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ACERCA DEL AUTOR

ALEX DEY, es pionero de la motivación en español. Actualmente comparte sus


formulas de éxito con mas de 40,000 personas mensualmente. Sus audios,
videos, libros, cursos y seminarios, son utilizados por cientos de empresas
(General Motors de México, Industrias Canadá, Seguros Monterrey, Bancomer,
Mobil Oil de México< etc.), que capacitan y motivan a su gente a través de sus
conceptos.

Entre sus obras mas vendidas se encuentran: Como dominar el arte de la venta
moderna, El poder ilimitado de la magia mental, Enciclopedia de ventas, El
despertador, etc., obras que han beneficiado a miles y miles de hispanos y que
lo hacen ser reconocido como “EL MOTIVADOR No 1 DE HABLA HISPANA”.

El autor se nutre de experiencias propias y ajenas para entregarnos una mezcla


de psicología, autoanálisis, relaciones humanas y superación personal, todo
combinado en una sola palabra: motivación.

Ayudar a las personas a desarrollar al máximo su potencial fisco, mental y


espiritual, teniendo como consecuencia una mejor calidad de vida, es el objetivo
primordial de estos programas. Y aunque no utiliza palabras rebuscadas en su
lenguaje, esto no quiere decir que el mensaje no sea suficientemente poderoso y
capaz de producir grandes cambios en quienes lo reciben.
ALEX DEY

C R E A L O,

Sí se
Puede
CREALO, SI SE PUEDE

CONTENIDO

Introducción 5

Prologo 7

El poder de la mente 9

Pasitos de bebe 18

Solución 27

Los hábitos 30

Cambia tus hábitos 33

Controlar nuestras emociones 38

Victimas del medio ambiente 51

La imagen propia 71

La mente humana, manual de operación 85

El éxito 100
INTRODUCCION

¿Qué es la motivación?

La motivación es un concepto de cambio y superación personal que tiene su


origen en el propio ser humano. Desde el punto de vista científico la motivación
es producto de la programación neuronal que toda persona puede hacer
individualmente si aprende a enviar ordenes directas a su cerebro para
condicionar la formación de nuevos hábitos, positivos o negativos, que impulsen
o frenen nuestro progreso. Programaciones inconscientes que forman nuestro
carácter y que nos hacen triunfadores o perdedores.

Si hacemos un poco de historia, encontraremos que hasta hace solo una


década en algunos países de habla hispana, como México, la motivación era un
concepto que no tenía fuerza y se le consideraba un fraude y cosa de
charlatanes. Los motivadores de aquellos tiempos debían convencer con el
ejemplo.

Nadie entendía que si no existe motivación suficiente en una persona, es


muy difícil que se entregue en cuerpo y alma y con toda pasión a lo que hace.

Afortunadamente ese periodo de prueba ya paso, y hoy en día sabemos


que con motivación una persona disfruta mas su trabajo y hace todos sus
quehaceres con gusto, logrando de esta manera una superación constante, que
le permite tener una vida mucho mas productiva y placentera.

El concepto es muy simple: motivación significa tener

un aliciente por el cual levantarnos en la mañana.


Ahora, si comprendemos que el ser humano fue diseñado para triunfar,
pero programado para fracasar, entenderemos que solamente con motivación,
reflexión y experimentación, podrá producir un cambio permanente en su vida.

Esto es, si se motiva, inicia, tiene fuerza de voluntad,

continua, aprende a automotivarse

y cambia permanentemente, triunfara.

Porque aunque los estudios científicos demuestran que todas las


personas nacen con ciertas habilidades y talentos naturales, esta comprobado
que la gran mayoría puede adquirirlos a través de la motivación, es la fuerza de
voluntad de cada individuo la que permite que una persona común se convierta
en un ser extraordinario y sin limites.

¡Créalo, si se puede!
PROLOGO

Conocí a Alex Dey hace cincos años, cuando andaba en busca de un cambio
importante en mi vida, cuando anhelaba vivir mejor, hacer cosas extraordinarias
y lograr cada uno de mis sueños. En ese tiempo no tenia la menor idea de por
donde empezar, no sabia que hacer, me sentía muy confundida y desesperada.
El 13 de diciembre de 1990, todo cambio.

La empresa televisiva donde yo trabajaba, me envío a una platica que


Alex Dey daba en la ciudad, 10 minutos después de escucharlo, algo empezó a
suceder. Recuerdo muy bien que Alex Dey dijo: “Tenemos dos opciones en la
vida, sufrirnos o disfrutarnos, pero tenemos que vivir. ¿Qué escogen…?”,
pregunto. Desde entonces elegí disfrutar y mi vida cambio. Mi situación
económica mejoro, mi relación familiar y de pareja se volvió increíble, mi
productividad en el trabajo se triplico, mi fuerza de voluntad aumento y mi
creatividad empezó a desarrollarse al máximo.

Tuve la suerte y el privilegio de colaborar con Alex Dey, durante cuatro


años, compartiendo sus conceptos con miles y miles de personas que me
ayudaron a reafirmar mi gran compromiso: ser inmensamente feliz. Ahora vivo
en la ciudad de México, tengo mi propia empresa y cada día que vivo, es un
éxito en la historia. Es por eso que a través de estas líneas, quiero agradecer y
felicitar a Alex Dey por la edición de su libro ¡Créalo, si se puede!, un libro que
promete ayudar a todas las personas que estén dispuestas a creer. Un libro que
puede convertirlo, si usted quiere, ¡en una persona extraordinaria y sin límites!
¡Créalo, si se puede!

Dicen que cuando el alumno esta listo, el maestro aparece, estoy segura
que usted esta listo, si no fuera así, no hubiera comprado este libro y no lo
estaría leyendo. En lo que a mi respecta, después de cinco años de triunfos y
aprendizaje constante, solo puede decir…
Gracias… Alex Dey.
Nohemi Gutiérrez Sáenz
Locutora.
EL PODER

DE LA MENTE
¡HOLA!
¿Qué tal mi querido amigo?

Soy Alex Dey

A través de este libro no pretendo decirte como debes vivir tu vida, eso
solamente a ti te concierne, pero si te has sentido confundido, si te sientes
deprimido de vez en cuando, inclusive muy a menudo, si te has llegado a
preguntar, ¿esto es la vida?, entonces este libro es para ti.

He escrito este libro con lo que llamo “palabras de a centavo”, porque


debes de saber que no soy doctor, ni psicólogo, ni psiquiatra. De hecho solo
estudie hasta sexto año de primaria pero…

¿Sabes por que deberlas leer

esta información?

Porque es una síntesis de cientos de libros: he leído aproximadamente 700


sobre superación personal; he tomado cientos de seminarios; me he
interrelacionado desde los 17 años de edad con personas que se han dedicado
a conocer el potencial humano, personas que se han preguntado por 50 años,

¿Por qué

cuando el éxito

esta disponible para todos,

pocas personas lo aprovechan?


Te puedo recomendar una gran cantidad de libros motivacionales muy
bueno, pero mi información fue dedicada y encaminada totalmente hacia el
avance del potencial del latino, en particular, porque mucha de la información
sobre el tema se ha hecho para los estadounidenses y para los ingleses, luego,
estos libros se han traducido al español.

Muchos de ellos se empezaron a escribir en los años treinta, y este


material lo escribimos cercano al cambio de siglo, el año 2000, por lo tanto esta
actualizado en relación con los diferentes cambios que estamos experimentando
los hispanos, y de acuerdo con los tiempos de competividad que enfrentan
nuestros países. Es por eso que realmente deberías de abrir tu mente y leer la
siguiente información.

Después de todo recuerda: la mente es como un

paracaídas que debe estar perfectamente bien abierto

para que puede funcionar.

Si, habrá muchas personas mayores que yo las cuales estarán leyendo estas
líneas y otras escuchando mis conferencias en vivo, y es posible que asuman
una actitud (aunque no me lo digan) de: “que tanto me puedes enseñar tu a mi”.

Hay quienes llegan a mis cursos hasta con una actitud de “a ver,
diviérteme”, “a ver, convénceme”. Les digo: realmente tenemos una opción:
sufrimos o disfrutamos durante el tiempo que vamos a estar aquí, como a ti te
digo que lo haremos durante el trayecto que emprenderemos juntos mientras
lees este libro.

Verdaderamente nosotros tenemos la opción:

Sufrimos o disfrutamos
Pero vamos a hacerlo, puesto que ya tienes en tus manos el libro.

Te voy a recomendar que hagamos lo siguiente, vamos a disfrutarlo


enormemente, porque, no se tú, pero yo tengo una definición muy especial sobre
la vida:

Si no es divertido

no lo hagas.

Es por eso que hace años deje de trabajar – aunque a veces doy cinco
seminarios por semana, aunque solo voy a mi casa a dormir tres o cuatro
noches por mes -; ahora viajo por el mundo y comparto estos conceptos con
miles de personas.

Tengo el privilegio de hablar con un promedio de 40,000 personas


mensualmente, en diferentes partes de planeta. Por eso digo que deje de
trabajar, porque mi concepto de trabajo es hacer una cosa mientras prefieres
hacer otra y, ¿sabes que? A mi francamente no me gusta hacer otra cosa.

Esto es lo que me fascina hacer, y como digo siempre: cuando


encuentres lo que te gusta hacer te entregas en cuerpo y alma y con toda pasión
a lo que haces… Entonces tu vocación se convierte en tu vacación y te
mantienes permanentemente de vacaciones. ¡Ah! Y el dinero no lo puedes
detener: viene so-li-to.

Mi querido amigo, realmente quiero que sepas que hoy es un día muy
importante. Si. Es un día mucho muy importante.

¿Sabes que día es hoy?

¿Tienes idea de que día es hoy?


Hoy es un día muy importante porque es el primer día

de tu nueva vida.

Si, este es el primer día de tu nueva vida. Y cuando apenas hago este
comentario al inicio de mis conferencias, algunas personas lo encuentran fuera
de contexto, como diciendo “¡eh! ¿Y como puede ser?” Si, este es el primer día
de tu nueva vida porque este es el primer día del resto de tus días.

Lo que hagas con este día, con mañana, con pasado mañana, etcétera,
tendrá mucho que ver con tu destino.

Sin embargo, primero debes de comprender que nosotros somos gente


pequeña que camina por la gran ciudad. No podemos controlar las economías
solos, no podemos manejar tantas cosas que suceden a nuestro alrededor,
como crímenes, robos, etcétera. Lo único que podemos controlar son nuestros
pensamientos, y estos se convierten en acciones. Realmente esas acciones son
las que nos forman hábitos y determinan nuestro destino.

Si, podemos tener control de nuestro destino, aprendiendo a controlar nuestros


pensamientos, los cuales se convierten en acciones, las acciones forman
hábitos y los hábitos nuestro destino.

Por eso todos los resultados que has tenido en la vida han sido producto
de tu forma de pensar. Si. De hecho ahora mismo: la ropa que traes puesta, el
automóvil que manejas, la casa donde vives, las circunstancias por las que estas
atravesando… Todo esto es consecuencia de tu forma de pensar.

Si quieres cambiar tu casa, tu automóvil, tu forma de vestir, las


situaciones por las que estas atravesando, debes empezar por cambiar
primeramente tu forma de pensar.
Lo aprendí desde hace muchos años (y aquí viene una vez más, te lo voy
a decir),

Eres lo que eres

y estas en donde estas,

por lo que has

puesto en tu mente.

Puedes cambiar lo que eres, puedes cambiar donde estas, cambiando lo que
pongas en tu mente. En esta vida tenemos únicamente lo que merecemos: si
más merecieras más tuvieras ahora, y si no lo tienes es porque no has
aprendido a producir más.

No importa si tienes 15 o 65 años, si eres hombre o mujer, si eres


moreno, rubio… Eso no interesa. Lo decisivo es, ¿que estas dispuesto a hacer
para explotar tus recursos? Lo único que tienes en este momento para triunfar
son dos importantes y valiosos elementos sobre los cuales el ser humano no
tiene control. Número uno:

El TIEMPO.

Si, tienes el tiempo,

estoy hablando de

tiempo de calidad,

no tiempo de

cantidad.
Hay muchas personas que no empiezan a hacer cambios en su vida
hasta una edad avanzada. Como uno de mis grandes maestros, Zig Ziglar, que
empezó a hacer grandes e importantes cambios en su vida hasta los 44 años.
Conozco seres que a los 60 años han empezado a cambiar, a progresar y hacer
algo trascendente en su vida.

Por eso nada tiene que ver si tienes 15 ó 65 años, si eres predicador,
panadero, profesor, no importa. Lo decisivo es, ¿Qué estas dispuesto a hacer
desde este día en adelante? Recuerda que después de todo, una jornada de
1,000 kilómetros principia con un solo paso.

Este día vamos a dar ese paso.

Por eso es necesario reflexionar un poco, pues con estos conceptos y por
medio de la experimentación puedes hacer grandes e importantes cambios en tu
vida.

En una ocasión en un seminario con un grupo numeroso, una persona


sentada en la parte de atrás se levantó y me dijo: “Oye, ¿Qué te hace pensar
que puedes venir aquí a hablar del éxito tan abiertamente sin conocer nuestras
condiciones personales? Yo estoy mal en el aspecto económico, me siento mal
física y emocionalmente… Me encuentro en el fondo de la humanidad”. (Y tu
amigo lector creías tener problemas, ¿eh?) Le contesté a este señor: “Si usted
se encuentra en el fondo de la humanidad, mi querido amigo, entonces
permítame felicitarlo: es un buen lugar donde estar. Sí, porque una vez que
estamos ahí, del mismo modo que cuando llegamos al fondo de la piscina, nada
más hay un sito hacia donde podemos ir. ¿Si o no?, y es… hacia la superficie”.

“Y entonces – continúe – usted tiene todo por ganar y nada por perder. Y
lo más importante en este día es que aprenda a explorar todo lo que tiene a su
alrededor. Si usted cree que está atravesando por problemas o circunstancias
diferentes a las de otros seres humanos, permítame decirle que está
equivocado, pues hay personas que ya se han encontrado en donde usted está;
somos miles de millones de seres que vivimos en este mundo. ¿Qué le hace
pensar que usted tiene situaciones únicas, distintas a las demás?

“Es muy probable que otras personas se hayan encontrado en la misma


situación que usted, con los mismos retos, los mismos cambios, los mismos
riesgos, y lo mas probable es que los hayan superado; y a lo mejor eran
personas menos inteligentes que usted”.

Por eso digo: no importa qué tipo de situaciones estemos viviendo,


sabemos que podemos salir de ellas, no importa qué tipos de complejos
hayamos venido acumulando en nuestras mentes, los podemos superar. Si
quieres cambiar, si quieres lograr éxito, si quieres evolucionar, lo estás haciendo
en este preciso instante. Hablemos ahora del éxito. Es un concepto amplio,
complejo, porque para una persona conocer a alguien con quien compartir su
vida podría ser el éxito; para una pareja que no puede concebir, tener un hijo
sería el éxito; para una familia numerosa de escasos recursos tener una casa y
dinero significaría el éxito. Como ves, el éxito es diferente para distintas
personas.

Para algunos lograr tener un físico delgado, vibrante de energía,


estéticamente perfecto, podría ser el éxito, para muchos estudiantes graduarse
constituiría el mayor éxito.

Como ves, mí querido amigo, cuando menciono éxito estoy hablando de


cualquier cosa que pudieras ser, hacer o tener. Y me refiero al éxito
abiertamente porque sé que existe, y lo sé porque lo estoy viviendo.

En relación con esto, quiero decirte que la humanidad se ha dividido en


dos grupos:
5% de las personas son 95% restante que yo llamo
lideres(tienen ideas, las los seguidores.
emprenden y llevan a cabo
exitosamente), y el

Gran cantidad de estas personas sólo observa al grupo de los triunfadores para
hacer lo que aquéllos hacen. Por eso, en algunos países se dice que no existe la
iniciativa privada, sino la “imitativa’ privada.

