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CULTURA GRIEGA Y LATINA

Literatura griega
En este primer parcial abordaremos la literatura griega; sin embargo, dado que se trata de un tema
extremadamente amplio, nos limitaremos a señalar los aspectos generales y más relevantes de cada
uno de los géneros (épica, lírica y teatro), así como de los autores y las
obras más representativas. Además, se realzará el papel del mito y de la
concepción del cosmos para entender con mayor claridad las obras
literarias de las que nos ocuparemos. Queremos hacer hincapié en el
hecho de que la literatura, al igual que todo arte, refleja determinada
concepción del hombre y del mundo. Por ello examinaremos, a grandes
rasgos por supuesto, aquellos elementos que nos permitan situar dentro
de su contexto cultural las obras que vamos a estudiar.

Características generales de la cultura griega


1. El pueblo griego desarrolló un espíritu crítico e inquisitivo ante la realidad circundante. En efecto,
es de primer pueblo que racionaliza e intenta comprender las leyes que rigen la naturaleza y el
lugar que ocupa el hombre en ella.
2. Esta búsqueda racional de conocimiento llevó a los griegos a organizarlo y sistematizarlo en
grandes nociones y disciplinas que aún son vigentes. Así pues, separaron épica y lírica, mito e
historia, tragedia y comedia, ensayo y crítica, etcétera.
3. Crearon los postulados básicos del pensamiento filosófico y político y las dos grandes vertientes
de la filosofía, el idealismo representado por Platón; y el realismo representado por Aristóteles.
4. Sentaron las bases del pensamiento científico y desarrollaron las matemáticas, la geometría, la
astronomía, la geografía y la medicina.
5. Por todo lo anterior, se ha afirmado en repetidas ocasiones que el pueblo griego crea la razón
humana.
6. También se le considera como el modelador de un ideal
de hombre en el que se conjugan las cualidades morales
y las cualidades físicas, ya que para los griegos la ética y
la estética se confunden, en el sentido de que conciben
que lo bello es, necesariamente, bueno, pues el exterior
y el interior del hombre están vinculados de manera
estrecha.
7. En el arte, y prácticamente en todas sus acciones, existe
una búsqueda perpetua de belleza, ya que como se
señala en el punto anterior, la belleza implica una
aspiración a ser mejor en todos los sentidos.

Es evidente la enorme y rica herencia que el pueblo griego nos legó, herencia que debemos conocer
para poder, al mismo tiempo para entender una parte importante de nuestra cultura contemporánea.
Dentro de la cultura griega consideramos importante mencionar dos características que van a ser
fundamentales para comprenderla mejor, a saber, su alfabeto y sus mitos.

ACTIVIDAD 1
Lee e identifica las palabras clave o conceptos más importantes de las siete características generales de
la cultura griega y escríbelas en la siguiente lista.
1. _______________________________________________________

2. _______________________________________________________

3. _______________________________________________________
4. ___________________________________________________________________
5. _______________________________________________________________________
6. _______________________________________________________________________
7. _______________________________________________________________________

Alfabeto griego
Una de las principales influencias de la cultura griega es su lengua, de la cual provienen muchos
conceptos que se utilizan en el español actual. Tanto el griego como el latín influyeron en la evolución
de la lengua española hasta la actualidad. Las letras que hoy usamos para comunicarnos de forma
escrita tienen su origen en el alfabeto griego. A continuación, te presentamos el alfabeto del griego
antiguo y después te explicamos sus equivalentes en el alfabeto del español actual:
Alfa Equivale a la letra “a”.

Beta Equivale a la letra “b” y a la “v”.


Gamma Equivale a la letra “g”.
Delta Equivale a la letra “d”.
Épsilon Equivale a la letra “e” pero con sonido corto.
Zeta Esta letra no existe en el alfabeto del español, pero equivaldría al sonido “ds”.
Equivale a la letra “e” pero con sonido largo. Para el caso del español, se puede
Eta
utilizar esta letra tanto como la épsilon para la letra “e”.
Theta Esta letra no existe en el alfabeto del español, pero equivaldría al sonido “th”.
Iota Equivale a la letra “i” e “y”.
Equivale a la letra “k” y a la letra “c” con sonido fuerte, como “casa” o
Kappa
“cuerda” y también la letra “q”, como en “que”, “quien”, “queso”, etc.
Lambda Equivale a la letra “l”.
Mi Equivale a la letra “m”.
Ni Equivale a la letra “n”.
Xi Equivale a la letra “x”.
Ómicron Equivale a la letra “o” con sonido corto.
Pi Equivale a la letra “p”.
Rho Equivale a la letra “r” o “rr”.
Sigma Equivale a la letra “s” y a la “c” con sonido suave, como “cereza” o “civil”.
Tau Equivale a la letra “t”.
Ípsilon Equivale a la letra “u”.
Fi Equivale a la letra “f”.
Ji Equivale a la letra “j”.
Esta letra no existe en el alfabeto del español, pero equivaldría al sonido “ps”.
Psi
Actualmente, se utiliza para el término de “psicología”.
Equivale a la letra “o” con sonido largo. Para el caso del español, se puede
Omega
utilizar esta letra tanto como la ómicron.
NOTA: En el alfabeto griego no existe la “h” (por lo tanto, no se escribe porque no tiene
sonido), la “w” (equivaldría a la letra “gamma”), ni la “ñ” pero esta última letra se puede
sustituir por la letra “Ni”. Tampoco existe el sonido “ch”, pero se puede sustituir por la letra
“Xi”.
ACTIVIDAD 2
Para esta actividad vas a transcribir palabras del español al alfabeto griego. Fíjate en el ejemplo de
cómo se sustituyen las letras por su equivalente en griego.

Ejemplo:
La motivación es lo que te pone en marcha, el hábito es lo que hace que sigas (Jim Ryun).
Λα μωτιβασιων ες λω kε τε πωνε εν μαρξα, ελ αβιτω ες λω kε ασε kε σιγας (Χιμ Ριυν).

Instrucciones:
1. Transcribe a letras griegas la siguiente frase.
Un libro es como un jardín que se puede llevar en el bolsillo (Proverbio chino).

