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COLECCIÓN
MEMORIAS DE MI BARRIO
DIRECCIÓN DE CULTURA Y PATRIMONIO HISTÓRICO - ALCALDÍA DE MANAGUA

Colonia
Centro amériCa

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COLECCIÓN MEMORIAS DE MI BARRIO

Colonia
Centro amériCa

Ricardo D. Avilés Salmerón

© 2018
Alcaldía de Managua
Colección Memorias de Mi Barrio
COLONIA CENTRO AMÉRICA

Una producción de la Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua.


Dirección General de Desarrollo Humano.
Dirección Específica de Cultura y Patrimonio Histórico.
Centros de Historia del Poder Ciudadano.
© 2018 Alcaldía de Managua.
Clemente Guido Martínez, Presidente del Jurado Calificador
Concurso Memorias de Mi Barrio.

Autor: Ricardo D. Avilés Salmerón.


Revisión de Contenido Histórico y Redacción: Marcia Traña Galeano.
Fotos: Responsabilidad del autor.
Diseño y diagramación: Octavio Morales Serrano.
Tiraje: 1,000 ejemplares.

Nota:
En la presente publicación, la Dirección de Cultura y Patrimonio
Histórico de la Alcaldía de Managua no se responsabiliza por
conceptos, opiniones, afirmaciones, mal apodos, errores u omisiones
vertidas en el texto, siendo única y exclusiva responsabilidad del
Autor o Autores.
Ricardo D. Avilés Salmerón

Contenido.-

Presentación.- ..................................................... Pág. 5


Mapa.-..................................................................... Pág. 8
Introducción.- ...................................................... Pág. 9
Su Origen.- ......................................................... Pág. 11
Su Lejanía, Ambiente y
Comunicación Con Managua.- .......................... Pág. 19
Los Terremotos.-............................................... Pág. 28
Actividades Deportivas y Recreativas.- .......... Pág. 33
La Colonia Centroamérica,
Escenario de Hechos Relevantes.
Su Participación En La Lucha
Insurreccional Antisomocista.- ...................... Pág. 42
Participación En La Dinámica de
La Revolución Popular Sandinista y
En La Defensa de La Patria.- ............................. Pág. 65
Sus Héroes y Mártires.- ................................... Pág. 71
Sus Adultos Mayores.- ...................................... Pág. 77
Sus Sitios de Referencia.- ............................... Pág. 81
Sus Personajes Destacados.- ......................... Pág. 85
Sus Personajes Pintorescos.- ........................ Pág. 89
Anexos.- .............................................................. Pág. 93
Bibliografía y Referencias.- ........................... Pág. 106

-3-
Colonia Centro América

-4-
Ricardo D. Avilés Salmerón

Presentación.-
La Alcaldía del Poder Ciudadano de Managua, se complace
en presentar a la población la cuarta edición de la colección
MANAGUA EN LA MEMORIA, producto del IV CONCURSO
DE MEMORIAS DE MI BARRIO, realizado durante el año
2016 y del cual resultaron seleccionados para publicarse con
financiamiento municipal, las obras que recopilamos en esta
cuarta colección.
Todo inició hace cinco años, en 2013, con la convocatoria al
primer concurso de Memorias de Mi Barrio, resultando entonces
nueve trabajos seleccionados que se publicaron en febrero
del 2014; se convocó al segundo concurso, resultando once
trabajos seleccionados, los cuales se publicaron en febrero del
2015; y de inmediato se convocó al tercer concurso, resultando
diez trabajos seleccionados que se publicaron, con algo de
retraso en febrero del 2017.
El cuarto concurso se convocó en el año 2017 y de este
resultaron los ocho trabajos aquí presentados en esta edición
que se presenta el 24 de Julio del año 2018. Ocho trabajos en
total, los cuales sumados a todos los anteriores, hacen una
colección de 39 cuadernos de historia popular de nuestros
barrios, mercados y comarcas, más un par de trabajos generales
sobre la formación urbana de nuestra ciudad y también sobre
sus orígenes prehispánicos.
Son numerosos los autores colectivos de estos trabajos,
mucho más sus fuentes vivas de pobladores que fundaron o
construyeron la identidad de los barrios, comarcas y mercados
que han sido objeto de estos concursos; pero la tarea apenas
está en su etapa inicial. En Managua contamos con un tanto
más o menos 500 barrios, por lo que la cantidad indicada con
anterioridad de 38 trabajos publicados, es realmente menor
del 10% de los barrios existentes, por lo que nuestras metas
siguen vigentes y los esfuerzos que realizamos para avanzar
en la reducción de la falta de memoria de nuestros barrios, es
tan válida hoy como hace cuatro años que iniciamos.

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Colonia Centro América

Felicitamos muy especialmente a la Dra. Marcia Traña Galeano,


Jefa del Departamento de Patrimonio Cultural; al Cro. Octavio
Morales, Editor; a las compañeras Ana María Zambrana,
Elsa María Cuadra, Dulce María Pastrán, levantadoras de
textos; a las compañeras Martha Ruiz y Michelle Méndez,
administradoras de los fondos de los concursos; a todos los
promotores culturales y bibliotecarios de la Alcaldía de Managua
que han visitado, motivado, seleccionado y presentado para su
concurso los trabajos galardonados, coordinados por las Cras.
Lissette Solórzano, Suzzette Asensio y Miriam Castillo.
De manera especialísima queremos agradecer a DAYSI
TORRES, nuestra Alcaldesa que fue desde 2009 hasta 2017,
y que ha pasado a retiro voluntario al concluir su período
constitucional; y de igual manera felicitamos a REYNA RUEDA,
nuestra nueva Alcaldesa para el período 2018-2022.
Queda abierta la convocatoria para el V CONCURSO DE
MEMORIAS DE MI BARRIO correspondiente al año 2018...
para su publicación en el año 2019, si Dios nos lo permite.

DIRECCIÓN DE CULTURA Y PATRIMONIO HISTÓRICO


ALCALDÍA DEL PODER CIUDADANO DE MANAGUA
24 de JULIO DEL 2018.
AÑO 4, No. 2: Barrio Colonia Centro América.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Memorias de mi Barrio
“Colonia Centroamérica”
“¡Allá en la Centroamérica!”

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Colonia Centro América

Mapa.-

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Introducción.-

C
uando era niño, en reuniones familiares o de amigos,
siempre me gustó más estar en la “rueda de adultos”,
porque tenían algo que contar, hablaban de experiencias
o vivencias pasadas, con mucha nostalgia de la “vieja Managua”.
Recordaban aquellos lugares, fechas importantes, direcciones,
anécdotas del terremoto, entre otras.
En ese momento mi imaginación siempre jugaba tratando
de reconstruir esos lugares a partir de los escombros que
quedaron de aquella bella ciudad, aunque siempre he dicho
que he tenido suerte de no haberla conocido, para no recordarla
con nostalgia, pero esas pláticas de adultos hicieron que no lo
pudiera evitar.
Pero, parte de las historias que contaban en aquellas
reuniones, fiestas o simples pláticas vecinales, eran sobre la
llegada a la Colonia Centro América, al lugar donde vivo desde
que nací en 1970, apenas dos años antes del terremoto que
destruyó la capital nicaragüense y diez años después de la
fundación de dicha Colonia.

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Colonia Centro América

He tenido la oportunidad de rescatar nuestra identidad no


solo como Managua, sino como “colono” de la Centroamérica,
de la llamada “Unidad Vecinal Centroamérica,” participando en
el IV Concurso “Memorias de mi Barrio 2017”, convocado por
la Dirección de Cultura y Patrimonio Histórico de la Alcaldía de
Managua a cargo del Lic. Clemente Guido M., y por el Taller de
Capacitación sobre Metodología de Investigación en Historia
Oral impartido por la Lic. Marcia Traña Galeano.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Su Origen.-

A mediados del siglo XX, el carácter de mercancía del suelo


urbano determinó el acceso a la propiedad, por tanto los sectores
populares que no contaron con recursos para comprar un
terreno y construir una vivienda, tampoco tuvieron acceso a los
programas de urbanización promovidos más ampliamente en la
década de los 60 por el llamado “Programa de Alianza para el
Progreso” y otros organismos de filiación estadounidense. Estaba
pavimentado hasta algún punto de la Centroamérica, hasta donde
hoy día es el Hospital Central, en la vuelta de Altamira.

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Colonia Centro América

Estos programas beneficiaron sobre todo a la llamada clase


media de la Capital, cuyas viviendas fueron construidas en
barrios aislados unos de otros, en base a un plan de desarrollo
policéntrico de más largo plazo, que en el caso de la Colonia
Centroamérica lo constituyó la llamada Plaza de Compras, a
orillas de lo que después se construyó la carretera a Masaya.
Se estiman en 20,000 las viviendas construidas por dichos
programas.
Los terrenos donde se construyó la Centroamérica fueron
parte de Haciendas ganaderas y agrícolas, entre ellas “La
Argentina”, donde actualmente queda el “Hogar Zacarías
Guerra”, propiedad de Mercedes Arévalo, viuda de Manuel
Román y Reyes, quien fue Presidente de la República. Según
el escritor Francisco Bautista Lara, la compra de propiedades
y las obras de construcción comenzaron entre 1958 y 1960,

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Ricardo D. Avilés Salmerón

durante la Administración de Luis Somoza D. El proyecto


ascendía a 28.6 millones de córdobas, previendo beneficiar
a 5,880 personas. Las escrituras fueron registradas en 1964,
llegando los primeros colonos entre 1962 y 1964, y el costo de
cada vivienda fue de 29,000 Córdobas.

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Colonia Centro América

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Según datos proporcionados por la Quinta Delegación


Distrital de la Alcaldía de Managua, la Colonia Centroamérica
fue construida por el Instituto Nicaragüense de la Vivienda
(INVI), en el año de 1960, en el marco de relación con la Alianza
para el Progreso, a un costo de 28 millones 600 mil córdobas.
El objetivo principal de su construcción era beneficiar a cinco
mil 880 personas, para un total de 984 viviendas, sin embargo
a través de los años, tanto el número de habitantes como el
de viviendas ha crecido, pues según la comuna, actualmente
se contabilizan más de diez mil habitantes. (Sitio Web de la
Alcaldía de Managua).
Doña Ruth Kelly
considera que: “es el
primer proyecto, desde el
punto de vista económico
y por eso dejaron muchas
áreas verdes, era un
proyecto futurista, porque
también dejó grandes
extensiones, no solo para
que se construyera una
escuelita de primaria,
sino institutos, hospitales,
centros de salud, lo que
fuera, era un proyecto bien
lindo y la forma por eso
es diferente a las otras urbanizaciones, en forma de rotonda,
era precisamente para la cuestión de la circulación, para que
tuviéramos un ambiente sano, que no quedara nada metido,
sino con áreas verdes, en cantidad, hasta que empezamos a
construir demás y todavía seguimos en eso. La idea era que
hiciéramos jardines adelante y atrás sembrar árboles frutales”.

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Colonia Centro América

Bautista Lara señala que, fue habitada por familias jóvenes,


provenientes de diversos barrios de la vieja Managua, con
esas 984 casas distribuidas en 14 grupos designados por las
letras del alfabeto. Eran 4,000 habitantes para 1964 y 7,000
habitantes 4 años después.
Los callejones son recordados por sus vecinos con nombres
particulares como el de los teléfonos, el maldito, por haber
expendios de drogas antes de 1979, el ceibo, por su legendario
árbol aun en pie hoy día, los marañones, el pantano, el parqueo
central, entre muchos otros. Después, los callejones toman el
nombre de los héroes y mártires de Nicaragua a nivel nacional,
pero sobre todo los héroes locales, jóvenes colonos que
ofrendaron su vida por Nicaragua en distintos momentos de
nuestra historia.
La calle principal, era tranquila, sin bulla, como cualquier
calle, conocíamos los carros que circulaban, siendo raro los
que tenían vehículos, pero también había la proyección de
muchos vehículos de los vecinos, por haber tantas áreas de
parqueo en casi cada grupo. Los parqueos nunca se ocuparon,
porque el que tenía carro prefería tenerlo lo más cerca posible.
Entonces esas áreas empezaron a convertirse en basureros.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Esas historias de la llegada de los primeros moradores están


llenas de esperanzas, temores, incertidumbres, sacrificios,
humor y sobre todo, del inicio de una comunidad donde todos se
llegaron a conocer, a compartir alegrías y tristezas y a construir
la identidad local, dentro de aquella ciudad que empezaba a
crecer y desde la cual, llegar a la Colonia, a 6 km. del centro de
Managua, era ir “¡Allá a la Centroamérica!”.

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Colonia Centro América

Su fundación, marcada en 1960, parte de la construcción


del sector de lo que hoy es el grupo A, donde llegaron sus
primeros habitantes, la familia de don Armando Morales Cacho
y de don César Ocón, frente al entonces área de parqueo. Los
mayores, vecinos de mi familia -ya que mi padre llegó en ese
periodo, junto a su esposa y dos hijos- cuentan que debían
comer con plástico encima para evitar el polvo que generaba la
construcción de los otros sectores.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Su Lejanía, Ambiente y
Comunicación Con Managua.-

Salir de la Centroamérica era toda una aventura, con piedras


en la mano, para evitar el asedio de los numerosos perros
del sector de la famosa Morita, casas ubicadas contiguo a la
Colonia, en el camino que todos los años recibe a la diminuta
imagen de santo Domingo cada 1ro. de agosto.

