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Aller1 - Olave Huaman Katrina Mariori
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LA EDUCACIÓN
RESUMEN
LA DENOMINADA GLOBALIZACIÓN Y LA TECNIFICACIÓN DE LAS
SOCIEDADES, JUNTO CON EL ADVENIMIENTO, PROLIFERACIÓN Y
MASIFICACIÓN DE LAS DENOMINADAS TECNOLOGÍAS DE LA
INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN (TIC), HAN PERMITIDO QUE LA
EDUCACIÓN "VIRTUAL", BAJO LAS MODALIDADES DE LA EDUCACIÓN
ABIERTA Y A DISTANCIA –'LAS NO TRADICIONALISTAS O
CONVENCIONALES- SEAN LA RESPUESTA METODOLÓGICA OFENSIVA CON
LA QUE CADA VEZ MÁS PAÍSES ENFRENTAN, MEDIANTE SUS RESPECTIVAS
POLÍTICAS PÚBLICAS Y PRIVADAS, LOS RETOS DERIVADOS DEL DERECHO
A LA EDUCACIÓN UNIVERSAL, DE COBERTURA Y FLEXIBILIDAD, QUE EL
CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO EXIGE ANTE SISTEMAS EDUCATIVOS
TRADICIONALES Y PRESENCIALES.
INTRODUCCIÓN
Los mitos de la denominada globalización y de la tecnificación de las sociedades,
junto con el advenimiento, proliferación y masificación de las llamadas
Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), han permitido que las
modalidades de la educación "virtual", tanto abierta como a distancia, entendidas
estas como aquellas no tradicionalistas o convencionales, sean las respuestas
ofensivas con la que cada vez más países enfrenten, mediante sus respectivas
políticas públicas y privadas, los retos derivados del derecho a la educación
universal, es decir, aquellos de cobertura y flexibilidad que el crecimiento
demográfico de sus diversas poblaciones y sus necesidades de desarrollo
presentan ante los sistemas educativos tradicionales, los eminentemente
presenciales.
Es por ello que la "educación virtual" –abierta y a distancia– se perfila como una
panacea ante estos retos, al ofrecer ampliar las oportunidades de acceso a los
grupos sociales marginados o desatendidos, al igual que a otros grupos sociales
cuyas necesidades espacio-temporales así lo requieren, garantizando y mejorando
la calidad de los servicios educativos prestados, aplicando los desarrollos
tecnológicos a los procesos de enseñanza-aprendizaje y estimulando las
innovaciones en y de las prácticas educativas contemporáneas, de manera
holística.
1. Virtualidad de la Educación
De aquí que valga la pena precisar algunas nociones equívocas y análogas
íntimamente relacionadas con el título del presente trabajo, "Educación Virtual o
virtualidad de la educación". En primer lugar, dice José Ferrater Mora que según
la tradición escolástica, pero también aquellas de muchos de los autores
modernos, han utilizado varios adverbios latinos como términos técnicos para
precisar el sentido de sus expresiones. Tal es el caso del vocablo virtualiter
("virtualmente"). De donde, reitera Ferrater, «Se enuncia algo "virtualiter" cuando
se hace referencia a la causa capaz de producirlo». Y, como ejemplo de tal uso,
pone el siguiente: «El efecto se halla virtualmente en la causa». Así pues, sin
detenernos en cuestiones metafísicas u ontológicas, la causa de la "educación" es
el ser humano, el hombre y la mujer, quienes concurren a la producción de "algo"
que, para fines de nuestra exposición, se denomina "educación". Lo virtual, de
esta manera, también evoca aquello que puede producir un efecto, aunque no lo
produzca; pues se trata de lo implícito, de lo tácito, de lo sobreentendido o de lo
aparente.
Y, luego, tenemos al estudiante, aquel que deviene del acto del "estudio", del
estudiar. Que, también, tradicional aunque falazmente, solo ha considerado al
que asiste y se encuentra inscrito en un centro educativo, de cualquier nivel
escolar. Los autodidactas, por ejemplo, no suelen ser incluidos en este vocablo –
limitaciones propias de nuestro lenguaje–. Y si, como decíamos, hasta la propia
vida es nuestra maestra, habrá "estudiantes" que aprendan de ella y otros que no
lo hagan. De donde, entonces, estudiar es el trabajo empleado para asimilar y
poder desarrollar una ciencia, arte, oficio, etc.; pero es, también, desarrollar la
comprensión para entender algo, ya sea mediante la interacción, la
memorización, el entretenimiento e, inclusive, el ocio. A este respecto, refiere el
"Equipo de Edición" de Cosecha de palabras, bajo el título "El signo de la
curiosidad", lo que, decíamos, tradicional pero falazmente se entiende por
estudiante:
Estudiante: Estamos acostumbrados a llamar así a todo aquel que está inscrito en
una escuela, pero no es así, hay muchas personas (niños, jóvenes y adultos) que
están inscritos en la escuela y no lo son. Estudiar es, además, analizar, reflexionar
sobre lo aprendido, poner a discusión nuestros puntos de vista, aceptar que
desconocemos algo y, sobre todo, tener la disposición de profundizar o de
rectificar nuestras apreciaciones. Estaremos de acuerdo en que hay que llamar
estudiante a todo aquel que se dedica a estudiar (en una escuela o en cualquier
parte). Por lo que sí sólo identificamos esta actividad con una institución
educativa nos perderemos de disfrutar de ella en otras muchas ocasiones
diferentes. Porque estudiar da rienda suelta a nuestra curiosidad e interés por
conocer lo que queremos, ya sea en un lugar o en otro y sin restricciones de
horario: de esta manera, las palabras estudiante y estudiar alcanzarán su
significado verdadero.
