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Misiones jesuíticas de Bolivia

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Misiones Jesuíticas de Chiquitos

UNESCO logo.svg Welterbe.svg Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.

Jesuit Missions of the Chiquitos-en.png

Mapa que muestra la ubicación actual de las misiones jesuíticas del Chiquitos en Bolivia; en
naranja, las que son Patrimonio de la Humanidad (Los límites con Brasil son los establecidos en el
recién pasado siglo XX).

Coordenadas 16°00′S 60°30′O

País Flag of Bolivia.svg Bolivia

Tipo Cultural

Criterios iv, v

N.° identificación 529

Región América Latina y el Caribe

Año de inscripción 1990 (XIV sesión)

Las misiones jesuíticas de Bolivia, también llamadas reducciones, fueron pueblos misionales
fundados por la Compañía de Jesús con la finalidad de evangelizar la región, en lo que actualmente
es el estado de Bolivia. Las misiones de Chiquitos y de Tarija pertenecieron a la Provincia Jesuítica
del Paraguay, mientras que las de Moxos y el resto de Charcas pertenecían a la Provincia Jesuítica
del Perú.1

Índice

1 Historia

2 Economía

3 Arquitectura

4 Turismo

5 Véase también
6 Notas

7 Enlaces externos

Historia

Iglesia en Concepción (Santa Cruz).

La colonización de América fue emprendida por sacerdotes de distintas órdenes religiosas, que
llevaron a cabo una amplia labor evangelizadora. Entre las misiones de dichas órdenes destacaron
las de los jesuitas y franciscanos, y su labor en la Chiquitania Boliviana.

La Compañía de Jesús, bajo el mando de Ignacio de Loyola y por mandato del papa Paulo III,
emprendió para marzo de 1540 la labor de fundar reducciones y evangelizar en las tierras del
Nuevo Mundo así como la incursión y descubrimiento de nuevos dominios. En Bolivia influyó
fuertemente fue la búsqueda de El Dorado, o el Gran Paitití, denominativos de una mítica ciudad
de oro.

A finales del siglo XVII comenzó la creación de las misiones jesuitas en el territorio boliviano,
esencialmente en las regiones de Chiquitos, al norte del departamento de Santa Cruz de la Sierra,
y en Moxos, ubicado en el territorio del departamento del Beni. Primero se fundó la Misión de San
Francisco Xavier en 1691, por el jesuita José de Arce. Seguidamente se creó la Misión de San Rafael
en 1696, debida a los jesuitas Zea y Herbas. Posteriormente, en 1698 el jesuita Felipe Suárez fundó
la Misión de San José. La Misión de San Juan Bautista data de 1699, y la Misión de Concepción de
1709. La Misión San Ignacio de Zamucos fue creada en 1724, siendo abandonada en 1745.
Posteriormente se fundaron la Misión de San Ignacio en 1748, la Misión de Santiago en 1754, y
finalmente las últimas en fundarse fueron las Misión de Santa Ana en 1755 y la Misión de Santo
Corazón en 1760.

La evangelización mediante el uso de la música renacentista y barroca tuvo gran acogida en la


época y que se ha desarrollado consecutivamente hasta la actualidad, dejando un legado propio.

En 1767, la Compañía de Jesús fue expulsada de España y América, quedando su labor incompleta
y abandonada. Aunque en Argentina, Paraguay y Brasil el trabajo hecho desapareció
notablemente, en Bolivia sin embargo la obra se mantuvo y se desarrolló durante generaciones
hasta la actualidad.

Las «Misiones jesuíticas del Chiquitos» fueron declaradas en 1990 Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco. Señala la Unesco que, entre 1696 y 1760, seis conjuntos de reducciones
(asentamientos de indios cristianizados) inspirados por las ciudades ideales de los filósofos del
siglo XVI, fueron fundadas por los jesuitas en un estilo que aunaba la arquitectura católica con las
tradiciones locales. Las seis que quedan (San Francisco Javier, Concepción, Santa Ana, San Miguel,
San Rafael y San José) son un patrimonio vivo en el anterior territorio del Chiquitos.2

Tanto las autoridades bolivianas como organizaciones sin fines de lucro llevan a cabo el
lanzamiento turístico de la zona mediante el Festival de Música Renacentista y Barroca de
Chiquitos.

