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Modulo Aprendizaje

TEORIA SOCIO CULTURAL (módulo 2) Profesora: María Inés Garcés


LEV VIGOTSKY ISFD N°12

La Teoría Sociocultural del psicólogo ruso Lev Semynovich Vigotsky (1896-1934) tiene implicaciones
trascendentes para la educación y la evaluación del desarrollo cognoscitivo y ha sentado las bases de
buena parte de las discusiones actuales en psicología educacional y la didáctica, ha contribuidos sin dudas
al núcleo duro de los enfoques constructivistas y socioculturales actuales. Muy influido por las ideas
Marxistas para explicar y comprender el aprendizaje.
Para acercarse a Vigotsky y a su obra es necesario conocer el contexto en el que vivió ya que sus ideas se
encuentran ligadas a la situación política y social de Rusia. En su posicionamiento, es especialmente
relevante el contexto de la revolución Bolchevique de 1917 así como los problemas que enfrentó el país
con posterioridad.
Si teoría consideró el origen social y cultural en el desarrollo del individuo. El sujeto humano para Vigotsky
es un sujeto esencialmente social y es a través de la Educación como se produce el desarrollo de las
funciones psicológicas superiores.
La idea de intercambio entre el hombre y la naturaleza produce una transformación mutua de ambos - la
naturaleza objetivándose y el hombre subjetivándose- . Vigotsky plantea que existen instrumentos
diferentes de las herramientas físicas destinadas a modificar el entorno material, se trata de herramientas
psicológicas que producen su efecto no sobre la naturaleza física sino sobre la naturaleza psicológica,
sobre el comportamiento de los otros sujetos y sobre el propio. Es decir, estos instrumentos psicológicos o
semióticos, cuyo ejemplo paradigmático es el lenguaje humano, permiten regular el comportamiento
psicológico de los otros y el propio. Para Vigotsky la conciencia nos es otra cosa que una matriz de sentidos
o bien, una suerte de dialogo que hunde sus raíces en el habla social, en el diálogo.
Todos los hombres desde el momento en que nacemos, contamos con una serie de procesos psicológicos
que nos ayudan a sobrevivir y desenvolvernos en el mundo, sin embargo, existen algunos procesos
psicológicos que compartimos con los animales, y estos son las Procesos Psicológicas Elementales, estas
corresponden con la línea natural de desarrollo, es decir, todos contamos con estas funciones, y algunos
ejemplos son la memoria, atención. La principal característica de estas funciones es que estas son regidas
por el mundo externo, es decir, son controladas por la influencia del entorno, y son inconscientes.
Sin embargo, según Vigotsky, la diferencia con los animales reside en las relaciones sociales del individuo
con el mundo externo, por tanto, la sociedad y la historia social van a moldear las formas de actividad que
distinguen a los hombres de los animales. Por tanto, las Procesos Psicológicos Superiores tienen un origen
y naturaleza social, las características más importantes de éstas son la autorregulación, la voluntad y la
intelectualización. Estas funciones se valen de instrumentos de mediación, es decir, es gracias a la
utilización de signos y herramientas, mediadas por la sociedad, que es posible el desarrollo de estas
funciones. Obteniendo entonces a la atención voluntaria, la memora lógica, el pensamiento lógico, la
percepción mediata.
Los Procesos Psicológicos Superiores a su vez se subdividen en rudimentarios y avanzados. Los primeros
son procesos psicológicos internalizados en actividades socialmente organizadas pero comunes a la
especie, es decir, se desarrollan por el hecho de participar en una cultura, por ejemplo: el habla. Por su
parte los segundos requieren de una instrucción para desarrollarse, o medios de socialización específicos,
por ejemplo: en la escuela se adquieren procesos psicológicos superiores avanzados como la lengua escrita
o el dominio de los conceptos científicos.
El desarrollo, en esta concepción, está lejos de ser un proceso continuo, lineal y homogéneo para las
distintas funciones psicológicas. En palabras de Vigotsky:
"Nuestro concepto implica un rechazo de la opinión generalmente sostenida de que el desarrollo
cognoscitivo resulta de la acumulación gradual de cambios independientes. Por el contrario, creemos que
el desarrollo del niño es un proceso dialéctico complejo, caracterizado por la periodicidad, la irregularidad