__________________________________________________________________________.

2. Transcribe tu nombre completo a letras griegas.


__________________________________________________________________________.

Mito
El origen del mito es psicológico. Surge de la necesidad inconsciente que tiene el ser humano por
entender y explicar su entorno. El mito, pues, como la religión, le dio al ser humano una explicación y
una justificación de su realidad. Será como apuntó Mircea Eliade (uno de los investigadores más
notables en el estudio de creencias, mitos y religiones), una forma para que el hombre escape del
“terror de la historia”.

Mitología griega
La mitología fue el sostén de la cultura griega. Su importancia fue total y determinó el pensamiento
artístico, filosófico y científico. Pero su importancia no se queda constreñida a Grecia, puesto que la
mitología griega ha mantenido su importancia, si bien desde otra perspectiva, en el mundo occidental.
Ha sido fuente, influencia y recurso permanente en el pensamiento occidental y, hasta cierto punto, en
el oriental. La mitología griega es politeísta, a diferencia de las religiones
contemporáneas que en su mayoría son monoteístas.
La concepción, así como la forma de vivir que los griegos tenían de su religión era muy diferente a
como vivimos la religión en la actualidad.
Los dioses griegos eran terriblemente
humanos, es decir, se
enojaban, se mostraban celosos, eran injustos
y, sobre todo,
caprichosos. A la
cabeza de todos
ellos estaba Zeus,
el dios del trueno.
Si bien era el ser
más poderoso, no era mucho más poderoso que otros dioses y en muchas
ocasiones hubo de emplear su habilidad política para apaciguar los ánimos
de sus subalternos. No era raro que los dioses tomaran partido por algún
pueblo y lo confrontaran con otro. ¿Por qué hacían esto? ¡Porque se
aburrían! Los dioses eran seres invencibles, poderosos e inmortales. No
solo intervenían en el destino de los pueblos, sino también en el de los
individuos.

Odiseo padeció la ira de Poseidón; Paris, la de Hera y Atenea. Psiquis, la de Afrodita, etc. Por eso, la
relación que los griegos tenían con los dioses era ambivalente. Desde una perspectiva filosófica, el
pueblo griego creía en el libre albedrío, pero también en la intervención divina del destino humano.
Parece una contradicción. El ser humano,
¿era libre o un grupo de dioses guiaba su destino? Este problema ocupó a los griegos tanto desde la
filosofía como las reflexiones, principalmente de Platón y Aristóteles, pero también desde la literatura,
donde los dramaturgos y poetas propusieron la respuesta a tal enigma en sus obras. Para los griegos,
los dioses tenían la última decisión con respecto al destino humano, aunque no se interesaban por las
actividades cotidianas del hombre. El destino, entonces era una fuerza inexplicable que sí tenía el
control sobre los hechos esenciales: la muerte, nacimiento, venganza, y no se preocupaba por lo que el
hombre hacia todo el tiempo. El hombre era libre, ya que, al final el hombre estaba solo para enfrentar
al universo (y a los dioses) y eran pequeñas decisiones del hombre lo que iba conformando su
capacidad de elegir, y lo que lo definía como ser humano. Así pues, el ser humano era “libre, pero tenía
un destino; tenía un destino, pero era libre”. Aquí es importante detenernos en una palabra cargada de
simbolismo religioso: piedad. Si en el contexto judeocristiano, la entendemos como la capacidad de
sentir empatía por el otro, sobre todo por el que sufre o el que menos tiene, y, por lo tanto, nos mueve
a ayudarlo; para los griegos la piedad significaba no hacer algo que ofendiera a los dioses. El piadoso
era aquel que no incurría en la furia divina, porque no había hecho algo para molestarlos. El piadoso
era el ser lo suficientemente hábil pare tener a los dioses satisfechos y no se inmiscuyeran en su vida.
Principales dioses griegos
En la siguiente tabla mencionamos los dioses griegos más importantes y sus características.
NOMBRE RASGOS DISTINTIVOS
Zeus Rey de todos los dioses y figura paterna. Dios del trueno. Gobierna desde el monte Olimpo.
Hera Esposa de Zeus, muy celosa. Diosa del matrimonio, reina de todos los dioses.
Poseidón Hermano de Zeus de carácter violento e irascible. Dios de los mares y de los terremotos.
Palas Atenea Diosa de la sabiduría, de la educación, de la ciencia, de la guerra (cualidad que comparte junto con Ares).
De hecho, su poder era mayor al de éste.
Apolo Llamado también Helios. Dios del Sol, de la música y las artes, era conocido también como el arquero.
Convive con las 9 musas en el monte Parnaso.
Hades El temible dios del inframundo lugar a donde van los muertos.
Ares El dios de la guerra. Aunque era invencible, este dios es herido en diferentes batallas.
Artemisa Diosa de la caza y de la luna, de los bosques y los animales salvajes eternamente virgen. Su reino es
Arcadia.
Afrodita Diosa de la belleza y la fertilidad. Los otros dioses la despreciaban pues la consideraban la más débil de
todos ellos.
Hestia Diosa del hogar.
Hefestos Un dios de rostro horrible y cuerpo deforme, por lo que debla usar una máscara, pero bondadoso Dios
del fuego, de los volcanes y del meta.
Hermes El mensajero de los dioses. Dios de la velocidad y del comercio.
Perséfone Diosa de la primavera. Es raptada por Hades y termina casándose con él porque se ve obligada a hacerlo.

Dionisio Dios del vino y de la celebración.


Eros El dios del amor e hijo de Afrodita.
Deméter Madre de Perséfone, diosa de la cosecha y de la tierra.
Hércules Dios de la fuerza. Hijo de Zeus, su fama se da sobre todo cuando debe cumplir una serie de tareas para
lograr ser un dios.
Morfeo Dios del sueño.
Némesis Diosa de la venganza.
Hipnos Dios del dormir.
Eos Diosa del amanecer, de la aurora.
Héspera Diosa del anochecer.
Nike Diosa de la victoria.
Hécate Diosa de la oscuridad y de la magia.
Eris Diosa de la discordia.
Hebe Diosa de la juventud.

