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MANUAL DE REFERENCIA

PARA LA VIGILANCIA,
EL SEGUIMIENTO Y LA
EVALUACIÓN DE LA MALARIA
MANUAL DE REFERENCIA
PARA LA VIGILANCIA,
EL SEGUIMIENTO Y LA
EVALUACIÓN DE LA MALARIA
Versión oficial en español de la obra original en inglés
Malaria surveillance, monitoring & evaluation: A reference manual
© World Health Organization 2018
ISBN: 978-92-4-156557-8

Manual de referencia para la vigilancia, el seguimiento y la evaluación de la malaria

ISBN: 978-92-75-32056-3

© Organización Panamericana de la Salud 2018


Algunos derechos reservados. Esta obra está disponible en virtud de la licencia 3.0 OIG
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Forma de cita propuesta. Manual de referencia para la vigilancia, el seguimiento y la evaluación
de la malaria. Washington, D.C.: Organización Panamericana de la Salud; 2018. Licencia: CC BY-
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alguno causado por su utilización.
Índice

Agradecimientos vii

Siglas y abreviaturas ix

1. Vigilancia de la malaria como intervención básica 2

1.1 Introducción 2
1.2 Actualización de orientaciones anteriores 3
1.3 Público destinatario y uso de este manual 4
1.4 Proceso continuo de vigilancia de la malaria 5
1.5 Principios del diseño y establecimiento de la vigilancia de la
malaria 7
2. Establecimiento de sistemas de vigilancia de la malaria 11

2.1 Requisitos y procesos 12


2.2 Vigilancia centrada en la persona 15
2.3 Registro 16
2.4 Presentación de información 22
2.5 Análisis de datos e interpretación 23
2.6 Uso de datos para tomar decisiones en los programas de
control de la malaria 27
2.7 Estructura de los sistemas de vigilancia 29
2.8 Vigilancia durante la prevención del restablecimiento 37
2.9 Certificación de la eliminación de la malaria 38
3. Conceptos y práctica de la vigilancia de la malaria 40

3.1 Definiciones de casos 40


3.2 Detección de casos 43
3.3 Clasificación de los casos 47
3.4 Clasificación de los focos 52
3.5 Actividades ordinarias de vigilancia y respuesta en la
eliminación de la malaria 53
3.6 Actividades de vigilancia reactiva en el foco 56
3.7 Respuesta en los focos 67

iii
4. Vigilancia de la eficacia de los antimaláricos y de
la farmacorresistencia 69

4.1 Introducción 69
4.2 Estudios de la eficacia terapéutica 69
4.3 Marcadores moleculares de la resistencia a los antimaláricos 73
4.4 Seguimiento de la eficacia de los antimaláricos en entornos
con una transmisión muy baja 73
5. Vigilancia entomológica y control de vectores, seguimiento y
evaluación 82

5.1 Fundamento, definición y objetivos 82


5.2 Sistemas de vigilancia en entomología y control de vectores 85
5.3 Principales indicadores entomológicos de la malaria 88
5.4 Frecuencia de las encuestas 95
5.5 Prioridades en la vigilancia entomológica por entorno de
transmisión 95
5.6 Seguimiento del control de los vectores 102
5.7 Uso de datos entomológicos en la respuesta del programa 104
6. Alerta, detección y respuesta tempranas a brotes y epidemias de
malaria 106

6.1 Definición y clasificación de las epidemias 106


6.2 Curvas epidémicas de la malaria por P. falciparum y P. vivax 107
6.3 Factores que contribuyen a las epidemias 108
6.4 Definición de las zonas propensas a epidemias 110
6.5 Sistema de vigilancia de epidemias 111
6.6 Preparación y respuesta 120
6.7 Evaluación posterior a la epidemia 122
7. Seguimiento y evaluación de los programas nacionales 124

7.1 Objetivos del seguimiento y la evaluación 124


7.2 Tipos de información necesarios para el seguimiento 126
7.3 Funciones de los sistemas de información periódica y las
encuestas 127
7.4 Uso de la información a escala nacional 129
7.5 Indicadores recomendados en el proceso continuo hasta la
eliminación 146
7.6 Uso de la información a escala regional y mundial 146
Referencias 148

iv
Anexos 155

Anexo 1. Glosario 156


Anexo 2. Ejemplo de ficha de investigación de caso para el
registro nacional de casos de malaria 162
Anexo 3. Ejemplo de ficha de investigación de foco para el
registro nacional de casos de malaria 165
Anexo 4. Ficha para actualizar el registro de los focos 168
Anexo 5. Reconocimiento geográfico durante la investigación de
focos 169
Anexo 6. Registro propuesto para los agentes comunitarios de
salud, los puestos de salud y los servicios ambulatorios
de los centros de salud y los hospitales 172
Anexo 7. Plantilla de control de asistencia de pacientes
ambulatorios en centros de salud y hospitales 173
Anexo 8. Registros diarios y semanales de asistencia de
pacientes ambulatorios en centros de salud y hospitales 174
Anexo 9. Registro de altas en los servicios de hospitalización de
los centros de salud y hospitales 175
Anexo 10. Informes de los puestos de salud y de los
agentes comunitarios de salud destinados a los
establecimientos de salud 176
Anexo 11. Informes de los establecimientos de salud destinados al
distrito 177
Anexo 12. Lista detallada de los casos y muertes por malaria
entre pacientes hospitalizados que se notificarán al
distrito en entornos de transmisión baja 180
Anexo 13. Lista detallada de todos los casos confirmados de
malaria que se notificarán al distrito en entornos de
transmisión baja 181
Anexo 14. Lista de control de la supervisión para países con
transmisión alta o moderada 182
Anexo 15. Modelo de boletines mensuales de vigilancia para
países con transmisión alta o moderada 183
Anexo 16. Métodos de muestreo y técnicas analíticas en la
vigilancia entomológica 185
Anexo 17. Indicadores básicos de vigilancia, seguimiento y
evaluación 186
Anexo 18. Ejemplo de cuestionario para la evaluación antes y
después de una epidemia de malaria 194
Anexo 19. Ejemplos de respuestas operativas a las diversas
etapas de una epidemia de malaria 196

v
vi
Agradecimientos

El presente Manual de referencia para la vigilancia, el seguimiento y la evaluación


de la malaria ha sido preparado por el Programa Mundial sobre Paludismo de
la OMS mediante un amplio proceso de consulta iniciado en febrero del 2017.
El Grupo de Expertos Técnicos en Vigilancia, Seguimiento y Evaluación y el Comité
Asesor en Políticas sobre Paludismo, ambos de la OMS, se encargaron de la
revisión de las versiones preliminares en marzo, junio y agosto del 2017 y de la
versión definitiva en febrero del 2018.

El Programa Mundial sobre Paludismo (GMP) expresa su gratitud a los miembros


del Grupo de Expertos Técnicos en Vigilancia, Seguimiento y Evaluación por
su participación en las diversas reuniones de elaboración y examen y por
sus valiosas contribuciones. Nos referimos a las personas citadas (en orden
alfabético) a continuación: Adam Bennett, Chris Drakeley (copresidente),
Erin Eckert, Khalid Elmardi, Arantxa Roca-Feltrer (copresidente), Kes Herdiana,
Arnaud Le Menach, Paola Marchesini, Medoune Ndiop, John Painter,
Francesco Saute, Laurence Slutsker y Jian Wei Xu, respaldados por Abdisalan Noor
(GMP).

Agradecemos también la contribución de los siguientes miembros del Comité


Asesor en Políticas de Paludismo: Ahmed Adeel, Tom Burkot, Gabriel Carrasquilla,

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Maureen Coetzee, Abdullahi Djimde, Azra Ghani, Brian Greenwood, Caroline Jones,
Patrick Kachur, Kevin Marsh, Kamini Mendis, Gao Qi, Pratap Singhasivanon,
Laurence Slutsker y Neena Valecha.

Diferentes grupos de personas participaron en varias secciones del manual.


La vigilancia entomológica se benefició de la pericia de los miembros del Grupo de
Expertos Técnicos en el Control de Vectores del Programa Mundial sobre Paludismo
y el Grupo Consultivo para el Control de Vectores: Juan I. Arredondo-Jiménez,
Samson Awolola, Marc Coosemans, Camila Pinto Damasceno, Denis Gustavo
Escobar Robles, Josiane Etang, Christen Fornadel, John Gimning, Roland Gosling,
Jeffrey Hii, Zhou Hong Ning, Hmooda Toto Kafy, Jonathan Lines, Michael
B. Macdonald, Stephen Magesa, Leonard Mboera, Eunice Misiani, Abraham
Peter Mnzava, Yasmin Rubio-Palis y Rajender Singh Sharma.

Otras de las personas que aportaron comentarios detallados fueron:


Lawrence Barat, Anna Bowen, Misun Choi, Justin Cohen, Jonathan Cox,
Bradley Didier, Thomas Eisele, Lia Florey, Roland Gosling, Andrew Lover,
Michael Lynch, Nyasatu Ntshalintshali, Deepa Pindolia, Alex Rowe, Alan Schapira,
Tara Seethaler, Yazoumé Yé y Yuen Ching Chan.

Dentro del Programa Mundial sobre Paludismo de la OMS, el equipo


principal de redacción estuvo constituido por Abdisalan Noor (dirección);
Abdisalan Noor y Maru Aregawi (secciones 1 y 2); Abdisalan Noor, Maru Aregawi,

vii
Gawrie Galappaththy y Kimberly Lindblade (sección 3); Pascal Ringwald,
Charlotte Rasmussen, Marian Warsame y Amy Barrette (sección 4);
Emmanuel Temu, Tessa Knox y Jan Kolaczinski (sección 5); Maru Aregawi y
Abdisalan Noor (sección 6); Abdisalan Noor, Maru Aregawi y Richard Cibulskis
(sección 7). También aportaron su punto de vista y observaciones importantes
Pedro Alonso, John Aponte, Andrea Bosman, Xiao Hong Li, Peter Olumese,
Leonard Ortega, Martha Quiñones, David Schellenberg, Erin Shutes y
Ryan Williams.

Además, contribuyeron al documento los siguientes miembros del personal de las


oficinas regional y subregional de la OMS: Birkinesh Ameneshewa y Jackson Sillah
(Oficina Regional de la OMS para África); Khoti Gausi y Elizabeth Juma (Equipo de
Apoyo Interpaíses de la Oficina Regional de la OMS para África para los países de
África Oriental y Austral); Abderahmane Kharchi (Equipo de Apoyo Interpaíses de
la Oficina Regional de la OMS para África para los países de África Occidental);
Spes Ntabangana (Equipo de Apoyo Interpaíses de la Oficina Regional de la OMS
para África para los países de África Central); Rabindra Abeyasinghe, James Kelley
y Matthew Scott Shortus (Oficina Regional de la OMS para el Pacífico Occidental);
María Paz Ade, Haroldo Sergio Da Silva Bezerra, Blanca Escribano Ferrer,
Rainier Escalada, Roberto Montoya y Prabhjot Singh (Oficina Regional de
la OMS para la Región de las Américas); Caroline Barwa y Ghasem Zamani
(Oficina Regional de la OMS para el Mediterráneo Oriental); Eva Christophel,
Bhupender Nagpal y Risintha Premaratne (Oficina Regional de la OMS para Asia
Sudoriental); y Elkhan Gasimov (Oficina Regional de la OMS para Europa).

Nuestro agradecimiento a Laurent Bergeron (GMP) por gestionar la producción del


manual y a Ha Le por el apoyo administrativo.

La financiación para la producción de este documento procede de la Fundación


Bill y Melinda Gates, a quienes expresamos nuestro más profundo agradecimiento.

viii
Siglas y abreviaturas
AMM administración masiva de medicamentos
ACS agente comunitario de salud
DAC detección activa de casos
DPAC detección proactiva de casos
DPC detección pasiva de casos
DRAC detección reactiva de casos
EET estudio de la eficacia terapéutica
G6PD glucosa-6-fosfato deshidrogenasa
GPS sistema global de determinación de la posición (por
su sigla en inglés)
GTS Estrategia técnica mundial contra la malaria (2016–
2030)
HMIS sistema de información de la gestión de salud (por su
sigla en inglés)

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LSM manejo de las fuentes de larvas
(por su sigla en inglés)
MTI mosquitero tratado con insecticidas
MTILD mosquitero tratado con insecticidas de larga duración
PDR prueba de diagnóstico rápido
PNM programa nacional contra la malaria
PET procedimientos estandarizados de trabajo
PSN polimorfismo de un solo nucleótido
PCR reacción en cadena de la polimerasa (por su sigla en
inglés)
RRI rociado residual intradomiciliario
SIG sistemas de información geográfica
SISD sistema de información sanitaria distrital
TCA tratamiento combinado basado en la artemisinina

ix
1. Vigilancia de la malaria
como intervención básica

1.1 INTRODUCCIÓN
La vigilancia consiste en la recopilación continua y sistemática, el análisis y la
interpretación de datos sobre enfermedades, y el uso de esta información en la
planificación, aplicación y evaluación del ejercicio de la salud pública (1).

El tercer pilar de la Estrategia técnica mundial contra la malaria 2016–2030 (2)


se refiere a transformar la vigilancia de la malaria en una intervención básica en
todos los países donde la malaria es endémica y en los que se la ha eliminado,
pero que siguen expuestos al restablecimiento de la transmisión (figura 1).

Por lo tanto, la vigilancia es la base de las actividades operativas en entornos con


cualquier grado de transmisión. Su objetivo es apoyar la disminución de la carga
de malaria, eliminar la enfermedad y prevenir su restablecimiento. En los entornos
en los que la transmisión permanece relativamente alta y en los que el objetivo
de los programas nacionales es disminuir la carga de morbilidad y mortalidad,
la vigilancia de la malaria se integra a menudo en sistemas de información de
salud periódica más amplios para proporcionar datos destinados al análisis
general de las tendencias, la estratificación y la planificación de la asignación de
recursos. En entornos en los que se está eliminando la malaria, los objetivos de
la vigilancia consisten en detectar, investigar y eliminar los focos de transmisión
continua, prevenir y curar las infecciones, y confirmar la eliminación. Una vez que
se ha logrado la eliminación, la función de la vigilancia pasa a ser la de prevenir el
restablecimiento de la malaria.

Un sistema de vigilancia de la malaria incluye personas, procedimientos,


instrumentos y estructuras que son necesarias para generar información sobre los
casos y las muertes por malaria. La información se utiliza para planificar, ejecutar,
vigilar y evaluar los programas contra la malaria. Un sistema eficaz de vigilancia
de la malaria permite a los gestores de programas:

• determinar las zonas y los grupos de población destinatarios más gravemente


afectados por la malaria, para llevar a cabo con eficacia las intervenciones
necesarias y promover la obtención de recursos;

• evaluar periódicamente la repercusión de las medidas de intervención y los


progresos realizados en la reducción de la carga de enfermedad y ayudar a
los países a decidir si se requieren ajustes o combinaciones de intervenciones
para reducir aún más la transmisión;

2
FIG. 1.
Estrategia técnica mundial contra la malaria 2016–2030: marco, pilares y
elementos de apoyo

Estrategia técnica mundial


contra la malaria 2016–2030

Pilar 1 Pilar 2 Pilar 3

Lograr el acceso Acelerar los Transformar la


universal a la esfuerzos para vigilancia de la
prevención, lograr la eliminación malaria en una
el diagnóstico y y alcanzar el estado intervención básica
el tratamiento de de libre de malaria
la malaria

Elemento de apoyo 1.
Aprovechar las innovaciones y ampliar las investigaciones

Elemento de apoyo 2.

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Fortalecimiento del entorno propicio

• detectar y responder a las epidemias a tiempo;

• aportar información pertinente para la certificación de la eliminación; y

• controlar si se ha producido el restablecimiento de la transmisión y, en ese


caso, orientar la respuesta.

1.2 ACTUALIZACIÓN DE ORIENTACIONES ANTERIORES


En el 2012, la OMS publicó dos manuales operativos sobre la vigilancia de la
malaria, uno para el control (3) y otro para la eliminación (4). En el presente
manual revisado se realizaron las siguientes modificaciones y adiciones:

• Los dos manuales se han combinado en un único documento y se ha


actualizado el contenido.

• El manual revisado está en consonancia tanto con la estrategia técnica


mundial (2) como con el Marco para la eliminación de la malaria (5),
publicado en el 2017, en el que se define el concepto de “continuidad de la
eliminación de la malaria” y nuevas maneras de clasificar los focos en los
contextos de eliminación.

3
• Se han añadido cuatro subsecciones nuevas: vigilancia de la eficacia de los
antipalúdicos y de la farmacorresistencia; vigilancia entomológica periódica
y en relación con el foco; previsión, alerta y detección tempranas de las
epidemias; y seguimiento y evaluación de los programas nacionales contra la
malaria (PNM).

• Se incluyen nuevas subsecciones sobre la vigilancia en los sectores privado


y de la comunidad, las poblaciones itinerantes y migratorias, así como la
cartografía de los focos.

• Se presentan los recursos básicos para el análisis de datos de vigilancia y se


actualizan las fichas de investigación de los casos y focos.

1.3 PÚBLICO DESTINATARIO Y USO DE ESTE MANUAL


El público destinatario de este manual es el personal de los ministerios de salud,
especialmente de los programas nacionales contra la malaria y de los sistemas de
información de salud, los asociados que participan en la vigilancia de la malaria
y los funcionarios técnicos de la OMS que asesoran a los países sobre la vigilancia
de la malaria.

El manual abarca temas que son pertinentes para los entornos en los que se está
reduciendo la carga de malaria, así como para la eliminación y prevención del
restablecimiento. En el anexo 1 figura un glosario de términos importantes. En la
sección 1 se describen los principios generales de los sistemas de vigilancia de
la malaria, mientras que en las secciones siguientes se ofrecen las orientaciones
generales para establecer un sistema de vigilancia (sección 2); los conceptos
y la práctica de los sistemas de vigilancia de la malaria en todos los entornos
(sección 3); la integración de la evaluación de la eficacia de los medicamentos
en el sistema de vigilancia periódica durante la eliminación (sección 4); la
vigilancia entomológica para el seguimiento sistemático y la investigación de focos
(sección 5); la previsión, la alerta temprana, la detección temprana y la respuesta
a las epidemias (sección 6); y las prácticas recomendadas para el seguimiento y
la evaluación de los programas basadas en los datos de vigilancia y otros sistemas
de información de salud (sección 7).

El objetivo de este manual es servir de documento de referencia en la orientación


sobre el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia de la malaria. En concreto,
aporta información que puede utilizarse para elaborar procedimientos
estandarizados de trabajo (PET) a nivel nacional en las siguientes esferas:

• vigilancia de los casos de malaria en entornos de reducción y eliminación de la


carga de malaria (secciones 1-3);

• vigilancia de la eficacia de los medicamentos en entornos de eliminación,


especialmente en las zonas en las que cada caso es objeto de seguimiento en
el marco de la vigilancia periódica (secciones 3-4);

• vigilancia entomológica en entornos de reducción y eliminación de la carga de


malaria (secciones 3, 4 y 7);

4
• detección, preparación y respuesta ante epidemias, especialmente en
entornos de transmisión baja a moderada y de reducción de la carga
(secciones 2, 3 y 6); y

• seguimiento y evaluación de programas y sistemas de vigilancia en todos los


entornos endémicos (sección 7 y partes pertinentes de otras secciones).

1.4 PROCESO CONTINUO DE VIGILANCIA


DE LA MALARIA
El diseño y la intensidad de los sistemas de vigilancia de la malaria en cuanto a los
datos registrados, la rapidez de la notificación e investigación de casos y la frecuencia
de análisis y respuesta dependen del uso previsto de los datos de vigilancia, del nivel
y la heterogeneidad de la transmisión de la malaria y de los recursos disponibles
para la vigilancia. En ediciones anteriores de los manuales de la OMS sobre
vigilancia (3, 4), se consideraba que un país era un único entorno de transmisión, y
las recomendaciones sobre el diseño de su sistema de vigilancia se basaban en esta
premisa. No obstante, la heterogeneidad natural de la malaria y los efectos variables
de las intervenciones y los cambios socioeconómicos y medioambientales dentro
de un país dan lugar a progresos que a menudo se logran a diferentes velocidades
en las diferentes partes de un país y frente a las diferentes especies de parásitos.
En consecuencia, un país puede decidir realizar actividades de eliminación en una
parte y centrarse en disminuir el número de muertes y enfermedades en otra. De ahí
que la Estrategia técnica mundial contra la malaria (2) introdujera el concepto de
continuidad (figura 2), según el cual el progreso hacia la eliminación de la malaria

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se considera un proceso continuo y no un conjunto de etapas independientes. Por
esta razón, se recomienda ahora a los países que establezcan sistemas de vigilancia
adecuados a su epidemiología heterogénea.

FIG. 2.
Carácter heterogéneo de la malaria en el proceso continuo de la transmisión
A medida que disminuye la transmisión la malaria se concentra, y la intensidad y
frecuencia de los informes de notificación aumentan. Los sistemas de vigilancia
evolucionan desde la notificación de datos consolidados de casos por mes en grandes
zonas geográficas (por ejemplo, distritos) hasta la notificación de datos individuales de
casos casi de inmediato en pequeñas zonas (focos).

Elevada Moderada Baja Muy baja Cero Mantenimiento


en cero

No No No
receptiva receptiva receptiva Transmisión
Malaria baja
sin focos
Receptiva con definidos
transmisión de Transmisión
Receptiva, la malaria Receptiva, muy baja
Receptiva,
pero sin pero sin
pero sin
malaria malaria
malaria
Malaria en Focos eliminados
focos activos
Focos activos

Notificación
Notificación consolidada
consolidada mensual Notificación semanal Notificación inmediata
mensualmente
o semanalmente

5
A medida que disminuye la transmisión, es probable que la epidemiología de la
malaria cambie y se presentan las siguientes situaciones:

• Disminuirá el número de casos de malaria sin complicaciones y de episodios


febriles relacionados con la enfermedad.

• Disminuirá el número de casos graves y de muertes, aunque la proporción


entre enfermedades graves y sin complicaciones pueda aumentar.

• La transmisión de la malaria se concentrará más.

• La distribución por edad de los casos de enfermedad se hará de manera más


uniforme, lo que refleja una exposición cada vez menor.

• En algunos entornos, la prevalencia de la enfermedad aumenta entre las


personas que ejercen determinadas profesiones, como los trabajadores
forestales.

• Las poblaciones se harán menos inmunes, por lo que el riesgo de epidemias


y la consiguiente razón de letalidad aumentarán si se interrumpen las
intervenciones.

• Los casos importados podrían representar una fracción creciente de la


incidencia general.

• En países con malaria tanto por P. falciparum como por P. vivax, la proporción
de casos por P. vivax aumentará gradualmente, ya que la transmisión de
P. falciparum puede reducirse más rápidamente con las intervenciones
actuales, mientras que en la infección por P. vivax hay una fase con
hipnozoítos que escapa a la detección con las pruebas diagnósticas utilizadas
sistemáticamente en la actualidad.

Durante esta transición también evolucionan las metas y posibilidades de la


vigilancia, así como el seguimiento y la evaluación, tal como se describe a lo largo
de este manual.

• En zonas de transmisión elevada, el seguimiento y la evaluación de los


programas se basan principalmente en datos consolidados, y las medidas
están diseñadas para garantizar que toda la población tenga acceso a los
servicios y que no haya tendencias adversas de la enfermedad.

• En las zonas cuya transmisión es baja o moderada, la distribución de la


malaria es más heterogénea y es importante determinar los grupos de
población que están más gravemente afectados por la enfermedad y
orientar las intervenciones adecuadamente. Esto se facilitará mediante el
cartografiado de las zonas en las que la transmisión persiste y el análisis de la
distribución de los casos a nivel de comunidad.

• A medida que se reduce la transmisión, aumenta el riesgo de epidemias;


por lo tanto, deben analizarse los casos en los establecimientos de salud con
mayor frecuencia para garantizar la detección temprana de un posible brote.

6
• Según se avanza hacia la eliminación, es fundamental asegurar la detección
eficaz de nuevos casos y focos, así como la respuesta. Se deben investigar los
casos individuales de infección o los conglomerados de casos para determinar
los factores de riesgo, eliminar los focos de transmisión y mantener el estado
de libre de malaria. A su vez los sistemas de vigilancia se hacen más complejos
y consumen más recursos, conocimientos, capacitación y actividades. A
medida que se reduce el número de casos y un país se acerca a la eliminación,
disminuirá la frecuencia de la investigación de los casos, de forma que a la
larga disminuirán los costos de la vigilancia.

1.5 PRINCIPIOS DEL DISEÑO Y ESTABLECIMIENTO DE LA


VIGILANCIA DE LA MALARIA
A continuación se enuncian los principios básicos del diseño y establecimiento de
sistemas de vigilancia de la malaria.

• El fundamento de un sistema de vigilancia de la malaria es el diagnóstico


parasitológico certero de un caso de malaria. El diagnóstico debe hacerse
mediante un examen microscópico de buena calidad o con pruebas de
diagnóstico rápido (PDR) convencionales recomendadas por la OMS (véase el
recuadro 1).

• Los componentes principales de un sistema de vigilancia de la malaria deben


integrarse todos en sistemas de información de la gestión sanitaria (HMIS, por
su sigla en inglés) más amplios, que incluyan, cuando proceda, los sistemas

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de notificación de enfermedades de declaración obligatoria. En algunos
entornos, puede usarse inicialmente un sistema vertical, pero debería permitir
la comunicación con el sistema de información de gestión sanitaria y, con el
tiempo, integrarse en él para lograr la sostenibilidad. A su vez, el HMIS debe
adaptarse a la prontitud y minuciosidad de los datos necesarios para una
vigilancia eficaz de la malaria.

• Los procedimientos estandarizados de trabajo a nivel nacional para


la vigilancia deben basarse en las necesidades del país y en las
recomendaciones de la OMS. En el caso de la eliminación, debe sancionarse
la regulación mediante los mecanismos nacionales correspondientes,
de manera que, por ley, la malaria se convierta en una enfermedad de
notificación obligatoria en todos los sectores pertinentes del sistema de salud.
En entornos de reducción de la carga de malaria, todos los sectores de la
salud deben notificar también datos al sistema de información de gestión
sanitaria nacional.

• Independientemente de la carga de malaria, el personal que está en primera


línea y participa en la detección, el registro y la notificación de los casos debe
ser también el primer usuario de los datos. Por lo tanto, todo el personal debe
recibir capacitación para examinar y evaluar los datos de vigilancia tanto de la
enfermedad como de las operaciones, supervisar el progreso del programa,
orientar las intervenciones y detectar los problemas que requieren medidas de
actuación. Por consiguiente, la capacidad de análisis debe estar al alcance en
todos los niveles.

7
• Los sistemas de vigilancia deben abordar la heterogeneidad de la malaria
dentro de las fronteras de un país. Por ejemplo, la notificación mensual de
datos consolidados sobre casos de malaria puede ser suficiente en zonas
cuya carga sea relativamente alta, pero a medida que disminuye el número
de casos los datos consolidados deberán notificarse semanalmente; más
adelante, se notificarán los casos individuales semanalmente y, una vez
que se haya adoptado una decisión para su eliminación, los casos deberán
notificarse de inmediato. En los entornos de eliminación, los casos deben
vincularse a la aldea (o foco) y al hogar de origen, donde se puede llevar a
cabo una mayor detección de casos, tratamiento, clasificación, investigación,
gestión y eliminación de los focos de transmisión, según corresponda.

• Deberían realizarse las inversiones necesarias en vigilancia y sistemas de


transición, sin olvidar los recursos humanos, para responder a la reducción
prevista de la carga de enfermedad. Por ejemplo, los sistemas de vigilancia
que facilitan la notificación inmediata de casos, la investigación y la respuesta
deben estar en funcionamiento antes de que un país se embarque en la
eliminación.

• Todos los datos de vigilancia deben estar ligados a una decisión tomada en
algún nivel del sistema de salud, aunque la decisión no dé lugar a un cambio
inmediato en las intervenciones. Cuando proceda, los datos de vigilancia se
combinarán con otros datos del programa y de la población para mejorar la
toma de decisiones. En entornos con una carga alta o moderada de malaria,
los indicadores importantes de progreso son las tendencias en las muertes
infantiles por todas las causas y por malaria, la proporción de malaria
por P. vivax y P. falciparum, donde este último fue dominante antes de la
intervención, y los cambios en la distribución por edades de la enfermedad.
En los entornos de eliminación, la vigilancia está vinculada a las respuestas
específicas que facilitarán la detección de todos los casos de infección
palúdica por microscopía o mediante la prueba de diagnóstico rápido
convencional recomendada por la OMS (incluidas las infecciones sintomáticas
y asintomáticas) lo antes posible; la prevención de la transmisión ulterior a
partir de cada caso mediante un tratamiento rápido y radical y el control
de vectores; y la identificación, investigación y gestión de todos los focos de
transmisión, con las medidas adecuadas para interrumpir la transmisión lo
antes posible.

• En todos los entornos de transmisión debe hacerse un esfuerzo conjunto para


incluir los casos detectados en otros sectores (por ejemplo, en establecimientos
de salud del sector privado y otros establecimientos no gubernamentales),
así como aquellos detectados en establecimientos de salud pública. En los
entornos que están en vía hacia la eliminación, es fundamental notificar e
investigar los casos detectados en todos los sectores. La información se hace
llegar a los interesados directos mediante diferentes mecanismos tales como
los boletines de vigilancia de acceso libre en todos ambitos.

• Tras la interrupción de la transmisión, la vigilancia de la malaria puede


convertirse en la mayor responsabilidad de los servicios de salud generales. No
obstante, el sistema de vigilancia debe estar respaldado por una capacitación

8
RECUADRO 1.
Ventajas de centrarse en los casos confirmados de malaria

Una proporción considerable de los casos de fiebre no se debe a la malaria,


ni siquiera en entornos de elevada transmisión de la enfermedad (6). En
el pasado, sin embargo, la mayoría de los países en los que la malaria
era endémica basaban el diagnóstico de la enfermedad únicamente en la
fiebre. Gracias al mayor acceso a las pruebas de diagnóstico rápido de la
malaria, ahora es más fácil detectarla rápidamente en los pacientes con
fiebre y tratarlos con medicamentos eficaces si el resultado de la prueba
es positivo por infección de malaria. Esto no solo garantiza el tratamiento
correcto de los pacientes febriles y reduce el desperdicio de antimaláricos,
sino que también aumenta la calidad de los datos de vigilancia. En el
siguiente gráfico se ilustra claramente la relación entre la sospecha de
malaria y la infección confirmada.
Según el gráfico, en los entornos de mayor transmisión un gran número
de pacientes febriles son sospechosos de malaria, puede que el sistema
no cuente con capacidad de diagnóstico para todos y, entre los que se
someten a las pruebas, solo una proporción moderada tenga malaria. A
medida que disminuye la transmisión, habrá menos pacientes sospechosos
de malaria, pero ahora los sistemas tienen capacidad para confirmar todos
los casos y, se observa, que solo en unos pocos se confirma que la tienen
realmente. No obstante, cuando los casos se detectan de forma activa,
todas las personas de una zona se someterán a dichas pruebas, haya o
no sospecha de infección. En tales circunstancias, se requiere precaución a

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la hora de cuantificar las tasas de positividad de las pruebas en los casos
sospechosos de malaria.

Disminución de la carga Transmisión baja - eliminación


Porcentaje

Sospechoso Sometido a pruebas


de laboratorio
Positivo

Transmisión elevada  Transmisión muy baja

9
y seguimiento regulares en el marco de un programa nacional para garantizar
el descubrimiento de los cambios en la receptividad (es decir, la idoneidad
del ecosistema para la transmisión de la malaria) y la vulnerabilidad de
los grupos de población (es decir, la frecuencia de afluencia de personas o
grupos infectados o de mosquitos anofelinos infecciosos). Debe mantenerse la
notificación obligatoria e inmediata y el diagnóstico con métodos de calidad
garantizada como las PDR o la microscopía.

• Como la mayor parte de las otras intervenciones de salud, es probable que


la vigilancia se beneficie de la innovación y los adelantos tecnológicos. La
elección de nuevas técnicas debe basarse en que haya otros beneficios
demostrados, así como en el costo y la sostenibilidad, determinados a partir
de datos científicos empíricos.

• Una buena comprensión de las características biológicas y ecológicas


del comportamiento de las especies de vectores es esencial para la toma
de decisiones relativas al programa y el seguimiento y evaluación de las
intervenciones de control de vectores, incluida la garantía de la calidad. La
eficacia de los antipalúdicos utilizados para el tratamiento de la infección
parasitaria también debe controlarse regularmente. Los datos de la vigilancia
entomológica y de la eficacia de los medicamentos deben interpretarse
juntamente con los datos epidemiológicos para fundamentar las decisiones
relativas al programa (véase la sección 5).

• Los sistemas de vigilancia deben evaluarse periódicamente para garantizar


su exactitud, fiabilidad, exhaustividad, precisión, oportunidad e integridad. La
evaluación también debe incluir la conveniencia de las medidas adoptadas
como consecuencia de los resultados de la vigilancia.

10
2. Establecimiento
de sistemas de vigilancia
de la malaria

La información de salud es uno de los seis componentes básicos de un sistema


de salud (7) y, a su vez, la vigilancia es el componente principal de un sistema de
información de la gestión sanitaria nacional. La vigilancia engloba a personas,
procedimientos, instrumentos y estructuras, que generan información necesaria
para planificar y orientar las intervenciones y hacer el seguimiento y la evaluación
de los programas contra la malaria.

• Entre las personas se encuentran los responsables de la toma de decisiones,


tanto dentro como fuera del servicio de salud, que utilizan los datos de los
sistemas de vigilancia; el personal de salud que recopila o utiliza los datos y los
pacientes y las comunidades cuyos datos se registran.

• En los procedimientos se incluyen las definiciones de casos, la frecuencia de


notificación, las vías de flujo de información, los controles de la calidad de

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los datos, los planes de incentivos, el análisis de datos, los mecanismos para
el examen del desempeño, los métodos para la difusión de los resultados
y la frecuencia, así como el uso de los datos para tomar decisiones sobre
respuestas apropiadas, supervisión y planificación.

• Entre los instrumentos figuran los formularios de notificación, las plantillas


de control, los registros, las tarjetas de paciente, los tableros de mandos, el
equipo físico y los programas informáticos, la documentación y los materiales
didácticos.

• En las estructuras se incluyen las formas en que el personal está organizado


para gestionar, desarrollar y utilizar el sistema.

Las deficiencias en cualquiera de estos componentes limitarán la capacidad de un


programa de control de la malaria para llevar a cabo una vigilancia eficaz de la
enfermedad. Por lo general, un sistema de vigilancia en funcionamiento, integrado
y sostenible se ocupa de cada una de estas esferas. El ciclo de información
mostrado en la figura 3 es pertinente para todos los entornos de transmisión de
la malaria, pero la frecuencia e intensidad de las actividades a lo largo del ciclo
aumentarán en las diferentes etapas de la vía hacia la eliminación.

11
FIG. 3.
Ciclo de información de salud, centrado en personal del ámbito sanitario
competente y con recursos suficientes

Registro

Difusión y uso Notificación

Personas
(los pacientes y las comunidades cuyos datos se
registran, el personal de los establecimientos de salud
que recopila o utiliza los datos y los responsables de
la toma de decisiones, tanto dentro como fuera del
servicio de salud, que utilizan los datos)

Interpretación
Análisis
y evaluación

Presentación

2.1 REQUISITOS Y PROCESOS


Los avances en la lucha contra la malaria puede que sean más rápidos en
algunas partes del país que en otras; en consecuencia, la información (y su
frecuencia) necesaria para fundamentar la respuesta y las intervenciones variará.
En los entornos en los que el objetivo principal es reducir la carga de morbilidad
y mortalidad por malaria, el sistema de vigilancia forma parte del sistema
existente de información de la gestión sanitara. En los entornos de eliminación,
puede implantarse un sistema específico de vigilancia de la malaria, aunque los
componentes importantes deben estar integrados en el HMIS.

En la figura 4 se ilustra un amplio marco para la vigilancia de la malaria en


diferentes entornos de transmisión, que es acorde con la Estrategia técnica mundial
contra la malaria (2) y el Marco para la eliminación de la malaria (5).

12
FIG. 4.
Procesos y requisitos del sistema de vigilancia en todos los entornos con continuidad de transmisión de la malaria

Elevada Moderata Baja Muy baja Cero Mantenimiento


en cero

TPPf ≥ 35% TPPf 10-35% TPPf 1-10% TPPf > 0 pero < 1%
o IPA de aprox. o IPA de 250-450 o IPA de 100-250 o IPA < 100 Sin transmisión
450 por 1000 habitantes por 1000 habitantes por 1000 habitantes por 1000 habitantes

Detección de casos Detección pasiva de casos Detección pasiva y activa de casos

Registro Registros de pacientes ambulatorios y hospitalizados Formularios de pacientes individuales

Frecuencia de notificación Mensual Semanal Notificación inmediata de casos

Pilar 3 Resolución de los datos Informe de casos, edad, sexo, residencia,


de la GTS Datos de casos consolidados por sexo y grupo etario
notificados antecedentes de viaje y clasificación de casos
2016-2030
Uso de los datos:
Transformar Datos analizados mensualmente Semanalmente Datos analizados casi de inmediato
establecimientos de salud
la vigilancia
de la malaria Uso de los datos:
en una Datos analizados mensualmente Semanalmente Datos analizados semanalmente
niveles intermedios
intervención
básica Uso de los datos:
Datos analizados mensual o trimestralmente Semanalmente Datos analizados semanalmente
nacional

Investigación de los casos en las 24-48 h,


Tiempo de respuesta Mensual o trimestral Semanalmente
investigación de los focos en una semana

Frecuencia de retroinformación Anual o trimestralmente Mensualmente Cada dos semanas


a los niveles superior e inferior

Seguimiento del sistema de


Cada dos años Anualmente Anualmente o con mayor frecuencia
vigilancia
GTS, Estrategia técnica mundial contra la malaria 2016-2030; IPA: incidencia parasitaria anual; TP: tasa parasitaria.
La detección activa de casos incluye tanto la detección reactiva de casos (DRAC) desencadenada por un caso índice como la detección proactiva de casos (DPAC) (véase la sección 3.2).

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

13
En las zonas en las que la transmisión se mantiene de moderada a elevada y en
las que el objetivo principal de los programas nacionales es reducir la morbilidad,
a menudo, son tantos los casos de malaria que cada caso confirmado no puede
ser examinado individualmente. Por el contrario, el análisis se basa en datos
consolidados obtenidos de los sistemas de información periódica de salud, y las
medidas, como la determinación de intervenciones adecuadas y el aumento de la
cobertura, se adoptan a nivel de la población. El objetivo inicial será garantizar la
buena calidad de los datos, que se basa en lo siguiente:

• A todas las personas con sospecha de malaria se les realiza una prueba de
diagnóstico.

• Los casos se clasifican correctamente según el resultado de la prueba y los


pacientes se tratan con los antimaláricos recomendados en el país.

• Se controla la calidad tanto del examen microscópico como de las pruebas de


diagnóstico rápido.

• El registro y la notificación de los establecimientos de salud están completos y


son coherentes.

• Existe un mecanismo para evaluar el sistema de vigilancia, que incluye la


auditoría de la calidad de los datos.

• Hay un proceso de análisis y utilización de los datos de vigilancia para la


respuesta y para el seguimiento y evaluación de los programas.

Todo esto debe estar en marcha antes de que los países pasen a sistemas
complejos de vigilancia de la eliminación. La tasa parasitaria y los umbrales
de la incidencia parasitaria anual presentados en la figura 4 deben usarse
como medidas generales de la transición de un sistema de vigilancia y no
son prescriptivos. El objetivo es poner de relieve la noción de continuidad de
transmisión dentro de un país y la necesidad de un sistema de vigilancia que
refleje esta epidemiología heterogénea. La capacidad de llevar a cabo la
vigilancia depende no solo del grado de transmisión, sino también de factores
tales como la solidez del sistema de salud y los recursos disponibles. La mayoría
de los países que llevan a cabo actividades de eliminación pueden considerar
que una incidencia parasitaria anual de 100 por 1000 habitantes es un umbral
relativamente alto para iniciar las investigaciones de los casos y focos y encuentren
que una menor cantidad de casos es más práctica.

A medida que se reduce progresivamente la transmisión, se hace cada vez más


fácil, y necesario, hacer un seguimiento y responder a los casos individuales. Los
umbrales de transmisión no son fijos; por consiguiente, algunas estrategias de
vigilancia, especialmente en los entornos de menor transmisión, podrían iniciarse
antes si se dispone de los recursos necesarios. La frecuencia de presentación de
informes aumenta al principio de mensual a semanal y luego se hace casi de
inmediato; a su vez, la resolución de los datos aumenta desde datos de casos

14
consolidados a una lista detallada de pacientes. En los entornos de eliminación,
sin embargo, es fundamental que el sistema de vigilancia permita la notificación
inmediata de los casos individuales, seguido, cuando proceda, de una rápida
investigación de los casos y focos, y de una respuesta.

En todos los entornos, la calidad de los sistemas de vigilancia debe controlarse de


forma continua:

• manteniendo una lista actualizada de los establecimientos de salud operativos


y otras fuentes de notificación;

• asegurándose de que están presentes todas las funciones básicas y de apoyo


de los sistemas;

• controlando qué establecimientos han presentado los informes exigidos y su


puntualidad;

• llevando a cabo un seguimiento de la proporción de casos y focos


investigados, cuando proceda;

• haciendo un seguimiento de los informes que faltan, los que están incompletos
y los retrasados;

• examinando los datos presentados y haciendo un seguimiento de los datos


incompletos o erróneos;

• aportando sugerencias positivas a los establecimientos de salud que

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presentan datos a tiempo, completos y precisos; y

• garantizando un sistema de capacitación actualizada del personal de


vigilancia.

Los datos procedentes de la vigilancia deben interpretarse poniendo atención


en señalar posibles puntos débiles en los sistemas. Durante el análisis y la
interpretación de los datos de vigilancia, deberá incluirse información de otras
fuentes, tales como encuestas, sistemas de registro civil, estadísticas vitales y
censos, según proceda.

2.2 VIGILANCIA CENTRADA EN LA PERSONA


La base de un sistema de vigilancia es la comunidad a la que se atiende y el
personal de salud que la asiste en sus necesidades de salud. El personal de salud
que está en primera línea y los voluntarios que se ocupan generalmente del
cuidado de los pacientes y del registro y la transmisión de los datos deben sentirse
reconocidos y recompensados por este trabajo mediante la retroinformación
periódica, la capacitación y, en general, la buena gestión del personal. En todos los
niveles del ciclo de información, se deberán realizar las inversiones necesarias en
infraestructura y capacidad de recursos humanos para gestionar y mantener los
sistemas de vigilancia y generar datos que permitan adoptar decisiones.

15
A medida que los países reducen la carga de malaria, la intensidad, la resolución
y la frecuencia de la vigilancia aumentarán. La vigilancia pasará de la notificación
y el análisis de datos consolidados a la notificación caso por caso. La investigación
de los casos y de los focos requerirá equipos especializados sobre el terreno y una
mayor capacidad analítica.

Se necesitan personas y tiempo suficiente a nivel de distrito, provincial y nacional


para la adquisición de datos de los departamentos de información de salud; la
importación, fusión, depuración y análisis de datos; la cartografía; y la realización
de boletines de vigilancia e informes. Se requerirá una retroinformación periódica
en las comunidades, amén de a otros niveles del sector. Los ministerios de salud,
los programas nacionales contra la malaria y los asociados deben velar por
que se cuente con la capacidad humana necesaria y existan procedimientos
estandarizados de trabajo a nivel nacional que apoyen todas las actividades de
vigilancia.

La vigilancia de las enfermedades requiere conocimientos epidemiológicos,


estadísticos e informáticos y, en el distrito y otros niveles más altos, experiencia
en materia de seguimiento y evaluación. Por lo general, es ventajoso vincular la
capacitación en vigilancia de la malaria con otras actividades de capacitación a
fin de ahorrar costos y hacer un uso más eficaz del tiempo del personal de salud.
Cuando sea posible, la capacitación en la vigilancia de la malaria se impartirá
al mismo tiempo que la de los sistemas de información de gestión sanitaria o la
de gestión de los casos de malaria, concretamente la realización de pruebas de
diagnóstico. Deben actualizarse los planes de estudios para futuros estudiantes
de las facultades de medicina, enfermería y farmacia de modo que reflejen los
requisitos más recientes de la vigilancia de las enfermedades. Los países deben
asegurarse de que no solo el sector público, sino también las organizaciones
no gubernamentales y el sector privado participen en los sistemas de vigilancia
mediante la notificación de datos, la retroinformación y la capacitación conjunta.

2.3 REGISTRO
En los anexos de este manual se presentan sugerencias de registros y fichas que
pueden ser adaptados para su uso en los países. Los registros deben proporcionar
espacio para anotar los elementos informativos esenciales, tales como los
resultados de las pruebas analíticas, y evitar los elementos innecesarios, ya que
cuantos más datos haya en los registros y fichas, menos probable será que se
completen correctamente estos formularios, si es que se completan. Cuando sea
posible, las fichas deben tener en cuenta la orientación actual, tal como la que
se proporciona en las directrices terapéuticas normalizadas, los procedimientos
estandarizados de trabajo para la vigilancia y los manuales de seguimiento y
evaluación, con una explicación clara de cómo se usarán las variables recopiladas.

En países donde la carga de malaria es considerable y el número de casos es tal


que puede hacer imposible la investigación de los casos individuales, los sistemas
de vigilancia de la malaria a menudo están integrados en un sistema de vigilancia
de enfermedades transmisibles más amplio o en el sistema de información de

16
salud, el cual debería adaptarse para incluir los elementos informativos básicos
sugeridos en este manual.

En entornos de baja transmisión donde los casos de malaria son relativamente


raros y limitados a determinados lugares, puede haber otro sistema de notificación
de la malaria, que permita dar una respuesta oportuna a los casos individuales
y pueda adaptarse según las recomendaciones de este manual. Este sistema
debe hacer todo lo posible por establecer la comunicación con el HMIS y los
componentes principales deben, de preferencia, seguir integrados en el HMIS para
asegurar la sostenibilidad a largo plazo.

Es importante involucrar a todos los interesados directos en los debates sobre la


revisión de un sistema, especialmente a los que participan en la recopilación de
datos en los establecimientos de atención de salud, quienes aportan información
valiosa acerca de las limitaciones a las que se enfrentan y sugerencias prácticas
para mejorarlo. Un proceso inclusivo crea un sentido de pertenencia y promueve la
adopción y utilización de las fichas. Las fichas nuevas y revisadas deben probarse
a pequeña escala (por ejemplo, en una unidad administrativa durante 6 meses)
antes de que se utilicen ampliamente. Una vez realizados los ajustes finales, se
debe actualizar la documentación sobre la utilización de las fichas y capacitar a
los recolectores de datos en su uso. Cuando las nuevas fichas se entregan a los
establecimientos de salud, las antiguas deben retirarse o destruirse para tener la
seguridad de que el personal de salud no utilizará las anteriores en caso de una
interrupción en el suministro de material de oficina o por falta de familiaridad
del personal con las fichas nuevas. Debe garantizarse un suministro regular de
las fichas para evitar este problema. Cuando sea posible, se utilizará un sistema

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electrónico con la correspondiente copia de seguridad para reducir al mínimo el
costo del registro de datos y mejorar la eficiencia del sistema. Los datos requeridos
por nivel de transmisión de la malaria figuran en el cuadro 1. Los umbrales de
transmisión para las tres clasificaciones generales utilizadas aquí se pueden
consultar en la figura 4.

Véase el anexo 5 para lo relativo a la cartografía de los focos, el anexo 6 para un


ejemplo de registro en los establecimientos de salud, el anexo 7 para las plantillas
de control de asistencia de pacientes ambulatorios, el anexo 8 para los registros
diarios y semanales de asistencia de pacientes ambulatorios en centros de salud y
hospitales, el anexo 9 para un registro de altas en los servicios de hospitalización
de los centros de salud y los hospitales, el anexo 10 para los informes de los puestos
de salud y de los agentes comunitarios de salud destinados a los establecimientos
de salud, el anexo 11 para los informes de los establecimientos de salud destinados
al distrito, el anexo 12 para la lista detallada de los casos y muertes por malaria
entre los pacientes hospitalizados que se notificará al distrito en entornos de
transmisión baja, el anexo 13 para la lista de todos los casos confirmados de
malaria que se notificará al distrito en entornos de transmisión baja y el anexo 14
para una lista de control de la supervisión para los países con transmisión alta o
moderada.

17
18
CUADRO 1.
Datos registrados por nivel del sistema de vigilancia y objetivo del programa

NIVEL REDUCCIÓN DE LA CARGA REDUCCIÓN DE LA CARGA PREVENCIÓN DEL


(ALTA, MODERADA, BAJA) (MUY BAJA) Y ELIMINACIÓN RESTABLECIMIENTO

Ámbito Cuando la transmisión es relativamente En las investigaciones de los casos, se debe registrar lo siguiente para el Los mismos elementos
(hogar y foco) alta y el objetivo es reducir la carga, la caso índice y otros casos vistos en la comunidad durante la detección activa de informativos que durante
investigación de los casos y focos puede casos: la eliminación; las
ser aplicable solo en raras ocasiones y investigaciones de los
en los grupos de alto riesgo, como los • número de identificación del caso y del hogar focos deben hacerse
desplazados internos y los migrantes o • cuando sea posible, la información de contacto, como un número de teléfono; solo si el caso es local
durante los brotes. • longitud y latitud del hogar; (es decir, autóctono
• fecha de realización de las pruebas de diagnóstico, dirección, edad y sexo; o introducido) o se
La información registrada en las • antecedentes de fiebre (si se usa para el tamizaje), incluida la fecha de inicio de
investigaciones de los casos y focos ha notificado un caso
los síntomas; importado en un foco
será similar a la de los entornos de • tipo de diagnóstico (PDR o microscopía);
eliminación. sumamente receptivo
• resultados de las pruebas por especie de parásito; tratamiento administrado y (véase sección 3.6).
Además, en la detección y respuesta seguimiento;
a epidemias se necesitan gráficos de • ocupación;
umbrales e informes de situación de • antecedentes de viaje;
nivel intermedio (por ejemplo, distrito) y • otros posibles factores de riesgo (por ejemplo, hábitos para dormir);
de evaluación posterior a la epidemia. • propiedad y uso de MTILD;
Las encuestas de hogares realizadas • realización en el hogar del RRI;
periódicamente en la comunidad son • fecha de la intervención (distribución de MTILD o RRI);
útiles para hacer un seguimiento de los • y clasificación de los casos (locales o importados; en entornos de eliminación,
cambios en la prevalencia del parásito, los casos deben ser clasificados también en autóctonos, introducidos, inducidos,
así como en el acceso y la cobertura de recrudescencia o recaída)
las intervenciones. En las investigaciones de focos, se debe registrar lo siguiente:
• ubicación del foco;
• fecha de investigación;
• número de casos vistos durante la DAC según la clasificación de los casos;
• información sobre los factores relacionados con la transmisión;
• clasificación de los focos;
• respuesta a los focos;
• y la fecha y tipo de respuesta

Puestos de Para los pacientes ambulatorios, debe Para los pacientes ambulatorios, debe registrarse: Los mismos elementos
salud y agentes registrarse: • fecha de asistencia; informativos que
comunitarios • fecha de asistencia; • nombre, edad y sexo del paciente; durante la eliminación.
de salud • nombre, edad y sexo del paciente; • aldea de residencia del paciente;
• aldea de residencia del paciente; • cuando sea posible, la información de contacto, como un número de teléfono;
• si es una nueva asistencia o una • si es una nueva asistencia o una visita repetida para el mismo episodio;
visita repetida para el mismo • presencia de síntomas de la malaria (por ejemplo, fiebre);
episodio; • tipo de diagnóstico (PDR o microscopía);
NIVEL REDUCCIÓN DE LA CARGA REDUCCIÓN DE LA CARGA PREVENCIÓN DEL
(ALTA, MODERADA, BAJA) (MUY BAJA) Y ELIMINACIÓN RESTABLECIMIENTO

• presencia de síntomas de la malaria • resultado de la prueba de la malaria por especie de parásito;


(por ejemplo, fiebre); • tratamiento administrado;
• tipo de diagnóstico (PDR o • antecedentes de viaje;
microscopía); • ubicación del lugar de trabajo; y
• resultado de la prueba de la malaria • clasificación preliminar de los casos (local o importado).
por especie de parásito; y
• tratamiento administrado

Centros Para los pacientes ambulatorios, debe Para los pacientes ambulatorios, debe registrarse: Los mismos elementos
de salud y registrarse: • fecha de la asistencia; informativos que
hospitales • fecha de la asistencia; • nombre, edad y sexo del paciente; durante la eliminación.
• nombre, edad y sexo del paciente; • aldea de residencia del paciente;
• aldea de residencia del paciente; • cuando sea posible, la información de contacto, como un número de teléfono;
• si es una nueva asistencia o una • si es una nueva asistencia o una visita repetida para el mismo episodio;
visita repetida para el mismo • presencia de síntomas de la malaria (por ejemplo, fiebre);
episodio; • fecha de inicio de los síntomas;
• presencia de síntomas de la malaria • tipo de diagnóstico (PDR o microscopía)
(por ejemplo, fiebre); • resultado de las pruebas de la malaria por especie de parásito;
• tipo de diagnóstico (PDR o • tratamiento administrado;
microscopía); • antecedentes de viaje;
• resultado de las pruebas de la • ubicación del lugar de trabajo; y
malaria por especie de parásito; y • clasificación preliminar de los casos (local o importado).
• tratamiento administrado. En el alta de hospitalización o los registros de planta debe figurar:
En el alta de hospitalización o los • fecha de admisión;
registros de planta debe figurar: • nombre, edad y sexo del paciente;
• fecha de admisión; • aldea de residencia del paciente;
• nombre, edad y sexo del paciente; • tipo de diagnóstico (PDR o microscopía);
• aldea de residencia del paciente; • resultado de las pruebas de la malaria por especie de parásito; y
• tipo de diagnóstico (PDR o • tratamiento administrado;
microscopía); • duración de la hospitalización; y
• resultado de las pruebas de la • motivo de la salida (alta, referencia, muerte, trasladado o fugado);
malaria por especie de parásito; • antecedentes de viaje;
• tratamiento administrado; • ubicación del lugar de trabajo;
• duración de la hospitalización; y • clasificación preliminar de los casos (local o importado).
• motivo de la salida (alta, referencia,
muerte, trasladado o fugado).

