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GEOGRAFÍA FÍSICA.

Capítulo1. CONOCIMIENTOS GENERALES ACERCA DE LA TIERRA.

FORMA Y DIMENSIONES DE LA TIERRA.

Siete siglos antes de nuestra era, ya los pueblos cultos de la antigüedad


sabían que la Tierra era esférica. Con las mediciones realizadas por
Eratóstenes, en el siglo II a. n. e. se obtuvieron con bastante exactitud las
dimensiones de la Tierra; además, poco a poco, fueron apareciendo nuevas
pruebas sobre la esfericidad del planeta, como por ejemplo, el viaje de
circunnavegación de Magallanes. También se perfeccionaron los métodos
para determinar ángulos y se comenzaron a utilizar otros nuevos para la
medición de distancias. El empleo de la triangulación y de aparatos mas
perfeccionados, permitió al científico francés Jean Picard (entre 1669 y 1670)
medir un arco de meridiano terrestre. Según las mediciones de Picard, el
radio terrestre resultó ser equivalente a 6 371,7 km.

Los resultados de estas mediciones fueron utilizados posteriormente por


Newton para fundamentar la ley de gravitación u ni versal, de acuerdo con la
cual se deducía que la Tierra, como cuerpo en rotación, debía tener la forma
de un elipsoide achatado.

La Tierra solamente podría tener la forma de una esfera perfecta si no


rotara; en dicho caso, por efecto de la atracción, las partículas que la
integran se situarían uniformemente alrededor de un centro común de
gravitación; pero como la Tierra gira, surge la fuerza centrífuga, que es
directamente proporcional a la distancia al eje de rotación (V2 / R) La fuerza
centrífuga es nula en los polos \ adquiere su máximo valor en el ecuador,
donde la velocidad de rotación es de 464 ^-. La resultante de la fuerza de
gravitación y de la centrífuga se llama fuerza de gravedad 1 (del griego
gravitas, peso) y disminuye de los polos al ecuador. En los polos, todos los
cuerpos son más pesados que en el ecuador. Las partículas que
constituyen la masa terrestre deben desplazarse en dirección al ecuador
por influencia de la fuerza centrífuga. Como la Tierra experimenta un
achatamiento a lo largo de su eje de rotación, en consecuencia, la distancia
del centro de la Tierra a su superficie resulta ser distinta en las diferentes
latitudes.
El experimento ideal de Newton para demostrar este achatamiento
conservaba su valor hasta hace poco tiempo. El sabio imaginó la Tierra
cortada por un canal cuyo fondo se encontraba a la misma distancia del
centro de esta y que se dirigía de los polos al ecuador, siguiendo un
meridiano cualquiera. Como consecuencia de la rotación terrestre en la zona
ecuatorial, el agua del canal sería, en todos los niveles, más ligera que en la
zona polar; este aligeramiento en el peso específico del agua en la zona
ecuatorial es de aproximadamente. Ia diferencia en el peso específico del
agua entre ambos lugares origina la acumulación de una cantidad mayor de
agua hacia la zona ecuatorial para compensar dicha diferencia. De esta
forma el agua acumulada en esta zona alcanzará una altura mayor con
respecto al fondo del canal, que el agua acumulada en los polos.

De acuerdo con este experimento es fácil imaginarse que si la Tierra


fuera líquida, se achataría invariablemente por el eJE de rotación y se
abultaría por el ecuador.
Newton consideraba que esto había ocurrido cuando la Tierra estaba en
estado de fusión. la sustancia sólida que forma la Tierra, bajo el efecto
prolongado de una fuerza, reacciona como una masa plástica, de ahí que
para que surgiera este achatamiento en la Tierra, esta debió estar fundida.
Los satélites artificiales han ayudado a comprobar la forma de la Tierra y
han permitido aclarar una serie de particularidades que antes eran
desconocidas; en primer lugar, se determinó exactamente el achatamiento
terrestre. Al trasladarse los satélites artificiales, la posición del apogeo v el
perigeo en sus órbitas (punto más alejado y más próximo a la tierra,
respectivamente), varia con respecto a las estrellas; esto no ocurriría si la
Tierra fuera esférica. Estos puntos de sus órbitas no se ven desde la Tierra al
mismo tiempo, ni en la misma dirección ya que giran alrededor de ella.
Cuanto más rápidos sean los movimientos del satélite tanto mayor será el
achatamiento de la Tierra y tanto menor será la inclinación del plano de la
órbita de este con respecto al plano del ecuador terrestre. Si se conocen el
valor del desplazamiento del apogeo o del perigeo, la distancia media del
satélite al centro de la Tierra, su período de traslación y la inclinación de su
órbita con respecto al plano de la órbita terrestre, se puede calcular,
mediante una fórmula, el valor del achatamiento.
La forma perfecta de un cuerpo en rotación es la de un elipsoide
achatado. Esta figura perfecta solo la puede tener un cuerpo en rotación que
sea homogéneo o que tenga una distribución regular de su densidad. Todos
los puntos de la superficie de este cuerpo geométrico son perpendiculares a
la dirección de la fuerza d< gravedad, o sea, a la dirección de la plomada.
Como en realidad, la corteza terrestre está distribuida de manera irregular, no
puede coincidir en una superficie en la cual todos sus puntos sean
perpendiculares a la plomada con la del elipsoide terrestre. El ángulo que
forma cada uno de los distintos puntos de esta superficie es diferente.

Se pueden trazar infinidad de superficies a nivel, pero nunca coincidirían


ni se cruzarían. La que más se parece a la del elipsoide terrestre se
denomina geoide. Este es un cuerpo geométrico ideal y su figura solo puede
establecerse mediante mediciones concretas mientras que para trazar el
elipsoide solo es necesario medir la curvatura de la Tierra por un meridiano,
o incluso entre dos puntos.
La superficie del geoide coincide con la superficie homogénea del
Océano Mundial. En los continentes, la superficie del geoide coincide con
la de los canales profundos que comunican el Océano. Las fuerzas que
afectan la superficie terrestre alteran la posición de la superficie del
geoide, o sea, su posición perpendicular a la dirección de la fuerza de
gravedad, y esto produce una desviación con respecto a la superficie de
nivel. Al cesar el efecto de la fuerza que produce esta alteración, la su-
perficie del agua adopta rápidamente la posición de la superficie de nivel,
mientras que la superficie de la Tierra firme se nivela con más lentitud.
Esta última se origina 'orno resultado de procesos externos e internos, y
por eso s e denomina superficie física de la Tierra, La superficie del geoide
es propensa a sufrir modificaciones provocadas por los cambios en la
velocidad de rotación de la Tierra y en la redistribución de los materiales
terrestres. Los científicos han podido determinar, al procesar los datos
obtenidos de los satélites artificiales en sus órbitas polares, la asimetría
existente entre el hemisferio norte y el sur. De esta forma se conoció que
el hemisferio sur está más achatado v que muy cerca de su polo existe
una depresión axial. En el polo norte, por el contrario, existe un saliente
axial. Este polo se encuentra más elevado que el sur unos 30 m,
aproximadamente.

La forma de la Tierra provoca una disminución normal del ángulo de


incidencia de los rayos solares sobre su superficie, desde el ecuador
hacia los polos. Esto implica una disminución gradual de la cantidad de
energía solar que recibe la superficie terrestre en dicha dirección y como
consecuencia, una tonalidad latitudinal del planeta en estrecha relació n
con ella.
Las dimensiones del elipsoide terrestre fueron calculadas por datos
obtenidos a través de levantamientos geofísicos realizados sobre el territorio
de URSS y teniendo en cuenta los resultados de las mediciones; en grados
realizadas en otros países.

Figura 11. Altura del geoide (en metros) en comparación con la


del elipsoide, con un achatamiento de (según los datos de las
observaciones realizadas desde los sputniks).

El radio ecuatorial (semieje mayor) es: a = 6 378 245 m, el radio polar


(semieje menor) es; b = 6 356 863 m y el radio medio es 6 371 110 m. El
achatamiento a – b /b = 1 / 298,3
El valor de la circunferencia de un meridiano es de 40 008 550 m.
El valor a lo largo del ecuador es de 40 075 696 m.
El área de la superficie de la Tierra es de 5 10 • 106 k m 2.
El volumen de la Tierra es de 1,083 • 1012 * Km 3.
Las dimensiones señaladas son aceptadas en URSS. El elipsoide que
tiene estas medidas se denomina elipsoide de F.N. Krasovski.

Si se tiene en cuenta la asimetría señalada entre los hemisferios norte y sur,


estas dimensiones requieren cierta modificación, aunque en la práctica
puede no considerarse. Así, el achatamiento polar es de 1/298,24 en lugar de
1/298,3.

Figura 12. Forma de la Tierra comparada con un elipsoide (línea de


puntos) que tiene un achatamiento de1 / 298,24. No se mantiene la escala
(según los datos de las observaciones realizadas desde los sputniks).

80 20 M so
Si se conocen las dimensiones de la Tierra pueden precisarse las de la
esfera o envoltura geográfica, así como la escala, de los procesos que en
ella se operan. Estas dimensiones dependen de la masa terrestre que es a
su vez la que condiciona la fuerza de gravitación. la gravitación terrestre
ejerce una influencia permanente sobre todos los procesos que se producen
en la esfera geográfica.

MOVIMIENTOS DE LA TIERRA

La Tierra se halla a una distancia media de 149,5 millones km (107


diámetros solares) del Sol y como recorre una órbita elíptica, su distancia
más próxima a este es de 147 millones km en el perihelio, y la más lejana es
de 152 millones km, en el afelio.
El eje terrestre está inclinado con respecto al plano de la órbita formando
un ángulo de 66° 33', el cual se corresponde con un ángulo de 23°27', que
forma el plano del ecuador terrestre con el plano de la órbita. La inclinación
del eje, con respecto al plano de la órbita terrestre, casi no varía.
Lo mismo que otros planetas, la Tierra tiene varios movimientos, pero los
principales son: el de rotación, alrededor de su eje, y el de traslación,
alrededor del Sol.

Rotación de la Tierra alrededor de su eje


La Tierra, al rotar de oeste a este, realiza un giro completo en torno a su
eje en 24 horas. LA velocidad angular de rotación es igual en todos los puntos
del planeta, o sea, de 15 por hora. La velocidad lineal de rotación, en cambio,
depende de la distancia que deben recorrer los distintos puntos de la Tierra,
durante su período de rotación diaria. Los puntos de los polos geográficos,
norte y sur, permanecen inmóviles. Los puntos que rotan con mayor
velocidad (464 m / s) son los que están en la línea del ecuador. Si trazamos
en la superficie terrestre una serie de planos paralelos al ecuador
obtendremos unas líneas que siguen la dirección de oeste a este, llamadas
paralelos. 1.a longitud de estos disminuye del ecuador hacia los polos y de la
misma forma disminuye también la velocidad lineal de rotación; esta es igual
en todos los puntos situados en un mismo paralelo.
Si trabamos sobre la superficie de la Tierra diferentes planos que pasen
por el eje de rotación obtendremos unas líneas que siguen la dirección norte
sur, son los meridianos. La velocidad lineal de rotación de todos los puntos
sobre un mismo meridiano disminuye del ecuador hacia los polos.
Una prueba evidente del movimiento de rotación de la Tierra es el
experimento del péndulo de Foucault.
De acuerdo con esta experiencia y las leyes de la mecánica, un péndulo
que gira libremente respecto a su punto de suspensión, al oscilar mantendrá
su plano de oscilación.

Si situamos un péndulo como. es te en la superficie terrestre, se observará


que la orientación de su plano de oscilación cambia lentamente con relación
a dicha superficie. Pero, en realidad, no es el péndulo el que varía la
orientación espacial de su plano de oscilación, sino que la caus a de ese
cambio está dada por el hecho de que la Tierra ha rotado y al observador le
parece lo contrario.
El giro aparente del plano de oscilación del péndulo es de 15º por hora en
el polo, mientras que en el ecuador, la posición de este no varía, porque
coincide permanentemente con el meridiano. En las latitudes intermedias el
giro aparente del plano de oscilación es de 15° sen ^ por hora, donde: alfa es
la latitud geográfica del lugar de observación.

Desviación producida por la rotación terrestre (fuerza de Coriolis)

Como consecuencia de la rotación terrestre existe un efecto desviatorio: la


fuerza de Coriolis. La dirección que sigue el movimiento de los cuerpos la
orientamos, casi siempre con relación a los puntos cardinales: norte, sur,
este y oeste, es decir, con respecto a las líneas de los meridianos y paralelos
que pasan por el lugar y olvidamos que estas líneas, a causa de la rotación
de la Tierra, varían constantemente su orientación espacial.
Para comprender mejor el origen de esta fuerza veremos la figura 1 3. En ella
se muestra un esquema de la Tierra. Como esta gira con una velocidad
angular (w),
Figura 13. Efecto desviador de la rotación de la Tierra.
los puntos de su superficie y los objetos situados sobre ellos, por ejemplo, en
el ecuador en los puntos A v B, tendrán cierta velocidad de traslación (v =
(.^R), que será mayor según sea mayor su radio de giro o distancia al eje
terrestre. De esta manera la velocidad será máxima en el ecuador y mínima
en el polo.

Por eso, un cuerpo en movimiento, según la ley de la inercia, mantiene su


dirección y la velocidad de su movimiento si no actúan fuerzas externas
sobre él. Por ejemplo, si suponemos que desde el punto A, en el hemisferio
norte, se lanza un cohete en dirección al polo norte (fig. 13), dicho cohete
posee la velocidad que le transmiten sus motores y, además, la que tiene por
estar en el punto A. En el momento del lanzamiento, la dirección de su
movimiento (AB) coincide con la del meridiano pero, como consecuencia de
la rotación terrestre, se desplazara, hacia la derecha del punto B. Esto ocurre
así para un observador situado en el punto A, a causa de la actuación de una
supuesta fuerza, aplicada al cohete que lo hace desviarse hacia la derecha.

No resulta difícil comprender que esta es una fuerza ficticia, ya que el


cohete solo parece desviarse a causa del cambio de dirección del meridiano,
según el cual, el observador sigue la orientación de su movimiento. Si el
cohete se mueve en el hemisferio norte, de B hacia A, el observador situado
en B, verá el cuerpo moverse desviado hacia la derecha pero en este caso el
punto A se adelanta al cohete. Sin embargo, si el cuerpo se mueve a lo largo
del ecuador o de un paralelo, sin cambiar su distancia del eje de rotación no
experimentará desviación. Esto es precisamente lo que le sucede a la
corriente ecuatorial que no experimenta desviación alguna, mientras no
encuentre tierras emergidas a su paso.

El valor de la fuerza de Coriolis está dado por la expresión:

F ;= 2 m • W • v • sen ϕ

donde:

m = masa del cuerpo


Cu -= velocidad angular de la rotación terrestre
V = velocidad del cuerpo
ϕ= ángulo formado entre la dirección del eje de
rotación (hacia el polo norte) y la dirección del
movimiento del cuerpo.

La fuerza de Coriolis depende del valor de la velocidad del cuerpo y de su


dirección, pero no influye en la velocidad de este. Esta fuerza surge, siempre
que un cuerpo situado en un sistema de rotación, gire con él y se acerque o
se aleje al eje de rotación del sistema. Por esto, los vientos y las corrientes
marinas se desvían cuando van de norte a sur o de sur a norte, por esta
misma razón se desvía el citado cohete y también por esta causa un cuerpo
dejado caer desde lo alto de un edificio se desvía ligeramente de su vertical.

Sucesión del día y la noche en la Tierra


Los rayos solares iluminan siempre un solo hemisferio terrestre, aquel
situado frente al Sol. La rotación de la Tierra alrededor de su eje origina
un rápido desplazamiento de este a oeste de la luz solar sobre la
superficie terrestre, es decir, la sucesión del día y de la noche.
Si el eje terrestre fuera perpendicular al plano de su órbita, el círculo
de iluminación dividiría todos los paralelos en dos partes iguales, y en
todas las latitudes el día y la noche serían de igual duración. Pero a
causa de la inclinación del eje con respecto al plano de la órbita
terrestre, solamente pueden ser iguales el día y la noche en todas las
latitudes, cuando el círculo de iluminación se encuentra en el plano del
eje terrestre y, por tanto, atraviesa los polos geográficos. Cuando el
extremo superior del eje terrestre está inclinado hacia el Sol (fig. 14 a), el
círculo de iluminación atraviesa el eje terrestre por el centro de la Tierra
y la divide en dos mitades de tal forma que la mayor parte del hemisferio
norte se encuentra iluminado, mientras que una parte menor de este
está en la sombra; por el contrario si el extremo sur del eje terrestre es el
que está inclinado hacia el Sol (fig. 14 b), el hemisferio sur estará más
iluminado que el norte. Como en uno y otro caso el círculo de
iluminación no pasa. por los polos geográficos y además divide a todos
los paralelos en dos partes desiguales, una iluminada y otra oscura
excepto en la latitud O0 , el día y la noche serán desiguales en todas las
latitudes, excepto en el ecuador. En el hemisferio que se encuentra
inclinado hacia el Sol, el día es más largo que la noche, mientras que en
el otro ocurre lo contrario, la noche es más larga. Las latitudes altas —
que no son atravesadas por el círculo de iluminación— permanecen
durante cierto tiempo en la parte iluminada o en la parte no iluminada de
la Tierra (hasta un período de 6 meses en los polos), por lo cual no se
produce el cambio del día y la noche. Como la sucesión del día y la
noche es consecuencia de la rotación de la Tierra y su desigual duración
se debe a la inclinación del eje con respecto a la órbita terrestre, la
duración del día y de la noche en todas las latitudes —excepto en el
ecuador— es el resultado de la posición invariable que el eje terrestre
mantiene en el espacio al trasladarse la Tierra alrededor del Sol.

Figura 14. Posición de la tierra en el día de solsticio de verano y en el de


solsticio

Traslación de la Tierra alrededor del Sol


La Tierra se traslada alrededor del Sol a una velocidad media de 29,76
km/s
. Realiza la trayectoria por su órbita en 365 días, 6 h, 9 min y 9,6 s.

Una consecuencia importante de la traslación de la Tierra alrededor del


Sol y de la posición invariable de su eje en el espacio, es la sucesión de las
estaciones del año.

En el hemisferio norte, el verano astronómico comienza el día 22 de junio,


o sea, el día del solsticio de verano. Ese mismo día comienza en el
hemisferio sur, el invierno astronómico. El día del solsticio de verano para el
hemisferio norte, la Tierra se encuentra en su posición de afelio. El eje
terrestre presenta su extremo norte inclinado hacia el Sol y los rayos solares,
al mediodía, caen perpendicularmente sobre los 2 3 27 de latitud norte, o
sea, en el trópico de Cáncer. El 22 de junio, en todas las latitudes del
hemisferio norte, el Sol ocupa su posición más alta en el cielo. Los puntos de
la Tierra que se encuentran por encima de los 66 33' de lati tud norte se
hallan totalmente en la parte iluminada de la Tierra (fig. 14 a) y allí el Sol no
desaparece en el horizonte. En todas las latitudes que se encuentran entre el
círculo polar Ártico y el ecuador, el día es más largo que la noche. El día del
solsticio de verano, el hemisferio norte recibe la iluminación máxima del año.
En cambio en el hemisferio sur, durante este día, el Sol tiene muy poco altura
sobre el horizonte y a partir de los 66 33' latitud sur, o sea, desde el círculo
polar Antártico hacia el polo reina la noche polar, de igual duración que el día
polar en las latitudes semejantes del hemisferio norte. El día será más corto
que la noche en todas las latitudes comprendidas entre el círculo polar
Antártico y el ecuador. El día del solsticio de verano para el hemisferio norte,
la iluminación en el hemisferio sur es la mínima de todo el año.

Al desplazarse en su órbita, la Tierra ocupa una posición tal el 23 de


septiembre, que el círculo de iluminación pasa a través de los polos
geográficos y el día tiene igual duración que la noche en todo el planeta. Este
es el día del equinoccio de otoño. Ambos hemisferios, el boreal v el austral,
tienen igual iluminación durante este día. El 23 de septiembre señala el
comienzo del otoño astronómico en el hemisferio boreal y la primavera
astronómica en el austral.

El 22 de diciembre, día del solsticio de invierno, la Tierra se encuentra en


el perihelio de su órbita. Para el hemisferio sur, enfrentado al Sol, comienza
el verano astronómico, mientras que para el norte empieza el invierno
astronómico. Al mediodía, los rayos solares caen perpendiculares en el
trópico de Capricornio, a 2 3 27 latitud sur. En el límite con el círculo polar
Antártico (66° 33' latitud sur), la zona circumpolar austral se encuentra
iluminada por el Sol, que no se pone este día; en la misma zona
correspondiente al hemisferio norte, el Sol no sale este día. La iluminación en
el hemisferio sur es la máxima del año, mientras que en el hemisferio norte
es la mínima. Lo mismo que ocurrió el 22 de junio, el día y la noche tienen
igual duración solamente en el ecuador.

Figura 15. Movimiento de la Tierra alrededor del Sol durante un año.

El 21 de marzo es el día del equinoccio de primavera y el Sol ilumina la


Tierra en la misma forma que el 23 de septiembre: se halla en el cenit en el
ecuador y el día es de igual duración que la noc he en todas las latitudes.
En el hemisferio norte comienza la primavera astronómica y en el sur, el
otoño.
La velocidad con que la Tierra recorre su órbita no es uniforme. Es
máxima en el perihelio —período en que se halla más próxima al Sol—, en
cambio, es mínima cuando se encuentra en el afelio. De aquí se deduce
que en el hemisferio norte, el verano es la estación más larga del año y el
invierno la más corta; mientras que en el hemisferio austral ocurre lo
contrario. Sin embargo, las diferencias en la duración de las estaciones del
año no son grandes; en la actualidad, en el hemisferio norte la primavera
dura 923 días, el verano 9 3,6; el otoño 89,8 y el invierno 89,0 días.

Zonas de iluminación (zonas astronómicas)

La posición de la Tierra con respecto al Sol experimenta una variación


regular durante el movimiento de traslación, y como el eje de rotación
mantiene su inclinación, esto permite situar en la Tierra las líneas que
delimitan las zonas de iluminación o zonas térmicas astronómicas y que
constit uyen los trópicos y los círculos polares. Estas zonas se diferencian dé
acuerdo con la altura del Sol en el cenit y la duración de la iluminación.
La zona tórrida está entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio v
dentro de ella, el Sol se halla en el cenit, al mediodía, dos veces al año. En el
ecuador, estos momentos están separados por intervalos de 6 meses (2 1 de
marzo v 2 3 de septiembre). En los trópicos, una sola vez al año, el día del
solsticio, el Sol está en el cenit (22 de junio en el trópico de Cáncer y 23 de
diciembre en el trópico de Capricornio).
En las zonas templadas, situadas entre los trópicos y los círculos pobres,
el Sol no se eleva hasta el cenit, pero se produce el cambio del día y la
noche cada 24 horas y la duración de ellos dependen de la estación del año
y de la latitud. En los círculos polares, el Sol no se eleva sobre el horizonte
más allá de 47 pero existe un día completo durante el verano en que no se
pone y un día completo durante el invierno en que no se eleva sobre el
horizonte.
Las zonas glaciales, situadas desde el círculo polar Ártico hacia el norte y
desde el círculo polar Antártico hacia el sur, se caracterizan porque en ellas
el Sol no se pone durante 6 meses aunque se halla elevado menos de 47
sobre el horizonte y durante otros 6 meses no aparece en el horizonte.

' TABLA 2

Duración del día más largo y del más corto en las latitudes tropicales y
templadas

Latitud Día mas Día mas


largo corto
0° 12 00 12 00
10° 12 35 11 25
20° 13 13 10 47
30° 13 56 10 04
40° 14 50 9 09
50° 16 09 7 51
60° 18 30 5 30
65° 21 09 2 21
66°33' 24 00 0 00
Cuanto más alto esté el Sol sobre el horizonte, tanto más calor recibe la
superficie sobre la cual caen sus rayos. Por eso, las zonas situadas entre los
trópicos son cálidas, las que están entre los círculos polares v los polos,
frías, v aquellas situadas entre los trópicos y los círculos polares, templadas.
Las líneas de los trópicos v de los círculos polares pueden aceptarse como
límites de las zonas templadas solo de forma convencional porque en
realidad, la temperatura está determinada por una serie de condiciones que
dependen, en primer término, del carácter de la superficie terrestre. Pero
indudablemente, estas líneas son los límites de las zonas donde la duración
de la iluminación por los rayos solares es diferente.

TABLA 3 Duración del día polar y de la noche polar en las


distintas latitudes

Numero de días Numero de Número de días Número de


con cambios del días de día con cambio del días de noche
día y la noche continuo día y la noche continua
Latitud (primavera) (verano) (otoño) (invierno)
66° 33' 180 1 183 1
70° 119 64 121 61
75° 82 102 83 98
80° 52 133 53 127
95° 25 160 26 154
90° 0 186 0 179

La situación de las líneas de los trópicos y de los círculos polares


depende del ángulo de inclinación del eje de rotación del planeta respecto a
su órbita. Si el eje de la Tierra no tuviera esa inclinación, no existirían estas
líneas y no se distinguirían las zonas de iluminación o zonas térmicas
astronómicas. Esta situación existe, por ejemplo, en Mercurio. En este
planeta, el eje de rotación está inclinado con respecto a su órbita formando
un ángulo de 45° y a la latitud 45° norte y sur, durante el día del solsticio de
verano en el hemisferio correspondiente, los rayos solares caen
perpendicularmente lo mismo que en los trópicos terrestres en tanto que
durante el día del solsticio de invierno el Sol no aparece en el horizonte igual
que en los círculos polares terrestres. En este planeta no hay zonas
templadas.
La inclinación del eje de rotación con respecto a la órbita es la que
produce una ampliación o restricción de las zonas térmicas astronómicas o
zonas de iluminación.
La suc esión de los días y las noches consecuencia de la rotación
terrestre, influye en el ritmo diario de los procesos que se operan en la
envoltura geográfica o geosfera. Durante el día, varía regularmente la
cantidad de energía solar que recibe la superficie, varía la temperatura, la
humedad, la presión atmosférica y el movimiento del aire. A estos cambios
reaccionan sensiblemente los organismos, que a su vez influyen sobre el
medio que los rodea. El ritmo diario de estos procesos así como su ritmo
anual, está condicionado por el movimiento de la Tierra alrededor de su eje y
por el cambio en las estaciones del año y se manifiesta en el cambio normal
de los fenómenos de la naturaleza.

Cambio de tiempo, tiempo local y zonal

El período durante el cual la Tierra rota alrededor de su eje día y aquel en


que gira alrededor del Sol año—, son unidades naturales para la medición
del tiempo. Sena más factible considerar como unidad del tiempo los días
solares, o sea, el intervalo entre las dos culminaciones superiores —el
mediodía— del disco solar. No obstante, la diferente duración de los días
solares, producida por el movimiento de traslación de la Tierra y por la
inclinación de su eje de rotación respecto al plano de la órbita, impide que los
días solares sirvan para medir el tiempo exacto. En la práctica se utiliza el
tiempo solar medio, resultado de considerar un Sol medio, imaginario, que se
desplazara uniformemente por la eclíptica y que diera una vuelta completa
durante el mismo período en que la da el Sol verdadero, es decir, durante un
ano. Por unidad del tiempo se adopta el día solar medio —24 horas de
tiempo solar medio. Si se considera que el comienzo del día solar es el
momento de la culminación superior del Sol medio —mediodía—, el tiempo
en cualquier momento será igual al ángulo horario del Sol medio. Para mayor
comodidad, en la práctica se aceptó considerar como comienzo del día solar
medio al momento de la culminación inferior del Sol medio —medianoche—,
por esto el tiempo solar medio en cualquier momento es igual al ángulo
horario del Sol medio + 12 horas.

El día comienza al mismo tiempo para un mismo meridiano. Cada


meridiano tiene su tiempo local y cuanto más al este se encuentre, tanto más
temprano comienza el día para él. Al rotar, la Tierra gira 15° en una hora, lo
cual significa que en aquellos meridianos separados unos de otros por 15° la
diferencia en el tiempo local es de 1 hora. Si la distancia entre los meridianos
es de 1°, la diferencia del tiempo será de 4 minutos.
Como hora universal se ha aceptado la del meridiano inicial de
Greenwich. Para poder convertir la hora local en hora universal y viceversa,
hay que conocer la distancia angular de la localidad a partir del meridiano
inicial, es decir, su longitud. La hora universal se emplea en astronomía, pero
en la vida práctica no se utiliza.
La hora local tiene sus inconvenientes a causa de las diferencias en el
tiempo entre los puntos vecinos, por esto en el siglo XIX se introdujo la hora
del huso horario y se dividió toda la superficie de la Ti erra en 24 husos de 15°
cada uno. La hora del huso horario se considera por la del meridiano central
de una zona dada.
El huso inicial (cero) tiene la hora del meridiano de Greenwich, y lo divide
por la mitad. La hora del primer huso se diferencia de la del inicial en 1 hora,
la del segundo en 2 horas y así sucesivamente los límites de los husos no
solo son los meridianos, sino que también se tienen en cuenta los límites
políticos, económicos y otros .

En URSS, con el fin de que el consumo de electricidad durante el día sea


más equitativo y para liquidar la recarga de las plantas eléctricas en las horas
de la tarde y la noche, las agujas de los relojes se adelantaron una hora por
un decreto del Gobierno en 1930. Por eso, en todos los husos horarios del
territ orio de URSS los relojes marchan una hora adelantada y es lo que se
llama hora legal,

Cambios en el movimiento de la Tierra. Sus consecuencias

El Sol, la Luna y otros cuerpos cósmicos influyen sobre los movimientos


tic la Tierra, provocando en ella perturbaciones. Una consecuencia de la
atracción que el Sol ejerce sobre ella es la precesión de la Tierra. Como
consecuencia del achatamiento polar, la Tierra tiene forma abultada en la
zona ecuatorial. El plano del ecuador no coincide con el de la órbita terrestre,
es decir, con el plano sobre el cual está el Sol. El Sol atrae más la parte
ecuatorial de la Tierra y trata de llevar el plano del ecuador terrestre al plano
de la eclíptica; pero la Tierra, como cuerpo en rotación, se opone a este
efecto y como consecuencia su eje de rotación describe, de manera muy
lenta, en el espacio, un cono con el vértice en su centro. La inclinación del
eje terrestre respecto a la eclíptica no varía en este caso y el eje de rotación
da una vuelta completa cada 26 000 años. Esta perturbación en el
movimiento de la Tierra se denomina precesión.

Figura 16. Explicación de la precesión de los equinoccios.

Como consecuencia de la precesión, el polo celeste se desplaza entre las


estrellas y dentro de 11 500 años no estará cerca de la estrella Polar sino de
la estrella Vega, en la constelación Lira. Al desplazarse el polo celeste,
también gira en el espacio el plano del ecuador celeste. Los puntos de
intersección de este plano con el de la órbita terrestre (los puntos del
equinoccio de primavera y de otoño) se desplazan. El punto del equinoccio
de primavera' se desplaza al encuentro del movimiento aparente anual de)
Sol en 50" anuales y el equinoccio comienza antes que el Sol recorra, los
360° de la eclíptica. El intervalo de tiempo entre dos pasos del Sol por el
punto del equinoccio de primavera se llama año trópico, a diferencia del año
sideral, que equivale en tiempo a un giro completo de la Tierra alrededor del
Sol. El año trópico es 20 min y 24 s más corto que el sideral. El equinoccio
comienza antes de que el Sol complete su recorrido en la eclíptica y esto es
lo que se llama precesión del equinoccio, como resultado, aumenta el
intervalo de tiempo entre el comienzo de las estaciones del ano y el paso de
la Tierra por el perihelio y el afelio. En la actualidad, la Tierra pasa por el
perihelio en invierno, v dentro de 6 500 años pasará en primavera. Dentro de
13 000 años (mitad del período de la precesión), el invierno en el hemisferio
austral será más corto que en el boreal, porque coincidirá con el paso de la
Tierra por el tramo de la órbita más próximo al Sol.
Como la fuerza de gravitación fluctúa a causa del cambio de situación de
los cuerpos y de la distancia que los separa, el fenómeno de precesión se
complica con balanceos de períodos más cortos —máximo de 18 años" del
eje terrestre, llamados nutaciones.
Como consecuencia de las perturbaciones que ejercen otros planetas
sobre la Tierra, los elementos de la órbita terrestre varían continuamente. De
este modo, la excentricidad experimenta balanceos rítmicos en un período de
92 000 años. El plano de la órbita terrestre se balancea también en el
espacio y por esta causa, la inclinación del eje de rotación de la Tierra con
respecto a su órbita experimenta cambios en un período de 40 000 años.
Todas estas perturbaciones se reflejan en primer término, en los cambios
oscilatorios del clima en la Tierra y, por consiguiente, en el desarrollo de toda
la envoltura geográfica o geosfera.

MAGNETISMO TERRESTRE

La Tierra tiene un campo magnético que se manifiesta claramente en su


acción sobre La aguja magnética. Una aguja suspendida libremente en el
espacio señala en cualquier lugar la dirección de las líneas de fuerzas
magnéticas que se unen en los polos magnéticos.
Los polos magnéticos de la Ti erra no coinciden con los geográficos y
varían lentamente de posición. Actualmente, las coordenadas de los polos
magnéticos son las siguientes: en el hemisferio norte 72° latitud norte y 96°
longitud oeste; en el hemisferio sur 70° latitud sur y 150° longitud este. Las
líneas de fuerza que van desde un polo magnético hacia otro, o sea, los
meridianos magnéticos no coinciden con la dirección de los meridianos
geográficos, y la aguja magnética de la brújula no señala exactamente la
dirección norte-sur. El ángulo entre los meridianos magnéticos y los
geográficos se llama ángulo de declinación magnética o declinación
magnética. La declinación puede ser oriental (positiva) u occidental
(negativa) En el primer caso, la aguja se desvía hacia el este y en el
segundo, hacia el oeste del meridiano geográfico. Las líneas que unen los
puntos que poseen igual declinación magnética se llaman isogonas. Las
isogonas que unen los puntos con la declinación cero se llaman agónicas
dividen la Tierra en zona de declinación oriental v occidental. Las líneas
agónicas tienen una forma muy compleja.

Una aguja magnética suspendida libremente, mantiene una posición


horizontal solo en la línea del ecuador magnético. Hacia el norte de esta
línea, el extremo norte de la aguja magnética se inclina hacia abajo y cuanto
menor sea la distancia al polo magnético, más se inclinará. En el polo
magnético del hemisferio norte, la aguja adopta una posición vertical con el
extremo norte hacia abajo. Al sur del ecuador magnético el extremo sur de la
aguja magnética se inclina hacia abajo. VA ángulo formado entre la aguja
magnética y el plano horizontal se llama ángulo de inclinación magnética o
inclinación magnética. 1.a inclinación magnética puede ser norte o sur y varía
desde 0° en el ecuador magnético hasta 90° en los polos magnéticos. LAS
líneas que unen los puntos con igual inclinación se llaman isoclinas. La
declinación y la inclinación caracterizan, en un momento dado la dirección de
las líneas de fuerzas magnéticas en cualquier punto

La fuerza del campo magnético se caracteriza por su intensidad. Por


unidad de intensidad se admite la intensidad de un campo magnético en el
cual la fuerza que actúa sobre una unidad de masa magnética es igual a una
dina. La unidad de intensidad del campo magnétic o se llama oersted
(0,00001 oersied-gamma). La intensidad del campo magnético de la Tierra
no es grande: en el ecuador magnético es de 0,3-0,5 oersted y en el polo
magnético, de 0,6-0,7. Las líneas que unen los puntos de igual intensidad
magnética se llaman isodínamas.

En la Tierra se distinguen un campo magnético permanente y un campo


magnético variable. El campo magnético permanente está condicionado por
el magnetismo del propio planeta. La idea del estado del campo magnético
permanente de la Tierra la dan los mapas magnéticos. Como todos los
elementos del magnetismo terrestre (la declinación, la inclinación y la
intensidad) varían continuamente aunque de manera muy lenta, los mapas
conservan la exactitud necesaria solo durante algunos años. El mapa
magnético se ajusta generalmente para la mitad del año que termina en O o
en 5: por ejemplo, para el 1ro. de julio de 1950, 1955, 1960. 1965, etcétera.
El período de 5 años, para el cual el mapa de magnetismo es válido se llama
época magnética. De acuerdo con el análisis de los mapas de magnetismo
confeccionados para una determinada época, se elaboran las tablas de
corrección para el campo magnético permanente en el futuro.

La distribución de los elementos del magnetismo terrestre, permite llegar a


la conclusión de la semejanza que hay entre el campo magnético
permanente de la Tierra v el de un globo homogéneo imantado. Los polos
magnéticos de este campo se llaman polos geomagnéticos. Sus
coordenadas geográficas son 78° 32' latitud norte y 69° 9' longitud oeste, 78°
32' latitud sur y 110" 52' longitud este.
Las anomalías magnéticas se manifiestan en las desviaciones que
experimentan los valores de los elementos del magnetismo terrestre respecto
a sus valores medios en un lugar dado. Las anomalías magnéticas que
abarcan enormes áreas se llaman regionales, a diferencia de las locales, que
ocupan áreas, desde varias decenas de metros hasta varias decenas de
miles de kilómetros cuadrados. Un ejemplo de anomalía magnética regional
es la de Siberia oriental. Sobre este enorme territorio se observó una
declinación occidental, en lugar de oriental. El campo magnético de esta
anomalía se va extinguiendo lentamente con la altura.' Esto significa que las
anomalías regionales son provocadas por procesos que se operan en la
profundidad de la Tierra, posiblemente en el núcleo terrestre.
Como ejemplo de anomalía local puede servir la de Kursk, que crea una
intensidad en el campo magnético 5 veces mayor al promedio de intensidad
del polo magnético de la Tierra. La anomalía se manifiesta en los cambios de
declinación desde O hasta 180° v de la inclinación desde los 40 hasta los
80°. Las anomalías locales se deben a la presencia de yacimientos de rocas
magnéticas y minerales en las capas superiores de la corteza terrestre. Con
la altura, el campo magnético de estas anomalías se extingue bastante
rápido.
La existencia de un campo magnético permanente en la Tierra se debe a
las comentes eléctricas en torbellino que surgen desde el núcleo terrestre
(parte exterior), gracias al continuo movimiento de los electrones cargados,
que describen círculos y rizos. Los cambios que se operan en el carácter de
estos movimientos producen lentos cambios del campo magnético
permanente de la Tierra, tales son las variaciones seculares.

El campo magnético variable constituye el 6% de la intensidad total del


campo magnético de la Tierra y es producido por el movimiento de las
partículas cargadas de electricidad en la atmósfera y que parece
superponerse sobre el campo magné tico permanente. Sobre el fondo de!
campo magnético tranquilo surgen sus distintas variaciones. Hay variaciones
con período anual, producidas por los movimientos temporales de la
atmósfera terrestre; variaciones diarias, relacionadas con el cambio del día y
la noche y lunares, que son el resultado de las mareas atmosféricas. Las
variaciones que tienen un período de 5 a 100 s, denominadas pulsaciones,
no tienen explicación.

Las tempestades magnéticas son perturbaciones muy fuertes del campo


magnético que se manifiestan en una rápida inclinación de la aguja
magnética fuera de la posición normal. Las tempestades magnéticas se
producen por las explosiones del Sol y sus corrientes corpusculares que
penetran en la Tierra y su atmósfera. El 23 de febrero de 1956 en el Sol se
produjo una explosión que duró varios minutos y en la Tierra se desató una
tormenta magnética, que trastornó la comunicación en las estaciones de
radio, se afectaron las comunicaciones telefónicas por cable trasatlántico,
etcétera. Las tormentas magnéticas son más violentas sobre todo cuando la
corriente corpuscular abarca toda la Tierra y son más suaves cuando las
corrientes magnéticas pasan por el lado de ella.

El campo magnético de la Tierra se extiende hacia arriba, hasta la altura


de 90 000 km. A partir de 44 000 km de altura la magnitud del campo
magnético de la Tierra disminuye de forma inversamente proporcional al
cubo de la distancia a la superficie terrestre. En la capa desde los 44 000
hasta los 80 000 km el cam po magnético no es estable, en é! se operan
continuamente bruscas oscilaciones. Más arriba de los 80 000 km la
intensidad del campo magnético disminuye rápidamente y adopta los valores
que se mantienen en el espacio interplanetario. A la distancia de 90 000 km
de la superficie de la Tierra, el campo magnético pierde la capacidad de
atraer (capturar) las partículas cargadas. Se sugiere que este sea el límite
superior de la envoltura gaseosa del planeta.

La magnitud del campo magnético de la Tierra es cientos de veces menor


que la magnitud, digamos, de un campo magnético que surge cerca de un
imán común en forma de herradura. Pero, el campo magnético de la Tierra
tiene un volumen enorme y como la energía de este es directamente
proporcional a su volumen, su influencia, sobre los procesos que se operan
en la ella es muy grande. El campo magnético de la Tierra, desvía o captura
las partículas cargadas que escapan del Sol o que se forman al actuar los
rayos cósmicos sobre los átomos y las moléculas del aire. Las partículas
cargadas que caen en el campo magnético de la Tierra, forman zonas de
radiación, la inferior o interior y la superior o exterior.

La zona de radiación interior se extiende desde 2 400 km hasta 5 600


km de altura. Se compone de protones de gran energía que constituyen un
peligro para los vuelos cósmicos. Esta zona es relativamente estable en el
tiempo.

La zona de radiación exterior tiene una intensidad máxima a la altura de


20 000 km. En olla se encuentran protones y electrones. Esta zona no es
estable en el tiempo, sus cambios están de acuerdo con los de la actividad
solar. I- a zona exterior no representa un peligro para los vuelos cósmicos.
Los resultados de los vuelos de los cohetes cósmicos, ofrecen fundamento
para suponer que existe una tercera zona muy inestable de partículas
cargadas, denominada comente circular, de 45-60 000 km de altura.'

Toda la zona del espacio circunterrestre, donde se hallan las partículas


cargadas capturadas por el campo magnético de la Tierra, se llama
magnetosfera, la cual adopta una forma ovalada por efecto del viento solar y
está claramente limitada por la magnetopausa.
Las partículas que caen en el campo magnético de la Tierra, al girar en
espiral en torno a la línea de fuerza magnética se mueven de un hemisferio a
otro y retor nan, desplayándose hacia el este (los protones) o hacia el oeste
(los electrones).
El movimiento de una partícula cargada continúa hasta tanto no pierda su
carga al chocar con las moléculas de aire. A poca distancia de la Tierra
penetran solo las partículas de grandes energías y son las que originan las
auroras potares, que deli mitan la zona donde terminan las trayectorias de las
partículas cargadas que cayeron en la atmósfera. Las auroras polares surgen
con mayor frecuencia en la zona que rodea la Tierra, aproximadamente a 230
de distancia de los polos geomagnéticos. Las auroras polares, generalmente
van acompañadas de tormentas magnéticas.
La influencia del campo magnético se refleja en todos los procesos que
se operan en la Tierra, pero el mecanismo y el grado de esta influencia
todavía no están muy bien estudiados.
Según la opinión de los especialistas que estudian la imantación de las
rocas antiguas, la dirección de las líneas de fuerza magnética ha variado en
el curso de la historia geológica de la Tierra. Esto significa que ha cambiado
la dirección de la corriente circular en el núcleo terrestre. La interrupción
temporal v el cambio en estas corrientes, deben producir un cambio y una
desaparición temporal de las líneas de fuerza magnética y, por consiguiente,
también de los captad ores de partículas cargadas que van a la Tierra v
forman las zonas de radiación. Durante estos períodos, la radiación cósmica
llega a la superficie terrestre y esto se refleja notablemente en los procesos
que se operan en la esfera geográfica y, en primer término, en los procesos
de la sustancia viva.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA SUPERFICIE TERRESTRE.

En la superficie terrestre predomina el agua. De los 510 millones km 2 que


tiene el área de la Tierra, el Océano Mundial ocupa 361 millones de Km , es
decir, el 70,8 %. El área de la tierra firmes solo de 149 millones km 2, es decir,
el 29,2 %, • De esta manera, el área que ocupan las aguas corresponde a la
de la tierra firme en 2,43 Esta relación corresponde a la de los pesos
específicos de las masas acuáticas y continentales: el peso de los
continentes equivale, aproximadamente, al peso de las aguas oceánicas.

En la distribución del agua y de la tierra firme se puede observar una serie


de particularidades. En el hemisferio norte, la tierra firme ocupa un área
bastante mayor (39 X) que en el hemisferio sur (19 %). 1.a mayor parte de la
tierra firme está en la zona templada del hemisferio boreal (formando un
anillo casi continuo) y la menor, en la zona templada del hemisferio austral
(donde hay un anillo casi continuo de agua). Hacia el norte y hacia el sur de
los 60 de latitud norte, el área que-ocupa la tierra firme va disminuyendo,
mientras que hacia el norte y hacia el sur d; los 60 de latitud sur va
aumentando. La zona polar norte está ocupada por agua, mientras que la
zona polar sur. por tierra firme. Si trazamos como límite el paralelo 71°
latitud norte y sur, al norte puede colocarse totalmente el océano Glacial
Ártico y en el sur la Antártida.

Capítulo 2. LA LITOSFERA, EL RELIEVE DE LA SUPERFICIE


TERRESTRE.

La litosfera es la envoltura pétrea de la Tierra. Este concepto se identifica


frecuentemente con el de corteza terrestre, sin embargo, muchos científicos
consideran que debe comprender no solo la corteza terrestre, sino también la
capa superior del manto hasta la astenosfera, la cual está constituida por
rocas cristalinas.
La geología estudia la litosfera como un componente de la parte sólida de
la Tierra, su composición material, estructura, origen y desarrollo; la geo-
grafía física, como una de las envolturas exteriores de la Tierra. Dentro de
las ciencias físico-geográfica que investigan la litosfera se incluye la
geomorfología, que es la ciencia acerca del relieve de la superficie sólida
terrestre. El relieve de la superficie es el conjunto de sus irregularidades,
cuyo estudio no se limita a la descripción de su disposición, de la dirección y
la configuración, es decir, la orografía (Oru (del griego) – montaña), la
geomorfología estudia también las regularidades de la formación y el
desarrollo del relieve, su estado actual y sus cambios. El relieve de la
superficie se compone de muchas formas de diferente dimensión y
complejidad, aunque no siempre es proporcional a las dimensiones. Las
formas del relieve pueden ser positivas (sobresalen de la superfic ie
circundante), negativas (bajo el nivel de la superficie circundante) y
neutrales.
Las formas positivas más grandes del relieve son los continentes, y las
negativas, las cuencas de los océanos. Estas irregularidades mayores de la
superficie de la litosfera determinan la faz del planeta y se denominan plane-
tarias. Los elementos de segundo orden, es decir las megaformas son las
grandes llanuras y los levantamientos montañosos que hacen más complejo
los elementos planetarios del relieve. Dentro de ellas s e destacan las
macroformas (cordilleras, valles grandes, cuencas de los lagos grandes,
etc.). En la superficie de las macroformas existen las mesoformas, formas de
una dimensión media (colinas, barrancos, etc.) y las Microformas, formas
pequeñas del relieve cuya altura varía desde menos de un metro hasta
varios metros (hondonadas en las estepas, embudos cársicos, montículos,
etcétera).
Esta clasificación del relieve en cuanto a su magnitud no señala criterios
precisos al respecto; está fundamentada en la comparación. La clasificación
genética, (según su origen) requiere del conocimiento de los hechos y de los
procesos en la formación del relieve, es decir, de la morfogénesis. La for -
mación del relieve está relacionada siempre con el traslado de materiales, su
transferencia y concentración. Los factores que provocan estos procesos, es
decir, los formadores del relieve son numerosos y sus acciones, al ponerse
de manifiesto simultáneamente, se entrelazan de un modo complejo. Dentro
de los factores de formación del relieve se encuentran la energía interna de
la Tierra, la fuerza de gravedad, los fenómenos cósmicos y la energía solar.
Esta enumeración dista de ser completa, y probablemente, no todos los
factores son muy bien conocidos ni se tienen en cuenta.
Los factores formadores del relieve son provocados por procesos
internos (endógenos) \ externos (exógenos), v como resultado de estos
se forma el relieve. Fin este caso, un mismo factor puede ser la causa,
tanto de los procesos internos, como de los externos. Por ejemplo, bajo
la influencia de los cuerpos cósmicos se originan las fluctuaciones que
abarcan toda la Tierra desde el núcleo, hasta la atmósfera inclusive. La
energía solar influye en la formación del relieve sobre la superficie
terrestre no solo directamente y a través del agua y del aire, sino
también porque llega a la profundidad de la Tierra (acumulándose en
particular en las rocas organógenas), donde, al liberarse, puede
convertirse en la causa de los procesos endógenos.
Dentro de los procesos endógenos formadores del relieve se debe
incluir el surgimiento de la corteza terrestre a partir del manto, y la
formación de sus diferentes tipos (continental v oceánico). Los
procesos endógenos se manifiestan en los movimientos de la litosfera,
en la formación de los pliegues, en el surgimiento de las fracturas, en
los fenómenos sísmicos y volcánicos.
Los plegamientos aparecen en el relieve con mayor o menor grado de
intensidad de acuerdo con las escalas del proceso de plegamiento, de
las dimensiones, formas y combinaciones de los pliegues. En las
montañas jóvenes plegadas se manifiesta una relación entre los
anticlinales v los sinclinales, y los anticlinorios y los sinclinorios, en el
relieve de las plataformas los levantamientos y las flexiones están
relacionados frecuentemente con las anteclisas y las sineclisas.
Las fracturas se diferencian por sus dimensiones, forma, edad y
desarrollo. Algunas de ellas se atenúan en la corteza terrestre y otras
(profundas v superprofundas) llegan al manto, y rompen la litosfera. Los
bloques (placas) limitados por fracturas experimentan traslados
verticales y horizontales de diferente escala que se reflejan en el
relieve. Los desplazamientos lentos a enormes distancias de los
grandes bloques, es decir, de las placas litosféricas, deben tener un
significado sumamente importante para la formación del relieve
planetario. Las fracturas profundas pueden predeterminar las
configuraciones de los continentes, y separar las plataformas de las
regiones geosinclinales. Las más pequeñas rompen las plataformas y
las regiones plegadas en bloques de tamaño menor, y con frecuencia
en ellos se forman los valles fluviales y las cuencas lacustres. Los
movimientos verticales de estos bloques tanto los rápidos, como los
lentos o seculares siempre se reflejan en el relieve. Pero las formas
creadas por los antiguos movimientos-(antes del Mesozoico inclusive)
no han podido conservarse bien y en el relieve actual se manifiestan
movimientos neotectónicos y actuales. Con los movimientos
neotectónicos es tá relacionado el rejuvenecimiento del relieve
montañoso provocado por el levantamiento de bloques de la corteza
terrestre, tanto de las montañas que se han desgastado
profundamente, como de las que se conservan aún relativamente bien.
Los desplazamientos rápidos a través de las fracturas, es decir, los
movimientos sísmicos, van acompañados de temblores de tierra y
deformaciones de la superficie; grietas abiertas, escalones en el relieve,
hundimientos, etcétera
Los procesos -externos, exógenos con respecto a la superficie de la
litosfera, están relacionados principalmente con la llegada a la Tierra de la
energía solar; y tienen lugar bajo la influencia permanente y universal de la
fuerza de gravedad, sin tener en cuenta los efectos de esta. Dentro de los
procesos exógenos se encuentra el de intemperismo (mecánico y químico)
que altera la integridad de la roca y su coherencia, por ello, crea las
condiciones para el desplazamiento de los materiales, tanto directamente
bajo la acción de la fuerza de gravedad (hundimientos, desprendimientos,
deslizamientos en las pendientes), como también por medio del agua y del
aire. La destrucción, el traslado y la acumulación de los aluviones por las
aguas corrientes (el agua subterránea, el desagüe de las pendientes, los
torrentes de agua, los glaciares, las aguas de los océanos y lagos) son
procesos exógenos muy importantes en la formación del relieve. Dentro de
ellos se encuentra también la influencia del viento. La destrucción de las
rocas y el desplazamiento (el arrastre) de los productos de esa destrucción,
como resultado de la influencia conjunta de todos los procesos exógenos, se
denomina denudación (Denudare (del latín). Desnudar). Esta conduce a la
nivelación de la superficie de la litosfera, y, si no existieran los procesos
endógenos, que originan constantemente desniveles, esta se encontraría con
el tiempo a un nivel semejante al nivel teórico de la superficie terrestre
nivelada perpendicularmente a la dirección de la fuerza de gravedad en todos
sus puntos. La denudación en este caso cesaría y las aguas oceánicas
cubrirían la superficie de la litosfera con una capa uniforme. Esta superficie
es el nivel principal (permanente) de denudación, en correspondencia con el
cual la fuerza de gravedad trata de atraer a la superficie de la litosfera.
Además del principal, hay una gran cantidad de niveles temporales de
denudación, es decir, de superficies perpendiculares a la dirección de la
fuerza de gravedad, próximas a las superficies de nivelación del campo de
gravitación de la Tierra. El desgaste desde estas superficies también puede
no ocurrir; por el contrario, en ellas se retiene la materia que llega desde las
pendientes.
El relieve de la superficie terrestre es necesario analizarlo como el resultado
de la acción conjunta, c ontradictoria, de los procesos endógenos y
exógenos: los primeros originan principalmente los desniveles del relieve, y
los segundos contribuyen a su nivelación.
En el proceso de formación del relieve, durante un intervalo de tiempo dado,
pueden predominar los resultados de la acción de los procesos endógenos
o, por el contrario, exógenos. Durante la acción predominante de los
procesos endógenos las alturas absolutas y relativas del relieve aumentan,
y se incrementa el declive de las pendientes (desarrollo ascendente del
relieve). El predominio de la acción de los procesos exógenos conduce a la
destrucción) intensa de las formas positivas del relieve y al relleno de las
negativas, es decir, a la reducción de las alturas absolutas y relativas, al
desgaste de las pendientes y, a la nivelación de la superficie (desarrollo
descendente del relieve)
La suma de los resultados de la acción formadora del relieve por los
procesos endógenos y exógenos durante intervalos prolongados
(geológicos) puede ser cuantificada. Pero ya que la intensidad de unos y
otros cambia continuamente y es diferente en las distintas partes, el proceso
de formación del relieve ocurre de un modo desigual en el tiempo, y en cada
lugar tiene sus propias particularidades determinadas por Ia combin ación de
los procesos formadores del relieve.
De acuerdo con su origen, en el relieve se destacan los elementos de
geotextura, morfoestructura y morfoescultura. La geotextura es creada por
procesos internos que abarcan todo el planeta y que son provocados por la
acción de factores que no han sido aun totalmente aclarados. Probablemente
en gran medida sean los cósmicos. Los continentes y las cuencas de los
océanos son los elementos fundamentales de la geotextura. Dentro de los
elementos de ella en un segundo orden se encuentran, los levantamientos
montañosos de las zonas plegadas, las regiones llanas de las plataformas,
las cordilleras medio oceánicas, etcétera.
Las morfoestructura puede considerarse como una estructura geológica
evidenciada en el relieve. Su formación no puede explicarse solo mediante
los procesos endógenos; ella es el resultado de la acción conjunta de los
procesos endógenos y exógenos, correspondiéndole un papel principal a los
primeros. Los elementos de la morfoestructura hacen más compleja la
superficie de la geotextura. Dentro de ellos se incluyen importantes formas
del relieve tales como las cordilleras, y las depresiones intramontanas, y
también formas mucho más pequeñas, como por ejemplo, las montañas
aisladas, las que se corresponden con las flexiones de las capas de rocas
sedimentarias en las plataformas, etcétera.
La morfoescultura es creada por los procesos exógenos. Ella se desarrolla
sobre la morfoestructura. Como ejemplo tenemos las cadenas montañosas
de poca altura de las morrenas glaciales, las dunas, los barrancos y las
terrazas fluviales. Los elementos de la morfoescultura, en cuanto a sus di -
mensiones, son inferiores a los de la morfoestructura, pero en algunos casos
pueden tener dimensiones considerables, por ejemplo, las regiones de
acumulación glacial en las llanuras. La edad absoluta (geológica) de la
morfoestructura, por lo general, es neógena, paleógena y mesozoica, ya que
la morfoescultura es generalmente de una edad antropógena, es decir, es
absolutamente más joven. Pero, además de la edad absoluta (geológica)
existe una edad relativa que caracteriza la etapa del desarrollo del relieve y
el grado de su conservación. Ya que la morfoestructura es generalmente
más resistente a la influencia destructora de los procesos exógenos, y
resulta frecuentemente más joven desde el punto de vista morfológico.

RELIEVE DE LA TIERRA EMERGIDA

Los elementos fundamentales del relieve son las montañas v las llanuras.
El concepto montaña es sinónimo de los conceptos país montañoso v
sistema montañoso. Así se denominan los amplios sectores de la superficie
terrestre, levantados a notable altura sobre el nivel del océano y muy
desmembrados. Pueden extenderse a muchos centenares y miles de
kilómetros, casi en línea recta o en forma de grandes arcos que alcanzan
varios kilómetros de altura. Las montañas (países montañosos) constan de
una gran cantidad de formas positivas y negativas del relieve que tienen una
base única (zócalo de las montañas) que se elevan sobre las llanuras
próximas.

La montañ a es una forma positiva del relieve que se eleva de un modo


aislado sobre un espacio relativamente llano a no menos de 200 m (fig. 1.6).
Por todas direcciones está limitada por superficies inclinadas, es decir por
pendientes; el paso de estas a la llanura, o sea, el pie de la montaña forma
una línea cerrada. La parte más alta de la montaña, cima, puede ser aguda,
redonda o llana. La forma positiva del relieve que tiene una altura relativa
inferior a 200 m, similar a la montaña, pero con pendientes suaves y línea de
pie de monte pronunciada, se denomina colina.

Montaña

Cordillera

Las cordilleras son las grandes formas positivas del relieve extendidas
linealmente y limitadas por pendientes que bajan en sentidos opuestos. La
altura de las pendientes se determina por la profundidad de la disección, el
declive depende del carácter de las rocas, del clima, de la edad de las
montañas y del sentido de su desarrollo (ascendente o descendente). De
acuerdo con el declive de las pendientes, su forma y perfil (recto, convexo,
cóncavo) la parte más alta de la cordillera, es decir la cresta tiene un carácter
diferente. En la intersección de las pendientes escarpadas se forman crestas
agudas; las pendientes convexas al interceptarse; crean crestas anchas y
redondeadas. Si las pendientes no se interceptan, el área que las separa es
una superficie en forma de cresta plana de la cordillera. Las crestas son
generalmente muy irregulares, onduladas o dentadas. Las partes elevadas
de las crestas forman las cimas de la cordillera y las más bajas, los pasos
entre montañas. Los pasos anchos se denominan sillas y los hundidos
profundamente desfiladeros.
Las cordilleras al unirse forman las cadenas montañosas que se extienden
a grandes distancias en dirección a la disposición general del país
montañoso. Las cadenas montañosas y las cordilleras se interceptan en los
nudos montañosos, generalmente altos y de difícil acceso; en uno de ellos
pueden converger cordilleras
El país montañoso, compuesto por cordilleras montañosas y por sectores
de la corteza terrestre relativamente llanos y situados a gran altura, se
denomina altiplanicie.
Se distinguen las montañas altas (más de 2 000 m sobre el nivel del mar),
medias (de 800 a 2 000 m) y bajas (no más de 800 m). El paso entre los
países montañosos y las llanuras adyacentes es frecuentemente gradual; los
separan las zonas premontañosas, de colinas o de montañas.
Las llanuras son espacios que se caracterizan por tener pequeñas
diferencias de alturas. De acuerdo con la altura absoluta se dividen en bajas
(planicies) que tienen hasta 200 m (A veces se destacan especialmente las
llanuras negativas ubicadas más abajo del nivel del mar, por ejemplo, la de la
zona del mar Caspio), medias (onduladas) entre 200 y 500 m y altas mayores
de 500 m
El concept o ondulada se refiere a las partes de la llanura que se elevan
sobre los espacios adyacentes, y se opone por lo general al concepto
planicie. Las partes de la superficie llana, con ondulaciones o ligeramente
diseccionadas, elevadas y limitadas por gradas se denominan cuestas. Es
propio de ellas la estratificación horizontal o monoclinal, es decir, con una
inclinación hacia un lado de las capas de rocas. Las partes extensas
relativamente llanas, pero compuestas por capas de rocas dislocadas en
pliegues que han aparecido generalmente en el lugar de las montañas
destruidas, se denominan peniplanos.

Geotextura y morfoestructura de la tierra emergida

Las montañas y llanuras en la superficie de los continentes se corresponden


con los elementos estructurales fundamentales de la corteza continental:
con las fajas móviles (orógenos) y con los sectores relativamente estables
(plataformas) constituyendo geotexturas de un segundo orden.
Las estructuras más antiguas y más estables de la corteza continental son
las plataf ormas antiguas, cuyo principio de formación está relacionado con el
surgimiento de las primeras partes de la corteza continental (de los futuros
núcleos de los continentes) en la fase pregeosinclinal de su formación.
Posteriormente, con el desarrollo y la desaparición de los protogeosinclinales
que dividieron los núcleos de las plataformas antiguas, estas últimas se
incrementaron. La base (fundamento) plegada de las plataformas antiguas
después del Cámbrico no sufrió nuevos plegamientos, pero se fragmentó, y
(a configuración de las plataformas cambió. El relieve de la superficie del
basamento se formó cuando ocurrió su elevación, la cual fue acompañada
de una nivelación bajo la acción de los procesos exógenos. Cuando la
tendencia a la elevación se trocó en un hundimiento, en la plataforma
penetró el mar, y las capas de rocas sedimentarias cubrieron el basamento.
La gran movilidad de las plataformas antiguas en las etapas tempranas de
su desarrollo no pudo contribuir a la formación de una cubierta sedimentaria
de igual densidad en todas sus partes. La cubierta fue erosionada totalmente
en los sectores del basamento que experimentaron ascensos o se conservó
en algunas partes de los sineclises. Las partes de las plataformas antiguas
con un basamento descubierto cristalino precámbrico, es decir, los escudos
(de Baikal y Canadá) y las partes con un basamento cubierto por capas no
plegadas de rocas sedimentarias, o sea, las antiguas placas (de Europa
oriental, y del Mississipi) son los elementos estructurales fundamentales de
dichas plataformas.
Al mismo tiempo, cuando en las regiones de las plataformas antiguas ya
había concluido la formación de pliegues, en las zonas móviles que
quedaban entre ellas se desarrollaba un proceso geosinclinal. En el
desarrollo de las regiones geosinclinales (paleozoica, mesozoica y
cenozoica) se destacan dos etapas. La primera se caracteriza por la
formación de las estructuras plegadas, tanto simples (anticlinales y
sinclinales) como complejas (anticlinorios y sinclinorios) acompañada por
fracturas de la corteza. Simultáneamente, en las depresiones tiene lugar la
acumulación de una serie de capas sedimentarias y vulcanógenas potentes,
que cambian bajo la influencia de las penetraciones de rocas magmáticas.
En la segunda etapa, la final, ocurre un ascenso generalizado y, la formación
de cadenas montañosas y macizos divididos por amplias depresiones
intramontanas. Entre la reglón de orogénesis y las plataformas contiguas
surgen convaduras marginales estrechas, asimétricas, complicadas por
pliegues. Las depresiones intramontañas y las convaduras premontañosas
se colmatan con residuos de la destrucción de las montañas que se elevan.
Las montanas que surgen al final de la segunda etapa o inmediatamente
después de ella se denominan epigeosinclinaies.
Las montañas plegadas que aparecieron en las zonas móviles durante las
•orogénesis Baikáliana (montañas de rifts), Caledoniana y Mesozoica
(kimeridgiana), no se conservan como tales en el relieve. Una parte
considerable de ellas con el tiempo se convirtió en plataformas jóvenes. En
el basamento de estas plataformas están dislocadas en pliegues no-solo las
rocas precámbricas, sino también las paleozoicas, y a veces las capas
inferiores de las rocas mesozoicas.
El límite entre las plataformas jóvenes y las antiguas no siempre se pone de
manifiesto en el relieve. Las plataformas jóvenes se diferencian por la gran
movilidad v por el carácter considerablemente diferenciado de los
movimientos que hacen complejo el relieve. En general, para el relieve de
plataformas es característica la llanura. Si las plataformas ocupan alrededor
del 64.% de toda el área de la tierra emergida, las llanuras de plataforma el
55%; de ellas solo el 17.% han surgido directamente en el lugar donde se
han destruido montañas, y son denominadas denudativas o de -zócalo. La
mayor parte de las llanuras de plataforma son superficies inicialmente llanas
determinadas por la disposición de las capas de la cubierta sedimentaria.
Estas se denominan llanuras estratificadas; y la edad de la cubierta es
precuaternaria. A diferencia de las llanuras estratificadas, las formadas por
capas de rocas cuaternarias más jóvenes recibieron el nombre de
acumulativas. Sobre el relieve de la superficie de las llanuras platafórmicas
influye el carácter de la disposición y de la litología de las rocas que las
constituyen. En el relieve de las llanuras denudativas tiene importancia el
grado de metamorfismo de las rocas. Las rocas cristalinas de los antiguos
escudos han sufrido un metamorfismo profundo, por ello son igualmente
resistentes a la influencia de los procesos exógenos. Por tanto, las formas
del relieve determinadas por una resistencia diferente de las rocas frente a la
erosión, no son típicas para las llanuras denudativas de los escudos
antiguos. Debido al metamorfismo menor de las rocas que forman las
llanuras denudativas de las plataformas jóvenes puede explicarse la
complejidad relativamente grande de su relieve, por ejemplo, la formación de
la meseta de Kazajastán. Las diferencias en la composición li tológica de las
capas de rocas sedimentarias que forman la cubierta constituyen la causa del
surgimiento del escalonamiento en las llanuras estratificadas revestidas por
estratos resistentes, de las alturas y de las cuestas o gradas monoclinales en
declive. Los desplazamientos verticales de los bloques del basamento de las
plataformas, provocan deformaciones de la cubierta sedimentaria sin alterar
su integridad y dan lugar a la formación de estructuras tales como las
anteclisas, las cúpulas, las bóvedas y los sineclises, las depresiones v las
convaduras. Aquellas que continúan desarrollándose en la etapa
neotectónica, con frecuencia se manifiestan en el relieve.
Las montañas plegadas que aparecen en el relieve actual pertenecen a
las fajas móviles marginales de las plataformas y están relacionadas con los
plegamientos cenozoicos (alpino y del océano Pacífico). El predominio de las
formas del relieve determinadas por su estructura es propio de las montañas
jóvenes, a los anticlinales y los anticlinorios corres ponden las formas
positivas grandes del relieve, y a los sinclinales y los sinclinorios, las formas
negativas. Predominan los sistemas altos, lineales, alargados, de serranías
complicados por formas volcánicas. Las fracturas que acompañan la
formación de a
l s montañas epigeosinclinales hacen complejo el relieve ya
formado por el proceso de plegamiento. Las montañas jóvenes constituyen
un todo único con las depresiones premontañosas e intramontanas que se
manifiestan en el relieve mediante premontañas y llanuras, las cuales
frecuentemente cuentan con valles fluviales y depresiones lacustres.
Como ejemplo de montañas jóvenes de plegamientos con una
coincidencia manifestada claramente entre las serranías y los anticlinales, y
entre los valles que las dividen y los sinclinales, se pueden citar las montañas
del Jura y de Kopetdag. Las montañas estructuradas de un modo más
complejo del Gran Cáucaso, los Cárpatos occidentales y orientales, así como
los Alpes, representan, en general, un enorme anticlinorio El anticli norio es
un complejo de pliegues de las rocas que, en general forma aparentemente
un enorme anticlinal, el cual se hace más complejo por la existencia de
muchos pliegues más pequeños,. Semejante estructura, parecida al sinclinal
se denomina sinclinorio.
En la región de textogénesis del océano Pacífico (de Kamchatka) el proceso
geosinclinal aún no ha concluido, y la formación de montañas de plegamiento
se encuentra en etapa de desarrollo.
Las montañas jóvenes de plegamiento, de acuerdo con el área que ocupan
(41) son inferiores a las rejuvenecidas (492) estas, es decir, las montañas
epiplatafórmicas constituyen el tipo más difundido para la orogénesis
cenozoica. El proceso de rejuvenecimiento del relieve montañoso tiene lugar
no solo en las plataformas. Al principio abarca las regiones relativamente
móviles, las zonas de plegamiento cenozoico, y luego se extiende a las
regiones más estables, las plataformas. Las montañas rejuvenecidas de las
regiones móviles son de plegamientos y bloques. De acuerdo con la altura
ellas superan a las epigeosinclinales, por ejemplo, el nudo montañoso de los
montes Himalaya, el Tibet y el Pamir.
Las montañas platafórmicas rejuvenecidas constituyen bloques, y son
medias y bajas. Pueden estar formadas por uno o muchos bloques divididos
por fosas tectónicas.
Con frecuencia una falla solitaria limita un escalón fallado más o menos
elevado, cuyo extremo, escarpado por la acción erosiva, produce la
impresión de un país montañoso; si al surgir esta se forma un semihorts con
un flanco elevado a gran altura, se origina una serranía asimétrica. La
pendiente que corresponde a la superficie plana de la falla es abrupta y la
pendiente opuesta que se transforma gradualmente en llanura es suave. Los
ríos al diseccionar la pendiente suave originan estribaciones laterales
respecto a la serranía principal. Los bloques limitados por varias fallas (horts)
de acuerdo con su forma, originan los macizos montañosos o las cordilleras.
En las montañas jóvenes de bloque, la ubicación de las serranías y los
valles, su forma, su altura y lo abrupto de las laderas son determinada por la
tectónica: las alturas corresponden a los horts, y los hundimientos, a los
grabens. Son típicos los valles anchos de fondo plano: los grabens con
pendientes muy escarpadas (falladas) y las alturas de cima plana. El
desmembramiento erosivo con la edad adquiere cada vez más importancia;
en este caso se manifiesta la influencia de la estructura plegada que en el
futuro puede llegar a ser determinante en el relieve.

De acuerdo con la edad de la zona plegada en la cual surgieron las


montañas rejuvenecidas, estas se dividen en mesozoicas, paleozoicas
(hercinianas y caledonianas) y precámbricas. Mientras más antiguo es el
basamento plegado menor es el papel de los movimientos ondulatorios del
tipo de las orogénesis, y mayor la importancia de las fracturas y de los
movimientos de bloques en la formación de las montañas rejuvenecidas. En
ocasiones sistemas completos de este tipo de montañas están compuestos
por sectores plegados de diferentes edades, por ejemplo las montañas
Rocosas y el sistema Altai — Sayan.
Las montañas rejuvenecidas pertenecen principalmente a las periferias de
los continentes. Su origen se explica por la fractura de los bordes de las
plataformas como consecuencia de los procesos que ocurren en el límite del
océano con el continente. Muy raras veces estas montañas se elevan en la
periferia de los sistemas montañosos jóvenes del plegamiento Alpino como
un reflejo de los procesos que ocurren en estas zonas.
Entre las montañ as rejuvenecidas próximas al océano y las regiones
relativamente estables de las plataformas como una formación intermedia
surgen las llanuras altas (las mesetas y las altiplanicies).
En el desarrollo de la morfoestructura de la tierra emergida en la era
Mesozoica se observa una regularidad determinada que provoca la
complejidad del relieve. Esta se pone de manifiesto en la alternancia de
períodos de ascenso y descenso de la superficie terrestre sobre el fondo
general de levantamiento progresivo de los continentes.
A los períodos de descenso corresponden la nivelación del relieve, y la
formación de las superficies de aplanamiento, las cuales pueden ser de
denudación, de acumulación y poligenéticas denudativo - acumulativas). Al
formarse en condiciones de un prolongado establecimiento de la
compensación total de los procesos endógenos por los exógenos (el
coeficiente de compensación es igual al 100%), las superficies de
aplanamiento, por su forma. se asemejan a la superficie de nivelación del
campo gravitacional de la Tierra. Además del concepto general superficie de
aplanamiento son utilizados los de peniplano y pediplano. El peniplano es un
sector de la superficie de la tierra emergida, más o menos nivelado por los
procesos exógenos cuando el papel principal es la erosión fluvial; su
formación ocurre en condiciones de clima húmedo. Los pediplanos se forman
en condiciones climáticas áridas y semiáridas como resultado de la
coalescencia de los llamados pedimentos, o sea, de las llanuras de
premontana originadas por retroceso de las pendientes abruptas (acción de
la erosión en declive y del desmoronamiento).
Al rejuvenecerse el relieve las superficies de aplanamiento se diseccionan
y se elevan a diferentes alturas. Su estudio, la determinación de su edad, la
comparación de sus diferentes partes y la revelación de los niveles generales
es muy importante para establecer tanto las regularidades generales, como
también las particularidades individuales del desarrollo de la morfoestructura
de la tierra emergida

Morfoescultura de la tierra emergida

La morfoescultura se forma en la superficie de la morfoestructura bajo la


influencia predominante de numerosos procesos exógenos. Estos ejercen
influencia no aisladamente, sino en conjunto; pero entre ellos en cada caso
se destacan uno o dos fundamentales que determinan el surgimiento de una
u otra forma de relieve. De acuerdo con el proceso exógeno principal de
formación del relieve se destacan los relieves fluviales, cársicos, sufosivos,
glaciales, nivales y eólicos.
Los resultados de la acción de los procesos exógenos en todos los casos
dependen de la morfoestructura sobre la cual se asienta la morfoescultura,
de la litología y el carácter de la disposición de las rocas, así como de los
movimientos tectónicos. En la formación de la morfoescultura tiene una
enorme importancia la fuerza de gravedad. En las pendientes su acción
formadora de relieve se pone de manifiesto directamente en los
desprendimientos, en los corrimientos de tierras y en el movimiento de los
aludes de piedras , es decir, de materia detrítica que surge al ocurrir una
erosión intensiva en las pendientes más suaves. Los procesos que forman
las pendientes directamente bajo la acción de la fuerza de gravedad se
denominan procesos de pendientes. Con mucha frecuencia esta fuerza forma
el relieve por medio de los componentes de la envoltura geográfica: agua y
aire.

Relieve fluvial {erosivo-acumulativo)

El relieve fluvial es formado por el agua que corre por la superficie de la


tierra emergida, la cual al moverse erosiona (erosión), traslada
(transportación) y deposita (acumulación ) los productos de la destrucción,
creando al mismo tiempo las formas erosivas y acumulativas del relieve. El
relieve fluvial está ampliamente extendido; se puede observar en cualquier
lugar en que caiga una cantidad suficiente de precipitaciones atmosféricas y
surja un desagüe superficial.
Al correr el agua por las pendientes (desagüe de pendiente), sobre todo,
las desprovistas de vegetación y poco protegidas, ocurre el lavado de las
partículas finas de roca y terreno, su traslado y depósito en la base de la
pendiente. Como resultado las pendientes se rebajan y en su base se
originan formas tales del relieve como los depósitos diluviales que suavizan
las irregularidades de las pendientes. Al crecer, estos depósitos diluviales se
elevan cada vez más por la pendiente y al desarrollarse durante un tiempo
prolongado v en condiciones favorables pueden cubrir una parte
considerable de ella.
El flujo laminar forma una gran cantidad de pequeños surcos de erosión
paralelos unos a los otros. Las corrientes del desagüe de pendiente al unirse
se convierten frecuentemente en cauces, formando corrientes temporales y
permanentes que crean formas erosivas más grandes.
Con la actividad de las corrientes temporales que se presentan después
de fuertes aguaceros o del derretimiento de la capa de nieve está
relacionada la aparición de numerosas cárcavas de diferente tamaño. En
condiciones favorables, al ampliarse y profundizarse, las cárcavas se
transforman en barrancos.

Barranco y Balkas
El barranco es una forma negativa del relieve fluvial que constituye un
surco creciente con pendientes escarpadas desnudas. Este crece aguas
arriba debido al lavado del anfiteatro que surge generalmente en su cima. El
agua que corre por él cae desde el anfiteatro y, al destruirlo, lo hace
retroceder. Mientras más alto es el salto de agua más intenso es el lavado y
más rápido es el crecimiento del barranco. A la par con el crecimiento aguas
arriba tiene lugar el ahondamiento y la ampliación del barranco en toda su
extensión. La velocidad de crecimiento de este en longitud raras veces
excede de varios metros al año, pero son conocidos los casos en que
alcanza 60-80 m y más. La longitud general del barranco con las
ramificaciones en ocasiones puede ser mayor de 10 km.
La profundidad depende de la posición de la superficie diseccionada sobre
la base de erosión del barranco, y de la intensidad de su encajamiento Las
pendientes de los barrancos encajados profundamente se elevan sobre su
fondo a varias decenas e incluso centenas de metros.
El declive de las pendientes del barranco está determinado por el carácter de
las rocas que lo forman. Los barrancos abiertos en las rocas arenosa tienen
pendientes inestables que se derrumban con facilidad. Las pendiente de los
barrancos formadas por LOESS o por tierras arcillosas loessicas se distinguen
por ser muy escarpadas, mientras que las constituidas por arcillas son
suaves.
Los barrancos pueden tener ramificaciones y formar sistemas complejos que
se unen. Mientras mayor es la ramificación, menor es el agua que cae desde
el área de su cuenca en cada una de sus ramificaciones, más débil e el
lavado del cauce y más lento es su crecimiento. Después de alcanzar el perfil
de equilibrio, el barranco deja de crecer, sus pendientes se van llenar do
poco a poco de depósitos diluviales y colmatan, el fondo se aplana y s
convierte en una balka.
La balka es una forma negativa del relieve fluvial que constituye u
hundimiento alargado linealmente con pendientes suaves y revestidas.

La transformación del barranco en balka no ocurre de inmediato: esto


comienza desde abajo y avanza gradualmente por el barranco. Mientras que
en la parte inferior ya se ha formado la balka, en la parte superior el barranco
puede continuar creciendo.
Al descender la base de erosión y elevarse la cuenca de la balka, o aumentar
bruscamente la cantidad de agua que corre por ella, esta puede reanudar su
crecimiento y convertirse nuevamente en un barranco. Los barrancos que se
forman en el fondo de la balka se denominan de fondo, Si al formarse el
barranco alcanza el nivel de las aguas subterráneas, en él aparece una
corriente de agua permanente, un río; y de ese modo puede convertirse en
un valle fluvial.
En las desembocaduras de los barrancos y en general en las de las
corrientes temporales, a causa del depósito de materia detrítica trasladada
por el agua, se originan formas acumulativas del relieve como los conos de
deyección. El material que forma este cono ha sido seleccionado
burdamente, los fragmentos más grandes están depositados en el nivel de
base de erosión. AHÍ donde la corriente se divide en ramificaciones que se
alejan en forma de abanico, las partículas pequeñas son arrastradas más
lejos, y en la periferia del cono se deposita arenilla. E.1 cono de deyección
llene una superficie llana convexa que desciende hacia la periferia. Algunas
ramificaciones de la comente diseccionan dicha superficie hasta una
profundidad de 23 m. Estos conos pueden constituir formas pequeñas v
cubrir un área de centenares de kilómetros cuadrados formando extensas
llanuras plano-convexas.
De la unión de los potentes conos de deyección de las comentes
temporales en la base de las montañas situadas en climas secos surgen las
llanuras acumulativas de piamonte. Estas se forman en condiciones de un
levantamiento prolongado de las montañas, y, si este levantamiento fue
desigual, en la llanura aparecen escalones formados por sedimentos de
diferente edad. Los depósitos más antiguos forman el escalón superior, es
decir, la parte más elevada de la llanura, y en la periferia se ubican los conos
actuales de deyección. Al elevarse el terreno o al variar el clima las llanuras
de piamonte se ven sometidas a un desmembramiento erosivo intenso. Ellas
se localizan principalmente en Asia central, sobre todo en las zonas
premontañosas de Tian Shan occidental.
Un conjunto de condiciones contribuye al origen y desarrollo de los
barrancos: pendientes escarpadas, rocas friables y fácilmente solubles,
grietas formadas por el hielo, cantidad suficiente de sedimentos, surgimiento
de corrientes temporales de aguas de lluvia y del deshielo, poca cobertura
de la superficie o falta de vegetación. Al crecimiento de los barrancos
contribuye también la destrucción de la vegetación en las pendientes, la
formación de zanjas artificiales, la labranza incorrecta de las pendientes,
etcétera.
Los barrancos y las balkas se encuentran en diferentes continentes y
zonas naturales. Ellos son típicos de las zonas premontañosas y de las
partes periféricas bajas de los países montañosos formados por rocas
sedimentarias. Pero la red barranco-balkas está muy desarrollada, en
particular, en las partes elevadas de las plataformas con una cubierta que se
erosiona con facilidad en las cuales se desarrollan las estepas y los bosques
estepas, que son cultivadas por el hombre.
El relieve cuyos elementos fundamentales morfoesculturales son los
barrancos y las balkas que forman los sistemas ramificados de un modo
complejo, se denomina relieve barranco balka. Los sectores de la línea
divisoria de las aguas que se exponen a la denudación tienen un perfil
convexo suave. El paso de la línea divisoria de las aguas a las pendientes
escarpadas de los barrancos se manifiesta marcadamente, mientras que el
paso a las pendientes suaves de las balkas está poco marcado. Si
predominan estas formas se denomina relieve de balkas. Este tiene un
carácter ondulado suave. Al reanudarse el crecimiento de los barrancos su
dirección se predetermina por la red de balkas.
En algunos lugares la superficie está tan diseccionada por las abruptas
pendientes ramificadas de los barrancos, que estas se interceptan y las
líneas divisorias constituyen aristas agudas. Estas partes están extendidas
en las reglones montañosas y desérticas, y semidesérticas con una caída
muy irregular de precipitaciones atmosféricas, por ejemplo, en la URSS en
las regiones premontañosas del Asia central y de Kazajstán. En América del
Norte (el pie oriental de las montañas Rocosas) este tipo de relieve de
barranco recibió el nombr e de badlands. Rilas son de difícil acceso e
inservibles para su utilización en la agricultura.
Al diseccionar la superficie y hacer descender el nivel de las aguas sub-
terráneas, los barrancos ocasionan un gran perjuicio a la economía. Los co-
nos de deyección de algunos de ellos dañan los prados, los campos, los
huertos e incluso las calles de los pueblos.
Es difícil llevar a cabo una lucha contra los barrancos. Se plantan arbus tos y
árboles, se obstruyen con diques que protegen contra el lavado sucesivo,
etc. Pero esto no siempre da los resultados esperados.
Las corrientes permanentes de diferente potencia, al efectuar un trabajo
continuo, crean formas del relieve fluvial de diferente tamaño que dependen,
por lo general, de las dimensiones de la comente.

Valles fluviales
La forma principal del relieve escultural creada por las corrientes
permanentes es el valle fluvial, (Este puede definirse como una forma
negativa, lineal v alargada del relieve por cuyo fondo fluye una corriente de
agua permanente, un río.
El fondo y las pendientes son los elementos fundamentales del relieve del
valle. El fondo de los valles no desarrollados (generalmente montañosos)
coincide con el cauce, pero con mucha frecuencia este es un ahondamiento
en el fondo del valle.
El relieve de los valles y sus perfiles longitudinales y transversales están
determinados por la morfoestructura en la cual está desarrollado el valle, por
la historia de su desarrollo y por la posición de la base de erosión.2
1Badlands (del inglés)— tierras malas.

2 La base de erosión es la superficie horizontal en cuyo nivel la corriente de


agua pierde su fuerza y más abajo de ella no puede profundizar su lecho, 1.a
base fundamental de la erosión para todos los sistemas fluviales, a
excepción de las regiones de desagüe interior, es la superficie del Océano.
Cada afluente tiene, además de la fundamental, su propia base local de
crositín, es decir, el nivel del río que lo recibe en el lugar de la
desembocadura del afluente. Las salidas de las rocas que son difíciles de
derrubiar, el nivel de los lagos de agua corriente y la parte del río cerrada por
una presa, pueden ser las bases locales de la erosión para las partes que se
encuentran río arriba. Todas las bases de la erosión, en particular, las
locales, son variables.

La corriente fluvial al atravesar las rocas montañosas tiende a formar un perfil


longitudinal del cauce, en el que su energía cinética mv2/2 en todo el
transcurso es igual, y entre la erosión, el transporte y la acumulación de los
depósitos detríticos se establece un equilibrio. Este perfil se denmina perfil de
equilibrio. En los ríos en que la cantidad' de agua a favor de la corriente
aumenta a causa de los afluentes, el perfil de equilibrio debe representar una
curva cóncava. El declive mayor estará allí donde la masa de agua es menor,
es decir en la parte superior; aguas abajo, con el aumento de la cantidad de
estas en el río, el declive se reduce. En los ríos de las zonas desérticas que
tienen su origen en las montañas y que pierden agua abajo mucho caudal
por la evaporación y la infiltración, el perfil de equilibrio en la parte baja es
convexo.
El perfil de equilibrio se puede formar solo en condiciones de una calma
tectónica prolongada v de una posición invariable de la base de erosión.
Cualquier tipo de alteración de estas condiciones conduce a la alteración del
perfil de equilibrio y a la reanudación del trabajo dirigido a su formación. Por
eso prácticamente el perfil de equilibrio es irrealizable por el río.
Los perfiles longitudinales no acabados de los ríos tienen muchos
accidentes. El río erosiona de una manera intensa los salientes y rellena de
depósitos detríticos las profundidades en el lecho, tratando de allanarlo. Al
mismo tiempo tiene lugar la profundización del lecho de acuerdo con la
posición del nivel de base de erosión, la cual se extiende río arriba (erosión
regresiva) Como consecuencia de los accidentes del perfil longitudinal en él
aparecen frecuentemente los saltos de agua y los rápidos.

Característica general del relieve de la tierra emergida

La caracterización general del relieve de la tierra emergida requiere del


análisis de su morfotectónica (de la geotextura y la morfoestructura), así
como de la morfoescultura en su conjunto. Su origen está relacionado con
los dos componentes (endógeno y exógeno) del proceso único de formación
del relieve.
En la ubicación de las formas fundamentales del relieve de las tierras
emergidas tales como las montañas y las grandes llanuras platafórmicas, se
reflejan las regularidades de la estructura de la corteza continental. En el
mosaico de la morfoescultura que se superpone-sobre esta base, se
manifies tan las regularidades determinadas por la zonalidad climática. La
zonalidad en la morfoescultura de las montañas y de las llanuras se
manifiesta de una manera desigual; en las llanuras nosotros vemos la
zonalidad horizontal (latitudinal) y en las montañas la zonalidad altitudinal.

Relieve montañoso.

Las montañas más altas de la Tierra son las de plegamiento y las reju-
venecidas. Pero esto no significa que todas en el período de su formación (o
del rejuvenecimiento) resulten ser obligatoriamente muy elevadas; muchas
se han formado como montañas de altura media e incluso baja. La altura de
las montañas en ascenso depende de la intensidad de los procesos
orogénicos. Al irse destruyendo gradualmente bajo la acción de los procesos
exógenos, se reducen; y mientras más altas, más intensa es su destrucción.
Si no ocurren nuevos levantamientos, las montañas altas se transforman en
de altura media y estas se convierten en bajas, y luego en el lugar en que se
encontraban las montañas aparece una llanura de denudación. Las
montañas altas, medias y bajas se diferencian no solo por la altura, sino
también por la morfología, reflejando las etapas sucesivas del desarrollo del
relieve del país montañoso, bajo la acción de los procesos exógenos. Las
montañas altas, con una altura absoluta superior a 2 000 m, tienen una gran
profundidad de desmembramiento (no menos de 1 000 m). Si las cumbres de
ellas se elevan por encima de la línea de las nieves, se encontrarán en la
zona actual del surgimiento de formas glaciales y nivales del relieve: los
circos, los m ares, los valles glaciales, etcétera

Son propias del relieve de esta zona las cumbres agudas con contornos
bien marcados, y las pendientes altas y escarpadas que no retienen los
productos de la erosión que ruedan hacia abajo. Además se originan con
frecuencia desprendimientos, corrimientos y caídas de piedras. Los glaciares
que parten desde esta zona la liberan del material detrítico.
Más abajo de la línea actual de las nieves, en la formación de la
morfoescultura de las montañas, adquiere una importancia esencial la
actividad de las corrientes temporales y permanentes. Los valles fluviales
profundos con un perfil longitudinal poco trabajado diseccionan las
montañas. Aquí no los glaciares, sino los ríos transforman el material
detrítico. En las montañas altas de las latitudes templadas, con la faja nival
contacta directamente por debajo la faja subnival. Una particularidad de este
relieve escultural es la presencia de formas que han surgido en el pasado
en condiciones de una faja nival y en la actualidad son sometidas a la
transformación bajo la acción fluvial y del intemperismo físico. Los circos
inactivos están rellenos de material detrítico u ocupados por lagos. Las
cadenas de morrenas terminales están derrubiadas, y los lagos que
contienen han perdido profundidad. En los valles colgantes se abren paso
los ríos; los desniveles rocosos de la desembocadura de los valles
colgantes, en los laterales, están cortados por desfiladeros que tienen
frecuentemente saltos de agua. El relieve de la zona subnival evidencia que
la morfoescultura varía de un modo más lento que las condiciones
climáticas con las que está relacionado su origen.
Hacia abajo, desde la zona subnival las pendientes de las montañas en
general se hacen más suaves, y los valles fluviales se van ensanchando
gradualmente. En los lugares en que aparece la vegetación boscosa, ella
protege las pendientes contra la erosión.
En las partes bajas de las pendientes de las montañas altas tiene lugar la
acumulación de los depósitos granulosos trasladados desde arriba y se
forman las capas deluviales, y los conos de deyección que suavizan y nivelan
el paso hacia la llanura contigua. Los ríos fluyen de un modo relativamente
tranquilo en los valles anchos con pendientes que poseen terrazas aluviales.
Las montañas medias con una altura absoluta de 800 a 2 000 m tienen
una profundidad de desmembramiento de 350 a 1 000 m. En las latitudes
altas la-s cimas de estas montañas pueden encontrarse más arriba de la
línea de las nieves, y entonces en ellas se forma un relieve típico para la faja
nival, que se diferencia del relieve similar de las montañas altas porque
presenta una profundidad menor de desmembramiento y los contornos de las
cimas son menos marcados
El relieve de las montañas de altura media varía de acuerdo con las
condiciones climáticas. En el clima húmedo, ellas se distinguen, en general,
por tener contornos suaves: las cimas redondeadas se van transformando
gradualmente en pendientes suaves, solo en ocasiones se hacen complejas
por los salientes de las rocas más duras. Los ríos que fluyen de un modo
relativamente lento no contribuyen a arrastrar los productos de la destrucció n
y estos se acumulan en las depresiones del relieve, lo cual reduce la
disección. La vegetación fija el material detrítico en las pendientes, pero en
algunos lugares son visibles los corrimientos de tierras y los ríos de piedras.
Las cimas sin bosques, es decir los golts están cubiertas de "mares" de
piedras y de arenales.
En las condiciones del clima árido, el intenso intemperismo forma un relieve
peculiar de montañas medias: formas caprichosas de las rocas, crestas
agudas, pendientes escarpadas, escalonadas o abruptas. Aquí ocurren
muchos corrimientos de tierra y se forman ríos de piedras; y el material
detrítico es arrastrado por las corrientes temporales que crean sus propias
formas del relieve.
Las montanas bajas se elevan generalmente por encima de los 700-800 m y
solo algunas cimas alcanzan los 1 000-1 200 m. La profundidad de
desmembramiento es de 150-450 m. Su relieve puede ser diferente de
acuerdo con la estructura y el clima. En las latitudes altas las cimas y a veces
también las pendientes de las montanas bajas, están cubiertas de vegetación
de tundra de altura; v presentan muchos pedregales y corrientes de tierras.
En las latitudes templadas estas montañas están cubiertas de bosques, y los
pedregales y corrimientos de tierras se encuentran raras veces. Estas
montañas se diferencian de las de altura media por tener una profundidad
menor de desmembramiento y un alisamiento aún mayor de los contornos.
Las montañas bajas formadas por rocas de diferente resistencia, cuando la
destrucción es intensa en condiciones de un clima continental crudo, pueden
tener crestas rocosas, cimas puntiagudas, y pendientes escarpadas v
abruptas. Cuando ocurre un levantamiento; y por tanto el encajamiento
intenso de los ríos, las cimas de las montañas bajas mantienen los contornos
redondeados, y las partes bajas de las pendientes adquieren formas rocosas.
La combinación de los procesos endógenos y exógenos determina el tipo de
disposición de las crestas y de los valles que las separan, y origina diferentes
tipos de desmembramiento de los países montañosos: radial, pinado, en
forma de coulisse, ramificado (virgación) y en rejilla.
El desmembramiento radial. Se observa en los países montañosos que
experimentan un ascenso cupuliforme de los macizos. Las cimas divergen
radialmente en todas direcciones desde una parte central más alta, es decir a
partir del nudo montañoso; entre ellas se forman los valles fluviales. Con esta
disección el país montañoso es, en particular, difícilmente accesible (por
ejemplo el macizo de Jan-Tengri y Tian-Shan).
El desmembramiento piniforme (transversal). Desde la principal cordillera
divisoria de las aguas parten más o menos perpendicularmente en ambas
direcciones las cordilleras laterales (a veces salen varias de un solo nudo).
Los ríos que fluyen desde la cordillera principal desplazan las líneas
divisorias de las aguas v dicha línea se hace sinuosa. El desmembramiento
piniforme está muy difundido (por ejemplo, el Gran Caúcaso entre Sochi
Novorosiisk, la coordilera de Zeravshan y otras)

Tipos de desmembramiento horizontal de las montañas -.

El desmembramiento de coulisse. Las cordilleras laterales parten de la


principal desde un solo lado formando un ángulo agudo y se cubren una a la
otra, por ejemplo la pendiente sur de Transcaucacia occidental. En los
ángulos agudos se encuentran los cursos superiores de los ríos. También
pueden disponerse en forma de coulisse, algunas cordilleras que no están
unidas con la principal (por ejemplo, las de Sajalín occidental).

El desmembramiento ramificado (virgación) La cadena montañosa se


ramifica, desde uno de sus extremos parte un haz de cordilleras que se
separa en forma de abanico, que está separada por valles, por ejemplo, las
cordilleras de Tian-Shan occidental (Alatau Talass, Chattoll y otras), o del Pa
mir-Alai (Guissar, Turkestán, etcétera)
El desmembramiento en rejilla(la red montañosa). Las cadenas
montañosas paralelas divididas por valles longitudinales (fundamentalmente
tectónicos) están desmembradas en secciones por los cortos valles
transversales de origen erosivo (por ejemplo, los Urales del sur).

Independientemente del carácter del desmembramiento horizontal del país


montañoso, y de la estructura geológica de las cordilleras, su nivel medio, al
igual que el nivel de las cimas, por lo general casi siempre coincide, pero
desde el extremo del país montañoso a la parte central, tiene cierta
elevación. Ia regularidad observada puede explicarse, en el primer caso, por
el hecho de que las cimas que se elevan sobre el nivel general resultan
menos resistentes a la destrucción, y en el segundo caso, por el hecho de
que las serranías en el extremo, al recibir mayores precipitaciones
atmosféricas, se destruyen de un modo más intenso.

Relieve de llanura

El relieve de las llanuras es menos variado que el de las montañas. Esto


se explica por la gran homogeneidad de la estructura geológica de los sec-
tores platafórmicos de la corteza continental, así como por su menor mo-
vilidad. La elevación considerable de algunas llanuras platafórmicas (por
ejemplo, en Siberia oriental y en América del Norte) que determina la gran
profundidad de su disección, es el resultado de movimientos neotectónicos.
Las llanuras de plataforma ocupan más de la mitad del área total de las
tierras emergidas. Más del 80 % de todas las llanuras son inicialmente
estratificadas y acumulativas planas, esta característica de su relieve está
predeterminada por la disposición de los estratos de rocas sedimentarias.
Las llanuras más extensas son las estratificadas; entre ellas las hay altas (la
altiplanicie de Siberia central), medias (la de Europa oriental) y bajas (la de
Siberia occidental y la del Amazonas)- Las llanuras acumulativas son bajas
(las llanuras del Precaspio, de Mesopotamia e Indogangética) y de acuerdo
con el área general son menos extensas que las llanuras estratificadas. Las
llanuras de denudación son por lo general elevadas, con una superficie
irregular en cuyo relieve se refleja la resistencia desigual de las rocas a la
destrucción.
La superficie de las llanuras puede ser horizont al, inclinada, convexa, y
cóncava; y por el carácter general de su relieve: llanas, colinosas,
onduladas, escalonadas, etcétera.
Una particularidad característica de la morfoescultura de las llanuras es la
zonalidad horizontal (latitudinal) que refleja la zonalidad climática, y no solo la
actual, sino también la de los paleoclimas. La morfoescultura varía con más
lentitud que el clima, por eso puede presentar formas que se han originado
en condiciones climáticas totalmente diferentes a las actuales, pero también
zonales. De este modo, en el relieve escultural de las llanuras se combinan
características de la zonalidad horizontal actual v de la relicta'.
En las latitudes altas, la superficie nevada de los casquetes glaciales
constituye una llanura peculiar, en cuyo relieve corresponde un lugar
principal a las meso y microformas cólicas. En los lugares en que los
glaciares retroceden, el relieve de las llanuras es glacial y fluvioglacial.
Para las llanuras de las latitudes subpolares es característico el relieve de
congelación, que se extiende también a las latitudes templadas; en aquellas
zonas de congelación perpetua protegidas contra otras condiciones climáti
cas.
En la morfoescultura de las llanuras de las latitudes templadas ocupan un
lugar principal las formas fluviales. Estas formas constituyen el elemento más
extendido de la morfoescultura de las llanuras en general. Al encontrarse en
las más disímiles condiciones climáticas, bajo la influencia del clima, ellas
adquieren las características de la zonalidad horizontal suavizadas
frecuentemente por la influencia de la estructura.
Las formas cólicas constituyen las formaciones zonales más típicas de la
morfoescultura de las llanuras de las regiones áridas.
El análisis del mapa geomorfológico ofrece una repres entación general
sobre el relieve de las tierras emergidas, las combinaciones lógicas de los
elementos originados por los procesos endógenos y exógenos, y además,
sobre las particularidades del relieve de sus diferentes partes.

Tipos tectónicos de valles

La formación de los valles fluviales depende de la estructura geológica y


de la tectónica. Estos pueden coincidir en cuanto a su dirección con los ejes
de los pliegues, con las líneas de fallas, con la dirección de los estratos de
rocas o pueden cortarlos. Los primeros se denominan valles longitudinales y
los segundos, valles transversales. Sí el valle coincide con el eje cíe un plie-
gue sinclinal se denomina valle sinclinal. En este tipo los estratos de las
rocas buzan, en la dirección del cauce. El perfil transversal del valle, su
ensanchamiento, su declive y la forma de las pendientes dependen de la
forma del pliegue. Si en las pendientes del valle los estratos tienen una
impermeabilidad desigual se pueden observar en ellos afloramientos de
aguas subterráneas y deslizamientos.
Los valles anticlinales están ubicados a lo largo de los ejes de los pliegues
anticlinales. Los estratos de rocas que forman las pendientes de estos valles
buzan desde el río en direcciones opuestas. Al alternar los estratos de dif e-
rente resistencia, en las pendientes surgen desniveles y no se observan aflo-
ramientos de aguas subterráneas (fig. 1.12).

1.12 Tipos de valles: a, sinclinal; b, anticlinal; c, monoclinal; d, de falla; e,


graben
La formación de los valles anticlinales es posible porque los estratos de rocas que
forman las partes abovedadas de los pliegues anticlinales durante e) proceso de su
formación resultan extendidas y fracturadas por multitud de grietas, v por ello se dejan
destruir con facilidad. En la formación de es tos valles desempeñan su papel los
afluentes laterales de los ríos de los valles sinclinales vecinos que confluyen en los
flancos de los levantamientos anticlinales. Las cuencas de recepción de estos
afluentes, al alcanzar la parte abovedada del anticlinal crecen, y se van uniendo
gradualmente hacia el valle anticlinal longitudinal.
De este modo, ¡os valles anticlinales de los países montañosos plegados constituyen
formaciones más tardías que los valles sinclinales.
Los valles monoclinales surgen en los flancos de los pliegues anticlinales y sinclinales y
se extienden a lo largo del pliegue, o se forman allí donde la superficie está constituida
por estratos de rocas sedimentarias que buzan hacia un solo lado. Una pendiente de
este valle se caracteriza por el buzamiento de los estratos desde el río; y la otra, por el
buzamiento de estos hacia el río. Las pendientes con mucha frecuencia son
asimétricas y su declive depende del buzamiento de los estratos.
Los valles que se han formado a lo largo de las líneas de fallas y fracturas (valles -
fallas) son frecuentemente asimétricos y sus pendientes tienen una estructura
diferente.
Los valles-graben coinciden con las depresiones que surgen al descender uno o
varios bloques estrechos y largos de la corteza terrestre; estos se caracterizan por
tener un fondo llano relativamente ancho y pendientes rectas, y los grabens complejos
las tienen escalonadas.
Los valles transversales cortan las cadenas montañosas que se extienden según la
dirección de los ejes de los plegamientos y las líneas tectónicas. Las fallas y los
desplazamientos pueden ser la causa del surgimiento de estos valles. Con frecuencia
ellos cortan las cadenas montañosas (valles) y se forman como resultado de las
capturas de los ríos que confluyen des de pendientes opuestas que se encaja
profundamente y de un modo muy enérgico (a causa de la posición baja del nivel de
base de erosión o de una mayor capa de sedimentos) puede luego de cortar la línea
divisoria de las aguas, capturar el curso superior del río que fluye desde la pendiente
opuesta.
Algunos valles, los antecedentes, cortaron las serranías a medida que estas fueron
elevándose (por ejemplo, los valles del Indo y de Brahmaputra). Los valles pigenéticos
se originaron en una superficie formada por capas de rocas dispuestas
horizontalmente sobre un basamento plegado en el cual se asentaron con el tiempo al
cortarlo gradualmente.
Los valles de los ríos de montañas están formados por la alternancia de sectores
longitudinales y transversales. Debido a que atraviesan el país montañoso bajo cierto
ángulo con respecto a la dirección de las cadenas montañosas, estos se denominan
valles diagonales.

Tipos morfológicos de valles


De acuerdo con las condiciones de formación y de la fase de desarrollo, se
distinguen los siguientes tipos morfológicos de valles: desfiladero, cañón, valle en
forma de V y valle del plano de inundación (fig. 1.13).

El desfiladero es un valle formado por la erosión, casi exclusivamente vertical de la


corriente. Las pendientes de este valle descienden hacia el río verticalmente e incluso
pueden colgar sobre él. Todo el fondo está ocupado por el río. Con mucha frecuencia
los desfiladeros se forman en las montañas, en aquellos sitios en que la corriente corta
las rocas resistentes (las calizas y las pizarras). En la llanura surgen en las rocas de
loess, en las regiones cársicas estos valles se forman como resultado del derrumbe de
los techos de los ríos subterráneos. Por lo general, el valle tiene forma de desfiladero
solo en determinado sector y se ensancha curso arriba y curso abajo.

1.13 Tipo morfológico de valles: a, desfiladeros; b, cañón; c, valle en forma de V; d,


Valle del plano de inundación

El cañón1 es un valle con pendientes casi verticales que descienden frecuentemente en


escalones, y un fondo relativamente estrecho ocupado en casi todo su ancho por el río.
Los cañones típicos son propios de los países con clima seco, lo cual contribuye a la
conservación del declive de las pendientes. Se encuentran principalmente en las
llanuras formadas por capas horizontales de rocas poco permeables. Un ejemplo
conocido es el Gran Cañón del Colorado (América del Norte) que alcanza una
profundidad de 1 800 m, y es uno de los numerosos que existen en la cuenca de este
río. Los cañones de dimensiones considerables son notables en África (sobre todo en
la meseta de Abisinia), en las llanuras de Ioess de China oriental, en la meseta
volcánica de la India, en el Brasil, Colombia, etc. En la URSS pueden apreciarse en las
mesetas de Siberia central y de Armenia.
En los países con una gran cantidad de precipitaciones y con una denudación intensa
de las pendientes, el perfil transversal del valle hace recordar la letra latina V. A
diferencia del cañón, el valle en forma de V tiene pendientes más suaves
diseccionadas por pequeñas formas de erosión, y a veces
son complejas por los desniveles. El fondo del valle es estrecho v, al igual que los
desfiladeros y los cañones, está cubierto de agua. Los tres tipos de valles pueden
incluirse dentro de los no trabajados.

El valle de plano de inundación tiene un fondo plano y ancho. El lecho ocupa una
parte del fondo, el espacio restante se inunda durante las crecidas, es decir, constituye
la-s tierras anegadizas. Sobre ellas se elevan las pendientes del valle complicadas
generalmente, por terrazas que se encuentran sobre dicho valle. Esto surge al
ensancharse el valle en forma de V como resultado de la formación de meandros en el
no (fig. 1.14).

Planos de inundación

Por lo general son formados por aluviones y están cubiertos de vegetación. Pero a
veces están encajados en las rocas originarias y el aluvión casi está ausente (planos
de inundación rocosos).
El ancho de los planos de inundación de los grandes ríos con desagüe irregular puede
ser de vanas decenas de kilómetros. Por ejemplo, t-n el curso bajo del Volga tienen un
ancho de 30-40 km (con frecuencia los sectores vecinos de los planos de inundación se
diferencian marcadamente por la anchura. Por ejemplo, en el valle del Oka estas
diferencias llegan a ser de 12-16 km. La causa habitual del cambio del ancho del plano
en un lapso de tiempo relativamente breve, es la variación del carácter de las rocas
erosionadas por el río.
Los planos de inundación parecen con frecuencia absolutamente llanos, pero al
estudiar su microrrelieve se ponen de manifiesto algunas irregularidades de la
estructura de su superficie. El cauce del río, al serpentear por el ancho fondo del valle,
divide el plano de inundación en una serie de sec tores con microrrelieve similar. Con el
cauce del río colinda una franja arenosa inundada por el río, incluso al haber pequeños
cambios del caudal. Esto es el llamado plano de inundación precauce (junto al cauce).
Sobre él se elevan uno o varios terraplenes precauce formados por depósitos
arenosos. La formación de este tipo de terraplenes es el resultado del depósito de
sedimentos detríticos al desbordarse el río. El agua al salirse del cauce hacia el plano
de inundación disminuye su corriente (como consecuencia de la reducción de la
profundidad) y deja una parte de los sedimentos en el borde del plano de inundación.
El plano de inundación desciende detrás del terraplén precauce. Esta parte se llama
superficie central, y está cubierta por terraplenes cercanos al cauce, menos marcados
que en las fases anteriores de desarrollo del meandro. 1-.1 plano de inundación se
eleva nuevamente hacia la parte de la orilla original (o de la terraza situada encima de
dicho plano); aquí se encuentra el viejo terraplén precauce. Entre él y la pendiente del
valle, dentro del plano de inundación puede haber una depresión frecuentemente
empantanada, es decir, el cauce antiguo del río. En él pueden situarse sucesiones de
viejos cauces que se han cubierto de fango o correr los afluentes que se dirigen al río y
que utilizan la depresión existente. El esquema del relieve típico de un sector del plano
de inundación puede variar marcadamente, v algunos elementos del microrrelieve
desaparecen por completo.
Ya que los meandros se desplazan aguas abajo, los terraplenes precauce pueden
ubicarse no en forma de arcos paralelos, por lo general a la orilla, sino que forman
haces divergentes, es decir, abanicos errantes. Al enyerbarse y cubrirse de sedimentos
el plano de inundación, los viejos terraplenes precauce se transforman en lomas
separadas unas de otras por depresiones; y se forman los planos de inundación de
matorrales.

Lar planos de inundación de los valles con un cauce casi rectilíneo se distinguen por
la formación de terraplenes continuos en ambas orillas del cauce. Como que el cauce
no se desplaza, los terraplenes crecen de año en año y se transforman en diques
naturales que se elevan sobre el plano de inundación, frecuentemente empantanado.
Estos se denominan hundidos, (grandes terraplenes precauce surgen a lo largo del
curso inferior de los ríos que trasladan muchos sedimentos. En los diques situados
junto al cauce del río Mississipi están asentadas grandes ciudades (Nueva Orleáns v
otras). Algunos ríos de Italia y Francia tienen diques; en la URSS tienen diques los ríos
Terek, Kurá, Kuhán, Araks v Sir Daria. La ruptura del dique por el río trae consigo el
peligro de que se inunde el plano de inundación situado detrás de él.
El relieve del plano de inundación influye sobre el movimiento del agua que corre por
él durante la crecida, sobre la distribución de los sedimentos y la profundidad del
yacimiento de las aguas subterráneas, y a causa de esto, también sobre la formación
de la cobertura de suelo y la distribución de la vegetación.
Los planos de inundación se utilizan como pastizales muy valiosos y como territorios
apropiados para la siembra de cultivos hortícolas.

Terrazas situadas sobre el plano de inundación


La terraja constituye una plataforma horizontal o algo inclinada, extendida a lo largo
de la pendiente del valle, y separada de la terraza que se encuentra más abajo (o del
fondo del valle) por un peldaño o una pendiente de terraza. La línea que limita la
plataforma del declive es el borde de la terraza. Al formarse lentamente las terrazas, el
paso de una a otra puede ser gradual y no se forma un peldaño bien marcado (fig.
1.18).
Como terraza fluvial más baja se considera el plano de inundación, por lo cual, a
veces, se le denomina terraza de inundación. Por eso todas las demás se denominan
terrazas sobre el plano de inundación; y se cuentan de abajo hacia arriba: primera
situada sobre el plano de inundación, segunda situada sobre el plano de inundación,
etcétera (fig. 1.19).
Las terrazas fluviales se dividen en erosivas (de lavado) y aluviales (de acu-
mulación) Las terrazas erosivas son el resultado de la disección del río sobre las rocas,
cuya formación no está relacionada con la actividad de acumulación del propio río.
Estas pueden ser rocas de diferente edad y origen, incluidas también las morrenas.
Las terrazas aluviales están relacionadas con la acumulación de depósitos fluviales en
el valle y con la disección posterior del río sobre ellos. Estas se encuentran mucho en
los valles de los ríos de llanura. Los depósitos aluviales pueden formar coda la terraza
o solo una parte de ella y cubrir la superficie erosionada de las rocas madres. Las
terrazas con base rocosa cubiertas de aluvión se denominan de zocato o mixtas. Si la
capa de aluviones desaparece de la superficie de las rocas madres, el zócalo de la
terraza queda al descubierto, formando una terraza de erosión. Probablemente de este
modo surgen la mayoría de las terrazas fluviales.
En los valles con diferente historia de desarrollo, las terrazas fluviales aluviales
están situadas de un modo diferente una con respecto a la otra. Si el río, deposita en
el valle formado por él una capa considerable de aluvión se encaja reiteradamente en
ella, sin llegar hasta el fondo primitivo del valle, se forman las terrazas aluviales
encajadas. Si el mismo río que se ha encajado en el aluvión, deposita nuevamente
una capa considerable en la cual se encaja de nuevo, y así lo vuelve a hacer varias
veces, se forman las terrazas aluviales superpuestas. En el caso que el río atraviese
la capa de aluvión hasta el fondo primitivo dejando una terraza, y luego llene el valle
con aluvios a un nivel más bajo, y de nuevo se encaje en él, surgen las terrazas
estratificadas. En aquellos casos en que la terraza se encuentra bajo el nivel del río (a
consecuencia de la elevación del nivel o del descenso del cauce), el cual llena el valle
de aluvión, esta se transforma en una terraza enterrada. Cada una en cierto tiempo
fue una terraza de inundación v su transformación en una terraza situada sobre el
plano de inundación está relacionado con el encajamiento irregular v enérgico del río.
Con esto, la terraza puede ser destruida por completo. La causa del encajamiento del
río puede ser la elevación de la cuenca, el descenso de la base de erosión del río, el
aumento del caudal como consecuencia de una variación del clima, la captura de
otros ríos, etcétera. 1.a formación de una serie de terrazas aluviales requiere la
alternancia de períodos de encajamiento y de acumulación de los depósitos fluviales.
Esto puede representarse esquemáticamente así: en el valle fluvial, como resultado
de la meandrización del cauce, se crea un fondo plano amplio, compuesto de aluvión
(el plano de inundación aluvial). Este proceso se pone de manifiesto muy bien al
debilitarse la erosión vertical en el río que va ha for mado un perfil similar al perfil de
equilibrio. La intensificación de la erosión de profundidad relacionada con el aumento
del declive del cauce (provocado por causas tectónicas y muy raras veces por otras
causas), conduce al encajamiento en el fondo aluvial y a la transformación de la
terraza de inundación en una terraza situada sobre el plano de inundación. A medida
que se va aproximando el perfil longitudinal del cauce al perfil de equilibrio, la erosión
vertical disminuye, pero al mismo tiempo se intensifica la horizontal y de nuevo se
forma un fondo ancho, pero ya a un nivel más bajo. Si ocurriera un nuevo
encajamiento del cauce, aparecería otra terraza situada sobre el plano de inundación,
ubicada a un nivel más bajo que el anterior, etc. En caso de que la terraza situada
sobre el plano de inundación sea inundada periódicamente de nuevo por el río, se
transforma otra vez en terraza de inundación. Al sumergirse las terrazas bajo e! nivel
del río (por descenso del cauce o elevación del caudal) el cual cubre el valle de
aluvión, se convierten en enterradas (fig. 1.20).
Cuanto más alta está situada la terraza sobre el río en comparación con las demás,
tanta más vieja es (a excepción de las enterradas) v, por lo general, menos se
manifiesta en el relieve. Toda terraza fue de inundación, pero el relieve de inundación
típico, con el transcurso del tiempo, pierde sus rasgos. De las pendientes que se
encuentran más arriba de la terraza, des cienden los sedimentos diluviales suavizando
las ondulaciones de la super ficie. El derrubio desde la plataforma de la terraza elimina
la angulosidad del borde. Los valles de los afluentes, los barranco v balka, dividen la
terraza en partes. Si la superficie de la terraza es la base de erosión para los barran-
cos, en ella se forman los conos de deyección. De este modo, el relieve de la
superficie de la terraza resulta muy complejo y, por lo general, suele ser difícil deducir
de él el origen de esta superficie.
Al estudiar las terrazas fluviales son necesarias las investigaciones minuciosas de su
estructura, del carácter de las rocas que las forman, y de la posición de unas con
respecto a las otras en las diferentes partes del valle. Por sus características
exteriores pueden tomarse fácilmente por una terraza, los deslizamientos que
aparecen en las pendientes de los valles.
El estudio de las terrazas proporciona un material importante para es tablecer la
historia de la formación del valle fluvial y opinar sobre el orden lógico, el carácter de
los movimientos tectónicos y la variación del clima. Asimetría de los valles fluviales y
de las líneas divisorias de las aguas
La mayoría de los valles fluviales se distingue por la estructura asimétrica, y en la
mayor parte de los casos las pendientes derechas son escarpadas y las izquierdas
suaves. La asimetría de las pendientes de los valles fluviales puede ser provocada
por varias causas que actúan en conjunto; algunas de ellas tienen una importancia
secundaria, y otras se presentan como principales. De acuerdo con las condiciones,
las causas principales varían. La fuerza desviadora de la rotación de la Tierra puede
ser la causa de la eran escarpadura de las pendientes derechas de los valles que se
encuentran en el hemisferio norte. La magnitud de esta fuerza es insignificar, pero,
debido a que su acción es continua, puede provocar resultados notables. Para que la
acción desviadora de la rotación de la Tierra ejerza influencia sobre la escarpadura de
las pendientes de los valles, es necesario que las rocas en las que está encajado
sean fáciles de erosionar, que el territorio no experimente movimiento tectónico
durante un tiempo prolongado y que la profundidad del encajamiento del valle no sea
muy grande con respecto a las dimensiones del río (fig. 1.22).

Inclinación inicial de la superficie

En determinadas condiciones naturales los factores climáticos, en particular la


insolación, pueden provocar la asimetría de los valles fluviales. Se ha advertido que
con mucha frecuencia las pendientes de exposición sur, son escarpadas. En ellas en
primavera la nieve se derrite antes; en verano la vegetación se marchita, y las aguas
de lluvia las erosionan con más fuerza que a la pendiente cubierta, de exposición
norte.
Los valles asimétricos surgen en regiones de estructura monoclinal de estratos de
diferente dureza. Al situarse en la dirección del buzamiento de los estratos menos
resistentes, el valle tiene diferentes pendientes. Lo s estratos que buzan desde e] río
forman una pendiente y los que buzan, hacia el, forman la otra. La primera pendiente
es más er osionada por el río \ resulta siempre más escarpada que la segunda.
Al surgimiento de la asimetría de los valles puede conducir la inclinación uniforme primaria de
la superficie, la cual origina diferencias en el valor del flujo por las pendientes del valle que se
extiende perpendicularmente, el declive de la superficie, v por consiguiente origina diferencias
en la magnitud del derrubio. Por la pendiente dirigida contra el declive general corre mucho
menos agua que por la que coincide con dicho declive; por eso es que se erosiona menos. El
declive de esta pendiente aumenta debido a que ]unto a ella corre el río trasladando los
sedimentos erosionados desde la pendiente opuesta hacia el valle.
EI desarrollo de los valles asimétricos vecinos con pendientes escarpadas iguales, por
ejemplo las derechas, puede conducir al desplazamiento paulatino de las líneas divisorias de las
aguas hacia el lado de las pendientes es carpadas, es decir a una asimetría del espacio de los
interfluvios. Por las pendientes suaves más largas corre una mayor cantidad de agua, lo cual
contribuye a que se sigan erosionando v se formen capas diluviales, la asimetría de los
interfluvios se manifiesta más típicamente, cuanto menos se altere el curso de los procesos
fluviales por causas tectónicas.
El relieve de cuesta es propio de las regiones de estratificación monoclinal, con la alternancia
de estratos diferentes en cuanto a su dureza. Las cuestas constituyen elevaciones asimétricas
que presentan una pendiente suave que coincide con el buzamiento de un estrato más
resistente que protege la superficie contra la erosión, y una escarpada que corta los estratos
aflorando sus cabezas. El relieve de cuestas se presenta principalmente dentro de los límites de
las estructuras platafórmicas denudadas como son las anteclisas (por ejemplo, el relieve de
cuesta del sureste de Inglaterra) v las sineclisas (el relieve de cuesta de la cuenca de París, en
[rancia); así como también en las llanuras costeras jóvenes incorporadas a la tierra emergida
antigua v que se han levantado junto con ella. I.a denudación de la super ficie, que ocurre al
mismo tiempo que la elevación de la llanura, conduce a que la superficie corte las capas de
rocas sedimentarias bajo cierto ángulo, es decir, la llanura adquiere una estructura monoclinal
(fig. 1.23).

La formación del relieve de cuesta comienza con el surgimiento de los rfos que corren según el
declive de la superficie topográfica, que cortan bajo un ángulo pequeño los estratos de diferente
dureza que buzan en la misma dirección en que está inclinada la superficie; pero de un modo
más brusco. Cuando el río corta los estratos duros corre por un valle estrecho; pero se ensancha
en las rocas fácilmente derrubiables (valles bien marcados). En la faja de rocas menos
resistentes se establecen los afluentes de los ríos principales; estos forman valles asimétricos
condicionados por la yacencia monoclinal de los estratos. I.os espacios que los separan,
cubiertos desde la superficie por estratos más resistentes, también son asimétricos; v
constituyen en sí cuestas. En el origen de ellas tiene importancia no solo la erosión de los
estratos blandos por los ríos, sino también la formación del diluvio, los deslizamientos de tierra,
los desprendimientos, etc. Si los ríos no arrastraran los productos de la denudación, las cuestas
no estarían manifestadas en el relieve.
»
El ancho de las cadenas de cuestas depende del ángulo de buzamiento de los estratos y de
su potencia. Mientras menor es el ángulo de buzamiento, más fuerte se manifiesta la asimetría
v más extenso es el espacio que separa las cuestas. Si los estratos tienen un gran buzamiento,
las cuestas se aproximan y adquieren una forma casi simétrica.
La altura de las cuestas está determinada por la posición de la superficie • sobre la base de
erosión. Las cuestas pueden constituir cordilleras altas (por ejemplo, la cordillera rocosa del
Cáucaso del Norte (ciudad de Karajaya) tiene 3 629 m, con un ancho de más de 500 km o
pueden elevarse sobre las depresiones a 10-20 m (cuestas en la península de Manguhishiak).
El relieve de cuesta formado por la combinación de las cuestas v de los valles que las separan,
se encuentra muy extendido en todos los continentes. Dentro de los límites de la URSS se
manifiesta claramente en el Cáucaso, en Crimea, en el Asia central y en muchos otros lugares.
En aquellos casos en que la inclinación de los estratos es muy pequeña las cuestas no se
forman, sino que surge un relieve de estratos escalonados.
Cuando los estratos de las rocas sedimentarias yacen de un modo horizontal y cuando en la
superficie de la llanura existe un estrato resistente a la destrucción, la disección profunda en
alturas de cima plana limitadas bruscamente, produce la impresión de un relieve de meseta (fig.
1.24).

A Capa de roc as protectoras B Capa de rocas menos resistentes

Relieve cársico
Se denomina corso' al conjunto de fenómenos y procesos que ocurren en las rocas solubles
(caliza, dolomita, muy raras veces el yeso, sal, creta) bajo la acción conjunta de las aguas
superficiales y principalmente subterráneas. Los procesos cársicos conducen al surgimiento de
formas características del relieve: lapiéz, embudos, ponores, furnias, depresiones cársicas o
dolinas, poljas, etc, v al origen del relieve cársico. Las condiciones para el surgimiento de las
formas cársicas son:

a) Presencia de rocas solubles.


b) Grietas que hacen estas rocas permeables.

Carso es una altiplanicie caliza existente en Yugoslavia. Son propias de ella las formas def
relieve relacionadas con la disolución de las calizas que han recibido el nombre de formas
cársicas.
c) Declive pequeño de la superficie que permita ;al agua además de correr, filtrarse.
tí) Considerable espesor cíe las rocas carsificables.
e) Posición elevada (o la posición baja del nivel de las aguas subterráneas) que asegura la
circulación vertical excesiva de agua en las rocas.
f) Cantidad suficiente, pero no excesiva de agua.

Se distingue el carso desnudo, cubierto y enterrado. Ln el primer caso las rocas carsificables
afloran directamente a la superficie, como en Crimea, el Caucaso península de Yucatán v la
londa, etc. I'.n el segundo sobre la superficie de las rocas en que ha ocurrido la carsificación se
tormaron los suelos; en el tercer caso las rocas en las que se desarrollan los procesos cársicos
están cubiertas de rocas no cársicas, por ejemplo, en la llanura europea oriental o rusa, en el
Aral, etcétera.
I.os formas del relieve cársico son muy diversas v dependen del tipo de carso: desnudo o
cubierto.

I^os /iipie'?. son surcos profundos en la superficie desnuda de las rocas cársicas separados por
crestas estrechas, frecuentemente agudas. Kstán dispues tos en hileras paralelas unas a las
otras, o constituyen laberintos complejos que se ramifican. La profundidad de los lapiéz oscila
desde varios centímetros a 2 m.
1.1 origen de esta forma del relieve es debido a la acción química v mecánica del agu.i, de la
lluvia, de la nieve que se derrite, y del mar (en la zona de oleaje) sobre la superficie de las rocas
solubles. I.a disolución tiene lugar de un modo más intenso en las depresiones por las que corre
el agua.
1.a forma v las dimensiones de ellos dependen de la composición química y de la naturaleza de
las fisuras de rocas, así como del clima. Los lapicz se manifiestan mejor en las calizas puras de
las zonas subtropicales secas. Ln estas condiciones los surcos v las crestas son más o menos
simétricas \ tienen dimensiones aproximadamente similares.
l.as acumulaciones de lapiez forman campos cársicos. Con el tiermx) la superficie cubierta por
ellos cambia: las grietas se ensanchan, las crestas se des truyen v surge un amontonamiento de
bloques de caliza muy típico para las regiones de desarrollo del carso desnudo, l.as superficies
de lapiez casi siem pre están desprovistas de vegetación.
Lw embudos cársicos o sumideros son propios tanto del carso desnudo como del cubierto. Esta
es una forma ampliamente extendida y la más típica del relieve cársico. Se distinguen los
embudos de disolución superficial, los de hundimiento v los de infiltració n (fig. 1.25).
Lw embudas de disolución superfina! se forman en las regiones de carso des nudo como
resultado de la disolución de ¡as paredes de las grietas que corlan la superficie, t-.llos suelen
tener forma de platillo y de cono. l.as depresiones en forma de platillos de la superficie
(propiamente sumidero) se pre sentan al disolverse las paredes que tienen numerosas grietas
pequeñas. Al disolverse las paredes de una grieta profunda se forma el embudo en forma
JL cono con un declive efe las pendientes de 3()'-45'. Ln el fondo de este embudo se encuentra el
ponor, es decit, un orificio a través del cual se escapa L'I anua que corre en el.