Hefestos Afrodita
ACTIVIDAD 3

Contesta las siguientes preguntas sobre el mito griego.

1. ¿Qué utilidad le da el hombre al mito?

2. ¿Cuál son las características de los dioses griegos que no posee el dios judeocristiano?

3. ¿Qué era el destino, según los griegos?

4. ¿Qué diferencias hay entre la piedad griega y la piedad cristiana?

5. De la tabla que se presentó en la página anterior, elige tres dioses griegos que influirían
en tu vida actual para forjarte un destino.

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_______________________________

_______________________________

6. Explica de acuerdo a las características que poseen los dioses que elegiste, ¿por qué
influirían en tu destino?
ACTIVIDAD 4
Mira los siguientes enlaces de videos sobre mitos griegos:
Cronos https://www.youtube.com/watch?v=YZPMg6xKz9Q

Pandora https://www.youtube.com/watch?v=TfwbJ96ZKmE

Prometeo https://www.youtube.com/watch?v=ooENCT0umQM

También puedes investigar sobre ellos en otras fuentes. Compara los mitos mencionados en el siguiente
cuadro.
Prometeo Caja de Pandora Cronos y Zeus

Literatura griega

La literatura griega es la más antigua de todas las literaturas europeas y la que ha ejercido mayor
influencia en la posteridad. Sin embargo, de esta extraordinaria producción literaria sólo conservamos
aproximadamente una décima parte. En las letras griegas pueden distinguirse diversos periodos: el
arcaico, que se extiende desde los orígenes hasta la época de las guerras persas, exactamente hasta el
año 480 a.C., fecha de la batalla de Salamina; el ático o clásico, caracterizado por la hegemonía de
Atenas tras la victoria sobre Persia, es la edad de las mejores creaciones del genio griego: la tragedia,
la comedia, la prosa filosófica, la historia. Se extiende desde 480 hasta los comienzos de la época
alejandrina a la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.). El tercer período es el helenístico, época de
expansión de la civilización griega en el mundo. Se caracteriza por el fin de la polis (ciudad-estado), la
formación de una lengua común y el predominio de la actividad científica sobre la puramente literaria.
Se extiende desde 332 a.C. hasta el siglo sexto de nuestra era, concretamente hasta el año 529 d.C.,
cuando el emperador romano Justiniano ordenó la clausura de la escuela platónica de Atenas.
La poesía épica: Homero
Los orígenes de la literatura griega se han perdido. Para nosotros empieza con el nombre de Homero y
con las dos epopeyas famosas: la Ilíada y la Odisea. Su origen se remonta a los siglos VIII o IX, y de su
autor, a quien la tradición considera ciego, sólo sabemos que nació en la costa griega de Asia Menor,
que fue un poeta culto, educado en el arte de la recitación, y que compuso para oyentes, no para
lectores. Los hechos que se relatan en estos poemas son las
hazañas de una generación heroica, capaz
de realizar acciones imposibles ya para los hombres posteriores.
La Ilíada narra las últimas fases del asedio a que fue sometida la
ciudad de Troya (Ilion en griego; de ahí el título del poema) por
parte de las tropas griegas. El hecho histórico corresponde a los
siglos XIII y XII, cuando Troya era una rica fortaleza que
dominaba el paso de Europa y Asia y las tribus griegas pretendían
establecer nuevos reinos en Asia Menor.

Si la Ilíada es un poema heroico, la Odisea es una historia de aventuras, inspirada en antiguos cuentos
y narraciones folklóricas, que relata el viaje del rey Ulises (Odiseo, en griego) a su patria, Ítaca, tras el
incendio de Troya provocado por las tropas griegas. La acción de la Odisea transcurre en 41 días, que
sintetizan los diez años que duró el regreso Ulises.

Poesía lírica
El mundo que presentan los poemas homéricos, ideal y heroico, tiene su
contrapartida en la obra de Hesíodo (s. VIII-VII a.C.), para quien los reyes
no son hijos de Zeus, sino “devoradores del pueblo”. Hesíodo pertenecía a
la clase de los labradores, y su interés se centra en la lucha diaria por la
vida. En Los trabajos y los días describe el año del labrador en la región
griega de Beocia, enaltece la vida campestre e inculca principios morales
sanos. La Teogonía, en cambio, es un poema mítico en el que Hesíodo narra cómo del caos primitivo
surgió el orden natural de los elementos del universo y también la genealogía de los dioses.

Cuando a la era de las monarquías heroicas le sucede la era de las aristocracias, la literatura
experimenta un cambio radical, y entre los siglos VII, VI y primera mitad del V a.C. surge en Grecia la
poesía lírica, en el sentido de expresión de los sentimientos y afectos del poeta Safo (s. VII-VI a.C.),
poetisa de la isla de Lesbos, canta la pasión del amor y de los celos y la hermosura de la juventud.
Alceo (s. Vi a.C.) amplía la temática: cantos políticos, poemas amorosos, cantos a los dioses y a los
héroes. Anacreonte (s. VI-V a.C.) es el poeta del placer, que celebra el amor y las artes con versos
festivos. El último de los poetas líricos es Píndaro (s. VI-V a.C.). quien, aun no siendo un gran
innovador, enriquece el lirismo griego con temas sociales, personales y morales. De su obra, de
lenguaje majestuoso y rico en metáforas, se conservan cuatro libros de Odas que cantan los triunfos de
los atletas.

La tragedia griega
La tragedia nace de la evolución de un género lírico antiguo, el
ditirambo: himno dedicado a Dionisos, dios del vino. En las
fiestas religiosas en honor de este dios, un coro de
campesinos, disfrazados generalmente de
animales, entonaban cantos que eran interrumpidos por
exclamaciones del director o corifeo. Unos siglos más tarde, se
añadió un actor que dialogaba con el corifeo frente al coro,
quien se limitaba a comentar con sus cantos. Así nació la
tragedia, que conservó hasta el final la huella de su origen dionisiaco.

