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Astrología, Psicología y Los Cuatro Elementos
Astrología, Psicología y Los Cuatro Elementos
y
LOS CUATRO ELEMENTOS
STEPHEN ARROYO
ASTROLOGÍA, PSICOLOGÍA
y
LOS CUATRO ELEMENTOS
8kier
fJO años de Sabidurlas
Se hallan reservados todos los derechos. Sin autorización escrita del
editor, queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por
cualquier medio -mecánico, electrónico y/u otro- y su distribución mediante
alquiler o pré.stamo públicos.
Arroyo, Stephen
Astrología, psicología y los cuatro elementos.- 1ª. ed. 10° reimp. -
Buenos Aires : Kier, 2007. 240 p. ; 20x14 cm.- (Pronóstico)
ISBN 978-950-17-0429-7
1. Astrologia !.Titulo
CDD 133.5
8
A Dane Rudhyar,
en reconocimiento a su estímulo,
inspiración
y visión firme y pura.
12
oriente primordialmente hacia los que dieron algunos pasos
definidos para lograr un acrecentado conocimiento de sí.
Es verdad que se nace con cierto mapa natal, con cierta
pauta "kármica" o ciertas tendencias emocionales-mentales
físicas. Sin embargo, las circunstancias a afrontar serán pro
gramadas, en gran medida, por lo que uno exprese. En otras
palabras, se recupera lo que se invierte; todo retorna a su
origen. Por ejemplo, si se expresa impaciencia o fariseísmo,
se despertarán automáticamente tales respuestas de los de
más. Es inútil censurar al propio mapa natal por la aflicción
que uno mismo se creó. Recalcar el empleo moderno y cons
tructivo de la astrología debe consistir en trabajar, modificar
o transmutar la armonización de la energía natal a fin de que
pueda manifestarse la expresión más positiva de las energías.
Por ello, en este libro traté de recalcar una comprensión más
profunda de los factores astrológicos básicos y una aprecia
ción más honda de la finalidad de las técnicas astrológicas.
Este libro está escrito en dos partes distintas. Los seis
primeros capítulos de la Parte I fueron incluidos original
mente en una tesis de licenciatura en psicología en la Univer
sidad Estatal de Sacramento, California. La tesis original,
antes de una extensa revisión, mereció de la Asociación As
trológica Británica el Premio de la especialidad en 1973, como
la más valiosa contribución a la astrología de ese año. Cuan
do escribí esa parte, mi objetivo principal fue aclarar varios
enfoques astrológicos y revelar su utilidad práctica, especial
mente en métodos relacionados de modo directo con el cam
po de la psicología. Aunque en primera instancia la escribí
para los totalmente profanos en cuanto al punto de vista
astrológico, también pueden beneficiarse con ella los estu
diantes o profesionales de la astrología, pues no sólo contri
buye a una síntesis y a una más honda comprensión de las
premisas astrológicas, sino que también es útil como ayuda
para contestar a las interminables preguntas del público en
general atento o a las críticas prejuiciosas de quienes no es
tán informados.
La Parte II del libro proporciona una base de toda la
teoría astrológica en términos de energía, mediante una expli
cación sistemática del antiguo concepto de los cuatro elemen
tos. Puesto que los elementos describen las energías reales
simbolizadas por factores astrológicos, c<;>mprender sus prin-
13
cipios permite sintetizar el significado de un mapa natal de
modo práctico e inmediato. Me parece que el obstáculo más
grande en el aprendizaje astrológico de un estudiante o en la
aptitud de un profesional para usar la astrología de modo
práctico y útil es la falta de métodos sintetizadores que se
presenta en los escritos astrológicos. En la actualidad, hay
muchos libros de texto a disposición de los principiantes, pero
en muy raras ocasiones se descubre en ellos una explicación
sobre cómo penetrar en el significado medular de los factores
astrológicos o cómo ver una simple pauta de orden dentro de
las combinaciones sin fin .representadas en los mapas nata
les. También debe recalcarse aquí que, puesto que la Parte 11
se ocupa principalmente de los principios básicos de los ele
mentos, en muchos casos fue necesario generalizar a fin de
presentar el principio esencial que se discute. Sin embargo,
es menester prevenir al lector para que no se identifique so
lamente con el elemento del signo del Sol (o, en realidad, con
cualquir otro factor único) en sus mapas a medida que avan
za en este libro. Como procuré aclararlo en la obra, cada
factor del mapa recalca independientemente la pauta de la
totalidad, pero un factor fuerte no domina la pauta íntegra
excluyendo los otros puntos del énfasis. Debe declararse tam
bién que, aunque el término "energía" parezca a algunos lec
tores más bien "nebuloso"; simplemente nuestro idioma no
proporciona palabras más precisas. Después de todo, la ener
gía de la luz, si se la considera como una octava, es sólo de
unas setenta y cinco octavas en las escalas de frecuencia del
reconocido espectro electromagnético. Intentar describir
energías trascendentes con nuestro lenguaje limitado fue una
tarea difícil y exigente, y confío en que el lector disculpe todo
fracaso en comunicar los significados implícitos más sutiles.
El enfoque asumido al estudiar cualquier fenómeno se
basa naturalmente en la finalidad que se tenga en mente, ya
sea consciente o inconscientemente. En otras palabras, lo que
se quiere hacer con las propias conclusiones determina el en
foque que se tome. En este libro, mi finalidad es suministrar
un antecedente y una estructura para entender la astrología
en términos modernos y aclarar la estructur:;1 y la aplicación
áe esta ciencia en relación con la psicología contemporánea,
la psicoterapia y los conceptos de energía. De allí que, ma
yormente, yo haya omitido referencias a aspectos más "ocul-
14
tos" o "esotéricos" de la astrología, no porque crea que tal
enfoque carezca de valor sino tan sólo porque está más allá
del alcance de esta obra.
Para que las ideas nuevas prosperen tenemos que estar
libres de las suposiciones "conocidas" a fin de que una sen
sación de prodigio ilumine nuestra percepción. Tal libertad,
tal apertura es siempre característica de verdadera ciencia.
Es preciso despejar el terreno de prejuicios intelectuales y
emociones para lograr esta libertad, y es por esta razón que
aquí consagré tantas páginas a una crítica sistemática de los
métodos "científicos" y psicológicos corrientes. Actualmente,
muchas personas andan en busca de una visión más unificada
y amplia de la vida que la que está disponible en las discipli
nas superespecializadas que se enseñan por lo común en los
colegios y las universidades tradicionales. Es cada vez mayor
la demanda de una participación total y satisfactoria con los
ciclos de la vida y la astrología puede proporcionar precisa
mente eso. Como escribiera el físico y filósofo L. L. Whyte:
"El principio estético y científico más profundo tiene por base
tender a la simplicidad, al orden, a la elegancia, a la forma".
La astrología revela la pauta global de simplicidad, orden, ele
gancia y forma, que ope�·a en todo el universo y, en particu
lar, dentro de todo individuo.
En el campo de la psicología, hay docenas de "teorías de
la personalidad" que intentan descubrir y definir algún re
medo de orden dentro del carácter y del estilo de vida del
individuo. Toda teoría de la personalidad supone que existe
algo así como "naturaleza humana" que el recién nacido trae
consigo a este mundo, principalmente más bien en forma de
predisposiciones y potencialidades generales que de rasgos
específicos. En todas las teorías de la personalidad que se
utilizan hoy comúnmente en psicología, el problema consiste
en que cada uno se inclina inherentemente hacia la clase de
perscna que participa de ciertas características con el inven
tor de la teoría. En otras palabras, puesto que el teórico su
pone que todo el mundo se le parece realmente de arriba aba
jo, y puesto que carece de una estructura cósmica que le per
mita obtener una perspectiva más vasta de la humanidad, el
uso de semejantes teorías limitadas y parcializadas tiene, en
la práctica real, efectos profundamente destructivos. Sin em
bargo, si como lo indican las pruebas de este libro, la astro-
15
logía es en realidad un lenguaje que describe las energías mis
mas que activan a un ser humano, muy bien podría ser el
método más exacto con que contamos para describir lo que
es verdaderamente la "naturaleza humana" de -cada individuo.
Ciertamente, este es mi parecer tras una extensa utilización
de la astrología durante nueve años; y en mis pocos años de
práctica, dejé gradualmente que todas las demás teorías si
guieran de largo. Según mi criterio, la astrología es induda
blemente el medio más exacto y amplio para entender la per
sonalidad, la conducta, el cambio y el crecimiento humanos.
Frecuentemente me preguntaron por qué, en los últimos
años, la astrología fue protagonista de semejante popularidad
renovada. Creo que parte de la respuesta radica en el hecho
de que la cultura occidental no posee más una mitología via
ble que la sostenga. El mito sirve siempre de fuerza vitaliza
dora de cualquier cultura, mostrando la relación del hombre
con una realidad más vasta y universal. La gente necesitó
siempre un modelo de orden que guiara sus vidas colectivas
e infundiera significado en su experiencia individual.* En este
sentido, la astrología abarca dentro de sí una estructura mi
tológica entera. El profesor Joseph Campbell escribe que "El
hombre no puede mantenerse en el universo sin creer en algún
orden de la herencia general del mito. De hecho, hasta la ple
nitud de su vida parecería no estar en proporción directa con
la profundidad y el alcance de su pensamiento racional, sino
de su mitología local". Campbell declara que hay tres fun
ciones esenciales del mito: "despertar una sensación de temor
reverencial", "interpretar una cosmología" e "iniciar al indi
viduo en las realidades de su propia psique". Como actual
mente lo están descubriendo muchas personas, el uso apro
piado de la astrología cumple estas tres funciones en total. De
allí que, si coincidimos con la definición del mito pertene
ciente a Campbell, creo que deberemos convenir en que la
astrología, como lo hiciera en siglos pasados, proporciona
una mitología vital y práctica para nuestros tiempos.
16
PARTE 1
ASTROLOGIA Y PSICOLOGIA
1
21
Como lo escribe el psicólogo Robert L. Marrone (1971): "Lo
que el hombre pensó sobre la naturaleza y su relación con
ésta, sobre la historia documentada, le disminuyó o le amplió,
le separó del mundo natural o le fundió con un universo cí
clico". El sentimiento de separación del hombre moderno
respecto del mundo natural y la falta de identidad con el
cosmos explica por qué (puesto que éste es ahora el zeitgeist
cultural) la astrología tiene que ser "demostrada" antes que
muchas personas la acepten como una ciencia o un arte vá
lidos. Casi todas las culturas que conocemos tuvieron alguna
forma de astrología; y esto no es atribuible a su falta de "ilu
minación" moderna, sino más bien a su inmediato sentido de
unidad con el medio ambiente cósmico. Más que todo lo de
más, en el <'amino de una nueva síntesis del conocimiento y
una nueva esperanza para el futuro del hombre se alzan los
seudocientíficos prejuicios populares y la adhesión a teorías
pasadas de moda, entre activos científicos, educadores y pú
blico en general. Parece que la mayoría de los psicólogos aca
démicos, en particular, están haciendo exactamente lo que Ro
bert Oppenheimer (1971) advirtió que no se hiciera: o sea,
empeñarse en moldear una ciencia de la psicología sobre una
física que ya está fuera de moda. Si miramos a la física mo
derna, vemos una diversidad increíble y nociones como anti
materia e indeterminancia, cuyas descripciones suenan más
parecidas al relato del éxtasis religioso de un místico que lo
que estamos acostumbrados a esperar de un tratado cientí
fico. Empero, los que investigan en la psicología, con pocas
excepciones notables, continúan operando como si fueran bio
químicos o reflexofísicos. Por tanto, aunque los profesionales
de la astrología puedan realmente beneficiarse con una psico
logía moderna, deben ser cautelosos acerca de subestimar a
la astrología misma o sobreestimar la eficacia de la psicología
actual en sus esfuerzos por lograr un tipo más sofisticado y
respetable de práctica astrológica. Como lo declara C. G.
Jung: "Evidentemente, la astrología le ofrece mucho a la psi
cología, pero es menos evidente lo que esta última puede
aportar a su hermana mayor".
La ciencia es una herramienta poderosa, como lo es la
astrología. El conocimiento que ganamos a través de estos
métodos puede usarse de dos modos: mediante manipulación
o apreciación. Por desgracia, la ciencia de Occidente hasta
22
ahora se usó primordialmente para lo primero, no sólo en las
ciencias físicas, sino también en la psicología. Como escribe
el físico-filósofo L. L. Whyte (1954): "La ciencia misma podría
beneficiarse con un reconocimiento más pleno de las prefe
rencias inconscientes que guiaron su desarrollo histórico y
que todavía persisten hoy". Es hora de que la ciencia en con
junto, y la astrología y la psicología en particular, formulen
un nuevo compromiso de buscar más la verdad y el conoci
miento que de recoger hechos aislados. Aunque la astrología
también fue y puede ser usada para finalidades manipulati
vas, su síntesis con los mejores conocimientos de la psicología
puede proporcionarnos un medio penetrante de apreciamos
más profundamente, y de apreciar nuestro universo y a los
demás seres humanos.
Mientras algunos científicos (incluidos psicólogos) vocean
blandamente la idea de que son necesarios enfoques nuevos
y creadores a fin de que la ciencia progrese, por la naturaleza
misma de sus actitudes y la identificación personal con la
"ciencia" impiden el desarrollo de tales enfoques. En otras
palabras, no entienden el proceso verdaderamente creativo (a
diferencia de la mera reunión y correlación de hechos). Mu
chos no se dan cuenta de que la escisión de sus personali
dades (profesionalmente "objetivas", mientras que_personal y
privadamente "subjetivas") impide que dentro de ellos ocurra
el acto creativo. Esto es así porque la creatividad es producto
e .e la totalidad y la integración individuales humanas, o del
empeño en procura de tal totalidad. Como lo escribe Rudin
(1968) en su libro Psychotherapy and Relfgion: "Uno no puede
escapar de su propia alma sin mutilar su vida y también con
denarse a la enfermedad en el reino físico y a una producti
vidad pérfida y estereotipada en el intelectual" (págs. 29-30).
Parece que los adherentes y discípulos de los verdaderos pio
neros en cualquier campo, tras asegurarsé de que hallaron la
verdad, pronto se vuelven inflexibles y fanáticos, congelando
las ideas del teórico original. ·Esto tiene el efecto de ahogar
nuevos progresos durante decenios. Este mismo proceso ocu
rrió también en algunos círculos astrológicos, con el resultado
de ulterior fragmentación y discordia en un campo que nece
sita con desesperación una unidad razonable.
Los que realizan los importantes adelantos creadores,
aquel19s cuyos nombres son reverenciados en generaciones
23
sucesivas, son siempre quienes están verdaderamente abiertos
hacia lo nuevo. Esta apertura misma es la que naturalmente
introduce a la persona creadora en ámbitos de pensamiento e
investigación que profesionalmente no son ortodoxos y cul
turalmente no son convencionales. Como lo observara Alfred
North Whitehead, casi todas las ideas realmente nuevas tienen
cierto aspecto de necedad cuando se manifiestan por primera
vez. Sólo tenemos que echar un vistazo a los nombres y bio
grafías de algu nos de los máximos creadores de la cultura oc
cidental para darnos cuenta cuántos de ellos se ocupaban de
disciplinas que eran oficialmente tabú en su época. Einstein
hablaba de la experiencia "mística", de la intuición original y
del sentimiento "religioso" de la comprensión verdadera:
La emoción más bella y profunda que podemos ex
perimentar es la de lo místico. Es la energía de toda
ciencia verdadera. Conocer que lo que para nosotros es
impenetrable existe realmente, manifestándose como la
sabiduría suprema y la belleza más radiante que nuestras
opacas facultades pueden comprender sólo en sus formas
más primitivas --este conocimiento, este sentimiento, es
tá en el centro de la religiosidad verdadera.
25
2
LAS LIMITACIONES DE LA VIEJA ESTRUCTURA
26
Lo que hoy necesitamos es recalcar más la totalidad que
meramente las partes de ésta; necesitamos mirar una vez más
los principios universales que subyacen en toda vida, antes de
que empecemos a entremetemos en la naturaleza. La crisis
ecológica que hoy afrontamos es sólo resultado evidente del
uso del "conocimiento", por parte del hombre, sin la guía de
la sabiduría, o sea, de un conocimiento de la pauta subyacente
en todo el sistema. En su impaciencia por "resultados" rá
pidos, los psiquiatras recurren al tratamiento de shock y a
las drogas, y a esto lo llaman "terapia"; los agricultores re
curren a los pesticidas y a los fertilizantes químicos, justifi
cando sus acciones como una necesidad económica o como un
valiente intento de impedir que la humanidad muera de ham
bre. Lo que la astrología puede proporcionar al hombre mo
derno es la comprensión de los principios universales, la ar
monía de la totalidad y las pautas subyacentes de la vida. Es
por esta razón que tantas personas de los Estados Unidos se
están interesando por la astrología; porque sienten en ella
alguna energía reveladora del orden y el significado de sus
vidas aparentemente caóticas.
Joseph Goodavage, autor de Astrology: The Space Age
Sclence (1967), expresa el moderno desencanto con la ciencia
materialista:
Parece que con el materialismo hemos llegado al pun
to de saturación. No generó sino _frustración, odio, gue
rras y lucha de clases. Su meta es vacua y sin sentido,
un callejón sin salida para la humanidad. Debemos ad
mitir la existencia de nueva evidencia, que en su totalidad
apunta inequívocamente hacia la sublime unidad e inter
dependencia de todo en la naturaleza. (pág. 139).
27
mente no aparece más como una intrusa accidental en
el reino de la materia; empezamos a sospechar que más
bien debemos saludarla como creadora y gobernadora del
reino de la materia . . . El viejo dualismo de mente y ma
teria. . . parece probable que desaparecerá; no porque la
materia se tome de modo alguno más oscura o insustan
cial que antes, o porque la mente se resuelva en una fun.
ción del accionar de la materia, sino porque la materia
sustancial se resuelve en una creación y una manifesta
ción de la mente. Descubrimos que el universo da pruebas
de una energía delineadora y controladora que tiene algo
en común con nuestras propias mentes individuales
-hasta donde lo hemos descubierto, no con la emoción,
la moralidad o la apreciación estética, sino con la ten
dencia a pesar del modo que, a falta de un vocablo mejor,
describimos como Matemático...
Muchas personas son hoy atraídas hacia la astrología
porque ésta revela esa "energía delineadora" del universo den
tro de una estructura matemática.
Irving F. Laucks (1971) explica que la filosofía de los
tiempos modernos de que "Dios ha muerto" surge del hecho
de que ha muerto el Dios material, acontecimiento al que to
dos debemos dar la bienvenida, puesto que da cabida al naci
miento de una visión nueva y más completa de la vida y del
uruverso:
Las religiones orientales eran menos materialistas en
sus ideas. A fin de crear el mundo, usaban un concepto
que hoy podría adecuarse fácilmente a todo lo que cono
cemos acerca de la "energía". Puesto que la ciencia occi
dental descubrió finalmente que la energía es una fuerza
más básica que la materia a partir de la cual se cons�ruye
un universo, a este respecto la ciencia occidental y las re
ligiones orientales bien podrían cooperar.
Además, en la existencia más allá de la muerte, las
religiones orientales son no-materialistas. Uno u otro de
sus conceptos de reencarnación o de Nirvana tras la muer
te podrían bien concordar con la "energía" como un me
dio futuro de existencia más bien que efe espacio, tiempo
y materia, como lo han enseñado las religiones occiden
tales.
28
Esta idea de que la "materia" de que· está compuesto
este gran universo . . . no es sino una cosa intangible a la
que llamamos fuerza o "energía" es tal vez el concepto
más importante que jamás formara el joven cerebro del
hombre. Para la ciencia, esta idea tiene menos de un si
glo, y ni la ciencia ni el público empezaron aún a captar
su pleno significado. (pág. 4).
29
torio de los animales y a las pautas patentes de conducta de
los seres humanos no guarda coherencia con la definición
del objeto supuesto de estudio: la psique misma, aquella cua
lidad de mente-alma-espíritu que impregna todos los empeños
humanos y quizá toda la creación. Como lo señala Jung re
petidamente en sus escritos, no podemos ser "objetivos"
cuando estudiamos la psique del hombre; pues tenemos que
estudiar la psique a través de la psique del observador. Esto
podrá considerarse una crítica de toda la investigación deno
minada objetiva; pero con seguridad es muy apropiado para
el estudio del hombre mismo y del accionar de su vida inte
rior. E.n psicología, la manía de los estudios "objetivos", par
ticularmente en la escuela conductista, ignora el hecho básico
de la unicidad huma.na: la creatividad. Como lo demostrara
la investigación de Jung y el psicopediatra Jean Piaget, la
mente no opera como un espejo pasivo sino más bien como un
artista activo y con una finalidad. Para citar una vez más
del libro de Rudi.n Psychotherapy and Religlon (1968):
La psicología moderna de hoy en día no puede darse
el lujo, como lo hiciera la del siglo XIX, de eludir las acu
ciantes preguntas corrientes relativas al alma y encerrar
se en un laboratorio de aparatos a fin de llevar a cabo
experimentos que emulen a los de la química y la física.
La psicología entra cautelosamente en la vida, en el inin
terrumpido proceso del alma individual, en sus altibajos,
derramando luz dentro de sus deseos y anhelos secre
tos... (pág. 21).
Con vena similar, el psicólogo O. Hobart Mowrer (1969)
ha escrito que " ...esta cuestión del ajuste total y de la so
brevivencia psicosocial del hombre no delata sus secretos
más recónditos a los tipos convencionales de indagación
científica..." (pág. 14). Este hecho expUca por qué la
psicología del siglo XX se estancó para la mayoría y sigue
siendo totalmente inapropiada para las vidas y los anhelos
diarios de cada uno de nosotros. Los únicos psicólogos que
en años recientes dieron grandes pasos hacia una compren
sión de la vida interior y la experiencia inmediata del hom•
bre son los que se aventuraron fuera del dominio restric
tivo de la indagación científica convencional. Aquí incluyo a
30
los que empezaron a investigar ámbitos largo tiempo descui
dados como la meditación, la Percepción Extra-Sensorial, la
psicología y la filosofía orientales, la mitología, las religiones
comparadas, y el uso de la astrología y otras antiguas técnicas
como herramientas psicológicas. Todos estos campos de es
tudio, que podrían agruparse flojamente como aspectos de
una psicología en verdad humanística, demostraron ser útiles
en nuestra búsqueda de liberación y uso creador de las cuali
dades y aptitudes que son únicas para el hombre solo. Si
nuestra aspiración en el estudio de la psicología fuera desa
rrollar técnicas más eficientes de condicionamiento, lavado de
cerebro y manejo de nuestros semejantes, entonces debería
mos concentramos en el aspecto conductista de la vida del
hombre. Pero si queremos usar la poderosa herramienta de
la ciencia a fin de apreciamos y apreciar a los demás, apren
der a vivir de modo sano y armónico, y liberar lo que es más
inspirador y creativo dentro del hombre, entonces tenemos
que comprender las limitaciones del enfoque materialista y
empezar a aventuramos en lo desconocido, sostenidos sola
mente por nuestra fe en la sabiduría de la naturaleza y el ele
vado destino del hombre.
31
3
DIFERENTES ENFOQUES DEL CONOCIMIENTO
Y LA CUESTION DE LA PRUEBA
Sólo conozco a la verdad cuando en m1 se convierte
en vida.
Soren Klerkegaard
32
parte está obligado a conducir al fracaso. En particular,
la separación del hombre como sujeto respecto del campo
de la naturaleza objetiva le ciega respecto a la forma de
vida apropiada para él. El hombre sólo podrá entenderse
plenamente fundiendo el conocimiento objetivo que ganó
mediante observación de la totalidad de la naturaleza or
gánica con el conocimiento subjetivo de la experiencia
individual. Esto podrá aportar nueva tranquilidad y auto
aceptación, inocencia basada en el conocimiento. Los ne
gativos prejuicios de la moralidad convencional son reem
plazados por un entusiasmo positivo para desarrollar la
vida ... (pág. 121).
33
su misterio esencial, era en última instancia la clave para en
tender al hombre y al mundo. A lo que Marcel y Pascal se
refieren aquí, hoy se llama el enfoque "holístico". Esclarez
camos aquí las diferencias básicas del enfoque que condujo
a la disociación del hombre occidental y al desubicado énfasis
sobre el funcionamiento puramente intelectual.
Las grandes escuelas antiguas de los misterios Oas pre
decesoras de las modernas técnicas psicoterapéuticas) ense
ñaban que la consciencia humana es limitada solamente por
las arbitrarias fronteras intelectuales que ella se impone. Al
estudiar la historia de la civilización occidental, descubrimos
siempre que al énfasis de los griegos sobre la ciencia y la ra
zón se considera la cuestión crucial del desarrollo intelectual
y cultural del hombre de Occidente. Esta era fue por supuesto
de gran evolución en la comprensión del hombre respecto de
sí mismo y del universo. Sin embargo, la contribución de los
griegos no se limitó al descubrimiento de ciertas leyes natu
rales activas en el mundo material; también se extendió den
tro del reino de la vida y la evolución interiores del individuo.
"Conócete a ti mismo" fue la idea clave subyacente en el des
arrollo de la filosofía griega; y la palabra "filosofía" (philoso
phia) significa literalmente "amor por la sabiduría". Para los
griegos, la ciencia no era meramente recoger datos con la es
peranza de que pudieran descubrirse ciertas correlaciones.
Más bien era una busca sistemática de las verdades esenciales
subyacentes en la vida y la naturaleza, y un intento de des
cubrir no sólo las leyes naturales sino también las leyes me
tafísicas universales de la vida misma. Y, para los griegos, la
"razón" no se refería meramente a los cálculos como de com
putadora de la mente lógica, sino más bien a una combinación
inspirada (o "inspirituada") de análisis e intuición fundados
en ideales de elegancia y simetría.
Muchos científicos modernos creen todavía que las teo
rías más amplias tienen que ser necesariamente las más ele
gantes, estéticamente satisfactorias y esencialmente simples.
Sin embargo, para muchos científicos, este ideal fue olvidado
o desdeñado; y la busca de verdades amplias se descuidó de
bido a un énfasis excesivo sobre el análisis crítico. Para ser
verdaderamente científico, uno tiene que abstenerse tanto co
mo sea posible de imponer sus propias expectativas, sus pro
pios deseos y lindes intelectuales preconcebidos sobre las men-
34
tes de los hombres, a fin de que el espíritu humano pueda
crecer libremente y florecer. Sin embargo, los científicos, en
su mayoría, incluidos los psicólogos, han limitado innecesa
riamente· su visión del hombre y sus potencialidades. Cuando
un hombre construye intelectualmente un muro en torno de
sí mismo, no afecta lo que está fuera del muro; meramente,
ese muro impide que el hombre vea lo que está fuera y de
forma la estructura de la totalidad. Tratamos de entender la
vida limitándola y categorizándola, primordialmente sobre
la base de nuestros prejuicios intelectuales y predisposiciones
emocionales. Pero muy a menudo, tan sólo nos enroscamos
limitándonos; pues lo que es, no importa lo que digamos sobre
ello, es. Las instituciones educativas de nuestra cultura po
drían aprender una lección provechosa del Maestro zen Shun
ryu Suzuki-roshi (1970):
"La mente del principiante" es nuestra mente origi
nal, en realidad una mente vacía y dispuesta. Si nuestra
mente está vacía, está siempre dispuesta para todo; está
abierta para todo. En la mente del principiante hay mu
chas posibilidades; en la del experto hay pocas. . . En
la mente del principiante no existe el pensamiento: "He
alcanzado algo". Todos los pensamientos centrados en
uno mismo limitan nuestra mente vasta. Cuando no te
nemos pensamiento del logro, pensamiento del yo, somos
verdaderos principiantes. Entonces, podemos aprender
realmente algo.
38
través de pautas socioculturales, ¿de dónde proviene esta
creatividad? Debemos responder que la función intuitiva del
hombre es la fuente primordial de todas las nuevas intuiciones
y de la imaginación. El intelecto es condicionado por muchos
factores, pero la intuición (el portal de la inspiración) parece
tener una libertad relativa.
Aclaremos aquí la distinción entre los diferentes enfoques
del conocimiento:
EJ penurnfP11to La Intuición
40
nal, esto es inevitable, pues la astrología proporciona el
único sistema en el que hay referentes externos para las
categorías que son visibles, predecibles y capaces de com
plejidad infinitamente más allá de toda clasificación de
la personalidad ideada por la psicología. (pág. 8).
41
matemáticamente, forma uno de'los más conmovedores capí
tulos de la historia de los descubrimientos científicos. Y este
logro se debe en gran medida a la percepción intuitiva de
Bode, a la que, hasta hoy no se le dio una base analítiéa. De
allí que debamos ser cautos cuando usemos métodos estadís
ticos, no sea que nuestras expectativas de tal enfoque superen
su campo de utilidad.
La limitación primordial del método estadístico es que,
si bien es útil para ocuparse de generalizaciones, grupos y
cantidades, casi siempre es más bien impropio en relación con
individuos y cualidades, que son los puntos centrales primor
diales de una psicología o una astrología centradas en la per
sona. Como escribe el psicólogo Rollo May (1969):
... si toma a los individuos como unidades de un
grupo con el fin de una predicción estadística �ierta
mente, un uso legítimo de la ciencia psicológica- usted
está exactamente definiendo fuera del cuadro las carac
terísticas que hacen de este individuo una persona exis
tente. O cuando lo toma como un compuesto de impul
sos y fuerzas deterministas, definió todo para estudiarlo,
salvo aquel a quien estas experiencias le ocurren, todo
salvo la persona misma existente. (pág. 372)
La astrología es única porque incluye el aspecto de la to
talidad y del arte, o el de los pormenores, la precisión y la
ciencia. Pero, como escribe Dane Rudhyar (1964), el énfasis
es sobre "el arte de interpretar los cíclicos flujos y reflujos
de 'las energías y actividades básicas de la vida para que la
existencia de una persona individual se vea como un proceso
ordenado de cambio, un proceso que tiene significado y fi
nalidad inherentes". Rudhyar (1968) sigue diciendo que, en
astrología, las mediciones son simbólicas y tienen que tradu
cirse en cualidades humanas:
Al amor, a la respuesta a la hermosura, al carácter de
una persona no se los puede medir, a menos que de esa
persona se haga una máquina parecida a una computa
dora; y esto es lo que nuestra ciencia actual trata de hacer
con las personas individuales.
La astrología se ocupa esencialmente, según las palabras
de Rudhyar, de "una cualidad del ser", y es precisamente se-
42
mejante lenguaje cualitativo el que trasciende el dominio de
los estudios estadísticos.
El psicólogo C. G. Jung escribió también sobre las limita
ciones del punto de vista estadístico. En su libro The Undis
covered SeH (1958) Jung dice:
El método estadístico muestra los hechos a la luz
del promedio ideal, pero no nos da un cuadro de su reali
dad empírica. Si bien refleja un aspecto indiscutible de
la realidad, puede falsificar la verdad real de modo muy
engañoso. Esto es particularmente cierto respecto de las
teorías que se basan en las estadísticas. Sin embargo, lo
distintivo de los hechos reales es su individualidad. Para
no sutilizar demasiado la cosa, podría decirse que el cua
dro real consiste en nada salvo excepciones a la regla, y
que, en consecuencia, la realidad absoluta tiene predo
minantemente el carácter de la Irregularidad.
La educación científica se basa principalmente en
verdades estadísticas y conocimiento abstracto y, por
tanto, imparte un cuadro irreal y racional del mundo, en
el que el individuo, como un fenómeno meramente mar
ginal, no representa papel alguno. Sin embargo, el indi
viduo, como dato irracional, es el vehículo verdadero y
auténtico de la realidad, el hombre concreto en contrapo
sición al hombre ideal o normal irreal al que se refieren
las declaraciones científicas.
No debemos subestimar el efecto psicológico del cua
dro estadístico del mundo: desplaza al individuo en favor
de unidades anónimas que se amontonan en formaciones
masivas. {pág. 17 y sigs.)