Los embudos de hundimiento, son el resultado de In caída del techo de las cavernas, tienen
pendientes escarpadas, onduladas y en el fondo presentan un amontonamiento de los bloques
de las rocas que han caído. Con el tiem po, si la caída se detiene, las pendientes del embudo
llegan a ser suaves.
Los embudos de infiltración se encuentran mucho en las regiones de carso cubierto. Se
forman cuando el agua que corre hacia el ponor derrubia las partículas de arena v arcilla de las
rocas superficiales no solubles. Si las partículas lavadas lo ciegan, el crecimiento del embudo se
hace más lento o cesa por completo. Los embudos exteriores de infiltración hacen recordar a los
de disolución que tienen forma de cono. Sus pendientes están generalmente cubiertas de
vegetación.
Los sumideros cuando tienen taponeado el ponor al elevarse el nivel de las aguas
subterráneas pueden llegar a acumularlas y transformarse en lagos cársicos temporales, y en
ocasiones permanentes.
Al ensancharse las grietas en la capa de rocas desnudas carsificables, o al caer los techos
de las cavidades subterráneas surgen ¿as furnias, que cons tituyen hendiduras semejantes, por
su forma, a las cilindricas, las cuales alcanzan una profundidad de decenas de metros; y en
otros casos parecen tubos con sinuosidades y ensanchamientos que descienden a una gran
profundidad. La furnia más profunda conocida tiene 523 m (cerca de Triestre).
Al. unirse varios sumideros dispuestos linealmente, lo cual está relacionado frecuentemente
con la dirección de las grietas en la caliza, forman depresiones alargadas. Si la depresión se
presenta cerca de la pendiente, un extremo suele ser abierto y toma el aspecto de una balka.
La erosión o lavado de esta balka por las corrientes temporales puede conducir al surgimiento
de barrancos en carso cubierto.
En ocasiones en las regiones cársicas se encuentran extensas depresiones aisladas, po/jas
(fig. 1.26). Estas tienen un fondo plano cubierto de depósitos de arcilla, limitado por escarpes
con una altura de varios centenares de metros. Sobre el fondo se elevan las alturas residuales
cársicas, testigos del nivel que tenía anteriormente. Con frecuencia por el fondo de la polja
surge un cauce poco encajado por el que fluyen pequeños riachuelos que tienen su origen en
una fuente situada debajo de un el calón. Los rfos que drenan hacia la polja desde las regiones
vecinas pierden agua que se infiltra por los po-nores o desaparecen al pie de la ladera.
Una variedad peculiar del relieve cársico, es el curso tropical, el cual se forma en regiones de
un clima tropical húmedo, cuando existen macizos de calizas puras con fisuración vertical. Son
propias de él los montes testigos cársicos o mogotes, que se elevan en medio de una superficie
plana en forma de torres o de "panes de azúcar" con una altura de 200-400 m. Estos se des
truyen y el espacio existente entre ellos aumenta; el proceso puede concluir _ con la formación
de una llanura. El carso tropical está muy desarrollado en Asia suroriental.
Los valles fluviales en las regiones de desarrollo del carso cubierto se diferencian poco de
los valles comunes, pero a veces pueden encontrarse sectores sin escurrimiento como
consecuencia de la infiltración en los cañones. Los valles profundos del tipo cañones surgen al
caerse los techos de los túneles sobre los ríos subterráneos, y en algunos lugares se pueden
conservar los puentes cársicos.
Junto con las formas superficiales particulares del relieve en las regiones cársicas existen
diversas oquedades de acuerdo con su tamaño: las cavernas. Ellas aparecen principalmente en
las capas de calizas, yeso y sal gema como resultado del ens anchamiento de las grietas bajo la
acción de las aguas subterráneas. En las cavernas activas fluyen frecuentemente los ríos
subterráneos y existen lagos. Cuando las aguas subterráneas se infiltran por las grietas hacia
niveles más bajos, las cavernas se secan y se inactiva el proceso. Si el aguace infiltra desde la
superficie hacia la caverna, y en el goteo se evaporan a partir del techo y el suelo, surgen las
formaciones secundarias de carbonato de calcio que van ocupando poco a poco la caverna.
Desde el techo en forma de gigantescos carámbanos bajan colgando las estalactitas, desde el
suelo se elevan a su encuentro las estalagmitas, al encontrarse, am bas se funden en una
columna. Cuando el aire de las cavernas (con un río o un lago) es húmedo, la evaporación es
menor y las formaciones secunda- . rias no se originan.
Las cavernas cársicas (fig. 1.27) alcanzan dimensiones muy grandes en las capas densas de
las calizas deformadas por la tectónica.Por tener las dimensiones más grandes entre las
cavernas conocidas se distingue la caverna Helloch (los Alpes) con una longitud de 85,2 km (sin
ramificaciones laterales es de 78 km); la del Mamut (los Apalaches) tiene una longitud de ''4 km
(sin ramificaciones laterales es de 48 km). En la >URSS la más larga es la del lago Ozernaya
(26,4 km) que ocupa el quinto lugar en el mundo. I.a admirable caverna de Kungursk que
constituye un complejo laberinto de galerías que se ramifican tiene, en gencr.il, una extensión de
4-5 km, y presenta varios pisos. En el fondo de la caverna hay más de 30 lagos, el mayor tiene
un área de aproximadamente 200 m"' y una profundidad de 4-6 m. Esta carverna se incluye
dentro del tipo de las cavernas frías (de hielo).
VA aire de las cavernas frías tiene durante el transcurso de t»do el año, una temperatura baja
debido a que se comunica con el aire exterior ,\ través de un orificio situado en la parte superior.
En invierno el aire frío pe-.ado la llena, en verano se mantiene y no le da tiempo para
calentarse. I.a humedad que ha llegado a ella se congela y se forma el hielo.
En contraposición con las cavernas frías, en las cálidas la entrada se encuentra en la parte
inferior. El aire frío que la llena en invierno, en verano sale, cediéndole el lugar al aire caliente
que se eleva. En este tipo de caver nas los arqueólogos encuentran frecuentemente restos de
asentamientos de los hombres primitivos.
Las cavernas con dos entradas, una superior y otra inferior, se denominan ventiladas. La
temperatura del aire dentro de ellas es similar a la del aire exterior.
En el desarrollo del relieve cársico se distinguen varias etapas. En la etapa inicial (el carso
joven) las aguas subterráneas se encuentran profundas. Las rocas en la superficie no tienen
casi grietas, y dejan infiltrar poca agua;
además puede observarse la presencia de las corrientes de aguas superficiales. En la superficie
del carso desnudo surgen los lapicz, los sumideros y las furnias. A medida que se van
ensanchando las grietas y va aumentando su cantidad se intensifica la infiltración, pero una
parte del agua se queda aún en la superficie. El agua que se ha infiltrado se acumula sobre una
capa hidrófuga (con frecuencia la capa es hidrófuga temporalmente hasta que es desmembrada
por las grietas), formando algunas corrientes.
En la etapa de madurez el proceso de formación del carso tiene lugar des de abajo hacia arriba.
En la superficie aparecen las formas negativas, los sumideros se unen en las dolinas y dan
origen a las poljas. Casi toda el agua de la superficie escurre por las grietas hacia ahajo y la
circulación vertical del agua conduce al surgimiento de las cavernas. Las aguas subterráneas
forman una red densa.
En ¡a etapa de vejez las formas del relieve cársico pierden su tipicidad, los embudos se allanan,
las poljas se ensanchan, y en la superficie se acumulan productos de erosión de difícil
disolución obstruyendo los ponores. 1.a superficie destruida desciende hasta el nivel de las
aguas subterráneas por eso la circulación vertical de ellas es sustituida por la horizontal y se
forma una red fluvial normal. Los ríos fluyen lentamente y se originan pantanos.
La elevación de la superficie o el descenso del nivel de las aguas subterráneas puede
provocar la activación de los procesos de formación del car-so y el re¡u\ enecirniento del relieve.
Los fenómenos cársicos están condicionados, ante todo, por la presencia de rocas solubles,
por eso surgen en diferentes latitudes. Rl relieve cársico está desarrollado ampliamente en la
costa del Mar Adriático (desde Karst hasta Grecia), los Alpes, Crimea, la costa del Mar Negro del
Cáucaso, los Urales, en Prionczh, en muchas regiones de Siberia v del Asia central, el nor te de
Yucatán, Jamaica, en las regiones interiores de la Florida, en el territorio de la América del Norte
(los estados de Kcntucky y de Tenncssee), en China, Indochina, Australia, etcétera.
I.as rocas solubles ocupan alrededor del 34? de la superficie de la tierra emergida, incluso si
se tiene en cuenta que el relieve cársico no está desarrollado en toda esta área, su amplia
propagación no ofrece dudas.
I,as regiones cársicas se diferencian no solo por un relieve particular;
ellas se caracterizan por la peculiaridad general de las condiciones físico-geográficas
relacionadas, ante todo, con el régimen particular de las aguas.
El desmembramiento de las regiones cársicas y la carencia de aguas superficiales dificulta su
utilización con fines económicos.

Relieve de sufosión

Kl proceso de derrubio por las aguas subterráneas de las partículas más pequeñas de roca y
de las materias solubles se denomina sufosión . Esta conduce al hundimiento de la superficie y a
la aparición de formas del relieve como las cuencas pequeñas esteparias, los embudos
sufosivos, las dolinas y formas negativas como los barrancos. Condiciones muy favorables par
el surgimiento de las rocas de hundimiento existen en las capas potentes de los depósitos
friables de loess que tienen una humectación general insignificante, en las cuales circulan de un
modo vertical las aguas.
Las cuencas pequeñas son depresiones ovaladas de pendientes suaves que aparecen en las
regiones esteparias en la superficie de las llanuras de ¡oess;
el fondo de ellas presenta un hundimiento, en comparación con la posición no alterada de la
superficie, de 2-3 m y hasta 7 m, y el diámetro de la depresión raras veces suele ser mayor de
100 m.
Por lo general, las cuencas pequeñas esteparias están asociadas a sec tores sin desagüe de
las llanuras de ¿oess v a las líneas divisorias de las aguas. Rilas surgen con más frecuencia en
los lugares en que hay accidentes primarios, en los que se acumula temporalmente e! agua; la
cual al infiltrarse, derrubia las partículas pequeñas de las rocas friables, haciéndolas menos
compactas, y crea las condiciones para el surgimiento de los hundimientos. Las cuencas
pequeñas de estepas son típicas de las llanuras de ¿oess de Ucrania, de la llanura de Siberia
occidental, etcétera.
\JIS embudos de sufosion. El derrubio enérgico de las partículas de la roca puede conducir a la
formación de oquedades, v los desprendimientos sobre las cavidades originan los embudos con
un diámetro de varios metros. Por lo general, estos se encuentran en grupos, l.as aguas
subterráneas al seguir arrastrando las masas en el lugar en que están los embudos hacen que
se forme una cavidad, es decir, una cuenca limitada por escarpas. Con el tiempo las hendiduras
se ahondan v se ensanchan. Al unirse, los embudos de sufosion y las cavidades, originan las
depresiones con las que puede estar relacionada la formación de los barrancos. Cuando hav
una gran aglomeración de embudos v de cavidades se torma e! campa de sujosion, espacio
relativamente bajo con un microrrelieve .escabroso muy complejo.
Cuando el clima es seco la formación del relieve de sufosion puede ser provocada mediante la
irrigación artificial, Este tipo de relieve está extendido en el Asia central. Los procesos de
sufosion y los cársicos transcurren muy a menudo conjuntamente, v las formas negativas del
relieve que se forman como resultado (barrancos, embijdos, etc.), tienen un origen mixto.

Relieve de corrimiento

Los deslizamientos constituyen el desplazamiento corredizo de las masas de rocas por la


pendiente bajo la acción de la fuerza de gravedad. Así se denominan las formas del relieve que
han surgido como resultado del proceso de deslizamiento en las pendientes de los valles
fluviales, de los barrancos, en las orillas de los lagos y de los mares. El deslizamiento de las
masas de rocas sin que se vuelquen v se fracturen con violencia es propio de los des
lizamientos, en esto se diferencian los corrimientos de los derrumbes. Para la formación de los
corrimientos son favorables las pendientes formadas por capas de rocas impermeables o
hidrófugas acumuladas en la dirección de la pendiente. En este caso el deslizamiento de las
masas de la roca ocurre por la superficie de la capa hidrófuga (arcilla y capa de subsuelo helado
permanente durante muchos años). Al mojar la superficie de los estratos imper meables el agua
reduce la fricción. El movimiento del agua que Huye por la capa hidrófuga también contribuye al
desplazamiento de la roca hacia abajo.
l.as aguas subterráneas impregnan las rocas que forman la pendiente y al aumentar su peso
provocan el rompimiento del equilibrio, lo cual contribuye al des! i/amiento, incluso cuando la
inclinación de los estratos no sea en dirección al valle-, y aun al buzar estos en un sentido
opuesto.
Contribuyen al surgimiento de los corrimientos el derrubio de las pendientes escarpadas por el
río o por el mar, la presión sobre la pendiente ines table de algún levantamiento, las sacudidas
naturales y artificiales de las pendientes (los terremotos, las explosiones, etc.) (fig. 1.28).
En la masa que se desliza las capas tienen frecuentemente una yacencia no dislocada, pero
buzan algo en una dirección opuesta a su movimiento.
Con frecuencia en la superficie del corrimiento se mantienen los árboles que crecieron antes de
que ocurriera el deslizamiento, ellos se inclinan en diferentes direcciones formando un bosque
"borracho".

En la parte inferior del corrimiento de tierra, allí donde las aguas subterráneas emergen a la
superficie, las rocas disueltas por ellas pueden formar lenguas de barro (fig. 1.29).

Las formas y las dimensiones de los corrimientos de tierra son diversos. Casi siempre se
separan de la pendiente por cierta línea en forma de arco, los cuales se denominan
deslizamientos en forma de circo, el anfiteatro surge del deslizamiento de ellos por la pendiente.
Hl ancho de aigzmos corrimientos en forma de circo puede llegar a ser de varios kilómetros.
La profundidad a la cual el anfiteatro entra en la pendiente es mucho menor que la anchura.
En condiciones favorables, cuando este proceso se desarrolla con mucha rapidez algunos
corrimientos de forma de circo se unen, y en la pendiente aparece una terraza inclinada en
dirección opuesta al movimiento del des lizamiento. I.a superficie de la terraza de deslizamiento
es irregular, más des membradas que la superficie de las terrazas fluviales. En las depresiones
del relieve,'en la terraza del corrimiento de tierra brotan frecuentemente manantiales, aparecen
pantanos e incluso lagos pequeños. Esta terraza siempre puede diferenciarse de otra de distinto
origen por su estructura, que es igual a la de la orilla originaria de la cual se desprendió el
corrimiento de tierra.
Los corrimientos aislados ocupan un área de vanas hectáreas. Los grupos de corrimientos
pueden abarcar un área de hasta varias decenas de kilómetros cuadrados.
El relieve de corrimiento es típico de la costa de los mares de Azov y Negro, de la margen
derecha del curso medio y bajo del Volga y, en general, de las márgenes escarpadas derecha
de los ríos de la parte sur de la llanura de Europa Oriental, etcétera. Debido a que los
corrimientos ocasionan un gran perjuicio a la economía se lleva a cabo una lucha contra ellos,
que consiste principalmente en trasladar las aguas subterráneas v superficiales de los lugares
propensos a que ocurran los fenómenos de los corrimientos. Estos estudios se llevan a cabo por
estaciones especializadas.

Re/ieves glac iales y mvciles

Los procesos glaciales y nivales originan formas esculturales particulares del relieve.

Formas destructivas
Dentro de las formas destructivas (la nivelación y la exaración) que se forma bajo la acción
de la nieve y del hielo se incluyen los circos, las rocas aborregadas, los hom \ los trog.
L/ü circos son cuencas en forma de nichos en las pendientes de las montañas que recuerdan a
un sillón, surgen como el resultado del intemperismo criogénico. Su formación comienza con la
aparición en la pendiente de una acumulación de nieve que se va transformando gradualmente
en neviza;
muy a menudo, se originan en los embudos colectores de agua, es decir, en las corrientes
temporales y permanentes, las rocas que están en contacto con la nieve se hidratan mucho al
derretirse esta. El cambio brusco de la temperatura condiciona el enérgico intemperismo
criogénico que provoca el ensanchamiento v el ahondamiento de la depresión ocupada por la
nieve. Los productos de la erosión que se deslizan hacia abajo por la superficie de la nieve que
protege al circo de la acumulación, son arrastrados por los arroyuelos de torrente de deshielo y
trasladados junto con el hielo que se desprende del circo. 1.a pared trasera del circo retrocede
con mucha rapidez y este crece fundamentalmente hacia la profundidad de la pendiente. La
intensidad del crecimiento del circo depende de la composición litológica de las rocas que
torman la pendiente. En ocasiones están asociados a las rocas cris talinas y a las cali/as, y muy
raras veces están encajadas en las pendientes de esquistos y de areniscas. Los circos situados
por encima de la línea de las nieves, y ocupados por el helero se denominan activos, a
diferencia de los ubicados por debajo de la línea de las nieves y que no presentan la masa gla
cial (circos inactivos).
Con frecuencia los circos vecinos al crecer, gradualmente, se unen y sus campos de neviza
se fusionan. Sobre un campo común de neviza se elevan las cimas agudas en forma de
pirámides con bordes, es decir los (karlinyi) horn, en las pendientes escarpadas no se retienen ni
la nieve, ni los productos del intempcrismo físico. Estas se van destruyendo intensamente y con
el tiempo en su lugar aparece una superficie ondulada (fig. 1.30).

El glaciar al moverse cambia el relieve de la superficie que se extiende por debajo de él. Rl
grado de su influencia depende de las rocas que forman la superficie, del relieve y del espesor
del glaciar. El destruye los salientes en las rocas blandas, allanando el relieve, y pule las
pendientes de las alturas formadas por rocas duras a veces hasta alcanzar el brillo de un
espejo. Rl glaciar destruye las rocas fisuradas, fragmentándolas. Estos fragmentos que han sido
aprisionados por el glaciar que se mueve dejan cicatrices, y excoriaciones formando una
estriación glacial comple]a por la cual puede opinar se acerca de la dirección del movimiento del
glaciar ya desaparecido.
Bajo la influencia del glaciar los salientes originados por rocas cristalinas adquieren una forma
contorneada, formando rocas aborregadas. En estos salientes, las pendientes que miran al
glaciar que avanza es suave, putida, cubierta de estrías glaciales, mientras que la pendiente
opuesta es escarpada e irregular. La longitud de las rocas aborregadas puede ser de varios
metros a varios centenares de metros y la altura de hasta 5 m.
La acumulación de ellas forma un relieve "de peñascos rizados" bien pronunciado en las
regiones de la antigua glaciación continental superior (Carclia, Canadá, Taimir). Las rocas
aborregadas se encuentran frecuentemente también en las montañas.
Una forma compleja del relieve formada por la actividad destructiva de la nieve y del hielo, con
la participación del agua son los valles en forma de arteza, es decir los tro¿.
Por los valles de trog libres del glaciar corren frecuentemente los ribs. Los trog tienen un perfil
peculiar transversal y longitudinal. "I.as hombreras" (fig. 1.31) separadas de la parte más
profunda de este tipo de valle por una ruptura notable de la pendiente, constituyen una
particularidad del perfil transversal. El extremo superior de la hombrera está limitado por el surco
del allanamiento, es decir, por el límite hasta donde el glaciar puede llenar el valle. Más arriba
del surco del allanamiento la pendiente es irregular, es carpada y no está pulida por el glaciar.El
perfil longitudinal del valle glacial no tiene un declive uniforme y se diferencia del perfil
longitudinal de un valle fluvial sencillo por el escalo-namiento. En aquellos lugares en que el
glaciar influye sobre las rocas más blandas, y allf donde como resultado de la unión de varios de
ellos o del estrechamiento del valle su espesor se aumenta, el fondo se sobre excava, se forman
las cubetas, y más abajo aparecen los bajos.
Por lo general, los valles laterales de trog están menos encajados que el valle glacial
principal, y son, er. relación con el, colgantes.
En la boca de los valles glaciales laterales se encuentra una pendiente, es decir, un escalón
con una altura de hasta 300- 500 m; v los ríos que ocupan el valle al precipitarse por él originan
saltos de agua. La formación del escalón situado en la boca puede ser la consecuencia de que
las partes más bajas de los laterales estén cortadas por el glacnr principal
Es poco probable que el glaciar pueda erosionar una depresió n tal como el Irng, pero
profundiza \ ensancha las depresiones creadas por la erosión fluvial. Es probable que la
actividad de los torrentes fluvial y glacial se alternen en este caso. I'.l glaciar hereda el valle
fluvial v lo trabaja; en caso de uue se le haga retroceder (o se le elimine completamente) el valle
es utilizado nuevamente por el río. [•'.I valle fluvial encajado en el glacial puede llenarse
nuevamente con el glaciar v la lerrar.i del valle antiguo forma la hombrera del trng; estas son un
elemento característico de los valles glaciales. f- n su formación puede desempeñar un gran
papel la gelivación, ki cual se desarrolla intensamente, donde e! glaciar esta en contacto con la
pendiente (id trog (con las orillas), tiste se va ensanchando gradualmente, a este nivel su pared
retrocede, y el glaciar se expande v le sigue (fig. 1.32').
Formas acumulativas
El glaciar crea las formas destructivas en la fase activa, al moverse
(deslizarse o expandirse). En la etapa de la estabilización, cuando se detiene
(en

Los complejos "uno dentro del otro" evidencian que la alternativa puede ser
reiter ada. la llanura esto es provocado generalmente, por un obstáculo o
irregularidades del relieve originario) se crean las formas acumulativas
periféricas del relieve. En la etapa de la desaparición del glaciar (del
derretimiento continuo) se derrite el material. En este caso adquiere especial
importancia la actividad de las aguas de deshielo.
Dentro de las formas glaciales de acumulación se incluyen las barreras de
morrenas y los drumlin. En las montañas estas barreras terminales son
amplios pliegues arqueados que señalan la detención del extremo de la
lengua glacial. En la llanura, constituyen formas mucho más grandes del
relieve, que se presentan al final del glaciar continental, en el límite con la
región del escurrimiento de las aguas glaciales en deshielo, las barreras de
morrenas terminales se han podido formar solo en el caso de que el extremo
del glaciar se haya derretido durante un tiempo prolongado en el mismo lugar
y a él hayan llegado porciones cada vez más nuevas de material detrítico. Si
el extremo del glaciar ha retrocedido lentamente, resulta difícil imaginar la
formación de las barreras de morrenas; es probable que las condiciones más
favorables para su surgimiento se hayan creado cuando el glaciar que se
derritió se detuvo ante un obstáculo. No es casual que en la base de muchas
de ellas se encuentren rocas originarias. El glaciar durante su movimiento
trasladó los detritos acumulados con anterioridad en su camino, formando las
morrenas frontales.
Al derretirse totalmente el glaciar inactivo (muerto) en la superficie
subyacente se depositó la morrena de fondo. Surgieron las llanuras de
colinas o de drumlins, en algunos lugares las llanuras planas o poco
onduladas; es decir, apareció el relieve típico de la morrena de fondo.
Entre las formas pos itivas del relieve en las llanuras de morrenas se
encuentran frecuentemente los kanes, es decir, colinas de forma irregular con
una superficie accidentada; según los especialistas, su origen es diverso. Los
kanes clásicos son el resultado de la manifestación en la superficie de los
depósitos de los lagos que se hallaban en el glaciar o en las cavernas dentro
de él. Existe también otro modo de formarse los kames: durante el derreti-
miento irregular del extremo del glaciar inmóvil v entre el hielo que aún no se
había detenido surgieron grandes espacios deshelados ocupados por el agua
(los lagos intraglaciares). En ellos se sedimentaron los depósitos v se le
incorporaron pedazos de hielo; cuando el glaciar se detuvo por completo en
su lugar quedaron las colinas con una superficie accidentada, debido al
derretimiento de los pedazos de hielo.
Los Asar (las selkas de Carelia y de Finlandia), es decir, las cadenas
montañosas largas v estrechas parecidas a los terraplenes constituyen una
interesante forma de acumulación del relieve glacial. La longitud de ellos es
de decenas de kilómetros (30-40 km), el ancho de decenas de metros (muy
raras veces de centenares) y el alto es diferente, de 5 a 80 m. Por lo general,
las pendientes son simétricas y escarpadas (hasta 40").
Los Asar se extienden independientemente del relieve actual de la
localidad, interceptando con frecuencia los valles de los ríos, los lagos y las
líneas divisorias. En ocasiones se ramifican originando los sistemas de
cadenas de poca altura que pueden dividirse en algunas colinas. Están
formados por los depósitos estratificados diagonales y muy raras veces por
los estratificados horizontales: la arena, la grava y guijarros (Fig. 1.33).
La formación de los Asar se explica por el derretimiento del material que se
ha acumulado en las fisuras del glaciar o en los cauces de las corrientes de
agua deshelada de él y en su interior. Es posible que se originen al crecer los
conos del derrubio de las corrientes que emanan por debajo del glaciar que
retrocede. 1.a agrupación de ellos da lugar a los campos de asar.
Los drumiins constituyen una forma especial del relieve relacionada con la
actividad del glaciar. Son colinas con una longitud de 400 a 2 500 m, un
ancho entre 150-400 m y una altura hasta 45 m que tienen una forma
aerodinámica y se encuentran extendidas en dirección al movimiento del
glaciar. Los grupos de drumlins originan los campos de drumiins. Con
frecuencia ellos se encuentran en las depresiones llanas delante de las
elevaciones del relieve preglaciar. Están formados en su superficie por la
morrena que cubre el núcleo de los depósitos originarios, de la morrena de
las glaciaciones anteriores o de los depósitos de las aguas glaciales
desheladas. Su origen no está claro aún. Se supone que la morrena que fue
aprisionada por el hielo en el fondo del glaciar se quedó en las alturas del
lecho glacial, aumentando sus dimensiones, y suavizándola. Es posible que
los drumiins se hayan for mado como resultado de que las grietas pequeñas
que aparecen perpendicularmente; a la dirección del movimiento del glaciar,
ante los obstáculos, se hayan llenado de depósitos acuosos y glaciales. Al
derretirse el glaciar los depósitos se proyectan hacia la superficie y se cubren
por la morrena. En la L RSS en el territorio de Es tonia, en la península de
Kola, en los EE.UU. y en Irlanda hay drumiins.
Las corrientes subglaciales traen mucho material de arena y arcilla que se
deposita en el extremo exterior del glaciar. En la llanura la superficie puede
estar inclinada hacia él, y entonces las aguas desheladas fluyen a lo largo de
su extremo, formando quebradas anchas poco profundas (hasta de 25 km);
las cuales llamadas valles del escurrimiento de las aguas de deshielo, se
llenan de depósitos fluvioglaciales. Ellas intersecan los valles de los ríos
proglaciales v sus líneas divisorias de agua. Los ríos actuales, al utilizarlos,
fluyen en valles desproporcionadamente grandes.
Cuando una gran corriente sale del glaciar depositando en forma gradual
el material traído, surgen los conos de deyección, los cuales al unirse y
cubrirse parcialmente linos a los otros, forman las extensas llanuras arenosas
denominadas sanders'. En la arena depositada en la llanura pueden haber
inserciones de bloques de hielo que se derriten gradualmente. Por es o las
llanuras de sanders están cubiertas con frecuencia por pequeñas depresiones
(zülle)1. Estas llanuras se observan bien a lo largo del límite de la glaciación
del período Cuaternario en Europa (la costa del Mar del Norte, la URSS) y en
América del Norte. En los valles de los ríos se forman las fajas estrechas de
depósitos arenosos, es decir, los sanders de valle (Fig. 1.34).

Los procesos actuales glaciales y los niveles de formación del relieve pueden
observarse más arriba de la línea de las nieves en las montañas y en las
latitudes altas. Las formas más típicas del relieve montañoso nival son los
circos y los horn; los cuales condicionan las cimas agudas en forma de picos
y las pendientes escarpadas corroídas. Aquí se originan los glaciares y al
descender más abajo de la línea de las nieves se quedan allí las series de
cadenas de morrena terminales. En los valles de los ríos que salen de los
glaciares están las terrazas laterales y los sanders de valles formados por la
morrena.
En el pasado muchas regiones de llanuras continentales experimentaron
de un modo reiterado la glaciación. En la época de la máxima glaciación
pleistocénica los glaciares cubrieron más del 30 Z de la tierra emergida. Los
principales centros de esta glaciación son: la península Es candinava, Nueva
Zembla, los Urales del norte y Taimir; en América del Norte; las Cordilleras, el
Labrador y el territorio que abarca desde la Bahía de Hudson hacia el norte.
En el relieve se ponen de manifiesto de un modo evidente las huellas de la
últim a glaciación que concluyó aproximadamente 10 mil años atrás la de
Valdai en la llanura de Europa oriental, la de Würn en los Alpes y la de
Wisconsin en América de! Norte (Fig. 1.35).
En las regiones que han sufrido la glaciación se observa una regularidad
determinada en la distribución de los complejos morfológicos. En la parte
central de la región sometida a la glaciación (los escudos del Báltico y de
Canadá), donde el glaciar surgió primero y se conservó por más tiempo, y
además tuvo mayor potencia y velocidad, se formó un relieve glacial
erosionado. El glaciar arrastró los depósitos friables preglaciales y ejerció
sobre las rocas originarias (cristalinas) una influencia destructora, cuyo grado
dependió de la naturaleza de las rocas, del relieve preglacial y del espesor del
glaciar. La cobertura de la morrena poco potente que yacía en la superficie, al
retroceder el glaciar, no borró las particularidades de su relieve, sino que solo
las suavizó. El espesor de la morrena en las depresiones llega a ser de 150-
200 m, mientras que en las partes contiguas que presentan salientes de rocas
originarias no existen (Fig. 1.36).En la parte periférica de la región de la
glaciación el glaciar existió durante un tiempo menos prolongado, tuvo un
espesor menor y un movimiento lento; esto ultimo se explica por la reducción
de la presión al alejarse del centro de alimentación del glaciar por la
sobrecarga con material detrítico. En la parte periférica de la región de la
glaciación el glaciar descargó el material detrítico, y en ese lugar surgieron las
formas acumulativas del relieve.
Fuera de los límites del glaciar, limitando directamente con él se encuentra
una región cuyas particularidades del relieve están relacionadas con la
actividad erosiva y acumulativa de las aguas de fusión de los hielos de los
glaciares. Sobre la formación del relieve de dicha zona, estuvo presente
también la acción refrigerante del glaciar.
Como resultado de las múltiples glaciaciones y la propagación desigual de
la capa de hielo en los diferentes períodos glaciales, y de los
desplazamientos del extremo del glaciar, las formas del relieve de diferente
origen resultaron superpuestas unas sobre las otras y fueron fuertemente
alteradas.
El relieve glacial de la superficie libre de hielo se sometió a la acción de
otros factores exógenos. Mientras más antigua fue la glaciación, tanto más
intensamente cambiaron el relieve los procesos de erosión y denudación. En
el límite sur de la máxima glaciación no hay rasgos morfológicos del relieve
glacial o se conservan muy poco. Testigo de la glaciación son los cantos
rodados, y los restos de depósitos glaciales muy alterados que se
conservaron en algunos lugares.
El relieve de estas regiones es el típico de erosión. La red fluvial está bien
formada, los ríos fluyen en los anchos valles y tienen un perfil longitudinal
elaborado.
Hacia el norte del límite de la última glaciación el relieve glacial conservó
sus particularidades; lo caracterizan las regiones de colinas v las depresiones
cerradas ocupadas con frecuencia por los lagos. Estos se llenan con bastante
rapidez de depósitos detríticos que son traídos parcialmente por los ríos. La
formación de la red fluvial como consecuencia de los lagos intercomunicados
por el río es típica de las regiones de llanuras que sufrieron la glaciación. Allí
donde el glaciar permaneció durante un tiempo más prolongado, el relieve
está relativamente poco cambiado. Es característico la red fluvial en
desarrollo, los perfiles longitudinales poco trabajados de los valles fluviales,
así c omo los lagos sin desagüe.

Relieve de congelación
En la formación del relieve de congelación desempeña un papel principal el
cambio del régimen térmico del suelo. Los suelos que llevan muchos años
helados son impermeables y retienen el agua que se infiltra desde la
superficie, lo cual conduce a la sobresaturación de humedad de la capa activa
y provoca el surgimiento de vastas zonas pantanosas.
Si existe una capa de subsuelo congelado las aguas de fusión y de lluvia,
al impregnar las capas sobreyacente a ella, provocan su aumento de peso y
el deslizamiento lento incluso por las pendientes más suaves (3-5"). En este
proceso, probablemente, desempeña un papel no solo el escurrimiento del
suelo sobrehumedecido, sino también el cambio de su volumen a causa de
una congelación y un deshielo reiterado en las estaciones de transición
(primavera y otoño).
El proceso de deslizamiento lento por la pendiente de los terrenos
fuertemente sobrehumedecidos y del suelo de consistencia friable se
denomina solifluxión, y las formas que se originan en este caso, relieve de
solifluxión. Ellas son los terraplenes, las lenguas, las cadenas de poca altura,
y las terrazas de solifluxión (de acumulación). En las regiones de desarrollo
de congelación perpetua la solifluxión, que es el proceso fundamental de
denudación, desempeña un papel muy importante en la formación del relieve.
En el clima templado, en primavera, el deslizamiento por las pendientes se
origina porque las capas superiores del suelo ya se han descongelado y están
sobresaturadas de agua, mientras que a mayor profundidad se encuentra la
congelación estacional (Fig. 1.37) El origen de muchas formas del relieve
congelado está relacionado con el derretimiento de los hielos subterráneos; el
cual tiene una génesis diferente: los residuos enterrados (fragmentos) del
glaciar, los lagos enterrados que se han congelado y los pantanos fangosos,
las aguas subterráneas que se han congelado y el agua que se ha congelado
en las grietas. Todos los hielos.

Los procesos de solifluxión pueden desarrollarse también en los lugares en


que no hay congelación, es decir, en las pendientes formadas por rocas
permeables cubiertas de una capa pequeña de corteza de intemperismo.
los, a excepción de los de las grietas, surgen después de la formación de las
rocas a las cuales ellos se adhieren. Los hielos de grietas aparecen de un
modo simultáneo con la acumulación de las precipitaciones en las llanuras
aluviales bajas.
El derretimiento de los hielos enterrados puede ser provocado por los
cambios del clima, por la alteración de las condiciones naturales: la tala del
bosque, la labranza, la creación de depósitos de agua, etc. Con esto puede
estar relacionado el derretimiento desigual de los suelos perpetuamente
congelados. Entre las formas termocársicas del relieve: los embudos y las
hondonadas con un diámetro de hasta varios metros, las quebradas con un
diámetro de varios centenares de metros y una profundidad de varios metros,
y las depresiones del descenso con un área de varios kilómetros cuadrados.
Los hundimientos que se han originado se llenan muy a menudo de agua,
transformándose en lagos termocársicos (de hondonada). La formación de los
lagos que acumulan calor durante el verano contribuye a que se sigan
derritiendo los hielos subterráneos.
Las grandes depresiones llanas (con un diámetro de varios kilómetros) que
se originan debido al derretimiento de los hielos enterrados, en Yakutia se
denominan alases; la superficie llana de ellos en verano está cubierta de una
vegetación de prado y a veces se encuentran pequeños lagos.
Como resultado del derretimiento de las intrusiones de hielo o del
derretimiento poco profundo de los potentes filones de hielos que dividen
aparentemente el suelo en bloques, se forman las colinas poco estables de
tierra con una altura de 0,5 a 1,5 m, es decir, los baidzharajes (Fig. 1.38). Al
derretirse en la profundidad los filones de hielos, el suelo se ensancha rá-
pidamente y no pueden formarse las colinas'(fig. 1.39).
Para regiones de desarrollo de la congelación perpetua son propias las
formas del relieve originadas por el levantamiento (dilatación), es decir, por la
deformación de la superficie bajo la acción del agua subterránea comprimida
al ocurrir el helamiento estacional de la capa activa. Si el agua no encuentra
la salida, en algunas partes ella levanta la capa que la comprime y se forman
los montículos; si el agua se escapa v sale a la superficie se originan las
cortezas heladas. A veces el agua se congela debajo del montículo y en él
aparece un núcleo que puede crecer. En el verano ellos pueden derretirse v
los montículos se destruyen.
La dilatación que acompaña la congelación de las turberas explica el origen
de micro y mesoformas del relieve tales como los montículos de turba que se
encuentran dispuestos en grupos en medio de las llanuras pantanosas de
Siberia Occidental y del norte de la parte europea de la URSS. Al tener una
altura máxima de 7 y raras veces de 10 m, estos montículos presentan
generalmente una forma redondeada o alargada, pendientes escarpadas y la
cima achatada. El montículo contiene un núcleo helado de turba o de suelo
mineral que se mantiene también en la época calurosa del año a causa de la
mala conductibilidad térmica de la turba que continúa creciendo después de
haberse formado el núcleo.
Es probable que la dilatación no sea la única causa de la formación de los
montículos de turba. Algunos investigadores suponen que pueden ser los
testigos de un macizo de congelación único, desmembrados por las grietas
resistentes al frío, en las cuales la turba se deposita poco a poco y las partes
existentes entre ellas se mantienen en forma de montículos. Esta hipótesis
permite explicar porque los montículos de un grupo tienen una altura
aproximadamente igual. Existen otras hipótesis de! surgimiento de los
montículos de turba que son muy diversos, sobre todo en las regiones con
diferentes condiciones naturales.
El proceso de dilatación al congelarse las rocas friables saturadas de
humedad explica el surgimiento de las pequeñas colinas que recuerdan los
sepulcros, por eso son denominadas montículos- pulcros. En algunos lugares
forman acumulaciones, pantanos intramonticulares.
En las regiones de desarrollo de congelación perpetua al final del invierno
pueden verse pequeños volcancillos (con una altura de 2 m) y volcanes de
barro helados, ellos se forman porque en este tiempo las capas de
congelación estacional y perpetua se unen, y el barro que no se ha congelado
se abre paso en la superficie. Los volcanes congelados de barro están
formados de lodo reseco, y el cráter está lleno de agua o lodo fluido.
Los montículos de hinchamiento perpetuo se denominan hidrolacolitos
{bolgunniaji en Yakutia y pingo en América del Norte) tienen un núcleo, es
decir, un cuerpo de hielo con aspecto de cúpula que yace a cierta profundidad
recubierto por una capa de suelo (0,5-1,0. m). Por su aspecto exterior es una
colina con una cima achatada y pendientes asimétricas, además tiene una
altura de hasta 50 m (muy a menudo de S-20 m) y un ancho de hasta 200 m.
Los hidrolacolitos pueden considerarse como capas de hielo subterráneas; en
el núcleo del lacolito puede mantenerse el agua. Si el núcleo aumenta el
hidrolacolito crece y a veces su techo se rompe. En la URSS son notables los
de Siberia oriental, del Taimir, de Transbaikalia, de Siberia occidental, de los
Urales septentrionales, y de la parte septentrional europea (fig. 1,40).
Las capas de hielo subterráneas surgen por la congelación temporal de la capa
activa; cuando esta comienza a congelarse desde la superficie, incluso sin haber
logrado congelarse en su parte inferior, el agua se encuentra bajo una presión
considerable. La parte superior ya congelada de esta capa activa se flexiona en
algunos lugares, se rompe y el agua al expandirse por la superficie forma la capa de
hielo (denominada en Yakutia tarins) En particular, estas se localizan con frecuencia
en los valles de los ríos Esto está relacionado con el hecho de que al congelarse
fuertemente el río, el agua se encuentra bajo una presión y, al romper el hielo, se
expande en su superficie donde se congela. El agua fluvial que se infiltra en el
aluvión provocar ÍA presión de las aguas subterráneas y su expansión en el plano de
inundación. En los valles, por lo general, las capas de hielo aparecen anualmente
en la misma parte, provoc ando el ensanchamiento del valle y la destrucción de las
terrazas que se hallan situadas sobre el plano de inundación. Las capas de hielo
alimentadas por las aguas subterráneas pueden surgir también fuera de los valles;
las más grandes están relacionadas con el afloramiento a la super ficie de las aguas
ligeramente heladas en las zonas de las fracturas tectónicas, por eso están
asociadas a determinados lugares. Hay muchas capas de hielo de este tipo en los
cursos de los ríos Y ana, Colina e Indiguirka. Entre ellas la más grande que se
conoce es la Momskava (Llajan-tarin) que tiene un área aproximadamente de 100
km" y se encuentra en el valle del río Moma.
Las diversas formas del microrrelieve conocidas bajo el nombre de suelos
estructurales constituyen una particularidad de las regiones de congelación
perpetua. Su formación está condicionada por la selección del material detrítico al
variar los procesos de congelación y derretimiento del suelo, el cual está
acompañado de un resquebrajamiento y un desplazamiento de los fragmentos.
Al congelarse el suelo saturado de agua su volumen aumenta casi hasta un 502; en
este caso el material detrítico se expulsa hacia arriba v hacia los lados. El suelo que
se ha descongelado y que está compuesto en cierto grado de partículas de polvo,
adquiere las propiedades de la arena movediza y "contornea" los fragmentos que se
quedan en un nuevo lugar. Al alternarse de un modo reiterado los proceso de
congelación y fusión del suelo surgen los anillos de piedra, los polígonos, las
franjas, etc. La diversidad de las formas de relieve poligonal depende del grado de
saturación del suelo con el agua, de la naturaleza del suelo, de la inclinación de la
superficie, así como de la intensidad de los procesos de congelación y
derretimiento.
La particularidad del relieve de las regiones que presentan congelación perpetua se
determina no solo por la formación de formas peculiares de congelación del relieve;
esta aparece en las formas del relieve originadas también por otros procesos. Al
poseer una resistencia mecánica mayor que los suelos deshelados, las capas
congeladas detienen la erosión profunda v contribuyen al ensanchamiento de los
valles fluviales. Con frecuencia los ríos tienen márgenes escarpadas abruptas. Los
deshielos continuados y potentes de los ríos contribuyen a la destrucción de las
márgenes y a la for mación de anchos valles negadizos. Por lo general, los
barrancos en las regiones de congelación perpetua son cortos, anchos v
ramificados; ellos están fijados principalmente a las pendientes de sotavento. La
mayoría de los barrancos y de los valles fluviales tienen un perfil transversal
asimétrico, ya que en las pendientes de exposición sur tiene lugar de un modo más
intensivo el derretimiento v es más prolongado el período en cuyo transcurso ellos
pueden derrubiarse. 1-a asimetría de los valles provoca la de las líneas divisorias de
las aguas.

Relieve. eólico

Los procesos de formación del relieve cólico' están relacionados con la actividad
del viento. El aire en movimiento casi por doquier, en uno u otro grado, puede
ejercer su influencia sobre la superficie; pero el surgimiento de un relieve cólico
particular requiere de una combinación determinada de las condiciones naturales.
Para ello resulta favorable el clima con una pequeña cantidad de precipitaciones y
una gran evaporación, con períodos prolongados secos, oscilaciones bruscas de
las temperaturas diarias y con vientos fuertes estables. No es menos importante la
presencia de depósitos trasladados con facilidad por el viento y la ausencia o el
poco desarrollo de la capa de vegetación. Las regiones desérticas y semidesérticas
son lasque mejor responden a estas condiciones.
La actividad formadora del relieve que lleva a cabo el viento, la cual se forma a
partir de los procesos interrelacionados de destrucción, traslado y depósito de los
sedimentos en los desiertos con una superficie diferente (piedra, arcilla, arena) es
desigual. El viento sopla y hace flotar las pequeñas partículas (deflación) ,
esculpiendo con su ayuda los testigos v los salientes de las rocas madres
(corrosión ). Al proceso de deflación contribuye el in-temperismo que prepara la
superficie, y al mismo tiempo ella crea las condiciones para que el intemperismo
continúe su acción. Los lugares de acumulación del material detrítico el viento los
selecciona, soplando las partículas pequeñas v dejando las más pesadas. Este
proceso contribuye a la for mación de las partes de los desiertos pedregosos. Como
resultado de la deflación se originan los nichos y las depresiones de deflación, que
a veces penetran profundamente en las paredes escarpadas. La deflación y la
corrosión dan a los peñascos formas diversas, con frecuencia caprichosas; de co-
lumnas, torres, hongos gigantes, figuras que recuerdan a las personas y a los
animales. En la creación de ellas desempeña un papel principal la resistencia
desigual de las rocas a la destrucción; en particular, ellas son propias de los
desiertos pedregosos 4.

1-Alolos (del griego) - sentir de los vientos.

2-Deflatio (del latín) - soplando, dispersión.

3-Corrado (del latín) - raspado.

4- En África septentrional los desiertos de piedras se denominan bamada.


En las rocas sedimentarias de alpinos desiertos arcillosos del Asia central y de
África septentrional, la acción destructora de la ar ena transportada por el viento
provoca la formación de cadenas montañosas de poca altura paralelas unas a. las
otras, las cuales se elevan con escarpaduras sobre los surcos que las dividen, que
tienen un ancho de hasta 1 m. Ellas se denominan Jardangs. La superficie de los
desiertos arcillosos está cubierta de pequeñas partículas depositadas por las
corrientes temporales en las llanuras situadas al pie de un macizo montañoso, y en
las depresiones del relieve. Al secarse las partículas forman una corteza densa
cubierta en algunos lugares por las afloraciones de sales, las que llenan
frecuentemente las grietas producidas cuando esta se seca. Las depresiones
planas de diferentes forma y dimensiones (desde varios metros cuadrados hasta
varios kilómetros cuadrados) con una superficie arcillosa que se ha cuarteado en
polígonos son conocidas con el nombre de takirs2 (fig. 1.41).

Fu. 1-41 Corte de los Jardanes, según Sven Guedin

Los desiertos de arena, tipo más extendido de los desiertos de llanuras, son muy
apropiados para la formación del relieve cólico. Las arenas que los cubren tienen
diferente origen; ellas pueden ser los depósitos de los mares y de los lagos, el
aluvión antiguo (por ejemplo, las arenas del desierto de Kara-kum en Turkmenia),
los productos de la destrucción de las rocas originarias (las arenas de la parte
central del desierto de Alashan).
La capacidad del viento para trasladar la arena depende de su velocidad y de las
dimensiones de los granos de arena.
Durante el transcurso de 10 min., el viento es capaz de trasladar un volumen
medio de arena: con una velocidad de 4-5 m/s, 105 cm 3 con 9-10 m/s, 879 cm 3 y
con 14-15 m/s, 2 805 cm 3
En el relieve cólico de los desiertos arenosos se destacan las formas de arenas
móviles (dunas) y las de arenas semisueltas.

1-Jardang (del turco) - montículo escarpado, cadena montañosa de poca altura


abrupta.

2-Tatir (del turco) -llano, liso. Ia capacidad de la superficie impermeable,


generalmente algo cóncava del takir para retener las aguas primaverales y el agua
de lluvias poco frecuente es utilizada por la población para crear pozos especiales.
Las formas de acumulación del relieve tales como las dunas son las más típicas
para el relieve de arenas semisueltas. Estas son bancos arenosos asimétricos en
forma de hoz, situados perpendicularmente a la dirección dominante del viento con
extremos agudos hacia delante (cuernos). Las pendientes de barlovento son suaves
(5-10o ) y las de sotavento, abruptas (30-35o). La altura oscila de 0,5 a 15 m, en
algunos lugares (por ejemplo, en el desierto de Libia) se forman también dunas
continentales más altas (hasta de 40 m). Los diámetros de estas dunas pueden
llegar a ser de 40 a 70 m, y a veces de 140 m y más.
La formación comienza con la aparición en una superficie plana de una
acumulación pequeña de arena (con una altura de varias decenas de centrí-
metros). En el lado de sotavento de este tipo de acumulación se origina un torbellino
de aire que refluye, el cual crea un pequeño semiembudo y se for ma el germen de
una duna continental. Ella crece gradualmente v adquiere la forma de una duna
continental verdadera. Al ir aumentando las dimensiones se va desplazando al
mismo tiempo en la dirección de los vientos predominantes con una velocidad de
decenas de centímetros a centenares de metros al año. En este caso, la forma de
hoz de la duna se mantiene (fig. 1.42)

Fig. 1.42 Formación de un barján continental


Las dunas continentales aisladas se encuentran relativamente poco. En los
desiertos del Asia central ocupan un 10% del área en general.
La condición favorable para la formación de las dunas aisladas se da cuando hay
una pequeña cantidad de arena en la superficie horizontal o algo inclinada. Por eso
se forman frecuentemente en la extremidad de los macizos de arenas semisueltas.
Si la formación de las dunas tiene lugar en la superficie de una capa arenosa
continua, al cambiar los vientos desde dos direcciones opuestas surgen las cadenas
de dunas. Ellas se sitúan perpendicularmente a la dirección de los vientos
predominantes y tienen la forma de ondas arenosas asimétricas. La altura de estas
en los desiertos del Asia central alcanza los 100 m v en los del Asia media, 60-70
m, la longitud varía desde varios centenares de metros a 10-12 km. La distancia
entre las crestas de las cadenas vecinas es de 1 500-3 500 m. Sobre la formación y
dirección de las cadenas de dunas influye el relieve: surgen frecuentemente, allí,
donde el viento choca contra los obstáculos, contra las alturas de las cadenas
montañosas y retrocede. La cordillera con una altura de 2-3 km influye sobre la
dirección de los bancos de arena en una distancia de hasta 100 km.
En el caso en que los vientos de direcciones opuestas cambien uno con respecto a
otros y tengan igual fuerza, las cadenas de dunas se desplazan, pero son menos
móviles que las dunas aisladas. Las arenas de las dunas, al desplazarse, a veces
cubren las construcciones, los campos y los jardines.
Las cadenas de dunas longitudinales están extendidas en el sentido del viento
dominante y se encuentran en aquellos lugares en que los vientos casi no cambian
de dirección, por ejemplo, en los desiertos de las zonas de los vientos alisios. Hilas
se forman a partir de dunas aisladas que se van extendiendo gradualmente debido
al alargamiento de un cuerno, y luego se unen entre sí (fig. 1.43).
El relieve de las arenas semisueltas es típico de los desiertos que se encuentran
fuera del trópico. Las arenas móviles tienen una capa alargada de vegetación que
dificulta la deflación de la arena; por eso su relieve bajo la influencia del viento varía
de un modo relativamente lento. Predominan las cordilleras extendidas a gran
distancia en la dirección de los vientos dominantes (o en la dirección de su
resultante). Estas cadenas tienen forma asimétrica con un declive de las pendientes
igual o menor 20o . Su altura es muy diferente y oscila de 1-3 m a centenares de
metros. El ancho de las depresiones que se encuentran entre las cadenas varía de
185 a 2 500 m. Las cadenas arenosas alcanzan grandes dimensiones en el Sahara.
Las cadenas arenosas longitudinales surgen como resultado de los procesos
simultáneos de ondulación de la arena y de su deposito. Las corrientes de aire en el
flujo del viento se mueven en forma espiral; lo cual está relacionado principalmente
con el calentamiento desigual de las pendientes de las cadenas. E! aire se despla2a
hacia el lado de la pendiente calentada sobre la cual se origina un movimiento
ascendente y en este caso él traslada las partículas de arena desde las zonas que
se encuentran entre la cadena hasta la pendiente de esta. Cuando el aire se eleva
sobre ella, los granos de arena caen sobre su superficie debido a que las
pendientes se calientan a diferentes horas, la dirección del movimiento del aire varía
y la arena es trasladada des de las zonas que se encuentran entre la cadena hacia
una u otra pendiente (ñg, 1.44).

————^ Dirección de los rayos solares

Las cadenas celulares de arenas se diferencian de las de dunas longitudinales


en que, además presentan cadenas transversales bajas, llamadas diques, las
cuales dividen el espacio que se encuentra entre ellas en vanas depresiones
cerradas. Los diques han sido originados por los vientos secundarios, menos
fuertes, que soplan durante un breve tiempo y en diferente sentido que los vientos
principales. Los vientos de diferentes direcciones, iguales en cuanto a la fuerza,
forman cadenas semejantes, en cuanto a dimensiones; y en su intersección surgen
depresiones con un diámetro de varias decenas a dos centenares de metros. Este
tipo de relieve se denomina alveoliforme (celular).

Las arenas con montículos constituyen una acumulación de colinas arenosas de


forma irregular con vegetación de maleza, las cuales alcanzan una altura de 5 m.
Su origen se debe a la fijación de las arenas movedizas mediante la vegetación de
desierto, que es capaz de germinar con rapidez entre las arenas que la cubren y
afianzarlas con las raíces adventicias. La forma irregular de las colinas se explica
por la ausencia de un predominio en la dirección de un viento.
Al acumularse lentamente la arena alrededor de los diferentes arbustos o de los
pequeños grupos de plantas (el tamarisco, el jarmuik, el junco), se originan los
cúmulos de arena. Las dimensiones de los montículos están determinadas por los
límites de la altura de las plantas que han sido cubiertas por la arena. Los
montículos de tamarisco alcanzan una altura de 4 6 m y los de jarmuik, 2 m. Si la
planta muere la arena comienza a ondularse gradualmente.
Las formas más típicas del relieve cólico de los desiertos arenosos están
relacionadas con numerosas formas transicionales. La extensión de este relieve se
puede juzgar por las dimensiones del área ocupada por los desiertos arenosos.
Solo en África esta área es aproximadamente de 1 000 000 km 2. Enormes macizos
arenosos están ubicados en los desiertos de Asia: Kara-Kum, Kizil-Kum, Muyun-
Kum, las arenas de Pribaljash, Sari-Ishikotray, TakIa- Makan y otros. Grandes
espacios ocupan los desiertos arenosos en Irán, India y en la península Arábiga.
Son enormes los desiertos arenosos en Australia v en América del Sur.
Las formas cólicas del relieve arenoso pueden encontrarse no solo en los desiertos
sino también; en las costas y orillas arenosas de mares y lagos, y en los valles de
los grandes ríos; en las llanuras de sanders se hallan frecuentemente colinas
arenosas, las dunas. En ocasiones las dunas de sanders se asemejan un poco a las
de desierto (barjanes), que tienen sus extremos dirigidos al encuentro del viento.
Esta particularidad de la duna se explica por el hecho de que sus extremos se
cubren con rapidez y se mantienen en el lugar, mientras que en la parte media más
alta la arena es trasladada por el viento.
Dentro de las formas cólicas del relieve se deben incluir las formas originadas por el
viento en la superficie nevada. Aquí surgen formas de deflación tales como las
comizas, los bancos de nieve acumulada por el viento, y formas de acumulación
como las dunas de nieve, las cadenas de dunas móviles, los montículos, y las
barreras de nieve. Las formas cólicas del relieve de nieve pueden observarse no
solo en los lugares en que la capa se mantiene todo el año, sino también en las
regiones en que ella se presenta en su temporada. Este relieve se pone de
manifiesto muy bien en las llanuras.

Relieve litoral

El litoral (la zona litoral) es la región de interacción actual del agua y


de la tierra emergida, de la cual como resultado no solo se forma un relieve
peculiar, sino también todo el complejo natural existente dentro de sus límites se
distingue por su peculiaridad.
El litoral comprende dos partes: la superficial y la sumergida. La super ficial se
denomina costa y la sumergida, pendiente costera sumergida. El límite entre ellas,
es decir la línea costera varía, se traslada continuamente y puede caracterizar solo
cierta posición media del límite del agua y de la tierra emergida.
La franja costera es la parte del litoral que comprende el espacio a am bos lados
de la línea costera y dentro de sus límites se hallan las formas cos teras antiguas del
relieve, que constituyen pruebas de la interacción del agua y de la tierra emergida
en el pasado, al tener una posición diferente a la ac tual línea costera.
» Si la pendiente costera sumergida es escarpada, es decir, si las profundidades en
la orilla aum entan rápidamente, se denomina litoral profundo a diferencia del litoral
bajo que tiene una pendiente sumergida muy suave. » En la formación del relieve
litoral toman parte los procesos cinéticos ondulatorios (la energía de las olas) y no
ondulatorios (las mareas, las corrientes, los fenómenos de descenso del nivel del
agua por la acción del viento, la influencia de los ríos, los procesos de pendientes y
la actividad de los organismos); cierta importancia tienen la acción química del agua
en la roca. Pero el papel principal corresponde a los procesos cinéticos ondula-
torios.
Al actuar sobre el litoral las olas realizan un enorme trabajo destructivo que va
acompañado del traslado y la acumulación de los productos de la destrucción. En la
destrucción del litoral participan el choque hidráulico de las olas y el de los
fragmentos de las rocas atrapadas por ellas. La actividad destructora de las olas se
denomina abrasión, Esta y la acumulación son dos partes de un solo proceso
formador del litoral.
La abrasión se pone de manifiesto intensamente, sobre todo, en el litoral con
aguas bastante profundas. El proceso de formación de las costas de abrasión
comienza a partir de la aparición de oquedades en la base de la pendiente del
litoral. Las olas van aumentando gradualmente la oquedad y la transforman en un
nicho de oleaje. Las rocas que se encuentran sobre el nicho se desploman y surge
un acantilado litoral, el cliff. Al continuar profundizándose el nicho de oleaje, las olas
provocan el retroceso del acantilado hacia la tierra emergida y originan una
superficie nivelada, la terraza de abrasión submarina (fig. 1.45).
Entre el cliff la terraza de abrasión se forma una faja estrecha cubierta de
material detrítico que se inunda durante la pleamar y las tempestades, es decir, la
playa; la cual es la forma litoral más simple del relieve de acumulación que se forma
bajo la acción de las corrientes de flujo y reflujo. Lina parte del material fragmentado
se lleva fuera de los límites de la terraza de abrasión y, al depositarse en la
pendiente submarina origina una continuación de la terraza de abrasión, es decir, la
terraza acumulativa submarina.

Mientras más retrocede el cliff, más ancha es la terraza de abrasión, v mayor es


la energía que pierden las olas para vencer la fricción, trasladar el material y
transformarlo. Poco a poco se va formando un tipo de perfil litoral sobre el cual la
ola no ejerce una acción destructora notable. Al pie del acantilado se origina una
ancha playa, aumenta la terraza de acumulación y "desaparece" el risco litoral.
La velocidad del retroceso del acantilado costero bajo la acción de las olas
depende del carácter de las rocas que lo forman y de la energía de las olas.
Algunas partes de la costa retroceden a una velocidad de 1,5-3,0 m al año. En el
litoral de Francia, en algunos años la costa retrocede 15 e incluso 35 m.
De ser invariable el nivel del océano la terraza de abrasión no puede for marse a
una profundidad mayor que aquella a la que penetra el oleaje, es decir, a más de
200 m de profundidad. Las oscilaciones del nivel del Océano conducen a que el
ancho de la terraza de abrasión en algunos lugares llegue a ser de varias decenas
de metros y en otros, de muchas decenas de kiló metros.
I.os litorales bajos se desarrollan bajo la influencia de las olas, de una manera
diferente a las profundas (fig. 1.46). De ser invariable el nivel, en es te tipo de litoral,
predominan los procesos de acumulación.
Las olas arrastran los depósitos en estado de suspensión y los hacen rodar por
el fondo. El movimiento ondulatorio que se extiende hasta el fondo, e! agua, y junto
con ella también los depósitos, se mueven de una orilla a la otra. Este movimiento
está relacionado con el hecho de que las órbitas circulares de oscilación de las
partículas del agua en el fondo adquieren una forma elipsoidal, se aplanan. A una
profundidad relativamente grande la dis tancia recorrida por las partículas de agua
que se dirigen a la costa y regresan es igual. Debido a que la fuerza de la corriente
de fondo en la profundidad no es grande, el agua traslada solo los granos de arena
pequeños, dejando en el lugar los más grandes. La fuerza de gravedad frena el
movimiento de los granos de arena hacia el litoral y acelera su movimiento desde
este obligándolos a descender hacia una profundidad mayor. Los granos de arena
van alcanzando gradualmente la profundidad en la cual el oleaje no ejerce influencia
sobre ellos. En las profundidades pequeñas el oleaje se manifiesta con más fuerza:
traslada no solo la arena, sino también el guijarro; el agua arrastra consigo la arena
y el guijarro por la pendiente hacia arriba y hacia el litoral. Pero como la corriente
contraria del agua es más lenta, los guijarros, a pesar de la acción complementaria
de la fuerza de gravedad, no regresan a su antiguo lugar, van siendo trasladados
poco a poco por las olas hacia el litoral. Mientras menor es la profundidad mayor es
la velocidad del movimiento del agua en el fondo y más grueso es el material que
participa en este movimiento.
Poco a poco a consecuencia del traslado del material en la parte más profunda
desde la costa y en la más baja hacia ella se formó un tipo de perfil en el cual los
depósitos casi no se trasladan hasta que el cambio de las condiciones no
provoquen la reanudación de los procesos. En el perfil formado tiene lugar solo una
reorganización insignificante relacionada con el cambio de los parámetros de las
olas.

Fig.1.46 Etapas del desarrollo de un litoral bajo, las flechas finas indican el
movimiento de avance y retroceso de las partículas de los sedimentos trasladado;
las fechas gruesas la trayectoria de las partículas

Por lo general, la ola se aproxima a la costa bajo cierto ángulo; en este caso, el
agua y el material trasladado por ella se mueven describiendo una curva suave (fig.
1.47). En el punto A en la playa hay guijarros grandes y pequeños, y arena. La ola
los atrapa y los traslada a diferente distancias. El guijarro mayor, que es más
pesado, se detiene en el punto E; el guijarro pequeño, en el punto F; y la arena
recorre junto con la ola la trayectoria hasta el punto D. Al refluir la ola atrapa a los
guijarros grandes y pequeños, y los traslada a los puntos B y C.

De este modo, el guijarro grande se traslada a lo largo del litoral a una distancia
de 1 m, el pequeño a 2 m y la arena a 3 m. Los depósitos se mueven a lo largo del
litoral, tanto en la playa de superficie como en la sumer gida. Ya que el ángulo bajo
el cual las olas llegan a la costa varía, los depósitos pueden desplazarse a la
derecha o la izquierda. Sin embargo, en este caso, por lo general, el movimiento en
una de las dos direcciones predomina y como resultado se forman las corrientes de
guijarro y de arena.
La anchura de las corrientes, de guijarro es de 30-40 m en la playa emer gida y
de 15-20 m en la sumergida. Las corrientes de arena son muchísimo más anchas;
la zona en la que la arenal entra en movimiento llega a ser de 2 km de ancho en las
costas bajas. La corriente más larga de guijarro en el litoral del Caúcaso recorrió
180 km (desde Tuapse hasta el cabo de Pit-sundsk). La construcción del puerto de
Sochi influyó en el movimiento de esta corriente. La corriente de arena en la costa
del Báltico va desde la lengua de tierra de Kursk hasta Riga y tiene una longitud de
casi 600 km. La potencia de esta corriente es de hasta un millón de metros cúbicos
de arena al año. La corriente arenosa más larga entre todas las conocidas "fluye" a
lo largo de la costa atlántica de los EE.UU. de norte a sur, a 3 000 km desde la
Península del Labrador a la península de la Florida. La corriente de sedimentos
puede detenerse, avanzar durante cieno tiempo en dirección contraria y continuar
moviéndose nuevamente en la dirección principal.
Las corrientes de sedimentos comienzan en las partes destruidas violentamente
en el litoral o en las desembocaduras de los ríos que arrastran sedimentos.
La capacidad de las olas para trasladar el material a lo largo del litoral es limitada y
está determinada en cada lugar por la fuerza promedio, la dirección y, la reiteración
de las marejadas al año. Mediante cálculos se ha demostrado que las olas que van
hacia la costa bajo un ángulo de 45' poseen una capacidad de arrastre máxima. Las
olas que se acercan bajo un ángulo recto no arrastran sedimentos a lo largo del
litoral, sino solo lo mueven en una dirección perpendicular a él. Las olas que se
acercan bajo un ángulo menor de 45" pierden la energía al llegar al litoral a causa
del alargamiento del frente de la ola. Como resultado, en los lugares donde este
presenta sinuosidades, se originan formas de acumulación del relieve (fig. 1.48).

En la parte AB (fig. 1.48 I) el ángulo formado entre la dirección de las olas y el


litoral (ö) se aproxima a los 45o y en la parte BC es menor de 45o (ö - TT ). Esto
significa que la velocidad de arrastre de los depósitos a lo largo del litoral en la
primera parte es mayor que en la segunda, y en el lugar donde la dirección del
litoral cambia de un modo brusco (en los cabos) tiene lugar la formación de una
franja de depósitos, llamada litoral (ö) Estos surgen primeramente bajo el agua v
luego, al ir creciendo poco a poco, aparecen sobre la superficie. Ellas tienen
pendientes asimétricas, y la pendiente suave está dirigida hacia el mar. Las
longitudes de las barras litorales llegan a ser de varias decenas de kilómetros, por
ejemplo la lengua de tierra de Astrakán tiene una longitud de 45 km y la de
Tendrovsk en el Mar Negro, 65 km. Las lenguas de tierra largas y estrechas se
denominan flechas.
Las lenguas de tierra pueden crecer por los dos lados del golfo, yendo al
encuentro una de la otra hasta unirse; y al crecer por un lado pueden llegar a la
orilla opuesta del golfo. Las que separan el golfo (laguna) del mar se denominan
cordones litorales (en el Báltico se llaman nerung).
En aquellos lugares en que el litoral hace una curva en dirección a la tierra firme
formando un golfo, la velocidad de arrastre de los depósitos también varía y, como
resultado, alrededor del litoral se sedimentan los depósitos rellenando el golfo (fig.
1.48, II).
En los litorales rectos, cerca de los cuales, en la trayectoria de las olas que van
hacia ellos, se encuentran islas, en "la sombra de las olas" se acumulan los
depósitos y se forman los tombólos, es decir, los diques que unen las islas con el
litoral
Traslado transversal, con respecto al litoral, de. Tos depósitos es la causa de la
formación de las crestas y surcos prelitorales sumergidos paralelos a la costa. Ya
que la fuerza destructora de la ola en la profundidad es igual al doble de la altura;
aquí, se debilita precisamente, y ocurre la acumulación de los depósitos. Las olas,
al destruir la cima de la cresta lo van trasladando poco a poco hacia el litoral.
Una forma de acumulación importante y muy extendida del relieve, es el banco de
arena, también llamada cres ta de playa, que constituye una barra de arena y grava
de composición calcárea que se extiende paralelamente a la dirección fundamental
del litoral, la cual separa las lagunas del mar. El banco puede llegar a ser de
centenares de kilómetros de longitud, de 20-30 km de ancho y de decenas de
metros de altura.
Su formación se explica por el traslado de los sedimentos desde el fondo a la
pendiente de la cresta (como resultado de la reducción de la fuerza que tienen las
olas en la zona poco profunda) y por su desplazamiento hacia el litoral. Al unirse al
litoral, la barra se nivela. Ia extensión de los litorales de banco que separan las
lagunas es aproximadamente el 132 de la extensión general de los litorales del
océano Pacífico.
Las formas acumulativas del relieve inicialmente hacen complejos los rasgos del
litoral y luego, a medida que van creciendo las lenguas de tierra, se va formando la
barra litoral, se llenan de sedimentos los golfos que nivelan el litoral. Este proceso
se desarrolla al mismo tiempo que la nivelación del perfil transversal del litoral.
Cuando cambian las condiciones, la acumulación puede sustituirse por la
destrucción de los litorales por las olas.
Los procesos de destrucción de los litorales por las olas v de acumulación de los
sedimentos, transcurren simultáneamente en diferentes sectores del mismo litoral y
pueden sustituirse uno al otro en un mismo sector. Los litorales que se exponen
especialmente a la destrucción se denominan de abrasión, los que se originan
principalmente como resultado de la acumulación de sedimentos se llaman litorales
de acumulación.
La correlación de los sectores de abrasión y de acumulación depende del grado
de desmembramiento de los litorales. En los litorales poco desmem brados los
sectores de abrasión y de acumulación tienen una gran extensión. En los litorales
muy desmembrados ellos se sustituyen uno a otro a poca distancia: los salientes del
litoral son sectores de abrasión y los golfos de acumulación. La influencia de las-
mareas sobre la formación del relieve litoral se manifiesta de un modo notable en
los lugares en que la altura de estas supera la del rompiente de las olas en las
tormentas. Los movimientos de flujo y reflujo del agua no originan formas abrasivas
especiales del relieve; ellos trasladan los sedimentos y como resultado en los
litorales bajos aparece una forma de acumulación, el secano; que es una franja
cubierta de depósitos traídos por las mareas. Una parte de tos sedimentos se queda
en el fondo si la velocidad del flujo es mayor que la del reflujo, o cuando el flujo
termina y el reflujo aún no ha comenzado. Esta franja puede ser limosa o arenosa.
En el reflujo el agua que corre por el secano la divide mediante pequeños canales
de escurrimiento. Poco a poco, como resultado de la acumulación de los
sedimentos el extremo superior deja de anegarse o se anega muy raras veces. En
este lugar aparece la vegetación y se forman los suelos. Las landas constituyen una
franja ubicada detrás del secano, la cual se inunda en muy pocas ocasiones. E)
ancho de la franja de ellas puede alcanzar varios kilómetros; su formación es el
resultado del desarrollo natural de los litorales bajos, bajo la acción de las mareas.
La elevación del litoral contribuye a este proceso, pero no lo determina (fig. 1.49).
Los movimientos de flujo y reflujo del agua hacen que las panículas de limo,
arena y guijarros se trasladen a lo largo de las costas formando las corrientes de
sedimentos. En aquellos casos en que la velocidad del reflujo es mayor que la
del flujo, el reflujo y la corriente del río, al unirse, crean las condiciones para
trasladar los sedimentos fuera de la desembocadura. Las desembocaduras no
protegidas por los depósitos litorales contra el derrubio retroceden; y la
desembocadura al ensancharse hacia el mar tom a una forma de embudo. Este
tipo de desembocaduras "abiertas" se denominan estuarios. Como ejemplo
pueden servir los estuarios de los ríos Elba, Mezena y Yang-tsé-kiang.
La participación de los ríos en la formación del litoral está relacionada con el
suministro de sedimentos a la franja costera. Las formas del relieve litoral
originadas con una gran participación de los ríos se denominan potamógenas.
Dentro de estas formas se incluyen los litorales de las llanuras aluviales y los
litorales deltaicos. Los primeros se forman en los lugares en que varios ríos
pequeños que desembocan unos cerca de los otros han acumulado sus
depósitos en la franja litoral; estos litorales son bajos y llanos. Los segundos
están formados por los deltas v también son bajos, pero con frecuencia están
muy diseccionados. El carácter de la disección depende de la ubicación de los
deltas y de sus formas. Los litorales con deltas de acumulación se forman sin la
influencia notable de los procesos de oleaje, mientras que los litorales con
deltas salientes se exponen a su influencia. El grado y el carácter del
desmembramiento de estos litorales dependen de la forma de los deltas
En la formación del relieve litoral corresponde un gran papel de los procesos de
pendientes: desprendimientos, corrimientos y deslizamientos; los cuales
ocasionan el retroceso de los litorales escarpados y su nivelación gradual, en
general contribuyen a la formación del perfil de equilibrio.
Los organismos pueden desempeñar en condiciones favorables una acción
notable en la formación del relieve litoral. Ellos son, ante todo, los constructores de
arrecifes: los corales que forman el arrecife, las algas calcáreas, los hidroides, los
briozarios, etcétera.
Los formadores de arrecifes viven en agua templada a temperaturas no menores
de +20°, salinidad (33-38 0 / 00), y a poca profundidad (hasta 50 m); debido a que
necesitan buen lavado, iluminación y alto contenido de oxígeno y carbonato de
calcio. Las acumulaciones de los formadores de arrecifes que han muerto y los
vivos forman los arrecifes coralinos: litorales, de barreras y del interior de las
lagunas. Los arrecifes costeros que bordean los litorales (se les denomina
litorales). Los de barreras se levantan a cierta dis tancia del litoral, con frecuencia
en el extremo del banco de arena continental; ellos constituyen una cadena alta
con pendientes muy escarpadas, a veces verticales; en algunos lugares la cadena
emerge. Un ejemplo es la Gran Barrera de Arrecife (su longitud es
aproximadamente 2 300 km) que sé localiza a una distancia de 13a 180 km hacia
el este de las costas de Australia. Los arrecifes del interior de las lagunas, es
decir, las construcciones coralinas de aspecto de columna y en forma de cono, se
elevan en las lagunas que se forman entre las barreras de arrecifes y el litoral.
Una variedad interesante de estas barreras; es decir, los atolones, constituyen las
cadenas coralinas con aspecto de anillo (los arrecifes circulares) dentro de los
cuales hay una laguna a veces muy honda.
El origen de los arrecifes coralinos, Carlos Darwin lo explicó mediante el
hundimiento lento del fondo, acompañado del crecimiento correspondiente de las
formaciones coralinas hacia arriba.' Al hundirse con rapidez la base de! arrecife
los formadores de arrecifes mueren y el crecimiento cesa. Según Darwin, cada
arrecife es inicialmente costero (litoral), y luego se transforma en un arrecife de
barrera. Esta barrera que bordea la isla, casi siempre volcánica, se ha sumergido
bajo el agua y se convierte en un atolón.
Las partes de las formaciones coralinas que se elevan sobre el nivel del
Océano forman numerosas islas coralinas; frecuentemente, rodeadas por una
barra -de arena y guijarros en el rompiente de la ola.
En determinadas condiciones la vegetación adquiere un valor transfor mador del
relieve para las costas; en particular, el mangle. Los manglares, son asociaciones
de plantas siempre verdes de la zona tropical, que cubren una franja estrecha con
un fondo pantanoso y limoso en los lugares protegidos contra el oleaje; pero
inundados durante la marea. Estos tienen raíces I flexibles y largas, mientras que
en las partes no inundadas presenta raíces ^ aéreas respiratorias. Los manglares
impiden la circulación del agua, por ello ) contribuyen a la acumulación de los
sedimentos, a la elevación del fondo / y a la emersión de la tierra emergida. Las
costas de manglar se extienden por el Mar Rojo, el océano Índico, los golfos de
Guinea y de México; las islas del archipiélago Malayo y Nueva Guinea. En las
latitudes templadas al igual que los mangles, influyen sobre la formación del
relieve litoral los juncales, los carrizales, etc. Los juncales se encuentran muy
extendidos, en el Mar de Aral, y en el norte del Caspio. Los litorales que se forman
con la participación de las plantas se denominan fitogénicos.
La influencia transformadora del relieve que ejercen las olas sobre el litoral
depende en cierto grado de la estructura de esta, la litología y la forma de
yacencia de las rocas que la forman, así como del carácter del desmem bramiento
inicial.
Mientras menos resistentes a la destrucción son las rocas que forman la costa,
con más rapidez se exponen a la influencia destructora de las olas. La alternancia
de estratos de rocas de diferentes resistencia conduce al surgimiento de
escalones, es decir, terrazas estructurales.
Como ejemplo de formación de un relieve litoral, muy particular, puede citarse
los litorales formados por suelo congelado o por hielos fósiles, denominadas
termoabrasivas. Las olas al influir desde el punto de vista mecánico contribuyen al
deshielo del litoral formando un perfil muy uniforme. En la parte superior del suelo
congelado se origina una comiza con un grosor de hasta 2 m, la cual pende sobre
la pared cóncava (de 15-20 m de altura) del hielo que se derrite con intensidad. La
pared se va transformando gradualmente en una terraza glacial (termoterraza)
cubierta por una capa del terreno que se derrumba y que la protege contra el
deshielo en el verano La termoterraza es interrumpida de un modo abrupto en
dirección al mar por un escalón termoabrasivo, en el cual las olas originan un
nicho de oleaje. Más abajo del nivel del mar puede existir otra terraza glacial más
cubierta por depósitos o formada por el agua. Los litorales termoabrasivos no son
muy resistentes y retroceden con rapidez; se manifiestan bien en las islas de
Novosibirsk, en el litoral de los mares de Laptev y de Siberia Oriental, así como en
el litoral de Alaska (fig. 1.50).

El grado y el carácter del desmembramiento primario de los litorales que se


forman por la llegada o el retroceso del agua en la tierra emergida es desigual En
el primer caso se denuda la pendiente sumergida y la cos ta resulta ser
relativamente poco desmembrada. En el segundo caso el grado y el carácter del
desmembramiento primario del litoral está determinado por la complejidad del
relieve de la tierra emergida inundada. Para el relieve de los litorales jóvenes, es
decir aún poco alterados por la influencia de las olas, el carácter de su
desmembramiento primario tiene una importancia determinante. Teniendo en
cuenta las particularidades morfológicas, la génesis y la edad de los litorales,
estos se dividen en tres grupos:'

1. Litorales jóvenes formados por procesos endógenos y exógenos poco


alterados por el mar.
2. Litorales que se forman principalmente bajo la influencia de procesos no
vinculados al oleaje.
. 3. Litorales formados por procesos de oleaje.
En cada grupo existen sus propias subdivisiones.
En el primer grupo de los litorales jóvenes poco alterados por el mar se
distinguen las costas inicialmente llanas e inicialmente desmembradas.
Los litorales inicialmente llanos están formados por fallas, por ello se dis tinguen
por la rectitud v por estar muy poco desmembrados; por ejemplo, las costas de la
Península de Kola, algunos sectores de la costa de América del Sur v las costas
del Mar Rojo.
Los litorales inicialmente desmembrados son muy variados, pero de acuerdo con
el factor fundamental del desmembramiento entre ellos pueden destacarse los
tectónicos y los erosivo-tectónicos, los erosionados, los glacial-tectónicos y los
glacial-erosivos, los cólicos y los volcánicos.
Los litorales tectónicos y erosivo-tectónicos se forman al inundarse un área en
cuyo relieve se reflejan las estructuras tectónicas. Como ejemplo de estas costas
tenemos las dalmáticas; las cuales se originan en los sitios en que el mar ha
inundado una superficie accidentada con alternancia de cordillera y depresiones
paralelas a la línea litoral, formando numerosos golfos e islas extendidas en una
dirección paralela a la dirección general de la línea litoral. Estas costas son típicas
del litoral del Mar Adriático (Dalmacia).
Si el mar penetra por los valles de los ríos que desmembran y por elevaciones
ubicadas perpendicularmente a la costa, se forman los golfos cuneiformes
denominados en España ría. Por eso los litorales desmembrados por estos se
denominan de rías. Ellas se localizan también en la península de Corea, en la
China suroriental y en Irlanda.
Los litorales de la tierra emergida inundada que se distinguen por un
desmembramiento tectónico muy marcado y complejo, y por la red erosiva aún
poco desarrollada, se caracterizan por presentar lóbulos divididos por penínsulas
macizas. Los ejemplos de este tipo de litoral denominados lobulados pueden
verse en los mares de Ojotsk y Mediterráneo (Grecia).
Al ser inundada por el mar una llanura acumulativa baja desmembrada por los
valles de los ríos, los barrancos y las balkas, se originan los litorales cié
desmembramiento erosionados llamados limens. Los golfos (limens) formados por
el mar penetran profundamente en la tierra y tienen las pendientes poco alteradas
en comparación con el valle fluvial. En algunos lugares presentan sinuosidades
que recuerdan a los meandros. Casi siempre en ellos no hay islas, Los sectores
del litoral que sobresalen en el golfo, generalmente, se derrubian con facilidad y
retroceden de forma rápida. Los bancos de arena que se originan con frecuencia
en las desembocaduras de los limens los separan del mar, y los ríos que
desembocan en ellos se van llenando gradualmente de depósitos. Los litorales de
limens se manifiestan de un modo típico en las desembocaduras de los ríos que
van a parar al Mar Negro.
El desmembramiento glacial tectónico y glacial erosivo lo presentan los litorales
de skjares y de fiordo. Estos últimos son los más desmembrados entre todos los
tipos de litoral. Los fiordos son golfos sinuosos, largos v estrechos con litorales muy
escarpados, formados por rocas cristalinas. La longitud de ellos llega a ser de
varias dec enas de kilómetros. Por ejemplo, el de Sogno (Mar del Norte) se extiende
a 220 km (con un ancho de 1,5-6 km) y alcanza una profundidad de 1 245 m'. Las
pendientes de los fiordos presentan huellas del trabajo realizado por el glaciar y
con frecuencia las atraviesan los valles suspendidos, El fondo tiene salientes
característicos para los valles glaciales, y un umbral que lo separa del mar. En la
entrada del fiordo y en el litoral hay muchas islas pequeñas. Estos se formaron al
inundar el mar los valles fluviales trabajados por el glaciar, que surgen
generalmente con la participación de los procesos tectónicos. Se encuentran con
frecuencia en las latitudes altas que sufrieron la glaciación pleistocénica: las
penínsulas Escandinava, de Kola, de Taimir y de Chukot; las islas de Nueva
Zembla, la Tierra de Francisco José, Spitzberg, Groenlandia, Islandia, el
archipiélago Ártico de Canadá; las costas de América del Norte, de América del Sur
y de Nueva Zelandia.
Los litorales de skfares 2 se caracterizan por un desmem bramiento complejo y
fraccionado, por la abundancia de islas y zonas bajas que constituyen
principalmente rocas aborregadas inundadas y seminundadas, así como drumiins,
A asar y colinas morrénicas. Las costas de escollo se originaron como resultado de
la inundación de la superficie que estuvo expuesta a la influencia del glaciar, la cual
formó la desnivelación del relieve preglacial y creó nuevos relieves. Estas costas
son típicas de Suecia, Islandia, Finlandia
Los litorales de desmembramiento cólico, es decir, los litorales arálicos recuerdan
por su aspecto exterior a las costas de skjares. Se caracterizan por un
desmembramiento muy grande y por la abundancia de penínsulas, islas y zonas
bajas. Se forman al inundarse el relieve de los desiertos arenosos, y se distinguen
por la inestabilidad, es decir, se derrubian con una rapidez relativa. Las costas
cólicas se encuentran en muy pocas ocasiones; ejemplos típicos de este tipo de
costa son los lagos Aral y Baljash.

Litoral de fiordo
L OS litorales de desmembramiento volcánico se forman al inundar el mar el
relieve volcánico o al originarse este en el litoral, por ejemplo los litorales de
algunas islas Kuriles y de la península de Kamchatka. Dentro del segundo
grupo se incluyen los litorales siguientes; los potamógenos (las llanuras
aluviales y de delta), los de denudación, de las pendientes (de
desprendimientos y corrimientos, de deslizamiento), los organógenos
(coralinas y fitogénicas). Dentro de este grupo pueden incluirse con-
dicionalmente los litorales termoabrasivos. Todos estos litorales (descritos con
anterioridad) tienen una extensión limitada y, se encuentran dentro de una faja
climática, subordinándose a la ley de la zonalidad latitudinal.
Los litorales del tercer grupo formados por los procesos de oleaje son los más
extendidos. A la influencia de las olas se exponen todos los litorales sin tomar
en consideración en cual de los dos grupos anteriores se incluyeron
inicialmente y qué desmembramiento primario tuvieron. Bajo la influencia de la
abrasión y de la acumulación se van nivelando gradualmente (fig. 1.52). Los
salientes se reducen, y las bahías se rellenan de depósitos, y se separan del
mar mediante los bancos de arena. De este modo se forman los litorales más
jóvenes de este grupo que de inicialmente desmembrados pasan a ser llanos,
de abrasión y de acumulación. En el futuro la aparición del banco de arena de
la barra conduce a la separación de los sectores litorales del mar y a la
formación de los litorales llanos de lagunas.
En aquellos casos en que los depósitos no se retienen (o no llegan) y no se
forman los bancos de arena puede ocurrir una nivelación general de los
litorales a causa de la abrasión, es decir, el surgimiento de los litorales llanos
de abrasión.
fig. 1.52 Nivelación del litoral bajo la acción de los procesos de oleaje
De este modo, el proceso de formación de los litorales bajo la acción de las
olas puede representarse como el paso gradual de los litorales inicialmente
diseccionados a litorales nivelados (inicialmente diseccionados —que se
nivelan nivelados). Sin embargo, la variación de las condiciones como son el
cambio de la marea y de la velocidad de los movimientos verticales de la
corteza terrestre, la reducción o el aumento de la cantidad de agua, etc,
conduce a una disección secundaria. Probablemente, esta disección puede ser
también el resultado del desarrollo normal de los litorales no relacionados con
los movimientos tectónicos. A pesar de que el ancho de la franja litoral es
relativamente pequeño, el espacio ocupado por el relieve litoral es
considerable; lo cual se explica por la gran extensión de la franja costera; así
como por el hecho de que el relieve costero no está limitado rigurosamente,
solo, por la zona de interacción actual del agua y de la tierra emergida.
RELIEVE DEL FONDO DEL OCÉANO MUNDIAL

El relieve del fondo del Océano Mundial, oculto por una enorme y potente
capa de agua ha sido estudiado mucho menos que el relieve de la tierra
emergida. Durante largo tiempo se consideró, en lo fundamental, una llanura
cubierta de una potente capa de depósitos.
Después de las investigaciones realizadas de acuerdo con los programas
del Año Geofísico Internacional y de la colaboración internacional en el campo
de la geofísica se ha progresado mucho en los conocimientos acerca del
relieve del fondo del Océano. La atención de muchos científicos y or-
ganizaciones de diferentes países ha estado dirigida en la actualidad al es tudio
del Océano en general y del relieve del fondo en particular. Por ahora, en la
estructura del fondo del Océano hay muchas cuestiones confusas, pero es
indudable que su relieve es mucho más complejo y peculiar de lo que se
pensaba anteriormente.
Un factor muy importante que determina las particularidades de la
morfoestructura del fondo del Océano es la estructura de la corteza terrestre:
el espesor menor, la ausencia de la capa granítica, la desigual densidad, y la
diferente dureza en comparación con la corteza continental.
Los procesos endógenos se manifiestan en el fondo del Océano al igual
que en la tierra emergida mediante la formación de fallas, fracturas, y grietas,
pero su red es mucho más densa.
El vulcanismo tiene una extensión más amplia y las erupciones ocurren no
solo por las líneas de las fallas, sino también súbitamente en una gran área.
Los sismos, se localizan en determinadas fajas que coinciden con las
zonas tectónicas móviles, están acompañados de desplazamientos del fondo
(ascenso y descenso de algunos de sus sectores) y provocan deslizamientos
en las pendientes. Como resultado de los movimientos verticales prolongados
y uniformes de la corte2a oceánica, se originan formas simples del relieve
estructural, es decir terraplenes y pliegues anticlinales.
Una particularidad del fondo oceánico consiste en su crecimiento, en su
renovación a cuenta de las rocas del manto que ascienden por las fallas de los
valles -ritfs hacia la superficie. Y aunque muchas cuestiones de este proceso
aún no están claras, tiene una importancia para la formación del relieve del
fondo del Océano.
Los procesos exógenos que forman la morfoescultura del fondo de! Océano
son peculiares e influyen sobre una base estructura diferente a la de la tierra
emergida. El papel principal en la formación de la morfoescultura corresponde
a la masa de agua que posee determinadas propiedades químicas y físicas.
Los movimientos de las aguas oceánicas; las olas, las corrientes y otros,
poseen una importancia limitada en la transformación del relieve. Las olas
provocadas por el viento influyen sobre el fondo a una profundidad de 150-200
m y sobre su relieve lo hacen solo en la franja litoral.
Las corrientes superficiales permanentes que son originadas por el viento
abarcan una gran masa de agua; su influencia sobre el fondo se manifiesta a
una profundidad de 1 500-2 400 m. Las corrientes de fondo trasladan solo los
sedimentos más pequeños. Las mareas rizadas, los vestigios del derrubio y
otras microformas del relieve fotografiadas a profundidades de hasta 6 000 m
son consideradas por los especialistas como la influencia del oleaje interior.
En la formación del relieve de las pendientes sumergidas y de sus bases
toman parte las corrientes de suspensión. Estas "corrientes de agua en el
agua" no solo trasladan el material, sino que también originan formas erosivas
del relieve al diseccionar las pendientes

1 (Según los datos de los investigadores norteamericanos el material


volcánico que llega solo a través "del centro de crecimiento" del fondo del
Océano, es aproximadamente de 4 km al ano, lo cual es cuatro veces mayor
que en la tierra firme).
Estas surgen generalmente cerca de las desembocaduras de los ríos que
llevan al mar una gran cantidad de sedimentos, así como en las pendientes, al
existir una cantidad suficiente de suspensiones; las cuales contribuyen a la
formación de las corrientes de suspensión.
Los sedimentos que se han acumulado en las pendientes pueden
trasladarse hacia abajo por la acción de la fuerza de gravedad; es decir,
deslizarse, desprenderse. A esto contribuye la fuerte saturación del agua por
los sedimentos del fondo (la saturación media es aproximadamente de un 50'),
que los hace más pesados y les proporciona plasticidad. Como resultado de
los deslizamientos reiterados se origina un relieve peculiar de alturas y
depresiones en la base de las pendientes.
En la formación de la morfoescultura del fondo desempeñan cierto papel los
témpanos de hielo flotantes, sobre todo los continentales y los fluviales que
contienen fragmentos grandes y partículas pequeñas de rocas. Al derretirse
este material, en el fondo se acumulan los depósitos glaciales; una ancha
franja de iceberg rodea la Antártida.
Los témpanos fluviales traen el material detrítico al océano Glacial Ártico.
Se supone que la cantidad total del material traído por los témpanos al Océano
constituye aproximadamente 400 millones de toneladas al año.
La actividad de los organismos y las formas del relieve originadas por ellos
antes se analizaban relacionándolas con la cuestión referente a la formación
de los litorales. El papel formador del relieve que desempeñan los organismos
disminuye al reducirse estos con la profundidad, y se limita fundamentalmente
a la plataforma continental. Tiene importancia para la morfoescultura la
acumulación de los sedimentos organógenos que cubren enormes áreas (171
millón de km') del fondo del océano, con una llegada anual Aproximadamente
de mil millones de toneladas. En la distribución de los sedimentos organógenos
se manifiesta la dependencia entre el clima y la profundidad. Si el clima
determina la propagación de los organismos que suministran los sedimentos,
su disolubilidad depende de la profundidad. Los sedimentos de sílice pueden
depositarse a cualquier profundidad, y los calcáreos a profundidades no
mayores de 5 km, ya que ellos se disuelven a mayor profundidad.
El fondo del Océano es el nivel hipsométrico más bajo en la Tierra. A él
llegan los sedimentos que se forman debido a los procesos, tanto subacuáticos
como a los que ocurren en la tierra emergida, estos últimos predominan. Si la
cantidad total de sedimentos que llegan al Océano durante un año es
aproximadamente de 21,72 mil millones de toneladas, a los depósitos
terrígenos (arrastrados desde la tierra y de la erosión de las costas)
corresponde más del 80% de esta cantidad. Los depósitos terrígenos de
diferente composición mecánica (desde el canto rodado hasta el lodo arcilloso)
están extendidos en un área de 50 millones de km2. En lo fundamental, ellos
están concentrados cerca de los continentes, pero como un componente de la
así llamada arcilla roja de aguas profundas; existen en las partes profundas de
los océanos que están alejadas de los continentes. La arcilla roja de las aguas
profundas constituye los depósitos poligenéticos; en su composición, además
del material terrígeno, entra un materia] muy fino: el polvo cósmico, volcánico y
organógeno, la correlación entre los componentes no es igual en todas partes.
En ella se encuentran frecuentemente insertadas concreciones
ferromagnéticas que cubren a veces un espacio de centenares y miles de
kilómetros cuadrados. El área del fondo cubierta de arcilla roja no es inferior a
100 millones de km 2; ella se va acumulando de un modo muy lento.
La acumulación en el fondo del Océano de sedimentos (terrígenos,
organógenos, vulcanógenos, homogénicos y poligénicos) es el proceso más
importante de los exógenos, es decir el proceso de formación del relieve.
Al realizarse de un modo ininterrumpido, durante el transcurso de todo el
tiempo de existencia de los océanos, este proceso está dirigido en general a su
nivelación, relleno de las depresiones y suavizamientos de las pendientes. Con
la acumulación de los sedimentos está relacionada la formación de extensas
llanuras abisales planas y onduladas'.
Recientemente se consideraba que el espesor de los sedimentos en el
fondo del Océano debía ser de miles de metros. Las investigaciones han
demostrado que es de varios centenares e incluso decenas de metros. El
espesor mayor de los depósitos (1,5-2 km) se encuentra en la base del talud
continental. Hay partes en el fondo del Océano donde no hay depósitos;
esto pudiera explicarse por su acumulación en las depresiones, pero las par tes
desnudas también se encuentran en las llanuras sumergidas. Se plantea la
hipótesis acerca de la juventud relativa del fondo; como confirmación a esta
sirve el hecho de que hasta el momento no han sido encontrados depósitos
que tengan más de 160 millones de años de edad.
El relieve del fondo del Océano se forma, al igual que el de la tierra emergida,
bajo la acción conjunta de los procesos endógenos y exógenos;
pero estos últimos son menos intensos que los procesos exógenos que tienen
lugar en la tierra, la morfoescultura del fondo oceánico desempeña un papel
subordinado en su relieve.
Los elementos fundamentales, mayores del relieve del fondo son: la
plataforma continental, el talud continental, las cordilleras oceánicas medias y
el lecho oceánico.
La plataforma continental ocupa un área igual a 73,6 millones de km, lo que
constituye aproximadamente el 201 de toda e! área del fondo del Océano. Está
formada por la corteza continental cubierta por las aguas oceánicas.
Dentro de los límites de la plataforma continental se destacan el shelf, el
talud y el zócalo.
El shelf continental es una continuación de las llanuras platafórmicas de la
tierra emergida bajo el nivel del Océano. Ocupa un 7,5% del área del Océano y
el 18% de la superficie de la tierra.
El límite del shelf por el lado del Océano se determina no por la profundidad,
sino por su estructura geológica y por el relieve relacionado con la historia de
su desarrollo. La profundidad del extremo del shelf puede superar
considerablemente los 200 m (el límite de la plataforma continental de acuerdo
con la curva hipsométrica) llegando a ser de 400 m y más (en la Antártida, por
ejemplo es de 650 m).el ancho medio es de aproximadamente 65 km, pero en
algunos lugares no existe y en otros es más ancho. El she/f más ancho se
encuentra en las costas de América del Norte frente al océano Glacial Ártico
(de hasta 1 400 km) y en las costas de Eurasia frente al Mar de Barents (1 000
km).
El shelf actual es la plataforma continental inundada debido a la elevación
del nivel del Océano provocada por el deshielo de los glaciares en la época
postglacial, o debido al descenso de la tierra emergida en la zona de las más
recientes curvaduras platafórmicas (el Mar del Norte) y de las sineclisas
intraplatafórmicas (el Mar Báltico, el Mar Blanco y la bahía de Hudson). En la
actualidad continúa el hundimiento general del shelf (Fig. 1.56).
El relieve del shelf se caracteriza por su planicidad Ias llanuras planas se
encuentran en muy pocas ocasiones, pues predominan las onduladas y las
colinosas, en algunos lugares muy diseccionadas. A veces pueden verse lla-
nuras de shelf de terraza y escalonadas.

La franja del shelf que se encuentra directamente en la costa y que se


denomina shelf inferior o bajo litoral, experimenta la acción de los procesos de!
oleaje que la nivelan, por eso es la más llana. El límite del shelf interior está
ubicado a una profundidad de 100-130 m, es decir allí donde las olas influyen
de un modo aún notable sobre el fondo. Más profundo, en el shelf exterior,
mucho menos expuesto a la acción de las olas, se conservan las formas
relictas del relieve que se originaron en la tierra emergida; las rocas
aborregadas, las colinas morrénicas, las terrazas de abrasión, los valles
fluviales inundados, etc. Bajo la influencia de los procesos que tienen lugar en
el shelf exterior, ellas van variando de un modo lento, y adquieren
gradualmente las características de las formas propias del relieve subacuático.
En los lugares en que las condiciones son favorables para la existencia de los
corales en el shelf, están desarrolladas las formas del relieve de origen
organógeno.
El talud continental tiene la misma corteza que al shelf continental (la pla-
taforma continental), por eso se incluye dentro de él. El talud continental no se
presenta en todos los lugares y tiene diferente estructura. Es propia de él un
gran declive (7-150) en la parte superior cubierto de depósitos de poco grosor o
desprovisto de ellos, y una posición casi horizontal en la parte inferior, debido a
la acumulación de depósitos. Pero puede ser escarpado en la parte inferior y
suave en la superior (por ejemplo, en el golfo de México); los hay escalonados,
y a veces los escalones son tan anchos que se les denomina mesetas
periféricas, las que se consideran como una forma especial del relieve
subacuático, por ejemplo la meseta de Falkland, de Madagascar, de Blake (en
la península de la Florida) y otras. El relieve de las mesetas periféricas es
semejante al del shelf: en él pueden haber formas relictas (sub-aéreas).
Son típicas para el talud continental formas de relieve tales como cañones,
semejantes a valles fluviales tectónicos, con pendientes escarpadas (hasta 30-
50*), y en ocasiones colgantes, de gran caída en su perfil longitudinal, y una
profundidad del corte, de 2000 m. Generalmente, el cañón comienza en el
shelf cerca de su borde, alcanza un encajamiento máximo en la parte media
del perfil longitudinal y termina en la base del talud con un cono de deyección,
Las pendientes del cañón se hacen más complejas por los deslizamientos y los
derrubios. En el cono puede haber un sistema de "brazos" que divergen en
varias direcciones formando ondulaciones, lo que recuerda los terraplenes
precauce. Las dimensiones de los cañones son diferentes: generalmente
alcanzan varias decenas de kilómetros de longitud y varios kilómetros de
ancho. Pero son conocidos cañones que tienen centenares de kilómetros de
longitud (por lo general, las prolongaciones de los ríos grandes, por ejemplo
del Congo, el Indo y el Hudson). Los grandes cañones pueden tener
"afluentes", cañones laterales.
Por los cañones se traslada el material desde la zona costera hacia abajo.
Ellos constituyen con mucha frecuencia "los canales de desagüe" de los
depósitos traídos por los ríos, por ellos pueden trasladarse las corrientes de
turbidez. El origen de estos cañones se explica de diferente manera, no existe
un punto de vista único sobre esta cuestión. La mayoría de los investigadores
consideran que la tectónica es la causa principal de la aparición de los
cañones submarinos. La erosión y los procesos de turbidez pueden de-
sempeñar un papel en su desarrollo; es probable que las causas actúen com-
binadamente (Fig. 1.57).

El talud continental está diseccionado en un grado mucho mayor que los


cañones, por las hondonadas formadas por las corrientes de turbidez.
Con frecuencia en los taludes ocurren deslizamientos y relacionado con ello
surge el relieve de colinas y depresiones de la fase del talud.
Algunos científicos (por ejemplo, Zh. Burkar) explican la formación del talud
continental por la gran flexión de la corteza terrestre al elevarse simul-
táneamente la plataforma y flexionarse el lecho del Océano; otros consideran
que se debe a una falla o a un sistema de fallas. La diversidad de tipos
morfológicos de taludes continentales permite a los especialistas declarar
posible su diferente formación.
El pie continental es una forma del relieve submarino originada por el
proceso de formación de sedimentos y se caracteriza por tener un espesor
máximo de la capa de sedimentación que llega a ser de 3-4,5 km. Debajo de
esta capa se encuentra la corteza continental que va disminuyendo
gradualmente su espesor en dirección al Océano. Por lo regular, esta es una
llanura inclinada, ligeramente cóncava y poco ondulada, que surge de la fusión
de los conos de deyección de las corrientes de suspensión y de las masas
deslizadas. En algunos lugares el pie continental tiene un relieve poco
montañoso; este bordea al talud continental con una franja de hasta 1 000 km.
La zona de transición del fondo del Océano ocupa un área de
aproximadamente 32 millones de km' (cerca del 9 % del área total del fondo) y
tiene una estructura muy compleja.
En la zona típica de transición se distinguen el mar periférico, el arco insular
(a veces son dos) y las fosas abisales. En algunos casos el arco insular es
sustituido por montañas jóvenes que bordean al continente, ejemplo la fosa de
Atacama, y el mar periférico no existe. En otros son varios los arcos insulares y
las fosas abisales están ubicadas no solo por la parte exterior del arco, sino
también por la parte del mar que tiene un relieve complejo en el fondo (por
ejemplo, el Mar Caribe, y la región de Indonesia). A veces la fosa de aguas
profundas se manifiesta ligeramente o no existe. Las investigaciones han
demostrado que el surgimiento de la zona de transición del fondo del Océano
está relacionado con los procesos que tienen lugar a grandes profundidades
en el manto. Por eso las diferencias de la zona de transición no pueden
explicarse por las condiciones locales; ellas están relacionadas evidentemente
con las etapas del desarrollo de la zona.
El fondo de las depresiones marinas en la zona de transición puede tener un
relieve muy complejo (por ejemplo, el de Japón) y puede ser relativamente
sencillo (Berengovo). En el fondo de los mares falta la capa granítica, y las
estructuras montañosas que se elevan en algunos mares periféricos están
formadas por corteza continental.
Los arcos insulares pueden ser sencillos, dobles, etc., pero todos tienen una
estructura similar. Por lo general el arco presenta un zócalo y una
superestructura volcánica cuyas cimas forman las islas. Estos arcos están
rebordeados frecuentemente por una plataforma de abrasión con testigos, y
sus taludes submarinos están separados por las hondonadas originadas por
las corrientes de suspensión y por cañones. El vulcanismo y los sismos de
fuerza destructora son propios de los arcos insulares.
Por lo general, las fosas abisales se disponen en la parte exterior de los arcos
insulares, y se extienden en forma de arco o, en raras ocasiones, casi en línea
recta (Tonga y Kermadek) a enormes distancias. Ellas son depresiones muy
alargadas con un fondo estrecho (menos de 20 km) casi plano. El perfil
transversal tiene una forma parecida a la V, pero las pendientes son
generalmente asimétricas; la del lado del continente es más alta y escarpada
que la opuesta. Las pendientes pueden ser escalonadas; los surcos y los
cañones profundos las diseccionan. Los sedimentos que se deslizan desde las
pendientes cubren el fondo de la fosa con una capa de 1,5-2 km. Aquí se
hacen visibles formas peculiares del microrrelieve provocadas por los mo-
vimientos del agua y posiblemente también por los organismos que se
trasladan.
La circunstancia de que las pendientes de las fosas abisales están
estructuradas de un modo diferente (en una pendiente la corteza es continental
y en la otra, oceánica) da fundamento a los científicos para considerarlas como
el límite estructural entre los continentes y los océanos. Las fosas descubiertas
en los océanos, que no están relacionadas con los arcos insulares, son menos
profundas, rectilíneas, presentan pendientes simétricas, un fondo ancho y
plano, y tienen otro origen. Constituyen fallas; como ejemplo se puede citar la
fosa de la Romanche en el océano Atlántico.
Se conocen cerca de 40 fosas abisales de diferente origen: cinco de ellas
tienen una profundidad mayor de 10 000 m; Marianas de 11 022 m. Tonga de
10 882 m, Kuril-Kamchatka de 10 542 m, Filipinas de 10 497 m y Kermandek
de 10 047
Las cordilleras medio oceánicas forman un sistema inmenso con una dimen-
sión genera] de más de 80 000 km, el cual se extiende a todos los océanos. En
la tierra emergida no existen estructuras montañosas similares a ella, en
cuanto a la extensión y estructura (Fig. 1.58).

El sistema de las cordilleras medio oceánicas ha sido aún poco estudiado.


Los sectores de los océanos Atlántico y Pacífico s on los que mejor se conocen.
La cordillera consta de una parte axial y dos flancos (pendientes). En la
parte axial se disponen numerosas cadenas de rifts de poca altura y valles de
rifts que las separan. 1.a más alta de estas ultimas coincide con el eje de la
cordillera. Con este tipo de valle está relacionada la sismicidad constante y el
vulcanismo intenso; ellos no se observan bien en todas las cordilleras medio
oceánicas. Los flancos de ellas son planicies amplias de disección compleja
con una pequeña inclinación (de varios grados) hacia los lados des de la parte
axial.
El ancho y la altura de las cordilleras no es igual en todas partes. En el
océano Atlántico la cordillera tiene un ancho de 370 a 2 300 km; su altura
raramente excede de los 1 000 m sobre la base de los flancos.
Hasta hace poco tiempo se consideraba que las cordilleras medio oceánicas
se extendían de un modo ininterrumpido. En realidad, están cortadas
transversalmente por las así llamadas fallas transformantes'' en una gran
cantidad de segm entos que en raras ocasiones alcanzan una longitud de
varios centenares de kilómetros. Estos se desplazan uno con relación al otro a
lo largo de las fallas transformantes. Por eso los contornos de las cordilleras en
el plano son irregulares. Algunas partes de ella están fraccionadas de un modo
más violento y otras, tienen una estructura más monolítica y se extienden casi
en línea recta (Fig. 1.59).

El lecho de! Océano Mundial ocupa un espacio de más de 200 millones de


km" (según los datos de (O.K.. Leontiev, el (60 % del área del fondo oceánico
y el 40% del área de la Tierra).
La profundidad media del lecho es aproximadamente de 4 km. La corteza
terrestre en este lugar es oceánica típica: fina y móvil, sobre la capa basáltica
se encuentra un estrato de rocas volcánicas con una superficie muy irregular
cubierta de rocas sedimentarias no dislocadas en pliegues.
En cada océano sobre el lecho se encuentran las cordilleras oceánicas
medias por un lado, y la de transición por el otro. El relieve del lecho es muy
variado: llanuras abisales extensas de aguas profundas, espacios colinosos ,
elevaciones de diferente origen y montañas aisladas

Las llanuras abisales se dividen en planas, onduladas y colinosas. Todas ellas


se han formado como resultado de la acumulación de sedimentos cuando la
actividad tectónica se ha manifestado débilmente. Los sedimentos terrígenos
finos dispersos y saturados de agua no son resistentes a la influencia de la
fuerza de gravedad o de las cargas dinámicas. Al extenderse nivelan las
irregularidades y forman las llanuras, y si son insuficientes originan las llanuras
colinosas. En la formación de ellas también participan los ligeros movimientos
de fondo del agua que impiden la acumulación de depósitos en las partes
elevadas del relieve. Bajo a
l influencia de los movimientos tectónicos las
llanuras planas se transforman en onduladas.
Los espacios con relieve colinoso colindan con las cordilleras medio
oceánicas. En el océano Atlántico ellos están dispuestos en dos zonas
continuas por ambos lados de la cordillera. Se observa que las colinas están
dispuestas en hileras extendidas en la misma dirección que las cordilleras. Su
origen volcánico ha sido establecido mediante las perforaciones de
profundidad. Los sectores colinosos se distinguen por presentar poca actividad
sísmica v estar cubiertos de una capa de sedimentos que tiene en total varias
decenas de metros. Esta es una reglón del relieve primitivo de fondo, poco
alterada.
Los ascensos de las zonas abisales constituyen las morfoestructuras más
grandes del lecho del Océano, los bloques y bloques volcánicos. El relieve de
los ascensos en bloques está condicionado por las fracturas y fallas. Los
ascensos de bloques volcánicos constituyen levantamientos extensos, suaves
y asimétricos de la corteza terrestre con volcanes de forma cónica regular
ubicados sobre ellos.
Las formas volcánicas del relieve se encuentran muy extendidas en el fondo
del Océano. Ellas son montanas aisladas, cadenas y cordilleras que están
formadas por montañas volcánicas. Al alcanzar la superficie, la cima de
algunas de ellas forman islas. Son típicas las montañas volcánicas en forma de
cono con cimas planas que se encuentran a una profundidad considerable (1
000-2 000 m), es decir los guyots. Al disponerse de un modo aislado o en
grupo, ellos sirven frecuentemente de base para las construcciones coralinas.
La geotextura y morfoestructura del fondo del Océano concuerdan bien con
la idea acerca de su crecimiento, y con la hipótesis del movimiento de las
placas rígidas de la litosfera. De acuerdo con esta hipótesis las cordilleras
medias oceánicas se forman a causa del crecimiento de los extremos de las
placas de la litosfera debido al derramamiento del magma por las fracturas y
las grietas en los valles de ritfs. La altura y la escarpadura de las pendientes de
la cordillera están determinadas por la correlación entre la velocidad del
crecimiento y la de separación de las placas. Cuando la separación es rápida
(más de 3 cm al año) la altura de la cordillera es menor y las pendientes son
más suaves que cuando es lenta. Los valles de rifts, cuando hay una
separación rápida no se ponen de manifiesto. La separación rápida de las
placas es propia del océano Pacífico, y la lenta del Atlántico.
Por ambos lados desde los centros de crecimiento de las cordilleras
oceánicas medias el relieve del fondo varía de un modo igual en general. Al
alejarse del lugar de formación de las cordilleras, las placas litosféricas se van
hundiendo lentamente: los primeros 10 millones de años a una velocidad de
aproximadamente 9 cm, y luego 2-3 cm en "I 000 años. En este caso la
actividad volcánica se hace lenta pero no cesa. Junto con la placa, se hunden
también los volcanes levantados sobre ella, y los más grandes continúan
creciendo, si la velocidad de crecimiento concuerda con la rapidez del
hundimiento, las cimas forman islas. Los volcanes que han dejado de ser
activos (se considera que esto suele ocurrir cuando la corteza tiene una edad
de aproximadamente 20-30 millones de años) se convierten en guyots y las
olas nivelan sus cimas que se hunden bajo el nivel del Océano.
En los lugares en que las placas litosféricas subsiden una por debajo de la
otra, se originan las fosas abisales de aguas profundas. Por eso las pendientes
de las fosas desde el lado del Océano se cubren de una corteza oceánica, es
decir parecida a la continental. La formación de los arcos insulares se explica
por la elevación del extremo exterior de la placa continental por la placa
oceánica que subside bajo de ella.
La hipótesis de la separación de las placas permite responder a muchas
cuestiones relativas al relieve del fondo del Océano, pero hay cuestiones que
no tienen por ahora respuesta. ¿Corno unas cuántas tosas abisales orientadas
de un modo diferente tienen tiempo para "tragarse" las placas que se hunden.
En el océano Indico generalmente no existen, en el Atlántico son pocas, y en el
Pacífico están alejadas de los centros de crecimiento (a una distancia de hasta
8 000 km). ¿Por qué los sedimentos en las fosas abisales yacen
tranquilamente y son relativamente pocos (4 km a lo sumo), mientras que a
hundirse el extremo de la placa ellos deberían "desprenderse" de ella en
grandes cantidades y acumularse de un modo desordenado? Es probable que
en el futuro obtengamos las respuestas a estas cuestiones.
Incluso una breve caracterización del relieve del fondo del Océano permite
notar la gran diversidad de formas del relieve y algunas regularidades de su
distribución.
los elementos de geotextura se sustituyen regularmente unos a los otros en
una dirección que va desde las cordilleras medio oceánicas hacia los
continentes: las dorsales, el fondo del Océano, la zona de transición, la
plataforma submarina y los continentes. La morfoestructura de cada geotextura
deja ver también la sustitución de los grandes elementos en su extensión
general lineal: los valles de rifts, las cordilleras de rifts, los flancos de las
cordilleras, los sectores colinosos y de aguas profundas, las llanuras abisales
del lecho, las fosas abisales, los arcos insulares, los mares periféricos de la
zona de transición, la pendiente o talud continental y el shelf de la plataforma.
La morfoescultura del fondo del Océano también cambia a partir de las
cordilleras medio oceánicas en dirección a los continentes. La causa principal
de esto reside en la intensificación de los procesos de acumulación de
sedimentos y la nivelación del relieve primitivo (originado por los procesos
endógenos). El espesor de los sedimentos terrígenos determinado por la
intensidad de su arrastre desde la tierra revela su dependencia de las
condiciones climáticas y, por lo general, es mayor en las condiciones del clima
húmedo. La influencia de las condiciones climáticas, tanto de las actuales
como de las pretéritas, al manifestarse en la morfoestructura le transmiten las
características de la zonalidad (latitudinal). La zonalidad del relieve se pone de
manifiesto mejor en el shelf; de este modo, las formas del relieve relacionadas
con la glaciación son propias de los shelfs subpolares ubicados dentro de los
límites de la glaciación continental antigua. Estos en las latitudes templadas no
se han expuesto a la glaciación y están nivelados con formas de erosión y de
acumulación. Las formas de origen organógeno (las construcciones coralinas)
son típicas para los shelfs de las latitudes tropicales.
El mapa geomorfológico del fondo del Océano Mundial es mucho menos
detallado y preciso que el mapa geomorfológico de la tierra emergida debido al
enorme espacio que este abarca. Sin embargo, las características
fundamentales del relieve del fondo oceánico v sus regularidades generales
geomorfológicas están bien reflejadas en este mapa.
Al comparar el relieve de la tierra emergida con el del fondo oceánico se
pueden descubrir sus semejanzas y diferencias. Los elementos fundamentales
del relieve tanto en la superficie terrestre como en el océano son las montañas
y las llanuras. Pero para la superficie continental son típicas las montañas de
plegamientos y de bloques, y para el fondo oceánico, las volcánicas. Como
consecuencia de la acción conjunta de los procesos exógenos en la tierra
predomina la destrucción; por ello, las llanuras que se forman aquí no se han
hundido bajo el nivel del mar, sino son, en la mayoría de los casos,
denudativas. La nivelación de los extensos sectores del fondo oceánico está
relacionada con la acumulación de depósitos, es decir, con los procesos
exógenos fundamentalmente.
La influencia de la zonalidad climática que se manifiesta de un modo tan
vivo en la morfoescultura de la tierra emergida, en la del fondo del océano se
nota muy poco, y está limitada en lo fundamental al shelf, Ias características de
la zonalidad vertical que también se observan en la morfoescultura del tondo,
no tienen una relación directa con el clima, sino están condicionadas por el
cambio de los procesos exógenos formadores del relieve con la profundidad:
procesos ondulatorios e influencia de las corrientes a pequeñas profundidades,
erosión, deslizamientos y desprendimientos en las pendientes, y acumulación
de depósitos en la base.
La litosfera, a diferencia de las demás envolturas de la Tierra que componen
la envoltura geográfica, es sólida. Los procesos más complejos, diversos y
contradictorios de la interacción de las envolturas (componentes) coinciden con
los límites marcados con precisión por la litosfera.
La influencia conjunta de la energía solar, el aire, el agua, y los organismos
sobre las capas superiores de la litosfera, conduce a su transformación:
a la formación de la corteza de intemperismo y de las capas sedimentarias y al
surgimiento del relieve exógeno.
En comparación con las demás envolturas que forman parte de la envoltura
geográfica, la litosfera se distingue por la poca movilidad de las masas, por la
ausencia de turbulencia y por las pocas posibilidades para el intercambio
directo de sustancia sólida. Por esto se explican los límites bien marcados que
cambian de un modo lento, existentes en la propia litosfera; así como la
diversidad de rocas que la componen y de formas del relieve de su superficie.
Si la influencia del clima condiciona la estructura zonal de la envoltura
geográfica, la influencia de la litosfera (de la estructura, la litología y el relieve)
hace compleja las manifestaciones de la zonalidad, v determina la variedad de
complejos naturales que componen la envoltura geográfica.

Capítulo3.Atmósfera.

La atmósfera (del griego atmos, vapor y sphaira, esfera), es la envoltura


aérea de la superficie sólida y líquida de la Tierra, la más exterior de las
esferas terrestres y que está en continua interacción con las demás que
forman nuestro planeta. Ella experimenta, permanentemente la influencia del
cosmos, en primer lugar del Sol. La masa de la atmósfera comprende una
millonésima parte de la masa total de la Tierra

El límite inferior de la atmósfera coincide con la superficie terrestre. Su límite


superior no está bien definido, sino que se disipa paulatinamente en el espacio
interplanetario. Por altura el límite superior de la atmósfera se acepta
condicionalmente una dimensión de 2 000 a 4 000 km sobre la superficie de la
parte sólida y líquida. Los cálculos teóricos muestran que la atracción terrestre
puede mantener bajo su acción las partículas del aire que participan en el
movimiento de la Tierra, a la altura de 42 000 km en el ecuador y de 28 000 km
en los polos. Hasta hace poco se consideraba que a gran distancia de la
superficie terrestre, la atmósfera se componía de partículas de gases
separadas, que casi no se encontraban unas con otras y se sostenían en su
lugar solo por la atracción de la Tierra. Las investigaciones realizadas han
permitido comprobar que la densidad de las partículas en las capas superiores
de la atmósfera es bastante mayor de lo que se suponía, que tienen cargas
eléctricas y se sujetan, en lo fundamental, no por la atracción de la Tierra, sino
por su campo magnético. La distancia a la cual el campo geomagnético es
capaz de retener las partículas del espacio interplanetario es muy grande
(hasta 90000 km.

El estudio de la atmósfera se realiza principalmente a simple vista y/o con


ayuda de aparatos especiales que se instalan en la superficie terrestre o se
elevan por medio de globos, aviones, cohetes, naves cósmicas, etcétera.

Se obtienen datos importantes de las capas altas de la atmósfera mediante el


lanzamiento de cohetes meteorológicos y geofísicos (hasta 800 km) y también
de satélites artificiales de la Tierra (hasta 2 000 km. Hay ingenios espaciales
que constituyen laboratorios científicos suministradores de datos de la
atmósfera durante todo el período de su existencia. Se han logrado muchas
informaciones valiosas en virtud de los vuelos de las naves cósmicas y de las
observaciones de los cosmonautas.

COMPOSICIÓN DE LA ATMOSFERA

El aire puro y seco es una mezcla mecánica de varios gases. Los principales
son:
e! nitrógeno, 78,09 %; oxígeno, 20,95 % y argón, 0,93 %,.. El contenido de los
demás (neón, helio, criptón, xenón, amoníaco, hidrógeno, yodo y ozono) es
insignificante. Debe aclararse, sin embargo, que el dióxido de carbono es, a
pesar de su cantidad reducida, un gas importante. Su contenido en la
atmósfera varía del 0,02 al 0,032% (mas en las regiones industriales y menos
sobre los océanos y las superficies cubiertas de nieve y de hielo).

También, es importante el vapor de agua que varía de O a 4% en volumen


dentro de la baja atmósfera. El vapor de agua penetra en la atmósfera como
resultado de la evaporación del agua de la superficie terrestre, por lo tanto,
disminuye con la altura; el 907, de todo el vapor de agua está en la capa aérea
inferior de 5 km., más arriba de los 10-12 km. hay muy poco. La importancia
del vapor de agua en el ciclo del calor y de la humedad en la atmósfera es
inmensa.
En la capa de la atmósfera comprendida desde la superficie hasta los 60
km. hay ozono (Oí), es decir, oxígeno triatómico, que surge como res ultado de
la disociación de las moléculas del oxígeno común (0¡) y la redistribución de
sus átomos. En las capas inferiores de la atmósfera, el ozono aparece por
influencia de factores ocasionales (descargas de tormentas eléctricas,
oxidación de algunas sustancias orgánicas) y en las capas más altas se forma
por efecto de la radiación ultravioleta del Sol. La concentración del ozono es
considerable, sobre todo, a la altura de 22-26 km. La cantidad total de ozono
en la atmósfera no es grande: a una temperatura de 0 0C y en condiciones de
presión normal, en la superficie de la Tierra todo el ozono formaría una capa
de 3 mm de espesor. Su contenido es mayor en las latitudes polares que en
las ecuatoriales y aumenta durante la primavera mientras que en el otoño
disminuye. El ozono absorbe toda la radiación ultravioleta del Sol hasta la
longitud de onda de 0,29 micrones, mortífera para los animales y las plantas;
pero la parte insignificante de radiación ultravioleta que pasa a través de este
gas mata a cierto» microorganismos e influye favorablemente en el hombre v
otros animales superiores. Además, el ozono retiene en gran medida, la
radiación térmica de nuestro planeta y protege su superficie contra el
enfriamiento.

Además de integrantes gaseosos, en la atmósfera hay, en suspensión,


diminutas partículas de distinto origen, diversas por su forma, tamaño,
composición química y propiedades físicas (humo, polvo, productos de la
condensación del vapor de agua), que forman aerosoles. De la superficie de la
Tierra llegan a la atmósfera partículas procedentes de la erosión de los suelos,
de la intemperización de las rocas, del polvo volcánico, de la sal marina, del
humo, etc. y partículas orgánicas (microbios y polen).

Con las explosiones atómicas aparecen partículas de aerosol que contienen


sustancias radiactivas, y del espacio interplanetario entra en la atmósfera
terrestre polvo cósmico. En la atmósfera, hasta 100 km. de altura hay más de
28 millones ( de polvo cósmico, que se va precipitando lentamente sobre la
superficie terrestre.
El conjunto de partículas en suspensión se llama polvo atmosférico. Esas
partículas de aerosol desempeñan un papel importante en el desarrollo de una
serie de procesos atmosféricos. Muchas de ellas sirven como núcleos de
condensación para la formación de las nieblas v las nubes. Los aerosoles
están muy relacionados con los fenómenos de electricidad atmosférica.
La atmósfera puede considerarse como una solución coloidal, donde el
disolvente es el medio gaseoso (el aire) y el soluto las partículas pequeñas de
sólido y líquido dispersas en él.

Hasta unos 100 km. de altura la composición de la atmósfera es constante.


La atmósfera está constituida de nitrógeno y oxígeno molecular en la capa
inferior. La cantidad de la mezcla disminuye con la altura. Por encima de los
100 km., se desintegran las moléculas de oxígeno y más allá de los 220 km.
las de nitrógeno, por efecto de la radiación ultravioleta. En la capa de 100 a
500 km. predomina el oxígeno atómico. A la altura de 500 a 2 000 km., la
atmósfera se compone casi totalmente de gas inerte, helio, y después de los 2
000 km. de hidrógeno atómico.

IONIZACIÓN DE LA ATMÓSFERA

La atmósfera contiene diminutas partículas con carga positiva y negativa deno-


minadas iones, por lo cual no es un medio aislante, sino que tiene la propiedad
de trasmitir la electricidad. Los iones se forman en la atmósfera por efecto de
agentes ionizadores que proporcionan a los átomos la energía suficiente para
expulsar de su cubierta un electrón, que de inmediato se une a otro átomo,
convirtiéndose el primero, de neutro en positivo, mientras que el segundo se
transforma en negativo. Los iones así constituidos son de poca duración pues
a ellos se unen moléculas del aire circundante, formando de este modo los
llamados iones ligeros (normales), los cuales se unen a los aerosoles, (es
aportan su carga y forman los iones pesados (mayores).

Las radiaciones ultra violetas del Sol, la cósmica y la de las sustancias


radiactivas que hay en la corteza y en la atmósfera terrestre son ionizantes de
la atmósfera. Los rayos ultravioletas del Sol no ejercen sobre las capas
inferiores de la atmósfera un efecto ionizante, pero su acción es muy poderosa
en las superiores. La radiactividad de la mayor parte de las rocas es muy
pequeña y su efecto ionizante es nulo, a partir de la altura de varios centenares
de metros (excepto en las regiones donde hay yacimientos de elementos
radiactivos). Son más significativas las radiaciones de los elementos
radiactivos que penetran en b atmósfera junto con el aire terrestre y es grande,
sobre todo, el valor de la radiación procedente del espacio cósmico. Estos
rayos cósmicos atraviesan toda la atmósfera y penetran en los océanos y en la
corteza terrestre. Su intensidad varía muy poco en el tiempo, su efecto
ionizante es mínimo en el ecuador v máximo cerca de los 20° de latitud. Con la
altura, la intensidad de ionización condicionada por el efecto de los rayos
cósmicos aumenta y alcanza su valor máximo al nivel de los 12-18 km.
La ionización de la atmósfer a se evalúa por la concentración de iones, o
sea, el contenido de iones en 1 cm 3. De la concentración y movilidad de ellos,
esencialmente de los iones ligeros, depende la electro conductibilidad de la
atmósfera. Según se asciende, la concentración de estos aumenta. A la altura
de 3-4 km. tiene has ta 1 000 pares de iones, alcanza su máxima cantidad a los
100-250 km. También aumenta con la altura, de modo correspondiente, la
electro conductibilidad de la atmósfera. Como en el aire puro hay más iones
ligeros, este posee mayor conductibilidad que el aire polvoriento.

Como resultado del efecto conjunto de las cargas que hay en la atmósfera y
en la superficie terrestre se forma el campo eléctrico de la atmósfera, la cual
tiene carga negativa con respecto a la superficie terrestre. Entre ambas surgen
corrientes de iones que son positivas, cuando parten de la superficie terrestre,
y negativas cuando van en sentido contrario, es decir, hacia la superficie
terrestre. El campo eléctrico en las capas inferiores de la atmósfera es muy
variable. Por la composición eléctrica, en la atmósfera se distinguen la
neutrosfera — hasta la altura de 80 km—, capa de composición eléctrica
neutra, como su nombre lo indica y la ionosfera —más arriba de los 80 km.,
capa ionizada.

ESTRUCTURA DE LA ATMÓSFERA
La atmósfera se divide en cinco esferas atendiendo, en primer lugar, a la tem-
peratura. Las esferas están separadas entre sí por capas de transición o
pausas (tabla 7)

Esfera Altura (km)' Capa transitoria (pausa)


del límite inferior del límite superior
Troposfera Estratosfera
0 8-17 Tropopausa Estratopausa
9-18 50
Mesosfera 55 80 Mesopausa
Termosfera (ionosfera)
85 700-800 Termopausa

Exosfera Más arriba de los 800

1
Las alturas corresponden a latitudes templadas (excepto en la troposfera).
Troposfera. Esta es la capa inferior de la atmósfera, que contiene 3/4 de su
masa. En la troposfera se encuentra casi todo el vapor de agua de la
atmósfera. Su límite superior alcanza la máxima altura, 17 km, en el ecuador y
va disminuyendo hacia los polos hasta 8-10 km La altura promedio es de 10-12
km Las variaciones del límite superior de la troposfera dependen de la
temperatura: durante el invierno este límite está más arriba y durante el
verano, más abajo; durante el día sus variaciones pueden alcanzar varios
kilómetros.

La temperatura en la troposfera, desde la superficie terrestre hasta la


tropopausa, va disminuyendo, como promedio, 0,6 0C por cada 100 m. En la
Troposfera se produce una mezcla continua del aire, se forman las nubes y
caen las precipitaciones. En el desplazamiento horizontal del aire predominan
los movimientos de oeste a este.

