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Jorge Bosia

Danzando
con el Cosmos
Tránsitos, ciclos, Revolución Solar

Editorial Trenkehué
DANZANDO
CON EL COSMOS
Bosia, Jorge Emilio
Danzando con el cosmos : tránsitos, ciclos, revolución solar
/ Jorge Emilio Bosia. - 1a ed ilustrada. - Ciudad Autónoma de
Buenos Aires : Trenkehué, 2017.
Libro digital, PDF

Archivo Digital: descarga


ISBN 978-987-4480-02-6

1. Astrología. I. Título.
CDD 133.5

Diseño de tapas: Editorial Trenkehué


Imagen de tapa: Tito Cestona “Remolinos”, óleo sobre papel
Impreso digitalmente en Editorial Trenkehué

© 2017 Editorial Trenkehué

Reservados todos los derechos. Prohibida su reproducción total o parcial por


cualquier medio o soporte sin autorización expresa de Editorial Trenkehué o
los titulares del derecho de autor
DANZANDO
CON EL COSMOS
Un estudio sobre las
Cualidades del tiempo
Tránsitos, ciclos, revolución solar

Jorge Bosia

Editorial Trenkehué
Libros de mitos y símbolos
Buenos Aires
Argentina
Índice

Parte I – Teoría de los


Tránsitos astrológicos 1

Parte II – Significado general


de los Tránsitos de cada
Planeta 51

Parte III – Teoría de los


Ciclos astrológicos 101

Parte IV – La Revolución
Solar 241
PARTE I

TEORIA DE LOS
TRANSITOS ASTROLOGICOS

PROPOSITO DE ESTA PRIMERA PARTE


El propósito de esta Parte es poner al alcance de
los estudiantes de Astrología, así como de todos los
interesados en esta disciplina, los instrumentos ade-
cuados para interpretar los Tránsitos de una Carta
Natal.
En primer lugar se desarrollan aspectos y pro-
blemas teóricos y prácticos de la interpretación de
Tránsitos en general, y luego se dan interpretaciones
que sirven de ejemplo para diferentes combinaciones
de Planetas en Tránsito para la Conjunción, la Opo-
sición, la Cuadratura y el Trígono.

ACERCAMIENTO FILOSOFICO
Debido a la formación positivista que heredamos
del siglo XIX, los astrólogos han tendido a pensar los
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Danzando con el Cosmos

Tránsitos (y toda la teoría astrológica) según un es-


quema extrapolado de la Física. Para peor, una Física
más parecida a la de Aristóteles que a la de Newton o
Einstein. Para ser precisos: lo que suele predominar
en Astrología es un modo de pensar aristotélico-
tomista, aunque revestido de términos modernos to-
mados de la interpretación habitual de las ciencias del
Siglo XIX. Así, los Planetas son considerados como
cuerpos que producen efectos y son movidos por fuer-
zas, etc. Teniendo este paradigma un tanto ecléctico
en mente, se dice con ligereza que “los Planetas influ-
yen sobre nosotros”, atribuyéndoles alguna misteriosa
fuerza acaso todavía no descubierta.
Se toma como cosa natural el esquema causalista,
abandonado por la filosofía y hasta por las ciencias
duras desde hace decenios.
Para decirlo con claridad: creemos que este modo
de comprender la Astrología es erróneo y anacrónico.
Algunos astrólogos, conscientes de estos anacro-
nismos, prefieren considerar su propia tarea como
pura “técnica”, sin inmiscuirse en los supuestos fi-
losóficos, como si eso fuera posible.
Vamos a proponer aquí, por el contrario, una
concepción de la Astrología cuyo punto clave es que
se trata de un arte (no de una ciencia) que interpreta
relatos (no hechos).
Partimos, entonces, de la noción de una Astro-
logía como arte hermenéutico, es decir, interpretativo. Es
significa que lo que interesa al astrólogo no es el Pla-
neta en tanto cuerpo, sino en cuanto símbolo, es decir
como un significante. No tiene cabida nada parecido a
causas y efectos. Para nuestra concepción, el cielo
funciona como pantalla sobre la que se van dibujando
por sí mismos, los significantes que aplicamos a la
vida terrestre, de modo que interpretando el cielo,

2
Jorge Bosia

comprendemos algo de nuestras peripecias en la Tie-


rra.
Cualquier intento de encontrar algún tipo de
fuerzas que expliquen mediante causas las hipótesis
de la Astrología está condenado sin remedio a errarle
al blanco, por la sencilla razón de que apunta para
otro lado. No se trata de negar la existencia de fuerzas
y cuerpos (ni de afirmarla); solo decimos que ése no
es un asunto de la Astrología. Ésta toma los conoci-
mientos que desarrollan las distintas ciencias, pero los
convierte en símbolos.
La Astrología está, si se quiere, más cerca de la
Poesía que de la Física o de la Astronomía. Lo que
ocurre es que la visión positivista se ha instalado con
tal fuerza en nuestra comprensión de la existencia,
que resulta difícil sustraerse a la tentación de llevar
todas las cosas al redil del paradigma tecno-científico
tal como lo piensa el sentido común.
Sin embargo de nada le servirá a la Astrología
pretender asimilarse a una idea vulgar de ciencia con
el propósito de ganar un dudosísimo prestigio. Eso
solo significará que se pierde a sí misma. Más vale
que los astrólogos intentemos llegar más a fondo en la
esencia simbólica de nuestro arte. Para que la convi-
vencia entre las ciencias duras y las artes hermenéuti-
cas sea posible, los que practicamos estas últimas
debemos profundizar en su cualidad intrínseca
para fortalecerlas, abandonando de una vez el faci-
lismo y la falta de rigor conceptual.
Por el momento, el carácter simbólico de la Astro-
logía la vuelve inaceptable tanto para el paradigma
tecno-científico, como para el ramplón sentido común
de los medios audiovisuales de control de masas. Pe-
ro allí mismo radica toda la vitalidad de la Astrología.

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Danzando con el Cosmos

ASTROLOGIA Y RACIONALISMO
A menudo se acusa a la Astrología de irracio-
nalismo, es decir, de evitar el “seguro camino de la
ciencia”, al decir de Edmund Husserl. Se la rechaza
entonces como una superstición (una sobrevivencia)
infundada, basada en creencias irracionales, que ex-
plotan el miedo y los aspectos más oscuros de la natu-
raleza humana.
Estas críticas vienen, por lo general, de tecno-
científicos o filósofos, y suelen estar formuladas desde
una tan candorosa como sospechosa buena fe: quieren
salvar al mundo del irracionalismo. Se basan en la
sugerencia de que la Astrología, para tener algún va-
lor, debería atenerse al paradigma epistemológico
sostenido por el sistema mundial de poder. Y lo peor
es que la mayor parte de los astrólogos no hacen nada
para modificar esta idea… ¡porque la comparten!
También ellos desearían ver a la Astrología en el sitial
de poder casi religioso que le otorga nuestra cultura
dominante a los tecno-científicos.
Pero esos críticos se basan en la vulgarización
mediática de la Astrología, que la reduce a una burda
caricatura en función de objetivos mercantiles y ma-
nipuladores.
Entendemos, sin embargo, que las críticas racio-
nalistas sinceras, por más que estén equivocadas, de-
ben ser respetadas: ellas recogen, expresan y defien-
den el esfuerzo que ha hecho la humanidad durante
siglos para salir de la arbitrariedad y el dogmatismo.
Eso es valorable. Pero el temor que exponen estos
defensores de la razón, es infundado, y a veces, auto
contradictorio, ya que es difícil no apreciar que el
propio paradigma tecno-científico ofrece los mismos
inconvenientes que ellos pretenden exorcizar repu-
diando a los astrólogos.

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Jorge Bosia

En verdad, una Astrología que pretenda fun-


darse en los mismos presupuestos metafísicos en que
se funda la tecno-ciencia moderna o una Astrología
que se desentienda del asunto apelando a que "fun-
ciona y punto”, es una Astrología que resiste la evo-
lución.
La Astrología está en el centro mismo de la
encrucijada de la civilización contemporánea. Es
todo un paradigma civilizatorio el que está ante el
desafío de superar los límites del racionalismo posi-
tivista, del euro-norteamérico-centrismo, so pena de
autodestruirse.
Es necesario aceptar que algún filtro racional es
imprescindible. La Astrología funciona, es cierto; pero
hay que poder dar cuenta de este funcionamiento.
En este dar cuenta quizá los astrólogos estemos
haciendo mucho más que eso: quizá estemos pres-
tando un servicio que conduce a la evolución de las
comunidades humanas.
El racionalismo es destructivo si se erige en árbi-
tro supremo de las decisiones humanas, tarea para la
que carece por completo de capacidad. Pero también
una emocionalidad incontenida y caótica es un peli-
gro que nos precipita con facilidad hacia la manipula-
ción.
La solución de la contradicción nunca pasa por el
triunfo de uno de los polos en lucha. La solución es
siempre una superación que contiene a los polos
opuestos, sólo que generando un espacio nuevo
desde el cual la contradicción es irrelevante o al
menos tolerable. No es sencillo generar ese nuevo
espacio, quizá sea tarea de varias generaciones. Los
conceptos de "sincronicidad", "proyección", "contex-
to", apuntan a esa búsqueda, como veremos. El otro
elemento esencial es la clara y atenta conciencia del

5
Danzando con el Cosmos

problema; no hacernos los distraídos, no dejar que la


pereza mental y la inercia del pasado, nos ganen.
Tal vez la cuestión no es “combatir” el raciona-
lismo vigente, sino alumbrar un concepto más amplio
de racionalidad. Quizá los defensores de la razón,
piensan una racionalidad demasiado estrecha y ésta
es algo mejor. Vamos a intentar avanzar un poco en
esta propuesta de ampliar el concepto de racionali-
dad.

SINCRONICIDAD
Ya contamos con una noción que reemplaza a la
de causalidad y puede servir como herramienta con-
ceptual a la Astrología: la noción de sincronicidad.
Se puede definir sincronicidad como la co-
existencia de dos relatos que tienen una referencia
temporal coincidente, y que por eso mismo, compar-
ten un significado.
Aclaremos que, si bien el introductor del concep-
to de sincronicidad fue Carl Jung, no estamos toman-
do su definición, sino que la reelaboramos sobre la
base de presupuestos metafísicos diferentes a los que
asumía el gran psicólogo suizo.
La técnica de los Tránsitos astrológicos es una
demostración palpable del uso que podemos hacer
del concepto de sincronicidad para interpretar. Es tan
obvio que una vez que lo vemos, parece imposible
concebir los Tránsitos, sin recurrir a esta idea.
En los capítulos siguientes haremos un abordaje
a los Tránsitos, basado en los supuestos filosóficos
que constituyen nuestra perspectiva.

¿QUÉ SON LOS TRANSITOS?


Vamos a referir nuestras explicaciones y ejemplos
a los Tránsitos entre Planetas, pero dejando en claro

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Jorge Bosia

que puede haber Tránsitos entre otros factores de una


Carta celeste.

La de los Tránsitos astrológicos es una técnica consis-


tente en considerar el ángulo que forman dos Planetas so-
bre el Zodíaco, de modo que al menos a uno de éstos se en-
cuentre en movimiento, a fin de relacionar sus respectivos
contenidos simbólicos, remitiéndolos a algún relato al que
se traslada dicho contenido.

Partimos de un relato que se sitúa en un período


determinado, por ejemplo el agente relata que: “el 15
de Septiembre de 2015 tropecé y se me quebró la ti-
bia”.
A nosotros como astrólogos, no nos interesa el
hecho, sino el relato. Identificado éste, se trata de
otorgarle un sentido relevante. Para eso se consultan
las posiciones de los Planetas en el Cielo para el 15 de
Septiembre de 2015, para identificar los ángulos que
estaban formando ese día los Planetas en su movi-
miento en el cielo, con las posiciones natales de los Pla-
netas.
Supongamos que lo hacemos y constatamos que
en ese momento estaban activas: una Cuadratura de
Saturno a Marte natal y otra de Júpiter a Venus natal.
La sincronicidad entre el relato de los sucesos a
que se refiere la persona que sufre la quebradura y
aquellos a que se refiere el relato que hacemos noso-
tros sobre lo que ocurre en el cielo, nos permite hacer
el traslado de sentido entre ambos relatos.
Y no se trata solo de que Marte remite a los trau-
matismos y Saturno a los huesos, sino que una buena
interpretación tiene que ir más allá de lo inmediato.
Para entender los sentidos del relato hay que am-
pliarlo. Se debe investigar el contexto, las circunstan-
cias que rodearon el tropezón, qué estaba intentando

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Danzando con el Cosmos

hacer el agente, que trasfondo había en ese momento


y toda la información que se juzgue pertinente. Solo
después de reunir todos estos datos, se puede –quizá-
entender los sentidos de la quebradura, para el que la
sufrió.
Por otro lado, hay dos Cuadraturas en juego, así
que los sucesos relatados tienen al menos dos signifi-
cados, y no uno solo. No importa que la Cuadratura
entre Saturno y Marte sea más relacionable, a la que-
bradura de un hueso; si la otra también estaba vigen-
te, entonces hay otro significado no tan obvio en jue-
go y hay que encontrarlo.
Quizá el sentido de la Cuadratura de Júpiter a
Venus significa que el agente (supongamos que es un
varón), cuando ocurrió el accidente, estaba insistien-
do en exceso (Júpiter) en su acercamiento erótico a
una mujer (Venus) que lo había rechazado.
Si ése fuera el caso, tendríamos dos sentidos in-
mediatos del relato. Pero podríamos avanzar mucho
más, profundizando en la dirección que indican los
Planetas en juego.
Los Tránsitos, entonces, son procedimientos para
dar significado a los relatos y funcionan por sincroni-
cidad de los sucesos referidos por ellos. Esos signifi-
cados pueden ser investigados y profundizados
según la intención y la capacidad del intérprete.
Los Tránsitos más utilizados son aquellos en los
que se considera, por un lado, la posición de un Pla-
neta en movimiento en el Cielo, y por otro, la posición
de un Planeta en la Carta Natal.
Sin embargo, se puede ampliar este concepto a
cualquier par de puntos que ubiquemos en el Zodía-
co. Sin pretender ser exhaustivos, la siguiente lista
nos da una idea de los factores que podemos tomar
en consideración para hacer un análisis por Tránsito:

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Jorge Bosia

Factor 1 Factor 2
1. Planeta natal
Planeta en
2. Cúspide de una Casa
movimiento
3.Planeta en movimiento real
real
1. Planeta natal
Planeta en
2. Cúspide de una Casa
movimiento
3.Planeta en movimiento real
progresado
4.Planeta en movimiento progresado

Por movimiento real entendemos el movimiento


(por cierto aparente) del Planeta por el cielo, que
puede ser seguido por la observación o por la consul-
ta de los libros de efemérides.
Con movimiento progresado nos referimos a las di-
versas técnicas de progresión con las que se puede
"mover" un Planeta u otros puntos cualesquiera a
través del Zodíaco mediante cálculos.
Por Planeta natal entendemos la posición zodiacal
que tenía el Planeta en el momento del nacimiento. Se
trata de la que encontramos marcada en el Mapa Na-
tal.
La variedad de Tránsitos posibles es muy grande,
ya que en el Cosmos todo se mueve y la condición es
que por lo menos uno de los componentes del Tránsi-
to sea considerado en movimiento. Si ambas posicio-
nes se toman como fijas, no tendremos un Tránsito
sino un Aspecto.
Para tener una idea de la índole simbólica de la
Astrología tengamos presente que ninguna de las
posiciones que forman un Tránsito es, en realidad,
"objetiva" desde un punto de vista astronómico o físi-
co. Las posiciones de los Planetas que tomamos los
astrólogos tienen una diferencia de poco más de 3O
grados con respecto de las que toma la Astronomía.

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Danzando con el Cosmos

Eso se debe al movimiento de precesión de los equinoc-


cios que afecta a la Tierra. Los astrólogos dibujamos el
cielo en las Cartas Celestes tal como estaba hace cerca
de 2200 años. En otras palabras, dibujamos un cielo
inexistente en la actualidad y sobre ese cielo proyec-
tamos los Planetas.
Pero además, la posición de los Planetas en la
Carta Natal (aquélla que se considera como "fija" en
los Tránsitos) es la posición que existía al momento de
nacer la persona.
De modo tal que, al analizar un Tránsito estamos
relacionando dos posiciones abstractas. Desde un
punto de vista objetivo, podría decirse que los Tránsi-
tos más utilizados consisten en la relación angular
entre una posición imaginaria en movimiento y una
posición también imaginaria, pero fija. Esta sola con-
sideración echa por tierra cualquier intento de fundar
la Astrología en "influencias", "energías", "fuerzas",
"causas" y demás conceptos tomados del lenguaje as-
trofísico, a menos, claro está, que utilicemos estos
términos de una manera metafórica. Es en efecto de
tal manera como deben ser entendidos en esta obra si
es que en algún momento cometemos el desliz y apa-
recen.
En Astrología hay un principio, que podría-
mos llamar Principio del nacimiento o Principio de la
Conjunción que podemos formular así: "si un ente per-
tenece a un sistema, la configuración del mismo que
se daba al momento del nacimiento de ese ente, re-
suena en él durante toda su existencia".
En lugar de “resuena” podríamos decir, “im-
pregna” o “tonaliza” o alguna otra metáfora que di-
era a entender la idea. Son todas metáforas. No se
trata de una vaga teoría física.
Para decirlo con una imagen musical: es como si
el sistema Solar interpretase una sinfonía, de modo
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Jorge Bosia

que al aislar un instante de la música, el sonido de ese


momento sigue resonando y se va enganchando con
los siguientes. Los sonidos posteriores se sobre-
imprimen en nuestro oído sobre los que van quedan-
do atrás, dando lugar a la sensación de continuidad
que tiene la melodía. De modo que cada sonido es
diferente y permanece resonando como lo que es;
pero a la vez, es modificado por la resonancia de los
sonidos posteriores. Cada uno de nosotros es repre-
sentante de ese instante de la melodía cósmica que
se estaba ejecutando cuando nacimos. Y mientras
estemos con vida, resonamos según las cualidades
de aquel instante. La melodía continúa, de modo que
ahora están sonando otras notas que, con su propia
resonancia impactan y modifican el sonido propio de
los nacidos en los momentos anteriores de la sinfonía.
Esos impactos y esas modificaciones son la materia de
estudio del presente capítulo, eso son los Tránsitos.

TRANSITOS Y ASPECTOS
Los Tránsitos están conectados con los Aspectos.
Un Aspecto es un ángulo. Dos astros o puntos
cualesquiera sobre el Zodíaco guardan siempre entre
sí algún ángulo.
Puede decirse que un Aspecto es como un Tránsi-
to congelado en un instante dado. Así, los Aspectos
que aparecen en cualquier Carta Natal son una de-
tención de los Tránsitos que se estaban produciendo
en el Cielo en el momento para el que se traza la Car-
ta. Los Planetas están todo el tiempo cambiando los
ángulos que forman entre sí, de modo que al dibujar
el Mapa, congelamos ciertos ángulos y los llamamos
Aspectos.
Es la misma diferencia que existe entre ver una
película y mirar uno por uno los fotogramas que

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Danzando con el Cosmos

componen la cinta. El punto de vista de los Tránsitos


corresponde al cine, el punto de vista de los Aspectos,
a la fotografía.
Ahora bien, no todo ángulo es significativo desde
el punto de vista astrológico. Los que se consideran
importantes son los que refleja el cuadro.

Ángulo Grados
Conjunción 0
Semisextil 30
Semicuadratura 45
Semisextil 60
Cuadratura 90
Trígono 120
Sesquicuadratura 135
Quincuncio 150
Oposición 180

Cada ángulo relaciona los elementos que lo for-


man de una manera peculiar. Al hacer el análisis de
cada uno de los Tránsitos, indicaremos la cualidad
específica de los ángulos correspondientes.

INTERPRETACION Y ARTE
El núcleo del trabajo del astrólogo es la interpreta-
ción. Se trata de un proceso intelectual consciente que
abreva, sin embargo, en un dejarse fluir de la mente
que facilita la emergencia de información no cons-
ciente.
Por eso la interpretación supone algunas reglas
que son la materia de esta obra; pero es, en lo fun-

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Jorge Bosia

damental, un arte. De allí lo delicado de nuestra dis-


ciplina.
Esta sutileza del arte interpretativo se debe a que
no operamos solo en el estrecho pero demarcado ca-
mino de la lógica conceptual, sino también el menos
evidente sendero de la analogía. La analogía deja un
margen muy grande a la habilidad, experiencia y sa-
biduría del intérprete. Para cultivar estas virtudes
interpretativas, es preciso desplegar una actitud de
respeto y cuidado amoroso por el otro, cosa que se
puede favorecer y alimentar.
La otra pieza clave del arte de interpretar es la
capacidad de producir síntesis (del griego syn: en con-
junto, y tesis: colocar; es decir: colocar junto o compo-
ner). Esta capacidad no se puede transmitir, pero to-
dos la poseemos, de modo que es preciso entrenarla
para mejorarla por la práctica.
Sintetizar consiste en colocar en una sola imagen
diferentes elementos (inclusive contrarios), de suerte
que se pueda transmitir a otra persona esa unidad.
Implica captar de una sola mirada varios componen-
tes diversos de una situación de modo que puedan
ser abarcados por la conciencia y traducidos a lengua-
je.
Es muy importante tomar nota de que todos los
componentes que se conjugan en una síntesis son
afirmativos, positivos. No se puede sintetizar la nega-
ción. Todos los factores tienen su valor y peso en el
cuadro completo. La síntesis es un acto creador que
supera el posible conflicto o desarmonía de las partes
produciendo una realidad nueva en un nivel superior
al de las partes, y sin recurrir a la negación.
Aprender a sintetizar suele ser aprender a quitar
obstáculos a la espontánea capacidad de la vida para
producir síntesis. El entrenamiento debe dirigirse a

13
Danzando con el Cosmos

ganar soltura y libertad en el juego de unir compo-


nentes diferentes en formas imaginativas. Aprender a
sintetizar incluye aprender a dejar jugar los distintos
elementos para que solos tomen su lugar en nosotros
por vía de la imaginación.

TRANSITOS Y CONTEXTO
Lo primero que debemos tener en cuenta al
considerar un Tránsito entre dos Planetas es que éstos
contienen ya toda una carga simbólica por pertenecer
a una determinada Carta Natal. Es con toda esa carga
simbólica que el Planeta que se mueve y el fijo, dialo-
gan.
Cada uno de los Planetas en juego va a poner en
acción todos los factores que lo tonalizan en la posi-
ción natal. En otras palabras, no tenemos nunca el
significado puro de un Planeta, sino que tenemos el
significado general combinado con todos los factores
que lo tonalizan o cualifican.
¿Cuáles son esos factores?

1. En primer lugar, el Signo en que se encuentra


el Planeta en la carta natal (esto es: el lugar del Zod-
íaco en que se encontraba el Planeta en el momento
del nacimiento). Es decir que, aunque el Planeta se
halle ahora en Tránsito por cualquier otro Signo, va a
contener la tonalización propia de su Signo natal.

2. En segundo lugar, la Casa en que se encontra-


ba el Planeta al nacer el agente.

3. Y en tercer lugar, los Aspectos natales del


Planeta.

14
Jorge Bosia

Con todos esos componentes en su mochila ima-


ginaria, el Planeta viajero se traslada a lo largo del
Zodíaco (o la Carta Natal), visitando a sus pobladores
(los Planetas natales), con quienes mantiene diálogos
y acciones conjuntas.
Repetimos: nunca experimentamos la cualidad de
un Planeta en su pureza, la Carta Natal actúa durante
toda la vida como un filtro que colorea la experiencia
de todos los Planetas.
Al realizar el viaje alrededor del Zodíaco, el Pla-
neta en movimiento va despertando y movilizando a
los otros Planetas y a los diversos puntos sensibles de
la Carta.
Podemos pensar que el Signo, la Casa y los As-
pectos natales de un Planeta son los instrumentos que
ese Planeta tiene a su disposición para movilizar a
aquel Planeta respecto del cual transita.
Por su parte, el Planeta natal, también recibe el
Tránsito, impregnado por su Signo, Casa y Aspectos
natales.
Es la presencia de este elevado número de varia-
bles en cada Tránsito lo que enriquece la interpreta-
ción.

TRANSITO Y PROYECCION
El segundo punto que debemos considerar
para la interpretación de Tránsitos hace referencia a
un principio psicológico desarrollado sobre todo por
Carl Jung (aunque conocido desde la Antigüedad) y
hoy muy reconocido: el fenómeno de la proyección
psicológica.
La palabra proyección es el acto de “arrojar hacia
adelante o arrojar enfrente”. Y esto es lo que hace
nuestra imaginación con aquellas facetas que por al-
guna razón nos resultan insoportables: se las arroja-

15
Danzando con el Cosmos

mos a los demás, invistiéndolos con ellas. El proceso


es inconsciente (de lo contrario no sería eficaz). Para
que funcione es necesario que olvidemos por comple-
to que lo proyectado nos pertenece y que lo hemos
proyectado nosotros.
El contenido de la proyección puede ser cual-
quiera, los agentes se desentienden de una o más cua-
lidades y se identifican, por lo general, con las opues-
tas.
A la base de este fenómeno se halla el hecho de
que el mundo, tal como se le da a la consciencia
humana, es ordenable en pares, o en polaridades, con
lo cual la consciencia queda sometida a la polarización.
Esto es una tendencia inevitable, en el sentido de que
para ir más allá, debemos pasar por ella. Es una con-
secuencia de nuestro modo de ser, que siempre dis-
tingue una figura sobre un fondo.
Figura y fondo, consciente e inconsciente, luz y
sombra, son algunos de los pares de metáforas que se
han propuesto para pensar la polarización.
Pensemos en la imagen de la Tierra misma como
Planeta: nunca está iluminada en su totalidad; mien-
tras una mitad recibe la luz del Sol, la otra mitad está
en sombras.
Sin embargo, nosotros creemos que la limitación
de nuestra percepción no impide en términos absolu-
tos a nuestra consciencia levantar las proyecciones y
contemplar los dos lados de cualquier polaridad, sea
en nosotros mismos como en los otros.
La Carta Natal es una manera de recordarnos y
acceder a esta posibilidad, porque en ella está la si-
tuación total de un agente, con los dos polos de todas
sus polaridades a la vista.
La mente no está limitada por las leyes de la
percepción y puede, por consiguiente, captar la tota-
lidad. Pero para ello deberá abandonar el concepto

16
Jorge Bosia

como herramienta exclusiva del conocimiento. De-


berá asumir, en cambio, una racionalidad más amplia
que se abra al pensamiento simbólico, que opera por
analogía y no está sujeto a las limitaciones del concep-
to.
Sin embargo, hay que partir de que, en la inter-
pretación de los Tránsitos, el agente estará identifica-
do con alguno de los Planetas y proyectará al otro
sobre su entorno.
Si no tomamos esta limitación en cuenta, la in-
formación que nos aporten los Tránsitos será superfi-
cial.
Pero ¿cómo saber cuál de los Planetas involucra-
dos en un Tránsito es proyectado? Es difícil que po-
damos conjeturarlo. Depende de la totalidad de la
situación en que se encuentra el agente, de la es-
tructura completa de su personalidad, y ante todo, de
decisiones previas que tienen un cierto margen de
libertad.
Sin embargo, tenemos motivos para suponer una
regla general:

en la mayor parte de los casos el Planeta


que se proyecta es el más lento.

Y no importa cuál sea el fijo y cuál el que se mue-


va. La razón es que cuánto más alejado (o lento) sea el
Planeta, menos familiar nos resulta, menos conecta-
dos estamos con éste. Podemos suponer, por eso, que
todos estamos mucho más acostumbrados a la
energía del más rápido.
Por eso, a menudo el Planeta más lento, se corpo-
riza, encarna, por decir así, en alguna otra persona. Y
entonces tenemos la sensación de que tal persona es
una suerte de instrumento o embajador de la cualidad

17
Danzando con el Cosmos

del Planeta en la vida de quien está teniendo el


Tránsito. A veces el objeto de la proyección no es una
persona sino una institución o un grupo y hasta algu-
na cosa (fetichismo).
La proyección pone a quien la realiza como objeto
de las circunstancias, le resta capacidad de acción y
decisión. Por eso es muy importante tomar concien-
cia de las proyecciones y aprovechar los Tránsitos
para introyectar ("arrojar dentro") la cualidad de los
Planetas proyectados.
Ese proceso no es sencillo, es difícil de captar por
el que está experimentando el Tránsito; por eso es
aquí donde la ayuda de un astrólogo es importante.

DURACIÓN DE LOS TRÁNSITOS


Dado que los Planetas se mueven a diferentes ve-
locidades, la duración de sus Tránsitos difiere.
Un problema que se suma es el orbe que deber-
íamos considerar. Al respecto, para considerar los
Tránsitos, nosotros tomamos las posiciones exactas,
sin determinar un orbe en grados, sino en tiempo.
Otro fenómeno que complica el análisis es el de la
retrogradación, que afecta a todos los Planetas, excep-
to el Sol y la Luna. La retrogradación determina a
menudo que el contacto exacto entre un Planeta en
Tránsito y uno natal no se produzca una sola vez,
sino tres, cinco, o más veces en algunos casos.
La regla, pues, es que vamos a considerar que el
Tránsito comienza en el momento del primer contacto
y termina en el momento del último. En caso de que
haya un único contacto consideraremos una duración
media para cada Planeta.
La tabla que sigue da cuenta de esa duración me-
dia de los Tránsitos de cada Planeta.

18
Jorge Bosia

Esta tabla es solo aproximada. El intérprete debe


consultar las efemérides para, en cada caso, fijar la
duración con exactitud.

INTERPRETACIÓN DE TRÁNSITOS EN-


TRE PLANETAS
Un Planeta, tanto en su posición natal cuanto en
su movimiento, puede ser comprendido como un
conjunto coherente de talentos o capacidades. Es decir
que los Planetas deberían ser entendidos como símbo-
lo de actividades que el agente realiza.

Duración
Orbe en
Planeta promedio del
tiempo
Tránsito
Luna 1 día Exacto
Mercurio 3 días Exacto
Venus 3 días Exacto
Sol 3 días Exacto
Marte 15 días Exacto
Ceres 30 días Exacto
Júpiter 45 días Exacto
Saturno 8 meses 15 días
Urano 11 meses 1 mes
Neptuno 13 meses 3 meses
Plutón 3 a 5 años 1 año
Xena 7 años 2 años

Marte por ejemplo simboliza el talento para deci-


dir, comenzar, atacar, competir, apetecer, entre otros.
Todos estos talentos pueden incluirse dentro de un
conjunto al que simboliza Marte. Y quizá podríamos

19
Danzando con el Cosmos

denominar a ese conjunto como la capacidad de salir de


sí e irrumpir en el espacio del otro.
Ahora bien, un Planeta en su posición natal sim-
boliza la forma en que ese particular haz de talentos
está instalado en un agente. Esa forma se ha ido ad-
quiriendo a lo largo de los años y se halla ligada al
resto de la estructura personal simbolizada por la
Carta Natal. Esa manera más o menos cristalizada de
ejercer los talentos es lo que debemos indagar en pri-
mer lugar, pues es sobre esa cristalización que va a
actuar el Planeta en Tránsito.
A su vez, el Planeta en movimiento, que carga en
su mochila las cualidades de su posición natal, simbo-
liza también un conjunto de talentos que tiene su
propia forma de estar instalado. La diferencia está en
que este último está operando desde otra posición y
no desde la natal. De modo que se introduce una in-
formación nueva que también hay que considerar. De
esa forma compleja, el Planeta en Tránsito fuerza, de-
safía la estructura natal.
Se da aquí, pues, la relación entre una función ac-
tiva que permanece más bien fija y otra que se modi-
fica.
Los Tránsitos son oportunidades para evolucio-
nar a través de la asunción y depuración de los talen-
tos de cada Planeta. Pero evolucionar es lanzarse a lo
desconocido, y lo desconocido da miedo y es trabajo-
so.
En consecuencia, debemos tener en mente cuando
analizamos Tránsitos, que nos vamos a encontrar con
cierto grado de resistencia en el agente.
Algunos de los Tránsitos, sin embargo, facilitan
la posibilidad de enfrentar la evolución (son el Semi-
sextil, el Sextil y el Trígono) otros generan un varia-
ble grado de resistencia (son la Semicuadratura, la
Cuadratura, la Sesquicuadratura, el Quincuncio y la
20
Jorge Bosia

Oposición). La Conjunción, por su parte, presenta un


carácter variable en cuanto a facilidad o resistencia.

PRINCIPIO GENERAL PARA RESOLVER


TRÁNSITOS
Cómo decíamos arriba, la Cuadratura, la Oposi-
ción, la Semicuadratura, el Quincuncio, la Sesquicua-
dratura y, a menudo también la Conjunción, se pre-
sentan como situaciones que desafían al agente y son,
por tanto, una fuente de conflictos que plantean, no
obstante, la posibilidad de evolucionar.
Debido a esto, es esencial tener algún criterio para
resolver las variadísimas situaciones que pueden
plantear estos Tránsitos.
Sostenemos que existe ese criterio general y es el
siguiente:

Los Tránsitos se superan y aprovechan


dando prioridad al Planeta más lento

Esta es una regla general, no tiene excepciones.


Por ejemplo, en un Tránsito que involucre a Ve-
nus y a Júpiter, la situación planteada siempre se re-
suelve dando prioridad a Júpiter.
Y hay una segunda regla:

Los Tránsitos se superan y aprovechan


si logramos mejorar el registro
del Planeta más lento

21
Danzando con el Cosmos

Esto es: siempre tenemos un cierto registro de ca-


da Planeta, un modo regular y estable de poner en
juego sus talentos. Los Tránsitos son momentos en
que tal modo regular de ejecutar los talentos se pone a
prueba, y la solución de los conflictos que el Tránsito
plantée es elevar el registro del talento que simboliza
el Planeta más lento, dándole prioridad en nuestra
acción.
Jamás se resuelve un Tránsito desde el Planeta
más rápido, eso solo estanca la cuestión y nos deja en
el punto de partida.
Por eso es tan importante, al analizar un Tránsito,
constatar el modo en que los Planetas funcionaban en
el agente de modo regular y estable hasta que co-
menzó el Tránsito. Ya que hay que comenzar a operar
desde ese punto.
En cuanto a la importancia que tienen los diferen-
tes Tránsitos, debemos decir que son mucho más sig-
nificativos aquellos en que el Planeta que transita es el
más lento. Por ejemplo, es muchísimo más importante
un Tránsito de Urano a Mercurio natal que uno de
Mercurio a Urano natal. Mientras el primero supone
desafíos significativos a todo el espectro de significa-
dos de Mercurio, el segundo apenas será percibido.
Los dos principios consignados arriba hacen de
los Tránsitos una herramienta valiosísima para el
astrólogo, ya que permiten aconsejar cursos de acción
a quien consulta, y ante todo, abrir la situación que
éste plantea de modo que se haga posible resolverla
hacia la evolución.

22
Jorge Bosia

LAS CUALIDADES DE LOS ÁNGULOS

LA CONJUNCION (0º)
La Conjunción es el momento en que dos Planetas
están ubicados en el mismo punto del Zodíaco. En-
tonces, se mezclan o conjugan los talentos de ambos.
Es una cópula celeste, un instante generador. Su-
pone cierta confusión, sobre todo al principio. Pero
podemos imaginar a la Conjunción como una fertili-
zación del Planeta natal por el que transita. Ambos
coinciden por un momento en el mismo punto del
Zodíaco, y eso hace que la cualidad habitual del Pla-
neta natal se vea sacudida por una vibración o cuali-
dad diferente. Eso es nuevo, y por tanto, no sabe-
mos como manejarlo al principio, nos sorprende. El
Planeta que se mueve tiene un papel motivador, acti-
vador. La Conjunción siempre abre nuevos cami-
nos, posibilidades inéditas, es una situación que re-
crea la confianza en la potencia de la vida. Por tanto,
cierto espíritu audaz, valeroso, que favorece las reso-
luciones y las puestas en marcha es aconsejable, en
general, cuando uno enfrenta alguna Conjunción.
Pero la solución a cualquier conflicto que plantee
la Conjunción, como siempre, pasa por instalarse en
el lugar del Planeta más lento, y no importa si es el
natal o el que transita.
Supongamos una Conjunción entre Urano en
movimiento y Mercurio natal en la Casa 6, en Tauro.
Una posibilidad entre innumerables será la siguiente:
de pronto se le exige al agente en su trabajo, que aprenda
un idioma extranjero.
El agente plantea que le resulta intolerable aprender
idiomas y duda entre aceptar el reto o renunciar y buscar
otro empleo.

