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CULTURAL

CIENCIAS, ARTES Y LETRAS Año XXII ● N° 1135 ● Montevideo, domingo 11 de setiembre


septiembredede2011
2011

Especial diez años del 11/S

El arte y el horror
László Erdélyi

A
L CUMPLIRSE 10 años de
los atentados del 11 de se-
tiembre, un equipo de El
País Cultural se propuso
analizar en forma crítica cómo las ar-
tes y letras procesaron los hechos a lo
largo de la década.
El cine y la televisión fueron, en ma-
yor o menor medida, los vehículos para
apuntalar el discurso “oficial”, ese que
busca evitar el duelo anunciando que
“lo peor está por venir”. Cuando tuvie-
ron en sus manos películas o documen-
tales que podían poner en peligro esos
consensos, los soslayaron. La literatura
dio muchas buenas piezas. Para este Es-
pecial se seleccionaron dos novelas, una
de Don DeLillo y otra de Jonathan Sa-
fran Foer, por su capacidad para conec-
tar con el universo íntimo de los afecta-
dos a través del horror y la belleza de
cierta imagen. El periodismo tuvo en las
páginas del semanario The New Yorker
un foro exquisito, crítico y comprometi-
do, que es revisado a modo de crónica.

AP
Las artes plásticas, a través de la foto-
grafía de Trevor Paglen, ayudaron a Platos y utensilios tras el derrumbre de las torres, inmediaciones de Zona Cero. Foto de Quyen Tran.
quitarle dramatismo al gigantesco siste-
ma de inteligencia con que se combatió
(y se combate) a los perpetradores, y mino empedrado de mucho pensamien- Faltan autores, obras, películas, sino por la idea moral que da carna-
pensarlo en términos de valores demo- to conspirativo. La arquitectura, a su novelas, algunas excelentes, la mayo- dura a esa ciudad, la Gran Manzana,
cráticos. El foto-reportaje no se quedó vez, busca devolver al World Trade ría olvidable. La producción en estos la nueva Jerusalén, el caldero donde
en lo simbólico (las torres) y pasó pron- Center de Nueva York la majestuosidad diez años ha sido enorme. Pero casi conviven todas las razas, etnias y re-
to a explorar las miles de historias indi- que tuvo, aunque dos vacíos simbólicos, todo lo que importa está. ligiones como en ningún otro lugar
viduales trastornadas por el 11/S. El los que dejaron las torres, ponen bajo Fue inevitable poner el énfasis en del planeta. Es el símbolo de la di-
cine documental luchó por la verdad una mirada crítica cualquier solución Nueva York, no sólo por el poder versidad, ese que el integrismo men-
con algunas piezas valiosas, en un ca- para ese espacio. simbólico de las torres destruidas, tal no puede tolerar. ●

E N E S T E N Ú M E R O

Don DeLillo 4 I Trevor Paglen 8 I J. Safran Foer 4 I Arquitectura en Zona Cero 12


The New Yorker 2 I Michael Moore 10 I Gabriel Orozco 11 I Crónica de un vuelo 14
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En el semanario The New Yorker

Visibilidad casi infinita


Elvio E. Gandolfo que era un día de elecciones primarias retorcido, no lejos de Murray Street.
(competían cuatro demócratas y dos Tardaron en darse cuenta de que se
republicanos) amplía la primera frase: trataba de la turbina de un avión a

A
PRIMERA VISTA la tapa “Era un día de finales del verano, un chorro. A esa altura ya muchos sen-
del 24 de setiembre de regalo para disfrutar”. tían que todo tenía la nitidez exagera-
2001 del semanario de cul- A continuación se concentra en da de una película “catástrofe”, con la
tura y periodismo The New Kirk Kjeldsen, periodista de la revista expectativa consiguiente de que luego
Yorker es totalmente negra: es el nú- de finanzas y tecnología Waters, que de aumentar sin fin, la tensión decre-
mero que apareció después de la ca- ese día debía cubrir una reunión con- ciera y el mundo estuviera bien. No
tástrofe de las Torres Gemelas. La vocada por el Risk Waters Group en fue así: gente real estaba siendo
tapa negra incluía un factor casi su- el piso 106 de la torre norte del World aplastada e incinerada dentro de las
bliminal, sin embargo. Hay que esfor- Trade Center. Le ocurrió algo poco torres. Muchos preferían dejarse caer,
zar la vista para percibir, apenas, que común: se quedó dormido en el subte, algunos rígidos, hasta dar en tierra. El
ambas torres están allí aún en pie, en y pasó de largo. Cuando al fin llegó a impacto de uno de ellos mató a un
negro sobre negro. Así encaró el tema la torre iba atrasado. Le indicaron que bombero.
Art Spiegelman, creador del famoso tomara un ascensor expreso hasta el A eso de las diez hubo el sonido
cómic Maus, y colaborador frecuente piso 78, donde podía pasar a otro que del lanzamiento de un cohete. De
de la revista. (*) lo llevaría a destino. Subió al ascen- pronto las calles circundantes fueron
sor, y comenzó a observar a sus com- invadidas por una avalancha de es-
EL NUEVO NEOYORQUINO. Traducido, el pañeros de viaje cuando impactó el combros, polvo blanco y cemento,
título de la revista es “El neoyorqui- primer avión. La puerta del ascensor acero y vidrio. La gente empezó a co-
no”. Cuando se produjo el atentado Portada del New Yorker del quedó trabada antes de cerrarse del rrer, mientras la policía gritaba
era un semanario distinto respecto al 15 de setiembre de 2003 todo, mientras oía el ruido de crista- “¡Aquí hay aire! ¡Aquí hay aire!”,
tradicional (comenzó a aparecer en les estallando. Después fue el humo ofreciendo máscaras de oxígeno. Se
1925). En 1992 se había hecho cargo inundando el vestíbulo, luego los pe- había producido el derrumbe de la to-
de él Tina Brown, y había cometido “acción militar masiva” por parte de dazos de cemento: “Había un trozo rre sur. Poco antes de las diez y me-
dos pecados fundamentales para los un “ejército” sin estado atrás, de cin- del tamaño de un reloj despertador, dia se derrumbó la torre norte, sobre
adictos nostálgicos: agregar fotogra- cuenta o diez veces más personas después me di vuelta y había otro del Liberty Street.
fías y color, además de otros cam- “cuyas armas son coches de alquiler, tamaño de un escritorio”. Después En Washington, en el edificio del
bios. El semanario tradicional era una tarjetas de crédito, y pasajes aéreos”. empezaron a llover docenas de zapa- FBI recibieron la noticia. Un poco
masa de texto apenas aliviada por los El resto de la sección estaba dedi- tos, cuerpos, equipajes, torsos. Pasó desorientados al principio, el choque
célebres cartoons y la tapa (o los avi- cado a columnas de firmas célebres un hombre sin piel, exclamó algo y del segundo avión los sacó de dudas.
sos). Ahora la zona de ficción (donde frecuentes en el semanario: John cayó muerto. La gente había empeza- Todos habían imaginado repetidos
se destacaron entre otros J. D. Salin- Updike, Jonathan Franzen, y Susan do a saltar al vacío. “He visto tal vez ataques en gran escala con armas de
ger y John Cheever) y el tono “high” Sontag, cuyo tono crítico del esta- un millón de películas donde cae gen- destrucción masiva. Pero nunca algo
cedía paso al ritmo de la calle, al pe- blishment le ganaría una lluvia ácida te y siempre parece algo coreografia- como esto. A las diez menos cuarto
riodismo. Cuando Tina Brown se reti- de unas cuantas semanas como reac- do, pero esto era realmente espanto- un vuelo procedente de Dulles impac-
ró del semanario dejó a David Rem- ción. En la parte central, había tres so. Parecían lemmings, gente en fila tó en el costado del Pentágono, con
nick como jefe de redacción. fotos en color a doble página de Joel que caía, demasiada gente cayendo”. 64 personas a bordo. También había
La clásica sección “The Talk of Meyerowitz, tomadas desde su estu- De inmediato buscó un lugar de esca- noticias de que otro, el vuelo 93, diri-
the Town” (Lo que se comenta en la dio, con las torres a lo lejos (de día, al pe. Cuando llegó a la calle llamó a su gido a Washington, había sido desvia-
ciudad —o en el centro) de aquel nú- atardecer y de noche, cuando las lu- novia y le explicó que un avión había do por la resistencia de los pasajeros.
mero iniciaba las notas dedicadas al ces de los dos edificios están todas impactado en la torre. Mientras ha- La revisación inmediata de los men-
atentado. Su autor, Hendrick prendidas y brillan como un espejis- blaba, vio un segundo avión, yendo sajes recibidos en las 48 horas ante-
Hertzberg, definía el desastre de Nue- mo), y que luego pasarían a integrar hacia la otra: al chocar “parecía que riores no mostraba anuncios de los
va York como “cuatro paroxismos”: el excelente foto-reportaje After- una flecha de fuego había atravesado hechos. Se descubrió en cambio que
1) poco antes de las 9 de la mañana el math (ver pág. 15 de este Especial). el edificio”. Muchas horas después, dos de los secuestradores de los avio-
impacto del primer avión; 2) 18 mi- el Risk Waters Group colgó un men- nes estaban en la lista de vigilancia
nutos después el impacto del segun- LA JORNADA INFINITA. “El día empezó saje en su sitio de Internet: 16 inte- del FBI, pero habían logrado pasar
do; 3) el derrumbe de la primera torre con lo que los pilotos de aerolínea lla- grantes del personal y más de 50 de- las fronteras sin ser detectados. Tam-
a las 10 menos un minuto, y 4) el de- man ‘severe clear’: una visibilidad legados estaban desaparecidos. bién figuraban advertencias previas
rrumbe de la segunda casi a las 10 y casi infinita”. Son las primeras pala- Los pasajeros de subte de esa hora sobre los movimientos de Bin Laden.
media. bras de la nota central del número: oyeron un mensaje sobre la interrup- Incluso papers de revistas especiali-
Hertzberg definía el perfil proba- “September 11, 2001”. En 22 páginas ción del servicio en las cercanías del zadas habían advertido sobre un aten-
ble de quienes usaban las torres a esa recorre el esfuerzo grupal de 22 perio- World Trade Center. Al salir a la calle tado con el fin de socavar la confian-
hora: “las finanzas, el comercio in- distas del personal de la revista (16 en vieron trozos de cristal del tamaño de za de la gente en el gobierno. Pero
ternacional, y empleados públicos”. Nueva York, 4 en Washington, 1 en vidrieras y tiras de metal más largas nunca sobre un golpe tan interno y
Más adelante discutía la reacción in- Austin (Texas), y 1 en Jerusalén). Con que camiones volando de los edifi- tan demoledor.
mediata de hablar de un “acto de su información, David Remnick escri- cios y precipitándose a tierra. Uno de Los bomberos de la ciudad acudie-
guerra”: no podía hablarse de una bió la nota final. Después de explicar esos trozos era un cilindro de metal ron en masa. Al principio tuvieron

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que ir cambiando el edificio base, a rres; una mujer negra se cubre la boca
medida que aumentaba el círculo de con un trozo de tela, rodeada de una
destrucción: al fin lo instalaron en niebla espesa; dos bomberos parados
Greenwich Village. Equipos enteros en una calle, con mascarillas, uno con
de bomberos fallecieron mientras tra- una camilla vacía; un carrito que anun-
taban de rescatar gente de las torres. cia “Ahora se sirve café descafeina-
A esa altura, la extensa cobertura del do”, cargado de rosquillas; y por fin el
New Yorker se va desplazando a otras esqueleto restante de una torre en for-
ciudades, incluso otros países, por ejem- ma de trama de acero, que se convirtió
plo a los festejos callejeros en ciudades en símbolo del desastre. Algunas de es-
hostiles a Estados Unidos. O en el tiem- tas fotos, pertenecientes a integrantes
po, para recordar Pearl Harbour, o la de la Agencia Magnum (Susan Meise-
bomba en la torre de Oklahoma City en las, Gilles Peress) pasarían luego a inte-
1995 (colocada por dos jóvenes norte- grar el excelente libro de fotografías
americanos, aunque se había sospecha- New York September 11 by Magnum
do de fundamentalistas islámicos). Un Photographers.
largo tramo está dedicado al perfil y el En aquel número del 24 de setiem-
papel en el mundo árabe de Bin Laden. bre el New Yorker estuvo a la altura de
El conteo de víctimas iba subiendo sin informar y opinar sobre un hecho his-
cesar, hasta llegar a miles. tórico, crucial. Ahora, diez años des-
El cierre de la nota vuelve a Kirk pués, seguramente se mezclarán en sus

AP
Kjeldsen. Llegar tarde lo había salvado. páginas el recuerdo con las ideas y las
Ahora pensaba en la extensión incalcu- imágenes nuevas, producto del tiempo
lable de la gente afectada, o quedaba transcurrido. ●
paralizado cuando un informe sobre la dormir. “Pero una tormenta cayó sobre color y a doble página que registran el (*) La idea de tapa luego sería desa-
reunión del Risk Waters Group anuncia- la ciudad, y fue despertado a las tres de pulso de aquella jornada infinita: una rrollada por Spiegelman en el cómic
ba que nadie se había salvado. Pero él la mañana por truenos que a él le pare- masa de transeúntes al trote o en bici- In the Shadow of No Towers (2004).
estaba vivo. Trató de comunicarse con cieron bombas”. cleta escapa de una nube blanca que Hay versión en español, Sin la Som-
la empresa, pero no lo logró. Se fue a El texto está puntuado por fotos a empieza a invadir la calle, desde las to- bra de las Torres, Norma Editorial.