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Colonia Centro América

La actual carretera a Masaya no existía y el microbús que


transportaba a los vecinos a Managua, hacía el recorrido
hasta el Parque Central, cada cierto tiempo, con horarios
establecidos. Microbuses, buses y después taxis, que los
llevaba a la entonces Plaza de la República, hoy día La Plaza
de la Revolución y no salía hasta que completaba 5 personas
cobrando 1 córdoba a cada uno, de igual manera para salir, si
pasaba un taxi por la Colonia.
La Colonia Centroamérica, estaba rodeada de potreros, en
una zona alta, de clima agradable, semirural, que provocaba
múltiples estados de ánimo, muchos sentimientos encontrados.
Desde las familias que vieron una excelente oportunidad de
tener casa propia, sin importarles la distancia, las mujeres
que en contra de la voluntad de sus familias y hasta de sus
propios maridos se vinieron a instalar con sus hijos. Cosa
difícil en se momento, ya que la potestad de título era para
los hombres exclusivamente, relataba una de ellas en risas,
“50 años después ahí
está su marido, en
el porche leyendo el
diario”, pero se vinieron
a trabajar en Managua,
transportándose todos
los días, a vender
nacatamales, instalar
sus pulperías y lo que
sea, se fajaban.
Pero están también
las que se lamentaban,
del abandono, lo
largo, los sapos, los
zancudos, el polvazal,
luego el drama del
terremoto, en fin, pero
“sobrevivieron” y aquí
están.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Muchos, por dar ánimo, por cálculos urbanísticos, les decían


que ese remoto lugar, algún día sería el centro de Managua,
proféticas palabras. Incluso, a mi madre se lo dijo un adivino
de Masaya en su desesperación de vivir lejos de la Ciudad. A
mi padre, Julio Hernández, antiguo compañero de la Escuela
Normal y Funcionario del INVI, le recomendó tomar la casa una
cuadra después de la calle principal, “esta pista será parte de
un proyecto mayor de circunvalación, cuándo, no sé, pero así
será” le dijo en aquel entonces.
Recuerdan que este árbol de Ceibo, daba gusanos, un
“hojarascal” terrible, ahí no había entrada y las casas solo las
dividía una cerca de alambres, habiendo mayores vínculos
entre los vecinos. Ahí estaba la caseta del pozo (posteriormente
Casa Comunal), era un pozo particular, estaba la planta y el
motor. Enfrente quedaban los tanques de agua, que abastecían,
pero el pozo era de los colonos, el cual manifiestan “nos lo
quitaron, aún sigue siendo de la Colonia porque fue puesto
para la Colonia, solo que ahora el agua no nos viene de ahí.
Eso empezó a cambiar cuando se conectaron para abastecer a
Altamira, pero era agua de nosotros, de pozo artesiano”.

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Colonia Centro América

Recuerdan a don Fernando, el señor que cuidaba el pozo, que


con su esposa ahí vendían sopa, comida, y eran muy amables.
Todos los que vivíamos en la Colonia, nos conocíamos, nos
mirábamos en los microbuses, era sumamente bonito. Donde
está “la Morita”, eran terrenos de la viuda de Román y Reyes,
tenía un cuidador que le decían Julio Machete, que vivía en
la otra caseta con la esposa y los hijos. En la esquina de
los marañones, actual entrada donde actualmente está una
panadería, era para un supermercado. La Centroamérica
en cuanto a su ubicación geográfica, tenían centros así, la
persona que iba a habitar esas dos casas era destinada para
ese negocio, pero con la llegada Pablo Ciquete y eso fue otra
cosa.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

El Colegio “Salvador Mendieta”, que fue fundado


aproximadamente en 1966, era parte del proyecto de vivienda
ofrecido a los clientes, bajo la lógica de tener una Escuela en
el propio vecindario, este Colegio es el lugar dónde muchos
colonos de diferentes generaciones pasamos por sus aulas.

La Iglesia de Fátima que acaba


de celebrar sus 50 años, surge
por un grupo de parroquianos
que vio la necesidad de atender
a esta nueva población en la
fe, formando un comité pro-
construcción que desde su
inicio contó con el apoyo de los
frailes menores franciscanos que
estaban viviendo en el barrio El
Riguero. Fue fray Bernardino
Formiconi quien desde los jueves
y domingos atendía a la población
con la misa y daba su apoyo al
comité en sus actividades para
lograr la construcción del templo.

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Colonia Centro América

La primera piedra fue colocada el 5 de marzo de 1966, siendo


inaugurada oficialmente en octubre de ese mismo año con el
nombre de “Nuestra Señora del Rosario de Fátima”, pero fue
hasta la navidad de 1967 que el Cura Párroco llegó a vivir
definitivamente en sus instalaciones.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Se quiso construir incluso, un colegio bajo el manejo de los


frailes franciscanos, pero al verse imposibilitado por falta de
terreno cercano, fue construido en un lugar hacia el norte de la
Colonia, en unos predios pertenecientes a dicha orden, ubicado
en el actual Residencial Altamira D´este, y lleva por nombre
“Liceo Franciscano”, que en esencia es parte de la Colonia
Centroamérica, numerosos estudiantes colonos cursamos la
Secundaria en dicho centro de estudios.

El violento terremoto del 4 de enero de 1968, no causó severos


daños a la construcción, pero sí, entorpeció la continuidad de
los trabajos, siendo posteriormente retomados con el mismo
entusiasmo. Incluso se afirma que sirvió de Escuela Primaria,
por los severos daños que el Colegio “Salvador Mendieta” tuvo
en su infraestructura por dicho fenómeno natural.
A 100 años de la virgen de Fátima, su celebración fue todo
un acontecimiento que ayudó con éxito a la tarea de reparar
el templo, con alegría y entusiasmo de sus feligreses que
continúan trabajando en función de su Iglesia.

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Colonia Centro América

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Ricardo D. Avilés Salmerón

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Colonia Centro América

Los Terremotos.-

Entre 1968 y 1972, es una etapa que le podemos llamar


“entre terremotos”, ya que a Managua la surcan once fallas
que la atraviesan de sur a norte, las cuales “generan fuerzas
magnéticas que perturban la estabilidad emocional de los
capitalinos [...] Las once fallas pasan por Las Mercedes, El
Aeropuerto, Waspán, la antigua Escuela Americana, Tiscapa,
Los Bancos, Estadio Nacional, San Judas, Las Brisas y la de
la Colonia Centroamérica”. (Somarriba, 2000; El Nuevo Diario)
Justamente, fue en la Colonia Centro América donde en 1968
se vivió un fuerte sismo antes que en el resto de Managua, por
la activación de dicha falla, la cual destruyó un buen número de
viviendas.
La zona afectada por el terremoto de las 4:05 A.M. del 4 de
enero de 1968 fue un rectángulo como de un kilómetro de ancho
que se extiende entre la Colonia Centroamérica y el Colegio del
mismo nombre, más al sur de Managua.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

El foco, según los cálculos hechos por los datos aportados por
el acelerógrafo instalado en el Banco Central y otro de la UNAN
que se instaló en el Hospicio Zacarías Guerra, estuvo situado
a 6 kilómetros hacia el sur de la Colonia Centroamérica, en el
meridiano que pasa entre los pueblos de Santo Domingo de las
Sierritas y San Isidro de la Cruz Verde.
La profundidad del sismo no fue mayor de 10 kilómetros. La
magnitud (fuerza del movimiento sísmico) fue estimada en 5.5
de la Escala de Richter y en el grado VII de la Escala Mercalli
en el área de la Colonia Centroamérica. Sobre los daños de la
Colonia, es clara la opinión de la Comisión en el sentido de que
las casas están mal construidas:

“En las casas de un solo piso se observó paredes agrietadas


y en algunos casos totalmente caídas. En este tipo de
construcciones, especialmente en la Colonia “Centroamérica”,
predominaban las paredes de bloque con armadura sencilla,
simplificada al usar los huecos de los bloques como formaletas,
con paredes de más de 7 metros de soporte perpendicular que
tuvieron daños notables. Las paredes sobre rellenos sufrieron
mayores daños. Las casas de un piso con paredes de bloques
y columnas formaleteadas presentaban muy pocos daños”.
(Morales, 1968; La Prensa)

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Colonia Centro América

No se había concluido los trabajos de reconstrucción en su


totalidad, cuando se tuvo la experiencia del 23 de diciembre
de 1972, en muchos casos, todavía se estaban reparando los
daños del sismo anterior y numerosas familias y después otras,
vivían y dormían bajo el techo de casetas de madera, mientras
duraban las labores de reconstrucción. Se recuerda la muerte
de una niña, al caerle una pared encima.
Ricardo González relata: “Tuvimos que abandonar las casas,
porque todas quedaron deterioradas, no hubo alguna que no
haya resultado con una “reventadura”. Se cayó dónde había
construcciones malas. La edad promedio para la frecuencia
de ese terremoto, eran 11 años, yo creo que soy el más viejo
de los que están aquí. Yo te puedo hablar de ese terremoto,
recuerdo que tenía 12 años y estaba como en 6to. O 5to. grado
en el Salvador Mendieta. En mi cabeza de niño, yo lo miraba
hasta alegre pues, no tenía ni idea, en mi edad, la magnitud
del problema de lo que estaba sucediendo y que el epicentro
fue en la Colonia, como a las 4 ó 5 de la mañana del 4 enero

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Ricardo D. Avilés Salmerón

de 1968. Lo que te quiero decir es que se suspendieron las


clases en el Salvador Mendieta y la Guardia Nacional, alegró
la Centroamérica, ¿en qué sentido? puso unas grandes casas
de campaña verde olivo, donde nosotros los “albergantes” nos
juntábamos, ahí bajo las casas de campaña gigantes, militares,
verde olivo de la Guardia, lo que nos permitió acercarnos a los
vecinos, a los niños y así nos fuimos conociendo y convivimos
más y nos integramos desde muy chavalitos a las jornadas de
limpieza, aunque la gente tenía miedo de meterse a los cauces.
Fue un elemento integrador de la comunidad, ese fue el mayor
logro, vivíamos todos bajo esas enormes casas de campaña
y éramos buenos vecinos. Una Colonia sana, aislada, éramos
solo nosotros los que vivíamos ahí”.

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Colonia Centro América

Fue la Empresa Sovipe, los que vinieron a reparar toda la


Colonia Centroamérica de los efectos del terremoto del 68. Ya
para el terremoto del 23 de Diciembre de 1972 solo vinieron a
hacer algunos repellos, donde había paredes reventadas a las
cuales las piqueteaban y las sellaban.
Recuerdo haber quemado una almohada con el espiral que
servía para ahuyentar a los zancudos, siendo mí caso, uno más
de muchos casos. La dura situación generada por el desastre
hizo que numerosos “chavalos” vendieran periódicos para
ayudar a la economía del hogar, además de vender comida,
sopa, entre otras.
Hoy la Centroamérica se ha modernizado, se han construido
casas de dos plantas, pavimento; infraestructura vertical en sus
alrededores, mucho tráfico y negocios de todo tipo, incluyendo
los de actividad nocturna, con problemas de hidrantes que hará
difícil enfrentar una tragedia de gran magnitud.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Actividades Deportivas y
Recreativas.-
La vida transcurría tranquila en aquel apartado sector de lo
que sería la ”Nueva Managua”, de clima agradable, bella vista
de la capital, en medio de potreros y senderos.
Pero, particularmente, la incidencia de las actividades de
la Feria Ganadera, con sus espectáculos y ventas, rompía la
rutina de los vecinos. Se recuerdan presentaciones célebres de
artistas de calidad internacional, como José José de México, a
quien vieron bajar del escenario en un avanzado estado etílico.

Después del terremoto de 1972, la nueva dinámica del


“Centro Comercial Managua” en los terrenos de esa feria, junto
a Plaza de Compras, empieza a proyectar la importancia de
la Colonia hacia futuro. No se pudo averiguar en esencia por
qué se permitió el cruce de una calle que dejó aislado al grupo
original, el “A”, pero sin duda, hoy la “pista de la solidaridad” es
un referente de comunicación y sobre todo de mucho tráfico,
además escenario de importantes acontecimientos de escala
nacional.

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Colonia Centro América

El deporte fue muy


activo en aquellos años,
formándose equipos
de fútbol de niños y
jóvenes, que tenía como
escenario los campos del
Hogar Zacarías Guerra,
al sureste del Centro
Comercial Managua y de
la Colonia.
El baloncesto, no
solo recreativo, sino a
escala nacional, en la
famosa “Cancha de los
Marañones”, donde incluso surgieron destacados jugadores,
colonos de la Centroamérica y del célebre equipo COLCA de
primera división, que competía en ligas con equipos como
CAMINOS, la UCA, el NEXBA, entre otros, en la Cancha que
fue construida por iniciativa del Club de Leones.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Ruth Kelly, vecina de los Marañones cuenta: “lo horrible


fue que cómo teníamos ese parque, ese espacio que no era
parque, salían unos corales “que no es jugando” y salían por
parejas y uno en la sala de su casa, salía disparado pegando
el grito, entraban dos culebrotas ahí. Después, la primera
cancha donde se realizaban los juegos fue puesta por el “Club
de Leones”, don Ramón Mora era miembro del club. El parque
era bien lindo, le abrían a uno las puertas y podías entrar a los
juegos en la cancha, cerrada con madera, no como ahora que
es un desastre, era muy lindo en ese tiempo el parque, cuando
comenzaron a trabajarlo lo hicieron bello con la casa y todo
cuento”.

Francisco Matus, miembro de ese equipo comenta que


después del terremoto de 1972, la cancha de los “Marañones”
no estaba forrada a su alrededor con las tablas de madera
y hojas de zinc qué le caracterizaron, fue con la llegada de
Don Ernesto Ruiz a la Centroamérica quién pidió colaboración
a la municipalidad de Managua, para cerrar la cancha en su
totalidad con dichos materiales.

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Colonia Centro América

Para efectuar en ella los juegos, tanto de Segunda División


como de Primera División, masculino y femenino. La cancha
era totalmente de baldosas de cemento con sus tableros
de madera pintados en blanco y aros de color rojo con sus
canastas de nylon. Contaba con 6 Torres de iluminación y a su
alrededor estaba forrada de tablillas de color blanco, para que
los aficionados no ingresaran al área de juego.
Al costado suroeste se encontraban los vestidores y baños
y al sur las oficinas de la Federación, donde se realizaban las
inscripciones de los equipos y las entregas de las escuelas de
todos los jugadores. En el mismo lado se encontraba única
entrada a la cancha.