23
Danzando con el Cosmos

Éste puede ser el motivo de la consulta. ¿Tenemos


algún indicio para aconsejar a nuestro cliente? La de-
cisión siempre será de él, pero nuestro trabajo consis-
te en abrir la situación para que él comprenda mejor,
y también, aconsejar con honestidad según lo que
vemos en la Carta Natal, de modo que no vale ni abs-
tenerse en nombre de una supuesta no intervención,
ni apelar a consejos salidos del sentido común o de
cualquier otro lado. Por el contrario, tenemos un indi-
cador claro: entre Urano y Mercurio, la posición co-
rrecta es priorizar a Urano. Y Urano plantea lo nue-
vo. El Mercurio de nuestro cliente, que está en Tauro,
es reacio a los cambios. Y es justo es Mercurio el que
tiene que cambiar, el que tiene que ponerse en movi-
miento. El agente tiene que aliarse con Urano, identi-
ficarse con éste y modificar la forma en que funciona
su Mercurio.
Entonces, ¿cuál es la mejor opción: ¿saltar hacia
otro empleo que no presente desafíos? ¿O aceptar un
aprendizaje de algo nuevo que supone un esfuerzo
enriquecedor?
Mi sugerencia sería quedarse en su trabajo actual
y aprender el idioma extranjero. De ese modo se plan-
taría en Urano y obligaría, por decir así, a su Mercu-
rio a actualizarse. Si renuncia, en cambio, parece que
se identifica con Urano (cambio de trabajo), pero
Mercurio queda intacto, con lo cual el desafío no se
realiza. Urano, en realidad, queda proyectado sobre
sus superiores y él se instala en Mercurio para hacer
un cambio intrascendente o inclusive negativo.
Por supuesto que, antes de pronunciarse hay que
tener una idea completa de la situación que presenta
el cielo en ese momento, ya que podría haber otros
movimientos que sí hicieran aconsejable cambiar de
trabajo. Pero aquí nos limitamos a un ejemplo especí-
fico referido a un Tránsito para que el lector pueda
24
Jorge Bosia

tener una idea clara de cómo aplicar esta técnica.


Luego, en la práctica, damos por supuesto que consi-
derará la situación completa, y además, indagará en
el agente las motivaciones en juego.

LA OPOSICION (180º)
La Oposición establece una situación en la que pa-
reciera que los talentos simbolizados por los Planetas
no pueden reunirse y operar juntos. La manifestación
más clara de ello es la casi segura proyección de uno
de los dos talentos sobre otra persona.
Sin duda, la polarización es aquí más dura que en
la Conjunción; pero éste también es un Tránsito que
permite mejorar nuestro registro de los dos Planetas.
Como contrapartida de esa rigidez característica, es
un Tránsito que favorece la visión panorámica, y por
tanto una comprensión más objetiva de la situación.
Otra vez, la solución de una Oposición depende
de la capacidad que tenga el agente para identificarse
con el Planeta más lento y desde allí, modificando el
registro de éste, incidir también sobre el más rápido.
Pongamos un ejemplo: una Oposición de Plutón
en Tránsito desde la Casa 7, al Sol natal en Casa 1 en
Géminis. La situación que se le plantea al agente es la
siguiente: convive con su pareja desde hace diez años, pero
hace unas semanas que vive un apasionado romance con
otra persona.
Se pregunta qué hacer, ya que ama a la persona
con quien convive, pero la nueva relación es tan in-
tensa que le hace plantearse la posibilidad de irse con
su nuevo amor.
Lo que nosotros sabemos es que la posición fuerte
es la de Plutón. Y es el mensaje de éste el que tiene
que tomar esta persona.

25
Danzando con el Cosmos

Está claro que una actitud apresurada en el senti-


do de cortar su relación de diez años, es la respuesta
de su Sol. Y sabemos que no es lo aconsejable. Por
otra parte, los Tránsitos de Plutón tienen una dura-
ción de 2 a 3 años, de modo que no es prudente resol-
verlos con rapidez. Sin embargo, Plutón siempre
plantea desafíos de fondo que no conviene en absolu-
to desestimar. Siempre implica un llamado a incorpo-
rar a la propia vida una cuota mayor de poder.
De modo que es seguro que el agente tiene que
hacer cambios profundos en su vida de relación y que
el Sol, es decir su autoconsciencia, debe mutar; pero
este Tránsito es de inmensa importancia y no se pue-
de dar un consejo liviano y rápido, es necesario pro-
fundizar en el estado general de esta persona y ver
cómo viene funcionando su Sol. Lo importante, por lo
que hace a nuestro objetivo de aclarar la índole de los
Tránsitos, es identificar qué conductas se pueden ads-
cribir al Sol y cuáles a Plutón, porque sabemos que
éstas son las mejores.

EL TRIGONO (120º)
Excepto la Conjunción y la Oposición, todos los
Tránsitos tienen dos versiones: la creciente y la men-
guante. Los Aspectos crecientes son aquellos que se
van produciendo a medida que el Planeta que se
mueve se aleja del Planeta natal. Mientras que los As-
pectos menguantes son aquellos en que el Planeta que
se mueve se va acercando al Planeta natal. En cada
caso iremos marcando las diferencias que pueden
apreciarse, que aunque son sutiles, pueden ser intere-
santes.
En el Trigono tenemos un Tránsito en el que los
talentos que simbolizan los Planetas se relacionan de
manera creativa y empalman con facilidad. Quizá

26
Jorge Bosia

debido a esto, suele suceder que los Trigonos no sean


percibidos a menos que el agente esté muy atento al
curso de su vida y reflexione al respecto a menudo.
Sucede que los asuntos que no nos ofrecen dificulta-
des o desafíos no retienen nuestra atención e incluso
nos pasan inadvertidos. Esto suele ser lamentable
porque se desaprovechan a veces oportunidades úni-
cas de integración personal.
Los Tránsitos por Trigono creciente y menguante
son bastante parecidos, aunque el creciente tiene un
sesgo más expresivo y singularizador, mientras que el
menguante permite utilizar los talentos con sabiduría
y con mayor sensibilidad para las cuestiones del nivel
colectivo, aunque se vive con menos intensidad.

LA CUADRATURA (90º)
Los Tránsitos de Cuadratura pueden explicarse
muchas veces apelando al concepto de distorsión.
Aquí los talentos que simbolizan los Planetas se
combinan, pero con una tendencia a manifestar for-
mas decaídas o disfuncionales. Los talentos de uno de
los Planetas, por lo general el más lento, producen un
obstáculo, una incomodidad o una distorsión respecto de
los del otro.
Es frecuente que la persona sienta que aunque
quiere poner en juego los talentos del Planeta más
rápido, hay una situación interna o externa que se lo
impide o lo desvía de su adecuada operación.
Por ejemplo, en una Cuadratura de Saturno a Ve-
nus, es posible que el agente quiera relacionarse con
alguien que le atrae, pero hay una situación que se lo
impide: quizá el otro lo esquiva, quizá se fue de viaje,
quizá se enferma, o cualquier otra cosa.
La superación de este conflicto, como siempre,
depende de conectar con Saturno, que es el Planeta

27
Danzando con el Cosmos

más lento en este caso. Eso significa aceptar la reali-


dad. Por supuesto, esto vale mientras esté activo el
Tránsito. Si se asume la realidad, puede que al finali-
zar el Tránsito (o inclusive durante el mismo) las ape-
tencias eróticas se realicen en alguna medida o se
vuelvan irrelevantes o la situación tome otra forma
más satisfactoria. El concepto de “aceptar la realidad”
es muy amplio. Saturno puede implicar no solo una
actitud receptiva de los hechos, sino también, a me-
nudo, activa, en el sentido de poner límites, hacer
valer el principio de autoridad, y otras.
Ya vemos como no basta sólo con decir que hay
una relación dificultosa entre los dos Planetas.
Tampoco es suficiente asumir la situación como res-
trictiva. Sino que hay que llegar a descubrir com-
portamientos específicos que destraben la tensión y
permitan algún tipo de convivencia a los dos talentos.
Yendo un poco más a fondo, las Cuadraturas
implican un ajuste en la dirección vital. Suponen
siempre un retorno a las fuentes inspiradoras de la
persona, a su camino esencial en la vida. Por eso
mismo, implican alguna clase de recorte de elementos
no esenciales que se han ido acumulando en la mar-
cha y que gracias a alguna Cuadratura, vemos que no
encajan ya en el propio destino.
La Cuadratura creciente demanda que miremos
hacia el futuro, y que con esa visión establezcamos
qué nos pertenece y qué no, en función de nuestro
proyecto de vida. La menguante nos exige que ten-
gamos en cuenta el camino recorrido, para hacernos
responsables de las consecuencias de los pasos efecti-
vos y reales que hemos dado y atenernos a sus conse-
cuencias y límites, y desechar aquello de lo que no
somos responsables.
Como ya adelantamos, en ambos casos hay una
exigencia de selección y recorte.
28
Jorge Bosia

LA SEMICUADRATURA (45º)
Es un Tránsito de menor importancia que los vis-
tos hasta aquí.
El conflicto se relaciona con la duda entre seguir
adelante con la acción o abandonar la partida y retro-
ceder. La persona siente miedo de avanzar, pero al
mismo tiempo le atrae hacerlo. De tal modo que, si
tomamos el mismo par de Planetas que habíamos
utilizado para el ejemplo de la Cuadratura (Saturno y
Venus), lo que veremos es un tironeo entre el miedo a
profundizar una relación y la tentación de seguir ade-
lante.
Se resuelve, siempre desde el más lento, como en
todos los casos.

EL SEXTIL (60º)
Al igual que el Trígono, el Sextil compone o sinte-
tiza los talentos de los Planetas sin mayores obstácu-
los. Pero, en el caso del sextil, la composición tiene
una tendencia a basarse en la posibilidad de permutar
entre uno y otro con facilidad.
Si tomamos el ejemplo de un Sextil entre Marte y
Ceres, por ejemplo, veremos que la iniciativa y el sen-
tido de utilidad pueden intercambiarse en el accionar
de la persona, permitiéndole así iniciar un nuevo tra-
bajo o bien una nueva etapa en el mismo trabajo.
El sextil lima las asperezas y favorece la actitud
saludable de oscilación que, en el caso de que el Pla-
neta en Tránsito se proyecte sobre alguna persona,
abre la posibilidad del diálogo y evita situacio-
nes ásperas.

LA SESQUI-CUADRATURA (135º)
Es un Tránsito disonante, aunque suave.

29
Danzando con el Cosmos

El conflicto se basa aquí en alguna forma de exce-


so, que lleva al conflicto o a situaciones incómodas.
Para superarlo se requiere lo que los antiguos
llamaban templanza, pero siempre, claro, dando prio-
ridad al Planeta más lento.
Este Tránsito se supera cuando se logra combinar
la capacidad de compromiso (Sesquicuadratura men-
guante) o el deseo de expresar lo propio (Sesquicua-
dratura creciente), con la capacidad para concentrarse
en lo esencial. Es un Tránsito que puede arrojarnos
tanto a la desmesura como al raquitismo en nuestras
actitudes. Y nos demanda transitar el justo medio o
una mezcla adecuada de los dos talentos, en nuestra
respuesta.

EL QUINCUNCIO (150º)
También puede interpretarse en términos de leve
distorsión. No se trata de un desajuste flagrante, sino
de una cuestión de desenfoque de la mirada, que hace
que el agente confunda manifestaciones de uno de los
Planetas, con manifestaciones del otro. Es proclive a
un cierto nivel de confusión.
Por tanto, es un Tránsito que demanda discerni-
miento. El Quincuncio creciente exige cierta dosis de
disciplina y trabajo duro. El menguante requiere
sangre fría, compromiso y ecuanimidad. Pero siempre
la clave es el discernimiento.

INTERPRETACION EXHAUSTIVA
Para interpretar y superar los Tránsitos, la dificul-
tad concreta que se nos presenta radica en la gran
cantidad de factores que entran en juego. La peculia-
ridad de los Tránsitos es que su análisis incluye en
forma directa muchas variables ricas en información.

30
Jorge Bosia

La enumeración de los factores principales es la si-


guiente:

 La naturaleza de los talentos del Planeta natal


que recibe el Tránsito.

 La Casa y el Signo que ocupa ese Planeta.

 La naturaleza de los talentos del Planeta en


Tránsito.

 El ángulo que cumple el Tránsito (si es Conjun-


ción, Cuadratura, etc.)

Pero si queremos explorar la situación en toda su


profundidad debemos agregar:

 La Casa y el Signo donde se encuentra el Plane-


ta en Tránsito cuando se cumple el ángulo, es decir, el
lugar de la Carta desde donde éste opera.
 La Casa, el Signo y los Aspectos natales del
Planeta en Tránsito.

En términos generales, se puede decir que el Pla-


neta que recibe el Tránsito nos indica cuál es el talento
de la persona que va a ser estimulado a cambiar.
El ángulo nos indica la cualidad general del
vínculo que se establece entre los Planetas involucra-
dos.
El Planeta en Tránsito indica el contenido concre-
to del estímulo que opera sobre el Planeta natal.
El punto desde dónde opera el Planeta en Tránsi-
to, nos habla sobre lo que podríamos llamar la base de
operaciones que utiliza el Planeta en Tránsito para ge-
nerar el estímulo (es decir: los sucesos, sentimientos,

31
Danzando con el Cosmos

ideas, etc. que detona el Tránsito, despertando en el


agente la necesidad de modificar su acción en el ejer-
cicio del talento en cuestión).
Las cualidades natales del Planeta en Tránsito
nos dan información sobre los instrumentos que el
Planeta pone en juego para movilizar al Planeta que
es afectado por el Tránsito.
Observemos que mientras la “base de operacio-
nes” cambia todo el tiempo, “los instrumentos”
hacen referencia durante toda la vida a una misma
zona de la Carta. Y es sobre esa zona (en especial so-
bre la Casa natal del Planeta en Tránsito) que repercu-
ten siempre los Tránsitos de tal Planeta.
Como ejemplo, supongamos un Tránsito de Cua-
dratura de Urano desde la Casa 10 en Acuario, a Mar-
te en Tauro en Casa 1. Considerando que Urano natal
está en Leo y Casa 3, en Oposición al Sol y Mercurio.
Según lo dicho, en este Tránsito deberemos con-
siderar:

 El talento a ser modificado: naturaleza de Marte


tal como viene funcionando en el agente. Incluye
las cualidades dadas por la Casa y el Signo.

 Sentido general del Tránsito, dado por el ángulo


de Cuadratura.

 Talento que activa el contenido del Tránsito: na-


turaleza de Urano.

 Base de operaciones: Casa décima y Acuario.

 Instrumentos: Casa tercera + Leo + Oposición al


Sol y a Mercurio.

32
Jorge Bosia

Sabemos que Marte simboliza, entre otras cosas,


la forma en que una persona inicia sus acciones a par-
tir de sus propias apetencias.
Seguro esta persona tiene deseos muy vehemen-
tes, pues se suman, por decir así, a su pulsión promo-
tora (Asc), es decir: sus apetencias surgen de y se em-
palman con sus propias definiciones vitales. Es pro-
bable que llegue a sentir que frustrar sus apetencias es
como frustrar su destino. Por otra parte Tauro le pue-

33
Danzando con el Cosmos

de dar a estas decisiones una obstinación notable.


Quizás sea poco innovador, pero una vez que se pone
en marcha resulta imparable. De tal modo que Marte
va a dar a su vida un componente activo aunque tal
vez algo estereotipado.
Con el Tránsito que estamos estudiando, alguna
de estas cualidades es llamada a modificarse. Como
se trata de una Cuadratura, el Tránsito le planteará al
agente un desafío que deberá encarar con considera-
ble lucidez y esfuerzo. La vida lo pone ante alguna
situación que lo estimula a integrar la función singu-
larizadora de Urano con sus apetencias y con las ac-
ciones destinadas a darles satisfacción. Quizá se trata
de que sea menos conservador y obstinado. Urano lo
hace desde la Casa 10 y desde Acuario. Esta es la Casa
que Urano viene modificando en esta época, allí se
estarán produciendo mutaciones importantes que
darán los argumentos que acompañan el Tránsito. Por
tanto, el rol profesional, la imagen pública, serán
la base de operaciones para el desafío a Marte.
Y Acuario funciona como la cualidad que está
también despertándose en este tiempo. No sería ex-
traño que una sorpresiva situación atinente a su tra-
bajo o profesión fuese el detonante de las modifica-
ciones en la estructura y contenido de las apetencias.
Podría ser lo que hiciera preguntarse a esta persona:
“¿Hasta qué punto mi vocación es una de las formas
de satisfacer mis apetencias?” Lo que puede derivar
en la pregunta: “¿he venido cumpliendo mi verdade-
ra vocación en la vida?”
Tal vez sea el momento en que esta persona com-
patibilice con más prolijidad sus apetencias y su vo-
cación.
Por otra parte, Urano natal está en Leo en la Casa
3. Es probable que el instrumento concreto que preci-
pita la situación tenga que ver con la manera de co-
34
Jorge Bosia

municarse del agente, acaso con una dificultad para


percibir la posición de los otros al intentar comunicar-
se, característica que quizá encubre un deseo de co-
municarse de manera muy original y personal, inclu-
so una posible vocación artística o literaria.
Por tanto, este Tránsito está manifestando un
impulso de esta persona (poco consciente hasta este
momento) para integrar a sus apetencias, bajo una
estructura más amplia y flexible, la creatividad y pe-
culiaridad de su forma de comunicar, y a hacerlo de
una manera muy comprometida: a través de la profe-
sión. Esto se refuerza con las Oposiciones que Urano
natal tiene con Mercurio y el Sol.

PRINCIPIOS REPRESENTADOS POR LOS


PLANETAS PRINCIPALES
Cada Tránsito, sin duda, tiene que ser estudiado
dentro de su contexto específico. Sin embargo los Pla-
netas, al transitar, exponen una cualidad general que
podemos identificar y que nos sirve de punto de par-
tida al encarar la interpretación.
Por eso la enumeración que presentamos en el
cuadro que sigue, que no pretende ser más que una
sugerencia general, puede ayudar al lector a orientar,
de modo amplio, el trabajo:

35
Danzando con el Cosmos

PLANETA PRINCIPIO DE:

 NEGOCIACIÓN / ARMONIZACIÓN
EMPODERAMIENTO
 / COOPERACIÓN
ACOMPAÑAMIENTO
 / FINALIZACIÓN DE PROCESOS

 SINGULARIZACIÓN

 REALIDAD

 MEJORAMIENTO

 UTILIDAD

36
Jorge Bosia

CÓMO ORDENAR LA INFORMCIÓN DE UN


TRÁNSITO (PLANILLA AUXILIAR)

37
Danzando con el Cosmos

EJERCICIOS DE ENTRENAMIENTO

Ejercicio A:
Cierre los ojos y ponga su atención en la entrada
y salida del aire de los pulmones... observe 5 inspira-
ciones...
Al cabo de la quinta inspiración, dígase a sí mis-
mo/a: "durante los próximos 5 minutos mi mente es
una pantalla para que se exprese el planeta... (nombre
del Planeta de que se trate) de... (nombre de la perso-
na cuya carta está interpretando)" ...
Deje que alguna imagen aparezca en su mente.
(Trate de no censurar ninguna imagen. Puede ser
cualquier cosa: un ser humano, un animal, un objeto,
una planta, un color, un sonido, etc.) .
Cuando alguna imagen aparezca trate de fijarla y
profundizarla todo lo que pueda...
Una vez que está satisfecho/a de ella, abra los
ojos y escriba lo que imaginó con cierto detalle. Tam-
bién puede dibujar.
Supongamos que ha hecho el ejercicio con el Pla-
neta que está en Tránsito. Ahora debe hacer lo mis-
mo con el Planeta que recibe el Tránsito. Repita la
misma rutina...
Entonces, tendrá dos imágenes y cada una de
ellas simbolizará a uno de los Planetas que está en
juego en el Tránsito.
A partir de aquí tiene distintas posibilidades para
explorar:
1) Coloque una silla o almohadón frente a usted.
2) Vuelva a cerrar los ojos e identifíquese con una
de las dos imágenes, diciendo “soy (por ejemplo: un
perro violeta)”.

38
Jorge Bosia

3) Imagine que la otra imagen (por ejemplo: una


gaviota) está frente a Ud...
4) Trate de percibir lo que siente, siendo el perro
violeta, respecto de la gaviota.
5) Si le vienen ganas de decirle algo a la gaviota,
hágalo, dígale todo lo que quiera todas las veces que
lo desee, y cuando no tenga otra cosa que decir, abra
los ojos y escríbalo.
6) Luego vuelva a cerrar los ojos e intente lo
mismo desde la gaviota, cambiando de silla y
hablándole o contestándole al perro violeta como ga-
viota.
7) Repita la operación hasta que sienta que se
agotó el diálogo y ya no hay nada más que decir.

Ejercicio B:
Ejercicio grupal: (no es necesario que todos los in-
tegrantes del grupo sean astrólogos, pero sí al menos
uno de ellos). Uno de los integrantes del grupo debe
conducir el ejercicio dando las indicaciones y por ello
no participa en las visualizaciones.
Cada participante elige un Planeta de los que
están involucrados en un Tránsito cualquiera de uno
de los integrantes del grupo; pueden tomarse no sólo
los dos que forman el ángulo, sino todos aquellos que
hacen Aspectos natales a los primeros.
Todos cierran los ojos y prestan atención a 5 ins-
piraciones. Luego se dicen a sí mismos: “Durante los
próximos 10 minutos voy a ser un canal para que se expre-
se... (nombre del Planeta) de...(nombre de la persona)”.
Luego dejan que aparezca alguna imagen (no im-
porta que parezca disparatada o insólita, no censuren
lo que aparezca). Cada uno de los involucrados abre
los ojos cuando tiene bien clara su imagen.

39
Danzando con el Cosmos

A partir de aquí pueden seguir los siguientes pa-


sos:
1) Se presentan a los otros integrantes hablando
en primera persona, como si fueran esa imagen; es
decir, hablan desde la imagen en primera persona. (Por
ejemplo: si mi imagen fue un avestruz gigante debo
dirigirme a los demás como si yo fuera el avestruz,
hablando en primera persona: “yo soy un avestruz gi-
gante y, como tal, opino que..., o siento que..., etc.”).
2) Cada participante toma nota y luego expresa
la impresión o sentimiento que le producen los de-
más; cómo los “siente” o percibe. Por ejemplo, si al-
guien se presenta como “una locomotora avanzando a
toda velocidad”, cada uno debe expresar qué sensa-
ción o sentimiento le suscita ese personaje.
3) Los participantes dialogan entre sí, cada uno
identificado con su imagen en primera persona.
4) Cada participante propone algo que involucre
a todos los demás personajes, una historia, un proyec-
to, una situación en la que puedan unirse y hacer algo
en común.
5) Siempre hablando desde el personaje, cada
participante discute con los demás la posibilidad de
concretar alguna de las propuestas presentadas.

Durante el ejercicio es esencial no salirse nunca


del personaje/imagen con el que cada uno está identi-
ficado, hablando y viendo siempre la situación desde
la primera persona encarnada en esa imagen.
Es conveniente puntualizar y detenerse sobre las
objeciones que los participantes hagan a las propues-
tas y sobre cualquier reacción que tengan frente al
hecho de hablar desde la imagen.
Esta secuencia es solo una de las posibles, dejo al
lector la tarea de encontrarle a este ejercicio otras po-
sibilidades, pueden inventar.

40
Jorge Bosia

Es conveniente que el que conduce no participe,


siga con atención el ejercicio, tome nota, o mejor, fil-
me los acontecimientos para luego analizar lo sucedi-
do con detenimiento entre todos.
Con todo el material que surge de estos ejercicios
tendrán un conjunto de informaciones utilísimas para
interpretar los Tránsitos (o también los Aspectos).
Estos ejercicios ensanchan los canales entre lo cons-
ciente y lo inconsciente y son un entrenamiento utilí-
simo para un astrólogo.

Ejercicio C:
Otra variante grupal es la siguiente: varios inte-
grantes del grupo se identifican según el método an-
terior con un Planeta. Se establece en el centro de la
sala un espacio escénico bien delimitado (con sillas, con
un hilo, una soga, etc.).
Una vez que los participantes se han identificado
con la imagen del Planeta que eligieron o les corres-
pondió, entre todos inventan un argumento para re-
presentar hablando cada uno desde su imagen. Luego
lo representan –es decir, lo actúan- en el espacio escé-
nico central. También se puede improvisar a partir de
alguna consigna, por ejemplo, cada uno dice lo que
siente por el otro personaje y luego parten de eso. Por
lo menos uno de los integrantes del grupo toma nota
o (mejor) filma el ejercicio.
En los casos de ejercicios grupales es importante
no perder de vista que los Planetas involucrados no
están todos en el mismo nivel: los dos (o más) que
forman el ángulo, son los protagonistas, los primeros
actores. Los que se relacionan por Aspectos natales
son, por su parte, actores de reparto.

41
Danzando con el Cosmos

Para resolver esta cuestión y evitar que todos los


elementos queden “empastados” en un mismo plano
de análisis, se puede establecer algún procedimiento
simbólico en las representaciones o en los diálogos:
por ejemplo, puede establecerse al comenzar el ejerci-
cio que los Planetas que actúan en un plano secunda-
rio son alguna clase de “instrumentos” de los dos
principales, y que, en ese caso, no tienen una “volun-
tad” propia, sino que son “utilizados” según los pla-
nes de los principales, como ayuda, estímulo o auxi-
lio.

Ejercicio D:
Este ejercicio se refiere a la interpretación y puede
hacerse en grupo o por una sola persona.
Se toma un Planeta natal que está siendo afecta-
do por un Tránsito y que, por supuesto, estará en un
determinado Signo del Zodíaco y en una Casa; por
ejemplo Marte. Entonces:

1. Los participantes escriben cada uno tres con-


ceptos que interpreten este Planeta en sí mismo, des-
entendiéndose, por el momento del Signo y la Casa en
que se encuentre.

2. Luego otros tres conceptos para el Signo en


que se halla el Planeta. Y

3. por último, otros tres para la Casa.

Una vez que tienen los nueve conceptos, hacen


una lectura general, por turno.
A continuación cada participante extrae un con-
cepto de cada grupo de tres que él mismo ha elabora-

42
Jorge Bosia

do y con ese nuevo grupo mixto de tres conceptos,


elabora por escrito una idea que los integre.
Se puede hacer lo mismo con el resto de los con-
ceptos, en cuyo caso cada participante dispondrá de
tres interpretaciones.
Al terminar, todos leen sus interpretaciones, pu-
diéndose hacer una selección grupal y una lista e in-
cluso sintetizar algunas de ellas y darles una forma
más elaborada en conjunto.
Vamos a ilustrarlo con un ejemplo: supongamos
que queremos interpretar un Tránsito a Marte en
Aries en la Casa 8. Las listas de tres conceptos podr-
ían ser las siguientes:

Para Marte Para Aries Para la Casa 8


Apetecer Cooperación
Impulsivo
Decidir Sexualidad
Deportivo
Tener inicia- Compromiso
Competitivo
tiva

Interpretación posible: tiene mucha iniciativa cuan-


do se compromete con sus compañeros de equipo para com-
petir.
Si lo tomamos de un modo más amplio podría-
mos decir que una persona con esta posición de Marte
será muy competitivo en aquellas empresas en que reúna
su energía o acción con la de otros en pos de un objetivo
común; sin embargo, es probable que tenga bastante dificul-
tad para comprometerse a largo plazo, pues actuará con
mucha iniciativa personal lo que puede llevarlo a ser agre-
sivo.
Todo esto corresponde al Planeta que recibe el
Tránsito, es decir, al Planeta natal.

43
Danzando con el Cosmos

Ahora bien, el trabajo con el Planeta que está en


movimiento es más complejo. Debemos considerar a
este Planeta como un “viajero” que lleva en su “mo-
chila” los “instrumentos” con los cuales va a intentar
modificar o alterar el estado del Planeta natal.
Además, el Planeta viajero estará actuando, en el
momento de hacer el Tránsito con el natal, en una
Casa y un Signo distintos a los de su propia posición
natal: éste será el punto desde donde tenderá a produ-
cir los cambios.
Por último, la naturaleza del ángulo (o Aspecto)
que forma con el Planeta natal también deberá consi-
derarse de la manera que luego aclararemos.
Los participantes, entonces, procederán de la si-
guiente manera:

1. Cada uno propone tres conceptos para el Pla-


neta, tres para el Signo y tres para la Casa, natales, tal
como hicieron con el Planeta que recibe el Tránsito. A
estos conceptos les pondrán como título: INSTRU-
MENTOS.

2. Luego proponen tres conceptos para el Signo y


tres para la Casa desde donde está operando el Planeta
viajero. A estos seis nuevos conceptos les darán el
título de BASE DE OPERACIONES.

Una vez volcados todos estos conceptos, cada


participante los leerá a los demás.
A partir de aquí cada uno se hará la siguiente
pregunta: ¿de qué manera, con estos instrumentos, el
Planeta viajero puede modificar la situación del Pla-
neta natal, actuando para ello desde esta base de ope-
raciones?
Pongamos un ejemplo: supongamos que el Plane-
ta en Tránsito es Urano, cuya posición natal es Escorpio

44
Jorge Bosia

en Casa 5. Esto podría dar las siguientes interpreta-


ciones:

PLANETA VIAJERO INSTRUMENTOS (Pos. Natal)


Urano Escorpio Casa 5

Ser auténtico Bienes en Relación


común personal
con los hijos
Manejar tecnología Cooperación Expresión
Valorar la amistad Producción Identidad

Supongamos ahora que el Aspecto que hace Ura-


no es una Cuadratura, y su ubicación en Tránsito es
Capricornio en Casa 6. Entonces:

BASE DE OPERACIONES
(Casa y Signo en que está transitando)

Capricornio Casa 6

Padre Trabajo

Comunidad Utilidad

Profesión Discernimiento

Teniendo ya todos los elementos podemos inten-


tar ahora una respuesta a la pregunta que dejamos
planteada arriba.
Tomemos la interpretación que hicimos para
Marte, en este caso el agente es: muy competitivo en
aquellas empresas en que reúna su energía o acción con la

45
Danzando con el Cosmos

de otros en pos de un objetivo común; sin embargo, es pro-


bable que tenga bastante dificultad para comprometerse a
largo plazo, pues actuará con mucha iniciativa personal lo
que puede llevarlo a ser agresivo.
De todos modos, en la práctica real, no hace falta
hacer conjeturas. Lo mejor es preguntarle al interesa-
do, indagar para conocer la forma en que vive su
Marte. Supongamos que lo hacemos y nos damos
cuenta que le cuesta muchísimo trabajo hacer cosas en
común. Que trata, pero no puede con su genio y se
pelea.
Ahora bien, si esto es así, cuando Urano hace la
Cuadratura es probable que desde el área laboral apa-
recerán estímulos para actuar en común, quizá una
sociedad con fines económicos, quizá algo que tiene
que ver con su profesión y que lo compromete con su
comunidad, algo que, al mismo tiempo le permite
ejercer su capacidad de transformar y expresarse con
autenticidad.
Pero es una cuadratura, de manera que la cosa no
es tan fácil. Puede que tema que su carácter impulsivo
y su necesidad de independencia lo vuelvan escéptico
con respecto a la posibilidad nueva, puede que el me-
ro hecho de pensar en actuar en forma conjunta le dé
un poco de fobia y tema ser invadido.
Si la persona resiste a la invitación que le hace el
Cosmos y no se mueve de su apetencia primaria, lo
más probable es que su trabajo se vea de pronto tras-
tocado. Quizá lo despidan, o le hagan hacer cosas que
no le gusta hacer.
En ese caso, la acción de Urano, al no poder ser
integrada de un modo consciente, pugna por serlo y
le “mueve el piso” a la persona en el campo laboral.
En fin, podríamos continuar haciendo conjeturas
y más conjeturas. Eso no es lo importante. Lo que sí
interesa es trabajar junto con el interesado para acla-

46
Jorge Bosia

rar aquellas que le ayuden a decidir qué va a hacer en


su propia vida en esa circunstancia.
Los Tránsitos son oportunidades, y las oportuni-
dades suelen presentarse como crisis. Nosotros, los
astrólogos, tenemos que ser expertos en ayudar a
nuestros clientes a convertir lo que ellos ven como
crisis en nuevas oportunidades.
La finalidad de estos ejercicios es agilizar la men-
te y lograr confianza en las propias interpretaciones.
En la práctica astrológica es siempre preferible pre-
guntar al interesado lo que él ya registra de su propia
vida. Se debe investigar de este modo cómo funciona
en lo habitual, el Planeta natal, y averiguar cómo per-
cibe el interesado lo que el Planeta viajero le
está diciendo al Planeta natal. Sólo a partir de ese re-
gistro personal del propio interesado podemos traba-
jar con responsabilidad sobre la Carta Natal.
Y tengamos en cuenta que la vida es siempre más ri-
ca, imaginativa y sorprendente que nuestra imaginación.

LOS TRÁNSITOS COMO VICISITUDES


DE UN CICLO
Hay otra mirada sobre los Tránsitos que resulta
muy significativo. Se trata de que el Planeta viajero,
en el momento en que hace un Tránsito al Planeta
natal, está cumpliendo también un ciclo. Es decir,
todo Tránsito puede ser visto como una vicisitud de
un ciclo.
Vamos a poner un ejemplo para aclarar este pun-
to: supongamos el caso de Saturno en movimiento
por la Casa 9 en Acuario haciendo una oposición a
Plutón natal en la Casa 3 en Leo.
Entonces, además de este Tránsito, podemos con-
siderar que Saturno está recorriendo la Fase novena
del ciclo que hace con el Ascendente.

47
Danzando con el Cosmos

Esta consideración nos permite poner en contexto


el Tránsito. En el caso planteado, por ejemplo, estan-
do Saturno en la Casa 9, el agente estará sintiendo
que, luego del período crítico que representa la Fase
8, por fin sus proyectos se van encaminando y avizo-
rará una mejoría en su vida; quizá esté elaborando
planes de crecimiento en su trabajo o en sus estudios.
Todo eso lo sabemos por el ciclo Saturno-Ascendente,
y nos da un contexto muy valioso para comprender el
Tránsito.
Pero en el momento en que Saturno haga la Opo-
sición a Plutón, algo muy poderoso parecerá oponer-
se a sus planes, algo que quizá sea una consecuencia
de su estilo de comunicación, fruto de la presencia de
Plutón natal en la Casa 3. Tal estilo de comunicación,
caracterizado tal vez por una actitud esquiva o reser-
vada, será puesta a prueba por Saturno, que actuará
aquí como un acicate para que el agente flexibilice su
modo de comunicarse, si es que quiere que sus planes
de mejoramiento se desarrollen en plenitud. Es decir:
si esta persona, acicateada por la dificultad que Sa-
turno revela respecto de su estilo comunicacional, se
decide a mejorar ese punto, podrá aprovechar a fondo
el paso de Saturno por la Casa 9 y en consecuencia,
expandirse.
Así vemos como muchas veces el ciclo se ve obs-
taculizado –o favorecido- por los Tránsitos. Ambas
miradas deben complementarse para tener una visión
realista de la situación.
De este modo el Tránsito se integra en una visión
más amplia del momento personal, que incluye los
procesos de largo plazo que lleva adelante una perso-
na. La interpretación se enriquece porque, como el
lector sabe, somos tiempo, somos proceso.

48
Jorge Bosia

MÁS SOBRE LA RETROGRADACIÓN


Como ya vimos, hay un factor que resulta esen-
cial para determinar la duración del Tránsito: la retro-
gradación que afecta a todos los Planetas, excepto a la
Luna y el Sol.
El fenómeno de la retrogradación resulta de la
perspectiva geocéntrica que asume la Astrología. Y no
se trata de que los astrólogos creamos que la Tierra
sea el centro del Sistema Solar, como a veces se dice
intentando ridiculizarnos; se trata de un supuesto
asumido con consciencia y que tiene su fundamento
en que vivimos en la Tierra, y por tanto, éste es el
punto de vista que nos interesa a los humanos -no
está de más repetir aquí que la Astrología no se ocu-
pa de los astros en sí mismos, sino de los astros en
cuanto símbolos sugerentes para la vida humana; la
Astrología, aunque su nombre induzca a error, no es
una ciencia del cielo, sino un arte de lo humano.
Pero al situarnos en la Tierra como punto de ob-
servación ocurre un fenómeno peculiar: si un obser-
vador sigue día tras día el movimiento de un Planeta
(Saturno, por ejemplo) por el cielo, observará que en
cierto momento, se detiene en su marcha a lo largo
del Zodíaco (en el sentido de Aries a Piscis) y comien-
za a retroceder (es decir, marcha ahora de Piscis a
Aries). Para, luego de cierto tiempo, retomar su mar-
cha en el sentido inicial.
La aparente retrogradación -del mismo modo que
la aparente aceleración que se produce cuando realiza
su marcha “normal”- es un fenómeno parecido al que
experimentamos a veces cuando avanzamos en un
vehículo y a nuestro lado marcha otro en el mismo
sentido, pero a menor velocidad. Si no tuviéramos
puntos de referencia cercanos -los postes de alumbra-
do, los árboles, etc.- y sólo pudiésemos ver al otro

49
Danzando con el Cosmos

vehículo, consideraríamos que el otro vehículo se


mueve hacia atrás. Todos hemos experimentado al-
guna vez este efecto –en especial cuando nuestro tren
se pone en marcha al lado de otro que está detenido,
pues el tren que está detenido en la vía contigua ocu-
pa todo el campo visual y nos impide tener puntos de
referencia.
Esto es lo que ocurre con el fenómeno de la retro-
gradación, los Planetas parecen moverse hacia atrás,
debido a que la Tierra va más rápido y circula en el
mismo sentido. Pero es solo una ilusión óptica, un
movimiento aparente. No real. Sin embargo, a noso-
tros nos interesa esa apariencia, ya que miramos des-
de nuestro Planeta.
Hay astrólogos que adoptan un punto de vista
heliocéntrico; sólo que no es nuestro caso, ni el de la
inmensa mayoría. Supongo que sería bastante difícil
vivir en el Sol…
El criterio que nosotros utilizamos para determi-
nar con exactitud la duración de los Tránsitos de to-
dos los Planetas, excepto la Luna y el Sol, que no re-
trogradan, es el siguiente:

El punto de partida del Tránsito es el momento en


que se produce por primera vez el ángulo exacto, y
el final del Tránsito es el momento en que el ángulo
se produce por última vez.