La capa inferior de la atmósfera que hace contacto directo con la superficie


terrestre, se llama capa adyacente a la Tierra. Los procesos físicos que se
operan en esta capa por influencia de la superficie terrestre, son singulares:
aquí se manifies tan en forma especialmente contrastada, los cambios de la
temperatura durante el día y durante el año.

La tropopausa es la capa de transición entre la troposfera y la estratosfera.


1.a altura y la temperatura de esta varían de acuerdo con la latitud. Desde el
ecuador hasta los polos, la tropopausa desciende, pero no de modo regular:
cerca de los 30-40 0C de latitud norte v sur se observa en ella una interrupción.
Como resultado, parece dividirse en partes polar y tropical, en los 35 - 40 0C.
Cuanto más alta está la tropopausa, tanto más baja es su temperatura. Son
una excepción las regiones polares, donde la tropopausa es baja y fría —92
0
C.

Estratosfera. Esta capa se diferencia de la troposfera por tener el aire muy


enrarecido, con una cantidad insignificante de vapor de agua, y en cambio,
presenta un contenido mayor de ozono, que alcanza su máxima concentración
a los 22- 26 km de altura. la temperatura aumenta muy lentamente con la
altura. En el límite inferior de la estratosfera, sobre el ecuador, la temperatura
durante todo el año es de —76 0C; en la región polar septentrional en enero es
de —64 a —68 0C y en julio, de —42 a —43 0C. Las diferencias térmicas
producen el desplazamiento del aire, la velocidad de los vientos alcanza 340
km/h.

En la estratosfera media (20-26 km) surgen finas nubes nacaradas


compuestas por cristalitos de hi elo y gotas de agua muy fría.

En la estratopausa, la temperatura es aproximadamente de O 0C.

Mesosfera. Caracterizan esta capa los grandes cambios térmicos, según la


0
altura. Hasta los 60 Km, la temperatura sube hasta alcanzar +20 C y en el
0
límite superior de la capa, desciende hasta —75 C. A los 75-80 km de altura,
las temperaturas vuelven a subir. En el verano, a ese nivel se forman nubes
finas, brillantes, plateadas, compuestas probablemente por vapor de agua
refrigerado.' El movimiento de estas nubes nos permite conocer la gran
variabilidad de direcciones y velocidades del movimiento del aire en dicha
capa —desde 60 hasta varios cientos de kilómetros por hora—,'que se
manifiesta notablemente, sobre todo, en los períodos del paso de una estación
a la otra.

Termosfera (ionosfera). Aquí la temperatura aumenta con la altura y llega en el


límite superior a los 1 000 0C. Las velocidades del movimiento de las partículas
de los gases son enormes, pero el espacio está muy enrarecido, por lo cual los
encuentros entre ellas son poco frecuentes (Fig. 26).

En la termosfera, junto con las partículas neutras hay iones y electrones libres.
En un centímetro cúbico se cuentan cientos y miles de ellos y en las capas de
máxima densidad existen millones. Es la esfera de gas ionizado enrarecido y
está compuesta de una serie de capas. Se distinguen cuatro principales: la D
(a. la altura de 80 km), la E (a 110 km), la FI (a 120 km) y la F¡ (a 250^00 km).
Además, surgen capas complementarias que a veces tienen una gran
densidad de ionización; las capas ionizadas, que reflejan, absorben y refractan
las radioondas, ejercen gran influencia sobre las radiocomunicaciones. Las
capas ionizadas están bien definidas sobre todo durante el día. Por la noche,
prácticamente no existe la capa E y las F1 y F2 se unen, formando una sola
capa. Las capas temporales experimentan movimientos verticales a una
velocidad de 40-80 m/s La ionización da conductibilidad a la termosfera y en
ella fluyen poderosas corrientes eléctricas.
El movimiento de las partículas en la parte inferior de la termosfera, hasta
200km, se parece al movimiento que tienen en las capas bajas de la
atmósfera. Más arriba de los 400km, ejerce una influencia predominante el
campo magnético; las nubes cargadas de partículas se alargan en dirección de
las líneas de fuerzas magnéticas y se desplazan a la velocidad de cientos de
kilómetros por hora.
En la termosfera, de acuerdo con la actividad solar, varían mucho la densidad
y la temperatura. En las latitudes polares, la densidad varía en cien veces y la
tem peratura en cientos de grados. La actividad del Sol está íntimamente
relacionada con el surgimiento de las auroras polares en la termosfera.

Exosfera. Es la capa más alta, o exterior, la esfera de dispersión, de la cual los


gases pueden escapar al espacio interplanetario Está poco estudiada. Se
supone que la temperatura alcanza en ella hasta los 2 000 0C y las escasas
partículas existentes en ella que apenas tienen la posibilidad de encontrarse
unas con otras, se mueven a la velocidad de varios miles de kilómetros por
segundo.

Existe también la opinión de que esas nubes están constituidas por


acumulaciones de diminutas partículas de polvo cósmico.

La exosfera pierde sobre todo átomos de hidrógeno, que predominan en sus


capas más altas (2 000 km.). (Se supone que ese hidrógeno se forma a
expensas de la desintegración de las moléculas del vapor de agua de la
termosfera inferior).
El hidrógeno que escapa de la exosfera forma en torno a la Tierra la llamada
corona terrestre o geocorona, que se extiende hasta la altura de 20 000 km. La
densidad del gas en la corona es insignificante.
La atmósfera primitiva se formó de los gases que se desprendían, en el
proceso de formación del planeta, de la sustancia que integraba la Tierra. Al
calentarse esa atmósfera primaria, los gases ligeros se volatilizaron. En lo
sucesivo, el factor más importante en el cambio de la composición de la
atmósfera fue el surgimiento y desarrollo de la vida en la Tierra.
El papel de la atmósfera en la Tierra es enorme: protege la superficie
terrestre de los meteoritos; absorbe la radiación ultravioleta del Sol, mortífera
para todo k) vivo y retiene la radiación térmica de onda larga de la Tierra,
creando las condiciones de calor sobre la superficie terrestre, favorables para
la vida. En la atmósfera se traslada la humedad, se forman las nubes y las
precipitaciones. Sin la atmósfera no habría vida en la Tierra, en las formas
habituales que conocemos.

En el transcurso de un año, la atmósfera pasa, más de una vez, por los


organismos vivientes, tanto en el proceso de la respiración de los animales
como en el de la nutrición de las plantas. Se produce un ciclo de intercambio
constante, que ha determinado la composición actual de la atmósfera y sus
variaciones. La atmósfera es el medio donde se desarrolla la vida orgánica de
la Tierra y, a la vez, es un producto de la actividad biológica. Experimenta la
influencia de los procesos que tienen lugar en la superficie terrestre, dentro del
planeta y en el espacio

RADIACIÓN SOLAR.
La Tierra recibe del Sol 1,36 • 1024 cal al año.(Esta cantidad sería suficiente
para fundir una capa de hielo con un grosor de 35 cm que cubriera toda la
superficie de la Tierra a la temperatura de 00 . Si en la Tierra cayera toda la
energía que irradia el Sol, el océano hervirla y se evaporaría en 1,5 s. )
Comparado con esta cantidad de energía, el resto de la que incide sobre la
superficie terrestre es una insignificancia. Así, la energía radiante que recibe
de las estrellas es una cien millonésima parte de la solar, la radiación cósmica
es la dos mil millonésima parte y el calor interno de la Tierra, una quinqué
milésima parte del calor solar.
La radiación solar (El 50% de la radiación solar son rayos visibles y el otro
5ü%, rayos invisibles. De estos últimos, el 7% son los ultravioletas y el 43 %,
los infrarrojos. El máximo de energía corresponde a las ondas de los rayos
azules) es la fuente principal de energía de casi todos los procesos que se
producen en la atmósfera, la hidrosfera y las capas superiores de la litosfera.
Como unidad de medida de b intensidad de la radiación solar se toma la can-
tidad de calorías que absorbe 1 cm de una superficie totalmente negra
perpendi cular a la dirección de los rayos solares durante un minuto, cal/cm 2 •
mm.

El flujo de energía radiante del Sol que llega a la atmósfera terrestre se distin-
gue por ser muy constante. Su intensidad se llama constante solar (I 0 ) y se
2
acepta como su promedio el equivalente a 1,88 kcal/cm • mm.

La magnitud de la constante solar varia de acuerdo con la distancia de la Tierra


al Sol y la actividad solar. Las variaciones que experimenta durante el año
oscilan de 3,4 a 3,5 %.Si los rayos solares cayeran perpendicularmente en
toda la superficie terrestre sin atmósfera y con una constante solar de 1,88
kcal/cm2 cada centímetro cuadrado recibiría al año 1 000 kcal, pero, por ser la
Tierra esférica, esta cantidad se reduce a la cuarta parte y 1 cm1 recibe un
promedio de 250 kcal al año.
La cantidad de radiación solar que
llega a la superficie depende del ángulo
de incidencia de los rayos (fig. 27).
cósmico.
Figura 27. Explicación de cómo
depende la intensidad de la radiación
solar del ángulo de incidencia de los
rayos.

La cantidad máxima de calor la recibe una superficie perpendicular a la


dirección de los, rayos solares, porque en este caso toda la energía se
distribuye por un área igual a la del corte o sección perpendicular del haz de
rayos a. Cuando este mismo haz cae en forma oblicua, la energía se distribuye
sobre un área mayor.
sección b, y la unidad de superficie
recibe menor cantidad. Cuanto menor
sea el ángulo de incidencia de los rayos,
tanto menor será la intensidad de la
radiación solar.

La relación entre la intensidad de la radiación solar y el ángulo de incidencia


de los rayos se expresa con la fórmula:

I1 = I0 • sen h

Donde:

I0 es la intensidad de la radiación solar cuando los rayos solares caen


perpendicularmente. Fuera de la atmósfera está la constante solar
I1 es la intensidad de la radiación solar cuando la caída de los rayos solares
es bajo el ángulo h

I1 es tantas veces menor que I0 cuantas veces la sección a es menor que la

sección h.
En la figura 27 se observa que a /b = sen h.

El ángulo de caída de los rayos solares (altura del Sol) suele ser de 90° solo
en las latitudes de los 23° 27' norte a los 23° 27' sur, es decir, entre los
trópicos. En las demás latitudes siempre es menor que 90° (tabla 8).
Correspondientemente, con la reducción de este ángulo debe disminuir la
intensidad de la radiación solar que entra en la superficie a las distintas
latitudes. Como durante el año y el día la altura del Sol no es permanente, la
cantidad de luz solar que recibe la superficie varía continuamente (tabla 8),

TABLA 8.

Altura del Sol al mediodía en los días de equinoccio y solsticio, en diferente»


latitudes (en arados)

21 / III 22 / VI 23 / IX 22 / XII

Polo norte 0 23,5 0 -


Círculo polar Ártico 23.5 47 23,5 0
Trópico de Cáncer 66,5 90 66,5 43
Ecuador 90 66,5 90 66,5
Trópico de Capricornio 66,5 43 66,5 90
Circulo polar Antártico 23.5 0 23,5 47
Polo sur 0 - 0 23,5

La cantidad de radiación solar recibida por la superficie, está en razón directa


de la duración de su iluminación por los rayos solares.
En la zona ecuatorial, fuera de a
l atmósfera la cantidad de calor que hay
durante el año no experimenta grandes variaciones, en tanto que en las
latitudes altas las variaciones son grandes (tabla 9).
Sumas de calor diario (cal /cm 2) en distintas latitudes (fuera de la atmósfera)
Latitud
(en grados) 21/ III 6/V 22 / VI 8/ VIII 23/ IX 8/ XI 22/ XII 4/ II
Norte
90 — 796 1 110 789 - - - -
80 160 784 1093 777 158 - - -
70 316 772 1043 765 312 25 - 25
60 461 834 1 009 826 456 150 51 151
50 593 894 1 020 886 586 295 181 298
40 707 938 1 022 929 698 442 327 447
30 799 958 1055 949 789 581 480 586
20 867 952 964 944 857 706 624 712
10 909 921 900 913 898 813 756 820
0 923 863 814 856 912 897 869 905
Sur
10 909 783 708 776 898 956 962 965
20 867 680 585 674 857 986 1 030 998
30 799 560 450 555 789 994 1073 1003
40 707 426 306 422 698 973 1 092 982
50 593 285 170 282 586 929 1082 937 .
60 461 144 48 143 456 866 1078 873
70 316 24 - 24 312 802 1 114 809
80 160 - - - 158 814 1 167 821
90 - - - - - 826 1 185 831

Durante el período de invierno, las diferencias de entrada del calor solar


entre las latitudes altas y bajas son más grandes. En el de verano, bajo las
condiciones de iluminación continua, durante un día, las regiones polares
reciben la cantidad máxima. de calor de la Tierra. Así, en el día del solsticio de
verano, en el hemisferio norte, supera esa cantidad en un 36% a las sumas
diarias de la cantidad de calor del ecuador. Pero en este la duración del día no
es de 24 horas (como lo es en el polo), sino de 12 horas, así, pues, resulta que
la cantidad de radiación solar por unidad de tiem po, en el ecuador, es la
máxima. El máximo de verano de la suma diaria de calor solar que se registra
cerca de la latitud 40-50 está determinado por la duración relativamente
grande del día, (mayor que la de ese período de tiempo, a los 10-20 de latitud)
ya que el Sol está bastante alto. Durante el verano, las diferencias en la
cantidad de calor que reciben las regiones ecuatoriales y las polares son
menores que en invierno.
El hemisferio sur, durante el verano, recibe más calor que el norte y durante el
invierno le ocurre lo contrario. Esto es consecuencia del cambio de la distancia
de la Tierra al Sol. Si la superficie de ambos hemisferios fuese totalmente
homogénea, las amplitudes anuales de las variaciones térmicas en el
hemisferio sur serían mayores que en el norte.
La radiación solar, experimenta en la atmósfera variaciones cuantitativas y
cualitativas.
Incluso una atmósfera ideal, seca y limpia, absorbe y dispersa los rayos,
reduciendo así la intensidad de la radiación solar. La influencia debilitante de la
atmósfera real, que contiene gases y mezclas de sólidos, sobre la radiación
solar es bastante mayor que la de la ideal. La atmósfera (oxígeno, ozono, gas
carbónico, polvo y vapor de agua) absorbe esencialmente los rayos
ultravioletas y los, infrarrojos. Además, la energía radiante absorbida por ella
se transforma en otros tipos de energía: térmica, química, etcétera. En general,
la absorción debilita la radiación solar en 17-25%.

Las moléculas de los gases de la atmósfera dispersan los rayos de onda


relativamente corta —los violetas y los azules. Precisamente a esto se debe el
color azul del cielo. Las partículas dispersan los rayos de distintas longitudes
de onda, y por eso, cuando hay un gran contenido de ellas, el cielo presenta un
matiz blanquecino.
Gracias a la dispersión y al reflejo de los rayos solares por la atmósfera, se
conserva cierta iluminación; en los días nublados se pueden ver los objetos a
la sombra y se produce el fenómeno del crepúsculo.
Cuanto más largo sea el trayecto de los rayos en la atmósfera, tanta más
gruesa será la capa que tienen que atravesar y tanto más se debilitará la
radiación solar. Por eso, según se asciende, la influencia de la atmósfera sobre
la radiación disminuye. La longitud del trayecto de los rayos solares en la
atmósfera depende de la altura sobre el horizonte a que se halle el Sol. Si
tomamos por unidad, el largo del trayecto de un rayo solar en la atmósfera,
cuando el Sol se encuentre a la altura de 90° (m), la correlación entre la altura
del Sol y la longitud del trayecto del rayo en la atmósfera será como se expone
en la tabla 10.

Altura
Del Sol
(grados) 90 80 70 60 50 40 30 20 10 5 3 1 0
Longitud del
Trayecto.
(m) 1 1,02 1.06 1,15 1.30 1,55 2,0 2,90 5,6 10.40 15,36 26,96 35,40
El debilitamiento general de la radiación en la atmósfera a cualquier altura
a que se encuentre el Sol, se puede expresar con la fórmula de Bouguer:
Im = I0 • pm

donde:
I m es la intensidad de la radiación solar cerca de la superficie terrestre

I o es la constante solar
m es el trayecto del rayo en la atmósfera (con la altura del Sol a 90 0) y es
igual a 1 (masa de la atmósfera)

p es el coeficiente de transparencia (el número fraccionario muestra qué


parte de radiación es la que llega a la superficie cuando m = 1) (fig. 28).

Figura 28. Explicación de la ley de Bougner.

Cuando la altura del Sol es 90 0 y m = 1, la densidad de la radiación solar


en la superficie terrestre I1 es p veces menor que I0, es decir:

l 1 = I0 • P
Si la altura del Soles menor que 90°, m siempre será mayor que 1. El trayecto
del rayo solar puede ser de varios tramos, cada uno de los cuales es 1. La
intensidad de la radiación solar en el límite entre el primero (aa1 ) y el segundo
(a1 a2) tramo I1 es I0 . P la intensidad de la radiación después de haber pasado
al segundo tramo:

I2 =I1 . p = I0p . p= I0 p2 ; I3 = I0 p3, , etcétera.

La transparencia de la atmósfera no es permanente e igual en todas las


condiciones. La relación entre la transparencia de la atmósfera real y la de la
atmósfera ideal, o sea, el factor turbidez, siempre es mayor que la unidad y
depende del contenido de vapor de agua y de polvo en el aire. Con el aumento
de la latitud geográfica, el factor turbidez disminuye: desde O hasta 20 norte es
como promedio 4,6; de 40 a 50° norte, 3,5; entre 50 y 600 norte 2,8 y entre 60 y
800 norte, 2,0. En las latitudes templadas, el factor turbidez, durante el invierno,
es menor que en el verano y por la mañana es menor que por la tarde. Con la
altura, este factor disminuye, y cuanto mayor sea, tanto más se debilitará la
radiación solar.

Se distinguen la radiación solar directa, la dispersa o difusa y la total.

La parte de la radiación solar que penetra en la superficie terrestre a través de


la atmósfera es la directa. La parte de la radiación que se dispersa por la
atmósfera, se denomina radiación dispersa o difusa. La suma de ambas —la
dispersa y la directa— se llama radiación total.

La correlación entre la radiación directa y la dispersa vana dentro de límites


insignificantes, según la nubosidad, la cantidad de polvo de la atmósfera y la
altura a que se halle el Sol. Cuando el cielo está claro, la radiación dispersa no
supera el 0,1 %, y cuando el cielo está nublado, la misma puede ser mayor que
la directa.

Cuando el Sol se halla a una altura pequeña, la radiación total es casi toda
dispersa. Cuando la altura del Sol es de 50 y el cielo está claro, la radiación
dispersa sólo alcanza 10-20%.

Los mapas de los valores medios anuales y mensuales de la radiación total


permiten advertir las características fundamentales de su distribución
geográfica. Los valores anuales de la radiación total se distribuyen
fundamentalmente de manera zonal. La cantidad máxima de radiación total
anual en la Tierra es la que recibe la superficie de los desiertos tropicales (el
Sahara oriental y la parte central del desierto de Arabia). La notable
disminución de la radiación total en el ecuador, se debe a la alta humedad del
aire y a su gran nubosidad. En el Ártico, la radiación total es de unas 60-70
2
kcal / cm por año; en la Antártida, como consecuencia de la frecuente
repetición de los días claros y una mayor transparencia de la atmósfera, es un
poco mayor (Fig. 29, 30 y 31).

La penetración de la radiación solar directa en la superficie terrestre se llama


insolación de la superficie terrestre.
En junio, el hemisferio boreal recibe la mayor suma de radiaciones, sobre
todo en el interior de los continentes de las zonas tropicales y subtropicales.
Las sumas de radiación solar que recibe la superficie terrestre en las latitudes
templadas y polares del hemisferio norte se diferencian poco, a causa de la
gran duración del día en las regiones polares. La zonalidad casi no se
manifiesta en la distribución de la radiación total sobre los continentes del
hemisferio boreal; lo mismo sucede en las latitudes tropicales del hemisferio
austral. Se nota mejor en el hemisferio boreal sobre el océano y está
claramente expresada en las latitudes extratropjcales del hemisferio austral. En
el círculo polar Antártico, el valor de la radiación solar total se aproxima a cero.
En diciembre, las sumas máximas de radiación se hallan en el hemisferio
austral. La alta superficie de los hielos de la Antártida, donde el aire es muy
transparente, recibe una cantidad de radiación total mucho mayor que la
superficie del Ártico en junio. Hay gran calor en los desiertos meridionales
(Kalahari v Gran Desierto de Australia), pero. como consecuencia de que en el
hemisferio austral es mayor la influencia oceánica - alta humedad del aire y
mucha nubosidad — la radiación total aquí es un poco menor que en junio en
las mismas latitudes del hemisferio boreal. En las latitudes ecuatoriales y
tropicales del hemisferio boreal, la radiación total varía poco y la zonalidad en
su distribución sólo se percibe claramente hacia el norte del trópico de Cáncer.
Con el aumento de la latitud, la radiación total disminuye bastante
rápidamente; su isolínea cero pasa un poco más al norte del círculo polar
Ártico.
Al caer la radiación solar total sobre la Tierra, en parte se refleja desde la
atmósfera y en parte, desde las superficies líquidas y sólidas. La relación entre
la cantidad de radiación reflejada y la que incide sobre el planeta, se llama
albedo. El albedo caracteriza la capacidad reflectora de la Tierra.
El albedo de la superficie terrestre depende de su estado y propiedades:
color, humedad, aspereza, etc. La capacidad reflectora máxima la tiene la
nieve fresca (85-95 %,). Una superficie de agua tranquila, cuando sobre ella
caen perpendicularmente los rayos solares, refleja sólo 2-5 7a, mientras que
cuando el Sol está bajo puede reflejar hasta un 907,. El albedo de la tierra
negra seca es de 14%; el de una tierra negra húmeda, de 8 %, el de un
bosque, de 10-20%; el de la vegetación de pradera, de 18 -30% , el de la
superficie de un desierto arenoso, de 29-35 % el de la superficie del hielo
marino, de 30-40%.
La superficie de hielo y, sobre todo, la cubierta de nieve fresca tienen gran
albedo, hasta el 95 %, lo cual motiva las bajas temperaturas de las regiones
polares durante el período de verano, pese a recibir en esa época, una fuerte
radiación solar.

Irradiación de la superficie terrestre v de la atmósfera


Cualquier cuerpo que tiene una temperatura mayor que cero absoluto, o
sea, algo más de 273 0, emite energía radiante. La capacidad total de emisión
radiante de un cuerpo absolutamente negro es proporcional a la cuarta
potencia de su tem peratura absoluta (T)
E = o • T4 kcal / cm 2 . min. (ley de Stefan-Boltsman)

donde:

o es el coeficiente permanente.

Cuanto mayor sea la temperatura de un cuerpo irradiante, tanta más corta


será a
l longitud de las ondas de los rayos que emite. El Sol incandescente
emite al espacio radiación de onda corta. La superficie terrestre al absorber la
radiación solar de onda corta, se calienta y también se convierte en una fuente
de irradiación (radiación terrestre). Pero, como la temperatura de la superficie
terrestre no es superior a unas cuantas decenas de grados, su irradiación es
de onda larga, invisible.
La radiación terrestre es retenida, en un considerable grado, por la atmósfera
—vapor de agua, C02 y el ozono -, pero los rayos de onda larga de 9-12 u.
escapan libremente fuera de los límites de la atmósfera y por eso, la Tierra
pierde parte del calor.
La atmósfera absorbe parte de la radiación solar que pasa por ella y más de
la mitad de la terrestre, e irradia energía a) espacio universal y a la superficie
terrestre.
La irradiación atmosférica dirigida hacia la superficie Terrestre se encuentra
con la terrestre, formando lo que se llama radiación de colisión. Esta radiación,
lo mismo que la terrestre, es de onda larga, invisible.

En la atmósfera, pues, se encuentran dos corrientes de radiación de onda


larga, la de !a superficie de la Tierra y la atmosférica. La diferencia entre ellas,
que determina la pérdida efectiva del calor de la superficie terrestre, recibe el
nombre de radiación efectiva. Esta radiación es tanto mayor cuanto más alta
sea la temperatura de la superficie radiante. La humedad del aire disminuye la
radiación efectiva, así como también, considerablemente, las nubes.
El valor máximo de las sumas anuales de radiación efectiva se encuentra
2
en los desiertos tropicales, y es de 80 kcal / cm al año, como resultado de la
alta temperatura de la superficie, la sequedad del aire y la claridad del cielo. En
el ecuador cuando

la humedad del aire es grande, la radiación efectiva solo es de 30 kcal / cm 2 al


año, y sus
cm'1 valores para la tierra emergida y el océano se diferencian muy poco. La
radiación efectiva mínima se registra en las regiones pobres, En las latitudes
templadas, la superficie terrestre pierde aproximadamente la mitad del calor
que recibe al absorber la radiación total.
La capacidad de la atmósfera para expulsar la radiación de onda corta (la
radiación directa y dispersa) y retener la de onda larga de la Tierra, se llama
efecto de invernadero. (El efecto de la atmósfera es igual que el del cristal:
deja pasar la luz solar y retiene la radiación de onda larga que retorna).
Gracias a este efecto, la temperatura media de la superficie terrestre es de
+16 0C. Si no hubiera atmósfera sería de —22 0C (38 0C más baja).
Balance de radiación (radiación residual). La superficie terrestre recibe la
radiación y al mismo tiempo la emite. La entrada de la radiación comprende la
radiación solar total y la atmosférica de colisión. El gasto comprende el reflejo
de los rayos solares (el albedo) y la propia radiación de la superficie terrestre.
La diferencia entre la entrada y el gasto de radiación se llama balance de
radiación o radiación residual. El valor del balance de radiación se define
mediante la ecuación:
R = Q . (l-a)-l

donde:

Q es la radiación solar total que entra en una unidad de superficie a es el


albedo (fracción) I es la radiación efectiva

Si la entrada es mayor que el gasto, el balance de radiación es positivo. Por la


noche, el balance de radiación en todas las latitudes es negativo, v durante el
día, hasta el mediodía es positivo en todas ellas, excepto en las más altas
durante el invierno; después del mediodía, el balance vuelve a ser negativo..
Como promedio durante el día el balance de radiación puede ser tanto positivo
como negativo (tabla 11).

TABLA 11

Distribución del balance de radiación por latitudes

(cal / cm 2) promedio durante el año (según N. A. Bagrov)

Hemisferio boreal Hemisferio austral

Latitud Entrada Gasto Radiación latitud Entrada Gasto Radiación


(grados) Residual (grados) residual
90-80 156 356 —200 80-90 156 358 -202
80-70 184 357 -183 70-80 171 266 -195
70-60 240 388 -14« 60-70 214 380 -166
60-50 294 403 -109 50-60 278 396 -118
50-40 358 416 —58 40-50 361 410 -49
40-30 435 432 3 3040 428 419 9
30-20 491 440 51 20-30 491 430 61
20-10 528 438 80 10-20 528 432 96
10-0 518 426 92 0-10 518 425 93

En el mapa de las sum as anuales del balance de radiación de la superficie


terres tre, se ve el cambio brusco que experimenta la posición de las isolíneas
al pasar de la tierra emergida al océano. Por regla general, el balance de
radiación de la superficie del océano es mayor que el de la tierra emergida. La
distribución del balance de radiación en general es zonal. En el océano, en las
latitudes tropicales, los valores anuales del balance de radiación alcanzan 140
kcal / cm 2 (el mar Arábigo), mientras que en los límites de los hielos flotantes
no son mayores de 30 kcal / cm 2. Las alteraciones de la distribución zonal del
balance de radiación en el océano son insignificantes y obedecen a la
distribución de la nubosidad (Fig. 32, 33, y 34).

En la tierra emergida, sobre las latitudes ecuatoriales, el balance de radiación


2
varía de 60 a 90 kcal / cm ,y depende de las condiciones de humedad. Las
sumas anuales máximas del balance de radiación se registran en las regiones
donde el albedo y la radiación efectiva no son muy grandes (los bosques
tropicales húmedos y las sabanas). El valor mínimo de ellas se presenta en las
regiones muy húmedas (abundante nubosidad) y muy secas (radiación
efectiva grande). En las latitudes templadas y altas, el valor anual del balance
de radiación dism inuye con el aumento de la latitud (influencia de la
disminución de la radiación total).

Las sumas anuales del balance de radiación son negativas sobre la Antártida
(unas cuantas calorías por cm 1). En el Ártico, estos valores se aproximan a
cero.
En julio, el balance de radiación de la superficie terrestre es negativo en la
mayor parte del hemisferio austral. La línea del balance cero pasa entre los 400
y 500 de latitud sur. El balance de radiación alcanza valores máximos en la
superficie del océano sobre las latitudes tropicales del hemisferio boreal y en la
2
superficie de ayunos mares interiores, como el Negro (14-16 kcal / cm al
mes).

En enero, la línea del balance cero se halla entre los 400 y 500 de latitud norte
(sobre el océano sube un poco hacia el norte y sobre los continentes baja
hacia el Sur). Gran parte del hemisferio boreal tiene un balance de radiación
negativo. Los valores máximos del balance de radiación se ciñen a las latitudes
tropicales; del hemisferio austral.
Como promedio, el balance de radiación de la superficie terrestre durante el
año es positivo. Por eso, la temperatura de la superficie no sube, sino que
permanece aproximadamente constante, lo cual puede ser explicado solo por
el gasto continuo del calor sobrante.
El balance de radiación de la atmósfera es consecuencia de la radiación
terres tre y solar que ella absorbe, por una parte, y de la irradiación atmosférica
por otra. Siempre es negativo, porque la atmósfera absorbe solo una parte
insignificante de la radiación solar e irradia casi la misma cantidad que la
superficie.
El balance de radiación de la superficie v de la atmósfera en conjunto, para
toda la Tierra en un año, es como promedio cero. Considerado en las latitudes,
puede ser positivo o negativo.
El resultado de la distribución del balance de radiación es el transporte del
calor del ecuador a los polos.

Balance térmico
El balance de radiación es el componente más importante del balance
térmico. La ecuación del balance térmico de la superficie muestra cómo se
transforma la energía de la radiación solar que entra en la superficie terrestre:

R = LE + P + A

donde:

R es el balance de radiación
LE. los gastos de calor durante la evaporación ( L es el calor latente de la
formación del vapor y E, la evaporación)

P, el intercambio calórico turbulento entre la superficie y la atmósfera


A, el intercambio calórico entre la superficie y las capas del suelo v del
subsuelo o del agua, subyacentes.

El balance de radiación de la superficie se considera positivo si la radiación ab-


sorbida por la superficie es mayor que las perdidas de calor, y negativo si no
las cubre. Todos los demás términos del balance de radiación se consideran
positivos si a expensas de ellos se producen pérdidas de calor en la superficie
(si corresponden al gasto del calor). Como todos los términos de la ecuación
pueden variar, el balance térmico se altera y se restablece constantemente.
La ecuación, que hemos visto, del balance de radiación de la superficie es solo
aproximada, porque en ella no se han tenido en cuenta algunos factores
secundarios, que en determinadas condiciones concretas adquieren un valor
significativo; por ejemplo, la emisión de calor durante la congelación, su gasto
en la fusión, etcétera.
El balance térmico de la atmósfera es el resultado del balance de su radiación
Ra, del calor procedente de la superficie Pa, del calor que se emite a la
atmósfera durante la condensación LE y del traslado horizontal del calor
(advección) Aa. El balance de radiación de la atmósfera es siempre negativo.
\a. afluencia del calor como resultado de la condensación de la humedad
atmosférica y los valores del intercambio calórico, son positivos. La advección
del calor provoca el traslado de este desde las latitudes inferiores hacia las
superiores; de tal manera que significa gasto de calor en las latitudes bajas y
entrada de calor en las altas. Como promedio de muchos años, el balance
calórico de la atmósfera se puede expresar con la ecuación:

Ra •= Pa + LE

El balance térmico de la superficie y de la atmósfera en conjunto, como pro-


medio de muchos años, equivale a O (fig. 35).

Figura 35. Esquema del balance térmico.

Se acepta como 100 %, el valor de la radiación solar que penetra en la


atmósfera durante un año (250 kcal / cm 2 La radiación solar, al penetrar en la
atm ósfera, es reflejada en parte por las nubes, 38 % escapa fuera de la
atmósfera, 14 7, es absorbido por la atmósfera, y 48 % alcanza la superficie
terrestre en forma de radiación solar directa. Pero la propia superficie absorbe
el 44 % y refleja el 4%. Así, el albedo de nuestro planeta resulta el 42 % de la
radiación solar que entra en la atmósfera (38%. +4%). (Si no hubiera nubes, el
albedo de la Tierra sería mucho menor, 15 %. El de la Luna es 6%; el de
Venus, 59 % y el de Marte, 15 %).

La radiación absorbida por la superficie terrestre se gasta de la manera


siguiente:
20% se pierde mediante la radiación efectiva; 18% se gasta en la evaporación de la
misma superficie y 6 %, en el calentamiento del aire durante el intercambio calórico
turbulento, total 24% . El gasto de calor por la superficie equilibra su entrada. El calor
solar que recibe nuestra atmósfera (14 % directamente del Sol y 24 % de la superficie
terrestre), ¿unto con la radiación efectiva de la Tierra, va hacia el espacio cósmico. El
albedo de la Tierra (42 %) y la irradiación (58 %) equilibran el ingreso de la radiación
solar en la atmósfera.

TEMPERATURA DE LA SUPERFICIE TERRESTRE

Se llama superficie activa a la superficie que se calienta directamente con


los rayos solares y emite calor a las capas subyacentes y al aire. La
temperatura de la superficie activa y sus fluctuaciones (marcha diaria y anual)
son determinada por el balance térmico.

El valor máximo de casi todas las componentes del balance térmico se


observa en las horas próximas al mediodía. Una excepción es el máximo de
intercambio calórico que se produce en el suelo durante las horas de la
mañana. Las amplitudes máximas de las variables diarias que forman el
balance térmico, se registran en la época de verano, y las mínimas, en la de
invierno.

Durante un día claro, la marcha diaria de la temperatura de una superficie


seca y desprovista de vegetación, alcanza el máximo después de las 13 horas
(1 pm) y el mínimo, alrededor del momento de la salida del Sol (al despuntar el
alba). La nubosidad altera la marcha normal de la temperatura de la superficie
y ocasiona desplazamientos en los horarios del máximo y el mínimo. Sobre la
temperatura de la superficie ejercen gran influencia la humedad y la cobertura
vegetal.
Los máximos diurnos de la temperatura de la superficie pueden ser de +80 0C
y más (al sur de URSS son +75 0C). Las fluctuaciones diarias alcanzan los 40
C. Sus valores dependen de la estación del año, de la nubosidad, de las
propiedades térmicas de h superficie, de su color, de la aspereza, de la
cobertura vegetal y de la exposición de las pendientes.1

1
Es la orientación de la inclinación con relación a los lados del horizonte.

La marcha anual de las temperaturas de la capa activa es diferente en las


distintas latitudes. El máximo de la temperatura de la superficie en las latitudes
medias y altas, generalmente se observa en julio y el mínimo, en enero. Las
amplitudes de las fluctuaciones anuales de las temperaturas de la superficie
activa, son muy pequeñas en las latitudes bajas v en las latitudes medias en la
tierra firme alcanzan los 30 ^C. Sobre las fluctuaciones anuales de la
temperatura de la superficie, en las latitudes templadas y frías influye mucho la
capa de nieve.
La extensión del calor por el subsuelo depende de sus propiedades, sobre
todo, de su capacidad calórica o su calor especifico y su conductibilidad
térmica. Cuando el subsuelo recibe igual cantidad de calor solar, se calienta
tanto más lentamente cuanto mayor sea su capacidad calorífica. La capacidad
calórica de las rocas que forman la tierra firme es aproximadamente dos veces
menor que la del agua. La capacidad calorífica del agua es 1; la del cuarzo, 0,5
17; la de arcilla, 0,676, y la del aire 0,0003.
La trasmisión del calor de capa a capa es regulada por la conductibilidad
térmica. La mayoría de las rocas tienen poca conductibilidad térmica (en
cal / cm2 . s. grados).

arenisca 0,109

granito 0,0097

tierra arcillosa 0,0044

arena húmeda 0,00252

hielo 0,0573

La conductibilidad térmica del agua es 0,00129 cal / cm 2 • s • grados y la del


aire, 0,000056.
En la transmisión del calor de capa a capa se gasta tiempo. Los máximos y
mínimos de las temperaturas de un día se atrasan 3 horas aproximadamente
por cada 10 cm de grosor. Si en la superficie la temperatura más alta se
produce a las 1 3 horas (1 pm), a los 10 cm de profundidad el máximo de
temperatura se alcanzará alrededor de las 16 horas, a los 20 cm cerca de las
19 horas, etcétera.

Al irse calentando las capas subyacentes con el calor que toman de las
suprayacentes, en orden sucesivo, cada capa va absorbiendo cierta cantidad
de calor. Cuanto mayor sea la profundidad a que se halle una capa, tanto
menos calor recibirá y tanto más débiles serán las fluctuaciones de su
temperatura. Las amplitudes de las fluctuaciones diarias de la temperatura
disminuyen a razón de 2 veces por cada 15 cm de profundidad. De modo que,
si en la superficie, la amplitud es de 16°, a los 15 cm de profundidad será de 80
y a los 30 cm, de 40 . Los períodos de la fluctuación de la temperatura
permanecen invariables en todas las profundidades. A la profundidad media de
1 m, las fluctuaciones diarias de las temperaturas del suelo se extinguen. La
capa donde estas fluctuaciones prácticamente cesan se llama capa de la
temperatura diaria permanente.

Cuanto mayor sea el período de las fluctuaciones de la temperatura, tanto


mayor será la profundidad a que estas se extiendan. En las latitudes medias, la
capa de la temperatura permanente anual se halla a la profundidad de 19-20
m, y en las latitudes altas, a los 25 m. En las latitudes tropicales, las amplitudes
anuales de la temperatura no son grandes, y la capa de temperatura
permanente anual se halla a solo 5-10 m de profundidad.

Los momentos del comienzo de las temperaturas máximas y mínimas del


año se atrasan corno promedio 20-30 días por cada metro. De manera que si
la temperatura mínima fue observada en la superficie en el mes de enero, a la
profundidad de 1 m se iniciará a principios de marzo.
Mediante observaciones, se ha comprobado que la temperatura en la capa
de temperatura permanente anual tiene un valor próximo a la media anual del
aire sobre la superficie. La capa del subsuelo que está situada sobre la de la
temperatura permanente anual, experimenta fluctuaciones anuales y es lo que
se llama capa activa.
El agua, por tener mayor capacidad calorífica y menos conductibilidad
térmica que la tierra, se calienta v emite el calor más lentamente. Los rayos
solares que caen sobre una superficie acuática libre son, con frecuencia,
absorbidos por la capa superior y otras veces penetran a gran profundidad,
calentando directamente algunas de sus capas. La movilidad del agua hace
posible el traslado del calor; pero como consecuencia de la mezcla turbulenta
del agua, la trasmisión del calor a profundidad es 1 000-10 000 veces más
lenta que mediante la conductibilidad térmica. Al enfriarse las capas
superficiales, surge la convección térmica, acompañada de mezcla de agua
con distintas temperaturas.
Las fluctuaciones diarias de la temperatura de la superficie del océano son:
en las latitudes altas de 0,1 0C; en las templadas, de 0,4 0C, y en las tropicales,
de 0,5 0 C. La profundidad de penetración de estas fluctuaciones es de 15-20
m. Las amplitudes anuales de la temperatura en la superficie del océano son
desde 2 0 C. en las latitudes tropicales hasta 0,8 0C en las templadas. Las
fluctuaciones anuales de la temperatura penetran hasta la profundidad de 200-
300 m.
Los momentos máximos de la temperatura de las aguas se retrasan
respecto a los de la tierra emergida. El máximo comienza 15-16 horas, y el
mínimo 2-3 horas después de haber salido el Sol. El máximo anual de la
temperatura de la superficie del océano en el hemisferio boreal, corresponde a
agosto y el mínimo, a febrero.

TEMPERATURA DEL AIRE

El aire se calienta y enfría esencialmente en la superficie terrestre. En su


calentamiento desempeña un importante papel la convección térmica, que
surge como res ultado del irregular calentamiento de la superficie activa y del
aire que hace contacto con ella. El aire más caliente (más ligero) se eleva,
transportando calor. La convección térmica puede desarrollarse solo mientras
que el aire que asciende mantenga una temperatura superior a la del medio
circundante, es decir, solo cuando hay un estado inestable de la atmósfera. Si
la temperatura del aire que sube es igual a la de su medio circundante, el
ascenso se detiene (estado indiferente de la atmósfera), si el aire se torna más
frío que el medio circundante inmediato, comenzará a descender (estado
estable de la atmósfera). En el proceso de calentamiento (y del enfriamiento)
del aire por la capa activa, tiene gran importancia la turbulencia. Cuando el
movimiento es desordenado, las partículas de aire al tocar la superficie,
reciben calor, y al mezclarse lo trasmiten a otras partículas. La cantidad de
calor que recibe el aire, como resultado de la convección y la turbulencia, es
mayor que la que recibe como resultado de la radiación de la superficie en
unas 4000 veces, y como resultado de su emisión mediante la conductibilidad
térmica molecular, casi 500 000 veces.
Junto con el vapor de agua procedente de la superficie se traslada calor a la
atmósfera, el cual se emite luego en el proceso de la condensación. Cada
gramo de vapor de agua contiene 600 cal de calor laten; absorbido en la
formación del vapor. La redistribución del calor se produce también como
resultado de su traslado horizontal por las corrientes aéreas, por advección.

Es muy importante el hecho de que la temperatura del aire al ascender y


descender, puede variar adiabáticamente, es decir, sin que haya intercambio
de calor con el aire que lo rodea, a cuenta de la transformación de la energía
interna en trabajo y del trabajo en energía interna. 1

1
En la atmósfera no pueden existir procesos adiabáticos rigurosos, pero se
producen procesos muy similares a ellos.

El aire que asciende, sin tener en cuenta como lo haga (convección o


deslizamiento ascendente), al pasar de una presión mayor a una menor se
dilata, realiza un trabajo en el cual gasta energía interna, v su temperatura
disminuye. El aire que desciende, por el contrario, se contrae, la energía
empleada en la dilatación se libera, y su temperatura aumenta.
El aire seco o que contiene vapor de agua, pero que no está saturado, se
enfría adiabáticamente 1 C cada 100 m. El aire saturado de vapor de agua,
cuando asciende a 100 m, se enfría menos de 1 C porque en él se opera la
condensación, con lo cual se emite (se devuelve) el calor absorbido en la
evaporación.
La medida del enfriamiento del aire saturado durante su ascenso, por cada
100 m, depende de la temperatura del aire y de su presión, y varía dentro de
grandes límites:

TABLA 11a
Temperatura (¡¡radas)
Presión (mb) 30 20 10 0 -10 -20 -30.
1 000 0,37 0,44 0,54 0,66 0,78 0,88 0,94
800 0,34 0,40 0,50 0,62 0,74 0,85 0,93
600 0,30 0,36 0,44 0,55 0,69 0,82 0,91
400 0,27 0,31 0,38 0,47 0,60 0,75 0,87

0
El aire que no está saturado de humedad, al descender se calienta 1 C
cada 100 rn, el aire saturado se calienta menos porque en él se produce
evaporación, y en este proceso se gasta calor.
El aire saturado que asciende pierde humedad con las precipitaciones y se
torna no saturado. Al descender, este aire se calienta 1 0C cada 100 m. Corno
resultado, el descenso de la temperatura al subir resulta menor que su
ascenso al bajar. Así, el aire saturado que sube y luego baja a un mismo nivel
y con la misma presión, tendrá temperaturas diferentes: la temperatura final
será mayor que la inicial. Este proceso se llama pseudoadiabático. Como el
aire se calienta esencialmente a causa de la superficie activa, a más altura,
dentro de la capa inferior de la atmósfera, la temperatura, por regla general,
desciende. El gradiente vertical medio para la troposfera es 0,6 C cada 100 m
se considera positivo si la temperatura desciende con la altura, y negativo, si la
temperatura asciende. En la capa de aire inferior, adyacente a la superficie
terrestre (1,5-2 m), los gradientes verticales pueden ser muy grandes. En un
día caluroso, la temperatura a 2 m de altura suele ser 5-10° más baja que la de
la superficie. Por la noche, la temperatura de la capa de aire adyacente a la
superficie terrestre es más baja que la de las capas suprayacentes.

El aumento de la temperatura con la altura se llama inversión, y la capa de


aire donde se produce este fenómeno se denomina capa de inversión. Casi
siempre en la atmósfera se pueden observar capas de inversión.
Cerca de la superficie terrestre, cuando esta experimenta un enfriamiento
grande como resultado de la irradiación, la capa inferior del aire se enfría
también mucho y surge la inversión de radiación; la cual suele aparecer en las
noches claras del es tío y puede abarcar una capa de varios cientos de metros
de espesor. Durante el invierno, cuando el tiempo está claro, la inversión se
mantiene a veces durante varios días e incluso semanas. Las inversiones
invernales pueden abarcar una capa hasta de 1,5 km de espesor.
La inversión puede intensificarse por las condiciones del relieve: el aire frío
fluye hacia las partes bajas y allí se enfría más por contacto con la superficie,
estas son las llamadas orográficas. Las inversiones potentes, denominadas
advectivas, se forman cuando el aire relativamente cálido llega a una superficie
fría la cual hace descender la temperatura de sus capas inferiores.
Durante el día, la inversión advectiva es poco acusada, y durante la noche
sé intensifica por el enfriamiento de radiación En la primavera, a la formación
de estas inversiones contribuye también la cobertura de nieve fresca que aún
no se ha fundido.
La inversión puede producirse también lejos de la superficie, en la
atmósfera libre, donde las capas de inversión son un impedimento para el
desarrollo de las convecciones, porque, al encontrar una capa caliente, el aire
no continúa subiendo; por eso se les llama capas retenedoras.
El régimen térmico de la capa inferior de la troposfera, aproximadamente
hasta 2 km de altura, está determinado por la radiación y la absorción del calor
de la superficie subyacente y por el intercambio vertical (convección y
turbulencia).

La marcha diaria y anual de la temperatura en esta capa generalmente


refleja la marcha de la temperatura de la superficie, pero tiene menores
amplitudes de fluctuación. A medida que se apartan -de la superficie, las
amplitudes de las fluctuaciones de la temperatura disminuyen y los momentos
máximos de la temperatura se atrasan.

Las fluctuaciones diarias de la temperatura del aire, durante el invierno, se


advierten hasta los 0,5 km de altura, y durante el verano, hasta los 2 km. En la
capa de 2 m de espesor, el máximo diario se observa a las 14-15 horas (2-3
pm) v el mínimo, después de despuntar el alba. 1.a am plitud de las
fluctuaciones diarias disminuye con el aumento de la latitud del lugar. La mayor
amplitud diaria se produce en las latitudes subtropicales y la mínima, en las
polares. En las latitudes templadas y frías, las amplitudes diarias son diferentes
en las distintas estaciones del año. En las latitudes frías, la amplitud máxima
diaria se observa en la primavera y el otoño, y en las templadas, durante el
verano. En las amplitudes diarias de las fluctuaciones de la temperatura
influyen el relieve y las propiedades físicas de la superficie. El relieve convexo
disminuye las amplitudes, mientras que el cóncavo las aumenta. Sobre una
superficie de agua v sobre una cubierta de vegetación, las amplitudes son
bastante menores que sobre la tierra emergida y sobre una superficie
desprovista de vegetación.
La marcha anual de la temperatura del aire depende, en primer término, de
la latitud del lugar. Desde el ecuador hacia los polos, la amplitud anual de las
fluctuaciones de la temperatura del aire aumenta. Se distinguen cuatro tipos de
marcha anual de la temperatura, según la magnitud de las amplitudes y el
tiempo en que comienzan las temperaturas extremas.

El tipo ecuatorial se caracteriza por tener dos máximos (después de los


momentos de equinoccio) y dos mínimos (después de los momentos de
solsticio). La amplitud sobre el océano es de 1 0C y la de la tierra emergida
hasta de 10 0 C. La temperatura es positiva durante todo el año.
El tipo tropical tiene un máximo después del solsticio de verano y un mínimo
después del solsticio de invierno. Las amplitudes sobre el océano son de unos
|0
5 C y en la tierra emergida, hasta de 20 0C. La temperatura es positiva
durante todo el año.
El tipo templado tiene un máximo en el hemisferio boreal, sobre la tierra emer-
gida en el mes de julio, sobre el océano en agosto y un mínimo en el
hemisferio boreal, sobre la tierra emergida en enero, v sobre el océano en
febrero. Se distinguen cuatro estaciones bien marcadas: la cálida, la fría y dos
transitorias. 1.a. am plitud anual de las fluctuaciones de la temperatura aumenta
con la latitud también la distancia entre el lugar y el océano: en la costa es de
10 0C y lejos del océano es de 60 0C y más (en Yakutia, 62,5 0C). La
temperatura es negativa durante el de invierno.
El tipo polar tiene un invierno muy largo y frío, y un verano corto y frío. Las
amplitudes anuales son de 25 0C y más (sobre la tierra emergida hasta de 65
0
C). La temperatura es negativa en la mayor parte del año.

El cuadro general de la marcha anual de la temperatura del aire se complica


mucho, a causa de la influencia de varios factores, entre los cuales tiene gran
importancia el carácter de la superficie subyacente. Sobre la superficie del
agua, la marcha anual de la temperatura se suaviza, mientras que en la de la
tierra está más contrastada. Las temperaturas anuales bajan mucho a causa
de las coberturas de nieve y de hielo. Influyen también: la altura del lugar sobre
el nivel del mar, el relieve, la distancia del océano y la nubosidad.

Figura 36. Marcha diaria de la temperatura del aire en distintas latitudes:


N.Nukus;L, Leningrado; S, Sverdtovsk;M, Mielkaya a Guba.
XII II IV VI Vllll X XII

Figura 37. marcha anual de la temperatura del aire en distintas latitudes:

B, Batavia; A, Asuan;S, Saratov; V, Verjoyansk.

La marcha anual de la temperatura del aire normal se altera por


perturbaciones causadas por la irrupción de aire caliente o frío. Como ejemplo
pueden servir los regresos del frío durante la primavera, los regres os del calor
durante el otoño y las lloviznas invernales en las zonas templadas.

Distribución geográfica de las temperaturas del aire

Si la superficie terrestre fuera homogénea y la atmósfera y la hidrosfera


fueran inmóviles, la distribución del calor sobre la superficie de la Tierra sería
determinada solamente por la radiación solar, y la temperatura del aire iría
disminuyendo desde el ecuador hacia los polos, pero conservándose igual en
cada paralelo. Las temperaturas que dependen solo de la radiación solar se
llaman temperaturas solares.
TABLA 12 Temperaturas teóricas solares medias anuales en las distintas
latitudes

Latitud (grados) 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

Temperatura 39 36 32 22 8 -6 -20 -32 -41 -44


(°C)
Las temperaturas medias anuales reales del aire dependen del carácter de
la superficie (tierra emergida, agua, nieve, hielo, etc.) v del continuo
intercambio caló rico entre las latitudes, que se realiza mediante el
desplazamiento del aire y de las aguas del Océano Mundial. Por todo ello es
que se diferencian de las solares (tabla 13).
TABLA 13

Latitud (grados) 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Hemisferio boreal
Temperatura (°C) 25.4 26,0 25,0 20,4 14,0 5,4 - 0.6 -10,4 -17.2 -19,0
Hemisferio austral
Temperatura (°C) 24,7 22,8 18,3 12,0 5,3 -3,4 -13,6 -30,2 -36,5

Comparando las tablas, se aprecia que las temperaturas medias anuales


reales del aire cerca de la superficie terrestre, en las latitudes bajas son
inferior es y en las altas, superiores a las solares. En el hemisferio austral, las
temperaturas medias anuales reales son más bajas que en el boreal en todas
las latitudes.

La temperatura media del aire cerca de la superficie terrestre en el


hemisferio boreal, durante el mes de enero es de —8 0Cy en julio, de +22 0C;
en el hemisferio austral, durante el mes de Julio es de —10 0C y en enero, de
+17 0C . Las amplitudes anuales de las fluctuaciones térmicas del aire, que en
el hemisferio boreal son de +14°C v en el austral solo de +7 °C, reflejan su
menor continentalidad. La temperatura media anual del aire, cerca de la
superficie terrestre en general es de + 12 C en enero y de +16 °C en julio; el
promedio anual es de +14 C.
Las isotermas (líneas que unen en el mapa los puntos de igual temperatura).
muestran claramente la distribución de la temperatura del aire. Cuando se
trazan los mapas de las isotermas, estas generalmente se reducen o
convierten a! nivel del mar, y se acepta que la temperatura desciende con la
altura 0,6 0C por cada 100 m. Con esto se excluye la influencia de la altura
del lugar sobre la temperatura del aire.

Enero es el mes más frío del hemisferio boreal y el más cálido del austral.
En el hemisferio austral, las isotermas son casi paralelas sobr e el océano y
describen curvas solo en el límite de las corrientes frías con los océanos y los
continentes cálidos. En el hemisferio austral, durante el mes de enero,
predominan las mayores temperaturas sobre los continentes. En el hemisferio
boreal, las isotermas están más próximas unas a las otras que en el austral,
sobre todo en los continentes como resultado de su enfriamiento. Al pasar del
cálido océano a la tierra emergida fría describen curvas hacia el sur. Así, la
0
isoterma cero pasas obre el Atlántico a los 70 de latitud norte y sobre el
0
centro de China, a los 34 de latitud norte. También las isotermas se desvían
mucho al sur sobre Eurasia. La influencia del Atlántico, por su cálida corriente,
condiciona una dirección casi meridional de las isotermas sobre' Europa
oriental; aquí la temperatura desciende de manera más brusca de oeste a
este que de sur a norte.
En enero las temperaturas más bajas se registran en el noreste de Asia, en
Yakutia (—68 0C) y en Groenlandia (—55 0 C). Sobre estas regiones las
isotermas forman líneas cerradas, la temperatura, desde estos polos del frío
sube hacia todos los Lados. El polo del frío en Yakutia se debe a la
acumulación de aire frío en las depresiones entre las montañas, y en
Groenlandia, al gran albedo de la vasta meseta de hielos.

Julio es el mes más cálido en el hemisferio boreal y el más frío en el


austral; las temperaturas más bajas de este mes se registran en la Antártida v
las más altas, en los continentes del hemisferio boreal. Al pasar del océano a
la tierra emergida, las isotermas se inclinan hacia el norte. Los gradientes
horizontales de la temperatura en julio son menores que en enero, es decir,
las isotermas aparecen bastante más separadas.
El ecuador geográfico no corresponde a la latitud con temperaturas más
altas ni en enero ni en julio.
Si en el mapa señalamos sobre cada meridiano su punto de temperatura
media anual más alta y unimos esos puntos, trazaremos una línea ondulada :
el ecuador térmico. Durante el verano boreal, el ecuador térmico se desplaza
hacia el norte y durante el invierno hacia el sur, pero siempre gran parte de él
se encuentra en el hemisferio boreal (fig. 40). Esto se debe a que en las
latitudes tropicales y tem pladas de este hemisferio predominan los
continentes y también a la influencia de la cubierta de hielos de la Antártida.
Los máximos absolutos de la temperatura del aire en la Tierra se observan
en el hemisferio sur, en Australia (llanura de Nullabor+ 5 10 C), y en el
0
hemisferio norte, en África (Trípoli +58 C). Los mínimos absolutos se
registran en la Antártida (—88,3 0C) y en el noreste de Asia (Oimekon -71 0C
y Verjoyansk —68 0 C). En cada paralelo se puede calcular una temperatura
normal (Para definir la temperatura media normal de un paralelo se toman
varios de sus puntos equidistantes, la temperatura de estos puntos se
interpola utilizando las isotermas más próximas a ellos, y después w calcula
la temperatura media correspondiente) y definir las alteraciones de las
temperaturas reales; las anomalías térmicas. Uniendo los puntos de iguales
anomalías se confeccionan mapas de isonómalas. En enero son
anormalmente frías casi toda Asia (—24 0 C) y América del Norte (—20 0C).
El océano Atlántico y Europa, por el contrario, son anormalmente cálidos
(hasta +24 0C). En julio, las anomalías positivas máximas se observan en
Asia suroccidental y en América del Norte, mientras que las máximas
negativas se obser van en los océanos del hemisferio boreal.
En el mapa de las isonómalas se aprecia bien la influencia que ejercen la
superficie, las corrientes oceánicas y el movimiento del aire sobre la
temperatura.

Zonas térmicas
Los trópicos y los círculos polares, que separan las zonas de
luminosidad, no pueden considerarse como límites de las zonas térmicas.
En la distribución de la temper atura, además de la forma y la posición de la
Tierra, se hace sentir la influencia de una serie de factores; la distribución
de las tierras y de las aguas, las corrientes oceánicas y aéreas cálidas y
frías. Por eso, como límites de las zonas térmicas se toman las isotermas.
Hay siete zonas térmicas:
0
—La tórrida, situada entre las isotermas anuales de 20 C del
hemisferio boreal y austral.

Figura 40. Zonas térmicas de la Tierra.


—Dos templadas, que hacia el ecuador limitan con la isoterma anual de
+20 0C y hacia los polos, con la de+10 0 C del mes más cálido.
0
—Dos zonas frías, situadas entre las isotermas de +10 y O0 C del mes
más cálido.

—Dos polos del frío, situados cerca de los polos y que limitan con la
isoterma O °C del mes más cálido.

En el hemisferio boreal el área polar es Groenlandia v el resto del espacio


adyacente al polo norte, y en el hemisferio austral es la zona situada hacia el
sur del paralelo 600 de latitud sur.

EL AGUA EN LA ATMÓSFERA
3
En la atmósfera terrestre hay entre 12 000 y 1 3 000 km de vapor de
agua. El agua penetra en la atmósfera fundamentalmente como resultado de
la evaporación procedente de la superficie terrestre. En la atmósfera, el vapor
de agua se condensa y el agua resultante es transportada por las corrientes
aéreas, cayendo de nuevo sobre la superficie terrestre, donde se evapora otra
vez y así sucesivamente. Se realiza un continuo ciclo del agua, el cual es
posible gracias a la capacidad del agua de adoptar tres estados (sólido,
líquido y gaseoso) y de pasar fácilmente de uno a otro.
La humedad del aire se determina por su contenido de vapor de agua, v
con respecto a ella se consideran varios aspectos: la humedad absoluta, el
contenido máximo de humedad, la humedad relativa, el déficit de humedad y
el punto de rocío.
La humedad absoluta es el contenido real de vapor de agua en la
atmósfera medido en gramos por metro cúbico (q, g/ cm 3), o medido por la
elasticidad (e), es decir, por la presión que ejerce el aire húmedo sobre la
superficie terrestre, medida en milímetros de la columna de mercurio (mm) o
en milibaras (mb).
Los valores numéricos q y e son muy próximos uno al otro. Cuando la
temperatura es de 16,4 0C coinciden.

El contenido máximo de humedad (Q g/cm 3 )o la elasticidad del vapor de


agua que satura el aire (E mb, E mm) es el límite del contenido de vapor de
agua en el aire a una temperatura dada y depende directamente de la
temperatura. Cuanto mayor sea la temperatura del aire tanto más vapor de
agua puede contener.
Cuando las temperaturas son bajas, el aire solo es capaz de contener una
cantidad muy pequeña de vapor de agua. Por eso, la disminución de la
temperatura del aire produce la condensación del vapor de agua.

La humedad relativa (r) es la relación entre la humedad absoluta y el


máximo contenido de humedad expresada en tanto por ciento:

r=e/E.100 o q/Q.100
La humedad relativa caracteriza el grado de saturación del aire con vapor
de agua. Con la saturación E = er = 100%.

El déficit de humedad (D) es la insuficiente saturación a una temper atura


dada:
D=E—e

El punto de rocío (T0) es la temperatura a la cual el vapor de agua que


contiene el aire lo satura. Cuando la humedad relativa es menor que 100 %, el
punto de rocío siempre es menor que la temperatura efectiva del aire. Para
poder llevar la temperatura del aire a T0 hay que enfriarlo.

Evaporación
El agua penetra en la atmósfera como resultado del proceso de la
evaporación, durante el cual las moléculas de agua que se mueven
rápidamente escapan de la superficie del agua y pasan a la atmósfera.
Cuanto mayor sea la temperatura de la superficie del agua que se evapora
tanto más rápido será el movimiento de las molé culas radiante del Sol, la
evaporación aumenta y la humedad absoluta alcanza su máximo. La y tanto
mayor será la cantidad de ellas que penetre en la atmósfera. Al encontrar la
resistencia del aire, parte de las moléculas retorna a la superficie de
evaporación. A esto contribuye el vapor de agua contenido en el aire. Cuando
el aire se satura de vapor de agua, el proceso de evaporación cesa.
La velocidad de evaporación depende del déficit de la humedad (E—e) y
de la velocidad del viento. Tal dependencia se expresa por la fórmula:

Wevap.= (E-e) . f(u) (ley de Dalton)

Donde:

f(u) es el factor viento establecido, que según los datos de distintos


investigadores, tiene un valor de 0,5 a 1.

El proceso de evaporación va acompañado de un descenso de la temperatura


de la superficie de evaporación. Para la evaporación de 1g de agua se gastan
600 cal y para evaporar 1 g de hielo, 77 cal menos.

La evaporación del agua de la superficie del océano, en todas las latitudes,


es mayor que la del agua de la superficie de la tierra emergida. Durante el año
varía poco. Cuando hay suficiente calor, la evaporación es mayor en el
período húmedo, pero cuando hace frío no es grande.
Cuando la humedad es baja en la superficie, la evaporación no puede ser
grande aunque haya una temperatura alta y un elevado déficit de humedad.
La evaporación posible, la llamada evaporabilidad, en este caso es
considerable. Sobre la superficie del agua, la evaporación y la evaporabilidad
coinciden.
Sobre la tierra emergida, la evaporabilidad caracteriza al valor de la
evaporación posible cuando hay suficiente vapor de agua y puede ser
bastante mayor que la evaporación real.
La humedad del aire varia continuamente a causa de los cambios de la
temperatura de la superficie de evaporación y del aire, de la intensidad de
evaporación y condensación y del traslado de vapor de agua a la atmósfera.
La marcha diaria de la humedad absoluta del aire suele ser sencilla y
doble. La sencilla coincide con la marcha diaria de la temperatura, tiene un
máximo y un mínimo y es típica de los lugares donde hay bastante humedad.
Se puede observar siempre sobre el océano, y durante el invierno y el otoño,
sobre la tierra emergida. La doble tiene dos máximos y dos mínimos y es
típica de la tierra emergida. El mínimo matinal se registra antes de la salida
del Sol y se debe a la evaporación muy débil (o a la ausencia humedad)
durante las horas de la noche. Con el aumento de la entrada de la energía
marcha anual de la humedad absoluta coincide con la marcha anual de la
cerca de las 9am. Como resultado de la convección el ascenso del vapor de
agua es más rápido que cuando entra en el aire desde la super ficie de
evaporación, es por eso que a las 16 horas (4 pm) surge el segundo mínimo.
Al anochecer, la convección cesa, la evaporación desde la superficie
calentada durante el día es bastante intensa y en las capas inferiores del aire
se acumula humedad, creando alrededor de las 20-21 horas (8-9 pm) el
segundo máximo, el de la noche.

La marcha anual de la humedad absoluta coincide con la marcha anual de la


temperatura. Durante el verano, la humedad absoluta es máxima y durante el
invierno, mínima. Por ejemplo, en Moscú, la humedad absoluta mínima se
registra en enero (2,0 mm) y la máxima en julio (11,7 mm).
La marcha diaria y anual de la humedad relativa es casi siempre contraria
a la de con el incremento de la temperatura que la humedad absoluta. El
máximo diario la temperatura, porque el contenido máximo de humedad
relativa aumenta más rápido de la humedad relativa comienza antes de la
salida del Sol, y el mínimo, a las 15-16 horas (3-4 pm).

Durante el año, el máximo de humedad relativa, por regla general,


corresponde al mes más frío y el mínimo, al más cálido. Son una excepción
las regiones donde soplan vientos húmedos procedentes del mar, durante el
verano, y vientos secos procedentes del continente, durante el invierno.
La distribución de la humedad del aire en la superficie terrestre es más
bien zonal. La humedad absoluta generalmente disminuye desde el ecuador
hacia los polos de 18-20 a 1-2 mm. La humedad máxima absoluta (31 ,9mm)
se registra en el mar Rojo y la máxima anual promedio (27.2 mm) sobre el
golfo de Bengala; la mínima anual promedio (0,9 mm) y la mínima absoluta
(0,1 mm) se registran sobre Antártida.
La humedad relativa presenta pocas variaciones con el cambio de latitud.
Así, en las latitudes 0 0 - 100 tiene un máximo de 85 %; en las latitudes 30-
40°, de 70 %, y en las latitudes 60-700, de 80 %. Se advierte un notable
descenso de la humedad relativa solo en las latitudes 30-400 . en los
hemisferios boreal y austral. La magnitud promedio anual máxima de
humedad relativa (90 %) se observa en la desembocadura del Amazonas v la
mínima (28 %,) en Jartum (valle del Nilo).

Condensación

En el aire saturado de vapor de agua, como resultado del descenso de la


temperatura hasta el punto de rocío o del aumento de la cantidad de vapor de
agua, surge la condensación. A la temperatura de O0 C, e] vapor de agua
puede pasar al estado sólido sin pasar por el líquido. Este proceso se llama
sublimación.

En el aire puro no se forma la condensación ni la sublimación aunque haya


una gran saturación de vapor. La presenc ia de núcleos de condensación
(polvo, humo, sal y otros) produce una rápida condensación de vapor de agua
sobre ellos.
Cuando el aire se enfrié por contacto con la superficie subyacente, al llegar
al punto de rocío se produce la condensación del vapor de agua. En la
superficie, de acuerdo con las condiciones de condensación y de la
temperatura, aparecen el rocío, la escarcha, el sedimento líquido y sólido, los
cristales de hielo y el verglás.

El rocío se compone de diminutas gotas de agua v se produce durante las


noches sobre la superficie y objetos enfriados como consecuencia de la
irradiación del calor. En la zona templada el rocío produce 0,l-0,3mm de agua
en un día y de 10-50 mm al año. En las zonas cálidas, estas cifras son
mayores.
La escarcha o helada es un sedimento duro y blanco que se forma en las
mismas condiciones que el rocío, pero a temperatura menor que O 0C.
El sedimento líquido y sólido es una fina película de agua o de hielo que se
forma sobre las superficies verticales de las paredes, colum nas, etc.; y surge
al cambiar el tiempo de frío a cálido, como resultado del contacto del aire
húmedo y cálido con la superficie fría.

El verglás está constituido por cristales de hielo (cristalino) o hielo


granulado y aumenta hacia donde sopla el viento, principalmente sobre
objetos como las ramas de los árboles, el tendido eléctrico, etc. El verglás
cristalino se desmorona fácilmente, mientras el granulado es muy duro y
alcanza un grosor de varios centímetros; procede de la humedad del aire
saturado a forman sobre el temperatura inferior a -15 °C.
Los cristales de hielo duro que se suelo y encima de diferentes objetos
aparecen, generalmente, cuando caen gotas de lluvia sobre una superficie
enfriada, a una temperatura inferior a. O 0C. Suelen surgir durante el otoño y
la primavera, cuando hay temperaturas de O a -5 °C.

La acumulación de los procesos de condensación o de sublimación, gotitas


de agua o cristalitos de hielo respectivamente, en las capas de aire próximas
a la superficie terrestre originan nieblas o brumas. La niebla v la bruma se
diferencian por el tamaño de sus gotas, lo cual determina también distinto
grado de visibilidad. A través de la niebla se ven los objetos a distancias
menores de 1 km, mientras que con la bruma o neblina se pueden ver a
mayores distancias.
El aumento del tamaño de las gotas de la bruma origina la niebla y, por el
contrario, con la evaporación parcial de sus gotitas la niebla se transforma en
bruma o neblina.

Según las causas que ocasionan el enfriamiento del aire y la formación de


la niebla, se distinguen tres tipos fundamentales de niebla: de radiación,
advectiva y de evaporación.
La niebla de radiación está relacionada con el paulatino enfriamiento de la
capa de aire inmediata a la superficie terrestre que emite calor por medio de
la irradiación. En la formación de este tipo de niebla, favorece el tiempo claro,
tranquilo, con viento muy débil. Durante la noche v la madrugada, sobre los
lugares bajos y húmedos se forma una niebla de radiación baja, hasta de 2 m
de espesor, durante el invierno y el otoño surge la niebla de radiación alta,
que se mantiene durante varios días y alcanza un espesor hasta de 2 000 m.
La niebla advectiva (de desplazamiento) se forma al desplazarse el aire
caliente sobre una superficie fría; abarca grandes áreas y se extiende a
considerables alturas. Como ejemplos de nieblas advectivas pueden servir
aquellas que surgen durante la época fría del año, cuando el aire se mueve
desde latitudes más bajas hacia las más altas, por ejemplo, la niebla estival
sobre los mares boreales, producida por la entrada de aire caliente desde el
continente, y la niebla costera originada como resultado del paso de aire
caliente del mar sobre una superficie fría, en el invierno.
La niebla advectiva o de desplazamiento surge al desplazarse y tocarse
dos masas de aire de distinta temperatura, próximas a la saturación.

La niebla de evaporación se forma en el aire saturado que asciende de


distintas superficies de agua más o menos cálidas, cuando este se pone en
contacto con el aire más frío y se condensa el vapor de agua que contiene.
Si la condensación (o la sublimación) del vapor de agua se produce a
cierta altura sobre la superficie, se forman las nubes, estas se diferencian de
la niebla por la situación que ocupan en la atmósfera, por su estructura física
y su diversidad de formas. La niebla que asciende puede formar nubes.
El surgimiento de las nubes está relacionado con el enfriamiento adiabático
del aire que asciende. Al ascender y enfriarse paulatinamente, el aire alcanza
el nivel de condensación o del límite en el cual su temperatura resulta ser
igual a la del punto de rocío. Más arriba, cuando hay núcleos de
condensación, se pueden formar las nubes. Así el límite inferior de las nubes
coincide prácticamente con el nivel de condensación.
El límite superior de las nubes se determina por el nivel de la convección,
limite de extensión de las corrientes ascendentes de aire, y coincide
frecuentemente con las capas retenedoras.
A gran altura, donde la temperatura del aire ascendente es inferior a O 0C,
aparecen en las nubes cristales de hielo. LA cristalización se produce
generalmente a una temperatura de -100 , -15 0C. Entre los elementos
líquidos y sólidos de una nube no hay un límite bien marcado, sino gruesas
capas transitorias. Las gotitas de agua y los cristalitos de hielo que forman la
nube son elevados por las corrientes ascendentes y descienden de nuevo,
por efecto de la fuerza de gravedad. Al descender más abajo del límite de
condensación, pueden evaporarse.
De acuerdo con los elementos que dominen, las nubes se dividen en
acuáticas, gélidas y mixtas. Las nubes acuáticas se componen de diminutas
gotitas de un diámetro de milésima o centésimas de milímetro. Cuando la
temperatura es negativa, las gotitas se congelan. En 1 cm 3 de nube acuática
hay varios cientos de ellas. Las nubes gélidas se componen de cristalitos de
hielo. Como estos cristalitos se forman en el aire cuando las temperaturas son
bajas y el contenido de vapor de agua es pequeño, la cantidad de ellas por
unidad de volumen de una nube es bastante menor que la cantidad de gotas
que hay en ese mismo volumen, en una nube de agua. Las nubes mixtas
contienen al mismo tiempo gotitas muy frías de distintos tamaños y cristalitos
de hielo. Durante la estación cálida del año. las nubes de agua surgen
esencialmente de las capas inferiores de la troposfera; las mixtas de las
medias y las gélidas de las superiores.
Se ha convenido tomar como base de la clasificación internacional
moderna de las nubes, la altura y el aspecto exterior.

Por la altura, las nubes se dividen en cuatro familias:

I. nubes del piso superior, a una altura mayor que 6000 m;

II. nubes del piso medio, altura de 2 000 a 6 000 m:

III. nubes del piso inferior, a menos de 2 000 m;


IV. nubes de desarrollo vertical. La base de estas nubes se encuentra al
nivel del piso inferior (1 000 - 2 000 m) y la cúspide puede alcanzar la
situación de las nubes del piso superior.

Por el aspecto exterior, se destacan 10 géneros de nubes. Los géneros se


distribuyen en las familias de nubes de la forma siguiente:

Familia I (piso superior)


ler. género: cirros (C), nubes delicadas, de textura fibrosa o filiforme, sin
sombras, generalmente blancas y a menudo brillantes.

2do. género: cirrocúmulos (CC), capas y cadenas de transparentes copos, sin


sombra.

3ro. género: cirroestratos (Cs), fino velo blanquecino y transparente.

Todas las nubes del piso superior son gélidas.

(Familia II piso medio)


4to. género: altocúmulos (Ac), capas o cadenas de blancas masas en
forma de empedr ado; se componen de diminutas gotitas de agua.
5to.género: altoestratos (As), velo estirado o ligeramente ondulado, de un
color más o menos gris; pertenecen a las nubes mixtas.

Familia III (piso inferior)

6to. género: estrato cúmulos (Sc), capas y cadenas de masas globulares


con la parle inferior horizontal, de color gris. Se componen de gotitas de
agua.
7mo. género: estratos (St), capas horizontales de nubes, de color gris;
generalmente son nubes de agua.
8vo. género- nimbo estratos (Ns), capa amorfa de color gris. Con
frecuencia van acompañadas de nubes desgarradas de lluvias llamadas
fractonimbos (Fn). Los nimbos estratos son nubes mixtas.

Familia IV (nubes de desarrollo vertical)

9no. género: cúmulos (Cu), aglomeraciones nubosas espesas con la base


horizontal, son nubes de agua. Los cúmulos con masas dispuestas en
forma compacta y con los bordes desgarrados se llaman fractocúmulos
(Fe).
lOmo. género: cúmulonimbos (Cn), espesos cúmulos desarrollados en
forma vertical, en su parte inferior son de agua y en la superior, de hielo.
Oscuros y de bordes desgarrados en la parte inferior.
El carácter y la forma de las nubes se deben a los procesos que produce el
enfriamiento del aire, lo cual lleva aparejado la formación de nubes.
Como resultado de la convección térmica que se desarrolla al calentarse
una superficie heterogénea, se forman los cúmulos (Familia IV) y se
desarrollan según la intensidad de la convección y la posición del nivel de
condensación: cuanto más intensa sea la convección, más alto será su nivel y
tanto mayor, el espesor vertical de los cúmulos.
100 200
300 400
500 600
700 800

Figura 43.
Nubes de
deslizamiento
ascendente.

Cuando las masas calientes y frías se encuentran, el aire caliente siempre


trata de ascender sobre el frío. Cuando aquel asciende, como resultado del
enfriamiento adiabático se forman las nubes. Si el aire caliente sube con
lentitud por la superficie ligeramente inclinada de la divisoria de las masas
calientes y frías (proceso de deslizamiento ascendente), se forma una
extensa capa de nubosidad que se prolonga por cientos de kilómetros (700-
900 km). Surge un característico sistema de nubosidad: abajo se encuentran
con frecuencia las nubes rasgadas de lluvia o fractocúmulos; sobre ellas, los
nimbos estratos (menos de 2 km); más arriba, los altos estratos(hasta 6 km),
los cirros estratos (6-8 km) y los cirros. Cuando el aire caliente es
enérgicamente empujado hacia arriba por el aire frío que fluye por debajo, se
forma un sistema de nubes distinto. Como las capas de aire frío inmediatas a
la superficie terrestre se mueven mas lentamente por causa del rozamiento
que las capas superyacentes, la parte inferior de la superficie divisoria se
encorva bruscamente, el aire asciende en forma casi vertical y en el surgen
los cúmulos nimbos .Si mas arriba se observa un deslizamiento ascendente
de aire caliente por sobre el frío, igual que en el primer caso se desarrollan los
nimbos estratos los altos estratos y los cirros estratos. Si el deslizamiento
ascendente cesa no hay formación de nubes. Las nubes que se forman
cuando el aire caliente sube por encima del aire frío se llaman frontales.
Las nubes pueden formarse cuando se acumula aire en las pendientes de
las montañas y otras elevaciones. Estas nubes originadas por el relieve se
llaman orográficas.
En el límite inferior de la capa de inversión, que separa el aire más denso
del menos denso, surgen ondas de varios cientos de metros de largo y de 20-
50 m de alto. En las crestas de estas ondas, donde el aire, al ascender se
enfría, se forman las nubes; en las hondonadas entre las crestas no se
forman nubes. Así surgen franjas paralelas o barras de nubes onduladas. De
acuerdo con la altura pueden ser altocúmulos (Ac) o estratocúmulos (Sc)
Si las nubes existen antes de que surja el movimiento de onda, se hacen
más compartas en las crestas de las ondas, mientras que en las hondonadas
son menos compactas, apareciendo una alternación de franjas nubosas más
oscuras y más claras.
La causa de la formación de las distintas masas nubosas puede ser el
movimiento de turbulencia del aire. Cuando hay una mezcla turbulenta del
aire sobre un espacio grande, digamos, como resultado del aumento de la
fricción contra la superficie al moverse este del mar a la tierra, se forma una
capa de nubes que se distingue por tener distinto espesor en las diferentes
partes y hasta interrupciones.

Las perdidas de calor por la irradiación en horas de la noche durante el


invierno y la primavera, en un aire que contiene gran cantidad de vapor de
agua, producen nubes. Como este proceso se opera en forma tranquila y
continua, surge una extensa capa de estratos que se dispersan durante el día.

La nubosidad es el grado de cobertura del ciclo con nubes La nubosidad se


define a simple vista en décimas de la cobertura del cielo (o en otras
unidades, como el tanto por ciento): O significa un ciclo despejado; 1
representa 1/10 del ciclo cubierto de nubes, y 10, extensa nubosidad. La
nubosidad se escribe así:
9 Cs nubosidad total! en puntos
------------------------------------------------------------
5 Cu cantidad de nubes en el piso inferior

En la marcha diaria de la nubosidad, sobre la tierra emergida se observan


das máximos: por la mañana muy temprano v después del mediodía. Por la
mañana muy temprano, el descenso de la temperatura y el aumento de la
humedad relativa del aire contribuyen a la formación de los estratos, y
después del mediodía el desarrollo de la convección, origina los cúmulos.
Durante el verano, el máximo diurno está más expresado que el matinal.
Durante el invierno dominan los estratos y el máximo de nubosidad
corresponde a las horas de la mañana y de la noche. Sobre el océano, la
marcha diaria de nubosidad es inversa a la de la tierra emergida: el máximo
de nubosidad corresponde a la noche y el mínimo al día.( Sobre la superficie
del agua, la convección se desarrolla mucho, sobre todo por la noche.
Durante este tiempo, en las capas inferiores del aire, que hacen contacto con
el agua caliente de la superficie, la temperatura varía poco. A cierta altura, el
aire se enfría como consecuencia de la irradiación y surgen las corrientes
convectivas, que son las que comportan la formación de las nubes).

La marcha anual de la nubosidad es muy diversa. En las latitudes bajas casi


no varía durante el año. Sobre los continente la nubosidad máxima
corresponde al verano. El máximo estival de nubosidad se- registra también
en las zonas de desarrollo de los monzones y sobre el océano en las latitudes
altas.
La extensión de la nubosidad depende del carácter de la superficie (de la
distribución de la tierra emergida y del agua) y del movimiento dominante del
aire (su ascenso o descenso).

TABLA 14

Valores anuales medios de nubosidad sobre las distintas latitudes en


la tierra emergida y el Océano (en décimas)

Latitud 0-10 10-20 20-.3 0 30 -40 40 -5 0 50-60 60-70 70-80 SO-90


(grados)
Hemisferio boreal
Tierra
Emergida 5,2 4,0 3,4 4,0 5,0 6,0 6,2 6,3 —
Océano 5,3 5,3 4,9 5,2 6,6 6,7 7,2 7,0 6,3
Hemisferio austral
Tierra
Emergida 5,6 4,6 3,8 4,8 5,8 7,0 - - -
Océano 5,9 4,9 5,3 5,7 6,7 7,2 7,6 6,4
De la tabla 14 se deduce que la nubosidad, en todas las latitudes, es
mayor sobre la superficie de agua que sobre la de la tierra. Sobre la tierra
emergida está mejor expresada la zonalidad de su distribución. En general, la
distribución de la nubosidad presenta dos máximos: uno sobre el ecuador
(entre los 100 de latitud sur y norte), que es el resultado de un potente
movimiento ascendente del aire, y otro sobre las latitudes 600-70 0 norte y sur,
como resultado del ascenso del aire durante los ciclones. Los mínimos de
nubosidad se ajustan a los 20°-30° y están relacionados con el descenso del
aire.

La nubosidad media anual para toda la Tierra es de 5,4; sobre la tierra


emergida,
de 4,9 y sobre el océano, de 5,8. La nubosidad mínima anual se registra en
Asuán (Egipto) con 0,5 ; en URSS se observa una mínima nubosidad en
Termez (Asia central) de 1,6. U nubosidad máxima anual (8,8) se registra en
el mar Blanco, y se distinguen por tener una gran nubosidad las regiones
septentrionales del Atlántico y del Pacífico, y las costas de Antártida.
La nubosidad puede caracterizar el número de días despejados y
nublados. Por ejemplo, en la costa oriental de Taiwán 233 días al año son
nublados, mientras que en Ifren (Tripolitania), 293 días al año son
despejados.
Las nubes desempeñan un papel muy importante en la envoltura o esfera
geográfica: transportan la humedad, con ellas están relacionadas las
precipitaciones; el manto de nubes refleja v dispersa la radiación solar y al
mismo tiempo retiene la radiación térmica de la superficie terrestre, todo lo
cual regula la temperatura de las capas inferiores de aire. Sin nubes, las
fluctuaciones de la temperatura del aire adoptarían un carácter muy brusco.

Precipitaciones atmosféricas
Se llama así al agua que cae a la superficie procedente de la atmósfera,
en forma de lluvia, llovizna, nieve, granizo, etcétera.
Las precipitaciones caen de las nubes, pero no todas las nubes pueden
producir precipitaciones. Las gotitas de agua y los cristalitos de hielo de una
nube son diminutos y fácilmente retenidos por el aire, e incluso las corrientes
ascendentes débiles las elevan. Para que se formen las precipitaciones se
requiere que los elementos de la nube aumenten de peso lo suficiente, de
modo que puedan vencer el empuje de las corrientes ascendentes y la
resistencia del aire. El aumento se produce como resultado de la unión de las
gotitas v el enganche de los cristales, y principalmente, de la evaporación de
parte de los elementos de la nube, del transporte difuso del vapor de agua y
además de la condensación del vapor de agua nuevamente aportado.
Las gotitas o los cristales tropiezan unos con otros por la turbulencia del
aire o cuando caen con distinta velocidad. El proceso de adhesión, al tropezar
esas partículas es impedido por la película de aire que hay en la superficie de
estas y por las car gas eléctricas contrarias.
El aumento de unos elementos de la nube a expensas de otros, como
consecuencia del transporte difuso del vapor de agua, es intenso, sobre todo
en las nubes mixtas. Como la capacidad máxima de humedad sobre el agua
es mayor que sobre el hielo, en la nube el vapor de agua puede saturar el
espacio donde se encuentran los cristalitos de hielo, mientras que para las
gotitas de agua no hay saturación. Como resultado, las góticas comenzarán a
evaporarse y los cristales a aumentar rápidamente, a expensas de la
condensación de la humedad sobre la superficie de ellos.

Cuando en una nube de agua hay gotas de distinto tamaño, comienza. el


desplazamiento del vapor de agua hacia las gotas más grandes v estas
aumentan. Pero como este proceso es muy lento, de las nubes de agua
(estratos y estratocúmulos) caen gotas muy pequeñas, de un diámetro de
0,05-0,5 mm. Las nubes de estructura homogénea, generalmente no
producen precipitaciones. Para el surgimiento de las precipitaciones, tienen
condiciones favorables, sobre todo, las nubes de desarrollo vertical; en la
parte inferior de estas hay gotas de agua v en la parte superior cristales de
hielo, y en la zona intermedia, gotas muy frías y cristales.

Durante el verano, cuando el aire está caliente y tiene gran déficit de


humedad, las precipitaciones que caen de las nubes pueden no llegar a la
superficie, evaporándose en su descenso. Se evaporan también "al vuelo" las
gotas de lluvia muy finas. Existen casos en que el aire muy húmedo contiene
gran cantidad de núcleos de condensación v se producen precipitaciones de
gotas de lluvia, sin nubes. El diámetro de las gotas de lluvia es de 0,05 a 7
mm (promedio de 1,5 mm), las gotas de mayor tamaño se desintegran en el
aire. Las gotas de un diámetro hasta de 0,5 mm forman la llovizna. La caída
de las gotas de llovizna no se ve a simple vista. La verdadera lluvia es tanto
más grande cuanto más fuertes son las corrientes ascendentes del aire que
tienen que atravesar las gotas al caer. Cuando la velocidad del aire
ascendente es de 4 m/s sobre la superficie caen gotas de un diámetro no
menor de 1 mm, las corrientes ascendentes con una velocidad de 8 m/s o
pueden ser vencidas ni por las gotas más grandes.

La temperatura de las gotas de agua que caen siempre es un poco más


baja que la del aire.
Si los cristales de hielo que se precipitan de las nubes no se funden en el
aire, caen a la superficie en forma de precipitaciones sólidas (nieve, granos de
nieve, hielo, granizo). Los copos de nieve se componen de cristales
hexagonales de hielo que se formaron en el proceso de la sublimación. Los
cristales de nieve mojados, al pegarse, forman los copos de nieve. Los granos
de nieve son cristales esféricos que surgen cuando los cristales de hielo
aumentan en desorden en condiciones de una alta humedad relativa (mayor
que 100 7%). Si los granos de nieve se cubren de una fina película de hielo se
llaman gramos de hielo.
El granizo cae durante la temporada cálida del año, de las espesas nubes
cúmulonimbos (Cn). Las granizadas, generalmente no son duraderas y se
forman como resultado de un repetido desplazamiento de los granitos de
hielo hacia abajo y hacia arriba en la nube. Al caer, los granitos penetran en
la zona de enfriamiento de las gotas de agua y se cubren de una cápsula
transparente de hielo, luego vuelven a subir a la zona de los cristales de hielo
y sobre su superficie se forma una capa opaca de finísimos cristales. E] grano
de granizo tiene un núcleo de nieve y una serie de cápsulas transparentes y
opacas que se alternan. La cantidad de cápsulas y el tamaño del granizo
dependen de las veces que haya subido y bajado en la nube. Los granizos
más frecuentes tienen un diámetro de 6 a 20 mm, pero se encuentran de
(tamaño bastante mayor. Por ejemplo, el 11 de mayo de 1945 , en Inglaterra
cayeron granizos de un diámetro de 37 mm y algunos alcanzaron el de 75
mm. Generalmente, el granizo cae en las latitudes templadas, y pocas veces,
pero de manera más intensa, en los trópicos. En las regiones polares no cae
nunca.
La cantidad de precipitaciones se mide en milímetros por la altura de la
capa de agua que formarían al caer sobre una superficie horizontal, sin
evaporarse, infiltrarse o escurrirse. En cuanto a la intensidad (la cantidad de
milímetros de precipitaciones en 1 m), las precipitaciones se clasifican en
débiles, moderadas y fuertes.

El carácter de las precipitaciones depende de las condiciones de su


formación.
Las precipitaciones cerradas generalmente caen en forma de lluvia y se
distinguen por ser uniformes y prolongadas. Los aguaceros caen de las nubes
estratos-cúmulos en forma de lluvia y a veces, de granizo. Se caracterizan por
el cambio brusco de intensidad y por su poca duración. Se han registrado
algunos aguaceros de una intensidad hasta de 21,5mmmin. (islas Hawai). LAS
precipitaciones en forma de llovizna caen de las nubes estratos y
estratocúmulos. Se componen de gotitas (en la estación fría, de diminutos
cristales) que apenas se ven a simple vista y parecen estar suspendidas en el
aire.
La marcha diaria de las precipitaciones coincide con la marcha diaria de la
nubosidad. Se distinguen dos tipos de marcha diaria de las precipitaciones: el
continental y el marítimo (costero).El tipo continental tiene dos máximos (en
las horas de la mañana y después del mediodía) y dos mínimos (por la noche
y antes del mediodía). El tipo marino tiene un máximo (por la noche) y un
mínimo (por el día).
La marcha anual de las precipitaciones es distinta en las diferentes zonas
latitudinales y en diferentes regiones de una misma zona. Depende de la
temperatura, del régimen térmico, del movimiento del aire, de la distribución
del agua y de la tierra emergida, v, en un considerable grado, del relieve la
gran variedad de tipos de marcha anual de las precipitaciones no puede ser
reducida a unos pocos modelos, pero se pueden señalar las particularidades
del régimen anual de las precipitaciones que son típicas en las distintas
latitudes.
Para el régimen anual de las precipitaciones en las latitudes ecuatoriales
son típicos dos períodos muy lluviosos después de los equinoccios, que se
alternan con dos períodos menos lluviosos. Hacia los trópicos se operan
cambios en el régimen anual de las precipitaciones; hay una aproximación de
los dos períodos húmedos, hasta llegar a confluir cerca de los trópicos en un
período de abundantes lluvias, que se prolonga durante 4 meses al año o algo
más. Las latitudes subtropicales (350 –400) también tienen un solo período de
lluvias, que corresponde a la temporada de invierno. En las latitudes
templadas, la marcha anual de las precipitaciones es diferente sobre el
océano, el interior y las costas de los continentes. Sobre el océano dominan
las precipitaciones invernales y sobre los continentes, las estivales. Las
precipitaciones estivales son típicas también de las latitudes polares. La
marcha anual de las precipitaciones, en cada caso, puede explicarse solo
teniendo en cuenta la circulación de la atmósfera. El mapa de las isoyetas da
una clara idea de la distribución de las precipitaciones en la superficie
terrestre.

Las precipitaciones más copiosas son las que caen en la zona ecuatorial,
donde la suma anual supera los 1 000-2 000 mm. En las islas ecuatoriales del
Pacífico caen hasta 4 000-5 000 mm de precipitaciones al año, y en algunas
pendientes de las montañas expuestas al viento de las islas tropicales caen
hasta 10 000 mm. La causa de esta cantidad tan grande de precipitaciones es
la existencia de poderosas corrientes convectivas de aire muy húmedo. Hacia
el norte y hacia el sur de las latitudes ecuatoriales, la cantidad de
precipitaciones disminuye y alcanza el mínimo cerca de los paralelos 25°-3 5°,
donde la media anual de precipitaciones no es mayor que 500 mm. En el
interior de los continentes y en las costas occidentales de estos hay lugares
donde no caen lluvias durante varios años. En las latitudes templadas, la
cantidad de precipitaciones vuelve a aumentar y alcanza un promedio de 800
mm al año; en el interior de los continentes cae menos cantidad (500, 400 e
incluso hasta 250 mm por año) y en las costas, hasta 1 000 mm. En las
latitudes altas, cuando la temperatura es baja y el aire contiene poca
humedad, las precipitaciones son insignificantes.

La cantidad máxima media anual de precipitaciones en Cherrapunji (India)


es de unos 12 000 mm, la suma anual máxima de precipitaciones ha llegado
casi a 23 000 mm, y la mínima, a más de 7 000 mm}.
La cantidad máxima anual de precipitaciones cae en URSS en la
pendiente sur de la cordillera principal del Caúcaso (Ahishjo, 3 000 mm} y en
la costa caucásica del mar Negro (Batumi, 2 400 mm} y la cantidad mínima de
precipitaciones se registra en el territorio de Asia central y en el sudeste de la
parte soviética (algunos años ha sido menor que 10 mm}.

De la nieve que cae sobre la superficie terrestre en condiciones de


temperatura suficientemente baja para que se mantenga, se forma la cubierta
de nieve, de la que son caracteres importantes la altura y la densidad. La
altura de esta cubierta, medida en centímetros, depende de la cantidad de
precipitaciones que cae por unidad de superficie, de la densidad de la nieve,
del relieve de la localidad, la cobertura vegetal v del viento, que es un
desplazador de la nieve. En las latitudes templadas, la altura común es de 30-
50 cm. La altura máxima de la cobertura de nieve en URSS ha sido registrada
en la cuenca del curso medio del Yenisei (110 cm): en las montañas puede
alcanzar varios metros. 1.a densidad de esta cobertura de nieve(relación
entre la masa y el volumen) es muy diferente (desde 0,04 hasta 0,7 g/cm 3).

3
La densidad media es de 0,20025 g / cm . De la densidad de la nieve
depende su conductibilidad térmica. La conductibilidad mediado la nieve es
de 0,00027 cal / cm . s. grado
La cobertura de nieve protege bien el suelo contra su congelación. Cuanto
más alto sea el manto de nieve tanto menos calor pierde el suelo.
Al tener un gran albedo y una gran irradiación, el manto de nieve facilita la
reducción de la temperatura de las capas de aire inmediatas a la tierra, sobre
todo durante el tiempo despejado. Las temperaturas mínimas y máximas del
aire sobr e el manto de nieve, siempre son inferiores a las que se producen
cuando no hay nieve.
En las regiones polares y de altas montañas, la cobertura de nieve es
permanente. En las latitudes templadas este manto es de diferente duración y
depende de las condiciones climáticas. El manto de nieve que se mantiene
durante un mes se llama estable. El manto estable se forma anualmente
sobre la mayor parte de URSS: en el extremo norte, con una duración de 8-9
meses v en las regiones centrales, de 4 a 6 meses. En las costas del mar de
Azov y del Negro, la cobertura de nieve no es estable.
La fusión de la nieve se produce fundamentalmente por efecto de! aire
cálido procedente de otras regiones. Bajo la acción de los rayos solares se
funde solo el 36 7, de la cobertura de nieve. 1.a lluvia cálida también funde la
nieve. El agua de fusión penetra en el suelo, con lo cual abastece de agua a
las plantas, repone las reservas de las aguas freáticas, escurre hacia los ríos
y ocasiona sus crecidas.
Las reservas de agua en la cobertura de nieve pueden ser calculadas por
la fórmula:

Z=H-dcm

donde:
Z. es la altura de la capa de agua fundida
H es la altura de la cobertura de nieve
d es su densidad

Para la evaluación de las condiciónesele humectación de una superficie,


no es suficiente conocer la cantidad de precipitaciones. Cuando esta cantidad
es igual, pero la evaporación es diferente, las condiciones de humectación
pueden ser distintas. Para caracterizar las condiciones de humectación se
utiliza el coeficiente de humectación (K) que significa la relación entre la
cantidad de precipitaciones atmosféricas que caen durante un determinado
período (R) y la evaporación (Em) durante ese mismo período:

K= R / Em • 100
Si la suma de precipitaciones es menor que la evaporación la humectación
no es suficiente; si es mayor, puede ser excesiva.

PRESIÓN ATMOSFÉRICA

El peso de la atmósfera es un millón de veces menor que el peso general


de la Tierra; no obstante, la presión que la atmósfera ejerce sobre la
2
superficie terrestre es muy grande: 1033,3 g / cm sobre el nivel del mar (10
333 Kg. / m2 )• Esta presión equivale a la presión de una columna de mercurio
de igual base, de 760 mm de altura al mismo nivel, a 450 de latitud. La presión
de 760 mm de la columna de mercurio es la presión atmosférica que se
considera normal. La presión atmosférica puede ser expresada en dinas. La
presión atmosférica normal es de 1 013 250 dinas / cm 2 . La presión de 1 000
000 dinas por 1 cm 2 es 1 bar; 0,001 de bar es 1 milibar.
2
1013250 dinas / cm corresponde a 1013,25 milibares. El milibar es en la
actualidad
la unidad de medida de la presión. 1 000 m b corresponden a 750 mm de la
columna de mercurio; 1 mb equivale a 0,75 ó ¾ mm de la columna de
mercurio; 1 mm de
4 la columna de mercurio equivale a 1,33 ó 4/3 mb.

La presión disminuye con la altura, porque el espesor de la capa


suprayacente de la atmósfera es menor según se asciende. La distancia en
metros a la que hay que subir o bajar para que la presión atmosférica varíe en
1 mb se llama escalón barométrico .E.l tamaño del escalón barométrico varía
de acuerdo con la temperatura y la presión: a O 0C de temperatura o 1 000
mb de presión, mide 8 m: a la misma temperatura y una presión de 800 m b
mide 10 m, con una presión de 600 mb, 13,3 m y con la presión de 400 mb,
20 m.

En la práctica, se requiere con frecuencia convertir la presión registrada en


distintos puntos a un mismo nivel. Para ello, se puede utilizar (cuando la
diferencia entre los puntos es pequeña, no mayor de 1 000 m) la formula de
Bobine (fórmula barométrica simplificada):

Z» 16 000 (1+0,004 t) . P1 – P2 / P1 – P2

donde:
Z es la diferencia de la altura de dos puntos (de dos niveles) r es la
temperatura del aire
P1 es la presión del punto situado más abajo
P2 es la presión del punto situado más arriba.

Las observaciones demuestran que la presión varía también en el tiempo.


La presión más alta en la superficie de la Tierra (reducida al nivel del mar)
se ha registrado en Asia (1 080 mb), y la más baja, en el Pacífico (887 mb).
Las fluctuaciones de la presión en un lugar pueden tener una amplitud
grande. Por ejemplo, en Moscú (156 M sobre el nivel del mar) el mínimo
registrado de presión es de 944 mb y el máximo de 1 037 mb.
Los cambios de presión se producen esencialmente por el aire calentado
desde la superficie terrestre. En su gran mayoría son de carácter no
periódico. Sobre el fondo de los cambios no periódicos, se descubren bien las
fluctuaciones periódicas de la presión, diarias y anuales.
La marcha diaria de la presión tiene fluctuaciones ligeras y dos máximos (a
las 10 y a las 22 horas, o sea, a las 10 am y a las 10 pm, hora local) y dos
mínimos (a las 4 y las 16 horas).- listas fluctuaciones de la presión están bien
expresadas, sobretodo en las latitudes ecuatoriales y tropicales (3-4 rnb),
rumbo a los polos, la amplitud disminuye (hasta 0,3 mb).
En cambio, las amplitudes anuales de las fluctuaciones de la presión van
aumentando de las latitudes inferiores a las superiores. A este respecto, sobre
los continentes las fluctuaciones de la presión durante el año son mayores
que sobre los océanos y, además, también difiere la marcha anual de la
presión sobre los continentes y los océanos. En los primeros, el máximo de
presión se registra en el invierno, y en los segundos, en el verano. Con la
altura, las amplitudes de las fluctuaciones anuales de la presión aumentan y
la marcha anual de la presión se torna inversa: el máximo sobre los
continentes corresponde al verano y el mínimo al invierno.
La distribución de la presión en la capa atmosférica se puede mostrar
mediante el dibujo de superficies trazadas a través de puntos con igual
presión, denominadas superficies isobáricas.
Si la presión al nivel del mar fuera la misma en todas las partes y variara
con la altura en igual forma las superficies isobáric as se situarían
horizontalmente y serian paralelas unas a otras. En realidad, la presión vana
no solo en dirección vertical sino también horizontal, y las superficies
isobáricas tienen formas diversas. En la zona de alta presión se configura un
sistema de superficies isobáricas curvilíneas, con su parte convexa dirigida
hacia arriba. En la zona de baja presión las superficies isobáricas curvilíneas
son cóncavas.
Las líneas que se forman por la intersección de las superficies isobáricas
con la superficie del océano (o con cualquier otra superficie) se llaman
isobaras. Las isobaras son líneas que unen los puntos que tienen igual
presión. A las distintas formas de superficies isobáricas corresponden
determinadas formas de isobaras.
Las isobaras rectilíneas surgen de la intersección entre superficies
isobáricas paralelas desde cierto ángulo. Las isobaras, cerradas al interceptar
las superficies, forman superficies convexas o cóncavas báricas.
El sistema de isobaras cerradas con presión baja en el centro es el mínimo
bárico. El sistema de isobaras cerradas con presión alta en el centro es el
máximo bárico. El sistema isobárico abierto correspondiente a una lengua
alargada de baja presión es un surco, vaguada u hondonada bárica. El
sistema isobárico abierto, correspondiente a una lengua alargada de alta
presión es una cresta, cuna o dorsal de alta bárica. Entre dos máximos
báricos y dos mínimos báricos situados en cruz, se forma un sistema de
isobaras abiertas denominado silla.

La densidad (proximidad entre sí) de las isobaras depende del cambio de


presión por unidad de distancia. El cambio de presión en dirección horizontal
se caracteriza por el gradiente bárico.

Figura 45. Superficies isobáricas sobre una superficie con presión alta y baja.
Figura 46. Isobaras.

El gradiente bárico es el cambio de presión por unidad de distancia hacia la


parte donde disminuye la presión v en dirección perpendicular a las isobaras.
Por unidad de distancia se toma el largo de un grado de meridiano, 111 km.
Cuanto mayor sea el gradiente bárico tanto más densas serán las isobaras.

Con las magnitudes de presión reducidas a un nivel (generalmente el del


océano), le trazan los mapas de la distribución de la presión sobre la
superficie de la Tierra para un momento determinado o para un periodo de
tiempo; son las denominadas cartas de isobaras.

En el mapa de la distribución de la presión media en enero en muchos


años se destaca la zona de baja presión en el ecuador, depresión ecuatorial;
dentro de esta, sobre k>s continentes (en mayor grado en el hemisferio
austral) se revelan regiones cerradas, con una presión inferior a 1010 mb.
Hacia el norte v hacia el sur de la depresión ecuatorial están las zonas de alta
presión, que comprenden regiones cerradas, bien distinguibles sobre todo en
los océanos del hemisferio austral (el máximo del sur del Indico, sur del
Pacífico y sur del Atlántico), separadas por regiones de baja presión, que se
notan sobre los continentes. En el hemisferio boreal, los máximos báricos que
se forman sobre los océanos —el del Atlántico norte o de las Azores y el del
Pacífico norte o de Hawai - se unen con el extenso máximo sobre Asia (el
asiático), que se extiende sobre las latitudes tropicales, subtropicales
templadas y subpolares, y también con los máximos sobre América del Norte
(estadounidense y canadiense), formando una extensa zona de alta presión.
En las latitudes templadas y circumpolares del hemisferio boreal sobre los
océanos, están los mínimos báricos (el de Islandia y el de las Aleutinas), y
sobre los continentes las regiones de alta presión mencionadas (el máximo
asiático y el canadiense). Sobre el Ártico la presión es alta, pero la región
cerrada de alta presión, 1016 mb, se destaca solo sobre Groenlandia (el
máximo de Groenlandia}. En las latitudes templadas y circumpolares del
hemisferio sur hay una extensa zona de baja presión, y sobre Antártida, un
máximo bárico estable (fig. 47).

En julio, la zona ecuatorial de baja presión se desplaza hacia el hemisferio


boreal. Sobre los continentes, la baja presión se extiende lejos hacia el norte,
a las latitudes tropicales y templadas del hemisferio boreal, formando
extensas depresiones estivales con sus centros cerca de los 30° de latitud
norte. Los máximos del Atlántico norte y del Pacífico norte también se mueven
hacia el norte y se intensifican. En las latitudes templadas y circumpolares del
hemisferio boreal, las depresiones, que se debilitan considerablemente sobre
los océanos (el mínimo de Islandia y el de las Aleutinas) se unen a las
depresiones que están sobre los continentes, formando una extensa zona de
baja presión, hacia e! norte de la cual, la presión asciende de un poco.

En el hemisferio austral, sobre las latitudes subtropicales y tropicales, la


alta presión no se limita a los tres máximos sobre los océanos, sino que se
extiende también sobre los fríos continentes, formando una zona de alta
presión. En las latitudes templadas y en las subtropicales del hemisferio
austral, en enero, se sitúa la zona de baja presión. Sobre Antártida hay alta
presión.

El análisis de las cartas de isobaras de enero y de julio permite advertir la


referida zonalidad en la distribución de la presión durante el año, lo cual se
manifiesta con mayor claridad sobre el océano. Durante todo el año existe
una zona de baja presión en el ecuador. En las latitudes subtropicales,
durante todo el año se mantienen sendas zonas de alta presión, que se
destaca por distintos máximos sobre los océanos. Se ven claramente las
zonas de baja presión en las latitudes templadas (extensa la del hemisferio
austral y dividida por mínimos la del boreal) y las zonas de alta presión en los
polos. Según la estación del año, las zonas de alta y baja presión sobre el
océano se desplazan hacia el norte o hacia el sur.

Sobre los continentes, las regiones de alta y baja presión no solo se


desplazan, sino que de acuerdo con las respectivas estaciones, cambian de
signo: en lugar de máximos báricos surgen mínimos báricos y viceversa. Por
ejemplo, el máximo de invierno que se encuentran sobre Asia, cambia por el
mínimo de verano. Los máximos y mínimos báricos ejercen gran influencia
sobre las corrientes aéreas, el tiempo y el clima; por eso los llaman centros de
acción de la atmósfera.

El desarrollo de los procesos atmosféricos sobre Europa, depende en alto


grado de la influencia de centros de acción atmosférica: los máximos
permanentes de las Azores y del Ártico, el máximo estacional de Asia, el
mínimo permanente de Islandia y el mínimo estacional de Asia.

Los máximos y mínimos báricos no se mantienen nunca en forma


invariable; la presión cambia continuamente, y las cartas de su distribución
media de muchos años solo reflejan el predominio de la presión alta o baja en
uno u otro lugar.

Con ayuda de las cartas de isobaras se puede mostrar la distribución de la


presión, no solo en las inmediaciones de la superficie de la Tierra, sino a
cualquier altura sobre el nivel del mar, digamos a la de 5 km. La carta
correspondiente deter minará una superficie isobárica que puede contrastar
mucho con la del nivel del mar u otros niveles.

En la. práctica, para representar la presión en altura se utilizan, más que


las de isobaras, las cartas de topografía bárica (del relieve bárico), que
muestran la posición que ocupa en el espacio una y otra superficie isobárica,
por ejemplo la de 300, 500 ó 700 mb. Cada punto de la superficie isobárica se
halla en una determinada altura sobre el nivel del mar, y el relieve de esta
superficie, lo mismo que el de la superficie de la Tierra, se puede representar
por medio de isohipsas. La altura de las isohipsas, en los mapas de topografía
bárica, se expresa en metros geopotenciales (mgp).

La carta de topografía bárica, en la cual se observa la posición de una u


otra superficie isobárica sobre el nivel oceánico, se llama carta de topografía
absoluta y se designa con el índice AT, por ejemplo, AT3oo es el signo de la
carta de la topografía absoluta de una superficie de 300 mb.

Se confeccionan también cartas de topografía relativa (OT). En ellas se


registra la altura de la superficie isobárica, calculada no desde e! nivel del
océano (como en las cartas de AT) sino desde el situado más abajo de la
superficie isobárica, es decir, la altura relativa de una superficie isobárica
sobre la otra. Por ejemplo, se confeccionan frecuentemente cartas de altura
relativa de 500 mb sobre una superficie de 1 000'mb (OT 500 • 1 000). La
altura relativa de una superficie isobárica sobre otra depende de la
temperatura del aire entre estas superficies. Por eso, el mapa de la OT
permite juzgar de la distribución de la temperatura en la capa de aire entre las
superficies isobáricas. Cuanto mayor sea la altura relativa tanto más alta será
la temperatura de la capa de la atmósfera.

Las cartas de la topografía absoluta y la relativa son de gran importancia


para el estudio del desarrollo de los distintos procesos atmosféricos y se
emplean mucho para hacer los pronósticos del tiempo.

Comparando las cartas de la distribución de la presión al nivel del mar con


las de la topografía absoluta, se observa que las irregularidades en la
distribución de la presión cerca de la superficie de la Tierra se van suavizando
con la altura. La alternación de fajas de alta y baja presión desaparece. La
región de altas presiones está situada sobre el ecuador y estas van
disminuyendo hacia los polos.
Vientos

Las diferencias de presión atmosférica producen el desplazamiento del


aire.

El movimiento de este en dirección horizontal es lo que llamamos viento, el


cual se caracteriza por su velocidad, fuerza y dirección. La velocidad del
viento se mide en metros por segundo (m / s) , a veces en kilómetros por hora
(km / h) o en nudos (.escala de Beaufort), de O a 12 nudos. La fuerza del
viento se determina por la presión que ejerce el aire en movimiento sobre los
objetos y se mide en kilogramos por metro cuadrado . La fuerza del viento
depende de su velocidad:

P = 0,25 . v 2 kg / m2

donde:

p es la fuerza,

v es la velocidad,

0,25 es el coeficiente.

La velocidad del viento se define por la magnitud del gradiente bárico. Cuanto
mayor sea el gradiente tanto mayor será la velocidad del viento. El
movimiento del aire se hace más lento al rozar con la superficie terrestre, lo
cual influye hasta la altura de unos 1 000 m. La fuerza de la fricción reduce la
velocidad del viento en dos veces, aproximadamente.

En la capa atmosférica que a partir de la superficie terrestre alcanza un


espesor de 100 m durante el verano y de 50 m durante el invierno, la
velocidad máxima de; viento se observa de 1 a 2 pm, y la mínima, por la
noche. En capas más altas, la marcha diaria del viento es inversa. Esto se
debe a- la variación de intensidad que experimenta el intercambio vertical
atmosférico en las 24 horas. Durante el día, el intenso intercambio vertical que
se desarrolla cerca de la superficie terrestre comprende capas más altas, lo
cual retiene su desplazamiento en dirección horizontal. Durante la noche no
hay un intenso intercambio v el efecto frenador de la capa de aire inmediata á
la superficie no se hace sentir sobre el movimiento de las capas más altas,
que se desplazan a una velocidad correspondiente a la magnitud del
gradiente bárico. La marcha diaria normal del viento es constantemente
alterada por las perturbaciones atmosféricas.

La velocidad media anual máxima del viento (22 m / s se ha observado en la


costa de Antártida. La velocidad media diaria del viento alcanza allí a veces
hasta 44 — y en algunos momentos hasta 90 m / s. En Jamaica se registra un
viento huracanado que por momentos alcanza una velocidad de 84 m / s

La dirección del viento se define por la posición del punto del horizonte desde
donde sopla. Para designar la dirección del viento, el horizonte se divide en
16 rumbos. La dirección del viento se expresa también por el azimut, ángulo
entre el meridiano y la dirección del viento en un lugar dado. El azimut se
calcula desde el punto N (norte) hacia el este desde 00 hasta 3600 .

La dirección del viento varía con los cambios de la distribución de la


presión. Una idea clara de la frecuencia de una u oirá dirección del viento la
da la rosa de los vientos. Cuando se construye la rosa de los vientos, se
marcan las direcciones de los rumbos (generalmente los ocho principales: N,
NE, E, SE, S, SW, W y NW) y la frecuencia del viento respectivo en tanto por
ciento, y se unen los extremos de las líneas resultantes. Si señalamos
también en cada dirección la velocidad media del viento, se puede elaborar un
segundo gráfico de la velocidad de los vientos.

La dirección del viento depende de la dirección del gradiente bárico, del


efecto desviador de la rotación de la Tierra y del rozamiento o fricción que
sufra cuando se mueve a lo largo de las isobaras; también en su dirección
influye la fuerza centrífuga.

El aire, al moverse a una altura superior a 1 000 m sobre la superficie


terrestre, se subordina al efecto de dos fuerzas la originada por el gradiente
bárico (diferencia de las presiones) y la del efecto de desviador de la rotación
de la Tierra. Como resultado, la dirección de su movimiento coincide con la de
las isobaras. Veamos por qué esto sucede así. La partícula de aire en el
hemisferio boreal comienza a moverse por efecto de la fuerza del gradiente
bárico (G) desde el punto a0. En cuanto surge el movimiento, se manifiesta el
efecto desviador de la rotación de la Tierra (A), en dirección perpendicular a la
del movimiento y hacia su derecha. Las partículas de aire se desvían de la
dirección del gradiente bárico hacia la derecha, al punto A1 . La fuerza de G
acelera más y más el movimiento de las partículas y al mismo tiempo
aumenta también la fuerza A (A2 A3 A.4,). En el punto a4, la dirección del
movimiento de las partículas coincide con la dirección de las isobaras y las
fuerzas G y A se equilibran una a la otra (equilibrio geostrófico). El movimiento
continuará solo por inercia a lo largo de las isobaras. El movimiento uniforme
del aire sin rozamiento se llama viento gradiente y el movimiento a lo largo de
las isobaras rectilíneas, geostrófico

aIta presión

Figura 51. Explicación del viento de gradiente.

Cuando las partículas de aire se mueven según las isobaras curvilíneas


influye en él la fuerza centrífuga, que actúa en dirección perpendicular al
movimiento del centro a la periferia. Como resultado, en este caso se
establece también el movimiento del aire a lo largo de las isobaras. En el
hemisferio boreal, dentro de la región cerrada de baja presión (mínimo bárico)
la dirección de este movimiento es contraria al de las agujas del reloj y en la
región cerrada de alta presión (máximo bárico), igual que las agujas del reloj
en el hemisferio austral, ocurre lo contrario, en la región de baja presión, el
movimiento es igual al de las agujas del reloj y en b de alta presión, a la
inversa.

En la capa inferior de la atmósfera, sobre la presión del aire, influye mucho


el rozamiento. La dirección de la fuerza del rozamiento es en general,
contraria al movimiento del aire y es proporcional a la velocidad del
movimiento. Reduce la desviación del viento de la dirección del gradiente
bárico.

Figura 53. Líneas de las corrientes.

El viento cercano a la superficie terrestre se desvía de la dirección del gradiente


bárico en un ángulo medio de 60°, bajo la acción conjunta del efecto desviador
causado por la rotación terrestre, la fuerza de fricción y, en caso de que haya
movimiento curvilíneo, también por la fuerza centrífuga. Sobre la tierra emergida,
esta desviación es de 45°- 50° y sobre el agua, de 70°-80°.

En la región cerrada de baja presión surge un movimiento de torbellino del aire


desde la periferia hacia el centro de la región. En la región cerrada de alta presión,
el aire se mueve también en forma de torbellino, pero desde el centro hacia la
periferia.
Si observamos la dirección del viento cerca de la superficie de la Tierra (er el
hemisferio boreal), la presión más baja estará a la izquierda y un poco hacia adelan-
te y la más alta, a la derecha y un poco hacia atrás (ley banca del viento).

Si en el mapa se muestra con flechas cortas la dirección del viento en distintos


puntos y luego se trazan líneas continuas, de tal manera que las flechas que indic an
b dirección del viento sean tangenciales a ellas, se obtendrán líneas de corrientes
cuyo carácter depende de la forma de las isóbaras. Si las isóbaras son rectilíneas,
las líneas de las corrientes son rectas. En el mínimo bárico tienen el aspecto de es-
pirales que convergen en el centro, mientras que en el máximo bárico divergen
desde el centro. En el surco o vaguada bárica, las líneas de las corrientes
convergen y en la cresta o cuña bárica divergen.

Los fenómenos de convergencia y divergencia de las corrientes de aire tienen


gran importancia para los procesos que se operan la atmósfera. Generalmente, la
convergencia produce un movimiento ascendente del aire y la divergencia, un
movimiento descendente.

Masas aéreas

El aire de la troposfera no es siempr e igual, porque la distribución del calor solar


por la superficie terrestre no es igual v la propia superficie es muy distinta. Como
resultado de la interacción con la superficie subyacente, el aire adopta unas u otras
propiedades físicas, y al desplazarse de unas condiciones hacia otras las
transforma rápidamente. Como el aire se desplaza continuamente, su transfor-
mación es constante. Varían en primer término la temperatura v la humedad. En
determinadas condiciones (sobre los desiertos y sobre los centros industriales), el
aire se carga notablemente de partículas, lo cual se refleja en sus propiedades
ópticas.
Las masas de aire relativamente homogéneas que se extienden a varios miles
de kilómetros en dirección horizontal y a varios kilómetros en dirección vertical, se
denominan masas aéreas.
Las masas aéreas se forman por las condiciones que adopta el aire después de
una larga permanencia sobre un territorio relativamente homogéneo (parte de un
continente o de un océano). No obstante, tampoco en estas condiciones la masa
aérea puede formarse como un todo único con iguales propiedades en todas sus
partes. La transformación permanente introduce diferenciasen las propiedades del
aire dentro de una masa aérea. El movimiento de la masa aérea tampoco puede ser
concebido como el movimiento de un cuerpo íntegro en una misma dirección. La
dirección y la velocidad de las partículas en la masa aérea son diversas y varían
constantemente. A cierta altura dentro de una masa aérea el movimiento del aire es
con frecuencia contrario al de otra altura.
Se distinguen masas aéreas calientes y frías (AC y AF). Las primeras se
desplazan desde una superficie más cálida hacia una más fría, mientras que las
segundas, por el contrario, desde una más fría a una más caliente.
La masa aérea cálida se enfría por la superficie subyacente y su gradiente
térmico vertical disminuye, por lo cual se observa con frecuencia una inversión.
Generalmente, esta masa aérea es estable. Cuando hay mucha humedad, en la
masa aérea caliente que se mueve sobre la fría superficie terrestre se forman
nieblas advectivas y sobre el continuo manto de niebla hay frecuentemente nubes
St, de las cuales caen precipitaciones en forma de llovizna. Sobre la capa de
inversión, las nubes desaparecen.

La masa aérea fría que llega a una superficie más cálida, se calienta, el
gradiente térmico vertical aumenta y la masa aérea es generalmente inestable.
Surge la convección térmica, se forman nubes convectivas y caen precipitaciones
en forma de aguaceros o chubascos. En algunas regiones, como el gradiente tiene
una pequeña magnitud y no es estable, el movimiento de las masas aéreas se hace
más lento, lo cual crea condiciones para la formación de masas aéreas
notablemente distintas unas de otras.

Se distinguen cuatro focos zonales de formación de masas aéreas: la zona


ecuatorial de bajas presiones; la zona subtropical de altas presiones; los máximos
invernales sobre los continentes en las latitudes templadas, que durante el verano
son sucedidos por depresiones, y las zonas polares (ártica y antártica).
Correspondientemente, se distinguen cuatro tipos de masas aéreas, llamados tipos
geográficos: el ecuatorial (AE), tropical (AT), templado (AT) y ártico o antártico (AA).
Los tipos mencionados de masas aéreas se caracterizan por sus condiciones de
temperatura, humedad y cantidad de polvo. cada uno de los cuatro se subdivide en
subtipos:

El aire ártico o antártico se diferencia del de las latitudes templadas por tener
temperaturas, más bajas, menos humedad absoluta v poco polvo. El aire tropical,
por el contrario, tiene la temperatura más alta que el templado, y el subtipo conti-
nental se caracteriza por ser seco y polvoriento; el aire tropical marítimo es húmedo.
I-a masa aérea ecuatorial es húmeda y caliente, pero su temperatura, a causa de
las pérdidas de calor en la evaporación, puede ser un poco inferior a la temperatura
del aire tropical. La división del aire ecuatorial en marítimo y continental, casi no se
manifiesta porque en las latitudes ecuatoriales la evaporación sobre los continentes
es también muy grande.

Las masas aéreas no tienen propiedades completamente iguales en todas sus


partes. Los tipos de masas aéreas no pueden poseer características generalizadas
y cuando entran en determinadas regiones, no siempre se producen en forma
rigurosa los mismos cambios atmosféricos.

Frentes atmosféricos
Las masas aéreas diferentes por sus propiedades físicas se encuentran unas
con otras, como resultado de su desplazamiento. El espacio entre dos masas
aéreas en contacto.
altura

|0 100 200 300 400 500 600 700 km

distancia
— Iínea del frente cerca
de la superficie de la Tierra.

Figura 54. Esquema del frente atmosférico.

contacto (la superficie divisoria condicional de masas distintas por sus propiedades)
se caracteriza por los bruscos cambios que sufren los elementos meteorológicos, y sr
llama frente atmosférico (superficie frontal).

La superficie frontal se sitúa siempre en ángulo con respecto a la superficie


terrestre, inclinándose por encima del aire más frío, que se acuña bajo el cálido. El
ángulo de inclinación de la superficie frontal es generalmente menor que 10 Esto
significa que la superficie frontal, a 200 km de distancia de la línea del frente, se ha
liará a solo 1 - 2 km de altura. En la intersección de la superficie frontal y la superficie
terrestre se forma la línea del frente atmosférico.

El ancho del frente atmosférico en la capa inmediata a la superficie terrestre puede


tener desde varios hasta unas cuantas decenas de kilómetros.

Si las corrientes aéreas se dirigen por ambas partes a lo largo del frente, este no
se desplaza notablemente ni hacia la parte del aire frío ni a la del cálido. En este
caso, el frente se llama estacionario. Si las corrientes aéreas tienen una componente
perpendicular al frente, se produce su desplazamiento hacia una u otra parte, en
dependencia de la actividad de ellas. En este caso, los frentes pueden ser fríos o
cálidos.

El frente cálido se desplaza hacia la parte del aire frío, por ser más activa la ) masa
caliente, que fluye sobre el aire frío que retrocede. La masa caliente se eleva ( por el
plano divisorio (deslizamiento ascendente). Cuando el aire frío retrocede sus capas
inferiores se retrasan, como resultado del rozamiento contra la superficie, y el frente
cálido sube lentamente. Cuando el aire caliente sube así, se forman sistemas típicos

de nubes (fig. 55 a y b).

El frente frío se desplaza hacia la parte del aire caliente. El aire frío, más
activo, se mueve más rápido que el caliente y, al fluir bajo este, lo empuja hacia
arriba. / En este caso, las capas inferiores del aire frío en movimiento se quedan
atrás de las C superiores y el plano frontal se eleva bruscamente sobre la superficie
terrestre, [dependientes del grado de estabilidad del aire caliente y de la velocidad
del movimiento de los frentes se distinguen los frentes fríos de 1ro. y 2do. genero.
Cuando el frente cálido queda encerrado entre dos masas aéreas frías se produce el
frente de oclusión. Esto ocurre porque el frente-frío, al desplayarse más rápido que el
caliente, puede alcanzarlo y hasta sobrepasarlo. El aire caliente es expulsado hacia
arriba y queda entre dos masas frías, que se unen por debajo (Fig. 56).

Entre los tipos geográficos de masas aéreas no hay extensos frentes


atmosféricos, pero sí existen zonas frontales donde surgen, se agudizan y
destruyen continuamente infinidad de frentes de distinta intensidad. Estas zonas se
llaman también frentes climáticos. Tales frentes se clasifican según las regiones
donde
Figura 56. Frente de oclusión: a, comienzo de la oclusión ; b, oclusión neutral; c,
oclusión por el tipo cálido; d, oclusión por el tipo frío.

predominan distintos tipos de masas aéreas. Entre la masa aérea ártica o antártica y
las masas de aire de las latitudes templadas se sitúa el frente ártico (antártico); las
masas de aire templado y las tropicales están separadas por el respectivo frente polar
del hemis ferio boreal y del austral; las masas de aire tropicales quedan separadas de
las ecuatoriales por el respectivo frente tropical.

Los frentes se desplazan y varían continuamente; por eso es que la verdadera


posición de uno u otro tramo de frente puede desviarse considerablemente del pro-
medio de muchos años respecto a su situación. Por la situación que los frentes
climáticos adopten durante las distintas estaciones del año, se puede juzgar los cam-
bios que se operan en la disposición de los tipos de masas aéreas.

Los sectores del frente polar que penetran en las latitudes tropicales se denominan
frente alisio tropical, el cual separa dos variedades de aire tropical.
Circulación térmica del aire
La causa principal del movimiento del aire es el irregular calentamiento que
experimenta la superficie terrestre. En la capa atmosférica situada sobre una
superficie calentada uniformemente, la presión se distribuirá en forma regular,
pero disminuyendo paulatinamente con la altura. Las superficies isobáricas
ocuparán una situación paralela a la superficie terrestre y unas respecto a otras.
Supongamos que uno de los sectores de la superficie recibe más calor que los
adyacentes, en el sector calentado el aire suprayacente se calienta, y surge un
movimiento ascensional Las partículas de aire de la parte inferior de la capa
ascienden, y como resultado, la capa calentada se dilata (su límite superior
asciende). Sin embargo, a pesar de esto, la presión que ejerce la masa de aire
sobre la superficie no es menor. El calentamiento del aire, todavía, no hace variar
la presión sobre la superficie. Al mismo tiempo, sobre el sector calentado, la
presión aumentará en el aire caliente a todos los niveles, menos en el inferior,
debido a que el aire que salió de abajo penetró en el de arriba. La presión del aire
de arriba será mayor que en los sectores vecinos. Las superficies isobáricas
ascenderán y la distancia entre ellas aumentará. Arriba comenzará a fluir el aire
desde la presión más alta hacia la más baja y esto producirá una reducción de
las masas de aire sobre el sector calentado y un descenso de la presión en su
superficie. Asimismo, la entrada de aire por arriba en los sectores vecinos menos
calentados, producirá un aumento en la presión sobre su superficie. Como
consecuencia, las superficies isobáricas en la parte inferior de la capa de
referencia, describirán curvas hacia abajo. Con la altura, su curvatura disminuirá y
arriba conservarán su forma (la curvatura hacia arriba).

De acuerdo con la distribución de la presión, cerca de la superficie surge un


movimiento del aire hacia la parte del sector calentado, de esta manera, el
calentamiento irregular de una superficie produce la circulación térmica del aire:
un movimiento ascendente del aire sobre el sector calentado y un reflujo a cierta
altura del aire hacia los lados. Su descenso sobre los sectores vec inos menos
calientes y un movimiento del aire cerca de la superficie hacia el sector calentado.