Sí, si una persona abre un pequeño restaurante, ahí va la mayoría a abrir


restaurantes de la misma clase; si alguien inaugura un club de videos, si funda
una empresa de esto o lo otro… ahí va la “imitativa”. Pregunto entonces, ¿dónde
está la creatividad?, ¿Cuál es la diferencia entre una persona convencional y un
genio? Simplemente que el genio crea más que una persona convencional;
aunque ambos tienen la habilidad de crear, no utilizan en la misma forma el
potencial de su mente para lograrlo.

Hablando de genios, recuerdo que una vez le preguntaron a Miguel


Ángel, el gran escultor, “¿cómo puedes hacer de una piedra burda de mármol
una escultura tan bella?”

“Muy sencillo – contestó – me le quedo viendo, decido qué es lo que


quiero, y le quito lo que le sobra…”
PASITOS

DE BEBE
Este será nuestro primer paso: diseñar el estilo de vida que queremos y
quitarle lo que le sobra. Te voy a dar una secuencia muy sencilla de seguir, le
llamo “pasitos de bebé”.

El primer pasito que vamos a dar es creer.

Creer que todo lo que soñamos, todo lo que nos proponemos, puede
llegar a ser realidad. Este año empecé a utilizar una nueva frase:

debemos creer,

porque si no creemos

nunca intentaremos y

nunca iniciaremos.

Todo empieza visualizando lo que queremos en la vida, y eso


precisamente es lo que quiero que hagas ahora.

Visualiza el estilo de vida que quieres, la figura, las circunstancias a tu


alrededor, y luego les quitamos lo que sobra. Pero recuerda:

debemos creer,

porque después de todo,

lo que la mente humana

puede creer y concebir,

lo puede alcanzar.
Aquí viene la pregunta más intrigante de nuestros tiempos: ¿por qué si el
éxito está disponible para todos, tan pocas personas lo aprovechan? La
respuesta la encontrarás en esta lectura.

Hablemos aquí nuevamente de los seguidores y de la razón por la cual


hay tantos. La razón es que nos pasamos la vida imitando a los demás hasta
que se nos hace hábito; luego inconscientemente los seguimos, y terminamos
siendo como ellos.

A ese 95% de personas

de vez en cuando les llamamos

los soñadores.

A este tipo pertenecen quienes abrazan a su esposa y le dicen: “Mi amor,


algún día vas a tener un automóvil del año, pero por lo pronto hazle la parada al
autobús, que ahí viene”.

¿Conocen a alguno? ¿Cuántas de ustedes viven con uno?

Los soñadores son aquellos que se acercan a su esposa y le comentan:


“Querida, algún día vas a tener una casa que no va a ser común; no, va a ser un
castillo digno de una reina, pero por lo pronto aguántate aquí con mi mamá.
Apenas llevamos seis años viviendo aquí. No me presiones tanto; mira, el año
que entra…”

Y permíteme decirte, mi querido amigo, que para los soñadores nunca


llega el año que entra. Fíjate lo que sucede: llega diciembre, piensan,”qué rápido
pasa el tiempo, no logré mis metas, no hice lo que dije”. Entonces sienten el
dolor del remordimiento, pero de inmediato entra otro mecanismo mental para no
sufrir; el consuelo, y dicen: “El año que entra me voy a poner a dieta, voy a
comprar ese automóvil, voy a hacer esto, voy a emprender aquello, pero ahorita
mejor no”.

Llega enero y febrero y piensan, “bueno, ahorita arranco, ahorita,


tranquilo, sí, dije que iba a empezar pero no dije cuándo… Ahorita, momento,
paso a paso”. Pasan abril y mayo y tampoco lo hacen. He notado que muchas
personas empiezan a tomar acción el último trimestre del año.

Los soñadores siempre están esperando que algo suceda para luego
tomar acción. Sí, están esperando cambiarse a una oficina más grande, que les
instalen el teléfono, comprar un automóvil, que los niños terminen la escuela,
deje de llover o haya cambio de presidente en el país.

La gran diferencia entre los soñadores

y los líderes o triunfadores es

que estos últimos toman acción ,

en cambio los soñadores posponen

y vuelven a posponer,

así hasta la muerte.

Porque siguen aplazando y no toman acción, muchos individuos terminan viejos,


solos y pobres.

Ahora vamos del segundo paso: tomar acción.

¿Qué tipo de acción podrías tomar en este instante para empezar a


transformar tu vida? Para lograr esa figura, para comprar esa casa, para realizar
ese viaje, en fin… ¿Podrías abrir una cuenta en el banco? ¿Podrías empezar
una dieta ahorita mismo?

¿Qué tipo de acción tomarías en este preciso momento para lograr tus
propósitos?

Te voy a dar las cuatro “D” que necesitas para continuar con la
transformación. Son, primeramente, DESEO. Necesitas desear realmente
hacerlo; desearlo hasta los huesos. Después viene la DETERMINACION. ¿Lo
quieres hacer o no lo quieres hacer? Si logras la segunda “D”, la determinación,
automáticamente llegas a la tercera “D”, que es la DECISION: ya tomé la
decisión, ya lo hice, ya lo estoy haciendo. Para continuar necesitas la cuarta “D”,
que es la DISCIPLINA. Necesitas la disciplina para ver hecho realidad tu
propósito.

Si reflexionamos notaremos que lo único que la humanidad busca es un


estado mental. Por eso la gente fuma y come en exceso, ve televisión
demasiado tiempo, prueba diferentes religiones, escucha varios tipos de música,
hace las más variadas cosas… para lograr un estado mental. Llámalo
tranquilidad, armonía, seguridad, lo que tú quieras.

Muchas personas dedican toda su vida a ganar dinero; pero yo les


digo,”no es dinero lo que quieres, sino el estado mental llamado seguridad
propia, tranquilidad económica o apoyo, como prefieras”. Pero todo lo que
buscamos en la vida es un estado mental.

Debemos empezar por comprender que todos tenemos una mente;


¿hasta aquí vamos bien? ¡Fabuloso!
La mente produce los estados mentales; eso quiere decir que si
aprendemos a manejar nuestra mente podremos lograr el estado mental que
queramos.

Ahora mismo, si nos lo proponemos, podemos sentirnos totalmente


felices si aprendemos a producir el estado mental llamado felicidad.

Podemos causar felicidad porque es un estado mental, o podemos causar


depresión, que también es un estado mental. La felicidad es un estado mental
que luego se convierte en un estado físico. ¿Verdad que sí?

Una persona feliz está llena de entusiasmo,

de energía, de positivismo, etcétera, y lo refleja.

Una persona deprimida empieza pensando en forma negativa, logra la


depresión, el estado mental, y luego es estado físico: baja los hombros, deja
caer la mirada, camina cabizbajo, se agota totalmente la energía. Entonces,
como nosotros tenemos libre albedrío,

podemos escoger:

entusiasmo o depresión.

¡Tenemos la opción!,

podemos lograr

cualquiera de las dos.

Desgraciadamente en ocasiones escogemos depresión, depresión,


depresión, hasta que se nos forma el hábito, y después, por hábito, causamos
ese estado mental, que se presenta de forma automática.
Por eso el cambio tiene que empezar ahora mismo. Hablemos del
entusiasmo, porque viviendo en una sociedad tan crítica como la actual, algunos
creen que el entusiasmo solamente debe ser practicado por algún grupo de
niñas tratando de motivar a un equipo de futbol, o solamente en una convención
de vendedores, etcétera. No, el entusiasmo es algo muy importante y realmente
necesario en nuestra vida.

Las personas serias, las que han bloqueado totalmente el entusiasmo de


su existencia, se han vuelto solemnes, preocuponas y estresadas. Cuánto
critican a los entusiastas cuando, por ejemplo, llegan a la oficina y dicen: ¡Hola,
qué tal! Buenos días. ¿Cómo están?” Piensan: “Qué falso, que vacío y sin
fundamento se ve este tipo; se ve inocente, poco sofisticado, fuera de realidad y
muy seguidor”.

“Yo soy serio, feo, fuerte y formal: dicen, y si no se sienten estresados


consideran que no están trabajando.

No, mi querido amigo, la vida fue hacha para disfrutarse, recuerda eso. A
continuación te presento la fórmula para destacar en la vida.

El 15% lo constituye la aptitud, esto es, qué tan apto seas en lo que haces.
Muchos se pasan la vida yendo a la escuela para ser aptos, y yo les digo, no es
la aptitud, aunque es muy importante.

Lo verdaderamente esencial,

porque constituye el 85%

restante, es la actitud.

Es la actitud de triunfadores la que destaca, la actitud de emprendedores,


la de
“ahorita puedo”,

“ahorita puedo”,

“ahorita puedo”.

La fórmula es 15% de aptitud y 85% de actitud, y es la actitud que


tengamos hacia la vida la que determina la altitud de nuestra existencia.

Por eso hace tiempo que decidí tener un buen día todo el día todos los días.

Cuando abrimos los ojos en la mañana pensamos: ¿queremos un buen


día o un mal día? Y desde ese instante nos programamos para tener un buen
día o un mal día.

Fíjate bien, desde que abrimos los ojos por la mañana, esta es la forma
de levantarnos: “¡Qué precioso día! Viviré este día como si fuera el último de mi
vida”. (Esta es una de mis frases preferidas.) Desde hace tiempo comprobé que
nosotros mismos programamos si queremos tener un día bueno o malo, y por
increíble que parezca, lo causamos.

Yo no creo en las casualidades, creo en las causalidades, porque


ciertamente nosotros lo causamos todo.

¿Cómo se levanta la gran mayoría de las personas? Si escogen un mal


día, empiezan con la primera mentira de la mañana (un grade y prolongado
bostezo): ¡Ah! Ya nada más otros cinco minutos…”

La segunda mentira del día (otro gran bostezo): “¡Esta noche me acuesto
más temprano!”
Acto seguido, abren la ventana para asomarse hacia fuera, y si el día está
bello, con el sol a todo su resplandor, ¿qué dicen? “!Uff! Va a hacer un
calorón…”

Pero si el cielo está nublado, en lugar de pensar: “Qué fresco está el día”,
muchas personas dicen: “Va a llover; me deprimen los días nublados”.

Es decir, sólo buscan la manera de tener un mal día. Luego prenden la


televisión, el radio o se ponen a leer el periódico para ver solamente las notas
rojas, las malas noticias, cuántas muertes hubo, cuántas violaciones, cuánto
narcotrafico, ese tipo de basura.

Sin embargo, conozco y reconozco que los medios de comunicación


tienen la obligación de informarnos lo que está sucediendo en nuestro mundo,
pero tenemos la opción de leer las malas o las buenas noticias.
SOLUCION
Por eso, mi querido amigo, desde este instante estamos programando LO
BUENO, LO PURO, LO LIMPIO y LO NECESARIO en la mente.

Quiero que programes desde ahora en adelante una buena música de


ritmo rápido en la mañana, o bien un buen casete de motivación. (Hay uno
magnifico que se llama “El despertador”.)

Pero antes de todo, lo que debe hacer es poner en tu mente

LO BUENO,

LO PURO,

LO LIMPIO Y

LO NECESARIO.

Y cada mañana la empezarás diciendo: “¡Qué precioso día! Viviré este


día como si fuera el último de mi vida”. Si no quieres creer lo que estoy diciendo,
no lo hagas, simplemente mañana por la mañana ponlo en práctica.

Te advierto que al hacer esto la primera vez te vas a sentir ridículo. Sí,
porque no estás acostumbrado a hacerlo. Si tu hijo te ve, lo más probable es que
diga: “Mamá, quién sabe qué tiene mi papá”. Luego se te quedará viendo y
exclamará: “Mi papá de plano perdió toda conciencia. Ya se volvió loquito”.
¿Qué sucede? Que la gente no está acostumbrada a ver personas entusiastas,
y cuando descubre una cree que anda mal.

Nosotros escogemos qué tipo de vida queremos tener. Por eso dijo Dale
Carnegie bien claro: “Positivo es aquel que al levantarse por la mañana y
abrocharse los zapatos da gracias a Dios por estar de nuevo de pie”.
Como ves, nosotros tuvimos esa gran bendición este día; disfrútala
enormemente.

Otra cosa: queda totalmente prohibido hacer las “juntas de


lamentaciones”. Hay muchas personas que lo primero que hacen por la mañana
en sus casas o en sus oficinas es su “junta de lamentaciones”.

Que la empresa debería darnos esto, o deberíamos de tener aquello, o si


hubiera conseguido lo otro, etcétera. No empieces a hablar de tus problemas
físicos o emocionales, porque al 50% de las personas que los escucha no le
interesan, y al otro 50% hasta gusto le da oírte.

Algunos llegan quejándose y comentan: “Ayer tuve una discusión con mi


esposa, nos peleamos. Yo creo que me voy a divorciar…”

Y ahí están los demás exponiendo su punto de vista, o sea, sólo


regodeándose con los problemas de los demás. No es necesario hacer eso.

Posteriormente exponen sus problemas físicos: “me torcí una mano”, “a


mí me duele la cintura”, “no tolero el dolor del pie”. Tampoco hables de tus
problemas físicos o emocionales, porque a la gente no le interesan. Debemos
hablar siempre de LO BUENO, LO PURO, LO LIMPIO y LO NECESARIO, de lo
contrario se nos formará el hábito de hacer “juntas de lamentaciones”.
LOS

HABITOS
El común denominador del éxito es:

formar el hábito

de hacer las cosas

que a los fracasados

no les gusta hacer.

Repítelo: debemos formar el hábito de hacer las cosas que a los demás
fracasados no les gusta hacer.

Todos los resultados en la vida hasta ahora han sido producto de


nuestros hábitos. Sí, el empleo que tenemos, la ropa que vestimos, las
circunstancias por las que estamos atravesando, es producto de nuestros
hábitos.

Los hábitos son una especie de polilla que se apodera de nuestro cuerpo
y nuestra mente; los seres humanos somos criaturas de hábitos. Esto significa
que la mente subconsciente es muy inteligente: cuando recibe el mismo
pensamiento repetidas veces, hace las cosas automáticamente. Dice “¡Ah! Esta
orden es la misma, va de aquel lado”.

Es decir, si vemos las cosas negativas de la vida, si somos pesimistas,


antes de darnos cuenta nos convertimos en personas pesimistas.

Hay tantas personas pesimistas en el mundo, que aquí mismo en tu


ciudad se iba a formar el “club de los pesimistas”, pero no creyeron que
funcionara y… ¡mejor no lo hicieron!

Estoy bromeando, pero una cosa es cierta: cuando repetimos la misma


acción varias veces, eso nos forma… UN HÁBITO. Y es tan difícil cambiar
después esos hábitos que muchas veces los seguimos practicando por 20, 30,
40, 50 ó 70 años.

¿Cuántos años tienes y cuántos hábitos has adquirido a través de los


años?

Así es como mucha gente empieza a ver lo malo de la vida, empieza a


ver lo negativo, empieza a deprimirse continuamente, y llegamos a considerarla
un apersona amargada. Por eso, todo en nuestra vida es producto de nuestros

hábitos: Cualquier pensamiento repetido

puede formarnos

buenos o malas hábitos.

El hábito de ser entusiasta, por ejemplo, debemos fijarlo en nuestra


mente, y como no estamos acostumbrados, pues normalmente nos sentimos
ridículos.

Cuando les digo a las personas en mis seminarios en vivo: “A ver,


levántense y digan: ESTOY FUERTE, SANO Y FELIZ”.

Se levantan y veo que algunos dudan titubean, como pidiendo disculpas,


como diciendo “qué ridículo me veo, ¿verdad?”

“Cuántos de ustedes se sienten ridículo?”, les pregunto. La mayoría


levanta la mano, y es simplemente porque no estamos acostumbrados a
practicar el entusiasmo.