La mayor parte de las veces, se producen tres


contactos, aunque en el caso de Neptuno y Plutón,
puede haber cinco contactos, y para Xena hay siete o
más contactos.
A continuación vamos a considerar, primero en
general, cómo funcionan los distintos Planetas en
Tránsito, y luego daremos algunos ejemplos concretos
de interpretación.

50
Jorge Bosia

PARTE II

SIGNIFICADO GENERAL
DE LOS TRÁNSITOS
DE CADA PLANETA

TRANSITOS DE LA LUNA
Los Tránsitos de la Luna son muy poco percepti-
bles, dado que duran unas pocas horas. Los procesos
importantes están significados por los Planetas mayo-
res, la Luna en Tránsito es casi siempre irrelevante.
A lo sumo sus Tránsitos tienen importancia si se
desea saber algo sobre un suceso puntual, como una
entrevista, una cita, y cosas de ese tenor. Quizá tenga
cierto peso si se trata de investigar estados momentáne-
os de ánimo, el tono afectivo, la acogida momentánea que
podemos tener en los demás y los cambios de humor de
personas o grupos.
Es decisivo tener en cuenta que como la Luna es
el astro más rápido del sistema, jamás tiene prioridad
en la resolución de un Tránsito. De modo que, cual-
quiera sea el otro Planeta, siempre será a éste que
deberemos dar prioridad para resolver la situación.

51
Danzando con el Cosmos

En cambio, los Tránsitos de la Luna por Progre-


sión, adquieren una gran relevancia, como veremos
luego. No obstante, también por Progresión, el otro
Planeta es el que tiene prioridad. En Tránsitos conflic-
tivos la Luna siempre representa una opción en exce-
so conservadora, regresiva, cuando no peligrosa o
irrelevante.

TRÁNSITOS DEL SOL


¿Cuál es el sentido de prestar atención a los
Tránsitos solares? ¿Qué podemos aprender de ellos?
El Sol simboliza la posibilidad de expresar nues-
tra singularidad. Simboliza el yo. Tiene la responsabi-
lidad de mantener la unidad psicológica y hacer que
nos manifestemos como una personalidad más o me-
nos estable y definida a lo largo del tiempo.
El yo tiene una estructura trinaria: espectador-
actor-periferia. Los Tránsitos del Sol pueden ser vistos
como momentos en los que se iluminan esos distintos
componentes de la personalidad singular y en un
sentido general, pueden verse casi siempre como
oportunidades para fortalecer el componente actor de
la estructura.
Los Tránsitos del Sol son muy diferentes para al-
guien que no ha salido de los límites del ego, que para
quien ha logrado liberarse del dispositivo lunar.
En el primer caso, el Sol opera como una función
identificatoria que nos adscribe a experiencias o per-
sonas y en tal caso los Tránsitos remiten a sensaciones
de despersonalización o de fortalecimiento de la iden-
tificación. En el segundo caso, en cambio, el Sol opera
como un foco emisor auto-sostenido y auto-
consciente. En tal caso los Tránsitos solares son opor-
tunidades de fortalecimiento del yo en su lado actor.

52
Jorge Bosia

El sentido de los Tránsitos del Sol, no obstante, es


siempre liberarnos del dispositivo lunar.
Sabemos que la personalidad o bien es gobernada
por el dispositivo que representa la Luna, o bien se
gobierna desde el Sol. En el primer caso somos eso
que llamamos “ego”. En el segundo caso, en cambio,
se da un yo autónomo y auto-expresivo, que identifi-
camos con el agente singular mismo.
Los Tránsitos del Sol son oportunidades destaca-
das para pasar del ego al yo.
El ego es una galería de imágenes identificatorias.
El yo es pura acción expresiva, acción que nace de
nosotros mismos y nos expone.
El Sol puede representar también a los hijos. De
modo que los tránsitos del Sol, en ocasiones, no remi-
ten tanto al propio agente, como a su relación con
aquéllos.
Consideramos un error relacionar el Sol con la
función paterna, tal como muchos astrólogos vienen
haciendo desde la Antigüedad. Tal significado no
tiene mayor asidero y surge de confundir el sentido
de la función paterna, que en la Era de Piscis, atrave-
sada por el patriarcado, se malinterpretó a menudo.
En Astrología la función del padre está simbolizada
por Saturno.

TRÁNSITOS DE MERCURIO
Debe tenerse en cuenta que los Tránsitos de Mer-
curio tienen una escasa manifestación; a menudo, sólo
estando muy atentos podemos detectar su operación.
Por lo general, requiere una introspección aguda de
los procesos intelectuales. Los griegos, quizá para mos-
trar este aspecto sutil y silencioso del dios Hermes
(Mercurio), repetían, cuando se producía un silencio
en medio de una conversación: "pasó Hermes…"

53
Danzando con el Cosmos

Podemos aprovechar los Tránsitos de Mercurio


para profundizar nuestro conocimiento sobre cómo
opera nuestra mente, cómo nos comunicamos y cómo
aprendemos.
Sin duda, estos Tránsitos siempre representan
una oportunidad para aprender.
Cuando los investigamos es importante no que-
darnos en el simple contenido de la comunicación.
Hemos sido entrenados a prestar atención solo al con-
tenido de las comunicaciones, lo que ha hecho que la
mayor parte de los elementos comunicacionales que-
de en las sombras. Eso es fuente común de la mayoría
de nuestras desavenencias y discusiones, así como de
no pocas desarmonías psicológicas. Los gestos, la mi-
rada, el tono y el timbre de voz, son parte esencial de
lo que comunicamos. Cuando analizamos los Tránsi-
tos de Mercurio, tenemos una oportunidad de obser-
var estas modalidades, trayéndolas a la conciencia
para, de esta manera, hacer más plena la comunica-
ción y la personalidad misma.
Por supuesto, cuando se estudia un Tránsito de
Mercurio, no está de más estar atentos a lo que pasa
en la relación con los hermanos, primos o inclusive tíos,
así como con vecinos o compañeros de estudio. Estas per-
sonas están representadas por Mercurio, de modo que
nuestra relación con ellas y el significado que tengan
en nuestras vidas pueden cambiar cuando Mercurio
hace un Tránsito.
No se puede dejar nunca de lado la posibilidad
de que se produzcan proyecciones sobre estas figuras.
Lo interesante de la interpretación de los Tránsitos es
apreciar cómo y sobre quién se dan estas proyeccio-
nes. El Tránsito es como un guión de una obra de
teatro, con sus personajes, escenografías, y situacio-
nes.

54
Jorge Bosia

TRÁNSITOS DE VENUS
Los Tránsitos de Venus suelen ser más detecta-
bles que los de Mercurio, dado que Venus está rela-
cionado con el plano físico.
Venus es el Planeta que define la vida erótica, de
modo que sus Tránsitos tienen una primera lectura en
ese sentido. Se pueden seguir sus Tránsitos en co-
nexión con ese aspecto de las relaciones de pareja.
Los Tránsitos de Venus pueden tener que ver
también con el dinero y los bienes en general.
Un Tránsito importante de Venus puede modifi-
car nuestra forma de valorar. Esto se puede apreciar
en toda clase de valores, pero en especial, en la valo-
ración estética. Estos Tránsitos son importantes para
quienes desarrollan una actividad artística o econó-
mica.

TRÁNSITOS DE MARTE
Marte simboliza la capacidad de salir de nuestra
propia zona de influencia para lanzarnos a la conquis-
ta del medio circundante. Marte siempre penetra en la
esfera de los otros. Siempre que haya una irrupción
dentro del campo ajeno, una ruptura del límite prees-
tablecido con los demás, estamos ante un indicio claro
de que se halla en operación la energía de Marte.
A veces seremos nosotros quienes invadamos te-
rreno ajeno; otras veces, nos invadirán. A menudo
estas incursiones producirán conflictos, choques. Sin
embargo, Marte es el motor de la vida; representa la
pulsión promotora en todos los seres vivos, la energía
nueva que se descarga sobre la existencia establecida
y sin la cual vegetaríamos en una rutina circular ce-
rrada. Detrás de la aparente tendencia a la ruptura y a
la guerra, podemos ver siempre en Marte la búsqueda

55
Danzando con el Cosmos

de la unidad: Marte busca lo que lo completa, del


mismo modo que Venus, solo que Venus atrae y Mar-
te avanza. Por eso, en última instancia, en la sombra
de Marte encontramos siempre el amor. La humani-
dad aún no ha trabajado mucho a Marte. Sus Tránsi-
tos son oportunidades para hacerlo.
Cuando se dan estos Tránsitos, deberíamos pre-
guntarnos qué está pasando con las decisiones y con
nuestras apetencias. ¿Qué estamos apeteciendo con-
seguir, conquistar? ¿Tiene vigencia aún la apetencia
que creemos seguir percibiendo?

TRÁNSITOS DE CERES
Los Tránsitos de Ceres remiten siempre a alguna
circunstancia atinente a los procesos de integración
personal y en la comunidad, que son paralelos y
acompasados. Ceres es el factor mediante el cual los
agentes singulares integran las reglas, costumbres,
leyes y demás condiciones que cualquier comunidad
política determina para quienes forman parte de ella
o lo pretenden.
Por supuesto, estos Tránsitos son muy relevantes
cuando de cuestiones laborales se trata. Y por cierto
también, en temas relativos a la enfermedad y la sa-
lud, las dietas, y otros tratamientos.
En los Tránsitos de Ceres es probable que se ex-
perimente algún tipo de inadecuación que será necesa-
rio corregir. Eso es lo primero que debemos buscar.

TRÁNSITOS DE JÚPITER
En primer lugar, Júpiter representa el talento para
mejorar. Eso implica tener confianza y poder de sínte-
sis.

56
Jorge Bosia

En segundo lugar Júpiter simboliza el talento pa-


ra conducir, lo que abarca guiar, enseñar, orientar,
aconsejar, etc.
Cuando hay Tránsitos de Júpiter, son llamados a
la acción estos importantes talentos, y por tanto, son
ocasiones para superar conflictos y para ayudar a
otros en su propio camino evolutivo.
Júpiter pertenece al nivel colectivo, y se nos da
siempre en la medida que nosotros mismos, como
singulares, accedemos a ese nivel. Por eso puede fa-
vorecer los procesos de síntesis del agente singular
con la comunidad política a través, sobre todo, de los
ritos sociales característicos de cada cultura: matrimo-
nio, graduaciones, paternidad, etc.; o bien, mediante
la participación en instituciones representativas que
hacen puente entre lo singular y lo colectivo, como las
instituciones educativas, los partidos políticos, las en-
tidades religiosas, las organizaciones comunales, las
sindicales, las culturales, etc. Los Tránsitos de Júpiter
también pueden manifestar las dificultades que en-
torpecen estas síntesis participativas.
En segundo lugar Júpiter favorece la liberación
de energía de aquellos Planetas que contacta, ten-
diendo a la expansión de las funciones y sectores que
estos Planetas signifiquen.
Para entender bien los Tránsitos de Júpiter, es
esencial distinguir la expansión cuantitativa de la cua-
litativa, porque no hay duda que la segunda es la que
le hace justicia a Júpiter. El mero crecimiento cuantita-
tivo expone un Júpiter que, pese a las apariencias,
siempre es destructivo más allá de cierto límite. Lími-
te que no está muy lejos, por cierto.
A menudo se identifica a Júpiter como una pre-
sencia "benéfica", suponiéndose que toda expansión
es por sí misma "buena"; sin embargo, es obvio que

57
Danzando con el Cosmos

esto no es así. La mitología griega tiene bien identifi-


cado el tipo de falta que ofende a Júpiter: es la preten-
sión de traspasar los límites, sean los propios, los de
las asociaciones en que participamos, o los de la co-
munidad política en que habitamos. Es decir, todo
exceso. Cuando la expansión se lleva más allá de los
límites que cada entidad tiene según su esencia y su
contexto, sobreviene el exceso. Y el exceso en cual-
quier plano, en el comer, en el actuar, en la confianza,
en el trabajo, en la ganancia, etc. Es una falta grave
contra Júpiter -los griegos llamaban al exceso 'hýbris'-,
y cuando esta situación se produce, Júpiter se encarga
de restablecer las proporciones, tanto entre los inmor-
tales, como entre éstos y los mortales. A los mortales,
especialmente, nos suele ir bastante mal cuando Júpi-
ter se enoja.
La fama de benéfico que tiene Júpiter tiene como
consecuencia que en sus Tránsitos, a menudo espere-
mos todo de afuera, como si el Cosmos debiera operar
a favor de nosotros. Con esta actitud lo único que
logramos es proyectar la energía jupiteriana justo en
aquellos momentos en que se encuentra a nuestra
disposición como un talento que nosotros mismos po-
demos ejecutar.
La forma general de aprovechar los Tránsitos de
Júpiter consiste en volvernos Júpiter, es decir, permitir
que Júpiter actúe a través de nosotros. Entonces somos
nosotros los que podemos dar, facilitar, guiar a los
demás. Porque es nuestro Júpiter el que realiza el
Tránsito, a nosotros nos sobra energía. Si la espera-
mos de afuera, de los otros, como quien prepara una
canasta para recibir supuestos dones, esterilizaremos
la cualidad evolutiva de estos Tránsitos. ¡La canasta
ya está llena de dones! Lo que necesitamos es repar-
tirlos y compartirlos.

58
Jorge Bosia

En estos Tránsitos, por otra parte, conviene ver


qué pasa con los viajes importantes, esos que nos
cambian la perspectiva, y qué pasa con nuestra capa-
cidad de enseñar, en especial respecto de los estudios
terciarios.
También conviene considerar qué está pasando
con las creencias de una persona.

TRÁNSITOS DE SATURNO
Saturno representa el principio de realidad.
Sus Tránsitos, por tanto, nos ponen de cara a la
realidad. ¿Qué problema podría tener eso? ¿No esta-
mos siempre en la realidad? El hecho es que no. Mu-
chas veces no estamos en la realidad, estamos en la
ilusión, en la distracción, cuando no en la mentira y la
estafa. En cualquiera de esos casos, los Tránsitos de
Saturno suponen un choque con los límites de la ver-
dadera realidad, no la que imaginamos.
Por tanto, estos Tránsitos nos ponen ante un pri-
mer desafío: asumir los contornos de la realidad. Pa-
sar el trago amargo de absorber la situación concreta
que, como es de suponer, por algo evitábamos. De
modo que el Tránsito es duro.
El segundo paso consiste en actuar en consonan-
cia con la nueva situación que nos ayuda a percibir el
Tránsito. Esa Fase puede incluir el ejercicio de alguna
autoridad frente a los demás, o la aceptación de una
autoridad ajena.
Lo que sabemos, por supuesto, es que frente a los
Planetas más rápidos, Saturno siempre tiene priori-
dad, mientras que cuando el Tránsito se realiza a Pla-
netas más lentos, entonces tienen prioridad éstos
últimos y se da la posibilidad de modificar de manera
efectiva la realidad. En este último caso no se trata

59
Danzando con el Cosmos

tanto de plegarnos a los hechos, sino de transformar-


los.
El talento que nos da Saturno es el de planificar y
cumplir con los objetivos, llevando a cabo los proce-
sos necesarios por los cuales lo potencial se vuelve
efectivo, real. Para que esto se concrete, es necesario
que la función que Saturno representa impida que el
agente se salga de su camino. En este sentido funcio-
na como los rieles del ferrocarril, manteniéndonos en
los límites de nuestra propia estructura y evitando
que descarrilemos.
Utilizando una imagen, podríamos decir que Sa-
turno simboliza aquello que hace que la semilla de
manzano (el manzano en potencia) llegue a ser un
árbol de manzano (manzano efectivo), por ejemplo.
Pero, a la vez, es lo que hace que esa semilla se con-
vierta en un manzano y no en un peral o en cualquier
otra cosa.
Es este último aspecto restrictivo el que genera la
fama de temibles de que han sufrido los Tránsitos de
Saturno en la tradición astrológica.
Sucede que, a menudo, hay una contradicción en-
tre lo que somos y lo que creemos que somos, así como
entre dónde creemos estar y dónde estamos en verdad,
y dado que Saturno es el encargado de hacernos ver
cuál es nuestra verdadera naturaleza y situación pre-
sentes, tomamos sus lecciones como límites, restric-
ciones y cargas que nos impone la vida, en lugar de
ver esos episodios como aquellos en que la vida nos
asiste y ayuda a corregir el rumbo. Es como si el man-
zano se estuviese imaginando que sus frutos van a ser
melones, no manzanas, y como si, cuando aparecen
las manzanas en el extremo de las ramas, el manzano
se sintiese frustrado y dolorido, ¡limitado en su liber-
tad!

60
Jorge Bosia

Saturno es, pues, el símbolo de aquella fuerza que


lleva a todos los entes a su culminación, la que los
realiza (los hace efectivos), les hace dar todo lo que
son capaces de dar dentro de su propia situación y
estructura, dejando de lado todo lo que no son ellos
mismos.
Por eso, los Tránsitos de Saturno suelen ser co-
rrectores, enderazadores de nuestro camino. Al prin-
cipio los vivimos como un obstáculo a nuestras ape-
tencias o propósitos. Pero si asumimos el mensaje de
Saturno, salimos al cabo fortalecidos, templados, ya
que quedamos más integrados a la estructura comu-
nitaria en que habitamos.
En los Tránsitos de Saturno deberíamos prestar
atención a la relación con nuestro padre, así como con
cualquier figura que simbolice autoridad. También a
nuestra conexión con las instituciones, con el Estado o
la comunidad. Saturno es la parte de nuestro ser que
coincide con lo colectivo, con la comunidad. Es nues-
tro ser comunitario.
Como indicábamos más arriba, Saturno es el indi-
cador de realidad. Esto quiere decir que los Tránsitos
de Saturno nos dicen cómo está nuestra conciencia
respecto de la realidad, y la realidad, para nosotros es
lo que llamamos “naturaleza” por un lado, y lo que
llamamos “comunidad”, por otro.
Los Tránsitos de Saturno nos enfrentan con esa
realidad con la que tenemos que confrontar en los
ámbitos colectivos y naturales, desde alguna esfera
específica de nuestra vida. La sugerencia, por supues-
to, es hacerse amigos de la realidad, no contradecirla;
pues esto sería semejante a darse de cabeza contra la
pared.
Y como siempre hay zonas de ilusión, de pérdida
de contacto con los hechos, lo que suele ocurrir es que

61
Danzando con el Cosmos

nos llevamos por delante la realidad. Los Tránsitos de


Saturno suelen indicar estos encontronazos. Por eso
se viven como momentos de frustración, de límites.
Sin embargo, lo único que indican, en realidad, es
que estábamos desajustados, separados de lo real.
Saturno solo nos quiere colocar en el lugar justo, co-
rrecto. A la larga, los Tránsitos de Saturno son fortale-
cedores, pues nos reconectan con la realidad.
A veces pueden ser dolorosos, pero de ningún
modo son malos, nefastos, negativos o algo semejan-
te.

TRÁNSITOS DE URANO
Así como Saturno es el encargado de mostrar los
límites y corregir las desviaciones respecto de nues-
tros modos de ser estructurales (orgánico y comunita-
rio), Urano se encarga de quebrar esas estructuras,
recordándonos siempre que la seguridad es un valor
relativo, que la realidad cambia, que lo inesperado
está a la vuelta de cualquier esquina y no siempre es
inoportuno.
Urano puede ser visto como el “principio de au-
tenticidad”. Los Tránsitos de Urano nos ponen ante
situaciones estimulantes para que aparezca lo más
peculiar, lo más genuino o auténtico de nosotros. La
diferencia con Saturno consiste en que éste desarrolla
algo que ya teníamos en potencia, algo que está como
envuelto y debe ser desenvuelto. En cambio, Urano
introduce posibilidades inéditas, nuevas. Esas posibi-
lidades pasan a ser nuestras una vez que aparecen.
Son verdaderas mutaciones de la estructura, que no
habían salido a luz en ningún sentido. Por eso sor-
prenden a la propia persona.
Según juzguemos las irrupciones de lo inespera-
do agazapados en nuestra necesidad de seguridad y

62
Jorge Bosia

estabilidad, o bien abiertos a la aparición de la nove-


dad, vivenciaremos estos Tránsitos como calamidades
que nos sumen en la incertidumbre o como aconteci-
mientos preñados de futuro en los que la magia de la
creación está presente.
Urano es un introductor de lo desconocido. Y de
tal modo limpia lo obsoleto, lo falso que obstruye esa
emergencia. Urano se opone a la hipocresía, libera de
todo lo que ata sin necesidad o vigencia. Cuando está
más activo en nuestra vida, le otorga a ésta una sen-
sación de encantamiento, liviandad y excitación.
Los Tránsitos de Urano, a veces, pueden también
producir estados de ansiedad, vértigo y estrés; pero
también pueden conducir a la inspiración.
Después de Saturno estamos en una zona que es-
capa a los límites de la personalidad singular. Urano
es un embajador de los amigos y de los grupos de
pares, es decir, de aquellos que han hecho un camino
semejante al nuestro, aunque, por supuesto, también
diferente. Urano no cabe en los estrechos límites de
un yo singular. De allí que los hechos simbolizados
por los Tránsitos de Urano sólo pueden ser conteni-
dos por entidades trans-personales: los grupos que se
generan para compartir aquello en lo que nos hemos
convertido.
Sus Tránsitos por lo general son vividos como la
irrupción de algún desconocido en nuestra vida. Este
es un tema muy trabajado en el teatro y en el cine, que
actúan en este sentido como laboratorios masivos a
través de los cuales buena parte de la humanidad
conoce, experimenta y procesa a Urano. Es el típico
tema de la familia burguesa anquilosada en la cual
irrumpe algún marginal, obligando a todos a replan-
tearse sus relaciones. O es el tema de los seres extrate-
rrestres que llegan a la Tierra. En este caso suele apa-

63
Danzando con el Cosmos

recer expresada la extrañeza de Urano bajo la forma


de hostilidad: se acostumbra representar a los visitan-
tes como temibles: vienen a destruirnos, a invadir la
Tierra.
Por todo lo dicho, en los Tránsitos de Urano de-
beremos fijarnos qué elementos novedosos están in-
gresando a la vida de una persona. Si se trata de una
persona que mantiene un buen nivel de autenticidad,
esto es, que trata de no mentirse, es probable que el
agente los viva como fuerzas interiores que lo empu-
jan a hacer cambios importantes en algún campo de
su vida. De lo contrario tenderá a vivirlos como “sor-
presas” que le mueven el piso y lo llenan de inquie-
tud y ansiedad.
Pero no debemos olvidar que así como Saturno es
el indicador de realidad, Urano es el indicador de au-
tenticidad. Lo que siempre nos va a demandar Urano
es que seamos auténticos, que seamos fieles a noso-
tros, que no nos traicionemos o nos mintamos. Y no
importa lo que hagamos, si pasa la prueba de autenti-
cidad, vale la pena. Es el lema de Urano.

TRÁNSITOS DE NEPTUNO
Neptuno es el señor del mar, origen de toda vida
sobre la Tierra, símbolo de la inmensidad, de lo inde-
finido, imagen de lo que nos fascina, atrayéndonos y
repeliéndonos al mismo tiempo, fuente de temor y
fascinación. Todo esto tiene que ver con el Neptuno
astrológico. Pero ¿de qué manera funciona en los
Tránsitos?
En primer lugar, a Neptuno en Tránsito lo pode-
mos ver como el principio de sensibilidad.
Eso quiere decir que, en lo fundamental, los
Tránsitos de Neptuno nos pondrán frente a situacio-
nes que nos obligan a sensibilizarnos, a volvernos

64
Jorge Bosia

permeables a los sentimientos de los otros. Neptuno


se siente más en las zonas duras, rígidas de nuestra
personalidad. Los Tránsitos de Neptuno son oportu-
nidades para ablandarnos.
Una imagen de la acción de Neptuno podría ser
la del agua sobre un terrón de azúcar. Así, veríamos
como poco a poco, el azúcar se va deshaciendo, disol-
viéndose hasta quedar unificado con el líquido origi-
nal.
Esa permeabilidad tiene un sentido: facilitar la in-
tegración de nuestro ser para volvernos un todo inte-
grado que no destruye las partes que lo forman. Es
decir, Neptuno produce estructuras, no homogeneíza.
Neptuno ayuda a Ceres a juntar nuestros fragmentos
y nos totaliza, nos integra, haciéndonos funcionar
como una unidad sin que se disuelvan las partes.
Ya hemos visto que con Urano se atraviesan las
limitaciones de la personalidad singular, para acceder
a una dimensión grupal; ahora con Neptuno ese pro-
ceso se acentúa. Neptuno nos conecta con colectivos,
con masas.
La sensación de miedo o confusión que suelen
producir los Tránsitos de Neptuno se debe a que sen-
timos que nos conectarnos con algo muy grande, muy
masivo, algo que, sobre todo, no podemos controlar y
en lo que podemos diluirnos. Nos confunde porque
en esos conjuntos podemos perdernos, salirnos de lo
singular para disolvernos en lo indefinido.
Sin embargo, esa disolución ocurre solo si nos de-
fendemos de Neptuno o si adoptamos sus formas más
involutivas, evasivas.
Con Neptuno se trata de conexiones por resonan-
cia, analogía y sincronicidad. Nos hace ver que somos
una unidad que resuena dentro de un ritmo que co-
necta totalidades dentro de totalidades. Así que no

65
Danzando con el Cosmos

hay verdadero riesgo de perderse. Todo lo contrario:


Neptuno nos ofrece la única oportunidad de comple-
tarnos a nosotros mismos en elipses cada vez más
amplias hacia lo grande y cada vez más pequeñas
hacia lo pequeño.
La cuestión es ¿cómo experimentamos aquí, en
esta vida que tiene tantos límites, esta dimensión re-
presentada por Neptuno?
Puede decirse que los Tránsitos de Neptuno sig-
nifican momentos en los que hay una fuerte presión
para que sintonicemos con totalidades más amplias,
colectivas, que nos incluyen.
La energía básica de Neptuno es de comunión, de
ser-uno-con…, de inclusión, y cualquier forma de com-
portamiento que nos abra y nos unifique es amor. El
que representa Neptuno es amor en un sentido trans-
personal, colectivo.
A veces, sin embargo, sobre todo al comienzo de
los Tránsitos de Neptuno, suele haber momentos de
confusión. Cuando hay un Tránsito de Neptuno, en-
tonces, el mensaje básico consiste en conectar con la
capacidad de sentir amor por todo, y en especial de
abrirse y entregarse a lo colectivo.
En todas las épocas se crearon técnicas y se elabo-
raron ritos y roles que intentaban contener a quienes
se hallaban en esta suerte de estado místico que im-
plica Neptuno; incluso se crearon técnicas para provo-
carlo. El yoga, las innumerables técnicas de medita-
ción, la oración, el ascetismo, las prácticas ermitañas,
muchas formas o ritos religiosos, los monjes mendi-
cantes, la poesía, son algunos ejemplos de estas mani-
festaciones aceptadas a lo largo de los siglos.
En los últimos tres siglos, en Occidente, muchas
de estas formas perdieron aceptación y vigencia, apa-
reciendo otras en su lugar o dejando el lugar vacante.
Las nuevas son el cine, los recitales gigantescos de
66
Jorge Bosia

música, el enamoramiento, el servicio anónimo y gra-


tuito. Sin embargo, no parecen ser suficientes para
canalizar el flujo de energía Neptuniana que se de-
rrama sobre nosotros, sobre todo a partir del descu-
brimiento del Planeta en 1846. De modo que, a falta
de instrumentos aceptables y constructivos, la energía
neptuniana se expande bajo formas destructivas, co-
mo el alcoholismo, el consumo indiscriminado de
sustancias químicas nocivas, la manipulación mediá-
tica, etc.
Todas estas son manifestaciones de una creciente
presencia de Neptuno en el mundo. Este proceso ten-
diente al despliegue del nivel colectivo se aceleró con
el descubrimiento del Planeta a mediados del siglo
XIX.
Para superar el temor que producen a menudo
los Tránsitos de Neptuno, es conveniente dejarse fluir,
aflojarse, surfear la ola de Neptuno, aceptando que
nada podemos contra eso. También es crucial buscar
la empatía con las personas involucradas, acompañar-
las en sus sentimientos, solidarizarse con su situación
emotiva.
La compasión, que siempre es un trago amargo y
difícil, porque supone acompañar no solo a quien nos
cae simpático y afín, sino a quien nos produce recha-
zo o repugnancia, puede ser la máxima disposición
que Neptuno requiere de nosotros en los Tránsitos.
Sentir lo que los otros –el amigo y el enemigo, el
amable y el brutal- sienten, acompañarlos, es lo que
nos va a ayudar a "atravesar las grandes aguas", co-
mo dice el I Ching, de Neptuno.
En otro sentido, los Tránsitos de Neptuno suelen
indicar casi siempre, la posibilidad de dar algo por
terminado de un modo definitivo. Neptuno es un ayu-
dante en el trance de acabar una relación, una socie-

67
Danzando con el Cosmos

dad, un trabajo, un estudio, o lo que sea. Este signifi-


cado no se excluye con los desarrollados arriba, y no
es raro que se trate de un mismo proceso.
A menudo los tránsitos de Neptuno son una indi-
cación para entablar conexión sin más, y entregarnos
al flujo de la vida. Y esperar entonces que la ola nos
deposite justo allí donde debemos estar.

TRÁNSITOS DE PLUTON
Lo esencial, cuando se trata de Tránsitos tan lar-
gos y complejos como los de Plutón, es situar la mira-
da en el largo plazo y en el gran angular, cosa que a
veces nos cuesta tanto trabajo, sometidos como esta-
mos a la tiranía de las peripecias cotidianas.
Plutón puede verse como el principio del poder. Y
el poder va siempre unido al compromiso. Por eso
Plutón nos desafía siempre. Y sus desafíos deben ser
asumidos, ya que se trata del más lento de todos los
Planetas, con excepción de Xena.
Sus Tránsitos nos desafían, nos incitan a ir más a
fondo y más lejos, a comprometernos con mayor in-
tensidad con nuestros semejantes. Plutón siempre nos
involucra.
Si el impulso de Plutón no es administrado con
inteligencia o es ignorado, termina por estallar con
violencia, de manera que sus Tránsitos pueden com-
pararse muchas veces con una erupción.
¿Qué es lo que ocurre en una erupción? La tierra
tiembla, las capas superficiales de la corteza se des-
plazan, chocan entre sí y se quiebran, unas placas se
elevan y otras se hunden; por otra parte una porción
de elementos incandescentes de los que no tenemos
noticias porque permanecen debajo de la superficie,
saltan fuera y destruyen todo a su paso, para luego

68
Jorge Bosia

solidificarse y enfriarse poco a poco. La erupción libe-


ra también gases tóxicos y cenizas que cubren gran-
des extensiones, impidiendo a veces la vida en vastas
regiones. Como resultado, el relieve de toda la zona
se modifica, la corteza se hace más ancha y el terreno
se eleva.
De todos estos elementos podemos encontrar un
parangón en los Tránsitos de Plutón. Las placas de la
corteza son un símil de las capas superficiales de
nuestra vida, los hábitos, las conductas acos-
tumbradas, la parte consciente de nuestro comporta-
miento, las estructuras que integramos o que hemos
creado hasta allí.
La lava es una buena imagen de aquellos aspectos
"calientes" con los que no tenemos ningún deseo de
encontrarnos, las perversiones, las represiones, la
culpa, los resentimientos, los aspectos más primitivos,
crueles, salvajes, que nos habitan y que ocultamos ba-
jo la abigarrada superficie de la rutina cotidiana de
nuestra existencia.
De pronto se rompen todos los límites y se de-
rrama la lava incandescente en todas direcciones pro-
vocando pánico. Lo impresentable se manifiesta, nada
podemos hacer para controlarlo, quiebra todas las
barreras, arrasa, quema a su paso la vida de la corte-
za. Esta corteza, bien puede ser la corteza cerebral, la
parte del cerebro que rige la actividad consciente y
que constituye una mínima parte de la masa total. Ese
material incandescente de las entrañas de la Tierra
que surge hacia la corteza, puede verse como la apari-
ción del estrato reptil de nuestro ser que, mantenién-
dose latente, cada tanto irrumpe. Al fin y al cabo la
corteza terrestre está, en gran parte, constituida por
lava solidificada, es sobre esta cosa inmanejable, in-
sostenible y horrible que es la lava, que toda la vida

69
Danzando con el Cosmos

ha ido construyendo luego su caleidoscópica varie-


dad. A cada erupción corresponde una elevación ma-
yor de la corteza.
Los gases tóxicos que enrarecen el aire durante
una erupción son una imagen de la confusión y los
pensamientos destructivos que suelen liberar los
Tránsitos de Plutón. La erupción supone la acumula-
ción de presión interna que tiene su paralelo en la
presión psicológica que acompaña estos procesos.
El desarrollo de la sismografía y la vulcanología
en las últimas décadas -recordemos que Plutón es
ubicado en el cielo en 1930-, que hace posible, dentro
de ciertos márgenes, predecir los movimientos telúri-
cos y las erupciones, permite abrigar esperanzas de
que la humanidad esté cada vez más consciente de
Plutón, lo que puede facilitar que sus Tránsitos no nos
tomen tan por sorpresa.
Todo lo antedicho corresponde a los casos en que
no aceptamos los desafíos de Plutón. Si lo hacemos,
en cambio, tomaremos el camino del empoderamien-
to personal y grupal, asumiremos con mayor com-
promiso nuestro propio poder, lo usaremos.
Eso siempre involucra a otros, ya que no hay po-
der en solitario, sino siempre en relación con alguien
más.
Plutón representa el talento para producir con
otras personas en relaciones sinérgicas. La capacidad
de reunir las apetencias de varias personas y hacerlas
confluir en un proceso productivo dirigido a conse-
guir ciertos objetivos comunes. Plutón construye vo-
luntad grupal corporativa. Y sus Tránsitos suelen ser
indicaciones para que nos embarquemos en tales pro-
cesos.
Por eso también es el incitador de las más pro-
fundas transformaciones. Transformarse es ir más allá
del propio límite en algún escenario de la existencia.
70
Jorge Bosia

Pero el área propia de Plutón es aquella de lo que


tenemos en común con otras personas. Ir más allá de
nosotros mismos, entonces, supone transformar esas
relaciones, encontrarse y desencontrarse con otros
agentes concretos, específicos.
A su vez, ese compromiso supone un soltar con-
tenidos psíquicos retenidos acaso durante muchísimo
tiempo, lo que a menudo tiene una connotación dolo-
rosa o temible cercana a la muerte. Sin embargo, no es
una muerte sino en un sentido simbólico. De tal
“muerte” se renace renovado y enriquecido por el
aporte de otros que han debido hacer el mismo proce-
so con nosotros.
La operación de Plutón es la efectiva producción
cooperativa, sinérgica, con los otros. De allí la capaci-
dad constructora de poder, que Plutón también im-
plica. El poder, implícito siempre en todo Tránsito de
Plutón, es el fruto de dejarse ganar por el impulso
cooperativo.
Plutón es, ni más ni menos, la capacidad de co-
operar. La visión tradicional de este Planeta asociado
a Escorpio, es un malentendido. Surge de confundir
los efectos colaterales de la cooperación, con el núcleo
significativo de la misma. La cooperación tiene como
efecto colateral la liberación de los contenidos ocultos
en aquellos que cooperan. Trabajar juntos en una obra
común es difícil porque ocurre que a poco de ponerse
a trabajar afloran todos los fantasmas emocionales
enterrados en el fondo del psiquismo. Inclusive aque-
llos que no pertenecen a los agentes en cuestión, sino
que ellos transportan, porque están enraizados en el
fondo psíquico común de la humanidad, lo que la
escuela jungiana denomina inconsciente colectivo.
Al cooperar surge toda esa resaca emocional de
culpas, resentimientos, odios, perversiones, reproches

71
Danzando con el Cosmos

y demás fauna psíquica, tanto personal como colecti-


va, en lo habitual, soterrada. Y eso ha dado como re-
sultado que los astrólogos asocien a Plutón (y a Es-
corpio) con tal fauna. El error es confundir los efectos
colaterales, como ya indicamos, con el núcleo de esta
energía, que es la cooperación o sinergia.

