El Carácter de Los Ungidos
El Carácter de Los Ungidos
Este acto de “derramar para sanar” con el paso del tiempo cobró otro
significado, impulsado principalmente por la escuela profética semita:
Pero por otra parte es justo señalar que así como existen los auto-ungidos
también hay personas, ministerios u organizaciones cristianas que cuentan
con el respaldo de Dios, con Su presencia; ellas han recibido el poder de
Dios, los dones, las habilidades, los recursos necesarios para hacer el
trabajo divino aquí en la tierra, trabajo de servicio, amor, misión; los tales
en verdad son ungidos por el Señor.
El ungido llega a ser ungido cuando la unción ha sido derramada sobre él,
es la unción quien hace al ungido un ser útil para el servicio de Dios y no al
revés.
En Génesis 2:7 dice que fuimos hechos del polvo de la tierra, en algunas
versiones se menciona que fuimos creados de arcilla, barro, y por tanto
con la capacidad de adaptarnos al entorno que nos rodea.
Dios creó al ser humano con una habilidad única: la plasticidad. Es decir,
la capacidad de adoptar diferentes formas tanto de pensamiento como de
comportamiento en la medida que vamos creciendo y convirtiéndonos en
personas, y esto implica por supuesto nuestro carácter el cual también es
plástico, es decir adaptable, maleable, moldeable…, ¡somos barro que
puede cambiar para bien!
Pablo dijo: “Lo que no quiero hacer eso hago, y lo que debo hacer no
hago” (Romanos 7:19-25), pero él no se conformó con esto, él luchó con
ahínco porque sabía que podía domesticar su ser (1ª Corintios 9:27).
El fatídico caso de Sansón quien había sido consagrado por Dios para su
gloria, era un “qadosh” cuya misión era liberar a Israel de la opresión
filistea, y de hecho lo hizo en varias oportunidades con muestras de fuerza
sobrehumana, y sin embargo su comportamiento inmoral, su falta de
disciplina y su pasión sin medida hacia el sexo opuesto le pasaron la
cuenta. Sansón fue un ungido ¡y vaya que el poder de Dios se manifestaba
en él!, pero su carácter lo traicionó toda su vida. Sansón pudo mejorar,
cambiar, disciplinarse pero escogió no hacerlo (ver la vida de este hombre
en el libro de Jueces).
Otro caso es el del rey Salomón quien con toda su sabiduría la cual le fue
dada por el Señor en los inicios de su reino terminó sus días influenciado
por religiones paganas, durmiendo con mujeres extranjeras (algo prohibido
por la ley mosaica) y machacando al pueblo con pesados impuestos
imposibles de pagar. Salomón también fue un ungido, un qadosh de Dios
pero su carácter lo mató, su carácter lo hizo pedazos sumiéndolo en la
vergüenza personal y nacional (ver la vida de este hombre en 1ª Reyes 3
al 11).
Es más, algunos paulólogos sostienen que el versículo que dice que Pablo
tenía un aguijón en la carne que lo “aguijoneaba” no se refiere a una
enfermedad física, como comúnmente se interpreta, sino que hacía
referencia a su “mal carácter” el cual le causaba mucho sufrimiento y hacía
sufrir a otros (2ª Corintios 12).