44
tecimientos vitales, que hasta entonces le parecieran ca
balmente caóticos y sin sentido, tienen sentido -si como
resultado de su estudio puede sentir una dirección y un
fin incoherentes a su vida, y cómo ha estado bloqueando
esta comprensión del significado, la orientación y la fina
lidad ----entonces, la astrología está "existencialmente pro
bada" de ser efectiva en este caso particuar. (pág. 7)
47
<lamente las contribuciones de C. G. Jung en este campo,
pues su colección de obras representa una vida de estudio
erudito y de exigente investigación. Baste decir que, más que
todo lo demás, C. G. Jung demostró, más allá de toda duda,
que los primarios agentes motivadores de vida en la psique
individual y las pautas psicológicas totales de culturas ente•
ras son manifestaciones de factores "arquetípicos" de la psi
que humana. Estos arquetipos son inherentes al estrato psi
cológico de la vida. A este substratum psíquico Jung lo llama
el "Inconsciente Colectivo", y describe a los arquetipos como
los principios universales que subyacen y motivan toda la vida
psicológica, individual y colectiva. Tanto en la astrología co
mo en la mitología, estos principios universales constituyen
el principal campo de estudio, y la diferencia entre ellas es
que, mientras la mitología recalca las manifestaciones cultu
rales de los arquetipos en varias pautas, la astrología utiliza
los principios arquetípicos esenciales mismos como su lengua
je para entender las fuerzas y pautas fundamentales de la vida
individual y cultural. Históricamente, existe una fuerte in
terrelación entre los mitos de una cultura particular y el tipo
de astrología que desarrolló. De hecho, la astrología puede
considerarse como la estructura mitológica más vasta que ja
más surgió en la cultura humana. Como se menciona en el
prólogo de este libro, el mito sirve idealmente de fuerza vita
lizadora en toda cultura, mostrando la relación del hombre
con una realidad más vasta y universal. El hecho de que la
cultura occidental ya no tenga una mitología viable que la
dinamice explica en parte por qué la astrología ha visto un
claro renacimiento en los años recientes; pues las personas
necesitaron siempre una pauta de crecimiento y un orden que
guiara sus vidas colectivas y que infundiera significado a su
experiencia individual. Como dice Joseph Campbell (1960):
49
creador y satisfactorio. En otras palabras, a la astrología se
la puede considerar como una mitología utilizable conscien
temente. El hombre occidental contemporáneo evolucionó
hasta el punto en que no se contenta más con vivir incons
cientemente según mitos fuera de moda, dogma inflexible o
tradiciones arcaicas. Pero fue demasiado lejos al tratar de
librarse de limitaciones y tradiciones. Perdió contacto con
las bases arquetípicas de su ser y con la fuente de apoyo y
de sustento espiritual-psicológico que aquéllas proporcionan.
La astrología puede usarse como un modo de volver a unir al
hombre con su yo recóndito, con la naturaleza y con el proceso
evolutivo del universo.
51
organización biológica y el accionar de la mente; sino que
también podrá proporcionar al hombre una serenidad que
no puede lograrse de ningún modo.
Pues, en esta cuestión, la tradición occidental reco
noce la validez de una antigua doctrina de Oriente; el
principio universal ha de ·valorizarse por encima de toda
expresión particular, si ha de lograrse la serenidad.
Llegó la hora de una nueva elegancia: un proceso
unitario visto en todas las formas particulares y que re
concilie sus diferencias.
Deberán recalcarse de nuevo los principios universa
les a fin de restaurar un apropiado equilibrio (pág. 191).
53
sutiles o inmateriales para una aprehensión consciente inme
diata), entonces es especialmente importante que tengamos
un lenguaje para describir -o al menos apuntar hacia- su
realidad. Y si no podemos conocer estas realidades en sí mjs
mas, podremos por lo menos entender cómo funcionan y qué
significan para nosotros estudiando la única ciencia que se
ocupa de tales fuerzas: la astrología. No importa qué rótulo
pueda usarse para designar estos principios universales, ya
sean arquetipos, esencias o principios formativos, el hecho
subsiste de que tales fuerzas existen en el universo e influyen
sobre cada uno de .nosotros desde dentro y desde fuera. Es
por esta razón que algunos psicólogos, psiquiatras y conseje
ros empezaron recientemente a usar la astrología como herra
mienta primordial para entender la dinámica interior de sus
clientes. Jung ha dicho que usaba la astrología en muchos de
sus casos, especialmente con aquellas personas con Jas que
tenía dificultad de comprensión:
Como soy psicólogo, me interesa principalmente la
particular luz que arroja el horóscopo sobre ciertas com
plicaciones del carácter. En casos de diagnóstico psico
lógico difícil, habitualmente me procuro un horóscopo
para contar con otro punto de vista desde un ángulo en
teramente diferente. Debo decir que muy a menudo des
cubrí que los datos astrológicos aclaraban ciertos puntos
que de otro modo yo no habría podido entender. (De
una carta al Prof. B. V. Raman, 6 de setiembre de 1947.)
54
todo el conocimiento psicológico antiguo, incluida la predis
posición innata de los individuos y un modo exacto de regular
las crisis de la vida:
He observado muchos casos en los que una fase psi
cológica bien definida o un acontecimiento análogo se
acompañaba de un tránsito (particularmente las afliccio
nes de Saturno y Urano) (Jung, 1954).
55
cauces naturales de integración y sublimación, etc. Con
su registro de pautas pasadas y futuras, también ofrece
claves de tempranos acontecimientos traumáticos que el
terapeuta de lo profundo desearía explorar y de períodos
futuros de tensión en los que es probable que el individuo
necesite un apoyo extra ... Permite la "igualación" de los
individuos, de terapeuta a paciente, cónyuges, empleado
empleador, etc. Es mi firme convicción que la psicotera
pia o la asesoría del futuro usará el horóscopo tan ruti
nariamente como ahora usamos la entrevista y los datos
de antecedentes sobre el sujeto.
56
tría", y a la astrología la define como "astronomía aplicada
a los fines psicológicos".
Sólo un lenguaje simbólico es bastante universal (espe�
cialmente uno con referencias externas como la astrología)
y bastante acultural para ser útil a todas las personas, jó
venes y viejas, ricas y pobres, de todos los medios educativos,
culturales y nacionales. El gran problema con las teorías de
la "personalidad" en la psicología general es que aquéllas sólo
son útiles para un pequeño segmento de cualquier población
dada. La astrología, por el otro lado, es la teoría más com
pleta de la personalidad; y unifica y proporciona una base
para todas las teorías más especializadas. Además, mientras
las técnicas simbólicas que no son astrología pueden ser útiles
para algunas personas en ciertas ocasiones, tienen la desven
taja de carecer de referencias externas y de una estructura
precisa y medible. La astrología abarca realmente tanto el
lenguaje matemático como el simbólico de la vida, sintetizan
do ambos en un solo sistema armónico cuyos usos son mucho
más vastos que cualquier otro sistema, matemático o simbó
lico. La astrología demuestra su vasta unicidad no sólo des
cribiendo con exactjtud tipos de consciencia, diferencias y
unicidad de individuos, y tipos de energía que operan a tra
vés de la persona, sino que, además, revela la operación de
leyes universales de armonía, polaridades y energías psicofí
sicas.
57
5
ENFOQUES DE LA ASTROLOGIA
El Enfoque Causal
La pregunta "¿cómo funciona la astrología?" puede enfo.
carse dentro de numerosos sistemas. Si a la astrología se la
observa dentro de un sistema causal, hay un cuerpo vasto
y creciente de pruebas para dar apoyo a su validez. (Véase
Apéndice A.) Uno de los intentos más comunes de explicar
la astrología dentro de un sistema causal puede llamarse
"Condicionamiento Cósmico", relativo a campos electromag
néticos delicadamente equilibrados dentro del sistema solar
y dentro del hombre, los cuales están cambiando constante
mente como cambian las posiciones de los planetas. Un cien
tífico, Rex Pay (1967), Jo plantea de este modo:
Sleeper señaló que si la cavidad existente entre la
tierra y la ionósfera se considera como un sistema resa
nante, tiene un período característico de alrededor de un
octavo de segundo -el tiempo que le insume a la luz
viajar una vez alrededor de la tierra. La frecuencia reso
nante es así de unos 8 cps., aproximadamente la del ritmo
alfa del cerebro humano. Sleeper sugiere que el campo
geomagnético proporcionaría el delicado mecanismo de
sintonía de esta frecuencia característica. Si los cambios
de esta frecuencia afectaran la conducta, entonces la po
sición de los planetas desempeñaría un papel más vasto
en los asuntos humanos de lo que antes se suponía (pá
gina 36).
58
En tal teoría, el sistema nervioso humano se observa como
sensible a los c,ambios del medio ambiente cósmico.
Aunque en la actualidad no hay una teoría vasta y sa
tisfactoria que explique a la astrología dentro del sistema de
la causalidad, la completísima formulación desarrollada hasta
ahora es la de Glynn (1972). Este, cuya tesis doctoral versó
sobre la teoría de las ondas electromagnéticas, sostiene que
no dista de nuestra captación una explicación causal plena
mente científica de la astrología. Como solución provisoria
del problema, ideó la siguiente cadena hipotética de causali
dad que incorpora todos los datos científicos enunciados en
el Apéndice A. Aunque, como lo declara Glynn, ésta es sólo
una cadena posible de causalidad que podría utilizarse para
explicar la astrología, tal teoría no parece responder a gran
parte de los datos científicos ahora reunidos sobre las co
rrespondencias celestes-terrestres. El que sigue es su diagra
ma de la teoría:
Posiciones Planetarias
,1, causas
Cambios de Campo Gravitacional (dentro del. Sol)
,1, causas
Efectos de las Ondas de Mareas (dentro del Sol)
,1, causas
Llamaradas Solares (erupciones de gas del Sol)
,1, causas
Viento Solar (partículas del Sol que calienta a la Tierra)
l
causas
Campo Gravitacional de la Luna
./ causas
Cambios Ionosféricos (capa ionizada sobre la Tierra)
causas 1
Ondas Alfa sobre la Superficie de
la Tierra
causas causas
59
La "Aceleración Natal" antes mencionada se refiere a una
idea propuesta por el doctor Eugen Jonas, de Checoslovaquia.
Como dice Glynn:
Jonas descubrió que, al tiempo de nacer, el infante
está en la cima de su ciclo metabólico y, en realidad, cau
sa su propio nacimiento liberando adrenalina dentro de
la corriente sanguínea de la madre. Sus experimentos in
dicaron que esta cima ocurre siempre en el mismo ángulo
solar-lunar para cada individuo. La explicación más ló
gica de este fenómeno es que el embrión tiene una per
sonalidad inherente . . . El tiempo de nacimiento es en
tonces precipitado por las alineaciones planetarias que
influyen más fuertemente sobre el infante. Por tanto, su
mapa natal muestra realmente las alineaciones planeta
rias a las que usted es más sensible (pág. 30).
El Enfoque Simbólico
60
Leo La madurez y la semilla La voluntad de crear, la confian
za en uno mismo, todo vástago
Virgo La cosecha, utilización de Diligencia y esmero, aseo, natu
lo que se desarrolló ral doméstico, la facultad crítica
Libra Equilibrio y ajuste en la Sentido de la justicia, empeño
economía de la naturaleza en procura de la armonía, sen
tido comunal
Escorpio Procesos limitativos de la Aguante y perseverancia, la lu
vida de la naturaleza, con cha despiadada por la sobrevi
tinuación de la vida en la vencia
semilla
Sagitario El sueño invernal de la Cultivo del lado interior o espi
naturaleza ritual de la vida, esperanzada
planificación para el futuro
Capricornio Cristalización de las for Infatigable lucha por la auto
mas en invierno prcservación, paciencia, apego a
formas sociales cristalizadas
Acuario Tiempo de espera, antes Actitud expectante, buenos pode
de la primavera res de observación, riqueza de
planes
Piscis La hinchazón de la semilla Primeras sacudidas de la nueva
en la tierra vida dentro de los restos de la
vieja
61
Empero, podemos hacer uso de este lenguaje simbólico si
consideramos que representa pautas, principios y fuerzas uni
versales, por trascendentes que tales factores sean. No obs
tante, el enfoque simbólico de la astrología sólo es completo
y útil si se lo mira dentro del sistema de un enfoque holístico
de toda la vida.
El Enfoque Holistlco
62
individuo, pues ésa es la época en que el infante recién na
cido empieza su ritmo individual a tono con la totalidad ma
yor de toda la vida que le rodea.
Otra psicóloga, Zipporah Dobyns (1971), explica de este
modo su opinión sobre la sincronicidad:
Creo que los planetas son, primordialmente, parte del
orden del cosmos, y, como tales, sus pautas son claves
enormemente útiles del mismo orden que existe por do
quier. Creo que el papel de los planetas, al mantener o
crear el orden, es mínimo en comparación con su valor
como mapa o croquis del orden (pág. 8).
63
con las más útiles intuiciones de la ciencia moderna, la filo
sofía y la psicología.
La filosofía subyacente en todas las obras de Rudhyar
es la del holismo, cuya premisa básica es que la existencia se
manifiesta en todos los niveles en términos de totalidades, o
sea, campos organizados de actividades interdependientes. Pa
ra Rudhyar, la astrología es el más completo lenguaje humano
de la forma, la estructura y el ritmo de las totalidades fun.
cionales. En uno de sus primeros libros, The Astrology of
Personality {1936), Rudhyar se refiere a la astrología comp un
"álgebra de la vida", o sea, un modo de entender el orden
inherente a toda la vida, individual y colectiva. Además, tiene
esto que decir sobre la astrología en una de sus obras más
recientes {1969):
Cuando consideramos atentamente lo que la astrolo
gía es capaz de interpretar y dar significado, aparece como
un lenguaje simbólico en el que la estructura en el es
pacio, y el tiempo de· totalidades más vastas (como el
sistema solar) se relaciona con el desarrollo estructural
de totalidades menores (como una persona individual, o
la humanidad en conjunto). En realidad, la astrología es
la aplicación práctica de un enfoque filosófico holístico
de la existencia. Según esta filosofía, cada totalidad exis
tencial está contenida dentro de una totalidad mayor que,
a su vez, es una totalidad menor contenida dentro de una
totalidad aún mayor. Un sistema organizado de activida
des existenciales es, por tanto, tanto el continente de to
talidades menores, y uno de los contenidos de un sistema
mayor (pág. 35).
Como yo la veo, la astrología se ocupa esencialmen
te de los ciclos de movimientos y ritmos cósmicos (o
biocósmicos). Se ocupa de la "forma'' o gestalt -de prin
cipios estructurales inherentes a todo sistema organizado
de actividades; o sea, de cada totalidad. No es cuestión
de influencia externa, literal y directa, ejercida por algún
cuerpo celeste sobre entidades que viven en esta tierra.
La astrología es un modo de estudiar y entender el orde
namiento o la organización de unas pocas funciones y
tendencias esenciales en cada totalidad organizada de ac
tividad. En la antigüedad, este concepto se expresaba co-
64
mo la correspondencia estructural entre el microcosmos
y el macrocosmos; pero, originalmente, la que se veía co
mo el microcosmos era la tierra entera, análoga en estruc
tura básica al universo todo. Sólo más tarde, cuando el
proceso de individualización humana avanzó y las perso
nas individuales emergieron de las matrices omnipene
trantes y totalmente controladoras de las sociedades tri
bales, tales personas individuales vinieron a ser conside
radas como microcosmos -un hecho que Jesús afirmó
potentemente cuando dijo: "El Reino de los cielos está
dentro de vosotros" (pág. 93).
El Enfoque de la Energía
65
cada uno de nosotros. El enfoque energético de la astrología
es, en esencia, un enfoque holístico, pues incorpora todas las
dimensiones de la vida del hombre simultáneamente. Sin em
bargo, a esta altura debe declararse que mucho trabajo está
en la actualidad en camino, que arroja luz sobre las energías
sutiles dentro del hombre y las formas específicas de energía
en toda la naturaleza. El hecho parece más claro toda vez que
una ciega adhesión a un sistema de pensamiento puramente
causal no nos permitirá desarrollar una teoría comprensiva
de la astrología y hasta puede impedirnos entender los usos
apropiados y el fundamento de la astrología. Como escribe el
médico y astrólogo suizo Alexander Ruperti (1971):
Donde Paracelso habla de la identidad del Macrocos
mos y del Microcosmos, donde Rudhyar habla del princi•
pio de resonancia simpática de todas las partes de la
totalidad universal, donde Jung habla de un principio sin
cronístico que gobierna las manifestaciones idénticas de
los fenómenos psíquicos en términos de tiempo, la astro
logía moderna, porque sigue la actitud científica, insiste
en objetivar tales correspondencias en una ley de causa
y efecto. De este modo, la astrología moderna delata su
antigua herencia del fetiche de la respetabilidad científica.
El papel verdadero de la astrología fue y debe con
tinuar siendo el de demostrar la existencia del orden uni
versal en el nivel de desarrollo en el que la atención del
hombre se concentra en cualquier tiempo dado. Ya pasó
el tiemp0 de la utilidad de la astrología para aportar
orden a la existencia del plano físico. La ciencia moderna
está mucho mejor dotada ahora que la astrología para
esta tarea. Pero en el nivel pstcológlco, la naturaleza del
hombre está en el caos, y es por esta razón que sugerimos
que la misión suprema de la astrología, en términos de
las necesidades cruciales del hombre moderno, es presen
tar una prueba de la existencia del orden armónico en
el nivel psicológico (pág. 6).
66
6
PSICOLOGIA Y ASTROLOGIA
67
...el ser humano subjetivo tiene una importancia y un
valor que son básicos: que no importa cómo se lo rotule.
o evalúe, él es una persona humana primero de todo, y
muy profundamente. No es sólo una máquina, no es sólo
una colección de vínculos estímulo-respuesta, no es un
objeto, no es una prenda (pág. 2).
69
miento, evolución y declinación; su interacción con varias
condiciones circundantes ... ; el alcance y la variedad de
la experiencia posible para él; y su lugar significativo en
el universo (pág. 7).
70
nificativo en un mundo cuyos acontecimientos determina
dos se mueven a través de él y a través de su elección y
voluntad espontáneas. Nuevamente, para citar a Buber:
"Quien olvida todo lo que es causado y toma decisiones
partiendo de las profundidades. . . es un hombre libre, y
el destino le confronta como la contraparte de su liber
tad. No es su frontera sino su realización".
Hablamos entonces de libertad, que existe en la per
sona subjetiva, una libertad en la que el individuo escoge
realizarse representando un papel responsable y volun
tario en la provocación de los acontecimientos destinados
de su mundo. Esta experiencia de libertad es para mis
clientes un desarrollo muy significativo, que les ayuda a
humanizarse, a relacionarse con los demás, a ser una per
sona (pág. 52).
Uno de los pocos inconvenientes del enfoque humanístico
de J� psicología es, en la actualidad, que intenta mantener
una actitud abierta y comprensiva hacia la persona individual
sin las determinantes limitaciones de las categorías relativas
y constantemente mutables, las cuales, sin embargo, son ab
solutamente necesarias a fin de alcanzar la exactitud descrip
tiva y la certidumbre teórica a las que se aspira como meta
última de la Psicología Humanística. De allí que descubra
mos que gran parte de la psicología Humanística quede sólo
como un conjunto de actitudes o un enfoque general más
bien que desarrollándose en una teoría precisa y útil de la
. personalidad y el crecimiento humano. Muchos psicólogos
humanísticos vacilan en adoptar cualquier conjunto de nor
mas o procedimientos para distinguir diferentes tipos huma
nos porque vieron que tales teorías se usarqn en el pasado
meramente para apoyar la ética social de un particular pe
ríodo histórico y degeneran eventualmente en graves estorbos
en una situación terapéutica. Asimismo, muchos psicólogos
humanísticos de hoy en día están enfrascados activamente en
la investigación sobre la importancia de las experiencias tras
cendentes, místicas o "transpersonales". Tal investigación les
lleva a confrontar cuestiones y realidades metafísicas; y una
familiarización con ese nivel de experiencia hace por demás
evidente cuán insuficientes resultaron las más viejas teorías
de la personalidad. De allí que yo crea firmemente que la
71
única norma de referencia y contexto de vida que es bastante
universal para suministrar una base para la moderna psico
logía humanística sea el universo mismo, con sus pautas, ci
clos y ritmos inmutables.
Este es el género de astrología humanística que Dane
Rudhyar desarrolló durante los pasados cuarenta años, una
astrología que se centra en la persona, más que en los acon
tecimientos; una astrología concebida esencialmente como un
lenguaje que usa los movimientos cíclicos de los cuerpos ce
lestes como símbolos que traducen a los seres humanos una
comprensión directa y prácticamente aplicable de las pautas
básicas que estructuran la existencia individual y colectiva.
Tal astrología, o sea, la que primordialmente se ocupa de la
forma y la estructura de la totalidad, proporciona una base
significativa para una psicología que trata principalmente so
bre el "contellido" de la experiencia personal. Dentro de taJ
contexto vasto, y vistas en perspectiva contra tal fondo uni
versal, las experiencias· cotidianas de la vida normal y las cri
sis ocasionales que modelan nuevas fases de crecimiento se
ven como más entendibles e inherentemente más significati
vas. Como escribe Rudhyar (1971):
La cuestión es poder ver dónde todo lo que ocurre
en cualquier tiempo se adecua a la pauta total o a la es
tructura total de su existencia.
Los que miran la vida desde el punto de vista exis
tencial, viéndola como un absurdo, destruyen la salud y
la vitalidad del hombre, como lo demostraron los expe
rimentos de Víctor Frankel. Lo que el hombre necesita
más que nada para estar sano es un sentido significativo.
La significación se define como atravesar una cantidad
de fases, que relacionadas una con otra, se convierten en
la estructura de referencia de cuanto ocurra en su vida.
Mostrar al hombre lo significativo de su vida es lo más
hnportante que el astrólogo puede hacer . . . (pág. 4).
La astrología es significativa porque puede demostrar
que la vida se presta a una interpretación significativa
(pág. 5).
72
pasadas es que en su mayor parte, la astrología {y casi toda
la astrología popular) todavía se interesa por la vida interior
de la persona individual. El paso más importante que da la
Astrología Humanística de Rudhyar es que traslada el énfasis
desde el mundo externo de los acontecimientos hacia el mun
do interior (le la experiencia y el crecimiento personales. Va
rias técnicas "predictivas", como progresiones y tránsitos, tie
nen lugar aún en una astrología orientada humanísticamente;
pero la significación de lo que tales técnicas indican cambia
de un acto determinista y sin sentido del destino a una opor
tunidad significativa de experimentar e integrar nuevos as
pectos del propio modo de ser. En otras palabras, las épocas
que se indican como crucia]es (por el análisis de los ciclos
más vitales para la pauta individual de crecimiento de la
persona) se ven como una parte de una pauta mayor de ere�
cimiento y auto-realización. De allí que hasta experiencias di
fíciles asuman una significación personal positiva y producto
ra de crecimiento. Rudhyar (1971) explica así este nuevo
énfasis sobre la persona individual en astrología:
Si usted quiere que la astrología demuestra su genio,
deberá enfocar lo que es único en astrología, en lo cual
tiene la capacidad de dar el más pleno valor. Esa es la
situación individual.
Lo que usted trata de entender es el significado de
esa situación en conjunto. La razón de que la posición
de los planetas sea importante es simplemente ésta: si
usted se da cuenta de que el universo es un organismo
en el sentido más amplio del término, un sistema de
actividades integradas, entonces, todo lo que ocurre den
tro de ese sistema de actividad integrada tiene Pn lugar
y una función dentro de ese sistema. Si usted quiere
entender una cuestión particuJar en el tiempo-espacio
dentro de ese sistema, tieI'e que verlo en relación con e)
sistema todo. La totalidad del sistema trabaja constan
temente en armonía polifónica con la vida del individuo
que se separó de la totalidad, convirtiéndose en ella mis
ma, una pequeña totalidad, un pequeño organismo. Cada
vez que algo se individualiza a partir de la totalidad, si
gue siendo parte de esa totalidad. . . En astrología, la
idea es relacionar toda la actividad funcional de un ser
73
humano con los diez símbolos o planetas básicos, repre
sentando cada planeta una cualidad definida de actividad.
Tomados juntos, representan un croquis de una persona
en conjunto (pág. 4).
74
Hoy en día, los psicólogos humanísticos intentan crear
una psicología que recalque factores positivos como la auto
realización, la creatividad, el logro de una consciencia supe
rior, y la realización de modo inmediato de nuestro propio
yo esencial. En astrología, el psicólogo, educador, consejero
o laico orientado humanísticamente puede hallar su herra
mienta más poderosa y útil; pues la astrología nos regala un
lenguaje que describe con precisión la combinación única
de los factores universales que operan dentro de cada uno de
nosotros.
75
7
77
de comprensión más profunda, es de poco valor, pues cada
persona debe realizar su propio trabajo y, a través de su pro
pia experiencia, debe llegar al conocimiento superior que le
permita superar o trascender la dificultad. Al mismo tiempo,
el astrólogo debe darse cuenta del poder de que dispone y de
la asombrosa sensibilidad a la sugestión que los seres huma
nos tienen, y debe usar ese poder con suma cautela. Es mejor
no decir nada que formular una suposición infundada, basada
en una comprensión insuficiente, meramente debido a la inse
guridad del ego o a las exigencias del cliente. Como lo señalara
Zipporah Dobyns, detrás de las afirmaciones del astrólogo,
hasta donde el cliente puede percibir, está el poder y la auto
ridad del cosmos. Esta es una responsabilidad que no debería
tomarse a la ligera. Además, la propia honradez intelectual
ha de extenderse a tal punto que el consejero deba expresar
libremente sus propias creencias filosóficas y ética particu
lares si interfieren en su aptitud para ocuparse objetivamente
de una persona o situación en particular.
La relación entre el astrólogo y el cliente es tan honda
mente personal como la existente entre un médico y el pacien
te. La calidad de esa relación es inevitablemente un factor
determinante en el resultado último de la consulta. Por ello,
ningún astrólogo debe sentirse vacilante acerca de remitir a
una persona a otro astrólogo si cree que alguna tensión o re
sistencia en una relación particular le imposibilita ocuparse
eficaz y abiertamente del cliente. No se trata de quién es el
"mejor" astrólogo. Sencillamente, hay diferentes tipos de as
trólogos para distintos tipos de personas. Lo que un astrólogo
no puede entender o tratar puede ser precisamente la fuerza
máxima de otro profesional. Por tanto, no es sólo el sistema
particular de astrología o géneros específicos de técnicas astro
lógicas empleadas las que determinen la calidad de la prác
tica astrológica; es más importante la calidad de la relación y
la profundidad del autoconocimiento que iluminan el inter
cambio de persona a persona. Sin el beneficio del intercambio
de persona a persona en el trabajo astrológico, es imposible
emplear los procedimientos astrológicos, del modo más pro
fundo y con los máximos beneficios posibles. Aunque levantar
un mapa de alguien a quien no se vio puede realmente ser
de utilidad para esa persona, ese individuo sacará por lo ge
neral una comprensión más honda del contacto personal con
78
el astrólogo. Pues sin contacto personal inmediato, es imposi
ble conocer (a menos que uno sea verdaderamente un psíquico
dotado) el nivel de conocimiento con el cual el individuo res
ponderá a sus circunstancias internas y externas.
En lo que resta de este capítulo, enunciaré simplemente
algunos de los valores con los que la astrología puede contri
buir a las artes consultivas. Estos son mis valores personales
y se asocian naturalmente con mi experiencia y mi actitud
particulares hacia la vida.
J. El Bhagavad Cita, libro sagrado de los hindúes, ex
presa que la "mente es la asesina de lo real". Un autor mo
derno escribió: "La muerte del ego es el nacimiento de todo
lo demás". La utilización de la astrología puede proporcionar
una perspectiva -y un desapego de- nuestra mente y pautas
del ego a fin de que ocasionalmente percibamos lo que es real;
pues, mientras seamos víctimas de estas pautas, estamos en
una oscuridad total. El mapa natal revela estas pautas de un
modo claro que nos permite ocuparnos más eficazmente de
nuestros hábitos y de nosotros mismos.
2. La astrología le ayuda a uno a desarrollar la paciencia;
pues, cuando se observa que los primordiales aspectos estruc
turales de la propia existencia están sujetos a una periodici
dad ya establecida y a un ritmo cíclico, es mucho más fácil
permanecer en el presente con aceptación paciente del aquí y
ahora y con el conocimiento de que la fase presente terminará
cuando haya sobrevivido a su finalidad. Al género de pacien
cia que puede desarrollarse con la ayuda de la astrología un
autor lo definió como "activa alineación con la disposición
de Dios".
3. La astrología proporciona una pauta de crecimiento y
desarrollo que es muy superior a cualquier otra herramienta
psicológica. Indica aquello en lo que debe trabajarse, el sig
nificado esencial de una experiencia o fase particular de la
vida, a qué pautas interiores habrá que someterse, la dura
ción aproximada de algun a fase particular de la experiencia,
y un modo exacto de regular los cambios cruciales de la vida.
4. La astrología permite armonizarse con los propios po
deres y usar el poder del pensamiento, de la voluntad, y de
la vitalidad creadora para moldear un mejor modo de ser.
79
Prestando atención a los ciclos astrológic�s, podremos ver
cuándo tenemos la oportunidad de desarrollar nuevos enfo
ques de la vida y cuándo seremos puestos a prueba para ver
si nuestros enfoques actuales son verdaderamente satisfacto
rios y creativos.
5. El estudio astrológico o la familiaridad con la prác
tica astrológica a través de una experiencia consultiva permite
que uno entienda más profundamente las Leyes Universales
que impregnan toda la vida y ayudan al individuo a confiar en
estas verdades universales de la vida interior de uno. Entre
estas leyes están: el orden, la compensación (o equilibrio),
causa y efecto (karma), vibración, ciclos, polaridad, "sois lo
que pensáis", "lo semejante engendra lo semejante".
6. La astrología, en las artes consultivas, revela cómo
toda experiencia se adecua a la pauta mayor de orden . que
constituye la estructura básica de la vida, o el plan de vida
de uno.
7. La astrología nos da un sentido de perspectiva y un
medio de ganar conocimiento sobre nuestras vidas, de modo
que no quedemos "colgados" de una experiencia, frustración
o bloqueo. Puede ponernos en contacto con el dinamismo y
la naturaleza cíclica de toda la vida.
8. La astrología puede propótcionartios fe en algo ma
yor que la mera consciencia del ego y. por tanto, fe en el yo
real de uno.
9. La astrología ayuda al consejero o terapeuta a Intro
ducirse en el cliente, a armonizarse con él según el propio
natural del cliente, más que a proyectar sus presunciones· in
conscientes sobre el individuo. También le permite escoger
el tratamiento o terapia apropiados para una persona parti
cular.
10. La astrología puede proporcionarnos la clave de las
iniciaciones (o sea, las épocas cruciales de confrontación y
marcado crecimiento) en la vida de toda persona, una pauta
y una necesidad que la cultura occidental ignora.
11. La astrología suministra un medio por el cual los sen
timientos más profundos y los anhelos �conscientes del clien
te pueden ser traídos a la consciencia y dárseles forma. Lo
80
que originalmente era vago, perturbador fastidio, puede en
tonces transformarse en un depósito de energía creativa re
cién liberada, dando a menudo al individuo un sentido claro
de dirección y significado nuevos en la vida.
12. La astrología permite que la persona determine el
tipo de actividad en la que sus energías vitales puedan fluir
con la máxima cantidad de comodidad y satisfacción.
13. La astrología puede ayudar a la gente a tener mayor
confianza en sí misma confirmando las insinuaciones, los sen
timientos y el conocimiento interior que tal vez hayamos te
mido expresar o confiar. Más que la a menudo voceada crítica
de la astrología que a uno lo vuelve más débil dependiendo de
fuerzas que están fuera del yo, el apropiado uso de la astro
logía podrá ayudar a un individuo a desarrollar un grado ma
yor de confianza y esperanza personal. Con frecuencia, una
persona siente profundamente que tiene aptitudes especiales
en cierta área, por ejemplo, pero la falta de confianza y espe
ranza en sí mismo puede hacer que sea dificil actuar sobre
este sentimiento.