TRÁNSITOS DE XENA
Xena representa el principio de búsqueda de con-
cordia. Con Venus, es el otro Planeta que podríamos
llamar “Planeta del amor”.
Es necesario tener en cuenta que los Tránsitos de
Xena son muy largos, como mínimo se extienden por
siete años. De modo que se trata de procesos difíciles
de detectar.
Sin embargo, al ser el Planeta más lejano y más
lento, resulta el más poderoso del sistema, el que tie-
ne prioridad por sobre todos los otros, inclusive sobre
Plutón. Por eso podemos decir que desde 2006, el
amor puede prevalecer con más efectividad sobre el
poder.
El sistema de la Astrología implica –ahora lo sa-
bemos porque el cielo mismo ha hablado- que la fuer-
za más importante, la que hegemoniza todas las de-
más, es el amor, la apertura al otro en aras de lograr la
concordia destinada a producir cualquier tipo de rea-
lidades en conjunto, cooperando, constituyendo
vínculos sinérgicos.
Xena conduce a Plutón, así como el amor conduce
la cooperación.
Por tanto, los Tránsitos de Xena son oportunida-
des dirigidas a que aprendamos a negociar a fin de
unirnos para cooperar.
Negociar implica, para cada uno de los que van a
negociar:

72
Jorge Bosia

1. La valentía de exponer su deseo con


sinceridad y claridad.
2. La capacidad de escuchar el deseo de la
otra parte.
3. La generosidad de ceder en forma pro-
porcional a lo que están dispuestas a ceder las
otras partes.
4. La creatividad para hallar fórmulas de
síntesis, justas para con todas las partes.

Como podemos ver, negociar no es algo fácil, si


bien está dentro de las posibilidades de cualquier
persona corriente que tenga la constancia de entre-
narse.
Con Xena, no se trata solo de lograr acuerdos que
produzcan un estado de paz o estabilidad, sino tam-
bién –y sobre todo- de acuerdos que apunten a la ac-
ción conjunta, sinérgica. Son acuerdos hacia adelante,
que miran al futuro, no solo a evitar conflictos, sino a
producir con creatividad.
Y no podemos dejar de mencionar que Xena es un
Planeta decisivo respecto de las relaciones de pareja.
En efecto, si Venus es la base erótica de la pareja
sexual, el vínculo de piel, Xena es la capacidad que
nos permite involucrarnos a largo plazo y proyectar
las relaciones al futuro.

OTRAS CUESTIONES TÉCNICAS


Arriba hemos propuesto una tabla con la dura-
ción aproximada de los Tránsitos de cada Planeta.
Ahora bien, hay algunos Planetas que nunca tie-
nen movimiento retrógrado. Son las llamadas “lumi-
narias”, o sea, la Luna y el Sol, que se mueven siem-
pre en el sentido de Aries, Tauro, Géminis...

73
Danzando con el Cosmos

Los otros Planetas, en cambio, entran de manera


periódica en “movimiento retrógrado”. Es decir: cada
cierto tiempo parecen retroceder, y luego de un per-
íodo en que se mueven en sentido inverso al que in-
dicábamos en el párrafo anterior, vuelven a moverse
en el sentido Aries, Tauro, Géminis...
Si observamos a Plutón en el año 2000, por ejem-
plo, vamos a ver que al principio de aquel año avan-
zaba en sentido directo, pero el día 15 de Marzo se
detuvo y comenzó a moverse en sentido retrógrado. Y
retrocede sin pausa hasta el 20 de Agosto de ese año,
en que de nuevo se detiene y vuelve al sentido direc-
to.
En el diagrama, vemos graficada la misma idea
para un Tránsito de Saturno sobre Mercurio.

La pregunta es: ¿cómo interpretar esos movi-


mientos de avance y retrogradación?
La cuestión no es tan complicada como parece a
primera vista. Se trata de diferencias muy sutiles.
Aunque ya sabemos que algunas veces hay 5 o más
contactos en un Tránsito, el proceso típico sucede en
tres Fases sucesivas:

74
Jorge Bosia

 Planteo de la situación (lo que implica conflic-


to si son Tránsitos tensos)  Va desde el primer con-
tacto hasta la primera detención.

 Elaboración de la situación o conflicto  Des-


de la primera detención hasta la segunda, o sea: todo
el período de movimiento retrógrado.

 Resolución y reacomodamiento  desde la se-


gunda detención hasta el último contacto:

Esto no siempre es tan claro en la práctica; pero


sirve como esquema de base. Es decir, desde que co-
mienza el Tránsito, se plantea una situación nueva
que nos sorprende. Se produce un tironeo entre el Pla-
neta en Tránsito y el Planeta natal que, a menudo, se
vive como un conflicto si el Tránsito es una Conjun-
ción, una Oposición o una Cuadratura.
Luego es necesario elaborar la situación colocán-
dose, tanto en un sentido psicológico, como en cuanto
a la conducta, en la posición que proponga el Planeta
más lento. Esa es la clave del Tránsito.
Queremos hacer hincapié en que nuestra posibi-
lidad de aconsejar al cliente se basa en sugerir que se
identifique con el Planeta más lento y asuma la posi-
ción que esa identificación suponga.
Si nos instalamos en el Planeta más rápido el
Tránsito es insoluble y el conflicto se agrava y/o se
posterga.

ALGUNAS INTERPRETACIONES
Las interpretaciones que esbozaremos tienen el
fin de servir como inspiración y no como recetas para
aplicar sin pensar. La Astrología trabaja con significa-

75
Danzando con el Cosmos

dos. Por tanto, puede anticipar el significado de los


tiempos; pero no los sucesos.
Teniendo esto en claro, podemos darnos cuenta
de la utilidad del seguimiento y análisis de los Tránsi-
tos en la Carta Natal: se trata de una oportunidad que
se renueva todo el tiempo, de observarnos a nosotros
mismos en la danza de los diferentes talentos y fun-
ciones que nos componen. Día a día se suceden las
combinaciones que ponen de manifiesto los distintos
aspectos de nuestra personalidad.
Las interpretaciones de los Tránsitos que hemos
de dar a continuación deben ser consideradas a par-
tir de lo dicho; las decisiones son siempre responsabi-
lidad de quienes las toman, no es el propósito del
astrólogo suplantar al cliente en la toma de decisio-
nes, sino aportarle un amplio panorama para que él
mismo pueda decidir mejor. Y en todo caso, aconsejar
según su buen saber y entender, recalcando que la
decisión final es del cliente.
Los que siguen son ejercicios de interpretación que
deben ser tomados como tales y ampliados en cada
caso por el lector según su creatividad. Las interpre-
taciones que surjan serán sin duda parciales, porque
omiten la comprensión del contexto total de la Carta
Natal a que se remiten.
Por ejemplo: cuando analicemos la conjunción de
Venus con el Sol, diremos en general que habrá gran-
des posibilidades de pasar un momento más placen-
tero que lo habitual. Pero si esta interpretación se re-
mite a una persona en particular, debería ponérsela
dentro del contexto total de la situación descripta por
su Carta Natal. Podría ocurrir que el día en que se da
esta conjunción, el agente sea desaprobado en un
examen, o se quiebre un tobillo, por ejemplo. Enton-
ces ¿dónde está el momento placentero? Algo habrá,
pero él no podrá disfrutarlo en plenitud. Siempre hay
76
Jorge Bosia

que considerar que lo que le ocurre a alguien es resul-


tado de numerosas variables que interactúan. Somos
estructuras, no cosas. Por lo tanto, esta conjunción
sólo interviene como un elemento más en ese cuadro
complejo. Lo que importa es que de hecho, interviene.
Es probable que esa Conjunción de Venus y el Sol
pueda actuar como un suavizador de la situación
general. No es lo mismo ser aplazado con injusticia o
desconsideración, que recibir explicaciones amables y
quedar en buenos términos con los profesores, o que-
brarse el tobillo a 1500 metros de altura escalando una
montaña, que al bajar el cordón de la vereda a media
cuadra de un hospital.
En consecuencia, si interpretamos los Tránsitos
fuera de contexto, por lo general no les encontrare-
mos todo el sentido que poseen o nos confundiremos.
La Astrología exige un gran esfuerzo intelectual y
afectivo, es un verdadero arte y no puede resolverse
con “tijera y goma de pegar”.
Vamos a interpretar solo algunos Tránsitos. No
vale la pena tomarse el trabajo con los de la Luna, por
ejemplo, debido a que son muy fugaces. No ocurre lo
mismo con la progresión de la Luna, que es de la ma-
yor importancia, como veremos más adelante.

SOL OPOSICIÓN LUNA


Define un día o dos en el que, en lo afectivo y fami-
liar, las cosas quizá no resulten tan agradables como
esperamos. Tal vez nos demanden más de lo que
estamos dispuestos a ofrecer o pidan algo que senti-
remos que contradice nuestra manera más elemental
de ser. También podemos sentir que las necesidades
afectivas nos afectan más que lo habitual. Es aconse-
jable no ponernos rígidos, exagerando el orgullo.
Como toda Oposición, sólo se resuelve logrando un

77
Danzando con el Cosmos

equilibrio o una síntesis entre los dos términos. Sin


embargo, la posición principal es el Sol y es a éste al
que hay que dar prioridad. Los Tránsitos que recibe la
Luna siempre son interesantes, ya que permiten to-
mar distancia del dispositivo estratégico que la Luna
simboliza. Así que aquí hay que expresarse tratando
de ser fiel a uno mismo y ganar autoconsciencia pese
a las protestas de nuestra parte lunar.

SOL CUADRATURA LUNA


La combinación es similar a la de la Oposición, y
la regla de identificarse con el Sol y no con la Luna se
mantiene, por supuesto. Se trata de que los compor-
tamientos que usamos para ser reconocidos y apre-
ciados no encajan con aquello que nos hace sentir
cómodos. Seguro que es un momento propicio para
hacer un abandono de la comodidad lunar, a fin de
dar paso a un crecimiento personal más certero. El
dispositivo psicológico lunar tiende a manifestar sus
connotaciones perniciosas, pero esto mismo puede
hacernos tomar mejor consciencia del mismo.

SOL CONJUNCIÓN MERCURIO


Puede ser un día de gran lucidez. Quizá tenga-
mos más ganas de hablar que de costumbre, o quizá
de jugar, divertirnos y reír. Los problemas tal vez no
aprieten tanto y hasta puede que les encontremos
salidas novedosas. Es un día aprovechable para asistir
a alguna reunión y disfrutar de la conversación. Si
estamos muy aislados podemos tomar consciencia de
ello o dar algún paso para superarlo. También las
actividades comerciales estarán activadas, así como la
posibilidad de algún corto desplazamiento. Si tene-
mos hermanos podemos lograr comprender mejor sus
puntos de vista o tal vez intercambiar ideas. Podría-
78
Jorge Bosia

mos sentirnos muy compenetrados con alguno de


ellos.

SOL OPOSICIÓN MERCURIO


Quizá con este Tránsito tengamos tendencia a
discutir o polemizar. Sin embargo, la capacidad para
comunicarnos no estará bien coordinada con nuestra
propia imagen e identificaciones. Por ende, quizá
digamos algo que de lo que luego nos arrepintamos.
Conviene ser prudente también en lo comercial. Lo
más conveniente pareciera ser mantenerse en una
actitud mental abierta, pero centrada en uno mismo,
evitando dispersarnos. Puede acaso parecer poco gra-
to defender posiciones propias frente a hermanos,
pero eso es lo que se deberá hacer para navegar este
Tránsito.

SOL CONJUNCIÓN VENUS


Si nos instalamos en la posición que indica el Sol,
puede ser un día lleno de arte, de disfrute sensual y
sexual, de exaltación de los sentidos. Pero si nos incli-
namos por escuchar a Venus podríamos caer en una
lentitud o pereza que quizá nos haga sentir incómo-
dos o ridículos. Es difícil que con este Tránsito este-
mos exentos de algún placer corporal o estético. Es un
buen momento para tomar conciencia de nuestra ca-
pacidad para la ternura, la amabilidad y la sensibili-
dad artística, pero siempre desde el Sol, desde una
posición que expresa la propia identidad o creativi-
dad. Si realizamos alguna labor artística o artesanal,
el día puede ser muy significativo, porque podemos
descubrir formas expresivas más personales. También
para detenernos un momento y apreciar el exacto

79
Danzando con el Cosmos

valor de lo que poseemos y lo que eso significa para


nosotros.
SOL TRÍGONO VENUS
Este Tránsito puede coincidir con un día muy
agradable y placentero. Ideal para disfrutar al aire
libre o a través de la creación o la contemplación artís-
ticas, o del erotismo o cualquier placer. Un momento
en el que puede fluir el erotismo y todo aquello que
nos reconcilia con la vida. La pareja puede tocar un
punto de esplendor. Los asuntos económicos también
pueden verse beneficiados, a través de cobros, ventas,
o valorización de nuestros activos.

SOL CONJUNCIÓN MARTE


Este Tránsito puede marcar un día de gran ímpe-
tu, energía y decisiones. Es de esperar una compene-
tración espontánea con los deseos, que nos hará po-
nernos en marcha con sólo hacerlos acceder a la men-
te. Por lo cual es un momento interesante tanto para
emprender algo, como para mover cuestiones estan-
cadas o dar más fuerza a aquellos procesos que estu-
vieran en marcha. Podemos estar muy motivados en
general, tal vez tengamos deseos de competir y cierta
propensión a la agresión, si no tenemos buena co-
nexión habitual con nuestro Marte.

SOL OPOSICIÓN MARTE


Hay posibilidades de que se produzcan peleas
hoy, pues nuestra mera presencia podría irritar a
otros o, a la inversa, la sola aparición de alguien pue-
de ponernos de mal humor. Conviene no responder a
los estímulos que aparezcan, sino tomarse un tiempo
para pensar. Si nos instalamos en el escenario que
propone el Sol aquí (vanidad, engreimiento, desdén

80
Jorge Bosia

hacia los demás), las posibilidades de conflicto son


altas. Si encauzamos la fuerza impulsiva de Marte
hacia el deporte, por ejemplo, podemos, al menos,
divertirnos o sentirnos satisfechos de nuestro desem-
peño. Tal vez comprendamos ciertas contradicciones
que existen entre nuestros aparentes deseos y otras
exigencias también propias, que nacen de identifica-
ciones que, acaso, deberían caer.
Es un momento apropiado para ir al odontólogo,
hacerse una intervención quirúrgica y cosas de ese
tenor. Eso sería como tomar el toro por las astas.

SOL CONJUNCIÓN JÚPITER


Este Tránsito indica un momento de confianza y
sentido de orientación en el que puede tomarse cons-
ciencia del estado actual de los proyectos, aprove-
chando para dar un impulso oportuno. Es también un
momento para destrabar alguna situación que pudie-
ra estar empantanada. Puede haber una dosis extra de
suerte. Quizá se conciba la idea de realizar algún via-
je, o éste surja ahora como de la nada. Buen momento
para analizar la marcha de los estudios, para dar
algún examen o hacer una presentación. Con este
Tránsito es importante no perder de vista la propia
naturaleza, no pretender expandirse sin respetar lo
que cada uno es.

SOL CUADRATURA SATURNO


Se pueden producir obstáculos, demoras o tra-
bas. No es un buen método forcejear y arremeter con-
tra los obstáculos. Eso significará un desgaste notable
de energía, nos pondrá rígidos y, a la larga, no dará
resultado. Más vale tomar nota de los límites que apa-
rezcan, asumiéndolos y actuando a partir de esa toma

81
Danzando con el Cosmos

de conciencia. Saturno es el principio de realidad, así


que de poco vale querer enfrentarlo desde el Sol. No
sería extraño que nos recuerden nuestras obligaciones
con cierta dureza, lo que puede llevarnos a un conflic-
to si no estamos muy alertas o no nos controlamos un
poco. La oportunidad que ofrece este Tránsito es en-
trever el verdadero yo, por detrás de la máscara con
que nos presentamos por lo común. Siempre el Plane-
ta lento tiene prioridad y en este caso es Saturno.

SOL CUADRATURA URANO


Es posible que este Tránsito plantee la necesidad
de incorporar nuevos elementos a alguna actividad o
situación que venía desarrollándose con normalidad
y con la que estamos identificados. Quizá la búsque-
da de independencia se halle exacerbada y lleve a
chocar con cualquier restricción que aparezca. Tam-
poco será tan fácil utilizar el ingenio y la creatividad,
por más que es lo que corresponde aquí. Podemos
tender a resolver las situaciones de manera estereoti-
pada o distanciándonos. Si nos ponemos rígidos o
insolentes, pueden dejarnos solos.

SOL CONJUNCIÓN NEPTUNO


Es un Tránsito que puede transportarnos a las
zonas más sensibles de nuestra personalidad, acti-
vando el amor hacia los seres humanos en general y
hacia toda manifestación de vida. Es esperable que
nos sintamos más identificados con el sufrimiento de
los demás o que tengamos momentos de ensoñación.
Es aconsejable acercarse a la música o a la poesía. Sin
embargo, quien tenga una personalidad demasiado
estructurada, es probable que en este día se sienta
algo confuso o desorientado. No es aconsejable una

82
Jorge Bosia

actitud evasiva que deje de lado responsabilidades o


trabajos pendientes.

SOL CONJUNCIÓN PLUTÓN


Este Tránsito puede hacer que salga a la luz algún
aspecto oculto y recóndito de la personalidad. Favo-
rece el contacto con personas poderosas en cualquier
sentido que se tome esta palabra, así como la toma de
consciencia del propio poderío personal, sobre todo
en el seno de grupos productivos. Tal vez eche luz
sobre algún conflicto latente obligándonos a traerlo a
la consciencia. En definitiva, marca un buen momento
para indagaciones íntimas, dando una oportunidad
para un efectivo crecimiento en algún campo, sobre
todo cuando hay actividades cooperativas.
Quizá algunos decidan, con un Tránsito como éste,
iniciar una terapia que lo conecte más con su propia
potencia.

MERCURIO CUADRATURA PLUTÓN


Con este Tránsito corremos el riesgo de enredar-
nos en nuestros propios pensamientos. Es convenien-
te evitar obsesionarse con cuestiones teóricas o pro-
blemas cotidianos. Tal vez por ahora no dispongamos
de la totalidad de la información necesaria sobre lo
que nos preocupa. Si hablamos o pensamos demasia-
do, es posible que nos enfrentemos con fuerzas más
poderosas que las nuestras, más favorable es perma-
necer callado y tratar de obtener más datos de la cues-
tión.

MERCURIO CONJUNCIÓN MARTE


Este Tránsito supone una tendencia a la disper-
sión, que es lo que debería evitarse. Es un adecuado

83
Danzando con el Cosmos

momento para iniciar nuevos cursos de acción o bien


explorar aspectos no frecuentados en las acciones
habituales. Es un día proclive a la hiperactividad, en
el que también pueden aparecer una multitud de de-
seos nuevos y variados. Un momento adecuado para
dar a conocer las aspiraciones propias a los demás;
quizá no sea muy adecuado tomar decisiones que
puedan postergarse, pues el apresuramiento no es
buen consejero.

VENUS OPOSICIÓN SATURNO


Este es un aspecto que tiende a colocarnos en una
posición incómoda, poco confortable: puede haber
obstáculos importantes que caigan sobre las aspira-
ciones sentimentales o económicas inmediatas. Las
relaciones amorosas tienden a expresarse sin pasión,
de manera fría o bien pueden experimentarse recha-
zos. Sólo una actitud responsable y abierta, pero no
rígida o reglamentarista, va a dar buen resultado. El
tiempo conspira también hoy contra los intentos eró-
ticos. Si nos ponemos inflexibles, lo más probable es
que, de una manera o de otra, resultemos frustrados.
Pero si apelamos a una actitud prudente, atenida a los
límites del contexto real, las situaciones tienden a en-
cauzarse.

MARTE CUADRATURA LUNA


Son unos días en los que se pueden manifestar
sentimientos agresivos fruto del afloramiento de re-
sentimientos u otros aspectos oscuros de la afectivi-
dad, como celos, envidias, etc. Tanto podría caerse en
debilidades que enfurezcan a los allegados, como, por
el contrario, en actitudes invasoras que pasen por
encima de los deseos y los sentimientos de aquellos.
La clave es dar un buen registro de Marte, por ejem-

84
Jorge Bosia

plo, a través de iniciativas constructivas, sin invadir o


agredir.

MARTE OPOSICIÓN VENUS


Este es un Tránsito que puede polarizarnos con la
persona que amamos, y no importa el motivo. Sin
embargo, no siempre se trata de una ecuación conflic-
tiva. Si nos ubicamos en una actitud activa, si toma-
mos la iniciativa sin agredir, es muy probable que la
otra persona acepte esto de buen grado y se acople a
nuestros deseos uniéndose en la acción. Sin embargo,
es probable que las situaciones se desarrollen siempre
al borde de la tensión y se empantanen en caso de una
imposibilidad de romper la asignación fija de roles. Si
somos tan flexibles como para invertir los papeles a
tiempo -y varias veces-, aunque haya cierta aspereza,
todo puede fluir con erotismo y belleza.

MARTE OPOSICIÓN PLUTÓN


Este Tránsito podría significar un momento de
lucha por el poder con alguna persona o dentro de un
grupo. Indicará con frecuencia un desafío al tipo de
poder que la persona ejerce. Es una clase de situacio-
nes en las que ha de pagarse algún costo. No sería
rara una tendencia a actuar por compulsión, movido
por un alto voltaje emocional, lo que no es para nada
aconsejable. Lo adecuado sería actuar con estrategia,
sin apresurarse. Los conflictos que aparezcan pueden
hacernos ver algún aspecto de nuestro propio modo
de usar el poder personal que irrita a los demás. Entre
impulso inmediato y estrategia, por supuesto, se debe
elegir esta última.

85
Danzando con el Cosmos

JÚPITER TRÍGONO SOL


Esta suele ser una época expansiva que puede
permitirnos mostrar a los demás un perfil más influ-
yente y una mayor presencia, siempre que no nos
desviemos de las líneas centrales de nuestra vida, que
es aquí el peligro. Los sentimientos más entrañables
pasan por un gran momento. Es también una época
propicia para planear los próximos años dejando vo-
lar las mejores aspiraciones, aquellas que más genui-
nas. Es fácil excederse o descentrarse, perder el eje
propio en aras de una rápida expansión. Por supuesto
eso no es aconsejable. Dentro de lo propio, es una
oportunidad para avanzar todo lo que uno pueda, el
campo está mucho más libre de obstáculos que lo
habitual; la autoestima y la confianza se combinan.

JÚPITER CUADRATURA MERCURIO


Este Tránsito puede hacernos decir cosas que es
prudente callar y de las que luego podríamos arre-
pentirnos, o bien puede inducirnos a hablar de más.
No es raro que también tengamos tendencia a dar
demasiadas vueltas sin llegar al punto. Puede que nos
mostremos proclives a la irresponsabilidad, en espe-
cial en lo que se dice. Es probable que en alguna oca-
sión el significado de las palabras se nos vuelva en
contra. Si nos conectamos con un buen registro de
Júpiter el momento puede ser notable para todas las
actividades intelectuales, en especial las ligadas a la
comunicación, así como para los vínculos con los
hermanos. La clave es tender a lo mejor, no a la mera
expansión cuantitativa.

JÚPITER CONJUNCIÓN URANO


Con este Tránsito tenemos la oportunidad de uti-
lizar todo el poder creativo de que somos capaces.

86
Jorge Bosia

Opciones que en otras circunstancias no nos atrever-


íamos a poner en juego son ahora posibles, porque
nos encontramos más confiados. Puede que tengamos
necesidad de independizarnos en algún sentido o en
algún aspecto de nuestra vida. Siempre es mejor darle
prioridad a Urano, por supuesto.

SATURNO CUADRATURA SOL


Con este Tránsito bien puede suceder que la mar-
cha de algunos proyectos que hemos estado alimen-
tando en los últimos años, revele algunas contradic-
ciones con nuestra propia percepción de las cosas y
con la autoconciencia ganada hasta el momento,
obligándonos a realizar algunos ajustes que pueden
no resultarnos agradables. Aquí podría estar el origen
de los obstáculos y postergaciones que pueden apare-
cer bajo este Tránsito. No es raro que necesitemos
seleccionar y en consecuencia, desechar algo que
quizá ha sido cargado con afecto en el curso de la
realización de nuestros proyectos principales.
Es un momento para la prudencia y la responsa-
bilidad. La realidad manda por sobre los deseos más
queridos y las imágenes más entrañables.

SATURNO CONJUNCIÓN LUNA


Este Tránsito indica un período en el que las cir-
cunstancias reales de la existencia revelan las limita-
ciones que tiene nuestro dispositivo lunar, es decir,
nuestros modos tradicionales de comportamiento, las
maneras casi automáticas que tenemos de responder
a los retos cotidianos de la vida, la zona de confort. Es
probable que en esta época tengamos la oportunidad
de ver hasta dónde nuestras estrategias habituales
nos siguen dando resultado y qué es lo que no resuel-
ven. En particular, es probable que aparezcan a la

87
Danzando con el Cosmos

conciencia los puntos flojos que se refieren a la vida


emocional, carencias que por lo común disimulamos.
Aquellos aspectos de los que depende nuestro senti-
miento de seguridad pueden revelar su precariedad
real.
Son esperables situaciones incómodas en el ámbi-
to familiar, o bien respecto de nuestra casa. Es una
época para pasar en limpio el estado de nuestra base
de apoyo emocional, abandonar espejismos o ilusio-
nes y avanzar, quizá con más lentitud, a partir de una
mayor solidez y verdad.

SATURNO OPOSICIÓN VENUS


Durante este Tránsito podemos llegar a sentir con
fuerza, limitaciones concretas a nuestros deseos o
esperanzas en el terreno erótico. Puede que no nos
sintamos correspondidos, o por el contrario, que no-
sotros no correspondamos con nuestros sentimientos
a alguna otra persona que nos demanda.
Puede que experimentemos un déficit en nuestra
capacidad de atraer a otros, sobre todo en sentido
erótico.
En otro sentido, tal vez nos sintamos atraídos por
personas que significan para nosotros seguridad o
solidez. Pero, es posible que los tiempos de nuestros
sentimientos no encajen con los tiempos de los senti-
mientos de quien se relaciona con nosotros.
Es muy posible que la aparición de conflictos de
pareja se relacione en esta época con cuestiones de
límites en la intimidad; este Tránsito es una oportuni-
dad para redefinir estos límites.
Lo mismo puede suceder respecto de la situación
económica. No es tiempo para gastar, sino para aho-
rrar o, si fuera preciso y oportuno, para invertir.

88
Jorge Bosia

Los artistas pueden pasar por un período de baja


productividad o de falta de inspiración. En general,
les será propicio trabajar duro, aunque no sea tan pla-
centero. El ángel de la inspiración puede llegar a visi-
tarnos en cualquier momento, pero debe encontrarnos
trabajando.
SATURNO CUADRATURA MARTE
No sería extraño que en esta época nos empeciná-
ramos en seguir un curso de acción que no nos está
dando resultados. Tal actitud sólo puede aumentar
los problemas y las frustraciones. Si algo así está su-
cediendo es preferible detenerse un momento y re-
flexionar sobre el aspecto de la acción en que puede
estar escondida la fuente de las dificultades actuales.
Quizá éstas se originen en cierta desmesura del im-
pulso que se pone en juego, creyendo poder llevarse
el mundo por delante o, por el contrario, en cierta
timidez al encarar la acción. Es imprescindible para
no salir magullados de este Tránsito evaluar las con-
diciones reales de la situación y, a menudo, conviene
esperar a que esas condiciones se modifiquen. La
prudencia y la cautela son la consigna.

SATURNO OPOSICIÓN JÚPITER


Este Tránsito implica la necesidad de acomodar
los planes expansivos a su justo nivel y darles un ca-
riz cualitativo y no solo cuantitativo. Se ve claro en
este Tránsito que las mejoras en la calidad son siem-
pre más valiosas que el mero crecimiento cuantitati-
vo.
Es necesario ser muy cuidadoso con cualquier ex-
ceso que se esté cometiendo en esta época: de alimen-
tación, de trabajo, de gastos, etc. porque no hay
ningún espacio en estos momentos para eso y las con-
secuencias no tardarán en hacerse sentir.

89
Danzando con el Cosmos

Marca una oportunidad para aprender a dimen-


sionar los esfuerzos con realismo. Como contraparti-
da, la marcha será más sólida y los logros más dura-
deros.
Puede haber una tentación a adoptar puntos de
vista demasiado rígidos en cuanto a creencias y mo-
dos de pensar. Es preferible, en cambio, evitar cual-
quier postura dogmática. La clave puede ser adminis-
trar los esfuerzos y recursos por el camino de la sen-
satez y la justicia.

URANO CONJUNCIÓN LUNA


Es un Tránsito que supone un período de cambio
en la esfera de la familia. El modo que teníamos de
relacionarnos, la actitud general que asumíamos con
las personas de nuestro entorno familiar, quizá que-
den de pronto obsoletos; una ventisca fresca nos con-
duce a modificar esas pautas habituales y tratar de
reformularlas y renovarlas. Eso puede significar un
sacudón si nos distraemos y no encaramos por noso-
tros mismos los cambios. Los que conviven con noso-
tros van a ser tomados por sorpresa por estos cambios
y pueden no saber cómo reaccionar. Incluso nosotros
mismos podríamos desconcertarnos por momentos y
sentir un tironeo entre lo nuevo y lo viejo, cuya mani-
festación más clara puede ser el pánico.
No es de descartar que intentemos hacer cambios
en nuestra casa o inclusive mudarnos. Los primeros
momentos de este Tránsito suelen estar caracteriza-
dos por un profundo descontento con uno mismo y
con nuestra situación. Podemos tener la sensación de
que el tiempo pasa muy rápido y hemos perdido el
tren. Esto es momentáneo, pero tiene la virtud de
movilizarnos y desatar todo el paquete.

90
Jorge Bosia

Este Tránsito es una de las más importantes opor-


tunidades para sacudir la maraña del pasado en el
que solemos estar enredados. La Luna simboliza ese
condicionamiento. Pero Urano quiebra con rapidez
las zonas más obvias de ese pasado acumulado y esto
puede crear conflictos con los demás. Urano desactua-
liza aspectos de nuestros dispositivos habituales
dándonos la sensación, por momentos, de dejarnos
“en el aire”, de quitarnos el piso bajo los pies. Pero
este proceso, que funciona más allá de nuestra volun-
tad, debería ser saludado con alegría porque su natu-
raleza es liberadora.

URANO OPOSICIÓN MERCURIO


Podemos sentir en algunos momentos que nues-
tras palabras no llegan a los demás o que nos respon-
den de una manera inesperada o insólita, o que sólo
concitan indiferencia. Si ocurre eso es porque se hace
urgente algún cambio en el modo de comunicar o en
el contenido habitual de nuestras palabras.
Tal vez sintamos alguna tentación de rebelarnos -
sobre todo en el plano verbal o de las ideas- o de uti-
lizar un lenguaje poco comprensible, abstracto o ex-
traño. Acaso el motivo sea que nos sentimos un poco
amordazados en esta época. Las excentricidades en la
palabra o en el modo de pensar podrían causarnos
también algunas desavenencias.
También podemos notar cambios en la relación
con nuestros hermanos; éstos podrían sorprendernos
con actitudes insólitas o extrañas.

URANO CUADRATURA MARTE


Período marcado por una tensión entre los modos
tradicionales de decidir y las nuevas expectativas que

91
Danzando con el Cosmos

plantea Urano. Es muy probable que nos sintamos


tentados a recurrir a medios poco convencionales,
insólitos, exagerados o excéntricos, rayanos en la re-
belión o la anarquía para lograr satisfacer nuestros
deseos.
Otras variantes pueden pasar por nuestro aban-
dono súbito de lo que venimos desarrollando, o el
abandono por parte de otras personas de proyectos
que se vienen realizando en conjunto. Si somos dema-
siado impulsivos los demás van a huir.
Se pueden notar algunos síntomas novedosos en
la forma de vivir el deseo. Puede haber un período de
cierta indiferencia por lo que veníamos anhelando. El
modo de vivir el deseo no será el mismo luego de
esta cuadratura y también puede que aparezcan nue-
vos objetos de deseo. Es probable que al cabo de
algún tiempo descubramos todo lo que hemos madu-
rado al respecto. Ya no desearemos lo mismo ni de la
misma manera. También se renueva la forma de to-
mar decisiones.
Es un Tránsito proclive a explosiones pasionales o
de ira, pero de muy corta duración.

URANO OPOSICIÓN MARTE


Esta Oposición puede ser algo incómoda: ocurre
que el objeto del deseo o el objetivo de la acción tien-
den a volatilizarse ante nuestra vista. No es fácil con-
cretar deseos durante este Tránsito, y eso en caso de
que se llegue a tener en claro cuál es el deseo.
Toma muchas formas: puede que nos veamos
como poco creativos cuando decidimos hacer algo y
la tarea resulte rutinaria; quizá nos sintamos atados a
nuestras propias decisiones, embarcados en una ac-
ción que nos quita independencia y no nos da mayo-
res gratificaciones; quizá decidamos tomarnos más

92
Jorge Bosia

libertades de las que el momento aconseja y seamos


atacados o dejados de lado.
No es difícil ver que en todos estos casos el desaf-
ío que implica esta Oposición es el de lograr un estilo
más propio, más auténtico en la acción, o el de hacer
cosas más originales, creadoras y personales. Siempre
se resuelve desde el Planeta más lento, como venimos
insistiendo. Esta Oposición nos muestra en qué pun-
tos no están aún integrados el deseo y la decisión con
la creatividad y la libertad. Al ponerlo de manifiesto,
nos da la oportunidad de empezar a considerarlo y
modificarlo.
A veces, el papel de Urano lo va a representar al-
guna persona o algún grupo de personas. No es nada
raro que la amistad sea el vehículo por medio del cual
toda esta situación se pone de manifiesto. Este Tránsi-
to puede verse, además, cómo la trabajosa tarea de
coordinar el deseo personal y la acción determinada
por ese deseo, con los deseos y acciones de otras per-
sonas. ¿Cómo entra nuestra acción en la red de inter-
relaciones humanas a la que estamos ligados? Esta
puede ser una buena pregunta, no sólo para la Oposi-
ción sino para cualquier Aspecto entre Urano y Mar-
te.

URANO OPOSICIÓN SATURNO


Este Tránsito no difiere, a menudo, de la Conjun-
ción, en sus manifestaciones; pero puede acentuar sus
características conflictivas y aumentar la intensidad
del conflicto entre lo viejo y lo nuevo. Lo más proba-
ble es que fomente una polarización en la que no
deberíamos identificarnos con el polo de Saturno, es
decir, con aquellos comportamientos en los que des-
cansa esa máscara con que salimos al mundo extra-
familiar, que oculta algún costado muy débil de la

93
Danzando con el Cosmos

personalidad, y que obstaculiza el proceso de singula-


rización del que Urano es el partero. Si lo hiciéramos,
no haremos otra cosa que convocar el quiebre de la
máscara a través de la acción de otras personas que
nos sorprenderán, pero de las que no podremos des-
embarazarnos así como así.
Es un momento en que lo nuevo debería prevale-
cer sobre lo viejo, lo inédito sobre lo acostumbrado, lo
arriesgado sobre lo seguro, lo auténtico sobre lo pro-
tocolar.

NEPTUNO CUADRATURA LUNA


Esta cuadratura quizás implique para muchos
embarcarse en alguna empresa algo descabellada; en
todo caso, contradictoria con el sentimiento confort
psíquico y ciertos valores que consideramos esencia-
les en nuestra postura básica ante el mundo. No sería
extraño que esto produjese dificultades en el orden
familiar. Sin embargo, como siempre, el Planeta más
lento debería ser el que nos guíe, y ése es Neptuno. El
punto es dar un registro lo más evolutivo posible de
Neptuno, sea a través de la participación en movi-
mientos colectivos, de la solidaridad, de prácticas
espirituales, o de artes como la música y el cine.
Es posible que la misma persona o algunos de su
entorno cercano, pierdan un tanto la noción de sus
propios límites y se desborden de algún modo. Una
actitud más permeable es aquí también, la mejor res-
puesta.
Mostrarse más sensible y receptivo a lo colectivo
no es mostrarse débil. La sensibilidad genera fortale-
za, una falsa fortaleza esconde debilidad.
La compasión es, sin duda, la nota más alta y más
difícil de Neptuno. Sus Tránsitos son siempre un lla-
mado a acompañar a nuestros semejantes.

