Autoridad y Poder
Autoridad y Poder
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PODER Y AUTORIDAD
*
DEL LLANO
Profa. Dra. Cristina HERMIDA
que mantienen que debe existir una clara diferenciación entre ambos
conceptos y no la conjunción y la mezcla que parece caracterizar la
relación entre ambas nociones en la vida política.
Incluso encontramos casos de autores en ciencias políticas y en socio-
logía que exageran la diferenciación entre los conceptos de autoridad
y poder, llegando incluso a defender una verdadera confrontación: A
explicable en términos que la ligan con autorizar o instruir a alguien para actuar
en nombre del autorizante", p. 108. De ahí que Friedrich defina a este filósofo como
el filósofo del poder absoluto, de la autoridad como poder legitimo.
9 SENNET~, Richard, La autoridad, Alianza Universidad. Madrid, 1982, p. 12.
Titulo original, Authority, ed. R. Sennett, 1980.
10 BACHRACH, Peter y BARATZ,Morton S., Power and pouerty. T h e o y and prac-
tice, Oxford University Press, New York, London, Toronto, 1970, p. 33. Literal-
mente, ambos autores precisan: "To regard authority as a fonn of power is, in the
first place, not operationally useful".
11 Cfr. OPPENHEIM, Felix E., Conceptos políticos. Una reconstrucción, Ternos,
Madrid, 1987, p. 27. Título original: Political concepts. A reconstruction, University
of Chicago, 1981.
12 Como ha reconocido RUSSELL, Bertrand, en su obra Autoridad e indiuiduo,
Fondo de Cultura Económica, Mkxico, D. F., 1995: "S6crates fue ejecutado por la
autoridad, pero permaneció perfectamente sereno en sus últimos momentos porque
había realizado su obra. Si lo hubieran abrumado con honores, pero sin permitirle
poder para castigarle. Si, por otro lado, la creencia de Sócrates de que
debía obedecer fielmente las leyes del gobierno hubiese sido alentada
por el gobierno -por ejemplo, mediante persuasión racional o adoc-
trinamiento- Sócrates estaría bajo la autoridad y la influencia del
gobierno y, por tanto, también bajo su poder.
En cualquier caso y, como acertadamente ha puesto de manifiesto
Labourdette, no parece aceptable una diferenciación total o una frac-
tura entre los conceptos de autoridad y de poder. Pues con ello: "NO
~610se mutila el alcance inclusivo del poder, sino que también su
parcelación exige, necesariamente, la constitución de un nuevo con-
cepto capaz de abarcar todos los ámbitos considerados. Y esto es así
porque, al separar analíticamente en segmentos los procesos de impo-
sición, y deducir áreas específicas de acuerdo a ciertas características
surge la impostergable necesidad de convocar a un concepto totaliza-
dor de ese proceso de imposicih global. A nuestro juicio -es decir,
al de Labourdette- ese concepto es el de 'poder' ".13
De acuerdo con la anterior, y teniendo siempre presente la estrecha
relación, aunque no identificación pero tampoco oposición, que existe
entre ambos conceptos, creo que, siguiendo a Raphael,14 resultaría
acertado sostener que tener autoridad para algo, es tener el derecho
de hacerlo. Aquí habrían de distinguirse dos sentidos del sustantivo
"derecho". Pues, por una parte, cuando decimos que una persona
tiene el derecho de hacer algo, podemos estar queriendo decir que la
acción que se propone llevar a cabo no está prohibida por ninguna
ley o normal moral, o que una determinada ley le permite cometer
acciones de esa clase. Y según este primer sentido del sustantivo "dere-
cho", un derecho sería una libertad, una licencia, una autorización;
en suma, un "derecho de accibn". Pero, por otra parte, podríamos
también querer hablar de tener un derecho refiriéndonos a un derecho
a recibir algo, un derecho frente a otro, quien tendría la obligación
de darnos aquello a lo que tenemos derecho. Según este segundo sen-
tido, un derecha constituiría un título a algo que se nos debe; en
suma, un "derecho de recepción".