14. La astrología puede ayudamos a conocer que "todo
el mundo es un teatro" y que meramente representamos un
papel en este vasto drama. Tal conocimiento puede damos
un sentido de perspectiva y humor que hace que la vida sea
más fácil de encarar. Y, además, tal conocimiento induce even
tualmente a considerar la cuestión última de la vida: ¿Quién
es el actor en este drama? ¿Quién es el director? ¿Y quién es
el autor?
15. La astrología nos muestra que dentro de nosotros hay
muchas dinámicas interactuantes, que nuestra estada en el
mundo material abarca muchas fuerzas, necesidades e impul
sos. La astrología nos ayuda a identificarnos más bien con
la totalidad de este proceso vivo que a identificarnos, como lo
hace la mayoría de las personas, con una o dos dimensiones
limitadas de la experiencia.
16. El uso de la astrología en las artes consultivas per
mite que el consejero ayude a la persona a alinearse con la
verdad de su naturaleza y su ser, más que a moldearse para
adecuarse a una teoría de humana factura de cómo debería
ser.
81
8
82
podemos dar por sentado que este proceso se refiere a guiar
a uno fuera de la oscuridad e introducirlo en la luz, o sacar
fuera la esencia de lo que ya está dentro del individuo. De
allí que podamos observar que la educación es realmente un
proceso mucho más sutil de lo que habitualmente suponía
mos que era. Su finalidad verdadera no es tanto la memori
zación de datos a fin de que el estudiante pueda llegar a ser
una computadora humana que funcione fácilmente, sino más
bien la abolición del miedo y el crecimiento guiado de! cono
cimiento. Esto no equivale á decir que en la educación mo
derna no haya cabida para la enseñanza de conocimientos téc
nicos; pero lo que aquí recalco es el hecho de que ninguna
cantidad de conocimiento técnico podrá preponderar sobre la
necesidad del crecimiento psicológico y emocional individual.
Si nuestras universidades han de ser escuelas de instrucción
meramente vocacional (como lo están siendo en su mayoría),
entonces debería reconocérselas como tales en vez de mante
ner la falacia de que sus finalidades son la búsqueda de la
verdad y la modelación del carácter.
Creo que un gran problema de nuestro sistema educativo
es que las escuelas tratan de ser todas las cosas para todas
las personas. Las escuelas primarias procuran servir a los fi
nes de las niñeras, de los maestros de moral, a las agencias
de socialización y a los sitios en que los niños aprenden la
comunicación básica y las ciencias matemáticas. A todas es
tas responsabilidades se suma el intento de procurar clases
y guía especiales a los adolescentes emocionalmente pertur
bados cuyos padres les fracasaron. Las escuelas superiores
-incapaces ya de servir de niñeras a los adolescentes- tie
nen habitualmente la atmósfera de las prisiones; y, excepto
unas pocas especiales que se orientan hacia el logro de modos
académicamente definidos, las escuelas superiores suministran
poco estímulo e inmensa frustración a sus estudiantes. Las
universidades y facultades, salvo unas pocas facultades pri
vadas, tratan de realizar tantas cosas que el resultado inevi
table es el caos sobre el cual leemos en los diarios. Procuran
realizarlo todo, desde instrucción vocacional y trabajo profe
sional especializado hacia educación de la minoridad y cambio
social en gran escala. Creo que en los programas educativos
de nuestra sociedad podrá lograrse algún remedo de orden
si contamos con bastante amplitud mental como para tomar
83
unas pocas lecciones de la antiquísima pauta de orden y des
arrollo individual: la astrología.
En el zodíaco están simbolizadas cuatro fases de la edu
cación individual. Estas son los signos mutables: Géminis,
Virgo, Sagitario y Piscis. (En realidad, si consideramos a la
"educación" en sus ramificaciones más amplias, cada signo
zodiacal representa una fase de la personalidad individual, del
crecimiento y, por ende, de la "educación" personal. Ideal
mente, todo maestro debería tener en cuenta todas estas fases
de crecimiento, pautas de desarrollo y modos de ser. Pero a
los fines del ordenamiento institucional y social de las fases
de marcado creclmlento mental-esplrltual, los signos muta
bles son suficientes.) Estas cuatro etapas de la educación in
dividual pueden definirse así:
GEMINIS representa el nivel de compromiso social pri
mario y el logro de ciencias intelectuales básicas. Incluida
en esta etapa de desarrollo está la formación de las primeras
relaciones entre compañeros por parte del niño, dentro y fue
ra de la familia. Esta fase simboliza también los primeros
intentos del niño para pensar por sí mismo, mirar al mundo
a su modo, y "figurarse" (a través de procesos racionales) y
expresar sus percepciones. De allí que la comunicación -la
palabra clave del signo Géminis- opere aquí tanto en el nivel
social como en el intelectual.
VIRGO representa el período de servicio a la sociedad, del
aprendizaje ante un maestro del arte con el que la persona
se ganará la vida, y el contacto inicial con el mundo práctico
cotidiano del trabajo duro, los deberes y las responsabilida
des. Esta fase del crecimiento personal se descuida casi en
teramente en nuestra cultura. De allí que tengamos millares
-hasta millones- de jóvenes educados en facultades, que
se diploman y se aterran al darse cuenta de que, en realidad,
no pueden hacer nada. Su educación superior les llenó las ca
bezas con tomos de ideas sin aplicación y, a menudo, sin prac
ticidad; y entretanto, no adquirieron la real aptitud para ga
narse con ésta la vida en el mundo. Puesto que ahora muchos
de ellos son, al menos, eruditos o intelectuales aficionados,
para ellos es difícil y frustrante retroceder de la fase de la
novena casa de la educación superior a la fase de la sexta
casa del trabajo y del servicio. Gran mejora del programa
84
educativo de nuestra nación resultaría del establecimiento de
períodos de aprendizaje que siguieran inmediatamente al tér
mino de la fase de Géminis (entre los 14 y los 16 años de edad).
Si esta antigua iniciación en el mundo cotidiano se reviviera
en nuestro país, muchos jóvenes se hallarían muy contentos
con un trabajo que disfrutaran. Entonces, podría seguir na
turalmente la fase de Sagitario.
85
plió sus obligaciones familiares y sintió la compulsiva nece
sidad de volverse dentro de sí a fin de experimentar el tipo
más refinado y esencial de educación: la educación del hom
bre espiritual. En la India, aunque la tradición cambia len
tamente, existe una pauta básica de vida relacionada estre
chamente con las cuatro etapas que estamos describiendo. La
última manifiéstase habitualmente en la persona que se ·re
tira del mundo (incluido de los parientes) y se consagra a las
disciplinas espirituales. Esta fase de Piscis simboliza enton
ces la devoción y el sacrificio de los apegos mundanos de
uno a fin de convertirse en canal para la manifestación y re
alización de una verdad mayor, una totalidad más vasta. El
gran psicólogo C. G. Jung escribió un ensayo llamado "Las
Etapas de la Vida" en el que describe una pauta normal de
crecimiento consciente muy similar al que aquí consideramos.
La última etapa, según Jung, es un marcado giro interior ha
cia las realizaciones espirituales.
86
cosa triste de contemplar, pero aún lo es más darse cuenta
de que está absolutamente prohibido un breve curso de astro
logía en nuestros programas de instrucción para maestros,
aunque eso aliviara muchos de esos problemas.
Puesto que los maestros en su mayoría no tienen cono
cimiento de la astrología (que, de hecho es un modo exacto
de categorizar a las personas y de ganar una perspectiva en
las relaciones interpersonales), naturalmente caen en otros
modos menos exactos de categorizar y evaluar a los estudian
tes. El medio principal de evaluación del estudiante, aunque
numerosos estudios revelaron los efectos dañinos de su uso,
sigue siendo el Test de Cociente Intelectual. Así, a los estu
diantes se los categoriza según cuán bien sean capaces de
cumplir ciertas funciones intelectuales. El Test de Cociente
Intelectual afirma erróneamente que determina la "inteligen
cia" de los estudiantes, pero pasa por alto el hecho de que
hay diferentes géneros de "inteligencia". "Inteligencia" es una
de esas palabras como "educación"; significa cuanto se define
como significando una finalidad particular. Concretamente,
aunque los tests de cociente intelectual tendieran originalmen
te a medir la "inteligencia", ahora honrados expertos en el
campo de los tests psicológicos dicen que miden simplemente
lo que los tests de cociente intelectual miden. Esto puede so
nar absurdo, ¡y lo es! Pero no obstante, muchos maestros
siguen confiando en tales tests para evaluar a los estudiantes.
¡Y las expectativas iniciales del maestro sobre la actuación
de un estudiante se basan a menudo solamente en el resul
tado numérico de estos tests!
Un estudio astrológico mostrará al maestro que, en re
alidad, hay diferentes géneros de inteligencia y talentos. La
única funciqn psíquica por la que la mayoría de los "educa
dores" parece interesarse es el intelecto, simbolizado astroló
gicamente por Mercurio. La posición y los aspectos de Mer
curio pueden revelar claramente cuán bien integrada y fácil
mente funcional es la facultad racional; pero una considera
ción de Venus puede revelar talentos artísticos; Marte, apti
tudes mecánicas o de ingeniería; Neptuno, sensibilidad musi
cal, etc. El hecho es que diferentes personas descuellan en
cosas distintas, y un estudio astrológico puede dar al maestro
paciencia y un modo de enfocar y entender diferentes clases
de estudiantes. Un niño altamente evolucionado puede estar
87
a tono con niveles muy superiores de consciencia e imagina
ción a los de su maestro. De allí que el maestro necesita
sobre todo reconocer los talentos y armonizaciones de sus
estudiantes, y aprender a dejar al niño en libertad para que
crezca a su modo. La astrología puede ayudarle a realizar
esto.
Evidentemente, ningún maestro podrá ser todas las cosas
para todas las personas; y todo maestro tendrá sus senti
ntientos, inclinaciones, gustos y disgustos. Lo importante res
pecto a un maestro que aprenda astrología es, sin embargo,
que pueda entonces obtener una perspectiva sobre sus incli
naciones, y, en consecuencia, ocuparse más objetivamente de
sus estudiantes. Creo que lo más importante para el maestro
es darse cuenta de su propia falibilidad. Cuando el maestro es
honrado ace:r:ca de sus propios sentimientos y errores, el estu
diante siente confianza y respeto personal hacia el maestro.
Las palabras de C. G. Jung expresan la esencia crucial del di
fícil trabajo del maestro:
Pues inevitablemente llegará el día en el que lo que el
educador enseñe mediante palabra oral no funcione más,
sino sólo lo que él es. Todo educador -y uso el término
en su sentido más amplio-- debería preguntarse constan
temente si en realidad está cump1iendo en su propia per
sona y en su propia vida lo que ense:fia, con lo mejor de
su conocintiento y con clara conciencia. La psicoterapia
nos ha enseñado que en la cuenta final no hay conoci
miento ni capacidad técnica que tenga efecto curativo,
salvo la personalidad del doctor. Y lo mismo ocurre con
la educación: presupone la autoeducación. ("La Signifi
cación del Inconsciente en la Educación Individual.")
88
de las características individuales de la personalidad de los
astrólogos; es también el resultado de que muchos compren
dan, en el campo astrológico, que sus particulares métodos
prácticos no son fácilmente incluidos o definidos por reglas,
reglamentaciones y conveniencias legales. El hecho de que
haya casi tantas clases distintas de práctica astrológica como
astrólogos dificulta idear cualquier programa de instrucción,
un conjunto de exigencias educativas, o una pieza de legisla
ción reguladora que fuera justa para todos y aún bastante
específica para servir a una finalidad bien definida. No es
aquí mi objetivo ocuparme de la cuestión de extender títulos
a profesionales de la astrología,·· ni quiero dar la impresión
de que la instrucción académica en el sentido tradicional es
una respuesta aceptable a la necesidad corriente de estructu
ras o directivas específicas que puedan ser útiles para los es
tudiantes de astrología y mejorar la calidad de la práctica
astrológica para el público general. En lo que resta de este
capítulo, quiero meramente definir algunos resultados espe
cíficos que deberían tener en cuenta todos los individuos o
grupos que salgan a establecer un cauce por el que los estu
diantes o los profesionales novatos desarrollen aptitudes de
consultores astrológicos.
Es imperativo efectuar una clara distinción entre astro
logía y consejo astrológico. Mientras la astrología es en sí
misma simplemente un cuerpo de conocimiento como cual
quier otra disciplina, que comprende tradiciones, una historia
y ciertas técnicas y relaciones establecidas, el consejo astro
lógico es la aplicación de este cuerpo de conocimiento a los
fines de ayudar a la gente de modo práctico para que se vuel
va más consciente de sí, de sus estructuras vitales, de su po
tencialidad creadora, y de sus relaciones. Mientras la astro
logía puede enseñarse, investigarse o comprobarse de modos
que son compatibles con los procedimientos académicos ha
bituales en otros campos, el consejo astrológico es un arte
altamente individualizado que no puede "enseñarse" pasado
cierto punto y que no puede ser regulado o sometido a prue
bas de modos rigurosamente dogmáticos. Los que están en
actividad en el campo astrológico, primordialmente como in
vestigadores, programadores de computadoras, especialistas
en estadísticas y técnicos, no necesi lan contar con las aptitu
des de un consejero o terapeuta a fin de realizar bien su labor.
89
Pero, quienes procuran aplicar el conocimiento astrológico a
una situación humana específica no sólo deben familiarizarse
con la ciencia básica de la astrología, sino que necesitan tam
bién interesarse por el ámbito psicológico de la experiencia,
la calidad de la capacidad que tienen para las relaciones per
sonales, y las cuestiones éticas que surgen inevitablemente en
toda labor que se extienda de persona a persona.
Durante el verano de 1975, en una edición del Periódico
de la Asociación Astrológica Británica, apareció un excelente
artículo titulado "La Enseñanza de la Astrología". El autor,
licenciado en artes y profesor universitario, David Hamblin,
enfoca con gran hondura y conocimiento la cuestión íntegra
de cómo se enseña actualmente la astrología y cuál sería la
preparación ideal para los investigadores y consejeros astro
lógicos. En el artículo, Hamblin efectúa una distinción entre
"astrología" y "astroterapia", similar a la mencionada en el
último párrafo; y advierte que "al existir cursos, se mezclan
las dos, de modo que no se enseña convenientemente ni la
una ni la otra". Señala que, en su mayoría, los cursos de
astrología se basan hoy en día en el supuesto de que el com
pletarlos le permitirá al estudiante ser un experto "astrote
rapeuta", falacia análoga al supuesto de que aprobar una prue
ba de manejo para registro de conductor significa que el in
dividuo es un conductor acabado y experto. De hecho, habi
tualmente está sólo empezando a desarrollar las aptitudes que
la experiencia sola podrá enseñar. En consecuencia, el señor
Hamblin sugiere que el curso ideal de astrología consistiría
en dos partes diferentes. La primera sólo se ocuparía de la
astrología "pura" y ella sola sería instrucción suficiente para
investigadores, experimentadores en estadísticas, etc. Este
curso incluiría no sólo instrucción sobre los tradicionales fac
tores astrológicos y significados interpretativos, sino que tam
bién daría al estudiante una familiaridad funcional con las
muchas innovaciones modernas de la especialidad, inclusive
las que aún no se desarrollaron con plenitud o no se utiliza
ron ampliamente: armonías, puntos medios, progresiones de
arco solar, retornos solares, el vértice, ciclos claves, estrellas
fijas, y cuadros planetarios. Asimismo, en este curso se in
cluiría el desarrollo histórico de la astrología, la relación de
ésta con otros campos de estudio, una �bal familiaridad con
los reconocidos pioneros de la astrología (Rudhyar, Carter,
90
Jones, etc.), y un estudio en profundidad de los mejores co
nocimientos y métodos de la psicología moderna.
La segunda parte del curso sería lo que Hamblin llama
"astroterapia". Escribe: "Debería ser un curso esencialmente
práctico, y su finalidad debería ser no sólo ayudar al estu
diante a interpretar mapas natales, sino ayudarle a establecer
relaciones satisfactorias con sus clientes". En esta parte de
su curso modelo se inc1uiría: un ordenamiento a través del
cual el estudiante mismo sería "astroanalizado" por un pre
ceptor; sesiones prácticas de trabajo con clientes bajo la guía
del preceptor, que luego se discutirían y evaluarían; sesiones
de grupo en las que los estudiantes' comentarían entre sí sus
interpretaciones y habilidades para entrevistar. Hamblin ad
mite que tal curso lectivo, incluidas ambas partes, llevaría
mucho más tiempo y sería mucho más caro que la mayoría
de los cursos existentes, pero cree que esto sería de desear,
puesto que el resultado final sería que un "diplomado" en
tal programa estaría mucho más calificado y tendría conoci
miento y experiencia mucho más amplios que muchos astró
logos profesionales. Como Hamblin lo dice:
En la actualidad es casi tan barato diplomarse en
un curso (de la Facultad Británica de Estudios Astroló
gicos) como obtener un análisis completo de un astrólogo
de c]ase superior. Pensaríamos que sería ridículo si fuese
tan barato llegar a ser médico como consultar a un mé
dico; pero, por alguna razón, la misma situación parece
menos ridícula en astrología.
Hice una cita tan larga del artículo de Hamblin porque
creo que definió clarísimamente algunos problemas importan
tes en el ámbito de la educación astrológica. Aunque en la
actualidad los astrólogos, en su mayoría, son primordialmen
te autodidactas y no considero que esto sea necesariamente
un perjuicio, es un hecho que una parte de la población de
los Estados Unidos, que crece con rapidez, participa de una
vasta variedad de programas educativos relacionados con la
astrología; y por ello se torna cada vez más necesario idear
programas que se orienten específicamente hacia quienes lle
guen a ser consejeros astrológicos, ya sea que se clasifiquen
o no de ese modo, y se conviertan o no, en esa especialidad,
en profesionales full-time.
91
Estoy convencido de que, aunque la instrucción de los
consejeros astrológicos no pueda ni deba ser controlada de
masiado rigurosamente o incorporada necesariamente en es
tructuras académicas tradicionales completas con graduacio
nes, inapropiadas exigencias de ingreso, y un sistema abierta
mente autoritario, la oportunidad de tal instrucción de alguna
forma debería estar fácilmente a disposición de todos los
estudiantes serios. Aunque el consejo astrológico no pueda
"enseñarse" �n el sentido tradicional, la adquisición de tales
aptitudes puede guiarse, y el estudiante beneficiarse con el
apoyo de quienes tienen la experiencia, el conocimiento y la
capacidad para una relación honrada que el estudiante pueda
respetar. En todo arte de persona a persona, nada hay que
sustituya las lecciones diarias que la práctica diUgente apor•
tará al conocimiento; pero, de modo parecido, nada susti
tuye el conocimiento que podrá obtenerse de hasta un breve
contacto con alguien cuya experiencia y comprensión superen
al nuestro. La finalidad principal de todo programa de con
sejo astrológico debe estar de acuerdo con el significado ver
dadero de la palabra "educación": sacar fuera la esencia de
la unicidad individual, la experiencia, el conocimiento inte
rior y la sensitividad psíquica del estudiante; y conducir al
estudiante fuera de la oscuridad de los juegos del ego, de las
dudas personales y la timidez. A través del estímulo y el
apoyo de pares y "maestros", quien participa en tal programa
podría crecer en el conocimiento de sí mediante un examen
personal sin compromisos y una creciente armonización con
un ideal que le guíe. No es menester decir que este nivel de
autoconocimiento se reflejaría positivamente en el trabajo del
individuo como consejero astrológico.
Tal vez sea evidente para el lector que el género de pro
grama de instrucción práctica antes delineado se correlaciona
con la fase educativa de Virgo descripta al comienzo de este
capítulo. Esta fase de desarrollo falta casi por completo de
las pautas educativas de nuestra cultura, incluido el modo
habitual de educación astrológica. Muchos astrólogos apren
den lo básico (Géminis) e irrumpen en la enseñanza y los
escritos (Sagitario) sin· atravesar el refinador progreso de
aprendizaje y prolongada experiencia práctica (Virgo). El re
sultado de esto es un notable vacío en el conocimiento real
por parte de muchos maestros y escritores dedicados a la
92
astrología, pues a menudo repiten meramente lo que apren
dieron de otro, sin comprobarlo en la práctica ni acrecentarlo
con nuevos conocimientos. Cuando Géminis y Sagitario no
tienen el apoyo de la experiencia práctica (Virgo), tienden a
ser superficiales y totalmente especulativos. Un maestro o un
escritor en el campo astrológico debe tener idealmente un
profundo depósito de experiencia del cual sacar, más bien que
sólo una multitud de ideas e ideales nunca puestos a prueba
a través de la aplicación práctica. Confío en que todos los
astrólogos y estudiantes de astrología lleguen a aceptar esta
necesidad de honradez intelectual y trabajo diligente en esta
fase de desarrollo de Virgo, ya sea a través de un programa
establecido o simplemente a través de una práctica individual
autodisciplinada y paciente. La virtud de la humildad de
Virgo es un valioso producto final de tal esfuerzo, pues inevi
tablemente descubrimos cuán poco sabemos en realidad, no
importa cuál sea la extensión de nuestra experiencia. Y esta
humildad nos hace mejores instructores y consejeros más
comprensivos y razonables para los demás.
93
PARTE 11
97
organismos vivos. El doctor Robert O. Becker, cirujano or
topédico del Upstate Medical Center de Nueva York, logró
notables resultados de su investigación que correlaciona el
campo magnético del cuerpo con los ciclos y cambios bioló
gicos en el campo geomagnético de la tierra. El doctor Becker
rastreó incluso las corrientes eléctricas negativas emitidas
por los huesos rotos y los cambios en la carga eléctrica del
cerebro y el sistema nervioso, todo lo cual promete para el
futuro una ciencia de la curación basada en la energía. (En
cuanto a más información sobre la obra del doctor Becker,
véase Apéndice A.)
Un osteópata y quiropráctico, el doctor Randolph Stone,
a quien mencionaré de nuevo después, ya desarrolló un enfo
que de la energía para la curación, llamado "Terapia de la
Polaridad", que armoniza con los principios astrológicos. El
doctor Stone escribió muchos libros sobre el tema, entre los
cuales están: Energy, The Vital Principie in the Healing Art
y The Wireless Anatomy of Man. Hace tiempo que los as
trólogos saben que el horóscopo natal puede usarse para diag
nosticar dolencias físicas, pero la obra del doctor Stone pro
porciona una técnica definida para cambiar los bloqueados
campos y corrientes de energía. (En cuanto a una explicación
completa de la Terapia de Polaridad, véase Apéndice C.)
Otros libros populares que se ocuparon de la cuestión
de la energía en las artes curativas son Psychic Discoveries
Behind the lron Curtaln, Breakthrough to Creatlvity, del doc
tor Karagulla, y Bom to Heal, de Ruth Montgomery. Toda
esta investigación moderna sobre la importancia de la energía
tanto en la curación como en la astrología no es nada real
mente nuevo. Hace tiempo que clarividentes como Eileen Ga
rrett y Edgar Cayce afirmaron ver "auras" que rodeaban a
cada persona, a partir de las cuales podían diagnosticar y
hasta predecir enfermedades o crisis psicológicas. (Véase
Apéndice B en cuanto a más datos sobre la obra de Eileen
Garrett.) Sin embargo, en todos estos intentos de describir
la energía de las personas falta una cosa, y es un lenguaje
apropiado. Los que se dedican a las artes curativas, ya sea
psicológicas o físicas, necesitan un lenguaje a fin de diferen
ciar con exactitud entre todas las diversas energías que ope
ran en el organismo humano. La astrología puede suminis
trarnos ese lenguaje; de hecho, la astrología podría ser para
98
las artes curativas lo que la tabla periódica es para la quí
mica: el cimiento de una nueva ciencia de curar.
La razón de que el horóscopo natal se dibuje para el
momento exacto del primer aliento es que sólo entonces el
organismo humano recién nacido empieza a intercambiar ener
gía con el universo de un modo inmediato, sin ser influido
por las energías de la madre. En el momento del primer alien
to, el infante empieza su propio ritmo de vida; establece su
propia sintonía individual con las energías del universo. La
astrología indica que ciertas energjas específicas y pautas ener
géticas se establecen al nacer y continúan operando dentro
y a través de una persona individual durante el curso de su
vida entera. Si puede decirse que, en astrología, algo está
"destinado" o predeterminado, es esta armonización inicial
con las energías del cosmos, que tiene lugar al nacer. Pero lo
que cualquier individuo haga con estas energías y cómo las
dirigirá podrá determinarse solamente dentro de los límites
de la experiencia y la sutileza de percepción del astrólogo.
99
Los signos zodiacales se llamaron también "campos de
energía", pautas arquetípicas, principios formativos univer
sales, etc. (Véase capítulo 4.) Todas éstas son denominacio
nes de la misma realidad. Estos principios formativos univer
sales son las realidades vivas que la astrología simboliza, y
son idénticos a los "arquetipos" de Jung. Lo que éste dice
acerca del arquetipo puede aplicarse también a la naturaleza
fundamental de las pautas energéticas zodiacales: "... me pa
rece probable que la naturaleza real del arquetipo no sea ca
paz de que se la haga consciente, de que sea trascendente". Si
en realidad, la verdadera naturaleza de las pautas energéticas
representadas por los signos zodiacales es trascendente e in
cognoscible, lo más que puedo hacer para dar una sugerencia
de la clase de pautas energéticas aquí mencionadas es decirle
que se mire la mano. Las mismas energías que construyeron
las pautas únicas que se ven en la palma y en las puntas de
los dedos continúan vitalizando y sosteniendo no sólo el cuer
po sino también la psique. Podría preguntarse: "¿ Qué es real
mente la 'psique'"? No se la puede ver; empero, existe. Ex
perimentamos el impacto de fuerzas psíquicas cada día que
pasa. La psique es, por tanto, tan real como cualquier objeto
material aunque no podamos verla, tocarla, olerla o gustarla.
Si podemos aceptar la realidad de las fuerzas psíquicas,
con seguridad podremos aceptar la realidad de los invisibles
constructores de toda la vida, material y física. Estos cons
tructores invisibles son las pautas energéticas primordiales o
los principios formativos del universo. Jung los 1lama los
arquetipos porque estuvieron activos moldeando toda la vida
en este planeta desde el comienzo del tiempo. Los astrólogos
los llaman los signos zodiacales y principalmente se interesan
por ellos en relación con el modo en que se manifiestan en
los seres humanos como tipos de personalidades. Todas las
palabras-claves, cualidades y listas interminables de caracte
rísticas que por lo común se encuentran en los libros astro
lógicos de texto crecen a partir de estas raíces _esenciales: las
doce pautas energéticas primarias llamadas comúnmente los
signos del zodíaco. Es necesario entender lo que quiere signi
ficarse con estas pautas energéticas primarias para un enfo
que en profundidad de todo género de astrología, pero en el
caso de la Astrología Médica y Psicológica, es especialmente
100
importante que se descubra y formule coherentemente este
significado arquetípico esencial.
Un modo de entender las diversas pautas energéticas re
presentadas por los signos zodiacales es analizarlas en térmi
nos de sus modalidades. Los signos cardinales representan
energía centrífuga irradiante y se correlacionan con el prin
cipio de acción en una dirección definida. Los si gnos cardi
nales "positivos", Aries y Libra, se interesan por la acción en
el presente, basada en consideraciones futuras. Los signos
cardinales "negativos", Cáncer y Capricornio, se interesan
por el pasado. (Testigo, por éjemplo, el amor de Cáncer por
el hogar y las antigüedades, y el interés de Capricornio por la
tradición y la historia.)
Los signos fijos representan la energía centrípeta; o sea,
la energía que se irradia hacia adentro, rumbo al centro. Es
tos signos se asocian con el principio de la inercia en sus
manifestaciones mundanas, pero también se conocen por los
grandes poderes de concentración y perseverancia cuando la
energía se usa para una actividad creadora y un desarrollo
espiritual. De las tres cuadruplicidades, los signos fijos es
tán muy centrados en el aquí y ahora. La conexión de los
signos fijos con las doctrinas esotéricas del renacimiento y
el desarrollo espiritual surge de la gran concentración de
energía en estos signos, la cual se irradia constantemente den
tro de la persona y, al menos hasta cierto punto, está bajo
control. De allí que las personas nacidas con el Sol en un
signo fijo sientan intuitivamente la profundidad y la poten
cia del espíritu dador de vida dentro de ellas; y así estos
signos se conocieron como las "puertas del avatar" y como
los símbolos claves de las iniciaciones mayores del alma por
que la energía concentrada trae también a estas personas el
potencial para la consciencia concentrada.
Los signos mutables se correlacionan con el principio de
la armonía y pueden concebirse como pautas espirales de
energía. Piscis y Virgo simbolizan espirales de energía diri
gidas hacia abajo; así, estos signos se conectan de algún modo
con el pasado; Piscis con el "karma" pasado y Virgo con las
crisis pasadas en el desarrollo de la personalidad. Géminis
y Sagitario simbolizan espirales de energía dirigidas hacia
arriba; y estos signos se orientan hacia el futuro, dando pá-
101
bulo a las tendencias proféticas de los sagitarianos y las es
peculaciones interminables de los de Géminis.
El elemento de todo signo particular muestra el tipo es
pecífico de consciencia y método de percepción más inmedia
ta con la que el individuo armoniza. Los signos de aire se
correlacionan con la sensación, percepción y expresión de la
mente, relativas especialmente a las formas geométricas de
pensamiento. Los signos de fuego expresan el principio vital
que da calor, radiación y energía, y puede manifestarse como
entusiasmo y amor o como ego. Los signos de agua simboli
zan el principio sensitivo que enfría, cura y suaviza, y la res
puesta sensible. Los signos de tierra revelan una sintonía con
el mundo de las formas físicas y la capacidad práctica para
utilizar el mundo material. La naturaleza y la función de es
tos elementos se describirá muy circunstanciadamente en pos
teriores capítulos.
Los antiguos consideraban que el zodíaco era el "Alma
de la Naturaleza". Si a los signos zodiacales los consideramos
pautas primarias y arquetípicas de la energía del universo,
entonces podremos entender por qué los antiguos les acor
daron tanta preeminencia. Concebir al zodíaco de este modo
encuentra también apoyo en las lecturas psíquicas del clari
vidente Edgar Cayce, quien declaró: "La vida es sostenida en
este ciclo de vibración" (lectura =;6 900-448). ¿Al zodíaco po
dría mencionárselo como un ciclo de vibración? Creo que
sí. Cayce también lo menciona: "Toda entidad individual
está en cierta vibraciones" (# 1861-12). Todo esto debería ex
plicar lo que llamamos los signos zodiacales. Ahora bien, ¿ qué
ocurre respecto a los planetas?
103
samientos con los demás (Mercurio), una necesidad y una
capacidad de amor y estrecha relación (Venus), y una ten
dencia hacia la acción, la fe en sí mismo y la experiencia
sexual (Marte).
Subyacentes en estos factores personales básicos están los
más profundos factores motlvacionales y colectivos, simboli
zados por Júpiter y Saturno. Aunque estos dos planetas pue
de decirse que representan impulsos específicos, también indi
can profundos estados del ser, experimentados como necesi
dades superconscientes (Júpiter) o subconscientes (Saturno).
Su significación colectiva se refiere a su impacto sobre cómo
uno quiere participar del mundo en general y en relación con
las actividades sociales. Estos planetas representan las co
rrientes más profundas de la estabilidad, la tradición y la
seguridad (Saturno), y las aspiraciones futuras, ·sentido de
la aventura, osadía y crecimiento personal (Júpiter).
El tercer grupo es comprendido por Urano, Neptuno y
Plutón. Este grupo simboliza las fuentes más profundas del
cambio en la vida, las dimensiones trascendentes de la expe
riencia y las energías más sutiles con las que estamos armo
nizados. Estas fuerzas afectan nuestras facultades más cons
cientes a través de la inspiración, destellos perceptivos, intui
ción, conocimiento innato no aprendido a través del intelecto,
un impulso a fundirse en una totalidad mayor, y un fuerte
impulso hacia un refinamiento de nuestra naturaleza más pro
funda. Cuando estas energías entran en juego, se rompen las
viejas pautas de vida y cambian rápidamente. Estos tres pla
netas juntos puede decirse que se refieren a factores trans
personales y a las energías transformativas dentro de la vida
de cada uno de nosotros.