Los otros números


EN LA SEMANA siguiente al número “negro” del una foto panorámica de tres páginas desplegables, bros aparecidos a favor y en contra de Estados Uni-
New Yorker (1 de octubre de 2001) la tapa era un di- que mostraba las ruinas completas del lugar. Un dos o los terroristas, en el país y en Europa. Figura-
bujo de gente que caminaba apurada en la calle (una texto breve mencionaba que el sitio donde había ban Noam Chomsky, Gore Vidal (título del libro:
mujer, alguien que tira de un carrito), sin que se vean estado el World Center abarcaba más de sesenta ki- Guerra perpetua en vez de paz perpetua: Cómo
las cabezas: a nivel del piso hay una especie de pe- lómetros cuadrados. Las tareas de despeje de los llegamos a ser tan odiados), Alice Walker, Jean
queño altar con flores homenajeando a un bombero restos se habían calculado en un año, pero termina- Baudrillard, Slavoj Žižek, Hugh Downs (que invitó a
caído. En “The Talk of the Town” se habla de Sa- rían en 9 meses. El acceso estaba prohibido incluso 150 estadounidenses exitosos a opinar sobre Mi
muel P. Huntington y su idea del “choque de civiliza- a los periodistas, pero habían autorizado al fotógra- América), entre otros. Por suerte no son comentarios
ciones” (aquí la islámica y la occidental); del con- fo Joel Meyerowitz a recorrer y fotografiar sin lí- en cadena, sino algo más cercano a un ensayo. Ya al
cepto de un doble rayo luminoso para reemplazar a mites. Hasta ese momento había tomado más de principio Menand despliega los conceptos en con-
las torres (la arquitectura de la ciudad es un tema clá- 7.000 imágenes (ver pág. 15 de este Especial). El flicto: “El 11 de setiembre mostró que Estados Uni-
sico en la revista); de la dificultad de rastrear el ADN público contaba con una plataforma desde donde dos es odiado por muchas buenas personas en el
de todos los restos; de aspectos de derecho para juz- podía ver el lugar. La cola era muy extensa, y las mundo porque es un matón imperial; Estados Uni-
gar a Osama Bin Laden. Una nota de “seguridad na- conversaciones se iban acallando a medida que lle- dos es odiado por muchas malas personas en el
cional” se pregunta cómo “no pudimos ver lo que te- gaban. Les permitían mirar hasta cinco minutos, y mundo porque es un faro de libertad y oportunidad;
níamos delante de nosotros”; otra se refiere a “La solían quedarse hasta el fin, como buscando algo. el Islam es una civilización irremediablemente hostil
seguridad en los cielos”; una tercera se plantea la Una de las fotos mostraba el interior de un jardín a los valores occidentales; el Islam es una civiliza-
“renovación urbana”. La más extensa (12 páginas) de infantes de la zona, con autos de cartulina cu- ción que asimila los valores occidentales; la globali-
despliega las opciones para la Presidencia. “The biertos por el polvo del derrumbe. zación ha ido demasiado lejos; la globalización no
Back Page” (la página de atrás) muestra un dibujo a Al cumplirse un año (16 de setiembre de 2002), ha ido lo bastante lejos; Arafat es un terrorista; el
color de Steve Brodner con dos pozos con la forma Remnick y Hertzberg conmemoraban ese año en sionismo es racismo; las películas son demasiado
exacta de las Torres, en cuyo interior circula gente). “The Talk of the Town”; Cathleen Schine investiga- violentas; y el postmodernismo ha muerto”. Si el tí-
Unos meses después, el 20 de mayo de 2002, ba cómo había sido el sitio de las Torres cuatro siglos tulo parecía una expresión de deseo (“Fe, esperanza
aparecieron una larga nota, y un “portfolio” espe- antes (en 1776 había sido arrasado por un incendio); y claridad”) el final de la nota expresaba dudas sobre
cial de fotos en color. La nota, “Groundwork” tenía un poema de título obvio (y 3 páginas) se inspiraba esa claridad.
que ver con “cómo se está resolviendo el futuro de en “Cuando las torres cayeron”; un muy extenso in- Al cumplirse el segundo aniversario, en el núme-
Ground Zero”, como se bautizó el terreno de la forme de Lawrence Wright (31 págs.) investigaba ro del 15 de setiembre de 2003, el material está redu-
destrucción. Más bien densa, detallaba los pasos quién era Ayman al-Zawahiri, “El hombre detrás de cido a una sola nota larga, “Guerreros urbanos”, que
inmediatos y en perspectiva de sucesivas oficinas Bin Laden”. En seis páginas Gilles Peress mostraba describe los esfuerzos de una pareja de arquitectos
municipales, arquitectos o planificadores. El pliego imágenes indirectas del lugar, en blanco y negro. En —los Libeskind— para planificar un reemplazo en el
en color, “Un agujero en la ciudad”, arrancaba con la sección de crítica, Louis Menand desmenuzaba li- hueco del Ground Zero. ●

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La literatura y el horror

The Falling Man


Daniel Mella guía siguiendo con el deseo de viven-
ciar, con la menor mediación posible,
ese trauma fundacional. Quien narra

R
ICHARD DREW estaba cu- es Alex, el guía de Foer, un ucraniano
briendo un desfile de modas joven que habla un inglés aprendido
con mujeres embarazadas en en institutos y a través del consumo de
Bryant Park cuando lo inte- cultura pop. Eso deriva en el uso “in-
rrumpió la llamada de su editor. El fo- correcto” de las frases, dándole hilari-
tógrafo guardó su equipo y llegó a dad al asunto más dramático y ternura
Chambers Street en un subte vacío. a la escena más devastadora. El uso
Sentía la tensión, igual que 33 años lúdico del lenguaje es una de las he-
antes, cuando le tocó estar justo detrás rramientas con las que cuenta el autor
de Bobby Kennedy cuando a Bobby le para ganarse la simpatía del lector. La
metieron una bala en la cabeza y no vuelve a poner a su servicio en Extre-
dudó en registrarlo. Ahora estaba al mely Loud and Incredibly Close
pie de las Torres Gemelas, y Drew si- (Tan fuerte tan cerca, Lumen, 2005),
guió con su cámara el recorrido de va- la novela contada por Oskar Schell, un
rios de los así llamados “saltadores”, niño de nueve años que perdió a su
gente desesperada que prefería el salto padre el día del atentado a las Torres
al vacío antes que morir quemada. De Gemelas. Por su edad y precocidad,
vuelta en la oficina, reconoció al ins- Oskar es un outsider como lo era el
tante la toma que al día siguiente apa- ucraniano de la novela anterior. De
recería en el diario The New York Ti- nuevo mediante la extraña mezcla de

AP
mes y en cientos de otros periódicos a desatino y precisión en las palabras,
lo largo y ancho del mundo. Richard Drew, The Falling Man, 2001 Safran Foer comunica la originalidad
En la mayoría de los diarios, la de su personaje y parece decirnos que
foto, conocida como The Falling Man, el mejor modo de acercarse a estos
fue publicada el 12 de setiembre y lue- tud de lo ocurrido, así como fueron Se ha realizado una investigación eventos traumáticos es con la inocen-
go nunca más. El público acusó a los consideradas aptas la foto de la niña para identificar al hombre de la foto. cia y la curiosidad de un niño o de un
medios de prensa de explotar la muer- vietnamita quemada corriendo desnu- Gran parte de los entrevistados expre- extranjero.
te de un hombre, de invadir su privaci- da luego de un ataque con napalm y saron enojo ante la sugerencia de que El padre de Oskar fue sepultado
dad, de convertir una tragedia en por- las mismísimas de Bobby Kennedy en el saltador fuese un familiar suyo. simbólicamente porque sus restos no
nografía. De todas las imágenes del su debido momento. Aunque por el tono de piel y su vesti- fueron hallados y la novela cuenta los
evento más fotografiado y filmado de Es posible que el hombre haya sal- menta las opciones se redujeron a un grandes esfuerzos de Oskar por darle
la historia, las de los saltadores fueron tado por rebeldía, pero no hay nada par, las conclusiones no son definiti- un cuerpo. El día del atentado Oskar
las primeras en ser censuradas casi por que asegure que no saltó obedeciendo vas. Si la mañana del 11/S se recuerda fue liberado temprano de la escuela.
unanimidad. Fueron erradicadas de re- a un instinto animal más que a una vir- primero y antes que nada por la des- Cuando llegó a casa había cinco men-
vistas, diarios, noticieros, películas do- tud humana, ni que la intención que trucción del símbolo que eran las to- sajes de su padre en el contestador.
cumentales y marginadas a sitios sen- parece encarnar el hombre que cae no rres, es posible que se deba nada más Llamaba desde las torres. Decía que
sacionalistas en Internet. sea producto de un mero accidente es- que a los dictados de un consenso estaba bien, que no se preocuparan,
tético. El hombre está cayendo. Se ideológico y visceral al que llegaron que pronto seguramente aparecerían
UNA FOTO INCÓMODA. En un artículo lanzó; no queda duda. A cientos de los espectadores del así llamado ma- los bomberos y todo habría pasado.
aparecido en la revista Esquire, el pe- metros de distancia el fotógrafo dispa- yor ataque terrorista de todos los tiem- Llamó por última vez, Oskar escuchó
riodista Tom Junod usa la foto tomada ra el obturador y en una fracción de pos. La foto del Falling Man ya no se lo que su padre decía pero no pudo le-
por Richard Drew para meditar sobre segundo lo inmortaliza, pero no lo sal- muestra y ha acabado convirtiéndose vantar el tubo. En lugar de eso, se-
por qué sus compatriotas eligieron va de la aniquilación. La foto miente. en el símbolo otro de aquella fecha. Es cuestró la cinta y guardó el secreto.
desviar la mirada de estas imágenes, Es tan sólo un instante de lo que fue- la tumba sin nombre, dice Junod, y el Más de un año más tarde, el niño en-
recortando así el acto final de las más ron unos diez segundos de caída. La hombre preso dentro de su marco es el cuentra un sobre con el nombre Black
de ochenta personas que saltaron esa plasticidad con que el saltador se une Soldado Desconocido, el inaceptable escrito en rojo y una llave adentro. El
mañana como si se tratase de un es- con las torres y la decisión que comu- que mientras no sea desenterrado de la sobre estaba adentro de un jarrón de
pectáculo perverso y paralelo al espec- nica su verticalidad se desvanecen en censura seguirá reflejando, oscura- su padre y Oskar se pone a buscar el
táculo mayor, y no mereciese ser con- el resto de las tomas, en las que el mente, la pérdida, la vergüenza, la cul- origen de la llave, previo listado de las
templado. Junod se pregunta si es por hombre cae dando vueltas en el aire pa y el dolor sordo. direcciones de todos los apellidados
la inmediatez de su publicación que la sin elegancia. Además, están los regis- Black en Nueva York. En sus entrevis-
foto sólo llegó a agregarle dolor al do- tros de otros saltadores, y su actitud es LA LITERATURA Y EL TRAUMA. En Todo tas consigue ir reconstruyendo, gra-
lor que la gente ya tenía, pero las fotos desesperada. Hay quienes saltaron en está iluminado, la primera novela de cias a la palabra, la imagen de su pro-
de la masacre en los campos de con- secuencia, por pura imitación, y quie- Jonathan Safran Foer, un nieto del ho- genitor. Cuando ya tiene espesor sufi-
centración durante la Segunda Guerra nes usaron manteles como paracaídas, locausto busca ponerse en contacto ciente, Oskar concibe la idea de profa-
Mundial fueron usadas de inmediato con la esperanza evidente y fantástica con la mujer que salvó a su abuelo en nar su tumba y llenar el cajón con co-
como pruebas esenciales de la magni- de no morir. Trachtenborg. Recorre Ucrania con un sas que le pertenecieron o joyas como

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si fuera egipcio o con objetos que lo de una de las torres. En cierto momen- Man hay un terrorista, pero los únicos
avergüenzan a él, a Oskar, objetos to el hombre es acusado con clarivi- que escriben son los miembros de un
como el teléfono que ocultó y la bu- dencia de “vivir en una torre que se grupo de enfermos de Alzheimer. A pe-
fanda que nunca pudo terminar. Con alza hasta el cielo y aun no ha sido dido de su líder femenino, los pacien-
un par de ayudantes logra finalmente castigada por Dios.” La tapa original tes escriben sobre las cosas que les
desenterrar el cajón, sólo para llevarse de Underworld (1997) luce un pájaro ocurren, lo que se siente al palpar los
una gran sorpresa ante lo vacío que negro como un presagio suspendido al contornos del olvido, los límites de la
está. Y por más que esa noche no deja lado de un rascacielos cuya cima se memoria. El día que una de los inte-
nada material en el ataúd, al regresar a pierde en la niebla, y aunque la novela grantes del grupo deja de ir porque su
su casa ha recuperado el valor para re- no termina con dos aviones suicidas, condición avanzada se lo impide, escri-
velarle a su madre lo de los mensajes sí lo hace en la era post Muro de Ber- ben sobre ella.
del padre, y es hablando como los dos lín, significando que la narrativa de la El único artista es David Janiak,
coinciden en la catarsis. Guerra Fría siempre terminará en es- que de tanto en tanto se lanza de cierta
En la secuencia siguiente, Oskar combros. altura en plena vía pública y con la
pesca del fondo de la cama el cuader- ayuda de un arnés queda suspendido
no de recortes que una vez tituló Co- EL ARTISTA. A DeLillo no le interesa en el aire. Imita al Falling Man de la
sas que me ocurrieron. Explora el solo cómo funcionan las grandes poten- foto de Richard Drew. Trabaja sin po-
cuaderno a la luz de la linterna y ubica cias, sus símbolos y teorías. Le interesa leas, cables ni resortes para absorber el
las fotos borrosas que había sacado de el individuo; su ángulo, su voz. DeLillo impacto. Se ha dañado la columna al
una revista o de la Internet, de un confía en que la urdimbre de las épocas punto de tener que ser hospitalizado,
hombre que saltó de una torre y cae de será confeccionada en buena medida se ha ganado palizas por parte de es-
espaldas. Las fotos están en serie y por las personas privadas, por sus actos pectadores accidentales ofendidos.
describen el desplazamiento de su y hasta por las cosas que piensan, y Luego de algún tiempo de haber ace-
cuerpo flácido en el aire. Oskar se pre- cuando se ocupa del interior de sus per- chado la ciudad y la conciencia de sus
gunta si no será su padre el de la foto sonajes parece estar rastreando los ecos habitantes, Janiak muere a los 39 años
y se responde que no importa, que era de aquello que después será llamado de causas naturales.
alguien, y hace lo que nadie antes qui- Historia. Esta sigue siendo una constan- La novela comienza con un hombre
so hacer: elige que ese sea su padre. te en su obra, pero otras cosas han cam- innominado saliendo de las torres en
Habiendo actuado durante toda la no- biado. Si el atentado a las torres era el llamas con un portafolio que no es el
vela sobre lo que le ocurrió, habiendo final ideal de las obras de DeLillo hasta suyo en la mano. Recién a las tantas
revertido el orden de la fatalidad igual esa fecha, la novela Falling Man (El cuadras se da cuenta hacia donde va.
que los que esa mañana vislumbraron hombre del salto, Seix Barral, 2007), Embadurnado de sangre y cenizas,
otra opción y saltaron, Oskar arranca que tiene el atentado como centro y aparece como un refugiado en la puer-
las fotos del cuaderno y con la fortale- punto de partida, es el comienzo de una ta de la casa donde viven su ex-mujer
za que infunde el haberse abierto a la nueva etapa. Y una de las cosas que ha y su hijo, y es aceptado en esa especie
percepción de lo más terrible, las in- cambiado es el lugar del escritor, el lu- de útero donde comienza a gestar su
vierte para que al sortearlas en abani- gar del artista. regresión a un estado primitivo, ante-
co pueda verse al saltador flotando ha- Era tradición para DeLillo que figu- rior al de la infancia, un hombre-ame-
cia arriba. Si hubiese tenido más fotos, raran escritores en sus novelas. En un ba carente de la curiosidad, la fantasía
© ART SPIEGELMAN

