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Traductor: Ragnar

Twitter: @RagnarA292

Old Dragon’s Tale

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Traductor: Ragnar
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 Escrito por: Rifujin na Magonote


Raws: https://ncode.syosetu.com/n3765dp/

 Traducción al inglés:
- “Mushoku Tensei Discord:”
*Traductor: “Onii-sama.”
*Editores: “Kermit Purple”, “Speedphoenix.”

 Traducción al español: Ragnar.

- Tener en cuenta que esta no es una traducción oficial sino que realizada por
fanáticos de lo que además supone una novela web (Web Novel “WN”) la cual
no ha sido publicada ni ha pasado por un proceso de edición-corrección
profesional. Habiendo dicho eso, espero que puedan disfrutar de la siguiente
historia:

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INDICE

Capítulo I …………………………. Página 5

Capítulo II …………………………. Página 11

Capítulo III …………………………. Página 33

Capítulo IV …………………………. Página 47

Capítulo V …………………………. Página 69

Capítulo VI …………………………. Página 92

Capítulo VII …………………………. Página 110

Capítulo VIII…………………………. Página 121

Capítulo IX …………………………. Página 144

Capítulo X …………………………. Página 158

Capítulo XI …………………………. Página 171

Capítulo XII …………………………. Página 192

Capítulo XIII …………………………. Página 200

Capítulo XIV …………………………. Página 215

Capítulo XV …………………………. Página 225

Capítulo XVI …………………………. Página 238

Capítulo XVII …………………………. Página 249

Capítulo XVIII …………………………. Página 259

Capítulo XIX …………………………. Página 274

Capítulo XX …………………………. Página 287

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Capítulo XXI …………………………. Página 298

Capítulo XXII …………………………. Página 309

Capítulo XXIII …………………………. Página 325

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Capítulo I

“El Dragón y la Chica”

En este continente, hay una cordillera que divide la tierra y en medio de esta, una
montaña excepcionalmente grande llamada la montaña del Rugido del Dragón.

El Rugido del Dragón es la montaña más alta y recóndita del mundo. Rocas nacen
desde la superficie como árboles, empinados acantilados previenen el ingreso de las
personas y los dragones rojos habitan su cumbre.

No es un lugar donde la gente pueda vivir.

Aventureros de alto nivel puede que visitaran el pie de la montaña, pero estos no se
atrevían a ir más allá, más si uno fuera a aventurarse a la cima, se encontraría con una
inesperada visión.

Una casa. Había una casa en la ladera, que extraña visión era debido a que había un
edificio en un lugar donde la gente no debería vivir.

Si uno fuera a aproximarse a la casa, se encontraría con más sorpresas.

Había una chica.

Una chica no debería aventurarse hacia los bosques. Una niña de largo cabello rubio
estaba afanando laboriosamente en frente de la casa, sosteniendo un objeto con forma
de balde, repitiendo la acción de llevar el cubo detrás de la casa, regresando adentro y
volviendo a salir con dicho objeto. Aparentemente, estaba llevando agua a la zona
trasera del hogar.

Si uno fuera a seguirla, se encontraría con una gran cueva. Era una caverna que daba
un ominoso presentimiento, pero la chica no dudó en ingresar dirigiéndose aún más
adentro.

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Lo que yacía esperando era un reptil con un gigantesco cuerpo y un largo cuello,
escamas rojas, afilados colmillos y garras, era un dragón rojo.

La chica vertió el contenido del balde en una caja ubicada cerca del Dragón Rojo.
Mirando a la chica, el dragón no mostró signos de hostilidad.

Simplemente siguió observándola con una mirada que parecía instarla a que finalizara
más rápido su trabajo.

Sin embargo, la cantidad que la chica podía acarrear y el tamaño de la caja eran
totalmente desproporcionados. Para llenar este objeto con agua, ella necesitaría repetir
el proceso muchas veces. Sin embargo, esta era la última vez.

La chica dejó el cubo a un lado de la caja y se estiró.

“¡Hoo! ¡Traje el agua!”

Declaró orgullosa, antes de hacer una pequeña reverencia al dragón.

Como si estuviera devolviendo la cortesía, el dragón contoneó su nariz.

La chica regresó triunfalmente a su hogar, una anodina casa de madera.

Sin embargo, aquellos conocedores verían que esta estaba protegida por una barrera
mágica de alto nivel.

“Amo, amo ¡Terminé de llevar el agua!”

El interior de la casa a la que la chica había ingresado era bastante acogedor.

Sillas, mesas, plantas decorativas, montones de papel y varias chucherías de


desconocido uso, la chica zigzagueó a través de todos estos, debido a que la persona
a la que había llamado no le contestó.

Ella rápidamente llegó a su destino, el cuarto al final de la casa.

Este era la habitación más grande donde el señor de la casa vivía.

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“¿Amo?”

La chica abrió la puerta e ingresó. En su interior, había estantes que eran varias veces
más altos que la altura de la niña, era como una biblioteca.

La chica caminó pasando por el lado de las estanterías densamente organizadas.

Las bibliotecas no eran comunes en este mundo, pero el ambiente lleno de libros era
una visión familiar para ella.

Había un hombre en este mundo de libros.

Con su espalda dando a la entrada, estaba escribiendo algo de forma despreocupada


en el escritorio. Un cabello moteado con una mezcla de plateado y verde, un color de
pelo seguramente inquietante, pero familiar para esta chica.

“¡Amo!”

Cuando ella llamó, el hombre levantó su rostro como si hubiera salido de un trance.
Extendiendo a continuación suavemente las alas de su espalda y mirando hacia atrás,
él la reconoció.

“Oh, Rostelina. Es tarde ¿Por qué no te has dormido? Tienes mucho trabajo mañana,
debes irte temprano a la cama.”

“¡¿A qué se refiere con que sea tarde?! ¡El sol ya salió hace rato! Incluso terminé de
darle agua al dragón.”

“Ah ¿En serio?”

El hombre se levantó.

La chica tuvo que levantar la mirada, después de todo, la altura de este hombre
superaba los dos metros.

“Oh, ya lo hiciste. Gracias, lo hiciste bien. Sin embargo, ya veo, todo un día ya ha
pasado.”

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“¡Amo, por favor duerma como corresponde!”

“Oh, ya sé.”

A pesar de que la chica casi gritó, el hombre prácticamente ni se inmutó.

“¡No, no sabe! ¡Creo que no ha dormido nada en estos dos últimos días!”

“…Yo no tengo que dormir a diario como ustedes.”

“¿En serio?”

“Sí, yo soy de una raza longeva. Solo necesito dormir cada cierta cantidad de años
aproximadamente.”

La chica suspiró resignada ante la respuesta del hombre, pero un instante después,
volvió a inflar sus mejillas.

“¡Yo no sé nada sobre usted, Amo!”

“Es cierto, simplemente me seguiste sin preguntar nada.”

“Por favor, cuénteme sobre usted, amo.”

“No hay problema con eso, por supuesto, pero mi vida ha sido larga y las historias son
incontables…”

El hombre entrecerró los ojos y miró a su alrededor.

Una estantería más alta que un hombre, rebosante de libros, todos escritos por él. Sus
registros, su biografía.

“No me molestaría. Mejor dicho ¿Este es un buen momento? ¿No está ocupado, Amo?”

“No importa, para alguien como yo con una larga vida, no hay casi necesidad de
conservar cada segundo, tengo tiempo para hablar contigo.”

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Cuando el hombre dijo esto, instó a la chica a que fuera una silla cercana. Él mismo se
sentó en la suya y puso una mano sobre su barbilla.

“Pero si quieres historias, creo que sería más divertido hablar sobre otra cosa que no
fuera yo. La historia de un chico que viajó solo para derrotar al Rey Demonio, la historia
de un héroe que mató al gigantesco monstruo para obtener a la princesa o la historia
de un santo que fue manipulado por un dios malvado para que se entregara a una
batalla que no podía ganar…No, creo que esa última no es una historia feliz.”

“¡No! ¡Preferiría saber más sobre usted, Amo!”

La chica interrumpió al hombre que estaba recordando varias historias, debido a que de
lo contrario, él ciertamente elegiría algo más.

“Bueno, está bien ¿Pero qué quieres saber?”

“…Todo.”

“¿Todo?”

“Algo así como ¿De qué forma vivió hasta ahora? O por ejemplo ¿Por qué está
haciendo el trabajo que realiza ahora?”

“Ya veo…pero esa no es una historia feliz. Hay partes que puede que sean
interesantes, pero al final todas llevan a un final poco agradable, es un mal final. Te
dejará triste.”

“¡No importa!”

El hombre retiró la mano de su barbilla, como si fuera la señal de derrota frente a la


terca niña y a continuación miró al cielo, como si hubiera estado buscando a su yo
pasado ahí.

“Sí, está bien. Si tú lo dices, hablemos. Pero, hmm ¿Por dónde quieres comenzar? Yo
también estoy complicado, dado que no suelo hablar sobre los viejos tiempos.”

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“De cualquier forma, comencemos desde el inicio, desde el momento que el Amo nació
y tuvo consciencia de ello.”

“¿Desde el comienzo? Hmm…lo intentaré…pero no es interesante, puede que te


quedes dormida. No te quedes dormida escuchando mis historias.”

“Yo no me quedo dormida hablando y ciertamente no lo hago cuando hablo con usted,
Amo.”

“Ja ja, eres una buena chica. Está bien, hablemos.”

El hombre cerró sus ojos y la chica se inclinó para escuchar.

“Primero que todo, en lugar de comenzar desde el punto donde nací, partamos con el
cómo este mundo vino a existir.”

El hombre comenzó a hablar.

Una historia de la era mítica, hace mucho, mucho tiempo.

***

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Capítulo II

“El nacimiento del Dragón Demonio”

Había un dios, llamémoslo el Dios de la Creación. Este era viejo y había vivido una
larga vida, se decía que era eterno. Creó muchos mundos, pero su límite tanto físico
como mental hace rato había sido excedido. Él sabía que su muerte estaba cerca, así
que decidió crear un nuevo mundo como su última obra, pero él no había creado
ningún nuevo mundo durante mucho tiempo.

Quizás fue debido a su avanzada edad, pero este nuevo mundo resultó terriblemente
distorsionado y desbalanceado. Él ya no tenía poder para arreglar el mundo, pero tenía
la experiencia al crear muchos mundos, así que creó otro mundo más.

Era otro mundo distorsionado, tal como el primero. Pero no le importó y creó mundo
tras mundo, seis en total.

Un mundo al revés, habitado por una poderosa raza de dragones.

Un mundo de miasma y espejismos, habitado por una resistente raza de demonios.

Un mundo de fértiles bosques y montañas, habitado por una raza con afiladas garras y
agudos sentidos.

Un mundo marino abundante en vida, habitado por una raza con agallas, aletas y
escamas.

Un mundo de rocas flotando en el cielo, habitado por una raza alada que se
desplazaba libremente por el cielo.

Un mundo de praderas y planicies, habitado por una raza con débiles cuerpos pero
brillantes mentes.

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Cada mundo tenía sus propias distorsiones, cualquier desequilibrio rápidamente traería
consigo su colapso. Así que él junto a todos los mundos y al hacer esto, un equilibrio
fue conseguido.

Y así, un mundo unificado fue formado.

Pero Dios no estaba satisfecho. Los seis mundos con su delicado balance, necesitaban
ser cuidadosamente gestionados hasta que pudieran establecerse y estabilizarse. Así
que, con la fuerza que le quedaba, Dios dividió su cuerpo.

Tras ello, a partir de este dividido cuerpo surgieron las existencias encargadas de
supervisar el delicado balance de cada mundo.

Y luego, Dios murió.

Nadie sabe lo que le sucedió a su cuerpo tras su muerte o quizás no existió un Dios de
la Creación desde un principio. Ya que, nadie jamás lo vio.

Más adelante, entre cada uno de los Seis Mundos y las razas que les habitaban se
encontraba una existencia especial.

Debido a sus orígenes divinos, nosotros los llamamos dioses.

Cada uno de los dioses descendió a su mundo. Ellos fueron donde sus respectivas
razas en cada mundo, trabajando diligentemente para hacerlos prosperar.

Sin embargo, no era como si todas las razas fueran capaces de mejorar.

Particularmente, el Mundo Dragón y el Mundo Demonio permanecieron primitivos


durante un largo tiempo. A pesar de que ellos eran longevos y fuertes, incluso la
supervivencia había probado ser dificultosa para estos, ni hablar de desarrollar una
civilización. Esto se debía a que los mundos que los dragones y demonios habitaban

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eran sumamente agrestes, no era tan sencillo tomar las riendas de un mundo donde
dragones deshonestos y bestias demoniacas deambulaban.

A las tribus dragón y demonio les tomó un largo tiempo dominar sus mundos.

Y entonces, ya fuera producto de lástima o frustración…un Dios hizo una sugerencia.

“¿Por qué no nos reunimos de manera regular e intercambiamos información sobre


nuestros mundos? Podemos aprender de los demás y ayudarles a prosperar.”

La sugerencia vino del Dios Humano.

Dios del Mundo Humano.

La Raza Humana era una especie con la esperanza de vida más corta de todas.
Incluso tras una mera década, muchos de ellos fallecerían producto de enfermedades o
heridas. Sin embargo, el Mundo Humano era apacible, rico en naturaleza y abundante
en comida. Por lo tanto, los humanos prosperaron mucho más velozmente que
cualquier otra raza. Su breve esperanza de vida los obligó a aprender rápidamente. Y
así, su rápido cambio generacional les permitió acumular rápidamente conocimiento y
sabiduría, por lo que el Dios Humano deseaba compartir esto con los demás dioses.

Gracias a eso, las tribus Dragón y Demonio aprendieron varias cosas. Desde palabras
y letras hasta el vivir en comunidad y formar un orden social. Ellos le dieron la luz de la
civilización a las demás razas que alguna vez vivieron como bestias.

Por supuesto, ellos no estaban solamente recibiendo la generosidad de la raza humana,


cada una, a su vez, le otorgó su fuerza a cambio.

La Raza Dragón les enseñó cómo usar el poder interno del cuerpo.

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La Raza Demonio les enseñó a fortalecerse y transformar sus débiles cuerpos para
soportar tal poder.

La Raza Bestia les enseñó como domar bestias feroces.

La Raza del Mar les enseñó como purificar el agua y mantenerla limpia.

La Raza del Cielo les enseñó a leer el viento y como controlar el clima.

Los Seis Mundos aspiraban a prosperar juntos al asistirse mutuamente. Y si bien, el


mundo humano seguía siendo el más próspero, todos los mundos se estaban
desarrollando sin problemas. Todos los dioses estaban confiados de que podrían
progresar ininterrumpidamente durante las siguientes decenas de miles de años.

Pero ninguno sabía en ese entonces, ninguno de los Seis Dioses, ni siquiera el Dios de
la Creación.

Que al interior del mundo, un ser silenciosamente estaba naciendo…

Así fue como el mundo nació y decenas de miles de años transcurrieron.

Sin embargo, desde un punto de vista actual, sigue siendo hace mucho tiempo atrás.

Para ti, sigue siendo una era mitológica.

En ese entonces, yo estaba en un rincón del Mundo Demonio. Por supuesto, sin
nombre. Era de este tamaño y forma desde que nací.

No, quizás más pequeño.

Una cabeza, cuatro extremidades, piel blanca transparente y alas en la espalda.

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La frontera del Mundo Demonio, era una tierra de muerte, llena de miasma y acechada
por bestias demoniacas. Yo no sabía esto en ese tiempo, pero la raza demonio lo
llamaba el fin del mundo. Allí en una cueva en algún lugar fue donde me establecí.
Nadie sabe cuándo fue la primera vez que llegué allí, tampoco yo.

Para el tiempo que me volví consciente, ya estaba en una cueva, devorando bestias
demoniacas para sobrevivir.

¿Dices que es imposible que eso pudiera suceder?

Incluso si me lo preguntas, no lo recordaría y nadie más sabía sobre eso tampoco.

Quizás nací en una aldea de los demonios y fui abandonado allí.

Quizás nací en otro mundo y fui teletransportado allí.

En ese entonces, cosas extrañas comenzaron a suceder en los Seis Mundos, nadie
sabía la razón.

De todas formas, no vi a nadie a mí alrededor.

Tampoco me lo cuestioné particularmente, debido a que no sabía nada.

¿Otras personas? ¿Cómo viven? ¿Hablan? ¿Aprenden? ¿Magia? Nada de eso.

Yo ahora soy un poco más sabio que la mayoría de las personas, pero sin nada que
aprender en ese entonces, no era ni la sombra de ello.

Cuando amanecía, me arrastraba desde mi cueva y capturaba bestias demoniacas.


Cuando estaba satisfecho, regresaba a la cueva y dormía.

Las bestias demoniacas eran criaturas despiadadas.

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Del tamaño de una colina, grandes y fuertes pero sorprendentemente agiles y capaces
de moverse en grupos.

La especie dominante en el Mundo Demonio era, por supuesto, la Raza Demonio. Sin
embargo, incluso ellos tenían problemas para lidiar con estas bestias sin capturarlas.

Pero incluso contra tales poderosos seres, yo fácilmente prevalecí.

Escabulléndome silenciosamente, golpeándoles un poco, asesinándolos y comiendo mi


ración. Totalmente solo.

Sí, era fuerte incluso en ese entonces. Fácilmente abrumando un par de bestias
demoniacas.

Sin embargo, tomaba más que solo fuerza para enfrentarse a las bestias, sino que
también sabiduría.

La sabiduría para construir trampas, instalar y engañarles.

Es por eso que viví libremente en ese rincón del Mundo Demonio.

No tenía duda alguna de que cazaría, viviría y moriría instintivamente.

Sin embargo, existe un momento clave para todo.

Un día, encontré algo ¿Qué crees que fue?

Era una familia de bestias demoniacas. En frente de un área protegida por el sol donde
yo yacía en espera, las bestias demoniacas estaban apiñadas las unas con las otras,
lamiéndose y jugando.

Cuando vi eso, tuve una sensación complicada. Una súbita sensación de estar solo en
el mundo, con el pecho apretado a causa de la ansiedad y la impaciencia.

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Bueno, en una palabra, era soledad.

Maté a las bestias y las comí pero la soledad que sentía no pasó. Cuando regresé a mi
nido y me acosté, mi soledad siguió sin sanar. Más bien, entre más me quedaba en la
oscura cueva, más solo me sentía.

Observé mis manos y pies en la oscuridad. Manos y pies completamente diferentes de


las bestias demoniacas, yo era una criatura diferente a ellas.

Pero jamás había visto a alguien como yo. Cuando me di cuenta de eso, la sensación
de soledad me abrumó.

Sin pensarlo salí hacia afuera. Atravesando mi territorio y comenzando a vagar sin
dirección.

Un día, maté muchos monstruos, eran varios tipos de bestias demoniacas. Unas con
ocho extremidades, otras con tres caras y otras similares a un montón de insectos
reunidos entre sí.

Sin embargo, todos eran diferentes a mí.

Maté a las bestias y seguí vagando.

Y entonces lo encontré. Una colección de edificios cuadrados rodeados por altas


murallas.

Sí, un pueblo.

Un pueblo demonio, había criaturas en el pueblo que se veían igual que yo, una cabeza,
dos manos y dos piernas. Ninguno era lo mismo que yo y había pequeñas diferencias
entre los individuos, pero eran lo más parecido a cualquier otra bestia demoniaca que
había visto.

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Había muchas de tales criaturas, viviendo en comunidad.

Estaba emocionado, también deseaba amigos.

¿Quizás esto sanará mi soledad?

Me acerqué al pueblo con mi corazón arremetiendo a toda velocidad, pero la primera


persona que me encontró gritó y gritó.

“¡Monstruo!”

Una gran multitud rápidamente se reunió en frente de mi confundido yo, todos con
armas en mano.

¿Por qué me miraron y tuvieron esa reacción inicial?

No entendí nada en ese momento. Después de todo, jamás me había visto a mí mismo.

No entendía.

Obviamente era diferente de las personas del pueblo.

¿Garras y colmillos?

No, no era eso. Muchos demonios también tenían garras y colmillos.

¿Estos ojos Dolados?

No, no solo ojos Dolados. Los demonios tenían ojos de todas las clases.

Lo que pensaban que era tabú era mi cabello.

Mira aquí, mi cabello moteado de color plateado y verde.

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¿Notas cuando miras de cerca que el patrón de las manchas parece cambiar?

Puede que te hayas acostumbrado a ello, pero otros lo encuentran perturbador,


despertando una profunda ansiedad e incomodidad. Solamente por eso, era entendible
que pensara que yo era un monstruo.

La gente, con armas en mano, me rodeó con clara hostilidad e intenciones asesinas.
En respuesta, pensé en como mostrarles que yo era inofensivo.

Quizás debería haber escapado. Pero en algún rincón de mi mente, pensé que estaría
bien si era atacado. A pesar de que estaba rodeado por gente hostil, no pensaba que
fueran muy fuertes. De hecho, si realmente peleábamos ¿Acaso tendrían oportunidad?

Pero antes de que eso pudiera suceder, una persona apareció. Este tenía un
gigantesco cuerpo y piel negra, era un hombre con seis brazos.

Sí, era el Rey Demonio.

Repentinamente me atacó, era terriblemente poderoso.

Luché desesperadamente, pero fui derribado, mis garras destrozadas y mis alas rotas.

Fue imposible sin importar como resistiera.

No tuve más opción que escapar, tras haberme enfrentado por primera vez con un
oponente más fuerte, huí arrastrando mi herido cuerpo.

La muerte era terrorífica y yo no quería morir. Pero también me sentía triste, debido a
que las personas que me vieron no pudieron aceptarme.

Arrastré mi maltrecho cuerpo de regreso a mi nido.

En la oscura, silenciosa y desorganizada cueva, mi soledad regresó.

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Dolor, tristeza y soledad.

Todo eso era para mí.

No había furia, la única pregunta que tenía era ¿Por qué?

Las preguntas fueron creciendo y me pregunté a mi mismo varias veces, aunque no


pude encontrar respuesta alguna.

Supongo que puede que todavía esté buscando una.

Cuando mis heridas sanaron, regresé a la aldea.

Yo sabía.

Estaba seguro que lo mismo volvería a repetirse.

Pero no podía superarlo.

La soledad era mucho más fuerte que el dolor. Fui a la aldea, observando con envidia y
eventualmente incapaz de seguir evitando acercarme fui otra vez alejado.

Eso se repitió.

Esto era algo que yo no sabía en ese momento, pero parecía que era temido por los
demonios debido a que yo era “una bestia demoniaca con forma de hombre.”

Una poderosa criatura que ni siquiera el Rey Demonio podía derrotar, regresando
persistentemente sin importar cuantas veces fuera alejado.

Y así viví durante cientos de años, solo y herido.

Pero todo tiene un final.

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Un día, recibí una herida fatal.

No fui derrotado por el Rey Demonio.

Ni fui derrotado por las bestias demoniacas.

Mi oponente fue una criatura que jamás había visto antes, su cuerpo era tres veces
más grande que un monstruo normal y mucho más veloz. Tenía muchas cabezas,
escupía fuego y una niebla venenosa, era mucho más poderosa que los monstruos con
los que me había enfrentado antes.

No era una bestia demoniaca, sino que un monstruo de verdad.

Los monstruos del Mundo Demonio eran muchos más poderosos que los de aquí.

Fui quemado, perforado, golpeado y apenas logré escapar con mi cuerpo entero.
Usualmente tras eso regresaría a mi nido, comería algo y dormiría para así dejar que
mis heridas sanaran. Pero esa vez, mis heridas no sanaron y la sangre siguió saliendo.

Probablemente se debía al veneno del monstruo.

Instintivamente me di cuenta que mi muerte se acercaba. Yo no sabía nada, pero tenía


un entendimiento sobre la muerte.

Había matado y comido muchas bestias demoniacas. Como testigo de decenas de


miles de muertes, sabía lo que significaba esta.

A medida que mi consciencia comenzaba a desvanecerse, supe que iba a morir y que
ese momento no estaba demasiado lejos.

Consideré varias formas de sobrevivir pero no había nada que pudiera hacer en ese
estadio de la situación.

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Hoy en día hubiera utilizado una técnica de desintoxicación, pero en ese tiempo yo no
sabía nada.

Ahí fue cuando él apareció.

“Hmm. Decidí venir luego de escuchar que había un monstruo con forma de hombre
pero…que interesante.”

Desde mi perspectiva, solo podía sentir que alguien estaba ahí.

Mientras estaba al borde de la inconsciencia, él me miró desde arriba, mientras seguía


sangrando.

“Una mezcla de raza demonio y dragón ¿Dónde y cómo naciste?”

Miré a la otra persona aturdido.

Él me miró, una cabeza y dos extremidades. Alas en la espalda, los ojos eran Dolados,
sus colmillos y garras eran largos y afilados.

Era igual que yo.

La única diferencia era que su barba era plateada y su piel estaba cubierta de escamas
plateadas.

“¿Esto también es debido a la influencia de los monstruos?”

Él vio que no tenía ni siquiera la fuerza para levantarme.

Y entonces nuestros ojos se encontraron.

Su mirada era aguda, pero llena de una inconmensurable calidez, esa mirada todavía
puedo recordarla claramente.

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Esos ojos que jamás había encontrado antes.

“Está bien. Si el Dios Demonio te ha abandonado durante tanto tiempo, entonces no le


molestará si simplemente te llevó lejos, a pesar de que tienes tantos usos, que
lástima…”

Por supuesto, no reconocía lo que esas palabras querían decir.

Sin embargo, recuerdo el sonido de estas. Jamás podría olvidarlo.

Por lo que, tras aprender a hablar, recordé lo que dijo y lo aprendí mucho más adelante.

Él cerró su puño por sobre mí. Afiladas garras perforaron su palma y una roja sangre
comenzó a fluir. La sangre cayó sobre mis heridas y entonces estas, las cuales no
mostraban señal alguna de mejorar hasta ahora, comenzaron a cerrar.

Cuando él vio que las heridas desaparecieron, se quitó su capa y me envolvió. Abrí mis
ojos sorprendido cuando el dolor repentinamente desapareció y vi que él me estaba
llevando en brazos.

En la entrada de mi nido había un gigantesco animal muerto de algo.

Volví a estar sorprendido.

Estaba familiarizado con eso, era el monstruo que casi me había matado. Convertido
en un maltrecho cadáver.

Probablemente, tras haberme herido mortalmente…fue derrotado por él.

“Un monstruo…es un alivio que solo unos pocos han aparecido en mi mundo.”

Cuando él dijo eso, mi consciencia se desvaneció.

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Cuando recuperé la consciencia, mis alrededores habían cambiado.

No más pantanos venenosos, miasma o el suelo color cobre con el que estaba
familiarizado.

Lo que vi eran montañas y tampoco montañas ordinarias.

Debido a que estaban al revés.

Las montañas crecían desde el cielo hacía abajo.

“¡…!”

Por un momento pensé que me tenían al revés o que el mundo se había invertido.

Pero era diferente. La gravedad me estaba tirando de la forma habitual


pero…definitivamente había una montaña por sobre mío.

Y un cielo sin fin por debajo.

Un despejado cielo azul con blancas nubes hasta donde podía ver, por un momento no
me di cuenta de que era el cielo.

Debido a que el cielo del Mundo Demonio había sido siempre de color gris.

Y ahí me encontré volando.

No, no era yo.

Era la persona que me sostenía.

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Sí, el hombre que me había puesto dentro de su capa y me llevó con él volando
mientras me sostenía.

“¿Has despertado? No te vuelvas loco ahora.”

El hombre dijo eso cuando notó que había despertado.

Yo jamás había hablado antes, así que no entendía el significado de lo que estaba
diciendo. Sin embargo, recuerdo haber estado asustado del cielo que estaba abajo.

Me recogí sobre mí mismo, el hombre estaba satisfecho con esa reacción y aceleró.
Volamos por el cielo de esa forma por un tiempo.

Este mundo con el cielo y las montañas invertidas era un escenario nuevo para mí.

El hombre no explicó nada y yo tampoco tenía conocimiento alguno sobre ello, pero
sabía que había llegado a un lugar diferente del mundo en que solía vivir.

No era el mundo donde había estado solo y había sido expulsado de la aldea, sino que
un mundo totalmente diferente.

Desde un mundo al que temía y al que ya no podría regresar. Cuando pensaba en ello,
sentí algo de nostalgia por esa oscura y desordenada cueva, pero la vista que me
rodeaba rápidamente avasalló esa sensación.

Este no era un lugar para que uno se sumergiera en la nostalgia.

Después de un tiempo, vi una gran montaña, tan alta que no pude ver su cima. Esta
montaña vino a predominar la vista a medida que nos íbamos acercando. Y entonces,
sin un batir o ruido alguno de las alas del hombre, comenzamos a descender.

¿Hay algo abajo?

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Miré en esa dirección mientras pensaba esto, notando algo en la ladera. No sabía lo
que era, pero si hubiera sabido en ese entonces, lo habría llamado una “pista de
aterrizaje.”

Una losa de piedra sobresalía desde un costado de la montaña, llevando a la entrada


de una gran caverna.

El afloramiento nacido a partir de roca y madera era claramente artificial. A medida que
me fui acercando, descubrí que había una multitud de personas en dicho lugar.

Ellos se veían igual que ese hombre. Eran criaturas con alas, escamas, colmillos,
garras y ojos Dolados.

“¡Dios Dragón-sama!”

“¡El Dios Dragón-sama ha regresado!”

“¡Escuchen! ¡Prepárense para darle la bienvenida!”

…Sí, su verdadera identidad era la del Dios Dragón, gobernante del Mundo Dragón y
Rey de su raza.

Ellos súbitamente armaron una conmoción cuando vieron al Dios Dragón y


rápidamente se alinearon en orden pulcramente en dicho floramiento.

Muchas personas.

Viendo a tantos de ellos juntos, me volví a recoger sobre mí mismo. En el Mundo


Demonio, los recuerdos de haber sido expulsado por los demonios una y otra vez
comenzaron a regresar. Pensé que podría ser atacado nuevamente.

“¡Bienvenido!”

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Pero, contrario a mis expectativas, ellos no atacaron. Cuando el Dios Dragón


descendió, su gente estaba alienada en una fila con sus brazos cruzados sobre el
pecho y sus alas ligeramente plegadas, con expresiones llenas de orgullo y dicha.

Eran expresiones que jamás había visto pero que sabía no albergaban hostilidad
alguna.

“¡Dios Dragón-sama, bienvenido!”

Había un hombre con un color ligeramente diferente al resto que se encontraba al final
de la fila. Era un poco más grande que las demás personas, con un aura diferente.

Sus escamas eran ligeramente verdosas, dándole una impresión de calma.

Sin embargo, su rasgo más distintivo eran sus ojos…bajo el mismo color Dolado que el
resto, en lugar de cualquier tipo de suavidad, una poderosa voluntad yacía dentro de
estos.

A primera vista, sabía que él era el líder de esa parvada. Pero, por supuesto, él no era
el alfa ahí, ese era el Dios Dragón.

Cuando el Dios Dragón se le acercó, este cruzó sus brazos sobre su pecho y plegó sus
alas. Un saludo de la más alta cortesía para la raza dragón.

“¿Qué tal estuvo la reunión?”

“Szilard, no hubo mucho progreso ¿Qué tal estuvieron las cosas aquí mientras estuve
lejos?”

“No mucho cambió por acá, pero los monstruos si aparecieron un par de veces.”

“¿Cuántas personas murieron?”

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“Tres. Dos a causa del primero y uno por el segundo, perdidas menores… ¿Qué es
eso?”

La persona llamada Szilard notó lo que el Dios Dragón estaba sosteniendo.

“Lo recogí en el borde del Mundo Demonio, es un niño mestizo de la raza de los
demonios y dragones.”

“Jamás escuché de alguien de la Raza Dragón en el Mundo Demonio.”

“Puede que se relacione con la aparición de estos monstruos.”

“Ya veo ¿Cuál es su plan para eso?”

“Lo criaré.”

Cuando el Dios Dragón dijo eso, Szilard me miró.

Quizás estaba receloso de un niño con un color de pelo tan tabú, pero él no dijo nada
de la decisión del Dios Dragón.

Él adoraba y confiaba más que nadie en el Dios Dragón, incluso entre los mismos
miembros de su raza. Él jamás dudaría de las acciones de este, tan pronto como hubo
entendido la situación, dejó de saludar y dio un paso atrás.

El Dios Dragón no siguió dando más explicaciones e hizo ingreso desde donde
estábamos, por supuesto, todavía sosteniéndome.

Él bajó por un oscuro y rectangular corredor. Mi sentido común me decía que entre más
profundo uno ingresaba en una cueva, más oscura y estrecha se volvería. Pero,
contrario a mis expectativas, el final del pasillo dio paso a una gran cavidad. Esta
cámara se encontraba llena de varios gruesos pilares, con edificios redondos unidos al

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piso, techo y a los mismos pilares. Es más, una poderosa fuente de luz ocupaba el gran
pilar del centro, iluminando el interior de la caverna como si fuera de día.

Muchas personas volaban entre los edificios redondos con sus alas. Sí, un pueblo en el
corazón de la montaña.

El interior de la montaña era hueco y había sido convertido en una ciudad.

El Dios Dragón saltó y sus alas se desplegaron. Había personas volando en el lugar,
pero todos los que veían al Dios Dragón dejaban de moverse y cruzaban sus brazos
por sobre el pecho a modo de saludo pero él siguió volando sin responder.

De inmediato supe hacia dónde íbamos, era el edificio más grande en la parte más
profunda de la ciudad. Desde la distancia, era un edificio simple y redondo, pero al
acercarme a este, descubrí que tenía relieves grabados por todas partes.

El Dios Dragón aterrizó ligeramente sobre una losa ligeramente levantaba cerca del
centro del edificio, entrando sin titubeo alguno.

El interior era tan amplio como se veía. Un gran salón, habitaciones y pasajes, cada
uno era lo más lujoso que alguna vez había visto.

El Dios Dragón bajó silenciosamente las escaleras, no había vacilación en su andar.


Parecía que su destino estaba claro.

Eventualmente, cuando llegó en frente de un cuarto, se detuvo. A pesar de que se


había detenido, fue solo por un momento.

A continuación, como si solo se hubiera detenido a pensar, el Dios Dragón golpeó la


puerta, tocando suavemente dos veces para luego abrirla.

“He vuelto.”

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“Bienvenido de vuelta, marido.”

Vi una cómoda cama con suaves telas, una mesa de madera, una silla de cuero y una
persona sentada sobre dicha silla, una mujer.

Era una mujer con una apariencia completamente diferente a las personas que
andaban volando por todo el lugar, fuera la ciudad o la pista de aterrizaje.

Su piel era blanca con un ligero matiz rosáceo, carente de escamas y suave.

Sin alas ni cola.

Sin afilados colmillos o garras.

Su vientre estaba ligeramente hinchado.

Ella era de una raza que yo no conocía.

“¿Quién es ese niño?”

“Hijo de un dragón y un demonio, lo recogí mientras estaba ad portas de la muerte en


la frontera del Mundo Demonio.”

“Oh, ya veo… ¿Lo vas a criar?”

“Efectivamente.”

“¿Entonces lo vas a adoptar?”

“¿Será un problema?”

“No, todo es de acuerdo a la voluntad del Dios Dragón.”

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Tras ubicarme en el cuarto, el Dios Dragón se dio media vuelta con la intención de
marcharse.

Sin embargo, inmediatamente fue llamado por la mujer.

“Marido ¿Cuál es el nombre del niño?”

El Dios Dragón, en respuesta, se dio vuelta y sacudió su cabeza, ligeramente


complicado.

“No tiene nombre.”

“Eso no está bien. Por favor dale un nombre adecuado, un padre debería nombrar a su
hijo.”

“¿Incluso uno que recogí?”

“¡Sí!”

Él me miró hacia abajo y en respuesta, yo lo miré hacia arriba, esperando.

“…Laplace, tu nombre es Laplace.”

Por supuesto, yo no le entendí. Fue la primera vez que tuve un genuino intercambio de
palabras con alguien. Pero incluso en ese momento entendí que ese hombre en frente
mío había dicho una palabra muy importante para mí.

“Laaa…Laa Paa Laa Suuu.”

Por esa razón intenté repetirlo desesperadamente.

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Esa palabra, mi nombre, jamás lo olvidaría.

Y así yo, Laplace, nací.

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Capítulo III

“Miembro de la Manada”

Laplace, así fui llamado y llevado al Mundo Dragón. Un lugar tan agreste como el
Mundo Demonio, con montañas ubicadas por arriba y cielo por debajo.

A los pies de dichas montañas era donde una gran cantidad de dragones se posaban
cuando no se encontraban volando debido a que el cielo no era un lugar seguro debido
a los dragones de mayor tamaño circulando. Criaturas más pequeñas carentes de alas
solo podían sobrevivir aferrándose a las laderas como si fueran carámbanos.

Sin embargo, incluso en tal mundo, una raza de personas dominaba, esta era llamada
la Raza Dragón. Con alas y afiladas garras, ellos volaban libremente por el cielo,
haciendo uso completo de su poderosa fuerza, cazando a las bestias dragones en
grandes grupos.

Pero ellos tampoco comenzaron siendo el depredador por excelencia del lugar.
Originalmente, ellos también fueron débiles, escondiéndose en las cavernas de las
laderas, viviendo solo de lo que no podía ser capturado por los dragones más grandes.

Fue un hombre quien cambió esto. Sí, fue el Dios Dragón.

Un día, él Dios Dragón apareció en frente de la débil Raza Dragón y demostró su poder.
El poder que descansaba al interior de su especie y cómo usarlo.

La Raza Dragón tenía un poder llamado Dragón Touki, con este, podía multiplicar
exponencialmente sus habilidades y endurecer su piel, el poder para incluso perforar la
más densa piel dragón de un solo golpe. Aunque este en sí mismo era poseído por
otras razas, el Dragón Touki era por lejos el más superior de todas.

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El poder máximo.

Luego de que el Dios Dragón les enseñara como extraer y usar dicho poder, la Raza
Dragón se convirtió en la dominante. Reuniéndose, encontrando la fuerza en números
y cazando a los dragones, terminando asentados en la cima de la cadena alimenticia.

Construyeron una ciudad alrededor del Dios Dragón, intercambiando información con
otros mundos y desarrollando su cultura a medida que prosperaba. Sin embargo, el
nivel de civilización era similar a la de los demonios…no era tan alta comparada a lo
actual. Eso se debía a que la Raza Dragón era lo suficientemente fuerte como para
sobrevivir sin desarrollar una civilización. Un mundo donde no tenías que preocuparte
por enemigos de afuera. Un mundo donde no teníamos que sentir hambre y donde
alguien te daría comida incluso si no hacías nada.

Paz, un concepto que me era ajeno en ese tiempo.

Se me otorgó un cuarto en la residencia del Dios Dragón.

La mansión era uno de los lugares más lujosos en todo el Mundo Dragón, existían
muchos cuartos y un sinnúmero de sirvientes que trabajaban allí.

Se me había dado una habitación simple y pequeña, pero mucho más cómoda que la
cueva en la que solía vivir. Después de todo, tenía una cama, comida, ropa y cualquier
cosa que necesitara.

La mansión era grande y había muchos sirvientes. Sin embargo, no había muchas
personas a los que los sirvientes podían servir.

Solo al Dios Dragón y su mujer, Lunaria-sama.

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Lunaria-sama casi nunca dejaba el hogar, probablemente debido a su embarazo. El


Dios Dragón usualmente salía y solo regresaba cada par de días, pero cuando
regresaba, él siempre se tomaba su tiempo con ella.

Era adorada como si fuera un tesoro.

Ese tesoro atraía muchos curiosos visitantes. A diario alguien visitaba, hablaba,
compartía una comida y se iba a casa. Pero incluso más que los visitantes, ella pasaba
la mayor parte de su tiempo conmigo, tanto así, que parecía que Lunaria-sama siempre
estaba a mi lado.

“Tú eres el hijo adoptado del Dios Dragón, por lo tanto también eres mi hijo. Por favor
ten por seguro, este también es tu hogar.”

Ella decidió criarme de acuerdo a las palabras del Dios Dragón. Sin embargo, no hizo
nada conmigo. Todo lo que hacía era visitar mi cuarto, sentarse a mi lado y observarme
serenamente. Ella era una semidiosa nacida en la nobleza, así que no tenía un
concepto de “educación.”

Eran principalmente los sirvientes quienes se encargaban de mí. Estos seguían las
palabras de Lunaria-sama y me trataban como a un príncipe. Me alimentaban, bañaban
y vestían.

Sin embargo, yo no tenía experiencia alguna con estas cosas. A la hora de la cena, no
sabía cómo usar los utensilios y me gritaban. A la hora del baño, lloraba al ser cepillado
con los duros cepillos de la Raza Dragón y al ser vestido, me seguía moviendo
violentamente por lo que terminaba dañando las ropas. Siempre que esto sucedía, los
sirvientes fruncían el ceño y me regañaban, como si hubieran estado entrenando a un
perro. Sin embargo, Lunaria-sama era diferente.

“Oigan, no sean tan duros con él. Incluso si se ve grande, en realidad es solo un bebé.
Solo enséñenle y déjenlo crecer lentamente.”

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Ella les dijo a los sirvientes que me dejaran solo utensilios que fueran sencillos de usar,
un suave cepillo que se adecuara a mi piel sin escamas y que me cambiaran mi ropa a
un material elástico. Tal como puedes ver de tal consideración, Lunaria-sama me dio la
bienvenida.

Tal como había dicho el Dios Dragón, ella me trataba como su propio hijo. Incluso con
su verdadero hijo a punto de nacer, ella me trató a mí, quien llegó de la nada, como si
fuera suyo.

Incluso hoy en día, mis lágrimas surgen en gratitud por la bondad y amabilidad de
Lunaria-sama.

“Ese vagabundo que el Dios Dragón recogió…”

“Es como una bestia…”

Pero los sirvientes no.

Ellos no estaban felices por mi existencia. Debido a que mi cabello era del color más
tabú de todos, temían que albergara algún terrible poder. Ellos temían que tarde o
temprano mostraría mi verdadera naturaleza y atacaría a Lunaria-sama.

Sin embargo, los sirvientes también eran de la Raza Dragón.

Ellos jamás irían en contra de la voluntad del Dios Dragón y Lunaria-sama.

Obedientemente siguieron sus órdenes, aun si estuvieran descontentos. Incluso ya


estaban preparados para proteger y escudar a Lunaria-sama de mí en caso de
emergencia. Estaban claramente resueltos a servirle y estar cautos a mí alrededor.

Y aun así ¿No es como si hubiera hecho algo?

No, en verdad si hice varias cosas.

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Básicamente, solo andaba detrás de Lunaria-sama. Por supuesto, no andaba vigilando


a Lunaria-sama para atacarla, solo intentaba protegerla.

No tendría conocimiento, pero tenía sabiduría.

Yo sabía quién había sido el que sanó mi herida fatal y me había rescatado de ese
solitario lugar. Ahora, aquí en el nido de mi benefactor, rodeado por su manada, fui
hecho un miembro más de esta. Así que juré proteger a la mujer que apoyaba al jefe
desde atrás.

Pero era mi primera vez siendo un miembro de la manada.

Como un integrante de esta, hice lo que pude. A diario, recorría cada esquina de la
mansión buscando alguna anormalidad. Revisaba cada cuarto y miraba todas las
ventanas, buscando reiteradamente intrusos.

Era la sabiduría que obtuve al luchar contra bestias demoniacas y cuando fui el
“monstruo con forma de hombre.”

Si uno patrullaba a diario su territorio en busca de alguna anormalidad, naturalmente


terminarías entendiendo el peligro.

Por supuesto, los visitantes eran algo diferente a los intrusos.

Yo sabía que el jefe de mi manada era a su vez el jefe del lugar.

Respeto por el más fuerte.

Si puedes hacer eso, no eres un intruso.

Así es como protegía la mansión y a Lunaria-sama.

Jamás dejé el edificio, me dediqué a mi trabajo, proteger el nido era mi misión.

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¿Cómo un perro guardián?

No digas eso. Incluso si mi manada decía eso, jamás pensé así de mí mismo.

Pero en verdad, puede que hubiera estado actuando como una mascota o algo así.

Dado que beneficiaba a Lunaria-sama, a mí mismo y a los demás sirvientes, continué


con mi trabajo fielmente.

Ocasionalmente, el Dios Dragón regresaría a visitar a Lunaria-sama y me vería.

Eso se volvió nuestra rutina.

Y así un año pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Un año.

Puede que pareciera como mucho tiempo, pero para nosotros que vivimos decenas de
miles de años, era como dos o tres días. No habría sido extraño si esto hubiera seguido
así por cientos de años.

Pero eso no ocurrió.

Ya sea que sintió lástima por su fiel perro guardián o decidió que podía hacer algo
mejor…El Dios Dragón decidió dar inicio a mi educación.

“Así que, tú eres el niño que el Dios Dragón-sama recogió ¡Y ese es el siniestro cabello
tal como escuché de los rumores!”

Dijo cierta persona con total honestidad.

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Un día de la nada, ella llegó repentinamente a la mansión del Dios Dragón,


abalanzándose hacía mi esquina en la mansión, comenzando a lanzarme
unilateralmente palabras de ese tipo.

“El Dios Dragón-sama me ordenó entrenarte, así que tu educación es ahora mi


responsabilidad. No te discriminaré debido a que eres un mestizo con la Raza Demonio,
simplemente te trataré como un dragón sin escamas.”

La educadora era una mujer.

Una miembro de la Raza Dragón con alas excepcionalmente largas y hermosas


escamas blancas. Sin prestar atención a mi propia confusión, ella siguió hablando.

Por supuesto, tampoco la entendía a ella. Después de todo, seguía sin entender el
lenguaje dragón.

Lunaria-sama me crió pero no me enseñó nada. Una vez más, ella era parte de una
familia real, así que probablemente no creía que necesitara hacerlo, los sirvientes
pensaban lo mismo.

El enseñar el lenguaje a aquellos que no lo hablaban no era parte del trabajo.

“Woo…”

Gruñí, amenazando a la mujer.

Ella entró en la mansión, actuando hostilmente conmigo. Yo seguía siendo parte de la


manada, aun si bien estuviera al final del escalafón.

“¡Ja ja! ¡Esa es una buena mirada! ¡Pero definitivamente te haré obediente! ¡No te
resistas!”

Pero ella no atacó.

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“¡Wooof!”

Solamente necesitaba gritar. Si gritaba, toda la manada sería alertada del peligro. Ya
fuera que vinieran a luchar o huir, podría conseguir algo de tiempo.

Yo pensaba que ese era mi deber al estar en lo más bajo del grupo.

“¡Vamos, pelea! ¡Te daré una paliza para que entiendas cuál es tu lugar aquí!”

“¡Grrrrrow…!”

No me moví frente a la provocación de la mujer. Debido a que hubo una conmoción en


la mansión después de que levantara la voz.

Un grupo de personas se estaba acercando, sirvientes de Lunaria-sama.

El momento que había estado esperando.

“Ah ¿No vas a atacar? ¿Una señal de sabiduría o timidez…?”

“¡¿Qué sucede?!”

Los primeros sirvientes aparecieron, yo pensé que mis aliados habían llegado por lo
que me preparé para luchar, encorvándome listo para saltar.

Si todos atacábamos al unísono, nuestras probabilidades mejorarían.

Era la sabiduría del Mundo Demonio, pero también una regla universal.

“Ah… ¡¿Finalmente mostrando tu verdadera naturaleza?!”

Pero los sirvientes no actuaron como había esperado.

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En lugar de la mujer, ellos me rodearon a mí.

Mostrándome sus garras y colmillos, con sus espaldas descubiertas dirigidas hacia la
mujer.

“¿Woo…?”

No entendía la razón, se suponía que era parte de la manada de los sirvientes.

Ellos incluso me daban comida.

A pesar de que teníamos un intruso, ellos en su lugar eran hostiles conmigo. Bueno,
ciertamente ellos han estado recelosos de mí desde un principio. Como sea, quedé
impactado por esto y recordé la soledad que en ese momento volví a sentir. Tristeza
fue lo que sentí al estar solo incluso allí.

“¿Qué están haciendo?”

Una tranquila pero penetrante voz resonó, era Lunaria-sama.

Cuando ella ingresó sin prisa alguna al cuarto, pudo ver que yo estaba rodeado por
garras y colmillos ante lo cual se mostró sumamente descontenta. Siendo honesto,
pensé que ella sería igual que los sirvientes.

“Lunaria-sama, es peligroso. Por favor, retroceda.”

“¿Qué es peligroso?”

Lunaria-sama se coló entre medio de los sirvientes, trotando hacia donde yo estaba. No
hubo momento para que los sirvientes pudieran detenerla. No, los sirvientes intentaron
pararla, pero Lunaria-sama pasó entre medio de ellos sin prestar atención alguna.

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Realmente no sabía qué clase de poder blandía, pero…yo solamente pensaba en ella
como la mujer del Dios Dragón.

Ella abrazó a mi yo aterrorizado mientras que con una despectiva mirada decía:

“¿Acaso se han olvidado de lo ordenado por el Dios Dragón? ¿Quién les dijo que
cuidaran de este niño?”

“¡…Lo lamentamos!”

Los sirvientes inmediatamente cruzaron sus brazos por sobre el pecho, plegando a su
vez las alas.

Recuerdo con bastante claridad esa vez. Después de todo, jamás antes había sido
protegido por alguien de esta forma. Pero yo estaba buscando algo más, estaba
ansioso por ayudar y que me prestaran ayuda, protegernos los unos a los otros y vivir
nuestras vidas.

Así que, incluso después de descubrir el origen de Lunaria-sama, mi ira y odio no se


volcó sobre ella, la seguí respetando y amando.

Bueno, dejemos eso por ahora.

Lunaria-sama observó a los sirvientes mientras estos retrocedían y luego se dispuso a


mirar a la mujer.

“¿Qué sucedió, General Dragón? ¿Qué asuntos tiene que tratar en mi casa?”

Incluso la Comandante Dragón se cruzó de brazos y plegó las alas para saludar a
Lunaria-sama.

“¡El Dios Dragón-sama me ha pedido que eduque a Laplace!”

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Lunaria-sama se quedó mirándole inexpresivamente por un momento, pero su actitud


pronto se suavizó.

“Entonces me disculpo por esta conmoción. Laplace, él no conoce nuestro lenguaje


todavía.”

“Eso está bien. Estoy acostumbrada a entrenar niños violentos, no hay problema.”

Cuando ella dijo eso, Lunaria-sama suspiró aliviada y a continuación, tras acariciar
suavemente una de mis alas, se levantó.

“Laplace, aprende como corresponde.”

Lunaria-sama dijo y acto seguido, con un suave caminar, abandonó la habitación.

Los sirvientes también la siguieron, solo ella y yo permanecimos en el cuarto.

“Bueno ¡Continuemos, cobarde!”

“…”

Ella me provocó igual que antes, apuntándome con su dedo y haciendo luego un
movimiento con este en su dirección.

Sin compartir palabras, era el gesto universal de “ven a mí.”

Por lo que escuché más adelante, al educar a alguien, ella siempre intentó enseñar
primero que todo, jerarquía. Diciendo algo que desde arriba, los derribas hasta que se
someten y tras eso ellos escucharan lo que tienes para decir.

Esto era especialmente efectivo para las bestias y los niños que no entendían las cosas.
De hecho, ella había amansado Dragones Rojos usando dicha metodología.

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Esta fue la razón por la que ella fue elegida como mi maestra, era la única con el
apetito para enseñarle a un niño salvaje del Mundo Demonio.

A propósito, no es como si yo hiciera lo que ella esperaba. La miré pero jamás le


mostré los dientes o las garras. Por supuesto, tampoco gruñí o grité, me mantuve en
silencio y escuché.

“¿Qué pasó ahora? ¿Estás asustado? ¡Vamos, ataca!”

No actuando de acuerdo a sus expectativas, ella me agarró del brazo violentamente,


pero la ignoré. Por el contrario, solo me quedé parado y no ofrecí resistencia alguna
como si hubiera estado esperando mi siguiente orden.

Si, supe a partir de la última conversación que esta no era una intrusa y que quizás,
ella estaba bastante en lo alto de la manada. Por lo que si me ponía ruidoso e
intimidante con a ella, sería un hecho que el resto de la manada estaría enojada
conmigo, yo mismo estaba arrepentido.

“Hmm, así que ya te rendiste.”

Normalmente, ella lanzaría un par de golpes contra las actitudes irrespetuosas, pero
esta vez, se dio cuenta de que probablemente sería contraproducente.

Así que, suspiró mientras liberaba mi brazo de su mano.

“Muéstrame respeto y sométete. Yo no miento, sé honesto y confía en mí con todo tu


corazón, sin quejarse o decir que no puedes. Es una pérdida de tiempo y si no te rindes,
yo con seguridad te criaré para que seas un espléndido Guerrero Dragón.”

Ella cruzó los brazos y batió las alas. Mirándome desde arriba, declarando esto de
manera arrogante.

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Actuando bastante petulante pero así es como ella era. Usualmente diría cosas de una
manera presuntuosa pero aun así cumpliría con seguridad lo que había prometido.

Ella era una maravillosa persona.

“Yo diría que es un honor poder aprender de mí, uno de los cinco Generales Dragón.
Puede que no sepas que es un honor ¡Pero eventualmente aprenderás a estar
agradecido!”

Ella permaneció callada unos cuantos segundos tras eso. Yo no lo sabía en ese
momento, pero su plan original era aparecer, disciplinarme un poco y listo.

El mínimo de disciplina para ella, por supuesto, era dejarte tan herido que no podías
seguir moviéndote.

Las bestias no entendían hasta que las golpeabas un par de veces y se daban cuenta
que la resistencia era inútil, siendo lastimado una y otra vez, hasta que pudiera sentir
reflexivamente el dolor.

Dado que yo me sometí desde el comienzo, eso no sería necesario.

“Volveré mañana, no cambies tu actitud actual.”

A continuación, se dio media vuelta y se fue, pero yo todavía tenía algo que decirle.

Me moví en su dirección mientras me daba la espalda y entonces, se movió con una


tremenda velocidad. Para el momento que mi cerebro entendió que se había movido,
su puño ya estaba frente a mi sien.

Quizás pensó que yo era un astuto animal que solo mostraba obediencia para después
atacar cuando le dieran la espalda.

Como sabrás, hay muchas bestias que son así.

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Ella se dio vuelta para bloquear mi ataque y estuvo a punto de golpear mi cara como
contraataque, pero se detuvo.

“¿…?”

Debido a que no hubo ataque, yo solo estaba haciendo una pose que le era familiar.

Una pose con los brazos cruzados y las alas plegadas.

Sí, el saludo de la Raza Dragón.

“Yo, Laap…La-Laplace.”

Yo solo conocía esa palabra. No entendía el lenguaje, así que solo podía decir eso.

Oh, a propósito, ni siquiera entendí algo de lo que ella había dicho.

“…Dola. General Dragón de la Tribu del Dragón Blindado, Dola. Recuérdalo.”

Dola-sama.

Ella dijo su nombre. Por primera vez, como si se hubiera dado cuenta que todavía no
se había presentado.

“Dola.”

Así que lo recordé.

La primera cosa que aprendí de mi educadora fue su nombre.

Y al día siguiente, mi educación a manos de Dola-sama, la General Dragón comenzó.

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Capítulo IV

“El Entrenamiento de la Raza Dragón”

Durante el primer año, Dola-sama solo me enseñó palabras. No podría aprender nada
si es que no aprendía a hablar.

Dola-sama decía que tomaba diez años dominar el lenguaje, al domar Dragones Rojos
salvajes, tomaba esa cantidad de tiempo para que los entrenados siguieran las órdenes.

Y dado que yo crecí sin aprender a hablar, era simplemente natural que esperara eso.
Pero, contrario a sus expectativas, yo era rápido a la hora de aprender. Recordaba
cada palabra y oración que pronunciaba, practicando por mi cuenta constantemente y
trabajando diligentemente para internalizar sus significados.

Absorbiendo conocimiento como si fuera una esponja de mar seca, me tomó solo un
año el dominar el Lenguaje Dragón.

Una vez que aprendí a hablar, el resto siguió con facilidad.

Dola-sama me enseñó caligrafía, historia, geografía, estatus, relaciones, etiqueta,


industria y varios otros temas de conocimiento general para la Raza Dragón.

“-Montañas arriba y el cielo debajo, Dragones de Tierra deambulan a los pies de las
montañas mientras que los Dragones Rojos y Azules anidan en las cumbres, cada uno
con su propio territorio y nidos.”

“Sí.”

“Dragones Rojos y Azules habitan diferentes nichos, separados por una capa de nubes.
Los Dragones Azules vuelan a baja altura. Solo cuando incuban a sus crías cada
cientos de años que descienden a la cima de las montañas. Los Dragones Rojos son

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más agresivos y territoriales. Fueron estos últimos quienes atacaron y depredaron a


nuestra clase en las montañas.”

“Pero eso es cosa del pasado.”

“Efectivamente. El tiempo cuando la Raza Dragón todavía „luchaba‟ contra los


Dragones Rojos ya es cosa del pasado. Ahora simplemente los cazamos
unilateralmente ya sea por su carne o para domesticarlos como ganado.”

“¿No fue Dola-sama quien los domesticó?”

“Ah, te acuerdas de eso ¿Alguna otra pregunta?”

“¿Que hay bajo el cielo?”

“Se dice que una monstruosa serpiente negra se alimenta de la carroña que cae de
arriba. Aunque yo misma jamás la he visto.”

Dola-sama respondía todo lo que yo preguntaba.

Siempre respondía con seriedad, si algo no lo sabía o no lo había visto, ella lo decía,
tomando extremo cuidado en enseñarme todo lo que supiera.

A veces si algo no lo sabía, ella lo investigaría y regresaría con una respuesta. Dola-
sama normalmente no era una educadora tan entusiasta, pero como la teniente más
leal del Dios Dragón, era imperdonable fallar a una orden directa de este. No había
mejor educación que la impartida por Dola-sama.

