1 - MODULO - III - Asesor - de - Imagen118-9943
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Guardarropa
Análisis del Guardarropa
SU ORGANIZACIÓN:
Estos son dos servicios que como asesora se pueden ofrecer juntos o separados.
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Para comenzar…
El objetivo es poder guiarla y que nos diga que es lo que quiere transmitir con la
ropa, es decir, que quiere que la ropa haga por ella.
Es muy importante la entrevista con la clienta, hay que dejarla que se exprese, y
fundamentalmente saber escuchar.
Algunas preguntas para tener en cuenta son:
¿Que es lo que uno espera de su propio guardarropas?
¿Que estilo de vida tiene mi clienta?
¿Cuantas horas trabaja?
¿Que otras actividades hace?
¿Le resulta cómoda su ropa?
Las prendas no lo dicen pero tienen VENCIMIENTO!! Las prendas tienen que
reflejar nuestra forma de ser actual, no como éramos 10 años atrás. Nuestros gustos
cambian y las prendas también deben cambiar.
La ropa con 20 años de antigüedad o más quedan muy bien y
cancheras en chicas de 20 años, pero para las mujeres mayores de
50 años no van más porque no rejuvenecen.
Ej.: la cartera con cadena (Chanel) queda muy canchera si la lleva una
chica de 20 años pero si la lleva una persona de más de 50 años, no
la rejuvenecerá sino todo lo contrario.
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Las prendas deben reflejar nuestro estilo de vida actual, que se vea moderno, que
sea dinámico, combinable, prendas intercambiables entre sí.
Se debe hacer un pequeño análisis del estilo de vida que lleva el cliente y como
debe ser el guardarropas. Por ejemplo, si trabaja 5 días a la semana en un ambiente
semi - formal, el 60% de las prendas deben responder a este estilo. Puede tener
otro 10 % de prendas formales para trabajo en diferentes ocasiones, luego otro 10%
para ocasiones especiales y el resto debe responder al tiempo libre y las actividades
que desarrolle en el mismo.
Una vez hecho este análisis hay que ver si los porcentajes coinciden con lo que
quiere la persona y con lo que posee dentro del guardarropa.
1. Por temporada:
Esta organización debe hacerse con cada cambio de temporada, se puede contratar
el servicio de asesoramiento o venderlo como un servicio aparte. Además de que
debe ser una costumbre de toda asesora el organizar nuestro propio guardarropas
en cada temporada.
- Las prendas que no se usan, ya sea porque necesitan arreglo, porque no gustan
más o porque no son el talle correcto, deben estar en un lugar separado, no en
el mismo placard con las prendas que si se usan.
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- Hay que revisar y probarse todas las prendas, además de las que se presentan
como dudosas, ya sea porque no las usamos regularmente o porque no nos
gustan del todo como quedan. Analizar cada una si vale la pena arreglarlas, si
la seguiré usando ó si la regalo. Para eso ayudan las siguientes preguntas: ¿me
gusta el estilo, el corte, el color? ¿Corresponde a los diseños, cortes, estilos,
colores que mejor me quedan? ¿Está en buen estado?
- Las prendas que quedarán en el placard, deben ser las que realmente
favorecen, por ser la textura adecuada, por ser el color indicado, por tener una
excelente caída. NO se deben guardar prendas que sientan “más o menos”
bien, al igual que aquellas prendas que nos quedan muy chicas o muy
grandes, pensando “cuando adelgace o engorde las usaré”. Este es un
punto importante, porque suele ser uno de los errores más comunes y hay que
tratar de que no se vuelva a cometer.
- La primera con lo que voy a guardar en el placard esta temporada, que sería
las prendas que tienen un uso regular.
- La segunda corresponde a prendas que se van a regalar, donar, etc.
- La tercera debe contener prendas que se pueden arreglar ó reciclar.
- La cuarta debe tener prendas para limpiar y/o llevar a la tintorería, etc.
- La quinta pila son las prendas fuera de temporada que serán guardadas
aparte.
Se debe recordar que solo deben quedar en el placard prendas de uso regular.
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¿Cómo lo guardamos?
Se pueden guardar en cajas ó valijas. Para una mejor organización las cajas se
deben identificar con su contenido y a su vez separarlas, una que contenga
prendas inferiores, otra que contenga prendas superiores, otra puede tener
prendas de las cuales todavía no nos queremos desprender, etc.
La ropa guardada debe estar limpia, bien doblada y en buen estado.
