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La Leyenda de la Viuda Alegre

Leyendas de bolivia - La Leyenda de la Viuda AlegreHace casi dos siglos, Martín fue a la fiesta
del pueblo, ya que sus hermanos menores le habían insistido que los acompañara. Él era un
hombre bastante reservado que pasaba la mayor parte de su tiempo trabajando.

Llegaron al sitio de la tertulia y de inmediato los fraternos de Martín encontraron con quien
bailar. Mientras tanto, él se sentó en un rincón y esperó a que la celebración terminara.

De pronto, se acercó a él una bella mujer delgada de ojos negros y cabello rizado que le dijo:

– ¿Qué haces aquí sólo?

– Yo solo vine a acompañar a mis hermanos. Las fiestas no me gustan, no soy ni buen
conversador, ni mucho menos un buen bailarín.

– A mí tampoco me gusta bailar, ¿por qué no vamos afuera para charlar un rato? El ruido de la
música ya no lo soporto.

Esa noche la luna estaba espléndida y el clima era bastante agradable. Los dos empezaron a
conversar y luego de un par de horas se besaron.

Súbitamente, la mujer miró al cielo y mencionó:

– Ya es muy tarde, debo irme a mi casa.

– Yo te llevo. Tienes razón, no es bien visto que una mujer soltera esté fuera de su hogar
cuando se aproxima la medianoche.

La mujer aceptó y los dos subieron al caballo de Martín. Sin embargo, el corcel en el momento
exacto en el que la chica se subió en su lomo, relinchó de una manera como nunca lo había
hecho antes.

Luego el sujeto tomó el camino que conducía al pueblo, más la dama le dijo:
– Mi casa está cerca del cementerio, por favor llevarme para allá.

– ¿Qué? Pero si en el camposanto no hay casas. Replicó Martín, aunque obedeció las
instrucciones que le habían dado.

En el preciso instante en el que llegaron afuera del panteón, la mujer lanzó un alarido de
terror. Hay quienes dicen que el grito fue tan fuerte que pudo escucharse hasta en el rincón
más recóndito de Bolivia.

El hombre volteó hacia atrás y quedó horrorizado al notar que la dama se había transformado
en un esqueleto andante.

Se trataba de la “Viuda Alegre”, un ente que intenta matar de un susto a sus víctimas.

El Cóndor y la Chola

El Cóndor y la CholaEn la provincia boliviana muchos conocen esta bonita historia. La


muchacha más linda de la región, era la encargada de cuidar un rebaño de ovejas.

Todos los días se le podía ver recorriendo los prados, al lado de sus animales, pues no quería
que a ellos les pasara nada. Una mañana de verano, un cóndor de gran tamaño pasó por ahí y
miró a la joven.

De inmediato, su corazón quedó prendado de ella y buscó la manera de raptarla. Aguardó


hasta que los demás pastores se fueron a su casa y entonces utilizando sus garras, tomó a la
chiquilla por los hombros y la elevó hasta lo más alto de una montaña, lugar en donde la
criatura vivía.

La pobre cholita le suplicaba que la dejara regresar a su casa al lado de sus padres, pues debía
ayudarlos con las labores del campo. Así pasaron varios días y la joven iba perdiendo peso, no
sólo por el temor que sentía, sino porque no había alimentos que comer.

Por su parte, el cóndor le llevaba a diario carne cruda, pero al no haber fuego, ella no podía
consumirla.
Fue entonces cuando el ave se percató de que los humanos cocinaban la comida utilizando la
lumbre. Una noche voló hasta donde encontró las cenizas humeantes de lo que anteriormente
fue una fogata, tomó un trozo de carne y lo calentó ahí, hasta que cambio de color.

Luego se lo llevó a la cholita y se lo dio a comer. No obstante, la chiquilla continuaba rogándole


que le permitiera retornar a su casa. Entonces el cóndor se dio cuenta de que no podía
retenerla ahí, ya que ella nunca lo iba a querer.

Haciéndole un gesto, el ave le dijo que se subiera en él y se sujetara fuertemente de sus


plumas, para así regresarla a donde pertenecía.

Era la primera vez que, en días, la muchacha usaba una sonrisa.

Posteriormente el ave cumplió su promesa y la devolvió a su domicilio sana y salva. Se dice que
ella conservó una de las plumas del cóndor, como un obsequio.

Leyendas de Bolivia de Terror

Las leyendas bolivianas, también cuentan con algunas historias que infunden el miedo a hoy en
día. Y es que no debemos dejar de lado el hecho de que los relatos de terror, les fascinan tanto
a chicos como a grandes.

El hombre que se transformaba en Sicurí

El hombre que se transformaba en SicuríUna pareja de recién casados, se fue a vivir cerca de
las orillas de la laguna de Yaguarú. En dicho sitio, algunos de los vecinos ya habían advertido la
presencia de una Sicurí (Por si no lo sabes, esta es una serpiente de gran tamaño, muy similar a
la anaconda), razón por la cual recomendaban que las mujeres y los niños no salieran de sus
domicilios sin ser acompañadas por un hombre.

Sin embargo, lo que más llamó la atención de los lugareños es que luego de la llegada de los
forasteros, un hombre extraño comenzó a merodear la puerta principal de la casa de estos.

Se trataba de un sujeto alto y espigado que vestía de negro. Un día el dueño de la casa, vio al
extraño espiando y sin pensarlo dos veces, sacó su escopeta y le disparó en tres ocasiones.

Al día siguiente, afuera de su domicilio encontró a una Sicurí muerta.


