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Tugurios del Rock VIII: The Crawdaddy Club, Londres

El Reino Unido, en general, y Londres, en particular, son dos territorios propicios para nuestra
saga de artículos de Tugurios del Rock. Y muy especialmente, la capital británica fue terreno
abonado para los clubes y la historia del rock en la década de los años 60, en los famosos años
del Swinging London.

Ya hemos visto como en el centro de la gran urbe londinense, en calles como Oxford Street o
barrios como el Soho, florecieron algunos establecimientos, como el 100 Club, The Marquee o
The Flamingo, que fueron decisivos en la difusión en Gran Bretaña de los sonidos procedentes
de Estados Unidos, tales que el jazz o el blues.

Pero no sólo el centro de Londres albergó clubes musicales que han pasado a la historia del
rock. En uno de los barrios del extrarradio de la urbe ubicado en West London operó durante
años The Crawdaddy.

Gomelsky, el impulsor
Giorgio Gomelsky -un buen nombre para protagonizar un thriller de espionaje en el Londres de
los años 60- fue la figura clave del nacimiento del Crawdaddy. Gomelsky, nacido en 1938 en
Georgia -URSS- se desplazó con su familia por diversos países durante su infancia hasta
establecerse en Suiza en 1943.

Sin embargo, fue en Italia donde se enamoró del jazz gracias al descubrimiento de un
gramofón y de unos vinilos en la buhardilla de la casa de unos amigos. Esta nueva pasión pudo
cultivarla gracias a la información que leía en las páginas de la publicación Melody Maker, lo
que le convirtió en un gran conocedor de la escena jazz del Reino Unido.

Su pasión por el jazz le llevó a pensar en que debería filmar lo que estaba sucediendo en la
escena inglesa y para ello, se trasladó a Londres. Allí entró en contacto con la National Jazz
Federation y, sobre todo, con Harold Pendleton, figura que ya vimos al repasar la historia de
The Marquee.

Gomelsky participó en la organización del I National Jazz Festival en 1959 y para la segunda
obtuvo los derechos para filmar lo que allí aconteciese. Gracias a su entusiasmo e implicación,
Gomelsky fue trabando amistad con Pendleton, que en esos años era el mánager de Chris
Barber así como el propietario de The Marquee.

Durante los primeros años de la década de los 60, Gomelsky fue testigo de excepción del
incremento del interés por el blues y el inicio de la decadencia del jazz en el Reino Unido. El
georgiano vio comocomenzaban a surgir nuevas bandas, como Alexis Korner’s Blues
Incorporated, y artistas, como Cyril Davies, que se interesaban por el blues americano y
persuadió a Pendleton para que programase blues en el Marquee en las noches de los
miércoles.
Las audiencias de todas estas actuaciones todavía eran modestas, a penas un puñado de
jóvenes entusiastas por los sonidos estadounidenses, pero Gomelsky se fue implicando en esta
nueva escena y se convirtió en promotor de conciertos de blues. Intentó persuadir a Pendleton,
pero éste todavía no estaba muy convencido de reorientar la línea de The Marquee.

Gomelsky quería que The Marquee dedicase más noches al blues y ante la negativa de
Pendleton, comenzó a organizar a las nuevas bandas para que colaborasen conjuntamente
para obtener conciertos y hacer otro tipo de actividades. Es decir, creo una organización similar
a National Jazz Federation pero orientada al blues y al r&b británico.

Primero persuadió a los propietarios de un club de sonidos jamaiquinos en Portobello y,


posteriormente, encontró Cy Laurie Picadilly Club en Ham Yard. En esta residencia comenzó a
programar bandas de blues en la noche de los sábados y en 1962 organizó el primer British
Blues Festival con las actuaciones de Alexis Korner’s Blues Incorporated, Blues by Six y The
Rolling Stones. El precio de la entrada fue de 5 libras.

Nace The Crawdaddy


La audiencia que acudió a este festival no fue excesiva, pero no desanimó a Gomelsky que
pensaba que para lograr un gran número de asistentes era necesario implicar a los jóvenes
músicos británicos. Para ello volvió pedir ayudar a Pendleton que rechazó su propuesta, lo que
le llevó a fundar la Richmond Blues Association y comenzó a programar blues las noches de
los domingos en el Station Hotel en Richmond, un barrio periférico de West London.

Éste iba a ser el primer emplazamiento de The Crawdaddy Club, que estaba ubicado frente a
una estación de tren de ahí el nombre: Station Hotel. La primera banda en conseguir la
residencia fue Dave Hunt R&B Band, donde durante un pequeño espacio de tiempo tocó Ray
Davies, posteriormente fundador de The Kinks. Sin embargo, mucho más interesante tanto
para el nacimiento del nombre del club como para la historia del rock fue el grupo que tomó su
relevo: The Rolling Stones.

En febrero de 1963, los Stones ofrecieron su primera actuación en el Crawdaddy. Comenzaron


su residencia de conciertos, cuya entrada costaba una libra esterlina, con un concierto para tres
personas. Muy probablemente, la baja audiencia se debió a que en el cartel promocional,
Gomelsky se equivocó y escribió “Rhythm and Bulls” en lugar de rhythm and blues.