Los partidos deportivos, se realizaban desde las 5 de la tarde


hasta las 10 de la noche, iniciando con la liga femenina de
baloncesto, luego la liga de Segunda División y después de
las 8 de la noche, comenzaban los juegos entre los equipos de
Primera División masculina. Continúa Matus recordando, “que
entre los Equipos de Primera división estaban “Caminos”, la
“UCA”, el “Fénix de Masaya” y el representativo de la Embajada
de Estados Unidos. Inicialmente no teníamos al equipo COLCA,
éste fue formado entre los años de 1974 o 1975. La primera

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Ricardo D. Avilés Salmerón

vez que yo jugué en la cancha de los marañones fue en el año


de 1977, en el primer equipo que formamos varios de los que
vivíamos por el grupo “A,” incluido tu primo Luis Núñez y el
primer entrenador que tuvimos fue el Profesor Tellería, al cual le
decían el “renco Tellería”. Posteriormente, nuestro Entrenador
fue, (QEPD), el profesor César Núñez Salmerón, quien de
paso nos sacaba el aire con sus benditos entrenamientos de 5
vueltas a la Colonia Centroamérica.

El “Equipo soñado” de la Colonia Centroamérica...combinado con


jugadores del famoso equipo Fenix de Masaya; se aprecian de la CA
Eugenio Ruiz, flaco Luis Fonseca, el “Nono” Cesar Nuñez (qepd),
Allan Moncada (qepd), la “Mosquita” Serrano, El “Chele Horse”
(Javier Lacayo foto), el “Picudo” Armando Martinez...dirige la “Zorrita”
Balladares....Hacen falta dos grandes jugadores de la CA en este
equipo, “El Culón” la Pulga Lopez y el “Mudo” Vanegas.

Concluye mi vecino Beto Garabato, diciendo que “el primer


equipo al que yo me refiero le pusimos San Luis, donde
inició Luis Núñez, Jorge Cedeño, Ramiro y Eddy Galo, Juan
Navarro y Filadelfo Serrano”. “Te recuerdo que la cancha de los
marañones fue utilizada durante muchos años como “Centro
del Baloncesto Nacional”, fue la construcción del Polideportivo

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Colonia Centro América

España entre los años 1977 y 1978 la que marcó el traslado


del baloncesto al Polideportivo.” Yo jugué en el equipo COLCA
en Primera División 4 temporadas. Anteriormente anduve de
“mata mamá” en el equipo Dax La Salle dirigido por Fefo”.
Recuerdo a “Beto Matus” en esos juegos, destacándose en
tiros de 3 puntos por su baja estatura. Este lugar también era el
predilecto de muchos consumidores de marihuana.
Otra destacada actividad deportiva de aquellos años, fue la
“Escuela de Karate” del maestro Walter Navas, desde el patio
de su casa de habitación, donde acudían numerosos vecinos a
aprender esas artes marciales.

Es también digno de mencionar el Autocinema Gando, no


sólo como un Cine en el sector, sino las subidas al tanque de
agua vecino para ver las películas sin pagar, pero sobre todo
las visitas familiares al mismo, en sus automóviles, con sillas
plegables, refrigerios y sobre todo al aire libre.
Igualmente destacamos las opciones recreativas cercanas,
que no escaparon a la dinámica política del momento, tal es
el caso del Centro Comercial Camino de Oriente, llamado la

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Ricardo D. Avilés Salmerón

“ciudad plástica” por el


origen de clase de los
asiduos visitantes, con
dos discotecas más
relevantes, “Lobo Jack” y
el “Infinito”. Pero también
la Frisco Disco, el
Tomboy, el Bolerama, la
Crema Batida, el Pops, el
Topkapi, el Gallinón, Mc
Donlad´s, los Cinemas 1
y 2, entre otros.
Hasta los años 80
las giras a la laguna de
Tiscapa a nadar, eran
célebres en toda Managua, la cercanía del centro recreativo “La
Piñata”, del cual nos regresábamos a pie por toda la carretera
a Masaya, hasta que los famosos jeeps de “Prevención”
aparecieron en escena. Recuerdo en una esquina a un grupo
de amigos que platicábamos amenamente con un oficial del
ejército que trabajaba en esas labores, mi primo Néstor Nuñez
caído en combate, justo en el momento que un jeep de esos lo
llegaba a buscar, quedó hablando solo, los chicos de la Colonia
nos esfumamos en el acto.

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Colonia Centro América

Un importante lugar ocupan las fiestas patronales de


Managua, del 1 al 10 de agosto, dos días en que el ambiente
de la colonia se llena de marimbas y cohetes. El Santo Patrono,
que baja y sube por el sector de la Morita, genera la ocasión
para las reuniones familiares, que en sus inicios, se iban con
mesas y tragos a ver pasar al Santo en ese sector. Recuerdo el
cauce como vía de acceso a la Capital, luego la calle principal
de Altamira y hoy, la rotonda sustituyó su tradicional paso por
la Morita.
Ruth Kelly destaca con precisión que “La pasada del santo
era maravillosa, ahí se llegaba a instalar un poco de gente,
nosotros éramos las últimas casas, no estaban esos caseríos
que hay ahora y a la derecha, uno contemplaba la Casa
Hacienda, con los hípicos, porque ahí, había todo, cervezas,
marimbas. La Morita era la Morita, para este lado eran todavía
las tierras de la viuda de Román y Reyes, había una gran pila
donde ponían el zacate para las reses y habían unos pozos,
enormes, a nosotros nos costó taparlos antes que se fuera un
chavalo, tuvimos que llenarlos con camionadas de tierra para
cerrarlos, cerca de un enorme palo de mamón. La pasada del

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Ricardo D. Avilés Salmerón

santo era un momento bellísimo, porque ahí la gente llegaba a


descansar un rato, ponía los caballos ahí, la carreta y todo, muy
lindo. En realidad se miraba más fervor, la gente iba en realidad
de una manera diferente a la de ahora, no iban llenando a nadie
de negro ni todo ese cuento, había mucho más respeto”.
Hoy día la Colonia Centroamérica se ha convertido en una
zona comercial y de lugares de actividad nocturna, que han
generado una serie de incomodidades a los vecinos, una calle
principal de mucho tráfico, muchas casas y cuartos alquilados,
toda una zona de comercio, céntrica, como lo habían vaticinado
desde antaño.

-41-
Colonia Centro América

La Colonia Centroamérica,
Escenario de Hechos Relevantes.
Su Participación En La Lucha
Insurreccional Antisomocista.-

La Centroamérica en la dinámica del inicio de la lucha anti


somocista, fue escenario de hechos destacados, donde los
vecinos fueron testigos de estos episodios, fundamentalmente
en la calle principal.
En el año 2013, en la ya cotidiana vigilia del 18 de julio, el
grupo de los otrora jóvenes, recuerdan entre risas y reflexiones
muchos detalles de su participación en la lucha y sobre todo
recordando a sus dos compañeros caídos, “William Orozco” de
apenas 14 años que cayó por la mañana y Osman Chamorro,
caído por la noche, de aquel 9 de junio de 1979, día que empezó
de lleno la insurrección anti somocista en la Colonia.
Francisco Bautista recuerda que tenía 6 años de edad,
cuando antes del terremoto, en el sector del parqueo del grupo
“G” cae presa Doris Tijerino Haslam. Dice que recuerda que
una vecina trabajaba con Fernando Agüero Rocha y en una
marcha organizada por ese personaje, terminó justamente en
ese sector de la Centroamérica, alrededor de 50 carros de su
caravana se estacionaron en el parqueo con mucha gente de
todos los lugares acompañándolo. La gran cantidad de gente
se aglutinó en el parqueo y en la calle, eso fue un año antes
de 1967. También recuerda que en 1967, los disparos del 22
enero fueron escuchados muy claramente en aquella zona en
alto, sin obstáculo alguno, junto con aquel ambiente tenso y
angustioso por las informaciones vertidas en aquel momento.
A los casi 5 años de edad es difícil retener recuerdos en
nuestra memoria, a menos que sean hechos relevantes, como
la aglomeración de vecinos en la calle principal aquel diciembre

-42-
Ricardo D. Avilés Salmerón

de 1974 con la operación sandinista del 27 de diciembre de


1974, en el marco del final de la etapa de “acumulación de
fuerzas en silencio”, los habitantes de la Centroamérica fuimos
testigos del paso del autobús que llevaba al Aeropuerto al
Comando del FSLN “Juan José Quezada”, que se había
tomado la Casa del Funcionario somocista José María Castillo
Quant, hecho conocido como “la toma de la casa de Chema
Castillo”, el primer gran golpe a la dictadura somocista. Dicha
casa quedaba en la actual zona “Zona Hipo” en los Robles, de
la Plaza de las Victorias en carretera Masaya hacia el oeste.
Por eso, la vía hacia el Aeropuerto incluyó a la Centroamérica.
La cercanía al Hospital Oriental de aquellos años, hoy Roberto
Calderón (antes Manolo Morales) marca a la Colonia en 1978,
con los acontecimientos del 10 de enero, ya que el cuerpo sin
vida del Mártir de las Libertades Públicas y hoy también Héroe
Nacional, Dr. Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, fue llevado
a aquel Hospital para practicarle la autopsia. Eso generó en el
vecindario un ambiente de agitación, zozobra e incertidumbre,
ya que muchos vecinos se trasladaron a esa multitudinaria
marcha fúnebre, cuando la gente le perdió el miedo a la guardia
nacional, indignados por el crimen.
Rolando Cruz cuenta que “Juan José”, que era el seudónimo
de Francisco Bautista, los llevó a las protestas de carretera
norte cuando la muerte de Pedro Joaquín Chamorro, el más
pequeño del grupo era Plinio Suárez, en ese entonces de 16
años, se les perdió en el alboroto. Por andarlo buscando, casi
les cuesta la vida; al final lo encontraron, estaba escondido
debajo de unas cajas en la Coca Cola. Entre bromas alguien
de ellos afirmó que “le estaba repartiendo la Bolsa de Noticias
a los guardias de los BECATS”.
No se puede olvidar que la Colonia Centroamérica también
fue el escenario de la captura del Comandante Tomás Borge
Martínez, quien se encontraba en una “casa de seguridad”
frente a “Los Marañones” y al efectuar su retirada de esa casa,
fue detenido en las cercanías de Camino de Oriente, gritando

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Colonia Centro América

a todo pulmón, ¡Soy Tomás Borge! El periodista Silvio Mora,


fue quien encaró al propio Anastasio Somoza Debayle en
una Conferencia de Prensa, demandando la integridad física
del detenido Tomas Borge. En ese episodio se da la caída
de la compañera “Mildred Abaunza” por parte de la guardia
somocista.
Nuevamente en la calle principal, se reunieron los vecinos
de la Colonia, pero está vez en mayor número y con más
efervescencia, durante el paso del llamado “Grupo de los 12”,
quienes iban del Aeropuerto hacia la Ciudad de Masaya en
1978. Fue inmensa la cantidad de gente que acompañó esa
marcha y en el vehículo donde iban se pudo ver una estatuilla
del General Augusto C. Sandino, fue la primera vez que vi así
a Sandino. Al terminar la marcha y al empezar a retirarse la
población participante, pasaron 3 de los llamados “BECATS
de la GN” (Batallones Especiales Contra Actos Terroristas) y
alguien gritó ¡Guardia, únete!, en ese momento, los que iban
en la parte trasera del último de los vehículos solo sonrieron;
hoy día creo que eso fue precaución de los guardias ante la
inmensa cantidad de gente o simplemente, un milagro, que no
respondieran con la acostumbrada represión.
A partir de 1978, se inician las acciones revolucionarias
fundamentalmente de aquella “chavalada”, que a diferencia
de los barrios Orientales, como la Nicarao o la 14 de
septiembre, entre otros, la Colonia Centroamérica era territorio
eminentemente de la Guardia Nacional. En la segunda entrada
de la carretera a Masaya, frente a los predios de Radio Mi
Preferida, existía una caseta que era la sede de la Décima
Estación de la Guardia Nacional, que hacía las veces de
Policía, y donde Ricardo González afirma que en cierta ocasión
al ser herido en la cabeza Mojica lo lleva a curarse bañado
en sangre, cerca, a escasos 50 metros de dicha estación de
policía, “donde estaba el Macho Negro” afirma el Cachudo.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Desde el 4 de junio de 1979 en los Colegios, dieron la


orientación de ir a los barrios a integrarse a la insurrección.
Cruz cuenta que Toño loco y combatientes de fuera de la
Colonia, atacaron la “Décima Estación de Policía Somocista,
le encargaron al Zorrón, Ramiro Cruz, quemar la caseta de
madera, para que la guardia no regresara, lanzó una bomba
molotov, pero no se logra incendiar. Quien lo logra es Carlos
Arteaga que la quema con gasolina.
Había un grupo dedicado hacer las quemas. Uno de ellos
fue la el incendio de la terminal de buses de la ruta 11, que
quedaba en la colonia Máximo Jerez; otro fue en el Frigo disco,

-45-
Colonia Centro América

propiedad de Roger Meneses Cantarero, hermano de Edmundo


Meneses Cantarero, entonces Jefe de la Policía de Managua.
La vivienda del hermano de Álvaro Ocón también fue quemada,
protestando por la caída de William dos días antes, y que hoy
día valoran que no se hizo nada para ayudarlo.
En la segunda entrada en su puesto de vigilancia fueron
atacados por la guardia somocista, desde los predios de
Radio “Mi Preferida”, donde llegaron con metralleta y tanqueta,
empezaron a disparar en dirección donde pretendíamos
construir una trinchera de piedras cantera de la misma caseta
para usarla como retén, armados con pistolitas y bombas de
contacto, frente a las armas pesadas de la G.N.
Además, los predios del Centro Comercial Managua, fueron
utilizados por el régimen somocista, como campo de aterrizaje
de helicópteros de la GN. La Colonia Centroamérica no fue
bombardeada, pero de aquí salían las naves para bombardear
en los barrios vecinos. En este territorio controlado por las
fuerzas represivas de la guardia nacional, sus jóvenes se
levantaron en armas durante la insurrección final.
Relatan que como jóvenes de esa época, la noticia del
asesinato del Dr. Pedro Joaquín Chamorro, impactó, la
mayor parte de la población se concentraron en el actual
callejón “Danilo Aguirre Aragón”, en la casa de la esquina,
de la familia Berrios, donde llegaban dos estudiantes de la
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) Uno de
ellos donde Mario Álvarez y (Almar) Valdez y estos hablaban
de Dios, entonces nosotros siempre estábamos pendiente y
simpatizando siempre. Así seguimos toda la secuencia de los
hechos hasta su final.
Recordamos que los jóvenes que se reunían, en su mayoría
eran estudiantes universitarios, vinculados activamente con el
movimiento estudiantil, con el Frente Estudiantil Revolucionario
(FER). En ese momento, no existía una organización como sector,
como Centroamérica y no se respondía a ninguna estructura, pero
sí individualmente, ya tenían vínculos algunos de ellos.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Destacan que para 1974, con la Toma de la Casa de Chema