Oskar se habría encargado de que to- principio el autor los emparentaba con y la necesidad de un Oskar Schell para
dos estuviesen a salvo. terroristas por su accionar: despertar redimir nada, y que acaba geográfica-
conciencias y mediante actos simbóli- mente con él solo en Las Vegas, hecho
LAS POTENCIAS. Don DeLillo fue uno cos borrar y reescribir el discurso pre- un manojo de compulsiones en el ho-
de los primeros escritores en reaccio- dominante y falaz. Era tradición tam- tel de un casino, entregado al ritual del
nar públicamente a los atentados del Cuadro del cómic In the Shadow ofNo bién que hubiese personalidades de re- póker, llamando a su esposa de madru-
11/S. En su ensayo “En Las Ruinas Towers, de Art Spiegelman. levancia social, desde deportistas a in- gada desde el medio del desierto.
del Futuro”, publicado en Harper’s, telectuales, que diagnosticaban el espí- Hacia el final del libro hay una des-
aboga por una nueva manera de res- ritu de los tiempos. En Falling Man, cripción de la foto del Falling Man. La
ponder a los hechos. Los factores que de la grandeza de la ciudad de Nueva los únicos intelectuales son una pareja mujer del hombre-ameba recuerda la
produjeron el evento son demasiado York y de la necesidad de detectar de amantes viejos, nobles y solitarios, impresión que le causó la foto la pri-
complejos como para reducirlo todo esas instancias de dignidad humana, que bien podrían haberse llamado mera vez que la vio, el día después de
en una imagen apresurada, en una sen- de unión y respeto en medio del de- América y Europa, y apenas saben ha- la tragedia. El hombre de cabeza, las
tencia unívoca. DeLillo no quiere que sastre, rescatarlas antes de que sean blar del pasado. Los más jóvenes, los torres detrás; las franjas oscuras, las
se solidifique demasiado pronto una aplastadas por la versión oficial. padres y los hijos, sólo atinan a cabal- franjas más claras; todo perfectamente
manera bienpensante de hablar de la La fascinación de DeLillo con los gar la onda expansiva de la tragedia, alineado. “Era un ángel cayendo y su
cosa. El autor observa que hay cien mecanismos del poder lo ha llevado a estupefactos, sin nada definitivo para belleza era espantosa”, escribe DeLi-
mil historias ocurriendo simultánea- adivinar, en la estructura misma de la decir por ahora. Y la palabra impresa llo, y tal vez el problema final de la
mente en Nueva York, en Washington cultura occidental, el germen de los de pronto carece del impacto que algu- foto sea ese, que es bella, que no le
y en el mundo entero que también son actos de terrorismo como el del 11 de na vez tuvo. El escritor ha sido absor- pertenece a la realidad ni al periodis-
parte del asunto, y muchas de ellas tie- setiembre. Se puede decir que buena bido por la maquinaria de consumo y mo, que conviene que le pertenezca al
nen el valor agregado de no ser sumi- parte de su obra —especialmente Un- eso lo ha marginalizado como fuerza arte, el último lugar donde lo bello
sas a las narrativas destructivas del ci- derworld, Mao II, Cosmópolis— de resistencia o revolución. El terroris- puede coexistir con lo horrible sin que
bercapitalismo y del terrorismo. Por profetiza casi al pie de la letra el ata- ta se ha apropiado del lugar del escri- nadie se escandalice. ●
ejemplo, pocos días después del aten- que a las Torres Gemelas, mostrándolo tor, y una de las preguntas esenciales
tado, el escritor ve a una mujer musul- como el producto inevitable de la ra- de Don DeLillo es qué lugar tiene la Nota: este artículo se basó en las
mana rezando en la vereda. Nadie la cionalidad capitalista. En Cosmópolis literatura en estos días, y si puede o no novelas originales en inglés, y los tex-
molesta ni se siente ofendido por su Eric Packer, el hombre más rico del crear una vía alternativa para interpre- tos citados fueron traducidos por Da-
actitud. Eso alcanza para darse cuenta mundo, vive en un triplex en la cima tar cómo está el mundo. En Falling niel Mella.

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Los ataques como espectáculo

Sublime obsesión
Álvaro Buela sistemáticamente destruidos por olas
gigantescas (Impacto profundo), me-
teoritos (Armageddon), naves invaso-

A
PESAR DE que los aconte- ras (Día de la Independencia) o
cimientos abarcaron otros monstruos importados (Godzilla). Sin
fenómenos, el 11/S quedará embargo, este neo “cine catástrofe” se
para siempre simbolizado en alineó en un punto con la “estética”
el derrumbe de las Torres Gemelas. selectiva de la televisión (por ejemplo,
Ríos de tinta han corrido desde enton- en la trasmisión de la Guerra del Gol-
ces intentando dar cuenta de lo que fo), evitando la carnicería de los años
ocurrió a partir de allí en el imaginario 70 y dejando a los muertos fuera de
mundial. Uno de los tópicos ha sido cuadro, sobre todo si se trataba de ciu-
que la televisación globalizada del he- dadanos estadounidenses.
cho transformó un acto terrorista en Así como en 1965 Susan Sontag
una performance mediática cuyos in- había analizado el cine de ciencia fic-
gredientes espectaculares “parecían ción en un contexto de terror latente y
una película”. Esa asimilación inme- vacío existencial, Slavoj Žižek ha he-
diata fue, probablemente, uno de los cho lo propio para el actual mundo
efectos más inquietantes de lo ocurri- globalizado, no menos temeroso que
do el 11/S, no sólo por la perplejidad aquél. “Es tan difícil imaginarnos el
ante el hecho en sí, ni sólo por la bru- proyecto de una nueva utopía global
tal constatación de que aquello ya ha- basado en el trabajo y la cooperación,
bía sido visto antes, sino sobre todo que la única manera en que podemos
por la sospecha de que también había entretener el pensamiento es pagar el
sido secretamente deseado. Carrie Ann Moss en Unthinkable (2010) precio mental de una hecatombe extre-
ma”, ha dicho. En esa línea, el “cine
ESPECTROS GEMELOS. “La imaginación catástrofe” constituiría una paradójica
del desastre”, como la llamó Susan exterior y ante la deshumanización de LA ÚLTIMA UTOPÍA. Luego de un impas- conjura de la destrucción absoluta que,
Sontag, venía alimentando el cine des- la propia sociedad. “Vivimos bajo una se para acusar el golpe, la política mi- amparada en la disolución de las ten-
de que Griffith destruyó Babilonia en continua amenaza de dos destinos litarista y paranoica de la era Reagan- siones políticas y étnicas, permitiría
Intolerancia (1916), dando lugar a igualmente temibles, pero en aparien- Bush comenzó a filtrarse en varios for- imaginar la plenitud utópica. “Tal vez
una casuística por la cual, “hasta el cia opuestos: la banalidad inagotable matos. Por un lado, la serie Duro de sea el último género de optimismo so-
día de hoy, no hay nada más excitante y el terror inconcebible. Es la fanta- matar fusionó el film de acción con el cial que nos queda, y ése es un triste
que ver cómo se desmoronan todos los sía, servida en abundantes raciones “cine catástrofe”, iniciando una línea corolario de nuestra desesperación”
costosos decorados”. De King Kong por las artes populares, lo que permi- de espectáculo high-tech empaquetado (Žižek).
(1933) a Día de la Independencia te a la mayoría de la gente hacer fren- en un frenesí de montaje y sonido Dol- Podría pensarse, además, que un
(1996), hemos visto destrozar los cos- te a estos dos espectros gemelos” by. Muy pronto esta vertiente retomó monto de esa desesperación aparecía
tosos decorados de esa Babilonia con- (Sontag, 1965). el concepto maniqueo de la política in- encarnada en la propia inflación del
temporánea que es Nueva York más La tendencia se evaporó durante ternacional y, al desaparecer la Unión espectáculo cinematográfico. Si el
que los de cualquier otra ciudad. La los años ‘60, que de algún modo fue- Soviética, desplazó el enemigo hacia blockbuster de la década del ‘90 operó
distancia que separa aquella anima- ron un “pasaje al acto” de aquellos pá- Medio Oriente (ver Juego de patrio- como fabulación instrumental para ali-
ción cuadro a cuadro de este hiperrea- nicos, pero recrudeció con nuevos tas o Momento crítico). Al respecto, viar los miedos e inseguridades del fin
lismo digital equivale a la diferencia bríos ni bien se iniciaba la siguiente la escritora marroquí Laila Lalami pu- de siglo, también lo hizo para recon-
entre el artificio romántico y la porno- década. Las reglas habían cambiado, blicó en 1997 un artículo burlándose quistar, en base a explosiones y canti-
grafía de la devastación. Y si bien esta sin embargo. Ahora era el Hollywood de los estereotipos con que esas pelí- dades obscenas de dólares, el lugar
dieta de aniquilamientos, refinada a lo decadente, ya en los estertores de su culas retrataban a árabes y musulma- perdido en el imaginario global. Con
largo de un siglo, habla de una subli- sistema de estudios, el que exponía a nes (la barba, el inglés torpe, los ritos el surgimiento de Internet, la televi-
mación de las ansiedades ocultas, tam- sus insignias (Charlton Heston, Ava religiosos, el keffiyeh, la brutalidad) y, sión por cable y los formatos digitales,
bién habla de un goce. Gardner, Ernest Borgnine, Helen como árabe, reclamaba un porcentaje la circulación de imágenes y relatos se
Todo un sub-género de la ciencia Hayes, entre otros) a las inclemencias de la taquilla. tornó aluvional e inabarcable, superan-
ficción proliferó en los años ‘50 bajo de aire, mar y tierra, y definía el mar- Paralelamente, retornaron los desas- do a Hollywood en simultaneidad y
la sombra de la Guerra Fría y las ame- co de una franquicia bastarda y exten- tres naturales a gran escala, con la di- diversificación. De hecho, la televi-
nazas nucleares, mientras Occidente dida llamada “cine catástrofe”. A la al- ferencia de que ahora debían multipli- sión estadounidense (en especial la se-
se regeneraba en torno a un capitalis- tura de El enjambre (1978), en la que car la amenaza y los efectos especiales ñal HBO) se reposicionó como un efi-
mo cada vez más tecnocrático. En las abejas asesinas arremetían contra Mi- para competir con el infierno que ya caz productor de series y miniseries
premisas de aquellas películas (Muer- chael Caine, Henry Fonda y Richard podía verse gratis y en directo vía tributarias de una madurez que el cine
tos vivientes, Más allá de la Tierra o Widmark, la fórmula no sólo lucía CNN, desde Chernobyl y las guerras a industrial, entregado a la fantasía ado-
Llegaron de otro mundo, por ejem- agotada sino pronta para la parodia, diversas calamidades ecológicas. El lescente, había olvidado.
plo) se expresaba un horror bicéfalo: mortalmente ejecutada dos años des- escenario más frecuente fue, claro, Un asombroso exponente de esto
ante lo que provenía de una invasión pués por Y... ¿dónde está el piloto? Nueva York, cuyos rascacielos eran puede encontrarse en el telefilm Path