En retrospectiva, fue un gran honor que me enseñara, se debió a ella a que estoy tan
bien versado en el Mundo Dragón.

¿Qué fue lo que aprendí?

Bueno, hay tanto que no sabría por dónde comenzar…

Primero, donde yo estaba, era la montaña más grande y el centro del Mundo Dragón,
era la Montaña Rugido del Dragón.

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¿Hmm? ¿Qué si acaso no es esta dónde estamos ahora?

No, nuestra montaña actual es aquella que yo renombré.

Pero dejemos eso a un lado por ahora.

La ciudad en el centro hueco de la Montaña Rugido del Dragón era llamada Kayos,
básicamente era la capital de la Raza Dragón.

Toda mi tribu vivía allí, así que estaba densamente poblada.

La mansión del Dios Dragón, oficinas administrativas, oficina de Correos, bibliotecas,


Instalaciones de Investigación, graneros, almacenes de comida, bases de los
Guerreros Dragón y otras importantes instalaciones.

Por supuesto, la Raza Dragón tenía más que solo la Montaña Rugido del Dragón.

El mundo tenía 122 ciudades, cada una habitada por varias tribus de la Raza Dragón.

Comparadas a la Montaña y Kayos, las demás parecían aldeas en comparación. Por


supuesto, en un peligroso mundo donde despiadados dragones vagaban, no había
verdaderas aldeas, dado que todas las tribus debían poseer la suficiente fuerza de
combate para exterminar nidos de Dragones Rojos. De lo contrario, ellos
probablemente serían los aniquilados por estos.

¿Huh?

¿No estamos hablando de la era mítica?

¿Acaso las ciudades no son de la misma forma acá?

Para el tiempo que yo llegué, ya eran de esta forma.

En primer lugar, nosotros aprendimos como construir ciudades gracias a la Raza


Humana.

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Ignorando el tiempo previo a conocer los dioses, actualmente todos los mundos eran
más o menos así, si es que no miras muy de cerca.

El Dios Dragón amaba profundamente a la Raza Dragón, protegiéndolos


diligentemente, pero incluso él no podía proteger las 122 ciudades por su cuenta.

El Dios Dragón era poderoso pero no omnipotente, había lugares que también estaban
fuera de su alcance.

Es por eso que a partir de la Raza Dragón, él creó a los cinco individuos más
poderosos, los Generales Dragón y les confió proteger el mundo.

Los Cinco Generales Dragón.

De la Tribu del Dragón Santo, el General Dragón Szilard.

De la Tribu del Dragón Oscuro, el General Dragón Maxwell.

De la Tribu del Dragón Enloquecido, el General Dragón Caos.

De la Tribu del Dragón Robusto, el General Dragón Cristal.

De la Tribu del Dragón Blindado, la General Dragón Dola.

Ellos ayudaban al Dios Dragón y defendían la Raza Dragón.

Los Cinco Generales Dragón juraron lealtad absoluta al Dios Dragón y este a su vez les
confió las más tareas más importantes. Su composición no había variado incluso a
medida que la Raza Dragón se multiplicaba. Pero una vez que la necesidad de defensa
se redujo, sus tareas evolucionaron en contraste.

Se decía que incluso entre los Cinco Generales Dragón, Dola-sama era particularmente
leal al Dios Dragón. Ella tomaba esto como un gran punto de orgullo, aspirando a que
el resto de la Tribu del Dragón Blindado y la totalidad de la Raza Dragón llegaran a su
nivel.

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Sin razón particular, era su elección debido a que pensaba que era lo único que
correspondía.

“El Dios Dragón-sama salvó tu vida, así que dedica tu vida en completo servicio del
Dios Dragón.”

Y así ella me lo enseñó también, constantemente.

“Sí, Dola-sama. Dedicaré mi todo al Dios Dragón-sama.”

Por supuesto, yo concordaba fervientemente. Probablemente debido a que mi


educación era más bien un lavado de cerebro, o quizás yo siempre pensé de esa forma.

Luego de experimentar soledad, momentos cercanos a la muerte y desesperación en el


Mundo Demonio, jamás podría olvidar al Dios Dragón-sama como mi salvador desde
ese día.

“Ja ja, te convertirás en mi mejor estudiante.”

Dola-sama estaba feliz de ver mi lealtad.

La mayoría de las personas, tras el constante lavado de cerebro de Dola-sama,


eventualmente recurrirían a decir “Ya lo sé, no tiene que seguir repitiéndose.”

Por supuesto, nadie realmente discreparía, debido a que todos los miembros de la
Raza Dragón adoraba y le había jurado lealtad al Dios Dragón-sama, pero para Dola-
sama el “deje de repetirse a sí misma” era una señal de deslealtad.

La verdadera lealtad significaba que siempre podías decirlo con palabras.

Sí, como yo.

Para entonces, aprendí un poco sobre Lunaria-sama.

“Lunaria-sama es la mujer del Dios Dragón-sama, escuché que ella es la hija del Dios
Humano, pero no conozco los detalles.”

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El Dios Dragón-sama había traído consigo a Lunaria-sama, hace unos ¿Mil años?

Para Dola-sama, eso no era hace mucho tiempo. El Dios Dragón-sama repentinamente
trajo a Lunaria-sama un día y la declaró como su mujer.

¿Por qué el Dios Dragón-sama se casó con alguien que no era de la Raza Dragón?

Él no dio mayor explicación. Por supuesto, hubo algunas quejas.

¿Por qué no alguien de la Raza Dragón?

Habian muchas mujeres que eran dignas del Dios Dragón en la Raza Dragón, Dola-
sama incluida, pero esta última jamás se quejó por no haber sido elegida.

Ella dijo:

“El Dios Dragón-sama tuvo sus propias razones. Él siempre está pensando en nosotros,
la Raza Dragón. Incluso cuando él hace algo que nosotros no entendemos, está hecho
para el futuro de nuestra raza, así que no necesita explicación.”

¿Un poco fanática?

Tú simplemente no sabes apreciar su lealtad.

Pero regresemos a Lunaria-sama, por supuesto, existió una gran brecha entre Lunaria-
sama y la Raza Dragón. Tras aproximadamente un siglo, cualquier descontento sobre
ella hubo desaparecido.

Debido a que Lunaria-sama era siempre tan benevolente como una Diosa, siempre
cuando hablaban con ella, todos sentían una inusual paz, como si todo fuera
perdonado.

Tras hablar con ella, todos la pudieron aceptar como la mujer del Dios Dragón-sama.

Aunque, mis sentimientos por ella iban más allá de la lealtad. Yo no había olvidado
como me había cuidado en el último año.

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Ella realmente me dio la bienvenida, incluso si fue por orden del Dios Dragón-sama,
incluso si no podíamos hablar, ella me cuidó, jamás manteniendo su distancia de mí.

Debido a ella, debido al Dios Dragón-sama, fui capaz de sentirme aceptado allí, es por
eso que yo deseaba proteger el nido donde todos vivían.

A pesar de que no podía decirlo, o quizás se sentía descortés decirlo…pero yo


pensaba en ella como mi madre.

…Como sea, así fue como aprendí todo sobre la Raza Dragón.

Tras cinco años, pensé que no había nada que no supiera.

Por supuesto, comparado con la actualidad había muchas cosas que todavía me
faltaban por ver, pero aprendí bastante.

Tras aprender el idioma y acumular conocimiento, Dola-sama comenzó a llevarme al


exterior.

Visitando la ciudad donde tantos de la Raza Dragón vivían, no podía esperar.

Hice ingreso a la ciudad con la que tan a menudo soñaba cuando vivía en el Mundo
Demonio. Con amplios espacios, tantas casas, tiendas populares y lugares de
entretenimiento.

Sin embargo, no me sentí bienvenido por los miembros de la Raza Dragón que
pasaban a mi lado. Cuando veían mi color de pelo tabú, fruncían el ceño y se
mantenían alejados de mí.

Pero rodearme para expulsarme de la ciudad, eso jamás sucedió. Debido a que la
información de que había sido adoptado por el Dios Dragón-sama ya había circulado y
además, estaba siendo transportado por Dola-sama.

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Cuando ellos se encontraban con Dola-sama, cruzaban con cuidado sus brazos por
sobre sus pechos a modo de saludo, así que no sería expulsado.

Cuando me di cuenta de eso, comencé a mirar a nuestro alrededor.

¿Qué era ese gran edificio por allá? ¿Qué había adentro? A pesar de que había
aprendido un montón de cosas, jamás las había visto en persona.

Mi curiosidad era inconmensurable, miraba con cuidado mi alrededor haciendo muchas


preguntas.

“¡Dola-sama! ¿Qué es eso?”

“Es una tienda de ropa.”

“Dola-sama ¿Qué es eso?”

“Es la Plaza del Este. Parece que hoy están presentando una obra.”

“Dola-sama, ese que está volando tiene un arma.”

“Ese es un Guerrero Dragón. Sus armas son creadas por Caos.”

Dola-sama, respondió diligentemente a todas mis preguntas, explayándose en aquellos


temas que conocía bien.

De pronto, me detuve en seco.

“¡Dola-sama, me gustaría ver ese edificio!”

“No tienes permitido de momento hacerlo, por aquí.”

Dola-sama dejó de mover sus alas y aterrizó en cierto lugar, era un gigantesco
cuadrado de más de 100 metros.

En el espacio abierto, grandes cantidades de individuos de la Raza Dragones estaban


emparejados, algunos notaron a Dola-sama y saludaron.

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Cuando ella respondió, me hizo bajar y me miró.

“Dola-sama ¿Este es el campo de entrenamiento?”

“Efectivamente.”

El campo de entrenamiento, el lugar donde los Guerreros Dragón entrenaban sus


cuerpos.

“La Raza Dragón debe ser fuerte. Tú has sido elegido por el Dios Dragón-sama, así
que debes tener la fuerza para sobreponerte a cualquiera que desee herir al Dios
Dragón-sama ¿Me equivoco?”

“¡No!”

“¡Buena respuesta! Entonces ¿Sabes lo que debes hacer?”

“¡Sí!”

Tras adquirir conocimiento, ahora venía el entrenamiento de combate.

Luchar era la siguiente cosa más importante tras aprender a hablar para la Raza
Dragón, quienes tenían malignos dragones rondando a un paso fuera de la ciudad. Es
por eso que la Raza Dragón aprendía a luchar desde cierta edad, sin importar el
género…No, dado que tanto el idioma como el combate son importantes, el niño
promedio de la Raza Dragón debía aprender ambos al mismo tiempo.

Bueno, dejemos eso a un costado.

“¡Está bien, entonces ven! Te enseñaré a luchar como la Raza Dragón.”

Dola-sama se ubicó en frente de mí. Ella bajó sus caderas, inclinándose hacia adelante
y ubicó una mano por detrás de su cintura, con las alas listas para comenzar a batir en
cualquier instante.

Yo al mismo tiempo, imité la pose.

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“¡Idiota!”

Al recibir un regaño inmediatamente de parte de Dola-sama, temblé.

“¿Quién te dijo que posaras? ¡Dije luchar! ¡Si digo que luches, lucha! ¡Muéstrame tu
sed de sangre y atácame!”

Ah…ahora que lo recuerdo, fue un regaño bastante feroz.

Ella cuando enseñaba a luchar decía que primero se debía entrenar el espíritu de lucha,
Dola-sama jamás enseñaría técnicas avanzadas desde el comienzo.

La cosa más importante en una batalla es la voluntad para matar al oponente…

La mayoría de los miembros de la Raza Dragón estarían complicados al escuchar decir


eso a Dola-sama ya que sentían que no podían matarla. Pero afortunadamente, yo era
diferente.

Al escuchar esas palabras, inmediatamente caí de bruces en cuatro patas. Era el


mismo estilo que usaba cuando vivía en el Mundo Demonio, en mi campo visual solo
mi instructora permanecía, Dola-sama y ella se convirtió en mi presa.

¿Qué había que dudar? No había razón, sabía cómo pelear y Dola-sama me dijo que
luchara, así que yo obedecí.

“¡Bien, ven!”

Dola-sama recibió mi sed asesina de frente.

“¡Foo…!”

Flexionando mis extremidades, salté hacia donde estaba Dola-sama, buscando la


distancia más corta hacía su cuello.

Sin embargo, su brazo repentinamente apareció entre medio de su cuello y yo.

Como si hubiera aparecido de la nada, ella me golpeó.

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Mi derrota era inevitable, así que moví mis alas, girando bruscamente a la derecha,
ignorando la ley de la inercia.

Una finta.

Era como luchaba con las bestias demoniacas que vivían en el Mundo Demonio. Eran
oponentes que no podía luchar frente a frente en cuanto a fuerza. Por lo tanto, tal
movimiento era conveniente.

Giré bruscamente, con mi cuerpo dirigido hacia ella, pateando el suelo para volver a
atacar a Dola-sama.

Un asalto lateral. Apuntando nuevamente a su garganta, sin un brazo que pudiera


rechazar mí ataque.

Mis colmillos romperían su garganta, terminando con su vida.

“¡Gaah!”

Pero para el momento que me di cuenta, estaba gritando como un perro mientras era
enviado lejos volando. Tras caer rodando al piso un par de vez, de inmediato me volví
a poner de pie con uno de mis hombros adoloridos, vi un agujero en este y sangre roja
salía de ahí.

Enfrente mío, Dola-sama volvió a tomar posición, en mi dirección. Yo estaba en uno de


sus flancos, pero antes de darme cuenta, ya me estaba mirando de frente una vez más.
Afectado por el dolor en mi hombro y confundido por lo que había sucedido, Dola-sama
me dijo:

“¡¿Qué sucede?! ¡¿Se acabó?! ¡Muévete o te mataré!”

Le mostré mis colmillos.

No sé lo que sucedió, pero la pelea no había terminado. Y entonces, repentinamente,


fui lanzado a volar hacia atrás por un impacto.

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Cuando dejé de rodar y levanté mi rostro, Dola-sama estaba de pie en la posición


donde yo me había encontrado. En el momento que lo pude confirmar, la arena bajo
sus pies comenzó a levantarse. Dola-sama se movió a una velocidad divina y me pateó
una vez más.

Siendo honesto, a esta altura ya sabía que no tenía oportunidad alguna. Sin embargo,
seguí arrastrándome a cuatro patas, negándome a ceder en mi espíritu de batalla.

Debía atacar.

“¡…!”

Contuve mi aliento y ataqué en silencio. No hubo grito que fuera escuchado, siempre
solo y tampoco tenía el hábito de amenazar a otros, simplemente atacando en silencio
para matar y devorar de esa forma a mis oponente.

Esa era mi única característica.

“¡Gya!”

Sin embargo, mi única característica fue aplastada por Dola-sama.

Ella se dio vuelta en mi dirección, todavía con esa postura, apuntándome pero sin
realizar movimiento alguno, por lo menos así lo parecía para mí. Pero yo estaba
equivocado, Dola-sama se estaba moviendo en respuesta a mi movimiento. En lugar
de caer en mi finta, usó sus alas para cambiar de dirección en un instante y perforarme
a continuación con otro golpe.

“¡¿Qué sucede?! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Ven hasta que muera! ¡O te mataré!”

Los ataques de Dola-sama continuaron, mientras maldecía.

Cada vez que me levantaba, era golpeado en alguna extremidad y sangre comenzaba
a salir.

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“¡Muy bien, vamos! ¡Las escamas de la Raza Dragón solo se endurecen una vez que
se han caído! ¡Tú no tienes escamas pero el mismo principio se aplica! ¡Sé fuerte!”

No me rendí.

Cada vez que era perforado y mandado a volar, me levantaba e iba donde Dola-sama.

¿Por qué haría eso?

Porque Dola-sama me dijo que lo hiciera, yo solamente estaba siguiendo


irreflexivamente a mi instructora.

Tal combate de entrenamiento duró hasta que me desmayé.

Aprendí lo siguiente tras unos cuantos días después del inicio del entrenamiento en
combate.

Ese día, fui golpeado y me desmayé como siempre. Usualmente despertaba en mi


propio cuarto de la Mansión del Dios Dragón.

“¡Levántate, oye, levántate!”

Pero cuando desperté ese día, estaba en un lugar ligeramente diferente.

“Vamos a ralentizar por ahora nuestro entrenamiento y en su lugar vamos a trabajar en


algo más a partir de hoy hasta la noche.”

No era el campo de entrenamiento con el piso de arena ni mi propio cuarto donde


dormía.

Había una ligera inclinación, era una suerte de andamio que funcionaba como
plataforma de salto en dicha cuesta, donde niños muchos más pequeños que yo
saltaban con un palo, batiendo sus alas solo para caer en el piso en completo fracaso.

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Estos caían desde 4 o 5 metros, pero eran de la Raza Dragón. Aunque ligeramente
magullados, inmediatamente se levantaban y volvían a subir la pendiente.

“¿…Esto es?”

“El campo de entrenamiento para volar.”

Cuando Dola-sama dijo eso, algunos de los niños llegaron corriendo.

“¡Dola-sama!”

“¡Es la General Dragón, Dola-sama!”

“¡Soy su fan! ¡Por favor enséñeme como volar!”

“¿Quién es el chico del cabello raro?”

Cuando los niños llegaron donde Dola-sama, estos cruzaron sus brazos e hicieron el
saludo máximo. Uno me estaba señalando de forma bastante grosera, pero Dola-sama
le ignoró, era la típica reacción de los niños.

“Este tipo todavía no puede volar, así que lo entrenaré desde cero hasta que pueda. El
vuelo es la base de la Raza Dragón ¡Deben dominarlo por el Dios Dragón-sama!”

“¡Él todavía no puede volar!”

“¡Qué inútil! ¡Yo soy mucho mejor que él!”

“¡Yo pude volar hasta la línea amarilla el día de hoy!”

“¡Yo estoy en la línea azul!”

“¡Idiotas! ¡No se burlen de los demás!”

“Sí.”

“Sí.”

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“Sí.”

Luego de encargarse de los niños, Dola-sama me llevó a la cima.

“Laplace ¿Qué es lo que vamos a hacer aquí? Dime.”

“Es el campo de entrenamiento para volar. Es un lugar donde los niños de la Raza
Dragón entrenan para volar.”

Sí, era una de las varias instalaciones de entrenamiento en la Montaña Rugido del
Dragón, donde los niños practicaban para volar.

No tenía un nombre oficial, pero los pequeños usualmente lo llamaban la plaza de


vuelo.

La Raza Dragón tenía una esperanza de vida larga, por lo que solo una vez cada
cientos de años tenían hijos. Por lo tanto, el número de niños no era grande, por esta
razón, la Raza Dragón valoraba la educación de sus crías.

Aquellos que se convertían en profesores le enseñarían uno a uno.

Sin embargo, no había maestros en esta instalación de entrenamiento para el vuelo,


debido a que tomaba tiempo aprender a volar en el cielo.

Durante el transcurso de un siglo de intentos y colisiones, los niños eventualmente


aprenderían a volar por su cuenta. Sin necesidad de instrucciones, solo un abrumador
número de repeticiones.

Por supuesto, las primeras veces serían supervisados por la persona a cargo de la
educación, pero tras eso, los niños aprenderían de forma independiente, hasta que
pudieran volar.

A pesar de que siguieran estrellándose durante diez años, cien años, ellos seguirían
intentándolo hasta que pudieran volar. La mayoría de la Raza Dragón aprendería a
volar. Este era un rasgo esencial de la Raza Dragón; al igual que las aves que podían
volar, también estos.

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Aunque esto es lo que me gustaría decir, pero los desertores existían en todos lados.

Al final del día había algunos dentro de la Raza Dragón que no podían volar.

¿Qué sucedía con esas personas?

Desafortunadamente, ellos eran catalogados como “caído” y trabajaban en oficios que


nadie más deseaba.

Los niños estaban desesperados debido a que lo sabían y aquellos que no podían volar
eran despreciados inmisericordemente. A pesar de que esto no cambiaba el hecho de
que todos respondíamos de igual forma ante el Dios Dragón-sama.

“¿Qué aprenderás aquí?”

“A volar en el cielo.”

“Está bien, entonces vuela.”

“Sí.”

Seguí las instrucciones de Dola-sama y subí a la plataforma de salto.

La plaza se extendía por debajo y tras esta la ciudad de la Raza Dragón. No era una
mala vista tras ser observada desde abajo, pero me sentí razonablemente emocionado
desde arriba.

Viendo esto, extendí mis alas. Moví los músculos de mi espalda y confirmé el rango de
movimiento de las alas. A continuación me acuclillé y salté en un solo movimiento,
batiendo mis alas un par de veces y volando diagonalmente hacia arriba.

Sin embargo, rápidamente me detuve y caí de lleno.

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Me golpeé la cabeza primero, pero hábilmente me di vuelta en medio del aire y aterricé
en mis cuatro extremidades, por lo que tras eso volví a escalar la plataforma de salto
como si nada hubiera sucedido.

A continuación, salté y me estrellé varias veces.

Aterrizaba bien, a diferencia de otros niños y no estaba herido. Gracias a la experiencia


de vivir en el Mundo Demonio.

Sin embargo, jamás volé cuando estuve en el Mundo Demonio. Ni siquiera sabía que
podía volar, por lo tanto jamás lo hice.

“Espera.”

Luego de un par de errores, Dola-sama me detuvo.

“¿Sabes cómo volar?”

Negué con mi cabeza.

Y entonces, Dola-sama me instruyó diligentemente.

“Vierte Dragón Touki en las alas para generar un campo de fuerza, utiliza ese campo
de fuerza para mantenerte en el área y usa las alas para deslizarte ¿Entendiste?”

Honestamente, no.

Esta puede que fuera una de las razones por la que un maestro no era necesario para
el entrenamiento de vuelo.

Las alas de la Raza Dragón no eran alas de ave. Era un órgano para volar, pero no lo
hacía bajo la influencia del viento sino que creando un campo de fuerza similar a la
anti-gravedad con lo cual se emprendía vuelo.

Por supuesto, una vez que subes al cielo, también experimentarás la resistencia
aerodinámica. Cuando eso sucede, debes ladear las alas y hacer que el viento que
recibes se deslice por sobre tus alas.

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A propósito, las alas de los Dragones Rojos y los Dragones Azules son el mismo tipo
de órgano.

“Entendido.”

Respondí.

A pesar de que no sabía cómo cubrir de Dragón Touki mis alas, cuando estaba en el
Mundo Demonio, mientras cazaba si logré hacer algo similar a volar en raras ocasiones,
pero eso era puramente físico. Sin embargo, este vuelo era ligeramente diferente.

Es difícil de explicar con palabras.

Pero es por eso que era tan difícil y los niños de la Raza Dragón tenían que practicar
durante más de un siglo para poder dominar.

“Está bien, si lo entendiste, repítelo hasta que puedas volar.”

“Sí.”

“Volveré.”

Dola-sama dijo y me dejó para que volviera a intentarlo. Su forma de volar era fluida y
elegante.

Los movimientos de sus alas eran sutiles, la elevación era rápida y exenta de
problemas. Los niños intentaron volar uno tras otro en un intento de perseguir a Dola-
sama, pero todos los que no podían volar se estrellaron.

Tras despedir a Dola-sama, volví a subir a la plataforma de salto.

Y así, los días donde alterné entre las lecciones de siempre, entrenamiento de combate
y práctica de vuelo continuaron.

Las dos primeras iban bien.

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En cuanto a las clases…no hay nada en particular que mencionar.

Combate…tras recibir palizas hasta desmayarme a diario, eventualmente aprendí


algunas técnicas.

Al entrenar a diario con Dola-sama, mi fuerza innata gradualmente comenzó a mejorar.

Sin embargo, el vuelo no iba bien.

Tras el entrenamiento de combate, saltaba y me estrellaba repetidamente desde la


tarde hasta la noche.

Dola-sama regresaba en la noche y me preguntaba si era capaz de volar.

Cuando le respondía que todavía no, ella solo murmuraba “ya veo” y me llevaba de
vuelta a la mansión.

Dola-sama jamás interfirió.

Ella declaró que no me daría preferencias y no dijo nada acerca del entrenamiento de
vuelo.

La Raza Dragón era gente que aprendía a volar por su cuenta tras repetidas prácticas,
eso era sentido común.

Por supuesto, yo no me quejé.

Diez veces más que otros niños yo subía la plataforma de salto en silencio y diez veces
más yo fallaba.

Mientras yo fallaba, otros niños lograban entender el truco de crear un campo de fuerza
a partir de sus alas. Algunos incluso entendieron el truco de controlar sus posturas en
el aire, uno incluso voló.

Yo también estaba algo impaciente. Tenía a la mejor maestra, Dola-sama pero no


podía conseguir resultado alguno.

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No tenía idea de cómo usar Dragón Touki para crear un campo de fuerza. En el piso,
era una bestia diferente. Con mis pies en el suelo, era más rápido y fuerte que incluso
las bestias en el Mundo Demonio, más rápido que los Guerreros Dragón en la tierra.

Pero esa experiencia puede que estuviere afectado mi vuelo.

Existe una diferencia fundamental entre caminar en el piso y volar en el cielo. El cuerpo
debe estar perpendicular con respecto a la gravedad y la dirección del campo de fuerza
también era diferente de lo que esperaba. No sería capaz de volar de la noche a la
mañana, es por eso que me volví más impaciente.

Sabía que podía, pero no lo lograba.

Pero de todas formas no me quejé, estaba prohibido por Dola-sama.

Si me preguntas la razón, era debido a que quejarse significaba que uno se estaba
rindiendo.

Los días transcurrieron sin éxito alguno.

Dola-sama aparecía a diario para ver si podía volar y yo siempre respondía “todavía no,”
por lo que ella asentía y se marchaba.

Cuando el entrenamiento se terminaba y yo regresaba exhausto, Lunaria-sama me


daba la bienvenida. Los sirvientes también comenzaron a entender mis palabras y
debido a que siempre expresaba mi gratitud para con el Dios Dragón-sama, ellos me
reconocieron como camarada.

Sin embargo, jamás me trataron como el hijo del Dios Dragón.

Correcto, a pesar de que yo pensaba en mí mismo como un perro o algo así, pero no
como el hijo adoptivo.

Es por eso que, cuando llegué a casa en harapos, ellos compartían conmigo la comida
que tenían escondida y no me decían que debía comer a intervalos regulares. Ahora
que pienso en ello, realmente me trataban como un perro…

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Ja ja, quizás realmente pensaron en mi de esa forma, es un lindo recuerdo.

Lunaria-sama me trataba como una madre, acariciando su vientre que crecía poco a
poco cada año.

Sin embargo, quizás debido a que Lunaria-sama no tenía experiencia como madre o
debido a que yo no sabía lo que era una, Lunaria-sama simplemente era como una
diosa para mí.

Ella tenía una habilidad sobrenatural para darme tranquilidad, solo con su presencia.
Ahora que lo pienso, creo que esa sensación de tranquilidad era prueba de que ella era
una semidiosa.

Era el mejor ambiente.

Un cálido hogar, un exhaustivo entrenamiento.

Rodeado por tales cosas, pasé décadas convirtiéndome en un Miembro de la Raza


Dragón hecho y derecho.

***

“Está bien, entonces yo… ¿Huh?”

El hombre, Laplace, miró a la chica en la silla, meciéndose como si estuviera en un


barco. Preguntándose si acaso se estaba quedando dormida producto de que era muy
aburrido.

No, parece que era diferente.

“Ya es de noche…”

Cuando Laplace miró hacía fuera de la ventana, el cielo estrellado estaba extendido.

Un cielo iluminado por estrellas, totalmente diferente al Mundo Dragón.

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Para los sentidos de Laplace, solo habían transcurrido unas cuantas horas pero para
Rostelina, ya había pasado todo un día.

“Recordé por mucho tiempo y hablé demasiado, terminé quitándole todo el día a
Rostelina.”

A continuación cuando él miró por la ventana, algo enorme la bloqueó, un dragón rojo.
Al reconocer a Laplace, el dragón rojo gruñó, como si estuviera demandando algo.

“Oh, lo siento que nos tomara tanto tiempo pero tú eres un dragón ¿Por qué no fuiste a
buscarla tú mismo?”

“Goruru…”

“No digas eso. No creí que el tiempo pasaría tan rápidamente, la gente dice que el
paso del tiempo se vuelve más rápido cuando uno se vuelve mayor. Incluso para un
mestizo de la Raza Dragón y Demonio, parece que también se aplica para mí.”

Laplace dijo, sosteniendo el cuerpo de Rostelina.

Él caminó silenciosamente mientras salía del cuarto, atravesando un estrecho corredor


y llegando frente a una puerta.

“Bueno, al menos quisiera escuchar tus impresiones…”

Suavemente la abrió. Considerando el desorden de toda la casa, había un cuarto tan


ordenado que no era una exageración decir que no había nada en su interior.

Laplace ubicó suavemente a Rostelina en la cama de su cuarto y la cubrió con una


frazada.

Sin necesidad de apagar las luces, dado que no había necesidad de estas en primer
lugar. Los ojos de Laplace podían ver todo, incluso en la oscuridad.

“Buenas noches, Rostelina. Nos vemos mañana.”

Laplace dijo, cerrando la puerta y regresando a su cuarto.

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Capítulo V

“El Entrenamiento Termina”

El Rugido del Dragón, una montaña en la parte del central del continente. Ahí, como
siempre una chica estaba acarreando algo.

Era Rostelina, en un gran balde acarreado por ella, iba una pila de carne. La chica no
sabía qué clase de carne, Laplace solamente le había dicho que la tomara y se la
llevara al dragón.

La cueva detrás de la casa. Había un gigantesco dragón ahí, con sus ojos cerrados
mientras dormitaba, estaba dormido.

“¡Dragón-san, dragón-san, es hora de comer!”

Luego de que Rostelina le gritara, lentamente abrió sus ojos. A continuación y tras un
gran bostezo, lanzó su cuello en frente del gran balde y comenzó a masticar la carne
que había en su interior.

Lo que bien podría ser un refrigerio para un dragón podía servir como un menú
bastante completo para Rostelina, quien le observaba mientras comía. Ahora que ella
finalmente estaba libre, comenzó a golpear el aire que tenía en frente.

“¡Dragón-san, escucha! El amo me contó sobre el estilo de lucha de la Raza Dragón.


¡Así! ¡Primero te plantas de esta forma, luego golpeas tu costado y luego das un
puñetazo así! ¡Oh! ¡Y tienes que gritar así: Haa!”

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Rostelina dijo y comenzó a darle golpecitos a las garras del ocupado dragón. Sus
movimientos no podían ser considerados elegantes y para este último, el ataque bien
podría haber sido una picadura de mosquito, completamente inofensivo.

Sin embargo, quizás debido a que odiaba ser molestado o simplemente por seguirle el
juego, él movió su garra. Era un gigantesco dragón. Incluso la punta de su dedo era tan
grande como todo el cuerpo de Rostelina.

“¡Agh!”

Rostelina salió volando por la garra, girando hasta caer en el piso.

“Oww…eso fue excesivo…”

No estaba herida así que se levantó, frotándose la nuca y recordando súbitamente algo.

“…Dragón-san es más grande que otros dragones.”

Rostelina había vistos anteriormente otros dragones rojos. Mejor dicho, estos volaban
por el lugar a diario y nidos de estos se encontraban en la cima de la montaña. Algunas
veces circunvalaban la casa y se acercaban demasiado, pero el dragón de la casa los
espantaba.

El dragón en frente suyo era considerablemente más grande que los dragones rojos,
solamente su cuerpo tenía que ser el doble de grande que su dragón rojo promedio y
tres veces más ancho con sus alas extendidas.

“Tus escamas son de un hermoso rojo, tus colmillos son largos, tu cola es ágil y tus
ojos brillan con inteligencia.”

El dragón bufó ante el comentario de Rostelina.

“Ah, así que te das cuenta,” parecía estar diciendo el dragón.

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“Es verdad después de todo ¿Acaso Dragón-san es igual que el Amo, un dragón del
Mundo Dragón?”

El dragón escuchó pero no respondió.

Estaba demasiado enfocado en su deliciosa comida.

En primer lugar, el dragón no podía hablar. Incluso si le entendía, no podía responder a


sus palabras.

“¡Oh, cierto!”

A continuación, Rostelina recordó algo. Ella se había quedado dormida el otro día.

“Si escuchas el resto de esa historia, puede que aprendas sobre dragón-san.” Ella
pensó.

No existiendo mejor momento que el presente, Rostelina se decidió y corrió hacia la


casa, entrando en esta para ir directamente al estudio de siempre, allí nuevamente el
día de hoy, Laplace estaba sentado en frente de su escritorio.

“¡Amo! ¡Amo!”

“Hmm, oh. Rostelina ¿Qué sucede? Recién estabas durmiendo ¿Acaso tuviste una
pesadilla?”

“¡No, anoche tuve un sueño divertido sobre volar en el cielo! ¡Pero más importante que
eso, Amo!”

“¿Qué sucede?”

Laplace la miró con una adusta mirada mientras ella hablaba.

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“¡Cuénteme el resto de la historia!”

“¿La historia de antes?”

“¡La historia de Laplace-sama en el Mundo Dragón! ¡Ha vivido una larga vida y no me
ha contado su totalidad hasta ahora!”

Laplace se vio acomplejado por sus palabras.

“Ah, la historia de antes…pero no es tan interesante. Tras eso, me convertí en un


Guerrero Dragón de pleno derecho, conseguí un trabajo, hice algunas grandes cosas y
obtuve algo de renombre, pero finalmente lo perdí todo. Eso es todo.”

“¡No entendí nada!”

“¿En serio…?”

“Está bien, entonces cuénteme como domó a Dragón-san. Usted ha conocido a


Dragón-san durante mucho tiempo ¿Correcto?”

Al escucharla, Laplace hizo sonar sus palmas entre sí, como si hubiera recordado algo.

“Es cierto, conocí a Saleyakt cuando me asignaron a mi primer trabajo. Es la


continuación de la historia anterior.”

“¡Ve, después de todo si se lo estaba guardando!”

“¿Quieres escucharlo?”

“¡Quiero escucharlo!”

Laplace sacudió su cabeza ante la insistencia de Rostelina, acto seguido, suspiró ya


que no tenía más opción que recostarse en su silla.

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“Está bien, siéntate, Rostelina. Continuemos la historia de esa época.”

“¡Sí!”

“Bueno ¿Dónde partimos? Está bien…creo que lo más sencillo de entender es a partir
del fin de mi educación. Muy bien, hagamos eso.”

Y entonces, Laplace comenzó a hablar.

Una historia de una época muy lejana, una era mitológica.

***

Décadas pasaron desde que la educación de Laplace en el Mundo Dragón inició.

Todos los días eran lecciones de salón, entrenamiento de combate y práctica de vuelo,
repitiendo lo mismo uno tras otro.

La única diferencia era que el vientre de Lunaria-sama crecía ligeramente con el paso
de los días.

Ese día, estaba volando sobre el campo de entrenamiento. Como siempre, era mi vuelo
de práctica. Sin embargo, mi estilo de vuelo termino siendo ligeramente distinto al del
resto de la Raza Dragón.

Estos usualmente volaban con sus cuerpos en posición paralela al piso.

Tras generar la elevación inicial al formar un campo de fuerza, ellos usarían el viento
para emprender vuelo y planear. Solo al cambiar de dirección o ganar altitud es que el
campo de fuerza era nuevamente necesitado, esa era la forma más eficiente de volar.

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Sin embargo, en ese entonces, yo solo podía volar con mi cuerpo estando
perpendicular al piso. Ignorando la inercia de esa forma, acelerando rápidamente,
súbitamente deteniéndome, girando bruscamente y repitiéndolo.

Cualquiera acostumbrado a volar de la Raza Dragón consideraría esto algo digno de


contemplar.

De hecho, había muchas personas que me miraban desde la pendiente del campo de
entrenamiento, no solo los niños sino que también algunos Guerreros Dragón.

Y no solo me miraban, sino que también intentaban imitarme, pero eran incapaces de
controlar sus movimientos y terminaban cayendo.

Yo los ignoraba, repetía mi rutina de vuelo sin pensar en otra cosa.

Aproximadamente consistía en un ascenso rápido, un brusco giro, otro giro, parar


repentinamente a mitad del aire y luego rápidamente acelerando, una zambullida
profunda, otra súbita detención y luego un rápido ascenso para regresar a mi posición
inicial.

El estilo de vuelo era bastante inestable y usaba demasiado Dragón Touki, casi todos
los que intentaban imitarme, fallaban. Comparada con la típica forma en que la Raza
Dragón volaba, era bastante ineficiente.

Sin embargo, tenía sus ventajas.

El estilo de vuelo, sustentándose prácticamente sin aire para elevarse, permitía realizar
giros bastante bruscos. Fuera del Dios Dragón-sama, se decía que el General Dragón
Maxwell era el aviador más fuerte, pero yo era aún más ágil que él con este estilo.

Esto era una gran ventaja para cuando estuviera luchando en el aire.

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“¡…!”

Una persona en la pendiente saltó y voló hacia donde yo estaba, una mujer de la Raza
Dragón con alas excepcionalmente grandes y escamas de un color blanco platinado.

Sí, Dola-sama.

Dola-sama se elevó elegantemente, casi como si estuviera danzando.

No era inusual, ella a veces me atacaba de sorpresa de esta forma para enseñarme
combate aéreo.

El vuelo de Dola-sama era rápido.

A diferencia del mío, era un método de vuelo que no se desviaba del sentido común de
la Raza Dragón, pero su velocidad y técnica sobrepasaban por mucho la mía.

Ella ascendió a una tremenda velocidad, repitiendo sutiles movimientos para ajustar su
ruta por lo que me atrapó, mientras intentaba escapar con una curva cerrada.

Originalmente, ella me habría golpeado en la espalda.

Sin embargo, había otra ventaja con mi estilo de vuelo. Podías seguir volando mientras
mirabas a tu oponente.

“¡Laplace, comienza!”

“¡Sí!”

Dola-sama gritó y respondió. El combate aéreo comenzó.

La base del combate de la Raza Dragón consistía en tres elementos:

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Cubrir las garras con Dragón Touki, la “Técnica de las Garras” para cortar al enemigo.

Cubrir los colmillos con Dragón Touki, la “Técnica de los Colmillos” para atravesar al
enemigo.

Cubrir las alas con Dragón Touki, la “Técnica de las Alas” para acelerar o desacelerar
rápidamente y así cambiar de posición.

El encargarse de la espalda del oponente con la técnica de las alas, debilitar al


oponente con la técnica de las garras y causar una herida fatal al oponente con la
técnica de los colmillos.

Entrena tus garras, colmillos y alas para hacer tu cuerpo fuerte. Estas eran las
lecciones fundamentales de la Raza Dragón, “Enseñanza de las Garras, Colmillos y
Alas.”

Por supuesto, yo también conocía las bases, era especialmente bueno en la técnica de
los colmillos. Esta tenía suficiente poder destructivo para que incluso Dola-sama la
llamara “mortal.” Por otro lado, Dola-sama era bastante buena en la técnica de las
garras, aunque ella jamás levantó un puño estando totalmente confiada en su técnica
de las garras.

Dola-sama me rodeó, apuntando a mis alas con sus garras.

Por otro lado, yo ascendía y descendía reiteradamente, buscando contrarrestarla con


mis colmillos.

Envolviendo por completo mis garras, colmillos y alas con Dragón Touki, buscando
descubrir algún agujero en sus defensas. Incluso si era Dola-sama, si conectaba mi
golpe, se convertiría en mi presa.

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Por lo tanto, Dola-sama no me atacó de manera continua y su técnica de las garras no


me debilitó demasiado.

¿Mmm? ¿Si acaso era lo suficientemente fuerte para igualar a los Cinco Generales
Dragón de esa época?

No, eso solo era entrenamiento, así que si Dola-sama luchaba seriamente conmigo, se
habría acabado en ese momento. Incluso si ella no iba en serio, seguía teniendo una
técnica y experiencia vastamente superior a la mía.

La batalla fue bastante unilateral.

Las relampagueantes y rápidas garras de Dola-sama perforaron mis defensas e


hicieron agujeros en mi cuerpo.

Mis garras y colmillos fueron bloqueados y esquivados, sin poder dejar ni un rasguño
en sus escamas. Había una verdadera diferencia de poder entre Dola-sama y yo.

Soporté su asalto tanto como pude, aguantándolo para así evitar un golpe fatal.

Podía resistir uno o dos ataques, sin embargo, incluso mis alas no podían protegerme
más allá de un par de varios otros golpes. Tras haber sido debilitado, los golpes
llegaron de forma más frecuente y fue solo cosa de tiempo antes de que cayera.

De hecho, siempre perdía de esa forma.

Sin embargo, no era absolutamente derrotado cada vez, siempre estaba pensando e
intentando varias contraataques.

Ese día también, aposté en una nueva estrategia.

Moviendo mis alas, escapé hacia arriba.

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Por supuesto, Dola-sama me siguió.

Desde la silenciosa persecución, pude sentir una furia como nunca antes había sentido
de su parte. Probablemente pensó que estaba huyendo, ella no me había enseñado a
dar media vuelta y huir.

Dola-sama rápidamente me alcanzó, con mi espalda en frente suyo, mis vulnerables


alas estaban expuestas, un golpe a estas y caería. Tras eso, lo que me estaría
esperando sería un sermón de Dola-sama.

Pero eso no sucedió.

Inmediatamente antes de que fuera sobrepasado por Dola-sama, di rápidamente media


vuelta cerca de la cima y ataqué.

Dola-sama iba subiendo mientras yo caía. Debido al rápido cambio de nuestra


velocidad relativa, Dola-sama juzgó erróneamente la situación. Blandí mis garras a
través del costado de su espalda a medida que nos cruzábamos. El golpe fue
verdadero, sin embargo, al mismo tiempo, sentí una ardiente sensación alrededor de la
base de mis alas. Perdí el control y caí sobre la pendiente, balbuceando.

La batalla se había terminado.

Levanté la mirada hacia la pendiente. Dola-sama estaba volando trazando un arco en


medio del aire, era una cortesía de la Raza Dragón que el ganador diera unas cuentas
vueltas en el aire.

A pesar de mi estrategia ¿Cómo Dola-sama había logrado darle a mi espalda?

Iba a ser regañado.

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Sin embargo, estaba dispuesto a aceptarlo, había pensado de forma demasiado simple
y por eso perdí, eso estaba en mi mente pero Dola-sama no estaba enojada.

“Cuando saliste corriendo, me estaba preguntando si acaso se había terminado…


¡Pero ese final estuvo bueno!”

Con una satisfecha sonrisa, Dola-sama sangraba desde su frente.

Mi golpe había raspado la frente de Dola-sama. Había sido un golpe dirigido a sus alas,
pero probablemente le golpeé la cabeza cuando ella se dio vuelta.

Las alas eran por supuesto nuestra debilidad, pero dado que la Raza Dragón era
humanoide, nuestras cabezas también debían ser protegidas.

Fue una coincidencia, pero había golpeado la debilidad de Dola-sama.

“¡Exceptuando al Dios Dragón-sama y los Cinco Generales Dragón, no hay nadie que
me pueda golpear en el aire! ¡En términos de vuelo y técnicas de combate, has
aprobado!”

Estaba encantado.

Dola-sama usualmente no me alababa demasiado.

Estas palabras podían ser llamadas como el cumplido más grande de todos.

Pero aun así, Dola-sama continuó haciéndome feliz.

“Además, ya no tengo más conocimiento que impartirte. ¡Ya sabes más que la mayoría
de la Raza Dragón!”

Dola-sama me estaba mirando desde arriba, con su expresión suavizada.

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La siempre severa Dola-sama rio.

“Tú eres un miembro hecho y derecho de la Raza Dragón. Esto completa tu educación.”

Dola-sama murmuró: “Buen trabajo” y estiró su mano hacia mí.

Agarré esta y me levanté, cruzando a continuación mis brazos frente a ella con mis alas
plegadas. En ese tiempo, sentí una indescriptible sensación de realización y una ligera
ansiedad.

Siendo honesto, creía que el entrenamiento seguiría hasta mi muerte. Pero si algo tiene
un comienzo, tendrá un final.

“Dola-sama, gracias por todo.”

“No necesitas agradecerme, pero jamás olvides las palabras de agradecimientos para
el Dios Dragón-sama.”

“¡Sí!”

“¡En ese caso regresa a casa y espera! ¡El Dios Dragón-sama juzgará tu progreso!”

Ese fue el final de mi entrenamiento.

Regresé a casa y le informé a Lunaria-sama que mi entrenamiento había terminado.

Cuando ella escuchó esto, a continuación mostró una benevolente sonrisa, viéndose
genuinamente feliz.

“¡Entonces tendremos que celebrar el día de hoy!”

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Tras decir esto fue a ordenarles a los sirvientes que prepararan un festín.

Para la Raza Dragón, otros dragones eran el alimento básico. En el pasado, esta pudo
haber sobrevivido gracias a pequeños lagartos o frutas, pero las cosas cambiaron tras
aumentar su fuerza.

Dragones Rojos, Dragones Azules y Dragones de Tierra.

Después de todo, para la Raza Dragón, celebrar significaba carne y en ocasiones


especiales, dragones especiales eran servidos.

La carne de raros dragones como Rey Dragón, Dragón Negro o Dragón Blanco.

Muchas sorpresas ese día que ni siquiera yo podía usualmente comer aparecieron,
hasta el día de hoy no puedo olvidar el sabor.

Pero más que el sabor de la comida, hubo otras cosas que no pude olvidar.

Los sirvientes me miraban de forma ligeramente distintas, tras ese día. Para ser más
específico, me convertí en un hombre en lugar de un perro.

Al completar el entrenamiento de Dola-sama, ante sus ojos me había vuelto un


miembro de pleno derecho de la Raza Dragón.

Recuerdo a su vez algunos cambios conmigo mismo. Ya no me consideraba a mí


mismo como la mascota, habiéndome transformado desde la Mascota Real del Dios
Dragón hasta un leal sirviente del mismo. De todos modos, comencé a estar más
consciente de mi posición.

Tras esto, esperé el regreso del Dios Dragón.

El Dios Dragón-sama regresaba a la mansión una vez cada pocos meses.

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Cuando regresaba a casa, él siempre iba donde Lunaria-sama, a saludarla y confirmar


que estuviera bien. Por supuesto, eso no significaba que me ignorara.

El Dios Dragón-sama siempre le preguntaba a Dola-sama sobre mi entrenamiento y


ella le informaría sobre todo lo que me había enseñado y lo bien que le había entendido.

A veces, no se observaba crecimiento alguno pero Dola-sama jamás mintió.

El Dios Dragón-sama jamás decía algo en respuesta, solo asentía y le decía que
continuara.

Además, a medida que me volví capaz de hablar, él comenzó a hacerme preguntas.

Las usuales, principalmente que había hecho el día de hoy, que había aprendido, que
deseaba aprender, etc. Yo le respondía con honestidad, no había razón para mentir.

A veces, no tenía resultados nuevos o no podía entender las nuevas lecciones pero no
mentía, aprendí de Dola-sama que era grosero mentir. Sin embargo, había cosas que
no podía responder incluso si significaba que no estaba mintiendo.

¿Dónde naciste?

¿Dónde están tus padres?

¿Por qué estabas en la frontera del Mundo Demonio…?

No podía responder aquellas preguntas, debido a que no las sabía.

Cuando respondía “No lo sé,” el Dios Dragón-sama simplemente decía: “Ya veo.”

Yo temblaba ahí mismo. Yo sabía que era una existencia inusual y que el Dios Dragón-
sama deseaba saber lo que me hacía especial…pero dado que no lo sabía, no podía
evitarse.

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El Dios Dragón a su vez a veces examinaba mi cuerpo.

Alas, garras, colmillos y cabello.

Él no me explicaba nada, pero yo me entregaba a él sin quejas. Como mi benefactor


quien me había llevado al Mundo Dragón, me sometía voluntariamente a él aun si me
hubiera deseado dañar. Aunque, por supuesto, jamás me hizo daño en forma alguna.

Esa clase de reporte e inspección terminó bien a su vez ese día.

“Dola ¿Cómo está Laplace?”

“Su entrenamiento está completo. Laplace ahora es un excelente Guerrero Dragón que
no avergonzará al Dios Dragón-sama.”

Estaba feliz que Dola-sama le hubiera dicho eso. Yo solo pude enderezar mi espalda
un poco y apretar con fuerza mis puños. No podía avergonzarme a mí mismo en frente
del Dios Dragón.

“Correcto, gracias. ¿Lo hizo bien Laplace?”

“¡Sí! ¡Él es excelente! ¡Laplace debería ser capaz de hacer todo lo que el Dios Dragón-
sama le asigne!”

“¿Trabajo?”

El Dios Dragón-sama murmuró, girándose para mirar una ventana, era un hombre
brillante, pero incluso él necesitaba tiempo para considerar que trabajo asignarme. Por
supuesto, yo ni siquiera pensaba en ello.

Correcto ¿Acaso uno entrena perros para que hagan el trabajo de los hombres?

Ciertamente no. Sin importar cuanto entrenamiento, un perro sigue siendo un perro.

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Sin embargo, mi mentalidad estaba cambiando un poco. Si me iban a dar un trabajo, yo


felizmente lo aceptaría.

“Es cierto…”

¿Qué clase de trabajo llegaría?

Mi corazón se aceleró mientras el Dios Dragón-sama consideraba sus siguientes


palabras.

A pesar de que se sintió como un buen tiempo, solo fueron unos pocos minutos.

“Uh-hum.”

Quizás llegando a una conclusión, el Dios Dragón-sama apartó la mirada de la ventana


y se dio media vuelta, para mirarme.

“Laplace ¿Qué opinas del Mundo Dragón?”

La pregunta no estaba relacionada con mi trabajo, pero respondí abiertamente.

“Es un paraíso. No hay mejor lugar que este.”

Las palabras hicieron que el Dios Dragón suavizara su expresión, mostrando una
sonrisa.

“¿En serio?”

Yo no tenía intención de alagar.

Para mí, era un paraíso. Las comidas llegaban sin que uno preguntara y se te
enseñaban varias cosas, Dola-sama era severa pero por un futuro brillante, no podía
estar más feliz de tenerla.

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Era un alivio ver la sonrisa del Dios Dragón-sama.

Leyendo el ambiente, hice una pregunta.

“¿Por qué me ayudó?”

Era grosero cuestionar al Dios Dragón-sama, Dola-sama me había enseñado eso, pero
mi boca parecía haber perdido frente a mi curiosidad o quizás, quería una respuesta
concreta, ya sea porque tenía un trabajo a futuro o no.

¿Para qué trabajo?

Debido a que era una orden del Dios Dragón-sama…pero también ayudaba conocer
los detalles.

“…”

Cuando él me miró, era una expresión terroríficamente en blanco.

Los hombros de Dola-sama se tensaron y sus alas lentamente comenzaron a


extenderse. Cuando las vi, inmediatamente me di cuenta de mi grosería.

Así que inmediatamente me crucé de brazos y plegué las mías.

Por favor acepte mi disculpa y olvide mi pregunta.

Sin embargo, antes de eso, el Dios Dragón-sama abrió su boca.

“¡Contempla!”

Una vez más, este miró hacia la ventana. Fuera de esta, se podía ver el paisaje de la
ciudad de Kayos.

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A pesar de que estaba en el interior de una cueva, era un brillante y vivaz pueblo con
muchos habitantes de la Raza Dragón volando.

“Hace mucho tiempo esto era un nido de Dragones Rojos.”

“¿…En serio?”

“Sí, los Dragones Rojos son criaturas que vivían en el interior de la montaña como
nosotros. La Raza Dragón era débil y era depredada por estos.”

La historia del Mundo Dragón que yo no conocía me fue relataba por el Dios Dragón-
sama. Este último apareció ante la Raza Dragón que ni siquiera tenía un lenguaje, fue
ante su gente quienes estaban aterrorizados a causa de los Dragones Rojos, demostró
su poder y se convirtió en su jefe…

Encontró a los Cinco Generales Dragón y dividió a los clanes, criándolos para que se
volvieran más poderosos que todo lo demás que habitaba en este mundo.

Había sido una labor formidable.

Cientos y miles murieron. Sin embargo, ellos de forma continua avanzaron y la Raza
Dragón llegó a dominar el mundo.

“Es por eso que pienso que toda la Raza Dragón son como mis hijos.”

Y entonces, el Dios Dragón-sama volvió a darse la vuelta para verme y entrecerró sus
ojos.

“La razón por la que te ayudé, si bien eres una mezcla de la Raza Dragón y la Raza
Demonio, la sangre de los primeros sigue corriendo en tu interior así que tú también
eres mi hijo.”

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Aunque solo la mitad, jamás había estado tan orgulloso de mi sangre dragón. Pero la
respuesta no era lo que yo deseaba.

Quería saber cómo podía serle de utilidad al Dios Dragón. Como solamente era un
mestizo, quería saber cómo o donde podía serle útil.

Por supuesto, era grosero seguir preguntando, así que me mantuve en silencio.

Pero…

El Dios Dragón-sama, siendo la persona brillante que era, vio a través de mi angustia.

“Por supuesto, no fue solamente por eso…recientemente, ha habido extrañas


desapariciones a través de todo el mundo. Nadie conoce la causa o razón, ni donde
han desaparecido. Si alguien fue transportada al Mundo Demonio y te dio a luz a ti,
entonces puede ser una pista.”

“¿Hubo alguna pista conmigo?”

“No, nada de momento.”

“En ese caso…”

“Eso está bien. En todo caso, tengo grandes expectativas puestas sobre ti.”

Todavía mirando hacia afuera de la ventana, el Dios Dragón continuó.

“La segunda razón es para mejorar la deteriorada relación con los demonios. Esa raza
ha sido la enemiga de la Raza Dragón durante miles de años. Rumores de que el Dios
Dragón está intentando destruir a los demonios se han esparcido…a pesar de que son
puras mentiras.”

“…”

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“El criarte a ti, un mestizo de demonio y dragón, puede ser la prueba de que es un
malentendido.”

¿Realmente eso era evidencia? Yo había sido perseguido por los demonios en el
Mundo Demonio, no podía creerlo.

Mejor dicho, yo bien podría ser un obstáculo.

Sin embargo, no tenía el coraje para decirlo.

Si decía eso y resultaba expulsado de aquí, no tendría donde ir.

El Dios Dragón-sama, Lunaria-sama, Dola-sama y los sirvientes. Ahora que había


logrado conocer y comunicarme con tantas personas, no podía soporta regresar a estar
solo.

“La tercera razón es por mi hijo, quien nacerá pronto.”

El Dios Dragón-sama volvió a mirarme.

No, detrás de mí. Mirando en lo profundo de la mansión, en dirección a Lunaria-sama.

“Mi mujer, Lunaria es humana por lo tanto, mi hijo será un mestizo de Humano y
Dragón.”

“…”

“Como ya dije, cualquiera que tenga la sangre de un dragón es mi hijo. La Raza Dragón
me adora como un Dios y me juró su lealtad.”

Yo asentí ante esas palabras.

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Desde aquellas figuras prominentes como Dola-sama hasta los sirvientes de Lunaria-
sama, los Guerreros Dragón en el campo de entrenamiento y los niños de las
instalaciones de entrenamiento, no había nadie a quien le desagradara el Dios Dragón.
Todos lo respetaban y adoraban.

“Sin embargo ¿Qué sucederá si mi hijo nace de alguien de la Raza Humana? Ellos
puede que lo miren con otros ojos.”

Ante eso recordé la mirada de ellos cuando yo salía, esa alienante mirada.

Era lo mismo aquí con la Raza Dragón. A mí ya no me importaba, pero si hubiera sido
un recién nacido, puede que sería difícil.

“Por lo tanto, quería que ellos se acostumbraran al tener a otro niño mestizo como tú.”

Al dejarme a mí, quien era mestizo, caminar por la ciudad, la gente del lugar
eventualmente se acostumbraría. Yo servía como precedente de que un mestizo no era
algo extraño, horrible ni repulsivo.

“A su vez espero que los dos, siendo ambos mestizos, se entiendan de mejor forma.
Estoy esperando con ansias eso.”

La tercera razón.

La conclusión del Dios Dragón-sama.

Era exactamente la respuesta que quería, no podía estar más agradecido.

No era solamente simpatía o caridad el haberme rescatado de mi soledad.

Tenía un propósito.

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Es más, el Dios frente a mí tenía expectativas conmigo, para que fuera el camarada de
su hijo, jamás había estado tan feliz.

“El haberte rescatado por mis propias razones ¿Estás decepcionado?”

“No, por el contrario.”

Me había decidido. Me convertiría en alguien útil para el hijo del Dios Dragón-sama,
daría mi mejor esfuerzo para que un mestizo pudiera vivir cómodamente.

Habían pasado décadas desde que comencé a vivir en la sociedad de la Raza Dragón,
esta seguía llena de cosas que no entendía. Sin embargo, si entendía que como
mestizo que era, si fallaba en hacerme útil, no solo recibiría el desprecio de otros sobre
mí mismo sino que también sobre el niño no nacido.

Debía usar el entrenamiento de Dola-sama y mostrar resultados.

Eso es lo que debía hacer.

“¡Permítame ser una fuente de fuerza para usted!”

“Lo espero con ansias.”

En ese momento, el como “retribuirle al Dios Dragón” tomó forma en mi mente.

Se volvió claro lo que debía hacer y quería dar lo mejor de mí.

Por supuesto, siempre había tenido pensado dar lo mejor de mí hasta ese momento,
pero a partir de ese día, su forma cambió drásticamente.

Teniendo un objetivo claro, me sentí más enfocado. No solo trabajaría más fuerte sino
que a su vez con más ingenuidad y esfuerzo.

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“Bueno, Dola.”

“¡Sí!”

Dola-sama había estado en silencio en una esquina del cuarto durante la conversación.

“El trabajo de Laplace… ¿Tienes alguna idea?”

“Lo había pensado anteriormente ¡¿Por qué no hacerlo trabajar para mí?!”

“¿Eso solamente?”

“No, por supuesto que no. Si él tiene una inspiración tan noble, mejor mantenerlo
conmigo…”

Recordando ahora esa interacción, fue algo graciosa.

