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86 EIsa Dehennin

a
TODOROV,Tzvetan, Introduction la littératurejantastique, Paris, Seuil, 1970. frene Andres-Suárez
M., Grammaire temporelle des récits, Paris, Ed. de Minuit, 1990.
VUILLAUME,
El micro-relato. Intento de
caracterización teórica y deslinde
Textos con otras formas literarias afines
Cuento español contemporáneo, Ed. de ENCINAR,Ángeles y PERCIVAL,
Anthony, Madrid, Cátedra, 1993.
Los que sigen de cerca lo que ocurre en el campo del género cuentístico
habrán podido advertir un fenómeno que está tomando proporciones
sorprendentes en la actualidad y es su reducción tipográfica extrema.
En efecto, algunos cuentos actuales constan de una o media página, a
veces incluso de una sola frase, como el proverbial relato de Augusto
Monterroso: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí'", uno
de los más cortos del mun o. - ~ -- - - - - -
Por el momento, los críticos un poco desconcertados pero, a la vez,
sin poder eludir el problema a causa del elevado número y el prestigio
de los escritores que lo cultivan (entre otros,]. Cortázar.]. L. Borges), se
han limitado a darle un nombre sin intentar su caracterización. La abun-
dancia de designaciones empleadas (cuento brevísimo, cuento ultracorto,
minicuento, micra-relato, cuento en miniatura, cuento mínimo, ficción
súbita, etc.) pone ya de relieve los límites resbaladizos entre los que se
mueve. No hay consenso ni en el establecimiento de unos límites fijos
(para unos no puede exceder la media página, para otros dos) ni en su
denominación.
Posee la condensación poemática lo que lo acerca al poema en pro-
sa, pero a la vez su estructura es proteica; por su extensión se emparenta
con antiguas formas literarias, como la fábula, la parábola e incluso el
aforismo, el epigrama, la greguería, etc. La pregunta que surge inmedia-
tamente es: épodemos incluir estos textos dentro del marco de lo que
comunmente llamamos cuento moderno, el que nace con E. A. Poe o,
por el contrario, se trata de una forma literaria naciente, totalmente
diferente de las existentes hasta el momento, o tal vez de una adapta-

MONTERROSO, Augusto, Obras Completas (y otros cuentos), Barcelona-Caracas-México,


