CAPITULO 15 Tensiones Residuales
CAPITULO 15 Tensiones Residuales
CAPITULO 15 Tensiones Residuales
TENSIONES RESIDUALES
15-1. Origen de las tensiones residuales. —Las tensiones residuales o internas constituyen
el sistema de tensiones que puede existir en un cuerpo cuando está libre de la acción de fuerzas
externas. Las tensiones residuales se producen cuando un cuerpo sufre deformación plástica no
uniforme. Así, p. ej., consideremos una chapa de metal que se está laminando, de forma que solo
se produce flujo plástico en las proximidades de las superficies (Fig. 15- 1 a). Las fibras
superficiales
de la chapa están
deformadas en frío y
tienden a alargarse,
mientras el centro de la chapa no se ha alterado. Puesto que debe mantenerse la continuidad de la
chapa, es necesario que superficies y centro se acomoden por deformación. Las fibras del centro
tienden a restringir el alargamiento de las fibras superficiales, a la vez que las fibras de la superficie
tratan de estirar las fibras centrales de la chapa. El resultado es un estado de tensiones en la
chapa, el cual origina una tensión elevada de compresión en la superficie y una tensión residual de
tracción en el centro de la chapa (Fig. 15-1 b). En general, el signo de la tensión residual producida
por deformación no homogénea será opuesto al de la deformación plástica que la produjo. Por eso,
en el caso
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421 TENSIONES RESIDUALES [CAP. 15
bajo tensión por diversas interacciones mutuas. Este tipo de tensiones residuales suelen llamarse
tensiones de reacción. El tema queda dentro del campo de la ingeniería de la construcción y no nos
ocuparemos de el en este capítulo.
La precipitación de partículas de una segunda fase en una matriz metálica es un ejemplo de las
variaciones de volumen no homogéneas que producen microtensiones localizadas. Pero si la
reacción no progresa uniformemente a través del cuerpo, por existir diferencias en la composición o
en la transferencia del calor, se producirán variaciones en la distribución de las microtensiones, las
cuales producirán macrotensiones residuales. La nitruración y la cementación son procesos en los
que se produce una distribución de microtensiones alrededor de cada partícula de nitruro o
carburo, pero como estos procesos, controlados por la difusión, solo afectan a las capas
superficiales, habrá un aumento no uniforme de volumen en esta región. Se produce una
macrotensión residual de compresión en la superficie, equilibrada por tensiones residuales de
tracción en el interior. La transformación de fase de austenita a martensita, que se produce durante
el temple del acero, es un ejemplo sobresaliente de un cambio de volumen no uniforme que
produce tensiones residuales. Por la importancia tecnológica de este caso, se tratará separadamente
en una sección de este capítulo.
Las variaciones de volumen no requieren necesariamente cambios de fase o temples rápidos
para producir tensiones residuales. En el enfriamiento de un lingote grande, caliente, de un metal
que no tiene cambios de fase, bastan las diferencias de temperatura existente entre la superficie y el
centro para que se produzcan tensiones residuales *. La contracción térmica de los bordes, mas
fríos, produce una descompensación de deformación entre ellos y el centro del lingote, que origina
la distribución longitudinal de tensiones de la figura 15-2 b. Puesto que el centro caliente tiene un
límite elástico más bajo, no puede so- portar las tensiones compresivas que le son impuestas y la
deformación plástica puede eliminar una parte de las tensiones (Fig. 15-2 c). Cuando se enfría,
finalmente, el centro del “slab”, puede ser mayor la contracción total en dicho centro que en los
bordes, porque el primero se contrae a la vez por enfriamiento y por deformación plástica (figura
15-2 d). El centro quedara en tracción y los bordes en compresión. Las operaciones de conformación
necesarias para convertir los metales en formas acabadas y semiacabadas es muy raro que
produzcan deformación homogénea. Cada proceso particular de conformación plástica da origen a
una distribución de tensiones residuales que le es característica, y que es más o menos afectada por
la forma de realización. A1 comienzo de esta sección hemos visto que las tensiones
FIG. 15-2. —Desarrollo de tensiones residuales durante el enfriamiento de un lingote caliente. Las porciones
enfriadas se han sombreado. (Segun W. M. BALDWIN, Jr.: Proc. ASTM, vol. 49, pag. 541, 1949.)
■ APiel
Esta ecuación se puede emplear para determinar la tensión longitudinal residual en cualquier
punto del radio de la barra. La mejor forma de proceder es representar la deformación axial,
después de la eliminación de cada capa, en función del área de la sección de lo que resta de la barra.