La circulación térmica del aire puede ser producida también por el enfriamiento
irregular de la superficie. En este caso, sobre el sector enfriado, el aire que se
enfrió se contrae v a cierta altura la presión se torna más baja que en las partes
vecinas menos frías a ese mismo nivel. Arriba surge un movimiento del aire hacia
la parte del sector enfriado v un aumento de la presión sobre su superficie,
correspondientemente, sobre los sectores vecinos la presión baja. Cerca de la
superficie, el aire comienza a fluir desde la región de más presión hacia la de
menos presión, es decir, desde el sector más frío al menos frío. Este flujo de aire
se compensa con el aire que desciende a ocupar el espacio dejado por el que se
traslada horizontalmente cerca de la superficie.

No es difícil advertir que el calentamiento y el enfriamiento del aire por la


superficie subyacente no comportarían el cambio de la presión en la superficie, si
no hubiera desplazamiento arriba. Precisamente, los flujos de aire que se
producen arriba son los que se reflejan en los cambios de presión en Ja
superficie. De este modo, las condiciones térmicas (los cambios de temperatura)
son lasque determinan la aparición de las condiciones dinámicas (el aumento o la
disminución de las masas de aire sobre un sector) en los cambios de presión.

Las circulaciones térmicas de distintas escalas se producen en la atmósfera


permanentemente. Un ejemplo de circulación térmica es el viento local denomi-
nado brisa.
Vientos locales

Se llaman locales a los vientos que son típicos de determinadas reglones geo-
gráficas y que están relacionados por su origen con las condiciones locales. la
causa de estos vientos puede ser el calentamiento irregular del aire desde la
superficie terrestre: brisas, vientos de montaña-valle.

Brisas. Se originan en las costas marinas y en las de grandes lagos y ríos. se


caracterizan por el cambio brusco de dirección en el día y la noche.'
Durante el día, cuando la tierra está más caliente que el agua, e! aire que se
encuentra sobre ella se calienta más, por lo cual se eleva, la presión baja y el aire
sopla desde el mar, cuya presión es más alta, para sustituir al que sube. El viento
que fluye del mar hacia la tierra, se llama brisa marina o de mar. El aire que
asciende de la tierra fluye por arriba hacia el mar y desciende sobre él. Por la
noche, surge la brisa de tierra o terral, cuando la tierra está más fría que el agua.
Entonces la circulación del aire se hace inversa a la diurna. Con las corrientes
ascendentes (durante el día en la tierra y durante la noche en el agua) se forman
nubes. Con las corrientes descendentes, el cielo está despejado.
Como durante el día los contrastes entre las temperaturas de la tierra y del agua
son mayores que por la noche, las brisas marinas se manifiestan mucho más
que las de tierra; su velocidad es mayor ( hasta 7 ^), su grosor también, hasta 1
000 m y la franja que cubren es más ancha, hasta 100 km.
Las brisas están más acusadas, sobre todo, allí donde las fluctuaciones diarias
de la temperatura son grandes, por ejemplo, en la zona tropical.
Vientos de montaña-valle. Pueden dividirse en dos tipos: vientos de
pendientes y los propiamente de montaña-valle.
Los vientos de pendientes se producen como resultado del calentamiento y
enfriamiento diferente del aire a un mismo nivel, cerca de la superficie de una pen-
diente y en la atmósfera libre. Durante el día, el aire cerca de una pendiente se
calienta más que el aire a ese mismo nivel, pero a cierta distancia de esta, como
resultado, surge un viento que sopla en la pendiente hacia arriba. Durante la
noche se observa un cuadro inverso.
Los vientos propiamente de montaña-valle se producen porque durante el día
el aire sube desde el fondo del valle hacia la montaña (viento de valle) y durante
la noche fluye desde la montaña hacia el valle (viento de montaña).
Otros vientos locales, como el foehn y el bora, surgen como consecuencia del
efecto del relieve sobre los movimientos del aire, con una determinada distribución
de la presión y se llaman orográficos.
El foehn. Es un viento cálido, seco y en ráfagas, procedente de las montañas
cubiertas frecuentemente de nieve o de glaciares Surge en condiciones de una
gran diferencia de presión atmosférica en una y otra vertiente de las cadenas
montañosas. Cuando el aire se eleva y tropieza con la cordillera, se va enfriando
(a razón de 1°C por 100 m hasta el límite de condensación \ a 0,5-0,6°C por 100
m, más arriba de la línea de condensación), y perdiendo humedad (se forman
nubes, caen precipitaciones). A la altura del paso, el aire tiene una temperatura
más baja que al principio de su ascenso y una humedad absoluta que coincide

1 Las brisas surgen, a veces, en las inmediaciones de los pantanos y en las de


algunos bosques, pero en estos casos resultan menos acusadas.

con el contenido máximo de humedad en la temperatura dada. Después de


cruzar la pendiente de sotavento, el aire, al bajar (por gravedad) se calienta
adiabáticamente (a 1 °C por 100 m) y deja de estar saturado, adoptando los
rasgos característicos del foehn: una temperatura relativamente alta y una
humedad relativamente baja.
El foehn sopla con frecuencia durante el invierno y la primavera. Cuando hay
un déficit grande de humedad en el aire. este viento derrite rápidamente la nieve y
la evapora, por eso lo llaman devorador de la nieve, y durante la primavera ejerce
una influencia secadora sobre las plantas. El foehn dura desde unas horas hasta
varios días, y su velocidad oscila desde la calma hasta 20 km/s.

Bora Es un viento frío y fuerte que sopla desde montañas costeras de poca
altura (hasta 1 000 m) hacia el mar, preferentemente durante la época de frío. El
bora surge cuando el aire frío de la tierra está separado del aire caliente sobre el
mar por medio de una cordillera baja. El aire frío se va acumulando poco a poco
ante la cordillera hasta que se desliza a gran velocidad por el lado opuesto hacia
abajo, en dirección al mar. Al descender, se calienta adiabáticamente, pero la
diferencia de temperaturas entre el aire frío y el caliente sigue siendo grande;
como resultado, en la costa la temperatura baja considerablemente.
El bora se produce en la costa occidental del Baikal (sarmn), en Nueva Zembla
(de montaña), en Provenza (mistral), en Texas (norther), en la costa de Antártida y
en otros lugares.

Ciclones y anticiclones

El irregular calentamiento de la superficie terrestre combinado con el efecto


desviador del movimiento de rotación de la Tierra, puede producir torbellinos
atmosféricos.
Supongamos que un área cerrada de la superficie se calienta mucho más que
las regiones circundantes, evidentemente, sobre esta área surgirá un movimiento
ascendente del aire, que lo diverge hacia arriba y hacia los lados. Esto
determinará que en la superficie aparezca una región cerrada de baja presión, con
un desplazamiento del aire en forma de torbellinos, desde b periferia hacia el
centro. El ascenso en torbellino, en el centro y la columna de aire que fluye hacia
arriba, aseguran una corriente aérea que viene desde la periferia y mantiene una
presión baja. Surge un torbellino atmosférico ascendente, que dura en tanto sigan
presentes las causas que originaron la corriente de aire hacia arriba y hacia los
lados. Si la corriente cesa, se colma de aire el espacio de baja presión, la presión
se nivela, y desaparece el torbellino.
Se puede concebir también una situación en la cual en un área menos
calentada resulta estar rodeada de una superficie más caliente. En este caso, el
aire se hará más compacto, se formará arriba un flujo hacia el centro v, como
consecuencia, surge una región cerrada de alta presión, con un movimiento en
forma de torbellino del aire desde el centro hacia la periferia, cerca de la
superficie. El lugar del aire que se desplazó del centro lo ocupa el aire que
desciende. Aparece un torbellino con un movimiento descendente en el centro. Si
el flujo del aire arriba cesa, desaparecen las condiciones que originan el torbellino
descendente.
Los torbellinos atmosféricos se deben al irregular calentamiento de la superficie
subyacente v constituyen un fenómeno frecuente. La gran mayoría de ellos son de
pequeña dimensión y de breve existencia. Pero hay otros de grandes magnitudes
(de un diámetro de cientos a más de 2 000 km, llamados ciclones y anticiclones.
Tales torbellinos desempeñan un papel muy importante en los procesos
atmosféricos.
Ciclones. Son torbellinos atmosféricos ascendentes, con un eje de giro muy
inclinado, que en la superficie de la Tierra se manifiesta como una región cerrada
de baja presión (mínimo bárico) v un sistema correspondiente de vientos desde la
periferia hacia el centro (en sentido contrario a las agujas del reloj, en el
hemisferio norte y a la inversa en el hemisferio sur)

Anticiclones. Son torbellinos atmosféricos descendentes, con su eje inclinado,


que en la superficie de la Tierra se manifiestan en forma de región cerrada de
altas presiones (máximo bárico) y un sistema correspondiente de vientos desde el
centro hacia la periferia (en la misma dirección de las agujas del reloj, en el
hemisferio boreal y contraria en el austral). Los torbellinos pequeños que se
forman sobre una superficie desigualmente calentada, pueden dar solo una idea
aproximada de los ciclones y anticiclones. En realidad, la estructura de los
ciclones y de los anticiclones es bastante más complicada, y las causas de su
formación aún no se conocen definitivamente.

La formación de los ciclones y de los anticiclones se explica (en hipótesis) por


los movimientos de onda de las corrientes de aire entre las capas de la
troposfera.
Cuando no hay motivos que alteren el equilibrio geostrófico (la igualdad de
fuerzas del gradiente bárico y el efecto de la desviación inducida por la rotación de
la Tierra), el aire se mueve en las alturas a lo largo de las isobaras, en el
hemisferio boreal hacia la derecha de la dirección del gradiente bárico y a la
inversa en el austral. IA alteración de las condiciones del equilibrio geostrófico que
se observa continuamente en la naturaleza (influencia de la superficie
subyacente), produce una desviación de las comentes de aire con respecto a la
dirección de las isobaras. Al desviarse, la corriente crea un exceso de aire por un
lado y una insuficiencia por el otro De manera que en el lugar hacia donde fluye la
corriente de aire, la presión sube y, entonces, al inclinarse hacia el área de baja
presión, las isobaras diseñan crestas o cuñas de alta presión; mientras que en el
lugar donde surge la insuficiencia de aire, las isobaras, al inclinarse hacia el lado
de alta presión, forman vaguadas u hondonadas de baja presión. En
consecuencia, la dirección de las isobaras adopta un carácter ondulado (Fig. 60
a). El desplazamiento de las isobaras hacia la parte de baja presión es más
acusado, y por eso, en 1as crestas o cuñas de ellas la corriente se mueve
también en forma ondulada. Cuando el movimiento de la corriente de aire no es
rápido, bordea las cunas y las hondonadas se mueven junto con ellas. La
corriente de aire, que se mueve rápidamente, manteniendo su velocidad, se
extiende por inercia hacia aquella parte donde las isobaras divergen, y se contrae
en la parte donde las isobaras se aproximan.

Figura 60. Cambio en la distribución de la presión y la dirección del viento


sobre el nivel de fricción al alterarse el equilibrio geostrófico.

Todos los cambios que se operan en la corriente de aire, en la altura, se


reflejan notablemente en los cambios de la presión cerca de la superficie. Rebajo
de una zona donde el aire se expande, la presión sobre la superficie se debilita
bruscamente y surge una región cerrada de baja presión, con un movimiento de
turbulencia del aire en el centro. En el centro de esta región el aire asciende para
compensar la falta de arriba. Queda así formado un ciclón, en la capa inferior de
la troposfera.

Debajo de una zona de convergencia del aire superior, la presión sube


bruscamente y se forma una región cerrada de alta presión; en la cual el aire
diverge desde el centro hacia la periferia. El reflujo del aire es compensado a
causa del descenso por el centro de la región, de la corriente de aire que procede
de arriba. De esta manera se forma el anticiclón.
Los ciclones y los anticiclones de la capa cercana a la superficie terrestre se
mantienen arriba hasta tanto los procesos de reflujo del aire desde la región de
divergencia y el flujo hacia la región de convergencia de las isobaras resulten ser más
intensos que los procesos respectivos de flujos del aire que se producen abajo, en el
centro de los torbellinos.
El desarrollo de cuñas de alta presión puede conducir a su aislamiento y a su
transformación en regiones cerradas de alta presión, o sea, en anticiclones altitudinales,
igualmente resultado del desarrollo de las vaguadas u hondonadas de baja presión, se
pueden formar ciclones altitudinales (Fig. 60 b).
Los anticiclones y ciclones altitudinales no se sitúan de inmediato sobre los cercanos
a la superficie terrestre; pero como consecuencia de que se mueven juntos hacia un
mismo rumbo y tienen gran velocidad por no sufrir el rozamiento, en la superficie de la
Tierra, pasado un tiempo se unen a las capas inferiores de la troposfera, es decir, el
anticiclón bajo se une con el anticiclón alto que se halla sobre él y el ciclón bajo se une
con el ciclón alto. las zonas altitudinales de convergencia y de divergencia desaparecen,
y asimismo, se liquidan paulatinamente las condiciones para la existencia de los
ciclones y anticiclones cercanos a la superficie terrestre.

En la zona de un frente atmosférico, donde varían rápidamente la temperatura


y la presión, existen condiciones propicias para que se origine un movimiento de onda.
Por eso, la formación de los ciclones y los anticiclones se asocia a la zona frontal, a los
frentes climáticos. En el ciclón, la convergencia del aire desde distintas partes hacia el
centro comporta la aproximación de las corrientes cálidas y trías y la creación de
condiciones para que se conserve y desarrolle el frente que pasa a través del centro del
ciclón. Los ciclones tienen una estructura frontal (excepto cuando surgen como
resultado de un re calentamiento muy local). En el esquema del desarrollo de un ciclón
frontal (Fig. 61), en la parte superior de las tres bandas horizontales del dibujo (a) se
observa la distribución de la presión y parte de la onda de b corriente aérea a la altura
de 4-6 km sobre la superficie terres tre. En la parte media del dibujo (b) se puede ver la
correspondiente distribución de la presión, de los vientos, de las masas aéreas y de los
frentes que las separan cerca de la superficie terrestre. La parte inferior del dibujo (c) es
un corte vertical a través de la región donde se desarrolla el ciclón.

En la primera (1) de las cinco partes verticales del dibujo, vemos la situación que
precede a la aparición de un ciclón cerca de la superficie terrestre. Se muestra parte de
la onda con corrientes divergentes (la). Cerca de la superficie se representa un frente
estacionario que separa el aire frío del caliente.
El plano frontal está inclinado hacia la parte del aire frío; en la fig. le, se observa que
el aire frío fluye por debajo del caliente.

El surgimiento del ciclón terrestre (2) bajo la región de divergencia de la corriente


aérea, produce cambios en el movimiento del aire cerca de la superficie terrestre el cual
se dirige hacia el centro del ciclón (2b). Como resultado, el frente

Figura 61. Desarrollo de un ciclón frontal.

describe curvas, las cuales comienzan a desplazarse a lo largo de la línea del frente
en dirección del movimiento de la corriente aérea superior. El tramo del frente en la
parte anterior de la curvatura (onda) se convierte en frente cálido (se desplaza hacia
el lado del aire frío) y en la parte de atrás se convierte en frente frío (se desplaza
hacia el lado del aire caliente). El momento en que el frente frío da paso al frente
caliente, coincide con el centro del ciclón (esta posición se ve en la Fig. 2c).

El ciclón en la etapa inicial (de onda) de su desarrollo, se representa por una


isobara cerca de la superficie. Después, el ciclón se va ampliando, aumentando el
área que ocupa e incorporando en el giro ciclónico capas más altas, hasta de 2-3
km; es la segunda etapa de su desarrollo. Esto es típico de un ciclón ¡oven en su
segunda etapa (3, a, b, c) y se caracteriza por la existencia de un sector caliente
bien mar cado y otra parte fría, la del frente frío, que se unen en el centro del ciclón,
formando un ángulo agudo. Los frentes caliente y frío se van aproximando como
resultado del avance más rápido del último es decir, el frente frío alcanza al caliente.
En la etapa siguiente (4, a, b, c), etapa de oclusión, el ciclón alcanza su máximo
desarrollo antes de comenzar a colmarse paulatinamente de aire. En la parte
superior se forma el centro de baja presión desplazado respecto al centro inmediato
a la superficie, un poco hacia el sector del aire frío. El frente frío se aproxima cada
vez más hacia el caliente y por último se une a él (4c), formando un complejo frente
de oclusión. Este proceso comienza desde el centro y el sector caliente, poco a
poco, se va reduciendo. El aire caliente lanzado hacía arriba por el frío ya no hace
contacto con la superficie. El ciclón se halla Totalmente en el aire frío (se hace
térmicamente simétrico). Cierto tiempo después de la oclusión, puede todavía
profundizarse (mantener baja presión en e) centro) y luego comienza a colmarse. En
la ultima etapa de su desarrollo, el ciclón se convierte en una formación fría, que
abarca una enorme capa de la atmósfera (de 1-6 km y aún más). La circulación
ciclónica se extiende frecuentemente a toda la troposfera. El flujo de aire hacia arriba
cesa, así como el descenso de la presión, v el ciclón se liquida (5). Los ciclones
generalmente duran varios días, moviéndose mayormente de oeste a este, con cierta
desviación hacia el norte. La velocidad de traslación de los ciclones varía,
generalmente es de 20-40 km por hora (cerca de los 700 km por día) v en algunos
casos, mayor de 2 000 km por día. Al principio de su desarrollo, el ciclón se mueve
más rápidamente, luego el movimiento se hace más lento.
A veces, el ciclón que pasó por Codas las etapas de su desarrollo no se colma
definitivamente, sino que comienza nuevamente a profundizarse (se regenera). Esto
ocurre cuando en la región del ciclón viejo irrumpen nuevas porciones de aire frío o
caliente, que originan bruscos contrastes térmicos. Para la regeneración de los
ciclones es favorable sobre todo el encuentro entre el aire caliente v el frío.
En la periferia de los ciclones viejos ya rellenados, sobre el sector del frente frío
surgen con frecuencia nuevos ciclones (llamados particulares), que se desplazan en
la misma dirección hacia donde se desplaza el ciclón inicial, pero un poco más al sur.
EI ciclón nuevo pasa por las mismas etapas de desarrollo que d inicial, pero más
retrasadas, por ser más Joven. Sobre e! frente frió de este ciclón puede aparecer otro
ciclón particular, situado más al sur. Así, sobre un frente común surgen conse-
cutivamente hasta tres o cuatro ciclones. Este grupo de ciclones correlacionados y
consecutivos en su desarrollo, se llama serie o familia de ciclones (fig. 62). La serie de
ciclones dura unos 5-6 días.

Figura 62.Serie
„ de ciclones: 1, isobaras al nivel del mar; 2. isohipsas
Cientos de ciclones frontales surgen en los mismos días en cada uno de los
hemisferios, ejerciendo gran influencia sobre el tiempo de las latitudes extratropi-
cales. En las latitudes tropicales también surgen torbellinos ciclónicos, pero de
otra estructura; son los ciclones tropicales.
Entre los ciclones surgen anticiclones móviles, que se desplazan en la
dirección del fenómeno ciclónico principal.
El anticiclón joven es un torbellino relativamente pequeño, en la primera etapa.
de desarrollo, que se observa a la altura de 2-3 km. En la segunda etapa. iii A'
máximo desarrollo, el movimiento anticiclónico va abarcando capas cada vez mas
altas, hasta los 8-12 km. En la tercera etapa, la de su destrucción, el anticiclón se
torna poco móvil y se produce una aproximación entre las regiones interior y
superior de alta presión, liquidándose el anticiclón.
En el anticiclón no hay frente, pues las corrientes aéreas que parten desde el
centro conducen el frente hacia la periferia. El frente, generalmente bordea al
anticiclón casi por tres partes (esto es característico del anticiclón situado entre
dos ciclones). La superficie frontal puede observarse a cierta altura; en la parte
central del anticiclón adopta la forma de una capa de inversión poco destacada
(inversión frontal).
El movimiento descendente del aire en el anticiclón, acompañado de un calen-
tamiento adiabático, determina una inversión de la compresión. La inversión de la
compresión surge como consecuencia de que la velocidad del descenso del aire,
a un nivel más alto, es más lenta que a un nivel más bajo (resultado de la
divergencia del aire en la parte inferior del anticiclón). En la figura 63 aparecen los
valores numéricos de las alturas y de las temperaturas que muestran la formación
de la capa de inversión. El limite superior de la capa a1 , baja más rápidamente
que la inferior b1 . Como resultado del des censo, ocuparán la situación a¡ y b¡ (el
grosor de la capa disminuirá de H ( a H¡). El limite a1 se desplazó hacia abajo a una
distancia de 2 300 m y la temperatura del aire en este caso subió a 23 °C (1 °C
por 1(X) m);
el limite b¡ se desplazó sólo 1 500 m y correspondientemente, la temperatura
subió 15° más. Si en la capa a1 b1 se observó, por cada 100 m de altura, un
cambio de 0,5 °C, en la capa a 1 b 1 el gradiente térmico vertical es ya de 1,5 °C.
La capa de inversión que se formó como consecuencia de la compresión,
impide la formación de nubes convectivas. Por eso, las precipitaciones en el
anticiclón, por regla general, son muy poco frecuentes. Solo en la capa inferior,
durante la temporada fría del año, hay condensación y se forman nieblas y nubes
bajas, a causa del enfriamiento de la superficie. A veces, bajo la capa de inversión
surgen nubes onduladas. En. el centro del anticiclón, cerca de la superficie,
generalmente hay calmas, mientras que en la periferia pueden soplar vientos de
gran fuerza.
Los ciclones tropicales son torbellinos que se originan en torno a los centros de
baja presión en las latitudes tropicales, con mayor frecuencia entre lo:; 5° y 20° de
latitud en cada hemisferio. En la zona ecuatorial, en las latitudes menores que 5°,
casi no hay circulación ciclónica, por la pequeña influencia de la rotación de la
Tierra. Los ciclones tropicales se distinguen de los extra tropicales porque tienen
Figura 63. Inversión de la compresión.

menor dimensión (su diámetro, durante el máximo desarrollo, no suele superar los
1 ÜOO km) y porque es mucho mayor la velocidad del viento (de 50 a 120 m/s).
La velocidad del desplazamiento y la traslación del ciclón tropical es de 10-12 km
por hora, la mayoría de las veces.

Los ciclones tropicales abarcan toda la troposfera, extendiéndose hasta la altu-


ra de 15-18 km. Las causas del surgimiento de los ciclones tropicales todavía no
están lo suficientemente aclaradas. Se considera que pueden formarse a causa
de la inestabilidad térmica del aire en lugares de abundante vapor de agua. K!
ascenso rápido de este aire va acompañado de una gran condensación del vapor
de agua, con la consecuente liberación de considerable cantidad de calor. Al
rápido ascenso del aire en espiral, contribuye también la expulsión centrífuga de
este, desde la parte central del ciclón . f
Se ha calculado que la energía que se libera en un ciclón tropical de un diá-
metro de unos 700 m, es de 150 • lO 18 erg por segundo. Esta cantidad de energía
equivale a una explosión de 5 bombas atómicas com o la que destruyó a
Hiroshima. Durante una hora, un ciclón como este liberará una energía
equivalente a la de 36 bombas de hidrógeno de potencia media.2
. Es interesante hacer notar que en el sistema de todo ciclón tropical, el aire se
eleva y solo en su centro existe algún movimiento descendente. Con esto se explica
el hecho de que en el centro del ciclón tropical (ojo de la tormenta, de un diámetro
generalmente de 18-55 km) haya calma v se pueda ver el cielo despejado, en tanto
que para el sistema en general, predomina un tiempo nublado y lluvioso, con
grandes aguaceros y ráfagas intensas. Son característicos los vientos de gran
fuerza y las lluvias abundantísimas sobre todo en la zona inmediata al ojo o vértice
del huracán.
Las fuentes que originan con más frecuencia los ciclones tropicales son; en el
océano Atlántico; el mar Caribe y el golfo de México; en el Pacífico: la zona de las
Filipinas y el Mar de China Oriental; y en el Indico: el mar Arábigo, el golfo de
Bengala y la zona de las islas Mauricio.

El Pacífico ocupa el primer lugar por la cantidad de ciclones que en él se pro-


ducen. Por ejemplo, en las costas surorientales de Asia hay un promedio de veinte
ciclones al año; en esta región se les da al nombre de tifones. El segundo lugar
corresponde al Atlántico; en las Antillas se llaman huracanes. El tercer lugar lo
ocupa el océano Indico, donde se les denominan orkanes.
La mayor parte de los ciclones tropicales que se forman en el hemisferio boreal
se mueven primero hacia el noroeste v luego, en la latitud 25-30 recurvan hacia el
noreste. Al pasar a las latitudes templadas, los ciclones tropicales se extinguen o se
transforman en ciclones extratropicales. La fuerza destructora de los ciclones
tropicales es enorme. '

En septiembre de 1961, el ciclón Nansi, que se formó cerca de las islas Marshall
y atravesó el archipiélago japonés, alcanzó una velocidad del viento mayor de 300
km/h, con ingentes lluvias torrenciales. En su ruta, el tifón destruyó más de 450 000
casas, 400 puentes, y otras muchas construcciones, perecieron más de 1 500
personas y hubo más de 2 000 heridos graves. Las regiones costeras quedaron bajo
las olas del mar. De las islas de Japón, el tifón pasó al mar de Ojotsk y ocasionó
estragos en la. isla sur de Sajalín. El Nansi ha sido uno de los tifones más fuertes
observados en los últimos años. Todos los años hay ciclones tropicales más o
menos devastadores.
Los tornados y las trombas son torbellinos de pequeña escala con eje próximo a
la vertical y un diámetro de vanas decenas de metros sobre el agua, y hasta de
varias centenas, sobre la Tierra. En tales torbellinos, el aire gira rápidamente (a una
velocidad de 50 a 100 km/h) y el torbellino se desplaza todo al mismo tiempo a una
velocidad de unos 10-20 m/s.
El torbellino puede formarse sobre el mar y entonces reciben el nombre de
tromba marina o sobre la tierra, en este último caso si es ligero se llama tromba
terrestre, y si es intenso, tomado. Las trombas y los tornados surgen cuando el
equilibrio vertical de la atmósfera es inestable sobre una recalentada superficie
terrestre antes de que entre el aire frío como resultado del brusco ascenso de aire
caliente y el tuerte descenso de la presión a cierta altura sobre esa superficie. En la
zona enrarecida, de una presión muy baja aparecen: por arriba, una nube formada
al ascender rápidamente el aire cuyo vapor de agua se condensa; por abajo, polvo y
otros elementos. A veces, pueden verse dos vórtices opuestos, que se unen por sus
parces estrechas a cierta altura sobre la superficie terrestre. Cerca de ésra, la
presión en el centro del torbellino es muy baja.

Los tornados tienen gran fuerza devastadora y son capaces de arrancar árboles
y destruir edificios. Pueden absorber agua junto con toda su población y luego, en
otro lugar, soltar su carga en forma de precipitaciones muy curiosas; junto con el
agua puede haber peces, ramas, hojas, etc. Cuando pasa el torbellino, la presión
baja tan rápida e instantáneamente que en los edificios pueden romperse los
cristales y hasta los techos y paredes. Se conocen casos en que las casas
quedaron totalmente destruidas. En América del Norte hay lugares donde los
tornados son muy frecuentes; durante el año se registra un promedio de 150 de
tales torbellinos, y en algunos años la cantidad ha sido hasta de 900. En Europa, los
tornados son poco frecuentes.

CIRCULACIÓN GENERAL DE LA ATMÓSFERA

La circulación general de la atmósfera es un sistema complejo de corrientes


aéreas que la abarca toda. Las más importantes por la influencia que ejercen sobre
los procesos que se operan cerca de la superficie terrestre y las mejor estudiadas
son las corrientes aéreas de la troposfera.
La circulación general de la atmósfera permite conocer los cambios del tiempo y
las condiciones de la formación del clima.
Supongamos que la Tierra no experimenta el efecto desviador de la rotación y tiene
una superficie homogénea, iluminada por los rayos solares en todas sus parces;
en estas condiciones el esquema de la circulación general de la atmósfera sería
muy simple. Sobre el ecuador, como consecuencia del fuerte calentamiento, el aire
ascendería y esto implicaría que en las capas altas se' produjera una región de alta
presión. Sobre los polos en las capas altas aparecería una región de baja presión
como resultado del enfriamiento del aire desde la superficie. Las superficies
isobáricas, en la troposfera adoptarían una inclinación hacia los polos y en esa
direcciun surgiría el movimiento del aire. El reflujo del aire arriba desde el ecuador,
conduciría a la formación de una depresión ecuatorial cerca de la superficie. V.\ flujo
de una cantidad adicional de aire arriba, daría lugar a que en los polos surgiera una
región de alta presión. De acuerdo con la distribución de la presión, en la capa
inferior de la troposfera el aire comenzaría a moverse desde los polos hacia el
ecuador, es decir, surgiría un traslado en la dirección de los meridianos.
Si se mantiene la suposición de que la superficie terrestre fuera homogénea, pero
se tomara en cuenta el efecto desviador de la rotación de la Tierra, el cuadro
general de la circulación se complicaría. El aire que se eleva sobre el ecuador, al
dirigirse hacia los polos, con el aumento de la latitud y por el efecto desviador de la
rotación de la Tierra se inclinará cada vez más en la dirección de los meridianos
hacia la derecha en el hemisferio boreal v hacia la izquierda en el hemisferio austral.
Cerca de 300 de latitud, el movimiento del aire adoptará una dirección a lo largo de
los paralelos de oeste a este. El aire ecuatorial seguirá penetrando en estas
latitudes y al acumularse creará en la capa inferior de la troposfera una alta presión
(zona subtropical.». Desde la zona subtropical de alta presión, cerca de la superficie
terrestre, el aire comenzará a diverger hacia la depresión ecuatorial y las latitudes
templadas. Entre el ecuador y las latitudes 30° se forma un anillo cerrado de cir-
culación única.

'
Figura 64. Esquema de la circulación de la atmósfera: W, transporte
occidental; V., transporte oriental.

En este anillo, la corriente de aire inmediata a la superficie terrestre al


dirigirse hacia el ecuador, se desviará de la dirección del gradiente bárico en el
hemisferio boreal, hacia la derecha y formará el viento noreste, el alisio (2). En el
hemisferio austral, el alisio soplará del sureste. 1.a supuesta corriente del aire
superior en el anillo tropical, es contraria a los alisios. El limite entre los alisios y
esa corriente de aire superior estará a la altura de 10 km sobre el ecuador y de
2-5 km sobre las latitudes tropicales.

La corriente de aire superior que va hacia los polos, en las latitudes altas
originaría el aumento de la presión cerca de la superficie terrestre, por una parte,
y por otra, producirá un descenso de la presión en las latitudes vecinas, es decir,
en las templadas, como consecuencia del flujo del aire. De esta forma, cerca de
la superficie el aire se irá desplazando desde los polos hacia las latitudes
templadas (4), mientras que arriba (de 4 a 10 km), por el contrario, desde las
latitudes templadas irá hacia los polos (5).
En las latitudes templadas, hacia la zona de baja presión, fluirá también el aire de
la zona subtropical de alta presión (3), pero por la influencia de la rotación de la
Tierra, se desviará hacia el este en el hemisferio norte, creando un traslado oeste-
este entre estas latitudes. Ese aire al encontrarse en las latitudes templadas con el
que viene desde los polos (4), también se elevará y junto con la corriente aérea que
parte desde las latitudes templadas (5) irá hacia los polos.
El esquema de la circulación del aire en la troposfera, —teniendo en cuenta las
complicaciones que se producen, como resultado de la influencia de una superficie
subyacente heterogénea—, fue aceptado durante mucho tiempo, pues explica bien
cómo se distribuye la presión atmosférica sobre la superficie de la Tierra y los vien-
tos dominantes en las capas inferiores de la troposfera (ver Fig. 47 y 48). Las
investigaciones realizadas en la atmósfera durante los últimos decenios aportaron
cambios importantes en las ideas sobre esa circulación.

Un paulatino descenso de la presión desde el ecuador hacia los polos se observa


durante un largo período de tiempo, en las capas de la atmósfera que están más
arriba de los 10 km sobre el ecuador y de los 2-4km en el espacio entre los trópicos
y los respectivos polos. Esta distribución de la presión, que se expresa en la
coincidencia de la dirección de las isóbaras con la de los paralelos, produce un
movimiento del aire a lo largo de las isóbaras de oeste a este (ver viento
geostrófico), una traslación oeste (latitudinal) del aire en la troposfera, que abarca
toda la Tierra.
La desviación de las corrientes de aire, con respecto a la dirección de las isóbaras,
produce la formación de ondas aéreas, de ciclones y anticiclones bajos y altos En
este proceso desempeña un gran papel el movimiento en la dirección de los
meridianos, del calor y del frío por las correspondientes partes de las ondas. Las
crestas o cuñas de alta presión que representan las isóbaras, bordeadas por la
corriente de aire, van rumbo a los polos (hacia la baja presión) y los surcos o
vaguadas, rumbo al ecuador (hacia la alta presión). La corriente de aire. al moverse
en forma ondulada lleva hacia el eje de la cresta o cuña el calor de latitudes más
bajas, y hacia el eje de los surcos o vaguadas, el frío de latitudes más altas. El flujo
de aire caliente hacia la cresta o cuña facilita su desarrollo y la formación de un
anticiclón caliente altitudinal. El flujo del frío hacia el surco o vaguada contribuye a
1.1 formación de un ciclón frío alto. Al mismo tiempo, los ciclones cercanos a la
superficie terrestre, bajo la región de divergencias de las corrientes de aire
procedentes del ecuador (hacia el oeste del CJC de la cuña) resultan ser anticiclones
calientes inherentes a esa superficie terrestre, mientras que los ciclones bajo la
región de convergencia d., - las corrientes de aire procedentes de los polos (hacia el
oeste del eje de las vaguadas), anticiclones fríos. Los ciclones altos y los
anticiclones se unen con los cercanos a la superficie terrestre al desplazarse en el
movimiento general oeste a este, quedando dividida la atmósfera en una serie de
enormes y potentes torbellinos que en unos lugares desaparecen y en otros, se
forman de nuevo.

Al desplazarse hacia el este, los ciclones se desvían hacia los polos y los anti-
ciclones hacia el ecuador, a causa del efecto de la rotación de la Tierra, que se in-
crementa según aumenta la latitud. Tanto en los ciclones como en los anticiclones,
el efecto desviador es mayor en aquella parte del torbellino que está más próxima al
polo. Pero como en el caso de los ciclones la desviación va dirigida desde el centro
(contraria al gradiente bárico), estos al mismo tiempo que se desplazan hacia el
este, se desvían al norte. Cerca de la latitud 65 en ambos hemisferios, los ciclones
se detienen por la influencia de la alta presión de las regiones polares y forman la
zona de baja presión (fig. 65).
Figura 65. Desviación de los ciclones y anticiclones.

En los anticiclones, cuando la dirección del gradiente bárico va desde el centro,


el efecto desviador de la rotación de la Tierra está dirigido en sentido contrario,
hacia el centro; por eso es que los anticiclones se desvían hacia el ecuador. Como
resultado del debilitamiento del efecto desviador, en las latitudes bajas (entre 25-
30°) de ambos hemisferios los anticiclones se acumulan y crean zonas casi
continuas de alta presión. Se concentran especialmente sobre el océano, formando
los llamados máximos subtropicales, muy alargados en el sentido de la latitud (ver,
por ejemplo, la máxima de las Azores) .

Entre la región de acumulación de los ciclones fríos altos o altitudinales, cerca


del círculo polar y de la región de acumulación de los anticiclones calientes altos y
de los subtrópicos en las latitudes templadas, se forma la zona de cambios bruscos
de temperatura y presión, la zona frontal alta o altitudinal. IAS velocidades del viento
son muy grandes en esta zona. Aquí surgen corrientes de chorro (jet streams)1 y se
forman los frentes atmosféricos. Debajo de esta zona frontal se forma la mayor
parte de los ciclones y anticiclones cercanos a la superficie terrestre.
Los ciclones y anticiclones tienen gran importancia en la circulación general de
la atmósfera. El efecto desviador de la rotación de la Tierra, impide el movimiento
de las corrientes aéreas en la dirección de los meridianos, tomando estas la
dirección de los paralelos; pero, principalmente son los ciclones y anticiclones los
que realizan la traslación del aire y el intercambio de calor entre las latitudes bajas
y altas. En la circulación general de la troposfera predomina el movimiento oeste
(ver fig. 64). No obstante, en su capa inferior, a causa de la existencia de regiones
2
zonales de alta y baja presión surgen los vientos predominantes, cuya dirección
no coincide con el movimiento oeste. Los vientos del oeste predominan cerca de
la superficie solo en las latitudes templadas (medias), entre los 65° y los 25-30°.
En las latitudes polares (altas), más allá de los 65° predominan los vientos de
0
dirección este (E,NE). En las latitudes tropicales desde los 25-30 hasta el
ecuador los vientos del noreste en el hemisferio boreal y los del SE en el austral
son estables y de velocidad moderada. Estos vientos son los alisios.

Los alisios son la alteración más fuerte del movimiento general del aire de la
troposfera en dirección oeste. Los máximos subtropicales influyen en la dirección de
los alisios produciendo su desviación (ver Fig. 47 y 48). Como los alisios se mueven
sobre el océano desde una superficie menos caliente hacia otra más caliente al
desplazarse hacia el ecuador, rn ellos surge una fuerte convección, que se
desarrolla solo en la capa inferior. A la altura de 1 200-2 000 m en los alisios hay
una capa de inversión de un grosor de varios cientos de metros. La causa de la
inversión alisia es la acumulación del aire, manifestación típica de los anticiclones.
La inversión impide el desarrollo de la convección, y por eso, en la región de los
alisios hay pocas precipitaciones (o no las hay). Ahora bien, los alisios de ambos
hemisferios, al dirigirse unos al encuentro de los otros convergen en el ecuador. En
la región de convergencia de los alisios surgen fuertes corrientes.
3000

2000

1 000

—10 O 10 20 30
Figura 66. Inversión alisia.

La circulación general de la troposfera se puede imaginar como varios


eslabones zonales correlacionados:

Eslabón de la latitud alta (polar}. Limita con la latitud de 65 . Hasta 2-3 km de


altura predominan los vientos del este y en las capas altas el movimiento hacia el
oeste con cierta desviación (variable) hacia la parte de U baja presión sobre los
polos.

Eslabón de las latitudes media (templado). Situado entre los 65 y los 25 -30 de
latitud. Se distinguen por el movimiento general hacia el oeste que aumenta con la
altura. El traslado interlatitudinal de calor y de frío en esta zona lo realizan los
ciclones y los anticiclones.

Eslabón de las latitudes bajas (tropical). Se encuentra entre los 25-30 y el


ecuador; aquí dominan los alisios. La dirección general del movimiento del aire
hasta la altura de 1-2 km. cerca de los trópicos, y hasta el límite superior de la
troposfera cerca del ecuador, es de este a oes te. No se observan corrientes
aéreas importantes contrarias a los alisios por encuna del límite superior de estos
vientos. Sobre los alisios soplan vientos del oeste análogos a los de latitudes más
altas.

Todos los eslabones de la circulación general están muy relacionados y


abarcan la totalidad de la troposfera, in la estratosfera, la temperatura sobre el
ecuador es mas baja que sobre los polos v correspondientemente se distribuye
también la presión, luego desciende desde los polos hacia el ecuador. El
movimiento hacia el oeste que domina en la troposfera va siendo sustituido por el
movimiento hacia el este.
Hasta ahora habíamos examinado el esquema de la circulación general de la
atmósfera sin tener en cuenta la influencia de la superficie subyacente. Pero, la
distribución de los continentes y los océanos producen una gran complicación en
la circulación de la atmósfera. Durante el verano, los continentes están más ca-
lientes que los océanos. La corriente de aire que se desplaza sobre los
continentes, de oeste a este, se calienta y se dilata. Así, La presión del aire que
está arriba aumenta y las isobaras se encorvan en dirección de los polos,
diseñando sobre la parte oriental del continente cuñas de alta presión. Debajo de
la zona de divergencia (hacia el oeste del eje de la cuña) surgen los ciclones. El
aire cuando pasa al océano comienza a enfriarse, se contrae, de modo que su
presión en la parte superior comienza a disminuir y las ¡sobaras diseñan
vaguadas sobre la parte oriental del océano y, debajo de la zona de convergencia
(hacia el oeste del CJC de la vaguada) se forma el anticiclón.
Durante el invierno se produce un cuadro inverso. Las cuñas de alta presión y
la zona de divergencia surgen sobre la parte oriental del océano caliente, donde
se crean las condiciones para la formación de los ciclones cercanos a la superficie
terrestre. Sobre los continentes se forman profundas vaguadas y zonas de
conver gencia, que originan la aparición de los anticlones cercanos a la superficie
terrestre Fig. 67).

140 160 180 160 140 120 100 BO 60 40

Figura 67. Influencia de la distribución de las aguas y las tierras emergidas en


la circulación de la atmósfera.

Como resultado, en las latitudes templadas, sobre la parte oriental de los con-
tinentes se forman los máximos báricos de invierno (anticiclones), como el
asiático y el canadiense y los mínimos de verano (ciclones),como el asiático. En el
invierno, sobre los océanos se intensifican o surgen los mínimos báricos
(ciclones), como el de Islandia, que se debilitan o se unen en una sola zona de
baja presión durante el verano (ver Fig. 47 y 48).
La conservación de un régimen anticiclónico sobre una u otras regiones, no significa
que durante toda una estación se mantenga un mismo anticiclón. Una serie de
anticiclones que se suceden unos a otros dominan sobre los ciclones, lo cual no excluye
que los últimos aparezcan. Esto mismo puede decirse de las regiones de régimen
ciclónico.
Sobre el Ártico, la influencia del océano implica un considerable debilitamiento de la
presión y como resultado de ello, allí penetran ciclones, en especial durante el verano.
Sobre la Antártida está muy acusado el máximo bárico.
En las latitudes subtropicales, sobre los continentes calentados la presión siempre
está un poco debilitada y los anticiclones que proceden de latitudes más altas se
concentran esencialmente sobre los océanos (por ejemplo, la máxima de las Azores). En
este caso, durante el período de verano la presión aumenta en los anticiclones
subtropicales.

Como consecuencia del desigual calentamiento y enfriamiento de los continentes y los


océanos, surgen los monzones, comentes aéreas estables de carácter temporal que
varían de dirección de! invierno al verano y del verano al invierno, adoptando direcciones
casi contrarias' . Durante la primavera v el verano, la estabilidad del régimen de los
vientos se altera. Los monzones surgen en la zona limítrofe entre los continentes y los
océanos. Durante el invierno, sobre la parte oriental de los continentes, en las latitudes
templadas se establece una presión alta; sobre los océanos la presión entonces, es más
baja. El viento (monzón de invierno) sopla desde el continente hacia el océano
proporcionando un tiempo seco y poco nublado. Durante el verano, la presión sobre los
continentes es más baja que sobre las partes aledañas de los océanos y el viento
(monzón de verano) se dirige desde el océano hacia el continente. En el continente, con
este viento está relacionado un tiempo húmedo v lluvioso..
1.a dirección del monzón, como la de cual quier viento, se determina por el gradiente
barco, por el efecto desviador de la rotación de la tierra v el rozamiento. Durante el
invierno, en las latitudes templadas su dirección, en general, es occidental y durante el
verano, oriental.

La corriente monzónica abarca sólo la capa más baja de la troposfera y sobre los
monzones no hay contracorriente (antimonzón).
Los monzones son una manifestación de la actividad ciclónica y anticiclónica en la
atmósfera y se observan allí donde los ciclones y los anticiclones tienen estabilidad y un
dominio grande unos sobre otros. En la zona templada, los anticiclones estables de
invierno v los ciclones estables de verano se hallan situados en las partes orientales de
los grandes territorios, a causa de lo cual los monzones se desarrollan en la periferia
oriental de los continentes. La zona de distribución de los monzones no se limita a las
latitudes templadas, pues también claramente se manifiesta en las latitudes tropicales,
sobre todo donde se hace sentir la influencia de los continentes vecinos, situados en
latitudes más altas.

El motivo del surgimiento de los monzones tropicales es el desplazamiento temporal de


la depresión ecuatorial v de la región subtropical de alta presión (de los anticiclones
subtropicales) hacia el norte durante el mes de julio y hacia el sur durante el mes de
enero. En julio, la. depresión ecuatorial y los anticiclones subtropicales ocupan una
situación extremadamente septentrional. La región de la distribución de los alisios se
mueve hacia el norte. Durante esta época, en la franja que colinda por el sur con la
depresión, el lugar de los alisios lo ocupan vientos de dirección casi contraria. El aire se
dirige desde el ecuador hacia la depresión ecuatorial desplazada hacia el norte. En
enero, la depresión ecuatorial y los anticiclones subtropicales se desplazan
paulatinamente hacia el sur. Los ciclones y anticiclones ocupan una situación
extremadamente meridional, (no así la depresión que solo se desplaza notablemente v
hacia el sur del ecuador en algunos lugares). Los alisios, en el hemisferio norte llegan
hasta el ecuador, sucediendo a los vientos contrarios que dominan en la franja ecuatorial
en julio. De esta manera, surge la región de los cambios alternativos de los vientos
estacionales contrarios: las regiones de los monzones tropicales. El monzón de verano'
sopla desde el ecuador y trae un tiempo húmedo con precipitaciones. El monzón de
invierno prácticamente sustituye el alisto del hemisferio correspondiente v se distingue
por su escasez, de precipitaciones. Allí donde se encuentran los alisios y los vientos
contrarios a ellos que soplan desde el ecuador, el frente tropical, que se desplaza
continuamente ora hacia el norte y ora hacia el sur depende de la estación.
Sobre el océano, en aquellos lugares donde no reciben la influencia de los continentes
los desplazamientos temporales de la depresión ecuatorial y de las regiones
subtropicales de alta presión no son grandes. Con los cambios de la presión que ocurren
anualmente sobre la tierra emergida aumentan considerablemente las escalas de estos
desplazamientos. Como consecuencia, los monzones tropicales se extienden v abarcan
grandes espacios. Un clásico ejemplo es la influencia que ejercen Eurasia y África en el
desplazamiento de la región de presiones sobre la cuenca del Indico. De esta manera, la
extensión de los monzones tropicales está directamente relacionada con la distribución
de los continentes v de los océanos, y con la influencia que ejerce esta distribución sobre
la circulación de la atmósfera.

EL TIEMPO ATMOSFÉRICO
El estado tísico que adopta la atmósfera en una localidad dada durante un de-
terminado momento o un plazo de tiempo pequeño, se llama tiempo atmosférico.

El tiempo atmosférico es una manifestación externa de los procesos que se producen


con la superficie subyacente y se característica por estar constituido por un con]unto de
elementos y fenómenos en la atmósfera en su interacción meteorológicos: temperatura,
humedad, presión, viento, nubosidad, precipitaciones, etcétera.

Tipos de tiempo atmosférico


Los f actores que determinan al tiempo atmosférico son numerosos y variables, por
eso es que el tiempo es muy diverso v en detalles se repite escasas veces, pero, hay
muchos tipos de tiempo semejantes que pueden unificarse, así: tiempo despejado o poco
nublado sin precipitaciones; tiempo nublado con chubascos; tiempo cerrado con baja
nubosidad; tiempo lluvioso, etcétera.
La formación de los distintos tipos de tiempo depende del desarrollo de los procesos
atmosféricos, del estado v el desplazamiento de las masas aéreas, de los frentes,
ciclones y anticiclones.

Tiempo despejado poco nublado; precipitaciones. Es típico de los anticiclones.


Durante el invierno. este tiempo es precedido por un brusco enfriamiento y un paulatino
debilitamiento del viento, durante el verano se observa en condiciones de un fuerte
calentamiento del aire con poca evaporación. En el anticiclón, esto se facilita por el
calentamiento adiabático del aire que desciende v la inversión de la temperatura
correspondiente. Cuando el aire contiene muy poca humedad, el tiempo puede ser
despejado o poco nublado durante los ciclones (extratropicales); esto ocurre por ejemplo,
durante el invierno en Siberia oriental, cuando hay una temperatura muy baja. v sucede
tam bién durante el verano en el Asia central, cuando hay muy poca humedad relativa en
el aire.

El tiempo despejado o poco nublado sin precipitaciones comienza con el debi-


litamiento del viento, La disminución de la nubosidad y el cese de las precipitaciones. La
temperatura baja durante el invierno y sube durante el verano. La presión atmosférica
general aumenta con lentitud. Cuanto más lento sea el cambio del tiempo tanto mayor
será la probabilidad de que se mantenga esto obedece a que los ciclones poco
desarrollados y los anticiclones se van sucediendo rápidamente unos a otros y entonces
varia rápidamente el tiempo, un ciclón profundo y potente es sucedido por un anticiclón
poco móvil.

Cuando se mantiene el tiempo despejado, se observa bien la marcha diaria de la


temperatura, de la humedad y del viento. El tiempo despejado se manifiesta
bruscamente, sobre todo en el verano y en forma más débil en el invierno.. Las grandes
amplitudes diarias de la fluctuación de la temperatura producen durante la noche en
verano la formación del rocío, asimismo durante la noche en invierno, la helada o
escarcha. En la primavera y en el otoño pueden producirse también las Heladas o
escarchas. En las partes bajas, durante la noche surgen con frecuencia nieblas
nocturnas. Después de la salida del Sol se desarrolla la convección v por la noche se
establece la inversión. Con la convección se forman cúmulos que se dispersan, y al caer
la tarde desaparecen. Durante el día, cuando la superficie se calienta irregularmente
aparece un viento con débiles ráfagas v por la noche hay calma. Se manifiestan bien los
vientos locales, producidos por la circulación térmica (las brisas y los vientos de
montaña-valle.

Cuando el tiempo está despejado y seco se establece después de la irrupción de


masas aéreas con poco polvo, desde latitudes más altas; por la mañana el ciclo es azul,
durante el día se torna más pálido o blanquecino y por la tarde presentará coloraciones
doradas o anaranjadas (crepúsculo).
Tiempo nublado con momentos despejados y con precipitaciones muy breves.
Se debe a un estado inestable del aire. El aire frío al desplazarse sobre una superficie
caliente, se calienta y pierde la estabilidad. Surgen corrientes convectivas verticales. se
forman cúmulos y cumulonimbos que alcanzan gran espesor y caen lluvias copiosas (en
verano) y nieve (en invierno).

Cuanto mayor sea el grosor vertical de las nubes tanto más fuerte será el aguacero y
tanto mayor será la probabilidad de que caiga granizo. El alto contenido de vapor de
agua en el aire crea la posibilidad de los aguaceros y las tormentas. El tiempo inestable
es tiempo de frente frío, que al pasar generalmente va acompañado de un descenso de
la temperatura y una brusca transformación de tiempo despejado en tiempo nublado con
lluvias y un rápido despejan lento,
En las latitudes medias el tiempo inestable se observa sobre los continentes du rante
el verano, y a veces también en latitudes más altas durante el otoño y la primavera. En el
invierno, sobre los continentes entre las latitudes 30-40 , puede haber tiempo inestable.
El aire durante este tiempo se calienta intensamente y entonces, las precipitaciones en
forma de aguacero se producen principalmente sobre el océano, hacia donde llega el aire
frío del continente.

Tiempo nublado con baja nubosidad y frecuentes, pero débiles precipitaciones en


forma de llovizna, se produce por el enfriamiento de aire caliente y húmedo que llega a la
superficie fría. Puede estar relacionado también con los (rentes atmosféricos débilmente
expresados 1.a altura y el grosor de las nubes no son grandes, porque se forman por el
ascenso vertical débil del aire, que abarca solo la capa inferior de la troposfera, las nubes
son estratos. Este tiempo se observa generalmente durante el invierno.
Cuando se mantiene el tiempo nublado la temperatura tiene una marcha diaria
pequeña. 1.a dirección y la velocidad del viento varían muy poco. La presión del aire
permanece casi invariable. Los estratos a veces bajan hasta la superficie terrestre
formando una niebla que puede durar varios días.

Tiempo muy lluvioso y nublado es típico durante el desarrollo de los ciclones y está
relacionado con el sistema de frentes atmosféricos del mismo. En estos ciclones se
produce un gran ascenso del aire, formación de nubes y caída de precipitaciones. Son
característicos los vientos de ráfaga fuertes o moderados. Durante el invierno se
producen las ventiscas. El tiempo lluvioso y nublado se mantiene mientras el ciclón pasa
a través de un lugar. El comienzo del tiempo lluvioso indica la alteración de la marcha de
los elementos meteorológicos. Así durante el verano, la temperatura baja y en invierno
sube. Aumenta la humedad del aire y baja la presión. A causa de la aproximación del
frente caliente cambian las formas de las nubes. En primer término aparecen nubes
cirros que se distinguen bien durante la puesta del Sol y se mueven por una parte del
horizonte. Cuanto mayor sea la velocidad de su movimiento tanto más rápidamente
empeora el tiempo. Los cirros se van haciendo más compactos y se convierten en
cirroestratos. En torno al Sol y a la Luna surgen halos. Cuando aparecen los altocúmulos
de] piso medio los halos desaparecen y las nubes nimbo-estratos traen precipitaciones.
La aparición de los cirros frontales no produce el empeoramiento del tiempo, si el ciclón
cambió de dirección o si el frente se debilita.
La aproximación del frente frío hace descender lentamente la presión. Cuando el
frente frío pasa, la presión sube bruscamente y la temperatura desciende. Las nubes de
todos los pisos aparecen casi al mismo tiempo y el viento aumenta. El tiempo lluvioso
que comienza cuando pasa el frente frío, generalmente dura poco.
En la región por donde pasa el ciclón se observa un viento más intenso y un sucesivo
cambio de su dirección. Si el ciclón pasa a través del punto de observación de la parte
sur, el viento cambia de rumbo sur a sureste v noroeste. Si el ciclón pasa por la parte
norte, el viento cambia de rumbo sureste a este, noreste y norte.
La duración en uno u otro lugar de un tipo de tiempo, su rapidez, de cambio y de
orden, dependen de la cantidad y del régimen del calor solar, de las condiciones de la
circulación de la atmósfera y del carácter de la superficie subyacente. El tiempo
atmosférico es variable y puede diferenciarse considerablemente dentro de un mismo
lapso cronológico en un espacio relativamente pequeño. Las condiciones más estables
del tiempo son las de la zona ecuatorial, pues allí no se experimenta casi ningún cambio
durante el año, tampoco se produce alteración evidente durante las 24 horas. El tiempo
menos estable es el de las latitudes medias v altas, el que depende de la distribución
territorial y el estado de los ciclones v de los anticiclones, que se suceden unos a otros.

Pronóstico del tiempo


El estudio del tiempo es de gran importancia práctica. Los pronósticos son necesarios
en casi todas las ramas de la economía nacional. Del pronóstico del tiempo se ocupa la
sección de meteorología sinóptica.
Los pronósticos del tiempo pueden realizarse sobre la base de observaciones
sistemáticas que se realizan simultáneamente por una extensa red de estaciones me-
teorológicas y aerológicas. Las instituciones que se dedican a obtener los datos del
tiempo, a elaborar los pronósticos y a llevarlos hasta las organizaciones interesadas y a
la población se unifican mediante el denominado servicio del tiempo. Este servicio existe
en casi todos los países. En URSS, está dentro del Servicio Hidrometeorológico Estatal
del Consejo de Ministros. El órgano central metodológico y de investigación científica del
Servicio del Tiempo en Unión Soviética es el Centro Hidrometeorológico, que recibe
diariamente más de 650 000 partes meteorológicos de los centros y estaciones
regionales de todo el país. Las observaciones se ajustan a un programa único,
simultáneamente cada 3 horas, a partir de la hora 00 de Greenwich.

En el Buró del Tiempo el Centro Hidrometeoro lógico, los datos recibidos se


registran en el mapa correspondiente por medio de cifras y signos convencionales, de
acuerdo con un esquema determinado, obligatorio para todos los departamentos del
Servicio del Tiempo. Así se confeccionan las cartas sinópticas del tiempo. Este tipo de
mapas permite ver el estado simultáneo de la atmósfera sobre extensos espaciase
incluso, en toda la Tierra (Fig. 68).
Figura 68. Carta sinóptica .
Por los datos de las estaciones meteorológicas terrestres se confeccionan las
cartas del tiempo que se observa cerca de la superficie terrestre. .las
observaciones que se realizan en la atmósfera libre mediante globos -sondas,
radiosondas, aviones, cohetes y satélites artificiales hacen posible confeccionar
mapas de la topografía bárica absoluta y relativa. Los primeros se confeccionan
para los distintos niveles, desde 1,5 km. hasta 18 km.; y los segundos, para las
capas atmosféricas situadas entre los 500 y 1 000 mb (aproximadamente para la
capa de atmósfera hasta una altura de 5 km. sobre la superficie terrestre).
Las cartas sinópticas fundamentales para las inmediaciones de la superficie te-
rrestre se levantan cada 6 horas, y las de topografía bárica, de 1 a 4 por día. Las
cartas sinópticas son el material de base para el pronóstico del tiempo. Se
elaboran también mapas adicionales (mapas del tiempo cada 2-3 horas, del
cambio de la presión, de las precipitaciones, de la humedad, etc.) v gráficas v
diagramas aerológicas (diagramas de los cambios de temperatura y de la humedad
con la altura), cortes verticales de la atmósfera y otros.
El análisis y la comparación de las cartas sinópticas y los materiales comple-
mentarlos correspondientes a períodos determinados, permiten establecer la
estructura, situación v desplazamiento de los ciclones, de las masas aéreas, de las
zonas frontales v otros elementos atmosféricos de importancia en la formación del
tiempo.
Para confeccionar los pronósticos a corto plazo (por 1-2 días) se investigan las
causas que dieron lugar al desarrollo precedente de los procesos atmosféricos.
Después, aplicando leyes conocidas en la teoría y en la práctica, se determina el
curso más probable de su desarrollo en el tiempo inmediato. Se trazan cartas de la
cercanía de la superficie terrestre y altitudinales del futuro campo de la presión, se
interpreta la situación, y se calcula el lugar de los frentes, de las formaciones
báricas, de las zonas de nubosidad, de las precipitaciones, etc., para lograr el
pronóstico del tiempo.
Los pronósticos se justifican cuando en el desarrollo de los procesos
atmosféricos no hay cambios rápidos. Los pronósticos del tiempo que fallan se
deben, la mayoría de las veces, a las dificultades para definir una rápida
transformación de los procesos sinópticos, que implica el cambio de la velocidad v
la dirección de los objetos atmosféricos. Son más exactos los pronósticos
especializados (para la aviación, b flora, la agricultura, etc.) y menos exactos los
pronósticos generales. Cuanto mayor sea el plazo del pronóstico tanto menor será
su probabilidad de acierto.
Los pronósticos del tiempo a largo plazo se dividen en pronósticos de
predicción a mediano plazo (3-10 días) y propiamente a largo plazo (un mes o una
temporada) se fundamentan solo en una característica general del tiempo y en
datos aproximados de los cambios bruscos. El problema de las predicciones a
largo plazo del tiempo es muy complejo y su exactitud es menor que la de los
pronósticos a corto plazo.
Para hacer los pronósticos del tiempo, incluso los de corto plazo, no existía un
método de cálculo cuantitativo y solo se daba una evaluación cualitativa del tiempo
próximo. En 1940, el profesor l.A. Kibel elaboró un nuevo método de precálculo del
tiempo. Mediante fórmulas, se comenzaron a calcular los cambios cuantitativos de
los elementos principales del tiempo, los cambios de la trayectoria de los ciclones y
de los anticiclones, la velocidad de su movimiento, etc. Este método se
perfeccionó. Para resolver las ecuaciones del tiempo se utilizan máquinas
calculadoras electrónicas. Las ecuaciones del tiempo son todavía solo
aproximadas v se hacen, no para una atmósfera real, sino para un modelo de
atmósfera en el cual no se tienen en cuenta, por ejemplo, las propiedades de la
superficie subyacente. No obstante, su exactitud ya no es menor que la del método
cualitativo sinóptico.
Con el desarrollo de la ciencia y el empleo de nuevos medios técnicos, se va
haciendo posible la automatización total del pronóstico y las evaluaciones cuanti-
tativas de las características del tiempo.
Para poder predecir el tiempo en un punto determinado, en un plazo breve, se
utilizan los caracteres locales del tiempo. Estos son bien conocidos por la po-
blación une trabaja, por ejemplo, en la agricultura, y se han extraído de la expe-
riencia de muchas generaciones. Los caracteres locales del tiempo constituyen un
argumento físico y son valiosos por su accesibilidad.
Para pronosticar el tiempo sobre la base de los caracteres locales, se aplica la
regla siguiente: si el tiempo hoy es como el de ayer y-si no hay caracteres de
variación, mañana será aproximadamente igual que hoy. Si se observa caracteres
de cambio del tiempo, se utiliza su conjunto.
CLIMA
Por variable que sea el tiempo, mediante observaciones constantes durante mu-
chos años se puede establecer la sucesión de sus cambios, es decir, la secuencia
que determinará el régimen típico de un lugar dado.
El estado de la atmósfera t típico para un lugar dado, que se expresa en un de-
terminado régimen del tiempo, se llama clima.

El concepto clima no siempre tuvo igual interpretación ni aun en nuestros días.


La palabra clima es de origen griego y significa inclinación, los griegos antiguos
dividían la superficie de la Tierra según el ángulo de incidencia de los rayos solares
y la duración de la iluminación (duración del día) en fajas latitudinales o climas,
zonas climáticas. Más tarde, llamaron duna a la temperatura propia de las distintas.
zonas climáticas.

Durante mucho tiempo se entendía por clima el estado medio de la atmósfera


en un lugar. El clima se caracterizaba por las magnitudes medias de los valores de
los elementos meteorológicos del tiempo atmosférico evaluados a base de
observaciones realizadas durante varios años. Se calculaban los promedios
diarios, los mensuales v los anuales de los valores de las temperaturas, de la
cantidad de precipitaciones, etc. Las magnitudes medias de muchos años se
consideraban como índices climáticos (normas de clima). Además de los
promedios, se calculaban también los valores extremos de los elementos
meteorológicos (los máximos v los mínimos), que eran los que determinaban los
límites dentro de los cuales podía haber desviaciones del estado medio. Todos los
índices climáticos se obtenían mediante el cálculo, por el método estadístico. Este
método prevaleció como único en la llamada climatología clásica. Mediante su
aplicación se pudo procesar un gran material de las observaciones
meteorológicas, crear guías climáticas, atlas, etc., y fue posible realizar estudios
comparativos y una clasificación de las dunas. En climatología el método
estadístico no ha perdido su valor práctico (Fig. 69).

No obstante, la división mecánica del tiempo en una serie de elementos


meteorológico impedía el estudio del estado real de la atmósfera. La combinación
de los valores, calculados cada uno separadamente, de los otros elementos
meteorológicos resultaba artificial, pues en la naturaleza no se encuentran
separados. Tal era la situación cuando E. F. Fiodorov, fundador de la climatología
compleja, aplicó su método. Este examina el clima como un régimen multianual del
tiempo, que se manifiesta en el orden regular de todos los estados del tiempo, que
se observan en una localidad dada.

La esencia del método complejo consiste en que el clima no se caracteriza por


los elementos meteorológicos tomados aisladamente y promediados, sino por los
conjuntos de estos elementos, que son los que reflejan el tiempo real en un
período cronológico concreto /os tipos complejos de tiempo. Cada tipo complejo
caracteriza el tiempo de los diferentes días. Un tipo de tiempo puede repetirse en
un mismo lugar y puede encontrarse en diferentes regiones.

Hay muchos tipos complejos de tiempo y todos ellos se agrupan en 16 clases y


3 grandes grupos:

1. sin heladas;

2. con temperatura del aire alrededor de 0°;

3. con heladas.
Cada día se llena una ficha especial del tiempo y con estas fichas se forma un
catalogo del tiempo. Cuanto más larga sea la serie de años que abarque el
catálogo tanto más exacta será la característica del clima.

En la climatología compleja se emplea la interpretación gráfica de la estructura


del clima por los tipos de tiempo. Las gráficas presentan bien las particularidades
del clima de una u otra región. En la figura 69 se muestra en el eje horizontal los
meses y en el vertical la frecuencia de los tipos de tiempo. Las gráficas de la
estructura del clima por los tipos de tiempo se complementan con curvas de la
marcha de las tem peraturas medias mensuales y las temperaturas extremas del
aire, así como con diagramas de la marcha anual de las precipitaciones. Se utilizan
los datos del balance térmico y de radiación. Para los grandes territorios se
confeccionan cartas de la frecuencia de las distintas clases de tiempos. El método
complejo tiene algunos defectos:

—los tipos de tiempo se destacan por los caracteres externas,

—las gráficas de la estructura del clima no reflejan la dinámica del proceso.


Simultáneamente con la climatología compleja, se desarrolló la climatología dinámica,
que caracteriza el clima como una sucesión regular de los procesos meteoroló gicos. El
método sinóptico dinámico es el propio de dicha climatología que, con ayuda de mapas
sinópticos, permite expresar de forma más completa los procesos concretos que
condicionan el clima de una localidad dada.

En la formación del clima se presta gran importancia al movimiento de las masas


aéreas, a su transformación, a sus procesos relacionados con los frentes, con los ciclones
y los anticiclones; pero, el método sinóptico dinámico no permite obtener índices
numéricos, tan importantes sobre todo, para los especialistas prácticos.

Factores de la formación del clima

El estado típico de la atmósfera, el régimen del tiempo en muchos años, se define por
una compleja combinación de una serie de factores, que ordenados de acuerdo con su
importancia son: el balance de radiación, la circulación atmosférica y el carácter de la
superficie subyacente.

Si en la Tierra existieran las condiciones de una superficie homogénea y suficien-


temente húmeda, las diferencias del clima dependerían de los dos primeros factores y su
cambio en el espacio sería estrictamente zonal, es decir, habría zonas climáticas uniformes
en toda su extensión.

En la zona ecuatorial hay mucho calor distribuido regularmente todo el año. Las
amplitudes anuales de las fluctuaciones de la temperatura son menores que las diarias. El
contenido de vapor de agua en el aire es grande y la humedad relativa es máxima; no hay
vientos permanentes. Predomina un ascens o del aire, con la formación de nubes y la caída
de aguaceros torrenciales. En esta zona se forma la masa aérea ecuatorial.

En las zonas tropicales, durante el verano penetra mayor cantidad de calor solar

que durante el invierno, pero el invierno también es cálido Dominan los anticiclones y los
alisios; por eso hay pocas precipitaciones. La zona tropical es el lugar donde se forma el
aire tropical.
En las zonas templadas, el calor durante el año está distribuido de manera muy irregular
y están muy acusadas las estaciones térmicas. La circulación de la atmósfera es compleja,
predominan los vientos occidentales. La actividad ciclónica es {{pica y a causa de esto, las
precipitaciones son frecuentes y en el invierno se producen en forma de nieve. En las
latitudes templadas se encuentra el foco de la formación de la masa aérea templada.

En \as zonas ártica y antártica hay muy poco calor. Las variaciones anuales de la
temperatura son grandes y las diarias muy pequeñas. Predomina la actividad anticiclónica y
hay pocas precipitaciones. Se forman el aire ártico y antártico, respec tivamente.

Los desplazamientos estacionales de las cuatro zonas climáticas descritas crean tres
zonas intermedias, donde los procesos, durante el verano, se producen como en la zona
contigua hacia el ecuador y durante el invierno como en la continua hacia el polo
respectivo. Estas son las zonas donde imperan dos tipos geográficos de masas aéreas.
Entre la zona ecuatorial y la tropical se encuentra la zona subecuatorial, con un verano
húmedo y un invierno seco. Durante el verano predomina el aire ecuatorial y durante el
invierno, el tropical. Entre la zona tropical v la templada está la zona subtropical, con
verano seco e invierno húmedo. Las masas aéreas, durante el verano son tropicales y
durante el invierno, templadas. Entre la zona templada del norte y ártica, y entre la
templada del sur y antártica se destaca la zona subártica o subantártica, donde prevalece
el aire ártico o antártico durante el invierno y el de las latitudes templadas durante el
verano.

En las condiciones reales, de formación del clima ejerce gran influencia la superficie
subyacente, la distribución de las tierra y las aguas, las corrientes, el relieve, el calor de la
superficie, etc. El carácter de la superficie subyac ente ejerce influencia en el balance de
radiación y en la circulación atmosférica.

La presencia de la distribución de las aguas v las tierras en el planeta explica por que en
casi todas las zonas climáticas existen dos climas diferentes: marítimo y el continental. Al
absorber una misma cantidad de calor, el agua se calienta 2-3 veces más despacio que la
tierra, pero se enfría también más lentamente. La magnitud media del albedo de la
superficie del agua es en un 10-20 ^ inferior al de la tierra (sin nieve); por eso es que, en
condiciones iguales, el agua absorbe más calor. Para calentar el aire que hace contacto
con el agua esta consume en total un 0,4 7, de la radiación absorbida. La irradiación del
agua y de la tierra emergida es casi igual. En general, el balance de radiación de la
superficie de agua en las latitudes templadas es mayor que el de la superficie de las tierras,
y su temperatura más alta (si no se tiene en cuenta la influencia de las corrientes). En las
latitudes bajas no existe esta situación, porque el océano despide mucho calor en la
evaporación y la tierra absorbe gran cantidad de el. Las amplitudes diarias de las
variaciones de la temperatura sobre el océano son muy pequeñas (no más de 1 °C). las
anuales son mayores que las diarias, pero menores que las amplitudes de las variaciones
de la temperatura en la tierra, y aumentan a expensas del aire continental. Los máximos y
los mínimos anuales de la temperatura se retardan en 1-2 meses; por eso, la primavera en
el océano es más fría que en otoño.

El diferente régimen térmico de la superficie del agua y de la tierra es el que determina


la marcha anual contraria de la presión: en las latitudes templadas, durante el invierno se
profundizan los mínimos báricos sobre el océano y se intensifican los máximos sobre la
tierra firme; en el verano ocurre lo contrario. Como consecuencia del cambio de presión por
estaciones, surge una circulación monzónica sobre los continentes y los océanos.

La humedad relativa del aire sobre el océano, generalmente es mayor, lo cual se


advierte sobre todo en el verano; la nubosidad es también mayor, las nieblas mas
frecuentes y el resplandor solar menos duradero.

Sobre el océano y la tierra, que están bajo la influencia de las masas de aire marítimo,
las precipitaciones son más frecuentes que lejos en el océano.

En la formación del clima marítimo ejercen gran influencia las corrientes oceánicas.

Las corrientes cálidas facilitan la inestabilidad del aire, el desarrollo de la convección y


la caída de precipitaciones. Las corrientes frías disminuyen la estratificación y debilitan el
intercambio vertical del aire y del vapor de agua. La evaporación sobre las corrientes
marinas cálidas es más intensa que sobre las frías. En el Atlántico, en las latitudes
templadas (50° de latitud norte), se evaporan hasta 1 30 cm de agua sobre la corriente
cálida y sobre las frías, unos 63 cm al año.
En las zonas tropicales y subtropicales, la evaporación sobre las corrientes cálidas,
alcanza en algunos lugares, 2 000 cm al año. Sobre las corrientes frías surgen con
frecuencia nieblas.

En todos los océanos, excepto en el Glacial Ártico, existe un sistema de corrientes que
induce corrientes cálidas en las costas orientales de los continentes en las latitudes
tropicales y de corrientes frías, en las latitudes templadas.

En las costas occidentales ocurre lo contrario. De esta manera, las corrientes cálidas y
las frías, en todas las zonas climáticas, mantienen las diferencias térmicas entre las partes
occidentales y las orientales del océano, produciendo una alteración en la distribución zonal
con respecto a las zonas climáticas ideales (fig. 70).

Figura 70. Esquema de las corrientes del Océano Mundial.

El relieve ejerce una influencia grande y diversa sobre el clima, la cual se manifiesta
sobre todo en las montañas, donde el cambio de los elementos meteorológicos de acuerdo
con la altura es muy considerable y comporta la formación de zonas climáticas verticales.

A medida que aumenta la altura, el balance de radiación disminuye. La creciente


intensidad de la radiación solar no puede compensar la irradiación, que aumenta más
intensamente. Al ascender 100 m se observa un descenso de la temperatura en unos 0,0
°C. Durante el invierno y en las horas de la noche en el verano, cuando el aire frío fluye
hacia los lugares bajos, surge la inversión- A esto obedece el hecho de que en Verjoyansk
a la altura de 120 m sobre el nivel del mar, la temperatura media de febrero sea de 48,8 °C
y en la cordillera de Verjoyansk (manantial de Semionov), a la altura de 1 020 m sea 18 °C
más alta.

La cantidad de precipitaciones aumenta con la altura hasta cierto limite, mas arriba del
cual comienza a disminuir. En el Himalaya este límite se halla a la altura de I 000-1 500 m;
en el Cáucaso central, a la altura de 2 500m; en las montañas del Asia centra!, a la altura
de 3 000 m en invierno y de 4 000 m en verano-

En las grandes alturas cae nieve; donde la nieve no logra derretirse durante el período
cálido, se forman glaciares.

Las grandes diferencias climáticas se deben a la exposición de las pendientes. así como
al carácter de las formas del relieve, que complican las condiciones de los regímenes de
radiación y del viento.

Las cordilleras deforman las corrientes de aire, tanto locales como las de la circulación
general de la atmósfera. Incluso las montañas pequeñas y planas situadas en una llanura,
ejercen influencia sobre la línea de las corrientes aéreas en la tropos fera media. Por regla
general, las cordilleras favorecen la actividad ciclónica, produciendo un aumento de la
nubosidad y de las precipitaciones en las pendientes de barlovento, y con frecuencia son el
límite natural entre masas distintas de aire. Al desplazarse, el aire frío se dispersa en una
capa relativamente fina y las cordilleras impiden su extensión. A causa de esto es que en
las costas del mar Negro corres pondientes a Crimea y el Cáucaso. se mantiene un tiempo
cálido durante el invierno.

El clima refleja todas las características de la superficie subyacente. Sobre su formación


influyen: la nieve y el hielo que cubren la superficie los suelos y la vegetación.

A causa de la influencia de la superficie subyacente se altera la homogeneidad de las


zonas climáticas, lo cual se manifiesta en los distintos climas que se forman dentro dé una
misma zona, en la desviación de sus límites altitudinales y latitudinales y en la aparición de
climas con caracteres no zonales.
Las grandes diferencias que existen en el carácter de la superficie, por ejemplo, la
distribución de la tierra y el agua se hacen sentir en una capa de atmósfera de un grosor de
varios miles de metros, lo cual contribuye a la formación de macroclimas.

Diferencias locales menores del carácter de la superficie; por ejemplo, la distribución de


los macizos forestales y otras áreas, ejercen influencia sobre una capa de la troposfera de
varios cientos de metros de altura (300-500) y aplican la formación de climas locales, que
se manifiestan siempre sobre el fondo de los macroclimas.

Clasificación de los macroclimas

Los factores de la formación del clima al actuar en distintas combinaciones, crean una
diversidad de climas que no es posible entender fuera de una clasificación. Es difícil hallar
dos climas totalmente iguales, pero descubriendo los rasgos fundamentales de diferencia y
de semejanza, se pueden agrupar por uno o varios caracteres principales. Las primeras
clasificaciones de los climas aparecieron en los años 70 del siglo XIX y tenían un carácter
descriptivo. Las provincias climáticas se denominan por el nombre geográfico de las
localidades respectivas (cápense, californiana, etcétera). La cantidad de provincias en la
clasificación propuesta por A. Supan1 alcanzó 103,

Durante la primera mitad de este siglo fue objeto de gran aplicación en casi todos los
países la clasificación climática de V.P. Kóppen. Como base de ella, su autor utiliza las
diferencias de la temperatura y la precipitación, considerando como principal, no la
temperatura media anual sino la presencia o la ausencia de una sucesión claramente
manifestada de las estaciones del año. Kóppen destaca cinco zonas climáticas: A) cálida,
B) seca,'C) templada, D) fría y E) muy fría.

Las zonas B, C, D y E se repiten en cada uno de los hemisferios.

Zona A. La temperatura media del mes más frío no baja de los 18 °C. La suma anual de
precipitación no es menor que 75 cm. Los límites de la zona son: la isoterma de 18 °C (al
norte) en julio y la isoterma de 18 °C (al sur) en enero.
Zona B. Sus límites se definen mediante la correlación entre la temperatura media anual
(t)y la cantidad anual de precipitaciones (r), teniendo en cuenta el carácter de la distribución
de las precipitaciones durante el ano;

1. cuando predominan las precipitaciones de invierno, r <: 2 r;

2. cuando predominan las precipitaciones de verano, r< r2 (t 4- 14);

3. cuando la precipitación es uniforme, r< 2 (t+7).

Las fórmulas de la correlación t y r fueron estable cid as empíricamente.

En la zona B se destacan: el clima de las estepas, BS y el clima de los desiertos, BW.2


En los desiertos, el limite de sequedad es dos veces menor que en las estepas y la
correlación entro la cantidad anual de las precipitaciones y la temperatura varía
correspondientemente;

1. r•< t;

2. r< t+14;

3. r< t+7.

Zona C. La temperatura media del mes más frío es menor que 18 °C, pero no menor de
—3 °C. Puede caer nieve, pero no se forma una capa estable. La cantidad de
precipitaciones menor que la del límite de sequedad (ver la zona B). El límite de la zona
hacia el ecuador es una isoterma de 18 °C y hacia el polo respectivo, una de — 3 °C en el
mes más frío.

A. Supan (1846-1930), geógrafo alemán, autor de la obra Fundamentos. de la Geografía


Física.

S y W son las letras iniciales de las palabras alemanas Steppe (estepa) y


Wuste(desierto)
Zona D. La temperatura media del mes más frío es menor que—3°C. La temperatura
media del mes más cálido no baja de +10 °C. La cantidad anual de precipitaciones mayor
que el límite de sequedad; se forma un manto de nieve estable. La zona limita hacia el
ecuador con la isoterma —3 "C en el mes más frío y hacia el polo respectivo con la
isoterma +10 °C en el mes más cálido.

Zona E. La temperatura media del mes más cálido es menor que 10 C. El límite de la
zona es la isoterma 10 C del mes más cálido, límite de extensión de los bosques. El clima
de la zona fría se divide en clima de tundr a (ET) y clima helado (EF). El límite que las
separa es la isoterma O °C del mes más cálido.

En las zonas A, C y Q se distinguen climas con invierno seco (w), con verano seco (s) y
una humedad equilibrada (O.1

Kóppen señaló once tipos básicos de climas:

Af de bosque tropical lluvioso

Aw de sabana

BS de estepa

BW de desierto

Cs mediterráneo

Cw chino

Cf templado, cálido y húmedo

Dw de inviernos fríos y secos (Transbaikal)

Df de inviernos fríos y húmedos

ET de tundra.

EF de hielo.
Kóppen consideraba com o principal la designación literal, la fórmula del clima, y no
daba mucha importancia a los nombres. Las letras en la fórmula climática se colocan en
orden según el valor de los rasgos del clima que se designan. La fórmula puede estar
integrada por tres letras, por ejemplo: Cfa, Cfb, Cfc. La letra a significa que la temperatura
media del mes más cálido es mayor que 22 C; la letra A, que por lo menos 4 meses al año
tienen una temperatura media mayor que 10 C; si la cantidad de meses con una
temperatura de 10 C es de uno a tres, se expresa esto con la letra c. La letra d se utiliza
cuando la temperatura del mes más frío es menor que — 38 °C, por ejemplo. Dwd.

La clasificación de los climas elaborada por Kóppen se distingue por ser muy clara y
cómoda en su uso. Entre sus defectos está el límite de sequedad señalado artificialmente
(ver el clima B) y el empleo de unos mismos índices para designar los climas de las
montañas y de las partes bajas.

1.Winter trocken (W), invierno seco ; Sommer trochen (S),verano secos finch (F),
húmedo.

La clasificación de L. S. Berg es similar a la de Kóppen (1924), pero es mas geográfica;


en ella se tiene en cuenta la estrecha relación entre el clima y el relieve, los suelos y la
vegetación.

Berg destaca clima de superficies bajas , que subdivide en clima de los océanos y de las
llanuras, y clima de las alturas, el cual subdivide en clima de las altiplanicie y clima de
regiones montañosas.

En el clima de superficies bajas (tanto en el mar como en tierra), en dirección de los


polos hacia el ecuador, se distinguen once zonas climáticas que corresponder a once tipos
de clima-tundra, taiga, bosque frondoso, zona templada, monzón de zona templada,
estepa, desierto extratropical, mediterráneo, bosque subtropical. desierto tropical sabana, v
bosque tropical húmedo. Debe tenerse en cuenta que estos climas se manifiestan sobre el
océano en forma atenuada (por la influencia suavizadora del mar).
En las mesetas y las montañas, generalmente se repiten los misinos tipos de clima que
los de las superficies bajas. Más arriba de la línea de las nieves (la isoterma cero grado del
mes más cálido) se destaca el tipo de clima de frío perpetuo.

La clasificación de los climas de Kóppen y la de Berg están basadas en las cualidades


de los climas y no revelan los motivos de su formación.

En cambio, los factores de la formación de los climas sí son tenidos en cuenta en la


clasificación genética elaborada por B. P. Alisov (1936). Como base de ella tomó los tipos
de masas aéreas y su desplazamiento. De acuerdo con las diferencia de las temperaturas,
el contenido de humedad de los tipos de masas aéreas dominantes y el carácter de su
circulación, en cada hemisferio se destacan siete zonas climáticas: cuatro básicas (la
ecuatorial, tropical, templada y ártica o antártica) y tres transitorias (subecuatorial.
subtropical, subártica o subantártica). Para las zonas básicas es característico el
predominio de un mismo tipo de masa aérea durante todo el año, y para las zonas
transitorias es característico el cambio de los tipos de masa; aéreas según las estaciones
(invierno y verano).

En cada zona climática hay cuatro tipos de climas: continental, oceánico, de costas
occidentales y de costas orientales. Además, en atención a las condiciones del relieve, se
destacan los climas de alta montaña de las zonas correspondientes.

En la clasificación de Alisov se sobreestima el significado de las masas aéreas como


tipos aislados, cada cual con propiedades particulares. Como límite de las zonas climáticas
se aceptan los frentes; este límite se caracteriza por ser difuso, discontinuo e inestable. Sin
embargo, en esta clasificación se realza la esencia del pro ceso de la formación del clima,
se ponen de manifiesto el sistema de los climas y lo principios de su formación.
Comparación de las clasificaciones de los climas de B. P. Alisov, L. S. Berg y V. P. Kóppcn

Según B. P. Alisov Según L. S. Berg Según V. P. Kóppen

Zona ecuatorial Clima de bosques


Af tro

Zona subecuatorial Clima de sabanas Aw


Zona tropical Clima de desiertos BW
Zona subtropical Clima de bosque
Cs sub

Clima mediterráneo
Zona templada Clima mon/.ónico Df.de
Cf, Cw,
costas
BS
orientales, de semidesiertos, estepas
y bosques frondosos
Zona subártica o subantártica
Clima de taiga Dw

Zonas ártica y antartica


Clima de tundra Clima
ET EF de frío
perpetuo
Climas de la Tierra'

Climas de la zuna ecuatorial


La cantidad de radiación solar total es de 140-150 kcal/cm2 por año. El balance de
radiación en el continente es de 80 kcal/cm2 por año y en el océano de 100-120 kcal/cm2
por año. Predominan las bajas presiones y los vientos débiles e inestables que favorecen el
desarrollo de la convección térmica.

La evaporación es grande, tanto sobre el océano como sobre el continente cubierto de


espesa vegetación. La humedad absoluta del aire es mayor que 30 g/m3 sobre las tierras y
la humedad relativa es de un 70%, incluso en los lugares más secos. La temperatura media
mensual del aire varía de 24 a 28o.La cantidad de precipitaciones supera en casi todas
partes a la evaporación posible y alcanza un promedio de 2 000 mm por año. La máxima
cantidad de precipitaciones corresponde en general, a los períodos de equinoccios, pero
esto no siempre se mantiene.

1.La descripción de los climas se expone, en lo fundamental, según Alisov.

Los tipos de clima ecuatorial continental y oceánico se diferencian muy poco. En el


clima ecuatorial de altas montañas la temperatura es más baja y la cantidad de
precipitaciones, menor (porque la humedad disminuye con la altura). A 4 500 m de altura se
encuentra el límite de la zona de las nieves perpetuas.
Clima de las zonas subecuatoriales (zonas de los monzones tropicales). Este dima
parece formarse de dos regímenes climáticos: en el hemisferio de verano, el monzón
ecuatorial sopla desde los trópicos hacia el ecuador y disminuye la humedad.

Clima subecuatorial continental. Se forma en todos los continentes. El límite de los


monzones ecuatoriales dentro de los continentes se halla aproximadamente en la latitud 18
°C norte. Esta línea se aleja mucho del ecuador, sobre todo en Asia (indostán e Indochina).
El clima subecuatorial continental se caracteriza por tener un verano húmedo, un invierno
seco y una primavera calurosa con tendencia a la sequía. En las llanuras, a medida que se
alejan del ecuador, la cantidad de precipitaciones disminuye. La marcha anual de la
temperatura tiene dos mínimos (en invier no y en verano) y dos máximos (en primavera y en
otoño). En verano se produce uno descenso de la temperatura, a causa de la acción del
aire ecuatorial, que durante esa estación es más frío que el tropical en unos grados (hasta
5 ). La cantidad de precipitaciones rara vez supera los 2 000 mm al año.

En las reglones montañosas la temperatura desciende con !a altura, pero el carácter de


la marcha anual de los elementos meteorológicos se mantiene. En las pendientes que
reciben el monzón ecuatorial, la cantidad de precipitaciones aumenta considerablemente,
alcanzando el límite máximo (Cherrapunji).

Clima subecuatorial oceánico. Se observa en todos los océanos en el hemisferio boreal,


y en el austral en el Indico y en la parte occidental del Pacífico y del Atlántico. El límite de
su extensión se halla aproximadamente en la respectiva latitud 12 °C. Cerca de este límite
surgen con frecuencia los ciclones. El verano en el clima subecuatorial oceánico es más
húmedo y más caliente (en 2-3 °C) que el invierno. Este clima se diferencia de la variedad
continental por tener un aire más húmedo y una temperatura más baja.

Climas de las zonas tropicales

La cantidad total anual de radiación es mayor en la zona tropical que en la ecuatorial, a


causa de la pequeña nubosidad: en el continente es de 180-200 kcal/cm2 por año y en el
océano es de 160kcal/cm2 por año. No obstante, a causa de que la irradiación efectiva es
también muy grande, el balance de radiación es de 60kcl/cm2, al año en el continente y de
80-100 kcal/cm2, al año, en el océano.
En los anticiclones sobre los océanos, y en las depresiones báricas de origen térmico
sobre los continentes se forma el aire tropical, que se diferencia del ecuatorial por tener
menor humedad. En el aire tropical continental esto se explica por la escasa evaporación v
en el marítimo, por la estable estratificación de los alisios (a la inversión alisia), que impide
el intercambio vertical y el transporte de la humedad a capas más altas de la troposfera.

Clima tropical continental. Es muy seco y cálido, con grandes amplitudes diarias en la
fluctuación de la temperatura del aire (hasta 40 C). La amplitud media anual de la
temperatura del aire es de unos 20 °C. la humedad relativa durante e! verano es de 307,.
Este clima es característico de los desiertos continentales de la zona tropical.

Según aumenta la altura, la temperatura del aire disminuye y la cantidad de pre-


cipitaciones aumenta. La línea de las nieves está situada aproximadamente a la altura de 5
300 m; en zonas muy protegidas está a los 6 000 m.

Clima tropical oceánico. Es semejante al ecuatorial. Como las amplitudes diarias y


anuales de la fluctuación de la temperatura sobre el océano son relativamente pequeñas,
se diferencia del ecuatorial por tener menos nubosidad y vientos estables.

Clima tropical de las costas occidentales de los continentes. Es muy peculiar. Se


caracteriza por tener una temperatura relativamente baja del aire (18-20 C) y escasa
cantidad de precipitaciones (menos de 100 mm al año), con gran humedad en el aire (80-
90^). Este es el clima de los desiertos costeros (del Sahara occidental, Namibia, Atacama y
el de California).

En la formación del clima tropical de la costa occidental de los continentes ejercen


influencia las corrientes frías y el flujo del aire hacia la parte oriental del máximo subtropical
(anticiclón) desde las latitudes templadas, lo cual intensifica la inversión que existe en los
alisios. Como resultado de ello. el límite de la inversión térmica se sitúa más abajo del
límite de condensación y la convección no se desarrolla por lo tanto, no se forman nubes ni
caen precipitaciones. La marcha anual de la temperatura es igual que en el tipo oceánico.
Son muy frecuentes las nieblas y hay brisas. Con la altura, al principio aumenta un poco la
temperatura (porque la influencia de la corriente fría se hace menor) y luego disminuye,
pero la cantidad de precipitaciones no aumenta.

Clima tropical de las costas orientales de los continentes. Se diferencia del tipo
homólogo de las costas occidentales por tener mayores temperaturas y cantidad de
precipitaciones. Gracias a la influencia de la corriente cálida y del aire transportado a la
parte occidental del anticiclón desde el ecuador, la inversión alisia se debilita y no impide la
convección.

En las montañas caen más precipitaciones sobre las laderas expuestas al viento, pero,
con la altura, su cantidad no aumenta, porque los alisios son húmedos solo en la capa
inferior. En las laderas protegidas del viento sotavento hay pocas precipitaciones.

Climas de las zonas subtropicaks

Durante el invierno, el régimen de radiación y el carácter de la circulación se forman casi


de igual manera que en la zona templada, y durante el verano como en la zona tropical.

En comparación con la zona tropical, la cantidad de radiación solar anual disminuye


aproximadamente en 20% y sus fluctuaciones estacionales son más notables,

Durante el verano, sobre los océanos están bien acusados los anticiclones, y sobre los
continentes, las regiones de baja presión. Durante el invierno, en la zona subtropical
predomina la actividad ciclónica.

Clima continental subtropical. El verano es caluros o y seco. Ia temperatura media de los


meses de verano es de 30 C o más, y la máxima de más de 50 C. El invierno es
relativamente frío, con precipitaciones. La cantidad anual de ellas es de unos 500 mm en la
mayor parte del área; en las pendientes de las montañas expues tas al viento es 4-5 veces
mayor. Durante el invierno cae nieve, pero no se forma una capa estable. Las
precipitaciones aumentan con la altura; la temperatura del aire disminuye, y más arriba de
los 2 000 m sobre el nivel del mar en el invierno, se mantiene una capa de nieve pero
durante corto tiempo.
Clima subtropical oceánico. Se diferencia del continental por tener una marcha anual de
la temperatura del aire más nivelada. La temperatura media del mes más cálido es de unos
20 C y la del mes más frío es de 12 C aproximadamente.

Clima subtropical de las costas occidentales de los continentes (mediterráneo). Tiene un


verano caluroso y seco, y un invierno relativamente cálido y lluvioso. Durante el verano, la
influencia de la periferia oriental del anticiclón subtropical se hace sentir en las costas (ver
clima de las costas occidentales de la zona tropical) y en invierno, allí predomina la
actividad ciclónica.

Clima subtropical de las costas orientales. Tiene un carácter monzónico. El invierno, en


comparación con otros climas de esta zona, es frío y seco; el verano es caluroso y húmedo.
Este clima se manifiesta bien, solo en el hemisferio boreal, sobre todo en la costa oriental
de Asia.

Climas de las zonas templadas

El balance de radiación promedio anual es dos veces menor que el de la zona tropical.
Esto depende, en un considerable grado, de la nubosidad. El verano no se diferencia
mucho en cuanto al balance de radiación de la zona tropical; en invierno, el balance de
radiación sobre el continente es negativo y el desarrollo de la actividad ciclónica garantiza
un transporte meridional del aire. Las precipitaciones están relacionadas, en lo
fundamental, con el paso de los ciclones.

Clima continental templado. Es el clima propio de los continentes del hemisferio norte.
El verano es cálido (puede ser muy caluroso) y el invierno es frío con una capa de nieve
estable. El balance de radiación promedio anual es de 20-30 kcal/cm2-; en verano se
diferencia poco del tropical (6kcal/cm2 al mes), y en los de invierno tiene una ,magnitud
negativa (—1 kcal/cm2- al mes). En verano se produce sobre los continentes una intensa
transformación de las masas aéreas procedentes de los océanos y del norte. El aire se
calienta y humedece adicionalmente a expensas del agua que se evapora de la superficie
del continente. En invierno, el aire se enfría en los anticiclones. La temperatura desciende
por debajo de unos—30 C. Hay más precipitaciones durante el verano, pero una
prolongada transformación del aire puede implicar una sequía.
En verano, hace bastante más frío en las montañas que en las llanuras y, en invierno,
en la llanura (como resultado de la penetración de masas frías aéreas) hace más frío que
en las montañas. En las pendientes de las montañas, sobre todo en las occidentales
dirigidas hacia los vientos predominantes (barlovento) hay más precipitaciones que en la
llanura.

Clima templado oceánico. El promedio anual del balance de radiación de la superficie


de los océanos es 1,5 veces mayor que en los continentes. Las corrientes cálidas traen a
las latitudes templadas casi tanto calor como el que suministrad balance de radiación.
Cerca de 2/3 del calor se consume en la evaporación y el resto va a calentar la atmósfera
(intercambio turbulento) en invierno.

En invierno, sobre los océanos hace más calor que sobre los continentes, y en verano,
más fresco. Durante todo el año hay desarrollo de la actividad ciclónica.

Clima templado de las costas occidentales de los continentes. Se forma bajo la acción
del transporte occidental del aire desde el océano hacia el continente, y se distingue del
continental por tener menos fluctuaciones anuales de la temperatura. Las precipitaciones
caen de manera bastante regular en todas las estaciones.

El clima templado de las costas orientales está condicionado por el desplazamiento del
aire durante el verano, desde el océano hacia el continente, v durante el invierno, desde el
continente hacia el océano. El verano es lluvioso y el invierno, seco y frío. Las corrientes
frías hacen bajar la tem peratura estival del aire v en la primavera y principios del verano
facilitan la formación de nieblas.

Climas de las zonas subártica y subantártica

Clima continental subártico. Se forma solo en el hemisferio boreal. El balance

de radiación es de 10-12kcal/cm2 al año. El verano es relativamente cálido y

corto,el invierno es muy severo. La amplitud anual de las fluctuaciones de

la temperatura es muy grande. Hay pocas precipitaciones (menos de 200 mm


al año). En verano predominan los vientos de direcciones septentrionales. El aire

que viene del norte y se transforma sobre el continente es semejante al Ártico.

Durante el invierno se observa en las montañas una potente inversión. Son con-
siderables las diferencias entre las temperaturas de verano y de invierno, en las partes
bajas del relieve, donde el intercambio del aire está debilitado.

Climas oceánicos subártico y subantártico. No tienen grandes diferencias entre la


temperatura del invierno y del verano. La amplitud anual de la temperatura no es mayor
que 20 °C. Durante todo el año se desarrolla la actividad ciclónica.

Climas de las zonas ártica y antártica

El balance de radiación durante el año se aproxima a cero. El manto de nieve no se


derrite en todo el año. La gran capacidad reflectora de la nieve hace que el balance de
radiación sea muy pequeño, incluso en verano. Así, en la estación soviética Pionerskaya
(70° de latitud sur), donde la radiación total durante el mes de diciembre es de 24 kcal/cm2,
el balance de radiación en la superficie de la nieve es menor de 2 kcal.

El predominio del tiempo anticiclónico facilita un enfriamiento permanente del aire en las
regiones centrales del Ártico y del Antártico. Hay pocas precipitaciones, sin embargo, las
precipitaciones y la condensación del vapor de agua sobr e la fría superficie de la nieve, en
conjunto superan a la evaporación.

El clima polar continental está bien acusado en el hemisferio austral. Se caracteriza por
un riguroso invierno y un verano muy frío. La temperatura media es negativa en todos los
meses. Se ha registrado una temperatura mínima de —88,3°C.

Cuma oceánico polar. Es el de las regiones polares nórdicas, que se forma sobre la
superficie del océano cubierta de hielo. En la entrada del calor en invierno tiene un notable
papel el calor de las aguas oceánicas, que penetra a través de los hielos. Desde octubre
hasta abril el balance de radiación es negativo, y desde mayo a septiembre, positivo.
La temperatura media de enero, en el centro del Ártico (—40°C) es mayor que en el
noreste de Asia. En ver ano, como resultado del consumo de gran cantidad de calor en la
fusión de la nieve y del hielo, y en la evaporación, la temperatura es de o0 C
aproximadamente. El tiempo, durante el verano, es más bien nublado y hay pocas
precipitaciones (cerca de 100 mm al año).

Microclima

I-os resultados de la interacción entre la atmósfera y la superficie subyacente se hacen


sentir en primer lugar y con mayor intensidad en la capa inferior de la troposfera. El
régimen de los elementos meteorológicos en esta capa siempre tiene ciertas
particularidades, que varían rápidamente de un lugar a otro.

Los cambios de los valores cuantitativos de los elementos meteorológicos en las


distintas partes de la capa de aire inmediata a la superficie terrestre, por influencia del
carácter heterogéneo de esta superficie, no producen cambios en el régimen típico del
tiempo de una localidad dada, en general. Pero provocan el surgimiento de las cualidades
locales del clima, que se manifiestan sobre un espacio pequeño. El conjunto de las
particularidades locales del clima se llama microclima.

El estado de la superficie determina las condiciones hidroclimáticas y se hace sentir


sobre la capa inmediata hasta una altura de varias decenas de metros. El intercambio de
calor entre el aire y el suelo, aquí es muy activo. Durante el día, las capas de aire
inmediatas a la superficie terrestre se calientan más que las más altas y durante la noche
se enfrían más. Por eso, las fluctuaciones diarias de la temperatura son muy grandes. La
temperatura desciende con la altura en esta capa, y durante la noche se observa con
frecuencia una inversión. El movimiento del aire cerca de la superficie es más lento. Esto
facilita la acumulación de vapor de agua.

Las particularidades de la capa inferior de la atmósfera están bien definidas durante el


tiempo despejado y cuando no hay viento; cuando hay tiempo nublado o viento, se
atenúan.
En las condiciones corrientes del tiempo, la mezcla del aire se produce ya a una altura
de 1,5-2 m sobre la superficie. Por eso, cuando se observan la temperatura y la humedad
de la capa próxima al suelo, los aparatos se instalan dentro de esta capa.

En la formación del microclima ejercen influencia las asperezas y accidentes del relieve,
a partir de las variaciones de alturas que oscilan entre varios centímetros hasta varias
decenas de metros (microrrelieve y mesorrelieve). De esta influencia se puede juzgar por
los esquemas que figuran a continuación. En la figura 71 se observa la distribución del
calor en torno a una colina, que lo recibe desde el sur, en forma simétrica con respecto a
este rumbo. En la figura 72 se aprecia el erecto de una colina sobre la velocidad del viento.
El aire, al encontrarse con un obstáculo, diverge, y por eso, en la parte donde hace impacto
el viento y por los lados de la colina, su velocidad aumenta. El movimiento del aire influye
en la distribución de las precipitaciones: en la parte protegida del viento, este se calma,
pero pueden surgir torbellinos. En la pendiente expuesta, el viento hace más lenta la caída
de las gotas, las cuales son transportadas a la parte opuesta de la colina, donde caen. De
esta manera, si las pendientes de barlovento de las montañas reciben más precipitaciones
que las opuestas, en las microformas del relieve se observa un cuadro inverso.

Figura 71. Distribución del calor al lado de una colina.

gradación
poco calentamiento mucho calentamiento

Dirección Domínante del Viento

Figura 72. Distribución de las velocidades del viento al lado de una colina.

La distribución del viento cerca del obstáculo influye también en la distribución de la


cubierta de nieve, que es dispersada desde las pendientes de barlovento y se va
depositando en los lugares donde el viento se debilita.

Hay particularidades locales del clima que surgen por influencia de la cobertura vegetal.
La vegetación complica mucho las condiciones del intercambio de calor y de la humedad
en la capa próxima al suelo. La cobertura vegetal retiene la radiación solar. Así, por
ejemplo, la cobertura de fleo' de los prados, de 50 cm de alto, no deja penetrar en la
superficie más del 20 %. de la radiación, y en un campo de centeno llega a la superficie
solo el 10 % . Pero, al mismo tiempo, la vegetación retiene también la irradiación calorífica
de la superficie. Por eso es que la temperatura de la superficie bajo la cobertura vegetal es
distinta y la amplitud de sus variaciones disminuye.

La evaporación en un área general de follaje de las plantas que cubren un tramo de una
superficie determinada, puede superar la evaporación de una superficie libre de agua,
equivalente a la de esa área. Una gran evaporación y un intercambio débil indican una alta
humedad del aire entre las plantas.

La influencia del bosque sobre el microclima es similar a la de la cobertura vegetal


menor, pero la super a cuantitativamente. Un bosque denso deja pasar a la superficie solo
el 2-7 % de la radiación solar que incide sobre él. La duración

'Gramínea forrajera.

de la iluminación solar en un bosque es baja hasta las 5-7 horas del día. El bosque en
verano es más frío que un campo, y en invierno un poco más caliente. En invierno, el
bosque frondoso ejerce menor influencia sobre la amplitud diana de las fluctuaciones de la
temperatura que el bosque de coníferas, cuya influencia sobre el régimen térmico es
aproximadamente igual durante todo el año. La humedad de] aire en un bosque es mayor
que en un campo abierto. El viento que se encuentra con un bosque, lo tranquea,
principalmente por la parte de arriba v la velocidad del viento sobre este aumenta
(resultado de la aproximación de las líneas de las corrientes aéreas). Sobre las copas de
los árboles, el viento fluye mejor y bajo ellas es muy débil. Cuando el tiempo es tranquilo,
se puede observar un viento que sopla durante el día, desde el bosque hacia el campo
abierto, por debajo. Durante la noche sopla desde el campo hacia las copas de los árboles;
es decir, la circulación del viento se invierte.

En los pueblos y ciudades surge el clima especial. Las causas son: la abundancia de
humo o de polvo sobre ellas, las particularidades de la superficie subyacente (el asfalto, los
techos metálicos) las edificaciones, etc., así como el calor adicional que se libera al
quemarse los combustibles y durante el proceso de la actividad biológica de hombres,
animales v plantas.

La temperatura del aire dentro de una ciudad es más alta que fuera de ella. El aumento
de la temperatura del aire se advierte aun a una altitud de varios denlos de metros. En
general, la humedad del aire en una ciudad es baja, a causa del aumento de la temperatura
y la disminución de la evaporación desde la superficie. La velocidad del viento en las
ciudades, por regla general, es menor y en su dirección influye considerablemente la
planificación urbana. Además, a una altura determinada sobre la ciudad, la velocidad del
viento es mayor que a esa misma altura en su periferia.

La diferencia entre la temperatura de la ciudad y su periferia puede producir un viento


local, que sopla hacia la ciudad. En las calles se produce una circulación del aire
condicionada por el diferente calentamiento de la parte sombreada y la soleada. Las
condiciones de la formación de la niebla v de las nubes sobre la ciudad son más favorables
(núcleos de condensación, corrientes de aire ascendentes) que en la periferia.

En resumen, el hom bre al actuar sobre una superficie, crea condiciones que determinan
particularidades locales en el clima. Estas particularidades v sus modificaciones inducidas
por la actividad humana deben tomarse en cuenta, sobre todo en la agricultura, en la
construcción y la planificación de los núcleos humanos, etcétera.

El estudio del microclima lo trata una rama especial, la Microclimatología, que tiene un
gran valor practico y está estrechamente relacionada con la Geografía.

Cambios del clima

Como los factores de la formación del clima varían continuamente, se produce también
un cambio continuo en este, el cual se investiga a través de los datos registrados por las
observaciones meteorológicas con instrumentos y por los métodos indirectos, o sea,
mediante el estudio de los fósiles de animales y plantas, por los índices de los procesos
geológicos pasados, por las obras literarias, etc. Las obser vaciones con instrumentos se
vienen realizando hace poco más de 200 años, y por ello, los datos indirectos son básicos
para restablecer el cuadro de los climas de un pasado histórico lejano y de otras épocas
geológicas. Estos datos no pueden considerarse indudablemente verídicos, pero cuanto
mayor sea su cantidad, tanto más probable será el acierto de las conclusiones que se
obtengan. La probabilidad de la reconstrucción figurada de los climas del pasado' aumenta
con el desarrollo de los conocimientos sobre el clima actual de la Tierra y también
utilizando nuevos métodos de estudio de los caracteres indirectos.

En la época histórica no se han operado cambios bruscos en el clima; no obstante se


han observado cambios lentos. Según los cálculos de los científicos, la temperatura media
del aire en la Tierra durante los primeros 50 años del siglo XX aumentó en 1o C. El
aumento de la temperatura se manifestó en la ruptura de los hielos antes de tiempo, en los
ríos (Dvina Occidental, 17 días antes, y Neva, tres semanas antes), en cierta tendencia de
retroceso en los glaciares (glaciares de los Alpes, Groenlandia, Escandinavia, Alaska,
Pamir, Kilimanjaro y de la Antártida). El glaciar Fedchcnko (Pamir), de 1933 a 1957,
retrocedió 280-300 m: el glaciar platafórmico de Ross (Antártida), en 30 años disminuyó
300 m. El insignificante ascenso de la temperatura produjo serias consecuencias: en
Canadá (al este de la isla Winnipeg) el límite de la agricultura se desplazó hacia el norte, en
Laponia se observó un desplazamiento hacia el norte del límite de la tundra y del bosque,
en Islandia se liberó de los hielos una superficie que se cultivaba 600 años atrás y luego se
había cubierto de hielos. Nunca antes en la historia los barcos llegaron tan lejos al norte del
Ártico, como a partir de 1900; los puertos de Spitzberg se hicieron accesibles para los
barcos durante siete meses al año, en lugar de tres, se fundieron las islas glaciares del
océano Glacial Ártico; el arenque, que prefiere las aguas frías, se desplazó desde las
costas de Noruega hacia el norte. Además, en todos los continentes del hemisferio boreal
se ha observado como aflora la superficie terrestre que estuvo cubierta de hielos. Se
pueden brindar otras pruebas de los cambios del clima en relación con el aumento del calor
del aire durante los últimos decenios.

Como resultado de todos esos hechos surgen las siguientes preguntas: ¿cómo se
produce el cambio del clima? , ¿será este un cambio en una sola dirección?

1. La paleoclimatología se ocupa del estudio de los climas pretéritos.

2. Por ejemplo, el método isotópico permite definir la temperatura del agua de depósitos
antiguos. Los isótopos de oxígeno O16, O18 y 014 entran en la composición de las masas
sedimentarias, generalmente en una determinada proporción (3 000:5 :1) que se altera
según la temperatura del agua en la cual se formó el sedimento.

En este caso, ¿por el calentamiento? , ¿es que el clima está experimentando fluctua-
ciones en tomo a un nivel medio, que tampoco permanecerá invariable?

Mediante las comparaciones de muchos datos obtenidos de distintas formas, se puede


hablar con seguridad de fluctuaciones del clima que tienen distinta duración y que se
superponen unas sobre otras. Las fluctuaciones del clima con periodos relativamente
cortos (menores de 100 años) se llaman inrraseculares y las variaciones del clima que
abarcan intervalos de tiempo más prolongados son denominadas extraseculares. La
percepción de las fluctuaciones extraseculares, indudablemente es más difícil que la de las
intraseculares, que se manifiestan mediante observaciones directas con instrumentos. No
ofrecen dudas las fluctuaciones del clima con un período promedio de 11 años. Además, se
registraron fluctuaciones del clima con períodos múltiples de 11 años (A. Douglas) y, sobre
todo se destacan los períodos de 100 años (9 • 11).

En el siglo XIX al climatólogo alemán E. Brückner, sobre la base de la marcha de las


precipitaciones, de las fluctuaciones del nivel del Caspio, de la dinámica de los glaciares y
los plazos de congelación de los nos estableció los periodos de fluc tuaciones del clima en
una duración media de 35 años (de 25 a 50 años), que reciben el nombre de ciclos de
Brückner. No obstante, en el siglo XX estos períodos no se manifestaron. Posiblemente
Brückner señaló períodos múltiplos de 11 años (33,44).

Por el análisis de un enorme material efectivo, A.V. Snitnikov creó un cuadro de los
cambios del clima de los continentes del hemisferio boreal y estableció ritmos de muchos
siglos con una periodicidad de 1 800 años. Cada período se divide en dos fases- la fase
menos prolongada del clima húmedo y ligeramente frío (300-500 años), y la fase más larga,
de clima seco y cálido (más de 1 000 años). Entre las fases se supone que hay períodos de
transición de 100-300 años. Por los múltiples datos correspondientes al territorio del
Atlántico norte, Europa, Asia media, África (Sahara) que abarcan un período de más de 5
000 años, el clima en el límite del V-IV milenio a. n. e. fue frío y húmedo; a mediados del III
milenio a. n. e. fue cambiando paulatinamente por un clima cálido y seco; en la segunda
mitad del II milenio a. n. e. el clima de nuevo se tornó frío y húmedo; y a mediados del
milenio 1 a. n. e. de nuevo pasó a ser un clima seco y cálido. Más tarde en los siglos XIV-
XVI de n. e., se produjo un clima frío y seco.

En la actualidad se observa una transición a un nuevo ascenso de temperatura y a un


descenso de humedad.
Los cambios del clima pueden ser consecuencia de muchas causas, entre las cuales
debe tenerse en cuenta, en primer término, ¡a situación de la Tierra con respecto al Sol y la
posición del sistema solar en la Galaxia, los cambios de la actividad solar, la composición
de la radiación solar y los cambios de la superficie terrestre.

1. La situación de la Tierra con respecto al Sol no es permanente. La inclinación del eje


terrestre respecto a la eclíptica varía durante 40 000 años dentro de los 68° hasta los 65°
24'. Cuanto mayor sea este ángulo, tanto menos calor recibirán en verano las regiones
polares

La excentricidad de la órbita terrestre varía en un período de 92 000 años.


Correspondientemente, varía la distancia de la Tierra al Sol, lo cual se refleja en la cantidad
de calor solar que recibe la Tierra.

El período de las fluctuaciones del clima también está relacionado con la precesión de
los equinoccios, que es de 26 000 años.

Los cambios producidos por la acción conjunta de estas causas afectan a las latitudes
altas en mayor grado que a las bajas. Así, cuando el ángulo de inclinación del eje aumenta
en 1°, la magnitud anual de la radiación solar en la latitud de los 80° aumenta en 4,02 % y
en la de 0° disminuye en solo 0,35 %.

Las fluctuaciones del clima de la Tierra pueden producir fuerzas formadoras de mareas.
Cada 1 800-1 900 años, el Sol, la Tierra y la Luna se sitúan, no solo en línea recta sino
también en un mismo plano, por lo cual las fuerzas formadoras de mareas se intensifican
durante este tiempo, lo cual debe producir un cuantioso transporte del aire en dirección de
los meridianos y una mayor humedad del clima. Si esto es así durante el intervalo de
tiempo de 1 800-1 900 años deben alternarse una época más húmeda y otra más seca.

Se supone que la traslación del sistema solar entomo al número de la galaxia, es la


causa de los grandes cambios de clima de periodicidad de as 200 millones de años.

2. La actividad variable del Sol respecto a los cambios del clima, se ha explicado
mediante la hipótesis de Simpson, la cual se basa en la premisa de que al aumentar la
intensidad de la radiación solar, la superficie terrestre se calienta en las latitudes bajas más
que en las altas. A causa de esto, aumentan el gradiente térmico, la circulación de la
atmósfera, la evaporación, la formación de las nubes y la cantidad de precipitaciones. Con
la mayor nubosidad se incrementa el albedo de la Tierra y al mismo tiempo, se protege la
superficie de esta contra las pérdidas de calor. En las latitudes bajas, las fluctuaciones de
la temperatura se moderan y el clima se torna más oceánico, lluvioso. En las latitudes altas,
la temperatura media anual, la nubosidad y la cantidad de precipitaciones aumentan, (en
forma de nieve principalmente). La nieve no se funde en el verano nublado y frío. Todas
estas condiciones facilitan la acumulación de nieve, el aumento de los glaciares y la
aparición de un período glacial. Con el ulterior aumento de la intensidad de la radiación
solar de la temperatura, comienzan a fundirse la nieve y el hielo. El período glacial empieza
a ser sustituido por el interglacial, cálido, en e! que todos los procesos se realizan en orden
inverso disminución de la intensidad de la radiación solar, de la temperatura y de la
acumulación de nieve. La paulatina reducción de la cantidad de precipitaciones ocasiona la
desaparición de los glaciares, la terminación del periodo glacial y el surgimiento de un
nuevo periodo interglacial.

La hipótesis de P. P. Predtechcnski relaciona las fluctuaciones seculares de los dimas


con las fluctuaciones cíclicas de la actividad del Sol, productoras de cambios en la
circulación general de la atmósfera. La intensificación de la actividad solar acarrea un
aumento de la circulación atmosférica y convierte en dominante la circulación en dirección
de los meridianos. Como resultado de ello, la zona trópico-ecuatorial y la polar se dilatan.
En la primera, la temperatura disminuye un poco (influencia de la nubosidad), y en la
segunda aumenta (a expensas del movimiento de masas de aire cálido). La zona templada
se reduce e inclusive puede desaparecer. El clima en todas las zonas se hace menos
continental y los desiertos casi desaparecen.

Con el debilitamiento de la radiación solar predomina la circulación occidental-oriental


de la atmósfera, las zonas trópico-ecuatorial y polar se conservan y aumenta la zona
templada. Ia temperatura en la zona ecuatorial aumenta y en la polar disminuye; el clima de
la zona templada se toma continental; se crean las condiciones para el desarrollo de los
desiertos.
En los períodos de transición de actividad máxima a la mínima del Sol, se produce un
cambio en la circulación atmosférica, acompañado de una variabilidad de los climas. Los
períodos en que la temperatura de las regiones polares disminuye y caen muchas
precipitaciones, son favorables para la acumulación de la nieve y el hielo. Los distintos
ciclos de la actividad solar, al superponerse unos a oíros, influyen de manera conjunta en
los cambios del clima.

Sobre los procesos térmicos de la atmósfera v, por consiguiente, sobre el clima, ejercen
influencia los cambios de la composición cualitativa de la radiación solar. Son notables los
cambios que se operan en la irradiación ultravioleta del Sol. Esta no produce directamente
cambios en el es tado térmico de la troposfera, sino que actúa sobre las capas altas de la
atmósfera y por medio de procesos intermediarios influye sobre ella. Las moléculas de
oxígeno, en las capas altas de la atmósfera, por influencia de la radiación ultravioleta del
Sol se desintegran y se forman moléculas de ozono, que absorben la irradiación calórica de
la Tierra. De este modo, el aumento de la radiación ultravioleta del Sol implica un aumento
de la temperatura cerca de la superficie terrestre, y en las capas altas de la troposfera
favorece la formación de núcleos de condensación, de moléculas higroscópicas de óxidos
de nitrógeno. La condensación del vapor de agua va acompañada del des prendimiento de
calor, y el vapor de agua contribuye a retener la irradiación calórica de la Tierra. Así, la
radiación de onda corta del Sol convierte la energía potencial de la atmósfera en cinética.

Los cambios del clima se explican por el cambio de la cantidad de dióxido de carbono
en la atmósfera. Según los cálculos de Arrenius, la reducción del contenido de este gas a la
mitad de su contenido en la atmósfera, produciría una disminución de la temperatura media
anual en 4-5 °C y su aumento al doble, elevaría la temperatura de los países polares en 8-9
°C.

Según la hipótesis de Humphrey, los cambios seculares del clima pueden ocurrir como
resultado de un enturbiamiento mayor o menor de la atmósfera con el polvo volcánico que
se eleve. El polvo arrojado a la atmósfera desciende lentamente a la superficie terrestre y
se sedimenta solo al ano o a los dos o tres años, reflejando y dispersando la radiación
solar. Los granitos de polvo debilitan el acceso de la radiación a la superficie de la Tierra.
Los granitos de polvo retienen poco la irradiación terrestre. En las épocas geológicas en
que abundaban las erupciones volcánicas la temperatura debía ser baja.

3. Los cambios de la superficie terrestre deben provocar cambios del clima, así, el
aumento del área de la tierra emergida en las latitudes altas (hasta los 40°) produciría una
disminución de la temperatura de la superficie de la Tierra, en tanto que el aumento del
área de la tierra emergida en las latitudes bajas producirla un efecto contrario.

Si el área de la tierra emergida disminuyera en un 10% , la temperatura en las distintas


latitudes variaría de la manera siguiente (según E. Brooks):

Los anticiclones que se forman sobre la tierra emergida en las latitudes altas,
intensifican su enfriamiento. Con una cantidad suficiente de precipitaciones y una
temperatura baja, se puede formar un manto de hielo. El hielo y la nieve reducen
considerablemente la temperatura del aire, y esto acarrea la formación de glaciares. El
crecimiento de los glaciares se retiene por los anticiclones que se establecen sobre ellos y
que impiden el flujo de las precipitaciones.

Brooks considera que para la creación de un manto glacial basta con que el
enfriamiento inicial sea de solo 0,3 °C. El glaciar va reduciendo la temperatura hasta los 25
"C.

Los cambios de clima pueden estar relacionados con los cambios del relieve. Sobre las
montañas, donde la atmósfera está enrarecida, hay poco polvo v vapor de agua, y las
perdidas de calor de la superficie son muy grandes. Mientras más montañas existen en la
Tierra y cuanto más altas sean tanto menor será la temperatura en su superficie. La
nivelación del relieve actual determinarla un aumento de la temperatura en 0.7 "C.

Si las épocas de las orogénesis coinciden con las de la ampliación del área de tierra
emergida, ambos factores del cambio del clima se suman, por lo cual en es tas épocas
pueden formarse y aumentar los glaciares.

Cada una de las causas analizadas influye sobre el clima en uno y otro grado.
superponiéndose unas a otras, lo cual complica mucho el cuadro general del cambio del
clima.
La mayoría de los científicos consideran que una de las causas más inmediatas del
calentamiento del clima en la actualidad es la intensificación de la circulación atmosférica,
que a su vez., está condicionada por los cambios de la actividad solar.

Las conjeturas acerca de que la circulación atmosférica se intensifica a causa de las


explosiones atómicas, no pueden ser confirmadas con hechos. En primer término, las
fluctuaciones del clima existían ya antes de las explosiones atómicas v segundo, la energía
de estas es muy pequeña en comparación con la energía de los procesos atmosféricos. Es
dudoso que tal hecho pueda ser la causa.

El clima y la sociedad humana

Las actividades de la sociedad humana dependen en alto grado del clima, pero cuanto
mayor sea el desarrollo de la sociedad tanto mayores serán los logros de la ciencia y la
técnica y tanto menor será esta dependencia, aunque no puede desaparecer totalmente.

El clima facilita los cultivos agrícolas, la cría de animales, etc. en unas regiones, en
tanto que en otras las dificulta o impide. Cuando se explotan las riquezas naturales, el
hombre no puede ignorar el clima. Actualmente, el hombre vive sobre casi toda la superficie
terrestre, incluso en un clima como el de la Antártida. Esto ha sido posible gracias al
desarrollo de los medios de comunicación; aviones y barcos capaces de vencer
rápidamente el espacio que separa la Antártida de otros continentes y también, porque el
hombre ha creado todo lo necesario para la vida en condiciones climáticas tan severas.

El hombre, de manera consciente o espontánea, modifica el clima. Cuanto mayor sea el


nivel de desarrollo de la sociedad humana tanto más intensa y correcta será su influencia
sobre el clima. El hombre actualmente no está en condiciones de poder modificar la
cantidad de radiación solar que penetra en la Tierra v tampoco en condiciones de manejar
las grandes masas aéreas. 1.a influencia humana, por tanto, se circunscribe a la superficie
terrestre. En consecuencia, solo es posible la modificación del clima local (como resultado
de la exterminación de áreas de bosque y viceversa, plantando franjas forestales,
construyendo embalses de agua, etc.). Las particularidades locales del clima pueden ser
variadas v extender esos cambios sobre un gran espacio, pero con ello, no se producirán
transformaciones en el macroclima. Para que esto ocurra, hay que modificar, por ejemplo,
la dirección de las corrientes oceánicas, eliminar la cobertura glacial del océano Glacial
Ártico o fundir los hielos de la Antártida, etcétera.

Existen muchos proyectos para la modificación artificial del macroclima, pero hasta
ahora, técnicamente no son realizables. Sin embargo, el desarrollo de la cien-da y la
técnica hará posible su transformación. Pero antes de aceptar uno u otro proyecto es
necesario prever exactamente los cambios que se operarían en la envoltura o esfera
geográfica. No debemos olvidar que las variaciones de un componente de la naturaleza
acarrean modificaciones inevitables en otros componentes v por tanto, transformaciones en
los complejos naturales. Si los cambios en un complejo natural resultan favorables, las
alteraciones provocadas en otros relacionados con él, podrían ser nocivas en otras
regiones. Para resolver correctamente este problema de la transformación del clima, se
requieren investigaciones geográficas muy amplias v profundas, en cada caso concreto.

Capítulo 4 Hidrosfera

El agua es una de las sustancias más extendidas en la Tierra. Basta recordar que el
70,8 % de la superficie terrestre está cubierta por las aguas del Océano Mundial.

La distribución de esa masa de agua es la-siguiente: al Océano Mundial corresponden 1


370 000 000 km3; en estado combinado en la corteza terrestre hay 340 000 000 km3; en la
atmósfera, aproximadamente 13000 km3 y en las tierras emergidas, 90 826 200 km3, pe
esta última cantidad, 60 075 km3 corresponden a las aguas subterráneas (de ellas 75 000
km3 están en el suelo), los lagos contienen 750000 Km3 los ríos 1 200 km3 y los glaciares
30 000 000 Km3 El volumen total de la hidrosfera equivale aproximadamente a 1 800 000
000 de km3.

El agua en la Tierra experimenta un ciclo continuo.

CICLO DEL AGUA EN LA TIERRA


Por efecto del calor solar se produce una evaporación permanente del agua desde la
superficie terrestre hacia la atmósfera. La mayor parte de esta agua (86,5 %) se evapora
del Océano Mundial. Gran parte de la humedad cae de nuevo sobre la superficie del
océano en forma de precipitaciones atmosféricas, a causa de la fuerza de gravedad. El
ciclo del agua, en el que participan solo el océano y la atmósfera (evaporación desde el
océano —condensación en la atmósfera— precipitación sobre el océano), se denomina
ciclo oceánico del agua.

Parte del agua que se evapora del océano llega a la tierra emergida desde la atmósfera.
E-l ciclo del agua en el cual participan las tierras además del océano y la atmósfera se
denomina ciclo general del agua.

Las precipitaciones atmosféricas que caen sobre las tierras (P) se evaporan en parte de
la superficie (N), una parte se escurre por la superficie (S) y otra se infiltra en el suelo,
hacia el subsuelo (figura 7 3). El agua que penetra a cierta profundidad es absorbida por
las raíces de las plantas y, como resultado de la transpiración de ellas, vuelve de nuevo a
la atmósfera (T). Parte del agua infiltrada forma los horizontes acuíferos, que alimentan los
ríos o va directamente al océano. Este es el escurrimiento subterráneo (U). Por tanto:

P=S+Ü+E

donde:

E = evaporación (N + T)

Para representar el largo intervalo de tiempo durante el cual toda el agua de las
precipitaciones atmosféric as que cae, logra evaporarse o escurrirse, tenemos que:

P=R+E

donde:

R = escurrimiento toral, y para el océano tenemos que:


E=P4-R

Figura 73. Ciclo del agua.

Existen regiones donde no hay escurrimiento hada el mar, el drenaje es interior.

Casi todas las precipitaciones que caen en esos territorios se evaporan. El intercambio
de humedad con las regiones periféricas con escurrimiento hacia el mar se produce
esencialmente mediante el transporte del vapor de agua por las corrientes aéreas.

Estas corrientes transportan también la humedad procedente del océano y de las tierras
emergidas. Antes de que la humedad procedente de la tierra se precipite sobre el océano
se evapora de nuevo y vuelve a caer varias veces sobre ella. De esta manera gana
humedad la superficie situada lejos del océano y se opera así el ciclo del agua
intracontinental.

Durante un año se condensan 5 18 600 km de agua en la atmósfera que contiene a su


vez unos 13 000 km de agua, aproximadamente, o sea, 1/40-de esta cantidad

dad. El ciclo del agua en !a atmósfera dura nueve días, mientras que en las aguas
subterráneas dura desde un ano, en el agua más próxima a la superficie hasta épocas
geológicas indeterminadas, en las aguas yacentes en la profundidad de la corteza terrestre.
El ciclo completo de las aguas se produce casi anualmente, el de las aguas fluviales en un
promedio de doce días. La renovación de las reservas de agua del Océano Mundial
requiere aproximadamente unos 3 000 años.

Para que de la superficie terrestre puedan evaporarse 518 OOO km3 de agua al año se
necesitan 3 • 1020 kcal, es decir, casi 1/4 de la energía solar que penetra en la superficie
terrestre durante ese mismo tiempo. La energía consumida en la evaporación se traslada a
la atmósfera y se libera al condensarse la hum edad y producirse las precipitaciones. De
esta manera, el ciclo del agua va acompañado de una redistribución de la energía entre las
esferas que abarca. El balance hídrico está estrechamente vinculado al balance térmico.

El ciclo del agua en la Tierra es el proceso de circulación del agua en la esfera


geográfica, y mediante él se vinculan todas las aguas de la naturaleza. Los factores
fundamentales que condicionan este ciclo son la radiación solar y la fuerza de gravedad.