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

19
20
NIVEL REDUCCIÓN DE LA CARGA REDUCCIÓN DE LA CARGA PREVENCIÓN DEL
(ALTA, MODERADA, BAJA) (MUY BAJA) Y ELIMINACIÓN RESTABLECIMIENTO

Nivel Informes mensuales o semanales del De todos los sectores (público, privado y comunidad), informes semanales del Los mismos elementos
intermedio número de: número de DPC y DAC de: informativos que
(por ejemplo, durante la eliminación.
• casos sospechosos de malaria; • casos sospechosos de malaria;
distrito) • pruebas de la malaria realizadas; • pruebas de malaria realizadas;
• casos confirmados, por especie; • casos confirmados, por especie y clasificación;
• asistencias de pacientes • número de casos notificados a tiempo;
ambulatorios; • número de casos investigados a tiempo;
• altas de hospitalización y • número de focos investigados a tiempo; y
defunciones; y • tipos de respuesta por tipo de foco.
• altas de hospitalización por malaria Datos desglosados por establecimiento de salud y foco
y defunciones, por especie.
Registros mensuales de:
Datos desglosados por establecimiento
de salud, subdistrito o aldea cuando sea • intervenciones del programa contra la malaria, estructuras por tipo y
posible. personal por cargo;
• notificaciones de casos de malaria;
Registros anuales de: • fichas de investigación de los casos de malaria, incluidos los resultados de la
• intervenciones del programa contra DAC (anexo 2);
la malaria, estructuras por tipo y • fichas de investigación de los focos (anexo 3);
personal por cargo; • una lista de focos con cambios en la clasificación con el paso del tiempo
• mapas que muestran la distribución (anexo 4); y
de los casos confirmados, pacientes • una base de datos de vigilancia entomológica.
hospitalizados y muertes por zonas
de afluencia de los establecimientos
de salud, aldeas o zonas
administrativas, que se actualizarán
anualmente;
• base de datos de vigilancia
entomológica de especies de
Anopheles; y
• todos los informes y análisis
realizados por el personal del nivel
intermedio (por ejemplo, distrito)
durante los 5 años anteriores y
presentados a los niveles más altos.

Crear una base de datos de control de vectores e intervenciones que contenga información sobre la cobertura del RRI, el número de MTILD, el TCA, las
pruebas de diagnóstico rápido realizadas, el control larvario (larvicidas biológicos y químicos y actividades de gestión medioambiental) y actividades de
“comunicación para el cambio de comportamiento”.
Archivar y mantener todos los informes periódicos y anuales y los análisis distritales realizados por el personal durante los últimos cinco años y presentados
a niveles más altos.
Cotejar la retroinformación y otra información de los niveles superiores. El equipo debe analizar los datos consolidados y caso por caso. Debe hacerse
periódicamente una cartografía ilustrativa clara.
Los tableros electrónicos personalizados deberían ser la norma para presentar los resultados de los análisis de datos.
NIVEL REDUCCIÓN DE LA CARGA REDUCCIÓN DE LA CARGA PREVENCIÓN DEL
(ALTA, MODERADA, BAJA) (MUY BAJA) Y ELIMINACIÓN RESTABLECIMIENTO

Nacional Igual que los niveles intermedios Igual que los niveles intermedios pero registrado en todos los niveles intermedios. Los mismos elementos
pero registrado en todos los niveles Los datos registrados incluirán: informativos que
intermedios. Informes nacionales y • registro nacional de casos de malaria— una lista consolidada de todos los casos durante la eliminación.
datos consolidados para el seguimiento de malaria respaldada por las fichas de investigación de los casos;
mundial. • datos de investigación de los focos de malaria: todos los datos de las fichas de
investigación de los focos de malaria (anexo 3);
• una lista de focos con cambios en la clasificación (anexo 4) — el estado
(categoría) de cada foco se reevalúa después de cada nuevo caso confirmado
y al menos al final de cada temporada de transmisión;
• dotación de personal y estructuras de salud del PNM;
• datos de garantía de la calidad del laboratorio nacional de malaria;
• informes de actividades de los equipos móviles especialmente asignados;
• datos de vigilancia entomológica;
• actividades e intervenciones de control de vectores;
• informes y análisis de vigilancia de la malaria enviados por niveles intermedios
(por ejemplo, los distritos); e
• informes y análisis nacionales de vigilancia de la malaria.

DAC: detección activa de casos; DPC: detección pasiva de casos; MTILD: mosquitero tratado con insecticidas de larga duración; PDR: prueba de diagnóstico rápido; PNM:
programa nacional contra la malaria; RRI: rociado residual intradomiciliario; TCA: tratamiento combinado basado en la artemisinina.
En las zonas de eliminación y prevención del restablecimiento, se debe hacer un seguimiento de los pacientes para asegurar el cumplimiento del tratamiento y la curación
completa (véase la sección 4).

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

21
2.4 PRESENTACIÓN DE INFORMACIÓN
Debe prestarse especial atención y velar por que todos los establecimientos
de salud públicos y privados y los agentes comunitarios de salud presenten
información precisa y a tiempo. Los programas deben tener un inventario
actualizado de todos los establecimientos de salud públicos y de otro tipo que se
espera que presenten información y deben hacer un seguimiento de las demoras.
Las coordenadas de todos los establecimientos de salud deben ser conocidas para
que pueda mostrarse su ubicación en un mapa.

Dependiendo del contexto de transmisión, se espera que los datos consolidados


(de zonas donde la atención se centra en reducir la carga) o las listas detalladas
de pacientes (en entornos de transmisión muy baja y de eliminación) se presenten
periódicamente en todo el sistema de vigilancia. Los datos de los casos desde
los establecimientos de salud deben estar respaldados por información sobre
el número de agentes comunitarios de salud que se espera que notifiquen al
establecimiento y el número real que verdaderamente lo hace; esta información
se anota en el formulario de notificación del establecimiento de salud. Los datos
de los establecimientos de salud y de los agentes deben mantenerse separados
y no añadirse a los de asistencia de los centros de salud, con el fin de evitar que
las fluctuaciones en la notificación de los establecimientos de nivel inferior afecten
a las tendencias a lo largo del tiempo (por ejemplo, se puede suponer un brote
repentino de casos si se reciben varios informes tardíos de los puestos de salud). Si
los agentes comunitarios de salud han estado trabajando durante mucho tiempo y
es poco probable que los datos que proporcionan cambien las tendencias, no hay
ningún inconveniente en añadirlos a los datos del establecimiento de salud.

A medida que el número de casos disminuye, los datos deben ser consolidados y
notificados semanalmente. La notificación de casos es más fácil cuando se usan
sistemas de datos electrónicos y están conectados a una base de datos central. El
sistema puede simplificarse aún más usando registros electrónicos de pacientes y
un mecanismo para automatizar la consolidación de datos.

Durante la etapa de eliminación, los casos deben notificarse de inmediato al


equipo sobre el terreno, y los datos pueden ser transmitidos como una lista
detallada de pacientes casi a diario. Esto es cada vez más fácil con los programas
informáticos de código abierto como la versión 2 del sistema de información
sanitaria distrital (SISD2) (https://www.dhis2.org/) y los teléfonos portátiles, las
tabletas y otros aparatos informáticos cada vez más baratos. Los responsables
de la vigilancia deben notificar de inmediato al equipo de distrito (o equivalente)
y al PNM todos los casos confirmados de malaria por teléfono, mensajes de
texto o correo electrónico. La notificación debe incluir el nombre del paciente,
la aldea o barrio y distrito (o equivalente) de residencia, la fecha de realización
de las pruebas de la malaria, el tipo de prueba y la especie de Plasmodium. El
PNM debe alertar de inmediato al equipo local de investigación sobre el terreno,
que debe planear la investigación del caso y, si fuera necesario, del foco. Si es
un caso evidentemente importado y se produjo en una zona que no es receptiva
y en la que los casos importados son bastante frecuentes, quizá sea aceptable
despreocuparse en lo que se refiere a otras investigaciones de casos o focos.

22
En la figura 4 se muestra la frecuencia prevista de notificación y el detalle de los
datos que deben comunicarse, según la epidemiología de la zona de interés.

2.5 ANÁLISIS DE DATOS E INTERPRETACIÓN


Los datos de los sistemas de vigilancia de la malaria son importantes para llevar a
cabo un seguimiento de las tendencias geográficas y temporales en la incidencia
de la enfermedad, detectar epidemias, determinar el progreso hacia las metas
del programa y evaluar el impacto de las intervenciones y la calidad del sistema
de vigilancia. Se espera que el uso ordinario de los datos de vigilancia mejore
las decisiones relativas al programa y al sistema de vigilancia, a medida que se
descubren y abordan las lagunas en la exhaustividad y calidad de los datos. En la
actualidad, la mayoría de los sistemas de vigilancia nacionales utilizan sistemas
electrónicos, y los programas deben usar tableros digitales para analizar los
principales indicadores y tendencias. En la sección 6 se presenta información
detallada sobre el análisis, la interpretación y el uso de los datos sobre brotes y
epidemias de malaria, y en la sección 7 sobre la evaluación y el seguimiento del
programa.

Se ofrecen dos ejemplos para poner de relieve algunas de las consideraciones que
deben tenerse en cuenta en el análisis de los datos de vigilancia. En el recuadro 2
se describe la transformación de los recuentos de casos de malaria en incidencia.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


RECUADRO 2.
Ajuste por tamaño de la población: cálculo de las tasas de
incidencia

Las cifras absolutas de casos de malaria, pacientes hospitalizados y muertes


pueden utilizarse para estimar las tendencias a lo largo del tiempo y para
establecer los lugares en los que el problema de la malaria es mayor. Las
cifras absolutas no son tan útiles para evaluar qué poblaciones corren
mayor riesgo de contraer la malaria, ya que la mayoría de las unidades
geográficas tienen diferentes tamaños de población. Por ejemplo, no resulta
claro a primera vista si 500 casos en una población de 17.000 habitantes
representan un riesgo mayor de malaria que 300 casos en una población
de 8.500 habitantes. Para facilitar la comparación entre las poblaciones, el
número de casos se expresa generalmente para una población estándar de
1000 o 10 000, dividiendo el número de casos por el tamaño de la población
y multiplicando por el tamaño estándar de la población deseada:

• Población A: 500 casos/ 17 000 habitantes x 1000 = 29,4 casos por


1000 habitantes

• Población B: 300 casos/ 8 500 habitantes x 1000 = 35,3 casos por


1000 habitantes

23
El ajuste a una población estándar también puede tener en cuenta el
crecimiento de las poblaciones con el tiempo, que tal vez sea significativo
si las tendencias de los casos se examinan durante un período prolongado,
por ejemplo, de 10 años.

El denominador es generalmente la población expuesta al riesgo de


malaria. Esta se define como la población de las zonas en las que hay
una transmisión persistente. Las personas que viajan a esas zonas pueden
contraer la malaria, pero no suelen estar incluidas en la población en
riesgo. Para las comparaciones internacionales y otras situaciones en las
que se desea obtener información sobre el riesgo general de los grupos de
población (incluido el riesgo de los que no están expuestos a la malaria),
se usará como denominador la población total de un país. Si los casos se
desglosan por edad, sexo o grupo profesional, el tamaño de estos grupos
se usará como denominador. En situaciones de eliminación, el uso de
poblaciones expuestas al riesgo de malaria en los focos de transmisión
para cuantificar la incidencia nacional puede dar lugar a una clasificación
incorrecta de un país y considerarlo como si tuviera una incidencia alta
de malaria. En tales situaciones, quizá sea mejor usar los recuentos de los
casos, pero se debe tener cuidado al utilizar estos datos en los análisis de
tendencias, ya que los recuentos pueden cambiar con el aumento de la
detección de casos a medida que los países ponen en marcha la vigilancia
activa.

Los gestores de programas pueden estar interesados en conocer el tamaño


de otros grupos de población, tales como los que viven en zonas donde
están circulando vectores o los grupos destinatarios de las intervenciones,
pero estas cifras no se usan generalmente para calcular las tasas de
incidencia.

Se deben utilizar las estimaciones del tamaño de la población publicadas


por el departamento gubernamental competente; tales departamentos
engloban una oficina de estadística, una oficina de planificación o una
de censo. Los cálculos se basan generalmente en las proyecciones de
censos realizados a intervalos de unos 10 años; las tasas de crecimiento
demográfico entre los censos se utilizan para proyectar el tamaño de la
población después del último censo. Por lo tanto, a medida que se acerca
el momento del censo siguiente, las proyecciones demográficas difieren
considerablemente del verdadero tamaño de la población, en particular,
a nivel local. Una vez publicados los resultados del nuevo censo, se deben
actualizar las poblaciones proyectadas calculadas para los años anteriores
teniendo en cuenta el último recuento, más exacto.

En las últimas etapas de la eliminación, el uso de la tasa anual de incidencia


del parásito es de escaso valor y el programa debe utilizar el número de
casos reales.

24
En el recuadro 3 se muestra cómo influye la asistencia a los establecimientos de
salud, las pruebas diagnósticas y las tasas de notificación en el cálculo de las
tasas de incidencia de la malaria. Estas cuestiones son frecuentes, especialmente
en zonas donde el objetivo es la reducción de la carga puede que el sistema
de vigilancia no registre todos los casos de malaria y aún no se ha logrado la
confirmación plena de la malaria con pruebas de diagnóstico rápido o microscopía.

RECUADRO 3.
Influencia de la asistencia a los establecimientos de salud, las pruebas
diagnósticas y las tasas de notificación sobre las tasas de incidencia de la
malaria notificadas
Las tasas de incidencia brutas derivadas de la vigilancia de los casos de
malaria tienen en cuenta el tamaño de la población, pero puede que no
reflejen la verdadera incidencia de la malaria en una población porque, tal
como se muestra en la cascada de vigilancia:
• la mayoría de los informes provienen del sector de la salud pública;
• la proporción de pacientes con sospecha de malaria que acuden a
establecimientos de salud pública (de donde se obtienen la mayoría de
los datos) puede variar según la zona y a lo largo del tiempo;
• la proporción de personas que acuden a los establecimientos de salud
pública y que se someten a una prueba diagnóstica puede variar según
la zona y a lo largo del tiempo; y

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


• las tasas de notificación de los establecimientos de salud pueden variar
según la zona.

Establecimiento Datos de casos


que participa en notificados
Búsqueda
la vigilancia
de atención Diagnóstico
de salud confirmado Establecimiento Datos de casos
Fracción de infecciones nuevas

que no participa no notificados


o en la vigilancia
(por ej. privado)
inclusión
Infección Sintomática mediante
por detección Sin
malaria activa confirmar

Autotratamiento
o sin detección
activa

Asintomática

Establecimiento
Detección de salud o ACS Establecimiento
Infección Sintomática pasiva y activa Diagnóstico que participan de salud o ACS
de casos en el sistema de que notifican
vigilancia

25
En el ejemplo siguiente se muestran los resultados de dos distritos, uno
urbano y otro rural, con diferentes tasas de malaria. La tasa de incidencia
bruta en el distrito urbano es la mitad que en el distrito rural, pero en
el distrito urbano una proporción mayor de pacientes solicita atención
de salud en los establecimientos de salud pública, una proporción
mayor se somete a una prueba diagnóstica y una proporción mayor de
establecimientos de salud presentan informes mensuales. Debido a estos
factores, la incidencia notificada de la malaria es mayor en el distrito
urbano (14 por 1000) que en el rural (12 por 1000).

Distrito Distrito
urbano rural
A Número real de casos por 1000 habitantes 50 100
B Pacientes que solicitan asistencia en establecimientos
de salud pública (%) 60 40
Casos potencialmente detectados por 1000 (A × B) 30 40
C Asistentes que se someten a una prueba diagnóstica (%) 60 50
Casos potencialmente detectados por 1000 (A × B × C) 18 20
D Establecimientos de salud que notifican (%) 80 60
Casos potencialmente detectados por 1000 (A × B × C x D) 14 12
Porcentaje de todos los casos detectados 29 12

Por lo tanto, cuando las zonas con mejor acceso a los establecimientos
de salud y mejores establecimientos notifican una incidencia mayor de
la malaria que las zonas con acceso limitado, es aconsejable examinar
otros indicadores (tasa general de asistencia a los establecimientos de
salud, porcentaje de personas que se someten a una prueba diagnóstica
y exhaustividad en la notificación del establecimiento de salud) cuando se
interpreten los datos. Quizá también sea útil examinar otros indicadores,
como las tasas de positividad de las pruebas de diagnóstico.

Si se conocen las tasas de asistencia y notificación de los establecimientos


de salud, las tasas de incidencia extraídas del número de casos de malaria
registrados en los establecimientos de salud pueden ajustarse en función
de estos factores para obtener una estimación más representativa de
la incidencia (8). Cuando se computa la incidencia, es importante que
los casos estén vinculados a sus lugares de origen y de diagnóstico,
especialmente cuando la carga es muy baja y muchos casos pueden
proceder de fuera de la ubicación del establecimiento de salud más
cercano.

26
2.6 USO DE DATOS PARA TOMAR DECISIONES EN LOS
PROGRAMAS DE CONTROL DE LA MALARIA
Las decisiones sobre las políticas, estrategias, enfoques, estructuras y prioridades
de los programas deben basarse en los mejores datos disponibles para asegurar
que se logra el máximo impacto con los recursos existentes, para mejorar
los resultados que pueden obtenerse con los programas y para mejorar la
rendición de cuentas. Con el fin de generar datos para la toma de decisiones, un
programa nacional contra la malaria debe hacer un seguimiento constante de
los componentes clave de desempeño del programa, sin olvidar los indicadores
de proceso (por ejemplo, el número de productos básicos distribuidos y dónde),
los indicadores de insumos (por ejemplo, la fracción de hogares seleccionados
que recibieron rociado residual intradomiciliario y el número de mosquiteros
tratados con insecticidas o de mosquiteros tratados con insecticidas de larga
duración comprados), indicadores intermedios (por ejemplo, la repercusión de
una intervención sobre los vectores) e indicadores de resultados (por ejemplo,
la incidencia de la malaria). Deberían establecerse procesos para la validación
y el análisis constante de los datos recopilados y de los programas ajustados en
respuesta.

Los datos deben recopilarse y analizarse periódicamente en todos los niveles


del programa contra la malaria y utilizarse en cada nivel para fundamentar
las acciones o las decisiones. Por ejemplo, los gestores de programas centrales
necesitan información sobre el desempeño general para llevar a cabo un
seguimiento del progreso y presentar informes a sus gobiernos y a los donantes.

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También necesitan tomar medidas para garantizar la distribución a tiempo de los
productos farmacéuticos y evitar desabastecimientos. A nivel provincial, estatal o
de distrito, los gestores de programa necesitan hacer un análisis de la cobertura
de las intervenciones a fin de determinar las deficiencias, ajustar las estrategias
para abarcar las zonas subatendidas, determinar el verdadero foco de transmisión
y evaluar la eficacia de las intervenciones. La retroinformación recibida en
establecimientos de salud individuales debe, por ejemplo, indicar el porcentaje de
pruebas realizadas y las tasas de notificación, así como la comparación de estas
tasas con las de otros lugares. Los tableros digitales y los boletines periódicos de
vigilancia son formas eficaces de controlar estos parámetros. Los establecimientos
de salud deben definir claramente la extensión de sus zonas de afluencia a fin de
vincular con precisión el recuento de enfermedades con la población.

Todo el personal debe estar capacitado para reconocer la importancia de los


datos y cómo se utilizan en la toma de decisiones. Los resultados de los análisis
deben compartirse con aquellos que recopilaron los datos para que sean
conscientes del valor de estos. En el recuadro 4 se esbozan enfoques para la
difusión y uso de los datos y la información en la planificación. La utilización de los
datos para la toma de decisiones se tratará con más detalle en la sección 7.

27
RECUADRO 4.
Enfoques para la difusión de los datos

Reuniones formales. Si los datos generados por un sistema de vigilancia


deben utilizarse para mejorar el funcionamiento de un PNM, los gestores
deben garantizar oportunidades periódicas de evaluación. Debería
establecerse un calendario de reuniones para examinar las tendencias de la
malaria, que podría incluir:

• reunión mensual o trimestral del personal de la comunidad con el


personal de los establecimientos de salud;

• reunión mensual del personal de los establecimientos de salud con el


personal del programa de control de la malaria a nivel intermedio (por
ejemplo, distrito); y

• reunión del personal de nivel intermedio con personal del PNM para
la evaluación trimestral del desempeño (las reuniones quizá tengan
que celebrarse con menor frecuencia o a nivel regional para brindar la
oportunidad de que el personal nacional se reúna con todo el personal
intermedio durante un año).

Supervisión. Es necesaria la supervisión por parte del personal de los


niveles nacional e intermedio para establecer un sistema de información
y asegurar la exhaustividad de la notificación, el análisis y la discusión de
los datos, así como el seguimiento de las medidas recomendadas. Durante
las visitas a los establecimientos de salud (y a los agentes comunitarios de
salud) y a las oficinas de los equipos de nivel intermedio, los supervisores
deben verificar que los registros estén actualizados, que todos los campos
estén completados, que los datos de los formularios de notificación se
correspondan con la información de los registros y las plantillas de control,
que los gráficos y cuadros del análisis central estén actualizados y que
se haya debatido sobre la interpretación de las tendencias y las posibles
medidas (en el anexo 14 hay un ejemplo de una lista de control de la
supervisión para la vigilancia de la malaria). Se debe alentar al personal
de los establecimientos de salud (y a los agentes comunitarios de salud) a
que investiguen todos los casos y muertes de pacientes hospitalizados por
malaria.

Retroinformación. Los gestores de nivel intermedio deben enviar


comentarios a los establecimientos de salud (y a los agentes comunitarios
de salud) mensual o trimestralmente y también a los establecimientos
de salud privados que proporcionen datos. Esta retroinformación debe
reflejar no solo los datos presentados por el establecimiento de salud,
sino también la comparación con otros establecimientos de la misma
unidad administrativa y las estadísticas resumidas de la unidad en su
conjunto, sin olvidar las respuestas. Podría elaborarse un boletín periódico
en un formato estándar para presentar los resultados de los distritos (con

28
gráficos de control) y comparaciones entre los establecimientos de salud.
La retroinformación también forma parte del proceso de supervisión. En el
anexo 15 figura un ejemplo de un boletín mensual de países con transmisión
moderada y alta.

Cada trimestre se debería elaborar un boletín nacional con retroinformación


que muestre los indicadores por unidad administrativa pertinente
(anexo 15). A medida que se reduce la transmisión, la cartografía podría
ampliarse a las subunidades, para presentar información epidemiológica
más detallada sobre las restantes ubicaciones y grupos de población
afectados y, con el tiempo, a los focos. Se hará circular el boletín
ampliamente, no solo como retroinformación para el personal de salud sino
también como información para el público en general, otros departamentos
del gobierno, instituciones, asociados en la ejecución y zonas o países
vecinos. El boletín sobre la malaria también se enviará a los dirigentes
elegidos, de ser posible con la situación de la malaria presentada de
acuerdo con los límites políticos, con objeto de infundir comprensión y apoyo
al control de la malaria al nivel más alto.

2.7 ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS DE VIGILANCIA


2.7.1 Sistemas, funciones y coordinación

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Las estructuras para la vigilancia de las enfermedades difieren según el país y los
objetivos del programa. En algunos países, las funciones de datos son realizadas por
una unidad integrada del sistema de información de la gestión sanitaria en lugar de
por programas separados. Este arreglo sirve para asegurar una buena coordinación
en el diseño del sistema y disminuir la duplicación en las solicitudes de datos. Los
gestores de los programas de malaria deben mantener un estrecho contacto con
el personal de información de salud para garantizar un acceso inmediato a los
datos pertinentes. En algunos países, la mayor parte de la gestión de datos está a
cargo del personal del programa. En estos casos, la coordinación con las unidades
de información es necesaria para asegurar el uso de conjuntos de datos comunes,
como las proyecciones demográficas, las listas de los establecimientos de salud y los
sistemas de codificación. Deben crearse oportunidades para consolidar el análisis
de información con otros programas, de forma que los avances en la lucha contra la
malaria puedan ponerse en perspectiva.

Con el fin coordinar la evolución de los sistemas en los programas, podría crearse
un “comité de desarrollo del sistema de información sanitaria”, con representantes
de diversos programas de salud y personal directivo superior. El comité conseguiría
que el sistema de información preparado por el ministerio de salud fuera
coherente, en lugar de ser incompatible, innecesario o insostenible. En el cuadro 2
se indican los diversos componentes del HMIS y algunas cuestiones generales
relacionadas con cada uno de ellos.

29
CUADRO 2.
Componentes del HMIS de interés para la vigilancia de la malaria

COMPONENTE ELEMENTOS DESCRIPCIÓN


Recursos de Marco legislativo, Los recursos abarcan todo lo que
los sistemas de reglamentario y de el sistema requiere, desde los
información de planificación; personal, suministros de oficina hasta los
salud financiación, logística, sistemas informáticos, personal y
computación y sistemas de su capacidad y políticas que hacen
comunicación. que el sistema funcione. El sistema
de cada país debe ser diseñado
para hacer el mejor uso de los
recursos disponibles y satisfacer las
necesidades del país.
Registro Indicadores esenciales, Véase la sección 7 y los anexos en
elementos informativos, relación con los indicadores que
definiciones, registros deben ser objeto de seguimiento
electrónicos y en papel, y evaluación. Algunos de los
almacenamiento y indicadores se derivan de las
verificación de datos, encuestas de población y los censos
capacitación y prestación y pueden usarse para determinar los
de tutoría. indicadores nacionales.
Presentación de Repositorios de En los entornos donde el objetivo
informes almacenamiento de datos, es la reducción de la carga, los
transmisión y exhaustividad, datos consolidados mensuales o
calidad de la verificación semanales deberían ser suficiente
y ajuste de los datos y para estimar las tendencias y
comprobación de los datos. tomar decisiones pertinentes. La
frecuencia de notificación de los
datos está determinada por los
objetivos y recursos del programa
(véase la figura 4). En los entornos
de eliminación, se exige la
notificación inmediata de los casos
individuales.
Análisis y La transformación de Los tableros de mando de los
presentación de los datos en información usuarios, los informes, las consultas
datos requiere capacidad para el y las alertas dan acceso a la
análisis estadístico básico, información que resulta del análisis
preparación de gráficos de datos.
analíticos y normalizados y
de boletines de vigilancia,
incluida la estratificación,
así como de informes y
presentaciones.
Interpretación y Los datos pueden usarse La información nacional puede
evaluación para evaluar las tendencias usarse en la gestión diaria de un
de la enfermedad, detectar programa de control de la malaria.
epidemias y determinar Debería darse más valor a la
la respuesta, cuantificar recopilación de datos, la gestión,
y prever las necesidades la retroinformación y el uso de la
de recursos, evaluar información (véase la sección 7).
el desempeño de los
programas y ajustar las
intervenciones.

Adaptación de la referencia 9
HMIS: Sistema de información de la gestión sanitaria

30
En la figura 5 se muestran los datos característicos y el flujo de información en un
HMIS, así como los nexos con las bases de datos de los programas nacionales que
se utilizan en la toma de decisiones.

Los pasos para fortalecer el HMIS, la mayoría de las veces basados en los sistemas
existentes (10), son los siguientes.

• Revisar el sistema existente.


• Definir las necesidades de datos de las unidades pertinentes del sistema de salud,
tales como la comunidad, el sistema de salud, los niveles intermedio y central.
• Determinar el flujo de datos más apropiado y eficaz.
• Diseñar los instrumentos de recopilación de datos y notificación.
• Desarrollar los procedimientos y mecanismos del procesamiento de datos.
• Elaborar y poner en práctica un programa de capacitación para los
prestadores y usuarios de datos.
• Realizar una prueba piloto y, si es necesario, rediseñar el sistema para una
óptima recopilación, flujo, procesamiento y uso de los datos.
• Hacer un seguimiento y evaluación del sistema.
• Preparar mecanismos eficaces de difusión de datos y de retroinformación.
• Fortalecer continuamente el sistema de información de la gestión sanitaria.

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FIG. 5.
Flujo y análisis de datos, desde el HMIS nacional hasta la toma de decisiones
del PNM
Datos específicos sobre
malaria
Casos, defunciones,
pruebas, existencias, Recursos humanos
etc. Logística
Financiación
Adquisiciones, existencias y
HMIS nacional Repositorio distribución de productos
básicos
de datos
Población en riesgo
del PNM Cobertura de las intervenciones
Estudios de eficacia
Entomología
Otros
Privado Boletín Notificación

Gráficos,
Mensual,
cuadros
trimestral
Público y mapas
o anual
estándar Examen
Respuesta
Retroinformación Cambio de políticas
“Tablero” de gestión de la malaria

HMIS: sistema de información de la gestión sanitaria; PNM: Programa nacional contra la malaria

31
El establecimiento de un sistema de vigilancia para la eliminación lleva más
tiempo, ya que a menudo requiere la actualización de la legislación y las políticas,
la creación de nuevos componentes del sistema (para las investigaciones de
los casos y focos, la detección activa de casos y el control de calidad de los
laboratorios), la capacitación y contratación de personal y la educación del
público. Las enseñanzas extraídas del establecimiento de los sistemas de vigilancia
en diversos entornos epidemiológicos deben usarse para preparar gradualmente
la eliminación activa en todo el país. Las actividades preparatorias deben ir
acompañadas de cambios en la legislación para garantizar que la malaria sea
una enfermedad de notificación obligatoria y que todos los sectores de la salud,
incluido el sector privado, tengan que utilizar definiciones de casos similares y
participar en todos los aspectos de la vigilancia.

Los sistemas de vigilancia para la eliminación de la malaria requieren mayor


dotación de personal debido a las actividades de mayor intensidad, a veces con
responsabilidades nuevas o revisadas.

• El personal a nivel nacional es responsable de la formulación de políticas


y la toma de decisiones, la coordinación, la supervisión, el seguimiento y la
evaluación de la gestión y los avances de los programas. El personal debe
estar integrado preferiblemente por médicos, epidemiólogos, parasitólogos,
entomólogos, técnicos de laboratorio, expertos en comunicación y
especialistas en informática (incluidos administradores de datos y técnicos
del sistema de información geográfica). El laboratorio nacional de referencia
prestará apoyo al Ministerio de Salud para establecer sistemas de garantía de
la calidad para las pruebas diagnósticas.
• En niveles intermedios (provincias, regiones y distritos), dependiendo de la
estructura de salud pública y del tamaño del país, será necesario contar con
epidemiólogos, parasitólogos, entomólogos y administradores de datos, en
particular en zonas con focos activos y repetidos casos importados. Estos
funcionarios son responsables de todos los aspectos de la vigilancia de la
malaria, entre otros, la recopilación y análisis de datos, el seguimiento y la
detección temprana de brotes o cambios en las tendencias de la enfermedad.
También pueden dirigir un equipo de investigación de casos y focos con
mucha experiencia.
• En los establecimientos de salud, las investigaciones de los casos requieren
personal capacitado para investigar rápida y eficazmente los nuevos casos
de malaria y clasificarlos adecuadamente. Debe disponerse de medios de
transporte y existencias de los productos básicos para el control de vectores.
• Los programas nacionales deben tratar de proporcionar gratuitamente
todos los servicios de diagnóstico de laboratorio a los pacientes en los
establecimientos públicos y, si fuera posible, en los privados. Todos los
laboratorios que realizan pruebas de detección de la malaria deben formar
parte de una red de gestión de la calidad, y los datos deben comunicarse al
sistema de vigilancia nacional.

La vigilancia debe involucrar al sector privado, los agentes comunitarios de salud


y a las poblaciones itinerantes y migratorias. En la figura 6 se ilustra el proceso de
vigilancia para la eliminación de la malaria y las actividades correspondientes en cada
etapa.

32
FIG. 6.
Procesos y actividades para establecer la vigilancia de la malaria en vista a su eliminación
actividades.

Actividades en el foco

Sistema de Detección pasiva de


Preparar la estrategia, Investigación de otros Investigaciones
vigilancia casos, investigación, Respuesta a Clasificación
la orientación y la casos, detección y entomológica y
preparado para clasificación y los focos de los focos
capacidad clasificación medioambiental
la eliminación notificación

Comenzar cuando el Dependiendo a la


Desarrollar PET para número de casos es Decidir la Actualizar la
Notificar en 24 h disponibilidad de datos
la vigilancia muy bajo (por ejemplo, respuesta clasificación
del sitio centinela y del del foco en el
tres o menos casos/ tipo de caso y de foco, basándose en
semana/ equipo de investigaciones registro de focos
Llegar a un consenso Notificar la lista poner en marcha la
investigación) de casos y focos, al final del año
sobre los indicadores detallada de casos. investigación adicional
y elementos factores que calendario, si es
Fichas de investigación entomológica o
informativos contribuyen a necesario.
de casos completas medioambiental en
para cada paciente Decidir el calendario el foco. la transmisión e
Establecer un sistema de investigación y el información sobre
de notificación basado Definir la ubicación radio de detección. intervenciones
en los casos Fijar el momento
del foco inicialmente recientes en el
y la intensidad de
a partir de datos registro de focos.
Establecer un sistema las investigaciones
ordinarios de los casos. Decidir sobre la
de investigación de de acuerdo con la
Mantener un registro DAC (DRAC, DPAC o
casos y focos clasificación de los Registrar las
del foco. ambas) casos y de los focos y la actividades
disponibilidad de datos de respuesta
Capacitar al personal recientes de focos o
de salud sobre los PET para el caso y
Investigar y clasificar sitios centinela.
y el uso del sistema el foco.
los casos.

Crear infraestructura
(tabletas, PC,
transporte, etc.)

Establecer sistemas
de respuesta y
Los sistemas de vigilancia deben estar preparados para la investigación de

seguimiento y
evaluación
los casos, la DAC y la investigación de los focos antes de que empiecen dichas

DAC: detección activa de casos; DPAC: detección proactiva de casos; PC: computadora personal; PET: procedimientos estandarizados de trabajo

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

33
2.7.2 Vigilancia en el sector privado

Los servicios de salud en el sector privado pueden ser prestados con o sin fines de
lucro. El sector sin fines de lucro suele funcionar por iniciativa de grupos religiosos
o iniciativas privadas o públicas, que en muchos países también se registran como
establecimientos de salud pública. La vigilancia de la malaria por parte del sector
privado debería ser, en principio, idéntica a la del sector público, con formularios
similares y notificación de los mismos elementos informativos básicos con la
misma frecuencia (cuadro 1). Sin embargo, en muchos países donde la malaria
es endémica, el sector privado está menos regulado que el sector público y tiene
una capacidad limitada para realizar diagnósticos precisos y notificar; es posible
que algunos no reconozcan el valor de los datos notificados (11). Por lo tanto, la
vigilancia en el sector privado es a menudo errática, con poca notificación al
sistema de información de salud nacional. No obstante, en los países de África
subsahariana, casi el 40% de los pacientes solicita tratamiento en el sector privado,
y en algunos países fuera de África esta cifra supera al 50% (12); la proporción es
a menudo mayor en las zonas urbanas, y las zonas rurales remotas suelen estar
atendidas por un sector privado extraoficial.

Debe recurrirse al diálogo nacional, la coordinación, los incentivos, la


reglamentación y la acreditación para alentar a que el sector privado notifique
al sistema de vigilancia. La mejora de la prestación de servicios en el sector de la
salud pública y el aumento del acceso también pueden disminuir la dependencia
con respecto al sector privado, aumentando de ese modo la proporción de casos
detectados en el sector público.

En los entornos en los que el objetivo es reducir la carga de malaria, los datos de la
detección pasiva de casos en el sector privado pueden consolidarse, mientras que
en los entornos de eliminación deben tratarse caso por caso. No obstante, debe
promoverse la notificación caso por caso en las zonas de reducción de la carga si
el sistema electrónico está lo suficiente avanzado como para incluir detalles de los
casos sin aumentar el volumen de trabajo del personal de salud.

El sector privado no tiene un mandato para la investigación de los casos, pero


debería estar obligado por ley no solo a tratar a los pacientes de acuerdo con las
directrices nacionales y notificar cada caso, sino también a remitir todos los casos
(antes o después del tratamiento) al sector público para su posterior investigación
y clasificación. La disponibilidad y flexibilidad cada vez mayores que ofrecen la
tecnología móvil y de internet mejorará la vigilancia en el sector privado (13).

Las siguientes pautas generales ayudarán a los países a mejorar la vigilancia de la


malaria en el sector privado.

• Presentar en un mapa a los prestadores del sector privado de salud por tipo
(oficial o extraoficial), ubicación (urbana o rural), reglamentación (autorizados
o sin autorizar), nivel de presentación de informes y conexión mediante un
móvil o internet, y otras características pertinentes.

34
• Crear una base de datos (preferentemente geocodificada) de prestadores
privados de servicios de salud que manejan casos de malaria.

• Explorar enfoques que fortalezcan la reglamentación. En entornos de carga


alta, las disposiciones legales deberían exigir que las entidades que participan
en el diagnóstico y tratamiento de la malaria estén registradas ante las
autoridades competentes y que sus licencias se renueven regularmente. En
los entornos de eliminación, la legislación de salud debería garantizar que
todos los prestadores de atención de salud informen los casos confirmados
de malaria como parte de la vigilancia de las enfermedades de notificación
obligatoria.

• Realizar estudios que determinen los enfoques e incentivos apropiados para


mejorar el manejo y la vigilancia de los casos de malaria en el sector privado
dentro del contexto nacional.

• Fomentar una interacción cercana y habitual entre el Ministerio de Salud, los


PNM y el sector privado de la salud mediante la difusión de información, las
visitas, la supervisión de apoyo y la capacitación constantes.

• Proporcionar al sector privado materiales y sistemas de notificación sencillos


y de bajo costo, incluidas las aplicaciones móviles y de internet. En algunos
contextos, los incentivos financieros mínimos o los antimaláricos y medios de
diagnóstico gratuitos o subsidiados ayudarán a mejorar la vigilancia del sector
privado.

• Mantener una retroinformación uniforme a los establecimientos del sector

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privado que notifican datos al sistema nacional.

• Ayudar al sector privado a obtener medios de diagnóstico gratuitos o


subsidiados y productos básicos para la gestión de los casos.

2.7.3 Vigilancia por parte de los agentes comunitarios de salud

Los agentes comunitarios de salud extienden los servicios de salud pública a las
zonas de difícil acceso o poblaciones subatendidas para ampliar la prestación
de diagnóstico y tratamiento. A menudo, estos trabajadores son asignados a un
establecimiento de salud, cuyo personal supervisa sus actividades y proporciona
productos sanitarios y al que los agentes notifican los casos y el uso de los
productos básicos. En las zonas con un número relativamente alto de casos, los
agentes comunitarios de salud notificarán los datos consolidados mensualmente.
En los entornos de eliminación, deben ser capaces de realizar diagnósticos
inmediatos, administrar tratamiento y notificar casos y, cuando sea posible,
participar en la detección activa de casos y las investigaciones de casos y focos.

Los datos mínimos recopilados durante la vigilancia en el marco de la comunidad


son los mismos que los recolectados en los puestos de salud (anexo 6). Los
registros de estos servicios se deben notificar y analizar separadamente de los
datos nacionales; de lo contrario, las tendencias nacionales estarán sesgadas

35
por los otros casos detectados por los agentes comunitarios de salud. Los
casos detectados pasivamente gracias el sistema ordinario deben notificarse
separadamente de aquellos detectados activamente en la comunidad (véase la
sección 3.2). En entornos en los que los agentes están bien asentados y es poco
probable que los datos que notifican modifiquen las tendencias, no hay ningún
inconveniente en consolidar los datos en los informes de los establecimientos de
salud. Las aplicaciones de salud para móviles han permitido establecer sistemas
eficientes de vigilancia en los que participan los agentes comunitarios de salud y
los voluntarios (14).

2.7.4 Vigilancia de los grupos vulnerables, como las poblaciones


itinerantes y migratorias

En todos los entornos hay grupos que corren mayor riesgo de contraer la malaria
que el resto de la población. Las poblaciones itinerantes y migratorias, incluidos
quienes ejercen profesiones específicas (por ejemplo, trabajadores forestales,
constructores viales), tienen ciertos medios de subsistencia (por ejemplo,
pastores nómadas), los inmigrantes ilegales o sin la documentación requerida,
los refugiados, los desplazados internos y los turistas (15) corren mayor riesgo
de contraer la infección palúdica y la enfermedad (16) y pueden actuar como
reservorios residuales de la infección, contribuyendo al mantenimiento o la
reaparición de la transmisión. Las características de estos grupos que hacen que
estén expuestos a riesgos mayores son la movilidad, el desempeño de profesiones
que propician el contacto frecuente con vectores, el escaso acceso a la prevención
y tratamiento, la pobreza, los desplazamientos y los factores culturales que
llevan a la marginación. Las poblaciones itinerantes próximas a las fronteras
internacionales podrían importar la infección palúdica de las zonas endémicas
a las que no son endémicas sino receptivas. Por el contrario, las poblaciones que
se desplazan o migran de las zonas exentas de malaria a las zonas endémicas
podrían correr gran riesgo de contraer la enfermedad por falta de inmunidad.

Estas poblaciones de alto riesgo tienden a organizarse entre ellas. No cabe duda
de que comprender la estructura de esta organización indicará la mejor manera
de aumentar el acceso a las intervenciones y la vigilancia. Dado que algunas
poblaciones itinerantes y migratorias desean pasar inadvertidas por motivos
legales, deberá crearse un ambiente de confianza y seguro para asegurar el
acceso a las intervenciones y la vigilancia.

Las estrategias de vigilancia utilizadas en tales situaciones deben potenciar al


máximo la detección de casos y la respuesta, y el objetivo principal debe ser
mejorar el acceso a los servicios de la salud. En la figura 7 se muestra un método
progresivo para confirmar las poblaciones de alto riesgo, llevar a cabo la vigilancia
y responder con intervenciones. Señalar en un mapa las rutas de migración es
importante para diseñar una vigilancia adecuada de estas poblaciones itinerantes
y actualizar la información sobre las poblaciones más vulnerables, ya que los
factores de riesgo y las poblaciones cambian con el transcurso del tiempo.

36
FIG. 7.
Enfoque de vigilancia y respuesta para las poblaciones de alto riesgo

Determinar o Crear sistemas


Evaluar la carga de
clasificar los grupos de vigilancia, Responder con inter-
malaria y el acceso a
de alto riesgo y los seguimiento y venciones idóneas.
la atención de salud.
factores de riesgo. evaluación.

• Reunir información • Realizar una • Establecer sistemas • Revisar la estrategia


sobre el tamaño, tipo evaluación oficial de vigilancia de respuesta teniendo
y ubicación de los con una encuesta adecuados (DPC y en cuenta los nuevos
grupos de alto riesgo. rápida del tamaño DAC). datos.
• Reunir información de la población en • Establecer sistemas • Diseñar enfoques
sobre las riesgo, el grado de de registro y dentro y entre
organizaciones que infección palúdica, notificación los países para
colaboran con estos las especies de eficientes. atenuar el peligro
grupos. parásitos, el posible • Realizar encuestas que representa la
• Determinar el tipo y vector, el acceso a a intervalos precisos importación para la
grado de movilidad la atención de salud para recopilar más eliminación.
y la estructura de y la cobertura de las datos. • Garantizar una
los sistemas de intervenciones. • Evaluar amplia cobertura
organización social. • Cartografiar la periódicamente de la población
• Determinar la ubicación de los las tendencias de con intervenciones
seguridad, la grupos de población. la enfermedad, los adecuadas.
conectividad y otros • Tomar nota de los factores de riesgo y • Preparar estrategias
factores operativos. factores de riesgo la cobertura de las eficaces de
• Determinar los profesionales, intervenciones. comunicación para
riesgos de malaria sociales y • Determinar el grado el cambio social y de

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a los que pueden ambientales. de importación de comportamiento a fin
estar expuestos, por • Preparar una la malaria atribuible de garantizar que los
ejemplo, zonas de respuesta inmediata a determinados grupos de alto riesgo
alto riesgo conocido, y un plan para el grupos de población utilicen los enfoques
poblaciones no acceso periódico a la y el riesgo que recomendados para
inmunes. atención de salud y representa para su la prevención y el
la vigilancia. eliminación. tratamiento.

2.8 VIGILANCIA DURANTE LA PREVENCIÓN DEL


RESTABLECIMIENTO
Los países y las zonas subnacionales que han eliminado la malaria deben impedir
el restablecimiento de la transmisión y, por lo tanto, deben mantener un sistema
de vigilancia que detecte rápidamente todos los casos de malaria que indiquen la
aparición de la transmisión, aunque algunas actividades se hayan reducido. En esta
fase, los sistemas de vigilancia pueden integrarse en otros sistemas más amplios de
vigilancia de la enfermedad. La detección temprana en todo el país y el tratamiento
rápido de los casos de malaria importados que podrían dar lugar al restablecimiento
de la transmisión, así como el seguimiento de los cambios en la receptividad y la
vulnerabilidad deberían ser una prioridad. La probabilidad de que se vuelva a
restablecer la malaria difiere según la zona, como se indica a continuación.

• Cuando la receptividad o vulnerabilidad de una zona es cero, no hay riesgo de


que se restablezca la transmisión.

37
• En zonas con receptividad y vulnerabilidad bajas, la detección temprana
de casos por un servicio de salud general atento, complementado por una
investigación epidemiológica de cada caso local sospechoso y del foco de
origen, así como por medidas curativas y preventivas rápidas y precisas,
puede ser suficiente para evitar el restablecimiento de la transmisión. La
vigilancia transfronteriza dentro del país y entre países es importante para
reducir el riesgo de importación.

• En zonas con mayor receptividad y vulnerabilidad, quizá sea necesario


complementar estas actividades con la detección activa de casos, que podría
combinarse con otras actividades periódicas que impliquen visitas a domicilio.

• En localidades que son muy receptivas y vulnerables, puede ser necesario


disminuir la receptividad durante la temporada de transmisión mediante la
aplicación de medidas de control de vectores oportunas y específicas, como
el rociado residual intradomiciliario y, cuando corresponda, la aplicación de
larvicidas. Estas medidas deben aplicarse teniendo en cuenta la información
siempre actualizada sobre la situación local. A más largo plazo, es preferible
recurrir a intervenciones que reduzcan el riesgo de transmisión de manera
duradera en estas zonas, sin la aplicación repetida de productos químicos.

2.9 CERTIFICACIÓN DE LA ELIMINACIÓN DE


LA MALARIA
Los países en los que no se ha registrado ningún caso de malaria autóctono
durante al menos tres años consecutivos y que disponen de los sistemas
de vigilancia necesarios para probarlo y de la capacidad para prevenir el
restablecimiento de la transmisión pueden solicitar a la OMS la certificación de
la eliminación de la malaria. Obtener dicha certificación implica un examen de
la documentación nacional y visitas sobre el terreno a los focos de transmisión
recientes para comprobar que no ha habido ningún caso de malaria autóctono.
Una evaluación sobre el terreno es obligatoria a fin de confirmar que el
sistema nacional de vigilancia podría detectar la transmisión local en caso de
que se produjera y que existe un programa financiado para la prevención del
restablecimiento. La lista completa de los documentos requeridos se encuentra en
el manual de la OMS Marco para la eliminación de la malaria (5). Los documentos
relacionados con la vigilancia son:

• la información completa sobre casos y focos activos de malaria en los cinco


años anteriores al último caso autóctono detectado (por especie), con mapas
justificativos;

• el registro nacional de casos de malaria con las fichas de investigación de


todos los casos de los últimos cinco años como mínimo;

• los informes anuales de vigilancia de la malaria durante los últimos 10 años;

• los informes de la garantía de la calidad de los métodos de diagnóstico; y

38
• los informes detallados sobre las actividades entomológicas y de control de
vectores.

La verificación subnacional de la eliminación de la malaria es una opción para los


países de gran tamaño que han logrado interrumpir la transmisión local en ciertas
partes de su territorio, como las grandes ciudades o los territorios geográficamente
aislados (por ejemplo, las islas). La verificación subnacional permite a los
países grandes “encoger el mapa” de endemicidad de la malaria por estrato
epidemiológico. La documentación requerida para la verificación subnacional
es similar a la de la certificación nacional y, por lo tanto, formará parte de las
pruebas para la certificación de la eliminación. Aunque la verificación subnacional
significa que partes de un país pueden ser declaradas exentas de malaria por el
gobierno, la certificación solo se aplica a nivel nacional. La OMS no certifica la
eliminación subnacional.

Una vez que la OMS haya otorgado esta certificación, el país deberá presentar
anualmente a la OMS información sobre los casos de malaria detectados, por
especie, clasificación y origen; y un resumen de los antecedentes de todos los casos
introducidos o autóctonos notificados, si los hubiere, para demostrar que no se ha
restablecido la transmisión.

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39
3. Conceptos y práctica de
la vigilancia de la malaria

En esta sección se presenta información sobre definiciones y clasificación de los


casos de malaria; diferentes enfoques para la detección de casos y su idoneidad
en las diferentes etapas de la vía hacia la eliminación; así como investigación,
clasificación y respuesta a los casos y focos.

3.1 DEFINICIONES DE CASOS


Un caso sospechoso de malaria es el de una persona con una afección que un
profesional de salud sospecha que es debida a la malaria, generalmente porque
existe fiebre con o sin otros síntomas. Esta sospecha desencadena el proceso de
confirmación parasitológica por microscopía o pruebas de diagnóstico rápido y la
decisión posterior de tratar a la persona por malaria. Todos los casos sospechosos
de malaria deben confirmarse por métodos parasitológicos (5). Cuando no se
dispone de medios diagnósticos de la malaria y no es posible confirmarla, pero
se sospecha que existe un caso de malaria y se trata como tal, el caso debe
notificarse como caso presuntivo de malaria. Se deben establecer criterios en las
directrices nacionales de tratamiento que definan a qué pacientes se les realizará
una prueba parasitológica cuando se presenten en un establecimiento de salud
(público o privado) o ante un agente comunitario de salud. Todos los casos
sospechosos, presuntivos, sometidos a pruebas diagnósticas y positivos deben ser
notificados mediante el sistema de vigilancia.

Las categorías frecuentes de sospecha de malaria abarcan:

• para residentes de zonas endémicas (transmisión elevada a baja) y focos


activos en zonas de eliminación: pacientes con fiebre o antecedentes recientes
de fiebre; y

• para residentes de zonas sin endemicidad con transmisión muy baja o de


mantenimiento en cero: pacientes con fiebre idiopática y antecedentes de
viaje a una zona con riesgo de malaria, dentro o fuera del país.

Otras categorías más específicas en las zonas de eliminación activa incluyen a:

• todos los pacientes febriles de los focos activos, especialmente durante la


temporada de transmisión;

40
• personas con antecedentes de malaria en los tres últimos años y fiebre o
antecedentes recientes de fiebre;

• personas que tuvieron fiebre en el plazo de un año después de visitar


una zona donde la malaria era endémica (nacional o extranjera), a veces
ampliado a tres años para las zonas de riesgo de infección por P. vivax;

• pacientes con fiebre, malestar general y escalofríos;

• personas con anemia de origen desconocido;

• pacientes con fiebre de etiología desconocida;

• pacientes con hepatomegalia o esplenomegalia (o ambas); y

• receptores de donaciones de sangre que tienen fiebre durante tres meses después de
la transfusión.

Estos criterios establecidos deberían difundirse a todos los prestadores de servicios


de salud y al público en general, y el programa debería proporcionar recordatorios
periódicos.

Un caso de malaria sin complicaciones es el de un paciente con parasitemia


malárica sintomática sin signos de gravedad ni manifestaciones de disfunción de
los órganos vitales (17).

• En las zonas donde el objetivo principal es reducir la carga de

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morbimortalidad, se considera a menudo que un caso de malaria es el de
una persona con infección palúdica, confirmada por microscopía o PDR, con
síntomas clínicos como la fiebre.

• La afección febril puede ser debida a otras causas. La mayoría de las


veces la fiebre no se debe a la malaria en los grupos de población que han
adquirido inmunidad frente a la malaria, así como tampoco en las zonas
donde la transmisión de la malaria es baja. Sin embargo, un caso de fiebre y
confirmación parasitológica por microscopía o PDR debe ser clasificado como
malaria. Si se sospecha una enfermedad concomitante, deberá investigarse
más a fondo y tratarse.

• Lo datos sobre los casos confirmados anotados en el registro de


pacientes ambulatorios se usan como indicador indirecto de la malaria
sin complicaciones a efectos de vigilancia. Además, en los entornos
de eliminación, se considera que las personas con infección palúdica
diagnosticada durante la detección activa de casos, pero que no presentan
síntomas graves, tienen malaria sin complicaciones.

• En las zonas de eliminación, todas las infecciones palúdicas son importantes


porque pueden conducir a una transmisión ulterior. Por consiguiente,
todos los pacientes con parasitemia se consideran “casos de malaria”,
independientemente de la presencia de síntomas clínicos.

41
• Algunos pacientes con resultados negativos en el examen microscópico o las
pruebas de diagnóstico rápido, puede que tengan concentraciones muy bajas
de parasitemia que solo se detectarán con técnicas más sensibles, como la
reacción en cadena de la polimerasa, una prueba sumamente sensible para
detectar cantidades ínfimas de material genético de los parásitos. En general,
se considera que estas concentraciones de parasitemia no son clínicamente
significativas en la mayoría de los entornos; sin embargo, su contribución a
mantener la transmisión sigue sin ser concluyente, y las pruebas diagnósticas
mediante microscopía o PDR normalizadas deberían permitir un seguimiento
satisfactorio de las tendencias de la malaria. Las pruebas tendrán que
repetirse si no se determina ninguna otra causa de la fiebre y los síntomas
continúan.

