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EL LATIN DE LOS CRISTIANOS

Estado actual de su problematica.


por Juan Bastardas

Desde principios de la década 1930-1940 en la que aparecieron los principales


trabajos de Joseph Schrijnen que formuló los principios basicos de la teoría dellatín de
los cristianos, se han ido sucediendo ininterrumpidamente los estudios sobre el tema;
estos estudios van desde las discusiones sobre aspectos teóricos y metodológicos hasta la
monografía sobre la historia de una determinada palabra, pasando por estudios sobre el
latín bíblico, ellitúrgico, el patrístico o el de la homilía. No faltan tampoco puestas al día
mas o menos periódicas 1 . Gracias a Albert Blaise poseemos ahora un diccionario y un
manual 2 • Nada tiene de extraño, pues, que en los manuales dedicados a la historia de la
lengua latina e incluso en algunos de las lenguas romanicas figure un capítulo dedicado al
latín cristiano, a veces con aportaciones muy originales 3 .
Si esta proliferación por un lado facilita mi tarea en la parte expositiva, por otro, el
gran número y la diversidad de los problemas suscitados me obligara a renunciar a entrar
en la discusión de numerosos e interesantes aspectos. Esto es inevitable sobre todo si se
tiene en cuenta que no ha parecido oportuno aquí prescindir de la problematica general
aun a riesgo de parecer que pretendo vender miel a las abejas.
I. La bibliografía de los estudios mas generales sobre el latín de los cristianos entre 1930 y
1950 figura en Christine Mohrmann, L 'étude de la latinité chrétienne, état de la question, méthodes,
résultats (conférence à l'Institut de linguistique de l'Université de París, mai 1951) en Chr. Mohrmann,
Latin Vulgaire, Latin des Chrétienes, Latin Médiéval, París, Klincksieck, 1955, pp. 34-35. Hay que
tener siempre presentes los trabajos de Chr. Mohrmann reunidos en los tres volúmenes de sus E tudes
sur le latin des chrétiens, Roma, 2 1961 - .1961 , 1965. La revista neerlandesa "Virgiliae Christianae",
dedicada al estudio de la vida y lengua de los cristianos en la antigüedad, viene publicandose desde
1947. Entre los estudios de caracter general posteriores a 1950 me han sido especialmente Útiles los
contenidos en las siguientes obras: L. R. Palmer, The Latin language, Londres 1954 (tercera ed. con
modificaciones 1961; sexta ed. 1968), cap. VII, pp. 181-203; Einar Li:ifstedt, Late Latin, Oslo 1959
(chap. V: The Christian influence; chap. VI: The Influence of Greek pp. 68-119); G. Reichenckon,
Historische Latein-Altromanische Grammatik, vol. I, Wiesbaden, 1965, pp. 86-116; D. Norberg, Ma-
nuel practique delatin médiéval, París 1968, pp. 15-18; M. C. Díaz y Díaz, Liturgia y latín, Santiago
de Compostela 1969. Los aspectos culturales y literarios han sido subrayados recientemente por J.
Fontaine, La litterature latine chrétienne, París, Presses Universitaires de France, 1970, especialmente
en la introducción, pp. 5-10. La versión italiana de esta obra por S. D'Elia (La letteratura latina
cristiana, Bolonia 1973) esta hecha sobre un texto reelaborado y ampliado por su autor. Sobre las
implicaciones estilísticas véase J. Fontaine, Aspects et ptoblèmes de la prose d'art au Ille siècle, la
genèse des styles latins chrétiens, Turín 1968. Cito las obras mencionadas en esta nota en forma
abreviada.
2. Dictionnaire latin-français des auteurs chrétiens. Revu spécialement pour le vocabulaire
théologique par Henri Chirat, Estrasburgo 1954; Manuel du latin chrétien, Estrasburgo 1955.
3. Por ejemplo Bruno Migliorini, Historia de la lengua italiana, versión de Fr. Pedro de A.
Martínez, Madrid, Gredos, 1969, pp. 72 ss.
6 Juan Bastardas J uaít Bastar das

La teoría dellatín de los cristianos descansa en el principio de la interrelación entre He aquí la lis
lengua y cultura: de que la lengua es la manifestación del espíritu y de las actividades baptisma, baptizo,
colectivas de las comunidades humanas, y es, por tan to, reflejo de la vida de las mismas, y na, episcopus, euan
mas concretamente -por decirlo con Meillet- de que todo vocabulario expresa una la Bíblia también
civilización4 • amen, alleluia. 2)
( aapKtKÓc; ), spiri
Si eso es así -y hoy día estos principios son aceptados por lingüistas de las mas incarnari, incarnatio
diversas escuelas- una revolución tan profunda y trascendente como representa el cos: he aquí algun
Cristianismo, no sólo en la esfera de lo religioso, sino también en el ambito de lo social y quedado impregnad
cultural, y que comporta un cambio radical de mentalidad, había de afectar forzosamente mentum, confessio,
a la lengua. ·
Sobre algunos
Hasta aquí parece que todo el mundo esta de acuerdo; las discrepancias surgen al · rés: los préstamos
tratar de ponderar el grado en que el Cristianismo afecta a la lengua. Según la escuela de comunidades cristia
Nimega se produjo una profunda diferenciación lingüística que alcanza al conjunto de la tamo en la formac
lengua, diferenciación destinada a convertirse con el triunfo del Cristianismo en la lengua una sola de las múl
común del Imperio. Otros prefieren hablar sólo de nuevas formas de expresión que en nuestros términ
afectan casi exclusivamente al léxico y la semantica, sin dejar de reconocer la influencia acoge límpido y CQ
del Cristianismo en la evolución de la lengua latina y que esta influencia estaba destinada figurados o por aso-
a constituir una fase importante · y a dejar huellas indelebles en la historia. de la lengua evocadores5·. El ca~
la tina. necesario un conti
Pero vamos por partes: angelus, o qué clase
canícter aséptico de
Al hablar del latín de los cristianos es obligado en primer lugar hacer una referenda a inmotivadas por lo~
figuras, por tantos conceptos tan beneméritas, como la ya mencionada de Joseph por ejemplo, entre
Schrijnen, de la Universidad Católica de Nimega, que por vez primera estudió el idioma de Es por eso por lo
los cristianos. como un sistema, como un fenómeno autónomo den tro del cuadro de la designar cos as (o p-
evolución del latín, y a la .de sus disèípulos,. muy especialmente a la de Christine no ofrece mayores
Mohrmann, que pronto se convirtió en la principal teorizante dellatín de los cristianos. mediante palabras -
La escuela de Nimega en diferentes ocasiones ha puesto· de relieve cómo a) la (fides, gratia, salw
profunda ·influencia ejercida por el Cristianismo sobre la vida y la mentalidad de sus la lengua común 1
adeptos, b) el aislamiento de las primeras generaciones cristianas den tro de la sociedad entenderse términc
antigua, y finalmente e) la solidaridad entre sus rniembros, determinaran el nacimiento de tizada polisemia.
una lengua de grupo, una lengua especial en el sentido técnico de la palabra (eine He aquí otras
Sondersprache) dentro del marco de la lengua común. manifiesto alguno~
Esta diferenciación lingüística se acusa sobre todo en una renovación del vocabulario: acento en la antep
pero no se trata solamente de la creación de un vocabulario técnico; en el seno de las antigua raigambre_
comunidades surgieron también un gran número de voces nuevas que no designan cosas o cuantitativo que in
conceptos específicamente cristianos, sino mas bien ideas generales. Para designar las Otros término!;
cosas o personas, las instituciones e ideas nuevas se recurrió a menudo a préstamos y las palabras: el lat
calcos griegos; se trata de residuos del primitivo bilingüismo de los primeros núcleos obsecrare, orare, pe;
cristianos de Occidente. Por otra parte se crearon numerosos neologismos latinos, no se empleaba sir
especialmente para designar las nociones mas abstractas, y finalmente muchas palabras mismo, fue el escc
que existían ya en la lengua común adquirieron un significada nuevo, frecuentemente
infundió nueva vid
hajo la influencia griega. Por lo demas, el préstamo, el calco, el neologismo y los desplaza-
de significada del •
mientos semanticos son los procedimientos normales para la creación de una lengua de
S. Sobre el p<
grupo. véase, Eulalia Rodón,
4. A. Meillet, Linguistique historique et linguistique générale, li, París, Klincsieck, 1938, p. 6. Sobre el tér
145.
Juan Bastardas Juan Bastardas 7