Los tres grandes creadores de la tragedia griega del siglo V son Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Esquilo
El teatro de Esquilo (525-456 a.C.) se nutre, por lo general, de temas mitológicos, expuestos ante el
espectador a lo largo de tres obras encadenadas que reciben el nombre de trilogía. Sólo conservamos
una trilogía completa, la Orestiada, compuesta por Agamenón, Las coéforas y Las Euménides.

Sófocles
Sófocles (496-406 a.C.), tal vez el más representativo de los tres grandes dramaturgos griegos,
abandona la trilogía porque se centra en la creación de caracteres humanos, concentra todo el drama
en el alma de los personajes y contempla el destino desde el interior del hombre, presentado como un
individuo y no como parte de un linaje. Edipo rey, considerada la obra maestra de Sófocles, es la
tragedia de un hombre perseguido y atrapado al fin por la fatalidad. A pesar de que el estilo de Sófocles
es, quizá, menos elevado que el de Esquilo, sus obras gozaron de mayor favor del público y fueron
también preferidas por los romanos y consideradas modelo de la tragedia griega.

Eurípides
Aunque Eurípides (480-406 a.C.) era tan sólo quince años menor que Sófocles, pertenecía ya a otra
generación y, con él, la tragedia sufrió cierta revolución. Abordó la tragedia desde un ángulo
enteramente humano, en cuanto consideraba a los dioses poderes ciegos e irracionales. Las obras más
importantes de Eurípides son Alcestes, Orestes, las tropanas, Andrómaca y Medea.

La comedia
Como la tragedia, la comedia tiene su origen en las festividades
dionisiacas, más concretamente en las
procesiones campestres de la vendimia. Al ir perdiendo predicamento la
tragedia, creció el gusto del público por este nuevo género, más alegre y
popular, que permitía el ejercicio del cinismo y de la burla. Los
comediantes podían imitar a los hombres públicos y los atenienses se
complacían en sus burlas y toleraban cualquier censura de las costumbres
y de la política, hasta que en el siglo IV a.C. se prohibió llevar a la escena
a gobernantes y ciudadanos con sus nombres reales. Aristófanes (450-385
a.C.), el más célebre representante de la comedia griega, escribió alrededor de cuarenta obras, de las
que sólo once han llegado hasta nosotros. Sus comedias más famosas son Las nubes, Las avispas, La
paz, Los pájaros, Lisístrata, Las ranas, La asamblea de las mujeres y Pluto.

LITERATURA LATINA

LA POESÍA
Alrededor del siglo I a.C. surge una serie de poetas de extraordinaria calidad en Roma, que, a lo largo
de más de dos siglos, dará los nombres capitales de toda la literatura. Lucrecio (h. 99-h. 55), de cuya
vida apenas se sabe nada, escribió De rerum natura. La poesía de Catulo (h. 84-h. 54 a.C.) representa
una visión totalmente opuesta: exaltación del amor y del goce vital son las características dominantes.

Virgilio
Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.), hijo de campesinos acomodados, presenta en su primera obra, las
Bucólicas, a unos pastores que platican, exponen sus estados de ánimo, intercambian ideas, etc. Desde
que terminó las Geórgicas hasta su muerte, Virgilio se dedicó al más ambicioso de sus proyectos: la
Eneida. Se trata de un poema escrito a imitación de la epopeya homérica, con la intención de cantar la
grandeza de Roma y glorificar al emperador Augusto.

Horacio
Quinto Horacio Flaco (65-8 a.C.) es el gran innovador de la poesía latina, en la
que introduce nuevos criterios métricos y una concepción original de los cuatro
géneros que cultiva: los épodos, las sátiras, las odas y las epístolas.

Ovidio
El tercero de los grandes poetas latinos fue Publio Ovidio Nasón (43 a.C.-17 d.C.).
Empezó escribiendo tres libros de Amores y las Heroicas. La aparición posterior
de Arte de amar le valió ser desterrado por el emperador a orillas del mar Negro.
Pero la gran creación de Ovidio es, sin duda, Las metamorfosis. En esta extensa
obra, basada en múltiples leyendas, griegas, sobre todo, Ovidio narra las transformaciones de hombres
en animales, fuentes, árboles, objetos, etc.
ACTIVIDAD 5
Completa el siguiente esquema con la información sobre la literatura griega y latina que te acabamos
de presentar. Guíate por el número de cuadros que hay en cada apartado.

LITERATURA GRIEGA
Poesía Épica

Autor Tiempo (Siglos Obra Características


o años en que
vivió)

Poesía Lírica
Tiempo (Siglos
Autor Obra Características
o años en que
vivió)

Tragedia

Autor Tiempo (Siglos Obra Características


o años en que
vivió)

Comedia
Tiempo (Siglos
Autor Obra Características
o años en que
vivió)

LITERATURA LATINA

Poesía

Autor Tiempo (Siglos Obra Características


o años en que
vivió)
Síntesis de La Ilíada
La Ilíada expone, en veinticuatro cantos (libros), la lucha que sostuvo la confederación de los griegos
con los troyanos y sus aliados, para rescatar a Helena, esposa de Menelao, rey de Lacedemonia
(Esparta), a la que raptó Paris, hijo de Príamo, soberano de Troya, y hermano de Héctor, valerosísimo
guerrero. La epopeya guerrera no está completa. En su estado actual, relata los episodios que
precedieron a la muerte de Héctor y la derrota de éste a manos de Aquiles.

Agamenón y Aquiles
La peste azotaba a los hombres y animales del campamento griego, desencadenada por el dios Apolo,
porque Agamenón, el jefe del ejército invasor, se había negado a devolver a Criseida a su padre Crises,
tras haberla cautivado.

Los caudillos helenos celebraron una asamblea a petición de Aquiles, el


guerrero más fuerte y valiente, y Calcas, el adivino, explicó que la
epidemia se debía a la cólera de Apolo, que no cesaría hasta que se
liberase a Criseida. Agamenón tuvo que acceder a devolverla a su padre,
pero se enfrentó a Aquiles y le amenazó con arrebatarle su esclava
favorita, Briseida. Indignado, el héroe se retiró a sus naves con su amigo
Patroclo.