Sin importar la grandeza del Dios Dragón, el encontrarme un trabajo adecuado


ciertamente sería una fuente de dolores de cabeza, para que Dola-sama mostrara un
raro momento de egoísmo…

Sin embargo, el Dios Dragón-sama era el padre de toda la Raza Dragón, incluso para
Dola-sama, el aceptar su egoísta solicitud era esperable.

“Está bien, eso está bien dado que así lo dices.”

“¡Sí! ¡Gracias!”

Así fue como me convertí en un subordinado de Dola-sama.

¿Acaso mencioné anteriormente cuál era su trabajo?

Era entrenar dragones.

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Capítulo VI

“Entrenamiento de Dragones Rojos”

Unos cuantos días después, Dola-sama me llevó a una nueva locación.

El lugar adonde Dola-sama voló estaba en las afueras de la ciudad. En un área con
pocos habitantes, el edificio estaba rodeado por murallas cerradas formando un domo.

Había varias entradas construidas en estas altas murallas y Dola-sama ingresó a través
de una de ellas, por supuesto yo le seguí.

“¡…!”

Inmediatamente, el aroma de bestias con las que no estaba familiarizado asaltó mi


nariz.

No era lo suficientemente malo como para apretarme la nariz, pero no pude evitar
fruncir el ceño, no solo a causa del hedor.

El aroma no era tan diferente del Mundo Demonio. Más que este, podía escuchar
varios ruidos provenientes de la parte trasera del edificio.

¿Tenebroso?

No, mejor dicho, nostálgico.

“…”

¿Debía haber preguntado dónde estábamos? En verdad, podía más o menos adivinarlo.

Justo en ese momento, Dola-sama vio las preguntas en mi rostro y habló.

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“Este es un campo de entrenamiento para dragones.”

Yo respondí “Oh” y seguí mirando a mí alrededor, había escuchado sobre este lugar.
La Raza Dragón podía volar por su cuenta con sus alas usando campos de fuerzas y
podíamos volar bastante rápido para recorrer distancias a alta velocidad, pero el
Dragón Touki era limitado, así que los vuelos de larga distancia eran extenuantes.

Cuando la Raza Dragón necesitaba viajar lejos, montaba un Dragón Rojo.

El Dragón Rojo era el más pequeño de los dragones, pero su alcance era relativamente
grande en comparación.

Sin embargo, el Dragón Rojo es feroz por naturaleza. Después de todo, estos y la Raza
Dragón eran enemigos naturales, ellos atacarían y devorarían a la Raza Dragón de
dejárseles salvajes.

Es por eso que los entrenábamos y domábamos allí.

Atrapar un Dragón Rojo, enseñarles que la Raza Dragón era la que estaba en la cima
de la cadena alimenticia y entrenarles como animal de montura.

“A partir de hoy, trabajarás como mi subordinado. Trabajarás aquí de ahora en


adelante.”

“¡Sí!”

“Incluso si no estuvieras trabajando para mí, tenía pensado traerte aquí al menos una
vez. Debido a que al vivir en el Mundo Dragón, no podemos evitar relacionarnos con
otros dragones. No hay nada malo en conocerlos.”

Dola-sama dijo mientras comenzaba a moverse en dirección a la zona trasera del


edificio.

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El recoveco del edificio era más grande de lo que parecía en el exterior.

A medida que caminábamos, le hice varias preguntas a Dola-sama.

“¿Por qué pidió que yo le sirviera?”

“Cuando escuché tu discusión con el Dios Dragón-sama, pensé que mi trabajo sería el
mejor posible.”

“¿El mejor posible?”

“Nuestro trabajo es apreciado por muchos dentro de la Raza Dragón sin


resentimientos.”

El entrenar un dragón parecía ser una tarea especial. Sin embargo, en realidad,
muchos dragones existían como ganado en el Mundo Dragón. Los Guerreros Dragón
necesitaban domar dragones para que lucharan junto a ellos.

La mayoría como ganado, pero también como compañía y compañeros.

En nuestro mundo, esto equivaldría a la relación entre un caballero y su caballo.

Aunque este se le llamaba campo de entrenamiento, este edificio no era solo para
entrenar.

Desde el tratamiento de los dragones gravemente enfermos hasta para que dieran a
luz, poseía varias funciones. Era un lugar donde los Guerreros Dragón podían
conseguir que cuidaran a sus compañeros.

El Mundo Dragón era un lugar duro. En batalla, incluso los Dragones Rojos podían
morir por lo tanto, había muchos dentro de la Raza Dragón que apreciaban
profundamente a Dola-sama por su labor.

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Por supuesto, no siempre era posible salvar a un dragón mortalmente herido, pero
nadie guardaba rencor contra Dola-sama cuando esta no podía salvarlo. La Raza
Dragón no culpaba a aquellos que habían dado su mejor esfuerzo.

Es por eso que el entrenamiento de dragones era el trabajo perfecto para mí.

Tomaría algo de tiempo, pero mi nombre se esparciría a través del lugar. Tampoco era
un trabajo glamoroso así que nadie armaría un revuelo por ello.

“Tú eres un estudiante excelente, quiero mantener un talento como el tuyo bajo mis
alas.”

“…Estoy honrado de ser felicitado.”

Estaba ligeramente avergonzado de ser felicitado por Dola-sama, pero ella apartó la
mirada y proseguimos hasta salir del pasillo.

Atravesamos un angosto pasillo durante un tiempo y encontramos un gran camino, lo


suficientemente amplio para que los dragones rojos pasaran uno al lado del otro.

Había muchas jaulas dentro de este lugar y en dichas jaulas, grandes reptiles de color
rojo estaban acurrucados y echados.

“Eso es un Dragón Rojo.”

“…Sorprendentemente calmado ¿Cierto?”

El Dragón Rojo era una criatura feroz, atacaría cualquier cosa que se cruzara en su
camino y lo devoraría. Sin embargo, el Dragón Rojo frente a mí simplemente estaba
echado ahí, observando a Dola-sama y a mí con una expresión en blanco.

Era mi primera vez viendo a uno de verdad tan de cerca, pero se veía bastante
diferente de lo que esperaba.

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“Este de aquí ya está entrenado, si entramos un poco más, podrás ver a un dragón
actuando como un dragón.”

“Ya veo…entonces ¿Qué debería hacer primero?”

“El trabajo de los nuevos ha estado fijo desde tiempos antiguos.”

Seguí a Dola-sama aún más al interior del pasaje.

Y entonces, justo cuando Dola-sama decía eso, los gritos de los dragones crecieron en
intensidad.

Escuché un ruido de algo crujiendo, como alas aleteando.

Las jaulas se fueron volviendo más robustas, encerrando en su interior a individuos


más hostiles.

Algunos gruñían e intentaban intimidarme tras haber divisado a alguien nuevo que
había llegado.

Cuando Dola-sama les devolvió la mirada, rápidamente volvieron a quedarse tranquilos.

“Esta área contiene individuos que han estado en entrenamiento por un par de años,
siguen estando algo salvajes. Una vez que juzguen que todos los miembros de la Raza
Dragón son aliados, pueden pasar a las otras áreas que son frecuentadas por más
miembros de la Raza Dragón, así sucesivamente acercándose hacia Kayos.

“Los enjaulados más lejos son individuos que recién acaban de iniciar el entrenamiento.
No son diferentes de bestias salvajes.”

“Mi trabajo es entrenarlos ¿Cierto?”

Dije eso debido a que pensé que solo quedaba la parte más profunda.

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Sin embargo, fui regañado por Dola-sama.

“Tonto, no puedo dejar que un novato se encargue del trabajo más importante y
peligroso. Aquí.”

A continuación, Dola-sama me llevó por un camino lateral entre medio de las jaulas.
Quizás un indómito dragón salvaje rugía.

El rugido de un reptil gigante podía hacer que te dieran escalofríos a lo largo de la


espalda. Si lo escuchas de cerca, tus rodillas podrían ceder.

A pesar de que yo cacé bestias en el Mundo Demonio, me congelé por un momento.

Por supuesto, los dragones estaban probablemente a otro nivel comparados con las
bestias demoniacas, si Dola-sama no hubiera estado guiándome, mis piernas
probablemente se habrían quedado pegadas en el lugar donde estaba.

Dola-sama vio a través de mí al instante.

Ella se dio vuelta y me observó con su usual mirada fría.

“¿Qué sucede? ¿Asustado?”

“No, solo sorprendido.”

“Bien, si estuvieras incómodo con esto, no podrías hacer tu trabajo.”

Tenía que hacerlo mejor. Lo que me esperaba aquí no era un simple trabajo trivial, no
podía subestimarlo. Pero pensé que quizás sería más seguro que luchar.

Fui llevado a la jaula de un dragón rojo.

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Este era mucho más pequeño que los otros En ese tiempo, pensé que probablemente
era joven o un espécimen inmaduro.

El dragón parecía agitado, gruñendo y respirando con dificultad. Estaba receloso de


nosotros, apoyado contra la muralla, listo para morder.

El sueño de montarlo parecía uno distante.

“Primero, tú estarás a cargo de entrenar a este tipo.”

“¡Sí!”

“Yo no te enseñaré nada. Con los dragones, lo mejor es acostumbrarse a ellos con tu
propia piel.”

Fuera de volar, Dola-sama me enseñó todo paso a paso.

Ahora sentí que repentinamente me habían lanzado por mi cuenta, pero mi


entrenamiento se había terminado y con ello nuestra relación de estudiante y maestro.

Ahora que yo era su suplente, era simplemente natural que ella esperara que yo me
valiera por mi cuenta.

“Si crees que no está funcionando, puedes matarlo.”

“¿Matarlo?”

“Te daré cerca de un año.”

De esa forma, Dola-sama se marchó, dejándome atrás junto al dragón, que gruñía en
el rincón.

“¡Grrr…gao!”

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“…”

Ante mí, un amenazante dragón.

Pensé por un tiempo mientras estaba en frente suyo ¿Cómo podía hacer que este
dragón se sometiera? ¿Lo golpeaba?

No, con un dragón así de pequeño, cualquiera de la Raza Dragón probablemente podía
golpearlo, capturarlo y traerlo aquí.

Dado que no era sumiso, probablemente no entendía todavía la diferencia en las


fuerzas, sería inútil que yo lo hiciera.

“…”

Tras pensarlo un rato, dejé el lugar.

Regresé por el pasillo para saludar a un miembro de la Raza Dragón que pasó por el
costado, a pesar que me miró con recelo, le di el saludo máximo.

“Buenos días, trabajaré bajo la tutela de Dola-sama a partir de hoy, soy Laplace.”

“¿…Un novato? Soy Gala.”

“Gala-sama ¿Puedo preguntarle algo?”

Tras pensarlo ¿Acaso me había rendido y le pedí a mi senpai ayuda?

No, en verdad no.

Dola-sama me había dicho que sintiera al dragón con mi propia piel, si le pedía ayuda a
un senpai, sería contradecir dicha orden. Pero pensé que mi método requería ciertas
preparaciones.

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“¿Dónde está la comida para los dragones?”

“Oh, sigue derecho por ese camino…”

Sí, carnada. Era una idea simple, pero primero antes que nada, pensé que la comida
era importante, para la vida salvaje, la búsqueda de comida era algo de vida o muerte.

Cuando yo estaba solo por mi cuenta, mi vida diaria giraba alrededor de la búsqueda
de comida.

Así que primero, comida. Siguiendo la dirección de Gala, visité el almacén de comida y
solicité una porción de la persona a cargo.

Era un gigantesco pedazo de carne de dragón rojo.

Los dragones se canibalizaban los unos a los otros por su carne.

A pesar de que la Raza Dragón comía dragones, no nos comíamos a los nuestros, era
lo que nos diferenciaba de las bestias salvajes.

De todas formas, regresé donde el Dragón Rojo con mi cebo.

Primero, llenar su estómago. Ese era el primer y más importante paso.

“¡Gugaaaaa!”

Sin embargo, el dragón solamente me fulminó con la mirada y gruñó. Como si estuviera
diciendo “¡No necesito eso, vete!”

Incluso cuando le presenté la carne en frente suyo, no la miró.

No parecía como si fuera a comer algo que le entregara, quizás sospechaba que
estuviera envenenada.

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“…Eso no funcionó.”

¿Acaso me rendiría?

A pesar de que estaba esperando tener algo de progreso luego de que comiera hasta
saciarse.

Si pensaba en ello, no era tan diferente de mi cuando estaba en el Mundo Demonio.


Tras vivir como un niño salvaje en ese lugar y tras todos mis estudios y entrenamiento
en el Mundo Dragón, no podía rendirme de esa forma.

“¡Oh, sí!”

No, tenía que haber algo más.

En mi limitada experiencia, había una forma de dejar una fuerte impresión.

“Vamos a darte un nombre.”

Un nombre.

Sí, un nombre. Creo que un nombre es importante a la hora de comenzar una relación
jerárquica. Cuando yo fui nombrado, pude sentir que algo importante sucedió, en el
momento que fui nombrado por el Dios Dragón-sama, me sentí renacido.

Es por eso que lo iba a nombrar.

En ese entonces, la Raza Dragón no solía nombrar a sus dragones. Los dragones son
dragones, a pesar que los diferenciábamos como especie, rara vez lo hacíamos entre
individuos.

“Tu nombre es…”

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Pero para mí, esta era la primera vez nombrando algo.

El nombre no apareció de inmediato y tuve que pensar por un rato en frente del dragón
que gruñía.

“¡Gooh!”

¿Acaso mi titubeo me hacía ver débil?

El dragón de repente saltó y me atacó.

“Espera.”

Lo agarré de la mandíbula superior sin esfuerzo. En comparación a la rapidez de Dola-


sama, el aterrado lagarto bien podría haber estado quieto, esa era la diferencia en
poder.

Para ese entonces, ya había comenzado a entender cómo utilizar Dragón Touki a
través del entrenamiento. A pesar de que todavía no podía utilizar todo mi poder, era
suficiente para manejar a un pequeño dragón. Sin importar cuando el dragón luchara,
su mandíbula superior estaba fija en el aire sin poder moverse. A pesar de que intentó
escapar de mi agarre o de morderme la mano, no logró hacerlo.

En ese momento, en la mente del dragón, la dolorosa experiencia del entrenamiento a


manos de los otros miembros de la Raza Dragón resurgió.

Temiendo el dolor, agitó sus alas intentando escapar, pero no podía moverse.

Su mandíbula superior seguía fija, el cuerpo, sin importar cuanto intentaba luchar,
girándose sobre sí mismo, no podía separarse.

Eventualmente, el dragón se cansó y dejó de moverse.

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En ese mismo instante, pensé en algo.

“Saleyakt…sí, tu nombre es Saleyakt.”

A medida que decía eso, el dragón lentamente me miró.

Sus ojos reflejaban un miembro de la Raza Dragón diferente del resto, con un cabello
de un violento color tabú.

Mientras el dragón observaba, repetí la palabra “Saleyakt.”

Por supuesto, el nombre no tenía significado pero finalmente me había decidido como
nombrarlo.

“Gugu…”

Los Dragones Rojos eran criaturas feroces pero inteligentes. Por lo tanto, él
inmediatamente entendió que le había dado un nombre, daba la casualidad, que
también se dio cuenta que no podía vencerme. Cuando lo solté, Saleyakt
inmediatamente se encogió en un rincón del cuarto.

Con su cola recogida en la esquina, me miró con ojos llenos de temor.

“Saleyakt. Comida, come.”

Ubiqué la carne nuevamente en frente del ahora estable Saleyakt.

Un gran pedazo de carne de dragón.

“Grrrr…¡Gao!”

Saleyakt lo miró y luego a mí, volviendo a ladrar.

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A pesar de que sabía que no podía ganar, aun así no quería someterse. Bueno, si la
sumisión hubiera sido tan sencilla, no habría estado encerrado aquí, al final, no comió
la carne ese día.

Solo esperaba que yo me marchara.

Comencé a apreciar lo que Dola-sama había dicho acerca de sentir al dragón con mi
piel.

Los dragones eran tercos y no se sometían fácilmente a la Raza Dragón. Estos no eran
como los domados que eran montados por los Guerreros Dragón, uno tenía que saber
lidiar primero con los dragones salvajes…yo seguí pasando el tiempo con Saleyakt,
durante un largo tiempo. Un día, dos días, hasta que la carne se echó a perder y se
pudrió, cuando ya no era comestible, descarté el pedazo en frente de Saleyakt.

Llevé la carne al basurero y la tiré.

¿Qué crees que hice tras eso?

Llevé un nuevo pedazo de carne en frente de Saleyakt.

Era tonto, estúpido y repetitivo, pero no podía evitarlo.

Debido a que este era el trabajo que Dola-sama me había asignado.

No tenía intención de rendirme hasta que estuviera completo. Sin embargo, no sabía
cómo hacerlo. Pensé en intentar varias cosas, pero solo funcionarían una vez que
Saleyakt comenzara a comer.

Probablemente quería comer, yo mismo sabía lo complicado que era estar con hambre.
Pero Saleyakt no comió. No comió tras tres, cuatro ni cinco días.

Yo tampoco comí.

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Cambiando la carne varias veces, ayuné junto a Saleyakt.

Era una competencia para ver quien se quebraba primero.

¿Cuántos días pasaron?

El primero en rendirse fue Saleyakt.

¿Acaso se había rendido y había dado un mordisco a la carne…?

No.

Era inanición.

Su hambre había alcanzado los límites. Ya no tenía la fuerza para sostenerse, así que
se desplomó con el vientre cayendo al piso.

Incluso entonces, sus brillantes ojos seguían fijos en mí.

A pesar de que ya no se veía intimidado…

Por otro lado, yo seguía bien.

Ya sea que fuera la sangre de la Raza Dragón o la Raza Demonio, podía seguir cien
días sin comida.

Pero incluso yo estaba sorprendido. Jamás pensé que Saleyakt seguiría negándose a
comer incluso al borde de la inanición. Habiendo yo mismo experimentado el hambre,
era difícil de creer. Al mismo tiempo, comencé a respetarlo.

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Él se negaba a someterse incluso al hambre. Me preguntaba si su orgullo era más


importante.

Si yo hubiera sido puesto en una posición donde tendría que elegir entre traicionar al
Dios Dragón y comer, habría hecho lo mismo.

Mejor muerto, pero muchas personas no podían poner eso en práctica.

Decidí ser testigo de su muerte, ya que estaba a cargo de su entrenamiento por orden
de Dola-sama. Sus órdenes eran lo mismo que las del Dios Dragón-sama, no podían
ser declinadas.

Además, se me había dicho que podía matarlo.

Por lo tanto pensé en dejarlo morir mientras mantenía su orgullo.

“Adiós, Saleyakt. Jamás olvidaré tu orgullo, así que al menos seré testigo de tu final.”

Habiendo dicho eso, me senté al lado de Saleyakt. No exactamente tocándolo, pero


más cerca que antes. Fue ahí que él y yo nos vimos cara a cara por primera vez.

¿Una hora, dos horas?

Contemplé a Saleyakt por un periodo de tiempo y esté siguió devolviéndome la mirada.

Pensé que ese tiempo duraría por siempre, hasta el momento que la muerte viniera por
Saleyakt y sus ojos perdieran poder.

“Goo…”

Pero, justo entonces. Saleyakt apartó la mirada.

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Como si no pudiera soportar el concurso de miradas. Mejor dicho, él se giró para mirar
la carne.

Sin ya nada de fuerza giró su cuello, acercando su boca a la carne, intentando comer.

Desconocía que conflicto interno habría tenido, tragándose su orgullo, él escogió vivir.

Él quería vivir.

Sin embargo, estaba casi agotado. Apenas podía dejar una marca de mordida con la
fuerza que le quedaba, ni siquiera podía masticar. Así que yo me levanté de inmediato,
saqué un pedazo de carne y la mastiqué. La carne era dura y fibrosa, pero yo tenía una
mandíbula fuerte y colmillos afilados por lo que pude masticar. Tras suavizar la carne,
la puse en su boca.

Lenta y sumisamente, Saleyakt se tragó la carne que había suavizado.

Confirmado eso, volví a masticar más pedazos de carne, alimentándolo. Mientras hacía
esto, comencé yo mismo a sentir hambre así que a veces me tragaba la carne.

Tras repetirlo varias veces, el pedazo original de carne había desaparecido.


Inmediatamente corrí hacia el almacén de comida y traje otro. Para ese momento,
Saleyakt ya había recuperado algo de fuerza. No era la suficiente para pararse por su
cuenta, pero algo de poder le había sido regresado y la luz en sus ojos retornó mientras
me observaba.

Era bastante rápido para digerir, pero los dragones son criaturas poderosas y
resistentes, así que a veces eso sucedía.

Ignorando aquello, agarré el pedazo de carne en mi mano, lo mastiqué y tragué.


Empujando el resto de la carne en frente de Saleyakt, mostrándole como comía, quería
que él hiciera lo mismo.

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Incluso Saleyakt sabía cómo comer carne.

Dubitativo, estiró el cuello y lamió la carne. Sabía delicioso, incluso con mi saliva.

Tras lamerlo otro poco, se dio cuenta de lo hambriento que estaba y se pegó a la carne.

Sosteniendo el pedazo con sus patas delanteras, mordió a través de los duros
músculos con sus colmillos, masticando, rompiendo y tragando todo incluido los huesos.

Saleyakt se vio absorto por un rato mientras comía, pero de pronto se dio vuelta para
mirarme.

Más allá de la carne, observando a la persona sentada ahí mirándolo comer.

Gentilmente, Saleyakt empujó la carne masticada hacía mí.

Viendo esto, me senté quieto por unos cuantos segundos y luego mordí y mastiqué a
su vez la carne.

No sabía lo que quería al principio, pero luego rápidamente me di cuenta que quería
que comiéramos juntos. Luego, tras darle unos cuantos mordiscos, le regresé la carne
a Saleyakt. Este gruñó felizmente, masticando la carne y luego tras unos cuantos
mordiscos volvió a pasármela. Tras esto y luego de repetir el proceso varias veces, la
carne desapareció.

Poniendo mi mano sobre la cabeza de Saleyakt, abrí mi boca.

“Saleyakt, te voy a criar.”

En ese momento, Saleyakt no entendía el lenguaje de la Raza Dragón.

Sin embargo, él pareció entender lo que esas palabras querían decir.

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A partir de ese día en adelante, él ya no sintió miedo de mí.

Ese era el primer paso de mi tarea y un gran paso para mí.

¿Sabías?

Uno crece gracias al fracaso, pero no solo con el fracaso. Solo el éxito, aun si es solo
una vez, puede hacerte avanzar.

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Capítulo VII

“Entrenador Dragón”

Un año más tarde, cuando Dola-sama vino de visita.

Ese día, tenía la cabeza de Saleyakt descansando sobre mi regazo, comiendo juntos y
enseñándole palabras.

“Esto es…una sorpresa.”


Dola-sama nos miró conmocionada.

No, quizás estaba extrañada, ella no era alguien que pudiera ser sorprendida
fácilmente.

“¡Dola-sama! ¡Disculpe mi falta de educación…!”

Grosería ante Dola-sama era inaceptable, así que inmediatamente intenté levantarme
para saludarla.

“No, descansa.”

Dola-sama me detuvo y observó con cuidado a Saleyakt, sus ojos llenos de curiosidad.

“¿Ese pequeño dragón se ha vuelto tan obediente…?”

“Grrr…”

Molesto por la penetrante mirada de Dola-sama, Saleyakt levantó sus caderas y bajó la
cabeza, gruñendo amenazadoramente.

“Para, esa es Dola-sama.”

Saleyakt rápidamente se calmó en respuesta. Sin embargo, la precaución en sus ojos


se mantuvo.

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Yo había sido capaz de hacerme amigo de Saleyakt, pero eso no significaba que este
se había vuelto un dragón adecuado para la Raza Dragón. Saleyakt simplemente ya no
me temía a mí.

Este cobarde y vigilante dragón me reconocía a mí como alguien seguro, pero su


actitud hacia mis congéneres permanecía inalterada.

Los subordinados de Dola-sama estaban frustrados por esto. Normalmente, si un


dragón se volvía obediente, lo era con cualquier miembro de la Raza Dragón.

“Disculpe, Dola-sama, fuera de mí…”

“Está bien…de hecho, el lograr tanto progreso en solo un año. ¿Cómo lo hiciste?”

“Comemos juntos, dormimos juntos.”

“No creía que podría mejorar tanto solo por eso…”

Dola-sama miró a Saleyakt con una complicada expresión, este último estaba a su vez
bastante nervioso frente a Dola-sama.

Tras haber pasado tanto tiempo juntos, podía darme cuenta. Él estaba asustado.

“Él solo está asustado, le di un nombre y comparto comidas con él para reducir su
miedo, para que así pudiera abrirme su corazón.”

“…Ya veo ¿Ese es tu método?”

“Sí, ya tengo un historial.”

Para ser exactos, a esa altura ya había domado otros dos dragones fuera de Saleyakt.

Los dos que estaban en la zona contigua a la de Saleyakt. Ambos eran un tanto más
grandes que este último, tras acercarme a ellos de la misma forma que a Saleyakt y
acostumbrarlos a la Raza Dragón, ambos avanzaron a la siguiente área.

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Él único todavía receloso de la Raza Dragón era Saleyakt, el más tímido de los
Dragones Rojos.

“Había escuchado de tus logros…sí…”

Dola-sama pensó por un momento tras recibir mi informe, quizás se preguntaba si este
novato estaba diciendo la verdad.

Si mis palabras eran ciertas, entonces invalidaban los métodos que Dola-sama había
estado refinando durante milenios, frente a un joven que ella había pasado unas
cuantas décadas enseñando. Por supuesto, esa no era mi intención en esa
época…pero hice lo que se creía que era imposible.

¿Qué era imposible?

Entrenar individuos considerados como imposibles de entrenar.

Sí, Saleyakt era un dragón indomable.

El método de entrenamiento de Dola-sama comenzaba al provocar al dragón,


instándolo a atacar para luego derrotarlo.

Primero, enseñarle el orden social y así la mayoría de los dragones aprendían a no


enfrentarse a la Raza Dragón.

Sin embargo, había individuos particulares con los que este método no funcionaba.

Estos intentaban huir desesperadamente a cada oportunidad que tenían. Básicamente


reconociendo a la Raza Dragón como un terrible enemigo que no podían siquiera
esperar derrotar. Si eso sucedía, el Dragón Rojo jamás aprendería a someterse.

Enseñar obediencia al simplemente golpear a todos los individuos de una especie, la


vida no era tan simple siempre. Los dragones que no podían ser entrenados eran
asesinados y procesados por su carne.

¿Eso es cruel?

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Solo puedes decir eso debido a que ahora vives una vida pacífica. Cualquier Dragón
Rojo que escapara ciertamente vería a la Raza Dragón como enemigos. Si dejabas
escapar solo a uno, este podría matar a tus camaradas un día más adelante.

Aquellos que no podían someterse debían ser matados, es realmente simple.

El tener elección en primer lugar ya es una forma de amabilidad.

Sin embargo, el tomar la vida de un dragón que falló en su entrenamiento era una tarea
difícil. El tiempo y esfuerzo invertido se convertían en nada. Por lo tanto, a los novatos
se les encargaba el cuidado de los dragones que han fallado en su entrenamiento.

Permitirles dar su mejor esfuerzo y aprender que algunos dragones no pueden ser
entrenados. Al mismo tiempo, les enseña a lidiar con los peligros de tratar con estas
criaturas potencialmente letales.

Luego, matar a los dragones que no escuchan.

De esta forma los nuevos aprendían de los errores, como el dragón que veíamos a
diario se diferenciaba de un dragón salvaje.

Sin embargo, yo tenía buena compatibilidad con tal tipo de dragón. La experiencia de
haber vivido como un niño salvaje en el Mundo Demonio puede que haya sido útil.

Me había dado cuenta que el dragón simplemente estaba asustado, intenté otra cosa
que no fuera una golpiza.

Así que desafortunadamente no aprendí la primera lección del trabajo, el que algunos
dragones jamás se someten.

De hecho, todavía pienso de esa forma.

El que es posible comunicarse con todos los dragones.

“Muy bien.”

Tras ponderarlo un rato, Dola-sama dio un aplauso.

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“Puedes encargarte de los dragones que vienen aquí por un tiempo más.”

Dola-sama me ordenó.

¿No es maravillosa?

Dejando a un lado su propio orgullo.

Eso también era señal de su lealtad al Dios Dragón-sama.

Su criterio era si acaso beneficiaba al Dios Dragón-sama y por lo tanto al Mundo


Dragón, en este mundo, no había muchos que pudieran descartar su orgullo personal
de esa forma.

“Usa esa amabilidad para preparar tantos dragones como puedas para el
entrenamiento.”

Al final, ella jamás me dijo que esta área era aquella para los candidatos que habían
fallado y estaban esperando ser sacrificados.

Puede que haya sido en consideración mía.

Debido a que ella era sabia de esa forma.

Previendo que un lugar así quizás se volvería obsoleto en el futuro cercano.

A partir de ese día, me vi mucho más atareado.

Nosotros no teníamos tantos dragones que fallaran el entrenamiento. A través de


varios medios, Dola-sama reunió a los candidatos que habían fallado en otros campos
de entrenamiento a lo largo del Mundo Dragón y me los envió a mí.

Cada uno de estos estaba asustado, intimidado e intentando escapar en el momento


que me veían.

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Algunos estaban severamente heridos o moribundos, un reflejo de lo brutal que podía


llegar a ser el entrenamiento. No fui capaz de llevarme bien con todos, sin importar
cuanto lo intentara, había algunos niños que no abrirían su corazón.

Fue Saleyakt quien ayudó a tales individuos a volverse más flexibles. Cuando este
encontraba a tal sujeto, se le acercaba y les decía algo a ellos.

Aunque yo no sabía que era lo que les decía.

A pesar de que yo le enseñé el Lenguaje del Dios Dragón, yo no aprendí Dragón de su


parte.

Pero ciertamente él les decía algo a los dragones.

A veces no con la voz, pero usando su cola para tocar gentilmente al otro.

Una señal de confianza y seguridad.

Los Dragones Rojos se calmaban los unos a los otros usando sus colas para
tranquilizarse pero yo no lo sabía en ese momento. Al principio me preguntaba si era
una señal de cortejo.

Saleyakt era muy superior a mí a la hora de entender el corazón humano. No, quizás
en este caso sería mejor decir el corazón dragón.

Como sea. Tras algún tiempo con Saleyakt, los dragones comenzaron a volverse
obedientes.

Incluso tras dejarme y avanzar al entrenamiento normal, se volvieron excelentes y


bravos guerreros.

Los individuos que no se sometieron en el pasado incluso tras una golpiza puede que
hayan poseído tales características de forma natural. Saleyakt y yo hicimos que ellos
obedecieran y nos fueran enviados más y más a menudo.

Aunque el mismo Saleyakt no tenía cariño por nadie más que mí.

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Debido a eso, la apreciación por mi trabajo también aumentó.

Entrenando dragones para que se sometieran y que otros campos de entrenamiento


habían fallado en hacerlo. Es más, los dragones que nosotros entregábamos resultaron
ser de mayor calidad en comparación. El rumor de que un excelente entrenador que
producía excelentes individuos se esparció.

Los nuevos novatos que llegaron después fueron a aprender de mí.

Por supuesto yo les enseñé lo que estaba haciendo.

No creía que el método fuera algo lo suficientemente especial como para esconderlo.

La mayoría no lo hacía tan bien como yo. Sin embargo, el número de dragones
muertos disminuyó y el número de dragones de alta calidad se incrementó.

Luego de que mi nuevo método se esparciera, el entrenamiento normal también


cambió un poco a su vez.

Mi método comenzó a ser incorporado en el manual básico.

¿Cuándo fue esto?

Tras un siglo más o menos.

Pronto, me volví conocido como un experto a la hora de entrenar dragones indomables,


con mis propios suplentes.

No era una posición oficial, solamente un reconocimiento por parte de los otros
entrenadores. De que alguien increíble había aparecido. Un mestizo con sangre de
demonio, el hijo adoptivo del Dios Dragón-sama y un discípulo de Dola-sama.

Fui estudiado e imitado por muchos jóvenes y así mi fama se esparció.

Durante ese tiempo, el vivir en la mansión del Dios Dragón-sama también se volvió
más cómodo.

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Sentí que era capaz de ayudarle a este. A diario hablaría con él, con Lunaria-sama o
los sirvientes acerca de los dragones que entrené ese día.

Esos días pasaban sin problemas y eran maravillosos.

Realmente fue una buena época.

Yo amaba a los dragones y era amado por ellos.

Lunaria-sama y el Dios Dragón-sama también me aceptaron.

Si fuera a considerar mis días más felices y realizados, aquellos serían estos.

***

Laplace de pronto notó un repentino cambio en el rostro de Rostelina.

Su tez o expresión facial…algo físico.

Básicamente, Rostelina infló sus mejillas.

“¿Qué sucede?”

“¿Ósea que este no es un tiempo feliz o satisfactorio para usted?”

Laplace vivía una vida simple.

Por varias razones, él pasaba la mayor parte de su tiempo en su cuarto escribiendo,


dejando la montaña solo algunas veces al año.

En otras palabras, era justo decir que él vivía una vida satisfactoria y hogareña con
Rostelina.

“Hmm…bueno, Rostelina. Esto puede ser difícil de tragar, pero era diferente en esa
época. En ese entonces, tenía una misión, un propósito; es una forma diferente de
felicidad.”

“…”

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Rostelina estaba muy triste.

Si el Amo no es feliz aquí conmigo ¿Por qué estoy aquí? ¿No sería mejor que
empacara y me marchara mañana?

“Pero…Rostelina.”

“Sí…”

“Como bien sabes, no me gusta sentirme solo. Mi vida ahora está llena de ansiedad y
frustración, podría terminar aplastado por ellas si estoy solo.”

“¡…!”

“Gracias a ti, estoy salvado. Rostelina.”

“¡Sí! ¡Amo!”

El rostro de Rostelina se iluminó.

Incluso si soy inútil, estoy haciendo algo por Laplace-sama.

Era bastante amable escuchar eso de parte de él mismo.

“Pero Amo, tengo una pregunta.”

“¿Qué sucede, Rostelina?”

“Aprendí de como usted llegó a entrenar dragones, pero no he escuchado la parte


importante acerca de cómo conoció a Dragón-san.”

“¿Huh?”

Laplace se rascó su cabello moteado mientras decía lo siguiente:

“¿De qué estás hablando, Rostelina? Acabo de hacerlo ¿O no?”

“¿…?”

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“Saleyakt. Ese dragón rojo que vive detrás de mi casa, el amo de esta montaña es el
primer dragón que conocí.”

“¡¿Qué?!”

Rostelina gritó en ese instante, sintiéndose avergonzada.

Por supuesto que lo estaba.

¿De alguna forma había pensado que el dragón de la historia era un dragón diferente?

Era difícil hacer la conexión.

El perezoso Dragón Rojo que solo comía, no volaba y no obedecía a Rostelina era el
feroz Saleyakt, era difícil de imaginar.

“¡¿Dragón-san es Saleyakt?!”

“Sí.”

Poniéndose a recordar, quizás el Amo efectivamente había llamado a Dragón-san


“Saleyakt” en varias ocasiones anteriormente.

Rostelina, dándose cuenta que jamás prestaba atención, no pudo esconder su


sorpresa.

“Ese Saleyakt, Amo de esta montaña, Rey Dragón Rojo, puede haberse vuelto un tanto
delicado ahora.”

Laplace dijo y un desgraciado gruñido resonó desde la parte trasera de la casa,


aparentemente había sido escuchado.

“Ja ja ja, no te enojes.”

“Huh…no sabía que Dragón-san era tan asombroso.”

“Sí, pero es por eso que Rostelina debería respetarlo también.”

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“¡Sí, Amo!”

Rostelina dio una fuerte respuesta.

Ella parecía entusiasmada por la idea de que el dragón al que siempre cuidaba fuera
alguien asombroso.

“¿Mmm?”

Laplace miró fuera de la ventana.

Una gran Luna Llena se estaba elevando, parecía que ya era de noche.

“Lo siento, Rostelina. Voy a salir un poco, el resto de la historia tendrá que esperar.”

“¡Sí, Amo!”

Rostelina observó a Laplace que se marchaba sin queja alguna.

Debido a que ella era miembro de la Raza de las Orejas Largas. Si bien no vivía tanto
como Laplace, también era longeva.

Sin importar cuanto tiempo él estaría lejos, un día ella escucharía el resto de la historia.

Debo mantener esta casa ordenada para cuando el Amo regrese.

Sin embargo, ella no podía vencer el sueño.

“Pero bueno…voy a dormir por ahora.”

Rostelina regresó a su cama, para recuperar la energía necesaria para el siguiente día.

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Capítulo VIII

“Incidente”

Una casa de apariencia ordinaria en la Montaña Rugido del Dragón, la chica estaba
nuevamente acarreando algo el día de hoy.

¿Agua? ¿Carne?

Si uno ponía atención, descubriría que lo que estaba llevando era algo diferente a lo
usual.

“Uf….”

Un libro.

Llevando los libros desde el estudio hacia otro cuarto, ubicándolos en orden.

¿Una broma?

No, no.

Los estaba dejando secar bajo la sombra.

El papel que Laplace usaba estaba hecho de piel de dragón y era altamente durable,
podía soportar decenas de miles de años sin incidente. Sin embargo, de ser expuesto a
la humedad y los insectos, se deterioraría naturalmente mucho más rápido. Es por eso
que era necesario secarlos con regularidad en la sombra.

“Hmm ¿Quizás eso es suficiente por hoy?”

Sin embargo, la cantidad de libros en el estudio era enorme, era imposible secarlos
todos en un día. Así que todos los meses, ella trabajaba en la colección, una estantería
a la vez.

“¡Uf! Estoy cansada…”

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Rostelina se estiró, dándole un par de golpecitos a sus caderas.

Actualmente, una cantidad de libros equivalente a una estantería se encontraba


alineada en frente suyo, todos libros viejos.

Ella tenía los libros más viejos de la colección fuera de los estantes el día de hoy.

“…”

De pronto, un libro en particular captó su interés.

“¿De qué se trata este?”

De acuerdo a lo que Rostelina sabía, Laplace en su mayor parte hacía tres cosas.

Salir, hablar con Rostelina o escribir algo.

Laplace rara vez conversaba con ella durante el día.

Básicamente siempre estaba escribiendo cuando estaba en casa.

De acuerdo a lo que ella podía recordar, Laplace siempre estaba escribiendo. No


comía ni dormía, constantemente escribía.

Así que debía ser muy, muy importante.

“¿Hmm?”

A Rostelina jamás se le prohibió leer los libros de la casa. Más bien, Laplace le había
dado permiso para leerlos y para quemarlos si es que se ensuciaban.

“…Pero, no lo entiendo.”

Sin embargo, las letras escritas por Laplace eran muy diferentes de aquellas que
conocía Rostelina. La escritura que ella entendía era la usada en el Lenguaje Humano.
Un lenguaje común en el continente y usado por la raza de Rostelina.

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Pero este viejo libro estaba escrito en otro idioma. Efectivamente, Laplace lo había
escrito en el ancestral lenguaje del Dios Dragón.

Por lo tanto, no era posible su lectura.

Si es un libro más reciente, puedo leerlo.

Ya que Laplace-sama comenzó a escribir los libros más recientes en la Lengua


Humana.

Probablemente debido a que pensó que sería más sencillo para el lector leer en este
lenguaje en lugar de uno que ya estaba perdido.

¿Pero por qué este libro no estaba reescrito en la lengua humana?

¿Demasiado problemático?

“…Ah.”

Justo entonces, Rostelina notó que había un libro que ella había ubicado en una
esquina.

Era el único escrito en lengua humana.

“Manual de Traducción del Ancestral Lenguaje del Dios Dragón…”

Un hombre sabio como Laplace habría pensado que proveer un diccionario sería
menos demandante que volver a escribir todos los libros que había redactado hasta
ahora.

“¿Será posible que pueda leer con esto?”

Rostelina inhaló profundamente y recogió el manual. Parecía estar algo rugoso,


probablemente estaba entre los primeros que habían sido escritos. A continuación,
mientras recorría con cuidado el índice, se puso a leer poco a poco el título de un libro.

“¿Dra-gó...mm?... Dragón. ¡Oh! General…Misión Parte 32.”

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Tras esforzarse durante aproximadamente diez minutos, Rostelina logró descifrar el


título del libro.

“General Dragón, Misión Parte 32.”

El contenido del libro de acuerdo a la portada.

Rostelina tenía un poco de conocimiento con respecto a la frase “General Dragón.”

Mejor dicho, aparecían en la historia de Laplace.

Los Cinco Reyes Dragón, los confidentes personales del Dios Dragón.

Laplace trabajó para uno de ellos, el Rey Dragón Blindado, Dola.

“¿Mmm?”

Pero había una pregunta en la mente de Rostelina.

Laplace era un subordinado de Dola ¿Por qué este escribiría un libro sobre sus
misiones? ¿No deberían ser órdenes recibidas?

Quizás la razón de ello estaba escrita en la “Parte 1” en alguna parte…

“Hmm…a este ritmo, se hará de noche antes de que lo encuentre.”

Solo leer el titulo tomaba un montón de tiempo. Tras mucho esfuerzo solo pudo leer
alrededor de 10 caracteres, antes de yacer sobre más de cien libros.

Olvídense de leer, incluso encontrar el volumen correcto sería una tarea difícil.

“¡…Ah!”

Rostelina escuchó el ruido producido por el batir de un par de grandes alas. Solo había
una posible fuente de sonido cerca de esta casa.

Sí, el Dragón Rojo Saleyakt que se anidaba detrás de la casa y el querido amo de
Rostelina que iba montado en su lomo.

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Rostelina salió de un salto desde el cuarto oscuro, corriendo hacia la puerta de entrada
justo a medida que Laplace entraba a la casa.

“¡Bienvenido de vuelta, Amo!”

“He vuelto, Rostelina. ¿Terminaste de secar los libros en la sombra?”

“¡Sí!”

“Bien, buen trabajo.”

“¡Je je!”

Rostelina estaba feliz de que Laplace le acariciara la cabeza, pero de pronto recordó su
pregunta.

“Oiga, Amo, hay algo que me estaba preguntando.”

“Oh ¿Sí? ¿Qué sucede?”

Rostelina explicó lo que había visto anteriormente en respuesta.

“Todos los libros en la repisa fueron escritos por usted, Amo ¿Verdad?”

“Efectivamente.”

“El Amo trabajó bajo las órdenes de Dola-sama, así que ¿Por qué está titulado como
“Misiones de General Dragón”? ¿No debería en su lugar decir “Órdenes de Dola-
sama”?”

“Wow, Rostelina ¿Puedes leer el ancestral Lenguaje del Dios Dragón? ¡Muy
impresionante!”

“¡Oh, Rostelina está creciendo a diario!”

Ella respondió orgullosamente hinchando su pecho, omitiendo convenientemente su


uso del manual.

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“Fufu…dado que lo leíste, entonces ¿No deberías ya saberlo? Lo escribí todo ahí.”

Pero su pequeña mentirilla blanca fue inmediatamente expuesta.

“Eeh…perdón. A decir verdad, solo leí el titulo usando el manual de traducción.”

“Ja ja ja, me lo imaginaba.”

Laplace rio mientras caminaba hacia la parte trasera de la casa. Luego de dejar el
equipaje que había traído desde el valle en la cama, se sentó en su silla encontrándose
con Rostelina que estaba sentada en la otra silla.

“Comamos juntos a veces, después de mucho tiempo tengo hambre.”

“¡Sí, por favor déjemelo a mí, Amo!”

Rostelina comenzó a preparar la comida con deleite, ya que, el servirle comida a


Laplace, quien rara vez comía, era uno de sus placeres secretos. Dado que él solo
comía cuando estaba realmente hambriento, siempre decía lo delicioso que estaba.

Mientras Rostelina se mantenía ocupada sobre el fogón, la voz de Laplace le llegó


desde atrás.

“Responderé a tu pregunta mientras trabajas.”

Una pizca de nostalgia en su tono de voz. De alegría, lamento y esfuerzo.

Lleno de orgullo pero a la vez bañado en oscuridad, Laplace comenzó.

“Cuando comencé a escribir los libros, yo era uno de los Generales Dragón.”

Una antigua historia de Laplace comenzó.

Hace mucho tiempo, una historia de una era mítica.

***

¿Por dónde debería comenzar?

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Ah sí, comencemos desde ahí.

“Laplace.”

Durante aquellos días sin dificultades, un día fui llamado por Dola-sama.

Ella siempre estaba ocupada, volando hacia todos lados, así que rara vez tenía tiempo
para visitar los campos de entrenamiento de Kayos en la Montaña Rugido del Dragón.

Cuando ella si terminaba apareciendo, inmediatamente me invocaba para un


entrenamiento de combate. Para asegurarse que no estuviera siendo negligente con mi
entrenamiento…y así, pero principalmente debido a que no había muchos capaces
para ser su compañero de combate.

Afortunadamente, yo era lo suficientemente fuerte para estar igualado a ella.

“¿Vamos a combatir hoy también?”

“Correcto, mis disculpas por quitarte tu tiempo.”

En tales días, le dejaba el trabajo a mis subordinados y me dirigía al campo de


entrenamiento junto a Dola-sama…y la dejaba golpearme hasta que quedara
satisfecha, por lo que siempre quedaba maltrecho.

A pesar de que podía igualarle…no era suficiente para vencer a uno de los Cinco
Generales Dragón. Sin embargo, al luchar constantemente con Dola-sama de esta
forma, lentamente me volví más fuerte.

No es para alardear, pero para ese entonces habría sido imposible que un Guerrero
Dragón promedio pudiera competir conmigo.

“Tengo algo de lo que hablar contigo…”

Usualmente, una vez que el entrenamiento de combate terminaba ya no había más que
hacer, pero Dola-sama dijo eso con un tono misterioso.

Por supuesto, yo no tenía razón para negarme.

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Decidimos encontrar un lugar conveniente para hablar cerca del campo de


entrenamiento aéreo.

¿Por qué tan lejos solo para hablar?

Sentí que siempre que Dola-sama y yo hablábamos, era en la mansión del Dios
Dragón-sama o allí. Elegí este lugar dado que ofrecía una vista panorámica de la
ciudad de Kayos.

“Estoy bastante impresionada con tus más recientes logros.”

“Todo es gracias a la enseñanza de Dola-sama.”

“No, estás haciendo cosas que yo ni siquiera te enseñé. El otro día, Maxwell evaluó tu
trabajo muy favorablemente.”

“Estoy honrado.”

“Si continuas de esta forma, serás capaz de cumplir tus responsabilidades.”

Las responsabilidades en este caso eran dos de las tres razones por las que el Dios
Dragón-sama me había adoptado. En otras palabras, la reducción de la hostilidad de la
Raza Dragón hacia los mestizos y el mejoramiento de las relaciones con la Raza
Demonio.

Ciertamente, la tarea de entrenar dragones se estaba volviendo sumamente importante.


Puede que fuera posible que a medida que los métodos de entrenamiento mejoraban,
la totalidad del concepto de “perfeccionamiento” se haría innecesario algún día.

Lo que hacía importaba.

“Tengo un pedido que hacerte.”

Quedé sorprendido por ello, después de todo, ella jamás me pedía algo.

“Por supuesto ¿Qué sería?”

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Por supuesto, respondí. Vivía por el Dios Dragón-sama, pero Dola-sama también cuidó
de mí. Es más, un pedido de Dola-sama ciertamente sería por el bienestar del Dios
Dragón, no tenía razón para negarme escucharla.

“Deja tu rol actual y toma mi posición por un tiempo.”

“¿Cómo substituto?”

“Sí, a su vez quiero pedirte que supervises todos los campos de entrenamiento de
dragones en el Mundo Dragón.”

“¿Por qué me pide esto?”

“Pronto, la temporada de reproducción vendrá y voy a poner huevos.”

La Raza Dragón tenía una larga vida, viviendo durante miles de años. No exactamente
inmortales, pero ciertamente una raza longeva. En contraposición, nuestra temporada
de reproducción era infrecuente, ocurriendo solo una vez cada cientos de años. Por lo
tanto, durante este periodo, todos los miembros de la Raza Dragón con edad para
reproducirse estaban obligados a priorizar la creación de la siguiente generación.

“Eso es…bueno, felicitaciones.”

“Gracias.”

“¿Quién es su compañero?”

Se necesitan dos para hacer un bebé.

Fufu, esta historia puede que sea demasiado estimulante para Rostelina.

“El General Dragón Cristal. Nuestra temporada de apareamiento de casualidad


coincidió…el Dios Dragón-sama espera que nazca de nosotros un fuerte hijo.”

Desafortunadamente, yo no conocía ningún hijo de los Generales Dragón.

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El concepto de relaciones familiares era débil entre la Raza Dragón, los padres no
cuidaban ni criaban a los huevos una vez desovados. En las instalaciones de
reproducción, había enfermeras encargadas de la incubación. Por supuesto, a pesar de
que existían registros, los hijos de los Generales Dragón no recibían trato especial.

Parecía que Dola-sama ya tenía algunos hijos, pero estos ya eran totalmente adultos,
trabajando como Guerreros Dragón o Entrenadores de Dragones. Algunos incluso
murieron en combate contra dragones.

Sin embargo, este parecía ser el primer hijo entre dos Generales Dragón. Padres
fuertes engendraban hijos fuertes, así que estos dos se juntaron, un hijo de Generales
Dragón, lleno de expectativas.

“Así que, quiero dejarte los campos de entrenamiento a ti durante la temporada de


reproducción. ¿Aceptarás?”

Actuando en pos de Dola-sama, trabajando directamente bajo las órdenes del Dios
Dragón-sama, jamás había estado tan honrado. Sentí que podría ponerme a llorar en el
lugar, no tenía idea que Dola-sama me tenía en tan alta estima.

“Estoy honrado de que me hubiera seleccionado.”

Por supuesto, le di el saludo máximo al instante y acepté la tarea.

¿Treinta años pasaron desde entonces?

Dola-sama pudo quedar exitosamente embarazada y se mudó a las instalaciones de


reproducción varias docenas de kilómetros al sur de Kayos.

Yo la acompañé en su mudanza, era un lugar bastante agradable, parecía un panal.

Tenía varios cuartos privados en fila donde las mujeres embarazadas podían poner sus
huevos. La temperatura y la humedad se mantenían constantes en estos cuartos,
permitiendo que los huevos pudieran incubarse por su cuenta.

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Tras salir del cascarón, los cuartos eran convertidos en las guarderías personalizadas
de los niños.

Sin embargo, para la Raza Dragón, el embarazo era muy largo. Era una raza que vivía
por cientos de miles de años, el huevo se quedaba en el vientre durante 50 años y
luego le tomaba otros 50 años para incubarse desde que era desovado. Y, como es
común para todas las razas, el embarazo afectaba fuertemente a las madres. Las
mujeres de la Raza Dragón eran especialmente vulnerables durante este. Es por eso
que existía esta instalación, alejada de los cuartos normales, para que así pudieran
lidiar seguras con el embarazo.

El cambio era particularmente dramático tras la fertilización. Dola-sama se había vuelto


particularmente feroz para el momento que entró en el lugar. Todo lo que veía…le
inquietaba, cualquier detalle por muy pequeño la gatillaba y enviaba todo volando. No
era inusual que yo terminara herido por Dola-sama, pero esta fue mi primera vez
viéndola tan irracionalmente violenta, me gané muchas cicatrices durante esos treinta
años.

De todas formas, fui capaz de realizar con éxito el trabajo de Dola-sama. La tarea de
supervisar todos los campos de entrenamiento de dragones en el Mundo Dragón.

Montaba a Saleyakt en mis viajes por trabajo. Hasta el fin, ese gruñón Dragón Rojo
solo estaba encariñado conmigo. Para mí, también era conveniente visitar todos los
campos de entrenamiento con Saleyakt, dado que este podía conversar con los otros
dragones. Él era bueno persuadiendo a aquellos que de otro modo no escuchaban, era
capaz de tener éxito sin importar el campo de entrenamiento.

Siendo honesto, puede que se debiera a él que yo podía supervisar con éxito los
campos de entrenamiento.

Siendo la persona a cargo, era natural que mi nombre se extendiera a través del
Mundo Dragón, el genio que criaba excelentes dragones. A medida que el nombre se
extendió, menos personas me menospreciaban.

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De regreso en la mansión del Dios Dragón-sama, algunas personas incluso me daban


el saludo máximo. Por supuesto, había aquellos que seguían desangrándole que yo
fuera mitad demonio.

Pero todos estaban comenzando a reconocer mi habilidad.

Despertando en la mañana para ir volando al campo de entrenamiento. Inspeccionando


el pasillo junto a Saleyakt y de vez en cuando cuidando a un dragón que no escuchaba.
Ocasionalmente saltando sobre Saleyakt para moverse hacia otro pueblo, repitiendo en
su mayor parte esto en todas las ciudades.

Excepto el hecho de hacer el intento de mostrar más mi rostro en los nuevos lugares a
los que iba.

Cuando regresaba a la mansión, Lunaria-sama y los sirvientes me esperaban con una


comida caliente. A veces incluso el Dios Dragón-sama, para después informaba de lo
que hice ese día.

Ahora que pienso en ello, básicamente era una reunión familiar.

Esos treinta años fueron realmente pacíficos.

Sin batallas, sin entrenamiento o frustración, solo trabajando duro y pasando


tranquilamente los días.

Pero, esos pacíficos días no duraron para siempre.

Los momentos clave llegan para todos. Pocas personas pueden seguir un solo camino
hasta el final, para mí es lo mismo…No, para todo el Mundo Dragón.

Tal punto de inflexión llegó, un gran punto de inflexión.

Fue alrededor del tiempo cuando llegaron las noticias de que Dola-sama había puesto
su huevo, que un obituario circuló en el Mundo Dragón.

La muerte de uno de los Cinco Generales Dragón, el Rey Dragón Cristal.

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El Rey Dragón Cristal estaba estacionado en el extremo norte del Mundo Dragón.

Encontrado cerca de un nido de Dragones Dorados, sus extremidades habían sido


arrancadas y aplastadas mientras que su cráneo había sido vaciado.

Sin importar lo resistente que fuera la Raza Dragón, no podían sobrevivir en tal estado.

Él ya estaba muerto cuando fue descubierto.

Rodeándole estaba su escolta de Guerreros Dragón y los restos de un Dragón Dorado.

A primera vista, parecía que hubieren luchado contra el Dragón Dorado y perdido. Sin
embargo, el General Dragón Cristal no era tan débil como para perder frente a un
Dragón Dorado.

Era un misterioso incidente, la muerte de un General Dragón.

Era difícil de sobreestimar lo importante que esto era para el Mundo Dragón.

Los Cinco Generales Dragón eran reconocidos por el Dios Dragón-sama como los más
fuertes Guerreros Dragón. Sus poderes eran inconmensurables comparados con el
promedio de la Raza Dragón. Si estos iban en serio, tenían el poder para colapsar
fácilmente una o dos montañas. Incluso si yo era comparable en fuerza, no podía
siquiera esperar derrotarlos.

Yo solía ser el compañero de entrenamiento de Dola-sama, pero llegada la hora de la


verdad, ella me podía demoler en un instante.

Así de poderosos eran los Cinco Generales Dragón.

Uno de ellos, Cristal había muerto. Todos se estaban preguntando ¿Quién lo hizo?
¿Cómo?

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Solo un puñado de gente era capaz de matar a un General Dragón. En el Mundo


Dragón, solo el Dios Dragón u otro General Dragón, o quizás siguiendo a uno de los
monstruos mutantes en su madriguera…

Sin importar lo vil y poderoso que un monstruo fuera, no creía que pudiera matar a un
General Dragón. Primero que todo, si tal monstruo vil existiera, de seguro habría
rumores sobre este.

Por alguna razón, los monstruos solo aparecían donde los seres vivos se reunían.

Teniendo en cuenta esta crisis, el Dios Dragón-sama convocó una reunión, llamando al
resto de los Cinco Generales Dragón. Yo estaba algo sorprendido al oír ello, siempre
asumí que el Dios Dragón-sama decidía todo por su cuenta.

Sin embargo, siempre que un gran suceso ocurría en el Mundo Dragón, parecía ser
tradicional que una reunión fuera celebrada de esta forma.

La reunión fue celebrada en la mansión del Dios Dragón-sama, yo también participé


como el sustituto de Dola-sama, quien seguía con permiso postnatal.

Yo sabía que existía un cuarto en la mansión con una gran mesa de piedra y seis sillas,
pero siguió siendo impresionante de contemplar la asamblea celebrada ahí, incluso si
dos de los cinco Generales Dragón estaban ausentes.

El General Dragón Szilard, con sus escamas de color esmeralda platinada y ojos
efímeros.

El General Dragón Caos, con sus escamas de color negro platinado y ojos profundos.

El General Dragón Maxwell, con sus escamas de color azul platinado y ojos de acero.

Y con sus inmaculadas escamas plateadas y ojos dominantes, el gran Dios Dragón-
sama.

Me sentía fuera de lugar simplemente al estar sentado allí.

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“…”

Todos estaban observando el asiento vacío, esperando que el Dios Dragón-sama


rompiera el silencio, la silla donde se suponía que Cristal-sama estaría sentado.

“Es realmente difícil de creer…que Cristal realmente ha muerto.”

Pero fue Caos-sama el primero en hablar, él era un tanto desconocido para mí y tenía
reputación de ser un hombre testarudo.

Él forjaba las armas de la Raza Dragón bajo las órdenes del Dios Dragón-sama, las
armas en aquella época eran asuntos relativamente simples. Armaduras hechas con
escamas de dragón o espadas de un solo filo creadas a partir de colmillos de dragón.

¿Crees que es algo deslucido?

Ah, en comparación a nuestro mundo actual, eso puede ser cierto.

Sin embargo, nuestras propias escamas y garras, mejoradas con el Dragón Touki, eran
mucho más confiables.

“Yo no creo que un Dragón Dorado pudiera haberlo matado. Un monstruo, quizás, pero
creo que hay mucho más de lo que a simple vista pareciera ser.”

