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Cálculo
Cálculo
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Para otros usos de este término, véase Cálculo (desambiguación).
Para cálculo infinitesimal (diferencial o integral), véase Cálculo infinitesimal.
Para el estudio de los números reales, los complejos, los vectores y sus funciones,
véase Análisis matemático.
En general el término cálculo (del latín calculus, piedrecita, usado para contar o
como ayuda al calcular)1 hace referencia al resultado correspondiente a la acción
de calcular. Calcular, por su parte, consiste en realizar las operaciones necesarias
para prever el resultado de una acción previamente concebida, o conocer las
consecuencias que se pueden derivar de unos datos previamente conocidos.
No obstante, el uso más común del término «cálculo» es el lógico-matemático.
Desde esta perspectiva, el cálculo consiste en un procedimiento mecánico
o algoritmo, mediante el cual podemos conocer las consecuencias que se derivan
de las variables previamente conocidos debidamente formalizados y simbolizados.
Índice
Un ábaco moderno.
El término «cálculo» procede del latín calculus, piedrecita que se mete en el
calzado y que produce molestia. Precisamente, tales piedrecitas ensartadas en
tiras constituían el ábaco romano que, junto con el suanpan chino, constituyen
las primeras máquinas de calcular en el sentido de contar.
Los antecedentes de procedimiento de cálculo, como algoritmo, se encuentran
en los que utilizaron los geómetras griegos, Eudoxo en particular, en el sentido
de llegar por aproximación de restos cada vez más pequeños, a una medida
de figuras curvas; así como Diofanto precursor del álgebra.
Se considera que Arquímedes fue uno de los matemáticos más grandes de la
antigüedad y, en general, de toda la historia.23 Usó el método exhaustivo para
calcular el área bajo el arco de una parábola con el sumatorio de una serie
infinita, y dio una aproximación extremadamente precisa del número Pi.4
También definió la espiral que lleva su nombre, fórmulas para
los volúmenes de las superficies de revolución y un ingenioso sistema para
expresar números muy largos.
La consideración del cálculo como una forma de razonamiento abstracto
aplicado en todos los ámbitos del conocimiento se debe a Aristóteles, quien en
sus escritos lógicos fue el primero en formalizar y simbolizar los tipos de
razonamientos categóricos (silogismos). Este trabajo sería completado más
tarde por los estoicos, los megáricos, la Escolástica.
Los algoritmos actuales del cálculo aritmético, utilizados universalmente, son
fruto de un largo proceso histórico. De vital importancia son las aportaciones
de Muhammad ibn al-Juarismi en el siglo IX;5
En el siglo XIII, Fibonacci introduce en Europa la representación de
los números arábigos del sistema decimal. Se introdujo el 0, ya de antiguo
conocido en la India y se construye definitivamente el sistema decimal de diez
cifras con valor posicional. La escritura antigua de números en Babilonia, en
Egipto, en Grecia o en Roma, hacía muy difícil un procedimiento mecánico de
cálculo.6
El sistema decimal fue muy importante para el desarrollo de la contabilidad de
los comerciantes de la Baja Edad Media, en los inicios del capitalismo.
El concepto de función por tablas ya era practicado de antiguo pero adquirió
especial importancia en la Universidad de Oxford en el siglo XIV.7 La idea de
un lenguaje o algoritmo capaz de determinar todas las verdades, incluidas las
de la fe, aparecen en el intento de Raimundo Lulio en su Ars Magna
A fin de lograr una operatividad mecánica se confeccionaban unas tablas a
partir de las cuales se podía generar un algoritmo prácticamente mecánico.
Este sistema de tablas ha perdurado en algunas operaciones durante siglos,
como las tablas de logaritmos, o las funciones trigonométricas; las tablas
venían a ser como la calculadora de hoy día; un instrumento imprescindible de
cálculo. Las amortizaciones de los créditos en los bancos, por ejemplo, se
calculaban a partir de tablas elementales hasta que se produjo la aplicación de
la informática en el tercer tercio del siglo XX.
A finales de la Edad Media la discusión entre los partidarios del ábaco y los
partidarios del algoritmo se decantó claramente por estos últimos. 8 De especial
importancia es la creación del sistema contable por partida doble recomendado
por Luca Pacioli fundamental para el progreso del capitalismo en el
Renacimiento.9
Renacimiento[editar]
El sistema que usamos actualmente fue introducido por Luca Pacioli en 1494,
el cual fue creado y desarrollado para responder a la necesidad de la
contabilidad en los negocios de la burguesía renacentista.
El desarrollo del álgebra (con la introducción de un sistema de símbolos por un
lado, y la resolución de problemas por medio de las ecuaciones) vino de la
mano de los grandes matemáticos de la época renacentista
como Tartaglia, Stevin, Cardano o Vieta y fue esencial para el planteamiento y
solución de los más diversos problemas que surgieron en la época, que dieron
como consecuencia los grandes descubrimientos que hicieron posible el
progreso científico que surgiría en el siglo XVII.10
Siglos XVII y XVIII[editar]
George Boole.
Cálculo lógico[editar]
Artículo principal: Cálculo lógico
El cálculo lógico es un sistema de reglas de inferencia o deducción de un
enunciado a partir de otro u otros. El cálculo lógico requiere un
conjunto consistente de axiomas y unas reglas de inferencia; su propósito es
poder deducir algorítmicamente proposiciones lógicas verdaderas a partir de
dichos axiomas. La inferencia es una operación lógica que consiste en obtener
una proposición lógica como conclusión a partir de otra(s) (premisas) mediante
la aplicación de reglas de inferencia.19
Informalmente interpretamos que alguien infiere —o deduce— T de R si acepta
que si R tiene valor de verdad V, entonces, necesariamente, T tiene valor de
verdad V. Sin embargo, en el enfoque moderno del cálculo lógico no es
necesario acudir al concepto de verdad, para construir el cálculo lógico.
Los hombres en nuestra tarea diaria, utilizamos constantemente el
razonamiento deductivo. Partimos de enunciados empíricos —
supuestamente verdaderos y válidos— para concluir en otro enunciado que se
deriva de aquellos, según las leyes de la lógica natural.20
La lógica, como ciencia formal, se ocupa de analizar y sistematizar dichas
leyes, fundamentarlas y convertirlas en las reglas que permiten la
transformación de unos enunciados —premisas- en otros -conclusiones— con
objeto de convertir las operaciones en un algoritmo riguroso y eficaz, que
garantiza que dada la verdad de las premisas, la conclusión
es necesariamente verdadera.
Al aplicar las reglas de un cá