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Crianzas (Selección) - Susy Shock
Crianzas (Selección) - Susy Shock
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'ftólo9-o
,¿Af:Juien por favor 9.uiere pensar en lxs niñxs ;:,,
No somos una sociedad que problematice qué, cómo y cuándo pensamos en niñas y niños y
desde dónde. Por eso, este trabajo editorial, que fue originalmente pensado como producto
radial concreto, muestra desde la ficción acciones cotidianas que son el resultado de sentir y
pensarles y de la decisión de actuar con la niñez, que nos exige coherencia. Esa coherencia -nos
enteramos al oír a esta trava de un barrio popular cualquiera del conurbano bonaerense (que
Invito a pensar multiplicado por toda Latinoamérica)- tiene cierta solapada trampa, que nos
confronta, al menos, con el cinismo histórico occidental. ¿Quién diría "violemos, esclavicemos,
golpeemos, explotemos, olvidemos, ps1qu1atr1cemos, condenemos a la ignorancia, matemos a nlf'los
y niñas"? Nadie ... Lo real es que esas violencias ocurren y no es en ba_Ja proporción. Entonces,
esta trava que nos muestra Susy hace concreto un accionar desde el cual pensar el sentir
de lxs nlf'ixs y pensar la infancia. Es una pedagogía trava para adultos muy d1frc1I de digerir,
porque no lo dice alguien especialista en 1nfanclas; lo dice una trava, 9ue a menudo regresa de
prostituirse y que está ahí, entre todos y todas, circulando en aparente igualdad con hombres
y mujeres, pero que tiene conciencia plena de que llegado el momento le van a patear en
contra. Cuando se necesite un chivo expiatorio, la perversa será ella -mecanismo necesario para
que estxs hombres y mujeres se sientan en paz y nieguen toda responsabilidad- . La trava en
cuestión no tiene mayor sabiduría al respecto que pensarse nif'ía y en ese ejercicio de memoria
constante se mantiene cuerda y lúcida. Frente a tanta violencia, se mantiene humilde en
igualdad con la Infancia que la circunda; una igualdad responsable, que no subestima a esa niñez,
sino que mantiene un equilibrado lugar de responsabilidad adulta sobre esa cierta indefensión y
vulnerabllidad lnfante y la lucidez de ponerse a la par, prestando atención, Jugando el amor en
acción, fuera de toda subestimación.
o
¿De qué hay que hablar? De nosotros y nosotras y nuestras formas de relacionarnos con las
demás personas y el mundo. Entre esos aspectos relacionales, la sexualidad es uno más. No
puede ignorarse ni ser brutal, no podemos ignorar la sexualidad infante ni la exposición nlf'ia
a la sexualidad adulta circulante. Hay que traducirla a su medida o será violencia también.
Por eso, uno de los primeros mitos a derribar es que nadie piensa en los niños y las niñas,
cuando hay una industria complejíslma, extendida, en permanente expansión, que les adiestra
como consumidores y consumidoras de medicamentos, del Juego, del alimento, de la tecnología
educativa y un !argo etcétera, 9ue lo abarcaría todo de no ser porgue no hay una industria
D del cuidado, del acompañamiento, de la amoros1dad; lxs que piensan activamente en la infancia
son lxs 9ue producen bienes y servicios, quienes les ven como objetos de deseo de su perversión,
que les contemplan como mano de obra esclava, para esclavitud sexual, con pensamiento activo
productivo con resultados concretos diarios. Mientras tanto, 9u1enes declaman por la 1nfancia
se conforman en ese lugar de declamación improductiva, solo 9ue al repetir incesantemente su
reclamo tienen la falsa sensación de que se están ocupando, pero en lo concreto no se produce
ningún resultado mas allá de su propia tranquilidad de conciencia. La niñez es hambreada por un
sistema económico Injusto, es abusada en el hogar por un papá, un tío o un vecino, o en su 1glesla
o en su escuela, mientras es explotada en traba_Jo esclavo, en fabricas urbanas clandestinas, en la
producción agraria, es golpeada por algunx de sus progenltorxs o abandonada en mano de otras
personas a quienes agrade de manera física o psí9u1ca. Mientras es ps19u1atrlzada en complicidad
familiar, escolar y médica, la nlf'iez es sometida a grandes extremos de represión y se le exige
el cumplimiento estr1d.o doctrinarlo de altos estándares de f ormaclón, o es sesgada de carlf'io,
o es privada de vuelo, es apagada en su brillo propio, es sometida a 1nd1ferencla, es descuidada,
es menospreciada, es preparad a para cumplir un guion, es esputada a un "estate 9u1eto, estate
quieta, manfene f.e en s1lenc10, obedecé, no seas travlesx~ Nuestra nlf'íez es sometida a desamor,
cercenad a en sus propios suef'ios.
