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INSTITUCIÓN EDUCATIVA SAN VICENTE DE PAÚL

FORMATO PARA GUÍAS DE APRENDIZAJES

INSTITUCIÓN EDUCATIVA SAN VICENTE DE PAÚL GUÍA DE PARENDIZAJE No. 1


GRADO Y
ESTUDIANTE
GRUPO 10°
Desarrollar habilidades que permitan comprender los procesos que favorecen
OBJETIVO DE APRENDIZAJE el flujo de materia y energía en los ecosistemas y su importancia en la
supervivencia de las especies.
TEMAS DE ESTUDIO FLUJO DE MATERIA Y ENERGÍA EN LOS ECOSISTEMAS

DOCENTE Roberto Carlos Acosta Pineda

CORREO [email protected]
NÚMERO DE
3046757091
CELULAR

1. RUTA DEL APRENDIZAJE (INSTRUCCIONES)


Hola apreciado estudiante. Como bien sabes, iniciamos un nuevo año escolar en el que
aprenderemos muchas cosas nuevas. Iniciaremos haciendo un recorrido por los procesos de
flujo de materia y energía en los ecosistemas. Debemos empezar a desarrollar la guía el día
17 de FEBRERO y entregar las evidencias de aprendizaje el día 5 de MARZO. Las asesorías
y orientaciones se estarán haciendo a través de las clases virtuales programadas por la
institución y en forma personalizada a través de WhatsApp de lunes a viernes en el horario
comprendido entre las 8:00 AM a 6:00 PM.

2. INFORMACIÓN SOBRE EL TEMA (RECURSOS)


El flujo de materia y energía es el motor de la vida en el planeta. De este fenómeno dependen todos los
organismos de la Tierra porque gracias a él pueden alimentarse, producir energía, interactuar con otros seres
vivos y con el medio que lo rodea. Actualmente, el ser humano ha generado desequilibrios con muchas de sus
actividades poniendo en riesgo su supervivencia y la de otras especies, por lo que es fundamental que ayudar a
crear conciencia sobre el cuidado del medio ambiente desde etapas tempranas de la formación
de las personas. Podrás encontrar información sobre este tema en la lectura de apoyo que está
al final de la guía y en los videos que se encuentra en los siguientes link:
https://www.youtube.com/watch?v=hjJZJxk3GPY
https://www.youtube.com/watch?v=9N134jd-F3A

3. DESCRIPCIÓN DE ACTIVIDADES
Para aprender acerca del flujo de materia y energía en los ecosistemas debemos realizar las siguientes
actividades:

Actividad 1. Reconocimiento del flujo de materia y energía en los ecosistemas. Un reconocimiento es el


proceso que se realiza para identificar las características de aquello que se estudia, ya sean estructurales o
funcionales. Para este caso, seguiremos los siguientes pasos:

 Primero, observaremos los videos que se indican en los link anteriores y luego haremos la
lectura de apoyo que está al final de la guía para obtener información.
 Segundo, durante la observación de los videos y la realización de la lectura de apoyo
debemos identificar los fenómenos y elementos participantes en el flujo de materia y
energía con sus funciones respectivas en este proceso.
 Tercero, la información obtenida la organizaremos en el siguiente cuadro:

CUADRO 1. Fenómenos y elementos participantes en el proceso de flujo de materia y energía en los