Castillo, la mayoría estaban muy jóvenes, es hasta que entran
a la Universidad, se vinculan al FSLN, donde se convirtieron
en cuadros para la lucha armada. Algunos estudiantes
universitarios, salían hacia la montaña y otros estudiantes, en
muchos de los casos, pobladores de la Colonia Centroamérica,
se dedicaban a organizar en su sector.
La organización era bien compartimentada, no se daban
cuenta de las actividades de los otros compañeros, solo se
juntaban para realizar los operativos. Las primeras células del
Frente Sandinista de la Colonia estaban encabezadas por Oscar
Mojica, Enrique Aquino, Carlos Delgado, Ricardo González,
Carlos Vallecillo y Francisco Alvarado. Se efectuaban reuniones
y un sinnúmero de operativos, desde la Propaganda Armada
con recuperación de todo tipo de armamento. Sin embargo los
grupos estaban articuladas entre sí, lo que no sabían, en qué
célula estaba cada quien, nadie sabía quién era la célula de
quién, ese era el grado de compartimentación.
Los responsables de cada célula, no sabían que Joaquín
Cuadra era el vínculo directo con la Organización dentro de la
Colonia, nunca lo supieron y quien junto al compañero Carlos
Núñez Téllez, eran miembros del Estado Mayor del Frente
Interno durante la insurrección final en Managua. Se afirma que
el Comandante Carlos Núñez Téllez, previo a permanecer en
los barrios orientales, estuvo en una “casa de seguridad” en la
Colonia Centroamérica.
El 9 de junio de 1979, se inicia la insurrección en la Colonia
Centroamérica en combinación con otros barrios orientales
de Managua y de San Judas. Francisco Bautista comenta
que “el 9 de junio nos dejaron, sin armas; teníamos 2 años
de estar recogiendo armas haciendo operativos y después
nos la quitaron todas, dejándonos sólo las armas ligeras,
por el cambio de planes ya comentado. Sin armas, porque
el Frente iba a hacer en otro lado la insurrección y nosotros
quedamos en un punto en que no iba a ser estratégico la

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Colonia Centro América

insurrección. Esto debido a que la tendencia GPP era la que


incidía en nosotros, las pintas en la Colonia eran las típicas de
esta tendencia “En la montaña enterraremos el corazón del
enemigo” “Ya Viene Modesto”, etc. Por eso las armas que
recuperábamos iban de salida para la montaña, una de esas
recuperaciones por ejemplo, el fusil garand recuperado en el
Consulado de Costa Rica del grupo”A”, que fue recuperado en
una motocicleta. Además se dió la orientación de buscar gente
de buen físico para ser trasladados a la montaña; el único que
se fue es el compañero Danilo Abelardo Cuadra Aguilar, nieto
de don José Cuadra Vega, se movilizó para los entrenamientos
en la brigada “Pablo Úbeda”, que era la columna vertebral de
la GPP, hubieron otros a los que les dijeron que estaba muy
chavalos. También, el dinero que se recogía era para los
uniformes y las armas, de mayor capacidad eran entregadas
para la lucha guerrillera de la montaña, pero en una primera
etapa. Ya a finales de 1978 e inicios de 1979, en la etapa pre
insurreccional es la tendencia insurreccional o tercerista la
que toma el mando. En la práctica, ya en la insurrección de
septiembre de 1978, en la Centroamérica hubo un intento de
toma de la Colonia, después nos tuvimos que esconder”.
Con el asesinato del Dr. Pedro Joaquín Chamorro Cardenal,
la gente se convulsionó pues, organizaron una movilización
interna en la Colonia Centroamérica, encabezada por el Dr.
Danilo Aguirre Solís y su esposa Alba Aragón, siendo golpeados
por la guardia somocista. Es en 1978 que ya se va formando
una estructura organizativa en la Colonia con la llegada del
compañero Néstor Moncada.
La Centroamérica tuvo un mando superior del Frente
Sandinista encabezado por Óscar Mojica y por Carlos
Vallecillo, uno de los combatientes cuenta que aún no estaban
desarrollados políticamente. Una vez en reunión, Vallecillo
que era muy estudioso, preguntó si se entendía lo que era la
aplicación del centralismo democrático, pero lo cierto es que
nosotros, dice, éramos operativos, ni siquiera sabíamos la

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Ricardo D. Avilés Salmerón

identidad de todos. Entre nosotros estaba Ronald, el hermano


de Julián Roque Cuadra y Carlos Vallecillo que hacía hasta de
consejero pasional.
Los muchachos de entonces comentan que la Colonia Máximo
Jerez, fue parte de la primera resistencia, la cual estaba del
cauce hacia Oriente, abarcando incluso a la Centroamérica.
Pero hubo un cambio, hay quienes comentan que fue producto
de la masacre de Xiloá, donde capturaron los planes del Frente
Interno. Pero lo cierto es que ellos consideran que quedaron
aislados.
Los combatientes de la Centroamérica, a esas alturas de sus
vidas consideran que “fuimos parte de la resistencia urbana,
catalizadores en Managua de la resistencia urbana. Fuimos a
diferencia de los barrios orientales, que resistieron bombardeos,
los que en territorio eminentemente de la guardia y esto tal vez
se tome como justificación, porque en la Centroamérica no se
alzó un fuerte frente de guerra. Jugamos un papel importante,
aquí no estuvieron las mejores estrategias que se planificaron –
por lo ya dicho- porque se creía que nosotros podíamos ser más
y no lo fuimos, porque cambiaron los planes. En los escenarios
de guerra siempre juega un papel importante la “resistencia”,
eso es lo que fuimos nosotros, resistencia. Mientras nosotros
resistíamos iba “El Repliegue”, en ese momento, nosotros
tirábamos bombas y obligamos a la guardia a resguardar esta
zona. No hubo operación limpieza, no mataron a nadie, nos
escondimos estratégicamente”.
Teníamos una férrea disciplina, íbamos a hacer ejercicio
todos los días, aunque en medio de risas le dice uno al otro “vos
nunca ibas porque tenía un uñero que nunca se te quitaba”.
Sin embargo, los relatos destacan los famosos “operativos”
que hacían, recordados en medio de risas. Por ejemplo, lo que
llaman el trueque. El operativo contra Gustavo Vega, consistía
en caerle a su casa y recuperar una pistola. Al día siguiente
me llama molesto uno de ellos, que había un problema de ser
detectado y que entonces se requería cambiar la pistola por

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Colonia Centro América

un fusil. Al día siguiente van y se meten a la casa a hacer el


cambio, dejar la pistola y llevarse un fusil 30-30 y un bolsón de
tiros, pero al final “para remate nos llevamos la pistola”.
Otro día, buscan como recuperar armas en un carro, de casa
en casa y las cosas salieron mal. Cuenta uno de ellos que “en
una ocasión con el cachudo y el negro Tito van a recuperar
armas en una pulpería de Linda Vista, entramos como que
íbamos a comprar una gaseosa. El cachudo recluye a toda la
gente que estaba ahí y me dice que me quede en la venta
y yo me quedo a despachar, a mucha gente despaché en la
venta, cuando me dicen que no hay nada de armas. Entro a la
casa y me encuentro un motete de gorras nuevecitas y me dije
“aunque sea esto nos llevamos”. El pretexto fue que las gorras
“sirven de camuflaje”. Saliendo de ahí, se nos ocurre dirigirnos
a la famosa Casa Portobanco, donde hacían zapatos, nos
empezamos a medir zapatos y comienza hablar para distraer
a la gente esperando que se fueran unos clientes. Entonces
la señora preguntó qué zapatos nos íbamos a llevar, sacan
las armas y dicen “todos”. Entramos a la bodega y sacamos 3
sacos incluyendo botas y zapatos de tacones. Llegamos al día
siguiente a la reunión prevista y nos preguntan que cómo nos
fue en el operativo de las armas; y en vez de entregar armas
entregamos gorras y zapatos, con la gran explicación que se
podían rifar para ayudar a la gente clandestina. Nos empezaron
a reprender, diciendo que quien puta no ha dicho que una mujer
clandestina usa zapatos de tacones. “Lo que son es una banda
de delincuentes” y como sanción nos mandaron a dejar esos
zapatos, pero nosotros comenzamos a regalarlos”.
Dichos operativos de recuperación de armas representaron
más de una vez, un buen susto a humildes vigilantes de lugares
como La Salle, restaurantes, farmacias entre otros. ¿Dónde
están las armas? Le preguntaron en un baño al vigilante del
Instituto Pedagógico, “allá están en una bodeguita le responde”
se meten en un local y dentro de una caja de cartón de galletas
Pozuelo meten la mano y encuentran muchos papeles y una
“pistolita ratonera una 22”. Relatan que: “de repente saco una

-50-
Ricardo D. Avilés Salmerón

pistola enorme, la que después le decíamos la antiaérea, una 38


larga y salimos corriendo, desde el pedagógico hasta la UNAN-
Managua. Con las armas recuperadas vamos a recuperar un
carro para ir a un lugar dónde había una escopeta. “El Chori”
( Erick Aguirre A.), va a recuperar el carro por el auditorio y
encuentra a alguien de un carro Toyota azul, que vestía en
camiseta. Resulta que era un karateca que forcejea con el chori
para no ser asaltado, dándole buenos golpes. Al final se deja
y no llevamos el carro a hacer el operativo. Después, a ese
dueño le dejamos el carro a dos cuadras de su casa, por el
entonces Cine Altamira”.
Otro día, se van a hacer otro “operativo” con Carlos Morales,
caído posteriormente y con Julio González quien fue jefe de
seguridad personal, un compañero fogueado. ”Nos da una
pistola con 3 tiros y salimos a caminar, de la Vicky llegamos
a Camino de Oriente y luego de regreso al Supermercado la
Centroamérica. Seguimos sin poder recuperar un carro hasta
que lo hicimos con un microbús azul, de la famosa panadería
“Tulita García” que quedaba frente a Lozelsa en Altamira.
Habían muchos reales y atrás estaba lleno de pan. Hecho el
operativo, dejamos el microbús por dónde hoy es el “Autolote
El Chele” vacío, salimos con bolsas de pan y de picos para
disimular ser vendedores ambulantes y claro, íbamos comiendo
pan los expertos para que no nos descubran”.
Recuerdan que en un día, se hacían por lo menos dos o tres
operativos, donde les disparaban pudiendo haber perdido la
vida en esas acciones “tragicómicas” y uno de ellos afirma “la
verdad es que estamos vivos de suerte”.
A la par de las acciones de los jóvenes, los adultos mayores y
chavalos, participábamos en la “sonada de las cazuelas” como
forma de protesta apagando además las luces de las casas.
En más de una ocasión los tenebrosos BECAT “(Batallones
Especiales Contra Actos Terroristas”), pasaban lentamente
observando al vecindario de forma amenazante, al punto que
doña Merceditas viuda de Peña fue una víctima de la genocida

-51-
Colonia Centro América

guardia nacional, la cual entró en su casa y paila en mano la


señora cayó asesinada en su propio hogar.
Otro aspecto clave de la lucha que los combatientes
históricos de la Colonia Centroamérica recordaron en medio
de reflexiones y algarabía, es lo relacionado a la elaboración
de las bombas de contacto. Cuentan de forma conjunta que
tenían dos maestros en ese arte, José Enrique Aquino y Erick
Aguirre Aragón “el Chori”. En la Centroamérica nadie quería
hacerlas por temor a las consecuencias en su integridad física,
a uno de ellos lo mandaron a Jinotepe a aprender a elaborar
la primer bomba de contacto. Las primeras las trajeron Frank
Alvarado con Topete, Barry White y con Mojica para explicar
cómo funcionaba y cómo usarlas.
Otro mecanismo era usarlas como bombas de mecate, las
ponían con espirales para ahuyentar zancudos, o plagatox,
las dejaban y se retiraban del lugar dejando unas volantes,
como parte de la “Propaganda Armada”, minutos después la
bomba estallaba. También, desde los patios de las casas eran
lanzadas con monitoreo para no herir a nadie. Discutieron la
“receta” para elaborar una bomba de contacto.
La primera nadie la quería lanzar, esa la hicieron explotar
en el parqueo central, lanzada desde un taller cercano. Eso
fue después de los sucesos del asesinato del Dr. Chamorro
Cardenal, posterior a la insurrección del Barrio Monimbó
en Masaya. Entre bromas comentan: “El cómo aprendimos
a hacerla, teníamos contradicción, sobre todo a la hora de
envolverla, a uno le decían que parecía envuelta como un
nacatamal, como los que hacía en su casa, cuando la forma
correcta era dejarlas como pelotas de Smith, con una superficie
pequeña para que puedan estallar”.
Cuentan que elaboraban hasta 100 bombas de contacto,
los ingredientes eran proporcionados en la farmacia Managua
del Centro Comercial, de don Gilberto Lacayo, incluso uno de
ellos hizo la broma que en una ocasión, por desconocimiento o
novatada, llegó a dicha farmacia de forma natural “hay clorato,