Pensar en la 1nfancla no basf.a. Cualquier nlf'ia f.ravesf.1 lo sabe. Por eso, hay infancia 9ue escapa,
que corre por sus suenos, que vuela lejos y no encuentr a dónde posarse, reposar, encontra
r
ahmento , porque aunque de agua se f.raf.e, def.rás hay una persona adulta 9ue a cambio le pide
lo único que posee: su cuerpo y ese manoseo perverso , le hace af'iicos sus suenos. Esta trava
lo
sabe y se empeña en no reproduc ir, al menos en las gurlsas a su alrededo r, o los changuit os de
su
entorno o en lxs pibes y las p1bas a su a/canee, mosf.rando un hacer/pa labra y no otra cosa,
una
comunicación pequeñi ta, de unos concreto s minutos diarios, con una cuántas palabras escogida
s
con cuidado y, en ese dar amor con palabras , se salva, se rescata a sí misma, de ser cómplice
de
todo un mundo de relaciones, que piense o no en la nlfiez, la aplasta. No dice mucho más,
pero
a partir de las palabras de esta frava podemos inferir cómo pensar la 1nfancla, desde
dónde,
cuándo, para qué y en qué medida y cuál es el tono con que a estos p1bes y a estas p1bas
se
les habla, toda una pedagog ía cof.1d1ana y f.rava ...
Marlene Wayar,
única garclta del río Su9ura en el Rro de la Plata
Ott1- ptOloio
Primero hay 9ue saber lo 9ue s1gn1f1ca 9ue nadie te abrace y de eso mis amigas travas y yo
sabemos bastante.
La soledad no es mala. Lo malo es 9ue te deJen sola no por algo 9ue h1c1ste, sino por algo 9ue sos.
Soy periodista y ese oficio me ha permitido conocer mucha gente y experiencias diferentes. Lo
d1ferente es, Justamente, lo 9ue hace de un hecho una noticia. Eso de 9ue el perro no muerda
al hombre, sino el hombre al perro: ya saben.
Lo d1fe rente nos hace aprender cosas 9ue no sabemos y ni Imaginamos. Nos abre los ojos y la
cabeza, pero lo 9ue es más Importante, nos abre el alma. ílprendemos así muchas formas de
sentir y comprendemos así 9ue eso, Justamente, es la vida: los colores.
Jamás se me ocurriría exigirle al mundo 9ue sea solo hla, no solo por el disparate 9ue eso
s1gn1f1ca, sino por9ue arruinaría al lila: se transformaría en algo triste, autoritario, aburrido y
uniforme.
De esas amigas 9ue saben cómo hacert e sentir bien cuando estás mal.
Y yo me sentía mal cuando esa vez nos encontr amos. Cualquier otra
person a podría haber
pensad o 9ue estaba triste por9ue desde hacía mucho tiempo estaba
Intent ando hacer algo
para aliviar el dolor 9ue les produc e a las person as 9ue la socieda d
las maltra te. Pero yo no
estaba triste: estaba mal. Estaba enojada, me sentía impote nte y desaco
modad a. Como todos
los primeros sábado s de cada mes, había pasado la tarde en la reunión
del grupo de mujere s
sobrev iviente s de abusos, golpes, violencias, la mayorí a agredi das
por sus paret p d
f amillare s ... ¿Cómo puede una person a hacerle algo asf a alguien 9ue debe respet Jas, a res,
ar Y proteg er?
La pregun ta me la hice muchas veces, pero esa vez la tenía en la
gargan ta b
que hacía arder mi 1nd1gnaclón. como una rasa
Yo d~e: "Que sea de hbre reproducción para 9ue circule por todos los lados a. donde 9u1eran
llevarlo~
Y nos abrazamos.
En menos de un mes, el programa radial estaba en el aire, cabalgando las emisoras comunitarias
de todo el país, reproduciéndose en barrios, pueblos, aulas, casas, computadoras y celulares.
Otro dra, en otra mesa de MU, otras personas a las 9ue me gusta pensar como mis amigas y
con otros colores -Lucía, azul brillante; Gonzalo, naranJa- me contaron 9ue 9uerían hacer de
Crianzas un libro de esta bella editorial.
Y nos abrazamos.