En cambio, si lo invitara a hacer la “junta de lamentaciones” les saldría tan


natural… Si les dijera vamos a repetir: “me siento triste, malo y deprimido”, les
saldría tan natural… Porque ese es un hábito bien instalado.
¡CAMBIA TUS

HABITOS!
Ahora te explicaré cómo podemos cambiar nuestros hábitos. Primero
quiero que pongas ambas manos hacia el frente con los dedos abiertos, y
cuando cuente hasta tres vamos a enlazarlas.

¿Estás listo? Bien, aquí viene: uno, dos, tres, ¡ahora!

El objetivo de este ejercicio es mostrarte cómo puedes cambiar tus


hábitos.

Lo más probable es que cuando termine de decir tres, hayas cerrado las
manos… ¿Qué es esto? Un hábito. Por favor, cruza tus manos como te había
dicho, entrelaza los dedos y notarás que los pulgares fueron los primeros en
quedarse entrelazados.

Los siguientes son los índices; después de los pulgares, los dedos que se
cruzan normalmente son el índice derecho o el índice izquierdo. ¿Tú cuál dedo
índice cruzaste después de los dedos pulgares?, ¿el derecho o el izquierdo?

Bien. Vuelve a separar las manos. Cuando diga: uno, dos, tres, ¡ahora!,
vamos a cerrar nuestras manos, pero de la forma como no estamos
acostumbrados; o sea, yo normalmente cruzo el dedo índice derecho después
de los pulgares, pero ahora voy a hacer el propósito de cruzar del dedo índice
izquierdo depuse de los dedos pulgares.

Veamos qué sucede. Separa tus manos, listo: uno, dos, tres, ¡ahora!
Entrelázalas como no estás acostumbrado. ¿Qué sucede ahora? Sientes las
manos fuera de lugar, como que no se ensamblan, se sienten diferentes, raras,
extrañas… ¿Sabes por qué? Porque no tenemos la costumbre, no tenemos el
hábito de entrelazar las manos de esta manera. ¿Por qué las sientes mejor de la
otra forma? Cámbialas a como estás acostumbrado: ahí está el hábito. Quiere
decir que sin darnos cuenta cerramos las manos una y otra vez de igual manera
hasta que nos formó el hábito.

¿Qué necesitamos hacer para establecer un nuevo hábito? Muy sencillo.


Vuelve a separar tus manos, ahora las vamos a cerrar de nuevo cuando diga
uno, dos, tres, ¡ahora! Bien uno, dos, tres, ¡ahora! Las enlazamos y sentimos
las manos extrañas. Pues ahora ábrelas y ciérralas, ábrelas y ciérralas y si
haces esto por 10 minutos diarios en un periodo de 21 a 30 días se establecerá
el hábito de cerrar las manos de otra forma. Habrás establecido un nuevo hábito.

¿Podremos cambiar

todos nuestros hábitos?

Si nos lo proponemos, claro que sí, y al cambiar nuestros hábitos


automáticamente estaremos cambiando también nuestro destino.

Estoy hablando del hábito de levantarse temprano, de hacer ejercicio, de


sentirse bien, de ser positivo, de hablar únicamente de lo bueno, lo puro, lo
limpio y lo necesario, de evitar a la gente negativa, de cuando las cosas se
ponen difíciles, cuando la vida te haga la pregunta, “ ¿persistes o desistes?”,
decir:” ¡PERSISTO! Y aprender a tener valor y no temor.

Si empezamos a enfrentar nuestros malos hábitos comenzaremos a


superar nuestras limitaciones personales. ¿Podremos cambiar nuestros hábitos
y superar nuestras limitaciones personales?, vuelvo a preguntar. Por supuesto
que sí.

¿Entonces crees ahora que puedes tener pleno control de tu destino? Si


la respuesta es Sí, te felicito, pues perteneces al 5% de las personas que saben
que pueden tener control de tu vida, de sus circunstancias y son capitanes de su
propio barco llamado destino.

Bien, hasta este momento hemos aprendido que todos podemos controlar
nuestro destino y hacer las cosas que siempre hemos soñado hacer. Sin
embargo, también hemos escuchado la pregunta más intrigante de nuestros
tiempos: ¿Por qué cuando el éxito esta disponible para todos, tan pocas
personas lo aprovechan?

La respuesta es sencilla: solamente 5% de los humanos son triunfadores


o líderes y el otro 95% son soñadores o seguidores.

Nos pasamos la vida siguiendo a los demás, imitando a los demás; y

el secreto para pasar

de soñador a triunfador

es precisamente dejar

de imitar a los demás.

Para lograrlo debemos de iniciar un gran cambio en nuestra vida, dar los dos
primeros “pasitos de bebe”.

1. Debemos creer que sí se puede.


2. Debemos tomar acción y seguir paso a paso las cuatro “D”, que son:

a) El Deseo ardiente de hacerlo.


b) La Determinación para hacerlo.
c) La Decisión de hacerlo.
d) La Disciplina de terminar lo que hemos iniciado.
Y lo que es mejor, lograr que poco a poco se convierta en nuestra forma
natural de ser; esto es, lograr que se convierta en un hábito el ser triunfador,
porque recordemos:

Para lograr el éxito

hay que formar el hábito

de hacer las cosas

que a los fracasados

no les gusta hacer.

Porque si no sustituimos los malos hábitos por buenos hábitos, entonces


no podemos lograr el cambio y seguimos en el mismo lugar, sin avanzar.

Y eso no es lo que queremos. ¿Verdad?


CONTROLAR

NUESTRAS

EMOCIONES
Continuamos. A medida que avances en la lectura notaras que la
información es cada vez más interesante.

Ahora vamos a hablar de cómo tener pleno control de nuestras


emociones, porque cuando decimos NO, es la lógica la que funciona; la lógica te
dice

si trabajas más,

si produces más,

y si haces mas vas

a tener más.

Ya lo sabemos pero no lo hacemos; pero lo que muchos no comprenden y la


psicología moderna todavía no acepta, es que los seres humanos no nos
regimos por lógica, sino por emociones.

En le segmento que sigue te voy a mencionar lo que llamo la “anatomía


de las emociones”. Te voy a mostrar las emociones que a diario practicas más, y
cómo tener pleno control de ellas.

Pero antes permíteme decirte que toda esta información es solamente un


extracto de mis otros programas. He diseñado uno que es mi última obra, se
llama El poder de la magia mental, en el cual he compactado información, y
también como desarrollar el cerebro para tener más poder de visión, o sea,
visualizar las cosas.

Asimismo he hecho análisis transaccional, que me ha permitido


concientizarlas y entonces combatir esas pequeñas limitaciones personales a las
cuales no había podido llegar.
Aquí hablaremos además de cómo reprogramar tu sistema nervioso, o
sea, “nerocomunicacion programable”, como le llamo.

Es una información

que no solamente te ayuda a programar

tu cuerpo y tu mente subconsciente,

sino también tu sistema nervioso

para que cualquier programación negativa

venga al presente a causar estímulo

y no depresión.

En fin, es una síntesis de mucha información, y si pudieras te


recomendaría que invirtieras en el. Se llama El poder ilimitado de la magia
mental, y es un programa de seis audicasetes, 12 lecciones y sus guías
interiores para que aprendas a tener pleno control de tu mente.

Bien adelante con esto. Vamos a hablar de lo que es la “anatomía” de


nuestras emociones; fíjate que sencillo es. Vamos a visualizarlo, para la cual te
voy a pedir que veas la grafica numero 1

ANATOMIA DE LAS EMOCICIONES.

TEMOR

DOLOR VALOR PLACER


Esto es la anatomía de nuestras emociones. Lo primero que ves es la
emoción que con mayor frecuencia causa el fracaso de muchos seres humanos,
que más frena el desarrollo del potencial humano; la razón por la que una gran
cantidad de personas no emprende las grandes ideas que tiene…

Estoy seguro que ustedes son personas con grandes talentos.

Algunos de ustedes son escritores, cantantes, músicos, bailarines,


políticos, futbolistas, beisbolistas… o sea personas con grandes habilidades,
talentos y bendiciones con los cuales han sido dotados.

Sólo permítame recordarles: no se los lleven a la tumba. No tiene caso mí


querido amigo que paguemos el dolor del arrepentimiento; lo que quiero decir es
que algunos de nosotros ya hemos sido escogidos para hacer cosas
extraordinarias en la vida: nada nos traerá más satisfacción que llevarlas a cabo.

Podrás decir,”lo que pasa es que necesito casarme”, te casa y piensas:


“No es lo que necesitaba”. Después cambias de parecer: “Quiero hacer un viaje,
un gran viaje de dos o tres meses a Europa”, y regresas y compruebas que no
es lo que necesitabas. “Quiero un automóvil que me estimule”, etcétera.

Podrás tener todas esas cosas pero tu vida nunca traerá autorrealización
total hasta que hagas exactamente lo que te gusta hacer, lo que deseas hacer.

Cuántas personas sencillamente toleran sus vidas. Cuántas personas


tienen prisa por morirse, porque no están haciendo las cosas que desean hacer.

Muchos dicen: “Quisiera que ya fueran las cinco de la tarde”, “quisiera


que ya fuera viernes” o” quisiera que ya fuera diciembre”.
Y así se pasan toda la vida. De repente transcurrieron 30 años y piensan:
“!Qué rápido ha pasado el tiempo!” Un día se enfrentan al espejo, descubren que
no son los mismos chiquillos o chiquillas simpáticos y agradables de otros
tiempos.

Se dan cuenta que el tiempo y el destino los ha alcanzado.

Nada es más bello en la vida que hacer lo que te complace hacer. Te lo digo por
experiencia propia. Ahora que viajo, que hablo mensualmente con tantas
personas interesadas en estos conceptos, que quieren hacer grandes e
importantes cambios en su vida; escuchan o leen esta información y se
estimulan, progresan, triunfan y se desarrollan… ¡Qué bello es hacer lo que más
te gusta y además te paguen!

Por eso mi querido amigo, nada hay más hermoso que la


autorrealización, y esa yo no te la puedo dar; esa necesitas ganártela a pulso.

Haz los cambios necesarios en tu vida

para que empieces a hacer

lo que más te gusta:

ESE DIA INICIARAS

TU JORNADA HACIA EL ÉXITO.

¡Ah! Pero gracias a esta emoción llamada TEMOR nos frenamos:


tenemos grandes ideas pero no queremos que nadie sepa de ellas por el temor
a hacer el ridículo. Podríamos mejorar nuestro estilo de vida, pero no lo
hacemos por miedo a que no funcione, a que nos rechacen, etcétera. Es decir,
el TEMOR es la emoción

que más frena el desarrollo

del potencial humano.

¿Queda eso bien claro?

Ahora vamos a practicar de aquí en adelante. Esta emoción se llama


VALOR.

Es con el valor, mi querido amigo, como vamos a aprender a vencer el


temor: el valor debe de ser mucho mayor que el temor.

Así les digo a las personas en mis seminarios en vivo: ¿Cuántos de


ustedes están dispuestos, de este momento en adelante, a desterrar el temor de
sus vidas y empezar a practicar el valor? La gran mayoría levanta la mano.

Cuando lo hacen, agrego: qué bueno porque van a tener la oportunidad


de practicarlo ahora mismo. Pongo el micrófono en la base e invito a pasar al
frente a algunos voluntarios.

Luego los incito para que repitan:

“Este es el primer día de mi nueva vida”.

A ti te voy a pedir que hagas exactamente lo mismo ahora.

Quiero que repitas en este instante, pero sintiéndolo, haciendo un esfuerzo para
que te llegue hasta los huesos:
“Este es le primer día

de mi nueva vida.

Porque de aquí en adelante

cuando la vida me ponga

la encrucijada y me diga:

¿desiste o persistes?

Voy a escoger ¡PERSISTO!

Pero dilo con coraje, con valor, no con temor. Recuerda que si quieres
hacer esos cambios y transformaciones pero no tienes el valor, entonces debes
aceptar las circunstancias por las que estás atravesando.

De otro modo, haz lo que más temas, y vencerás el miedo. Que nunca se
te olvide esa frase, porque cuando tengas más temor debes repetir:

haz lo más temas y

vencerás el miedo.

Desarrolla, apóyate en tus emociones para que hagas esas


transformaciones en tu vida, para realizar los cambios que deseas. De aquí en
adelante vamos a considerar siempre:

¡SI SE PUEDE!

¡SI PUEDO!

¡LO VOY A LOGRAR!


Voy a lograr esa figura que quiero, voy a alcanzar esa habilidad, ese
talento que quiero desarrollar, voy a lograr éxito en esa relación, voy a tener esa
casa, ese automóvil, ese estilo de vida que tanto quiero.

Pero lo vas a pensar con valor.

Te pregunto: ¿se puede?


Y tú me contestas: ¡sí se puede!

¿Se puede? ¡Si se puede!

¿Se puede? ¡Si se puede!

Pero necesitas aprender a apoyarte en las emociones no en la lógica,


porque en muchas ocasiones la lógica te va a llevar a pensar que hay muchas
razones por las que no deberías, pero las emociones te dicen que sí se puede.
Han existido hombres extraordinarios que han practicado el valor, lo que los ha
conducido a realizar grandes descubrimientos para la humanidad.

TU ERES UNO DE ELLOS. Así que a practicar las cosas con valor. ¿De
acuerdo?

Hay otras dos emociones, como puedes observar en nuestra gráfica 1,


que también practicamos a diario; una se llama placer y la otra dolor.

Cada vez que tomamos una decisión involucramos placer o dolor; todo lo
que hacemos en la vida es para aumentar placer o para disminuir dolor.

Lo que vamos a hacer a partir de ahora es relacionar todo con placer,


porque si relacionas una cosa con placer, te gustara hacerla.
Por ejemplo, ¿los lunes con qué los relaciona la gente? Con dolor. Así
contestan los saludos ese día:
- ¡Hola! ¿Cómo estás?
- Bien, para ser lunes…

¿Los viernes con qué los relaciona la gente? Con placer.


- ¡Hola! ¿Cómo estás?
- ¡Muy bien! ¡Ya es viernes!

Como ves, la mayoría de las personas viven la vida solamente para


disfrutar viernes, sábado y domingo, lo que significa que no están contentas con
su vida personal o profesional. Por eso tienen prisa por morirse.

Por eso de aquí en adelante vas a decir: “¡Ay, qué rico! ¡Ya mañana es
lunes!”

Todos los cambios y transformaciones que vendrán a tu vida como


resultado de esto deben ser apoyados en un solo concepto. No hace mucho me
hicieron una entrevista en televisión y me preguntaron: “Alex, si solamente
pudieras explicar a las personas por televisión en un minuto como podrían
cambiar, ¿qué les dirías?”

Contesté: “Toda la información que he recaudado a través de 18 años de


investigaciones, los cambios que he logrado hacer en mi vida, están basados en
un solo concepto: la AUTOSUGESTION”.

El cambio en tu vida

puede darse a través

de un solo concepto:

la autosugestión.
¿Cuántos de ustedes han dicho una mentirilla, pero la han repetido tantas
veces que se la han llegado a creer? ¿Será posible que aprendamos a
mentirnos a nosotros mismo?

¡Claro que sí!

Decimos alguna cosa una y otra vez, hasta que nosotros la creemos. Eso
mismo te voy a recomendar que hagas, que repitas una y otra vez hasta que
aprendas a mentirte a ti mismo, pero solamente en lo positivo.

Recuerda: si hay algo que no t guste hacer, es porque lo has relacionado


con dolor.

Dices: “No me gusta hacerlo”, y lo has repetido tantas ocasiones hasta


que te autosugestionas.

No olvides que la mente subconsciente es un genio que vive dentro de ti y


que ha sido diseñado para cumplir todos tus caprichos, pero ¡cuidado!, porque
de la misma manera que cumple los buenos deseos también cumple los malos.

Por eso es importante que tengas un criterio bien formado y una buena
filosofía hacia la vida para que pienses que todo lo que vengas es bueno.

Las personas con éxito tenemos algo en común, todos pensamos que no
hay mal que por bien no venga. Quiero decir mi querido amigo, que cualquier
cosa que suceda en tu vida es por lo bueno. ¿De acuerdo? De aquí en adelante
todo lo que suceda va a ser para que progreses.