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to Paradise, producido por HBO en tora del trauma. En este sentido, es re- En la última década, Hollywood
1997. El relato ficcionalizaba los por- levante que luego de unas horas de re- se afirmó en la aventura fantástica
menores que rodearon al ataque a una transmitir los instantes “espectacula- que, servida del espíritu infanto-ju-
de las Torres Gemelas, el 26 de febre- res”, los directivos hayan decidido eli- venil, acotó el conflicto moral al
ro de 1993. Gran parte de la historia minar los acercamientos comprometi- oportuno enfrentamiento entre el
se concentraba en los planes del grupo dos y las imágenes de los cuerpos ca- Bien y el Mal (Señor de los anillos,
islámico que lo provocó, causando yendo de las Torres. A diferencia de Harry Potter, Narnia, Piratas del
seis muertos y un centenar de heridos, los testimonios fotográficos, que reve- Caribe). Como fuga de la revisión
y en las torpezas cometidas por los laron la angustia de estar ahí, el regis- del presente doméstico, las catástro-
sistemas de seguridad e inteligencia, tro televisivo “oficial” se estableció en fes mutaron hacia una épica histórica
señaladas por los diálogos en varias un distanciamiento de la escena, lo o bíblica (Troya, Cruzada, Alexan-
ocasiones. Hoy casi un tabú, la pelícu- cual, tal como señaló la investigadora der, La Pasión de Cristo), y la añe-
la contenía elementos impensables en Christina Rickli, incorporó a las imá- ja manía de destrozar Nueva York
el cine actual, como las bromas sobre genes una cualidad sublime, incorpó- volvió condicionada a trocar los ata-
el bombardeo al World Trade Center rea: “La relativa ausencia de carne ques aéreos por la gran inundación
(WTC) y la humanización de los te- muerta en el material de los ataques (El día después de mañana). Los
rroristas, quienes, aún en su fanatismo facilitó a los espectadores (…) la vi- films narrativos que aludieron direc-
monolítico, tenían una carnadura ge- sión de la interminable repetición de tamente a los atentados apenas so-
neralmente negada. En lo concernien- las secuencias”. brepasan la media docena, y sólo
te al enemigo, Hollywood prefiere Un seguimiento de los derroteros uno (World Trade Center) puede
siempre la abstracción. de la televisión y el cine a partir de considerarse hollywoodense stricto
entonces resulta ilustrativo sobre sensu, aún en su reducción de un
TODOS A FLORIDA. Precisamente este cómo ambos medios lidiaron con el Kiefer Sutherland en la serie 24 problema macropolítico a la peripe-
punto, el de la abstracción de la imagen, trauma, en especial luego de que el cia heroica individual.
se volvió una reflexión obligada luego presidente Bush Jr. impusiera un ma- Allí donde el cine se atrevió a es-
del 11/S. Como se dijo hasta el hartaz- niqueísmo bíblico y declarara la gue- de una semana de balbuceo sombrío, bozar un matiz crítico de la “Guerra
go, la repetición de las mismas imáge- rra al “Eje del Mal”. Teniendo en promediando setiembre los conducto- contra el Terror” (en La conspira-
nes a lo largo de aquel día (la colisión cuenta que una encuesta de Newsweek res de la noche (David Letterman, Jay ción o Vivir al límite), lo hizo bajo la
del segundo avión, el derrumbe de las de 1999 había arrojado que el 40 % de Leno, Conan O’Brien, Jon Stewart) “protección” del género bélico y la
Torres) supuso un intento de asimilar el la población de Estados Unidos creía recuperaron la ironía habitual. Series y ambientación en territorio invadido.
trauma, al igual que una necesidad de que el mundo acabaría con una batalla sitcoms volvieron a emitirse con nor- La televisión tuvo otra flexibilidad,
buscar sentido en el “evento absoluto” apocalíptica entre Jesús y el Anticris- malidad salvo por la eliminación de tal vez por tratarse del medio privile-
(Baudrillard), en un acontecimiento en to, la lectura presidencial hizo explíci- las Torres Gemelas en los créditos de giado del 11/S, el que primero acusó
estado puro, es decir, carente de relato. to que una mitad del “sueño america- Friends y Los Soprano. En “Satur- el golpe y debió reaccionar de modo
Los discursos que emergieron semanas no” está compuesto por pesadillas y day Night Live” invitaron al alcalde instantáneo con su polimorfo mate-
después, incluso los de pensadores ine- hecatombes. La otra mitad (el limbo Rudolph Giuliani —héroe nacional—, rial. Si bien al principio se hizo eco
ludibles, se abocaron a lecturas simbóli- consumista) emergió dos semanas a quien preguntaron si era correcto re- del discurso oficial y promovió un
cas, ideológicas, religiosas y políticas. después del 11/S, cuando el mismo írse en esas circunstancias. La res- show embarazoso (A Tribute to He-
Muy pocos atendieron, sin embargo, a Bush Jr. incitó a sus conciudadanos a puesta de Giuliani (“¿Por qué cam- roes), luego encontró oportunidades
las sutiles modificaciones que esas re- superar el trance, irse “a Disney biar ahora?”) tuvo la elegancia que le para considerar la transformación del
peticiones sufrían entre una emisión y World en Florida” y reventar sus tar- faltó al “vayan a Disney World”, aun- orden interno y los desbordes cometi-
otra, y, sobre todo, a la evidencia de que jetas de crédito. que poseía el mismo efecto habilitan- dos en nombre de la seguridad dentro
el clímax de la memoria cinematográfi- Mientras algunos reportes informa- te: “America” podía volver a sus asun- de los EE.UU. a través de series
ca ocurría dentro de un brutal reality te- ban sobre la creciente demanda en los tos, a sus creencias y a su consumo. El como The West Wing, 24 o Threat
levisivo. videoclubes de películas como Infier- gobierno y las fuerzas armadas se en- Matrix, amén de dar cabida a films
La televisión fue el medio y no en la torre y Contra el enemigo, cargarían del Mal. que, por su frontal tratamiento de la
(McLuhan mediante) el mensaje del los ejecutivos de Hollywood aplicaron En octubre de 2001, interrogado tortura, no tuvieron estreno comercial
11/S; fue a un tiempo emisora y recep- una recordada autocensura, corrobora- sobre las consecuencias del 11/S, (Unthinkable).
da en la reunión que mantuvieron el Jacques Derrida se refirió al costo que El reciente lanzamiento de Trans-
11 de noviembre con el portavoz del ese discurso oficial tendría en el ima- formers III parece haber vuelto todo
gobierno Karl Rove. Se retiró la cos- ginario social y, sobre todo, a la mane- a foja cero al rescatar —con más es-
tosa campaña publicitaria de El hom- ra en que impedía el necesario duelo. truendo, caos y 3D— el blockbuster
bre araña, se aplazó el lanzamiento “Hay traumatismo sin trabajo de due- catastrófico de los ‘90. No sería desca-
de títulos como Daño colateral o Có- lo posible cuando el mal viene de la bellado pensar que, exactamente una
digos de guerra y se reeditaron se- posibilidad de que lo peor esté por ve- década después, aquí se cierra una eta-
cuencias consideradas delicadas o que nir”, afirmó, desplazando el foco del pa de represión y cautela, ya que no de
mostraran el WTC. Pero el recato duró trauma desde el pasado 11/S hacia la duelo: la amenaza sigue intacta, depo-
poco. Antes de fin de año se estrena- inminente “Guerra contra el Terror” sitada en el futuro. Pero es sólo una
ron dos aventuras bélicas sobre solda- de la administración Bush. “El trau- ilusión óptica. Con todo lo que ese
dos norteamericanos en territorios aje- matismo es producido por (…) la ame- amasijo audiovisual tiene de destruc-
nos (La caída del halcón negro y naza de lo peor por venir más que por ción, vértigo, estallidos y rascacielos
Tras líneas enemigas) que retornaban una agresión pasada y ‘terminada’.” partidos al medio, no se verá en él la
sobre el valor de la vida estadouniden- Al contrario de la literatura, la foto- imagen de un cuerpo humano sangran-
se por encima de la de rivales estereo- grafía o la historieta, el cine y la tele- do ni, mucho menos, cayendo al vacío
tipados y casi siempre sin rostro. visión fueron funcionales al manteni- como una flecha, exangüe. Aún no. El
miento de ese conjuro y, por ende, a la espectáculo, entonces, continúa su es-
Detalle del afiche original para El hombre LA IMAGEN PROHIBIDA. La televisión obstrucción del duelo. No obstante, no calada a lo sublime, cada vez más apa-
araña (2002) se había repuesto mucho antes. Luego lo hicieron del mismo modo. ratoso y cada vez menos tangible. ●

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La obra de Trevor Paglen

Geografía
László Erdélyi sólo podían entender los de “adentro”.
Recolectó decenas, y en la mayoría de
los casos logró deducir a qué unidad

L
A GUERRA contra el Terror pertenecían, dónde estaba la base y, a
que Estados Unidos lleva a veces, en qué estaban trabajando. Una
cabo contra los responsables de selección de 40 insignias se publicó en
los atentados es en gran medida su primer libro, I Could Tell You But
secreta. La conducen hombres invisibles, Then You Would Have to be Destro-
desde unidades que oficialmente no exis- yed by Me (Puedo contártelo pero lue-
ten. Lo inédito es la escala de este em- go tendrías que ser destruido por mí,
prendimiento. Norteamérica ya tenía un 2008), título tomado de la frase que fi-
antecedente mayúsculo: el Proyecto gura en la insignia de una unidad se-
Manhattan, que les permitió tener antes creta, la Air Test and Evaluation Squa-
que nadie la bomba atómica. Pero ese dron Four (VX-4) con sede en Point
antecedente es algo minúsculo compara- Mugu, California, que realiza tareas
do con el sistema de inteligencia que cre- desconocidas. Parece una gran broma,
ció a partir del 11/S. Se lo conoce como pero no lo es.
el black world (mundo negro), y emplea Muchas de estas insignias intentan re-
en forma directa e indirecta a cuatro mi- solver las paradojas con humor e ironía.
llones de estadounidenses, que trabajan Otras con sobrecarga de símbolos, como
en diez mil dependencias. Algunos datos la que lleva la frase “Alone and Una-
secretos filtrados al público permitieron fraid” (Solo y sin miedo). Paglen deduce
saber que el contribuyente paga 60 mil que pertenece a un programa de aviones
millones de dólares por año para que espías no tripulados, por sus numerales
funcione, la misma cantidad que gastan IX y XI; que fue desarrollado en el Area
los chinos (el segundo ejército del mun- 51 (cinco estrellas rojas + una blanca), y
do) en todas sus fuerzas armadas, en si- que el avión podría estar operando en
milar período. Kandahar, Afganistán (un periodista, Bill
El mundo secreto, el de los espías, Sweetman, le sacó una foto borrosa en el
siempre generó paradojas de diversa ín- 2007 y lo llamó “la bestia de Kanda-
dole. Al geógrafo Trevor Paglen, de la har”). En 2009 la Fuerza Aérea confir-
Universidad de Berkeley, le preocupó © 2010 Trevor Paglen mó su existencia: el avión se llama RQ-
una paradoja en particular: que un mun- 170 Sentinel, y es operado en forma re-
do secreto, invisible, deje un tendal de mota desde el Tonopah Test Range, en
evidencias que lo revelan, lo hacen visi- Nevada. Se desconoce el significado del
ble. El problema es que, al ser un área de resto de los símbolos.
Seguridad Nacional, la exposición de En su penúltimo libro, Blank Spots
esta paradoja puede dejar al responsable Trevor Paglen, Satélite meteorológico militar DMSP 5B/F4 (línea nítida en costado supe- on the Map, subtitulado “La geografía
en prisión, o peor. La ley de Estados Uni- rior derecho) fotografiado en la reserva india de Pyramid Lake, 2009. oscura del mundo secreto del Pentágo-
dos, como la de cualquier estado moder- no”, Paglen va más lejos: dibuja el mapa
no, establece penas muy duras al respec- del black world en la tierra y en el cielo.
to. Es traición, y punto. Secret Landscapes (Operaciones Invisi- Gracias a una red mundial de curiosos
Paglen trabaja sobre esta paradoja bles, Encubiertas y Paisajes Secretos). conocidos como plane spotters (observa- SATÉLITES ESPÍAS. Son civiles comunes y
llevándola al terreno del arte, quitándole dores de aviones, planespotters.net) com- corrientes que están en todo el mundo.
dramatismo. Como buen geógrafo, le RASTROS CONCRETOS. Su primer libro fue partieron datos en foros de Internet Miran el cielo de noche con binoculares
preocupan por ejemplo ciertas áreas de Torture Taxi (2006). Luego del 11/S, la (quién figuraba como propietario del o pequeños telescopios, y un cronóme-
Estados Unidos que no figuran en los CIA estableció una serie de prisiones se- avión, los planes de vuelo, etc.). El asun- tro. Observan lo que parecen ser estrellas
mapas. Es el caso del Nellis Range Com- cretas en países “amigos” lejos de Esta- to tomó estado público en medios de brillantes en el cielo, que se desplazan rá-
plex, a unos diez kilómetros al norte de dos Unidos. En esas prisiones, que esta- prensa masivos (noviembre 2005). Tre- pido, o permanecen estáticas. Pero no
Las Vegas, un territorio en el medio del ban en un limbo jurídico sin que la ley de vor Paglen fotografió a casi todos estos son estrellas, sino algunos de los 200 sa-
desierto del tamaño de Suiza que perte- país alguno pudiera acceder a ellas, se aviones y reveló una parte del asunto en télites espías secretos de Estados Unidos
nece, por entero, al black world. Para re- extraían confesiones bajo tortura de los el libro Torture Taxi. en órbita terrestre. Los sonámbulos regis-
coger las evidencias desarrolló un tipo de sospechosos de terrorismo. El traslado de Luego mostró curiosidad ante las in- tran los datos obtenidos sobre trayecto-
fotografía muy sofisticada, la “telefoto- sospechosos entre Egipto, Marruecos, signias de unidades militares que ofi- rias, grados de inclinación, velocidad,
grafía al límite”. Tras varios años de tra- Rumania, Polonia, Qatar o la base cuba- cialmente no existían, portadas por etc. y los vuelcan en un software de dise-
bajo, numerosas exposiciones, y tres li- na de Guantánamo, por citar algunos, im- hombres uniformados que no podían ño casero que permite calcular sus órbi-
bros publicados, en el 2010 la prestigiosa plicaba una logística de vuelos secretos hablar de su trabajo. Investigó en pro- tas, altura, velocidad. Cruzan esa infor-
editorial neoyorquina Aperture publicó en aviones de la CIA disfrazados de vue- fundidad sobre los símbolos, letras, y mación con otros datos públicos disponi-
en libro una recopilación de sus fotogra- los civiles. Dichos aviones sólo tenían un figuras concretas que aparecían borda- bles en publicaciones científicas o revis-
fías: Invisible, Covert Operations and número de identificación en el fuselaje. dos en ellas, con hilos de colores, que tas sobre la industria militar. Luego infie-

