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ANA ROSA HEREDIA SEVERINO

CC0158

EL MUNDO DE LAS LETRAS Y SUS INSTITUCIONES

Además de las condiciones de producción, la sociología de la literatura se ha interesado por


el reclutamiento social de los escritores. En cambio, el desarrollo profesional del oficio de
escritor es un amplio campo aún casi inexplorado, que incumbe a la especialización de los
autores, la aparición de las instancias específicas y el reconocimiento por parte del Estado.
Una de las características del campo literario, que contrasta con su débil profesionalización,
es la multiplicidad de las instancias de difusión (revistas y editoriales) y de consagración.
Estas instancias, que funcionan generalmente como gatekeepers a falta de un derecho de
entrada reglamentado (título o diploma), constituyen muchas de las variables a partir de las
cuales se puede aprehender la estructura objetiva del campo literario, por medio del análisis
de las correspondencias múltiples. El método de análisis de redes permite, por su parte,
captar la estructura de las relaciones y medir las reputaciones.

EL RECLUTAMIENTO SOCIAL DE LOS ESCRITORES

Michel Foucault (1994) rastrea la aparición de la "función autor" en el siglo xv1, con el
edicto de Chateaubriant de 1551 que obliga a la inscripción del nombre del autor y del
impresor en cualquier publicación. En esa época, el número de autores se multiplica: de 86
autores ingleses entre 1501y1525 se pasa a 615 entre 1576 y 1600 (Genet, 2002). Tan solo
en el siglo siguiente comienza a diferenciarse una esfera de actividad específicamente
literaria, que se autonomizará en el siglo x1x (Viala, 1985; Bourdieu, 1992).

DESARROLLO PROFESIONAL DEL OFICIO DE ESCRITOR

Pocas investigaciones han tomado como objeto de estudio las formas de organización
profesional del oficio de escritor. La sociología de las profesiones no se ha interesado por
esta actividad que, como las actividades de creación en general, representa un "desafío para
el análisis sociológico" (Freidson, 1986): en efecto, a diferencia de las profesiones
organizadas, estas actividades están poco reglamentadas, no requieren ningún derecho de
entrada predefinido para acceder, ni ninguna formación específica, tampoco aseguran un
salario regular a la mayoría de quienes las practican. No por ello se las puede reducir a un
placer ni a un "juego" (Lahire, 2006), dado que es total la inversión que hacen los
individuos en ellas, y fuerte la creencia social de la que gozan. Sin embargo, a pesar de su
débil reglamentación, es posible observar históricamente un proceso de "desarrollo
profesional" del oficio de escritor, en el sentido de Abbott (1988) (quien propone este
término para evitar la connotación teleológica que tiene el de "profesionalización"). Las
organizaciones profesionales (sociedades de autores, asociaciones) y el marco legal relativo
a las condiciones materiales del ejercicio del oficio de escritor (derecho de autor, políticas
de ayudas, seguridad social, jubilación) constituyen dos ángulos de abordaje (Sapiro, 2003,
2004b; Sapiro y Gobille, 2006).

LAS INSTITUCIONES DE LA VIDA LITERARIA

La vida literaria, muy poco reglamentada, se caracteriza por la multiplicidad de las


instancias que contribuyen a la definición de la literatura: instancias de formación y de
socialización (instituto secundario, universidad, escuelas especializadas), lugares de
sociabilidad (salones, cenáculos, cafés), instancias de producción y de difusión (revistas,
editores, prensa, bibliotecas), instancias de consagración (premio, academias, sociedad de
amigos), organizaciones profesionales (sociedades de autores, asociaciones, sindicatos),
grupos o escuelas literarias; todas instancias que pueden ser tomadas como objeto de
estudio (sobre las formas de sociabilidad literaria, véase Glinoer y Laisney, 2013). La
multiplicidad de las formas de agrupación específica más o menos institucionalizadas que
desempeñan el papel de instancias de consagración o de autolegitimación contrasta con la
ausencia de una institución monopólica como existe en el campo religioso para las grandes
religiones monoteístas (la Iglesia) o en las profesiones organizadas (orden profesional). El
bajo nivel de codificación del oficio de escritor refuerza la importancia de estas instancias
en tanto reguladoras de la vida literaria. Además, constituyen "lugares de diálogo y de
conflicto entre el espacio literario y los poderes políticos, financieros y religiosos" (Viala,
1988).

ESTRUCTURA DEL CAMPO LITERARIO Y ANÁLISIS DE LAS


CORRESPONDENCIAS MÚLTIPLES

A diferencia de la noción de profesión que presupone la unidad y la homogeneidad del


grupo, el concepto de campo permite aprehender los principios de estructuración de los
espacios relativamente autónomos de actividad intelectual o cultural, que constituyen una
mediación entre las obras y los condicionantes políticos y económicos. Uno de los
principios de polarización que atraviesan estos espacios es la oposición entre dominantes y
dominados, que reenvía a las condiciones de ejercicio de la actividad (Bourdieu, 1984).
Esta oposición, que suele coincidir con aquella que enfrenta "antiguos" y "recién llegados",
denota también diferencias sociales, por ejemplo, en el mundo de las letras del siglo XVIII,
entre los escritores que acumulan puestos académicos y cargos oficiales, y los otros
condenados a vivir de su pluma, los "Rousseau du ruisseau" [Rousseau de alcantarilla], a
los que Voltaire califica como la canalla de la literatura (Darnton, 1983).

ESTRUCTURA DE LAS RELACIONES Y MEDICIÓN DE LAS REPUTACIONES:


EL ANÁLISIS DE LAS REDES

Aunque es cierto que la noción de redes despierta el interés de los historiadores de la


literatura, el enfoque cualitativo sigue prevaleciendo en la mayoría de los estudios
empíricos (De Marneffe y Denis, 2006). No obstante, la historia literaria proporciona un
material incomparablemente rico para el análisis de redes, que aún está lejos de ser
explotado en todas sus posibilidades: correspondencia de escritores, reseñas, lugares de
sociabilidad, lugares de difusión.

LA ESTRUCTURA DEL CAMPO LITERARIO EN COLONIA: ANÁLISIS DE


REDES Y ANÁLISIS DE CORRESPONDENCIAS MÚLTIPLES

La estructura de las relaciones puede vincularse con el tipo de capital predominante.


Cuando predomina el capital económico, se evidencia una estructura del campo literario
marcadamente jerarquizada sobre la base de criterios de cifras de venta y escasamente
segmentada en géneros. Cuando lo que predomina es el capital social, la estructura tenderá
a repartirse en fragmentos diversos y muy poco jerarquizados, institucionalizados por
géneros, por asociaciones profesionales, etc. Si predomina el capital cultural, la estructura
estará altamente segmentada y jerarquizada, con una primera segmentación jerarquizada
entre arte legítimo y cultura popular, y una jerarquía interna en el segmento legítimo basada
en el capital de notoriedad.
Las condiciones de producción y de circulación de las obras revelan los condicionantes
externos (políticos, económicos y sociales) que recaen sobre la actividad literaria, así como
los mecanismos internos de selección y de consagración que la rigen. Para comprender la
manera en que estas condiciones se refractan en la producción literaria, es necesario
volverse ahora hacia la sociología de las obras.

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