94
Jorge Bosia

NEPTUNO OPOSICIÓN VENUS


No sería raro que suframos algún tipo de desen-
gaño más o menos incómodo o doloroso con este
Tránsito. En cualquier caso el juego engaño-
desengaño relacionado con las relaciones íntimas es-
tarán a la orden del día.
Lo que hay detrás de todos estos juegos ilusorios
suele ser una experiencia de mayor contacto con el
corazón.
Si permanecemos atados a una aparente estabili-
dad erótico-afectiva, lo más probable es que aparezca
alguna situación confusa, engañosa y disolvente como
respuesta. Si somos nosotros quienes ingresamos en
una zona engañosa respecto de nuestra pareja, trope-
zaremos con las tendencias posesivas de ésta. Lo que
está en juego es la experiencia de entregarse en senti-
do erótico, de disolver alguna zona rígida y resistente
en ese punto. La posesividad, el enceguecerse en la
propia necesidad afectiva no nos llevarán por buen
camino.
Si practicamos alguna actividad artística también
podemos experimentar esta Oposición con relación a
esa actividad, de modo que la forma o el estilo de
hacer arte que venimos desarrollando pueden entrar
en un cono de sombra y desorden. Algo del trabajo
artístico ya no va a satisfacernos como antes. Es pro-
bable que debamos encarar una ampliación notable
de nuestros puntos de vista a este respecto; todo el
sentido de nuestro arte puede enriquecerse.
No es conveniente en este período desatender las
cuestiones económicas. Los fraudes y estafas están a
la vuelta de la esquina si el agente se fascina con al-
guna persona que le propone ganancias fáciles o la
envuelve en sus redes.

95
Danzando con el Cosmos

A veces, este Tránsito significa el fin de una rela-


ción afectiva o de una forma de la relación, para pasar
a otra.
En otro orden, sin duda es necesario que le demos
a nuestros recursos y posesiones un uso más amplio y
humanitario; cualquier intención egoísta no tiene fu-
turo.

NEPTUNO TRÍGONO MARTE


En este trígono a menudo tenemos la oportuni-
dad de poner en marcha algún sueño de esos que
cultivamos en un desván de la personalidad durante
mucho tiempo, a resguardo de las miradas ajenas.
La acción tiene algo de mágico en este período ca-
racterizado por el ejercicio de una mayor influencia
sobre los demás y la consiguiente posibilidad de
acaudillarlos. Nos acompañará la imaginación al to-
mar decisiones, al actuar; quizá sintamos que somos
guiados, en algunos momentos, por una suerte de
radar que nos permite eludir los obstáculos.
Puede decirse que es una época en que los deseos
más personales coinciden con los designios insonda-
bles del destino o con las aspiraciones de muchos,
dándonos así, en general, una sensación de armoniosa
danza con el Cosmos.

NEPTUNO CUADRATURA SATURNO


Las ambiciones desmedidas, los proyectos fanta-
siosos, los sueños avejentados no pasarán la prueba
de la realidad. Este es un tiempo de purificación de
todo ello.
Las posibilidades de engañarse y engañar son
muy altas. Para descubrirlas no tenemos más que
preguntarnos qué deseamos ocultar, qué es lo que no
queremos ver ahora.

96
Jorge Bosia

No sería extraño que proyectásemos nuestras li-


mitaciones bajo la forma de empresas con apariencia
de altruistas o ”elevadas”; de ese modo, encargándo-
nos de las limitaciones de los otros, quizá intentare-
mos ocultar las propias.
Como sabemos, siempre deberíamos conectar con
el Planeta más lento, que aquí es Neptuno. Es necesa-
rio de entrada empatizar con la situación y los involu-
crados, sin dejar de ver la realidad, pero antes de
cualquier planteo a los otros. Lo ideal es que los otros
hagan el planteo que nos interesa, y para eso es nece-
sario primero dedicarle un tiempo prudencial a em-
patizar con ellos.
No es bueno tampoco aquí evadirse, ni hundirse
bajo el peso de la realidad. Los proyectos que tenga-
mos en mente se van a realizar si antes nos conecta-
mos con aquellos que están involucrados de un modo
profundo. Acompañar es la tarea del momento.
Este Tránsito es proclive a la depresión. Puede
que la persona “prefiera” dejarse aplastar por las cir-
cunstancias y se deprima.
Si demandamos comprensión no llegaremos lejos.
Porque esto mismo es lo que la vida nos está requi-
riendo ahora a nosotros. Casi seguro, hay un punto en
el que no estamos dispuestos a aflojar, algo que no
podemos asimilar, una roca dura que no podemos
tragar o algo con lo que no nos queremos mezclar por
prejuicio o por inercia. Si disolvemos lo duro, pode-
mos superar el trance y ampliar nuestras bases de
sustentación psicológicas.

PLUTÓN CUADRATURA SATURNO


Este Tránsito señala una época de tensiones psi-
cológicas, quizá provenientes de la esfera de las obli-
gaciones y la profesión.

97
Danzando con el Cosmos

Por momentos puede que nos veamos tentados a


utilizar de una manera intolerante y autoritaria nues-
tro poder, o los medios que la comunidad ha puesto a
nuestro alcance. De ninguna manera esto traerá bue-
nos resultados.
También podemos sentir que el peso de nuestros
deberes nos aplasta. En tal caso ¿no será ya el mo-
mento de replantearse la índole y la cantidad de obli-
gaciones que hemos asumido? Este Tránsito puede
hacernos oscilar entre la omnipotencia de cargar todo
sobre nuestras espaldas y la desesperación de no po-
der cumplir con nada.
Planes y proyectos capitales en nuestra vida
tendrán que ser delineados otra vez. Equivale casi a
volver a levantar las paredes de la casa, previa pro-
fundización de sus cimientos.
La gran oportunidad es investirse de poder de
transformación. Plutón debe prevalecer en alguna de
sus formas. Una de ellas es el trabajo cooperativo ¿no
estaremos asumiendo en forma individual responsa-
bilidades que deberían ser grupales?
Para ello deberemos hacernos más flexibles.
Quizá tengamos que pasar algún tiempo por la sensa-
ción de la vulnerabilidad.
En muchos casos se hará visible aquello del I
Ching: “lo suave penetra”. Puede ser una ocasión
para dejarse conducir o compartir la conducción de
algún proyecto.

PLUTÓN OPOSICIÓN JÚPITER


Algunas situaciones o personas pueden hacer que
nuestra autoconfianza se debilite por un tiempo. Sin
embargo, la oportunidad consiste en este caso en lo-
grar fortalecerla. De ningún modo aislarse o confiar

98
Jorge Bosia

en exceso en las propias capacidades, sino compartir


el trabajo.
Las relaciones con personas que comparten algún
poder con nosotros pueden tensarse un poco. El dine-
ro o las ganancias rápidas pueden ser peligrosas ten-
taciones durante este Tránsito, llevándonos a perder
sentido de realidad o a involucrarnos con cierta irres-
ponsabilidad, en problemas.
La ley puede no estar de nuestra parte en esta
época, si hay cuestiones que no están en regla, deber-
ían ser arregladas para evitar consecuencias penosas.
Las actitudes irresponsables o dispendiosas pue-
den ser muy negativas. En cambio, la veracidad, la
nobleza, la claridad y la confianza prudente, si son
resultado de una profundización y compromiso cre-
cientes, van a traer una mayor posibilidad de utilizar
nuestras capacidades de todo tipo.

OBSERVACIONES FINALES
Dejamos aquí el tema de los Tránsitos. Las inter-
pretaciones esbozadas se plantean solo a título de
ejemplos, son muy parciales y sacadas de contexto.
Con el fin de que no sean demasiado abstractas, les
hemos dado una forma que por momentos parece
predictiva, pero los Tránsitos y las demás técnicas,
que veremos a continuación, no permiten predecir
acontecimientos, sino orientarnos y tomar mejores
decisiones, así como conocernos con mayor profundi-
dad. Estas interpretaciones sirven para que los lecto-
res puedan inspirarse, si es que lo llegan a necesitar.
Quien pretenda copiarlas y repetirlas se va a equivo-
car. Siempre hay que contextualizar el Tránsito. El
astrólogo debe preguntar a sus clientes lo que necesite
saber para poder contextualizar y así sugerir o acon-
sejar cursos de acción que abran para quien consulta,

99
Danzando con el Cosmos

nuevas opciones o más profundas tomas de conscien-


cia.

100
Jorge Bosia

PARTE III

TEORÍA DE LOS
CICLOS ASTROLÓGICOS

El objetivo en esta Segunda Parte es mostrar


cómo se detecta y analiza el significado del tiempo en
largos períodos.
Ya hemos estudiado
los Tránsitos, que nos dan
una perspectiva de corto
plazo. Ahora vamos a
avanzar en procesos de
largo plazo.
Y cuando planteamos
el largo plazo, nos esta-
mos refiriendo a ciclos. En
el Cosmos, todo se mueve
siguiendo el trazo de la
espiral helicoidal; el Zod-
íaco no es más que un
recorte de esa línea. Es, para ser exactos, una espira,
recortada de la línea espiral helicoidal. Y una espira
es un ciclo.
Se trata de comprender que la Astrología es un ar-
te referido al tiempo, un arte cuyo objeto es la tempo-

101
Danzando con el Cosmos

ralidad. Es la única disciplina que se ocupa del tiem-


po en relación con sus significados.
Vamos a desarrollar en este capítulo métodos es-
pecíficos y técnicas que permiten comprender el sig-
nificado del ciclo temporal en las personas y en las
situaciones más diversas.
Lo que estudiaremos puede ser aplicado tanto en
la vida de las personaa, como en el ámbito familiar,
en las asociaciaciones de todo tipo, en lo comunitario
o en lo trans-comunitario. Es una herramienta de in-
mensa fertilidad para comprender el significado de
cualquier relato, incluso aquellos referidos a naciones
y pueblos del mundo (historia, política), así como
empresas y asociaciones de cualquier clase. E inclusi-
ve obras literarias, cinematográficas, y similares.
La clave en este enfoque es entender que

el tiempo tiene cualidad(es)


Estamos acostumbrados a considerar el tiempo
como un fondo homogéneo sobre el cual se dan los
acontecimientos. O a representarlo como una línea
recta sin principio ni fin. Pero estas ideas, propias de
la época Moderna (último cuarto de la Era de Piscis),
son incompatibles con la mirada astrológica.
Puede que sean útiles para la Física u otras cien-
cias de esa índole; pero no son satisfactorias cuando
se trata de cuestiones humanas, donde lo que interesa
es encontrar el sentido de los relatos.
Cualquiera de nosotros se da cuenta que el tiem-
po vivido, el tiempo tal como lo experimentamos en
nuestra existencia, no es algo neutro y homogéneo. La
media hora que pasamos en el sillón del dentista es
sin duda diferente de la que pasamos conversando
con un amigo o asistiendo al teatro.

102
Jorge Bosia

En esta Parte III vamos a aprender a reconocer las


cualidades del tiempo en el largo plazo y bajo la es-
tructura del ciclo. Pero, por supuesto, el objetivo no es
predecir los hechos futuros, cosa imposible por medios
astrológicos. El lector quizá se pregunte: ¿entonces,
para qué vamos a estudiar el tiempo? Pero es que si
bien no podemos saber qué sucesos ocurrirán en el fu-
turo, sí podemos prever la cualidad que tendrá el futu-
ro, el sentido de lo que ocurra en el porvenir. Saber
esto nos permite decidir mejor, usar con más cons-
ciencia nuestra libertad y nuestros talentos. Es decir,
no vamos a ofrecer instrumentos para saber qué va a
ocurrir, sino que herramientas para comprender lo que
suceda.
Ése es nuestro objetivo. Por eso vamos a estudiar
los ciclos, porque sirven para auscultar el sentido de
los tiempos.
Si como astrólogos queremos comprender algo de
la vida, es necesario establecer algunos instrumentos
que nos permitan lidiar con esa realidad móvil y
múltiple en que transcurre nuestra existencia.

UN ARTE DEL TIEMPO


La Astrología es el único conocimiento del tiempo
vivido que ha sobrevivido en Occidente. En este senti-
do es una verdadera superstición, ya que este término
significa “sobrevivencia”.
¿Qué es el tiempo? ¿Cómo lo podemos pensar?
La idea común, lo que todos tenemos en mente
cuando se hace esa pregunta, es la una línea recta sin
principio ni final. El tiempo se nos antoja indepen-
diente de las cosas y de nosotros mismos. Como si
fuera algo que se está dando siempre, a lo que noso-
tros nos montamos en determinado momento –al na-

103
Danzando con el Cosmos

cer- para luego desmontarnos al morir. Mientras tan-


to, el tiempo sigue.
Ahora bien, observemos esto: si lo representamos
con una línea recta, damos por supuesto que todos
sus puntos –es decir: todos los instantes- son idénti-
cos, homogéneos. Desde Aristóteles se lo concibe así.
Para la mentalidad corriente, el tiempo no tiene, pues,
cualidades, sino que es un continuo homogéneo, neu-
tro, cada instante es igual a todos los demás. En el
tiempo ocurre todo, pero él no tiene cualidad, no es
más que el sucederse, el devenir.
Considerar el tiempo de modo cuantitativo y
homogéneo tiene una única ventaja: permite que lo
podamos medir. Sin embargo, no hay necesidad algu-
na de reducirlo a eso.
Es cierto, dos minutos son más tiempo que un mi-
nuto. Para eso se inventó este concepto moderno de
tiempo, para poderlo medir. Pero la cultura corriente
no solo hace esta operación lícita, sino que se priva de
realizar cualquier otra, lo que ya no es lícito. El tiem-
po tiene una faceta cuantitativa, pero ¿por qué elimi-
nar la cualitativa que también posee?
La imagen corriente es la de una flecha, porque el
tiempo, además tiene dirección, viene del pasado y va
hacia el futuro.

Pasado ------------------------- Futuro


Ahora bien, esta idea del tiempo que, repetimos,
es lícita y útil, no tiene aplicación en Astrología.
Si queremos entender qué sentido tiene la vida
humana, que sí es asunto de la Astrología, debemos
dejar de lado esta idea vulgar de tiempo, no porque
sea falsa, sino porque es insuficiente e inútil para eso.
Usémosla para calcular el tiempo que nos lleve llegar

104
Jorge Bosia

al trabajo o al consultorio del dentista, pero descarté-


mosla para nuestros propósitos de comprensión de la
existencia. No sirve para nada en el contexto astroló-
gico.
Ya dijimos que el punto clave, lo principal de la
idea astrológica del tiempo es que el tiempo tiene cuali-
dades.
Las cualidades del tiempo, si de Astrología se tra-
ta, están simbolizadas por los doce Signos del Zodía-
co. Es decir que nosotros no sólo sabemos que el tiem-
po tiene cualidades, sino que sabemos cuáles y cuántas
son. Y lo sabemos porque el Zodíaco es un constructo,
lo construimos los humanos. De modo que usamos
un instrumento hecho por nosotros mismos, mediante
el cual se puede tener catalogadas y estudiadas doce
cualidades del tiempo que resumen todas las posi-
bles.
Por supuesto, podríamos usar otro instrumento
con un número diferente de cualidades. Los chinos
usan un sistema de sesenta y cuatro cualidades. El
Árbol Sefirótico es un sistema de 10 cualidades, que
también pueden entenderse como veintidós si consi-
deramos las relaciones que unen a las Sefiras. El Zod-
íaco de los Mayas es un sistema de veinte cualidades
del tiempo, y hay otros.
¡Y lo notable es que todos son válidos! Eso es lo
mejor. Estos sistemas no se refutan entre sí. Todos
funcionan bien. Son diferentes herramientas que cada
pueblo ha desarrollado para tratar con el tiempo y
con la vida misma; para entender la existencia.
Ahora bien, sin descartar los otros, creemos, por
supuesto, que el Zodíaco de doce Signos o Fases es un
instrumento muy, muy valioso. No sabemos si es el
mejor o si tiene sentido hacerse tal pregunta; pero sí
sabemos que sirve y muy bien a nuestro propósito de

105
Danzando con el Cosmos

comprender el sentido del relato de la existencia. Por


otra parte, conociendo bien un sistema simbólico,
abrirse luego a otros es sencillo, son distintos modos
de referirse a lo mismo. Pero hay que conocer uno a
fondo, hasta sus más mínimos pliegues; de lo contra-
rio caeremos en la confusión.
Volvamos entonces a nuestro tema. El Zodíaco,
nuestro instrumento para comprender el tiempo vivi-
do, no es otra cosa que un ciclo.
¿Qué es un ciclo?
‘Ciclo’ es una palabra de origen griego que signi-
fica “círculo”. Esto nos da un primer indicio: el tiem-
po de la Astrología no puede imaginarse como una
línea recta. Lo tenemos que imaginar como una línea
curva. Una curva en forma de espiral helicoide. La
que, reducida al plano y vista de frente, parece un
círculo. Más aún, sabiendo que es una espira helicoi-
de, podemos permitirnos la licencia de representarlo
como un círculo. ¿Por qué? Porque es más fácil de
representar. Quizá solo por eso.
Este simple cambio en la forma de imaginar el
tiempo tiene consecuencias incalculables. En efecto, si
el tiempo se mueve en espirales helicoidales que po-
demos dibujar como un círculo, entonces a cada pun-
to corresponde un punto opuesto. Y con eso tan senci-
llo ya tenemos, sin embargo, algo sobre lo cual soste-
nernos. Los puntos del círculo se oponen uno a uno.
Y si en lugar de tomar puntos, tomamos grupos
de puntos, es decir, segmentos, ocurre lo mismo.
Sigamos viendo las diferencias: marcar segmentos
en una línea recta indefinida es algo arbitrario, se
puede dividir la línea por cualquier lugar y nunca
obtendremos algo que tenga sentido. Jamás podre-
mos dividir el tiempo imaginado como una línea recta
indefinida, en un número de segmentos iguales; esto
es así porque no sabemos cuál es la longitud.

106
Jorge Bosia

En cambio el círculo es divisible en partes iguales,


la podemos dividir en dos mitades, en tres tercios, en
cuatro cuartos, etc. Todas estas divisiones tienen senti-
do, son significativas. ¿Por qué? Porque el ciclo es
completo, es una totalidad (casi diríamos que es el
símbolo por excelencia de la totalidad). Y si tenemos
una totalidad, podemos darle sentido a sus partes.
Concebir la totalidad de un conjunto es la condición
para que sus componentes adquieran significado.
Pues bien, si decidimos que las partes en que di-
vidimos el círculo son doce, entonces adquieren signi-
ficado, y en consecuencia, cargan de cualidad semántica
al tiempo mismo. Eso es el Zodíaco.
A diferencia de la línea que dibujamos arriba, la
que nosotros tenemos en mente es como la siguiente:

107
Danzando con el Cosmos

EL TIEMPO HASTA LA ERA DE ARIES


Pero para tener la visión actualizada de la con-
cepción del tiempo que subyace al Zodíaco, es conve-
niente que hagamos un resumen de las modificacio-
nes que sufrió nuestra imagen del tiempo a lo largo
de las últimas Eras.
Podemos distinguir tres grandes concepciones.
La primera dominó hasta el Siglo II a. C., cuando
empezó la Era de Piscis. La resumiremos en el si-
guiente diagrama:

En la Era de Aries (y antes también) el tiempo es


pensado como un circulo en sentido estricto, es decir,
una línea que se cierra siempre en el mismo punto,
que no levanta vuelo, por decir así. A partir de esta
imagen no hay sitio para otra cosa que lo que Nietzs-
che llama “eterno retorno de lo mismo”. Es una con-

108
Jorge Bosia

cepción que ya encontramos en la antigua India, en


muchas culturas de América y en muchos lugares del
mundo hasta el Siglo II a. C.
Según esta visión todo se repite una y otra vez.
En el comienzo del ciclo se sitúa lo mejor, lo más
perfecto, y con el tiempo, la situación se va deterio-
rando, empeorando, hasta hundirse en un caos que
finaliza en una conflagración, para volver a comen-
zar.
Al considerar esta idea sobre la naturaleza del
tiempo, podemos entender por qué Saturno (que re-
presenta al tiempo) tenía tan mala fama en Astrología
hasta no hace mucho. El tiempo era puro deterioro,
puro hundimiento en la disolución y el caos. Minuto
que pasaba, minuto que nos sumíamos en la oscuri-
dad.
Cuando llegaba la conflagración final, todo volvía
a comenzar. Se repetían los mismos episodios, las
mismas situaciones, una y otra vez.
La Astrología nació cuando regía esta concepción
del tiempo. Y eso explica que se la tomara como una
práctica adivinatoria. En efecto, ya que todo se repet-
ía, bastaba con tener alguna clave para captar esa re-
petición, y esa clave la daban los astros. Se entiende
que se creyera en un destino ineludible y fatal.

109
Danzando con el Cosmos

Sin embargo, cuando comenzó la Era de Piscis, el


paradigma cambió por el que resume el diagrama que
presentamos en esta página.
Era de Piscis fue la de las religiones monoteístas.
Según éstas, está claro que se producen en la historia
ciertos hechos únicos, como el nacimiento de Cristo,
por ejemplo. Y eso significa que el eterno retorno de
lo mismo es imposible. Por tanto, los hechos se dan
una sola vez. Hay historia.
De modo que la imagen del tiempo puede ya
transformarse en la de una línea recta sobre la que se

van dando los sucesos. Sin embargo, eso no ocurre en


seguida. La noción de ciclo, adaptada a la nueva Era,
sigue vigente durante 1800 años más.
En esencia, la modificación consiste en que se
considera que hay un único ciclo. Todo se juega una
sola vez. Al terminar ese ciclo único, se ingresa en la
eternidad, una dimensión ajena al tiempo. En el Cris-
tianismo, por ejemplo, todo comienza con un acto de
creación absoluta, y se cierra con el Juicio Final. Des-
pués de este juicio, algunos son condenados y otros
salvados, en ambos casos, salen del tiempo.

110
Jorge Bosia

El gran aporte de esta concepción es que permite


pensar en una evolución. No se vuelve siempre al
mismo punto, sino que hay una evolución posible.
Durante las tres cuartas partes de la Era de Piscis,
Occidente siguió atado a la idea de un ciclo único que
permitía salvarse o condenarse, y por tanto, evolucio-
nar o involucionar. Pero en el último cuarto de esta
Era, se desató el círculo y se rectificó, por decir así, la
línea circular. Eso liberó la idea de que podemos me-
jorar, ahora sin límites, sin estación terminal. El
tiempo, imaginado como recta homogénea indefinida
terminó por imponerse hacia el año 1700.
Cuando se afianzó esta imagen del tiempo, la As-
trología, que venía pensada a partir de un tiempo
cíclico cerrado, perdió todo crédito y quedó como un
conocimiento carente de sentido frente a las tecno-
ciencias, como si se hubiera secado el manantial del
que abrevaba.
Esta imagen de la “flecha del tiempo”, es la que
impera todavía. Sin embargo, el hecho de que en 1969
se haya iniciado la Era de Acuario, está cambiando de
modo drástico las cosas.

111
Danzando con el Cosmos

Poco a poco, e impulsada en soledad por la Astro-


logía, se va haciendo lugar otra idea del tiempo, tal
como indica el siguiente diagrama:

En esta nueva concepción, el tiempo puede ima-


ginarse como una línea espiral helicoidal y cada vuel-
ta como una espira.
Esta línea –semejante al dibujo que hace el reco-
rrido de la rosca de un tornillo- contiene por un lado
la idea de ciclo y, por otro, también la de evolución,
que fueron los dos grandes logros de las anteriores.
Pero sintetiza ambas nociones de una forma nueva y
cargada de consecuencias.
Podríamos resumir la novedosa concepción así:
hay ciclo, pero no se retorna al punto de partida. Ca-

112
Jorge Bosia

da vuelta, cada espira nos puede llevar más arriba. La


evolución no se da en línea recta, sino en espiras su-
perpuestas.
Esta forma de espiral helicoidal describe un tipo
de movimiento que se da en todo el Cosmos. Todas
las cosas se mueven así. De modo que es una idea que
hace honor a los hechos.
Por tanto, si bien el diagrama circular que se usa
para delinear los mapas celestes es muy útil, no de-
bemos nunca perder de vista que es una simplifica-
ción que surge del aplanamiento de una espira. De
modo que si lo prolongásemos haciéndole dar varias
vueltas, varios giros, la imagen ya no sería un círculo,
sino más bien una espiral ascendente.
En esa espiral, cada vez que se da una vuelta (ci-
clo) se llega un poco más arriba, y eso significa que se
gana en experiencia, en sabiduría.

DEFINICIÓN DE CICLO
Un ciclo es una unidad de tiempo. Y ¿qué es una
unidad de tiempo? Es un proceso completo. Como ya
hemos dicho, la completud del ciclo permite darle
sentido a sus partes o fases. El sentido es posible solo
si hay completud. Para decirlo con una imagen: si
nunca hubiésemos visto un cuerpo humano completo,
sería imposible encontrarle sentido a un hígado aisla-
do, o a cualquier otro órgano. El sentido de cada parte
requiere la apreciación del todo del que forma parte.
Si no abarcamos el todo, no comprendemos la parte.
Pero como nuestro ciclo es una espira, cuando
termina el recorrido se llega a un punto que no es ya
el mismo del que partimos, sino otro, que es el equi-
valente analógico de aquél.
Pensemos en una semilla de manzana. Ése va a
ser nuestro punto de partida. Plantemos la semilla,

113
Danzando con el Cosmos

reguémosla, cuidemos el brote que surge de la tierra,


pongámosle un tutor para que crezca recto; poco a
poco va a sacar ramas, hojas, flores, frutos (es decir,
manzanas), luego cortemos una de esas manzanas.
¿Qué aparecerá dentro de la manzana? Una semilla
muy parecida a la que teníamos al principio ¡pero no
la misma! Puede ocurrir también que esta nueva se-
milla haya sufrido alguna mutación, no lo sabemos,
pero es posible. Sea como fuere, al tener en nuestras
manos la nueva semilla, se ha cerrado la espira, se ha
completado el ciclo. Hay una nueva semilla de man-
zana semejante a la anterior, pero no igual, no la
misma.
Ese proceso completo es lo que llamamos una
unidad de tiempo, un ciclo.
Y la estructura que nosotros utilizamos para pen-
sar cualquier unidad de tiempo, cualquier ciclo, es el
Zodíaco.
Eso significa que conociendo el Zodíaco podemos
saber en qué etapa está cualquier proceso y, por tanto,
podemos saber la cualidad de esa etapa.
Podemos saberlo respecto de todos los procesos,
de cualquier proceso, lo que permite captar la impor-
tancia que tiene esto. Una vez que hemos comprendi-
do la cualidad de la etapa del ciclo que rige una situa-
ción, tenemos información de vital importancia para
atravesar esa situación y las posteriores.
Aprender sobre los ciclos es aprender cómo
transcurren sus existencias los entes vivientes, cómo
maduran los entes de toda clase. El ciclo nos da la
sabiduría del Eclesiastés: “tiempo de reír y tiempo de
llorar, tiempo de sembrar y tiempo de cosechar,...”.
Siempre tomado en sentido simbólico, metafórico.

114
Jorge Bosia

LOS CICLOS COMO HERRAMIENTAS


EN ASTROLOGÍA
Todo lo que es, todo aquello de lo que podemos
tener conocimiento y experiencia, se produce según
un ciclo.
Hay algunos procesos en los que es más difícil
captarlo. A menudo es porque involucran cosas de-
masiado grandes o demasiado pequeñas, o bien por-
que son demasiado duraderos para nuestra escala
corriente. Por ejemplo: es muy difícil percibir un ciclo
que dure, digamos 10.000 años. El proceso se desarro-
lla con tal lentitud que, por lo común, se nos escapa.
También es difícil percibir los procesos cíclicos de un
ente tan grande para nosotros, como la Tierra. Pero,
más allá de esas dificultades fácticas, por principio
todo está sometido a la lógica del ciclo. Y por tanto,
todos los procesos pueden ser entendidos por medio del
Zodíaco.
Ahora bien: ¿Qué es un ciclo en sentido astrológi-
co?
El concepto de ciclo astrológico es muy sencillo:

Ciclo astrológico es el período


que va de una Conjunción
hasta la repetición
de esa misma Conjunción

Cuando consideramos solo el tiempo, el concepto


de ciclo se desprende del de ritmo. Y el ritmo depende
de la repetición. La repetición de un suceso marca un
ciclo. Lo que agrega la Astrología es que los sucesos
que se consideran se remiten al cielo.

115
Danzando con el Cosmos

Por ejemplo: imaginemos que hoy se produce en


el cielo la Conjunción de Marte con Venus. Bien, en-
tonces hoy comienza un ciclo. ¿Cuándo finaliza?
Cuando se vuelva a producir esa misma Conjunción
en el cielo. Entonces terminará ese ciclo Marte-Venus.
Por consiguiente, es fácil ver que hay muchísimos
ciclos astrológicos. Cada elemento del lenguaje as-
trológico –Planetas, Cúspides, Signos, etc.- tarde o
temprano hace Conjunción con todos y cada uno de
los demás.
Por otro lado, cada elemento de nuestro lenguaje
se puede considerar en movimiento de muchas mane-
ras. Por ejemplo: podemos considerar a Venus natal –
es decir: en la posición que tiene en la Carta Natal-, a
Venus en movimiento en el cielo, a Venus “progresa-
do” (ya veremos qué son las progresiones), etc.
Pero aunque hay innumerables ciclos, la estructu-
ra de todos ellos es semejante, y en segundo lugar, los
que en verdad importan son pocos. Y el estudio de
esos pocos ciclos importantes es lo que vamos a ofre-
cer aquí.

RELATO, HECHO Y SIGNIFICADO


Al interpretar ciclos tenemos que tener en cuenta
una regla de oro: un ciclo, para nosotros, no es una
sucesión de hechos, sino un relato.
Y un relato expresa una sucesión de significados.
Nosotros solo tenemos acceso a la existencia de
un agente a través de los relatos que haga él u otras
personas. No se trata de una serie de sucesos, sino del
relato de una serie de sucesos. En todo caso, conside-
raremos los sucesos como significantes, de modo que
los mismos sucesos, serán discurso, relato.
Lo interesante que aporta la mirada astrológica es
que a cada relato le podemos dar muchos significados

116
Jorge Bosia

diferentes. De acuerdo al ciclo bajo el cual considere-


mos lo relatado, el relato toma distinto significado.
Cada ciclo es una mirada que otorga un significado
diferente. Los ciclos astrológicos son nuestra manera
de dar significado a los relatos.
Se trata de algo de la mayor importancia. Supon-
gamos que queremos aplicar esta visión al relato de
una boda. Alguien podría decir: “una boda es una
boda… ¿qué es lo que hay que interpretar?”
Pues no. No es “una boda” como hecho. Lo que
nos interesa es el relato de la boda, o la boda misma,
pero tomada como discurso. Y ese relato puede ad-
quirir muchos significados diversos según el ciclo
desde el que se lo interprete.
Volvamos a la boda. Quizá para el novio, según
un ciclo, significa una conquista, un sentimiento de
independencia personal (Fase 11 del Ciclo de Satur-
no), mientras que según otro ciclo puede significar la
posibilidad de irse de la casa de sus padres (Fase de
Leo del Ciclo de la Luna progresada), y según un ter-
cero, podría ser una posibilidad de trabajo (Alguna
Fase de un Ciclo de las Lunaciones con un polo en
Virgo), por ejemplo. Es decir que considerando el
relato desde el punto de vista de uno solo de los que
intervienen, tenemos muchos significados concurren-
tes. Esto último es lo que nos permite deslindar el
análisis por ciclos.
Y lo mismo si el relato lo hace la novia. Para ella
la boda puede significar el comienzo de una nueva
vida (Fase 1 del ciclo Saturno-Ascendente); pero des-
de el ciclo de la Luna progresada a través de los Sig-
nos puede significar un enraizamiento y compromiso con
la familia (Fase 4 de ese ciclo), y desde el ciclo de las
lunaciones puede significar un proceso de aprendizaje
(Fase 3 de tal ciclo); y así.

117
Danzando con el Cosmos

En otras palabras: este tipo de análisis enriquece


la vida al dotar de varios sentidos concurrentes el
relato que hacemos y nos hacemos de ella. Por lo ge-
neral apenas si tenemos en claro un significado –y
muchas veces ni siquiera eso, no entendemos nada-;
en cambio, bajo esta perspectiva cada relato se abre en
múltiples significados. La vida se llena de contenido.

CICLOS Y TRÁNSITOS
Ya hemos estudiado qué son los Tránsitos y sa-
bemos que tienen una vigencia temporal limitada:
desde unas pocas horas, hasta muy pocos años. Y
sabemos que en todo momento hay varios Tránsitos
vigentes que tienen duraciones variadas.
Pero también los ciclos tienen duraciones diver-
sas, desde unos pocos días hasta muchos años. ¿Cuál
es entonces la diferencia esencial entre un tránsito y
un ciclo? La diferencia radica en que los ciclos son
procesos completos, cumplir un ciclo es realizar una
vuelta entera al Zodíaco. Alguien podría decir que un
ciclo no es más que una sucesión de Tránsitos. Pero
no, no es así. Es cierto que a lo largo de un ciclo se da
una serie de Tránsitos, porque los Planetas involucra-
dos hacen ángulos no solo a sí mismos, sino también
a todos los otros Planetas y a todos los puntos signifi-
cativos de una Carta. Pero el ciclo supone algo que
ningún Tránsito comporta, como decíamos, es un
proceso completo. El Tránsito, en cambio, no lo es, es un
mero estado momentáneo y parcial, es un segmento
que separamos de un ciclo, para observarlo como tal.
Es su completud lo que da a los ciclos su profun-
didad y fertilidad. Ya que de ese modo vertebran la
sucesión de experiencias y sucesos que forman el rela-
to de una vida y le dan consistencia y unidad.

118
Jorge Bosia

Ese carácter completo permite ordenar la existen-


cia en el largo plazo, nos da continuidad y nos permi-
te construir con miras al futuro, es decir, proyectar.
Los Tránsitos, en cambio, son situaciones mo-
mentáneas que funcionan como episodios esporádi-
cos, no permiten ordenar el relato de la experiencia.

CICLOS GENÉRICOS Y SINGULARES


En una primera distinción dividimos a los ciclos
en dos grandes clases: genéricos y singulares.
Los ciclos genéricos son aquellos cuyas Fases vi-
vimos todos los humanos a las mismas edades. Por
ejemplo: el ciclo que hace Saturno respecto de sí mis-
mo (o sea: respecto de su posición Natal), que pode-
mos denominar ciclo “Saturno-Saturno”, nos enfrenta
a todos los agentes humanos con las mismas Fases en
las mismas edades. Para todos, ese ciclo comienza con
el nacimiento y termina su primera vuelta a los 29
años de edad. Y en todos, a los 7 y ¼ años se da la
Cuadratura creciente (Fase 4), a los 14 y ½ la Oposi-
ción (Fase 7) y a los 21 y ¾ la Cuadratura menguante
(Fase 10).
Luego, también para todos, a los 58 años Saturno
completa otra vuelta y está de nuevo en Conjunción
con su posición natal.
La extensión de 29 años se debe, por supuesto, a
que es el tiempo que tarda Saturno en completar su
órbita aparente alrededor de la Tierra. Creo que ya
hemos indicado el tiempo de revolución de cada Pla-
neta, pero es un buen momento para recordarlo, ya
que corresponde al tiempo que duran los ciclos gené-
ricos.

119
Danzando con el Cosmos

Período de revolución
Planeta
aproximado
 28 días
 365 días
 365 días
 365 días
 2 años
 4 años
 12 años
 29 años
 84 años
 168 años
 248 años
+ de 600 años

Este es el tiempo, entonces, que duran los ciclos


de los Planetas, sean genéricos o singulares, solo que
los genéricos se nos dan a todos los humanos en las
mismas edades.

INTERPRETACIÓN DE LOS CICLOS


GENÉRICOS
Los ciclos genéricos más importantes son los de
los Planetas más lentos: Júpiter, Saturno, Urano, Nep-
tuno y Plutón. El caso de Xena es especial, porque su
ciclo es muy extenso y no tiene sentido ponerlo en
proporción con la vida humana.

120
Jorge Bosia

Observemos que cuando echamos un vistazo ge-


neral a todos los ciclos tiende a resaltar el número 7.
En efecto, el ciclo de Urano (84 años) se puede
considerar como la duración arquetípìca de una vida
humana, y entonces, podemos dividir la vida humana
en 12 Fases de 7 años cada una (7x12= 84). Esa perio-
dización resulta bastante significativa, ya que combi-
na el número 12, que corresponde al ciclo de Júpiter,
con el número 7.
Por otra parte, el período de 7 años siempre fue
visto como significativo. La escuela antroposófica,
creada por Rudolf Steiner ha estudiado con detalle
este ciclo genérico de Fases de 7 años. Esta corriente
llama a cada una de las 12 Fases “septenio” (= 7 años).
No vamos a seguir al pie de la letra ese desarrollo,
pues aunque en general no tenemos grandes diferen-
cias con la propuesta de Steiner referida a los septe-
nios, vamos a preferir una visión más apegada al arte
astrológico.
Hay edades en las que coinciden momentos im-
portantes de muchos ciclos.
Por ejemplo, el ciclo de Saturno se puede dividir
en 4 períodos de 7 años y 1/4 cada uno.
El ciclo genérico de Júpiter dura 12 años, por tan-
to, sigue otra secuencia, pero coincide con el de Urano
en dos oportunidades significativas: cerca de la mitad
de la vida (35/36 años) y en el final de la edad ar-
quetípica (84 años).
El ciclo genérico de Neptuno (168 años) se divide
en 12 Fases de 14 años, o sea de 7 x 2 años, con lo cual
se coordina bien sobre el de Urano.
El que no se adecua a estas armonías es Plutón.
Ahora bien, esa coincidencia alrededor del núme-
ro 7 determina que las edades que corresponden a
múltiplos de 7 sean importantes; así, sin intentar ser

121
Danzando con el Cosmos

exhaustivos, podemos sugerir los siguientes momen-


tos significativos:

 7/8 años: caen los dientes de leche; se dice que


a esta edad terminan de separarse los cuerpos energé-
ticos de la madre y el hijo.

