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ANA CRISTINA CESAR (Álbum de retazos, antología crítica bilingüe, poemas, cartas, imágenes e

inéditos. Corregidor, Buenos aires, 2006

Este libro

Hijo mío. No es automatismo. Lo juro. Es jazz del corazón, es prosa que da premio. Un tea for two
total, tintinear de la verdad a la que seducís, charmeur que vuela, por la pista, con todo. Date por
aludido.

Y cante.

Puro azúcar blanco y blue.

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Primera lección

Los géneros de la poesía son; lírico, satírico, didáctico, épico, ligero.

El género lírico emprende el lirismo.

Lirismo es la traducción de un sentimiento subjetivo, sincero y personal.

Es el lenguaje del corazón, del amor.

El lirismo es así denominado porque en otros tiempos los versos sentimentales eran declamados al
son de la lira.

El lirismo puede ser:

a) Elegíaco, cuando trata de asuntos tristes, casi siempre de la muerte.

b) Bucólicos, cuando versa sobre asuntos campestres.

c) Erótico, cuando versa sobre el amor.

El lirismo elegíaco comprende la elegía, la nenia, la endecha, el epitafio y el epicedio.

La elegía es una poesía que trata de asuntos tristes.

La nenia es una poesía en homenaje a una persona muerta.


Era declamada junto a la hoguera donde el cadáver era incinerado.

Endecha es una poesía que revela las penas del corazón.

El epitafio es un pequeño verso grabado en las piedras de los túmulos.

El epicedio es una poesía donde el poeta relata la vida de una persona muerta.

Miro mucho tiempo el cuerpo del poema

hasta perder de vista lo que no sea cuerpo

y sentir escaparse entre los dientes

un hilo de sangre

en las encías.

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Nada, esta espuma

Por afrontamiento al deseo

insisto en la maldad de escribir

pero no sé si la diosa sube a la superficie

o apenas me castiga con sus aullidos. Desde la baranda de este barco

quiero tanto los senos de la sirena


Guía semanal de ideas

Lunes

No encontré a Távora pero vi King Kong en la placita.

Análisis.

Se leyó y se comentó que el régimen no va a caer. Clímax alencariano de Dos Vidas.

Martes

Parque Lage con Patinho. Yoga. Sopa en lo de la abuela. Di de Glauber

Traduje 5 p masturbación hasta hartarme

Miércoles

Fingí que no era mi cumpleaños. Almuerzo en familia. Saliditas a la tarde con y sin Tutú. No me
aplaudieron en el colegio como se esperaba. Salí dejándole pistas a la psicóloga.

Jueves

Les di a los alumnos redacción con narración sarcástica.

Último capítulo de Dos Vidas. Encuentro con PQ en la puerta y vamos al restaurante chino.
Conversación sin ir al grano que no es para cuidar las apariencias.

Viernes

Tomamos algo después del film polaco. Cuarto exhalando

Olor a pata y a ropa interior. Guardados. Volví apretada, pero tan floja.

Sábado

Cartas de parís. Me puse una nariz para engañar a PQ.

Casas de Banha. Llegué temprano, me paré en frente del puesto e ollas.

Domingo

Suculento café a la orilla del mar. Mímicas en el ómnibus.

Emoción exagerada, mucha, inmotivada. Llamó Dildo, pobre, ¿Le daré bolilla? Anoto en el diario
versitos de Alvares de Azevedo. Muero, muero, liviana sin dolor, porque mentías. ¿Mi deseo? Era
ser… ¡Boyar (como un cadáver) en la existencia! Pero qué llorona soy, dejad que gima. Pienso en
regalitos, nuevas desmentidas, nuevos ricos besos, sonatinas. Continúo melosa por dentro.

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Flores del más

despacio escriba

una primera letra

esclava

en las inmediaciones construidas

por los huracanes;

despacio mida

la primera pájara

bisoña que

rasgue

el telón

abierto

sobre los vendavales;

despacio imponga

el pulso

que mejor sepa sangrar

sobre el cuchillo

de las mareas;

despacio imprima
la primera

mirada

sobre el galope mojado

de los animales; despacio

pida más

y mas y

más

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Fisionomía

no es mentira

es otro

el dolor que duele

en mí

es un proyecto

de paseo en círculo

un malogro

del objeto

en foco

la intensidad

de luz
de la tarde

en el jardín

es otro

otro el dolor que duele

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hubo un poema

que manejaba su propia ambulancia

y decía: no me acuerdo

de ningún cielo que me consuele,

ninguno,

y salía

sirenas bajas,

recogiendo restos de conversaciones,

de las señoras,

“para que nada se pierda

ni se olvide”,

proverbial,

aún herido,

hubo un poema

ambulante

cruz roja

sonámbula
que se escapó

y se fue

inolvidable,

irremediable,

por la rejilla.

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