Viene a mi memoria cuando empecé con mis seminarios de ventas, con


mi curso “Cómo dominar el arte de venta moderna”; mi meta era llegar a las
grandes masas, al público en general. De poder beneficiar con esta información
a un estudiante, a una ama de casa, aun carpintero, a un profesor, predicador,
doctor, etcétera. Cualquier persona que quisiera hacer grandes cambios en su
vida, pero estaba enfrascado dando mis seminarios de venta únicamente; hasta
que una vez me cancelaron el más grande de mis contratos y me forzaron a dar
infamación abierta al público.

Como ves, todo lo que en la vida sucede es por el propio bien. Si no fuera
por eso, ahora no estarías leyendo este libro.

Mi querido amigo, no hay mal que por bien no venga, debemos aprender
a ser positivos.

Cualquier cosa que no nos guste hacer, vamos a decir:

“Me gusta hacerla, me gusta hacerla,

me gusta hacerla, me gusta hacerla”,

hasta que empecemos a

relacionarla con placer.

¿El trabajo con qué lo relaciona la gente, con placer o con dolor?

La mayoría de las personas – estoy hablando de un 95%, de los


seguidores – lo relaciona con dolor: “¡Uy, hay que trabajar! ¡Uy, hay que entrarle
a la chamba!”

Le llamas a cualquiera de tus amigos y al preguntarle como está. ¿Qué te


dice?: “Pues aquí, trabajando, ¿Qué le hacemos?” Así como diciendo “pues aquí
sufriendo, ni modo”. En cambio, las personas que nos dedicamos a hacer las
cosas que nos gusta hacer, tenemos una actitud muy distinta. Por ejemplo, yo
digo que hace cinco años dejé de trabajar porque mi definición de trabajo es
hacer una cosa mientras prefieres hacer otra, y yo repito: no prefiero hacer otra
cosa. ¡Me fascina lo que hago! Y eso se transmite.

Una de las cosas que no me gustaba hacer es leer; aquí pude aplicar la
anatomía de las emociones. No me gustaba leer porque me recordaba la
primaria.

Yo sólo cursé hasta el sexto año de primaria y no fui precisamente de los


estudiantes más brillantes; por lo tanto no me gustaba leer.

Pero una vez empecé a pensar “¡qué interesante es esto!”, y empecé a


conocer información de la cual yo estaba hambriento y comencé a decir: ¡qué
interesante es leer! ¡Me fascina leer!

Después comprar libros, obtenía algunos casetes o videos de mis


maestros y me iba a alguna montaña de Ruidoso en Nuevo México, Estados
Unidos. Me retiraba una semana a escuchar, a nutrir mi mente de
conocimientos; cuando regresaba ya valía más que cuando partí.

Porque lo más importante en la vida es aprender a invertir en tu mente.


Como anotó sabiamente Benjamín Franklin:

“Vacía tu bolsillo

en tu mente

y tu mente llenará

tu bolsillo”.
También aprendí a no escatimar esfuerzos al invertir en mi información,
en mi preparación, en mi superación.

Por eso te aseguro que hasta lo desagradable puede llegar a ser bueno si
lo relacionas con lo bueno. De aquí en adelante todo lo que tengamos que hacer
lo vamos a relacionar con placer para disfrutarlo enormemente.

Como te habrás dado cuenta, todo se basa en el poder de la mente, en la


interpretación de las cosas que nos suceden. Quiere decir que si cambiamos
nuestra forma de pensar, entonces cambiaremos nuestra forma de actuar.

Si interpretamos y relacionamos todo con emociones positivas, o sea con


placer, entonces disfrutaremos hacer las cosas que antes no nos gustaba hacer.

Esta misma lectura vamos a relacionarla con placer… Debemos


repetirnos: “¡Cómo me gusta!’

Después de todo, recuerda que empezamos fingiendo y terminamos


creyendo.

Ahora veremos una de las dos razones por la que las personas nunca
logran su independencia financiera: es porque son víctimas del medio.

Aquí te voy a recomendar que concentres más tu atención, puesto que


estas a punto de leer uno de los temas más importantes para lograr la evolución
y desarrollo de tus talentos.
VICTIMAS DEL

MEDIO

AMBIENTE
Este tema es lo que me hizo reflexionar acerca de dónde venía, dónde
estaba y hacia dónde iba, y también buscar respuesta de por que muchas
personas no logran triunfar en la vida.

Esta es una de las dos razones más importantes por las que la mayoría
no logra independencia financiera.

¿Qué pudiéramos decir? Todos quisiéramos conseguir la independencia


financiera; aquí vamos a hablar de cómo obtenerla.

Y no estoy hablando de acumular millones y millones, no. Estoy hablando,


mi querido amigo, de aprender a vivir cómodamente, pues no es más rico el que
más tiene, sino el que menos necesita…

A muy temprana edad logré mi independencia financiera y mucho tuvo


que ver la información sobre Victimas del medio ambiente.

Antes permítame ponerte en antecedentes sobre mi trayectoria, porque


algunas personas cuando ahora me escuchan hablar en público piensan que soy
un hombre muy preparado. Déjame repetirte que solamente estudie hasta sexto
año de primaria y me he dado cuenta de que realmente la educación académica
es muy importante, es una gran plataforma cultural para triunfar, pero si ya eres
un adulto y no la tienes, no es necesaria.

No quiero que te escondas tras el “si yo hubiera…” “Si yo hubiera tenido


aducación”, “si yo hubiera nacido de padres millonarios”.

El “si yo hubiera” es no asumir tu responsabilidad, porque te voy a


demostrar, en este segmento, que todos realmente podemos hacer lo que
queremos con lo que tenemos.
Hace muchos años, no sé cómo, mi madre y mi padre se conocieron en la
frontera de México con Estados Unidos, Ciudad Juárez, Chihuahua. Lo más
extraño es que mi padre nunca aprendió a hablar español y mi madre nunca
aprendió a hablar ingles: falta de comunicación. Fuimos ocho hijos, por lo que
creo que mi madre sólo aprendió a decir yes.

Empezamos a vivir en El Paso, Texas, pero mi padre, siendo un hombre


muy emprendedor, nos cambio de allí a Los Ángeles, California. Era muy
trabajador y un excelente vendedor, por lo que no batallo gran cosa en ganar
dinero.

Al cabo de cuatro o cinco años ya tenía varias mueblerías con valor de


varios millones de dólares; le había ido muy bien, pero tal parece que el dinero lo
volvió muy olvidadizo, sí, se le olvidó el camino a casa.

Se le olvido que se había casado con aquella mexicanita de Irapuato,


Guanajuato, México, y se caso con su secretaria que estaba mucho más guapa
y joven. Fue tal la desilusión de mi madre, que nos llevó a Chihuahua de nuevo,
y lo único que nos llevamos de esa casa cómoda, de todos esos muebles, de las
cosas que teníamos, fueron cuatro maletas con nuestra ropa.

Recuerdo que fue un cambio cultural extraordinario en mi vida y no lo


cambiaria por nada. Después de vivir holgadamente en Los Ángeles, nos
cambiamos a una pequeña vencindad en un barrio de Ciudad Juárez, el cual
hasta la fecha no tiene pavimento. Me acuerdo de cuando mi madre les decía a
mis hermanas: “Ahora sí, tiendan las camas…” Dos colchonetas que tiraba en el
piso, y ahí nos acostábamos: imagínate, nueve personas incluyendo a mi madre.

Esa vecindad tenia 11 viviendas y solamente una llave de agua, un baño


y una regadera. Así es que si querías salir al sanitario en la noche tenías que
caminar hasta allá. Suena interesante ¿no?, pues cuando regresabas veías
todos los cuerpos amontonados, parecían restos de la Revolución.

En aquel tiempo la verdad éramos muy pobres, muy humildes, y no es por


presumir, pero a pesar de eso siempre comíamos suficiente, porque cuando
decíamos: “Mama, ¿me sirve más, por favor?”, ella respondía: “No, ya comió
suficiente”.

Aquella época fue realmente interesante y más cuando mi madre llegó a


una importante conclusión: decidió que era más fácil que ocho mantuvieran a
una, que una mantuviera a ocho, así que nos puso a todos a vender.

Nos preparaba unos panecitos que se llaman gorditas, los cuales


salíamos a vender mis hermas y yo. ¡Uy! Recuerdo el primer día, querido amigo;
yo creo que tenía alrededor de ocho años, cuando puse en mi cubeta los
panecitos y salí a vender por primera vez. Tocaba puertas y la gente me
compraba. Fue así que me convertí en un gran empresario, digo, en pequeña
escala.

Porque después de todo debemos comprender el sueño de la excelencia,


que significa tirarle bien en grande, pero teniendo el valor moral para empezar
en pequeño.

Por eso yo empecé muy pequeño. Todo esto que te estoy diciendo Dios
sabe que es verdad. Después, como a los 10 u 11 años ya sabía transportarme
hasta el centro de Ciudad Juárez, así es que empecé a vender chicles y
garapiñados en la plaza principal.

Ahí me convertí en todo un comerciante; posteriormente unos niños me


enseñaron a cruzarme a bolear zapatos a Estados Unidos… Y comencé
entonces a convertirme en un hombre de negocios internacional, a los 12 ó 13
años. Me ganaba de dos a tres dólares diarios, bastante dinero para mi y para
mi familia en aquel tiempo, pues recuerda que éramos cinco hombres y todos
trabajábamos.

Siempre me regresaba de aventón, para cruzar el puente de El Paso,


hacia Ciudad Juárez, pues no iba a invertir 25 centavos de mis ganancias del día
en pagar transportación. Una de esas noches mi vida cambio.

Llegó un precioso Cadillac azul oscuro, se paró frente a mi, y el hombre


que iba adentro, Tom Rogers, abrió la ventana y me dijo: “¿Qué necesitas?” le
conteste: “Un aventón por favor”.

Durante el trayecto, el señor Rogers, una gran persona que literalmente


transformo mi vida, me pregunto a que me dedicaba y si no me gustaría tener un
trabajo permanente.

- ¡Claro que sí! – exclamé entusiasmado -. ¿Haciendo qué?


- Fabricando anuncios luminosos.
- ¿Cuánto me pagaría?
- 40 dólares por semana.
- ¡Acepto!

Llegué ese día a mi casa y sin pensarlo dos veces tome todas mis
partencias y al otro día a las ocho de la mañana, allí estaba; de esta forma, a los
13 años salí de mi casa para vivir fuera. De ahí en adelante mi vida fue otra muy
distinta.

¡Estaba yo tan emocionado! Me ganaba 40 dólares por semana, mucho


dinero para mí, la verdad; era más que el salario mínimo en México en aquellos
días. Era “todologo” pues hacía de todo: barría, pintaba, soldaba, lo que se
ofreciera… Cuando mi primer viernes me formé en la fila para recibir mi cheque,
vi el que le entregaron a una persona que iba delante de mí, no era de 40
dólares, sino de 400. Sorprendido, le pregunté:

- Oye, ¿Por qué ganaste tanto dinero esta semana?


- Porque soy vendedor profesional.

Le comenté que yo también había sido vendedor, pero que nunca había
tenido entre mis manos una paga así.

- ¿Ah, si? ¿Y que has vendido?


- Panecillos, chicles, garapiñados, he boleado…
Se soltó a reír.
- ¿Y qué es un vendedor profesional? – agregué.
- Una persona que aprende a decir ciertas palabras, de cierta
manera, en el tiempo indicado – me explico.

El nombre de esta persona es Jerry López y hasta la fecha mi mejor


amigo y mi padre adoptivo. Me llevó a vivir a su casa con su familia, se preocupó
por empezarme a prepararme para el futuro. Recuerdo que en ese tiempo yo
tenía el pelo largo y unas ideas que realmente iban con mi apariencia.

Jerry se propuso trabajar muy duro para transformarme totalmente, por lo


que me obligó a escuchar unos casetes de motivación y superación personal de
Earl Nightingale de Chicago, Illinois, cuyo mensaje realmente era muy aburrido.

Pero cuando notó que me quedaba dormido durante las horas diarias que
duraba el ejercicio, me pidió hacerle un reporte diario. Un día, después de tantas
semanas de escucharlo, noté que esa información sí se adaptaba a la clave de
vida que tenía, a los cambios que quería hacer y a los sueños de grandeza y de
superación que ocupaban mi mente.
Fue así que escuchar casetes de motivación se volvió una costumbre
para mí. Mi querido amigo, de ahí en adelante la vida fue para mi tan placentera,
que a los 15 años de edad ya ganaba 400 dólares por semana. A los 19 ya tenía
una posición importante ante la Cámara de Comercio; ganaba 2,000 a 5,000
dólares por semana en comisiones

Llegué a tener ese Cadillac, esa casa, todo lo que había imaginado.
Ocupé la portada de la revista de la Cámara de Comercio como joven más
destacado de los años setenta. Mi querido amigo, mi vida se había
transformado.

Pero cuando mejor me estaba yendo, algo sucedió. Empecé a levantarme


tarde, comencé a ir a la happy hour todos los días a tomar, empecé, en una
palabra, a dejar de hacer las cosas que me dieron éxito. Y mi vida cambio de
nuevo.

Mi esposa me dejó, me despidieron del empleo donde tan bien me estaba


yendo; un día llegué a mi casa y estaba cerrada, también me quitaron mi
automóvil… Porque en la vida cuando cambiamos nuestra actitud,
automáticamente cambia nuestra posición. O sea que fui víctima de un
fenómeno mental que nos llega a muchos, especialmente a los hispanos, que se
llama prepotencia. Sí.

Después esa hermosa casa se convirtió en un pequeño departamento,


tan pequeño, tan pequeño, que debía lavar mis trastes en la tina de baño; tenía
para distraerme solamente una televisión en blanco y negro. Comía en exceso,
aumente 30 kilos, mi vida era otra y me sentía de 90 años.

Hasta que un día fui a visitar a mi hijo, era un 4 de julio, me acuerdo muy
bien me pidió que le comprara un globo, se lo pedí al globero. Costaba 25
centavos, metí la mano a la bolsa y me percaté de que no los tenía. Con dolor
en mi corazón se lo quité, se lo regresé al globero y desde ese día, mi querido
amigo, decidí empezar de nuevo. Me pregunté cual seria la diferencia entre las
personas que seguían triunfando y yo, que en ese momento me encontraba en
mala racha.

A partir de ahí me entregue en cuerpo y alma y con toda pasión a


descubrir cuales son las razones por las que algunas personas triunfan y otras
viven miserablemente.

Desde entonces y hasta la fecha he logrado hacer grandes e importantes


cambios en mi vida y es la razón por la que te estoy hablando de estos
conceptos. En menos de 24 meses, al utilizar la fórmula del éxito que te estoy
dando en este libro, mis estados financieros mostraban ya casi un millón de
dólares; antes de los 30 años ya habían alcanzado mi independencia financiera,
mi familia regreso conmigo y mi vida volvió a ser mucho mejor que antes.

Por eso te voy a pedir que leas cómo es que nos convertimos en victimas
del medio ambiente.

Un niño nace en una colonia sencilla y modesta de alguna ciudad; ese


niño no sabe valerse por sí mismo, no sabe caminar, no sabe comer, no sabe ni
siquiera hablar. Todo lo tiene que aprender, y lo más extraño es que lo hace a
través de la imitación.

Sí, muchos padres creen que ellos enseñaron a hablar a sus hijos, pero la
verdad es que los hijos aprendieron a imitarlos a ellos. Cómo hablan, cómo se
conduce, cómo piensan etcétera. Pues los padres de esa criatura, a quien le
vamos a llamar Juan Pérez, van a convertirse en el modelo de Juanito, que va a
aprender a hablar, a conducirse, a pensar y planear como ellos.
Y si ese niño tiene un padre y una madre mediocres, lo más probable es
que ese niño sea una persona mediocre cuando sea mayor. Algún día
pertenecerá a la misma religión y lo más probable es que también al mismo
grupo político.