El siguiente en hablar fue Maxwell-sama, pequeño y conflictivo. Esa era la primera


impresión de todos sobre él.

Efectivamente, Maxwell era mucho más pequeño que el promedio de la Raza Dragón.

Además, él siempre tenía esta despreciable sonrisa suya y hablaba de forma bastante
cruel.

¿Por qué tal persona era un General Dragón?

Había muchas personas que hablaban mal de él a sus espaldas, Dola-sama una vez
dijo.

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Pero aquellos que lo conocían bien jamás se burlaron de él.

Debido a que, a pesar de su apariencia, él era talentoso, trabajador y leal.

Él estaba a cargo de exterminar a los monstruos que aparecían a lo largo del Mundo
Dragón.

Era gracias a su arduo trabajo que pocos miembros de la Raza Dragón eran
asesinados por los monstruos.

Maxwell-sama era la persona a cargo que fue a la escena del crimen y examinó el
cuerpo junto al lugar en busca de pistas.

Mientras los otros investigadores estaban convencidos de que había sido obra de un
monstruo, fue Maxwell-sama quien juzgó que esto no era posible.

Conociendo el poder de un General Dragón, él no podía creer que Cristal hubiera sido
asesinado por un monstruo.

“Entonces tiene que haber sido obra de los demonios.”

Szilard-sama fue la última persona en hablar.

Líder de los Cinco Generales Dragón, él era el responsable de toda la Raza Dragón.
Sus responsabilidades variaban ampliamente, pero principalmente trabajaba dentro de
la ciudad. De hecho, él manejaba el Mundo Dragón en nombre del Dios Dragón-sama
cuando este último salía. Sería correcto llamarlo el segundo al mando del Mundo
Dragón.

Szilard-sama estaba siempre calmado, era decidido y tenía un buen juicio. Usualmente
le correspondía a él resumir la opinión de los Cinco Generales Dragón al Dios Dragón
ofreciéndole además su mejor opinión.

“¡Imposible!”

“¡No puede ser!”

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Pero no esta vez.

Maxwell-sama fue provocado por las palabras de Szilard-sama, Caos-sama a su vez


mostró su incomodidad. Sin embargo, Szilard-sama observó a sus contrapartes con
calma y continuó su análisis.

“Sería imposible para un Dragón Dorado y si un monstruo capaz de asesinar a Cristal


apareciera, el daño habría sido aún más extenso. Los únicos habitantes del Mundo
Dragón capaces de matar a Cristal son el Dios Dragón-sama o uno de nosotros.”

Szilard-sama miró en dirección de este último, como si intentara decir: Está demás
decir que si por cualquier razón el Dios Dragón-sama consideró necesario asesinar a
Cristal, nosotros aceptaremos esa decisión y acción.

Pero el Dios Dragón-sama negó con su cabeza mostrando una expresión afligida.

Él jamás habría matado a Cristal, quien era como su propio hijo. Incluso para que el
líder de los Cinco Generales Dragón, siquiera insinuara algo así sería una gran falta de
respeto.

Por supuesto yo mantuve silencio, dado que no tenía derecho para hablar en esta
reunión.

Mi rol era ser el sustituto de Dola-sama y relatarle todo palabra por palabra.

Dola-sama no permitiría que yo diera algún comentario irresponsable.

“Por supuesto, nosotros los Cinco Generales Dragón jamás traicionaríamos al Dios
Dragón-sama, preferiríamos desmembrarnos nosotros mismos y arrancarnos el
corazón como forma de disculpa para usted, antes que considerar tal cosa. Por lo tanto,
por proceso de eliminación, la única posibilidad que queda son forasteros.”

“¿Ósea que estás seguro que son los demonios?”

“La Raza Demonio hace mucho que ha sido hostil con nosotros. No sería extraño que
encontraran alguna forma de matar a Cristal.”

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¿Cómo podrían los Demonios siquiera derrotar a un General Dragón?”

“Bueno, Caos…ciertamente es verdad que los Cinco Generales Dragón son fuertes.
Pero en comparación a la tenacidad e ingenuidad de los Ocho Grandes Reyes
Demonio, incluso nuestra fuerza puede ser derrotada ¿O has fallado en considerar las
capacidades del enemigo?”

Caos-sama se sumió en el silencio. Los Ocho Grandes Reyes Demonio eran la


contraparte de los Cinco Generales Dragón. A propósito, fue uno de ellos de los que yo
apenas logré escapar con vida en el pasado.

La Raza Demonio no era tan poderosa como la Raza Dragón. Eran más lentas que
esta última y no tenían fuertes escamas, pero su durabilidad era cercana a la
inmortalidad y poseían una gran afinidad para el control de magia. La segunda raza
más poderosa de los seis mundos.

Incluso Cristal hubiera encontrado difícil de manejar a los demonios. Si eran los Ocho
Grandes Reyes Demonio, incluso los Cinco Generales Dragón tendrían dificultades
para salir ilesos, o así pensaba.

“Si los demonios han completado la técnica para cruzar el “limite” y lo usaron sin
permiso para esto…”

“…”

Los límites separaban los mundos entre sí…como murallas.

Cruzar el límite significaba moverse a otro mundo.

En ese entonces yo no sabía lo que eso significaba…

La gente en esa época estaba investigando incidentes de desaparición a lo largo de


todo el mundo.

Si, era un estudio de magia de teletransportación.

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…Por supuesto, en esa época la magia de teletransportación todavía no estaba


completa, incluso si lo hubiera estado, su uso habría requerido el permiso de los dioses,
tanto del dios del mundo de origen como el del mundo de destino.

“Si ellos encontraron la forma de cruzar la frontera, eso sería una situación terrible.
Pero de momento no hay forma de confirmar eso, ni siquiera una pista o forma de
tomar represalias contra quienes asesinaron a Cristal…”

Szilard-sama dijo, viéndose acomplejado.

Después de todo, un asesino había sido enviado para matar a uno de los
incomparables Generales Dragón.

Ya sea un monstruo o un demonio, sin reunir un fuerte equipo de búsqueda, una


represalia sería imposible.

“¡Por favor déjenmelo a mí, Caos, el vengar a Cristal!”

“Seré yo quien haga esta clase de trabajo.”

Los dos Generales Dragón declararon su determinación, pero no era algo que Szilard-
sama pudiera decidir.

Solo un hombre tenía el poder para tomar decisiones en esta reunión.

“¿Qué opina, Dios Dragón-sama? Por supuesto, si me lo deja a mí, seguramente


arrestaré al culpable y recuperaré el honor de la Raza Dragón.”

Pero entonces, Szilard-sama me miró.

Hasta ese momento, yo había estado en silencio, ocupado tomando notas.

“¿Pero por qué no dejar que Laplace lo haga?”

Aquellas palabras resonaron en el salón de reuniones.

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“¡Blasfemia! ¡Quizás si fuera Dola ¿Pero dejar que este demonio mestizo esté a cargo
de la investigación?!”

Fue Caos-sama quien gritó. Fulminándome con su cavernosa mirada, mostrándome los
colmillos.

Él era, como decirlo…un hombre testarudo.

Una vez que comenzara a considerar a la Raza Demonio como el enemigo, siempre
me mostraría desagrado a causa de ellos.

“¡Hay un límite a tus bromas! Incluso si es el hijo adoptado del Dios Dragón-sama
¿Acaso realmente podría arrestar al culpable que asesinó a un miembro de los Cinco
Generales Dragón?”

“No lo sabremos sino lo intenta.”

Szilard-sama recibió la ira como si fuera una gentil brisa, como si Caos gritando no
fuera nada más que algo diario. Era una idea aterradora, el Rey Dragón Demente Caos
era una persona muy terrorífica.

“Escuché de parte de Dola, que incluso si es inmaduro, tiene la fuerza para igualar a
los Generales Dragón. Sería un desperdicio de tiempo para los Generales Dragón o del
mismo Dios Dragón-sama investigar a sospechosos que puede que ni siquiera existan.
Es mejor asignarle el trabajo a alguien más por ahora, alguien que posea una fuerza
comparable.”

El declarar que podía igualar en fuerza a los Cinco Generales Dragón se sintió como
una exageración, yo no tenía mucha confianza en esa época.

“Incluso si lo fuera, él simplemente terminará muerto por nada.”

“Quizás, pero como un miembro de la Raza Dragón, al menos puede enviarnos algo de
información.”

“¡Ugh, es inútil hablar de esto! ¡Maxwell! ¡Tú también di algo!”

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Como si estuviera exhalando fuego de su boca, Caos-sama expresó su ira mientras


hablaba con Maxwell-sama.

Esperando que este último sintiera lo mismo que él, Maxwell-sama simplemente dijo.

“Bueno… ¿Por qué no? Vale la pena.”

Dijo en su lugar.

“¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¡Eso no es algo que dirías!”

Maxwell-sama era de una mentalidad militar aun mayor que Caos-sama. Cuando algo
sucedía, él siempre era el primero en saltar para hacer el trabajo.

Es por eso que Caos-sama pensó que Maxwell-sama jamás entregaría ese rol.

Siempre había honor en ser el primero.

“¡¿No entiendes lo serio de como están las cosas?! ¡Hemos estado juntos desde
tiempos ancestrales y ahora uno de nosotros está muerto!”

“Oh, sí. Caos ¿Quién crees que morirá a continuación?”

“¿Quién morirá…?”

“He estado pensando acerca de la razón por la que Cristal específicamente murió. Si
los criminales quisieran eliminar sistemáticamente a los Generales Dragón, estos
intentarían eliminarnos uno a uno.”

Caos-sama pareció entender lo que Maxwell-sama intentaba decir.

El primero podría tener una mentalidad castrense, pero no era estúpido. Si el objetivo
de los criminales era la total aniquilación de los Cinco Generales Dragón, entonces el
asesinato de Cristal solo era el primer acto.

Una trampa adecuada para matar al General Dragón Cristal.

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Nosotros no sabíamos qué clase de trampa era, pero podría funcionar lo más bien para
el resto de ellos.

“Si los Generales Dragón se mueven, será mejor que lo hagan en pares. Sin embargo,
eso es imposible con Dola ausente. Por supuesto, no podemos tener al Dios Dragón-
sama en primera línea, así que mejor será alguien más.”

Maxwell-sama presentó orgullosamente su razonamiento, como si esperara una mirada


de confirmación mientras observaba a Szilard.

¿No importaba si yo moría?

Bueno, considerando mi trabajo en la época, sería el que causaría el menor alboroto,


mejor que perder a otro General Dragón.

“Ya veo. La pregunta entonces es ¿Acaso este mocoso tiene el poder para llevar a
cabo la misión?”

“Debes creer en la palabra de Dola.”

Caos-sama asintió profundamente ante la conclusión de Maxwell-sama.

Era difícil descifrar lo mucho que confiaban en las palabras de Dola-sama.

“Así que ¿Qué opina?”

Sin embargo, no era Szilard quien tiene el poder para tomar una decisión aquí. Ellos
confiaban en el juicio del hombre que había estado callado por un tiempo.

“…”

La reunión se sumió en el silencio mientras esperaban el juicio del Dios Dragón-sama,


quien miraba inexpresivamente todo el lugar.

Primero miró a Caos, Maxwell y Szilard en orden, para finalmente mirarme a mí.

“Laplace ¿Puedes hacerlo?”

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“¡Si usted lo ordena!”

Si el Dios Dragón-sama preguntaba, yo jamás diría que no.

Siendo honesto, no estaba para nada confiado.

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Capítulo IX

“Búsqueda”

Tras la reunión, corrí a toda prisa a la pista de aterrizaje de dragones. Mi destino eran
las instalaciones de reproducción, tenía que informarle a Dola-sama el contenido de la
reunión y las conclusiones a las que se había llegado…y también que se me había
encargado la búsqueda del asesino de Cristal.

Como el suplente de Dola-sama, podía tener mis propios subordinados y por lo tanto
podría haber enviado a alguien más a dar el informe. Pero, tenía mis propias razones
para ir por mi cuenta.

Las instalaciones de reproducción estaban ubicadas en una pequeña montaña no muy


lejos de la Montaña Rugido del Dragón. A pesar de que era pequeña, era más alta que
cualquier montaña que hay en este mundo actualmente.

Por supuesto, estaba fuertemente protegida. Era uno de los lugares más importantes
dentro del Mundo Dragón.

Dola-sama tenía uno de los cuartos privados. Su vientre se había hinchado


considerablemente y cualquiera podía darse cuenta que pronto iba a poner su huevo. A
su vez, cualquiera podía darse cuenta que estaba totalmente furiosa.

Su cuarto era mucho más lujoso que otros. Pero todos los muebles, el escritorio
personalizado, la mesa e incluso la cama estaban totalmente destruidos, sus garras
habían rajando todo como si un tornado hubiera pasado por el lugar.

La Raza Dragón no compartía el concepto humano de marido y mujer, solo relaciones


temporales para concebir hijos. Pero el compañero con el que tuviste un hijo seguía
teniendo un lugar especial en tu interior.

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Dola-sama y Cristal. Desafortunadamente, no estaba familiarizado con él…pero para


ella, bien podría haber sido perder un amante y camarada al mismo tiempo.

Era difícil distinguir cual era.

“¿Laplace? ¿Qué tal estuvo?”

“Se me confió la búsqueda de aquellos que asesinaron a Cristal-sama.”

Dola-sama me miró con una terrorífica expresión.

“…Si los encuentras, házmelo saber primero.”

Yo quería responder “sí.”

Pero no pude.

Ella estaba agotada a causa del embarazo, podría incluso tener un aborto espontáneo
si es que llevaba al sospechoso en este estado, nadie quería eso.

“Si los encuentro, los asesinaré por el honor de Dola-sama.”

Así que en su lugar, ofrecí eso.

“Está bien…tráeme sus cabezas.”

A pesar de su ira, la confianza de Dola-sama en mi permanecía inalterable.

Quizás estaba siendo autocomplaciente, pero no quería creer que ella le hubiera
confiado esto a alguien más, forzándola a ir a ella misma.

En realidad, Dola-sama estaba muy enojada. Un camarada General Dragón, un


compañero y un amante.

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“No la decepcionaré.”

Mi búsqueda por el asesino de Cristal comenzó.

Bueno, a pesar de que comencé a investigar, el Mundo Dragón era enorme.

Inconmensurablemente grande.

El problema era que no tenía ningún subordinado.

Tenía claro está, a los subordinados de Dola-sama trabajando para mí de momento


pero ellos, obviamente, carecían del conocimiento para investigar un asesinato, así que
no podías usarlos. Y no eran solo mis subordinados los que carecían de conocimientos,
sino que yo mismo. Mi investigación inicial fue absolutamente torpe.

Montaba a Saleyakt yendo a todos lados buscando cualquier cosa sospechosa, sin
rumbo.

Simplemente yendo por instinto. En su mayor parte era de la misma forma en que
buscaba una presa en el Mundo Demonio. Cualquiera observando desde afuera
encontraría esta falta de objetivo frustrante.

Unos días más tarde, en la pista de aterrizaje de Kayos, alguien me llamó.

“¡Laplace!”

Me di media vuelta y encontré al General Dragón Maxwell. Inmediatamente le di el


saludo máximo y la bienvenida.

“¡Maxwell-sama! ¿Cómo está?”

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“Parece que tienes problemas.”

“Sí…”

Dije mientras fruncía el ceño. Tras unos cuantos días, me di cuenta que no estaba
obteniendo resultado alguno. Menos que resultados, me di cuenta que no tenía sentido.

“Te lo estoy diciendo, tus métodos son demasiado aleatorios. No vas a encontrar
ninguna pista así.”

No tenía más opción que inclinarme ante aquellas palabras. A pesar de que yo mismo
lo sabía, no tenía más alternativas.

“Bueno, no es tu culpa. Llévate a estos dos para tu misión.”

Detrás de Maxwell-sama estaban de pie dos Guerreros Dragón de apariencia fuerte.


No solo más altos que yo, sino que a su vez más anchos. Ambos representaciones
físicas de lo que era ser un Guerrero Dragón. Maxwell-sama en comparación se veía
incluso aún más pequeño.

“Estos dos son del „Equipo del Dragón Oscuro‟ y tienen un talento para la investigación.
Gora, Scrubava, preséntense.”

Escuchando aquello, los dos hombres dieron el saludo máximo.

“Encantado de conocerle, Laplace-sama.”

“Por favor permítanos ser una extensión de sus extremidades.”

Sus ojos dejaron una profunda impresión en mí, clamaban por venganza. De acuerdo a
lo que aprendí más tarde, ellos originalmente provenían de la Tribu del Dragón de
Acero.

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Sí, miembros del clan de Cristal. Maxwell-sama los había sacado originalmente de la
unidad del primero.

“¿Está seguro?”

No pude evitar esconder mi sorpresa ante la generosa oferta de Maxwell-sama. En esa


época, no tenía una relación como tal digna de mencionar con él. Los Cinco Generales
Dragón estaban tan en lo alto de la jerarquía, que no tenían razón alguna de ayudarme.

No, habían razones.

“¡Sí! ¡Llévalos contigo y encuentra rápido al asesino!”

Maxwell-sama dijo, dándose media vuelta para retirarse del lugar.

Todavía preguntándomelo, lo llamé.

“¡Espere…!”

“¿Qué sucede?”

“¿Por qué me recomendó para esto?”

Durante la reunión, Maxwell-sama apoyó la sugerencia de Szilard-sama para que yo


liderara la investigación.

“¿No fui claro en la reunión?”

“Me preguntaba si acaso el Equipo del Dragón Oscuro estaba más adecuado para la
investigación que yo…”

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Cuando pensaba en ello, era bastante extraño. En ese entonces, yo era un prometedor
joven, mientras que Maxwell estaba a cargo de la cacería de monstruos. Su equipo era
hábil tanto en lucha como investigación, él probablemente en esa época era más fuerte
que yo.

Maxwell-sama rio en respuesta a mi pregunta y respondió.

“Mi Equipo del Dragón Oscuro ha montado algunos de los dragones que has criado.
Todos son tenaces pero valientes. Siendo honesto, has sido de gran ayuda. Los
dragones que Dola entrenaba siempre llegaban medio apaleados, con colmillos y
garras faltantes. Es por eso que confío en tu trabajo.”

“Además…” Maxwell-sama continuó.

“La victima esta vez es Cristal, el compañero de Dola. Ella está más preocupada de
esto que nadie y tú eres su subordinado de mayor confianza. Es por eso que, eres el
mejor para este trabajo fuera de los Generales Dragón.”

Como un compañero dentro de los Cinco Generales Dragón, él también tenía una larga
relación con Cristal. Para vengarle, él estaba más que feliz de prestar ayuda. A
diferencia de hoy en día, no había tal cosa en ese entonces como luchas de poder
entre ellos.

“Nosotros, los Cinco Generales Dragón, hemos luchado codo a codo durante decenas
de miles de años. Uno de nosotros ha desaparecido, es imperdonable que no
venguemos la muerte de Cristal.”

“¡Sí!”

Asentí concordando, pero mi corazón estaba acomplejado.

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Una emoción llamada celos inundó mi mente. La cercanía de los Generales Dragón y
de estos con el Dios Dragón era algo que yo jamás podría igualar.

“¡Si encuentras a alguien que no puedes manejar, llámame! ¡Dejaré todo e iré!”

“¡Sí!”

“Espero con ansias vuestros resultados.”

Y así obtuve dos subordinados.

Gora y Scrubava.

Los dos comenzaron a buscar al asesino de Cristal conmigo. Con el incremento en


personal, nuestra eficiencia aumento drásticamente. Después de todo, ellos sabían
cómo encontrar a alguien en el Mundo Dragón.

El método para encontrar a un sospechoso no ha cambiado mucho en la actualidad.


Primero, se investiga la escena del crimen. Se buscan pistas, se siguen estas, se
reúnen testimonios y se persigue a los perpetradores paso a paso.

Más fácil decir que hacerlo. Si hubiera sido tan sencillo encontrar una pista, Maxwell-
sama, quien hizo la inspección inicial habría encontrado algo ya.

Como el capitán de la unidad de cacería de monstruos, él era el experto en este terreno.

Hice que mis subordinados fueran a buscar el informe de investigación de Maxwell-


sama. También visité la escena del crimen para darle una segunda revisión. Tras reunir
la opinión de todos, solo pude llegar a una sola conclusión:

No tenía idea.

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Encontrar algo que Maxwell-sama había fallado en encontrar, el obstáculo era bastante
grande.

Separé a mis subordinados y les hice buscar pistas además de reunir testimonios. No
era que no confiara en la investigación inicial, pero pensé que podría encontrar algo si
realizaba otra búsqueda.

Por supuesto, no encontramos nada. Ya fuera indicio o pista. El asesino de Cristal


tendría que haber destacado, pero nadie vio a un sospechoso.

Realmente parecía una aniquilación mutua entre un Dragón Dorado y Cristal.

Así que cambié mi línea de pensamiento.

Si no era un monstruo, quizás fue una trampa puesta por alguien. No podía encontrar
algo debido a que alguien deliberadamente cubrió su rastro.

¿Huh? ¿Eso no es algo de lo que hay que jactarse? ¿Fue tan obvio?

No digas eso, yo tenía muy poca experiencia investigativa.

Como sea, volviendo al tema, cambié mi método un poco. Decidí seguir el rastro de
Cristal en lugar del criminal.

¿Qué estaba haciendo él en un nido de Dragones Dorados? ¿Estaba investigando


algo? La razón por la que estuviera ahí, debía encontrarla y encontré efectivamente
algo interesante.

Él estaba investigando „Teletransportación‟ bajo las órdenes del Dios Dragón-sama. En


ese entonces, la teletransportación solo existía para cruzar las fronteras entre los
mundos…en otras palabras, la técnica para moverse a otro mundo.

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En ese entonces, era imposible para la gente común cruzar las fronteras del mundo.
Moverse entre mundos requería una enorme cantidad de energía y una cantidad
solamente disponible para los dioses, básicamente era un privilegio de ellos.

Sin embargo, los dioses de cada mundo habían investigado la teletransportación por su
propia cuenta. Debido a que en ese tiempo misteriosos incidentes de desaparición
estaban ocurriendo en todos lados.

¿Acaso ya lo había mencionado...?

La investigación mostró que las desapariciones en realidad habían sido


teletransportaciones hacia otros mundos.

Por lo tanto, los dioses ordenaron la investigación sobre el fenómeno, para descubrir la
causa de estas teletransportaciones accidentales.

Y en el Mundo Dragón, fue Cristal a quien se le encargó dicha tarea. Sin embargo, esto
no era algo muy conocido por ciertas razones.

El mantener las misteriosas desapariciones escondidas fue para evitar una innecesaria
ansiedad por parte del público o quizás para evitar el abuso de la investigación de la
teletransportación. Caos era el líder de la facción anti-demonio, si el descubría esta
forma de ataque, podría instigar una guerra contra los demonios.

Pensando esto, tuve una idea.

Quizás Caos asesinó a Cristal, este último estaba investigando la teletransportación y


Caos, buscando una forma de atacar a la Raza Demonio, intentó sonsacarle el secreto
pero Cristal se negó. Durante la pelea, Caos lo asesinó…

Con tal especulación en mente, volé donde este.

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El Taller de Caos estaba en la frontera oriental. Lo recuerdo mucho más caluroso que
Kayos debido a su proximidad a la región volcánica. En el taller, armaduras eran
creadas usando materiales de alta calidad, recolectados a partir de dragones y
minerales. Espadas, lanzas, escudos y armaduras. La Raza Dragón luchaba con garras
pero no necesariamente con sus propias manos, a veces se necesitaban armas contra
poderosos enemigos.

Yo temía que las armaduras de Caos fueran diseñadas con otras razas en mente, tales
como los demonios.

“Laplace… ¿Encontraste algo?”

“Sigo investigando.”

“Ya veo…bueno, también necesitas descansar. Tomate tu tiempo.”

A pesar de mis sospechas, Caos me dio una cálida bienvenida.

A pesar de que él se quejó de mi sangre parcialmente demonio durante la reunión,


Caos me dio un tour de las instalaciones a pesar de mis dudas.

“Caos-sama, tengo algunas preguntas que hacer ¿Le molesta?”

Comencé a hacer algunas preguntas. O mejor dicho, inicié la interrogación.

Ahora que lo pienso, estaba avergonzado de lo grosero que fui con el General Dragón.

“¿Qué sucede?”

“¿Dónde estuvo y que estuvo haciendo cuando Cristal-sama fue asesinado?”

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“Estuve aquí, forjando un arma para el Dios Dragón-sama. Mira, es esta, la nombré “La
Espada Dios Dragón.” Es una espada que puede soportar incluso el intenso poder del
Dios Dragón-sama. A pesar que él no la requiera necesariamente, planeo ofrecerla a
su hijo cuando nazca.”

“Ya veo…”

“¿Hay algo más que deseas preguntar?”

Fue bastante descarado que sospechara de Caos-sama, pero él no se quejó.

Incluso su expresión se mantuvo imperturbable. Si era por una investigación, él no


escatimaría esfuerzos en cooperar. Incluso si significaba revelar sus secretos más
íntimos de ser necesario.

Y finalmente, él dijo:

“Laplace, siéntete libre de decir lo que sea que necesites mencionar. Durante la reunión
me mostré demasiado emocional, pero jamás he dudado de tu lealtad hacia el Dios
Dragón-sama, perdóname.”

Finalmente, él dijo esto mientras me daba una palmadita en el hombro.

“Definitivamente te ayudaré a vengar a Cristal. Si necesitas ayuda, házmelo saber,


intentaré ayudarte en secreto.”

Yo estaba avergonzado de mí mismo, había olvidado la furia que Caos mostró en la


reunión y dudé de la amistad y honor entre los Cinco Generales Dragón.

“No traicionaré sus expectativas.”

Finalmente dije, dándole el saludo máximo y me marché.

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Tras esto volé por todos lados. Del norte al sur, de este a oeste. Siguiendo los pasos
de Cristal durante las últimas décadas, buscando una pista.

Pero no pude encontrar una, no había nada extraño en su rastro. Al igual que todos los
Generales Dragón, él era respetado por todos a su alrededor, un ejemplo de virtud para
la Raza Dragón.

¿Quién lo habría asesinado?

Incluso pensé que quizás la Raza Demonio del otro mundo le había asesinado. Sin
embargo, un demonio encontraría difícil vivir en el Mundo Dragón. Incluso si cometían
asesinato y regresaban inmediatamente, les sería difícil marcharse sin dejar un rastro.

Estaba perdido, jamás pensé que no encontraría algo tras buscar durante tanto tiempo.

Al mismo tiempo, me estaba impacientando. Una vez al año, regresaba a Kayos y le


informaba al Dios Dragón-sama y a Szilard-sama, pero nunca era para entregar algo
positivo.

Si hubiera tenido una pista, me habría calmado.

Sin embargo, tras informarles de nada durante tanto tiempo, me volví impaciente.

El Dios Dragón-sama había confiado en mí, se lo había prometido a Dola-sama pero no


podía hacer nada, solamente dar círculos cerca del punto de partida ¿Cómo podría
estar calmado?

Busqué a través del Mundo Dragón en un frenesí, entrando en lugares peligrosos en


busca de alguna pista. Nidos de Dragones Rojos, de Dragones Azules, de Dragones
Negros, Blancos y de Tierra.

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Busqué en todos lados e investigué, matando a cualquier dragón que se interpusiera en


mi camino. Montando a Saleyakt, acompañado por mis dos subordinados, recorrí el
Mundo Dragón.

Debido a que siempre estuve lanzándome de un lado a otro, tras una decena de años
desde el comienzo de la investigación, mi fama lentamente se desvaneció del Mundo
Dragón. Aunque bueno entrenando dragones, era un incompetente mestizo que no
podía cumplir con las expectativas del Dios Dragón-sama. Era humillante, pero tenía
que aceptarlo dado que era cierto.

No podía cumplir con las expectativas del Dios Dragón-sama y no podía eliminar los
lamentos de los Generales Dragón, pero no me importaba mi humillación yo solo quería
estar a la altura de las expectativas del Dios Dragón-sama y vengar a los Generales
Dragón, eso era todo.

Volé durante días, buscando e investigando. Día tras día, Saleyakt también trabajó
arduamente.

Ese día, exhausto, decidí descansar en una de muchas cuevas en las montañas del
Mundo Dragón, envuelto en la cola de Saleyakt observando la fogata. La observé
tranquilamente mientras parpadeaba su luz, quieto.

Estaba exhausto, mis subordinados estaban exhaustos. No quería admitir la derrota,


pero la sensación definitivamente penetró en nuestro estado mental, incluso Saleyakt,
quien no podía hablar, se veía mentalmente exhausto.

Ahí fue cuando.

Oh, lo recuerdo muy bien.

No puedo olvidar.

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No puedo olvidar ese momento.

Justo entonces, mis subordinados estaban durmiendo y yo estaba a punto de hacerlo


también mientras me encontraba envuelto en la cola de Saleyakt. Ese fue mi primer
encuentro.

Oh, si tuviera el poder para regresar, si pudiera regresar a ese momento…

No, nada cambiaría.

En ese tiempo, el bastardo podría haberse visto de buen trato, pero definitivamente
estaba tramando algo. Si le mostraba los colmillos, él ciertamente habría tenido una
forma de arrancármelos. Sin embargo, es lamentable, él estaba justo ahí, tan
lamentable…

Ah…

Lo siento, me puse demasiado emocional. Calmémonos.

Esta era una vieja historia, sin importar cuantas veces la recuerde, el pasado no
cambiará.

Sí, él apareció, el bastardo estaba en la entrada de la cueva.

Todavía recuerdo sus primeras palabras.

“¡Oye!”

Alegremente, levantó una mano y dijo:

“Parece que estás en un aprieto ¡Déjame ayudarte un poco!”

Sonrió como si fuera una bondadosa persona.

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Capítulo X

“El Consejo del Dios Humano”

¿Cómo se veía?

No puedo recordarlo. Me acuerdo que estaba sonriendo, pero no puedo recordar en lo


más mínimo como se veía.

Simplemente no puedo recordar su rostro…

Pero claramente, estaba ahí.

Un hombre con un rostro que no podía recordar, estaba sorprendido. Debido que hasta
el momento cuando apareció repentinamente, no pude sentirlo en lo más mínimo.

Saleyakt se levantó totalmente y con su gigantesco cuerpo lo amenazó, mis dos


subordinados también estaban impactados.

“¿Quién eres tú…?”

“¿Quién soy yo? Yo soy el Dios Humano, Dios del Mundo Humano.”

Se llamó a sí mismo.

El Dios del Mundo Humano. Por supuesto, yo sabía que existían seis dioses entre los
mundos, había escuchado del Dios Dragón-sama acerca de la existencia del Dios
Humano.

Cuando el Dios Humano apareció por primera vez en el Mundo Dragón fue en una era
mitológica incluso para mí. El Dios Dragón-sama y la Raza Dragón seguían luchando
contra los dragones por la dominación mundial, el Dios Humano apareció en el Mundo
Dragón alrededor de esa época con una propuesta para el Dios Dragón. El celebrar
una conferencia de dioses para intercambiar información.

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El Mundo Humano estaba más desarrollado que otros mundos. Como la raza menos
longeva de todos los habitantes de los Seis Mundos, su civilización se desarrollaba
rápidamente. Individuos únicos e ideas revolucionarias nacían más frecuentemente de
ellos.

Por lo tanto, la información presentada por el Dios Humano en la conferencia fue


particularmente útil para los otros mundos.

En la conferencia inicial celebrada en el Mundo Humano, el Dios Dragón-sama


aprendió de la existencia de los “idiomas” y “letras.” Fue debido al compartir el
conocimiento humano sobre las lenguas que la Raza Dragón pudo en primer lugar
desarrollar una civilización.

Eso no fue todo, el Dios Humano generosamente compartió la variada sabiduría de su


mundo. El cómo construir ciudades, como manejar una gran población, como batallar
en grupos y la ganadería.

Nada de aquello habría sido posible para la Raza Dragón por su cuenta. Por lo tanto, el
Dios Dragón-sama tenía gran confianza en el Dios Humano quien era respetado como
el líder de los dioses.

“¡Disculpe mi descortesía!”

Por lo tanto, corregí mi postura inmediatamente, levantándome y dándole el saludo


máximo.

No podía faltarle el respeto al colega del Dios Dragón-sama y ciertamente no a uno que
tuviera su respeto.

“No, está bien. Descansa.”

El Dios Humano se acercó a mi nervioso yo para darme luego una palmadita en los
hombros con gentileza y sentarse.

“Tenía negocios que tratar con el Dios Dragón así que pasé por casualidad.”

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¿Qué estaba haciendo por acá?

Él me respondió como si hubiera estado leyendo mi corazón.

“Pareces estar desesperado en encontrar al asesino del General Dragón.”

“¿Cómo sabe eso?”

“Como dije, tenía un tema que tratar con el Dios Dragón y él lo mencionó, estaba
preocupado por ti.”

“…”

Sus palabras perforaron profundamente en mi corazón.

Tras estar buscando por tantos infructuosos años, se sentía como si una espina se
hubiera clavado en mi corazón. Cuando escuché que el Dios Dragón-sama no estaba
enojado conmigo sino que preocupado, mi pecho se sintió como si estuviera listo para
explotar. Me di cuenta de lo impotente y diminuto que era, casi estallé en lágrimas.

“Él y yo nos conocemos hace mucho. Si tienes problemas, no me molestaría ayudarte


un poco.”

“¿Usted sabe cómo encontrar al sospechoso?”

El Dios Humano rio, viendo que había atrapado a su presa.

“No, al igual que el Dios Dragón, yo tampoco soy omnisciente. No lo sé todo, pero sí
tengo el conocimiento de los dioses de los Seis Mundos. Por ejemplo, tu verdadero
potencial…”

“¿Mi potencial…?”

“Sí, tú, un mestizo de la Raza Demonio y Dragón, contienes cierto poder en tu interior.”

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El Dios Humano pausó relajadamente frente a mí, con una sonrisa en su rostro, una
tranquilizadora sonrisa. Pero una sonrisa tranquilizadora no siempre lo es, recuerda
esto.

Son siempre los embaucadores quienes practican sus sonrisas, pero yo no lo sabía en
ese tiempo, estaba tan aliviado, confiando plenamente en él.

“¿No has tenido a veces momentos donde has podido sentir a los enemigos
moviéndose detrás de ti o detectar donde estos se han ido?”

Efectivamente, había tenido esos momentos a veces. En algunos casos cuando


luchaba contra dragones junto a Saleyakt, podía sentir sus movimientos detrás de mí.

No solo eso, incluso de regreso en el Mundo Demonio, tenía una cierta idea de tal
habilidad.

De lo contrario, me habría resultado difícil sobrevivir solo en un mundo tan repleto de


criaturas malignas.

“Ese es el poder de tu ojo demoniaco. Usa el poder que está al interior de tu ojo y
vuelve a dar un vistazo. Da otra mirada a la escena del crimen, seguramente
encontrarás lo que estás buscando…fufufu…”

El Dios Humano seguía riéndose mientras lentamente iba desapareciendo. Quizás en


su lugar estaba saliendo de la cueva, pero sentí como si estuviera desapareciendo.

Yo no pude moverme y solo pude presenciar su desaparición.

“…”

Para el momento en que me di cuenta, ya se había marchado.

Saleyakt y mis subordinados estaban profundamente dormidos, con sus cuerpos


enroscados, como si nada hubiera sucedido.

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Me sentía como si hubiera acabado de despertar de un sueño. Sin embargo, yo sabía


que los dioses a veces empleaban misteriosos poderes, quizás esta era una de
aquellas instancias.

Es por eso que no descarté el sueño sino que le di un intento a este ojo demoniaco.

Ciertamente tenía mis sospechas. Si las circunstancias hubieran sido otras, quizás
habría estado aún más suspicaz. En lugar de perder el tiempo en un poder que podría
o no podría existir.

Pero estaba impaciente, pensé que tenía que hacer algo.

Incluso si fuera producto de la desesperación.

Inmediatamente regresé al nido del Dragón Dorado.

Nada de Cristal permanecía, había regresado a ser un típico nido de Dragón Dorado.
Una caverna de un color rojo oscuro con helechos colgado del techo. Los Dragones
Dorados eran mayormente carnívoros, pero podían sobrevivir a partir de helechos
cuando estaban con hambre.

Ahí, conscientemente me enfoqué en las retinas de mis ojos.

“¿Qué es esto…?”

Y entonces, fue tal cual el Dios Humano me había dicho. Claramente vi algo con la
retina de mis ojos. Efectivamente existía y era un poder que había estado usando
subconscientemente.

Es difícil de explicar.

Bien ¿Qué tal esto? Es como un órgano interno. Usualmente no notas el palpitar de tu
propio corazón a menos que le estés prestando atención ¿Correcto? Mi ojo demoniaco
era así, excepto que podía manipularlo a elección.

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Yo ni siquiera sabía que existía hasta ese minuto, quizás lo que el Dios Humano había
dicho fue un catalizador o algo que desbloqueó un poder que había estado utilizando
subconscientemente hasta entonces.

Mis ojos eran ojos demoniacos. Eran diferentes de los ojos demoniacos de hoy en
día…pero si tuvieras que darle un nombre era ese.

En mis ojos, había claros rastros dejados atrás. Donde estuvo el cadáver de Cristal,
donde estuvo el cadáver del Dragón Dorado y también señales de la investigación de
Maxwell-sama y sus subordinados y, el rastro de alguien más, alguien distinto, flotando
en el aire.

Podía verlo claramente, sin lugar a dudas. Seguí el rastro con gran convicción.

Salté sobre Saleyakt y volé a través del extenso Mundo Dragón tan rápido como el
viento.

Cruzando seis montañas y siete valles, siguiendo la pista sin un ápice de duda, estaba
confiado de que tenía que haber sido el culpable.

Uno podría pensar que estaba adelantándome a las conclusiones, pero no podía
evitarse dado que era la primera pista que tenía. Todos quieren creer que lo que tienen
es especial.

Volé como una flecha.

Y entonces llegué a una montaña.

Una montaña sin nombre y sin características dignas de mención. No era


particularmente alta ni albergaba ningún tipo especial de dragones, tampoco era
especialmente cavernosa.

Una típica montaña del Mundo Dragón. Había una cueva en la ladera, si, una sola
cueva que no tendría por qué haber existido.

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¿Acaso siempre había estado ahí o había sido excavada por alguien?

Probablemente lo último.

Después de todo, la entrada a esta tenía rastros dejados por algo afilado.

Se veía artificial.

“…”

Dudé un par de segundos.

Un criminal capaz de asesinar a un General Dragón podría estar ahí.

¿Podría manejarlo de algún modo?”

Podría no ser posible.

¿No sería mejor regresar y pedirle refuerzos a los Generales Dragón?

Pero inmediatamente sacudí la cabeza.

Hasta ese minuto había estado en un estado constante de errores.

El estado de “sin resultados para mostrar.”

La única forma de recuperarme de esta metida de pata era tomar la cabeza del criminal
y llevarla de regreso, eso pensé en ese minuto.

“Gora, Scrubava…vamos.”

“¡Sí!”

“Protejan la retaguardia.”

Mantuve a Saleyakt esperando en la entrada e ingresé con mis dos subordinados.

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Ahora que pienso en ello, quizás habría sido mejor enviar a uno de regreso a Kayos
solicitando asistencia de los Cinco Generales Dragón, pero los subordinados
compartían la misma idea que yo, ninguno dudó.

El interior de la cueva era estrecho y estaba mojado.

Duras rocas verdosas cubiertas con musgo, dejando la impresión que nada había
vivido allí durante un largo tiempo. Pero era obvio que lo contrario era verdad, había
rastros de ello por todas partes.

No, no meras huellas. Una cama creada a partir de ramas de madera, decorada con
cráneos de pequeños lagartos.

“Parece que no hay nadie en casa, pero manténganse vigilantes.”

“¡Sí!”

Estaba seguro de que el culpable estaba allí. La sensación que emanaba la cama era
la misma que en el nido del Dragón Dorado.

A pesar de que podía sentirlo, no podía verle.

¿Había salido?

O…

“¡…!”

“¡Gwaaah!”

En un instante, escuché una voz desde atrás.

Dando una rápida mirada, vi que el cuello de Scrubava hacía sido cercenado,
colapsando sin siquiera derramar sangre.

Fue demasiado repentino. No puedo negar mi descuido, estaba demasiado ansioso a


causa del nuevo poder de mis ojo demoniaco.

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“¡¿Quién diablos…?!”

Volé en la oscuridad y ataqué en dirección de Gora.

No iba a dejar pasar la oportunidad. En un solo movimiento, me ubiqué en su camino,


lo agarré del brazo y lo tiré contra una dura roca. A continuación, la luz de la entrada
reveló su apariencia.

Quedé sorprendido. Piel negra y cuatro brazos, ojos rojos.

Definitivamente no era alguien de la Raza Dragón, un Demonio. Lo supe de inmediato.


Después de todo, los había visto innumerables veces en el pasado, algo que alguna
vez anhele.

Pero mi sorpresa no era que él perteneciera a la Raza Demonio, sino que no había
aparecido ante mi ojo demoniaco.

¿Acaso gracias a una técnica o su misma naturaleza?

Afortunadamente, a pesar de que no podía rastrearlo, aun podía seguirlo a través de


sus pisadas y aroma. Simplemente no podía verlo con mi ojo mágico.

“¡…!”

Él me gritó.

Era Lenguaje Demonio, pero no le entendí. No había aprendido el idioma pero si podía
sentir su hostilidad.

“¡Debemos vengar a Cristal-sama y a Scrubava! ¡Gora, cuida mi espalda!”

“¡Sí!”

Juzgué que él era el asesino de Cristal.

Extendiendo mis garras y el Dragón Touki a través del cuerpo.

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Mano derecha frente a mí, la izquierda sobre el pecho. La misma pose que Dola-sama.

“¡…!”

El demonio gritó algo, reconociendo mi sed de sangre.

Inmediatamente se calmó, enfrentándome.

Yo corregí nuestra distancia y Gora cubrió mi punto ciego.

La salida detrás nuestra, no había escape.

“¡…!”

El demonio gritó mientras pateaba el suelo, la batalla había comenzado.

Fue una batalla terrible, él era fuerte. En donde cortaba con mis garras o perforaba con
mi técnica del colmillo, se regeneraba instantáneamente, todo esto mientras se movía y
atacaba.

Por supuesto, me vi abrumado.

Fui golpeado muchas veces, vomitando una y otra vez sangre.

No sentí como si pudiera ganar. A veces pensé en retirarme y solicitar refuerzos a los
Generales Dragón, ciertamente era la opción más segura. A pesar de que Dola-sama
me enseñó a nunca huir del enemigo…era solamente una retirada temporal para así
cumplir con la misión.

Pero el dudar durante la batalla era una estupidez.

Gora fue asesinado.

Su corazón fue arrancado y falleció.

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Un breve momento de duda. Fue justo antes de que sugiriera una retirada temporal.
Jamás podré olvidar los ojos abiertos de Gora cuando él le perforó el pecho.

Perdí a mis dos hombres y mi camino de retirada.

Seguí luchando, lleno de lamento.

Mi relación con Gora y Scrubava había sido breve, pero habíamos viajado y comido
juntos.

Debía vengar sus muertes.

Más que eso, si me iba ahora, significaría abandonar todo nuestro arduo trabajo de
esos últimos años.

Sin embargo, gradualmente me vi empujado hacia una desesperada situación.

¿No era obvio?

¿Cómo podía derrotar a alguien inmortal?

Sin importar cuanto atacara, se regeneraba.

Pero no podía. Lentamente, me vi arrinconado y carecía del poder para abrumarlo. Lo


único positivo era mi casi ilimitada resistencia física, así que no perdí de inmediato.

Esa pelea continuó por diez días y diez noches.

La cueva cedió a causa del daño colateral, colapsando la ladera pero nuestro
encuentro permaneció inconcluso. Ambos estábamos aguantando tercamente. Pero,
sorprendentemente, él llegó primero a su límite, quizás no era de la clase que podía
pasar largo tiempo sin comer.

Cuando presté atención, se veía increíblemente delgado. Él tenía alas en su espalda y


podía volar, pero no era para nada capaz en ello como la Raza Dragón. Así que no
podía ir lejos en busca de presas.

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Sin importar lo poderoso que uno era, tras diez días luchando la fuerza de uno se
debilitaría. En el décimo día, noté que su poder de regeneración se había debilitado.

Él también lo entendió.

Podía ver el “no quiero morir” reflejado en sus ojos.

Sin embargo, yo estaba aún más vapuleado y lleno de rasguños, no habría sido
sorprendente que hubiera colapsado en cualquier momento.

Ya casi no tenía fuerzas.

Creía que si continuaba luchando así, ciertamente sería derrotado. A pesar de que la
victoria estaba a mi alcance, estaba a punto de quebrarme primero.

Si perdía, él nos iba a comer – a mí, a Gora y Scrubava – para recuperar fuerzas.

En lugar de vengar a Cristal-sama, terminaría convertido en comida para el enemigo y


el origen de su fuerza.

Esa no era mi misión.

Tenía que eliminar el lamento de Dola-sama.

No podía desperdiciar el apoyo que me habían dado los Cinco Generales Dragón y
tenía que cumplir con las expectativas del Dios Dragón-sama.

“¡Oooooooooooooh!”

Así que exprimí lo que quedaba de fuerza.

Algo se hinchó en lo profundo de mi vientre, justo por debajo del corazón. Una fuerza
abrumadora, como si fuera magma hirviendo. Puede que a su vez estuviera
relacionado a la apertura de mi ojo demoniaco.

Lo liberé…

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A decir verdad, realmente no recuerdo como lo liberé.

Incluso si me pidieras que lo hiciera de nuevo, probablemente no podría.

Sin embargo, inundado por la esperanza de salir victorioso y mi odio por la derrota, lo
dejé salir todo.

Y la montaña desapareció.

Cuando desperté, ambos nos habíamos desmayado, yaciendo lado a lado en una
ladera cercana.

Mi Dragón Touki había explotado, como si hubiera sido una bomba suicida. La energía
liberada hizo explotar la montaña y causó que nos desmayáramos.

Fue una derrota mutua.

Al parecer había sido Saleyakt quien nos atrapó a los dos mientras estábamos
inconscientes y nos llevó a esa ladera.

Saleyakt me había salvado la vida.

Tan pronto desperté, sujeté los brazos y piernas del demonio con una soga echa a
partir de cuero y huesos de dragón.

Para serte honesto, tuve suerte de haber despertado primero.

En fin, atrapé al hombre que había asesinado a Cristal.

Había completado mi misión.

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Capítulo XI

“Rey Dragón Demonio”

Con el criminal esposado, regresé a la Montaña Rugido del Dragón, este despertó en
el viaje de regreso pero no pudo escapar, esas esposas fueron diseñadas para retener
a la Raza Dragón, tenían el poder para suprimir y dispersar poder. Incluso un demonio
no podría hacer algo más que dar el brazo a torcer con tales esposas.

¿Se rindió? ¿Estaba quizás confundido o alguna otra emoción le embargaba? No lo


sabía, yo simplemente estaba feliz de haber cumplido con mi misión.

Como sea que fuere, este era un regreso triunfal.

“¡Laplace!”

Fue Szilard-sama quien me dio la bienvenida con entusiasmo. Liderando una fila de
Guerreros Dragón alineados en la entrada principal de aquellas ocho que existían en la
Montaña Rugido del Dragón.

No, está mal decir eso. Ellos no estaban prevenidos acerca de mi llegada, los
Guerreros Dragón simplemente estaban montando guardia en la entrada, proteger la
Montaña también era parte del trabajo.

Dado que yo estaba en una misión especial, no les habían advertido de mi regreso, es
por eso que Szilard-sama había llegado a recibirme.

Tal como la vez cuando el Dios Dragón-sama me trajo aquí por primera vez.

“¿Lo atrapaste?”

Él observó asombrado a Saleyakt, a mí y al que habíamos traído con nosotros.

“¡Sí!”

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“¡Bien hecho!”

Dándome tras ello una bienvenida con una mirada llena de alegría. Efectivamente, una
cálida bienvenida.

Las emociones de los demás Guerreros Dragón también se desparramaron por el lugar
cuando escucharon que el asesino de uno de los Cinco Generales Dragón finalmente
había sido capturado.

Así que muchos de ellos gritaron de alegría juntos, fue una escena que rara vez había
podido ver.

“Laplace, gracias.”

“Gracias a usted, Szilard-sama. Sin embargo, el cómo llegó al Mundo Dragón y sus
motivos para asesinar a Cristal-sama…”

Yo estaba confiado que él lo había hecho. Sin embargo, cuando pensaba en ello me di
cuenta que había una falta de evidencia.

Faltaba evidencia que probara sus crímenes. Cuando me di cuenta de ello, mi voz
lentamente titubeó.

Había regresado triunfantemente ¿Pero qué sucedería si había llevado a alguien


totalmente inocente?

¿Qué tal si esto no era nada más que un aleatorio caso de teletransportación entre
mundos?

No solo eso…sino que además era la victima de mi ataque sorpresa.

“Oh cierto…es verdad, tu solo puedes hablar en el Lenguaje del Dios Dragón. No hay
problema, yo me encargaré de su interrogación.”

“¡Se lo ruego!”

Felizmente se lo entregué.

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Tras tanto tiempo y gastando tanto esfuerzo, incluso destruyendo toda una montaña
para capturarle yo me estaba preguntando qué haría si me decían que había atrapado
a la persona equivocada.

Es más, estaba cansado.

Estaba aliviado de entregarle el sospechoso a alguien confiable.

Es vergonzoso que lo diga, pero yo solo quería llegar luego a casa y descansar.

La misión estaba completa. Si no estaba bien, una lástima. Pero por ahora, solo quería
dormir.

Los Guerreros Dragón se lo llevaron, con su rostro lleno de ansiedad.

Incluso pensé que me estaba mirando buscando ayuda.

¿Una amistad nacida a partir del calor de la batalla?

No sentí eso…pero era parte de la cultura de la Raza Demonio el hacerse amigos a


través del combate.

Esa fue la última vez que lo vi.

Dormí por tres días y tres noches.

Tras despertar, comí.

La comida junto a Lunaria-sama fue particularmente deliciosa.

Probablemente debido a que fue una comida tras completar una importante misión.

Tras ello, visité primero a Maxwell-sama.

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Él estaba en una de las instalaciones de entrenamiento de la Montaña Rugido del


Dragón, buscando nuevos jóvenes talentosos. Le informé que había capturado al
sospechoso y a su vez del fallecimiento de mis importantes subordinados.

“Oye, has completado la misión así que ellos probablemente están descansando ahora.”
Dijo, dándome unas palmaditas en el hombre.

Tras ello, visité a Dola-sama.

Siendo honesto, esperaba que estuviera furiosa y me gritara.

Dola-sama me había dicho que regresara con su cabeza pero eso no sucedió.

La cabeza del sospechoso y su cuerpo seguían unidos cuando se lo entregué a Szilard.

Entré al cuarto de Dola-sama, ansioso pero resuelto, pero me vi sorprendido, el vientre


de Dola-sama se había recuperado totalmente.

Parecía que ella había terminado de desovar sin problemas. Una cara llena de
tranquilidad, ahora que el embarazo ya era cosa del pasado, me acerqué hacia ella y le
di el saludo máximo.

“Las réplicas de tu combate llegaron hasta acá.”

Dola-sama dijo con calma.

“Quizás debido al impacto de esta, repentinamente sentí señales prematuras de dar a


luz.”

Mientras decía aquello, ella acarició al huevo que estaba a su lado.

Los huevos de la Raza Dragón eran del tamaño de los bebes humanos.

El dolor de dar a luz era compartido.

“Él fue parido sin riesgo, pero prematuro. Puede que crezca de forma incompleta.”

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A pesar de sus palabras, sus manos acariciaron con gentileza el huevo.

La Dola-sama frente a mí no era la feroz y orgullosa Dola-sama de antes. Puede que


hubiera sido un pensamiento grosero, pero hasta entonces, yo solo había visto a Dola-
sama como fuerte y leal, pero incluso ella tenía un lado gentil.

Pero dejemos eso a un lado.

“Entonces ¿Cómo estás?”

“Bien, logré encontrar al criminal y capturarlo tras una ardua batalla.”

“Ya veo…bien hecho. Aunque alguien ya me había informado antes que tú llegaras.”

Quizás Maxwell-sama también había escuchado de ello antes de mi aparición.

Sin importar cuan poco le importara el pasar del tiempo a la Raza Dragón, había
dormido por tres días seguidos.

Maxwell-sama probablemente me había seguido la corriente con su respuesta, si solo


Dola-sama pudiera hacer lo mismo. Pero ser despistada en ese aspecto era parte de
su encanto.

“Lamento la tardanza de mi informe.”

“No te preocupes, escuché que caíste en un profundo sueño. Nos sucede a todos
cuando acabas tu Dragón Touki, tiene que haber sido una feroz batalla.”

“Y mis disculpas por no haberle traído su cabeza…”

Dola-sama sonrió irónicamente cuando dije aquello.

“Está bien, su cabeza no nos devolverá a quien hemos perdido. Es un gesto sin
sentido.”

Dola-sama volvió a acariciar su huevo.

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Ella rio abruptamente tras pensar repentinamente en una idea.

“Laplace.”

“¿Sí?”

Dola-sama levantó su huevo y me lo presentó. Este se encontraba envuelto en una


suave tela, viéndose sumamente frágil.

“Si no te molesta ¿Le darías por favor un nombre a él?”

“¿Eh…? ¿Pero “él” no es de Dola-sama?”

“¿Quién más…?”

“¿Pero yo…?”

“¿Quién más está aquí?”

Dola-sama volvió a repetirse y me entregó su huevo.

En mi lugar ¿No sería más apropiado que el Dios Dragón-sama o alguno de los Cinco
Generales Dragón lo nombraran?

Estaba temeroso de sostenerlo, mis manos temblaron.

“No te preocupes. Los huevos de la Raza Dragón no se quiebran fácilmente.”

Solo tras decir aquello es que finalmente sostuve el huevo, estaba cálido. Cuando lo
tuve entre mis brazos, escuché algo parecido a un latido. Yo había comido muchos
huevos de dragón, pero estos estaban fríos, se sentían completamente diferentes a
este.

Así que esto era vida, sorprendente.

“¿Lo has decidido?”

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“…Normalmente ¿No deberíamos esperar hasta ver al niño? Ni siquiera sé si será


macho o hembra.”

“Es un hombre, mi hijo es un hombre.”

“¿Está segura…?”

Intenté pensar a través de mi confusión, un nombre. Lo tenía, yo era un hombre que


podía cumplir con lo pedido.

“Perugius.”

Ese fue el nombre que vino a mi mente.

Perugius.

Sí, Perugius.

“Es un buen nombre. Se siente como si él podría crecer para convertirse en niño fuerte,
inteligente y generoso.”

Su nombre era Perugius.

Fue decidido aquel día.

Tras ello, regresé a mi relajada vida diaria.

Despertar, visitar a Szilard-sama para escuchar lo que había progresado en el tema,


alimentar a Saleyakt y de regreso a la cama.

Como si estuviera sin trabajo.

Mi futuro dependía de la interrogación al prisionero a manos de Szilard-sama.

Si el sospechoso realmente era el asesino de Cristal, habría cumplido mi misión.

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Tras eso…probablemente regresaría a trabajar para Dola-sama.

Si él era juzgado inocente, mi búsqueda tendría que continuar.

Mejor dicho. En ese caso, tendría que ser juzgado por incompetente y despedido de mi
tarea.

Sin embargo, fue ordenado por el Dios Dragón-sama y había aceptado a su vez la
solicitud de Dola-sama, me gustaría llevar esto hasta el final.

Sin importar lo que la gente pensara, quería terminarlo.

Por lo que como si hubiera estado aturdido, dejé pasar los días hasta el juicio.

Esos fueron días pacíficos. A veces visitaba el campo de entrenamiento, pero no


entrenaba. Mi ánimo era como el de un condenado a muerte, presintiendo algo malo.

Quizás simplemente no estaba acostumbrado a pasar el tiempo esperando.

Aquellos días fueron la primera y última vez de mi larga vida, donde solamente los pasé
esperando.

No, hubo otras veces… ¿Por qué razón?

Básicamente, cuando andaba en misión.

Aun ahora, estoy aquí esperando mis órdenes.

Con aquellos sentimientos revueltos en mi corazón, el tiempo lentamente pasó.

Un año más tarde.

El momento llegó tras haber pasado un año desde que lo atrapé.

Tras visitar otro mundo, el Dios Dragón-sama regresó.

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Una reunión fue celebrada.

La orden del día era, por supuesto, acerca del criminal que había asesinado a Cristal.

Tanto Dola-sama como yo habíamos asistido.

La temporada de reproducción había terminado, así que ella ya no era responsable de


la eclosión del huevo. Aunque ella si quería protegerlo hasta que eclosionara sin
problemas…

Su lealtad y dedicación para asistir a una importante conferencia de los Cinco


Generales Dragón terminó triunfando.

Con todas las sillas ocupadas por sus dueños, me terminé sentando en la antigua silla
de Cristal.

“Reporte.”

Bajo la orden del Dios Dragón-sama, me levanté y di el saludo máximo.

Un reporte de todo lo que había hecho.

“Por tanto, mientras estaba viajando a través del mundo, el Dios Humano apareció
frente a mí y me otorgó sabio consejo. Existe un ojo mágico en mi interior y con este
pude rastrear al sospechoso, usándolo fui capaz de encontrar un rastro y tras una larga
batalla, capturar al sospechoso.”

Tan breve como fuera posible, explicando todo lo que había sucedido. Yo creía que
cualquier otra cosa sería una pérdida de valioso tiempo para los demás.

“Ya veo ¿Recibiste consejo del Dios Humano?”

El Dios Dragón-sama tenía una gran sonrisa en su cara al escuchar aquellas palabras,
lo que demostraba en cuan alta estima tenía al Dios Humano.

“Tras traerlo a la Montaña Rugido del Dragón, se lo entregué a Szilard-sama para que
se encargara del resto.”

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Tras terminar, Szilard-sama se levantó.

“Mi investigación está completa.”