No se deben guardar en bolsas de nylon, además, las fibras naturales como el
lino y la seda son telas que necesitan respirar, ya que sino respiran se pueden
poner amarillentas.
Secretito: Se puede usar clavo de olor para espantar polillas y no deja olor a la
ropa.
Se deben regalar todas las prendas que ya no usamos y sabemos que no vamos
a volver a usar. También esas prendas que ya no nos entran, o prendas gastadas
por el uso.
Si por algún motivo queremos guardar algunas prendas de diseños diferentes, telas
especiales, excelente calidad, deben ser guardados en una caja aparte, no debe
permanecer a la vista.
Excepción: prendas caras en buen estado, o prendas que tienen un valor agregado,
que podremos reciclar más adelante.
Es cierto que la moda se repite, que todo vuelve, pero vuelve renovado!!!
Así que si no son vestidos de fiesta o prendas muy exclusivas, no tiene sentido
guardarlo ya que cuando la moda vuelva, esas prendas no van a ser útiles.
Los zapatos buenos y que vale la pena “rescatar”, se pueden llevar a arreglar,
cambiar tapitas, teñirlos, renovarlos para que queden como nuevos.
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Llegado el momento de guardar la ropa ésta se debe organizar por sectores;
Todo debe estar colgado en la misma dirección, por categoría, por estación y
luego por color.
Polleras: de la misma forma, en perchas para polleras, por color ó tonos similares
ó estampados teniendo en cuenta texturas, largos y ocasión de uso.
Camisas: colgar una por percha, para evitar que se arruguen. Deben ir en perchas
que tengan el ancho de la camisa, así no se deforma la prenda. Pueden ir
acomodadas por color.
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Trajes: nuestra sugerencia es guardarlos por separado, por un lado los sacos y en
el otro sector los pantalones. De esta manera, es más fácil recordar que se pueden
usar las dos prendas con otras combinaciones. Solo se los debe llevar juntos a la
tintorería para evitar diferencias de color.
Ropa Interior: Separar en el mismo cajón la ropa interior diaria de la que pertenece
a “ocasiones especiales”.
Medias: lo más adecuado es destinar un cajón aparte con separadores y por color.
Así separar las medias sport de las de vestir (largas o para pantalón).
Pijamas: es muy común encontrar que cada uno guarda los pijamas en cajones. Es
útil y práctico tener los pijamas y camisones en un cajón, junto con medias para
dormir. Hay que recomendar actualizar esta parte del guardarropa que
generalmente se mantiene con menos atención y es donde terminan la mayoría de
las prendas que no usamos.
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Zapatos: se deben revisar, regalar los que están viejos y mandar a arreglar los que
se puedan reciclar. Además esto produce un cambio positivo en nuestra imagen
general.
Para guardarlos lo mejor es conservarlos en cajas, identificadas por fuera con la
descripción del zapato. Dentro de la misma, guardarlos enfrentados con el papel de
seda y también se los puede rellenar para que no se deformen.
También se los puede guardar en porta zapatos ó botineros, conservan su forma y
están a la vista aunque se pueden ensuciar más rápidamente.
Los zapatos de cuero necesitan descansar, lo mejor es alternar su uso para que
recuperen la forma.
Se deben cambiar por estación, es decir, no mezclar los zapatos de verano con los
de invierno. Siempre es recomendable tener zapatos de media estación.
Accesorios: Los accesorios debe estar lo más a la vista posible, así los podemos
incorporar y usar diariamente, porque si están muy bien guardados no se usan.
Ideal: caja divisoria con tapa transparente.
Los gorros y sombreros también funcionan como accesorios, generalmente
tendrían que combinar con los zapatos (de acuerdo al conjunto).
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Pilotos: pueden ser de cualquier color, no importa que no combine con lo que llevo
puesto, ya que su función es proteger la ropa de la lluvia. Van colgados con los
tapados.
Una vez guardado todo, se debe hacer una lista con las prendas o accesorios
faltan ó que hay que reemplazar.
MAXIMIZANDO EL GUARDARROPA
Vestirse de la manera apropiada merece la siguiente reflexión:
El guardarropa debe reflejar perfectamente el estilo de vida, el tipo de cuerpo y
las reglas que impone cada profesión
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Es un servicio que se puede realizar a continuación de la organización ó se puede
realizar solo si la clienta tiene su guardarropa en orden.
