del grupo, entonces observe el signo en el que cae ese
Punto Medio y luego controle la actividad del regente de ese signo.
Las actitudes subjetivas en un caso como éste pueden complicarse
más e incluso ser un tanto molestas. Esta circunstancia parece de­
notar, al menos, un problema o una exigencia especial que el indivi­
duo necesita afrontar psicológicamente y, hasta cierto punto, resol­
ver antes de poder aceptar interiormente el carácter de la experien­
cia típica de este Cuadrante. Tal vez esto se deba a que, sin un plane­
ta en este Punto Medio, al individuo puede resultarle más difícil co­
nectarse con las otras partes de su propia naturaleza (o sea, con los
planetas que crean este Punto Medio) que tan sólo con el entorno
exterior. El Punto Medio Secundario del Cuadrante tiende a descri­
bir, además de lo que el individuo se exige, lo que él exige al entorno
exterior. Este Punto Medio refleja los deseos, seguridades, temores,
frustraciones, etc., que son menos evidentes en el individuo y que
atañen a las situaciones que se nos presentaron en este sector.
Ejemplo: Si se destaca el segundo Cuadrante (dependencia
subjetiva de los demás en procura de seguridad, a lo que se suma,
por parte del individuo, un conocimiento personal del propósito de
la existencia) y Saturno se halla en Conjunción con el Punto Medio
Secundario del Cuadrante, es probable que el individuo se halle con­
dicionado por circunstancias primitivas como para sentirse recha­
zado, desdeñado, emocionalmente frustrado o muy sensibilizado ante
295
cualquier expresión de desaprobación o crítica por parte de los de­
más (especialmente, figuras que invistan autoridad); aparentemen­
te, tiene que trabajar más arduamente para lograr que le acepten y
reconozcan. Entonces, a su debido tiempo, tal vez encare todas sus
relaciones personales futuras con cierto grado de timidez, cautela,
autoci-ítica o insuficiencia (lo cual no es sorprendente, puesto que
aquí Saturno debería caer normalmente en algún sector de la quinta
Casa, y generar una actitud grave y, a veces, torpe, ante los asuntos
de este secto1� concernientes a amor propio, goce personal y ostenta­
ción personal). Si este Saturno estuviera muy agobiado, entonces es
de esperar que las dudas acerca de su persona, el temor a las conse­
cuencias, la inseguridad general y la inhibición aumenten e intensi­
fiquen más la potencial frustración con los demás, ya indicada. Esto
podría tener como resultado que el individuo evite o le cause enojo
toda relación íntima que pudiera ponerle en más estrecho contacto
con las lecciones de Saturno, y que a menudo le dejen muy insatis­
fecho e inseguro acerca de lo que él vale ante los ojos de los demás.
Sin embargo, en el plano constructivo, se le está condicionando (aun­
que duramente) para que desarrolle una base interior más fuerte,
desde la que pueda construir una más fuerte autoestima. También
necesita poner de manifiesto, estructural y organizadamente, lo que
él piensa que es su fuente personal de seguridad en su vida. Esto
requiere, normalmente, suficiente disciplina y dominio de sí, ade­
más de paciencia y fervoroso compromiso. El individuo es apremiado
por las exigencias de la vida, a fin de que se defina de una manera
que le asegure un reconocimiento personal esencialmente creativo.
Al mismo tiempo, si la Luna llega a estar en Conjunción con
el Punto Medio Secundario del Cuadrante, lo que el individuo anhe­
la de manera muy fundamental e instintiva es tener intimidad hu­
mana, interactuar de una manera que lo nutra, y reflexionar con
sensibilidad acerca de lo que él personalmente se propone en la exis­
tencia. En el plano psicológico, puede crecer y florecer muy bien,
cuando sea capaz de intimar con otra persona y/o con el público,
sobre una base que sea segura y raiga!. En vez de estar a la defensiva
y protegiéndose, esta persona anhela ser afectuosa, reconfortante y
solícita con aquéllos a quienes muestra una fuerte atracción. Sus
reacciones interiores ante las experiencias exteriores son mucho más
emocionales y profundas de lo que muestran en la superficie. No
está tan apartado y distante como quizás parezca. Sin embargo, el
296
contraste que siente entre su disposición interna y externa puede