la interrelación entre He aquí la lista de consuetud: 1) préstamos griegos: angelus, apostata, aposto/us,
y de las actividades baptisma, baptizo, blasphemare, catechumenus, charisma, diaconus,. ecclesia, eleemosy-
'lida de las mismas, y na, episcopus, euangelium, martyr, presbyter, propheta, scandalizare, etc. etc. A través de
.bulario expresa una lit Bíblia también penetran algunos hebraismos: sabbatum, pascha, satanas, gehenna,
amen, alleluia. 2) neologismos, creados a menuda sobre modelos griegos: carnalis
( aapKLKÓ<: ), spiritalis ( rrveup.anKÓ<: ), Salvator ('1:.WT71P ), reuelatio ( àrroKCÍÀm/JL<: )
ingüistas de las mas incarnari, incarnatio, sanctificare, uiuificare, glorificare, etc. 3) Desplazamientos semanti-
como representa el cos: he aquí algunas palabras que, o han cambiado de sentida, o el viejo significada ha
-lÍmbito de lo social y quedada impregnada de contenido cristiana: fides, gratia, gloria, salus, caro, oratio, sacra-
afectar forzosamente mentum, confessio, confiteor, gentes, credere, etc.
Sobre algunos de estos términos se han hecho algunas consideraciones de gran inte-
screpancias surgen al · rés: los préstamos griegos en general son atribuidos al caracter bilingüe de las primeras
1. Según la escuela de
comunidades cristianas, pero hay que tener en cuenta las ventajas que presenta el prés-
11za al conjunto de la tamo en la formación de una lengua técnica: el préstamo, en efecto es introducido con
1ianismo en la lengua una sola de las múltiples acepciones que tiene la palabra en la lengua originaria (piénsese
as de expresión que en nuestros términos deportivos corner, penalty); su significada es en la lengua que lo
conocer la influencia acoge límpida y concreto, libre de las interferencias suscitadas por otras acepciones, usos
:ncia estaba destinada figurados o por asociaciones etimológicas o semanticas, y sin especiales valores afectivos y
historilL de la lengua evocadores5 ·. El campo asociativo del préstamo es muy limitada de manera que no es
necesario un contexto especial para comprender qué clase de mensajero es el latín
angelus, o qué clase de testigo es el martyr. El peligro estriba en que a causa del mismo
caracter aséptico de los préstamos, éstos se convierten pronto en palabras completamente
1acer una referenda a inmotivadas por los que desconocen la lengua de origen, con lo que la relación existente,
-ncionada de Joseph por ejemplo, entre "testigo" y "martir" no es puesta de manifiesto por el mismo término.
1 estudió el idioma de Es por eso por lo que los préstamos entre los cristianos son especialmente usados para
::1tro del cuadro de la designar cosas (o personas) que en cierta manera uno puede mostrar, y cuya comprensión
1e a la de Christine no ofrece mayores problemas; en cambio las ideas abstractas y doctrinales son expresadas
n de los cristianos. mediante palabras -neologismos o no- cuyo contenido semantico sugiera las nuevas ideas
= relieve cómo a) la (fides, gra tia, salus ). Aquí el peligro consiste en que el significada profano persistente en
la mentalidad de sus la lengua común enturbia al cristiana y se interpretan mal o simplemente dejan de
jentro de la sociedad entenderse términos como gloria, pax o confessio que suelen presentar ademas una ma-
aron el nacimiento de tizada polisemia.
de la palabra (eine He aquí otras consideraciones sobre' algunos de estos términos que ayudan a poner de
manifiesto algunos de sus aspectos: la misma estructura de la palabra ecclesia con el
1ción del vocabulario: acento en la antepenúltima a la manera latina prueba que se trata de un préstamo de muy
ico; en el seno de las antigua raigambre, cuando todavía en la lengua hablada no se había perdido el ritmo
-e no designan cosas o cuantitativo que impedía la pronunciación griega ÈKK}I.r¡a'tA.
les. Para designar las Otros térrninos, en cambio, nos permiten observar ciertos criterios en la selección de
mudo a préstamos y las palabras: el latín poseía una serie de verbos que tenían el significada de "rogar":
los primeros núcleos obsecrare, orare, petere, precari, rogare, etc. De todos ellos orare era el menos popular y
neologismos latinos,
no se empleaba sino en ciertas fórmulas de sabor arcaica y solemne. Sin duda por eso
ente muchas palabras
rnismo, fue el escogido para designar la oración cristiana, con lo que no solamente se
1evo, frecuentemente
infundió nueva vida a un verb o en trance de desaparecer, sino que se provocó el cambio
gismo y los desplaza-
de significada del derivada oratio 6 • Para designar a los paganos hubo una vacilación entre
ión de una lengua de
5. Sobre el pape! desempeñado por los préstamos en la formación de los lenguajes técnicos,
véase, Eulalia Rodón, Ellenguaje técnico del feudalismo en el s. Xl en Cataluña, Barcelona 195 7.
ís, Klincsieck, 1938, p. 6. Sobre el término orare véase especialmente E. Lofstedt, Late Latin, pp. 72-74.
8 Juan Bastardas Juan Bastardas