Ahora, todos tenemos una capacidad extraordinaria para crear, pero nos
dedicamos a imitar a los demás, por lo tanto terminamos igual que los demás,
que viene siendo la moraleja de este capítulo: VICTIMAS DEL MEDIO
AMBIENTE.

Cuando el ser humano desarrolla más su habilidad y su capacidad para


aprender es de cero a seis años de edad. Pasa el tiempo y Juan llega a los seis
años y ha aprendido ya lo que necesitaba para tener pleno contacto con la vida y
su entorno.

Llega un momento en que este niño sale del seno familiar para ingresar a
la escuela y ahora no imita a sus padres, empieza a imitar a sus compañeros y a
lo mejor por el barrio en el que vive, por las circunstancias y el medio donde se
desarrolla, Juan se va a juntar con niños que probablemente tienen un padre
más mediocre que el suyo. (Y este es uno de los serios problemas de nuestra
sociedad.)

Si sus compañeros se rompen los pantalones porque dicen que es moda,


Juan también se los rompe; si caminan de cierta manera, si arrastran los pies al
caminar, él lo hace de igual manera, porque para un niño lo más importante es
formar parte de su grupo, ser aceptado, ser miembro de su pequeña
organización.

Pues bien, Juan llega a sus estudios de secundaria o preparatoria; para cuando
alcanza esos niveles, lo decisivo es su deseo vehemente de ser aceptado por
sus compañeros y gustarle a las niñas. Esto tiene mayor prioridad inclusive que
lo dicho por sus padres. Qué ironía, ¿verdad?

Cuando Juan tiene alrededor de 15 años se da cuenta de que sus amigos


se brincan una barda para esconderse y fumar, y los imita, porque a esa edad
cobra más fuerza la imitación.

Bien, llega un día que este joven sale de la preparatoria; ahora se


encuentra más solo que nunca, nadie lo comprende y atraviesa por estados de
ánimo cambiantes: se pasa el día en la esquina de su casa sin hacer nada.

Y como sucede siempre,

Si en vida

no tenemos un plan,

alguien nos va a hacer parte

de su plan.

Si en vida no te decides, otra persona se va a decidir por ti, como sucede


con Juan Pérez cuando tiene aproximadamente 17 años.

Una vez estando en la esquina de su casa haciendo nada, pasa un joven


amigo y le dice:

- ¿Qué haces? ¿No estas en la escuela?


- No – contesta malhumorado. Entonces su amigo le pregunta -:
- ¿Por qué no vienes a trabajar donde nosotros trabajamos?
- Mira, nos dan el salario mínimo, todas las prestaciones, en fin, yo
conozco al supervisor y es muy probable que te dé empleo. Para
que te vistas bien, para que invites a tu novia a salir, para que
tengas dinero para tus gastos… Y puede ser temporal mientras
consigues un mejor empleo.
- Esta bien – le dice nuestro amigo.

Al aceptar, Juan Pérez acaba de programar su destino.

Lo malo es que ni cuenta se da; le llevó menos tiempo decidir su destino


que esa misma mañana elegir ropa.

Al entrar a trabajar a la fábrica, cruza por donde está estacionado un


automóvil lujoso del año que decía “director general”. Se queda impresionado y
en su mente el futuro pasa como un “flashazo”, porque el protagonista de
nuestra historia tiene un deseo ardiente de triunfo.

Y piensa que algún día podrá tener un automóvil como ese.

Al entrar a la fábrica se sorprende por el lugar, que es grande y


espectacular, por las luces, el sonido, las máquinas, la gente… Y piensa que
algún día podrá llegar a formar parte importante de la empresa; podrá llegar a
ser supervisor, gerente y, ¿Por qué no?, hasta el director general.

Al siguiente día se presenta Juan a trabajar. Llega más temprano que los
demás y bien arreglado; trabaja más que los demás y en tres días aprende lo
que a otros les llevó 30. Total que la primera semana es muy productiva.

Pero no transcurre mucho tiempo antes que los demás le pudieran


observar para comenzar a lanzarle comentarios irónicos. Sí, a hacerle burla:

- Miren, ya esta trabajando Juan Pérez, lo van a hacer supervisor…


- No, hombre, lo van hacer gerente – dice otro.
- No, ¡lo van a hacer accionista de la empresa!

Soltaron todas las carcajadas y de apodo le dijeron “El accionista”.

Nuestro amigo se siente totalmente rechazado en su medio, al cual está


acostumbrado desde los seis años, por lo tanto decide hacer las cosas como los
demás le dicen. Viene el cabecilla del grupo de las victimas del medio y le dice:

- Mira, Juancho, te vamos a aclarar cómo se hacen las cosas aquí.


Primero, nadie llega más temprano a trabajar, al contrario,
llegamos un poco tarde, pero mandamos a una persona a checar
las tarjetas para que todos lleguemos a tiempo. Además, no te
preocupes en producir tanto, hombre. Una hora antes de salir nada
más haz como que está trabajando… ¿Tú crees que a la empresa
le interesa mucho lo que estamos haciendo? ¿La productividad
que tenemos? ¡Lo único que quieren es explotarnos!
- Está bien – contesta Juan, bajando la cabeza.

Lo que no sabe es que está frenando su potencial humano de por vida,


evitando toda posibilidad de lograr un día su independencia financiera. ¿Y cuál
realmente es la trascendencia de ser o no ser víctimas del medio?

Antes de seguir debemos recordar que una de las razones por la que la
gente nunca alcanza la independencia financiera es precisamente porque son
víctimas del medio. En un estudio hecho hace años, se obtuvieron estas
estadísticas.

Se trataba de averiguar de cada 100 jóvenes que salen en busca de su


independencia financiera o fortuna a la edad de 17 años, ¿cuántos la logran
verdaderamente a la edad de 75?
Aquí veremos los resultados que arrojó la encuesta:

a) Uno de ellos gana todo el dinero que quiere para él y su familia; de hecho,
pueden vivir sin tener que trabajar. Esto es, una de cada 100 personas
gana mucho dinero, establece una gran fortuna y logra la independencia
financiera.
b) Cuatro de ellos logran una independencia financiera y no significa que
sean multimillonarios o muy ricos, simplemente viven cómodamente.
Tienen su casa, su automóvil y dinero en el banco; gozan de un capital
que les permitirá vivir sin preocuparse a la edad de 75 años.
c) Cinco de ellos siguen todavía trabajando.
d) 36 ya han muerto a la edad de 75 años.
e) 5 están totalmente arruinados.

Quiere decir que la gran mayoría de las personas, estoy hablando de más del
50%, a la edad de 75 años normalmente dependen de amigos o de parientes
para poder comer. ¿Por qué? Recuerda que ésta es la pregunta más intrigante
de nuestros tiempos.

¿Por qué, cuando el éxito está disponible para todos, tan pocas personas lo
aprovechan? Aquí volvemos al caso de nuestro amigo Juan Pérez: una de las
razones por la que muchas personas no alcanzan la independencia financiera es
porque se pasan toda la vida imitando a los demás.

No pretendo decirte con esta información que te hagas rico, sino solamente
aprendas algo que yo aprendí hace mucho tiempo en el libro El hombre más rico
de Babilonia: 10% de todo lo que gano es para mí.
Si solamente ahorras 10%

de todo lo que ganas durante toda tu vida

trabajadora, vas a tener suficiente para

que a la edad de 75 años seas dueño

de una casa, de tus cosas básicas y

elementos y, sobre todo,

el suficiente dinero para comer.

Veamos qué sucede con Juan. Empieza a trabajar en esta fábrica y se


convierte en victima del medio al decidir comportarse exactamente igual que sus
amigos. Recuerda que al ingresar a trabajar allí “temporalmente” tenía 17 años.

Pero pasa el tiempo y nuestro amigo ya no tiene 17, sino 27 años y sigue
trabajando allí “temporalmente”. Alos 27 se casa, y no precisamente porque ya
encontró a la persona con quien quiere compartir su vida, formar una familia y
programar el resto de sus días. No, se casa porque su familia le repite que lo
haga porque se está quedando solterón. Lo mismo le dicen sus amigos, así que
un día piensa: “Bueno, ya me voy a casar”.

Encuentra una mujer que no es la más adecuada, pero se une a ella


porque las circunstancias lo obligaron, es decir, su medio. Para transportar a su
esposa necesita un automóvil que se adapte a sus necesidades futuras de
familia, pero se compra uno de acuerdo con sus ingresos, no con sus deseos.
No hace ningún esfuerzo extraordinario. Compra un automóvil igual al de sus
compañeros, un Volkswagen idéntico al de los demás; su estado es tal, que
cada mañana es toda una odisea hacerlo arrancar.
¿Por qué? Porque Juan es una víctima del medio. También necesita una
casa para su familia: muy sencillo, se compra una igualita a la de sus
compañeros, es más, las hacen en serie.

Pasan los años y ahora nuestro compañero ya no tiene 27 años, tiene


37, dos hijos y sigue trabajando en la fábrica “temporalmente”.

Por las tardes Juan sale de su trabajo, se sube a su pequeño automóvil,


llega a su pequeña casa, le da un beso a su esposa y le dice: “Estoy cansado”.
(Porque de igual forma decía su padre.)

Después procede a abrir el refrigerador, toma una cerveza y se sienta a


ver la televisión toda la tarde.

Son muchas las personas que pasan todas las tardes viendo televisión; el
trabajador promedio invierte mínimo de dos a tres horas diarias en este
pasatiempo. Y así, mientras está sentado mirándola, callada y pacientemente
escapa de sus manos su único patrimonio: el tiempo.

Antes de que nuestro amigo lo advierta, ya no tiene 37 años;


recientemente cumplió 47 y todos los días hace lo mismo: sale de su trabajo, se
sube a su automóvil, llega a su casa, besa a su esposa, le dice estoy cansado,
se dirige al refrigerador a abrir una cerveza y se sienta a ver la televisión toda la
tarde.

Lo curioso es que no hace nada para admirarla como un descubrimiento


de nuestra era, no, sino como una forma de escapar de este mundo, de su
trabajo, de su vida, a la cual ha llegado a considerar poco interesante y hasta
aburrida. Y le fascinan las películas de ciencia ficción porque vivir el personaje
del heroe y dejar a un lado la realidad.
Es entonces que Juan Pérez cae en otra situación que se llama la crisis
de la realidad, de la cual vamos hablar en unos momentos. El tiempo, la vida de
Juan, sigue transcurriendo sin piedad y ni cuenta se da.

Nadie ha llegado a darle un par de bofetadas emocionales y decirle:

¡DESPIERTA!

Estamos viviendo la era mental, l

a era de la actualidad,

en la que toda persona que quiera

superarse lo va a lograr.

En la que podrías llegar a convertirte en el director de esa empresa, así


como lo soñaste un día, si solamente te entregas en cuerpo y alma y con toda
pasión, si te superas, si te preparas…

Pero la mayoría esta esperando que la empresa le ofrezca un aumento


para entonces tener una mejor actitud; y la empresa está esperando que su
gente tenga una mejor actitud para luego aumentarle el salario.

Mi querido amigo, el querer que primero la vida cambie es como


acercarnos a nuestro automóvil por la mañana y pensar que va a funcionar sin
gasolina o caminar con sólo desearlo. ¿Verdad que no funciona?

Tampoco la vida funciona así. Por eso es que muchísimas personas,


miles y millones siguen viviendo en la oscuridad, en la mediocridad, en la
intranquilidad; una existencia que no están disfrutando: esperando solamente
que llegue la muerte.
Por ello te repito: lo que quiero transmitirte es que todos podemos cambiar,
todos podemos superarnos, pero primero vamos a cambiar nuestra forma de
pensar.

Continuemos con nuestro compañero Juan Pérez. Ahora ya tiene 57


años.

En el 95% de los países del mundo, la gente está muriendo más joven
cada vez. ¿Sabías que hace un par de décadas la gente vivía hasta los 100
años y ahora muy difícilmente alcanza los 60 o 65 años?

De pronto a Juan se le vienen los años encima: en este momento tiene 62


años y aquí, precisamente, es donde se le termina su tiempo.

¿Sabes lo que es la vida?

La vida es únicamente TIEMPO.

Y a nuestro amigo se le acaba de agotar el suyo. Toman su cuerpo, lo ponen en


un estuche y lo sepultan tres metros bajo tierra.

Pero antes de fallecer, experimenta ese dolor horrendo que todos, antes
de morir, sienten: el dolor del arrepentimiento. Y se pregunta: “¡Dios mío! ¿Qué
he hecho con toda una vida? Si solamente volviera a vivir, haría esto, haría
aquello, evitaría lo otro”.

Se ha comprobado científicamente que después de que el ser humano


fallece, unos instantes luego que se detiene el corazón, llega al cerebro un flujo
adicional de sangre, el suficiente para recordar lo que ha sido toda su vida. Es
cuando experimenta el dolor más terrible que puede soportar el hombre: el dolor
del arrepentimiento.
Mi querido amigo, que no te suceda esto, tienes vida, tienes tiempo; no
importa tu edad. Dime, ¿Qué vas a hacer con el tiempo que te queda de vida?

Juan Pérez se sintió muy mal, pues tuvo mil deseos que nunca pudo
satisfacer y sueños que no logró. Jamás experimento algo muy bello llamado
autorrealización: hacer lo que te gusta. Nunca se dio la oportunidad a si mismo,
por eso sufrió el dolor del arrepentimiento.

Quiero informarte que hay dos dolores qué pagar en la vida: el dolor del
arrepentimiento o bien el dolor de la disciplina. Yo te aconsejo que pagues este
último porque la disciplina empieza como un dolor, pero cuando ya se
transforma en un hábito, lo empieza a disfrutar el cuerpo.

Así como te forzaste en muchas ocasiones a fumar hasta que te gustó,


así necesitarás forzarte a hacer las cosas que no te gustan hasta convertirlas en
un hábito y después tu cuerpo lo disfrutará como ahora goza el cigarrillo, comer
en exceso o ciertos malos hábitos.

Te pido reflexiones si eres víctima del medio; recuerda que es gracias a la


reflexión y a la experimentación como podemos hacer grandes e importantes
cambios en nuestra vida.

“¿Soy víctima del medio?” Desde hacerte esta pregunta

y aceptar la respuesta; un problema comprendido y

aceptado está resuelto a la mitad.


“¿Quiero que mis hijos sean

víctimas del medio?”

¿No? Entonces proporciónales uno mejor,

pero no olvides

que antes que ellos cambien

debes cambiar tú.

Por eso… aquí viene de nuevo: eres lo que eres y estás en donde
estás por lo que has puesto en tu mente. Puedes cambiar lo que eres y
puedes cambiar en donde estás, cambiando lo que pongas en tu mente.
¿De acuerdo?

Por último, ¿Qué puedo hacer, si es que soy víctima del medio para cambiar?

Como ves, todo va encaminado a un cambio importante y trascendental que


debes hacer en tu vida.

Quiero que por unos instantes imagines el tipo de persona que realmente
quisieras ser. ¿Cómo caminarías? ¿Cómo seria tu físico? ¿Cómo vestirías?
¿Cómo te comportarías? Cuando tengas perfectamente bien fijo en tu mente,
habla, camina y condúcete como la persona que tanto quisieras ser. Hasta que
lo seas. Recuerda que empezamos fingiendo y terminamos creyendo.

Empecemos a cambiar autoimagen, o sea, lo que nosotros creemos que


somos para convertirnos en la persona que tanto quisiéramos ser.

¿Estás incrementando tus talentos? ¿Y tus habilidades?


El tiempo solo

no nos hace

más inteligentes o sabios

si a diario no incrementamos

información en nuestra

computadora mental.

¿Qué estás aprendiendo

para incrementar

tus habilidades

y talentos?

Quiero que cada mañana te preguntes: ¿Cómo puedo ser mejor este día?
¿Qué puedo hacer para valer más? (No te olvides de que el que más sabe es
quien mas vale.)