en el desarrollo de las distintas funciones, la metamorfosis o transformación cualitativa de una forma en
otra, la interrelación de factores internos y externos, y los procesos adaptativos que superan y vencen los
obstáculos con los que se cruza el pequeño." (Vigotsky, 1988, p. 116.)
¿Cuáles son los procesos que motorizan y ponen dirección al desarrollo de los procesos superiores? Es
conocida la formulación de Vigotsky divulgada como “Ley de doble formación” de los procesos superiores,
o, ley de interiorización:
En el desarrollo cultural del niño toda función aparece dos veces: primero a nivel social, y más tarde, a
nivel individual; primero entre personas (interpsicológica), y después, en el interior del propio niño
(interpsicológica). Esto puede aplicarse igualmente a la atención voluntaria, a la memoria lógica y a la
formación de conceptos. Todas las funciones superiores se originan como relaciones entre los seres
humanos (Vigotsky, 1988ª, p.94 destacado en el original)
En los PPS, son constituidos en la vida social y cultural y son específicos de la especie humana. Son la base
de otros aprendizajes rudimentarios, Vigotsky situaría, por ejemplo, el habla, en tanto adquirida en la vida
social "general" y por la totalidad de los miembros de la especie. Su adquisición se produce por
internalización de actividades socialmente organizadas. Al parecer, en el caso de Algunas precisiones sobre
el concepto de interiorización
Valen algunas aclaraciones en relación con el concepto de interiorización. En primer lugar, considerándolo
una suerte de traspaso o "copia creativa" de contenidos externos al interior de una conciencia, los
procesos de interiorización son los creadores del espacio interno. Es decir, la interiorización debe
entenderse como creadora de conciencia y no como recepción en la conciencia de contenidos externos. En
este proceso de de internalización es fundamental tener en cuenta la función mediadora los signos, los
símbolos y las herramientas que Vigotsky los llama instrumentos mediadores.
En su trabajo sobre el origen de las funciones psicológicas superiores, Vigotsky planteo que la característica
distintiva de la acción humana es que está mediada por herramientas (instrumentos y artefactos técnicos)
y signos. Vigotsky, pensaba que del mismo modo que las herramientas nos permiten la manipulación y
transformación externa de nuestro medio, los signos viabilizaban la manipulación y transformación
interna. La invención y el uso de los signos como medios auxiliares para resolver operaciones psicológicas
como recordar, comunicarse, comparar o seleccionar de una manera análoga a la invención y uso de las
herramientas. Vigotsky presto más atención al lenguaje como sistema de signos, aunque menciono otros
sistemas mediadores creados por el hombre como lo son los sistemas de contabilidad, los signos
algebraicos, diagramas, mapas, dibujos mecánicos, obras de arte y la escritura.
El acceso a estos instrumentos está determinado por la interacción de razones socio historias, religiosas,
políticas y económicas. Las historia cultural y la cognición están relacionadas de tal forma que es necesario
considerar alternativas que permitan abordarlas integradamente en estudio del desarrollo cognitivo.
La caracterización del desarrollo, el aprendizaje y sus relaciones: la Zona de desarrollo próximo
La zona de desarrollo próximo fue descripta por Vigotsky como: "la distancia entre el nivel real de
desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de
desarrollo potencial, determinado por la capacidad de resolver un problema bajo la guía de un adulto o en
colaboración con otro compañero más capaz." (Vigotsky, 1988, p. 133). La zona de desarrollo potencial
estaría, así, referida a las funciones que no han madurado completamente en el niño, pero que están en
proceso de hacerlo.
En este sentido, según Moll, deberíamos pensar la ZDP como una característica no sólo del niño o de la
enseñanza, sino del niño comprometido en una actividad colaborativa dentro de un contexto social
específico. Esto es, la categoría de ZDP supone, como se ha visto, la variación en la unidad de análisis para
la comprensión de los procesos de desarrollo y aprendizaje. Implica la comprensión de los procesos de
interacción social, la naturaleza de los instrumentos mediadores puestos en escena, el significado cultural
otorgado a la actividad en la que se está implicado y demás.