los térrninos nationes y gentes. La razón por la que prevaleció el término gentes Si se dice maqz.
seguramente hay que buscaria en el hecho de que este término tenía ya en la lengua entiendan.
clasica cierto matiz peyorativo o despectivo, debido a la costumbre de oponerlo a la Nada semejantt:
expresión populus romanus; en virtud de la oposición entre populus romanus y gentes veces que la difere1
este últim o término.había adquirido el significado de "pueblos extranjeros", "barbaros" 7 bien comprobados 1
Pero la voz gentes, plural de un colectivo, resultaba inadecuada para hacer referencia a los la que luego volvert:
individuos; para designar a estos se usó primero el préstamo ethnici -como el acta del con el cristianismo
martiri o de San Fructuoso de esta ciudad de Tarragona- y mas tarde gentiles y también razones de eufemis.
pagani. modificado en absc
Puede observarse también cómo se procura evitar la terminología religiosa pagana; de "una Iengua de
por este motivo se prefiere sacramentum (tal vez tornado del lenguaje militar) a también se designat
mysterium; altare a ara; basi/ica o ecclesia a templum. Aunque, por otra parte, se han al lenguaje técnico
señalado influencias de procedencia estoica e incluso de otras comentes espirituales. a manera de jerga, :
son de grado mas e
Es notable la rica polisemia de algunos términos: así el término confessio, que sirve
lengua especial (So
para traducir el griego è~OJlOÀ.Ó'yr¡atc;, puede expresar las siguientes nociones "profesión de
secreta (Geheimspr
fe", y especialmente "profesión de fe cristiana", "confesión de pecados", "martirio" y
simple especulació•
"alabanza de Dios" (sentido que tal vez tenga.el título de la obra de Agustín) 8 . Mas tarde
profunda; en camb~
(siglo VI) se halla con la acepción de "sepulcro de un martir", especialmente con ou langue latine de
referencia a los sepulcros de Pedro y Pablo en Roma 9 , y de ahí pasó a significar "cripta de sivamente "aislante'
una iglesia, y así con el nombre de confessw se designan las criptas romanicas catalanas en
Mas interesante
el siglo XI 1 0 . Una cusiosa observación de Agustín nos atestigua que tales polisemias
podían dar Jugar a confusiones entre los fieles menos cultos: duobus autem modi!; con- una diferenciación
fessio intelligitur: et in peccatis nostris et in laude Dei; in peccatis nostris nota est critores que opone1
confessio et ita nota omni populo, ut quando auditum fuerit nomen cÒnfessionnis in significativos: Aglls·
lectione, sine in laude dicatur, sine de peccatis dicatur, cu"ant pugni ad pectus (in psalm. ritus loquendi eec/e!
141, 19). observa que la eec/e
el nombre de "hér01
¿Esta lengua que hemos tratado de describir a gran des rasgos, y, claro esta,
frequentat) la voz •
demasiado esquematicamente, puede ser considerada como una lengua de grupo? La
advierte, se ha extf
respuesta.. depende de aquello que haya de entenderse por una lengua de grupo. Si
cristianos (nobiscui'T'
pensamos en las actuales Ienguas jergales, llamadas también lenguas profesionales 11 , como
la tixileira, jerga de los conqueiros de la Sistema (Asturias), la respuesta ha de ser Mucho mas int
negativa. Estas lenguas profesionales se caracterizan por una voluntad de mantener la lengua de las es
secretas ante los profanos las manifestaciones que sólo van destinadas a los iniciados, y, manera que en la
por otra parte, por no ser el único medio de expresión de los individuos, sino que es una
12. Para el uso e
segunda forma de expresión que coexiste al lado de la lengua común. Su voluntad de Díaz y Díaz, Liturgia J
secreto se manifiesta en el hecho de que la diferenciación léxica afecta no solamente a 13. Etaass 8 (1
11 ciertos térrninos sino a nociones cotidianas; así la copia en bron, jerga de los caldereros de en la reseña del lib1
Miranda (Avilés): christianorum primae'l"
14. Vna sabbati
La payina esta boyada uocant... Ha b e n t e
porque el payu la trompó loquendi eccl.
al trovarla garliando et le latin des hrétieiT'
en el maquin co un xagó. 15. Hos multos
7. Sobregentes véase E. Lofstedt, Late Latin, pp. 74-75. mus (civ. 10, 21). Pru::
8. M. C. Díaz y Díaz, Liturgia y latín, p. 13. lingüística de la comu:
9. A. Blaise, Dictionnaire, s.v., ap. 6. 16. Quod nomE
1O. E. Junyent, La cripta romànica de la catedral de Vic, AEM e (1966) 91-1 09; Glossarium pretiosas martyrum 1r
Mediae Latinitatis Cataloniae, Barcelona 1960 ss. s.v. hoc dicant cum illa. e
11. W. V. Wartburg, Problemas y métodos de la lingüística ... anotado por Damaso Alonso, transmarinasque regio
Madrid 1951, pp. 178-185 (y notas 134 y 135 de Damaso Alonso). rit inueniri, qui non n
Juan Bastardas Juan Bastardas 9

ió el término gentes Si se dice maquin en lugar de camin es precisamente para que los no iruciàdos no lo
enía ya en la lengua entiendan.
bre de oponerlo a la Nada semejante a esto encontramos en ellatín de los cristianos 1 2 .Aunque se insiste a
Jus romanus y gentes veces que la diferenciación léxica afect:: a nociones no cristianas, o se trata de usos no
njeros", "barbaros" 7 bien compro ba dos (como compendiare i/li = occidit il/um según observación de Agustín a
hacer referenda a los la que luego volveremos ), o de maneras de expresarse que de algún modo tienen que ver
"ci -como el acta del con el cristianismo: así scortari ha sido reemplazado por el neologismo- fornicari por
·de gentiles y también razones de eufemismo, o se trata de usos muy esporadicos. Pero el léxico basico no es
modificado en absoluto. Esto no es impedimento para que podam os continuar hablando
ogía religiosa pagana; de "una lengua de grupo"; pues, ademas de las lenguas jergales a que hemos aludido,
lenguaje militar) a también se designan como lenguas de grupo a las propias de estudiante o deportista o
•or otra parte, se han al lenguaje técnico de los tipógrafos, o al científico de los médicos, usado a veces tambi¿n
_tes espirituales. a manera de jerga, y otros, entre los que hay grandes diferencias, aunque estas diferencias
::> confessio, que sirve
son de grado mas que de principio. Claro esta que es posible hacer una distinción entre
lengua especial (Sondersprache) y una lengua de grupo (Gruppensprache) y una lengua
:>ciones "profesión de
secreta (Geheimsprache). El problema así planteado corre el riesgo de convertirse en
ocados"' "martiri o" y
simple especulación sin salida. Para Chr. Mohrmann la diferenciación había sido muy
Agustín) 8 • Mas tarde
profunda; en cambio, a De Ghellinch, en un trabajo de título significativo (Latin chrétien
', especialmente con ou langue /atine des chrétiens ), , el término mismo de "latín cristiano" le pareda exce-
a significar "cripta de sivamente "aislante" 1 3 •
:>manicas catalanas en
Mas interesante seria determinar si existía una conciencia clara entre los cristianos de
que tales polisemias
una diferenciación lingüística. Los testimonios, si dejamos aparte los de aquellos es-
us autem modis. con-
critores que oponen la lengua de las escrituras a la literaria, son escasos, tardíos y poco
-:atis nostris nota est
significativos: Ag11stín, a propósito de los nombres de los días de la semana, habla del
"nen cÒnfessionnis in 14
ritus /oquendi ecc/esiasticus en oposición a la manera de hablar de los saeculares ; él mismo
i ad pectus (in psalm.
observa que la ecclesiastica loquendi consuetudo no admitiría designar a los martires con
:asgos, y, claro esta, el nombre de "héroe~" 1 5 • En otro lugar nos dice que la iglesia usa con frecuencia (ecclesia
engua de grupo? La
frequentat) la voz nata/es para designar las pretiosas martyrum mortes; pero el nombre,
lengua de grupo. Si advierte, se ha extendido entre los paganos, judíos y heréticos de manera que con los
Jtofesionales 11 , como cristianos (nobiscum) dicen nata/em martyris Cypriani 16 •
respuesta ha de ser Mucho mas interesante es otro pasaje del mismo Agustín: después de explicar que en
:>luntad de mantener la lengua de las escrituras occu"ere i/li significa "dar muerte a alguien", de la misma
jas a los iniciados, y, manera que en la lengua militar al/eua il/um significa occide illum, observa que estas
iduos, sino que es una
12. Para el uso del griego en las primitivas comunidades cristianas con lengua secreta, véase M. C.
mún. Su voluntad de Díaz y Díaz, Liturgia y latín, p. 56.
tfecta no solamente a 13. EtQass 8 (1939) p. 460. Las primeras reservas fueron formuladas por J. Marouzeau
;a de los caldereros de en la reseña del libro de Jos. Schrijnen, Charackteristik des altchristlischen Latein, Latinitas
christianorum primaeva I, Nimega 1932, en REL lO (1932) pp. 241 ss.
14. Vna sabbati dies dominicus est: secunda sabbati, secunda feria, quam seculares diem Lunae
uocant.•. Ha b e n t enim li n g u a m, r u a m, qua utantur... Melius ergo de ore Christiano ri t u s
lo q u en di e e e 1 e s i a s t i e u s procedit (in Ps~lm. 93, 3). Cf. Chr. Mohrmann, Le latin commun
et le latin des hJ-étiens, Vig. Christ. 1, 1947, 1-12 (=Etudes, III, pp. 13 ss.).
15. Has multos elegantius, si ecclesiastica lcquendi consuetudo pateretur, nostros heroas uocare·
mus (civ. 10, 21). Para Chr. Mohrmann, ibid., la ecclesiastica loquendi consuetudo sería "la tradición
lingüística de la comunidad de los cristianos".
16. Quad nomen sic f r e q u e n t a t e e e l e s i a, id est n a t a l e s, ut nata/es uocltt
'66) 91·109; Glossarium pretiosas martyrum mortes. Sic, inquam, hac nomen frequentat ecclesia, ut etiam qui non sunt in illa,
hac dicant cum illa. Quis enim hodie, non dicam in hac nostra ciuitate, sed plane per Africam to tam
jo por Damaso Alonso, transmarinasque regiones, non christianus solum, sed paganus, aut /udaeus, aut etiam haereticus pote-
rit inueniri, qui non no bis e u m dicat nat alem martyris Cypriani? (serm. 310, 1, 2).
10 Juan Bastardas Juan Bastardas