Para comenzar el servicio lo ideal es empezar por las prendas de abajo, por cada
pollera ó pantalón debemos poder combinarle 3 ó 4 prendas superiores, más
zapatos y accesorios. Es decir, por cada prenda armar 3 o 4 conjuntos completos.
Por cada saco debemos poder armar por lo menos 3 conjuntos diferentes.
Para realizar bien el trabajo, se debe probar todas las prendas del guardarropas y
probar los conjuntos completos.
Al ir armando los conjuntos, se toma nota de las prendas que le faltaría comprar.
Para aprobar cada conjunto hay que observarlo en un espejo de cuerpo entero
y pensar en la línea, la proporción y el balance. Si corresponde según el tipo de
cuerpo. Se obtiene una mejor perspectiva observando a la clienta por atrás de
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ella, las dos frente al espejo. Hay que obtener el hábito de probar cada
conjunto.
Objetivo:
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VIAJES
El desafío es poder estar preparado para las diferentes situaciones que se
pueden presentar sin la necesidad de viajar con mucho equipaje.
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- Puede ser que luego cambiemos los conjuntos, pero es importante
previamente organizarlo así no nos olvidamos de nada.
- Tener en cuenta los zapatos que uno va a llevar y de acuerdo a eso armar
los equipos, para evitar llevar zapatos de más. Tres pares de zapatos para
una semana es suficiente.
- Llevar una prenda inferior que combine al menos con dos superiores para
tener más opciones y zapatos que combinen con varias prendas y sirvan
para diferentes usos.
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- Uno de los errores más comunes que se suele cometer es pretender usar
prendas que uno no usa en su país.
- Es preferible elegir dos sweaters finitos en vez de uno grueso, que ocupa
más lugar.
- Para no olvidarse nada, revisar cada sector del placard para ver que no
falte nada.
- Las prendas mas pesadas, mas grandes y/o gruesas deben ir debajo.
- Las prendas mas sensibles a las arrugas deben ir arriba.
- Los zapatos pueden ir al costado de la valija rellenando los huecos que
quedan al armarla, o pueden ir arriba de todo.
- Para sacar el máximo provecho al espacio, las carteras al igual que los
zapatos, se los puede guardar con alguna pertenencia dentro (ej.: medias,
ropa interior, etc.)
- Se recomienda llevar una bolsa extra para poner la ropa sucia.
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- Colocar las mangas dentro de la campera y luego dar vuelta toda la prenda de
tal manera que quede la forrería del lado de afuera.
- Doblar la prenda por la mitad, se puede guardar dentro de una bolsa y
colocarla en la valija.
TIPS:
- Llevar un bolso de mano con objetos que pueda necesitar en el viaje.
- Llevar un chal o un sweater para el avión.
o EJEMPLOS DIFERENTES VALIJAS PARA VIAJES:
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Viaje de Negocios:
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LOS CLÁSICOS DE LA MODA:
El Vestido Negro:
El vestido negro engloba un concepto tan atractivo que ha llevado a generaciones
de mujeres a usarlo. Cuando se hace referencia a un vestidito negro todos saben
de qué se está hablando, un vestido que es lo suficientemente simple para vestir
natural, si bien es lo suficientemente elegante como para destacar que la mujer que
lo viste tiene buen gusto.
Esta deliciosa ambigüedad es lo que vuelve tan atractivo al vestidito negro.
A veces seductor y otro recatado, osado o modesto, elegante o informal, es uno de
los principales caballitos de batalla.
El negro es un color provocativo. Dicen que cuando una mujer se pone un vestido
negro, demuestra que es sofisticada, sensual y segura de sí misma.
Cocó Chanel decía que no es fácil sobresalir vestida con un simple vestido negro.
Igualmente, el vestido negro, fue producto de la necesidad. A medida que las vidas
de las mujeres se volvieron más ajetreadas y su nivel social dependía menos de
exhibir la riqueza de los hombres con quienes estaban casadas,
necesitaron ropa que tuviera estilo pero que fuera cómoda, elegante, versátil, linda
y práctica. El vestido negro reunía todos los requisitos.
En la década del 30, la ropa era austera y seria, el negro encajaba perfecto en la
atmósfera reinante.
Las décadas del 40 y 50, fueron las décadas de oro del vestido negro, las mujeres
tenían uno o dos seguro y la revista Vogue decía que era “esencial tener mínimo un
vestido negro”.