 13/14 años: se produce el desarrollo de los ca-


racteres sexuales adultos. Esto coincide con el final de
la etapa familiar y el largo proceso del ingreso a un
contexto extrafamiliar por parte del hijo.

 21 años: edad que se considera en la mayoría


de los países para otorgar el pleno ejercicio de los
derechos políticos. En ese momento suele comenzar la
vida laboral y la formación de una pareja estable y
una familia propia.

 28 años: edad en que se suele terminar el per-


íodo de formación y se inicia la etapa de la singulari-
zación activa, es decir, cuando los singulares empe-
zamos a dejar nuestra huella en el mundo, coinciden-
te con la crianza de los hijos.

 35/36 años: edad clave para el desarrollo de


una personalidad creadora, se toman grandes deci-
siones sobre el destino singular.

 41/42 años: se da la llamada “crisis de los 40”;


allí se ve que hay cosas que ya no se pueden hacer, es
decir: que la vida ha tomado cierto rumbo y no otro.
Se percibe que es la última oportunidad como para
rectificar ese rumbo. Si el camino adoptado hasta ese
momento es auténtico, o sea: si responde a la estruc-
tura de la persona, se produce una reafirmación y una

122
Jorge Bosia

etapa muy creadora. Si el rumbo tomado no ha sido


auténtico, se tiene la oportunidad de rectificarlo y
autenticarlo. De lo contrario se ingresa en una zona
de crisis larga que algunos llaman “segunda adoles-
cencia”.

 49 años: sigamos con la hipótesis de alguien


que tiene una vida auténtica. En ese caso a los 49
años, ya tiene un principio de obra realizada, es decir,
puede mostrar algo de lo que es capaz de hacer que es
valorado por sus conciudadanos. Lo que ocurre en-
tonces es una profundización en el camino elegido. Es
el momento que marca la madurez por medio del
compromiso consigo mismo y con su comunidad.

 56 años: es un momento de plenitud de las fa-


cultades creadoras y de inserción en la comunidad.

 63 años: es el momento en que comienza el re-


conocimiento y el agente puede ser un hombre públi-
co en un sentido profundo. Es el momento en que se
pasa a integrar lo que bien podría llamarse el “consejo
de ancianos”.

 70 años: empieza la etapa de más libertad de


espíritu, en la que se puede decir y hacer, sin riesgo
ya de ser importunado.

 77 años: comienza la época de retiro creativo.

 84 años: fin de la “vida arquetípica”

123
Danzando con el Cosmos

Fases Edad Ciclo Ciclo Ciclo Ciclo


- - - -
Fase 1 7  
Fase 2 14   
Fase 3 21   
Fase 4 28    (+1)
Fase 5 35    (+1)
Fase 6 42    (+1) 
Fase 7 49    (+1)
Fase 8 56    (+2)
Fase 9 63    (+2)
Fase 10 70    (+2)
Fase 11 77    (+2)
Fase 12 84    (+3) 

Las personas que viven más de 84 años gozan de


un nuevo comienzo. Fases de “yapa”. Si llegamos
allí, ya somos casi como ángeles.
En el cuadro tiene el lector todas las sincronicida-
des que se dan en los ciclos genéricos de los Planetas.
Cuando se familiarice con los ciclos, el lector va a po-
der sacarle mucho provecho a esta planilla y aprender
mucho más de los ciclos al ponerlos en comparación.

CICLOS SINGULARES O PERSONALES


Si los ciclos genéricos son aquellos que vivimos
todos los humanos cumpliendo las Fases en las mis-
mas edades, los ciclos personales, en cambio, tienen
una cronología singular.
Es decir: cada agente vive sus ciclos personales
según su propia cronología, que no coincide con la de
los ciclos personales de los demás.
Esto significa que los ciclos personales van a con-
tener una información mucho más precisa, particula-

124
Jorge Bosia

rizada y extensa que los ciclos genéricos. Son, por eso,


mucho más interesantes que aquéllos, cuando se trata
de considerar la vida de un agente determinado.
Vamos a estudiar tres grandes ciclos personales:

 El ciclo Saturno-Ascendente.

 El ciclo de la Luna progresada por los


Signos y por las Casas.

 El ciclo de las lunaciones o ciclo Sol-


Luna.

Pero antes de entrar en cada uno de ellos, hare-


mos una descripción general. Luego nos será más
fácil comprender las diferencias peculiares de cada
ciclo comparándolo con la estructura general.

ESTRUCTURA GENERAL DE LOS


CICLOS ASTROLÓGICOS

No importa cuánto dure un ciclo astrológico, el


hecho es que siempre va a tener 12 Fases, ni una más ni
una menos. Y viceversa: cualquier ciclo que se divida
en 12 Fases, puede ser considerado un ciclo astrológi-
co.
Estudiar el ciclo astrológico, por lo tanto, consiste
en estudiar cómo se desarrollan esas 12 Fases. Y eso
es lo que haremos.

FASE 11 (PREPARATORIA)
Si bien hablando con precisión, el ciclo comienza
siempre con una Conjunción, también es verdad que
hay un período previo o preparatorio, en el que to-

125
Danzando con el Cosmos

davía no terminó el ciclo anterior, que funciona como


un proceso de gestación del nuevo ciclo. Esa etapa
preparatoria abarca las Fases 11 y 12 del viejo ciclo.
Esto significa que durante esas dos Fases se superpo-
ne el viejo ciclo, con el nuevo que todavía no comien-
za, pero ya está gestándose.
¿Qué ocurre en la Fase 11 preparatoria?
Se empieza a vislumbrar algo del futuro ciclo. Son
chispazos, visiones súbitas y sorprendentes del futu-
ro.
No pasan a menudo, de vislumbres, relámpagos
que por lo común, no se pueden echar a rodar ense-
guida. Están muy “verdes” todavía como para que
podamos hacer algo con esas visiones. Suelen ser utó-
picas en ese momento.
Sin embargo, a veces podemos iniciar alguna ac-
ción. Se trata de comienzos muy precarios, muy inci-
pientes, pero que ya suponen alguna concreción.
Es muy probable que las visiones de esta Fase, en
el futuro se puedan desarrollar. En el peor de los ca-
sos hay que esperar que comience el nuevo ciclo.
Esas intuiciones o visiones previas tienen mucha
importancia como señales que nos van a guiar en el
futuro.

FASE 12 (PREPARATORIA)
En la Fase 12 también hay una actividad prepara-
toria que nos va a conducir al nuevo ciclo. Como la
Fase 11, ésta también se dispone en dos niveles: por
un lado el de lo que va a finalizar, por otro, el de lo
que se está gestando.
En relación con lo que se gesta, es el momento de
soñar el futuro. De imaginarlo, de incubarlo. En tal
sentido, la Fase 12 es una etapa de gestación solo en
parte consciente. Es como si tuviéramos el nuevo ciclo

126
Jorge Bosia

en el útero. El ciclo ya existe, pero aún está oculto,


invisible, no tiene autonomía, no respira solo.
La Fase 12 es como el cruce de un río: al comienzo
se abandona una orilla (la del viejo ciclo) y se viaja a
través de la corriente, hacia la orilla del nuevo ciclo.
Es un momento de transición, cuando se llega a la otra
orilla significa que comienza el ciclo nuevo.
Es muy importante en esta Fase cuidar el ciclo fu-
turo. Eso significa darle espacio para que se vaya des-
arrollando. Y para eso es preciso ir dando de baja los
elementos del ciclo viejo que están agotados.
Además, muchas veces en esta Fase preparatoria
se intenta lanzar los proyectos antes de que estos se
hayan afirmado lo suficiente y se encuentren en con-
diciones de sostenerse por sí mismos. Eso es riesgoso.
Es como parir un bebé prematuro; luego nos va a exi-
gir muchos cuidados extras.
El comienzo del ciclo es como un parto, conviene
que sea lo más natural posible, que ocurra cuando
tiene que ocurrir, por más que la “madre” tenga cierta
inquietud e impaciencia.
Sí se pueden hacer algunos trabajos preparato-
rios, tal como hacen las mujeres embarazadas.
Además, estando “embarazados” de un nuevo ciclo
podemos comunicarnos con éste como si fuera un
bebé. La Fase 12 es bastante activa si la vemos desde
el prisma de lo nuevo que está comenzando. No se
trata de cruzarse de brazos. Toda actividad prepara-
toria será bienvenida; sin embargo, el parto (la Con-
junción) ocurre cuando tiene que ocurrir.
En cuanto al nivel de aquello que está terminan-
do, debemos tener en cuenta que hay varios modos
del terminar:

127
Danzando con el Cosmos

1. Por un lado está aquello que puede atravesar


el río y prolongarse en el nuevo ciclo. Estos
elementos, sin embargo, deberán resignificar-
se, ya que el sentido que tenían en el ciclo vie-
jo no será adecuado.
2. Luego están las cosas que hay que enterrar,
dejar sin remedio atrás.
3. Entre estas últimas hay algunas que asumen
el carácter de deudas. Son los procesos que
dejamos inconclusos al correr del ciclo. Por lo
general, estas situaciones inconclusas nos de-
mandarán que las finiquitemos. Al Cosmos no
le gustan mucho los cabos sueltos. De modo
que no es raro que en esta Fase aparezcan
personas que habíamos dejado de ver desde
mucho tiempo atrás. Son embajadores del pa-
sado que vienen a reclamar el cierre de aque-
llo que quedó abierto. Lo mejor es cumplir
con esa demanda.

Cada deuda que saldemos, cada proceso que ce-


rremos o resignifiquemos, abre un espacio para lo
nuevo, le da aire a los sueños.
Cuando estamos al final de un ciclo, es común
que soñemos con muertes y renacimientos. También
es común que se produzcan embarazos. En ese caso el
niño será un símbolo del nuevo ciclo.

F AS E 1
El inicio de todo ciclo es una Conjunción, como
hemos indicado arriba. En la Conjunción inicial se
concentra la fuerza promotora del ciclo. A menudo es
una etapa en la que no hay gran claridad, porque la
pulsión promotora tiene ímpetu, pero no claridad.

128
Jorge Bosia

Todo está allí por hacer y se irá realizando paso a pa-


so con cada una de las Fases.
Cuando se produce la Conjunción, a la vez que
termina el viejo ciclo, empieza el nuevo.
Es un punto de máxima importancia en el ciclo. El
50 % de todo lo que se va a desplegar durante el ciclo
está allí concentrado. Es una especie de nacimiento.
Hay algo nuevo en la Conjunción. Es el comienzo del
comienzo, el momento más ariano del ciclo. Recor-
demos que en Aries hay una entrada de energía nue-
va a la vida. Aries simboliza lo nuevo que ingresa a la
existencia. Es una chispa, una fuerza novedosa que se
interna en lo que ya está desplegado.
Hay muchísima potencia, mucha fuerza. Y como
es un momento ariano, tenemos que asumir que hay
cierta dosis de ceguera. No vemos con claridad lo que
ocurre; pero sentimos una compulsión a la acción, una
confianza en la propia decisión y actividad.
¿Podría el ciclo empezar de otro modo o no em-
pezar? Sí, puede que no ocurra tal como lo venimos
exponiendo. Por el momento, sin embargo, estamos
describiendo el ciclo en un sentido ideal, ante el relato
concreto podremos estimar las desviaciones que
hallemos. Es necesario estudiar cómo cada persona
vive sus ciclos, pero para eso necesitamos conocer el
ciclo como estructura paradigmática.
Entonces, en la primera Fase de un ciclo, que se
inicia con la Conjunción, si todo sucede según lo que
dicta nuestra propia energía, nos vamos a encontrar
con que:

 Hay un predominio de la acción sobre la re-


flexión. Muchas de las ideas que inspiran la acción
están allí, hay que suponerlas pues se originan en las
Fases preparatorias, pero lo propio de la primera Fase

129
Danzando con el Cosmos

es que predomine la acción, no la idea. A veces, la


acción opera a costa de las ideas inspiradoras, que
suelen quedar bastante ocultas.

 Hay una sensación de mucha potencia. Como


de una fuerza interna que busca manifestarse, lanzar-
se. Todo ciclo es el desarrollo de un deseo, de un im-
pulso vital. Y en la primera Fase, aparece la mitad de
ese deseo: la pulsión promotora, una fuerza que se
mueve en línea recta hacia un objeto.

 Se experimenta mucha capacidad de deci-


sión.

 A veces se da una sensación de soledad, no


en el sentido de quien se siente abandonado y sufre
porque lo dejaron, sino en un sentido metafísico: nos
encontramos solos frente a nuestro destino y no hay
nadie que comparta ese lugar. Puede haber, quizá,
acompañantes, pero el destino es propio, y nadie lo
va a vivir por nosotros.

 Se siente una identificación con el propio


destino.

Por todo lo dicho, la sugerencia principal para la


Fase 1 de los ciclos es lanzarse a la acción. En la Fase 1
hay muchos comienzos, o bien un gran comienzo. No
hay que dejar pasar la Fase sin tomar decisiones fuer-
tes.
No es una etapa en la que haya que meditar de-
masiado lo que se va a hacer. Luego habrá momentos
para depurar, para seleccionar qué es lo adecuado y
rectificar. En la primera Fase, lo conveniente es empe-
zar, tener el arrojo, la valentía, la resolución para co-

130
Jorge Bosia

menzar. Inclusive hacerlo aunque no tengamos muy


claros los objetivos o un plan de acción detallado. Se
trata sobre todo de comenzar, de dar el puntapié ini-
cial.
Si lo hacemos, vamos a a sentir que estamos co-
ordinados con el ritmo cósmico, que estamos “dan-
zando con el Cosmos”. Pero si no actuamos, si no nos
resolvemos ¿qué ocurre?
Puede ocurrir que no hayamos logrado deshacer-
nos de todo lo terminado del ciclo anterior, puede que
tropecemos con los residuos del viejo ciclo. Que no
hayamos podido generar el espacio, el vacío necesario
para desarrollar lo nuevo. Entonces, las ruinas del
ciclo anterior dificultarán la construcción del nuevo
proceso cíclico. A veces no nos damos cuenta de que
son ruinas y continuamos cargándolas hasta mucho
después de comenzado el nuevo ciclo.
En este caso, si no nos tomamos el trabajo de des-
hacernos del pasado en la última Fase del ciclo, tene-
mos que limpiar el terreno durante la Fase 1 y des-
embarazarnos de todo lo acabado. Es probable enton-
ces, que haya que hacerlo a las apuradas, para poder
llevar la acción cuanto antes hacia lo nuevo. Por su-
puesto esa tarea nos va a restar un poco de energía
para empezar, pero es necesario hacerlo; de lo contra-
rio no se puede avanzar. No podremos guardar nues-
tro nuevo automóvil en el garaje si antes no sacamos
el viejo de allí. Por eso, a menudo, en la primera Fase
hay separaciones, cortes, despedidas, abandonos, etc.
También podría suceder que comencemos un ci-
clo, y no obstante, continuemos con nuestro trabajo
anterior, con nuestra pareja anterior, con nuestros
amigos anteriores, como si todo siguiese igual. Y sin
embargo, no manifestemos ningún malestar, ningún
sentimiento de contrariedad ¿Qué pasa en ese caso?

131
Danzando con el Cosmos

Que tenemos que acostumbrarnos a no poner el


peso de la interpretación en el relato de los hechos
exteriores. Es necesario pensar los acontecimientos
relatados como símbolos del verdadero proceso que
revela el ciclo. Si no vemos en el relato de los hechos
más que hechos, si los entendemos en un sentido lite-
ral, nos vamos a extraviar. Nuestro objetivo siempre
es el significado.
Si se da el caso que estábamos indicando, no sería
mala idea averiguar si seguimos haciendo lo mismo
de la misma manera o si le otorgamos el mismo significado
a lo que hacemos. Lo más probable es que no sea así. Es
decir, se puede continuar en un mismo trabajo, pero
¿se lo realiza de la misma forma? ¿Sigue teniendo el
mismo significado que tenía en el viejo ciclo? Es casi
seguro que no.
Lo importante siempre es el significado, nunca los
hechos relatados como tales. Lo que tenemos que
aprender a descifrar es el significado del relato o el
discurso de los hechos. Los hechos mismos quedan
muy lejos, son inalcanzables. Tenemos un relato y ese
relato tiene que cobrar sentido para quien nos lo co-
munica y para nosotros. Los astrólogos no adivina-
mos hechos, ni damos sentido a hechos, sino que da-
mos sentido al relato que nuestro cliente nos hace de
supuestos hechos que él dice que experimentó, y
aunque pudiésemos presenciarlos, igualmente los
tomaríamos como puro discurso.

EL GRADO CASAMENTERO
El último grado de la primera Fase, cuando ya ca-
si estamos entrando en la segunda, tiene una cualidad
muy especial. A veces lo llamamos el “grado casa-
mentero”, porque indica un momento en el que mu-
chas personas encuentran una pareja importante o, si

132
Jorge Bosia

ya la encontraron, formalizan su situación yendo a


vivir juntas, se casan, etc. Es un grado que une a las
personas, sobre todo en el sentido de la pareja sexual.

F AS E 2
Cuando se llega a la segunda Fase se frena un po-
co la velocidad que le imprimimos a la vida en la
primera, se lentifica el ritmo de la acción.
Por otro lado, es importante no olvidar que en la
segunda Fase también se puede comenzar con nuevas
líneas de acción. Y a menudo estos comienzos tienen
todavía más fuerza y profundidad que los que se dan
en la primera Fase, ya que aquí disponemos no solo
de la pulsión promotora, sino también de la atractora.
Contamos con la totalidad del deseo. Estamos más
completos y en consecuencia las decisiones son muy
potentes.
Por eso el sentido general de las decisiones impli-
ca ya también un sostener. Hay que sustentar tanto lo
comenzado en la Fase 1, como lo que empieza aquí,
en la segunda. La preocupación, por eso, es sostener.
Respecto de aquello a que nos hemos lanzado al
ruedo en la primera Fase, cuando llegamos a la se-
gunda, vamos a sentir a menudo un temor que nos
impele a hacernos la siguiente pregunta: ¿cómo sos-
tener, cómo apuntalar el camino comenzado?
Se plantean preguntas tales como: ¿tenemos dine-
ro para sostener nuestro proyecto? ¿Tenemos energía
para hacer que siga funcionando y se desarrolle? ¿A
qué podemos recurrir para darle una base material
más sólida a nuestro proyecto?
En definitiva, en la Fase 2 nos ocupamos del
sostén, de la estabilización y de los recursos que se
deberían acopiar y disponer para que el impulso que
lanzamos a la acción no se debilite.

133
Danzando con el Cosmos

Ahora bien, lo esencial en esta Fase es que para


darle una forma más consistente a los proyectos, ya
no basta con el entusiasmo. Y eso implica un descenso
en el ritmo de actividad, no podemos seguir solo
arremetiendo. Entonces es cuando empezamos a pre-
ocuparnos por los recursos con que contamos –¡o no
contamos!- para sostener la idea lanzada.
En tal sentido, una medida importante al comen-
zar la Fase 2 consiste en hacer un inventario de los
recursos disponibles. Eso tiene dos ventajas: por un
lado, al hacerlo nos percatamos de que contamos con
muchos más recursos de lo que pensábamos; por otro,
descubrimos que, pese a todo, no son suficientes, que el
ciclo demanda más.
Esto invita a que nos lancemos a completar los re-
cursos que ya tenemos, con otros de nuevo cuño.

EL PUNTO BALLENA
Hay un momento clave en la segunda Fase, que
coincide con el punto medio. En efecto, justo en la
mitad de esta Fase está lo que llamamos el "Punto
Ballena”.
Supongamos una Fase que va desde los 3 grados
de Géminis hasta los 5 de Cáncer. Son 32 grados.
¿Cuál es el punto medio? El grado 19 de Géminis.
Es el punto que corresponde a la Semi-
cuadratura.
¿Qué pasa en ese punto? Aparece cierta dificultad
que hace que nos sintamos ante una encrucijada. La
podríamos traducir con la siguiente pregunta: ¿se-
guimos avanzando en el nuevo camino que hemos
emprendido o volvemos atrás? ¿Podremos sostener el
rumbo? ¿No será prudente deshacer todo y volver al
inicio? En ese punto solemos pensar: “¿para qué tanto

134
Jorge Bosia

esfuerzo? ¡Estábamos tan tranquilos antes de embar-


carnos en todo esto!”, y expresiones de ese tenor.
Es decir: se presenta a menudo un temor que
produce la tentación de echarse atrás y desandar el
camino. Por eso lo llamamos “Punto Ballena”. Porque
se corre el riesgo de hacer lo que las ballenas hicieron
en su momento: aunque habían salido del mar y evo-
lucionaron como mamíferos, luego parece que se
arrepintieron y volvieron al mar.
No sabemos cómo es para las ballenas, pero para
nosotros, humanos, regresar significaría una grave
involución, una catástrofe que tendría consecuencias
nefastas para quien lo intentase. Quizá las ballenas y
otros animales semejantes no se arrepienten de haber
vuelto al mar; pero si un agente humano regresa al
punto de partida de un ciclo, es seguro que se arre-
pentirá.
El sentido de la segunda Fase se extrae de Tauro,
y lo sorprendente es que no hace mucho tiempo se
descubrió que la estructura genética de los bóvidos –
el toro es un bóvido-, está muy relacionada con la de
las ballenas, lo que confirma que el nombre elegido
para este punto no era tan insólito como parecía.
En definitiva, en el Punto Ballena, nos debatimos
entre dos posibilidades: seguir adelante con todo, o
volvernos atrás. Y la sugerencia es no hacer ninguna
de estas dos cosas, sino mantenernos en un camino
medio: ni seguir avanzando como locos (porque va-
mos a terminar de cabeza contra el duro argumento
de alguna pared), ni asustarnos y retroceder. Hay que
bajar un poco el ritmo y seguir con cautela hacia ade-
lante. Se trata de aplicar la vieja solución aristotélica
del “justo medio”.
Es muy común que las personas que nos consul-
tan cuando atraviesan el Punto Ballena de un ciclo

135
Danzando con el Cosmos

importante, plantéen ese dilema. Si quien viene a


consultarons nos trae el problema de que no sabe si
volverse atrás o acelerar respecto de cierto proyecto,
investiguemos bien los ciclos, porque puede estar
atascado en el Punto Ballena. Y en el caso de que des-
cubramos que es así, ya sabemos cuál es la respuesta.

F AS E 3
Saca su significado de Géminis y la Casa 3, ya que
corresponde a la distancia de 60 grados desde la Con-
junción inicial.
Es una Fase de experimentación, de pruebas, de
tanteos, de tentativas. Es una de las Fases donde hay
que ramificar la acción, la buena noticia aquí es que
nos podemos equivocar sin demasiado peligro. La
consigna es experimentar mucho y en distintas direc-
ciones. Hay que aprender todo lo que se pueda.
Aquí se retoma una cierta aceleración del movi-
miento, luego del relativo freno aplicado en la Fase 2.
Pero en lugar de seguir en línea recta hacia adelante,
se impone tentar variantes, moviéndonos como el río
en un delta. Queremos decir: bifurcando caminos.
De manera que es de esperar que al promediar es-
ta Fase haya ya varias opciones abiertas en trance de
exploración.
Hemos llamado a veces a esta Fase el “recreo del
ciclo”, porque es una etapa en la que podemos equi-
vocarnos sin que sea grave, en la que deberíamos ju-
gar bastante.
Más: si nos equivocamos, es señal de que estamos
aprovechando bien la Fase 3, de que estamos apren-
diendo.
El significado esencial de esta Fase es aprender,
aprender todo lo que se pueda referente a lo que ata-
ñe a los proyectos que hemos empezado.

136
Jorge Bosia

Esta Fase no suele enfrentarnos con dificultades


graves, por lo general la mayor dificultad es no apro-
vecharla, quedarnos dormidos. Porque en tal caso el
ciclo se debilita, queda raquítico, no es enriquecido
por la búsqueda de alternativas.
Un ciclo contiene ritmo. En su conjunto es un
gran abrirse y cerrarse (una suerte de parpadeo del
tiempo), y además está formado por una secuencia de
aperturas y cierres parciales. O, como dicen los chi-
nos: de momentos de expansión y de momentos de
concentración. En general, las Fases impares son ex-
pansivas, mientras que las pares son de concentra-
ción. O sea que la tercera vuelve a ser expansiva.
Deberíamos dejar atrás esta tercera Fase con una
gran experiencia y nuevos conocimientos acerca de
los temas relacionados con los proyectos que el ciclo
comporta.

F AS E 4
Es la Fase que saca su sentido de la Casa 4 y de
Cáncer. Es muy importante en la economía general
del ciclo.
Aquí encontraremos la razón que nos hizo afir-
mar que era adecuado diversificar la experiencia en la
Fase 3; ¿Por qué dijimos que es valioso expandirse en
la Fase 3? Porque en la Fase 4, que es una de las más
importantes (las Fases angulares son las etapas más
importantes del ciclo) hay que seleccionar entre todo lo
acumulado para ver con qué nos quedamos ¿Y entre
qué se selecciona? Se selecciona entre las opciones
que fueron desplegadas en la Fase 3. Por consiguien-
te: si en la Fase 3 no nos abrimos a nuevos caminos y
experiencias, aunque fueran errores, ahora no ten-
dremos variantes para afirmarnos en lo esencial de
nuestro ciclo.

137
Danzando con el Cosmos

Las Fases angulares son la 1, la 4, la 7 y la 10, que


son las que corresponden a las Casas angulares, de-
terminadas por los ejes Ascendente/Descendente y
Mediocielo/Fondo-del-Cielo. Son Casas decisivas en
una Carta natal. De modo que las Fases correspon-
dientes también lo son.
¿Por qué justo en la Fase 4 se hace la selección en-
tre las variantes desplegadas antes? Porque es un
momento de fuerte concentración. Recapitulemos: en la
primera Fase se lanzó el proyecto; en la segunda tuvo
su primera consolidación; en la tercera se abrieron
variantes posibles de la idea original. Si siguiésemos
abriendo posibilidades sin límite, el proyecto se debi-
litaría, y se dispersaría la energía del impulso. Por
tanto, llega un momento en que es necesario detener-
se y preguntarse: “de todas las posibilidades que
están abiertas y que venimos desarrollando, de todas
estas variantes, ¿cuáles son las que nos interesan?
Ahora que hicimos toda esta experiencia ¿con qué nos
quedamos y qué desechamos?”. En esta Fase rige
aquello de: “quien mucho abarca, poco aprieta”.
Podemos imaginar la Fase 4 como el caldero don-
de se cocinan las variantes valiosas de las dos pulsio-
nes que componen el deseo.
Para responder las preguntas de esta Fase es ne-
cesario concentrarse en lo más genuino del deseo. Las
decisiones se producen ya al comienzo de la Fase 4, es
decir, alrededor del momento de la Cuadratura (90º a
partir de la Conjunción inicial).
En ese momento no tenemos que consultar con
“la almohada”, sino con las propias tripas, con nues-
tro “guía interior”, para reunir todos los factores que
se desplegaron en las tres primeras Fases en un único
núcleo que sirva de base de operaciones a un curso de
acción definido, a la vez que desechamos aquellas
variantes no esenciales o fallidas.
138
Jorge Bosia

El resto de la Fase 4, una vez tomada la gran deci-


sión de seleccionar lo genuino, e implantar sobre esa
base el proyecto, se debe emplear en definir los espa-
cios principales desde los que nos lanzaremos hacia
los objetivos. En la Fase 4 se define nuestro “cuartel
general”, sea el hogar, una oficina, un taller, un con-
sultorio, etc. En esos espacios podremos hacer enrai-
zar nuestro propósito, lo que sentimos como nuestro
proyecto.
Es como decir: “bueno, hicimos esto y esto y esto
otro, pero ¿qué es lo que en verdad sentimos como
propio? Hay que consultar el fondo más genuino de
nosotros mismos. Sentirlo como algo físico.
Se comprende que sea una Fase canceriana, por-
que Cáncer hace una selección entre lo que es guar-
dado dentro y lo que se deja afuera, a la intemperie.
Nos instalamos para lanzarnos de nuevo al cami-
no, no para refugiarnos y permanecer allí. Implanta-
mos el proyecto en terreno firme, dejamos que eche
raíz y partimos desde ahí. Esa es la idea de la cuarta
Fase. Esta es la etapa de la colocación de la piedra fun-
damental.
Esa base queda fija. Se trata de definiciones que se
van a conservar durante todo el ciclo y sobre las que
se va a poder construir. Ese núcleo que se constituye
en la cuarta Fase es fundamental. Y si no se ponen
bien firmes los cimientos, no se puede construir sobre
ellos.
Hay una relación, por supuesto, entre lo que pasa
en esta Fase, y la Cuadratura creciente. Esta etapa
comienza con una Cuadratura creciente y tal cosa
supone cierta tensión. ¿Dónde está aquí esa tensión?
En la selección misma. Al seleccionar hay que de-
jar algunos desarrollos afuera. Entonces hay tensión,
porque a nadie le gusta descartar lo que ha hecho con

139
Danzando con el Cosmos

su esfuerzo y con lo cual, tal vez, se ha encariñado o


identificado.
Como indicábamos arriba, ésta es una Fase de ins-
talación, suele ocurrir que durante este período com-
premos un consultorio, una casa, un taller, etc. es de-
cir: un lugar en el que vamos a desarrollar las futuras
etapas del ciclo. Ese espacio es el símbolo de que nos
estamos instalando en nuestro propio proyecto, en
nuestro propio eje.

F AS E 5
En esta Fase, otra vez asistimos a una expansión,
porque como ya determinamos qué es lo esencial de
nuestro proyecto y nos instalamos en los espacios
internos y externos que permiten desarrollarlo, en-
tonces ahora comenzamos a crecer desde nuestra
propia raíz.
En esta etapa la expansión tiene carácter leonino,
por decir así: es una expansión en la que nos expre-
samos como singulares.
Si en la cuarta Fase no elegimos según lo esencial,
sino según alguna otra cosa (un mandato familiar,
una publicidad mediática, o alguna otra variante),
entonces enseguida, en la quinta Fase, vamos a entrar
en crisis.
En tal caso deberíamos rectificarnos con urgencia
y elegir más afinados con nuestro propio modo de
ser. Claro que estaremos ya en la quinta Fase y eso
será un tanto impúdico, algo así como cambiarse de
ropa en la calle. Siempre es más difícil cumplir las
etapas a contramano del ritmo del ciclo. En la cuarta
Fase las cosas suceden en la intimidad, en cambio en
la quinta estamos volcados hacia afuera, a la intempe-
rie. Es como estar en el escenario con todas las luces
enfocándonos. La cosa se hace más dramática. Pero si

140
Jorge Bosia

comprendemos que nos equivocamos, lo mejor es


corregir cuanto antes, no dejarnos intimidar por el
“qué dirán”, por la opinión ajena.
Pero supongamos que lo hicimos bien: elegimos
según nuestros propios ejes, nos instalamos, nos en-
raizamos en la Fase 4. Entonces en la quinta Fase te-
nemos la suficiente libertad y espacio para empezar
una expansión con nombre y apellido propios, una
expansión en el sentido de la expresividad singular y
de la identidad propia. El proyecto mismo se vuelve
cada vez más consciente y nos identificamos con éste,
ante los demás.
Quiero decir que ya sabemos de qué trata nuestro
proyecto, lo que nos permite identificarnos ante los
demás en función de ese proyecto, ponerlo a la vista
como propio. Eso supone “colocar toda la carne en el
asador”, como se dice.
Ya estamos parados con firmeza en nuestro pro-
pio suelo, instalados en nuestro “cuartel general” (Fa-
se 4), y entonces podemos expresar lo que hasta ahora
hemos logrado elaborar. Empezamos a expresarnos.
Tanto que aparecen aquí los primeros frutos del ciclo,
inmaduros aún, pero frutos al fin. Son inmaduros
porque expresan nada más que la singularidad del
propio agente, son frutos muy aislados todavía. La
realización del ciclo siempre ha de incluir a otros.
Entonces a los frutos de la Fase 5 siempre les falta
equilibrio, por eso ésta es una Fase proclive a la des-
proporción del exceso.
Aunque en la Fase 5 hay una primera identidad
en acción que tiene cierta solidez, adolescemos todav-
ía de una unilateralidad que luego se va a equilibrar,
sea de modo suave, sea a los golpes.

141
Danzando con el Cosmos

EL PUNTO BALDE DE AGUA FRÍA


Pero ahora queremos remarcar otra cosa impor-
tante: en la mitad de la Fase 5 nos encontramos con la
Sesquicuadratura: a ese punto solemos llamarlo “Pun-
to Balde de agua fría”.
Es que un poco antes, a los 120º (al comenzar la 5º
Fase) estamos a la altura del Trígono y nos sentimos
en plenitud, los mejores. A ese punto de los 120º, justo
cuando comienza la Fase 5, lo llamamos “Punto Uvi-
ta”, en recuerdo de esas uvas exuberantes, hinchadas
de agua y azúcar, a punto de reventar en la vid. Así
deberíamos sentirnos al comienzo de la Fase quinta.
Es como si subiésemos muy orondos al tram-
polín, llegamos al borde y nos tiramos sin dignarnos
mirar a los pobres infelices que están allá abajo. Pero
entonces, mientras caemos descubrimos que ¡aún no
han llenado la pileta! La pileta está vacía o tiene un
metro de agua… Al promediar la Fase 5 suele produ-
cirse en nuestra frente un chichón cuyo diámetro de-
pende del grado de exceso de confianza que hayamos
desarrollado.
Si el ciclo va bien, este golpe ocurre siempre. El
hematoma depende de cuán subidos al caballo este-
mos.
A veces ocurre, sin embargo, que hay personas
que viven esta Fase muy por debajo de lo que podr-
ían. No se suben a un pura sangre, sino que van mon-
tados en un pony.
Sin embargo, un buen balde de agua fría en este
momento es algo muy saludable.
En la Fase 5 no está mal jugarse con todo, porque
además, el punto balde de agua fría lo vamos a tener
que atravesar igual, de un modo u otro. En esta Fase
es bueno poner todo lo que se tiene a la vista, mostrar
las propias cartas, apostar a uno mismo. Estamos en

142
Jorge Bosia

plena Fase de Leo, así que la regla es expresarse todo


lo que uno pueda.
El Punto Balde de agua fría es un anticipo de la
Fase 6, la adelanta un poco. Por eso a veces no se pro-
duce justo en el punto medio, sino un poco después,
cerca del comienzo de la Fase 6.
La experiencia, a veces dura, del Punto Balde de
agua fría nos enseña que todavía nos falta mucho
trecho por recorrer, nos ayuda a aceptar que no so-
mos lo máximo, que la uvita estaba en realidad un
poco verde todavía. Pero también enseña que lo que
logramos hasta ese momento, no es ni tan poco ni tan
malo, ya que suscita esas respuestas.
No hay que dejarse abatir, el punto balde de agua
fría indica que hay mucho material para seguir traba-
jando, puliendo. Como en el Punto Ballena, la suge-
rencia es mantenerse en el justo medio y ponerse a
trabajar en lo que se reveló como inadecuado. Rectifi-
cado el exceso propio de este punto, se vuelve a en-
cauzar el proyecto por el buen camino hasta que se
ingresa en la sexta Fase.