Tal caracterización se sitúa dentro de la particular concepción Vigotskiana del desarrollo y el aprendizaje,
así como de la naturaleza de su relación. En palabras del propio Vigotsky: "aprendizaje no equivale a
desarrollo; no obstante, el aprendizaje organizado se convierte en desarrollo mental y pone en marcha una
serie de procesos evolutivos que no podrían darse nunca al margen del aprendizaje. Así, pues, el
aprendizaje es un aspecto universal y necesario del proceso de desarrollo culturalmente organizado y
específicamente humano de las funciones psicológicas."(Vigotsky, 1988, p. 139)
En otros términos, agrega: el aprendizaje despierta una serie de procesos evolutivos internos capaces de
operar sólo cuando el niño está en interacción con las personas de su entorno y en cooperación con algún
semejante. Una vez que se han interiorizado, estos procesos se convierten en parte de los logros evolutivos
independientes del niño. (Vigotsky, 1988, p. 138-139).
Vigotsky insiste en que el concepto de zona de desarrollo próximo es excepcionalmente importante, e
indispensable, para poder elaborar las dimensiones del aprendizaje escolar en su especificidad, con
respecto a aquellos aprendizajes que se producen antes de la escolarización.
Para dar otro ejemplo, en la enseñanza el juego particularmente el de simulación, le permite al niño
representar situaciones que exceden su nivel de desarrollo real y la representación imaginaria de
situaciones posibilita el dominio consciente y voluntario del propio comportamiento. Por ejemplo: la
diferencia entre “ser hermano de” o jugar a serlo, al representar otro papel el niño pone en práctica
nuevos compartimientos.
Desde esta perspectiva la propia escuela podría ser concebida como una ZDP o, si se quiere, como un
dispositivo cultural que, colocando a los sujetos en posición de alumnos, intenta generar, al menos en sus
intenciones confesas, situaciones de desempeño asistido que dirigen su desarrollo a niveles crecientes de
dominio relativamente autónomo de formas científicas de conceptualización.
Vigotsky enfatiza la importancia de la actividad compartida para aprender más y mejor. Cuando los niños
se relacionan con sus pares y con sus maestros o adultos de su entorno pueden aprender más sobre el
mundo. La experiencia compartida, la interacción y el hacer con otros producen verdaderos aprendizajes.
Para la comprensión y realización de las actividades se sugieren visualizar el siguiente link:
https://youtu.be/UgIVBgtxTqo, “Análisis de Teoría Sociocultural”

Bibliografía
 Baquero R. (2000). El aprendizaje y su contexto. En R. Baquero y M. Limón (), Introducción al a
psicología del aprendizaje escolar, Bernal: UNQ
 Baquero, R. (1996). La zona de desarrollo próximo y el análisis de las prácticas educativas. En
Vigotsky y el aprendizaje escolar (Vol. 4). Buenos Aires: Aique.
 Baquero, R. (2001). La educabilidad bajo sospecha, en Cuaderno de Pedagogía Rosario, año IV, Nº 9,
PP. 71-85.
 Baquero, R. (2009). Zona de desarrollo próximo, sujeto y situación. El problema de las unidades de
análisis en psicología educativa. En Actualidades Investigativas en Educación.
 Baquero, R. (2012). Vigotsky: sujeto y situación, claves de un programa psicológico. En Carretero.
M y Castorina J.A. (Comps.), Desarrollo cognitivo y educación I. Buenos Aires: Paidós. Versión pdf.
 Onrubia, J. (1993). Enseñar: Crear zonas de desarrollo próximo e intervenir en ellas. En C. Coll y
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 Baquero. R. (1996), Vigotsky y el aprendizaje escolar, Buenos Aires, Aique.
 Leliwa Susana; Scangarello Irene; Colaboración de Ferreyra Yanina. “Psicología y Educación”. 3° Edición. Ed.
Brujas. Córdoba Argentina

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