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El traje:
Un buen traje representa el triunfo de la estructura y la planificación. Puede hacer
que una mujer luzca más alta, más delgada, más fuerte y más segura de lo que
realmente es.
Los trajes pueden ser tanto con pantalones como con falda, se considera que los
trajes con falda son para ocasiones mas formales, mientras que el traje con
pantalones es para todo terreno.
Para que un traje cumpla su función no debe llamar la atención porque su finalidad
es hacer que quien lo lleva luzca elegante, y la elegancia nunca es llamativa.
El smoking de Saint Laurent era el más sofisticado de los trajes con pantalón.
Antes de este se asociaban a los trajes con pantalón con mujeres poco femeninas
y era adoptó en gran medida por celebridades que se animaban a usarlo.
Saint Laurent suavizo el corte del smoking para hacerlo menos categóricamente
masculino. En las pasarelas mostraban el smoking con tacos altos, labios pintados
de colores brillantes y delicadas blusas, detalles que destacaban mas aun la
feminidad de smoking.
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Diseñadores como Giogio Arman y Donna Karan fueron los que alivianaron las
raíces de las prendas con sus líneas fluidas y lánguidas.
Tanto Arman como Karan eran fanáticos del traje con pantalón, una opción cada
vez mas aclamada de los años 90.
El jean
La elegancia potencial de los jeans no depende del dinero, los jeans que se
compran por U$S 40.- en Gap y aquellos que llevan las etiquetas de diseñadores y
tiene un precio mucho mas alto representan lo mismo, en parte, por su capacidad
camaleónica de quedar bien con cualquier cosa, desde una remera hasta un
corsé.
Los jeans son una forma simbólica de burlarse de las ideas de la burguesía sobre
lo que implica vestirse apropiadamente y de afirmar que uno es natural,
despreocupado, juvenil, un rebelde de corazón que no se ata a convicciones.
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Cuando las celebridades y los políticos quieren demostrar que son ciudadanos
comunes optan por esta prenda.
Levi Strauss confecciono el primer par de jeans, jamás pensó que iba a crear un
imperio en la moda. Hacia pantalones y otras prendas de trabajo para los mineros
y así Strauss ingreso en el negocio de la confección cuando Jacob Davis (sastre)
tuvo la brillante idea de remachar los bolsillos de los pantalones de trabajo para
que fueran mas fuertes.
Los cowboys prefirieron los jeans Wrangler ya que fueron diseñados teniendo en
cuenta las necesidades de estos, tales como bolsillos mas largos para que no se
sentaran sobre sus billeteras mientras cabalgaban, remaches mas suaves para
que no rayaran las monturas y presillas extras para que soportaran el peso de los
cinturones.
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Cuando los años 60 hicieron paso a los años 70 los jeans ya eran parte del paisaje
internacional, el denim se había constituido en la tela elegida para una sociedad
cada vez más informal.
Entre los nombres que decoraron las colas de la década del 70 se encuentran
Calvin Klein, Gloria Vanderbilt, Fiorucci, Jesús Jeans, Sergio Valente y Studio 54.
Los jeans de diseñador costaban dos o tres veces más que un jean común y la
publicidad se centraba en la sensualidad del jean.
El suéter de cachemira
Valorada desde la época del imperio romano por su incomparable suavidad, por
ser un tejido ligero, vaporoso e increíblemente acogedor, la cachemira es un
símbolo persistente de riqueza.
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Se necesitan por lo menos 250gr de cachemira para hacer un suéter de mujer,
esto implica que se obtiene un tercio de suéter por cabra. Si se tiene en cuenta la
concentrada área de producción, sumada a la limitada cantidad de materia prima,
se comprende por qué siempre la cachemira ha estado relacionada con la riqueza.
Los cabellos largos y delgados no solo abrigan, sino que además es menos
probable que hagan pelotitas. Las fibras cortas y gruesas no abrigan tanto y hacen
pelotitas después de algunas posturas. Entonces, si un suéter de cachemira es
demasiado barato hay que desconfiar.
La cachemira era valorada antes de que existieran los suéteres. Estuvo
esporádicamente de moda en Europa, a comienzan del siglo XIX, cuando las
tropas victoriosas de Napoleón regresaron con chales de cachemira que habían
tomado de los derrotados guerreros egipcios.
Los franceses consideraban a los chales más bien femeninos y se los regalaban a
sus esposas y novias.
Estos chales eran los más livianos y abrigados que cualquier prenda que existiera
en Europa.