locuciones no pueden ser entendidas sino por aquellos que conocen esta manera de Si bien todos est
hablar, y añade otro ejemplo que es el que ahora nos in teresa: solet et u u I g o ap u d no s matizarlos y no sac::
dici "compendiauit i/li", quad est "occidit illum "("también en la lengua vulgar suele decirse breve, pero sagazme
entre nosotros compendiauit i/li - "le abrevió la vida"- como equivalen te a occidit técnico, llega a la C()
illum'') 11 Si por apud nos hay que entender "entre los cristianos" 18 ,tendríamos no sólo conducido a la cons
un curioso testimonio de la existencia de un término cristiano usado con refencia a algo . sino que parecen obi'
no específicamente cristiano como es la acción de matar, sino que incluso cabría deducir forzoso contar con l
que existía entre los cristianos una lengua popular junto a otra mas culta y, por decirlo de ido poco a poc o aden·
alguna manera, "oficial".
Esto parece la
Por lo que se refiere a la esfera léxica y semantica se observa, pues, muy claramente podemos hablar del
una diferenciación del latín de los cristianos, y las discrepancias sólo surgen, como decía, patente sobre todo
cuando se trata de valorar la profundidad de esta diferenciación. Pero la escuela de cambios semanticos,
Nimega -y mas concretamente Chr. Mohrmann- pretende que esta diferenciación lingüís- tanto podemos tene:
tica no se reduce al léxico sino que alcanza al conjunto de la lengua; ello ya esta en derivado del verbo .'i
contradicción con el principio de aceptación general entre los lingüistas, según el cuallas ciertas vacilaciones, f
lenguas especiales no difieren de la común no morfológica ni sintacticamente; las diferen- cuan grande es la ft
cias son sólo de léxico. En este punto parece acertada la ponderada posición de LOfstedt, saluator... Nec quae_
el cual si bien admite que el latín cristiano posee algunas expresione~ y construcciones enim latinum nomeJ
peculiares, producto de la influencia ejercida por la lengua de las escrituras, sostiene, no saluator; quando ad
obstante, que hablar de una sintaxis cristiana constituiría en su conjunto "a misuse of el doble significadc
language" 9 • palabras de formacié
Otra característica dellatín de los cristianos, siempre según la escuela de Nimega y de doc tos.
su mayor teorizante Chr. Mohrmann, sería su caracter popular 2 0 ; ese caracter popular se El caracter popu
debe a que, como es sabido, el cristianismo reclutó sus primeros adeptos entre el ya fijado, ~e hace ev:
proletariado urbano, entre el pueblo menudo de las grandes ciudades; perola tendencia a ganus, sustituto de E.
lo popular no se explica solamente por el nivel social de los primitivos cristianos; actúan ha sido considerada
también factores psicológicos que hacen que se mire con prevención y recelo el siastica consuetudo;
normatismo de la tradición literaria: el cristianismo tiene que decir cosas demasiado "rnisa" tiende a se1
importantes para tener en cuenta la pureza de la lengua. El caracter popular de la evolución semantica
primitiva lengua de los cristianos se manifiesta especialmente en las primeras versiones de caracter popular de (;
las Escrituras, hechas por unos hombres que jamas se hubieran puesto a escribir si no
hubieran sido llevados a hacerlo por el deseo de poner al alcance de sus hermanos que no Pero es en las t
sabían griego los textos sagrados. Como observa Agustín "todo aquel a cuyas manos léxico como en la
llega ba un códice griego y creía tener algún conocimiento de una y ot ra lengua,, se atreví a a elementos populares;
traducirlo" 2 1 • Así, a través de las traducciones bíblicas, lo popular podía adquirir un usar un verbo de or
prestigio. tan alejadas de la h
17. Quid est, quad ait Samson uiris luda: "iurate mihi ne interficiatis me uos; et tradite me eis, completivas de los -
ne forte occurratis in me uos"? Quam locutionem ita nonnulli interpretati surlt: "ne forte ueniatis incluso los mas doc·
aduersum me uos". Sed hoc eum ne ab his interficeretur dixisse illud indicat, quad in Regnorum libra tradición literaria qt:
scriptum est iubente Salomone ut homo occideretur et dicente: "Vade, occurre illi", quad ideo non se refieren a este ca
intellegitur quia non est consuetudinis a P u d n o s ita dici. Sic enim quad militares potestates
dicunt: "uade, alleua illum ", et significat "occide illum ", quis intelligat, nisi qui illius locutionis
consuetudinem nouit? Solet et u u I g o ap u d no s dici "compendiauit illi", quad est 'occidit 22. M. C. Díaz Y'
illum"; hoc nemo intellegit, nisi qui audire consueuit (Quaest. hept. 7, 56). 23. Sobre pagan
18. L. R. Palmer,The Latin language, p. 192, cree que ésta es la interpretación que se impone Études, III, pp. 277-Z
objeto de numerosos
("it is difficult to interpret it in any other way").
edificada sobre los teJ;
19. E. Lofstedt, Late Latin, p. 68. que la de A. Pagliaro,
20. Véase .especialmente Chr. Mohrmann, L 'étude de la latinité chrétienne, pp. 29 ss.
teorías en C. Tagliavir
21. De doctrina christiana 11, 11, 16: ut enim cuique primis fidei temporibus in manus uenit
y 470-472.
codex graecus, et aliquantulum facultatis sibi utriusque linguae habere uidebatur, ausus est interpreta-
n.
Juan Bastardas Juan Bastardas 11