ecosistemas.
Descripción de Función de los Elementos Descripción de Función de los
Fenómenos
los fenómenos fenómenos participantes los elementos elementos
participantes
participantes participantes en el fenómeno participantes participantes
Escribe aquí, por
separado, el Escribe aquí, por Describe aquí,
Describe aquí la Realiza aquí, por
nombre de los Realiza aquí, por separado, el por separado, la
función o la separado, una
fenómenos o separado, una nombre de los función o
importancia de descripción breve
sucesos que descripción breve elementos que importancia de
cada fenómeno de los elementos
consideres que de cada consideres que los elementos
que identificaste participantes en
hacen posible el fenómeno que participan en participantes en
en el flujo de cada fenómeno
flujo de materia identificaste cada fenómeno cada fenómeno
materia que identificaste
y energía en los que identificaste identificado
ecosistemas
*Anexa las filas que necesites según el número de fenómenos y elementos que identifiques.
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Actividad 2. Análisis de la información. Un análisis es el proceso que se realiza para establecer relaciones o
interacciones entre los componentes que participan en un suceso y, a partir de ello, hacer inferencias,
predicciones y explicaciones.

Consideremos una relación como el vínculo que hay entre dos cosas, dentro de un suceso
determinado, que pueden o no influenciarse entre sí, mientras que una interacción es un
vínculo recíproco en el que una cosa tiene una influencia sobre la otra y viceversa también
dentro de un suceso determinado. En conclusión, para que exista una relación no
necesariamente debe haber una interacción, pero para que haya una interacción
obligatoriamente debe haber una relación. Asimismo, dos cosas pueden estar relacionadas
dentro de un suceso X y no tener relación alguna en un suceso Y.

Ahora bien, luego de llenar el cuadro 1 con la información que allí se pide, procederemos a analizar cada uno de
los fenómenos identificados en el flujo de materia y energía para poder comprenderlo. Para ello, haremos lo
siguiente.

 Primero, debemos identificar en cada fenómeno las relaciones o interacciones que hay entre sus
elementos participantes. Para ello, observaremos sus funciones y buscaremos aspectos que los vinculen,
asocien o integren anotando todo esto en el cuadro 2.

CUADRO 2. Relaciones e interacciones entre los elementos participantes en los fenómenos que hacen
posible el flujo de materia y energía en los ecosistemas.
Fenómenos Relaciones o interacciones con otros elementos
Elementos participantes
participantes participantes
Escribe aquí el nombre Escribe en cada renglón el Describe en cada renglón el vínculo que halles entre los
del fenómeno a Nombre de los elementos Elementos participantes dentro del fenómeno
analizar Participantes en el fenómeno analizado
*Anexa las filas que sean necesarias para cada fenómeno o elemento que identifiques. Podemos hacer un cuadro
para cada fenómeno o un solo cuadro en el que se muestren todos ellos por separado.

Actividad 3. Apropiación de conocimientos. La apropiación es un proceso que nos permite utilizar, de forma
práctica, los conocimientos aprendidos para identificar y solucionar problemas, construir explicaciones,
predicciones, proponer ideas, etc. Para ello es necesario tener en cuenta los conceptos, la caracterización y el
análisis de las relaciones e interacciones que se realizaron previamente. En nuestro caso, para apropiarnos de
los conocimientos sobre el flujo de materia y energía en los ecosistemas debemos hacer lo siguiente:

 Primero, con base en la lectura de apoyo y los videos observados identifica un problema relacionado con
el flujo de materia y energía en algún ecosistema de tu país o región y plantea una idea para solucionarlo.
Explica por qué consideras que la idea que planteaste puede ayudar a solucionar el problema identificado.

 Segundo, elabora un dibujo de un ecosistema en el que integres diferentes fenómenos que participan en
el flujo de materia y energía.

 Tercero, si tuvieras una finca, describe una situaciones en la cual pondrías en práctica tus conocimientos
sobre el flujo de materia y energía.

 Cuarto, reflexiona acerca del efecto que ha tenido el ser humano en el equilibrio del flujo de materia y
energía en los ecosistemas y describe el estado de esta situación dentro de unos 10 años.

