Armonía e Interaccion Del Color

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GUZMÁN DÍAZ JAIME EDUARDO

UNIVERSIDAD MUNDIAL
DISEÑO BÁSICO
LA PAZ, B.C.S., 19 DE NOVIEMBRE DE 2019

ARMONÍA DEL COLOR

Los colores análogos se pueden definir como aquellos que se encuentran


próximos en el círculo cromático, su composición se forma con colores va a
quedar muy armónica ya que se trata de colores similares.
En cuanto a los colores complementarios son aquellos que se encuentran en
posiciones opuestas dentro del círculo cromático, el complementario de un color
primario va a ser siempre un secundario y viceversa.
El complementario de un terciario será otro terciario, siendo colores que
contrastan mucho entre sí ya que no pertenecen a la misma gama cromática. Si la
saturación y luminosidad de ambos colores son iguales, mayor será el contraste.
Si mezclamos dos colores complementarios lo que nos va a salir es el color negro
y tonalidades más grises dependiendo de la cantidad de cada color en la mezcla,
por eso resulta útil en pintura para dar sombras.
Los colores complementarios divididos son una variante de la combinación
anterior, en la que se mezcla el color elegido con los dos que tiene justo enfrente.
Funciona bastante bien y es algo menos potente que la complementaria pura.
Están constituido por un color más los colores a cada lado de su complemento. El
complemento de un color es el color directamente opuesto en el círculo cromático.
Los esquemas de color complementarios divididos producen combinaciones
dramáticas y visualmente intrigantes de colores contrastantes con buen balance.
Los colores en tríada, también llamada equidistante son cuando se arma una
composición de colores usando aquellos matices del círculo cromático que están
dispuestos en forma de triángulo equilátero, equidistantes entre sí y con respecto
al centro del círculo como, por ejemplo, la tríada Amarillo-Cian-Magenta o la triada
Verde-Rojo-Azul.
Al final encontramos la tétrada de colores, los cuales se basan en combinaciones
de 2 pares de colores complementarios, estos deben elegirse muy bien para
guardar el equilibrio, ya que como hemos comentado antes, las combinaciones
complementarias resultan muy rotundas y potentes.
GUZMÁN DÍAZ JAIME EDUARDO
UNIVERSIDAD MUNDIAL
DISEÑO BÁSICO
LA PAZ, B.C.S., 19 DE NOVIEMBRE DE 2019

LA INTERACCIÓN DEL COLOR SEGÚN JOSEF ALBERS

La manera en que la vista capta los colores es ingeniosa y al mismo tiempo


engañoso, algo que el artista alemán Josef Albers, manifiesta a través de las
placas de color y sus interacciones.
Nosotros no vemos el color puro, por así decirlo, solo pocas personas son
capaces incluso de recordar exactamente ciertos tipos de colores, pero nuestra
percepción de los colores siempre dependerá de varios factores: la luminosidad, la
tonalidad, la posición entre ellos, el contraste, la combinación entre ellos, la
textura, tipo de papel donde están plasmados, su ubicación y dirección, el cómo
interactúan los colores entre ellos, siendo la interacción entre estos quienes
cambian la percepción de como los capta cada persona.
Entre tantos factores, los colores tienden a jugar con nuestra mente, haciendo
presente los efectos de la psicología de Gestalt, al connotar el como vemos un
color, como vemos ese mismo color al ponerlo con otro, como ese mismo color se
combina con otro color, siempre dependerá del resto de los colores con los que
estemos al mismo tiempo observándolos.
Los teoría del color y los contornos que se dan entre ellos, nos hace ver que la
luminosidad, la cantidad de esta, nos ayuda a crear las paletas de colores
correctas, que lleguemos a necesitar, ya sean complementarios o no, puesto que
la importancia de esto, es que nosotros no tenemos la capacidad de conocer el
color exacto, solo dependemos de la interacción de los colores, al contrastarse
entre ellos.
Podemos notar como ciertos colores, como el amarillo y el azul juegan
psicológicamente, como todos los colores, pero estos nos dan un efecto en la
temperatura, al dar temas cálidos o fríos, o los colores neutros, donde el equilibro
es notable.
Siempre habrá que pensar como los colores se comportan al jugar con ellos, el ser
curiosos e interactuarlos una y otra vez, ya sea entre tonalidades, formas y
tamaños, logrando una armonía espacial que afecte (para bien o mal) la forma en
que los captamos.

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