oeen esta manera de Si bien todos estos principi os hay que aceptarlos como buenos, conviene, no obstante,
ulgo apud nos matizarlos y no sacar de ellos conclusiones excesivas. El Prof. Díaz y Díaz tras estudiar
Ja vulgar suele decirse breve, pero sagazmente, los procedimientos de la formación del léxico cristiana mas
.quivalente a occidit técnico, llega a la conclusión de que es lícito sospechar que no todos los caminos que han
s ,tendríamos no sólo conducido a la constitución del latín cristiana han sido descubiertos por la comunidad,
o con refencia a algo . sino que parecen obra reflexiva de gentes de buena formación retórica y /iteraria, y que es
1cluso cabría deducir forzoso contar con la participación consciente de personas letradas cuyas creaciones han
ulta y, por decirlo de ido poco a poc o adentr:índose en el habla de la comunidad 2 2 •
Esto parece la misma evidencia y sólo teniendo en cuenta estas observaciones
lUes, muy claramente podemos hablar del caracter popular del léxico cristiana. El caracter popular se hace
• surgen, como decía, patente sobre todo en los neologismos, porque son estos, mas que los préstamos y los
-· Pero la escuela de cambios semanticos, los que suscitan una mayor reacción entre la gente llustrada, y por lo
liferenciación lingüís- tanto podemos tener algunos testimonios que acusen esta reacción. La voz saluator,
tgua; ello ya esta en derivado del verbo saluare, que t¡tmpoco pertenecía al latín literario, se impuso, no sin
_stas, según el cuallas ciertas vacilaciones, fren te a sa/u taris o salutare, liberator, sernator. Agustín, que sabe bien
icamente; las diferen- cu:ín grande es la fuerza de la costumbre, zanja la cuestión en estos términos: Christus
posición de LOfstedt, saluator... Nec quaerant grammatici quam sit latinum, sed christiani ql,«lm uernm; salus
_ne~ y construcciones
enim latinum nomen est, saluare et saluator non fuernnt haec latina ante quam ueniret
:crituras, sostiene, no saluator; quando ad latinos uenit et haec latina fecit (serm. 299, 6). Parrafo que juega con
Jnjunto "a misuse of el doble significada de latinus "latino" y "correct o". Saluare y saluator son, pues,
palabras de formación popular que durante mucho tiempo suscitaron escrúpulos entre los
cuela de Nimega y de doc tos.
oe canícter popular se El caracter popular de ciertas voces algo mas tardías, cuando elléxico cristiana pareda
~os adeptos entre el
ya fijado, ~e hace evidente gracias a la amplia documentación que poseemos; así la voz pa-
:S; perola tendencia a ganus, sustituto de ethnicus, o la voz missa, término que para designar la oblatio siempre
"los cristianos; actúan ha sido considerada como impropio,. (aunque tÒlerado eomo no perteneciente a la eccle-
o¡ención y recelo el siastica consuetudo; incluso hoy día, por poco que se eleve el tono del discurso, la voz
~cir cosas demasiado "rnisa" tiende a ser sustituída por la de "celebración eucarística". La historia de la
~:ícter popular de la evolución semantica de ambas palabras, compleja y discutida, pone de manifiesto el
primeras versiones de caracter popular de estos términos 2 3 •
Jesto a escribir si no
sus hermanos que no Pero es en las traducciones bíblicas donde lo popular es mas manifiesto, tanto en el
tquel a cuyas manos léxico como en la sintaxis. No es necesario insistir aquí sobre la abundancia de los
~a lengua,, se atrevía a elementos populares o vulgares que presentan estas traducciones. No hay reparo alguno en
:u podía adquirir un usar un verbo de origen tan manifiestamente plebeyo como manducare o construcciones
tan alejadas de la lengua !iteraria como las de quad, quia, quoniam para introducir las
1e uos; et tradite me eis, completivas de los verbos de lengua y entendimiento. Tal vez los primitivos cristianos,
¡unt: "ne forte ueniatis incluso los mas doctos, podían ver con complaciencia la ruptura con el normatismo de la
~uod in Regnorum libra tradición !iteraria que en elias se observa, pero los escritores cristianos posteriores, cuando
•re illi", quad ideo non se refieren a este car:ícter popular dellatín bíblico, parecen mas bien justificarlo, expli-
·ad militares potestates
1isi qui illius locutionis
"lli", quad est 'occidit 22. M. C. Díaz y Díaz, Liturgia y latín, p. 15.
23. Sobre paganus véase especialmente Chr. Mohrmann, Encare une [ois: paganus (1952), en
:retación que se impone Études, III, pp. 277-289; y E. Lòfstedt, Late Latin, pp. 75-76. La historia semantica de missa ha sido
objeto de numerosos estudios y sobre ella se han sostenido teorías muy diversas. Mas sólidamente
edificada sobre los textos me parece la de Chr. Mohrmann,Missa (1958), enÉtüdes, III, p. 351-376,
e, pp. 29 ss. que la de A. Pagliaro, Da missa est a missa "messa" (1955). Véase un amplio resumen de las distintas
poribus in manus uenit teorías en C. Tagliavini, Storia di paro/e pagane e cristiane attraverso i tempi, Brescia 1963, pp. 40-48
·ur, ausus est interpreta- y 470-472.

__._____
Juan Bastardas
12 Juan Bastardas
Este afan de lite:
cario, excusarlo,.que defenderlo con sinceridad o elogiarlo 24 . Ahora bien, el hecho de que
situaciones gramatical
ciertos vulgarismos se hallen con frecuencia en las traducciones sagradas, determina que
un sabor poético de t
éstos adquieran un prestigio y con el triunfo del cristianismo pasen a incorporarse a la
valores de esa clase e
lengua literaria. Quiero decir que si manducare puede ser considerada un vulgarismo en el
pudieron penetrar en
siglo 11, no lo es en el siglo IV o V entre los autores cristianos. Lo mismo cabe decir de
quod y quia completivos. constituidos por los g
muestra algo product:
del tipo cantzcum caF
Pero lo que caracteriza ellatín biblico no estantolo popular como lo que la escuela latín bíòlico al latír:
de Nimega llama lo exótico. El elemento exótico viene determinado por un afan de incomprensible en lat
literalidad, y en menor grado por la impericia de los traductores o por defectos del códice tica; pero en general
del que traducen. Este afan de literalidad procede a su vez de la reverencia que el hablada de los fieles.
traductor siente hacia el texto sagrado, cosa que le obliga a traducir palabra por palabra.
Este mismo criterio es el defendido por Jerónimo, aunque en la practica no siempre lo Lo popular por ·
siga: ego enim non solum fateor, sed /ibera uoce profiteor, me in interpretatione fuerte obstaculo pam
Graecorum, absque Scripturis Sanctis, ubi et uerborum ordo, facilmente, se sentían
m y s ter i u m e s t, non uerbum e uerbo, sed sensum exprimere de sensu (ep. 57, 5).
Tal vez el caract~
que en el latín bíbli-
La traducción literal se refleja en el léxico no sólo en el uso de préstamos y calcos, antiguas actas de l
sino frecuentemente en traducir la palabra griega por la la tina que generaÍmente le corres- espontaneamente y p-
pon de, sin tener en cuenta que el campo semantico que cubren una y otra son distintos, autores, sino mas bief!
cosa que ya ocurría en griego respecto al hebreo; así el hebreo iiiXsal,
"comparación",
"proverbio", "acción de hablar", "vocablo", en la versión de los Setenta es traducido
siempre por TTapa{joÀTÍ , aunque la voz griega posee sólo el significada de "comparación".

Otro punto sobr·


De una manera semejante una locución como pax Dei, completamente latina en los cristianos. Según
apariencia, resultaba en la practica extraña a los oídos latinos y difícilmente inteligible, o lengua de un grupo r
por lo menos no plenamente comprensible para los no iniciados. Los genitivos del tipo elementos que habí
odor suauitatis presentan unos contornos semanticos disfumados; mas que denotar un constituir el patrimor
significada lo evocan o sugieren. Todo ello provoca dificultades en la recta interpretación,
y así Agustín ha de advertir que en la lengua de las Escrituras ocu"ere in aliquem no Esta afirmación ·
25 que la lengua especi-
significa uenire aduersum aliquem, sino que es una manera de decir interficere aliquem .
Pero el caracter exótico se hace mas patente en el campo de ls sintaxis: construcciones
27. Véase, J. Fo1
tales como maior eius est, a imitación del griego J.l.EÍ~wva.irroü ÈaTwen lugar de maior est ment, ou les traductiorJ
i/lo no son raras en las primitivas traducciones latinas. El uso de la preposición in con littérature latines. Mais;
valor instrumental depende del uso de la preposición t:V en el texto griego, que a su vez e' est aussi l' araméen et
depende de la construcción hebrea. Pero lo exótico resulta tan alejado de lo correcto que dans les tours origi.
como de lo popular; por eso Agustín, al explicar el pasaje uirgam in qua percussisti ainsi en latin non seule1
formes de sensibilité, v
flumen accipe in manu tua (Exod. 17, 5), ha de advertir: "in qua percussisti" dixit pro eo familier de la culture ela
quad di e im u s "de qua percussisti': et est ista locutio crebrerrima in scripturis (Joc. in 28. Son especialn
hept. 2,91) 26 . bio, Adversus Nationes
29. Jos. Schrijner
Mohrmann, "L'étude e
común" aparece form¡¡
base des langues romarJ
toute l'étendue de l'E.
de rapprochement des :
24. Véase, por ejemplo, el pasaje de Jerónimo, citado mas adelante nota, 36. chose que la latinité e
25. Pasaje citado en la nota 17. tardÍo parecen hoy día
26. Sobre el in instrumental, véase E. Lófstedt, Syntactica, 11, Lund 1956, p. 454.
Juan Bastardas 13
Juan Bastardas