Para llegar a ese abrazo, esas personas tuvieron 9ue otra vez -hace ya ocho años- animarse a venir
a MU a un taller sobre crónica periodística 9ue yo decidí dictar con un delantal de moza para 9ue
ninguna persona pensara 9ue era una maestra ciruela 9ue iba a enseflarle a nadie cómo escr161r bien.
.
Luego, tuviero n que querer sentar se duran te un largo af"io, el segund o sábado
de cada mes
y durant e ocho horas, en unas sillas duras, 9ue te deJan el traste cuadra
do, para soport ar
una Cátedr a de ílutoge stlón 9ue dictam os en MU con la idea de dedica
rnos a pensar ué
queremos hacer, cómo querem os hacerlo y cómo podem os sosten erlo. 9
El trabaj o final de esa
cátedr a fue la editori al que hoy hace posible este libro, y antes otros,
lodos alegre s, bonitos,
elegan tes y armónicos.
Es un abrazo .
Hay otros. Ojalá 9ue muchos. Ojalá 9ue todos difere ntes y entre d1s-l1n-
las person as, por9ue así
la vida que vivimos, se transf orma en una histori a 9ue nos hace felices compa
rtir.
Claudia ílcuña
lnt~otluccion
Este libro empieza el dra en 9ue Muchas Nueces conoció a la Cooperativa lavaca y nació la idea
de armar la ed1tor1al.
Este libro comienza el día en 9ue Muchas Nueces escuchó hablar a Claudia ílcufia de la importancia
de tener voz propia. Y 9ue hasta una mano puede ser un medio de comunicación.
Este libro surge el día en 9ue Marlene Wayar nos contó de su infancia y chocamos contra el
mundo trava.
Este libro nace cuando con Susy Shock aprendimos a 9uerer 9ue otrxs sean lo normal.
En realidad, este libro crece cuando Susy y lavaca idean un ciclo de micros radiales~ para 9ue
las niñas, los niños y lxs nifíxs crezcan en la diversidad.
Muchas Nueces
:t:Estos textos fueron primero micros radiales de lavaca.org y se pueden escuchar, en los vínculos atrás de
cada 1lustraclón, con un lector de Or desde el celular, o en el link: hHp://www.lavaca.org/cate9ory/cr1anzas
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¡Chango! ¡Ch1n1tal ¡Guricesl ílcá te escribe la Susy.
Seguro que me conocés de verme volver tarde por el
barrio, algunas que otras risitas me
habrás regalado estando en barra. Pero sos de los y las
que me dice "Buen día, señora,, cuando
voy a la mañana a comprar el pan.
ílyer en el barrio se armó terrible batahola. Sé 9ue lo viste lodo. Pero los de la Melropohlana
no deJan de molestarnos.
Y9u1ero que sepas, que varios de tus padres y madres saheron a defendernos.
Y la historia es la de siempre: 9ue no somos •buen eJemplo•, •9ué hace una persona corno
yo criando n1rixt En fin, 9u1ero 9ue le enorgullezcas de ellxs, 9ue no solo me defend,eron,
también se defendieron al enorgullecerse de nuestros modos de criarles, que es nuestro modo
de amarles.
Ojalá, más allá de todo ese bochinche, te haya quedado e\ ruido fina\ de\ fuert{slmo ap\auso
9ue nos dimos todxs, al lograr 9ue se fueran los uniformados. Ese aplauso es un tambor 9ue
nos dice 9ue por ahí bien vamos ...
!?AilAtt rnez..c. lAd J.S
¡{hangol ¡Ch1n1ta! ¡Gurices! ílcá te habla de nuevo la Susy.
Me quedé pensando en la fiesta del otro día, en el aniversario del Centro Comunitario, cuando
fas personas esas se rieron y burlaban al empezar a sonar la chacarera y todos ustedes
corrieron a bailarla y a comprobar con sus ojos de único mirar 9ue ustedes la bailaban
mezclados, libres, entre iodos y todas, sin la presión de 9ue haya una sola forma de bailarla,
y la muy graciosa de Brisa les pidió que se callen, que no sean irrespetuosos, 9ue si no saben
divertirse que se retiraran, porque hay gente que cree en serlo 9ue para bailar hay 9ue
hacerlo solo de a dos y en pareJa, y que esa pareja es de una sola forma y bla bla bla ... ue
9
por suerte para ustedes la alegría anda suelta y desencadenada ... y 9ue yo, desde entonces,
me ando sonriendo por fu era y por dentro ...
Susy Shock
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