Naturalmente, el derecho de recepción no implica que se haya de
recibir algo material; puesto que aquél puede consistir tanto en el
realizar su obra, habría sufrido una pena mayor", p. 104. Titulo original: Autho-
rity and the Zndividuul, George Allen & Unwin, Ltd., Londres, 1949.
Sergio
13 L A B O U R D E ~, Daniel, El poder. Hacia una temia sistemmitica, op. cit.,
p. 55.
14 D. D. Raphael, Problenlas de filosofia política, op. cit., pp. 79-80.
1 5 Cfr. ibidem, pp. 80-81. Sobre ello ha insistido también BERNAL,Calixto, quien
en Teoria de la autoridad aplicada a las naciones modernas, Editorial Playor, Ma-
drid, 1993, define la autoridad como "aquel criterio cuyo precepto ha de significar
siempre forzosamente obediencia y respeto voluntario", p. 54.
1 6 OPPENHEIM, Félix E., Conceptos políticos. Una reconstruccidn, op. cit., p. 27.
17 WEBER,Max, Economia y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva, Fondo
de Cultura Econ6mica. Sucursal para España, Madrid, 1993, p. 706. Título original:
Wirtschaft und Gesselschaft. Grundriss der Verstehender Soziologie, I.C.B. Mohr
(Paul Siebeck), Tubinga, 1922.
18 Vid. LABOURDETTE, Sergio Daniel, El poder. Hacia una teoria sistemdtica, O$.
,cit.. p. 61.
19 Como ha puesto de relieve Richard Sennet en su obra La autoridad, o$. cit.,
"El aspecto general más importante del enfoque de Weber es que identifica auto-
iidad con legitimidad. Cree que la gente no obedecerá a quienes a su juicio sean
ilegítimos. La consecuencia, a juicio de Weber, es que siempre podemos advertir
culndo existe en la sociedad una sensación de autoridad: es cuando la gente obede-
ce voluntariamente a sus gobernantes. Si hay que coaccionarla, es porque no consi-
clcra legítimos a los gobernantes. La autoridad como creencia en la legitimidad,
rncdida por la obediencia voluntaria: éste es un enfoque de la autoridad que ha
adquirido una influencia inmensa en el pensamiento social moderno (. .) Para We- .
ber esta situación, sería una contradicción de términos. &Ómo podemos desear la
aprobación de personas que creemos sean legitimas y por ende someternos volun-
tariamente a ellas? A Freud le resultaría comprensible; le parecería una experienaa
perfectamente adolescente de la autoridad. Pero su definici6n de la "legitimidad"
seria demasiado estricta. ¿Qué ocurre cuando las imágenes dominantes de fuerza son
\-edaderamente ilegítimas? $uándo son malignas, cuando efectivamente carecen de
integridad? En esas circunstancias no es irracional rebelarse contra ellas. Tampoco
creo que se deba explicar la atracción magnética, que sin embargo ejercen, única-
mente por los deseos infantiles y regresivos de estar controlado. En la forma misma
en que se percibe esa ilegitimidad, en el proceso por el cual se articula, se halla
también la forma en que se forja un vínculo con estos peculiares amos", pp. 29 y 33.
20 Vid. WEBER,Max, Economia y sociedad. Esbozo de sociologia comprensiva,
o p cit., p. 172, 706 y ss. Vid. también D. D. Raphael, Problemas de filosofia poli-
tica, o p . cit., p. 83; FRIEDRICH,Carl J., Tradición y autoridad, op. cit., pp. 83-85, y
SENNETT, Richard, La autoridad, op. cit., pp. 28-29.