Un caso de malaria grave es el de una persona con las características clínicas y de


laboratorio indicadas en la sección 7 de la Guía para el tratamiento de la malaria
de la OMS (17).

• A efectos de vigilancia, los casos de malaria en pacientes hospitalizados


se consideran un indicador indirecto de malaria grave (17). (Sin embargo,
algunos países con transmisión baja y en fase de eliminación podrían admitir
casos de malaria sin complicaciones en los hospitales para garantizar el total
cumplimiento del tratamiento o la curación radical.)

• Una muerte cuya causa principal son las complicaciones de la malaria grave
se considera una muerte por malaria.

• El número de casos de malaria y de muertes de pacientes hospitalizados


debe obtenerse del registro de altas en las que la malaria es el diagnóstico
confirmado principal o del registro de planta si no se dispone de registro de
altas.

• En entornos en los que el objetivo es reducir la carga de malaria, es posible


que algunos casos y muertes por malaria se pierdan si el uso general del
sector de la salud es bajo. En tales casos, se notificará el número de pacientes
hospitalizados y de muertes en todos los hospitales y centros de salud.

• En todos los entornos de transmisión, las muertes por malaria deben


notificarse a los niveles superiores del sistema de salud para su investigación
y respuesta. En las zonas en fase de eliminación, todos los casos y defunciones
deben ser notificados e investigados de inmediato.

Se debe disponer de un diagnóstico adecuado y del apoyo de unas pruebas de


laboratorio de calidad garantizada para la gestión y la clasificación precisa de
la malaria. Se facilitan más detalles en Parasitological confirmation of malaria
diagnosis [confirmación parasitológica del diagnóstico del paludismo] (18), Malaria
microscopy quality assurance manual [manual de garantía de la calidad del
diagnóstico microscópico de la malaria] (19) y Methods manual for product testing
of malaria rapid diagnostic tests [manual de métodos para evaluar los productos
de las pruebas de diagnóstico rápido de la malaria] (20).

42
3.2 DETECCIÓN DE CASOS
Los casos pueden detectarse en todo el proceso de transmisión mediante
la detección pasiva de casos, es decir, cuando los pacientes acuden a los
profesionales de salud y solicitan atención para su enfermedad o mediante la
detección activa de casos, que incluye las pruebas para detectar la malaria o el
tamizaje basado en los síntomas y seguido de pruebas en grupos o lugares de
la comunidad de alto riesgo. Teniendo en cuenta los criterios enumerados en la
sección 3.1, todos los casos sospechosos de malaria deberán confirmarse con
una prueba diagnóstica de alta calidad, luego registrarse y notificarse tras la
confirmación con pruebas microscópicas o de diagnóstico rápido.

Detección pasiva de casos (DPC). Es la detección de casos de malaria en


pacientes que acuden por iniciativa propia a un establecimiento de salud
o a un agente comunitario de salud para ser tratados, en general por un
cuadro febril.

Detección activa de casos (DAC). Es la detección de casos de malaria


por parte del personal de salud en los ámbitos comunitario y familiar
y, a veces, en grupos de población considerados de alto riesgo. Puede
consistir en el tamizaje basado en la presencia de fiebre y seguido de un
examen parasitológico de todos los pacientes febriles, o en un examen
parasitológico de la población de interés sin tamizaje previo.

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3.2.1 Detección pasiva de casos

Si los grupos de población tienen buen acceso a los servicios de salud (públicos,
privados, de organizaciones no gubernamentales o de la comunidad), la mayoría
de los casos se descubrirán de manera temprana mediante la detección pasiva de
casos. Estos pacientes se tratarán para reducir los riesgos de enfermedad grave
y de muerte, lo que contribuye también a disminuir la transmisión. En los entornos
de eliminación, la detección pasiva de casos debe abarcar a toda la población,
sin olvidar a los que viven o trabajan en zonas remotas o de difícil acceso, para
garantizar la cobertura con pruebas rápidas, el tratamiento y la notificación.

La cobertura de alta calidad mediante la detección pasiva de casos es, por


consiguiente, un requisito previo fundamental para reducir la carga de malaria y
eliminarla. Los programas deben cartografiar o determinar de otra manera si hay
comunidades ubicadas en zonas receptivas (es decir, con vectores transmisores,
un clima adecuado y una población vulnerable) que están alejadas de los
establecimientos de salud pública y añadir más puestos de salud y más agentes
comunitarios de salud o voluntarios a esas ubicaciones, a fin de ampliar el alcance
de la red de detección pasiva de casos. La optimización de la detección pasiva
debería ser una prioridad de los programas nacionales en lo que se refiere al
acceso a la atención y la vigilancia.

43
3.2.2 Detección activa de casos

La detección activa de casos es importante en los programas de eliminación para


hallar los casos sintomáticos, que no se descubren mediante la detección pasiva, y
los casos asintomáticos presentes en la comunidad. Deben establecerse sistemas
de vigilancia de la detección activa de casos, con detección de casos, notificación
e investigación, en todas las zonas de eliminación cuando el número de casos
sea muy bajo, pero no deben considerarse un sustituto de la optimización de la
detección pasiva de casos. Al igual que en la detección pasiva, todos los casos
de pacientes hallados mediante la detección activa deben someterse a pruebas
y tratamiento de calidad garantizada, ser objeto de seguimiento para confirmar
la eliminación de la infección si forma parte del proceso de detección reactiva de
casos y ser notificados al sistema de información de salud.

La detección activa de casos se lleva a cabo intermitentemente fuera de los


establecimientos de salud (sin olvidar los puestos de salud de las aldeas) por
profesionales de salud que visitan a los pacientes en sus casas, lugares de trabajo,
escuelas u otros sitios, como los mercados. Por lo tanto, las visitas periódicas (por
ejemplo, mensuales) a los campamentos mineros por parte de un equipo de salud
se incluirán en la detección activa de casos, ya que no hay ningún establecimiento
fijo ni servicio regular entre estas visitas del personal de salud. Se considera que los
casos diagnosticados por los agentes comunitarios de salud se detectan de forma
pasiva si los pacientes acuden al domicilio de un agente para la consulta, pero de
forma activa si son hallados por un agente cuando hace las visitas periódicas a
las casas de los pacientes. La detección activa de casos también puede incluir el
examen parasitológico de todo el grupo de población destinataria (diagnóstico
colectivo), mientras que en la detección pasiva se suelen someter a pruebas
diagnósticas solo los casos sintomáticos. En algunos países, se realizan pruebas de
la malaria sistemáticamente a las embarazadas en los consultorios de atención
prenatal, aun cuando no tengan síntomas claros; por consiguiente, los casos
hallados deben considerarse de detección pasiva.

La detección activa de casos se clasifica a su vez en detección proactiva de casos y


detección reactiva de casos. La detección proactiva se efectúa en poblaciones que
tienen un acceso reducido a los establecimientos de salud o un comportamiento
inadecuado de búsqueda de atención de salud y en grupos de alto riesgo (por
ejemplo, las poblaciones remotas o de migrantes, los refugiados, personal de las
fuerzas armadas, los trabajadores forestales, los conductores de largas distancias).
La detección proactiva de casos no está motivada por un caso índice y se realiza
regularmente en momentos específicos (principalmente durante la temporada
de transmisión) para confirmar la transmisión local activa en las poblaciones
destinatarias y para detectar casos de manera temprana. La detección reactiva
de casos puede efectuarse en respuesta a un caso índice, cuyas características
epidemiológicas desencadenan además la detección activa de casos, en el que un
hogar o una población posiblemente vinculados al caso se somete a las pruebas
diagnósticas o al tamizaje basado en los síntomas y se realizan las pruebas antes
del tratamiento. Los casos índice se ven generalmente en un establecimiento de
salud. La detección activa de casos de malaria por P. vivax y P. ovale aún puede
pasar por alto una proporción considerable de casos porque no se consigue

44
detectar los hipnozoítos con los métodos actuales de análisis. Dado que la mayoría
de las recaídas se producen en los tres primeros meses de la infección por P. vivax
o P. ovale, se recomienda combinar la detección reactiva de casos con la detección
proactiva a intervalos adecuados, especialmente durante las estaciones de
máxima transmisión.

Normalmente tanto durante la detección proactiva como durante la detección


reactiva, todos los miembros del hogar dentro de una zona circunscrita (alrededor
del caso índice en el caso de la detección reactiva) se someterán a una prueba
parasitológica con o sin tamizaje basado en la presencia de antecedentes
de fiebre, otros síntomas palúdicos y antecedentes de viaje. Si el caso índice
es importado, también debe llevarse a cabo la detección reactiva entre los
compañeros de viaje. En el recuadro 5 se ofrece orientación sobre cómo realizar
la detección activa de casos de malaria durante las visitas de casa en casa en los
focos de transmisión.

RECUADRO 5.
Organización de la DAC mediante visitas casa por casa
• En la detección reactiva de casos, una visita se desencadena en respuesta
al informe de un caso índice único o de un conglomerado de casos índice
en un foco. En la detección proactiva de casos, se hacen visitas intermitentes
para determinar la presencia y el alcance de la transmisión en los grupos
conocidos de alto riesgo de las zonas con persistencia de la transmisión
o las poblaciones que viven en focos sumamente receptivos donde la

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transmisión ha sido interrumpida recientemente. La detección proactiva
también se utiliza como complemento de la detección reactiva en zonas
donde P. vivax es el parásito dominante, o en los raros casos donde hay
P. ovale, para conseguir que se detecten a tiempo el mayor número posible
de casos de recaída.
• La detección reactiva se efectúa cuando hay pocos casos (por ejemplo, no
más de tres casos por semana y equipo de investigación) y quedan pocos
focos de transmisión.
• Los prestadores de atención de salud de la zona o los equipos móviles
hacen listas de la población destinataria por hogar (y la cartografían con
un GPS si es posible), con la ayuda de las autoridades locales. La población
destinataria debe estar completamente cubierta. Las personas que trabajan
en organizaciones relacionadas con la población destinataria deben
incluirse en las listas, como los trabajadores del transporte, los trabajadores
de proyectos de desarrollo y los militares. Las personas que viven en
caseríos alejados, que tal vez no estén inscritos en las listas de los hogares,
también deberían estar cubiertas. Se hará todo lo posible para incluir a
quienes viven clandestinamente en la zona objetivo, como por ejemplo
los inmigrantes ilegales. En la detección reactiva de casos, la población
destinataria se define como la que se encuentra dentro de un determinado
radio alrededor del caso índice.
• Se prepara un plan de visitas y se comunica a la población destinataria
la fecha y la hora de las visitas. Es importante contar con el apoyo y

45
la participación de la comunidad en esta actividad mediante visitas,
el contacto con los dirigentes locales y con el personal de los medios
de difusión. La detección proactiva de casos puede hacerse una vez
al mes durante la temporada de transmisión elevada y puede o no
complementarse con la detección reactiva, dependiendo del número de
casos. La detección activa debe hacerse únicamente cuando haya muy
pocos casos y focos de transmisión.
• La detección activa de casos se llevará a cabo cuando haya mayor
probabilidad de que los miembros de la familia estén en casa (es decir,
antes o después del trabajo, a última hora de la tarde) o en la escuela.
Se podrán utilizar mercados, centros religiosos y otras estructuras de la
comunidad para cubrir a toda la población destinataria.
• La detección activa de casos se lleva a cabo generalmente sometiendo a
las pruebas de la malaria a todos los miembros del hogar. Cuando esto no
es factible desde el punto de vista operativo (por ejemplo, cuando escasean
los medios de diagnóstico, los medicamentos o los recursos humanos) o
cuando es necesario (como en entornos próximos a la eliminación, en los
que la gran mayoría de los casos son sintomáticos), se puede preguntar
a los miembros de la familia acerca de episodios de fiebre recientes, y
se realizarán las pruebas analíticas solo a aquellos con antecedentes de
fiebre o con síntomas febriles el día de la visita. No hay ninguna regla fija
para el período de rememoración; probablemente 14 días (actualmente
utilizado en las encuestas estandarizadas para el control de la malaria) sea
el tiempo adecuado en la mayoría de los entornos. Puede registrarse la
fiebre, pero no es imprescindible.
• El diagnóstico se realiza con las pruebas de detección rápida o
microscopía. Los frotis de sangre deben examinarse el mismo día o al día
siguiente en un laboratorio de la zona si es posible (de lo contrario, se
enviará el frotis al laboratorio más cercano). Si el intervalo entre la toma
de la muestra de sangre y el examen es de más de un día, debe tenerse
cuidado para evitar la fijación de los eritrocitos en los frotis de gota gruesa
(como quizá ocurra en los climas cálidos); por ejemplo, los frotis deben ser
hemolizados tan pronto como la extensión esté completamente seca o se
almacenarán los frotis secos en una caja térmica. Los frotis de gota gruesa
deben protegerse de las moscas.
• Cualquier persona que se encuentre en un estado clínicamente grave debe
recibir asistencia para poder obtener atención médica, tenga o no malaria.
• Las personas que tengan malaria se tratarán de inmediato y, a
continuación, se harán investigaciones epidemiológicas de los casos y los
focos. Además, se hará el seguimiento de los tratados para asegurar la
curación completa.
• Se completa un registro de todas las personas cuya sangre se tomó
durante la detección activa de los casos. En el registro se incluye el número
de identificación del hogar y, para el cabeza de familia la dirección, el
nombre, la edad y la información sobre los factores de riesgo (por ejemplo,
profesión, propiedad y uso de un mosquitero impregnado de insecticida
y del rociado residual intradomiciliario en el año anterior), fecha de la
extracción de sangre, tipo de pruebas y resultados (la especie y, cuando sea
posible, fase, densidad y presencia de gametocitos).

46
3.3 CLASIFICACIÓN DE LOS CASOS
La clasificación de los casos se hace más importante durante las últimas etapas de
la eliminación y es uno de los motivos principales para llevar a cabo investigaciones
de los casos. Una vez que se ha investigado un caso (véase la sección 3.6.1), se
clasifica dentro de una de las categorías mostradas en la figura 8, descritas en el
Marco para la eliminación de la malaria (5) y en la Terminología del paludismo de
la OMS (21), como adquirido localmente, importado o inducido. En el recuadro 6 se
presenta más información para la clasificación.

FIG. 8.
Clasificación de los casos de malaria

Infección
malárica
confirmada
por métodos
parasitológicos

Debida a la No debida a la
transmisión por transmisión por
mosquitos. mosquitos.

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Contraída en
el extranjero o fuera  Contagio local
de la zona.

Introducido Inducido
Autóctono
Primera generación Por ejemplo,
de transmisión local; Todos los casos sin
Importado pruebas de vínculo debido a una
epidemiológicamente transfusión de sangre
vinculado a un caso directo con un caso
importado. o malaria
importado congénita.
comprobado.

Recaída Recrudescencia
Antecedentes de Reaparición de la
infección por P. vivax parasitemia asexuada de
o P. ovale en los los mismos genotipos que
últimos tres años; causaron la enfermedad
sin ningún caso inicial; se debe a la
epidemiológicamente eliminación incompleta de
vinculado en los las formas asexuadas de los
alrededores. parásitos tras el tratamiento
antimalárico.

Extraído de la referencia 5

47
3.3.1 Casos adquiridos localmente

Un caso adquirido localmente es aquel transmitido por mosquitos y contraído


dentro de la zona de investigación (por ejemplo, país, distrito o foco). Estos
casos también se conocen como “autóctonos”. Los dos tipos de casos de malaria
adquiridos localmente son:

• autóctono: cualquier caso contraído localmente sin indicios de ser importado


ni relación directa de transmisión a partir de un caso importado; e

• introducido: cualquier caso contraído localmente con pruebas epidemiológicas


sólidas que lo vinculan directamente con un caso importado conocido
(primera generación de transmisión local a partir de un caso importado; es
decir, mosquitos infectados a partir de pacientes clasificados como casos
importados). En las zonas de transmisión conocida no tiene mucho valor
práctico clasificar los casos como introducidos.

Es difícil diferenciar los casos introducidos de los autóctonos. En ambos hay


transmisión local, lo que indica que el control de la malaria no fue lo bastante
intenso como para interrumpir la transmisión. La transmisión autóctona es
más grave porque indica que ni la prevención ni el tratamiento han frenado la
propagación de la malaria más allá del caso de primera generación (introducido).
El tratamiento rápido tal vez no impida la transmisión de primera generación en
todas las circunstancias, pero debe evitar la transmisión de segunda generación
mediante la destrucción de los gametocitos.

Los siguientes criterios se utilizan para clasificar un caso como “introducido”:

• El caso puede estar vinculado a un solo caso importado. En general, el caso


importado habrá sido descubierto durante la detección pasiva de casos o las
investigaciones de los casos en el foco.

• Los investigadores determinan las posibles vías de transmisión y el período de


incubación por tipo de parásito de todos los casos confirmados durante las
investigaciones de los casos.

• Si se considera que el paciente tiene una infección reciente, pero no tiene


antecedentes de viaje que hagan pensar en la importación, y reside en el
mismo hogar que un caso importado o dentro de un radio de un kilómetro
(o el intervalo equivalente de vuelo de los mosquitos anofelinos) de un caso
importado, el caso se clasifica como introducido.

• En caso de duda, los casos deben clasificarse como “autóctonos”. En los focos
activos con un número relativamente elevado de casos, tiene escaso valor
determinar si un caso es introducido, y todos los casos deben considerarse
autóctonos.

Algunos casos adquiridos localmente pueden ser recrudescencias o recaídas y, por


lo tanto, no indican persistencia de la transmisión. Es posible que algunos países no

48
tengan medios para determinar el genotipo de los parásitos en todas las personas
infectadas con el fin de definir la recrudescencia. A efectos operativos, quizá sea
suficiente considerar un caso como recrudescente si el episodio de malaria se debe
a la misma especie que la del primer episodio y se produjo en un plazo de 30 días
(para P. falciparum) o de 60 días (para P. vivax) del incumplimiento comprobado
del tratamiento antimalárico de primera línea.

3.3.2 Casos importados

Un caso importado es el transmitido por mosquitos y en el que la infección se


contrajo fuera de la zona en la que se diagnosticó, en una zona conocida de tener
la transmisión de la malaria o en una zona a la que el paciente ha ido o vuelto
fuera de la zona de eliminación. En las zonas con persistencia de la transmisión
local, los programas de eliminación deben reservar la categoría “importado” para
las especies de parásitos “exóticas” y las que han llegado recientemente desde los
países con endemicidad. Para todos los otros casos que se producen durante la
temporada de transmisión, es prudente suponer un origen local de la infección, a
menos que haya pruebas fehacientes que sugieran otra cosa.

Pueden surgir dudas al clasificar los casos como “importados” en lugar de


“introducidos” o “autóctonos” si el paciente tiene antecedentes dudosos de viaje
o sufre una recaída de una infección por P. vivax o P. ovale, que se adquirió
antes y nunca tuvo curación radical. Si no hay pruebas claras, debe asignarse a
la clasificación que refleja mejor la transmisión local; por ejemplo, los casos se
clasificarán como “introducidos” o “autóctonos” en lugar de “importados”. Esta
clasificación conservadora garantiza que los programas de eliminación de la

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malaria sean más receptivos a la posible reaparición de la transmisión en el
territorio nacional. A menudo, las habilidades de investigación del epidemiólogo
principal se ponen a prueba al determinar dónde y cuándo se adquirió una
infección en el territorio nacional. La orientación proporcionada en el recuadro 6
ayudará al equipo de investigación en la clasificación de los casos. En este
esquema, “importados” incluye los casos importados localmente, es decir, los casos
en los que la infección se produjo en zonas fuera del foco, pero en el mismo país.
Para los informes mundiales, como por ejemplo los de la OMS, los casos deben
clasificarse como importados solo si la infección se adquirió en otro país.

Un error frecuente consiste en suponer que un caso es importado porque el


paciente viajó a un país o a una zona conocida por tener especies endémicas
del parásito en cuestión. Sin embargo, la mayoría de los países en los que la
malaria es endémica tienen grandes zonas en las que no hay riesgo de transmisión
y estaciones en las que no se produce transmisión alguna. Es fundamental
determinar exactamente dónde y cuándo estuvo el paciente antes de sacar
conclusiones sobre si pudo haber estado expuesto a la malaria en el extranjero. Si
dicha información detallada sobre el país visitado no es de dominio público (por
ejemplo, no figura en la lista de países que figuran en http://www.who.int/ith), el
PNM puede solicitar asistencia a la OMS para obtener la información o puede
ponerse en contacto directamente con la organización equivalente en el país en
cuestión.

49
RECUADRO 6.
Aspectos operativos de la clasificación de los casos

La clasificación epidemiológica correcta de los casos de malaria es crucial


en la eliminación de la malaria cuando ya hay muy pocos casos, dado que
es la base para clasificar los focos y para seleccionar las medidas de la
vigilancia y otras de control.

Distinguir entre casos “importados” y casos locales

La probabilidad de que un caso sea importado está relacionada con varios


factores, que deben tenerse en cuenta al hacer la evaluación final, tal como
se indica a continuación.

• Las fechas del viaje de ida y vuelta a las zonas endémicas para
determinar el tiempo de permanencia en ellas:

oo El tiempo transcurrido normalmente entre la picadura de un


mosquito infectado y el ataque clínico inicial es de 7 a 30 días. El
período mínimo de incubación (es decir, desde la inoculación hasta
la aparición de los síntomas) de la malaria en los seres humanos
es de unos 7 días para P. falciparum y 10 días para la infección
por P. vivax. Por lo tanto, la detección de parásitos de la malaria
en un plazo de 0 a 7 días para P. falciparum o de 0 a 10 días para
P. vivax de la llegada al país indicaría que la persona estaba
infectada antes de llegar.
oo Las personas que han vivido en zonas exentas de malaria durante
dos o más años y con inmunidad baja frente a la malaria tienen
muchas probabilidades de presentar síntomas clínicos poco
después del período de incubación habitual.
oo Cuando el tiempo transcurrido entre el regreso de un viaje a una
zona endémica y la detección de la infección palúdica es mayor
de seis meses, la probabilidad de que el caso se deba realmente
a una infección importada comienza a disminuir y aumenta la
probabilidad de que el caso se deba a la transmisión local.
• Las especies de parásitos:

oo Las infecciones por P. falciparum pueden durar entre 18 y 24


meses, pero se espera que se presenten varios episodios febriles
durante ese período, ya que la densidad de parásitos aumenta
de forma intermitente y causa fiebre o enfermedad sintomática.
Es poco probable que se produzcan infecciones a largo plazo

50
predominantemente asintomáticas en personas con inmunidad
baja frente a la malaria, pero es posible.
oo Las infecciones por P. vivax debidas a la activación de hipnozoítos
pueden causar infección hasta cinco años después de la infección o
episodio clínico anterior, pero lo más probable es que se produzca
antes de los tres años. La experiencia en muchos países muestra
que casi el 50% de los casos importados aparecen en el plazo de
un mes después del regreso al país de residencia y hasta un 75% en
el plazo de tres meses (22).
• La probabilidad de transmisión local en las zonas de residencia y de
trabajo del paciente:

oo Si una persona vive y trabaja en un lugar, cuya vigilancia es


satisfactoria, en el que no ha habido transmisión local de malaria
durante muchos años y esta persona viajó a una zona de
transmisión conocida dentro de los seis meses del diagnóstico de la
infección, el caso se clasifica directamente como “importado”.
oo Si la zona no ha tenido malaria durante más de tres años y dispone
de un sistema de vigilancia razonable o no tiene vectores idóneos
conocidos, es poco probable que se produzca transmisión local.
oo Si el enfermo de malaria vivía en un foco con transmisión
local reciente (clasificado como foco “residual no activo”), la
probabilidad de que el caso sea verdaderamente “importado” es

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menor.
oo Los casos que aparecen en zonas con transmisión local
(clasificados como focos “activos”) rara vez (o nunca) deben
clasificarse como “importados”. En las zonas transfronterizas con
desplazamientos frecuentes de la población, especialmente para
la búsqueda ordinaria de tratamiento, puede ser útil desde el
punto de vista programático mantener una clasificación meticulosa
de importación, incluso en los focos activos, a fin de alertar a las
autoridades del otro lado de la frontera.
• El alcance de la vigilancia en la zona en la que se detectó el caso y el
alcance y la calidad de la investigación sobre el terreno cerca del hogar
y de la zona de trabajo:

oo Los resultados analíticos sistemáticamente negativos de la


vigilancia anterior y el amplio muestreo de sangre durante la
investigación sobre el terreno disminuyen la probabilidad de
transmisión local.

51
3.3.3 Casos inducidos

Un caso inducido es el que no se debe a la transmisión por inoculación natural por


mosquitos sino a una transfusión de sangre u otra forma de inoculación parenteral
del parásito. Estos casos son fáciles de clasificar si la persona vive y trabaja en una
zona en la que no ha habido transmisión conocida durante muchos años y tiene
antecedentes de transfusión de sangre u otra exposición sanguínea que hubiera
podido transmitirle la malaria. El período de incubación (es decir, la demora hasta
la aparición de los síntomas clínicos) después de la contaminación por pinchazo
con una aguja con sangre infectada oscila entre 4 y 17 días, con una mediana de
12 días. Los casos inducidos nunca dan lugar a recaídas clínicas porque no hay
parásitos en la fase hepática.

3.4 CLASIFICACIÓN DE LOS FOCOS


El carácter heterogéneo de la malaria en el proceso continuo de transmisión da
lugar, en la mayoría de los entornos, a conglomerados espaciales de transmisión
relativamente más elevada, que pueden denominarse prácticamente focos de
transmisión. A efectos de vigilancia de la malaria, sin embargo, el término “foco”
se usa sobre todo para referirse a las escasas zonas definibles en las que la
transmisión persiste durante las etapas finales de la eliminación.

Un “foco” es una zona definida y circunscrita situada en un área que es o ha


sido palúdica y en la que se dan los factores epidemiológicos y ecológicos
necesarios para la transmisión de la malaria.

En la clasificación de los focos se distinguen tres tipos (cuadro 3); las relaciones
entre los diferentes tipos de focos se muestran en la figura 9. La clasificación de los
focos debe actualizarse periódicamente. En los países con patrones estacionales
de transmisión de la malaria, la clasificación de los focos se suele revisar al final de
cada temporada de transmisión o anualmente. El estado de un foco también debe
revisarse a medida que aparecen nuevos casos y se llevan a cabo investigaciones
sobre el terreno. Los resultados de las investigaciones de los focos se mantienen
a niveles subnacional y nacional (incluye un “registro” de focos), y un resumen
del estado de los focos se actualiza al menos una vez al año (anexo 4). Cuando
se notifique un caso autóctono en focos eliminados o residuales no activos, el
foco debe clasificarse de inmediato como activo con el fin de desencadenar una
respuesta inmediata (véase la figura 9).

52
CUADRO 3.
Clasificación de los focos recomendada en el Marco para la eliminación
de la malaria

CLASIFICACIÓN DEFINICIÓN CRITERIOS OPERATIVOS

Activo Foco con transmisión Se ha detectado un caso (o casos)


persistente. autóctono en el año calendario
actual.

Residual no activo Foco donde la transmisión El último caso (o casos) autóctono


se interrumpió hace poco (1 se detectó en el año calendario
a 3 años). anterior o hasta 3 años antes.

Eliminado Foco sin transmisión local No ha habido ningún caso


por más de 3 años y que ya autóctono por más de tres
no se considera residual no años y solo se producen
activo. casos importados, recaídas,
recrudescencias o casos inducidos
durante el año calendario actual.

Extraído de la referencia 5

FIG. 9.
Clasificación de los focos de malaria

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ZONA Caso o casos Caso o casos
RECEPTIVA autóctonos detectados autóctonos detectados

Foco
Foco Foco
residual
activo eliminado
no activo

Transmisión
persistente

Extraído de la referencia 5

3.5 ACTIVIDADES ORDINARIAS DE VIGILANCIA Y


RESPUESTA EN LA ELIMINACIÓN DE LA MALARIA
Diversas actividades sostienen la eliminación de la malaria en un foco (figura 10).

53
FIG. 10.
Actividades ordinarias de vigilancia y respuesta basadas en los focos

Detección pasiva Detección activa


Prevención
de casos de casos

DPAC mensual durante la


temporada de transmisión
elevada (especialmente
para P. vivax y P. ovale
Cobertura universal del con los que la recaída es
Activo RRI o de los MTILD un problema).
Aplicación de larvicidas Investigación de casos y
Alta cobertura de los
y otras actividades de DRAC cuando hay pocos
servicios ordinarios de
gestión medioambientala casos (por ej., menos de
gestión de casos.
tres por semana y equipo
Administración masiva de de investigación).
Diagnóstico y tratamiento
medicamentosb
de alta calidad.
Investigar todos los casos
Agentes comunitarios de durante la DRAC.
salud o voluntarios en
entornos donde el acceso El radio de la DRAC está
a la atención de salud limitado a los hogares del
es bajo. caso (o casos) índice o a
los vecinos inmediatos.
Implantada la
presentación de informes Se terminó la clasificación
de casos individuales y la final de los casos.
notificación. Seguimiento de todos
los casos para asegurar
Se completó la ficha de el cumplimiento del
Cobertura universal del investigación de casos tratamiento y la curación
RRI o de los MTILD en el establecimiento de completa.
salud, se puso en práctica
Residual Aplicación de larvicidas la clasificación preliminar
y otras actividades de
no activo gestión medioambientala
de casos.

DPAC solo para grupos de


alto riesgo.
Investigación de casos
y DRAC para todos los
casos.
DRAC en todo el foco
Alta cobertura de los si el caso es adquirido
servicios ordinarios de localmente.
gestión de casos. DRAC solo en el hogar
Diagnóstico y tratamiento del caso índice o en los
de alta calidad. vecinos inmediatos y
Los pacientes infectados compañeros de viaje si es
Cobertura universal del serán ingresados para un caso importado.
RRI o de los MTILD si recibir tratamiento bajo
todavía la receptividad Seguimiento de todos
observación directa. los casos para asegurar
es alta.
Implantada la el cumplimiento del
Aplicación de larvicidas presentación de informes tratamiento y la curación
y otras actividades de de casos individuales y la completa.
gestión medioambientala notificación.
Se terminó la clasificación
Eliminado Se completó la ficha de final de los casos. No se
investigación de casos necesita la DRAC si el foco
en el establecimiento de eliminado no es receptivo.
salud, se puso en práctica
la clasificación preliminar
de casos.

AMM: administración masiva de medicamentos; DAC: detección activa de casos; DPAC: detección
proactiva de casos; DRAC: detección reactiva de casos; LSM: manejo de las fuentes de larvas; MTILD:
mosquitero tratado con insecticidas de larga duración; PET: procedimientos estandarizados de trabajo;
RRI: rociado residual intradomiciliario.

54
Movilización Vigilancia de la eficacia Vigilancia Seguimiento
comunitaria de los medicamentos entomológica y evaluación

Registrar todos los focos.


Asegurarse de que
todos los hogares están
cartografiados.
Participación ordinaria Vigilancia de la eficacia Mantener la vigilancia
de la comunidad relacionada con el entomológica Actualizar los datos de
y transferencia de seguimiento de casos activa en los sitios población por grupo
conocimientos sobre del caso índice y otros centinela. etario.
la prevención, el detectados en la Realizar verificaciones Actualizar las
tratamiento y la gestión comunidad durante la al azar en los focos intervenciones llevadas a
medioambiental de la DRAC. según sea necesario. cabo en los focos.
malaria.
(Véase la sección 4 para (Véase la sección 5 para Actualizar los informes
Usar el proceso de DAC más información.) más información.) de casos del foco por
en la participación DPC, DAC, especie de
complementaria de la parásito, intervalo de
comunidad. edad y tipo.
Trabajar con las Reclasificar los focos
instituciones que anualmente, si es
capacitan al personal de necesario.

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salud para garantizar
el mantenimiento de Evaluar la cobertura
buenas prácticas clínicas de las intervenciones
y de laboratorio a utilizando las
medida que la malaria investigaciones
se hace infrecuente. periódicas.
Trabajar con todos los Analizar las tendencias
sectores para brindar de la enfermedad.
apoyo a las actividades
de comunicación. Evaluar la calidad de las
intervenciones, incluida
la gestión de casos, de
manera periódica.
Evaluar la calidad
de los sistemas de
vigilancia pasiva y activa
periódicamente.
(Véase la sección 7 para
más información.)

a
El manejo de las fuentes de larvas debe realizarse en las zonas donde los criaderos de vectores son
pocos, fijos y localizables. La vigilancia entomológica centinela periódica debe mantenerse en todos los
entornos de transmisión. Para la vigilancia entomológica durante la investigación de los focos, véase la
sección 5.
b
Para más orientación véanse las recomendaciones de la OMS y el manual práctico sobre la
administración masiva (colectiva) de medicamentos (23).

55
Estas actividades periódicas en los focos incluyen:
• ampliación a mayor escala de las intervenciones pertinentes para la
prevención;
• optimización del acceso a la gestión sistemática de los casos de malaria
en los establecimientos de salud, cuando proceda, mediante los agentes
comunitarios de salud;
• puesta en marcha de la investigación de los casos iniciales y notificación
inmediata de casos a través del sistema de detección pasiva de casos,
independientemente de que la investigación y la detección reactiva de casos
se lleve a cabo o no en la comunidad;
• puesta en marcha de la detección proactiva de casos entre los grupos de
alto riesgo o durante los períodos de alto riesgo (temporada de transmisión
elevada), si los casos son aún demasiado numerosos para aplicar la detección
reactiva de casos;
• puesta en marcha de la detección reactiva de casos cuando los casos son
poco numerosos (por ejemplo, no más de tres casos por semana y equipo de
investigación) (véase la sección 3.6);
• investigación de los focos y microplanificación de las respuestas según
convenga (véanse las secciones 3.6 y 3.7);
• movilización continua de la comunidad para participar en las actividades de
eliminación y comunicación destinadas a concientizar;
• seguimiento de los casos una vez que se haya establecido una investigación de
casos o un enfoque de detección reactiva de casos para velar por el cumplimiento
del tratamiento y la curación completa (véanse las secciones 3.6 y 4);
• vigilancia entomológica periódica gracias a los sitios centinela representativos,
complementada con las verificaciones al azar durante la investigación del
foco, según sea necesario (véase la sección 5.5);
• realización de actividades anuales de seguimiento y evaluación para seguir las
tendencias de la malaria, garantizar la optimización de las intervenciones, así
como de los sistemas de vigilancia, y reclasificar los focos según convenga.

3.6 ACTIVIDADES DE VIGILANCIA REACTIVA EN EL FOCO


La investigación de los casos, la detección y la investigación de los focos son
actividades de vigilancia de la eliminación que están interconectadas y son
importantes para la determinación fiable de la fuente de infección y la clasificación
de los casos (sección 3.3) y de los focos (sección 3.4) para informar la respuesta
adecuada (sección 3.7).

A efectos de planificación, los procedimientos estandarizados de trabajo nacionales


deben definir un calendario apropiado para la investigación de los casos, la
detección de estos y la investigación de los focos. En la figura 11 se muestra la
vigilancia de la eliminación con ejemplos de notificación de casos en el plazo de un
día, investigación de casos en tres días e investigación de los focos en siete días, un
enfoque “1 – 3 – 7” adoptado de las directrices aplicadas en China (24).

56
FIG. 11.
Notificación de casos y sistemas de investigación de casos y focos de
acuerdo con el enfoque “1-3-7 días”

En el plazo de 1 día: en el En el plazo de 3 días: equipo En el plazo de 7 días: equipo


establecimiento de salud local de investigación de los casos de investigación de los focos.

Investigación de los
Todos los casos sospechosos Adquiridos focos (con ampliación de
de malaria localmente la detección de casos,
Importados
(autóctonos, evaluaciones entomológicas,
introducidos) ecológicas y de las
intervenciones
Diagnóstico por microscopía
o PDR; tratamiento con el
antimalárico recomendado
Clasificación del caso Foco Residual
Eliminado
índice confirmada activo no activo
Ficha de investigación de
casos completada, puede
hacerse la clasificación
preliminar de los casos, la
notificación de casos por parte Más investigación sobre el
del profesional de salud al caso índice y detección de
Respuesta
equipo sobre el terreno en el otros casos en el hogar
plazo de un día

PDR: pruebas de diagnóstico rápido. Los casos autóctonos e introducidos pueden clasificarse además
como recaídas (P. vivax o P. ovale) o recrudescencias. Es prácticamente más difícil clasificar los casos
importados como recaídas o recrudescencias. Los casos inducidos son infrecuentes. Véase la sección 3.3
para la clasificación de los casos.

En la figura 12 se presenta una descripción detallada del proceso y las actividades

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desde el primer momento en que se detecta un caso índice hasta que se toma
una decisión sobre la respuesta al foco. A título ilustrativo, se hace una separación
entre la investigación de casos en la comunidad, la detección activa de casos
y la investigación de los focos. Sin embargo, en la práctica, la investigación y
la detección de los casos en el foco forman parte de una amplia investigación
de focos, ya que esta última también puede incluir otras investigaciones para
determinar las causas de la transmisión.

Un equipo de investigación de casos y focos está formado por:

• un profesional de salud de un establecimiento sanitario o del punto focal de


la malaria de nivel intermedio (por ejemplo, distrito), que suele ser el director
del equipo, conoce las características epidemiológicas de la malaria y tiene
experiencia en investigaciones sobre el terreno de los casos de malaria;

• un técnico de laboratorio capacitado, si las pruebas de microscopio son el


medio de diagnóstico principal, o cualquier profesional de salud con una
buena formación en PDR cuando estas se utilizan para la vigilancia;

• un epidemiólogo, que a menudo es el punto focal;

• personal de entomología de los niveles intermedio o central cuando se


requiere vigilancia entomológica durante la investigación de focos; y

• personal local de los establecimientos de salud y voluntarios de salud de la


aldea que conocen la zona.

57
FIG. 12.
Actividades de vigilancia reactiva y de respuesta

Actividades en el foco

Local

Activo

Importado

Establecimiento Investigación del


de salud o agente caso (o casos)
comunitario de índice en el
salud hogar

Caso nuevo Ficha de


identificado y tratado. investigación de
Local
casos finalizada
Se lleva a cabo una para el caso índice.
investigación inicial del Residual
caso para determinar
el momento y lugar
Determinado el no
momento y lugar activo
probables de la probables de la
infección. infección.

Si es un caso Caso clasificado Importado


importado, se obtiene como importado
información sobre los o local (autóctono,
compañeros de viaje introducido).
pertinentes.
Los casos pueden
Caso notificado clasificarse además
al equipo de como una recaída o
investigación. recrudescencia.
Local

Eliminado

Importado

• En caso de recaída y recrudescencia, no se requiere más detección de casos ni investigación de los


focos.
• En los focos residuales no activos y eliminados, los casos adquiridos localmente deben clasificarse
posteriormente en introducidos y autóctonos. Aunque esto no afectará la investigación o la respuesta,
se necesita para la reclasificación del foco.
• La DRAC y las actividades conexas en los focos eliminados son similares a las llevadas a cabo en los
entornos de prevención del restablecimiento de la transmisión.
• Hay situaciones donde no es posible hacer una clasificación de casos definitiva después de la
investigación del caso índice en el hogar. Esto puede requerir más investigación en el foco.
58
Detección de casos en el Concientizar sobre las
hogar o radio índice. posibles causas de la

Seguimiento de todos los casos para asegurar el cumplimiento del tratamiento y la curación completa.
Si es un parásito infrecuente, transmisión y asesorar sobre
detección de casos en todo la prevención. Proporcionar Completar la ficha de
el foco. un control adicional de investigación de focos
Casos tratados, fichas de vectores en caso necesario. (si no se ha realizado
investigación completadas Si no hay datos investigación de focos en las
para todos los casos y entomológicos recientes, cuatro últimas semanas).
clasificados. hacer las verificaciones al
azar (véase la sección 5). Actualizar el registro de
Detección de casos en el Prestar atención a los focos y los mapas.
hogar índice. nuevos acontecimientos
Casos tratados, fichas de que planteen riesgos de
investigación completadas transmisión.
para todos y clasificados.
Seguimiento, análisis y tra-
tamiento de los compañeros
de viaje y las fichas de inves-
tigación completadas. Concientizar sobre las
posibles causas de la
transmisión y asesorar
Detección de casos en todo sobre la prevención y el
el foco. tratamiento.
Casos tratados y fichas de Proporcionar un control Completar la ficha de
investigación completadas adicional de vectores en investigación de focos.
para todos y clasificados. caso necesario.
Cualquier caso introducido En los casos locales, Actualizar el registro de
debe estar claramente vin- determinar las razones de focos y los mapas.
culado al caso importado. la transmisión secundaria o Reclasificar inmediatamente
primaria. el foco como activo si el

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Detección de casos en el Si no hay datos caso local es autóctono.
hogar o radio índice. entomológicos recientes
Casos tratados, fichas de o pertinentes, hacer las Elaborar un plan de
investigación completadas verificaciones al azar (véase respuesta adecuado para
para todos los casos y la sección 5). interrumpir la transmisión.
clasificados. Prestar atención a los
Seguimiento, análisis y tra- nuevos acontecimientos
tamiento de los compañeros que planteen riesgos de
de viaje y las fichas de inves- transmisión (receptividad y
tigación completadas. vulnerabilidad).

Detección de casos en todo Proporcionar más control de Completar la ficha de


el foco. vectores en caso necesario; investigación de focos.
concientizar.
Casos tratados y fichas de Actualizar el registro de
investigación completadas Efectuar la vigilancia
entomológica para establecer focos y los mapas.
para todos y clasificados.
las razones de la transmisión Reclasificar inmediatamen-
Cualquier caso introducido
local (véase la sección 5). te el foco como activo si el
debe estar claramente
vinculado al caso importado. Prestar atención a los caso local es autóctono.
nuevos acontecimientos
que planteen riesgos de Elaborar un plan de
Detección de casos en el transmisión (receptividad y respuesta adecuado para
hogar o radio índice. vulnerabilidad). interrumpir la transmisión.
Casos tratados, fichas de
investigación completadas
para todos los casos y Concientizar sobre las
clasificados. posibles causas de la
Seguimiento, análisis transmisión y asesorar sobre
y tratamiento de los la prevención y el tratamiento.
compañeros de viaje y las Proporcionar un control
fichas de investigación adicional de vectores en caso
completadas. necesario.

59
3.6.1 Investigación de casos

El objetivo de la investigación de los casos es determinar si una infección se


adquirió localmente y el lugar probable de la infección y, por lo tanto, si existe
transmisión autóctona de la malaria o factores que pueden conducir a una
transmisión ulterior. La recopilación de los antecedentes detallados de un caso
índice en un punto de atención fijo (establecimiento de salud o ACS) es la base
de la investigación inicial del caso (figura 12). El registro de los antecedentes
detallados de los pacientes es una parte integrante de la vigilancia para la
eliminación de la malaria y debe ponerse en práctica en los puntos fijos en los que
se presta la atención de salud, aun cuando un caso no sea objeto de seguimiento
en la comunidad. El seguimiento de un caso para asegurar el cumplimiento del
tratamiento y la curación completa forma también parte de la investigación del
caso.

En la práctica, las investigaciones de casos en el foco deben hacerse como parte


de la detección reactiva de casos cuando la carga total de casos en un país
sea muy baja (por ejemplo, no más de tres casos por equipo de investigación y
semana), haya pocos focos de transmisión y se disponga de recursos suficientes;
concretamente, se necesita personal capacitado a nivel periférico, con medios de
transporte adecuados y productos básicos de la malaria.

El momento adecuado para la investigación de los casos depende de la especie


de parásito dominante; los pacientes con infección por P. vivax pueden desarrollar
gametocitos y ser infecciosos para los mosquitos antes de que aparezcan
los síntomas, lo que exige una intervención rápida. El investigador debe ser
consciente de que algunos pacientes pueden albergar hipnozoítos y que el caso
puede deberse a una recaída. Los países deben decidir sobre cuál es el mejor
momento para realizar las investigaciones, teniendo en cuenta que la demora en
la notificación de casos y en las investigaciones de casos y focos, así como en la
respuesta podrían dar lugar a una enfermedad grave y muerte, además de a un
aumento de la transmisión o a la reintroducción de la transmisión, según el tipo de
foco y la especie de parásito. Lo ideal es que el equipo de investigación inicie, en
el hogar o lugar de trabajo del caso índice, una investigación en un plazo de uno a
tres días a partir de la notificación de un caso de malaria.

Una vez terminada la investigación en el hogar del caso índice, se determina la


fuente probable y el momento de la infección y se clasifica el caso (figura 12).

3.6.2 Detección reactiva de casos

La detección reactiva de casos se desencadena por la identificación y notificación


de un caso índice. Después de la investigación y clasificación del caso índice, se
llevará a cabo la detección reactiva de casos en el hogar del caso índice, en un
radio determinado alrededor del hogar o en todo el foco (figura 12). Las razones
para emprender la DRAC son las siguientes:

• investigar un brote (un número de casos índice por encima de lo normal) en


cualquier tipo de foco;

60
• en los focos activos, garantizar una cobertura alta de la gestión de casos;

• en todos los tipos de focos, cuando un caso local se debe a un parásito


infrecuente, que fue eliminado anteriormente o es nuevo en el foco;

• para detectar los casos adquiridos localmente o importados en los focos


residuales no activos o eliminados pero que son receptivos; y

• para reclasificar los casos (y a la larga los focos) de activos a residuales no


activos o a eliminados, y para comprobar que la eliminación se ha logrado a
nivel subnacional o nacional.

El proceso de detección reactiva de casos incluye los pasos siguientes:

• obtener datos epidemiológicos sobre casos anteriores en el mismo foco, entre


otros, la edad, el sexo, la ocupación, el momento y las especies involucradas,
así como los mapas con la ubicación de los casos (por casa y aldea). Estos
datos deben obtenerse de los registros existentes y deben estar preparados
antes del inicio de la investigación. También debe estar al alcance la
información del caso (o casos) índice.

• registrar a todos los residentes de los hogares en los que se llevará a cabo la
detección reactiva de casos para garantizar la completa detección y cobertura
de otras intervenciones.

• señalar el hogar (u otro origen probable o ubicación) del caso índice


basándose en la información proporcionada por los aldeanos, los voluntarios
de salud de la aldea y el mapa del foco.

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• sensibilizar a los residentes del hogar (o compañeros de trabajo) sobre la
malaria, sus síntomas, causa, prevención y dónde acudir para recibir atención
de salud.

• completar una ficha de investigación de casos para cada caso confirmado


de malaria (véase un ejemplo en el anexo 2). La ficha contiene información
demográfica, incluido el o los lugares de trabajo; los antecedentes de la
enfermedad actual, incluidos los resultados de las pruebas diagnósticas y el
tratamiento; el uso de intervenciones preventivas; los antecedentes de viaje y
los datos sobre los compañeros de viaje; dónde, cómo y de quién pudo haberse
contagiado la infección. Al final hay una sección para la clasificación del caso
(que se rellenará una vez terminada la investigación). En la ficha se deben anotar
las fechas de todos los detalles del viaje y la anamnesis. Se hace una evaluación
de la probable ubicación y la fuente de la infección y se clasifica el caso.

• obtener información sobre los posibles vectores de la malaria en las


proximidades del caso, si no serán suficientes los datos del sitio centinela
(véase la sección 5.5).

• efectuar la detección activa de casos en los grupos de población que se


considera probable que alberguen parásitos, generalmente los que se
encuentran dentro de un radio definido alrededor del caso índice. Cuando
lo permitan los recursos, se cubrirá el foco entero, ya que puede haber casos

61
de malaria fuera de las inmediaciones del caso índice. Podrá usarse la fiebre
para seleccionar a quienes se someterán a las pruebas analíticas o realizarse
un diagnóstico colectivo, es decir, someter a todos a las pruebas. El alcance
de la detección activa de casos dependerá de los factores enumerados en el
recuadro 7. La detección proactiva de casos se repetirá cada mes después
de la detección reactiva durante la temporada alta de transmisión a fin de
garantizar que todas las infecciones nuevas sean detectadas y tratadas.

• cuando se demuestre que no hay receptividad a la malaria, no habrá ninguna


necesidad de investigar los casos importados a nivel de la comunidad; sin
embargo, se hará un seguimiento de los compañeros de viaje del caso índice
importado para facilitarles el tratamiento. Si estos compañeros de viaje proceden
de un foco que está fuera de la zona operativa del equipo de investigación, se
debe informar a la autoridad competente para que investigue esos casos.

RECUADRO 7.
Factores que determinan el alcance de la DRAC en una
investigación sobre el terreno

Situación epidemiológica. Los casos índice que se consideran debidos


a la transmisión local pueden desencadenar una detección reactiva de
casos más extensa geográficamente. Un caso aparentemente importado,
una recaída o una recrudescencia, especialmente en una zona con baja
receptividad, podría desencadenar una detección de casos más limitada;
sin embargo, siempre es mejor pecar por exceso de prudencia; si la
transmisión local es posible, es aconsejable llevar a cabo la DRAC, al menos
en el conglomerado de hogares circundante.

Receptividad (presencia de abundantes vectores anofelinos y otros factores


ecológicos y climáticos que favorecen la transmisión de la malaria). Las
áreas sumamente receptivas siempre deben estar cubiertas por la DRAC.

Tipo y grado de vulnerabilidad (proximidad a una zona malárica o


afluencia frecuente de personas o grupos infectados o de anofelinos
infectantes). La vulnerabilidad guía tanto el tipo como el alcance de la DRAC
en cada zona o subpoblación.

Tipo y alcance del conglomerado. El conocimiento local o nacional sobre


el patrón de conglomerado de la infección y la experiencia local con la
ecología de los vectores y los lugares de reproducción determinarán si se
debe planificar una DRAC geográficamente más ancha o más estrecha.

Lugares de reproducción. El conocimiento de los posibles lugares de


reproducción que hay en la zona o localidad puede dar lugar a una DRAC
más o menos focalizada.

Antecedentes de la infección. Los antecedentes de la infección en la zona y


el tipo de foco (activo, residual no activo y eliminado; véase la sección 3.4)
influirán en el tipo y alcance de la DRAC. Cuando el caso índice es el

62
primero en un nuevo foco activo, se conocerá menos acerca del foco y
su población, por lo que será necesario una DRAC a gran escala de los
residentes infectados con fiebre o sin ella para caracterizar la situación
a fondo y establecer un punto de partida. Si el caso índice es uno de los
muchos casos de la misma localidad en la actual temporada de transmisión
en un foco perfectamente conocido, la DRAC puede ser más específica,
porque las poblaciones en riesgo ya se conocerán.

Ubicación de la infección. La fuente hipotética de infección (lugar de trabajo


o residencia) influirá en el tipo y la orientación de la DRAC.

Recursos. La cantidad de recursos disponibles guiará el tipo de DRAC;


por ejemplo, seleccionar para el examen a las personas con una reciente
enfermedad sintomática frente a la realización de pruebas en masa
(diagnóstico colectivo). El objetivo es optimizar el uso de los recursos
disponibles y terminar la investigación en un tiempo corto, por ejemplo, siete
días.

Especies parasitarias: Actualmente no hay ningún método para detectar la


fase hepática de las infecciones palúdicas. Es necesaria la curación radical
de los individuos con parásitos de ese tipo para eliminar la fase hepática.

Concientización: La repetición regular de la DRAC aumentará la detección


de casos y enseñará a la población a utilizar los servicios gratuitos ofrecidos
en el consultorio local para realizar el examen parasitológico en todos
los casos de fiebre, el cumplimiento del tratamiento prescrito y el uso de

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intervenciones preventivas.

Extraído de la referencia 21.

3.6.3 Investigación de los focos

La investigación de focos se realiza para determinar las características


principales de una ubicación, sin olvidar los grupos de población que corren
mayor riesgo, las tasas de infección o de enfermedad, la distribución de
los vectores responsables de la transmisión de la malaria y las condiciones
subyacentes que la ayudan. Este tipo de investigación abarca, por consiguiente,
la vigilancia demográfica, epidemiológica, entomológica y medioambiental
(véase la sección 5.5) y el seguimiento de la cobertura y la calidad de las
intervenciones (sección 7).

La delimitación de las zonas de transmisión en focos solo tiene un valor


práctico si da lugar a unos pocos focos de tamaño relativamente pequeño,
de modo que su investigación sea factible desde el punto de vista operativo.
La delimitación que da lugar a cientos de focos en una zona indica
probablemente que la transmisión de la malaria está todavía ampliamente
arraigada, y que la zona puede no ser adecuada para la investigación de

63
focos ni para la respuesta. A efectos operativos durante la eliminación, un
foco es del mismo tamaño que una aldea pequeña, donde los hogares
están separados por pequeñas distancias. Esto permite completar una
investigación de focos en un día o dos. Los focos urbanos quizá sean más
pequeños, dada la alta densidad de la población por zona.

El proceso de investigación de casos en el hogar y la DRAC o la DPAC en la


comunidad son parte de los componentes epidemiológicos de una investigación
de focos. Sin embargo, las investigaciones de los focos puede que no incluyan las
investigaciones o la detección de casos en la comunidad y podrían ser puestas
en práctica por sí mismas para comprender los determinantes entomológicos,
medioambientales y de intervención de la transmisión. En general, las siguientes
situaciones requieren investigaciones de focos más detalladas:

• investigación para determinar las causas del aumento excesivo de casos;

• investigación vinculada a la DRAC cuando hay muy pocos casos (véase la


sección 3.6.2) para determinar si se requiere una respuesta suplementaria.
Si se ha efectuado recientemente una investigación en un foco activo (por
ejemplo, en las cuatro últimas semanas), quizá no sea necesario realizar una
investigación completa de los focos en respuesta a un caso índice, aunque
todavía podrían realizarse investigaciones de casos y DRAC.

• investigación tras la detección de un parásito raro en el foco para determinar


el alcance y la causa de la transmisión;

• investigación tras la detección de un caso local en un foco residual no activo o


eliminado para determinar el alcance y la causa de la transmisión;

• investigaciones sistemáticas para hacer un seguimiento de la cobertura de las


intervenciones en un foco.