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Ricardo D. Avilés Salmerón

aluminio y azufre”, respondiéndole el dueño “Cállate muchacho,


que querés que nos maten”. Luego esas bombas las llevaban
a la UNAN-Managua, donde Miguel Bonilla que todavía estaba
vivo.
En medio de toda esa situación, en el grupo “A” vimos muy
de cerca el accionar de la guardia nacional, el día que todo
un operativo, se llevó detenido al vecino Alberto Matamoros,
por ser radio aficionado, tenía una enorme antena, -de la cual
después del triunfo se colocó una enorme bandera rojinegra,
como todo un punto de referencia-, acusado de comunicaciones
subversivas contra la autoridad. Fue golpeado y las vecinas,
mayores de edad, maltratadas verbalmente, sentadas en una
banca con la mitad de capacidad en aquella mañana, todas
alcanzaron, fueron robadas algunas pertenencias, vecinos
golpeados, entre otros abusos. Recuerdo a mis Padres y yo
de 9 años, tirados detrás de las ventanas cubiertas con piedra
cantera, con el azote de una puerta, no pasó nada. El episodio
habría sido trágico, porque mi hermano Eduardo, estaba en la
cocina, pistola en mano, esperando lo peor.
Recuerdan algunos seudónimos, tales como Leonardo,
Tomás, Chevo, Pedro, Paco, Juan, Bayardo, Lenín, Xenón,
Anacleto, Antenor, Osman Chamorro era Chu y Santos el
de William Orozco. En una ocasión, comentan un episodio
apropósito de los seudónimos: “Todos les teníamos miedo al
callejón de Peña, porque era encerrado, hasta la guardia le
daba miedo. Un día andamos pegando propaganda y a uno se
le cae la pistola y le dicen a Carlos Vallecillo “Tomás, Tomás,
se te cayó la pistola”. Al día siguiente la gente decía que ayer
anduvo Tomás Borge por aquí”.
Ricardo González con su conocido y característico apodo
cuenta entre risas “con mi hermano andábamos haciendo
una pinta en pleno estado de sitio, yo era una gacela, flaco y
rápido. Estaba encajado en un poste poniendo la manta en el
callejón de los Bautista, de repente aparece la guardia y me
pegan el grito ¡Cachudo la guardia!, en vez de llamarme por mi

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Colonia Centro América

seudónimo,”Pedro”. Salimos volados por el cauce y le reclamó,


¿qué querés, que sepa todo mundo en qué ando metido?”
Manchar paredes era otra de las tareas. En el grupo “A”
recuerdo que uno de los hijos de la casa esquinera decide ser
él quien va a pintar la pared de su casa, el dueño, les había
encargado a los chavalos cuidar su pared. La pinta fue ¡Viva
el FSLN! Y una firma: FIDEL, el hijo de casa. Un elemento de
riesgo era andar manchado de pintura las manos. Haciendo
una pinta de la imagen de Sandino, le mancharon la mano a
uno de ellos, entre miedo y hoy risas siempre han recordado
que no hallaban qué hacer para que la guardia no los viera,
porque también rodillas o codos chimados era la sentencia a
muerte como joven.
Resulta que en otra ocasión andaban 3 muchachos
manchando paredes, uno de ellos se queda más arriba en la
curva, el otro se sube al muro y el tercero vigilando. Había un
silencio profundo, entonces un guardia que se venía acercando
como a las 8 de la noche, pisa una tapa de gaseosa y se oye
la bulla. El vigilante solo logró ver el cañón del fusil garand y
dio la alarma ¡la guardia!, salieron en carrera por el camino de
Santo Domingo y le reprochan, que no había ningún guardia,
que le dio miedo. Regresaron a continuar manchando toda la
Colonia Centroamérica, según ellos, hasta que amaneciera,
pero ahí estaba la guardia. El reprochado centinela se enoja
cuando, cerca de la esquina del Ceibo, por el tanque de
repente nos agachamos y agachados también los guardias se
gritan mutuamente ¡allá están!, corriendo nuevamente les grita
a ambos ¡Ahora sí me creen hijos de p…!
Ese 8 de junio de 1979, desde que se miraba la presencia del
responsable Ronald Minor Granera (Petrovsky) se sabía que
había acción movilizativa. Los chavalos de distintos sectores
procedían a prepararse, desde la zona de Santo Domingo en
carretera a Masaya y desde donde hoy está ferretería Jenny,
comenzaron activarse. Francisco Bautista explica: “Nosotros
éramos parte de ese Comité, ”Jonathan González” del Frente

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Interno “Julio Buitrago Urroz” , que las tres tendencias tenían


sus propios frentes internos, a pesar de la unidad de marzo
de 1979, los frentes siguieron manejando sus estructuras
separadas. Ramón Cabrales –Edmundo- y Harry Chávez eran
parte de ese comité regional, que cubría Managua y Carazo. El
de los terceristas tenía una estructura organizativa separada,
nosotros seguimos manejando una relación de independencia,
a pesar de la unidad, nunca se unieron hasta la etapa
insurreccional en la acción. Pero en la Colonia Centroamérica,
sólo había una de las tendencias, por eso no había que unirse
con nadie, las acciones fueron juntas, el mando era ya natural,
la GPP tenía base social más arraigada, desde 1977”.
Desde ese año, se reunían en la casa de mi familia,
con mi padre Miguel A. Avilés para la preparación política,
hablaban y leían de materialismo dialéctico e histórico, era
un grupo pequeño, hacían sus anotaciones en una libreta,
se les facilitaban folletos traídos de la Universidad para ser
estudiados. En la misma UNAN se les hablaba de Historia de
Nicaragua, con un contacto que los recibía los días sábado a
cargo de Guillermo Avendaño, Miguel Bonilla y Orlando Núñez.
También Erick Blandón quién organizó los comités juveniles de
la Centroamérica.
Bautista Lara también destaca: ”cuando se da la última visita
de Luis Alfonso Velásquez a la UNAN, su salida fue apoyada
por el entonces docente Dr. Virgilio Godoy, quien además, como
viejo luchador antisomocista ayudó a organizar las primeras
células del Frente Sandinista en la Colonia Centroamérica,
para nosotros era una figura respetable”.
Nuestra preparación militar era muy básica y no todos la
teníamos. Por ejemplo, en una escuadra, podían manejar
pistolas, sabían posiciones de tiro, disparar desde un rifle 22
hasta un fusil garand, una húngara fusil, una carabina y una
Uzi. Pero para enfrentar directamente a la guardia no, ya que
apenas teníamos entre 14 y 17 años, sin experiencia. Francisco
Bautista destaca: “es que en el grupo de la Centroamérica, eran

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Colonia Centro América

pocos con esa preparación básica, entre 25 y 30 compañeros,


pero se sumaron más de 60 y después más. Todo el que
se quiso sumar se sumó a cómo pudo, pero sin esa misma
preparación básica.
La reunión de organización de las acciones de insurrección del
9 de junio fue en casa de don William Orozco, quien sabía que su
hijo de 14 años estaba organizado en la lucha. Como militante
del partido marxista no dudó en dar dicho respaldo. Bautista
señala: “Héctor Antonio Hidalgo, “Toño loco” y “Picapiedra” jefe
de la célula de William, participó en esa reunión”. Picapiedra
cuenta: “En la organización estuvo don Arnoldo de la imprenta,
Alberto Salinas, Donald hijo de doña Angelita. A ellos les pedí
conseguir una casa. Nos reunimos el 8 de junio, planificamos
todo. Esa madrugada del 9 como a las 4:30 de la mañana nos
reunimos por el sector posterior a la Iglesia, hasta las cercanías
del callejón de los Guillén. A ese tramo llegamos todas las
estructuras, que iniciamos el operativo de recuperación de
armas, las armas que pudiéramos encontrar en las casas que
teníamos identificadas. Dichas armas servirían para hostigar
las principales vías de la Centroamérica y apoyar el estallido de
la insurrección en Managua. Ya eran acciones más beligerantes
que la simple propaganda armada.
“Salimos hacia el sector del parqueo central y subimos
hasta casi la segunda entrada, fuimos recuperando armas de
callejón en callejón. Se le encomendó a William que quedara
de posta en el callejón de Marín con otro compañero, para
avisar cuando la guarida entrara desde la entrada principal.
Después de dar la señal tenían que ir a mi casa en el grupo
“J”. La guardia efectivamente entró por ahí, ellos lanzaron dos
bombas de contacto y corrieron, pero William entró al callejón
de los Aguirre en vez de entrar al nuestro, no encontró ni una
sola puerta abierta. A él lo matan frente donde los gordos, los
Fonseca, antes de las 6 de la mañana.”
“Recuerdo que cuando íbamos saliendo del callejón del
Ceibo, entra un BECAT “(Batallones Especiales Contra Actos

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Terroristas”) que llevaba la comida de la mañana, el que ve a


William. Otro grupo de guardias entra por el sector de la Morita,
en el cual iba uno de ellos sin uniforme, andaba una camiseta
roja bien ajustada con gorro camuflado y pantalón verde olivo.
Cuando vamos por el Triángulo viene otro grupo de guardias
y salimos corriendo, entrando por el sector del callejón de
la negra Celina, por dónde viven los lobitos, es decir, casi
llegando al callejón comienza la balacera, ya la gente que
había recuperado las armas nos había dejado.
“Cuando llegamos al sector donde cayó William, va mucha
gente, entre ellos el mamut. Todos coincidimos por la presión
que había en el sector de los marañones, por el callejón de
los Osuna y los otros vienen por el callejón de los teléfonos.
Llegamos a la esquina del callejón de los Aguirre, -el Pantano-
todavía está William, es ahí donde en vez de seguir de frente se
mete al callejón, una gente abre las puertas y otras no. William
comenzó a brincarse por los muros, recostándose a la pared,
ya que estaba desorientado por la fuerte balacera. El grupo de
William con un pelón, no logra meterse en la casa y siguen en
recto y ahí es donde lo balean. La presión era fuerte, íbamos
disparando mientras corríamos y las ramas de los árboles
nos iban cayendo encima, los zumbidos de los balazos eran
intensos. Yo me meto en la casa de los Aguirre y nos subimos
al techo, él se enreda en un alambre que cubría las plantas al
centro del callejón y cae. Desde arriba de la casa vemos pasar
al guardia vestido de civil, disparando, pasa por el lugar donde
está caído William y se regresa al ver que está en el suelo. Ahí
lo remata a sangre fría”.
Erick Aguirre Aragón cuenta que después “me contó la
Jaquelín, la hermana de los cheles Fonseca, que estaban
enfrente que vieron todo. William estaba herido, caído en el
suelo, con la bomba de contacto en la mano. Cuando llegó el
guardia se la arrebató, quedando la pólvora regada junto con
su sangre”.

-57-
Colonia Centro América

La guardia se llevó el cadáver de William y nunca se supo de


él, engrosando a la enorme lista de los héroes desaparecidos.
Cuentan que el único momento de resistencia frontal lo hace
la rata, Miguel Avilés, con una pistola Browning se paró en la
esquina les hizo varios disparos a los guardias, instantes antes
que cayera William. Los que fueron testigos desde el techo
de las casas, reflexionan que: “con toda la desesperación
estuvimos a punto de tirar unas granadas, pero pensamos en
que íbamos a afectar las casas y estábamos indecisos, al final
desistimos y no las tiramos, porque prácticamente hubiera sido
una acción destructiva”.
Entre la mañana y la noche de ese día, la casa de don
William se llenó de gente, sus vecinos, que en silencio, con
mucho dolor y rabia, velaron a su hijo, sin cuerpo presente.
Manifiestan que prácticamente todo ese día no hubo acción
alguna, todo el día la guardia quedó en la Colonia, comenzó a
patrullar. En ese momento está la insurrección en Managua, los
barrios orientales estaban en pie de lucha, el papel de nosotros
iba a ser de hostigamiento y distracción. La movilización de
los barrios populares era muy superior a la de la Colonia, era
un levantamiento masivo, los combatientes colonos tenían
un apoyo insuficiente, por ende una capacidad de resistencia
insuficiente.
Pero en la noche, volvieron a las calles de la Colonia,
continuaron las recuperaciones de armas en cada casa
detectada previamente y a romper los bombillos de las
luminarias públicas con piedras, a lanzar bombas a tirar todo
tipo de cosas a las calles principales, desde botellas, piedras,
bancas, árboles, vehículos viejos, como una famosa chatarra
del parqueo del grupo ´”A”, hasta el cajón de trabajo del
zapatero. Se recuerda los pañuelos rojinegros que cubrían
la identidad de “llamarada” o “la rata” con sus enormes afros.
En ese duro momento, la Virgen del Perpetuo del Socorro, se
convirtió en la Patrona del grupo “A”, celebrada por años para
esa fecha.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

El otro caído de esa jornada de lucha fue Osman Chamorro


Lee, que tampoco se sabe dónde quedó su cuerpo. Osman
andaba un revólver 347 que lo cambió por una escopeta cuando
todavía estaban por la Iglesia. Cuentan que Plinio Suárez tuvo
en su poder esa arma, sin saber cómo la obtuvo.
Carlos Delgado cuenta: “en la calle principal yo quedé como
posta en el sector de Lozelza, hoy Hospital Managua, ya que
buscábamos cómo tener contacto visual de las dos entradas,
para avisar cuando llegara la guardia a la colonia”.
La Colonia era base social del régimen somocista, nosotros
nunca logramos detectar a los oficiales de la OSN. Erick Aguirre
dice que tres días antes “cuando estalló la huelga general,
fuimos a cerrar el Supermercado del chino Wong, con armas.
En ese momento nos agarraron a balazos, unos hombres
armados, ahí estaba Osman, dejando escondida esa arma por
la casa Patricia Manfut”.
Continua Carlos Delgado Picapiedra: “Petroski (Ronald
Minor) fue el último que vio a Osman, que estaba del lado de
una casa para avisar cuando entrara la guardia, por donde era
la ferretería, del lado del grupo “A” en la calle principal. Todo
estaba oscuro, la guardia entró del lado del súper, otro convoy
vino del lado de La Fuente, del cual lo detecté muy tarde, a
la altura de la entrada al Centro Comercial. Comienzan los
disparos, ellos traían ametralladoras 50, un convoy completo,
creyendo que ellos creen que yo estaba arriba del árbol y le
empiezan a disparar con las 50, todas las ramas me caían
encima, cerca de los raspados Lyda. Me voy muro por muro y
en la esquina todavía me encuentro a Petroski, quien se salía
con la pistola a dispararles a los guardias. La retirada fue hacia
las casas de cada quien los que pudieron hacerlo. Yo llego a
mi casa, limpio y escondo el rifle, junto con las botas y la ropa.
Volví a las cercanías y la balacera continuaba”.