Agamenón encargó a Ulises que llevara a Criseida a su casa y después, habiendo cesado la peste,
arrebató a Briseida de la tienda de Aquiles. Este puso por testigos a los presentes del ultraje que sufría
y por el cual no estaba dispuesto a ayudar a los griegos en las calamidades que se abatirían sobre ellos.

Tetis, nereida madre de Aquiles, obtuvo de Zeus (Júpiter) la promesa de que ayudaría a los troyanos
haciendo que triunfasen sobre los aqueos (griegos). Hera (Juno) esposa de Zeus, se enteró de ello y
discutió con su marido. De este modo, los dioses acabarían por dividirse en dos bandos, que apoyarían
a una u otra de las fuerzas contendientes.

En un sueño Zeus aconsejó a Agamenón que atacase al enemigo, porque era el momento propicio para
la toma de Troya. Al día siguiente, el jefe de los aqueos ofrecer sacrificios a las deidades y dispuso a las
tropas aliadas para el combate. Los troyanos, enterados de ello, se apercibieron a rechazar el ataque, a
las órdenes de Héctor.

El desastre de los aqueos


Cuando los ejércitos estuvieron enfrentados, Paris desafió al más valiente de los griegos y Menelao
aceptó el reto. Convinieron que el vencedor se quedaría con Helena y sus riquezas, y que los demás
aceptarían la paz. Menelao, entablada la lucha, fue superior a París, a quien Afrodita (Venus) sacó del
campo envuelto en una densa nube. Zeus, en vista de la discordia de los dioses en favor de los griegos
o en contra de ellos, envió a Atenea (Minerva) para que incitase a los troyanos a reanudar la batalla. La
diosa convenció a Píndaro que lanzase una flecha contra Menelao, al que hirió levemente.

Los enemigos de los troyanos sufrieron tan graves pérdidas, que Agamenón se sintió desalentado y
comunicó a los jefes aliados su propósito de abandonar la lucha. Diomedes y el prudente Néstor se
opusieron a ello y le aconsejaron que pidiera ayuda a Aquiles, dándole satisfacción del agravio que le
hizo. Agamenón aceptó. Envió con regalos a Ulises, Fénix y Ayax al héroe afrentado, que recibió
amablemente a los emisarios, aunque se negó a hacer la paz con el jefe de los griegos y a ayudar a sus
antiguos amigos.

Acabó la tregua y muchos jefes aqueos resultaron malheridos. Néstor, que ayudaba a sus compañeros,
encontró a Patroclo y le rogó que persuadiera a su amigo Aquiles de entrar en el combate o, al menos,
que le confiara -a Patroclo- el mando de los mirmidones, su tropa, que aún estaba fresca, cubierto con
las armas del héroe, para que creyeran que Aquiles volvía al combate y eso aterraría a los troyanos.

La muerte de Patroclo
Patroclo estaba afligido. Se hallaba seguro de que los aqueos perecerían. Pidió a
Aquiles que ayudase o le prestase sus armas para conducir los mirmidones al
combate. Su amigo, temiendo que el fuego del barco que ardía se propagase a los
suyos y le condenase permanecer en Troya, accedió al ruego de Patroclo. Le ordenó,
sin embargo, que sólo alejase a los troyanos del campamento aqueo, sin perseguirlos
hasta las murallas de Ilión, protegida de Apolo, que quizá se irritaría.

Patroclo, con las armas de Aquiles -excepto la lanza que sólo el héroe podía manejar-,
subió al carro de guerra con Automedonte y se lanzó al auxilio de los griegos con los
dos mil quinientos mirmidones.

Su impetuosa acometida convenció a los troyanos de que los atacaba el invencible Aquiles. Las hazañas
propias embriagaron a Patroclo, que, olvidado del mandato de su amigo, persiguió al enemigo hasta las
puertas de Troya. Apolo, encolerizado por el desacato, le paralizó y Euforbo aprovechó para herirle. El
joven, aterrorizado por el dios, y víctima del dolor, quiso refugiarse en sus filas, pero Héctor le acosó y
le mató con una lanzada en el vientre.

Alrededor del cadáver de Patroclo, se entabló una lucha frenética por apoderarse de él y de las armas
que llevaba. Héctor consiguió adueñarse de ellas; pero el cuerpo del joven, después de varios
encuentros en los que intervinieron Atenea en favor de los griegos y Apolo en el de los troyanos, fue
rescatado por los primeros, que lo llevaron a sus naves, en tanto que el enemigo los hostigaba.

El furor de Aquiles
El dolor y la cólera se adueñaron de Aquiles cuando se enteró de la muerte de Patroclo. Su llanto fue
tan grande que su madre, Tetis, salió del mar para consolarle. Le recomendó que luchase hasta el día
siguiente, en que ella le entregaría armas nuevas forjadas por Hefestos (Vulcano).

A continuación, Iris, mensajera de los dioses, le animó por encargo de Hera que colaborase en la
defensa del cadáver de Patroclo: bastaría que compareciese desarmado ante los troyanos en el foso. Su
sola presencia ahuyentó al enemigo y los mirmidones pudieron disponer las honras fúnebres del joven
difunto.

Tetis entregó al día siguiente, a su hijo, las magníficas armas que había forjado Hefestos para él.
Aquiles recorrió el campamento aqueo pregonando que se reconciliaba con Agamenón y aceptaba sus
regalos. Después, se revistió con las armas, que brillaron como el sol, y subió al carro con
Automedonte; reprochó a los caballos haber dejado morir a Patroclo, y un corcel, al que Hera permitió
hablar, le respondió que le salvaría, pero que se acercaba el día de su muerte.