Seix Barral, 1981, pág. 77.
El micra-relato 89
88 frene Andres-Suárez

ción a la sensibilidad moderna de técnicas y formas narrativas antiguas? tualidad por los maestros del género: Ana María Matute, Javier Torneo,
Volveremos más tarde sobre esta idea, ahora trataremos de fijar su géne- Luis Mateo Díez, Antonio Pereira, Alberto Escudero, Agustín Cerezales,
sis, su punto de arranque, tal como se presenta en la actualidad. José Jiménez Lozano, etc. (cfr. bibliografía).
Mas hay que reconocer que una vez más el movimiento nos viene
de Norteamérica donde recibe el nombre de "short short story'", goza
Génesis de una popularidad creciente y es cultivado por una plétora de escrito-
res, entre los que destacan: Spencer Holst, Barry Hannah,Jhon Cheever,
En nuestro artículo "Notas sobre el origen, trayectoria y significación Gordon Lish, Joyce Carol Oates, Lucas Cooper, Rayrnond Carver. Tam-
del cuento brevísimo"! vinculamos el origen de esta modalidad poco faltan las mujeres, a menudo más valientes en la exploración de
cuentística con el modernismo. A nuestro modo de ver, este movimien- nuevos territorios formales: Lydia Davis, Mary Caponegro, Leslie
to literario, sin pretenderlo quizás, impuso al relato las economías seve- Scalapino, etc.
ras del lenguaje poético e hizo que gravitara hacia un foco capaz de
producir la dilatación imaginativa que caracteriza al poema.
La pasión formalista del modernismo dejó sentir su impacto renova- Intento de definición
dor en el cuento, tanto desde el punto de vista del lenguaje (preciosismo
estilístico, prosa cincelada, etc.) como de la estructura: esta se adelgaza, No es posible definir inflexiblemente el micro-relato porque, por enci-
se aquilata, como podemos comprobar en muchos textos de Rubén ma de todo, es una exploración innovadora. En cambio, podemos decir
Darío (1867-1916) y de sus seguidores. Por otra parte, surgen otras ten- que se trata de una composición en prosa, a menudo grávida de lirismo;
dencias y otro público más refinado que se complace en un arte exqui- como en la lírica la tensión se organiza en torno a un eje unívoco y las
sito propio de minorías. Todo ello prepara el terreno para que, más imágenes convocan gran intensidad afectiva; en virtud del impacto que
tarde, otros escritores españoles y, principalmente, hispanoamericanos intenta provocar es cortísimo (el cual se debilitaría si el lector debiera
recojan su legado y acaben de configurar y perfilar los rasgos caracterís- postergar la experiencia recreadora); frecuentemente carece de anécdo-
ticos de la modalidad literaria que hoy nos ocupa. ta y cuando existe, el fin está siempre más allá de ella, en la construc-
En América Latina es cultivado por figuras relevantes como ción de un clímax emocional que se resuelve en un impacto único.
Macedonio Fernández (argentino), Julio Cortázar (argentino), Jorge Luis Está minuciosamente pensado: sus efectos, su distribución y dura-
Borges (argentino), Adolfo Bioy Casares (argentino), Augusto ción. Al ser un arte miniaturístico, su atractivo es semejante al de la
Monterroso (guatemalteco), Juan José Arreola (mejicano), y por otros fuga, al del marfil tallado, al del pareado.
menos conocidos en Europa como: Braulio Arenas (chileno), Antonio Hay gente para quien uno de los brillantes preludios de Chopin vale
Montero Abt (chileno), Jorge Díaz (chileno), etc. lo que una sinfonía entera de cualquier gran compositor "clásico" cuyo
. En lo que respecta a la Península Ibérica, este fenómeno aparece método se basa en la repetición y en el contraste. Con el cuento breví-
ligado también a los movimientos vanguardistas encabezados por Ra- simo ocurre algo similar, la ficción de un minuto es capaz de reflejar
món Gómez de la Serna (1888-1963). Escritores como Benjamín Jarnés todo un universo y, como dice el escritor norteamericano Mark Strand,
l.
(1880-1950), Rosa Chacel (1898), Max Aub (1902-1972) van a sentar las "puede hacer en una sola página lo que una novela en doscientas'".
bases de la diversidad cuentística en España; algunos de sus textos po-
seen ya las características de los mejores minicuentos escritos en la ac- 3 Así lo ha designado HOWE, Irving en su antología Short sbort: An Antbology of tbe sbortest
stories, New York, Bantam Books, 1983.
4 En Ficción súbita. Narraciones ultracortas norteamericanas. Ed. a cargo de SHAI'ARD, Robert
2 Publicado en la revista Lucanor, núm. 11, mayo de 1994, págs. 55-69. y THOMAS, ]ames, Barcelona, Anagrama, 1992, pág. 262.
90 Irene Andres-Suárez El micra-relato 91