Coco Chanel fue una precoz adoradora de los suéter y comenzó a venderlos en su
local y en la década del 20 la moda se relajó considerablemente y el suéter se
impuso.
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En la década de 1930 los cuerpos se volvieron más redondeados y los suéteres se
achicaron para marcar más las curvas. El mayor hallazgo de la época fue la
creación del twinset: un pulóver de mangas cortas que hace juego con un cardigan
de mangas largas.
El twinset se asociaba especialmente a las estudiantes quienes los coleccionaban
de todos los colores.
La camisa blanca
La camisa blanca es un icono del estilo norteamericano al igual que los jeans.
En todo el mundo las mujeres usan camisa blanca, pero es la forma en que se
viste la camisa blanca lo que la vuelve tan inherentemente norteamericana.
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El blanco connota pureza e inocencia, en la cristiandad el blanco es el color de la
perfección celestial. Por supuesto el blanco es el color de los vestidos de novia, si
bien el vestido de satén blanco de la reina Victoria en 1840 inicio una tendencia
entre las mujeres de clase alta, la mayoría de las mujeres de clase media y baja
continuaron casándose con el color que mas les gustaba.
Dado que el blanco es tan poco práctico, vestirlo implica cierto elitismo.
La camisa blanca moderna surgió de la ropa interior masculina. Hasta fines del
siglo XVIII, se suponían que las camisas de los hombres no debían verse. Se
usaban como un elemento de separación entre el cuerpo y la prenda externa.
Una vez que los hombres adoptaron la sobriedad del traje y la camisa como
uniforme, hacia fines de siglo XIX, la limpieza de la camisa cobro una nueva
importancia. La pechera y los puños de la camisa estaban a la vista. Había ya
mayor énfasis en la pulcritud y, por lo tanto, debían estar limpios.
A inicios del siglo XX, la camisa de algodón era un elemento clave del guardarropa
norteamericano, el complemento ideal para la falda acampanada que en ese
momento estaba de moda.
Una de las primeras mujeres que reconoció el atractivo de la camisa blanca fue
Coco Chanel. Probablemente le atrajo su simplicidad por que era muy diferente de
lo que todas las demás mujeres usaban y Coco siempre luchaba por ser única.
Cuando otras mujeres se dieron cuenta de cuan atractivas eran estas prendas
simples, ellas también las adoptaron. Combinadas con los trajes de la guerra, la
camisa blanca se convirtió en el sello distintivo de la nueva forma de vestirse.
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golf, algunas versiones más elaboradas se usaban con trajes. Junto con faldas
tableadas, sombreros tipo cloche y zapatos con tira abotonada.
Los años 20 también fueron testigo del nacimiento del estilo garconme, pelo corto
y camisas, trajes y corbatas de hombre. Si bien pocas mujeres adoptaron este
estilo de pies a cabeza, la moda de usar una camisa con corbata arrasó.
La siguiente vez que la camisa blanca tuvo un fuerte impacto en la moda fue a
finales de la década de 1940, cuando las quinceañeras comenzaron a usar las
camisas viejas de sus padres con Jean. Si bien los adultos lo criticaban por
considerarlo descuidado, las adolescentes adoraban este estilo, que gozo de
popularidad hasta la década de 1950, pero solo se usaban para actividades
informales.
Para las demás actividades la camisa blanca de la década de 1950 tenia pinzas,
estaba almidonada y planchada a la perfección.
Diseñadores como Mary Quant jugaron con su atractivo infantil al combinarla con
diminutos jumpers y zapatos de Guillermina.
Para 1973, los diseñadores comenzaron a recurrir a las líneas fluidas, que incluían
camisas blancas con accesorios, que a menudo se usaban debajo de suéteres o
chalecos.
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muchas mujeres adoptaran camisas de colores más brillantes en la década de
1980. Sin embargo la camisa blanca seguía simbolizando el buen gusto y la clase.
Los comienzos de los años 90 fueron una buena época para la camisa blanca, en
parte porque empresas como Gap y J. Crew lograron que las prendas básicas
volvieran a ser sensuales y elegantes.
Luego la camisa blanca desapareció por algunos años a mediados de la década,
pero para 1998, Marc Jacobs y Narciso Rodriguez, estaban confeccionando las
camisas blancas.
Los zapatos son reveladores, al mirar los zapatos de una persona, uno puede
descubrir sus objetivos y expectativas.