No importante si eres carpintero, panadero, doctor, profesor, estudiante o


ama de casa… No interesa.

Aprender a ser mejor en lo que haces,

disfrútalo y automáticamente irás

adquiriendo un valor agregado.

De esa forma dejarás de

ser víctima del medio.


LA IMAGEN

PROPIA
La segunda razón por la que la mayoría de las personas no logran su
independencia financiera y hacer realidad sus más caros anhelos es su IMAGEN
PROPIA.

Como recordarás, dijimos que íbamos a ir cambiando y evolucionando


con “pasitos de bebé”. Ese es le tercer paso que quiero que hagas: que corrijas
y mejores al 100% tu imagen propia.

Primeramente, ¿Qué es imagen propia?

Es lo que sientes al ver tu persona en el espejo. ¿Qué sientes al verte


reflejado en el espejo? ¿Sientes gusto, satisfacción, coraje o lástima? Porque lo
que sientes lo trasmites a los demás.

Gracias a que muchos tienen una pobre imagen de sí mismos, nunca se


harán realidad sus deseos, jamás se propondrán sobresalir en su empleo, no
iniciarán una nueva carrera ni harán alguien importante de sí mismos:
precisamente porque no se consideran como personas con todas las habilidades
y talentos para lograrlo.

Por esa razón vamos a hablar de cómo cambiar nuestra imagen propia.
Pero antes vamos a hacer un paréntesis para explicarte algo que algunas
personas confunden con depresión. Esto se llama la crisis de la realidad.

La crisis de la realidad es la diferencia entre la vida que

estás viviendo ahora y la que soñabas cuando eras un

chiquillo y que estarías viviendo en estas fechas.

Cuando éramos pequeños a lo mejor papá nos preguntaba qué íbamos a


ser cuando creciéramos… Y decíamos muy contentos: “voy a ser licenciado”,
“voy a ser ingeniero”, “voy a ser doctor”, “voy a ser astronauta”. Y nos
imaginábamos que íbamos a vivir en una casa grande, que íbamos a tener
muchas cosas, que íbamos a ser personas muy importantes, cuando de repente
nos enfrentamos a la realidad y comprobamos que realmente no somos quienes
queríamos ser.

Te voy a dar un ejemplo muy claro de lo que es la crisis de la realidad con


el propósito de que enfrentes a ella y la superes; no olvides que un problema
comprendido y aceptado está resuelto a la mitad.

Una mañana un hombre se prepara para ir a su trabajo; está frente al


espejo rasurándose cuando de pronto se contempla a sí mismo como si
estuviera viendo a un extraño y se pregunta: “¿Quién eres tú?” Se percata de
que ya no es el mismo chiquillo simpático y agradable de hace unos cuantos
años. Nota que en su cara aparecen ahora unas pequeñas arrugas, a lo mejor
tiene escaso pelo o bastantes canas. Se queda pensativo y dice para sus
adentros: “¿Ese soy yo?”

Voltea despacio a su alrededor y dice: “¿Esta es la casa en que yo quería


vivir?” Analiza todo y haciendo un esfuerzo agrega: “¿Cómo viniste a terminar
aquí?” Se da cuenta de que a puerta de su recámara está entreabierta y alcanza
a ver a su esposa acostada rodeada de niños: “¿Cómo llegaron a mi vida todas
estas personas?” Luego, al borde de la desesperación medita: “¿Estoy viviendo
una vida interesante o una vida aburrida?”

Evoca la tarde anterior cuando estaba viendo una película en la televisión


en la que el héroe (que normalmente no es feo, sino alto, robusto y bien
parecido) aparece en la escena donde deja escapar varios balazos de su
Magnum 44, con los cuales acaba con tres pillos, quienes, como siempre, por
más que disparan no aciertan ninguno.
Luego, da media vuelta a su pistola, la vuelve a enfundar y procede a
rescatar a la víctima, que tampoco tiene nada de fea.

Ella se levanta y lo premia con un beso; luego se alejan por un precioso


paisaje mientras su Magnum 44 todavía humea. Como ves, nuestro hombre
tiene en su mente un paisaje hermoso y un enorme deseo de lo que podría ser
su vida…

Se queda mucho rato pensativo y dice: “¿Cuál ha sido el evento


extraordinario que ha pasado en mi vida últimamente?” a su memoria viene la
misma tarde anterior cuando su esposa le pidió abrir el frasco de la mermelada,
lo cual ella no había conseguido hacer. Y vuelve a preguntarse: “¿Estoy
verdaderamente viviendo una vida interesante o una vida aburrida?”

Intempestivamente cae el rastrillo de entre sus manos, haciéndolo volver


a la realidad; para este momento se le había secado la espuma en la cara, su
esposa y los niños se habían levantado y uno de ellos esta pisoteando la camisa
que vestirá ese día… Y esa mañana un hombre va muy pensativo a su trabajo,
en medio de la crisis de la realidad. ¿Cómo supera esta crisis?

Tendrá mucho que ver la información que llegue a su mente a diario,


puesto que hay personas que permanecen de por vida lisiadas mentalmente.

Muchos superan la crisis de la realidad: los casados, logrando una mejor


comunicación con su pareja, puesto que si no frenan esta crisis,
automáticamente se desarrolla otra que llamamos la crisis laboral, que se
manifiesta con una tremenda insatisfacción de lo que hacen obtener el pan de
cada día, o sea, su trabajo.
Por consecuencia, este señor sigue cuestionándose en su empleo:
“¿Quiero hacer esto todavía? ¿Nunca voy a vivir una vida interesante, de
película?”

Se para enfrente de un espejo y reflexiona: Porque la verdad, feo, feo no


estoy. A lo mejor podría perder unos kilitos, lo mejor podría sentirme mucho
mejor… Con lo que gano podría conducir un bello automóvil, porque no gano tan
mal. Si no fuera porque tengo que mantener a mi esposa y tantos niños… Y
luego para que ni me lo agradezcan. Llego a la casa y es como si entrara el
perro, ni caso me hacen.

“Con ese dinero podría vestirme bien, me sentiría más joven, podría
empezar a salir a algunas reuniones sociales en las que un día conocería a un
dama que sí supiera valorarme”.

Aquí es donde empieza poco a poco a alejarse de su familia; quiere


pintarse el pelo, quiere sentirse diferente y tal vez pronto podría morir. Es la
primera vez que considera que es un mortal y sus días están contados.

Pero si crees que es el único que se siente así estás equivocado. Ahora
vamos a dirigirnos a su hogar y observemos a su esposa. En estos momentos
ella está pensando: “¿Pues quién cree que es? La que trabaja realmente en esta
casa soy yo. ¡Yo soy la criada las 24 horas y luego para que ni me lo agradezca!
¿Cuánto hace que no me invita a salir, que no me invita al cine? ¿Cuánto hace
que no me compra un vestido, que no me regala flores?”

Por eso te digo mi querido amigo, si estás casado,

invita a tu mujer a salir, ten detalles con ella hazla

sentir bien, desarrolla tu comunicación, sino, tu esposa

también pasará por la crisis de la realidad.


Ella se mira en el espejo mientras dice: “Fea, fea no estoy, me puedo
pintar el pelo de rubio, puedo perder unos cuantos kilos, me puedo poner una
minifalda o esa ropa moderna que hay por ahí… Y a lo mejor podría empezar a
asistir a algunas reuniones sociales donde probablemente conocería a algún
galán que sí sepa valorarme”.

Cada uno está pensando lo mismo en direcciones opuestas, y el


matrimonio no es estarse viendo el uno al otro todo el día, sino ver juntos en la
misma dirección.

Amigo, reflexiona ahora y pregúntate si eres víctima de la crisis de la


realidad, y si es el caso, empieza a trazar nuevas metas, realiza cosas más
interesantes y emocionantes, únete más a tu familia y entonces pondrás vencer
esta crisis.

Volviendo a la imagen propia, es importante sentirnos bien, porque de la


manera como lo hagamos lo vamos a transmitir a otras personas.

No podemos llegar con un individuo y decirle: “¿oiga, no sería usted tan


amable de quererme un poquito porque yo no me quiero nada?” Es imposible,
¿verdad?

Por eso es determinante tener y desarrollar una gran imagen propia. Te


voy a contar una pequeña historia de un hombre que tenía una pobre imagen de
sí mismo.

Era un chaparrito que andaba caminando por el centro de la gran ciudad y


tenía tan pobre imagen de sí mismo, que ya andaba considerando inclusive el
suicidio. Miraba al cielo y decía: “Dios mío, ¿para qué me mandaste a este
mundo a sufrir? Soy chaparro, prieto y cabezón. Nadie me hace caso, a nadie le
importo, ¿Por qué no mejor me llevas contigo?”
“¿Me tiro de un edificio? ¿Me lanzo a las ruedas de un automóvil?...” Así
estaba, abstraído en sus pensamientos, cuando lo detiene una de las mejores
vendedoras que conozco, una gitana.

- Ven para acá, chaparrito, te voy a leer tu futuro.


- No, gracias, no tengo ganas de llorar ahorita. (Fíjate, hablando de
pesimistas.)
- Que vengas para acá, te voy a leer tu futuro.

Al fin lo convence, porque son muy buenas para convencer las gitanas.
Lo lleva a uno de esos cafés turcos y procede a leerle las cartas. Las saca, las
barajas y las ponen al frente, luego exclama:

- ¡Ah!
- ¿Qué? – casi grita el chaparrito.
- Déjame asegurarme – dice ella mientras una gran emoción se
refleja en su cara. Repite la operación y exclama -: ¡tú no eres tú!
- ¿Entonces quién soy yo? – pregunta el hombre ya nervioso.
- Tú eres… ¡Napoleón Bonaparte!
- ¡No!
- Sí, tú eres Napoleón Bonaparte.
- ¿Cómo está eso?
- Napoleón Bonaparte ha reencarnado en ti – le explica en voz baja.

Le vendió tan bien la idea al chaparrito, que salió corriendo directo a la


biblioteca, en donde devoró la biografía de Napoleón Bonaparte. No salió de ahí
hasta que la aprendió casi de memoria, con los ojos irritados de tanto leer, pero
desde ese momento su actitud cambió, pues salió ya con la mano entre la
camisa, con el mismo gesto que tenía Bonaparte.
Desde ese momento su vida se transformó, pues cambió su imagen
propia. Al otro día se pregunto, cuando estaba parado frente a una gran
empresa: “¿Cómo llegaría Napoleón Bonaparte a esa compañía a pedir
empleo?” Cruza la calle, entra al edificio y dice: “Perdone, ¿Cuál es el mejor de
sus vendedores?” Pues el señor tal y tal, le contesta. “Si usted me da
oportunidad de vender aquí yo le aseguro que en los primeros 30 días voy a
vender más que el mejor de sus ejecutivos, y si no me lo cree, guarde usted
todas las comisiones. Si no le logro en 30 días, no me paga nada. ¿Qué le
parece?

Cuando alguien habla con tanta seguridad, cualquier persona escucha, y


fue lo que sucedió. Para hacer la historia más corta, “Napoleón Bonaparte”
empezó a trabajar como vendedor y luego de muy poco tiempo era dueño de
tres empresas y tenia más 40 personas trabajando para él.

Su vida se transformó totalmente porque cambió su imagen propia.

Pero una mañana estaba en su cómoda residencia leyendo el periódico y


vio la foto de la gitana que le había dicho su suerte, y debajo de la misma decía
que la había arrestado por mentir al público. Se quedó pensativo, sintiéndose
decepcionado: “Entonces todo ha sido una farsa, entonces no soy Napoleón
Bonaparte, entonces todo ha sido una gran mentira, entonces yo soy un
chaparrito prieto y cabezón… Entonces yo vine al mundo a sufrir…”

El resto de la historia ya ni te lo cuento, porque debes imaginarlo. Nuestro


amigo volvió a fracasar ¿Por qué? Porque cambio su imagen propia.

Por eso es importantísimo tener una gran imagen propia.


¿Te gustaría saber cómo cambiar tu imagen propia?

Excelente.

PASO 1

Cambia lo que puedas y lo que no, acéptalo. Hay muchas personas que
quieren adelgazar, por ejemplo. Si te molesta tu peso, inicio hoy mismo una
dieta, practica ejercicio, cambia tu imagen propia. Te vas a sentir y desenvolver
mejor. Sin embargo, hay una gran cantidad de personas obesas a quienes no
les molesta su imagen propia, al contrario, son felices y totalmente desenvueltas.

Mi propósito con este tipo de información es que llegues a seer


descarado, desvergonzado (en el buen sentido de la palabra),

porque alguien así

se mete dondequiera,

propone lo que sea

y sabe que lo peor

que le pueden decir es “no”.

No pretendo parecer elegante y distinguido con este mensaje; mi objetivo es


hablar con la verdad y llegar a tus emociones.

Entonces, cambia lo que puedas de tu imagen propia y

lo que no, acéptalo.


Por ejemplo, a mí se me está cayendo el pelo; llego a una conclusión: lo
cambio y me injerto cabello o simplemente me acepto así como soy. ¿Qué te
perece?

Si no estás muy contento con el tipo de cara o cuerpo que tienes, si lo


puedes cambiar, cámbialo y si no, acéptalo.

Y quiérete más de lo

que ahora te quieres.

Viene a mi memoria una ocasión cuando llevé a pesar a mi familia hace


algunos años, al zoológico, cuando vivía en Miami, Florida. Andábamos
recorriendo el lugar; conmigo iba mi hijo Christopher, que en ese tiempo tenía
alrededor de cuatro años. Iba delante de mí y de pronto, al dar vuelta en una
esquina, se quedó inmóvil, mirando algo que lo dejó totalmente sorprendido. Me
inquieté un poco al preguntarme qué había visto mi hijo para quedarse de esa
forma; me acerqué cauteloso y me di cuenta que era un elefante gigantesco, y
más para un niño de esa edad.

Traté de cerciorarme de que el animal estuviera debidamente amarrado,


pero cuál sería mi reacción al comprobar que lo único que llevaba era un
pequeño lazo atado a una estaca, que podría romper en el momento que
quisiera, frente a él, como única protección al publico, tenía una pequeña cerca
de malla ciclónica de aproximadamente un metro de altura. Alarmado, hablé con
uno de los encargados del zoológico:

- ¿Cómo es posible que tengan una bestia de este tamaño detenida


únicamente con un lazo atado a una estaca? ¿No se dan cuenta
que podría romperla y lastimar a cualquier persona, en ese caso a
mi hijo?
- Sí, señor, pero no lo hará – contestó sereno el hombre.
- ¿Cómo no? ¡A lo mejor yo mismo la puedo romper! – insistí.
- Es más posible que usted lo haga a que el elefante siquiera lo
intente.
- ¿Cómo esta eso?
- Permítame explicarle. Este elefante desde que nace es amarrado
con un grillete y una cadena unida a una base de concreto, la cual
es imposible mover. Los primeros meses el elefante tira y tira
queriéndola romper, hasta que un día deja de intentarlo porque
llega a la conclusión de que simplemente no va a poder hacerlo.
Cuando el entrenador observa que el animal ya no tarta de romper
la cadena, se la quita y lo amarra solamente con un lazo y jamás
en su vida ese elefante tratará de romperla, porque cree que es
una cadena.

La pregunta que yo te hago es, ¿podría ese elefante romper ese lazo si
quisiera? ¡Claro que sí!

Pero, ¿Por qué no lo hace? ¿Sabes por qué? Porque no cree poder.

¿No tendrás tú alguna cadena

imaginaria que realmente es un lazo

sencillísimo de romper?

Sí. Muchas personas tienen una cadena que se llama timidez. Son
tímidas porque no están contestas con su cuerpo, su cara, su estilo, o sea,
tienen muy deteriorada su imagen propia.

Y ahora nos vamos hasta el paso número dos.


PASO 2

Que es romper esa cadena imaginaria para convertirte en una personas


sin límites y extraordinaria.