Estos textos son como fogonazos, como estrellas fugaces que pasan 6. En razón de su brevedad, de su necesaria concisión, su estructura.
ante nuestros ojos sorprendiéndonos, reconciliándonos con el sentido es centrípeta por excelencia y, con frecuencia, simbólica.
último de la fantasía. Joyas de origen y destino desconocido, historias 7. El asunto narrado es siempre de reducidos elementos, de ceñida y
intensas, piezas de aliento corto pero firme latido que, sin embargo, comprimida peripecia. E? suma, la ley de la economía artística preside
pueden y deben deslumbrar como soles". su estructura y su mensaje.
8. Dado que apenas efectuado el despegue hay que prepararse para
Caracterización el aterrizaje, el inicio y el cierre adquieren una dimensión estructural
relevante. Los pasajes iniciales adentran más al lector - y con más ener-
A la hora de intentar caracterizar el rnicro-relaro no nos queda más gía - en 10 ficticio; los pasajes finales son, con frecuencia, más sonoros,
más sugerentes aún que en el relato tradicional.
remedio que volver los ojos hacia el cuento literario ya clásico. Es evi-
dente que el primero posee quintaesenciados la mayoría de los rasgos 9. Otro componente que hay que tener muy presente al hablar de
peculiares de éste, es decir: intensidad, tensión, condensación, máxima esta modalidad cuentística es el título. Según Luis Leal, "sirve no sólo
economía de medios, etc., pero hay otros que le son propios: para interesar al lector sino también para darle forma a la anécdota o
para sugerir el desenlace; con frecuencia introduce la imagen clave de la
1. En narraciones de una o media página, el escritor no dispone de narración'".
espacio ni de tiempo para caracterizar a los personajes; por ello en la 1O. Si el lenguaje es una pieza central en el cuento literario ya clási-
mayoría de las ocasiones éstos se acercan al borde mismo del anonima- co, en el que hoy nos ocupa lo es todo. Cada palabra, cada frase es una
to, las sutilezas psicológicas no son posibles. tecla cuya presión arranca resonancias con vibraciones muy especiales.
2. Este tipo de ficciones tampoco admite complejidades argumentales En él el discurso es esencialmente connotativo, de ahí su semejanza con
o diálogos de relativo interés. Todo tiene que ser mordiente, sin cuartel, la poesía, pues, como el poema, asedia la existencia humana, dándole
como diría Julio Cortázar. una forma de totalidad, susceptible de ser percibida sintéticamente en
3. Llevados de su preocupación de enérgica restricción narrativa, los una instantánea.
escritores suelen prescindir igualmente de todo lo que pudiera ser des- Parte del gozo de escribirlos - nos dice Stuart Dybek - reside
criptivo.
4. La fluencia temporal es sentida como límite impuesto por sus precisamente en la sensación de deslizarse entre las costuras. Dentro de las limitaciones
reducidas dimensiones, en cierta manera, el tiempo es sacrificado, se de sus exiguos cauces el escritor descubre una gran libertad. En realidad, sus mismas
vuelve el antagonista del escritor. limitaciones de longitud "exigen" con frecuencia estrategias nada convencionales. No
disponemos de ninguna teoría como el concepto de efecto único de Poe con que valo-
5. También suelen faltar las referencias a lugares concretos, más que rarlas; ni hay tampoco un modelo tradicional o un patrón por el que juzgarlas",
describir y situar un espacio, el cuento brevísimo tiende a plasmar una
situación simbólica o metafórica, a veces un estado de ánimo. En opinión de Francisca Noguerol" , los rasgos más sobresalientes ~e
este tipo de relatos son: el afán de originalidad, el empleo de la paradoja
5 MATEODIEZ,Luis dice a propósito de su libro Los males menores, recopilación de rnicro-
relatos: "he trabajado la idea de la sugerencia, esto es, ir de un extremo muy pequeño a
6 ,El cuento como género literario", en Historia del cuento hispanoamericano, México, Edi-
lo grande. Para poner una imagen, es como si pusiera cristales que se rompen ante los
~iones de Andrea, 1966. Citado por VAlLE)O,Catherina V. de, Teoría cuentistica del siglo
ojos del lector o son piezas que tienen que ver con un camino de depuración, de mira-
XX (Aproximaciones hispánicas), Miami, Florida, Ediciones Universal, 1989, pág. 129.
da compleja. La mayor parte de los cuentos que integran Los males menores responden a
7 DYBEK,Stuart, en Ficción súbita, págs. 255-56.
una idea de sorpresa, de iluminación que tiene mucho de instantánea, Entrevista de
Juan Angel Juristo, El Urugallo, marzo, 1994, pág. 13. 8 NOGUERal, Francisca, "Sobre el micro-relato latinoamericano: Cuando la brevedad
noquea ...", en Lucanor, núm. 8, 1992, págs. 117-133.
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como recurso fundamental, el juego intertextual continuo, la ironía, el del cuento, cualquiera que sea su extensión, es contar, el del poema,
humor, la sátira, el final sorpresivo e ingenioso, el interés de los juegos aunque utilice como cauce expresivo la pro~.a, cantar. Contar y cantar
lingüísticos, la aversión por las frases hechas y la utilización de una son dos direcciones de la creación que divergen en la literatura occiden-
prosa cincelada en la que los vocablos abarcan un amplio espectro de tal desde la disolución de la antigua epopeya. En la poesía se encuentra
registros lingüísticos. el grado límite de la expresión literaria y en el cuento el de la expresión
En cualquier caso, en él se dan dos condiciones indispensables: la narrativa.
brevedad y el impacto en el lector, el cual debe poseer capacidad para Según A. Ferrari, el poema en prosa
suplir las indeterminaciones de la escritura, para recrear lo que sólo está
posee una textura particular que no coincide nunca totalmente con la del poema lírico
sugerido, esbozado, delineado". El desasosiego, la ansiedad en clave de ni con la del cuento; el eje en torno al cual se organiza esta estructura nos parece ser la
humor o de tristeza es el efecto que con frecuencia busca el cuento presencia insistente en la fábula narrada del yo poético o yo lírico, el que precisamente
brevísimo. no interviene jamás en el tipo clásico del relato poético!'.