El momento adecuado de una investigación de focos depende de la especie


parasitaria. La detección activa de casos vinculada a un caso índice debe
finalizarse de preferencia en, por ejemplo, los siete días a partir de la notificación
del caso. Durante una investigación de focos debe completarse la ficha pertinente
(anexo 3). El coordinador de la lucha contra la malaria de distrito o de nivel
intermedio se encarga de asegurar que se investiguen todos los focos y que
los informes de todos los focos (a veces llamados “pasaportes de foco”) estén
a disposición y se mantengan actualizados. En algunos entornos, el equipo de
investigación de focos puede estar en un establecimiento de salud. Si un foco
abarca los límites de dos o más distritos, provincias o incluso países, será necesaria
la colaboración para eliminar la transmisión. Los “focos transfronterizos” son
a menudo los más desconcertantes para los epidemiólogos, ya que los límites
administrativos dificultan la determinación de las fuentes de infección.

Se debe dibujar o realizar digitalmente un mapa, con claves estándar y


reconocibles, para mostrar:

64
• las características geográficas que tienen que ver con la transmisión de
la malaria (por ejemplo, ríos, plantaciones de arroz, represas, estanques,
bosques, caminos, altitud);

• la ubicación de todos los hogares, destacando aquellos en los que se han


detectado casos en los tres años anteriores (con la especie parasitaria
causante de cada caso);

• los lugares de reproducción de vectores y posibles sitios de transmisión,


especialmente cuando se utiliza el manejo de las fuentes de larvas;

• la ubicación de los sitios de las pruebas diagnósticas y el tratamiento, así como


las zonas y los hogares en los que se ha realizado la detección activa de casos; y

• la distribución y cobertura de las intervenciones de control de vectores.

Se utilizan tanto los mapas en papel como los electrónicos, pero estos últimos son
más flexibles y fáciles de actualizar, dada la mayor disponibilidad de tecnología
cartográfica (incluso en dispositivos móviles) y la proliferación de los sistemas
de información ordinaria para estar “conectados a un mapa”. Se añadirán otras
características que tienen que ver con la transmisión y control de la malaria, como
la ubicación de los establecimientos de salud.

Se usa la geolocalización para obtener las coordenadas (a menudo longitud


y latitud) de una ubicación específica. Añadir la capacidad de cartografiado
o de geolocalización a un sistema de vigilancia hace que las investigaciones
de casos y focos sea más eficiente y los productos del análisis de datos más

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impactantes visualmente, de forma que pueden revelar una variación geográfica
potencialmente importante tanto en los riesgos como en los factores de riesgo. Los
métodos usados para geolocalizar y trazar un mapa con los casos de malaria en
los hogares son, entre otros:

• Integrar un sistema de vigilancia de la malaria en un sistema automatizado de


cartografía para geolocalizar los casos detectados en ubicaciones conocidas.

• Recopilar las coordenadas de los casos de malaria individuales con un


dispositivo con tecnología de GPS (sistema global de determinación de
posición) una vez que se ha detectado y geolocalizado la residencia,
independientemente de la ubicación de la infección, dado que el paciente
puede haber infectado a vectores antes de recibir el tratamiento radical.

• Si las coordenadas de los casos no pueden conseguirse, recabar información


del paciente acerca de la ubicación o ubicaciones pertinentes, como son el
lugar de residencia, de trabajo u otros en los que haya podido infectarse,
que luego pueden reflejarse en un mapa y se leerán las coordenadas; la
geolocalización con este método es menos precisa que con los otros dos.

Una vez que los casos de malaria han sido geolocalizados, deben presentarse en
un mapa para determinar las posibles zonas de transmisión y clasificar los casos y
focos para orientar investigaciones más específicas. Los límites de un foco deben

65
incluir la zona en la que se produce la transmisión si el foco está activo y en la que
existe un riesgo de transmisión ulterior a partir del caso (o los casos) detectado,
ya sea adquirido localmente o importado. El reconocimiento geográfico incluye
la recopilación de datos detallados para planificar y aplicar las respuestas y
garantizar una cobertura óptima de todas las actividades, especialmente el
control de vectores dentro del foco. En el anexo 5 figuran las etapas, los objetivos
y las actividades de cada una de las etapas del reconocimiento geográfico y la
cartografía de los focos con los sistemas de información geográfica (SIG).

En la figura 13 se presenta un ejemplo con mapa de un foco que muestra la


localización con GPS de los hogares y los casos de malaria detectados.

Una vez finalizadas las investigaciones de casos y focos, serán necesarias las
siguientes acciones.

• El coordinador de la lucha contra la malaria y el entomólogo determinan si se


está produciendo transmisión local y deciden sobre la clasificación final del
caso y el foco.

• El coordinador de la lucha contra la malaria, en consulta con expertos de


distrito y nacionales, prepara un plan de respuesta basado en los resultados
de las investigaciones de focos y sobre el terreno, así como la evaluación
entomológica cuando sea procedente.

• Se distribuyen copias de las fichas de los casos completadas y de los


resultados de la investigación (incluidos los de la detección activa de casos) y
del registro de los focos entre los integrantes del PNM, el laboratorio nacional
de la malaria, el equipo distrital de notificación y el establecimiento de salud
que presenta los informes.

FIG. 13.
Mapa de un foco que muestra la distribución de los hogares, las carreteras y
los ríos geolocalizados mediante GPS
Hogar sin casos Rio
Hogar con casos autóctonos Carretera
Hogar con casos importados Límite del foco

Consultorio
Escuela

66
Los mapas y las listas de verificación de los hogares elaboradas durante el
cartografiado del foco deben utilizarse para elegir las respuestas para hacer frente
al foco de transmisión (por ejemplo, tratamiento o control de vectores). Toda la
información debe estar tanto en formato de guía visual para que los responsables
sobre el terreno lleguen a las ubicaciones donde hay que trabajar como de
lista de verificación para que dichos responsables se aseguren de que todas las
poblaciones, estructuras y otras características (por ejemplo, posibles sitios de
reproducción) sean alcanzadas o cubiertas.

Los datos de las actividades sobre el terreno deben registrarse en las listas de
verificación de los hogares y en los datos cartográficos. A continuación, los datos
se actualizan y analizan con aplicaciones como los programas informáticos de los
SIG para determinar y evaluar la cobertura de las intervenciones y las actividades
realizadas (como se muestra en la figura 5). Los datos deben incluir la ubicación
de los otros casos de malaria hallados mediante la DRAC, la cobertura de las
actividades de control de vectores o la ubicación de los lugares de reproducción.
Los programas deben mantener y actualizar periódicamente los inventarios de los
focos de transmisión. A su vez, podrían diseñarse aplicaciones hechas a medida
(por ejemplo, sistemas integrados de vigilancia de la malaria) para facilitar que en
los programas contra la malaria se analicen los datos de las intervenciones rápida
y automáticamente, con el fin de asegurar que todas las actividades del foco de
transmisión se llevan a cabo con una cobertura óptima y a tiempo.

3.7 RESPUESTA EN LOS FOCOS


La mayoría de las intervenciones en un foco se ejecutan sistemáticamente

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(figura 11) y la respuesta a un caso índice o a la DPAC durante la temporada
de transmisión elevada es un mecanismo para optimizar estas intervenciones
o responder a situaciones infrecuentes. La administración de tratamiento
a las personas infectadas, el control suplementario de vectores y la mayor
concientización de la comunidad forman parte de la respuesta en los focos
durante las visitas de casa en casa de la DPAC. Las respuestas en los focos activos,
los residuales no activos y los eliminados son similares, pero tienen diferencias
importantes.

• Las medidas de control de vectores se evalúan para determinar su idoneidad,


cobertura y aplicación en conformidad con el contexto local de la malaria, con
especial atención a la receptividad de la zona.

• Los servicios de detección pasiva de casos son accesibles para todos los
grupos de población a lo largo de todo el año y son respaldados por la
supervisión a intervalos definidos.

• Hay varias opciones para el control de los focos activos. Debe mantenerse
una cobertura elevada de control adecuado de vectores. Podría considerarse
el tratamiento a escala poblacional (AMM) o tal vez la DPAC (con tamizaje
y pruebas o solo con pruebas) a intervalos adecuados, sobre todo durante o
justo antes de la temporada de transmisión. Si se opta por realizar pruebas y

67
tras varias series de DPAC no se descubren casos, se reducirá la frecuencia o
se modificará la estrategia para la DRAC, según convenga.

• En los focos residuales no activos, puede utilizarse la DPAC en los momentos


clave (por ejemplo, a la mitad y al final de la temporada de transmisión) para
seleccionar a las personas con mayor probabilidad de padecer la malaria
(por ejemplo, quienes presentan fiebre, los trabajadores migrantes y quienes
no utilizan medidas de prevención) para detectar los casos autóctonos, que
son indicativos de transmisión persistente. Luego se lleva a cabo la DRAC para
seguir los casos índice. Si se detectan casos autóctonos, el foco se reclasifica
como activo (véase la figura 12).

• En los focos eliminados, el programa debe contar con el sistema de vigilancia


para detectar rápidamente cualquier caso de malaria y determinar si se
ha reanudado la transmisión local. La DRAC se realizará después de la
identificación de un caso índice, dependiendo de la receptividad del foco
eliminado. Si se detectan nuevos casos autóctonos, el foco se reclasifica como
activo (véase la figura 12).

68
4. Vigilancia de la eficacia
de los antimaláricos y de
la farmacorresistencia

4.1 INTRODUCCIÓN
La información sobre la eficacia del tratamiento recomendado de la malaria es
fundamental para mantener el progreso hacia la eliminación y que los pacientes
reciban un buen tratamiento. La OMS ha preparado un protocolo estándar para
los estudios de la eficacia terapéutica (EET) e instrumentos para el análisis y el
seguimiento de los datos (26). Los estudios de la eficacia terapéutica se consideran
el método de referencia para evaluar la eficacia de los antimaláricos, y los datos
resultantes sirven para orientar la política nacional de tratamiento antipalúdico en
países donde la malaria es endémica. Estos estudios están diseñados para hacer
un seguimiento de la eficacia de los antimaláricos de primera y segunda línea
recomendados contra P. falciparum y P. vivax, así como la de cualquier medicamento
que deba evaluarse antes de su posible introducción en las políticas de tratamiento.

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En las zonas en las que hay muy pocos casos de malaria, será difícil contar con
pacientes suficientes para obtener información interpretable sobre la eficacia
terapéutica. Si en esas zonas se persigue la eliminación de la malaria, es probable
que sus sistemas de vigilancia se hayan reforzado para mejorar la detección de
casos, aumentar la notificación de estos en todos los sectores (público y privado),
conseguir que todos los pacientes reciban el tratamiento completo recomendado
y supervisado (incluida la curación radical) y confirmar la curación completa
mediante el seguimiento de los pacientes a intervalos regulares (5). En estas zonas,
el seguimiento de la eficacia de los antimaláricos puede integrarse en el sistema
de vigilancia periódica (véase la sección 4.4).

4.2 ESTUDIOS DE LA EFICACIA TERAPÉUTICA


Los estudios de eficacia terapéutica son evaluaciones prospectivas de las
respuestas clínica y parasitológica de los pacientes al tratamiento de la malaria sin
complicaciones. Los estudios realizados de acuerdo con el protocolo de la OMS
(27), repetidas veces en los mismos sitios y a intervalos regulares, permiten una
detección temprana de la modificación de la eficacia terapéutica y la comparación
de los resultados dentro de las regiones y entre ellas a lo largo del tiempo.

La OMS define la resistencia a los antimaláricos (excepto la resistencia parcial a


las artemisininas) como la capacidad de una cepa parasitaria para sobrevivir o
multiplicarse (o ambas) a pesar de la administración y absorción de un fármaco

69
dado en dosis iguales o superiores a las recomendadas habitualmente, pero
toleradas por el paciente. El fracaso terapéutico se define como la incapacidad
para eliminar la parasitemia malárica o evitar la recrudescencia tras la
administración del esquema terapéutico de un antimalárico recomendado,
independientemente de que hayan desaparecido los síntomas clínicos. La
farmacorresistencia es solo uno de los diversos factores que pueden causar el
fracaso terapéutico. Aunque un estudio de la eficacia terapéutica ayuda a predecir
la probabilidad de resistencia a un antimalárico, la confirmación y caracterización
de la resistencia de los parásitos requiere otros medios (por ejemplo, pruebas
in vitro o ex vivo, análisis de marcadores moleculares y determinación de las
concentraciones sanguíneas de medicamento), para los que existen protocolos
normalizados de la OMS (27).

4.2.1 Protocolos en los diferentes entornos de transmisión

El protocolo normalizado de los estudios de eficacia terapéutica y los criterios de


inclusión pueden adaptarse al grado de transmisión para asegurar un tamaño
mínimo de la muestra en un sitio centinela (cuadro 4).

CUADRO 4.
Criterios de inclusión de los estudios de la eficacia terapéutica para
P. falciparum en diferentes entornos de transmisión
GRADO DE TRANSMISIÓN CRITERIOS DE INCLUSIÓN NORMALIZADOS
Elevado Pacientes con fiebre, de 6 a 59 meses y
2000 – 200 000 formas asexuadas del parásito/µl.

Moderado Pacientes con fiebre o con antecedentes de fiebre, niños de


≤ 12 años y 1000 – 100 000 formas asexuadas del
parásito/µl.

Bajo Pacientes con fiebre o con antecedentes de fiebre, todos


los grupos de edad y ≥ 250 o 500 formas asexuadas del
parásito/µl.

Muy bajo Pacientes con fiebre o con antecedentes de fiebre, todos


los grupos de edad y parasitemia.

4.2.2 Sitios centinela

Los estudios de la eficacia terapéutica se realizan en sitios centinela, que se eligen


con precaución teniendo en cuenta el número necesario de casos de malaria,
la adecuación de las instalaciones y la capacitación del personal. Los requisitos
mínimos para establecer un sitio centinela son: personal clínico y microscopistas
capacitados y motivados; un laboratorio equipado para realizar el examen
microscópico de los frotis de sangre; y conocimiento del grado de intensidad de
la transmisión, ya que esto va a influir en los criterios de inclusión. El sitio centinela

70
puede estar en una comunidad o en un establecimiento de salud distrital o
provincial.

Los pacientes de los hospitales suelen presentar cuadros clínicos más complejos,
con mayor probabilidad de haber tenido fracasos terapéuticos y son más difíciles
de seguir. Por lo tanto, siempre que sea posible, el seguimiento debe hacerse en la
comunidad o cerca.

Los sitios centinela deben representar todos los estratos epidemiológicos del país.
Preferiblemente, un sitio debe tener acceso al tamaño requerido de la muestra. Si
esto no es posible, el tamaño de la muestra requerido se obtendrá juntando en un
solo grupo los datos de los estudios individuales realizados en varios lugares de
una unidad geográfica. Por lo tanto, lo que define un sitio centinela depende del
entorno de transmisión. Puede ser:

• un único establecimiento de salud (centro de salud, hospital) o un centro


establecido temporalmente en una comunidad (normalmente en entornos de
transmisión elevada);

• un grupo de establecimientos de salud (centros de salud, hospitales) en el


mismo pueblo o ciudad (normalmente en entornos de transmisión elevada o
moderada);

• un grupo de establecimientos de salud (centros de salud, hospitales) en el


mismo distrito (normalmente en entornos de transmisión baja a moderada);

• un grupo de establecimientos de salud (centros de salud, hospitales) en varios

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distritos de la misma provincia (normalmente en entornos de transmisión
baja); o

• establecimientos de salud transfronterizos (centros de salud, hospitales) en dos


países vecinos (raro).

La repetición de los estudios de la eficacia terapéutica en algunos sitios es


suficiente para recopilar datos longitudinales uniformes, documentar las
tendencias y fundamentar las políticas nacionales de tratamiento. La OMS
recomienda que se realice un estudio de la eficacia terapéutica en cada sitio
centinela al menos una vez cada dos años.

4.2.3 Clasificación de las respuestas al tratamiento

En las zonas con transmisión elevada, moderada o baja el genotipado mediante


la reacción en cadena de la polimerasa es necesario para distinguir entre
recrudescencia (de la misma cepa parasitaria) y reinfección (con una cepa
parasitaria diferente). En todos los pacientes con parasitemia hasta el día siete o
más adelante, se deben comparar los perfiles genotípicos de los parásitos (el día
cero y el día de la reaparición del parásito) y clasificar al paciente de acuerdo con
los resultados de la reacción en cadena de la polimerasa.

71
En los estudios de eficacia terapéutica, las respuestas al tratamiento se clasifican
tal como se muestra en el cuadro 5.

CUADRO 5.
Clasificación de las reacciones al tratamiento

FRACASO TERAPÉUTICO TEMPRANO


• signos de peligro de malaria o malaria grave en los días 1, 2 o 3
en presencia de parasitemia;
• mayor parasitemia en el día 2 que en el día 0,
independientemente de la temperatura axilar;
• parasitemia en el día 3 con temperatura axilar ≥ a 37,5 °C; y
• parasitemia en el día 3 con recuento ≥ 25% con respecto al día 0

FRACASO CLÍNICO TARDÍO


• signos de peligro de malaria o malaria grave en presencia de
parasitemia entre el día 4 y el 28 (o el día 42) en pacientes que
no cumplieron ninguno de los criterios del fracaso terapéutico
temprano; y
• presencia de parasitemia entre el día 4 y el 28 (o el día 42) con
temperatura axilar ≥ 37,5 °C en pacientes que no cumplieron
ninguno de los criterios del fracaso terapéutico temprano.

FRACASO PARASITOLÓGICO TARDÍO


• presencia de parasitemia entre el día 7 y el 28 (o el día 42) con
temperatura axilar < 37,5 °C en pacientes que no cumplieron
ninguno de los criterios del fracaso terapéutico temprano o del
fracaso clínico tardío.
RESPUESTA SATISFACTORIA CLÍNICA Y PARASITOLÓGICA
• ausencia de parasitemia en el día 28 (o el día 42),
independientemente de la temperatura axilar, en pacientes que
no cumplieron ninguno de los criterios del fracaso terapéutico
temprano, el fracaso clínico tardío o el fracaso parasitológico
tardío.

4.2.4 Aplicación de los resultados de los estudios de eficacia


terapéutica para modificar las políticas de tratamiento

Los resultados de los estudios de eficacia terapéutica son la base principal para que
los PNM determinen la política nacional de tratamiento. Los principales indicadores
de resultados de los estudios de eficacia terapéutica son la proporción de pacientes
con parasitemia en el día tres (en la actualidad, una señal de alerta temprana para
sospechar la resistencia parcial de P. falciparum a la artemisinina) y la proporción de

72
pacientes con fracaso terapéutico el día 28 o el día 42. Para garantizar la eficacia
del tratamiento de la malaria seleccionado para la política nacional, la OMS
recomienda un cambio en la política nacional de tratamiento de la malaria si la tasa
global de fracaso terapéutico es igual o superior al 10% (medido en los estudios de
eficacia terapéutica) y recomienda también que los PNM seleccionen antimaláricos
cuya tasa de curación parasitológica sea superior al 95%.

4.3 MARCADORES MOLECULARES DE LA RESISTENCIA


A LOS ANTIMALÁRICOS
La farmacorresistencia es una de las causas del fracaso terapéutico. La
caracterización de los marcadores moleculares de farmacorresistencia es un
medio importante para comprender la resistencia al tratamiento antipalúdico.
Una vez identificados los cambios genéticos asociados a la resistencia, se
puede confirmar la farmacorresistencia y vigilarse con las técnicas moleculares.
Se ha descrito un número reducido de genes de P. falciparum relacionados o
posiblemente relacionados con la resistencia a los antimaláricos: pfcrt (gen del
transportador de cloroquina asociado a resistencia de P. falciparum) confiere
resistencia a la cloroquina, pfdhfr (gen de la enzima dihidrofolato reductasa de
P. falciparum) confiere resistencia a la pirimetamina y pfdhps (gen de la enzima
dihidropteroato sintetasa de P. falciparum) confiere resistencia a las sulfadoxinas.
El aumento del número de copias en el gen pfmdr1 (que codifica la proteína de
superficie del merozoíto 1 relacionada con multirresistencia de P. falciparum)
y en el pfpm2 – 3 (plasmepsina 2 – 3 de P. falciparum) se ha asociado con la
resistencia de P. falciparum a la mefloquina y a la piperaquina, respectivamente.

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La resistencia de P. falciparum a las artemisininas está fuertemente asociada a
mutaciones puntuales en la región de la hélice del gen pfKelch13 (cuadro 6).

4.4 SEGUIMIENTO DE LA EFICACIA DE LOS


ANTIMALÁRICOS EN ENTORNOS CON UNA
TRANSMISIÓN MUY BAJA
En las zonas de transmisión muy baja, quizá sea imposible encontrar el número
de pacientes necesarios para un estudio de la eficacia terapéutica. Si el país ha
reforzado los sistemas de vigilancia para eliminar la malaria, el seguimiento de la
eficacia de los antimaláricos puede integrarse en el sistema de vigilancia habitual.
Sin embargo, en algunos países cuya transmisión es muy baja, los sistemas de
vigilancia todavía no son suficientemente sólidos para que esto sea factible.

4.4.1 Entornos sin sistemas sólidos de vigilancia

Si los países tienen muy pocos casos para llevar a cabo un estudio de la eficacia
terapéutica, incluso después de haber ajustado los criterios de inclusión y reunir los
datos de todos los centros del país (datos consolidados por país), se puede utilizar
la información sobre los marcadores moleculares de la farmacorresistencia para la
vigilancia de las tendencias. Con este fin, los países recogerán sistemáticamente gotas
de sangre seca en papel de filtro para el análisis de los marcadores moleculares

73
conocidos y validados cada año (véase el cuadro 6). El objetivo es recopilar datos de
una muestra lo suficientemente grande como para obtener resultados significativos.

CUADRO 6.
Marcadores moleculares validados de resistencia a los antimaláricos

FAMILIA QUÍMICA FÁRMACO MARCADOR MOLECULAR


4-Aminoquinolinas Cloroquina PSN en el gen pfcrt

Amodiaquina Marcador molecular aún sin validar.


Los estudios revelan que la amodiaquina
selecciona pfmdr1 (86Y).

Piperaquina Número de copias en el gen pfpm2-3

Antifolatos Pirimetamina PSN en el gen pfdhfr

Sulfadoxinas PSN en el gen pfdhps

Aminoalcoholes Mefloquina Número de copias en el gen pfmdr1

Lumefantrina Marcador molecular aún sin validar. Los


estudios revelan que la lumefantrina
selecciona pfmdr1 (N86). Los datos
recientes no confirman el número de copias
en el gen pfmdr1 como un marcador de la
resistencia a la lumefantrina.

Lactonas Artemisinina y PSN en el gen pfK13


sesquiterpénicas derivados de la
artemisinina

Naftoquinona Atovacuona PSN en el gen pfcytb

PSN: polimorfismo de un solo nucleótido

Aunque pueden usarse los marcadores moleculares para vigilar las tendencias,
los datos clínicos serán, no obstante, necesarios para informar las políticas de
tratamiento. Si en el análisis molecular se observan aumentos importantes de los
marcadores de resistencia farmacológica en el tratamiento recomendado, debe
hacerse todo lo posible por recopilar cuanto antes datos de alta calidad sobre los
resultados del tratamiento de los pacientes con el fin de realizar un posible cambio
en la política de tratamiento.

4.4.2. Seguimiento integrado de la eficacia de los antimaláricos


en zonas con sistemas de vigilancia sólidos

Se espera que las zonas que persiguen la eliminación de la malaria tengan


un sólido sistema de vigilancia (sección 3). En esas zonas, puede integrarse el
seguimiento de la eficacia de los antimaláricos en el sistema de vigilancia habitual
garantizando que los datos recopilados de todos los casos de malaria en el
sistema de vigilancia habitual puedan utilizarse, y se esté haciendo, para generar

74
información sobre la eficacia de los antimaláricos. A estos efectos, se espera que el
sistema de vigilancia tenga capacidad para:

• hacer una buena detección de casos;

• notificar todos los casos de malaria, tanto si se detectan en el sistema público


como en el privado;

• conseguir que todos los pacientes reciban el tratamiento completo


recomendado (y el de la curación radical) bajo supervisión; y

• hacer un seguimiento de los pacientes para confirmar la curación completa.

En los estudios de eficacia terapéutica, solo se recopilan los datos de los casos
sintomáticos (con fiebre o antecedentes de fiebre). En la vigilancia integrada de
la eficacia terapéutica (iDES, por su sigla en inglés), se recopilan datos de todos
los casos, incluidos los asintomáticos, y de todas las especies halladas mediante
la detección pasiva o la detección activa de casos y posteriormente notificados al
sistema de vigilancia.

El papel desempeñado por el sector privado y los servicios comunitarios tales


como la detección de casos por los agentes de salud de la aldea, la prestación de
tratamiento y el seguimiento de los pacientes difiere de un país a otro. En todos los
países, sin embargo, el PNM debería ocuparse de la compilación y el análisis de los
datos. Debe implantarse un buen sistema de diagnóstico de calidad garantizada,
que abarque todos los sectores que participan en el diagnóstico, con el fin de

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


generar datos fiables. Para garantizar un tratamiento rápido y adecuado de los
pacientes y, de ese modo, la eliminación de la malaria, las políticas de tratamiento
deben estar actualizadas y todos los centros de diagnóstico y tratamiento deben
disponer de tratamientos de primera y segunda línea.

A continuación se describen las actividades y la información necesaria para la


vigilancia integrada de la eficacia de los antimaláricos:

• clasificación y diagnóstico de los pacientes,

• análisis molecular,

• tratamiento,

• seguimiento de los pacientes,

• información sobre la eficacia de los tratamientos de primera y segunda línea,

• clasificación de las respuestas al tratamiento,

• interpretación de los datos y consideraciones acerca de las políticas, y

• preparación de presupuestos para el seguimiento de la eficacia de los


antimaláricos.

75
Los procedimientos y la cantidad de datos recolectados dependen del sistema
existente y de los recursos disponibles. El mínimo indispensable de datos que
deben recogerse para analizar la eficacia terapéutica corresponde a los datos de
todos los pacientes recolectados al menos dos veces: el primer día de tratamiento
(día cero) y el último día especificado de seguimiento. Los datos recolectados
serán, entre otros, los relativos a la caracterización del caso, como la especie
parasitaria, el tratamiento administrado, datos sobre si el paciente era sintomático,
si el caso fue detectado mediante la detección pasiva de casos o la detección
activa, si el tratamiento fue supervisado y el resultado del tratamiento. Además, el
caso debe clasificarse como importado, introducido, autóctono, inducido, recaída
o recrudescencia. Otros detalles sobre la caracterización de los casos figuran en la
referencia 5 (véase también la sección 3 y el cuadro 7).

En el texto que sigue y en el cuadro 7 se presenta la información obligatoria y


recomendada que ha de recopilarse en el ámbito de los sistemas de vigilancia
periódica con el fin de analizar la eficacia de los antimaláricos. Es de esperar que
la información obligatoria ya se haya recopilado en los entornos de eliminación
con sólidos sistemas de vigilancia ordinaria. Cuando sea posible, los países
deberían recopilar toda la información que se recomienda a continuación, ya que
cuantos más datos se tengan, mejor será la información para orientar las políticas

Clasificación y diagnóstico de los pacientes

Como parte de la vigilancia periódica en los entornos de eliminación, se requiere


una investigación detallada de los casos y un registro del origen probable para
clasificarlos como importados, autóctonos, inducidos, introducidos, recaídas o
recrudescencias. Todos los casos sospechosos de malaria se diagnostican (con
identificación de la especie) mediante una PDR o microscopía realizada el día
cero; la microscopía es obligatoria para detectar la parasitemia recurrente
durante el seguimiento y el último día del seguimiento. Si se dispone de recursos, la
detección del parásito en el día cero debe incluir la identificación de la especie y la
fase (sexuada o asexuada) por microscopía.

Análisis molecular

El genotipado para distinguir entre reinfección y recrudescencia no es obligatorio


porque el riesgo de que las personas tratadas experimenten parasitemia
recurrente a causa de una nueva infección es muy bajo ya que el número de
casos de malaria en los entornos de eliminación es pequeño. Por este motivo,
todos los casos de parasitemia recurrente serán considerados por defecto como
verdadera recrudescencia (verdadero fracaso terapéutico) si se ha supervisado
el tratamiento. No obstante, se tomará otra gota de sangre más en papel de filtro
el día cero y el día de la reaparición de los parásitos. Las muestras de sangre
también sirven para confirmar las especies, evaluar los marcadores moleculares
conocidos de resistencia a los antimaláricos y facilitar la identificación del origen
geográfico de los parásitos.

76
Tratamiento

No se escatimarán esfuerzos para supervisar todos los tratamientos, incluido


el de primaquina en los pacientes con infección por P. vivax. Se dejará
constancia de si se supervisaron todas las dosis del tratamiento administrado.
En los pacientes infectados por P. vivax se debe determinar la concentración
de la glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD). A los pacientes con fracaso
terapéutico (reaparición de la parasitemia de la misma especie durante el
período de seguimiento; para la clasificación del fracaso, véase el cuadro 5) se les
administrará el tratamiento de segunda línea supervisado y se hará nuevamente
el seguimiento hasta que se logre la curación. Se recomienda la hospitalización,
siempre que sea posible, de los pacientes durante el tratamiento.

Seguimiento de los pacientes

Debe hacerse un seguimiento de todos los pacientes tratados por malaria hasta
el último día del período de seguimiento, que será adecuado según la especie y el
tratamiento administrado. En concreto, el período de seguimiento de los pacientes
infectados por P. falciparum es de 28 días para los fármacos con una vida
media corta (artesunato + sulfadoxina – pirimetamina, arteméter – lumefantrina,
artesunato – amodiaquina) y de 42 días para los de vida media larga (artesunato
– mefloquina, dihidroartemisinina – piperaquina y artesunato – pironaridina). El
período de seguimiento de los pacientes infectados por P. vivax es de 28 días para
las fases asexuadas y de tres meses para las recaídas. Si los recursos humanos
y económicos lo permiten, el período de seguimiento para los casos de infección
por P. falciparum puede prolongarse hasta 42 días después de la administración

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


de un antimalárico con vida media corta o hasta 56 días después del tratamiento
con uno de vida media larga. En algunos entornos, el seguimiento de los pacientes
infectados por P. vivax debe durar hasta un año.

Se ofrecerá a todas las personas infectadas, como mínimo, una consulta clínica y
una evaluación parasitológica en el día cero y en el último día del seguimiento (es
decir, el día 28, el día 42 o el día del fracaso terapéutico). Si se presenta fiebre u
otros síntomas en cualquier momento del período de seguimiento, se someterá a
esos pacientes a una evaluación parasitológica y clínica. Debe dejarse constancia
de todas las consultas, incluidas las que no están programadas. Si una persona
infectada no asiste a la consulta obligatoria del último día, debe hacerse todo lo
posible para localizarla. Se recomienda, siempre que sea factible, un seguimiento
adicional para los pacientes con infección por P. falciparum en el día 3 y luego
semanalmente, en los días 7, 14, 21, 28, 35 y 42. De manera análoga, se recomienda
para los pacientes con infección por P. vivax (y P. ovale) un seguimiento semanal
en los días 7, 14, 21 y 28 y luego mensual.

77
CUADRO 7.
Actividades obligatorias y recomendadas en la vigilancia integrada de
la eficacia de los antimaláricos

ACTIVIDAD OBLIGATORIA RECOMENDADA

Clasificación y diagnóstico de los pacientes.

Clasificación de los Clasificación del caso como .


pacientes importado, autóctono,
inducido, introducido, recaída o
recrudescencia.
Investigación detallada de
los casos y registro del origen
probable de la malaria.

Diagnóstico realizado Determinación de los síntomas Parasitemia por microscopía.


el día cero. (sin complicaciones, graves). Gametocitemia por
Identificación de las especies microscopía.
mediante PDR o microscopía. PCR

Diagnóstico realizado Microscopía


cualquiera de los otros
días del seguimiento.

Diagnóstico realizado Microscopía. PCR


el último día del
seguimiento.

G6PD Determinación de la G6PD en


los pacientes infectados por
P. vivax.

Análisis molecular

Marcadores de Muestra de sangre extraída


reinfección o de el día cero y el día del fracaso
recrudescencia. terapéutico para determinar
los marcadores de reinfección
o de recrudescencia.

Marcadores de Muestra de sangre extraída


farmacorresistencia. el día cero para determinar
los marcadores de
farmacorresistencia.

Identificación del Muestra de sangre extraída


origen. el día cero para determinar el
genotipo, que facilita el origen
geográfico de los parásitos.

Tratamiento

Supervisión del Asegurar que todos los Hospitalización de los pacientes


tratamiento tratamientos se administran durante el tratamiento.
bajo supervisión directa,
incluido el tratamiento con
primaquina para los pacientes
con malaria por P. vivax.

Fracaso terapéutico En todos los casos de fracaso Hospitalización de los pacientes


terapéutico se administrará un durante el tratamiento.
tratamiento de segunda línea
(supervisado) y se hará un nuevo
seguimiento durante otro período
completo.

78
ACTIVIDAD OBLIGATORIA RECOMENDADA

Seguimiento de los pacientes

Período de Fecha de finalización a los 28 A los 42 días después del


seguimiento: días del inicio del tratamiento inicio del tratamiento con un
P. falciparum con un fármaco de vida media medicamento de vida media
corta o a los 42 días del inicio corta; a los 56 días después del
del tratamiento con uno de vida inicio del tratamiento con uno
media larga. de vida media larga.

Período de Fecha de finalización a los 28 Hasta un año para P. vivax.


seguimiento: otras días y a los tres meses (si hay
especies recaídas) para P. vivaxa y P.
ovale. Debido a los escasos datos
científicos, se recomienda el
seguimiento hasta el día 28 para
P. malariae y hasta el día 42 para
P. knowlesi.

Días de seguimiento de Fecha de finalización definida Otro seguimiento el día 3 y


los pacientes como: luego semanalmente los días 7,
• último día del seguimiento 14, 21, 28, 35 y 42 (49, 56) para
(véase más arriba) si está P. falciparum y los días 7, 14,
curado, o 21 y 28 y mensualmente para
• cualquier día en que el P. vivax y P. ovale.
paciente presente reaparición
de la parasitemia con o
sin síntomas después del
tratamiento (es necesario
otro período de seguimiento
completo después de un
tratamiento de segunda
línea).

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Información recopilada Síntomas clínicos, fiebre, Síntomas clínicos, fiebre,
en los días de presencia de parasitemia en el parasitemia asexuada y
seguimiento día cero, en el último día o en sexuada (con microscopía)
cualquier día de la reaparición en las visitas de seguimiento.
de la parasitemia. Como alternativa, solo los
síntomas clínicos pueden
recolectarse por teléfono y las
otras visitas de seguimiento
se harán si se consideran
necesarias.

a
Debido a las diferencias por regiones en las recaídas por P. vivax, el período de seguimiento mínimo
recomendado es de 8 meses para el noreste de Asia, sur de Asia y Centroamérica, y 3 meses para todas
las demás áreas. El período de seguimiento ideal recomendado para todas las áreas es de 12 meses.
PCR: reacción en cadena de la polimerasa; G6PD: glucosa-6-fosfato deshidrogenasa

Información sobre la eficacia de los tratamientos de primera y segunda línea

El objetivo de los estudios de eficacia terapéutica es supervisar la eficacia de los


tratamientos de primera y segunda línea y, en caso necesario, la de cualquier
tratamiento recién registrado, cuyos datos de eficacia son necesarios para un
posible cambio en las políticas de tratamiento. El objetivo principal de la vigilancia
integrada de la eficacia de los antimaláricos, que incluye también la supervisión
del tratamiento y el seguimiento de los pacientes, es asegurar la curación de los
pacientes y el progreso hacia la eliminación. Los datos sobre la eficacia de los

79
antimaláricos se recopilan principalmente en el caso del tratamiento de primera
línea administrado a los pacientes conforme a las directrices nacionales de
tratamiento; un objetivo secundario es informar las políticas de tratamiento. Los
datos sobre la eficacia del tratamiento de segunda línea se recopilan solo en
pacientes con recrudescencia de la infección después del tratamiento de primera
línea.

Clasificación de las respuestas al tratamiento

Como se mencionó anteriormente, el genotipado para distinguir entre reinfección


y recrudescencia no es obligatorio. Cuando no se dispone de esta técnica, la
reaparición de la parasitemia en los pacientes que recibieron el tratamiento
obligatorio bajo supervisión se considera verdadera recrudescencia (verdadero
fracaso terapéutico). Si hay información sobre el genotipo, los datos deben
ser corregidos por la PCR. Si no se supervisó el tratamiento, la reaparición de
parasitemia no puede considerarse un verdadero fracaso terapéutico, pero es
importante no escatimar esfuerzos en supervisar el tratamiento posterior y registrar
el resultado. Una vez recopilados todos los datos recomendados, se clasificará
cada paciente según lo indicado en el cuadro 5 con las siguientes limitaciones:
La clasificación mostrada en el cuadro 5 puede usarse para infecciones por
P. falciparum y para los 28 primeros días de seguimiento de la infección por
P. vivax únicamente. La reaparición de parasitemia por P. vivax en el período de
seguimiento después del día 28 debe clasificarse como una recaída. El fracaso
terapéutico temprano a menudo no puede clasificarse en la vigilancia integrada,
ya que los datos no estarán disponibles. Además, la categoría de fracaso
terapéutico temprano no puede usarse para los pacientes con malaria grave
diagnosticada en el día cero.

Interpretación de los datos y consideraciones acerca de las políticas

Deben analizarse los datos continuamente, especialmente si se trata de pacientes


con fracaso terapéutico y de cuestiones programáticas, como el número de
pacientes cuyo seguimiento fue imposible o si se administró el tratamiento de
segunda línea a los pacientes con fracaso terapéutico de acuerdo con la política
nacional de tratamiento. Además del análisis continuo, debe fijarse una fecha para
examinar y debatir todos los datos (por ejemplo, una reunión anual de evaluación),
momento en que los datos pueden compartirse y debatirse con responsables
de la OMS. Las directrices de la OMS para el tratamiento de la malaria (17)
recomiendan cambiar el tratamiento de primera línea si la tasa de fracaso total es
superior al 10%; no obstante, las tasas de eficacia y fracaso deben considerarse en
el contexto de sus intervalos de confianza. Las decisiones acerca de las políticas
de tratamiento también se fundamentan en otros datos, como los resultados de los
marcadores moleculares, especialmente en los entornos de transmisión muy baja
donde puede que haya muy pocos pacientes para obtener el nivel deseado de
precisión (5%) y un intervalo de confianza del 95%. En los entornos de eliminación,
cualquier fracaso terapéutico debe ser investigado, ya que este fracaso supone
una posible fuente de propagación ulterior de la malaria.

80
4.4.3 Preparación de presupuestos para el seguimiento de la
eficacia de los antimaláricos

Para asegurar que un país que realiza estudios de eficacia terapéutica cuenta
con recursos suficientes, debe contarse con un presupuesto que cubra lo siguiente:
recursos humanos, viajes y transporte; equipos y suministros; costos de los
pacientes, asistencia técnica y supervisión; un sistema de garantía de la calidad,
gestión de datos y apoyo al laboratorio para el genotipado. Además, debe
preverse la capacitación y el seguimiento necesarios para mejorar la calidad de
los procedimientos clínicos y la recopilación, gestión, validación y notificación de
los datos, que suele ser proporcionada por un consultor a las dos o tres semanas.
Debe haber un estricto cumplimiento del protocolo del estudio para garantizar la
calidad de los datos.

Cuando la supervisión de la eficacia de los antimaláricos esté plenamente


integrada en las actividades de vigilancia, la financiación (incluso para las
actividades recomendadas como el análisis de los marcadores moleculares)
deberá formar parte del presupuesto general dedicado a la vigilancia. Deben
asignarse fondos y recursos humanos suficientes tanto a la recopilación y análisis
de datos como a la supervisión del sistema en su conjunto.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

81
5. Vigilancia entomológica
y control de vectores,
seguimiento y evaluación

5.1 FUNDAMENTO, DEFINICIÓN Y OBJETIVOS


A escala mundial, el control de los vectores ha contribuido enormemente a reducir
la morbilidad y mortalidad por malaria (28) y representa la mayor parte del costo
previsto para la aplicación de la Estrategia técnica mundial contra la malaria
2016–2030 (29).

Las intervenciones en las que se utilizan insecticidas, a saber, los mosquiteros


tratados con insecticidas de larga duración y el rociado residual intradomiciliario,
son en la actualidad las intervenciones básicas de control de vectores para la
prevención de la malaria. Estas intervenciones influyen en las poblaciones de
mosquitos adultos y reducen la transmisión de la malaria de diversas formas.
Los insecticidas de los mosquiteros o de las superficies interiores de las viviendas
derriban, matan o repelen a los vectores. A medida que aumenta la cobertura
de las intervenciones con insecticidas, el exterminio de poblaciones de vectores
da lugar a la protección incluso de aquellas personas de una comunidad que no
están directamente cubiertas por la intervención de los mosquiteros, lo que se
conoce como “protección de la comunidad” (30, 31). Los mosquiteros tratados con
insecticidas de larga duración también protegen a las personas de las picaduras
de mosquitos por la propia barrera física de la red. Estos efectos conducen a una
disminución de la supervivencia de los vectores (longevidad) y de su densidad, lo
que en último término disminuye la capacidad de los mosquitos para transmitir
los parásitos de la malaria. Tanto los mosquiteros tratados con insecticidas como
el rociado de interiores son más eficaces cuando los vectores locales tienen
tendencia a picar y reposar en interiores (es decir, son endófagos y endófilos); sin
embargo, estas intervenciones todavía proporcionan un control importante cuando
los vectores locales se alimentan (exofagia) (32) y reposan principalmente en el
exterior (exofilia).

Centrarse en las formas inmaduras acuáticas de los mosquitos (huevos, larvas


y pupas), lo que se conoce como manejo de fuentes de larvas (LSM), también
reduce la transmisión de la malaria porque afecta a la densidad de vectores
adultos. Esto se considera un complemento de las intervenciones básicas
descritas anteriormente. El manejo de las fuentes de larvas consiste en eliminar
de forma permanente o retirar temporalmente las aguas estancadas para que
desaparezcan las formas inmaduras o disminuya la oviposición de los mosquitos,
o en aplicar periódicamente insecticidas biológicos o químicos en las masas

82
de agua para matar o interrumpir el desarrollo de las formas inmaduras. Estos
métodos serán eficaces (solos o combinados) en lugares donde hay pocos hábitats
acuáticos de vectores de la malaria, son fijos y fáciles de encontrar.

Los indicadores de progreso de los programas en cuanto a cobertura, acceso


y utilización del control de vectores (véase la sección 5.6 y el cuadro 14) son
de suma importancia. La calidad de los productos utilizados para el control de
vectores debe vigilarse con el fin de garantizar que cumplen las especificaciones y
funcionan de manera eficaz y segura durante todo el tiempo. Hacer el seguimiento
del desempeño de las intervenciones para el control de vectores incluye evaluar
sobre el terreno la durabilidad de los productos utilizados en los mosquiteros con
insecticidas de larga duración y la eficacia residual de las formulaciones utilizadas
para el rociado de interiores tras su aplicación en las paredes y techos.

Las intervenciones básicas y complementarias ejercen una presión selectiva


que afecta a la frecuencia, la intensidad o a los mecanismos de resistencia
a los insecticidas. La diversidad en el impacto de las intervenciones sobre las
distintas especies de mosquitos como consecuencia de la distinta sensibilidad a
los insecticidas o de la propensión a las intervenciones que actúan por contacto
hace que sean más letales para algunas especies y se altere la composición de
estas. Por lo tanto, la eficacia general de las intervenciones contra los vectores
restantes va a cambiar con el tiempo, lo que hará necesario intervenciones
alternativas o complementarias. Por lo tanto, es esencial la supervisión sistemática
de las especies de vectores y sus características, así como el seguimiento de las
intervenciones para detectar las modificaciones que pudieran ser necesarias en las
estrategias de control de vectores.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


La vigilancia entomológica puede definirse como la recopilación, el análisis y la
interpretación regular y sistemática de datos entomológicos para valorar el riesgo,
planificar, ejecutar y hacer el seguimiento y evaluación de las intervenciones de
control de los vectores. Todas las actividades de vigilancia deben estar claramente
vinculadas a las decisiones programáticas para garantizar un control óptimo de los
vectores. En programas de intervenciones antipalúdicas, los objetivos principales
de la vigilancia entomológica son:

• Caracterizar la receptividad para guiar la estratificación y selección de las


intervenciones. La posible transmisión de la malaria dentro de un país a
menudo difiere significativamente, como lo indica la heterogeneidad en
la receptividad (véase la sección 5.5). Los parámetros entomológicos a
tener en cuenta para la caracterización del riesgo incluyen las especies de
vectores presentes y las características que influyen en la transmisión.1 Deben
conocerse algunos rasgos característicos importantes como la picadura
(horas, lugar y preferencia por el huésped), la difusión y los hábitos de reposo
de los principales vectores, ya que estos rasgos determinan la receptividad
y por lo tanto orientan la elección de las intervenciones. La caracterización
de la receptividad se usa para orientar el control de vectores con el fin de

1
  La importación de vectores de otras zonas (como por ejemplo los que vuelan o son transportados de
forma pasiva en aeronaves, buques u otros medios) puede ser otro componente de la vulnerabilidad, pero
este es de poca importancia en la mayoría de los entornos ya que es relativamente poco frecuente.

83
garantizar la cobertura necesaria de las poblaciones en riesgo (33). Una mejor
orientación de las intervenciones contribuye a optimizar el uso de los recursos
y, en último término, puede aumentar el impacto.
• Hacer un seguimiento de la densidad relativa de las especies portadoras
de la malaria (y su bionomía2) para determinar el carácter estacional de la
transmisión y el momento óptimo de las intervenciones. La composición de las
especies portadoras debe ser rastreada a lo largo del tiempo; es importante
contar con información actualizada, ya que la densidad relativa de las
especies puede variar según la estación y otros cambios medioambientales, y
con las intervenciones eficaces.
• Hacer un seguimiento de la resistencia a los insecticidas como base para
la elección de los insecticidas. Los vectores han desarrollado resistencia
fisiológica a los insecticidas usados en las intervenciones (principalmente en
los MTILD y el RRI), cuya aparición debe vigilarse de cerca. La frecuencia, la
intensidad y los mecanismos de resistencia deben determinarse en los vectores
principales de la malaria y, cuando sea posible, en los vectores secundarios.
La información sobre la resistencia a los insecticidas será muy útil a la hora de
elegir los insecticidas, de acuerdo con los planes de gestión de la resistencia
a los insecticidas. Esto adquiere una importancia creciente a medida que
aparecen nuevos instrumentos de control de vectores, incluidos nuevos
insecticidas.
• Determinar otras amenazas a la eficacia del control de los vectores. La
composición y el comportamiento de las poblaciones de vectores pueden
cambiar y, en consecuencia, socavar la eficacia de las intervenciones. Por
ejemplo, la proporción relativa de la transmisión al aire libre puede aumentar
como resultado del control eficaz de los vectores endófagos o endófilos. Por
consiguiente, se debe hacer un seguimiento de los vectores para detectar
cambios importantes en el lugar en el que tiene lugar la transmisión, con el fin
de decidir si se requieren intervenciones complementarias, como por ejemplo
nuevos instrumentos para controlar la transmisión al aire libre.
• Supervisar la cobertura y la calidad de las intervenciones de control de
vectores para detectar las deficiencias y las oportunidades. También debe
hacerse un seguimiento de la intervención (o las intervenciones) utilizada para
garantizar una implementación óptima y para señalar cualquier corrección
requerida. La supervisión de las intervenciones incluye evaluar la cobertura, el
acceso, el uso y su aceptabilidad y calidad, tales como la integridad física o de
la tela y la actividad insecticida de los MTILD y la eficacia residual del RRI.
Las actividades de vigilancia entomológica necesarias para alcanzar estos
objetivos son entre otras:

• establecer las especies portadoras de la malaria;


• medir la densidad de vectores específica de cada especie y determinar la
composición de los vectores;

2
  La bionomía vectorial es el estudio del modo de vida de los organismos en su hábitat natural y su
adaptación al entorno. Los estudios básicos son los realizados sobre el desarrollo de las formas inmaduras
y la influencia de las condiciones medioambientales en la vida de los adultos.

84
• determinar los hábitos de alimentación de los vectores hematófagos
(zoofílicos, antropófilos);
• evaluar otros comportamientos de los vectores (exofilia, endofilia, exofagia,
endofagia);
• hacer un seguimiento de la sensibilidad de los vectores a los insecticidas
(frecuencia, intensidad y mecanismos de resistencia);
• medir las tasas de infección del vector con el parásito de la malaria (índice
esporozoítico, tasa de oocistos); y
• determinar los hábitats acuáticos de las formas inmaduras de los vectores y
las características del hábitat.

Las actividades de seguimiento y evaluación necesarias para alcanzar los objetivos


antes mencionados son entre otras:

• medir la cobertura, el acceso, el uso y la aceptación de las intervenciones


(véase la sección 7);
• medir la durabilidad sobre el terreno de los mosquiteros tratados con
insecticidas de larga duración;
• medir la eficacia residual de los insecticidas; y
• cumplir la aplicación de los larvicidas.
Estos indicadores deben medirse a lo largo del tiempo para detectar cualquier
tendencia apreciable e informativa.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


5.2 SISTEMAS DE VIGILANCIA EN ENTOMOLOGÍA Y
CONTROL DE VECTORES
La vigilancia entomológica debe llevarse a cabo para fundamentar la planificación
y ejecución de actividades de control de vectores, a fin de garantizar que las
intervenciones adecuadas se utilicen donde se necesitan; debe ser dirigida por
el Programa Nacional contra la Malaria. El enfoque de vigilancia utilizado en
un país dependerá de la epidemiología pasada y presente de la malaria. Por lo
tanto, la estrategia de vigilancia debe evaluarse periódicamente y revisarse si
es necesario para garantizar una utilización eficaz en función de los costos de
los recursos destinados a la lucha contra los vectores, en particular cuando se
observan cambios significativos en el número de casos mediante la notificación
o la realización de encuestas. Debería recurrirse a la colaboración con otros
programas de control de vectores, instituciones de investigación, laboratorios
centrales o regionales de referencia y otros asociados para prestar apoyo técnico y
programático, según convenga.

La vigilancia puede categorizarse en encuestas preliminares o de punto de partida,


encuestas de vigilancia periódicas para la observación de tendencias, verificaciones
al azar para la recopilación de datos complementarios e investigaciones de focos
durante la eliminación o en respuesta a brotes (recuadro 8).

85
RECUADRO 8.
Tipos de encuestas para el control de los vectores
Encuestas preliminares o de punto de partida: Estas encuestas iniciales,
limitadas en el tiempo, se utilizan para recopilar datos de referencia para la
planificación de medidas de control de vectores. Proporcionan información
sobre las especies de vectores presentes, sus hábitos de reposo y alimentación,
los cambios en la composición de las especies según la estación y a lo largo
del tiempo, los tipos de masas de agua usadas como hábitats larvarios y la
sensibilidad de los vectores a los insecticidas. La información sobre las especies
locales de vectores y su ecología, biología y comportamiento a menudo ha
sido reunida y utilizada para fundamentar las estrategias actuales de control
y eliminación. Los datos de este tipo de encuestas también se utilizan para
determinar los sitios de vigilancia centinela adecuados.

Encuestas de vigilancia periódicas: Las observaciones a largo plazo se


realizan con regularidad, por ejemplo, mensual, trimestral o anualmente,
en ubicaciones fijas. Su finalidad es detectar cambios en la densidad y
composición de las especies portadoras, el comportamiento, la sensibilidad
a los insecticidas e incluso las tasas de infección, lo que puede explicar
cualquier tendencia epidemiológica observada en la transmisión de la
malaria y, en último término, indicar la respuesta adecuada. Todos los países
donde la malaria es endémica deberían haber establecido sitios de vigilancia
entomológica seleccionados cuidadosamente teniendo en cuenta diversos
criterios (véase página siguiente). A medida que disminuye la transmisión y la
malaria se vuelve más concentrada, debe ajustarse la ubicación de los sitios
centinela para asegurar la recopilación de datos que sean aplicables a los
focos de transmisión restantes.

Verificaciones al azar: Las evaluaciones con este fin se llevan a cabo


en ubicaciones seleccionadas como complemento a las observaciones
periódicas y cuando se necesita más información para fundamentar el
ajuste o la respuesta del programa. Las verificaciones al azar pueden incluir
investigaciones en las zonas en las que se sospecha que existen problemas
en la calidad de la ejecución de una intervención; un aumento previsto de
la receptividad o la vulnerabilidad, tal vez debido a la reintroducción o
proliferación de una especie portadora como consecuencia de las alteraciones
medioambientales; la presencia de grupos de población vulnerables debido,
por ejemplo, al reasentamiento, la migración o la minería; y el aumento de
los riesgos de importación debido al mayor desplazamiento de las personas
en las zonas fronterizas o a las rutas de transporte vinculadas a los países con
malaria endémica.

Investigaciones de los focos: Estas investigaciones se emprenden en zonas de


transmisión nueva, persistente o reaparición de la malaria para determinar por
qué las intervenciones que se están utilizando ya no reducen la transmisión. Se
trata de investigaciones epidemiológicas reactivas a corto plazo en ámbitos
de eliminación o prevención del restablecimiento. El desencadenante de una
investigación de focos podría ser un aumento de la prevalencia de infecciones
parasitarias o casos clínicos de malaria.

86
La vigilancia entomológica periódica es distinta de las evaluaciones más
detalladas de la entomología y el control de vectores en la investigación operativa,
que por lo general son llevadas a cabo por institutos asociados, incluidas
las instituciones académicas o de investigación nacionales, para responder
a preguntas específicas de la investigación, más que como un seguimiento
sistemático. La investigación operativa no se trata en este manual.