Vamos a empezar a romper la timidez .cada vez que tengamos que


enfrentarnos a lago que nos cause temor a decir:

haz lo que más temas

y vencerás el miedo.

Recuerda en este momento el paso número uno: cambia lo que puedas y


lo que no, acéptalo.

PASO 3

Finge, finge que ya eres la persona que tanto quisieras ser. Imagina cómo
eres, ahora cómo quisieras ser; habla, camina y condúcete de esa forma hasta
que lo logres. La clave es:

empezamos fingiendo

y terminamos creyendo.

Estoy dejando este paso inconcluso porque algunos me dicen: “Oye,


¿pero cómo me voy a mentir a mí mismo?” ¿Por qué no? Ya lo están haciendo,
pero lo intentaremos al revés, es decir, constructivamente.

Otra sugerencia decisiva


es que trates de rodearte

solamente de gente positiva,

evita a la negativa.

Te vas a sentir muy solo por un buen tiempo, lo sé, porque es muy difícil
encontrar gente positiva. La mayoría es negativa.

Te levantas por la mañana de muy buen humor, te paras frente al espejo


y dices:

ESTOY FUERTE, SANO Y FELIZ.

Llegas a tu oficina y el primero que se cruza en tu camino te pregunta:


¿Qué te pasa? ¿Te sientes enfermo?

Hay más gente negativa que positiva. De 10 personas que están a


nuestro alrededor, solamente una es motivadora y las demás desmotivadoras.
Por eso, amigo, más vale solo que mal acompañado.

Es importante hacer conciencia de tener aunados todos estos elementos


para poseer una gran imagen propia. Bien, hasta aquí he proporcionado
suficiente información para lograr ese cambio que tanto deseamos.

Un medio sano y una gran

imagen propia son los

elementos indispensables de

un triunfador.
Qué te perece si hacemos un breve inventario de los mayores recursos
con los que contamos para lograrlo. El más importante es, sin duda alguna, la
mente humana.
LA MENTE

HUMANA,

MANUAL DE

OPERACIÓN.
Este capítulo ha sido diseñado con el propósito de que aprendas a
manejar tus patrones y estados mentales y también tus estados emocionales.

No hace mucho tiempo, en la Universidad de California, en Los Ángeles,


se llevó a cabo una investigación para saber si era posible diseñar una máquina
tan poderosa y tan potente como la mente humana.

Después de varios meses y debidamente financiado este proyecto,


llegaron a la siguiente conclusión: la máquina sería mayor que un edificio de 12
pisos, requeriría la misma energía que una ciudad de medio millón de habitantes
aproximadamente 100 millones de dólares construirla.

Dicho artefacto solamente tendría una pequeña diferencia en


comparación con la mente humana: no podría crear un pensamiento, lo cual nos
dice que no hay máquina sobre la faz de la Tierra capaz de compararse con
nuestra mente.

Como ves, tú tienes una máquina que sí lo puede hacer y, por


consiguiente, tu mente vale más de 100 millones de dólares; no vayas a
venderla o empeñarla. Debes aprender a utilizarla; pensar puede ser desastroso
si no se sabe hacerlo, porque entonces todo ese poder mental se vuelve en
contra nuestra. No es lo que está sucediendo, es lo que estamos interpretando
lo que queda en nuestra mente.

Nuestra mente subconsciente es como un genio que vive dentro de


nosotros que fue diseñado única y exclusivamente para complacer todos
nuestros caprichos, buenos o malos, y es igual de fácil pensar positiva como
negativamente.

Cuesta lo mismo pensar de manera constructiva que destructiva. Pero


antes debes saber algo muy importante sobre la mente subconsciente: no tiene
sentido analítico, por lo tanto obedece ciegamente tus pensamientos. Es como
cunado te prohíben acercarte a una persona que trae la nariz roja e irritada
porque tiene gripa y te va a contagiar.

¿Sabes que el catarro no es contagioso? Pero si crees que sí, entonces


seguro que también te atacará. Es lo mismo que cuando tomas un elevador,
alguno de los que van dentro estornuda y piensas que ese tipo de pegará el
catarro. En ese momento acabas de enviar un control a tu mente subconsciente
que te obedece, mandándote la mejor y más rápida gripa que nunca hayas
tenido.

Creer es permitir. Si no creemos algo, no lo estamos aceptando; aquí


donde vamos a conocer el fabuloso poder de la autosugestión, que mencionaré
en unos instantes.

Por lo pronto, te voy a pedir observes la gráfica número dos: “Las dos
mentes”.

LAS DOS MENTES

SUBCONSCIENTE 95% RESERVA CONSCIENTE 5% RESERVA


MENTAL. MENTAL.
Deseo
Cristalizaciones. Patrones mentales.
Obsesión. 7 – 10 patrones mentales para
Creencias. lograr la autosugestión.
Complejos. Ideas
Limitaciones. Función: Controlar los 5 sentidos.
Personales.
Hábitos.
Función: ¡Obedecer!

Aquí verás que tenemos dos mentes, no solamente una, como piensa el
común de la gente. La primera se llama “mete consciente”, que
aproximadamente de 3 a 5% de nuestra reserva y capacidad mental.

O sea que la mente consciente con la que estoy estableciendo


comunicación ahora mismo, lo único que haces es percibir información a través
de mis cinco sentidos.

Esta mente no es tan poderosa, constituye solamente el 5%; toda la


información que recauda se la transmite a la mente subconsciente por medio de
patrones mentales.

Ejemplos: vemos un automóvil azul, diseñamos un patrón mental


enviando el control del auto y su color. Abrimos la ventana, vemos la mañana y
pensamos, es de día, lo cual transmitimos de inmediato al subconsciente es
como un genio que tiene una máscara de plomo, no tiene oídos, no sabe qué
está sucediendo en el exterior. Su criterio lo forma con la información que tú le
proporciones. Por eso te repito que pensar puede ser desastroso cuando no se
sabe hacerlo.

En relación con esto, quiero compartir contigo un pensamiento muy


hermoso que realmente describe la mente subconsciente. Se llama “He
encontrado un amigo”.

Yo tuve un enemigo que mis pasos seguía


Y aunque parezca extraño yo no lo conocía
Mis planes y metas todo desbarataba
Mis mejores deseos por él no los lograba;
Un día pude encontrarlo y reclamé su cinismo
Le destapé la cara y me encontré a mí mismo.

Desde ese día todo se transformó


Pues aquel enemigo mi amigo se volvió
Mi antiguo enemigo subconsciente que antes interfería
Después me ayudaba y mis deseos cumplía.
Una vez que mis planes yo a él le confiaba
Casi sin darme cuenta él solo los lograba
Convencía a la gente, confianza me dio
Logró oportunidades que ya no malogró.

Hoy estamos de acuerdo y descubrí la verdad


Todo me es fácil y nada hay que no pueda lograr
Puedo ayudar a otros y no temo al destino
Porque soy sólo yo quien marca mi camino
Y ahora que ya no existe conflicto entre los dos
Puedo llegar a todo, inclusive hasta a Dios.

En estas líneas está perfectamente descrito lo que es la mente


subconsciente: tú mejor amigo o tu peor enemigo, por eso debes aprender a
controlar los llamados patrones mentales.

Puedes ver en la grafica, si deseas algo o si te ocurre una gran idea, lo


repetirás de siete a 10 veces dirías por un periodo de 21 días; de esta forma
el mensaje llega a la mente subconsciente y se establece como una obsesión.
Fíjate en la gráfica cómo los patrones mentales van acumulándose.

Cuando estábamos pequeños nos llamaron la atención alguna vez


diciéndonos tontos, luego se repitió en varias ocasiones hasta que se creó un
patrón mental, luego lo transmitimos a nuestro subconsciente y se queda allí
instalado. Cada vez que nos vuelven a decir tontos, el control se establece de
nueva cuenta, reforzándose.

Pues bien, el patrón mental se establece arriba del otro produciendo lo

que llamamos “CRISTALIZACIONES”.

Un patrón mental de otro y otro arriba del anterior, etcétera, que al


acumularse forman las “cristalizaciones”, mejor conocidas como complejos.

En la mente subconsciente tenemos muchas células en las cuales vamos


acumulando toda la información; se llaman neuronas. Existe en ellas tal
capacidad de retener información, que podríamos memorizar 100 enciclopedias
de las más completas que existen palabra. ¿Qué tan bueno o tan malo puede
ser esto? Muchas veces puede ser peligroso, porque también estamos
recabando información que no necesitamos. Así cuando se van instalando estos
pequeños patrones mentales en el subconsciente, es como formamos las
creencias, las tradiciones, los hábitos, los complejos.

Por eso, debes hacer una nota muy importante:

tu mente subconsciente

no tiene sentido analítico.

Seguro te ha sucedido en alguna ocasión que te levantas como a las siete


de la tarde – cuando está oscureciendo-, luego de haberte tomado una buena
siesta, y crees que es de mañana y podrías jurar que está amaneciendo y
verdaderamente sientes como si así fuera; esto es porque le dices a la mente
subconsciente que es de día, y le ordenas ponerse en marcha para trabajar y te
empieza a proporcionar la energía, a hacer los cambios bioquímicos en tu
cuerpo para que efectivamente funciones como su fuera en la mañana.
Sorprendente, ¿verdad?

No olvides que el subconsciente no tiene sentido analítico, por lo tanto no


conoce la diferencia entre la realidad y la fantasía. Quiero que comprendas bien,
mi querido amigo, porque todos los cambios y la evolución del ser humano están
basados, como dije anteriormente, en un solo concepto: la autosugestión.

Vamos pues a aprender a autosugestionarnos. Cuando te dije que


podíamos conseguir una gran imagen propia y lo lograríamos primeramente
fingiendo, te estaba hablando con la verdad. Y vamos a fingir hasta creer,
porque empezamos mintiendo y terminamos creyendo,

la mente subconsciente

no reconoce la diferenta

entre la realidad y la fantasía.

Ahora hablemos un poco más de la mente y los hábitos. Cuando obtuviste


tu primer automóvil no aprendiste inmediatamente a manejarlo. Lo más probable
es que te haya llevado un tiempo saber cómo conducirlo, dos o tres veces
perdiste el control y hasta se te apagó. ¿Por qué? Porque son muchos factores
que no se pueden aprender a controlar en un solo momento, así que
gradualmente necesitaste transmitírselos a la mente subconsciente hasta que se
instalaron como hábitos. Al inicio del aprendizaje, la mente consciente pensó en
organizarse y ordenó: el pie izquierdo es para el embrague, el derecho para el
acelerador y el freno, la mano derecha para controlar las velocidades, la
izquierda para el volante, las direcciones, etcétera.
Como puedes comprobar, son muchas cosas a la vez. ¿Qué necesitaste
hacer? Repetir la misma acción varias veces para que se instalara como una
“cristalización”, de tal manera que llega un día en que tu mente tiene el completo
control de la operación y manejas sin pensar.

Con frecuencia veo a muchas mujeres cuando se dirigen a su trabajo en


la mañana: van masticando chicle, fumando, platicando, oyendo la radio,
aplicándose maquillaje… ¿Quién va conduciendo? La mente subconsciente.

Si estás tomando cerveza continuamente, se acostumbra tu cuerpo a que


tengas un bote o una botella en la mano, y esto es todavía más fuerte que el
alcoholismo que se te va creando, ya que si cambias a refresco te vas a sentir
exactamente igual. Bien, ahora sabemos algo muy importante: son necesarios
de siete a 10 patrones mentales repetidos para lograr la autosugestión.

La misma cosa que repitas de siete a 10 veces se instala en la mente


como un sistema, como un complejo. Y permíteme decirte algo: todos los
complejos y todas las limitaciones personales que hemos programado hasta hoy
se pueden quitar de la mente. Así como se instalaron, así podemos eliminar, y
es precisamente de lo que vamos a hablar ahora, del poder de la autosugestión.

Cualquier patrón mental que repitamos de siete a 10 veces diarias por un


periodo de 21 días logrará la autosugestión. He aquí cómo podemos cambiar
nuestros hábitos, cómo podemos transformar nuestra imagen propia. Vamos a
repetirnos LO BUENO, LO PURO, LO LIMPIO Y LO NECESARIO de siete a 10
veces diarias y conseguiremos la autosugestión.

Vamos a exponer un ejemplo práctico. Imagínate que estoy en uno de mis


seminarios en vivo y de pronto me acerco a una señora y le digo:
- Oiga señora, se ve usted un poco delicada de salud. ¿Por qué no
se sienta aquí donde le dé un poco mejor el aire? Está usted algo
pálida. (La quiero sugestionar. Vamos a ver si lo logro.)
- No, mire, la verdad me siento perfectamente bien. No se moleste –
me contesta.

¿Cuántos patrones van? Uno. Obviamente no la he sugestionado.


Pasado un rato me dirijo de nuevo hacia ella e insisto:

- Señora, no sé si le gustaría tomar un poquito de agua, porque se


ve algo pálida, como si estuviera delicada de salud.
- Mire, le repito que me siento perfectamente. No se preocupe, este
es mi color – mantine su postura. (Van dos patrones mentales.)

Posteriormente uno de mis compañeros se acerca a la dama y le


comunica:

- Señora, yo también la he estado observando, conozco de primeros


auxilios… ¿Por qué no me permite tomarle el pulso?
- ¡Quítese! Ya les dije que me siento muy bien – ella exclama
desesperada. (Con este son tres patrones mentales.)

Seguimos adelante con el curso cuando intempestivamente otro de mis


compañeros interrumpe:

- ¿Saben qué? Yo definitivamente voy a llamar a la ambulancia.

La señora voltea a verlo y dice:

- ¡Pero bueno! ¿Pues que se traen éstos?


¿Pero ella se lo ha creído? Todavía no. (Van cuatro patrones mentales.)

Más tarde, dos individuos vestidos de blanco entran al salón con una
camilla. La señora, casi histérica grita:

- ¡Pues para ser broma ya están muy avanzados! ¿No? (Van cinco
patrones mentales pero todavía no logramos nuestro propósito.)

La llevan ya en la camilla y piensa:

“Lo más probable es que se trate de una broma de mal gusto, pero más
vale que no me hagan enojar porque entonces les voy a decir cómo soy: soy
muy buena por la buena pero muy mala por la mala”. Empieza a enojarse de
verdad, pero se siente bien. (Ya son seis patrones mentales.)

La llevan al hospital, al entrar piensa que la cosa va más en serio de lo


que pensaba. (Van siete patrones mentales.) La conducen a uno de los cuartos,
la observa el doctor, la revisa y después diagnóstica: “Señora, luego de haberla
analizado cuidadosamente, me he dado cuenta que es presa de una terrible
gripa y tiene principios de anemia. La vamos a tener que dejar aquí unos días en
observación.

Sale el doctor de ahí, cierra la puerta. Ella se queda reflexionando y


piensa: “Con razón últimamente no me he sentido muy bien”. Llegó por fin el
patrón mental a su subconsciente. Como ves, el creer es aceptar.

Increíblemente, en cuestión de segundos cambia su temperatura, su


presión arterial y experimenta los síntomas de lo que el médico le dijo.
Se ha comprobado que un gran número de personas, al momento de
recibir el diagnóstico clínico es cuando comienzan a sentirse mal, cunado se
enferman. No es más que el fabuloso poder de la autosugestión.

¿Sabes por que muchas personas no triunfan? Porque

no creen que puedan. Y ahí es donde están frenando su

potencial: ahí es donde no están logrando la

autosugestión positivamente, sino al contrario.

De igual forma, una gran cantidad de seres humanos son temerosos,


demasiado tímidos… Simplemente porque se ha autosugestionado pensando
que son cosas.

Bien, si has aprendido todo esto sobre la autosugestión, de aquí en


adelante podrás tener pleno control de tus circunstancias.

¿Entonces, se puede tener control ciento

por ciento sobre la depresión?,

¿se puede evitar totalmente

en nuestras vidas?

¡Absolutamente!

¡Claro que sí!