Otra forma muy breve que goza en estos momentos de gran populari-
Deslinde del micra-relato con otrasformas literarias afines. dad y cultivo, particularmente en Hispanoamérica, es lafábula. Por su
extensión, al menos, se emparenta con el micra-relato.
Como se infiere de lo que precede, el micra-relato es una modalidad La fábula clásica sintetiza, en una suerte de ascesis del lenguaje y de
del cuento moderno que se emparenta por su extensión con formas expresión narrativa, un ánimo de enseñanza a través del ejemplo y de
literarias tradicionales, como el poema en prosa, la fábula, el ejemplo", ahí que se asocie, en muchos de su cultivadores originales (Esopo, Fedro,
el chiste!', la viñeta", etc., no obstante posee diferencias notables con La Fontaine, Iriarte, Samaniego) con la edificación moral.
ellas como vamos a intentar poner de relieve. La retórica de la fábula, incorporada al acervo hispanoamericano
En muchos casos su proximidad con la poesía es indiscutible y aún desde el s. XVIII, con autores como Irisarri y Fernández de Lizardi", ha
más con elpoema enprosa"; sin embargo, poseen distintos cometidos. El evolucionado mucho y hoy sólo aparentemente es acatada y continua-
da por escritores como Augusto Monterroso, Bioy Casares,]avier Torneo,
9 "A mi personalmente me interesa que un cuento deje muchas puertas abiertas a la etc.
sugestion del lector, prefiero crear y recrear mundos antes que explicarlos" VALLBONA En realidad, estos autores modifican los parámetros de la fábula,
Rafael, Leer, núm. 30, abril, 1990, pág. 44. "
disuelven el género pese a que fingen su respeto disciplinado. No se
10 El ejemplo (exempl~m) "La viuda de Efeso" de Petronio se cita a menudo como proto-
tipo de concentración y brevedad, Sin embargo, aunque se intentase una versión actua- trata de una renovación sino de una parodia del mismo. En esta actitud
lizada del mismo, la intención moral que encierra lo alejaría del micro-relato, disolvente y rebelde se cumplen las condiciones de una nueva estrategia
11 Cuando una anécdota nos sorprende haciéndonos reir, se llama chiste; cuando contie- narrativa consistente en un juego compartido con el lector, un juego de
ne moraleja se convierte en parábola.
12 De la misma manera que el cuento o narración breve no es un episodio o un trozo de
la inteligencia que adquiere sentido sólo cuando se acepta su nuevo
novela, la viñeta tampoco es un fragmento de cuento. Está completa en sí misma y, código estructurador.
cuando se logra, tiene una amplitud de referencia que es en sí autosuficiente.
13 Dice la poetisa LOYNAz,Dulce María: "Éste es una clase de poema del que por desgracia Naturalmente casi nunca llega y de ahí el desconcepto que de ellos se tiene hoy día",
se ha abusad_o mucho, precisamente por esas facilidades que al parecer brinda de no .Auropercepción intelectual de un proceso histórico", en Antbropos, núm. 151, die.
tener que cerurse a medidas m a asonancias. Y he dicho al parecer, porque en realidad 1993, págs. 14-15.
el poema en prosa es mucho más dificil que el poema en verso, pues carece de I~ 14 FERRARl,América, "José Antonio Ramos Sucre: El cuento: el canto", en El bosque y sus
musica, del ntrno, de la gracia en que el verso apoya la idea. Al poema en prosa le han caminos, Valencia, Pre-textos, 1993, pág. 157.
cort~do las alas y tiene que llegar, Sin embargo, a la misma altura que su hermano 15 CFR. CAMURATTl, Mireya, Lafábula en Hispanoamérica, México, Universidad Nacional
angélico.
Autónoma de México, 1978.
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En la actualidad, la expectativa del lector de fábulas es tergiversada, género. Los ejemplos que siguen muestran bien a las claras su fino hu-
pues no se cumplen las reglas características del género: ni la utilidad mor e inmenso talento:
moral, ni el didactismo como actitud. En cualquier caso, se utilizan
Cristianismo e Iglesia: La ideas que Cristo nos legó son tan buenas que hubo necesidad
algunas de las inclinaciones reconocibles en la fábula tradicional, de las
de crear toda la organización de la Iglesia para combatidas.
cuales pueden sacar inmejorable partido, como por ejemplo: la conci- Dios: Si Dios no existiera habría que inventario. Muy bien, ¿y si existiera'
sión casi epigramática del discurso y el hábil manejo del absurdo. Tien- Odio: El amor lo justifica todo; el odio justifica el amor.
den por lo general a satirizar las debilidades humanas: la estupidez, la Pesimismo: Cuando una puerta se abre, cien se cierran.
crueldad, la cobardía, la insensibilidad estética, etc. sin que el lector se
dé por ofendido. Adolfo Bioy Casares ha publicado asimismo un ramillete de dichos
L~ forma fabulística, por otra parte, permite a los escritores recupe- ingeniosos y aforismos titulado: "De guirnalda con amores?" y en Es-
rar CIertos temas, quitándoles toda actitud solemne y, sobre todo, les paña acaba de ver la luz un libro de Rafael Sánchez Ferlosio que es un
facilita la posibilidad de reflexionar sobre la condición humana y sus compendio de aforismos, poemas y felices invenciones: Vendrán más
flaquezas. Advertimos en las fábulas modernas una serie de constantes: años malosy nos harán más ciegos", Veamos algunos ejemplos:
propósito lúdico, recuperación y transformación (modernización) de
Todo pura comedia: ni la cigarra era feliz cantando ni la hormiga necesitaba para nada el
antiguas fábulas en ejercicio intertextual, manipulación de imágenes, trigo almacenado, por necedad cantaba la primera, por necedad se afanaba la segunda.
etc. (Never more) Decir que el tiempo todo lo cura, vale tanto como decir que todo lo
. Estos textos cortos, en apariencia inofensivos dejan cicatrices y pre- traiciona ¿sabré sobrevivir sin traicionar?