-1 . 4 propósito de la legitimación racional defendida por Max Weber, vid. "Pr6-
Iogo" de Luis More11 Ocaíía a la obra de LOPEZ-FONT MÁRQUEZ,José Francisco,
La configuración juridica del principio de autoridad, op. cit., pp. 17-18. Si me pare-
cen iuteresantes estas páginas es porque el autor pone de relieve que es, con toda
seguridad, Weber el punto de referencia obligado, cuando se pretende observar el
tiinsim hacia la formalización de la autoridad como una noción legal.
2 2 Sobre la relación entre la tradición y la autoridad recomendaría la lectura de
la parte 1 -la tradición- del libro de FRIEDRICH, Carl J., Tradición y autoridad,
op. cit., pp. 18-41, En estas páginas, el autor critica a Max Weber, no sólo por
haber persistido en la conocida costumbre de la Ilustración que contrastaba la ra-
zón con la autoridad sino tambitn por haber hecho de la tradición una de las
fuentes y, por consiguiente, también uno de los tipos de autoridad y de legitimidad,
contrastándola con fuentes legales carismáticas y racionales. Lo que Friedrich en
este estudio intenta demostrar es que ni la tradición ni la autoridad carecen de re-
lación con la razón y el razonamientto y, más particularmente, que la tradici6n es
a menudo la propia base del razonamiento y del argumento racional.
23 Partiendo de que una de las huellas más profundas que dejó la Revolución
Francesa en el pensamiento moderno fue la de convencemos de que para cambiar
el poder de los gobernantes debíamos destruir previamente su legitimidad, creo que
si ha habido algún acontecimiento concreto que fuera muestra de esta idea, fue la
ejecución de Luis XVI en 1793. Nos encontramos ante un rey ligado a la autoridad
tradicional. Pero camo ha observado SENNEIT, Richard, en La autoridad, op. cit.,
"No se lo ejecutó porque como persona constituyera una amenaza para el nuevo
orden que iba alboreando; se trataba de un rey pasivo e ineficaz que había causado
en su cuñado José 11 de Austria y en muchas personas más la impresi6n de ser
estúpido, débil y sin ninguna arrogancia que lo redimiera. Pero la majestad de su
cargo era una amenaza; el aura de autoridad del rey, mientras hubiera un rey,
impedía a los revolucionarios modificar estructuras fundamentales de la sociedad.
Las masas urbanas se sentían inhibidas; lo que es más interesante, sus dirigentes se
sentían inhibidos. Y así fue como se decapitó a aquella impersonalidad que era e1
.
rey. (. .) En la Revolución Francesa lo que resultaba importantísimo era el mero
acto de matar al rey; este acto de destruir su aura de legitimidad es lo que libera-
ría al pueblo", p. 46.
24 Cfr. LUHMANN, Niklas, Poder, Anthropos (Barcelona) en coedición con la Uni-
versidad Iberoamericana (México, D. F.) y con el Instituto de Sociología de la Pon-
tificia Universidad Católica de Chile (Santiago), p. 108. Consecuente con ello, el
autor alemán sostendrá que el rechazo a la autoridad, por estar basada en la tradi-
ción, causa sorpresas, desilusión, consecuencias imprevisibles y requiere razones espe-
ciales de justificación.
25 Cfr. WEBER,Max, Ecmomia y sociedad, op. cit., p. 172 y pp. 706 y SS.
26 GOODWIN,Bárbara E l uso de las ideas politicas, op. cit., pp. 282-289.
27 D. D. Raphael: Problemas de filosofia politica, op. cit., p. 84.
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J ,. C.; L
81 Cfr. B A Y ~ N z normatividad del Derecho, Centro de Estudios Constitu-
cionales, Madrid, 1991; FRIEDRICH, Carl. J., Tradicion y autoridad, qp. cit., pp. 49-50.
a2 LAPORTA, Francisco J., "Poder y Derecho", en el libro colectivo El Derecho y
la justicia, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Boletín Oficial del Esta-
do, Editorial Trotta, S. A., Madrid, 1996, p. 442.