Economía

Señor de San Xavier.

Tanto en la época de la colonización como en la actualidad, la región de la Chiquitanía se ha


dedicado por completo a la agricultura, ganadería, artesanía, el trabajo del cueros y de los tejidos.

En la actualidad, la ganadería se ha desarrollado ampliamente, así como el procesamiento de la


leche de forma industrial en una planta industrial. La artesanía y el turismo están muy
relacionados desde el lanzamiento de las misiones jesuitas de la Chiquitanía realizado a mediados
del 2004, con proyección hacia el 2016.

Los misioneros incentivaron a los lugareños a desarrollar sus habilidades en la agricultura y


ganadería, fomentando las artes manuales como el tejido, orfebrería, herrería, carpintería,
escultura y pintura y la construcción de instrumentos musicales.

Arquitectura

Nave principal de una de las iglesias.


Los cánones arquitectónicos y la distribución espacial de las misiones siguieron esquema que fue
repetido con ciertas variaciones en el resto de las reducciones misionales. La Misión de San Xavier
fue la base de este estilo de organización, una estructura modular y una amplia plaza de entorno,
en la cual se concentraban la iglesia, el cementerio, las escuelas, los talleres y las viviendas.

El padre suizo Martin Schmid fue el arquitecto y músico creador de las iglesias misionales, con un
estilo barroco mestizo. En la construcción destaca el uso de los materiales naturales del lugar
como la madera, que se usó en las columnas talladas, los púlpitos y cajonerías, y los altares
bañados en oro. El tallado de las imágenes fue una labor mestiza que continuó hasta la actualidad
en talleres de formación.

La iglesia, compuesta de tres naves, tiene un techo forjado de madera simple, sostenido por
columnas de madera cuchi labrada, y horcones en las naves laterales, con un sistema estructural
de madera casi independiente de los muros. Dicho tipo de madera posee una gran resistencia.
Otros elementos, como el yeso, se usaron en los decorados de revoques planos, ondulados y falsos
para asemejar la construcción barroca mediante volutas, cenefas y caracolas. El uso de la piedra
volcánica es destacado en algunos enclaves.

Turismo

Coro misional.

El turismo se ha convertido en una fuente importante de ingresos en la región, mejorando las


infraestructuras. Destacan la riqueza cultural del recorrido misional y los festivales de música.
Existen además numerosos atractivos naturales, como ríos, lagunas, aguas termales, cavernas y
cataratas. http://www.misionaltours.com

Desde 1996 y cada 2 años, se realiza el Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca
Americana, organizado por la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), una institución sin ánimos de
lucro. A mediados de 1975 se llevó a cabo la restauración de la Iglesia de Concepción, en cuyo
transcurso se encontraron 6000 partituras de música pertenecientes a los siglos XVII y XVIII.
Posteriormente, otras 6000 partituras fueron halladas en Moxos y finalmente unas 10.000 en San
Xavier. Este 2006, el festival incluyó la interpretación de muchas de estas obras. La evolución del
festival es la siguiente:

1996 1998 2000 2002 2004

Grupos 14 32 28 30 42
Conciertos 32 68 76 77 122

Músicos 355 517 402 400 980

Países 8 14 14 17 21

Sedes 3 9 9 14 16

Público 12.000 20.000 30.000 40.500 70.000

El festival es realizado en diferente plazas Misionales, incluso en la plaza principal de la ciudad de


Santa Cruz. Compiten diferentes orquestas de varios países. Una de las orquestas locales es la
Orquesta Urubichá, integrada por personas nativas de las misiones y que usan instrumentos
manufacturados por ellos mismos, construcidos según los planos dejados por los misioneros
jesuitas.

Misiones jesuíticas de Chiquitos

Estas misiones se sitúan en una extensa área del departamento de Santa Cruz, al Este de Bolivia. El
lugar comprende dos sectores: uno de ellos está compuesto por las poblaciones de Concepción,
Santa Ana, San Javier, San Miguel, San Ignacio y San Rafael; el otro sector lo integra San José de
Chiquitos, la misión mayor.