Levantando un pedazo de pergamino de piel de dragón, comenzó a recitar lo que tenía


escrito.

“De acuerdo a mi investigación, el sospechoso es Necrolia Nacrolia, un pariente


consanguíneo del Rey Demonio Inmortal Necross Lacross y uno de los Ocho Grandes
Reyes Demonio.”

Aquellas palabras inmediatamente causaron una conmoción en la reunión.

“Bajo la orden del Dios Demonio, él se teletransportó al Mundo Dragón para detener el
progreso de nuestra investigación sobre el tema. Así fue como él tomó como objetivo al
General Dragón Cristal y maquinó su asesinato. Sin embargo, debido a una falla en su
planificación, no fue capaz de regresar al Mundo Demonio y se vio forzado a quedarse
aquí. Desde entonces, tuvo que mantenerse escondido mientras reunía los materiales
necesarios para regresar…hasta que ocurrió lo ya relatado.”

Fue Caos-sama el primero en agitarse.

“¡Imperdonable!”

Caos-sama se levantó, golpeando su puño sobre la mesa de conferencias, haciendo


que esta emitiera un tremendo sonido pero sin ceder ni romperse.

Quizás él se había contenido un poco.

“¡¿Cómo se atreven los Demonios?! ¡Si tienen un problema con nosotros, que peleen
abiertamente, pero las agallas para ordenar un asesinato…!”

Su ira era clara como el agua, una furia ardiente al igual que la mía. Aunque no era tan
evidente como esta, yo también ardía de furia.

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“¡Guerra! ¡Atacaremos a los demonios donde viven y revelaremos los verdaderos


colores de esos Reyes Demonios!”

Caos-sama exclamó, pero los otros tres estaban tan calmados como era de esperarse.

“Szilard… ¿Sigue vivo?”

Maxwell-sama preguntó.

Su mirada era absolutamente homicida, pero su pronunciación era relativamente


calmada en comparación a la del apasionado Caos.

“Lo asesiné, estaba tan alegre que probó mi paciencia.”

“Bueno, entonces está bien.”

Maxwell-sama se relajó, pero yo entendí. Leyendo entre líneas, él probablemente


quería decir „si sigue vivo, corrijamos eso.‟

“…”

Dola-sama se mantuvo en silencio. Sin embargo, la ira ardiendo desde su cuerpo no


era menor que la de Caos-sama. Se sentía potencialmente mortal acercársele en ese
momento.

“Dola ¿Acaso puedes tragarte lo que los demonios han hecho?”

“Caos, cállate…me siento igual que tú.”

“…No, estoy seguro que tu ira es mayor que la mía.”

Caos se mantuvo en silencio. La ira de Dola-sama en ese minuto era tal que incluso
Caos-sama cedió.

Su irritable temperamento estaba listo para explotar.

Szilard-sama los miró y dijo:

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“Dios Dragón-sama, nosotros somos de una sola idea, invadamos inmediatamente el


Mundo Demonio y otorguémosles la recompensa apropiada de acuerdo a lo que los
Cinco Generales Dragón han sufrido.”

“…”

Sin embargo, el Dios Dragón-sama era sabio. No, incluso él estaba acomplejado por la
situación.

Con la mano sobre su boca, estaba sumido en pensamiento.

“…”

Puede que hubiera implicancias mayores a esta conversación actual.

Algo que un idiota como yo no podía siquiera imaginar…

No, puede que no fuera estúpido, incluso los Cinco Generales Dragón carecían de
mucho conocimiento sobre la Raza Demonio mientras que el Dios Dragón-sama si
estaba bastante familiarizado, particularmente con el Dios Demonio.

Es por eso que el Dios Dragón-sama podría tener una opinión diferente. Tras un largo
silencio, él dijo:

“No iremos a la guerra…”

Su conclusión dejó aturdidos a los Generales Dragón.

“¿Por qué?”

“¿Cuál es la preocupación?”

“Si unimos fuerzas, incluso ellos…”

Con un simple movimiento de su mano levantada, el Dios Dragón-sama silenció a los


otros, diciendo con un firme tono.

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“Uno de los Cinco Generales Dragón y uno de los Ocho Grandes Reyes Demonio, es
un empate.”

Un intercambio equitativo, yo no podía estar de acuerdo.

Primero que todo, Cristal había muerto a causa del ataque de la Raza Demonio. Si no
lo hubiera encontrado o si él hubiera realizado mejores preparativos para su regreso, el
criminal habría escapado sin castigo.

Dejando a los Demonios riéndose del dolor de la Raza Dragón ¿Cómo eso podía ser
justo?

“Si hay guerra, no saldremos ilesos. La Raza Demonio no es un oponente sencillo.


Esperen, practiquen y paciencia.”

“Pero…”

“Yo negociaré con el Dios Demonio sobre este tema.”

Sin embargo, todos éramos sirvientes del Dios Dragón-sama, si él nos lo ordenaba,
solo podíamos obedecer.

“Entendido…”

Todos estaban reacios. Incluso Dola-sama, un modelo de lealtad, parecía insatisfecha


con la decisión. Pero nadie lo discutió abiertamente.

“Dios Dragón-sama.”

“¿Qué sucede, Szilard? ¿Insatisfecho?”

“No, no tengo queja alguna. Usted dice, nosotros obedecemos…esto es sobre Laplace,
quien ejerció grandes esfuerzos para traer al criminal a la justicia. Él se merece una
recompensa por su esfuerzo.”

Yo salté ante aquellas palabras, dado que eran innecesarias. Una recompensa era
innecesaria.

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Para mí, el hacer la voluntad del Dios Dragón-sama era un hecho. En verdad, yo quería
disculparme por haberme demorado tanto pero los Generales Dragón simplemente
respondieron con un “Bien hecho.” Tomó un largo tiempo, pero el resultado permitió
que descubriera el complot de los demonios.

No había razón para negarse.

“Sí.”

El Dios Dragón-sama pensó solo por un momento y dio una simple respuesta.

“Bueno, Laplace. Por la presente te confiero el título de Rey Dragón Demonio y el


estatus para convertirte en uno de los Cinco Generales Dragón. Tras esto, sígueme
para poder asistirme en nuestra negociación con la Raza Demonio.”

“¡Wow!”

La decisión fue una conmoción para los Cinco Generales Dragón, pero había alguien
aún más conmocionado que ellos, yo.

Con esto podía ser incluido como el más joven entre los Cinco Generales Dragón, no
podía creerlo.

Era demasiado como para bromear, no podía ni imaginarme por qué razón el Dios
Dragón-sama lo sugeriría.

“¡Y…Yo me opongo!”

No fui yo quien levantó una objeción, fue Caos-sama.

Ir en contra del dictamen del Dios Dragón-sama era un acto grave para un General
Dragón. Sin embargo, incluso él bien puede que hubiera llegado a los límites de su
paciencia.

Podía entender esa sensación, a pesar de que si pudiera volver a hacerlo, ciertamente
lo haría.

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Caos odiaba a la Raza Demonio, a pesar de que no dudaba de mi lealtad. Él podía


tolerarme siempre y cuando trabajara por el bien del Dios Dragón-sama. Sin embargo,
el tener a un miembro de los Cinco Generales Dragón que fuera un mestizo de la Raza
Demonio era intolerable para él.

La misma sangre demonio que había conspirado para asesinar al ex-miembro de los
Cinco Generales Dragón.

Incluso si yo pudiera ayudar en las negociaciones con la Raza Dragón.

“Por favor…reconsidérelo.”

Caos miró a los otros Generales Dragón en busca de apoyo…

Pero contrario a sus expectativas (y a su vez las mías) los demás respondieron más
positivamente.

“¿No está bien? Ciertamente, él es joven, pero su lealtad hacia el Dios Dragón-sama es
irreprochable y ha cumplido sus misiones.”

“Y tuvo la fuerza necesaria para derrotar a uno de los Ocho Reyes Demonio.”

Szilard y Maxwell dijeron.

Luego Caos miró a Dola-sama.” Por supuesto te opones a esto”, sus ojos le decían.

“Durante un largo tiempo, he observado su desarrollo…si bien sigue careciendo de la


fuerza para ser digno del título General Dragón…nosotros alguna vez fuimos igual de
inadecuados que él. El estandarte de guerra del Dios Dragón-sama necesita de sangre
nueva si es que deseamos aumentar nuestro potencial bélico.”

Dola-sama dijo, girando hacia mí.

“Laplace, esto es un honor. Trabaja más duro ahora, más duro que nunca antes.”

Por lo tanto, Dola-sama no objetó.

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No, a Dola-sama jamás le desagradé en primer lugar. Como ella había dicho, era un
tremendo honor. Mi esfuerzo y dedicación habían sido reconocidos, al mismo tiempo,
podría llevar al “mejoramiento de las relaciones con los demonios” como había dicho el
Dios Dragón.

Por supuesto, convertirse en General Dragón beneficiaría a su vez al hijo no nato del
Dios Dragón, todas las razones por las que el Dios Dragón-sama me había traído aquí
se verían cumplidas.

“Aunque puede que esté más allá de mis habilidades…daré lo mejor de mí.”

Me levanté, cruzando los brazos frente al pecho y dije, incapaz de negarme.

***

“Y así, me convertí en uno de los Cinco Generales Dragón…me convertí en el “Rey


Dragón Demonio Laplace.”

Habiendo dicho eso, Laplace suspiró.

Algunas sutiles emociones se dejaron ver, de debilidad y lamento.

Rostelina se puso ansiosa al verlo de esa forma. Ella le había pedido por capricho que
le contara su historia de vida, pero quizás le había solicitado algo que no tendría que
haber hecho.

Laplace quizás le contó algo de lo que él no deseaba hablar.

“Laplace-sama… ¿Usted no deseaba ser uno de los Cinco Generales Dragón?”

“¿Hmm? No, no es eso. Lo contrario, si me hubiera negado habría incurrido en el


disgusto del Dios Dragón-sama…es solo que pensando en ello, me vi demasiado
entusiasmado por un honor que no merecía.”

“¿Por qué? ¿Pero acaso Laplace-sama no atrapó al culpable y los demás reconocieron
su fuerza?”

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“Sí, pero las labores de los Cinco Generales Dragón no son cumplidas solamente por
fuerza.”

Las palabras de Laplace fueron vagas y Rostelina no entendió lo que él quería decir,
desde su perspectiva, Laplace era una existencia parecida a un dios.

Más que solo poder, él era un hombre inmenso y honorable sin iguales.

“Pero Laplace-sama es genial, incluso me ayudó a mí.”

“¿Estás segura?”

“Sí. Fui salvada por el Amo. Es gracias a usted que puedo vivir con mi maldición, no
conozco a los otros Generales Dragón, pero yo creo que nadie merece el honor de ser
un General Dragón más que usted, Amo.”

Rostelina ciertamente había crecido en una aldea de los Orejas Largas.

Sin embargo, Rostelina era una niña extraña. Su potencial mágico excedía por mucho
el de otros. Durante su infancia su poder repetidamente se desataba, destruyendo la
aldea y matando a varios aldeanos, por lo tanto terminó siendo expulsada.

Ella fue abandonada en la frontera de un gran bosque, llorando sola.

Ella no tenía la habilidad para sobrevivir por su cuenta. Lo que le esperaba era ser
atacada y devorada por monstruos.

Fue el misterioso Laplace quien la encontró. Él descubrió el misterio del cuerpo de


Rostelina, insertando un círculo mágico en ella, anulando la magia desbordándose.

Gracias a ello, Rostelina fue capaz de vivir una pacífica vida.

“Me alegra oír eso, pero como el último de los Generales Dragón, no deseo dejar ese
nombre en desgracia.”

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Laplace dijo mientras sus ojos vagaban, enfocándose en algo a lo lejos. El último
General Dragón que quedaba, Rostelina pensó en lo que significaba esa frase…pero
no pudo apreciarla, ella no entendió así que hizo lo único que sabía hacer, preguntar.

“Amo…”

Pero Rostelina no pudo preguntar. Para Laplace, tenía que haber sido una dolorosa
historia de relatar. La historia hasta ahora había transcurrido en su mayor parte bien, un
niño salvaje del Mundo Demonio, educado, obteniendo un trabajo remunerado,
obteniendo el reconocimiento de sus pares y transformándose en uno de los jefes de la
Raza Dragón, prácticamente no había dolor. Por lo tanto, ella estaba segura de que
solo habría un difícil y doloroso final esperándole.

Rostelina quería saber, sin importar lo doloroso que fuera, ella quería saber más sobre
Laplace pero si el recordar le causaba a este dolor, ella prefería soportar el no saber.

“Amo…si hay algo que pueda hacer para ayudar, por favor dígamelo. Haré todo en mi
poder para ayudarle.”

“Ah, en ese caso…no.”

Laplace se cortó a mitad de la sentencia, a continuación, con una irónica sonrisa,


sacudió su cabeza.

“Bueno, si tengo una petición.”

“¿Cuál sería?”

Con una gentil sonrisa, Laplace acarició la cabeza de Rostelina.

“Ve a la cama por hoy, tienes trabajo mañana.”

Sin darse cuenta, ya era medianoche. Rostelina había perdido su somnolencia al


escuchar sus historias.

“Sí, Amo.”

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Quizás no tengo habilidad alguna para ayudar.

Rostelina se levantó de su silla y dejó el cuarto, llena de soledad. Ella dejó el cuarto,
regresando al suyo para dormir.

“…”

Tras despedirla, Laplace regresó a su escritorio.

La conversación de recién le había recordado algo que debía hacer y que previamente
había olvidado escribir.

Allí yacía un solo libro. Un libro que resumía las cosas más importantes, él no puso
todo lo que sabía en escrito, tampoco era necesario. Solo era un registro de las cosas
más importantes.

Laplace añadió unas cuantas páginas al libro y escribió:

“Perugius.”

Un nombre que él había escrito.

La descripción que él había escrito incluía detalles que no había mencionado en su


historia. Laplace no quería ver a Rostelina entristecida por lo que había ocurrido, así
que guardó silencio sobre el tema.

“Tengo un solo pedido para aquellos que lean este libro.

Hay un hijo de la Raza Dragón en este mundo que no conoce su nombre.

Por favor díganle a este niño su nombre, he olvidado muchas cosas de las que han
sucedido, pero esta también es una de mis misiones. Este niño tiene cabello plateado y
tiene que ser un hombre sin nombre a esta altura.

Por favor díganle.

„Tu verdadero nombre es Perugius‟

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Perugius, hijo de Dola-sama, la Gran Rey Dragón Dola.

Así lo dejo registrado aquí, en caso de morir antes de completar mi misión.”

Laplace dijo mientras añadía otra página al libro.

Tras ello, ubicó el libro en el centro de la estantería, en el lugar más prominente. Si él


fuera a fallecer, entonces quien apareciera después de él ciertamente lo encontraría.
Era la misión de Laplace entregarle su nombre, pero no había razón para que él lo
hiciera personalmente. Por supuesto, como su padrino, Laplace deseaba hacerlo
personalmente.

“Dola-sama.”

Cuando murmuró el nombre, la figura que había sido como una madre para él apareció
en su mente. Dola-sama, una maestra, una jefa, una madre.

Sus últimos momentos estuvieron llenos de remordimiento. Solo recordar ese momento
hizo que su pecho se apretara fuertemente, un odio surgió desde las profundidades de
su corazón. Era un deseo asesino que le hacía querer desatarse, Laplace vivía solo
para despejar ese remordimiento.

Él tenía una misión que cumplir.

“Fu.”

Laplace cerró el libro y volvió a sentarse en la silla. Sintiéndose exhausto, siempre que
bajaba la montaña y viajaba, recordaba de la época cuando luchó como uno de los
Cinco Generales Dragón.

Quizás era hora de dormir, tras una larga ausencia.

“Buenas noches, Rostelina.”

Laplace dijo, cerrando los ojos.

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Fue la primera vez en décadas que todos los miembros de la casa durmieron juntos, en
la cima de la Montaña Rugido del Dragón.

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Capítulo XII

“El Dragón y la Dama”

Siglos pasaron.

Y en la montaña Rugido del Dragón, los pacíficos días continuaron.

Para la raza humana, un siglo podría parecer como mucho tiempo, pero no era así para
la Raza de Orejas Largas como Rostelina.

Aun así, fue suficiente tiempo para que la jovencita floreciera convirtiéndose en una
dama hecha y derecha, de una linda joven a una belleza.

Sin embargo, por dentro Rostelina permaneció igual que siempre. Tan inocente como
ella solía ser. Era simplemente natural, viviendo sin contactar a nadie más que Saleyakt
y Laplace.

Sin embargo, su corazón estaba cualquier cosa menos tranquilo. Su sonrisa había
desaparecido y la melancolía ocupaba la mayor parte de este.

Era inevitable aquellas historias…desde que Laplace le había contado de su tiempo


como uno de los Cinco Generales Dragón, este se había visto más sombrío y
acomplejado.

Por fuera Laplace se veía igual que siempre, pero Rostelina podía darse cuenta. No era
algo directo como la ira o sentirse irritable, sino que una acumulación de sentimientos
negativos a lo largo del tiempo.

Es más, Laplace había salido de la casa más a menudo estos días. Él solía estar
siempre en casa y ahora solo regresaba una vez al mes.

Rostelina conocía la razón, debido a que Laplace estaba intentando confirmar el rumor
acerca de la resurrección de la Gran Emperatriz Demonio, Kishirika Kishirisu.

La Gran Emperatriz Demonio fue tan famosa que incluso Rostelina estaba al tanto de
ella, liderando a los demonios a la guerra contra la Raza Humana hace miles de años.

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Fue una guerra hace muchos siglos antes de la época de Rostelina. Una gigantesca
guerra que engulló a todo el mundo.

La guerra finalizó con la derrota de la Gran Emperatriz Demonio, pero si ella había
revivido, entonces las llamas de la guerra volverían a surgir.

Ella no sabía cómo Laplace actuaría ¿Se aliaría con la Raza Humana o la Raza
Demonio? ¿U observaría desde el costado?

Cualquiera fuera su decisión, sin lugar a dudas él estaría ocupado preparándose para
ello. Todo ese esfuerzo, incluso si el rumor todavía no había sido confirmado.

“Haaa…”

Rostelina suspiró mientras sacaba la colada de ropa.

Ella sabía que Laplace estaba ocupado.

Él siempre había sido un hombre con una misión. Si un gran evento estaba sucediendo
en el mundo, era simplemente natural que él se viera envuelto. Era de esperarse que
estuviera demasiado ocupado para Rostelina.

Pero seguía habiendo un nudo en su corazón ¿Qué tal si él la estaba evitando? ¿Qué
tal si estaba molesto porque le preguntaron por su tiempo como General Dragón?

Laplace lo había dicho al inicio, que esa historia tenía un mal final. Sin importar cuan
bien las cosas estuvieran yendo, terminaría con un final triste.

Lo que ella había escuchado hasta ese minuto no había sido tan trágico. Un huérfano
mitad dragón y mitad demonio que fue encontrado, educado y obtuvo estatus. Mejor
dicho, era una historia de éxito y si hubiera terminado ahí, habría sido un final feliz.

Pero la historia no había terminado.

Al final del día, Laplace pasaba sus días en este remoto y estéril lugar, vagando por el
mundo y escribiendo sus libros.

Algo drástico tenía que haber sucedido, algo definitivamente trágico le había sucedido
a Laplace… ¿Pero qué?

Quizás él no quería hablar sobre ello y si le sigo preguntando, no regresará.

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De ser así, Rostelina no iba a perseguir más el asunto, no había problema.


Ciertamente, ella deseaba conocer el resto de la historia. La razón detrás de la
adolorida mueca que Laplace ocasionalmente mostraba, ella deseaba saber para así
poder ser su apoyo.

Pero si Laplace tenía problemas para hablar de ello, Rostelina no necesitaba saber.
Ella podía apoyarlo, incluso sin saber. Lavando la ropa, limpiando, incluso tras siglos su
comida mejoró considerablemente aunque era difícil de discernir, dado que Laplace
decía “sabe bien” a todo, pero Saleyakt ahora la felicitaba por su comida lo cual le era
trasmitido por el primero, dado que Rostelina jamás aprendió a comunicarse con
Saleyakt.

Como fuera, ella intentó ayudar de otras formas, como organizando las estanterías.
Recientemente, Laplace se había estado encerrando en su biblioteca escribiendo tras
regresar a casa. Él saldría tras un rato, quejándose de que no podía terminar de
escribir todo. Fuera de estos simples intercambios, Rostelina y Laplace rara vez
hablaban.

Quiero que cuentes más conmigo, siempre he hecho ese esfuerzo, ya no soy una niña.

“Oh, Amo, me pregunto si regresará pronto…”

La ropa lavada ya ha sido colgada y la casa está limpia. Tras el almuerzo, limpiaré la
cama de Saleyakt. No olvidarse de esparcir las escamas que se le han caído a
Saleyakt alrededor de la casa, espanta a los otros dragones impidiendo que se
acerquen a su territorio mientras está lejos, aunque probablemente esté bien de todas
formas.

“…”

Pronto sería hora de cenar, pero Rostelina estaba sumida en sus pensamientos y no
tenía apetito.

“¡…Ah!”

Y entonces, las largas orejas de Rostelina captaron cierto sonido, el batir de un par de
grandes alas. Un sonido más poderoso y nostálgico que el de aquellos dragones rojos
vagando en el vecindario, era Saleyakt.

¡Laplace había regresado!

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“¡Amo!”

Como si hubiera sido ensayado, Laplace estaba ahí sobre el lomo de Saleyakt. Él
levantó una mano al ver a Rostelina, lentamente Saleyakt estabilizó sus alas y aterrizó
en la pista frente a la casa. Un elegante aterrizaje, demasiado refinado para un dragón
rojo.

Simultáneamente con el aterrizaje, Laplace saltó de Saleyakt. Este último bostezó,


como si estuviera cansado y regresó a la zona trasera de la casa en silencio.

“Estoy en casa, Rostelina ¿Qué sucede? Es raro que me vengas a recibir afuera de la
casa de esta forma.”

“¡No lo es! ¡Siempre salgo a recibirlo en estos días!”

“¿En serio…? Mis disculpas.”

“¡No, está bien! Así que, Laplace-sama… ¿Qué le gustaría comer?”

Rostelina preguntó nerviosa, Laplace usualmente se negaba tras haber sido consultado,
él no comía mucho.

“Oh, sí. He estado volando por el lugar sin haber comido durante algún tiempo, así que
estoy bastante hambriento. Por favor cuida de mí.”

“¡Sí!”

Pero parecía diferente el día de hoy. Rostelina respondió alegremente y se apresuró


hacia la cocina. El fuego del horno todavía no había sido extinguido. Vertiendo agua del
barril en el sartén y comenzó a hervir.

“Rostelina.”

“¡¿Sí?! ¿Qué sucede, Amo?”

En respuesta a la llamada desde atrás, Rostelina estaba lista para ir donde estaba.

“Oh no, solo escucha mientras preparas la cena.”

Pero se detuvo tras la orden de Laplace, con sus labios apretados, regresó a preparar
la comida.

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“Hoy fui capaz de confirmar que la Gran Emperatriz Demonio, Kishirika Kishirisu ha
revivido. No, no exactamente, ella revivió al menos hace quinientos años atrás, pero
solo ahora se ha desarrollado por completo. La titiritera de los belicosos Reyes
Demonio, pronto…guerra.”

La mano de Rostelina se congeló por un segundo, la guerra pronto comenzaría.


Rostelina no entendía realmente, ella jamás había experimentado una guerra. Muchas
personas habían muerto durante la Guerra Humano-Demonio pero Rostelina vivía
recluida en la Montaña Rugido del Dragón. No había guerra, sin importar cuán grande
que afectaría este lugar.

“Y pareciera que quien está tirando los hilos detrás de esta guerra…es él.”

“¿Él?”

“Aquel que debo perseguir y derrotar…el enemigo.”

La mano de Rostelina volvió a congelarse.

“Desconozco sus objetivos, pero tengo la obligación de descifrarlos y detenerle.


Encontraré todas las trampas que disponga y las destruiré, lo detendré.”

“…”

“Así que tomaré partido en la guerra, aunque todavía no sé de qué lado estaré.”

En frente de Rostelina, el agua comenzó a hervir.

Pero Rostelina no pudo evitar mirar hacia atrás, Laplace era fuerte pero estaba solo.
Los Cinco Generales Dragón ya no existían, el enemigo probablemente los había
matado.

Él podría morir, Laplace podría perder.

“Amo…”

Con su corazón lleno de ansiedad, Rostelina dejó la cocina.

Laplace, como siempre, estaba sentado en una silla con una expresión neutral.

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Sin embargo, una sombra se cernía sobre su rostro.

Puede que no nos volvamos a ver.

Rostelina tuvo esa premonición.

“Oh, no te preocupes, Rostelina. Pasará un tiempo antes de que la guerra comience,


hasta entonces, estaré contigo.”

Ya sea que había o no sentido la ansiedad de ella, Laplace sonrió y dijo aquello.

“Así que ¿Qué tal un poco de comida? Llevo un tiempo ya con hambre.”

“Sí…”

Rostelina regresó a la cocina y retomó la tarea de cocinar como se le había pedido.


Sopa, carne asada más unos pocos vegetales, se completó en un santiamén. Sin
embargo, no había sabor que pudiera conquistar su ansiedad.

“Sí, hoy está delicioso.”

Laplace comió la cena y dijo.

¿Pero realmente lo estaba?

“¿Qué sucede, Rostelina? Has estado bastante silenciosa hoy.”

“Amo…”

“¿Hmm?”

“¿Realmente tiene que ir a la guerra?”

Al escuchar eso, Laplace se vio acomplejado por un momento. Sin embargo, pronto
retomó su actitud solemne y asintió.

“Sí, debo ir. Especialmente si él está involucrado.”

“¿Por qué…?”

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¿Por qué? Aquella frase salió de algún lugar que difería de las convicciones de
Rostelina.

No debería preguntar. Pensó, pero aun así, lo hizo.

“Ah ya veo…ya veo, lo había olvidado. Hablando de aquello, solo te he contado la


mitad de la historia, así que no lo sabes.”

“¿Eh?”

“Hablemos. Estoy segura de que entenderás si lo escuchas todo, lo que sucedió en el


Mundo Dragón…no, lo que le sucedió al mundo y mi misión, la razón por la que debo
luchar contra él.”

Al escuchar eso, Rostelina cautelosamente preguntó.

“Yo creí que usted… ¿No quería hablar de eso?”

“Eso no es cierto, es una historia triste y dolorosa pero es un pasado que no debería
ser olvidado y si no hablo de ello, eventualmente podría terminar olvidándolo.”

Laplace dijo, aparentemente decidido en algo.

“Ven, siéntate Rostelina ¿O no lo quieres escuchar?”

Al escuchar aquellas palabras, Rostelina tragó saliva.

Quiero oírlo.

¿Qué sucedió en la vida de Laplace?

¿Qué le sucedió a Laplace, el General Dragón?

Siempre he querido saber. No voy a preguntarlo si es que no va a responderme o si no


quiere que sepa.

“¡Por favor cuénteme!”

Y entonces Rostelina se sentó en la silla que le había indicado.

El asiento al lado de Laplace, su lugar a su lado.

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“Está bien, hablemos. La última historia del Mundo Dragón.”

Y así, Laplace Comenzó.

La última historia de Laplace de los Cinco Generales Dragón.

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Capítulo XIII

“El Embajador Dragón”

Antes de pasar al tema principal, hablemos sobre los roles de los Cinco Generales
Dragón. Como había mencionado anteriormente, a cada uno de estos se les había
encargado un trabajo por parte del Dios Dragón.

Dola-sama entrenaba dragones.

Maxwell-sama exterminaba a las bestias demoniacas.

Caos-sama producía el armamento.

Szilard-sama estaba a cargo de los Guerreros Dragón.

En realidad, fuera de aquellos trabajos públicos, también había labores detrás de


bambalinas, pero eso dejémoslo a un lado.

Cuando yo fui designado General Dragón, también se me asignó cierto trabajo, ser el
asistente del Dios Dragón-sama. O dicho de mejor forma, era su escolta…pero
básicamente actuaba como su asistente personal, ya que además de inspeccionar los
alrededores del Dios Dragón-sama me encargaba de escoltarlo, ofrecer sugerencias,
llevar su agua…ósea, encargarse de un variopinto de tareas de dicha naturaleza.

A pesar de que podrían ser tareas, para un principiante como yo, el estar siempre al
lado del Dios Dragón-sama, era un tremendo honor, quizás lo suficiente para disgustar
a los otros Generales Dragón. Debido a que todos, en particular estos, respetaban,
miraban con asombro y adoraban al Dios Dragón. Así que quizás tal honor para un
novato como yo sería quizás causa de envidia.

Por supuesto, incluso si tuvieran quejas, ellos no las darían a conocer. Desde mi punto
de vista, el ser un asistente era el rol perfecto para mí, no había razón para oponerse.
Por lo tanto, viajé al lado del Dios Dragón-sama a los otros mundos.

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La investigación sobre la Magia de Teletransportación aún no estaba completa, pero


había otra forma. En cada uno de los mundos, había siempre en algún lugar un
particular altar.

Cuando el Dios Dragón-sama ingresó, yo le seguí. El altar se activó y nos llevó a un


espacio vacío de blancura absoluta, se podía viajar a los altares de diferentes mundos
al volar ahí.

El primer mundo al que fui llevado, un mágico mundo envuelto en veneno y miasma…sí,
el Mundo Demonio.

“Esto es…”

A medida que salía del altar y veía dicha visión extendiéndose frente a mí, me congelé.

El Mundo Demonio, un lugar que solo albergaba amargas memorias para mí.

Naturalmente, aquellos negativas emociones comenzaron a regresar a medida que


recordaba.

“¿Qué sucede?”

“No, nada.”

Por supuesto, regresar ahora ya adulto, mi perspectiva había cambiado.

Teniendo bastante experiencia, la ciudad demonio que alguna vez ansié tanto ya no me
interesaba ni me generaba rabia alguna. Se sentía casi nostálgico el que las bestias
demoniacas estuvieran acechando de lejos, tiene que haber sido que no sentía lamento
alguno.

“Vamos.”

“¡Sí, señor!”

El Dios Dragón-sama partió sin explicar a dónde íbamos. ¿Dónde estoy? No era
necesario hacer tales estúpidas preguntas, él dirigía y yo le seguía.

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El Dios Dragón-sama iba en dirección hacia el corazón del Mundo Demonio, un


gigantesco cráter que se veía como una cordillera a la distancia. Había incontables
casas alineadas al interior y un gigantesco castillo de hierro negro en el centro del
cráter.

El centro del Mundo Demonio, la Capital Demonio “Daileck” y el Castillo del Dios
Demonio “Gaileck.” A medida que nos aproximábamos a este último, observé como se
encendían una serie de fogatas organizadas en el techo del castillo.

El Dios Dragón-sama aterrizó en el centro del círculo sin dudarlo un segundo,


innumerables demonios estaban de pie alrededor de la formación, demonios de varias
razas. Aquellos con múltiples brazos, aquellos con piernas similares a bestias, aquellos
fosforescentes y aquellos sin ojos. Ninguno parecía demasiado feliz de verme a mí o al
Dios Dragón-sama pero no demostraron actitud alguna, sino que yo pude sentir
inmediatamente la tensión en el aire.

“¡Wuajajajaj! ¡Bienvenido, Dios Dragón-sama!”

Mientras tanto, desde atrás de estos demonios uno dio un paso al frente. En medio de
la tensa muchedumbre, solamente él era el inusual, acercándosenos con una actitud
amigable, riendo fuertemente.

“Mmm.”

Pero se detuvo en cuanto me vio. Su sonrisa desapareció, reemplazada por una


expresión solemne.

“…”

Yo también perdí mi voz cuando lo vi, puesto que lo conocía.

Piel negra, seis brazos, cabello color purpura y el torso superior totalmente desnudo.

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Viéndole, al instante comencé a temblar. Hace mucho tiempo, sí, hace mucho tiempo,
cuando todavía vivía en el Mundo Demonio, la persona que me había echado todas las
veces que intenté ingresar a la ciudad…

Sí, fue él.

El Rey Demonio que me derrotó incontables veces en el Mundo Demonio.

“Este es mi escolta, uno de los Cinco Generales Dragón, el Rey Dragón Demonio
Laplace.”

El Dios Dragón-sama dio un paso al frente, al ver que ambos nos habíamos congelado
en el lugar. Con aquellas palabras, se me recordó cual era mi posición y la razón de
esta visita. Inmediatamente le di el saludo máximo presentándome al Rey Demonio.

“Yo soy el Rey Dragón Demonio Laplace, es un placer conocerle.”

“Mmm…”

En respuesta, el Rey Demonio hizo un pequeño pero cortés gesto.

“¡Wuajajajaja! ¡Yo soy uno de los Ocho Reyes Demonio, Necros Lacrosse!
¡Recuérdalo!”

Rio vigorosamente.

***

¿La razón para visitar este mundo?

Asistir a la reunión.

Los dioses de los mundos celebraban reuniones juntos de manera regular…supongo


que lo había mencionado antes.

Eso, claro, sigo.

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***

El lugar cambiaba de tiempo en tiempo, pero rara vez cambiaba en dirección al Mundo
Dragón, el Mundo del Cielo o el Mundo del Mar. Los otros dioses también traían
asistentes con ellos y algunos no podían volar o nadar, probablemente en
consideración a ellos se evitaban estos lugares.

Dejando eso a un lado, una reunión de dioses. La agenda de esta eran los variados
problemas que recientemente habían estado ocurriendo entre los mundos y las súbitas
apariciones de bestias demoniacas, exacto, el tema de la repentina teletransportación.

Todos los mundos estaban ansiosos por resolver estos problemas, pero ninguna
solución había sido ofrecida hasta ahora.

Por el contrario, al escuchar la reunión mientras estaba de pie detrás del Dios Dragón-
sama, pude darme cuenta que la relación entre los dioses se había erosionado.

“¡Son los monstruos nuevamente! ¡Destruyeron uno de mis pueblos!”

“¡Uno de mis jefes desapareció en una teletransportación y miles fallecieron cuando


una guerra estalló!”

“Eh, existen rumores de que ya has completado la investigación sobre


teletransportación ¿Seguro eso no fue para encubrirlo?”

“¿Qué…? ¿Cómo puedes creer tales rumores sin fundamento? ¿O yo debería pensar
que fuiste tú quien liberó aquellos monstruos?”

El Dios del Mar, un hombre con una gran cantidad de tentáculos creciendo desde su
boca con una piel viscosa similar a la de un calamar.

El Dios Bestia, un hombre con dos cabezas, la de un perro y un gato montado sobre un
lobo blanco.

El Dios del Cielo, un hermoso hombre con un par de ojos extra en su frente y seis alas
en la espalda.

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El Dios Demonio, un hombre con ocho brazos y seis cuernos, con una altura superior a
los tres metros.

En particular, la relación entre los cuatro era terrible.

Cada vez que ellos se reunían, se maldecían amargadamente los unos a los otros,
como si estuvieran listos para destrozarse en cualquier minuto.

La majestuosidad de un dios, su ira y abrumador poder, era algo terrorífico de


presenciar.

“Bueno, vamos a calmarnos todos. El pelear aquí no resolverá nada. Está bien, la
investigación está yendo bien, así que estoy seguro que encontraremos pronto la causa.
No se vean engañados por aquellos rumores sin fundamento.”

“Es cierto, no tiene sentido pelear entre nosotros. Si luchamos, solo resultará en la
pérdida de más vidas de nuestros pueblos.”

Mientras tanto, solo dos estaban intentando detener la pelea.

Nuestro Gran Dios Dragón-sama y el Dios Humano de apariencia mosaica que era
difícil de recordar. Sin ellos, los mundos habrían cortado sus lazos o quizás ya habrían
ido a la guerra los unos con los otros.

“…”

Cuando los dioses escucharon las palabras del Dios Humano, todos se sumieron en el
silencio.

El Dios Humano inspiraba gran respeto. Como el fundador de esta conferencia y


debido al rápido desarrollo de la Raza Humana, él usualmente era consultado por los
demás dioses. En otras palabras, él daba más de lo que recibía de forma abrumadora
para los otros dioses.

Por lo tanto, era fácil de ver que todos respetaban al Dios Humano, el Dios Dragón-
sama no era la excepción.

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“Hum, como si tú fueras tan correcto y apropiado, Dios Dragón.”

Sin embargo, el Dios Demonio no se calló y las palabras que siguieron fueron
suficientes para hacerme temblar.

“He oído rumores de que secuestraste a mi hijo, Necrolia Nacrolia, lo torturaste y


asesinaste.”

Aquellas palabras me sacudieron por dentro, la súbita declaración podría iniciar una
guerra entre el Mundo Demonio y Dragón, debido a que este rumor era cierto. Aunque
existía justificación del lado del Dios Dragón-sama, si respondíamos honestamente una
lucha ciertamente se generaría.

“…Es solo un rumor, no conozco a nadie por ese nombre.”

El Dios Dragón-sama mintió. Me sorprendió un poco, debido a que pensé que él era
una persona que jamás mentiría. Pero no, era de esperarse. Siendo honesto, ya se nos
había dicho que jamás debíamos revelar el hecho de que Necrolia Nacrolia había
asesinado a Cristal-sama.

Exponer eso solo nos llevaría al conflicto y a la guerra.

Quizás el Dios Demonio simplemente nos estaba probando, pero no podíamos morder
la carnada así que el Dios Dragón-sama eligió otro camino.

“En lugar de eso, mira Dios Demonio, a este hombre.”

El Dios Dragón-sama me miró mientras estaba detrás suyo, inmediatamente di el


saludo máximo.

No hay que avergonzar al Dios Dragón.

“¿Ese niño mitad Demonio y mitad Dragón? ¿Pensé que habías aceptado llevártelo?
¿Qué pasa con él?”

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“Ahora él es una importante figura dentro del Mundo Dragón, prueba viviente de que la
Raza Dragón no siente hostilidad hacia los Demonios.”

“…Hmmph.”

El Dios Demonio me miró y bufó.

Su mirada cerniéndose sobre mí, de hecho, sus ojos estaban brillando. Eso tenía que
deberse a alguna clase de Ojo Demoniaco. Tras ver un resultado con estos, el Dios
Demonio volvió a hundirse en su silla.

“Ya veo, te creo.”

Originalmente, fui adoptado por este propósito, pero esta fue la primera vez que
efectivamente había funcionado. Por el momento, no sería una exageración decir que
habíamos evitado una confrontación directa entre el Mundo Demonio y el Mundo
Dragón.

“…Yo tampoco quiero pelear.”

Al menos, el Dios Demonio no parecía querer lidiar tampoco con el Mundo Dragón.

No, no solo el Dios Demonio, ninguno de los dioses quería que un gran conflicto
estallara.

Frustrados por extrañas circunstancias, ellos habían comenzado a sospechar de los


demás. La reunión era siempre así de tensa. Quizás solían ser más pacíficas, pero en
esa época todos estaban frustrados y agresivos, era una reunión para intercambiar
información, pero pocas historias personales, quizás nadie quería entregar información
útil a cualquier posible sospechoso, era realmente una situación incómoda.

De cierta forma, podría decirse que mi misión era mejorar tal incómoda situación.

Era la diplomacia lo que se me había confiado. Por supuesto, no era para hacerse
amigo de los otros dioses sino que con sus subordinados. En otras palabras, con
asistentes como yo.

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A pesar de que ellos eran asistentes aquí, de regreso en sus hogares eran todas
figuras importantes. Si construíamos una relación de confianza entre nosotros, quizás
podríamos evitar el peor escenario en caso de emergencia, ese era mi plan.

La primera persona a la que me acerqué fue a un demonio, cuyo mundo nosotros


teníamos una tensa relación recientemente.

Las personas del Mundo Dragón se estaban volviendo más hostiles con los Demonios
y por lo que se decía en la reunión, lo mismo estaba ocurriendo en el Mundo Demonio.

Es por eso que pensé en ofrecer una rama de olivo al Mundo Demonio, para así
encontrar la paz.

“Necros Lacrosse.”

Una vez que la reunión hubo finalizado, llamé a un prominente gigante.

“Soy el Inmortal Rey Demonio Necros Lacrosse de los Ocho Grandes Reyes Demonio.”

Necros Lacrosse se dio media vuelta y estuvo a punto de comenzar a reír fuertemente,
pero en su lugar puso una expresión solemne cuando me vio.

“Tú eres…”

Él me miró, con su rostro distorsionado y acomplejado, quizás pensaba que había


venido a vengarme, es por eso que respondí:

“Me gustaría volver a presentarme, yo soy el Rey Dragón Demonio Laplace, de los
Cinco Generales Dragón. No soy una bestia demoniaca humanoide sin nombre, yo soy
Laplace.”

“Mph.”

Habiendo sido dicho, Necros Lacrosse mostró una expresión adecuada para un Rey
Demonio. Más adelante aprendí, que él había decidido jamás volver a tocar el tema de
lo que había sucedido en el pasado, yo tampoco le resentía, no tenía sentido.

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Muchas cosas habían cambiado entre esa vez y el ahora.

“Recientemente, malos rumores acerca del Mundo Demonio se han esparcido en el


Mundo Dragón, espero que podamos ayudarnos para resolver esto.”

“Bueno, no tengo objeción alguna sobre eso, pero escuché que los dragones odian a
los demonios ¿Verdad?”

“El hecho de que yo, un mitad demonio y mitad dragón fuera elegido como uno de los
Cinco Generales Dragón, es prueba de que los rumores no son nada más que eso.”

“…”

“El Dios Dragón-sama desea la paz, si el Dios Demonio-sama tampoco desea luchar,
pido por favor su cooperación.”

Cuando dije eso, Necros Lacrosse cruzó sus seis brazos y me miró hacia abajo,
evaluándome con una desagradable mirada, pero una que decidí soportar. Quizás
determinando si acaso estaba siendo o no honesto, dependiendo de cómo uno lo
pensara quizás yo había sido elegido para hacerles bajar la guardia con respecto a la
Raza Dragón.

“Mph.”

Tras un rato, Necros Lacrosse asintió considerablemente.

“¡El Dios Demonio-sama tampoco desea la guerra! ¡Misteriosas cosas han estado
sucediendo en gran cantidad estos días y por lo tanto las cosas están un tanto tensas!”

“¿Y bien?”

“¡Muy bien, cooperemos!”

Y así, Necros Lacrosse y yo unimos las manos.

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Trabajé con Necros Lacrosse reclutando colaboradores en todos los mundos. Debido a
que solo viajaba a otros mundos mientras asistía a las reuniones de los dioses, tomó
un largo tiempo pero…eventualmente logré visitarlos a todos.

El Mundo del Mar, un mundo sin tierra, habitado por personas con escamas, branquias
y aletas. Me dejó asombrado, había poca agua en el Mundo Demonio, mucho menos
un mar y si bien el Mundo Dragón tenía cascadas y lagos, tampoco algo que pudiera
llamarse “océano.” Y aun así ante mí, quien jamás había visto tal cosa, un océano
infinito se expandía hacia adelante. Era un mundo donde no había por arriba que se
viera reflejado en el agua lo cual me dejó con algunos terribles recuerdos y si bien no
había nada por sobre el océano, bajo este era realmente animado.

El Mundo Bestia, donde densos bosques y montañas se extendían infinitamente.


También quedé sorprendido por este lugar, ciertamente había montañas y bosques en
el Mundo Dragón pero nada tan vivaz y verde lleno de vida, a la vez de increíblemente
denso. Cada paso que uno daba hacía que se esparcieran pequeños insectos o
lagartos. Todos los otros mundos parecían estar tan eriazos en comparación a la
riqueza natural del lugar. Oh, pero tú vienes del Gran Bosque, así que puede que no te
parezca extraño.

Luego estaba el Mundo del Cielo, con sus masas rocosas colgando en el aire habitado
solo por criaturas voladoras, bastante similar al Mundo Dragón. Aunque solo que en el
Mundo Dragón, la superficie estaba arriba, mientras que en el Mundo del Cielo esta se
encontraba abajo. La sal cubría la tierra aquí, con una delgada capa de agua que
llegaba al tobillo por sobre la capa de sal. Estaba salada cuando lo lamí, así que quizás
eso también era un océano aunque estaba tan saturado de este elemento que no había
nada que pudiera vivir allí. Todas las criaturas vivían en el cielo y estaban cubiertas de
plumas.

Ahora que lo pienso, creo que el Mundo del Cielo era el más hermoso de todos pero en
ese entonces, creo que me asustó, dado que todo lo que había conocido hasta ese
entonces estaba cubierto de escamas.

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Finalmente, el Mundo Humano era una planicie sin fin.

Colinas que subían y bajaban cubiertas en césped extendiéndose hasta el infinito.


Bosquecillos que no eran lo suficientemente grandes para ser llamados bosques ni
colinas lo suficientemente altas para ser llamadas montañas. Un ambiente lo
suficientemente amplio, perfecto para que los humanos prosperaran.

Las personas allí eran tan increíblemente frágiles, en esa época me pregunté como
tales pobres criaturas realmente podían vivir. Eran más débiles que cuando yo fui
encontrado por primera vez por el Dios Dragón-sama.

En comparación a las otras razas de los Seis Mundos, eran como bebés. Sin embargo,
su mundo claramente era más civilizado que los otros. Altos edificios, anchos caminos
y tropas bien armadas. A pesar de que eran débiles, carecían de depredadores
naturales y por lo tanto dominaban su mundo.

Luego, lentamente incrementé el número de colaboradores. Tomó un montón de


esfuerzo, pero las cosas resultaron bien cuando descubrieron que Necros Lacrosse
estaba trabajando conmigo. Todos creían que el Mundo Dragón y el Mundo Demonio
lucharían hasta el final. Después de todo, estos dos mundos tenían una abrumadora
fuerza de combate en comparación a los demás. Si los representantes de estos dos
mundos declaraban su deseo de paz, a pesar de estar algo escépticos, nadie se
negaría.

Durante las conferencias de los dioses, yo invitaría a sus asistentes y tendríamos


nuestras propias reuniones, acerca de nuestros futuros planes.

¿Cómo lograr una paz duradera?

Invitando una variedad de opiniones para así crear planes constructivos.

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Pero no todo iba bien, ¿Por qué? Esto se debía a que los rostros de los asistentes
cambiaban de tiempo en tiempo, especialmente los de las bestias y humanos. Estos
solo podían vivir por un instante en comparación a los dragones y demonios, una
esperanza de vida corta. La Raza del Cielo vivía en comparación más, pero también
ellos eventualmente cambiaban. La esperanza de vida de la Raza del Mar variaba
bastante dependiendo del individuo, así que sus números cambiaban irregularmente.

Cuando las personas cambiaban, así lo hacía su forma de pensar, algunos mostraban
hostilidad hacia las otras razas, pero yo no me di por vencido trabajando junto a Necros
Lacrosse para unirlos, dado que los dioses no tenían intención de luchar nosotros
debíamos seguir su ejemplo llevarnos bien, buscando un camino para la paz. Teníamos
que tomar la iniciativa y dar el ejemplo, siendo los más cercanos a los dioses.

Algunos cambiaron de opinión y otros no. Una vez que todos estuviéramos unidos,
podíamos progresar. Por supuesto, no solo con las reuniones, también logramos hacer
realmente un montón de cosas en busca de la paz y yo también intenté varias cosas
que no funcionaron.

Los intercambios culturales fueron particularmente efectivos, el tomar habitantes de dos


mundos y pedirles que trabajaran juntos en otro mundo durante un tiempo. Si ejercías
un rol activo allí, ayudaría a mejorar la imagen de otros mundos.

Si, justo lo que hice por el Mundo Dragón y Demonio. Por supuesto, las limitaciones
ambientales hacían que lugares como el Mundo del Mar fuera difícil para que otros
visitaran, pero con la ayuda de los Dioses, no sería imposible.

El Mundo Dragón invitó especialistas de otros mundos. Mientras nuestro hogar era
fuerte, estaba uno o dos pasos atrás en comparación a los demás mundos en cuanto a
avances tecnológicos, preservación de la comida, fabricación de papel, agricultura,
etc… Era más rápido y efectivo traer a un técnico que trasmitirlo verbalmente.

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No, ciertamente no era culpa del Dios Dragón-sama, él siempre nos estaba trayendo
nuevas tecnologías desde otros mundos. Sin embargo, estas avanzaban a diario y
para el tiempo que, nosotros la Raza Dragón, adoptábamos una nueva tecnología,
usualmente ya estaba obsoleta. Nuestro lento desarrollo tecnológico puede que
estuviera relacionado con nuestra larga esperanza de vida, eso podía solucionarse y a
cambio de esto, el Mundo Dragón envió Guerreros Dragón a los demás mundos.

La Raza Dragón era fuerte, desde la perspectiva de otros mundos, no era exageración
decir que éramos tan fuertes como un Dios, ellos irían a los otros mundos a subyugar
monstruos.

Yo aprendí en esa época que el poder de los monstruos variaba de mundo en mundo,
mundos fuertes albergaban monstruos fuertes.

El Mundo Demonio y Dragón eran los más poderosos en comparación a los otros
mundos, habiendo luchado contra los monstruos más fuertes, nuestros Guerreros
Dragón eran muy activos en estos otros mundos pero al mismo tiempo, temidos.

Bueno, dejaré eso a un lado por ahora.

Varios especialistas llegaron al Mundo Dragón, entre ellos, una mujer del Mundo
Demonio destacó.

La Emperatriz Demonio Kirisis Calisis, la mujer del Dios Demonio.

Ella era la que estaba más preocupada que nadie con respecto a la deteriorada
relación entre el Mundo Dragón y Demonio por lo que visitaba al primero
voluntariamente.

Brillante hechicera, de magia y no técnicas mágicas. Es difícil de explicar la diferente


entre estas, pero la segunda era la habilidad para manipular libremente la energía
mágica para crear fenómenos sobrenaturales, mientras que la magia podía hacer
cosas aún más avanzadas sin tener que recitar encantamientos o círculos mágicos. De
hecho, ella fue quien inventó los círculos mágicos, no es una exageración decir que ella
es la fuente de toda la magia que conocemos actualmente.

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Ella dio su mejor esfuerzo para servir al Mundo Dragón, la rudimentaria investigación
del “Ki” en nuestro mundo hizo enormes progresos bajo su guía.

En el Mundo Dragón, se decía que los demonios eran estúpidos y barbaros. Sin
embargo, muchas personas cambiaron su percepción tras conocerla. Inteligente,
competente y calmada. Ella hacía recordar a la gente en Lunaria-sama, sus
personalidades eran bastante similares.

Antes de siquiera darme cuenta…ella se estaba llevando particularmente bien con


Lunaria-sama, probablemente encontraron una suerte de camadería al ser las mujeres
de un par de Dioses.

Kirisis Calisis y yo, gracias al esfuerzo de dos personas del Mundo Demonio, la
hostilidad hacia este último se redujo considerablemente al interior del Mundo Dragón.
Incluso Caos-sama, siempre tan hostil hacia los demonios, se contenía. Mi arduo
trabajo había dado frutos.

Todo estaba yendo bien, las reuniones con las otras razas gradualmente se fueron
volviendo intercambios culturales más pacíficos, las súbitas teletransportaciones y
monstruos gradualmente seguían ocurriendo…pero ya no sospechábamos los unos de
los otros.

El Dios Dragón-sama incluso felicitó mi trabajo.

Bueno y otra cosa feliz le siguió a esta, incluso aún más alegre.

Lunaria-sama dio a luz

¡El hijo del Dios Dragón!

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Capítulo XIV

“El Festival del Nacimiento y…”

Lo cierto es, que en ese entonces no existía costumbre alguna de celebrar festivales
en el Mundo Dragón. Quizás al tener una esperanza de vida tan larga, no sentíamos
necesidad de tener grandes celebraciones.

Sin embargo, ese era un momento especial. La totalidad del Mundo Dragón estaba en
modo festivo y era simplemente de esperarse, el hijo del Dios Dragón-sama, a quien
todos venerábamos, y Lunaria-sama, a quien todos adorábamos, finalmente había
nacido.

Szilard-sama anunció que un desfile sería llevado a cabo en la Montaña Rugido del
Dragón.

Maxwell-sama viajó a lo largo de todo el Mundo Dragón para reunir carne de dragón.

Incluso los dragones que actualmente estaban siendo sometidos a entrenamiento por
Dola-sama estaban siendo bien tratados a diario.

Caos-sama preparó fuegos artificiales, una invención del Mundo Humano, para darle
emoción al desfile. Gente desde todos los rincones del Mundo Dragón se reunieron,
esperando poder darle siquiera una mirada al hijo del Dios Dragón.

No iba a durar uno o dos días solamente, ni siquiera diez, veinte años. La longeva
Raza Dragón también celebraba durante un largo tiempo, así que no sería uno o dos
días sino que el festival duraría por décadas. La vida de nuestro pueblo era larga, así
que la dicha también perduraba bastante, puede que haya durado cerca de un siglo.

Todos estaban exultantes, jamás había visto al Mundo Dragón tan deleitado.

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El Dios Dragón-sama y yo estábamos un poco atrasados para llegar al festival, debido


a que estábamos en la reunión de los dioses. A pesar de que, cuando regresamos, la
gente nos recibió con un dichoso coro de alegría.

Sorprendido, realmente no entendía lo que estaba sucediendo pero el Dios Dragón-


sama pareció captarlo inmediatamente. Con un solo gran batir de sus alas, se en
caminó a su hogar y por supuesto, yo le seguí.

Cuando llegamos, la familia salió a recibirnos.

“Bienvenido, marido. Laplace.”

Lunaria-sama junto a los sirvientes y entre los brazos de la primera, sostenido como
una preciosa joya, el hijo del Dios Dragón.

“Marido, el niño ha nacido.”

“Efectivamente.”

El Dios Dragón-sama se veía inesperadamente vacilante frente a su propio hijo, la


expresión de su rostro no eran risas ni lágrimas pero aun así la sensación de felicidad
era trasmitida.

“¿Sostendrías al niño?”

“…Sí.”

El Dios Dragón recibió a su hijo de las manos de Lunaria-sama. No fue incómodo, pero
sus manos si temblaron un poco.

“Que extraño, aunque todos en el Mundo Dragón los considero como mis hijos, se
siente un tanto especial sostener a este niño.”

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“Fufufu. Marido, por favor dale un nombre al niño.”

El Dios Dragón-sama miró seriamente a Lunaria-sama tras escucharle.

“¿Puedo?”

“Sí.”

Se sintió nostálgico ver eso. Sí, cuando yo fui adoptado, tal intercambio también tuvo
lugar…

“Es cierto, hmm…”

Sin embargo, el Dios Dragón-sama se detuvo a sí mismo. Era inusual que el Dios
Dragón se quedara sin palabras y no pudiera dar una respuesta de manera inmediata.

“¿Qué sucede…?”

“No se me ocurre uno.”

“Eso no está bien. ¿No estás de acuerdo a que el Marido debería darle el nombre al
niño?”

“Lo sé, pero no puedo hacerlo ahora, dame algo de tiempo.”

“Sí.”

El nombre del niño no fue determinado inmediatamente tras su nacimiento, el Dios


Dragón-sama no era típicamente una persona que dudara, él siempre había sido
decisivo pero existía un abismo de diferencia entre nombrar a alguien como yo y
alguien quien era parte de ti mismo.

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Tras eso, el Dios Dragón-sama se preocupó durante un largo tiempo, incluso me pidió
a mí la opinión.

Por supuesto, yo no pude darle una buena respuesta, era absurdo que alguien como yo
tuviera una opinión.

No se podía evitar, después de todo, ese era el hijo del Dios Dragón. Si por casualidad
él hubiera sido nombrado en base a mi sugerencia…esa idea tan terrorífica habría
hecho que mi cabello se pusiera blanco.

Dejando el asunto del nombre aparte. Tras sostener al bebé por un rato, el Dios
Dragón-sama se lo devolvió a Lunaria-sama. Tras recibirlo, ella me miró, mientras
observaba desde un rincón del cuarto.

“Laplace, ven ¿Por qué no sostienes al niño?”

Mirando al preocupado Dios Dragón-sama, Lunaria-sama dijo abruptamente. Yo quedé


conmocionado, que idea tan aterradora.

“¿Yo…? ¿Está segura?”

“Por supuesto, después de todo él es tu hermano menor.”

Yo era adoptado, así que técnicamente era cierto.

Aun así, yo jamás presumí de comportarme como un hijo del Dios Dragón, debido a
que no lo era realmente. Yo ya no me consideraba como la mascota de la casa, pero
sabía cuál era mi lugar y si me olvidaba de las bendiciones que me habían dado tanta
felicidad y comenzaba a comportarme de forma ofensiva, me suicidaría.

Sin embargo, Lunaria-sama me estaba pidiendo que lo sostuviera, ella dijo que él era
mi hermano menor, habría sido terco e inflexible de mi parte negarme.

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“Sí.”

Así que sostuve al niño en mis brazos, era más cálido que el promedio de la Raza
Dragón. No ¿Quizás así eran todos los bebés? Lo sostuve con cuidado, preocupado
por si quizás el niño pudiera sentirse incómodo.

El bebé se parecía al Dios Dragón-sama, tenía su cabello plateado, su valiente rostro e


incluso escamas de color similar a pesar de que fueran en menor cantidad,
probablemente debido a la mezcla de sangre humana y dragón, de hecho,
prácticamente no tenía escamas en el rostro ni otros lugares visibles. Ahora que pienso
en él, puede ser que yo también posea menos escamas debido a mi sangre mestiza.
No, no debería ser tan irrespetuoso con respecto al hijo del Dios Dragón-sama…

Cuando sostuve a ese niño, naturalmente sentí una sensación de sobrecogimiento.


Esta persona seguramente acarrearía el futuro del Mundo Dragón sobre su espalda, mi
rol era ayudarlo y protegerle.

Sentí mi deber en este momento.

***

Después de esto, los Cinco Generales Dragón vinieron uno tras otro.

Szilard, Maxwell, Caos y Dola-sama.

Todos estaban igualmente impresionados por el niño y se marcharon con una solemne
expresión, quizás sintieron lo mismo que yo. No solo los Generales Dragón, los dioses
de los demás mundos también aparecieron.