Zeus permitió a los dioses que apoyasen el bando que quisieran y, por lo tanto, la batalla tuvo
proporciones sobrehumanas. El valor sin par de Aquiles decidió el resultado y los troyanos huyeron,
mientras las deidades peleaban entre sí y decidían presentar sus quejas a Zeus.
Aquiles acosó al enemigo hasta Ilión, donde se refugió. El rey
Príamo y su esposa Hécuba rogaron a Héctor que imitase a
los suyos, pero él se negó. No obstante, al ver a su tremendo
adversario, echó a correr. Dio tres vueltas alrededor de la
ciudad, perseguido por Aquiles, en tanto que los dioses que
le protegían rogaban a Zeus que le salvase. Pero el soberano
de las divinidades ordenó que se cumpliera el destino del
adalid de Troya.

Por fin, creyendo que le ayudaba su hermano Deifobo -cuya apariencia había tomado Atenea-, Héctor
se detuvo y combatió. La pica de Aquiles le atravesó el cuello. Como su vencedor se negó a entregar su
cadáver a sus padres, el moribundo le anunció que también moriría a manos de Paris y de Apolo.
Aquiles arrastró su cuerpo por el llano al galope de sus caballos. A la mañana siguiente, Patroclo ardió
en la hoguera con numerosas víctimas, animales y humanas, y sus huesos fueron encerrados en una
arquilla de oro. Después se celebraron juegos atléticos en honor del muerto.

Durante doce días, Aquiles arrastró el cadáver de Héctor en torno a la tumba de Patroclo. Apolo pidió a
Zeus que salvase el cuerpo de Héctor de la destrucción. El rey de los dioses ordenó que Tetis
interviniera e hizo que Príamo se presentase a Aquiles con valiosos regalos para que le cediera el
cadáver de su hijo.

Aquiles se conmovió de su petición, le entregó el cuerpo y concedió once días de tregua para celebrar
los funerales. Al décimo, se quemó el cadáver de Héctor y se celebró el banquete fúnebre en el palacio
de Príamo. Así termina la narración de la gran diosa epopeya guerrera.

ACTIVIDAD 6
Completa la guía de personajes con la lectura de la síntesis de La Ilíada. Observa los ejemplos.
GUÍA DE PERSONAJES DE LA ILIADA
Nombre Acciones Principales Relación con otros Dios o
personajes Humano
Helena Fue raptada por Paris y encerrada en la ciudad de Troya. Esposa de Menelao Humana/ Reina
Paris Raptó a Helena y la llevo a vivir a Troya Hijo de Príamo y hermano de Humano/
Héctor Príncipe
Menelao

Príamo

Héctor

Aquiles

Agamenón

Apolo
Criseida Fue raptada por Agamenón. Hija de Crises Humana
/esclava
Briseida

Patroclo

Ulises

Zeus

Hera

Afrodita

Atenea

Néstor Le rogó a Patroclo que convenciera a Aquiles de combatir o Compañero de batalla de los Humano/
que le prestara su armadura y sus armas. griegos Guerrero
Tetis

Síntesis de La Odisea

La Odisea puede considerarse, hasta cierto punto, una continuación


o consecuencia de los hechos narrados en La Ilíada. Se atribuye a
Homero, que vivió, si se acepta su existencia, entre los siglos XII y
VII a. de C. Refiere las pruebas y aventuras prodigiosas de Ulises
(llamado Odysseús en griego), el más sagaz de los destructores de
Troya. El poema épico le da constantemente el epíteto de «divino»,
expresivo de sus cualidades físicas y mentales. La Odisea, como La
Ilíada, se compone de veinticuatro partes, denominadas cantos,
llenas de belleza, emoción y gran fuerza poética.

El viaje de Telémaco
Todos los reyes supervivientes de la guerra de Troya habían vuelto a sus hogares, salvo Ulises, a quien
la ninfa Calipso retenía en la isla Ogigia, empeñada en convertirle en su esposo. Hacía veinte años que
el héroe había partido de Ítaca, su reino, abandonando a Penélope, su mujer y a Telémaco, recién
nacido.

Los dioses se reunieron en el Olimpo para tratar de su vuelta, a propuesta de Atenea (Minerva) y en
ausencia de Poseidón (Neptuno), que aborrecía a Ulises. Decidieron que Hermes (Mercurio) iría a Ogigia
con órdenes de que Calipso liberara a Ulises, y que Atenea presentaría a Telémaco, en Ítaca, para
aconsejarle que expulsara a los insolentes príncipes pretendientes de Penélope, su madre, y que se
embarcase después en busca de su padre.
Atenea compareció ante Telémaco con el aspecto de Mentes, rey de los tafios. Siguiendo su
recomendación, el joven reprochó en vano a los pretendientes que consumían las riquezas de Ulises en
festines. No sólo se burlaron de él, sino que se negaron a proporcionarle una nave para zarpar en su
búsqueda. Pero Atenea, bajo la figura del anciano y prudente Méntor, obtuvo una nave excelente y
veinte remeros. Partieron en secreto de noche, hacia Pilos en busca de información sobre Ulises.

Encontraron al rey de Pilos, Néstor, con sus hijos y numerosos súbditos, ofreciendo sacrificios a
Poseidón. El anciano monarca relató a Telémaco lo ocurrido en Troya, la vuelta de los griegos y el
asesinato de Agamenón. No sabía nada de Ulises, que se había separado de él tomando un rumbo
distinto. Le propuso que visitase a Menelao, rey de Lacedemonia. Telémaco fue a Lacedemonia y ahí
Menelao le dijo que su padre estaba retenido en Ogigia por Calipso.

Mientras tanto, la desaparición de Telémaco había sido descubierta en Ítaca. Los pretendientes se
sintieron atemorizados al conocer los detalles de la marcha y decidieron tenderle una emboscada en un
estrecho próximo a la isla de Ulises y acabar con él, eliminando el peligro que representaba.

Penélope, enterada de sus proyectos, lloró desconsoladamente. Al fin, Atenea se le apareció en sueños
y le anunció que su hijo se salvaría de la asechanza.

Ulises y los feacios


Hermes se presentó a Calipso con la orden de Zeus (Júpiter) de que proporcionase a Ulises todo lo
necesario para navegar. La desconsolada ninfa entregó al héroe herramientas, tela para las velas y
provisiones. Al quinto día, Ulises había preparado una balsa y se despidió de ella tras siete años de vivir
en su compañía.