Se edificaron entre los años 1691 y 1760. Constituyen un ejemplo singular en la historia de la
evangelización por su organización comunitaria, y por su arquitectura colonial, que no ha sido
destruida con el correr de los años, a diferencia del resto de las reducciones sudamericanas. Por
todo ello la UNESCO las ha declarado Patrimonio de la Humanidad en 1990.

Los templos de estas reducciones (restaurados en parte) son verdaderas joyas arquitectónicas, y
no están abandonados, sino que cumplen su función religiosa en los pueblos. Construidos en el
estilo barroco mestizo, presentan bellos murales, altares, y columnas, púlpitos y cajonerías
tallados en madera. Se destacan además, por la originalidad de su construcción, que se manifiesta
tanto en la estructura, como en el color, la ornamentación y los materiales utilizados.

La Misión de San Javier sentó las bases en cuanto a la organización arquitectónica y espacial,
estableciéndose en una especie de estructura modular, con una amplia plaza en torno a la cual se
concentraban la iglesia, el cementerio, escuelas, talleres y viviendas. Ese esquema fue repetido,
con algunas variaciones, en las demás reducciones jesuitas.

Aquí se celebran numerosos festivales de música basados en el Archivo Musical de Chiquitos,


como el Festival Internacional de Música Barroca y Renacentista Americana. Los descendientes de
los chiquitanos fabrican y ejecutan sus instrumentos en las festividades patronales y fiestas
religiosas. Durante las fiestas patronales se presentan grupos de chiquitanos vestidos a la usanza
de las misiones con representaciones de personajes tradicionales.

CONCEPCIÓN. Esta misión fue fundada en 1706. Su iglesia, una de las más bellas de la zona, fue
construida entre los años 1752 y 1753 y restaurada entre los años 1978 y 1982. Cuenta con una
nave de tres cuerpos, columnas de madera que soportan el techo, tres altares y pinturas
confeccionadas por los lugareños. Otros elementos destacables del templo son su fachada
principal y la torre de madera.

SANTA ANA. Fundada en 1755, esta misión es la que conserva de manera más auténtica los
elementos de tradición locales.

SAN JAVIER. Esta misión fue fundada en 1691, y es la más antigua de las misiones fundadas por los
jesuitas. La Iglesia, de estilo barroco, fue construida entre 1749 y 1752, y restaurada entre 1987 y
1993; está adornada con columnas talladas y dibujos en madera en tonos amarillo y café. En 1730,
se fundó la primera escuela de música de la región para los miembros de la comunidad. Se
fabrican arpas, violines y otros instrumentos.

SAN MIGUEL. Fundada en 1721, cuenta con una iglesia completamente restaurada, que presenta
como elementos destacados su altar de hojas doradas, su cielo raso y sus grabados. En esta
población se encuentra además un taller artesanal donde pueden adquirirse diferentes objetos
típicos.

SAN IGNACIO DE VELASCO. Fundada en 1748, esta población presenta calles anchas y de color
rojizo. La iglesia original, destruida en 1974, fue reemplazada por una nueva que mantiene el altar
y algunas otras partes de la construcción primera, como el púlpito y los confesionarios.
SAN RAFAEL. Fundada en 1696, esta población presenta una iglesia (construida entre 1747 y 1749
y restaurada por un grupo de artesanos recientemente), que exhibe en su altar "Hojas de Oro",
pórticos y columnas trabajadas en madera.

SAN JOSÉ DE CHIQUITOS. Fundada en 1698, es la misión mayor, y está ubicada en el sur de la
Sierra de Chiquitos. En 1740 se levantó uno de los únicos templos de piedra de toda la zona,
constituyendo un gran ejemplo de la arquitectura hispánica. Fue construida por los nativos, con la
supervisión de los Jesuitas.

Misiones Jesuíticas

La región de la Chiquitanía debe su nombre genérico a la provincia de Chiquitos por los habitantes
originarios de la zona, los Chiquitos o Chiquitanos. En ese lugar se establecieron las Misiones
Jesuíticas a partir de la segunda mitad del siglo XVII (desde 1691 hasta 1760). Quedan como un
legado extraordinario porque son las únicas misiones jesuíticas en Sud América que no fueron
destruidas luego de que los jesuitas fueran expulsados de las colonias españolas. No se tratan de
ruinas sino de pueblos vivos, con gente que sigue yendo a misa en las mismas iglesias majestuosas,
a disfrutar de los mismos conciertos de música barroca, como lo hacían entonces cuando los
jesuitas regían las misiones hace tres siglos atrás.