Uniendo los puntos correspondientes a las capas sucesivas se obtendrá una curva sin inflexiones.
Para cualquier posición en el radio, dada por el valor de A, la curva dará el valor de e, y la
pendiente de la curva en el punto (e, A) será de/dA.
El método de Heyn y Bauer lo hemos considerado con bastante detalle porque es un ejemplo
sencillo de los procedimientos empleados para transformar medidas de deformación en tensiones
residuales. Sin embargo, es un método que puede introducir graves errores, porque no tiene en
cuenta las tensiones residuales tangenciales o radiales. La
SEC. 15-3J METODOS MECANICOS PARA MEDIR LAS TENSIONES RESIDUALES 428
presencia de tensiones en estas direcciones puede dar lugar a errores por
exceso del 30% en la determinación de las tensiones longitudinales.
Sachs y
1
Espey han
[15-6]
SEC. 15-3J METODOS MECANICOS PARA MEDIR LAS TENSIONES RESIDUALES 430
descrito un método para determinar exactamente las tensiones longitudinal y
tangencial de tubos de paredes delgadas, Método de Treuting-Read. —Treuting
y Read desarrollaron un método para determinar el estado de tensiones
biaxiales en la superficie de una chapa delgada. El método presupone que el
metal se comporta como elásticamente homogéneo y que las tensiones no
varían en el plano de la chapa, sino solamente a través del espesor. Para
aplicar el método se pega la probeta de chapa a una superficie paralela plana
y se reduce el espesor de la chapa, en una cierta cantidad, por ataque y pulido
cuidadosos.
siendo:
E' = E / ( l - v2),
ecuación siguiente:
SEC. 15-5] DETERM INACION DE LAS TENSIONES RESIDUALES POR RAYOS X 434
En consecuencia, la tensión longitudinal residual en la superficie está dada
por
La Ec. [15-14] es la misma que la [15-12] para una barra laminada, salvo que
en el caso de la chapa se emplea t/2, ya que solo flexiona la mitad del espesor.
Las experiencias con este método han demostrado que la flecha observada es
función del ancho de la lengüeta. El valor máximo de la flecha se obtiene
cuando el ancho de la lengüeta es 0,1 a 0,2 veces el diámetro del tubo.
Para determinar la tensión circunferencial (tangencial) en un tubo se hace
un corte longitudinal a lo largo de todo el tubo y se mide la variación del
diámetro (Fig. 15-7 b). Con la notación de la figura, la tensión residual
circunferencial es
las tensiones en áreas muy pequeñas \ porque el haz de rayos cubre un área
de aproximadamente 3 mm de diámetro, lo que hace que estas técnicas sean
de utilidad para medir gradientes de tensión muy acusados, pero es una
desventaja cuando lo que se pretende es caracterizar el estado general de
tensión en una superficie. Como el método de rayos X se basa esencialmente
en medir el desplazamiento de la posición de la reflexión procedente de un
juego determinado de pianos reticulares, causado por la presencia de una
tensión elástica, es necesario que se puedan localizar con exactitud las rayas
de difracción. En los materiales fuertemente deformados en frío y los aceros
templados y revenidos se obtienen rayas de difracción anchas, por lo que no
pueden medirse exactamente las tensiones por medio de los rayos X. Esto es
particularmente valido cuando se emplean técnicas de película fotográfica,
pues, para localizar las rayas en ella, es necesario que sean muy nítidas. Con
la introducción de los equipos goniométricos, que emplean contadores de
Geiger, ha sido posible determinar con más exactitud el perfil de las rayas de
difracción y se han desarrollado métodos de precisión considerable para la
medida de las tensiones residuales en los aceros tratados térmicamente .
La ley de Bragg expresa la relación entre la distancia d existente entre los
planos reticulares de un juego dado y la longitud de onda de los rayos A., el
orden de la difracción n y el ángulo de difracción medido teta
n\ = 2dsen0 [15-16]
radial radial
a) b) c)
FIG. 15-9. —Esquemas de tensiones residuales en barras templadas, debidas a
las deformaciones térmicas. a) Metal que se contrae en el enfriamiento; b)
orientaciones y direcciones; c) metal que se dilata
al enfriarse.
origen térmico a las debidas a la transformación de la austenita en martensita.
Consideraremos primero el caso más sencillo, de tensiones debidas
únicamente a las variaciones de volumen de origen térmico. Es el caso que se
encontraría al templar un metal que no sufre cambios de fase durante el
enfriamiento, que también se produce en el acero cuando se enfría
bruscamente desde una temperatura de revenido inferior a la temperatura
crítica A1.
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