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as secretas
ren si lo observado es basura espacial, un
satélite ya caduco, o uno activo. Vuelcan
sus conclusiones en foros de Internet.
Por definición un satélite espía debe
ser invisible, y su trayectoria, secreta. El
Inabarcable
problema es que reflejan el sol. Entonces EL DIARIO Washington Post
la NRO (National Reconaissance Office, estableció un equipo permanen-
la gran organización secreta detrás de la te de investigación que publica
NASA) entra en un juego de gato y ratón sus hallazgos en el sitio web
con estos observadores civiles. Les cam- “Top Secret America, A Wa-
bian las órbitas de los satélites, o los shington Post Investigation”.
construyen stealth, “invisibles”, para que El enfoque general del sitio
no reflejen la luz. Incluso “instalan” saté- coincide con el pensamiento de
lites falsos, señuelos. Paglen, y busca dibujar el mapa
Paglen comenzó a registrarlos. La fo- de esta “geografía secreta”
tografía nocturna exige tiempos prolon- que está en “diez mil sitios de

© 2010 Trevor Paglen


gados de exposición para poder capturar todo Estados Unidos” y “crece
la poca luz disponible. Un punto brillan- todos los días” afirman los ve-
te termina siendo una raya, por su pro- teranos Dana Priest y William
pia trayectoria o por la rotación de la tie- M. Arkin en el artículo titulado
rra. Es el caso de la foto tomada al saté- “The Secrets Next Door” (Los
lite militar meteorológico DMSP 5B/F4, secretos de la puerta de al
diseñado para observar patrones clima- Trevor Paglen, Torre de control del Area 52, Tonopah Test Range, Nevada, 2006. Dist.: 32 km. lado). “En los suburbios a lo
tológicos en caso de guerra con la ex largo de toda la nación, la co-
Unión Soviética o Cuba, y que ya no munidad de inteligencia sigue
funciona. Paglen tomó la foto de madru- dores en tránsito o commuters abordan cual poder mirar las bases que “no exis- adelante con sus negocios anó-
gada en la reserva india de Pyramid esos aviones como cualquier trabajador ten”, como la de Groom Lake, la famosa nimos. Su trabajo no se ve,
Lake, en Nevada. En el cielo hay mu- en su rutina diaria, de traje o champio- Area 51, aquella que supuestamente pero se siente”. Los vecinos se
chas rayas de luz, una más brillante que nes, portando un bolso, una mochila, ocultaba los cadáveres de los extraterres- quejan de que el GPS de su
el resto. El territorio desértico de la re- quizá llevando en él su vianda. Pero hay tres de Roswell. O el Tonopah Test Ran- auto, cuando se acercan a un
serva, al pie de la foto, aparece ilumina- una “normalidad” que resulta perturba- ge más al norte. Buscó con paciencia un nuevo complejo de edificios
do en forma extraña, como una foto an- dora. Se observa lo prohibido desde otro punto de observación a lo largo de los cerca de su casa, les ordena en
tigua, en un rosado-sepia fantasmagóri- mundo, desde un lugar paralelo. Es el cientos de kilómetros. A simple vista no forma reiterada dar la vuelta
co de belleza sobrecogedora. fuera de contexto que da la experiencia vio nada. Pero con la ayuda de teleobje- (“u turns”). Otro vecino vio
artística. tivos de aplicación astronómica (distan- crecer uno de esos complejos
FUERA DE CONTEXTO. Estando en Kabul, La “telefotografía al límite” ofrecía cias focales de 600 a 6.000 mm), comen- en el fondo de su casa. Ve pasar
en un alto en sus investigaciones, Paglen más posibilidades. Paglen se acerca has- zó a descubrir hangares, torres, pistas de a diario a los empleados, los re-
fue a tomar algo al bar de su hotel, el ta los bordes terrestres de los sitios secre- aterrizaje, borrosos pero reconocibles. conoce por el traje, por el corte
Mustafa. La amplia mayoría de los pre- tos en el desierto de Nevada. Busca, en Cuando se sacan fotos a esa distancia de pelo. “Tienen una mirada
sentes eran contractors norteamericanos, el límite de la geografía de libre acceso (25 a 35 km.) “no hay profundidad de asustada, como si tuvieran te-
empleados privados de empresas al ser- para el público, una montaña desde la campo” y las posibilidades de composi- mor de que alguien les pregun-
vicio del Pentágono, en tareas secretas. ción del cuadro “son extremadamente li- te algo”.
Las charlas con ellos eran simples, no mitadas porque sólo hay un punto en el En el sitio web del Post hay
podían llevar a ningún lado. Y todos se terreno público desde el cual tengo vista una herramienta sorprendente.
llamaban Bob. Las tareas de inteligencia, directa a mi sujeto” explica Paglen. Las Utilizando mapas multimedia,
de alto interés público, en manos priva- condiciones atmosféricas, la temperatu- le ofrecen a cualquier ciudada-
das. El bar de los Bobs, como la incómo- ra, y las ondas de convección del aire ca- no la posibilidad de conocer
da empresa Massive Dynamics, de la se- liente alteran el espectro de colores “que qué edificios secretos hay en su
rie de TV Fringe. no se mueve de manera uniforme a tra- barrio. El usuario sólo debe in-
Otro foco de interés para Paglen son vés de millas de calor y humedad”. Las gresar su código postal (zip
los aviones que, día a día, llevan a traba- fotos resultantes ofrecen formas dinámi- code), darle Enter, y aparece-
jadores desde el aeropuerto civil de Las cas, objetos difusos, donde los colores rán sus calles, las plazas. Si hay
© 2010 Trevor Paglen

Vegas hasta las bases secretas al norte, parecen vibrar. Poseen una belleza plás- edificios secretos, una mancha
en el Nellis Range Complex. Esos Boe- tica inquietante. No importa que falten roja pulsando indica el área
ing 737 cargan temprano a sus pasaje- detalles. Lo valioso es que, por un cami- aproximada de su ubicación, y
ros, despegan, minutos más tarde entran no inesperado, dejan en evidencia un a qué Agencia pertenece. La
en el espacio aéreo secreto, apagan sus mundo cerrado, y ofrecen un punto con- geografía secreta está revelada,
trasponders, y desaparecen del radar. En creto para iniciar algo clave: pensar so- y el ciudadano comprueba la
las fotos de Paglen, tomadas desde kiló- Trevor Paglen, Insignia secreta, programa bre actividades potencialmente peligro- vigencia de sus libertades. ●
metro y medio de distancia, los trabaja- del avión no tripulado RQ-170 Sentinel. sas para la democracia. ●

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El cine documental

Algo más que conspiración


Fernán Cisnero tad que habían conseguido los estadou- da de sonido pensada y un montaje há-
nidenses sólo conducía a una displicen- bil. Hay además un par de intervencio-
cia hacia los valores tradicionales y que nes irreverentes del propio Moore, un

J
UNTO CON el alunizaje del Apo- todo terminaría en desastre social; ha- manipulador importante.
lo XI, el 20 de julio de 1969, los bía que generar nuevos motivos para Muchos de sus argumentos han sido
ataques terroristas a Nueva York estar preocupados. rebatidos (no hubo vuelos autorizados a
del 11/S, fueron los eventos histó- Entre los primeros seguidores de sauditas abandonando el país cuando es-
ricos que más personas vieron en direc- Qutb estaba Ayman Al Zawahiri, hoy taba cerrado el espacio aéreo, por ejem-
to y simultáneo por televisión. A pesar líder oficial de Al Qaeda tras la muerte plo) pero otros aún parecen razonables.
de tan masiva coincidencia de testigos, de Bin Laden. Entre los alumnos de Al día de hoy, pasados 7 años, la obra
tanto aquel “primer paso grande para la Strauss había gente como Paul Wol- funciona más como una comedia ocu-
humanidad” como lo que sucedió con fowitz, futuro subsecretario de Defensa rrente que como un testimonio veraz.
cuatro aviones secuestrados y un saldo de Bush Jr. Ambas ideologías se habían Pero el impacto de algunas afirma-
de tres mil muertos han sido minados mancomunado en la década del ‘80 ciones de Moore fue tal que ese mismo
por las teorías conspirativas. Los rece- contra los soviéticos en Afganistán, 2004 se estrenaron al menos dos pelí-
los hacia el 11/S se centran en presuntos pero terminaron siendo chivos expiato- culas que intentaban refutar cada uno
intereses que habrían llevado al gobier- rios mutuos de sus propias cruzadas. de los puntos de Fahrenheit 911 y a
no de Estados Unidos a ser cómplice de Cuando el 11/S, afirma El poder de las defender los modales de la administra-
sus supuestos enemigos, cuando no los pesadillas, Al Qaeda era una PYME te- ción Bush. El problema principal de pe-
reales organizadores del atentado. Las rrorista con dos líderes aislados y nin- lículas como Fahrenhype 911 y 41.1
sospechas científicas han sido rebatidas guna prédica popular. Los neoconser- Celsius Degrees es que se limitan a re-
(en un número clásico de la revista Me- Michael Moore vadores venían del ostracismo de los petir un par de ideas a través de “cabe-
cánica Popular, por ejemplo, que termi- años Clinton y no se sentían del todo zas parlantes” de méritos discutibles.
nó en libro, Debunking 9/11 Myths, cómodos con un presidente como Bush Aunque algunos de sus argumentos re-
Why Conspiracy Theories Can’t rrorista. Del otro lado, los neoconserva- Jr., poco preocupado por la política in- sultan sensatos, no parecen percatarse
Stand Up to the Facts, Hearst Books, dores estadounidenses — recién llega- ternacional. de que el éxito ideológico de la película
2006) y las implicancias políticas jamás dos al gobierno y necesitados de un de Moore está más en la forma que en
comprobadas más allá de la intuición. enemigo aglutinador como no tenían LA VERSIÓN GLOBALIZADA. El poder de el contenido.
Pero, como nunca, el cine documental desde la caída del comunismo— que las pesadillas podrá ser el más sensato,
ha sido la manera más eficaz de difun- supieron sacar buen rédito político de pero el más popular es Fahrenheit 911 ESTAR AHÍ. En medio de esa catarata de
dir esas teorías, utilizando el cine, la te- los ataques. de Michael Moore (2004). Fue Palma sospechas audiovisuales no es de extra-
levisión, pero sobre todo Internet a tra- Ese es uno de los centros de El po- de Oro en Cannes, también el documen- ñar que el documental oficial del déci-
vés de Youtube. der de las pesadillas (2004), un docu- tal más taquillero de la historia, y su di- mo aniversario de los atentados sea 9-11
Lo que se ve online sospechando de mental que produjo la BBC, dirigió rector era una celebridad (por la anterior (2002). Lo consiguieron James Hanlon,
la versión oficial (sintetizada en “Osa- Adam Curtis y parece lo más cercano a Bowling for Columbine). Pero Moore Jules Naudet y Gedeon Naudet, quienes
ma Bin Laden era malo y culpable y el un estudio razonado sobre las causas del no logró lo que más quería: impedir estaban filmando en las calles de Nueva
gobierno de Estados Unidos tuvo que ir 11/S. La teoría principal que desarrolla cuatro años más de Bush en la Casa York las experiencias de un bombero
a castigar a quienes lo apoyaron”) des- es cómo los líderes occidentales utiliza- Blanca. Es un documental de campaña, novato en el justo momento de los aten-
taca Loose Change. Lo dirigió Dylan ron los atentados para cambiar de para- un género que está más cerca de la pro- tados. Consiguieron la imagen nítida del
Avery en un work in progress del que digma de conducción política: de admi- paganda que de la veracidad. primer avión chocando contra la prime-
aún surgen versiones que van sumando nistrar sueños (de una vida mejor, por Moore resume la historia en tres o ra torre, y las únicas imágenes desde
precisión en algunos datos, borrando ejemplo) al uso del miedo como recurso cuatro pinceladas. El primer mandato adentro de las torres en el momento que
aseveraciones desmentidas e incluyendo de apaciguamiento. El detalle de sus de Bush Jr. es el resultado de unas todo estaba sucediendo. Está el horror
teorías aún más ambiciosas. Están con- inoperancias, sus metidas de pata y la elecciones ilegítimas, que además por (esos golpes secos, repetidos, de los
vencidos y son militantes. Existen docu- exageración del enemigo es exhaustivo, negligencia no evitó el peor ataque te- cuerpos de los saltadores estrellándose
mentales que más o menos cuentan lo informado y convincente. rrorista en suelo estadounidense. Eso afuera), el miedo, la incertidumbre, pero
mismo (el italiano Zero, por ejemplo), Uno de los puntos más novedosos llevó a dos guerras destinadas a satisfa- también el valor de un grupo de hom-
y aportan pruebas repetidas y no muy del documental es la afirmación de que cer la ambición de una oligarquía na- bres. Ahora en Estados Unidos se estre-
contundentes. Su tesis es que no hay los neoconservadores y los extremistas cional petrolera, armamentista e indus- na una nueva versión de este documen-
manera de que las dos torres se caigan islámicos tienen un origen común. trial, que encuentra beneficios en el tal relatado por estrellas de Hollywood.
por la colisión de dos aviones y que un Sayyid Qutb, el egipcio líder de la Her- caos de una guerra y la esperanza de Tras tantas elucubraciones, verdades
ataque como ese era, casi, una política mandad Musulmana asesinado por una reconstrucción. Todo manipulado, a medias, mentiras descaradas vistas y
de Estado. Nasser e ideólogo de la doctrina a la según Moore, por una pandilla de psi- analizadas en cientos de miles de vi-
que se apegaría Al Qaeda, fue un estu- cópatas que para peor eran amigos y deos en YouTube, nada iguala el impac-
TESTIMONIO FIEL. Más allá de las teo- diante de intercambio en Estados Uni- socios de los sauditas, y hasta de la to vivencial de 9-11, la memoria en
rías, en el 11/S se enfrentaron dos ideo- dos (años ‘50) que denunció la amena- propia familia Bin Laden. tiempo real de lo que estaba ocurriendo
logías que no necesitan simular inocen- za de un imperialismo individualista, Moore se apoya en testimonios de en el mismo momento de los ataques, y
cia. Por un lado estaba la diáspora del frívolo y violento. Por esos mismos expertos, políticos, funcionarios y fami- que tenía como testigos, en ese mismo
extremismo islámico cobijada bajo el años, en Harvard, un académico hura- liares de soldados, por ejemplo, a los instante, a millones de televidentes en
paraguas de Al Qaeda, la franquicia te- ño, Leo Strauss, concluyó que la liber- que suma pequeños sketchs, y una ban- todo el mundo. ●

