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300 Héctor Aricó

Por otra parte Nonna Inés Cuello, basándose en los trabajos


de Joann Wheeler Keal~i~oh,?moku Y Félix
Hoerburger, elaboró la ponencia "Acerca del concepto y la prácti
ca de la danza folklonca donde _enfoca
la función de la danza como un sistema de comunicación
y desde ese concepto establece tres tipos de
danza en la cultura argentina: la social (comunicación al mism
o n!v~l en_t~e los b~ilarines: c~da m_¡embro
de la comunidad es un participante potencial), la artística
(comumcac10n en diferentes niveles. el del
bailarín y el del espectador) y la ritual (comunicación con lo
sagrad~). . . . . .
Por supuesto que para profundizar acerca de los sustentos de
las clas1ficac1ones citadas es 1mprescmd1ble
recurrir a las fuentes donde cada autor fundamenta los criter
' ios adoptados.

danza y baile

Aunque en la actualidad ambos ténninos son utilizados como


sinónimos, algunos autores sostienen que
existe diferencia entre ellos.
Por ejemplo, Anya Peterson Royce denomina danza tanto a
la ritual como a la artística, Y llama baile al
tradicional y al popular (mundano). Anthony Shay, en cambio,
dice que danza es sólo la ritual , baile es el
tradicional, folklórico o popular y ballet es la danza artística.
Luis de Hoyos Sainz y Nieves de Hoyos Sancho, en su obra
Manual de folklore publicada en Madrid en
1947, señalan:
"El propio enunciado de esta parte nos plantea un problema,
y es la diferencia entre el baile y la danza.
Nos parece adecuado señalar las diferencias que el pueblo encue
ntra ante estos dos vocablos.
Entiéndese por danza a los bailes que necesitan una cierta prepa
ración y organización, que se someten a
reglas casi fijas y que, por tanto, están interpretados por perso
nas adiestradas para ello; por eso en
muchos pueblos hay danzantes dispuestos a ejecutar su danza
cuando llega la fiesta del Patrono u otra
fecha detenninada. Mas llega el domingo y en la plaza todos
bailan por la tarde: los que saben, lo hacen
mejor, pero los adolescentes y aun los chiquillos bailan a su modo
, imitando a los mayores".
Además de éstos, pueden citarse muchos otros autores que tratan
sobre el tema, pero en definitiva cada
uno sólo logra explicar lo que él mismo interpreta desde su postu
ra. Es muy dificil equilibrar un acuerdo
puesto que las diferencias y coincidencias se cruzan constantem
ente y al final concluimos otra vez en las
palabras de Anya Peterson Royce: "nunca una definición será
universal".
De todas maneras resulta oportuno finalizar con el rico conte
nido que encierran las palabras de la Dra.
Oiga Femández Latour de Botas, en "Mayo y la Danza", al abord
ar la temática que nos ocupa : "entre los
griegos la danza poseía su propia Musa: Terpsícore, nombre que
significa 'la que goza con la danza·.( ... ]
La danza era un arte con musa y todo, mientras que
-acotación que los celos me dictan- no ocurría lo
mismo con las llamadas Bellas Artes que hoy, al menos en nuest
ro medio , excluyen a la interpretación
coreográfica, musical y dramática de los sillones académicos
. De todos modos, las palabras danza y
baile, sinónimas en la actualidad, han caído del Olimpo a partir
de su consideración racionalizada como
'hechos culturales'. Como veremos su contacto con las musas
sólo se retoma cuando se considera a la
danza en función definidamente espectacular, como es el caso
del ballet".
denominaciones de la danza argentina

Para hablar de danzas populares, tradicionales, folklóricas y


de proyección es necesario situamos en un
marco teórico establecido por la ciencia Folklore en cualquiera
de sus posturas. Y al respecto vale recor-
dar que en nuestro país el ténnino proyección fue incorporado
a dicha ciencia por el musicólogo Carlos
Vega, en 1944.
Ante todo, lo más importante es distinguir la moda pasajera de
la trascendencia generacional que se da a
través de la tradición, es decir, como un mecanismo espontáneo
que tiene todo grupo para transmitir los
bienes a las generaciones siguientes. Cada danza con valor histór
ico para la identidad de un país es una
pequeña tradición dentro de una gran tradición que es la socied
ad total.
Teniendo en cuenta las distintas denominaciones de uso habitu
al intentaremos elaborar cada concepto.
aunque entremos nuevamente en el controvertido terreno de las
definiciones particulares .
Danzas tradicionales argentinas - Una nueva propuesta 301