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Si bien los códigos de vestimenta se han relajado lo suficiente como para incluir
colores más brillantes y abundantes volados, la importancia de los tacos como
parámetro de la moda sigue siendo incuestionable.
Por qué los tacos altos son tan cautivantes? Por una razón muy especial, en la
actualidad, son el único calzado del sexo femenino.
Ambos sexos vestían tacos altos en la corte de Luís XIV, preferentemente de color
rojo, era una prerrogativa de la nobleza. Pero a medida que la vestimenta de los
hombres se volvió menos elaborada, los tacos altos comenzaron a formar parte
del mundo femenino.
Solo después de la Primer Guerra Mundial los zapatos de las mujeres comenzaron
a cobrar importancia. Antes de la década de 1920 los zapatos no cambiaban
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demasiado de un año al otro. Existe una explicación, en el pasado tenían muchos
accesorios, todo muy visibles, de los cuales ocuparse. Dado que los zapatos
estaban ocultos debajo de las capas de las faldas y enaguas, se elegían por su
calidad y no por su elegancia.
Pero cuando en la decaída de 1920 se acortaron las faldas, tanto los zapatos
como las medias cobraron una nueva importancia.
El color también comenzó a ser una importante característica de los zapatos.
Antes siempre estaban restringidos a prácticos tonos de marrón y negro.
Para la década de 1930 las mujeres usaban tacos altos.
Cuando el cuero comenzó a escasear, quienes hacían zapatos (Salvatore
Ferragamo) recurrieron al taco de corcho, un estilo que en la actualidad se asocia
con los años de la guerra.
En el otoño del 2001 Manolo Blahnik cancelo la fabricaron de unos tacos aguja
potencialmente letales. El zapato en cuestión tenía un taco de titanio de 9 cm de
altura, con el diámetro de una aguja de tejer. Era un taco capaz de agujerear una
alfombra. Si quien lo usara pisara a una persona, sin duda le travesearía un pie,
explicó el vocero de Blahink. También existía la posibilidad que se confundieran
los zapatos con armas en las máquinas de rayos X de los aeropuertos. Esta fue la
gota que hizo que Blahnik decidiera sacar este modelo del mercado. A pesar de
estas dificultades, decidió rediseñar el zapato con un taco menos peligroso.
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Las perlas
Aún en la actualidad relacionamos a las perlas con las damas. Las perlas son
sutiles, discretas, se pueden utilizar hasta en un desayuno y tiene un cierto aire
aristocrático.
Se necesita a un profesional para distinguir las falsas perlas de las reales.
Las perlas se arruinan con los perfumes, el aceite, el cloro, el fijador de cabello y
la transpiración. Por ese motivo se deben limpiar con un paño suave después de
cada postura.
Un método que utilizaban los comerciantes para distinguir si eran verdaderas era
pisándolas, si se rompían eran falsas, mientras que las genuinas salían rodando
indemnes.
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Los collares de perlas se clasifican con su longitud y los nombres tienden a ser
bastante románticos. Un collar princesa, mide entre 43 y 48 cm. de longitud. El
más extravagante de todos es el SAUTORI que mide como mínimo 110 cm. y a
menudo tiene broches ocultos que permite dividirlo en varias vueltas.
Las perlas son un legado especialmente elegante, no son solo una posesión, sino
un emblema de feminidad.
Si bien en general se asocia a las perlas en color blanco, pueden ser de todo los
tonos, incluyendo el rojo, el rosa, el amarillo y el negro.
Cuanto más grande es una perla, mas probable es que sea barroca o de forma
irregular mas que esférica.
Un buscador de perlas puede pasarse la vida tratando de buscar la suficiente
cantidad de perlas idénticas para un collar y nunca lograrlo. Esta escasez hizo que
las perlas fueran especialmente preciadas y contribuyo a su enorme valor.
En la actualidad el 0,5% de todas las perlas son naturales, el otro 99, 5% de las
perlas que se venden son cultivadas.
El proceso de cultivo fue desarrollado hace mas de tres mil años por los chinos.
Mikimoto refinó el proceso en Japón durante la década de 1880 que se usa en la
actualidad.
A Mikimoto le rechazaron las perlas por considerarlas falsas cuando trato de
venderlas por primera vez. Pero ya por la década de 1920 las perlas naturales
eran tan poco comunes que esta escasez produjo un cambio en la opinión pública.