PROPIEDADES MÁS IMPORTANTES Y ORIGEN DE LAS AGUAS

EN LA NATURALEZA

El agua es una de las pocas sustancias capaces, dentro de las condiciones terrestres,
de adoptar tres estados: sólido, líquido y gaseoso, y de pasar rápidamente de uno a otro.
Con el cambio de estado del agua se absorbe (evaporación y fusión) o se libera
(condensación, congelación) calor. El calor latente del vapor de agua a O °C es de 597 cal.
El agua químicamente pura es óxido de hidrógeno (H20) y, en condiciones normales de
presión, hierve a los 100 C, se congela a los O0 C y tiene una densidad máxima a los 40C
aproximadamente. Cuando se enfría a una temperatura mayor de 40C su densidad
disminuye, y cuando se congela su volumen aumenta en un 10% del inicial.

La asociación del agua explica, también, la estructura abierta del hielo y por tanto su
menor densidad. En el hielo, las moléculas de agua están distribuidas en un retículo
espacial en el que cada átomo de oxígeno está unido a otros cuatro átomos, a través de
puentes de hidrógeno dispuestos asimétricamente por lo que las moléculas de agua
mantienen su individualidad. Los enlaces de cada átomo de oxígeno están dirigidos
tetraédricamente y son sensiblemente iguales, por lo cual cada molécula de agua está
rodeada únicamente por otras cuatro, que determinan una estructura muy abierta. Cada
seis átomos de oxígeno forman un anillo espacial rodeado por otros seis en una simetría
hexagonal. Al fundirse el hielo se rompen la mayoría de los enlaces de hidrógeno y el agua
tiene una mayor densidad, pero quedan aún fragmentos microc ristalinos que se van
rompiendo al calentarse el agua desde O0 C hasta 4o C. Esta ruptura adicional de los
enlaces de hidrógeno explica el aumento de densidad en este intervalo de temperatura. El
posterior calentamiento del agua a temperaturas superiores produce grupos asociados aún
más pequeños y al aumentar la velocidad molecular (energía cinética) esto motiva una
expansión que, a su vez, da lugar a la disminución progresiva de la densidad.

La propiedad anormal que tiene el agua de aumentar su volumen cuando se congela,


tiene gran importancia en la intemperización de las rocas. Al congelarse el agua, su
densidad disminuye por lo cual el hielo formado flota sobre el agua.

A causa de que el oxígeno y el hidrógeno tienen varios isótopos surgen distintas


combinaciones, que forman diferentes tipos de agua. En la naturaleza, el agua es una
mezcla de todos estos tipos y el agua ordinaria o común (H2016) corresponde algo más de
99,5 % Todos los tipos de agua, excepto la ordinaria o común reciben el nombre de agua
pesada.

La unión de O16 con el H2 (deuterio) origina la llamada agua pesada D20 cuyas
propiedades físicas son bastante diferentes de las del agua ordinaria o común como se
puede apreciar en el siguiente cuadro.

H20 D20

Densidad (g/cm3 a 20 °C). .... 0,99820 1,10515 cm

Punto de fusión .......... 0,0 °C 3,82 °C

Punto de ebullición. ....... 100°C 101,42°C

Temperatura de máxima

densidad. .............. 3,98 °C 11,6°C


El agua pesada difiere también de la ordinaria en sus efectos fisiológicos. Aunque se le
creta tóxica, en realidad es inerte y no interviene en los procesos vitales. Las semillas no
germinan en ella, ni viven los peces y aquellos ratones que solo beben

agua pesada se mueren de sed.

En la naturaleza el agua no es químicamente pura, porque ella es un magnífico


disolvente de muchos compuestos inorgánicos y orgánicos.

De los 104 elementos químicos conocidos hasta el momento, se descubrieron en el


agua 45, la mayoría en muy pequeña cantidad la concentración de las sustancias disueltas
en el agua se expresa por la salinidad y se mide en por miles (%o), en por cientos (%) y en
gramos por litro de agua.

Con el cambio de la salinidad, la temperatura de congelación y la temperatura de la


máxima densidad del agua varían (tabla 17).

TABLA 17

Salinidad (%) 0 5 10 13 20 24,7 30 35 40

Temperatura de congelación (O °C) 0 -0,3 -0,5 -0,8 -1,1 -1,33 -1,6 -1,9 -2,2

Temperatura de la

máxima densidad

(°C)__________ 4 2,9 1,9 0,8 0,3 -1,33 -2,5 -3,5 -4,5

1. Recientemente se ha planteado el descubrimiento del elemento 105.


La tabla muestra que la temperatura de la máxima densidad del agua desciende más
rápido que la temperatura de congelación al aumentar la salinidad. Cuando la salinidad es
de 24,7 °% coinciden. Aunque siga aumentando la salinidad, la temperatura de la densidad
máxima del agua siempre será menor que la temperatura de congelación. Esto significa
que esta agua, al enfriarse, se hace más densa por lo cual sube a la superficie el agua
menos fría. Por eso los lagos profundos muy salados. incluso a temperaturas muy bajas
pueden no cubrirse de lucio, en cambio, los lagos poco profundos se congelan hasta el
fondo. Cuando el agua salada en el océano se enfría y se sumerge, se lleva el oxígeno
consigo hasta la profundidad.

El agua es una de las sustancias, conocidas en la naturaleza, que mayor calor


específico tiene. El calor específico del agua desciende con el aumento de la temperatura y
alcanza hasta un mínimo de 30 °C para luego aumentar. El calor especifico del hielo es dos
veces menor que el del agua líquida.

La conductividad del agua pura es pequeña, por eso en los depósitos esta se calienta,
esencialmente, por la mezcla con otros elementos. Cuando no hay motivos para la
disolución, en los depósitos de agua surge una estratificación térmica de las aguas. El hielo
tiene menor conductibilidad térmica que el agua en estado líquido, por eso, al formarse
hielo en la superficie de un depósito de agua, este la protege bien del enfriamiento.

La tensión superficial del agua es de 72,75dinas/cm2. La película que aparece sobre la


superficie de las aguas de los mares es importante en la formación de las La capilaridad
está relacionada con la tensión superficial, que es la que permite el ascenso del agua por
los poros de las rocas.

El origen de las aguas en la naturaleza está relacionado con el de la Tierra. Las aguas
del planeta provienen de las rocas que lo integraron. Esto ha sido confirmado porque se ha
encontrado agua ligada físicamente en los meteoritos. En el proceso del desarrollo del
planeta, el agua se fue segregando poco a poco, formando la hidrosfera. Posiblemente, la
reposició n del agua en la hidrosfera se produjo a cuenta de las moléculas que se fueron
separando de la masa líquida y que se elevan a la superficie terrestre. Este proceso aún
continúa.
EL OCÉANO MUNDIAL

La superficie del Océano Mundial y la de la tierra firme aunque son cualitativamente


distintas no están aisladas una de la otra, entre ellas se produce un continuo intercambio
de sustancia y energía, en el cual desempeña un gran papel el ciclo del agua. El agua que
se evapora de la superficie del océano y pasa a la atmósfera, cae y se desplaza sobre la
tierra firme y con el tiempo vuelve de nuevo al océano, acarreando las sustancias
adquiridas mediante su interacción con las rocas que integran la tierra emergida y como
resultado de la influencia que sobre ella ejercen los organis mos. Hay casos en que el agua
del océano penetra en la tierra emergida durante las transgresiones, formando muchas de
las aguas subterráneas mineralizadas, mediante su interacción con las rocas. Durante el
rielo del agua se produce un desplazamiento de energía desde una superficie hada otra.

El Océano Mundial es la esfera acuosa de la Tierra, separada en porciones por las


tierras emergidas. Su profundidad media es de 3 790 m y la máxima es de 11 022 m.

El volumen de las aguas oceánicas es de 1 370 • 106 km3, o sea —— del volumen de 8
00

la Tierra, [.as aguas del océano distribuidas regularmente por la superficie terrestre, la
cubrirían totalmente con una capa de 2 700w de espesor. Si hacemos una com paración
con las dimensiones de la Tierra, esta capa es insignificante, pero tiene gran importancia
en los procesos que se operan en la esfera geográfica.

El Océano Mundial integral se divide en partes denominadas océanos. En estos se


distinguen mares, bahías y golfos.

Los mares son partes más o menos aisladas del océano que se diferencian de las
partes contiguas por las propiedades físicas y químicas (temperatura, salinidad, etc.) y por
el carácter de las corrientes y de las mareas.

Se pueden señalar mares periféricos, mediterráneos (intercontinentales e intra-


continentales) e Ínterinsulares. Los mares periféricos están situados cerca de los bordes de
los continentes con una profundidad máxima de 200 m. Fustán separados del Océano
Mundial por cadenas de islas o penínsulas y se comunican libremente con él; por eso se
diferencian muy poco de este. Los mares mediterráneos se encuentran entre los
continentes (mares mediterráneos intercontinentales) o dentro de un continente (mares
intracontinentales) se comunican con el océano mediante estrechos, y se diferencian
notablemente de este.

El fondo de estos mares forma una cuenca separada del océano o del mar contiguo por
una barrera. Un ejemplo de mar intercontinental es el Mediterráneo, que separa Europa de
África. Como ejemplo de mar intracontinental puede mencionarse el Mar Negro.

La diferencia entre los mares intercontinentales y los intracontinentales obedece, no


solo a la posición que ocupen, sino también a otras causas. Los primeros tienen mayor
dimensión v sus profundidades siempre son superiores a 2 430m. es decir, están más allá
del zócalo continental, (la base del continente). La profundidad de los segundos no es
mayor que 2 430 m y ello significa que están situados dentro de los límites del zócalo
continental. Los mares interinsulares pueden hallarse lejos del continente, en medio del
océano, separados por islas, v están vinculados con este último, por ejemplo, el mar de las
islas Fidji.

Las bahías y golfos son partes del océano y de los mares (también pueden ser partes
de un lago), que se distinguen por la configuración de sus costas, pero se diferencian poco
de los espacios de agua contiguos. En algunos casos, hay porciones de los océanos que
se denominan bahías o golfos incorrectamente, como e! Pérsico, el de México, la bahía de
Hudson, el golfo de California, etc., que sería más correcto llamarlos mares, en tanto que
los mares de Beaufort y de Lincoln debieran llamarse golfos.

La superficie de nivel o superficie libre de los océanos y mares se llama así, porque el
efecto de la fuerza de gravedad —cuando no actúan otras fuerzas sobre ella— coincide
con la superficie del geoide. El efecto continuo y variable en el tiempo y el espacio de una
serie de fuerzas complementarias produce cambios en el nivel del mar o superficie de nivel.
Sobre la posición de esta ejercen su influencia conjunta, la temperatura, la presión
atmosférica, el viento, las fuerzas que originan las mareas, el balance hídrico y el
movimiento de la corteza terrestre.
Las variaciones del nivel del mar, de acuerdo con diferentes causas pueden tener un
carácter periódico y no periódico. El periodo de las variaciones puede ser muy breve (varias
horas) y muy prolongado (de varios siglos). Entre las variaciones perió dicas están, por
ejemplo, las fluctuaciones de nivel producidas por el com portamiento anual de la
temperatura, de la presión atmosférica, de las precipitaciones, del escurrimiento, del
cambio de los vientos y de las fuerzas que originan las mareas. Los cambios bruscos de
nivel que se operan cuando pasan los ciclones, pueden ser un ejemplo de variaciones no
periódicas.

El cuadro general de los cambios de! nivel del océano es muy complejo y de ello solo es
posible formarse una idea sobre la base de observaciones continuas. Las observaciones
prolongadas permiten calculare! nivel medio anual para un punto determinado. Este nivel
se acepta como cero, restando las alturas y las profundidades. En URSS, se toma como
nivel cero el nivel medio del mar Báltico y del Kronstadt, calculado por un espacio de 94
años.

Los niveles medios calculados en distintos puntos difieren, así, el nivel medio en las
costas occidentales de los continentes es mayor que en las costas orientales. En el
océano Pacífico abierto es mayor que en e! Océano Atlántico abierto. En dirección norte-
sur el nivel medio del océano asciende.

Los lentos ascensos y descensos del nivel del océano, que abarcan intervalos de
tiempo muy largos se llaman seculares. Las fluctuaciones seculares pueden ser producidas
por los cambios en la cantidad de agua del océano (causas hidrostátic as) y del volumen del
océano a causa de los procesos que se operan en el interior de la Tierra (causas
geográficas).

Las fluctuaciones hidrostáticas del nivel del océano son posibles por la redistribución de
las masas de agua entre los continentes y los océanos; por ejemplo, la fusión total del
manto de hielo de la Antártica produciría un ascenso de aproximadamente 50m en el nivel
del océano. En consecuencia la formación de una capa gruesa de hielo en un continente,
significaría la desaparición temporal del ciclo de una gran cantidad de agua y conduciría al
descenso de su nivel.
Los movimientos de ascenso y descenso de la corteza terrestre pueden producir un
ascenso de] fondo del océano, que provocaría una disminución de su profundidad y un
ascenso del nivel de las aguas o por el contrario, un descenso del fondo del océano
motivaría un descenso del nivel del mar. El papel que desempeñan los movimientos de la
corteza terrestre en las variaciones seculares del nivel del océano es muy grande. De esta
manera, la formación de una depresión en el fondo del océano, equivalente por su volumen
a la del Mediterráneo, causaría un descenso de 12 m en el nivel del océano, mientras que
un ascenso del fondo, equivalente a la cordillera central del Atlántico, acarrearía la
elevación de unos 42 m en el nivel del mar. En el cambio del nivel del océano pueden
reflejarse también los procesos de acumulación de los sedimentos en el fondo. A medida
que se desplaza el material de las tierras emergidas hacia el océano, el nivel de este va
subiendo lentamente hasta ciertos límites, lo cual debe producir una alteración del equilibrio
isostático: el fondo del océano desciende, los continentes se elevan v al avance del océano
sobre la tierra emergida (trasgresión), le sucede un retroceso (regresión).

Propiedades físicas y químicas del agua del océano

Salinidad

El agua del océano contiene algo menos de un 4% de sales, gases disueltos en ella y
partículas insolubles en suspensión.

En el agua del océano se han encontrado disueltos cuarenta y cinco elementos


químicos. Se supone que en ella están disueltas todas las sustancias que existen en la
naturaleza, pero a causa de la cantidad tan insignificante en que se encuentran no han
podido determinarse. Se distinguen como componentes básicos de la salinidad del agua
oceánica: Cl, Na, Mg, Ga, K y otros como componentes secundarios en cantidades
insignificantes: Au, Ag, Cu, P, I y otros.

La particularidad más notable del agua oceánica es que mantiene, permanentemente,


su composición salina. El motivo puede ser la mezcla constante que experimentan las
aguas del Océano Mundial; no obstante, esta explicación no puede considerarse como
definitiva.

La cantidad total de sales que contiene el agua del Océano Mundial es de 48 • 1015 t.
Esta cantidad de sales es suficiente para cubrir toda la superficie de la Tierra con una capa
de 45 m de espesor y la tierra emergida con una de 15 3 m,

Aunque su contenido en plata es pequeño —0,3 mg por 1 m — la cantidad total que


existe en el agua del océano es 20 000 veces mayor que toda la plata extraída por los
hombres durante el período histórico. El contenido de oro en el agua oceánica es de 0,006
mg./m3y su cantidad total es de unos 10 millones de toneladas.

Por la composición de las sales, el agua marina se diferencia mucho de la de lluvia


(tabla 19).

TABLA 19

Partes integrantes Contenido de sales en % de la masa total de ellas

en el agua marina en el agua de río


Cloruros 88,7 5
Sulfatos 10,8 10
Carbonatos 0,3 60
Combinaciones de nitrógeno, fósforo,
0,2 25
sustancias orgánicas

En el agua oceánica hay un gran contenido de sal común (NaCl), unos 27 g por / de
agua, v es por eso que el agua de mar es salada; las sales de magnesio (Mg Cl¡, Mg SO4)
le dan un sabor amargo.

Las diferencias en la correlación entre las sales en el agua del océano y la de los ríos no
dejan de ser sorprendentes, porque estos acarrean continuamente sales hacia el océano.
Se supone que la composición salina de las aguas del interior de la Tierra está
relacionada con el origen de las sales del agua del océano. Esas aguas se separaron ya
con una salinidad inicial y posteriormente balancearon su composición salina.

La cantidad de sales que arrastran los ríos está equilibrada en cierta medida por el
gasto del océano. El gasto de las sales tiene relación con la formación de concreciones de
hierro y manganeso, con el arrastre de las sales por el viento v, claro está, con la actividad
de los organismos que extraen las sales del agua, en primer término las de calcio, para la
construcción de sus esqueletos y conchas. Una parte de los restos de estos organismos se
disuelven en el agua y la otra forma los sedimentos de fondo. De esta manera se produce
el ciclo de la sustancia en el agua.

Las plantas y los animales que viven en el océano absorben y concentran en su cuerpo
distintas sustancias disueltas en el agua, muchas conocidas y otras que el hombre
desconoce aún. Entre las primeras, se absorben, sobre todo, el calcio y el silicio. las algas
fijan anualmente miles de millones de toneladas de carbono y liberan miles de millones de
toneladas de oxígeno. Asimismo el agua pasa por los bronquios de los peces durante su
respiración v en general, cuando los animales realizan la función digestiva consumen y
expulsan grandes cantidades de agua. En resumen, el agua del océano circula a través de
los organismos vivos influyendo en su composición salina actual.

Las aguas oceánicas tienen una salinidad media de 35 %„ (35 000^ de sales por litro de
agua). Los cambios de salinidad producen a su vez cambios en el balance de entrada y
salida de las sales o del agua dulce.

Las sales llegan al océano con el agua que se escurre de la tierra emergida; se
acumulan o se pierden en el intercambio con las aguas dulces, con las aguas marinas y se
pierden o se gastan como resultado de los distintos procesos que se operan en el agua. 1.a
entrada constante de sales de la tierra emergida al océano, debiera producir un paulatino
aumento di la salinidad de sus aguas. Si esto sucede en realidad, es tan lentamente que
hasta ahora el proceso permanece sin ser apreciado descubierto.

La causa principal de las diferencias en la salinidad del agua del océano se debe
a los cambios en el balance de! agua dulce. Las precipitaciones que caen sobre la
superficie del océano, el escurrimiento desde la tierra emergida y la fusión de los hielos,
producen una disminución de la salinidad; la evaporación y la formación del hielo, por el
contrario, la aumentan. El flujo de las aguas desde la tierra emergida se hace sentir
notablemente en la salinidad cerca de las costas y sobre todo, en la desembocadura de los
ríos.

La salinidad en la superficie del océano en su porción abierta depende


fundamentalmente de la correlación entre las precipitaciones y la e vaporación, es decir, de
las condiciones climáticas; por tanto, en su distribución se observa una zonalidad
latitudinal. Esto se observa claramente en el mapa de las isohalinas,' o sea, en las líneas
que unen los puntos con igual salinidad (fig. 75). En las latitudes ecuatoriales, las capas
superficiales del agua están menos saladas (34- 35 7a.) a causa de que las precipitaciones
son mayores que la e vaporación. En las latitudes tropicales y subtropicales la salinidad de
las capas superficiales es alta y alcanza su máximo en la superficie del océano abierto (36-
37%,). Esto se debe a que el gasto del agua en la evaporación no se cubre con las
precipitaciones. Cuando el océano pierde humedad, las sales se concentran. Al norte y al
sur de las latitudes tropicales, la salinidad de las aguas oceánicas se va reduciendo hasta
3- %„ lo cual está determinado por la disminución de la evaporación y el aumento de las
precipitaciones. La fusión de los hielos flotantes contribuye a la reducción de la salinidad en
la superficie del océano. La zonalidad latitudinal en la distribución de la salinidad en la
superficie del océano es alterada por las corrientes cálidas, las cuales elevan la salinidad y
las frías la reducen.

La salinidad media de la superficie del Océano Mundial difiere, de la salinidad media


máxima corresponde al Atlántico (35,4%.) y la mínima al océano Glacial Ártico ( 32 7,,). La
alta salinidad del Atlántico se produce por la influencia que ejercen los continentes, dada su
relativa estrechez. F-n el océano Glacial Ártico, los ríos siberianos ejercen una influencia
dulcificante (en las costas de Asia la salinidad se reduce hasta un 20%.). Como los
cambios de salinidad están generalmente relacionados con el balance de entrada y salida
del agua, estos cambios se muestran mejor en las capas superficiales, que son las que
reciben directamente las precipitaciones y que constituyen al mismo tiempo fuentes de
evaporación. También se manifiesta en la capa subyacente, cuyo espesor es de 1 500 m
aproximadamente, donde se mezclan las aguas profundas con las superficiales. En las
capas más profundas, la salinidad de las aguas del Océano Mundial permanece invariable
(34,''-34,9 %. ). El carácter de los cambios de salinidad depende de las condiciones que la
determinan. Se distinguen cuatro tipos de variación vertical de la salinidad en el océano:

Ecuatorial,

Subtropical

Templado

Polar.

I. En las latitudes ecuatoriales, donde el agua de la superficie del océano está


dulcificada, la salinidad va aumentando hasta alcanzar el máximo a una profundidad de 100
m, donde existen aguas más salinas, procedentes de los trópicos. Más abajo de los 100 m,
la salinidad va disminuyendo, hasta que en las profundidades de 1 000-1 500 m se torna
casi constante.

II. En las latitudes subtropicales, la salinidad disminuye rápidamente hasta la


profundidad de 1 000 m y más abajo se mantiene invariable.

III. En las latitudes templadas, la salinidad varía poco con la profundidad.

IV. En las latitudes polares, la salinidad más baja se halla en la superficie del océano; al
principio aumenta rápidamente con la profundidad hasta unos 200 m, después permanece
casi invariable.

La salinidad del agua en la superficie de los mares puede diferenciarse mucho de la


salinidad del agua en el océano abierto. Esta se determina, en primer término, por el
balance del agua dulce, lo cual significa que depende de las condiciones climáticas. El mar
experimenta la influencia directa de la tierra emergida que baña en un grado mayor que la
del océano. Cuanto más profundamente penetra el mar en la tierra tanto más se diferencia
del océano por su salinidad.
Los mares de las latitudes polares y templadas tienen un balance positivo del agua, es
decir, la salinidad en la superficie de ellos es baja, sobre todo cerca de la desembocadura
de los ríos. Los mares de las latitudes subtropicales y tropicales, rodeados de tierra con
pocos ríos, tienen una salinidad alta. La salinidad del mar Rojo (hasta 42 %„) se debe a su
condición mediterránea con un clima seco v cálido. Las precipitaciones que caen sobre la
superficie de este mar son de 100 mm por año; no hay escurrimiento desde la tierra y la
evaporación llega a los 3 000 mm por año. El intercambio de aguas con el océano se
produce a través del estrecho de Bab el Mandeb.

La alta salinidad del mar Mediterráneo (hasta 397,.) se debe a que el escurrimiento
procedente de la tierra y las precipitaciones que recibe no compensan la evaporación y el
intercambio de agua con el océano se dificulta porque el estrecho de Gibraltar es muy
angosto. En el mar Negro (18%.), por el contrario, la evaporación está casi compensada
con el escurrimiento (la capa anual de escurrimiento es de 80 cm) y las precipitaciones
hacen un balance positivo del agua. También la falta de intercambio libre del agua con el
mar de Mármara facilita la conservación de una salinidad baja en el mar Negro.

La salinidad del mar del Norte experimenta, por una parte, la influencia del océano y por
otra la del mar Báltico, que es poco salado. Por eso, su salinidad aumenta de 31 a 35 %„
de sureste a noroeste. Todos los mares periféricos están muy relacionados con el océano y
tienen una salinidad semejante a la de la parte aledaña a este. En el litoral de los mares
que reciben ríos, el agua está muy poco salada.

El cambio de salinidad con la profundidad en los mares depende de la que tenga en la


superficie y del intercambio de agua con el océano o con el mar contiguo.

Si la salinidad de los mares es menor que la del océano o la del mar aledaño, el agua
oceánica más densa penetra por el estrecho que los une y fluye colmando su profundidad.
En este caso, la salinidad en el mar aumenta con la profundidad. Si el mar es más salado
que la parte próxima del océano, el agua más densa del mar avanza por el fondo del
estrecho hada el océano y el agua más ligera del océano se desplaza por la superficie
hacia el mar. Las capas superficiales del mar adquieren la salinidad y la temperatura
propias en relación con las condiciones físico geográficas dadas. En el período de
temperaturas bajas la salinidad de las aguas de fondo coincide con la salinidad en la
superficie.

El cambio de salinidad con la profundidad se ve claramente en los mares Mediterráneo,


Mármara y Negro. El Mediterráneo es más salado que el Atlántico. En el estrecho de
Gibraltar (profundidad de 360m existe una corriente profunda del mar al océano. El agua
del Mediterráneo, a partir de la barrera desciende y crea a cierta profundidad, en el océano,
una zona de elevada salinidad. Por la superficie, el agua oceánica pasa por el estrecho
hacia el mar. La salinidad del agua profunda del Mediterráneo es de 38,6%. en toda su
extensión, mientras que en la superficie varía de 39,6%. en la parte oriental a 37%, en la
occidental. En consecuencia, en la parte oriental la salinidad disminuye con la profundidad
y en la occidental, aumenta.

El mar de Mármara está situado entre dos mares de diferentes grados de salinidad. El
más salado es el Mediterráneo y el menos salado, el Negro, El agua salada del
Mediterráneo al penetrar a través del estrecho de los Dardanelos fluye hacia la profundidad
del mar de Mármara y por eso este alcanza en el fondo una salinidad de 38%. El agua de!
mar Negro, al moverse por la superficie, llega al mar de Mármara a través del estrecho de
Bósforo y diluye el agua de las capas superficiales de este hasta un 25 %.

El mar Negr o no es muy salado, por eso el agua del Mediterráneo penetra desde el mar
de Mármara hasta el Negro por el fondo del Bósforo y al fluir colma su profundidad. La
salinidad de las aguasen el mar Negro, aumenta con la profundidad desde 17-16 hasta 22
,3 0/00,.

En las aguas del Océano Mundial hay grandes cantidades de materias primas
valiosísimas, que hasta ahora tienen un uso muy limitado. De las aguas de los océanos y
mares se extraen anualmente cerca de 5 millones t de sal común, de las cuales tres
corresponden a los países del sureste de Asia, Del agua marina se obtienen también sales
de potasio y de magnesio. Cuando se extraen la sal común y el magnesio se obtiene
además bromo (Br).

Para extraer del agua los elementos químicos que contiene en cantidades
insignificantes, se puede aprovechar la capacidad de absorber v concentrar en su
organismo determinados elementos que poseen muchos animales y plantas del océano.
Por ejemplo, la concentración de yodo en una serie de algas, supera en mil y en cientos de
miles de veces la de las aguas del océano. Los moluscos absorben cobre;

los áspides, zinc; los radiolarios, estroncio; las medusas, zinc, estaño, plomo. En los
focos y laminarias hay mucho aluminio y, lógicamente, azufre en las llamadas bacterias
sulfurosas. Si se seleccionan determinados organismos v se intensifican sus propiedades
de concentrar elementos, es posible crear yacimientos artificiales de minerales útiles.

La química moderna ha obtenido ionitos (resina de intercambio de iones), que tienen la


propiedad de absorber distintas sustancias de una solución v retenerla en su superficie.
Una cantidad pequeña de esos iones puede desalar un cubo de agua de mar y extraerse
de él, la sal. El empleo de los ionitos hace más accesible la riqueza de sales del océano
parad uso del hombre.

Gases en el agua del océano

En el agua del océano hay gases disueltos. Estos son esencialmente oxígeno,
nitrógeno, dióxido de carbono y también sulfuro de hidrógeno, amoníaco y metano» Los
gases de la atmósfera se disuelven en el agua con la que están en contacto. También los
gases expelidos por los procesos químicos, físicos v biológicos son llevados al océano por
las aguas terrestres o penetran en él con las erupciones volcánicas submarinas. La
distribución de los gases en el agua se produce mediante su disolución. Como el agua del
océano es un magnífico disolvente, ejerce gran influencia sobre la composición química de
la atmósfera.

El nitrógeno, penetra en el océano de diferentes formas y su contenido casi no varía,


porque se com bina mal y se consume poco. Algunas de las bacterias que se infiltran lo
convienen en nitratos.

El oxigeno penetra en el océano, ya sea directamente de la atmósfera o del proceso de


la fotosíntesis. Se consume durante la respiración v la oxidación de distintas sustancias, v
por último se disuelve en la atmósfera. La solubilidad del oxígeno en el agua depende de la
temperatura y de la salinidad de ella. Al calentarse la superficie del océano durante la
primavera y el verano se libera oxígeno del agua, que va a la atmósfera; al enfriarse
durante el otoño v el invierno, el agua lo absorbe de la atmósfera. En el agua oceánica hay
menos oxígeno que en el agua dulce.

Como la intensidad de los procesos de la fotosíntesis depende del grado de iluminación


solar del agua, la cantidad de oxígeno en ella varía durante las 24 horas del día v
disminuye con la profundidad. Más allá de los 200 m. de profundidad hay muy poca luz, no
hay vegetación y el contenido de oxígeno en el agua disminuye, pero agrandes
profundidades (> 1 800 m) aumenta de nuevo como resultado de la circulación de las
aguas oceánicas.

El contenido de oxígeno en las capas superficiales del agua (100-300 m) aumenta


desde el ecuador hacia los polos, en la latitud O aumenta 5 cm3 /l y en la latitud 50° unos 8
cm3/l El agua de las corrientes cálidas es más pobre en oxígeno que la de las corrientes
frías. ;

El oxígeno es una condición indispensable para el desarrollo de la vida en las aguas del
océano.

El dióxido de carbono, a difer encia del oxigeno y del nitrógeno, se halla en las aguas
oceánicas en forma de combinaciones carbonatadas (carbonates e hidrógeno carbonates).
Se disuelve en el agua procedente de la atmósfera y se expulsa durante la respiración de
los organismos y la descomposición de la sustancia orgánica, tam bién procede de la
corteza terrestre durante las erupciones volcánicas submarinas. Lo mismo que el oxígeno,
el dióxido de carbono se disuelve mejor en el agua fría. Al aumentar la temperatura, el agua
desprende dióxido de carbono hacia la atmósfera y cuando la temperatura desciende.' lo
absorbe nuevamente. En el agua del océano se disuelve gran parte del dióxido de carbono
de la atmósfera. Las reservas de este gas en las aguas oceánicas es de 45-50 cm3 por litro
de agua. Este gas es una condición indispensable para la actividad biológica de los
organismos.

La cantidad y distribución de los gases puede ser diferentes en el agua de los mares
que en la de los océanos. En los primeros, cuando no hay oxígeno en las profundidades, se
acumula sulfuro de hidrógeno. Esto se produce como resultado de la actividad de las
bacterias que utilizan el oxígeno de los sulfuros en condiciones anaerobias para la
oxidación de las sustancias nutritivas. La vida orgánica normal no se desarrolla en este
medio.

El Negro es un ejemplo de mar en cuya profundidad se forma sulfuro de hidrógeno. El


aumento de la densidad del agua con la profundidad en este mar, garantiza un equilibrio de
la masa de agua, pues como no se produce la mezcla completa del

agua, el oxígeno va desapareciendo lentamente y al llegar al fondo, el contenido de


sulfuro de hidrógeno aumenta en 6,5 cm3 por litro de agua.

Las combinaciones inorgánicas y orgánicas que contienen los elementos


imprescindibles para los organismos, se llaman sustancias nutritivas. La distribución de
estas y de la energía (radiación solar) en el océano, es la que determina la distribución y la
productividad de la sustancia viva.

Densidad del agua del océano

La densidad del agua del océano siempre aumenta con la salinidad, por cuanto
aumenta el contenido de sustancias que tienen un peso específico mayor que el agua. .

El enfriamiento, la evaporación v la formación de hielos contribuyen al aumento de la


densidad en la superficie del océano. Con el aumento de la densidad del agua en la
superficie del océano surge la convección; en cambio, cuando el agua se calienta y cuando
el agua salada se mezcla con la de las precipitaciones y la de fusión de los hielos, la
densidad disminuye.

En la superficie del océano se observa una variación en la densidad del agua dentro de
límites comprendidos entre 0,996 y 1,083. En el océano abierto, por regla general, la
densidad depende de la temperatura; por eso, en el ecuador es menor y en los polos es
mayor. Con la profundidad también aumenta la densidad del agua del océano.

Presión
La atmósfera ejerce una presión aproximada de 1 Kg. (una atmósfera) sobre cada
centímetro cuadrado de la superficie del océano. Esa presión, sobre la misma superficie, la
ejerce una columna de agua de una altura de 10,06 m. fíe esta manera, se puede
considerar que por cada 10 m de profundidad la presión aumenta en una atmósfera. Si se
tiene en cuenta que con la profundidad el agua se contrae y se hace más compacta,
resultará que la presión a una profundidad de 10 000 ni es de 1 119 atmósferas. Todos los
procesos que se operan a grandes profundidades se efectúan bajo las fuerzas de la
presión, pero esto no impide el desarrollo de la vida en las profundidades del océano.
Transparencia del agua del océano

La energía radiante del Sol, al penetrar en el agua, se dispersa y es absorbida por


esta. La transparencia del agua depende del grado de la dispersión de la luz en ella
y de su absorción. Como la cantidad de sustancias extrañas que contiene el agua
no es igual en todas partes y varía en tiempo, la transparencia tampoco es
permanente. La transparencia mínima se observa en las costas sobre las
plataformas continentales, especialmente después de las marejadas y se altera
considerablemente en el período de desarrollo masivo del plancton. La
transparencia se reduce con la fusión de los hielos (el hielo siempre con nene
impurezas y gran cantidad de burbujas de aire). Es notable que la transparencia del
agua aumenta en los lugares donde suben a la superficie las aguas abisales.
En la actualidad, las mediciones de la transparencia a distintas profundidades se
realizan con ayuda del hidrofotómetro universal

Color del agua de los océanos y mares.

La capa de agua limpia del océano o de los mares, como resultado de la


absorción y dispersión de la luz, tiene un color azul o azul claro. Este color del agua
se llama color del desierto marino La presencia de plancton y partículas
inorgánicas en suspensión se refleja en el color del agua que adopta un matiz
verduzco. Cuando hay grandes cantidades de sustancias extrañas en el agua esta
adopta un color verde amarillento y cerca de la desembocadura de los ríos puede
ser carmelita.

Para definir el color del agua en el océano, se utiliza la escala de colores del
mar (de Forel-U 1) que tiene 2 1 probetas con líquidos de distintos colores, desde
azul hasta carmelita.

En las latitudes ecuatoriales y tropicales el color dominante en las aguas del


océano es azul intenso e incluso, azul oscuro. Este color lo tienen las aguas del
golfo de Bengala, mar Arábigo, parte sur del mar de China y mar Rojo. El agua del
Mediterráneo es de color azul y muy parecida a la del mar Negro. En las latitudes
tem pladas el agua es verdosa en muchos lugares, sobre todo en las costas v
adopta un color más verde en las regiones donde hay fusión de los hielos. En las
latitudes polares predomina el color verdoso

Temperatura del Océano Mundial


La base fundamental del calor que recibe el océano es la radiación solar (directa e
indirecta). El agua del océano recibe también calor mediante la absorción de la
irradiación de onda larga de la atmósfera que se libera mediante la condensación
de la humedad, la formación del hielo y los procesos químicos y biológicos que
despiden calor. El calor que traen las precipitaciones, las aguas fluviales, el aire
que hace contacto con el agua v las corrientes cálidas penetra en el océano. El
calor interno de la Tierra y el calentamiento adiabático del agua que desciende
influye en la temperatura de las capas profundas del océano.

El océano pierde calor esencialmente en la evaporación, en el calentamiento de la


atmósfera a causa de la llegada de las aguas frías de los ríos y corrientes
oceánicas, en la fusión de los hielos y en otros procesos en los cuales se produce
gasto de calor.
La temperatura del agua depende del balance térmico, en el cual desempeña un
papel determinante la absorción de la radiación solar por el agua y la perdida de
calor por evaporación. En condiciones concretas, el valor del estado del balance
puede variar y entonces su estado puede convertirse en principal. Como ejemplo
presentamos el balance térmico anual de dos mares que tienen distintas
condiciones físico-geográficas: el Negro y el de Kara (tabla 21).
Los cambios que se operan en el comportamiento de los elementos del balance
térmico son los que determinan el comportamiento de la temperatura del agua.

Las fluctuaciones diarias de la temperatura del agua en la superficie del océano


son menores que las fluctuaciones diarias de la temperatura del aire sobre el agua.
Durante el día, el calor penetra por la radiación solar, pero se pierde principalmente
como resultado de una intensa evaporación del agua- Durante la noche, el agua
irradia calor a la atmósfera v lo recibe mediante la condensación de la humedad en
la superficie de agua fría. Las fluctuaciones de la temperatura se suavizan también,
gracias a la gran capacidad calorífica del agua.
La fluctuación térmica diaria del agua en la superficie del océano, no supera el
promedio de 0,5 °C. La amplitud máxima diaria está en las latitudes bajas (hasta de
1 C) y la mínima, en las latitudes altas (hasta 0,1 C). Las fluctuaciones diarias de la
temperatura en el océano desempeñan un papel secundario, pero originan el ciclo
más corto de la redistribución del calor en la capa superior del agua.

Las fluctuaciones anuales de las temperaturas en la superficie del océano son


mayores que las diarias y dependen de la marcha anual del balance de radiación,
de las corrientes marinas y de los vientos predominantes. Son además distintas en
las diferentes latitudes.
Los cambios anuales de la temperatura del agua no son grandes: en las latitudes
bajas de 1 ° y en las altas de 2. En el primer caso, la gran cantidad de calor se dis-
tribuye regularmente durante el año, mientras que en el segundo, durante un
verano corto el agua no logra calentarse mucho. Las amplitudes anuales máximas
(> 10 C) se observan en las latitudes templadas.
TABLA 21

Calor Calor
7, de la 7 del
Fuente de entrada del Millones entrada Fuente de Millones consumo
calor cal anual consumo cal anual
mar Negr o
Radiación directa y 82 88,2 Evaporación 71 76,3
dispersa
Intercambio de calor Intercambio
entre el aire más cálido de calor entre

y el agua más fría 11 11,8 el agua más caliente

y el aire más frío 22 23,7

Total 93 100 93 100


mar de K ara
Entrada de calor por 38 43,7 Intercambio de calor entre el agua más
• cálida y
corriente de origen agua más cálida y el aire más

atlántica frío e irradiación de calor

48 55,1
Radiación directa y dis- 33,7 38,7
persa
Entrada de calor por 4,1 4,7 Evaporación 27,8 32,0
las aguas fluviales
Calor latente de la Fusión del
formación del hielo 11,2 12,9 hielo 11,2 12,9

Total 87 100 87 100

Las fluctuaciones de la temperatura en los mares son mayores que en el océano


abierto a una misma latitud, por influencia de la tierra firme. 1.a amplitud anual
mayor la tienen los mares de las latitudes templadas (Negro 17-24°C, Mediterráneo
14 °C y el Báltico 17 °C).
Las fluctuaciones diarias y anuales de la temperatura ejercen una gran influencia
sobre los procesos químicos y biológicos del océano.
Distribución zonal del calor por la superficie del océano

La zonalidad del calor por la superficie del océano se altera por las corrientes
oceánicas, por los vientos permanentes y por la influencia de la tierra emergida.

Las temperaturas medias anuales máximas del agua (27-28 °C) se observan en las
latitudes ecuatoriales. En un mapa, los cambios en la distribución de la temperatura
del agua de agosto a febrero se explican por el desplazamiento general de todo el
sistema de las isotermas hacia el sur. En las latitudes tropicales, la temperatura su-
perficial de) agua a una misma latitud es mayor en las costas occidentales que en
las orientales, por efecto de las corrientes. Esto se debe a que los alisios empujan
el agua desde las costas orientales y el lugar del agua que se retira lo ocupan las
capas inferiores mas frías, que se elevan.

En las latitudes templadas del hemisferio boreal, a causa de las corrientes cálidas
de las costas orientales, la temperatura del océano es, por el contrario, mayor que
en las occidentales. En el hemisferio austral, hacia el sur de los 40° de latitud hay
muy poca tierra emergida y la distribución latitudinal de la temperatura por la
superficie del océano casi no se altera.

La temperatura más alta (+ 32 °C) se observa en el mes de agosto en la superficie


del Pacífico y la más baja (—1,7 C) en febrero, en la del océano Glacial Ártico.

La temperatura promedio anual de la superficie del océano es mayor en el he-


misferio boreal que en el austral. Esto se debe a la influencia de las aguas frías que
bañan la Antártida.

En la superficie del Océano Mundial la temperatura media anual es de 17,4 C,


mientras que la del aire es de 14,4°C. De este modo, la temperatura media anual
de la superficie del Pacifico es de 19,1 °C (la mayor parte de la superficie de este
océano está en las latitudes tropicales), la del Indico es de 17,1 °C y la del Atlántico
de 16,9 °C. En resumen, el 54Z de la superficie del océano tiene una temperatura
media anual mayor de 20°C y sólo el 14%, tiene una temperatura interior a 4°C.

Por regla general, la temperatura en el océano desciende con la profundidad. El


calor de la radiación solar, que calienta la capa superior, se transmite muy
lentamente a las capas subyacentes. La redistribución del calor en la capa de agua
oceánica se produce gracias a la convección v a la mezcla que producen las olas v
las corrientes. En las latitudes ecuatoriales v tropicales, las capas superiores están
muy calientes, por eso, la temperatura desciende con la profundidad, rápidamente.
En las latitudes templadas y polares los cambios de la temperatura con la
profundidad son menos considerables. En las latitudes polares, la temperatura del
agua hasta la profundidad de-50-100 m disminuye y luego comienza a aumentar y
alcanza el máximo a 200-600 m de profundidad. Este aumento de la temperatura
se produce por la penetración de aguas cálidas desde las latitudes templadas, pero
más saladas que las aguas de fusión diluidas de las capas superiores. Bajo la capa
de aguas cálidas la-temperatura vuelve a disminuir y a 800 m de profundidad es de
0°C.
Los grandes cambios de la temperatura en el agua se producen solo en las
capas superiores ( 200-1 000 m) del océano. En las grandes profundidades la
temperatura no supera los 4-5 C v varia muy poco. Cerca del fondo, en las latitudes
altas es de 1-2 0C y en las templadas, de 300 C. la temperatura media del agua del
Océano Mundial es, en total, de 3,80 C. La distribución que existe de la temperatura
en el océano se debe a la circulación de las aguas oceánicas, si en ellas no
hubiera circulación, la gradual extensión del calor de arriba hacia abajo (la
convección, la conductibilidad) implicaría una nivelación de la temperatura en toda
la capa de agua.
La temperatura de la superficie de los mares, por, influencia de la tierra emergida,
del intercambio de aguas con el océano, del flujo de las aguas fluviales v otras
causas puede diferenciarse considerablemente de la temperatura del océano en
esa misma latitud. No obstante, la dependencia de la temperatura con la latitud se
hace sentir también en los mares. La temperatura más alta (hasta 32 0C) es la de la
superficie del mar Rojo. En su parte media el agua se calienta hasta 26 0 C durante
el verano v en el noroeste del mar se forma hielo durante el invierno. En el mar de
Azov, la temperatura durante el verano no sobrepasa los 24-30 °C y durante el
invierno desciende hasta 00C. La temperatura del agua sube hasta 170 C durante el
verano en el Báltico y en el golfo de Finlandia, v a 10-120 C en el de Botnia, pero
durante el invierno ambos golfos se congelan. En la superficie del mar Blanco la
temperatura más alta es de + 14 °C, pero desde octubre hasta mayo este mar se
encuentra cubierto de hielo.
El cambio de la temperatura con la profundidad en los mares depende de varias
causas y en primer término, del intercambio de agua con las partes aledañas al
océano; por ejemplo, los mares que se comunican libremente con el océano, como
el de Bering y el Ojotsk se diferencian poco de las partes aledañas al océano, por
el carácter de la distribución de la temperatura. Ciertas particularidades en la
distribución de la temperatura, se observan solo en la capa superior del agua y
surgen por influencia del escurrimiento procedente de la tierra emergida, por la
fusión del hielo v otros motivos.
Los mares separados del océano por una barrera tienen una distribución distinta de
la temperatura, según: la profundidad del estrecho, la salinidad del mar v la tem -
peratura que tenga su superficie. Las cuencas de los mares cálidos y menos
salados que las porciones próximas al océano, a la profundidad de la barrera están
colmadas de agua, la cual se vierte desde el océano a través de ella. Esta agua
conserva la temperatura que tenía en el océano a la altura de la barrera.
Las profundidades de un mar más salado que el océano tienen una temperatura
igual a la de las capas superficiales durante la temporada más frfa del año. En el
Mediterráneo (profundidad del mar: 4 400 m: profundidad del estrecho: 460 m) la
temperatura del agua cerca del fondo es de 13 °C. Esta es la temperatura más baja
de las capas superficiales. En los mares que tienen diferente salinidad, al enfriarse
durante el invierno, el agua menos salada desciende hasta la capa con alta
salinidad y los cambios de la temperatura durante el año se limitan solo a su capa
superior. En las capas inferiores más saladas, la temperatura de! agua depende de
la que tiene el océano o mar adyacente a la altura de la barrera. En el mar Negro,
durante todo el año es de 9 °C.

El hielo en el Océano Mundial


La temperatura de congelación del agua en el Océano Mundial depende de su
salinidad. La congelación de agua salada (con una salinidad menor de 24,7 %,) se
produce de igual manera que el agua dulce, pero con temperaturas más bajas. La
congelación del agua salada (con una salinidad mayor de 24,% se opera más
lentamente a causa de la convección que surge con el enfriamiento.
La formación del hielo comienza con el surgimiento de los cristales de agua
dulce, que luego se convierten en hielo. En este caso, en el espacio entre los
cristales de hielo quedan gotas de agua salada concentrada, que le dan a este un
gusto salado. Cuanto más baja sea la temperatura a la cual se forme el hielo tanto
más salado será este. El agua salada concentrada se va escurriendo por entre los
cristales y el hielo se va despojando de las sales.
Durante la formación del hielo en un agua tranquila, los cristales adoptan una
orientación igual: sus ejes ópticos son perpendiculares a la superficie del agua y
paralelos entre sí. La estructura del hielo que se formó en estas condiciones se
llama de agujas. Cuando hay viento u oleaje, los cristales de hielo se parten y
adoptan una forma desordenada, surge el hielo de estructura esponjosa, que por lo
general es más salado que el de agujas. El hielo tiene casi siempre una estructura
mixta.
La densidad del hielo salado es menor que la del hielo dulce (0,916 -0,86). Esto se
debe a que posee gran cantidad de burbujas de aire. El grado de sumersión del
hielo depende de su densidad en el agua. Si está sumergido en el agua en 9/10 de
su volumen, solo una décima parte sobresale del agua.
El contenido de sales hace que el hielo salino sea más frágil que el dulce, pero es
más plástico. El hielo salado fino no se parte durante las marejadas, sino sube y
baja.
El hielo puro dulce tiene un color azul claro, mientras que el salado es verdoso.
Las intrusiones de nieve v las burbujas de aire dan al hielo un matiz blanquecino.
Los hielos marinos endulzados y compactos por la compresión, van adquiri endo
con el tiempo un color azul.
La etapa inicial de la formación del hielo marino son los cristales de hielo. Con la
acumulación de estos cristales, cuando el tiempo está en calma, se forma una
capa fina de hielo llamada salo. El proceso de formación del hielo se acelera al
caer la nieve sobre la fría superficie del agua. La nieve se moja, se hace compacta
v surge una masa pastosa. Cerca de las costas aparece una franja de hielo fija a
esa masa, que va aumentando poco a poco en anchura. Cuando el agua está
tranquila en la superficie v se congela en forma de salo, surge un hielo fino y
transparente, frágil en el agua dulcificada v elástico en la salada. Cuando el agua
no está tranquila aparecen discos separados de hielo. Más tarde, al aumentar
todas estas formas y la congelación, se va formando el hielo joven cuyo espesor
es de 7-10 cm, que al ir adoptando mayor grosor se va convirtiendo en hielo adulto
hasta alcanzar uno mayor de 30-70 cm y más.
En las latitudes altas del hemisferio boreal, el hielo que se formó durante el
invierno no logra fundirse en el verano, por eso, entre los hielos polares hay
diferencia de edad, desde uno hasta de muchos anos. El espesor de los hielos de
un año del Ártico es de 2 a 2,5 m y el de la Antártida de 1 a 1,5 m. El espesor de
los hielos acumulados durante muchos años es de 3 a 4 m \ más.
Los espacios extensos y nivelados, cubiertos de hielo están cortados por grietas. Al
comprimirse el hielo por los bordes de las grietas este se parte, los pedazos se se-
paran y se forman témpanos o bancos de hielo. Cuando se fraccionan grandes su-
perficies de hielos flotantes surgen extensos campos de hielo (hasta 10 km de
diámetro), los fragmentos de estos campos (desde 100 hasta 500 rn) forman el
hielo de fragmentos grandes (con un grosor de 20 a 100 m) y el hielo de fragmento
pequeño (los de menos de 20 m). El hielo partido puede congelarse de nuevo,
formando campos de hielo.
Los hielos que se encuentran en los mares v océanos pueden ser de origen
distinto. Pueden encontrarse hielos marinos, de rió y continentales, desplazados
desde la tierra firme. Los hielos procedentes de los ríos no son salados v tienen un
color amarillento e incluso carmelita, a causa del contenido de sustancias húmicas
que son arrastradas por los ríos durante los deshielos primaverales. Durante el
verano se funden o se unen a los hielos marinos. Abundan sobre todo al principio
del verano, en el Ártico, en las desembocaduras de los ríos siberianos, en tanto
que en la Antártida no existen. Los hielos continentales son dulces y azulados,
generalmente de un gran espesor. Los fragmentos de hielos continentales forman
las montanas flotantes de hielo llamadas icebergs, Ios hielos continentales están
muy extendidos por la Antártida.
Por su movilidad, el hielo se divide en inmóvil y flotante. El inmóvil es una capa
extensa relacionada con la tierra firme o con la plataforma, pero generalmente es
hielo de costa y el flotante (a la deriva), no está vinculado a la costa y se desplaza
por efecto del viento o de las corrientes. A veces puede mantenerse inmóvil. Los
hielos gruesos (de 3 a 5 m) de muchos años, que flotan por la parte central del
océano Glacial Ártico, se llaman packs. Estos hielos; tienen gran espesor como
consecuencia de su aumento y de las aglomeraciones de hielos colgantes o
carámbanos. Los reiterados cambios de temperatura (resultado de las estaciones
del año) producen modificaciones en la estructura del hielo. La fusión y la caída de
la nieve nivelan la superficie de los hielos, en tanto que los amontonamientos
producen grandes aglomeraciones.
El pack casi no contiene sal ni burbujas de aire, por eso es de color azulado.
En el océano Glacial Ártico, el pack ocupa 70-80 7., del área total de los hielos,
mientras que en el polo sur no existe. Estos hielos son impenetrables por los
barcos.
La fusión de los hielos se produce por efecto de la radiación solar y del aire
caliente y comienza desde las costas generalmente. Cuando la temperatura del
aire desciende a Ó°C v más, como resultado de la intensa fusión de la nieve, en la
superficie del hielo se forman lagunas. En la zona costera surgen franjas extensas
de agua limpia, que alcanzan una anchura de 5 km.
Corrió resultado del calentamiento directo por los rayos solares, el hielo se
derrite rápidamente, se torna frágil v por efecto de las olas y de las corrientes se va
desintegrando en pequeños témpanos. Estos se parten y en sus bordes se forma
una masa porosa hasta que el hielo se convierte en cristales. La extensión de los
hielos por el océano no es homogénea; hay espades gélidos (cubiertos siempre de
hielo) y espacios que se cubren solo parte del ano, los hay también sin hielos.

Alrededor del 15 %, de la superficie del Océano Mundial está cubierta de hielo,


lo cual representa cerca de 55 millones A km 2. Al hemisferio austral corresponden
38 millones kilómetros cuadrados.
Los límites de los hielos oceánicos experimentan grandes cambios
estacionales. En el Ártico, la extensión máxima es en los meses de abril y mayo, y
la mínima, a finales de agosto (figura 76). Durante el invierno en la Antártida, los
hielos bordean en forma de anillo, ancho v compacto, el continente y durante el
verano, la franja litoral se parte y el hielo es arrastrado hada el norte. En la
actualidad, el límite medio de los hielos polares por la parte sur del Pacífico y del
Indico pasa cerca de los 55-60° de latitud sur y en el Atlántico, llega a los 50° de
latitud sur. Lejos de los límites de la extensión de los hielos flotantes se desplazan
los icebergs, que se forman esencialmente en la Antártida, Groenlandia y las islas
del archipiélago Canadiense. La enorme masa y la profundidad de asentamiento en
el agua, permite a los icebergs alcanzar en el hemisferio boreal, los 40-50° de
latitud norte y en el hemisferio austral, donde son más grandes, los 30-1-0° de
latitud sur.
En el mar de Weddel, los marinos vieron icebergs en forma de mesa (planos y
de gran superfidc) de una altura hasta de 100 m, un largo de 170 km y un volumen
de 500 km 3. Cerca de Groenlandia se observaron icebergs en forma de montaña,
con una altura hasta de 157 m y un volumen hasta de 3 1 km . Los datos his tóricos
nos hablan de fluctuaciones seculares en la congelación del océano. Se sabe que
en el siglo X los normandos navegaban libremente hada Islandia v Groenlandia,
donde fundaron sus colonias. En el siglo XIII, como consecuencia de una grave
situación por la congelación, la comunicación entre Europa y Groenlandia se
interrumpió, lo cual condujo a un debilitamiento y más tarde, a la desaparición de
las colonias. Estas fluctuaciones de la congelación reflejan los cambios del clima a
través de los siglos.
La cubierta gélida del océano, su formación y la fusión de ella ejercen gran
influencia en los procesos que se operan en la envoltura o esfera geográfica. Ia
fomación y fusión de los hielos cambian la composición salina del océano. Los
hielos originan en algunas regiones condiciones biológicas favorables y en otras
desfavorables; en algunos lugares, el paso de unas condiciones a otras adopta un
carácter temporal. Los hielos ejercen una gran influencia sobre el clima. El agua
que se halla bajo los hielos está protegida durante el invierno contra los fríos y
durante el verano contra el calor. El calor que se libera durante la formación de los
hielos suaviza la temperatura invernal del aire y el calor que absorbe durante la
fusión reduce la temperatura estival. En este caso tiene gran importancia el
movimiento de los hielos desde latitudes más altas hacia las más bajas. La
cantidad de hielos que se forma y se funde en un mismo lugar, y la que se
desplaza de las regiones polares no es fija y esto se hace sentir con el tiempo
sobre enormes espacios.
Figura 76. Límite de los hielos en el hemisferio boreal.

Los hielos en los océanos y sobre todo en los mares, influyen notablemente sobre
la actividad práctica de las personas: dificultan la navegación y la pesca. Las
observaciones sobre los hielos y el estudio de su régimen son objeto de un servido
especial.
URSS tiene garantizadas las observaciones sobre los hielos y el estudio de su
régimen en toda la ruta norte y en los espacios adyacentes. Potentes rompehielos
(incluyendo el atómico "Lenin") van abriendo camino entre los hielos que bloquean
los angostos estrechos, conduciendo caravanas de barcos. El servicio del Ártico
funciona en el mar Báltico, en la parte oriental del Mar del Norte. Después del
hundimiento, en 1912, del "Titanio" (enorme barco con 1 490 pasajeros a bordo),
como consecuencia de haber tropezado con un iceberg, al sur del banco de
Terranova, se organizó un servido internacional dedicado a las observaciones de
los hielos en el Atlántico norte.
Dinámica de las áreas oceánicas
El movimiento de las aguas en los océanos y mares puede ser de dos tipos:
oscilatorio (de vaivén) y de avance. En sus movimientos oscilatorios, las partículas
de agua se desplazan hasta ciertos límites y retoman a su posición inicial v en los
movimientos de avance, se desplazan cada ve? más allá del punto de partida. A la
primera forma de movimiento pertenecen las olas y a la segunda, las corrientes
marinas, independientemente de las causas que las originen.
El carácter de los movimientos del agua se complica porque puede someterse al
mismo tiempo a fuerzas que producen movimientos oscilatorios y a las que
producen los movimientos de avance. Los movimientos oscilatorios y los de avance
aparecen siempre mezclados.

El oleaje en el Océano Mundial


El oleaje se debe a las oscilaciones periódicas que experimentan las partículas de
agua cerca de la posición de equilibrio. Estas oscilaciones se producen por una
alteración del equilibrio de la superficie del agua y la capacidad de esta para
restablecer el equilibrio alterado.
La causa principal de la formación de las olas en la superficie del océano es el
viento. En algunos casos tienen gran importancia otros efectos como los
terremotos, las erupciones volcánicas, las alteraciones bruscas de la presión
atmosférica, etcétera.
Las olas que existen bajo el efecto inmediato de las fuerzas que las producen se
llaman olas forzadas, en tanto que las olas que siguen manteniéndose después
que la fuerza productora perdió su vigor se llaman libres.
Cuando el movimiento ondulatorio de las partículas de agua es puro, se
desplazan por órbitas semejantes a las circunferencias, situadas estas
perpendicularmente a las crestas de las olas. En la parte superior de la órbita, las
partículas se desplazan en la dirección del movimiento de la ola y en la parte
inferior, en dirección contraria. Los desplazamientos horizontales y verticales de las
partículas, en este caso son iguales.
En la forma del movimiento de avance o de traslación visible de la ola, no hay
gran desplazamiento de avance de sus panículas. Esto puede observarse durante
un tiempo sin vientos, un objeto que flota sobre la superficie ondulada del agua: el
objeto se levanta, baja; al levantarse se desplaza un tanto en dirección del
movimiento de la ola y al bajar se desplaza en la dirección inversa.
Elementos de la ola. En un corte transversal de una ola se ve su forma (fig. 77).
La parte superior de esta, que sobresale por encima del nivel de la superficie del
agua, se llama cresta, la parte más profunda, la base. Entre la cresta y la base se
halla la pendiente de la ola.

La ola se caracteriza por tener altura, longitud, pendiente, período v velocidad


(elementos de la ola). La longitud (\) es la distancia horizontal entre las crestas o
las bases de dos olas contiguas. La altura (h) es la distancia vertical desde la
cresta hasta la base. La pendiente (a) es la relación entre la altura de la ola y la
mitad de su longitud h : ë/2. El periodo (r) es el intervalo de tiempo durante el
cual cada punto de la ola se desplaza a una distancia equivalente a su longitud.
La velocidad (v) es la distancia que recorre en una unidad de tiempo (en
segundos) la cresta de la ola.

Figura 77. Forma de una ola libre.


Las olas se dividen en cortas v largas, perfectas e imperfectas de acuerdo con
el significado de los elementos que las caracterizan. Se llaman cortas las olas
cuya longitud es bastante menor que su profundidad. Por lo tanto, aquellas
cuya longitud supera a la profundidad se llaman largas. Son largas las olas
sísmicas y las de las marcas, y cortas, las producidas por el viento.

Olas producidas por el viento.


Cuando surgen olas ocasionadas por el viento, este último actúa sobre la
superficie del agua y saca a sus partículas del estado de equilibrio,
obligándolas a moverse por sus órbitas (en la dirección de las agujas del reloj)
a igual velocidad. En este caso, si pensamos que el viento sopla de izquierda a
derecha, las partículas de agua que están a la izquierda comenzarán a
moverse antes que las situadas a su derecha. Como resultado, cada partícula
se atrasará en su movimiento de la que se halla a la derecha y Todas ellas se
hallarán en diferentes fases. Supongamos que la partícula 1 se encuentra en el
punto más bajo de la órbita. Durante este tiempo, la partícula 2 se atrasará en
su movimiento con respecto a la 1 y en e! ángulo ö la 3 se retrasa en ese
mismo ángulo de la 2, y así sucesivamente. Uniendo la situación simultánea de
todas las partículas obtendremos una curva suave llamada trocoide.
Si miramos la posición de las partículas al cabo de un intervalo de tiempo,
resultará que todas ellas se desplazaron por su órbita a una misma distancia v
adoptaron la posición 1', 2', 3', etc. En la figura 78 se observa que la forma de
la ola se desplazó a la derecha en la dirección del viento. Las partículas que se
hallan en la pendiente hacia donde soplad viento descendieron, mientras que
las situadas en la pendiente de sotavento, subieron.

Trocoide es la línea que describe un punto fijo en un rayo de una rueda al girar
esta hacia adelante.

Figura 78. Movimiento de las partículas en una ola.


Las olas se desarrollan al absorber la energía del viento. Al actuar sobre la cresta
de la ola, el viento acelera el movimiento de las partículas que se desplazan por las
órbitas en dirección del viento. La acción del viento sobre la base de la ola tiene un
efecto inverso. Como consecuencia, el viento entorna a la cresta formando
borregos.
Por influencia del viento, las olas aumentan al mismo tiempo en altura y longitud,
aumentando también e! periodo y la velocidad. Cuanto mayor sea la velocidad de
una ola tanto más débil será la presión del viento sobre su pendiente de barlovento.
Por eso, la intensidad en el crecimiento de la oí?, está determinada por la relación
entre su velocidad y la del viento. Cuando la velocidad del viento y la de la ola son
iguales, esta alcanza teóricamente su máxima altura.
A medida que se desarrolla la ola varía su aspecto exterior. Primero, forman filas
paralelas y luego, al aumentar la velocidad del viento y con ello de las olas, estas se
dividen en colinas, es decir, de bímeras se convierten en trímeras que se
caracterizan no solo por la longitud y la altura sino también por la anchura. Con la
intensificación del viento, en la superficie del océano aparecen nuevamente filas
paralelas de olas muy altas, complicadas con olas trímeras. Al cambiar la dirección
y la velocidad del viento se pueden formar distintos sistemas de olas.
Cuando la velocidad del viento disminuye, el oleaje comienza a calmarse.
Primero desaparecen las olas pequeñas v luego las grandes, quedando solo olas
muy largas y suaves, la marea muerta (marea baja). Las olas de marcas se
extienden por varios cientos de metros (hasta 840 m), a pocos metros de altura (no
más de 4), por eso, en el océano abierto casi no se ven a simple vista. Las olas de
mareas se ven a miles de kilómetros del lugar donde surgen v pueden aparecer
durante las calmas, allí donde pudiera parecer difícil esperarlas. Después de
recorrer enormes distancias a mayor velocidad que el barco más veloz, vienen a
estrellarse inesperadamente en la costa.

Energía de las olas ocasionadas por el viento. Las olas ocasionadas por el viento
Ut-nen la ener gía que este les trasmite.
La energía de las olas se compone de dos elementos: energía de las partículas
que se mueven por las órbitas (energía cinética) y energía de la masa del agua
elevada sobre el nivel del mar (energía potencial). La energía cinética, cuando hay
suficiente profundidad permanece constante, mientras que la potencial se desplaza
junto con la forma de la ola. La energía de la ola es directamente proporcional al
cuadrado de su altura y longitud. Con la profundidad, la altura de la ola disminuye
rápidamente. disminuyendo también la energía de la ola, que de esta manera se
concentra en las capas superiores del océano.
Cuando la altura de las olas es de 5 m y el largo de 100 m (dimensión media de
las olas de resaca), a cada kilómetro cuadrado de superficie de oleaje corresponden
3 mil millones de km de energía. Al romper o chocar, la fuerza destructora de la ola
aumenta como consecuencia de la masa de la cresta de la ola que se derrumba,
alcanzando cientos de toneladas. A pequeñas profundidades, la mayor parte de la
energía se traslada a la cresta de la ola. por eso es que las olas rompen en la costa
con enorme fuerza. La presión ejercida por la ola de una altura de 3.5 m es de

7,8 t/m 2 . Los rompeolas que protegen las costas contra la destrucción, se
proyectan teniendo en cuenta las condiciones concretas. Asi, por ejemplo, para el
mar Báltico deben ser calculados para una presión de 11t/m 2 en el golfo de
Vizcaya para 21t/m 2 y en la costa marroquí de África, para 25 t/m 2

Las olas destruyen las rocas y al mismo tiempo transportan y depositan los
productos de la desintegración, modificando la configuración de las costas. El
papel del movimiento del oleaje en la formación de! relieve es muy grande.
Dimensiones de las olas ocasionadas por el viento. 1.a altura de la mayor parte de
las olas oceánicas es de 4 a 4,5 m. olas más altas de 6 a 7 m. rara vez surgen. La
altura máxima de las olas que se observan en el océano Atlántico, formadas por el
viento es de 16 m y las del Pacífico, de 18 m. La longitud de las olas de resaca no
es mayor que 250 w y la de las olas de marea, hasta de 840 m. En los mares, el ta-
maño de las olas originadas por el viento es menor que el de las oceánicas, su
altura no sobrepasa los 3 m y su longitud alcanza hasta 150 m.
Variació n de las olas ocasionadas por el viento, con la profundidad. El oleaje se
extingue rápidamente con la profundidad, porque los diámetros de la órbita por la
cual se mueve la partícula de agua disminuyen rápidamente v, al mismo tiempo,
decrece la altura de las olas. La longitud, velocidad y período de las olas varían con
la profundidad. Se ha calculado que con el aumento de la profundidad en
progresión aritmética, la altura de las olas disminuye en progresión geométrica
(tabla 22).

TABLA 22
Profundidad (en fr0 1/9 2/9 3/9 4/9 5/9 6/9 7/9 8/9 9/9
de la ola \\ ë ë ë ë ë ë ë ë ë
Altura de la h h h h h h h h h h
ola (h) 2 4 8 16 32 64 128 256 512

La profundidad es igual a la longitud de la ola, esta tendrá una altura 500 veces
menor que en la superficie, a esta profundidad el oleaje prácticamente se extingue.
Las olas de resaca alcanzan en el océano una altura de 8 m v una longitud de
180 m; a. la profundidad de 150 m, su altura es solo de 16 mm. La profundidad
máxima a la cual se observa el escarceo arenoso creado por las olas, es de 180 m.
Esta profundidad es considerada como máxima para la extensión de las olas.

Deformación de las olas en la plataforma. Cuando la ola pasa a la plataforma, el


movimiento de las partículas de agua se hace más lento (fig. 79). Las órbitas
circulares se tornan elípticas, como si se achataran. A medida que disminuye la
profundidad, las elipses se van alargando por el eje horizontal v, cerca de! fondo,
las partículas comienzan a moverse en forma rectilínea, desde la costa hacia el
mar, cuando pasa la cresta, y desde el mar hacia la costa, cuando se forma el surco
de agua. En este caso, la velocidad del desplazamiento de las partículas se torna
irregular: se mueven rápidamente hacia la orilla y lentamente hacia el mar. Como
resultado de este proceso, se altera la simetría de la ola; las crestas se mueven
hacia adelante y luego rompen. Surge la resaca cerca de la costa y las crestas
espumosas en la plataforma y en los arrecifes.

Figura 79. Deformación de una ola en una parte baja (A, B)y formación de una
marejada (C, D).

Con el aumento de la profundidad, la energía del movimiento del oleaje se dis-


tribuye en una sección cada vez menor, concentrándose esencialmente en las
crestas. La cantidad de energía transmitida por unidad de tiempo a través de una
unidad de superficie de sección, aumenta hasta el mismo momento de la
destrucción de la cresta, cuando toda la energía o parte de ella (según la inclinación
del fondo) se transforma. La altura de la ola en la plataforma aumenta y se torna
máxima antes de destruirse. La longitud de la ola y su velocidad, por el contrario,
disminuyen y correspondientemente la escarpa de las olas aumenta.
Al avanzar hacia la cosía, las olas cambian de dirección. Cualquiera que sea la
dirección de la ola en el océano abierto llegará a la costa en dirección próxima a la
perpendicular. Esto se produce porque, al moverse la ola forma un ángulo con la
costa, y en el lugar donde alcanza la plataforma comienza a experimentar la
influencia de la fricción, que frena el movimiento, mientras que el resto de ella
continúa moviéndose con la misma velocidad. De esta manera, se va
desenvolviendo con el frente hacia la costa. Este movimiento se llama refracción de
la ola (fig. 80). Cuanto mayor sea su velocidad tanto menor será la refracción. Las
olas altas se refractan menos que las bajas. Como durante la refracción el frente de
la ola se expande, la energía acumulada en las crestas de las olas disminuye, lo
cual se refleja en su altura. Si la costa es sinuosa, las olas se refractan de diferente
manera en los distintos tramos y como resultado, su altura también varía.

Figura 80. Refracción de las olas en una costa llana.

Olas sísmicas
Las olas sísmicas se forman cuando hav terremotos v erupciones volcánicas y, en
este caso. el oleaje abarca codo el espesor de la capa oe agua. A causa de las
sacudidas surge una ola o una serie de olas que se presentan una tras otra. Kstas
olas adoptaron el nombre japonés tsunami. Constituyen un fenó meno poco
frecuente, pero muy peligroso. Tienen grandes dimensiones, sobre todo, las
producidas por los terremotos originados por dislocaciones y fallas del fondo
marino. En septiembre de 192 3, en el golfo de Sagami, cerca de Tokio, un
terremoto ocasionó una brusca modificación en las profundidades, en algunos
lugares, el fondo descendió hasta 400 m y a una distancia de 2 km se elevó a 2 30
m. Como resultado de estos desplazamientos, cerca de 22 ,6 km de agua fueron
desalojados por encima del nivel del océano. Se formó una ola tsunami de unos 7 m
de altura una parte de la cual se fue al océano y la otra rompió en la costa del golfo,
ocasionando grandes destrucciones.
Los tsunamis se extienden en dirección perpendicular a la línea de falla surgida,
su velocidad es proporcional a la profundidad del océano.

v = 360 \/rT,

donde:

v es la velocidad de extensión del tsunami en km/s;

h es la profundidad media expresada en kilómetros.


km/h
La velocidad de expansión de los tsunamis varía de 150 - (con h -= 250 m)
hasta 900 km/h (con h = 6 km). En las partes profundas del océano aumentan,
mientras que sobre las bajas disminuyen hasta 50 Km/ h
La altura de los tsunamis que rompen en la costa, está determinada por las par-
ticularidades de la configuración de esta última y alcanzan un máximo hasta de 20-
30 m en las bahías en forma de cuña y en las alargadas y estrechas. Los tsunamis
se elevan a gran altura en los lugares donde hay pasos muy bruscos desde las
grandes profundidades a una estrecha franja de la playa. En las costas bajas, la
altura de los tsunamis no es grande. Antes de formarse estas olas, durante varios
minutos (10-15) el agua retrocede de la costa a cientos de metros v a veces a
cientos de kilómetros, en este ultimo caso, cuando la profundidad es pequeña.
Cuanto más retroceda el agua de la costa tanto mayor será la altura que se espera
de esta ola.
Durante el último milenio se registraron 357 grandes tsunamis. De ellos, un tercio
ocurrió en la parte noroeste del cinturón sísmico del Pacífico.
Con los tsunamis están relacionadas grandes destrucciones y muchas víctimas.
Estas olas, que provocaron el maremoto de Chile el 22 de mayo de 1960, se
abalanzaron sobre las cosías occidentales de América, desde Chile hasta
California, llegando también a las costas de Nueva /elanda, Australia, Filipinas,
Hawai, Kuriles y Japón. Casi 24 horas después de ocurrido el maremoto se
registraron olas de este tipo en las costas de la parte sureste de Kamchatka. En
Japón, que sufrió las graves consecuencias de los efectos del tsunami después de
Chile, las olas alcanzaron alturas de 10 m e inundaron unas 50 OÜO casas.

La aproximadón de los tsunamis puede conocerse con antelación, no solo por


el retroceso de las aguas sino también por el registro de las ondas sísmicas y las
ondas de presión que surgen durante los terremotos y que se extienden en el agua
a una velocidad que supera en mucho a la de los tsunamis. En los países donde se
experimenta mayor influencia de los tsunamis se ha organizado un servicio especial
de pronósticos de este fenómeno.
Las olas solitarias, que ocasionan estragos a los habitantes de las costas, pueden
surgir por influencia de motivos meteorológicos (báricos) como los ciclones tropica-
les. Cuando varía bruscamente la presión v hav una determinada distribución de los
vientos, el nivel del océano, en la pane anterior del ciclón tropical desciende y en la
parte posterior sube. Además, gracias a la baja presión que hay en el centro del ci-
clón la superficie del océano se abomba un tanto, y esto puede originar una ola soli-
taria. En septiembre de 1959, olas huracanadas inundaron y destruyeron la ciudad
japonesa de Magoya.

Las seiches
Cuando hay diferencias de presión atmosférica en distintas partes de la
superficie del mar, de un golfo, lago, o cuando el viento mueve las aguas, o, a
veces, durante los fenómenos sísmicos, la superficie del agua adopta una posición
inclinada. Cuando cesa la acción de la fuerza que produjo la inclinación, la
superficie trata de recobrar la situación de equilibrio. Antes de que el equilibrio se
recobre, la masa de agua experimenta variaciones, que van desapareciendo por
influencia del rozamiento. Las variaciones de la masa de agua se producen cerca
de uno o de varios ejes horizontales (nodos), que permanecen inmóviles y forman
las llamadas "olas paradas" o seiches.
Las seiches pueden ser de uno o de dos nodos, aunque algunas pueden
presentar tres y más. Las dimensiones de la seiche influyen en el relieve del fondo y
en la configuración de las costas. La altura de esta ola generalmente es de varios
decímetros y en casos exclusivos de 2 a. 2,5 m. Si la densidad del agua varía con la
profundidad, pueden surgir seiches internas. Estas olas son capaces de producir
corrientes rítmicas que abarcan roda la masa de agua que participa en las
variaciones.

Olas de marca (mareas)


Las fuerzas generadoras de las mareas, cuya acción sobre la Tierra ya la hemos
visto en el Capítulo II, producen movimientos oscilatorios de toda la masa de las
aguas del Océano Mundial. Se forman olas de marea superficiales e internas. Las
olas superficiales de marea —en el océano abierto— pueden tener 1 m de altura. Al
recorrer la Tierra, la ola de marea produce el ascenso del nivel hasta alcanzar la
máxima altura (pleamar) y desciende hasta la mínima (bajamar). El intervalo de
tiempo durante el cual el nivel sube se llama duración del aumento del nivel y el
intervalo de tiempo durante el cual el nivel baja se llama duración del descenso del
nivel. La distancia vertical entre los niveles de pleamar y bajamar se llama marea
total. La mitad de la marea total se denomina amplitud de la marea. F.l intervalo de
tiempo entre los dos momentos más próximos a comenzar la pleamar o bajamar se
llama periodo de marea.
Si durante las 24 horas se observan dos pleamares y dos bajamares con una
amplitud de marea igual y con una duración igual en el aumento y en la disminución
del nivel, la marea es perfecta, aunque en realidad, casi nunca se observan. Las
desigualdades de las mareas surgen por la altura (alteración de la amplitud media
de las mareas) y el tiempo (alteración de la duración del aumento y del descenso
del nivel medio).

Desigualdad de las mareas


Con motivo del cambio de situación que experimentan la Luna y el Sol
resptivamente, dos veces durante el mes lunar, la marea es máxima (en las
sicigias) y dos veces, mínima (en las cuadraturas). La altura de pleamar y bajamar
puede diferenciarse en 40-50%.
La desigualdad semimensual en tiempo está relacionada con la demora cotidiana
(de 50 min) del paso de la Luna por el meridiano terrestre respecto al paso del Sol
por el mismo meridiano. Durante la mitad del mes lunar (14,5 días) la duración del
aumento y el descenso del nivel varía.
I.as desigualdades diarias en altura surgen porque la declinación de la Luna v del
Sol varía periódicamente. En la figura 8 1 se ilustra la posición de! elipsoide de
mareas (corte por el meridiano) cuando la declinación es cero y en la figura 82,
cuando la declinación de la Luna es septentrional. La línea de puntos señalada nivel
del océano no alterado por la marea.
Figura 81. Elipsoide de una marea cuando la declinación de la Luna es cero.

Luna

Figura 82. Elipsoide de una marea cuando la declinación de la Luna es


septentrional.

7.p es el eje de1 elipsoide de las mareas orientado hacia la Luna; ab, el límite de
iluminación de la Tierra por la Luna y . \'5, el eje de rotación de la Tierra.

Supongamos que un punto ocupa en la superficie del océano (fig. 82) la situa-
ción Z, en el cual se observa pleamar. Al cabo de cierto tiempo, cuando el punto
ocupe en esa misma latitud la posición de Z, (es decir, cuando resulte estar en el
límite de iluminación) en ella habrá bajamar y luego, en la posición de Z2 habrá
pleamar, pero bastante menor que la primera (Z1D1 > Z2 D2).
Cuando la declinación de la Luna no es igual a cero, surge la desigualdad diaria
en el tiempo. En la figura 82 se observa que e! arco ZZ1>cl arco Z1Z2, por consi-
guiente, el tiempo durante el cual el punto se mueve con la rotación diaria de la
Tierra a una determinada velocidad permanente pasa estas distancias en forma
desigual. La duración del descenso del nivel a partir de la primera pleamar a la
primera bajamar, resulta ser mayor que la duración del ascenso a partir de la
primera bajamar a la segunda pleamar. Cuando la declinación de la Luna no es
igual a cero, las marcas en las latitudes altas pierden el carácter semidiario y se
convierten en diarias. Por ejemplo, cuando el punto c (fig. 82) al desplazarse
durante la rotación de la Tierra pasa a la posición a (cerca del circulo de
iluminación) en él comienza la bajamar y no habrá segunda pleamar ni segunda
bajamar.

La declinación de la Luna varía de los28°31'N a los 28° 31'S durante un mes lunar,
la declinación del Sol es de 23° 27'N hasta 23°27'S durante el año solar. Por eso,
las desigualdades dianas de las marcas lunares varían aproximadamente durante
14 días en la superficie del Océano Mundial en todos los lugares, excepto en los
polos y en el ecuador; las solares durante medio año y las lunisolares íntegras
aproximadamente cada 19 años.

La altura de las marcas varía con el cambio de la distancia de la Luna y del Sol
respecto a la Tierra. Cuando la Luna está en la posición de pcrigeo su fuerza
generadora de mareas es 40^ mayor que cuando está en la posición de apogeo.
Como resultado, se crea una des igualdad paraláctica de la altura de las mareas
lunares con un período de 27 1/3 días medios (mes lunar). La desigualdad
paraláctica de las alturas
de las mareas solares tiene un período de 365,25 días (año). La fuerza generadora
de las mareas del Sol en el perigco es 10% mayor que en apogeo. El período de los
cambios de las desigualdades paralácticas para las mareas íntegras es de unos 2
años.

Hasta ahora, examinando las marcas de acuerdo con la teoría estática de Newton,
se admite que el océano cubre la Tierra con una extensa capa que se halla en todo
momento en equilibrio por influencia de la fuerza de gravedad y de las fuerzas
formadoras de las mareas de la Luna y del Sol y que forman el elipsoide de los
flujos. Según esta teoría no se tienen en cuenta las fuerzas de adhesión, la inercia,
ni el rozamiento, que son los que actúan sobre la masa de agua. En ella no se tiene
en cuenta la influencia del relieve del fondo del océano. Por eso, aunque la teoría
estática explica de manera correcta las causas de las marcas, su periodicidad v
desigualdades, o sea, algunas de las particularidades importantes de las mareas no
concuerdan con sus conclusiones.
Según la teoría estática, el momento en que comienza la pleamar debe coincidir
con el momento en que la Luna pasa por el meridiano de la localidad. En realidad,
por influencia del rozamiento la pleamar siempre se retrasa respecto al momento de
culminación de la Luna en cierto intervalo de tiempo llamado plazo lunar. Los plazos
lunares varían periódicamente cada 15 días y la desviación del valor medio no es
mayor que ± 1 hora. El valor medio de los intervalos lunares es la hora media
aplicada.
La magnitud máxima de las mareas, según la teoría estática, debe observarse
en el momento de las sicigias que en realidad se retarda (cambien por influencia
del rozamiento) en 2-3 días. El intervalo de tiempo entre el momento de las sicigias
y el comienzo de pleamar se llama edad de la marea.
De acuerdo con las conclusiones de la teoría estática, las desigualdades diarias
para todas las localidades situadas sobre un mismo paralelo son iguales y en el
ecuador no deben existir.
En realidad esto no es así. Una serie de particularidades de las mareas, que no
son explicadas por la teoría estática, fueron descubiertas por la teoría dinámica de
las mareas (Laplace, 1775 ). Según esta teoría, las fuerzas generadoras de las
mareas al actuar sobre la esfera acuosa de la Tierra, producen continuamente
movimientos oscilatorios de carácter ondulatorio, mediante los cuales las partículas
de agua van desplazándose por ciertas órbitas. La cresta de la ola de marca está
alargada por el meridiano sobre el cual se halla en el momento dado que la produjo
el astro luminoso (Luna, Sol). Las olas de marca siguen tras el astro luminoso a la
misma velocidad con la que este se desplaza por la esfera celeste, es decir, son
olas forzadas.
Cuando la acción de la fuerza generadora de la marea en el meridiano dado
cesa (cuando el astro luminoso pasó ya por el meridiano), el movimiento oscilatorio
de las partículas continúa por inercia, y la ola de flujo formada se extiende más allá,
como libre, hasta tanto su energía no se gaste en vencer el rozamiento. La
velocidad del desplazamiento de las olas libres es tanto mayor cuanto más
profundo sea el océano. Para que la ola libre se extienda a la misma velocidad que
la ola forzada de marca, la profundidad del océano en e! ecuador debe alcanzar los
22 000 m y a los 60° de latitud, 5 000 m. La ola libre media se extiende por todo el
planeta, excepto en las latitudes altas (más allá de los 70 ), a una velocidad menor,
que la forzada. En las latitudes altas la velocidad de la ola libre es extinguida por la
capa de hielo.

Como resultado de la acción conjunta de las olas de flujo procedentes de otras


regiones y de la ola de flujo forzada, que se forma en el lugar dado se consideran
las oscilaciones de flujo y reflujo del nivel del océano.
De la teoría de las oscilaciones forzadas se conoce que: si el período de las
fuerzas que produjeron estas olas es menor que el de las olas libres, las
oscilaciones que son producto de su formación tienen un efecto que es
directamente inverso a la dirección del efecto de las fuerzas y por el contrario, si el
período de las fuerzas es mayor, las oscilaciones coinciden con el efecto de las
fuerzas. En el ecuador, donde el período de formación de las mareas es menor que
el de las oscilaciones libres, surgen los flujos inversos, es decir, el flujo comienza
cuando debe comenzar el reflujo y a la inversa. Cerca de los polos, el período de
las fuerzas generadoras de las mareas es mayor que el de las oscilaciones libres,
por eso los flujos son directos, siguen tras el paso del astro luminoso por el
meridiano de la localidad. Por tanto, los flujos no están expresados sobre cierto
espacio entre los polos y el ecuador.
La teoría dinámica no explica las particularidades locales de los flujos. La extensión
de la ola de marea en condiciones de una profundidad definitiva y las
configuraciones dadas de la cuenca, es explicada por la teoría de los canales . Al
penetrar la ola de flujo en un estrecho angosto, se comporta como en un canal. La
amplitud con que aumenta es inversamente proporcional a la profundidad y
anchura del canal.
Por ejemplo, si la anchura es invariable y la profundidad del canal disminuye en 10
veces, la amplitud de la ola de flujo aumenta aproximadamente en 3 veces. S» la
anchura es invariable, pero si la profundidad disminuye en 10 veces, la amplitud de
la ola aumenta el doble. Cerca de las costas, la altura del flujo aumenta, sobre todo
cuando la ola de marea que va hacia la costa se forma de la ola de flujo reflejada
desde la costa. Con esto se explican las marcas de grandes amplitudes del golfo de
Fundy (18 m), del de Penjin (13 m), y del mar Blanco (10 m). Gracias al reflejo de la
ola de flujo surgen cuatro flujos y no dos en un día.
Como resultado del reflejo se forman olas de flujo paradas en algunos golfos y
mares. Por ejemplo, en el mar Rojo, toda la masa de agua oscila de tal manera,
que cuando en la parte occidental el nivel sube en la oriental baja, y en la centra)
permanece casi invariable.
Cuando la plataforma continental es muy ancha, la energía de las mareas se gasta
en vencer el rozamiento; por ejemplo, en el mar de S iberia oriental, cerca de las
costas de Eurasia, la altura de las mareas no es mayor que 30 cm, en tanto que
cerca de la isla de Long es hasta de 2 m.
Mareas en los ríos. Al extenderse la ola del flujo curso arriba en algunos ríos,
produce oscilaciones en el nivel de las aguas, que se advierte a gran distancia de la
desembocadura. Esta distancia depende de la inclinación del fondo del río y de la
velocidad de su corriente.
En el Amazonas las marcas se extienden a la distancia de 1 400 km de la desem-
bocadura, en el río San Lorenzo, a la de 700 km, en el Dvina del Norte a 120 km y
en el Pechera a 88 km. La ola de marea, que se extiende curso arriba del río, se
deforma como resultado de las diferencias de velocidad en el movimiento de la
cresta y del valle. Surge una ola de 1 m de altura o más (en el Amazonas alcanza
hasta 5 m). Este fenómeno es más conocido por el nombre de bore y adopta
diferentes nombres locales: mascare! (en los ríos de Francia), pororoca (en el
Amazonas). En algunos ríos, el bore es peligroso para la navegación y sus efectos
se han eliminado mediante instalaciones hidrotécnicas especiales.

Mapas y tablas de las mareas


Una idea general del comportamiento de los movimientos de las olas de marea
la dan las cartas (o mapas) especiales.
La extensión de las mareas puede ser interpretada con ayuda de lis líneas
cotidales, que muestran el comienzo simultáneo de la pleamar en las sicigias. Para
el momento del comienzo de la pleamar se acepta como tiempo lunar el del paso
por el meridiano de Greenwich.
La carta cotidal es aquella donde se registra el sistema de líneas condales para
cada hora del tiempo lunar. En este mapa se ven bien las direcciones de los movi-
mientos de la ola de flujo y el cambio de velocidad de su extensión. Los datos para
definir los cambios de nivel durante la marea y el comienzo de la pleamar y la baja-
mar en los distintos puntos, pueden obtenerse en tablas especiales,
imprescindibles para la navegación.
Energía de las mareas
Las mareas tienen una energía colosal, determinada en 8 • 10 km aproximada-
mente. Hace mucho tiempo se comenzó a prestar atención a la energía de las
mareas. Las primeras instalaciones montadas para utilizar la energía fueron los
molinos. A mediados del siglo XII comenzaron a aparecer proyectos de
instalaciones más perfec cionados. En los países deficitarios de minerales
combustibles y de recursos hidrológicos escasos (Francia, Inglaterra), se presta
gran atención a la instalación de hidroestaciones. No obstante, en los países
capitalistas, el alto costo de estas hidroestaciones, impide su construcción en gran
escala y la de sistemas centralizados potentes que unifiquen toda una serie de
estaciones de este tipo. La construcción de pequeñas hidroestaciones a partir de
las mareas, comenzó en el golfo de Brest (Francia, 1932) y en e! golfo de
Passamaquoddy (América, 1935). Se ha construido una estación de este tipo en la
desembocadura del río Ranee (Francia). En URSS se comenzó la construcción de
la primera hidroinstalación a partir de las mareas, al oeste de Murmansk (la
estación de Kislogubsk) v está en el plan de construcciones energéticas, la planta
hidroeléctrica Lumbovsk (en la península de Kola). Además, se está elaborando un
esquema de la estación Bielomor, parte integrante en el futuro del Sistema
Energético Integro de URSS.

Olas internast
Estas olas surgen en el límite de las capas de agua que tienen diferente densidad.
La altura de ellas puede ser decenas de veces mayor que la de las olas
superficiales, la velocidad de su desplazamiento es, por el contrario, menor. Estas
olas se extienden por todo el océano, pero como en la superficie se manifiestan
rara vez casi es imposible verlas a simple vista. Los movimientos oscilatorios a
profundidad pueden observarse solo midiendo minuciosamente los cambios que se
operan en la distribución de la temperatura, de la salinidad y la densidad en
profundidad. Suelen ser largas y cortas, paradas y de avance.

Las causas del surgimiento de las olas internas son diversas v no están lo suficien-
temente explicadas. Pueden ser los fenómenos de las mareas, los cambios bruscos
de la presión atmosférica, los oleajes de superficie e incluso, el movimiento de los
barcos (allí donde el límite de las capas de agua con distinta densidad se halla a
poca profundidad).
Las fuerzas generadoras de las mareas desempeñan un gran papel en e!
surgimiento de las olas internas, lo cual se demuestra por la coincidencia de! paso
de ellas con las fases de la Luna. Las olas internas de marea producen
oscilaciones periódicas en la temperatura, la salinidad y la densidad del agua en
muchas de las regiones del océano. Con la formación de estas potentes capas de
aguas oceánicas ascienden desde la profundidad produciendo su enfriamiento,
influyendo sobre los hielos marinos, sobre la temperatura del aire con que está en
contacto y por lo tanto, sobre el clima. Los científicos conceden gran importancia a
la influencia de las olas internas de marea sobre los procesos que se desarrollan en
la esfera geográfica.

1. Fueron descubiertas por F. Nansen durante su expedición en el "Fram” en


1893.
Los movimientos del oleaje de origen distinto, garantizan el mezclamiento de las
aguas oceánicas, facilitan la penetración del oxígeno a la profundidad y la salida de
las sustancias nutritivas a la superficie.
Al tener una energía colosal, las olas realizan una labor permanente sobre la for-
mación del relieve de la superficie terrestre.

El descubrimiento de métodos de concentración de la energía dispersa del oleaje,


permitirá a los hombres utilizar una fuente más de energía.

Corrientes del Océano Mundial


En el Océano Mundial, las corrientes se producen por el efecto del viento sobre
la superficie del agua, por el efecto de la fuerza de la gravedad y de las fuerzas
generadoras de las mareas. Independientemente de las causas del surgimiento de
las comentes, estas experimentan la influencia del rozamiento interno del agua y de
la acción desviadora de la rotación de la Tierra. La primera, hace más lento su
curso y produce turbulencias en el límite entre las capas de distinta densidad y la
segunda, hace variar su dirección mediante una desviación hacia la derecha en el
hemisferio boreal y hacia la izquierda en el austral.
Por su origen, las corrientes pueden ser de fricción (la causa principal es el roce
del aire que se mueve por la superficie del agua), de gradiente gravitacional (la
causa es la tendencia de la fuerza de la gravedad a nivelar la superficie y eliminar
la irregular distribución de la densidad), y de mareas (la causa es el cambio de nivel
condicionado por las fuerzas generadoras de las mareas).

En las corrientes de fricción se pueden destacar las ocasionadas por los vientos
temporales y las de la deriva, originadas por los vientos permanentes (o
predominantes). Los vientos a la deriva tienen máxima, importancia en la
circulación de las aguas del Océano Mundial.
Las corrientes de gradiente gravitacional se dividen en corrientes de dispersión y de
densidad. Las primeras, surgen cuando hay un ascenso estable del nivel del agua a
causa de la afluencia y abundancia de precipitaciones, o al contrario, por el descen-
so del nivel ocasionado por el reflujo del agua y sus pérdidas en la evaporación. La
corriente de la Florida es un ejemplo de corriente del primer tipo, relacionado con el
ascenso del nivel a causa de la afluencia de agua procedente de un mar vecino (del
Caribe), que garantiza la afluencia de las aguas desde el golfo de México hacia el
Atlántico. Una corriente de afluencia determinada por el ascenso del nivel debido al
escurrimicnto de los ríos, se observa en los mares Kara y Laptev. Esta corriente
puede ser producida por el viento.

Las corrientes de densidad son el resultado de la desigual densidad del agua a


una misma profundidad, y surgen, por ejemplo, en los estrechos que unen mares
con diferente salinidad (Gibraltar, Bosforo, etc.). Las diversas densidades del agua
pueden ser ocasionadas por la diferente presión de la atmósfera sobre distintas
partes del océano. Las corrientes que surgen en este caso fueron llamadas de
barogradiente.
Las corrientes de flujo y reflujo se forman por la componente horizontal de las
fuerzas generadoras de las mareas; abarcan todo el espesor del agua. La
velocidad de las comentes de flujo es directamente proporcional a la altura de la
marca v en los estrechos y golfos depende de su sección transversal. Si en el
océano abierto la velocidad de la corriente de flujo es solo de 1 km/h- , en los
estrechos angostos alcanza 22 km/h. Con la profundidad, la corriente de flujo es
muy lenta (más que otra ninguna) y pierde velocidad. El período de las corrientes
de flujo y reflujo depende del período del flujo (semidiario, diario). Estas corrientes
conservan la dirección rectilínea del movimiento (de vaivén) solo en los estrechos.
En el océano abierto, la corriente de flujo se desvía del movimiento rectilíneo y
adopta un carácter giratorio, realizando un giro completo (en el sentido de las
agujas del reloj en el hemisferio boreal y contrario en el hemisferio austral) durante
12 h 25 min o durante 24 & y 50 min.

Como las causas que originan las corrientes pueden actuar simultáneamente, estas
con frecuencia son complejas.
Las corrientes pueden existir por inercia cierto tiempo después que el efecto de la
fuerza que las provocó haya cesado.
Según su situación entre el espesor de las aguas oceánicas, se distinguen:
corrientes superficiales, profundas y de fondo.

Por la duración, se distinguen: comentes permanentes, periódicas y temporales


(casuales). El carácter de acción de las fuerzas que las provocan es el que define
el grupo al que pertenecen. Las corrientes permanentes conservan de año en año
la dirección y la velocidad media y pueden ser producidas por los vientos
permanentes (por ejemplo los alisios). La dirección y la velocidad de las corrientes
periódicas varían de tiempo en tiempo según el carácter de los cambios de las
causas que las produjeron (por ejemplo, los monzones, las marcas). Las corrientes
temporales son producidas por motivos causales y sus cambios no están sujetos a
leyes.
Las corrientes pueden ser cálidas, frías y neutrales. Las primeras son más cálidas
que el agua de la región del océano por donde pasan y las segundas, por el
contrario, son más frías que las aguas circundantes; las terceras no se distinguen
de la temperatura de las aguas por donde fluyen. La temperatura de la corriente fría
del Perú, en la región de las islas Galápagos, alcanza unos 22 C, pero es 5-6 C
más baja que la temperatura de las aguas superficiales en la región del ecuador. La
corriente cálida que penetra a cierta profundidad desde el Atlántico hacia el océano
Glacial Ártico tiene una temperatura de solo 2 °C (o incluso más baja), pero sobre
ella y bajo ella se encuentra agua con una temperatura de O C.

Por regla general, las corrientes que se dirigen desde el ecuador son cálidas y las
que van hacia él son frías.
Las corrientes frías, generalmente son menos saladas que las cálidas. Esto se
debe a que fluyen desde regiones con mayor cantidad de precipitaciones y menor
evaporación o desde regiones donde el agua está diluida por la fusión de los hielos.
Cuando hay interacción entre las corrientes cálidas y frías, estas últimas se
sumergen bajo las cálidas si son menos saladas. No obstante, la combinación de la
salinidad y la temperatura puede provocar que el agua fría suba por encima de la
cálida (por ejemplo en el océano Glacial Ártico).
El estudio de las corrientes a la deriva permitió descubrir una serie de leyes a las
cuales se subordinan estas corrientes:
1. La velocidad de una corriente a la deriva aumenta al intensificarse el viento
que la produjo y disminuye al aumentar la latitud

v= A w / senö
donde: A es el coeficiente del viento = 0,013
W es la velocidad del viento
ö es la latitud de la localidad
2. La dirección de la corriente no coincide con la del viento: se desvía hacia la
derecha en el hemisferio boreal y hacia la izquierda en el austral. Cuando hay sufi-
ciente profundidad y alejamiento de la costa, la desviación teórica es de 45. Las
observaciones muestran que en las condiciones reales la magnitud de la desviación
en todas las latitudes es un poco menor de 45°.
3. Como consecuencia del rozamiento del movimiento del agua producido por el
viento en la superficie, se va transmitiendo poco a poco a las capas subyacentes.
La velocidad de la corriente, en este caso disminuye en progresión geométrica y la
dirección de la corriente (por influencia de la rotación de la Tierral se va desviando
cada vez más y a cierta profundidad resulta ser contraria a la superficial (fig. 83). La
velocidad de la contracorriente es de 1/23 de la velocidad superficial (el 4%). La
profundidad a la cual la corriente hace un giro de 180 se llama profundidad de
fricción. A esta profundidad, prácticamente termina la influencia de la corriente a la
deriva. Las observaciones muestran que las corrientes a la deriva cesan en todas
las latitudes a una profundidad de 200 m.
Para que una corriente sea emitida a profundidad se requiere tiempo. Por
ejemplo, para que una corriente se extienda a la profundidad de fricción se
necesitan unos 5 meses.
En un lugar bajo, las alteraciones de las corrientes respecto a la dirección del
viento disminuyen, y allí donde la profundidad es 1/10 menor que la de fricción, no
hay alteraciones.

La influencia del relieve del fondo se hace sentir sobre las corrientes
superficiales incluso a profundidades relativamente grandes (hasta de 500 m).
Sobre la dirección de las corrientes influye mucho la configuración de las cosías.
Las corrientes que se dirigen hacia la costa se bifurcan y su rama mayor forma un
ángulo obtuso. En los lugares donde hacia las cosías van dos corrientes, entre ellas
surge una contracorriente de afluencia, de compensación a cuenta de la unión de
sus ramas.
Figura 83. Cambio de dirección y velocidad de una corriente con la
profundidad (hemisferio boreal).
Esquema general de las corrientes superficiales del Océano Mundial

Corno la causa principal de las corrientes superficiales son los vientos permanentes
(o dominantes),en los océanos Atlántico, Pacifico e Indico, el carácter de la dis-
tribución de las corrientes es igual (fig. 84).

Por ambos lados del ecuador los alisios producen las corrientes norte y sur (ecua-
toriales), que se desvían de la dirección del viento y se mueven de este a oeste. Al
encontrar en su camino la costa oriental del continente, las corrientes alisias se
bifur can. Sus ramas dirigidas hacia el ecuador, al encontrarse forman la
contracorriente de compensación interalisia. la cual sigue hacia el este entre las
corrientes alisias. La rama de la corriente alisia septentrional, que se desvía hacia
el norte, se mueve a lo largo de las costas orientales del continente, apartándose
paulatinamente de ellas por influencia de la rotación de la Tierra. Al norte de los 30
esta corriente cae bajo la acción de los vientos oeste, aquí dominantes, y se mueve
a través del océano de oeste a este. Cerca de las costas occidentales del
continente (cerca de los 50º de latitud) esta corriente se divide en dos ramas que
van en direcciones opuestas. Una de ellas, hacia el ecuador, compensando la
merma del agua producida por la corriente alisia septentrional y se une a ella
cerrando el anillo subtropical anticiclónico (en dirección de las agujas del reloj hacia
el centro de la región) que se forma en el sistema de corrientes. La segunda
corriente sigue a lo largo de las costas del continente, hasta el norte. Una parte de
ella penetra en el océano Glacial Ártico, otra se une a la corriente que viene del
océano Glacial Ártico, cerrando un anillo (menos expresado), que es el subtropical,
en el sistema ciclónico de las corrientes (en contra de las agujas del reloj desde el
centro de la región).
En el hemisferio sur, lo mismo que en el norte, surge el anillo subtropical (anti-
ciclónico) de corrientes. El segundo anillo menor (ciclónico) de corriente no se
forma. En el sur, allí donde hay un extenso espado de agua, existe una potente
corriente a la deriva por los vientos occidentales, que une el agua de tres océanos.
Comentes superficiales del océano Atlántico. Como se observa en la fig. 84, en el
océano Atlántico existen las corrientes alisias de sur y norte, y entre ellas las con-
tracorrientes. La corriente alisia del sur está situada en el ecuador, la del norte v la
contracorriente están desviadas hacia el norte del mismo, a! igual que el ecuador
térmico, la zona ecuatorial de baja presión y por consiguiente, los vientos alisios
sobre el océano.
La corriente alisia del norte comienza en las islas de Cabo Verde, atraviesa el
océano y llega a las Antillas. Parte de ella penetra en el mar Caribe (corriente del
Caribe) y de allí pasa al golfo de México. Otra parte de la corriente corre a lo largo
de las Antillas (corriente de tas Antillas) y se une a la corriente de ¡a Florida, que
sale del golfo de México.

De la unión de la corriente de la Florida (más potente que la de las Antillas) se


forma la corriente del Golfo, la cual se extiende desde e! cabo Hatteras hasta el
gran Banco de Terranova.'

La corriente del Golfo es una franja relativamente estrecha (75-120 km) de agua
a grandes velocidades (hasta 3-10 km/h ), que separa las aguas calientes del Mar
de los Sargazos de las frías procedentes del norte. A la profundidad de 1 350-1 800
m, la corriente es muy .débil y a los 2 800 m se observa un movimiento de agua
contrario al de la superficie. El tronco de las corrientes se compone de una serie de
chorros (franjas) de direcciones distintas, turbulencias y ramificaciones. Son típicas
una pulsación permanente y la formación de sinuosidades. El cambio de las
velocidades de las corrientes tiene carácter periódico v es provocado por los
cambios en las velocidades de los alisios y de los vientos del oeste. Cuanto más
intensa sea la circulación de los alisios tanto menos velocidad tendrá la GulfStream.
1.a temperatura de las corrientes depende de la intensidad de esos vientos.
Cuando los alisios se intensifican, la temperatura del agua sube. Esto se produc e 3-
6 meses después de la intensificación del alisio del sureste, como resultado de
haber alcanzado el agua caliente en el golfo de México; 9-11 meses después de
haberse intensificado el alisio noreste y10-12 meses después que el

1. Esta es una corriente que fluye entre el cabo Hatteras y el Gran Banco de
Terranova y a veces se considera como parte de un potente sistema de
corrientes cálidas que se extiende l 10 000 km, incluyendo la Corriente del
Atlántico norte. Este sistema de corrientes se llama Gulf Stream.
alisio sureste, se observa que la temperatura baja. Los vientos empujan el agua
elevada desde la profundidad más fría, siguiendo la corriente cálida desplazada por
los alisios de las costas de África. La temperatura media anual del agua en la
superficie de la Gulf Stream es de 25-26°C y la salinidad es de 36,2-36,4 ;S..
Hacia el sureste del Gran Banco de Terranova (un poco más al norte de los 40° de
latitud norte v cerca de los 40º de longitud oeste) la Gulf Stream terminii,
desintegrándose en una serie de chorros que se dirigen hacia el sur y el sureste,
incluyéndose en la circulación anticiclónica general de las aguas en esta parte del
océano Atlántico.

En las inmediaciones orientales del Gran Banco de Terranova, por influencia de


los vientos del oeste surge la corriente del Atlántico norte, continuación de la Guif
Stream al noreste. Cerca de los 50° de latitud norte, la corriente se divide en dos
ramas; norte y sur. La rama sur forma la comente de Portugal. Entre las islas
Canarias y de Cabo Verde, a
l s aguas de estas corrientes se unen y forman la
corriente de las Canarias, que se diferencia de las anteriores por sus propiedades
físicas (por la influencia de las aguas que se elevan aquí de las profundidades
frías). Cerca de Cabo Verde, la corriente de las Canarias se une a la alisia del
norte, cerrando el anillo subtropical de las corrientes en la parte norte del Atlántico.
El ramal norte (básico) de la corriente del Atlántico norte va hacia las costas de
Europa y por influencia de la corriente de Noruega se dirige al océano Glacial
Ártico. Cerca del paralelo 60 , la corriente del Atlántico norte (por influencia del
relieve del fondo) se dirige hacia e] oeste de la corriente de Irminger. Gran parte de
ellas se une a la corriente oriental de Groenlandia, cerca del mar Farewell forma
junto con ella la corriente occidental de Groenlandia, bordea por el oeste y el norte
de Islandia y se une a la corriente orienta! de Islandia (ramal de la corriente oriental
de Groenlandia).

La corriente occidental de Grorenlandia, sigue a lo largo de la costa de


Groenlandia y se dirige hacia el golfo de Baffin. Parte de ella penetra en el océano
Glacial Ártico y el resto de la masa de agua vira hacia el sur y al unirse con las
aguas trías que penetran por !os estrechos desde el Ártico forma la corriente del
Labrador. Esta última, al encontrarse con la Gulf Stream se divide en una serie de
chorros. Los occidentales se funden con la corriente que sale del estrecho de Cabot
y van a lo largo de las costas de América del Norte hac ia el sur. Entre la costa del
continente y las aguas cálidas de la Gulf Stream siempre hay agua fría. La
temperatura de la corriente del Labrador en enero es de 0°C y en agosto de 12 °C.
Las aguas frías de esta corriente penetran por debajo de las aguas cálidas de la
Gulf Stream. I.a corriente del Labrador trae hacia el Banco de Terranova icebergs
de diversas formas que descienden hacia el sur hasta los 41° de latitud norte (en
casos excepcionales llegan más al sur).
La comente alista de! sur es la más constante de todas las del Océano Mundial,
atraviesa el océano Atlántico, sigue a lo largo del ecuador y cerca de las costas de
Suramérica se divide en corrientes de las Guáyanas y de Brasil. La corriente de las
Guayanas, junto con la ecuatorial del norte lleva sus aguas al mar Caribe y al golfo
de México. La corriente del Brasil se dirige hacia el sur y se desvía hacia el este.
Cerca del paralelo 40° se une a la corriente de los vientos del oeste. Solo un
pequeño ramal de la corriente del Brasil continúa moviéndose aj sur, a lo largo de
las costas del continente.

Al encuentro de la corriente del Brasil, penetrando entre sus dos ramales (a 30-50
km de distancia de la costa), va la fría corriente de las Malvinas que, después de
unirse a la del Brasil a los 35 de latitud sur, gira hacia el este. De la corriente de los
vientos del oeste parte hacia el norte la corriente de Bengucla (cerca de las costas
de África), con ella se cierra el anillo subtropical sur de las corrientes en el océano
Atlántico.
La contracorriente ecuatorial en el Atlántico está expresada en todo su curso
durante el verano; desde diciembre hasta marzo se conserva solo en el oeste. Su
continuación es la comente de Guinea, que se une con la corriente ecuatorial del
sur.
Corrientes superficiales del océano Pacifico. La corriente alisia del norte se ob-
serva siempre al norte del ecuador (entre los 10 y 22 de latitud norte). En la parte
occidental del océano, cerca de ¡as Filipinas, se divide en tres ramales desiguales:
uno se convierte en parte de la contracorriente alisia, el segundo se va hacia las
islas de la Sonda y el tercero, el más potente, forma la comente del Kurosivo
(análoga a laGtí// Stream). Cerca de la isla. de Kvushu, el ramal occidental de la
corriente del Kurosivo que penetra a través del estrecho de Tsusliima al mar de
Japón, forma la corriente de Tsusbima.
La Kurosivo baña las costas orientales de las islas de Japón y oeste de la isla
de Honshu (cerca del paralelo 40' ) gira hacia el este pasando a la corriente del
Pacifico norte. Cerca de las costas de América del Norte se divide en corriente de
California (más potente) y de Alaska (menos potente).
El anillo subtropical norte de corrientes en el océano Pacífico está formado por la
Ecuatorial del norte, la Kurosivo, la del Pacifico norte y la de California.
La corriente de Alaska, sigue a lo largo de la península del mismo nombre y las
islas Aleutinas, una parte penetra en el mar de Bering y en el océano Glacial Ártico
y parte gira hacia el sur y sureste, para formar un pequeño anillo.
A lo largo de las costas de Kamchatka y de la cadena de las islas Kuriles, desde
el mar de Bering, se mueven hacia el sur de las aguas de la corriente fría Kuriles-
Kamchatka, la que poco a poco se va hundiendo hasta convertirse en una comente
de profundidad.

La contracorriente interalisia en el océano Pacifico existe durante todo el año, pero


durante el verano en el hemisferio septentrional se desplaza hacia el norte y se
hace más extensa. En el este, cerca de las costas de América, la contracorriente se
divide en dos ramales opuestos, que se unen a la corriente alisia. Durante el
verano, la mayor parte de la contracorriente gira hacia el norte.
Bajo la corriente superficial interalisia en el Pacífico, se descubrió una contra-
corriente denominada Krombell , que se halla a más de 100 m de profundidad de su
potencia alcanza los 2 00 m y la velocidad 1,5m/s-. Pasa de occidente a oriente a
más de 4 500 km y desaparece cerca de las islas Galápagos. Bajo la corriente de
Krombell, el agua se mueve de nuevo hada occidente. La existencia de corrientes
análogas a la de Krombell puede existir en otros océanos.
La corriente alisia del sur es más estable y fuerte que la del norte y va de oriente
a occidente cerca del paralelo 2 3° de latitud sur. Próxima a Australia y Nueva Gui-
nea se divide en dos corrientes.
La parte fundamental de esta corriente se une con la contracorriente y la menor
forma la corriente de Australia oriental, que produce movimientos circulares del
agua en la superficie del mar de Tasmania y luego se une a la de los vientos oeste.
Cerca de las cosías de América del Sur, de la corriente de los vientos occidentales
hacia el norte, en la unión con la corriente alisia del sur, parte la potente corriente
Peruana (de Humboldt) La temperatura del agua es de 8-10 C inferior a la del aire.
Corrientes superficiales del océano Indico. Las dimensiones y la situación de este
océano explican cierta diferencia existente entre sus corrientes superficiales y las
de los océanos Atlántico y Pacífico.
En la zona norte del Indico, dividido por la península del Indostán, adquieren un
valor fundamental las corrientes monzónicas que cambian de dirección según las
estaciones. Aquí no existe la corriente alisia permanente del norte, sino que está
expresada solo de noviembre a marzo, al igual que la interalisia.
La comente alisia del sur existe siempre, pero en comparación con las corrientes
análogas de los otros dos océanos y de acuerdo con la posición de los alisios está
desplazada a 10° hacia el sur.
En la parte occidental del océano, desde la corriente alisia del sur se ramifican
hacia el sur, primero la corriente de Madagascar y después la de Mozambique,
pero la masa fundamental de sus aguas gira hacia el norte. Durante el verano
forma la comente de Somalia y durante el invierno da inicio a la contracorriente
alisia.
Durante el verano, cuando sopla el monzón suroeste, en la parte norte de! Indico el
agua se mueve generalmente de oeste a este y durante el invierno, cuando sopla el
monzón noroeste se mueve en sentido inverso, es decir, de este a oeste En este
período, cerca de las costas de Somalia pasa la corriente denominada Somalí, que
se mueve en dirección contraria a la comente Somalí de verano.
En la parte sur del océano Indico (al sur de Madagascar), las corrientes de
Madagascar y de Mozambique, al unirse forman la corriente estable de ¡as Agujas,
pero la mayor parte del agua va hacia el este y se une a la corriente de los vientos
occidentales. La corriente de las Agujas entra en parte al Atlántico, desaguando en
la de Renguela. La corriente de los vientos occidentales al sur y la de Australia
occidental al este, cierran el anillo subtropical de corrientes en el Indico.
La corriente de los vientos occidentales, que abarca la parte sur de los tres océa-
nos, es la más grande del Océano Mundial. Su anchura en el mar de Bellinshausen
m/s
es de 1 300 km. La velocidad no es grande (en la superficie es de 0,2-0,3 ) y
disminuye con la profundidad. Para que puedan bordear la Antártida, estas aguas
superficiales necesitan 16 anos en tanto que las de profundidad necesitan 100 años
o más.
Corrientes del océano Glacial Ártico. La distribución de las corrientes en el
océano Glacial Arrice se diferencia de las de otros océanos por su peculiaridad,
aunque también depende de los vientos dominantes.

Los vientos fuertes que soplan del este a lo largo de las costas septentrionales de
Eurasia y de norte a sur a lo largo de las costas orientales de Groenlandia,
producen la deriva dejos hielos y de las aguas superficiales en general hacia el
océano Atlántico. En este caso, surgen varias circulaciones relacionadas entre sí:
una anticiclónica en la cuenca de Beaufort, dos en la cuenca de Nansen, una
anticiclónica al norte de Groenlandia y otra ciclónica hada el noreste de Nueva
Zembla. Las dos últimas circulaciones facilitan el surgimiento de la corriente de
Groenlandia oriental, que acarrea gran cantidad de agua y de hielos al océano
Atlántico.
La corriente de Noruega trae el agua cálida del Atlántico (145 000 km3 año).
(.crea del cabo Norte se divide en la Nordkápica (35 000 km año), que se va al este
a lo largo de las costas del continente y la de Spitzberg (78 000 km 3 año), la
siguiente hacia el norte que se va sumergiendo poco a poco, a causa de la gran
salinidad, hasta de 100-900 m de profundidad. El agua caliente de esta corriente, al
apretarse hacia el talud continental se mueve hada el este creando una capa
intermedia de agua relativamente cálida (hasta de 2,0-2,5°) de un grosor de hasta
600 m i .

El agua del océano Pacífico penetra a través del estrecho de Bering (44 000 km 3
año) y no forma una corriente independiente en el océano Glacial Ártico.

Corrientes en los mares, golfos y estrechos. Las corrientes en los mares se pro-
ducen por los mismos motivos que en los océanos, pero la limitación de las dimen-
siones y la menor profundidad definen la escala del fenómeno y las condiciones
locales le dan rasgos especiales. Para muchos de los mares (Negro, Mediterráneo
y otros) es característica una corriente circular, condicionada por la fuerza
inclinadora de la rotación de la Tierra. En algunos mares, está bien representada la
corriente de flujo-reflujo (como en el Blanco). En algunos mares como el Mar del
Norte y el Caribe, las corrientes son ramificaciones de las oceánicas.

Por el carácter de las corrientes, los estrechos se pueden subdividir (según N.


Zubov) en estrechos de corriente y de intercambio. En los de corriente, las
corrientes van igual que en los ríos en una misma dirección (el de la Florida). En los
de intercambio, el agua se desplaza en dos direcciones contrarias y las corrientes
en dos direcciones pueden hallarse una sobre la otra (intercambio vertical de agua)
o una al lado de la otra (intercambio horizontal de agua). Ejemplos de estrechos
con intercambio vertical de agua pueden ser Bósforo y Gibraltar, y con intercambio
de agua horizontal, el de La Perouse y Davis. En los estrechos no anchos y bajos,
la dirección de la corriente puede variar en otra contraria, según la dirección del
viento (el estrecho de Kerch).

Más abajo de los 800 m se halla agua a una temperatura de 1,5-1,8''C.


Circulación general del Océano Mundial
Las corrientes superficiales son parte de una circulación general aún poco estu-
diada de las aguas del Océano Mundial.
Los motivos principales que condicionan el desplazamiento de las aguas, el
movimiento y la presión atmosférica, las diferencias en la distribución de la
Temperatura y de la salinidad, actúan en primer término sobre la superficie del
océano. El movimiento de las aguas superficiales, provocado por el viento, en
general tiene una dirección latitudinal con bruscas desviaciones hacia una u otra
parte. Por influencia del calor, el agua en la superficie del océano se desplaza hacia
el lado del frío (el agua fría se hace más densa y baja, la caliente se dilata y sube),
desde el ecuador hacia los polos. En la zona ecuatorial domina el movimiento
ascendente de las aguas, mientras que en los polos ocurre lo contrario, domina el
movimiento descendente. Con la circulación térmica, en las capas del fondo debe
existir un des plazamiento general de las aguas desde los polos hacia el ecuador.
En las zonas de salinidad alta, el agua tiende a descender, mientras que en las
zonas de salinidad baja tiende a subir (influencia de la densidad). De acuerdo con
esto, surge un desplazamiento horizontal del agua hacia una u otra parte.
El sistema de corrientes superficiales con una dirección general del movimiento
hacia el centro o desde el centro, implica que en el primer caso surja un movimiento
descendente del agua y en el segundo, un movimiento ascendente. Un ejemplo de
zonas como estas en el océano son los sistemas de comentes subtropicales
anulares.

El descenso y el ascenso de las aguas se produce también por el vaivén de las


aguas en la superficie (por ejemplo, en la región de acción de los alisios).
Las zonas donde convergen las corrientes (o zonas de convergencia) son de
descenso del agua y las de divergencia, de ascenso.
Como las causas que condicionan el desplazamiento de las aguas oceánicas
coinciden o son opuestas, su circulación general se complica mucho. Como base
puede ser aceptado el esquema de la circulación térmica. Si en las latitudes polares
y templadas predomina el descenso del agua, en la ecuatorial predomina el
ascenso. En la superficie del océano impera el movimiento de las aguas desde el
ecuador y en la profundidad hacia el ecuador. La existencia de corrientes en todo el
espesor del agua, así como en las capas del fondo es dudosa en la actualidad.

Importancia de las corrientes oceánicas


La importancia de las corrientes oceánicas es grande y diversa, es bien
conocida la influencia que ejercen sobre el clima.
Gracias al continuo desplazamiento del agua se efectúa un constante transporte,
no solo de calor y frío, sino también de sustancias nutritivas necesarias al
organismo.
En las zonas de convergencia de las corrientes y de descenso del agua, las
capas abisales se enriquecen de oxígeno y en las zonas de divergencia y de
ascenso del aguarlas sustancias biógenas (sales de fósforo y nitrógeno) salen
desde la profundidad hacia la superficie. ESTOS procesos son muy importantes para
el desarrollo de la vida en el océano.

Las corrientes determinan la distribución del plancton en el océano abierto y en los


mares, trasladan las larvas de peces y los pececillos jóvenes desde el lugar de de-
sove hacia el de hábitat. Como ejemplos pueden servir las larvas de la anguila
europea que desovan en el Mar de los Sargazos y se desplazan a una deriva
pasiva (que dura 2-3 años) hacia las cosías de Europa. Con ayuda de las corrientes
se desplazan las huevas, las larvas y los pececillos de bacalao y arenque; por
ejemplo, las larvas y los pececillos jóvenes del bacalao que aparecen en Terranova
y en las islas Lofoten son transportados por las corrientes hacia los mares de
Noruega y Barents,
La entrada de las aguas cálidas y saladas al océano Glacial Ártico desempeña un
gran papel en la vida de sus mares y tiene importancia para la pesca. Se ha des-
cubierto que los cambios de temperatura, la cantidad de sales y su contenido en las
aguas del océano Atlántico experimentan fluctuaciones en un período de 4 años
aproximadamente, lo cual se refleja notablemente en la pesca del arenque.
El cambio de dirección de las corrientes cerca de las costas del Lejano Oriente (la
desviación de la corriente cálida) dio lugar a que cesara allí la pesca de la sardina.
Las corrientes desempeñaron un gran papel en la época de las flotas de veleros y
ahora tienen gran importancia. Se confeccionan mapas de las corrientes y se hacen
descripciones y tablas para los navegantes.
AGUAS DE LAS TIERRAS EMERGIDAS

El agua que se halla en la tierra emergida surge como resultado de la


evaporación que se produce en el océano y de su paso en forma de vapor de agua
a la atmósfera,
Las precipitaciones atmosféricas que caen sobre la superficie colman las depre-
siones, se infiltran en el subsuelo y cuando su intensidad resulta mayor que la de la
evaporación y la infiltración, comienzan a escurrirse de acuerdo con la inclinación
de la superficie y originan el escurrimiento de pendiente. Este se realiza por medio
de numerosos y finísimos hilos de agua que se van uniendo en riachuelos sin un
cauce determinado. Los riachuelos o arroyos se van uniendo en corrientes
temporales, que forman el escurrimiento de cauce en el que hay dos componentes:
el superficial y el subterráneo.

Aguas subterráneas
El agua que se infiltra en las capas superficiales de la corteza terrestre forma el
agua subterránea.
Una condición imprescindible para que exista agua en los suelos y en las rocas son
los espacios libres: poros, grietas, vacíos. De estos los más importantes son los
poros. La relación total del volumen de los poros (Vp) respecto al volumen de toda
la roca (V) se llama porosidad (p) y se expresa en por ciento o partes de una
unidad:

E = Vp/v. 100%.

La porosidad depende de la cantidad de partículas de roca, de su selectividad y


situación. La porosidad máxima se observa en las rocas compuestas por granos
diminutos y partículas de igual tamaño. La porosidad la tienen las rocas
compuestas por granos de distinto tamaño: en este caso, las partículas diminutas
colman los poros que se hallan entre las grandes, quedando un espacio libre muy
pequeño. La porosidad de las arcillas es de un 40-50 %, la del loes es de un 40-55
7», la de las arenas es de un 30-40%, la de las areniscas es de un 4-25 % y la de
las calizas es de un-0,6-16 %. La porosidad media de las rocas sedimentarias en la
superficie de la Tierra es de 35-45%.
La porosidad se define por la capacidad humectativa de la roca, por su capacidad
de alojar agua. La cantidad de agua que contiene el suelo o la roca se llama
humedad. La humedad no puede ser mayor que la capacidad de humectación.

Tipos de agua en los poros de la roca y su desplazamiento


El agua que aloja la roca se encuentra bajo el efecto de la fuerza de gravedad que
la lleva hacia abajo y del efecto de las fuerzas moleculares que tratan de retenerla
en la roca.
La fuerza de gravedad actúa en todo el poro v como su magnitud depende de la
distancia de las partículas a partir del centro de la Tierra, se puede considerar que
dentro del poro no varía. Las fuerzas moleculares en el poro son muy grandes; pero
el radio de acción es limitado. La correlación entre la fuerza de gravedad y las
fuerzas moleculares en dirección al centro del poro varía, A la distancia llamada
radio de acción efectiva de las fuerzas moleculares (p), el efecio de estas fuerzas
predomina sobre el de la fuerza de la gravedad. Si el poro es pequeño (d < 2 p, d
es el diámetro del poro), la acción efectiva de las fuerzas moleculares puede
abarcarlo totalmente y el agua que se encuentra dentro de este es retenida. Si el
poro es grande (d > 2p), las fuerzas moleculares en su parte central actúan en
forma más débil que la fuerza de gravedad que obliga al agua a escurrirse fuera del
poro. En el primer caso la roca es impermeable- y en el segundo, permeable. La
permeabilidad de la roca no depende de su porosidad, ya que no se define por la
cantidad de poro;
sino por el tamaño de estos. La arcilla que tiene gran porosidad es impermeable, en
tanto que la arena es permeable.
El agua que se retiene en los poros por las fuerzas moleculares forma en torno a
las partículas de la roca una película llamada agua pelicular. Las moléculas de
agua que hacen contacto directo con la roca, cuando son retenidas originan el agua
higroscópica; para formarla, no es necesario que la humedad se infiltre: la roca es
capaz de atraer el agua del aire. El agua higroscópica puede extraerse de la roca
sol( cuando hay alta temperatura. Las moléculas de agua que se hallan en la
superficie de la película que envuelve una partícula pueden desplazarse desde una
película a otra (hacia arriba, hada abajo y hada los lados) por la influencia de la
atracción que existe entre las partículas contiguas de la roca. El agua pelicular
puede ser descubierta pesando la roca antes y después de haber hecho contacto
con ella. La arena que adquirió agua pelicular pierde soltura y puede adoptar un
color más oscuro.
El agua que se mueve por los poros de las rocas por influencia de la fuerza de
gravedad se llama agua de gravitación o gravitación al. Al alcanzar la capa
impermeable, el agua gravitacional forma el horizonte acuífero y continúa
moviéndose de acuerdo con la inclinación de la superficie de la capa impermeable.
El movimiento del agua gravitacional tiene carácter preferentemente laminar,' la
velocidad depende de la inclinación (i) y la permeabilidad de la roca (K); donde :

V = K, (fórmula de Darsi).
El agua capilar que se aloja en los poros y en las pequeñas grietas,
permaneciendo en ellos por la tensión superficial, puede hacer subir el horizonte
acuífero o sea el nivel de agua gravitacional.2 La altura del ascenso capilar se
define por el diámetro de los capilares, que depende de la composición
granulométrica de la roca: en las rocas de grano fino es mayor, en tanto que en las
de grano grande es menor (por ejemplo, en la arena de grano fino es de 35 a 120
cm, mientras que en la arena de grano grande es de 2 a 3,5 cm). En los loes y
arcillas, el agua capilar asciende varios metros, por ejemplo en la arcilla hasta 12
metros.
Desde el punto de vista hidráulico, el agua en los capilares está bien relacionada
con el nivel de las aguas subterráneas v el límite superior del ascenso capilar
experimenta fluctuaciones verticales según las oscilaciones del nivel de las aguas
gravitacionales. El agua capilar es absorbida libremente por los pelillos radicales de
las plantas. El ascenso está relacionado con los procesos de salinización de los
suelos, en los climas donde predomina la sequía.

El movimiento laminar se realiza en forma de chorros paralelos. Las partículas que


participan en este movimiento se desplazan por capas.

El agua capilar puede no tener relación con el horizonte acuífero.


El espacio de los poros de una roca que no está saturada de agua lo ocupan el
aire y el vapor de agua. Esto se debe por una parte al proceso de evaporación del
agua que se halla en los poros, y por otra. al proceso de penetración de vapor de
agua de la atmósfera. El vapor de agua se desplaza en los poros de la roca,
independientemente de la circulación del aire, por influencia de las diferencias de
elasticidad. Como la elasticidad de los vapores aumenta con el ascenso de la
temperatura, el movimiento del vapor de agua se dirige desde las capas de aire
cálidas hacia las menos calientes. Como resultado de la penetración de nuevas
cantidades de vapor de agua en la capa menos caliente de la atmósfera se puede
producir su condensa-don. El calor latente que se libera en este proceso de
formación del vapor, conduce a la nivelació n de la temperatura en el suelo.