Considerados como los componentes de un solo sistema
total de energía, estos tres grupos de planetas suministran al
profesional una teoría completa y vasta de la personalidad
humana y del funcionamiento psicológico, una estructura de
referencia fundada tanto en la necesidad de seguridad, amor
y creatividad como en los constantes impulsos hacia la auto
realización, el cambio, el crecimiento y la trascendencia. Cuan
do enfocamos al individuo y a la vida en general en el mismo
nivel en que operan las energías esenciales de la vida, pode
mos empezar a ver la mente y el cuerpo como campos ener
géticos interactuantes y vivos más que como rígidos ingenios
104
mecánicos. Tal comprensión del hombre total puede abrir la
puerta hacia el desarrollo de un nuevo género de astrología,
una ciencia que se basa en las leyes de la vida.
105
Impulsos Necesidades
Principio
Representados Simbolizadas
106
Principio Impulsos Necesidades
Representados Simbolizadas
107
Expresión Positiva Expresión Negativa
108
LOS ELEMENTOS DE LOS SIGNOS ZODIACALES
Y SUS CONCEPTOS CLAVES
SIGNOS DE FUEGO CONCEPTO CLAVE Un planeta que esté en
este signo será matizado
por estas cualidades
CARDINAL: ARIES Liberación directa de e Terco impulso hacia la ac
nergía hacia nueva expe ción; hacia la autoafirma
riencia. ción.
FIJO: LEO Sostenida calidez de leal Orgullo e impulso hacia
tad y vitalización radiante. el reconocimiento, sentido
dramático.
MUTABLE: Inquieta aspiración que Creencias, generalizacio
SAGITARIO impulsa hacia un ideal. nes, ideales.
SIGNOS DE TIERRA
CARDINAL: Determinación personal Control personal, cautela,
CAPRICORNIO de que las cosas se ha reserva y ambición.
gan.
FIJO: TAURO Hondura de apreciación Posesividad, retentividad,
en relación con sensacio firmeza.
nes físicas inmediatas.
MUTABLE: VIRGO Auxilio espontáneo, humil Perfeccionismo, análisis,
dad y necesidad de servir. fina dis.;riminación.
SIGNOS DE AIRE
CARDINAL: LmRA Armonización de todas las Equilibrio, imparcialidad,
polaridades en pos de la tacto.
plenitud personal.
FDO: ACUARIO Desapegada coordinación Libertad individualista,
de toda persona y todo extremismo.
concepto.
MUTABLE: Percepción inmediata y Curiosidad mutable, ga
GEMINIS verbalización de todas las rrulería, amistosidad.
conexiones.
SIGNOS DE AGUA
CARDINAL: Nutrición instintiva y e.m- Sentimiento, reserva, mal
CANCER palía protectora. humor, sensitividad, auto
protección.
FIJO: ESCORPIO Penetración a través de Deseos compulsivos, pro
intenso poder emotivo. fundidad, pasión controla
da, secreto.
MUTABLE: PISCIS Compasión curativa hacia Anhelos del alma, idealis
todo lo que sufre. mo, unidad, inspiración,
vulnerabilidad.
109
FUNCIONES DE LOS PLANETAS EN LOS SIGNOS
F ac t o r e s Personales SOL: cómo es uno (el tono del ser) y cómo uno
Básicos: acción dirigi• percibe la vida.
da conscientemente. LUNA: cómo uno reacciona basado en la predis
posición subconsciente.
MERCURIO: cómo uno se comunica y piensa.
VENUS: cómo uno expresa afecto, se siente apre
ciado y da de s(.
MARTE: cómo uno se afirma y expresa deseos.
110
10
112
las fuerzas dináJnicas esenciales de la vida. Para entender
aquello con lo que realmente trabajamos en la práctica de la
astrología, debemos enfocar a la astrología misma en el nivel
en el cual ella opera; y ese es el nivel de las pautas de ener
gía, del flujo energético y de la transmutación energética. A
fin de captar la esencia de la ciencia astrológica, ha de enten
derse plenamente a los elementos; y a fin de hacer eso, se
necesita contemplar no sólo la significación física y psicoló
gica de los elementos sino también considerar a los elementos
desde la ventajosa posición de un elevado estado de conoci
miento espiritual.
114
experimentar su accionar en las artes curativas. De este en
foque de los elementos nos ocuparemos más circunstanciada
mente después, pero sería útil mencionar aquí cómo algunos
autores modernos contemplan a los elementos. El doctor
Randolph Stone, originador de un sistema de curación lla
mado Terapia de Polaridad que se basa en la teoría de equi
librar los elementos, llama a éstos "los constructores invi
sibles de las estructuras de la vida". Dice que los elementos
son los "engranajes de la vida" que deben encajarse armóni
camente para que haya salud mental y corporal. En sus es
critos expresa que los elementos son como las placas de una
batería, a través de las cuales fluye la energía vital (o "pra
na") para dinamizarlas. A los elementos, el doctor Stone los
llama "los campos más finos de energía" cuyo accionar causa
estados de bienestar o enfermedad mental o corporal.
El doctor Stone, quien para el tiempo de estos escritos
cuenta con 85 años de edad y está retirado de la práctica, está
graduado en osteopatía, quiropraxia y naturopatía. Sin em
bargo, declara que sus discernimientos sobre el accionar de
los elementos no provinieron p.e ninguna disciplina ortodoxa
en las artes curativas sino más bien de la intuición personal,
en más de sesenta años de experiencia con casos diversos y
exigentes, y -más que todo- de la instrucción personal pro
veniente de varios maestros espirituales y médicos indios. Es
notable que intuiciones que guardan estrecho paralelismo con
las del doctor Stone son expresadas también por un hombre
que no tuvo contacto con ninguna de las fuentes del doctor
Stone. "El señor A.", nombre con que lo llama Ruth Montgo
mery en su biografía Born to Heal, tuvo una educación que
no fue más allá de la escuela primaria y recibió instrucción
sobre los elementos a través de sus sentidos psíquicos. Lo
que el señor A. entendió sobre el accionar de fuerzas más su
tiles de la vida le permitió ser canal para millares de nota
bles recuperaciones de dolencias aparentemente incurables.
La descripción del señor A., suena muy parecida a la re
ferencia que el doctor Stone efectúa en el sentido de que los
elementos seme_ian las placas de una batería:
"Este mundo en que vivimos está compuesto de ga
ses y energía. Toda sustancia -planta, animal y vida hu
mana- es resultado de la combinación ilimitada de fre-
115
cuencias energéticas que actúan sobre estos gases. Toda
planta, todo animal y humano, tienen su propia frecuen
cia energética individual para establecer y mantener la
vida, el crecimiento y el desarrollo. Al nacer, el primer
hálito de vida es nuestro suministro directo, nuestra línea
vital cor. la Energía Universal ... Mientras esta energía se
establezca y fluya sin obstrucción, estamos armonizados
con el suministro Universal de energía."
Por supuesto, el mapa natal astrológico se traza para el
momento del primer aliento, ese instante en el que estable
cemos inmediatamente nuestra armonización de toda una vida
con las fuentes energéticas cósmicas. Por tanto, el mapa na
tal revela su pauta energética o armonización cósmica res
pecto de los cuatro elementos. En otras palabras, el mapa
muestra las varias manifestaciones vibratorias que compren
den la expresión del individuo en este plano de la creación,
todas las cuales siguen una específica pauta de orden que el
mapa simboliza. En términos científicos, el mapa muestra su
"campo energético" o lo que los clarividentes llaman el "aura".
116
fuentes. Puede deducirse que, en astrología, el signo del Sol
es tan importante puesto que revela la sintonía más funda
mental del alma como se manifiesta en este plano de la crea
ción. Es similar a lo que el clarividente Edgar Cayce llamó
"la personalidad del alma".
Maharaj Sawan Singh escribe que no sólo el cuerpo, sino
también la mente "nace de la más fina esencia de los cinco
elementos". En sus escritos, correlaciona a los elementos con
los chakras inferiores (o los centros de energía) del cuerpo y
con varias cualidades que han de vencerse para progresar es
piritualmente: el aire con la codicia; el agua con la pasión;
el fuego con la ira; y la tierra con el apego. Una escritora y
clarividente británica, Joan Cooke escribió un libro llamado
Wisdom in the Stars, en el que, de modo parecido, expresa las
lecciones de los elementos que el alma debe aprender para
evolucionar: las personas de fuego necesitan aprender a amar;
las de agua, paz; las de aire, hermandad; y las de tierra,
servicio.
Los cuatro elementos son también la explicación de mu
cha doctrina oculta tradicional, como puede apreciarse clara
mente cuando los elementos se correlacionan con los diversos
"cuerpos sutiles" o los interpenetrantes campos de energía a
los que tan a menudo se hace referencia en este ámbito. El
doctor Raynor Johnson, autor de muchos libros excelentes en
el quehacer de la parapsicología, como The lmprisoned Splen
dor y Spiritual Patb, lo mismo que científico de reputación
internacional, describe sucintamente la naturaleza de estos
campos más sutiles: "Rodeando la realidad central hay mu
chos vehículos o instrumentos o cuerpos --capas de la cons
ciencia que permiten que. el individuo tenga relaciones con
muchos mundos o reinos del ser con los que estos vehículos
se relacionan". Los elementos son las fuerzas vitalizadoras de
cada uno de estos cuerpos. El agua se correlaciona con el
cuerpo emocional o "astral", un tipo de consciencia domina
da por intensos anhelos, reacciones sentimentales y deseos
compulsivos. El élemento aire se conecta con el cuerpo men
tal o ''.causal" y representa un tipo de consciencia sintonizado
con las pautas del pensamiento abstracto de la mente uni
versal. · El elemento tierra simboliza el cuerpo físico y la ar•
monización del mundo de los sentidos físicos y las formas
materiales. El elemento fuego se correlaciona con el cuerpo
117
etérico · o vital, que actúa co1no un transformador de las ener
gías del aire y del agua para ayudar a sostener las funciones
del cuerpo físico. El cuerpo "vital" se relaciona estrecha
mente con el cuerpo físico y es el mismo que el campo de
energía del "doble etérico" al que se hace referencia tan co
múnmente en las investigaciones de los parapsicólogos.
El hecho de que los elementos representen tipos especí
ficos de consciencia y percepción, y, como la cita del doctor
Raynor Johnson lo indica, que revelen la aptitud para expe
rimentar ciertos reinos del ser y armonizarse con campos es
pecíficos de experiencia vital, tiene importantes ramificacio
nes de las que nos ocuparemos más adelante, circunstancial
mente, en este libro. Sin embargo, primero examinaremos los
elementos minuciosamente, a fin de obtener una apreciación
más profunda de lo que representan.
El Elemento Fuego
121
si funcionan, antes de que pueda atribuírseles gran valor. El
pensamiento es una fuerza tan dominante en las vidas de los
signos 'de aire que son más fácilmente amenazados si se ig
nora sus opiniones o desacredita la calidad de su intelecto.
Y por supuesto, los signos de agua y tierra son los que más
probablemente desvalorizan las ideas de los signos de aire,
pues esas ideas por lo común no resisten la prueba de hon
dura emocional y practicidad sobre las que agua y tierra in
sisten. Por su parte, los signos de aire no quieren ser confi
nados por las limitaciones de la tierra, ni desean que su leve
libertad se sature de sentimientos y reservas de los signos de
agua. Los signos de fuego, por el otro lado, estimulan a los
de aire hacia más libertad de expresión y dan a los de aire
un sentido de confianza y fuerza que no pueden hallar en
nadie más. Aunque los signos de aire admiran a los de fuego
de muchos modos, insisten aún en su derecho a pensar las
cosas antes de comprometerse, hábito que puede tornarse ca
da vez más fastidioso para los signos de fuego.
El Elemento Agua
122
los sentimientos de los semejantes. Sin embargo, cuando, no
están plenamente al tanto de sus propios sentimientos, se
encuentran acuciados por deseos compulsivos, miedos irra
cionales y gran supersensibilidad ante la más leve amenaza.
Los signos de agua, como la naturaleza del agua misma,
no tienen solidez o forma propia. Por ello son más felices
cuando su fluidez se encauza y recibe forma de otro, particu
larmente de los signos de tierra que tienen la solidez en la
que el agua puede confiar y apoyarse. Los signos de agua
tienden a no gustar de los jactanciosos o de las personalida
des fuertes, como los signos de aire y fuego. Se sienten muy
cómodos con quienes sean más bien reservados "f reprimidos,
lo cual les brinda una mayor sensación de protección y se
guridad. Esta cualidad reservada de los signos de agua, de
paso, es más bien engañosa; pues, aunque estén calmos por
fuera, constantemente hay tormentas que se preparan en ni
veles más hondos y ocultas napas que pueden arrastrarlos ha
cia abajo. De hecho, los signos de agua pueden ser a veces
sensacionalistas, pues inconscientemente cultivan tormentas
y agitaciones emocionales si sus vidas se vuelven demasiado
monótonas.
La sensibilidad de los signos de agua es tan grande y tan
pronunciada su vulnerabiJidad que, si las reacciones emocio
nales no se controlan y encauzan apropiadamente, eso puede
llegar a un estado de inestabilidad emocional y una predispo
sición a ser demasiado fácilmente influidos por el más leve
viento que sople. La sensibilidad de los signos de agua no de
be considerarse debilidad sin embargo, pues el agua tiene
gran fuerza y poder penetrante durante un largo período, es
pecialmente cuando se encauza de modo concentrado. Un her
moso ejemplo de la potencia de este elemento lo expresa
un erudito chino del siglo XI:
"De todos los elementos, el Sabio debe considerar al
agua como su preceptor. El Agua cede pero lo vence todo.
El Agua extingue al Fuego o, hallándose a punto de ser
derrotada, huye como vapor y se reforma. El Agua lava
a la Tierra blanda o, al enfrentar a las rocas, procura dar
un giro ... Satura la atmósfera para que el Viento muera.
El Agua cede ante los obstáculos con engañosa humil
dad, pues ningún poder puede impedirle que siga el des-
123
tino que se propuso hacia el mar. E1 Agua vence cedien
do; nunca ataca, pero gana siempre la última batalla."
(de Tbe Wbeel of Life, pág. 78, de John Blofeld).
El Elemento Tierra
125
11
126
ese estado del ser es crucial para que los signos de fuego es
tén sanos y felices. Los signos de tierra se afirman en el mun
do material. El mundo material y sus consideraciones de so
brevivencia y producción se consideran mucho más reales que
cualquier otro aspecto de la vida.
Otro modo de expresar esta misma diferenciación es decir
que el elemento de nuestro signo del Sol revela la fuerza in
terior básica que motiva todo lo que hacemos. Los signos de
aire son motivados por sus conceptos intelectuales, los signos
de agua por sus anhelos emocionales más profundos, los sig
nos de fuego por sus inspiraciones y aspiraciones, y los signos
de tierra por sus necesidades materiales. Si los psicólogos,
psiquiatras y consejeros de varias clases tan sólo aprendieran
esta clasificación básica de tipos de personalidades, darían
un gran paso hacia adelante en sus esfuerzos por desentrañar
las interminables fuerzas complejas en funcionamiento en la
motivación y la conducta humanas.
El elemento del signo del Sol nos da también una intui
ción de cómo todo individuo ve la vida (o sea, la calidad de
su percepción total) y qué expectativas tiene de la experiencia
de la vida. En su Enciclopedia de Astrología Psicológica, C.
E. O. Carter expresó concisamente la tendencia psicológica
de cada elemento en palabras que son dignas de repetir aquí.
Respecto de los signos de fuego, dice que el yo se siente como
una "proyección del Principio de la Vida dentro de la Natu
raleza y· que actúa sobre ella" y que estos signos procuran
"experiencias de índole positiva en el campo de la acción".
Respecto de los signos de agua, el yo, proyectado dentro de
la naturaleza, se concibe como "probable de sufrir y necesitar
protección". Señala que los signos de agua ayudan a preser
var la vida "entrando en los sentimientos de los demás" y que
esta aptitud para armonizarse con los sentimientos de los de
más puede ser un " guardián útil" o un "enemigo artero".
Los signos de tierra, según Carter, ven la naturaleza como
"un campo para la manifestación de la vida" y, a través de su
armonización instintiva con el mundo material, pueden ayu
dar a sostener la vida a través de la utilización y el dominio
de los procesos materiales. Respecto de los signos de aire,
la naturaleza se percibe como "algo que ha de entenderse, lo
mismo que utilizarse, siendo la comprensión la condición para
la utilización completa y correcta". El principio mental aéreo
127
se usa, por tanto, para mejorar la vida, dándole a uno una
perspectiva sobre los procesos naturales espontáneos. La na
turaleza complementaria de los principios del aire y de la tie
rra es simbolizada claramente por la regencia conjunta de
Venus, Mercurio y Saturno sobre los signos de estos dos ele
mentos.
Cuando la armonización sólo se enfoca en el nivel de la
energía, nos encontramos con algunas intuiciones más bien so
brecogedoras de la naturaleza del elemento del signo del Sol.
A lo largo de su biografía Bom to Heal, el llamado señor A., a
quien mencioné reiteradas veces, se refiex:e a la necesidad de
que cada uno de nosotros tenga que "a1imentar"' su campo
de energía. Si descuidamos recargar nuestra energía básica
del signo del Sol (lo mismo que las energías indicadas por la
ubicación elemental de los otros planetas y ascendente), nos
encontramos agotados, irritables y más vulnerables a los tras
tornos físicos y psicológicos. Podemos realizar esta alimen
tación en una cantidad de modos: a través de una relación
intensa (de la que nos ocuparemos después), a través de una
armonización consciente con las energías requeridas, o a tra
vés de tipos específicos de actividades y compromisos de la
vida cotidiana. El elemento del signo del Sol representa el
requisito más importante para una recarga, puesto que es
la energía primordial la que constantemente agotamos. En
Born to Hea1, el señor A. es citado repetidas veces en relación
con las graves consecuencias de permitir desvitalizarnos de
nuestro necesario elemento combustible.
Todos hemos oído hablar de una persona que está "fuera
de su elemento", en otras palabras, alguien que se ocupa de
un reino de actividad que es ajeno a su verdadera naturaleza.
Por ejemplo, una persona de aire que trata de negar sus ne
cesidades intelectuales y se gana la vida como obrero es pro
bable que esté fuera de su elemento. Si esta persona no com
pensara comprometiéndose en actividades sociales o intelec
tuales cuando tiene tiempo libre, gradualmente se agotará
porque su elemento aire no se recargaría. En otras palabras,
¡el elemento del signo del Sol es el combustible que usted ne
cesita para sentirse vivo! Es la fuente de nuestra vitalidad
básica y la energía que nos permite revitalizamos a fin de im
ponernos a las tensiones y exigencias de la vida diaria. Aun
que teóricamente uno pudiera compensar por gastar la mayor
128
. parte del tien1po en un tipo de trabajo que estuviera "fuera
de su elemento", todo individuo debe hallar un tipo de tra
bajo que sea verdaderamente de su elemento si esa vocación
se va a cumplir durante un largo período de años.
De modo genérico, podemos recargar nuestras baterías
comprometiéndonos en actividades que nos suministren el
combustible necesario. Por ello, los signos de agua necesitan
tratos con otras personas de agua o intenso compromiso emo
cional con cuanto estén haciendo. Estas personas no pueden
apartarse de su experiencia, ésta es tan importante que esco
gen actividades y trabajo que les permitan expresarse emo
cionalmente con plenitud. Los signos de fuego requieren com
promiso con otras personas de fuego, con metas y aspiraciones
de promoción e inspiración, o con un tipo de trabajo que sea
físicamente exigente y activo. Los signos de tierra necesitan
asumir deberes y obligaciones materiales, pues los desafíos
para imponerse al mundo estimulan a la larga sus mejores
energías y alimentan su necesidad de expresarse a través de
la realización práctica. También pueden recargarse tratando
íntimamente a otros tipos de personas de tierra. Los signos
de aire sienten la necesidad de una relación regular con otras
personas de mentalidad afín, de compromisos sociales que les
permitan canalizar la expresión de sus ideas, o un tipo de
trabajo que les dé libertad y estímulo intelectuales.
Uno puede también armonizarse conscientemente con la
energía necesaria cultivando íntimo contacto físico con ese ele
mento; pues, de un modo real, los signos de tierra toman
energía de la tierra, los de aire toman su energía del aire, los
de agua del fluir de los sentimientos de agua y del contacto
con el agua misma, y los de fuego del Sol y de la actividad
física. Quienquiera que ponga en duda la verdad de esta de
claración, no experimentó evidentemente su realidad en su
propia vida. Clarividentes de percepción especialmente refi
nada me dijeron que podían ver la raigambre en la tierra de
Tauro, la terrenalidad corno de roca de Capricornio, un suave
fluir de sensitividad sentimental como cascada en Cáncer, el
repentino cambio de polaridad semejante a tormentas eléc
tricas en Acuario, y así sucesivamente. Por tanto, uno puede
aprovechar el contacto con el propio elemento del signo del
Sol con el fin de rejuvenecer y recuperarse del impacto desvi
talizador de las exigencias de la vida.
129
A fin de hacer esto, los signos de tierra necesitan natu
ralmente poner los pies en el barro una vez cada tanto, estar
cerca de la natui-aleza y sintonizarse con el poder de creci
miento de árboles y plantas. Para dar un ejemplo de esto,
conocí una vez a una persona doble Tauro que nada sabía de
astrología pero que había descubierto que obtenía la mayor
paz y tranquilidad yendo cerca del río a jugar en el barro
durante horas. Los signos de aire necesitan aire limpio, sutil
y muy eléctrico para recuperarse, una cualidad de la atmós
fera que nunca se encuentra en nuestras ciudades o llanuras
húmedas o valles agrícolas. Este tipo de aire está disponible
particularmente en las montañas, donde no sólo es limpio
sino también .más bien seco y refrescante. Un amigo médico,
de Acuario, me dice que cree que la mejor altitud para los
signos de aire es por lo menos de una milla y media sobre
el nivel del mar y él mismo vive en tal altitud por esa razón.
Los signos de agua sienten habitualmente que vivir de
masiado lejos de un río, lago u océano es como vivir en un
desierto yermo. Están a sus anchas psíquica y emocionalmen
te cuando tienen la oportunidad de sumergirse regularmente
en agua que corre, o al menos estar en presencia de agua.
Algunos lectores tal vez recuerden que Edgar Cayce, el gran
clarividente norteamericano, descubrió que sus facultades psí
quicas funcionaban más eficazmente cuando vivía cerca del
agua, hecho que le indujo a mudarse cerca del océano a Vir
ginia Beach. El Sol de Cayce estaba en Piscis, y sus lecturas
psíquicas rebosan referencias a los efectos beneficiosos de
estar cerca del agua para el trabajo psíquico o metafísico.
Los signos de fuego necesitan estar al aire libre, bajo el
sol, impregnándose del fuego radiante del sol. Necesitan
también permanecer físicamente activos a fin de conectarse
con su energía ardiente. Un signo de fuego que tenga que
permanecer enjaulado durante mucho tiempo o que no tenga
la oportunidad de movimiento físico vigoroso empieza pronto
a sentir como si muriera. Esta es la razón de que una enfer-,
medad debilitante o un accidente tenga tan a menudo graves
consecuencias psicológicas para los signos de fuego. Muchos
lectores han notado probablemente que todos los signos de fue
go parecen tener su energía máxima cuando el sol está en lo
alto, mientras que no saben qué hacer de sí tras el ocaso. Esta
energía del fuego puede también almacenarse durante los me-
130
ses estivales, para usarla después, durante el tiempo más frío.
Recuerdo a una mujer de Leo que me contó que nunca se en
ferrnaba en invierno si el verano anterior había estado al sol
mucho tiempo. Sin embargo, durante un verano tuvo que que
darse dentro virtualmente todo el tiempo debido a su traba
jo; y en el invierno siguiente estuvo enferma constantemente.
El psicólogo Ralph Metzner es uno de los pocos en su
especialidad que estudió los elementos en su relación con
los tipos de personalidades. Estando en la Universidad de
Stanford, Metzner ideó pequeñas sesiones en las que se re
unían personas de varias combinaciones de elementos. Tras
algunas pruebas con estos experimentos y luego de estudiar
las correlaciones astrológicas con los elementos en alguna pro
fundidad, Metzner concluyó que los cuatro elementos simbo
lizan tipos de personas que "n1etabolizan la experiencia en
diferentes proporciones" y de distintos modos. Estos dife
rentes enfoques de experiencia inducen a estos cuatro tipos
de personas a que en sus vidas traten los conflictos y obstácu
los de modos diferentes. Los signos de aire tienden a elevarse
sobre el conflicto y a flotar alrededor de él. Aunque después
se ofendan con la persona que les puso el problema en el
camino, raras veces dejan luego de encararlo airosamente. Los
signos de agua también detestan toda forma de conflicto (con
excepción de algunos Escorpios). Tienden a fluir alrededor
del conflicto, debajo o sobre él, o -si falla todo lo demás- a
desgastar lentamente a la persona o cosa que está en su ca
mino. Sin embargo, Escorpio busca a menudo desafíos y pro
blemas, comprendiendo subliminalmente que tales desafíos
ponen de manifiesto su fuerza y recursos más grandes. Em
pero, Escorpio mantendrá la mayor parte del tiempo un silen
cio total, sin querer causar un conflicto innecesario.
Los signos de tierra, más bien sólidos por naturaleza,
tienden a desdeñar el conflicto, prefiriendo absorber el más
fuerte embate del problema. Sin embargo, si los ponen contra
la pared, son capaces de golpear duramente al obstáculo con
todas sus fuerzas. Esto es particularmente cierto de Tauro,
la tierra fija, que nunca buscará conflictos pero que es capaz
de una potencia y una ira sorprendentes si lo acosan dema
siado. Los signos de fuego tienden a superar los obstáculos,
a incendiarlos o amedrentarlos mediante despliegue de .fuerza.
Raras veces evidencian una conducta que pudiera denominar-
131
se discreta. Lois H. Sargent, en su excelente libro sobre
comparaciones de mapas How to Handle Your Human Rela
tions, da gran importancia a los elementos como medio para
entender cómo diferentes personas enfocan la solución de un
problema. Escribe que los signos de fuego responden a las
situaciones con intensidad, "deseando una acción directa en
la solución de los problemas, y tendiendo más al impulso que
a la deliberación. Los tipos de tierra son motivados por el
deseo de resultados prácticos y útiles. Habitualmente, tienen
un sano sentido común, ya sea que lo empleen o no. Las
personas del signo de aire gustan razonar las cosas y, por lo
general, piensan antes de actuar. Los tipos del signo de agua
son impresionables, sensibles e intuitivos. Se inclinan a aguar
dar las circunstancias en procura de guía en la solución de
los problemas".
Corno vimos, comprender los elementos podrá contribuir
de muchos modos a autoconocernos, mostrándonos cómo po
dremos vivir mejor con nosotros mismos, satisfacer nuestras
necesidades y revitalizar nuestro campo de energía. Los ele
mentos nos dan también un índice de cómo podremos contro
lar y encauzar ventajosamente nuestras energías. Paracelso,
el médico y astrólogo medieval, a quien Jung consideró un
precursor de los psicólogos modernos, atribuía un específico
espíritu de la naturaleza a cada uno de los elementos. Es
tos espíritus, o sus variaciones, se encuentran en todas las
mitologías del mundo y simbolizan gráficamente cómo operan
los elementos. No es este sitio para detenernos sobre la cues
tión de cuán "reales" son esos espíritus, pero hacer aquí una
breve referencia a los escritos de Paracelso derrama luz sobre
cómo podemos trabajar con estas fuerzas. A las ondinas se
las consideraba los espíritus del agua, y Paracelso expresaba
que se ]as debía controlar con firmeza. De allí que podamos
aprender que las personas de agua necesitan ser firmes con
sigo mismas y, asimismo, que esa firmeza es con frecuencia el
mejor modo de tratar a este tipo de persona, especialmente
cuando sus emociones están fuera de control. Decíase que los
espíritus de aire eran los silfos, y que se los podía controlar
mediante constancia. Está claro que un enfoque definido y
coherente de la vida es algo que los signos de aire bien po
drían cultivar. Para los signos de aire es difícil concretar un
132
compromiso con una resolución determinada, pero es un paso
importante en su evolución.
Los espíritus del fuego son las salamandras, y se las pue
de controlar principalmente mediante la placidez. En otras
palabras, los signos de fuego pueden domeñar los usos extre
mos de su energía, cultivando conscientemente un estado tran
quilo y plácido de contento. Si los signos de fuego pueden
aprender este arte de aceptar con calma la vida aquí y ahora,
evitarían muchas tensiones y derroche de energía. Los espí
ritus de la tierra son los gnomos, a los que se los ha de con
trolar mediante jovial generosidad. Evidentemente, la jovial
generosidad no es una cualidad que se encuentre por lo co
mún en los signos de tierra, y es por ello que todos pueden
beneficiarse algo aprendiéndolo. Y, yo podría añadir, la fuer
za y la radiación máximas de los signos de tierra resplan
decen cuando asimilaron esta cualidad en su naturaleza.
133
Vital Principie in the Healing Art es la explicación más cabal
de los elementos. (Véase Apéndice C en procura de una ex
plicación más completa de la Terapia de la Polaridad y su
relación con la astrología.)
Muchas ideas del doctor Stone provinieron de la Medi
cina Ayurvédica de la India, un sistema antiquísimo de cura
ción, basado enteramente en la relación de los elementos con
los alimentos, el tiempo, el ejercicio, las medicinas y varios
tipos de actividades. La acupuntura china es otro tipo de arte
curativo, basado en la teoría de los elementos, y todo el que
reciba un tratamiento de este tipo podrá experimentar la re•
alidad de un flujo energético extremadamente potente, cuando
se estimulan los puntos específicos a fin de liberar la corrien
te energética específica (o "meridiano") que estaba bloqueado
o desequilibrado. Quienes estudien el Ratha Yoga encontrarán
también la teoría de los elementos y sus correlaciones con
centros específicos de energía (o "chakras") que se hallan a
lo largo de la columna vertebral, y quienes practiquen este
yoga podrán experimentar concretamente la realidad de los
elementos en su propia vida con gran inmediatez. El doctor
William Davidson, cuyas Lectures on Medical Astrology son
dignas de leer, fue un médico homeopático que dio muchas
conferencias sobre la importancia de los elementos. En las
disertaciones que se publicaron se puede hallar mención de
varios problemas fisiológicos que se producen debido a un
énfasis sobre un elemento particular del mapa natal.
Todos estos sistemas terapéuticos se basan en una idea
similar: que los elementos son las fuerzas vitales que nos vi
talizan en cada nivel. Como escribiera Samuel Thomson, el
herbolario norteamericano del siglo XIX:
Todos los cuerpos se componen de cuatro elemen
tos: Tierra, Aire, Fuego y Agua. El estado sano consiste
en el equilibrio y la distribución apropiados de estos
cuatro elementos, y la enfermedad es su desarreglo.
135
¿ Qué tiene que ver todo esto con la astrología? Simple
mente que, mediante el uso de ésta con conocimiento apro
piado· de las funciones de las energías básicas (o de los ele
mentos), podemos evaluar qué elementos son excesivos, fal
tantes o desequilibrados, o cuáles es probable que sean la
fuente de problemas, física y mentalmente. Como escribe el
doctor Westlake:
Tenemos aquí, por primera vez, la posibilidad de una
verdadera medicina preventiva, pues ahora podemos de
tectar estas desviaciones normaln1ente antes de que se
manifiesten físicamente, en cuya primera etapa son emi
nentemente tratables, o se fijan en una pauta que cono
cemos como enfermedad patológica, cuando no lo son.