Usualmente, los dioses no aparecían en otros mundos, pero esta era una ocasión
especial. El Dios Humano, el Dios Demonio, el Dios del Cielo, el Dios del Mar y el Dios
Bestia. Todos vinieron a dar sus bendiciones, fue un espectacular momento dado que

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todos vinieron a bendecir el nacimiento de un niño. Fue absolutamente majestuoso y de


nuevo, todos en el Mundo Dragón maravillados por el auspicioso nacimiento.

Cuando el festival ya casi terminaba y la atmosfera festiva comenzaba a calmarse, ella


llegó. Una mujer de la Raza Demonio con la piel color purpura y el cabello blanco, la
Emperatriz Demonio, Kirisis Calisis.

“Lunaria, felicitaciones.”

“¡Kirisis! Me estaba preguntando cuando vendrías.”

Como ya había dicho antes, Kirisis estaba en muy buenos términos con Lunaria-sama y
cuando esta le reconoció, una sonrisa afloró en su cara. Yo no estaba al tanto de que
fueran tan intimas pero, en esa época, usualmente estaba lejos de casa. Sin embargo,
ellas tenían que ser cercanas para estar tan felices de verse la una con la otra.

“Me vine corriendo tan pronto escuché que ibas a dar a luz.”

“¡Entonces ya llegaste un poco tarde!”

“La investigación ha estado yendo bastante bien estos días, iba a venir antes pero las
cosas iban tan fluidamente que quise ver lo lejos que podría llevarlo.”

“¿Qué tal te fue?”

“Estos investigadores del Mundo Dragón son geniales escudriñando los detalles. Si
bien son algo brutos al inicio, rápidamente toman la iniciativa, son un grupo bastante
innovador con el que trabajar.”

“¿Acaso en el Mundo Demonio no tienen también excelentes investigadores?”

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“¡Ja ja ja ja ja ja! ¡De seguro eres excelente diciendo bromas! ¡Los Demonios son un
montón de brutos idiotas! ¡No existe forma de perfeccionar a esos rufianes y
convertirlos en verdaderos investigadores!”

Kirisis era una mujer con una escandalosa risa. No, no solo ella, otros demonios
también, en verdad la mayor parte de los miembros de los Reyes Demonios poseían
una gran risa.

Kirisis rio y pasó a mirar al hijo de Lunaria-sama.

“¿Me mostrarías al bebé? ¡Quiero ver a este brillante hijo entre el Gran Dios Dragón y
mi mejor amiga Lunaria!”

“Ufufu, ciertamente, aquí tienes.”

“¡Oh, asombroso! ¡Qué niño más hermoso! ¡Cómo se esperaría del Príncipe de la Raza
Dragón! ¡Puedo ver que en el futuro se convertirá en un hombre inteligente y sabio!”

Puede que sonara absurdo, peor así era como Kirisis hablaba. Incluso si era la
demonio más inteligente y amable de todos, Kirisis no era muy buena con las palabras.

“¿Será un niño inteligente?”

“Oh, mis ojos no pueden engañarme. ¡Todos mis hijos son idiotas, tienen la cara de
idiotas pero este niño es diferente!”

“Ufufu ¿En serio?”

¿Huh? ¿Acaso está bien que fuera condescendiente con sus hijos de esa forma?
¿Especialmente como la mujer del Dios Demonio? ¿No era acaso Blasfemia?

Sin importar lo íntima que fuera su relación, pareciera ser sacrilegio hablar mal del hijo
de un dios. Aunque lo cierto es que no es algo terrible para un demonio ser llamado

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“tonto y de poca previsión.” Dicen que un mentecato no te traicionará, aunque por


supuesto, el ser inteligente tampoco es malo. Para el Mundo Demonio, había
inteligentes buenos e inteligentes malos.

Es por eso que Kirisis no estaba diciendo algo malo.

El hijo del Dios Dragón-sama se convertirá una excelente persona, en una forma
distinta de la mía propia, es una diferencia de valores.

“¡Bien, Lunaria! ¡Me voy! ¡No sé cuánto tiempo estaré por el lugar pero mientras lo esté,
espero con ansias contemplar el crecimiento del niño!”

“¡Sí, por favor vuelve cuando quieras!”

“¡Por supuesto! ¡Hasta entonces, chau! ¡Fua ja ja ja ja ja!”

Kirisis se marchó contra atronadora risa, así es como era.

***

Ese fue el nacimiento del niño, bendecido por todos, amado por todos.

Es por eso que yo…

No, eso lo dejaré para más adelante. Si te lo explicara fuera de orden, simplemente te
confundirías.

Como sea, fue una época de dicha en el Mundo Dragón. Las relaciones con el Mundo
Demonio iban mejorando a paso firme, tampoco había signos de conflicto entre los
otros mundos. Gracias a Kirisis Calisis, la investigación sobre la aparición de monstruos
y las súbitas teletransportaciones habían progresado dramáticamente, fue una época
pacífica.

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Hasta ese día.

Sí, la pacifica era de pronto llegó a su fin.

Sí, ese día.

Igual que una pesadilla, lo recuerdo claramente.

Ese día, yo había salido junto al Dios Dragón-sama en dirección al Mundo Demonio.
Asistimos a las reuniones como siempre y luego yo discutí planes futuros con Necros
Lacrosse. La agenda trataba acerca de futuros intercambios de personal usando los
círculos de teletransportación recientemente completados. Una vez que estos
estuvieran listos, la causa de los incidentes sería conocida…Al menos, crearía un
método sencillo para que las personas atrapadas en estos incidentes pudieran regresar
a su mundo de origen. Nos daría una herramienta para corregirlo, si no derechamente
solucionar el problema.

El camino a seguir era brillante. Cuando le informé esto al Dios Dragón-sama, una
persona que no solía sonreír me felicitó con franqueza.

“Bien hecho Laplace. Sin ti, habría tomado mucho más tiempo, tú eres mi hijo.”

Sentí como si hubiera ascendido a los cielos ahí mismo. Estaba lleno de confianza y
ganas de pavonear, hinchando orgullosamente mi pecho y extendiendo mis alas,
jactándome de que era digno de ser uno de los Cinco Generales Dragón.

Pero…la felicidad cayó al piso de golpe.

Cuando regresé al Mundo Dragón junto al Dios Dragón-sama fui a casa a informarle a
Lunaria-sama, mi nostálgico hogar. Ja ja, estaba esperando ser recibido, debido a que
finalmente me había convertido en un miembro de la familia, finalmente podría decir
“¡Estoy en casa!”

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Oh, pero…

Oh…

Fue una escena que jamás habría querido soñar, hoy en día sigo deseando que no
hubiera sido nada más que un sueño.

Tras decir “Estoy en casa…”

Nadie respondió, solo escuché una voz.

Un bebé llorando, quejándose.

En otro momento, no habría pensado nada de ello. Los bebés lloran, eso es lo que
hacen, incluso yo lo hice de pequeño. Sin embargo, sentí que algo estaba mal en ese
entonces, esto se sentía diferente de los llantos de siempre.

Rápidamente corrí hacia el cuarto de Lunaria-sama…y lo vi. El ensangrentado cuarto,


los restos mutilados.

Una trágica escena y en lo profundo del cuarto, lo que más temía.

Lunaria-sama, en un charco de su propia sangre en medio de este. Su cuerpo en


posición fetal, todavía aferrada protegiendo al niño que lloraba.

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Capítulo XV

“Funeral”

El Dios Dragón-sama dejó escapar un sonido inarticulado al ver los restos de Lunaria-
sama.

“Aah...aaaaaaah…”

Sus ojos abiertos, boquiabierto, mirando incrédulamente el cuarto.

Yo también, no podía creer lo que estaba viendo.

Lunaria-sama estaba muerta, en un charco de su propia sangre. La persona que me


había aceptado como si fuera suyo, muerta.

¿Quién? ¿Por qué? No lograba entender. Ella no albergaba rencores con nadie, todos
en el Mundo Dragón la amaban profundamente, nadie habría siquiera pensado en
asesinarla. Y aun así, estaba escuchando claramente al bebé gimiendo en las
cercanías.

Un llanto desgarrador, la voz de alguien que había perdido algo irremplazable.

El hijo del Dios Dragón estaba llorando, eso me regresó a la realidad.

“Aaaaah…”

Vi al Dios Dragón-sama, mostrando una emoción que antes jamás había contemplado
en su rostro y una voz que jamás había oído de su parte.

Furia, dolor y resentimiento. Un devastador torrente de emociones, confusión, ansiedad


y conmoción. Un torbellino de emociones expresadas.

Jamás había visto al Dios Dragón-sama tan emocionado.

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Él se puso de cuclillas y sostuvo a Lunaria-sama en su mano derecha y a su hijo con la


izquierda. Lunaria-sama probablemente no tuvo una muerte rápida, había rasguños en
todo su cuerpo. Una herida potencialmente fatal se encontraba en su cuello, tres en el
pecho, dos en el abdomen y ocho en su espalda, realmente terrible.

El asesino se había excedido en demasía a la hora de matarla.

A pesar de que Lunaria-sama era humana, como hija del Dios Humano, ella estaba
llena de amabilidad y compasión, completamente ajena al conflicto y aun así una
criatura tan gentil se resistió vigorosamente. Tras tantas heridas fatales ella aun así no
cedió ante el enemigo.

¿Por qué?

Era obvio, ella estaba acurrucada como una tortuga para proteger a alguien, para
proteger al hijo del Dios Dragón-sama, su hijo. Lunaria-sama se resistió al atacante y
fue asesinada por ello.

Pero ella pudo protegerlo, a pesar de las numerosas heridas en su espalda, el niño
había sobrevivido. Probablemente el asesino huyó tras asesinar a Lunaria-sama.

“¿Por qué…?”

El Dios Dragón murmuró inexpresivamente.

Hablando consigo mismo como si estuviera confirmando la situación, quizás él tenía la


misma interrogante que yo.

La identidad del asesino de Lunaria-sama.

“¡¿Por queeeeeeeeeeeeeeeeeé?!”

El rugido del Dios Dragón hizo temblar toda la casa, la ciudad completa se sacudió e
incluso la montaña misma tembló.

“¡¿Quién la asesinó?!”

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La sed de sangre permeó por todo el Mundo Dragón, todas los seres vivientes
temblaron horrorizados, estremeciéndose ante la furia de dios. Desde los lagartos más
pequeños, los dragones en el cielo y nosotros la Raza Dragón, todos temblamos en
horror.

Yo no era la excepción.

Todo mi cuerpo tembló y se derrumbó en el lugar.

Si bien sabía que el Dios Dragón-sama no me haría daño, no pude controlar mi temor
inconsciente.

“¡Aaaaaaaaaaaaaah!”

Un rayo de luz brilló desde el cuerpo del Dios Dragón-sama o lo que yo percibí como
luz, pero había sido un puño, un puño que llevaba la tremenda furia del Dios Dragón
pasó por mi costado.

Cuando me di vuelta para mirar, había un gigantesco agujero en las murallas. A través
de la ciudad de Kayos se veía continuamente, un gran espacio en la zona trasera del
paisaje de la ciudad la cual se convirtió en una caverna abierta. Con un solo golpe, el
Dios Dragón-sama había destrozado un gran pedazo de la Montaña Rugido del Dragón.

Es vergonzoso que lo admita…pero me oriné un poco.

En ese momento podría haber sido erradicado al igual que esas piedras.

No habría sido extraño que el Dios Dragón-sama saliera de la casa para desatar su
furia.

“…”

Pero eso no ocurrió, debido a que había una persona que no le temía a la ira de dios.

Su hijo, después de que el Dios Dragón-sama lo levantara con la mano izquierda, él ya


no estaba llorando aunque si seguía resoplando a través de la nariz, levantando su

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cabeza para mirar al Dios Dragón-sama, como si estuviera aliviado de que hubiera
llegado.

“…”

El Dios Dragón-sama vio al niño y se calmó ligeramente, él entendió que todavía había
algo que proteger.

“Laplace.”

El Dios Dragón-sama me llamó.

“¡Sí! ¡Aquí estoy!”

“Reúne a los Cinco Generales Dragón, encuentra al asesino.”

“¡Sí!”

No pedí un plan de búsqueda, no sugerí descubrir los motivos primero. El Dios Dragón
estaba enojado, una ira que jamás había visto antes.

Los Cinco Generales Dragón fueron ordenados a reunirse y cazar al criminal.

Así que nosotros obedecimos.

Los Generales Dragón se reunieron inmediatamente. Era simplemente natural


siguiendo una orden directa del Dios Dragón-sama. Yo me apresuré en contactarlos
para comunicarles la orden y así reunirlos. Estos se abalanzarían por cualquier
comando del Dios Dragón-sama, sin importar que, por algo éramos los Cinco
Generales Dragón.

Es más, con el asesinato de Lunaria-sama, sería extraño si los Cinco Generales


Dragón no lo hicieran.

“¿Qué…? ¿Lunaria-sama fue asesinada…?”

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Cuando informé las circunstancias a los Cinco Generales Dragón, todos tenían una
adolorida expresión, nadie en el Mundo Dragón odiaba a Lunaria-sama. Especialmente
considerando que era la pérdida del Dios Dragón-sama, todos sufrieron por él.

“El cuerpo de Lunaria-sama estaba cubierto de incontables heridas, el sospechoso


obviamente es una persona.”

Hice mi reporte.

El Dios Dragón-sama permaneció en silencio una vez que los Cinco Generales Dragón
se hubieran reunido. Él parecía haberse calmado ligeramente en comparación a cómo
había estado antes, pero lentamente se podía sentir como emanaba una terrorífica
intención asesina desde su rincón del cuarto.

Una vez finalizado mi reporte, el Dios Dragón-sama finalmente habló.

“Encuentren al criminal y arrástrenlo ante mí.”

Todos los Generales Dragón temblaron frente a su voz, incluso yo estaba aterrorizado.
La ira del Dios Dragón-sama, jamás lo había visto así antes. Incluso cuando Cristal,
uno de los Cinco Generales Dragón había muerto, nunca estuvo así de encolerizado.

“¡Obedecemos!”

Al instante los Cinco Generales Dragón respondieron y sus miradas se transformaron.


Si era una orden del Dios Dragón-sama, descenderíamos hasta las profundidades del
infierno. La ira del Dios Dragón-sama era nuestra ira, todos estábamos determinados
en encontrar al asesino de Lunaria-sama.

“Vayan.”

“¡Sí!”

Ante la orden del Dios Dragón-sama, los Cinco Generales Dragón se dispersaron por
todo el Mundo Dragón. Cada uno buscando al culpable en su propia forma, incluso yo,
quería encontrarle usando mis propios métodos.

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“Laplace, quédate.”

Sin embargo, fui detenido por el Dios Dragón-sama, fue una sorpresa. Después de todo,
tenía el ojo demoniaco, la habilidad para trazar al criminal a partir de las pistas que
había dejado atrás. Estos rastros no desaparecerían inmediatamente, pero si lo harían
con el pasar del tiempo. Nadie debería estar más calificado que yo, además que ya
tenía un historial al haber sido capaz de capturar al criminal que había asesinado a
Cristal.

“¿Por qué? ¡Yo también deseo vengar la muerte de Lunaria-sama…!”

Pero tenía un papel más importante que jugar.

“Lloremos a Lunaria.”

En ese momento, finalmente comprendí que el Dios Dragón-sama no estaba solamente


furioso, estaba triste. Si piensas en ello, era obvio.

Siendo honesto, yo conocía muy poco acerca de los sentimientos del Dios Dragón, no
me había dado cuenta de cuanto él la amaba. El Dios Dragón-sama siempre parecía
algo distante como si siempre hubiera mantenido una distancia razonable con Lunaria-
sama.

Pero ese no era el caso, él realmente la amó. Simplemente tenía una forma distinta de
mostrarlo.

“Entendido.”

A mí, quien acababa de dar el saludo máximo, el Dios Dragón-sama dijo en voz baja:
“Gracias.”

Los funerales en el Mundo Dragón eran un asunto especial.

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Los miembros cercanos de la familia eran los responsables de llevar el cuerpo. Esta
persona usualmente era el cónyuge del fallecido, sus hermanos, padres…y para
aquellos sin familiares cercanos, amigos, colegas o incluso sus superiores. Los
muertos eran llevados de donde fuera que yacían y acarreados hacia el centro de la
ciudad. Toda ciudad tenía un altar en este lugar, se utilizaba para rezar por un
renacimiento seguro para los recientemente fallecidos. También donde los seres
queridos podían dar su panegírico.

No recuerdo los detalles, pero el mensaje señalaba que podrías volver a nacer
nuevamente bajo el alero del Dios Dragón-sama en la siguiente vida. Una vez que
fueran leídos estos, el muerto era llevado al centro de la ciudad, dando una vuelta
alrededor del perímetro en el sentido del reloj.

El Dios Dragón-sama sosteniendo a Lunaria-sama, mientras yo llevaba al hijo de


ambos, completamos con sumo cuidado la ceremonia mientras dábamos vuelta en la
ciudad. Los demás miembros de la Raza Dragón estiraban sus brazos para luego
cruzarlos por sobre el pecho cuando vieron quien estaba llevando a la fallecida.

El saludo máximo de la Raza Dragón, nosotros levantamos un puño por los vivos, pero
no por los muertos.

Esa era la forma de la Raza Dragón.

En una situación normal, uno solamente saludaría cuando se viera el cuerpo. Pero
todos los habitantes de la ciudad llegaron para asistir al funeral de Lunaria-sama,
reuniéndose en el perímetro interno, debido que todos la amaban profundamente,
todos deseaban verla una última vez.

Tras dar vuelta una vez, llegamos a un pequeño edificio circular, una edificación
construida a partir de piedra.

En sus murallas estaban grabados infinidad de nombres. Varias tabletas de piedra a su


vez habían sido erigidas a su vez con nombres grabados, los nombres de aquellos que
habían fallecido en el Mundo Dragón.

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El Dios Dragón-sama ingresó a Lunaria-sama en el edificio y una persona rápidamente


fue a recibirle. Alas tatuadas y escamas faltantes en algunos sectores, un anciano.

La Raza Dragón tenía una larga esperanza de vida, pero no somos inmortales.
Eventualmente todos fallecemos.

Él se vio entristecido al reconocer a Lunaria-sama.

“¿Cómo puede ser que Lunaria-sama haya fallecido…? Que tragedia…”

Él murmuró, con los ojos llenos de lágrimas, mientras tallaba su nombre en una tableta
de piedra con un cincel de hueso de dragón. Los nombres usualmente eran tallados en
las murallas en orden, pero personas especiales en su lugar, como Lunaria-sama, se
les tallaba en tabletas de piedra. Por supuesto, Cristal también vio su nombre tallado en
una de estas.

Este era un cementerio, el cementerio de la Raza Dragón. Una instalación para


recordar a los muertos.

Cuando el anciano recibió a Lunaria-sama de parte del Dios Dragón-sama, se dirigió a


la zona trasera del edificio. Yo caminé junto al Dios Dragón-sama, allí había un oscuro
agujero. El agujero era tan profundo que parecía continuar hacia otro mundo. Pero, por
supuesto, esto no era así…ese agujero llevaba hacia la cima de la Montaña Rugido del
Dragón…ósea, al cielo.

“Rezo por aquellos quienes se han convertido en almas que encuentren la buena
fortuna en el más allá y para que ellos regresen a estas montañas bajo la guía y las
bendiciones del Dios Dragón-sama.”

El anciano recitó un largo panegírico, no lo recuerdo todo en detalle pero era más largo
que aquellos cantados en la ciudad.

Tras finalizar el cántico, el anciano ubicó los restos de Lunaria-sama junto al agujero.
Usualmente, el cuerpo era dejado caer dentro del agujero y así el funeral finalizaba.

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Dicho hueco llevaba hacia el cielo y su uno salía de este, serías devorado por una
gigantesca serpiente negra, un dragón rojo, azul o peor incluso.

La Raza Dragón tenía una larga esperanza de vida, pero aun así podíamos fallecer a
causa de la vejez en caso de no hacerlo en batalla. Alguna vez en el pasado esto fue
considerado deshonroso, se pensaba que era un honor pelear y morir por el Dios
Dragón-sama, pero él no lo pensaba así. Él creía que toda la Raza Dragón era igual
bajo él, es por eso que se inventó este método como funeral, le daba a aquellos que
fallecieron por edad o enfermedad el mismo respeto que el dado a la muerte de un
guerrero y al igual que estos, sus nombres eran tallados, todos vivían y morían por la
Raza Dragón.

Sin embargo, tales ritos funerarios no eran adecuados para Lunaria-sama. Por lo tanto,
tras este servicio se ofició un funeral de acuerdo a las costumbres de la Raza Humana.

El Dios Dragón-sama levantó a Lunaria-sama y regresó a la mansión. Allí, en el jardín


detrás de esta, dejó sus restos. A continuación, con un rostro lleno de dolor, el Dios
Dragón-sama generó una llama desde su mano, envolviendo a continuación a Lunaria-
sama con su fuego.

Los restos de Lunaria-sama se quemaron al instante, convirtiéndose en nada más que


blancos huesos y cenizas. Junto con el Dios Dragón, enterramos los huesos y cenizas
en el piso, plantando a continuación un pequeño árbol sobre estos.

Este era el funeral de la Raza Humana.

¿Cómo? ¿Es diferente ahora?

Bueno, pero en esa época, ese era el ritual fúnebre de la Raza Humana que había sido
compartido al Mundo Dragón.

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Los cadáveres podían transformarse en monstruos donde yacían, por lo tanto, debían
ser quemados y enterrados, con árboles plantados encima de estos, para permitirles
crecer a partir del poder del fallecido. Así es como la Raza Humana, cuya esperanza de
vida era más corta que la de un árbol, lloraba a sus muertos.

“El Dios Humano fue el que me presentó a Lunaria.”

Tras haberla enterrado, el Dios Dragón-sama compartió conmigo el cómo se


conocieron, mientras yo escuchaba en silencio.

“Al principio, fue solo un experimento. Si acaso era posible tener hijos con otras razas y
de ser así ¿Qué clase de poderes tendrían? Un experimento con consecuencias para
todas las personas de los mundos.”

“Aquellos experimentos fueron llevados a cabo muchas veces, pero un día el Dios
Humano dijo „¿Qué sucedería si los Dioses tuvieran hijos juntos?‟.”

“Y a causa de esto, el Dios Humano trajo consigo a Lunaria, dado que ella era su hija y
los demás dioses eran hombres y por lo tanto no podíamos tener hijos directamente
entre sí.”

“Yo no amaba a Lunaria, pero ella siempre dio su mejor esfuerzo por el Mundo Dragón,
usando sus poderes como la hija de un dios para enriquecer el lugar. Para mí, toda la
Raza Dragón son como mis hijos, todos son importantes y deseo que todos y cada uno
de ellos sean felices. Pero, cuando Lunaria me dio un hijo, finalmente me di cuenta que
ella era más especial para mí que la Raza Dragón…no me había dado cuenta, pero
para el momento que lo noté, había comenzado a amarla.”

El Dios Dragón-sama dijo con un rostro nostálgico, Lunaria-sama jamás cambió, una
persona llena de gracia. Incluso el Dios Dragón-sama había llegado a amarla.

“Laplace.”

“Sí.”

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“Yo no puedo perdonar a quien asesinó a Lunaria, sigo temblando con una furia sin
precedentes.”

“Sí.”

“Incluso si los otros mundos se vuelven nuestros enemigos ¿Me seguirás?”

“No es necesario siquiera preguntar. Todos, no solo yo, seguiremos al Dios Dragón-
sama hasta el final, incluso si significa nuestra destrucción.”

El Dios Dragón-sama se levantó en silencio. Sus ojos, enfocados y su cuerpo


emanando una sed de sangre, ya no había más tristeza. Yo estaba con miedo, a pesar
de que sabía que esa intención asesina no estaba dirigida hacía, pero no había ser vivo
que no la encontrara terrorífica.

Nuestra venganza, había comenzado.

***

“Amo…”

Cuando volvió en sí, Rostelina estaba en frente suyo. Estudiando a Laplace con una
expresión llena de preocupación.

“¿Hmm? ¿Qué sucede, Rostelina? La historia no ha terminado ¿Pero escuchaste


suficiente por hoy?”

“Oh no, deseo que continúe…pero, Laplace-sama ¿Quizás debería descansar por esta
noche primero?”

“¿Por qué dices eso?”

“Es que…”

Rostelina sacó un pañuelo de su bolsillo y limpió el rostro de Laplace con él, atrapando
cierta cosa que caía por su mejilla, humedeciéndolo.

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Si, en algún momento de la historia, Laplace había comenzado a llorar. Lágrimas caían
por su rostro, sollozando entre medio de sus palabras, su pronunciación se había
vuelto tan confusa, que para el fin de la historia, era difícil entenderle.

“Oh, lo siento. Cuando recuerdo ese momento, siempre me pongo así.”

“Laplace-sama amaba a Lunaria-sama ¿Verdad?”

“Bueno, ella era mi madre. A pesar de que no estábamos conectados por sangre, ella
se mantuvo a mi lado. Ella siempre estuvo allí cuando yo regresaba a casa, sonriendo
gentilmente, escuchando mis historias. Una diosa de la compasión, el que fuera tan
cruelmente asesinada…el experimentar ese horrible día…incluso ahora…woo…woo…”

Laplace lloró, con una mano cubriendo sus ojos, agachándose y con sus hombros
temblando, sollozando ligeramente, llorando. Rostelina observó en silencio, al hombre
que le doblaba en tamaño, llorar en frente suyo. Ella estaba afligida, dado que esta era
la primera vez que le veía llorar, pero tras un rato, corrió a la cocina a buscar un vaso
de agua y luego regresó. Lentamente, ella acarició su espalda y le ofreció el vaso.

“Fufú, gracias. Rostelina, ahora que pienso en ello, tú siempre has estado ahí para
consolarme. Estaba cansado de estar en una casa solo y feliz de tener a alguien que
me diera la bienvenida.”

“No, está bien, amo. No necesito que me agradezca, estoy feliz de poder ayudar.”

“Bueno, sigamos contando el uno con el otro.”

Laplace dijo mientras se volvía a enderezar en su silla. Sus ojos estaban enrojecidos e
hinchados, pero sus lágrimas se habían detenido. Una voz clara salió de su boca, ya no
entorpecida por los sollozos.

“Continuemos la historias. Lo siento, pero puede que suelte más lágrimas de ahora en
adelante.”

“Sí, tendré algo de agua lista.”

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“Ja ja, realmente eres considerada…pues bien…”

Laplace volvió a mirar hacia la nada, recordando un pasado que no deseaba


rememorar.

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Capítulo XVI

“La Ira del Dios Dragón”

Comencé a buscar al sospechoso, parecía como si mis misiones más importantes


siempre involucraban la búsqueda de algún criminal, aún si solo fuera la segunda vez.

Alguien podría haberse escabullido en el Mundo Dragón, cruzando sin ser detectados
por los ojos y oídos de la Raza Dragón, para ingresar en la casa del Dios Dragón y
asesinar a Lunaria-sama y a su vez casi al hijo del Dios Dragón, para luego
desaparecer. ¿Suena como alguien difícil de encontrar?

Sigue siendo más sencillo que un demonio escondiéndose en algún lugar del Mundo
Dragón.

Después de todo, era una situación acotada. A diferencia del incidente de Cristal, este
sucedió a plena luz del día dentro de la ciudad, es más, yo tenía ahora el poder del ojo
demoniaco haciendo sencillo el reunir evidencia.

Dicha evidencia fue reunida en cuestión de segundos, fue bastante trivial o bien, tan
sencillo que parecía difícil de creer que alguien hubiera logrado asesinar a Lunaria-
sama, la persona más preciosa en todo el Mundo Dragón.

No quedaban pistas en la escena del crimen, pero eso no era obstáculo para mí. Si
bien habían logrado deshacerse de la mayoría de la evidencia, hicieron un mal trabajo
al dejar evidencia del encubrimiento, si uno sabía lo que había que buscar, incluso no
era necesario poseer un ojo demoniaco.

Si solo hubiera sido algo más escéptico en ese entonces. Desafortunadamente, las
personas tienden a lanzarse de inmediato cuando las cosas salen como las estaban
esperando. Yo estaba actuando de acuerdo al plan, así que por supuesto las cosas
iban como viento en popa.

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Al reunir la evidencia, los sospechosos fueron reduciéndose pero para cuando terminé,
estaba conmocionado. Revisé y volví a revisar la evidencia para confirmarlo más de
una vez, pero sin importar cuanto estuviera mirando, la lista de sospechosos no cambió.

Tras haber reunido la evidencia, una reunión fue celebrada y los sospechosos fueron
identificados.

“¿Estos son los sospechosos?”

Los Cinco Generales Dragón se reunieron en el salón, con el Dios Dragón-sama


presente, para entregar nuestros descubrimientos. Los Cinco Generales Dragón en su
totalidad habían encontrado a los mismos sospechosos que ahora estaban en nuestra
lista, los nombres de cuatro individuos:

-Pudoria Dordia.

-Nartakiel.

-Espadon Ballad.

-Kirisis Calisis.

Los primeros tres probablemente no sean nombres familiares para ti, pero el último al
menos debería darte alguna idea de la situación ¿No?

Sí, todos ellos eran habitantes de los otros mundos. Eran los especialistas con los que
yo había interactuado durante muchos años y había invitado al Mundo Dragón.

“Ellos se habían reunido en un edificio hace varios días previos al asesinato de Lunaria-
sama y en el día del hecho, hay testigos que los vieron actuando en la ciudad de
manera sospechosa. Es más, todos desaparecieron ese día.”

“…”

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Las conclusiones de Szilard-sama concordaban con mi propia investigación. Quería


negarlo, ellos no podían haberlo hecho, ellos habían venido a hacer el bien en el
Mundo Dragón, los invité con el fin de avanzar en la paz mundial…pero no había nada
que pudiera presentar como evidencia de lo contrario.

¿Y qué sucedía con Kirisis Calisis? ¿Acaso no era amiga de Lunaria-sama?

No, podría ser lo opuesto. Ella bien podría habérsele acercado a Lunaria-sama para
causar este incidente.

“¿Qué sucede, Laplace? ¿No te ves demasiado pálido?”

Las palabras de Szilard-sama hicieron que mis alas temblaran. Si ellos realmente
habían cometido el crimen, entonces yo mismo sería un sospechoso. Con la idea de
que yo diseñé el plan para el asesinato y que por esa razón invité a mis conspiradores
al Mundo Dragón, yo carecía de evidencia para probar mi inocencia. Incluso si no
hubiera tenido tales planes, no había forma de negar que hubiera sido yo quien les
había invitado en primer lugar.

Pero Szilard-sama me miró nuevamente y…

“Laplace, no sospecho de ti.”

Esas fueron palabras tranquilizadoras. Mirando a mí alrededor, los demás Generales


Dragón tenían expresiones similares a las de Szilard, una mirada de simpatía.

“Tú estabas más agradecido que nadie por Lunaria-sama y tu lealtad al Dios Dragón-
sama es absoluta, jamás habrías creado esta tragedia.”

“Gracias…”

Estaba aliviado, pero a su vez ligeramente orgulloso de que los Cinco Generales
Dragón me vieran como un compañero incuestionable.

“Me temo que fuiste usado, los conspiradores conocían sobre tus intercambios
culturales y se acercaron a ti, para así poder culparte del asesino más tarde.”

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“¿Pero por qué Lunaria-sama?”

Yo solo quería saber la razón. ¿Quién y qué razón hubo para tomar la vida de Lunaria-
sama? ¿O incluso la del hijo del Dios Dragón-sama? Yo solo quería conocer la razón.

“Esta solo es una suposición…pero quizás los otros mundos probablemente se


sintieron amenazados por el creciente poder del Mundo Dragón, es más, si consideras
la amenaza del niño que desciende tanto del Dios Humano como el Dios Dragón-sama.”

“¿Por qué eso sería una amenaza?”

“¿No lo entiendes? La Raza Humana puede que sea la más débil, pero su civilización
es la que se desarrolla a una velocidad imparable. Nuestra civilización podrá
desarrollarse a un ritmo lento, pero individualmente somos poderosos. Una unión entre
la Raza Dragón y la Raza Humana sería una fuerza abrumadora que podría dominar
los otros mundos.”

“¡Eso es imposible! ¡El Dios Dragón-sama y el Dios Humano-sama solo desean traer la
paz a los mundos, no dominarlos!”

“Quizás, pero no sería extraño que esas personas sospecharan lo contrario.”

No podía aceptar el razonamiento de Szilard-sama. Al menos de acuerdo a lo que


había visto, el resto de los dioses solo les importaban sus propios mundos. A pesar de
que una ofensiva entre los mundos era posible, estos solo estaban preocupados sobre
el potencial peligro que los otros podrían presentar al suyo en lugar de lo opuesto.
Nosotros no podíamos quedarnos tranquilos después de lo que había sucedido, los
dioses en su infinita sabiduría entendían esto. Pero si consideraba seriamente las
palabras de Szilard-sama, habría sido agradable que hubiera igualdad entre los
mundos, pero este era un mundo de jerarquías estrictas, lo cual es aún más cierto
actualmente. Aquellos que están por arriba miran en menos a los de abajo, tratándolos
como esclavos. Para evitar ser dominados, había que atacar primero.

“Pero si ese era su objetivo, fue una mala jugada ¡Matar a Lunaria-sama no tiene
sentido!”

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“Es cierto…pero la muerte de Lunaria-sama bien pudo haber sido accidental, quizás su
verdadero objetivo era el hijo del Dios Dragón-sama.”

“E-Explícate.”
“El hijo del Dios Dragón-sama, se convertirá en el gobernante de tanto la Raza Dragón
como la Raza Humana…el dios de la siguiente generación.”

Como el hijo del Dios Dragón-sama, naturalmente el inspiraría absoluta lealtad en toda
la Raza Dragón y como el hijo de Lunaria-sama, la Raza Humana a su vez
naturalmente le seguiría.

La posibilidad era alta en cuanto a que bajo este hijo, la Raza Humana y la Raza
Dragón unirían manos. Por lo tanto, debía ser asesinado antes de que sucediera.

Sin embargo, debido a la inesperada resistencia de Lunaria-sama, fallaron en el intento


de asesinato. Quizás matar a Lunaria-sama era uno de los posibles escenarios que a
su vez habían considerado, la conspiración no tendría sentido si ella daba a luz otro
hijo.

“No me interesa la razón.”

Fue el Dios Dragón-sama quien nos interrumpió a mí y Szilard-sama, revisando la lista


de sospechosos, sentándose nuevamente para mirar a este último y decir.

“Szilard ¿Qué es esto?”

“¿Eh?... Uh ¿La lista de sospechosos?”

“¿Cuál fue mi orden?”

“Encontrar a los criminales… ¡Oh!”

Szilard se dio cuenta de su error, no eran los sospechosos a quien el Dios Dragón-
sama nos había ordenado buscar, era al criminal. En otras palabras, todavía no
habíamos logrado nuestra misión.

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Normalmente, el Dios Dragón-sama no nos habría amonestado de esta forma, pero


este ya no era el Dios Dragón-sama de siempre. Si fallábamos en traer al criminal
frente a él, nos haría pedazos.

“¡Lo lamento!”

Szilard-sama inmediatamente dio el saludo máximo, preparándose a sí mismo para


enfrentar su muerte, dejándolo todo en manos del Dios Dragón-sama.

“¡Volaré a todos y cada uno de los mundos y arrastraré al criminal frente a usted!”

“Espera.”

El Dios Dragón-sama miró a Szilard-sama antes de que este comenzara a volar, este
último estaba temblando, la ira del Dios Dragón-sama había llegado a su cenit. Nadie
podría mantenerse tranquilo bajo la ira del Dios Dragón y mantener la calma, ni siquiera
los Cinco Generales Dragón.

“Szilard ¿Hay un criminal en esta lista?”

“¡Sí! ¡Yo creo que la probabilidad es alta!”

Pero el Dios Dragón-sama parecía estar pensando en algo ¿Quizás el criminal había
asesinado a Lunaria-sama por una razón diferente? ¿O quizás una forma para
encontrarlo…?

Sin embargo, la respuesta no vino de inmediato. Por un rato, el Dios Dragón-sama fijó
su mirada en la lista de sospechosos, con una ardiente furia emanando de su cuerpo,
listo para quemar todo reduciéndolo a cenizas, memorizando los nombres en su
cabeza para que así ni siquiera la muerte pudiera arrebatárselos.

“Mmm.”

De repente, el Dios Dragón-sama levantó su cabeza, sintiendo algo. ¿Acaso se había


dado cuenta de otra cosa? Me lo pregunté mientras le miraba, pero su vista estaba fija
en su lugar más allá de nosotros.

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“¿Qué sucede?”

Finalmente me di cuenta una vez que el Dios Dragón-sama hablara, había otra persona
en el salón de conferencias. Su presencia era tan débil que era difícil saber si acaso
estaba allí, solo que el espacio ocupado por esta persona parecía algo distorsionado
como si él hubiera estado constantemente de pie sobre el punto ciego de las personas.

“¿Es acaso tan extraño que viniera?”

Pero la atmósfera a su alrededor era diferente a la de antes, de algún modo, él estaba


enojado. No, por supuesto que estaría enojado.

“¿Acaso esperas que me quede en silencio, a pesar de que mi hija fue asesinada?”

Sí, era el Dios Humano, el padre de Lunaria-sama.

“¿Quieres venganza? Por supuesto, pero déjame ayudar. La Raza Humana puede que
no tenga poder, pero tenemos sabiduría.”

“…”

“Por favor, déjame ayudar ¿O no?”

“No…por favor, lo apreciaría.”

“¿Puedes mostrarme la lista?”

Sin esperar permiso, el Dios Humano recogió la lista de la mesa y observó, con una
mano en la barbilla, posando mientras pensaba.

“Hmm…así que estos cuatro mundos después de todo…”

“¿Qué? ¿Lo sabía?”

Dije sin pensar. El Dios Humano se giró en mi dirección, como si hubiera estado
esperando que preguntara.

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“Sí, probablemente ya sabías que estos cuatro mundos tienen una historia complicada
juntos.”

“Sí.”

“Pero estos cuatro mundos se han vuelto extrañamente silenciosos de la nada.”

“Pero…”

“Sí, todo gracias a ti, Laplace…tu coraje para construir un puente entre los mundos y
los nuevos caminos que logramos crear entre ellos.”

Yo estaba naturalmente orgulloso del cumplido que me había dado, pero las siguientes
palabras del Dios Humano rápidamente hicieron desaparecer ese orgullo.

“Pero eso llevó a que los otros mundos conocieran sobre vuestra investigación acerca
de los monstruos y la teletransportación.”

Los Cinco Generales Dragón se vieron conmocionados ante aquellas palabras, era
algo de lo que no tenían idea.

Todos los mundos estaban estudiando a los monstruos y la teletransportación, eso ya


lo sabía. Incluso visité al Mundo Demonio a causa de sus investigaciones un par de
veces. Si bien la Raza Demonio había tenido un progreso más notorio en la
investigación de monstruos, en el caso de la investigación de la teletransportación esta
se había paralizado. Progreso, pero a la vez no progreso, aunque como un derivado de
estas investigaciones, cierta magia especial fue desarrollada.

Sin embargo, en ese momento yo era ignorante con respecto a cuan avanzada la
investigación del Mundo Dragón se encontraba actualmente. Siendo honesto, yo creía
que el progreso del Mundo Dragón estaba en un punto similar. Solo había escuchado
informes de que de vez en cuando “habían resultados” pero no sabía en qué consistían
estos específicamente.

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Ahora que pienso en ello, aquellos informes bien podrían haber sido ocultados hasta
cierto punto…bueno, hablaremos de eso más adelante.

En ese momento yo no sabía nada.

“Ellos tienen que haber estado conmocionados. La Raza Dragón, quienes pensaron
que solo poseía poder, pudiera poseer tales técnicas…ellos bien podrían haber
pensado que fueron ustedes la mente maestra detrás de los monstruos y los incidentes
de teletransportación.”

“¿De qué está hablando?”

Nadie respondió a mi pregunta. Sin embargo, tanto el Dios Dragón-sama como el resto
de los Cinco Generales Dragón se mostraron horrorizados, parecía que había dado en
el clavo.

“¿Pero por qué matar a Lunaria-sama?”

“Lunaria probablemente se dio cuenta de que ellos sabían y al mismo tiempo, ellos se
dieron cuenta de que ella sabía esto.”

“…”

Descubriendo su secreto, la testigo de esto. Dadas las circunstancias, la única opción


que quedaba era asesinar a la testigo.

En ese momento, yo no sabía de qué estaba hablando, jamás habría pensado que el
Dios Dragón-sama y los Cinco Generales Dragón hubieran estado detrás de los
monstruos y las súbitas desapariciones. E incluso si lo hubieran estado, seguiría sin
creer que fuera por eso que hubieran asesinado a Lunaria-sama.

“Ya veo. Ellos robaron nuestra investigación y decidieron que esta fue la causa de los
monstruos y los súbitos incidentes de teletransportación, por lo que asesinaron a
Lunaria e incluso fueron tras mi hijo.”

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El Dios Dragón-sama dijo en un tono monótono, una voz que congeló el cuarto, una
terrorífica voz.

Su ira se estaba desbordando.

“…Ridículo.”

El Dios Dragón-sama dijo y se levantó.

A continuación, sin palabra alguna, se dirigió a la salida.

“¿Hacia dónde?”

“A la cima.”

Nadie entendió el significado de aquellas palabras. No lo hizo Szilard-sama, Dola-sama,


Maxwell-sama, Caos-sama ni yo.

Nadie entendía, el estado del Dios Dragón. Él, quien insistía en la paz incluso tras el
asesinato de Cristal a manos de los demonios. Él, quien nunca interrumpía a los demás
durante la asamblea de los dioses. Él se había vuelto tan incontrolable a causa de su
ira, sumido tan profundamente en el abismo de su desesperación, que actuaría sin
considerar las consecuencias.

Si nosotros hubiéramos intentado detenerlo en ese momento, quizás habríamos


llegado a un futuro ligeramente diferente, pero esa era una tarea imposible. Para
nosotros, los Cinco Generales Dragón, las palabras y acciones del Dios Dragón-sama
eran absolutas.

¿Tú entiendes el significado de obediencia absoluta?

Las palabras y acciones del Dios Dragón-sama…estas siempre estaban en lo correcto.

Hasta ese punto, siempre fueron el caso.

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Él siempre tenía la razón, haciendo todo por el futuro del Mundo Dragón. Por lo tanto,
no era sorpresa que el resto de los miembros de los Cinco Generales Dragón no
estuviera consciente.

Pero fui yo solamente quien lo notó, yo quien estaba más cerca del Dios Dragón-sama,
a pesar de que había estado con él la menor cantidad de tiempo.

Incluso el Dios Dragón-sama podía perder el juicio a causa de la ira…

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Capítulo XVII

“El Día que un Mundo Terminó”

El Mundo Bestia. Un mundo compuesto en su totalidad por montañas y bosques.


Variados grupos de hombres bestias vivían allí.

El Dios Dragón-sama y los Cinco Generales Dragón fueron a este mundo.

“Huh…”

Cuando llegamos al Mundo Bestia, un ejército superior a los diez mil se presentó frente
a nosotros, era de noche. Miles de ojos brillando en nuestra dirección, rodeando el altar
en la cima de la montaña, como si nos hubieran estado esperando.

“…”

En ese momento, realmente no entendimos lo que significaba.

¿Por qué estaban rodeando la montaña?

¿Por qué nos estaban mirando con esa sed de sangre?

No pensamos en nada de eso.

Nosotros éramos la Raza Dragón, una raza de guerreros. Si nos trataban hostilmente
con intención asesina, le dábamos la bienvenida.

Ellos eran nuestros enemigos, ellos habían asesinado a Lunaria-sama, ellos se habían
reunido aquí debido a que esperaban nuestra represalia.

En realidad, si nos hubiéramos detenido a observarles con cuidado, todas las bestias
se veían conmocionadas, asombradas por nuestra inesperada aparición. Pero en
nuestra rapidez por vengarnos, ni nos preocupamos por tales detalles menores.

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“¡Traigan a la que asesinó a Lunaria!”

El Dios Dragón-sama gritó, aterrorizando a la Raza Bestia.

Una voz iracunda, dicha voz causó que incluso temblaran los Cinco Generales Dragón
y se sacudiera el Mundo Bestia.

Todas las bestias temblaron, ellos instintivamente sabían que su oponente era
abrumadoramente más poderoso y dominante.

“¡No tengo idea!”

Sin embargo, hubo uno que no tembló ante la voz del Dios Dragón-sama, uno en su
misma liga.

Sí, el Dios Bestia.

Él se plantó ahí de forma distinta a cuando lo había visto por última vez.

Seguía siendo una bestia de dos cabezas, pero ya no venía montado en un lobo blanco,
estaba de pie con sus propias piernas.

Cuando yo lo había visto en las reuniones, siempre andaba montando al lobo blanco.

¡Pudoria!”

El Dios Bestia-sama se vio sorprendido al escuchar ese nombre.

“¡Pudoria está en tu mundo!”

“¡Desapareció!”

“¡Entonces no lo sé!”

“¡Tú la escondiste!”

“¡Lo que tú digas!”

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“¡Si no me la entregas, voy a destruir tu mundo!”

“¡Inténtalo a ver si puedes!”

Y de esa forma, las negociaciones se rompieron.

Si piensas en ello, hubiéramos podido evitar luchar si ambos lados hubieran estado
dispuestos a calmarse y conversar… pero ni tanto el Dios Dragón-sama como el Dios
Bestia-sama estaban dispuestos a negociar, la venganza es lo único que habitaba en
sus mentes, nada más.

“Como quieras.”

El Dios Dragón-sama extendió sus alas y el Dios Bestia mostró sus colmillos, mientras
se miraban el uno al otro.

La batalla había comenzado.

***

Durante tres días y tres noches, la batalla entre los Cinco Generales Dragón y el
ejército de la Raza Bestia se extendió.

Mientras que el Dios Dragón se medía frente al Dios Bestia, nosotros los Cinco
Generales Dragón masacramos a todos los obstáculos frente a nosotros.

La Raza Bestia era una especie fuerte, con agudos sentidos del olfato y ojos que
podían ver incluso de noche, podían atravesar los terrenos más agrestes sin reducir su
velocidad. Adicionalmente, tenían su magia vocal, rasgo exclusivo de ellos. Una magia
que interrumpía los sentidos de los enemigos, con consecuencias potencialmente
fatales.

Pero ellos no eran competencia para los Cinco Generales Dragón. Sus garras, colmillos
y armas no podían dañar nuestros cuerpos y sus voces eran repelidas por nuestra
magia.

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Nuestros golpes podían destruir montañas y barrer con bosques enteros, un solo golpe
dejaba cientos de hombres bestias muertos.

Fue una masacre.

Los Cinco Generales Dragón masacraron a decenas de miles de hombres bestia. Unos
cuantos más de nosotros y habríamos eliminado a toda la raza. Ninguno de ellos podía
siquiera arañarnos, la diferencia de poder era demasiado abrumadora. La Raza Bestia
a su vez tenía guerreros que servían como los escoltas de su dios, como nosotros,
pero incluso ellos no fueron rivales para nosotros.

A medida que masacrábamos a la Raza Bestia, el Dios Dragón-sama y el Dios Bestia


se encontraban absortos en una reñida batalla. Aunque el primero tenía la ventaja,
dado que ambos eran dioses, su lucha permanecía indecisa. El Dios Bestia por ningún
motivo era un dios inferior. Ambos se estaban moviendo tan rápido, que era difícil
describir los detalles de su batalla y debido su velocidad, ondas expansivas eran
constantemente generadas, formando tornados. Estos últimos comenzaron a succionar
todo lo que había por debajo suyo, convirtiéndose en un océano de sangre y
escombros.

Las principales armas del Dios Bestia eran sus garras y colmillos. Él aullaba para luego
morder al Dios Dragón-sama con una terrorífica velocidad, pero no era suficiente para
penetrar las escamas de este último. Él también tenía garras y colmillos, por lo que
respondía con sus propias garras y puños. Rasgando el pelaje del Dios Bestia,
dañando su carne.

Ningún lado conectaba un golpe decisivo contra el otro, pero lentamente el daño se iba
acumulando.

La mañana del cuarto día, se decidió. Para un enfrentamiento entre dioses, fue una
conclusión rápida.

Yo vislumbré el momento decisivo cuando el Dios Bestia mordió con fuerza el hombro
del Dios Dragón, perforando con sus colmillos las escamas de este y haciendo que la

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sangre saliera expulsada. El Dios Bestia tuvo que haber pensado que había dado el
golpe decisivo, pero en su lugar, este fue el momento exacto que el Dios Dragón-sama
esperaba. Con ambas manos, agarró las dos cabezas del Dios Bestia y con todo su
Dragón Touki fluyendo, tiró en sentidos opuestos, desgarrándolo en dos.

El Dios Bestia se partió en dos y el Dios Dragón lanzó las mitades al piso.

Un tremendo impacto de luz siguió, una abrumadora fuente de energía se esparció por
el Mundo Bestia, lanzándome lejos y no solo a mí, todos los Cinco Generales Dragón
fuimos mandados a volar, fue una fuerza tremenda.

“¡…!”

Una vez que ya había caído al suelo, salté y volví a volar hacia el cielo.

Lo que quedaba era un gigantesco cráter.

“…”

Con el Dios Dragón-sama tranquilamente en el centro, mientras extendía sus alas y


ascendía a los cielos, un rugido resonó a través del mundo.

Un grito de furia.

“¡Gaaaaaaaaaaaaaah!”

En ese día, todas las criaturas del Mundo Bestia se vieron marcadas con miedo y odio
hacia la Raza Dragón.

El Dios Dragón-sama arrasó con todo, llevando devastación hacia todo.

Sal o destruiré todo tu mundo.

No había nada falso en aquellas palabras.

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Noventa por ciento del Mundo Bestia fue destruido y la ecología comenzó a colapsar,
todos los seres vivos iban a morir.

De ser así, ni siquiera Pudoria sobreviviría, quizás esa había sido la intención del Dios
Dragón-sama desde un comienzo.

“…Laplace, te dejo el resto a ti.”

A medida que el Mundo Bestia colapsaba en su autodestrucción, parecía que al fin el


Dios Dragón-sama se había calmado por lo que regresó al Mundo Dragón.

Él me entregó una joya, una joya ensangrentada. En el momento que la recogí, me di


cuenta que estaba imbuida con el poder de un dios, con ella, uno podía cruzar “Las
Fronteras.”

Así que esto era la así llamada “Joya Divina.”

El Dios Dragón-sama probablemente la había removido al asesinar al Dios Bestia.

“…”

Sostuve la joya divina en mi mano con confusión, se me había dicho que atestiguara el
fin del Mundo Bestia, pero no sabía cómo.

Los Hombres Bestia sobrevivientes necesitaban huir a un lugar seguro ¿Pero adónde
podrían escapar en un mundo que estaba por terminar?

En ese momento sentí lastima.

Como resultado de la destrucción del Dios Dragón, el Mundo Bestia fue destruido
¿Debía asesinar al resto de los sobrevivientes?

No, no me lo habían ordenado.

Todas las bestias que huían a los límites de su mundo a punto de perecer compartían
la misma idea: No quiero morir, quiero vivir. Y aun así, su mundo menguaba con el
pasar de los segundos, su aniquilación era inevitable incluso sin mi ayuda.

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Ellos encontrarían pronto su final si yo me quedaba allí y solo observaba, pero mi


corazón estaba lleno de dudas.

¿Acaso era necesario? ¿Acaso la destrucción de este mundo era inevitable?

Cuando el Dios Bestia fue derrotado, la guerra terminó.

¿Por qué era necesario matarlos a todos, cuando del mismo modo podríamos
encontrar el escondite de Pudoria?

Tenía que haber otra forma.

No todos los hombres bestia eran malos.

Desesperadamente aparté esas ideas de mi mente. La decisión del Dios Dragón,


definitivamente tenía que haber algún significado oculto en estas, el dudar del Dios
Dragón-sama era sacrilegio.

“…Increíble.”

Alguien se me acercó mientras sopesaba la situación.

Él se había acercado sin sentirlo, cuando me di vuelta, ahí estaba un dios con un rostro
irreconocible.

Sí, el Dios Humano.

“Sí, es una lástima.”

El Dios Humano dijo, como si hubiera estado leyendo mis pensamientos más ocultos.
Ese bien podría haber sido el caso, los poderes de los dioses permanecían siendo un
misterio para mí.

“Incluso si estaban albergando a una de las sospechosas del asesinato de Lunaria, no


toda la Raza Bestia es mala.”

“…”

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“La mayoría probablemente ni siquiera sabía lo que sucedió. Para el momento que lo
notaron, su dios ya estaba muerto y su mundo a punto de perecer. Todo lo que queda
para ellos es la desesperación, a pesar de que no hicieron nada malo y sin saber
nada…”

El Dios Humano se mantuvo de pie detrás de mí, mirando hacia los hombres bestia,
para luego susurrar.

Como si me estuviera amonestando, esperando en lugar de detener la tragedia.

Pero no era eso. El Dios Humano de pronto dijo.

“Es una verdadera lástima…”


Cuando volví a mirarlo, el Dios Humano me sonrió.

“Mantenlo en secreto del Dios Dragón ¿Bueno?”

Y entonces, de pronto el Dios Humano desapareció frente a mí.

¿Qué es lo que estaba pensando y hacia dónde fue?

Tenía muchas preguntas pero de pronto lo noté. Todas esas personas que habían
estado huyendo en todas las direcciones de pronto comenzaron a confluir en un solo
punto.

En cierta dirección, hacia donde el Dios Dragón-sama había desaparecido.

¿A vengarse?

El Dios Dragón-sama hace mucho había regresado al Mundo Dragón, pero ellos
definitivamente se estaban dirigiendo hacia allá, desde donde nosotros habíamos ido,
al altar que permitía cruzar los límites de los mundos.

Aquellas personas desaparecieron en el altar, un altar que solo podía ser usado por los
dioses. No, ahora que yo tenía la joya divina, también podía usarlo.

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Esto se debía al Dios Humano, quien estaba intentando salvar a los remanentes de la
Raza Bestia del colapso del mundo llevándolos al suyo…al Mundo Humano.

“…”

El Dios Dragón-sama probablemente tenía la intención de destruir a toda la Raza


Bestia.

Como un General Dragón, debía obedecer, quizás debí detener al Dios Humano, pero
no pude.

Me alegraba si es que lográbamos vengar la muerte de Lunaria-sama, pero no deseaba


la destrucción del Mundo Bestia así que observé al Dios Humano y no lo detuve, hasta
que los últimos sobrevivientes de la Raza Bestia se hubieran marchado al Mundo
Humano…

Siendo honesto, incluso me sentí conmovido en ese momento.

¡Qué misericordioso Dios!

Él le había otorgado la misericordia incluso a los Hombres Bestia, compartiendo su


mundo con ellos ¡Incluso con la Raza Bestia que bien pudo haber conspirado en el
asesinato de Lunaria-sama!

Yo no tenía intención de hablar mal del Dios Dragón-sama, debido a que también me vi
aplastado por la ira y tristeza causada por la muerte de Lunaria-sama, pero al mismo
tiempo, deseaba ser testigo de su generosidad y misericordia. Por supuesto, no tenía
intención de hacerle directamente tal pedido al Dios Dragón-sama. Aun ahora,
considerando como estaba en ese momento el Dios Dragón, parecía absurdo siquiera
sugerirlo.

Pero aun así, esperaba que la Raza Bestia pudiera encontrar la salvación. Tras los
intercambios culturales y mis interacciones con ellos, compartía algo de simpatía por la

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Raza Bestia, es por eso que deseaba indulgencia para ellos, pero no había sido el
Dios Dragón-sama quien había concedido mi deseo, sino el Dios Humano. En ese
entonces pensé, que él realmente era un dios digno de confianza y no tenía dudas de
él.

Sin darme cuenta que todo esto era su plan.

Y así, el Mundo Bestia fue destruido.

Los remanentes de la Raza Bestia fueron absorbidos por el Mundo Humano, solo un
pequeño porcentaje de la población sobrevivió. No sabía el número exacto, pero por
ningún motivo era una cantidad pequeña. Sin embargo, el Dios Humano los aceptó
como refugiados. Por el contrario, más de nueve decimos de toda la Raza Bestia
pereció, incluyendo el Dios Bestia…

Para los Seis Mundos, esta fue la catástrofe más grande, pero el cataclismo recién
había comenzado.

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Capítulo XVIII

“La Investigación sobre la Teletransportación”

El Dios Dragón-sama aplastó mundo tras mundo, el Mundo del Mar, el Mundo del
Cielo…

No había espacio para las negociaciones con ninguno de estos. Todos los otros
mundos declararon que “no podemos perdonar al Mundo Dragón” por la destrucción del
Mundo Bestia. Lo que nosotros no sabíamos en ese momento fue que todos tenían sus
propias razones para luchar, no había motivo alguno para detenerse.

Para el momento en que habíamos llegado, el Mundo del Cielo y del Mar estaban
formados y listos para la batalla.

El ejército de la Raza del Mar tiñó de negro el océano y el ejército de la Raza del Cielo
cubrió el firmamento. Sin embargo, ante nosotros los Cinco Generales Dragón aquella
expresión de fuerza significaba poco.

Fue una masacre tal como en el Mundo Bestia.

Los Cinco Generales Dragón se encargaron de la chusma, mientras que el Dios


Dragón-sama se enfrentó con sus dioses para luego dejar caer su furia sobre el mundo
que colapsaba.

Los pocos sobrevivientes huyeron al Mundo Humano bajo la benevolencia del Dios
Humano.

Fuimos victoriosos, una batalla tras otra, pero incluso nosotros no escapamos ilesos de
las batallas.

El cuerpo del Dios Dragón-sama estaba maltrecho. De las mordidas recibidas por el
Dios Bestia, sangre continuaba fluyendo. Veneno había sido inoculado por el Dios del

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Mar el cual roía su pierna y un rayo de luz emitido por el Dios del Cielo lo había cegado
de uno de sus ojos.

