La jerarquía de las estructuras del significado se organiza en nueve construcciones que configuran el desarrollo de la identidad a lo largo de la vida: 1) discriminación básica del sí mismo y lo otro, 2) filiación y parentesco, 3) dominación, 4) diferenciación sexual, 5) reconocimiento, 6) autonomía, 7) transitividad, 8) productividad y perdurabilidad, y 9) recogimiento. Cada construcción implica interpretar la experiencia de una manera que permita al individuo sobrevivir y relacionarse con los dem
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La jerarquía de las estructuras del significado se organiza en nueve construcciones que configuran el desarrollo de la identidad a lo largo de la vida: 1) discriminación básica del sí mismo y lo otro, 2) filiación y parentesco, 3) dominación, 4) diferenciación sexual, 5) reconocimiento, 6) autonomía, 7) transitividad, 8) productividad y perdurabilidad, y 9) recogimiento. Cada construcción implica interpretar la experiencia de una manera que permita al individuo sobrevivir y relacionarse con los dem
La jerarquía de las estructuras del significado se organiza en nueve construcciones que configuran el desarrollo de la identidad a lo largo de la vida: 1) discriminación básica del sí mismo y lo otro, 2) filiación y parentesco, 3) dominación, 4) diferenciación sexual, 5) reconocimiento, 6) autonomía, 7) transitividad, 8) productividad y perdurabilidad, y 9) recogimiento. Cada construcción implica interpretar la experiencia de una manera que permita al individuo sobrevivir y relacionarse con los dem
La jerarquía de las estructuras del significado se organiza en nueve construcciones que configuran el desarrollo de la identidad a lo largo de la vida: 1) discriminación básica del sí mismo y lo otro, 2) filiación y parentesco, 3) dominación, 4) diferenciación sexual, 5) reconocimiento, 6) autonomía, 7) transitividad, 8) productividad y perdurabilidad, y 9) recogimiento. Cada construcción implica interpretar la experiencia de una manera que permita al individuo sobrevivir y relacionarse con los dem
De Magda Tomeo, el Domingo, 6 de noviembre de 2011 a las 19:14 CAPITULO 10: JERARQUÍA DE LAS ESTRUCTURAS DEL SIGNIFICADO
La arquitectura del self se organiza sobre la base de una sucesión de construcciones
que progresan desde el nacimiento hasta la muerte. Nueve construcciones jerárquicamente ordenadas configuran el desarrollo potencial de la identidad a lo largo de la vida. Función discriminante básica: La primera construcción se elabora desde el nacimiento mismo. Consiste en discriminar el sí mismo de lo otro. La construcción de la discriminación básica es la que da lugar a la construccion inicial del individuo como un sistema de estructura de significación que definen la existencia de lo propio vs. lo ajeno. Esta operación sirve para sentar las bases de la arquitectura del self. La actividad del neonato esta inscripta dentro de un universo informacional que se esfuerza por alcanzar el conocimiento de la realidad en el nivel exigido por su experiencia, que implica el empleo de formas primarias de significación. Filiación y parentesco: Los significados que se organizan en esta segunda construcción están vinculados a la necesidad de estructurar la diferencia de las generaciones y, la semejanza de la pertenencia endogrupal. Se procede a una diferenciación dentro del amplio mundo que forma lo otro, lo que implica un notable crecimiento en la complejidad del sentido del sí mismo. En esta construcción se desarrolla el sentido de identidad que le permite contar con una organización básica necesaria para iniciar una exploración abierta. Dominación: La tercera construccion se relaciona con la necesidad de dotar de significado a la experiencia, en el sentido de que algunas acciones generan efectos diferentes de otras (premio/castigo). El individuo descubre que es al mismo tiempo receptor de normas y constructor de ellas. Esta construcción muestra al self organizándose sobre la base de la necesidad de interpretar la experiencia de algún modo que le permita sobrevivir a la presencia de un esquema de poder que gobierna las relaciones en el mundo. Diferenciación sexual: Ésta cuarta construcción podría desarrollarse durante un largo tiempo en forma simultánea con la anterior. Ya que ésta relativa al control del poder es previa a la necesidad de elaborar una construccion vinculada al manejo de la sexualidad. La experiencia exige al individuo interpretar la distinción del género. Hay una evolución del lenguaje. Comienza a formar parte integrante de un grupo social. Reconocimiento: Muestra al individuo elaborando la experiencia en busca de aceptación. Las estructuras de significado que forman el sistema de esta nueva construcción se organizan sobre la base de la necesidad de interpretar las diferentes exigencias del proceso de socialización, identificándose en grupos secundarios. Autonomía: Ello comienza a ocurrir con la pubertad y se despliega en la adolescencia. Las nuevas exigencias biológicas y sociales exigen al individuo construir una realidad donde debe generar un guión personal, un juicio propio y elaboración de proyectos. Hay un desarrollo intelectual y afectivo-emocional. Son los mayores fabricantes de dialecto y en esa tarea deforman la estructura del lenguaje. Transitividad: La transitividad supone la existencia de individuos autónomos, proyectarse en otros sin perder su identidad. Supone además, un registro de un estado de necesidad de completamiento. Construcción de nuevas formas de interacción que implican la puesta en marcha de nuevos proyectos. La construcción de una realidad transitiva supone el desarrollo de nuevas estructuras de significado vinculadas a los ejercicios de roles. Productividad y Perdurabilidad: Construye una realidad donde el self se encuentra con cambios evolutivos dramáticos. El adulto es capaz de organizar significados de perdurabilidad en torno a su experiencia. El ser humano descubre que la muerte es inevitable y que habrá de ocurrir necesariamente sin que pueda eludirse. Recogimiento: Estamos situados en el ultimo momento de la vida. La persona ha cumplido con una serie de exigencias y ha intentado desplegar un proyecto personal que la justifique. Construir la realidad en este momento significa recogerse, es decir, volverse sobre sí mismo, observando lo que ha sido hecho y prepararse para la despedida definitiva.