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Colonia Centro América

Ricardo González dice: “en la noche del 9 de Junio de 1979,


antes de la caída de Osman, nos reunimos detrás de la Iglesia,
recuerdo a Erik Aguirre como el último en hablarle cuando
cambiaron de arma, la escopeta 20 de tiro a tiro. La orientación
del Frente Sandinista, de sus estructuras superiores, era que no
teníamos que levantar barricadas, porque no teníamos armas
ni gente. Pero se hizo y Osman, que era muy osado y temerario,
les demostró lo contrario. Lo recuerdo en una ocasión, estando
escondido en la casa de mi tío Gonzalo Araica en los tiempos
del estado de sitio, haciendo una pinta “Para Peña y Blandón
Paredón”. En aquel duro momento, ese 9 de junio hubo quienes
plantearon irse a los barrios orientales, yo considero que como
mínimo habían caído más de 3, ahí no había nada qué hacer,
no había resistencia.
Eduardo Avilés, aporta su testimonio: “lo último que yo
recuerdo es que me dijo Osman que él me seguía, yo solo
andaba con una o dos bombas de contacto. Recuerdo, que
fuimos varios a entregarle los lentes y el salbeque que andaba,
a doña Maybol. Después de eso estábamos sentados en la
acera frente a la casa de don Armando y alguien llegó con un
radio, estaba sonando la canción de Carlos Mejía Godoy “No
se me raje mi compa”, nadie dijo nada, pero hubo lágrimas.
Osman quedó detrás de un murito que había frente a la casa
de un médico, no recuerdo su nombre (Joel Reyes), que vivía
contiguo a la Ferretería, Petroski estaba al otro lado de la calle”.
Osman que quedó solo frente a la tanqueta disparando su
escopeta hasta el último cartucho cubriendo la retirada de
sus compañeros, sorprendió a todos con su capacidad de
resistencia. Lo único encontrado al día siguiente fueron sus
gafas por una vecina, de la familia Matamoros, sus compañeros
de lucha, en todo momento acompañaron a la familia, a doña
Maybol en esos duros instantes.
Después de ese día, quedaron los famosos grupos de
resistencia, ya de cara al repliegue, sin saber de esa acción
que fue secreta. Tenían contacto con la famosa brigada de

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Ricardo D. Avilés Salmerón

“caza perros” dirigida por el Comandante Walter Ferreti. A lo


interno se quedó jugando ese papel, Salvador Mojica “Hugo”
orientó al momento de darse el repliegue, que había que seguir
la resistencia a la opresión de la guardia, quedando como
responsable de toda esta zona Walter Mendoza.
Las instalaciones del centro comercial eran atacadas con
tiradoras cargadas de bombas de contacto desde el grupo
“P”, no los dejaban en paz, ni de día ni de noche. Francisco
bautista explica: “quedamos en una situación de aislamiento, no
sabíamos que nos podía pasar, quedamos en una zona que no
era frente de lucha y no sabíamos que lo que hacíamos desde
2 años antes era la famosa guerra de guerrillas y propaganda
armada, seguimos haciendo resistencia mientras la guardia
cateaba las casas”, buscando a “los muchachos”.

Ya para el 17 de julio “la gente” sabía que ahí estaban


los muchachos, eran grupos de resistencia, pero después
les bajaron una orientación, el propio “Día de la Alegría” de
reunirse en el parqueo central, todos los organizados de la
Centroamérica. ¿Quiénes eran? No lo saben con certeza tanto
tiempo después.

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Colonia Centro América

Algunos recibieron disparos de ráfagas de vehículos


procedentes de Masaya cuando iban subiendo la Loma, dónde
quedaba la décima. Se llevaron preso a un compañero de su
casa, Iván Turcios, lo golpearon salvajemente. Cerca de dónde
está la pulpería El Tope, había una barricada, pero la guardia
ya venía bajando de Masaya, ya venían en desbandada,
disparando a mansalva.

En la calle principal, lo cuenta en la Revista Magazine el propio


Mac, exguardia y excontra, ese 17 de julio, narra de que ahí, en
esa calle, le pegan un balazo y dice que en la Centroamérica,
se ubicaron varios guerrilleros listos para una gran emboscada
y que estos muchachos estaban súper armados. Esa noche
se oyó por última vez el retumbo de una tanqueta, disparando
contra esos muchachos, quienes cuentan que tenían una
pistola y una bomba de contacto. Tienen ese enorme mérito
que a 10 varas de la tanqueta, con solo una bomba de contacto
y una pistola le hicieron frente al enemigo.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Ya desde el 19 de julio por la noche todo era júbilo con la


entrada de los frentes de guerra hacia Managua por toda la
carretera a Masaya. El chavalero andábamos sin miedo alguno,
recolectando balas que los guerrilleros nos daban y casquillos
del suelo, de los miles que se disparaban. Con mi madre
ese 20 de julio, caminamos hasta la Plaza de la Revolución,
preguntando entre camión y camión, por hermanos y sobrinos.
Lo más importante es que todos los que estaban ahí en esa
vigilia de combatientes históricos de la Colonia Centroamérica,
reflexionan colectivamente “éramos jóvenes en ese momento,
con todas las ganas de integrarnos y botar a la dictadura
somocista y lo hicimos. Es verdad que a estas alturas cada
quien ha agarrado su propio camino o manera de vivir, otros
estamos todavía integrados, pero estábamos culminando una
cosa que ya habían hecho otros. No nos sentíamos soñadores
ni nada por el estilo, mirábamos cómo estaban las cosas
y nosotros creíamos que no debía ser así. Hubo otra gente
que había empezado todo esto, nosotros no somos ni los que
empezamos ni los que lo terminamos, contribuimos a llegar a
un punto cumbre de un largo proceso de lucha. Fuimos una
generación que veníamos detrás”.
En la reunión, se hizo un minuto de silencio por los dos
caídos y colectivamente reflexionaron a partir de las palabras
de Carlos Delgado, “Picapiedra”, anfitrión de la reunión que se
efectúa todos los años en su casa de habitación cerca de la
UNAN-Managua: “nuestros héroes, existe un orgullo individual
y colectivo en cada uno de ustedes, por eso estamos aquí como
hermanos, nos reunimos siempre incluso, ante dificultades
siempre encontramos solidaridad. Tengan la plena seguridad
que aunque nosotros no nos veamos y nos encontramos
en años, nos vemos como que nos encontramos ayer. Eso
es muy bonito y aquí podemos decir cualquier cosa, pero lo
más importante es que nos queremos y yo sinceramente los
quiero mucho, son parte de mi vida y yo siempre que tenga las
posibilidades de echarles la mano y ayudarle a mis amigos,
a mis hermanos con mucho gusto lo voy a hacer. Me alegra

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Colonia Centro América

mucho que estemos compartiendo en este momento. Hay dos


compañeros que nos sentimos más unidos, porque nosotros
iniciamos este proceso revolucionario en la Centroamérica.
Tengo una foto de Carlos Vallecillo, el Cachudo, el Chori, Mojica
y yo; estábamos reunidos ahí organizándonos en función de
establecer lo que se llamó la Propaganda Armada, tenemos
fotos”.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Participación En La Dinámica de La
Revolución Popular Sandinista y
En La Defensa de La Patria.-

Con el triunfo
revolucionario, inicia la
dinámica organizativa de
la Colonia, recuerdo los
cuarteles improvisados,
siendo una tarea de esos
días la detección de
posibles francotiradores.
La seguridad era tal, que
los ladrones que caían
en las casas, tenían que
enfrentarse a muchas
armas. El Comité de Defensa Sandinista tuvo su sede en la
Casa “Danilo Aguirre Aragón” de los Marañones. Los callejones
fueron bautizados con el nombre de los héroes y mártires,
algunos autóctonos, caídos fuera de la Colonia.
En aquellos años la Colonia Centroamérica no escapó
a la dinámica nacional, entre 1981 y 1983, se dieron muchas
confrontaciones entre vecinos, con posiciones políticas
antagónicas, dándose un sinnúmero de confrontaciones que
nos dividieron. Por ejemplo, los jóvenes organizados en la
Juventud Sandinista con los organizados en la “Jufra”, la
Juventud Franciscana, en los tiempos en que la Jerarquía
Católica confrontaba al Gobierno Revolucionario. En la Iglesia
de Fátima fue ocupada en confrontación directa con el Párroco
de turno. Esta confrontación pasa a un segundo plano,
con la movilización de numerosos vecinos de todas las edades,
quienes de forma voluntaria se integran al Batallón de Infantería
de Reserva que correspondía a la Colonia, el “BIR 21-43 “y
muchos otros que se movilizaron desde sus Colegios.

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Colonia Centro América

Un hecho muy doloroso fue la muerte de una jovencita,


Gioconda, no recuerdo su apellido que murió accidentalmente
de un disparo en los “cortes de café”, el hecho trasciende porque
ella se fue sin permiso de la madre, vecina del callejón “Osman
Chamorro”, que por ser “antisandinista”, estaba desesperada
de dolor y de rabia, nadie cuestionó nada en su vela, mostrando
respeto y solidaridad, independientemente de cualquier cosa;
otro hecho trágico de esos difíciles años en nuestro vecindario,
porque cada muerto dolía mucho.
Otra forma de participación comunal fueron las “Milicias
Populares Sandinistas”, que desde los primeros años, se
organizaron para defender el territorio, en el caso de una
escalada militar que incluyera Managua. Vecinos de todas las
edades entrenaban todos los fines de semana en los predios
de la antigua radio “Mi Preferida”, potencial escenario de la
entrada a Managua de tropas enemigas.
Muchos recuerdan las movilizaciones a los cortes de café,
quedando un equipo de retaguardia, que ayudaba a distribuir
uniformes y botas en cada movilización. De manera anecdótica,
los llamados “planes de aviso” son recordados con cierto toque
de humor, por las altas horas de la noche en que se tenía
que andar tocando las puertas, para presentarse al “Roberto
Huembes” para demostrar “disposición combativa” o en la
casa sede de Altamira, en altas horas de la madrugada, con
el Responsable, que en ese entonces, era un enérgico joven
oficial permanente del Ejército Popular Sandinista (EPS), actual
vocero del Ejército, Manuel Guevara Rocha.
Visto en el tiempo, cuidar un lote de armas en el sótano del
edificio “Oscar Pérez Cassar” no fue algo inofensivo, aunque
en aquel tiempo, no teníamos ni idea de la trascendencia
de esa labor. Son además inolvidables las actividades de
recreación o reuniones en varias de las casas, especialmente
la del compañero Roberto Martínez. Recuerdo a destacados
compañeros como Martín Pacheco, a la compañera Josefa
“chepita” Manson, la compañera Ludmila Bonilla, doña Sonia

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Guillén, doña Esperanza Malespín, el compañero Raúl Martín


Zambrana, Jorge Flores, entre muchos otros que mi memoria
no registra.
Se decía que la Colonia Centroamérica, sería la entrada
del enemigo hacia Managua durante una eventual invasión,
que aunque no se dio, la disposición estaba en función
de esa posibilidad. La caída de muchos jóvenes colonos en
los batallones de reserva, en especial del 21-43, el “éxodo”
de muchas familias al exterior por causa de la guerra y de la
aplicación de la ley del servicio militar, etc.
La organización comunal después de 1984, se dedica a la
organización de “Brigadas de Salud”, la difícil tarea de apoyar
la “Defensa”, que incluyó la relación con los duros llamados al
“Servicio Militar Patriótico” o lo relacionado a los caídos. En
esos duros tiempos la Colonia sufre un masivo éxodo no solo
de jóvenes colonos, sino de muchas familias que emigraron
al extranjero, que lejos de aquellas controversias políticas,
los que nos quedamos, muchas veces los lloramos por la
partida, ante la “desintegración de nuestras pandillas desde la
niñez”. La “Vigilancia Revolucionaria” fue otra tarea, muy bien
cumplida, recuerdo las que hacíamos con doña Maybol Lee,
muy animadas, desvelando a los vecinos del grupo “A”.
Hechos relevantes de la calle principal fue el paso de muchas
Delegaciones internacionales que venían al país, destacándose
la caravana del recién nombrado Cardenal Miguel Obando
y Bravo en 1985, la que se dirigía rumbo a las Sierritas de
Managua o la despedida en 1988 en carretera a Masaya,
del Comandante de la Revolución y Jefe del Ejército Popular
Sandinista Humberto Ortega, al dirigirse hacia el sur del país,
para las “Negociaciones de Paz” con la Contrarrevolución en
Sapoá.

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Colonia Centro América

En el grupo “A”, desde la llegada de una “brigada de


internacionalistas” Alemanes en 1986, dio el empuje para
un viejo sueño, la construcción de un parque en los predios
baldíos y parte del parqueo del sector. Junto a los vecinos se
sembraron árboles y se empezó la construcción de un pequeño
muro que separaba el área del parqueo. Posteriormente,
un grupo de vecinas, encabeza las gestiones ante diversas
instancias, incluyendo a la Alcaldía de Managua. Recuerdo a
mi Madre Consuelo Salmerón, con doña Consuelo de Rivas,
doña Sandra López, doña Esperanza Arróliga, doña Martha
Roa, doña Silvia Thomson entre otras que registra mi memoria,
haciendo de todo, vendiendo cervezas, vigorón en cada agosto
con la pasada de Santo Domingo, montadas en camiones que
acarreaban arena y piedras canteras, hasta recibir el decidido
apoyo de la Alcaldía, siendo inaugurado el Parque en 1987, con
el nombre de “Área Infantil Hermanos Núñez Salmerón”. Este
Parque cayó en abandono después de 1990 y fue reconstruido
bajo la Administración del entonces Alcalde Dionisio Marenco.
Incluso fue víctima de “ecocidio” cuando sus frondosos árboles
de Nin de la calle principal fueron envenenados por “manos
misteriosas” para “dar visibilidad” a un megarótulo comercial.
Hecho denunciado públicamente por doña Luz Aurora de
Morales en representación de los vecinos del grupo “A”, sin

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Ricardo D. Avilés Salmerón

lograr nada. El parque “Hermanos Núñez Salmerón” y los


vecinos del grupo “A”, esperamos con ansias ser parte de la
modernización de los parques de la capital, cosa que llegará
nos han dicho con la ampliación de la pista de la Solidaridad.