Existen ciertos rituales humanos que nosotros mismos desarrollamos;


empezamos a sentirnos deprimidos y ahí viene todo el ritual. Pero todo empieza
con un pensamiento que a partir de ahora puedes controlar.
Cuando empieces a sentir los primeros síntomas de la depresión,
¡espera! Detenla, cámbiala.

DI: ME SIENTO FUERTE, SANO Y FELIZ

y repítelo cuantas veces quieras.

Si haces solamente lo que estoy diciendo podrás tener pleno control de


tus emociones y, por lo tanto, evitar la depresión por el resto de tu vida.

Practícalo.

Podemos cambiar nuestros complejos,

nuestras limitaciones personales,

todo lo que no queramos tener

en nosotros mismos,

por medio de la autosugestión.

Y de esto se desprende algo muy

interesante: las creencias.

Muchos creen en los achaques del caballero cuando su esposa está


embarazada:

- Oye, ¿Por qué no vino a trabajar Juan?


- Es que está achacoso porque se esposa va a tener un bebé.

No hay tal cosa, no existe; está comprobado científicamente. Está en la


mente, nada más.
¿Crees en los achaques de la vejez? Si crees en ellos, existen.

Nosotros mismos tenemos culpa de destruir nuestra imagen muchas


veces. En ocasiones nos levantamos al baño a las dos de la madrugada y en
esas circunstancias prendemos la luz y nos vemos al espejo: “¡Ay! ¿A poco ese
soy yo?”

Imagínate el patrón mental que estás enviando a tu mente subconsciente.


Entonces te sientes viejo, acabado, feo, pero no es más que la interpretación
que le estás dando en ese momento a tus pensamientos.

Es mejor mirarse al espejo en la mañana luego de una buena ducha y ya


vestido para ir a trabajar; así se empieza a mejorar la imagen propia.

Cambiemos nuestra forma de pensar, controlemos nuestros


pensamientos por nuestro bien.

Levantémonos mañana y lo primero que digamos sea:

“¡Qué precioso día!

¡Viviré este día como si fuera el

último de mi vida!”.

Luego nos ponemos de pie, nos vestimos y repetimos varias veces:


ESTOY FUERTE, SANO Y FELIZ.

Reafirmo varias veces, porque la vida no es más que la interpretación de


tus pensamientos. Las creencias, querido amigo, han sido grandes limitaciones
para nosotros.
Muchos piensan que por venir de una familia humilde, en donde todos
fueron empleados ellos también lo serán toda su vida. Pero hay algunos, en esa
multitud, que fueron dotados con algo muy bello como es el deseo ardiente de
triunfo.

Algo dentro de ustedes los despierta a media noche, algo los empuja a
hacer cosas importantes: esto no es más que el poder de la mente
subconsciente que dice: ¡Vamos a crear, vamos a lograr, vamos a destacar,
vamos a triunfar! ¡Vamos a conseguir una posición destacada dentro de nuestra
empresa, vamos a abrir nuestro propio negocio, vamos a tener éxito!”

Pero, por desgracia, nosotros conscientemente frenamos y limitamos a


esa entidad mayor que vive dentro de nosotros y que es la mente subconsciente.

Por eso muchos no admiran lo bello del amanecer, lo frondoso de los


árboles, la sonrisa de un niño; no se interesan en ver crecer una planta, en darse
cuenta de lo que sucede a fin de que le salga una sola hojita. Ya bloquearon
todo esto y se concentran únicamente en las cosas malas de ese día, de esa
semana, de ese año o de la vida.

Enfócate en las cosas bellas y verás que puedes ser mucho más feliz.

Si acaba de suceder una tragedia en tu vida, si estás atravesando o


atravesaste hace poco por la dolorosa experiencia de un divorcio, si perdiste a
un ser querido, si estas en bancarrota, si te sientes totalmente mal, permítame
decirte que eso no importa, sino la interpretación que le estás dando.

Esos mismos pensamientos los estás trayendo una y otra vez a tu mente
y te perjudican. Cuando observamos un accidente automovilístico sufrimos lo
que le pasó a las víctimas, o la angustia que experimentaron la sentimos
nosotros. Cada vez que lo volvemos a pensar es como si lo viviéramos 16 veces
más.

Te voy a pedir que aprendas a controlar tus pensamientos; te voy a pedir


que aprendas a explotar estos dos recursos tan poderosos como son la mente
humana y el tiempo. El tiempo es vida, no lo desperdicies. Trae a tu mente
solamente LO BUENO, LO PURO, LO LIMPIO y LO NECESARIO.

En una entrevista de televisión me preguntaron cómo se podría aprender


a ser totalmente feliz en un momento determinado. Muy fácil: trayendo a tu
mente un momento de tu vida donde sentías felicidad total. Tal vez una reunión
familiar, alguna Navidad, la cercanía de un ser querido…

Miro fijamente a mi entrevistador y le pregunto: ¿has tenido algún


momento en tu vida en el que te hayas sentido completamente feliz?
EL

ÉXITO
Si utilizas lo que te estoy diciendo tan sencillo como se lee, entonces
alcanzaras el éxito en la vida. ¿Sabes lo que es el éxito?

El ÉXITO es la jornada

continua hacia alcanzar

predeterminadas y

valiosas metas.

Eso es el éxito; la jornada continúa. Es imposible que de la noche a la


mañana seas una persona con éxito, no; es una jornada y debe ser continúa. El
éxito no es cunado se logran las cosas, sino cuando las emprendemos.

Disfrutamos más cuando salimos a cenar que cuando venimos de cenar;


gozamos más cuando salimos de vacaciones que cuando regresamos de ellas.
Y cuidado, porque a lo mejor consigues las cosas mediante metas propuestas a
corto, mediano y largo plazos. Después de que alcancemos una, muy bien, a
celebrar por lo pronto y a continuar con la siguiente. Eso es el éxito.

El ÉXITO

es siempre estar alcanzando algo,

no es el tenerlo, sino salir a obtenerlo.

Por eso la vida es más importante para ti de hoy en adelante. ¿Sabes qué
día es hoy? Hoy es le primer día de tu nueva vida. ¿Sabes por que? Porque es
el primer día el resto de tus días, y si utilizas todos los conceptos que te estoy
diciendo, en este momento tu vida acaba de transformarse, y acabas de iniciar
tu jornada hacia el éxito.
¿Cómo podría explicarte de una forma sencilla cómo he transformado mi
vida y cómo miles de personas han cambiado la suya por medio de esta
información tan sencilla?

Esta pregunta estaba en mi mente hasta que un día, viendo un


entretenido programa en la televisión, encontré la formula para explicártelo.

¿Has visto cómo se transforma una oruga en mariposa? El programa


inicia con dos orugas que platican animadamente. Una le dice a la otra:

- Ven, vamos, por acá encontraremos más comida.

De repente la otra se queda extasiada viendo a una mariposa que se


posa frente a ella y exclama:

- ¡Mira! ¡Mira qué colores tan hermosos tiene en sus las! (Empieza a
soñar y piensa lo mucho que le gustaría volar.)

La oruga negativa insiste:

- Ven, ¡déjate de tonterías!, ven por este lado


- ¡No! A mí me gustaría convertirme en una de esas.

La otra, mirándola incrédula agrega:

- Mira, si hubieras nacido para volar, tendrías alas. Andale,


vámonos.
- ¡Que no! Algo en mi interior me dice que yo lo puedo lograr, pero
tengo que pagar el precio de la transformación.
- Oye. ¿Qué comiste que te hizo daño? Luego nos vemos, yo me
voy a comer. Tú sigue con tus boberías – y dando media vuelta se
marcha.

Como ves, la oruga positiva primeramente tuvo el deseo, después la


determinación y en este instante toma la decisión. Se dice a si misma:

- ¡Yo lo voy a hacer!

Sabe que necesita fabricar un pequeño capullo de seda en uno de esos


altos árboles, pero está decidida a hacerlo, desde el momento que da el primer
paso. (Aquí es donde nuestra compañera inicia su jornada, así como tú estás
tomando la determinación de cambiar ahora mismo.)

Busca un árbol grandísimo, lo encuentra y sin pensarlo dos veces


empieza a escalar el tronco. Imagínate para un animalito de ese tamaño lo que
le representa llegar a la parte alta del árbol. Es una gran jornada.

Piensa tú ahora en dónde estás y cómo se ve a donde quieres llegar. Se


ve muy alto, se ve lejos pero no es como parece. Una jornada de 1,000
kilómetros principia con el primer paso. Nuestra amiguita ahora da el primer
paso de la jornada hacia el éxito.

Avanza despacio por el tronco, al tiempo que las dudas empiezan a


asaltar su mente: “¿Y si no existe tal cosa? ¿Qué me pasara? ¿Moriré ahí?”

Pero hace una cosa muy inteligente que te recomiendo que hagas tú
también: continúa escalando lentamente para llegar a la cima del árbol.

Llega por fin y encuentra una ramita en done planea hacer su capullo. Sin
dudarlo, se lanza al vacío dando una maroma hacia abajo; por la parte inferior
de la ramita teje un hilillo de seda y ahí comienza a fabricar su capullo. Ahora no
dará marcha atrás:

es TRIUNFAR o MORIR intentándolo.

Entonces el sueño de la oruga

se convierte en realidad.

Desde el momento que se

dispone a fabricar su capullo

ya es un animalito con éxito.

De la misma forma que tú cuando tomas la determinación de hacer algo,


ya tienes éxito. Ahora necesitas la disciplina para poder alcanzar tus
propósitos.

Cuando lleva su obra a la mitad, llega la noche; se siente un poco sola.


Tú también te vas a sentir solo en muchas ocasiones, porque la soledad es parte
de tu desarrollo, parte del triunfo. No olvides que la vida es como una pirámide
donde solamente el 5% de las personas vive en la cúspide, los demás abajo.

Las personas de la parte de arriba de la pirámide son menos populares


que los de abajo, entonces la soledad es parte de tu desarrollo. En horas de
soledad se han creado las mas bellas melodías del mundo, se han escrito los
mejores libros; en soledad es donde más se estimula la creatividad del ser
humano. Por eso la soledad es parte del precio de tu transformación.

Llega la madrugada y nuestra compañerita experimenta miedo, pero


continúa, continúa. Nada la detiene. (Te recomiendo que, como ella, hagas tu
trabajo y no solamente tu trabajo, sino un poco mas. Y ese poco más te dará
más que todo tu trabajo.)
Si dudas, haz tu trabajo

y no solamente tu trabajo,

y si te cansas haz tu trabajo

y no solamente tu trabajo,

y si te deprimes haz tu trabajo

y no solamente tu trabajo,

sino un poco más y ese poco

más te dará más que todo

tu trabajo, haz tu trabajo.

La oruga de repente termina su capullo; permanece allí varias mañana,


tardes, noche, varios días transcurren, hasta que una precios mañana, cuando el
sol está en todo su esplendor, rompe delicadamente la bolsa y salen unas
maravillosas alitas multicolores. Nuestra amiga logró su objetivo.

Sin embargo, su misión no estaba totalmente cumplida, pues debió


permanecer ante el sol dos horas continuas a fin de que los líquidos de su
cuerpo fluyeran sobre sus alas para tener pleno control de ellas. Este es un
momento muy importante y peligroso a la vez, pues cualquiera de sus
depredadores podría devorarla ahora, cuando no tiene ninguna defensa.

Pasan dos horas y la mariposa siente que ya puede mover sus las. Ahora
se pregunta: “¿Sabré volar?”

Estaba tan emocionada y ansiosa por averiguarlo que se lanzó al vacío…


Aquí su sueño se convierte en una vívida realidad; toma agua de los riachuelos,
se desliza por el viento y disfruta el polen de las flores, pasa por encima de los
árboles…

Mira hacia abajo y distingue a su compañera, la otra oruga, todavía


arrastrándose. Vuela y se posa frente a ella, que obviamente no la reconoce. La
mira fijamente y le dice:

- ¡Soy yo!
- ¡Oh! ¡Lo lograste!
- ¡Claro!
- ¿Realmente puedes volar?
- ¡Sí! – y hacer un par de piruetas.

Entusiasmado el gusanito le pregunta:

- ¿Y qué necesito yo para llegar a volar como tú?


- Estar dispuesto a pagar el precio de la transformación. Necesitas
fabricar un capullo de seda y esperar a que suceda.
- ¡Sí, lo quiero hacer!

Como ves, aquí esta tomando la decisión y la determinación.

- ¿Me permites tejer mi capullo cerca del tuyo?


- ¡Claro que sí!

Querido amigo, permítame hacerte saber que tú también puedes llegar a


volar si solamente estás dispuesto a pagar el precio de la transformación.
En la vida solamente

hay dos precios que pagar:

el dolor del arrepentimiento o

el dolor de la disciplina.

Te recomiendo que pagues e

l dolor de la disciplina,

de pensar positivamente,

de levantarte temprano,

de continuar, de tener constancia

sobre las cosas que haces.

De disciplinarte, d

e no caer en los malos hábitos,

de hacer las cosas diferentes a los demás,

de destacar, de triunfar,

de lograr esa buena comunicación

con tu familia.

Proponerte establecer solamente buenos hábitos y mantener en tu mente nada


más LO BUENO, LO PURO, LO LIMPIO y LO NECESARIO.

Y tú lo puedes hacer porque el dolor de la disciplina es temporal, porque


más tarde se convertirá en un hábito que tu mente y tu cuerpo disfrutarán y
entonces tu vida habrá cambiado.
Bien, si estás dispuesto a pagar el precio de la disciplina, el precio de la
transformación, qué te perece si lo hacemos ahora mismo, porque nada en la
vida sucede hasta que estamos dispuestos a hacer una entrega total a ese
cambio, y así es como cambió mi vida. ¿Estás dispuesto a pagar el precio de la
transformación ahora mismo? ¿Sí? De acuerdo.

A continuación encontrarás un denominado “contrato irrevocable”. Amigo,


este contrato cambió mi vida. Desde el año 1987 que lo firmé, he podido
beneficiar con el mismo a miles de personas.

Se llama así porque significa que no podemos echar marcha atrás, que es
triunfar o morir. Te pido que estés dispuesto a pagar ese precio. ¿Estas listo?
Repítelo:

En este día prometo:


Iniciar una nueva etapa y hacer más con mi vida, alcanzar la grandeza que
existe dentro de mí y que está esperando ser utilizada.

Hoy dejaré de huir de mí mismo y ya no fracasaré jamás, este es el día


que por fin tengo el valor de enfrentarme a las circunstancias y los problemas y
los venceré uno a la vez. No volveré a tomar el camino fácil.

Sacrificaré planes temporales disciplinando mis apetitos físicos y


emocionales por alcanzar excelencia en mis esfuerzos de acercarme a mi meta.

Alimentaré mi mente de información, mi espíritu de positivismo y


entusiasmo; y en mi continua jornada no permitiré que mi mente sea invadida
por el ocio, pues sé que tengo la fuerza de voluntad necesaria para evitarlo.
Hoy también renuncio a la desidia, pereza, ignorancia, debilidad de
carácter y otros malos hábitos que hunden al ser humano en las tinieblas de la
mediocridad y del conformismo.

Pagaré el precio necesario de alcanzar esta meta, porque sé que el dolor


del fracaso es mayor que cualquier sacrificio o trabajo.

Se que al firmar este contrato estoy dando un paso muy importante en mi


vida, porque al cumplirlo estaré preparado para continuar con mi siguiente meta
y por primer vez puedo comprobar que tengo control de mi destino. Por fin
empezaré a ser inmensamente feliz realizando mis sueños porque he dejado
mentiras y excusas en el pasado.

Ya no me confiaré con sólo limosnas de la vida para sobrevivir, para


triunfar nací y fui diseñado, y hoy sé que las grandes puertas de la felicidad, la
riqueza y la tranquilidad se abrirán para mí para mis seres queridos.

Si no cumplo este contrato merezco que la vida me trate como hasta hoy
lo ha hecho.

FIRMA TESTIGO

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