Las rocas contienen agua coherente que entra en la composición de los minerales
que las forman; por ejemplo, en el yeso hay más de un 20 %, de agua coherente,
en la mirabilita hay un 55 % . El agua coherente puede desprenderse solo con la
destrucción absoluta de los minerales mediante su calentamiento (a veces hasta
temperaturas muy altas, mayores de 4000). La cantidad de agua coherente que hay
en la corteza terrestre es muy grande.
Clasificación de las aguas subterráneas por las condiciones de yacencia

Las aguas subterráneas que se hallan en la corteza terrestre, pueden ser


clasificadas por las condiciones de su yacencia en aguas de la zona de aeración,1
que se hallan inmediatas a la superficie terrestre; aguas freáticas que son las del
primer horizonte acuífero permanente, partiendo desde la superficie y que no están
cubiertas por una capa de rocas impermeables (por regla general no son a
presión); y aguas de intercapas, o sea, situadas entre dos capas de rocas
impermeables (pueden ser a presión o sin presión).

Las aguas de la zona de aeración incluyen las aguas del suelo y las superficiales.
Las aguas superficiales son las aguas subterráneas que yacen a poca profundidad
y tienen extensión limitada y existencia temporal. El régimen de estas aguas
depende de las precipitaciones atmosféricas. Su poca profundidad y escasa
infiltración dan lugar a que sean sucias, por eso su uso es muy limitado en los
menesteres domésticos.

Las aguas freáticas están en casi todas partes y su duración es mayor; las capas
de las rocas que las encierran se llaman acuíferas, ellas determinan el horizonte
acuífero, la superficie de las aguas se llama espejo. El espesor del horizonte
acuífero es la distancia que hay desde la superficie de la capa impermeable hasta
el espejo de las aguas freáticas.

En la zona de aeración el agua no rellena los poros totalmente o los rellena


temporalmente solo por algunos lugares. En los poros que no se rellenan de agua,
circula el aire.
Las aguas freáticas se alimentan es encialmente de las precipitaciones atmosfé -
ricas, de las cuales las más importantes son las menos intensas pero más
prolongadas. La nieve que se va acumulando durante el invierno también le sirve
como fuente de alimentación en la primavera. Como la infiltr ación de las
precipitaciones atmosféricas es un proceso lento, el nivel de las aguas freáticas va
subiendo poco a poco después de haber caído abundantes precipitaciones o de
haberse fundido la nieve. Solamente en las rocas agrietadas y en las cársicas el
cambio de nivel de las aguas freáticas es rápido (a veces se realiza solo en horas).

En los desiertos adquiere cierta importancia la alimentación de las aguas freáti-


cas por la condensación.
Las oscilaciones del nivel de las aguas freáticas tienen un carácter estacional. En
las condiciones de clima continental, dentro de las latitudes templadas, el nivel más
alto está relacionado con la fusión de la nieve y corresponde a la primavera. En un
clima marítimo, el nivel más alto de las aguas freáticas corresponde al invierno,
cuando la evaporación es mínima y cae suficiente cantidad de precipitaciones.
La superficie del espejo de las aguas freáticas, por lo general es ligeramente
inclinada en relación con la inclinación del relieve más bajo (valles fluviales, barran-
cos, etc.), dependiendo de la inclinación del espejo; estas aguas se van infiltrando a
una u otra. velocidad hacia esa parte más baja, formando las corrientes freáticas.
Allí, donde la superficie de la capa impermeable tiene hondonadas, surgen las
cuencas freáticas.

La velocidad del desplazamiento de las aguas freáticas en las arenas de grano


grande es de 1,5-2,0 m por día y en las arenas de grano fino es de 0,5-1,0,
mientras que en las tierras arcillosas y en los loes es de 0,1-0,3 m por día.
Cuando las aguas freáticas salen a la superficie se forman las fuentes o
manantiales. Ellas brotan con mayor frecuencia en los valles fluviales y en los
barrancos.

Por regla general, el nivel de las aguas freáticas va bajando hacia el río o el
lago;estas alimentan o
l s ríos y los lagos. En el período de las crecidas y las
inundaciones, el nivel del río estará más alto que el de las aguas freáticas, las
cuales en este momento, reciben agua fluvial. Después que el nivel del río baja, la
mayor parte de esa agua retorna de nuevo al río.

El bosque ejerce influencia en el nivel de las aguas freáticas. La evaporación en


una superficie boscosa es menor que en un lugar descubierto; por tanto hay menos
pérdida de humedad desde esa superficie. Gracias a la alta capacidad de
infiltración de los suelos en la primavera, el agua logra llegar a mayor profundidad
que en las otras estaciones del ano, esto contribuye al aumento de estas aguas y al
ascenso de su nivel. Pero, al mismo tiempo, el bosque evapora mucha humedad,
extrayéndola del horizonte donde están las raíces de los árboles lo cual puede
producir un descenso del nivel de las aguas freáticas. El problema de la influencia
que el bosque ejerce sobre las aguas freáticas debe ser analizado en condiciones
concretas. Según la combinación de esas condiciones, el bosque puede elevar o
bajar el nivel del espejo de estas aguas.
La temperatura de las aguas freáticas varía generalmente de acuerdo con la
temperatura del aire. Esta dependencia se manifiesta tanto más, cuanto más arca
de la superficie estén ellas. Las fluctuaciones de la temperatura de estas aguas son
más débiles que las oscilaciones de la temperatura del aire. Los momentos de la
máxima y de la mínima temperatura tardan tanto masen registrarse cuanto más
profundas sean las aguas freáticas. Esas fluctuaciones de su temperatura se
advierten más cuando ellas se encuentran relacionadas con las aguas de los ríos o
de los lagos.

La composición química y el grado de mineralización de las aguas freáticas


depende de la composición de las rocas que las alojan, de los suelos por donde se
infiltra el agua, de las aguas que las alimentan, de la profundidad a que yacen y de
las condiciones climáticas de la localidad.

En su mineralización desempeña un gran papel la humedad general del territorio.


Cuando hay humedad excesiva las aguas freáticas, son dulces o con baja mine-
ralización y cuando la humedad es escasa, la mineralización es mayor. Por eso,
cuanto más seco sea un clima tanto mayor será el grado de mineralización de las
aguas freáticas. De acuerdo con la distribución de las precipitaciones y la evapora-
ción que haya durante el año, así como a la fusión de las nieves, se observan
oscilaciones temporales de la mineralización de estas aguas. La dulcificación de las
aguas freáticas se advierte, sobre todo, en las inmediaciones de los ríos durante hs
crecidas y las inundaciones.
Como el régimen y la mineralización de las aguas freáticas dependen, en un
considerable grado, del clima, del carácter de la cobertura del suelo y de la
vegetación. todos estos factores se subordinan, a su vez, a la zonalidad geográfica,
y como las aguas freáticas son también zonales, tenemos que:

1. En las zonas de excesiva humedad (con un coeficiente de humedad' de 1,5)


como la tundra y las selvas tropicales, las aguas freáticas son ultradulces y
están muy próximas a la superficie.

2. En las zonas húmedas (con un coeficiente de humedad de l,5-l)como b zona


forestal de las latitudes templadas y el límite entre bs bosques tropicales y las
sabanas, las aguas freáticas son dulces y alcanzan un nivel alto.
3. En las zonas de humedad moderada (donde el coeficiente de humedad es de
1-0,3 como en los bosques-estepas, las estepas y las sabanas, las aguas
freáticas están ligeramente mineralizadas y yacen profundamente.
4. En las zonas propensas a la sequía (donde el coeficiente de humedad es de
(<0,3), como los semidesiertos, las aguas freáticas están mineralizadas y son
profundas. En estas zonas son típicos los lentes o bolsones fósiles de agua
dulce, que participan muy poco en el actual ciclo de agua por tanto son aguas
estancadas.

Coeficiente de humedad es la relación entre Ia cantidad de precipitaciones y la


evaporación.
En cada una de las zonas aledañas se observa una gran diversidad de aguas
freáticas, relacionadas con el relieve, la estructura geológica, la composición
litológica de las rocas, etcétera.
Por regla general los brotes naturales de las aguas freáticas a la superficie:
manantiales, no tienen presión y se dividen en erosivos, de contacto y de rebose.
Las fuentes o manantiales erosivos surgen en los barrancos y valles fluviales. Lis
fuentes de contacto están situadas allí donde la capa acuífera se encuentra con
una capa impermeable. Las, fuentes de rebose están relacionadas con los
accidentes de la capa impermeable y son producidas por diferentes causas. El
agua va venciendo los obstáculos y luego se desborda formando una fuente
descendente. 1

Las aguas subterráneas de intercapas que yacen entre estratos pueden ser con
presión (artesianas) o sin presión. Las aguas que no tienen presión no saturan
total mente el horizonte acuífero. La alimentación de las aguas que fluyen entre
estratos (intercapas) se produce en los tramos donde la capa superior impermeable
está ausente. Las aguas sin presión pueden adquirir esta cuando su cantidad
aumenta.
Las aguas con presión (artesianas) yacen en determinadas condiciones geológicas,
formando cuencas artesianas. Cuando se hace una perforación, las aguas bajo
presión suben más arriba del estrato impermeable que las cubre. En la cuenca
artesiana se distinguen zonas de alimentación, de presión y de descarga. En las
zonas de alimentación, los estratos acuíferos no están cubiertos por un estrato
impermeable, aquí puede haber también aguas sin presión. En la zona de presión
el agua sube y puede formar manantial cuando hay pozos. En la zona de descarga
el agua fluye a la superficie, pasa a la zona freática o alimenta un río.
Las aguas artesianas no pudieron formarse solo a cuenta de la infiltración de las
precipitaciones atmosféricas; probablem ente surgieron junto con la acumulación de
sedimentaciones. Durante las transgresiones marinas, el agua penetró en la roca y
permaneció en ella experimentando variaciones graduales.

La composición química de las aguas artesianas difiere, por ejemplo, en los es-
tratos superiores (a los 100-600 m de profundidad) son de agua dulce (hasta lg/l ) o
ligeramente mineralizadas, hidrocarbonatadas y en ellas se hace sentir la influencia
determinante de las aguas atmosféricas, superficiales y subterráneas. Las aguas
que yacen a grandes profundidades son muy salobres (más de 50g/l),
preferentemente cloruradas. El origen de las sales está relacionado con el origen
de estas aguas (que en lo fundamental son de sedimentación). En los horizontes
intermedios de las aguas artesianas se produce una mezcla de las aguas poco y
muy mineralizadas, acompañadas de un cambio en la mineralización. Son de gran
interés las aguas minerales que tienen propiedades medicinales como las
carbonatadas, las sulfhídricas, ferríticas, de radón, etcé tera.
Las aguas artesianas tienen en algunos casos una alta temperatura. Se considera
que en las áreas de plataformas de la corteza terrestre, a la profundidad de 10 km
la temperatura del agua debe ser mayor de 300 °C En las condiciones de alta
presión, el agua hierve a una temperatura bastante mayor a la de 100 °C y por eso
se puede encontrar hasta una profundidad de 10-12 km; a mayor profundidad es
posible que haya solo vapor de agua. De esta manera, la temperatura de las aguas
artesianas depende de la profundidad a que se hallen y también de las condiciones
climáticas.

El agua que tiene una temperatura de 20 a 37 °C se llama caliente, la que tiene de


37 a 42 °C, termal v más de 42 °C, hipertermal. Las aguas subterráneas calientes
se aprovechan cada vez más, sobre todo en las regiones volcánica, por ejemplo en
Reykjavik (bahía del vapor), donde todas las viviendas y empresas industriales las
empiezan por la calefacción. Se aprovecha el calor de las aguas subterráneas
también para generar energía eléctrica barata (es 10 12 veces más económica que
la energía de las centrales termoeléctricas. En URSS se perforan cientos de pozos
artesianos en las capas acuíferas calientes. En Majachkala los pozos profundos de
perforación dan por día 4 000 m 3 de agua a una temperatura de 55 -68 °C, que se
utiliza para fines domésticos. Se han hecho proyectos para un uso más amplio del
calor de las aguas subterráneas, en Kamchatka se ha construido la primera
estación hidrotérmica de URSS (sobre el río Pauzhetka).
Las reservas de agua subterránea de intercapas son muy grandes. Es muy
importante la presencia de estas aguas, sobre todo en las zonas de sequía. En los
desiertos del Asia central, por casi todo lugar a 10-200 m de profundidad v más hay
aguas subterráneas saladas, que se nutren en parte de las aguas que se escurren
desde las lejanas montañas. En realidad, en su trayecto ellas disuelven las sales
del suelo y de las rocas de los horizontes acuíferos y se tornan saladas. En la
superficie del agua salada flotan lentes de agua dulce de origen local. Sil
surgimiento se debe a la infiltración de las precipitaciones que caen con poca
frecuencia en estas localidades. En la parte occidental de la depresión del
Karakumi, en Chilmamedkum, la acumulación del agua es de cientos de miles de
millones de metros cúbicos.
Se han descubierto potentes horizontes acuíferos en la depresión de Sibcria
occidental, que se extienden aproximadamente desde la línea de Kustanai-
Semipalatinsk Biyisk-Krasnoyarsk hacia el norte y ocupan todo el espacio entre
Ycnisei y la prcmonrana oriental del Uval; al norte, probablemente se encuentran
por debajo del fondo del mar de Kara. De sur a norte, la profundidad de las aguas
va aumentando desde varias decenas de metros hasta más de 1 500 m, la
temperatura aumenta des de los 5 a más de 70 °C.

La estructura geológica y el relieve surgen de modo natural, en las aguas, en la


superficie de los lugares donde se combinan de manera favorable.

Congelación perpetua
Sobre gran parte de las tierras emergidas, cerca del 25%, de su área está en
congelación perpetua; esto (47% en el territorio de URSS) se produce donde las
temperaturas medias anuales son negativas, y las rocas, a cierta profundidad de la
superficie tienen una temperatura bajo cero durante años consecutivos. La capa de
rocas con temperaturas bajo cero se llama capa perpetuamente congelada. La
congelación perpetua puede ser seca, no contener agua; pero generalmente
contiene alguna semicongelada y a veces, en ella hay también agua en estado
líquido.

El límite de la congelación perpetua en Eurasia divide la península de Kola en


dos partes: norte (mayor) y sur (menor), y desde la garganta del mar Blanco
siguiendo el círculo polar, va hada los Urales, donde el límite se encorva
ligeramente hacia el sur y continúa en la llanura de Siberia occidental,
atravesándola desde el Obi hasta el Yenisei. Por la margen derecha del río el límite
desciende al sur, abarcando parte del territorio de la República Popular de
Mongolia y después pasa de nuevo al territorio de URSS, cerca de la ciudad de
Blagoviechiensky y forma una curva hacia el sur, hacia el estrecho de Tartaria. El
límite de la congelación perpetua pasa por Kamchatka de tal forma que fuera de
sus limites queda solo una franja a lo largo de la costa de la mitad sur de la
península. En América del Norte, la congelación perpetua ocupa las cuencas del
Yukon y del Mackenzie, la bahía de Hudson y la mitad norte del Labrador (fig. 86).

Figura 86. Extensión de la congelación perpetua.

La congelación perpetua se observa en las islas del Ártico y de la Antártida. El


problema de si hay o no congelación perpetua en las tierras emergidas cubiertas de
hielos continentales (Groenlandia y Antártida) aún no está resuelto.
El límite de la congelación perpetua es móvil. En la actualidad, se observa cierto
retroceso hacia el norte.

En el territorio situado dentro del límite de extensión de la congelación perpetua se


destacan grandes regiones de congelación, regiones con partes descongeladas y
regiones insulares de congelación.
La temperatura de la congelación perpetua a la profundidad de 15-20 m varía
entre 0,1 y 1,2 °C y depende del conjunto de las condiciones geográficas: relieve,
vegetación, altura de la capa de nieve, etc. Bajo las franjas de escurrimiento (ríos o
corrientes subterráneas) la temperatura sube y con frecuencia no hay congelación
o esta se halla a mayor profundidad que en las áreas adyacentes.

El espesor de la congelación perpetua es diferente, desde varios hasta 600-800


m. En general, el espesor desde las latitudes medias hacia las altas va
aumentando. El espesor máximo de la congelación perpetua es el de 800 w,
registrado en la costa del golfo de Jatang, su límite inferior depende de la entrada
de calor desde capas más profundas de la Tierra.
Más arriba de la congelación perpetua, en la superficie hay una capa de
congelación temporal, que se funde durante la estación cálida del año. El espesor
de esta capa está determinado por las condiciones climáticas y alcanza 5 m.
Cuando hay congelación perpetua a mucha profundidad, entre la capa de
congelación temporal y ella hay una que no se congela.
Las aguas subterráneas, en las condiciones de congelación perpetua son muy
especiales. El hielo que se forma al congelarse el agua en los poros de la roca, los
obtura convirtiéndola en impermeable. Por algunos lugares se encuentran
acumulaciones de hielo subterráneo, piedras de hielo: lentes, estratos, vetas
enterradas bajo una capa de roca o acuñadas en ella. En la congelación perpetua
encontramos agua sobre la capa congelada, en su interior y bajo ella.

Las aguas que se hallan sobre la capa congelada perpetua corresponden a la


congelación temporal y se alimentan de las precipitaciones atmosféricas y del agua
de los hielos que se funden en verano, pero no son abundantes. Generalmente,
estas aguas se hallan ligeramente mineralizadas, y como una excepción aquellas
muy mineralizadas, que se acumulan en las cuencas cerradas. Cuando la
temperatura desciende a menos de O °C, las aguas se encuentran por encima de
la capa de congelación y ejercen presión sobre el agua aún no congelada y la
última se va acumulando en los lugares con menos presión y, al congelarse,
levanta las capas superiores ya congeladas, formando hidrolacolitos y montículos.
El agua que brota a la superficie se convierte en montículos de hielo. Las aguas
que están sobre la capa de congelación perpetua, salen a la superficie en forma de
numerosas fuentes durante la temporada cálida del año.
Las aguas en el interior de la capa de congelación perpetua no están congeladas
cuando se mueven y se observan con mayor frecuencia en las zonas de fusión.
Estas aguas vinculan las que están tanto sobre la capa como bajo la capa.
congelada perpetuamente y, en este caso, su movimiento puede ser descendente y
ascendente. En el primer caso, se alimentan de las aguas que están sobre la capa
de congelación perpetua y sus cualidades (temperatura, salinidad) dependen de las
condiciones externas en el segundo, se alimentan de las aguas que se hallan
debajo de la capa de congelación perpetua y tienen sus mismas propiedades.
Las aguas bajo la capa de congelación perpetua no se congelan nunca y con
frecuencia están bajo presión. El grado de mineralización es variable y la
temperatura aumenta con la profundidad. Las aguas subterráneas de las zonas que
no tienen congelación perpetua se diferencian por las condiciones de alimentación
y descarga. Estas aguas se alimentan a través de las áreas fundidas y sus brotes a
la superficie forman fuentes ascendentes. Los tres tipos de agua actúan
recíprocamente bajo los valles de los grandes ríos y en las cuencas de los lagos,
donde no hay congelación perpetua.
El surgimiento de la congelación perpetua posible en las condiciones de muy bajas
temperaturas, y la capa de nieve tiene poco espesor, por lo que no protege del
intenso frío las capas de rocas contra la congelación. Estas condiciones existían en
la época glacial en las regiones que no estaban cubiertas de hielo y existen ahora
donde el invierno es muy riguroso y con poca nieve, y el verano es tán corto que la
capa congelada durante el invierno no se funde. La congelación perpetua pudiera
ser un relicto de la última glaciación; pero puede surgir también en las condiciones
actuales. El surgimiento de la congelación perpetua se observa en las islas de
formación reciente de los deltas de los ríos que desembocan en el océano Glacial
Ártico.

Formación de las aguas subterráneas


Las aguas subterráneas se forman a expensas de la infiltración en la corteza
terrestre, de las precipitaciones atmosféricas, de las aguas de transgresiones
marinas, de percolación de lagos v ríos, así como de la nieve y el hielo fundidos. La
cantidad de agua que se desprende al enfriarse el magma contenido en el interior
de la corteza y que forma parte de este, como elemento integrante de las
combinaciones químicas, constituye una parte insignificante de las aguas
subterráneas y se llama agua juvenil,
La penetración en el suelo y el subsuelo de la humedad procedente de la superficie
tiene mayor importancia que la penetración de los vapores de agua que se
condensan en los poros de las rocas. No obstante, en determinadas condiciones,
este último proceso puede ser esencial. Según la opinión de A.F. Lebedev, las
condiciones más favorables para la condensación de la humedad se hallan en la
capa donde la temperatura anual se mantiene permanente. La condensación de los
vapores adquiere gran importancia en la zona de congelación perpetua. A causa de
la condensación de la humedad de la atmósfera surgen los horizontes de arena
húmeda en las barcanas del desierto.
La intensidad y la magnitud de la infiltración se determinan por la combinación de
las condiciones climáticas, por el grado de disección del relieve, por la mayor
porosidad de los suelos y subsuelos y por el carácter de vacencia de las rocas.
El valor físico geográfico de las aguas subterráneas es grande v presenta aspectos
muy variados, las aguas subterráneas reponen continuamente las que pierden los
ríos y los lagos. Estas aguas diluyen distintas sustancias contenidas en las rocas y
las trasladan (migración de los elem entos en el agua). La actividad de las aguas
subterráneas provoca a veces el deslizamiento de las capas de rocas por las
pendientes, o sea, corrimientos por el acarreo de pequeñas partículas de roca y
asentamiento de las superficies, por su fusión y por disolución de rocas: sales,
yeso, caliza, dolomita, con la constitución de curiosas formas de relieve (Carso).
Las aguas freáticas, al ser retenidas en la superficie originan pantanos.

' Las aguas subterráneas desempeñan un gran papel en el suministro de agua y


Sustancias nutritivas a las plantas.
Se utilizan en las ciudades y en las localidades rurales. En este aspecto, son
favorables, sobre todo, las aguas que se encuentran entre estratos (en particular
las artesianas), que se ven protegidas contra la contaminación por la capa
impermeable.
En los desiertos y semidesiertos, las aguas subterráneas son la única fuente de
abastecimiento de agua y se utilizan, no solo para el consumo sino también para el
regadío. En India, por ejemplo, el 15% del territorio se riega con aguas subterrá-
neas. En los pastizales de la zona desértica y semidesértica de la estepa y de las
sabanas, los animales beben aguas procedentes del manto subterráneo. Las aguas
minerales se utilizan con fines medicinales. Las empresas de la industria química
extraen muchos elementos químicos de las aguas subterráneas. También se
utilizan cada vez más las aguas subterráneas calientes en las termo centrales, para
la calefacción de los edificios, para el suministro de los baños públicos, en las
lavanderías, etcétera. /
RÍ0S

El río es una corriente de agua natural que socava un cauce por el cual fluye
continuamente.
En cada río se distinguen las fuentes que le dan origen, o sea, su nacimiento, la
corriente o curso superior, el curso medio, el inferior y la desembocadura. En las
fuentes de nacimiento comienza el río por la unión de varios riachuelos que surgen
en los lugares donde brotan las aguas subterráneas o se colectan las aguas de las
precipitaciones atmosféricas que caen sobre la superficie. Fluyen desde pantanos
(como el Volga) o de lagos y glaciares, alimentándose de las aguas acumuladas en
ellos. En la mayoría de los casos la fuente de un río se define solo
convencionalmente.
Un río comienza su curso superior desde el nacimiento y la corriente por lo general
es menos caudalosa que los cursos medio e inferior, pero tiene mayor velocidad y
acción erosiva, a causa de la mayor inclinación de la superficie por donde fluye. En
el curso medio, el no se torna caudaloso, pero la velocidad de la corriente
disminuye y transporta esencialmente elementos de erosión o derrubio, producidos
en el cauce del curso superior. En el curso inferior, donde el movimiento de la
corriente es más lento, predomina la deposición (acumulación). El curso inferior del
río culmina en la desembocadura.
La desembocadura de un río es el lugar por donde vierte sus aguas al mar, a un
lago o a otro río. En un clima seco, donde el río consume mucha agua en la evapo-
ración, el regadío y la infiltración, puede agotarse gradualmente antes que él llegue
al mar o a otro río. Las desembocaduras de estos ríos se llaman ciegas. Todos los
ríos que fluyen por un territorio forman su red fluvial que, juntoS CORREN los lagos,
pantanos y glaciares constituyen la red hidrográfica.

La red fluvial se compone de sistemas fluviales.


El sistema fluvial incluye el río principal, que le da nombre, y los afluentes. En
muchos de los sistemas fluviales el río principal se destaca claramente solo en el
curso medio y, sobre todo en el superior, su delimitación es difícil. Como caracteres
del río principal pueden ser aceptados la longitud, el caudal, la situación axial en el
sistema fluvial, la edad relativa del valle fluvial (el valle es más viejo que el de los
afluentes).
Los ríos principales de la mayor parte de los grandes sistemas fluviales no
responden de pronto a todos estos caracteres, por ejemplo: el Missouri es más
largo y
más caudaloso que el Mississipí; el Kama lleva al Volga una cantidad de agua no
menor de la que este último contiene en el lugar de la confluencia; el Irtish es más
largo que el Obi y su posición corresponde más a la de un río principal en el
sistema fluvial. Históricamente se convierte en río principal de un sistema fluvial, el
que era conocido por el hombre antes y mejor que los demás ríos .

Se llama río de primer orden a los afluentes que se unen directamente al río
principal, de segundo orden a los afluentes que se unen a los anteriores y así,
sucesivamente serán de tercer, cuarto, quinto... órdenes.

El sistema fluvial se caracteriza por la extensión de los ríos que lo integran, por
la sinuosidad de ellos y por la densidad de la red fluvial. La extensión de los nos es
el largo total de todos los ríos del sistema fluvial, medidos en un mapa de gran
escala. El grado de sinuosidad de un río se define por el coeficiente de sinuosidad
(fig.87), relación del largo de un río respecto al largo de la línea recta que une la
desembocadura con la fuente de nacimiento. Densidad de ¡a red fluvial es la rela-
ción entre la extensión total de los ríos de una red fluvial dada y el área que ocupa
hm
(——-). En un mapa, incluso de escala pequeña, se ve que la densidad de la red
km
fluvial, en las distintas zonas naturales, no es igual.

En las montañas, la densidad de la red fluvial es mayor que en las llanuras, por

ejemplo, en las vertientes septentrionales de la cordillera del Cáucaso es de 1,49 —


—^ h m
en tanto que en las llanuras de la Precaucasia es de 0,05 km
sinuosidad = 1,01 sinuosidad = 1,04 sinuosidad = 1,11 sinuosidad = 1
21

Figura 8 7. Sinuosidad de los ríos.

El área desde donde el agua escurre hacia un mismo sistema fluvial se llama
cuenca de recepción de escurrimiento sistema fluvial. La cuenca de un sistema
fluvial está formada por las cuencas de los afluentes de primer orden, que a su vez
se componen de cuencas de segundo orden y así sucesivamente. Las cuencas de
los ríos son parte de las cuencas de los mares y océanos. Todas las aguas de la
tierra emergida están divididas entre las cuencas principales de:

1. los océanos Atlántico y Glacial Ártico (con un área de 67 359 000 km1};

2. los océanos Pacífico e Índico (con un área de 49 419 000 km 2 );

3. la región de escurrimiento interno (con un área de 32 035 000 km 1).

Las cuencas fluviales tienen distinta dimensión y formas muy variadas. Se


distinguen cuencas simétricas (como la del Volga) y asimétricas (como la del
Yenisei).
Las dimensiones y la forma de la cuenca definen, en grado considerable, la
cantidad y el régimen de escurrimiento de un río. Es importante también la
situación de la cuenca fluvial, que puede hallarse en distintas zonas climáticas y
puede extenderse en dirección latitudinal, dentro de una misma zona.
Las cuencas están limitadas por los parteaguas. En los países montañosos
pueden ser líneas que, en general, coinciden con las crestas de las cordilleras. En
las llanuras, sobre todo en las más bajas y pantanosas, los parteaguas no están
muy bien determinados.
En algunos lugares es imposible trazar un parteaguas, porque la masa de agua
de un mismo río se divide en dos partes dirigidas hacia sistemas distintos. Este
fenómeno se llama bifurcación de un río (su división en dos). Un claro ejemplo de
bifurcación es la división del curso superior del río Orinoco en dos ríos. Uno de
ellos, en el cual se mantiene el nombre de Orinoco, fluye hada el Atlántico
mientras que otro, el Casiquiarc, desemboca en el Negro, afluente del Amazonas.

Los parteaguas limitan las cuencas de los ríos, de los mares y de los océanos. Las
cuencas principales, la del Atlántico v el Glacial Ártico (Ártico-Atlántica) por una
parte, y la del Pacífico y el Indico por otra, están limitadas por el parteaguas
principal de las tierras emergidas, a nivel mundial.
La situación de los parteaguas no es invariable. Sus desplazamientos están
relacionados con el lento encajamiento del curso superior de los ríos, como
resultado del desarrollo de los sistemas fluviales, v con la transformación de la red
fluvial producida por los movimientos tectónicos de la corteza terrestre.

Cauce del río


Las corrientes de agua fluyen por la superficie terrestre en las profundizaciones
longitudinales que van creando, llamadas cauces. Sin cauce no puede existir un
río. El concepto río incluye la corriente y el cauce. En la mayoría de ellos, el cauce
está socavado en la superficie por la cual fluyen, pero hay muchos ríos cuyos
cauces se elevan sobre la llanura que atraviesan Estos ríos socavaron sus cauces
entre los depósitos de sedimentos acarreados por ellos. Ejemplos de estos son: el
Hoang-Ho, Misisipí y el Po en su curso inferior. Estos cauces se desplazan
fácilmente y con frecuencia se produce la ruptura de su cordón lateral o dique,
produciendo una inundación.
El corte transversal! de un río, incluyendo su cauce se llama sección acuosa del
río. Si toda la porción acuosa es la sección de una comente en movimiento, coin-
cide con la llamada sección viva y si hay tramos inmóviles (con una velocidad de
movimiento que no puede ser captada por aparatos) se llaman espacios muertos.
En este caso, la sección viva será menor que la acuática en una cantidad igual al
área del espacio muerto. La sección transversal del cauce se caracteriza por tener
área, radio hidráulico y profundidad media y máxima.
El área de la sección transversal (F) se determina como resultado de las
mediciones de las profundidades de la misma en intervalos determinados,
tomados de acuerdo con la anchura del río. Según V.A. Apolov, e] arca de la
sección viva está relacionada con la anchura <B) y la máxima profundidad (H) en
la ecuación:

F=1-BH

El radio hidráulico (R) es la relación entre el área de la sección transversal y el


perímetro mojado (P), es decir, y el largo de la línea de contacto de la corriente
con el lecho:

R-^ R~J

El radio hidráulico caracteriza la forma del cauce en el corte transversal, porque


depende de la correlación de su anchura y su profundidad. En los ríos poco
caudalosos-
y anchos, el perímetro mojado es casi igual a la anchura; en este caso, el radio
hidráulico es casi igual a la profundidad media.
La. profundidad media (Hm) del corte transversal del río se determina
dividiendo su área por la anchura (B):

Hm-=J

La anchura y la profundidad máxima se obtienen haciendo mediciones directas.


Todos los elementos de la sección transversal vayan junto con la situación del
nivel del río. El nivel del río es propenso a variaciones permanentes, que son
observadas sistemáticamente en puestos de mediciones especiales.
El perfil longitudinal de un cauce fluvial se caracteriza por tener caída e inclinación.
La caída (A/>) es la diferencia entre las alturas de dos puntos (hi-h-¡). La relación
entre la caída y el largo (1) del tramo se llama inclinación (i):

,-Afc

La caída se expresa en metros y la inclinación se señala en tanto pormil.


Los ríos de las llanuras tienen inclinaciones pequeñas, mientras que las inclina-
ciones de los de montaña son grandes.

Cuanto mayor sea la inclinación tanto más rápida será la corriente del río (tabla
23).
TABLA 23

Ríos Inclinación en
Ríos
7., Inclinación
en %„
Obi 0,04 Amur 0,11
Neva 0,06 Ycnisei 0,37
Volga 0,07 Kuban 1,46
Dniéper 0,09 Terek 4,77

El perfil longitudinal del fondo del cauce y el perfil longitudinal de la superficie


acuosa se distinguen entre sí porque el primero es siempre una línea ondulada y el
segundo una línea suave (fig. 88).

1
!^. equivale a la caída de 1 - m-. km
TOO flOO 500 400 300 ri

Figura 88. Perfil longitudinal de los río».

Velocidad del movimiento de una corriente fluvial


En una corriente de agua es característico un movimiento turbulento cuya velo-
cidad varía continuamente en cada punto, tanto en intensidad como en dirección.
Esto facilita una mezcla constante del agua y la actividad erosiva de ella.
La velocidad del movimiento de la corriente fluvial no es igual en las distintas
partes de la sección viva Infinidad de mediciones realizadas nos muestran que la
velocidad máxima se observa generalmente cerca de la superficie. A medida que
se aproxima al fondo v a las paredes del cauce, la velocidad de la corriente va
disminuyendo gradualmente y en una capa de solo varias decenas de milímetros
de espesor inmediato al fondo disminuyen bruscamente, alcanzando en el mismo
fondo una magnitud próxima a cero.
Las líneas de distribución de velocidades iguales por la sección se llaman
isotajeas. El viento que sopla en favor de la corriente le aumenta su velocidad en
la superficie; el viento que sopla en contra de la corriente la hace más lenta. la
velocidad del movimiento del agua en la superficie también se hace más lenta
cuando está cubierta de hielo. El chorro que dentro de la corriente tiene máxima
velocidad se llama eje dinámico y el que tiene máxima velocidad en la superficie de
esta, hilo de la corriente. En ciertas condiciones, por ejemplo, cuando hay viento
que favorece la corriente, el eje dinámico de esta se halla en la superficie y
coincide con el hilo de la corriente.

La velocidad media en la sección viva (vm,) se calcula por la fórmula de Chezy

, , v=c> Ri
donde:
Ri es el radio hidráulico; i, la inclinación de la superficie de agua en el área de
observaciones; C es el coeficiente que depende de la aspereza y la forma del
cauce (la última se define con ayuda de tablas especiales).
Carácter del movimiento de una comente
I.as partículas de agua en la corriente se desplazan por efecto de la fuerza de
gravedad en dirección de la pendiente. La rapidez de desplazamiento es
disminuida por el rozamiento. Además de la fuerza de gravedad y del rozamiento,
en el carácter del movimiento de la corriente influye la fuerza centrífuga que surge
en las revueltas del cauce y la fuerza de rotación de la Tierra, que lo desvía. Estas
fuerzas producen la corriente transversal y circular en un terreno.

Por efecto de la’ fuerza centrífuga en el remolino, la corriente se comprime hacia


la orilla cóncava. En este caso, cuanto mayor sea la velocidad de la corriente tanto
mayor será la fuerza de la inercia, que le impide a esta variar de dirección y
desviarse de la orilla cóncava. La velocidad de la corriente cerca del fondo es
menor que en la superficie; por eso, la desviación es mayor en las capas
inmediatas al fondo que en las capas superficiales hacia la orilla contraria a la
concavidad. Esto facilita el surgimiento de una corriente a través del cauce.como el
agua se comprime hacia la orilla cóncava, la superficie de la corriente adopta una
inclinación transversal desde la orilla cóncava a la convexa. No obstante, el
desplazamiento del agua en la superficie no se produce por la inclinación desde
una orilla a la otra. Esto lo impide la fuerza centrífuga, que obliga a las partículas
de agua que vencen la pendiente, a desplazarse hacia la orilla cóncava. En las
capas inmediatas al fondo, como hay menos velocidad de corriente, la influencia de
la fuerza centrífuga se hace sentir menos y por eso el agua se desplaza de
acuerdo con la inclinación desde la orilla cóncava a la convexa. Las partículas de
agua que se desplazan a través del río se dirigen al mismo tiempo hacia abajo por
la corriente y su trayectoria se parece a una espiral.

La fuerza desviadora de la rotación de la Tierra obliga a la corriente a comprimirse


hacia la orilla derecha (en el hemisferio boreal) y como consecuencia, su superficie
(lo mismo que en el remolino por influencia de la fuerza centrífuga) adopta una
inclinación transversal. La inclinación y el diferente grado de acción de la fuerza
sobre las partículas de agua en la superficie y cerca del fondo producen una
contracorriente interna que va en dirección de las agujas del reloj (en elhemisferio
boreal), si miramos corriente abajo. Como este movimiento se forma a la vez con el
movimiento de avance de las partículas, estas últimas se mueven en espiral a lo
largo del cauce.

En el tramo rectilíneo del cauce, donde la fuerza centrífuga no existe, el carácter


de la corriente transversal está determinado, fundamentalmente, por el efecto de la
desviación producida por la fuerza de rotación de la Tierra. En los remolinos del
cauce, la inclinación producida por la rotación v la fuerza centrífuga se suman o se
restan; en dependencia de hacia donde se dirija el río, por tanto, la circulación
transversal se intensifica o se debilita.

La circulación transversal compleja y variada, puede surgir también por


influencia de la diferencia de temperatura (distinta densidad) del agua en
diferentes partes
de la sección, por influencia del relieve del fondo y por otras causas. La influencia
de la circulación transversal sobre la formación del cauce, como veremos más
adelante, es muy grande.

Escurrimiento fluvial. Sus características


La cantidad de agua por segundo que pasa a través de'la sección viva del río
constituye su caudal. El caudal (Q) equivale al área que ocupa la sección viva (F) a
una velocidad media(v m):

El caudal de agua en los ríos es muy variable, es más estable en los ríos regulados
por lagos o embalses . En los ríos de la zona templada corresponde un mayor
caudal al período de las crecidas primaverales, y el mínimo al estival. Con los
datos de los caudales cotidianos se construyen hidrogramas, o sea, gráficos de la
variación del caudal de los ríos en un tiempo dado.

La cantidad de agua que pasa a través de la sección viva del río durante un
período más o menos largo se llama escurrimiento del río. El escurrimiento se
define sumando los caudales de agua por el plazo de tiempo que interese (un día,
un mes, temporada, año). El volumen de escurrimiento se expresa en metros o
kilómetros cúbicos. Calculando el escurrimiento durante varios años se puede
obtener la cantidad media de muchos años (tabla 24).

TABLA 24 Caudal medio anual y escurrimiento de algunos ríos


Ríos Cauda! (^)
EscurrimientoRíos
(km por aiio)
Caudal Escurrimiento
M3 (km 3 por año) (m3/s)("j^)
(km 3 por año)
Amazonas 100 000 3 160 Yenisei 17 400 548
Congo 43000 1260 Amur 11 500 350
Ganges 38 000 1 120 Volga 8 000 252
Yangtse 22 000 690 Danubio5 500 203
Misisipí 19 100 600 Nilo 3 100 98

El escurrimiento fluvial depende de la cantidad de agua que penetre en el río desde


su cuenca. Para caracterizar el escurrimiento, además del caudal) sirven el módulo
de escurrimiento, la capa de escurrimiento y el coeficiente de escurrimiento,
El modulo de escurrimiento (M) es la cantidad de litros de agua que escurre por
unidad de superficie de la cuenca (1 km 2} es una unidad de tiempo (en segundos).
Si el caudal medio de agua en el río durante un lapso de tiempo es Qm3seg.— y el
área de la cuenca es Fkm1, el módulo medio de escurrimiento por ese período
sería:

M == 1 000 q/f 1/seg.Km 2

(el multiplicador 1 000 es imprescindible, porque Q es expresada en m 2 y M en


litros). El M del Nc va es de 10—, el del Don es de 9 / y el del Amazonas de 17-^.

La capa de cscurrimicnto es la capa de agua en milímetros cuadrados


quepudiera cubrir la cuenca de recepción, distribuyendo equitativamente por ella
todo el volumen del cscurrimicnto.
El coeficiente de escurrimiento (h) es la relación de la extensión de la capa
deescurrimiento respecto a la extensión de la capa de precipitaciones que cayeron
sobre esa área durante el mismo lapso de tiempo y se expresa en 7, o fracciones
de unidad, por ejemplo: el coeficiente de escurrimiento del Neva es de 65%, el del
Don de 16%, el deI Nilo de 4 7, y el del Amazonas de 28 %.

El escurrimiento depende de todo el conjunto de condiciones físico geográficas:


clima, suelos, estructura geológica de la zona, intercambio activo de agua,
vegetación, lagos y pantanos, así como de la actividad del hombre.
El clima es uno de los factores principales de la formación del escurrimiento.
Determina la magnitud de humedecimiento, la cual depende de la cantidad de
precipitaciones atmosféricas (elemento fundamental de la parte de entrada del
balance hídrico) v de la evaporación (índice fundamental de la parte de gastos de
dicho balance). Cuanto mayor sea la cantidad de precipitaciones y menor la
evaporación tanto mayor debe ser el humedecimiento y el escurrimiento. Las
precipitaciones y la evaporación determinan las posibilidades potenciales del
cscurrimicnto. El cscurrimicnto real depende de todo el conjunto de las condiciones
existente.

El clima influye en el cscurrimicnto, no solo directamente (a través de las


precipitaciones y la evaporación) sino también de otros componentes del complejo
geográfico, como el suelo, la vegetación, el relieve, los que en mayor o menor
grado dependen del clima. La influencia del clima en el escurrimiento, tanto directa
como a través de otros factores, se manifiesta en las diferencias zonales de la
magnitud y en el carácter del cscurrimicnto. La alteración de la magnitud zonal
efectiva del escurrimiento que a veces se observa, es producida por las
condiciones físico geográficas intrazonales locales.
Entre los factores que determinan el escurrimiento fluvial ocupa un lugar impor-
tantísimo en el componente superficial y subterráneo, la cobertura de suelo, que
realiza la función de intermediario entre el clima y el escurrimiento. De las
propiedades de la cobertura del suelo dependen la magnitud del escurrimiento, el
gasto de agua en la evaporación, la transpiración y la alimentación de las aguas
subterránea. Si el suelo infiltra débilmente el agua, el escurrimiento superficial será
grande, en el suelo se acumula poca humedad y el gasto en la evaporación y
transpiración no puede ser grande y se produce una escasa alimentación de las
aguas subterráneas. Dentro de esas mismas condiciones climáticas, pero cuando
el suelo tiene una capacidad de infiltración mayor, el escurrimiento l, por el
contrario es pequeño, en el suelo se acumula mucha humedad, el gasto en la
evaporación y transpiración es grande y se produce una abundante alimentación
de las aguas subterráneas. En el segundo de los dos casos descritos, la cantidad
de escurrimientos suoerficial menor que en el primero, pero en cambio, a expensas
de la alimentación subterránea, es más equitativa. El suelo, al ser impregnado por
el agua de las precipitaciones atmosféricas puede retenerla y hacerla pasar a la
profundidad, fuera de la zona accesible a la evaporación. De la capacidad de
retención del suelo depende la correlación del gasto de agua en la evaporación del
suelo y en la alimentación de las aguas subterráneas. El suelo que retiene bien el
agua gasta más en la evaporación v deja pasar menos a la profundidad. Como
resultado del humedecimiento de los suelos que tienen una alta capacidad de
retención, el escurrimiento superficial aumenta. Las propiedades de los suelos se
combinan de diferente manera y esto se refleja en el escurrimiento.
La influencia de la estructura geológica en el escurrimiento fluvial es
determinada en lo fundamental, por la permeabilidad de las rocas y en general, es
afín a la influencia de la cobertura de suelos. También tiene importancia la
yacencia de capas impermeables respecto a la superficie terrestre. La yacencia
profunda de rocas im permeables facilita la conservación del agua infiltrada contra
su evaporación. La estructura geológica influye en el grado de regulación del
escurrimiento y en las condiciones de alimentación de las aguas subterráneas.
La influencia de los factores geológicos depende menos de las condiciones
zonales que todos los demás factores y en algunos casos sobrepasa la influencia
de la zonación.
La vegetación influye en el escurrimiento tanto directamente como a través de la
cobertura de los suelos. La influencia directa consiste en la transpiración El
Escurrimiento fluvial depende de la transpiración lo mismo que de la
evaporación desde el suelo. Cuanto mayor sea la transpiración tanto menores
serán ambas com ponentes de! escurrimiento fluvial. Las copas de los árboles
retienen hasta un 50 % de las precipitaciones caídas, que luego se evaporan.
Durante el invierno, el bosque protege el suelo de la congelación, durante la
primavera modera la intensidad de la fusión de las nieves, lo cual facilita la
infiltración de las aguas de fusión y la reposición de las reservas de aguas
subterráneas. La n
i fluencia de la vegetación sobre el escurrimiento a través del
suelo, se debe a que la vegetación es uno de los factores de la formación del
suelo. Del carácter de la vegetación dependen en considerable grado las
propiedades de infiltración y de retención de las aguas. La capacidad de infiltración
del suelo es muy grande en el bosque.
El escurrimiento en el bosque y en un campo en general se diferencian muy poco,
pero la estructura sí se diferencia. En el bosque hay menos escurrimiento
superficial y más res ervas de aguas freáticas (escurrimiento subterráneo), que son
valiosas para la economía.
En la correlación entre los componentes del escurrimiento (superficial y
subterráneo) se observa una ley zonal en los bosques; en los de área forestal, el
escurrimiento superficial es grande (hay mayor humectación), aunque es menor
que en el campo. En la zona del bosque-estepa y de la estepa dentro del bosque,
prácticamente no hay escurrimiento superficial y toda el agua recibida por el suelo
se consume en la evaporació n y en la alimentación de las aguas subterráneas. En
general, la influencia del bosque en el escurrimiento es reguladora y protectora del
agua.
El relieve actúa sobre el escurrimiento de diferente manera, en dependencia del
tamaño de las formas. Es grande, sobre todo, la influencia de las montañas. Con la
altura varía todo el conjunto de condiciones físico geográficas (la zonalidad altitud-
dinal) y como resultado también varía el escurrimiento. Como el cambio del con-
junto de las condiciones con la altura puede ser rápido, el cuadro general del
escurrimiento en las montañas altas se complica. Con la altura, la cantidad de
precipitaciones aumenta hasta cierto límite y el escurrimiento en general aumenta.
Es notable el aumento del escurrimiento, sobre todo en las pendientes de
barlovento; por ejemplo, el módulo de escurrimiento en las vertientes occidentales
de los montes Escandinavos es de 200 l/seg x km 2 . En el interior de las zonas
montañosas el escurrimiento es menor que en la periferia. El relieve adquiere gran
importancia para la formación del escurrimiento a causa de la distribución del
manto de nieve. También el microrrclieve influye sustancialmente sobre el
escurrimiento. Las pequeñas depresiones del relieve, donde se acumula el agua,
facilitan su infiltración y evaporación.
La inclinación de la superficie y la escarpa de las pendientes influyen sobre la
intensidad del escurrimiento y sobre sus variaciones, pero no se hacen sentir
mucho sobre su magnitud.
Al evaporarse el agua que se acumula en los lagos, disminuye el escurrimiento
del cual estos son los reguladores. En este aspecto es muy importante el papel de
los grandes lagos con corrientes. La cantidad de agua de los ríos que fluyen desde
estos lagos casi no varía durante el año. Por ejemplo, el caudal del Neva es de
1 000 - 5 000 m/seg- , mientras que el del Volga en Yaroslav, antes de ser
regulado variaba durante el año de 200 a 11 000 m7s -
Sobre el escurrimiento ejerce gran influencia la actividad económica del hombre,
quien introduce grandes cambios en los complejos naturales. Es grande también el
efecto que ejerce el hombre sobre la cobertura vegetal. Cuantos más espacios
roturados haya tanto mayor cantidad de precipitaciones se infiltrarán por el suelo,
lo humedecerán y alimentarán las aguas subterráneas, y tanto menor será la
cantidad que se escurra por la superficie. La agricultura primitiva destruye los
suelos, disminuye la capacidad de asimilación de la humedad, y por consiguiente,
se produce un aumento del escurrimiento superficial y el debilitamiento de la
alimentación subterránea. Cuando la agricultura es racional), aumenta la capacidad
de infiltración de los suelos con todas las consecuencias positivas que se
producen.
Las medidas que se toman para retener la nieve, con el propósito de aumentar la
humedad que penetra en el suelo, influyen sobre el escurrimiento.
Los embalses artificiales ejercen una influencia reguladora sobre el escurrimiento
fluvial. El escurrimiento disminuye con el gasto de agua en regadíos y otros
consumos.
El pronostico del caudal y del régimen de un río es importante para planificar el uso
de los recursos hidráulicos de un país.
La distribución del escurrimiento sobre un territorio se puede mostrar mediante
mapas especiales, donde figuran las isolíncas de la magnitud de escurrimiento, los
módulos o el escurrimiento anual. En el mapa del escurrimiento fluvial se observa
la manifestación de la zonalidad latitudinal en la distribución del escurrimiento, que
está bien expresada, sobre todo en las llanuras y también se revela claramente la
influencia del relieve sobre el escurrimiento.

Alimentación de los ríos


Se distinguen cuatro fuentes básicas de alimentación de los ríos: la lluvia, la nieve,
¡os glaciares v las aguas subterráneas. El papel de una u otra fuente de
alimentación, su combinación v distribución en el tiempo, dependen esencialmente
de las condiciones climáticas. Por ejemplo, en los países de clima cálido no hay
alimenación de nieve ni de aguas subterráneas profundas, la única fuente de
alimentación son las lluvias. En un clima frío, la alimentación fundamental de los
ríos es la procedente de las aguas de fusión y durante el invierno, de las
subterráneas. En un clima templado se combinan las distintas fuentes de
alimentación (fig. 89).
La cantidad de agua de un río varía según su alimentación. Estos cambios se
manifiestan en las variaciones del nivel del río. Las observaciones sistemáticas del
•nivel de los ríos permiten determinar la regularidad de los cambios que se
producen en la cantidad de agua que contengan en el tiempo, o sea, su régimen.
En el régimen de los ríos de un clima templado-frío, en cuya alimentación son
importantes las aguas de la fusión de las nieves, se destacan claramente cuatro
fases o temporadas: las crecidas primaverales, el estiaje de verano, las avenidas
de otoño y el estiaje de invierno. La crecida, la avenida y el estiaje son propios del
régimen de los ríos que se hallan en regiones con diferentes condiciones
climáticas.
La crecida es el aumento de aguas que experimenta un río cad a año durante una
misma temporada o estación, elevándose así el nivel de este. Puede deberse a la
fusión primaveral de las nieves en los llanos, a la estival de la nieve y del hielo en
las montanas, y a los aguaceros.
El tiempo en que comienza y la duración de la crecida es diferente cuando las
condiciones son distintas. La crecida producida por la fusión de las nieves en un
día, en un clima templado, comienza en la primavera; en uno frío, en el verano; v
en las montañas se prolonga durante la primavera y el verano. La crecida
producida por las lluvias en un clima monzónico abarca la primavera y el verano, y
en uno ecuatorial alcanzad otoño; invierno. El escurrimiento de algunos ríos
durante la creada, es hasta 90 % del anual. mientras que en un clima mediterráneo
comienza en

Figura 89. Gráfica de las componentes del escurrimiento (en el ejemplo del río
Izora.

El estiaje es el nivel mínimo del agua en un río, en el que predomine la


alimentación subterránea. El estiaje de verano comienza como resultado de una
alta capacidad de infiltración de los suelos y una intensa evaporación, el de
invierno se produce como resultado de la falta de alimentación superficial.
Las avenidas son ascensos del nivel del agua no periódicos y relativamente
breves, producidos por la entrada de las aguas pluviales y de fusión al río. La altura
de las avenidas depende de la intensidad de las lluvias o de la fusión de las nieves.
Las avenidas pueden considerarse como una ola producida por la rápida entrada
de agua en el cauce.

A. I. Voieikov, que considera a los ríos como "producto del clima" de sus cuencas,
en 1884 creó una clasificación de los ríos por las condiciones de su alimentación.
I.as ideas expuestas por Voieikov como base de la clasificación de los ríos se
tuvieron en cuenta en vanas clasificaciones, de las cuales la más completa y
exacta fue la elaborada por M.I. Lvovich, quien clasifica los ríos en dependencia de
la fuente de alimentación y del carácter de la distribución del escurrimiento durante
el año. Cada una de las cuatro fuentes de nutrición: pluvial, nival, glacial y
subterránea, en determinadas condiciones puede resultar casi única y exclusiva,
constituyendo más del 80% de toda la alimentación, o puede tener un valor
preferente en la alimentación del río (del 50-80%), o puede predominar ( > 50 7, )
entre otras fuentes que desempeñan también en el un papel notable. En el último
caso la alimentación del río se llama mixta.
El escurrimiento puede ser primaveral, estival, otoñal o invernal. En este caso
puede concentrarse casi exclusiva ( > 80 7-,) o preferentemente (del 50 al 80 7i) en
una de las cuatro estaciones del año, o tener lugar en todas las estaciones del año,
predominando (> 50 7, ) en una de ellas.
Las combinaciones naturales de las distintas fuentes de alimentación con
diferentes variantes de distribución del escurrimiento durante el año, permitieron a
I.vovich separar los tipos de régimen fluvial. Sobre la base de las leyes principales
del régimen fluvial se destacan sus tipos zonales principales: polar, subá rtico,
templado, subtropical, tropical y ecuatorial.
Los del tipo polar se alimentan durante un breve período de las aguas de fusión de
los hielos polares y de la nieve, pero la mayor parte del año permanecen
congelados. Los ríos del tipo subártico se alimentan de aguas de la fusión de las
nieves y la alimentación subterránea es insignificante. Muchos de ellos se congelan
y alcanzan su máximo nivel durante el verano (crecida estival) a causa de la prima-
vera prolongada y las lluvias de verano.

Los del tipo templado se dividen en cuatro subtipos:


1. Donde predomina la alimentación causada por la fusión primaveral de la
cobertura de nieve.

2. Donde predomina la alimentación fluvial, con un pequeño escurrimiento


durante la primavera como consecuencia de las abundantes lluvias, así como
por influencia de la fusión de la nieve.

3. Donde predomina la alimentación pluvial durante el invierno, las lluvias son


distribuidas en forma más regular durante el año.
4. Donde predomina la alimentación pluvial durante el verano producida por las
lluvias continuas de origen monzónico.

Los de tipo subtropical se alimentan esencialmente de aguas pluviales durante el


invierno.
Los ríos de tipo tropical tienen un escurrimiento muy pequeño. Predomina la
alimentación pluvial estival y durante el invierno hay pocas precipitaciones.
Los de tipo ecuatorial tienen una abundante alimentación pluvial durante todo el
ano y el escurrimiento máximo es durante el otoño en e! hemisferio
correspondiente.
En los ríos de las zonas montañosas son características las leyes de la zonalidad
vertical.

Régimen térmico de los ríos


El régimen térmico de los ríos está determinado por la absorción de calor
procedente de la radiación solar directa, por la irradiación efectiva de la superficie
del agua, por la pérdida de calor en la evaporación y durante la condensación, y
por el intercambio de calor entre la atmósfera y el lecho del río. La temperatura del
agua y sus cambios dependen de la correlación entre la entrada y salida del
balance de calor.

Según el régimen térmico, los ríos pueden ser divididos en tres tipos:

1. Ríos muy cálidos, sin variaciones temporales de la temperatura.


2. Ríos cálidos con variaciones notables de la temperatura según las
estaciones, pero que no se congelan en el invierno.
3. Ríos con grandes variaciones de la temperatura según las estaciones y que
se congelan durante el invierno.
Como el régimen térmico de los ríos está determinado, en primer lugar, por el
clima, los grandes ríos que fluyen a través de diferentes zonas climáticas tienen un
régimen distinto en las diferentes partes. El régimen térmico más complejo es el
que tienen los ríos de las latitudes templadas. Durante el invierno, cuando el agua
se enfría más allá de! punto de congelación, comienza el proceso de la formación
del hielo.
Cuando la corriente es rápida, el proceso de congelación demora por la mezcla
de las aguas v estas pueden tornarse más frías en vanas centésimas de grado. En
dichas condiciones, los cristales de hielo surgen en todo el espesor del agua y se
forma el hielo de fondo v de profundidad. Los pedazos de hielo que flotan por el río
originan los hielos flotantes primaverales.
Los ríos pequeños, por regla general, se congelan antes que los grandes. La
cubierta de hielo y la nieve que se depositan sobre él protegen las aguas contra su
enfriamiento, Si las pérdidas de calor continúan, el hielo comienza a crecer desde
abajo. El espesor de la cobertura de hielo en los ríos de URSS es de 0,25 a 1,5 m
y más.
La época de congelación de los ríos y la duración del período durante el cual
permanece congelado es muy diferente: el Lena está cubierto de hielo unos 270
días al año; el Mczen, 200; el Oka, I 39; el Dniéper 98 días, etcétera.
Por la influencia de los abundantes brotes de aguas subterráneas o como
consecuencia de una afluencia de agua lacustre más cálida, en algunos ríos,
durante todo el invierno pueden mantenerse claros en el hielo (por ejemplo en el
Angara).
TABLA 25

Escurrimiento medio anual de sustancias disueltas en las desembocaduras de


algunos ríos (según O. A. Aliokin)

Escurrimiento de Escurrimiento de
sustancias disueltas sustancias disueltas
RÍOS (millones t por año)Ríos (millones t por año)
Valga. 46,5 Am u-Daria 17,7
Obi 29,5 Pechora 5.5
Amur 18,7 Neva 2.9

Escurrimiento sólido
Las partículas minerales sólidas que son transportadas por la corriente de los
ríos se llaman aluviones y se forman como consecuencia del acarreo de dichas
partículas desde la superficie de la cuenca y por el lavado del cauce. La cantidad
de partículas depende de la energía del agua que se mueve y de la resistencia de
la roca que se lava.
Los aluviones se dividen en externos y de fondo. Esta división es condicional,
porque cuando la corriente cambia de velocidad, una categoría de aluviones pasa
a otra rápidamente. Cuanto mayor sea. la velocidad de la comente tanto mayores
pueden ser las partículas en suspensión. Cuando disminuye la velocidad, las
partículas más voluminosas caen al fondo y son ya arrastradas.
La cantidad de aluviones en suspensión acarreados por la corriente a través de
la sección viva del río, por unidad de tiempo (segundo), comprende el gasto de
aluviones en suspensión (Rkm/m 3 ). I.a cantidad de aluviones en suspensión que
pasa a través
de la sección viva del río en un lapso a
l rgo, comprende el escurrimiento de los
aluviones en suspensión.
Conociendo el gasto de aluviones en suspensión y el caudal del río, se puede
definir su túrbidos o cantidad de gramos de las suspensiones por metro cúbico de
agua;
Cuanto más violento sea el derrubio y cuanto más partículas sean depositadas
en el río tanto mayor será la turbidez. La turbidez máxima entre los ríos de URSS
y está en los de la cuenca del Amu-Daria (de 2 500 a 4 000 –g/m 3). La turbidez
menor
es característica de los ríos del norte 50g/m 3 .
El escurrimiento medio anual de aluviones en suspensión de algunos ríos figura
en la tabla 26.

TABLA 26

Escurrimiento anual Escurrimiento anual


de aluviones en sus de aluviones en sus
Ríos pensión (millones t)Ríos pensión (millones t)
Hoang-Ho hasta 1 500 Volga 18
Indo 450 Obi 12.9
Misisipí 211 Pechora 6f
Nilo 62 Neva Oft2
Am u-Daria 96
Durante el año, el escurrimiento de aluviones en suspensión se distribuye de
acuerdo con el régimen de escurrimiento del agua y es máximo en los grandes ríos
de URSS durante el periodo de las crecidas.
Los aluviones de fondo o de arrastre comprenden el 1-5 % de la cantidad de
aluviones en suspensión.
Según la ley de Erv, la masa de partículas desplazadas mediante el agua por el
fondo (M) es proporcional a la velocidad (v) a la sexta potencia: M = .Av 6 (A es el
coeficiente). Si la velocidad aumenta en tres veces, la masa de partículas que el río
es capaz de transportar aumenta setecientas veintinueve veces. De aquí queda ex-
plicado por que los ríos tranquilos de llanura desplazan tanta arena, en tanto que
los ríos de montaña arrastran cantos rodados.

Cuando la rapidez es grande, los aluviones de fondo que forman una capa cuyo
espesor es de vanas decenas de centímetros pueden ser movidos. El acarreo de
estos aluviones puede ser muy desproporcional, porque la velocidad cerca del
fondo varía considerablemente. Por eso, en el fondo del río se forman olas de
arena.
La cantidad total de aluviones (en suspensión y de fondo) que pasan a través
de la sección viva del río se llama escurrimiento sólido.
Los materiales que transporta el río experimentan cambios: se elaboran (se
gastan, se parten y ruedan), son seleccionados (según el peso y el tamaño) y
como resultado se forma el aluvión.

Energía de la corriente
La corriente de agua que se mueve por el cauce tiene energía y es capaz de rea-
lizar un trabajo. Esta capacidad depende de la masa de agua que se mueva y de
su velocidad. La energía del río en un tramo de L km con una caída de // m y un
caudal de Q= m 3 /s es de 1000 • H Kgm / s. Como 1 kw equivale a 103kgm / s ,la
potencia del río en dicho tramo es de 1000 QH / 103 = 9,7 QH kw. Los ríos de la
Tierra acarrean anualmente hacia el océano 36 000 km3 de agua. Con una altura
media de la tierra emergida de unos 875 m, la energía de todos los ríos (A) es de
31,40. 1 OOO6 kgm.

La energía de los ríos se gasta en vencer la fricción en el derrubio, en el


transporte del material en estado disuelto, en suspensión y arrastre.
Como resultado de los procesos de erosión, transporte y acumulación de los
aluviones se va formando el cauce del río.

Formación del cauce del río


La corriente se va encajando en la roca por la cual fluye, al mismo tiempo que
elabora el perfil longitudinal. Entonces la tuerza cinética de la corriente (mv2 / 2) en
todo el trayecto del río será igual y se establecerá un equilibrio entre el derrubio, el
transporte y la acumulación de los sedimentos.

Este perfil del cauce se llama perfil de equilibrio. Con el aumento regular de la
cantidad de agua en el río corriente abajo, el perfil de equilibrio debe ser una curva
cóncava. La máxima inclinación está en el curso superior, allí donde la masa de
agua es mínima; comente abajo, la inclinación disminuye con el aumento de la
cantidad de agua (fig. 90). En los ríos de los desiertos, que reciben la alimentación
de las montañas y en el curso inferior pierden mucha agua en la evporación y en la
infiltración, se forma un perfil de equilibrio convexo en la parte inferior. Como
consecuencia de que la cantidad de agua, el volumen y carácter de los aluviones y
la velocidad en el trayecto de la corriente del río varían (por ejemplo, por influencia
de los afluentes), el perfil de equilibrio de estos tiene diferente curvatura en los
distintos tramos; puede ser cortado y escalonado, dependiendo de las condiciones
concretas existentes.

Figura 90. Elaboración del perfil longitudinal de un río: 1, superficie inicial; 2,


posiciones consecutivas de un río; 3, acumulación de sedimentos en las partes
bajas.

distancia por el valle del río


El río puede elaborar el perfil de equilibrio solo en las condiciones de un largo
período de tranquilidad tectónica v de una situación invariable de) nivel de base. La
alteración de estas condiciones implica la variación del perfil de equilibrio y la
renovación del trabajo para su formación. Por eso, prácticamente, el perfil de
equilibrio es inaccesible.
El perfil longitudinal de los ríos si no ha sido elaborado, tiene muchos
accidentes. El río lava intensamente los escalones y colma de aluviones las
oquedades del cauce, tratando de nivelarlas; al mismo tiempo, se va encajando de
acuerdo con la posición del nivel de base, que se extiende río arriba (erosión
regresiva). A causa de los accidentes del perfil longitudinal, en el río se forman
frecuentemente cascadas y rápidos.

La catarata es la caída de la corriente de un río desde un escalón muy marcado o


de varios escalones. Se distinguen dos tipos: las Niágara y las Yosemite. La
anchura de las cataratas del tipo Niágara supera a su altura. La catarata del
Niágara se divide en dos partes separadas por una isla: la anchura de la parte
canadiense es de unos 800 m y altura de 40 m, la anchura de la parte
estadounidense es de unos 300 m y altura de 5 1 m. Las cascadas del tipo
Yosemite (río Merced) forman un estrecho chorro de agua que cae desde una
altura de 727,5 m. A este tipo pertenece también la cascada más alta del mundo, la
del Ángel, de 1 054 m de altura en América del Sur.
El escalón de la cascada se va destruyendo y regresando río arriba. En la parte
superior lo lava el agua que fluye, v en la inferior se destruye enérgicamente por el
agua que cae desde arriba. Las cascadas retroceden con rapidez, sobre todo
cuando el escalón está compuesto de rocas que se lavan fácilmente, cubiertas solo
por arriba con capas de rocas duras. Esta estructura la tiene el escalón del
Niágara, que retrocede a una velocidad de 0,08 m al ano en la parte
estadounidense y 1,5 m en la canadiense.
En algunas regiones existen líneas de cascadas relac ionadas con escalones que
se extienden a grandes distancias v se ajustan a las líneas de fallas. En el
piamonte de los Apalaches, al pasar de las montañas al llano, todos los ríos forman
cascadas y rápidos, cuya energía se usa ampliamente en la industria. En URSS, se
localiza una líneas de cascadas en los países del Báltico (precipicio de la meseta
silúrica).
Los rápidos son tramos del cauce donde la caída del río aumenta y, correspon
dientemente, aumenta la velocidad de la corriente. Los rápidos se forman por las
mismas causas que dan origen a las cascadas, pero tienen un escalón de menor
altura pero con el tiempo en ese lugar puede surgir una catarata.
Al elaborar el perfil longitudinal, el río se va encajando en el curso superior,
haciendo retroceder el parteaguas. La cuenca aumenta y en el río comienza a
penetrar una cantidad adicional de agua, lo cual facilita su encajamiento. Como
resultado, el curso superior puede llegar muy cerca de otro río y si el último está
más arriba, puede capturarlo e incluirlo en su sistema (fig. 91). La inclusión de un
nuevo río en un sistema fluvial hace variar el largo y el escurrimiento del río y se
reflejan en el proceso de formación del cauce.
La captura de los ríos es un fenómeno frecuente; por ejemplo, el río Pinega
(afluente de la margen derecha del Dvina Septentrional) era un río independiente y
constituía un todo único con el río Kuloem, que desemboca en el golfo Me/cnsk.
Uno de los afluentes del Dvina del Norte capturó la mayor parte del Pinega y llevó
sus aguas a aquel. El río Psiol (afluente del Dniéper) capturó otro de los afluentes
del Dniéper, el Jorol; el río Mert capturó el curso superior del Danubio.

Figura 91. Captura de los ríos: AB) , Aa1, Aa2, Aa3, Aa4, Bb1, Bb2, Bb3:
posiciones consecutivas de los perfi les de los ríos que se encajan en las
pendientes opuestas de una elevación.
Hasta que el río no elabora el perfil de equilibrio, va lavando con intensidad el
fondo del cauce (erosión vertical) Cuanto menor energía gasta en el lavado de! fon-
do, tanto más va erosionando las márgenes del cauce (erosión horizontal). Ambos
procesos, que condicionan la formación del cauce, transcurren simultáneamente,
pero cada uno se torna dominante en etapas distintas.
El río rara vez fluye en forma directa. La causa de la des viación primaria puede
ser la existencia de obstáculos locales que se deben a la estructura geológica y al
relieve de la localidad. Las sinuosidades formadas por el río no se mantienen
invariables mucho tiempo salvo en determinadas condiciones, como son rocas
duras y escasa cantidad de aluviones.
Por regla general, las sinuosidades, independientemente de la causa que las
producen, varían y se desplayan corriente abajo. Las sinuosidades que se forman
como consecuencia de este proceso se llaman meandros, por el nombre del río
Meandro denominado hoy Gran Meandro.
La corriente de agua que por cualquier causa (afloramiento de rocas madres),
durante su trayecto hace variar su dirección, llega a la pared del cauce formando
un ángulo y, por la acción erosiva intensa, la hace retroceder. Esto se refleja
corriente abajo en el río, pues, la corriente choca contra la orilla opuesta, así la
erosión se manifiesta de nuevo, etc. Como resultado, los tramos lavados pasan
desde una parte del cauce a la otra. Entre dos tramos cóncavos de la orilla
(lavados) se halla uno convexo, que es el lugar donde en la sección transversal del
fondo, que va desde la orilla opuesta, se depositan los productos del lavado que
acarrea la corriente.

A medida que aumenta la sinuosidad, el proceso de formación del meandro se


intensifica hasta cierto límite (fig. 92). El aumento de la sinuosidad significa incre-
mento del largo del río y disminución de la pendiente, así como reducción de la

velocidad de la corriente. El río pierde energía y ya no puede erosionar las orillas.

Figura 92. Meandros de un río: a, etapa inicial: b, aumento y


desplazamiento de un meandro; c, formación de una collera
(cauce abandonado).
La curvatura de los meandros puede ser tan grande que llega a producirla
estrangulación del cuello. Los extremos del meandro estrangulado se van colmando de
aluviones blandos que lo transforman en un cauce abandonado o collera.
La franja dentro de la cual el río forma meandros se [[ama franja de meandros, Los
grandes nos forman meandros considerables y su franja es más ancha que la de los
ríos pequeños.
Como la corriente, al derrubiar la orilla la aborda bajo un ángulo, los meandros no solo
aumentan, sino que se van desplazando paulatinamente hacia abajo por la corriente,
durante un largo período de tiempo pueden desplazarse hasta tal punto que el tramo
cóncavo del cauce aparece en el lugar del convexo y viceversa. Al desplazarse en la
franja de los meandros, el no lava las rocas y deposita los sedimentos, y como
resultado se forma una depresión cubierta de aluviones por donde serpentea el río.
Durante las crecidas, el agua rellena el cauce e inunda los lugares más bajos. Así es
como se forma el plano aluvial, o sea, la parte del valle fluvial que se inunda durante
las crecidas.

Durante las crecidas el río es menos sinuoso, sus pendientes y profundidades


aumentan, la velocidad es mayor, la actividad erosiva se intensifica y se forman
grandes meandros que no corresponden a los que se originan durante el estiaje. Las
causas de la sinuosidad de los ríos son muchas, por eso la forma de los meandros es
con frecuencia muy compleja.
El relieve del fondo del cauce de un río sinuoso está determinado por la distribución
de la pendiente. La corriente longitudinal, condicionada por la fuerza de gravedad, es
el factor básico del desgaste del fondo y la transversal determina el acarreo de los
productos del lavado. En la orilla cóncava que se erosiona, la corriente longitudinal va
socavando hondonadas y la transversal, arrastrando las partículas minerales hacia la
orilla convexa formando un banco de arena. Por eso, el perfil transversal del cauce en
el lugar sinuoso no es simétrico. En el tramo recto del cauce situado entre dos
hondonadas, llamado bajo, las profundidades no son grandes y en el perfil
transve rsal del cauce no hay grandes variaciones en la profundidad.
La línea que une los lugares más profundos a lo largo del cauce, denominada caudal
natural, pasa de hondonada a hondonada a través de la parte central del bajo. Si el
bajo es atravesado por el canal natural sin alterarse la dirección principal y si su línea
es suave, se llama normal; el bajo donde el canal natural hace una brusca curva
dificulta la navegación (fig. 93).
Figura 93. Bajo: a, normal; b, desplazado.

El relieve de un río (formación de las hondonadas y los bajos) se forma


fundamentalmente durante la primavera, durante las crecidas.

La vida en los ríos


Las condiciones de vida en las aguas dulces se diferencian bastante de las de los
océanos y mares. En un río tienen gran importancia para la vida: el agua dulce, la
mezcla turbulenta constante del agua y las profundidades relativamente pequeñas
accesibles a los rayos solares.
La corriente ejerce una acción mecánica sobre los organismos, facilita la afluencia de
los gases disueltos y el alejamiento de los productos de desintegración de los
organismos,
Por las condiciones de vida, e! río puede ser dividido en tres tramos correspondientes
al curso superior, medio e inferior.
En el curso superior de los ríos de montaña, el agua fluye a una velocidad máxima,
hay con frecuencia cascadas y rápidos, el fondo es generalmente rocoso y casi no
hay sedimentos limosos. La temperatura del agua es baja a causa de la altitud del
lugar. En general, las condiciones para la vida de los organismos son menos
favorables que en otros tramos del río, no existe vegetación acuática, el plancton es
pobre, la fauna de invertebrados es muy escasa y no hay suministro alimenticio para
los peces. El curso superior de los ríos es pobre en peces, tanto en la cantidad de
especies como por la cantidad de individuos. Aquí pueden vivir solo algunos peces
como la trucha. En el curso medio de los ríos de montaña, así como en los cursos
superiores v medios de los ríos de llanura, la velocidad del movimiento del agua es
menor que en el curso superior de los nos de montaña. La temperatura del agua es
más alta. En el fondo aparecen arenas v guijarros, v en las ensenadas, limo. Las
condiciones de vida aquí son más favorables, pero no, las óptimas. La cantidad de
individuos y especies de peces es mayor que en el curso superior de los ríos de
montaña.
Las condiciones más favorables para la vida son las de los cursos inferiores de los
ríos: hay poca velocidad de corriente, un fondo limoso, gran cantidad de sustancias
nutritivas. Se crían peces que viven en el mar donde desembocan estos ríos, como el
lenguado de mar, tiburones, etc. No todos los peces encuentran las condiciones
necesarias para todas las etapas de su desarrollo en un solo lugar; el lugar de su
reproducción y de subsistencia de muchos peces no coincide y estos migran
(migraciones de cría, de alimentación y de invierno).

Canales artificiales
Los canales artificiales son ríos con un régimen especial regulado, creados para el
regadío, el suministro de agua y la navegación. Las propiedades del régimen de los
canales son las pequeñas variaciones que experimenta el nivel, pero en caso de
necesidad el agua que por el fluye puede ser desalojada.
El movimiento del agua en el canal artificial v en un río tiene las mismas
regularidades. El agua se consume en cantidad considerable (hasta 60 7, de toda el
agua que se consume) en la infiltración a través de su fondo. Por eso tiene gran
importancia crear condiciones para evitarla, problema que todavía no está resuelto.
IAS velocidades medias posibles de la corriente de la superficie y del fondo no deben
pasar de determinados límites, de acuerdo con las condiciones del subsuelo respecto
a la erosión. Para el movimiento de los barcos por el canal artificial la velocidad
media de la corriente superior a 1,5 m/s no es posible.

La profundidad de los canales artificiales debe ser mayor que el desplazamiento de


los barcos en 0,5 m y la anchura 6 m más que la de dos barcos.

Los ríos como recurso natural


Los ríos son uno de los recursos hidrológicos más importantes utilizados por el
hombre desde tiempos remotos para fines muy diversos.

La navegación era una rama de la economía en la cual se requería, ante todo,


estudiar los ríos. La unión de estos por medio de canales permite formar complejos
sistemas de transporte. En la actualidad la extensión de las vías fluviales en URSS
supera las férreas. Desde antaño se vienen utilizando los ríos para el transporte de la
madera a flote. La importancia de los ríos para el suministro de agua a la población
(potable y de uso doméstico), para la industria y la agricultura es muy grande. En sus
márgenes se encuentran las grandes ciudades. La población y la economía urbanas
consumen mucha agua (un promedio de 60 litros al día por persona). Cualquier
producción industrial no puede operar sin consumir una determinada cantidad de
agua irreversible. Por ejemplo, para fabricar 1 t de hierro colado son necesarios 2,4 m
de agua; para producir 1 t de papel son necesarios 10,5 m de agua, para la
confección de 1 ( de tejido de ciertos materiales sintéticos poliméricos se necesitan
aproximadamente 3 000 m 3 de agua. A cada cabeza de ganado le corresponde un
promedio de,40 / de agua al día. Las riquezas pesqueras de los ríos siempre tuvieron
gran importancia, el aprovechamiento de ellas facilitó el surgimiento de los poblados
en sus orillas. En la actualidad, los nos como fuente valiosa de productos alimenticios
(pescado), no son explotados lo suficiente; tiene mayor importancia la pesca marina.
En URSS, se presta gran atención a la organización de la economía pesquera,
creando embalses artificiales.
En las regiones donde hay mucho calor y escasa humedad atmosférica, el agua se
consume en grandes cantidades en el regadío (RAE, India y URSS, región de Asia
central); la energía de los ríos se ut iliza cada vez más. Los recursos hidroenergéticos
totales de la Tierra son evaluados en 3750 millones kw v de ellos, le corresponde a
Asia 35 ,7 %; a África 18,7 %, a América del Norte, 18,7 %; a América del Sur, 16,0
%,; a Europa, 6,4 %, y a Australia, 4,5 %, . El grado de explotación de estos recursos
en los continentes por los distintos países es muy diferente.

En la actualidad la explotación de los ríos se realiza en gran escala y en lo sucesivo


indudablemente aumentará. Esto se relaciona con el aumento progresivo de la
producción industrial (sobre todo se refiere a la industria química) y la cultura, y con el
creciente gasto de agua para las necesidades de la agricultura (el aumento de los
rendimientos está relacionado con el consumo de agua). Todo lo anterior plantea no
solo el problema de la protección de los recursos hidrológicos, sino también de la
necesidad de ampliar su reproducción.

Lagos
Los lagos son depósitos de agua de lento intercambio, que no se comunican con el
océano. El lago se diferencia de un río en que no tiene corriente producida por la
pendiente del cauce y del mar, y por la falta de comunicación con el océano.

El lago se compone de masa de agua y cuenca, que comprenden un todo único.


La cuenca lacustre es una profundización de la superficie de la tierra emergida que
no tiene pendiente unilateral y está colmada de agua hasta un determinado nivel.
Parte de la cuenca ocupada por el agua se llama lecho lacustre.
El comienzo de la formación de los lagos coincide con el de la cuenca. El origen de
esta se define por el tamaño y la forma del lago. De acuerdo con el origen de la
cuenca, los lagos se clasifican en varios tipos:
1. Lagos tectónicos: surgen a causa de la formación de grietas, fallas, Grabens,
tienen gran profundidad y pendientes escarpadas. A los lagos tectónicos pertenecen,
por ejemplo, el más grande del mundo, el Caspio, y el mis profundo, el Baikal.
2. Lagos volcánicos; ocupan los cráteres de volcanes y mares
(embudos de explosión) y se encuentran entre campos de Lava, así es el Kronotskoy
en Kamchatka.
3. Lagos glaciales: se forman como consecuencia de la actividad
destructora yconstructora de un glaciar (actual o antiguo), por ejemplo los lagos de la
península de Kola, de la zona del Báltico, Alpes, Ural, Cáucaso y otras.
4. Lagos hidroacumulativos o bidroerosivos: se van formando por la actividad de los
ríos (los lagos o cauces abandonados) o son tramos de valles fluviales invadidos por
el mar (los limanes y las lagunas) entre acumulaciones aluviales alejadas del mar así
son los lagos de los esteros del Kubán y los de la costa del mar Negro.
5 . Lagos de hundimiento: aparecen como resultado de rupturas y hundimientos que
se producen al diluirse (cársicos) o lavarse (sufosivos) las rocas con las aguas
subterráneas y por el acarreo de las partículas. Al tipo de lagos de hun dimiento
pertenecen también los termo cársicos que surgen al asentarse las superficies a
causa de la fusión de la congelación perpetua, así son los numerosos lagos situados
entre el lago Onega v el mar Blanco. Los lagos sufosivos son típicos de Siberia
occidental en su parte sur y los termocársicos, de las zonas de extensión de la
congelación perpetua.
6. Lagos eólicos: están situados en cuencas de deflación. Generalmente, estas
cuencas son creadas por el viento, con la participación de otros factores. Los lagos
cólicos aparecen en el Asia central.
7. Lagos estancados: aparecen como resultado de la formación de un dique en el
cauce de un río con cantos rodados, lava, un glaciar, etc., como el lago
Saricsk (en e! Pamir). la formación de las cuencas lacustres frecuentemente se
produce por una serie de causas entre las cuales es muy difícil descubrir la principal.
Desde el momento en que la cuenca comienza a colmarse de agua, se inicia la
formación del lecho del lago. Las corrientes y las olas producidas esencialmente por
el viento, van destruyendo las orillas y el agua transporta, selecciona y deposita los
productos de la destrucción. Las diminutas partículas son acarreadas más lejos de la
orilla que las grandes y allí forman los depósitos de fondo.
En el lecho lacustre se distinguen dos zonas: la orilla y la profunda. En la primera
predomina la destrucción y en la segunda la acumulación de los productos de
la destrucción.

La zona se compone de tres partes (fig. 94):


1. Talud: franja de tierra firme que no está sometida a la acción directa del agua. Más
abajo de la base del talud, la resaca va demoliendo la roca y la costa retrocede.
2. Costa: franja de las resacas es la zona de destrucción más intensa y de
acumulación parcial de los sedimentos. La costa se divide en subacuática, inundable
y seca (sometida solo a la acción del oleaje).

3. Banco de arena costero: zona inclinada subacuática, limitada por parte de la


depresión lacustre con el talud. Ese banco se forma como resultado del derrubio y de
la acumulación de aluviones.

Figura 94. Perfil de la costa de erosión de un lago.

La costa y el banco de arena costero se llaman litoral y su profundidad no es mayor


que varios metros. En él hay vegetación que penetra hasta el lago. A veces, como
límite del litoral se considera la profundidad 11 que penetran los rayos solares o
profundidad de propagación de las plantas verdes.

En la zona de profundidad del lecho lacustre se depositan los productos de


demolición de la zona cos tera, a los cuales se unen los sedimentos acarreados al
lago desde la superficie de su cuenca, así como restos de plantas y de animales que
habitan el lago, Los sedimentos orgánicos e inorgánicos, al mezclarse y experimentar
variaciones, forman la capa de sedimentos limosos que paulatinamente van
rellenando las hondonadas del fondo y nivelándolo. El fondo de la parte más honda
se llama profundidad y la zona de transición desde esta al litoral se llama sublitoral.
A medida que se van acumulando sedimentos, el litoral se va ensanchando v la
profundidad del lago disminuye hasta, incluso, desaparecer. La vegetación que
invade el litoral se va extendiendo por todo el lago. A cuenta de los restos de la
vegetación que va muriendo, la acumulación de sedimentos en el fondo del lago va
aumentando.
La colmatación del lago con aluviones es un proceso natural de su desarrollo. Cuanto
menor sea el lago tanto más intensamente se va colmando e invadiendo y tanto más
rápidamente se forma un pantano y luego tierra firme. Los cambios de cantidad de las
aguas en el lago pueden acelerar o demorar este proceso.
Según la división de Forel1, en el desarrollo de los lagos se pueden destacar tres
etapas:
1. Etapa juvenil, cuando recién comienza la formación del lecho, el relieve del fondo no
está oculto bajo aluviones, casi no hay vegetación o crece en la misma orilla.
2. Etapa de madurez, cuando en la cuenca del lago está bien expresada la división en
litoral y profundidad.
3. Etapa senil de todo el lago, la parte profunda está colmada de aluviones, el litoral
que avanzó sobre el lago se cerró totalmente y la vegetación invadió todo el lago.
Como resultado de su ulterior colmatación con aluviones, este se transformará en
pantano.
Movimiento de las aguas lacustres

El movimiento de las aguas de un lago puede ser oscilatorio (oleajes) y progresivo


(corrientes).
Las olas en los lagos surgen esencialmente por influencia del viento y se diferencian
de las de mares y océanos por el tamaño y la forma. La altura máxima de las olas en
los grandes lagos alcanza 3A m y en los pequeños, no más de 0,5 m. Son más
empinadas y generalmente tienen forma irregular. Las ocasionadas por el viento se
desarrollan rápidamente y desaparecen en cuanto este cesa. Su extensión está
limitada a vanos metros. En los lagos se hace sentir más que en los mares la
influencia de las condiciones locales: las dimensiones del depósito de agua, su
profundidad y el relieve del fondo.
El oleaje mezcla las masas de agua y facilita la homogeneidad térmica y química del
agua.

Las corrientes en los lagos son producidas por el viento (corrientes de viento) o por la
componente horizontal de la fuerza de gravedad (corrientes de gradiente) y aparecen
cuando la superficie del agua tiene pendiente. En la velocidad y en la direc ción de la
corriente del lago ejercen gran influencia sus dimensiones y configuración.
La corriente ocasionada por el viento está bien expresada solo lejos de las orillas. El
viento, al desplazar el agua desde la orilla de donde sopla hacia la otra, crea una
inclinación en la superficie del agua y hace surgir una comente en la dirección contraria
a él que equivale a una corriente de escurrimiento. La inclinación de la superficie del
lago v el surgimiento de la corriente de escurrimiento se producen también por la
afluencia de un no que aporta agua al lago o por la emisión de un no. Si el volumen del
agua que entra (o sale) no es grande, en comparación con el del agua lago, la corriente
está poco expresada, excepto en el lugar donde desemboca el río. La afluencia o la
emisión de una gran cantidad de agua puede dar lugar al surgimiento de una corriente
en todo el curso del lago, análoga a la de un río, pero con pequeñas velocidades. Esta
corriente existe en el lago Zaysan y también en los embalses. Según sea la correlación
de las densidades de las aguas fluviales y lacustres, estas puden ser superficiales o
poco profundas.
En cualquier corriente de un lago actúan las fuerzas de fricción, la inercia y el efecto
desviador de la rotación de la Tierra. La fuerza de la inercia cobra valor solo cuando la
velocidad del movimiento es grande. El efecto desviador de la rotación de la Tierra, en
los lagos pequeños contribuye a[ surgimiento de corrientes circulares contrarias a las
agujas del reloj (en el hemisferio norte). En cada lago las corrientes tienen sus
particularidades.

Propiedades hidrológicas de los lagos


En cualquier lago hay organismos. La falta de vida en un depósito de agua es un
fenómeno muy poco frecuente y breve. Los organismos acuáticos se adaptan a las
condiciones de vida y forman los complejos típicos para estas condiciones. Como
resultado de la actividad biológica de ellos, se producen en su medio ambiente
continuos cambios, por eso, los procesos que se desarrollan en el lago solo pueden ser
entendidos teniendo en c uenta el papel de los organismos que lo habitan.
El mundo orgánico de los lagos es muy diverso. Lo mismo que en el océano se
destacan tres grupos: el bentos, el plancton y el necton.
Por las condiciones de habitat, en el lago se distingue la zona litoral (la franja costera),
la lona abisal (la parte profunda) y la zona pelágica (el grueso del agua). El agua de la
zona litoral está lo suficientemente iluminada por los rayos solares para que en ella se
desarrolle la vegetación (son típicas las plantas superiores). El oxigeno se distribuye
uniformemente por toda la capa de agua. La temperatura varía poco verticalmente. A
causa del clima pueden ocurrir grandes fluctuaciones de la temperatura durante el día y
el año. Dentro de los limites del litoral las condiciones varían mucho y esto produce una
gran diferenciación de su población,

Las aguas de la zona abisal reciben una cantidad de luz que no alcanza para la
fotosíntesis y por eso, la vegetación de fondo no puede desarrollarse. La población de
la zona abisal es numerosa, pero no variada. Predominan los animales que prefieren el
fango, las bacterias y los hongos.
La zona pelágica se caracteriza por las grandes diferencias verticales en la distribución
de la vida; predomina el plancton, muy desarrollado en los lagos. La capa superior de
la zona pelágica (epilimnion) es alumbrada por los rayos solares v abunda el oxígeno,
es la más poblada. En la capa de transición (fnetaitmnion) predominan las bacterias.
Más abajo, en la capa con escaso contenido de oxígeno y temperaturas relativamente
bajas (hipolimnion) viven formas de plancton que no exigen oxígeno.
La actividad biológica de los organismos, en un determinado medio produce en el
lago un continuo ciclo de sustancia. En unos lagos, durante el ciclo, las sustancias
orgánicas se mineralizan casi por completo y los depósitos de fondo casi no los con-
tienen; en otros, los procesos de mineralización quedan atrás de los de acumulación
de las sustancias orgánicas y en el fundo del lago se forman abundantes acumulacio-
nes de sustancias orgánicas.
Los lagos situados entre rocas cristalinas, difíciles de erosionar, son pobres en
elementos biógenos (sobre todo de combinaciones de nitrógeno y fósforo), por eso la
vida en ellos está poco desarrollada. El agua es transparente y su color es azul-
verde. Los sedimentos de fondo están mineralizados y no absorben el oxígeno del
agua cuyo contenido, incluso en las capas de fondo, no baja más de 60-70^ de
saturación. Estos lagos se llaman oligotróficos. Pero, para todos los organismos no
son oligotróficos, porque contienen gran cantidad de crustáceos, que es el mejor
alimento de los peces, y en ellos viven las especies más valiosas de salmónidos. Son
oligotróficos muchos lagos de montaña entre los cuales están el Teliets y el Ginebra.
Los lagos reciben, mediante el escurrimiento, muchas sustancias biógenas y orgánicas,
que constituyen un abundante alimento para las algas y las plantas superiores. La
vegetación que se desarrolla intensamente no puede ser totalmente consumida por los
animal es y al morir esta forma los sedimentos de fondo, que absorben el oxígeno, a
causa de lo cual, el régimen de oxígeno de las capas de fondo empeora. La
transparencia del agua no es grande, y esta adopta un color de verde a pardo. Los
lagos poco profundos se calientan bien. Estos se llaman eutróficos Son eutróficos para
las plantas y algunos habitantes de los fondos fangosos, pero para muchos peces, las
condiciones de vida en esos lagos no son favorables. En los depósitos de fondo son
típicos los tangos putrefactos. En estos tangos o limos predomina el plancton muerto.
Por la falta de oxígeno, la sustancia orgánica no se desintegra totalmente, sino que se
transforma en una masa amorfa coloidal, rica en elementos lipoides y proteicos.

Los lagos eutróficos se colman rápidamente de sedimentos y pasan de una etapa de


desarrollo a otra. Este tipo de lago se extiende por la zona forestal y la tundra.
Los lagos situados entre pantanos reciben muchas sustancias orgánicas, que se
someten con dificultad a la desintegración. Predominan las sustancias húmicas. El
agua es pobre en calcio y tiene una reacción ácida; su color es amarillo o pardo y es
muy poco transparente. En el fondo se acumula limo húmico con turba. La
descomposición produce gran escasez de oxígeno. El fitoplancton y las plantas
superiores se desarrollan poco. Las condiciones de existencia de los peces son
limitadas. Los lagos que tienen las cualidades mencionadas se llaman distróficos, los
que al ser invadidos por la vegetación se transforman en turberas.
Durante el desarrollo de un lago es posible un paso de transición desde un tipo a otro:

oligotrófico -> cutrófico -> distrófico.


No obstante, no es obligatorio que haya una sucesión consecutiva de los tipos y cada
uno de ellos puede surgir independientemente.

En este proceso, el papel principal corresponde a la vegetación. En su distribución por


el lago se observa una regularidad expresada en la existencia de vanas zonas de
vegetación. Más arriba del agua, en la franja inundable durante las crecidas, se
encuentran las plantas hidrófilas, capaces de vivir en el agua y en la tierra, como el
carrizo y las nomeolvides, los ranúnculos y otras plantas Más abajo de la superficie,
hasta la profundidad de 1 m, está la zona de las plantas anfibias (que no tienen
adaptac iones especiales para la vida en el agua), como el equiseto, los carrizos de
hoja estrecha, el lirio amarillo, la sagitaria y otras. En esta zona se cría la mayor parte
de los peces que desovan temprano entre las cálidas aguas bajas. Más lejos de la orilla
(hasta una profundidad de 2 m) está la zona de plantas que despuntan sobre el agua
como el cañizo, el junco, etc. Estas pueden resistir los golpes del oleaje, protegen la
orilla contra la demolición y al morir pasan a formar parte de los sedimentos de fondo.
La zona de plantas semisumergidas, como el nenúfar blanco y amarillo y otras, se
extiende hasta 2,5-3 m de profundidad. Las hojas que flotan en la superficie crean una
sombra que impide el intercambio de gases entre el agua y la atmósfera. La zona de
plantas sumergidas se extiende hasta 3-4 m de profundidad y se distingue por el
espeso entrelazamiento de tallos y hojas Durante el día, el agua puede restaurarse de
oxígeno y durante la noche hay déficit. Los peces encuentran en esta zona abundante
alimento. Aquí, las condiciones favorecen el desarrollo y el crecimiento de los peces
jóvenes. La zona más, profunda de vegetación es la de las praderas subacuáticas,
especialmente formada por musgos acuáticos, plantas delicadas que no son exigentes
con relación a la luz.
Algunas plantas, como el cañizo y el nenúfar se encuentran en zonas vecinas, las
plantas flotantes pueden encontrarse en cualquier zona.
Las plantas al morir colman la cuenca lacustre de sedimentos, creando condiciones para
un paulatino desarrollo de todas las zonas de vegetación, desde la orilla hacia la parte
profunda del lago. A medida que disminuye la profundidad en el lago, las zonas más
profundas comienzan a desaparecer y como resultado, la vegetación palustre va
sucediendo a la lacustre (fi g. 96).

Figura 9 6. Esquema de la invasión de un lago por las plantas: 1, turba


de carrizo; 2, turba de cañizo y junco; 3, turba de sapropel; 4, sapropeL

Los lagos profundos que tienen un talud escarpado, agua poco mineralizada y una
resaca suave pueden ser invadidos por arriba: invasión flotante. La capa flotante se
forma de plantas vivas y muertas en la superficie del lago y su base, de plantas con
largos rizomas que se extienden por el agua; entre la red de rizomas aparecen musgos y
otras plantas. La capa flotante va aumentando su grosor y avanzando hacia el lago. Los
fragmentos de la capa flotante que se desprenden forman islas. De esta capa caen al
fondo restos de plantas que contribuyen en la colmatación de la cuenca con sedimentos.
Esta capa es típica de los lagos profundos y puede cubrir toda la superficie sin haberse
colmado este de sedimentos. Algunos pedazos de ella se hunden o se inundan y como
consecuencia se forman ventanas e incluso si el hundimiento abarca toda la superficie
se originan lagos turbosos.
La invasión de un lago y su transformación en pantano es un proceso natural de su
desarrollo. Simultáneamente con la invasión, en el lago se van incorporando aluiones. A
veces el relleno se produce por efecto del viento, pero estos procesos tienen un valor
secundario en su colmatación en comparación con la invasión.

Distribución geográfica de los lagos


Los lagos ocupan aproximadamente 2 700 000 km 1, área un poco mayor que la del mar
Mediterráneo y que comprende el 1,8 % del área de toda la tier ra emergida.
El lago mas grande de la Tierra es el Caspio, que ocupa 393 200 km 2, es decir, un 15 %
de la superficie total de los lagos. El volumen total de las aguas lacustres es
aproximadamente de 250 000 km . La profundidad media de los lagos es menor que 100
m. Profundidades superiores a 500 m se encuentran en cuatro lagos, y de ellos soto dos
tienen una profundidad mayor que 1 000 m: el Baikal 1 620 y el Tanganica 1 435 m.
En la distribución geográfica de los lagos tanto por Las propiedades cualitativas como
por las cuantitativas, se pueden observar determinadas leyes. En las zonas de la
tundra y de los bosques de la zona templada hay muchos que son dulces y de aguas
corrientes. En la formación de los lagos contribuyen la excesiva humedad y el carácter
del relieve superficial. En la zona de la tundra, en las condiciones de un relieve joven
(postglacial) con poca disección erosiva, hay muchos lagos pequeños y poco
profundos. En la zona forestal, el relieve tiene distinta edad y origen. Por eso, las
cuencas lacustres son diversas y se distribuyen por grupos, formando zonas lacustres.
En la zona esteparia hay menos lagos que en las dos anteriores y muchos de ellos son
salados. Hay escasez de agua y gran disección erosiva. Allí donde la disección no es
grande (Sibcria occidental) surgen lagos poco profundos y frecuentemente salados.
En la zona del semidesierto hay pocos lagos, son de desagüe interior y por lo general
salados, la humedad es escasa y el agua es traída por ríos que desembocan en ellos.
En la zona de los desiertos casi no hay lagos.
En las zonas de sabana y de los bosques tropicales húmedos no hay muchos lagos a
causa del gran desarrollo de la red fluvial. En la formación de los grandes lagos
africanos contribuyeron las profundas depresiones tectónicas. Los lagos de estas
zonas son de agua dulce y corriente.
Pantanos
Los pantanos son áreas de tierra firme con humedad excesiva, cubiertas de vege-
tación hidrófila y que se caracterizan por la formación de turba, cuya capa no es
menor que 0,3 m (en estado seco es de 0,2 m). Las áreas de humedad excesiva con
una capa de turba menos gruesa se llaman tierras pantanosas.
Los pantanos contienen generalmente hasta 90-95 % de agua y solo el 5-10 %
comprende la sustancia seca (la turba). No obstante, no pueden ser llamados
depósitos de agua, porque la parte dominante de esta se halla en un estado
coherente (osmótica, absorbida, químicamente combinada, capilar).
Los pantanos pueden formarse como resultado de la obliteración del lago v el
empantanamiento de la tierra. El proceso de obliteración de los lagos se observa en
la figura 96. La formación de los pantanos se produce en condiciones de humedad
excesiva, permanente o periódica de los suelos y subsuelos, que surge cuando existe
determinada correlación de los elementos del balance hídrico: una cantidad relativa-
mente grande de precipitaciones, poca evaporación y un escurrimiento lento. La
humedad excesiva implica las dificultades en la nutrición de las plantas, especial-
mente en i elación con el oxígeno y, por tanto, a la aparición de una vegetación
hidrófila. La falta de oxígeno dificulta la descomposición de los restos vegetales, al
acumularse con los que forman la turba (acumulación de restos de plantas que expe-
rimentan una descomposición-incompleta). La intensidad de descomposición de los
restos de vegetación depende directamente de la temperatura. Por eso, en un clima
cálido y húmedo, la enorme masa de vegetación que muere logra descomponerse
totalmente y no se produce ya la acumulación de turba.
El surgimiento de los pantanos está reía río nado con el lavado de las sustancias
nutritivas con lo cual se produce el empobrecimiento de los suelos. La vegetación de
bosque y de prado, en este caso, experimenta falta de alimentación, por abajo
aparece musgo, menos exigente a las condiciones de nutrición. El césped de musgo
se impregna de humedad y retiene gran cantidad de agua; dificulta la entrada de
oxigeno hacia los restos de vegetación en putrefacción y como resultado comienza la
acumulación de la turba. El sistema radical de los árboles no puede existir en
condiciones de una insuficiencia permanente de oxígeno v los árboles van muriendo.
La falta de árboles que absorban la humedad del suelo (transpiración), origina un
excesivo humedecimiento. El empantanamiento se produce por la exterminación de
los árboles mediante un incendio o la tala..

En el proceso del empantanamiento de los prados, desempeña un gran papel la


evolución natural de la propia vegetación. El desarrollo de una exuberante vegetación
implica el sur gimiento de un césped compacto, que dificulta sobre todo en las áreas,
muy húmedas, el acceso de oxígeno al suelo. La vegetación de prado cede el lugar a
los carrizos y a los musgos.
En la formación de los pantanos tienen gran importancia las aguas freátic as, porque
el ascenso de su nivel crea con frecuencia un exceso de humedecimiento del terreno.
El ascenso del nivel de estas se debe a diferentes causas, una de las cuales puede
ser el crecimiento de los yacimientos de turba en los lugares bajos, hacia los cuales
se dirigen las corrientes de aguas subterráneas. Con el aumento del espesor de la
turba puede ascender el nivel del agua en el pantano v, en este caso, el
escurrimiento se hace más lento, los espacios contiguos se convierten en
excesivamente húmedos y el proceso de empantanamiento se extiende desde los
espacios bajos baria los más altos de la superficie.
Para la formación y desarrollo de los pantanos se requiere un conjunto de con-
diciones favorables que existen en las zonas de congelación perpetua.
El pantano, independientemente de la forma en que se constituya, se desarrolla
continuamente y el papel principal en este proceso corresponde a la vegetación

Un pantano joven, generalmente es rico en sustancias minerales. Por eso, en él


crecen las plantas que exigen minerales para su nutrición (plantas eutróficas). Estos
pantanos se llaman eutróficos. La superficie de estos es cóncava o plana; se alimen-
tan de las precipitaciones atmosféricas y también de las aguas del escurrimiento
superficial y subterrá neo y son ricos en sustancias minerales. En ellos crece el aliso
negro, el abedul (pantanos boscosos), los musgos verdes (pantanos de musgos), el
carrizo, e! equiseto, el cañizo (pantanos herbáceos). Los eutróficos están muy ex-
tendidos en la zona de bosque, en los planos aluviales de los grandes ríos de Siberia
occidental (por ejemplo el Obi) y en otras regiones.
A medida que aumenta la turba, la cantidad de sustancias minerales disminuye de
capa en capa y las plantas que exigen nutrición mineral ceden su lugar a las menos
exigentes (mesotróficas y oligotróficas). Estas plantas aparecen generalmente
en los centros de los pantanos v en la formación de la turba; las más importantes
son los musgos de esfagno; los ácidos orgánicos que segregan estas plantas
hacen más lenta la descomposición de la masa vegeta!, lo cual facilita su
acumulación. En un pantano la superficie se torna convexa cuando en su periferia,
la masa vegetal se descompone más rápidamente que en el centro, como
consecuencia de la mezcla de las aguas. Así las aguas que escurren hacia el
pantano llegan solo a su periferia, en tanto que las partes centrales se alimentan
de las precipitaciones atmosféricas.
La capa de turba en un pantano comienza a crecer v este no tiene orillas, aumenta
su área. El pantano que no tiene posibilidad de aumentar en anchura se hace muy
convexo, el aumento de la turba en el centro cesa y a veces comienza su
desintegración, entonces se transforma en suavemente convexo y se cubre de
bancales y claros de agua. Los pantanos altos predominan en los climas
húmedos; aquellos que ocupan un lugar intermedio por el carácter de la
vegetación y por el grado de mineralización de las aguas que los alimentan, se
llaman transitorios.

El área total que ocupan los pantanos en la superficie de la Tierra no ha sido


calculada exactamente. En su extensión se advierte una dependencia estrecha del
clima, del relieve, de la estructura biológica de la superficie. La mayor cantidad de
pantanos se encuentra en Eurasia v hay muchos en América del Norte. Los
pantanos ocupan cerca del 9,5 % del territorio de URSS. Hay muchos pantanos en
las zonas de la tundra y de la taiga. En la primera, el ernpantanamiento en algunos
lugares alcanza el 50 7s y hasta más- Predominan los pantanos con poco espesor
de turba y las tierras empantanadas. Son típicos los pantanos con montículos. En
la zona de la taiga, hay concentrado más del 80 7, de todos los pantanos de
URSS (son muy frecuentes los pantanos altos de esfagno). En la zona de los
bosques mixtos, están distribuidos en forma muy irregular. La mayor parte de ellos
se ajusta a las parles extremas de la zona de glaciación cuaternaria. En la zona de
los bosques-estepas, los pantanos se encuentran fundamentalmente por los valles
de los ríos y casi todos pertenecen a los eutróficos o bajos, en la zona de las
estepas, de los semidesiertos y desiertos de las latitudes templadas se encuentran
muy pocos y sólo por los ulanos aluviales de los grandes ríos. En un clima cálido,
la formación de los pantanos no se produce por la intensa descomposición de los
restos de plantas.
Los pantanos de turba son una fuente de combustible para la industria y las
plantas eléctricas. Como la turba contiene pocas sustancias nocivas (fósforo y
azufre) puede ser utilizada para la producción de hierro fundido de alta calidad. La
turba de los pantanos bajos es un fertilizante nitrogenado magnífico. La turba
prensada puede servir como material de construcción. De la capa de musgos de
los pantanos altos se puede obtener cartón y alcohol. Después de la desecación
de algunos tipos de pantanos se forman tierras agrícolas muy valiosas.

Glaciares
Los glaciares son masas móviles de hielo que surgieron en las tierras emergidas
como resultado de la acumulación y la paulatina transformación de las precipita-
ciones atmosféricas sólidas.
El movimiento está condicionado por las particularidades del propio hielo y ello
diferencia a los glaciares de las acumulaciones nivales y del hielo muerto de un
metro de espesor (de glaciares antiguos).
Factores de la glaciación

El surgimiento de una glaciación depende de un conjunto de factores, de los


cuales tienen valor especial los climáticos y los orográficos.
En las regiones polares, las precipitaciones sólidas caen en invierno y en verano, y
pese a su pequeña cantidad, por las temperaturas tan bajas no llegan a fundirse
totalmente. En las montañas, la reducción de la temperatura con la altura y el
simultáneo aumento (hasta cierto límite) de la cantidad de precipitaciones crean
las condiciones para su acumulación, Ia cantidad de precipitaciones en las monta-
ñas depende de su altura, su situación respecto a las corrientes aéreas
predominantes y de su distancia al océano.

La influencia de los mares glaciales se hace sentir también en el descenso de las


temperaturas estivales que facilitan el surgimiento de glaciares. El clima continen-
tal es menos favorable para el surgimiento de los glaciares que el clima oceánico.
La influencia de la orografía sobre la glaciación está relacionada con la
situación de las cordilleras, con la exposición de las pendientes y su escarpa y con
la presencia de lugares planos, adecuados para que se deposite la nieve.
Las cordilleras situadas en el trayecto de las masas húmedas de aire retienen
la humedad y ofrecen condiciones más favorables para el desarrollo de los
glaciares, que las partes internas de los sistemas montañosos, que reciben el aire
ya bastante seco. En las pendientes escarpadas, la nieve no puede retenerse y
por eso, el glaciar, aunque haya otras condiciones favorables, no se forma.
En el desarrollo de un glaciar que surge en condiciones climáticas adecuadas,
ejerce gran influencia el descenso de la temperatura como resultado de un albedo
grande (hasta el 90 %) de la superficie del propio glaciar. Tiene importancia
también el hecho de que el aire que se halla sobre el glaciar es pobre en vapor de
agua y polvo, por lo que retiene poco el calor reflejado por la superficie del glaciar.

Limite de las nieves


Las precipitaciones atmosféricas sólidas pueden acumularse durante largo
tiempo solo cuando la entrada media anual de ellas sea mayor que el gasto medio
anual (balance positivo) E! balance de las precipitaciones sólidas se determina por
la relación entre la cantidad de precipitaciones y la temperatura. En todas las
latitudes, en la atmósfera Ubre, a diferente altura sobre el nivel del océano, existe
una correlación de las precipitaciones atmosféricas y la temperatura, mediante la
cual el balance de las precipitaciones sólidas resulta positivo y, por consiguiente,
pueden acumularse en una superficie horizontal que no esté a la sombra. La línea
inferior del balance cero de las precipitaciones sólidas es el límite, más arriba del
cual es posible la acumulación de la nieve. Por encima de esta línea, la cantidad
de precipitaciones aumenta hasta cierto límite y luego, a causa de la sequedad del
aire, disminuye. Al mismo tiempo baja la temperatura y, por tanto, disminuye el
consumo de humedad y allí donde el balance de las precipitaciones llega de nuevo
a cero se encuentra la línea superior del balance cero de esas precipitaciones
sólidas. De esta manera, h acumulación de nieve sobre una pequeña superficie
horizontal es posible en cierta capa incluida entre los límites inferior y superior del
balance cero de las precipitaciones sólidas, en la llamada crionosfera (esfera de
las nieves). El límite inferior de la crionosfera, de acuerdo con las condiciones
climáticas, en las regiones polares desciende hasta el nivel del océano, en las
tropicales sube muy alto, en las ecuatoriales. desciende de nuevo un poco.

En los lugares donde la superficie terrestre cae dentro de la crionosfera (las


zonas polares y las altas montañas), pueden surgir acumulaciones de nieve y
formarse glaciares. El límite inferior de la crionosfera, en este caso, se torna visible
y se convierte en el limite de las nieves. Sobre la posición de la línea de las nieves
influye todo el conjunto de condiciones concretas de la superficie correspondiente:
las formas 'leí relieve, la exposición de las pendientes y su escarpa, etc. Por eso la
línea de las nieves en realidad no puede coincidir con el límite inferior de la
crionosfera. S. V. Kalesnik sugiere denominar al límite de las nieves, cuya
situación está determinada por las condiciones meteorológicas de un año dado,
limite visible de las nieves; y al límite medio de las nieves que es determinado a
base de los datos registrados durante muchos años, línea climática de las nieves
(fig. 98).

Figura 98. Altura del límite de las nieves, media por los paralelos (línea de
puntos) y por las zonas latitudinales (línea continua).

Surgimiento del hielo de glaciar

Por efecto de los rayos solares y la advección de aire cálido, la nieve se funde
vuelve a congelarse; de blanda se convierte en neviza de granulado grande y
compacto
En la neviza se establece una estratificación producida por la alternación de los
procesos de fusión y congelación y el paulatino aumente del tamaño de los granos
desde la superficie hacia la base de la capa. La capa de neviza en los países
polares puede ser hasta 100 m: en las montañas es mucho menor Bajo el peso de
la nieve que se va acumulando, la neviza se endurece, los poros desaparecen y
los distintos granos se van fundiendo, la niévese convierte primero en un hielo
blanquecino (a causa de la presencia de burbujas de aire) que luego se torna más
compacto, transparente y azulado llamado hielo glaciar.
En las regiones de acumulación de la nieve y de la formación de un glaciar en la
cuenca de neviza se puede observar (en el corte vertical) una transición paulatina
que va desde una masa de nieve porosa al hielo compacto del glaciar.
La transformación de nieve en hielo es un proceso de varios años, que
generalmente requiere dos o tres decenios, y en los países polares, aún más
tiempo (en las regiones centrales de la Antártida hasta 1 000 años).
Alimentación de un glaciar
La. fuente principal de la alimentación de un glaciar son la¿ precipitaciones
atmosféricas sólidas que caen en su región. En la alimentación de un glaciar
adquiere gran importancia la condensación de vapor de agua en la superficie, lo
cual se produce durante las invasiones de aire relativamente cálido y húmedo. Se
conocen casos de helada? que alcanzaron 1,5 m, formadas sobre objetos que se
hallaban en la superficie del glaciar; su acumulación en las pendientes escarpadas
se derrumba sobre el glaciar bajo su propio peso, arrastrando la nieve, en forma
de alud. Las cumbres de muchas montañas están cubiertas de casquetes de nieve
compacta que después se convierten en hielo. Algunos científicos consideran que
es posible que de esa nieve compactada surjan pequeños glaciares.
En la alimentación de los glaciares participa también la nieve de ventisca. El viento
crea grandes acumulaciones de nieve que no logra fundirse durante la temporada
cálida del año. Como resultado, en algunos macizos montañosos en la ladera de
barlovento surgen glaciares no justificados desde el punto de vista climático.
Muchos de los glaciares se alimentan de la nieve dé los aludes (derrumbes de
nieve) que son masas de nieve que se des lizan por las pendientes. Son típicas
para las laderas de una pendiente mayor de 15° y sobretodo, para las de 25-30°,
con una cobertura de nieve no menor de 40-50 cm de espesor.

La producción de los aludes es posible:


1. Cuando hay una recarga de nieve sobre las pendientes durante las nevadas
y ventiscas.

2. Cuando bajo la masa de nieve penetra agua de fusión, facilitando a esa


masa
su deslizamiento por la pendiente.
3. Cuando surge un horizonte de porosidad en la capa de nieve. En el último
caso, los aludes pueden surgir inesperadamente. Para pronosticar estos
aludes es necesario estudiar la evolución de la capa de nieve.

El volumen de los distintos aludes es de 2 • 106 m 3 y la fuerza de choque, de

Los aludes constituyen un gran peligro para las poblaciones, las carreteras y las
instalaciones técnicas. Es peligroso no solo el propio alud sino la onda aérea que
le precede.

Movimiento de un glaciar
En determinadas condiciones (presión y temperatura adecuadas), el hielo tiene
plasticidad y por eso puede fluir. La plasticidad del hielo aumenta con la presión y
la temperatura, y en consecuencia aumenta también la velocidad de su
movimiento. Al producirse este, el espesor del hielo difiere en las pendientes de
las distintas escarpas. En las pendientes suaves (1°) un movimiento lento se
produce cuando el espesor de hielo es de 60- 65 m, mientras que en las
pendientes donde la escarpa no es menor de 45° el movimiento solo es posible,
en una capa de hielo de un espesor de 1,5-2 m. En una superficie plana
subyacente el movimiento del glaciar se produce por la inclinación de la superficie
del propio glaciar.
Generalmente, el glaciar se mueve lentamente. En la tabla 29 figura la
velocidad del movimiento de los grandes glaciares.

TABLA 29

Regiones Velocidad del movimiento de un glaciar


centímetros por día
metros por año
Alpes 20-40 80-150
Pamir 50-60 220-300
Himalaya 200-350 700-1 300
Groenlandia:
casquete glacial 7-8 25-30
glaciares móviles 300-2 700 1 100-9 900
Antártida:
glacial continental 3-35 10-130
glaciares móviles 80-320 300-1 200
IA velocidad del movimiento de un glaciar no es permanente: está sujeta a cambios
en el tiempo y en el espacio. Como la plasticidad del hielo depende de la
temperatura, el glaciar se mueve durante el verano más rápido que en invierno. En
el fondo y en las pendientes del lecho del glaciar, por influencia de la fricción, la
velocidad se torna más lenta. En la superficie del glaciar la velocidad máxima se
produce en su parte axial; la línea de máxima velocidad se desplaza de acuerdo
con las curvaturas del glaciar hacia la orilla lavada. En la superficie del glaciar
puede haber varias zonas de máxima velocidad, relacionadas con la unión de
varios glaciares, porque cada uno conserva su individualidad.
Como consecuencia de las diferentes velocidades del movimiento y a causa de la
imperfecta plasticidad del hielo, en el glaciar surgen rupturas, por cuyos planos se
producen deslizamientos de capas de hielo.
Cuando hay grandes desniveles en la superficie subyacente del glaciar, se
forman grietas transversales y fallas, y pueden aparecer cascadas de hielo. Las
grietas que se forman en el cuerpo del glaciar pueden ser producidas por la
diferente velocidad del movimiento en su parte media con respecto a la de sus
bordes (grietas transversales) o por la expansión del glaciar, cuando experimenta
un brusco cambio en la anchura de su lecho (grietas longitudinales).
Gracias a la propiedad que tienen los pedazos de hielo de adherirse al menor
contacto, las grietas en el hielo van desapareciendo en cuanto deja de actuar la
causa que las produce.

Partes de los glaciares


En un glaciar se destacan dos partes: la zona de aumentación (la de neviza) con
un balance positivo de nieve, y la zona de escurrimiento (lengua del glaciar), con
un balance negativo. En la primera se produce la acumulación de nieve y su
endurecimiento, y en la segunda el hielo se gasta y se escurre. La existencia de
las zonas de escurrimiento es posible solo gracias a la acumulación de las
precipitaciones en la zona de alimentación. El gasto en la zona de escurrimiento
se realiza por ablación (la fusión y la evaporación) y mecánicamente (ruptura de
un extremo del glaciar, derrumbes, deslizamiento hacia el mar, etc). El hielo puede
fundirse desde abajo por influencia de la irradiación cálida de la superficie
subyacente. U temperatura de la fusión del hielo baja a 0,0073° por 1 atm con el
aumento de la presión, por eso la fusión en el glaciar se puede producir con una
temperatura negativa.
La línea de contacto entre la zona de alimentación (zona de neviza) y la de
escurrimiento (lengua) en el glaciar se llama limite de nema. Este es el nivel cero
del balance de las precipitaciones sólidas, tanto de las que caen sobre el glaciar
como de las que se desplazan desde él hacia áreas vecinas (aludes y transporte
de las ventiscas). El límite de neviza puede hallarse bastante más abajo (a 250-1
650 m) de la línea de las nieves o más arriba de ella. Esto se debe, en primer
término, a la influencia enfriadora del propio glaciar (la superficie del glaciar tiene
una temperatura más baja que la superficie sin nieve) en el glaciar: aludes y la
influencia del viento.
La ubicación del extremo inferior del glaciar (borde) se define por la correlación de
la entrada y la salida de la nieve en él. Como esta correlación varía
continuamente, el borde del glaciar se desplaza y por tanto, dicho borde avanza y
retrocede. El avance refleja el crecimiento y el retroceso, la reducción del glaciar.
Los cambios en los límites del glaciar muestran su estrecha relación con el clima y
presentan frecuentemente un carácter variable- Las variaciones anuales del borde
del glaciar, comprenden varios metros o decenas de metros, pero en algunos
casos llegan hasta cientos de metros (el glaciar del Pacífico en Alaska en 1911-
1912 retrocedió 2 092 iii).
Actividad de un glaciar

El glaciar realiza un gran trabajo, destruyendo, transportando y depositando las


rocas
El efecto destructor de un glaciar en movimiento se llama erosión glacial. Un
glaciar en movimiento, por su plasticidad no puede crear profundas depresiones,
pero sí puede profundizar las depresiones del relieve horadadas, por ejemplo las
de antiguos valles fluviales. El glaciar desgasta, pule y tritura la ruca. I ,os detritos
de rocas incrustados en él ejercen un intenso efecto destructor sobre la superficie
por donde se mueve y son sometidas a una intensa destrucción, en primer lugar,
las prominencias rocosas que encuentra en su trayecto. Como la erosión glaciar
depende del espesor del hielo y de la velocidad del movimiento, los valles
estrechos se profundizan masque los anchos. Ia profundización y la socavación de
los valles fluviales por el glaciar en las montañas, conduce a su transformación en
valles glaciales, con un perfil transversal y longitudinal característicos, en artesa.
También el glaciar transporta los productos de la destrucción de las rocas acu-
muladas como resultado del intemperismo. El material detrítico de diferente
tamaño cae sobre la superficie del glaciar, penetra en su interior, se incrusta en el
fondo y en los lados, y forma morrenas (acumulación de detritos de rocas no
seleccionados', transportados o depositados por un glaciar). la morrena
depositada por un glaciar que retrocedió o se fundió, crea formas acumulativas del
relieve muy curiosas.

Tipos morfológicos de una glaciación


Los glaciares, por la forma y el carácter de su movimiento, se pueden dividir en
dos grandes grupos: de cobertura (continentales) y montañosos.
\JOS glaciares continentales se definen como aquellos que cubren grandes
extensiones de las tierras emergidas, independientemente del relieve que tengan
de modo que este último apenas se refleja en el carácter de la superficie de hielo.
Tienen una forma específica de cúpulas o casquetes. El movimiento del hi elo en
los glaciares de cobertura va dirigido desde el centro hacia la periferia por
influencia de la inclinación de su superficie. En el centro del glaciar está situada la
fuente de alimentación. El gasto del hielo se produce esencialmente, como
resultado de la ruptura de sus extremos, que descienden con frecuencia hacia el
mar, donde forman icebergs. Los glaciares continentales ocupan 98,5 "/, del área
de la glaciación actual. El valor de ellos tanto ahora como en el pasado, es mayor
que el de los de montaña.
IJOS glaciares de montaña se diferencian de los de cobertura o continentales por
tener menores dimensiones y gran diversidad de formas. Las formas de los
glaciares de montaña están predeterminadas por el relieve de la localidad donde
surgieron. Su movimiento está condicionado por la inclinación de la superficie
subyacente y va dirigido desde la fuente de nacimiento hada el extremo de la
lengua glacial. El desarrollo de los glaciares de montaña comienza con la
aparición de las llamadas pequeñas formas de glaciación. Entre ellas están /o.(
pequeños glaciares que surgen en las laderas de sotavento como resultado del
transporte de la nieve por el viento,
y /os pequeños glaciares de pie de monte, que se forman como consecuencia del
desprendimiento de aludes (fig. 99).

Figura 99. Glaciar de piedemonte.


Los glaciares pequeños que se forman en los circos se llaman de circos y son el
tipo más simple de glaciares de montaña Cuando el circo se llena de hielo, de el
desciende una lengua glacial, del cual pueden fracturarse y caer pendiente abajo
grandes pedazos de hielo.

El tipo más difundido de glaciares de montaña es el de valle; estos ocupan los


valles fluviales. En el curso superior, se encuentra la zona de alimentación del
glaciar, de la cual descienden valle abajo torrentes de hielo. Los glaciares de valle
se dividen en varios subtipos. E I glaciar de valle simple (alpino) se compone de
una sola corriente. Cuando la glaciación se intensifica surgen una serie de
sistemas de glaciares de valle denominados dendríticos o himaláyicos. En el
glaciar principal, situado en el valle comprendido entre dos cordilleras
desembocan, por ambas partes, complejos sistemas de glaciares de valle. Entre
los dendríticos están los glaciares de valle más grandes del mundo: el Siachen
(Karakorum) con 75 km de longitud, el Fedchenko (Pamir) de 71,2 km, el Inilchck
(Jan-Tangri) de 65 km, el Jispar y el Biafo (Karakorum) ambos de 60 km.
Otro tipo especial de glaciares de montaña es el de alturas de cima plana, los
cuales yacen sobre una superficie relativamente llana y tienen forma de hogaza de
pan. También son especiales, los glaciares de los conos volcánicos que forman un
casquete de hielo del cual, por los radios, escurren potentes lenguas de hielo.
Cuando hay abundante alimentación, los glaciares montañosos profundos se
deslizan hacia las llanuras premontañosas y, al unirse, forman extensos campos
de hielo en movimiento que se denominan glaciares de piamonte (tipo Alaska o
Malas-pina). I, a glaciación reticular (tipo Spitsberg) es el resultado de una
abundante alimentación y del crecimiento de los glaciares de montaña os
glaciares, al rellenar los valles que ocupan rebosan por las partes más bajas de
las cordilleras y se unen. Sobre el extenso glaciar así formado sobresalen sólo las
partes más altas de las cordilleras como cadenas de islas. los dos últimos tipos de
glaciares ocupan un lugar intermedio entre los de cobertura y los de montaña.

Capítulo 5 Biosfera

En la traducción del griego significa "esfera de la vida"'. Constituye un sistema


íntegro peculiar, resultado de la aparición y del desarrollo de la vida en la envoltura
geográfica antes sin vida. La interacción dinámica de la atmósfera, la hidrosfera y
la litosfera con la participación de la energía solar y del calor interno de la Tierra
fue la premisa más importante para el surgimiento de la vida.
Los datos de las investigaciones paleontológicas permiten suponer que los
organismos más simples se formaron a partir de las estructuras proteicas a finales
de la era Arcaica temprana, es decir 3 mil millones de años atrás. Los primeros
organismos unicelulares aptos para la fotosíntesis surgieron hace
aproximadamente 2,7 mil millones de años, y los primeros animales multicelulares,
no menos de 1-1,5 mil millones de años después.
En condiciones de inexistencia de la capa de ozono los lugares para el desarrollo
de la vida pudieron ser las partes litorales de los mares y los depósitos acuáticos
interiores, hasta cuyos fondos penetraba la luz solar, mientras que el agua
detenía2 la radiación ultravioleta. En la hidrosfera los compuestos orgánicos
complejos pudieron ingresar desde la atmósfera primitiva, donde se formaron bajo
la influencia de la radiación ultravioleta y de las descargas eléctricas. De estas
combinaciones surgieron los sistemas de moléculas múltiples y de supermoléculas
que interactúan con el medio. Al evolucionar, adquirieron las propiedades de los
organismos vivos: reproducción, metabolismo, crecimiento, etc. El medio acuoso
no solo protegió al organismo contra las radiaciones perjudiciales; sino que aligeró
el metabolismo, y fue un apoyo para los organismos que carecían de membranas,
y permitió que se mantuvieran por largo tiempo en este medio Como las
oscilaciones bruscas de la temperatura eran nefastas para la vida que surgía, esta
debió aparecer en las condiciones de un clima cálido y húmedo (probablemente en
las latitudes ecuatoriales)

E! término biosfera lo utilizó por primera vez el ecólogo austríaco E. Sucss en


1875 en el libro sobre el origen de los Alpes, y luego en 1883 en el libro La faz de
la Tierra,

Los científicos admiten que la. vida pudo surgir también en la capa húmeda
superior de la corteza de intemperismo.