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Dos obras de Gabriel Orozco

Partículas
Victoria Verlichak
(desde Buenos Aires)

C
UANDO EL 21 de setiembre
de 2001 abrió sus puertas el
Museo de Arte Latinoameri-
cano-Colección Costantini
(ahora Malba) en Buenos Aires el cir-
cuito del arte local estaba en otra.
Inauguró cuando faltaban casi dos me-
ses para el “corralito” bancario y para
que la clase media porteña impulsara
la revuelta que luego tiró abajo al go-
bierno del presidente de la Rúa. Pero
no sólo eso. Habían pasado 10 días
desde el ataque terrorista del 11/S.
Gran parte de las expresiones artís-
ticas surgidas después de 11/9 en los
Estados Unidos, en una primera ins-
tancia se vincularon al deseo de docu-

Marian Goodman Gallery, NY


mentar los hechos y de rendir tributo
a las víctimas. En ese sentido, la ins-
talación lumínica Tribute in Light, co-
locada cerca de la Zona Cero, rinde
homenaje a las personas que allí mu-
rieron. Se trata de dos proyecciones
con 88 reflectores que irradian poten-
tes rayos hacia el cielo (o quizá que
bajan desde lo alto), rememorando los Gabriel Orozco, Isla dentro de la isla, 1993, cibachrome, 40 x 50 cm.
edificios derribados. Uno de los crea-
dores es Gustavo Bonevardi, neoyor-
quino de padres cordobeses origina a la palabra inglesa “lint”, que
Durante los 10 años siguientes al- significa “pelusa”. Son restos de ropa,
gunas piezas también buscaron refle- piel, cabello, migas, mugre, que se
xionar no sólo en torno a las pérdidas acumulan, pulverizados, en los filtros
(vidas y bienes), sino acerca de las de los secarropas. Se trata entonces de
Marian Goodman Gallery, NY

consecuencias en otros planos (au- pelusa apelotonada, capas de tramas


mento de la vigilancia, crecimiento de —como franelas irregulares— com-
la xenofobia, mayor involucramiento puestas por distintos fragmentos, colo-
en guerras y gastos militares). res y formas. Exhibidas en cuerdas de
En el panorama latinoamericano colgar ropa, las texturas dejan traslucir
es posible encontrar referencias a la la luz, se mecen apenas cuando al-
destrucción de las torres en dos guien pasa junto a ellas.
obras del globalizado artista mexica- Orozco recogió los elementos para
no Gabriel Orozco. Es hijo del mura- Gabriel Orozco, Lintels, 2001, instalación, pelusa de secarropas. Lintels en su propia casa, en la de sus
lista Mario Orozco Rivera (también amigos, la consiguió en lavaderos pro-
discípulo de David Alfaro Siquei- fesionales de Nueva York, que al final
ros). Vive actualmente entre Nueva isla, (1993) muestra a un Orozco pre- de las ahora desaparecidas torres. del día le juntaban las pelusas que
York y París. Sus obras —objetos es- monitorio, como alguien capaz de Luego del 11/9 esta imagen cobró un quedaban en los resquicios de las má-
cultóricos, fotografías, instalaciones, anticipar el futuro. La imagen es par- dramático significado. quinas tras completar los ciclos de se-
pinturas, dibujos— examinan la be- te de una serie que pone en escena La instalación Lintels es otra pieza cado. Microscópicos vestigios de cuer-
lleza de lo cotidiano y la fragilidad poéticos y juguetones momentos es- de Orozco que remite notablemente al pos y cosas, las partículas que comple-
de la vida humana, experimentan cultóricos, basados en la intervención 9/11, aun cuando estaba en proceso de tan la obra se asemejan a la desinte-
con objetos encontrados y con la in- del artista en paisajes urbanos. Isla preparación antes de esa fecha. Fue grada materia de las víctimas, de edifi-
cidencia del azar; dejan en libertad dentro de... reproduce el conjunto ur- exhibida por primera vez en noviem- cios y muebles, de aviones del 11/9,
al observador para explorar asocia- bano de la zona del World Trade bre de 2001 e incluso en su retrospec- que quedaron suspendidas durante se-
ciones creativas. Center, junto a una réplica (realizada tiva de enero-abril 2011 en el Tate manas en la atmósfera, inconsistentes
La fotografía Isla dentro de la con desechos) pequeña y paradojal Modern, Londres. El título Lintels se como la existencia misma. ●

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Arquitectura en la Zona Cero


Un centro demasiado simbólico
manera notable, estos edificios
Carlos Rehermann El nuevo World Trade Center y sus arquitectos brutalmente simples se convir-
tieron en el isotipo de la ciudad.
WTC 2 411 m de altura, diseño Foster

E
L 24 de julio de 2001, WTC 1 541 m de
el agente inmobiliario altura, diseño del + Partners, Gran Bretaña QUE HACER CON EL VACÍO. A la
neoyorkino Larry Sil- arquitecto David WTC 3 356 m de altura, hora de reconstruir, la gran pre-
verstein compró a la Childs, del estudio diseño Rogers Stirk gunta era cómo lidiar con un es-
Autoridad Portuaria de Nueva Skidmore Owings Harbour + Partners, pacio tan cargado de simbolis-
York el complejo de siete edifi- & Merrill Gran Bretaña mo, de significado espontáneo.
cios del World Trade Center WTC 7 228 m de Libeskind demostró su maes-
por 3.200 millones de dólares altura, diseño de WTC 4 297 m tría. En primer lugar, había que
(en realidad fue un arrenda- Skidmore Owings de altura, diseño hacer espacio para la memoria
& Merrill Estudio Maki &
miento por 99 años). Fue la Associates, Japón de las torres derribadas. Gesto
operación inmobiliaria más sabio: que el recuerdo no emer-
grande de la historia de la ciu- Estación de ja del piso, porque cualquier al-
dad. Seis semanas más tarde, Trenes, diseño tura sería insuficiente.
su inversión era literalmente de Santiago El memorial diseñado por
desintegrada como resultado . Calatrava, Michael Arad, Peter Walker,
n St
del ataque terrorista del 11 de Sala de lto España Davis Brody Bond y el estu-
Fu Ch
setiembre. espectáculos, urc dio Snøhetta es un monumen-
Las diez empresas de segu- diseño de Frank Gehry hS to extraordinario. Dos fuentes
St. t.
ros contratadas por Silverstein berty a nivel del suelo ocupan el es-
Memorial y Museo, diseñado por Li
discutieron los términos del re- Michael Arad, Peter Walker, Davis Brody pacio exacto que ocupaban
sarcimiento económico. El cen- Bond y el estudio Snøhetta las torres gemelas. Desde los
tro de la discusión fue el con- Centro de visitantes WTC 5 Planificada, cuatro bordes de cada fuente
cepto de “incidente”: ¿fue un 226 m diseño de caen cataratas de agua hacia
incidente o fueron dos, lo que Fuente: Graphic News / EL PAIS
Kohn Pederseh Fox un espejo de agua imperturba-
se llama “el ataque terrorista ble, que refleja el cielo. En el
contra el World Trade Center”? centro del espejo, un pozo
Los contratos de seguro in- edificios: WTC 1 y WTC 2 se encarga de la construcción rres parecían decir: “¿Cómo cuadrado vacía la fuente hacia
cluían una indemnización por eran las torres gemelas donde de las torres 2, 3 y 4 (además podré llamar la atención?” un insondable abismo.
un total de tres mil quinientos se estrellaron los aviones; de la 7, ya terminada y en No había originalidad en la Aunque Libeskind no sabía
cincuenta millones de dólares WTC4, WTC 5 y WTC 6 funcionamiento), en tanto la forma, ni en la elaboración qué habría como recordatorio
por la destrucción total del eran edificios bajos (unos 10 Autoridad Portuaria se encar- del ornamento. Sólo un mi- de las torres, sí tenía claro que
complejo por causa de “un in- pisos como promedio). Un ga de los demás edificios. núsculo rasgo formal (una debía ser el lugar más bajo. Lo
cidente”. Silverstein reclamó el hotel Marriot de 22 pisos era El viejo conjunto era una desviación de los marcos de más nuevo, por lo tanto, debía
doble: fueron dos aviones, y el WTC 3, edificio que inten- gran explanada con un gesto acero exteriores, que al llegar ser lo más alto, y así una torre
por lo tanto dos incidentes. taba enlazar las dos torres en tan raro como lleno de signi- a la altura del techo del lobby de unos chovinistas 1.776 pies
Luego de una serie de juicios, una de las esquinas del gran ficado: dos torres inexpresi- forma algo que algunos cre- de altura (por el año de la inde-
en 2006 se llegó a un acuerdo predio. El WTC 7 era un edi- vas, idénticas. En los años yeron identificar con arcos pendencia) inicia un arco que
extrajudicial con cláusulas se- ficio de casi 50 pisos. ‘30 los diseños de rascacielos apuntados similares a los del recorre el gran predio en una
cretas por una cifra total de in- El arquitecto Daniel Li- en acero y vidrio de Mies gótico) y un tamaño desme- espiral de torres cada vez me-
demnización de 4.550 millones beskind presentó, en 2002, van der Rohe llamaron la surado. nores. El resultado final es un
de dólares. No se sabe qué em- un plan en el que se basaron atención debido al contraste Las torres gemelas represen- conjunto único, enorme, singu-
presas de seguros pagaron qué los concursos posteriores formal con la arquitectura de tan, abstraen, el concepto puro lar en tanto totalidad compues-
cantidad y por qué concepto, para la reconstrucción, que ese tiempo, pero en 1964, de ciudad: la forma anodina re- ta por torres diferentes entre sí,
un asunto importante para no finalmente consistirá en una cuando el arquitecto estadou- petida, fácilmente comprensi- casi lo opuesto a lo que eran
sentar precedentes en el mundo gran torre (originalmente lla- nidense Minoru Yamasaki ble. No hay “estilo”, sino que es las torres gemelas.
de los seguros. mada “Torre de la libertad”, presentó públicamente sus una arquitectura “práctica”; no Cada una de las torres tie-
En ese año 2006 también se hasta que en 2009 la Autori- dos torres, lo que impactó le pertenecen a nadie —eran ne la firma de un estudio de
inauguraba el primero de los dad Portuaria —su dueña— fue el tamaño (se converti- edificios públicos—; están en la arquitectura líder: Foster,
edificios de lo que será el nue- la rebautizó “WTC 1”, para rían en los edificios más al- proa financiera de la ciudad Rogers, Maki. Además de
vo World Trade Center, el 7 quitarle peso dramático y así tos del mundo), y que fueran más dinámica del país, y en los espacios para oficinas,
WTC, y recién hace un año va- estimular su venta como es- dos rascacielos idénticos. aquel momento tal vez del una sala de espectáculos que
rios edificios más del plan pacio de oficinas). También Fue una movida característi- mundo; son visibles desde toda será diseñada por el estudio
maestro fueron comenzados. una sala de espectáculos, una ca de los estertores finales de la ciudad; son luminosas; no de Frank Gehry (ya popular
estación de metro y trenes, y la arquitectura de tradición hacen sombra, porque se retiran desde su cucaracha de titanio
NUEVO PLAN. El viejo com- las Torres 2, 3, 4 y 5, destina- moderna, ya en los tiempos de sus vecinos; representan a despanzurrada, el Guggenhe-
plejo WTC ocupaba una gran das a oficinas. Silverstein lle- en que el Posmodernismo co- todos los edificios anónimos y im de Bilbao), y lo peor del
manzana y constaba de siete gó a un acuerdo por el cual menzaba a embestir. Las to- gigantescos de la ciudad. De conjunto: una estación de

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trenes de Santiago Calatrava


que, según la oficina del ar-
quitecto español, “evoca una
paloma echada a volar por
Del derribo a la reinvención
un niño, y está hecha de ace- Llàtzer Moix que será el edificio más alto ficio más alto de Europa. Y y más prometedora revolu-
ro, vidrio y luz”. (desde Barcelona) de Estados Unidos. qué decir de la torre Califa, ción —o reinvención— arqui-
El 11/S acabó, pues, con presentada en 2010 en Dubai, tectónica es la que está cua-
SEGUROS Y VERDES. Larry Sil-