resultar muy frustrante para este individuo. Puesto que los planetas
más externos de este Punto Medio Secundario del Cuadrante mati­
zan más el carácter del planeta con el que toma contacto, sería muy
provechoso, si la Luna también se hallara aquí en el punto medio de
SolNenus, Sol/Júpiter, MercurioNenus, Venus/Júpiter, Venus/
Urano o Venus/Neptuno... puesto que todos estos puntos medios
son, en su totalidad, de carácter amigable, sociable y/o emocional­
mente sensible. Por ello, ayudarían y alentarían en la Luna impulsos
más cómodos y fluidos, y a que ponga de manifiesto su verdadero
carácte1: Sin embargo, si la Luna se hallara en un punto medio pla­
netario más tenso (como por ejemplo, Marte/Urano, Marte/Neptu­
no, Marte/Plutón o cualquier punto medio que incluya a Saturno
en este Cuadrante) y/o recibiera Aspectos potentemente agobiantes
de otros sectores de la Carta, entonces la hipersensibilidad y la inse­
guridad personal (ya demostradas por el Punto Medio Primario del
Cuadrante en Conjunción con Saturno), podrían ser todavía más pro­
blemáticas. Si en realidad ningún planeta se hallara en Conjunción
con este especial Punto Medio Secundario del Cuadrante, pero el
Punto Medio mismo ocupara el signo de Cáncer, la interpretación
sería parecida (aunque no idéntica). Recuerde que, en esta circuns­
tancia, podría sugerirse un problema con los principios cancerianos.
Asimismo, aquí podría descubrirse que esto se refuerza de acuerdo
con el estado de la Luna natal y la cuarta Casa. Y aquí, la influencia
combinada de los planetas exteriores de este grupo de Cuadrantes
no opern, puesto que aquí ningún planeta ha de activar y producir su
grado de expresión propio del punto medio.
Si un planeta en uno u otro Punto Medio es retrógrado o
interceptado (o es ambas cosas), puede plantear situaciones y exi­
gencias psicológicas menos evidentes, pero más complicadas. Esto
es también cierto cuando no se halla involucrado planeta alguno,
pero el signo que ocupa uno u otro Punto Medio es interceptado. A
veces, usted puede descubrir que los dos, es decir, el Punto Medio
Primario y el Punto Medio Secundario del Cuadrante se hallan en
Conjunción con el mismo planeta. Esto tal vez sugiera que el indivi­
duo es capaz de integrar la expresión exterior e interior de ese plane­
ta de una manera que le permite un mayor grado de transformación
personal. Al menos, el planeta se destaca en sumo grado para mejor
o para peor. Ana Frank tenía a Júpiter en conjunción con sus Puntos
297
Medios Primario y Secundario del Cuadrante en el cuarto Cuadrante
de la consciencia colectiva (y, además, también tenía destacado el
Hemisferio Este). En lo que atañe al Punto Medio Primario del Cua­
drante, Júpiter podría denotar los condicionamientos externos de
Ana durante su vida (y sugerir un énfasis sobre sus conceptos reli­
giosos, étnicos, políticos y morales en relación con el más vasto mun­
do circundante). Por cuanto era una víctima de la opresión nazi, con
seguridad ella fue puesta en contacto directo con los problemas ra­
ciales de carácter colectivo (todo lo cual se hallaba más allá de su
voluntad personal). Sin embargo, por cuanto Ana Frank era del tipo
del Hemisferio Este, fue impulsada a controlar y manejar personal­
mente la estructura de su precaria existencia, de la única manera
con la que ella podía participar inmediatamente y dentro de su al­
cance ... vertiendo sus revelaciones privadas en el diario que alcanzó
más publicidad y más se conoció en el mundo, en este siglo. Su Pun­
to Medio Secundario del Cuadrante, también en Conjunción con Jú­
piter, indicaba que ella era interiormente humanitaria, comprensiva,
buscadora de la sabiduría, inspiradora y amante de la libertad en un
sentido personal y universal (cuarto Cuadrante destacado). Esto me
revela que sus condiciones externas (que fueron horripilantes) tam­
bién le dieron empuje para encontrar una vía psicológica con la que
pudiera trascender aquel tiempo catastrófico que ella se vio obliga­
da a vivir y, a su vez, hallar un modo de elevarse sobre la consciencia
colectiva de su época, de manera casi santa, y esto tal vez, porque en
lo recóndito de su cora;,;ón, era rica en benevolencia, compasión y
aceptación incondicional de la humanidad.