"La salida" de las plantas a la tierra emergida comenzó no antes del Cámbrico (el
Paleozoico temprano), los animales (anfibios) salieron en el Paleozoico medio y
tardío.
Durante largo tiempo, la vida se distribuía en la envoltura geográfica mediante
manchas, "la capa de la vida" era muy irregular. Con el tiempo, la masa de
sustancia viva aumentó con rapidez, las formas de vida se hicieron más complejas
y diversas, las esferas de su propagación se ampliaron, y se hicieron complejas
las interrelaciones con otros componentes de la envol tura geográfica. Se puede
suponer (A.I. Pcrelman) que ya desde la segunda mitad del período Devoniano la
masa de sustancia viva en la Tierra era semejante a la actual, aunque, sin dudas,
no permanecía estable.
La asombrosa adaptabilidad al medio y las sorprendentes posibilidades
potenciales para la reproducción contribuyeron a la propagación de la vida en la
Tierra. Los microorganismos han sido descubiertos en los suelos helados y en el
agua arrojada por los géiseres islandeses que tienen una tem peratura de +93 *C.
Ellos viven en una concentración de ácidos que corres ponde a una solución de un
5-10% de ácido sulfúrico, v existen en un medio fuertemente alcalino (pH 11-12).
Se han encontrado en los termotransferidores, reactivos de los reactores atómicos
con una radioactividad de varios roentgen y una temperatura superior a +300 0 C.
Si se admite que las posibilidades potenciales de reproducción de los
organismos no están limitadas y la descendencia se mantiene por completo,
resultará por ejemplo, que la descendencia de una bacteria (1016 individuos)
puede llenar en 108 horas el océano, y la descendencia de un diente de león
puede poblar en 10-12 horas toda la tierra emergida. La diatoma al dividirse en
partes, en 8 días es capaz de crear una masa igual, en cuanto al volumen, a la de
la Tierra, y al cabo de una hora esta masa puede duplicarse.
La variedad de las formas actuales de vida en la Tierra es enorme: se calcula
que existe más de un millón de tipos diferentes.
En la etapa actual del desarrollo, la vida no ocupa totalmente toda la envoltura
geográfica, los límites de su posible propagación aún no han sido determinados;
como límite superior se toma la capa de ozono v como inferior, las capas de la
corteza terrestre que tienen una temperatura de 100 *C y una presión de 400 At.
En la realidad solo las esporas y las bacterias son llevadas por las corrientes de
aire a una altura de 20 km, y a una altura superior a 6 km han sido observadas las
arañas y las mariposas. A varios kilómetros de altura vuelan algunas aves. La
mayoría de los organismos vivos no se elevan en la atmósfera a más de varios
centenares de metros. En el océano han sido descubiertos organismos vivos en el
fondo de las fosas abisales, pero solo las capas superiores del agua oceánica y el
fondo a pequeñas profundidades son ricos en vida. Las bacterias anaerobias han
sido encontradas en el agua de los pozos de sondeo a una profundidad de hasta
4,5 km. Las capas superficiales de la corteza de intemperismo y el suelo poseen
muchos organismos. De este modo, una parte de la envoltura geográfica, es decir,
la capa de la vida ocupada totalmente de un modo es pontáneo por los organismos
vivos, tiene un grosor insignificante al estar ubicada en una capa estrecha de
contacto entre la litosfera, la atmósfera y la hidrosfera, en el lugar donde la energía
solar se transforma.
Según las ideas actuales la biosfera no se limita a la capa de la vida, dentro de
ella se incluye la sustancia de la litosfera, la atmósfera y la hidrosfera que se
somete a la influencia transformadora de la vida, y que porta los vestigios de la
actividad de los organismos. Si esto es así, los límites de la biosfera actual se
aproximan a los de la envoltura geográfica; según la opinión de un grupo de
científicos (S.V. Kalesnik y K.K. Markov) ambos límites coinciden, por tanto estos
conceptos son idénticos; pero la envoltura geográfica existió en la Tierra antes de
la aparición de la vida (la etapa prebiogenética del desarrollo de la envoltura
geográfica). La interacción dinámica de sus componentes, garantizada por la
energía solar, fue la premisa más importante del surgimiento de un nuevo
componente, es decir, de los organismos, lo cual provocó cambios radicales en la
envoltura geográfica que la abarcaban cada vez más. Según la expresión de D.L.
Annmand, la biosfera "es más breve en el tiempo y en el espacio" que la envoltura
geográfica; en el espacio ellas pueden coincidir y entonces, es preciso considerar
la biosfera como una etapa peculiar del desarrollo de la envoltura geográfica.
El concepto actual biosfera está fundamentado en la teoría de V.I. Vernadski.
Antes de la aparición de sus trabajos se concedía un modesto papel a los
organismos vivos en la transformación de la envoltura geográfica. En comparación
con los procesos inorgánicos como son los movimientos de la corteza terrestre, el
vulcanismo, las influencias de los ríos, el viento, etc., cu-vos resultados son
evidentes, las posibilidades para los organismos vivos eran mínimas y ellos de por
sí eran íntimamente pequeños e impotentes y estaban obligados a adaptarse a las
condiciones creadas por los procesos inorgánicos.
A juzgar por el papel de la sustancia viva en la envoltura geográfica sobre la base
de la comparación de las masas de sus componentes, resultará que la masa de
esta sustancia será de 2,42 • 101'- t en total, mientras que la de la atmósfera 5 •
10'^t, la de la hidrosfera 1,4 • 101tf t v la corteza terres tre 3 • 10' t (según NJM.
Basilevich y L£. Rodin). La correlación de la masa de las geosferas y de la materia
viva la demostró de un modo aproximado, pero muy evidente, el cientí fico noruego
V.M. Holdsmith. Si se toma la litosfera como una capa de piedra con un peso de
10,5 libras, la hidrosfera que llena la capa pesaría 1 libra, todo el peso de la
atmósfera sería aproximadamente igual al de una moneda de cobre y el de la
materia viva, al de un sello de correo.
VJ. Vernadski demostró que los organismos vivos existen no cada uno por
separado, por sí solo, sino en interrelación, en conjunto como una sustancia viva.
El planteó: "...todo lo vivo representa un todo único concatenado según leyes no
solo entre sí, sino también con el medio inerte circundante de la biosfera".'
La influencia de un solo organismo tomado por separado sobre el medio es
sumamente pequeña, pero las escalas de la acción conjunta de todos los

La sustancia viva es el conjunto de todos los organismos tomados con su peso,


composición química y energía (VJ. Vernadski). Lo inerte mineral que no integra la
sustancia viva.organismos que nacen y mueren de un modo ininterrumpido,
durante todo el tiempo de existencia de la vida en la Tierra, son grandiosas.' Esto
proporcionó un fundamento a V.I. Vernadski para hablar acerca de la sustancia
viva como la fuerza geológica más potente de la biosfera que crece con el
transcurso del tiempo.
II PARTE
ECOLOGÍA CAPITULO A RELACIONES ENTRE LOS FACTORES CLIMÁTICOS
Y LOS ORGANISMOS
Los factores climáticos y ecológicos
Entre los seres vivos y el espacio que ocupan (habitat) ocurren incesantes
relaciones de Interacción que solamente terminan con el fin de la vida de loa
organismos en cuestión.
Estas relaciones son tan profundas que en ocasiones no resulta fácil determinar al
es el ambiente el que condiciona la existencia y carácter í de un organismo o es
este quien decide sobre aquel. Esta identidad se refleja en mayor medida en la
vegetac ión, que interviene directamente en la formación del suelo, y que además
depende de las condiciones edáficas en su desarrollo, de manera tal que es difícil
determinar donde uno actúa sobre otro. El clima también incide en la existencia de
una formación vegetal determinada, mientras que esta crea condiciones de este
tipo que deciden la existencia de sus propios individuos dentro del conjunto»
En general se puede afirmar que las condiciones ambientales en que se
desarrollan los organismos con el resultado de la interacción de diversos factores,
entre los que se destacan; climáticos edáficos, topográficos y bióticos,
Todos estos factores se interfieren unos a loa otros hasta tornar un complejo
inseparable. Los organismos reaccionan no solamente entre sí, sino también con
las condiciones físicas de su ambiente» por lo que en conjunto conforman lo que
se denomina complejo ecológico.
En el seno de este complejo un factor se puede hacer preponderante e influir
sobre los caracteres de la población, fundamentalmente cuando su valor tiende a
mínimo o a un máximo incompatible con la vida.
Este factor preponderante, que puede detener el crecimiento o la expansión de
un organismo recibe el nombre de factor limitante
Es difícil definir la acción de estos factores de manera aislada pero algunos de
ellos puede influir de manera decisiva sobre las características de la población. Se
puede citar el caso del factor agua como factor limitante por defecto en la regiones
áridas o por exceso en la zona ecuatorial y en áreas pantanosas. En loa litorales
las variaciones progresivas de la sal es un factor limitante. En este ultimo caso las
comunidades vegetales quedan limitadas en composición a especies cuya
amplitud ecológica es suficiente para soportar valores extremos.
Influencia de los factores ecológicos. Los factores topográficos
Estos factores, relacionados con la orografía y las formas del terreno, ejercen
una acción importante sobre las formas de vida al modificar las condiciones
climáticas y edáficas. Su influencia puede ser:

- Indirecta. Cuando .modifica a otros factores ecológicos y climáticos. La altitud,


las formas del relieve, la pendiente y la exposición influyen sobre el conjunto de
factores climáticos y llegan a determinar la presencia de climas locales.
- Directa. Cuando intervienen en el establecimiento de particulares relacionadas
con el relieve, en áreas cenagosas, etcétera.

Influencia de la topografía sobre la temperatura


Con la altura la temperatura disminuye 6 C cada 100 m en el aire húmedo y 1
C cado, 100 m en el aire seco. Este fenómeno origina la formación de pisos de
vegetación bien diferenciados (fig. 14)»
En loa valles encajados y depresiones cerradas las nasas de aire frío se acumulan
en los fondos mientras que en las vertientes elevadas las temperaturas son
mayores. Este fenómeno crea una inversión de los pisos de vegetación motivada
exclusivamente por las condiciones del relieve actuando sobre el
El relieve también incide sobre el período de Insolación y por tanto sobre el aporte
de energía» Si se analiza el comportamiento de este proceso en una cadena
montañosa orientada de este a oeste en el hemisferio norte es fácil llegar a la
conclusión de que la vertiente sur sufrirá a lo largo del año una incidencia mayor
de los rayos solares, con ángulos de llegada mayores. Bato se recrudece a
latitudes superiores a los 230 al Norte del Trópico de Cáncer en los que el sol
nunca estará en el cenit y por tanto los rayos siempre llegaran con una
componente sur. En el hemisferio austral el fenómeno es inverso, siendo la
vertiente norte 1& que recibirá mayor energía.
En ambos hemisferios, al analizar cadenas orientadas norte-sur las vertientes
occidentales serán las que mayor energía recibirán. En las horas de la mañana los
rayos solares se encargarán de calentar la atmósfera en general, además de
aportar el calor necesario para evaporar el rocío formado durante la noche. En la
tarde, los rayos tendrán un ángulo de incidencia menor en la vertiente este y
llegarán con ángulos mayores en la oeste, por lo que es esta la que recibirá mayor
energía después que la atmósfera se ha calentado y el rocío se ha evaporado»
(fig. 15).
Esta acción puede verse afectada, en el ultimo caso analizado por la formación de
nubes convectivas, más frecuentes durante la tarde en las regiones tropicales de
manera que el efecto, aunque se cumple, se ve amor tiguado en parte»

Fig. 14 Pisos de vegetación con la altura.

Zonas biogeográficas latitudinales y altitudinales


Fig. 15 Distribución de la humedad en cadenas montañosas orientadas
norte o sur.

En sentido general las vertientes de solana o de mayor incidencia de los rayos


solares pueden llegar a recibir hasta 10 veces más energía que las de umbría,
lo que influye en el tipo de comunidad que se establece en ellas.
Como se observa esta relación topografía temperatura es valida también para
el factor luz por lo que en las laderas de solana se establecerán plantas que
necesiten mayor cantidad de ella mientras que en la umbría se desarrollarán
las que estén mas adaptados a la sombra.

Los factores topográficos y las condiciones hídricas


La humedad absoluta del aire decrece regularmente con la altura debido a la
disminución de la densidad del aire mientras que la humedad relativa aumenta
porque la temperatura disminuye, tal y como se ha planteado.
La presencia de cadenas montañosas provocan que las masas de aire se
eleven y alcancen el punto de rocío y por tanto la formación de nubes y la
ocurrencia de lluvias horizontales que determinan el desarrollo de 'bien
definidas formaciones vegetales. En Cuba en estas zonas se desarrolla el
bosque nublado mientras que en latitudes medias se presentan el hayal y el
abetal en el piso montañoso.
Bate mismo fenómeno de ascenso de las masas de aire arrastradas por el
viento provocan las lluvias orográficas en la ladera de sotavento mientras que
en la de barlovento son escasas. En Cuba se observa este fenómeno en la
reglón oriental en la que el norte de las cadenas montañosas, en la zona de
Baracoa, son frecuentes las lluvias que originan bosques tropicales húmedos
mientras que la vertiente sur llega a tener condiciones semidesérticas en la
zona de Guantánamo- Maisí. En general la vertiente sur de la Sierra Maestra es
mucho mas seca (menos de 1200 nim de precipitación) que la vertiente norte
(hasta algo más de 2 200 mm anuales).
En las pendientes muy inclinadas el escurrimiento superficial del agua es
grande por lo que la retención de ella y su infiltración en el suelo se ve afectada
creando condiciones de pobre humedad. En las depresiones el agua se
acumula, se encuentran corrientes superficiales (ríos y arroyos) y el nivel
freático se acerca a la superficie por lo que se establece una vegetación.
En climas templados las depresiones son áreas de acumulación de nieve, la
que persiste durante mas tiempo al deshielo debido a que se encuentran
protegidas de la acción del viento y por tanto se crean condiciones locales que
condicionan la presencia de comunidades características.

Influencia de la topografía en el viento.

Además de la acción mencionada, el relieve puede actuar como freno e barrera


e inclusive, modificar la dirección del viento.
En lugares llanca el viento puede ser intenso mientras que del otro lado de las
elevaciones su acción apenas se hace sentir
En el caso de loa valles el viento sopla de forma característica: desde el valle
hacia las cimas durante el día, hacia el fondo del valle por la noche y canalizado
a lo largo del valle con un aumento de su velocidad cuando las condiciones lo
permiten, sobre todo cuando la dirección se corresponde con la orientación de
la depresión*

Comunidades relacionadas con la topografía


Como se ha analizado, la topografía ejerce una Influencia determinante sobre la
comunidad blótlca, llegando a ser su acción preponderante sobre otros factores
climáticos y ecológicos»
Por esta razón existen comunidades vegetales que necesitan determinada
condiciones topográficas y por tanto solamente se desarrollan bajo ellas. Entre
ellas se citan a continuación las más Importantes
- Asociaciones de áreas cenagosas, pantanosas, que solamente se Instalan en
depresiones con niveles freáticos superficiales con predominio de Ciperáceas.
Loa esfagnos se desarrollan en áreas palustres formando grandes tapices
homogéneos de continuo crecimiento por la superficie, mientras que mueren
en su base para transformarse en turba.
— Comunidades que se Instalan en peñascos y laderas pedregosas y que
ayudan a estabilizar el substrato, permitiendo que luego se colonice el suelo
por una vegetación mas densa» Los primeros pobladores son musgos y
líquenes capaces de formar una fina cubierta vegetal sobre la roca y permiten
que sus restos se acumulen en las grietas como suelo en los que comienzan
a desarrollarse plantas rapícelas como helechos» con una evolución posterior
muy limitada que puede llegar al establecimiento de mía cubierta herbácea»

Loa factores edáficos


El suelo tiene un papel Importante en el establecimiento y distribución
general de las comunidades blótlcas, a través de varios factores físicos y
químicos» Así, algunas plantas solamente se desarrollan en un determinado
tipo de suelo en función de las características de este.
Entre los factores edáfico que inciden en la distribución de las comunidades
vegetales se encuentran
- el contenido de agua;
- el contenido de Iones minerales como el calcio y el sodio*

Contenido de agua en el suelo


El requisito mas Importante para el desarrollo normal de las funciones
vitales de las plantas es un adecuado y balanceado suministro de agua. El
contenido de este líquido en el suelo es un factor determinante en la
distribución de la vegetación lo que se manifiesta en la localización zonal de las
plantas alrededor de una laguna o un embalse. Las comunidades en estos
casos se disponen en forma de anillos en función del grado de higrofilia, desde
el agua hacia la tierra según el gradiente de humedad decreciente que se
presenta.
La zonación en general es la siguiente (fig. 16)
1. Comunidad acuática que se desarrolla a una profundidad de 1 a 3 m,
formada por hidrófilos enraizados o no en el limo del fondo, con aparato
vegetativo totalmente sumergido y hojas flotantes.
2. Comunidad formada por especies con la base sumergida y el aparato
vegetativo aéreo.
3.Comunidad en general totalmente emergida sobre el suelo muy esponjoso y
húmedo
4. Pradera pantanosa o en el suelo turboso

Loa factores edáficos


El suelo tiene un papel Importante en el establecimiento y distribución
general de las comunidades bióticas, a través de varios factores físicos y
químicos» Así, algunas plantas solamente se desarrollan en un determinado
tipo de suelo en función de las características de este.
Entre los factores edáficos que más inciden en la distribución de las
comunidades vegetales se encuentran;
- el contenido de agua;
- el contenido de iones minerales como el calcio y el sodio*

Contenido de agua en el suelo


El requisito mas importante para el desarrollo normal de las funciones vitales
de las plantas es un adecuado y balanceado suministro de agua. El contenido
de este líquido en el suelo es un factor determinante en la distribución de la
vegetación lo que se manifiesta en la localización zonal de las plantas
alrededor de una laguna o un embalse. Las comunidades en estos casos se
disponen en forma de anillos en función del grado de higrofilia, desde el agua
hacia la tierra según el gradiente de humedad decreciente que se presenta.

La zonación en general es la siguiente (fig. 16)


1. Comunidad acuática que se desarrolla a una profundidad de 1 a 3 n,
formada por hidrófilos enraizados o no en el limo del fondo, con aparato
vegetativo totalmente sumergido y hojas flotantes»
2. Comunidad formada por especies con la base sumergida y el aparato
vegetativo aéreo»
3. Comunidad en general totalmente emergida sobre el

Fig» 16 Zonación de las agrupaciones vegetales alrededor de un estanque*


1. Comunidad acuática.
2. Comunidad con especies con raíces sumergidas y aparato vegetativo
aéreo.
3. Comunidad emergida sobre suelo húmedo.
4 Comunidad emergida en pantano o turbera.
Contenido de elementos minerales en el suelo
a) Contenido de calcio (Ca).
El calcio desempeña un papel Importante como elemento en la nutrición
de las planteas además de su acción en el pH del suelo,
Si bien es cierto que hay plantea Incompatibles con este elemento, son mas
abundantes las que lo necesitan, Inclusive en cantidades elevadas, para su
desarrollo. Las plantas que necesitan mucho calcio se denominan calcícolas o
calcifitas y se presentan en terrenos calcáreos. En Cuba un ejemplo de ellas
es la palma real (Roystonea regla). Las calcífugas o calcífobas se desarrollan
en suelos pobres en calcio, como la Copernicla macroglossa y el pino macho
(Pinus caribaea Morelet).
Este fenómeno pone en evidencia los contrastes entre la flora de las
reglones calcáreas y silíceas» cono resultado de la acción directa del Ion Ca+ +
sobre el pH del suelo, siendo esto tanto mas bajo cuanto mas abundante sea
el contenido del calcio. Esta es la razón por la que las plantas calcífugas
suelen ser al mismo tiempo acidófilas mientras que las calcícolas son
neutrófilas o basífilas.
Se puede observar también que la posición entre la flora de las regiones
calcáreas y silíceas es más marcada entre las comunidades que se Instalan
en suelos rudimentarios o poco desarrollados, muy próximo al estadio de roca
madre» Estas diferencias son menores en suelos desarrollados. Cuando loa
suelos se modifican por agentes climáticos y biológicos, los ácidos originados
como resultados del metabolismo de raíces y microorganismos así cono por la
descomposición de la materia orgánica, favorecen la disolución del carbonato
de calcio (CO 3Ca) el que de lava del suelo. De esta forma es posible
encontrar asociaciones acidofilas sobre un substrato calcáreo, descal cificado
en su parte superior.

b) Contenido de Sodio (Na)


El sodio es un elemento Importante del suelo en la distribución de la
vegetac ión porque los que presentan elevados concentraciones CINa
resultan Impropios para la mayoría de los vegetales. Pero la tolerancia a la
sal es variable y cada especie puede alcanzar un óptimo desarrollo ante una
concentración bien definida de esta sal»
La flora que coloniza los suelos salinos recibe el nombre de halófila y la
representación mas característica esta en la familia Quenopodlaceae, con
tejidos carnosos, en la vegetación de playas, depresiones saladas, desiertos
y estepas»
En loa manglares la tolerancia a la sal es variable y en ellos las diferentes
especies se disponen territorialmente en función de sus necesidades de sal.
Aquí los mangles se disponen desde el agua hacia la tierra en función de
su tolerancia, estando en este sentido los siguientes especies: mangle rojo
(Rhizophora mangle), prácticamente dentro del agua;
mangle prieto (Avicennia germynans); patabán (Laguncularia racemosa); y
yana (Conocarpus erectus), mas alejado del agua y soportando por tanto
menor concen tración de Na»
La salinidad de los suelos se debe a la Influencia del agua de mar o al
proceso de sallnizaclón por evaporación, al ascender el agua capilar que
lleva salea que deja depositadas.
Una característica de las halófilas es la suculencia en hojas y tallos, que
se debe a que el Ion Cl - tiene la propiedad de aumentar la capacidad de
hidratación de los tejidos*

c) Contenido de nitrógeno (N)«


En general el nitrógeno es abundante en la naturaleza, pero el N asimilable
ea realmente escaso: el gaseoso no es asimilable; en forma de nitrito lo es,
pero también es venenoso, como nitrato es asimilable, y como amonio lo es
pero en general es muy inestable,
Cuando el N es escaso en el suelo las plantas tienden a obtenerlo por otras
vías. Este es el caso las insectívoras, que lo obtienen directamente de estos
pequeños animales.

d) Contenido de magnesio (Mg)«


Este elemento es de suma importancia en la cons titución del núcleo de los
cloroplastos por lo que todas las plantas lo necesitan, pero cuando esta en
cantidades abundantes en el suelo llega a ser toxico y da a las plantas
aspecto xeromorfo. Esta cualidad es la causa mas probable de la abundancia
de endémicos en suelos sobre serpentinas debido a que deben establecer
adaptaciones muy propias que les peraltan soportar niveles elevados de este
elemento»
Loa factores climáticos.
Loa factores climáticos: temperatura, radiación, humedad, vientos, etcétera,
ofrecen al biogeógrafo datos Importantes de orientación ecológica sobre los re-
querimientos indispensables de los organismos para su vida.
A continuación se analizará la influencia de estos factores en la distribución
de las grandes biocenosis terrestres.

Influencia de la temperatura

La distribución de las biocenosis a escala planetaria en zonas entre límites


latitudinales e 3 mas o menos precisos responde principalmente a las
variaciones del fac tor térmico y al conjunto de los factores climáticos, desde el
ecuador a los polos. Aunque esta zonación es predominante, en ocasiones se
ve Interrumpida por condiciones de continentalidad o marítimas de cada terri-
torio en particular.
SI se toma un recorrido por el meridiano 20°E de norte a sur, a través de
Europa Central y África, se suceden las siguientes formaciones vegetales
determinadas por las condiciones climáticas.
- tundra ártica,
- taiga;
- bosque mixto templado,
- bosque deciduo;
- bosque mediterráneo,

- estepa;
- desierto;
- sabana y bosque seco tropical,
- bosque semideciduo tropical, y
- bosque tropical lluvioso.
Posteriormente se repiten loa mismos en orden decreciente aunque pueden
faltar algunos de ellos por condiciones puramente geográficas,
fundamentalmente por la ausencia de tierras a altas latitudes en. el hemisferio
sur»
En las reglones montañosas también las variaciones térmicas por altitud
originan sucesión de pisos de vegetación;
- alpino (2 300 - 2 800 a);
- subalpino ( 1 600 - 2 300 m),
- montano (100 - 1 600 m)
- sub-mediterráneo ( 700 - 100 m)
- mediterráneo (0 - 700 m); y ~ llanuras y montanas bajas.

Estos pisos de vegetación no son Iguales en todas las zonas montañosas sino
que dependen de la latitud y de la situación geográfica en que se encuentran.
Así a la misma altitud en que se encuentran loa prados frescos en los alpes ( 2
400 - 2 700 m), en el Atlas marroquí, en condiciones semiáridas, se presentan
matorrales espinosos en forma de almohadillas.

Influencia de las precipitaciones


Existe una estrecha relación entre la cantidad total de precipitaciones y la
distribución de las comunidades vegetales. Además es importante como se
distribuyen estas precipitaciones a lo largo del año en las diferentes estaciones.
Esta relación es más evidente en casos extremos: el bosque ecuatorial o
pluvisilva , con precipitaciones superiores a loa 200 aun al año y regular mente
distribuidas; y la vegetación desértica, con precipitaciones inferiores a los 200
mm.
El balance hídrico, es decir la diferencia entre el aporte de agua por las
precipitaciones y la perdida por evaporación, puede ser diferente y de suma
importancia también en la distribución de las grandes biocenosis» En el caso de
los bosques ecuatoriales este balance es positivo mientras que en los desiertos
es potencialmente negativo.
En el clima mediterráneo se manifiesta la influencia áe la distribución
estacional de las precipitacLonea»
En verano, cuando mayor es la evaporación potencial, las precipitaciones son
escasas, lo que determina las características de las forinaciones que se
establecen bajo estas condiciones. En climas con totales anuales similares pero
con una distribución mas regular, como en regímenes, oceánicos, las
características de la vegetación son muy diferentes»
En las altas montañas y en climas fríos, la nieve es un factor importante ya
que representa una reserva de agua que es lentamente asimilada en primavera,
además de que protege al suelo de la congelación.

Influencia de la luz
La luz tiene una vital. importancia en la distribución de la vegetación debido
fundamentalmente a dos procesos:
1. La luz regula la actividad fotosintetica de las plantas y por tanto su
crecimiento.
2. La duración del día y la noche controla ciertas funcione 3 en el metabolismo
de las plantas, fundamentalmente la floración.
En el medio acuático la incidencia de la luz varía con la profundidad
provocando una clara zonacion del poblamiento vegetal hasta la ausencia tot al
de estos organismos•
En general hay plantas capaces, no solamente de soportar, sino que
necesitan de una intensa iluminación, mientras que otras se desarrollan a la
sombra. Esto no solo incide en la distribución geográfica de laa formaciones
vegetales sino en el lugar que ocupan las especies dentro de ella. Los estratos
superiores deben ser adaptados a recibir una gran intensidad luminosa, mien-
tras que los inferiores deben estar formados por especies de sombra.

Acción del viento


La acción del viento sobre el poblamiento vegetal puede ser directa, como
agente, o indirecta, influyendo en la ocurrencia de otros fenómenos o en la
incidencia mas o menos marcada de otros factores del clima.
La acción directa se manifiesta:
— Por el efecto secante» sobre todo en loa litorales y en las regiones desérticas
y montañosas. Este efecto puede incidir sobre el suelo o sobre la propia planta.
- Por su acción mecánica limita el crecimiento de las plantas, les da una
morfología especial, con formas postradas o en almohadillas.
- Ruptura de hojas y ramas, limitando la fotosíntesis.
- En lugares de vientos fuertes la yemas de sotavento mueren adquiriendo los
arboles un aspecto de bandera. Esto se observa muy claramente en árboles
aislados cercanos a las costas, COBO en el litoral norte entre las provincias de la
Habana y Matanzas en Cuba.
- En los animales propaga los olores, lo que permite la localización de alimentos
y la atracción sexual entre hembras y machos.,
La acción indirecta del viento se manifiesta en la Influencia sobre otros
elementos como la humedad, la temperatura y la evaporación, entre otros.
- Acelera la transpiración de las plantas; si la brisa es suave facilita esta función
refrescando la superficie foliar, si es fuerte provoca el cierre de los estomas,
reseca la superficie de las hojas y puede hasta retrasar la transpiración.

- Impide las heladas al remover y renovar las capas de aire que se enfrían
demasiado durante la noche al ponerse en contacto con el suelo.
En general resulta difícil analizar en la practica estos factores, tanto
ecológicos como climáticos, de manera independiente ya que como se ha
observado dentro del complejo ecológico todos ellos guardan una estrecha
relación mutua,
En capítulos posteriores se hará referencia a muchos de estos factores' con
mayor profundidad, especialmente a loa factores hídricos, térmicos y la luz.
LOR ORGANISMOS VIVIENTES Y LOS FACTORES HIDRICOS

El agua tiene gran importancia en el desarrollo de los seres vivos y puede


ser llamada el "líquido de la vida" tanto por su papel constituyente del complejo
viviente, como por resultar imprescindible en las funciones fisiológicas de los
organismos, constituyendo un elemento de gran valor en las relaciones
ecológicas de los vegetales y animales.
El agua adquiere gran importancia como constituyente de los organismos
vivientes por el hecho de formar parte del protoplasma celular en una
proporción considerable; en el cuerpo de los animales y vegetales representa
un porciento elevado que en ocasiones es superior al 90%, las plantas
herbáceas pueden contener un 80-90% de agua en las hojas; los frutos hasta
un 95%; las algas un 98%, las semillas secas un 13-14%.
El contenido de agua de un organismo se determina a partir de la relación entre
los valores del peso vivo y la biomasa:

Peso vivo «biomasa + contenido de agua.

Teniendo en cuenta que la biomasa es el contenido de materia seca orgánica


resulta fácil determinar el valor del contenido de agua pesando la biomasa y
restándole el resultado al peso vivo. De esta forma determinamos el peso de
agua y se establece la relación en por-ciento con respecto al peso vivo o total.
Por ejemplo si tomamos lOOg de hojas frescas de una determinada especie y la
sometemos a secado podemos determinar su biomasa que en nuestro caso es
de 40g; esto nos indica que el peso del contenido de agua es igual a 100 -40=
60g
por lo que el agua. representa el 60% del peso total del material foliar analizado.
El agua también es importante por su participación, directa o indirecta, en
las reacciones metabólicas de los organismos, ya que es necesaria como
disolvente de sustancias nutritivas y como agente en las transformaciones
bioquímicas de las sustancias en el cuerpo de un organismo. Las plantas
solamente pueden absorber las sus tancias nutritivas minerales del suelo
cuando estos se encuentran disueltas en agua, y a pesar de que la mayoría de
los animales consumen alimentos sólidos, estos deben ser di sueltos para
poder ser asimilados por la sangre y los tejidos.
El agua actúa además como vehículo para el transporte de las sustancias en
el interior de los organismOS, siendo el principal constituyente de los fluidos
circulatorios. En el caso de los vegetales el agua es importante por su
intervención en las reacciones fotosintéticas así como en otras funciones
fisiológicas COMO la transpiración y la respiración. una prueba de su papel en los
procesos metab6licos en los vegetales se presenta en las semillas secas que
permanecen sin germinar y que solamente lo hacen en presencia de agua.

El agua, además, tiene un papel importante en la regulación de la


temperatura en los organismos.
La circulación del agua en los organismos es impres cindible y su cantidad
tiene un valor óptimo que puede ser sobrepasado por exceso del líquido, o no
alcanzarse por existir condiciones que impliquen un déficit de ella. te estos
casos los organismos establecen reacciones de adaptación a estas
condiciones, sean morfológicas o fisiológicas, las que serán estudiadas más
adelante. Analizando la situación planteada en relación con las necesidades de
agua de los organismos es evidente también que ella constituye un agente
determinante en su distribución geográfica, según la cantidad de agua
disponible en determinadas regiones.

- Difusión. Osmosis. Turgencia.


Para poder comprender cómo se produce la absorción del agua por las
raíces de las plantas y el transporte de esta sustancia dentro del vegetal, es
importante definir algunos conceptos. A diferencia de las células animales, los
vegetales están cubiertas por una membrana o pared celular, por lo que toda
sustancia disuelta que se aproxime desde el exterior entrará en contacto
primeramente con la membrana, que posee permeabilidad selectiva y que
permite el paso al interior solamente a determinadas sustancias e impide el
paso a otras.
Las sustancias entran y salen de las células por difusión, desde la zona de
mayor concentración a la de menor, hasta que las concentraciones en el interior
y el exterior se igualan.
La difusión tiende entonces a distribuir de manera homogénea las moléculas
de las soluciones.

La osmosis es un tipo especial de difusión que se caracteriza por el


movimiento de líquido a través de la membrana celular desde la zona de
elevada concentración a la de menor, siendo completamente impermeable a los
solutos contenidos en la célula, por lo que el agua penetrará libremente en ella
y diluirá su contenido provocando un aumento de su volumen. Si la membrana
celular opone cierta resistencia al incremento de volumen por absorción de
agua, ejercerá determinada presión sobre el contenido de la célula que recibe el
nombre de presión osmótica.
La presencia da una membrana rígida o pared celular en las células
vegetales, les permite soportar variaciones relativamente grandes en la
concentración osmótica, en cambio las células animales, al carecer de mem-
brana con esas características, pueden vivir solamente en el seno de
soluciones cuya concentración osmótica sea casi idéntica a la del propio
contenido celular*
Las células vegetales colocadas en agua pura se hinchan por un aumento de
volumen de material celular solamente hasta cierto límite, lo que les impide
estallar y desintegrarse. A medida que el agua va penetrando en la célula, el
contenido de esta ejerce una presión cada vez mayor sobre la pared celular a lo
que se llama presión de turgencia y se dice que la célula está turgente, o sea
hinchada, y posee gran rigidez. La turgencia es pues un fenómeno puramente
osmótico.no de los primeros signos de déficit de agua en las plantas es la
perdida de turgencia celular lo que les imprime un aspecto de placidez en las
hojas o marchitez.
Cuando la materia vegetal se coloca en una solución de presión osmótica
idéntica a la de su contenido celular (disolución isotópica) el aspecto de la
célula se mantiene normal. Si la célula se coloca en una solución más
concentrada que la de su protoplasma y por tanto con menor disolvente
(disolución hipertónica), por ejem plo una solución concentrada de sacarosa, a la
que la pared celular es impermeable, el agua del protoplasma saldrá al exterior,
es decir de la concentración baja a la alta, y la célula perderá volumen. A este
fenómeno se le llama plasmólisis y se dice entonces que la célula está
plasmolizada.
Si la célula en estos condiciones se introduce en una solución hipotónica, es
decir que la presión de agua en
ella es menor que la del exterior, se produciré un aumento de la turgencia
celular, es decir se desplasmolizará.

Como se observa, los movimientos de entrada y salida del agua en las


células vegetales están regulados por las leyes de la osmosis referentes al paso
del agua a través de las membranas permeables a esta sustancia
impermeables a las moléculas disueltas en ella.

- Absorción del agua por las raíces de las plantas.


Las reservas de agua y sustancias minerales del suelo se relacionan con las
plantas a través de un sistema ramificado de raíces y pelos radicales que se
ponen en contacto con las partículas del terreno circundante.

Las raíces se diferencian del resto de la planta por su estructura; se


caracterizan por tener geotropismo positivo, es decir crecen en dirección al
centro de la tierra. Las raíces generalmente son hipógeas, aunque algunas
crecen en condiciones aéreas y son llamadas epígeas. Pueden también
encontrarse raíces reservantes, que acumulan nutrientes en cantidades
considerables, y tubulares, como modificaciones del tallo de árboles de gran
porte para su sostén.
Las raíces tienen varias funciones: fijar la planta al suelo o a otros soportes
como en el caso de los epífitos que se fijan a troncos de árboles; absorber agua
y sustancias minerales del suelo; almacenamiento de sustancias nutritivas que
permite a las plantas estacionales reanimar su crecimiento luego del período
desfavorable y a las perennes retoñar al ser cortadas sus partes aéreas.
A la par que las raíces crecen a través del terreno, siguiendo un camino
intrincado y sinuoso, se van formando en ellas prolongaciones de las células
epidérmicas que se denominan pelos radicales o absorbentes cuyo diámetro es
del orden de 10 mieras y su longitud de hasta 1 ma. Estos pelos aumentan la
superficie de contacto de la raíz con el suelo y proporcionan un área mayor de
absorción efectiva a la planta por tener una mayor permeabilidad.
En condiciones normales prácticamente toda la absorción se realiza a través
del sistema radicular y en especial por los pelos absorbentes. El agua y las
sustancias di sueltas en ella penetran en los pelos absorventes y demás células
epidérmicas de la raíz por el proceso de difusión. Mientras el déficit de presión
de difusión del citoplas ma de las raíces sea mayor que el de la disolución en si
suelo sigue entrando agua en la célula o sea la mayor parte de la absorción de
agua se produce por osmosis.
Existen algunos factores que afectan la absorción de agua por las raíces,
siendo los siguientes los más importantes:

a) Temperatura del suelo. Tiene influencia sobre la velocidad de absorción del


agua. Las bajas temperaturas reducen la absorción debido a que el agua es
más viscosa y por tanto su movilidad es menor, además la membrana es
menos permeable en esas condiciones térmicas y el crecimiento de la raíz
se inhibe.

b) Concentración de la solución del suelo. Como se ha explicado, el agua se


absorbe en función de la diferencia de presión de difusión existente entre la
disolución en el suelo y en el protoplasma celular en la raíz, por lo que la
concentración de la solución en el suelo es importante. Si la presión
osmótica de la solución en el suelo es mayor que la del protoplasma de las
células de las raíces, el agua tenderá a salir de la planta en vez de ser
absorbida por ella. Es por esto que las plantas halófilas tienen una mayor
tolerancia a las concentraciones elevadas de sales en las soluciones en el
suelo, presentando una presión osmótica mayor en su protoplasma celular
que la que poseen las plantas en 9eneral«

c) Disponibilidad de agua en el suelo. No toda el agua del suelo puede ser


absorbida por las raíces. En la medida en que el suelo se va quedando sin
agua, la absorción se va haciendo cada vez más difícil. Además este aspecto
se relaciona con el planteado en el inciso anterior ya que en la medida en que
la cantidad de agua sea menor; la solución circundante a la raíz será más
concentrada.
La circulación del agua y sustancias disueltas en el vegetal se manifiesta de
la siguiente forma; el agua absorbida por los pelos radicales y otras células epi-
dérmicas de la raíz siguen a través del tejido cortical y penetran en un sistema
vascular leñoso que recibe el nombre de xilema. El conducto xilemático está
formado por una red de vasos que se extienden desde la raíz y está constituido
por las traqueidas y traqueas que son más o menos alargadas y están formadas
por células finas con paredes gruesas lignificadas y que están muertas durante
la madurez, por lo que no poseen en su interior protoplasma que impida el paso
del líquido, lo que facilita el transporte de grandes cantidades de agua y sus -
tancias disueltas. El agua que se mueve por el xilema siempre lo hace en
sentido ascendente debido a la presión osmótica*

El xilema de las raíces se conecta con el tallo permitiendo que el agua pase
fácilmente a éste, donde se divide en una complicada red de tejidos
conductores que van a parar a los nervios de las hojas y de aquí a todo el tejido
foliar. Las células de las hojas utilizan el agua en la fotosíntesis y adquieren
grandes concentraciones de carbohidratos, mientras que las células vecinas, al
no realizar esta función, poseen una concentración menor. Por difusión se
tiende a nivelar las concentraciones y comienza a pasar de célula a célula.
Las sustancias elaboradas en las hojas (savia elaborada) son distribuidas a
toda la planta a través de un sistema vascular, constituido por células vivas, que
recibe el nombre de floema.
El floema, al igual que el xilema, forma un sistema vascular continuo que
recorre toda la planta y se extiende hasta algunas décimas de mm. del
meristemo terminal del tallo y de la raíz, hasta los extremos de las últimas
nerviaciones foliares, ocurriendo el transporte de las sustancias elaboradas
tanto en sentido ascendente como descendente y a causa de la presión
osmótica.
Las células de las hojas tiene elevada concentración osmótica a causa de la
fotosíntesis, lo que provoca una absorción de agua y un estado de turgencia.
Debido a la presión de turgencia la solución que contiene azúcares se expulsa
de las células, alcanzando los vasos del floema y empujando la solución por
ellos hasta llegar al protoplasma de las células receptoras que los consumen en
la respiración, el crecimiento o los almacenan.
El floema se extiende por la corteza, lo que se ha comprobado cuando un
árbol ha sido descortezado en forma de anillo. Encima del corte se produce un
crecimiento o hinchazón, acompañado de una elevada concentración de
azúcares. En cambio este corte en la corteza afecta
poco el movimiento de ascenso del agua a través de los vasos del xilema,
localizado en el tallo. ( Fig 18)

- Transpiración y evapotranspiración
A pesar de ser el agua la sustancia más abundante en los tejidos vegetales,
las plantas aéreas solo retienen una pequeña parte del agua que absorben, ya
que la mayor parte de ella va a la atmósfera en forma de vapor desde las hojas
principalmente y otras partes aéreas mediante la transpiración.
El agua llega desde las raíces hasta las células del mesófilo de las hojas, la
superficie epidérmica de estas últimas presenta gran numero de poros que
reciben el nombre de estomas, son microscópicas y están formadas por dos
células epidérmicas especializadas de forma arriñonada (células estomáticas u
oclusivas) que regulan la apertura o cierre del espacio entre ellas llamado
ostiolo.
El ostiolo o poro estomático cuando está abierto al máximo puede medir entre
3 y 12 A de ancho y de 10 a 40^ de largo y es la vía de contacto directo del
interior de la hoja con el medio exterior.
La cantidad de estomas de la superficie foliar varía según la especie y en
general oscila entre 1000 y 60 000 por cm2 . Este número relativamente grande
ocupa un reducido porciento de la superficie de la hoja y cuando se encuentran
abiertos al máximo apenas ocupan del 1al 2% de ella.
Los estomas se encuentran generalmente concentrados en el envés de la
hoja o epidermis inferior pero en algunas especies también los hay en el haz o
epidermis superior.

Fig. 18 Esquema de la distribución de los vasos del xilema y el floema.


Las células oclusivas o estomáticas son las que per miten el mecanismo de
apertura o cierre del estoma, lo que ocurre como respuesta directa a los
cambios de contenido osmótico en ellas. Estas células tienen la característica
de que la pared celular que limita con el ostiolo es más gruesa y menos
elástica que la que está en contacto con otras células epidérmicas. Cuando
existe un gradiente de déficit de presión de difusión entre las células oclusivas y
las más próximas del mesófilo y la epidermis, el agua penetrará en las células
oclusivas haciendo que estas aumenten de volumen y se pongan turgentes,
Esto provoca que sobre las paredes celulares se ejerza una presión que, al ser
la parte que limita con el ostiolo más rígida, provoque una prolongación en sen-
tido contrario con la consecuente apertura del ostiolo. Cuando las células
oclusivas están flácidas el ostiolo, por el contrario, se cierra. (Fig. 20)

Las células oclusivas se diferencian del resto de las epidérmicas no solamente


por sus formas y disposlción sino además porque en ellas hay cloroplastos, ge-
neralmente ausentes en las otras.
Los estomas están presentes en todas las angiospermas y gimnospermas,
excepto en ciertas especies acuáticas, siendo solamente los hongos y algas los
grandes grupos carentes de ellos.

La mayor transpiración de las plantas se realiza por los estomas, pero el vapor
de agua también puede perderse directamente por la superficie de las hojas y
tallos, especialmente herbáceos, a través de la cutícula o capa aérea formada
por cutina. A este tipo de transpiración se le denomina cuticular.
En sentido general la cutícula impide la salida de vapor de agua de la planta. Si
no existiera, la retención de agua sería casi imposible.
No obstante, su presencia no implica que no pueda escapar determinada
pequeña cantidad de él, insignificante si se le compara con el volumen que sale
en la transpiración estomática. No obstante esto, hay especies cuya cutícula es
muy delgada y en condiciones favorables a la ocurrencia de transpiración, la
pérdida de agua por esta vía es de consideración. En otras especies se
presenta una cutícula muy gruesa y este tipo de transpiración es prácticamente
nula.
En general las plantas que viven a la sombra y las que lo hacen en
condiciones de gran humedad, tienen la cutícula menos gruesa que las que
viven bajo los rayos directos del sol o en condiciones de sequedad. Más
adelante veremos que esto responde a determinados mecanismos de defensa
en todos los casos.

La cantidad de agua que pierden las plantas por trarspiración es considerable


aunque variable según la especie. Una ha. de maíz transpira durante su
crecimiento el equivalente a 275 mm de precipitación; un bosque en la región
meridional de EE .Uü pierde hasta 36 000 1 de agua por ha. y se ha calculado
que un ejemplar de arce que alcance l5mde altura plantado en un campo
abierto puede perder hasta 260 1 de agua por hora»

•Factores que afectan la transpiración.


Sobre la apertura y cierre de los estomas influyen una serie de factores tanto
del ambiente com o propios de la planta.

Dentro de los factores ambientales podemos señalar la luz, la temperatura, la


humedad atmosférica, el viento y la disponibilidad de agua en el suelo.

a,) Luz. La transpiración muestra una variación diurna,


intensificándose durante las horas de luz y decreciendo durante la noche.
Esto demuestra que la luz ejerce un efecto dominante sobre el movimiento
de las células estomáticas: cuando una planta está expuesta a la luz, los
estomas están abiertos; en la oscuridad los estomas se cierr an, por lo que
la transpiración prácticamente cesa.

La cantidad de luz suficiente para lograr la apertura máxima de los


estomas varía según la especie, pero en todos los casos es
considerablemente inferior a la necesaria para lograr la máxima actividad
fotosintética.

b) Humedad del aire. Al referirnos a este aspecto se tiene en cuenta no la


humedad absoluta del aire sino la relativa. En general se considera que la
"atmósfera" interna de la hoja está saturada en todo momento, mientras
que la externa suele no estarlo, por lo que existe un gradiente de presión
de vapor entre la atmósfera interna y extema con el consecuente proceso
de difusión del agua desde los estomas al medio circundante con el
objetivo de equilibrar la tensión de vapor,

Es evidente que a más marcado gradiente de presión de vapor, más


rápida será la transpiración y con mayor intensidad.

c) Temperatura. Como se ha planteado anteriormente, la atmósfera interna de


la hoja está cercana o en el punto de saturación tanto en condiciones de
altas o bajas temperaturas, independientemente que el contenido de
vapor de agua de la atmósfera externa se mantenga constante, un
incremento en la temperatura provoca un aumento del gradiente de
presión
de vapor entre la hoja y la atmósfera externa.

d) Viento. El aire que está en contacto con la hoja


transpirante se va enriqueciendo de vapor de agua en la porción inmediata
a la superficie foliar . Esto motiva que el gradiente de presión vaya
dismnuyendo y la velocidad de transpiración decrezca. Cuando el viento
sustituye esta atmósfera cargada de humedad por otra con valores
menores la velocidad de transpiración nuevamente aumenta. El viento
además atenúa el calentamiento tanto de la hoja como del medio debido al
proceso de mezcla y recambio que produce su incidencia sobre la planta.

e) Disponibilidad de agua en el suelo. La absorción de agua por las raíces


puede estar retrasada con res pecto a la pérdida por transpiración, es
decir, que la planta puede perder más cantidad de ese líquido que el que
gana. Cuando esto ocurre durante un período de tiempo relativamente
breve no hay consecuencias significativas, pero si se prolonga, orgina un
déficit de agua y la planta comienza a marchitarse. En ocasiones la planta
puede tener adaptaciones que la protegen de este fenómeno.
Es por esto que la disponibilidad de agua en el suelo tiene gran influencia
en la velocidad de la transpiración.

Dentro de los factores relacionados con las características de la planta y que


influyen en la velocidad de la transpiración tenemos;

a) Relación entre la raíz y la parte aérea. En caso de que existen buenas


condiciones para la transpiración la eficiencia de la superficie radical, que
es la absorbente, y la superficie foliar, de transpiración, regulan la
velocidad de esta última. Si la abs orción es menor que ella, se produce un
déficit de agua en la planta que reduce la transpiración.

Si se comparan dos especies como el sorgo y el maíz, se observa que el


primero transpira a mayor velocidad por unidad de superficie Foliar debido
a que el desarrollo de las raíces secundarias de este es mayor que las del
otro y esto implica que se suministre mayor cantidad de agua al sistema
foliar.

b) Área foliar. Cuanto mayor es la superficie de las hojas, mayor es la


transpiración, aunque no existe concordancia perfectamente proporcional
entre ambos aspectos pues las plantas pequeñas transpiran a una
velocidad mayor que las grandes, aunque, lógicamente, aún así las de
mayor tamaño pierden mayor cantidad de agua total que las menores.
Cuando a una planta se le elimina parte de sus hojas, por ejemplo al
podarla, se reduce la superficie foliar y por tanto la velocidad de
transpiración por unidad de área aumenta como respuesta al hecho que el
sistema radicular continúa sumi- nistrando la misma cantidad de agua. En
este caso aumenta la eficiencia de la transpiración.

c) Estructura foliar. Las plantas de medio seco presentan modificaciones


estructurales, principalmente en las hojas que le permiten reducir la
pérdida de agua.

Se ha demostrado que con un suministro adecuado


e agua a especies adaptadas al medio seco, la velocidad de la
transpiración puede ser superior a la de las plantas desarrolladas
normalmente en condiciones de elevada humedad. Esto se debe a que las
plantas de medio seco tienen mayor cantidad de estomas por unidad de
superficie y más desarrollado su sistema de nerviaciones.
Cuando las plantas presentan déficit de agua regulan la transpiración
cerrando los estomas o enrollando las hojas.

- Importancia de la transpiración
La transpiración proporciona un efecto refrescante que impide que la planta
se sobrecaliente. Tiene influencia en el crecimiento y desarrollo de las plantas lo
que se ha comprobado al lograrse brotes de algunas especies en condiciones
de elevada humedad, que se ha contrarrestado por variaciones en su
efectividad y eficiencia.
Además cuando la velocidad de la transpiración sobrepasa la de la absorción,
se produce la marchitez lo que va en detrimento de la planta. Si este fenómeno
se prolonga puede alcanzar límites que provocan su muerte irremediable ya que
la falta de agua afecta el metabolismo de las proteínas y los aminoácidos.
La transpiración también influye en la absorción de sales minerales y en
general en la circulación interna en la planta ya que estas sustancias se toman
del suelo disueltas en agua.
- Evapotranspiración

Este concepto incluye la pérdida de agua evaporada directamente de la


planta que fue interceptada y retenida por el follaje y la que sale al medio
exterior por
transpiración»
Debe diferenciarse la evapotranspiración real (ETR) de la potencial (ETP).

Evapotranspiración real. Es la que se evalúa mediante instrumentos,


teniendo en cuenta el volumen de agua que realmente transpira la planta
y el que se evapora del suelo.

Evapotranspiraci6n potencial. Se calcula a partir de datos climáticos tales


como radiación global, temperatura media del suelo y del aire, etcétera.
Considera que la reserva de agua en la localidad es ilimitada.

-• Adaptaciones fisiológicas y morfológicas de los organis mos xerófilos.


La cantidad de agua en el medio en que se desarrollan los organismos
puede ser adecuada, excesiva o insuficiente. Los organismos que se
desarrollan en hábitats en los que este factor ecológico está en exceso o
defecto han adquirido en el curso de su evolución adaptaciones que no se
produjeron repentinamente sino con el concurso de la selección natural, Las
adaptaciones se manifies tan en las características estructurales, es decir, en la
morfología del ser vivo, y en sus procesos vitales, con el objetivo de reducir las
pérdidas de agua por transpiración o adquiriendo y almacenando la mayor can-
tidad posible de agua lo que les permite resistir la escasez de precipitaciones y
la intensa evaporación a que puedan verse sometidas»
En este caso, de escasez de agua, que es el que estudiaremos, las
adaptaciones establecidas por las plantas representan el xeromorfismo o
xeromofosis de ellas.
En el caso de las adaptaciones morfológicas, pueden presentarse tanto en
las estructuras aéreas como subterráneas del vegetal.
En el segundo caso el sistema radicular de la planta puede ser muy profundo
llegando hasta el nivel freático, del que toman el agua que no tienen en las
capas superiores del suelo. En ocasiones este sistema puede ser muy extenso
y relativamente superficial de manera que la planta dispone de una mayor área
de observación y por lo tanto toma una cantidad de agua adecuada aún cuando
las precipitaciones sean pocas. (Fig. 21)
Otra adaptación a nivel subterráneo es el desarrollo de raíces, bulbos y
rizomas capaces de acumular reservas de agua que permitan a la planta
soportar periodos de sequía relativamente prolongados llegando inclusive a
sustituir la reproducción sexual por simple multiplicación a partir de yemas.
A nivel del aparato subaéreo pueden encontrarse las siguientes adaptaciones:
Reducción del tallo con ramas cortas, o sea, formas subarbustivas, motas y
gramíneas pequeñas, conocidas por nanismo; presencia de hojas pequeñas
(microfilia), de manera que se reduzca la superficie de transpiración y por tanto
la pérdida de agua; ausencia total de hojas (afilia) y realización de la
fotosíntesis por los tallos verdes, en este caso la planta tiene crecimiento
relativamente lento; sustitución de hojas por espinas que, en ocasiones,
disminuyen por su disposición, la cantidad de radiación directa que llega al tallo,
como en el caso de muchas cactáceas, reduciéndose la transpiración. Otras
adaptaciones son la reducción del número de estomas en las hojas de manera
que la transpiración sea menor;
Diiferentes tipos de aparatos radiculares de plantas xerofilas.

sistema radicular profundo


sistema ramificado de Thymus serpyllun

sistema con extensión lateral superior

del Sedum Acre.

a) en corte
b) en planta
presencia de una cutícula gruesa que recubre las hojas dándoles un aspecto
coriáceo (brillantes y duras al tac to). En ocasiones los estomas se encuentran
hundidos en la epidermis, creando un mesoclima húmedo a su alrededor y, por
tanto disminuyendo la transpiración; también los estomas pueden estar
cubiertos por pelos epidérmicos muertos, los que realizan la misma función
aislante que en el caso anterior»

En el caso de los tallos, algunos desarrollan costillas por las cuales corre el
agua de las precipitaciones y cae prácticamente de manera directa sobre las
raíces; pueden también los tallos tomar formas globosas que reducen la
superficie transpiradora; o lignificarse (tallos leñosos), adaptación esta última
muy frecuente en Cuba.

Las adaptaciones morfológicas tienen dos objetivos fundamentales, la


acumulación u obtención de agua y la reducción de la transpiración, ambos con
el fin de que la planta pueda vivir en condiciones de relativa sequedad»

ADAPTACIONES MORFOLÓGICAS
/ \
Obtención y acumulación Reducción de la transpiración
de agua

Raíces profundas Nanismo Microfilia Afilia


Raíces extensas Hojas en espinas Menor número de
Raíces, bulbos y rizomas estomas
con reservas Hojas coriáceas Estomas hundidos o
Tallos en forma de protegidos
costillas Tallos globosos Tallos leñosos
Como adaptaciones fisiológicas más importantes podemos señalar las
siguientes;
Aleopatía o envenenamiento del área en que se desarrllan las raíces de
manera que ninguna otra planta pueda competir con ellas por agua; regulación
de la transpiración según las condiciones ambientales, cierre de los estomas y
abertura de los mismos si el calentamiento en la superficie foliar es excesivo de
manera que la transpiración ejerza un efecto refrescante en ellas; almace-
namiento de agua en los tejidos (suculencia), adquirido la planta un aspecto
carnoso, mediante la hidratación de las proteínas tisulares»
En algunos caso pueden presentarse simultáneamente tanto adaptaciones
morfológicas como fisiológicas, como ocurre en las cactáceas y euforbiáceas,
ambas suculentas, con hojas modificadas en espinas y raíces profundas o
extendidas.
Otro tipo de adaptaciones, también fisiológicas, pre sentan las plantas
efímeras, que realizan todo su ciclo vegetativo en la estación de las lluvias y en
la seca mantienen vivas solamente sus semillas o yemas en las raíces, las que
brotan nuevamente con las primeras precipitaciones. Esto ocurre
frecuentemente en las gramíneas que dominan las sabanas. La caducidad del
follaje en la estación seca, propia de plantas de clima tropical, impide la
transpiración en esa época del año, manteniéndose la planta aletargada y en
ocasiones realizando fotosíntesis directamente por los tallos»
Algunas plantas cambian la orientación del follaje quedando los limbos
paralelos a los rayos solares lo que implica que no se produzca un excesivo
calentamiento en las hojas y por tanto que la transpiración no sea rápida.
Algunas plantas tienen hojas con colores brillantes que les permite reflejar la
luz y también evitar calentamiento y transpiración.

- Xeromorfismo ante otros factores


Algunas plantas habitan en condiciones de humedad suficiente para su
desarrollo y en cambio presentan rasgos xeromórficos debidos a otros factores,
tales como:

- Intensa iluminación.
- Alto grado de carbono en el suelo como en el caso de las turberas y
pantanos»
- Bajo grado de nitrógeno en el suelo con la consecuente contaminación de
las aguas, que no puede ser absorbida por las plantas como ocurre en los
páralos.

- Elevado grado de iones de cloro, como en el caso de los pantanos


marítimos.
- Alta concentración de magnesio en el suelo, como en los fersialíticos,
desarrollados sobre serpen-tinitas y que dan lugar en Cuba a los cuabales
y charrascales.
- Algunas epífitas tienen que tener adaptaciones que les permitan tomar el
agua directamente de la humedad atmosférica, aun cuando las
precipitaciones sean elevadas y los suelos tengan buenas reservas hídri -
cas.

- Adaptaciones en los animales


Los animales también tienen determinadas adaptaciones que les permiten
habitar en lugares inclusive de extrema humedad.

En los desiertos y semidesiertos es donde más casos encontramos can estas


características y las adaptaciones más importantes son:
- Regulación del agua en el cuerpo mediante excresio-nes fecales secas y
reducción de la orina.
- Obtención de agua por medio de su metabolismo, extrayendo la de
constitución de los alimentos, como el caso de la rata canguro, de
Arizona.

- Regulación de la respiración.
- Desarrollo de hábitos nocturnos, permaneciendo ocultos durante el día.
- Piel con escamas, pelos, plumas, exoesqueletos o gruesas cutículas. Los
insectos en general son ejemplos del último caso.

- Enquistamiento durante los períodos secos.

- Aletargamiento de las funciones en la época desfavorable.

- Clasificación de los organismos según las variaciones de humedad que


soportan.
Los animales y las plantas pueden o no soportar determinadas variaciones de
humedad. Según el caso pueden clasificarse en:
Eurihídricos; Soportan grandes variaciones de humedad sin alteración de
sus funciones vitales, pealo que puede decirse que poseen gran amplitud
ecológica.

Estenohídricos: Soportan solamente pocas variaciones de humedad.

- Los factores hÍdricos en la distribución de los seres vivos.

El crecimiento de las plantas terrestres está afectado por la cantidad de agua


disponible en mucha mayor «eáida que en los animales.
El factor agua regula la distribución de los animales y plantas tanto a escala
planetaria como local. Por ejemplo algunos árboles están estrictamente
localizados en las húmedas orillas de corrientes fluviales y sus semillas no
germinan si no encuentran un suelo con esas características, inclusive muchas
de estas plantas poseen diseminación hidrocora. Otras plantas soportan más la
carencia de agua y sus semillas pueden permanecer secas durante meses y
años sin perder su capacidad germinativa.
En el caso de los animales, aunque es menor escala, esta situación también
se pone de maiiifiesto, existiendo casos en que están limitados a hábitas
húmedos y, de no existir estas condiciones, emigran o perecer.
Las diferencias en la capacidad de las plantas para hacer frente a los
períodos de sequía se pone de manifiesto en la distribución geográfica de la
vegetación, lo que puede comprobarse en la zonación que se presenta en los
continentes desde las costas hacia su interior en función del comportamiento
de las precipitaciones.
En función de las condiciones hídricas de su habitáis, los seres vivos se
clasifican en:

- acuáticos, habitan en mares, ríos, lagos, etcétera.

- terrestres, habitan en condiciones subaéreas.

- anfibios, habitan en arabos medios, ya sea en etapas diferentes de su vida


(rana) o de forma permanente, alternando su estancia en ambos medios
como los animales y plantas de la zona intermareal.
La conquista del medio terrestre tiene como desventajas el disponer de más
luz y sustancias minerales, amplias posibilidades de refugio y disponibilidad de
alimentos, pero como factor negativo tiene la escasez de agua en ocasiones,
por lo que el éxito de esta empresa depende de la capacidad del organismo de
retener cantidades suficientes de este líquido o adaptarse a su carencia. Los
anfibios han logrado abandonar el medio acuático solo parcialmente y salen de
él solamente por cortos períodos de tiempo.
No todos los organismos requieren de la misma cantidad de agua para vivir y
en función de esta se dividen en:

- hidrófilos, organismos acuáticos.


- higrofilos, viven en condiciones de humedad edáfica y atmosférica
próximos a la saturación (márgenes de rios y lagos, bosques ecuatoriales,
etcétera).

- Mesófilos , requieren cantidades intermedias de

aguas y a ellos pertenecen la mayoría de los vegetales terrestres; se


desarrollan en hábitats altos, en zonas de pluviosidad media, en regiones
de buen drenaje donde la humedad penetra profundamente en el suelo*

- Xerófilos, se desarrollan bajo condiciones ambientales secas, sea por


escasez de precipitaciones, como desiertos y estepas o en hábitats que
se secan rápi damente después de ellas, como playas, superficies
desnudas rocosas, lugares de fuerte pendiente, escaso espesor de suelo,
etcétera.
LOS ORGANISMOS VIVIENTES Y LA TEMPERATURA

El factor térmico y su importancia para el desarrollo de los organismos


vivientes.

La temperatura es de los factores ecológicos, si no es el más importante, al


menos el más generalmente conocido. Sus amplias variaciones y su
influencia en diversas funciones vitales de los organismos se ponen de
manifiesto y, a diferencia de otros factores, puede medirse con relativa
facilidad. La temperatura constituye aveces un factor decisivo en el desarrollo
y la distribución de los animales y plantas. Esto se demuestra por su escasa
densidad de población en las zonas desérticas o heladas.

Pueden considerarse algunos requisitos térmicos corro indispensables


para el desarrollo de los seres vi vos y su permanencia dentro de un área
determinada»

a) La temperatura debe permanecer en todo momento dentro de límites


tolerables para el organismo;

b) Debe ser lo suficientemente elevada o baja dentro de un período de


tiempo más o menos largo de manera que permita la reproducción y el
desarrollo de las especies.

Las temperaturas mínimas que limitan la supervivencia se presentan


generalmente durante el invierno y las máximas que no impiden la
reproducción y el desarrollo de organismos, durante el verano. Una u otra de
estas influencias, o ambas» determinan la existencia de límites en la
distribución hacia las regiones polares y las grandes altitudes. Las máximas
temperaturas que limitan la supervivencia se presentan en verano y el
enfriamiento mínimo necesario para la reproducción y en crecimiento, en
invierno.
Estas influencias imponen límites de distribución hacia el ecuador.

- Equilibrio ecológico vital


Todos los organismos tienen un rango de temperatura vital que puede
estar comprendido dentro de temperaturas altas y bajas. En este rango hay
un espacio en el que se presenta una temperatura óptima en la que el or-
ganismo puede desarrollar en mejores condiciones sus funciones biológicas.
Puede considerarse que para una especie x el rango de temperatura vital
es entre -5 y l5°c y el rango de temperatura óptima es entre 0 y 10°C. No
obstante es posible que la especie pueda sobrevivir a temperaturas de hasta
-15°c y 20 c en condiciones precarias. Estos límites en los que el organismo
vive fuera de su rango vital constituyen los pésimum inferior (-l5°c) y superior
(20°c).

La temperatura óptima del Ondatra zibethicus (roedor de América del


Norte) se encuentra, aproximadamente, en el rango de -15°c en invierno y
20°c en verano. Se sabe, además, que esta especie no sobrevive a
temperaturas de -35°c y 30°c en estas estaciones.

- Temperaturas letales • Su relatividad.

Las temperaturas bajo o sobre las cuales no puede vivir una especie
constituyen las temperaturas letales. Ellas entran por debajo o por encima de
las mínimas y máximas en las que un organismo puede vivir indefinidamente
en estado activo y se produce su muerte por frío o calor.
Se conoce que muchas plantas y animales perecen al estar sometidos a
temperaturas que, aunque superiores a los puntos de congelación de sus
tejidos, resultan demasiado bajas para ellos.

De la misma forma, en el otro extremo de la escala térmica, se presentan


casos de muerte por valores demasiado elevados pero inferiores al que
determina la coagulación por exceso de calor.
Se conoce que muchas plantas y animales perecen al estar sometidos a
temperaturas que, aunque superiores a los puntos de congelación de sus
tejidos, resultan demasiado bajas para ellos. De la misma forma» en el otro
extremo de la escala térmica, se presentan casos de muerte por valores
demasiado elevados pero inferiores al que determina la coagulación por
exceso de calor.
Los valores letales varían mucho de una especie a otra. Así, temperaturas
demasiado elevadas para una especie pueden resultar favorables o aún
insuficientes para otra. Los peces árticos, por ejemplo, no viven en el sur en
aguas a 10°c, valor este que resulta, en cam bio, muy bajo para muchas
especies tropicales.

Las temperaturas críticas para las diferentes plantas y animales varían


considerablemente. Mientras que los invertebrados marinos mueren a
temperaturas superiores a 30°c, los reptiles adaptados a clima seco y calu-
roso soportan bien valores de hasta 45°c.

- Acción de las temperaturas extremas .


La temperatura es un factor importante de límite en la distribución
geográfica de los seres vivos. Existe un gran número de vegetales y
animales capaces se soportar variaciones térmicas muy amplias mientras
otros no poseen mecanismos reguladores que les permitan hacer frente a
condiciones extremas.
Seg-ún su intercambio térmico los animales se agrupan en dos tipos
fundamentales: poiquilotermos (o de sangre fría) y homeotermos (o de
sangre caliente). La temperatura del cuerpo de los primeros, que son la
mayoría, depende de la ambiental, sin diferir mucho de ella, carecen de
mecanismos reguladores y la velocidad de su «etabolismo es elevada er. un
día cálido lo que se expresa en su gran movi lidad y cantidad de alimentos
consumidos en esas condiciones . Son raros los poiquilater-aos que resisten
temperaturas superiores a 45 c y es nuy difícil que lleguen estos pocos a
soportar mas de 52°c. Entre estos animales están los reptiles, los anfibios los
peces y los insectos entre otros.
En el caso de los homeotermos, tienen mecanismos de regulación térmica
y conservan constante la temperatura interna del cuerpo, aislándose del calor
o el frío ambiental. Estos organismos mantienen niveles de metabolismo
relativamente estables. La mayor parte de las aves y los mamíferos son
homeotermos y solamente en el caso de las crías la temperatura corporal es
menos estable.

Existe un grupo que puede ser considerado intermedio:


algunas aves y mamíferos heterotermos. un ejemplo de ellos es el oso, el
que de la primavera al otoño mantiene su sangre caliente y durante el
invierno la temperatura de su cuerpo se hace inestable.
La influencia de la temperatura sobre la intensidad de los procesos
biológicos se manifiesta de manera más clara en los poiquiloternos, aunque
los mamíferos y las aves también se ven afectados, en última instancia, por
la acción del calor.
En el medio acuático la velación total de temperatura se encuentra siempre
dentro del límite de tolerancia de muchos animales y vegetales. En los
océanos nurca desciende por debajo de unos 2,5°c y los valores máximos
corresponden probablemente a los registros obtenidos en el Golfo Pérsico de
36 c . En aguas someras y litorales es probable encontrar valores superiores a
este último.

Las mayares variaciones estacionales se registran en las áreas continentales


de las zonas templadas y es allí precisamente donde los organismos
necesitan de adaptaciones especiales que les permitan sobrevivir durante los
períodos en que la temperatura rebasa los límites dentro de los cuales puede
mantenerse la vida activa.

- Adaptaciones morfológicas y fisiológicas


En su evolución los organismos desarrollan estructuras y mecanismos
especiales que permiten su adaptación a las temperaturas extremas. Algunos
animales y plantas para soportar estas condiciones producen quistes,
semillas, esporas, huevos, raíces y tallos resistentes. En las gramíneas las
hojas y tallos mueren a causa de las heladas mientras que las raíces
continúan viviendo y, a partir de ellos, brotan nuevos retoños cuando
reaparezcan las condiciones térmicas favorables.
En los tejidos de algunas especies se producen cambios fisiológicos que
impiden la congelación: aumenta la concentración osmótica y el agua se fija
en estado coloidal con el consecuente descenso del punto de congelación. En
un campo de centeno en invierno, con temperatura ambiente de O c se puede
observar por esta causa que los tallos y hojas mantienen su flexibilidad.

Otra forma de resistir las temperaturas extremas es la eliminación de agua


de los tejidos, lo que se observa en las semillas secas, esporas y quistes que,
al no contener líquido en sus estructuras, no puede helarse.
El aumento del grosor de la capa de tejidos adiposo o de la cantidad de
pelos en el cuerpo son también mecanismos que persiguen como fin en
algunos mamíferos soportar temperaturas bajas.
Ona adaptación especial ante las temperaturas extremas es el letargo. No
es bajo el número de mamíferos que se "adormecen" durante el período
invernal, es decir que hibernan. Durante la hibernación la temperatura del
cuerpo desciende y permanece solamente uno o dos gra dos por encima de la
ambiental. En estas condiciones el metabolismo es poco activo; el animal no
come, de manera que utiliza sus reservas adiposas para mantenerse hasta la
llegada de la primavera. Muchos animales hibernan en grietas, debajo de las
piedras o en el barro^ las ardillas árticas construyen madrigueras por debajo
de la espesa capa de nieve en aquellos lugares sonde el subsuelo no se
encuentra congelado.
En Alasica se ha observado que cuando la temperatura ambiente es de -
55°c, a nivel del suelo es solamente de -7°c , condición que es aprovechada
por algunos animales al penetrar inclusive por debajo de este nivel.
Cuando el letargo ocurre en verano recibe el nombre de estivación y se
debe a condiciones de elevadas temperaturas, sequía y escasez de alimentos.
Este fenómeno está muy difundido entre los insectos y otros invertebrados asi
como en ciertos mamíferos y en los vegetales.

Existen otros mecanismos para hacer frente a las temperaturas extremas,


entre los que se encuentran los viajes que emprenden los animales para huir
de lugares con temperaturas para huir de lugares con temperaturas
desfavorables, conocidos por migraciones térmicas, que pueden ser a
pequeña escala como en el caso de los habitantes de los desiertos tropicales
con hábitos nocturnos para evitar las altas temperaturas durante el día; o de
largo alcance, que realizan algunos mamíferos insectos y aves, siendo en
estas últimas más características. En ocasiones la migración es simplemente
a lugares de sombra con condiciones térmicas relativamente frescas.
Los animales excavadores escapan al calor o frío excesivos desplazándose
durante un corto período de tiempo a los niveles inferiores del suelo. En el
caso de las ardillas terrestres del desierto en la estación cálida se retiran al
interior de sus madrigueras donde hay temperaturas moderadas; durante la
estación fría esta misma migración les sirve para evitar los rigores del invierno.
(Fig. 23)

- Clasificación de los organismos según las variaciones de temperatura que


soportan
Algunos organismos tienen escasos limites de tolerancia a los factores
ambientales, mientras otros pueden sobrevivir en límites muchos más amplios.
Los ecólogos emplean los prefijos ouri (amplio) y esteno (estrecho) para
referirse a los organismos que respectivamente ofrecen tolerancias amplias o
restringidas a un factor especial. Aquellos organismos que soportan grandes
cambios de temperatura reciben el nombre de eu-ritermos. La mosca común
es uno de ellos ya que soporta valores térmicos que fluctúan desde 5 a 45 c;
en cambio a los que no admiten estos grandes cambios se les denomina
temperaturas extremas, entre los que se encuentran los viajes que emprenden
los animales para huir de lugares con temperaturas para huir de lugares con
temperaturas desfavorables, conocidos por migraciones térmicas, que pueden
ser a pequeña escala como en el caso de los habitantes de los desiertos
tropicales con hábitos nocturnos para evitar las altas temperaturas durante el
día; o de largo alcance, que realizan algunos mamíferos insectos y aves,
siendo en estas últimas más característi cas. En ocasiones la migración es
simplemente a lugares de sombra con condiciones térmicas relativamente
frescas.
Los animales excavadores escapan al calor o frío excesivos desplazándose
durante un corto período de tiempo a los niveles inferiores del suelo. En el
caso de las ardillas terrestres del desierto en la estación cálida se retiran al
interior de sus madrigueras donde hay temperaturas moderadas; durante la
estación fría esta misma migración les sirve para evitar los rigores del invierno.

— Clasificación de los organismos según las variaciones de temperatura que


soportan

Algunos organismos tienen escasos límites de tolerancia a los factores


ambientales, mientras otros pueden sobrevivir en límites muchos más amplios.
Los ecólogos emplean los prefijos euri (amplio) y esteno (estrecho) para
referirse a los organismos que respectivamente ofrecen tolerancias amplias o
restringidas a un factor especial. Aquellos organismos que soportan grandes
cambios de temperatura reciben el nombre de eu-ritermos. La mosca común
es uno de ellos ya que soporta valores térmicos que fluctúan desde 5 a 45 c;
en cambio a los que no admiten estos grandes cambios se les denomina
estenotermos. Dentro de estos últimos es notable la gran adaptación al frío del
pe" antartico trematomus bernacchi, que solamente tolera temperaturas entre -
2°c y2°c.
El ritmo diurno de la temperatura. Termoperiodicidad
Como hemos señalado, para que •una especie pueda permanecer en una
localidad determinada, la temperatura-debe elevarse en algunas estaciones
por encima del um bral, es decir, por encima del valor mínimo necesario
para que los procesos vitales del organismo puedan realizarse, y debe
permanecer por encima de este nivel durante un período suficiente para
permitir que se reproduzca y desarrolle.

En muchas especies, la dependencia respecto a la temperatura es mucho


mas compleja. Algunas plantas solo responden normalmente cuando crecen
en lugares donde las temperaturas oscilan con un ritmo diurno regular. A este
fenómeno se le da el nombre de termoperiodicidad, denominándose
terraoperíodo al espacio de tiempo al que está sometida una especie a una
temperatura determinada.
Pero en la planta no solamente influye el ritmo térmico del momento, sino
también el que ha tenido en un período anterior, de aquí que algunas
especies, para germinar, necesitan estar sometidas a un periodo de
enfriamiento anterior y posterior a la ocurrencia del fenómeno. Los
experimentos realizados demuestran que, oor ejemplo, las semillas de
algunas especies, como el trigo de invierno, deben estar sometidas a un perío-
do de enfriamiento durante o después de la germinación para que se
desarrollen satisfactoriamente. Esta es una de las limitaciones que presentan
los climas tropicales en el cultivo de arboles frutales de la zona templada.
Existe un procedimiento para acelerar el desarrollo de los cereales que
consiste en darles un tratamiento artificial de enfriamiento a las semillas antes
de sem brarlas, a la que se lla»a vernalización. Este procedimiento permite
ampliar las zonas de cultivo a latitudes más altas o más bajas, donde de otra
forma, no sería posible obtener cosechas en ellas.

- Acción combinada de la temperatura con otros factores


La acción de la temperatura puede estar a su vez modificada por algunos
factores como la intensidad de la luz, la duración del día y la noche y la
humedad.
La temperatura y la humedad actúan conjuntamente de tal manera que a
veces resulta difícil aislar el efecto individual de estos factores. La temperatura
influye en la humedad relativa y en la evaporación y a la vez esta última y la
condensación tienen una acción directa sobre la temperatura.
Esta acción combinada de temperatura-humedad se hace evidente en
algunos casos, como en el control de la transpiración de las plantas, en el
crecimiento y reproducción de los organismos, en las formas de vida vegetal y
en la distribución geográfica de los seres vivos en general.
La temperatura y la humedad, como elementos fundamentales del clima,
ejercen una influencia importante sobre el tipo de vegetación existente en una
región. Las especies caducifolias, coniferas, xerofitas suculentas, etcétera ,
representan formas de vida muy diferentes que caracterizan en ocasiones a
las zonas biogeográficas,

En los climas tropicales la temperatura y humedadelevadas contribuyen a la


reproducción de insectos en un grado considerable. Existen organismos que
se desarrollan de acuerdo a la intensidad de la humedad y la temperatura de
manera combinada, así, la velocidad de desarrollo del gorgojo del algodonero
depende de estos factores. El gorgojo a una temperatura de 28°c necesita 21
días para desarrollarse con una humedad relativa de 40%, pero tarda
solamente 11 días si la humedad relativa está entre 60 y 65X. (Pig. 24)

- Influencia de la temperatura en la distribución de los organismos

Existen requisitos térmicos indispensables para la permanencia de una


especie en un área determinada. La distribución geográfica de muchos
animales y plantas está regulada por la necesidad de disponer de una
cantidad mínima de calor. Los límites de las áreas de r^i«;tl^Lu-cíón de las
especies están determinadas directamente por la temperatura más que por la
humedad u otro factor ecológico. Podemos establecer una zonalidad latitudinal
en la distribución de muchos animales y plantas, tanto en el medio acuático
como en el terrestre.
Los límites de distribución hacia las regiones polares y hacia las grandes
altitudes están dadas en la mayoría de las especies por el factor temperatura,
así como también los limites de distribución hacia oí ecuador o las bajas
latitudes. Sin embargo, la zonalidad en la distribución a veces se ve alterada
por otros factores como corrientes oceánicas, diferencias de altura, proximidad
al mar, etcétera. De la misma forma, no podemos decir que existen límites de
temperaturas en la distribución de todos los seres vivos, sino que las
condiciones térmicas se hacen sentir en particular en
algodonero.
cada especie, ya que existen irregularidades manifiestas en su permanencia o
desaparición. Como ejemplo podemos citar el caso de los pinos, cuya amplitud
ecológica es muy grande, ya que procediendo de zonas frías, se extienden hacia
las regiones tropicales.
Un factor que incide en la distribución espacial'de los organismos es el límite
de congelación ya que sus tejidos en períodos de actividad se congelan muy
pronto por debajo de 0°c. Los efectos perjudiciales de la congelación impiden a
las especies no preparadas morfológica o fisiológicamente a ellas, su presencia
en regiones polares o de alta montaña. Las palmeras son un típico ejemplo de
plantas incapaces de resistir heladas prolongadas lo que se pone de manifiesto
en su área . de distribución circuntropical (pan tropical). (Fig.3 )

- Zonas biogeograficas latitudinales y altitudinales

La variación progresiva de la temperatura y de otros elementos climáticos


desde el ecuador hacia los polos y de las llanuras hacia la cima de las montañas,
regula la distribución de determinados tipos característicos de vegetación, a las
que a su vez corresponden elementos florísticos y faunísticos subordinados.
Como consecuencia de ello pueden observarse una serie de zonas
biogeograficas, extendidas en dirección de norte sur en los continentes, desde el
ecuador a los polos y también, en menor escala, desde las llanuras hasta las
partes más altas de las grandes montañas a lo largo de sus laderas.

Así se manifiesta una secuencia general de zonas biogeograficas latitudinales


desde el ecuador a los polos con los que coinciden las altitudinales a partir de
una latitud determinada. (Fig. 14)
Estas zonas están distribuidas como fajas irregulares alrededor del planeta y si
viajamos de las bajas a las altas latitudes observamos:

bosque lluvioso tropical, en la región ecuatorial, de gran variedad en la flora y


fauna asociadas a él bosque semideciduo tropical, a continuación del
Anterior, con menor suministro de agua, parecido al anterior en su
composición florística; bosque seco tropical y bosque monzónico,
corresponde a la zona tropical con estaciones de seca y lluvia bien
definidas, el monzón!co, con mayor precipitación, es similar al
semideciduo;
sabana, ocupan extensos territorios en la zona intertropical, ocupadas por
formaciones herbáceas con predominio de gramíneas y arboles aislados,
desaparece en la estación seca el estrato herbáceo;

estepas y desiertos, corresponden a zonas semiarid.is y áridas de los


continentes en zonas tropicales y subtropicales, un ejemplo típico es la
región del Sahel en África del norte;
bosque mediterráneo, con características xeromorfas determinadas por la
sequedad estival con predominio de arbustos y matorrales;
bosque caducifolio mixto, de la zona templada, representados por robles,
hayas, coniferas y otras especies;

bosque de coniferas o taiga, en la zona más Pria al norte de la anterior,


comprende una faja circumpolar densamente poblada de abetos y otras
coniferas;

tundra, en la zona más septentrional al norte de la taiga, se encuentran aquí


sauces enanos, musgos, liqúenes que se desarrollan sobre suelo helado la
mayor parte del año.

Finalmente desaparece la vegetación y solamente hay nieve y hielos


perpetuos.
Esta misma secuencia puede observarse a escala menor si escalamos una
montaba elevada en la zona ecuatorial. En las latitudes mayores se partirá de la
formación predominante en la zona llana según la secuencia antes presentada.
Al analiz ar la zonalidad que caracteriza a las zonas biogeográficas hay que
tener en cuenta que ella es el resultado de un complejo de factores que actúan
recíprocamente. Si bien es cierto que la temperatura es el•mas importante, la
humedad ejerce una influencia marcada y en ocasiones no pueden descontarse
otros factores ecológicos como el suelo, el viento, etcétera.

- El límite de los árboles

Aunque se admite que la temperatura desempeña el papel principal en el


establecimiento de los límites de la vegetación forestal, es difícil determinar de
forma precisa como actúa este factor. El límite de los árboles no está
determinado por el frío invernal, pues inclu-live en Siberia, donde se registran
te^peraturas extremadamente bajas, existen espesos bosques de cor.íferas.
Tampoco el desarrollo de los bosques está determinado directamente por
temperaturas elevadas en verano puesto que en Labrador y Alaska las coniferas
alcanzan, poro no rebasan, la isoterma de 10°c en el mes de julio.

Desde las proximidades de los polos hasta un límiteirregular que se sitúa entre los 55°
y los 70 de latitud, se extiende una vegetación dominada por criptógamas
(musgos, liqúenes), herbáceas, coméfitos enanos y, hacia el sur, algunos
arbustos.
La falta de árboles en esta zona se debe princ ipalmente a los siguientes
elementos:

a) presencia de suelo permanente helado (permafrost), que impide el


desarrollo de los árboles y la absorción de elementos minerales por las
raíces;
b) salifluxión excesiva (alteración del suelo por la acción de las nevadas), por
lo que los árboles se ladean y sus raíces se rompen;

c) insuficiente calor en verano;


d) escasez de precipitaciones (200-300 mm como máximo) y la violencia del
viento con su efecto scante.
Como se observa en todos los casos se manifiesta más la acción indirecta
que la directa de la temperatura.
El limite de los arboles puede decirse que se encuentra entre los bosques de
coniferos o taiga y la tundra y coincide con la isoterma de 10 c para el mes más
cálido. No debe confundirse el límite de los árboles con la línea de las nieves
perpetuas cuya tempertura del mes más cálido está por debajo de 0°c.
En las altas montañas el límite de los árboles tiene una representación similar.
En los picos montañosos que están expuestos al viento está situado a una altitud
menor que la que alcanzará si solo actuase como factor limitante la temperatura.
En las montañas rocosas, por ejemplo, el bosque puede alcanzar los 3 300m de
altitud, mientras que en otras regiones los árboles ceden el paso a la tundra
alpina a alturas que oscilan entre 1 200 y 1 740ni
LOS ORGANISMOS VIVIENTES Y LA LUZ

- Importancia de la luz para los organismos vegetales y

animales.
La principal importancia de la luz para los seres vivos está en su participación
en determinadas reacciones fotoquímicas cono la fotosíntesis, que se tratará
más adelante en este mismo capitulo y que cono se verá es la fuente
fundamental de alimentos para la vida en general.
La luz es esencial para la mayoría de los vegetales y animales, aún cuando
algunos puedan prescindir de ella, y necesitan de dos condiciones:
- la intensidad de la luí no debe producir daño alguno de importancia en
cualquier fase de su ciclo vital;
- para los animales y vegetales que necesitan luz esta debe tener una
adecuada intensidad y duración, la inten^ sidad debe rebasar el umbral
(mínimo necesario) para cada organismo y la cantidad total de luz debe ser
suficiente en el periodo que así se precise dentro del ciclo vital»

Acción de la luz sobre la vegetación y los animales


La luz es necesaria para que las plantas verdes produzcan clorofila. Esto se
comprueba fácilmente cuando se observan plantas que germinan con
iluminación deficiente y que no presentan coloración normal. También si se
cubre una porción de césped de manera que durante algunos días no reciba
luz, al descubrirlo se comprueba que las plantas he» perdido su coloración
verde para tomar un tono amarillo más o menos pálido. En ausencia de luz las
plantas sufren ahilamiento, es decir, pierden sus pigmentos y adquieren una
forma anormal.
Por el contrario, el exceso de iluminación ocasiona des trucción de la clorofila.
En algunas especies cuando la luz es demasiado intensa, los cloroplastos se
alinean uno detrás de otro de modo que gran parte de la radiación pase a través
de la hoja, entre ellos. Cuando la luz es pobre entonces se extienden para
aumentar la superficie de abso^ ción y lograr mayor aprovechamiento de los
rayos solares.
La luz también puede influir de diferentes maneras sobre la pigmentación de los
animales, fundamentalmente aSw tando la coloración de su piel. La falta
característica de pigmentación en los animales cavernícolas está asociada con
la oscuridad y se ha comprobado que algunas formas acuáticas pierden su
coloración cuando se les mantiene separadas de la luz.
En Cuba hay peces ciegos, realmente sin ojos, que carecen de pigmentación
debido a su vida en los acuiferos libres en las cavernas.
La radiación demasiado intensa puede resultar perjudicial debido al
calentamiento y evaporación excesivos que afectan la transpiración de las
plantas, tanto cuticular como estomática.

Duración del día y la noche. Potoperjodie idad


Se conoce por fotoperiodicidad la respuesta de los organismos a la duración
relativa del día y la noche.

La manifestación más importante de fotoperiodicidad es


la regulación del ciclo reproductor en algunos animales y plantas, aunque en
ocasiones puede influir también en el desarrollo de otros procesos vitales.
En condiciones naturales los días cortos se corresponden con noches largas
y viceversa. Variaciones experimentales en el fotoperíodo han demostrado
hechos significati-
vos que indican que la duración de la noche puede ser de mayor importancia
que la del día en la regulación de las respuestas fotoperiodicas, al menos en
algunos animales y plantas. Aun asi la forma precisa en que en estos fenómenos
actúa la luz, no ha sido todavía bien esclarecida.
La fotoperiodicidad se descubrió primero en las plantas y fue en relación con
su rioración. Las especies que florecen únicamente cuando la duración de los
días rebasa un cierto número de horas promedio y las noches son proporcio^
nalmente cortas reciben el nombre de plantas de día largo. Por el contrario las
de día corto florecen cuando la duración del día es sensiblemente menor que la
de la noc he. Se ha comprobado también que en algunas plantas la floración no
está influida por la duración mayor o menor del día o la noche, éstas reciben el
nombre de indeterminadas o indef eren tes. Ssta influencia de la periodicidad de
la luz regula o condiciona la estación en que florecen diferentes plantas en cada
localidad e influye asi mismo en la distribución geográfica de las especies.
En condiciones naturales las plantas de día largo florecen, y por tantp se
desarrollan, solamente en latitudes inedias o elevados a fines de la primavera o
a comienzos del
verano. Ejemplos conocidos son el rábano, las espinacas y algunos cereales. Si
se cultivan plantas con estas características en condiciones de días más cortos
que el fo-toperíodo critico, los tallos serán más cortos y la floración quedara
suprimida. Este efecto puede producir otros efectos en las plantas, como se
demuestra en las patateras de día largo, que producen los mejores tubérculos
cuando la duración del día es superior al óptimo necesario para el mayor
crecimiento del tallo*
En aigzoas plantas de días más largos, por encima de la duración critica se
produce un intenso crecimiento vegetativo y la floración queda muy retardada o
completamente inhibida. Las cebollas y remolachas de día corto desarrollan
mayores órganos de almacenamiento cuando están sometidas a fotoperlodos
de mayor duración que los apropiados para el desarrollo de los órganos aéreos
de la especie.
Los vegetales en los que la floración no est& regulada por la duración del día se
encuentran en todas las latitudes, pero todas las plantas en latitudes elevadas
deben poder soportar dias largos y noches cortas.
La fotoperiodicidad deseapeña un importante papel en los ciclos vitales de
muchos animales, llegando a regular su ciclo reproductor. La metamorfosis de
los mosquitos, el cambio de pelaje en animales de pieles y otros procesos
vitales de ciertos animales están incluidos por la duración del día. Estos
fenómenos se han estudiado fundanentri mente en mamíferos y aves, pero se
sabe que pueden ocurrir también en otros animales. Mediante cambios
artificiales pueden lograrse cambios importantes en los procesos vitales de los
organismos, lo que demuestra la relación de estos con el fotoperíodo.
De esta manera se ha podido lograr que las truchas, que normalmente desovan
en diciembre, lo hagan en agosto.
Se conoce que el caracol de agua dulce no desova si la duración del día es de
U horas, mientras que lo hace de forma abundante si es de 13 horas y media.
Se ha compróla do además que este comportamiento no se debe a la influencia
de la temperatura ya que esto se cumple también en estanques en los que este
factor se mantiene prácticamente constante durante todo el año. Se comprobó
que los caraco-
les bajo las condiciones térmicas antes expuestas desovaron en el mismo
momento en que lo hicieron los que ocupaban un canal poco profundo que
durante la primavera sufrió us rápido calentamiento.
En general no se han realizado muchas investigaciones es este sentido con
invertebrados pero el caso anterior puede ser un indicador del papel importante
del fotoperio-lo en la regulación del ciclo vital en estos organismos.
Se ha comprobado también que algunos animales tienen como época de cría
un momento en el año que no se corresponde con el de otros. Mientras que los
hurones lo tienen ai los días largos de primavera, los ciervos crian en los cortos
de otoño.
La fotoperiodicidad en las aves se descubrió al estudiar sus migraciones.
Desde hace mucho tiempo se comprobó que la migración de algunas aves en
primavera no debía tener relación con las condiciones térmicas ya que en oca-
siones este arribo, por ejemplo a América del Norte, coincide con los últimos
fríos invernales. A la misma conclusión se arribó al tratar de explicar el
comienzo de la migración hacia el sur de algunas especies ya que abandonan
regiones septentrionales en julio o agosto, cuando todavía las temperaturas son
altas y hay disponibilidad de obtener alimentos sin dificultad. Este último caso es
el de las

golondrinas.
La explicación a esta conducta se encontró al analizar
la duración del día, factor ambiental que cambia regular-ssnte y que permite dar
respuesta a la exactitud con que se llevan a cabo las migraciones.
En la actualidad se ha comprobado que la cantidad de luz influye sobre un
tejido sensible del cuerpo del ave, la glándula pituitaria, por lo que la duración
del día, como regulador de este fenómeno, puede ser la causa de las mi-
graciones en busca de un fotoperlodo adecuado a una especie.

La intensidad de luz
Como se sabe la intensidad con que llega la luz a la sa perficie terrestre varía
con la latitud, en dependencia del ángulo de incidencia de los rayos solares;
ademas hay otros factores que actúan reduciendo esta cantidad de luz, como es
el caso de la nubosidad y la presencia y cantidad de polvo atmosférico, que
impiden la llegada de los rayos a la superficie del planeta»
Otro elemento a considerar es el grado de cobertura vegetal, sea abierta,
cuando la cubierta vegetal es desccm tinua, o cerrada, cuando se continua, lo
que afecta el nivel de incidencia de la luz sobre el suelo. Una comunidad
abierta» con plantas espaciadas unas de otras (sabana), permite que los rayos
luminosos alcancen la superficie, mientras que una comunidad cerrada (bosque)
puecb impedir la penetración de los rayos solares hasta el suelo debido a que
estos llegan y se reflejan por la superficie foliar de los estratos arbóreos
superiores.
El siguiente cuadro muestra la cantidad (%) de luz que llega al suelo de la
intensidad total recibida par algunas comunidades vegetales.
Comunidad vegetal % del valor total de intensidad luminosa
- Bosques de robles 3,5

- Bosque de olmos y arces 0,4

-. Bosque tropical lluvioso O»2


los diferentes tipos de bosque responden de diferente •añera a los efectos
estacionales de la intensidad luminosa. Mientras que al bosque de pinos, de
follaje perenne, penrite que la luz llegue con la misma intensidad durante todo el
año, el deciduo, como el de arces, tiene diferencias estacionales y la luz penetra
menos precisamente en la época del aflo en que tiene más intensidad: el vera-
no» Para un organismo que habita en los estratos inferiores de un bosque
deciduo la estacionalidad luminosa parecerá cambiada ya que recibirá más luz
en la estación de invierno, cuancbes menos intensa, mientras que el mes más
oscuro será el de julio, cuando el sol brilla con mayor intensidad, debido a que
las especies más altas pierden las hojas en esta época del año»

Asi, en una misma formación vegetal, el aporte de luz


es variable y una planta es un obstáculo para otra que se encuentra bajo ella.
Además, en un mismo individuo, la cantidad de luz que reciben sus hojas no es la
misma, por lo que se presentan diferencias fisiológicas y morfológicas entre ellas.

La fotosíntesis
La fotosíntesis es la fuente de energía de casi todo los seres vivos, directa o
indirectamente.
Conocida también por función clorofílica o asimilación clorofílica, es la
transformación del aníllirido carbónico (COp) del aire en sustancias orgánicas
carbonadas, por las plantas, utilizando como energía la luz solar. Energéti-
camente es el proceso de conversión de la energía luminosa en compuestos
orgánicos ricos en contenido energético. Es-
tos compuestos dan su energía a las propias plantas para la realización de sus
funciones vitales, o a otros orgaim mos que no son capaces de producirla.
Las plantas verdes son capaces de realizar esta función fisiológica por tener
clorofila en los cloroplastos de las células y es la que les da la pigmentación
verde. La clorofila es una sustancia fotosensible.
Las plantas fabrican sus propios alimentos a través de la fotosíntesis a partir del
agua (H^O) que toma del suelo y el dióxido de carbono (CO-) de la atmósfera. La
absorción de este COy se realiza por los estomas de las hojas.
De esta manera los factores fundamentales que intervienen en la función
clorofílica son el agua (HpO) el dióxido de carbono (COp), la luz solar y la
clorofila.
Las sustancias fundamentales que se producen son azucares que se pueden
generalizar bajo la expresión química CgH g0,, a partir de los cuales luego las
plantas elaboran sustancias mucho roas complejas necesarias para su vida. De
esta forma se puede decir que la fotosíntesis es el proceso que resuelve el
eslabón entre el mundo inorgánico y el orgánico. Las plantas, por tener esta
característica de poder producir sus propios alimentos se les llama autótro-fos y
en la red alimenticia son los más importantes ya que resultan la fuente primaria
de alimentos para todos los seres vivos.
La fotosíntesis puede químicamente expresarse con la reacción global:

00 g + HgO + E———————> (CHgO) + Og

donde E es energía luminosa.


En general la fórmula para la producción de una molécula de cf H,^c, ®s la
siguiente:

6 COg + 6 HgO + 674 000 cal—^CgH^Og + 6 Og

Como se observa el consumo energético es de 674 000 cal

obtenidas de la energía luminosa.


La reacción fotosintética no se lleva a cabo en un solo paso, sino que se
producen reacciones intermedias:

CQg + HgO————>Hg CO^

Acido carbónico

Hg 00^ + 2 (Hg s O)——»HC OH + HgO + Og


Aldehido fórmico

6 HC OH—»CgH -Og

un aspecto importante de este proceso es la producción de O, que se libera a


la atmósfera y que se utiliza en la respiración de todos los seres vivos.

En la respiración, además, se consume la energía acumulada en los


azúcares sintetizados por lo que la expresión química de ella es la inversa a la
de la fotosíntesis;

(C Hg O) + Og—————^ COg + HgO + B

En general existe a nivel global un equilibrio entre ambas reacciones que


mantiene la proporción entre todas es tas sustancias, fundamentalmente el
COg y el O» en la atinósfera.
Estos procesos y este equilibrio específicamente dan respuesta a la necesidad
de proteger las grandes comunidades vegetales ya que una alteración de ellas
puede originar cambios desastrosos en la relación COy - O- de la atmósfera. Un
incremento sensible de contenido normal del 00- atmosférico puede ocasionar
incrementos de la temperatura atmosférica peligrosos para la vida. Si disminuye
el contenido de O? se puede afectar la respiración y por tanto la utilización de la
energía biótica por los organis mos. Esto se agrava si se considera que en la
actividad económica, tanto industrial, agrícola y otras, el hombre consume o
produce estas sustancias y por tanto es la vegetación la encargada de
normalizar este fenómeno.
Cada afío en la tierra la cantidad de carbono que pasa Potosintéticamente de
COy a sustancias vegetales es de 2 x 1011 ton. que corresponden, a una masa
de CO- absorbida de aproximadamente 7 x -|011 ton. y a la formación de 5 x 1011
ton. de sustancia sólida vegetal. Es importante señalar que el 90Í de la
fotosíntesis mundial la realizan las algas acuáticas y el resto se fija por las
plantas terrestres cultivadas y silvestres.
En este último caso, no todas las formaciones vegetales naturales o cultivos
convierten la misma cantidad de CO. en materia orgánica, asi la máxima
contribución a la fotosíntesis corresponde a los bosques con una cantidad total

de C fijado anualmente de n x 10' ton., lo que correspon.


t\ de a un promedio de 250 ton/tm . Por orden le siguen los

terrenos cultivados (4x10^ ton - 160 ton/Km ), las estepas


(1,1 x 109 ton - 36 ton/Ka2) y los desiertos (0,2 x i09 ton - 7 ton/Ira2).

Se ha calculado que la cantidad de carbono fijado anua¿ mente por la


fotosíntesis representa alrededor de 0,4 % del COy utilizable del planeta. Dicho
de otra forma, la superficie terrestre contiene COy que puede ser utilizado por la
fotosíntesis durante 250 años. En este tiempo este 00, debe pasar a sustancias
vegetales por la fotosíntesis y regresar al aire por la respiración, de forma tal que
el volumen total atmosférico no se vea afectado.
Los cloroplastos no solamente contienen clorofila verde, sino que también
tienen carotina, causante del color rojo de algunos vegetales y xanfofila, que
produce color amarj^. lio brillante. En algunas plantas predominan estos colores,
lo que no significa que sean estas sustancias las que realicen la fotosíntesis, sino
que esta la sigue realizan» do la clorofila que queda encubierta en cuanto a la
manifestación y predominio de su calor.
Sobre la fotosíntesis inciden algunos factores externos» Temperatura: Su
incremento suele favorecer la fotosíntesis si no se rebasan los limites de exigen-
cia de cada especie. Cantidad de Agua: Para la realización de la fotosíntesis
las plantas necesitan una cantidad deter minada de agua y por
debajo de cierto límite se ve afectada.
Intensidad de la luz: En general la fotosíntesis es propor cional a la intensidad de
la luz aun que ante una excesiva luminosidad comienza a
decrecer.
Clasificación de las plantas de acuerdo con la intensidad de la luz que reciben
Las especies se desarrollan bajo diferentes condiciones de lu»inosidad. Asi
las hay que necesitan de un grado elevado de iluminación, las que se denominan
heliofitas o especies heliófilas; otras se desarrollan mejor en la sombra, las
esciafitas y especies esciófilas.

La luz en el medio acuático


En el medio acuático la luz sufre una serie de modificaciones debido a influencias
muy variables.

Un aspecto fundamental es la intensidad de la lúa con laprofundidad cuya


variación provoca limitaciones en el desarrollo de la vida tanto animal cono
vegetal.
La intensidad de la luz que puede penetrar en el agua depende de la refracción y
de su transparencia en función
de la -cwbidez es decir, de las sustancias que se encuentran disueltas y en
suspensión.
La reducción de la iluminación con la profundidad se p^ de observar en la
siguiente tabla»
Componente Profundidad en a. Se reduce a: % azul 70
70 amarillo 70 6 rojo 4 1
El componente azul de la luz solar es el que predomina. La reflexión de ese calor
hacia arr iba es el cansante deli coloración de las aguas transparentes, motivada
solamente por la descomposición de la luz.
La coloración verde se observa cuando las aguas tienen suficientes cantidad de
partículas en suspensión como para modificar la absorción y la transparencia del
agua desaparece de manera que la luz verde es la mas penetrante.
La distribución de los distintos tipos de organismos en las aguas está en
función precisamente de la luz que penetra en ellas.
En los océanos predomina el fitoplancton en el mundo vegetal. Conforman el
plancton los organismos pequeños que viven en suspensión en las aguas,
muchos de los cuales carecen de medios propios de locomoción. El fitoplancton
es entonces la parte vegetal del plancton y se puede encontrar hasta a
profundidades de 100 m aproximadamente.
Los organismos fitoplanctonicos son fotosintetizadores por lo que para vivir
necesitan de la luz solar. Además son de suma importancia para la vida general
en el medio acuático ya que sirven de alimento a la mayoría de la población
animal de manera directa y al resto indirectamente a través de la trama
alimenticia. Inclusive algunas ballenas de gran tamaño sé alimentan
exclusivamente del plancton que filtran al pasar el agua por sus fauces.

En las zonas templadas, coreo se conoce, ocurren fuertes


procesos de mezcla en las aguas que las enriquecen de oxígeno y sales
nutritivas y es precisamente allí donde mayor es la vida en ese medio y también
donde hay mayor abundancia y desarrollo del fitoplancton .En general estas
zonas son las mas productivas de los océanos.

En las zonas tropicales, aún cuando la transparencia


es nayor, las aguas tienen poca mezcla lo que trae cono consecuencia que las
sustancias nutritivas desciendan rápidamente al fondo y no estén a disposición
del fitoplanc ton en suspensión.
Los organismos bentónicos, tanto animales como vegetales, son los
habitantes de los fondos marinos, pudiendo en— contrarios fijos o
desplazándose por el mismo
En el caso de las plantas verdes, solamente se pueden desarroll ar en los fondos
en los que la luz que llega sea suficiente para realizar la fotosíntesis. Los
animales, al no necesitar la luz, pueblan todo el océano, inclusive hasta en las
mayores profundidades.
Los vegetales bentónicos son fundamentalmente algas y zoosteras, que pueden
adaptarse a condiciones de ilumina cien diferente. La profmdidad máxima que
alcanzan es 160 m, en función de la transparencia del agua. El valor llJnite de
iluminación en que pueden vivir estos organismos es el 0,03% de la recibida en
la superficie. Con esa luz aún pueden realizar fotosíntesis.
La posibilidad de que se realice fotosíntesis disminuye a medida que decrece la
intensidad de la luz con la profundidad, lo que se debe tener en cuenta al
analizar su relación con el valor de la respiración. Para la realización de la
fotosíntesis en condiciones normales es necesaria que la intensidad de la
respiración sea equivalente a ella, al disminuir la fotosíntesis con la profundidad
la pérdida de energía representada por la respiración no se compensa y el
organismo no puede vivir.
Cada especie tiene un punto de compensación luminosa o Intensidad de
compensación, el que se alcanza cuando la intensidad de la fotosíntesis equivale
a la de la respiración. una especie solo puede desarrollarse si la fotosíntesis es
capaz de proporcionarle una cantidad de sustancia orgánica superior a la que
consume en la respiración.
Las zonas dentro de las aguas según las condiciones de luminosidad que
presentan se denominan;
- Zona euf ótica: donde hay suficientes luz como para que se realice la
fotosíntesis.
- Zona disfótica: la luz insuficiente para la fotosíntesis aunque suficiente para el
desarrollo de la vida animal.

- Zona afótica: Desprovista de luz y biológicamente sinimportancia, ato cuando


se desarrollanalgunas formas de vida. Los limites entre estas
zonas dependen de las caracteris ticas del lugar,
fundamentalmente de la transparencia de las aguas, por lo que
resultan variables en profundidad,
LOS FACTORES BIOTICOS

Sinecología
La sinecología es la parte de la ecología que estudia la ecología de' las
comunidades, es decir, el ambiente en que se desarrollan y viven las
asociaciones de organismos vivientes; el comportamiento de los individuos en
el seno de las comunidades naturales; y las interacciones que se manifiestan
entre las comunidades y las condiciones ambientales*
En general puede decirse que la sinecología establece la interrelacion
población-ambiente.
La sinecología se divide en:
- biocenología, estudia las comunidades animales y vegetales, su ambiente y
las leyes que rigen su asociación;
- ecofaunística, estudia la ecología animal;
- biología de la producción, que eatudia loa seres vivoa oomo productores,
consumidores y reductores o descon-ponedores (desintegradores) de
materia orgánica.
Dentro de estas ramas, es de gran importancia el es tudio de la biocenología.
Ella se dedica al estudio de los efectos mutuos que se establecen entre las
poblaciones animales y vegetales y entre estos y su ambiente.
En general puede decirse que estudia las comunidades bioticas
independientemente de la distribución que presenten.
Cada región del planeta, sea un bosque, una sabana, un desierto, un lago u
otra, se encuentra habitado por animales y plantas características de ella, los
que mantienen una estrecha, interrelacion de mutuo intercambio que se pene
de manifiesto de diferentes formas; de competencia, de mutua ayuda,
depredación, etc. De esta forma las comunidades establecidas son el producto
de este intercambio recíproco entre los factores bio-
tLcos y ademas de este y loa factores fíateos del ambiente, lo que condiciona
au evolución y desarrollo»

Biocenosis
La biocenosis o comunidad es una asociación relativamente estable de
animales, plantas y microorganismos que pueblan im sector determinado. En un
lugar dado (biotopo) comparten las mismas condiciones de vida y manifiestan
sus relaciones generales de interdependencia.
A finales de los años 70 del pasado siglo el biólogo alemán C. iíoebius estudio
las ostras en los bancos del liar del Norte. Sn este estudio se percato que en el
mismo habitat se encontraba un grupo de diversos animales cono esponjas,
celenterados, protozoos, equinodermos, crustáceos, moluscos, peces, efco., por
lo que pensó que todos ellos necesitaban las mismas condiciones de vida por lo
que la agrupación no era fortuita sino que aparee{a por laa exigencias similares
a los factores ambientales.
Señalo que "De este modo, cada banco de ostras es una comunidad de seres
vivos» una asociación de especies y una acumulación de individuos que hallan
aquí todo lo necesario para su desarrollo y existencia, es decir, el
correspondiente suelo, la suficiente cantidad de alimentos, la salinidad
adecuada y la temperatura favorable para au vida". Dice luego "Esto no es una
simple C0ffl(inidad; en ella actúa constantemente la selección bajo la influencia
de los factores externos de vida;
ella domina continuamente un territorio determinado. Pero la ciencia no ha
propuesto aun el termino adecuado para definirla ... Propongo el termino
biocenosis".

Ea así como aparece este termino, formado por las palabras griegas "bio",
que significa vida y "coenosla" que se asemeja al concepto de comunidad, por
lo que el significado de biocenosis es "comunidad de vida".
Según el concepto planteado en párrafos anteriores la biocenosis se
establece en las relaciones entre los
organismos vegetales entre s£ (f Hócenosla), las de estoa con las de loa
animales (zoocenosis) y todos en mutua Interrelaclon con las de loa
microorganismos (ni-croblocenosla). (flg« 25)

f7¡TQCENOSIS|»->| ZOOCENOSIS |
\____/
I MICROBIOCENOSISI

Figura 25
Bstaa relaciones son evidentemente fácil de hallar entre las plantas cic-bido a
que ellas ae "alimentan" directamente del medLo, mientras que el enfoque de
zooce-noala ea puramente foraal debido a que. Independientemente de que
exlate un nivel Importante de Interrela-clones entre las poblaciones aninalea de
una comunidadi esta Qa Incapaz de subsistir sin los organismos vegetales» En
el caso d-e la alcroblocenosla es válido utilizar el teraino, aunque tampoco de
inanera absoluta, ya que los microorganismos pueden existir con cierta
Independencia de los animales y las plantas en fondón de sus relaciones
Internas.
En el primero y el ultimo caso, en los que ae ha planteado Independencia, debe
entenderse esta siempre áe forma relativa ya que hay im determinado grado de
Interrelaclon entre su.3 componentes con el resto, que es precisamente el que
justifica el propio concepto de blocenoals*
Hay plantas que dependen de loa animales para su diseminación (zoocoriCa);
otraa adquieren el nitrógeno a partir de nitrobacterlas, como las leguminosas las
que a au vez suministran a aquellos elementos nutrido-nales de sua tejidos»
Existen fttocenosis y zoocenosis con marcada independencia en el medio
acuático, como las c ommi3.dad.ea de peces y los arrecifes coralinos,
Ho obstante en general hay interdependencia entre las comunidades
animales -J loa vegetales y a una de ellas siempre corresponde a una
determinada de la otra. A uoa comunidad de bosque corresponde una
determinada coBimidad animal, caracterizada por aníllales arborícelos y aves;
a una sabana corresponde una comunidad determinada de animales en la que
predominan mamíferos de gran tE-Lla.
La biocenosí.3 tiene extensión variable y sus límites pueden ser mas o
menos fácil de definir. En el caso de un lago, una isla o im arrecife coralino sus
límites están bastante bien definidas pero en zonas ñas abiertas este límite no
es tan claramente preciso y los elementos de una biocenosia pueden penetrar
en otra vecina por lo que sus límites están dados por una zona áe transición
llanada ecotono.

En general el límite de una btócenosla esta marcado por el de sus.especies


dominantes, decisivos en la vida del conjunto. Así el límite de un bosque está
definido por el de las especies arbóreas y no por el deotros vegetales o por el
de los animales que lo habitan, que por au. movilidad pueden penetrar en
raayor o menor medida una biocenosig vecina. No obstante en este propio
ejem plo el límite queda algo impreciso ya que hay en los bordes del bosque
puede haber arboles más o menos aislados que penetran la biocenosia vecina
y que formaran parte del ecotono entre ellas.
Al analizar las diferentes interrelaciones que se establecen entre los
individuos de una biocenosis se comprueba que existe una gran complejidad en
ellos.
Las formas mas importantes de interrelacion son:
- entre animales;
- entre vegetales;
- entre antmalea y vegetales y viceversa;

- entre vegetales, animales y microorganismos.

En general esta interrelacion puede aer permanente o temporal y además se


puede presentar entre organismos de variado tamaño»

El volumen» al Igual que el ritmo de crecimiento de una comunidad animal o


vegetal depende de las relacio-nes mutuas entre sus miembros así cono de los
que se establecen entre ellos y el ambiente, así la luz desempeña un papel
importante en la vida de las plantas pero a su vez las plantas regulan la
cantidad de luz que llega al suelo o a los organismos que viven bajo ellas.

En general las interre lociones que se producen entre las especies de una
biocenosis pueden ser de dos tipos:
de dependencia y de competencia.

Fenómenos de competencia

Estos fenómenos consisten en la lucha de loa organismos por diversos


elementos del medio entre los que ae destacan:

- el espacio;

- la luz;

- los alimentos;

- el agua y

- los elementos minerales

La intensidad con.que se manifiesta la competencia entre individuos de una


población es severa y está en relación con la semejanza ecológica que
presentan. Esto se intensifica entre especies de un mismo genero ya que ellos
habitan los mismos lugares, tienen loa mismos hábitos alimentarios y sufren loa
mismos predadores.

La competencia depende también del numero de individuos involucrados en ella


y en la medida en que este aumenta tam bién se agudiza la competencia entre
los miembros de la población» En caso ae superpoblación ocurre que el medio
no es capaz de suministrar los ali-
nentos que necesita el conjunto y puede presentarse Inclusive agresión entre
los organismos y en casos extremos hasta canl.bali.sino*
La competencia se establece en muchos casos por el espacto que necesita
un individuo para desarrollarse plenamente. Este espacio e^ variable y
depende del propio ta;aaño del individuo. En general los grandes mamíferos o
los grandes arboles necesitan de espacios muy extensos en el primer caso o al
menos del correspondiente a su tamaño en el segando, por lo que la población
dependerá en su numero de la disponibilidad espacial para cada individuo. En
comunidades extensas esto pue-ie no ser un problema, pero en comunidades
restringidas cono lagos e islas representa un limitante importante para la
especie e inclusive dentro de su evaluación el factor reproducción dependerá
de este aspecto. Se ha comprobado que algunas especiaavegetalea ae
reproducen satisfactoriamente si cuentan con espacio suficiente mientras que
la limitan si el espacio es muy limitado.
En algunos insectos ae presenta canibalismo cuando la población, se
encuentra muy concentrada mientras que en condiciones espaciales normales
esto no ocurre.

En el caso de formas sésiles, como en la mayoría de los vegetales y en


algunos animales, la adquisición del espacio necesario para la vida se presenta
de manera espontanea. 3t la población aumenta se produce una acumulación
de individuos lo que provoca que algunos de ellos tengan dificultades en su
desarrollo y finalmente mueran para que queden solamente los que puedan
gozar ie espacio necesario. Este fenómeno se produce incluai -T6 mediante un
mecanismo de desarrollo acelerado de algunos individuos, los que predominan
sobre el resto.

Algunos animales establecen territorios definidos en los que ae desarrollan y


que se conoce como "ámbito del hogar". El organismo defiende eate espacio y
no permite que otros de su especie lo penetre. Muchas aves que ani-
dan en la superficie del suelo defienden un pequeño territorio alrededor del nido
en el que se desarrollara la cría hasta que logre su independencia,
La competencia por la luz es de gran importancia. Así laa plantas heleofilaa no
pueden desarrollarse a la sombra' nt tampoco si ae produce una acumulación
de ellos que limite la cantidad de luz a recibir por cada individuo. Inclusive en
especies capaces de soportar la sombra, los primeros individuos que se
establecen se desarrollan en mejores condiciones que los que lo hacen con
posterioridad, dando lugar a un desarrollo piramidal de la comunidad.
En la competencia por la luz las plantas adquieren determinados caracteres
como son una gran superficie foliar (planifolios), predominio del desarrollo verti-
cal sobre el horizontal (coniferas), etc. En su evolución algunas especies se
adaptaron al epifitismo como una forma de obtener luz y otros se desarrollaron
en forma de lianas y bejucos trepadores con el mismo objetivo.
La competencia por los alimentos y el agua se manifiesta claramente en las
plantas y fundamentalmente en su sistema radicular. Ya se ha planteado que
algunas plantas xeronorfas han modificado sus raíces (extensos o profundos)
para incrementar la posibilidad de obtener agua y alimentos. Otras especies
pueden hasta producir sustancias toxicas que impidan que un competidor
pueda establecerse en aus inmediaciones»
Un ejemplo de competencia por los alimentos es el que se establece entre la
ardilla, la marta cebellina y el burunduk (Tantas sibirícus). Los dos primerea
son lincho más fuertes que el ultimo y si tuvieran que enfrentarse en un
combate este nunca ganaría, pero el burunduk tiene una mayor capacidad para
guardar alimentos para el invierno siberiano y por medio de este mecanismo
resulta vencedor en el mecanismo competitivo
dan en la superficie del suelo defienden un pequeño territorio alrededor del nido
en el que se desarrollara la cría hasta que logre su Independencia.
La competencia por la luz es de gran Importancia. Así las plantas heleofllas
no pueden desarrollarse a la sombra ni tampoco si se produce una
acumulación de ellos que limite la cantidad de luz a recibir por cada Individuo.
Inclusive en especies capaces de soportar la sombra, los primeros Individuos
que se establecen se desarrollan en mejores condiciones que los que lo hacen
con posterioridad, dando lugar a un desarrollo piramidal de la comunidad.

En la competencia por la luz las plantas adquieren determinados caracteres


como son una gran superficie follar (pla-nlf olios), predominio del desarrollo
verti cal sobre el horizontal (coniferas), etc. En su evolución algunas especies
se adaptaron al epifitlaiio cono una forma de obtener luz y otros se
desarrollaron en forma de llanas y bejucos trepadores con el mismo objetivo.

La competencia por los alimentos y el agua se manifiesta claramente en las


plantas y fundamentalaiente en su sistema radicular. Ya se ha planteado que
algunas plantas xeromorfas han modificado sus raíces (extensos o profundos)
para Incrementar la posibilidad de obtener agua y alimentos» Otras especies
pueden hasta producir sustancias toxicas que Impidan que un competidor
pueda establecerse en sus Inmediaciones.

Un ejemplo de competencia por los alimentos es el que se establece entre la


ardilla, la marta cebellina y el burunduk (Tamias sibirícus). Los dos primeros
son mucho más fuertes que el ultimo y si tuvieran que enfrentarse en un
combate este nunca ganaría, pero el burunduk tiene una mayor capacidad para
guardar alimentos para el Invierno siberiano y por medio de este mecanismo
resulta vencedor en el mecanismo competitivo por los alimentos.

Aun cuando todos los fenómenos de competencia aon estudiados de manera


1-nde pendiente, en la realidad operan de forrea Integral y unn reacción
determinada puede ser la respuesta al conjunto de todoa loa elementos por los
que se compite en un momento determinado.

Penomenos de dependencia
En condl.ci.ones naturales la presencia de organismos de diferentes
especies es un factor necesario pura el funciona/alentó de la biocenosia.
Esto puede ser de gran importancia en el mecanismo de obtención de
alimentos, protección o satisface 5. on de alguna otra necesidad. Inclusive es
posible encontrar especies indeseables entre si. pero que aon el resultado de la
influüncin del a-ibicnte y de deterdinudoa relac iones de dependencia entre
ellas»
Las relaciones de dependencia pueden presentarse entre unas plantas con
otras, entre plantas y animales y entre loa propios animales de una biocenosis.
Eataa re-lcc iones pueden ser vitales, temporales y casuales y pueden existir
entre especies de diferentes tamaños como es el caso de la pulsa y el elefante.
Pueden resaltar beneficiosos pnra laa don especies que se relacionan,
beneficiosa p^.ra una de ellas y perjudicial para la otra, perjudicial para laa dos
especies o beneficiosa para una e indiferente para la otra.
Asociaciones beneficiosas. En este caso una o aahas especies resaltan
beneficiadas en la relación pero ninguna de ellas es perjudicada» Algunos
autores las deno-alnas simbiosis (vida en común).
El beneficio obtenido esta relacionado con los ali- aentos, el substrato, el
transporte, etc. Ambos organis-303 pueden encontrarse en contacto iniyr
estrecho, con sus tejidos 'nescladoa o uno de ellos permanece en una cavidad
del otro o fijo sobre su superficie.
En esta relación de dependencia encontrarnos loa siguientes
tipos:
- Comen sal lamo. En eata solamente ana especie es beneficiada sin
perjuicio de la otra, como es el caso de las orquídeas, que como
epífitos habitan aobre otra planta utilizándola como albergue sin
perjudicarla, es decir ain Implantar ningún tipo de explotación
alimentaria.
- Mutuailamo. Ambas especies se benefician en la relación» Un
ejemplo de esta relación simbiótica es el que se establece en los
liqúenes, furm&do por un hongo dentro del cual se encuentran las
células de un alga. El hongo conserva la humedad y permite el
aprovechamiento de minerales a ambos organismo, mientras que el
alga portadora de clorofila aporta carbohidratos para ella y el hongo.
La simbiosis entre las 'bacterias del genero Rhizobium y las
leguminosas ea también un ejemplo clasico. Las bacterias
nitrificadoras fijan el nitrógeno libre del aire que sera aprovechado
por la planta mientras que toma de esta carbohidratos y otras
sustancias que le son vitales (fig. 26).
En la simbiosis también pueden aparecer relaciones negativas en
la que al menos uno de los dos organismos resulta perjudicado. Sate
tipo de simbiosis incluye las siguientes formas:

~ explotación
-» anfibioais
- competencia
Las relaciones de explotación pueden ser;
- Parasitismo. Un parásito es un organismo que vive en otro
generalmente mayor y del que obtiene sus alimentos. En general
viven de sus hüspedarios sin necesariamente causarles la muerte
aunque ea común que esto ocurra si se mantiene durante mucho
tiempo. En el parasitismo el huésped puede encontrarse

dentro

Sección vertical a través de las raíces de una planta de soja


que muestra las nudosidades radicales en cuyo interior viven
las bacterias simbióticas (Rhizo-bium iaponicum).
del organiamo del parasitado y recibe el nombre de endoparasitismo, coaío
ocurre en el caso de los parásitos Intestinales del hombre o de otros
organismos como la Taenla, la glardia, etc. Cuando el parásito se encuentra f
itera del organismo se le denomine ecto-parasttismo, como el caso de la
garrapata.
- Depredaslon. La depredación se diferencia del parasitismo en que el predador
nata a su presa para alimentarse o al menos destruye un&. parte de el. Este
es el cago do los carnívoros, que devoran a otros aninmies provocándoles Is
nii"r-!.e o de los herbívoros que pueden alimentarse de ¿.jas u otras partes
de una planta. En todos loa casos puede decirse que el fuerte explota &1
d^bil.
Aunque esta formo de explotación es característica de los animales, taiibien
puede presentarse en las plantas e a como es el caso de las especies
Insectívoras. un ejemplo de esto es la Drosera, con hojas redondeadas y
rojizas con pelos provistos en sus extremos de una sustancia pegajosa dulce.
Bsta secreción atrae a loa insectos loa que al posarse quedan adheridos y son
digeridos por una sustancia digestiva segregada por la planta y que permite
que el cuerpo del Insecto sea absorbido por la planta como una vía para
obtener sustancias que no pueden ser obtenidas del medio.
La antiblosis ea un tipo peculiar de relación sim biótica. Conalste en la
producción de secreciones perjudiciales a otro organismo. Estos antibióticos
son producidos generalmente por muchas clases de hongos y bacterias y
provocan la muerte de determinados organismos sensibles a ellos. Conocidos
son la penicilina, la estreptomicina y otros antibióticos producidos por hongos
y que destruyen determinadas bac terias patógenas. Las relacIones de
competencia son un tipo de simbiosis
que ya ha sido explicada en eate mismo capítulo. - Equl.ll.brLo y desequilibrio
de las bLocenosia. El eqLii.ll.br Lo de las biocenosis está condic Loriado por la
propia interacción de las especies que la componen. En general puede, decirse
que eata en función del núcleo ecológico ( nicho función) que deaeapena cada
orgai.ismo que conforma la biocenoaia. Eu laa biocenoais se pone de manifiesto
una trama o red alimenticia (trófica) en la que unos individuos dependen de
otros.
Ssta trama eata formada por los productorea, loa consumidores y loa
reductores. Cada uno de elloa realiza una función específica a la que ya hemos
hecho referencia.
Loa productores, repreaentados fundamentalmente por laa plantas, producen
materia orgánica a partir de sustancias inorgánica en laa reacciones fotosinteti -
cas. Estos son ingeridos por loa herbivoroa (consumidores de primer orden) los
que & su. vez aon depredados por los carnívoros que ae alimentan de
herbívoros (consumidores de segundo orden) y estos por loa carnívoros que se
alimentan de carnívoros (consumidores de tercer orden). Dentro de los
consumidores ocupan un lugar especial los omnívoros, que ae alimentan tanto
de carnívoros, de herbívoros como de productores. En todoa los casos, al morir
los organis-ios de cualesquiera de eatoa tipos, son descompuestos sus cuerpos
por loa reductores,
Estas relaciones que enlazan a los elementos de bio-tenaala son muy
complejas y pueden dar lu^ar a cam-Uoa en su estructura e incluaive en el
medio en que tt desarrollan lo que puede repercutir nuevamente en (1
establecimiento de condiciones desfavorables a los popioa organismos.
El equilibrio biológico de una biocenosis puede roaiperse por causas naturales
pero es común en la ac -

tualldad que el causante principal gea el hombre con la introducción de especies


alóctonas a ella. Esto ocurre de manera casual al Introducir e apee Le 3
exóticas pero también cuando ae trata de establecer algún, tipo de control
bi.ologl.co, la sobreexplotaclon de un componente corno recurso natural o la
conta:ninacion.

En todos loa caaoa el resultado ea la perdida de la estabilidad de la bi-


ocenosLa y au sustitución por otra nueva.

Un ejemplo de eato lo tenemos al talar un bosque. En este caso ae altera la


fitocenosis de manera directa pero de manera Indirecta ge afecta la coaunLdad
animal que Interactuaba con el.

Dinámica de laa blocenosig

Aunque la biocenoaia es una asociación relativamente estable, esto no quiere


decir que sea estática sino que sufre un proceso de evolución en el tiempo. Esto
ocLu're en todos loa componentes de la blocenosla pero es mas evidente en la
vegetaclon.así, a medida que evoluciona la fitocenosis también lo hace la
zoooenosis mediante su relación trófica con aquella.

Bato es fácilmente comprobable en un campo de cultivo abandonado, en el


que Iniclalmente ae desarrollan pequeñas gramíneas y luego arbustos de poca
talla hasta que el territorio ea Invadido por una maleza mas o menos tupida a la
que se van Incorporando especies animales que se le asocian, como Insectos y
reptiles, aves y pequeños mamíferos.
Esta reconstitución o formación de una blocenosis se produce mediante la
sucesión de diversos estadios caracterizados por el desarrollo de nuevos
elementos mas complejos. Las sucesiones ocurren debLdo a que las especies
vegetales y animales tienen gran. poder reproductivo y de dispersión lo que
provoca que en un período de tiempo mas o menos breve el territorio se encuen
tre Invadido por asociaciones bien definidas.
En general puede decirse que la evolución que se produce es progresiva y
constituye una serie ordenada y sucesiva de comunidades bajo las mismas
condiciones amblen" tales cada una de ellas mas compleja que la anterior en
cuanto a sus componentes y las funciones de los mismos.
A esta sucesión de comunidades se le denomina sucesión ecológica, con
niveles sucesivos separados por períodos de tránsito. Cada comunidad
correspondíante a un período evolutivo se conoce como serie y esta definida
por sus especies mas representativas»
En la sucesión loa seres vivos van modificando su propio habitat y por tanto se
ven obligados a dar paso a una :iu.Qve. comunidad.
En el ejemplo expuesto con anterioridad, el establecimiento de una maleza
tupida crea condiciones nuevas que Lapiden el desarrollo del estado herbáceo
que le prece<» di-o y un futuro desarrollo de especies arbóreas puede incluso
afectar el propio estrato arbustivo, dando lugar al desarrollo de plantas de
sombra, musgos, epífitos y trepadoras entre otras.
Estos cambios inclusive son mas profundos de lo que aparentan, ya que pueden
modificar laa condiciones eda-ficas, de humedad, temperatura y otros
elementos ambientales.
También la comunidad animal evoluciona y en la medida en que se desarrolla
1& vegetación aparecerán especies nuevas que le correspondan..
Un ejemplo típico de sucesión es la que se produjo en Krakatoa a partir de
1984, recien destruida y donde se encontró solamente desarrollo de herbáceas
y una araña» la en 1908 se comprobó la existencia áe 202 especies .animales,
en 1919 se contaron 621 y en 1934» cuando había mi. bosque joven se
encontraron 808 especies animales»
Cono se observa la fauna se desarrolla de una manera activa conjuntamente
con la vegetación y en ocasiones
puede hasta provocar cambios severos en ella. Por ejea-plo, se conoce que una
cría de gaviotas argéntea fue la causante de la eliminación de una arboleda y su
sustitución por gramíneas en la Lala de Kent, frente a la costa de New
Brunswlolc.
En toda sucesi-on hay un estadio final de máximo desarrollo de la comunidad
que dependerá de las condiciones ambientales y que se denomina climax, con
una comunidad madura que no puede ya ser desplazada por otra. En este
estadio hay equilibrio entre el suelo, el clima y la vegetc-clon, por lo que se
puede decLr que el climax de una brócenosla se corresponde con el pedocllmax
y con el cliniax climático.
Esto Implica que el climax dependa de la faja climática, en que se desarrolla. Bn
IF- aona ecuatorial el clima;: corresponde a un bosque mientras que en las tro-
picales será una sabc -na o un desierto y en las subpolares le. ti.mdra.
En im^ evolución progresiva de le. blocenosis se produciré un clíaax progresivo,
co^io en el caso de la colonización de un suelo desnudo y escabroso:

Estadio Serle
Suelo desnudo pionero

plantas anuales
herbáceo
preforeatal

forestal
LB.3 primeras especies vegetales, ,3eaeraliaente crip-toJraia&s,
son pioneras. La blomasa de la serle aumenta de un estadio a otro,
al l^ual que la cantidad de materia orgánica aportada al suelo y la
variedad de especies anuales y vegetales.
!
En el ejemplo anterior el subclimas representa el es tadio previo al
establecimiento del climax y en este lltimo el suelo se encuentra en
equilibrio estable con la vegetación»
La comunidad climax no sufre cambios mientras no se titeren las
condiciones del medio en que se desarrolla. teto puede ocurrir por
varias cauaas entre loa que se destacan la aparición de
enfermedades en elementos de la tocmnidad que sean
característicos, la ocurrencia de una erupción volcánica; intensa
erosión del suelo; incendios;
Inundaciones; tala; lluvias ácidos; etc.