bien, el hecho de que Este afan de literalidad somete al latín a un duro eiercicio y lo lleva a menudo a
5radas, determina que situaciones gramaticalmente límites. La lengua adquiere entonces un tinte semítico27 y
en a incorporarse a la un sabor poético de tipo surrealista. Pero la mentalidad latina parece poco sensible a los
:lo un vulgarismo en el valores de esa clase de poesía. No obstante, algunos semitismos acogidos por la liturgia
mismo cabe decir de pudieron penetrar en la lengua literaria de los cristianos a través de ciertos giros, como los
constituidos por los genitivos del tipo odor suauitatis, que adquiere cierto desarrollo y se
muestra algo productivo (uerba amaritudinis, uir sanguinis, praeceptum iniquitatis, etc.) o
orno lo que la escuela del tipo canticum canticomm (seruus seruorum). También el in instrumental pasó del
:J.ado por un afan de latín bíòlico al latín literario de los cristianos. El giro in nomine Dei, pnicticamente
:)f defectos del códice
incomprensible en latín, pudo incluso popularizarse, no sin sufrir cierta alteración seman-
la reverencia que el tica; pero en general las construcciones exóticas debieron influir muy poêo en la lengua
;r palabra por palabra .
hablada de los fieles.
.-actica no siempre lo Lo popular por un lado y lo exótico por otro, parece que debieron constituir un
;ze in interpretatione fuerte obstaculo para que las Escrituras fueran aceptadas por los letrados y doctos que,
'Erb or u m or do, facilmente, se sentían escandalizados ante barbarismos y solecismos de toda clase 2 8 •
~nsu (ep. 57, 5).
Tal vez el caracter popular de la lengua de los primeros cristianos occidentales, mas
que en el latín bíblico, tan condicionado, habría que detectarlo en algunas de las mas
~ préstamos y calcos, antiguas actas de los martires, en las que los elementos populares afloran mas
~neraimente le corres- espontaneamente y parecen ser producto no ya de la falta de preparación literaria de sus
3 y otra son distintos, autores, sino mas bien de una voluntad de inspirarse en la lengua cotidiana.
Jsaz, "comparación",
Setenta es traducido
o de "comparación".
***
Otro punto sobre el que insiste la escuela de Nimega es el de la expansión dellatín de
_pletamente latina en los cristianos. Según su teoría con la propagación del cristianismo lo que había sido la
:ilmente inteligible, o
lengua de un grupo restringido se convirtió en la lengua común del occidente latino, y los
~os genitivos del tipo
elementos que habían caracterizado la lengua de grupo de los cristianos pasaron a
mas que denotar un
constituir el patrimonio común de una sociedad que se llamó a sí misma cristiana29 .
_recta interpretación,
·u"ere in aliquem no Esta afirmación viene, empero, atenuada y matizada por Chr. Mohrmann al advertir
rz terficere aliquem 2 5 • que la lengua especial de los cristianos evoluciona dentro del marco del latín tardío, y
1axis: construcciones
•en lugar de maior est 27. Véase, J. Fontaine, La littérature, p. 9 (vers. ital. P. 25): "Par !e grec du Nouveau Testa-
_a preposición in con ment, ou les traductions grecques de l' Ancien, c'est un nouvel apport de l'hellénisme à la langue et à la
littérature latines. Mais cet apport est également neuf en un sens plus radicale. Car à travers !e grec,
griego, que a su vez c'est aussi l'araméen et l'hébreu ancien qui se diffractent; et cela, moins au niveau matériel du lexique
~jado de lo correcto que dans les tours originaux de l'expresion biblique. Tout un "univers de discours" semitique diffuse
rn in qua percussisti ainsi en latin non seulement l'étrangeté de certains vocables, mais surtout des catégories de pensée, des
,-cussisti" dixit pro eo formes de sensibilité, voire de manières de composer, qui sont sans commune mesure avec le monde
familier de la culture classique, entendue en un sens "hellénistique-romain".
;z in scripturis (loc. in
28. Son especialmente interesantes a este respecto Lactancio, Diuinae Institutiones 5, 1 y Arno-
bio, Adversus Nationes 1, 58.
29. Jos. Schrijnen, "Le latin chrétien devenu langue commune", REL, 12 (1934), pp. 96 ss; Ch.
Mohrmann, "L'étude de la latinité chrétienne, p. 21. Lo que Jos. Schrijnen entendía por "lengua
común" aparece formulada con precisión en este pasaje (p. 116): "Le latin vulgaire, qui se trouve à la
base des langues romanes, est la langue commune qui s'est constituée, à partir du ye siècle déjà, dans
toute l'étendue de l'Empire romain; elle est la résultante des tendances continuelles d'unification et
36. de rapprochement des langues cultivée et vulgaire, tant l'écrite que parlée. Mais cette koinê n'est autre
chose que la latinité chrétienne élargie". Claro esta que todos estos conceptos sobre ellatín vulgar
•, p. 454. tardío parecen boy día díficilmente sostenibles.

......
14 Juan Bastardas Juan Bastardas

que, después de un primer periodo revolucionario, a partir del siglo IV se observa que el paganos y cristianos::
latín de los cristianos se orienta hacia formas mas tradicionales, produciéndose así una término 33 .
aproximación entre los valores culturales antiguos y los elementos específicamente
Pero es necesario
cristianos, aunque permanezca la herencia popular de los primeros siglos 3 0 • Claro esta que
esta teoría cae por su base si no se admite la existencia de una diferenciación de manifiesto por ur
verdaderamente profunda entre el latín de los cristianos y la lengua común, lo que hablando de la fuerza
constituye el fundamento de toda la teoría de la escuela de Nimega. enseñanza, que aquell
(qui in Scripturis San-
locuciones y las creen
. Cabría, tal vez, plantear el problema en otros términos: ¿hay que admitir que ellatín las Escrituras, y que
de los cristianos se vió afectada por influencias procedentes de la tradición literaria? ; o al
podía en determinadc
revés: ¿fue la tradición literaria la que, por decirlo con un término de actualidad, asimiló
demas, ¿era posible q
lo que la lengua de los cristianos tenía de revolucionario incorporandolo sin ceder en lo
las Escrituras, aun adr
esencial? No podemos ahora profundizar en un problema que podría constituir el tema
Agustín evidentemen1
de otro estudio. A este respecto quiero recordar, no obstante, la gran influencia
lingüística y literaria que tuvo la escuela3 1 .Hasta el fmal de la antigüedad, como por otra
parte pone de relieve Christine Mohrmann, cristianos y no cristianos frecuentaron las Una cosa, no ob:
mismas escuelas donde unos y otros recibían una enseñanza basada en la tradición lingüís- la creación de una le:
tica clasica y en la literatura profana, unas escuelas- que imponían un riguroso normatismo en la tradición litera
tanto lingüístico como literario. Aseveraciones de Agl
nos? (serm. 46, 12,
Es curioso observar en occidente la fa:lta de verdaderas escuelas "confesionales". No
populi (in psalm. 1::
hubo tampoco por parte de los cristianos ningún intento de reforma en el campo de la
contener todo un pr
educación, ni siquiera cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial; la escuela cristianos respecto a
continuó proporcionando a la juventud una formación literaria, de base pagana, es en general mas bi
practicamente·idéntica a la impartida en los siglos anteriores. dirigiéndose al puebl
En realidad muchos escritores cristianos habían previamente asirnilado en la escuela hablarle en el lengua.
la cultura tradicional; algunos incluso habían enseñado retórica antes de su conversión al de la influencia de 1:
cristianismo. La actitud literaria de estos autores, aun en los casos de mayor impregnación barbarismo nostro z.
bíblica, y pese a sus afirmaciones, no podía representar una renuncia a la tradición latina psalm. 36 serm. 3, 6:
den tro de la cual se habían formado 3 2 • Por otra parte la literatura latina cristiana siente usado aquí como sin
una particular necesidad de eficacia y precisamente la retórica se presenta como el arte de un claro valor funcic
escribir y hablar con eficacia, y no sólo como simple ornato verbal. Su papel era contradicción alguna
fundamental en la formación literaria, y la primitiva actitud de desdén hacia la misma consideramos que sL
había de ser forzosamente abandonada. El sistema educativo tradicional proporcionaba
ademas el único método que los cristianos tenían a su alcance para la recta comprensión 33. J. Fontaine, I
de los textos sagrados. 34. De Doctrina •
Scripturis sanctis quodt;.
No hay que olvidar tampoco que la sensibilidad y mentalidad de todos los escritores latinas putent quam illa
de los últimos tiempos del Imperio, cristianos y paganos, vienen condicionadas en gran 35. Como ya he
parte por idénticos factores sociológicos, culturales y lingüísticos, de la misma manera hecho de hallarse con f
los cristianos. Jerónimc
que han de compartir las mismas vicisitudes históricas y han de sufrir las mismas pruebas por su buen sentido, e
y temores ante la crisis del lmperio. Como bien observa Fontaine, el dialogo entre ciones. El largo proce
patrimonio de los ecle
30. Ch. Mohrmann, ibid. pp. 32 ss. lingüística de las Escri1
31. Sobre las escuelas al fmal del mundo antiguo y principios de la Edad Media, véase H. respecto la curiosa y ge
Marrou, Histoire de l'éducation dons l'Antiquité, París 1946, ( 6 1965); P. Riché, Education et Culture de la Vulgata que se ob
dans l'Occident barbare, París 1962 (' 1967). 36. Hieronymus,
32. J. Fontaine, La littérature. Introducción, p. 9 (ver. it. p. 26) pone en relleve estos factores uerborum, quae vel uit
condicionantes: pour la plupart de ces écrivains, la culture scripturaire n'est qu'u ne e om po s a n • instruerent et in una err
te s e e o n de, postérieure à l'assimilation de la culture traditionnelle. 37. Citado por E.
Juan Bastardas Juan Bastardas 15