Poseidón reconoció al rey en altamar y comprendió que los otros dioses habían aprovechado su
ausencia para devolverle a su tierra. Desencadenó una tempestad que hizo naufragar al navegante. Le
salvó de la muerte la ninfa Leucotea, prestándole su velo para que flotase tumbado sobre él. Ulises
nadó tres días seguidos. La corriente le arrastró a una playa, desde la cual fue a un bosque, donde se
durmió extenuado.

Aquélla era la isla de los feacios. Ahí vio al rey Alcinoo y le contó su última aventura y solicitó que le
ayudasen a volver a su tierra. El rey mandó que aprestasen una poderosa nave y los remeros
necesarios para que zarpase al día siguiente. Durante el magnífico banquete nocturno ofrecido en su
honor, Ulises lloró amargamente al oír que un poeta ciego cantaba la caída de Troya gracias al ardid del
caballo de madera. Su llanto despertó la curiosidad de Alcinoo, que le preguntó quién era. Ulises tuvo
que confesar su identidad y relatar sus peripecias desde el instante de su marcha de Troya. De esta
manera, sus atentos oyentes se enteraron de sus hazañas y desventuras...

El cíclope Polifemo
Contó Ulises, que, al zarpar de Troya con sus naves, un tempestuoso huracán los llevó a Ismaro, país
de los cicones, en el que obtuvieron un precioso botín, que perdieron al
huir precipitadamente ante los refuerzos conseguidos por los cicones.
Los vientos caprichosos los azotaron varios días antes de llevarlos a la
tierra de los lotófagos, de la que también salieron apresuradamente
cuando notó que aquellos de los suyos que comían el fruto del loto se
olvidaban de la patria. Arribaron después a la isla de los cíclopes. Ulises
y doce compañeros fueron apresados por el gigantesco Polifemo, hijo de
Poseidón, que los apresó en su caverna. Cada día devoraba un cautivo.
Así perecieron seis griegos. Ulises logró embriagarle con vino y le cegó
clavando en su ojo único una estaca ardiente. Para salir de la caverna,
los supervivientes se ataron bajo los vientres de los carneros del
gigante, que los palpó cuando pasaron cerca de él sin advertir nada
anormal. Polifemo, enfurecido por la treta, trató de hundir la nave
arrojándole enormes peñascos. Ulises le desafió y cometió la imprudencia de decirle su nombre. El
cíclope pidió entonces a Poseidón, su padre, que le vengara de aquella burla ultrajante.

Circe
Ulises y sus compañeros llegaron a la isla de Eolo, dios de los vientos, quien los agasajó durante un
mes. Cuando se fueron, Eolo les entregó los vientos peores encerrados en un odre. Sólo dejó en
libertad el Céfiro para que impulsase los barcos. Luego de diez días de navegación,
avistaron las luces de la costa de su patria. Ulises dormía en aquel instante. Sus camaradas abrieron el
odre, creyendo que ocultaba un tesoro, y se escaparon todos los vientos, lo que motivó una espantosa
tempestad, que los empujó de nuevo al reino de Eolo, quien, imaginando que los demás dioses se
oponían a la salvación de los griegos, se negó rotundamente a ayudarles otra vez.

Vagando por el mar, llegaron a la tierra de los enormes lestrigones, que eran caníbales y que
destrozaron todas las naves con grandes piedras, tomando a sus tripulantes en el mar como si se
tratara de peces. Ulises salvó su embarcación cortando las amarras. En su huida arribó a la isla de la
divina Circe, hechicera que transformaba a los hombres en animales. La deidad convirtió en cerdos a
los compañeros del héroe designados para visitarla. Uno, sin embargo, se abstuvo de entrar en el
palacio y comunicó a Ulises que no habían reaparecido sus
amigos.

Hermes se presentó al rey de Ítaca cuando se disponía a


averiguar lo que sucedía, y le comunicó cómo se salvaría de los
encantamientos de la hechicera. Circe, al ver que no lograba
nada contra el héroe, le colmo de atenciones y devolvió la forma
humana a sus amigos.

Los navegantes estuvieron un año en la isla. Por último, pidieron


a Circe que les dejara partir, y ella accedió con la condición de
que dejaran que los vientos los llevasen a una costa, donde
estaba en un bosque la morada de Hades (Plutón) o el país de los Muertos, en que Ulises hablaría con
el ciego Tiresias de Tebas.

Las sombras de los difuntos


Así que estuvieron en la costa tenebrosa descrita por Circe, ofrecieron libaciones y sacrificios a los
muertos, y vieron aparecer las sombras de quienes habían sido mujeres, hombres, jóvenes y ancianos,
entre ellas, la de Tiresias.

Ulises y sus amigos se aterrorizaron al ver que las sombras se dirigían hacia ellos con gritos
espantosos, y huyeron precipitadamente hacia su nave. En cuanto estuvieron en ella, empuñaron los
remos y bogaron con fuerza para alejarse de aquel siniestro lugar, en que tantas cosas les habían sido
reveladas.

El naufragio
Circe, tras escuchar el relato de lo anterior, despidió a Ulises. Antes, sin embargo, le recomendó que,
cuando pasasen por la isla de las Sirenas, tapase los oídos de sus compañeros con cera, para que no
los sedujese su canto y que él se hiciera amarrar con fuerza al mástil. También le dijo cómo podría
salvarse de los escollos del monstruo Escila, dotado de tres cabezas, y de Caribdis, deidad que hacía
naufragar los barcos sorbiendo el mar y expulsando luego el agua. En la isla de Tinacria, si lograba
llegar a ella, tenían que respetar las vacas y carneros del Sol. Sólo así arribarían a Ítaca.

Los consejos permitieron a Ulises esquivar los peligros de las sirenas, Escila -que le arrebató seis
tripulantes, y Caribdis. Pero en Tinacria, aprovechando el sueño del héroe, los griegos sacrificaron las
mejores vacas del Sol, y comieron las porciones sobrantes. Ulises llegó cuando el sacrilegio se había
consumado. Zeus, a instancias del Sol, suscitó una tempestad e hirió el barco con un rayo, mandándolo
a pique. Ulises fue el único que sobrevivió. Estuvo nueve días en el mar, agarrado a un madero, hasta
que las olas le enviaron a la isla de Ogigia, en que moraba la ninfa Calipso.