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En el siglo XIX las perla blancas, con su vinculación a la virginidad, eran las únicas
joyas que podían usar las mujeres solteras, las perlas negras eran las únicas joyas
que podían usar las mujeres viudas.
Chanel decía que las mujeres debían tener un collar de perlas, si eran falsas, que
importaba? Lo que realmente importaba era el efecto. Chanel usaba una
combinación de perlas reales y perlas falsas, con un vestido negro, con
pantalones, con faldas de volados en los años 30, con los elegantes trajes que
creo en los años 50.
Transformó la eterna asociación de las perlas con el nivel social y la riqueza en un
placer en el que podían acceder todas las mujeres.
Durante los siguientes treinta años, las perlas, tanto falsas como verdaderas
fueron usadas por mujeres de todos los niveles económicos y sociales.
En las décadas de 1960 y 1970 no era bien visto ser una dama, tenías que ser
MUJER. Incluso aquellas que tenían perlas, decían que eran mujeres, no damas.
En 1970, Diane Von Furstenberg posó con una de sus creaciones y un impotente
collar de perlas, “Siéntase como una mujer, use vestidos”.
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En el 2001, la colección de joyas Chanel incluía un
importante anillo con perlas. Todo esto demuestra que las
perlas siguen tan vigentes como siempre.
El impermeable
La sensualidad elegante del impermeable tiene sus raíces en los orígenes del
sobretodo de la guerra.
Durante la Primer Guerra Mundial surgió la
guerra de trinchera a trinchera y el pie de
trinchera, se inventó el impermeable. Una vez
más, los británicos estuvieron detrás de esta
innovación. La intención de este saco era
mantener a los soldados secos y abrigados
en la trinchera. Por esta razón, casi todas las
partes del impermeable cumplen una función utilitaria.
Se confecciona con una tela impermeable llamada “gabardina” y era lo
suficientemente largo como para que sirviera de frazada. El hecho de que fuera
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cruzado permitía que fuera más abrigado y la capa interior de lana era
desmontable para que pudieran usarlo durante todo el año. Las charreteras se
desabrochaban para asegurar la correa de un rifle y las presillas del cinturón eran
argollas de metal que podían utilizarse como ganchos para granadas. El canesú
separado sobre los hombros y la solapa fruncida funcionaban como toldo
impermeable de una carpa, ya que desviaba el agua y mantenía seca la capa
subyacente. Los voluminosos bolsillos eran lo suficientemente grandes como para
guardar mapas, provisiones y municiones extras. El cuello forrado en lana podía
levantarse y las hebillas en los puños se ajustaban para que no penetrara la lluvia.
Muchos de estos detalles, si bien en la actualidad son solo vestigios de lo que
fueron, pueden verse todavía en un impermeable moderno.
Si bien el impermeable jamás tuvo como finalidad ser una prenda de moda, ha
sido abogado de muchos diseñadores, en especial los franceses Yves Saint-
Laurent y Jean-Paul Gaultier.
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En los últimos años, el impermeable ha sido
redescubierto por una nueva generación.
Diseñadores como Marc Jacobs u Oscar de la
Renta han incluido impermeables en sus
desfiles.
El Pantalón:
El pantalón es de origen Celta. Su historia se remonta hace 2600 años.
La primera en introducir los pantalones para el uso femenino fue la feminista
Amelia Bloomer, quién diseñó una falda a la altura de la rodilla que se usaba con
unos pantalones anchos debajo, inspirado en el traje tradicional turco. Esta prenda
no tuvo aceptación, en parte porque el movimiento feminista de esa época era
considerado como una amenaza.
En el siglo XIX, las mujeres usaban unos pantalones tipo “bombachos” para andar
en bicicleta.
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En 1880, la mujer incorpora la pollera pantalón para andar a caballo.
Poco después aparecen los pantalones como los que se usan hoy en día.
El uso generalizado del pantalón en la mujer se lo debemos a la guerra, ya que la
mujer necesitaba trabajar y realizar tareas antes hechas sólo por los hombres.
Cuando la mujer regresó al hogar, después de haber probado los pantalones,
quiso mantener su uso y fue Coco Chanel quien le dio un toque más femenino y lo
popularizó en las diferentes clases sociales.