2. La Educación Virtual
Quizá sean los mitos, prejuicios y las altas expectativas lo que más pueda vulnerar
a la educación "virtual", abierta y a distancia, concebida exclusivamente como
educación escolarizada y presencial, tanto en nuestro país como en el extranjero.
Si bien es cierto que esta ofrece un caudal de oportunidades no solo para la
educación, sino para otro tipo de actividades (de interacción, informativas,
lúdicas, etc.), no menos cierto es también que las denominadas Técnicas de
Información y Comunicación (TIC) así como Internet han transformado las
relaciones, cogniciones, costumbres y hábitos humanos, generando tanto
posturas a favor como en contra en torno a los beneficios y cambios
paradigmáticos hacia la virtualidad de la educación y, por ende, hacia la
educación virtual.
Las dos grandes vertientes en torno a esta disputa giran una, por un lado, a
concebir la educación "virtual", abierta y a distancia, como una panacea que está
y continuará revolucionando, sobre todo, la educación tradicional y la emergente
no-tradicional, tanto en el ámbito privado como en el público, sea mediante los
chats, las videoconferencias, el streaming, los foros, todos ellos en tiempo real, los
blogs, teléfonos inteligentes, tablets, las interminables redes sociales, y un
sinnúmero de gadgets informáticos que, incluso, analogando las recientes
revoluciones de las llamadas Primaveras –como la del "Jazmín" – en la región del
Magreb (Túnez, Egipto, Libia, Siria, etc.), nos hacen recordar el añejo futurismo
de Julio Verne, con sus múltiples y afamadas obras, o los más inverosímiles como
las de Blade-Runner, Terminator, Bajo Control, Matrix o El Origen, vislumbrando
quizá El fin de la historia humana, a la que se refería Fukuyama a fines del siglo
pasado.
Por otro lado, están quienes refieren a toda esta parafernalia informática y
comunicativa como un bien sucedáneo o sustituto, es decir, más de lo mismo,
pero mejorado, ampliado el abanico y la oferta de ociosidad, consumismo y
obsolescencia programada. En otras palabras, así como la radio no ha dejado de
existir por la pseudorrevolución que supuestamente causaría la televisión, de la
misma forma, en estas Primaveras Magrebianas de las que hablábamos líneas
arriba, se recurrió, más por la necesidad de mantener el "ritmo" revolucionario
que por la masificación de las TIC, a tecnologías ya desechadas o definidas como
caducas, prematuramente, como es la telefonía móvil analógica. Así pues, de la
misma manera como gran parte de nosotros continuamos realizando operaciones
aritméticas y matemáticas de manera mental, sin calculadora o algún otro device,
de la misma manera los "haceres" se entrelazan y traslapan, justamente, como en
la Teoría de Conjuntos. ¿Cuándo deja de aprender y enseñar el ser humano?
Únicamente, cuando se siente "producto terminado" o perece. Solo entonces.
Así, desde sus inicios hace ya más de un siglo, como curiosidad y atracción ferial
o circense, local, el llamado séptimo arte ha avanzado notablemente hasta
alcanzar la reconocida y encomiable posición que ostenta hoy en día, ganada a
pulso e, incluso, desafiando el propio mantra de Louis Lumière en torno a que "el
cine era un invento sin ningún futuro"; y donde actualmente se cuentan más de
veinte festivales internacionales.
Habiendo prescindido de la palabra, aunque nunca de la imagen, su eclecticismo
está también dado al consagrar en él a la ciencia, la técnica y el arte, mediante la
narración pictórica de representación, ilimitada, meticulosa, a espacial y
atemporal, sea esta concientizadora, de entretenimiento, informativa o enajente,
de la historicidad humana y su infinita "fábrica de sueños".
Así pues, como refiere Edgar Morin, los avances y hallazgos técnicos y
tecnológicos han acompañada al hombre desde sus orígenes en sus variados
caracteres y complejidades influyéndose recíprocamente en un continuo devenir
y evolución.
Por otro lado, la multirrealidad de los sitios Web educativos, preguntan algunos,
puede aplicarse a distintos entornos y contextos. Asimismo, la elasticidad y
flexibilidad de internet hace que cualquier contenido pueda ser trabajado bajo su
auspicio. Por lo que se dice que bajo este supuesto Internet transformará la
educación tradicional a una educación a distancia, interactiva e interconectada.
Ya no se diga eso de que Internet genera aprendizajes, transformando a las
personas. Y, más concretamente, el que Internet permite al profes@r planificar
actividades de clase al cobijo de su manto, que apoya el desarrollo de proyectos,
que es una estupenda herramienta de investigación o que favorece el aprendizaje
multi e interdisciplinario. Y, bueno, la lista sería interminable. Así pues, la
virtualidad de la educación es, a su vez, educación virtual, abierta y a distancia,
aunque no en los términos formales bajo los cuales se suele catalogar.
CONCLUSIÓN
Así pues, la Educación Virtual nos ofrece, hoy en día, un océano de posibilidades
para el logro no solo de las mentadas metas del milenio tan cacareadas por los
organismos internacionales sino, también, para armonizar y poner en juego la
verdadera unidad en la diversidad, propia del ser humano, a través de infinidad
de procesos cognitivos, reales, simbólicos y virtuales. Pues, si toda experiencia
humana es, por definición, enseñanza y aprendizaje, construcción y
desconstrucción de conocimiento, entonces, hablamos de que, virtualmente, toda
ella es educación, de manera generalizada. Por ende, la virtualidad de la
educación se convierte, como decíamos líneas arriba, en el amplio potencial que
muestra la Educación Virtual en estos sus inicios.