Criterios generales para seleccionar los lugares de vigilancia

Los sitios para realizar las encuestas entomológicas de vigilancia periódicas deben
representar idealmente el espectro de entornos ecoepidemiológicos de un país,
incluidas las zonas ecológicas con diferentes especies de vectores de malaria y
las regiones epidemiológicas o las zonas con diferentes niveles de transmisión de
la malaria (véase la sección 7.4) (33, 34). Es esencial que los datos generados
en los sitios centinela entomológicos puedan vincularse a la información sobre la
epidemiología local de la malaria (véanse las secciones 3.5 a 3.7), por ejemplo, en
un centro de salud que sirva de sitio centinela. La vigilancia centinela debe llevarse
a cabo de forma reiterada, y la ubicación de los sitios podría tener que modificarse
sobre la base de datos epidemiológicos y entomológicos. En las zonas en las que
haya cesado la transmisión gracias a un control eficaz, se utilizará la vigilancia
centinela para reevaluar la receptividad de la zona. En función del resultado, los
sitios de vigilancia se mantendrán en las zonas en las que se haya interrumpido
la transmisión, aunque persista un riesgo significativo o bien se eliminarán
(trasladarán) de las zonas con escaso o nulo potencial malarígeno.

Las otras características principales que deben tenerse en cuenta al seleccionar los

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sitios centinela entomológicos son:

• las intervenciones de control de vectores que se estén utilizando o


planificando, como el uso exclusivo de los MTILD, solo el RRI, los MTILD y el
RRI, los MTILD y la aplicación de larvicidas, para garantizar la elección de
sitios que sean representativos;

• el uso pasado o actual de los insecticidas en la agricultura, que puede afectar


a la sensibilidad de los vectores a los insecticidas utilizados en el control de
vectores de la malaria;

• los niveles de transmisión previos, incluidas las zonas de elevada prevalencia


con antecedentes de epidemias;

• los lugares o zonas en alto riesgo de importación de casos, vectores infectados


o especies invasoras de vectores, como puertos, puestos fronterizos o paradas
de descanso a lo largo de las principales rutas de transporte;

• el desarrollo en curso o planificado que podría cambiar la receptividad o la


vulnerabilidad, como el aumento de las poblaciones humanas o vectoriales
(por ejemplo, en las presas);

• la ubicación y disponibilidad de recursos humanos e infraestructura, incluido


el personal capacitado (entomólogos, técnicos en control de vectores y

87
recolectores de mosquitos), instalaciones (insectarios, laboratorios) y equipo
(microscopios, estuches de pruebas);

• la ubicación y disponibilidad de los establecimientos de salud o institutos


asociados para albergar equipos y proporcionar recursos humanos para los
estudios; y

• la accesibilidad prevista de los sitios durante los momentos planificados de las


encuestas, como los períodos de altas precipitaciones.

El número de sitios centinela necesarios depende en gran medida del tamaño


y la diversidad ecológica y epidemiológica de un país. Se propone, como guía
orientativa para el seguimiento de la resistencia a los insecticidas, que haya al
menos un sitio centinela por 500 000 mosquiteros distribuidos o 200 000 viviendas
rociadas (35-37). Esto equivale aproximadamente a un sitio por cada millón de
personas protegidas, aunque el número exacto dependerá de la epidemiología y
la densidad de población del país. La distribución y el número de sitios deberían
revisarse periódicamente y adaptarse en función de los datos epidemiológicos, los
tipos identificados de resistencia y los recursos humanos y económicos disponibles.

5.3 PRINCIPALES INDICADORES ENTOMOLÓGICOS


DE LA MALARIA
A lo largo del proceso continuo de la transmisión, los programas nacionales
deberían crear una sólida base de datos sobre la ecología, biología y bionomía
de los vectores, identificados por los indicadores entomológicos pertinentes.
La prioridad y pertinencia de cada indicador depende de la configuración de
la transmisión y de las intervenciones actuales y planificadas. Existen diversos
métodos y técnicas de medición (cuadro 8; anexo 16). El conocimiento de estos
parámetros es esencial para caracterizar la dinámica de la transmisión de la
malaria dentro de un país con el fin de guiar la estratificación y la acción (38-40).
Es posible que se necesiten indicadores y métodos nuevos o perfeccionados para
medirlos a medida que se disponga de nuevos instrumentos, técnicas y enfoques
de control de vectores. (Puede ser necesario un programa de investigación para
la vigilancia entomológica con el fin de orientar la elaboración de indicadores a
medida que cambien las prioridades del programa.)

88
CUADRO 8.
Indicadores de vigilancia entomológica

NO. INDICADOR RESULTADO(S) CÁLCULO O EXPLICACIÓN


Composición de los vectores adultos

1.1 Presencia Vectores hembra adultos Presencia de especies del género


presentes o ausentes. Anopheles conocidas por favorecer
el desarrollo de esporozoítos de
Plasmodium. Requiere identificación
correcta de la especie.

1.2 Densidad Número de vectores El número recolectado se informa


hembra adultos por método de muestreo individual
recolectados, o se suma el número de todos
generalmente por los métodos de muestreo.a La
método de muestreo y estacionalidad vectorial se refiere
unidad de tiempo. a las variaciones en la abundancia
de especies por estación. La
composición de los vectores es la
abundancia relativa de cada especie
en proporción al número total de
vectores recolectados.

Comportamiento de los vectores adultos

2.1 Tasa de picadura Número de vectores Número de vectores hembra del


en humanos hembra adultos que género Anopheles recolectados que
tratan de alimentarse o han ingerido sangre recientemente
se han alimentado de o intentaron ingerirla por número
sangre recientemente, total de unidades recolectadas. Las

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por persona y unidad de unidades recolectadas dependen del
tiempo. método de muestreo; el rendimiento
de las capturas con cebo humano
se notifica por persona y hora de
recolección; y el rendimiento de las
capturas con trampas de luz de
tipo CDC, con trampas de salida
instaladas en ventanas y las capturas
por rociado con piretroides se
notifican por trampa y noche y por
número de ocupantes humanos en las
casas utilizadas para la recolección.

2.2 Índice de Proporción de vectores Número de vectores hembra de


antropofilia hembra adultos que se Anopheles que se alimentan de
(preferencia por alimentan con sangre sangre humana / Número total de
el huésped) humana. vectores de Anopheles en los que se
identificó la ingesta de sangre.

2.3 Horas de Número de vectores Como en la “tasa de picadura en


picadura hembra adultos que humanos” pero notificado para
tratan de alimentarse o incrementos de tiempo individuales.
se han alimentado de Los valores se comparan por período
sangre recientemente, para determinar las horas en las que
por persona y unidad de los mosquitos pican más.
tiempo; generalmente
expresado por
incremento de 2 horas.

89
NO. INDICADOR RESULTADO(S) CÁLCULO O EXPLICACIÓN

2.4 Lugar de Proporción de intentos de Uso simultáneo del mismo método (o


picadura picadura o picaduras con métodos) de muestreo en espacios
ingestión de sangre de los interiores y en el exterior para tener
vectores hembra adultos una indicación de la endofagia y
en espacios interiores y en la exofagia. Índice de endofagia =
el exterior, por unidad de número de picaduras de vectores
tiempo. Anopheles en interiores / [número de
picaduras en interiores+ número de
picaduras en el exterior]b

2.5 Lugar de reposo La proporción de Uso simultáneo de un método (o


(densidad vectores hembra adultos métodos) de muestreo similar en
de reposo en recolectados que interiores (casas y cobertizos de
interiores) reposan en interiores ganado bovino) y en el exterior para
(y en el exterior en las tener una indicación de la endofilia
estructuras muestreadas), y la exofilia. Índice de endofilia =
generalmente por ser número de vectores de Anopheles
humano-hora. recolectados que reposan en
interiores (densidad de reposo en
interiores) / [cantidad que reposa en
interiores + cantidad que reposa en el
exterior]b

Resistencia a los insecticidas de los vectores adultosc,d

3.1 Frecuencia de la Proporción de vectores 100% – (número de vectores


resistencia hembra adultos que anofelinos de la malaria muertos
sobreviven después o incapacitadose / número total
de la exposición a un expuesto a una concentración
insecticida. discriminante de insecticida en
bioensayos normalizadosf).

3.2 Estado de Clasificación de las Clasificación basada en la


resistencia poblaciones de vectores proporción de mosquitos muertos
hembra adultos en o incapacitadose tras la exposición
poblaciones con a una concentración discriminante
resistencia confirmada, de insecticida en un bioensayo
posible resistencia o normalizadof, donde: una mortalidad
sensibles. < 90% = resistencia confirmada; una
mortalidad de entre 90% y 97% =
posible resistencia; una mortalidad
≥ 98% = sensibles.

3.3 Intensidad de la Clasificación de las Clasificación basada en la


resistencia poblaciones de vectores proporción de mosquitos muertos
hembra adultos según o incapacitadose tras la exposición
sea la resistencia a concentraciones de un insecticida
de intensidad alta, 5 y 10 veces más intensas que la
moderada o baja. concentración discriminante en un
bioensayo normalizadof, donde: una
mortalidad < 98% tras una exposición
a la concentración 10x = resistencia
de alta intensidad; una mortalidad
≥ 98% tras una exposición a la conc.
10x, pero < 98% tras una exposición a
la conc. 5x = resistencia de intensidad
moderada; una mortalidad ≥ 98% tras
una exposición a conc. 10x y 5x pero
< 98% tras una exposición a la conc.
1x = resistencia de baja intensidad.

90
NO. INDICADOR RESULTADO(S) CÁLCULO O EXPLICACIÓN

3.4 Mecanismo Los mecanismos Basado en la detección del


(o mecanismos) detectados o no mecanismo de resistencia mediante
de resistencia detectados en los pruebas moleculares o bioquímicas
vectores hembra adultos. para los marcadores moleculares
(por ejemplo, kdr, Ace-1R) o
perfiles enzimáticos (por ejemplo,
monooxigenasas, esterasas, glutatión
S-transferasa). Los resultados y la
interpretación dependen de la prueba
utilizada.d

La participación del Diferencia entre (número de vectores


mecanismo metabólico anofelinos de malaria muertos o
en la resistencia incapacitadose / número total de
observada en los vectores expuestos a un insecticida más un
hembra adultos puede sinérgico) y (número de vectores
ser total, parcial o no anofelinos de malaria muertos
estar presenteg. o incapacitadose / número total
de expuestos a un insecticida
solamente), donde: una diferencia
≥ 10% y mortalidad de los expuestos
al sinérgico + insecticida ≥ 98% =
participación total; una diferencia
≥ 10% y mortalidad de los expuestos
al sinérgico + insecticida > a la de
los expuestos al insecticida solo =
participación parcial; o diferencia
<10% = el mecanismo metabólico no
está presente.h

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Hábitats acuáticos de formas inmaduras de vectoresi

4.1 Disponibilidad de Número de hábitats Número de hábitats potenciales


hábitats acuáticos presentes y para la oviposición de vectores de
ausentes, por zona y tipo Anopheles y desarrollo de formas
de hábitat. inmaduras en una zona.

4.2 Ocupación de Larvas y pupas presentes Número de hábitats acuáticos que


hábitats y ausentes, por zona y albergan larvas o pupas de vectores
tipo de hábitat . de Anopheles / número de hábitats
potenciales para la oviposición de
vectores de Anopheles y el desarrollo
de formas inmaduras en una zona,
por categoría de hábitat.

4.3 Densidad larvaria Número de vectores Número de formas inmaduras de


inmaduros recolectados, vectores de Anopheles recolectadas
por hábitat individual. por inmersión, por persona y unidad
de tiempo. Generalmente se registra
por estadio de desarrollo (estadios
I-IV y pupas) y por hábitat y se notifica
por categoría de estadio (estadio
temprano, estadio tardío, pupas) para
una zona.

91
NO. INDICADOR RESULTADO(S) CÁLCULO O EXPLICACIÓN

Indicadores indirectos de la transmisión

5.1 Índice Proporción de vectores Número de vectores hembra del


esporozoítico hembra adultos con género Anopheles identificados
esporozoítos en las como esporozoíto positivo / número
glándulas salivales. total de hembras de Anopheles
analizado. Indica la proporción de
vectores de Anopheles presentes
y que pican que se consideran
infecciosos.

5.2 Tasa de Número de picaduras Calculado como: tasa de picadura


inoculación infecciosas de vectores en humanos x índice esporozoítico
entomológica hembra adultos recibidas a partir de las capturas con cebo
por persona y unidad de humano o densidad de vectores x
tiempo, generalmente índice esporozoítico basado en la
por año. recolección con trampas de la luz
de tipo CDC. Notificado por año,
estación, mes o noche. La TIE anual o
estacional se calcula mejor sumando
las TIE mensuales para tener en
cuenta el fuerte carácter estacional
de la transmisión. Indica la intensidad
de la transmisión de parásitos de
la malaria, pero no hay protocolos
normalizados (41).

5.3 Receptividadk Clasificación de las La receptividad depende de la


zonas según el riesgo de presencia de vectores de Anopheles
transmisión. competentes (transmisores), un clima
adecuado y una población humana
susceptible (vulnerable), y se basa
generalmente en una combinación
de los indicadores enumerados antes.
Se usan diversos métodos para
determinar la receptividad, que están
siendo revisados por la OMS para
proporcionar una mejor orientación
sobre este tema.

Los indicadores 1.1 – 5.2 se notifican para especies de vectores individuales. El propósito de las encuestas es
recopilar datos sobre todos los vectores principales e incluir vectores secundarios cuando sea posible.
En la referencia 42 se ofrece un ejemplo práctico para calcular los indicadores entomológicos del cuadro 8.
a
Las características de comportamiento de las especies de vectores pueden sesgar las cifras obtenidas
mediante los diferentes métodos de muestreo. La combinación de los resultados obtenidos con los
diferentes métodos de muestreo y la comparación según la abundancia relativa puede atenuar en parte
el sesgo inherente.
b
El índice de exofagia o exofilia es 1 — el índice de endofagia o endofilia.
c
Se han definido otros indicadores de resistencia para adultos y larvas que no suelen usarse en la
vigilancia periódica, como el nivel de resistencia (es decir, la concentración necesaria para matar el 50%
o el 95% de los mosquitos sometidos a la prueba, DL50 y DL95 ) y el coeficiente de resistencia (es decir,
DL50 para la población sometida a la prueba / DL50 para la cepa sensible).
d
Para más información, véase la referencia 43.
e
Los criterios dependen del método utilizado (por ejemplo, prueba de determinación de la sensibilidad de
la OMS o el bioensayo en botella desarrollado por los CDC).
f
Con ajuste mediante la fórmula de Abbott (43) cuando proceda.
g
Para sinérgico – bioensayos de insecticidas
h
Donde una diferencia ≥ 10% y sinérgico + insecticida < insecticida solo = no se pudo evaluar de manera fiable.
i
Pertinente para las zonas en las que se está considerando el manejo de las fuentes de larvas o aplicándose
como una intervención complementaria (es decir, donde hay pocos hábitats larvarios, fijos y de fácil acceso).
j
Las estimaciones de la probabilidad de supervivencia diaria son también informativas, pero no se
obtienen durante la vigilancia periódica.
k
Se necesitan otras evaluaciones para perfilar las clasificaciones de la receptividad.

92
Los principales indicadores entomológicos se pueden clasificar en cinco grupos:

• composición de los vectores adultos (presencia y densidad de las especies);

• comportamiento de los vectores adultos (índice de antropofilia, tasa de


picadura en humanos, horas de picadura, lugar de picadura, lugar de
reposo);

• resistencia a los insecticidas de los vectores adultos (frecuencia, situación,


intensidad y mecanismos de resistencia);

• hábitats acuáticos de las formas inmaduras de los vectores (disponibilidad y


ocupación del hábitat, densidad larvaria); e

• indicadores indirectos de la transmisión (índice esporozoítico, tasa de


inoculación entomológica, receptividad).

Los indicadores son notificados generalmente por especies individuales de


vectores.

5.3.1 Composición y comportamiento de los vectores adultos

Se pueden utilizar varias técnicas de muestreo para medir un indicador,


cuya idoneidad depende de la densidad y comportamiento de las especies
de vectores (44, 45). Por ejemplo, la tasa de picadura en humanos puede
obtenerse usando varios métodos (p. ej., capturas con cebo humano, trampas

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con cebo humano, trampas con cebo de olores humanos, trampas con
potenciación con CO2 y trampas de luz CDC con una conversión; véase el
cuadro 9). La preferencia de los vectores por los huéspedes humanos puede
entonces determinarse mediante análisis moleculares o enzimáticos de los
mosquitos ingurgitados de sangre para calcular el índice de antropofilia. En las
zonas en las que los vectores de la malaria son endofágicos y endófilos, pueden
recolectarse en interiores con métodos adecuados; sin embargo, en las zonas
en las que la mayoría de los vectores salen de las casas después de alimentarse
(exofílicos), los métodos para la recolección de mosquitos que reposan al aire
libre proporcionan el mejor cálculo del índice de antropofilia.

93
94
CUADRO 9.
Vigilancia entomológica periódica según la prioridad en diferentes entornos de transmisión de la malaria, pertinencia y
métodos de muestreo y técnicas analíticas vectoriales
• prioridad alta; o, prioridad moderada, dependiendo de la situación; –, prioridad baja o no pertinente; +, pertinente.

NO. INDICADOR PRIORIDAD POR ENTORNO PERTINENCIA POR INTERVENCIÓN (O MÉTODOS Y TÉCNICAS
DE TRANSMISIÓN INTERVENCIONES) APLICADA O CONSIDERADA PREFERIDAS (VER ANEXO 16)
Alta, Muy baja Prevención MTILD RRI Manejo de las fuentes de larvas Métodos Técnicas
moderada hasta del resta- de muestreo analíticas
o baja eliminación blecimiento Aplicación de Manipulación
larvicidas o o modificación
control biológico de hábitats
Composición de los vectores adultos
1.1 Presencia • • • + + + + 1–12 A,B
1.2 Densidad o oe - + + + + 1–12 A,B
Comportamiento de los vectores adultos
2.1 Tasa de picadura en o o - + + - - 2–5 A,B
humanos (o 1 como
indic. indirecto)
2.2 Índice de antropofilia o - - + + - - 1–6 A,B,C,D
2.3 Horas de picadura o o - + - - - 2–5 A,B
(o 1 como
indic. indirecto)
2.4 Lugar de picadura • o - + - - - 2–5 A,B
(o 1 como
indic. indirecto)
2.5 Lugares de reposo • o - - + - - 7–10 A,B
Resistencia a los insecticidas de los vectores adultos
3.1 Frecuencia de la • • o + + +h - 13 (o 2–12)a A,B,E
resistencia
3.2 Estado de resistencia • • o + + - - 13 (o 2–12)a A,B,E
c c
3.3 Intensidad de la o o - + + - - 13 (o 2–12)a A,B,F
resistencia
3.4 Mecanismo oc oc - + + - - 13 (o 2–12)a,b A,B,G,H
(o mecanismos) de
resistencia
Hábitats acuáticos de formas inmaduras de vectores
4.1 Disponibilidad de od od od - - + +
hábitats
4.2 Ocupación de los od od od - - + + 13 A,B
hábitats
4.3 Densidad larvaria od od od - - +g + 13 A,B
Indicadores indirectos de la transmisión
5.2 Índice esporozoítico o oe - + + + + 2–5 A,B,I,J.K
(o 1 como
indic. indirecto)
5.3 Tasa de inoculación o - - + + + + 2–5 A,B,I,J.K
entomológica (o 1 como
indic. indirecto)
5.4 Receptividadf • • • + + + + Pendiente de
determinar

a
Es preferible examinar a los adultos criados a partir de mosquitos inmaduros recolectados; si es necesario, se harán pruebas a la progenie adulta de hembras adultas recolectadas.
b
Dependiendo del método, se debe examinar a los individuos confirmados como resistentes en los bioensayos (E, F).
c
Prioridad alta si el control de los vectores tiene que centrarse en los perfiles de resistencia, como la aplicación de RRI o los MTILD o la utilización de piretroides más butóxido de
piperonilo en los mosquiteros.
d
Prioridad alta solo si se aplica el manejo de las fuentes de larvas o se considera una intervención complementaria (es decir, cuando hay pocos hábitats larvarios, fijos y de fácil acceso).
e
Prioridad alta si una especie invasora está siendo investigada en respuesta a la reaparición de la malaria o si la composición de vectores ha cambiado y se sospecha que existe una
especie vectorial secundaria de importancia creciente en la transmisión.
f
Útil para la estratificación.
g
También deberá medirse la proporción de adultos que salen de las pupas cuando se utilicen insecticidas reguladores del crecimiento o se considere la posibilidad de utilizarlos.
h
En el caso de las larvas, las medidas habituales son el grado de resistencia (es decir, la concentración necesaria para matar el 50% o el 95% de los mosquitos de la prueba, DL50 y
DL95) y el índice de resistencia (es decir, DL50 para la población de la prueba / DL50 para la cepa sensible).

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

95
5.3.2 Resistencia a los insecticidas de los vectores adultos

La vigilancia de la resistencia fisiológica es esencial y debe llevarse a cabo en todo


el continuo de la transmisión de la malaria (43). El equipo de control de vectores
y el entomólogo(s) de salud pública del PNM deben preparar un plan nacional
para el seguimiento y manejo de la resistencia a los insecticidas (46) que incluya
un esquema de dónde, cuándo y cómo se vigilará la resistencia. Se necesitarán
sitios centinela representativos cuya ubicación debe basarse en la estratificación
ecoepidemiológica, la distribución de los vectores importantes y los tipos de
intervenciones y situaciones que pueden fomentar la resistencia, como el uso
intensivo de insecticidas en la agricultura (véase la sección 5.2). Cuando se haya
confirmado la resistencia a los insecticidas, deberá determinarse la intensidad de
esta o los mecanismos de resistencia subyacentes (43). Por lo general, las pruebas de
resistencia a los insecticidas deben realizarse con vectores adultos de la malaria; sin
embargo, las pruebas se realizarán con larvas cuando se utilicen o se prevea utilizar
productos químicos o biológicos en la aplicación de larvicidas. El conocimiento de los
mecanismos de resistencia es importante para comprender la resistencia cruzada,
que puede darse incluso entre grupos de insecticidas con diferente modo de acción
debido a que se produce resistencia por alteración del sitio diana o por mecanismos
metabólicos o cuticulares. Comprender la intensidad de la resistencia y el mecanismo
involucrado es esencial para tomar decisiones operativas, tales como la elección
de un insecticida alternativo para el rociado residual intradomiciliario y la rotación
de insecticidas con diferentes modos de acción para el manejo de la resistencia. La
interpretación adecuada de los datos sobre la resistencia a los insecticidas requiere
la comprensión de la biología y la ecología del comportamiento de las especies de
vectores locales causantes de la transmisión (incluidas las especies hermanas donde
haya complejos de Anopheles) (47-50).

5.3.3 Hábitats acuáticos de las formas inmaduras de los vectores

Se han definido una serie de indicadores que solo son pertinentes para la
vigilancia en las zonas en las que se está considerando o utilizando el manejo de
las fuentes de larvas como intervención complementaria. Estas incluyen encuestas
de la presencia de masas de agua que pueden servir para la oviposición de
Anopheles y facilitar el desarrollo de larvas y pupas de Anopheles. La frecuencia y
el calendario de las encuestas para estos indicadores depende de la duración de
la temporada de transmisión de la malaria, por lo que la frecuencia suele oscilar
entre semanal y mensual (51).

5.3.4 Indicadores indirectos de la transmisión

Los índices esporozoíticos y las tasas de inoculación entomológica son útiles para
calcular la intensidad de la transmisión en entornos en los que falta esta información
y en los que se cree que las intervenciones han disminuido significativamente
la transmisión. Los índices esporozoíticos son útiles para evaluar la contribución
relativa de una especie de vector particular a la transmisión de la malaria, si no se
ha establecido anteriormente. Estos índices también indican la estructura etaria de
la población de vectores y, en la investigación operativa, pueden complementar

96
las estimaciones de supervivencia a partir de las tasas de paridad o la dilatación
ovárica para el seguimiento del impacto de las intervenciones en la transmisión. La
tasa de inoculación entomológica es una medida de la intensidad de la transmisión
del parásito de la malaria, que es el número de picaduras infecciosas recibidas por
persona en una unidad de tiempo determinada. Por lo general, no es posible medir
con precisión los índices esporozoíticos ni las tasas de inoculación entomológica
cuando los niveles de transmisión son muy bajos, debido a la baja densidad de los
vectores o a las bajas tasas de incidencia de la infección.

La receptividad es un componente del potencial malarígeno, y se han utilizado


varios métodos para valorarla. La OMS está evaluando los datos y enfoques
disponibles a fin de proporcionar una mejor orientación sobre el método
apropiado para clasificar la receptividad.

5.4 FRECUENCIA DE LAS ENCUESTAS


La frecuencia de muestreo vectorial para la medición de los indicadores depende de la
pregunta que se haya planteado y de los recursos disponibles. Debe tenerse en cuenta
la duración de la temporada de transmisión y otras condiciones medioambientales
que influyen en los parámetros entomológicos y en la transmisión de la malaria. La
frecuencia y el momento del muestreo deberían normalizarse para reducir al mínimo
el sesgo del muestreo en el seguimiento de las tendencias temporales. Por lo general,
el muestreo se realiza mejor durante las épocas de máxima densidad de vectores o
transmisión de parásitos de la malaria. A continuación se encuentra más información
sobre la frecuencia por entorno de transmisión.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


5.5 PRIORIDADES EN LA VIGILANCIA ENTOMOLÓGICA
POR ENTORNO DE TRANSMISIÓN
Se debe dar prioridad a las actividades para fundamentar las decisiones
programáticas. En el cuadro 9 se ofrecen orientaciones específicas para los
diferentes entornos de transmisión de la malaria, incluidas las intervenciones
que se han de ejecutar o que se prevé ejecutar. En el cuadro (y el anexo 16) se
presentan métodos de muestreo de mosquitos y técnicas analíticas para cada
indicador entomológico.

5.5.1 Transmisión elevada, moderada y baja

En los entornos de transmisión elevada a moderada, la densidad de vectores y


la intensidad de transmisión deberían ser suficientes para calcular muchos de
los indicadores entomológicos que figuran en el cuadro 9. En estas zonas, la
vigilancia entomológica periódica se lleva a cabo en los sitios centinela de forma
mensual, trimestral o en las estaciones de máxima transmisión, y se refuerza con
verificaciones al azar en zonas con problemas específicos (como se describe en
sección 5.2). Por ejemplo, si se confirma la resistencia a los insecticidas de alta
intensidad en un sitio centinela, se pueden realizar más verificaciones al azar
en las zonas vecinas para determinar el grado de resistencia. Del mismo modo,
si se observan cambios en la composición o el comportamiento de las especies

97
de vectores en un sitio centinela, puede ser útil realizar verificaciones al azar en
lugares en los que podrían esperarse cambios similares.

En las zonas de transmisión baja, la vigilancia se llevará a cabo en los sitios


centinela durante la temporada de transmisión elevada. Se pueden realizar
verificaciones al azar en las zonas con malaria persistente y considerar la
posibilidad de establecer sitios centinela en esas zonas. A media que disminuye
la densidad de vectores, será más difícil recolectar un número suficiente de
mosquitos para analizar múltiples indicadores, y será necesaria una cuidadosa
priorización. Las determinaciones del índice de antropofilia, el índice esporozoítico
y las tasas de inoculación entomológica no son muy fiables cuando hay pocas
muestras, y es menos probable que sean informativas y viables en tales entornos.
Por consiguiente, en estas zonas, la composición de las especies de vectores y la
frecuencia y la situación de resistencia a los insecticidas son la mayor prioridad, al
igual que la evaluación de la receptividad relativa.

La elección de los puntos de vigilancia se hace más importante a medida que


disminuye la transmisión, ya que los parámetros entomológicos clave serán
más heterogéneos. Por lo tanto, la vigilancia debe centrarse en los datos
epidemiológicos y en el conocimiento local del riesgo de malaria. Deben
detectarse las zonas en las que están cambiando los patrones de transmisión
(por ejemplo, una mayor vulnerabilidad debido a una crisis humanitaria que ha
desplazado a grupos de poblaciones humanas) y deben realizarse verificaciones
entomológicas al azar para evaluar la receptividad y poner en práctica el control
de vectores en consecuencia.

5.5.2 Transmisión muy baja y eliminación

La vigilancia entomológica periódica debe mantenerse en entornos de muy baja


transmisión y eliminación. Se debe dar prioridad a la recopilación de información
relacionada con la medición de la receptividad, a fin de determinar donde
pueden requerirse intervenciones y si se debe modificar la vigilancia, reubicando
los sitios centinela para asegurar que estén en la posición óptima para obtener
la información necesaria. Los sitios centinela deben estar ubicados donde exista
transmisión o un riesgo significativo de que se produzca, lo que requiere una
evaluación periódica de la información y un reajuste de la estrategia de vigilancia.
Podría ser necesario intensificar la vigilancia en caso de nueva transmisión,
reaparición y persistencia, añadiendo sitios, con una vigilancia más frecuente o
la medición de otros indicadores. Se requerirán verificaciones al azar cuando la
vigilancia periódica no proporcione información suficiente ni sirva para obtener
más datos sobre una situación o riesgo específicos.

A medida que la transmisión disminuye en grandes zonas con un control eficaz,


se volverá más concentrada y, cerca de la eliminación, la transmisión se limitará
a pequeños focos. En estos entornos, además de la vigilancia entomológica
periódica y las verificaciones al azar, pueden ser necesarias investigaciones de los
focos que incluyan actividades entomológicas (véase la sección 5.5). El objetivo
principal de estas investigaciones es aclarar la naturaleza de la transmisión en
el foco para orientar la respuesta adecuada que interrumpa la transmisión de la

98
malaria, como por ejemplo la modificación del control de vectores para mejorar
su eficacia. Se justifican otras investigaciones entomológicas cuando existe la
posibilidad de transmisión local (es decir, casos autóctonos o introducidos) en
focos en los que la transmisión se había interrumpido o en aquellos en los que
la transmisión se ha reducido a un nivel muy bajo, pero hay un repunte y se han
recopilado datos entomológicos suficientes mediante los sistemas de vigilancia
periódica o las verificaciones al azar en los tres últimos años.

En las zonas en las que se ha interrumpido la transmisión, los focos de


transmisión pueden reaparecer debido a factores relacionados con los vectores
o las intervenciones, entre otros: fallas en el control de vectores, tales como la
baja cobertura o la deficiente calidad de la ejecución; modificaciones en las
poblaciones de vectores que tornan las intervenciones menos eficaces (por
ejemplo, comportamiento de evitación, resistencia a los insecticidas); aumento
de la receptividad (por ejemplo, aumento de la densidad de vectores o de la
supervivencia debido a alteraciones medioambientales); o introducción de
vectores infecciosos o especies invasoras que son vectores eficientes. Se requieren
investigaciones focalizadas para determinar cuál de estos factores potenciales es
la causa de la reaparición de la transmisión y, una vez identificados, diseñar una
respuesta apropiada para volver a interrumpir la transmisión.

Los indicadores que deben medirse en una investigación entomológica en un


foco de transmisión dependen de factores locales como el conocimiento de
las especies de vectores de la zona y la disponibilidad, uso y calidad de las
intervenciones. Las encuestas iniciales deben centrarse en la situación actual

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del control de vectores e incluir entrevistas con residentes locales para evaluar
la cobertura de las intervenciones (es decir, acceso a las medidas de control de

RECUADRO 9.

Los países que se comprometen a la eliminación pueden considerar la


posibilidad de usar un enfoque escalonado en las investigaciones de los
focos. El primer paso es evaluar si los casos son autóctonos, introducidos
o importados. Si son autóctonos o introducidos, el siguiente paso es
determinar si la población en riesgo tiene acceso a intervenciones de alta
calidad recomendadas para el control de vectores y si las está utilizando.
De no ser así, la respuesta inmediata debe ser fortalecer o redesplegar una
intervención básica (los MTILD o el RRI ) o transmitir mensajes de salud
para aumentar el cumplimiento de las recomendaciones por parte de la
comunidad. Cuando los casos son autóctonos o introducidos y la cobertura
de la intervención es alta o la información entomológica es limitada, se
deberá llevar a cabo una investigación entomológica para determinar las
especies de vectores involucradas, su sensibilidad a los insecticidas usados
para el control de vectores y la bionomía pertinente de vectores. Si los casos
de malaria son importados, inducidos o recaídas, la única consideración es
la cobertura satisfactoria y la calidad del control de los vectores en el foco
para prevenir la transmisión ulterior (véase sección 3.3).

99
vectores y su utilización). Si se utilizan los mosquiteros tratados con insecticidas de
larga duración, la evaluación de la cobertura debe incluir el tiempo transcurrido
desde su distribución. Si se llevó a cabo el rociado residual intradomiciliario,
la evaluación debe tener en cuenta el tiempo transcurrido desde la última vez
que se rociaron las casas en la zona. Si la cobertura de las intervenciones de
control de vectores es baja o ha disminuido significativamente, el acceso de las
poblaciones a los mosquiteros debe ser mejorado y el rociado, reintroducido.
Si se restablece fácilmente una cobertura eficaz, puede que no sea necesario
realizar más investigaciones; sin embargo, si se encuentra que la cobertura
de control de vectores es adecuada, los equipos de encuestas deben evaluar
si el comportamiento humano, como las actividades nocturnas o dormir fuera
del hogar, contribuyen al riesgo de transmisión local. Si la población practica
actividades que resultan en un mayor riesgo de malaria, se le debe informar
sobre el riesgo y, cuando sea posible, se le deben dar recomendaciones o aplicar
intervenciones para reducir el riesgo.

Si la cobertura, el uso y la calidad del control de los vectores son altos y no hay
actividades nocturnas o de otro tipo que puedan aumentar el riesgo de transmisión
de la malaria, se deben realizar investigaciones entomológicas para comprobar
la presencia de especies de vectores teniendo en cuenta los datos sobre la
transmisión anterior de la malaria. Por ejemplo, si un foco activo está ubicado
en un distrito o provincia para el cual no hay datos entomológicos, quizá sea
necesaria una investigación entomológica para confirmar las especies de vectores
presentes (y su densidad relativa, si es posible). Si se identifica una nueva especie
portadora, puede ser necesario determinar su comportamiento y la frecuencia
y situación de la resistencia a los insecticidas. La resistencia también debe
determinarse cuando se sospecha una resistencia de alta intensidad o si existen
múltiples opciones de control de vectores, tales como diferentes formulaciones
para el RRI o mosquiteros impregnados de piretroides más butóxido de piperonilo.
En zonas con vectores que se espera que sean exofílicos o exofágicos, la
evaluación del comportamiento del vector puede estar justificada. En los casos
en que se utilice o se considere el manejo de las fuentes de larvas como una
intervención complementaria, un mapa detallado de los hábitats larvarios será un
requisito previo para el despliegue eficaz de esta intervención.

Se puede justificar una investigación entomológica más exhaustiva si hay un


aumento en cualquiera de las especies del parásito Plasmodium, por ejemplo, si se
encuentra un nuevo caso debido a P. falciparum en un foco de una zona donde se
pensaba que P. vivax era la única especie endémica de parásito de la malaria.

Si bien se necesitan datos para fundamentar una respuesta apropiada, la


aplicación inmediata de las medidas del programa no debe demorarse a
la espera de los resultados de una investigación entomológica. Cuando sea
posible, las actividades se llevarán a cabo en paralelo para garantizar la
respuesta más eficiente. Se pueden hacer más ajustes a las intervenciones a
medida que se disponga de información adicional. En la sección 3.4. puede
obtenerse más orientación sobre las investigaciones de los focos.

100
5.5.3 Prevención del restablecimiento de la transmisión

La transmisión de la malaria puede ser un riesgo en zonas en las que antes se


había interrumpido la transmisión y en zonas sin antecedentes de transmisión.
Deberían elaborarse planes y enfoques prácticos para prevenir la introducción o
el restablecimiento de la malaria sobre la base de la evaluación de esos riesgos,
que son el efecto combinado de la receptividad y la vulnerabilidad (véase la
sección 7.4).

Los datos entomológicos del pasado pueden ser un buen punto de partida para la
información; se debe dar prioridad a la determinación de la presencia de especies
de vectores y se deben utilizar los datos del pasado para inferir el comportamiento
de los vectores. En las zonas de alta vulnerabilidad o alta receptividad, es decir,
donde el riesgo de restablecimiento sea notable, deberá recurrirse a la vigilancia
entomológica sistemática o a verificaciones al azar. Deben incluirse zonas en
las que se prevé un aumento del riesgo debido a las actividades humanas,
como aquellas en las que existen o se prevé que se produzcan cambios en
los desplazamientos de la población, el uso del suelo,3 el medioambiente y las
condiciones meteorológicas, como las que aumentan la disponibilidad de hábitats
adecuados para los vectores de la malaria, el contacto entre humanos y vectores o
la importación de vectores.

Ante casos adquiridos localmente y datos entomológicos insuficientes, se


requerirán verificaciones al azar, como se ha indicado antes (sección 5.2).

Amenaza de especies invasoras

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Se llevará a cabo un seguimiento atento en las zonas que son propensas o
corren alto riesgo de recibir especies de vectores invasoras,4 ya que el potencial
malarígeno puede aumentar como resultado de la introducción de especies con
alta capacidad vectorial. Se necesitan mejores instrumentos de vigilancia para
la detección temprana de las especies invasoras de vectores a fin de asegurar
una respuesta y contención rápidas antes de que estas especies se establezcan
en ambientes locales o se propaguen a zonas más amplias. Entre los lugares
prioritarios figuran los que presentan un alto riesgo de entrada de vectores, como
los principales puertos, las estaciones de ferrocarril y las paradas de descanso a lo
largo de las rutas de transporte hacia los países con endemicidad.

Si se han introducido vectores invasores, la detección temprana en las zonas en las


que están presentes es fundamental para la rápida introducción de medidas de
mitigación y eliminación local de las especies. Se requerirá un control dinámico de
los vectores, como el rociado residual intradomiciliario y el manejo de las fuentes
de larvas en los focos para abordar dos fases del ciclo vital: adultos y larvas. En

3
  Ejemplos de cambios en el uso del suelo incluyen la deforestación y el cultivo de zonas húmedas
naturales en los altiplanos africanos que dieron lugar a condiciones favorables para la supervivencia
de An. gambiae, la deforestación en América del Sur que provocó un aumento de las poblaciones de
An. darling y An. Aquasalis, así como la reforestación en la India y Asia Sudoriental que provocó un
aumento del número de casos de malaria por An. fluviatilis y An. dirus.
4
  Por ejemplo, An. stephensi se registró por primera vez en Sri Lanka en el 2017, lo que plantea una
posible dificultad para la prevención del restablecimiento de la malaria en el país.

101
la primera etapa de la colonización de los mosquitos, cuando se piensa que los
mosquitos invasores todavía están limitados a pequeños focos (generalmente de
alrededor de 1 km2), los países deben llevar a cabo investigaciones entomológicas
en las zonas colonizadas y sus alrededores para orientar y evaluar las
intervenciones que eliminarán a estos mosquitos invasores.

En los casos en los que mosquitos invasores se han asentado y ya no pueden


eliminarse, debe hacerse hincapié en la prevención de los brotes de enfermedades
y la mayor propagación de los vectores. Dado que la experiencia con la
eliminación de los mosquitos invasores es escasa, los países deberían evaluar y
documentar cuidadosamente las actividades emprendidas y sus efectos, a fin de
mejorar la orientación en este ámbito.

5.6 SEGUIMIENTO DEL CONTROL DE LOS VECTORES


5.6.1 Implementación

El despliegue correcto de las intervenciones de control de vectores es necesario


para garantizar una cobertura adecuada de las poblaciones destinatarias.
Esto requiere estrategias apropiadas para la distribución de los mosquiteros
tratados con insecticidas de larga duración, el rociado residual intradomiciliario
oportuno y de calidad controlada y la correcta aplicación de larvicidas, apoyadas
por las actividades necesarias de información, educación y comunicación. El
seguimiento de los indicadores del progreso en la ejecución de las actividades de
control vectorial en cuanto a cobertura, acceso y uso se aborda en otra parte de
este manual, ya que esta información suele obtenerse fuera de los sistemas de
vigilancia entomológica y forma parte del seguimiento sistemático del programa
(véase la sección 7).

5.6.2 Control de calidad de los productos

Los productos para el control de vectores de la malaria utilizados deben adquirirse


de la lista de precalificación que cumple con las especificaciones de la OMS5 (52).
El control de la calidad de los productos es esencial para reducir al mínimo los
riesgos derivados de la manipulación y uso, así como para garantizar su eficacia
y estabilidad durante el almacenamiento. La inspección para el control de calidad
se lleva a cabo antes del envío y en algunos casos después. Implica la recogida
de muestras, la conservación adecuada de estas hasta el momento del envío a
un laboratorio independiente certificado o acreditado, la realización de pruebas
conforme a las especificaciones de la OMS cuando sea posible, y la presentación de
informes por parte del laboratorio seleccionado. Para más información véanse las
Guidelines for procuring public health pesticides [directrices para la adquisición de
plaguicidas con fines de salud pública] (53).

5
  Las especificaciones de la OMS definen las propiedades esenciales químicas y físicas relacionadas con
la eficacia y el riesgo de uso de un producto. Cuando no existan especificaciones de la OMS, se tendrán en
cuenta otras especificaciones nacionales o que hayan sido aceptadas internacionalmente.

102
5.6.3 Desempeño de las intervenciones de control de los vectores

La farmacovigilancia es necesaria para el seguimiento del desempeño de los


productos de control de los vectores a lo largo del tiempo con el fin de garantizar
que siguen cumpliendo sus especificaciones o los criterios de desempeño
recomendados por la OMS. La evaluación de las intervenciones de control de
vectores incluye la durabilidad de los productos de los mosquiteros tratados con
insecticidas de larga duración y la eficacia residual de las formulaciones para el
rociado intradomiciliario sobre el terreno. Los países que no tienen datos sobre
los productos utilizados en los mosquiteros o en el rociado o que tienen pruebas
fehacientes de la pobre actividad de ciertos productos deberían hacer de la
farmacovigilancia una prioridad.

Los programas sobre la distribución de mosquiteros tratados con insecticidas


de larga duración deben vigilar periódicamente su durabilidad para evaluar la
“supervivencia” o desgaste, integridad física y de la tela y actividad insecticida
(bioeficacia) durante el tiempo de uso previsto (generalmente tres años). Esto
se hace mejor en el marco de un estudio prospectivo dentro de una campaña
de distribución en masa (54). Los datos sobre la durabilidad fundamentarán
las estrategias de reemplazo y las actividades de cambio de comportamiento
dirigidas a aumentar la longevidad y los efectos de los mosquiteros.

La calidad del rociado en el RRI se supervisa mediante los ensayos con conos
normalizados de la OMS realizados inmediatamente después de rociar y
posteriormente una vez al mes durante la duración prevista de la eficacia residual
de la formulación del insecticida. Cualquier duda acerca de la calidad deficiente

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debe transmitirse a los equipos operativos de inmediato. Las medidas correctivas
dependerán de los resultados de las investigaciones sobre la calidad del rociado;
pueden incluir una supervisión más de cerca de los equipos de rociado, el
reentrenamiento de los rociadores, la verificación de la calidad de los productos
del RRI utilizados o el rociado de nuevo de las casas en la zona objetivo.

En los casos en los que se utilice el manejo de las fuentes de larvas, sus efectos
deben determinarse mediante el seguimiento de las variaciones de densidad de
los vectores antes y después de la ejecución de la actividad. Esto requiere una
buena coordinación entre los funcionarios responsables de salud, los dirigentes
locales y de la comunidad, así como el seguimiento eficaz de cualquier repercusión
para asegurar que la ejecución de actividades actual representa un uso eficaz de
los recursos.

El seguimiento de la calidad de las intervenciones suele basarse en la capacidad


entomológica, como por ejemplo en la evaluación de la bioeficacia. Mas detalles
sobre la garantía de la calidad de los mosquiteros tratados con insecticidas de
larga duración, el rociado residual intradomiciliario y el manejo de las fuentes de
larvas figuran en otras publicaciones (51, 55, 56).

103
5.7 USO DE DATOS ENTOMOLÓGICOS EN LA RESPUESTA
DEL PROGRAMA
La información sobre las intervenciones y datos entomológicos obtenidos de la
vigilancia periódica deben tener un propósito claro en la toma de decisiones,
y su uso en la planificación y la ejecución de actividades para el control de
vectores debe estar bien definido y ser eficiente. La información sobre numerosos
parámetros debe integrarse en otra información pertinente, como la relativa a los
factores epidemiológicos y medioambientales, para garantizar una visión completa
de la dinámica de transmisión y factores indirectos.

En el cuadro 10 se presentan ejemplos de escenarios y medios potenciales para


incorporar la información de la vigilancia entomológica.

CUADRO 10.
Ejemplos de las medidas adoptadas que podrían ser guiadas por
información entomológica, de control de vectores y de otro tipo

ESCENARIO HIPÓTESIS RESPUESTA DE VIGILANCIA

Aumento del número de Pérdida de la eficacia Comprobar la calidad de la


casos de malaria a pesar del control de vectores intervención. Determinar la
de la buena cobertura de que no se debe a una composición de los vectores (y su
control de los vectores. cobertura deficiente. comportamiento si es posible).
Evaluar la resistencia a los
insecticidas.

Aumento en la abundancia Pérdida de la eficacia Verificar la cobertura de la


de vectores (o informes del control de intervención. Comprobar la
de picaduras) que no es vectores por razones calidad de la intervención.
debido a la estacionalidad. desconocidas. Determinar la composición de los
vectores (y su comportamiento si
es posible). Evaluar la resistencia
a los insecticidas.

Alta cobertura de los MTILD Se necesita Evaluar los mecanismos de


con un solo piretroide, pero urgentemente una resistencia a los insecticidas para
aumento de la frecuencia intervención diferente determinar si los mosquiteros
o de la intensidad de la o complementaria tratados con un piretroide más
resistencia a los piretroides para preservar la butóxido de piperonilo son una
detectada recientemente. eficacia del control de opción (57).
los vectores. Determinar la frecuencia y
situación de la resistencia a los
insecticidas no piretroides para
determinar las opciones para el
RRI.

Aumento del número Pérdida de la eficacia Determinar la frecuencia, la


de casos y resistencia del control de situación y los mecanismos de
confirmada a los vectores debido a la resistencia a los insecticidas no
piretroides y el grupo de resistencia; se necesita piretroides para determinar las
insecticidas usados en el urgentemente una opciones para la rotación de RRI.
RRI. intervención diferente
o complementaria.

104
ESCENARIO HIPÓTESIS RESPUESTA DE VIGILANCIA

Vectores que se encuentran Los MTILD no son Determinar la bioeficacia y


en reposo dentro de eficaces debido a su la integridad de la tela de los
los MTILD en zonas mala calidad. MTILD.
con cobertura alta y sin Determinar el uso de los
aumento de la resistencia a MTILD en la zona. Reevaluar la
los insecticidas. frecuencia y la situación de la
resistencia al insecticida utilizado
en los MTILD.

Vectores que se encuentran Ineficacia del RRI. Revisar los registros de rociado
en reposo en paredes Puede ser necesario y el proceso (incluida la
interiores en zonas donde volver a rociar con supervisión).
se realizó el RRI hace el mismo u otro Comprobar que las paredes no
menos de tres meses. insecticida. han sido cubiertas de yeso o
pintadas.
Verificar la eficacia residual del
RRI mediante bioensayos con
conos.
Determinar la frecuencia y
la situación de la resistencia
al grupo de insecticidas del
rociado y a los otros grupos de
insecticidas que es posible que se
utilicen en rociados posteriores.

Siguen produciéndose Los vectores Determinar la composición de


casos de malaria a pesar considerados las especies de vectores (y su
de la falta de vectores anteriormente comportamiento si es posible).

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principales. “secundarios” o Determinar los índices
aquellos considerados esporozoíticos para todas las
como vectores especies de vectores.
invasores mantienen
la transmisión.

Repunte de la malaria a Cambios en el Determinar la composición de


pesar de la alta cobertura comportamiento de las especies de vectores, en
y calidad del control de los vectores o de las particular las invasoras.
vectores y sin cambios especies invasoras Determinar las horas de
en la resistencia a los que pueden requerir picadura de los vectores y el
insecticidas. intervenciones lugar de picadura.
complementarias.

Aumento del número de La prolongación de Verificar la eficacia residual del


casos de malaria hacia la temporada de RRI mediante bioensayos con
el final de la temporada transmisión puede conos.
habitual de transmisión, a requerir más rondas Determinar la composición de
pesar de la alta cobertura de rociado o el uso las especies de vectores para
y calidad del RRI, con de formulaciones de determinar la estacionalidad.
alteraciones o anomalías larga duración en el
medioambientales RRI.
observadas.

Los hábitats de los vectores Puede aumentar la Determinar la composición de


están siendo alterados receptividad. las especies de vectores (y su
significativamente por comportamiento si es posible).
modificaciones en el uso
del suelo u otros cambios
medioambientales (por
ejemplo, inundaciones,
actividades de desarrollo).
105
6. Alerta, detección y
respuesta tempranas a
brotes y epidemias de
malaria

6.1 DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS EPIDEMIAS


Una epidemia de malaria se define como un aumento brusco de la incidencia de
casos de malaria en las poblaciones en las que la enfermedad es poco frecuente o
un aumento estacional por encima del patrón normal en las zonas de transmisión
baja a moderada (58). El patrón normal se define basándose en un umbral calculado
a partir de datos anteriores (véase la sección 6.5.4). La presencia “normal” puede
definirse, sin embargo, solo para una población en particular en una zona y momento
específicos. Por consiguiente, las epidemias de malaria se consideran generalmente
como perturbaciones de un equilibrio epidemiológico anterior (59). Las epidemias en
poblaciones no inmunes suelen dar lugar a tasas mayores de morbilidad y mortalidad
en todos los grupos etarios que las de transmisión marcadamente estacional. Una
epidemia también puede ser una situación en la que el número de casos de malaria
excede la capacidad de los establecimientos de atención de salud para tratarlos,
en zonas con una población estable y una prestación de servicios de salud también
estable. En los países y territorios que experimentan una disminución brusca de la
incidencia de la malaria después de la lucha intensiva contra esta enfermedad, las
condiciones “normales” a partir de las cuales se determinan las epidemias también
cambian y evolucionan con el tiempo (figura 14).

Un brote de malaria suele ser sinónimo de epidemia de malaria; sin embargo,


convencionalmente, los brotes son epidemias con un pequeño número de casos (y,
para evitar confusiones, en este documento se utiliza el término “epidemia”) o una
aparición repentina de malaria en zonas que nunca habían tenido la enfermedad
o la habían eliminado y que están limitadas geográficamente. Mientras que las
epidemias grandes son generalmente fáciles de definir, las epidemias pequeñas
resultan difíciles de distinguir de las variaciones estacionales y periódicas
esperadas.

Los países en los que hay zonas propensas a las epidemias o que están en el
momento de transición de reducción de la carga a la eliminación deberían contar
con un plan de preparación para las epidemias que forme parte integrante de un
amplio plan estratégico nacional. El plan deberá definir claramente las funciones

106
y responsabilidades de los diferentes actores y describir los procesos de pronóstico
de la epidemia, alerta temprana y detección temprana con acciones específicas
previstas en cada etapa y actividades de respuesta acordes.

FIG. 14.
Clasificación de las epidemias y zonas geográficas en las que estas se
producen con mayor frecuencia

a)  Verdaderas epidemias: Brotes poco


frecuentes y cíclicos en poblaciones poco
inmunes relacionados con alteraciones
climáticas (principalmente en zonas
áridas y semiáridas como Kenya oriental,
Etiopía, Somalia y países del Sahel).
cases de malaria

b)  Transmisión altamente estacional:


Transmisión variable pero relativamente
predecible influenciada por las
de casos

variaciones en el clima, como en los


márgenes de las tierras altas y en el Sahel
y África austral.
No.
No. of malaria

c)  Descuido o pérdida del


control: En zonas receptivas en
las que reaparece la malaria tras
la reducción de las actividades
de control, por ejemplo, en
Madagascar, las antiguas
repúblicas soviéticas y Sri Lanka.
Year 1 Year 2 Year 3 Year 4 Year 5

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Año 1 Año 2 Año 3 Año 4 Año 5
Complex emergencies may lead to epidemics when transmission is exacerbated by natural disasters and conflicts that lead to
Los brotes complejos pueden provocar epidemias cuando la transmisión se ve exacerbada por las
breakdown of services and population movement. These may include classes (a), (b) and (c).
catástrofes naturales y los conflictos que conducen al colapso de los servicios y el desplazamiento de las
poblaciones. Se incluyen aquí las clases a), b) y c).
Adaptado de la referencia 60.

6.2 CURVAS EPIDÉMICAS DE LA MALARIA POR


P. FALCIPARUM Y P. VIVAX
La forma de las curvas epidémicas difiere según la especie parasitaria, la tasa
de inoculación entomológica y la proporción de la población humana que
es sensible (61) (figura 15). En la malaria por P. falciparum los gametocitos
aparecen en la sangre periférica un promedio de 10 días después de la detección
de los trofozoítos (la fase anular), de forma que el intervalo de incubación se
prolonga unos 35 días. En la malaria por P. vivax los gametocitos y trofozoítos se
desarrollan simultáneamente, de modo que la incubación es más corta (20 días).
Por consiguiente, las epidemias debidas a P. vivax se producen más rápido que
las debidas a P. falciparum. Se pueden producir epidemias menores de P. vivax
fuera de la temporada de transmisión debido a recaídas tardías meses después
de la infección. Las epidemias debidas a P. malariae y P. ovale son raras ya que la
prevalencia es muy baja y el período de incubación largo.

107
FIG. 15.
Curvas epidémicas de P. vivax y P. falciparum

P. vivax P. falciparum

10
Incidencia de la malaria por 1000 habitantes

5 10 15 20 25
Semana

Adaptado de la referencia 61.