136
12
137
el mapa de ese individuo. Es muy común hallar de este modo
un particular problema de la vida que confundió a esa per
sona (ya sea consciente o inconscientemente) a lo largo de su
vida, y la incrementada consciencia de su desequilibrio in
nato podrá ayudarle apreciablemente a cultivar un contacto
más significativo con áreas de ex-periencia que antes le fueran
ajenas. Naturalmente, uno no podrá cambiar su propia ar
monización simplemente a través del análisis y la discusión
del problema, pero podrá empezar a darse cuenta más ple
namente del hecho de que hay campos de actividad y tipos
de personas que pueden enseñar al individuo algo que éste
necesita vitalmente. De modo parecido, quienes tienen un én
fasis excesivo sobre un elemento particular del mapa natal
tienden a sobrevalorar ese reino de la experiencia, en detri
mento de su potencialidad respecto a la totalidad.
Al analizar un mapa en términos del equilibrio de los ele
mentos, el elemento más dominante es habitualmente -pero
no siempre- el del signo del Sol. Segundos en importancia
están los elementos de la Luna, Ascendente y Marte. Y por
último, los elementos de Venus y Mercurio, seguidos en or
den de importancia por Júpiter y Saturno. Los elementos
de Urano, Neptuno y Plutón tienen poquísimo en común con
la armonización constante del individuo, aunque indican cier
tamente factores inconscientes que motivan la generación to
tal de las personas a las que ese individuo pertenece. Sin em
·bargo, respecto a todos los fines prácticos, los elementos
indicados por la ubicación de los planetas trans-saturnianos
deben desecliarse en tal evaluación. Debo añadir que el ele
mento del planeta que rige al Ascendente, lo mismo que el
elemento del regente del signo del Sol, recibe énfasis com
plementario, a menos que el planeta regente sea Urano, Nep
tuno o Plutón. Si uno tiene, por ejemplo, a Escorpio ascen
dente, el elemento de Marte recibiría más énfasis, pero no
el de Plutón, co-regente de Escorpio. La ubicación elemental
del regente del Ascendente en particular es de importancia tal
y tiene tal poder de armonización en la vida del individuo que
uno· debe siempre considerar a ese elemento como fuerte
mente acentuado. Por ejemplo, alguien con Libra ascendente
y con Venus en Cáncer, pero sin otros planetas en los signos
de agua, seria fuertemente influido por -y expresaría abier
tamente muchas cualidades de- las cualidades asociadas con
138
el elemento agua. En otras palabras, tal persona sería vigo
rosamente motivada por necesidades emocionales, por el im
pulso de expresar sentimientos y afectos sentimentales, y por
la naturaleza simpática de Cáncer. Esto sería cierto aún si
el Sol y la Luna, lo mismo que el Ascendente, están en los
signos de aire.
La concentración sobre el elemento del regente del As
cendente hace que el profesional tenga conocimiento de uno
de los primordiales impulsos motivadores del individuo, cono
cimiento que fácilmente podría perderse si uno meramente
suma la cantidad de planetas de cada elemento y les da igual
peso al determinar la armonización dominante de los elemen
tos. La práctica que se acaba de mencionar la usan al azar
muchos astrólogos, y la inexactitud resultante de sus juicios
basados en esta práctica les impulsa a buscar toda clase de
razones "esotéricas" para explicar las características observa
das de la persona de la que se ocupan. Como siempre en la
práctica de la astrología, si uno aprende de verdad lo· básico
y entiende su función dinámica en el nivel de la expresión
de la energía, raras veces tendrá que apoyarse en al guna de
las incontables técnicas secundarias comúnmente ensalzadas
por quienes las proponen.
Un ejemplo de la fuerza de la ubicación de los elementos
del regente del signo del Sol podrá aclarar más este método
de procedimiento. Hace poco preparé un mapa para una mu
jer con el Sol, la Luna, Venus, Urano, Júpiter y Mercurio,
todos en el signo . de Aries. Naturalmente, uno supondría
.correctamente que tal persona ejemplificaría características
ígneas. Sin embargo, a menos que se prestara atención al he
cho de que el regente de Aries, Marte, está en Piscis (y éste
es el único planeta en un signo de agua), sería fácil describir
a esta persona como autocentrada insensiblemente en el modo
típico de Aire. El hecho de que el "dispositor" de todos los
planetas de Aries esté en un signo de agu a, sin embargo, mo
dera la expresión del ígneo impulso ariano y matiza la auto
expresión de esa persona con una sensibilidad que no se en
cuentra habitualmente en al guien con todos estos planetas
en Aries.
Al analizar el equilibrio o el desequilibrio de los elemen
tos en el mapa de un individuo, por tanto, no se debe ser
.demasiado apresurado al formular generalizaciones. Un fac-
139
tor del mapa puede alterar la expresión de todo el campo de
energía, y yo abogo vigorosamente por esta razón para que
los astrólogos que meramente suman la cantidad de planetas
en cada elemento echen otra mirada a esta práctica y enfren
ten honradamente sus limitaciones y proclividad a conclusio
nes injustificables. Lo ideal que ha de procurarse al evaluar
el énfasis de los elementos en un mapa es, por lo menos, al
guna armonización con ese elemento. Esto da por resultado
la aptitud para lograr un enfoque equilibrado de la vida y la
capacidad para participar de inmediato en todos los reinos
de la experiencia. Naturalmente, poquísimas personas tienen
este equilibrio ideal, y su falta no debe juzgarse como un ras
go necesariamente negativo del enfoque de la vida por parte
de esa persona. Las personas son capaces de compensar sus
carencias y debilidades, y pueden cultivar conscientemente las
cualidades y armonizaciones de las que carecen al nacer. Por
tanto, el equilibrio de los elementos debe considerarse más
como una pauta de ulterior crecimiento que como un factor
que necesariamente limite su autoexpresión de toda la vida.
140
también de tierra, pues entonces no tiene la fuerza digestiva
para quemar a los alimentos pesados y concentrados. Todo,
incluidos el ejercicio y los hábitos dietéticos, debe hacerse con
moderación para que la persona no agote la energía que ten
ga. Sin embargo, estas personas tienen a menudo gran pacien
cia, y el fuerte énfasis de Marte o del Sol puede compensar
algo.
El individuo raras veces juzga que demasiado énfasis so
bre el fuego sea un problema, hasta que es demasiado tarde
para hacer algo al respecto. Esto podría manifestarse como
"quemarse uno mismo", dejando de esa persona una cáscara
vacía, especialmente si se abusa del alcohol o las drogas. Tien
den a ser demasiado activos, inquietos y muy interesados en
hacer que en el mundo ocurra algo. Demasiado fuego puede
llevar también a problemas en el trato con los de1nás, pues
la impulsividad, el egocentrismo y un deseo irrestricto de
actuar directamente a toda costa, puede suscitar un modo ex
tremadamente insensible y tosco de acercarse a los demás.
(Esto podría repetirse si hay mucha agua o mucho aire en el
mapa.) Carter evalúa este desequilibrio en los siguientes tér
minos:
Bajo aflicción, esta fuerza se vuelve incontrolada .y
hace que quienes estén bajo su influencia sean salvajes,
turbulentos, entregados a la extravagancia y la exagera
ción, apasionados y atolondrados, excesivamente confia
dos y autocomplacientes. Tenemos rasgos primitivos, y
marcada tendencia a la exaltación del ego, importancia
personal, vanidad y amor por la pompa y la grandiosidad.
En el mejor de los casos, los que armonizan fuertemente
con el fuego son buscavidas que se motivan solos, y a menudo
se ponen en marcha con buen éxito y promueven nuevas em
presas, proyectos y aventuras idealistas que exigen tremenda
dedicación, valentía y energía.
El desequilibrio de la Tierra
141
sobrevivencia en el plano material. En consecuencia, pueden
estar en las nubes, puesto que no se afirman en la concreción
de aquí y ahora de sú dependencia de cosas materiales como
los alimentos, el dinero, el techo y otras consideraciones prác
ticas. Tal persona puede a menudo ignorar lo que exige el
sobrevivir en el mundo material y tiende a combatir ''desa
rrollarse" y acomodarse a las arduas necesidades hasta que
se vea obligada a hacerlo por las contundentes demandas de
la realidad que ella prefiriera ignorar. Esta falta de contacto
con el mundo material y con la dimensión física de la realidad
puede inducir a esa persona a que se sienta totalmente fuera
de lugar en este mundo, sin base ni raigambre que le provea
sostén y solidez en sus esfuerzos por expresarse. Con fre
cuencia, siente como si no tuviera sitio donde pararse, no se
adecua a ningún hueco dentro de la estructura social, y con
asiduidad tiene problemas en encontrar un trabajo para ga
narse la vida que le satisfaga. Esta sensación de estar fuera
de lugar en el mundo induce con frecuencia a estas personas
a buscar la experiencia directa con alguna dimensión de la
vida que les parezca más real, como estar activas en el mundo
de la imaginación o perseguir una búsqueda espiritual a fin
de trascender las limitaciones de]· mundo material de una vez
por todas. En otras palabras, esta falta de tierra puede tener
algunos efectos muy beneficiosos, pues la persona no acepta
limitaciones a lo que es posible, espiritualmente o en sus es
fuerzos creadores. La imaginación podrá desbocarse, y en
ocasiones esto puede llevar a resultados fructíferos, pero sólo
si el individuo aprendió por lo menos a aceptar las exigencias
fundamentales de la vida terrena.
Una falta -de tierra puede también inducir a ignorar las
exigencias del cuerpo físico. Sus necesidades físicas les pare
cen más bien secundarias, si es que en realidad se las conside
ra; y de allí que a menudo se olviden de comer, hacer ejerci
cios y descansar en intervalos regulares. A menudo descú
brese una pobre tonalidad de la piel, índice de que la energía
vital no vitaliza vigorosamente al vehículo físico, mientras que
los que tienen un gran énfasis sobre la tierra tienen a menu
do y en especial, piel aceitosa y activa, con buena tonalidad
y color. Los que tienen carencia de tierra pueden beneficiarse
sin medida cultivando conscientemente en sus vidas un pro
grama regular, separando períodos definidos para comer de
142
modo descansado, hacer ejercicios moderados y tener reposo
suficiente. En otras palabras, aceptando conscientemente las
limitaciones del mundo físico, podrán dominarlo y hacer uso
de la energía sustentadora de la tierra. Tal vez sea de utilidad
mencionar aquí que, aunque uno carezca en su mapa del énfa
sis sobre el signo tierra, fuertes aspectos con Saturno podrán
compensar de muchos modos el lado problemático de este
desequilibrio.
Los de demasiado énfasis sobre el elemento tierra tien
den a confiar en demasía en las cosas como son o parecen
ser. Puede haber visión estrecha, interés obsesivo más por
las "obras" que por los ideales a los que se debe apuntar, y a
menudo una marcada falta de imaginación. El ex Presidente
Nixon es buen ejemplo (con Virgo ascendente y Sol en Capri
cornio) de alguien que recalcó en exceso la eficacia práctica
y los intereses materiales en detrimento de los principios teó
ricos y éticos. Para estas personas es fácil que pierdan la pers
pectiva en sus acciones (a menos que tengan énfasis en el aire
para equilibrar esto) y en las implicancias últimas de sus mé
todos operativos. Naturalmente, los que tienen mucha armo
nización con la tierra ejemplificarán una fuerza y una eficacia
notables en la mayoría de los casos, y necesitan encauzar su
energía dentro de un trabajo específico que los exija. Sin
embargo, el mundo laboral y de los asuntos prácticos tiende
a menudo a dominar íntegramente sus vidas, con el eventual
resultado de que todo su sentido de valor personal es amena
zado cuando hay un cambio imprevisto en sus actividades vo
cacionales. Hay con frecuencia un cinismo y un escepticismo
particulares, presentes en estas personas, cualidades de la
mente que surgen inevitablemente si uno no tiene ideal o ins
piración para infundirle significación a la vida. Un fuerte
énfasis sobre Neptuno o, en alguna medida, sobre Júpiter po
drá ayudar a que la persona encauce su practicidad de modo
que le permita trascender las cualidades más negativas de
este desequilibrio.
143
problema, pues están inmersos en la acción. los sentimientos
y los intereses materiales como para que presten atención a
las implicancias de sus compromisos. Sin embargo, son pre
cisamente esta falta de percepción, esta ineptitud para refle
xionar sobre la vida y sobre uno mismo las que crean pro
blemas a estas personas. Les es difícil lograr separarse de
sus acciones personales, y de allí que a menudo se hallen car•
gadas de compromisos no tenidos suficientemente en cuenta
de antemano o de falta de satisfacción en relaciones estrechas
que brotan de su ineptitud para cooperar efectivamente. El
elemento aire es una cualidad unificadora y a uno le permite
ajustarse fácil y rápidamente a nuevas ideas y diferentes cla
ses de personas. Los que carecen de esta armonización tienen
naturalmente dificultad para ajustarse a ideas nuevas, y, en
consecuencia, a personas nuevas. Esto puede inducir descon
fianza hacia cualquiera que parezca demasiado "intelectual".
lTn buen ejemplo de este tipo es el Gobernador Wallace, cuyo
1napa recalca principalmente al fuego y a la tierra. Sus cam
pañas pasadas tuvieron el se11o de una crítica constante de
los "bonetes intelectuales". En otras palabras, estas personas
desconfían con frecuencia de los que les parezcan pensar de
masiado. Un fuerte énfasis sobre Mercurio podrá, hasta cier
to punto, compensar este desequilibrio.
Una armonización con aire indica que uno podrá ver fá
cilmente las cosas en cierta perspectiva, pero quienes carecen
de esta armonización tienen dificultad para obtener una pers
pectiva de sí mismos y no pueden reflexionar con facilidad
desde un punto de vista objetivo. Por regla general no se
analizan (a menos que Virgo esté enfatizado para compensar
esto) y raras veces se los conoce por su facultad racional y
su modo articulado de expresarse. A veces el sistema nervioso
es débil y la falta de aptitud para ajustarse con facilidad a las
ideas nuevas podrá, en algunos casos, causar problemas psi
cosomáticos. Estas personas pueden tener reacciones violen
tas si oyen una idea que no puedan asimilar mental y en1ocio
nalmente. Su reacción fís.ica a las ideas inasimilables o a los
nuevos tipos de personas las sacude hasta tal punto que se
enferman físicamente o se desatan irracionalmente en un es-
. fuerzo por eliminar la fuente de este pensamiento amenazante.
Los que tienen demasiado énfasis sobre el elemento aire
tienen una mente superactiva que deberá ser guiada y con-
144
trolada. Esta es la clase de persona que "vive de cabeza" y,
si hay un poco de tierra o de fuego para que se motive y actúe
sobre esas ideas, podrá llegar a ser un aficionado en toda
clase de curiosidades sin mucha efectividad o sin desarrollar
mucha profundidad dentro de sí mismo. Estas personas pue
den hacerlo todo sin-pensar primero en ello, lo cual podrá, en
casos extremos, inducir una parálisis de la voluntad y gran
des trastornos psicológicos. La mente puede desbocarse con
ellas, introduciéndolas en ocasiones en un mundo imaginario
y un brillo conceptual, pero otras veces en un sentido de la
"realidad" totalmente fuera de contacto con lo que es posible.
Con disciplina mental apropiada, este tipo de persona podrá
ser innovadora en el mundo del pensamit:!nto. (Testimonia
este hecho el que la mayoría de los ganadores del Premio No
bel tuvieron al Sol en signos de aire en vez de en cualquier
otro elemento.) A menudo tiene aptitudes especiales para la
coordinación de actividades con diversas clases de personas.
Físicamente, este tipo de persona puede estar tan fuera
de contacto con su cuerpo que permita que su mente se des
boque con él hasta que esté cabalmente agotado. El sistema
nervioso está muy activado y es extremadamente sensible,
pero estas personas agotan su energía. nerviosa más rápida
mente que otras, puesto que la usan más. Un descansado pe
rí.odo de recuperación o meditación es necesario para permitir
que el sistema nervioso se recargue e impedir que la mente
las conduzca a un estado de agotamiento psíquico. Para estas
personas es necesario que tengan un cambio periódico de es
cenario fuera de su trabajo habitual y de sus obligaciones
domésticas para permitir que la mente salga de su:. profun
das preocupaciones rutinarias, pensamientos secundarios y
planes sin fin.
145
en todos los casos carezcan de sensibilidad, sino que inevita
blemente tienen problemas al ocuparse de sus propios senti
mientos; el n1undo de las emociones les parece tierra extraña
con grandes peligros que es probable que sean más molestos
que beneficiosos. En casos extremos, uno encuentra con este
desequilibrio a personas frías, reservadas e insensibles. Tales
personas se destacan por su falta de simpatía y raras veces
tienen buenas relaciones emocionales con los demás. Tienden
a desdeñar los sentimientos de los demás como carentes de
importancia, incapaces de ver en los demás lo que no pueden
aceptar en ellas mismas. En su intento por ser emocionalmen
te autosuficientes, niegan a menudo y por completo su natu
raleza emocional, lo cual podrá inducir una dependencia par
ticularmente inconsciente de los demás que expresen sus
sentimientos.
Una falta del elemento agua se manifiesta también como
desconfianza innata hacia el conocimiento intuitivo. De he
cho, en algunos casos, el principal problema emocional de
estas personas es que no confían en sí mismas, puesto que
desechan con facilidad sus sentimientos como fastidios sin
importancia. Sin embargo, como lo señalara Jung en todos
sus escritos, aquello a lo que se le niegue acceso consciente
sigue influyendo sobre el individuo de algún modo, pero a
través •de procesos inconscientes. Las personas que carecen
de agua resistirán muy a menudo todos los esfuerzos de los
demás por sacarlas de su vacío emocional, mientras que, al
mismo tiempo, harán gestos semiconscientes, como a tientas,
en procura de los demás, lo cual revelará su aislamiento, su
miedo y su aflicción interior. Los que tienen este desequili
brio en sus mapas podrán lograr una medida de estabilidad
emociona.! dejando que, con lentitud, el aparentemente inter
minable estanque de los sentimientos salga a la superficie,
liberando así el dolor y el sufrimiento acumulados que nega
ran durante tan largo tiempo. Estas personas parecen temer
fanáticamente el dolor, y el resultado es que su desdén hacia
las necesidades emotivas les ase�ra que experimentarán más
dolor.
En el nivel físico, una falta de agua se manifiesta casi
siempre como una perturbación física más bien grave, habi
tua.lmente debida, en gran parte, a excesiva toxicidad. El ele
mento agua es la energía que limpia, cura y purifica, y los
146
que carecen de él permiten envenenarse lentamente por la
acumulación simultánea de productos de desecho emocionales
y físicos. Tal estado tóxico podrá expresarse a través de una
va1iedad interminable de síntomas, pero la terapia que se ne
cesita es, por lo general, la misma para todos: una completa
purificación física y emocional. El doctor Stone, a quien ya
mencioné, expresó en una disertación que, del 90 al 95 por
ciento de los problemas físicos, abarcan al elemento agua y,
en consecuencia, el lado emocional de la naturaleza. Aquellos
en los que el elemento agua no opera eficientemente son par
ticularmente proclives a los síntomas físicos de la enfermedad.
El hecho de que la energía del agua sea la fuerza que limpia
y cura es evidente en la gran preponderancia de los signos
de agua en los mapas de la mayoría de los sanadores natura
les. La dieta de los que carecen de agua debe vigilarse con
esmero, y podrán beneficiarse grandemente con periódicas
dietas purificadoras o ayunos moderados. En otras palabras,
cuando estas personas trabajan conscientemente en el incre�
mento de la función purificadora sobre los niveles emocional
y físico, pueden vencer muchos de estos problemas y evitar la
mayoría de los graves trastornos a los que eventualmente
conduciría tal estado tóxico.
Los que tienen un énfasis excesivo sobre el elemento agua
pueden sentirse como lanzados a la deriva en mar abierto
en un botecito sin timón, vela, remo ni brújula. Por lo común,
influye sobre ellos con facilidad cualquier viento que sople,
volviéndolos muy impresionables y, a menudo, a merced de
pautas emotivas sobre las que no tiene control. La mayoría
de la gente con este desequilibrio es extremadamente sensible
a cualquier experiencia, lo cual podrá inducir una· intuición pro
fundamente penetrante o una sobre-reacción al más ligero
estímulo. Si las emociones están totalmente fuera de control
y si la persona funciona habitualmente en un estado de apren
siva autoprotección, los miedos, las negativas pautas de reac
ción y la timidez podrán desvitalizarla con facilidad. El ser
abrumado por las emociones como una experiencia de la vida
diaria desgasta en última instancia a cualquiera, y el hecho
de que estas personas se sientan a menudo incapaces de im
ponerse a las tensiones en su trato con el mundo externo
puede acuciarlas a recogerse en su vida interior o a escapar
de los desafíos de la vida.
147
Estas personas puedén, de hecho, "anegarse con agua"
de emociones y sentimientos contradictorios, estado de cosas
que es muy probable que se produzca si no emplean su sen
sibilidad y empatía en un interés activo por los demás. En
el mejor de los casos, una vez vencida la autoabsorción, estas
personas son capaces de desarrollar una autosuficiencia emo
cional basada en una más rica vida interior de dedicación total
a un ideal. Con frecuencia, tienen pronunciadas aptitudes
imaginativas y una armonización natural con las realidades
espirituales y ocultas. Su dedicación aparentemente absoluta
a una vida de autosacrificio es a menudo genuina, pero en
otras ocasiones esto es simplemente un disfraz que oculta un
egoísmo absoluto y una pauta compulsiva de exigir que los
demás les llenen su vacío interior. No hay modo de entender
a este tipo de personas, a menos que uno comprenda que
principalmente las motivan profundos anhelos e insegurida
des que ellas tienen dificultad en identificar. Hasta que estos
anhelos se aclaren bajo la plena luz de la consciencia, estas
personas no podrán ayudar sino ser más bien compulsivas
en su conducta. Y hasta que los anhelos se identifiquen como
un deseo del alma en procura de liberación y serenidad últi
ma, el individuo no podrá hacer uso efectivamente de su má
xima fuerza.
Más que con cualquier otro elemento, los que tienen de
masiado énfasis sobre el agua tienden a irse a los extremos
de conducta, y por ello es difícil efectuar generalizaciones que
sean ciertas para todas las personas de esta categoría. Sin
embargo, es evidente que los que tienen esta combinación en
sus mapas tienen la potencialidad para expresar con plenitud
las supremas cualidades espirituales: amor, compasión, devo
ción y simpático auxilio. Los que alcanzaron este nivel de
autoe:xpresión pertenecen decididamente a la minoría. En el
nivel físico, un gran énfasis sobre el elemento del agua indica
que el cuerpo está eliminando siempre venenos, tanto toxinas
físicas como residuos emocionales. La eficiencia de este pro
ceso de purificación depende, sin embargo, de cuán consciente
esté la persona de sus necesidades emocionales.
148
El Enfasis Auto-expresivo o Auto-represivo
149
fe y pensamiento positivo, y sus facultades intelectuales y
comunicativas están habitualmente sin desarrollar. En el me
jor de los casos, este tipo se afirma en la realidad actual de
la experiencia cotidiana y enfrenta las cosas con gran fuerza
y .determinación interior. En el peor de los casos, pueden ser
avaros, manejadores, codiciosos y en última instancia profun
damente frustrados en su necesidad de asumir algunos riesgos
para promover su crecimiento.
150
emocionales y trabajo persistente. En consecuencia, pueden
esparcir su energía y extenderse en exceso hasta quemarse y
agotarse. La falta de profundidad y potencia sustentadora les
dificulta el que recarguen sus baterías en un esfuerzo por
recuperarse de las tensiones cotidianas. En esta persona fal
tan las cualidades rejuvenecedoras y curativas de la tierra y
el agua; por ello, necesitan darse cuenta de que no pueden
hacer afluir sus energías libremente sin armonizar al mismo
tiempo sus recursos más profundos si han de evitar un estado
de agotamiento constante.
151
más honda, y aptitudes insólitamente creadoras. Los ejemplos
que siguen deben aclarar lo que esto significa.
153
personas hay modales sencillos y cualidad renovadoramente
estimulante. En el peor de los casos, este tipo es explosiva
mente impredecible, dado alternadamente a inspiraciones y
frustraciones profundas. En el mejor de los casos, son cáli
dos, y dan apoyo y protección en sus tratos con los demás. A
menudo es una buena combinación para asuntos comerciales
y profesiones del espectáculo, pues pueden moderar sus acti
vidades promocionales con prudencia y proyectar sus senti
mientos con convincente compromiso.
154
mundo que apoyándose en roles sociales establecidos o en pau
tas educativas para alcanzar el triunfo. El primordial proble
ma de esta combinación es cierta tosquedad e insensibilidad.
Las personas "apisonadoras" no son reflexivas acerca de sí
mismas ni particularmente cuidadosas acerca de a quién aplas
tan en sus esfuerzos de llegar a donde se dirigen. De allí que
harían bien en cultivar mayor atención a los aspectos más
sutiles de la vida, incluida su propia vida, ideales y valores.
Una vez que esta energía se derrama en servicio de los demás
y se dirige con plena consideración de ]as implicancias de
sus acciones, la persona podrá manifestar activamente un amor
poderoso a través de firmeza, confiabilidad y productividad.
155
13
POTENCIAL DE INTEGRACION:
ASPECTOS Y RELACIONES PLANETA.RIAS
156
fuertes cuando abarcan planetas en elementos inarmónicos.
Cuando estos aspectos están presentes entre dos planetas en
elementos armónicos, hay poquísima fuerza y en realidad el
potencial de gran productividad con relativa facilidad. Estos
mismos principios de interpretación deben aplicarse al análi
sis de cuadrados, trinos, lo mismo que de los demás aspectos.
Por ejemplo, un trino entre dos planetas en elementos inar
mónicos no significará la misma facilidad de autoexpresión
que trinos en el mismo elemento, aunque aún haya habitual
mente algún talento definido. Podría decirse que las posicio
nes de los planetas según los elementos (sin considerar los
aspectos) revelan la armonización general y el tono de la
liberación de energía en el individuo, mientras que cada as
pecto próximo indica un específico intercambio dinámico de
energía dentro de la persona.
Podrán obtenerse muchas revelaciones importantes acer
ca de un mapa contrastando simplemente las diferentes ex
presiones de energías planetarias según los elementos, aunque
no está involucrado aspecto alguno. Este principio es más
importante todavía en la comparación de los mapas, donde
en efecto se analiza cómo interactuarán las energías de dos
personas. Según el doctor Stone, los elementos son como en
granajes que se engranan o muelen. Engranarse con plena
armonía podría inducir facilidad de expresión y buena salud,
pero no necesariamente nuevas intuiciones o ulterior creci
miento acuciado por exigencia. Esa molienda y fricción que
puede desarrollarse dentro de una persona desde la interac
ción de los elementos inarmónicos conduce inevítablemente
a esfuerzo físico y tensión psíquica, pero esta tensión puede
ser productiva si se la expresa creadoramente. La integración
personal puede ser más difícil en este caso, pero también pue
de ser más probable un crecimiento que surja de la necesidad
de ampliar la dimensión de la experiencia representada a
fin de abarcar ambos factores involucrados en cierto conflicto.
En otras palabras, la integración de cualidades aparentemente
incompatibles de uno es posible v, en realidad, t'S potencial
m.ente creativa, pues tal tensión interna fuerza a uno a actuar
y producir, lo mismo que a crecer en el conocimiento de la
ccmplejidad de la vida. La necesidad de juntar dos elementos
incompatibles en un concentrado afluir de la autoexpresión
podrá llevar al desarrollo de un conocimiento más complejo
157
y, en realidad, de una clase muy especial de habilidad, como
se mencionó en el último capítulo.
Es cierto que los aspectos "fuertes", especialmente la cua
dratura (90 º ), entre los planetas muestran inevitablemente mo
tivos o impulsos conflictivos o contradictorios, procurando
ambos simultáneamente la expresión o interfiriéndose ambos
entre sí. Sin embargo, el énfasis de la astrología tradicional
sobre las posibilidades destructivas o autodestructivas de es
tos aspectos impulsó a muchos estudiantes de astrología a
ignorar la finalidad existente detrás de tales aspectos y los
resultados extremadamente positivos que podrán aportar. En
cuanto a una presentación bien equilibrada y reflexiva de los
diversos aspectos, remito al lector a Los Aspectos Astrológi
cos, de C. E. O. Carter. Este libro muestra claramente que
ciertos trinos indican, por lo común, un enfoque autosatisf�
cho y apático de la vida, y que se descubrió que muchos as
pectos "fuertes" indican potencial de mayor creatividad y
conocimiento superior que el que se encuentra en el trino
entre los dos mismos planetas.
Para resumir lo que dije en relación con los aspectos y
los cuatro elementos: aunque los aspectos indican específica
mente siempre una especial dinámica de energía con la que
la persona tendrá que contender o de la que podrá extraer,
sólo la esmerada comparación de la relativa armonía de los
elementos en que están ubicados el Sol, la Luna, el Ascendente
y otros planetas "personales" podrá suministrar una cabal
comprensión de cómo la persona enfoca la vida y qué combi
nación de fuerzas trata de expresar.
Como ejemplo, un aspecto en cuadratura entre el Sol y
la Luna en elementos inarmónicos indica que uno tiende a
"mudar de engranajes" en la mitad de expresarse o recibir
de otro. Este aspecto indica específicamente que las necesi
dades subconscientes (la Luna) inhiben la expresión de los
deseos conscientes más esenciales (el Sol). Cuando uno en
cuentra este aspecto en cuadratura en elementos inarmónicos,
como es habitualmente el caso, hay una lucha interior evi
dente, que se manifiesta como dos prominentes pautas de per
sonalidad que rivalizan por el dominio, un conflicto interior
que hace que los demás que traten a esta persona se pregun
ten: ¿qué quiere realmente ese individuo expresar? Cuando
esta cuadratura está entre las "luces" en elementos armónicos,
158
la lucha casi no es tan intensa o evidente, aunque la persona
experimentará aún algunas manifestaciones comunes de ese
aspecto, como dificultad en el trato con el sexo opuesto en
estrecha asociación y la interferencia de pautas de hábitos in
conscientes con un fácil fluir de la autoexpresión.
Para explorar más el empleo de los elementos en un ma
pa, tomemos ahora el caso de un hombre con el Sol en Virgo
y la Luna en Leo, sin tener entre ellos aspecto mayor o menor.
El Sol y la Luna de este ejemplo están en elementos incom
patibles; y, aunque no haya conflicto o inhibición del alcance
indicado por el aspecto en cuadratura mencionado antes, ha
brá aún discordia interior e intento de expresar dos modali
dades incompatibles del ser simultáneamente. La manera ver
dadera de la autoexpresión esencial del hombre sería simbo
lizada por Virgo, su signo del Sol, y estaría en sus mejores
condiciones e irradiando su energía más dinámica cuando se
comprometiera en actividades de Virgo y servicio útil a los
demás. La humildad les sentaría bien y su radiación brillaría
con máximo esplendor para los demás concentrando sus ener
gías al modo de Virgo. Sin embargo, su luna de Leo muestra
que tiene necesidad subconsciente de causar gran impresión
a los demás, de enseñorearse sobre los demás, y lanzarse a
tomar la delantera en toda actividad. Podría decirse que la
personalidad esencial de su alma la muestra Virgo, mientras
su condicionamiento pasado le impulsa a expresarse en una
modalidad de Leo, aunque inhiba el fluir energético solar. La
humildad y las cualidades de modestia de Virgo no armoni
zan con el orgullo y los hábitos de autoagrandamiento de Leo,
y por ello esta combinación refleja un mayor callejón sin sa
lida en el sendero hacia la integración personal aunque no
esté presente aspecto alguno.
Mi propia experiencia me induce a creer que uno de los
primeros pasos en la interpretación de cualquier mapa debería
ser evaluar la compatibilidad relativa del Sol y la Luna, las
dos polaridades primarias de la personalidad lo mismo que los
primeros índices cuyos elementos más elevadamente se dina
mizan en el individuo. Un análisis de esta profundidad induce
a menudo conocimientos no accesibles a los métodos más co
munes de interpretación astrológica. Luego, como otro paso,
uno podrá examinar la compatibilidad relativa de otros pares
de planetas: Sol y Mercurio; Venus y Marte; Mercurio y Jú-
159
piter; Júpiter y Saturno; Sol y Venus; Luna y Venus; y así
sucesivamente, a fin de definir más específicamente varios mo
dos de autoexpresión y modos posibles de resolver conflictos
interiores.