cisarnente por eso son provechosos. Es imposible olvidar libros como


Frases hechas o dichos conocidos son presentados bajo un prisma o un
Oveja negray demás fábulas de A. Monterroso, Confabulario personal de J.
foco de atención inhabitual lo que provoca una reacción inmediata en
J. Arreola, Breves historias de insectos de J. Torneo, y los múltiples Bestiarios
el lector. No poseen menos agudeza y donaire que los antiguos pero
que han proliferado en España e Hispanoamérica.
han sido despojados del carácter grave y sentencioso, lo que constituye
,A mi modo de ver, estas fábulas modernas (no las tradicionales) po-
dnan integrarse perfectamente en el marco de lo que, en la actualidad, un acierto.
Esta modalidad textual, basada en un despliegue de ingenio, tanto
llamamos por falta de mejor nombre micro-relato o cuento brevísimo.
en lo que respecta al contenido como a la forma, se entronca con una
Poseen bastantes características comunes y, con frecuencia, persiguen
vieja tradición literaria, desde los aforismos de Hipócrates y los adagios
l~s mIs:nos fines, pero el hecho de que los protagonistas de las fábulas
de Erasmo hasta los apotegmas de Juan Rufo. La Antigüedad, la Edad
SIgan siendo animales tal vez sea un rasgo suficiente para trazar una
línea divisoria entre ellos. Media y el Renacimiento abundan en sentencias, refranes, máximas,
proverbios, dichos agudos, razones, etc. Todos estos términos indican
Algunos escritores de cuentos brevísimos son deudores también de
una variación dentro del mismo género.
formas t.radic~onales como el aforismo, la sentencia, el epigrama, etc. que se
Erasmo de Roterdam publicó en 1500 su primera colección de pro-
han enriquecido y transformado en función del gusto actual. Augusto
Monterroso con su "Breve selección de aforismos, dichos famosos re- verbios, Adagiorum Collectanea, seguida luego de otra más extensa,
franes y apotegmas"16 se ha convertido en un maestro indiscutible' del Adagiorum Chiliades (1a ed. en 1508) que tuvo muchas ediciones, cada
una de ellas más amplia que la precedente. Los adagios interesaban a