6.3 FACTORES QUE CONTRIBUYEN A LAS EPIDEMIAS


La naturaleza de las epidemias de malaria depende de la epidemiología local,
el sistema de salud y las condiciones socioeconómicas, y estos factores deben
conocerse para asegurar una planificación y respuesta adecuadas. Las epidemias
se producen cuando se altera el equilibrio entre la tasa de infección y la inmunidad
de una población en una zona determinada o cuando se interrumpen los
servicios de prevención y tratamiento. Por lo general, las epidemias de malaria
no se producen en las zonas de transmisión elevada porque la población está
parcialmente inmunizada; sin embargo, la migración de personas no inmunizadas
a estas zonas o el colapso de los servicios que conduce a un aumento de la
infección y de las enfermedades graves en subgrupos vulnerables puede dar lugar
a epidemias incluso en las zonas de transmisión elevada.

En resumen, las siguientes situaciones hacen que las poblaciones sean vulnerables
a las epidemias de malaria:

• Colapso de los servicios de prevención y tratamiento, especialmente en las


zonas altamente receptivas.

• Migración de personas no inmunes a zonas con transmisión elevada de la


malaria.

108
• Introducción de parásitos o vectores adecuados en zonas receptivas en las
que la transmisión es baja o inexistente y en las que la población no tiene, por
tanto, un alto grado de inmunidad.

• Mayor vulnerabilidad de la población después de un período largo de sequía


(y hambruna) sin transmisión de malaria, seguido de lluvias intensas y la
creación de condiciones ambientales adecuadas para las epidemias.

• Resistencia de los vectores a los insecticidas y de los parásitos a los


medicamentos.

Estas situaciones pueden ser consecuencia de factores de origen natural y artificial


(figura 16).

FIG. 16.
Factores que contribuyen a las epidemias

Ejemplos:
• Actividades económicas o de desarrollo en los
bosques que aumentan el riesgo de infecciones.
• Riego agrícola, microrrepresas, minería,
explotación forestal, construcción de carreteras.
Actividades • Depósitos de agua en malas condiciones o
de desarrollo inapropiados.
• Urbanización rápida y sin planificar.
• Desplazamientos de la población.
• Superpoblación que provoca un aumento de la
Provocados presión sobre el suelo.
por los seres

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humanos
Ejemplos:
• Pérdida o interrupción de la vigilancia
epidemiológica que conduce a un retraso en la
Colapso de detección y a una respuesta inadecuada.
los servicios • Deterioro de los servicios de salud (incluidas las
de salud actividades de lucha contra la malaria).
• Aumento de la resistencia de los parásitos a los
antimaláricos eficaces.
• Aumento de la resistencia de los vectores a los
insecticidas.

Ejemplos:
• Terremotos o ciclones que provocan cambios en
el hábitat y desplazamientos de la población,
Catástrofes aumentan la transmisión y provocan infecciones
en poblaciones no inmunes.
naturales
• Sequías extremas que dan lugar a hambrunas,
aumentan la desnutrición y hacen que las
personas sean más propensas a consecuencias
adversas cuando se reanuda la transmisión.
Natural

Ejemplos:
• El fenómeno de El Niño que conduce a aumentos
Variaciones excesivos de las precipitaciones, la temperatura
climáticas y la humedad, facilita el rápido desarrollo de las
formas infecciosas de Plasmodium tanto en los
mosquitos adultos como en la fase acuática.

109
La información sobre los posibles factores que contribuyen a las epidemias
puede obtenerse en las oficinas meteorológicas, los datos sobre el movimiento
y desplazamiento de la población son facilitados por las autoridades locales y
los organismos humanitarios, los datos sobre el desarrollo de infraestructuras
se obtienen en los ministerios pertinentes y el sector privado y los datos sobre
la eficacia epidemiológica y de las intervenciones proceden de los sistemas
nacionales de vigilancia.

6.4 DEFINICIÓN DE LAS ZONAS PROPENSAS


A EPIDEMIAS
Determinar y cartografiar las zonas de alto riesgo de epidemias en un país, tanto
espacial como temporalmente, maximizará la capacidad del sistema de vigilancia
para detectar con prontitud un aumento inusual del número de casos y mejorar la
preparación del programa nacional.

Los factores que influyen en la densidad de mosquitos anofelinos, su distribución


y hábitos de picadura, las especies parasitarias que transmiten, la existencia
de huéspedes humanos infectados, el tamaño de las poblaciones no inmunes
y su grado de exposición a los mosquitos infectados contribuyen a que se
produzcan epidemias de malaria. Véase la sección 7.4 para más detalles sobre la
estratificación.

Las siguientes son características frecuentes de las zonas propensas a epidemias


de malaria.

• La ecología de la zona ayuda a una transmisión baja y sumamente


estacional, y la población tiene inmunidad escasa. Las condiciones climáticas
o epidemiológicas anómalas podrían dar lugar a un gran aumento de la
transmisión. Esas zonas incluyen los altiplanos y las zonas áridas y semiáridas.

• La tasa de infección parasitaria se ha reducido gracias a las intervenciones,


pero la receptividad sigue siendo alta. Una disminución de la cobertura, el
colapso del sistema de salud, la pérdida de eficacia de las intervenciones o el
aumento de las tasas de importación pueden dar lugar a un repunte.

• El desplazamiento repentino a gran escala de poblaciones infectadas hacia


zonas sumamente receptivas o de poblaciones no inmunes a zonas de
transmisión continua debido a conflictos o emergencias complejas puede dar
lugar a una epidemia.

• Las zonas con grupos de población sin inmunidad específica que


experimentan rápidas alteraciones ecológicas (también humanas) como
la deforestación, la irrigación, la construcción de represas, inundaciones y
terremotos pueden sufrir epidemias.

110
6.5 SISTEMA DE VIGILANCIA DE EPIDEMIAS
La vigilancia de las epidemias de enfermedades infecciosas abarca la predicción
(a largo plazo), la alerta temprana (a mediano plazo), la detección temprana
(inmediata), la confirmación y la respuesta. En el caso de la malaria, los
parámetros climáticos y epidemiológicos se utilizan para la predicción, la alerta y
la detección tempranas de las epidemias de malaria (figura 17).

FIG. 17.
Sistema modelo en la predicción, la alerta y la detección tempranas de las
epidemias
AVISO 1
PREDICCIONES METEOROLÓGICAS Indicadores posibles: parámetros de ENSO,
Nº de casos de malaria, magnitud de los factores de riesgo

A LARGO PLAZO predicciones meteorológicas a mediano plazo


• plazos muy largos pero poca especificidad Respuestas: Asegurar que los sistemas de alerta y
detección tempranas estén operativos; movilizar
• alertas a escala nacional o regional recursos nacionales

Umbral de TSM
TSM medida AVISO 2
ALERTA TEMPRANA PROCEDENTE DE Indicadores probables: parámetros
LOS INDICADORES METEOROLÓGICOS meteorológicos
• plazos más cortos y mejor especificidad Respuestas: Asegurar que los sistemas de
vigilancia funcionan y las existencias de
• alertas a escala de distrito Umbral de respuesta local están preparadas
precipitaciones

DETECCIÓN TEMPRANA AVISO 3

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• plazos más cortos y una especificidad muy alta Indicadores: datos de los
establecimientos de salud
• detección a escala de subdistrito
Respuestas: Medidas para
Umbral de casos detener la epidemia

Casos registrados EPIDEMIA

Año 1 Año 2 Año 3 Año 4

Fuente: referencia 62
ENSO (El Niño southern oscillation): Fenómeno de El Niño; TSM: temperatura de la superficie marina

6.5.1 Previsión

El pronóstico a largo plazo puede predecir fenómenos con una antelación de 6 a 12


meses o más con respecto a la temporada de transmisión. Se basa en información
sobre ciclos de fenómenos climáticos como el Fenómeno de El Niño, que es una
fluctuación de las temperaturas de la superficie marina en el Océano Pacífico y de
la presión atmosférica a través de la cuenca del Pacífico (oscilación meridional)
que se produce en ciclos irregulares de 2 a 7 años y normalmente dura de 12 a 18
meses (63). El Niño está asociado a huracanes, inundaciones y sequías, que afectan
a la salud humana. La Niña (fenómenos fríos) son en general fenómenos menos
pronunciados que El Niño y tienen el efecto contrario en la mayoría de las zonas.

Los fenómenos de El Niño conducen a veces a epidemias de malaria (64-66).


Gracias a los progresos en meteorología, los fenómenos de El Niño ahora se

111
pronostican con una precisión razonable (figura 18) y, por consiguiente, puede
utilizarse para hacer una predicción ampliada de meses del riesgo epidémico en
grandes zonas geográficas o regiones.

FIG. 18.
Índice de oscilación meridional para el período comprendido entre enero del
1980 y mayo del 2017
meridional
Index

20
20
Oscillation
de oscilación

00
Southern

-20
Índice

−20

1980
1980 1990
1990 2000
2000 2010
2010
Fuente: referencia 67
Los fenómenos de El Niño están asociados a grandes valores negativos. Los fenómenos de La Niña están
asociados a grandes valores positivos.

6.5.2 Alerta temprana

Los sistemas de alerta temprana se basan principalmente en el régimen de lluvias,


la humedad y la temperatura medidas mensualmente o cada 10 días. La alerta
está normalmente disponible tres meses antes de la temporada de transmisión de
la malaria. Los datos se encuentran en los departamentos meteorológicos y en las
bibliotecas en línea sobre clima. En la figura 19 se presenta un ejemplo de la relación
entre el clima y las epidemias de malaria. Otros indicadores útiles para predecir
la gravedad probable de una epidemia son la densidad de mosquitos y larvas, el
estado nutricional, la resistencia a los medicamentos y a los insecticidas, la pérdida
de inmunidad debido a la reducción reciente en la exposición de la población y los
desplazamientos de la población dentro y fuera de las zonas endémicas (68).

Precisamente durante el período de alerta temprana es cuando los programas


deben iniciar una planificación más concreta, que incluya:

• mejorar las actividades de vigilancia;

• aumentar las medidas preventivas;

• obtener los antimaláricos eficaces;

• garantizar que no se produzcan desabastecimientos de las existencias de


material para las pruebas diagnósticas ni de medicamentos durante la
temporada de transmisión;

112
• garantizar que el equipo (por ejemplo, tanques de rociado) esté en buen
estado de funcionamiento y que los equipos de respuesta estén perfectamente
capacitados en el rociado de insecticidas, la distribución de MTILD y otras
actividades preventivas y curativas;

• informar a las autoridades administrativas locales del aumento del riesgo y


asegurar la financiación;

• informar al personal de salud y de la comunidad sobre el aumento del riesgo;


y

• reactivar los comités de preparación y respuesta ante epidemias a escala


nacional, provincial, distrital y a otros niveles inferiores para garantizar la
preparación.

FIG. 19.
Ejemplo de asociaciones entre los parámetros climáticos y las epidemias de
malaria

Precipitación (mm) Casos confirmados Temperatura máxima °C


600 50
confirmados (n) y precipitación (mm)

Temperatura media máxima (°C)


500
Número de casos de malaria

400

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300 25

200

100

0 0
1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10 1 4 7 10
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015

6.5.3 Detección temprana

La detección temprana exige el reconocimiento del inicio de una epidemia


mediante la observación de los cambios en la incidencia local de la enfermedad
o en el número de casos, principalmente a partir de los datos de vigilancia; el
objetivo es detectar la probabilidad de que se presente o aparezca una epidemia.
Solo habrá unos pocos días o como máximo dos semanas para detectar si hay una
epidemia en curso. El reconocimiento es seguido rápidamente por la verificación
y, si se confirma una epidemia, las actividades de respuesta deben ponerse en
marcha para evitar o reducir el exceso de morbilidad y mortalidad (69, 70). Los
umbrales epidémicos que corresponden al contexto epidemiológico de la zona
determinarán la presencia de la epidemia.

113
En las zonas propensas a las epidemias, donde la inmunidad es baja, todos los
grupos de edad están en riesgo. Si la mayoría de las personas que acuden a una
gran parte de los establecimientos de salud presentan fiebre y se confirma que
tienen malaria y, además, son menores de cinco años o están embarazadas, es
probable que la región sea endémica.
Los elementos de información más importantes para el seguimiento de las
epidemias son:
en todos los niveles:
• número semanal de pacientes sometidos a pruebas de la malaria (PDR o
microscopía),

• número semanal de pacientes con resultados positivos (PDR o microscopía)

• tasa semanal de positividad de las pruebas; y

en los centros de salud de nivel superior,


• número semanal de pacientes hospitalizados por malaria (ingresos)

• número semanal de muertes por malaria

Las epidemias de malaria se intensifican rápidamente y la duración promedio es


de tres a cuatro meses. La notificación mensual no puede captar un repunte de los
casos de malaria en una fase temprana; por consiguiente, el programa no podrá
desplegar los recursos de lucha contra la malaria con la suficiente rapidez. Por
este motivo, se requieren informes semanales sobre los elementos informativos
anteriores para la detección y contención de la epidemia en un plazo de dos
semanas a partir de su inicio.

En los entornos de eliminación con vigilancia de alta calidad basada en casos y


con sistemas de notificación rápida, es más fácil detectar las epidemias a tiempo.
El principal requisito es que haya un sistema analítico adecuado para contrastar
los casos con el umbral epidémico y enviar mensajes de alerta inmediatamente.

Sin embargo, en la mayoría de los países con una transmisión moderada a


alta, con bolsas de zonas epidemiógenas, el HMIS a menudo notifica datos
consolidados mensuales, que no son útiles para la detección temprana de una
epidemia. En esta situación, una fuente más útil podrían ser los datos sobre
la malaria y otras enfermedades febriles de declaración obligatoria, como la
meningitis, el cólera y la fiebre amarilla, que se notifican semanalmente mediante
el sistema integrado de vigilancia de enfermedades y respuesta. En la detección
temprana de las epidemias se puede usar otra notificación de fenómenos, a través
de la prensa, en la comunidad o incluso mediante rumores.

114
6.5.4 Sistema de detección de umbrales epidémicos

El umbral epidémico es el nivel crítico en el que el número de casos o muertes


notificado en un espacio y tiempo determinados es superior a lo que se
consideraría “normal”. Este umbral se utiliza para confirmar la presencia de una
epidemia con el fin de acelerar las medidas adecuadas de contención o respuesta.
El cálculo de un umbral real requiere lo siguiente:

• datos semanales sobre casos confirmados de malaria. Se debe actuar


con cautela cuando el número de casos aumenta debido en su totalidad o
parcialmente a que aumentan las tasas de confirmación o mejora el acceso a
los servicios de salud;

• en entornos propensos a las epidemias, el umbral específico de una zona


o unidad administrativa determinada, ya que la malaria es sumamente
concentrada (un umbral nacional no debe aplicarse a nivel subnacional);

• al menos cinco años de datos semanales para definir el número de casos


semanales previstos “a largo plazo”;

• a medida que la transmisión disminuye de forma pronunciada debido a las


intervenciones recientes, eliminar los datos anteriores que podrían sesgar las
tendencias;

• cálculo de dos umbrales: un umbral para la alerta temprana (menos sensible)


y un umbral epidémico para la detección temprana (sumamente sensible); y

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• excluir el año de interés del cálculo de un umbral.

Para calcular los umbrales hay varios enfoques, a menudo complejos. A efectos
operativos, se recomienda utilizar los siguientes métodos relativamente sencillos:

• recuento constante de casos,

• media ± 2 DE,

• mediana + tercer cuartil superior y

• método de suma acumulada

Cuando hay pocos datos para calcular los umbrales, se puede sospechar una
epidemia si hay un aumento rápido y notable del número semanal, una alta tasa
de letalidad (debido a la tardanza en administrar un tratamiento adecuado a
nivel comunitario), una saturación de los servicios de salud (por ejemplo, escasez
de personal de salud y de medicamentos) o cierre de establecimientos de salud
cercanos. Véase el cuadro 11 y los ejemplos prácticos subsiguientes para los
detalles de los métodos para calcular los umbrales epidémicos. En el cuadro 12
se presenta un ejemplo de los datos semanales sobre la malaria del 2011 al 2016
y en la figura 20 se muestran los datos representados gráficamente mediante los
diversos métodos para calcular los umbrales a fin de evaluar si se produjo una
epidemia de malaria en el 2016.

115
116
CUADRO 11.
Métodos para calcular los umbrales de detección temprana de las epidemias de malaria

MÉTODO EXPLICACIÓN VENTAJA DESVENTAJA REFERENCIA


Recuento Teniendo en cuenta las observaciones anteriores, se Sencillo de aplicar y comunicar con Los umbrales pueden 70
constante puede utilizar un recuento absoluto de casos por semana prontitud a todos los niveles. ser arbitrarios y variar
de casos en los establecimientos de salud de una aldea o distrito mucho con el tiempo
para alertar sobre las etapas iniciales de una epidemia y Idóneo en entornos de eliminación con y el lugar.
actuar rápidamente en la aldea o distrito. pocos casos.

Se pueden utilizar diferentes valores de corte para


diferentes niveles (distrito, provincia, nacional).
Media + dos Se calcula la media a largo plazo de los casos Menos sensible a picos menores y Puede pasar por 71-73
desviaciones semanales de malaria (a partir de un mínimo de no produce reacciones exageradas alto epidemias
estándar 5 años de datos, de los que se han excluido los años en zonas de transmisión estable con importantes,
(2 DE) con recuentos anormales) y se establece un umbral pequeñas fluctuaciones estacionales. especialmente en las
epidémico del doble de la desviación estándar de la zonas de transmisión
media. baja y muy baja.
Los resultados son
Una vez que los umbrales semanales han sido sensibles a los años
calculados, las cifras se representan gráficamente frente en los que se notificó
al año con un recuento anormal (año de interés). Las un gran número de
semanas en las que el número de casos supere la media casos.
+ 2DE se declararán semanas epidémicas.
Mediana + El valor de la mediana semanal y el tercer cuartil Moderadamente sensible y menos Puede pasar por 71-73
tercer cuartil superior (percentil 75) se calculan a partir de una serie influenciado por los años con recuentos alto epidemias
superior cronológica de datos semanales. El umbral y las cifras anormales, a diferencia de la media importantes,
del año de interés se representan en un gráfico, como + 2DE. especialmente en
para la media + 2DE. zonas de transmisión
Los valores son más fáciles de calcular, baja y muy baja o
Si el tercer cuartil (percentil 75) acomoda mal los picos ya que las cifras no se ponderan por donde la transmisión
estacionales, se puede utilizar el percentil 85. Deberá establecimiento. de la malaria
enviarse una alerta inicial cuando el número de casos ha disminuido
exceda la mediana. rápidamente.
Se declara una epidemia si el número de casos está
por encima del tercer cuartil durante dos semanas
consecutivas.
MÉTODO EXPLICACIÓN VENTAJA DESVENTAJA REFERENCIA
Suma El método de la suma acumulada (C-SUMA) para la Una ventaja del método de la suma Muy sensible y puede 71-73
acumulada detección de epidemias se basa en la construcción de acumulada es que suaviza las dar falsos mensajes
promedios semanales para un año base, calculando variaciones artificiales de los datos de alerta en zonas
el número esperado de casos a partir del promedio de notificados semanalmente que se de transmisión
una semana determinada (y de las semanas anterior deben a la presentación tardía de los moderada con
y siguiente) para los años seleccionados de datos informes y a otros errores inherentes epidemias frecuentes.
semanales (generalmente datos semanales de los al sistema de vigilancia. Sumamente
últimos cinco años). Por ejemplo, el número esperado sensible y puede detectar incluso Menos adecuado
de casos en la semana 23 del 2016 se derivaría del epidemias menores. para entornos con
promedio de hospitalizaciones en las semanas 22, 23 malaria altamente
y 24 de los años 2011-2015 inclusive (n=15). Cuando se Más adecuado en entornos de muy estacional.
dispone de una calculadora o computadora científica, baja transmisión, donde se inician las
el método puede perfilarse añadiendo el intervalo de actividades de eliminación y cualquier
confianza del 95% (1,96 veces la desviación estándar) reaparición es reconocida como una
para cada valor del año base. Donde datos semanales epidemia.
no están disponibles y tan solo datos mensuales puede Los valores son más fáciles de calcular,
utilizarse. ya que los números no se ponderan
por establecimiento.

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117
CUADRO 12.
Número semanal de casos confirmados de malaria y umbrales para
el período 2011–2015 en comparación con las tendencias para el 2016
(año de interés) en un distrito de (nombre del país X)

2016
MEDIA TERCER
SEMANA 2011 2012 2013 2014 2015 (AÑO C-SUMA
+ 2 DE CUARTIL
EPIDÉMICO)
1 402 304 1750 1,125 300 341 1420 1125 801
2 559 331 1500 1350 276 640 1383 1350 807
3 509 446 1500 1502 251 1308 1451 1500 720
4 399 470 353 744 616 341 678 616 727
5 1232 466 362 1319 743 640 1260 1232 649
6 611 490 505 884 550 704 769 611 651
7 714 100 434 706 653 1959 783 706 648
8 1290 704 476 1007 606 1987 1146 1007 818
9 2311 1190 485 797 800 2784 1830 1190 914
10 373 1461 461 849 902 2706 1241 902 855
11 325 647 583 567 1069 2564 908 647 645
12 567 - 580 556 736 3520 770 580 535
13 402 304 300 649 735 680 649 477
14 559 331 275 555 612 619 559 505
15 509 446 503 747 655 696 655 518
16 399 470 353 744 616 678 616 638
17 1232 466 362 1319 743 1260 1232 577
18 256 490 505 145 550 567 505 578
19 714 100 434 706 653 783 706 576
20 1290 704 476 1007 606 1146 1007 909
21 2311 1190 485 797 2165 2205 2165 1114
22 373 1461 461 849 2540 2031 1461 1055
23 325 647 583 567 1069 908 647 754
24 567 - 580 556 736 770 580 535
25 402 304 300 649 735 680 649 477
26 559 331 275 555 612 619 559 505
27 509 446 503 747 655 696 655 518
28 399 470 353 744 616 678 616 638
29 1232 466 362 1319 743 1260 1232 649
30 611 490 505 884 550 769 611 651
31 714 100 434 706 653 783 706 648
32 1290 704 476 1007 606 1146 1007 909
33 2311 1190 485 797 2165 2205 2165 1114
34 373 1461 461 849 2540 2031 1461 1055
35 325 647 583 567 1069 908 647 754
36 567 - 580 556 736 770 580 535
37 402 304 300 649 735 680 649 477
38 559 331 275 555 612 619 559 505
39 509 446 503 747 655 696 655 518
40 399 470 353 744 616 678 616 638
41 1232 466 362 1319 743 1260 1232 649
42 611 490 505 884 550 769 611 651
43 714 100 434 706 653 783 706 648
44 1290 704 476 1007 606 1146 1007 909
45 2311 1190 485 797 2165 2205 2165 1114
46 373 1461 461 849 2540 2031 1461 1055
47 325 647 583 567 1069 908 647 754
48 567 - 580 556 736 770 580 535
49 402 304 300 649 735 680 649 477
50 559 331 275 555 612 619 559 505
51 509 446 503 747 655 696 655 518
52 399 470 353 744 616 678 616 638
53 1232 466 362 1319 743 1260 1232 706

DE: desviación estándar; C-SUMA: suma acumulada

118
FIG. 20.
Umbrales epidémicos para el período 2011–2015 en comparación con el
presunto año epidémico 2016 a partir de los datos del cuadro 12

4000
Media + 2DE Tercer cuartil C-suma 2016 (año epidémico)

3500

3000

2500

2000

1500

1000

500

0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49 51 53

Semana

La suma acumulada es claramente el umbral más sensible, seguido por el tercer cuartil y
por la media + 2 DE. Si el personal del distrito utilizara la suma acumulada, todos los picos

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estacionales se clasificarían como epidemias. Por tanto, este método debe usarse solo en
zonas en las que un pequeño aumento del número de casos de malaria pueda considerarse
una epidemia, como es el caso en los entornos de baja transmisión.

Al calcular un umbral numérico, es importante controlar la amplia variación


en el número de casos que resulta del recuento en zonas de poca afluencia o
períodos cortos, como los informes semanales de los consultorios de las aldeas.
Otros factores que pueden afectar al recuento de casos son los cambios en
los métodos diagnósticos, la disponibilidad de tratamiento, la introducción de
nuevos prestadores de servicios como los agentes comunitarios de salud y las
modificaciones en los sistemas de notificación.

El umbral debe ser “suavizado” para que no cambie sustancialmente de una


semana a otra. Cuando una zona tiene aproximadamente el mismo número de
casos a lo largo de varias semanas, un umbral de alerta irregular puede conducir
a alertas intermitentes que son potencialmente costosas de investigar y socavan la
confianza en el sistema.

En los países en los que la prevalencia de la malaria es muy variable en el espacio,


el método utilizado para calcular el umbral debe adaptarse a la epidemiología
subyacente de cada zona.

119
6.5.5 Verificación de una epidemia de malaria

Se debe establecer un equipo de gestión distrital o equivalente en las zonas


propensas a epidemias. El equipo debe estar integrado por un médico, un
epidemiólogo, un entomólogo y un técnico de laboratorio capacitado para
comprobar los casos sobre el terreno. En las zonas donde la cobertura del
diagnóstico parasitológico es deficiente, a menudo se confunde la malaria con
otras causas de fiebre, y puede ser necesaria una confirmación adicional sobre
el terreno para garantizar que los datos de fiebre notificados corresponden
a infecciones palúdicas. La verificación de una epidemia de malaria puede
combinarse con la confirmación de otras enfermedades febriles de notificación
obligatoria para asegurar también una respuesta rápida a esas enfermedades.
Los pasos para la verificación de una epidemia de malaria detectada son:

• la evaluación rápida para confirmar que un aumento inusual en el número de


casos de fiebre se debe a la malaria;

• la realización de pruebas analíticas para confirmar los casos sospechosos con


PDR o microscopía;

• confirmación entomológica en larvas y / o mosquitos adultos recolectados


para determinar las medidas de control de vectores que se implementarán o si
el control de vectores es realmente necesario; y

• la notificación inmediata a la unidad nacional de urgencias por parte del


distrito o del centro de seguimiento equivalente si el equipo determina que hay
una epidemia.

6.6 PREPARACIÓN Y RESPUESTA


La preparación para las epidemias se lleva a cabo en todos los niveles del sistema
de salud.

En el nivel nacional (avisos 1 y 2 de la figura 17):

• utilizar la predicción (información) a largo plazo para la preparación en zonas


propensas a epidemias, con la movilización de recursos y la participación de
los asociados;

• coordinar y asegurar la colaboración intersectorial;

• reforzar la capacidad del personal de salud para analizar y verificar los datos;

• asegurarse de que se disponga de reservas de emergencia de medicamentos


y de que puedan transportarse a la zona afectada por la epidemia; y

• enviar un equipo de evaluación en caso de una epidemia prevista. En


el anexo 18 se presenta un ejemplo de cuestionario para la evaluación
preepidémica.

120
En el nivel de distrito o intermedio (aviso 2 de la figura 17):

• recopilar datos y establecer o actualizar los umbrales; y

• realizar una evaluación entomológica en caso necesario, correlacionar los


datos epidemiológicos con otros indicadores pertinentes, como los datos
meteorológicos, los desplazamientos de la población o las actividades
socioeconómicas.

En el nivel de establecimientos de salud periféricos (aviso 3 de la figura 17):

• establecer un sistema de notificación semanal;

• realizar análisis y gráficos sencillos de los datos semanales, incluida la


notificación al equipo de gestores del distrito; y

• realizar verificaciones rápidas ya sea con PDR o microscopía.

La respuesta dependerá de la etapa en que se detecte la epidemia, pero


en general el objetivo es reducir la transmisión y la mortalidad mediante el
tratamiento de los que están infectados y la prevención de nuevas infecciones. El
acceso al diagnóstico temprano y al tratamiento eficaz de todos los enfermos de
malaria reducirá al mínimo la mortalidad. Los principios rectores del tratamiento
durante las epidemias son los siguientes:

• para reducir la transmisión ulterior:

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oo usar un medicamento que sea gametocida;
oo administración masiva de medicamentos (AMM) con un medicamento de
acción prolongada, si es factible, para reducir la transmisión, que tenga
buena aceptabilidad y cumplimiento y una cobertura alta > 80%. La AMM
solo debe usarse en ciertas condiciones (véanse las recomendaciones de
la OMS y Mass drug administration for falciparum malaria: a practical
field manual, referencia 23).
oo recurrir a la cura radical con primaquina (esquema terapéutico de 14 días)
en epidemias debidas a P. vivax.
• para reducir la mortalidad:

oo considerar el tratamiento colectivo de los pacientes con fiebre si la AMM


no es adecuada;
oo establecer puestos de salud nuevos o temporales (consultorios móviles)
si la epidemia se produce en una zona remota con acceso escaso a la
atención de salud;
oo garantizar la gestión rápida de los casos graves, ya sea a nivel periférico
(tratamiento temprano previo a la referencia o tratamiento completo) o
en los establecimientos de salud de referencia; y

121
oo en epidemias en situaciones complejas de emergencia, la desnutrición y
otras afecciones coexistentes deben controlarse durante la gestión de los
casos de malaria.

Para el control oportuno de los vectores, las estrategias dirigidas a los mosquitos
adultos reducirán la transmisión.

• Desde el punto de vista operativo, las opciones de control de vectores son


viables si los distritos propensos a epidemias están bien preparados y si las
reservas para emergencias están preestablecidas y se mantienen.

• Desde el punto de vista biológico, son factibles cuando se aplican en las fases
iniciales de una epidemia.

• El rociado residual intradomiciliario da resultado cuando se realiza bien,


con una tasa de cobertura superior al 85%, y el vector reposa en interiores.
El rociado se llevará a cabo dentro de las dos semanas de la aparición
de la epidemia. De manera análoga, el uso de mosquiteros tratados con
insecticidas de larga duración es viable, pero requiere antes un cambio de
comportamiento en la comunidad, y el impacto no es tan inmediata como el
RRI.

• En situaciones complejas de emergencia, en las que se establecen


campamentos de refugiados, el uso de mosquiteros tratados con insecticidas
de larga duración y el rociado residual intradomiciliario son sumamente
eficaces. En algunas situaciones, los hábitats larvarios se descubren fácilmente
y se puede recurrir a una reducción adecuada de los criaderos de larvas.

Las epidemias de malaria pueden afectar a varias zonas o territorios dentro de un


país al mismo tiempo. Por lo tanto, el intercambio de información y datos debería
formar parte de la respuesta. En el anexo 19 se dan ejemplos de respuestas
operativas para las diferentes etapas de las epidemias de malaria.

6.7 EVALUACIÓN POSTERIOR A LA EPIDEMIA


Una evaluación posterior a la epidemia señalará los éxitos y fracasos de las
intervenciones e indicará si los sistemas de alerta y detección tempranas y
respuesta han tenido los efectos previstos sobre la carga de malaria. Este
importante ejercicio es frecuentemente descuidado por los ministerios de salud
y otros asociados. Por lo tanto, no se extraerán enseñanzas para utilizarlas
cuando se presente otra epidemia. Los resultados de una evaluación posterior a
la epidemia se utilizan para mejorar el plan de preparación y para abogar por el
apoyo necesario en todos los niveles de la respuesta. Por consiguiente, el informe
posterior a la epidemia debe distribuirse ampliamente entre los niveles más altos.

Se debe crear un grupo de trabajo posterior a la epidemia, integrado por un


epidemiólogo, un entomólogo, un médico clínico, un técnico de laboratorio y un
estadístico procedentes del nivel nacional y de distrito, para evaluar los episodios

122
retrospectivamente. La evaluación aborda el impacto, la respuesta, la verificación,
la detección temprana, la alerta temprana y la previsión, en ese orden.

El grupo de trabajo debería examinar:

• la eficacia de los sistemas de alerta y detección tempranas,

• la disponibilidad de recursos y su capacidad,

• las funciones y responsabilidades de los interesados directos durante y


después de la epidemia,

• el costo de la respuesta, y

• la repercusión de la epidemia y de las intervenciones.

En el anexo 18 se proporciona un ejemplo de lista de verificación para una


evaluación posterior a la epidemia y en el anexo 19 un ejemplo de informe de
evaluación rápida. La figura 21 muestra el proceso de detección temprana,
verificación, respuesta y evaluación posterior a la epidemia.

FIG. 21.
Detección temprana, verificación, respuesta y evaluación posterior a la
epidemia

Establecimiento

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


Distrito Nacional
de salud

La tendencia de Los distritos


Los valores semanales
dos semanas excede solicitan verificación
exceden el umbral
el umbral inmediata

No Sí No Sí No Sí

Continuar 1. Activar Investigar 1. Emprender Servir de 1. Emprender


con el la alerta otras la evaluación enlace con la evaluación
seguimiento anticipada. causas rápida. el equipo rápida.
sistemático. 2. Notificar al de fiebre 2. Activar la de distrito y 2. Activar la
Tratar las equipo de respuesta y supervisar respuesta y
otras causas distrito. enviar sobre su labor. proporcionar
de la fiebre 3. Confirmar el terreno al el apoyo
según corres- en la equipo de necesario al
ponda. comunidad. distrito. equipo de
distrito.

Evaluación posterior a la epidemia por parte de un equipo conjunto


de los establecimientos de salud, distrito y nacional.

123
7. Seguimiento y evaluación
de los programas
nacionales

7.1 OBJETIVOS DEL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN


El “seguimiento” consiste en recolectar datos y utilizarlos en la aplicación de los
programas (con periodicidad semanal, mensual, trimestral o anual); se lleva
a cabo para comprobar que los programas están funcionando de manera
satisfactoria y hacer ajustes en caso necesario. En muchos casos comprende el uso
de datos administrativos para hacer un seguimiento de los insumos, los procesos y
los productos, y puede que también los resultados y los impactos de los programas.
La “evaluación” supone una valoración más completa de los programas; por lo
general se lleva a cabo en momentos concretos y aborda los resultados y los
impactos de aquellos a más largo plazo. El seguimiento y la evaluación tienen
como objetivo mejorar la eficacia, la eficiencia y la equidad de los programas,
y son fundamentales para alcanzar las metas de los programas nacionales y
supervisar los avances hacia el logro de los objetivos de la GTS (5). Tras haber
examinado la situación de la malaria en un país o una zona, se elaboran planes
orientados a garantizar la máxima eficacia en el uso de los recursos con el
propósito de eliminar aquella o de reducir su impacto sobre la salud pública.
Una vez aplicados, hay que examinar dichos planes cada cierto tiempo para
determinar si las actividades del programa están logrando los resultados deseados
o bien hay que realizar ajustes (figura 22).

Es esencial disponer de información puntual y de gran calidad para planificar


y aplicar los programas, y esa información también puede servir para ejercer
presiones políticas sobre los interesados directos internos y externos con miras
a obtener los recursos necesarios. También se puede mejorar el desempeño de
los programas contra la malaria ampliando el acceso a la información sobre
la planificación y el seguimiento de los programas. La divulgación pública de la
información permite a los políticos, los pacientes y otros ciudadanos hacer un
seguimiento de los servicios que están financiando y anima a los gestores a ser
más receptivos a las necesidades de sus clientes (véase el recuadro 10).

Los datos sobre los programas contra la malaria se recopilan fundamentalmente


para utilizarlos en la toma de decisiones y las acciones a escala local. La información
generada a escala nacional también se utiliza para orientar los avances en el plano
internacional por medio de los informes elaborados por la OMS y las Naciones
Unidas. Los datos orientan a los financiadores internacionales de los programas
contra la malaria y determinan en gran medida la financiación futura.

124
FIG. 22.
Marco de seguimiento y evaluación: del insumo al impacto
Insumos Proceso Productos Resultados Impacto

Recursos Acción o trabajo Servicios Uso de los Reducción, por


financieros, para transformar resultantes de productos por ejemplo, de los
humanos, de los insumos en transformar la población casos de malaria
información y productos. los insumos destinataria: p. ej., grave o de las
de otros tipos en productos: las personas con defunciones por
movilizados p. ej., las PDR, el presunta malaria malaria.
para apoyar las TCA, los MTILD, son sometidas a
actividades. la vigilancia, una prueba diag-
el personal. nóstica o duermen
bajo MTILD.

Presupuestos, Provisión de Bienes y servicios Programa, Análisis de la


dotación de suministros, producidos y vigilancia, vigilancia, las
personal, capacitación provistos por encuestas y encuestas,
establecimientos del personal, el principal datos censales los censos y
de salud, supervisión, organismo de para medir los otros datos
medicamentos y sistemas de aplicación y sus resultados. contextuales
otros recursos. gestión logística. asociados. para medir los
resultados.

Aplicación (oferta) Resultados (oferta y demanda)


MTILD = mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración; PDR = pruebas de diagnóstico rápido;
TCA = tratamiento combinado basasdo en la artemisinina.

RECUADRO 10.
Principales funciones del seguimiento y la evaluación

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El seguimiento y la evaluación pueden acelerar los avances hacia la
eliminación de la malaria si se utilizan con los fines siguientes:

• evaluar cada cierto tiempo si los planes están progresando según


lo previsto o si es preciso modificar la escala de la intervención o la
combinación de intervenciones;

• asignar recursos a las poblaciones más necesitadas para lograr el


mayor impacto posible en la salud pública;

• dar cuenta de la financiación recibida, de modo que la población, sus


representantes elegidos y los donantes puedan determinar si se está
haciendo un buen aprovechamiento de los fondos;

• valorar si se han cumplido los objetivos del programa y determinar qué


ha funcionado y qué no, para que puedan diseñarse programas más
eficaces y eficientes;

• abogar por que se invierta en programas contra la malaria de acuerdo


con la carga de enfermedad de la malaria en un país o una zona
subnacional; y

• supervisar los avances hacia la eliminación de la malaria.

125
7.2 TIPOS DE INFORMACIÓN NECESARIOS PARA
EL SEGUIMIENTO
La información puede ser extraoficial, semioficial u oficial.

• La información extraoficial se obtiene mediante la observación, el diálogo


con el personal de salud o los dirigentes comunitarios, y otros medios
extraoficiales.
• La información semioficial se obtiene, por ejemplo, a partir de documentos
de políticas, informes de consultores, visitas de supervisión, debates grupales,
circulares oficiales y actas de reuniones.
• La información oficial se adquiere a partir de sistemas ordenados de registro
y notificación de la información, como los sistemas de información de salud
periódica y de vigilancia, los sistemas de contabilidad y las encuestas.

La información oficial para el seguimiento de los programas puede obtenerse de


las fuentes siguientes:

• Los sistemas de información de salud periódica, que pueden abarcar varios


programas, ser específicos de la lucha contra la malaria o estar limitados
a actividades concretas (como servicios de laboratorio, intervenciones,
distribución, vigilancia).
• Las encuestas de establecimientos de salud, en las que por lo general se indaga
si los establecimientos cuentan con los recursos físicos y humanos necesarios
para dispensar servicios (en especial la quimioprofilaxis, las pruebas diagnósticas
y el tratamiento), y en las que también se puede abordar si a los pacientes se les
prescriben las pruebas diagnósticas y los tratamientos adecuados.
• Las encuestas de hogares, que suelen abarcar varias intervenciones de salud,
dirigidas en particular a los menores de cinco años y a las mujeres en edad
reproductiva, aunque también son frecuentes las encuestas específicas sobre
la malaria.
• La investigación operativa, que generalmente trata de responder a preguntas
concretas de interés para los programas contra la malaria, puede basarse en
las encuestas de hogares o las encuestas de establecimientos de salud e incluir
estudios de eficacia de los medicamentos o los insecticidas.
• La vigilancia entomológica, que permite conocer la distribución de los
principales vectores de la malaria, su comportamiento y los cambios en sus
hábitos de picadura a raíz de la intervención; forma parte de la vigilancia
centinela que llevan a cabo los programas nacionales y en muchos casos
comprende la vigilancia de la resistencia vectorial a los insecticidas.
• Los datos procedentes de la supervisión de los servicios de salud (en los niveles
central, intermedio, de establecimientos de salud y de personal sanitario).
• Datos contextuales, que no se recopilan de manera sistemática o durante la
investigación operativa, pero ayudan a conocer y explicar mejor los cambios
de tendencia en la carga de malaria. Comprenden los censos de población y
los datos climáticos y socioeconómicos.

126
Por lo general, los datos útiles para el seguimiento de los programas se obtienen a
partir de los sistemas de información de salud periódica y los datos programáticos
para el seguimiento continuo. Los datos de las encuestas de establecimientos de salud
y de hogares pueden complementar los de los sistemas de información de salud
periódica (por ejemplo, para comparar los valores de los indicadores obtenidos en
los sistemas de información de salud periódica y en las encuestas de establecimientos
de salud). Cuando los sistemas de información de salud periódica funcionan
bien, pueden aportar información continua sobre cada distrito o demarcación
administrativa equivalente de un país y, si otros factores se mantienen constantes,
cabe utilizarlos para detectar variaciones de la cobertura de las intervenciones a lo
largo del tiempo y el espacio o como alertas de una posible epidemia.

Si la cobertura de los sistemas de información de salud es incompleta, puede que


la muestra de los servicios utilizados por las comunidades esté sesgada (véanse
el recuadro 1 y el recuadro 3). En muchos casos, dichos sistemas no incluyen los
consultorios privados u otros establecimientos no pertenecientes al sector público, ni
los casos tratados por los agentes comunitarios de salud o en los hogares. Además,
los sistemas de información de salud periódica rara vez funcionan de manera
óptima; es frecuente que las definiciones para la notificación no se apliquen de
manera uniforme y que los establecimientos de salud y los distritos no remitan las
notificaciones con regularidad al nivel central. De ahí que las tendencias en los
indicadores de la cobertura de las intervenciones sean sensibles a las variaciones
en las tasas de notificación. Es importante supervisar la exhaustividad de las
notificaciones, no solo porque es un indicador del funcionamiento del sistema de
información, sino también para interpretar las tendencias de otros indicadores.

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7.3 FUNCIONES DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN
PERIÓDICA Y LAS ENCUESTAS
En el seguimiento y la evaluación de los PNM se utilizan numerosas fuentes de
datos, entre ellas, los sistemas de información de salud periódica, las encuestas de
hogares y de establecimientos de salud, los sitios centinela y las recolecciones de
datos especiales (recuadro 11). El papel que desempeñan estas fuentes de datos y
su importancia relativa cambian a medida que los programas avanzan desde unos
niveles de transmisión altos hasta la eliminación de la malaria.

RECUADRO 11.
Información procedente de los sistemas de información de salud
periódica, las encuestas de establecimientos de salud y las
encuestas de hogares

Los sistemas de información de salud periódica recolectan datos sobre:

• los recursos de los establecimientos de salud;


• la utilización de los servicios de salud, las tendencias de la enfermedad
y los pacientes tratados por los agentes comunitarios de salud, y
• la distribución de productos básicos como los MTILD.

127
Las encuestas de establecimientos de salud recolectan información sobre:
• la disponibilidad de personal, equipos y bienes consumibles;
• la verificación de las estadísticas correspondientes a los servicios de
los establecimientos de salud (proporción de los pacientes que fueron
sometidos a pruebas diagnósticas y tratados con los antimaláricos
adecuados), y
• la calidad de la gestión de casos.
Las encuestas de hogares recolectan información sobre:
• la cobertura poblacional de los servicios (p. ej., MTILD, TCA);
• los pacientes que no utilizan los servicios de salud públicos;
• la prevalencia de infección o anemia en la población, y
• los conocimientos, las actitudes y las prácticas relacionados con la
malaria.
Los sitios centinela y los estudios especiales aportan información sobre:
• la eficacia del tratamiento,
• la vigilancia entomológica, y
• la vigilancia demográfica.

7.3.1 Sistemas de información periódica

En los entornos con altos niveles de transmisión, la malaria es el motivo de gran


parte de las consultas a los servicios de salud, por lo que es inevitable que los
sistemas de información sobre ella formen parte de los sistemas integrados
de información de la gestión sanitaria. Se requieren unos sistemas de registro
y notificación sencillos y eficientes para supervisar las actividades de control
vectorial, en particular la distribución de MTI y la cobertura del RRI. También hacen
falta sistemas para supervisar la resistencia a los insecticidas y a los antimaláricos.
En los entornos con menores niveles de transmisión o en vías de lograr la
eliminación se necesitan sistemas de notificación específicos de la malaria que
permitan satisfacer las demandas suplementarias de información para orientar y
supervisar las intervenciones en grupos de riesgo y focos concretos.

7.3.2 Encuestas

La información obtenida a partir de los sistemas de información de salud periódica


se complementa con los datos de las encuestas de establecimientos de salud y de
hogares. Dichas encuestas pueden aportar datos de indicadores que no es posible
medir a partir de los datos de los programas, y en particular de los que tienen
denominadores de nivel poblacional, como la cobertura de las intervenciones y la
prevalencia del parásito. Las encuestas pueden enriquecer la interpretación de la
información procedente de los sistemas de información de salud periódica (por
ejemplo, cuando permiten verificar el porcentaje de pacientes con una afección

128
febril que acuden a establecimientos de salud del sector público), por lo que aportan
información sobre la cobertura de los sistemas de vigilancia. También pueden servir
para validar o triangular los datos recolectados por los sistemas de información de
salud periódica. Además, aportan información sobre la mortalidad infantil por todas
las causas, que puede guardar relación con las tendencias en las intervenciones de
lucha contra la malaria, la incidencia y la prevalencia del parásito para ilustrar el
posible impacto de las inversiones en la lucha contra la malaria.

El diseño de las encuestas depende de la intensidad de la transmisión palúdica.


En los entornos con altos niveles de transmisión, las encuestas representativas a
escala nacional permiten evaluar la cobertura de los programas y la prevalencia
del parásito en todo el país. En los entornos con menores niveles de transmisión
puede ser preferible encuestar únicamente a las poblaciones más expuestas. En los
entornos en fase de eliminación de la malaria, las encuestas deben limitarse a los
focos de transmisión.

La pertinencia de los indicadores y la posibilidad de obtener una determinada


información por medio de una encuesta dependen también de la intensidad de la
transmisión palúdica. Por ejemplo, la prevalencia del parásito entre los menores de
5 años es un indicador pertinente en los entornos con altos niveles de transmisión
porque estos niños están muy expuestos a contraer la malaria. Además, resulta
práctico obtener información sobre los menores de 5 años porque es más
probable que estén en la casa durante una encuesta de hogares y se les pueda
realizar una prueba diagnóstica. En los entornos con bajos niveles de transmisión
puede que la determinación de la prevalencia del parásito entre los menores de 5
años resulte menos informativa porque, en general, estos niños no son un grupo de

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alto riesgo. Por lo tanto, en dichos entornos es preferible determinar la prevalencia
en todos los grupos etarios, aunque quizá resulte más difícil obtener una muestra
representativa de escolares y de adultos que trabajen, ya que probablemente no
estén en la casa cuando se realice la encuesta. Cuando el grado de transmisión
es bajo, se necesita una muestra mucho mayor para medir la prevalencia y
las encuestas de hogares dejan de ser eficaces en relación con el costo. Por
consiguiente, la incidencia de casos sintomáticos se determina a partir de los
sistemas de información periódica de salud.

La decisión de medir o no la prevalencia del parásito y en qué grupos etarios


hacerlo dependerá de los beneficios que pueda aportar el obtener dicha
información y, en consecuencia, determinar con mayor precisión los grupos de
población más afectados por la malaria. Se deben sopesar estos beneficios frente
al coste de la encuesta (es decir, la amplia muestra que requiere), los medios de
diagnóstico disponibles, la posibilidad o no de llegar hasta determinados grupos
de población, y los otros usos a los que podrían destinarse esos recursos.

7.4 USO DE LA INFORMACIÓN A ESCALA NACIONAL


El control de la malaria puede avanzar más rápidamente en unas partes de un país
que en otras y las estrategias de vigilancia variarán. Por ejemplo, puede que algunos
distritos notifiquen únicamente datos de casos consolidados y otros, en cambio,
añadan pormenores de casos individuales. Asimismo, puede que en algunas partes

129
del país se esté intentando lograr la eliminación y sea indispensable determinar
el origen de cada caso para intensificar las medidas de control en determinadas
localidades y conseguir que la transmisión se interrumpa lo antes posible.

Es indispensable utilizar la información recolectada para mejorar el impacto de los


programas. Dicha información tiene dos aplicaciones fundamentales, a saber, la
planificación de programas y el seguimiento y la evaluación de estos.

7.4.1 Planificación de programas

Una de las principales aplicaciones de la información es la elaboración de un


plan estratégico nacional que defina las metas y objetivos de un programa contra
la malaria, el modo en que se lograrán estos, y los recursos que harán falta. El
plan deberá contemplar las funciones de los diversos interesados directos en su
aplicación y fijar unas metas para el seguimiento de los progresos y la rendición
de cuentas. Los recursos deberán asignarse a las intervenciones más eficaces y a
las poblaciones más necesitadas, para así lograr la máxima reducción posible de
la incidencia y la mortalidad palúdicas con el mínimo desperdicio de los recursos.
Un medio de optimizar las respuestas a la malaria en un país o un territorio es la
estratificación, es decir, la división de la zona en unidades más pequeñas en las
que se dispensarán distintas combinaciones de intervenciones.

Por lo general, los planes estratégicos contra la malaria duran 5 años (figura 23).
Suelen ir precedidos de un examen de la situación de esta en el país para
determinar los grupos de población más gravemente afectados, las variaciones en
la incidencia de la enfermedad, la cobertura de las intervenciones de lucha contra
la malaria, y los recursos necesarios y disponibles para lograr las metas, como se
analiza a continuación.

FIG. 23.
Cronograma de un plan estratégico nacional contra la malaria y de los
exámenes del programa

Año 0 Año 1 Año 2 Año 3 Año 4 Año 5 Año 6

Plan estratégico nacional

Plan de implementación

Plan
anual

Examen del programa Examen del programa


contra la malaria contra la malaria

130
Estratificación y población en riesgo

La estratificación tiene como finalidad establecer los grupos de población más


gravemente afectados por la malaria y los factores determinantes de los riesgos
maláricos a los que están expuestos, para así orientar adecuadamente las
intervenciones contra la malaria. Implica determinar el grado de transmisión de
esta en el espacio y el tiempo, y establecer la población expuesta al riesgo en un
momento o lugar dado a fin de dirigir mejor las intervenciones.

Para la estratificación pueden ser necesarios indicadores como la prevalencia del


parásito, los casos notificados, las tasas anuales de incidencia de parásitos y de
positividad de las pruebas; la temperatura, la precipitación y la estacionalidad;
las condiciones socioeconómicas (p. ej., la pobreza y el empleo); los factores
demográficos (p. ej., la edad y el sexo); y el acceso a la atención de salud
(figura 24). Por lo general, los países utilizan una combinación de datos
epidemiológicos, climáticos y medioambientales para dicha estratificación (74).
Esta información puede presentarse en forma de cuadros, gráficos y mapas.

La utilidad de los datos descritos en este marco (figura 24) depende del contexto
del país. En muchos casos, para definir las zonas expuestas al riesgo de malaria
basta con conocer la especie vectorial y su distribución, la proporción de la
población que está infectada, las tendencias y la estacionalidad de los casos, y los
datos de precipitación y temperatura.

FIG. 24.

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Marco para estratificar el riesgo de malaria
determinantes
Factores

Ecológicos Poblacionales
Epidemiológicos Intervención
(receptividad) (vulnerabilidad)

• Vectores: especies, • Desplazamientos • Especies • Acceso a los


hábitats, densidad y inusuales de parasitarias servicios de atención
comportamiento poblaciones de salud
• Tendencias en el
• Altitud, tempera- humanas número de casos • Cobertura de las
Elementos de información

tura, precipita- • Grado de y la incidencia de intervenciones


ción, humedad y importación de la malaria preventivas (control
vegetación malaria de vectores,
• Historial de quimioprofilaxis)
• Tipo de vivienda, • Inmunidad prevista epidemias
urbanización, otros de las poblaciones palúdicas • Sensibilidad de
usos del suelo. entrantes y los vectores a
• Causas de insecticidas
• Cambios residentes las anteriores
medioambientales • Grado de seguridad epidemias y • Sensibilidad de
que aumentan la y accesibilidad respuestas los parásitos a los
transmisión por general de las antimaláricos
vectores poblaciones • Grado de aceptación
de las intervenciones
contra la malaria
Productos

Cartografía y estratificación del riesgo de malaria

131
En los entornos en fase de eliminación de la malaria que cuentan con un sistema
de vigilancia de alta calidad es probable que baste con analizar los datos de
los casos y la receptividad para estratificar la transmisión focal. Seguidamente
se pueden estratificar los focos según las categorías siguientes: con transmisión
activa; receptivos y vulnerables; receptivos, pero no vulnerables, y no receptivos.
Los datos y las posibles fuentes de datos para estratificar el riesgo de malaria se
enumeran en el cuadro 13.

Como es natural, los riesgos de contraer la malaria se ven afectados por las
situaciones sumamente variables, como los conflictos y las emergencias complejas
que pueden conducir a la aparición de epidemias. Para abordar estas se necesita
un enfoque más dinámico en el que los determinantes clave comprenden varios
elementos informativos. Se pueden utilizar los métodos habituales de los SIG para
cartografiar el riesgo de epidemia en este marco. Los programas nacionales que
no dispongan de SIG deberían solicitar asistencia a la OMS y los asociados locales.

En la figura 25 se muestra un ejemplo de estratificación de la incidencia parasitaria


anual en una provincia y en los distritos de este provincia de la República
Democrática Popular Lao.

FIG. 25.
Estratificación a escala distrital según la incidencia parasitaria anual en el
2017 en la República Democrática Popular Lao
Para mostrar con más detalle la heterogeneidad de la incidencia parasitaria
anual en una provincia, se presenta el ejemplo de los distritos de la provincia de
Champasak (detalle).