4. EVIDENCIAS DE APRENDIZAJE

Cuando terminemos de hacer las diferentes actividades de esta guía debemos entregar nuestras
evidencias de aprendizaje. Para ello, hay que elaborar y presentar los cuadros 1 y 2 en hoja de
block tamaño oficio en posición horizontal y las respuestas de la actividad 3 en el mismo tipo de
hoja pero en posición vertical. Si haces el trabajo a computador, deberás guardar el archivo
como PDF y enviarlo a la plataforma, al correo o al WhatsApp que se indica en la guía. Pero si lo
haces a mano, puedes tomar fotografías y luego enviarlas al WhatsApp o al correo indicado.
Marca con tu nombre completo, tu grado y grupo cada hoja que utilices para presentar las
evidencias de aprendizaje, así evitarás que se extravíen.
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5. CRITERIOS DE EVALUACIÓN
Se tendrá en cuenta lo siguiente:
 Nivel de apropiación teórica relacionado con el tema de estudio.
 Nivel de desarrollo de habilidades de pensamiento.
 Responsabilidad y compromiso en la entrega puntual de la evidencias.

LECTURA DE APOYO

CICLO DE LA MATERIA Y FLUJO DE ENERGÍA EN LOS ECOSISTEMAS

Por ecosistema entendemos un conjunto formado por


elementos biológicos e inertes, los cuales mantienen relaciones
recíprocas, tanto en el espacio como a lo largo del tiempo,
originando intercambios de materia y energía. En un
ecosistema viven muchas plantas y muchos animales, de las
mismas o de diferentes especies, que se influyen mutuamente
y que coexisten en un ambiente físico que ofrece unas
características (luz, temperatura, humedad...) perfectamente
identificables. Los ecosistemas están formados por la
biocenosis y el biotopo. La biocenosis comprende los
componentes biológicos, es decir, los organismos vivos
(vegetales, animales y microorganismos) y la materia orgánica.
El biotopo, o ambiente de vida, está constituido por los
componentes inertes (materia inorgánica y energía). El biotopo es el espacio natural en el que vive la biocenosis. El lugar
en el que los componentes biológicos e inertes coexisten puede ser un espacio cuyos límites se han establecido
arbitrariamente: una charca, un tronco caído en el suelo, un lago, un río, etc. Un ecosistema, más que una unidad espacial
concreta, es un nivel de organización, constituido por especies biológicas y componentes inertes interrelacionados, en el
que se establecen intercambios de materia (ciclos) y de energía (flujos). Toda la biosfera constituye un enorme ecosistema
integrado por un conjunto de ecosistemas relacionados entre ellos.

CICLO DE MATERIA Y FLUJO DE ENERGÍA

En todo ecosistema se producen continuamente unas entradas y salidas de materia y energía que se resumen en ciclo
cerrado de materia y un flujo abierto de energía. La materia y la energía circulan en un ecosistema a través de las cadenas
alimentarias o cadenas tróficas. Unos seres sirven de alimento a otros, por lo que todos los elementos químicos van
pasando de unos organismos a otros: de las plantas a los herbívoros, y de éstos a los carnívoros y a los superdepredadores.
A su muerte, la materia retorna al medio, pudiendo pasar posteriormente a otros organismos. De este modo, la materia va
pasando de unos individuos a otros, completándose un ciclo cerrado de materia que permite la continuación de la vida. Los
componentes biológicos de los ecosistemas necesitan energía para sobrevivir. La mayor parte de ella la obtienen del sol
en forma de luz, la cual es transformada mediante la fotosíntesis en energía química, para ser transportada a todos los
componentes biológicos del ecosistema: materia orgánica, vegetales (que también la necesitan para su propia vida),
herbívoros, carnívoros y superdepredadores. La energía química va pasando de unos seres a otros a través de la
alimentación y retorna al medio ambiente en forma de calor. Se produce así un continuo flujo abierto de energía.