La Pollera:
El miriñaque fue originalmente una tela rígida con una trama de crin y una
urdimbre de algodón o de lino. La tela apareció primero alrededor de 1830, pero,
hacia 1850, la palabra había venido a significar una enagua tiesa, o una estructura
rígida, en forma de falda con aros de acero diseñada para sostener las faldas del
vestido de una mujer en la forma requerida. No debe pensarse que la crinolina era
una estructura completamente rígida e inamovible, pues se balanceaba hacia
cualquiera de los lados con los movimientos de la mujer, y cualquier presión sobre
una parte de la falda provocaba un movimiento completo de la misma.
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agrandándose, efecto que se consiguió, en un principio, incrementando el número
de enaguas que se colocaban por debajo de la falda. La incomodidad y el peso
generado por estas enaguas, llevaron a que se diseñara la crinolina en 1856. La
gran impulsora y difusora en Europa de la crinolina fue la emperatriz Eugenia de
Montijo, durante el Segundo Imperio francés; desde allí se introdujo en España,
coincidiendo con el reinado de Isabel II, siendo denominada como miriñaque. Para
evitar mostrar las piernas por accidentes de viento, las mujeres solían llevar por
debajo unos pantalones que llegaban hasta los tobillos, normalmente acabados en
encaje, que en ocasiones asomaban por debajo de la falda, en señal de elegancia.
Desde fines del siglo XIX hasta la falda como la usamos hoy en día, ésta ha
sufrido muchísimas transformaciones, sobretodo en referencia al volumen, la
cantidad de vuelo y al largo total de la falda, teniendo relación con lo “permitido y
lo prohibido” según la sociedad de cada época.
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Hoy podemos decir que el corte que mejor queda (en general) es la tipo evasée, y
para aquellas de cuerpos tipo rectángulo, la falda recta ó lápiz.
Campera de Cuero:
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Chatitas:
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Hoy están de nuevo en la calle las zapatillas usadas tradicionalmente para bailar
danza clásica, y como su nombre lo dice, este zapato se inspira en el ballet. Las
ballerinas o chatitas han sobrevivido a los drásticos cambios de la moda, han
conservado un lugar en el guardarropa y actualmente están de regreso.
Son una opción muy chic frente a los otros zapatos debido a que podemos
encontrarlos en una variedad muy grande de modelos y materiales. Las hay para
todos los gustos: de punta redonda ó más angulosa, en colores como el plateado
ó el dorado, con brillantina, más sencillas, de cuero, de piel, de gamuza o de tela,
con moños, o con un poco de taco. Además es un zapato liviano que facilita la
libertad de movimiento y por lo cómodas que son, quedan ideales para salir a
pasear e ir a trabajar.
Las ballerinas son los zapatos ideales para la época del año en la cual el clima ya
no está para tener los dedos descubiertos con sandalias, pero tampoco para usar
botas. Las ballerinas ofrecen a las piernas una apariencia estilizada y delicada.
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4 tailleurs (blazer + pollera) colores en diferentes tonos que ítem anterior –
depende el estilo de cada mujer.
3 blazers uno de color intenso, otro puede ser estampado, otro liso de color
neutro. Material: lana, corderoy, gabardina, algodón, lino.
1 blazer de jean azul oscuro.
4 camisas excelente calidad – colores varios.
2 camisas blancas: 1 muy formal de excelente calidad y la otra más
desestructurada para utilizar durante el día.
4 remeras excelente algodón/modal colores varios. Ideal para hacer
conjuntos más informales ej. Pantalón de vestir + remera de algodón.
4 musculosas – colores diferentes a las anteriores para ser utilizadas debajo
de camisas o blazers.
4 pantalones colores diferentes al traje y más sport – puede ser algunos con
pequeñas rayas o estampado, terciopelo, lino, crepe.
3 twinsets ó sacos prendidos (conjunto de musculosa/cuello a la base o en V
y saquito del mismo tono con botones) colores varios para utilizarlos juntos o
por separado banco, negro, de color diferente a prendas superiores ya
compradas. Materiales: cachemire, hilo de seda, lana.
Pañuelos tipo foulards en varios colores vivos, estampados.
Bijou variada para modificar equipos.
4 pares de zapatos – camel, negro, chocolate, bordeaux, ó el color de la
temporada.
1 cartera lisa y 1 bolso estampado para combinar.
3 jeans corte recto – azul oscuro, gris oscuro, azul claro, blanco/crema.
2 vestidos a elección.
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El ejemplo arriba descrito corresponde al guardarropa básico de una mujer
ejecutiva, hay que tener en cuenta que no se puede imponer este guardarropa tipo
a cualquier mujer. No se deben descuidar las actividades que cada una realiza a
diario.
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