Unos pocos ejemplos de tal comparación de pares plane
tarios debe aclarar lo que quiero decir. Por ejemplo, tómese
un hombre cuyo Sol está en Sagitario y Mercurio está en Ca
pricornio. Su naturaleza esencial puede describirse como sa
gitariana: buscador de la verdad, mentalidad abierta, idealis
ta, etc. Mercurio representa el modo en que enfoca las nue
vas ideas, con lógica y reflexión. Puesto que Mercurio en Ca
pricornio se conoce por un modo particularmente escéptico,
cauto y tradicional de pensar, podría revelar que el modo de
pensar de este hombre podría inhibir su aceptación intelec
tual de los ideales y las verdades mismas que busca con tanta
desesperación. En ese caso, aunque respondiera a las prome
tedoras ideas nuevas con una mente abierta al oírlas por pri
mera vez, a su tie1npo tendría que decidir qué valoró más: la
seguridad intelectual y la comodidad, o las necesidades más
esenciales y más profundas.
Una persona cuyo Venus es un elemento incompatible con
el del Sol podría experimentar, de modo parecido, una similar
discordia interior. Pero en este caso, sus gustos condiciona
dos emocionalmente (Venus) estarían en contraste con sus ne
cesidades y valores más esenciales. Esto podrá manifestarse
de muchos modos, por ejemplo, tendiendo a atraer a las per
sonas hacia relaciones íntimas que no satisfagan con plenitud
las verdaderas necesidades de uno, o tratar de expresar los
propios afectos de un modo que no armonice con los valores
superiores de uno.
Una situación similar podrá desarrollarse con el Sol y
Marte en elementos incompatibles. Por ejemplo, tómese el
caso de una mujer cuyo Sol está en Acuario y cuyo Marte está
en Tauro. Ella atraería automáticamente en un nivel físico a
hombres que encuadren en la imagen de Tauro, pero esos
mismos hombres expresaríanse simultáneamente con fines in
tersectados con las necesidades acuarianas más esenciales de
ella en cuanto a libertad y autoexpresión. ¿Qué va a dar?
¿Valorizará ella la atracción física sobre el nivel más esen
cial de la compatibilidad, o llegará a darse cuenta de que ella
160
no podrá tenerlo todo en una sola relación? (Adviértase que
un planeta de Tauro está por signo en cuadratura con Acuario.)
Un ejemplo más debería bastar para explicar el procedi
miento al que apunto. Si un hombre tiene la Luna en Libra y
Venus en Cáncer, hay dos conjuntos de respuestas y armo
nizaciones emocionales que no están en armonía. En oca
siones, él sería atraído hacia personas (especialmente muje
res) que ejemplificaran la sensibilidad y simpatía emocional
de Cáncer. Con estas personas, él se sentirá apreciado y emo
cionalmente libre para expresar sus afectos y pasiones, y ex
perimentaría mucho goce sensual. Sin embargo, la Luna re
presenta una necesidad más profunda aún que la que repre
senta Venus, y por ello él a su tiempo podría hallar que esta
necesidad no se satisfizo con la persona del tipo de Cáncer.
Digamos, pues, que encuentra un tipo de mujer de Libra con la
que se siente profundamente cómodo y con la que se identifica
muy fuertemente. Al final, cree haber encontrado su compañe
ra, su "otra mitad", y se casan. Sin embargo, suponiendo que
ella no tenga mucho énfasis sobre los signos de agua para po
der armonizar con lás necesidades de Venuus de él, él descubre
lentamente que gran parte de su vida emocional está insatis
fecha. Y lo molesto que descubre es que lentamente empieza
a ser atraído hacia las mismas situaciones románticas con ti
pos de Cáncer (o al menos con tipos de agua), como antes. En
consecuencia, está atrapado en un lado (en este caso, Venus
en cuadratura con la Luna), pues sus más profundas necesi
dades de seguridad y sentido del yo e imagen pública (Luna)
están todos satisfechos por su esposa, pero sus impulsos más
románticos, sensuales y emocionales (Venus) están frustrados
con ella. ¿Cómo podrá trabajar con estas dos necesidades?
¿Cómo podrá satisfacer ambas orientaciones sin arruinar su
matrimonio? Ese es el dilema, y ese es el desafío con el que
tendrá que trabajar ·para evolucionar hacia un mayor autoco
nocimiento y refinamiento emocional.
En este ejemplo, los planetas están en un aspecto tradi
cional (la cuadratura), que tiende a causar un problema más
grave. Pero los principios básicos son igualmente aplicables
en casos en los que la Luna y Venus están meram.ente en ele
mentos incompatibles, sin ningún aspecto próximo. En este
procedimiento de comparar pares de planetas, uno analiza, en
efecto, dos armonizaciones específicas que pueden inhibir la
161
expresión de cada uno de los princ1p1os fundamentales del
otro. Es como si los dos planetas se introdujeran mutuamen
te en su camino, pero sin embargo, el individuo tendrá inva
riablemente que satisfacer ambas necesidades y expresar am
bos impulsos si ha de sentir que está viviendo una vida plena.
Esto no tdgnifica que el individuo triunfará en sus intentos de
resolver el dilema, sino meramente que el intento de hacerlo
es un principal desafío de la vida a través del cual podrá en
sanchar su comprensión de sí mismo y de la vida en general.
Como lo expresa Jung, un verdadero conflicto nunca es capaz
de ser resuelto en el mismo nivel de la consciencia en que se
lo experimenta. Sólo podrá superárselo con el tiempo. Cuando
el individuo creció en conocimiento al punto que ambos lados
del conflicto se ven y aceptan, la experiencia del conflicto po
drá empezar a disolverse.
162
14
Mercurio
164
pensamientos de esa persona aunque se expresen pobremente.
Por otro lado, si su Mercurio está en conflicto o, por lo menos,
no está armonizado con el de otra persona, es muy probable
que tenga dificultad en "oir" lo que esa persona dice aunque
ese individuo sea muy claro. Esta vibración de Mercurio es
evidente hasta cierto punto, incluso en la comunicación es
crita, pero es especialmente evidente en los contactos de per
sona a persona.
Como ejemplo, una mujer de una de mis clases de astro
logía {que estaba sentada al fondo del aula, a unas· veinte filas
del frente), formuló una noche una pregunta acerca de un tó
pico que se estaba discutiendo. Antes de que terminara de
verbalizar la pregunta, advertí que yo le había entendido ya
por completo, con un grado insólito de claridad. Le pregunté
en qué signo era su Mercurio, ¡y me replicó que estaba en el
mismo signo que el mío y casi en el mismo grado! Eso me
explicó de inmediato por qué yo había entendido tan completa
y rápidamente su pregunta; pues no sólo había yo compren
dido las palabras que estaba empleando para plantear la pre
gunta, sino que también me había sintonizado automática
mente con su consciencia y así había entendido simultánea
mente todos los matices que motivan su indagación. En otros
casos, durante el curso de las clases que yo dictaba, advertí
que a veces ocurría lo contrario: una persona con la que yo
no estaba armonizado tratando más bien desesperadamente de
expresar una pregunta de un modo que yo pudiera enten
derla. En tales casos, yo tengo que emplear energía mental
extra para cambiar efectivamente mi armonización natural
con la de la otra persona a fin de ser capaz de entender los
pensamientos expresados en una vibración más bien extraña.
Esta rearmonizacíón o cambio consciente de fase -a ve
ces necesario para armonizar con otra persona- es algo que
uno también podrá hacer hasta cierto punto con las energías
de otros planetas. Por ejemplo, si usted descubre que el modo
en que usted expresa el afecto (Venus) desplaza a la otra
persona a la que quiere complacer, es posible moderar la
expresión de su propia energía de Venus y sintonizarse en
lo que exactamente será placentero para la otra persona. Sin
embargo, hay una reticencia inmediata y automática a cam
biar los niveles de expresión, pues hacerlo exige el empleo
de energía extra a fin de trabajar en un reino extraño de la ex-
165
periencia. Uno puede obrar así a través del esfuerzo cons
ciente y la concentración, pero es inevitablemente fatigoso
en la persona si intenta expresarse durante un lapso de modo
qué no fluya naturalmente. Este hecho es específicamente
apropiado para considerar ciertos géneros de incompatibilidad
en las comparaciones de mapas, lo cual lo exploraremos en el
capítulo siguiente.
Antes de considerar los otros planetas, debemos aclarar
a esta altura que la importancia y la intensidad relativas de
los elementos de los diversos planetas ha de estudiarse en
profundidad antes de que uno formule declaración alguna
acerca de la fuerza de los elementos en cierto mapa o acerca
de un tipo específico de incompatibilidad en una compara
ción de mapas. Es mucho más fácil modificar periódicamente
la armonización o expresión de Mercurio, Venus, Marte o
Júpiter, que intentar hacerlo con el Sol, la Luna o el Ascen
dente. De hecho, puesto que la polaridad Sol-Luna y el As
cendente se combinan para vitalizar el propio ser íntegro,
estas energías no pueden en realidad modificarse sustancial
mente ·de ningún modo sal�dable; sólo podrán bloquearse o
reprimirse. Esto es así porque el Sol, la Luna y el Ascendente
muestran qué energías (según sus elementos) dominan su
atención coherentemente, mientras los elementos de Mercu
rio, Venus, Marte y Júpiter funcionan más periódicamente y
en situaciones más bien específicas.
Venus
Como Mercurio, el planeta Venus representa un influjo
y un afluir de energía, y su ubicación en los diversos elemen
tos se expresa cómo dar y recibir amor, afecto, goce sensual
y cuidado con los demás. El elemento de Venus de uno re
presenta cómo se expresa aprecio y cuidado, en otras pala
bras cómo uno da sus propios sentimientos. Esa es la fase
afluyente del principio de Venus en acción, pero la fase del
influjo es igualmente importante. Según el elemento de su
posición del signo, representa qué clases de experiencia y ti
pos de expresión alimentan la propia necesidad de proximi
dad con otro y ayuda a uno a sentirse amado y apreciado. Si
el Venus de uno está en un signo de agua, por ejemplo, existe
la necesidad de constante alimentación emocional y cuidado
166
simpático, y de sensibilidad coherente y firme hacia la propia
sensibilidad y vulnerabilidad. Esta clase de participación no
necesita palabras (uno de los principales medios de expresión
de Venus en los signos de aire), ni grandes gestos (como Ve
nus en los signos de Tierra) . Venus en los signos de agua ne.
cesita solamente un intercambio de sensibilidad y sentimien
tos amorosos que tal vez pasen inadvertidos para los demás
que no estén armonizados de modo parecido.
Marte
167
El Sol, la Luna y el Ascendente
168
a mano. En otras palabras, uno con la Luna en un signo de
aire reacciona primero pensando, y luego actuando según los
dictados de su evaluación. Esta cualidad de previsión está
por lo común enteramente ausente en las personas que tienen
a la Luna en signos de agua o fuego, aunque está presente en
aquellas cuya Luna está en los signos de tierra.
La Luna en signos de agua indica un modo de reaccionar
matizado por la intensidad emotiva. Esto puede manifestarse
como temor o sentirse vulnerable, o puede sencillamente in
dicar un compromiso inmediato y profundo con toda exigencia
que la vida imponga a esa persona. La persona tendrá que
competir inevitablemente con el condicionamiento del pasado
y las pautas de los viejos hábitos como una exigencia diaria
en sus esfuerzos por ajustarse a las mutables circunstancias
de dentro y de fuera.
La Luna en los signos de fuego se halla en los mapas de
personas que reaccionan ante las condiciones cambiantes o
las circunstancias inmediatas con entusiamo y acción directa.
Tienden a dar un salto antes de mirar, y nunca se las conoce
como carentes de decisión. Sin embargo, la impaciencia es
con frecuencia un problema, especialmente cuando la Luna
está en Aries o Sagitario.
La Luna .en los signos de tierra indica a uno que tiende
a reaccionar de modo muy fundado, firme y concreto.. De he
cho, en los de la Luna en Tauro o Capricornio la reacción es
tan autocontenida que los demás piensan a menudo que no
hay reacción alguna. Sin embargo, a los de Luna en Virgo o
Capricornio les cuesta sentirse bien acerca de sí mismos;
para estas personas, la autoaceptación se basa en la cantidad
y la calidad del trabajo práctico realizado, y su aptitud para
ajustarse positivamente a la vida depende, por lo·común, de su
papel en el mundo laboral. Es en este ámbito de la vida donde
los de Luna en los signos de "trabajo" se sienten cómodos.
Júpiter y Saturno
169
energía o un plan mayor cuando uno opera en el nivel indi
cado por el elemento de Júpiter. El elemento de Saturno,
por otro lado, indica en qué nivel de expresión uno tiende a
estar inhibido y dónde la propia energía se bloquea o res
tringe. · Este bloqueo interior surge porque ese nivel de ex•
periencia es muy importante para el individuo. En conse
cuencia, tiende a atarse con nudos en este ámbito de la vida
y a constreñir el fluir de esta energía tratando demasiado ar
duamente de expresarlo o reprimiéndolo. A menudo, este én
fasis excesivo lleva a un estado de temor y ansiedad relacio
nado con la clase de experiencia indicada, hasta que uno apren
dió a relajarse, dejar pasar y armonizarse en la confianza y
la fe simbolizadas por Júpiter. Saturno y Júpiter pueden in
terpretarse útilmente como un par de principios complemen
tarios: Saturno representa el esfuerzo, Júpiter representa la
gracia. El esfuerzo sin gracia no nos deja alegría ni sereni
dad, y entonces ni siquiera podemos aceptar los beneficios
del esfuerzo. La gracia sin esfuerzo no es generalmente un
modo constructivo de marchar por la vida; pues, aunque se
tenga gran fe y optimismo, por lo común se consigue muy
poco, y confiar sólo en la gracia puede convertirse en una
huida superficial de las responsabilidades inmediatas.
El elemento de Saturno en el mapa de uno indica por lo
general (especialmente si los aspectos de Saturno son fuer
tes) un problema específico con plena aceptación, sin miedo,
de ese nivel de experiencia representada por el elemento par
ticular. A menudo, este miedo es resultado de una vieja pauta
de vida que se tomó intolerablemente inflexible y opresiva,
aunque en un tiempo (como en vidas pasadas) esta precau
ción y autodisciplina pudiera haber servido a un fin útil. En
realidad, la precaución y la disciplina pueden servir aún a una
finalidad muy útil en el propio crecimiento, pero sólo si esto
se acepta como un desafío que a uno lo motiva para que reali
ce un esfuerzo más coherente para expresarse concretamente
en ese ámbito de la vida. El esfuerzo es necesario para abrir
el cauce de modo que esa energía pueda fluir naturalmente;
pero forzarla rígidamente es tan autofrustrante como blo
quearla por completo.
Por ejemplo, Saturno en signo de agua indica a menudo
temor de expresión emocional. Algunos autores expresaron
que tal posición de Saturno hace que uno sea frío e insensi-
170
ble, pero la realidad es precisamente lo contrario. Los de Sa
turno en signo de agua son emocionalmente muy sensibles,
pues se comprometen demasiado rigurosamente a defender
sus susceptibilidades de las amenazas del mundo externo. Por
tanto, naturalmente tienden a ser cautelosos en extremos acer
ca de expresar sus sentimientos abiertamente, pues eso los
haría vulnerables. Saturno en signos de agua puede indicar
un grave grado de represión emocional, ¡pero eso no significa
que esa persona no sienta nada! Las personas con esta posi
ción de Saturno en sus mapas necesitan efectuar un concen
trado esfuerzo para expresar sus sentimientos con disciplina,
enfoque y autoaceptación. Mientras uno esté anudado, se
guirá reaccionando con exceso ante todo, tal como una per
sona nerviosa y timorata saltará ante el más leve ruido. Pero
cuando el individuo aprendió a desatarse, a dejar pasar y
aceptarse, entonces puede dirigir conscientemente toda la
la energía que los miedos y las actitudes negativas antes blo
quearan.
A menudo, se descubre que las personas expresarán en su
trabajo el elemento de la posición de Saturno, pues este es un
modo de dar concretamente un enfoque definido a· estas ener
gías. En consecuencia, los de Saturno en signos de agua son
atraídos frecuentemente hacia tipos de trabajo en los que
puedan expresar sus emociones y sensibilidad hacia los de
más: por ejemplo, en las artes curativas o en el trato con los
que sufren de otros modos. A través de su trabajo, pueden
establecer firme fuerza emocional y eso podrá luego ser un
capital real del carácter de esa persona en vez de seguir sien
do un pasivo invalidante. De modo parecido, podemos men
cionar brevemente a Saturno en los demás elementos. Satur
no en los signos de aire indica la necesidad de estabilizar la
propia comprensión, y estas personas expresarán a menudo su
sensibilidad hacia los demás, lo mismo que su conocimiento
en su trabajo cotidiano. Saturno en los signos de fuego mues
tra la necesidad de estabilizar la propia Identidad, y las per
sonas con esta ubicación de Saturno descubren a menudo
que su trabajo real es crear nuevas formas para su autoex
pres'ión, ya sea en las artes como en el comercio. Los de Sa
turno en signos de tierra necesitan estabilizar su eficiencia y
para ellos es importante expresar confianza y precisión en su
trabajo diario.
171
Si bien el elemento de Saturno en todo mapa natal indica
un tipo de energía que naturalmente es más bien restringida
(al menos en los jóvenes), el elemento de Júpiter simboliza un
depósito de vitalidad que es abundante y fluye naturalmente.
Como ejemplo de la diferencia entre las funciones de estos
dos planetas, consideremos cada uno de ellos en el signo de
Leo. Júpiter en Leo indica que sería menester una modalidad
dramática, ardiente y más bien llameante para darle a uno
una sensación de fe y confianza interiores. De modo parecido,
Saturno en Leo indica también a quien al menos subconscien
temente quiere expresarse de este modo; pero el deseo es, por
lo común, centrado demasiado rigurosamente en uno mismo,
demasiado comprometido con la propia identidad del ego,
creando así miedo al fracaso o vulnerabilidad que podrá li
siar la confianza en uno mismo. Debido a este miedo, uno
tiende a restringirse o disciplinarse en exceso en este ámbito,
esfuerzo que agrava un círculo ya vicioso de frustración inte
rior. Por otro lado, si el individuo aceptara el hecho de que
necesita desesperadamente expresar esa energía, sin importar
qué esfuerzo exija, se habrá dado el primer paso hacia la ob
tención de ese fluir energético. Pero este paso es imposible
sin comprender que la necesidad que se siente con tanta fuer
za es una manifestación de la necesidad de la vida para ex
presarse más que simplemente una imprevista parada perso
nal. El elemento de Saturno demuestra dónde uno necesita
desarrollar confianza en una energía mayor que el mero ego.
Tanto Júpiter como Saturno en un elemento particular indi
can gran necesidad de expresión en esa particular modali
dad, pero la calidad de energía liberada es muy diferente. El
elemento de Júpiter tiende a fluir más bien espontáneamente
(¡si es que no lo bloquea Saturno!) y hasta con exceso, mien
tras que el elemento de Saturno se expresa a través del es
fuerzo consciente y el trabajo consciente en acción autodis
ciplinada.
Otras consideraciones
172
lizar estas intuiciones en su alcance más pleno. Una vez que
se logró este conocimiento a través de afios de estudio y prác
tica paciente sobre centenares de mapas, muchas de las anti
guas ideas astrológicas llegan vivas con elevada significación.
Por ejemplo, los conceptos de exaltación, dignidad, caída y
detrimento, más que ser meramente restos pasados de moda
de un sistema arcaico, como expresaran al gunos autores mo
dernos, se aprecia entonces que tienen un significado muy
práctico. Aunque tal clasificación de las posiciones planeta
rias se base esencialmente en la armonía entre la naturaleza
de un planeta particular y la calidad de cierto elemento, y
aunque todo planeta en cierto elemento indique ciertas cuali
dades generales de expresión, es necesario considerar la ubi
cación de cada signo de un planeta individualmente a fin de
entender en plenitud el significado de tales conceptos.
Por ejemplo, si un planeta está en un signo que es algo
incompatible con su propia naturaleza, es como si la calidad
de ese signo "interfiriera" la expresión pura de ese principio.
Si una persona tiene, por ejemplo, a Mercurio en Sagitario,
hay una tendencia a que sus creencias y aspiraciones (Sagita
rio) interfieran en la expresión de su pensamiento lógico y
racional (Mercurio). Esto no significa que el individuo carezca
necesariamente de inteligencia o percepción clara, sino más
bien que sus ideas están invariablemente matizadas por inte
reses distintos de la razón pura y el análisis de los hechos.
Tal persona, cuando se le pregunta por qué formuló cierta
declaración, lo más probable es que se remita a la creencia, al
ideal o a la esperanza de que motivó su declaración en vez de
dar a su oyente hechos específicos para apoyar su idea. Puede
observarse que el "detrimento" de Mercurio en Sagitario no
indica, por tanto, algo "malo" acerca de la persona o algo que
sea necesariamente un pasivo (como a menudo se interpretan
los detrimentos), sino que más bien indica una específica di
ficultad personal en expresar la naturaleza verdadera del prin
cipio funcional de ese planeta. El grado de dificultad que se
experimente dependerá de los aspectos de ese planeta y del
nivel de c9nocimiento del individuo.
Otro ejemplo bastará para orientar al lector en el empleo
constructivo de estos antiguos principios. Suponiendo que uno
tenga a Saturno en Escorpio (otro "detrimento"), las exigen
cias, insaciables necesidades emocionales e intensos deseos de
173
Escorpio tienden a interferir la expresión del afecto y el libre
intercambio de los sentimientos amorosos con otra persona.
Esto no equivale a decir que tal individuo no pueda expresar
afecto o amor; apunta meramente al hecho de que tal persona
experimentará dentro de sí cierto grado de agitación emotiva
que es resultado de comprender que los verdaderos sentimien
tos amorosos son matizados continuamente por pasión, deseos
sexuales y exigencias emocionales. En el mapa natal no se
indica qué hará esa persona acerca de este estado de cosas,
pues la misma energía podrá manifestarse de muchos modos.
(Véase la Expresión Positiva-Negativa de los Principios Pla
netarios al final del capítulo 9). La ubicación de los planetas
en ciertos signos revela inevitablemente ciertos impulsos y
necesidades, aunque el mapa no podrá solamente determinar
cuán consciente esté esa persona de esta dinámica interior.
Los aspectos de ese planeta indican con qué facilidad podrá
expresarse o satisfacerse el particular impulso o necesidad, y
los aspectos más fuertes son los que generalmente indican
cierta obstrucción o bloqueo de la expresión de cierto ele
mento.
174
15
175
las dos personas son capaces de alimentar el campo de energía
mutuamente, lo mismo de cóm9 las dos bloquean entre sí el
fluir de la energía y, por tanto, se frustran mutuamente. Cuan
do existe el bloqueo, hay una experiencia de gran frustración
o grave agotamiento de energía, o a veces ambas cosas.
Cuando hay un armonioso intercambio mutuo de energía, hay
una experiencia de satisfacción, vitalización y plenitud. Na
turalmente, en la mayoría de las relaciones, existirán ambos
tipos de interca1nbio de energía; pero por lo común predomi
nará el énfasis total. Los intercambios armoniosos entre dos
personas proporcionarán recursos que ambas pueden extraer
para suministrar la energía necesaria, exigida para ocuparse
de otros ámbitos de relación que sean más problemáticos. Sin
embargo, si hay un predominio de intercambio de energías
fuertes y discordantes entre dos personas, es sólo cuestión de
tiempo hasta que una o ambas desean poner fin a la relación
por puro agotamiento, si es que por nada más.
Estuve mencionando cómo las personas "alimentan" en
tre sí sus campos de energías, y -a fin de aclarar lo que
quiero decir con esto- refirámonos aquí a una cita del libro
Born to Heal. El sanador señor A., a quien ya mencioné, sub
raya al elemento del signo del Sol como uno de los rasgos
más importantes de toda relación que haya de estudiarse:
"Hay tipos compatibles, neutros y negativos de ener
gías compatibles, o que se equiparan, generan juntas una
energía revitalizadora del combustible magnético."
176
del sistema nervioso. No es necesario que estén en conflicto
entre sí, sino simplemente que ni una ni otra persona se "ali
mente" con facilidad de una vibración levemente diferente y
vivificadora de ese mismo elemento. La combinación de otros
elementos armónicos como el aire y el fuego, o agua y tierra,
se considera que es menos compatible que los diferentes sig
nos del mismo elemento, pero mucho más compatible que las
energías "negativas" del señor A.
El señor A. sigue diciendo que nuestro sistema nervioso,
a través de nue�tro campo magnético, es influido por toda
persona con la que entramos en contacto: "Si nuestra genera
ción de energías es fuerte, estas energías cruzadas de los demás
tienen poco o ningún efecto sobre nuestros nervios. Sin em
bargo, si estamos debilitados o vaciados, la reacción es pro
bable". También señala que un hijo gravitará automática
mente en el padre que alimenta su campo magnético. Si las
energías de ambos padres no concuerdan con la pauta ener
gética del hijo, el resultado es a menudo un hijo delicado y
sobreexcitado, siendo su natural un misterio para los padres.
Muchas veces advertí este fenómeno en mi práctica. Un re
cuerdo que viene a mi mente es u.na muchacha cuyos padres
son los signos de Sol en Cáncer y Tauro. Ella es Leo con Luna
en Aries. Particularmente durante su adolescencia, sus padres
la consideraron una hija problematizada, y era en extremo
nerviosa e insegura para alguien con demasiada energía de
fuego. Tuvo lugar un gran cambio en ella a los dos años de
abandonar su casa luego de sus estudios superiores, y -huel
ga decirlo-- que lo hizo tan pronto como pudq, luego de di
plomarse. Una vez que estuvo en lo suyo y sin tener que com
petir más diariamente con las corrientes cruzadas de las ener
gías de sus padres, desarrolló rápidamente el equilibrio y la
confianza que normalmente uno asociaría con una persona de
su armonización. En otras palabras, ella no era el problema;
el problema era la relación entre ella y los padres. ¿Y qué
psicólogo sin la ayuda de la astrología podría haberse fi gu
rado este dilema?
Aunque el elemento del Sol es el combustible primario
del individuo, los elementos de la Luna y del Ascendente están
inevitablemente muy dinamizados en toda persona. Y como
se explicó extensamente, los elementos de los otros planetas
personales y particularmente los "regentes" del Sol y del As-
17·
cendente deberán tenerse en cuenta. e.n toda comparación de
mapas. rodos están ;armonizados, hasta cierto punto, con todos
los elementos, pero la armonización más dinámica y cons
ciente la indican los factores principales del mapa natal que
acabamos de mencionar. En particular, son muy dinamizados
los elementos de la polaridad Sol-Luna, y, en consecuencia, el
individuo será muy armónico y sensible con otra persona que
comparta algo de esa misma armonización. Aunque hay mu
chos casos de matrimonio, por ejemplo, en los que los ele
mentos del Sol y la Luna del hombre son incompatibles con
los elementos del Sol y la Luna de la mujer, la vasta mayoría
de esos matrimonios no duran mucho o, a pesar de uno o de
ambos, soportan una frustración constante. No estoy propo
niendo que todo tipo de relación haya de tener necesariamente
una relación armónica entre los elementos del Sol y la Luna
de cada persona (pues, como se expresó, hay otros factores a
considerar), sino que estoy r-ecalcando que es imposible la
compatibilidad má� armónica y omniabarcante sin algún si
milar intercambio suave de energías. Esto es así porque la
armonía entre el Sol, por ejemplo, y el Sol o la l:.una de otra
persona es índice de la expresión más pura y la fusión más in
mediata de las energías vitales de las dos personas.
La importancia relativa de tal aspecto depende, por su
puesto, del tipo de relación que se analice, del grado de inti
midad implícito, de la proximidad de la asociación, y de la
cantidad de tiempo que los dos pasan en mutua compañ.fa.
Una relación comercial distante no pondría a prueba la com
patibilidad tan hondamente como una relación que implicase
a los cónyuges o a padre e hijo. La armonía entre los Soles
y las Lunas es índice de una identificación mutua con el otro,
un conocimiento inmediato de la unidad de las dos personas.
En tales casos hay una fusión de la identidad, una vitalización
mutua, y un estímulo de la autoexpresión esencial de cada
persona. En otras palabras, este tipo de relación es índice de
una de las formas más elevadas del amor, un tipo de acepta
ción y sensibilidad mutuas que es mucho más duradero y más
profundamente satisfactorio que las relaciones que se basan
en aspectos armoniosos de Venus-Venus, Venus-Marte, Ve
nus-Sol o Venus-Luna.
Como ejemplo de lo que aquí recalco, examinemos el caso
de una pareja casada. La mujer tiene al Sol en Leo y a la Luna
178
en Aries, a Venus en Virgo, a Marte en Tauro, y a Cáncer
Ascendente. (Esta es una mujer diferente que la de Leo con
la Luna en Aries, mencionada anteriormente en este capítulo.)
Su ex-esposo tiene al Sol en Capricornio, a la Luna en Virgo,
a Marte en Géminis, a Venus en Sagitario, y a Cáncer ascen
dente. Puesto que este no es un libro dedicado primordial
mente a comparaciones de mapas, no voy a analizar todos
los aspectos de la comparación. Pero quiero señalar unos po
cos factores críticos para aclarar la importancia de los ele
mentos en las comparaciones. Ambas personas tienen a Cán
cer ascendente, y ambas participaron de la crianza de dos hi
jos durante doce años. El énfasis sobre el hogar y la familia
fue naturalmente un factor importante de energía para cada
uno de ellos, y en realidad esta orientación similar les ayudó
a que el matrimonio siguiera marchando como lo hicieran
(doce años). Por tanto, ambas personas son regidas por la
Luna, pero sus Lunas están en elementos incompatibles. Ni
uno ni otro de sus Soles o Lunas está en armonía con el Sol
o la Luna del otro. El primer elemento de la mujer es el fue
go, y el del hombre es la tierra. Viven en mundos diferentes;
funcionan de modos totalmente diferentes e inarmónicos, para
ellos son importantes cosas diferentes; lo que para uno es
real, para el otro no es importante. Ni Venus ni Marte de la
mujer es armonioso con Venus y Marte del hombre, y -como
ella lo admitió-- ella cesó de responder sexualmente por com
pleto a su esposo años atrás.
Ahora bien, hablando astrológica.mente, ¿qué fue lo que
unió a estas personas? ¿ Qué les hizo creer que eran compa
tibles, que en realidad_podían hacerse felices mutuamente?
Venus en Virgo de la mujer está en estrecha conjunción con
la Luna de él y en trígono con el Sol de él. Marte de ella está
en trígono con el Sol y la Luna de él. De allí que la energía
esencial de Sol-Luna de él activara en el primer encuentro las
energías románticas, sexuales y amorosas de ella. Lo terreno
de él es muy compatible con lo terreno de ella y en particular
con la atracción de ella hacia los hombres de tierra en un ni
vel físico (Marte en Tauro). ¡Pero lo terreno de él no es com
patible con la naturaleza esencial de fuego de ella! De modo
parecido, su Venus en Sagitario está en trígono con el Sol y
la Luna de ella, y el Marte de él está en sextil a cada lumina
ria. Asimismo, la vitalidad esencial de Sol-Luna de ella acti-
179
vaha las energías emocionales y sexuales de él. La energía de
fuego de ella es muy compatible con Venus signo de fuego
de .él (atracción hacia mujeres ardientes) y armonioso con
Marte, su signo de aire. Pero, como un tipo esencialmente te
rreno de persona puede sacarlo de un puntapié del fuego de
ella, pero él puede realmente armonizarse con el modo de ser
de ella. Durante la confección de com¡:araciones de mapas de
muchas personas casadas Q amantes, este parece ser el más
común de todos los factores que contribuyen a una lenta diso
lución de la relación: si bien las personas se gustan mutua
mente de muchos modos y en realidad se estimulan a menudo
en lo emocional y sexual entre ellas, una o ambas se dan cuen
ta de a poco de que simplemente no pueden ser ellas mismas
en plenitud en la relación, que -no importa cuánto se es
fuercen para ello- no pueden compartir con el otro su yo
más íntimo.