La luz solar es la fuente primaria de energía para cualquier ecosistema. Esta energía es utilizada por los organismos
autótrofos (plantas) para formar componentes orgánicos a partir de los inorgánicos por el proceso de fotosíntesis. En el
mar estos organismos son las algas, fanerógamas marinas y las cianobacterias. Todos ellos constituyen el nivel trófico de
los productores, organismos autótrofos, es decir, son capaces de sintetizar la materia orgánica que necesitan. El resto de
los seres vivos de un ecosistema se alimenta directa o
indirectamente de estos productores y constituye el nivel
trófico de los consumidores. Se trata de organismos
heterótrofos, es decir desde el punto de vista alimenticio son
dependientes de otros seres vivos. En la base de una cadena
trófica se sitúan los organismos productores, seguidos de los
herbívoros o consumidores primarios, que se alimentan
exclusivamente de vegetales. A continuación se encuentran
los carnívoros o consumidores secundarios, que se alimentan
de los herbívoros. A su vez, los consumidores terciarios o
superdepredadores se nutren de otros carnívoros. Pero
además de productores y consumidores, existe un tercer nivel
en las cadenas tróficas que es el de los descomponedores.
Se trata de microorganismos que se alimentan de restos
vegetales y animales, y llevan a cabo la mineralización de los
compuestos orgánicos. Los compuestos inorgánicos
resultantes son devueltos al ambiente para ser reutilizados
por los productores, con lo que se consigue cerrar el ciclo de
la materia en los ecosistemas.
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Para entender cómo la energía fluye por el ecosistema es importante tener en cuenta las dos leyes de la termodinámica.
Un planteamiento de la primera ley indica que la energía no se pierde ni se gana sino que se transforma. Otro planteamiento
señala que en un sistema cerrado la energía es constante. Como los ecosistemas son sistemas abiertos, es decir con
entradas y salidas, la energía y los materiales cruzan sus límites. De la primera ley sigue que toda la energía que entra en
un ecosistema se acumula o sale de él. El primer principio nos indica a su vez que la forma en que la energía entra al
ecosistema no es la misma que la forma en que se almacena o sale. El flujo total de entrada deberá igualar a la suma de
las salidas y la acumulación. Sin embargo, el tipo de energía que entra, sale o se almacena será distinto.

La principal fuente de energía es el sol. La energía que provee esa fuente es radiación electromagnética. La principal
pérdida de energía es en la forma de calor. La forma más común de acumulación de energía en el ecosistema es en los
enlaces entre átomos de carbono (energía química) que hay en las moléculas de los tejidos de los seres vivos, en la
biomasa muerta o fósil. La energía química acumulada se libera como calor al transformarse las substancias, por ejemplo
en la respiración o en la combustión. Sin embargo, una expresión sencilla de la segunda ley de la termodinámica indica
que ningún proceso que implique una transformación energética puede ocurrir espontáneamente sin que parte de la
energía se degrade, o se pase de una forma con mayor capacidad de realizar trabajo (radiación de onda corta por ejemplo)
a una con menor capacidad (por ejemplo calor). La segunda ley define diferencias en la calidad de la energía que restringen
las conversiones entre una y otra forma. Por ejemplo, la energía química puede transformarse en calor pero el calor no
puede transformarse en energía química a menos que se agregue más energía.

Los ecosistemas tienden espontáneamente al desorden, es decir a la entropía y el aumento de esta reduce la capacidad
de funcionamiento poniendo en riesgo su supervivencia. Para reducir la entropía hay que aportar energía, por lo que los
sistemas biológicos dependen de una entrada continua de energía que balancee la tendencia natural al desorden y permita
reducir su entropía y aumentar su capacidad de mantener su estructura, crecer, reproducirse, etc. La vida sólo es posible
en un sistema abierto al cual ingresa de manera continua energía de alta calidad.