El regreso
Ulises concluyó la narración de los riesgos que había corrido. Cuando el auditorio se recobró de su
asombro. El rey Alcinoo rogó a los príncipes y personajes sentados a su mesa que hicieran regalos al
héroe, y se retiraron a descansar.

A la mañana siguiente transportaron a la nave los objetos de oro y plata y los vestidos que donaron a
Ulises, se despidieron de él y la embarcación se perdió en el horizonte.

El héroe quedó dormido tan profundamente, que ni siquiera se despertó al llegar a Ítaca. Los feacios le
bajaron en el lecho, pusieron a sus lados los regalos y emprendieron el regreso. Poseidón, que no había
podido vengar en Ulises su hijo Polifemo, convirtió la nave en piedra, para escarmentar a los feacios,
con el fin de que no volvieran a ayudar a los enemigos de algún dios.

Atenea continuaba protegiendo a Ulises. Se le apareció cuando éste se despertó y le tranquilizó sobre la
suerte de su esposa y de su hijo. Después, le ayudó a esconder el tesoro y le transformó en un viejo
mendigo andrajoso, con el objeto de que pudiera iniciar sin estorbo la ruina de los desvergonzados
pretendientes.

Los pretendientes
Atenea se presentó inmediatamente a Telémaco, que se embarcó en su nave, burló la emboscada
tendida por los pretendientes para asesinarle y llegó a Ítaca. Ordenó que la embarcación fuese al
puerto de la ciudad y él fue a la cabaña de un porquerizo, donde estaba su padre. Envió a notificar su
vuelta a Penélope y, mientras tanto, Atenea devolvió a Ulises su aspecto normal. Padre e hijo se
abrazaron y formaron un proyecto para destruir a los ciento ocho pretendientes que dilapidaban su
hacienda. El héroe recobró la apariencia de viejo mendigo. Telémaco fue por la mañana a referir a
Penélope lo ocurrido en su viaje. Ulises y llegó al palacio. Los pretendientes trataron con desprecio y
crueldad al presunto cretense y Telémaco le defendió.

Un pobre de Ítaca solía sentarse en el umbral del palacio. Le irritó la presencia de Ulises y comenzó a
pelear con él, mientras los pretendientes atraídos por el alboroto, acudieron a averiguar qué pasaba.
Uno tuvo la ocurrencia de ofrecer una morcilla y permitir que se sentara a su mesa, el mendigo que
venciera en una lucha a puñetazos. Ulises triunfó con gran facilidad, asombrando a todos con su fuerza
y espléndida musculatura.

El héroe pudo comprobar por sí mismo, durante el festín, los abusos que cometían los invitados
forzosos y cómo había cundido su mal ejemplo, incluso entre las esclavas y servidoras del palacio. Los
pretendientes se mostraron cada vez más insolentes.

El castigo final
Al día siguiente, Penélope, decidida a no retrasar más su promesa de elegir marido, compareció ante
los pretendientes con el arco de Ulises. Se casaría, les informó, con el que tendiera el arma con más
facilidad e hiciese pasar la flecha a través de doce anillos. Ninguno lo logró. Ulises pidió entonces que le
permitieran intentarlo y, aunque se burlaron de él, Telémaco los convenció de que accedieran. Penélope
prometió al extraño mendigo que, si lo conseguía, le daría vestidos y armas, y se retiró. El héroe tendió
el arco sin dificultad y la saeta atravesó los anillos.

Luego, haciendo una seña a Telémaco, y a otros fieles servidores con quienes se había puesto de
acuerdo, se mostró cual era y arremetieron contra los pretendientes, que rogaban su perdón. Después
de un combate violento, quedaron tendidos en el suelo los cadáveres de los desalmados que habían
estado arruinando su casa.
Penélope fue despertada del sueño en que la había sumido Atenea, y reconoció, alborozada, a su
marido. Los esposos relataron sus desventuras. Por último, Atenea, diosa de la sabiduría, estableció la
paz definitiva.
ACTIVIDAD 7
Basado en la lectura de la síntesis de La odisea, escribe los hechos más importantes ocurridos según los
lugares que se te indican en la siguiente tabla. Fíjate en los ejemplos.
Lugar Hechos más importantes: ¿Qué ocurrió ahí?
Pilos Llego Telémaco para buscar información sobre su padre con el Rey Néstor quien le cuenta
todo lo ocurrido en la guerra de Troya pero que no sabe dónde se encuentra su padre. Le
aconseja hablar con Menelao.

Lacedonia Ahí se entera Telémaco, gracias al rey Menelano, que Ulises está secuestrado por Calipso en la
isla Ogigia.

Troya Lugar desde donde partió Ulises después que los griegos ganaran la guerra y destruyeran la
ciudad.
Ismaro, país de los
cicones

Tierra de los
lotófagos

Isla de los
Ciclopes

Isla de Eolo

Tierra de los
lestrigones

Isla de Circe

País de los muertos

Isla de las Sirenas

Isla de Tinacria

Isla de Ogigia Donde Ulises estuvo cautivo 7 años por la ninfa Calipso que lo quería como esposo, por orden
de Zeus la ninfa lo libera para que pueda volver a su patria Ítaca.
Isla de los feacios

Ítaca
ACTIVIDAD 8
Escucha el resumen de la tragedia de Edipo Rey, de Sófocles, en el siguiente enlace
https://youtu.be/KctlxYNQO30 o bien, investiga un resumen de esta obra de teatro en otra fuente.
Identifica sus personajes, conflictos, resoluciones y temas, y compáralos con los relatos de La Iliada y
La Odisea.

OBRA EDIPO REY LA ODISEA LA ILIADA


PERSONAJES
PRINCIPALES

CONFLICTO
PRINCIPAL

SOLUCIÓN
DEL
CONFLICTO

TEMAS

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