La Raza Dragón efectivamente era la raza más poderosa, eso era un hecho pero los
dioses estaban más o menos en un mismo nivel. Ellos habían sido iguales desde el
nacimiento, aun si sus hijos diferían.

A pesar de que los Generales Dragón estábamos cubiertos de cicatrices, podíamos


seguir luchando. Después de todo, seguía quedando un mundo.

Sí, una raza de la que se decía que era igualmente poderosa a la Raza Dragón.

Sí, el Mundo Demonio.

Yo estaba preocupado.

La Guerra con el Mundo Demonio no sería algo sencillo, posiblemente ni siquiera todos
los Cinco Generales Dragón sobrevivirían, el mismo Dios Dragón-sama podría morir.

¿Realmente debíamos continuar con esta guerra? ¿Hasta que el Mundo Demonio fuera
totalmente destruido?

Por supuesto, yo no sentía apego alguno con el Mundo Demonio.

Mejor dicho, yo lo odiaba. Ese mundo me había rechazado.

Sin embargo, tras atestiguar la destrucción de tres mundos (El Mundo Bestia, el Mundo
del Mar y el Mundo del Cielo) sentía una gran repugnancia.

¿Acaso era necesario?

El colapso de un mundo, los sobrevivientes no tendrían a donde ir, la desesperación


que sufrirían. Si nosotros perdíamos, el Mundo Dragón compartiría ese destino.

No, el nuestro sería uno mucho peor.

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Si la Raza Dragón intentaba escapar del colapso de nuestro mundo ¿Acaso habría un
mundo que aceptaría a nuestros refugiados? ¿El Mundo Humano? Quizás el Dios
Humana aceptaría a la Raza Dragón, ese dios era una fuente de fortaleza para
nosotros. La Raza Humana podría considerarse un aliado e incluso si la Raza Dragón
perdía, ellos quizás protegerían y les darían cobijo a nuestros sobrevivientes.

Pero el Mundo Humano ya albergaba a los sobrevivientes de tres mundos que nosotros
habíamos destruido. Había escuchado que se les había otorgado tierra para
recuperarse y así asentarse en grandes territorios.

Ellos jamás olvidarían el sufrimiento, dolor y humillación que les fueron causados. Si los
refugiados de la Raza Dragón llegaban al Mundo Humano, estos ciertamente buscarían
erradicarnos. Aunque, por supuesto tampoco planeábamos perder. No quería ver
tratada a la Raza Dragón de esa forma, pero el oponente esta vez era la Raza
Demonio, perder era una posibilidad.

Yo estaba confundido, acerca de solicitarle o no al Dios Dragón-sama que se detuviera.

Si este hubiera podido calmarse y pedirle al Dios Humano que interviniera para mediar.
Después de todo, seguíamos sin haber identificado al asesino de Lunaria-sama.

¿No debíamos calmarnos primero para así identificar al verdadero sospechoso?

Paremos y no compliquemos la situación ¿No habría estado mejor? Eso fue lo que
pensaba en ese momento, debí haberlo hecho, pero en ese entonces yo adoraba
ciegamente al Dios Dragón-sama. Por supuesto, lo sigo adorando…pero en ese
entonces, el pensar que el Dios Dragón-sama pudiera estar equivocado jamás se me
había cruzado por la mente, no lo habría creído.

Esta era la situación de los Cinco Generales Dragón, solo los más leales al Dios
Dragón-sama podían convertirse en uno de los Cinco, debíamos apoyarle por completo,
pedirnos que lo detuviéramos era imposible, eso es lo que pensaba en ese entonces.

Pero yo me encontraba perdido, a medida que observaba al Dios Dragón-sama


prepararse sin descanso para la siguiente batalla, los Cinco Generales Dragón se

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encontraban ligeramente perdidos, no podíamos hablar de esto con nadie ¿Con quién
podría hablar? Si Lunaria-sama hubiera estado viva, quizás habría compartido su
sabiduría conmigo. Ahora que pienso en ello, ella era la única en todo el Mundo Dragón
que podría haber aconsejado al Dios Dragón, pero si hubiera estado viva esta guerra
jamás habría sucedido. Su muerte fue la causa de la guerra en primer lugar…

No había nada que pudiera hacerse ahora, un callejón sin salida. Sumido en mis
pensamientos, pasaba los días siendo reconfortado solamente por Saleyakt. Sin
embargo, una persona notó mi estado emocional.

Dola-sama.

Un día ella me invitó a su casa.

Ahora que pienso en ello, fue la primera vez que fui a su hogar, el cual era tan sencillo
que parecía inapropiado para un General Dragón. Solo un puñado de sirvientes y el
mínimo de necesidades materiales.

Ver a sus sirvientes me entristeció, casi se me había olvidado debido al impacto de la


muerte de Lunaria-sama, pero muchos de sus sirvientes también fueron asesinados en
el incidente.

El bebé Perugius estaba descansando en la parte trasera de la casa, aun no era lo


suficientemente grande como para abrir sus ojos, no tenía garras ni colmillos, escasas
escamas e incluso las alas en su espalda eran pequeñas, viendo una criatura tan frágil
hacía a cualquiera que sus instintos protectores florecieran ¿Era acaso debido a que no
había crecido todavía?

Dola-sama me vio observando a Perugius y preguntó.

“¿Qué sucede? ¿Te preocupa algo?”

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Era una voz gentil, no una inquisidora, ella estaba intentando consolarme con
amabilidad.

Nuestra época de maestra y alumno de repente volvió a mi mente, casi lloré. Tras
haber sido seleccionado como uno de los Cinco Generales Dragón, ya no hablaba
tanto con Dola-sama, pero ella siempre me había estado observando.

“Para serle honesto…”

Ya cuando me había dado cuenta, todas aquellas palabras que me había guardado en
el corazón comenzaron a salir, por lo que tras ello me preparé para ser castigado por
mi insolencia.

“…”

Pero Dola-sama me escuchó en silencio, incluso cuando levanté mi voz, su expresión


no cambió. Cuando hube terminado, ella me respondió en voz baja.

“Es de esperarse que no entiendas la voluntad del Dios Dragón-sama…”

No me estaba intentando alejar, sino que más bien, era una voz llena de lamento.

“Ven, te mostraré algo bueno.”

Dola-sama dijo, dejando su casa mientras yo le seguía. Volando hacia las afueras de la
ciudad, Dola-sama no dijo palabra alguna y yo tampoco pregunté hacia dónde íbamos,
simplemente le seguí.

Volamos por cerca…de una hora, hasta que Dola-sama aterrizó en la cima de una
montaña, una montaña corriente sin nombre, plegando sus alas y abriendo su boca por
primera vez.

“Aquí.”

“¿Aquí?”

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Respondí como un idiota, yo solo veía la montaña. Dola-sama se dio cuenta que yo no
había notado nada especial fuera de esta montaña así que sin responderme,
rápidamente caminó en dirección a las rocas, colocando su mano sobre esta,
poniéndose a recitar.

“Esto es…”

Al final del cántico, las piedras de pronto desaparecieron. En ese lugar, ahora había
una cueva lo suficientemente ancha como para que la atravesara una persona, un
pasadizo secreto.

Dola-sama ingresó en silencio y yo le seguí. Al interior de esta había un estrecho


pasaje, débilmente iluminado pero parecía estar bien mantenido.

Había un cuarto al final de este pasillo, una habitación creada al tallar en la estrecha
caverna, con el techo demasiado bajo como para volar.

Básicamente ¿Del tamaño de una casa promedio?

Escritorios estaban alineados en este cuarto, con varios materiales de papelería y


pergaminos sobre ellos. Además, había un montón de miembros de la Raza Dragón,
sentados en estos escritorios, en el piso o de pie mientras trabajaban, todos enfocados
en sus labores.

“¿Esto es?”

“El Laboratorio de Investigación sobre la Teletransportación.”

“Teletransportación…”

Yo estaba consciente de que la Raza Dragón había estado investigando la


teletransportación, pero no sabía dónde ni cuándo, mucho menos desde hace cuánto
tiempo atrás, a pesar de que era un General Dragón.

“Si te digo esto, tus preocupaciones cesarán.”

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Dola-sama dijo y entró en el cuarto.

“Todos los investigadores están aquí.”

“¡Aaah!”

Observándolos con admiración, noté algo en particular, las escamas de todos estaban
bastante desteñidas. Muchos ya no tenían membranas en sus alas y otros tantos
habían perdido sus colmillos. Para mi sorpresa, solo gente anciana trabajaba aquí.

“¿Solo los ancianos?”

“Correcto…solo los miembros de la Raza Dragón que han llegado al final de su vida se
reúnen aquí.”

No pregunté la razón, pero pude adivinarla. Debido a que la Magia de


Teletransportación era peligrosa, si los experimentos fallaban, entonces toda la
montaña podría desaparecer, es por eso que solo la gente mayor, quienes estaban
preparados para morir, podía llevar a cabo la investigación.

Por supuesto, también existían otras razones, los ancianos son más aptos a la hora de
hacer investigación que los impulsivos jóvenes.

De hecho, este era el caso en otros mundos también. En el Mundo Demonio, dado que
los demonios inmortales solían ser idiotas, aquellos con esperanzas de vida corta
solían ser investigadores.

“¡Atención a todos! ¡Gracias por vuestro arduo trabajo! ¡Hoy, uno de los Cinco
Generales Dragón, el Rey Dragón Demonio Laplace ha venido a inspeccionar vuestro
trabajo! ¡Sigan trabajando diligentemente!”

Cuando Dola-sama terminó, todos me dieron la bienvenida con el saludo máximo.

A pesar de sus edades, fue un poderoso saludo, lo cual me permitió apreciar que todos
alguna vez fueron Guerreros Dragón.

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“Bienvenido, jovencito. Mis disculpas por nuestra falta de cortesía, pero por favor
disfrute la inspección.”

“Lo haré.”

Con poca vacilación, decidí responderle cortésmente. Aun si bien yo fuera un General
Dragón, ellos habían estado sirviendo con honor al Dios Dragón-sama antes de que
siquiera hubiera nacido, pensé que debía ser respetuoso.

“Ven, te lo mostraré.”

Seguí a Dola-sama hacia el interior del laboratorio mientras ella me explicaba


brevemente la investigación que era realizada aquí, pero siendo honesto, no tuve idea
en ese tiempo de lo que estaban haciendo.

Hoy en día estoy bien versado con la magia, pero en ese entonces no podía distinguir
un tipo de magia de la otra. Los ancianos estaban desarrollando lo que ahora sería
conocido como “círculos mágicos” pero para mí solamente se veían como patrones de
extraños garabatos.

A pesar de que no entendía, de todas formas intenté memorizarlos, por un tema de


costumbre.

Desde el día que llegué al Mundo Dragón siempre estuve constantemente aprendiendo,
sin importar que. Si conocía la lógica detrás de ello, podría reproducirlo y si me dejaban
estudiar la gran cantidad de materiales de investigación del pasado, estaba seguro de
que podría ponerme al día.

Pero fue un rudo despertar para mí, aquella investigación no era tan trivial como para
que un novato pudiera entenderla a primera vista.

“¿Lo entiendes?”

“No.”

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“Eso está bien, ellos perderían su puesto si lograras ponerte al día con respecto a miles
de años de investigación con una simple mirada.”

Ahora que pienso en ello, ese lugar ciertamente estaba adelantado a su época,
enfocado en la investigación de la teletransportación e invocaciones.

La gran magia de los primeros tiempos era más magia que técnicas mágicas, mucho
seguía sin ser descubierto, solo unas cuantas cosas eran entendidas a un nivel práctico.

Una montaña de sabiduría fue escrita en esos pergaminos de piel de dragón, si solo un
pequeño porcentaje de ellos hubiera sobrevivido, el sistema de magia actual podría
haber cambiado significativamente, si alguien los hubiera podido entender.

Después de esto, Dola-sama me mostró la magia de invocación, esta se encontraba en


su forma más primitiva ¿Pero acaso difiere demasiado de la actual? Es una forma de
invocar criaturas de otros mundos. Ella invocó un pequeño pescado del Mundo del Mar,
solo un pez sin poder, después de su colapso, el Mundo del Mar ya no tenía habitantes,
pero algunos seres vivos seguían existiendo.

Viendo ese pez me acordé de la primera vez que visité el Mundo del Mar. Ahora estoy
acostumbrado, pero en ese entonces estaba bastante emocionado de ver un pez por
primera vez, el darme cuenta que existían tales criaturas en otros mundos.

Los peces tienen una forma bastante inusual ¿No lo crees? Son una extraña criatura
que solo puede sobrevivir en el agua ¿No? ¿No crees que sean extraños? ¿Tenemos
peces en nuestro estanque atrás?

Ah sí…

Bueno, yo viví mucho tiempo en mundos sin mar…

¿Pero no pensaste que los Dragones Azules eran extraños cuando los viste por
primera vez?

Tienen una forma que solo les permite vivir en el cielo.

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“El Dios Dragón-sama mantuvo los resultados de la investigación secretos de la Raza


Dragón ¿Sabes por qué?”

“No…no lo sé.”

“Está preocupado, a diferencia de los monstruos, los incidentes de teletransportación,


no pueden ser combatidos, solo causaría problemas innecesarios de ser anunciado.”

Dola-sama dijo.

Bueno, probablemente había otras razones. Tales como la falta de resultados


inmediatos de la investigación, si hubieran presentado sus hallazgos y los incidentes de
teletransportación siguieran ocurriendo, más presión recaería sobre el equipo de
investigación.

“¿Por qué…no me pudieron contar?”

“Debido a que fuiste designado como el General Dragón responsable del contacto con
otros mundos.”

Eso me dejó bastante impactado, como uno de los Cinco Generales Dragón, yo creía
que estaba en igualdad de condiciones que los otros cuatro, pero al parecer no era
informado de nuestras misiones secretas. Quizás, hasta ese momento… ¿Era un
peligro para la seguridad o un posible traidor?

“No pongas esa cara, no es que estuviéramos preocupado por la posibilidad de que
pudieras traicionarnos.”

“¿Entonces?”

“Solo entorpecería tu trabajo, si nuestra investigación revelaba al culpable detrás de los


monstruos y los incidentes de teletransportación.”

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Algunas cosas era mejor no saberlas, entendí eso inmediatamente. Algunos demonios
también eran capaces de leer las mentes.

“No estés triste, déjame explicarte la situación.”

Dola-sama me dio unas palmaditas en el hombro y procedió a explicarme su


investigación. Al parecer cada uno de los Cinco Generales Dragón tenía su propia área
de investigación: Teletransportación, invocación, bestias mágicas y barreras mágicas.

El área de Cristal fue la teletransportación, Dola-sama heredó su legado y ella se


convirtió en la experta tanto en invocaciones como magia de teletransportación.

“Magia de invocación trae a criaturas de otros mundos, magia de teletransportación es


lo opuesto, los envía a otros mundos. En esencia, son las dos caras de una misma
moneda.”

“Animales… ¿Y qué tal gente?”

“También.”

Dola-sama dijo sin dudarlo en lo más mínimo.

“Eso es lo que otros investigadores han malentendido, de que estamos usando la


invocación y teletransportación para sembrar discordia entre los Seis Mundos, algo por
lo cual jamás tuvimos un plan ni intenciones de hacer.”

“…”
“Por el contrario, el Dios Dragón-sama expresamente prohibió la invocación y
teletransportación de personas.”

Sí, el Dios Dragón-sama hizo de la invocación de personas un tabú, era obvio. Si


podías traer y enviar gente entre mundos, básicamente significaba que la Raza Dragón
era la responsable por los incidentes de teletransportación. Por lo tanto, se
establecieron restricciones en las bases de la magia de invocación para prevenir la

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invocación de personas, instaladas en las capas más profundas, convirtiéndose en una


suerte de caja negra. Un nivel de complejidad que ni siquiera yo podría analizar, incluso
los usuarios de la magia de invocación fallaban en entender estas bases, quizás solo
Dola-sama podría descifrar aquella “caja negra”.

“¿Tú sabes por qué seguimos manteniendo la magia de teletransportación e invocación


como un secreto?”

“¿Debido a que se abusaría de ellas si son reveladas?”

“Sí, si es por el Dios Dragón-sama, nosotros, la Raza Dragón sería capaz de cualquier
cosa sin importar las consecuencias.”

Escuché estas palabras y asentí. Supongamos que alguien se interpusiera en el


camino del Dios Dragón-sama y que por cualquier razón este no pudiera asesinarlo por
sí mismo, entonces yo lo haría, yo lidiaría con las consecuencias. Si podía absolver al
Dios Dragón del pecado, lo haría sin dudarlo.

Por lo tanto, Dola-sama se negaba a compartir la magia de teletransportación e


invocación con los Cinco Generales Dragón, a la inversa, ella tampoco sabía mucho
sobre barreras y bestias mágicas.

Pero la posibilidad existía, por lo tanto la sospecha de los otros mundos acerca de que
éramos los culpables no podía eliminarse. Aunque por supuesto, los Cinco Generales
Dragón no harían tales cosas.

“Lo único entonces que podemos hacer es descifrar quien es el culpable detrás de los
incidentes de teletransportación y de monstruos.”

“No…los resultados de la investigación muestran que los incidentes no fueron


causados por técnicas mágicas, sus principios fundamentales son diferentes.”

“¿Cómo?”

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“Nosotros recreamos el fenómeno usando círculos mágicos, pero no hay rastros de


estos en los incidentes de monstruos y teletransportación.”

Las investigaciones habían progresado, ahora podíamos teletransportar e invocar,


entendiendo la razón detrás de los incidentes.

“¿La causa?”

“Lo llamamos Dragón Touki.”

Dola-sama explicó. Poder permea a través de los Seis Mundos, en el Mundo Dragón es
llamado Dragón Touki, en el Mundo Demonio es llamado Poder Mágico. Un poder que
poseen todos los seres vivientes en los Seis Mundos, Personas, pescados, bestias,
aves e incluso dragones.

Los incidentes de teletransportación y monstruos fueron ambos producto de este poder.


Cuando una gran cantidad de poder es absorbido, las criaturas se convierten en
bestias mágicas, criaturas más poderosas se transforman a su vez en bestias mágicas
más poderosas. Las personas no eran la excepción, pero a diferencia de otras criaturas,
su apariencia no cambiaba significativamente, solo les permitía blandir magia más
poderosa y demás poderes especiales.

Mi Ojo Demoniaco, el abrumador poder de los Cinco Generales Dragón, todo esto era
una manifestación de este poder, el cual mantenía un equilibrio natural entre los Seis
Mundos. Si este poder disminuía significativamente en un mundo, sería absorbido
desde otro para compensar, esta transferencia no solo atraparía animales y árboles,
sino que a su vez a la gente y como resultado, un incidente de teletransportación
ocurriría, secuestrando gente.

“Pero llegamos a un callejón sin salida.”

No podíamos descifrar la causa de estos desequilibrios ¿Por qué estos estaban


ocurriendo más frecuentemente? Pero entonces hubo un avance.

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De acuerdo a la hipótesis de un investigador, él dijo que a cierto nivel, los poderes de


los Seis Mundos comenzaron a disminuir enormemente, creando desequilibrios
considerables. Absorbiendo poder de los otros mundos más frecuentemente,
incrementando los incidentes de teletransportación y a medida que la curva de poder
iba aumentando nuevamente, dentro de varias partes del mundo las bestias mágicas
irían apareciendo más frecuentemente, así iba la teoría, era la más influyente hasta ese
minuto.

Sin embargo ¿Por qué el poder de los Seis Mundos de repente comenzó a disminuir?

Tenía que haber una causa.

“Alcanzamos solamente a llegar hasta cierto punto en nuestra investigación hasta que
la guerra estalló, a su vez perdimos la oportunidad de contarte, no había tenido
momento de hacerlo.”

Pero el resultado final fue un método para viajar a otros mundos.

“Laplace ¿Acaso sabes la razón por la cual el Dios Dragón-sama te permitió negociar
con los otros mundos e invitar a sus especialistas al Mundo Dragón?”

“No.”

“El Dios Dragón-sama tenía la intención de compartir dicha tecnología con los Seis
Mundos, cuando la investigación progresara un poco más. Era la causa y a la vez el
remedio para prevenir que resurgieran los incidentes.”

Una vez más, me vi conmovido por la gracia del Dios Dragón-sama, él no estaba
considerando solamente al Mundo Dragón sino que deseaba salvar a todos los mundos.

“El Dios Dragón-sama realmente fue benévolo y aun así a pesar de sus esfuerzos,
retribuyeron su amabilidad con odio ¿Lo entiendes ahora?”

“Cualquier rastro de confusión me ha abandonado…”

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Los otros mundos habían traicionado al Dios Dragón-sama. Aún más que traición, le
habían robado a su amada, su ira era justificable y esta guerra inevitable, un justo final.

Mis dudas desaparecieron. Para ser sincero, no había entendido ni la mitad de la


explicación sobre invocaciones en aquel momento, pero mis preocupaciones habían
sido erradicadas.

Decidí por lo tanto tomar la vanguardia en la siguiente batalla. Dejé el laboratorio de


investigación y tras darle el saludo máximo a Dola-sama, me alejé volando satisfecho y
decidido.

Nuevamente energizado para la pronta batalla contra los demonios.

Pero fui un idiota, si hubiera sido un poco más listo en ese entonces, con un poco más
de conocimiento acerca de invocaciones y teletransportación, le habría preguntado a
Dola-sama:

“Si la teoría del poder es cierta ¿Entonces la destrucción de los otros mundos no
causaría un desequilibrio aun mayor? ¿No se generarían aún más bestias mágicas e
incidentes de teletransportación?”

Si solo hubiera dicho aquellas palabras, quizás no habríamos llegado a tal final, la
sabia Dola-sama ciertamente habría arribado a una nueva conclusión, pero yo era tan
idiota en ese entonces.

Y la Batalla contra el Mundo Demonio comenzó.

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Capítulo XIX

“La Destrucción del Mundo Demonio”

La batalla con el Mundo Demonio fue particularmente feroz. La fuerza de los Ocho
Grandes Reyes Demonios y los Cinco Generales Dragón estaba igualada.

Nosotros ya no estábamos en perfecta forma y el Dios Dragón-sama también estaba


herido, ya no podíamos destruir un mundo con solo nosotros seis.

A pesar de que habíamos tenido la intención de transitar el camino de la paz…el Dios


Dragón-sama nos llevó a una guerra sin cuartel. Se terminó llamando a todos los
Guerreros Dragón, llevando la fuerza total del Mundo Dragón consigo y en el otro lado,
la totalidad de los combatientes del Mundo Demonio llegaron a recibirnos. Los
Guerreros Dragón podrían ganar en cuanto a fuerza pero los Luchadores Demonio
ganaban en cuanto a números, nuevamente igualados.

La Raza Dragón invadió y aunque devastamos varias ciudades, los demonios eran
numerosos y tenaces, incapaces de asestar una victoria decisiva, nos retiramos. A
causa de esto, la Raza Demonio contraatacó, lanzando una contraofensiva en el
Mundo Dragón pero, debido a la particular topografía de nuestro mundo, su ofensiva
flaqueó así que a su vez, también se retiraron dejando detrás de estos una buena
cantidad de destrucción.

Tales idas y venidas luchando se extendieron durante años.

Yo comandé a los Guerreros Dragón en la vanguardia, luchando contra los Ocho


Grandes Reyes Demonio incontables veces aunque Necros Lacrosse misteriosamente
estuvo ausente durante toda la guerra, el miembro faltante de los Reyes Demonio
¿Acaso estaba en la reserva o preparándose para un ataque en el momento menos
esperado?

No tenía idea de su paradero.

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La guerra duró décadas y esta requiere de avances tecnológicos. Durante el curso de


las batallas, nosotros los Cinco Generales Dragón desarrollamos nuevas y variadas
técnicas y magia.

Dola-sama creó espíritus a partir de la invocación de magia, Szilard-sama inventó una


barrera mágica para contrarrestar los ataques mágicos de los demonios, Caos-sama
forjó espadas mágicas a partir de los huesos de demonios y Maxwell-sama desarrolló
la “Puerta Dragón” como método para debilitar el poder demoniaco, una revolución en
el conocimiento mágico lanzada de inmediato al campo de batalla.

Por supuesto, los demonios tampoco anduvieron perdiendo el tiempo.

No, si bien había muchos idiotas entre ellos, también existían sabios. Ellos inventaron
varios tipos de magia para contrarrestar a la Raza Dragón. Un rayo de luz capaz de
vaporizar instantáneamente a un dragón, lanzas mágicas que amplificaban el poder de
su usuario, venenos que corroían a la víctima hasta alcanzar una dolorosa muerte,
muchas técnicas creadas a través de métodos desconocidos para nosotros.

Era una guerra sin cuartel, usando la mejor tecnología y magia en toda la historia, la
mayor parte ahora perdida actualmente. Aquellas interminables batallas, como pozos
sin fondo, continuaron por toda una eternidad.

Sin embargo, incluso tal guerra llegaría a un punto de inflexión.

¿Cuál crees que fue el resultado de los avances tecnológicos?

Un descenso en la población, tanto para la Raza Dragón como la Raza Demonio.

Era una consecuencia natural de la guerra.

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La Raza Demonio y la Raza Dragón eran gente resistente. Al inicio, casi no hubo
fatalidades. Los ejércitos que llegaban a las decenas de miles chocarían entre si y aun
así solo un par de muertes en cada lado.

Era un milagro.

Pero a medida que la tecnología lentamente comenzó a avanzar, las bajas comenzaron
a aumentar.

Las tumbas de la Raza Dragón estaban llenas con los nombres de los caídos en batalla.

Con tantos muertos ¡Detengamos la guerra! Así usualmente terminan aquellas guerras
libradas en la Raza Humana, pero tanto la Raza Dragón como la Raza Demonio jamás
considerarían algo así.

El punto de inflexión fue algo más. Estábamos en problemas debido a la disminución


de nuestra fuerza de combate, esto se debió en primer lugar a las heridas que el Dios
Dragón-sama y los Cinco Generales Dragón recibimos al lanzarnos en primer lugar a
una guerra sin cuartel. A medida que nuestros números descendían, caímos en una
situación precaria.

Ahí fue cuando el Dios Humano apareció repentinamente, apareciendo por detrás mío,
como usualmente hacía y diciendo:

“Los Ocho Grandes Reyes Demonios han estado apareciendo últimamente más en
primera línea, si pueden derrotarlos y reducir sus números, podrán cambiar el curso de
esta guerra.”

“Si fuera tan sencillo, no estaríamos teniendo tantos problemas.”

“Si los Cinco Generales Dragón atacan unidos a un solo Rey Demonio, sería como una
simple caza de monstruos.”

Los Generales Dragón eran los guerreros más poderosos de nuestra raza, siempre
luchábamos solos. No era necesariamente por honor u orgullo, simplemente jamás

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hubo necesidad alguna de lo contrario dado que los Generales Dragón siempre podían
derrotar por si solos a sus enemigos, era un punto ciego.

Cuando les expliqué esto a los demás, todos mostraron una amarga expresión pero
con la forma en que se estaba desarrollando la guerra, todos lentamente se dieron
cuenta que se necesitaban tácticas especiales para triunfar en ella, así que aceptaron
mi propuesta.

Terminamos provocando a uno de los Ocho Grandes Reyes Demonio, atrayéndolo y


aislándole…para así los cinco de nosotros atacarle.

No había enemigo que pudiera soportar el poder combinado de los Cinco Generales
Dragón, por lo que el Rey Demonio murió, conmocionado y desesperado.

De esta forma, uno por uno, fuimos eliminando a los Ocho Grandes Reyes Demonio. Al
perderlos, los demonios fracasaron en su avance y la Raza Dragón pudo hacerles
retroceder, pero aun así, Necros Lacrosse jamás apareció incluso al final…

Tras lo sucedido, el Dios Demonio apareció a la vanguardia, creciendo en tamaño al


divisarnos.

Cinco, diez metros, cien, mil y su tamaño siguió aumentando. Solo cuando su cabeza
perforó las nubes y sus pies eran del tamaño de murallas es que dejó de crecer. Al
mismo tiempo, ojos aparecieron por todo su cuerpo, dichos ojos se enfocaron en los
Cinco Generales Dragón…y nos atacó, iniciando la batalla.

Uno podría asumir que los gigantes en las historias eran bestias torpes, pero no el Dios
Demonio. Él seguía moviéndose con su rapidez habitual, cayendo sobre nosotros con
puñetazos del tamaño de montañas y patadas similares a meteoritos descendiendo.

Fue demasiado incluso para nosotros. Aun si lográbamos esquivar un puño, seriamos
enviados decenas de kilómetros lejos a causa del impacto, la diferencia de poder entre
un dios y un general era demasiado, nosotros no éramos su oponente. Fue ahí que
realmente reconocí el poder de los dioses, Si yo hubiera luchado contra alguno de los
otros dioses, habría sido una masacre unilateral.

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Afortunadamente, si el Dios Demonio había aparecido, el Dios Dragón-sama no se


quedaría al margen tampoco. Este último quien había estado preservando su fuerza
hasta el último minuto, apareció en el Mundo Demonio en perfecta forma.

El duelo final comenzó y yo estaba preocupado. No era que creyera que el Dios
Dragón-sama no podría vencer a este Dios Demonio del tamaño de una montaña, pero
las heridas que había sufrido en los otros mundos todavía no terminaban de sanar…

Sin embargo, parecía como si me hubiera preocupado por nada. Una luz Dorada
comenzó a recubrir el cuerpo del Dios Dragón-sama mientras él comenzaba a moverse
más rápido que la velocidad de la luz. Los puñetazos y patadas del Dios Demonio
tenían dificultades conectando y en la rara ocasión cuando si lo hacían, era el cuerpo
del Dios Demonio que terminaba reventado, el Dios Dragón-sama lo estaba abrumando.

Pero cuando una parte del cuerpo del primero era destruido, inmediatamente se
regeneraba y lanzaba otro ataque, así que el Dios Dragón-sama falló en obtener la
delantera.

Cada uno de los golpes de estos dioses fue acompañado por un sonido ensordecedor,
haciendo que nuestras pieles se erizaran sin importar cuán lejos estuviéramos. La onda
expansiva llegaba con un ligero retraso y nos enviaba lejos, pero de todas formas
observamos como el Dios Dragón batallaba, yo no podía apartar la mirada.

Era la cuarta vez que presenciaba un duelo entre dioses. Cada vez había ocurrido una
terrible catástrofe, una destrucción cataclísmica pero a pesar de ello esta fue
inusualmente larga. El imparable poder destructivo del Dios Dragón-sama falló en
quebrar al Dios Demonio y tampoco este último pudo darle el golpe decisivo al primero.

De ahí que estos atacaron y se defendieron, por diez, veinte días. Nadie se les podía
acercar, todos observamos desde lejos, una pelea que podría terminar de cualquier
forma, pero en la que el Dios Dragón-sama fue el vencedor final.

Exactamente tras cien días, una luz divina salió desde por debajo del pie del Dios
Demonio, en ese momento, no pude comprender lo que estaba sucediendo pero a

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medida que dichas partículas de luz salían desde por debajo, me aclararon con
respecto a lo que estaba pasando.

Era un círculo mágico, un círculo mágico del tamaño de un continente ubicado debajo
de los pies del Dios Demonio.

No podía ver detalladamente al Dios Demonio desde la distancia, pero por lo que sus
gestos decían pude darme cuenta que él tampoco lo esperaba. Él jamás pensó que el
Dios Dragón-sama podría hacer algo como eso…

El cuerpo del Dios Demonio rápidamente comenzó a colapsar, desde los pies hacia
arriba y debido a su tamaño, a la distancia parecía como si una montaña lentamente se
hubiera estado erosionando, era difícil determinar si acaso era rápido o lento.

Una vez que la luz se atenuó, el Dios Dragón-sama regresó, sosteniendo una pequeña
joya en su mano.

“¡Dios Dragón-sama!”

Salimos rápidamente a su encuentro, el Dios Dragón-sama estaba totalmente cubierto


de heridas. En adición a las que había recibido de los otros dioses, en esta pelea
contra el Dios Demonio había prácticamente agotado todo su Dragón Touki. Estaba tan
debilitado que ya no sentía esa aura divina tan usual que poseía.

Con el Dios Dragón-sama tan cerca del colapso, los Cinco Generales Dragón nos
sumimos en el terror.

“¡Oh no! ¡Dios Dragón-sama, apresurémonos y regresemos por el momento al Mundo


Dragón!”

“Mmm…”

Hicimos que el Dios Dragón se apoyara en nuestros hombros para irnos volando
mientras este solo podía gemir a modo de respuesta.

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De pronto, Dola-sama se giró en mi dirección, más allá de donde esta se encontraba se


hallaban los aterrorizados demonios, conmocionados al haber presenciado la muerte
de su dios y el colapso de su mundo.

Sí, este mundo tampoco había podido soportar la batalla entre el Dios Demonio y el
Dios Dragón-sama, Dola-sama presenció todo esto y me lanzó la joya.

“Laplace, quédate y verifica el fin del Mundo Demonio.”

“¡…Sí!”

Contemplar el fin de un mundo ¿Una cortesía para todos los mundos que habían
caído?

Tanto en el Mundo del Cielo como el Mundo del Mar, alguien se había quedado para
presenciar su final.

Por supuesto, no era solamente una cortesía, también estaba la responsabilidad de


encontrar al asesino de Lunaria-sama antes de que el mundo colapsara por completo.
A pesar de que no había hecho prácticamente nada la primera vez en el Mundo Bestia,
aunque eso fue inevitable. Uno ciertamente se congelaría al ver un mundo morir, era
una escena demasiado impactante, presenciar algo tan vasto como un mundo colapsar.

Era como el flujo de un gran rio, un final imparable al que solo puedes quedarte quieto
y observar, para nunca regresar.

Los demonios eran una raza fuerte, pero a medida que el mundo colapsaba, no había
nada que hacer. Como las personas de los demás mundos, estos intentaron huir en
todas las direcciones, pero tras un rato, estos comenzaron a moverse colectivamente
hacia cierta dirección, el legado de una raza hacia otro mundo. Sí, el Dios Humano
había hecho su jugada nuevamente.

Era una visión impactante…pero tras observarla varias veces, me volví resistente a ello
así que me dispuse a volar por sobre el Mundo Demonio para completar mi misión.

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Estaba buscando a alguien, Necros Lacrosse. Incluso al final, el miembro faltante de


los Ocho Grandes Reyes Demonio falló en aparecer, él también era un conocido
cercano de la Emperatriz Kirisis Calisis. Si nos reuníamos, quizás podría obtener algo
de información útil.

¿Por qué esperé hasta ese momento para encontrarlo?

Debido a que no hubo ninguna otra forma para ir al Mundo Demonio.

Hace mucho le había regresado la joya del Dios Bestia al Dios Dragón-sama, ni
siquiera podía pensar en pedírsela debido a que yo ya era responsable de haber
invitado a los criminales hacia el Mundo Dragón. Incluso si lo sugería, el Dios Dragón-
sama no me permitiría ir al Mundo Demonio. Por lo tanto, jamás tuve oportunidad de
reunirme con Necros Lacrosse.

“¿Hmm?”

Tras volar por un rato, divisé algo. La ciudad más grande de este mundo, la Capital
Demonio de Daileck y el Castillo del Dios Demonio, Gaileck.

El castillo estaba sumido en llamas, si bien era improbable que se quemara, estaba
envuelto en unas llamas especiales de color negro ¿Qué clase de demente le
prendería fuego a la residencia de un dios? Pensé que eso era sospechoso así que me
aproximé al castillo.

Sin embargo, dado que el humo era tan denso, no pude encontrar entrada alguna. Por
lo tanto, aterricé en el piso.

En el pasado, siempre entraba por las azoteas, así que era una sensación nueva el
estar de pie frente a la puerta principal.

Varios guardias estaban huyendo del castillo mientras yo aterrizaba y al divisarme,


corrieron alejándose con mayor rapidez.

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Caminando en sentido contrario al suyo, ingresé al castillo. Había un tremendo calor al


interior de este y multitud de cadáveres, pero dicho calor no era nada frente a la
protección de mi Dragón Touki.

Me puse a observar el interior del castillo engullido por las llamas. Por supuesto, nadie
permanecía en este, el glorioso Castillo Gaileck estaba desierto.

No pude encontrar al pirómano, probablemente ya se había marchado. Pensando esto,


abandoné el castillo, pero fue ahí cuando nos encontramos. Un gigante de seis brazos
de color negro surgió desde las escaleras que daban al sótano.

“¡Mmm!”

Necros Lacrosse ¡Justo la persona que estaba buscando!

“¡Tú!”

La cara que no había visto durante tanto tiempo se veía bastante delgada (yo pensaba
en ese tiempo que los demonios inmortales no adelgazaban) y con un bebé en sus
brazos.

“¡Laplace! ¡Por favor, déjanos ir…!”

Antes de poder decir algo, Necros Lacrosse habló, escondiendo al bebé detrás de él.

“¡Entiendo por qué nos traicionaste! ¡Pero esta niña no sabe nada! ¡Es inocente!”

Por un momento, no entendí lo que estaba diciendo.

¿Yo los había traicionado a ellos?

“¿De qué estás hablando?”

“¿De qué estoy hablando? ¡Tú fuiste la persona que asesinó a Kirisis Calisis y engulló a
los mundos en las llamas de la guerra, Laplace!”

“Espera ¿Kirisis Calisis fue asesinada? ¿Cuándo?”

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“¿Qué sentido tiene fingir que no lo sabes…? ¡Tú fuiste quien planeó todo el asunto!”

“¡No tengo idea de lo que estás hablando! ¡Dime, Necros Lacrosse! Exactamente
¿Cómo murió Kirisis Calisis?”

Me puse a escuchar al agitado Necros Lacrosse acerca de la situación desde su lado.


Todo comenzó el día que Kirisis Calisis regresó al Mundo Demonio. Necros Lacrosse
no sabía la razón precisa, solo que se le había permitido regresar por un tiempo y el
Dios Demonio simplemente asintió ante las palabras de su mujer sin inquirir más en
ello. Además, Kirisis Calisis estaba cerca de la fecha de parto, así que todos asumieron
que la Raza Dragón la habría dejado regresar en consideración a ello.

La emperatriz había dado a luz una bebé saludable, el nacimiento de un demonio


inmortal por lo demás era un tema bastante particular, de partida sus cuerpos
permanecían inalterados a lo largo del embarazo…pero estoy divagando, pero tras
haber parido, Kirisis Calisis fue encontrada muerta.

El Dios Demonio se volvió loco buscando al criminal, pero afortunadamente este último
dejó ciertas pistas, cabello plateado y escamas, restos de un miembro de la Raza
Dragón. Además, esa noche, todos los Guerreros Dragón estacionados en el Mundo
Demonio habían desaparecido.

Era una historia que había escuchado antes y había procedido igual que ella.

La Raza Dragón lo había hecho. Laplace, de los Cinco Generales Dragón, se había
vengado de los demonios.

Pero aquí la historia divergía. Al escuchar la historia, Necros Lacrosse objetó


vehementemente la acusación de los otros Ocho Grandes Reyes Demonio.

Laplace no era un hombre que hiciera tales cosas, probablemente era una conspiración
de los otros mundos, plantando evidencia para incriminar a la Raza Dragón, debemos
calmarnos y seguir investigando.

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Los Reyes Demonio efectivamente se calmaron y estaban a punto de contactar a la


Raza Dragón por más detalles.

Fue justo entonces que las noticias sobre la destrucción del Mundo Bestia a manos de
los dragones llegaron. Al mismo tiempo, un sospechoso de la muerte de la Emperatriz
Kirisis Calisis fue capturado, un miembro de la Raza Dragón. Bajo intensa tortura, el
hombre testificó: “Recibí órdenes de Laplace y Necros Lacrosse también es un
cómplice.”

Necros Lacrosse rápidamente fue capturado y encerrado, lo cual lo dejó profundamente


deprimido. Era increíble la fe que él tenía en mí, sin embargo, él puede que estuviera
pensando que yo me había vengado por los malos tratos que cometió conmigo en el
pasado.

Después de eso, Necros Lacrosse dejó de conocer la situación sobre el Mundo


Demonio…

Bueno, la historia tras eso terminó igual que siempre, la Raza Demonio eligió luchar y
enfrentarse a la Raza Dragón.

Necros Lacrosse solo podía esperar en su oscura celda. Sin embargo, cuando el Dios
Demonio murió, el mundo comenzó a desmoronarse así que se dio cuenta de que algo
terrible había sucedido, por lo que logró liberarse y escapar al exterior. Cuando vio a
las personas huyendo en todas las direcciones, siguió sin entender lo que había
sucedido, solamente que el castillo estaba en llamas, llamas negras.

Viendo estas extrañas llamas, Necros Lacrosse se dio cuenta que el bebé demonio
recién nacido seguía al interior del castillo. Temiendo lo peor, se apresuró en ingresar
en dirección al cuarto de esta, temiendo que no habría ninguna cuidadora con ella. Tras
esto, tomó a la bebé para escapar y ahí fue cuando se encontró inesperadamente
conmigo.

“…”

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“Yo creí que tú realmente habías sido la causa de todo, pero puedo ver por tu rostro
que eres realmente inocente.”

“No fui yo.”

Tanta información había dejado mi cabeza dando vueltas, si todo lo que él había dicho
era verdad, entonces nosotros habíamos sido incriminados.

¿Por quién?

¿Para qué?

Al menos, Necros Lacrosse no estaba mintiendo, él era un hombre que no podía mentir,
no tenía la capacidad cerebral para inventar una historia así.

“Me gustaría hablar detalladamente, pero debo mantener a esta niña viva. Si realmente
no eres hostil…por favor, dejamos ir.”

“…”

Lentamente me aparté hacia un lado, dándoles espacio para que pudieran avanzar.

La hija del Dios Demonio, cuando creciera, cualquiera creería que se convertiría en una
enemiga del Dios Dragón-sama, pero yo no podía detenerlos.

Tras escuchar las circunstancias de Necros Lacrosse, me fue imposible tomar su vida o
la de la niña. Nosotros ya habíamos destruido su mundo bajo falsos pretextos, así que
matar a un bebé por temor a la venganza era incorrecto.

“Dirígete hacia el altar de teletransportación, el camino hacia el Mundo Humano está


abierto.”

“¡Gracias! ¡Te debo una…!”

Y así Necros Lacrosse desapareció, junto a un bebé demasiado joven como para
siquiera abrir los ojos resguardado en su pecho.

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Tras ello, regresé al Mundo Dragón, guardando en lo profundo de mi corazón la


información que Necros Lacrosse me había dado.

Y así, el Mundo Demonio colapsó.

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Capítulo XX

“Ruptura”

Para cuando regresé al Mundo Dragón, el Dios Dragón-sama ya estaba postrado en


cama.

Era una vista terrible, sangre emanaba de su hombro, un ojo estaba cerrado, uno de
sus pies marchito. Adicionalmente, un gran corte profundo en una de sus manos
producto de la batalla con el Dios Demonio, un cuerpo plagado de heridas.

Esa era la mejor forma de describir la condición del Dios Dragón-sama. Las heridas
infringidas por otros dioses no sanarían rápidamente. Solo tras un largo tiempo…quizás
cientos de miles de años, lentamente sanaría.

“Ah, Laplace, bien hecho.”

A pesar de verse cubierto de heridas, el Dios Dragón-sama se veía bastante satisfecho.


A pesar del dolor, su corazón parecía estar en paz ahora que su venganza estaba
completa.

¿Quién era el criminal? ¿En dónde residía? Ahora que los mundos habían sido
destruidos, aquellas preguntas se volvieron irrelevantes.

“El Mundo Demonio cayó tal como era de esperarse.”

“Correcto…entonces deberías descansar un poco, debes estar exhausto.”

En ese calmado rostro había una un rastro de ansiedad y lamento ¿Quizás el Dios
Dragón-sama lamentaba haber hecho tanto? Esto no era lo que Lunaria-sama habría
querido. Si las cosas solo se quedaban así, quizás tras decenas de miles de años él
habría escogido otro camino.

“No, descansaré tras haber terminado de dar mi reporte.”

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“Mm… ¿Qué sucede?”

Pero esa oportunidad se perdió para siempre, dado que le informé al Dios Dragón-
sama del conocimiento adquirido gracias a Necros Lacrosse.

“Encontré a Necros Lacrosse durante el colapso del Mundo Demonio. De acuerdo a él,
Kirisis Calisis…”

El Dios Dragón-sama escuchó mi informe sin reaccionar, probablemente


preguntándose el propósito de este, pero a medida que la historia avanzaba, su
expresión cambió.

Seriedad, conmoción y preocupación. Tras terminar mi relato, el Dios Dragón-sama se


veía lleno de preocupación.

“Eso es todo lo que tenía para informar.”

“…”

“¿…Dios Dragón-sama?”

Sumido en sus pensamientos, el Dios Dragón-sama no me respondió de inmediato,


pero mi informe había terminado. Quizás debía irme a descansar tal como se me había
ordenado.

Pero mientras pensaba eso.

“Sí…es él.”

El Dios Dragón-sama de repente murmuró, levantándose para abandonar el cuarto.

“¿H-Hacía dónde?”

Me apresuré a preguntar y la respuesta fue:

“A invadir el Mundo Humano.”

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Pensé que eso era absurdo.

¿Por qué?

La Raza Humana eran las victimas aquí, debíamos estar agradecidos porque ellos
limpiaron nuestro desastre.

¿A menos que todo este tiempo los culpables hubieran sido la Raza Humana?

¿Los humanos querían que la Raza Dragón destruyera a las demás razas? ¿Pero por
qué? No había razón para ello.

Si Lunaria-sama hubiera seguido con vida, entonces la Raza Humana y la Raza


Dragón habrían estado unidas en la cima de los Seis Mundos.

Es más, el Dios Humano les había dado la bienvenida a los refugiados de los mundos
muertos ¿A menos que eso de alguna forma beneficiara a la Raza Humana?

En ese caso… ¿No habría bastado mi trabajo como diplomático?

Eventualmente, habría personas de varias razas en todos los mundos, toda esta
destrucción habría sido contraproducente.

Si la Raza Humana era la culpable, sus acciones no tendrían sentido.

Yo me encontraba acomplejado, no podía entender el razonamiento detrás de los


pensamientos y acciones del Dios Dragón-sama.

Conociendo lo que sé ahora…entiendo que el sabio Dios Dragón-sama se dio cuenta


de la verdad al escuchar mi informe.

A pesar de la escasa información, él fue capaz de unir todas las pistas. Gracias a eso,
él se dio cuenta de quién era el responsable y quien era el verdadero enemigo. Por
supuesto, esto se debía a que el Dios Dragón-sama sabía mucho más de lo que estaba
en mi informe.

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Pero en ese entonces, yo no lo entendí, puedes reírte de mí estupidez si gustas. Sin


embargo, yo no podía simplemente creer que la Raza Humana fuera la responsable por
toda esa secuencia de eventos.

¿Por qué no lo noté a tiempo…? Pero en esa época, no pude comprenderlo, no tenía la
suficiente sabiduría. Además, él había estado planeándolo con bastante anticipación.

“Convoca a los Cinco Generales Dragón, nuestra batalla no ha finalizado…”

El Dios Dragón-sama no nos explicó cosa alguna. Hasta el último instante, nosotros
hacíamos todo lo que el Dios Dragón-sama nos ordenaba, así que quizás pensó que
una explicación detallada era innecesaria.

Por supuesto, no estaba equivocado, nosotros deberíamos haber seguido sus órdenes.
Pero en ese entonces, todo lo que yo quería era una explicación. Sentía como si fuera
absolutamente necesario.

Si solo hubiera…

“Eso es todo, comiencen de inmediato sus preparaciones.”

El Dios Dragón-sama dio la orden de atacar al Mundo Humano tan pronto como los
Cinco Generales Dragón se hubieran reunido, solo esa orden, ninguna explicación.
Tras ello, inmediatamente arrastró su herido cuerpo fuera de la sala de conferencias.

El Dios Dragón-sama parecía estar apresurado, así que no tuvimos oportunidad de


preguntar algo y la orden en si era demasiado impactante.

“Absurdo…”

“¿Acaso esta guerra no era un tributo a Lunaria-sama? ¿Qué propósito tendría el


invadir su hogar?”

“No lo sé, el Dios Dragón-sama debe tener sus razones, pero…”

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Todos los Cinco Generales Dragón estábamos conmocionados, era simplemente


natural. Habíamos pensado que la guerra había finalizado, ahora era el tiempo de
sanar a los heridos, reconstruir, llorar a los muertos y esperar con ansias el futuro para
que de repente se nos dijera que el conflicto aún no había terminado.

Es más, el oponente en esta oportunidad era nuestro aliado, un aliado con el que no
teníamos razón por la que pelear.

¿Cuál podría ser el razonamiento del Dios Dragón-sama?”

“El Mundo Humano desde hace tiempo ha estado a nuestro lado.”

“¿Tiene que haber una razón para atacar y destruir el Mundo Humano…?”

El continuar la reunión sin el Dios Dragón-sama era inusual. Normalmente, una vez que
este nos daba una orden, nos marchábamos en distintas direcciones para llevar a cabo
dicha orden.

Sin embargo ese día, continuamos con la discusión.

Existían demasiadas razones.

El Mundo Humano era el hogar de Lunaria-sama, el Dios Humano siempre había sido
un aliado de la Raza Dragón y nos había ayudado infinidad de veces. Tómame a mí
como ejemplo…pero me di cuenta que a los otros Generales Dragón también había
ayudado muchas veces.

Destruir el Mundo Humano sería sencillo en comparación a los otros mundos, pero la
guerra era un tributo a Lunaria-sama, todos esos factores nos hicieron frenar a nuestro
usual modo de actuar.

La discusión se terminó intensificando y estancando, eso se debió a que no podíamos


entender en lo más mínimo al Dios Dragón-sama.

“Laplace ¿Qué diablos le dijiste al Dios Dragón-sama?”

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Tras un rato, Szilard preguntó, así que yo le respondí con honestidad sobre lo que
había escuchado en el Mundo Demonio, lo que había sucedido en aquel lugar. Al
escuchar ello, Szilard dijo “Ya veo”, con un aire de confianza.

“Estoy seguro de que fuiste engañado.”

“¿Engañado? ¿Yo?”

“Sí, para salvar su propia vida y proteger a la hija del Dios Demonio, Necros Lacrosse
inventó esa conveniente mentira para sembrar la discordia entre el Mundo Dragón y el
Humano.”

Yo no creía que Necros Lacrosse hubiera mentido. Sin embargo, si él podía verlo
entonces tenía sentido. Hasta que Szilard-sama me lo comentó, mi yo idiota jamás
concibió que Necros Lacrosse pudiera mentir para salvar su pellejo, estaba convencido
de que no lo haría. Dado que él luchó por mucho tiempo por la paz entre mundos,
quizás al ver a su propio y amado mundo destruido lo terminó cambiando.

Era simplemente natural que él hubiera querido sembrar la discordia entre sus
enemigos ¿Quizás él jamás entró a la batalla debido a que estaba conspirando detrás
de escena? De ser así, su idiotez usual sería un acto para descartar cualquier
sospecha.

Cuando los pensamientos de una persona están confundidos, esta prefiere confiar en
la opinión de un tercero antes de la propia. Necros Lacrosse jamás mentía, pero ese
hecho flaqueó ante la idea de que él “podría” mentir, no había ninguna prueba definitiva
de lo contrario.

“Quizás…podría ser…”

Pero algo se apretó en mi corazón.

“Normalmente el Dios Dragón-sama no sería engañado, pero…si es tu reporte, él


confiaría en este debido a su confianza en ti.”

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Cuando me dijo eso, no pude responder. La razón por la que el Dios Dragón-sama
confió en ese informe fue debido a su confianza en mí, pero al haberle dado
información falsa, esto se había convertido en mi responsabilidad.

“Como miembros de los Cinco Generales Dragón, somos las extremidades del Dios
Dragón-sama, normalmente simplemente le obedeceríamos sin duda alguna, pero
esto…”

Mi siguiente declaración forzó a los Generales a tomar una decisión.

“¿No deberíamos intentar detenerlo esta vez?”

Todos contuvieron sus alientos, sin importar la información, nosotros habíamos recibido
nuestras órdenes y las decisiones del Dios Dragón eran absolutas, desobedecerle era
negarse al Dios Dragón-sama.

Si solo hubiéramos intentado convencerle antes de que hubiera tomado su decisión.

Negarse a Dios, es negarse a la más importantes creencias en tu corazón, es un acto


de gran coraje.

¿Alguna vez has tenido una gran ansia?

Esta fue mi primera vez.

“Está bien…concuerdo.”

El primero en aceptar fue Caos-sama. Él era el más desconsolado por la pérdida de


sus camaradas, a pesar de su naturaleza belicosa, había sido el que más había
celebrado el fin de la lucha. Por supuesto, él no se oponía a la guerra si es que era una
necesidad. Mejor dicho, él se lanzaría en la vanguardia antes de cualquiera, pero una
batalla sin sentido…

“Efectivamente, sin importar lo débil que pueda ser la Raza Humana, el Dios Humano
también es una deidad y el Dios Dragón-sama permanece severamente herido, él
debería intentar recuperarse…”

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Maxwell-sama concordó, él no deseaba que el Dios Dragón-sama siguiera


esforzándose de esta manera, él podría morir si continuaba luchando si bien no
perdería pero si seguía siendo herido de manera irreparable, podría convertirse en una
amenaza para su vida.

“…”

Dola-sama estaba perdida. Como la más leal de todos, le era muy difícil desobedecer
una orden directa del Dios Dragón-sama.

“Pero si es por el bien del Dios Dragón-sama.”

Ella eventualmente consintió, debido a que su lealtad era la más fuerte de todos. Si era
por el propio bien del Dios Dragón-sama, incluso con gran reticencia se le debía
detener, ese era su espíritu.

Tras tomar nuestra decisión, fuimos donde el Dios Dragón-sama.

Al principio, intentamos disuadirlo con palabras. El Dios Humano siempre estuvo de


nuestro lado, la información recibida en el Mundo Demonio fue una problemática
mentira, a nosotros nos preocupaba el estado de su salud, por favor no invadamos al
Mundo Humano.

Pero no funcionó.

El Dios Dragón-sama no nos escuchó, sin importar nuestras explicaciones, él hizo


oídos sordos.

“El Dios Humano ya no es más el Dios Humano. No sé qué es lo que está tramando,
pero debo asesinarlo.”

En ese entonces no entendí el significado detrás de aquellas palabras, debido a que el


Dios Humano parecía ser el mismo desde la primera vez que lo conocí.

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Mejor dicho, era el Dios Dragón-sama quien había cambiado. Aquel quien era sabio,
benevolente, amado y pacífico, ahora se había convertido en la encarnación física de la
guerra.

“Nosotros no queremos luchar contra la Raza Humana, Dios Dragón-sama. Por favor
cancele su orden.”

Luego intentamos abandonar la pelea, nos negamos a luchar así que el Dios Dragón-
sama tendría que hacerlo.

“No importa, quédense. Yo iré solo.”

Sin embargo, no cedió. Nos iba a dejar atrás para marcharse al Mundo Humano.

“¡Por favor, reconsidérelo!”

“No.”

“¿Por qué? El Dios Humano siempre ha estado de nuestro lado ¿Acaso usted no
confiaba a la vez en él? ¿No se debe acaso nuestra prosperidad a los esfuerzos de la
Raza Humana?”

“El Dios Humano es el culpable de esta guerra.”

“¿Dónde está su evidencia?”

“En el Mundo Humano.”

¿Conoces la palabra disputa?

Esto fue exactamente eso.

Intentamos todos los métodos disponibles para persuadirlo, pero no lo logramos. La


conclusión era siempre la misma, el Dios Dragón-sama se negaba a escucharnos,
firme en su idea de atacar al Mundo Humano.

A lo menos ¿Por qué razón invadiríamos el Mundo Humano?

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¿Por qué el Dios Humano debía ser asesinado?

Si el Dios Dragón-sama nos hubiera explicado los detalles a estas preguntas, puede
que hubiéramos entendido la sabiduría detrás de sus acciones y…nada habría
terminado del modo en que terminó.

Sin embargo, sigo pensando que fue inevitable.

De nosotros, los Cinco Generales Dragón, se esperaba que obedeciéramos al Dios


Dragón-sama. Sin importar cuan sabio y talentoso, él tuvo que haber encontrado difícil
el tener que lidiar súbitamente con nuestras objeciones, cuando todos le habían
obedecido sus órdenes durante cientos de miles años.

Él tener que explicarse a sí mismo probablemente no le resultaría natural, por ejemplo,


si la escoba con la que barres a diario de pronto dijera “Ya no quiero limpiar más.”
¿Acaso le explicarías a esta porque es necesario limpiar o que el propósito de la
escoba es limpiar? ¿Acaso la obligas a limpiar por la fuerza? ¿O buscas otra
herramienta para reemplazarla? Ahora siento que aquella era como esta situación.

El Dios Dragón-sama era demasiado dependiente de la lealtad de los Cinco Generales


Dragón…no, eso está mal. El Dios Dragón confiaba en nosotros, los Cinco Generales.
Él creía que jamás le mostraríamos los colmillos y este debió creer que si seguía
procediendo tercamente como había estado haciendo hasta ese minuto, nosotros
eventualmente cederíamos y le volveríamos a obedecer, pero nosotros traicionamos
esa confianza.

“Si el Dios Dragón-sama no cede, tendremos que detenerlo a la fuerza.”

Hasta el día de hoy, la cara del Dios Dragón-sama al escuchar eso de boca de Szilard
fue, totalmente desgarradora para mí, jamás le había visto tan conmocionado. Me
preguntaba si acaso estábamos haciendo algo irreversible pero incluso si perdíamos la
confianza del Dios Dragón-sama, creíamos que estaría bien, estábamos preparados
para eso.

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Incluso si perdíamos nuestros puestos como Generales Dragón y éramos desterrados


del Mundo Dragón, siempre y cuando el Dios Dragón sobreviviera, eso era lo que
pensábamos.

