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Relatividad general

La teoría general de la relatividad o relatividad general es una teoría del campo


gravitatorio y de los sistemas de referencia generales, publicada por Albert Einstein en
1915 y 1916.

El nombre de la teoría se debe a que generaliza la llamada teoría especial de la relatividad y


el principio de relatividad para un observador arbitrario. Los principios fundamentales
introducidos en esta generalización son el principio de equivalencia, que describe la
aceleración y la gravedad como aspectos distintos de la misma realidad, la noción de la
curvatura del espacio-tiempo y el principio de covariancia generalizado. La teoría de la
relatividad general propone que la propia geometría del espacio-tiempo se ve afectada por
la presencia de materia, de lo cual resulta una teoría relativista del campo gravitatorio. De
hecho la teoría de la relatividad general predice que el espacio-tiempo no será plano en
presencia de materia y que la curvatura del espacio-tiempo será percibida como un campo
gravitatorio.

La intuición básica de Einstein fue postular que en un punto concreto no se puede distinguir
experimentalmente entre un cuerpo acelerado uniformemente y un campo gravitatorio
uniforme. La teoría general de la relatividad permitió también reformular el campo de la
cosmología.

Einstein expresó el propósito de la teoría de la relatividad general para aplicar plenamente


el programa de Ernst Mach de la relativización de todos los efectos de inercia, incluso
añadiendo la llamada constante cosmológica a sus ecuaciones de campo1 para este
propósito. Este punto de contacto real de la influencia de Ernst Mach fue claramente
identificado en 1918, cuando Einstein distingue lo que él bautizó como el principio de
Mach (los efectos inerciales se derivan de la interacción de los cuerpos) del principio de la
relatividad general, que se interpreta ahora como el principio de covariancia general.2

El matemático alemán David Hilbert escribió e hizo públicas las ecuaciones de la


covariancia antes que Einstein. Ello resultó en no pocas acusaciones de plagio contra
Einstein, pero probablemente sea más porque es una teoría (o perspectiva) geométrica. La
misma postula que la presencia de masa o energía «curva» el espacio-tiempo, y esta
curvatura afecta la trayectoria de los cuerpos móviles e incluso la trayectoria de la luz.

Historia
Poco después de la formulación de la teoría de la relatividad especial en 1905, Albert
Einstein comenzó a elucubrar cómo describir los fenómenos gravitatorios con ayuda de la
nueva mecánica. En 1907 se embarcó en la búsqueda de una nueva teoría relativista de la
gravedad que duraría ocho años. Después de numerosos desvíos y falsos comienzos, su
trabajo culminó el 25 de noviembre de 1915 con la presentación a la Academia Prusiana de
las Ciencias de su artículo, que contenía las que hoy son conocidas como "Ecuaciones de
Campo de Einstein". Estas ecuaciones forman el núcleo de la teoría y especifican cómo la
densidad local de materia y energía determina la geometría del espacio-tiempo.

Las ecuaciones de campo de Einstein son no lineales y muy difíciles de resolver. Einstein
utilizó los métodos de aproximación en la elaboración de las predicciones iniciales de la
teoría. Pero ya en 1916, el astrofísico Karl Schwarzschild encontró la primera solución
exacta no trivial de las Ecuaciones de Campo de Einstein, la llamada Métrica de
Schwarzschild. Esta solución sentó las bases para la descripción de las etapas finales de un
colapso gravitacional, y los objetos que hoy conocemos como agujeros negros. En el
mismo año, se iniciaron los primeros pasos hacia la generalización de la solución de
Schwarzschild a los objetos con carga eléctrica, obteniéndose así la solución de Reissner-
Nordström, ahora asociada con la carga eléctrica de los agujeros negros.

En 1917, Einstein aplicó su teoría al universo en su conjunto, iniciando el campo de la


cosmología relativista. En línea con el pensamiento contemporáneo, en el que se suponía
que el universo era estático, agregó a sus ecuaciones una constante cosmológica para
reproducir esa "observación". En 1929, sin embargo, el trabajo de Hubble y otros
demostraron que nuestro universo se está expandiendo. Esto es fácilmente descrito por las
soluciones encontradas por Friedmann en 1922 para la expansión cosmológica, que no
requieren de una constante cosmológica. Lemaître utilizó estas soluciones para formular la
primera versión de los modelos del Big Bang, en la que nuestro universo ha evolucionado
desde un estado anterior extremadamente caliente y denso. Einstein declaró más tarde que
agregar esa constante cosmológica a sus ecuaciones fue el mayor error de su vida.