F AS E 6
Es la Fase correspondiente a Virgo y al Quincun-
cio creciente.
Solemos llamar a esta zona del ciclo “Zona Gru-
yere” o “Zona del Laberinto”.
Sepa el lector disculpar estos nombres quizá un
tanto pintorescos; pero es un recurso que ayuda a
recordar mejor esta materia tan abstracta de los ciclos.
La llamamos Zona Gruyere porque cuando el
agente ingresa a la sexta Fase comienza a experimen-
tar los agujeros, las grietas, que tiene el proyecto (no
olvidemos que un ciclo se manifiesta como una serie
de proyectos). Por eso decíamos arriba que el chichón

143
Danzando con el Cosmos

que se obtiene en el Punto Balde de agua fría es como


un anticipo de la Fase 6. En el caso del Punto Balde de
agua fría, el golpe se debe a excesos por parte del
propio agente; pero en la Fase 6 se trata de algo más
importante: de las fallas y carencias que revela el pro-
yecto mismo, luego de haber atravesado las primeras
cinco Fases.
Aparecen, a menudo, críticas de parte de otras
personas, o situaciones en que nos ponen límites. Pero
no es sólo la crítica externa, sino lo que uno mismo va
descubriendo acerca de todo lo que falta aprender
aún.
Por eso la Fase 6 suele ser bastante dura, y es
también, una Fase de gran aprendizaje. La clave de la
Fase 6 es disciplinarse sin perder lo esencial. Y esto se
debe a que en esta Fase se aprecia la necesidad de
integrarse, de contextualizarse, lo que supone responder
a las demandas de la comunidad.
La Fase 6 es aquella en la que, luego de afirmar-
nos como agentes creadores de nuestro proyecto, te-
nemos que empezar a ponerlo a prueba ante la comu-
nidad. Es una verdadera entrada al mundo. Y se nos
va a exigir que nos adecuemos a él. Nos van a de-
mandar cambios respecto de nuestro recién logrado
proyecto; cambios que permitan que el proyecto enca-
je, sea útil, al contexto en que nos encontramos.
Por eso a esta Fase sexta se tiene que llegar muy
bien afirmado. De lo contrario tendremos una ten-
dencia a ceder demasiado, o a entregar todo.
Claro que algo hay que entregar. Es necesario ce-
der un poco. Pero si llegamos con muy poco, no nos
va a quedar nada.
Lo importante es defender lo esencial. Se puede
negociar lo accesorio, lo menos importante; pero hay
un núcleo que es necesario resguardar. De lo contra-
rio el proyecto se perdería, nos tragaría el contexto.
144
Jorge Bosia

Por eso es tan importante desarrollarlo todo lo que


podamos en la Fase 5.
Debido a esta necesidad de contextualizarse o in-
tegrarse, casi siempre aumenta la cantidad de trabajo
que tenemos que hacer en la Fase 6. Es un trabajo do-
ble: por un lado, rellenar con paciencia y detalle, to-
das esas deficiencias en la formación del proyecto;
por otro lado, hacer la a menudo dolorosa negocia-
ción que implica ingresar al “mercado”, por así decir.
Se trata de un trabajo minucioso, “en lo pequeño”,
como dice el I Ching.
El trabajo, pues, se acrecienta mucho en esta Fase;
pero lo que lo hace más duro es que, por lo común, no
aumenta de manera proporcionada al reconocimiento
que recibimos de los otros, sino muy por encima.
Al recorrer esta Fase, también se puede tener la
sensación de andar por un laberinto (el queso gruyere
es como un laberinto en tres dimensiones), porque
hasta aquí el agente singular venía a sus anchas des-
plegando su proyecto, como por una amplia ruta,
expresándose, mostrando todo lo interesante de que
es capaz, y cuando entra en la sexta Fase, se angosta
el camino y empiezan las curvas, y no es raro tampo-
co que aparezca cierta niebla; de modo que por lo
general, se ve muy poco.
Es decir: lo que se ve, es la próxima curva y nada
más, como en los laberintos, y cuando se llega a la
curva, hay otra curva, y así. Siempre hay algún cami-
no, pero no se llega a ver muy lejos. Tampoco se sabe
a veces cuál es el sentido final del recorrido. No obs-
tante se sabe que hay que seguir e ir solucionando
todos los pequeños problemas, desatando los peque-
ños nudos.
Por eso ésta es una Fase que se acompaña de una
sensación fuerte de límites, y de poco horizonte.

145
Danzando con el Cosmos

La uva que se perfilaba al comienzo de la Fase 5,


que parecía en todo su esplendor rebosante de azúcar
y agua, acá se transforma en una pasa de uva. Pierde
la exuberancia que tenía; pero no obstante, y esto es
muy importante, conserva todo el elemento nutritivo
concentrado, no pierde, por volverse útil, lo principal,
su esencia nutricia y creadora.

LA LLAMITA
Ahora bien, otro rasgo importante de esta Fase,
que suele ser una de las más interesantes de todo el
ciclo, es que funciona siempre en un doble nivel. Por
una parte, están los rasgos que describimos arriba.
Eso conforma uno de los niveles. Es lo que experi-
mentamos en la zona superficial de la existencia. Sin
embargo, en esta Fase 6 también operamos en un ni-
vel que va por debajo del otro. Lo notable es que este
segundo nivel puede resultar desconocido para el
propio agente, permanece oculto o semioculto hasta
los momentos finales de la etapa.
A ese aspecto oculto o semioculto lo llamamos la
“Llamita”.
Así como hay que aprender a disciplinarse y con-
textualizarse rellenando los agujeros del gruyere, o a
recorrer con trabajo el laberinto, hay que aprender
también a cuidar esa Llamita que corre por debajo,
para que no se extinga. Es preciso dejar que crezca
con su propio ritmo y cuidar que no se apague. Va
creciendo por debajo de la superficie. La superficie es
ese proceso trabajoso, pesado; pero hay una parte de
la vida un poco más placentera, más satisfactoria: ésa
es la llamita, y es muy interesante identificarla para
no deprimirnos u obsesionarnos con los meandros
laberínticos del trayecto. Tampoco podemos hacer
mucho más, no podemos soplar para que la Llamita

146
Jorge Bosia

crezca más veloz. Hay que dejarla que vaya a su rit-


mo y no se apague.
La Llamita puede ser una actividad secundaria,
una idea nueva que empieza a realizarse, un hobby,
un segundo trabajo, algo nuevo que empezamos a
estudiar. Es algo que hacemos en el poco tiempo que
nos queda libre en esta Fase. Y está muy bien hacerlo,
porque muchas veces esa Llamita que crece poco a
poco durante la Fase 6, al llegar a la Fase 7, se trans-
forma en una faceta fundamental de la vida y hasta
puede tomar el lugar principal.

F AS E 7
La Fase 7 saca su sentido del Signo de Libra y del
aspecto de Oposición.
Volvamos a la Llamita: cuando se llega a la Opo-
sición, es decir, cuando se ha recorrido justo la mitad
del ciclo, la Llamita, decíamos, puede pasar a ser el
factor principal de la vida. Pero ¿y lo que llamábamos
la “pasa de uva”? ¿Qué hacemos con eso que hemos
completado y perfeccionado?
Lo esperable sería que a partir de la Oposición se
produjese una expansión de lo que llamábamos la
Llamita, que era una actividad secundaria, y que eso
pasase a ocupar los primeros planos de la vida. A
menudo eso sucede; pero otras veces no. Cualquiera
sea el caso, no hay que desechar todo lo realizado
hasta allí. Lo que se requiere es una redefinición de
todo lo hecho y su integración con lo que representa
la Llamita. Y si no hay Llamita, solo la redefinición de
lo trabajado hasta allí.
La redefinición es indispensable porque en la Fa-
se 7 se produce la aparición de otros, de pares, que
comienzan a tener un peso decisivo en el proyecto
que veníamos llevando.

147
Danzando con el Cosmos

No se trata de que antes no hubiera otros, sino de


que los que llegan ahora están destinados a unir su
destino con el nuestro de un modo mucho más deci-
sivo.

EL PUNTO SANGUCHERA
Cuando salimos de la Fase sexta se nos abre un
horizonte mucho más amplio. Emergemos del labe-
rinto, pero no por la salida esperable, sino por arriba,
como Dédalo e Ícaro, que huyen volando del laberin-
to que el propio Dédalo había construido para el rey
Minos de Creta. Esa salida es la buena. Y requiere que
haya un equilibrio entre todas las partes interiores de
la personalidad. Equivale a superar el modo binario
de pensar.
De lo contrario puede que nos ocurra lo que a Íca-
ro, el hijo de Dédalo, que no puede moderarse (algo
equivalente a no poder negociar) y se estrella en el
mar.
Pero si no es el caso, si hemos equilibrado nuestro
proyecto con las demandas de la comunidad para
hacerlo útil, rellenando las grietas y agujeros, si
hemos negociado pero sin entregar todo lo propio o
creativo, entonces penetramos en la Fase 7 con alivio
y entusiasmo.
Al punto justo de la Oposición, es decir, al co-
mienzo de la Fase 7, lo llamamos Punto Sanguchera1.
Con “sanguchera” nos referimos a esas campanas
de vidrio o de plástico que se usan para poner la co-
mida a cubierto de moscas y otros visitantes indesea-
bles.

1
La palabra “sanguchera” es obviamente una adaptación un tanto humorística,
que nuestros lectores sabrán disculpar o disfrutar. Viene del término inglés
“sandwich” transformado en el argentinismo “sánguche”.

148
Jorge Bosia

A ese punto lo llamamos así porque es el momen-


to en que nos damos cuenta que hemos vivido casi
como dentro de una sanguchera. El paso a la Fase 7 se
asemeja al acto de levantar la sanguchera y salir de
ese ámbito cerrado y pequeño. Al hacerlo descubri-
mos que el mundo es mucho más amplio de lo que
imaginábamos, que el horizonte está mucho más lejos
y que las cosas y las personas son más variadas e inte-
resantes.
Esta Fase no suele tener la connotación conflictiva
o polarizada que tiene el Aspecto de Oposición. Es un
momento de expansión donde la vida nos pide una
visión amplia. Logramos allí una perspectiva comple-
ta de la primera mitad y descubrimos que, pese a to-
do el trabajo hecho, todavía pensábamos que la san-
guchera era el mundo.
Es un punto de cambio de los más intensos del ci-
clo. Vislumbramos una ampliación del camino hacia
adelante, y a la vez, ya poseemos una gran experien-
cia. Ambas cosas permiten redimensionar el proyecto.
Redefinirlo a fin de incorporar las visiones y deseos
de otros que pasan a ser indispensables para lograr los
objetivos que se convierten en fines compartidos.
Después de la Conjunción, el punto de la Oposi-
ción, es el más importante del ciclo. Es casi un nuevo
comienzo. Todo lo que hicimos en la primera mitad
del ciclo es una reserva de experiencia para usar
cuando sea necesario, pero a partir de la Fase 7 se
abre la posibilidad de fijar nuevas metas, más am-
plias.
Es decisivo comprender que a partir de la Fase 7
entran otras personas a jugar un papel crucial en el
proyecto propio que, de tal modo, se vuelve un pro-
yecto asociado. El centro de gravedad de la acción
deja de pasar por nuestro propio meridiano y se ubica

149
Danzando con el Cosmos

ahora en un punto intermedio entre nosotros y nues-


tros nuevos socios. A partir de la séptima Fase no se
pueden hacer planes sin tomar en cuenta a los demás.
No podemos aislarnos si queremos avanzar. Si no
nos asociamos, si no nos vinculamos con pares, nues-
tro proyecto agonizará. Los demás, algunos de ellos,
por supuesto, pasan a formar parte de nuestra vida de
un modo inescindible, y eso es lo se percibe al entrar
en la Fase 7. Por eso la segunda parte de los ciclos es
más dificultosa que la primera: hay que incluir a los
otros en calidad de pares, de iguales/diferentes, lo
que significa: incluir el deseo de los otros.
Una de las consecuencias es que aquellas partes
de nosotros que no hemos integrado aún, nos salen al
encuentro traídas por las otras personas. Sin la inte-
gración de esas partes, el proyecto tampoco podrá
realizarse.
En esta Fase siempre aparecen otros que traen
mensajes decisivos. Son mensajes a los que no había-
mos atendido hasta ese momento. Empezamos a en-
contrarnos con nuestros propios componentes igno-
rados.
La sugerencia, entonces, es abrirse, prestar aten-
ción a lo que proponen los demás, asociarse, plantear
el propio propósito y escuchar los de los pares, para
aunar fuerzas con los semejantes/diferentes.

F AS E 8
De un modo u otro, como dijimos, en la Fase 7 se
produce una redefinición de los objetivos del proyecto
a partir de la aparición activa de otros agentes en ca-
lidad de pares.
Ahora bien, la séptima es una Fase en la cual todo
es negociable; se puede conversar todo o, por lo me-

150
Jorge Bosia

nos, hay un margen de negociación muy amplio con


esos otros.
En cambio cuando entramos en la Fase 8 pene-
tramos de nuevo en una zona de concentración de la
energía y la acción. La concentración consiste ahora
en que hay que sostener con hechos los compromisos
asumidos. En la Fase 8 se siente lo que implican los
compromisos.
Lo que se inicia en la Fase séptima de manera
suave, al pasar a la octava se calienta. A menudo es
una zona de encrucijadas, y todas ellas pueden caber
en la fórmula: “abandonar el nuevo intento que se
perfila en común o comprometerse a fondo”. Y ambos
caminos son comprometidos. Es una Fase en la que
nos tenemos que jugar, arriesgarnos, no se puede pa-
sar con tibieza por la octava Fase.
Todo lo que permanezca sin definir queda blo-
queado. Nos define en un sentido o en otro, de lo con-
trario, no pasamos al otro lado. Es la hora de la ver-
dad.
De modo que lo que se suele encontrar en el co-
mienzo de la Fase 8 es una o varias encrucijadas. Se
nos abren dos o, a veces, más caminos y tenemos que
decidirnos.
Los griegos, que sabían de lo que estoy hablando,
imaginaban que la diosa lunar Hécate nos salía al
encuentro al estar frente a una encrucijada. Es una
diosa que sostiene tres antorchas (o a veces tiene una
antorcha, pero tres cabezas). Tiene estrecha relación
con la Luna; pero con la Luna tal como se encuentra
ya en Escorpio: no la Luna en el sentido primario de
la madre que nos hace nacer; sino una Luna que ha
sido construida por los que se encuentran en la Fase 7
para marchar juntos. Las tres antorchas simbolizan:
una, nuestro deseo; la segunda, el deseo del otro con

151
Danzando con el Cosmos

el que nos hemos comprometido, y la última repre-


senta aquello que entre los dos estamos creando,
construyendo, que es siempre alguna forma de aso-
ciación que cobija nuestros deseos y los alimenta, se
trata de una tercera entidad. En ese sentido, la asocia-
ción es como un nuevo útero, una nueva Luna creada
por las partes.
De modo que en la Fase 8 hay siempre al menos
tres elementos: dos (o más) socios y la asociación que
han concebido.
En el caso especial de la pareja, por ejemplo, por
un lado están los integrantes de la pareja (cada uno,
una antorcha), y además está la relación que forman,
la “pareja”, que es la otra antorcha. Si tuvieran un
hijo, éste sería el producto, lo que obtiene la pareja co-
mo uno de los réditos de su asociación. El hijo no es
una de las tres antorchas, sino otra entidad.
El problema de las encrucijadas es que a menudo
sentimos que los dos caminos que se abren son valio-
sos; quisiéramos recorrer ambos. Y cualquiera sea la
decisión, experimentamos una sensación de pérdida,
porque debemos dejar de lado uno de los caminos
posibles.
Forma parte de lo nuclear de esta experiencia,
que quien se encuentra en ese punto, no sepa cuál ca-
mino le conviene más, ni siquiera sabe en qué podrían
terminar, porque si lo supiera podría evaluar y ver
qué le conviene hacer. Pero tal cosa en este lugar es
imposible. Es una imposibilidad que hace al fondo de
la cuestión. De modo que solemos quedar perplejos,
en medio del conflicto, ante las posibilidades que se
abren.
Podemos aclarar algunas cosas quizá, pero no to-
do lo que implica la encrucijada; no solo porque remi-
te a algo futuro, sino porque hay otros involucrados,
que son imprevisibles para nosotros.
152
Jorge Bosia

En el paso por la Casa 8 se refuerza el aprendizaje


de una lección capital de la existencia: no todo se
puede controlar. De modo que lo que enseña la Fase 8
consiste en aprender, por un lado, a soltar, y por otro,
a comprometerse. No hay entrega sin compromiso.
Desde ese punto de vista, no importa cuál camino se
elige, sino el hecho de que hay que soltar alguno y
comprometerse con el otro.
El Cosmos, en ese momento, nos obliga a apren-
der a soltar algo con lo que estamos identificados. Ésa
es una parte importante del rédito de la Fase 8:
aprender a desprenderse, a soltar. ¿Cuál es el camino
“correcto”, la mejor elección? Jamás lo sabremos.
Quizá los dos caminos llevan al mismo lugar, no lo
sabremos y nadie lo sabrá nunca; pues si se toma uno,
el otro queda eliminado y no se puede saber que
“habría pasado si...”
La Fase 8 es muy instructiva.
El comienzo de la Fase 8 corresponde al Quincun-
cio menguante (150º antes del final del ciclo). Y los
Quincuncios se resuelven con discernimiento. Es muy
interesante la diferencia que hay entre el Quincuncio
creciente (150º después del comienzo, o sea: el que
corresponde a Virgo) y el menguante, que es el que
estamos estudiando ahora. En el primero hay una
paradoja que se resuelve discerniendo los contextos
en que se juegan las situaciones, viendo qué corres-
ponde a uno, qué corresponde al otro y qué corres-
ponde al todo. Se requiere sostener en la mente la
contradicción a partir de montarse sobre un nivel su-
perior a los polos en juego. En cambio en la Fase 8, en
lugar de paradoja hay encrucijada. La encrucijada se
produce porque tenemos que comprometernos, es
decir: accionar, decidir. Se resuelve con actos. Enton-
ces, el Quincuncio menguante tiene otro sentido: de-

153
Danzando con el Cosmos

finir el monto y la calidad de lo que cada uno aporta y


lo que cada uno obtiene de la unión. Y no es un tema
solo de la mente, de la imaginación, no es un tema
intelectual, sino de la acción práctica, directa con el
otro.
Esta Fase es la que más enseña, la que más nos
conecta con el drama humano. Cuando egresamos de
esta Fase, ingresamos a la Fase 9, que corresponde a
Sagitario: un nuevo nivel de saber, de comprensión.
En la Fase 6 también aprendemos mucho, está
sembrada de pequeñas lecciones; pero son más fáciles
de solucionar, porque la solución consiste en adecuar-
se a un contexto ya dado y el trabajo es, más bien,
discernir con fineza, para no perderse en el todo. En
cambio en la Fase 8 hay una comunión mucho más
comprometida: es entre agentes singulares que se
asocian y combinan algo de lo que tienen, para cons-
truir una tercera entidad con miras a un objetivo pro-
ductivo. La situación existencial es muy diferente
porque lo que hay que aprender en Virgo es la inte-
gralidad del propio ser singular, el agente tiene que
terminar de constituir el corazón del proyecto; en
cambio lo que hay que aprender en Escorpio es el
juego de entregarse/integrarse con otro que tiene él
también su propio deseo hecho corazón y proyecto.
Allí donde está la encrucijada nos quedamos de-
tenidos, tratando de controlar la situación. Y en gene-
ral, podemos prolongar esta agonía hasta la mitad de
la Fase. Allí nos encontramos con lo que llamamos el
“Punto De las dos sandías”.
Imaginemos a un ladrón que ha hurtado dos
sandías y huye corriendo con una debajo de cada bra-
zo, perseguido a pocos metros por el dueño de la ver-
dulería (que tiene intenciones no muy pacíficas). Y
ocurre que de pronto se encuentra con una puerta
muy estrecha que es la única salida posible. Si pasa
154
Jorge Bosia

rápido se salva; pero –he ahí la cuestión-, para hacerlo


tiene que dejar una sandía, no puede pasar con las
dos. Ése es el punto que corresponde a la Sesquicua-
dratura menguante (135º antes del final del ciclo).
Podemos evitar con elegancia el Punto De las dos
sandías si decidimos por uno de los caminos, antes de
que se plantee con toda su fuerza el conflicto. En
cambio, si postergamos las decisiones respecto del
entregarse al compromiso, habremos de atravesar la
estrecha puerta. Y ahí, soltamos o soltamos. No hay
medias tintas. Por eso esta Fase suele ser bastante
accidentada.
La clave de Hécate es que lleva tres antorchas. Las
antorchas nos dicen dos cosas: primero, que se trata
de una zona oscura. Eso quiere decir que esta zona
revela que hay cosas que no podemos conocer o con-
trolar. Y segundo, que hay tres entidades en juego:
nosotros, el otro y lo que estamos creando juntos.
A la Fase 8 también la podríamos llamar Zona
“Indiana Jones”, aludiendo a esa película en la que el
héroe tiene que recuperar el Santo Grial. Allí el pro-
tagonista debe atravesar un precipicio aterrador. Pero
se da cuenta, interpretando ciertas consignas simbóli-
cas, que si tiene una confianza completa, allí donde
pise se irá materializando mágicamente un puente
que antes de pisar no se ve o no existe.
Es que en esta Fase todo es cuestión de confiar. De
confiar en uno mismo, en los otros y en la vida mis-
ma. Eso nos dice Hécate con las tres antorchas.

F AS E 9
Atravesada la Fase 8, por lo general conflictiva,
como vimos, eligiendo ante la encrucijada o dejando
que el Cosmos elija por nosotros, viene ahora una
zona a la que podemos llamar "Navegando en el vele-

155
Danzando con el Cosmos

ro”. Es una Fase en la que no hay que hacer esfuerzos


para empujar el barco. La energía se encuentra encau-
zada y sólo tenemos que saber: a qué rumbo dirigir la
nave, y luego, mantener ese rumbo.
Es esencial, entonces, saber adónde ir. Hay buen
clima, viento, y todo está en orden, pero hay que con-
ducir el barco al puerto anhelado. Estamos frente al
timón.
La Fase 9 obtiene su significado de Sagitario y del
Trígono menguante (120º antes de terminar el ciclo).
En la Fase 9 suele haber muy poco conflicto. De
una u otra manera decidimos el camino conjunto y
comenzamos junto a nuestros socios, a avanzar a paso
firme. Se acabó la lucha interior (¿qué elijo? ¿Qué con-
trolo? ¿Qué suelto? ¿Con quién me comprometo?)
Entonces, el proceso tiende a encauzarse en una di-
rección: hacia los objetivos del proyecto, porque está a
punto de llegar la culminación del ciclo (Fase 10).
En esta Fase 9 el agente comienza a comprender el
ciclo como un todo. Puede ver la totalidad del camino
realizado. Y se da cuenta que el Cosmos siempre ha
estado trabajando con él, colaborando.
Hay un relato muy interesante sobre la Fase 9. Un
caminante que intenta llegar a la cima de un escarpa-
do cerro se encuentra, en un recodo del sendero,
cuando ya está a punto de alcanzar la meta, con Dios
(que representa aquí el Cosmos). Entonces le recrimi-
na con amargura: “me habían dicho que tú me acom-
pañarías siempre; sin embargo, muchas veces me de-
jaste solo y tuve que arreglármelas por mí mismo”.
“¿Por qué dices eso?”, Le pregunta Dios, y agrega:
“No es cierto. Yo siempre estuve contigo”. Entonces el
caminante, que desde la altura en que estaban podía
observar el recorrido completo de su vida, le dice a
Dios: “Es mentira; mira, desde acá se puede ver todo
el camino de mi vida, y se aprecia con claridad que en
156
Jorge Bosia

algunos tramos hay dos pares de huellas, pero en


cambio en otros hay sólo un par; eso quiere decir que
en esas ocasiones me dejaste solo”. Entonces Dios le
contesta: “No seas necio, los lugares donde hay un
sólo par de huellas son aquellos en los que debí car-
garte en brazos, esas son mis huellas”.
Es muy revelador acerca de cómo funciona la vi-
da en las Fases 9 de los ciclos.
Es comprensible que a menudo, en la Fase 9 de
los ciclos importantes, viajemos o comencemos estu-
dios de largo aliento, que son como viajes.
En esta Fase, pues, es imprescindible no perder
nuestro puesto de mando ante el timón del barco.
También es comprensible que logremos allí sinte-
tizar nuestra experiencia en principios rectores, en
convicciones abonadas con la experiencia, pero que
también accedamos a un conocimiento que no viene
solo de abajo, de los datos recogidos, sino también de
arriba: de los principios que dan sentido al Cosmos.

FASE 10
La Fase 10 es la culminación del ciclo, representa
los máximos frutos que el ciclo va a dar. Desde cierto
punto de vista es "la hora de la verdad", porque lle-
gados a ese punto se aprecia qué logramos y qué no
logramos. Puede que los logros sean un 100% de lo
que esperábamos, o puede que sean sólo un 40%, un
90% o un 10%; pero es la Fase donde tomamos cons-
ciencia de la medida en que llegamos a las metas. Es
la Fase de balance.
La palabra culminación tiene un doble significado:
por un lado indica que “llegamos al punto óptimo” y
por otro, que “terminamos”. Pero nosotros la usamos
aquí solo en el primer sentido, ya que el ciclo no ter-
mina en la Fase 10, sino en la 12.

157
Danzando con el Cosmos

Si estamos conectados con el ciclo, cuando lle-


gamos a la Fase 10, sentimos que estamos dando lo
óptimo que teníamos para dar. Al cabo de la Fase 10
empieza el final. Sin embargo, todavía falta mucho
para que el ciclo se agote. Los ciclos no tienen un final
abrupto, sino que se van debilitando durante las dos
últimas Fases.
La décima es la Fase en la que el Cosmos nos de-
vuelve con creces todo lo que le dimos. Es una Fase
de satisfacción. Y lo que se obtiene está en relación
con lo que dimos, con lo que entregamos y trabaja-
mos.
Por eso la Fase 10 es de reconocimiento. Del reco-
nocimiento de los demás, del reconocimiento público.
Y también es la Fase de la obra, de la obra terminada
que entregamos a la comunidad. El agente puede de-
cir: ésta es mi obra, esto es lo que logré.
Durante la Fase 10, lo logrado empieza a trans-
formarse en responsabilidad. El agente se tiene que
hacer cargo a largo plazo, de su obra y de sus conse-
cuencias. A pesar de que pronto (en la Fase 11) tendrá
que desapegarse de lo logrado.
Recorrer el ciclo es bailar: tenemos que seguir el
compás y la melodía. Si nos desarmonizamos con la
música el proceso se complica. La Astrología tiene las
herramientas para ayudarnos a no perder el compás
de la música del Cosmos.
La Cuadratura menguante (cúspide de la Fase 10)
se traduce en logros y en la mencionada necesidad de
hacerse cargo de éstos. Cuando ya no hay impulso
para seguir construyendo nuevas obras, lo que se
construyó permanece como carga, reconocimiento y
responsabilidad, y eso expresa la Cuadratura men-
guante. Pero también hay que decir que si nos ape-
gamos demasiado a lo logrado, entonces hay tanto
que cargar que puede resultar muy pesado.
158
Jorge Bosia

En la Fase 10 del ciclo, el proyecto se puede visua-


lizar como una manzana madura colgando del árbol,
lista para ser cosechada. Pero hay algo más: ocultas en
su interior están las semillas. Mientras estamos en la
Fase 10 las semillas no se ven, pero ya están allí.
La presencia oculta de la semilla nos indica que el
siguiente ciclo ya ha comenzado a prepararse en el
secreto corazón del fruto. Si estamos muy, pero muy
atentos, lo podemos presentir.
Pero si es así, entonces a partir de la Fase 10 la
energía vital sufre una bifurcación. Su recorrido, co-
mo sabemos, no es un círculo cerrado, sino que traza
una espiral ascendente. Los ciclos no terminan el
mismo lugar en que comenzaron, sino que hay que
considerar lo que se agregó con la experiencia de ese
ciclo, de esa espira. Por tanto hay más, y el recorrido
desemboca en un punto superior.
De manera que vamos a tener, por un lado, el re-
corrido que parte de la semilla y va a producir en su
momento el nuevo ciclo; y por otro lado, el recorrido
que realizará la obra ya concretada avanzando, más
tarde o más temprano, hacia su disolución transfor-
madora.
Lo que ya se cumplió, los resultados del ciclo, es
decir: la pulpa de la manzana, se come; la cáscara y
otras partes quedan como residuos, vuelven a la tierra
donde se disgregan en humus, del que se alimentarán
luego, las semillas. Éstas, por su parte, son la promesa
del próximo ciclo.

FASE 11
En la Fase 11 percibimos que el ciclo ya está cum-
plido y comenzamos a tomar distancia de los éxitos y
logros. El Cosmos nos invita a desprendernos de ellos
de la mejor manera posible: compartiéndolos.

159
Danzando con el Cosmos

La Fase 11 es una invitación a compartir. Una de


las formas es delegar funciones o cargos, otra puede
ser enseñar, otra formar equipos de trabajo que com-
partan la tarea.
La experiencia y los logros deben repartirse y
compartirse con los demás que se encuentren en ca-
pacidad para recibirlos. Se debe entregar el zumo de
la experiencia para que beban los semejan-
tes/diferentes que sepan aprovecharlo.

EL PUNTO BUSCAPIÉ
Si no lo hacemos, cuando llega a la mitad de la
Fase 11, nos toparemos con un punto equivalente al
Punto Ballena, pero del lado menguante. Lo llama-
mos Punto Buscapié.
Entonces vuelve el tironeo entre el pasado y el fu-
turo bajo la forma de una nueva falsa dicotomía: nos
quedamos apegados a los logros, no compartimos
nada, lo que sería quedarse en el pasado; o bien
abandonamos todo, nos desentendemos de lo que
logramos y decimos: “bueno, a otra cosa”. Esa sería
una huida hacia el futuro.
Tal es la cualidad del Punto buscapié.
Así le decían al temerario entretenimiento de lan-
zar “cañitas voladoras”2, no hacia arriba, como co-
rresponde, sino en sentido horizontal, haciéndolas
correr por el piso, con evidente riesgo para los tran-
seúntes cercanos. El pie es un símbolo de Piscis, de
modo que el que se desprende, de modo tan brusco,
de los logros de su ciclo, actúa como si quisiera llegar
a Piscis antes de tiempo, como si dijese: “ya terminé
con esto, lo dejo y punto”, o bien: “quiero comenzar el

2
Se llama “cañitas voladoras” a unos artificios pirotécnicos que se impulsan
según el mecanismo de los cohetes. Obviamente deben lanzarse hacia arriba.

160
Jorge Bosia

próximo ciclo ahora mismo, éste no me interesa


más...”
Y es un error. Tanto como quedar aferrado a los
resultados del viejo ciclo. En las Semicuadraturas la
clave es el justo medio, como vimos en el Punto Ba-
llena. Es adecuado equilibrar la tendencia al pasado
(quedantismo) y la tendencia al futuro (apresura-
miento), e ir desprendiéndonos del ciclo de manera
armoniosa a través del compartir con los que estén a
la altura.
Por otro lado, la semilla, que estaba todavía ocul-
ta en la Fase 10, ahora en la Fase 11 sale a la luz y se
experimenta como algún tipo de visión de futuro.
En la Fase 11 vislumbramos algo del próximo ci-
clo, y eso funciona como un gran estímulo; de modo
que hay una tentación clara de decir: “me largo a lo
nuevo que he vislumbrado y que parece maravilloso,
¡no quiero saber más nada con lo viejo!”
Pero es una visión, nada más; todavía falta mucho
para que esa visión se pueda concretar a fondo. Y ése
es el problema. Por eso al punto de la Semicuadratura
menguante lo llamamos también Punto Aeropuerto,
ya que, como en el descenso de un gran avión, que
baja poco a poco hacia la pista, hay que desprenderse
de los logros a paso lento y paciente; de lo contrario
corremos el riesgo de estrellarnos.
En cambio, si pasamos de largo por el aeropuerto
como si nada, tarde o temprano se nos acabará el
combustible a gran altura, y caeremos en picada.
Al morder la manzana madura y quedar a la vista
las semillas vislumbramos la posibilidad que hay en-
cerrada allí: cientos de árboles de manzanas. Enton-
ces a veces, dejamos de comer, tomamos la cosecha
completa, abrimos todas las manzanas y vamos a

161
Danzando con el Cosmos

plantar las semillas. Si hacemos eso corremos el riesgo


de morirnos de hambre.
Por eso, conviene estar alerta en la Semicuadratu-
ra menguante y seguir a Aristóteles: ni dejar todo
muy rápido, ni quedarnos pegados a los logros; ate-
rrizar del ciclo poco a poco, disfrutando del compartir
los frutos y reservando las semillas del futuro.

FASE 12
Bueno, ahora sí llegamos al final, ¿cómo termina
el ciclo?
Si en la Fase 11 logramos soltar poco a poco lo
que logramos en la Fase 10, compartiéndolo con los
semejantes/diferentes, vamos a entrar con dignidad a
la Fase 12.
Pero aclaremos qué sucede con los dos niveles
que, como vimos, comenzaban en la Fase 10. Allí los
veíamos como el fruto maduro por un lado y la semi-
lla oculta, por otro.
En la Fase 11 los volvemos a encontrar bajo las
formas de: compartir los frutos ya ganados, por una
parte, y vislumbrar un promisorio futuro lejano, por
otro.
Ahora, en la Fase 12, los reencontraremos bajo las
formas de: el final del ciclo vivido, el agotamiento del
deseo que empujó el proyecto, por un lado, y el sueño,
la imaginación de lo nuevo, por otro.
Ahora bien, ¿termina todo en la Fase 12? ¿No hay
cosas valiosas que podrían seguir adelante? Por
ejemplo, si tengo una pareja armoniosa y feliz, al lle-
gar la Fase 12 del ciclo ¿debe terminar?
Por supuesto que no. Lo que se cae en la Fase 12
es lo agotado. Pero hay procesos que no se agotan.
Quizá están ligados a otros ciclos, quizá tienen una
fuerza que supera una espira.

162
Jorge Bosia

Otras veces algunos logros se agotan bajo la for-


ma que les dimos en ese ciclo, pero resignificados,
redefinidos y modificados, continúan en el nuevo
ciclo.
O sea que al finalizar el ciclo mucho de lo ganado
debe ser resignificado, redefinido. Porque las diferentes
situaciones involucradas en el ciclo no pueden per-
manecer como si nada ocurriera cuando llegamos al
final. Un ciclo nuevo es un impulso diferente que debe
montarse sobre lo genuino del anterior, que en buena
medida, se mantiene como piso.
En cambio, si al final no hubiera nada rescatable,
nada auténtico (cosa extraña), más vale deshacerse de
todo y empezar desde cero. Lo que quede, en tal caso,
del ciclo viejo, será un obstáculo, un trasto viejo que
impedirá desarrollar nuevos proyectos.
En este punto sabemos a la perfección qué es lo
que merece perdurar y qué es lo que está terminado.
Que lo queramos o lo podamos aceptar es otra cosa...
La Fase 12 es un tanto dura de vivir, salvo que
hayamos procedido de un modo auténtico, conectado
con el ritmo y los tiempos del ciclo. Si lo hicimos así, la
Fase 12 es un paseo, un descanso, una Fase sabática.
Porque ya compartimos todo lo que había que com-
partir y ahora solo queda deshacerse de los residuos
para que se puedan reciclar.
Pero ocurrió mucho. Y por lo común, permanece
mucho. Permanece mucho de lo auténtico resignifica-
do, rediseñado, y queda la semilla: toda una promesa
de ciclo futuro.
La Fase 12 es la muerte del ciclo. Lo que pasa es
que la muerte como paso a la nada, no existe desde el
punto de vista astrológico. Siempre hay una transi-
ción. La muerte existe desde el punto de vista de la
forma lograda. Todo lo que tiene forma a la larga la

163
Danzando con el Cosmos

pierde, las partes se disgregan para tomar luego una


forma nueva.
Por eso, si no enterramos nuestros cadáveres es-
tamos condenados a cargarlos, y el cadáver es un pe-
so muerto. Aunque sea ridículo, a menudo hacemos
eso.
Para eso es la Fase 12, para quedar en paz con el
pasado y devolver a la tierra lo que es de la tierra. Un
fenómeno típico de esta Fase es que resulta oportuno
pagar las deudas impagas contraídas durante el ciclo.
El Cosmos nos envía a los acreedores, no tengamos
duda. Es importante aprovechar el momento para
saldar en armonía todas las deudas, que son mucho
más que monetarias.
Eso hace referencia al nivel de lo que viene termi-
nando. Pero la semilla, que en la Fase 11 era una vi-
sión, un vislumbre, de futuro, en la Fase 12 se trans-
forma en un sueño de futuro, tanto en sentido literal
como metafórico. La Fase 12, desde este punto de
vista, es la oportunidad para "soñar” el futuro, o para
acariciarlo igual que a un bebé. Porque al futuro hay
que cuidarlo: eso enseña la Fase 12 también.
En la Fase 12 a veces nos quedamos atrapados en
el duelo; sin embargo, al mismo tiempo que el duelo,
se da el embarazo. El secreto es oscilar, mantener un
ritmo entre estas dos realidades, tomarse el tiempo de
dejar atrás el pasado y cuidar y soñar el futuro.
Durante la Fase 12 es común tener sueños de
muerte y renacimiento. Pero esos sueños no indican
que nuestra muerte es inminente, sino que está mu-
riendo el ciclo. Deberíamos aceptarlo, enterrar lo vie-
jo, pagar las deudas y pasar a otra cosa.