298
Índice
Introducción 7

Capítulo I Los Principios que Respaldan los Aspectos ...... 11


La Conjunción 16
El Semisextil 20
La Semicuadratura 25
El Sextil 28
La Cuadratura 32
El T rígono 38
La Sesquicuadratura 43
El Quincuncio 47
La Oposición 50

Capítulo 11 Los Aspectos poco Frecuentes ............................. 57


El Quintil 59
El Septil 63
El Novil 66

Capítulo 111 Los Aspectos Disociados ....................................... 71


La Conjunción Disociada 72
El Semisextil Disociado 73
El Sextil Disociado 73
La Cuadratura Disociada 75
El Trígono Disociado 76
El Quincuncio Disociado 78
La Oposición Disociada 79

Capítulo IV El Gran Trígono ...................................................... 81


El Gran Trígono de Fuego 86
El Gran Trígono de Tierra 88
El Gran Trígono de Aire 90
El Gran Trígono de Agua 91
El Gran Trígono Disociado 93
La Cometa (Barrilete o Pandorga) 94
El Gran Trígono Menor 95
299
Capítulo V El Gran Sextil .......................................................... 96
El Gran Sextil de Fuego y Aire 97
El Gran Sextil de Tierra y Agua 98
El Gran Sextil Disociado 99

Capítulo VI La Gran Cuadratura y el Rectángulo Místico .... 100


La Gran Cuadratura Cardinal 101
La Gran Cuadratura Fija 102
La Gran Cuadratura Mutable 104
La Gran Cuadratura Disociada 106
La Gran Cuadratura que involucra a los ángulos 107
El Rectángulo Místico 109
El Rectángulo Difícil 11 O

Capítulo VII La T Cuadrada ........................................................ 112


La T Cuadrada Cardinal 114
La T Cuadrada Fija 115
La T Cuadrada Mutable 117
La T Cuadrada Disociada 118
La T Cuadrada que incluye a los ángulos 119
El planeta focal o «apex» 121
El Sol focal o «apex» 124
La Luna focal o «apcx» 127
Mercurio focal o «apex» 130
Venus focal o «apex» 134
Marte focal o «apex» 137
Júpiter focal o «apex» 140
Saturno focal o «apex» 144
Urano focal o «apex» 148
Neptuno focal o «apex» 152
Plutón focal o «apex» 156
Otras consideraciones 160

Capítulo VIII El YOD ...................................................... ................ 163


Los Yods compuestos 168
El Sol focal o «apex» 172
La Luna focal o «apex» 174
Mercurio focal o «apex» 175
Marte focal o «apex» 177
Júpiter focal o «apex» 179
Saturno focal o «apex» 180
Urano focal o «apex» 182
Neptuno focal o «apex» 184
300
Plutón focal o «apex» 186

Capítulo IX Los Planetas "No Aspectados" ............................. 189


Sol no aspectado 193
Luna no aspectada 194
Mercurio no aspectado 196
Venus no aspectado 197
Marte no aspectado 198
Júpiter no aspectado 199
Saturno no aspectado 200
Urano no aspectado 202
Neptuno no aspectado 203
Plutón no aspectado 204

Capítulo X 207
Los Planetas Retrógrados ........... . . ........................
Palabras clave para los planetas retrógrados 212
Los planetas estacionarios 212
Mercurio retrógrado natal, progresado y en tránsito 218
Venus retrógrado natal, progresado y en tránsito 225
Marte retrógrado natal, progresado y en tránsito 231
Júpiter retrógrado natal, progresado y en tránsito 238
Saturno retrógrado natal, progresado y en tránsito 244
Los planetas retrógrados de la Octava Superior 250
Urano retrógrado natal, progresado y en tránsito 251
Neptuno retrógrado natal, progresado y en tránsi lo 258
Plutón retrógrado natal. progresado y en tránsito 265

Capítulo XI Una Exploración de los Hemisferios .................. 275


El Hemisferio Este 277
El Hemisferio Oeste 279
El Hemisferio Norte 281
El Hemisferio Sur 283

Capítulo XII Cómo Entender los Cuadrantes........................... 285


El primer Cuadrante 285
El segundo Cuadrante 287
El tercer Cuadrante 289
El cuarto Cuadrante 291
El sistema de Cuadrantes y el análisis motivacional 293

301
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"Impresiones Avellaneda S.A.·
Manuel Ocantos 253 Avellaneda
en Setiembre de 1998
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