Cuando la causa cesa la sucesión continua nuevamente au


aesarrollo pero ¿¡eneralmente se alcanza un climax diferente debido
a que las alteraciones han sido profundas e inclusive el proceso
puede ser irreversible y ocurre mío. evolución regresiva hasta
alcanaar un climax taabifín recesivo.ecosistema. Constituye una
unidad fundamental de la biosfera representada por au nivel de
organización mayor dentro de ella.
Conocido también por el termino bio¿;eocenosis, inclu ye no
solamente a los organismos vivos sino también a loa clor-ientos
abioticos de su habitat.
Su representación gráfica se presenta de manera sencilla en la
figura 27 .
El ecosistema puede ser analizado a diferentes niveles o di-
mensiones por lo que podemos considerarlo tan grande como el
océano, un boaque o un lag o, o tan pequefio cono un estanque o
charca. Según este criterio la propia biosfera puede considerarse
como un enorme ecosistema el mayor que pueda encontrarse, en el
que todos los «eres vivos interactuan con los elementos abioticos de
la envoltura geográfica.
Al considerar la estructura de un ecosistema y sus relaciones de
interacción se deben tener en cuenta doa coaponentes básicos:
s
BIOCENOSIS
~v~~r-
AMBIENTE

ECOSISTEMA O BIOGEOCENOSIS
Pig. 27 Representacián gráfica del ecosistema o biogeocenosis.
Distribución Geográfica de los seres vivos y sus causas

- Corologla
Esta ciensiar COIT.C subdivisión de la biogeografla, tiene .por objeto Is. deliari-
tación de las áreas de distribución geográfica de los diferentes taxa, es decir,
especies, géneros, familia?, órdenes, etc. Estas áreas no pueden considerarse
estables en el tiempo por lo qua para su estudio se hace necesaria la búsqueda de
las causas del establecimiento da sus límites acf-iales y su evolución» En general
se puede plantear que el Srea actual de un taxón es el resulta do de la in.?l;Asncia
pasada y actual de dos tipos de factores; internos y externos*

- Factores in temos
Son los que dependen de la propia potencialidad del taxón relacionada con s^
constitución genética. Estos factores son: capacidad de propagación, amplitud
ecológica y potencial evolutivo»

a) <Tapacidad de propagación
En ella se deben tener en cue nta dos aspectos fundamen tales que son la
reproducción y la diseminación, es decir, que la capacidad que tenga un taxón
depende de las características de su reproducción y de cómo se disemine o
desplateen las partes de la planta que tendrán la función de que se desarrolle un
nuevo individuo.
La reproducción de una especie es importante ya que no se realiza igual en todos
los organismos, sean animales o vegetales. En función del lugar que ocupa la
especie dentro de la trama alimenticia, de su tamaño y habitat, entre otros
factores, la reproducción de una especie tendrá sus propias características.
Los peces pequeños están bajo peligro de ser devorados por los mayores •
Para que se pueda mantener un equilibrio entre ellos es necesario que se
reproduzcan no solamente en períodos cortos sino que en cada desove se
produzcan miles de huevos. Inclusive los peces grandes, también pequeños al
nacer, tiene-n que cumplir este requisito en su repro, ducción.
Un ejemplo concreto lo tenemos en los quelonlos (tortugas, careyes,
caguamas) qi>a depositan sus huevos enterrados en las arenas de las playas.
Su producción puede ser de alrededor de 200 huevos, los que eclosionan en su
casi tot¿ lidad. El primer depredador es el jabalí, que descubre los nidos y
escarba para devorar los huevos Al nacer los pequeños ejemplares salen a la
superficie y emprenden el camino hasta el agua, momento que aprovechan
algunas aves para atacarlos y comerlos. Al llegar al mar son torpes y lefi tos y por
tanto, presa fácil de algunos peces. Cono se co;tt prende, esta "tragedia" podría
hacernos pensar que los que-Ionios están condenados a desaparecer, pero en
realidad no es asi ya que precisamente el hecho de que se produzca un nfimero
elevado de huevos es la reacción reproductiva natur -ral de la especie a la
predación a que está sometida en la etapa temprana de vida y por tanto es la
garantía de que siempre sobrevivirá un nfimero de ejemplares tal qve permite
que la especie no desaparezca.
Los grandes mamíferos por otra parte, no corren estos peligros y en cada
período reproductivo solamente nacen uno o dos ejemplares. Aquí el numero
elevado en la reproduc ción no es necesario. Tal es el caso, en el propio ambiente
marino, de la ballena»
En las plantas ocurre lo mismo y las especies que presen tan semillas grandes
o resistentes no las producen en grandes cantidades, mientras que otras, como
las orquídeas, que necesitan de condiciones excepcionales para la germinación,
producen miles de semillas en cada cápsula.
La diseminación no es más que el traslado de las diaspo-
ras (órganos de diseminación como semillas» frutos, yemas» ramas» plantas
enteras y otras) de la planta que originará un nuevo ejemplo hacia otro lugar más
o menos cercano.
Es importante destacar que en la diseminación loa organismos pueden jugar un
papel activo o pasivo en función de su propia participación en la ocurrencia del
proceso.
Bs evidente que los animales por su capacidad do movimiento tienen una
diseminación activa,pero las plantas en general tienen diseminación de tipo
pasiva, es decir, que dependen de un agente externo que traslade las di&sporas.
La diseminación pasiva se presenta de cuatro formas diferentes seg6n act&en
igual numero de agentes externos»

— Anemocorla. Bl agente diseminadcr es el viento, encargado de llevar las


di&sporas a lugares mas o menos distantes del ¿Ici origen. En el caso de los
animales» algunos insectos pequeños pueden estar sometidos a esta forma
de diseminación pero en las plantas es fre cuente y en-general se produce
en presencia de semillas o frutos pequeños o que presentan determinadas
adaptaciones que les permitan "volar" (Pig« 2) como es el caso de las
semillas de pinos, (Pinus sp.) de caoba (Swetenia mahogani) el fruto de la
borla (Cordia gerascanthoides). En general los frutos o semillas presentan a
las membranosas o cálices voladores como en el caso de las compuestas.

Figura 2 Másporas de anemócoras


Sn las zonas de estepas e s frecuente encontrar plantas que se trasladan
conpleta o parcialmente llevadas por el viento y al cesar la influencia del mismo
se detienen y se fijan en el lugar* Estas plantas generalmente son pequeñas
arbustos de raíces superficiales y con un follaje en forma esférica» lo que les
permite rodar con relativa facilidad»
- Hidrocoría. La diseminación hidrócora es la que se produce bajo la acción
del agente agua. Es común en las especies que flotan, como los plactónicos, pero
también se presenta en las plantas del bosque en galería o de especies ribereñas
y costeras» cuyos frutos pueden flotar y se trasladan a grandes dis tancias. Los
frutos son generalmente impermeables o están provistos de tejidos aeríferos a
modo de fig tadores. Un ejo.mplo de esta forma de diseminación está en el coco
(cocos nucífera ) y la pomarrosa (Jambosa vulgaris) o en el mangle rojo (
Eizophora mangle) que flota en posición vertical y cuando la par*e inferior toca el
fondo, se fija y germina. Laq especies con diseminación hidrócora generalmente
se encuentran formando comunidades casi puras como los manglares de zonas
tropicales y el bosque en galerías de pomarro-sas de muchos ríos del Oriente y
Occidente de Cuba.
- ZoocorÍa. Diseminación producida por los animales. Puede ser de dos tipos:
endozoocoría, cuando la diaspora está dentro del organismo disenn.nador, y
ectozoocorla , cuando está fuera de él. La endozoocoría es común en muchos
parásitos del sistema digestivo de los mamíferos, que salen con las excretas y
pueden llegar a otro animal con los alimentos que este ingiere. También las
plantas tienen esta diseminación, fundamentalmente por semillas de frutas que
forman parte de la dieta de algunos animales y que son resistentes a la acción de
los ácidos gástricos*
Esta diseminación es importante cuando el vector es un ave que emigra a
grandes distancias y que, aparentemente»
la especie diseminarla presenta un área de distribución aparen teniente disyunta,
lo que explicaremos mas adelante en este capítulo» La guayaba tiene una
diseminación de este tipo ya que algunos mamíferos ingieren el fruto pero no son
capaces de asimilar sus semillas, las que evacúan con las excretas on un medio
propicio para la germinación.
La ectozoocoría se presenta en parásitos epizoos como las garrapatas, qua son
trasladadas por muchos mamíferos a lugares relativamente distantes, donde
pueden incluso ocupar a otro nuevo vector»
También muchos animales cubiertos de pelos pueden llevar fijos en ellos frutos y
semillas provistos de ganchos o aguijones como el guizaso común y el guizaso
de caballo este ultimo trasladado por el ganado vacuno y caballar en las cerdas
de sus colas»

- An tropocapia. Diseminación que realiza el hombre. Pufde ser involuntaria,


cuando traslada parásitos que los habitan o disemina malas hierbas asociadas
a animales domésticos o de cria, o voluntaria, cuem do cultiva o introduce
especies alóctonas» En la diseminación activa, los taxa juegan un papel
importante al desplazarse de manera rápida o prolongada» tienen este tipo de
diseminación, conocida por autocoría, la mayoría de los animales acuáticos, los
mamíferos terrea tres, las aves y los insectos. Algunas se abren bruscamente
proyectando sus semillas a cierta distancia o al te ner estolones y rizomas que
generan nuevos individuos»

b) Amplitud ecológica
Este factor está relacionado con la posibilidad que presenta un taxón a poder
tener una distribución amplia er;
función de que pueda acomodarse a condiciones ambientales diversas•
Cada especie puede vivir entre límites determinados de cada uno de los
factores del medio, como temperatura, hu-
medad, PH del suelo, etc. En la medida en que en cada caso la diferencia en
valores de estos límites sea amplia puede determinarse la amplitud ecológica de
la especie.
Si los valores de temperatura en los que se desarrolla un taxón son estrechos,
asi como los de otros factores, es fácil comprender que la amplitud ecológica
será baja. En el caso contrario su amplitud ocoló'Jica será elevada. En ambos
casos la distribución geográfica del taxón está condicionada por el factor.
Es evidente que una especie con una gran amplitud ecológica tendrá una
distribución geográfica mayor debido a su capacidad de ocupar tnrritorios con
condiciones ambientales disímiles siempre dentro de sus límites de tolerancia*

c) Potencial evolutivo
Un taxón no ;•nantianG inmutable sus aptitudes para conquistar nuevos
territorios con condiciones ambientales diferentes»
Esto se debe a que la constitución genética del mismo puede sufrir
variaciones en el tiempo fundamentalmente debido a mutaciones e hibridaciones.
Las primeras no son más que cambios bruscos a nivel genético y los segundos
son cruzamientos entre individuos diferentes geno típicamente.
En este proceso el medio tiene un papel importante ya que es capaz de
seleccionar y eliminar los genotipos con menos adaptaciones de todas las
combinaciones que pueden surgir. De esta forma hay que tener en cuenta dos
factores; la variación genética y la selección ecológica.
Estos mecanismos pueden provocar el surgimiento dentro de una población
determinada de distintos ecotipos, diferenciados morfológicamente de la que le
da origen en mayor o menor medida y adaptados a determinadas condiciones del
ambiente •
De lo anterior expuesto es fácil deducir que los ecoti-pos tienen una
naturaleza genotípica, es decir que sus ca-
racteres están fijados y por tanto son hereditarios» Es por esto que se consideran
como variedades o subespecies y en los casos en que las diferencias con la
especie original sean marcadas se pueden considerar como nuevas especies.

— Áreas de distribución geográfica


Todos los taxa, tanto animales como vegetales, se encuefi tran ocupando un
determinado espacio sobre la superficie del planeta, sea en las tierras emergidas,
sea en océanos y mares. El espacio en que habitan cada uno de ellos, en
cualquiera de sus niveles (especie, genero, familia, etc), y que ha sido alcanzado
por sus propios medios de dispersión, es decir, de forma natural espontánea,
constituye su área de distribución geográfica»
En el estudio de las áreas de distribución geográfica actuales de los organismos
es necesario tener en cuenta el áltirao aspecto planteado en el concepto anterior,
es decir, que al espacio corresponda al ocupado de manera natural por el t- ixón,
ya que en estos momentos, debido a la actividad socio—económica y cultural del
hombre, éste ha provocado alteraciones en la distribución primaria de la flora y la
fauna. Así muchas especies se relacionan con la actividad agropecuaria, se
desarrolla la colección de plantas ornamentales, la forestación y población de
zonas con especies alóctonas, etc»
3n muchos casos resulta hoy prácticamente imposible determinar áreas naturales
tanto de animales como de plantas y es coman encontrar criterios que tienen en
cuenta la ac tividad humana, fundamentalmente en el estudio de las áreas de
distribución de algunas malas hierbas y de animales relacionados con la actividad
del hombre, como veremos al e^ tudiar las áreas cosmopolitas en este capítulo»
En general la estructura de las áreas se caracteriza porque la distribución de los
elementos dentro de ellas no es regular sino que aparecen con mayor
concentración hacia el centro y más dispersas hacia la periferia» Esto es más
evidente en e l caso de los animales, que poseen mayor independencia de
movimientos, que de manera ocasional pueden alejarse de los territorios con
mejores condiciones para su desarrollo.
Por esto debemos tener en cuenta que los límites geográ ficos de un área de
distribución no se pueden considerar estáticos y que es posible en ocasiones
encontrar algún ele mentó aislado fuera de ella, aunque se debe trazar uniendo
los elem entos extremos y será más confiable en la medida en que la actividad
humana sobre el territorio sea menor»
Este elemento es el que, en primera instancia, determina la configuración del
área, pero esta también puede estar, y de hecho está, condicionada a las
caractaristicas £í sico-geográficos locales, como la topografía, el suelo, la litología,
el clima, etcétera. De esta manera el límite del área de distribución de una especie
que se desarrolla en condiciones de extrema sequedad está determinado por las
condiciones climáticas de desierto y será prácticamente imposible que, al menos
naturalmente, el taxón ocupe territorios alejados con otras condiciones, sobre todo
en el ca so de los vegetales.
Una especie calcÍcola (que necesita de suelos con alto contenido de Ca) tendrá
límites coincidentes con el de suelos que tengan esas características que
permitan su desarrollo
- Diferentes tipos de áreag
Las áreas de distribución geográfica, en función de su estructura y
características generales, se clasifican en;

Cosmopolitas
Se denominan así las áreas que se extienden por una gran parte de la
superficie terrestre o, dicho de otra manera, de la biosfera»
Es necesario aclarar que, en función de esta definición, es prácticamente
imposible encontrar taxas terrestres que presentan este tipo de área ya que las
tierras emergidas ocupan solamente una tres cuartas partes de la superficie del
planeta. Debemos entonces considerar como cosmopolitas aquellos tax,' que
ocupan una porción considerable de ellas.
En general el cosmopolitismo no es común en los niveles taxonómicos inferiores,
fundamental^-ente a nivel de especie. De las casi 160 000 plantas superiores
conocidas, apenas 25 especies ocupan áreas que se pueden considerar
cosmopolitas. En las unidades sistemáticas superiores hay mayores posibilidades,
aunque no con mucha frecuencia, de encontrar taxa cosmopolitas. En este caso
está el género Festuca (fam. Compuestas) y el orden Rotíferas.
Bl cosmopolitismo es más frecuente en aquellos taxa que presentan mayor
amplitud ecológica y fundanentalmente en organismos acuáticos, debido a la
homogeneidad del rnedio.
También se presenta cosmopolitismo en las especies de animales y plantas
relacionadas con la actividad humana, como malas hierbas e insectos como la
cucaracha y la m osca y con algunos mamíferos como la rata*

Circunterrestres
Estas áreas, también llamadas zonales, se presentan en fajas alrededor del
planeta, entre límites latitudinales más o menos precisos, correspondientes a
zonas climáticas»
Para definir un área como circunterrestre es necesario que los elementos del
taxón no solamente se encuentran dentro de la faja climática sino, que, además,
su presencia sea bastante uniforme dentro de ella»
Segftn la faja climática en que se encuentra el taxón, estas áreas pueden
nominarse como sigue:
- Circuniboreales y circunaustrales, las que se encuentranen las zonas
climáticas polar y subpolar del norte o delsur. Ejemplo es el área circumboreal
de los pingüinos en la faja climática polar del Norte
- Circuntempladas, los taxa que se encuentran en la zona climática templada,
como el género Ribes.
- Circuntropicales, los que se encuentran alrededor del planeta, de manera
uniforme, en la zona tropical. Es común encontrar dentro de esta zona taxa
que se encuentran en fajas que comprenden tanto la tropical del norte como
del sur y que reciben el nombre de Pantropica-les, como es el caso de las
familias Palmáceas (Fig. 3) y Zingiberáceas (Figura 4 )
- Circunecuatoriales, correspondiente a taxa que se encuentran exclusivamente
en la faja ecuatorial.

Disjuntas, _y disyuntas
Son áreas discontinuas y fragmentadas en al menos dos partes bien definidas
y que se encuentran separados por di^ tandas de mayor o menor amplitud pero
que nunca pueden ser vencidas por los medios propios de diseminación del
taxón. Esto significa que es posible encontrar un área geográficamente
fragmentada pero que las distancias entre los elementos areales son vencidos
por los mecanismos de diseminación del taxón y entonces, a los efectos de
clasificación, no puede ser considerada disjunta ya que la fragmentación no
responde a las características internas del taxón sino a otros factores. Más
adelante veremos como clasificar áreas con esta particularidad.
La disyunción es conrón en taxa de diferente orden por lo que la podemos
encontrar tanto a nivel de especie, género, familia, orden, etcétera.
Mucho se ha escrito sobre el origen de la fragmentación en este tipo de área
pero en la actualidad la hipótesis mo-notópica parece ser la más aceptada. Esta
plantea que cada especie ha tenido un centro de origen común a partir del cual
ha extendido su área sufriendo posteriormente migraciones á grandes distancias
en función de cambios en las condiciones ambientales o fraccionamiento de tipo
físico como es el desarrollo de cadenas montañosas, separaciones
tinentales, etc. En general entre los fragmentos es común encontrar restos fósiles.
Un ejemplo de disyunción producida por migraciones de origen climáticos es el
que se presenta en Europa con el Dryas octopetala, de tipo ártico alpino (Fig. 5).
Esta especie, al finalizar las glaciaciones emigró tanto al norte (migración
latitudinal) como hacia las montañas alpinas (migración altitudinal), encontrándose
hoy al norte del continente y en los Alpes, en territorios de características
climáticas similares y separadas por condiciones no tolerables, es decir gor
distancias imposibles de ser transgredidas por sus medios de diseminación.
Otra hipótesis sobre la disyunción plantea que, excep— cionalmente, pudo
haber ocurrido diseminación en determinado momento por medio de aves
migratorias extinguidas en la actualidad o por otros vectores, por lo que los terri-
torios quedan hoy perfectamente fragmentados. En este caso es posible que haya
sido el hombre el encargado del "trcin^ porte" del taxón. En todos los casos es
necesario estudiar las características de las di&sporas y su posible di -seminador,
de manera que puedan descartarse o no estas posibilidades»
La hipótesis politópica plantea la posibilidad de que un taxón pueda haberse
originado en áreas distantes de manera independiente en su evolución» Este
desarrollo evolj¡ tivo debe provocar que por hibridación aparezca otro taxón
similar, entre las áreas, ampliamente difundido, por lo que sólo si se cumple esta
condición, es posible aceptar la hipótesis.
Dentro de la disyunción debemos estudiar de manera independiente el
fenómeno de vicarianza. Las áreas vicarian tes o vicarios (sustituto) corresponden
a taxa de origen ancestral común cuya superficie primitiva se ha fragmentado y se
presenta actualmente como localizada en diferentes territorios separados inclusive
por grandes distancias* Es importante seflalar que para que se consideren dos
taxa
Área de distribución europea de ^ryas
octopetala, con disyunción ártico-al-
pino.
( Los puntos representan localidades
aisladas. Las cruces lugares donde
se reconoce en depósitos glaciares ).
vicariantes en esta disyunción, parezcan reemplazarse unos a otros en territorios
con condiciones similares, aante-niendo cada taxón características morfológicas
muy próximas al otro. Esto ocurre con los géneros Fagus y Notho-fagus (M.g. 6)
los que se presentan en territorios distantes pero con condiciones rauy parecidas
y además con elenen-tos morfológicos que los hacen muy similares*
Otro ejemplo de vicaranza lo tenemos entre las áreas disyuntivas de las especies
Plátanos orientalis y P. occi- dentalis, los que provienen de un antepasado común
cuya área antigua se fragmentó en el Oligoceno por la formación del Océano
Atlántico. Sn la actualidad constituyen una pareja de vicariantes típica pero se
espera que en su futura evolución las semejanzas desaparezcan y se presenten
como especies endémicas, cuyas características estudiaremos más adelante en
este capítulo.
Es indudable que para poder determinar dos taxa como vicariantes se debe
conocer profundamente su evolución y características por lo que no resulta fácil
llegar a conclUF-siones certeras en todos los casos»

Endémicas
Se dice que un taxón presenta un área endémica cuando se encuentra
estrictamente localizado en un territorio relativamente uniforme de extensión
variable. Aunque en general un área endémica es continua, puede presentar frag-
mentación, pero la distancia entre los elementos territoriales no debe ser muy
grande y si lo es, siempre podrá ser superada por los mecanismos de
diseminación del taxfln» La familia Cactáceas (Pig. 7) presenta fragmentos en
islas del Caribe y en un pequeño territorio del sudeste de Norteamérica, sin
embargo se considera como una familia endé mica del territorio general.
En sentido general la extensión del área endémica se corees pondo con el
orden del taxón, por lo que una especie endémica debe ocupar un territorio
relativamente pequeño»
mientras que la de una familia o un orden debe ocupar territorios más amplios.
Esto puede ser visto, inclusive, en niveles taxonómicos que se deriven uno de
otros como en las Cactáceas ya mencionados, que a nivel de familia ocupan un
área extensa pero que hay géneros y especies de ella con áreas menos
reducidas, como el Melocactus matanzanus, en el cuabal de Tres Ceibas, al
oeste en la provincia de Matanzas»
En general el endemismo está ligado al establecimiento de una barrera de
aislamiento con la consecuente intercepción de las relaciones de un taxón con
los territorios vecinos, provocando una evolución local del mismo y la di-
ferenciación de sus características, pudiendo inclusive dar lugar a nuevos taxa,
también endémicos*
Esto provoca que el endemismo, aunque puede aparecer en cualquier lugar
del planeta, sea más abundante y característico de pequeñas islas, cadenas
montañosas, elevaciones aisladas, mares interiores* En Nueva Zelanda el 80%
de su flora es endémica» en Cuba el 85% y en los Alpes se encuentran unas
200 especies con esas características. En el caso del continente australiano
encontramos un marcado an-demismo debido al aislamiento que históricamente
ha teni do con relación al resto de las tierras emergidas.
Las barreras se pueden clasificar en tres grandes tipos:
geográficas, que incluye cadenas montañosas, nares , etcétera; ecológicas,
donde los límites están dados por condiciones ambientales como presencia de
desiertos; y genéticas, al aparecer fenómenos de esterilidad u ocurrir
mutaciones en los taxao
Segfin la época en que han aparecido los endémicos, se pueden clasificar en
paleoendémicos, con origen supuesto en el terciario y neoendémico con origen
reciente, inclusive postglacial.
El paleoendemismo se caracteriza porque se presenta en taxa de nivel
superior, como el orden Mono tremas, aunque ocasionalmente puede aparecer
en géneros y especies (Micro-
cycas calocoma, en Pinar del Río, Cuba). La extensión del área de distribución de
los paleoendémicos es variable pero generalmente pequeña»
Los neoendé'iúc3s son taxa que se encuentran en pleno desarrollo y por lo tanto
poco diferoncicidos del taxón que les da origen, por lo que se presentan
generalmente en especies, subespecies y variedades, con áreas pequeñas*
El paleoendemismo, por producirse fundamentalmente en niveles texonómicos
superiores, es llarnado en ocasiones macroendomisirio, mientras que el
neoendemisnio se conoce también como microendemisnio por presentarse en
niveles taxonómicos inferiores.

El Suelo. Factores y procesos formadores.


Condicionada por su posición, en la superficie emergida de la esfera
rocosa de nuestro planeta existe una formación especial que difiere del
resto al menos por una propiedad cualitativamente distinta: la fertilidad
natural. Esta posición determina que coincidan en el espacio los factores
responsables de su génesis y desarrollo. Así, clima, roca madre,
organismos vivos y otros elementos producen este importante cuerpo
dinámico que se denomina suelo.
El estudio de los suelos es parte obligatoria para el geógrafo. Desde el
punto de vista teórico es un interesante componente de la Envoltura
Geográfica y desde el práctico, en buena medida determina la vida y
existencia de la sociedad humana.

El concepto de suelo
Es difícil dar una definición que no sea limitada y a la vez precisa de un
material tan complejo. En la precisión de esta definición tienen importancia
capital los trabajos de Dokuchaev, por su clara concepción acerca del
problema genético - evolutivo y de su carácter dinámico, comprendiendo y
reflejando de forma adecuada la dimensión geográfica de esta categoría.
Así se puede definir que los suelos son las formaciones naturales de la
superficie terrestre que resultan de la acción combinada del clima y los
organismos vivos sobre la roca madre, en una posición determinada del
relieve y en un tiempo específico de evolución; y que tienen como atributo
principal la propiedad de ser fértiles naturalmente, es decir, permitir el
crecimiento y desarrollo de la vegetación cultural.
Morfológicamente se presentan como una capa superficial y delgada de
material desintegrado, con variedad de color y otras propiedades,
determinadas por las condiciones de su génesis y evolución.
Dokuchaev sintetizó la mecánica del desarrollo del suelo en la siguiente
expresión (fórmula binomial de formación del suelo):
FACTORES DE FORMACION = TIPOS DE SUELOS
Posteriormente Guerásimov plantea la fórmula trinomial (llamada
neokuchaviana), que es como sigue:
FACTORES FORMADORES + PROCESOS FORMADORES = TIPOS DE
SUELOS
Llevando esta expresión a forma de relación causal los términos de la
izquierda funcionan como causa, el de la derecha como efecto. A partir de
este momento se seguirá en la explicación la misma lógica de esta relación;
pero antes de entrar en el análisis de los factores edafogénicos se hace
necesario explicar determinados fenómenos que ocurren en el propio
proceso de formación que resultan imprescindibles para su comprensión, por
lo que se dedica un pequeño espacio al desarrollo del perfil del suelo.

El perfil del suelo


En el cuerpo del suelo se aprecia una sucesión de capas superpuestas,
más o menos horizontales, que difieren en color y otras propiedades físicas
y químicas ( textura, estructura, plasticidad, densidad, consistencia,
porosidad y pH ) y que se denominan horizontes del suelo.
Los horizontes del suelo deben sus especificidades a diferencias en el
propio proceso de formación, donde mucho tiene que ver el movimiento
del agua dentro del cuerpo edáfico. Por esta razón comúnmente se
denominan horizontes genéticos o pedológicos. El conjunto de horizontes
genéticos dentro de una formación pedogénica tomados como unidad y en
función de las relaciones que los ligan se denomina perfil del suelo. Así, es
importante comprender que los horizontes de un perfil se han diferenciado
entre sí como consecuencia del propio proceso de pedogénesis, por las
distinciones en la alteración del material original y que no son capas
geológicas que se han formado por sedimentación.
Generalizando, el perfil de un suelo tiene tres partes ( fig 1 ): 1) Suelo
verdadero o solum, que integra a los horizontes A y B ( horizontes eluvial (*)
e iluvial respectivamente ), 2) Subsuelo, que integra al horizonte C,
constituido por el material madre meteorizado y 3)Roca subyacente, que
constituye el horizonte D y es la roca de la formación geológica del lugar. A
su vez se observan diferencias dentro de estos propios horizontes por lo que
se establecen subdivisiones de los mismos para expresarlas. Por ej:, el
horizonte A de los climas húmedos está compuesto por dos partes muy
diferentes; la superior, que se designa como horizonte A1, rica en materia
orgánica y por tanto de color muy oscuro y la inferior o A2 que es ya una
zona de lixiviación y por tanto de color más claro. Además, comúnmente
sobre el horizonte A1 se pueden apreciar uno o dos horizontes de material
orgánico sin descomponer o parcialmente descompuesto designados Ao y
Aoo respectivamente.
En un sentido más estricto se puede decir que el perfil se genera gracias al
movimiento de materiales de todo tipo dentro de él sea en solución o en
suspensión, que de acuerdo a la profundidad a que se encuentran existirán
distintas condiciones y de ahí la diferencia. Así, el conjunto de horizontes nos
dice mucho del proceso de formación del suelo, su estudio permite deducir
qué condiciones fueron necesarias y debieron ocurrir. Por eso el estudio
del perfil del suelo es parte importante para la sistematización del
conocimiento de esta área de las ciencias. ( ver fig. 1)
En el movimiento de materiales dentro del perfil del suelo se manifiestan
dos procesos importantísimos y de sentido inverso; eluviación e iluviación. (
ver Fig. 2 )
Se puede definir como eluviación a la salida y movimiento de materiales
generalmente de una posición superior a posiciones inferiores, de forma
mecánica o en solución. Se distinguen dos tipos; la eluviación mecánica, en
la cual independientemente de cualquier diferenciación química las
partículas más finas de la porción mineral y orgánica del suelo son lavadas
hacia abajo y la eluviación química, en la que se produce la descomposición
y parte de los productos liberados son trasladados perfil abajo.

La iluviación en cambio es la receptación y deposición de estos productos


movidos generalmente hacia abajo por el agua en posiciones inferiores.
Estos dos procesos determinan la formación de los horizontes A2 y B
descritos en la figura 1. El hz. A2 o eluvial es el que parte de su material ha
sido eliminada y ocupan la posición superficial del perfil. Los iluviales son los
enriquecidos por el material procedente de los anteriores, situados debajo
de los eluviales y se designan con la letra B. Aunque esta es la regla,
conviene ac larar que en el horizonte A se puede producir iluviación,
procedente de los horizontes de materia orgánica superiores, aunque este
no es el proceso esencial.
Debe irse comprendiendo la importancia del agua y de su movimiento
dentro del perfil en la génesis del suelo. Eluviación e iluviación son
procesos que sólo pueden producirse en presencia del agua y como se ve,
son muy responsables de la diferenciación de los horizontes A y B, que por
demás, son los que componen el suelo verdadero.

---------------------------------------------------------------------------------------------
(*) Es importante señalar que no todos los horizontes B son iluviales,
algunos son argílicos o lixiviados, pero se indica así en la figura porque se ha
generalizado en este sentido. Por otra parte, todos los horizontes A2 si son
eluviales, pero del A sólo el A2, muy característico de los podzoles,
pseudopodzoles, etc.

El movimiento de materiales dentro del perfil del suelo es además un


proceso complejo porque no sólo depende de la disponibilidad de agua.
Otros factores intervienen y se combinan al efecto del clima; por ejemplo,
con material madre rico en sales solubles como sulfatos y cloruros de
sodio y en condiciones de clima húmedo con exceso de lluvia sobre la
evaporación, con pendiente pequeña que permita la entrada del agua al
perfil, al ser los productos muy solubles pasan al drenaje hasta salir del
perfil. Si se invierten las condiciones climáticas a sequedad y predomina la
evaporación, el agua asciende por capilaridad y se depositan estos
materiales en los horizontes superiores, formando costras salinas que
hacen los suelos improductivos desde el punto de vista agrícola.
Estos procesos además de ilustrar la importancia del agua y su movimiento
en la formación del suelo nos enseñan cuan complejos son , al depender de
diferentes factores que se pueden combinar de maneras muy diversas. A
partir de ahora trataremos de identificar estos factores y separarlos para
estudiar su incidencia en el proceso genético, pero sin desconocer que es
una división didáctica porque en la realidad actúan de manera conjunta y
compleja.

Factores formadores del suelo


El término factor formador del suelo se aplica a cualquier elemento de la
naturaleza que sea fuente de sustancia o energía ( o que la redistribuya ) y
que tome parte de algún modo en la creación del cuerpo de suelo en el
espacio y/o en el tiempo.
En la génesis del suelo intervienen diferentes elementos naturales que
determinan se produzcan procesos que alteran el material original,
formándose un producto cualitativamente distinto al inicial. Una expresión
sintetizada de este complicado proceso puede ser como sigue: "El carácter
del suelo queda determinado por la acción de ciertos procesos que
dependen del clima, modificados por la topografía o posición en el relieve.
Estos procesos actúan directa e indirectamente a través de la vegetación y
otros elementos bióticos ( organismos vivos ) sobre un material original
dado, que ha resultado de la meteorización del substrato rocoso ( roca
madre ) a lo largo del tiempo, produciendo así el resultado final, que es el
suelo.
De la expresión anterior se pueden aislar cinco factores formadores del
suelo: roca madre, clima, organismos vivos, posición en el relieve y tiempo
(*).

La roca madre como factor formador del suelo


Es el manto de roca disgregada e intemperizada por los agentes exógenos.
Constituye la mayor parte del suelo. Aunque tiene un papel pasivo no se
puede por ello restarle importancia pues es el mayor aportador de la masa
que lo compone. Así su función dentro del proceso edáfico es ésta, aportar
la sustancia que posteriormente será modificada por el resto de los factores
formadores.

Las características de la roca madre pueden ser determinantes en el


producto final, aunque no siempre de manera directa. Los minerales que
constituyen originalmente la roca comúnmente experimentan profundas
transformaciones químicas que dan lugar a nuevos compuestos, mucho
más complejos y muy diferentes a sus originales. En particular los que se
reducen a partículas inferiores a una micra adquirirán comportamiento
coloidal, adquiriendo propiedades muy importantes que en próximas páginas
explicaremos. El sistema de partículas de este tipo en el suelo se denomina
complejo coloidal del suelo.
El complejo coloidal del suelo tiene carácter mineral y orgánico. Su
funcionamiento general lo abordaremos asociados a este factor ( roca madre
) y por tanto específicamente nos estaremos refiriendo a su parte mineral (
arcillas ), pero no debe desconocerse que este mismo proceso de reducción
textural hasta el coloide pasa con la parte orgánica aportada por la
vegetación y representada por el humus. A sus particularidades más
específicas se hará referencia cuando se aborde el factor "organismos
vivos". No obstante, la mecánica general de su funcionamiento tiene partes
comunes. Para hacer entender este importante acápite se dedica un espacio
al estudio del "complejo coloidal del suelo".
En primer lugar debe tenerse presente que para realizar el estu dio del
proceso edáfico no basta con analizar la fase sólida del suelo. Es muy
importante la fase líquida, representada por las disoluciones y suspensiones
que son marcadamente decisivas en la génesis del suelo.
El complejo coloidal es el asiento o base de las reacciones
químicas más importantes que intervienen en el proceso de formación del
suelo ya que en general el material no coloidal no interviene en los procesos
químicos y es principalmente importante sólo desde el punto de vista físico.
Los coloides son dispersiones de partículas en un medio ( líquido o gaseoso
) de diámetro inferior a una micra ( en un rango entre las disoluciones y las
suspensiones ). Presentan dos fases, una dispersa y una dispersante ( en el
caso del suelo, partículas coloidales arcillosas y húmicas (fase dispersa) en
un medio líquido (fase dispersante).
Los coloides minerales denominados arcillas son el resultado del proceso de
edafización de algunas rocas que después de experimentar cambios físicos
sufren transformaciones en el orden químico que reducen su diámetro a
menos de 2 micras. Esta reduc ción determina un incremento de la relación
superficie - volumen y este hecho determina un cambio cualitativo en su
comportamiento, dando lugar al menos a dos importantes propiedades:
capacidad de absorción y capacidad de cambio de bases
Capacidad de absorción. Se puede definir como la posibilidad de los coloides
de absorber sustancias ( y sus cargas eléctricas ) disueltas o en suspensión.
O sea, tienen la propiedad por estar cargadas eléctricamente de atraer y
retener iones, partículas químicas unitarias de las sustancias disueltas.

Ej. de cationes son: Ca, K, Na, H, NH4 ( muy importante porque representa
una de las formas en que llega el N al suelo ). Ej. de aniones: P, Cl ( que es
tóxico ) y otros.
Capacidad de cambio de bases. Es la otra propiedad referida anteriormente.
Dada la enorme superficie de estas partículas con relación a su peso se
posibilita el movimiento o intercambio de las bases y en este proceso son
captadas por las plantas que las asimilan para su crecimiento. Por eso se
distingue el comportamiento coloidal del suelo como base de su fertilidad
natural y de la posibilidad de la instalación y crecimiento de la vegetación en
él. Por ej,: cuando un suelo reacciona con la solución de una sal neutra,
como el Cloruro potásico, cierta proporción del Potasio es absorbida o fijada
por el suelo y aproximadamente una cantidad equivalente de Calcio es
desplazada a la solución. Se representa como sigue:
Suelo cálcico + 2ClK = Suelo potásico + CaCl2
Este fenómeno se denomina Reacción de cambio de bases y los cationes
relacionados a él se llaman "bases de cambio o reemplazables".
Ej. de reacción de cambio de bases donde el complejo coloidal del suelo y
una solución de él intercambian cationes:
H+ K+
a) CCS ) H+ + 3ClK -------- CCS ) K+ + 3ClH
H+ K+

.
Por otra parte, el ion H, cargado positivamente, hace que la solución del
suelo sea ácida. La concentración de iones ( H+ ) en la solución del suelo
con respecto a los iones Hidróxilo ( OH- ) de carga negativa se denominan
pH del suelo y constituye medida del grado de acidez o alcalinidad del
mismo. En la escala de pH para suelos el valor 7 a 8,2 indica la medida
"neutra" ( a ligeramente alcalino ); por debajo de 7 ( de 4 a 7 ) indica "acidez"
y de 8,3 a 10 "alcalinidad".
Del análisis del fenómeno del intercambio de bases entre el CCS y su
solución se infieren otras dos importantes categorías: saturación e
insaturación del complejo coloidal del suelo.
La saturación del CCS se expresa: S = CCB / CCC * 100 e indica la
proporción de bases cambiables que existe con respecto a la capacidad total
de cationes cambiables. Así, el suelo estará saturado cuando CCB = CCC, o
lo que es lo mismo, cuando toda su capacidad de cambio está satisfecha,
fundamentalmente por Ca ( aunque puede ser por otros cationes ). La
insaturación, además de producirse por déficit de bases de cambio puede
ocurrir cuando las que tiene son H o Al; H porque cuando se desplaza H por
cualquiera de las bases de cambio lo que se forma es un ácido muy fuerte (
ej.: HCl ) y le proporciona acidez al CCS ( de ahí la relación entre la acidez
del suelo y la insaturación ), Aluminio porque es un anfótero(*1) y en realidad
no produce un alcalino.
Cuando el CCS está saturado no intercambia más bases. Entonces es
estable y su PH debe ser neutro o alcalino. Si no está saturado puede seguir
intercambiando bases, pues tiene capacidad para ello, entonces se dice que
es inestable y por ende su PH es ácido. La relación saturacion -
estabilidad - PH se puede concretar como sigue:
CCS saturado ---- estable ----- neutro a alcalino
CCS insaturado - - inestable ---- ácido

Una vez explicado el funcionamiento del CCS en general y analizado sus


importantes propiedades de absorción e intercambio de cationes, se aborda
el estudio del complejo arcilloso ( complejo coloidal mineral ).

Las arcillas
. Las arcillas son minerales secundarios y representan el producto final del
proceso de edafización. Constituye una mezcla de óxidos hidratados que por
drásticas transformaciones sufridas adquieren propiedades muy diferentes a
las del material que las originó. Así, son el resultado de diversas acciones
físicas y químicas que reducen el diámetro de sus partículas a menos de 2
micras, adquiriendo de esta forma el compor tamiento coloidal descrito. Son
por tanto un producto terminal muy complejo, integrado en su mayor parte
por silicatos de alúmina hidratados y en menor proporción por óxidos de
hierro y otros compuestos.
Las partículas de arcilla tienen una estructura cristalina bien definida. El
sistema coloidal que forman se integra por una fase dispersa constituida por
partículas arcillosas cristalizadas cuya gran superficie o interfase,
consecuencia de su gran desagregación que se aproxima a la molécula, le
confiere importantes propiedades. Resulta entonces importante, aunque sea
brevemente, describir este núcleo que se denomina acidoide.

El acidoide
Se denomina acidoide a la partícula laminar, cristalina, porosa e insoluble de
arcilla dispersa en el sistema coloidal cuya masa se haya cargada
negativamente. ( ver fig. 5 )

Se compone de dos o tres láminas de átomos que integran una


molécula laminar, con número invariable y espesor constante para cada
mineral. Una interfase separa a las dos moléculas laminares de espesor
característico también para cada mineral.
La figura A representa un esquema ideal del acidoide mornmorillonítico, con
tres láminas de átomos, dos de sílice y una de alúmina, separadas de la
siguiente por una interfase interna.
La figura B representa al mineral caolinítico, con dos láminas de átomos, una
de sílice y una de alúmina, también separadas por una interfase interna.
Así, se les denomina a las arcillas mornmorilloníticas, arcillas del tipo 2:1 y a
las caolinitas del tipo 1:1.
La superficie de la molécula en ambos casos se halla cargada de aniones,
tanto en las caras externas como en la interfase interna y un enjambre de
cationes rodea a cada partícula y la acompaña cuando se desplaza en un
medio de dispersión.
La partícula está cargada eléctricamente y se asemeja a un anión gigante
rodeado de cargas positivas. La estructura de la partícula arcillosa se puede
concretar como sigue:
1) NUCLEO: Con la estructura laminar expresada, porosidad
( por la presencia de la interfase interna ), insoluble y de carga negativa.
2)ENJAMBRE CATIONICO: Cationes retenidos por la carga negativa del
núcleo.
Las propiedades descritas en párrafos anteriores de capacidad de
absorción y de cambio de bases se deriban de esta constitución.

Clasificación de las arcillas


El criterio de división que a continuación se ofrece se basa en el número de
láminas de átomos que forman la molécula laminar y en la naturaleza de la
interfase, que determinan su constitución, movilidad de la estructura y
capacidad de absorción de agua y de cationes.
Como este es un texto geográfico, no se profundizará en toda la división,
sino que se han escogido los grupos que según el criterio del autor tienen
mayor importancia en el análisis del suelo como producto geográfico. A
continuación se caracteriza cada tipo.
CAOLINITA: Su molécula consta de dos láminas de átomos, una de óxido
de sílice y una de óxido de aluminio, muy unidas. Al estar muy unidas las
láminas o placas ( casi superpuestas ), su movilidad es prácticamente nula (
por eso se le denomina a esta estructura "de
placas fijas" ). Por la posición de las placas quedan unidos los iones OH con
los átomos de oxígeno por puentes de H. La pequeña movilidad de la
estructura implica que sea baja la capacidad de absorción de cationes al no
tener movimiento de expansión; o sea, este tipo de arcilla proporciona al
suelo una baja capacidad de intercambio iónico y por tanto fertilidad natural
pobre. Además esta estructura determina poca plasticidad y cohesión. Al ser
el intercambio de bases limitado el complejo coloidal se mantiene
insaturado, inestable y con reacción ligeramente ácida por escasez de
bases, ( en condiciones normales, o sea, sin la intervención de otras
condiciones que puedan modificar esta situación ).
MONTMORILLONITA: Su molécula está compuesta por tres láminas de
átomos, de las cuales las dos externas son de óxido de sílice y la intermedia
de óxido de aluminio. La interfase es mayor y el agua y ciertas moléculas
orgánicas penetran en el espacio interlaminmar, produciendo la expansión
de la partícula. La interfase interna más amplia da mayor movilidad a la
estructura ( el espesor de la molécula experimenta considerables variaciones
). Se dice entonces que es de "capas móviles". Esto determina entre otras
cosas mayor capacidad de absorción de cationes y de agua, determina su
gran capacidad de cambio de bases, que en condiciones adecuadas tiende a
satisfacerse, por lo que se satura el complejo y se estabiliza. Así, por
abundancia de bases su PH es de neutro a alcalino y la fertilidad natural
que proporciona al suelo es mayor. Da además mayor plasticidad y
cohesión. Esta estructura permite un proceso de cambio de bases tan
intenso que hasta resulta difícil establecer la fórmula de este mineral, a
causa de las constantes sustituciones de Si por Al, de Al por Fe, Mg, etc.

DE OXIDOS E HIDROXIDOS DE ALUMINIO Y HIERRO:


No son silicatados, por lo que su constitución es bien diferente respecto a
las anteriores. El número de láminas de átomos es indeterminado. Los
óxidos hidratados de Fe y Al llegan en algunos casos a ser parte importante
del CCS, especialmente en condiciones de clima tropical húmedo, donde dan
lugar a las denominadas "lateritas". Su estructura es cristalina, con acidoide
y enjambre catiónico, pero en su fase inicial de formación se comportan
como geles amorfos (sin estructura ). Su capacidad de absorción y
cambio de cationes es muy baja por lo que confieren al suelo baja fertilidad
natural. El CCS entonces es insaturado e inestable y su comportamiento
generalmente ácido. Dan además poca plasticidad y cohesión.
Atendiendo a la forma en que opera el proceso de formación de las arcillas
se comprende que en dependencia de las transformaciones quedarán
proporciones diferentes en el perfil de los constituyentes principales, SiO2 y
Al2O3 y Fe2O3. La relación entre el Oxido de Sílice y los Oxidos de Hierro y
Aluminio que contienen las arcillas se denomina RELACIÓN SÍLICE -
SESQUIÓXIDO y es un parámetro muy útil para determinar el tipo de arcilla
y las propiedades que esta le confiere al suelo, además de ser útil para el
análisis geográfico y la inferencia de los factores y procesos formadores del
mismo. Se explica a continuación cómo se determina y utiliza la mencionada
relación.
La relación Sílice - sesqióxido se expresa:
SiO2/R2o3 o SiO2/Al2O3 + Fe2O3
donde: R2 = Al2 + Fe2
En general, las cortezas poco evolucionadas, ya sea por un problema de
tiempo o por condiciones climáticas tenues ( o por otras condiciones ) tienen
un contenido de SiO2 alto, ya que por las condiciones mencionadas, el
proceso de edafización no ha sido tan intenso como para transformar
profundamente los minerales primarios y hacer salir la sílice y las bases
alcalinas y alcalino - térreas del perfil. Estas cortezas se denominan
SIALÍTICAS y, de las arcillas estudiadas, predominan el ellas las
montmorillonitas. Para las cortezas sialiticas la relación SiO2/R2O3 es alta,
y toma valores entre 3 a 5.
En suelos con condiciones de evolución contrarias a las descritas, el
contenido de Si en el perfil es menor, por lo que dominan en el contenido
mineralógico de la corteza los óxidos de Fe y Al y por consiguiente la
relación SiO2/R2O3 es más baja. Este tipo de corteza se denomina ALÍTICA
y el valor de la relación es inferior a 2. El tipo de arcillas que predominan en
ellas son las de óxidos de Fe y Al ( con valores inferiores extremos para la
relación SiO2/R2O3 menor que 2 y en algunos casos la caolinita que puede
tener valores entre 2 y 3 de la relación. Sio2/R2O3 ).

El clima como factor formador


Mientras la roca madre actúa como factor pasivo en la formación del suelo y
su principal papel es el de aportar la sustancia que se va a transformar, el
clima es un factor activo y principalmente, aporta la energía necesaria para la
realización del proceso edáfico, siendo quizás el más importante por su
influencia en las características y propiedades del producto final.
El clima tiene una influencia directa en la formación del suelo y la realiza a
partir de la acción de dos agentes muy importantes: las precipitaciones y la
temperatura. ( aunque no debe olvidarse que indirectamente determina en
buena medida el desarrollo de la vegetación; pero este es otro factor
formador que se aborda más adelante, por lo que ahora la explicación se
concentra en los dos agentes mencionados ).
La temperatura tiene una participación importante en la preparación inicial
del material madre, pues determina la intensidad del intemperismo físico y
por tanto el grado de desagregación del material; pero su principal influencia
consiste en regular la velocidad de las reacciones químicas que se producen
en el proceso edáfico, que aproximadamente se duplica por cada 10 C de
incremento. También regula la actividad microbiológica, intensificando o
retardando las transformaciones químicas de la masa mineral y orgánica que
esta genera. Así por ej., en los climas tropicales húmedos los suelos
evolucionan muy rápido, en ellos las etapas de "formación primaria y
sialitización"(*1) son muy cortas, debido en parte a que las altas
temperaturas determinan velocidades altas de las reacciones químicas que
alteran y transforman profundamente los minerales. La actividad
microbiológica por esta misma causa es muy intensa, determinando una
descomposición muy rápida de la capa orgánica y por tanto una producción
muy pequeña de humus.
En cambio en los climas templados y fríos el efecto es contrario. Por las
razones opuestas a las descritas la alteración química de la masa mineral es
menos intensa y la actividad bacteriana más reducida permite la acumulación
de material orgánico en descom posición y de humus que cubre el suelo del
bosque.
La temperatura también actúa de forma indirecta, al afectar la eficiencia de la
precipitación, pues las pérdidas de agua por evaporación aumentan con a
temperatura. Así, un valor de 500mm anuales de lluvia caída en condiciones
térmicas templadas corresponden a un clima húmedo, en cambio, este
mismo valor en condiciones térmicas tropicales implicarían climas áridos.
La precipitación es tan o más importante que la temperatura como agente
climático formador del suelo. Ella es la principal aportadora de agua, que
actúa de dos grandes maneras: 1) mediante su acción física, por el impacto
del goteo contribuye a la meteorización y cuando escurre propicia la erosión,
laminar o encauzada, transformando la superficie de la roca; 2) mediante su
acción química, que la realiza cuando se infiltra y que es la verdaderamente
importante en el proceso edáfico, por dos razones muy bien determinadas:
primero, por constituir el principal agente disolvente, ionizando además las
partículas disueltas, es decir, disociándolas en partículas positivas y
negativas. Vale decir que los numerosos procesos químicos de intercambios
de elementos necesarios para el desarrollo del suelo y crecimiento de las
plantas no son posibles sin la ionización ( recordar proceso de cambio de
bases descrito en el acápite anterior ) y en segundo lugar, por constituir la
fase dispersante del medio coloidal y hacer posible el funcionamiento del
CCS, (complejo coloidal del suelo ), también descrito en el acápite anterior.
Así, un grupo importante de procesos químicos que transforman la parte
mineral del suelo se deben a la presencia y movimiento del agua dentro del
perfil del suelo. Entre los más importantes podemos citar: solubilización,
oxidación y reducción, hidrólisis, hidratación y carbonatación. ( que por
razones de espacio no se explican ).
Estos procesos químicos que ocurren en el suelo a causa de la presencia del
agua son una muestra de su importancia para el desarrollo del proceso
edáfico, disponible o no para él en primer lugar en dependencia del clima, y
en especial de la relación Evaporación - Precipitación ( aunque a su vez
depende de otro importante factor que es la posición en el relieve, que se
explica en las páginas siguientes ). En dependencia de esta relación se
determinan cuatro regímenes hidrológicos que son:
1)Permasídico:
Cuando la precipitación es mayor que la evaporación. En esta condición
debe prevalecer el movimiento del agua por gravedad dentro del perfil,
favoreciendo su acción química ( procesos como los descritos ) y la
lixiviación y lavado de parte del material. Favorece un desarrollo intenso del
proceso edáfico.
2) Impermasídico:
Si la precipitación es menor que la evaporación, no hay agua suficiente para
que se establezca un buen drenaje interno. En general el agua no llega al
manto freático y no se produce una diferenciación completa de los
horizontes. En su forma típica se crea un horizonte muerto.
3) Exhudativo:
En condiciones de evaporación intensa, cuando el manto freático está
cercano a la superficie, se invierte el movimiento del agua al ascender por
capilaridad. Los suelos salinos por ej, se form an bajo este régimen
hidrológico, ya que siendo el manto muy salinizado, el agua salada asciende
y es evaporada en la superficie, depositándose las sales disueltas que
traslada y formando costras salinas. Estos suelos son muy improductivos. (
ver en "Proc esos formadores" )
4) de aguas estancadas:
En condiciones de clima húmedo y mal drenaje superficial e interno, el agua
se estanca y ocupa todo el espacio poroso del perfil. En estos casos
predomina la reducción del Hierro y se forman horizontes de color gris -
azulado que se denominan "Gley". ( ver en "Procesos formadores" )
Los organismos vivos como factor formador del suelo Los organismos
vivos completan el material constituyente del suelo, al aportar la otra parte de
la sustancia que se transforma en el proceso edáfico y proporcionar la
fracción orgánica al suelo.
El producto final ( o semifinal ) de la trnasformación de la materia orgánica es
coloidal, con características similares al complejo arcilloso, pero en este caso
de procedencia orgánica y resultado de un complejísimo conjunto de
transformaciones que se denomina humificación y humus es el nombre del
propio producto. Las arcillas minerales más el humus constituyen el
Complejo Organo - Mineral del suelo y como ya se planteó, constituye la
base del estudio de los suelos.
De los organismos vivos, las plantas son los principales aportadores de
materia al suelo. En segundo lugar se señala a los microorganismos (
bacterias y hongos ), porque tienen un papel importante en la
descomposición y transformación de la materia orgánica aportada por los
primeros y en la síntesis del humus.
La acción microorgánica, como ya se dijo, tiene una dependencia directa del
clima, en especial de la temperatura. En los climas cálidos predomina la
acción bacteriana, que es muy intensa y descompone la materia orgánica
muy rápido, hasta consumirla casi completamente. Prácticamente no se
forma humus y mucho menos da posibilidades a que se acumule. En los
climas templados y fríos predomina la acción de los hongos, que como
agentes transformadores son menos eficaces; pero además, la velocidad de
las reacciones químicas que estas temperaturas condicionan es mucho
menor. Esto permite un proceso más lento de transformación que facilita la
formación y acumulación de humus en el suelo.
El humus es el producto más o menos final y relativamente estable de la
transformación de la materia orgánica durante la pedogénesis, después de
sufrir un proceso de desigual descomposición en dependencia de la
resistencia que ofrecen los distintos mat eriales que forman estos restos
orgánicos.
Es amorfo, no tiene fórmula ni composición química determinada y de color
castaño oscuro a negro. Ya formado no presenta vestigios de las estructuras
anatómicas de los organismos aportadores.
Proceso de humificació n Los residuos orgánicos de la capa superficial de un
suelo virgen se forman principalmente por la acumulación de hojas, ramas y
demás partes de las plantas superiores ( también restos de animales y de
otros organismos ). Estos materiales descompuestos por la acción de los
microorganismos entrarán más tarde a formar parte del horizonte A.
Estos residuos sufren cambios profundos, dando lugar a la formación de
compuestos más o menos complejos. Cuando pasan a través de
prolongadas transformaciones, en el momento en que adquieren un carácter
específico ( coloidal ), son retenidos por el suelo en forma de humus.
A modo de resumen, se ofrece un cuadro que sintetiza las diferentes etapas
de este proceso.
I.- APORTE DE MATERIA PRIMA O TEJIDO VEGETAL RECIENTE
Compuestos resistentes Compuestos poco estables
LIGNINA AZUCARES
CELULOSA ALMIDONES
otros PROTEINAS

II.- FASE INTERMEDIA O PRODUCTOS DE LA DESCOMPOSICION


Compuestos resistentes Compuestos poco estables
LIGNINA AMINOACIDOS
ACEITES ALDEHIDOS
RESINAS ALCOHOLES

III.- FASE FINAL DE LA TRANSFORMACION


Compuestos orgánicos Compuestos inorgánicos
( grupo húmico ) ( grupo no húmico )
HUMO - LIGNINA Nitratos
1) HUMUS BRUTO Fosfatos
ACIDOS FULVICOS Sulfatos
2) HUMINAS ( parte que se mineraliza)
huminas puras
ácidos húmicos

Como se ve, el grupo húmico se forma a partir de los compuestos más


estables, que permiten una formación lenta y síntesis de un producto que no
llega a mineralizarse de forma completa ( columna de la izquierda del cuadro
). Parejament e, se desarrolla un proceso de mineralización directa, a partir
de los compuestos menos estables ( columna de la derecha del cuadro ) que
no forma humus, sino que directamente se descompone la materia orgánica
en sus constituyentes minerales, o sea, se transforman directamente en
elementos inorgánicos que pasan a la composición del suelo.
De esta forma, el equilibrio entre la formación de humus y la mineralización
determina la cantidad de humus que puede encontrarse en el suelo en un
momento determinado, y esto depende, además de la vegetación que aporta
la materia orgánica que se descompone, ( por su mayor o menor resistencia
a la transformación ), del clima, que regula la actividad microbiana como
agente activo de este proceso ( en dependencia de la temperatura y la
cantidad de agua disponible ).
Se comprenderá que elementos que resultan estables ante condiciones
climáticas determinadas, ante otras no lo son. Así, en condiciones de clima
cálido como el ecuatorial y el tropical, la formación de humus se limita porque
casi toda la materia orgánica se mineraliza directamente. Aquí casi nada
resulta estable ante condiciones tan extremas y toda la vegetación es
oxidada rápidamente por las bacterias. El resultado es que el humus va a ser
casi inexistente. Los ác idos orgánicos procedentes del humus tampoco están
presentes y ciertos elementos como Al, Fe y Mn estarán en el suelo en gran
proporción en relación con la sílice ( SiO2/R2O3 baja ). Los climas templados
en cambio, con temperaturas moderadas y por tanto ac tividad microbiana
menos agresiva, tendrán más representación de la evolución que se muestra
en la parte izquierda del cuadro y llegan a acumular humus en la parte
superior del perfil. Incluso en los climas sobárticos y de tundra, al ser la
temperatura tan baja, la actividad microbiana es tan limitada que se acumula
la materia orgánica en forma de turba ( semidescompuesta ). Los climas
tropicales y polares son los ejemplos extremos de esta caracterización.
De los productos finales del proceso esquematizado, ( del grupo húmico ),
resultan de interés dos por su acción distinta en la determinación de las
propiedades del suelo. Son los Acidos Fúlvicos y los Acidos Húmicos.
Acídos Fúlvicos:
Se encuentran en el humus pero no tienen sus propiedades carac terísticas.
Tienen color amarillo y se disuelven en el agua sin que se dispersen
coloidalmente. Son muy activos y atacan a la fracción mineral con facilidad,
rompiendo las estructuras crista linas y liberando de ellas sus constituyentes.
Por ej., en la formación de los horizontes de Gley tienen un papel importante,
ya que son ellos los que rompen las estructuras donde está el Fe, que al
liberarse en condiciones de reducción pasa al estado Ferroso y crea el
horizonte gris - azulado.
Acidos Húmicos:
De color oscuro, no se disuelven en agua. Resistentes a la acción
microbiana y a la oxidación. Tienen mayor estabilidad que los ácidos fúlvicos
y son menos activos. Forman dispersión coloidal en el agua. Dan al suelo
mayor capacidad de absorción de cationes por lo que contribuyen a
estabilizar el C.C.S. y por tanto elevan su fertilidad.
Finalmente, el humus se integra al C.C.S. en influye en sus propiedades
físicas y químicas. Desde el punto de vista físico, influye en su color,
oscureciéndolo y además en la textura, estructura, grado de aireación, etc.
Desde el punto de vista químico, influye en el intercambio iónico, (
estimulándolo ), solubilidad de los minerales y puede limitar en los cambios
de acidez o alcalinidad. Generalmente tiende a estabilizar el CCS y por tanto
a aumentar su fertilidad. Es eficaz en la retención de agua, muy superior a la
que absorben los restantes componentes del suelo. Su estabilidad no es
permanente.
Por último, se destaca que el factor "organismos vivos", al igual que el clima,
tiene un carácter activo, ya que además de aportar parte de la sustancia que
se transforma durante la edafización, ( materia orgánica ), aporta en buena
medida la "energía" que consume este proceso.

La formación de los suelos se desarrolla como un complejo proceso


condicionado por la vitalidad de los organismos vivos, que es regulada
a su vez por el clima y las condiciones hidrotérmicas. Así, consiste en
un intercambio de sustancia y energía entre rocas y organismos vivos y
tiene un carácter más o menos cíclico.

El relieve como factor formador del suelo


Como ya se ha dicho, el relieve actúa en la formación del suelo por la
posición que este ocupa en él. Dicha posición determina el grado de
pendiente y esta a su vez la relación escurrimiento - infiltración. El agua
que se infiltra comienza su acción física y química en la masa que se
edafiza alterando y transformando la parte mineral y orgánica y por tanto
desarrollando el proceso edáfico. El agua que se escurre favorece la
erosión superficial transportando material pendiente abajo. Así, la posición
el relieve actúa redistribuyendo sustancia y energía en el proceso de
formación y evolución del suelo. Detallaremos entonces un poco más este
proceso para que se logre mejor comprensión del mismo.
Cuando una pendiente es acusada, la relación escurrimiento - infiltración
está a favor del primer integrante de este par, la erosión más rápida y la
penetración del agua en la masa que se edafiza es menor que en
pendientes más suaves. Esto significa que el suelo será tanto más delgado
cuanto más aguda sea la pendiente.
En las áreas llanas el escurrimiento superficial es pequeño y por tanto la
erosión despreciable. Predomina la infiltración y dispondrá entonces el
proceso de un agente físico y sobre todo químico importante: el agua y su
movimiento dentro del perfil, tanto para desarrollar el proceso de eluviación
y mover material hacia abajo e incluso sacarlos del perfil, como para su
actuación como agente químico, propiciando procesos com o la
solubilización, oxidación - reducción, hidratación, carbonatación, etc.; que
comienzan a transformar los minerales y formar otros que integran el
complejo arcilloso. El agua además sirve de fase dispersante y propicia la
realización de importantes procesos como el intercambio iónico, entre
otros. ( entre otras, esta es una de las razones por las que los suelos
evolucionados generalmente se localizan en relieve llano )
Pero la acción del agua determinada por el relieve no sólo depende de la
pendiente, sino además de la posición relativa de la superficie con
respecto al nivel de base, o sea, de la altura relativa de la superficie que
se edafiza. Las áreas altas y llanas por ejemplo, acumulan un suelo grueso
con una capa amplia y densa de arcilla y que está excesivamente lixiviado,
porque al haber suficiente espacio entre la superficie y el manto freático se
permite el movimiento vertical y la acción del agua en un área relativamente
grande donde se producen las trans formaciones mencionadas. En
cambio, en zonas también llanas (de igual valor de la pendiente) pero
bajas, a pesar de que dicha pendiente también permite la infiltración, no
hay espacio para que se desarrolle el perfil. Puede haber suelos gruesos ,
pero pobremente lixiviados, retardándose la descomposición de la materia
orgánica y acumulándose humus ( e incluso turba en casos extremos, ya en
condiciones de pantano ).
De lo anterior se puede inferir que las áreas de pendiente suave y posición
media en cuanto a altitud tienen poca erosión y buena lixiviación, por lo que
parecen ser lo lugares ideales para la formación del suelo desde el punto
de vista de este factor.

La erosión lenta y continuada es un fenómeno normal del suelo y en


condiciones normales la cantidad de material arrastrado está compensada
con el que forma a expensas del material madre. Si la erosión se acelera, el
proceso de formación no resulta suficiente para compensar el gasto
producido y se rompe el equilibrio. Por eso es tan importante desarrollar
estrategias de laboreo que tengan en cuenta la protección del suelo de
los procesos de erosión.
Entonces, en función del valor de la pendiente y de la posición relativa de la
corteza con respecto al nivel de base se establecen diferencias en el proceso
de formación del suelo y por tanto en sus propiedades resultantes,
estableciéndose una sucesión de tipos de suelos con características
distintas a lo largo de la pendiente que se denominan catenas de suelos . (
ver fig. 4 )
Una catena de suelos completa presenta tres tipos bien diferenciados de
arriba a abajo y son:
Automorfos, en las partes más altas de las superficies convexas. Se
relacionan a los regímenes hidrológicos permacídico e impermacídico (
según sea la relación P/E determinada por el clima ). La posición de la
superficie es lejana al manto freático y el drenaje interno por tanto libre y
muy efectivo desde el punto de vista edafogénico, ya que el agua que
se infiltra tiene posibilidades de movimiento, hay buena iluviación y se
favorece la acción del agua como agente químico.
Hidromorfos, en las partes planas o cóncavas y bajas, con el manto
freático muy cercano a la superficie, relacionados por tanto a los
regímenes hidrológicos exhudativo y de aguas estancadas. En condiciones
de mayor precipitación que evaporación y siendo el drenaje impedido, (
tanto superficial como interno ) el agua se estanca, ocupa todo el espacio
poroso del perfil del suelo y puede producir procesos como la reducción
del hierro originando suelos del tipo Gley. Al no haber movimiento vertical
del agua no hay diferenciación de horizontes. En condiciones de mayor
evaporación que precipitación, al estar el manto freático tan cercano a la
superficie, el agua asciende por capilaridad y se evapora, precipitándose
las sales y originando un suelo Salino.
Semihidromórficos, en posiciones medias de la pendiente y por tanto
con condiciones medias a las descritas. No se producen los extremos
anteriores.
El factor relieve tiene otras influencias, al incidir en los factores
climáticos, pero ya estas son influencias indirectas. Así por ej., de las más
significativas se pueden citar: la modificación de las condiciones térmicas,
tanto por el gradiente altimétrico como por su orientación con respecto al Sol
y la determinación de las laderas de solana y humbría ( ya se vio cuan
importante es la temperatura en el desarrollo del proceso edáfico ); la
disponibilidad de agua por efecto orográfico al determinar las laderas de
barlovento y la lluvia orográfica y sequedad en sotavento, etc.

El tiempo como factor formador


El tiempo transcurrido es un factor determinante en la realización del
proceso edáfico. Determina mayor o menor tiempo de acción de los
factores anteriores sobre el material original y por tanto en parte el grado de
evolución del suelo. Así el grado de evolución del suelo se alcanza por dos
vías: intensidad de acción de los factores anteriores y tiempo de formac ión.

El tiempo transcurrido permite, en función de la intensidad de los demás


factores, la edafización más o menos completa. Así se pueden distinguir
dos categorías relacionadas a este factor que son: suelos evolucionados o
maduros y suelos jóvenes .
Se considera un suelo maduro cuando están bien diferenciados los
horizontes de su perfil en cuanto a color, textura, estructura, consistencia,
drenaje, etc.; lo cual revela que el material original ha sido completamente
transformado y completado su ciclo evolutivo, estando en equilibrio con los
elementos del medio sobre el cual se formó.

Los suelos jóvenes en cambio no tienen bien diferenciados sus horizontes


genéticos, y sólo muestran indicios de una diferenciación inicial porque
al tener poco tiempo de acción los factores restantes el material original aún
no ha sido intensamente alterado, no hay diferenciación clara de horizontes
aún ni tienen las características descritas para la categoría anterior.

Se emplea en la bi bliografía una tercera categoría, que es la de suelos


degradados , para caracterizar a aquellos que habiendo alcanzado la fase
final de su evolución dentro de su proceso típico de formación, pasa a
otro tipo de suelo elevadamente lixiviado. Se caracterizan por la
desaparición o transformación profunda de un horizonte, que no tiene que
ver con su proceso evolutivo y puede entenderse como una transición a un
nuevo tipo de suelo.

Pero en determinadas condiciones, por ej. climáticas o de relieve, un suelo


puede alcanzar el estado de madurez en menos tiempo que otro, que no
cuente con las referidas condiciones. Así, la madurez del suelo no debe
estimarse en función del tiempo geológico del material original sino del grado
de completamiento de su ciclo evolutivo y definición de sus horizontes y
propiedades físicas y químicas.

Por ej., en condiciones de clima cálido y húmedo los suelos


evolucionan más rápido que en climas templados y fríos; en
condiciones de pendiente suave se producen una transformación
química más profunda de la parte mineral que en relieve colinoso o
montañoso, donde difícilmente logran alcanzar una madurez
completa.
pesar de las diferencias expresadas en cuanto a tiempo absoluto para la
formación del suelo, este en general es grande. Se estima que aún en las
condiciones más favorables se necesitan de 300 a 1000 años para formar
una capa de 3 cm de suelo, y posiblemente mucho más tiempo para formar
los 3cm siguientes.

Procesos formadores del suelo


Se define como proceso formador del suelo al "conjunto de diferentes
fenómenos químicos, físicos y biológicos que transcurren en los suelos y
determinan una u otra composición y propiedades de la masa de suelo".
En función de cómo se combinen los factores formadores, se determinarán
acciones sobre el material original que darán un resultado final con
propiedades y características definidas, pero siendo así, las combinaciones
son muy variadas y se relacionan íntima y simultáneamente unas con otras.
Así, el proceso formador no es más que, desde un punto de vista definido,
un tipo o forma de combinación de los factores formadores en el
fenómeno edafogenético.
Según Guerásimov, Glasovskaya (1960) y Zoon (1969), los procesos
formadores del suelo se pueden sistematizar en cuatro grupos:

A: Procesos elementales de formación del suelo donde predominan


las transformaciones de la parte mineral de las rocas.
B: Procesos elementales de formación del suelo donde predominan
las transformaciones y acumulaciones de los compuestos minerales.
C: Procesos elementales de formación del suelo donde predominan
las transformaciones y el lavado de los compuestos minerales y
orgánicos.
D: Procesos elementales de formación del suelo donde predominan
las transformaciones y acumulación de los compuestos orgánicos

A continuación se desarrolla ( de manera esencial ) cada uno de los


procesos formadores que integran la división expresada arriba.
Grupo A:
* Formación primaria del suelo
Se inic ia desde la propia emersión de la corteza cristalina con la acción de
los organismos inferiores que pueblan la atmósfera. O sea, comienza desde
el primer momento en que el material rocoso adquiere condiciones
subaéreas. La concepción de que es necesaria una etapa de erosión previa
que prepare al material para ser edafizado es caduca. Se conoce que la
acción de los organismos inferiores sobre la corteza es rápida y una vez
instalados comienzan su acción transformadora. (*)
Primeramente actúan los microorganismos, que no necesitan sustancias
orgánicas ya formadas para vivir, ya que son capaces de sintetizar el ácido
carbónico y el nitrógeno de la atmósfera. Estos organismos propician la
descomposición de los minerales primarios de la roca madre, mediante la
segregación de fermentos y ácidos en su actividad vital y por la
descomposición de su materia orgánica muerta y los elementos activos que
este proceso libera. Por ej., el gas carbónico que produce su respiración
mezclado con el agua que aporta la precipitación origina un ácido que
acelera la descomposición de los minerales primarios.
Después aparecen los musgos y líquenes litofílicos. Estos organismos
aceleran el desarrollo del proceso por la acción física de sus raíces sobre la
roca y por aportar mayor cantidad de masa orgánica, que se humifica más
intensamente por los organismos que aparecen en ella. El resultado es la
formación de partículas huminosas que contienen minerales arcillosos como
la montmorillonita y otros. Quiere decir, que por la influencia de
microorganismos y plantas, sobre la superficie de la roca se forma el
suelo primario, que consta de minerales residuales, productos intermedios
de la descomposición de los primarios, y los primeros minerales
secundarios. Su resultado más importante es la formación de una masa
mineral mullida. Puede tener importancia incluso en la formación de nuevas
rocas sedimentarias, que cuando emergen y sobre ellas se desarrolle un
nuevo proceso de formación del suelo, este puede conservar las
propiedades adquiridas en el ciclo anterior.
*Proceso de sialitización:
Consiste en la descomposición de los minerales primarios y síntesis y
acumulación de minerales arcillosos ( secundarios ). Evolutivamente sigue al
proceso de formación primaria, donde se inicia, pero su máximo desarrollo
lo alcanza sobre rocas friables, donde no sólo participan los organismos
inferiores sino también la vegetación.
En este proceso, la formación de arcilla sigue dos vías: la no biogénica,
donde en la roca madre se pierde gran parte de las bases alcalinas y
alcalino - térreas, así como la Si de los minerales de silicatos de
aluminio y feldespatos, como consecuencia de la descomposición
completa o parcial de los minerales primarios y síntesis de nuevos
minerales, que determinan un aumento de arcilla en el suelo, con intensidad
que varía en dependencia de las condiciones hidrotérmicas; y, la biogénica,
donde los elementos químicos de las plantas cuando mueren, regresan
al suelo en cantidades pequeñas y se sintetizan en compuestos más
complejos que adquieren características de minerales arcillosos.

Así, la esencia de este proceso es la descomposición de los minerales


primarios, síntesis de nuevos compuestos ( minerales arcillosos ) y
acumulación de estos últimos en el perfil del suelo.

Como es un proceso "casi inicial" desde el punto de vista evolutivo general,


la alteración de la fracción mineral no es muy profunda. Se conserva un
contenido alto de SiO2 en la masa de suelo y en las arcillas formadas la
relación Si/R2O3 es alta ( de 3 a 5 ), predominando las del tipo 2:1 como la
montmorillonita, con capacidad alta de cambio de bases, reacción neutra o
alcalina al pH y fertilidad natural alta. Además, hay un bajo contenido de
Hierro libre ( < 40% ) en relación al Hierro total y predomina el Hierro
silicatado dentro de sus formas.
Desde el punto de vista zonal, la sialitización es un proceso típico de las
latitudes templadas, donde la temperatura y humedad moderadas no
posibilitan la transformación profunda de la parte mineral y sí la
acumulación de los minerales secundarios formados dentro del perfil. En los
trópicos húmedos puede existir, pero no es el proceso típico; sólo cuando se
dan condiciones que impidan por ej. la acción intensa del agua ( ej. relieve )
y no se produzcan alteraciones muy intensa de la parte mineral.(*)

En resumen, la sialitización consiste en:


1) La transformación inicial de la roca madre y descomposición de sus
minerales primarios.
2) La síntesis de nuevos compuestos ( minerales secundarios )y
3) Acumulación y por tanto enriquecimiento de la masa de suelo por
acumulación de estos nuevos minerales ( arcillas ) del tipo 2:1.
En Cuba los suelos Pardos ( sialíticos ) ocupan un 34% del territorio
nacional, a pesar de estar en la faja tropical; pero ellos se ubican
preferentemente en regiones de relieve colinoso, con valores altos de
pendiente, lo que implica menos agua de infiltración, que es la que hace el
trabajo químico y la transformación de la parte mineral del suelo. En
condiciones de llanura para este clima, difícilmente se produzcan los
resultados descritos para la masa de suelo en este proceso.
silicatado y predominantemente del 2:1, fundamentalmente en el horizonte
B.
Las condiciones para su producción son:
Temperatura y humedad moderadas, o acción de otros factores como el
relieve o el tiempo que regulen su intensidad, para que la alteración de la
parte mineral no sea profunda y produzca otros compuestos no típicos de la
sialitización. Además, para que no se laven determinados productos
completamente del perfil y se acumulen en él.
Las características de los minerales arcillosos que en es te proceso se
forman son:
Silicatados, predominantemente del tipo 2:1, con gran movilidad de su
estructura, alta capacidad de absorción ( de cationes y de agua ), alta
capacidad de cambio de bases, reacción al PH neutra a alcalina y relación
SiO2/R2O3 alta ( de 3 a 5 ). Buena fertilidad natural, plasticidad y cohesión.
Complejo coloidal saturado y estable.
Características del material de origen: No precisa de un tipo determinado
de roca, aunque por ejemplo, en condiciones de clima cálido y húmedo, que
no son las típicas de él, rocas ricas en Ca u otras bases lo facilitan, a pesar
de no tener las condicones hidrotérmicas que lo determinan. ( ej. suelos
Húmicos Sialíticos en Cuba )
Por su zonación latitudinal los suelos siaiticos se localizan en:
1) Las latitudes templadas y frías.
2) En zonas más cálidas y/o húmedas, donde se limite la acción de estas
condiciones hidrotérmicas por la incidencia de otros factores ( por ej, relieve
colinoso, vegetación ácida que intensifique la transformación de la parte
mineral, existencia de cortezas jóvenes ( en edad absoluta ), que no hayan
posibilitado el tiempo necesario de evolución, etc ), con independencia de las
condiciones hidrotérmicas.

Proceso de alitización:
Como ya se vio, la formación primaria del suelo y la acumulación de arcilla
tienen un carácter sialítico; los minerales secundarios formados resultan
estables y se acumulan en el perfil del suelo. Pero en los trópicos
húmedos, la elevada temperatura y gran disponibilidad de agua
condicionan una energía química elevadísima ( por ej., ya se vio en el
factor "clima" como 10 C de aumento de la temperatura duplica la velocidad
de las reacciones químicas ). En parte también condicionan una intensa
actividad microorgánica. Esta nueva situación determina que no sólo los
minerales primarios resulten inestables ante la acción química, sino que
incluso los minerales secundarios sintetizados durante el proceso anterior
se descompongan, formándose nuevos minerales arcillosos de
características diferentes y aún más complejos que los montmorilloníticos
típicos del proceso sialítico. Así, en este caso la formación del suelo no se
caracteriza por una acumulación notable de silicatos de Fe y Al sino que se
descomponen rápidamente en óxidos de hidróxidos de Fe y Al, y por lavado,
salen las bases alcalinas y alcalino - térreas del perfil ( al existir abundante
agua ). Este proceso se denomina alitzación y se puede definir como "el
proceso de transformación más profunda de la masa mineral del
suelo, que consiste en la descomposición de los minerales primarios y
después de los secundarios, la salida de los productos de la
descomposición fuera del espesor de lavado y la acumulación de Al y
Fe en el suelo".
La formación de minerales arcillosos se limita por la salida de los óxidos
del perfil de lavado ( dadas las condiciones hidrotérmicas existentes),
excepto los de Al y Fe. Así, las arcillas predominantes son las de óxidos e
hidróxidos de Al y Fe, y también la gibsita, caolinita, glausita y otras.
Del proceso descrito se puede inferir el predominio de Al2O3 y Fe2O3
sobre la SiO2, lo que determina que para este tipo de corteza la relación
molecular SiO2/R2O3 sea baja ( <2 ). A su vez, dentro de la fracción R2,
la relación molecular entre el Al2O3 y el Fe2O3 es variable. Según esta
relación los productos alíticos se dividen en:
*propiamente alíticos: cuando el contenido de Al2O3 es mucho mayor que
el de Fe2O3 y predomina ampliamente en el producto alítico. ( Al2O3 >>
Fe2O3 )
*alítico - ferrítico: cuando el contenido de Fe2O3 predomina sobre el de
Al2O3, aunque este último es bastante grande. (F2O3 > Al2O3)
*ferralítico: cuando am bos contenidos son casi iguales, o el de Al2O3 es
un poco mayor que el de Fe2O3 ( Al2O3 >/ Fe2O3 )
A pesar del contenido diferente de Fe, los suelos alíticos son de color rojo o
amarillo ( variando en esta gama ). El color resultante permite determinar
con bastante seguridad el régimen hidrotérmico en que se produjo la
formación, porque si predomina el rojo es que existieron condiciones para
la oxidación del Fe, y eso se produce en regímenes automórficos, donde
haya suficiente espacio de aereación, pero en un régimen hidromófrico se
produce la hidratación de los óxidos de Fe y tiene lugar entonces la
transformación de estos en hidróxidos, variando el color a la gama de los
amarillos.
Con el proceso de alitización, y al penetrar en la masa de suelo nuevos
ácidos orgánicos, el medio se hace ácido y la masa principal de coloides
adquiere carga positiva. Así los coloides pierden su capacidad de absorber
cationes y el complejo coloidal se insatura, haciéndose inestable. Por el
contrario, adquieren capacidad para absorber aniones y por eso
encontramos en estos suelos iones absorbentes como el Cl, CO3 y PO4.
Este último anión forma fosfatos de Fe no solubles y por tanto inaccesibles
para las plantas. Además, los coloides de Fe saturados por el PO4
coagulan fácilmente, permitiendo la formación de concreciones, que es
típico de estos suelos. Estas propiedades influyen negativamente en la
fertilidad natural. Además, el Aluminio libre ( + del 50% de saturación por Al )
es tóxico para los cultivos agrícolas.

En resumen, la alitización consiste en:


1) La transformación profunda de los minerales primarios y los secundarios
formados en el proceso sialítico, por las agresivas condiciones climáticas
existentes.
2) La salida de los productos de la descomposición del espesor de lavado,
por la abundancia de agua.
3) La síntesis de minerales arcillosos aún más complejos y acumulación
de Al y Fe libres en el suelo.
Las condiciones para su producción son:
Temperaturas y humedad elevadas, que aumenten la velocidad de las
reacciones químicas, estimulen la actividad microorgánica y por tanto
condicionen que no sólo los minerales primarios sino incluso los secundarios
ya formados resulten inestables, se sinteticen nuevas arcillas y salgan del
espesor de lavado los productos de la descomposición, entre los que está
la Si y otros alcalinos y alcalinotérreos, acumulándose en el suelo
fundamentalmente óxidos de Fe y Al.
Las características de los minerales arcillosos que en este proceso se
forman son:
Arcillas de óxidos e hidróxidos de Al y Fe y/o silicatados del tipo 1:1 ( como
la gibsita, caolinita y otros ), con poca movilidad de su estructura, baja
capacidad de absorción de cationes ( y por tanto insaturación e inestabilidad
del complejo coloidal ) y a su vez alta capacidad para absorber aniones (
como el PO4, que aumenta el poder de coagulación y la formación de
concreciones ), por tanto baja fertilidad natural. Además, reacción ácida al
pH (< 4 en KCl ) y relación molecular SiO2/R2O3 baja ( < 2 ).
Características del material original: No precisa de un tipo determinado de
roca.
Por su zonación latitudinal, los suelos formados por este proceso pueden
localizarse en:
1) En las fajas ecuatorial y tropical, donde existen las condiciones climáticas
señaladas.
2) En zonas no tan húmedas donde otros factores determinen
condiciones de agresividad química que provoque la transformación
profunda de la masa mineral. ( ej. regiones subtropicales )
*Proceso de ferritización:
Aunque se puede incluir a este proceso dentro de la alitización ( y de hecho
en la bibliografía se menciona en la división de las alitas ), su carácter
especial de producir una masa mullida muy rica en Fe ( su contenido de
Fe2O3 es >> que el de Al2O3 ), hace que se explique como un proceso
aparte.
Las condiciones climáticas y de relieve son las mismas que en el caso
anterior, sólo que precisa de material madre de tipo ultrabásico y así la
descomposición mineral opera con una base muy rica en Fe y por eso su
contenido en el producto final puede alcanzar entre un 60 y 70%.
Las rocas ultrabásicas tienen el SiO2 fijado a otros minerales y el cuarzo
libre casi no aparece. Así, en el proceso de descomposición de la parte
mineral lo primero que ocurre es que desaparece el MgO y luego salen los
demás óxidos, acumulándose principalmente en el suelo el Fe en forma de
minerales secundarios y óxidos libres.
Las características químicas y del complejo coloidal son parecidas al caso
anterior, sólo que la relación molecular SiO2/R2O3 es más baja ( < 1 ) y la
masa de suelo resultante se caracteriza por su friabilidad y pocas
concreciones ferrosas. El color es rojo carmesí.
En resumen, la ferritización se caracteriza por:
1) Se desarrolla en condiciones climáticas de elevada temperatura y
humedad y sobre rocas ultrabásicas enriquecidas en Fe y Mg y casi sin
cuarzo libre.
2) Salen del espesor de lavado el Mg, SiO2 y demás óxidos y se acumula el
Fe en forma de minerales secundarios y óxidos libres.
3) La relación molecular SiO2/R2O3 es la más baja ( < 1 ).
4) Reacción ácida débil relacionada con la presencia de óxidos libres
cargados positivamente.
5) Baja capacidad de cambio catiónico ( 3 - 5 meq/100 g )
6) Complejo c oloidal insaturado e inestable.
7) Baja fertilidad natural.
Grupo B:
*Proceso de Salinización:
La esencia de este proceso consiste en la acumulación de sales en el perfil
de suelo. Su forma típica se produce por la existencia del manto freático
salinizado cercano a la superficie ( lo cual ocurre en condiciones
hidromórficas, de relieve llano o deprimido ) y en presencia de un régimen
hidrotérmico impermasídico ( evaporación > precipitación ). En este caso,
el movimiento del agua ocurre por capilaridad, del manto salinizado hacia
arriba, y en la superficie ( o en posición cercana a ella ), por la condición
hidrotérmica señalada, el agua se evapora y se precipitan las sales, que
se acumulan en los horizontes superiores. La profundidad que alcance la
acumulación de sal en el perfil llegará hasta donde se produzca la
evaporación efectiva y por tanto, estará en dependencia de su intensidad;
también del grado de salinización del agua freática. Como el ascenso
capilar es continuo, este pr oceso es constante y provoca cambios radicales
en las propiedades químicas y físicas del suelo.(*1)
Este horizonte, enriquecido en sales ( cuando su cantidad supera el 0,1% ),
se denomina Sálico ( antiguo Solonchak ), que por su alta concentración
salina determina un aumento de la presión osmótica que limita la
posibilidad de crecimiento de la mayoría de las plantas agrícolas y por otra
parte, algunas de estas sales son tóxicas, como las de sodio, magnesio y
calcio. Por estas razones este proceso no confiere fertilidad al suelo
resultante.( ver fig 5 )
Existen otras formas de salinización de los suelos, por ej: por interacción
directa del suelo con el agua de mar, cuando estas penetran tierra adentro
por los ríos, como ocurre en las zonas estuarinas por ejemplo. Otra forma
es la denominada "por impulverización". Ocurre en las costas por la acción
del oleaje. Cuando la ola rompe eleva determinada cantidad de sal que
queda en el aire que es transportada por el viento y luego depositada en la
superficie. Por último se puede señalar una forma de salinización antrópica,
donde en realidad lo que se provoca por la actividad del hombre es la
salinización del manto freático y entonces se da el proceso clásico descrito
arriba. La forma más común de salinizarse el manto por la actividad del
hombre es la motivada por la explotación excesiva de las aguas
subterráneas para labores como el riego o abasto a las urbes. Cuando esto
se hace en zonas relativamente cercanas al mar, el escurrimiento
subterráneo se llega a detener y hace que penetre el agua marina en el
manto freático, salinizándolo.
*Proceso de laterización:
El término "laterita" significa "ladrillo". Por eso se emplea para denominar
a los horizontes más o menos duros enriquecidos por Fe y a veces por Mg,
Al y otros elementos, aunque parte de la literatura significa como lateritas
simplemente a los productos del intemperismo que en condiciones de clima
tropical húmedo se caracterizan por el contenido elevado de Fe y Al y bajo
de Si y elementos alcalino – térreos.
Cuando la masa de sesquióxidos de Al y Fe liberada en el proceso alítico
se sobrehumedece por aumento de las precipitaciones, disminuye el PH y
el Fe pasa a formas móviles. ( y reducido por las condiciones hidrotérmicas
imperantes ). Cuando este Fe móvil ( y reducido ) es llevado a zonas más
bajas y ahora en condiciones de menor humedad el agua se evapora y el Fe
se oxida, produciéndose su precipitación y formando las lateritas, que al
salir a la superficie se endurece.
Los suelos lateríticos son aún menos fértiles que los alíticos, porque
además de tener sus mismas propiedades químicas adversas tienen
propiedades físico - mecánicas deplorables para el crecimiento de la
vegetación.
De la explicación esencial de este proceso dada arriba se puede concluir
que:
- La laterización precisa de condiciones de humedecimiento excesivo
temporal, que permita que los sesquióxidos, primero pasen a formas
reducidas y móviles y luego, cuando aumente la evaporación se facilite su
oxidación y precipitación, formando así las lateritas.
- Temperaturas altas que permitan la liberación de los sesquióxidos de Fe y
Al.
- Flujo de aguas cargadas de Fe reducido.
- Disminución de la migración vertical del agua en el perfil.
Grupo C:
*Proceso de desalinización:
Si sobre en un suelo Salino el régimen hidrotérmico cambia a permasídico
( P > E ) se activa el proceso de lavado y este sólo hecho provocará la
salida de los cationes de las sales acumuladas en los hz. superiores a la
solución, produciéndose la desalinización.
Durante el movimiento del agua hacia abajo los coloides junto a otras
sustancias migran a posiciones inferiores donde se encuentran con otras
sales que ya habían sido lavadas y están muy concentradas
produciéndose la coagulación.
De esta manera se forman dos horizontes bien definidos ( como indica la
fig ); el eluvial denominado Solod y el iluvial o Nátrico ( antiguo Solonets
).
El horizonte Nátrico es seco, duro y consolidado. En estado húmedo se
dilata y se hace plástico y generalmente tiene color pardo. Posee más del
15% de Sodio cambiable en el CCS.
El horizonte Solod ( eluvial ) carece prácticamente de coloides, que han
emigrado perfil abajo, tiene colores claros y en el se acumula el cuarzo, por
lo que su textura es ligera. Este tipo de suelo se nombra Sódico.
Este proceso desarrolla suelos de baja productividad y fertilidad, por sus
pésimas propiedades físico - mecánicas y s u alta alcalinidad.
Los procesos de salinización y desalinización son opuestos y
normalmente ocurren en regiones con lluvia temporal alternada con un
período seco. Durante la época seca el ascenso por capilaridad del agua
freática salinizada forma el solonchak y en la estación lluviosa, al
activarse el lavado se formarán los hz. solonets y solod. ( ver fig. 6 )
*Proceso de gleyzación:
El proceso de gleyzación consiste en la transformación profunda, tanto de la
parte mineral como la orgánica del suelo. Normalmente se produce en
regímenes hidromórficos o de aguas estancadas, donde se desarrolla una
actividad microrgánica anaeróbica y muy activa, que forma fulvoácidos que
destruyen las mallas cristalinas de los minerales transformándolos y
liberando el Fe. Como las condiciones son de reducción ( ausencia de
oxígeno por sobrehumedecimiento ) se produce la reducción del Fe, o
sea, pasa de su forma Férrica ( Fe +++ ) a la ferrosa ( Fe ++ ) que forma
minerales de color grisáceo, azuloso y verdoso y dan al hz. gley esta misma
coloración. Si las condiciones hidrotérmicas cambian y se sustituyen por
las de oxidación, el medio pasa a ser aerobio y los óxidos ferrosos se
transforman en hidróxidos de hierro que producen manchas herrumbrosas y
ocre. ( ver "oxidación - reducción en el capítulo del "clima como factor
formador" )
Las zonas frías de relieve llano son típicas en el desarrollo de este proceso,
incluso zonalmente estos suelos se ubican en estas fajas ( faja Polar y
Subpolar ). Esto ocurre porque las bajas temperaturas determinan un
horizonte congelado permanentemente ( permafrost ) ubicado muy cercano
a la superficie que funciona como impermeable e impide el paso del agua
hacia abajo, que se acumula sobre él determinando condiciones de
hidromorfismo. (Ej : zonas de tundra y taiga llanas ).
Ahora bien, se producen diferencias en función de cual sea la fuente de
humedad. Si la humedad es superficial, aportada por las precipitaciones, lo
que predomina es el movimiento del agua hacia abajo y los compuestos
organo - minerales formados se trasladan al hz. inferior aerobio, donde se
oxidan y precipitan en forma de perdigones manchas y puntos. A este
proceso de gleyzado eluvial se le denomina Seudogley ( ver fig. ). Pero si
la fuente de humedad es freática el movimiento del agua es hacia arriba por
capilaridad y la oxidación y precipitación de estos compuestos se
produce en posiciones más superficiales, que son las aerobias. Quiere
decir, el seudogley presenta las concreciones bajo el horizonte gleyzado,
mientras que el gley lo hace sobre el hz. gleyzado. (ver fig. 7 )

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Tema 12: La concepción de los paisajes: una visión integradora de la


naturaleza y la sociedad.

Un aná1isis histórico de la investigación científica nos muestra la


presencia persistente de dos tendencias la tendencia a la fragmentación de -
los objetos para facilitar su análisis por partes y ,por otro lado, la tendencia a
la formación de objetos integrados, sistémicos que son estudi ados como un
todo. La investigación científica en el campo de la Geografía muestra una
fuerte inclinación al enfoque sistémico, lo cual se corresponde mejor con los
rasgos del objeto estudiado.
Desde hace muchos años la Geografía ha sido considerada como un
amplio sistema de ciencias que estudia las diferentes esferas del planeta:
litosfera, atmósfera, pedosfera y biosfera. También ha sido incluido en el
conjunto de conocimientos de las ciencias geográficas aquellos que se
relacionan con el cosmos cercano y su influencia sobre los fenómenos y
procesos terrestres. De manera particular se incluye en el objeto de estudio
de las ciencias geográficas la interacción hombre-sociedad-naturaleza. En
su obra “La naturaleza y los cometidos de la Geografía”, aparecida en 1927,
el insigne geógrafo alemán Alfred Hettner escribió que “... la geografía es la
ciencia de la tierra y de la tierra como morada del hombre”.
Todos los estudios geográficos ponen al descubierto cuán complicados y
diversos son los nexos entre el hombre y la naturaleza. Ante esta realidad,
no cabe dudas de que un enfoque de síntesis debe dominar en nuestro
pensamiento y en nuestras acciones, si es que realmente pretendemos
comprender esta trama de interconexiones y establecer de forma más
precisa los límites que imponen los sistemas ambientales de soporte, a la
vida y al desarrollo socioeconómico.
El ensamblaje profundo de los componentes y procesos, a primera vista
aislados, condicionan la necesidad de un enfoque de síntesis. Hay que decir
que la falta de una visión sistémica es la causa primaria de la mayoría de los
problemas ambientales que hoy nos afectan. Vivimos e interactuamos con
sistemas, que semejan naves espaciales, las cuales deben ser bien
manejadas para que no terminen por destruirse con todos sus elementos a
bordo. Así, junto a los estudios de componentes aislados, se están
imponiendo, cada vez más, los enfoques de sistemas que constituyen una
vía más eficaz para la comprensión sintética, constructivista y prescriptiva del
entorno.
Esto explica el hecho de que en los últimos decenios se ha desarrollado en
la Geografía, como en otras ciencias de la tierra, una corriente de
pensamiento integracionista, sistémico, que analiza los diversos
componentes naturales y económico-sociales, así como sus estrechos
nexos, a partir de unidades complejas que funcionan como un “todo”.
Cualquier sistema es una totalidad tiene una estructura íntegra y jerárquica
y merece una multiplicidad de descripciones y estudios parciales para la
interpretación completa de todo el sistema( Fig.___ ).
Bajo la influencia de estos hechos y concepciones en las Ciencias
Geográficas, que siempre han centrado su atención en el sistema hombre-
naturaleza, surge la noción de los paisajes, que se ha convertido en los
últimos años en una doctrina teórico-metodológica de valor práctico en lo
referente a los estudios y gestión del medio ambiente.
El concepto paisaje se inscribe en las tentativas de establecimiento de una
unidad ambiental compleja (Fig.___). Sus raíces más profundas se
encuentran en las obras de Humboldt (1769 - 1859), Dokuchaev (1846 -
1903) y otros sabios del siglo XIX que mantuvieron la capacidad de ver el
“todo” en medio de una época de intensa especialización del pensamiento
científico. En la literatura científica geográfica el concepto paisaje fue
introducido por A. Hommeyerem, en 1805, mediante la forma alemana
“landschaft”, para referirse al conjunto de elementos visto desde un punto
alto. En el decursar de las ciencias geográficas se han establecido diversas
escuelas paisajísticas y gradualmente se ha conformado una doctrina de
carácter científico-general y transdisciplinario, que brinda un excelente marco
referencial para los estudios ambientales y el diseño de escenarios
sostenibles.
El concepto paisaje después de esta larga evolución en el campo científico,
se ha convertido en nuestros días en un instrumento conceptual-
metodológico muy útil, que nos permite apreciar e interpretar el entorno de
una manera objetiva. Es ampliamente utilizado y constituye una categoría de
carácter transdisciplinario. En los círculos profesionales, la noción de paisaje
se ha profundizado y diversificado y se le concibe como un geosistema
espacio-temporal, complejo y abierto que se origina y evoluciona justamente
en la interfaz naturaleza-sociedad. Se reconoce que su composición,
estructura y dinamismo reflejan la interacción, no sólo entre los componentes
naturales (abióticos y bióticos), sino también entre los componentes técnico-
económicos, sociales y culturales, y entre todos estos grupos de
componentes (Fig.___ ).
De gran influencia en el desarrollo de la teoría y práctica de los paisajes ha
sido la evolución experimentada, casi paralelamente, por el concepto
“ecología” que ha devenido en los últimos años en un intenso proceso de
ecologización de las ciencias, incluida, claro está, la Geografía.
Etimológicamente el término ecología procede de “oikos”, que en griego
quiere decir casa y “logos”, que significa tratado; es decir que la ecología es
el estudio científico del lugar donde habitan los seres vivos, es el estudio de
las condiciones de vida de los seres vivos y de las interrelaciones entre éstos
y su medio.
La Ecología tiene como inciador principal al alemán HAEKEL (1834 - 1919)
quien desde 1869 la definió como el estudio de las relaciones de los
organismos con su medio ambiente inorgánico y orgánico (Bolós et al, 1992).
El enfoque ecológico, desde antaño, ha rebasado el marco de las ciencias
biológicas y se ha extendido a otras ciencias. Y en los últimos decenios, con
el desarrollo intensivo de la Revolución Científico-Técnica y la complejidad
de las interacciones entre la naturaleza y la sociedad moderna, se ha
comenzado a hablar de “ecología del hombre” o “ecología de la sociedad
humana”. Así muchos conceptos y métodos, inicialmente considerados
“ecológicos”, hoy se introducen y aplican en otras disciplinas científicas y la
ecología puede ser interpretada ahora como un enfoque científico-general,
muy útil en diversos temas de estudio de la interacción naturaleza-sociedad.
Todo este proceso en el campo de la ciencia fue advertido, para el caso de
la geografía de los paisajes, por el des tacado científico alemán Carl Troll,
quién consideró las aportaciones de la ecología de su tiempo y las incorporó
a la teoría paisajística. El fue quién introdujo la noción de “Ecología del
paisaje” (landschaftsoicologie) que más tarde denominó “Geoecología” De
esta forma, es lícito hablar actualmente de la Geoecología de los Paisajes (o
sencillamente Geoecología ) al referirse al campo de estudio de las
interrelaciones entre los paisajes o geosistemas de referencia y los seres
vivos, considerando también las complejas interrelaciones entre la naturaleza
y los hombres (Fig.___). Los conceptos ecosistemas y paisajes, y sus nexos,
son esenciales en la definición de la Geoecología de los Paisajes.
El concepto “ecosistema”, introducido en la literatura científica,
específicamente en el campo de la ecología, desde 1935, por Tansley, se
define como la unidad compleja formada por la comunidad de seres vivos
(plantas, animales y microorganismos) y el medio ambiente abiótico en que
ella se desarrolla. En los últim os tiempos, el concepto se ha ampliado hasta
incluir al hombre y sus actividades esenciales, pero es innegable que el
concepto ecosistema tiene un carácter marcadamente “biocéntrico”.
El paisaje como sistema geoecológico de base, puede ser interpretado
indistintamente, y según convenga, como fuente de recursos y objeto de las
actividades socio-productivas humanas, como medio de vida de los seres
vivos (ecosistemas) y del hombre (ecosistemas humanos), como medio de
educación y comunicación ambiental, como unidad estratégica de partida en
el diseño e implementación del desarrollo sostenible, como fuente de
información y de extrapolaciones y generalizaciones científicas, como
“laboratorio” en las investigaciones científicas, como sistema de referencia
para los análisis y la protección ambiental, como substrato de una educación
estética y como fuente desencadenante de ciertos estados psicológicos y
sentimentales (Fig.___).
Cada paisaje representa un grado de asimilación y adecuación de la
naturaleza media nte el trabajo humano. Puede ser considerado un
“síndrome” que nos habla de las relaciones y procesos visibles e invisibles,
gracias a lo cual no sólo conocemos el estado actual del sistema
geoecológico, sino también sus tendencias evolutivas. Es una huella de la
cultura humana, objetivizada en el espacio sobre la base de las necesidades
y posibilidades histórico-sociales y técnico-científicas, siempre a partir de
determinados fundamentos naturales concretos.
El enfoque de los paisajes tiene una clara expresividad espacial y
cartográfica y por ello es cada vez más utilizado en los estudios sobre la
lógica interior de la naturaleza y sobre la interrelación entre ésta y la
sociedad (Fig.___).
La percepción del paisaje tiene, pues, dimensiones técnico-económicas,
estético-culturales, psicológico-sentimentales, espacio-temporales y
ecológico-ambientales y ello se manifiesta en el comportamiento, en los
valores y en las acciones de cada individuo o colectivo humano con respecto
al mismo.
Quiere decir que existen diferentes niveles de complejidad de los paisajes
que parten de una visión más naturalista (paisaje natural) y pasan por
interpretaciones más holísticas que permiten hablar de paisaje antropo-
natural, paisaje económico, paisaje sociocultural y pais aje visual. De aquí se
deriva también que los paisajes admiten muy diversas lecturas y
aplicaciones, lo cual depende de la “cultura paisajística” alcanzada.(Fig.___ )
Sistematización científica de los paisajes. Unidades tipológicas e
individuales.
Para lograr la sistematización científica de los conocimientos sobre los -
paisajes y establecer su diferenciación espacial de partida se sugieren dos -
vías fundamentales: la de las unidades tipológicas y la de las unidades -
individuales (Fig.___).
La tipología, en esencia, consiste en la determinación de los tipos de
paisajes vistos como geosistemas repetibles y caracterizados por la unidad
dialéctica de sus componentes. La clasificación tipológica de los paisajes
puede basarse en diferentes criterios, tales como la dominancia de ciertos -
elementos, las características espaciales, la escala temporal, la
funcionalidad, la génesis y la combinación de estos parámetros, entre otros.
De esta forma, se determinan diversas categorías o niveles taxonómicos de -
los paisajes que se basan en índices diagnósticos pre-establecidos.
Cualquier sistema de unidades constituye siempre una aproximación a la -
realidad objetiva y depende, en gran medida, de la escala y de los -
objetivos de estudio. El autor ha adoptado un sistema de unidades -
tipológicas integrado por cuatro unidades básicas: clases, grupos, géneros -
y especies (Fig.___)
La vía individual para la diferenciación de los paisajes parte del criterio de
que cada uno de ellos tiene cierta estructura interna y mecanismos de
funcionamiento propios. Pero, al mismo tiempo, todos los paisajes actúan
como geosistemas abiertos y establecen nexos espaciales unos con los
otros. Así, mediante un análisis espacio funcional y de las ligaduras
horizontales, los paisajes pueden ser integrados o desagregados en forma -
de módulos mayores o menores. Este análisis desemboca siempre en el -
establecimiento de regiones, localidades, comarcas y otras unidades
individuales, irrepetibles en espacio y tiempo, que se determinan sobre la -
base de índices diagnósticos combinados y diferenciadores. El autor utiliza -
un sistema de unidades individuales que partiendo de las regiones, pasa por
los niveles de subregiones, localidades y puede llegar, a escalas detalladas,
hasta las comarcas.
Las regiones son las unidades individuales superiores que se distinguen
por una homogeneidad relativa de la estructura geológica (regiones
geoestructurales), predominio de ciertos tipos morfotectónicos y genéticos de
relieve, uniformidad de las condiciones climático-hidrográficas y cierta
combinación espacial de clases de paisajes.
Las subregiones se ubican dentro de los límites de una región y están
formadas, a su vez, por localidades. Se distinguen por el dominio de
determinados grupos de paisajes. Por lo general, las subregiones se
desarrollan sobre un mismo complejo geomorfológico y fundamento
litológico, y en ellas se presentan asociaciones específicas de tipos de
suelos, así como de formaciones vegetales y sus modificaciones
antropogénicas.
Las localidades constituyen un nivel taxonómico básico y su formación se
relaciona directamente con particularidades geoestructurales y diferencias
litológicas y geomorfológicas específicas, siempre bajo la influencia de un
clima más uniforme. Para las localidades es caracterís tica cierta combinación
espacial de géneros y especies de paisajes. Se aprecia una mayor
correspondencia con determinados complejos morfogénicos de relieve, un
mismo fundamento litológico, las mismas condiciones climáticas e
hidrográficas, así como determinada combinación de subtipos de suelos y
formaciones vegetales o formas de utilización de la tierra.
El análisis paisajístico. Génesis y estructura de los paisajes.
Gradualmente, las investigaciones dedicadas exclusivamente a la
distinción y cartografía de los paisajes, han cedido en importancia ante las
investigaciones aplicadas que están desempeñando ya un significativo papel
en la protección del medio ambiente y en las estrategias para un desarrollo
sostenible. Esto obliga al seguimiento de una serie de etapas reflexivas
partiendo del inventario, caracterización y mapificación de los paisajes -
hasta llegar a la evaluación de sus potencialidades y limitantes y culminar
con las propuestas para el manejo integrado y la protección de los
mismos. Se hace necesaria pues la valoración de los atributos o -
propiedades esenciales de los paisajes y la sistematización de sus
indicadores básicos. Esta fase del estudio teórico-práctico de los paisajes se
conoce como "análisis paisajístico" y comprende la indagación profunda de
la génesis, la estructura, el funcionamiento, la dinámica y la antropogénesis
de los mismos
Con respecto a la génesis se reconoce que, en un principio, la formación
de los paisajes estuvo regida sólo por los procesos naturales asociados a -
ciertos factores tectolitogénicos, geomorfogénicos y climático-hidrográficos, -
pero más tarde se sumaron los complicados factores biogénicos y
pedogénicos y, finalmente con la aparición y desarrollo de la humanidad y
sus múltiples actividades socio-productivas comienza la influencia decisiva
de los procesos antropogénicos de los paisajes. Así, la formación de los
paisajes se ha complicado cada vez más, pasando de geosistemas físico-
químicos, a geosistemas físico-químico-bióticos y finalmente tal como los
percibimos ahora, a geosistemas físico-químico-biótico-antrópicos (Fig.___).
De todas formas, en un nivel de abstracción científica, es posible distinguir
la influencia predominante de uno o de ciertos factores, que en su
interacción con los restantes son determinantes, y por eso es lícito hablar
de paisajes geomorfológicos, paisajes hidrobiogénicos, paisajes cálidos -
ecuatoriales o paisajes antropogénicos, por citar sólo algunos ejemplos.
El concepto paisaje desde su mismo surgimiento se insertó en una
corriente de pensamiento estructuralista y sistémico, por lo que
rápidamente se estableció la idea esencial de que los componentes de los -
paisajes tienen que ser analizados en sus múltiples interacciones Surge así,
la noción de la estructura vertical entre componentes, que es consustancial -
al concepto mismo de paisaje. En la actualidad se define como estructura -
vertical de los paisajes "la carga de elementos que los integran
(componentes), su disposición y el carácter de las relaciones entre los
mismos" (Mateo,1991; Mar¡a de Bolós et al.1992).
El análisis de la estructura vertical de los paisajes puede realizarse -
sobre la base de diversos métodos ya sean gráficos, cualitativos o -
matemáticos.
Sin embargo, no sólo existe cierta disposición e interconexión entre los
componentes de los paisajes, sino también entre unos paisajes y otros
(Fig.___). Esta es la estructura horizontal o espacial, que tiene enorme valor
práctico a la hora de ordenar un territorio hacer evaluaciones estéticas u de
otro tipo, adecuadas a ciertas proyecciones de utilización. Desde el punto -
de vista cognoscitivo la estructura horizontal nos indica relaciones que no
lograríamos descubrir estudiando sólo la estructura vertical. El estudio de la
estructura horizontal se torna más complicado en la medida que se trata de
regiones muy extensas o espacialmente muy heterogéneas. El origen de
la diferenciación horizontal es mixto, pues, por lo general , responde tanto a
factores naturales como a factores antropogénicos. Una estrategia acertada
de las actividades humanas que ocupan los distintos escenarios espaciales
debía ser mantener y, si es posible, acrecentar la diversidad natural.
También para el estudio de la estructura horizontal se aplican diversos
métodos gráficos, cualitativos y matemáticos, entre otros, que permiten
determinar las regiones de mayores o menores contrastes paisajísticos. En -
los últimos años bajo la influencia creciente de las técnicas de teledetección
se le ha prestado mucha atención a la "vista en planta" o "desde arriba" de -
las unidades de paisajes. Según una expresión de Solntsev (citado por
Neviazhskii,1987) "La tierra está compuesta de dibujos específicos". Así, -
basándonos en las líneas, formas y otros elementos de las imágenes que -
forman los paisajes podemos interpretar mejor la estructura espacial, y se
pueden precisar los paisajes dominantes o subdominantes, los que forman
bordes o ribetes, los que arman el esqueleto o armazón del territorio o los -
que originan dibujos en esa estructura y como tal cumplen ciertas funciones
dentro de ese espacio. Este análisis revela aspectos muy interesantes de la
formación, diferenciación y tendencias evolutivas de los paisajes y ello,
obviamente, es una información básica al momento de ordenar, proteger y -
desarrollar un espacio cualquiera.
Dinámica de los paisajes.
En nuestros días no quedan dudas acerca del gran dinamismo que
caracteriza a los paisajes y de la necesidad de conocer profundamente ese
dinamismo si pretendemos su uso racional y protección.
El eslabón de partida de esta conceptualización es el funcionamiento
geoecológico de los paisajes, entendido éste, como la "secuencia -
permanente de procesos que condicionan el intercambio de energía y
sustancias, gracias a lo cual se mantiene un mismo status del paisaje para -
un corte de tiempo dado" (Mateo,1991). El funcionamiento es, pues, la base
de la estabilidad de un paisaje y está determinado por las distintas
combinaciones energéticas y de procesos asociados. Según una expresión
de F.Dagognet (citado por M. de Bolós, 1992) "el paisaje es el lugar de las
energías en lucha, de los conflictos de la naturaleza". Podemos dividir los
intercambios energético-sustanciales a través de los procesos del
funcionamiento en dos grandes grupos: los naturales y los antropogénicos, -
aunque en la realidad concreta, todos estos procesos se combinan y
originan mecanismos de funcionamiento muy complejos.
Los estudios de funcionamiento geoecológico de los paisajes son muy
complicados, pues requieren de observaciones estacionarias o
semiestacionarias, a escalas muy detalladas. Además, el flujo de energ¡as y
sustanc ias en el sentido horizontal es tan grande e influyente como el que se
produce en el sentido vertical y, de esta forma, tienen lugar los procesos -
alogénicos (desde afuera) que pueden incluso, crear tendencias opuestas a
las que deben condicionan los procesos internos de los paisajes. En la
literatura científica se han utilizado diferentes denominaciones y vías para el
reconocimiento de estas conexiones funcionales horizontales. Se habla de -
"sistemas vectoriales", de "sistemas paragenéticos", de "catenas
funcionales" o de "sistemas paradinámicos" (Mateo,1991). Lo más -
importante es siempre la determinación de los paisajes emisores, colectores
o de tránsito de acuerdo con el papel que desempeñan en la circulación -
energética-sustancial horizontal de una región dada. En estudios detallados
se pueden establecer otras categorías intermedias y complementarias. Un
lugar muy especial lo ocupan los "ecotonos paisajísticos o áreas
transicionales, en que se advierte una intensificación del intercambio de
sustancias y energías.
La estabilidad geodinámica de los paisajes caracteriza "la capacidad de los
mismos, para funcionar normalmente sin cambios en su estructura básica ,
en un diapasón determinado de condiciones naturales y de impactos
antropogénicos" (Mateo,1991). Cada paisaje experimenta en el tiempo una
secuencia de cambios reversibles (dinámicos) e irreversibles (evolutivos) -
que garantizan su acercamiento constante a cierto estado de equilibrio -
geodinámico.
Mediante el estudio de la estabilidad geodinámica de los paisajes
"descubrimos" qué es lo nuevo y lo progresivo, qué se está transformando y
qué ha caducado y sólo existe ya como relicto. Se comprende, pues, la -
estrecha relación existente entre funcionamiento geoecológico, estabilidad
geodinámica y evolución histórica de los paisajes.
Para estudiar la estabilidad geodinámica de los paisajes, se han propuesto
diversos métodos. Uno de ellos, sugerido por JeanTricart (1982 y 1992)
consiste, en esencia, en un análisis cualitativo integrado del balance
morfogénesis-pedogénesis, que se corresponde con mayor o menor
estabilidad según domine uno u otro proceso (Fig.___).Sin embargo, debe
enfatizarse que en la determinación precisa de la estabilidad geodinámica
resulta imprescindible incorporar al análisis otros elementos, que inciden
también, tales como la capacidad protectora y estabilizadora de la cobertura
vegetal, el grado de litificación o de sedimentación del sustrato, los efectos -
neotectónicos y la exposición marino - eólica, entre otros.
Además, la estabilidad geodinámica no puede estudiarse solamente desde el
punto de vista de los factores y procesos naturales Es más, en las -
condiciones actuales de los paisajes contemporáneos fuertemente -
antropizados, en la estabilidad geodinámica, hay que considerar los -
procesos tecnogénicos, económico-productivos y socio-culturales que se
reflejan en el funcionamiento, dinámica y evolución de los mismos. Quiere
decir que en el análisis paisajístico hay que incluir también el proceso de
antropogénesis de los paisajes. En tal sentido tiene gran significado el -
estudio histórico de las modificaciones humanas de cualquier espacio y el -
grado de influencia de esas modificaciones que generalmente se asocian al -
tipo y régimen de los usos de los diferentes territorios.
La antropogénesis de los paisajes. Sus regularidades más notables.
En efecto, la aparición y el desarrollo de la sociedad humana y de sus
diversas actividades se han convertido, cada vez más, en un factor muy
influyente en la estructura y dinámica de los paisajes. Este proceso de
antropogénesis se ha intensificado como nunca antes a partir de la
Revolución Científico-Técnica que multiplicó las capacidades humanas para
transformar la naturaleza.

Entre los rasgos y regularidades más notables del proceso de


antropogénesis de los paisajes pueden destacarse los siguientes:
- El proceso de antropogénesis sobre los paisajes es siempre un proceso de
cambio y desarrollo, tanto para la naturaleza como para la propia sociedad.
- El proceso de antropogénesis tiene una independencia relativa con
respecto a los paisajes, pero no puede olvidarse que el hombre y la
sociedad surgen y son parte de la naturaleza y, que por lo tanto, las
necesidades naturales de los paisajes deben ser consideradas como
primarias y decisivas con respecto a las necesidades y acciones humanas.
- La principal forma del proceso de antropogénesis de los paisajes es el
trabajo, a través del desarrollo de las fuerzas productivas y los adelantos
científico-técnicos.
- El proceso de antropogénesis de los paisajes lleva implícito una cultura
ambiental que predetermina ese proceso.
- Los errores en el proceso de antropogénesis, visto a diferentes escalas
espaciales y temporales, son los causantes de los diversos problemas
medioambientales que hoy afectan a los paisajes.
- La actividad humana está presente, en mayor o menor medida, en todos los
componentes y en todos los paisajes, aunque esto se manifiesta
diferenciadamente y tiene un marcado carácter histórico.
- El proceso de antropogénesis lleva implícito un proceso adaptativo-
adaptador, que ha tenido y tiene diferentes manifestaciones en el espacio y
en el tiempo.
- El proceso de antropogénesis produce cambios en la composición, en la
estructura, en el funcionamiento y en la dinámica evolutiva de los paisajes y
estos cambios pueden ser reversibles e irreversibles, favorables o
perjudiciales.
- El proceso de antropogénesis puede mantener, acrecentar o disminuir la
diversidad natural de los paisajes.
Al final, el proceso de antropogénesis de los paisajes trae aparejado una
nueva conformación y dinámica del espacio que surge sobre las bases de la
estructura y el funcionamiento natural, por lo que se configura un cuadro de
geosistemas, de máxima complejidad, que pueden ser clasificados en
naturales o seminaturales, antropo -naturales y antropogénicos (Fig.___).
Concepción metodológica de los paisajes.
Paralelamente, con el desarrollo teórico de la Geoecología de los Paisajes,
se ha conformado una concepción metodológica que se compone, por lo
menos, de seis fases, cada una de las cuales se distingue por su propio
contenido de tareas, instrumentos, diseño técnico, métodos concretos y
resultados parciales específicos (Mateo, 1991; Bolós, et al 1992).
En la primera fase de organización (o de proyección) se debe precisar el
problema de la investigación, fijar los objetivos, determinar los recursos
técnico-materiales y humanos disponibles, delimitar los niveles territoriales y
funcionales, proponer los plazos de ejecución y elaborar el diseño y
esquema general de trabajo.
La segunda fase es la de inventario, caracterización y cartografía de los
paisajes. Aquí lo esencial es determinar las unidades geoecológicas que
servirán de base para todo el proceso de investigación, planificación y
gestión ambiental. Ello presupone el reconocimiento parcial de los
componentes naturales, técnico-económicos y socio-culturales, como
preámbulo conveniente a los efectos de delimitar, clasificar, caracterizar
integralmente y cartografiar las unidades geoecológicas.
En la tercera fase, la del análisis paisajístico, se estudian los atributos o
propiedades básicas de las unidades determinadas anteriormente. Es
imprescindible, entonces, el análisis de la génesis, de las estructuras vertical
y horizontal, del funcionamiento geoecológico y sus procesos, de la dinámica
temporal evolutiva y de las modificaciones antropogénicas en todos sus
aspectos (históricos, efectos, etc.).
La cuarta fase es la del diagnóstico y prognosis, en ella se deben
reconocer los cambios o impactos que han experimentado los paisajes y
como resultado de ello, cuál es el estado geoecológico actual y qué
tendencias evolutivas se aprecian en los mismos. En esta etapa es
fundamental la evaluación integral de los paisajes, la cual debe incluir la
determinación de sus propiedades y sus limitantes para el desarrollo, así
como identificar los problemas ambientales y geoecológicos del espacio
considerado.
La quinta fase es ya la de formular las propocisiones para enfrentar los
problemas detectados y pasar a una interacción óptima entre las actividades
humanas y los sistemas geoecológicos en que se insertan las mismas. Debe,
por ello, establecer el modelo organizativo-funcional del espacio que se
pretende, las medidas en el uso y ocupación de los paisajes y, sobre la base
de la política ambiental y los resultados de la investigación, proponer la
estrategia general y los Programas de Manejo Integrado.
La sexta fase es la de gestión ambiental o geoecológica, la cual abarca la
definición de los instrumentos técnicos, jurídicos, educativos, administrativos
y económico-financieros, que faciliten el cumplimiento de la estrategia
propuesta. También resulta fundamental el establecimiento y cumplimiento
de los mecanismos para el seguimiento o monitoreo, el control y la
introducción, si es necesario, de correcciones del manejo integrado.
Este es el modelo metodológico ideal que debe guiar las acciones de
investigación y gestión geoecológica (Fig.___). En la práctica puede
experimentar adecuaciones bajo la influencia de limitaciones de recursos de
cualquier tipo, peculiaridades y tamaño del área, anteced entes de estudio,
exigencias de tiempo o, incluso la experiencia creadora, entre otras
cuestiones.
De cualquier forma, un cúmulo de tareas tan complicadas y disímiles, lleva
aparejado un trabajo en equipos, con una clara distinción de las
responsabilidades científicas, técnico-administrativas, de ejecución y gestión,
y de validación social, entre otras. Lo que se impone es la búsqueda de una
integración multidisciplinaria efectiva, que garantice una dimensión holística
de la investigación y la consiguiente gestión ambiental.
Para ello es imprescindible operar con unidades de estudio y de interacción
sociedad-naturaleza que sean integrales. El trabajo en equipos o grupos
multidisciplinarios resulta, pues, obligado.
La geoecología de los paisajes pretende facilitar el paso de los enfoques
parciales a la visión sistémica. Este enfoque permite abordar de una manera
adecuada y objetiva los problemas referentes a la génesis, la diferenciación
espacio-temporal, las estructuras vectorial, vertical y horizontal, el
funcionamiento geoecológico y la dinámica-evolutiva de los pequeños
sistemas de referencia en cuyo contexto histórico, técnico-económico y
sociocultural interactuan los componentes y factores naturales y humanos.

La síntesis de los paisajes en la protección y utilización sostenible de


los territorios.
La experiencia de muchos decenios demuestra que el fundamento natural
para la correcta utilización técnico-productiva de los territorios y para la
protección del medio ambiente no son los component es aislados, sino el
mosaico de sistemas que ellos en su interacción conforman sobre cualquier
porción de la superficie terrestre.
La síntesis de los paisajes constituye un enfoque que aglutina los diversos
aspectos del medio ambiente (técnico-económicos, sociales y ecológico-
ambientales) a través de su dimensión espacio-temporal.
De esta forma, las unidades de paisajes constituyen sistemas espaciales,
complejos y jerárquicos que pueden ser tomados como estructuras
holísticas de referencia en los estudios aplicados a la protección de la
naturaleza y la explotación sostenible de los territorios. Esto se ve fortalecido
también por su clara expresión cartográfica, en las diversas escalas de
trabajo (regional o local).

La identificación, el tratamiento y la prevención de impactos humanos son


tareas enmarcables en las concepciones teórico-metodológicas de los
paisajes. Para ello es esencial considerar los impactos como cambios,
derivados de acciones humanas, que se manifiestan en todo el sistema de
referencia, aportando a los mecanismos funcionales del mismo, una
determinada carga de energía y sustancias que se revierte en la
conformación de una nueva estructura y dinámica, más o menos distante de
las anteriores a la ocurrencia de los impactos. En calidad de elementos o
factores, cuyos impactos se evaluarían, podrían tomarse la composición, la
estructura, el funcionamiento, la estabilidad y la antropogénesis a través de
sus diversos procesos naturales, antropo-naturales o puramente antrópicos.
La síntesis de los paisajes no implica el menosprecio, ni mucho menos
pretende desplazar, a los análisis por componentes, ya que éstos siempre
resultarán necesarios en el plano científico y útiles, desde el punto de vista
práctico. De lo que se trata es de completar estos análisis parciales con una
visión de conjuntos”, pues ambos enfoques son imprescindibles para la
captación global y objetiva del entorno. Debe lograrse un diagnóstico integral
del territorio.
Deben quedar reveladas las potencialidades y restricciones de los
paisajes, se deben proponer las diferentes alternativas de uso y protección -
ambiental y debe avanzarse en la adopción de un modelo de desarrollo en
que queden equilibradas las dimensiones económica, social y ecológica.
El resultado final es la creación de un nuevo geosistema, que responde
mejor a las necesidades humanas y ambientales de todo tipo.
La meta final de toda la concepción teórico-metodológica de la
Geoecología de los paisajes está dirigida, en su aspecto práctico, al logro -
de un escenario íntegro con una estructura funcional óptima, en que -
mediante un enfoque más global, que considere por igual las dimensiones -
técnic o-económica y socio-cultural se minimice la degradación ecológico-
ambiental y se configure un espacio sostenible en que se maximicen los
resultados de la utilización y protección de las unidades geoecológicas.
Cabe preguntarse, entonces, ¿ qué rasgos deben caracterizar a un paisaje
para que podamos categorizarlo como óptimo o sostenible?.
Las exigencias al respecto pueden ser muchas y estos rasgos, hasta
ahora, se presentan sólo como tendencias de ciertos espacios (Fig.___).
Pero se pueden enumerar los siguientes rasgos esenciales:
-Diversidad de uso en correspondencia con la diversidad natural.
-No deben considerarse partes ociosas; cada porción tiene alguna función, -
ya sea natural, social o económica.
-Deben predominar las áreas verdes.
-Hay que garantizar una alta calidad estética y condiciones higiénico-
sanitarias favorables.
-Deben respetarse la estructura y los flujos funcionales, y contrarrestarse los
procesos degradantes o nocivos.
-Utilización y reproducción máxima de recursos y fuentes de energías
renovables.
-La productividad y la eficiencia económica deben satisfacer las necesidades
sociales y ambientales.
-La preocupación por la cultura ambiental y la equidad social debe estar en el
centro de la atención, para lo que se requiere entendimiento y cooperación
entre el poder y la población local.
-El monitoreo, el control y la corrección deben estar presente en todas las -
partes y en todas las actividades esenciales.

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