Esto es así porque, si uno no está fuertemente armonizado
con cierto elemento, es virtualmente imposible participar ple
namente de ese reino del ser y de esa cualidad de consciencia.
En consecuencia, esas dos personas se hallarán cada vez más
distantes entre sí, a medida que ambas crecen, evolucionan y
se individualizan en sus modalidades diferentes. Cuanto más
crecen en el conocimiento de su individualidad esencial, más
se resignarán ante el hecho de que nunca podrán compartir el
nivel de profundidad que querrían. El grado de insatisfac
ción depende, por supuesto, de las expectativas que cada per
sona tenga en la relación, de cuánto dependa cada uno de la
relación en cuanto a la auto-realización, y qué grado de inten
sidad personal se busque a través de esa implicancia. Por
ejemplo, un Capricornio muy impersonal puede satisfacerse
con un matrimonio (simplemente porque su estructura básica
es segura y cómoda) que en última instancia sería frustrante
para una persona de Libra.
Me parece que una de las razones de las crecientes esta
dísticas de divorcio del mundo occidental es que las personas
toman cada vez más consciencia de su individualidad e insis
ten cada vez más en expresarla. Esta tendencia sencillamente
la aceleró el tránsito de Urano a través de Libra. La marcha
de la vida, el derrumbe de los valores tradicionales, el desa
rraigo de la mayoría de las familias norteamericanas contri
buyeron todos a esta pauta; pero en esta tendencia social hay
180
un lado positivo que a menudo se ignora: más personas se
concentran en la importancia de una relación consciente y sa
tisfactoria con los demás que en decenios anteriores. El én
fasis nuevo y creciente sobre la libertad personal y la indivi
dualidad se manifestó naturalmente de .algunos modos extre
mos puesto que las personas tienden siempre a irse a los ex
tremos cuando se sueltan de las tradiciones o los estilos res
trictivos de la vida. Sin embargo, una vez que esta nueva li
bertad (grandemente exaltada cuando la era de Acuario entre
plenamente en juego) sea aceptada e integrada con valores es
pirituales, estoy convencido de que los trastornos que ahora
se experimentan en las estructuras de las relaciones se apa
ciguarán. De hecho, Plutón transitando a través de Libra bien
podría dar los toques finales a la revolución que Urano acti
vó, y antes de muchos años podríamos encontramos con que
la estructura íntegra del matrimonio y de las relaciones afines
renacieron en un nivel nuevo y más consciente.
Al efectuar comparaciones de mapas, debe notarse con
particular énfasis que no deben considerarse los datos astro
lógicos como índice absolutamente determinante de la "aflic
ción" o la "felicidad" a experimentar en cierta relación. El uso
apropiado de la información astrológica es para promover
una comprensión profunda a fin de que los individuos vivan
más conscientemente, no para que den excusas para eludir
los deberes o patrocinar ilusiones de felicidad última. El ni
vel de consciencia de las dos personas implícitas es siempre
el factor- más importante, y el modo en que deciden ocuparse
de las que pueden ser tendencias o pautas conflictivas de la
personalidad sólo es predecible en el grado que las personas
funcionen inconscientemente. Si los individuos son personas
muy conscientes y/ o tienen ciertos ideales. espirituales o éticos
que ambos procuran incorporar en sus vidas, pueden ser ca
paces de ocuparse constructivamente de los obstáculos que
destruirian una relación entre personas menos conscientes.
Las personas son atraídas con frecuencia hacia otras que
están armonizadas con un elemento del que ellas mismas ca
recen. Una cantidad de autores sobre el tema de las compa
raciones de mapas declararon que tal situación es ideal puesto
que las personas se "complementan" entre sí, proporcionando
cada una algo que la otra necesita. Esta es una de las muchas
declaraciones astrológicas que suena grande en el papel pero
181
que a menudo no funciona en la práctica. Es un hecho que
con frecuencia nos intrigan y atraen los que son ejemplo de
cualidades o aptitudes de las que no estamos dotados. Sin
embargo, mi experiencia indica que sólo raras veces podemos
ocupamos ínthnamente de tal persona durante largo tiempo
con algún grado de contento. Lo más probable es que este tipo
de relación sea satisfactoria si se la ve más bien como un
arreglo de corto plazo y orientada hacia el crecimiento que
como un contrato matrimonial o comercial de largo plazo.
Algunos autores fueron tan lejos como para afirmar que la re
lación ideal es un ejemplo de equilibrio perfecto de los ele
mentos entre las dos personas, con una proveyendo por ejem
plo el fuego y la tierra, mientras que la armonización de la
otra es agua y aire. Asimismo, esto suena en la teoría mejor
que en la experiencia, pues tales personas serán a menudo tan
diferentes que la brecha entre su consciencia y su experiencia
se ensanchará cada año. Por lo común, descubren que son
cada vez más incapaces de participar en los mundos del otro.
Naturalmente, hay excepciones a la mayoría de las reglas,
y el astrólogo profesional se encontrará en ocasiones con una
relación que parece positiva aunque las dos personas no sean
armonizadas muy fuertemente entre sí por los elementos. Pe
ro en estos casos, inevitablemente hay algún contacto pode
roso entre los dos mapas que motivó a ambas personas a efec
tuarlo. Pues, aunque la armonización de los elementos es de
mayor importancia en las comparaciones, los aspectos especí
ficos entre los mapas deberán considerarse sistemáticamente
y con gran detalle en todo examen cabal de una relación espe
cífica. Algunos métodos dé comparación de mapas propuestos
en varios artículos y libros son supersimplificaciones radicales
de este complejísimo arte y el astrólogo que confía en tales
métodos parciales no puede esperar entender las relaciones
en profundidad alguna. No n.::calco la importancia de los ele-
-mentos con exclusión de los métodos más tradicionales de
análisis de los aspectos entre los mapas, sino que procuro
aclarar simplemente las bases más profundas de lo que sucede
en toda relación en el nivel de las energías. Por ejemplo, aun
que los aspectos próximos en la comparación de mapas indi
carán siempre un tipo específico de fluido o bloqueo energé
tico, dos personas que estén sintonizadas armoniosamente se-
182
gún los elementos tienen mucha mejor ocasión de afrontar
constructivamente los desafíos de sus aspectos fuertes.
Aunque estemos involucrados en una relación con alguien
cuyo elemento dominante es uno del cual carecemos, podemos
aprender muchísimo de esa persona. Una vez que hayamos
tomado consciencia de nuestras ineptitudes y necesidades de
crecimiento futuro, al menos podremos apreciar con más ple
nitud las cualidades de tales personas y admirarlas por su ha
bilidad para expresarse en un ámbito que no es extraño. Esto
tal vez exija cierto desapego en la relación, pero de ningún
modo indica siempre que esa relación carece de realización y
satisfacción profunda.
De lo anterior podemos sacar en conclusión que tener al
Sol, por ejemplo, en el msimo signo (o incluso en el mismo
elemento) que la Luna de otra persona es un contacto impor
tante y armónico entre dos personas cualesquiera, sin impor
tar si existe un aspecto próximo entre las dos luminarias. De
modo parecido, aunque los trígonos de Marte-Venus se consi
deran por tradición como aspectos particularmente armónicos
de amor y sexualidad, teniendo a Marte en trígono a Venus
de otro no es índice de una particular compatibilidad si los
planetas están en elementos incompatibles. Para una inter
pretación penetrante y exacta de los aspectos específicos de
las comparaciones de mapas, insto al lector a que estudie How
to Handle Your Human Relations (editado por la Federación
Norteamericana de Astrólogos).
Puesto que la mayoría de los principios implícitos en la
comparación de la interaccion y la combinación de los ele
mentos ya fue tratada en este libro, no es menester que aquí
los repitamos. (El capítulo 10 contiene algún material sobre
cómo las personas de cada elemento tienden a reaccionar ha
cia los de armonización diferente.) Sería de utilidad, sin em
bargo, a fin de llegar a percibir cómo se combinan estas ener
gías, que el lector visualizara las manifestaciones ñsicas de los
elementos como éstos interactúan entre sí. ¿Qué hace el agua
cuando se encuentra con la tierra? ¿ Qué hace el aire cuando
se encuentra con el agua? ¿ Cuál es la interacción entre estos
elementos? Una vez que uno ha asimilado la naturaleza esen
cial de un elemento, es un asunto relativamente sencillo en
tender su interacción con los demás. Tal visualización no sólo
contribuye a entender más profundamente la dinámica psi-
183
cológica implícita sino que es también útil para lograr per
cibir cómo las personas afectan su salud entre ellas simple
mente estando juntas.
En la práctica, es muy común encontrarse con casos en
los que un hombre y una mujer, aunque se gusten muchísimo
mutuamente, hallen que se desvitalizan concretamente pasan
do mucho tiempo juntos. En otros casos, la interacción de
los campos de energía de dos personas es tan intensamente
vitalizadora que una persona o ambas descubren que no pue•
den tolerar ese nivel de intensidad. Es como si eléctricamente
tuvieran excesivo amperaje, produciendo así un corto circuito
en sus sistemas nerviosos, haciendo saltar reiteradamente los
fusibles. Ambos tipos de relaciones sólo pueden entenderse en
términos de los elementos. Por ejemplo, si una persona de
Cáncer vive con una de Géminis, la de Cáncer podría sentirse
"seca", evaporada, sin vida. La de Géminis puede sentirse
ahogada, resultarle dificil abandonar la cama por la mafiana,
e incluso desarrollar dificultades respiratorias. Es como si la
de Géminis procurara vivir "bajo el agua" y la de Cáncer tra
tara de vivir varada en el aire. Los campos de energía de am
bas personas podrían desvitalizarse por entero, y tal vez se
asombren de cuán aliviadas y dinamizadas se sienten al se
pararse.
En el otro tipo de caso, suponga que una persona de Sa
gitario con Luna en Leo vive con una de Géminis con Luna en
Acuario. Ahora bien, esta podría ser una relación positiva y
armónica si ambas personas pudieran soportar el nivel de in
tensidad. El resto de la comparación diría eso. Pero, puesto
que el Sol y la Luna de cada persona son contrarios a los del
otr.o (y muchas oposiciones, más bien que ser frustrantes o
bloqueantes en las comparaciones de mapas, indican tremenda
estimulaclón de fluido energético), el nivel de intensidad po
dría ser tan grande que ni una ni otra persona podrá operar
eficazmente cuando esté dentro del alcance de la energía mag
nética de la otra persona. Se sentirían atraídas (absolutamen
te polarizadas en los largos de onda del Sol y la Luna), pero
también quizá sientan la necesidad de separarse con violencia
a fin de mantener su integridad energética y su capacidad
funcional.
Muchas de las situaciones que son producto del vivir jun
tos se mejoran y la salud de una persona o de ambas da un
184
vuelco si las dos personas duermen en dormitorios diferentes.
Este es un cambio a efectuar especialmente útil si los dos son
de armonización radicalmente distinta. No es cosa muy ro
mántica de hacer, pero es beneficiosa en muchas relaciones.
La razón de esto es que, si las dos personas duermen en la
misma habitación (y especialmente si están en el mismo le
cho}, sus campos de energía interactúan constantemente du
rante toda la noche, vitalizándose uno al otro o vaciando el
depósito de energía del otro. La fusión de la propia energía
con la del otro durante ocho horas consecutivas tiene. una in
fluencia dramáticamente poderosa sobre el estado de salud de
cada persona, para bien o para mal; y más bien parece una
necedad persistir en tal hábito simplemente para satisfacer
imágenes románticas de la mente si su efecto es la disipación
de la propia vitalidad. Personalmente, conozco a muchas per
sonas que se quejaban de los efectos desvitalizantes de dormir
con su cónyuge y cuya energía aumentaba cuando dormían en
cuartos diferentes. Por otro lado, también conocí casos en
los que las personas se vitalizan entre sí tanto durante la no
che que cada una no necesita más de seis horas de sueño y
tienen siempre una salud espléndida.
El efecto sobre la salud de un individuo de estar en estre
cha proximidad con otro fue subestimado y habitualmente ig
norado por las profesiones médicas y psicológica. Pero sub
siste el hecho de que, en presencia de otro que tenga un campo
energético particularmente fuerte, somos af-ectados más de lo
que tal vez nos demos cuenta aunque la otra persona no esté
en el mismo cuarto sino que viva meramente en la misma
casa. A un amigo mío cuyo Sol está en Piscis y cuyo ascen
dente es Escorpio (¡ambos son signos de agua muy sensibles!}
le asignaron una vez una oficina con un hombre de Sol en
Escorpio. Todo estudiante de astrología sabe que el campo
magnético de una persona de Escorpio es habitualmente de
fuerza superpotente y que la presencia de tal persona no puede
ser ignorada. Mi amigo descubrió que no podía realizar nin
guna labor mientras esa persona de Escorpio estuviera en la
habitaci6n. Finalmente, dispuso trabajar por la tarde y los
fines de semana en que sería la única persona en esa oficina.
Este tipo de experiencia no puede "explicarse" como paranoia,
supersensibilidad o proyección, como muchos psicólogos in
tentarían hacerlo. Esta es una experiencia que se basa en una
185
real interacción de los, campos de energía de dos personas, el
nivel de actividad en la base de todas las manifestaciones psi
cológicas y físicas.
A fin de estar verdaderamente sano (las palabras "sano"
(healthy) y "curar (heal) derivan de un vocablo inglés arcaico
que significa "todo" (whole)), uno debe nutrirse en todos los
niveles. Uno debe alimentar los cuatro elementos o cuerpos en
total: el emocional, el mental, el físico y el espiritual. Todo
aspecto de la propia naturaleza que no se alimente lo suficien
te empieza pronto a atrofiarse. Tal como una persona ham
brienta se desespera pronto y hará casi cualquier cosa para
conseguir comida, así todo aspecto de la naturaleza cuádruple
del hombre empieza a rebelarse y exigir alimentación y aten
ción si se lo descuida. Vida bien equilibrada es aquella en la
que el individuo presta atención debida a todas sus necesi
dades primordiales; y la armonización representada en el mapa
natal revela cuán desequilibrado está uno, qué necesidades se
descuidan (falta de un elemento), qué dimensiones de la vida
son recalcadas en demasía (demasiado de un solo elemento),
y qué aspectos de la naturaleza tienen necesidad de sutilizarse
o transformarse (particularmente los planetas fuertemente as
pectados en cierto elemento).
No es mi propósito dar la impresión de que una insis
tencia irreflexiva sobre la satisfacción de todos los impulsos
es la respuesta a todos los problemas y la clave de la buena
salud. El grado de refinamiento de nutrimos de energía es
importante. A medida que crecemos en consciencia, podemos
satisfacemos con un tipo más refinado y sutil de alim.enta
ción. A través de la experiencia, uno puede aprender a sinto
nizar sus exigencias energéticas esenciales y satisfacerlas de
modos simples y directos, . con plena consciencia de lo que
está haciendo y por qué. Por ejemplo, todos necesitan alguna
cantidad de alimento material, pero la mayoría come mucho
más de lo que necesita, alimento de calidad mucho más pobre
de la que el cuerpo necesita para nutrirse apropiaJamente, y
con frecuencia se come en un estado de prisa y excitación ta
les que el alimento no se asimila convenientemente. El pres
tar alguna atención a las necesidades reales de nutrición del
cuerpo y cómo opera el proceso de digestión y asimilación po
drá permitirnos sostener saludablemente al cuerpo físico en
base a una dieta sencilla, pura y económica.
186
De modo parecido, todos necesitan regularmente absorber
alguna energía emocional. ¿ Pero, cómo se satisfacen realmente
estas necesidades emocionales? Cuanto más refinada y con
centrada sea la experiencia emocional, más profundamente
nutritiva es para el ser interior. Permitir simplemente que las
necesidades emocionales dicten compulsivamente nuestra con
ducta es un modo seguro de derrochar energía, de hacer pe
dazos nuestra estructura vital, y en última instancia de ex
perimentar inanición emocional. La civilización moderna está
estructurada de modo tal que asegura una completa inanición
de las necesidades más esenciales del hombre, y ese estado
constante de carencia de energías es, sin duda, causa primor
dial de la conducta desesperada e histérica que con tanta fre
cuencia presenciamos. En la civilización urbana, si uno par
ticipa plenamente de las pautas culturales del estilo de vida,
trabajo y hábitos dietéticos, se encuentra cabalmente sin sus
tancia física, emocional, mental y espiritual para mantenerse
en un estado de totalidad. Hoy en día, los tiempos mandan
que cada persona asuma la responsabilidad de sus propias ne
cesidades, y un conocimiento de los cuatro elementos y sus
funciones es una educación personal de los principios opera
tivos de las fuerzas esenciales de la vida.
187
16
188
rentes pero paralelas de principios evolutivos, aquí -de ma
nera tradicional- correlacioné a Aries con la primera casa, a
Tauro con la segunda casa, y así sucesivamente. No obstante,
a los signos y casas ha de vérselos siempre como factores se
parados y distintos en el alfabeto astrológico cuando uno se
dedica a interpretar los mapas.
En el transcurso de mis muchas clases en todos los ni
veles de la astrología en los últimos años, observé que los es
tudiantes tienen más dificultad en entender la naturaleza de
las casas que cualquier otro aspecto del simbolismo astrológi
co. En su mayoría, los estudiantes lograban entender adecua
damente los signos y planetas; pero, tan pronto traía a cola
ción el tópico de las casas, me enfrentaba con numerosas pre
guntas confusas y expresiones de perplejidad. Hasta los que,
en apariencia, pasaban airosamente la clase sobre los funda
mentos, a menudo me escribían seis meses después para pre
guntarme si podía recomendarles un buen libro sobre las ca
sas, puesto que se encontraban con muchos obstáculos al in
tentar entender esta porción importante del lenguaje astro
lógico.
Me parece que el principal problema para llegar a captar
el significado de las casas estriba en el hecho de que la ma
yoría de los textos astrológicos no procuran explicar el prin
cipio fundamental de cada casa y el significado interior esen
cial de los que derivan todas las asociaciones y ramificaciones
interminables asignadas a esa casa. Los libros recalcan, en su
mayoría, los significados tradicionales de las casas con exclu
sión de los principios más sutiles y comprensivos implícitos.
Hacen esto porque la mayor parte de los astrólogos se inte
resa aún más por el medio ambiente y la situación externa
que por la experiencia interior del individuo. (El reciente libro
de Dane Rudhyar Tbe Astrological Houses es una excepción
extraordinaria y grata). Lo que la mayoría de los autores no
declara es que las casas -y, en realidad, el mapa en conjun
to- muestran siempre el estado interior y la experiencia per
sonal mucho más claramente que las circunstancias ambien
tales. Esta es la razón de que no lleguen a producirse tantas
predicciones astrológicas, simplemente porque se basan en
el supuesto de que el mapa muestra "lo que va a ocurrir". La
verdad es que el mapa muestra inevitablemente "lo que uno va
a experimentar". Hay una distinción importante entre estos
189
Íos enfoques de la astrología,· .distinció11· esclarecí� amplbr
meilte en las obras de Rud:hyar y otros· astrólogos que se cen-
tran en la persona.
. Es•difícil tarea interpretar un lenguaje cósmico simbólico
como la astrología a través del uso de nuestro lenguaje verbal
torpe y limitado. Esta tarea se toma cabalmente imposible
si a las casas les asignamos significados rígidos; y, al hacer
lo, establecemos una situación en la que a menudo tendremos
que "estirar" nuestras interpretaciones para que se adecuen
a la situación específica de la persona. Tal método de prác
tica astrológica es una justificación más de la ·actitud ceñuda
que muchas personas tienen para con todos los profesionales
de la astrología. Como ejemplo de lo que quiero decir, su
pongamos que una persona tiene a Saturno en su quinta casa
natal. Esta ubicación de Saturno puede indicar e indica una
total variedad de actitudes y experiencia. En consecuencia,
¿qué le decimos a una persona que tiene este factor en el
mapa natal? ¿Ayudaría a esa persona decirle que tendrá "un
disgusto con los hijos"? Y yo añadiría: ¿quién no tiene algún
disgusto con los hijos? Tal interpretación carece totalmente
de sentido. ¿Sería útil decir que la persona no podrá ser tan
creadora como quiere serlo? Esta interpretación también ca
rece de sentido y, de hecho, es falsa; pues algunos de los ar
tistas y escritores más grandes de nuestros días tienen esta
ubicación de Saturno. Podrían darse muchos otros ejemplos
para mostrar cuán totalmente engañosa puede llegar a ser la
labor astrológica si no logramos penetrar el significado esen
cial de factores particulares del mapa. Por otro lado, si po
demos sintetizar, en este caso, el principio �sencial de la quinta
casa como el campo de experiencia en el que uno "busca se
guridad para su propia identidad", entonces podremos llegar
al meollo de lo que esa persona está experimentando, ya sea
que esto se manifieste como ocuparse de un hijo, de un aman
te, de una labor creadora, del juego, o de lo que fuere. Una
vez que se identifica el principio-clave, entonces es asunto re
lativamente fácil delinear y entender los modos específicos en
que esto se expresa.
Esta necesidad de esclarecer el significado psicológico
esencial de las casas es la que me indujo a construir el siste
ma de palabras-claves que esbozo en este capítulo. Otros
autores han usado muchas de estas palabr:as, pero en un con-
190
texto diferente. Trabajé con este sistema durante los últimos
tres años y, a esta altura, estoy satisfecho de que sirva de
método extremadamente útil no sólo para interpretar el mapa
natal y los ciclos de tránsitos sino también para llegar a en
tender más profundamente la estructura íntegra de la astro
logía. Aunque al principio algunas palabras-claves parezcan
torpes o desconcertantes, estoy convencido de que quienes se
tomen el tiempo para sondear el sistema y usarlo con cohe
rencia serán recompensados por su paciencia.
191
Todas estas casas se ocupan del pasado, de las respuestas
condicionadas que ahora son instintivas y operan a través de
las emociones. En estas casas, los planetas muestran lo que
está ocurriendo en los nivelés subconscientes e indican el pro
ceso de lograr la consciencia a través de la aslmllaclón de la
esencia del pasado, mientras que simultáneamente dejamos que
se marchen los recuerdos y miedos inútiles que nos retienen.
Estas casas de "agua" se relacionan con el logro de la paz
emocional, liberándonos del pasado que nos aferra. En el ni
vel más j>rofunclo, estas casas simbolizan los más profundos
anhelos del alma; pues indican el proceso por el cual el re
siduo emocional del pasado se purifica antes de que el alma
pueda expresarse clara y activamente.
En consecuencia, las palabras-claves para las casas de
agua son EMOCIONAL y ALMA.
Las casas de tierra (2, 6, 10,-que a menudo se llaman la
"trinidad de la fortuna", están asociadas con el nivel de la
experiencia, en el que tratamos de satisfacer nuestras
necesidades básicas en el mundo práctico: bienes materiales,
dinero, trabajo, salud, reputación, etc. La palabra-clave para
estas casas es, por lo tanto, MATERIAL, pues las casas de
tierra tratan principalmente sobre los intereses del mundo
material.
Las casas de fuego (1, 5, 9 -que a menudo se llaman
la "trinidad de la vida") están asociadas con las propias acti
tudes hacia la vida misma, hacia la experiencia de estar vivo.
Representan el afluir de la energía en el mundo y las aspira
ciones e inspiraciones que nos motivan para hacerlo. La pala
bra-clave que sintetiza el significado esencial de las casas de
fuego es IDENTIDAD; pues nuestro sentido de la identidad,
nuestro sentido del ser, determina nuestra actitud hacia la vida
en general. En otras palabras, si nos sentimos bien respecto
de nosotros mismos, nos sentimos bien respecto a estar vi
vos; y, en consecuencia, desarrollamos la fe de que esta vida
será una experiencia esencialmente positiva.
Las casas de aire (3, .7, 11 -que se llaman la "trinidad
de la relación"-) están asociadas no solamente con los con
tactos y las relaciones sociales de todos los tipos, sino tam
bién con los conceptos. Los reinos sociales e intelectuales
de la actividad son inseparables, pues son nuestros conceptos
192
los que nos motivan a buscar otras personas de mentalidad
similar, y esos mismos conceptos constituyen gran parte de
lo que se comparte entre dos personas cualesquiera. Las pa
labras-claves para las casas de aire son, en consecuencia, SO
CIAL e INTELECTUAL.
Lo siguiente presenta una formulación concisa de estas
palabras-claves:
La Cuarta Casa
La cuarta casa es e] ámbito de la ACCION directa sobre
el nivel EMOCIONAL y DEL ALMA. Toda acción en este ni
vel de la experiencia está condicionada necesariamente por
factores que están más a1lá de nuestro control. Tradicional
mente, la cuarta casa se relaciona, entre otras cosas, con el
hogar y la familia. ¿En qué ámbito de la vida actuamos tanto
basándonos en el hábito y la emoción como en el trato con
los miembros de nuestra familia?
La cuarta casa r�presenta también nuestra necesidad de
intimidad, de un medio ambiente en el que nos sintamos có
modos, a fin de que podamos recogernos y distendernos, recu
perarnos y reflexionar sin sentir presión al gu na del mundo
exterior. Las personas que tienen a] Sol en la cuarta casa
193
pasan, por lo general, muchos años procurando (consciente
o inconscientemente) lograr liberarse del condicionamiento
asociado con la experiencia de los primeros años de vida. En
otros términos, podríamos decir que los de fuerte énfasis so
bre la cuarta casa tienen necesidad de actuar en el nivel emo
cional más profundo a fin de asimilar la esencia de su expe
riencia de la niñez y la juventud. Anhelan paz para el yo
individual, lo que a menudo requiere distancia física de los
padres para que puedan desapegarse de las emociones que la
presencia de éstos suscita.
La Octava Casa
194
tuosos conflictos emocionales que esta casa siempre muestra
empiecen a apaciguarse. Y tal turbulencia emocional da paso
a una sensación profunda de paz interior sólo cuando se re
conoce la naturaleza verdadera de los anhelos de ese indi
viduo. Los estudios ocultos asociados con esta casa son pri
mordialmente útiles como medio para alcanzar esta paz in
terior a través del conocimiento de las leyes más profundas
de la vida. La sexualidad de la octava casa es una expresión
del impulso a renacer a través de la unión con un poder mayor
que el yo. En suma, esta casa simboliza un anhelo de estado
de paz emocional al que sólo podrá llegarse desarrollándose
libre de deseos y compulsiva obstinación.
La Duodécima Casa
La Décima Casa
195
representa la propia reputación, la posición en el mundo y
la vocación. La acción que cualquiera cumple en el mundo
material es la base sobre la que descansa su reputación, y el
público categoriza al individuo según qué acción cumpla: pa
nadero, comerciante, médico, etc. Las palabras-claves aclaran
también la asociación de la décima casa con la ambición es
pecífica que uno espera realizar en el mundo.
La Segunda Casa
La Sexta Casa
196
las resportsabilidades, o excesiva autocrítica o pensamientos
negativos -todos éstos son asuntos de la sexta casa). Tam
bién logramos un conocimiento práctico de nosotros mismos
a través del diario cumplimiento de nuestro trabajo y nues
tros deberes. Todos estos ámbitos de la experiencia nos ayu
dan a aprender la humildad, a aceptar nuestras limitaciones, a
asumir la responsabilidad de nuestro estado de salud, tanto
físico como psicológico. Cuando se entienda que la sexta casa
representa una fase de purificación a través del contacto in
mediato con el nivel material de la experiencia, podremos
empezar a interpretar a esta casa de modo verdadero y po
sitivo.
La Quinta Casa
197
Estas personas quieren ser significativas de algún modo, no
simplemente ser como en la fase de la primera casa. Un én
fasis sobre esta casa puede indicar una actitud autocentrada
hacia la vida, pero más profundamente revela la actitud emo
cional del individuo y los sentimientos religiosos acerca de
toda la vida. El impulso hacia la significación y el intento de
ganar un seguro sentido de identidad se reflejan en cada
asunto asociado comúnmente con esta casa. Por ejemplo, los
hijos son a menudo foco de los propios deseos de segura iden
tidad. Muchos hijos llevan no sólo los nombres de sus padres
(especialmente los varones, que llevan el del padre), sino que
también todos hemos visto cuántos padres introducen subrep
ticiamente en sus hijos los deseos que aquéllos tienen de re
conocimiento y realización. Una persona con fuerte inclinación
creadora (quinta casa) descubre que tiene que producir algo
a fin de sentirse bien consigo misma.
Uno de los máximos atractivos de los asuntos amorosos
(otro asunto de la quinta casa) es que tal relación, aunque
sea totalmente impráctica y a menudo extremadamente des
tructi:va, nos da una breve experiencia del valor personal sim
plemente porque otra persona nos encontró dignos de ser ama
dos. En un enamoramiento intenso, nuestro sentido de la
identidad se confirma; nos vemos en la otra persona; y, por
que nos sentimos mejor con nosotros mismos, cobra brillo
considerable nuestra propia perspectiva de la vida. En suma,
un fuerte énfasis sobre la quinta casa del mapa natal indica
que el individuo deberá proyectarse en el mundo, que deberá
ejercitar sus poderes creadores responsable y coherentemente
a fin de alcanzar el sentido de la alegría y la seguridad que
necesita.
La Novena Casa
198
ción religiosa y filosófica es la necesidad de conocer la propia
identidad verdadera. La pregunta "¿Quién soy yo?" es el re
sorte del que fluye toda búsqueda religiosa. En consecuencia,
las personas con énfasis en esta casa son atraídas hacia acti
vidades que amplían sus horizontes de autoconocimiento, les
permiten mejorarse, y las ayudan a lograr una perspectiva de
la naturaleza humana. Los viajes por el exterior y los estudios
mentales superiores son las etapas iniciales de esta búsque
da. En la próxima etapa la persona se identifica con una reli
gión, una filosofía o una doctrina metafísica; y de allí en
adelante, a menudo se consagra a aprender directamente de
un maestro o de una organización que cree que encarna la
verdad.
La Séptima Casa
199
conociendo que hay otras personas qué póctráil ent�nderlos y
.aceptarlos como son. Estas personas se unen a menudo a gru
pos o se alinean con amigos que comparten su inclinación
intelectual, aunque no concuerden para nada en lo específico.
Su búsqueda de seguridad intelectual las introduce también
en vastos sistemas c!_e pensamiento, ya sean políticos, metafí
sicos o cientificos. Estas personas tienen marcada aptitud pa
ra facilitar las actividades grupales, las cambiantes aventuras
sociale.s, y el "manejo" de grandes masas de personas.
La rigidez mental tan común en estas ptrrsonas brota del
hecho de que están intelectuálmente inseguras y, en consecuen
cia, e�tremadamente vacilantes para cambiar sus ideas una
vez que descubren conceptos que las satisfacen. (Es un de
talle interesante que un presidente acuariano, Franklin Delano
Roosevelt, ideó el sistema conocido como "Seguridad Social";
y la undécima casa se correlaciona naturalmente con Acua
rio.) El modo más efectivo con que. una persona con fuerte
casa undécima podrá lograr la seguridad que bu�ca es esta
blece:r,: un fuerte sentido de finalidad individual que no sólo
satisfaga sus necesidades personales sino que también armo
nice con las necesidades de la sociedad en conjµnto. A fin
de evitar la rigidez y las características obstinadas de esta
casa, bien haría en concentrarse más en la finalidad que en
conceptos. supersimplificados que se propongan expresar una
verdad absoluta. De ese modo, podrá aplicar concretamente
sus ideas en procura del mejoramiento de la sociedad.
La Tercera Casa
200
La Tercera Casa
201
mente carece? Un énfasis en las casas de fuego de su mapa
indica que, aunque no tiene armonización de energías con el
elemento de fuego, no obstante derrama sus energías de aire,
agua y tierra dentro de los campos inspirados, creativos e
idealistas de la experiencia.
En casos como los antes mencionados, el individuo care
cerá aún de armonización con cierto elemento y, por lo co-
1mún, manifestará todavía algunos de los problemas asociados
con esa carencia. Sin embargo, puesto que las clases de acti
vidades que les interesan compensan en alguna medida su
desequilibrio de elementos, tales personas experimentarán a
menudo una forma más moderada de la dificultad esperada.