Los productores primarios o autótrofos transforman la energía


electromagnética absorbida del sol en energía potencial
acumulada en los enlaces de los productos orgánicos
sintetizados a través de la fotosíntesis. Sin embargo no toda la
energía absorbida está disponible para el proceso de
fotosíntesis. Sólo el 50% de la energía aportada por el sol
puede ser potencialmente utilizada por la fotosíntesis. De la
energía efectivamente absorbida por tejidos verdes de los
vegetales una fracción pequeña termina siendo incorporada a
estructuras orgánicas. Este porcentaje rara vez es mayor al
2% de la energía incidente. La energía no utilizada en el
proceso de fotosíntesis se pierde como calor. Buena parte de
esa energía es usada para la evaporación de agua en las hojas
de las plantas en el proceso de transpiración.

La fotosíntesis consiste básicamente en la reducción del dióxido de carbono (CO2). Este proceso incluye varias etapas: la
difusión del CO2 desde la atmósfera a los cloroplastos de las células de la hoja, la generación del poder reductor a partir
de la energía electromagnética captada por los pigmentos (fundamentalmente la clorofila) y la reducción bioquímica del
CO2. Todos estos procesos tienen lugar en los tejidos verdes de las plantas. El producto final de la fotosíntesis es una
molécula de glucosa, un azúcar conformado por una cadena de 6 átomos de carbono. Esos productos finales de la
fotosíntesis constituyen la Productividad Primaria Bruta (PPB). Estos azúcares podrán ser respirados o utilizados para la
síntesis de estructuras o sustancias de reservas de las plantas. Aquella porción de la productividad primaria bruta que no
es respirada y, por lo tanto, se acumula como biomasa constituye la Productividad Primaria Neta (PPN).

La biomasa acumulada en los vegetales queda disponible para los niveles tróficos superiores. Parte de la productividad
será consumida por los herbívoros. La presencia de defensas químicas y físicas, la capacidad de las poblaciones de
herbívoros de ajustarse a los cambios de la productividad primaria y el acceso a los tejidos vegetales determinarán la
magnitud de la energía contenida en tejidos vegetales que no es utilizada por los herbívoros (NUH); a esta fracción se la
ha denominado Productividad Neta de la Comunidad. La presencia de espinas o de compuestos químicos aromáticos
restringirá el consumo de los herbívoros aumentando la energía NUH. Además, la energía NUH es mayor cuando los
herbívoros no pueden aumentar su consumo con una tasa equivalente al aumento de la PPN. Por ejemplo una población
de ciervos o vacas no puede aumentar su consumo diario o su manera de consumir todo el forraje que se produce en
primavera. Parte de la biomasa vegetal producida morirá y caerá al suelo. Este desajuste es probable que no ocurra en un
sistema acuático en donde el zooplancton puede crecer en porcentajes mayores que la de los grandes herbívoros o de
aquellos organismos con ciclos reproductivos complejos. En general los sistemas acuáticos alcanzan niveles de
productividad primaria neta similares a los de los sistemas terrestres con sólo un décimo de la biomasa de estos últimos.
No todos los tejidos vegetales estarán igualmente disponibles para los herbívoros dominantes. Así en un sistema dominado
por grandes herbívoros las partes basales de las plantas o las hojas de las copas de los árboles no pueden ser consumidas
tan fácilmente.

El material NUH puede tener dos destinos fundamentales. Puede por un lado ser exportado del sistema. En condiciones
naturales, los procesos erosivos pueden determinar la pérdida de una parte del producido. En agroecosistemas estas
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exportaciones son muy importantes. De hecho la cosecha de cualquier cultivo consiste en canalizar lo no consumido por
los herbívoros (NUH) hacia afuera de los límites del sistema. Por otro lado el NUH puede caer al suelo, formar parte de un
reservorio de biomasa muerta (necromasa) y quedar disponible para un grupo heterogéneo de organismos, los
descomponedores. Este grupo de organismos incluye numerosos taxones, desde insectos y crustáceos a hongos y
bacterias, que utilizan esa necromasa como fuente de energía.