' IV se observa que el paganos y cristianos presupone una lengua común, en el sentido mas amplio del
:roduciéndose así una término 33 •
otos específicarnente
glos 3 0 • Claro esta que Pero es necesario tarnbién tener muy en cuenta el otro aspecto de la cuestión puesto
~ una diferenciación de manifiesto por una sagaz observación de Agustín en su "De doctrina christiana";
•ngua común, lo que hablando de la fuerza de la costumbre dice Agustín que ésta es tan grande, incluso en la
enseñanza, que aquellos que sè han nutrido y se han educado en las Sagradas Escrituras
(qui in Scripturis Sanctis quodammodo nutriti educatique sunt), se sorprenden ante otras
.e admitir que ellatín locuciones y las creen menos latinas (esto es, menos correctas) que las que aprendieron en
-dición literaria? ; o al las Escrituras, y que no hallan en los autores latinos34 . De esta manera ellatín bíblico
:le actualidad, asimiló podía en determinados ambientes adquirir prestigio literario y ejercer autoridad 3 5 • Por lo
:1dolo sin ceder en lo demas, ¿era posible que los mismos cristianos fueran insensibles a los valores literarios de
!'Ía constituir el tema las Escrituras, aun admitiendo que podían advertirlos sólo a través de rudas traducciones?
, la gran influencia Agustín evidentemente no lo era.
jedad, como por otra
.nos frecuentaron las Una cosa, no obstante, me parece bastante clar.a. Si el cristiano se propuso alguna vez
n la tradición lingüís- la creación de una lengua literaria que descansara en la lengua hablada por el pueblo y no
riguroso normatismo en la tradición literaria, fracasó en su empeño. Pero ¿verdaderamente se lo propuso?
Aseveraciones de Agustín como nam quemadmodum loquantur auctores mundi, quid ad
• "confesionales". No nos? (serm. 46, 12, 28) o melius est reprehendunt nos grammatici quam non intelligant
na en el campo de la populi (in psalm. 138, 20) parecen, sobre todo cuando son sacadas de su contexto,
~ón oficial; la escuela
contener todo un programa. Pero ya hemos dicho que la actitud de los grandes autores
ia, de base pagana, cristianos respecto a la simplicitas et quasi uilitas uerborum 3 6 en las Sagradas Escrituras
es en general mas bien de justificación que de elogio. Por otra parte el mismo Agustín
dirigiéndose al pueblo y en la misma enunciación del principio de que al pueblo hay que
imilado en la escuela hitblarle en el lenguaje del pueblo, no puede sustraerse, como bien observa Hofmann 3 7 ,
~s de su conversión al de la influencia de la escuela y usa una típica figura retórica, la paronomasia: melius in
mayor impregnación barbarismo nostra uos intelligitis, quam in nostra disertitudine uos deserti eritis (in
a a la tradición latina psalm. 36 serm. 3, 6). Pero, dejando aparte el hecho de que el recurso retórico no es
latina cristiana siente usado aquí como simple ornato -al que tampoco el pueblo es insensible- sino que tiene
3enta como el arte de un claro valor funcional, no me parece a mi que haya que ver en ello inconsecuencia ni
•erbal. Su papel era contradicción alguna entre la teoría y la practica por parte de Agustín, sobre todo si
:sdén hacia la misma consideramos que su actitud respecto a la retórica tal como se manifiesta en el libro IV
:ional proporcionaba
la recta comprensión 33. J. Fontaine, La .littérature. Introducción, p. 9 (vers. it. pp. 26-27).
34. De Doctrina Christiana, 11 14, 21: tanta est vis consuèudinis etiam ad discendum, ut qui in
Scripturis sanctis quodammodo nu triti educatique sunt, magis alias locutiones mirentur, easque minus
e todos los escritores latinas putent quam i/las quam in Scripturis didicerunt neque in latinae linguae auctoribus reperiuntur.
)ndicionadas en gran 35. Como ya hemos subrayado ciertos vulgarismos y construcciones exóticas, por el mismo
de la misma manera hecho de hallarse con frecuencia en ellatín bíblico, acabaron por incorporarse a la lengua literaria de
ir las mismas pruebas los cristianos. Jerónimo en su nueva versión de los textos sagrados, en gran parte una revisión, guiado
por su buen sentido, deja intactos gran número de vulgarismos contenidos en las primitivas traduc-
:1e, el dialogo entre ciones. El largo proceso, iniciado ya en el siglo V, por el que la cultura tiende a convertirse en
patrimonio de los eclesiasticos contribuiní al prestigio del latín bÍblico. Posteriormente la autoridad
lingüística de las Escrituras variara de unos escritores a otros, de una época a otra; recuérdese a este
a Edad Media, véase H. respecto la curiosa y genial mezcla de reminiscencias de Horacio y Ovidio con maneras de decir propias
1é, Education et Culture de la Vulgata que se observa a menudo en los grandes poetas latinos del s. XII.
36. Hieronymus, epist. 53, 9: nolo offendaris in scripturis sanctis simplicitate et quasi uilitate
en relleve estos factores uerborum, quae vel uitio interpretum vel de industria sic prolata sunt, ut rusticam contionem facilius
'u n e e o m p o s a n · instruerent et in una eademque senten tia aliter doc tus aliter audiret indoctus.
37. Citado por E. LOfstedt, Late latin, p. 71.