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Colonia Centro América

Un destacado proyecto, pionero en Managua fue el de la


limpieza, que incluyó el reciclaje de basura orgánica, en los
terrenos de la antigua radio “Mi Preferida” del cual recibían
fondos vendiendo abono. La basura era orgánica, recogida
en carretones de caballos, en ciertos días de la semana. Se
mantuvo hasta los años 90, cuando todo decayó. La actividad
comunal ya venía centrándose en un gran porcentaje en el
campo electoral, provocando divisiones hasta hoy día, pero
algo se puede asegurar, en las duras, la solidaridad comunal
es evidente y los de afuera como los de adentro mantenemos
esa identidad de colonos, ya con esas controversias olvidadas,
de cara al futuro, con nostalgias en estos tiempos, que la
Colonia está en muchas casos, llena de zonas comerciales,
que provocan incomodidades, pero avanzando hacia mejorías
notables, con muchas tareas pendientes.
Hemos vivido acontecimientos que trascendieron por el mero
hecho de ser el escenario de los mismo, como el atentado
contra los ciclistas de Masaya un 19 de Julio frente a la segunda
entrada en Carretera a Masaya o la vela en abril de 1999, del
joven estudiante habitante del Grupo “A” de nuestra Colonia,
nuestro mártir universitario del 6% “Roberto González”, hijo de
una humilde trabajadora doméstica, fallecida víctima de cáncer
y después criado por Maybol Lee, quien es la Madre de uno de
los héroes y mártires de la insurrección en la Colonia, “Osman
Chamorro Lee”, el cual nunca fue encontrado; esa madre perdió
un segundo hijo “Roberto González”, ya que lo consideraba su
hijo y demostrando nobleza de espíritu declaró: “todo se lo
dejo a Dios”.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Sus Héroes y Mártires.-

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Colonia Centro América

En varias ocasiones se logró reunir numerosas fotos de


los Héroes y Mártires de la Colonia Centroamérica, es labor
pendiente recuperarlas. Nuestros caídos, entre otros: Oscar
Turcios, Mildred Abaunza, Idania Fernández, Walter Mendoza,
Mercedes Sánchez de Peña, Osman Chamorro, William
Orozco, Jorge Cedeño, vecino del grupo “A” caído en el Frente
Sur, según me contó César Ocón (Talo), fue destrozado por
un lanza cohetes, recuperando su cuerpo traído a Managua
fue enterrado con mucho dolor, quedando su hermana con
múltiples necesidades hasta hoy después de la muerte de doña
Teresita Sandoval; Danilo Aguirre Aragón y más compañeros
que lucharon en contra de la Dictadura Somocista.
En defensa de la Patria se destacan el subcomandante
Enrique Smith, César Núñez, caído en San Juan de Río Coco
en 1983. David Orozco, “el colocho”, también miembro del

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Ricardo D. Avilés Salmerón

“BIR 21-43” siempre se me contó que César fue a un viaje


que no le tocaba a él, cayendo en una emboscada. Fue Milton
Guillén quien prácticamente acompañó su cuerpo hasta su
morada final. Tres años después, su hermano Néstor cae en
San Carlos, Río San Juan al dispararse accidentalmente un
arma de la tropa. Ambas muertes, fue un golpe durísimo para
la familia, en especial para su madre María Teresa Salmerón.
Los vecinos del grupo “A”, hemos tratado de recuperar la
memoria de nuestros héroes y mártires, incluyendo a “Tito”,
Roberto González, mártir de la lucha por el 6% constitucional
para las Universidades del país en 1999. Se logró por gestión
de la compañera Brenda Rocha trasladar el monumento de
Osman desde el portón del Hospital “Roberto Calderón” hasta
el frente del Parque, haciendo la propuesta de colocar en las
otras dos caras de dicho monumento, Placas en memoria de
Jorge y Roberto.

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Colonia Centro América

Como no recordar a Alfonso


Baca, el popular “Baquita”, alto
dirigente de la Juventud Sandinista,
quien a pesar de su baja estatura,
siempre estuvo dispuesto a luchar
desde muy joven en contra de la
Dictadura Somocista, el monaguillo
hijo de doña Nidia, sobrino de
San Martín. Yo no lo conocí en la
Colonia Centroamérica, sino en la
Escuela Normal, digno ejemplo a
seguir en aquellos años. Todavía
debe estar contando el chile de “La
hormiguita y el elefante”. Cayó dos
meses antes de desmovilizarse de
su Servicio Militar Patriótico en el
BLI “Sócrates Sandino” un 13 de
marzo de 1988.
Al hijo del Profesor Luis Velásquez y doña Miriam ,el
compañero Róger Velásquez Reyna, siempre dispuesto a todo
me decía su Padre, “siempre fue voluntario”; a Yuri Arosteguí
entre otros.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

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Colonia Centro América

Es tarea pendiente recopilar más detalles y fotos de nuestros


héroes y mártires. Es un deber moral para que las futuras
generaciones no olviden su sacrificio, no importa la dinámica
nacional, su sacrificio debe ser un compromiso de quienes
convivimos con ellos para ser mejores ciudadanos, para ser un
mejor vecindario.

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Sus Adultos Mayores.-

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Colonia Centro América

Otro hecho que hace de la Colonia Centroamérica pionera


en la organización comunal, es la que aglutina a personas de
“Mayor Edad” con la filial de la “Fundación Nicaragüense de la
Tercera Edad” (FUNITE, organizada en el año 2005 y dirigida
por el Dr. Humberto López (Ex Rector de la UNAN-Managua).
En ese entonces, doña Marina López era la Secretaria de la
Junta Directiva, formada por el Dr. López, doña Eneyda Arzate
y luego doña Ruth Kelly. Surgen además filiales en la Colonia
Don Bosco, Bello Horizonte y otros sectores de Managua.
Con la experiencia acumulada en distintas actividades,
trabajaron en función de tener la ”Casa del Adulto Mayor” en un
predio en las inmediaciones de la Iglesia de Fátima, muchos de
sus integrantes no solo han añorado, sino que hoy, convertidas
en la Fundación Nicaragüense del Adulto Mayor “FUNAM”,
continúan con el mismo entusiasmo de siempre. La nueva
organización, producto de la tenacidad de sus integrantes,
han hecho múltiples gestiones, ya tiene Personalidad Jurídica,
Título de Propiedad del lote ocupado, que fue donado por la

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Presidencia de la República encabezada por el Comandante


Daniel Ortega Saavedra. Se han hecho desfiles de moda
en Barceló Managua, presentaciones en el Teatro Nacional
“Rubén Darío”, bazares, ferias, viajes por Nicaragua e incluso
a Costa Rica, entre otras actividades, esperando con la fe
en Dios alcanzar la meta. Dicha casa será para las múltiples
actividades que realizan, entre estas, aprender a pintar, a
bailar, a cantar, afirmando que “son más felices que cuando
eran jóvenes, ya que hacen cosas que antes ni aspiraban
hacer”. Cada cumpleaños es una ocasión de reunirse e incluso,
a las “velas” de las que se han ido, llenas de satisfacción por
los últimos días felices de cada una como doña Estelita, doña
Marina entre otras.

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Colonia Centro América

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Ricardo D. Avilés Salmerón

Sus Sitios de Referencia.-

Este acápite resulta interesante, ya que se basa en las


memorias de los usuarios de redes sociales, “grupos de
facebook Colonia Centroamérica”, quienes intercambiando
recuerdos, participan de manera activa, dando referencias
importantes de su lugar de origen.
Los llamados “sitios
claves o de referencia”
de los colonos de
antaño, son obviamente
el de excelencia “El
Triángulo”, la Cuesta, el
Ceibo, los Marañones
–remodelado pero sin
árboles de marañón-,
el Autocinema “Gando”,
La Morita, el callejón
“Maldito”, el “Pantano”,
el “Mercadito”, la Leche
Agria –arriba-, los
pollos, los teléfonos, los
nacatamales de doña Rosa Aquino, la Barbería de don Goyo,
el Footbolín, la Sastrería y después Barbería de Marín de don
Teodoro Marín, los “Repuestos Salmerón”, el Merendero, la
Sastrería Corea, la Iglesia de Fátima, el Zacarías Guerra, el
Salvador Mendieta, la Escuela Rubén Darío, las Hamburguesas
de la 7 c…, el Galerón, el Portón, el Ranchito del Triángulo
donde vendían los tacos de doña Teresita, Parqueo Central, el
Cauce, el Puente de Santo Domingo (desaparecido), la Plaza
de Compras, la Fonda que terminó siendo el Tip Top, el Centro
Comercial Managua, la Cuesta, el Tanque del Grupo “L”, El
Tope, la Clínica del Dr. Cuadra y cada callejón con su historia.

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El Merendero, que era de la Mamá de la famosa “Bianca


Jaguer”, que su nombre real es Blanca Pérez Macías. Estaba
el consultorio del Dr. López López, dónde suturaba las heridas
de nuestras vagancias. La Criolla y los Pollos del Campo en la
calle principal, junto con la Sorbetería Chupis, los Raspados
Lyda, el Foto estudio Colonial, la Ferretería y las instalaciones
de CAPSA, hoy Registro de la Propiedad.
El restaurante Gran Lago y el más reciente El Quetzal, ya
desaparecido. El hombre 2000, el Tanque, la Décima de la GN
en la segunda entrada, era una caseta de madera muy rústica
y pequeña. En los años 80 se destacan la casa del CDS, la de
AMNLAE cerca del Salvador Mendieta, el Puesto de Gas de
la Morita, donde en los peores momentos de la crisis, se iba
a hacer fila desde la noche del jueves para amanecer viernes,
espacio de tertulias, romances y otras cosas.
En cuanto a las pulperías y otros negocios de antaño los
participantes de la red social mencionan El Ceibo, la Subidita,
la de doña Blanquita, en la segunda entrada, La Chiquita,
Variedades Ruth. En el grupo “A” la de doña Teresita Cedeño,
la Viuda doña Delma, la primera viuda de la Centroamérica, se
dice que era donde vendían los mejores trompos de guayacán;
hoy a cargo de su hermana doña Mary y don Leonel (don Leo),
famosa por sus nacatamales, en la calle principal donde la
Tinita, hermana del Pipito.
También El Tico, doña Paola, la Cuesta, la de doña Polar, la
Gata, la niña Lilí frente a la Iglesia, la de Los Correcaminos, la de
Cabecita del grupo K, la de Milán, de doña Lilliam en el parqueo
central, donde hacían bolis del señor Adolfo, la de los Quezada.
Se menciona la de doña Silvia, la venta de “las viejitas” que
vendían pupusas, la Nono, la de los Ordeñana en el grupo “C”,
la de doña Blanquita. Estaban también, la Milagrosa, la Abuela,
el Tope, el Minimax, el Supermercado Más x Menos, donde
hoy son los Tacos Charros, Radio Mi Preferida en carretera a
Masaya, frente a la segunda entrada.

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Colonia Centro América

Otros negocios de referencia son el taller de Samuel Jirón,


donde reparaban máquinas de escribir Remington, la cerrajería
Kuper, el taller del gordo Macías, la librería Recalde de doña
Bertha Castillo en el grupo “D”, ¿será esta la del callejón de
Marín, una pequeña librería donde se compraba lo básico para
ir a la escuela?, el portoncito, en el grupo “A”, donde un tiempo
vendieron Eskimos, en la propia esquina de los Tacos Charros
y a dos casas una farmacia que su nombre no recuerdo.
El taller SANFLO de Santos Flores en el parqueo central, la
esquina de Los Coyotes, rumbo al Autocinema, la panadería
de los Bautista, el negocio de las chitas Lau, donde forraban
botones, el cuartel de Bomberos, que después fue estación
de Policía en los años 80, hoy parte de las instalaciones del
Hospital Central, la venta de muebles en la esquina del semáforo
principal, donde hoy es la farmacia, por supuesto la esquina de
LOZELSA, toda una referencia. Y los circos ambulantes que
llegaban de vez en cuando, generalmente se instalaban al lado
de la Escuela, en donde hubo un huerto de hortalizas y ahora
todo está construido.
Para 1979 muchos de estos lugares fueron los blancos del
“famoso saqueo”, ocurrido en esos duros momentos, lugares
donde vendían muebles, electrodomésticos eran sustraídos
por algunos vecinos entre mucha gente más, cargando de todo,
incluso en sus vehículos. Pero el saqueo del Supermercado
La Colonia conllevó a situaciones casi curiosas, había quienes
iban por sus propias particularidades o “necesidades”, al área
de licores, perfumes, caramelos y golosinas, en el caso de
numerosos chavalos y ropa de calidad. Un primo, Néstor Núñez,
lo recuerdo muy enojado, llevó un par de zapatos italianos si
no me equivoco, lindos; que arrechura, los dos eran derechos.
Lugar destacado aunque algunas de nuestras entrevistadas
dicen que no son negocios de colonos fundadores, son las
fritangas tales como la de los Peña, la Casta, las Brochetas
Payito de la calle principal, todo una referencia en los años 80,
frente al Ceibo la de doña Alicia más reciente, la del Triángulo,
entre otras.