Concepcion - Misiones Jesuiticas Bolivia Concepcion-Misiones Jesuiticas Bolivia

Las majestuosas iglesias diseñadas por el arquitecto y músico jesuita suizo Martín Schmidt han
sido declaradas por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Las Misiones que se visitan a lo largo de esta Ruta Jesuítica son:

Misión Jesuítica de San Javier

Su iglesia de estilo barroco fue construida entre 1749 y 1752, y restaurada entre 1987 y 1993,
pertenece a la primera misión jesuítica de Chiquitos fundada en 1691. Esta edificación invita a
recorrerla para disfrutar de la belleza artística de su arquitectura con tallados ornamentales de
columnas y dibujos en madera con tonos amarillo café y negro.
Misión Jesuítica de Concepción

Posee una iglesia jesuítica de estilo barroco (construida entre los años 1752 y 1753, restaurada e
inaugurada nuevamente en 1982) construida en nave de tres cuerpos, filas de columnas talladas
en madera, altares y pinturas realizadas por los lugareños. Esta iglesia es considerada como JOYA
EN LA REGIÓN , contemplarla al atardecer es una vista inolvidable.

Misión Jesuítica de San Ignacio

San Ignacio fue fundada en 1748. San Ignacio, junto con Concepción y San José de Chiquitos, es
considerada una de last res principales Misiones Jesuíticas. Hoy en día es el pueblo más grande en
todo el circuito misional, con una población de cerca de los 35,000 inhabitants. La cultura en San
Ignacio está más cercana a la del Brasil que en cualquier otro lugar en Bolivia, y la gente es de las
más amigables del planeta.

Misión Jesuítica de Santa Ana

Santa Ana de Velasco, fundada en 1755, por el misionero jesuita P. Julián Nogler. Es también el
asentamiento que posee su iglesia completamente original todavía intacta. Esta iglesia fue
construida luego de la expulsion de los Jesuitas en 1767. Santa Ana es un pequeño y tranquilo
poblado con escasamente 280 habitantes donde el tiempo parece haberse detenido.

Campanas en San Rafael - Jesuit Missions Bolivia Arbol de Toborochi en Santa Ana - Misiones
Jesuiticas

Misión Jesuítica de San Miguel

San Miguel fue fundada en 1721 y es una pequeña población, con menos de 5000 habitantes. De
modo similar a las otras comunidades de santa Ana, San Rafael y San Miguel es un lugar tranquilo
donde el tiempo parece haberse detenido por los pasados 3 siglos. Su iglesia es considerada la más
exacta históricamente de todas la iglesias jesuitas restauradas.

Misión Jesuítica de San Rafael

San Rafael, la segunda misión más antigua, fue establecida en 1696. Transladada una vez en 1701
y posteriomente en 1750, comparte muchas de las mismas características del resto de las
misiones: una eterno encanto, vida de vida tranquilo y fidelidad a sus tradiciones inspiradas en los
Jesuitas.
Misión Jesuítica de San José

San José de Chiquitos, la tercera de las misiones más antiguas en la Chiquitania, fue fundada en
1696. Es una de las cuatro misiones que mantuvieron la ubicación de su primer fundación. La
ciudad es bastante tranquila, similar a la Santa Cruz de 50 años atrás: calles anchas y polvorientas
salidas de una película del lejano oeste, completa con vaqueros, rancheros y una plaza polvorienta
pero encantadora.

Ruta Verde te ofrece esta ruta que combina arte, arquitectura, cultura, música y naturaleza, un
paseo único por lugares donde se ha conservado la historia desde hace más de 3 siglos. Una
oportunidad para conocer y admirar el estilo barroco mestizo, producto de la influencia europea
mezclada con el aporte artesanal y artístico de los indígenas.