Durante ese período, la relatividad general se mantuvo como una especie de curiosidad
entre las teorías físicas. Fue claramente superior a la gravedad newtoniana, siendo
consistente con la relatividad especial y contestaba varios efectos no explicados por la
teoría newtoniana. El mismo Einstein había demostrado en 1915 cómo su teoría lograba
explicar el avance del perihelio anómalo del planeta Mercurio sin ningún parámetro
arbitrario. Del mismo modo, en una expedición de 1919 liderada por Eddington
confirmaron la predicción de la relatividad general para la desviación de la luz estelar por el
Sol durante el eclipse total de Sol del 29 de mayo de 1919, haciendo famoso a Einstein
instantáneamente. Sin embargo, esta teoría ha entrado en la corriente de la física teórica y la
astrofísica desarrolladas aproximadamente entre 1960 y 1975, ahora conocido como la edad
de oro de la relatividad general. Los físicos empezaron a comprender el concepto de
agujero negro, y a identificar la manifestación de objetos astrofísicos como los cuásares.
Cada vez más precisas, las pruebas del sistema solar confirmaron el poder predictivo de la
teoría, y la cosmología relativista, también se volvió susceptible a encaminar pruebas
observacionales.

Antecedentes
Los éxitos explicativos de la teoría de la relatividad especial condujeron a la aceptación de
la teoría prácticamente por la totalidad de los físicos. Eso llevó a que antes de la
formulación de la relatividad general existieran dos teorías físicas incompatibles:
 La teoría especial de la relatividad, covariante en el sentido de Lorentz, que integraba
adecuadamente el electromagnetismo, y que descarta explícitamente las acciones
instantáneas a distancia.
 La teoría de la gravitación de Newton, explícitamente no-covariante, que explicaba de
manera adecuada la gravedad mediante acciones instantáneas a distancia (concepto de
fuerza a distancia).

La necesidad de buscar una teoría que integrase, como casos límites particulares, las dos
anteriores requería la búsqueda de una teoría de la gravedad que fuese compatible con los
nuevos principios relativistas introducidos por Einstein. Además de incluir la gravitación en
una teoría de formulación covariante, hubo otra razón adicional. Einstein había concebido
la teoría especial de la relatividad como una teoría aplicable solo a sistemas de referencia
inerciales, aunque realmente puede generalizarse a sistemas acelerados sin necesidad de
introducir todo el aparato de la relatividad general. La insatisfacción de Einstein con su
creencia de que la teoría era aplicable solo a sistemas inerciales le llevó a buscar una teoría
que proporcionara descripciones físicas adecuadas para un sistema de referencia totalmente
general.

Esta búsqueda era necesaria, ya que según la relatividad espacial ninguna información
puede viajar a mayor velocidad que la luz, y por lo tanto no puede existir relación de
causalidad entre dos eventos unidos por un intervalo de tipo espacio (space-like). Sin
embargo, uno de los pilares fundamentales de la gravedad newtoniana, el principio de
acción a distancia, supone que las alteraciones producidas en el campo gravitatorio se
transmiten instantáneamente a través del espacio. La contradicción entre ambas teorías es
evidente, puesto que asumir las tesis de Newton llevaría implícita la posibilidad de que un
observador fuera afectado por las perturbaciones gravitatorias producidas fuera de su cono
de luz.

Einstein resolvió este problema interpretando los fenómenos gravitatorios como simples
alteraciones de la curvatura del espacio-tiempo producidas por la presencia de masas. De
ello se deduce que el campo gravitatorio, al igual que el campo electromagnético, tiene una
entidad física independiente y sus variaciones se transmiten a una velocidad finita en forma
de ondas gravitacionales. La presencia de masa, energía o momentum en una determinada
región de la variedad tetradimensional, provoca la alteración de los coeficientes de la
métrica, en una forma cuyos detalles pormenorizados analizaremos en las secciones
siguientes.

En esta visión, la gravitación solo sería una pseudo-fuerza (equivalente a la fuerza de


Coriolis, o a la fuerza centrífuga) efecto de haber escogido un sistema de referencia no-
inercial.

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