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Sus Personajes Destacados.-

Ahora bien, la Centroamérica tiene la distinción de tener


vecinos de trascendencia nacional, destacados personajes
en sus respectivos campos de trabajo y profesión. Entre ellos,
están Virgilio Godoy que fue Vicepresidente de la República;
Danilo Aguirre Solís, destacado periodista junto con Emigdio
Suárez, Oscar Miranda “Mirandita”, Xavier Araquistain, Filadelfo
Alemán y William Roiz. Guillermo Cerda Seleccionado Nacional
de Fútbol por muchos años; Sergio García, pelotero de Primera
División; Nemesio Porras, la mejor primera base del béisbol
amateur de todos los tiempos y que es nieto de una eminencia
de la educación, Nemesio Porras. También es nuestro vecino el
ex Ministro de Educación, Maestro Miguel D´Castilla.

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Colonia Centro América

Por supuesto el querido y recordado José “Chepito” Cuadra


Vega, poeta universal con sus poemas a su doña Julia; Genaro
Lugo, pintor exquisito; César Prado, compositor musical y
Elisa; el destacado músico Milton Guillén, la hija de Ligia
Avilés, primera Soprano Nacional del Coro Nacional y cantante
de ópera. El destacado bombero y radio aficionado Alberto
Matamoros, al Doctor López López, entre muchos otros.

Aquí también vivió Doris Tijerino Haslam, primera Jefa de la


Policía Sandinista, guerrillera heroica; Orlando Núñez Soto;
por el sector del Zacarías Guerra el periodista Mario Fulvio
Espinoza. En los años 80 alquiló un tiempo Enrique Armas
Rosales, actual Vice-Alcalde de Managua; el doctor Eduardo
Cuadra, destacado referí de boxeo, Mauro Lacomelli, Domingo,
Bernardino Formiconi, y Roberto Fernández, Julio César Avilés,
Oscar Mojica, Sergio Rubí, Zacarías Chamberlain, Francisco
Bautista Lara, entre otros. Dionisio Marenco es casado con
una de las hermanas Bautista Lara, desarrollando vínculos con
la Colonia. Hasta reinas de la belleza han vivido en nuestro
vecindario.

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Destacados Docentes de generaciones como Juan Manuel


Sequeira, la profesora Teresa Telica de Juárez, María de Jesús
Lau, Consuelo de Ferrey, Marina López, Yolanda González,
Blanca de la Rocha, Merceditas Aragón, Carmelita Jarquín,
Erlinda Rodríguez, Luz A. Juárez de Morales, Blanca Luz
Zambrana, Magdali Bautista, María Estela Núñez, María Elsa
García de Suárez, el profesor de inglés Leslie Downs, la “sonrisa
heroica” de 1982, y que hoy nos representa en el Municipio al
ser vecina nuestra, Brenda Rocha y muchos más.

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Colonia Centro América

Profesores en 1969, entre otros Doña Nelly, Luz Aurora


Morales, al centro arriba, María Estela Núñez, abajo René
Plazaola, doña Chepita, al centro la férrea inspectora, la
profesora Gladys a su derecha, y Luis Alemán
Por supuesto, para finalizar esta honrosa lista -seguro que
falta muchísima gente, otra deuda por saldar en el futuro-, el
profesor de generaciones, destacado catedrático universitario,
humanista por excelencia, mi Padre, Miguel A. Avilés C.
reconocido en sus exequias por sus compañeros de la UNAN-
Managua como el “militante de la humildad”.

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Sus Personajes Pintorescos.-

Cada quien conoce a los de su sector, por lo tanto, sin


mencionar nombres, reconozcan a esos apodos, en distintas
generaciones sin orden alguno, que hicieron historia en la
Colonia y algunos humildes trabajadores, que ya son parte del
paisaje.
Quién recuerda a María “la
loquita”, que se ponía cerca del
Ceibo, cargando la basura que
encontraba y se sentaba de pierna
cruzada. A la Pulga, La Chata
Plana, El Beatyfull, Carlos Motete,
Care Playo, El Hombre Lobo,
Batman, Guayabal, Lino Boy,
Cabeza de Vulgaridad, Colocho,
La Hija del Profesor Tritón, Popo,
Alma, Chuleta, El Pato Feo,
Charlie, Tiofilo roba gallina, Care
Miau’ (Gato), Sapo Pepo, Tarzán,
Cabo Luis, Capitán Martínez, La
Guardia, la Venancia, Candý,
El Abuelo, la Pinga, las Ratas,
Nono, Mamerto, John Lenon,
Fido, Limón, el Pulpo, el Sabio, el
Cañaveral Oregon, la Goyita, el Turco, Chancho Frito, Melbo,
el Frito, Garabato, Miniplata, Llamarada, La Hombre o Macho,
el viejo Pachín, Rambo, con una sombrilla vieja que era su
ametralladora.
El Popo, Guayabal, el Canoso, Talo Loco, José Manuel, un
personaje que tenía problemas mentales, pero hablaba inglés
y francés. Había uno que hacía aeróbicos en la entrada de la
Iglesia y se ponía un pañuelito en la frente. Chalo, el recordado
Toñito del grupo “C”, Pepe el chorreado, Agua helada, Cuacro,

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Pancho Buñuelo, Chele Cambrai, Chamba, Picapiedra, la Vieja,


Carlos Pincha, el Mono Barrios, Beto Garabato, la Mosca,
Fefo, Chata plana, el Zorrón, Cholán, Chamuca, el Niño, Pepe
Chevrón, Payo Loco, el Cachudo, el Patón, el Chori, la Mula,
Cara de Mula, el Culón, el Grupo Contadora, que no tengo la
menor idea del por qué ese apodo; los Lobos, que se hicieron
famosos por su condena en EE.UU.; el Fugitivo, el Tufo, la Martha
Pupusa, el General del grupo K, la Prensita, Mamamoncha, el
Rolo, los Yankees importados, Frijolito, San Martín de quien
nadie se salvaba de los apodos; Tuti, el Trompudo Masaya, el
Drogo, Pata de Cluch, Iván Yegua, Chompitaca, Cachibache,
Kilindrajo, Chiqui, Petrosky, Manolo Bolo, Luis Chiquillo, El
Príncipe, La Ernestina, Borolas, el Pirri, el Susurro, El Hombre
del Mañana, Gasparín, Bombayo, entre muchos otros.
Un detalle simpático de la red social, alguien preguntó: ¿Quién
se acuerda de “HENRY DEDO” del callejón del “CEIBO”? e
inmediatamente la respuesta llegó: Henry Mauricio Montalvo,
“Yo soy, me decían “Cara de dedo”, .jajajaja.
Hay un personaje muy llamativo que muy pocos conocen de
sus “anécdotas” fuera de los antiguos vecinos del grupo “A”
y es el recordado “el Comandante Chupeta”, buen vecino del
grupo. Vale la pena porque es un sobreviviente de la época
insurreccional, bebedor consuetudinario de aquellos años,
1978-1979, llegaba constantemente ebrio gritado a todo
pulmón, ¡Viva el FSLN! ¡Muera Somoza!
La particularidad es que en la casa de doña Erlinda Rodríguez,
la A-48 estaba siendo ocupada por el Consulado de Costa
Rica, donde en todo momento se encontraba custodiado por
un elemento de la guardia nacional, armado de su fusil garand
M1. Se plantaba delante de él y le gritaba todo tipo de cosas
¡guardia hp, salí que aquí voy yo, el comandante guerrillero!
entre muchas otras más.

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En varias ocasiones, dos o tres, se ponían a beber con el


guardia, haciéndolo caer de borracho. El guardia amanecía
desnudo y sin fusil. Y también, en muchas ocasiones era llevado
a su casa por un BECAT desde quién sabe dónde, salvo pero
no tan sano.
Una noche, ya en plena insurrección, en el jardín de nuestro
vecino Armando Morales, se escuchaban voces amenazantes
de colocar bombas en esa y otras casas. Resultó ser este
personaje acompañado de Veguita, otro bebedor, que vendía
perros comunes como perros de raza. El caso más sonado
fue que vendió un “san bernardo” que jamás creció. Este otro
personaje, de cuerpo flaco y bajo, se echó él solito a tuto, un
enorme refrigerador cuando se dieron los saqueos de negocios
cercanos, ese día se conoció el caso del refrigerador que
“caminaba solo”.
Están también aquellos personajes recordados que circulaban
en la Colonia o tenían sus puestos de trabajo en determinados
puntos, ganándose horadamente el pan, y que eran y aún
son “parte del paisaje” del vecindario. Numerosos muchachos
vende tortillas que siempre los encontraban jugando chibolas
y trompo en el Ceibo. Recuerdo en el grupo “A” al negro
Sami, quien vendía periódicos y que nos dejaba palmados
apostando en esos típicos juegos. Los pregones del compra
botellas “¡teyas!”, doña Teresita que vendía verduras en la calle
principal, el gordo Fredy, que llegaba desde la Fuente todas las
mañanas con su sonar voz desde que venía por Lozelsa
¡El Paaaaaannnnn!, siendo después quien más alto gritaba
las consignas a nivel de esta zona de Managua. Como no
recordar a don Ernesto, que tenía un vehículo viejo en el
cual transportó a más de un vecino en caso de necesidad, al
zapatero del chilamate, a don Orlando y sus hijos que reparaba
zapatos en el grupo “A”, hasta hoy.

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A Teodoro Marín el sastre de enorme mostacho blanco, a


doña Petronila que vendía frutas y verduras con su canasto en
la cabeza, a don Adolfo Sánchez de la fábrica de bolis, al viejito
Pachín que hacia trompos, entre otros.

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Anexos.-

Centroamérica y sus alrededores.


Fuente: Plano de Red de Cable Net y ESTESA.
Calles Internas Principales. Calles Externas principales.

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Dos poemas de César Núñez Salmerón,


desde San Juan de Río Coco, 1983

Hacer revolución...
es hacer escuelas, Aló César!
crear fábricas, ¿Qué tal mi amor?
formar sindicatos, Hola papi,
concientizar hombres, papi en la montaña.
recrear y sanear niños, Sí mi amor!
querer la tierra, papi, mami en casa.
sembrarla y cosecharla. Aló Francisco!
¿Cómo estás?
Hacer revolución... -tranquilo, tranquilo,
es luchar como hombres, ya amanezco más
es dar de todo, todo! combativo,
es hacer historia sana, Ya es otro sol
es creer en los dirigentes el que plaga mi cuerpo,
y trabajar con ellos. la naturaleza la siento
más aliada, todo me ayuda,
Hacer revolución... todo está de mi parte,
es hacer la guerra su espíritu sano
para defenderla, su infantil corazón
es crear trincheras, todos ellos están conmigo
armarse, y todo yo estoy con ellos,
pues... la revolución y ellas?
no nace en lechos de rosa, mi adorable hija,
ni madura con facilidad! mi querida mujer... también
así , aún con todo y eso... están conmigo.
es lo mejor.

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Bibliografía y Referencias.-

*Obras Consultadas:
BARELA, Liliana/ MIGUEZ, Mercedes/ GARCÍA Conde,
Luis. Algunos apuntes sobre historia oral. Instituto Histórico
de la Ciudad de Buenos Aires. Secretaría de Cultura. Cuarta
Edición. Buenos Aires, Argentina. 2004
CARR, Edward H. ¿Qué es la historia? “Conferencias
“George Macaulay Trevelyan” dictadas en la Universidad
de Cambridge en enero-marzo de 1961. Editorial Ariel, S.A.
Barcelona, España. 10ma. Edición, 1981
CASAUS, Víctor. Defensa del Testimonio. Edit. Letras
cubanas. La Habana, Cuba. 1990
DALLEIA, Osvaldo Alfredo. Quién es “La Gente”. Sujeto y
objeto del saber cotidiano. CEAL, Bs. As., 1994
DÍAZ, Mario P. “Imagen y Tiempo Presente. Información
versus Memoria”. Material incluido en Módulo Dos de Maestría
de Estudios Históricos Latinoamericanos y del Caribe de la
UNAN-MANAGUA en 2003
FERRO, Marc “¿Cómo se cuenta la historia a los niños en
el mundo entero” Fondo de Cultura Económica S.A. de C.V.
México 1990
LE GOFF, Jacques. NORA, Pierre. Hacer la historia. Volumen
I. Barcelona, 1974
MORENO, Alejandro. ”Historias de Vida” e Investigación.
Centro de Investigaciones Populares (CIP) ColecciónConvivim
Minor, nº2. Caracas, Venezuela. 2002
STONE, Lawrence. El Pasado y el Presente. Fondo de
Cultura Económica. México, D.F. S.A. de C.V. 1986

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*Documentos:
HISTORIA, fuente y archivo oral. Actas de Seminario “Diseño
de Proyectos de Historia Oral. Dirección de Archivos Estatales.
29-30 de abril 1988. Madrid, 1990
*Entrevistados:
Señoras de la Tercera Edad, miembros de FUNAM:
-Doña Silvia Buitrago
-Doña Ruth Kelly
-Doña Marina López Rodríguez
-Doña Ángela Mora
-Doña Orfilia Moya Berrios
-Doña Aura Rivera
-Doña Consuelo Salmerón
-Doña Ligia Valdez de Narváez
-Doña Ruth Kelly
Combatientes Históricos:
-Cro. Erick Aguirre Aragón
-Cro. Javier Aguirre Aragón
-Cro. Miguel Baltodano Solís
-Cro. Paul Barrios Solórzano
-Cro. Francisco Bautista Lara
-Cro. Henry Bautista Lara
-Cro. Rolando Cruz

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-Cro. Carlos Delgado


-Cro. Ricardo González Martínez
-Cro. Ronaldo Minor Granera
-Cro. Walter Navas
-Cro. Carlos Vallecillo
-Cro. Félix
-Cro. Vladimir
Colaboradores con sus breves reseñas de memoria:
Cro. Francisco Matus
*Periódicos:
MORALES, Alejandro. Profesor Recopilador. Terremoto de
Managua de 1968. La Prensa, martes 4 de junio de 1968. Sitio
Digital
SOMARRIBA, Edwin. Vibraciones perversas en fallas
geológicas. El Nuevo Diario. Miércoles, 13 de septiembre de
2000. Managua, Nicaragua. Sitio Digital

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