Maria Aprende A Ser FELIZ SEGUNDO CICLO
Maria Aprende A Ser FELIZ SEGUNDO CICLO
Cada mañana tiene que madrugar para ir a la escuela que está un poco alejada
de su casa.
Así, cada mañana, cuando María sale de casa, su abuela se queda muy triste,
porque casi nunca se toma el desayuno que con tanto cariño le prepara.
Desde muy pequeña, María, ha sido una niña muy revoltosa y bastante
desobediente.
Llora por todo. Si sus papás le dicen que no a algo, llora. Si pierde
jugando con sus amigos, llora. Si le riñen por algo que ha hecho mal, llora
y culpa a los demás de sus propios errores.
Nunca acepta los consejos de sus padres y no quiere esforzarse por nada. No
se esfuerza ni siquiera cuando sus papás la prometen un premio a cambio de
comer bien – Si comes todo rápido y sin rechistar, vamos al cine-. Pero María
no se lo come y sin embargo se enfada cuando sus papás le dicen – ¡pues
como no te lo has comido, no hay cine!-
Quedan tres días para su cumpleaños y María se ha puesto a buscar por toda
la casa sus regalos. No quiere esperar a abrirlos en su fiesta….¡los quiere ya!
Al entrar en la cocina, puede escuchar a su madre y a su abuela hablando en
voz baja en el jardín y decide espiarlas.
– Desde aquí puedo verlas y oírlas, pero ellas no me pueden ver a mí- piensa
María-.
– Espero que sea capaz de entender. Sería una pena que no aprovechará la
oportunidad que tiene- dice la abuela con gesto triste.
Al final del día María está súper enfadada, aunque no sabe muy bien por qué.
Tras la cena, la mamá acuesta a María y le dice que hoy no van a leer, que
quiere contarle algo. Se trata de un secreto que ha ido pasando de generación
en generación, por todas las mujeres de la familia.
Pues veras- dice la mamá – en nuestra familia, todas las mujeres, la noche en
la que cumplen ocho años son agraciadas con un don muy especial. Se trata
de una especie de poderes mágicos que nos permiten ayudar a otras
personas…
Sin dejar acabar a su mamá, María empieza a gritar sin control, -¡voy a
tener poderes, voy a tener poderes…!
Mamá, le pide que preste atención a lo que le está contando para saber cómo
adquirir este maravilloso don.
Han pasado dos días desde que la mamá de María le contó el gran secreto
familiar. Desde entonces, María ha estado como loca.
Al fin, llega la noche y la mamá intenta explicar a María que para obtener
ese don existen una serie de condiciones que debe cumplir. Pero María no
escucha.
Mamá, mama, ya tengo 8 años, ya tengo poderes, pero ¿qué tengo que hacer
para utilizarlos? – pregunta María intrigada -.
¿Conseguir? - piensa – pero… ¿no me los dan por ser tu hija?, ¿por qué no
me los dan?… ¡quiero mis poderes!
– Pero son mis poderes, quiero mis poderes- grita María –mentirosa, eres una
mentirosa mamá.
Como no se puede hablar con ella, la mamá termina marchándose muy triste
a trabajar.
Su abuela le explica que el don que poseen hay que ganárselo. – vamos a ver,
¿cómo te has portado este año? – pregunta la abuelita.
Cansada de tanto llorar y patalear, sin ningún sentido y sin obtener nada a
cambio, María se da cuenta de que si no se calla y escucha lo que su mamá
y su abuela le tienen que decir, nunca sabrá cómo conseguir sus poderes
mágicos.
María se pone muy triste, porque todo lo que dice su abuela es verdad.
Siempre está enfadada y, aunque tiene muchas amigas, no las trata bien y se
está empezando a quedar sola.
– Abuela – dice María en voz baja – ayúdame a conseguir mis poderes para
dejar de portarme mal con todo el mundo. En el cole me castigan, en casa
me castigan y hago llorar a mis amigas y a mi familia. Con los poderes podré
mejorar, ser feliz y hacer feliz a todo el mundo.
Y nunca pienses que no eres bonita. Las personas no son guapas o feas por
fuera. Si tú te sientes guapa y te sientes feliz, todo el mundo podrá ver tu
belleza. Las personas felices desprenden una luz especial que las hace ser
bellas a los ojos de los demás.
§ Estudia y procura sacar buenas notas. Eso hará que te sientas bien en
clase y que te sientas orgullosa de tu esfuerzo.
§ Procura no meterte en líos. Disfruta de tus amigos, cuídales y ellos te
cuidarán.
§ Sonríe y sé feliz con las cosas que tienes, no envidies lo que tienen los
demás, porque lo importante es cómo disfrutas de lo que tú tienes: tu
familia, tu mascota, tus amigos, tus juguetes, etc.
§ Escucha a papá y a mamá, ellos siempre te darán buenos consejos. No
les grites y dales muchos besos. Ellos son las personas que más te
quieren en el mundo y nunca te dirán nada para hacerte rabiar. Todo lo
contrario, siempre hacen las cosas para que tú te conviertas en una gran
persona.
María sonrió, se sintió tranquila y poco a poco fue poniendo en práctica todo
lo que su abuela le dijo.
…y pasó el tiempo…
¿Os preguntareis que pasó con sus poderes mágicos? Pues bien, el mismo
día que su abuela le contó lo que debía hacer, María sintió que los poderes
le fueron concedidos, y todavía hoy se esfuerza por mantenerlos. María es
feliz y transmite su felicidad, su bondad y su amor a todos los que la rodean.
FIN
Autora: Beatriz de las Heras García