17 Recogidos en Una antología de sus textos. México, Fondo de Cultura Económica, 1988,
16 CFR.M~NTERROSO, Augusto, Lo demás es silencio, Madrid, Cátedra, 1982, Ed. de Ruffinelli Selección, introducción y notas de PICHONRIvIERE,Marcelo, págs. 521-551.
Jorge, pags. 159-183. ' 18 Barcelona, Destino, 1993.
98 frene Andres-Suárez El micro-relato 99

Es evidente que, en un mundo cada vez más acelerado, el arte ha de Conclusión


refugiarse en formas rápidas, concisas, que transmitan de forma inme-
diata, sin pérdida de tiempo, aquello que el artista tiene que decir. Por El micra-relato es una modalidad del cuento literario moderno que posee
otra parte, el cuento permite experimentar, indagar nuevos territorios sus propias exigencias estructurales y formales. Puede adoptar múltiples
narrativas, con mayor flexibilidad que la novela y esto en un momento formas y estilos con tal de ser muy corto y de conservar un componente
de tránsito como el que vivimos, lo hace especialmente atractivo. Nues- de ficción, aunque sea mínimo. Esto es lo que lo diferencia esencial-
tra cotidianidad, nuestro mundo auditivo/oral se compone de historias mente del poema en prosa, el aforismo, el epigrama, la greguería, la
ultracortas. sentencia, etc. También está despojado de la utilidad moral o didactismo
La condensación y la concisión han formado siempre parte del cuento propios de la fábula tradicional, sin embargo posee cierto parentesco
literario moderno pero, en la actualidad, algunos escritores, animados con las que se escriben en la actualidad en España e Hispanoamérica: la
quizás por el exceso de información de nuestro tiempo, han comenza- concisión, el hábil manejo del absurdo, el propósito lúdico, la manipu-
do a experimentar para ver hasta dónde podían dar de sí estos valores lación de imágenes, la reflexión sobre la condición humana y sus fla-
sin que perdieran el peso mínimo. Este reto de llegar a la reducción quezas, etc. Pese a todo, hay un rasgo que los aleja indefectiblemente y
absoluta a veces linda peligrosamente con la nada obligando al escritor es el hecho de que los protagonistas de la fábula, tanto los de la tradicio-
a un ejercicio de prestidigitación y a un despliegue de talento incon- nal como los de la moderna, siguen siendo animales.
mensurables. Pocos salen victoriosos de la prueba". No podemos decir que se trate de un fenómeno totalmente nuevo
en la literatura, dado que los escritores desde siempre se han puesto el
reto de llegar a la reducción absoluta y que los grandes maestros del
cuento G.L. Borges, J. Cortázar, 1. Aldecoa, etc.) nos dejaron ejemplos
memorables de micra-relatos, no obstante, en estos últimos años dicha
tendencia parece incrementarse y tal vez ello sea una puerta abierta a la
renovación del género. En cualquier caso, está logrando en la literatura
de lengua hispánica un puesto preponderante y altas cotas de calidad,
cantidad y variedad.

destacado en el panorama literario de los últimos años, encarnado en un número cre-


ciente de escritores, jóvenes sobre todo. Y hay razones claras para ello. Su fragmentariedad
casa bien con la sensibilidad contemporánea, formada en la percepción de elementos
aislados ..La concentración expresiva y el control más riguroso de todos los componen-
tes facilitan la construcción de un espacio en el que la innovación y la sugerencia
tienen su espacio natural. Y por último, la misma materia prima de la literatura, lo
verbal, es en el cuento en donde adquiere su mayor visibilidad, y puede llegar a conver-
tirse en protagonista", en Leer, núm. extraordinario C, junio 1990, pág. 58.
26 El cuento, dice MATEO DIEZ, Luis, es "un género tan complejo y dificil, tan lleno,
además, de riesgos, que no permite quedarse a medias, y en el que se acierta o desacierta
sin re~}sión, y ofrece pocos ropajes para enmascarar la tentativa", "Contar algo del
cuento, en lnsula, núm. 495, febrero 1988, pág. 22.

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