El féretro

El féretroEsta es una de esas leyendas de terror que te dejarán asombrado. Se dice que, en
Potosí Bolivia, no debes salir después de medianoche los días martes o viernes.

Esta historia ocurrió hace muchos años, en el tiempo en el que los españoles se hacen cargo de
las minas de esa región. Se dice que un matrimonio con cinco hijos llegó a esa localidad con la
esperanza de hacer fortuna.

Precisamente al año en el que ellos llegaron a suelo boliviano, la más pequeña de sus hijas
enfermó gravemente de sarampión y luego de un tiempo desafortunadamente falleció.

Al correr de los años, la familia regresó a España dejando los restos de la pequeña en territorio
sudamericano. Exactamente después de que transcurrieron 15 días de la partida de éstos,
varios mineros afirmaron ver un ataúd llameante yendo en dirección a la estación de trenes.

Lo más escalofriante de este asunto es que en cuanto el primer rayo de sol se asomó por el
firmamento, el féretro volvió rápidamente al panteón.

¿Pero por qué pasó esto? Muy sencillo, los estudiosos de fenómenos paranormales dicen que,
en aquellos años, el tren que iba con dirección a la capital del país (La Paz) salía de Potosí los
martes y los viernes a medianoche.

Leyendas Urbanas de Bolivia

Las leyendas urbanas de Bolivia se han hecho muy populares en el continente latinoamericano,
gracias a que ahora dichas narraciones fantásticas pueden compartirse fácilmente a través de
la web.

Fantasmas en el Hospital del Tórax

leyendas urbanas de bolivia - Fantasmas en el Hospital del TóraxDicen que en ese lugar se
aparecen frecuentemente fantasmas y otras entidades del más allá. Uno de los casos más
sonados acerca de este tipo de leyenda urbana fue el que le ocurrió a la enfermera Wilma
Huañapaco, quien un día 4 de agosto había hecho doble turno.

El reloj marcaba 1.55 am y ella estaba alistando los documentos de los pacientes a los que
había atendido, para entregárselos al encargado del siguiente turno, cuando comenzó a sentir
que el ambiente se tornaba sumamente denso.
A su cuerpo lo invadió una sensación de tremenda pesadez. Era como si algo la estuviera
deteniendo en la silla. Inclusive, otras de sus funciones corporales como el habla, el olfato, el
oído y la vista también se vieron afectadas.

Como pudo, giró la cabeza hacia atrás y observó la silueta de un hombre de gran estatura,
quien lo envolvía una extraña luz de color verde. Luego la figura desapareció y Huañapaco
pudo continuar con sus labores como si nada hubiera pasado.

Ella afirma que no se trató de ninguna alucinación, ya que estuvo despierta en todo momento,
principalmente porque una enfermera no puede dormir cuando hay muchos pacientes
enfermos a los que atender.

Por otro lado, también refirió que este tipo de experiencias extrasensoriales han sido parte de
su vida desde su infancia, ya que a muy temprana edad era capaz de percibir la presencia de
espíritus.

Lo cierto es que, en ese nosocomio, no es el único caso que se ha reportado, puesto que hay
informes en los que se asevera que algunos camilleros también han visto fantasmas de todo
tipo, principalmente a un hombre que camina por los pasillos de urgencias. Su seña particular
es que no tiene cabeza.

Vale la pena mencionar que el Hospital del Tórax (algunos lo conocen con el nombre de
Hospital General” se ubica muy cerca de la morgue. Esto tal vez pueda explicar el motivo por el
que los fantasmas acuden a él con cierta frecuencia.

El Fantasma del Cementerio Jardín

El Fantasma del Cementerio JardínLa leyenda de Bolivia urbana que vamos a contar a
continuación, tiene como principal peculiaridad el hecho de que las personas que narraron lo
acontecido, pidieron permanecer en el anonimato.

No sólo en la capital, sino también en las diversas poblaciones del territorio boliviano, la gente
tiene sus propias leyendas urbanas. Es decir, hechos que han ocurrido en un periodo reciente,
pero que no cuentan con las bases suficientes como para considerarse historias verdaderas.

La señora que hizo la crónica, afirmó que una noche iba con su marido en dirección a su casa
después de haber cenado con unos embajadores. Como aún les faltaba mucho camino para
llegar a su destino, el hombre decidió tomar un atajo y se dirigió hacia Sopocachi.
En una zona cercana al Cementerio Jardín la mujer dijo haber visto a una persona vestida de
negro. De inmediato, le pidió a su marido que detuviera el auto, ya que ella pensó que aquella
dama tal vez tendría frío, debido a que era invierno y no se veía que trajera ningún abrigo.

Se acercaron lentamente hasta donde ella estaba y llamaron su atención. Luego la dama que
vestía de negro, los miró y al hombre casi le da un infarto al percatarse de que aquella no era
una mujer cualquiera, sino un fantasma.

“Tenía los ojos completamente blancos, tampoco tenía pies, sino que flotaba por la calle en
dirección hacia el camposanto”. Dijo el esposo cuando fue interrogado por el paramédico que
lo revisó media hora después en el hospital.

Desafortunadamente no podemos darte un número exacto de las personas que han referido
alguna historia similar ocurrida en este panteón, ya que la mayoría de ellos prefiere tratar de
olvidar esas experiencias traumáticas.

Sin embargo, no debemos dejar de considerar que este no es el único panteón en Bolivia en el
que la gente cree haber visto fantasmas que deambulan entre las tumbas tratando de
encontrar el descanso eterno.

Esperamos te hayan gustado las leyendas y también te invitamos a disfrutar estas


recomendaciones:

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