a..
16 Juan Bastardas Juan Bastardas

del "J:?~ doctrina christiana" 38, debió permanecer largo tiempo latente o si se prefiere en forzosamente 3 9 . Me n;
gestac10n. Se nos ofrece, en efecto, como fru to de un largo proceso de evolución · cristianas, que se incc
dedicado por entero a cómo debe exponerse la doctrina cristiana, este cuarto libro fu~ lenguas romanicas o eJ
añadido a los otros tres, compuestos en los años 396-397, cuatro años antes de su muerte, o el francés parler
concretamente en el año 426. Tal vez hasta entonces Agustín no había sido capaz de evi.dentemente de orig
formular con claridad y vigor los valores que para un cristiano tienen la elocuencia y la "malvado"), procede1
retórica basado en los principios mas relevantes de Cicerón. En la base de su concupiscentiae, etc. 1
argumentación esta el reconocimiento de la eficacia de la retórica; la verdad no debe también el fr. tuer (de
inerme hacer frente a la mentira que esgrime las armas de la persuasión: cum ergo sit in tardía son, según pare
media posita facultas eloquii, quae ad persuadenda seu praua seu recta ualet plurimum, christianus, eufemisme
cur non bonorum studio comparatur ut militet ueritati, si eam mali ad obtinendas renacentista la locució
peruersas uanasque causas in usus iniquitatis et e"oris usurpant? (cap. 2, 3). una agudeza de princi:
la frase latina in diebtt
La secularización de t·
Todas estas circunstancias en que se inscribe la vida cultural del final del imperio y otras), don (en "don
que contribuyen, por así decir, a fijar la lengua literaria cristiana hanín imposible en lo todavía mas reciente.
sucesivo toda aproximación a la lengua hablada, que en su rapida evolución se hallaba ya
muy lejos tanto de los modelos paganos como de los. cristianos. Sólo la homilía en La influencia del
ocasiones usara un lenguaje que pretende ser asequibte a ·todos, hara ciertas concesiones a antiguo irlandés poc "
la lengua hablada, pero muy raramente se inspirara en la lengua viva del pueblo.
Para conduir me parece que no sería arriesgado afirmar que la teoría dellatín de los También hay qL
cristianos de la escuela de Nimega -acogida siempre con respeto y simpatía- ha sido muy sustituyeran los nomb
fecunda. El mismo caracter rotundo y evidentemente exagerado de algunas de sus correspondientes eclec
afirmaciones (tales como las que sostienen que la diferenciación que empieza por la portugués tuvieron éx.
introducción de términos técnicos poco a poco se intensifica para alcanzar el conjunto de parece proceder direc
la lengua, o que lo que no era mas que la lengua de un grupo restringida pasara a ser la podido impedir que e
lengua común), ha provocado reacciones saludables, ha contribuido a poner las cosas en generación en generaci
su punto justo y ha suscitado el estudio de interesantes aspectos. Toda la teoría ha Evidentemente si•
contribuido a que se reconozca la importancia del cristianismò en la historia de la lengua "Maria pósate"), ya q
la tina. me parece que sería a
descansa en una ment
*** hacia ellenguaje infan

Pero no quisiera terminar sin hacer una breve alusión al papel desempeñado por el Sin duda el cristi;
cristianismo en la formación de las lenguas romanicas. Hay que admitir que si se acepta el fisonomía que les es ¡::
principio de que la lengua refleja una mentalidad, la influencia del cristianismo ha de ser muy difícil de ponder
de gran importancia. No obstante faltan aquí los elementos de contraste. este campo conviene e

Cuando hablo de la influencia del cristianismo en las lenguas romanicas, no me


refiero ahora a la existencia de locuciones como "llegar al humo de las velas" que
correspon de a la catalana "arribar a misses dites", o "ir de Herodes a Pila tos", o
"romperse la crisma", etc. etc., o a las fórmulas de despedida o salutación, del tipo Adiós,
o Déu vos guard, de cronología diversa y difícil de precisar; ni quiero referirme a palabras
como obispo o bautizar que, claro esta, las lenguas romanicas habían de heredar casi
39. Para las divers.
38. Sobre la significación del libro IV del "De doctrina christiana", véase J. Fontaine, La
Storia dí paro/e pagane e
litt.érature, pp. 102 ss, especialmente en la versión italiana pp. 130 ss. Me paredó también muy sagaz el
40. La historia se:
analisis que P. Dronke hizo de este mismo libro IV en una lección sobre "Retórica y poética durante la
de parabola y parabolar
Edad Media" leída en Barc~lona (primavera de 1973). Véase también Chr. Mohrmann, Saint Augustíne
amplia bibliografía.
and the "eloquentia", en Etudes, I, pp. 351 ss.
Juan Bastardas Juan Bastardas 17

tente o si se prefiere en forzosamente 3 9 . Me refie ro mas bien a una serie, ciertamente no muy larga, de palabras
proceso de evolución; cristianas, que se incorporaran a la lengua común en la época de la formación de las
:a, este cuarto libro fue lenguas romanicas o en época inmediatamente anterior; vocablos como el español palabra
ïíos antes de su muerte, o el francés parler y sus correspondientes en las otras lenguas romanicas, son
10 había sido capaz de evi.dentemente de origen cristiano, como lo son el fr. chétif "desgraciado" (it. cattivo
enen la elocuencia y la "malvado"), procedente de captiuus diaboli u otro genitivo como impudicitiae,
1. En la base de su concupiscentiae, etc. (ya en Séneca irae suae captiuus o tal vez mejor captus), y quiza
ica; la verdad no debe también el fr. tuer (de tutare "extinguir el fuego de la lampara")40 . De incorporación mas
uasión: cum ergo sit in tardía son, según parece, vocablos como el francés crétin (de don de el español cretina) de
recta ualet plurimum, christianus, eufemismo de comparación analogo al catalan beneit, o el vocablo talento; es
on mali ad obtinendas renacentista la locución adverbial ad Ephesios de la que procede el sustantívo adefesio, y
:ap. 2, 3). una agudeza de principios del s. XVII esta en la base de la formación busilis (extraída de
la frase latina in diebus i/lis, mal entendida por un ignorante que separa in die y busillis).
La secularización de términos como lavabo, escandalo (en la acepción de "tumult o" y en
del final del imperio y
ot ras), don (en "don de errar" o "don de mando") o pa"oquia ("clientela") parece
hanín imposible en lo
todavía mas reciente.
evolución se hallaba ya
:Js. Sólo la homilía en La influencia del léxico cristiana se extiende también a lenguas no romanicas, así el
ra ciertas concesiones a antiguo irlandés poc "beso" procede de pacem. El préstamo ha de ser muy antiguo.
t del pueblo.

:t teoría dellatín de los También hay que contar con fracasos. Las tentativas para que los cristianos
~impatía- ha sido muy sustituyeran los nombres tradicionales de los días de la semana de !unes a viernes por los
do de algunas de sus correspondientes eclesiasticos (secunda, tertia... feria) solamente en el dominio del
·n que empieza por la portugués tuvieron éxito. El tipo cena pura para designar el viernes que continúa el sardo
:tlcanzar el conjunto de parece proceder directamente de los hebreos latino hablantes. El cristianismo no ha
:ringido pasara a ser la podido impedir que ciertas palabras obscenas que hallamos en Catulo hayan pasado de
-o a poner las cosas en generación en generación sin solución de continuidad hasta nuestros días.
os. Toda la teoría ha
Evidentemente sin el cristianismo no existida en españolla palabra mariposa (esto es
Ja historia de la lengua
"Maria pósate"), ya que el primer elemento lo constituye un antropónimo cristiana, pero
me parece que sería aventurado afirmar que el designar con tal nombre a los lepidópteros
descansa en una mentalidad cristiana. Al fin y al cabo el sentimiento de ternura y el amor
hacia ellenguaje infantil no los tiene el cristianismo en exclusiva.
~1 desempeñado por el Sin duda el cristianismo debe de haber contribuído a dar a las lenguas romanicas la
1itir que si se acepta el fisonomía que les es propia, y no sólo por lo que alléxico se refiere, pero esa influencia es
cristianismo ha de ser muy difícil de ponderar al faltar, como decíamos, los elementos de contraste. También en
·aste. este campo conviene evitar toda exageración.
las romanicas, no me
:10 de las vel as" que
'lerodes a Pilatos", o
¡ación, del tipo Adiós,
·o referirme a palabras
:~bían de heredar casi

, véase J. Fontaine, La 39. Para las diversas visicitudes por las que han pasado los términos cristianos véase C. Tagliavini,
:ió también muy sagaz el Storia di paro/e pagane e cristiane attraverso i tempi, Brescia 1963.
-rica y poética durante la 40. La historia semantica de esos términos es estudiada y discutida en E. Lófstedt, Lat e latin; la
,rmann, Saint Augustine de parabola y parabolare en pp. 81-84; la de captius en p. 73 n. y la de tutare en pp. 189-191 con
amplia bibliografía.

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