L
A CAÍDA de las to- las torres gemelas proyecta- que con sus 828 metros es el jando ahora mismo. Pasados
verstein anuncia a los gritos rres gemelas de das por Minoru Yamasaki. edificio más alto del mundo los tiempos de bonanza gene-
cada vez que alquila una ofici- Nueva York compro- Pero no con la tipología de (y, también, un monumento a ral, llegados los del ahorro y
na en el WTC 7 o en los otros metió el futuro de los rascacielos. A poca dis- la insostenibilidad: en zona los recortes, empieza a perfi-
tres edificios que tiene a su todos los rascacielos. Su vul- tancia de la zona cero, en la desértica, gasta un millón de larse, también en el mundo
cargo. Es que el negocio no nerabilidad se convirtió en calle Spruce, junto al ayunta- litros de agua diarios). desarrollado, una arquitectura
funciona muy bien (tampoco tema de discusión recurrente, miento de Nueva York, se ha Dicho todo esto, parece marcada por el uso más razo-
funcionaba bien antes de los y tomó cuerpo la idea de que inaugurado esta primavera el claro que los años que median nable y contenido de los re-
atentados, cuando entregaban razones de seguridad impedi- primer rascacielos de Frank entre los ataques del 11/S y el cursos naturales y económi-
pisos enteros de las torres a los rían seguir construyéndolos. Gehry. Es un edificio de segundo decenio del siglo cos, la atención a las nuevas
artistas para instalar estudios, Diez años después, tal opi- apartamentos de 76 plantas, XXI han registrado sus nove- necesidades de habitación, la
porque no las podían alquilar). nión se ha diluido. La zona revestido de acero inoxidable dades y transformaciones ar- renovación del parque inmo-
Hay dinero, pero si hay una cero de Nueva York es ahora ondulado, que evoca la caída quitectónicas. La apertura del biliario ya construido y el de-
constante en la arquitectura de mismo una de las obras urba- de una túnica cincelada por Guggenheim Bilbao en 1997 sarrollo de una inteligencia
los starchitects de la actuali- nas más activas del mundo, Bernini. Y no sólo Nueva marcó el inicio de una época arquitectónica que optimice la
dad es su incapacidad para cal- un hormiguero con tres mil York crece en altura. Londres particularmente gratificante relación entre los fines y los
cular los costos finales. Algu- obreros trabajando febrilmen- tiene ya muy adelantado el para la llamada arquitectura medios empleados en su lo-
nos afirman que recién se ter- te entre grúas, montañas de Shard, un coloso de 87 plan- espectacular, o icónica, con gro. Una arquitectura, en defi-
minarán de alquilar todas las materiales de construcción y tas, diseñado por el italiano obras de considerable ambi- nitiva, que no deslumbre por
oficinas para fines de la déca- camiones de gran tonelaje. Renzo Piano. Con sus hechu- ción firmadas por Gehry, Fos- sus formas y alardes, sino por
da del 2030, es decir, 15 años Las obras avanzan a ritmo ras de afilada pirámide se ter, Herzog & De Meuron y su prioritaria vocación de ser-
después de que se termine el frenético, en particular la to- convertirá, cuando se inaugu- otros grandes de la arquitectu- vicio al usuario y mejora de
último de los edificios hoy en rre One World Trade Center, re el año que viene, en el edi- ra. Sin embargo, la verdadera sus condiciones vitales. ●
construcción.
Uno de los motivos de preo-
cupación es que la reconstruc-
ción es una invitación a nuevos
ataques. El simbolismo que
atrajo a Bin Laden sigue pre-
Cambios de una década
sente. Por eso se apresuran a L.E. Manhattan al tranquilo Canar- llas norteamericanas (Frank importante de los barrios cén-
explicar los sistemas de seguri- sie, sobre el océano, en el su- Gehry, Michael Graves). Una tricos. El crimen descendió a

L
dad aplicados a los edificios: OS ATENTADOS tu- deste de Brooklyn. buena cantidad de edificios niveles históricos (como en los
estructuras hiperresistentes, vieron un impacto re- Los editores Norval White públicos también llevan firmas años ‘60). Hubo rescate y res-
medidas contra el fuego jamás lativo sobre toda la y Fran Leadon señalan que la notorias, entre los que desta- tauración de edificios olvida-
imaginadas, incontables salidas trama urbana de Nue- mayor parte de la ciudad per- can los realizados por el uru- dos, y se construyeron miles
de emergencia, sistemas de as- va York. La 5ta. edición de la maneció incambiada, como guayo Rafael Viñoly. de apartamentos para familias
censores presurizados, conteni- AIA Guide to New York “congelada en el tiempo” des- En el pico de este boom in- de bajos y medianos ingresos.
dos en muros de hormigón de City, la guía de arquitectura de el año 2000 hasta el 2009. mobiliario los multimillona- Por último, los arquitectos pai-
más de un metro de espesor, y que publica el American Insti- No obstante en algunas zonas rios proyectos se vendían sajistas concretaron ambicio-
una reorganización de las calles tute of Architects (Oxford los cambios se sintieron. cuando todavía no estaban ni sos parques públicos (el Broo-
que facilita el acceso y la eva- University Press), salió en el El 11/S fue seguido “por siquiera los cimientos. Todo klyn Bridge Park, el Hudson
cuación. Ya no hay una sola 2009. La 4ta. edición había sa- un boom constructivo sin pre- Nueva York era un promisorio River Park, el Teardrop Park,
gran manzana, sino que las ca- lido en el 2000. Los cambios cedentes” en apartamentos lu- mercado de inversiones a futu- o la High Line en el Midtown
lles que se interrumpían al lle- entre ambas ediciones dan un josos para vivienda en ro, burbuja que colapsó Manhattan, un viejo viaducto
gar al World Trade Center Pla- retrato cabal de este proceso. Manhattan. Varios arqui- con la conocida de tren convertido en un bellí-
za ahora lo atraviesan, el me- La guía ofrece fotos, datos tectos de renombre crisis del 2008, simo parque elevado y lineal
morial queda rodeado de calles, históricos, técnicos, esboza como Richard dejando un ten- de casi dos kilómetros de lon-
y se crean otros espacios verdes juicios estéticos (laudatorios o Meier o estudios dal de edificacio- gitud). Esos parques le han
y calles que antes no existían. lapidarios), y define estilos de como Diller Sofi- nes a medio ter- dado otro aire a la ciudad.
También está el tema de la más de cuatro mil casas, edifi- dio+Renfro y SHoP minar por toda la A pesar de que la situa-
eficiencia energética. El WTC cios o estructuras en Manhat- estuvieron en el ciudad. ción económica actual no es
7 es vendido como una edifica- tan, Brooklyn, Queens, el asunto, atrayendo También fue buena, la construcción está
ción “verde”. Hay un límite Bronx, Staten Island y algunas mucha publicidad. una década donde en auge y promete más, aun-
para la eficiencia de un rasca- islas más. Con formato guía Con buen olfato, la los altos precios que cuidado con los pronós-
cielos de vidrio (y en general de viaje para un amplio espec- banda internacional inmobiliarios li- ticos. Quien se fue a vivir
es un límite muy bajo), pero tro de lectores (desde especia- de starchitects de- quidaron al peque- hace tres o cuatro años a
revela una pretensión de ali- listas a turistas curiosos), en sembarcó (Herzog ño comerciante. Harlem, por ejemplo, pre-
nearse con una opinión pública sus 1.050 páginas ofrece cien- & de Meuron, Ren- Las tiendas de co- viendo una valorización de
un poco crítica con la mega tos de mapas detallados con zo Piano, Jean Nou- mida, los drugstores las propiedades, encontrará
operación económica y finan- paseos que pueden realizarse a vel, Norman Foster) y otros minoristas de- que hoy su casa vale un 20%
ciera de la reconstrucción. ● pie, desde el Midtown de junto a varias estre- bieron emigrar en número menos de lo que pagó. ●

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Volando un 11 de setiembre

Stress de guerra
Fernando García da para sumarme a una van con “lati-
noamericanos”; desde que disfrutamos
de un inexplicable buffet froid en un
(desde Buenos Aires) monasterio metodista de Arlington;
desde que vimos, por primera vez, lo

T
ODAVÍA, cada tanto, lo hago. que todo el mundo ya había visto. Lo
Me pregunto que estábamos que Stockhausen llamaría en los días
haciendo. Si era necesaria esa posteriores una “obra de arte”.
mañana de delirio burocrático Por un tiempo breve, dos días, fui-
en la embajada australiana en Buenos mos una comunidad, un extraño pue-
Aires donde la chica de prensa del ca- blo de refugiados circunstanciales que
nal Hallmark apuraba una visa. Re- nos encontrábamos a desayunar y a
cuerdo haber tomado una revista de cenar para sentirnos menos estrafala-
promoción con las Hermanas Mc Leod rios. Tres argentinos y una venezolana.
en la tapa mientras esperaba. Era casi Luego en un hotel en Dallas. Y el co-
el mediodía del 10 de setiembre de cinero salvadoreño del hotel que había
2001, y mi vuelo partía por la noche. emigrado ya mucho antes y nos decía
El viaje era una especie de Juego “que no era nada”. Mientras la televi-
de la Oca. De Buenos Aires a San Pa- sión anunciaba: “Amenaza de bomba
blo, luego a Miami, seguir a Los An- en una refinería de Texas”; “Atacan
geles, de ahí a Sydney, y luego Mel- vecindario árabe en Dallas”; “Anth-
bourne. El plan de Hallmark decía que rax”. Apenas cruzaba una avenida de-
en Melbourne, un Land Rover me sangelada para caminar las góndolas
transportaría hasta una locación, un set de un drugstore y ya estaba de nuevo
de filmación en el corazón de la saba- en el lobby. Más gin tonic. La llamada
na australiana. Era el lugar donde se a Buenos Aires era como apoyar el
estaban filmando los capítulos de Las oído en una grieta profunda; así leja-
hermanas Mc Leod, un melodrama nas, inalcanzables, oía a mi mujer y a
mediocre que nunca jamás vi, sobre mi hija, de entonces solo cuatro años.

Renzo Vayra
unas hermanas rancheras de camisa le- O así de lejano ellas me oían a mí. El
ñadora abultada por pechos blanquísi- esfuerzo para no quebrarse en la línea.
mos. A veces los periodistas de espec- Más gin tonic. Más pileta. Más llorar.
táculos nos sometemos voluntariamen- Más Vespertine, el folclore privado de
te a estas rutinas bochornosas. una nueva hora cero.
dijo: “Terroristas volaron las torres fuera, se me antojaron una nueva for-
UN VUELO CUALQUIERA. Hace poco bus- gemelas, sabe lo que significa eso”. ma del desierto. Todo era como inexis- INTENTO EN MIAMI. El día jueves 13
qué el pasaje inútilmente en mi escri- ¿Sabía? tente. Con un voucher para un hotel en salgo hacia Argentina vía Miami pero
torio atiborrado de porquerías. Ya no Al minuto, ante el alboroto de a Dallas (que no aseguraba nada excepto no, la puerta de embarque se cerró en
lo tengo. Era un vuelo de American bordo, llegó el anuncio del comandan- ir y probar) me quedé duro, inmóvil, Miami sin explicaciones ni pronóstico.
Airlines que despegó casi al mismo te. “Por orden de la Fuerza Aérea de como si todas las funciones termina- “No sale ningún vuelo esta noche ni
tiempo que lo hacían desde Boston los los Estados Unidos de América todos sen ahí. Recoger la valija, ir al baño, mañana ni pasado”.
dos vuelos que se estrellarían contra los vuelos quedaron suspendidos. Va- intentar hablar por teléfono, hacer la Como todos los aeropuertos, el de
las Torres Gemelas. Recuerdo que era mos a descender en el aeropuerto cola en informes, volver al baño. Lis- Miami es un monumento a la identi-
pasillo o aisle y que estaba más bien Forth Worth de Dallas, Texas. Mien- to. Diez, casi once de la mañana, en dad transitoria. Es más grande y a la
en el centro de la aeronave. Guardo tras tanto se les ofrecerá una pelícu- Dallas. Ningún televisor encendido en medianoche, vaciándose, adquiere una
imágenes confusas, aleatorias, que se la”. Era Moulin Rouge con Ewan Mc Forth Worth. Nunca pensé que la puer- espacialidad escalofriante. Cada tanto,
fueron presentando como en un sueño. Gregor y la australiana Nicole Kid- ta de salida, el exit de un aeropuerto, en el horizonte, alguien pasa el lampa-
El primer aviso fue de un radiogra- man. En mi viaje, Australia seguía podía parecerse al útero materno. Era zo al piso acompasando ese silencio
bador que un pasajero de color pegó a siendo un lugar en la ficción. eso, no quería salir. acerado, impoluto. Quería encontrar
su oído. Escuchaba por todos. El ru- En Forth Worth las rutinas del ate- otra aerolínea latinoamericana que, al
mor viscoso de un desastre llegó hasta rrizaje se respetaron sumariamente ALGÚN LUGAR EN DALLAS. Esa misma menos, me sacara del cielo militariza-
las inmediaciones de mi asiento. Pero hasta el siempre desesperante baggage mañana del 11 de setiembre los lecto- do de Estados Unidos. En TAM me re-
no terminaba de entenderlo bien. Has- claim. Miro la cinta sinfín, en loop, de res del Clarín leyeron en Buenos Aires comiendan despachar el equipaje pri-
ta que la mujer rubia que viajaba al las valijas inertes. Después, valija en mi reseña del disco Vespertine de mero y hacer una fila a ver qué pasa.
lado mío, en la ventanilla o window, mano, toda la estructura del aeropuer- Björk. “Canciones para el folclore de Al rato me informan que no, que no
consiguió hacer contacto con su telé- to de Dallas, sus teléfonos públicos una futura hora cero”, decía ahí. Pero hay lugar en ese avión (Miami-San
fono celular. Vi como le corrían las lá- inutilizados, sus escritorios de infor- ya había transcurrido un día desde que Pablo) y que no habrá otro hasta nue-
grimas y como humedecían el plástico mes deformados por racimos humanos pasó todo. Desde que el avión bajó; vo aviso. Que es “el último”. Pero mi
del móvil como gotas de rocío. Tuve que exigían explicaciones, vouchers desde que en la total incertidumbre valija se iba. Diez años después toda-
que preguntarle si se sentía bien. Me para hoteles, nuevos pasajes, lo que acepté la invitación de una desconoci- vía me pregunto si pasó o fue una alu-

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cinación de la adrenalina eso de en- rían mirarla y escucharla no lo hacen.


