El Orden Mundial Desde La Gran Guerra A La Pos-Guerra Fría
El Orden Mundial Desde La Gran Guerra A La Pos-Guerra Fría
El
orden
mundial
desde la
Gran
Guerra
a la pos-
Guerra
Fría
El orden mundial desde la Gran Guerra a la pos-Guerra Fría. De la Liga de las
por las potencias vencedoras sobre la base de la cuota de poder que cada una haya
específicamente, son los líderes de esas potencias quienes definen los términos del pacto
estadounidense Woodrow Wilson formuló sus famosos "catorce puntos" que hizo
Serensen, 2003: 37). Estos puntos, los cuales epitomizaban el internacionalismo liberal
en boga en esos años, habrían de convertirse luego en las principales directrices del
dicho tratado.
En la misma forma, cuando la victoria de los aliados era inminente en las postrimerías
Unión Soviética y Gran Bretaña se reunieron en Yalta, Crimea, en febrero de 1945 para
discutir el fin de la Guerra del Pacífico y definir los contornos del orden geopolítico que
habría de regir en la posguerra. La verdad, sin embargo, es que las negociaciones fueron
que ambos estadistas resumieron su visión de dicho orden. Ellos mismos fueron,
además, quienes en 1944 acordaron crear una nueva institución basada en esos
principios que sirviera como su ancla, la cual cobró forma años después bajo la
De la misma manera, poco antes de que la Guerra del Golfo irrumpiera en la historia,
orden mundial que reemplazara el esquema bipolar que había regido por casi medio
trazó los contornos del nuevo orden y los principios sobre los que éste se debía construir
(Isaacson, 1988). Bush hizo lo propio en su discurso "Hacia un nuevo orden mundial"
culminaron con la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, así como del
Guerra Fría, que había comenzado en 1947 con la violación de los acuerdos de Yalta
por parte de la Unión Soviética, tocó a su fin. Un nuevo orden mundial nació como
A pesar del enorme poderío militar y económico de Estados Unidos, ese momento
resultó ser por demás efímero; lo que en realidad vino a tomar forma fue un singular
verano de 1990.
se sustenta, puede ser desmantelado no sólo por una conflagración de alcance mundial
sus países protagónicos. En el caso del de la Guerra Fría, esos movimientos se gestaron
en una de las dos potencias que definieron su estructura bipolar y en los países que
estuvieron dentro de su esfera de poder. Esto implica que el deterioro de las condiciones
constituyeron los factores que en última instancia precipitaron el colapso de ese orden.
Desde un punto de vista ideológico, el fin de la Guerra Fría marcó el triunfo del
real. En ausencia de una alternativa viable, la democracia occidental fue así proclamada
productiva en países de todas las latitudes. Una euforia generalizada invadió todo el
mundo como consecuencia, junto con la firme creencia de que los triunfos simultáneos
por parte de Francis Fukuyama (1989), de que ese doble triunfo era una indicación
inequívoca de que la humanidad había llegado al clímax de su evolución social y de que
Frank, 1993; Ravenhill, 1993; Cowling y Sugden, 1994; Huntington, 1993, 1998).
Desde una perspectiva geopolítica, el fin de la Guerra Fría trajo consigo no sólo el
mapa mundial que había prevalecido desde 1945, la proliferación de nuevos Estados-
461). La formación de estas entidades regionales bajo las égidas de la Unión Europea
(UE) y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fue vista como la
respuesta de Occidente ante el vacío de poder que produjo el fin de la Guerra Fría
(Itoh, 1992).
Se produjo así una situación paradójica al crearse un enorme potencial para una
cooperación sin precedentes, al mismo tiempo que un fermento sin paralelo para la
aparición de conflictos renovados entre las principales potencias (Rochester, 1993). Esto
generó una atmósfera de crisis y caos que fue calificada como el "desorden de la pos-
Guerra Fría" (Anderson, 1992; Ravenhill, 1993; Drucker, 1994; Cox et al., 1995).
Pero hubo otras visiones sobre esta nueva era. Una planteaba que
[...] el orden mundial creado en la segunda mitad de los cuarenta perdura, más extenso y
en algunos aspectos más robusto que durante la Guerra Fría [...] El fin de [esta guerra]
no fue tanto el fin de un orden mundial sino el colapso del mundo comunista en el
Otra fue en el sentido de que lo que se instaló en los años noventa en el mundo fue un
nuevo imperialismo, en la medida en que "todas las grandes potencias pagan por tener el
poderío que es, y siempre ha sido, necesario para mantener un orden imperialista"
Una interpretación más reciente, desde una perspectiva latinoamericana, fue que al
terminar la Guerra Fría se consumó la declinación del sistema político internacional que
Por otro lado, uno de los factores que se dice influyeron más en la conformación del
orden de la pos-Guerra Fría fueron las grandes civilizaciones que subsisten en el planeta
(Huntington, 1993, 1998; Cox, 1996; Strange, 1997).6 Esto se hizo evidente cuando los
1998: 21).
Lo que parece haber emergido en los noventa fue más bien "un extraño híbrido, un
constituido por una superpotencia con el poderío militar y financiero necesario para
emprender cualquier iniciativa bélica que le viniera en gana, y varias potencias menores