Del total de energía consumida por los herbívoros, una parte no


es asimilada (NAH), es decir no es incorporada a la biomasa
animal. Esta energía no asimilada es eliminada como
excrementos y pasa a ser necromasa donde queda disponible
para los descomponedores. La proporción de la energía
consumida no asimilada depende de la fisiología del animal pero
también de la calidad del material consumido. La proporción de lo
ingerido que es asimilada por un herbívoro varía entre un 40 y
50%. Tomando el caso de rumiantes (ciervos, vacas y ovejas), la
cantidad de proteína y fibra de lo consumido determinará la
proporción que no será asimilada. La modificación de la calidad
de lo consumido, en este caso el contenido de proteínas,
aumentará o disminuirá la energía NAH. Los herbívoros modifican la calidad de lo consumido seleccionando aquellos
tejidos de mayor calidad. A través de prácticas de manejo tales como la suplementación con nitrógeno o proteínas, el
hombre modifica la calidad de lo consumido por los herbívoros domésticos y disminuye lo NAH. De la energía efectivamente
asimilada una parte será usada para producir trabajo, será el combustible del proceso de respiración de los heterótrofos
(RH). El resto se acumulará en ese nivel trófico constituyendo la Productividad Secundaria Neta (PSN). La proporción de
lo ingerido que se transforma en PSN puede diferir de manera muy marcada entre taxones: entre un 2% para un mamífero
a un 40% para un insecto.

Al nivel trófico de los consumidores primarios le sigue uno de


consumidores secundarios o carnívoros. Su estructura y la manera
según la cual se particiona la energía serán similares al nivel trófico
anterior. En general los niveles tróficos superiores tienen una
eficiencia de asimilación mayor. Esta puede alcanzar el 80% en
insectos. Si bien en muchos sistemas es posible identificar un nivel
trófico adicional (carnívoros que se alimentan de carnívoros) esta no
es la situación más frecuente. ¿Qué determina el número de niveles
tróficos de un ecosistema? Pues en cada transformación de energía
habrá una salida de esta del sistema en forma de calor que dejará
de estar disponible para el siguiente nivel trófico. La consecuencia
de estas pérdidas es que la energía total disponible disminuirá en
cada paso de nivel trófico. La magnitud de esa reducción es enorme, la productividad de un nivel trófico dado respecto de
la productividad del nivel inferior puede variar entre 1 y 25%. A este cociente se le conoce como eficiencia de transferencia
trófica y en general los valores promedio rondan el 10%. Un depredador superior dispondrá en consecuencia de una fuente
de energía muy dispersa en el espacio, con muy baja densidad. Para cubrir sus requerimientos deberá entonces recorrer
grandes distancias o tener un territorio enorme. Los costos de movilizarse pueden transformarse en inconvenientes.
Moverse para conseguir alimento puede representar un gasto energético mayor a la recompensa.

¿Qué ocurre entonces con la energía? Ya dijimos que una parte


sustancial se pierde como calor. Buena parte se canaliza a través de
la cadena de descomponedores. Este grupo respira a su vez una alta
proporción de la energía que ingresa a ese compartimento pero parte
no es utilizada o no es asimilada por los descomponedores. Volviendo
a ser necromasa que se acumula. Finalmente en cada uno de los
niveles tróficos una porción pequeña de la productividad neta se
acumula. La suma de todas esas acumulaciones de energía en el
ecosistema se denomina Productividad Neta del Ecosistema (PNE).
Dado que la mayor parte de la energía termina circulando a través de
los descomponedores, la mayor parte de la acumulación final de energía (PNE) estará asociada a este grupo y tomará la
forma de materia orgánica en el suelo. En el largo plazo toda la necromasa puede ser descompuesta. La acumulación
deriva de la generación de compuesto cada vez más resistentes a la degradación, tal el caso de las sustancias húmicas.
En contraste otras formas de necromasa (la orina de un herbívoro o un fruto carnoso) tendrán tiempos de residencia cortos
en el nivel de la necromasa.

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