El grupo únicamente tenía un set montado para 45 minutos y Gomelsky les convenció para que
finalizaran con una versión de Bo Diddley: “Crawdad”. El grupo improvisió una jam y alargó la
canción unos 20 minutos para poder completar una hora de show. Otra derivación léxica, esta
vez del “Do the Crawdad”, finalizó en el nombre del club The Crawdaddy.

A pesar de que Rolling Stones no comenzaron con buen pie su residencia en el Crawdaddy, el
hecho de que sus primeras actuaciones se diesen en este recinto ha hecho que su importancia
se equipare a The Cavern, en Liverpool, donde actuaban periódicamente The Beatles.
Un domingo, 14 de abril de 1963, The Beatles se iban a presentar en The Crawdaddy, después
de grabar una aparición televisiva; para ver actuar en directo a The Rolling Stones. Tras el
show, los de Liverpool conocieron a Jagger, Richards y Jones y estuvieron con ellos de juerga
hasta las 4 de la mañana.

Semanas después a su debut en el Crawdaddy, los Stones ya tenían programadas dos noches
semanales en este club y en abril de 1963 dieron el salto a otro tugurio cercano, a dos millas de
distancia, en Twickenham. Eel Pie Island Twickenham era el nuevo club de moda en el circuito
r&b de Richmond.

Gomelsky se había encargado de promocionar a Rolling Stones entre los medios de la zona,
especialmente The Richmond and Twickenham Times, pero fueron Andrew Loog Oldham y
Eric Easton los que firmaron un contrato de management con la banda, precisamente antes de
una actuación en el Crawdaddy, un 6 de junio de 1963.

Durante su residencia en el Eel Pie Island Twickenham los Stones consiguieron su primer éxito:
“Come On”, lo que les impidió regresar al primer Crawdaddy ya que era muy pequeño para la
audiencia que les seguía. De tres espectadores a centenares en sólo unos meses, vivir para
ver.

The Yardbirds
El crecimiento y explosión de Rolling Stones le dieron dos lecciones a Gomelsky. La primera de
ellas es que si quería seguir programando conciertos de bandas de r&b en el Crawdaddy, iba a
necesitar un espacio mayor ya que la escena estaba en plena expansión.

Por ello, en agosto de 1963, el Crawdaddy cambia de emplazamiento al Richmond Athletic


Association, que no era otra cosa que un local junto al hipódromo de la zona. Sin embargo, era
un local con mayor capacidad que el Station Hotel.

La segunda lección que aprendió Gomelsky es que si se iba a implicar en la carrera de un


grupo, debía asegurarse que se iba a convertir en su mánager y que no le pasase como con los
Stones. Esto supo hacerlo con la siguiente banda en hacerse con la residencia del Crawdaddy
tras la marcha de sus Satánicas Majestades tras agosto de 1963.

En septiembre de ese mismo año, un joven grupo orientado al r&b llamado The Yardbirds iba a
conseguir la residencia del Crawdaddy. Era una banda en cuyo repertorio figuraban un buen
puñado de versiones de bluesman estadounidenses: Howlin’ Wolf, Muddy Waters o Bo Diddley,
incluyendo canciones como “Boom Boom” o “Rumblin’ and Tumblin’”.

Eric Clapton iba a entrar en la formación en octubre de 1963 y en ese mismo momento,
Gomelsky se convierte en el mánager de The Yardbirds. Antes de finalizar el año, el grupo se
convirtió en la banda acompañante de varias actuaciones del bluesman de Chicago Sonny Boy
Williamson.
De esta relación surgió el disco Sonny Boy Williamson and The Yardbirds que fue grabado en
el Crawdaddy Club un 8 de diciembre de 1963. Williamson había estado en el Reino Unido
durante septiembre y octubre, causando una grata impresión en los jóvenes músicos británicos
y estableciendo relaciones que le harían volver a la isla antes de finaliar el año. Volvió para
tocar con Yardbirds y durante los siguientes años realizó varios tours por Europa y, sobre todo,
Gran Bretaña, donde también actuó junto a The Animals.

En 1964 The Yardbirds se convirtieron en un valor al alza y el Crawdaddy se les quedó


pequeño, lo que hizo que Gomelsky les llevase al Marquee, cuyo nuevo local inauguraron y
semanas después, empezaron una residencia en el local de Pendleton.

En los dos años siguientes ofrecieron más de 40 conciertos en Wardour Street, sin embargo,
fue el primero el que iba a quedar inmortalizado. Gomelsky había conseguido que The
Yardbirds firmasen un acuerdo discográfico con Columbia Records. Su actuación en el nuevo
Marquee fue grabada, producida por el propio Gomelsky y comercializada desde diciembre de
1964.

La marcha de The Yardbirds del Crawdaddy no supuso el fin de este tugurio del rock que siguió
funcionando durante los años siguientes, dando oportunidades a las nuevas bandas británicas,
entre ellas Long John Baldry, Elton John, Rod Stewart o Led Zeppelin.

Desde 1999, en el lugar donde se emplazó el primer Crawdaddy Club opera un pub llamado
Bull & Bush, en cuya fachada hay una placa homenaje a este auténtico tugurio del rock.

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