contrar a un ángel de color en el me- El artista es el hombre de las noticias.
dio del aeropuerto vacío y preguntarle,
como si nada, por una “valija azul”. Y
La única estrella de Miami Beach.
El departamento de mis amigos tie- Enciclopedia y fotos
que el ángel con voz de mamá buena ne un ventanal que da a la perspectiva
diga que sí, que la acompañe. Y enton-
ces vi lo que le hacen a las valijas en
las entrañas de los aeropuertos. Y ví
cómo rescataban a mi valija azul.
Ahora estoy parado frente a un telé-
tropical de los canales de Florida. Me
quedo un rato mirando cómo cae la
noche en ese universo de plantas, in-
sectos y reptiles. Me han dicho que
tienen una sorpresa para darme. Entre
Memoria
fono público que en cualquier momen- otras cosas porque ya tienen DVD, L. E. patriotismo y a la posibilidad de ir a
to debería sonar pues mi mujer le ha una tecnología que en Buenos Aires es Iraq”.
pasado el número (del teléfono públi- todavía bastante ajena. El living se
co) al manager peruano de Hallmark convierte en un microcine para un úni- EL TEMOR AL OLVIDO. La primera edi- FOTO-REPORTAJE. Además del trabajo
que tiene a su cargo mi (no) viaje. co espectador. Javier, así se llama él, ción de la monumental The Ency- de la gente de Magnum (McCurry,
Suena. Son las dos y media de la echa a andar la película y se va, como clopedia of New York City es de Meiselas, y Peress, entre otros), des-
madrugada. Me sacude el cuerpo si fuera el viejo de Cinema Paradiso. 1995. La segunda, actualizada, es del taca el trabajo de James Natchwey
como una descarga de 120 voltios. En Es el concierto La canción es la mis- 2009. La diferencia entre una y otra de TIME, quien registró a las figuras
poco más de una hora estaré con mi ma, de Led Zeppelin, y mi cuerpo via- habla de los cambios ocurridos en la humanas borrosas, llenas de polvo,
valija azul presentándome en la casa ja hasta el cine Lara de la Avenida de ciudad luego del 11/S. La editora que aparecían tras el derrumbe de las
de una familia peruana de Coral Ga- Mayo en Buenos Aires, a las funcio- ejecutiva de la segunda edición, torres. Las fotos se pueden ver por
bles que hace lo imposible por brin- nes en trasnoche de ese concierto que, Prof. Lisa Keller (State University of Internet en buena resolución.
darme una noche en paz. por muchos años, se dieron entre la New York), admitió que el 11/S tuvo Otro legendario fotógrafo neoyor-
A las siete y media de la mañana dictadura militar y el menemismo. mucho que ver, “pero esa no fue la quino, Joel Meyerowitz, estaba fuera
me despierta Enrique, el manager de única razón para una actualiza- de Manhattan y no fue testigo de los
Hallmark, para ir al aeropuerto: LA PARTIDA. Pudieron ser cuatro, cin- ción”. Desde 1995 “la ciudad tuvo atentados, a pesar de tener casa y estu-
—Fernando, tenemos un tornado. co minutos a lo sumo. Mi pasaje, en- cambios vastos; no existe más la dio a pocas cuadras de las torres. Tar-
En la autopista el auto se mueve mendado como una momia egipcia, tienda B. Altman’s, tampoco Lehman dó cinco días en poder llegar
como un kayak en la tormenta. Tarda- pasaba el control en uno de los moni- Brothers; ahora se viaja en trans- (Manhattan estaba aislado). Pero no lo
mos horrores para llegar. Pero no hay tores del aeropuerto de Miami. Había porte publico con tarjeta magnética, dejaban sacar fotos del lugar. Movió
vuelos ni ese día ni el siguiente. Ya, pensado ir solo desde el hotel pero la Metrocard, en lugar de los tokens cielo y tierra. Quería registrar el pro-
casi, me siento un pequeño inmigran- una lectura casual del diario The New (monedas); y por supuesto todo el ceso de limpieza de los escombros,
te. Hallmark hace magia con su tarjeta York Times activó mi botón de pánico downtown de Manhattan ha cam- fotografiar los hallazgos materiales y
de crédito corporativa y me aloja en el y les tuve que pedir a Javier y Silvia biado”. Los bomberos, la policía, el humanos, ser testigo de las emociones
piso 10 de un lujoso hotel de Miami que me pasaran a buscar. Apenas po- cine documental, o la primera vícti- de todos los implicados en la triste y
Beach, en pleno distrito art decó. día moverme: era un ataque de pánico ma oficial de los atentados, el cura peligrosa tarea. Convenció al director
—Pásala bien. Alquilate un auto, pero yo desconocía el síntoma. Lo franciscano Mychal Judge, tienen del Museo de la Ciudad de Nueva
ve a pasear en helicóptero, come lo tomé como un susto nomás. sus entradas, redactadas pensando en York de que lo apoyara en el proyecto.
que quieras, invita a tus amigos, dis- Después de saltear una cola con aquellos “que no vivieron los atenta- Tras muchas dificultades consiguió
fruta… Me dice Enrique. Yo solo pien- cabal estilo argentino (ya no podía so- dos, para las generaciones futuras” una identificación para atravesar, to-
so en volver. No me programaron para portar más instancias de control) que- dice Keller. “Ya hay una nueva ge- dos los días, el férreo cordón que ais-
“disfrutar” en la antesala de la Tercera dé a un paso del check in más espera- neración que era muy joven cuando laba la Zona Cero del resto de la ciu-
Guerra Mundial. do del nuevo siglo. La empleada de los atentados, y con el correr de los dad. Su estadía allí duró varios meses.
American Airlines mantenía el pasaje- años la gente sabrá menos”. Como Sacó fotos día y noche, hora tras hora.
TIBURONES A LA VISTA. Conozco a una momia con una mano y con la otra te- buena historiadora, le preocupa el Como el apoyo financiero demoraba,
pareja de exiliados económicos argen- cleaba insistente la computadora. Yo largo plazo. “No está claro cómo hipotecó su casa, y cuando no fue su-
tinos, periodistas, que viven en la otra me asomaba a su espacio tratando de esto se va a recordar. Antes del 11/S, ficiente, se endeudó más. Siguió a tra-
punta de Miami. Ellos me salvaron la inspirarle la piedad de un perro de la el peor desastre en Nueva York fue el bajadores y familiares, a bomberos y
vida si entendemos que la vida es algo calle. Olfateaba lo peor. Pero no. Des- hundimiento del General Slocum en políticos, conoció gente inolvidable, y
más que comer y dormir. Paseamos pués de un silencio, mientras tambori- el East River (1904, con mil muer- entrevió a los perros buscadores que,
por una avenida Collins vacía; conse- leaba sus uñas esmaltadas contra el tos) del que nadie se acuerda, y su desbordados por la frustración de no
guimos mesa en cualquier restaurante plástico del teclado, llegó la informa- memorial yace olvidado en un par- poder encontrar seres vivos, se daban
de moda pues nadie hace nada que no ción. “Está ok Mister García. Buen que”. Y agrega: “Podrá sonar de- vuelta y querían huir del lugar. No hay
sea atiborrarse de provisiones en el su- viaje”. La bendije como si fuera el ar- primente, pero la mayoría de mis es- imágenes de cadáveres, aunque sí está
permercado; bebemos; reímos. Yo, zobispo de La Florida. tudiantes ahora no se acuerda, o no el alboroto cada vez
cada tanto, cuando hablo de mi hija y Entonces los teléfonos públicos le importa demasia- que hallaban uno, y
mi mujer me quiebro y lloro. Llevo ya eran todavía una institución valorada do el tema. Tie- el operativo para sa-
cinco días en esta pesadilla. en los aeropuertos y pude hacer el lla- nen 22 años o carlo. Una selección
Cuando bajo a la playa privada del mado más feliz a mi casa. Con los úl- menos. A no ser de fotos de ese ex-
hotel el horizonte me regala la visión timos dineros de Hallmark tomé un que estén vin- tenso trabajo, con
de una fila de acorazados de guerra, la whisky doble en la sala V.I.P. de Ame- culados a los textos del propio Me-
Marina en pleno. En la orilla, esta ma- rican Airlines y subí al avión entona- hechos por un yerowitz, salió publi-
ñana, también han puesto una adverten- do, en modo fiesta. pariente o ami- cada en el libro After-
cia: “Tiburones, prohibido bañarse”. Cuando volví, el médico me ex- go, para ellos math (Phaidon Press,
En el lobby del hotel hay show en vivo. tendió una licencia de dos semanas. el 11/S es un Distribuye Océano)
Una chica canta standards con la mira- Con la caligrafía enmarañada de los evento borroso que ahora vuelve a circu-
da desviada hacia el monitor de TV con galenos escribió la justificación al pie conectado al lar en Uruguay. ●
la CNN. Los que se supone que debe- de una receta: “Stress de guerra”. ●

11
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T E X T O S
Continuidad
Juana Libedinsky para los taxistas paquistaníes y los miles de musulma-
(desde Nueva York) nes que no pararon de venir tras los atentados; de hom-
bres de traje con look WASP camino a Wall Street; de

E
L 11 DE setiembre no cambió a Nueva York: empleados latinoamericanos paseando perritos. O de
cambió al mundo. Algunas diferencias respec- paquetísimas señoras saliendo de sus mansiones en el
to a la vida pre ataques a las Torres Gemelas Upper East Side que se detienen, antes de subir a su
son obvias. Para entrar en cualquier edificio limo, para comentarme el atuendo de la niña —el sólo
de oficina hay que identificarse; en los aeropuertos los hecho de que ella lleve solero y alpargatas en vez de
controles son engorrosos; y cuando el subte se para camiseta larga y ojotas causa sensación— y elevar una
por mucho tiempo entre estaciones, o hay un apagón, o pequeña plegaria por mi bienestar. Es reconfortante re-
la policía corta el tráfico en una hora pico, es difícil no cibir tantas bendiciones de un espectro tan amplio de
intranquilizarse. Personalmente, antes, cuando veía pa- gente de diferentes etnias, culturas y religiones. Des-
sar autos de policía y ambulancias como locas con las pués de la secular Europa, el arraigo religioso de todos
sirenas (una imagen cotidiana en Manhattan), pensaba los neoyorquinos llama la atención.
con hastío “seguro que se les enfría la pizza que llevan Ni siquiera se habla tanto del 11 de setiembre. Hay
adentro”. Ahora no. picos de interés como ante el aniversario de los ata-
Este nuevo trasfondo de alarma permanente se co- ques, o cuando atraparon a Bin Laden; o cuando se de-
rresponde con buena parte del Primer Mundo. Tras pa- batió la posibilidad de construir una mega mezquita y
sar mucho de la última década entre España y Gran un centro islámico a pocas cuadras del World Trade
Bretaña, naciones, además, con historias de terrorismo Center. Pero parafraseando al ex presidente Clinton,
intestino, diría que ese estado de alarma allí es aún “es la economía, estúpido” lo que hace latir al corazón
más marcado. Es que Nueva York es una ciudad tan de esta ciudad. El gran debate respecto a la megamez-
orgánica que, si bien siempre hay cosas que cambian quita terminó en los tabloides sensacionalistas con la
mucho (barrios, empleos, novios, grupos inmigrato- noticia de que no sería tan mega ni mucho menos, pero
rios, estado económico general, prole, diseñador de no por razones políticas o ideológicas, sino por falta de

Ombú
moda, restaurant de moda, tipo de lechuga orgánica de financiamiento.
moda), la continuidad del cambio le da, bueno, mucha También esperaba encontrar una Nueva York mu-
continuidad. cho más cerrada tras los ataques terroristas, las guerras
La primera vez que me di cuenta de ese rasgo fue jos. Y me escandaliza el nivel de consumo que hay en países lejanos y la crisis económica. Pero mi vida,
tras el 11 de setiembre de 2001, cuando se combinó respecto a los chicos, y la ansiedad que les des- que cuando no ocurre en el parque o escribiendo en un
la crisis económica local con el fin del boom econó- piertan. Por ejemplo, mientras les compran carísi- café, sucede en algún consultorio médico, ha ido acu-
mico latinoamericano de la década anterior. Una mos snacks 100 por ciento orgánicos (todo, todo, mulado las siguientes pruebas de lo contrario: mi gine-
buena parte de nuestros amigos argentinos y urugua- TODO lo que ingresa a la boca ahora tiene que ser cóloga es china que estudió en Brasil; el obstetra es
yos trabajaban en el sector financiero. De pronto se orgánico), los padres “americanos” de los amigui- polaco que estudió en Holanda; mi endocrinólogo es
encontraron desempleados o mal empleados, con vi- tos de mi hija (año y medio) comentan a otros pa- húngaro que estudió en Canadá; y el pediatra de mi
sas que expiraban, y decidieron partir. Me sentí de- dres sobre las clases, los cursos, y las distintas for- hija (y neonatólogo del que está por llegar) es belga
samparada, huérfana. Eran familia, hermanos, eran mas de desarrollo artístico e intelectual a las que que estudió en Francia. Ya tengo una niñera dominica-
la serie Friends pero con acento rioplatense y con someten a su prole para garantizar el ingreso al jar- na; los encargados de la mudanza son brasileros; y el
un punto de encuentro mucho más fashion que el de dín de infantes que garantizará el ingreso a la es- pobre repartidor de muebles de la tienda Ikea que se
la tele, el Café Gitane en la zona de Nolita, donde te- cuela que garantizará el ingreso a Harvard. Todo es quedó atrapado en el ascensor (traía un aparador de
níamos que hacer cola en la nieve por un sándwich increíblemente competitivo. cocina que compré) era uruguayo. Hacían unos 40 gra-
de pollo con salsa picante, pero eso era parte de la Pero, al mismo tiempo, cuando salgo cada mañana dos con humedad y tardaron más de una hora en resca-
mística. Le pregunté al más veterano de aquel grupo hacia el Central Park con la niña en el cochecito (la tarlo, pero hablando con él a través del hueco del as-
de amigos si él no compartía la angustia; dijo que laptop en la cartera lista para trabajar en cuanto ella se censor, nos sorprendió que nunca perdió ni la calma ni
era parte de la dinámica de idas y vueltas de la ciu- haga una siesta) y una panza de embarazo de ocho me- el buen humor. Es que, cómo él mismo lo explicó, es-
dad. Me pareció de una frialdad absoluta. ¿No se ha- ses bien visible, nunca recibo menos de cinco bendi- taba viviendo en la ciudad de sus sueños y el equipo
brá vuelto anglosajón? ciones (“God bless you”) por trayecto. Y eso de boca nacional de fútbol, al que mantenía su total fidelidad,
Hoy nos estamos reencontrando con muchos de de vendedores de comida halal (con la vacas sacrifica- estaba a punto de ganar la Copa América. Más no se
estos amigos en la Gran Manzana. Todos tienen hi- das según el rito islámico) que cocinan en las esquinas puede pedir, en ningún lugar del mundo. ●

EN EL PRÓXIMO NÚMERO Enrique Santos Discépolo ● Ian McEwan ● Eugenio Baroffio ● Eva Perón ● J. Ellroy
EDITOR JEFE: SECRETARIA: DISEÑO: del Grupo Metro Este es un suplemento del diario EL PAIS,
László Erdélyi Susana Yaquinta Plaza Cagancha 1168,
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