IPA por 1000 habitantes


0–0
0–10
10–20
20–30
30–40
40–50
> 50

IPA por 1000 habitantes


0–1
1–3
3–5
5–7
>7

Fuente: Base de datos regional del programa de eliminación de la malaria del Mekong
IPA = incidencia parasitaria anual

132
CUADRO 13.
Elementos de información y posibles fuentes de datos para estratificar
el riesgo de malaria

FACTOR ELEMENTOS FUENTE


DETERMINANTE INFORMATIVOS DE DATOS
Ecológico Vectores: especies, hábitat, Datos de la vigilancia entomológica
(receptividad) densidad
Altitud, temperatura, Oficinas meteorológicas, datos
precipitación, humedad y satelitales de acceso público
vegetación
Tipo de vivienda, Encuestas de hogares, censos
urbanización nacionales, ministerios competentes
Cambios Organismos dedicados al medio
medioambientales que ambiente, datos satelitales, sector
pueden aumentar la privado, comunidades locales
transmisión
Población Desplazamientos inusuales Ministerios competentes, organismos
(vulnerabilidad) de poblaciones humanas humanitarios, comunidades locales
Grado de importación de Datos de vigilancia, organismos
la malaria humanitarios, comunidades locales
Inmunidad prevista de las Datos de vigilancia, instituciones
poblaciones entrantes y científicas, mapas de transmisión de
residentes la malaria
Grado de seguridad y Ministerios competentes, organismos
accesibilidad general de humanitarios, comunidades locales

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las poblaciones
Elementos Especies parasitarias Datos de vigilancia y otros datos
epidemiológicos epidemiológicos (incluidas las
encuestas comunitarias)
Tendencias en el número Datos de vigilancia
de casos y la incidencia de
malaria en la zona
Historial de epidemias Datos de vigilancia
palúdicas
Causas de las anteriores Anteriores informes de vigilancia y
epidemias y respuestas respuesta
Intervención Acceso a los servicios de Distribución de los servicios
atención de salud dependientes del ministerio de salud,
información plenamente actualizada
sobre los antimaláricos, encuestas de
hogares
Cobertura de las Programa nacional contra la malaria,
intervenciones preventivas encuestas de hogares
(control de vectores,
quimioprofilaxis)
Sensibilidad de los vectores Vigilancia entomológica
a los insecticidas
Sensibilidad de Vigilancia de la eficacia terapéutica
los parásitos a los
antimaláricos

133
Al interpretar la variación geográfica de las tasas de incidencia y de mortalidad
palúdicas notificadas de manera sistemática, debe tenerse en cuenta la variación
en la proporción de la población que utiliza los establecimientos públicos de
salud, las tasas de realización de pruebas diagnósticas y de notificación por los
establecimientos de salud, y el número de establecimientos de salud nuevos que se
han construido y están en funcionamiento. De ahí que pueda resultar útil tabular o
cartografiar las tasas de asistencia general de pacientes, de exámenes de sangre
por año y de notificación por los establecimientos de salud junto con tablas o
mapas de la incidencia de la enfermedad. También puede ser de utilidad examinar
la variación geográfica de las tasas de positividad de las pruebas diagnósticas
o de asistencia proporcional de pacientes con malaria, ya que estos parámetros
pueden estar menos distorsionados por las variaciones en las tasas de asistencia
general de pacientes, de realización de pruebas diagnósticas o de notificación por
los establecimientos de salud.

De estar disponibles, los datos de las encuestas de hogares pueden informar sobre
lo siguiente:
• de si los pacientes solicitan atención de salud debido a la fiebre y dónde
lo hacen, por lo que también informan del grado en que los sistemas de
vigilancia periódica registran todos los casos de malaria;
• de la prevalencia del parásito, para determinar las poblaciones más gravemente
afectadas por la malaria; y de los factores de riesgo particulares que se dan en
las zonas con mayor incidencia o mortalidad, entre ellos, las especies vectoriales
y parasitarias predominantes y los comportamientos de la población.

Variaciones de la incidencia de malaria

Las tendencias en el número de casos de malaria, de hospitalizaciones y de


defunciones notificados pueden reflejar las variaciones en la transmisión de la
malaria y la incidencia de esta en la población. Dado que dichas tendencias
pueden verse afectadas por cambios en el acceso a los servicios de salud, la
realización de las pruebas diagnósticas y la notificación por los establecimientos
de salud, la OMS recomienda examinar un conjunto de seis gráficas de “control”
que muestran no solo las variaciones en la incidencia de malaria, sino también los
factores que podrían influir en las tendencias observadas (figura 26). Si los datos
notificados periódicamente adolecen de demasiadas lagunas para poder evaluar
las tendencias de la malaria, quizá haya que llevar a cabo un estudio en el que se
examinen retrospectivamente los registros de la asistencia de los pacientes en una
muestra de establecimientos de salud. Los datos de dos o más años de encuestas
de hogares aportan información sobre las variaciones en los comportamientos de
solicitud de atención de salud y en la prevalencia del parásito.

En la figura 26 se muestran varias gráficas de tendencias de la malaria. Resulta útil


examinar las tendencias de la asistencia general de pacientes, el índice anual de
exámenes de sangre, las tasas de notificación por los establecimientos de salud y
los nuevos establecimientos de salud en comparación con la incidencia de malaria.
También es útil examinar las tendencias de las tasas de positividad de la prueba o
de asistencia proporcional de pacientes con malaria, ya que pueden estar menos
distorsionadas por las variaciones en las tasas de asistencia general de pacientes,

134
de realización de pruebas diagnósticas o de notificación por los establecimientos
de salud. En el ejemplo de la figura 26 se observan menos casos de malaria, de
pacientes hospitalizados y de defunciones en los últimos meses (gráfica 1), pero
la tendencia podría deberse a unas menores tasas de notificación y diagnóstico
durante el mismo periodo (gráficas 4 y 5). Esta distribución es frecuente, lo que
indica que debería mejorarse la puntualidad de las notificaciones. Además,
debería aumentarse la proporción de los pacientes con sospecha de malaria en los
que se realiza una prueba diagnóstica.

FIG. 26.
Gráficas para el análisis de tendencias de la malaria

1. Tasas de incidencia de la malaria 4. Labores de diagnóstico


20 4%
Casos confirmados por 1000 Índice anual de exámenes de sangre
Pacientes hospitalizados por 10 000
Defunciones por 100 000
15 3%

10 2%

5 1%

0 0%
2013 2014 2015 2016 2013 2014 2015 2016

2. Incidencia proporcional de malaria 5. Calidad del diagnóstico y la notificación

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80% Tasa de positividad de 100%
las extensiones de sangre
Proporción de las hospitalizaciones
que son debidas a la malaria
Proporción de las defunciones 80%
60% que son debidas a la malaria

60%

40%

40%

20% Proporción de los establecimientos


20% de salud que enviaban notificaciones
Proporción de los casos con sospecha
de malaria en los que se hizo la prueba

0% 0%
2013 2014 2015 2016 2013 2014 2015 2016

3. Asistencia general de pacientes 6. Proporción de los casos que se debían a


P. falciparum
250 50%
Pacientes ambulatorios por 1000
Pacientes hospitalizados por 10 000
200 Defunciones por 100 000 40%

150 30%

100 20%

50 10%

0 0%
2013 2014 2015 2016 2013 2014 2015 2016

135
En la figura 27 se presenta el ejemplo de Rwanda para mostrar cómo puede
examinarse la distribución geográfica de la malaria. El cartografiado de los
indicadores permite a los gestores de programas valorar si el desempeño de estos
o las tendencias de la malaria varían según la zona geográfica y determinar si
es preciso concentrar las actividades de prevención, diagnóstico o tratamiento
de aquella en unas zonas concretas. Podría ser que las diferencias regionales
en el número de casos y de defunciones debidas a la malaria reflejaran las
características epidemiológicas de base, el alcance de las intervenciones de lucha
contra la malaria o las prácticas en materia de diagnóstico y de notificación de
casos. En el ejemplo que se presenta a continuación, las zonas orientales del país

FIG. 27.
Distribución geográfica de la malaria en Rwanda en el año 2015

Incidencia de casos confirmados de malaria Tasa de positividad de las pruebas


diagnósticas de la malaria

Por 1000 habitantes


< 100 < 30
100–200 30–50
> 200 > 50

Porcentaje de los casos con


Índice anual de exámenes de sangre
sospecha de malaria sometidos
a pruebas diagnósticas

< 40 < 50
40–80 50–80
> 80 > 80

Tasa de exhaustividad de las


notificaciones remitidas por los
establecimientos de salud
< 50
50–80
> 80

En el anexo 15 se proporciona un modelo de boletín de vigilancia.

136
muestran mayores tasas de incidencia, con unas tasas anuales de exámenes de
sangre y unos porcentajes de casos sometidos a pruebas de diagnóstico más
elevados. Con todo, esas mismas zonas tienen mayores tasas de incidencia, como
indican las tasas más altas de positividad de las pruebas. Las variaciones en la
exhaustividad de las notificaciones pueden deberse a demoras en la comunicación
o a falta de recursos en determinadas regiones.

Cobertura de las intervenciones de lucha contra la malaria

Resulta útil determinar la cobertura de las intervenciones según la zona geográfica


o el grupo de población en riesgo para evaluar si estas se han orientado
adecuadamente. También es interesante examinar las diversas etapas de la
aplicación de las intervenciones para detectar posibles cuellos de botella que
obstaculicen la prestación de servicios. En los dos supuestos que se muestran en
la figura 28, el porcentaje de embarazadas que reciben cuatro dosis o más de
tratamiento preventivo intermitente es el mismo (y bajo), pero los motivos de esta
escasa cobertura difieren. En el supuesto de la izquierda, aunque hay un buen nivel
de uso de los servicios de atención prenatal, las mujeres no reciben varias dosis del
tratamiento preventivo, lo que indica que los servicios ofrecidos en los consultorios
prenatales deben mejorar. En el segundo escenario se hace un uso escaso de dichos
consultorios, lo que indica que es preciso aumentar la dotación de consultorios
prenatales fijos o móviles. La información sobre la cobertura de las intervenciones
de lucha contra la malaria puede obtenerse a partir de los sistemas de notificación
periódica y las encuestas de hogares y de establecimientos de salud.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


FIG. 28.
Detección de los cuellos de botella en los programas contra la malaria

[-- % de la población destinataria ---] [-- % de la población destinataria ---]

Población destinataria: embarazadas

Disponibilidad: recursos para


dispensar servicios de atención prenatal
Accesibilidad: mujeres que viven a un
máximo de 5 km del consultorio
Aceptabilidad: embarazadas que acuden a un
consultorio prenatal al menos una vez
Utilización: embarazadas que acuden a un
consultorio prenatal al menos cuatro veces
Utilización eficaz: embarazadas que
reciben al menos tres dosis de TPIe

Supuesto 1: Supuesto 2:
Cuello de botella en la Escasa accesibilidad
prestación de servicios del consultorio
del consultorio prenatal prenatal

TPIe = tratamiento preventivo intermitente durante el embarazo

137
Recursos necesarios y disponibles para alcanzar las metas de los programas

La información sobre la financiación de los programas debe comprender la


financiación nacional y la internacional. Se incluirán todos los gastos específicos
de la lucha antipalúdica; por ejemplo, los correspondientes a los productos básicos
(como MTI, PDR y TCA), los equipos (como microscopios y vehículos), el personal
(gestores de programas contra la malaria y rociadores de insecticidas de acción
residual) y las actividades (como la capacitación y la supervisión). Si los gastos
compartidos con otros programas pueden prorratearse y asignarse fácilmente a
los programas contra la malaria, se añadirán a los gastos específicos de esta. En
caso contrario, muchas veces basta con concentrarse en los gastos específicos de
la lucha contra la malaria para poder evaluar las tendencias de las inversiones
en esta y su impacto en la cobertura de los programas. También resulta útil
examinar la financiación de los programas según la zona geográfica o el grupo de
población en riesgo.

7.4.2 Seguimiento y evaluación de los programas

Se debe hacer un seguimiento regular del plan estratégico nacional de lucha


contra la malaria para evaluar la cobertura y el impacto de las intervenciones y
determinar si los programas están avanzando según lo previsto o bien hay que
realizar ajustes. Los gestores de nivel nacional deben examinar los indicadores
al menos una vez por trimestre. También deben realizarse exámenes anuales
antes de preparar los presupuestos; se pueden llevar a cabo exámenes de mitad
de periodo para evaluar los progresos intermedios, y se debe proceder a un
examen final del programa antes de elaborar el siguiente plan estratégico. Las
encuestas de establecimientos de salud, las encuestas de hogares y otros estudios
especiales recolectan datos que son de utilidad para el examen final (y el de mitad
de periodo) de los programas contra la malaria, por lo que hay que planificar su
calendario de modo que puedan aportar esa información a los exámenes.

Al examinar los indicadores, los gestores deben formular preguntas concretas


sobre los avances de los programas contra la malaria. Dichas preguntas
dependerán en cada caso del contexto operativo local, pero probablemente
comprendan las siguientes:

• ¿Se están alcanzando las metas de cobertura del programa o hay


intervenciones concretas (p. ej., la meta del porcentaje de casos con sospecha
de malaria sometidos a pruebas diagnósticas) que están teniendo problemas?
¿Hay desabastecimientos de productos básicos?

• ¿Ha habido cambios importantes en los valores de los indicadores a lo largo


del tiempo? Por ejemplo, ¿ha descendido el número de niños que reciben MTI
a través de los consultorios de inmunización? Interesa especialmente saber
si el número de casos y defunciones está disminuyendo y si hay problemas
en algunos lugares y es preciso modificar el programa. Los gestores también
deben estar alerta ante posibles epidemias.

138
• ¿Hay cuellos de botella en la prestación de servicios? Por ejemplo, ¿hay una
gran diferencia entre el número de embarazadas que reciben la primera dosis
de tratamiento preventivo intermitente y el de las que reciben la tercera?

• ¿Hay determinados establecimientos de salud o zonas geográficas que están


teniendo problemas (por ejemplo, bajas tasas de realización de pruebas
diagnósticas, prescripción de medicamentos inadecuados, bajas tasas de
notificación) o que muestran un buen desempeño?

• ¿El sistema de vigilancia está funcionando bien o hay problemas de detección


de los casos, de exhaustividad, puntualidad y cobertura de las notificaciones, o
de registro de los focos?

• ¿La gestión y los recursos humanos plantean dificultades en todos los niveles
del programa?

Estas preguntas tienen fácil respuesta si los datos se presentan de modo que
se puedan comparar los indicadores con las metas, a lo largo del tiempo, con
otros indicadores y entre zonas geográficas. También otras comparaciones
pueden resultar informativas, por ejemplo, las establecidas entre distintos tipos de
establecimientos de salud o de prestadores de servicios.

A escala distrital y de establecimientos de salud, los gestores deben examinar


los indicadores todos los meses, o con mayor frecuencia en el contexto de la
eliminación de la malaria. Dichos distritos y establecimientos (incluidos los del
sector privado, si es posible) han de recibir retroinformación sobre la situación de

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


un conjunto de indicadores clave con periodicidad semanal, mensual o trimestral,
según el contexto epidemiológico.

Es conveniente incorporar a los equipos de los establecimientos de salud y


de los niveles intermedios (por ejemplo, los distritos) a las labores de análisis,
presentación e interpretación de los datos para potenciar la participación, el
desempeño y la capacidad del programa. Los datos deben sintetizarse de manera
que el personal de los establecimientos y los distritos de salud pueda evaluar
fácilmente el desempeño de sus servicios. Los datos pueden presentarse en un
panel en el que se clasifiquen los distritos o los establecimientos o se asignen
códigos de colores a los indicadores según su valor.

El seguimiento de los programas no debería incumbir únicamente a los


responsables de la gestión y la aplicación de los programas contra la malaria.
También a otros departamentos de la administración y a los representantes
elegidos, los miembros de la comunidad y los donantes les interesa velar por la
calidad de dichos programas y deberían poder evaluar las operaciones que están
apoyando. Si estos interesados directos participan en el proceso de examen,
pueden ayudar a que los programas contra la malaria satisfagan las necesidades
de la población y a que el control y la eliminación de la malaria se promuevan
como una prioridad del desarrollo.

139
7.4.3 Seguimiento y evaluación de los sistemas de vigilancia

Unos sistemas de vigilancia que funcionan correctamente son la espina dorsal de


unas intervenciones de lucha contra la malaria eficaces en todos los niveles de
intensidad de la transmisión. Dichos sistemas brindan apoyo a la planificación, la
elaboración de presupuestos, y la evaluación y el seguimiento de las actividades
programáticas y las tendencias de la enfermedad. Cuanto mejor sea el sistema de
vigilancia, mayores son las probabilidades de que el programa tenga un impacto
acorde con los recursos invertidos.

El seguimiento y la evaluación de los sistemas de vigilancia tienen como finalidad


supervisar los avances de estos y detectar los cuellos de botella que les impiden
funcionar de manera eficiente. En esta información deben fundarse las inversiones
destinadas a mejorar dichos sistemas. El seguimiento y la evaluación suponen
analizar de manera crítica los cuatro componentes principales de un sistema
de vigilancia: la estructura, las funciones básicas, las funciones de apoyo y la
calidad (figura 29). Durante la vigilancia se miden diversos elementos de cada
componente; algunos de ellos se presentan en el cuadro 14.

El seguimiento y la evaluación de la vigilancia deben utilizarse para determinar


si se han alcanzado los objetivos y enfoques definidos en los procedimientos
estandarizados de trabajo (PET) a nivel nacional para la vigilancia. Dicho PET
debe abordar las estructuras generales que rigen el sistema de vigilancia, los
procesos, las fuentes de información, los métodos y la frecuencia de recolección
de datos, la calidad de estos, y el análisis y uso de la información, y ha de estar
especificado en el plan de seguimiento y evaluación.

El sistema de vigilancia puede evaluarse en cuatro etapas: planificación,


preparación, evaluación y difusión (1). Durante la planificación, decida el
alcance de la evaluación y el calendario general, y determine a grandes rasgos
qué recursos se necesitarán para las evaluaciones. En la etapa preparatoria
se seleccionan los indicadores que van a medirse y se definen el protocolo, los
métodos y los instrumentos de evaluación. Cuantifique con más detalle los recursos
que se van a necesitar según el tipo de evaluación y determine las personas que la
llevarán a cabo. La etapa de evaluación comprende el trabajo sobre el terreno y
el ingreso, la depuración, la verificación y el análisis de los datos. En esta etapa se
elabora un informe resumido de la evaluación que comprende los antecedentes
de esta, los objetivos, los métodos, los resultados, las conclusiones y las
recomendaciones. Los resultados de la evaluación deben distribuirse entre todos
los interesados directos y servir de base para mejorar el sistema de vigilancia.

Se debe evaluar periódicamente la situación de los sistemas de vigilancia (al


menos cada dos años) en los entornos en los que se esté reduciendo la carga
de malaria, y una vez al año, o incluso más a menudo, en los entornos en fase
de eliminación. La información obtenida contribuirá a lograr unos sistemas de
vigilancia, seguimiento y evaluación eficaces.

140
FIG. 29.
Componentes de un sistema de vigilancia y respuesta destinado a ser objeto
de seguimiento y evaluación (1)

Estructura del sistema Funciones básicas del sistema


de vigilancia de vigilancia
• Legislación para regular la vigilancia • Detección de casos
• Estrategia de vigilancia • Registro de los casos
• Responsables de la implementación e • Confirmación de los casos
interesados directos • Notificación
• Creación de redes y alianzas • Análisis e interpretación de los datos
• Preparación ante epidemias
• Respuesta y control
• Retroinformación

Calidad de la vigilancia Funciones de apoyo


del sistema de vigilancia
• Exhaustividad
• Puntualidad de las notificaciones • Normas y directrices
• Utilidad de los datos y el sistema de • Capacitación
vigilancia • Supervisión
• Sencillez del sistema • Servicios de comunicación
• Aceptabilidad del sistema • Recursos
• Flexibilidad del sistema • Seguimiento y evaluación
• Sensibilidad de la vigilancia • Coordinación
• Especificidad de la vigilancia
• Valor predictivo positivo
• Representatividad del sistema

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

141
142
CUADRO 14.
Indicadores recomendados para el seguimiento de los programas contra la malaria y la aplicación de la GTS
INTENSIDAD DE LA TRANSMISIÓN FUENTES DE DATOS
Elevada Baja Eliminación o Sistema de Encuesta Encuesta
y muy prevención del notificación de estable- de
baja restablecimiento periódica cimientos hogares
INDICADOR de salud
INSUMOS
Financiación 1.1 Gasto per cápita para el control y la eliminación de la • • • •
malaria.
1.2 Financiación para la investigación relacionada con la • • • •
malaria.
1.3 Número de empresas de entre las 10 primeras • •
registradas que invierten en la lucha antipalúdica.
RESULTADO
Control vectorial 2.1 Proporción de la población en riesgo que duerme bajo • • © ©
un MTI o vive en una casa en la que se ha realizado
un RRI en los últimos 12 meses.
2.2 Proporción de la población en riesgo que durmió bajo • o •
un MTI la noche anterior.
2.3 Proporción de la población que tiene acceso a un MTI • o •
en su hogar.
2.4 Proporción de los hogares que disponen de al menos • o •
un MTI cada dos personas.
2.5 Proporción de los hogares que disponen de al menos • o •
un MTI.
2.6 Proporción de los MTI disponibles que se utilizaron la • o •
noche anterior.
2.7 Proporción de la población en riesgo que está • o •
potencialmente cubierta por los MTI distribuidos.
2.8 Proporción de los grupos de riesgo destinatarios que • • • •
reciben MTI.
2.9 Proporción de la población en riesgo que ha estado • o •
protegida por el RRI durante los últimos 12 meses.
2.10 Proporción de los grupos de riesgo destinatarios que • • • •
reciben la intervención del RRI.
Quimioprofilaxis 3.1 Proporción de las embarazadas que recibieron tres o • • •
más dosis de TPIe.
3.2 Proporción de las embarazadas que recibieron dos • • •
dosis de TPIe.
3.3 Proporción de las embarazadas que recibieron una • • •
dosis de TPIe.
3.4 Proporción de las embarazadas que acudieron a un • • •
consultorio prenatal por lo menos una vez.
3.5 Proporción de los niños de entre 3 y 59 meses que • •
recibieron todos los ciclos de QEM correspondientes a
la temporada de transmisión.
Detección 4.1 Proporción de los menores de 5 años que han tenido • o •
de casos fiebre en las últimas 2 semanas y para quienes se ha
solicitado consejo o tratamiento.
4.2 Proporción de los casos detectados que se pusieron • •
en contacto con los servicios de salud en las 48 horas
posteriores a la aparición de los síntomas.
Pruebas 5.1 Proporción de los pacientes con presunta malaria en • • • •
diagnósticas los que se realizó una prueba parasitológica.
5.2 Proporción de los menores de 5 años con fiebre en las • •
últimas 2 semanas a quienes se tomó una muestra por
punción de un dedo o el talón.
5.3 Proporción de los establecimientos de salud en los que • • • •
no hay desabastecimiento de productos básicos para
las pruebas diagnósticas.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

143
144
INTENSIDAD DE LA TRANSMISIÓN FUENTES DE DATOS
Elevada Baja Eliminación o Sistema de Encuesta Encuesta
y muy prevención del notificación de estable- de
baja restablecimiento periódica cimientos hogares
INDICADOR de salud
Tratamiento 6.1 Proporción de los pacientes con malaria confirmada • • • • •
que recibieron tratamiento antimalárico de primera
línea según las políticas nacionales.
6.2 Proporción de los menores de 5 años con fiebre que • o • • •
recibieron TCA (u otro tratamiento apropiado según
las políticas nacionales).
6.3 Proporción de los pacientes con malaria por P. vivax • • • • •
o P. ovale que recibieron tratamiento para la curación
radical.
6.4 Proporción de los meses en los que no ha habido • • • •
desabastecimientos de tratamientos de primera línea.
Vigilancia 7.1 Proporción de los casos de malaria que fueron • • • © ©
detectados por los sistemas de vigilancia.
7.2 Proporción de los informes previstos de los • • • •
establecimientos de salud que se recibieron.
7.3 Índice anual de exámenes de sangre. • • • •
7.4 Proporción de los casos que se investigaron y • •
clasificaron.
7.5 Proporción de los focos que se investigaron y • •
clasificaron.
7.6 Proporción de los casos cuyo tratamiento se supervisó. • •
7.7 Proporción de los casos cuyo tratamiento se supervisó y • •
cuya curación completa se verificó el día 28 (o el día 42).
7.8 Porcentaje de las notificaciones de casos que se • •
recibieron menos de 24 horas después de la detección.
IMPACTO
Prevalencia 8.1 Prevalencia del parásito: proporción de la población • o •
en la que se detecta una infección por parásitos
palúdicos.
Incidencia 9.1 Incidencia de casos de malaria: número y tasa por • • • •
1000 personas y año.
9.2 Hospitalizaciones por malaria: número y tasa por • o o •
10 000 personas y año.
9.3 Tasa de positividad de las pruebas diagnósticas de la • o •
malaria.
9.4 Proporción de las hospitalizaciones que son debidas a • o •
la malaria.
9.5 Número de focos según la clasificación. • •
Mortalidad 10.1 Mortalidad debida a la malaria: número y tasa por • o o •
100 000 personas y año.
10.2 Proporción de las defunciones de pacientes • o •
hospitalizados que son debidas a la malaria.
10.3 Mortalidad de menores de 5 años por todas las • o
causas.
Eliminación 11.1 Número de zonas y países en los que se ha eliminado • •
la malaria desde el 2015.
Prevención del 12.1 Número de zonas y países que estaban libres de • •
restablecimiento malaria en el 2015 y en los que se ha restablecido la
transmisión.

• = indicador muy pertinente para el entorno; o = indicador potencialmente pertinente para el entorno; © = se necesitan datos de los sistemas de información periódica de salud y
de las encuestas de hogares.
Se han destacado en gris los indicadores que integran el conjunto mínimo de 12 indicadores recomendados en la GTS. La aplicabilidad de un indicador en los diversos entornos y
la fuente de los datos se indican mediante círculos rellenos o vacíos. En el anexo 17 se ofrecen especificaciones pormenorizadas de los indicadores.
MTI = mosquitero tratado con insecticidas; QEM = quimioprevención estacional de la malaria; RRI = rociado residual intradomiciliario; TCA = tratamiento combinado basado en la
artemisinina; TPIe = tratamiento preventivo intermitente durante el embarazo.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

145
7.5 INDICADORES RECOMENDADOS EN EL PROCESO
CONTINUO HASTA LA ELIMINACIÓN
En este documento se define un conjunto de 46 indicadores que pueden utilizarse
para el seguimiento de los programas contra la malaria, según se muestra en el
cuadro 14. Dichos indicadores tienen en cuenta:

• los recursos disponibles para el control de la malaria (financiación de los


programas, productos básicos);

• los niveles de prestación de servicios (cobertura de las intervenciones) y el


desempeño de los sistemas de vigilancia, seguimiento y evaluación; y

• las tendencias de la infección y la enfermedad.

Doce de los 46 indicadores se consideran indicadores básicos (sombreados) y los


31 restantes son indicadores complementarios. La aplicabilidad de un indicador en
el entorno de un programa se muestra como muy pertinente en general (círculo
relleno) o potencialmente pertinente (círculo vacío). Los entornos considerados
comprenden el grado de transmisión, la pertenencia o no del país al África
subsahariana y el nivel administrativo.

Aunque algunas intervenciones son importantes en todas las etapas del control METAS

y la eliminación de la malaria (por ejemplo, velar por que a todos los pacientes
con sospecha de malaria se les realice una prueba diagnóstica), un determinado
indicador puede ser menos prioritario que otros a medida que el programa
evoluciona. Por lo tanto, si en el 100% de los casos con sospecha de malaria se
realiza sistemáticamente una prueba diagnóstica, puede que este indicador no
se considere de tanto peso en el seguimiento sistemático de un programa de
eliminación como uno que refleje la proporción de los casos que son investigados.
Los indicadores recomendados para los programas cercanos a lograr la
eliminación reflejan esta reasignación de prioridades. Ocho indicadores (7.1 – 7.8)
se refieren al desempeño de los sistemas de vigilancia, seguimiento y evaluación.

7.6 USO DE LA INFORMACIÓN A ESCALA REGIONAL Y


MUNDIAL
Los avances mundiales en la reducción de la mortalidad y la morbilidad debidas a
la malaria y la eliminación final de esta se supervisarán gracias a los sistemas de
vigilancia, seguimiento y evaluación de los países. Dichos avances se determinarán
por medio de los indicadores enumerados en el cuadro 14. Se alienta a los países
y sus asociados a que velen por que los datos necesarios para calcular estos
indicadores estén disponibles con puntualidad durante la aplicación de la GTS
y, para ello, garanticen unas inversiones suficientes en sistemas de información
periódica y en encuestas de hogares y de establecimientos de salud.

La OMS y otros asociados apoyarán a los países en los que la malaria es


endémica para que fortalezcan sus sistemas de vigilancia, seguimiento y

146
evaluación, de acuerdo con los requisitos de la GTS. El objetivo de este apoyo es
mejorar la calidad, la disponibilidad y la gestión de los datos sobre la malaria y
optimizar su uso en la toma de decisiones y las respuestas programáticas. También
se apoyará a los países en la definición de metas e indicadores adecuados, a
escala nacional, para el seguimiento subregional de los avances.

De conformidad con su cometido fundamental, la OMS hará un seguimiento


de las tendencias regionales y mundiales de la malaria y pondrá estos datos
a disposición de los países y de los asociados mundiales de la lucha contra la
malaria. Supervisará la aplicación de la GTS y evaluará regularmente los avances
hacia el logro de los hitos y las metas establecidos para los años 2020, 2025
y 2030 (cuadro 15) en informes anuales y con otras periodicidades. Además,
apoyará el seguimiento de la eficacia de los medicamentos y las intervenciones
de control vectorial; con este fin, mantendrá unas bases de datos mundiales de
eficacia de los medicamentos y de resistencia a los insecticidas. La OMS informará
periódicamente a sus órganos deliberantes regionales y mundiales, a la Asamblea
General de las Naciones Unidas y a otros órganos de las Naciones Unidas.

Se prevé que, para el 2030, la morbilidad y la mortalidad debidas a la malaria


hayan disminuido drásticamente respecto a las del 2015 y se aviste ya la futura
erradicación de la malaria. En este contexto, será cada vez más necesario
establecer un sistema mundial de seguimiento para rastrear y eliminar
sistemáticamente los casos y focos remanentes de malaria.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


CUADRO 15.
Objetivos e hitos de la Estrategia técnica mundial contra la malaria
2016-2030 (2)

Visión: un mundo sin malaria


OBJETIVOS HITOS METAS
2020 2025 2030

1. Reducir las tasas de mortalidad ≥ 40%. ≥ 75% ≥ 90%


por malaria en todo el mundo en
comparación con las del 2015.

2. Reducir la incidencia de casos ≥ 40% ≥ 75% ≥ 90%


de malaria en todo el mundo en
comparación con la del 2015.

3. Eliminar la malaria en los Por lo menos Por lo menos Por lo menos


países en los que seguía habiendo 10 países 20países 35 países
transmisión en el 2015.

4. Evitar el restablecimiento de Restablecimiento Restablecimiento Restablecimiento


la malaria en todos los países evitado evitado evitado
exentos de la enfermedad.

147
Referencias

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and evaluating (WHO/CDS/EPR/LYO/2006.2). Ginebra: Organización
Mundial de la Salud; 2006 (http://www.who.int/csr/resources/publications/
surveillance/WHO_CDS_EPR_LYO_2006_2.pdf?ua=1)

2. Estrategia técnica mundial contra la malaria 2016–2030. Ginebra:


Organización Mundial de la Salud; 2015 (http://apps.who.int/iris/bitstream/
handle/10665/186671/9789243564999_spa.pdf?sequence=1).

3. Disease surveillance for malaria control: operational manual. Ginebra:


Organización Mundial de la Salud; 2012 (http://apps.who.int/iris/
bitstream/10665/44851/1/9789241503341_eng.pdf).

4. Disease surveillance for malaria elimination: operational manual. Ginebra:


Organización Mundial de la Salud; 2012 (http://www.who.int/malaria/areas/
surveillance/operationalmanuals/en).

5. Marco para la eliminación de la malaria. Ginebra: Organización


Mundial de la Salud; 2017 (http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/hand
le/123456789/34172/9789275319659-spa.pdf?ua=1)

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7. Monitoring the building blocks of health systems: a handbook of indicators and


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8. Informe mundial sobre el paludismo 2017. Ginebra: Organización Mundial


de la Salud; 2017 (http://www.who.int/malaria/media/world-malaria-
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9. Components of a strong health information system. A guide to the HNM


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CTD/94.3).

148
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for the Bill & Melinda Gates Foundation. San Francisco (CA): University of
California at San Francisco, Global Health Sciences; 2014 (http://www.
shrinkingthemalariamap.org/sites/www. shrinkingthemalariamap.org/
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bitstream/10665/204266/1/9789241549394_eng.pdf).

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44. Lima JBP, Rosa-Freitas MG, Rodovalho CM, Santos F, Lourenço-de- Oliveira R.
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50. Gillies MT, Coetzee M. A supplement to the Anophelinae of Africa south of the
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55. Rociado residual intradomiciliario: Manual de operaciones de rociado residual


intradomiciliario (RRI ) para controlar y eliminar la transmisión del paludismo.
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apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/259838/9789243508948-spa.
pdf?sequence=1).

56. Guidelines for monitoring the durability of long-lasting insecticidal nets under
operational conditions. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2011.

57. Conditions for deployment of mosquito nets treated with a pyrethroid and
piperonyl butoxide. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2017.

58. Gilles HM, Warrell DA, editors. Bruce-Chwatt’s essential malariology. Tercera
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59. Nájera JA, Kousnetsov RL, Delacollette C. Malaria epidemics, detection


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61. MacDonald G. The epidemiology and control of malaria. Oxford: Oxford


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69. Malaria epidemics: forecasting, prevention, early detection and control: from
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74. Schapira A, Boutsika K. Malaria ecotypes and stratification. Adv Parasitol.


2012;78:97–167.

153
Anexos

155
ANEXO 1. GLOSARIO

administración Administración de tratamiento antimalárico


masiva de a todos los grupos etarios de una población
medicamentos definida o a todas las personas que residen en
una zona geográfica determinada (excepto
a las personas en quienes el medicamento en
cuestión está contraindicado), aproximadamente
en el mismo momento y a menudo a intervalos
repetidos.

capacidad Número de infecciones nuevas que la población


vectorial de un vector dado induciría por caso y día en un
lugar y un momento determinados, suponiendo
que la población humana fuera y se mantuviera
totalmente susceptible a la malaria.

caso autóctono Caso de malaria contraído localmente sin


indicios de ser importado ni relación directa de
transmisión a partir de un caso importado.

caso de malaria Aparición de una infección malárica en una


persona en la que se ha confirmado la presencia
de parásitos de la malaria en la sangre mediante
una prueba de diagnóstico.
Nota: Un caso sospechoso de malaria no puede
considerarse un caso de malaria mientras no
haya confirmación parasitológica. Los casos de
malaria pueden clasificarse como autóctonos,
inducidos, introducidos, importados, recaídas o
recrudescencias (según el origen de la infección);
y como sintomáticos o asintomáticos. En los
entornos que se hallan en la fase de control de la
malaria, un “caso” es la aparición de una infección
palúdica confirmada con manifestaciones de la
enfermedad. En los entornos en los que se está
eliminando o se ha eliminado ya la malaria, un
“caso” es la aparición de cualquier infección
palúdica confirmada, sintomática o no.

156
caso importado Caso de malaria o infección palúdica en el que la
infección se contrajo fuera de la zona en la que se
diagnostica.

caso índice Caso de malaria cuyas características


epidemiológicas desencadenan la detección
activa de otros casos o infecciones. El término
“caso índice” también se usa para designar el caso
identificado como el origen de la infección de uno
o varios casos introducidos.

caso Caso de malaria autóctono con pruebas


introducido epidemiológicas sólidas que lo vinculan
directamente a un caso importado conocido
(primera generación de transmisión local a partir
de un caso importado).

caso, adquirido Caso de malaria contraído localmente y


localmente transmitido por mosquitos.
Nota: Los casos adquiridos localmente pueden
ser autóctonos, introducidos, o recaídas o
recrudescencias; el término “autóctono” no se usa
generalmente.

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casos, Recopilación de información para clasificar
investigación los casos de malaria según el origen de la
de los infección, es decir, como casos importados,
autóctonos, inducidos, introducidos, recaídas o
recrudescencias.
Nota: La investigación de los casos puede incluir
la realización de un cuestionario estandarizado a
la persona a la que se le haya diagnosticado una
infección malárica y el tamizaje y la realización
de pruebas a las personas que vivan en el mismo
hogar que ella o en zonas aledañas.

detección Una de las actividades de las operaciones de


de casos vigilancia, consistente en buscar los casos de
malaria en una comunidad.
Nota: La detección de casos es un proceso de
tamizaje cuyo indicador es la presencia de fiebre
o bien atributos epidemiológicos tales como
situaciones o grupos de alto riesgo. La detección
de las infecciones exige utilizar una prueba
de diagnóstico para establecer las infecciones
maláricas asintomáticas.

157
detección de Detección de casos de malaria por parte de
casos, activa personal de salud en los ámbitos comunitarios y
(búsqueda familiar, y a veces en grupos de población que
activa) se consideran de alto riesgo. Puede consistir en
el tamizaje basado en la presencia de fiebre y
seguido de un examen parasitológico de todos los
pacientes febriles, o en un examen parasitológico
de la población de interés sin tamizaje previo
basado en la presencia de fiebre.
Nota: La detección activa de casos puede llevarse
a cabo en respuesta a un caso confirmado o a un
conglomerado de casos, sometiendo a tamizaje
y pruebas de diagnóstico a una población
potencialmente vinculada a dichos casos (lo que
se denomina “detección reactiva de casos”), o bien
puede efectuarse en grupos de alto riesgo sin que
lo haya motivado la detección de casos (lo que se
conoce como “detección proactiva de casos”).

detección de Detección de casos de malaria entre los pacientes


casos, pasiva que por iniciativa propia acuden a los servicios
de atención de salud para ser diagnosticados y
tratados, en general para una afección febril.

eliminación de Interrupción de la transmisión local (reducción


la malaria de la incidencia de casos autóctonos a cero) de
un determinado parásito palúdico en una zona
geográfica definida como consecuencia de
actividades intencionadas. Se requieren medidas
continuas para prevenir el restablecimiento de la
transmisión.
Nota: La certificación de la eliminación de la
malaria en un país va a requerir la interrupción
de la transmisión local de todas las especies de
parásitos de la malaria humana.

erradicación de Reducción permanente a cero de la incidencia


la malaria mundial de la infección causada por parásitos
de la malaria humana como consecuencia de
actividades intencionadas. Una vez lograda
la erradicación ya no se necesitan más
intervenciones.

158
foco de malaria Zona definida y circunscrita situada en un área
que es o ha sido palúdica y en la que se dan los
factores epidemiológicos y ecológicos necesarios
para la transmisión de la malaria.
Nota: Los focos pueden clasificarse en activos,
residuales no activos o eliminados.

población Población que vive en una zona geográfica en la


en riesgo que han aparecido casos de malaria adquiridos
localmente en los tres últimos años.

recaída, caso Caso de malaria atribuido a la activación de los


hipnozoítos procedentes de una infección por
P. vivax o P. ovale contraída con anterioridad.
Nota: La latencia de una recaída puede ser
superior a 6-12 meses. La aparición de recaídas
no es signo de fracaso operativo, pero cuando
ocurre se debe evaluar la posibilidad de que la
transmisión persista.

receptividad Receptividad de un ecosistema a transmisión de


la malaria.
Nota: Un ecosistema receptivo debería contar,

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por ejemplo, con la presencia de vectores
competentes, un clima adecuado y una población
susceptible.

recrudescencia Reaparición de una parasitemia de formas


asexuadas después de un tratamiento
antipalúdico, debido a la eliminación incompleta
de formas eritrocíticas asexuadas con el
mismo o los mismos genotipos que causaron la
enfermedad original.
Nota: Recrudescencia es diferente de la
reinfección con un parásito del mismo o
diferente(s) genotipo(s) y de las recaídas en las
infecciones debidas a P. vivax y P. ovale.

159
reintroducción reintroducción de la malaria es la aparición
de la malaria de casos introducidos (casos de transmisión
local de primera generación que están
epidemiológicamente vinculados a un caso
importado confirmado) en un país o zona donde
la enfermedad había sido previamente eliminada.
Nota: La reintroducción de la malaria es diferente
del restablecimiento de la transmisión de la
malaria (véase la definición).

seguimiento y El seguimiento es un proceso continuo que


evaluación consiste en recolectar datos y utilizarlos en la
aplicación de los programas (con periodicidad
semanal, mensual, trimestral o anualmente); se
lleva a cabo para comprobar que los programas
están funcionando de manera satisfactoria y
realizar ajustes, en caso necesario. Este proceso
suele utilizar datos administrativos para hacer
un seguimiento de los insumos, los procesos y los
productos, y puede que considere también los
resultados y el impacto de los programas.
La evaluación supone una valoración más
completa de un programa; por lo general se
lleva a cabo en momentos concretos y aborda
los resultados y los impactos de los programas a
más largo plazo. El seguimiento y la evaluación
tienen como objetivo general mejorar la eficacia,
la eficiencia y la equidad de los programas.

tasa de Número de picaduras infecciosas recibidas por


inoculación persona en una unidad de tiempo determinada,
entomológica en una población humana.
Nota: Esta tasa es el producto de la “tasa de
picadura en humanos” (número de picaduras
de mosquitos vectores por persona y día) y el
índice esporozoítico (proporción de mosquitos
vectores que son infecciosos). Cuando los niveles
de transmisión son bajos, la estimación de la tasa
de inoculación entomológica puede no ser fiable,
por lo que se deben considerar otros métodos
para evaluar el riesgo de transmisión.

160
transmisión Persistencia de transmisión de malaria en
residual seguimiento a la implementación en tiempo y
espacio de un programa ampliamente efectivo
de malaria.
Nota: Las fuentes de y para el riesgo de
“transmisión residual” pueden variar según
localidad, tiempo y los componentes existentes
del actual “programa efectivo de malaria”.

transmisión, Reaparición de una incidencia cuantificable de


restablecimiento malaria autóctona debida a ciclos repetidos
de la de infecciones transmitidas por mosquitos en
una zona en la que la transmisión se había
interrumpido.
Nota: Un indicio mínimo de un posible
restablecimiento de la transmisión sería la
aparición de tres o más casos autóctonos de
malaria de la misma especie, por año, en el
mismo foco, durante 3 años consecutivos.

vigilancia Recopilación continua y sistemática, análisis e


interpretación de datos sobre enfermedades
y uso de esta información en la planificación,

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aplicación y evaluación del ejercicio de la salud
pública.
Nota: La vigilancia puede hacerse a diferentes
niveles del sistema de atención de salud
(por ejemplo, establecimientos de salud, la
comunidad), con diferentes sistemas de detección
(por ejemplo, basado en casos: activo o pasivo)
y las estrategias de muestreo (por ejemplo, sitios
centinela, encuestas).

vulnerabilidad Frecuencia de entrada de personas o grupos


infectados o de mosquitos anófeles infecciosos.
Nota: También se conoce como “riesgo de
importación”. El término puede aplicarse asimismo
a la introducción de farmacorresistencias en una
zona determinada.

zona libre Se dice de la zona en la que no hay transmisión


de malaria local continua de la malaria por mosquitos y el
riesgo de contraerla se limita al contagio a partir
de casos introducidos.

161
ANEXO 2. EJEMPLO DE FICHA DE INVESTIGACIÓN
DE CASO PARA EL REGISTRO NACIONAL DE CASOS
DE MALARIA

Debe llenarse una ficha para cada caso confirmado de malaria por el laboratorio
(microscopía o PDR).

Sección 1. Caracterización del caso

1. Número de identificación del caso de malaria:

2. ¿Está vinculado con un foco más grande?


• Sí 0 En caso afirmativo, indique el número de identificación del foco:
• No 0
3. Fecha:

4. Establecimiento:

5. Información acerca del paciente

5.1 Nombre.

5.2 Domicilio actual, incluidos los datos para establecer contacto.

5.3 Dirección permanente si es distinta de la anterior.

5.4 Edad.

5.5 Sexo.

5.6 Ocupación u otros aspectos que pudieran haber influido en el riesgo de


malaria.

5.7 Fecha de confirmación del diagnóstico de malaria.

5.8 Fecha de notificación del caso de malaria.

5.9 Especie de Plasmodium identificada.

5.10 Antecedentes de viajes recientes dentro del país, es decir, a otros lugares
donde la malaria es endémica (en las dos semanas anteriores, los últimos
seis meses y el último año).

5.11 Antecedentes de viajes recientes fuera del país a entornos donde la


malaria es endémica (en las dos semanas anteriores, los últimos seis
meses y el último año).

5.12 Transfusión de sangre durante los últimos tres meses.

162
5.13 Posible origen de la infección (lugar donde es probable que haya
contraído la infección malárica), con las coordenadas del sistema mundial
de determinación de la posición (GPS), si es posible.

5.14 Antecedentes de malaria, si los hay (fecha, lugar, especie de parásito,


tratamiento suministrado, etc.).

5.15 Contacto reciente con un caso (o casos) importado conocido; facilite los
pormenores.

6. Detección de casos y tratamiento

6.1 Método de diagnóstico (detección pasiva de casos, detección activa de


casos, consultorio móvil de malaria, otro).

6.2 Síntomas principales.

6.3 Fecha de aparición de los primeros síntomas.

6.4 Prueba utilizada (microscopía o PDR).

6.5 Especie de parásito (si se utiliza microscopía, indique la densidad


parasitaria y la presencia de gametocitos).

6.6 Tratamiento (medicamentos, dosificación y fechas)

6.7 Resultado del tratamiento (consultas de revisión, confirmación de la


eliminación y fechas).

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Sección 2. Clasificación del caso

7. El caso se clasifica como:

7.1 Especie de parásito:


P. falciparum 0 P. vivax 0 P. malariae 0
P. ovale 0 Mixta 0 (especifique: )
Otra 0 (especifique: )

7.2 Clasificación:
Importado* 0 Introducido 0 Autóctono 0
Recaída 0 Recrudescencia 0 Inducido 0
Otro** 0
Formúlense observaciones sobre la evidencia utilizada para clasificar el
caso:
* Fuera del distrito o la provincia, procedente de otro país (especifíquese)
** Puede deberse a una deficiencia del cumplimiento o a la falta del
seguimiento.

163
Sección 3. Seguimiento del caso, el hogar y el vecindario

Fecha de la investigación

8. Visita domiciliaria (realizada, fechas y mapa):

8.1 Ubicación del domicilio (coordenadas del GPS).

8.2 Lista de los integrantes del hogar sometidos a tamizaje (por ejemplo,
fiebre) y pruebas de detección, y resultados.

9. Visita del vecindario (realizada, fechas y mapa).

9.1 Ubicación del hogar (coordenadas del GPS).

9.2 Lista de los integrantes del hogar sometidos a tamizaje (por ejemplo,
fiebre) y pruebas de detección, y resultados.

Nota: Si se detectan otros casos de infección en el hogar del paciente


del caso investigado o en los hogares vecinos, pase a los protocolos de
investigación de focos.

10. Control de vectores y medidas preventivas adoptadas, si las hubiere.

11. Medidas de seguimiento adoptadas, si las hubiere.

12. Nombre y cargo del funcionario responsable que investigó el caso.

13. Remisión a los registros pertinentes de las investigaciones de casos o focos y


números de los registros.

Véase la figura 8 para la clasificación de los casos.

164
ANEXO 3. EJEMPLO DE FICHA DE INVESTIGACIÓN
DE FOCO PARA EL REGISTRO NACIONAL DE CASOS
DE MALARIA

Debe llenarse una ficha por cada foco confirmado de la malaria.

Sección 1. Caracterización del foco

1. Número de identificación del foco de malaria:

2. Lista de todos los números de identificación de casos que forman parte de este
número de identificación de foco:

3. Fecha de este informe: Fecha de identificación del foco:

4. Zona de actuación del distrito y afluencia del establecimiento de salud:

5. Información acerca del foco.

5.1 Mapa geográfico del foco y sus límites.

5.2 Tamaño de la población y número de casas.

5.3 Mapa administrativo de las casas, establecimientos de salud y otras


estructuras importantes, así como vías de acceso dentro del foco.

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5.4 Distribución de los parásitos (especie, número y ubicación de las
infecciones detectadas).

5.5 Distribución de las especies de vectores dentro del foco (vectores


maláricos principales y secundarios y su comportamiento, incluidos los
lugares de reproducción con presencia o ausencia de larvas).

5.6 Tipo de medio ambiente en relación con la receptividad (población


urbana o rural, altitud, características geográficas principales,
alteraciones medioambientales como consecuencia del desarrollo,
endemicidad original y actual, etc.) y la vulnerabilidad (proximidad a las
zonas endémicas nacionales o transfronterizas, refugiados, etc.) dentro
del foco.

5.7 Características de la población en relación con la vulnerabilidad


(patrones migratorios, presencia y número de trabajadores temporeros,
antecedentes de viajes característicos, etc.) dentro del foco.

6. Antecedentes del foco.

6.1 Número total de casos de malaria por cada especie notificada dentro del
foco durante los últimos cinco años.

165
6.2 Resultados de las encuestas de malaria, incluida la detección activa de
casos dentro del foco durante los últimos cinco años.

6.3 Dinámica del estado del foco durante los últimos cinco años (focos activos
frente a focos residuales no activos y frente a focos eliminados).

6.4 Tipos de control de vectores y fechas en que se aplicarán, y otras medidas


preventivas aplicadas dentro del foco durante los últimos cinco años
(facilítense detalles).

Sección 2. Clasificación del foco

7. Clasificación del foco


El foco se clasifica como:

7.1 Especie de parásito:


P. falciparum 0 P. vivax 0 P. malariae 0
P. ovale 0 Mixta 0 (especifique: )
Otra 0 (especifique: )

7.2 Clasificación en el momento de la detección (fecha: ):


Activo 0 Residual no activo 0
Eliminado 0 Otro 0
Formúlense observaciones sobre los datos utilizados para clasificar el foco:

7.3 Clasificación en el momento del seguimiento especificado (fecha: ):


Activo 0 Residual no activo 0
Eliminado 0 Otro 0
Formúlense observaciones sobre los datos utilizados para reclasificar el foco:

7.4 Relación del foco con el caso de malaria que impulsó la investigación del
foco (temporal, espacial y circunstancial, por ejemplo, la persona en la
residencia, el trabajo, etc.).

7.5 Ubicación y número total de hogares con residentes donde hay casos de
malaria registrados dentro del foco.

166
Sección 3. Seguimiento de los focos en los hogares y vecindarios, y respuesta

Medidas aplicadas para eliminar las infecciones y detener la transmisión dentro del
foco, así como prevenir la propagación ulterior de la actual infección a partir del
foco, de haberlas (facilitar detalles).

8. Medidas de seguimiento adoptadas (facilítense detalles).

Por ejemplo:
8.1 Visitas al vecindario (realizadas, fechas y mapa).
Ubicación de los domicilios (coordenadas del GPS).
Lista de integrantes del hogar sometidos a tamizaje (por ejemplo, fiebre) y
pruebas de detección, y resultados.
Lista de integrantes del hogar que recibieron tratamiento (tratamiento de
pacientes y prevención).
8.2 Control de vectores y medidas preventivas adoptadas, si las hubiere.

8.3 Otras medidas de seguimiento adoptadas, si las hubiere.

9. Números de referencia a los registros pertinentes de investigación de focos y


de investigación de casos.

10. Nombre, cargo y firma del funcionario responsable que investigó el foco y
llenó la ficha.

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Véase el cuadro 3 y la figura 9 para la clasificación de los focos.

167
168
ANEXO 4. FICHA PARA ACTUALIZAR EL REGISTRO DE LOS FOCOS
Clasificación

Nº de Nombre Provincia Distrito Latitud Longitud Recuento de Número de Número de Número Número de Fecha de Fecha del Fecha de Activo Residual Eliminado
ident. del foco la población hogares estructuras de MTILD estructuras distribución último ciclo investigación no activo
del para distribuidos rociadas de los de RRI del foco
foco el RRI MTILD

Nota: los campos de datos presentados aquí no son exhaustivos y puede añadirse más información en el registro del foco, según proceda.
ANEXO 5. RECONOCIMIENTO GEOGRÁFICO DURANTE LA INVESTIGACIÓN DE FOCOS
Etapa Finalidad Actividades

Planificación Establecer la zona objetivo para Reunir estratos de datos iniciales del SIG, incluidos límites administrativos, topográficos (por ejemplo,
realizar las operaciones de canales y elevaciones) e infraestructura (por ejemplo, carreteras) y posibles lugares de reproducción.
cartografiado Adquirir mapas topográficos en papel proporcionados por las autoridades locales de cartografía o de
los ministerios para confirmar la identificación de las zonas objetivo para el reconocimiento geográfico,
especialmente si los mapas electrónicos no ofrecen una imagen clara.
Digitalizar los mapas en papel cuando sea posible, incluido cualquier mapa que muestre la distribución
de los casos anteriores y los límites de los focos.
Dibujar mapas que muestren los límites preliminares del foco basándose en estos accidentes geográficos
y las distancias de vuelo exceptuadas del vector principal, para delimitar la extensión del foco.

Consideraciones sobre la Seleccionar los equipos informáticos apropiados de recopilación de datos (por ejemplo, teléfono
recopilación de datos inteligente, tableta, GPS) y los programas correspondientes de recopilación de datos.
Identificar las fichas o formularios de recopilación de datos; incluir un único campo de identificación del
hogar en cada ficha.
Introducir los formularios de recopilación de datos y los mapas de campo en el equipo elegido; probar este
sistema antes del trabajo sobre el terreno. Los datos deben incluir la distribución y clasificación de casos
anteriores, las intervenciones (MTILD, RRI, aplicación de larvicidas) y la entomología dentro del foco.
Si no se dispone de computadoras portátiles, utilizar formularios y mapas en papel o recoger las
coordenadas con un GPS y registrarlas en formularios en papel.