“…Inténtenlo.”

Pero eso falló en cambiar la opinión del Dios Dragón-sama, asesinar al Dios Humano
era así de importante, solo que nosotros no nos dimos cuenta de ello en ese momento.
Si lo hubiéramos hecho, incluso si era una pérdida de tiempo, si el Dios Dragón-sama
nos hubiera dado un poco más de detalles, la razón por la que debíamos invadir al
Mundo Humano y asesinar al Dios Humano, si solo uno de nosotros hubiera poseído la
sabiduría para entenderle, no puedo evitar pensar en eso.

No, incluso entonces, esa batalla habría sido inevitable, yo lo sabía. Él se había estado
preparando durante mucho tiempo para esto.

Todavía me lo pregunto. Si algo hubiera sido diferente, quizás no habría terminado de


esta forma, que idiota.

En fin, así fue como la batalla comenzó.

La batalla final más miserable, estúpida y sin sentido de todas…

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Capítulo XXI

“La Traición de los Cinco Generales Dragón”

“La Traición de los Cinco Generales Dragón.”

Esa batalla parece ser recordada de esta forma en los libros de historia. Bueno, en su
mayor parte está en lo correcto. A pesar de que fue por el bien del Dios Dragón-sama,
sigue siendo una traición, sin lugar a dudas una traición.

Sin embargo, hay un gran error.

Específicamente, solo Cuatro Generales Dragón participaron.

Debido a que yo no luché en ella.

Alguien necesitaba encargarse de lo que sucedería después, cuando el Dios Dragón-


sama y los Cinco Generales Dragón lucharan, algunos morirían, quizás todos.

Eso dejaría al Mundo Dragón sin liderazgo.

¿Quién dirigiría a los Guerreros Dragón? ¿Eliminaría a las bestias demoniacas?


¿Investigaría las artes o asistiría al Dios Dragón-sama…?

Por lo tanto se me pidió retirarme, era un rol vergonzoso pero importante.

¿Por qué me sentí avergonzado? ¿No lo sabes?

Los Cinco Generales Dragón desobedecieron las órdenes del Dios Dragón-sama. El
único castigo era nuestra destrucción hasta que no quedaran ni nuestras garras y
colmillos. Dejando a un lado si acaso teníamos éxito o no en detener la invasión del
Dios Dragón-sama hacia el Mundo Humano, nuestra traición era un hecho indiscutido.

Incluso si todos sobrevivían, el castigo sería inevitable. Solo la muerte podía


compensarlo.

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Y aun así yo escapé de esa responsabilidad. Incluso sino luchaba, había desobedecido
al Dios Dragón-sama y conspirado para detenerlo. Aun así después de todo,
mantendría mi posición entre los Generales Dragón, nada podía ser más vergonzoso
que eso. Incluso si era por el futuro del Mundo Dragón, era inexcusable.

Pero como el miembro más joven, acepté mi rol.

A propósito, no nos pusimos a luchar inmediatamente en el lugar, el Dios Dragón-sama


y los Cinco Generales Dragón.

Si lo hacíamos, fácilmente podríamos erradicar una o dos montañas, preparaciones


eran necesarias para la batalla.

Detener al Dios Dragón-sama, más sencillo decirlo que hacerlo. Unas cuantas patadas
y golpes, inmovilizarlo y encerrarlo en algún lado ¿Acaso creías que sería tan sencillo?

El poder necesario para detener al Dios Dragón-sama erradicaría una montaña. Por
supuesto, no había estructura que pudiera contenerlo excepto un círculo mágico lo
suficientemente grande.

Era como bebés desafiando a un adulto.

Uno puede que no interactúe mucho con un bebé, pero incluso si uno está enfermo o
herido, es difícil perder frente al llanto de uno. Así era la diferencia de poder entre el
Dios Dragón-sama y nosotros.

Es por eso que los Cuatro Generales Dragón trabajaron juntos para enfrentarse
seriamente al Dios Dragón-sama, usando la misma táctica utilizada para derrotar a los
Reyes Demonio.

No, más poder incluso sería necesario.

Los preparativos tomaron algo de tiempo.

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El Dios Dragón-sama aceptó esperar. Quizás lo encuentres extraño pero quizás decidió
darles tiempo a los Generales Dragón para que pasaran sus tareas a otro y evacuaran
a la Raza Dragón.

Como sea, él esperó. ¿Quizás el Dios Dragón-sama no podía vencer por su cuenta en
el Mundo Humano o quizás estaba esperando que los Generales Dragón lo
reconsideraran?

No sabría decirte.

Mientras los otros Generales Dragón se preparaban, yo estaba al lado del Dios Dragón-
sama, ayudándole a evacuar a la población de Kayos a otro lugar.

No sabía exactamente donde tendría lugar la batalla, pero Kayos era el centro del
Mundo Dragón, la posibilidad de que fuera presa del daño colateral era alta, por lo que
pasé días dirigiendo los esfuerzos de evacuación.

Todos estaban afligidos. Nadie podía creer que Cuatro de los Cinco Generales Dragón
se alzaran en contra del Dios Dragón-sama. Algunos incluso dijeron que deseaban
quedarse y luchar por el Dios Dragón-sama pero este silenció aquellas voces,
deteniéndoles. Miembros comunes de la Raza Dragón no tendrían oportunidad en una
batalla frente a los Generales Dragón.

El Dios Dragón-sama debió querer evitar las bajas innecesarias.

Una vez que la evacuación terminó, regresé a su lado. Al mismo tiempo que mostrar mi
continua lealtad, deseaba a su vez asegurarme de que no fuera a irse abruptamente
hacia el Mundo Humano.

Él estaba sumido en sus pensamientos, sin hablarme ni actuando peligrosamente,


simplemente pensando en algo en silencio…como si en cualquier momento fuera a
ignorarme y dirigirse hacia el Mundo Humano.

Solo podía imaginarme lo que estaba pensando en ese momento, pero el Dios Dragón-
sama era sabio. Quizás en ese momento, él ya había visto más allá de la neblina y

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comprendido a la mente maestra y sus verdaderos motivos o quizás, él ya había


predicho el peor de los escenarios.

Como sea, el final finalmente llegó y yo recibí la noticia de que los preparativos de los
Cinco Generales Dragón estaban completos.

Al recibir la noticia, el Dios Dragón-sama me miró.

“¿Qué vas a hacer?”

“Lucharé junto a usted.”

Noté mi sentido del deber. Heredar la voluntad de los Cinco Generales Dragón y no
dejar solo al Dios Dragón-sama, como el último de los Cinco Generales Dragón, debía
continuar sus legados…

“…”

El Dios Dragón-sama me miró por un rato y luego lentamente negó con su cabeza.

“No permitiré que luches.”

“¡…!”

Mi primera reacción fue quejarme y preguntar la razón por la que debía quedarme
quieto.

“Solo por si acaso, quiero que protejas a mi hijo.”

En su lugar, el Dios Dragón-sama me entregó una importante tarea, proteger a su hijo.


Él Dios Dragón-sama tiene que haber pensado que incluso el Guerrero Dragón más
fuerte sería insuficiente en este instante para protegerlo. Si piensas en ello, quizás
creyó que su hijo podría ser un objetivo mientras él estaba ocupado.

“No dejes que nadie le haga daño.”

“¡Sí!”

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En ese momento, no pensé en proteger al niño como si solo fuera una importante
misión. Yo pensé en él como el legado de Lunaria-sama y el ser confiado con lo que el
Dios Dragón-sama valoraba más en todo el mundo. Eso es lo que estoy protegiendo,
pensé.

Y así, monté a Saleyakt y evacué junto al niño.

No mucho después…Kayos desapareció.

Un bombardeo de largo alcance producido por la Artillería de la Puerta Dragón de


Maxwell erradicó a Kayos del mapa, rayos de luz cayeron a través del aire a gran
velocidad golpeándole de lleno, conectando al unísono convirtiéndose así en una gran
esfera de luz produciendo a continuación, que toda una montaña fuera repentinamente
erradicada.

La cima más alta de todo el Mundo Dragón, su ciudad más histórica.

Estaba conmocionado.

No estaba seguro de como lucharían los Cinco Generales Dragón, jamás pensé que
una ciudad tan histórica y bien defendida sería tan fácilmente destruida, realmente
pensé por un segundo que los Generales habían traicionado al Dios Dragón-sama.

Pero sin tener que pensar demasiado, entendí sus líneas de pensamiento. Estaba
demás señalar que los Cinco Generales Dragón no tenían intención de asesinar al Dios
Dragón-sama, simplemente deseaban detenerlo, forzarlo a permanecer en el Mundo
Dragón en lugar de ir al Mundo Humano.

Si Kayos era destruida, necesitaría ser reconstruida y tomaría una gran cantidad de
tiempo y esfuerzo el traer de regreso a la gente, de vuelta a sus vidas normales. Si esto
le hacía recordar al Dios Dragón-sama que “El Mundo Dragón debía ser priorizado por
sobre el Mundo Humano,” entonces sería una victoria para los Cinco Generales Dragón
sin importar el resultado de la batalla.

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Quizás esto había sido algo engañoso…pero los Generales Dragón ya estaban
preparados en caso de fallar.

La pelea sería en vano, si el Dios Dragón-sama iba al Mundo Humano de todas formas
tras haberlos derrotado.

Una vez que los escombros y el humo se disiparon tras la destrucción de Kayos, solo
una existencia permanecía en pie, el Dios Dragón-sama, totalmente ileso. Estaba
demasiado lejos como para ver su expresión, pero claramente estaba buscando la
fuente de aquella luz.

Más allá de la línea de visión, algo inmenso emergió de entre las nubes, una
gigantesca masa de rocas cubierta por escamas de dragón. Su superficie cubierta por
cables purpura y unida con estacas de hierro, un pedazo de roca flotante que era
común en el Mundo Del Cielo. Con un núcleo de energía mágica, sus movimientos eran
energizados por capas y capas de círculos mágicos. Totalmente cubierta de escamas
de dragón y equipada con torretas mágicas de origen demonio, una fortaleza hecha y
derecha.

¿Su nombre?

No tenía un nombre.

Ah…pero si tuviera que darle uno, sería…

Chaos Breaker.

Así la llamaría, debido a que el escenario de la destrucción de Kayos quedó por


siempre sellado en mis ojos.

A continuación, cuatro grandes seres junto a cuarenta y cuatros pequeños iban a bordo
de la fortaleza. Los Cuatro Rebeldes Generales Dragón junto a los familiares que

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habían invocado. La invocación de espíritus había sido desarrollada durante la guerra


contra los demonios.

La Raza Dragón era conocida por ser poderosa pero también por no saber realizar
trabajos delicados o versátiles, la invocación de espíritus era una técnica para
sobreponerse a dicha debilidad. Estos fueron creados para contrarrestar al Dios
Dragón-sama, cada uno con habilidades únicas más poderosas que las de aquellos
invocados durante la guerra.

Cuando identificaron al Dios Dragón-sama, estos se dispusieron a volar en formación


alrededor de la fortaleza.

Sin embargo, el Dios Dragón-sama hizo su jugaba antes de que hubieran estado
totalmente desplegados. Lentamente levantando su mano, apuntó hacia la fortaleza, en
ese momento algo invisible emitido desde la punta de su dedo voló en su dirección.

Una abrumadora cantidad de poder, incluso un General Dragón estaría en problemas si


se veía atrapado por ella, pero antes de que conectara, la fortaleza lo distorsionó, un
gigantesco campo de distorsión. Ese flujo de poder fue repelido por el campo de fuerza,
reflejándolo hacia una montaña cercana, eliminándola.

La fuerza combinada de los cuarenta y cuatro espíritus había bloqueado el ataque del
Dios Dragón-sama.

Este último siguió disparó torrente tras torrente de energía. Sin embargo, los campos
de distorsión de los espíritus lograron repelerlos.

¿No crees que fue demasiado sencillo repeler al Dios Dragón-sama?

Yo así lo creí también, sin importar lo debilitado que pudiera estar a causa de sus
batallas contra los otros dioses, cuarenta y cuatro espíritus no tendrían que haber sido
capaces de impedir sus ataques.

Pero este punto muerto no dudaría. A medida que la fortaleza se aproximaba, la luz de
los espíritus comenzó a disminuir, quedando solo a un paso.

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No, no sería justo considerarlo un paso en falso…como sea, para el momento que la
fortaleza hizo contacto con el Dios Dragón-sama, los espíritus habían perdido su poder
y desaparecido, uno tras otro, desapareciendo a su vez el campo de distorsión,
dejando desprotegida a la fortaleza y aunque lo estaba, seguía cubierta por duras
escamas de dragón.

Lentamente, el Dios Dragón-sama desenvainó una espada que se encontraba en su


cintura. Una espada forjada por el Rey Dragón Demente Caos, una verdadera Espada
Divina que podía soportar el poder del Dios Dragón-sama.

Tras su desenvaino, este se posicionó con la espada y realizó un corte. Yo había


presenciado hasta ahora varias veces el poder de los dioses, pero siempre había sido
en contra de otros dioses, seres que eran capaces de soportar esos golpes pero el
corte producido por el Dios Dragón-sama pareció distorsionar el mundo, todo se sintió
fuera de lugar. De hecho, todo terminó cortado a la mitad: el cielo, las nubes, los
dragones volando a la distancia, la cercana fortaleza, todo cortado en dos.

¿Qué son las escamas de un dragón frente a un dios?

¿Cuál es el punto de defenderse con un palo de madera?

La gigantesca fortaleza fue partida a la mitad. La zona superior, perdiendo su poder,


cayó hacía el cielo mientras la mitad inferior permanecía flotando, su núcleo
probablemente había sobrevivido el ataque.

Los Generales Dragón aterrizaron sobre la masa que iba a cayendo y luego
rápidamente volvieron a emprender el vuelo. Sus apariencias diferían bastante de lo
que yo recordaba, sus físicos eran tres veces más grandes de lo que deberían ser, tan
gruesos y cubiertos de que escamas que incluso sus caras estaban protegidas por
estas. Sus narices y bocas sobresalían, con cuernos creciendo desde sus nucas,
asemejándose casi a los dragones que surcaban los cielos.

Los demonios habían desarrollado una misteriosa técnica para transformar sus cuerpos
con magia y la Raza Dragón la llevó al siguiente nivel. Transformando sus cuerpos

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para tomar una forma más primitiva y así obtener una explosiva cantidad de poder. A
cambio, la esperanza de vida del usuario se veía bastante disminuida.

Los cuatro transformados llevaban a su vez armas con las que no estaba familiarizado.
Lanzas, los Generales Dragón estaban todos armados con lanzas divinas creadas por
Caos. Normalmente, los Generales Dragón no utilizaban armas, pero el oponente era el
Dios Dragón-sama en persona, sin un arma no podrían siquiera rasguñarlo.

Los cuatro volaron con una velocidad tremenda, moviéndose alrededor del Dios
Dragón-sama, probablemente tenían pensado luchar de cerca desde un comienzo.

Tanto la Fortaleza como los espíritus habían sido creados para contrarrestar los
ataques de larga distancia del Dios Dragón-sama. Fuerza física elevada a través
técnicas ancestrales, ataques fortalecidos por la Lanza Divina a la vez que todas las
técnicas desarrolladas en la Guerra Demonio para debilitar al Dios Dragón-sama.
Concentrando así toda la sabiduría y conocimiento de los Generales Dragón con el fin
de herir a Dios.

Los Generales Dragón lanzaron una terrible arremetida. Cada vez que uno atacaba,
resonaban las ondas sísmicas, luces explotaban y todo el Mundo Dragón temblaba, el
daño colateral destruyó montañas, mató a bandadas enteras de dragones e incluso
decenas de miles miembros de la Raza Dragón se vieron atrapados en esta.

Los Generales Dragón obtuvieron el poder para herir a Dios, pero solo la posibilidad de
hacerlo. Debido a que incluso con ese poder, no era suficiente para abrumar al Dios
Dragón-sama.

No habría sido una pelea si hubiera sido un uno versus uno, pero con los cuatro
apenas podía si ser considerado un encuentro.

Apenas, solo apenas. A pesar de que eran inferiores, el poder de los Cinco Generales
Dragón logró apenas alcanzar al Dios Dragón-sama, el poder de alcanzar a Dios
incluso si fuera solo apenas, lo habían logrado.

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Ellos probaron que los esfuerzos del hombre podían alcanzar incluso a los dioses, esa
prueba fue la razón por la que yo…no, dejemos eso a un lado.

De cualquier modo, el Dios Dragón-sama y los Generales Dragón batallaron durante un


largo tiempo. El Dios Dragón-sama quien estaba ad portas de la muerte, lleno de
heridas y los Generales Dragón quienes finalmente habían alcanzado el reino de los
dioses, la batalla entre estos cinco continuó durante un tiempo.

Y yo siempre observando, pensé que sería mí deber ser testigo de ello. La batalla
continuó durante días, quizás no fue tanto al final, una lucha entre dioses podía durar
años.

Solo unos pocos días. Sí, seis días.

Los Generales Dragón probablemente tenían pensado que la batalla fuera decidida
rápidamente. Sin importar lo mucho que estuvieran preparados, cuanto sus poderes se
hubieran desarrollado, si se hubiera convertido en una guerra de resistencia, no
tendrían oportunidades de salir victoriosos. Así que deseaban resolverlo rápidamente,
máxima ofensiva para una oportunidad entre mil para conseguir la victoria.

Un golpe, en diez mil intentos. Desafortunadamente, esto no fue así.

Al séptimo día, la luz e impactos de la batalla se habían terminado, el combate se había


decidido en la Fortaleza que había sido partida a la mitad. Me acerqué a esta para
contemplar el resultado de la batalla y lo que vi fue un espectáculo impresionante.

Tres hombres y una mujer colapsados en el piso, está demás decir que eran los
Generales Dragón, todos estaban al borde de la muerte. Szilard había perdido su brazo
izquierdo y la mitad de su cara estaba quemada, Caos había perdido un ojo y tenía un
gran agujero en su vientre; Maxwell tenía aplastadas todas sus garras y sus alas
destrozadas mientras estaba de rodillas, pero Dola-sama era la que estaba peor que
todos. Su brazo derecho y toda la zona inferior del cuerpo habían desaparecido,
apenas estaba con vida.

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Una completa victoria para el Dios Dragón-sama, pero había algo extraño. Un extraño
brazo estaba creciendo desde su pecho ¿Acaso Szilard-sama o Dola-sama habían
perdido un brazo?

No.

No había escamas en ese brazo, este era un color durazno, un anodino brazo rodeado
por niebla, difícil de reconocer.

Todos, incluso el Dios Dragón-sama, miraban este brazo aturdidos. Para ser precisos,
al dueño de ese brazo. Detrás de él, al dios que había conectado el golpe fatal contra el
Dios Dragón-sama.

“Dios Humano…”

El Dios Humano había atravesado el pecho del Dios Dragón-sama, agarrando su joya
mágica.

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Capítulo XXII

“El Fin del Mundo Dragón”

Me preguntaba por qué, pensaba que era imposible, yo creía que el Dios Humano
siempre estaría de nuestro lado hasta ese mismo momento o debería decir incluso
entonces.

“Dios Humano-sama… ¿Por qué?”

Murmuré en voz baja. Mi mente estaba totalmente confundida, un torbellino de


emociones ¿Quizás fue debido a que el Dios Dragón-sama estuvo a punto de invadir el
Mundo Humano? ¿Por eso el Dios Humano-sama lo vio como un enemigo?

Sin embargo, aun así. Él siempre fue nuestro aliado, nos aconsejó y ayudó, incluso nos
asistió en la venganza por la muerte de Lunaria-sama.

El Dios Humano siempre se mantuvo ocupado por el bien de los mundos, pero en ese
momento él se dio vuelta para mirarme, mostrando una desagradable y ruin sonrisa.

“Ah, si…ja ja, bueno…je je.”

Yo creí inicialmente que el Dios Humano iba a inventar alguna explicación plausible,
algo acorde a su posición y que no se alejara de su carácter, pero este no pudo resistir
reírse.

Estaba sintiendo demasiado placer a causa de la situación, todo su plan había salido
tan bien que no podía evitar ridiculizarnos.

“Ja ja ja ja…fufufu…”

Una desagradable risa, una que se quedaba pegada a tus oídos y jamás desaparecía.

“No…muchachos, hicieron un gran trabajo. Gracias a ustedes, pude lograr mi


propósito…”

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Hacia nosotros que seguíamos impactados, el Dios Humano nos dijo.

La primera y única vez que escuché la verdad de su parte…tras eso, conocí a muchas
personas engañadas por él y llevados subsecuentemente a la ruina a causa de ello.
Aparentemente a él le encantaba compartir sus planes en tales situaciones, diciéndote
“Bien hecho” e incluso dando palmaditas en el hombro.

“Gracias.”

“¿De qué está hablando…?”

Le pregunté como un idiota. Si solo hubiera pensado un poco, me habría dado cuenta
de la verdad en las palabras del Dios Dragón-sama.

“¿Qué más? De la guerra entre los dioses y la destrucción de los mundos.”

Sí, él era la mente maestra. Todo había sido obra suya, el deterioro de las relaciones
entre ellos, el asesinato de Lunaria-sama y de los dignatarios de otros mundos. Quizás
incluso de las teletransportaciones y los incidentes de bestias mágicas. No, esos
probablemente eran accidentes pero él se aprovechó de todas formas de estos.

“No, yo simplemente fui plantando las semillas poco a poco pero el Dios Dragón fue
demasiado cauto ¡Jamás pensé que funcionaría tan bien!”

“Especialmente tú, Szilard-kun ¡De seguro trabajaste duro! No dudaste en lo absoluto a


todo lo que te dije y funcionó tal como esperaba.”

Los ojos de Szilard se abrieron como platos, con todo su cuerpo temblando.

“Sin sus esfuerzos, el Mundo Dragón jamás habría destruido a los demás mundos, yo
solo necesité decir las palabras mágicas „Por el Dios Dragón‟, y todos ustedes creyeron
convenientemente todas mis palabras, pensar que ustedes perros fieles irían a tal
extremo de ayudarme a quitarle los colmillos al Dios Dragón…”

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“Imposible…usted había dicho…que quería ayudar a detener al Dios Dragón-sama…”

“¿Oh? ¡Ja ja ja ja ja ja!”

El Dios Humano rio.

“¿No fue esplendida mi actuación? Bueno, a lo más esperaba que el Dios Dragón
invadiera el Mundo Humano por su cuenta, pero fufu, fufufu ¡Ja ja ja ja ja!”

Se rio aún más, divertido a causa del estado de Szilard.

“¡Gracias a vuestro esfuerzo, el Dios Dragón mostró un error fatal! ¡Fui capaz de
asesinar a este problemático Dios Dragón quedando prácticamente ileso! ¿Preparando
un ataque a esta escala para enfrentarse a tu propio Amo? ¡Qué estúpido! ¿Qué
estaban pensando muchachos? Yo solo avivé un poco las llamas ¿Y ustedes llegaron a
este punto? ¡Me están matando de la risa con su así llamada lealtad! ¡Oh Dios Dragón,
me da lástima que tengas vasallos tan leales!”

“Aaah…ha…haa…”

Ahora que él lo mencionaba, el comportamiento de Szilard había estado extraño, era


un tanto antinatural que él fuera el primero en proponer una guerra y a su vez también
el primero en sugerir que detuviéramos al Dios Dragón-sama. Hace mucho tiempo
atrás, fue también Szilard quien asesinó al Rey Demonio sin una orden directa del Dios
Dragón-sama.

Szilard-sama, el más resuelto de los Cinco Generales Dragón, había sido engañado.
Bailando al son del Dios Humano, instigando las guerras entre los mundos y llevando al
Dios Dragón-sama a la muerte.

Szilard gritó al darse cuenta de esto.

“¡Dios Dragón-sama…!”

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Con el brazo que le quedaba, Szilard cortó sus propias piernas. Arrancó lo que
quedaba de sus colmillos y luego procedió a hacer lo mismo con sus ojos. Finalmente,
con la fuerza que le quedaba embistió su pecho con el brazo, arrancándose el corazón.

“¡Perdóneme!”

Hablando mientras sostenía en frente suyo el corazón, lo aplastó. Con un sonido como
un estallido, el corazón se reventó…y el brazo de Szilard cayó inerte al piso.

Szilard se fue tras Cristal, el segundo General Dragón en fallecer.

Un General Dragón de escamas verde platinadas y ojos efímeros, obteniendo fama al


luchar contra la Raza Demonio y bautizado como el Sagrado Emperador Dragón,
terminando su vida bajo sus propias manos como una forma de expiar sus pecados, su
último acto de lealtad.

Habiendo sido engañado por el enemigo y llevado al Dios Dragón-sama a su muerte,


no tenía otra forma de expiación.

“Oh, que miserable y estúpido el escoger el suicidio debido a que fue un idiota… ¡Fufu,
fufufu, ja ja ja ja!”

Y aun así, el Dios Humano se rio de dicha lealtad, solo recordarlo hace que truenen mis
dientes, la forma en que se reía de la lealtad de Szilard-sama hacia el Dios Dragón-
sama, el orgullo de los Cinco Generales Dragón.

Pero nosotros no podíamos decir nada, ciertamente éramos unos estúpidos y


miserables, engañados por las mentiras del Dios Humano y las palabras de Szilard,
habíamos llevado al Dios Dragón-sama a su muerte. La realidad era demasiado clara,
demasiado dura de soportar.

Yo estaba tan frustrado pero a la vez era incapaz de refutar algo.

“¡No te rías!”

“¿Hmm?”

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No había sido un General Dragón quien había detenido la risa del Dios Humano.

“Szilard fue un leal vasallo, no te rías de él.”

“¿Oh, sigues vivo? ¿Las lagartijas realmente son resistentes, huh?”

Era el Dios Dragón-sama. Incluso con su joya divina arrancada del cuerpo, de alguna
forma seguía vivo.

“¿Cómo exactamente planeas darme una orden en esta situación?”

“El juicio de Szilard fue el correcto y yo habría hecho lo mismo en su situación, todo fue
mi culpa así que no te rías de él sino de mí.”

“¿De qué estás hablando? Me he estado riendo de ti todo el tiempo…”

El Dios Dragón estaba lleno de sed de sangre, incluso al borde de la muerte, este
emitía una abrumadora sensación de intimidación.

Su furia había llegado al punto máximo. En respuesta, un sudor frio comenzó a caer de
la frente del Dios Humano.

“Dios Humano. No, algo con la forma del Dios Humano, responde estas preguntas.”

“T-Tú no e-estás en po-posición de hacerme preguntas…”

“¿Quién eres? ¿Por qué deseaste que hubiera guerra? ¿Por qué deseaste asesinar a
los dioses…y por qué asesinaste a Lunaria?”

Aquellas no eran simples preguntas, aquellas eran una demanda por respuestas. Los
Cinco Generales Dragón inmediatamente se habrían levantado en formación para
vomitar todo lo que supieran, aquellas eran órdenes.

“¡…!”

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Pero el Dios Humano no respondió, no tenía intención de obedecer. En su lugar, él


apretó con más fuerza la joya divina del Dios Dragón-sama y con un gran estallido, la
joya se rompió.

“¡Ugh!”

Al siguiente instante, el Dios Dragón-sama escupió una gran cantidad de sangre desde
su boca, cada vez que él derrotaba a un dios, también tomaba su joya divina. Tenía el
poder para cruzar los mundos y a la vez era la fuente del poder de un dios.

“¡Todavía actuando tan petulante! ¡Qué ridículo! ¡Perdiste! ¡Perdiste ante mí!”

El Dios Humano gritó y pisó al Dios Dragón-sama en el piso, una y otra vez.

“¿Por qué maté a Lunaria? ¿Por qué la guerra? ¡Por ti, fue para poder asesinarte! ¡Más
poderoso que cualquiera y receloso de las guerras! ¡Más cauto que nadie y sin
defectos! ¡Haa! ¡Estás en este estado ahora debido a mí!”

Ya no había poder en el cuerpo del Dios Dragón-sama, pero su respiración no había


cesado. Por el contrario, la sensación de intimidación solo se estaba incrementando.

“¡Uh…! ¡¿Qué diablos eres?! ¡Maldición!”

Incluso el Dios Humano se sintió intimidado. El colapsado Dios Dragón-sama, aun al


borde de la muerte, seguía intimidando al Dios Humano, quien sentía el ardor de su ira
y la sed de sangre que emanaba.

El perder a su amada, engañado para luchar contra los demás dioses, incluso haciendo
que sus propios vasallos le traicionaran, toda la ira del Dios Dragón estaba dirigida
hacia él.

“¡Haa! ¡Es inútil fulminarme con la mirada, ya estás muerto! ¡Yo soy el único Dios!”

Habiendo dicho eso, el Dios Humano dio un paso atrás y comenzó a flotar hacia el cielo,
con un brazo levantado y su palma apuntando hacia arriba. Una fuerza comenzó a
reunirse en su mano, formando una tremenda bola de luz.

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“Muere, Mundo Dragón.”

No hubo tiempo para detenerlo. No, incluso si lo hubiera, no podía ser detenido.

La bola de luz salió disparada de la mano del Dios Humano. Volando por sobre todo,
como si fuera absorber al Mundo Dragón…

Explosiones, luces y ondas expansivas golpearon la tierra. Para el momento que la luz
remitió, el mundo había comenzado a colapsar, la tierra comenzó a romperse y la
oscuridad a engullir el cielo. Era un tanto diferente a las anteriores, pero era una
escena que había contemplado muchas veces, la escena del fin de un mundo.

“Ja ja, adiós Dios Dragón, espero que mueras aquí.”

El Dios Humano lentamente se retiró volando, mientras se burlaba.

Yo solo pude observar, tuviera una oportunidad de hacerlo de nuevo, habría atacado.

No podía perdonar la violencia infringida al pisotear al Dios Dragón-sama, no podía


perdona la insolencia de haberse burlado de los Cinco Generales Dragón, pero estaba
demasiado impactado como para hacer algo.

Yo, Caos y Maxwell ¿Qué estábamos haciendo? ¿Qué acababa de pasar? De los
Cinco Generales Dragón, solo el recientemente fallecido Szilard había entendido por
completo la situación, nosotros solo entendimos que algo terrible e irreconciliable había
tenido lugar.

“Laplace.”

La voz del Dios Dragón-sama me trajo de regreso a la realidad.

“Dios Dragón-sama…estoy aquí.”

Me dispuse a llevar mi tembloroso cuerpo al lado del Dios Dragón-sama, este seguía
con vida. Su joya divina había sido pulverizada, estaba cubierto de heridas y cicatrices
recibidas por los otros dioses, pero aun así seguía con vida.

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“Caos, Maxwell.”

“Dios Dragón-sama…nosotros…”

“Está bien.”

“Fallamos en obedecer sus órdenes, por favor perdónenos. No, esto es imperdonable,
solo la muerte podrá expiar nuestros pecados, por favor ordénelo.”

“Los perdono, debido a que todo sucedió producto de que no les expliqué la situación.”

El Dios Dragón-sama perdonó a Caos y Maxwell, así de sencillo, a pesar de que le


habíamos traicionado.

“Pero tengo una última misión para ustedes.”

“¡Sí!”

“¡Sí!”

“El Fin del Mundo Dragón se acerca y estamos sin tiempo…necesito tiempo para crear
un plan para asesinar al Dios Humano. Obtengan ese tiempo para mí con sus vidas.”

Hacer algo de tiempo, no sabía exactamente lo que eso significaba. Usualmente


pensaba en ello pero jamás pude entender como exactamente uno podía retrasar el fin
de un mundo…pero ellos no titubearon en aceptar su orden final.

“¡…Sí!”

Caos y Maxwell despegaron, volando en círculos por sobre el Dios Dragón-sama.

“Dola ¿Dónde está Dola?”

El Dios Dragón-sama llamó a Dola-sama, pero ella…estaba en muy mal estado, ya no


podía moverse por su cuenta.

“Laplace.”

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“Sí.”

Sin necesidad de más instrucciones, fui al lado de Dola-sama para contemplar sus
últimos momentos.

“Dola-sama.”

“Ha…haa…esa voz…Laplace… ¿Qué sucedió? Ya no puedo ver.”

Dola-sama estaba muriendo, probablemente estaba en las últimas antes de perder la


consciencia, pero ella seguía luchando por entender, probablemente se había dado
cuenta que algo terrible había sucedido. Se estaba desvaneciendo pero intentaba
desesperadamente saber.

“El Dios Humano…”

Le expliqué todo lo que había sucedido, que todo había sido parte del plan del Dios
Humano. El cómo había instigado la guerra, como Szilard se había hecho responsable
suicidándose para expiar sus pecados, como el Dios Dragón-sama estaba al borde de
la muerte a manos del Dios Humano y que el Mundo Dragón estaba colapsando, todo.

“Bueno…entonces lo único que puedo hacer es entregar mi vida…pero ya estoy al


borde de la muerte.”

Dola-sama me dijo, con sus ojos vacíos mirando hacia arriba.

“Laplace…tengo un pedido.”

“Por favor, pídame lo que quiera.”

“Esto no es una orden…es un pedido…es inevitable que sea juzgada como una
rebelde, pero mi hijo…Perugius…por favor ayúdale a escapar… ¡Te lo ruego!”

“¿Escapar? ¿Adónde?”

“Al futuro…el método está en el laboratorio de investigación de la


teletransportación…por favor, Dios Dragón-sama…”

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No entendí el significado de las palabras de Dola-sama, pero si entendí lo que quería


decir, el que la dejara así.

“Al final, las palabras del Dios Dragón-sama eran ciertas y nosotros estábamos
equivocados…eso…está…bien. El traicionar al Dios Dragón-sama fue un
error…eso…es…maravilloso.”

Aquellas fueron sus últimas palabras, ella siempre estuvo dubitativa con respecto a
detener por la fuerza al Dios Dragón-sama, es por eso que al final estaba aliviada de
saber que el Dios Dragón-sama estaba en lo correcto.

Y entonces, ella murió. La tercera tras Szilard, aún más importante que su propio hijo,
sus últimos momentos fueron dedicados a su lealtad por el Dios Dragón-sama, siéndole
leal hasta el final.

“…”

Tras presenciar el final de Dola-sama, regresé donde el Dios Dragón-sama y le


entregué sus últimas palabras.

Luego de pensarlo por un momento, el Dios Dragón-sama dijo:

“Laplace, llévame al laboratorio de teletransportación.”

“Sí.”

Llevé al Dios Dragón-sama con una mano y volé. Por supuesto, llevé a su hijo con la
otra.

Unos cuantos minutos de vuelo mientras evitaba los escombros que caían y llegamos.
A la ubicación secreta donde Dola-sama me había llevado una vez.

El Laboratorio de Investigación de la Teletransportación.

“¡Dios Dragón-sama!”

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“Esas terribles heridas…”

Todos los investigadores ancianos se habían quedado. Estando ya cercanos a la


muerte y habiendo ya hecho las paces con ellos, estaban imperturbados por el colapso
del mundo a su alrededor, pero el ver al gravemente herido Dios Dragón-sama les hizo
preocuparse incluso a ellos.

El Dios Dragón-sama no les respondió, simplemente dijo: “El momento ha llegado.”, por
lo que dejaron a un lado sus adoloridas expresiones e inmediatamente nos llevaron a la
cámara que se encontraba en la zona más recóndita del laboratorio.

En este lugar había un altar y un monumento, el límite del mundo. Un altar que
funcionaba como la puerta hacia otros mundos, el monumento estaba tallado con
sofisticados círculos mágicos, tres joyas divinas fueron ubicadas ante el altar.

“Laplace, pon a mi hijo ahí.”

Siguiendo sus instrucciones, ubiqué al hijo del Dios Dragón en el altar. Tras
distanciarme de este, el Dios Dragón-sama se paró en frente. Mientras me preguntaba
qué es lo que estaba sucediendo, el Dios Dragón-sama comenzó a dibujar círculos
mágicos sobre el niño.

Era demasiado avanzado para mí, pero entendí que era una técnica escrita sobre el
monumento de piedra.

El Dios Dragón-sama parecía haberlo entendido al solo mirarla por unos cuantos
segundos.

“El colapso del Mundo Dragón es inevitable, yo moriré. Hemos perdido.”

Dijo de forma monótona, como si estuviera confirmando los hechos.

“Aun así, él debe ser asesinado.”

El Dios Humano había asesinado a Lunaria-sama, nos había hecho danzar en la palma
de su mano para destruir al resto de los mundos. Incluso logró que los Cinco Generales

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Dragón y el Dios Dragón-sama lucharan entre si hasta su propia destrucción, era


imperdonable.

“Eso no era el Dios Humano. El Dios Humano no es un hombre así…Hitogami, así lo


vamos a llamar. Desconozco porqué Hitogami estaba imitando al Dios Humano o bien
si este último ha desaparecido, pero estoy seguro de que él maliciosamente está
intentando destruirnos y que efectivamente tiene el poder de un dios.”

“…”

“Para derrotarlo, también necesitarás el poder de un dios.”

Él me estaba mirando intensamente.

“Tras esto, iré al Mundo Humano a retarlo a una última batalla.”

“¡Imposible en su estado actual!”

“Lo sé, mi muerte es inevitable y no tengo oportunidad de vencer, pero aun así necesito
mi venganza.”

A medida que el Dios Dragón-sama terminaba, levantó una de las joyas divinas y la
incrustó en su pecho. La sangre comenzó a dejar de salir y el cuerpo del Dios Dragón-
sama empezó a brillar, parecía que un poco de poder había regresado a su moribundo
cuerpo.

“Pero mi venganza probablemente terminará en fracaso, es por eso que…”

El Dios Dragón-sama tomó otra de las joyas divinas y la ubicó en el pecho del niño,
entrando.

“Mi hijo reencarnará.”

La sangre del Dios Dragón-sama y el Dios Humano fluía a través de su hijo, un


semidiós de considerable habilidad, con el poder de un dios.

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“Le otorgaré a mi hijo toda técnica disponible y le daré la habilidad de permanecer


oculto hasta que pueda derrotar de forma apropiada a Hitogami…pero eso no será
suficiente. Él debe descubrir lo que le sucedió al Dios Humano y como Hitogami obtuvo
el poder de un dios. Hasta entonces, la derrota es inevitable.”

El Dios Dragón-sama me miró a mí, levantando la última joya divina, ofreciéndomela.

“Te doy una misión.”

“¡Sí!”

La recibí y di el saludo máximo, había sido para él que había aprendido ese saludo y
este era mi saludo final al Dios Dragón-sama.

“Enviaré a mi hijo diez mil años en el futuro. Mientras tanto, quiero que descubras la
verdadera identidad de Hitogami, su paradero y sus debilidades… ¡encuentra una
forma de derrotarlo y dile a mi hijo!”

“¡Sí!”

Después que el Dios Dragón-sama me diera mi misión final, siguió aplicándole varias
técnicas al niño, técnicas muy complejas que hasta el día de hoy desconozco su clase.

Sin embargo, una resultó ser la habilidad para contrarrestar al “Dios Humano.” Por lo
menos, Hitogami era un ser similar al Dios Humano.

Yo esperé a que el Dios Dragón-sama finalizara mientras el mundo afuera colapsaba.


Este seguía incrustando círculos mágicos sobre el niño sin detenerse, probablemente
el Dios Dragón-sama había predicho este final, que terminaría de esta forma.
Probablemente se había dado cuenta de lo que iba a pasar en el momento que los
Generales Dragón se separaron.

Si piensas en ello, el Dios Dragón-sama podría simplemente haberse dirigido al Mundo


Humano ignorándonos, pero probablemente se dio cuenta que no iba a vencer, incluso
si lo hacía, Hitogami posiblemente había dispuesto trampas para él por si llegaba por

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su cuenta, es por eso que eligió mirar hacia el costado, mientras los Generales Dragón
hacían sus preparaciones, él probablemente pensó en una forma todo ese tiempo.

“Finalmente ¿Tienes alguna pregunta?”

El Dios Dragón-sama me pregunto mientras terminaba los últimos círculos mágicos.


Lentamente, negué con mi cabeza pero de pronto pensé en algo. Una pregunta que
debía hacer.

“Un nombre.”

“¿Un nombre?”

“El nombre de su hijo.”

Este era el fin.

No habría otra oportunidad y eso no era algo que yo pudiera decidir, era el deseo de
Lunaria-sama que el Dios Dragón-sama le diera a su hijo un nombre.

“…”

El Dios Dragón-sama se detuvo por un momento, sin embargo, probablemente ya lo


tenía decidido.

“Orsted.”

Dijo sin dudarlo.

“El nombre de este niño es Orsted.”

El Dios Dragón-sama declaró.

Y de esa forma, el hijo del Dios Dragón-sama…Orsted, fue enviado al futuro.

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El Dios Dragón-sama y yo salimos volando del laboratorio mientras colapsaba y nos


dirigimos hacia el Mundo Humano, él partió primero dejándome atrás. Nuestro
intercambio final fue: “Que la fortuna de la guerra esté con usted” y “Todo se lo
dejaremos al destino.”

Esa vez fue la última vez que vi al Dios Dragón-sama.

Me dispuse a montar a Saleyakt, esquivando las masas rocosas que caían, volando en
dirección al altar. Mientras volaba, sentí una gran presencia desapareciendo detrás de
mí.

En realidad dos, Caos y Maxwell. Esos dos literalmente pusieron sus vidas en juego
para detener el colapso, muriendo.

El Cuarto Dragón, Caos.

El Último Dragón, Maxwell.

Quizás el orden estaba invertido, pero así fue como lo memoricé.

Gracias a sus esfuerzos, logré escapar del colapso del Mundo Dragón.

Para el tiempo que llegué al Mundo Humano, la batalla ya había comenzado. Debido a
la lucha entre los dioses, el Mundo Humano se vio agitado por desastres naturales.
Tornados, huracanes, tsunamis, terremotos, truenos y relámpagos.

Miedo y desprecio se extendieron por el mundo y la intimidación generada por un dios


hizo que todas las cosas vivientes en este mundo llegaran a temer a la Raza Dragón.

Pero más que eso, yo estaba impactado, debido a que el Mundo Humano se había
transformado.

Tanto que ya no lo reconocía desde la última vez que estuve allí…El Mundo Humano
de antes era una planicie sin fin con ríos, pero ahora tenía ríos, montañas, océanos,
selvas y desiertos, como si los Seis Mundos se hubieran condensado en uno.

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Quizás el colapso de cada uno de los mundos causó que sus energías mágicas
erosionaran el Mundo Humano, quizás este mundo desequilibrado desde mi punto de
vista estaba objetivamente balanceado.

Aterricé en una de estas montañas, montado a horcajadas de Saleyakt.

La Cima más alta del mundo y observé el fin de la batalla.

Yo no sabía dónde exactamente el Dios Dragón-sama y Hitogami estaban luchando,


solo podía rezar por la victoria del primero. Podría ser una posibilidad remota, pero mi
esperanza era que ese deseo fuera respondido.

Eventualmente, la batalla terminó.

Los truenos y tornados cesaron y los rugientes sonidos se disiparon, solo la lluvia
continuó cayendo en silencio, por siete días y siete noches. Al octavo día, el cielo
estaba despejado, sin viento y el mar en calma.

Ya no estaba la presencia de ningún dios, ni la del Dios Dragón-sama ni Hitogami.

Sin embargo, yo sabía. El Dios Dragón-sama ya no estaba ahí.

Y así, el Mundo Dragón fue destruido.

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Capítulo XXIII

“Y así, hacia una nueva historia”

“Ese fue el final de mi historia.”

Laplace dijo mientras respiraba hondo, relajando sus tensos hombros y mandíbulas
apretadas. Sin embargo, su rostro seguía pálido y permanecía sombrío.

Rabia, resentimiento e impaciencia no desaparecieron, aquellos terribles recuerdos


tenían que haber sido dolorosos de recordar.

“Y entonces… ¿Qué sucedió después de eso?”

Rostelina preguntó nerviosa.

“¿Hmm? ¿Después?”

“¿Qué sucedió después de que llegara al Mundo Humano? ¿Qué pasó con los
sobrevivientes?”

“Rostelina, esas son demasiadas preguntas.”

Laplace rio sin energía y respondió.

“La Raza Dragón mereció en su mayor parte. Por supuesto, algunos lograron escapar
del Mundo Dragón pero debido a que el colapso llegó con mucha más rapidez que
otros mundos, solo unos pocos lograron escapar en comparación.”

Rostelina estaba ligeramente aliviada, pero rápidamente notó algo.

“Pero entonces… ¿Dónde están todos los sobrevivientes de la Raza Dragón?”

“Todos fueron asesinados…”

“¿P…Por qué?”

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“¿No lo entiendes? A pesar de que Hitogami fue la mente maestra detrás de todo,
fueron nuestras manos las que destruyeron los demás mundos.”

Odio, miedo y rabia contra la Raza Dragón quedaron permanentemente grabadas en


las demás razas ¿Qué hubiera sucedido si la Raza Dragón hubiera llegado a
continuación al Mundo Humano? El miedo hacia los Generales Dragón se habría
esparcido en este mundo a su vez.

“Bueno, hubo unos cuantos sobrevivientes.”

“¿Acaso Laplace-sama ayudó a alguno de ellos?”

“No…no lo hice.”

“¿Por qué?”

“Porque tenía algo que debía hacer.”

A Laplace sea le había dado una importante tarea otorgada por el Dios Dragón-sama
mientras estaba al borde de la muerte, una misión más importante que la sobrevivencia
de la Raza Dragón.

“Tras la batalla del Dios Dragón-sama, busqué a Hitogami, pero no pude hallarle.
Quizás el Dios Dragón-sama, viendo que no tenía oportunidad de vencerle, de alguna
forma le dio un golpe casi-fatal o lo selló.”

“¿Acaso no cree que pudieron haberse destruido el uno al otro?”

“Hubo un tiempo cuando pensé que esa sería una posibilidad. Pero tras un tiempo,
Hitogami comenzó a interferir conmigo de forma indirecta, lo cual es prueba de que
está vivo.”

Como el último sobreviviente de los Generales Dragón, Laplace buscó cumplir


diligentemente su misión en el Mundo Humano. Buscando el paradero y la identidad del
desaparecido Hitogami, sus debilidades y formas de asesinarle, para eventualmente

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entregarle dicho conocimiento al hijo del Dios Dragón, Orsted, quien arribaría en el
futuro.

“¿Cuál es la verdadera identidad de Hitogami? ¿Cuál es su razón para hacer esas


cosas tan terribles…?”

“Ja ja, desafortunadamente no he logrado descifrar eso todavía. Puedo suponer cuáles
son sus objetivos, pero ha permanecido siendo un misterio…pero eso sí, tengo una
hipótesis.”

“¿Cuál sería?”

Laplace respondió a Rostelina.

“Cuando llegué al Mundo Humano, quedé profundamente impactado. Lo que alguna


vez fue una interminable planicie ahora se había llenado de bosques, montañas y
árboles. Habitantes de todos los mundos ahora convivían aquí. Era como si todos los
Seis Mundos se hubieran entrelazado…convirtiéndose en el mundo con el que ahora
estás familiarizada…es más, Hitogami en un momento dijo: „Yo soy el único Dios‟
cuando le dio el golpe fatal al Dios Dragón-sama.”

De esta forma, Laplace llegó a una conclusión.

“Yo creo que él desea convertirse en el único Dios para un único mundo. Así que él
provocó la destrucción de cada uno de los mundos, los absorbió y asesinó a sus dioses.
La pregunta que queda es ¿Cómo fue que Hitogami obtuvo el poder de los dioses en
primer lugar…?”

Al decir esto, Laplace puso la mano sobre su barbilla, pensando por un momento
mientras miraba a Rostelina.

“Te lo dije antes. Al comienzo, solo había un dios…el Creador. Él murió, pero nadie
sabe lo que sucedió después de su muerte…eso había dicho el Dios Dragón-sama y a
su vez, Lunaria-sama, por lo tanto… ¿Adónde crees que murió el Creador?”

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“Ni idea.”

“Yo sospecho que murió en el Mundo de la Nada.”

“¿El Mundo de la Nada?”

“Es un espacio vacío a través del cual uno cruza para moverse entre mundos. El
creador murió en su centro…pero un día, él lo encontró y tomó su cadáver para sí
mismo. Quizás él utilizó el poder divino de ese cadáver para reemplazar o capturar al
débil Dios Humano…”

“Aaah…”

“Por supuesto, esto es solo una especulación ya que permanece poco claro cuál es su
verdadero propósito.”

Para Laplace, no importaban los detalles acerca del origen de Hitogami. Incluso si él
fuera el Dios Humano o hubiera tenido una buena razón para asesinar al Dios Dragón-
sama, él podría investigar y formular hipótesis, pero su propósito siempre sería uno.
Asesinar a aquel que había matado al Dios Dragón-sama y había pisoteado el orgullo
de los Cinco Generales Dragón: Hitogami.

“Y entonces… ¿En dónde está este Hitogami?”

“¿Hmm? Obviamente, en el Mundo de la Nada.”

“¿Cómo puede estar seguro?”

“Debido a que investigué en todos lados dentro del Mundo Humano…quizás Hitogami
fue sellado en el Mundo de la Nada o quizás en una barrera erigida con lo último del
poder del Dios Dragón-sama, por otro lado quizás el mismo Hitogami se puso ahí
mismo por miedo al Dios Dragón-sama…sin importar que, algo grande tiene que haber
sucedido.”

¿Acaso eso significa que no puede encontrar a Hitogami mientras esa barrera se
mantenga?”

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“Ya encontré una forma de desbloquearla, pero requerirá una enorme cantidad de
poder mágico y una significante cantidad de preparación. Aun así, si lo hago, Hitogami
podría ser liberado y si pierdo, arruinaría todo.”

Laplace dijo con amargura. Quizás él romper sello y luchar contra Hitogami, quizás él
deseaba vengar la muerte del Dios Dragón-sama y el remordimiento de los Cinco
Generales Dragón, pero no podía hacerlo. Él tenía que proceder lenta pero
seguramente, completando uno a uno los elementos que garantizarían la muerte de
Hitogami.

“Laplace-sama la ha tenido difícil ¿Verdad?”

“Ha sido difícil recordar los viejos tiempos pero es por el bien de garantizar un futuro
con la muerte de Hitogami, así que no ha sido particularmente doloroso. Algún día,
Orsted-sama llegará y luchará contra él usando todo lo que he preparado. Las artes
marciales, técnicas mágicas, armas y conocimiento que he creado o adquirido. No, no
solo Orsted-sama sino que también Perugius-sama luchará contra Hitogami junto al
resto de la Raza Dragón. Mi corazón salta de la emoción pensando en ese momento.”

Laplace dijo con una sonrisa, él se había preparado. Había sido duro al principio,
comenzar sin nada excepto la misión de derrotar a Hitogami, pero miles de años lo
hicieron posible.

Él trabajó en muchas cosas. Enseñándole la magia y técnicas de la Raza Dragón a la


Raza Humana de rápido crecimiento, estudiando las misteriosas técnicas del Dios
Dragón-sama y los Cinco Generales Dragón. Y cuando la Raza Humana desarrolló y
mejoró sus técnicas, él aprendió de ellos y compartió su nuevo conocimiento, no solo
eso, preparando además contramedidas para los efectos secundarios causados por los
círculos mágicos usados sobre Orsted.

Por si no fuera poco, también se preparó en el evento que la muerte de Hitogami


tuviera algunas consecuencias adversas. Para los descendientes de los Cinco
Generales Dragón, él escondió en varios rincones del mundo tesoros creados a partir

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de los fragmentos de la joya divina del Dios Dragón-sama, guardando un registro de los
resultados de su investigación en ruinas a lo largo del Mundo Humano.

Haciendo todo lo posible, que si bien podría no ser perfecto ahora, pero serviría en el
futuro, preparándose para cualquier contingencia.

Ya no era doloroso, debido a que la oscuridad ya había pasado y el futuro era brillante.

“…”

Pero Rostelina podía sentirlo, una sensación de distancia. La Guerra de Laplace, no


había un lugar para ella entre Hitogami y la Raza Dragón y eso la ponía triste.

“¡Laplace-sama!”

“¿Qué sucede?”

“¿Hay…hay algo que puedo hacer?”

Laplace quedó atónito ante las palabras de Rostelina, pero pronto con una gentil
sonrisa, acarició su cabeza.

“Tú siempre me estás ayudando, con la limpieza y el lavado de ropa. No solo eso, pero
tu presencia alivia mi solitario corazón desde que llegué al Mundo Humano, estará bien
mientras te quedes aquí.”

Había sido un mero capricho la razón por la que Laplace la había recogido. Por
supuesto, también existía la posibilidad de que algo útil pudiera surgir en el futuro. Un
enorme poder mágico yacía latente en su interior que era bastante difícil de encontrar,
sin embargo, él no planeaba utilizarla.

Laplace también era una persona, tras vivir juntos durante tanto tiempo, sentimientos
habían surgido y ella ahora era la única que podía sanar el corazón de Laplace.

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“¡No me gusta eso! ¡Yo también quiero ayudar a Laplace-sama! No creo que podamos
luchar juntos ¿Pero no hay algo más? Algo que pueda beneficiar a ese niño en el
futuro…”

Laplace no le había pedido nada a Rostelina, hasta ahora no lo había hecho. Solo que
le esperaba al regresar, de seguro ella podría hacer más que solo darle paz a su
corazón, esperar pacientemente era duro.

“Hmm…”

Laplace sabía mejor que nadie lo duro que era esperar. Él había estado esperando por
un largo tiempo ya a Orsted, el hijo del Dios Dragón-sama. A medida que los
preparativos iban reduciéndose, no había nada más para hacer que esperar, él podría
verse a su vez volviéndose un poco loco.

“Está bien, entiendo. Si insistes, aceptaré tu ayuda.”

Y así, Laplace dijo.

“¡¿Hay algo que puedo hacer?!”

“Oh, pero puede que sea doloroso para ti.”

“¿Qué es? ¡Haré lo que sea!”

“Necesito remover los círculos mágicos que instalé en tu cuerpo para restaurar la
maldición que hay en ti.”

“…Eeeeeh.”

El rostro de Rostelina palideció ante la idea de que la maldición regresara, volviendo a


ser arrastrada a la oscuridad en la que alguna vez estuvo sumida, tenía un miedo
instintivo a ello.

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“Luego utilizaré una ancestral técnica demonio para remodelar tu cuerpo, para que así
puedas acumular una enorme cantidad de poder mágico y compartirla con otros.”

“¿A otros…?”

“Sí, a Orsted-sama se le dio un gran número de habilidades para derrotar a Hitogami y


a causa de ello su poder mágico se agotará. Si el consumo de energía mágica es más
alta de lo que anticipábamos, puede que exceda la habilidad de Orsted-sama para
recuperarse.”

“¡Oh, entonces de seguro ahí mi poder mágico sería útil!”

“Exacto, tomará mucho tiempo para que la técnica ancestral remodele tu cuerpo a un
punto ideal, quizás uno o dos siglos, no serás capaz de vivir como solías hacerlo.”

“Si todo se hace mientras duermo, estará bien.”

“Los cambios en tu cuerpo afectarán a su vez tu memoria de varias maneras, con el


pasar del tiempo incluso borrará tus recuerdos.”

“Quiere decir, que mi personalidad… ¿Incluso mis recuerdos de usted se perderán?”

“Sí, por supuesto, aunque siempre y cuando realice ajustes periódicos tus recuerdos
podrán mantenerse.”

“Entonces…me entregaré a usted, Amo.”

“¿Ósea que aceptas soportarlo?”

“Sí.”

La respuesta de Rostelina dejó a Laplace un tanto lúgubre, ya que se había dado


cuenta que su actual estilo de vida se iba a terminar, su voz desaparecería de este
hogar. Rostelina, cuya presencia era un recuerdo del cálido hogar que tuvo en el
Mundo Dragón, desaparecería.

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Una sensación de melancolía le invadió. Sin embargo, Rostelina hizo su elección por el
bien de Laplace y por el Dios Dragón-sama, por lo que el primero no podía negarse,
debido a que Laplace era un General Dragón y por lo tanto no podía rechazar a alguien
que deseaba trabajar para el Dios Dragón-sama.

“Bueno…entonces ven, preparémonos.”

Laplace dijo, forzando una sonrisa en su rostro.

En una cueva subterránea en las profundidades de la Montaña Rugido del Dragón. El


lugar que Laplace utilizaba como uno de sus laboratorios, en su interior, varios círculos
mágicos construidos a partir de piedra. Toda la cueva era una gigantesca herramienta
mágica.

En sus profundidades, había una chica. Su cuerpo estaba sumergido en el agua con un
débil brillo, sus ojos cerrados, durmiendo.

“…Y entonces, el Santo derrocó al Rey Demonio y regresó donde su amada.”

Laplace estaba sentado en frente suyo hablando en voz baja.

Una historia de hace mucho tiempo, un heroico cuento del Mundo Humano.

“Bueno, eso es todo por hoy.”

Cuando la historia finalizó, Laplace se levantó lentamente.

“Me voy a la guerra nuevamente. No se puede saber lo que Hitogami está pensando,
pero nada bueno saldrá de ello, así que debo irme ahora.”

Laplace dijo, poniendo una mano por sobre Rostelina, para luego cubrir lentamente el
pedestal donde estaba durmiendo con una tapa trasparente, a la cual le dio un par de
palmaditas mientras era cubierta por toda el agua brillante.

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“Una vez que termine, continuemos la historia. No te preocupes, ya que ninguna de las
historias son tan miserables como las historias del Mundo Dragón.”

Diciendo esto, Laplace se dio media vuelta.

“Me voy, pórtate bien…”

Sus pisadas comenzaron a desvanecerse con cada paso y las luces del cuarto a
apagarse. Eventualmente las pisadas desaparecieron y el cuerpo fue engullido en la
oscuridad.

Rostelina estaba inconsciente, pero la historia de Laplace llegó a lo profundo de su


subconsciente, ella estaba esperando, esperando por el día en que los ancestrales
ajustes que le habían realizado se completaran para así poder ayudar a Laplace.

En la oscuridad, esperando.

Esperando por siempre…

-Fin-

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