Las majestuosas iglesias diseñadas por el arquitecto y músico jesuita suizo Martín Schmidt han
sido declaradas por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

GALERIA DE FOTOS

Misión Jesuítica de Concepción, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO

Las Misiones Jesuíticas en Bolivia

Las Misiones Jesuitas son pueblos establecidos hace cientos de años por sacerdotes católicos
europeos quienes intentaron convertir a los indígenas de esta región al catolicismo. Hoy es posible
ver los grandes y hermosos templos construidos, tallados, y pintados a mano de madera, donde
enseñaron a los pobladores a tocar músic e instrumentos barrocos, a leer y a escribir, a pintar y a
tallar, y más.

Los viajes a las Misiones Jesuitas pueden durar desde 1 día a 4 días y 3 noches o también pueden
ser de más tiempo de duración. Esto depende de las necesidades del visitante y del número de
iglesias que se deseen visitar.
Un tour a las Misiones Jesuitas de Chiquitos es un contacto directo con el medio físico y
psicológico que los misioneros usaron por primera vez para lograr el objetivo de cambio de cultura
de las tribus de la región.

Misiones Jesuitas de Chiquitos Bolivia

En la actualidada la metodología de enseñanza usada por los Misioneros Jesuitas aun se mantiene.
Prueba de ello son las festividades católicas y las iglesias jesuitas restauradas. Como tambien la
masiva asistencia a los servicios católicos y el gran descuido por la naturaleza.

Explorar la rica historia de esta región y aprender acerca de sus distintas culturas tropicales,
chiquitanas y amazónicas hace posible entender las muy diferentes raíces etnoculturales que
tienen los habitantes del oriente boliviano y cómo la colonización europea los afectó. Es posible
visitar San Javier, Concepción, San Ignacio, San José de Chiquitos y más, dependiendo del tiempo
que disponga el visitante ya que algunos son muy remotos.

Misiones Jesuíticas de Chiquitos

Las misiones jesuíticas que perduran en el tiempo por más de tres siglos demuestran claramente la
cultura ancestral de pueblos orientales que representan muy bien los destinos turísticos del
departamento de Santa Cruz. La belleza que rodea a las Misiones Jesuíticas es apoyada por un
clima agradable con temperaturas que invitan a gozar de un turismo sin límites; así las misiones
son expuestas a los ojos del mundo como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Durante los siglos XVII. XVIII y XIX se fundaron las denominadas reducciones del Paraguay, a cargo
de los misioneros de la Compañía de Jesús, formando así 44 pueblos de los cuales 14 le
pertenecían a Bolivia.Estas reducciones casi en su totalidad fueron abandonadas o destruidas, de
las cuales solo quedan las ruinas dejando testimonio de la grandeza que llegaron a ser.No así las
misiones de Chiquitos, que aun en nuestros días se mantienen en pie, como “pueblos vivos” y se
palpa en sus costumbres, en sus tradiciones y manifestaciones artísticas, lo que ha dado origen a
una cultura chiquitana con características propias.

Por tanto las antiguas misiones jesuíticas de Chiquitos (1691- 1767); así también las de Moxos
(1681-1767); dependientes del Virreinato del Perú en territorio de la actual Bolivia; constituyen
unas de las principales riquezas del patrimonio cultural regional y nacional.

Si bien los chiquitanos, recibieron una formación evangelizadora, una formación humana
sumamente cuidadosa, presidida por el desarrollo integral de la persona y de sus cualidades; dicha
educación, está unida a una tendencia innata a las artes por parte de los pobladores autóctonos,
en quienes desde la expulsión de los jesuitas en el año 1767, ha quedado muy enraizada en su
cultura y sus costumbres la inclinación tanto por el arte manual, como por el potencial musical que
representan.

Este rica herencia que se mantiene viva, la única en sud América, por más de tres siglos en los
pueblos de San Xavier (a 225 Km. de Santa Cruz de la Sierra), Concepción (285 Km.), Santa Ana
(520 Km.), San Rafael (550 Km.), San Miguel (515 Km.) y San José de Chiquitos (280 Km.), en el año
1990 fueron inscritas en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad como “Pueblos Vivos”.

Durante el proceso de restauración de los templos jesuíticos de estas misiones se descubrió una
riqueza musical de gran magnitud: en Chiquitos más de 5.000 y en Moxos 7.000 hojas de música
sacra escrita entre los siglos XVII y XVIII, tanto por músicos europeos como por los indígenas de la
zona y que fue interpretada cotidianamente en estos pueblos hasta mediados del siglo XIX.

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