Planificación operativa Seleccionar a los trabajadores sobre el terreno (responsables sobre el terreno, supervisores y
administradores de datos).
Preparar un calendario detallado para el trabajo sobre el terreno, que incluya cronogramas para la
presentación de datos.
Preparar módulos de capacitación y capacitar a los trabajadores sobre el terreno antes de iniciar la
investigación.
Proporcionar el equipo, los materiales, el transporte y el alojamiento adecuados.
Elaborar un presupuesto para los puntos anteriores.

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170
Etapa Finalidad Actividades

Investigaciones Notificar a las comunidades y Ponerse en contacto con las autoridades locales administrativas y de salud para informarles de las
sobre el terreno autoridades. actividades planificadas.
Durante la visita de los focos, ponerse en contacto con los dirigentes de la aldea para discutir la finalidad
de la visita y los beneficios para la comunidad; una vez que se ha establecido una relación con las
comunidades, los residentes se acostumbrarán a otras investigaciones de focos.

Reconocimiento y evaluación Caminar por los alrededores del foco o de la aldea para que el equipo sobre el terreno se familiarice con
iniciales de las aldeas el ambiente circundante y para validar los mapas sobre el terreno.

Actividades de reconocimiento Adquirir coordenadas y utilizar un identificador único para cada hogar o vivienda.
geográfico y enumeración
Registrar el número y hacer listas de personas en cada hogar o vivienda.
Determinar y cartografiar otras estructuras importantes (por ejemplo, establecimientos de salud y
escuelas) y características geográficas significativas (por ejemplo, estanques y caminos).

Copia de seguridad y Establecer procedimientos para hacer copias de seguridad y almacenar datos recogidos sobre el terreno
almacenamiento de datos (en función del equipo y programas informáticos seleccionados para el reconocimiento geográfico); la
presentación de datos sobre la marcha es posible con una buena conexión a internet.

Productos Presentar datos geográficos en Elaborar un mapa que ilustre:


cartografiados mapas, mostrando los límites del
foco. • todos los hogares y otras estructuras importantes dentro del foco;
• las características medioambientales pertinentes, como ríos, arroyos, masas de agua y montañas;
• la infraestructura pertinente, incluidas carreteras, pistas para caminar y puertos; y
• la ubicación de casos recientes y pasados de malaria.
Preparar resúmenes de los hogares y la población para planificar las actividades de respuesta.
Preparar listas detalladas de hogares para la ejecución y evaluación de las actividades de respuesta.
Etapa Finalidad Actividades

Análisis Perfilar los límites del foco. Utilizar la nueva información cartografiada para perfilar los límites del foco.

Analizar los factores de riesgo Utilizar el SIG para analizar la distribución de los casos dentro de los focos, mediante la clasificación en
relación con el factor de riesgo.

Analizar los conglomerados de Utilizar el SIG para analizar la distribución de los casos importados en relación con los lugares de
casos reproducción naturales, con el fin de evaluar el riesgo de transmisión posterior.

SIG: sistema de información geográfica; GPS sistema de posicionamiento global; MTILD: mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración; RRI: rociado residual intradomiciliario.

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172
ANEXO 6. REGISTRO PROPUESTO PARA LOS AGENTES COMUNITARIOS DE SALUD, LOS PUESTOS
DE SALUD Y LOS SERVICIOS AMBULATORIOS DE LOS CENTROS DE SALUD Y LOS HOSPITALES
No. Fecha Nombre Residencia Sexo Edad Diagnóstico ¿Nueva Resultado Diagnóstico Tratamiento
(aldea, vecindario) (en años) provisional visita? de las definitivo
pruebas de
la malaria
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11)

(6) Edad (en años): la edad debe registrarse como menor de un año o cero años para niños de menos de un año.
(7) Diagnóstico provisional: puede modificarse en la columna 10 si el resultado de una de las pruebas diagnósticas de la malaria es negativo.
(9) Resultado de las pruebas de la malaria: se registrará el resultado como: POSITIVO, NEGATIVO o NO REALIZADA. Si hay más de una especie, se registrarán las especies de
parásitos (P.f., P.v., P.m. o P.o.) en caso de resultado positivo.
(10) Diagnóstico definitivo: incluirá los casos presuntivos de malaria si no se realizó ninguna prueba.
(11) Tratamiento: especificar si se administró tratamiento antimalárico y si el paciente fue remitido a otro centro.
El número de casos sospechosos de malaria puede deducirse de la columna 7. El número de casos confirmados puede deducirse de la columna 9. El número de casos presuntivos
de malaria puede obtenerse restando el número de casos confirmados de malaria de la columna 9 del número de casos diagnosticados de la columna 10. Los recuentos solo se
aplicarán a las nuevas visitas, que se indican en la columna 8; en ocasiones, se añadirán columnas para las visitas repetidas a la derecha de la columna 11.
ANEXO 7. PLANTILLA DE CONTROL DE ASISTENCIA DE PACIENTES AMBULATORIOS EN
CENTROS DE SALUD Y HOSPITALES
ASISTENCIA DE PACIENTES TOTAL
Sospecha de malaria ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØOOO
47
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
MICROSCOPÍA
Pacientes sometidos a microscopía ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØOOO OOOOO
42
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
P. falciparum ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
16
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
P. vivax ØØØØØ ØOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
6
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
P. malariae OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
P. ovale OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
Infección mixta OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
Pruebas positivas (malaria confirmada) <5 ØØØØØ ØØØØØ ØØOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
12
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
Pruebas positivas (malaria confirmada) ≥ 5 ØØØØØ ØØØØØ OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
10
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO RÁPIDO
Pacientes sometidos a PDR ØØØØO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
4
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
Pruebas positivas (malaria confirmada) <5 ØOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
1
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
Pruebas positivas (malaria confirmada) ≥ 5 OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
TRATAMIENTO
Casos confirmados con trat. antimalárico ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØØØ ØØØOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
22
OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
Casos presuntivos con trat. antimalárico OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO
(presuntos casos = los casos no probado) OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO OOOOO

PDR: prueba de diagnóstico rápido


Se puede utilizar una plantilla de control para hacer recuentos a partir de las historias clínicas de los registros o para mantener un total de los pacientes actuales en los
consultorios. Cada círculo puede considerarse como la cabeza de un paciente, y se atravesará con una línea cuando un paciente satisface determinados criterios. La plantilla de
control puede usarse para los totales diarios o semanales. Al final del día o de la semana, se suman los círculos atravesados y el total se transfiere a un libro o gráfico de resumen
diario o semanal.
La plantilla de control debe ser adaptada localmente. Por ejemplo, si no hay malaria por P. vivax o P. ovale, se pueden eliminar. En los entornos en los que se utilizan PDR de
diversas especies, la sección de las PDR debe adaptarse para presentar esos resultados.

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173
174
ANEXO 8. REGISTROS DIARIOS Y SEMANALES DE ASISTENCIA DE PACIENTES
AMBULATORIOS EN CENTROS DE SALUD Y HOSPITALES
Mes: abril del 2012 1 2 3 4 5 6 7 semanal 8 9
Día: D L M M J V S Total D L
ASISTENCIA DE PACIENTES
Sospecha de malaria 8 59 47
MICROSCOPÍA
Pacientes examinados 56 42
P. falciparum 18 16
P. vivax 3 6
P. malariae
P. ovale
Infección mixta
Pruebas positivas (malaria confirmada) <5 8 12
Pruebas positivas (malaria confirmada) 5+ 13 10
PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO RÁPIDO
Pacientes sometidos a PDR 8 2 4
Pruebas positivas (malaria confirmada) <5 2 0 1
Pruebas positivas (malaria confirmada) 5+ 1 0 0
TRATAMIENTO
Casos confirmados con trat. antimalárico 2 0 1
Casos presuntivos con trat. antimalárico 1 0 0
(casos presuntivos = casos no examinados)

PDR: pruebas de diagnóstico rápido


Los totales de las plantillas de control se pueden copiar en un libro de resúmenes diario y semanal, de modo que haya un registro permanente de los recuentos diarios de
asistencia ambulatoria. Estos pueden utilizarse para determinar las variaciones diarias o semanales en la incidencia de la enfermedad y para calcular el total mensual, que será
transcrito en un informe mensual. El orden y la altura de las filas debe ser el mismo que el de las plantillas de control para facilitar la transcripción. La plantilla de control debe ser
adaptada localmente. Por ejemplo, si no hay malaria por P. vivax o P. ovale, se pueden eliminar. En los entornos en los que se utilizan PDR para las diferentes especies, la sección
de las PDR deberá adaptarse para presentar esos resultados.
ANEXO 9. REGISTRO DE ALTAS EN LOS SERVICIOS DE HOSPITALIZACIÓN DE LOS CENTROS DE SALUD Y
HOSPITALES
No. Fecha Nombre Residencia Sexo Edad AMD Diagnóstico Duración de la Motivo de la salida
(aldea, vecindario) hospitalización
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10)

(7) AMD (años, meses, días): unidades en las que se registra la edad; los días se utilizan para niños de menos de un mes; los meses para niños de menos de un año y los años
para niños de un año o más.
(8) Diagnóstico: se debe seguir la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) en la medida de lo posible; tal vez algunos establecimientos añadan una columna para el
código CIE
(10) Motivo de la salida: alta, muerte, trasladado o fugado.
El número total de pacientes hospitalizados por malaria debe ser el número de pacientes dados de alta más los que murieron (es decir, excluir los trasladados y fugados), ya que
no se les habrá realizado un diagnóstico definitivo.

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175
ANEXO 10. INFORMES DE LOS PUESTOS DE SALUD Y DE
LOS AGENTES COMUNITARIOS DE SALUD DESTINADOS
A LOS ESTABLECIMIENTOS DE SALUD

Trabajador comunitario Asistencia de pacientes


o puesto de salud

Sospecha de malaria

Realización de pruebas

Pacientes sometidos a PDR

Malaria confirmada en niños <5 años

Malaria confirmada en personas > 5 años

Tratamiento

Malaria confirmada y tratada con antimaláricos

Pacientes no sometidos a pruebas y tratados con


antimaláricos

Pacientes referidos (o derivados)

PDR: pruebas de diagnóstico rápido


El número de variables que deben notificarse cada mes se reducirá al mínimo para garantizar la
exhaustividad y la calidad de la notificación. Todos los agentes de salud deben entender los términos
utilizados; por ejemplo, los casos de “malaria confirmada” son casos de sospecha de malaria con una
prueba de la malaria positiva. Se pueden colocar notas a modo de recordatorio al final de un formulario y
en los manuales de tratamiento habitual.

176
ANEXO 11. INFORMES DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE
SALUD DESTINADOS AL DISTRITO

Zonas con P. falciparum solamente


Pacientes ambulatorios
Sospecha de malaria
Total de pacientes ambulatorios

Realización de pruebas
Pacientes con microscopía
Malaria confirmada en niños <5 años
Malaria confirmada en los de 5 años o más

Pacientes sometidos a PDR


Malaria confirmada en niños <5 años
Malaria confirmada en los de 5 años o más

Altas
Malaria en niños <5 años
Malaria en los de 5 años o más

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Altas totales de niños <5 años
Altas totales de los de 5 años o más

Defunciones
Malaria en niños <5 años
Malaria en los de 5 años o más
Muertes totales de niños <5 años
Muertes totales de los de 5 años o más

Tratamiento
Malaria confirmada tratada con antimaláricos
Pacientes no sometidos a pruebas tratados con antimaláricos
Pacientes con pruebas de la malaria negativas pero tratados con
antimaláricos

Zonas con más de una especie de Plasmodium


Pacientes ambulatorios
Sospecha de malaria
Total de pacientes ambulatorios

177
Realización de pruebas
Pacientes con microscopía (frotis)
P. falciparum
P. vivax
P. malariae
P. ovale
Infección mixta
Total de malaria confirmada en niños <5 años
Total de malaria confirmada en los niños de 5 años o más

Pacientes sometidos a PDR


Malaria confirmada en niños <5 años
Malaria confirmada en los niños de ≥ 5 años

Altas
Malaria en niños <5 años
Malaria en los de ≥ 5 años
Altas totales de niños <5 años
Altas totales de los niños de ≥ 5 años

Defunciones
Malaria en niños <5 años
Malaria en los de ≥ 5 años
Muertes totales de niños <5 años
Muertes totales de los niños de ≥ 5 años

Tratamiento
Malaria confirmada y tratada con antimaláricos
Pacientes no sometidos a pruebas tratados con antimaláricos
Pacientes con pruebas de la malaria negativas pero tratados con
antimaláricos

PDR: pruebas de diagnóstico rápido


El número de variables que deben notificarse cada mes se reducirá al mínimo para garantizar la
exhaustividad y la calidad de la notificación. Todos los agentes de salud deben entender los términos
utilizados; por ejemplo, un caso de “malaria confirmada” es un caso de sospecha de malaria con una prueba
de la malaria positiva. Se pueden colocar notas a modo de recordatorio al final de un formulario y en los
manuales de tratamiento habitual.
La plantilla de control debe ser adaptada localmente. Por ejemplo, si no hay malaria por P. vivax o P. ovale,
se pueden eliminar. En los entornos en los que se utilizan PDR para las diferentes especies, la sección de las
PDR deberá adaptarse para presentar esos resultados.

178
MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

179
180
ANEXO 12. LISTA DETALLADA DE LOS CASOS Y MUERTES POR MALARIA ENTRE PACIENTES
HOSPITALIZADOS QUE SE NOTIFICARÁN AL DISTRITO EN ENTORNOS DE TRANSMISIÓN BAJA
Lista mensual de pacientes hospitalizados y muertes por malaria Prevención de la malaria Tratamiento antimalárico

No.
Fecha de admisión
Nombre
Residencia
(aldea, suburbio)
Sexo
Edad
Embarazada (SÍ/NO)
Tipo de prueba
(PDR/ micr.)
Especies
MTI propios por
hogar (SÍ/NO)
MTI utilizados las dos
semanas antes de
la admisión, todas
las noches (alguna/
ninguna)
Casa rociada con RRI
(SÍ/NO)
Fecha de aparición
de los síntomas
Fecha de
comunicación con el
sistema de salud
Recibió tratamiento
antimalárico (SÍ/NO)
Fecha de inicio
Antimaláricos
utilizados
Motivo de la separación
(alta, muerte, fuga,
traslado)

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14) (15) (16) (17)

(7) Tipo de prueba: prueba de diagnóstico rápido (PDR), microscopía o ninguna.


(8) Especies: si solo está presente P. falciparum, esta columna no es necesaria. Si más de una especie está involucrada, la especie parasitaria (P.f., P.v., P.m., P.o.) deberá
registrarse en caso de resultados positivos en las pruebas.
(9–10) MTI: mosquitero tratado con insecticidas.
(11) RRI : rociado residual intradomiciliario.
(16) Antimaláricos utilizados: datos específicos que deberán facilitarse para determinar la posibilidad de que estén caducados o falsificados.
ANEXO 13. LISTA DETALLADA DE TODOS LOS CASOS CONFIRMADOS DE MALARIA QUE SE
NOTIFICARÁN AL DISTRITO EN ENTORNOS DE TRANSMISIÓN BAJA
Lista mensual de pacientes con malaria Prevención de la malaria Tratamiento antimalárico
Tipo de tratamiento
(TCA, CQ, otros)

No.
Fecha admisión
Nombre
Residencia
(aldea, suburbio)
Sexo
Edad
Tipo de prueba
(PDR/ micr.)
Especies
MTI propios por
hogar (SÍ/NO)
MTI utilizados
las dos semanas
antes de la
admisión, todas
las noches
(alguna/ ninguna)
Casa rociada con
RRI (SÍ/NO)
Fecha de
aparición de los
síntomas
Fecha de
comunicación
con el sistema de
salud
Recibió
tratamiento
antimalárico
(SÍ/NO)
Fecha de inicio

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14) (15)

(6) Tipo de prueba: prueba de diagnóstico rápido (PDR), microscopía o ninguna.


(7) Especies: si solo está presente P. falciparum, esta columna no es necesaria. Si más de una especie está involucrada, la especie parasitaria (P.f., P.v., P.m., P.o.) deberá
registrarse en caso de resultados positivos en las pruebas.
(8–9) MTI: mosquitero tratado con insecticidas.
(10) RRI: rociado residual intradomiciliario.
(15) TCA: tratamiento combinado basado en la artemisinina; CQ: cloroquina

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181
ANEXO 14. LISTA DE CONTROL DE LA SUPERVISIÓN
PARA PAÍSES CON TRANSMISIÓN ALTA O MODERADA
Durante las visitas a los establecimientos de salud, los supervisores deben verificar que
los registros estén actualizados, con todos los campos completados, que los datos de
los formularios de notificación se correspondan con la información de los registros y las
plantillas de control, que los gráficos y cuadros del análisis central estén actualizados y
que se haya debatido la interpretación de las tendencias y la posible acción. Se debe
alentar al personal de los establecimientos de salud a que investigue todos los casos
y muertes de los pacientes hospitalizados por malaria. A continuación se muestra un
ejemplo de una lista de control de la supervisión para la vigilancia de la malaria.

Mantenimiento de registros No Existe pero Existe y está Existe, está


existe no está actualizado actualizado y
actualizado sin errores
Registro de pacientes ambulatorios √
Registro de altas hospitalarias √

Libro resumen de asistencia diaria √


Libro resumen de asistencia mensual √

Gráfico de casos sospechosos √


Gráfico del número de pruebas realizadas √
Gráfico del número de casos confirmados √
Gráfico de tasas de positividad en la prueba √
Notificación Ninguno 1 2 3
Número de informes mensuales enviados
a tiempo en los últimos tres meses √
Hecho y
Investigaciones realizadas en los últimos
No hecho Hecho medidas
tres meses
tomadas
Muertes por malaria √
Pacientes hospitalizados con malaria √
Casos de malaria √
Enfermedad o problemas de ejecución de programas que requieren atención

Gran número de casos de hospitalización todavía en la aldea de Lacienda.


Recomendaciones

Calcular las tasas de positividad de las pruebas como se ha mostrado.


Colaborar con el jefe de la aldea de Lacienda para alentar a los residentes a que utilicen
los MTILD y acudan rápidamente al centro de salud si los enfermos tienen fiebre.

182
ANEXO 15. MODELO DE BOLETINES MENSUALES DE
VIGILANCIA PARA PAÍSES CON TRANSMISIÓN ALTA O
MODERADA
Cada trimestre debe elaborarse un boletín nacional de retroinformación, con
datos por distrito. El boletín debe ser ampliamente difundido, no solo como
retroinformación a los distritos, sino también como información para otros
departamentos gubernamentales e instituciones. Los dirigentes elegidos también
deben recibir el boletín sobre la malaria, que posiblemente muestre la situación de
la malaria conforme a los límites políticos, para infundir comprensión y apoyo al
control de la malaria al más alto nivel de liderazgo.

Los boletines se pueden extraer de los gráficos de control mostrados en la


figura 26 pero deben adaptarse a las circunstancias del país, como las prioridades
del programa o la disponibilidad de datos. Además de los gráficos de vigilancia,
los boletines nacionales deben incluir alguna medida de la cobertura de las
intervenciones. En la página siguiente se muestra un ejemplo de la primera página
de un boletín nacional (en las otras páginas se presentan cuadros de indicadores
calculados para los distritos). El formato permite compartir una gran cantidad de
información en un espacio pequeño. Cabe señalar que los diagramas con más de
tres líneas de tendencias pueden ser difíciles de interpretar.

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA

183
Programa Nacional de Control de la Malaria
Informe mensual de vigilancia y logística basado
en los datos existentes a finales de diciembre del 2017
Comentario

Existencias para el sector público a escala nacional Cobertura nacional estimada (posesión) de los MTILD
TCA Existencias a final del mes Nº de personas expuestas a la malaria 9.3 mil
Existencias para el sector público a nivel nacional Nº de MTILD distribuidos en los dos años anteriores 2,176,691
MTILD Existencias a final del mes Nº de MTILD distribuidos este año (en lo que va de año) 161,4577
Recolección
Existencias necesarias para el mes de datos en Cobertura estimada de los MTILD 25%
siguiente curso durante
el 2018 Datos de vigilancia a nivel nacional, 2017, en lo que va de año
PDR Existencias a final del mes Período de referencia 2013 En lo que va %
Existencias necesarias para el mes siguiente de año 2017 Reducción
Pacientes hospitalizados con malaria, todas las edades 136,446 37,557 72
Datos nacionales de RRI, 2017
Pacientes hospitalizados con malaria, menores de 5 años 50,931 18,424 64
Nº de casas seleccionadas 1ª ronda 152,072
Muertes por malaria en pacientes hospitalizados, 1,933 624 68
Nº de casas rociadas 1ª ronda 152,072 todas las edades
Nº de personas expuestas a la malaria 9,292,654 Muertes por malaria en pacientes hospitalizados, 857 220 74
menores de 5 años
Nº de personas protegidas con 1ª ronda 705,035
Tasa de positividad en las pruebas de malaria de 18%
% protegidas con 1ª ronda 8% pacientes ambulatorios

TENDENCIAS ENINLOS
TRENDS INDICADORES DEINDICATORS
SURVEILLANCE/IMPACT LA VIGILANCIA
Pacientes
Out-patient : Malariaambulatorios:
test positivity rate, by age group Muertes
In-patient y pacientes
malaria hospitalizados
and non-malaria cases and deaths
Tasa de positividad en las pruebas de malaria, por grupo etario por malaria u otra causa
Health facillity, <5de
Establecimiento years
salud, menores de 5 años Pacientes hospitalizados con malaria, menores de 5 años
Health facillity, all de
Establecimiento ages
salud, todas las edades Pacientes hospitalizados con malaria, todas las edades (/2)
Community,
Comunidad,alltodas
ageslas edades Pacientes hospitalizados por cualquier causa, todas las edades (/2)
Muertes por malaria en pacientes hospitalizados, menores de 5 años (x10)
60
10,000 1,400
malaria
pruebas derate

50 1,200
8,000
laspositivity

40 1,000
decases
casos

6,000 800

Muertes
Deaths
test

30
Númeroof
Malaria en

Number

600
% Tasa de%positividad

4,000
20
400
10 2,000
200

0 0 0
2004
2013 2005
2014 2006
2015 2007
2016 2008
2017 2013
2004 2014
2005 2015
2006 2016
2007 2017
2008
Pacientes ambulatorios: Pacientes ambulatorios:
Casos confirmados y % de casos sospechosos Cualquier causa y presunta malaria
Pacientes ambulatorios con malaria confirmada
Pacientes ambulatorios con cualquier causa de enfermedad
% Pacientes con sospecha de malaria sometidos a pruebas
Pacientes con sospecha de malaria (x2)
100,000 100 800,000
90,000 700,000
80,000 80
Número de casos (pacientes)

Número de casos (pacientes)

600,000
70,000
500,000
60,000 60
Porcentaje

50,000 400,000
40,000 40 300,000
30,000
200,000
20,000 20
100,000
10,000
0 0 0
2013
2004 2014
2005 2015
2006 2016
2007 2017
2008 2004
2013 2005
2014 2006
2015 2007
2016 2008
2017

TENDENCIAS EN LA LOGÍSTICA Y EN LOS INDICADORES DE EXHAUSTIVIDAD DE LA NOTIFICACIÓN


CoberturaCoverage
del % deofTCA, MTILD
% ACT, LLIN, yIPT
SH Proporción
Proportion de establecimientos
health de salud
facitlies with stock-outs Exhaustividad de la notificación
Reporting completeness
con desabastecimiento
% de pacientes tratados con TCA % de ES con desabastecimiento de TCA* % de ES que notifican (SA)
% de MTILD- 1ªVAP % de ES con desabastecimiento de PDR % de ES que notifican (SH)
% de ES con desabastecimiento de MTILD % de distritos que notifican (SA-SH)
70
100 100
HF desabastecimiento

60 90
with stock-out

80 80
50
70
Recolección
collection de datos enduring
curso
Percentage

Data in process
Porcentaje
Percentage

Porcentaje

40 60 durante el 2017 60
2009
ofcon

50
30
de ES

40 40
Proportion

20 30
Proporción

20 20
10
10
0 0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 2013
2004 2014
2005 2015
2006 2016
2007 2017
2008

2017
2008 2017
2008
Notes
NOTAS:
- Health facillity, all ages: data collection in process HF: Health Facillity IRS: Indoor residual spraying
• Establecimiento
- Community, all ages:de salud,
data todas
collection las edades:
in process ES: establecimiento
ANC1:de1stsalud
antinatal care visit RRI: rociado
OPD: residual
Out-patient intradomiciliario
department
recolección
- Cases treated de datos
by ACT: dataen cursoin process
collection LLIN: Long lasting insecticide nets
1ªVAP: 1ª visita de atención prenatal IPD: In-patient deparmtnet
SA: servicio ambulatorio
• Comunidad, todas
* % HF with stock-out las any
of ACT edades: recolección
day during the month RDT: Rapid diagnostic test
MTILD: mosquitero tratado con insecticidas de SH: servicio de hospitalización
de datos en curso larga duración
• Pacientes tratados con TCA, todas las PDR: pruebas de diagnóstico rápido
edades: recolección de datos en curso

184 * % de ES con desabastecimiento de TCA


ANEXO 16. MÉTODOS DE MUESTREO Y TÉCNICAS
ANALÍTICAS EN LA VIGILANCIA ENTOMOLÓGICA
Lista de técnicas de muestreo y análisis de vectores con códigos asociados
mencionados en el cuadro 9.
Método de muestreo de vectores
1. Trampa de luz tipo CDC
2. Captura con cebo humano
3. Trampa con cebo humano
4. Trampa con cebo humano (olores)
5. Trampa con cebo de CO2
6. Trampa con cebo animal (vaca)
7. Captura durante el reposo en espacios interiores por rociado con piretro
8. Captura durante el reposo en espacios interiores por aspiración
9. Captura durante el reposo en el exterior por aspiración
10. Captura durante el reposo en el exterior por otros métodos: trampa de foso, trampa de intercepción
tipo barrera y tarros de cerámica.
11. Trampa de oviposición para hembras grávidas
12. Trampas de salida instaladas en ventanas
13. Estudio larvario por la técnica del cucharón o inmersión
Técnica de análisis de vectores
A. Identificación morfológica a partir de las claves de Anopheles
B. Identificación molecular, por ejemplo mediante la reacción en cadena de la polimerasa o código de
barras del ADN.
C. Sangre ingerida del huésped detectada por enzimoinmunoanálisis de adsorción (ELISA)
D. Sangre ingerida del huésped detectada por PCR

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


E. Análisis de sensibilidad de la OMS (prueba en tubos) o bioensayo en botellas de los CDC con
concentración discriminante (1x) de insecticida
F. Análisis de sensibilidad de la OMS (prueba en tubos) o bioensayo en botellas de los CDC con
concentraciones discriminantes (1x, 5x, 10x) de insecticida
G. Análisis de sensibilidad de la OMS (prueba en tubos) o bioensayo en botellas de los CDC con
concentración discriminante (1x) de insecticida y preexposición o sin exposición a sinérgicos
H. Análisis molecular o bioquímico
I. Disección de las glándulas salivales y examen de esporozoítos al microscopio
J. Detección de la proteína circumsporozoito por ELISA
K. Detección de Plasmodium spp. por PCR
Los indicadores entomológicos se pueden calcular según diversos muestreos
de vectores y técnicas analíticas (cuadro 9). Deberán tenerse en cuenta las
características de los vectores recolectados con cada método de muestreo.
Por ejemplo, es probable que los mosquitos Anopheles más viejos estén
sobrerrepresentados en las trampas de luz, lo que da lugar a índices esporozoíticos
más elevados que los de las capturas con cebo humano (1, 2). Lo ideal es que los
datos se recolecten de manera estandarizada en todos los sitios y en todo momento
para asegurar la comparabilidad. Las técnicas que pueden utilizarse para atenuar
el sesgo incluyen el uso de técnicas automatizadas de muestreo siempre que sea
posible, la rotación de los recolectores de muestras entre los sitios y la separación de
los equipos que realizan las intervenciones de los que llevan a cabo la vigilancia.
Referencias
1. Onyango SA, Kitron U, Mungai P, Muchiri EM, Kokwaro E, King CH et al. Monitoring malaria vector
control interventions: effectiveness of five different adult mosquito sampling methods. J Med Entomol.
2013;50:1140–51.
2. Wong J, Bayoh N, Olang G, Killeen GF, Hamel MJ, Vulule JM et al. Standardizing operational vector
sampling techniques for measuring malaria transmission intensity: evaluation of six mosquito collection
methods in western Kenya. Malar J. 2013;12:143.
185
ANEXO 17. INDICADORES BÁSICOS DE VIGILANCIA,
SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN

No Nombre del indicador Numerador Denominador

INDICADORES DE INSUMOS
1.1 Gasto per cápita para el control y la Gasto en la lucha contra Población expuesta al
eliminación de la malaria la malaria (nacional e riesgo de malaria
internacional)

1.2 Financiación para la investigación Gasto en investigación


relacionada con la malaria relacionada con la malaria

1.3 Número de empresas de entre Número de empresas registradas


las 10 primeras registradas que que invierten en la lucha contra
invierten en la lucha contra la la malaria
malaria
INDICADORES DE RESULTADOS
2.1 Proporción de la población en Número de personas en riesgo Población expuesta al
riesgo que duerme bajo un MTI que duerme bajo un MTI o vive riesgo de malaria
o vive en una casa en la que se en una casa en la que se ha
ha realizado un RRI en los últimos realizado un RRI en los últimos
12 meses 12 meses

2.2 Proporción de la población en Número de personas que Número total de


riesgo que durmió bajó un MTI la durmieron bajo un MTI la noche personas que pasaron
noche anterior anterior la noche anterior en
hogares encuestados

2.3 Proporción de la población que Número total de personas que Número total de
tiene acceso a un MTI en su hogar podrían dormir bajo un MTI personas que pasaron
si cada MTI del hogar fuera la noche anterior en
utilizado por dos personas hogares encuestados
2.4 Proporción de los hogares que Número de hogares con al Número total de
disponen de al menos un MTI para menos un MTI para cada dos hogares encuestados
cada dos personas personas

2.5 Proporción de los hogares que Número de hogares encuestados Número total de
disponen de al menos un MTI con al menos un MTI hogares encuestados

2.6 Proporción de los MTI disponibles Número de MTI en los hogares Número total de
que se utilizaron la noche anterior encuestados que fueron MTI en los hogares
utilizados por alguien la noche encuestados
anterior
2.7 Proporción de la población en Número de MTI distribuidos en Población expuesta al
riesgo que está potencialmente los últimos 3 años riesgo de malaria
cubierta por los MTI distribuidos
2.8 Proporción de los grupos de riesgo Número de MTI distribuidos en el Número de personas
destinatarios que reciben MTI grupo de riesgo en el grupo de riesgo

2.9 Proporción de la población en Número de personas protegidas Población expuesta al


riesgo que ha estado protegida por por el RRI en los últimos 12 meses riesgo de malaria
el RRI durante los últimos 12 meses
2.10 Proporción de los grupos de Número de personas en los Número de personas
riesgo destinatarios que recibieron grupos de riesgo destinatarios en los grupos de
intervención del RRI que recibieron la intervención del riesgo
RRI en los últimos 12 meses
3.1 Proporción de las embarazadas Número de embarazadas que Número de
que recibieron tres o más dosis de recibieron tres o más dosis de embarazos esperados
TPIe TPIe

3.2 Proporción de las embarazadas Número de embarazadas que Número de


que recibieron dos dosis de TPIe recibieron dos dosis de TPIe embarazos esperados
186
Fuente Desglose Observaciones

Sistemas Fuente (gobierno nacional, sector Los gastos directos relacionados con
administrativos privado, hogares, internacional), la malaria son suficientes si los gastos
ordinarios ámbito del programa, zona compartidos con otros programas no
geográfica, momento (año) pueden asignarse fácilmente a la malaria.
Sistemas Fuente (gobierno, sector privado,
administrativos filantrópico), zona programática,
ordinarios momento (año)
Sistemas
administrativos
ordinarios

Encuesta de Zona geográfica, urbana o rural El indicador puede calcularse


hogares y sistema directamente a partir de una encuesta
de notificación de hogares, pero es mejor hacerlo
sistemática combinando la información de los
programas nacionales sobre la cobertura
del RRI con los datos de las encuestas de
hogares.
Encuesta de Zona geográfica, urbana o
hogares rural, índice de riqueza, grado
de instrucción, sexo, embarazo,
grupo etario (<5, 5-19, 20-45,
≥45), tamaño del hogar

Encuesta de Zona geográfica, urbana o rural,


hogares índice de riqueza, tamaño del

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


hogar

Encuesta de Zona geográfica, urbana o rural,


hogares índice de riqueza, tamaño del
hogar

Encuesta de Zona geográfica, urbana o rural,


hogares índice de riqueza, tamaño del
hogar
Encuesta de Zona geográfica, urbana o rural,
hogares índice de riqueza, tamaño del
hogar

Registros del PNM, Zona geográfica, momento


censo

Registros del PNM, Zona geográfica, grupo de riesgo


censo (por ejemplo, asistentes a los
consultorios de atención prenatal,
poblaciones migrantes).
Registros del PNM, Zona geográfica, momento (año)
censo

Registros del PNM, Zona geográfica, grupos de


censo riesgo (p. ej., población en zonas
periurbanas, los que viven en los
focos activos)
Sistema de Zona geográfica, momento
información (año y mes)
periódica de salud,
censo
Sistema de Zona geográfica, momento
información (año y mes)
periódica de salud,
censo 187
No Nombre del indicador Numerador Denominador

INDICADORES DE RESULTADOS
3.3 Proporción de las embarazadas Número de embarazadas que Número de
que recibieron una dosis de TPIe recibieron una dosis de TPIe embarazos esperados

3.4 Proporción de las embarazadas Número de primeras visitas del Número esperado de
que acudieron a un consultorio consultorio prenatal embarazos
prenatal por lo menos una vez

3.5 Proporción de los niños de Número de niños de entre 3 Número de niños


entre 3 años y 59 meses que años y 59 meses que recibieron de entre 3 años
recibieron todos los ciclos de QEM todos los ciclos de QEM y 59 meses que
correspondientes a la temporada correspondientes a la temporada necesitan QEM
de transmisión de transmisión
4.1 Proporción de los menores de Número de menores de 5 años que Cantidad total de
5 años que han tenido fiebre en han tenido fiebre en las últimas menores de 5 años
las últimas 2 semanas y para 2 semanas y para quienes se ha que han tenido
quienes se ha solicitado consejo o solicitado consejo o tratamiento fiebre en las últimas
tratamiento 2 semanas
4.2 Proporción de los casos Número de casos que se ponen Número total de
detectados que se pusieron en en contacto con los servicios de casos de malaria
contacto con los servicios de salud en las 48 h posteriores a la detectados de forma
salud en las 48 h posteriores a la aparición de los síntomas pasiva
aparición de los síntomas.
5.1 Proporción de los pacientes con Número de pacientes con Número de casos
sospecha de malaria en los que se sospecha de malaria en los sospechosos de
realizó una prueba parasitológica que se realizó una prueba malaria
parasitológica

5.2 Proporción de menores de 5 Número de menores de 5 años Cantidad total de


años con fiebre en las últimas 2 con fiebre en las últimas 2 menores de 5 años
semanas a quienes se tomó una semanas a quienes se tomó una con fiebre en las
muestra por punción en un dedo muestra por punción en un dedo últimas 2 semanas
o el talón o el talón
5.3 Proporción de meses por cada Número de meses por cada Número de meses por
establecimiento de salud en los establecimiento de salud en los cada establecimiento
que no hay desabastecimiento que no hay desabastecimiento de salud
de productos básicos para las de productos básicos para las
pruebas diagnósticas pruebas diagnósticas

6.1 Proporción de los pacientes con Número de pacientes con Número total de
malaria confirmada que recibieron malaria confirmada que casos de malaria
tratamiento antimalárico de recibieron tratamiento con confirmada, hallados
primera línea según las políticas antimaláricos de primera línea tanto mediante
nacionales según las políticas nacionales vigilancia activa
como pasiva
6.2 Proporción de menores de 5 años Número de menores de 5 años Cantidad total de
con fiebre que recibieron TCA (u con fiebre en las 2 semanas menores de 5 años
otro tratamiento apropiado según anteriores que recibieron TCA con fiebre en las
las políticas nacionales) (u otro tratamiento apropiado 2 semanas anteriores
según las políticas nacionales) que recibieron algún
tipo de antimalárico
6.3 Proporción de los pacientes con Número del total de pacientes Número total de
infección por P. vivax o P. ovale con una infección confirmada personas con una
que recibieron tratamiento para la por P. vivax o P. ovale que infección confirmada
curación radical recibieron tratamiento para la por P. vivax o P. ovale
curación radical.

188
Fuente Desglose Observaciones

Sistema de Zona geográfica, momento


información (año y mes)
periódica de salud,
censo
Sistema de Zona geográfica, momento
información (año y mes)
periódica de salud,
censo
Sistema de Zona geográfica, momento
información (año y mes)
periódica de salud,
censo

Encuesta de Zona geográfica, urbana o rural,


hogares índice de riqueza, grado de
instrucción, sexo

Sistema de Zona geográfica o foco, grupo


información de riesgo, tiempo (año y mes),
periódica de salud tipo de establecimiento

Sistema de Zona geográfica, tipo de


información establecimiento, tiempo
periódica de salud, (año y mes)
encuestas de
establecimientos de
salud

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


Encuesta de Zona geográfica, urbana o
hogares rural, índice de riqueza, grado
de instrucción, sexo

Sistema de Zona geográfica, tipo de Incluye desabastecimientos de las PDR


información establecimiento, tiempo y de bienes consumibles de microscopía
periódica de salud, (año y mes) que impiden la realización de las pruebas
encuestas de diagnósticas. El desabastecimiento se
establecimientos de define como un período de siete días o
salud más (no necesariamente consecutivos) de
desabastecimiento de existencias. Esto
dependerá de la fortaleza del sistema de
suministro
Sistema de Zona geográfica, tipo de
información establecimiento, especie
periódica de salud, parasitaria, tiempo
encuestas de (año y mes)
establecimientos de
salud
Encuestas de Zona geográfica, urbana o
hogares, encuestas rural, índice de riqueza, grado
de establecimientos de instrucción, sexo
de salud

Sistema de Zona geográfica, tipo de


información establecimiento, momento
periódica de salud (año y mes)

189
No Nombre del indicador Numerador Denominador

INDICADORES DE RESULTADOS
6.4 Proporción de meses por cada Número de meses por cada Número de meses por
establecimiento de salud en los que establecimiento de salud cada establecimiento
no ha habido desabastecimientos en los que no ha habido de salud
de tratamientos de primera línea desabastecimientos de
tratamientos de primera línea

7.1 Proporción de los casos de malaria Número de casos de malaria Número estimado
que fueron detectados por los confirmada detectados de casos de malaria
sistemas de vigilancia mediante vigilancia activa y durante 1 año
pasiva durante 1 año

7.2 Proporción de los informes Número de informes recibidos Número de informes


previstos de los establecimientos de los establecimientos de salud esperados de los
de salud que se recibieron establecimientos de
salud (número de
establecimientos de
salud multiplicado
por el número de
informes esperados
por establecimiento
de salud durante un
período)

7.3 Índice anual de exámenes de Número de pacientes en los Número de personas


sangre (%) que se realizó una prueba expuestas al riesgo de
parasitológica durante 1 año malaria a mediados
de año

7.4 Proporción de los casos que se Número total de casos Número total de
investigaron y clasificaron de malaria en el registro casos de malaria en
nacional de casos con fichas el registro nacional de
de investigación de casos casos
totalmente completadas
7.5 Proporción de los focos que se Número total de focos nuevos Número total de focos
investigaron y clasificaron potenciales y activos en el en el registro nacional
registro nacional de focos que de focos
se investigaron a fondo el año
anterior
7.6 Proporción de casos que recibieron Número de casos que recibieron Número de casos
tratamiento supervisado tratamiento supervisado que recibieron
tratamiento

7.7 Proporción de casos con Número de casos que tuvieron Número de los casos
tratamiento supervisado y cura una cura completa verificada en que recibieron
completa verificada en el día 28 el día 28 (o día 42) tratamiento
(o día 42) supervisado
7.8 Porcentaje de las notificaciones Número de notificaciones de Número total de
de casos que se recibieron con casos que se recibieron con notificaciones de
menos de 24 horas después de la menos de 24 horas después de la casos de malaria
detección detección

190
Fuente Desglose Observaciones

Sistema de Zona geográfica, tipo de El desabastecimiento se define como


información establecimiento, momento un período de siete días o más (no
periódica de salud, (año y mes) necesariamente consecutivos) de
encuestas de desabastecimiento de existencias. Esto
establecimientos de dependerá de la fortaleza del sistema de
salud suministro.
Sistemas de Zona geográfica, momento El número total estimado de casos debe
información (año) incluir la proporción de pacientes que
periódica de solicitan atención de salud, la proporción
salud, métodos en los que se realiza una prueba
de estimación diagnóstica y la proporción de informes
de carga, censo de los establecimientos de salud que se
poblacional recibieron.

Sistema de Zona geográfica, tipo de Algunos países incluyen la notificación


información establecimiento, momento por parte de agentes comunitarios de
periódica de salud (año y mes) salud.
Los sistemas deben incluir cero
notificaciones. El indicador implica una
fecha de entrega; p. ej. el día 15 del
mes siguiente para los informes del
establecimiento de salud al nivel de
distrito.

Zona geográfica, tipo de Algunas directrices indican que el índice


establecimiento, momento anual de exámenes de sangre debe ser
(año y mes) aproximadamente el 10% para poder
calcular tendencias fiables, pero no hay

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


datos empíricos sólidos que avalen este
objetivo. En los entornos de transmisión
elevada, es probable que el índice supere
con creces el 10% debido únicamente a la
detección pasiva de casos.

Zona geográfica o foco, grupo


de riesgo, tiempo (año y mes) y
tipo de establecimiento

Zona geográfica o foco,


momento (año)

Seguimiento de la Área geográfica o foco, grupo La información está disponible en los


investigación del de riesgo, tiempo (año y mes) entornos donde se realiza un seguimiento
caso de los casos después del tratamiento
inicial
Seguimiento de la Área geográfica o foco, grupo La información está disponible en los
investigación del de riesgo, tiempo (año y mes) entornos donde se realiza un seguimiento
caso de los casos después del tratamiento
inicial
Zona geográfica o foco, grupo
de riesgo, tiempo (año y mes) y
tipo de establecimiento

191
No Nombre del indicador Numerador Denominador

INDICADORES DE IMPACTO
8.1 Prevalencia del parásito Número de personas con Número total
infección palúdica detectada de personas
mediante PDR o microscopía sometidas a pruebas
parasitológicas de
la malaria mediante
PDR o microscopía
9.1 Incidencia de casos de malaria: Número de casos confirmados Número de personas
número y tasa por 1000 personas de malaria que se han expuestas al riesgo de
y año detectado mediante vigilancia malaria a mediados
activa y pasiva durante 1 año de año durante el año
por 1000 de la notificación

9.2 Hospitalizaciones por malaria: Número de casos de Número de personas


número y tasa por 10 000 personas hospitalización con un expuestas al riesgo de
y año diagnóstico de alta de malaria malaria a mediados
por 10 000 de año durante el año
de la notificación
9.3 Tasa de positividad de las pruebas Número de casos confirmados Número de pacientes
diagnósticas de la malaria de malaria en los que se
realizó una prueba
parasitológica
9.4 Proporción de las hospitalizaciones Número de pacientes Número total
que son debidas a la malaria hospitalizados por malaria de pacientes
hospitalizados
9.5 Número de focos según la Número y población de los focos
clasificación (activo, residual y según la clasificación (activo,
eliminado) residual y eliminado)

10.1 Mortalidad debida a la malaria: Número de defunciones Número de personas


número y tasa por 100 000 específicas por malaria expuestas al riesgo de
personas y año notificadas en el año anterior malaria a mediados
por 1000 de año durante el año
de la notificación
10.2 Proporción de las defunciones de Número de defunciones de Número total
pacientes hospitalizados que son pacientes hospitalizados que de defunciones
debidas a la malaria son debidas a la malaria de pacientes
hospitalizados
10.3 Mortalidad en menores de 5 años Número de muertes entre niños Número de nacidos
por todas las causas de 0 a 4 años (0 a 59 meses de vivos (persona-años)
edad), desglosado por grupos de exposición
de edad

11.1 Número de zonas y países en los Número de zonas y países


que se ha eliminado la malaria con malaria en el 2015 que
desde el 2015 posteriormente notificaron cero
casos autóctonos durante tres 3
años consecutivos
12.1 Número de zonas y países que Número de zonas y países
estaban exentos de malaria que estaban exentos de
en el 2015 y en los que se ha malaria en el 2015 y que
restablecido la transmisión posteriormente han notificado
casos autóctonos relacionados
epidemiológicamente durante
tres años consecutivos

192
Fuente Desglose Observaciones

Zona geográfica, urbana o En entornos de transmisión elevada, este


rural, índice de riqueza, grado indicador generalmente solo se mide
de instrucción, sexo para menores de 5 años.

Zona geográfica o foco, grupo Puede notificarse el número de casos


de riesgo, DAC frente a DPC, cuando la incidencia es baja.
edad, sexo y especie
En la fase de eliminación:
autóctono, introducido, importado
por nacionalidad, inducido
Zona geográfica o foco, grupo Puede notificarse el número de
de riesgo, edad, sexo y especie hospitalizaciones cuando la incidencia
es baja.

Zona geográfica o foco, grupo Positividad de las pruebas en la DPC


de riesgo, DAC frente a DPC, y DAC y microscopía; las PDR deben
edad, sexo y especie notificarse siempre por separado.

Zona geográfica, edad, sexo

Registro de focos

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Zona geográfica, edad, sexo, Puede notificarse el número de casos
grupo de riesgo y especie cuando la tasa de mortalidad es baja.

Zona geográfica, edad, sexo

Registro civil con Lugar de residencia, sexo, La información está disponible en


alta cobertura, estado socioeconómico, causa entornos donde se realiza un seguimiento
encuestas de de los casos después del tratamiento
hogares, censo de inicial
población

DAC: detección activa de casos; DPC: detección pasiva de casos; MTI: mosquitero tratado con insecticidas;
MTILD: mosquitero tratado con insecticidas de larga duración; PDR: prueba de diagnóstico rápido;
PNM: programa nacional contra la malaria; QEM: quimioprofilaxis estacional de la malaria; RRI: rociado
residual intradomiciliario; TCA: tratamiento combinado basado en la artemisinina; TPIe: tratamiento
preventivo intermitente durante el embarazo.

193
ANEXO 18. EJEMPLO DE CUESTIONARIO PARA LA
EVALUACIÓN ANTES Y DESPUÉS DE UNA EPIDEMIA DE
MALARIA
El siguiente cuestionario debe proporcionar un marco analítico para evaluar el
grado de preparación o el éxito en la respuesta a una epidemia.

1. Zonas propensas a epidemias:


a. ¿Delimitadas? En caso afirmativo, ¿se produce (o produjo) la epidemia en
una zona de alto riesgo?
b. ¿Se produce (o produjo) la epidemia en campamentos de refugiados?
c. ¿Está (o estaba) la epidemia relacionada con desplazamientos de la población?

2. Sistemas de predicción y alerta: con El Niño y datos meteorológicos


vía satélite y en el acto:
a. ¿Los equipos nacionales ponen (o pusieron) a disposición, utilizan y
comparten los datos de las previsiones?
b. ¿Predicen (o pronosticaron) los datos una posible epidemia en la región?
c. ¿Está (o estaba) al tanto del riesgo el centro regional de control de la malaria?
d. ¿Se difunde (o se difundió) esta información a todos los niveles de lucha
contra la malaria?
e. ¿Se validan (o se validaron) los indicadores de alerta temprana en el espacio
y el tiempo?
f. ¿Hay (o había) una planificación adecuada de las medidas de reducción en
el origen si se confirmaron las predicciones?

3. Sistema de detección temprana:


a. ¿Hay (o había) un sistema de vigilancia que funciona bien para la detección
temprana en los distritos propensos a epidemias?
b. ¿Se registran (o registraron) y analizan estos datos con umbrales
establecidos a nivel de distrito con retroinformación o actualización
periódica a los establecimientos de atención de salud periféricos?
c. ¿Están (o estaban) al alcance los registros de años anteriores para su
comparación?
d. ¿Qué método se utiliza (o utilizó) para analizar las anomalías y definir o
validar los umbrales (es decir, media + dos desviaciones estándar, tercer
cuartil, suma acumulada, etc.)?
e. ¿Se notifican (o notificaron) estos datos con regularidad a un establecimiento
central? En caso afirmativo, qué canales de comunicación se utilizan.

4. Reconocimiento de anomalías y medidas preliminares adoptadas en


la periferia:
a. ¿Se detectan (o detectaron) anomalías en la periferia y se toman medidas
de inmediato?
b. En caso afirmativo, ¿qué medidas se adoptaron primero en la periferia y
luego a nivel de distrito?

194
c. ¿Cómo fue el proceso de verificación? ¿Suficientemente rápido (en días)?
d. ¿Cómo se hace (o hizo) la notificación al distrito? y ¿hubo tiempo de demora
(días)? Si fue de más de dos días, ¿cuál fue la causa?

5. Preparación del plan de acción:


a. ¿Hay (o había) un plan de acción?
b. En caso afirmativo, ¿es (o era) técnica y operativamente adecuado?
c. ¿Participan (o participaron) los asociados en la preparación del plan de
acción? En caso afirmativo, haga una lista.
d. ¿Hay (o había) un presupuesto asignado para la respuesta a la epidemia de
malaria?
e. ¿Hay (o había) un presupuesto convertido en desembolsos reales para la
respuesta?
f. ¿Se han depositado (o se depositaron) de antemano medicamentos y
suministros médicos suficientes a nivel de distrito para su rápida distribución?
Especifique los productos básicos que faltan.
g. ¿Hay (o había) personal suficientemente capacitado para manejar la
epidemia?

6. Respuesta:
a. ¿Hay (o había) comunicación efectiva entre el nivel local, distrital y superior?
b. ¿Cuál es (o fue) el tiempo transcurrido entre la confirmación de la epidemia
y la respuesta local?
c. ¿Había personal suficientemente capacitado para manejar la epidemia?

MANUAL DE REFERENCIA PARA LA VIGILANCIA, EL SEGUIMIENTO Y LA EVALUACIÓN DE LA MALARIA


d. ¿Qué medidas de control de vectores se aplican (o se aplicaron)?
e. ¿Se plantea (o planteó) la administración masiva de medicamentos
para reducir la transmisión? En caso afirmativo, especificar el tipo de
medicamento, así como la cobertura en la población afectada.
f. ¿Son (o fueron) suficientes las actividades de movilización y participación de
la comunidad?

7. Carga de enfermedad y carga económica:


a. ¿Cuántas semanas duró la epidemia?
b. ¿Qué tamaño tenía la población afectada?
c. ¿Cuántas vidas se perdieron (número de muertes en exceso) por encima del
umbral?
d. ¿Cuál fue la morbilidad (número de casos en exceso) por encima del umbral?

8. Si la situación requirió movilizar apoyo nacional de urgencia:


a. ¿Cuál fue el tiempo transcurrido de comunicación entre los niveles distrital y
nacional?
b. ¿Quién dio la señal de alerta al nivel nacional para impulsar una respuesta
nacional (oficina de distrito, periódico u otro medio de comunicación, otra
fuente)?
c. ¿Fue necesario el apoyo nacional? ¿Fue necesario el apoyo de los asociados?
d. En ese caso, ¿fue eficaz para frenar la epidemia? [dar algunas razones]

195
ANEXO 19. EJEMPLOS DE RESPUESTAS OPERATIVAS A
LAS DIVERSAS ETAPAS DE UNA EPIDEMIA DE MALARIA

“Pico”
Comienzo de la Epidemia
No. Intervención o medida operativa de la
epidemia acelerada
epidemia
1 Asegurar que todos los consultorios   
y establecimientos de salud estén
en funcionamiento y dispongan de
medicamentos, equipo y personal
capacitado suficiente.
2 Establecer centros de tratamiento   
(consultorios temporales o móviles) donde el
acceso sea un problema o la cobertura de
los establecimientos de salud sea baja.
3 Asegurar que todos los establecimientos de   
salud y centros de la comunidad ofrezcan el
diagnóstico y el tratamiento idóneos.
4 Promover la detección proactiva de casos y
la gestión o la referencia.
5 Reforzar el sistema de referencia y plantear   
la introducción de supositorios de artesunato
y de arteméter por vía intramuscular como
medidas temporales cuando aún no se
hayan utilizado.
6 Intensificar o mantener las medidas   
preventivas eficaces para las embarazadas.
7 Reforzar los sistemas de información de   
salud para notificar y hacer el seguimiento
de la epidemia, preferiblemente semanal.
8 Llevar a cabo campañas específicas de   
educación sanitaria epidémica.
9 Organizar regularmente comunicados de   
prensa y conferencias de prensa, y divulgar
artículos de información pública.
10 Llevar a cabo el RRI si la zona fue rociada  Con cobertura y  Igual  Menos
anteriormente. calidad del RRI. que para el impacto
inicio de la en la salud
epidemia. pública en
Cambiar los esta etapa
productos si el rociado
químicos anterior no
del RRI si se fue eficaz.
observa baja
sensibilidad.
11 Llevar a cabo el RRI en zonas que no se  Características  Igual X
rociaron anteriormente. epidemiológicas que para el
de la malaria, inicio de la
tipo de casas o epidemia
estructuras, rápido
despliegue de
la logística y RRI
eficaz en las zonas
objetivo.
12 Utilizar los MTI.  Si hay
antecedentes
de uso de MTI
en la zona o
capacidad para
hacer cumplir un
programa en poco
tiempo.

MTI: mosquitero tratado con insecticidas; RRI: rociado residual intradomiciliario.


196
Para más información debe contactar:
Programa Regional de Malaria
Organización Panamericana de la Salud
525 23rd St NW
Washington DC
Estados Unidos- 20037
Correo: [email protected]
ISBN 978 92 75 32056 3
Programa Mundial sobre Paludismo
de la Organización Mundial de la Salud
20, avenida Appia
CH-1211 Ginebra 27
Suiza
Email: [email protected]

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