r "S
i..,a
danzas
, - •¡· son las .que
populares . . en el pueblo, lo que ba1·1a una gran parte d e I pueblo.
, .tienen vigencia
Este. tennmo se ut1 iza como smommo. de tradicionales o fiolklo'n·cas , aunque e 11o va a d epender d e l marco
teónco, ~rque un~ danza P?ede const~erars~ popular desde su práctica masiva pero no tradicional desde
la insuficiente c~n~idad de tiempo de vigencia, ni folklórica desde su medio cultural.
¡_as danz~. ~radiczon~les -en uno ~e los tantos conceptos- son las que permanecieron vigentes mediante
la transmi~ion espontanea generaci~nal dur~n~e un largo espacio de tiempo, lo que indica el arraigo en el
grupo social. Pod_e1:1os hablar de bailes tradicionales históricos y vigentes.
f
Las danzas 0 lkloricas so~ !ales de acuerdo al marco teórico en que se las encuadre, esto es, que hasta
pueden considerarse folkloncas la Cumbia y el Cuarteto Cordobés.
Estas tres denominaciones incluyen el carácter anónimo, es decir, el olvido de los nombres de los crea-
dores, que no sólo es obra del correr del tiempo sino que el mismo grupo social prescinde de ellos porque
considera que el bien incorporado pertenece a todos.
Las danzas de proyección folklórica son las creaciones de autores conocidos, inspiradas en los patrones
coreográficos Y musicales tradicionales. Comenzaron a aparecer en 1940, o poco antes, y constantemente
se renuevan (Tuaj, Fortinera ... ). También se las llama danzas originales o danzas nuevas y su práctica
siempre fue exclusiva en las peñas folklóricas urbanas.
Veamos ahora el aporte que hacen otros autores al tratar las denominaciones.
Nigel Allenby Jaffé inicia el prólogo de su libro diciendo: "Por favor, noeñtrémos en discusión sobre
cual es o no el título más apropiado para este libro: danzas folklóricas, tradicionales, étnicas, populares,
sociales, nacionales, regionales, porque ninguno de ellos sería completamente el más ajustado. Es sufi-
ciente con decir que he optado por el de danzas folklóricas, y si me lo permiten, lo dejamos ahí".
Norma Inés Cuello, en su trabajo antes mencionado, habla de las danzas folklóricas parafraseadas para
referirse a las que se efectúan con un fin de espectáculo. Las subdivide en dos categorías: adaptaciones
(las que tienen una mínima adecuación a la visión frontal del escenario) e innovaciones (se refiere a la
danza estilizada).
Ercilia Moreno Chá, por entonces directora del Instituto Nacional de Musicología "Carlos Vega", fue
quien escribió las palabras preliminares de la reedición de la obra de Carlos Vega Las danzas populares
argentinas tomos J y II, y en un pasaje dice: "Otro aspecto interesante es el del adjetivo con que Vega
califica las danzas argentinas que estudia. En 1936, las tilda de criollas; entre 1944 y 1954, aparecen sus
folletos de danzas con el término tradicionales; finalmente, en 1956, aparece el término folklóricas, que
también había sido ya usado en 1944 en ocasión de un ciclo de conferencias suyas patrocinado por la
Comisión Nacional de Cultura.
Por último, cabe señalar que en esta obra cuyo título ostenta el rótulo de popular, en la Advertencia apa-
rece el de criollas.
Recordemos asimismo que en El origen de las danzas folklóricas aparecen como sinónimos, en el primer
acápite, los términos folklóricas y tradicionales. . . . .
Tal vez el único término que por entonces era muy frecuente el no uso, fue el de danzas nativas, Justa-
mente porque -en un sentido general- no las vio como 'nacidas en', sino como ' provenientes de' [Europa]
y adaptadas en el país. . . ., ., , , , .,
Asimismo, la Advertencia de la pnmera edicion hace alusion al nuevo titulo de la obra , refinendose se-
guramente al reemplazo de la palabra tradicionales, con que en todas las monografias en folleto habían
aparecido hasta entonces, por el término populares. Suponemos que ello se debe a que el segundo tomo
anunciado cubriría las danzas de pareja enlazada y abrazada, que no se contemplan en el primero, y sobre
las que jamás llegó a publicar nada. . . . .
Evidentemente, esta diferencia en los calificativos usados para el mismo tipo de danza pone de manifiesto
una activa búsqueda conceptual a lo largo ~e toda su vida". . . . .
Para concluir, cabe aclarar que en el tratamiento de este tema no mclmmos el calificativo nativas porque
nsideramos que tiene el mismo significado que de proyección. Este término comenzó a usarse a partir
~~ 1940 y estaba relacionado con el movi~~nto cultural nativista qu~, promovía las creaciones artísticas
de autores conocidos inspiradas en lo tra~~cional, ~1:111que otr~s tambien lo usaron desde su significación
literal, nacidas en, aludiendo a la adaptacion defimttva argentma.

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