Sólo mediante un examen paciente y minucioso del mapa na
tal íntegro el astrólogo podrá evaluar el grado en que un
factor astrológico compensa o desequilibra a otro. Sin em
bargo, si una persona en particular carece de énfasis en los
signos de agua y las casas de agua, uno podrá estar casi se
guro de que el problema indicado llegó a un grave estado de
desequilibrio.
En el ámbito de la comprensión de tránsitos, progresio
nes, Ciclos Claves y similares técnicas proyectivas, el astró
logo que use este sistema ya no tendrá que escoger uno de los
muchos significados posibles, por ejemplo, del tránsito de
Júpiter o Saturno en cierta casa, dejando la clara posibilidad
de que se yerre por entero en la cuestión principal. Podrá
saber con confianza que el consejo y las indicaciones que dé
ayudarán a los clientes para que miren dentro de sí mismos
en procura del significado real de un particular lapso, antes
que animarlos a que enfoquen algún acontecimiento trivial
o inexistente. Esclareciendo el principio básico implícito en
una fase particular de la experiencia vital, principio que inva
riablemente pertenece a la situación, sin atender a las condi
ciones superficiales de las que el cliente puede hablar, el as
trólogo profesional podrá eliminar muchas conjeturas habi
tuales y evitar que la falta de perspectiva o el autoengaño del
cliente lo induzcan en error. En suma, la utilización de este
sistema de palabras-claves podrá ser, en la práctica real, un
paso más para hacer de la astrología lo que debería ser: una
herramienta para promover el autoconocimiento.
202
Apéndices, Referencias
y Lecturas Sugeridas
APENDICE A
DATOS CIENTIFICOS
207
rayos cósmicos pueden influir sobre la vida y la sa
lud, la muerte y la enfermedad. Además, cada mes
tiene sus propios ritmos que, se sugiere, deben indi
carse en cada calendario para que todos los apro
vechen. El profesor Dylhusen, científico danés resi·
dente en los Estados Unidos, y especialista en la
investigación de los rayos cósmicos, confirmó que
factores hasta ahora desconocidos representan un pa•
pel en la capacidad del cuerpo ¡para recargarse! Por
ejemplo, en casos en los que la propia salud se pierde
por exceso de fatiga, aparentemente entran en juego
ciertos rayos cósmicos para asegurar descanso y sue
ño suficientes.
8. Los doctores Bureau y Craine afirman haber estable
cido una clara correlación entre las armonías del ciclo
de manchas solares y las complejas combinaciones de
los períodos de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno,
los cuatro planetas más grandes. Señálase que mu
chos acontecimientos terrestres diferentes han sido
correlacionados con los ciclos de manchas solares, por
ejemplo, buenas cosechas de trigo, epidemias de gri•
pe, ciclos comerciales, etc. (Informado en Nature, 12
de mayo de 1970, pág. 984.)
9. Edgar R. Wagner, doctor en filosofía, investigador
químico que estudió astrología durante cincuenta
años, escribe:
De manera que la tierra aparece en el espa
cio no sólo como un planeta aislado de núcleo
sólido, sino también como un complicado com
puesto vivo de todas las acciones de (y las reac•
ciones a) estas influencias, rodeada por un aura
de cortezas invisibles, pero exactamente delimi
tadas, de naturaleza eléctrica, magnética y cor
puscular. Por tanto, no sólo no es sorprendente,
sino que tampoco puede esperarse de otro mo•
do, que esta estructura cósmica sensible que
palpita en todas las formas de la energía, reac
cione directa o indirectamente ante las fuerzas
planetarias. (Kosmos, tomo 1, # 9 (agosto de
1970, pág. 15.)
208
10. El profesor Rudolph Tomaschek, el internacional
mente conocido geofísico de la Universidad de Mu
nich, escribe :
Recalco el adjetivo "moderno" en conexión
con "científico" a fin de evitar la idea de que
éste es meramente quien está preparado para
observar los procesos de la naturaleza de mane
ra imparcial, sino más bien quien también ven
ció el punto de vista materialista y reconoció que
la estructura de la Naturaleza, en la parte de
ésta que la ciencia natural puede investigar, es
una estructura compuesta de campos de fuerza
cuya energía, en el análisis final, es probable
mente una red dinámica de frecuencias cuya on
da de transmisión sigue siendo desconocida e in
definible ... El resultado es que la superficie de
la tierra está envuelta continuamente en un fluir
constantemente cambiante de campos gravitacio
nales, eléctricos y magnéticos, externos (del sol,
la luna y los planetas), y del propio campo elec
tromagnético de la tierra. (De la monografía
"Campos Cósmicos de Fuerza e Influencia As
tral".)
209
importante para el programa espacial. De allí que el
doctor Richard Head, del Centro de Investigaciones
Electrónicas de la NASA, según informe de la edi
ción del 15 de mayo de 1967 de "Tecbnology Weekly",
desarrolló una técnica electrónica por computadoras
para predecir las llamaradas solares usando los vec
tores gravitacionales de Mercurio, Venus, Júpiter y
Saturno. Estas llamaradas solares afectan nuestro
tiempo y tal vez también otras cosas.
13. John H. Nelson, meteorólogo radial empleado por
RCA Communications Inc., anunció en marzo de 1951
que, tras cinco años de investigación, había desarro
llado una técnica usando las configuraciones angu
lares de los planetas para predecir perturbaciones
en las radiocomunicaciones. Aunque Nelson admite
que no sabe qué fuerzas de los planetas afectan la
atmósfera terrestre, sus pronósticos, con meses de
antelación, son exactos en más del 85 por ciento de
las veces. Su uso práctico de los ángulos planetarios
proporciona la más convincente prueba disponible
del importante concepto astrológico de los "aspectos"
entre los planetas. (Véase el libro de Nelson, Cosmic
Pattems en cuanto a pormenores. Lo publicó la Fe
deración Norteamericana de Astrólogos, en 1974.)
14. El Instituto Norteamericano de Climatología Médica
de Filadelfia, que trabaja con la policía y los bom•
beros, los principales hospitales, varias grandes cor
poraciones industriales y la Universidad de la Facul
tad de Medicina de Pensilvania, llevó a cabo un
estudio de tres años (1959-1961) sobre las reacciones
humanas a las fases de la luna. Sus conclusiones son
que los casos de homicidio, violación, atracos con
agravantes e incendio intencional son más comunes
durante los períodos de luna llena. Sus descubrimien
tos referían que acontecimientos celestes como luna
llena, eclipses o simplemente conjunciones de plane
tas se relacionan directamente con el cómputo de
iones de la atmósfera, la presión barométrica, la can
tidad de humedad en el aire y otros factores terres
tres, al gunos de los cuales no se entienden clara
mente. (Descubrimientos similares se mencionan en
210
"Fases de la Luna, Suicidio y Homicidio", de A. D.
Pokorny, en American Journal of Psychlatry, 121;
julio de 1964, páginas 66-67; y "Efectos Lunares so
bre la Enfermedad Mental: La Relación de la Fase
de la Luna con las Emergencias Psiquiátricas", de S.
F. Bauer, en American Journal of Psychlatry, 125; no
viembre de 1968, págs. 696-97.)
15. Los cirujanos doctores Carl S. McLemore y Edson
Andrews reunieron los gráficos de quienes sufrieron
hemorragias excesivas en un período de ocho años.
Informaron en The Joumal of the Florida MedJcal
Association que ]as hemorragias disminuyeron al ni
vel mensual más bajo en luna nueva y llegaron al
nivel más alto cada mes en que la luna se oponía al
sol (luna llena).
16. Muchas fueron las importantes investigaciones reali
zadas por el doctor Robert O. Becker, cirujano or
topédico de la Universidad Estatal del Upstate Me
dical Center de Nueva York, en Syracuse. Primero
de todo, descubrió que la frecuencia de las admisio
nes psiquiátricas en hospitales se correlaciona eleva
damente con la intensidad del campo geomagnético.
Su investigación apareció en el semanario científico
británico Nature, tras estudiar más de 28.000 inter
naciones. En este caso, la correlación fue tan fuerte
que la probabilidad de su ocurrencia por casualidad
solamente fue menos del 1 en 10.000. En otra inves
tigación, demostró que, en varios aspectos, el tejido
biológico (y especialmente el sistema nervioso) actúa
como un sistema compacto de semiconductores. Bec
ker escribe:
Todo organismo, incluido el humano, de
muestra ciclos de actividad biológica y mental
emocional estrechamente vinculada con pautas
geomagnéticas de campos de fuerza e interre
laciones más complejas de campos de fuerza,
tanto en el ámbito planetario como en el solar
terrestre. La conducta humana es influida a
través del sistema central de corriente directa
del cerebro por el campo magnético terrestre,
211
las condiciones -solares y ,Rlané�as, y la 'J;'adiá:
ción cósmica de energía alta y baja.
En la -actualidad, sólo �podemos so�pechar
una relación general de alguna índole entre la
totalidad de la especie humana y la totalidad
del fenómeno electromagnético que compromete
al sol, a los otros astros y a las. galaxias.
212
º
y un predominio de aspectos mutuos de 180 º y 90
entre los planetas de los dos mapas, las cuales re
laciones angulares son las dos tradicionalmente más
fuertes o discordantes. Además, se descubrió que el
planeta Marte es el que más se destaca en estos ma
pas, dando base al supuesto astrológico de que Marte
(el antiguo dios de la guerra) genera o se correlaciona
con riñas, conflictos y pendencias. Esta investiga
ción, más la de Nelson en la RCA, más la de Jonas
en Checoslovaquia (demostrando las no-viables con
cepciones que ocurren en los ángulos de 180º de los
planetas), revelan todas una base convincente para
la teoría astrológica de los "aspectos" entre plane
tas, la cual teoría es base para la interpretación de la
"fuerza" o la "debilidad" de los planetas en un mapa
individual.
18. El lector también debe remitirse a The Case for As
trology, de West y Tooner (que enuncia otros datos
apropiados) y los libros de Michel Gauquelin: Cosmic
Clocks, The Sclentific Oasis of Astrology y Cosmic In
fluences on Human Behavior.
213
APENDICE B
215
los tránsitos astrológicos producen (o guardan corres
pondencia con) intensificaciones de experiencias, flui
do energético o discordia indicados como potenciales
en el horóscopo natal. De hecho, numerosos estudios
demostraron que la "enfermedad" física se manifiesta
particularmente durante épocas de tensión mental o
emocional.
4. Reciente investigación en la Unión Soviétiéa señala la
existencia de un "factor energético desconocido" dis
tinto de la energía electromagnética. Varios experi
mentos en la Unión Soviética, que tratan sobre ESP
y clarividencia (rotulada "radiocomunicación biológi
ca") señala "la hipótesis. . . de que la transmisión te
lepática la realiza algún género de energía o factor
hasta ahora desconocido para nosotros pero que per
tenece al estadio más elevado de] desarrollo de la ma
teria ... " (Informado en R. Schaffranke: Telepatía:
Una ciencia del futuro. ARE Journal, 1970, 5 (6), pá
ginas 215-220.) La investigación soviética descubre que
esta energía es: 1) independiente de la distancia, 2) se
logra sin el uso de los sentidos, 3) no tiene relación
aparente con las ondas electromagnéticas, y 4) con
tradice la "ley" de causalidad.
Otro informe (Jackson, J. H., Pictorlal Gulde to
the Planets. Nueva York: Crowell, en prensa) señala
que el Mariner 11 que pasó por Venus reveló que el
planeta tiene escaso o ningún campo magnético, sugi
riendo que _si se establece la causa planetaria de la
actividad de las manchas solares, el efecto probable
mente no es totalmente gravitacional ni magnético.
Ambos informes señalan un factor energético que po
dría explicar la "influencia" astrológica, y una dimen
sión de la actividad que trasciende las leyes conocidas
de gravedad, magnetismo, electricidad y causalidad en
tiempo y espacio.
5. Dos libros de Sheila Ostrander y Lynn Schroeder (Psy
chlc Discoverles Behlnd the lron Curtaln y Astrolo
gical Blrth Control) incluyen muchos informes de in
vestigación de la dimensión energética de los fenóme
nos físicos, psicológicos y parapsicológicos. Aunque
sean demasiado numerosos como para mencionarlos
216
todos aquí, lo que sigue da alguna idea de cuánta di
fusión tiene este nuevo ámbito de la investigación.
(Ambos libros contienen también extensas bibliogra
fías de la investigación de los campos energéticos
humanos.)
a) El doctor Harold Burr, profesor de Neuroanatomía
en la Universidad del Noroeste, "estableció en 1935
que toda la materia viva, desde una minúscula se
milla hasta un ser humano, está rodeada y contro
lada por campos electrodinámicos que, a su vez, son
afectados por la luna y el sol . . . Los hallazgos de
Burr parecen implicar que los campos electrodiná
micos del cuerpo entero están involucrados en la
ovulación". Durante milenios, los acupuntores chi
nos afirmaron que los factores del medio ambiente,
incluidos el sol y la luna, tienen efectos profundos
sobre los campos de energía (pág. 70, ABC).
b) En el Instituto de Fisiología Clínica de Kiev, Ru
sia, se demostró que las "bioenergías que circulan
a lo largo de estos puntos de la acupuntura en la
piel reaccionan instantáneamente a las actividades
sobre el sol, como las explosiones solares. En el
instante en que se produce una explosión solar, se
eleva el potencial eléctrico de los puntos de la acu
puntura. La piel reacciona virtualmente de modo
simultáneo con lo que ocurra en el sol antes de
que las partículas cósmicas liberadas por la explo
sión lleguen a la tierra un día después" (pág. 71,
ABC).
c) Burr y sus colegas, particularmente el doctor Leo
nard Ravitz, aparecieron con un nuevo modelo de
cosas vivas como "sistemas eléctricos fijos". Ha
blan de "mareas eléctricas" de la atmósfera desde
el sol y la luna y su influencia sobre el estado fijo
de los organismos. En un artículo llamado "Cam
bios periódicos en los campos electromagnéticos"
(Annals of the New York Academy of Sctence,
LCVIII [1960], 1181), Ravitz escribe que descubrió
que la acción del sol y la luna afecta al campo
energético que rodea a cada uno de nosotros. Ha-
217
llazgos similares informa el doctor Becker (véase
Apéndice A), a los efectos de que cambios sutiles
en los campos magnéticos de la tierra ("causados"
por el sol, la luna y los planetas) afectan realmente
el campo de fuerza del cuerpo humano, que a su
vez afecta al sistema nervioso.
En la edición de abril de 1959 del American
Joumal of CIJnical Hypnosis, Ravitz escribe: " ... el
organismo vivo late con variaciones rítmicas cro
nometradas individualmente, cuyas intensidades,
elasticidades y direcciones se amplifican, conden
san, aceleran, desaceleran e invierten de acuerdo
con otras frecuencias. Más allá de todos estos fre
néticos flujos y reflujos de energía, la luna perma
nece silenciosamente apartada, impulsada. . . por
huellas invisibles. . . por las mismas fuerzas que
operan sobre y dentro de la materia viva" (pág. 72,
ABC).
d) Una parte de Psychic Dlscoveries se ocupa del des
cubrimiento y la fotografía de específicas "formas
de energía" o "pautas de energía" que de hecho
constituyen la vida real de 1a totalidad orgánica.
El hecho de que esta pauta energética esencial de
todas las cosas vivas determine la forma material
que captaremos con los sentidos señala el hecho
de que algún género de invisible pauta organizadora
es inherente a todas las cosas, como lo dice L. L.
Whyte en su libro Accent on Form (véase capítulo
4). Esto es lo que Dane Rudhyar llamó durante
años la "pauta-simiente" que aparece en el mapa
natal. Simplemente. esta pauta organizadora den
tro de cada ser humano es la que la astrología
revela y grafica simbólicamente.
e) "El extinto doctor Gustaf Stromberg, astrónomo
norteamericano de renombre mundial, fue uno de
los primeros en introducirse en esta idea de los
ritmos y las frecuencias. Postuló la idea de que la
estructura de los organismos vivos es determinada
por 'sistemas de ondas' o 'campos electromagnéti
cos vivos' que laten. Estos campos parecen ser la
matriz que da a la materia viva su forma y figura,
218
organizando las moléculas en formas complejas de
plantas, animales y humanos. Las heridas se curan
y los órganos dañados se reconstruyen en su sime
tría original. Esto implica una pauta energética es
tabilizadora, responsable de modelar el tejido vivo"
(pág. 125, ABC).
" 'Podemos comparar un campo vivo con una
melodía', dice Stromberg. Una melodía es una se
cuencia temporal de frecuencias. La melodía es la
misma, ya sea que se la toque lenta o rápidamente,
fuerte o suavemente. Del mismo modo, los campos
vivos de un embrión en crecimiento retienen la
misma pauta de frecuencias a medida que experi
menta grandes cambios de tamaño y a su tiempo
crece hasta llegar a ser un ser humano maduro.
Stromberg postulaba que en la célula del huevo
humano, los campos podrían imaginarse existiendo
de forma extremadamente contraída y durmiente,
casi como una potencialidad prefísica." Según el
punto de vista de Stromberg, el cuerpo físico de
las cosas vivas no es la causa de los campos de
energía, sino el resultado (págs. 125-126, ABC).
f) El doctor Eugen Jonas, de Checoslovaquia, expresa
que "un individuo, en el momento de la creación,
acepta un impulso básico del universo, una suerte
de alcance vibratorio que será más o menos per
manente respecto de su organismo. En otras pa
labras, cuando el esperma y el óvulo se unen para
crear una nueva vida, los campos organizadores de
fuerza del huevo fecundado son puestos en ciclaje
por las frecuencias de las pautas de ondas energé
ticas del universo en ese instante en particular. Si
las pautas son insólitamente favorables, el indivi
duo será extremadamente vital. . . Jonas sugiere
que las configuraciones del cosmos son parte de
la impresión que forma la pauta de frecuencia de un
humano al comienzo de su vida" (pág. 127, ABC).
g) "Los acupuntores creen que la Energía Vital del
cuerpo vincula al hombre con el cosmos. Si hay
un cambio en el universo y el medio ambiente, se
produce una resonancia en la Energía Vital del
219
cuerpo humano que a su vez afecta al cuerpo físi
co" (pág. 229, Psychlc Dlscoverles).
h) El efecto total de la investigación soviética moder
na en parapsicología lleva a suponer que el campo
energético humano "reacciona ante el pensamiento,
la emoción, el sonido, la luz, el color, los campos
magnéticos, todo cambio sutil del medio ambiente,
desde el césped que pisamos hasta los planetas de
los que raras veces nos damos cuenta" (pág. 234,
PD).
6. El interés corriente por los campos de energía no se
interesa realmente por un nuevo fenómeno. No sólo
los sistemas yóguicos indios se referían durante mile
nios a la kundallni (un género de libido que abarca la
energía física, psíquica y potencialmente espiritual)
y a los chakras (centros de atorbellinada energía den
tro del hombre), sino que muchos clarividentes dieron
cuenta de haber visto el "aura" de los individuos, de
la cual pueden deducir el estado de salud psicológica
y física de esa persona. La clarividente Eileen Garrett
escribe:
Estoy convencida de que todo organismo vivo
tiene su propio tipo de ser externo mediante el
cual toma contacto con otras energías. . . Esta red
"magnética" es, pues, un mapa a través del cual
puede captarse y estudiarse la enfermedad del cuer
po y la mente por parte de quienes entienden sus
principios y funciones. (Adventures in the Super•
normal. Nueva York: Creative Age Press, 1949,
pág. 173.)
Puesto que el campo magnético interpenetra
al cuerpo físico y se extiende también para rela
cionarse con otras energías del universo, el hombre
se vincula estrechamente con todas las fuerzas cós
micas que juegan sobre nuestro planeta a través
de su campo magnético (tbíd., pág. 174).
Esta última cita parece referirse a la misma reali
dad que la investigación soviética encontró reciente
mente. (Véase parte 5-h de este apéndice.)
220
Por esta última idea podría concluirse que el mapa
natal astrológico simboliza las armonizaciones especí
ficas del individuo con las fuerzas cósmicas, estable
ciendo así, al nacer, la frecuencia, el ritmo y la reso
nancia básicos de su particular campo de energía. Como
escribe Garrett: "La 'natividad' de toda sustancia mar
ca su naturaleza y su destino natural, y, en el caso
de cosas manufacturadas, su fabricación y la finalidad
para la cual fueron hechas" (ibíd., pág. 175).
7. Muchísimos sistemas de curación no utilizan otras
herramientas que las energías reales del paciente y el
sanador. (La diferencia entre "medicina" y "curación"
se aclara cuando comprendemos que las palabras "cu
rar" y "todo" ["heal" y "whole", en inglés] se rela
cionan etimológicamente. De allí que un verdadero
sistema de curación se interese por ]a restauración del
paciente en el estado de totalidad, mientras que gran
parte de la práctica médica moderna ignora la cues
tión de la totalidad y se concentra en los síntomas su
perficiales.) La cita siguiente de Arthur Ford da una
clave de cómo funcionan ciertos sistemas de c•..1ración:
Desde 1923, se conocía científicamente que el
cuerpo humano emite radiación, cuando la midió
en Leningrado el científico Alexander Gurwitsch.
George W. Crile demostró en 1934 que el tejido
cerebral emite radiación de gamas visibles, infra
rrojas y ultravioletas. Las radiaciones humanas
más fuertes -informó el investigador de Cornell,
Dr. O. H. Rahn- emana de las puntas de los de
dos de la mano derecha. . . (Unknown but Known,
1974, pág. 61.)
221
Nuestra investigación en psiquiatría se benefi
ciaría grandemente si pudiéramos reducir esta
confusión de impulsos mentales-emocionales del
hombre a una ciencia exacta de la anatomía men
tal-emocional, coordinada con la física. Entonces
podría establecerse una sana psicofisiología y has
ta una patología de estos campos energéticos más
sutiles. Este sería un gran paso adelante en la
ciencia del conocimiento del misterio del comple
jo ser del hombre, que desafía todas las reglas y
hallazgos de factura humana. (Polarity Therapy,
edición del autor, 1954, pág. 14.)
222
APENDICE C
223
Naturalmente, no hay vida sin tensión; nadie puede tra•
tar al mundo material sin experimentar tensión. La Terapia
de las Polaridades no se basa en la ilusión de que se podrá
alcanzar un estado de relajación constante y poner fin a todos
los conflictos. Se basa más bien en el hecho de que la mayo,
ría es capaz de utilizar eficazmente sus energías, derrochar
muchas energías meramente en su esfuerzo por bloquear la
expresión de al gunas energías, y puede moverse a través de
sus experiencias conflictivas con más conocimiento y concen
tración del que se tuviera en el pasado. La Terapia de las
Polaridades se basa en el hecho de que la mente, las emocio
nes y el cuerpo físico trabajan juntos y tienen una interacción
mutua. Por ejemplo, no sólo las emociones y los pensamientos
afectan al cuerpo, sino también la dieta, el medio ambiente
físico y el estado general de salud tienen un impacto profundo
sobre el estado interior del ser. Durante el tratamiento con
un calificado terapeuta en polaridades, se toma en considera
ción, en su totalidad, a las emociones, los pensamientos, la
dieta, el ejercicio, los hábitos de vida y las inclinaciones espi.
rituales: el tratamiento es total, y, por supuesto, el mapa na
tal es valiosísimo para entender la totalidad del cliente, sus
necesidades particulares, anhelos, conflictos, debilidades físi
cas y demás.
El campo energético humano es actualmente un hecho
científico que la acupuntura, la fotografía Kirlian, y otras in
vestigaciones obligaron a la ciencia ortodoxa a que lo reco
nociera. Por supuesto, este concepto del campo energético
vivo del hombre no es nada nuevo. Durante milenios los fí.
sicos estuvieron viendo "auras" y usando al aura para diag
nosticar problemas físicos, mentales y emocionales. Lamen
tablemente, hoy en día recibimos tanta "educación" que a tem
prana edad olvidamos lo que es real. Nuestras mentes se con
funden con tanta información inútil y tantos conceptos men
tales muertos que lleva años restablecer nuestra sensibilidad
original a las energías que se manifiestan a través de toda la
vida. La Terapia de las Polaridades es un modo de trabajar
inmediatamente con las energías vitales, una educación sobre
cómo operan las fuerzas de la vida, lo mismo que una herra
mienta terapéutica de poder asombroso. La esencia de la Te
rapia de las Polaridades es elegante en su sencillez, aunque en
la superficie parezca al novato una ciencia disparatada a la
224
que nunca se podrá dominar. De este modo, es como la astro
logía: un sistema tan sencillo y unificado en su esencia que
insume muchos años de práctica percibir su sencillez.
La Terapia de las Polaridades es un modo de trabajar con
las energías fundamentales de la vida, un modo de poner estas
corrientes (aire, fuego, tierra y agua) en estado de equilibrio, y
de quitar los obstáculos para que fluyan libremente por el
campo total de energías. La Terapia de Polaridades es uno de
los poquísimos sistemas de las artes curativas que al profe
sional le permite trabajar inmediatamente con las energías
simbolizadas por el mapa natal individual. Permitir que este
estado de fluir equilibrado se establezca permite que las ener
gías mismas produzcan cuanto la curación necesita que se ha
ga. El terapeuta de ningún modo es un sanador; sencillamente
estimula las fuerzas curativas del paciente para que se afir•
men. El estado de equilibrio resultante de un tratamiento de
Terapia de Polaridades puede esperar experimentar un mar•
cado grado de profundísima relajación, lo mismo que un ele
vado conocimiento de sus necesidades fundamentales, ener
gías y posibilidades de crecimiento.
La clarividente Eileen Garrett, en su libro Awareness, des
cribió los centros de energía del cuerpo humano idénticos a
los chakras de las tradiciones yóguicas y los conceptos expre
sados en los libros del doctor Stone. Expresa: "Aunque hay
muchas terapias, hay un solo género de curación. Ya sea que
a un hombre se lo trate en su organismo físico en sus estados
psicológicos, se apunta a la reintegración de las fuerzas de su
vida". El doctor Stone considera que estas fuerzas vitales son
los cuatro fundamentos mismos que comprenden la base de
toda la teoría astrológica. Los elementos se correlacio11an fí.
sica y psicológicamente con las funciones específicas, y tam
bién con ciert<;>s centros de energía (chakras) en el campo ener
gético total. Según el doctor Stone los cuatro elementos (lla
mados en sánscrito los "tattwas'') "son el campo y los tejidos
estructurales de la anatomía. Sostienen los vientos vitales del
'prana' que fluyen a través de nuestro cuerpo." Son los cons
tructores invisibles de todas las estructuras de la vida y deben
operar en armonía entre sí, si la persona ha de tener buena
salud.
225
Los Cuatro Elementos
226
Como ejemplo, saber que Libra "rige" los rifiones no nos
proporciona mucho conocimiento ni medio alguno de impedir
trastornos renales. Pero comprender que el signo de Libra y
los riñones están asociados con el fluido energético de la co
rriente de aire, y saber que esta energía puede estimularse,
alterarse y redirigirse puede abrir nuestros ojos a un enfoque
enteramente nuevo de la curación, enfoque que se interesa
por las energías fundamentales que vivifican a toda la crea
ción. Tal enfoque podrá proporcionarnos una teoría unificada
y totalizada de la salud, la "enfermedad" y la curación. La
enfermedad no es un estado especial sino más bien parte del
modo de ser del hombre; se· la puede considerar como una
explosión temporaria o una intensificación de procesos en
avance. Un enfoque de la astrología médica en el nivel de la
energía puede darnos una clave del continuo proceso que ani
ma a cada uno de nosotros; y la astrología nos da un lenguaje
con el que podemos describir tipos de energía, al par que una
dinámica específica de las energías.
227
REFERENCIAS A LA PARTE 1
Capítulo l
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Capitulo 6
230
LECTURAS SUGERIDAS
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Los Aspectos Astrológicos, Ed. Kier S.A.
An Encyclopedfa of Psychological Astrology
Davidson, Dr. William
Lectures on Medlcal Astrology
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The Comblnation of Stellar Influences
Greene, Liz
Saturo: A New Look
Relation
Guggenbuhl-Craig, Adolf
Power in the Helping Professions
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Secret Teacblngs of AD Ages (mucho material sobre los elementos)
Hone, Margaret
Modern Textbook of Astrology
Applied Astrology
Huber, Bruno and Louise
Man and Hls World - Astrological Psychology
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Essays on A Sclence of Mythology
Four Arcbetypes
Man and Bis Symbols
Memorles, Dreams, Reflections
Modem Man in Search of a Soul
On tbe Nature of the Psyche
Psychological Reflections
PsychologfcaI Types
Ur11scovered Self
Layman, Dr. Marvin
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231
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Astrologers Astronomlcal Handbook
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From Ploneer to Poet (Análisi� de los signos del Zodíaco)
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Astrología y la Psique Moderna, Ed. Kier S.A.
Tbe Practice of Astrology
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The Astrology of Penonallty
Trlptycb
Person-Centered Astrology
Tbe Astrologlcal Houses: The Spectrum of Individual Experience
Tbe Lirnatton Cycle
An AstrologlcaI Study of Psychologlcal Cornplexes and Emotional
Problems
Sargent, Lois H.
How to Handie Your Human Relatlons (Sinastria)
Tyl, Noel
Astrology and Personallty
232
INDICE
Reconoc1m1en tos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
235
La teoría astrológica de la personalidad . . . . . 10.3
Conceptos claves y definiciones . .. ... . . ... ... l.Q5
lit Los cuatro elementos: las energías básicas de
la astrología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Reconocimiento mundial de los elementos ... lli
Las descripciones modernas .. . . . .. . .. .. . .. . . 114
Una perspectiva espiritual .... .... . . . ... .... 116
Clasificación de los elementos ..... . . .. . . .. . . 118
El elemento Fuego .. .. . . .. . ......... .. . ... . 1.12.
El elemento Aire .. . ... ... . . .. .. .......... .. 121
El elemento Agua . .. .. . . . . ..... . . .. ... . . . .. 122
El elemento Tierra . . ... . . . .. . . . . .. . . . .. . . . . 124
11. La psicología del individuo . . .. . .... . . ... . ... 126.
Los elementos en las artes curativas . . . ...... . lli
U.. Los elementos en la interpretación . . . . . . .... . 137
El desequilibrio de Fuego ...... ... . ... . .. .. 140
El desequilibrio de Tierra . . . . . .. . . . ... . . ... 141
El desequilibrio de Aire . ... .. . .. . . . . ... .... 143
El desequilibrio de Agua . . .. .... . ... ... .... 145
Enfasis auto-expresivo o auto-represivo . . .. ... 149
El énfasis excesivo sobre el Agua y la Tierra.
La falta de Aire y Fuego ... . .. . . .... . . . . . 149
El énfasis excesivo sobre el Aire y el Fuego.
La falta de Agua y Tierra . .. .. ...... .... . l SO
Las combinaciones de otros elementos . . .. . . 151
Las combinaciones de Aire y Agua ... .... . .. 152
Las combinaciones de Aire y Tierra . ... .. . . . 152
Las combinaciones de Agua y Fuego . .. . .. . . . 15.3.
Las combinaciones de Tierra y Fuego .. . .. . . . 15.4
1.3.. Potencial de integración: aspectos y relaciones
planetarias ... ... . .. .. .. . .. . ...... . .... . .. . . 15.6
H, Los planetas en los elementos . .... .. . ..... . . 163
Mercurio .... . . .. .. . . . . . . ... ...... . ... . . .... 163
Venus . . . . .... ...... . . ... ....... .... . . .. . .. 166
236
Mute . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
El Sol, la Luna y el Ascendente ... ... ....... 168
Júpiter y Saturno ......... . . .......... . .... 169
Otras consideraciones ....... ... . . . .. ...... . . 172
15. Los elementos en la compara.ción de los mapas 175
16. Los elementos y las casas: sistema de palabras-
claves ........... .... . ..... .. .............. 188
Clasificación de las casas ................'... 191
Las casas de Agua ......................... 193
Las casas de Tierra ........................ 195
Las casas de Fuego ................. ·....... 197
Las casas de Aire . ..... ........... ......... 199
Astrología: herramienta del autoconocimiento 201
237
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