164
Jorge Bosia

CICLO SATURNO-ASCENDENTE
ASPECTOS TÉCNICOS Y FORMALES
Hemos estudiado el ciclo de un modo general.
Ahora vamos a aplicar y adaptar esa estructura a al-
gunos ciclos importantes.
El primero que vamos a estudiar es el que co-
mienza cuando Saturno hace Conjunción con el As-
cendente.
Como todo ciclo, comienza con una Conjunción.
También como todo ciclo, involucra dos factores (que
son los que hacen Conjunción). Aquí uno de los ele-
mentos es Saturno y el otro es el Ascendente, como
hemos dicho.
Hay algo obvio, pero que es importante destacar:
cuando nacemos, todos los ciclos personales están en
funcionamiento en alguna de sus etapas. Es decir que
han comenzado antes de que naciéramos. De tal mo-
do, al primer ciclo, cualquiera que sea, no lo podemos
vivir completo. Por supuesto, ese primer ciclo acaba
en su momento y vuelve a comenzar; entonces sí, al
segundo ciclo lo podemos vivir en su totalidad.
Los genéricos, en cambio, comienzan en el mo-
mento mismo del nacimiento.
Ahora estudiaremos los ciclos personales, es de-
cir, aquellos que tienen una cronología propia para
cada persona. Y podremos apreciar algo que en la
estructura general ya desarrollada no era tan claro: un
ciclo es siempre una danza o un juego entre dos facto-
res. Se observa cierta coreografía: primero sale al es-
cenario uno de los factores, y hace su primera actua-
ción; pero llegando a la mitad del ciclo, aparece el
otro factor del ciclo, y a partir de allí bailan juntos,
tratando de coordinar sus acciones.

165
Danzando con el Cosmos

En el caso del Ciclo Saturno-Ascendente: sale al


ruedo primero el Ascendente y realiza su avance;
luego le sale al encuentro Saturno, que expone lo su-
yo, y en tercer lugar, tratan de armonizarse. Es una
verdadera coreografía celeste. Saturno parece estar
oculto hasta las Fases 6 ó 7, aunque en realidad está
siempre presente. Lo que pasa es que el dueño del
ciclo, en las primeras fases, no lo ve.
Saturno es el que va marcando la sucesión cro-
nológica de las Fases, porque el Ascendente no se
mueve, permanece fijo.
Cuando Saturno atraviesa el Ascendente, co-
mienza el periplo. Después, cada vez que toca una
Cúspide, da comienzo a una Fase. Así se van suce-
diendo las 12 Fases. En este ciclo las Fases están dadas
por las Casas. Lo que supone que son de desigual
duración. Si cierta Casa es más ancha, la Fase corres-
pondiente es más larga; si es estrecha, la Fase corres-
pondiente es más corta.
Los tiempos, en todos los casos, los marca el mo-
vimiento de Saturno en el cielo. Así que para saber en
qué Fase se encuentra el ciclo, tenemos que averiguar
dónde está Saturno.
Supongamos que en este momento Saturno estu-
viera en 24 grados de Tauro, donde alguien tiene su
Ascendente. Eso querría decir que el ciclo de Saturno
de esta persona está comenzando. ¿Hasta cuándo
durará la Fase 1? Hasta que Saturno llegue a la
Cúspide de la Casa 2.
Este es un ciclo fácil de seguir, pues solo con un
libro de efemérides y la Carta Natal se pueden deter-
minar todas las Fases para toda la vida.
El ciclo Saturno-Ascendente tiene una extensión
de 29 años. Es un ciclo largo, que atraviesa muchas
edades y durante el que ocurren muchísimas cosas.
Su significación es diferente si empieza a los 5 o a los
166
Jorge Bosia

50 años, por ejemplo, porque en el primer caso co-


mienza sin que lo acompañe la consciencia atenta del
agente, y en el otro, en cambio, se inicia cuando éste
tiene plena conciencia de sí y cuenta ya con experien-
cias previas. Tampoco es lo mismo que empiece a los
20 o a los 40, por supuesto.
Pero recordemos, sobre todo, que un ciclo no es
una sucesión de hechos, sino de significados que pode-
mos atribuir a un relato.

SIGNIFICADO GENERAL DEL CICLO


SATURNO-ASCENDENTE
Podemos interpretar a Saturno como la fuerza
que lleva a su realización las cualidades de nuestro
Ascendente. Saturno hace real lo que está como pura
posibilidad del deseo, desde el nacimiento.
Toma una semilla de manzana, por ejemplo, y la
transforma en un manzano. Pero claro, en un manza-
no, no en un peral.
En el caso de nosotros, los humanos, tira para que
realicemos nuestro deseo fundamental y no otra cosa.
Entonces, el ciclo Ascendente-Saturno va a llevar
a la realización de la pulsión promotora (Asc) im-
pregnada con las cualidades del Signo del Ascendente
y los Planetas residentes en la Casa 1.
Pero también a la realización de la otra mitad del
deseo: la pulsión atractora, impregnada por las cuali-
dades del Signo de la Casa 2.
Ambas pulsiones, por supuesto, son complemen-
tarias, y combinadas conforman el deseo, la motiva-
ción principal de nuestra vida.
Este ciclo es, en buena medida, la historia de la
construcción del propio destino, simbolizado en esas
cualidades del deseo.

167
Danzando con el Cosmos

El contenido más explícito del ciclo va a resultar


de la combinación de las cualidades del Ascendente
con las cualidades de Saturno natal. La conexión con
la pulsión atractora depende del registro que tenga-
mos de ella y eso solo puede saberse al correr del ci-
clo.
Este ciclo simboliza sobre todo los proyectos de
largo plazo que constituyen una suerte de columna
vertebral en nuestra vida. El término proyecto es muy
interesante: “pro” significa “hacia adelante”; “yecto”
quiere decir “lanzado”. Es decir: un proyecto es un
sueño lanzado hacia adelante.
Y eso hace referencia directa a Saturno. La pala-
bra proyecto es bien saturnina. Implica siempre una
idea acerca del futuro; es la idea que nos hacemos de
nuestros próximos pasos a largo plazo, de las metas
que nos proponemos.
La estructura de este ciclo es similar a la que vi-
mos como estructura general, lo que nos exime de
hacer una descripción Fase por Fase.
Más abajo el lector encontrará un diagrama don-
de verá graficadas las distintas Fases y el movimiento
de los dos factores.
Como pueden ver allí, primero se desarrollan las
cualidades del Ascendente, que dominan hasta la
Fase 6, luego empiezan a insinuarse las de Saturno,
que se hacen muy fuertes hasta el Punto De las dos
sandías; luego comienza una zona de síntesis, cuya
culminación es la Fase 10. En la Fase 11 comienza a
insinuarse el nuevo ciclo.

TRABAJO PREPARATORIO
Para comprender en profundidad éste y todos los
ciclos, es necesario hacer un trabajo preparatorio que
consiste en desplegar el contenido potencial que está

168
Jorge Bosia

encerrado en los dos factores que hay en juego. En


este caso los polos son el Ascendente y Saturno.
Para el Ascendente se consideran:

El Signo (y Signo interceptado, si lo hubiera)


Los Planetas residentes en la Casa 1

Y en un nivel subordinado a lo anterior:

La situación del Planeta regente


(Signo, Casa y Aspectos)

De cada uno de estos elementos es importante


proponer varias interpretaciones que luego se pueden
integrar en interpretaciones un poco más complejas
Todo eso y mucho más, que no se nos ocurrirá
cuando hacemos este trabajo preparatorio, conforma
el contenido del Ascendente y se va a desplegar a
medida que Saturno vaya avanzando Fase por Fase.
El otro polo del ciclo es Saturno mismo. Para éste
también hay que analizar:

El Signo
La Casa
Los Aspectos
La posición de Capricornio (Casa)

Y de estas cualidades también es conveniente


hacer una interpretación variada.
Estas listas de interpretaciones posibles, por su-
puesto, no serán exhaustivas, pero brindarán un ma-
terial muy útil a la hora de seguir el relato del agente,

169
Danzando con el Cosmos

sobre todo para indagar en determinadas direcciones


que el propio agente no seguiría por sí mismo.

En cuanto al desarrollo de las Fases, en el caso del


Ciclo Saturno-Ascendente, podemos tomar la des-
cripción hecha para el ciclo en general.

170
Jorge Bosia

CICLO URANO-ASCENDENTE

Vamos a completar el análisis de los ciclos perso-


nales estudiando los que realizan los Planetas más
lentos, es decir: Urano, Neptuno y Plutón. No vamos
a considerar a Xena, ya que este Planeta tiene una
revolución demasiado extensa como para que resulte
útil estudiar su ciclo. Todos estos ciclos los vamos a
considerar en relación con el Ascendente.
Para comprender el ciclo de Urano con el Ascen-
dente, ya contamos con todo lo que hemos aprendido
sobre el ciclo en general, y sobre el de Saturno con el
Ascendente, de modo que tenemos mucho camino
hecho. La estructura es siempre la misma. Lo que
cambia en cada caso se debe a la naturaleza del Plane-
ta involucrado, ya que no es lo mismo Urano que Sa-
turno, por supuesto. Es decir: lo que cambia es el
contenido concreto del ciclo, pero la estructura gene-
ral va a ser muy parecida.
Otra cosa que va a cambiar, por supuesto, es la
duración de las Fases. En el caso de Urano, el ciclo
completo se extiende por 84 años, toda una vida. Y
cada Fase dura un promedio de 7 años.
Dado que no podemos completar más que un ci-
clo de Urano, puede ocurrir que Urano pase por el
Ascendente a muy avanzada edad; pero eso no quiere
decir que el ciclo no esté funcionando. Lo que sucede es
que hasta que llega al Ascendente, la persona está
viviendo las últimas Fases de un ciclo ya comenzado,
tal como dijimos respecto del ciclo de Saturno.
Si alguien tiene Urano en Casa 8, por ejemplo,
tienen que transcurrir más de 20 años hasta que pue-
da empezar un nuevo ciclo de Urano; pero mientras

171
Danzando con el Cosmos

tanto va a vivir las Fases 9, 10, 11 y 12 de un ciclo que


para él ya estará empezado.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que, de-
bido a la diferente dimensión que tienen las Casas, las
Fases del ciclo Urano-Ascendente no duran 7 años
exactos. Siete años es sólo el promedio.
Por eso hay que calcular el ciclo, para tener los
momentos exactos de cambio de Fase y poder inter-
pretar con certeza el proceso.

SIGNIFICADO GENERAL
Este ciclo puede verse con claridad como el que
lleva adelante las situaciones, procesos y decisiones
que nos hacen más auténticos, que nos conducen a ser
cada vez más nosotros mismos, que nos van diferencian-
do por la positiva hasta delinearnos como quienes so-
mos. Es el ciclo que despliega nuestra peculiaridad,
nuestra originalidad… Si funciona bien, por supuesto.
Es decir, si acompañamos las Fases del ciclo con nues-
tra consciencia y nuestras decisiones.
En otro sentido, es el ciclo que nos hace libres.
También es el ciclo que nos enseña a compartir
con nuestros semejantes. Pues sólo puede compartir
el que va logrando manifestar su diferencia poco a
poco y a través de creaciones concretas.
Lo que se comparte, si hablamos de Urano, es la
cultura; en el sentido de aquello que hemos llegado a
hacer de nosotros mismos en el seno de una comuni-
dad política. Las otras formas de compartir, por
ejemplo, compartir el pan o cualquier cosa material,
son medios secundarios en ese proceso de compartir
la cultura y los logros personal/comunitarios.
Por tanto, a medida que este ciclo vaya pasando
por las diferentes Fases, nos va a ir demandando que
nos singularicemos para poder compartir.

172
Jorge Bosia

Fue Jung quien puso en un lugar muy importante


el concepto de singularización. Pero la idea que propo-
nemos aquí intenta ir un poco más allá del modo en
que usaba Jung este término, pues implica a la comu-
nidad política. Urano viene después de Saturno, así
como Acuario es posterior a Capricornio. No hay
Acuario sin considerar al Estado, a la comunidad
política organizada, y sin asunción de las responsabi-
lidades comunitarias.
Por eso, cuando hablamos de originalidad, no nos
referimos a algo solo singular. La originalidad surge
de la conexión que tenga cada uno con su origen, con
la fuente intemporal que nos sostiene. Nosotros, en
sentido estricto, no somos origen de nada, sino que lo
que resulta original es aquello que logramos traducir,
por así decir, del Cielo. Nuestro trabajo es lograr ese
vacío que hace posible que lo hegemónico nos atra-
viese y seamos, entonces, artífices de lo originario.
En forma muy sintética las Fases del ciclo Urano-
Ascendente se pueden interpretar de la siguiente
forma:

 Fase 1: comienzo de actividades más auténti-


cas o independientes. Fuerte sensación de hartazgo
respecto de cosas que resultan de pronto falsas o des-
actualizadas. Corte en la continuidad de lo que se
venía haciendo. Muchos intentos y cierta dispersión
de la acción. Sugerencia: abrirse a las novedades in-
ternas y externas, no rechazar hasta no probar qué es
lo que viene llegando o lo que va apareciendo.

 Fase 2: asentamiento y estabilización de las ac-


tividades nuevas que se iniciaron en la Fase 1. Cam-
bio en el modo de usar los recursos para adecuarlos a

173
Danzando con el Cosmos

los nuevos impulsos. Cortes en el modo habitual de


ganar dinero (cambio de trabajo, independización).

 Fase 3: dispersión de la acción en busca de in-


novaciones en los procedimientos de todo lo que el
agente viene haciendo y es auténtico. Ampliación
notable en los contactos personales. Aprendizaje de
artes y disciplinas que favorecen la autenticidad. Se
suelen aprender destrezas que se deseaba aprender
quizá desde mucho tiempo atrás. Puede haber un
cambio drástico en el hábitat, por mudanza, viajes, o
un modo diferente de participar en el ambiente en
que se vive. Contacto con nuevos lenguajes de todo
tipo: idiomas ajenos, computación, etc.

 Fase 4: si persisten aspectos inauténticos en la


personalidad o en la actividad, o bien si se descubre
que algunos se han convertido en tales, es un gran
momento para sacudírselos. Suele haber una limpie-
za, un corte de lazos respecto de los vínculos con la
familia de origen y con todos los procesos ligados a
ella, o con personas con las que el agente reproduce
tales vínculos. Es común experimentar mudanzas. Es
útil realizar procesos de auto-conocimiento, terapias,
etc., que acompañen estos cambios. Se gana una gran
independencia respecto del pasado familiar. Es el
momento en que se enraíza en la propia autenticidad.

 Fase 5: en esta Fase lo que se ha sembrado en


la Fase anterior (4) comienza a florecer. Es el momen-
to de sacar a luz lo más auténtico de la personalidad
singular, mostrarnos tal como en verdad deseamos. Si
hay sentimientos falsos instalados, se producirán de-
seos de distanciamiento. O, a la inversa, si persistimos
en mantenerlos, son los otros los que se retirarán. La

174
Jorge Bosia

entrada de Urano en la Casa 5 suele ser todo un acon-


tecimiento en el curso de la vida singular. Suele
acompañarse de replanteos importantes acerca de
quiénes somos y cuáles son los verdaderos sentimien-
tos o pensamientos que deseamos expresar. Sentimos
una eclosión de nuevos medios de expresión. Tam-
bién podemos experimentar novedades importantes
en la relación con los hijos.

 Fase 6: es la época en que podemos elaborar en


detalle lo que se fue exponiendo en la Fase 5. No es
raro que este proceso exija uno o más cambios de
trabajo. Ahora toda la originalidad la debemos volcar
al trabajo concreto, al tipo de servicio o utilidad que
queremos o debemos prestar. También puede haber
una renovación en la salud y el modo de vida cotidia-
no (nuevas formas de dieta, estilos de vida que juz-
gamos más sanos, etc.)

 Fase 7: es un nuevo despertar en el que el


componente más dinámico está centrado en las rela-
ciones con personas que son semejantes y diferentes a
la vez, es decir, con pares. Si los vínculos que venimos
desarrollando son poco auténticos, es muy posible
que se corten de un golpe, a menos que muten a fon-
do. Ingresa gente nueva a nuestra vida, personas que
revolucionan el sentido de nuestra existencia. Es muy
común que no los tomemos en cuenta en un comien-
zo, dado que en esta Fase lo más auténtico viene en
un “envase” raro y, por tanto, es difícil de identificar.
De allí que lo más importante sea mantenernos abier-
tos a los aportes y sugerencias de aquellos con quie-
nes tenemos vínculos de complementariedad: pareja,
socios, colaboradores en paridad.

175
Danzando con el Cosmos

 Fase 8: en esta Fase, los replanteos de fondo


acerca del plan de vida efectuados en la Fase 7, ad-
quieren una intensidad mayor y requieren un com-
promiso más profundo. Es muy importante identifi-
car cuáles son las cosas o personas con las que Urano
nos puso en contacto en la Fase anterior, pues es res-
pecto de ellas que se produce esta intensificación.
Todo lo que tengamos en común con otras personas
y que no resista un análisis de autenticidad, es proba-
ble que no pueda sobrevivir esta Fase.

 Fase 9: aquí el proceso de singularización y


autenticación pasa a depender de los cambios, a me-
nudo rápidos y drásticos, relativos a la ideología, las
creencias o al modo de pensar en general. En esta
Fase el proceso de singularización depende de la li-
gazón entre los deseos singulares y las leyes, las teor-
ías y las creencias. Es el momento en que, para conti-
nuar siendo auténticos necesitamos influir de algún
modo en la vida comunitaria o religiosa, o bien su-
mergirnos en procesos de aprendizaje de alto nivel,
nuevos. Las creencias inauténticas que se hubieran
sostenido hasta este momento, no se podrán mante-
ner.

 Fase 10: en este punto, el ciclo de Urano nos


plantea desafíos de fondo, pues se refieren al modo
en que nos movemos dentro de la comunidad política
que habitamos. Al principio esto puede traer apareja-
do una sensación de inadecuación con la comunidad,
tendiente a cierto aislamiento. La única manera de
continuar el proceso de singularización es hacer co-
herente nuestra profesión o vida pública con la ver-
dadera vocación que nos llama y con las demandas
que la comunidad nos hace. Si la profesión y su ejerci-

176
Jorge Bosia

cio no fueran genuinos, sobrevendrá un intenso im-


pulso dirigido a dedicarnos a otra cosa, algo que re-
fleje de modo más nítido aquello a que nos sentimos
llamados, o bien un ejercicio mejor y más propio de la
misma profesión. Si ésta y su ejercicio fueran fiel re-
flejo de la vocación, en cambio, lo más probable es
que se plantee la necesidad de dar una nueva forma,
un nuevo alcance o un nuevo uso a lo que se viene
realizando.

 Fase 11: esta Fase no suele ser de las más visi-


bles en el ciclo. Es de esperar un filtrado importante
de los amigos, quedando sólo los más genuinos. Pue-
de ser también un período de intensas visiones acerca
del futuro. La actitud más favorable será la de com-
partir e intercambiar los logros con aquellos que han
hecho trayectos de vida similares. La participación en
grupos transcomunitarios de cualquier índole puede
ser una herramienta adecuada.

 Fase 12: en esta última Fase, Urano se sumerge


en la zona de la vida que no controlamos, para operar
desde allí. Suelen reaparecer viejos procesos no con-
cluidos o aspectos muy personales pero que se fueron
dejando de lado. Es una etapa para ponerse al día y a
la vez, para resumir y ordenar lo más propio y autén-
tico, saldando viejas o nuevas deudas con uno mismo
y con los otros. Es una larga etapa de preparación que
alista a Urano para su ingreso al Ascendente. No sue-
le ser un período muy espectacular, pero cuando se
hace el balance general de la Fase, nos llevamos sor-
presas, es casi seguro que ha ocurrido mucho más de
lo que creemos.

177
Danzando con el Cosmos

El período de 84 años que le lleva a Urano com-


pletar su ciclo es tan largo para nosotros, que suele
perderse el hilo del ciclo varias veces a lo largo de su
desarrollo. No obstante, si se lo estudia siguiendo el
proceso de singularización, resulta bastante percepti-
ble. Claro que también depende de las decisiones que
vayamos tomando, porque si eludimos todos los
mensajes dirigidos a que nos singularicemos, solo
vamos a poder apreciar cada etapa como en negativo:
por las sorpresas que la vida nos va dando.
Cada vez que los Planetas transpersonales atra-
viesan uno de los 4 puntos principales de una Carta,
es decir: Ascendente, Descendente, Medio Cielo y
Fondo del Cielo; se produce un corte y una especie de
oportunidad para retomar el hilo del ciclo. Por eso el
análisis por cuadrantes suele ser un poco más fácil.
Cada cuadrante del ciclo es una especie de sub-
proceso.
Urano supone singularización. Tiende a eliminar
cualquier cosa falsa, cualquier impostación, y también
lo obsoleto, es decir, aquello que quizá en algún mo-
mento fue auténtico, pero que quedó desactualizado.
Urano opera siempre contra las máscaras de Sa-
turno y las ilusiones de la Luna. Todo lo impostado se
desvanece en el aire. Todos los mandatos asumidos
por seguridad, por miedo, son atacados, porque lo
que busca Urano es que tengamos un núcleo propio
de decisión y nos singularicemos.

¿CÓMO PROCEDER PARA INTERPRE-


TAR EL CICLO?
Para interpretar un ciclo concreto de Urano con el
Ascendente hay que proceder como lo hicimos con el
de Saturno: aquí también tenemos, por supuesto, dos
factores que habrá que estudiar e interpretar de an-

178
Jorge Bosia

temano para estar sobre aviso cuando estudiemos el


relato del agente.
Uno de los factores está determinado por la posi-
ción de Urano (Signo, Casa, Aspectos, posición de
Acuario); el otro por las cualidades del Ascendente
(Signo de la Cúspide, Planetas Residentes, y situación
del Planeta Regente).
Lo que nos van a señalar el Signo y la Casa de
Urano natal, es una suerte de tema de fondo, un con-
tenido constante, que va a ser lo continuo en todo el
proceso de singularización, porque la Casa en que
está Urano en la Carta Natal simboliza aquél escenario
de la vida en el que se concreta con mayor claridad
nuestra singularización, y es con relación a ese esce-
nario que se dan todos los estímulos que genera este
proceso a lo largo del ciclo.
Es como si el ciclo desplegara la posición natal a
lo largo del tiempo; por eso siempre hay que referirse
a la posición natal. La Casa, el Signo y los Aspectos de
Urano natal conforman algo así como el arsenal con
que Urano nos sorprende a lo largo de la vida.
No es ocioso repetir este concepto, porque es muy
importante: siempre experimentamos a Urano desde
el lugar natal, con esa carga personal; de modo que
cualquier experiencia que queramos comprender bajo
el ciclo de Urano, tiene que ser conectada con lo que
expone la posición natal por Casa. Cuando analiza-
mos la experiencia de Urano en una Fase, por tanto,
hay que preguntarse en qué sentido esa experiencia
está relacionada con la Casa natal y también (en me-
nor medida) con el Signo natal de Urano, aunque el
Signo es un factor generacional. De la Casa natal de
Urano van a venir los estímulos principales.
También vamos a remitirnos a la Casa regida por
Urano en la Carta Natal. Allí van repercutir los efectos

179
Danzando con el Cosmos

de los cambios que Urano produzca en nuestra vida.


Nos referimos a aquella Casa cuya Cúspide está en
Acuario. Pero la información que aporta esta Casa
está siempre en un segundo plano respecto de la que
nos da aquella en que Urano es residente.

EL EGO Y LA FASE 12
La interpretación depende siempre de percibir y
tomar nota del grado de evolución que tenga el agen-
te. Lo más común es que veamos todo desde la estruc-
tura de lo que aquí llamamos ego, es decir: la persona-
lidad bajo el control del dispositivo lunar.
Por ejemplo, con Urano pasando por la Fase 12,
puede ocurrir que una acción renovadora que inten-
tamos, se frustre, que no la podamos definir, o la de-
finimos, pero no podemos concretarla. Sin embargo,
el juicio de que la acción se frustra es, en realidad,
sólo una muy pequeña visión de las cosas, porque la
Casa 12 no es, si la consideramos estrictamente, per-
sonal. Analizamos lo que le pasa al ego y decimos que
hay una frustración; pero desde el punto de vista de
la situación total, es decir: del yo, tal vez no, tal vez es
un logro. Cuando está en la Fase 12, Urano no es un
Planeta únicamente nuestro, porque penetra en una
zona en la que somos más que nosotros mismos. Y lo
mismo por cierto, ocurre con los demás Planetas que
atraviesan la Fase 12.
Cualquier Planeta en Fase 12, desde el punto de
vista del ego, tiende a producir frustración, porque el
ego no puede apropiarse de esa experiencia y sufre; el
ego sólo ve lo que ya pasó y es individual. Y lo intere-
sante de la Casa 12 es lo que somos capaces de recibir
sin controlar, sin ir hacia ello, dejándonos impregnar.
La Casa 12, a través de las cualidades que la colo-
rean nos permite abrir un hiato entre el Cielo y la Tie-

180
Jorge Bosia

rra sin que se pierda la conexión entre ellos. Es el lu-


gar desde el cual reunimos toda nuestra experiencia
del mundo y le damos sentido. Por eso, cuando Ura-
no pasa por allí, se pueden dar experiencias sorpren-
dentes que cambian no solo lo que miramos, sino
nuestro modo de mirar.
Si pasa Urano por la Fase 12, el efecto es que se
remueve toda la problemática de la trascendencia
respecto del desear unilateral, y quizá se actualice la
posibilidad de hacer a un lado el ego, para que po-
damos crear y ser yoes. Sólo que el proceso suele sor-
prendernos, venir como caído del cielo y nosotros
tenemos que darnos cuenta para montarnos y surfear
la ola.

181
Danzando con el Cosmos

182
Jorge Bosia

EL CICLO NEPTUNO-ASCENDENTE

Neptuno tiene una revolución de 168 años, lo cual


significa que es un ciclo que nunca cumplimos por
completo.
Neptuno representa nuestra capacidad de almar.
‘Almar’ es un neologismo que introducimos para
tratar de dar a entender tanto a Piscis, como a la Casa
12 y a Neptuno.
No nos agrada mucho hablar de alma. Porque al
hablar así cosificamos el talento de Neptuno, y eso
contribuye a perderlo de vista.
La función de Neptuno es de apertura, no solo en
sentido horizontal, sino también y en especial, verti-
cal. Con Neptuno sostenemos en alto aquel significan-
te que, en cada caso, actúa como hegemónico respecto
del sentido de toda la experiencia. Es decir, Neptuno
nos da la posibilidad de erigirnos en un canal entre el
Cielo y la Tierra, entre Arriba y Abajo. Un cielo que
nosotros mismos tenemos que sostener sobre nuestras
cabezas, como Atlas, afirmados en tierra.
De manera que a medida que va atravesando ca-
da Fase de su ciclo, Neptuno nos propone las expe-
riencias que nos permiten abrir ese espacio de sentido
entre Arriba y Abajo, instaurando un significante que
por estar sostenido Arriba, permite totalizar la expe-
riencia, y así, dar significado a la existencia (al Abajo)
como un todo.
Para eso es preciso ablandar y disolver las defen-
sas que construye el ego (dispositivo lunar) y permitir
entonces, que se abra paso la acción del amor.
De modo que el ciclo de Neptuno es aquél por el
cual nos volvemos cada vez más amorosos, abriéndo-
nos a todo lo existente, lo que nos habilita para otor-
gar sentido a todo.

183
Danzando con el Cosmos

Esto si funciona de modo evolutivo, si tenemos la


suficiente valentía como para darle cabida.
Neptuno simboliza el amor en sentido universal y
todas las experiencias de Neptuno tienen que ver con
esta forma del amor; lo que pasa es que algunas vie-
nen muy degradadas y es difícil reconocerlas.
Me refiero a que si no soportamos el amor, la
apertura que éste implica, la vulnerabilidad que com-
porta, entonces nos vamos a asustar y vamos a tratar
de huir o aferrarnos a alguna cosa que creemos que
nos dará un poco de calma. Si ocurre así, declinare-
mos hacia experiencias de evasión, como el alco-
holismo y todas las adicciones.
Las adicciones son intentos de defenderse del
amor. Las experiencias de este tipo no son, a mi juicio,
otra cosa que ciegos intentos de evadirse de la inmen-
sa ola del amor universal a la que algunas personas
están más abiertas que otras y que está siempre rom-
piendo ante nosotros.
Por desgracia, en el caso de las adicciones, los ins-
trumentos adoptados para huir del miedo que impli-
ca abrirse, son muy destructivos.
Funcionando de manera evolutiva, en cambio,
Neptuno es el enemigo de toda esclerosis, de toda
rigidez, de cualquier endurecimiento. El miedo va
haciendo un dique cada vez más grueso con respecto
a la capacidad de amar. Pero Neptuno está siempre
intentando romper ese dique, y a menudo el ciclo
expone estos intentos.
El ciclo de Neptuno es muy lento, y por eso es
muy difícil captarlo como ciclo, seguirle el hilo; pero
esto se compensa con el hecho de que las experiencias
de Neptuno son fundamentales. Cuando funciona de
modo involutivo o no nos conectamos con él, el resul-
tado supone procesos escleróticos, como la artrosis o
la rigidez mental.
184
Jorge Bosia

Neptuno se toma más o menos 14 años para


transitar cada Fase y hay que analizar esos períodos
como bloques, para poder verlos y entenderlos.
Se analiza como cualquier ciclo, tomando en
cuenta las posiciones natales de Neptuno y del As-
cendente, y para tenerlo más claro conviene a veces
comenzar su estudio cuando pasa por uno de los 4
ángulos principales de la Carta Natal: Ascendente,
Descendente, Medio Cielo y Fondo del Cielo. Esto
vale para los ciclos de los tres planetas trans-
personales.
Como decíamos, nadie completa este ciclo. Sin
embargo, que no se complete, o incluso, que nunca
pase por el Ascendente, no quiere decir que no fun-
cione.

SIGNIFICADO DEL CICLO


Vamos a dar sólo una muy somera idea de las do-
ce Fases de este ciclo, pues las variaciones que pueden
presentarse a lo largo de los 14 ó más años que dura
cada una es muy grande y no se pueden categorizar
con facilidad; sin embargo, con esto el lector tendrá
una primera pista que puede seguir por su cuenta.

Fase 1: la entrada de Neptuno al Ascendente es


un acontecimiento de gran importancia en la vida. No
a todos nos sucede. Su significación, por supuesto,
depende mucho de la edad en que ocurre. En la in-
fancia, suele ser un factor que indica procesos de di-
solución en la familia, aunque puede darse de mu-
chos otros modos, alcoholismo, adopción, etc. Puede
implicar una aceleración de la maduración psíquica
por la integración en unidades mayores (pupilaje,
instituciones varias), también puede indicar el ingreso

185
Danzando con el Cosmos

de la familia en algún movimiento religioso o social


que incide mucho en la vida familiar, etc.
En la adolescencia y juventud, tiende más bien a
producir una sensación de confusión respecto del
propio destino, justo en la época en que se deben to-
mar decisiones importantes respecto de los proyectos
personales. No es raro que la persona tenga experien-
cias amorosas intensas (en el sentido de lo que sole-
mos llamar “enamoramiento”). La posibilidad de ver-
se involucrado en procesos de fascinación/desengaño
es muy alta si el ingreso al Ascendente se da en esta
edad. También puede mover a la persona a integrarse
a colectividades religiosas, políticas, sociales o artísti-
cas.
En la madurez o la ancianidad, esta Fase tiene un
sentido menos dramático, a menos, claro está, que la
persona sea muy rígida o se encuentre muy aislada.
En estos casos puede sobrevenir una situación muy
angustiosa y de pérdida de la brújula. También pue-
den sobrevenir engaños o estafas varias. La persona
puede también verse afectada por escándalos, ya sean
públicos o más acotados; pero muy incómodos. En
cambio, si el agente tiene un grado de integración
personal respetable, la entrada de Neptuno a la Fase 1
puede significar un período de verdadera compene-
tración con los semejantes, ya sea con sus familiares y
amigos, como así también, y en especial, con gente
más lejana y desconocida. En este caso la persona
tiene una oportunidad no traumática de experimentar
de manera efectiva y práctica de la solidaridad.

Fase 2: a diferencia de la anterior esta Fase es mu-


cho más silenciosa. Se trata de integrar a la propia
vida, de una manera más consciente, una mayor can-
tidad y calidad de los recursos de que disponemos. Si
el momento es adecuado en cuanto a la edad, puede
186
Jorge Bosia

ser que al agente se le disuelvan los modos tradicio-


nales que tiene de producir, de ganarse la vida. Pero
esto significaría que aún no ha integrado a su vida sus
verdaderos recursos y tiene que hacer un esfuerzo en
ese sentido. Lo más corriente es que Neptuno en la
Fase 2 multiplique la posibilidad de generar recursos
propios, de allí que suele ser una Fase bastante auspi-
ciosa en relación con lo económico. No obstante, si
hay poco trabajo sobre Neptuno, hay también posibi-
lidad de engaños y estafas.

Fase 3: esta Fase indica una oportunidad para


comunicarse con mayor profundidad. Se trata de des-
arrollar un tipo de comunicación que conmueva de
alguna manera a los otros. Comunicarse de alma a
alma: ése es el objetivo de Neptuno en esta Fase.
Si los lazos que mantiene una persona con su en-
torno humano y no humano, son rígidos o falsos, es
probable que tenga problemas de comunicación,
pérdida de relaciones, confusión en la forma en que
recibe y emite mensajes.
En cambio, si se trata de alguien que viene am-
pliando su capacidad de exteriorización del amor,
encontrará ahora nuevos medios para expresar esta
capacidad, quizá a través de medios literarios, o co-
municacionales de cualquier índole (teatro, cine,
música, literatura, etc.)

Fase 4: ésta es una Fase que en la que este ciclo


funciona silenciosamente. Puede haber dos tipos de
consecuencias: un cierre de la conexión con la familia
de origen o, al menos, con aquella parte de ésta con la
que la relación era forzada; o puede haber, en cambio,
una profundización de los vínculos familiares genui-

187
Danzando con el Cosmos

nos. También puede ocurrir que sea una época en que


se agranda la base familiar.
Pero también suele ser, para algunos, una época
de pérdida de certezas, de no saber bien en dónde se
está parado. Este caso es típico de las personas muy
apegadas al pasado y a la familia de origen.
Pueden darse procesos de ampliación de la base
de pertenencia a través de la participación del agente
en organismos o agrupaciones propias de su comuni-
dad. Esto puede darse de muchas maneras: estudio
de la historia, participación política o en organizacio-
nes sociales, etc.

Fase 5: en esta época, puede darse una notable


apertura del corazón, es decir, de la capacidad de
amar, en el agente, lo que sería el fruto del proceso de
ampliación de la base de sensibilidad desarrollada en
la Fase 4. No es rara aquí tampoco la experiencia del
enamoramiento. Pero se tratará, en realidad, de las
típicas experiencias narcisistas/místicas, que se vuel-
can sobre la imagen de alguien de carne y hueso, y
que, por tanto, pocas veces conducen a otra cosa que
la apertura de canales de amor universal; pero difí-
cilmente, en cambio, desemboquen en una relación
estable y un proyecto común.
Lo más importante de esta Fase (y en todas las de
Neptuno) es no volverse a cerrar cuando los efectos
más fuertes de su presencia han pasado; es decir: lo
principal es mantener abierto el canal amoroso que
Neptuno ha abierto. Y esto pese a lo doloroso que, a
veces, puede ser la experiencia.
Tampoco es raro el caso de personas que canali-
zan su sensibilidad por medio de la práctica de algu-
na actividad artística, en especial musical o cinema-
tográfica.

188
Jorge Bosia

Es importante prestar atención también a la rela-


ción con los hijos; pues si ésta está afincada en suelo
poco firme, puede haber conflictos. La tarea aquí es
profundizar la relación filial hasta que exprese solo
amor.

Fase 6: en este período la oportunidad de inte-


grarse pasa por las experiencias laborales, y algunas
veces, por procesos de enfermedad/sanación.
No es raro que, si el trabajo que uno realiza es
maquinal, mecánico o rutinario, se termine. Hay aquí
una necesidad de poner amor en lo que uno hace, un
imperativo dirigido a vivificar la tarea cotidiana. Lo
útil tiene que congeniar con lo amoroso. El aislamien-
to, el burocratismo, la realización de tareas sin cuida-
do y dedicación, no van a funcionar. No se trata tanto
del contenido del trabajo, sino de la actitud con que se
lo realiza.

Fase 7: es común que el paso de Neptuno por la


Casa 7 indique un gran amor. Como sabemos, Nep-
tuno es un facilitador de la experiencia del enamora-
miento, que será común aquí, en la Fase séptima. De
modo que lo que podemos esperar son procesos ca-
racterizados por experiencias de gran fascinación
hacia alguna persona, que se pueden repetir varias
veces mientras dura la Fase 7, es decir, más o menos
15 años, que pueden ser más aún si esa Casa es exten-
sa en un Mapa Natal.
El comienzo de este trayecto por la Fase 7 suele
conllevar tal cantidad de energía amorosa que no es
raro que la persona se confunda mucho, idealice al
otro y sufra, en consecuencia, grandes desilusiones,
sobre todo si es menor de 35 años. Luego, poco a po-
co, se irá acostumbrando a la vibración de esta energ-

189
Danzando con el Cosmos

ía amorosa y no la proyectará tanto sobre personas


determinadas, sino hacia procesos o movimientos
colectivos, religiosos o artísticos, lo cual significará
una distensión importante y un encausamiento de la
energía de Neptuno más acorde con la verdadera na-
turaleza de este Planeta.
No es fácil saber quién es en verdad el otro cuan-
do Neptuno está en esta Fase. Sobre todo en los pri-
meros años, luego hay mayores posibilidades de des-
correr el velo. La búsqueda de relaciones caracteriza-
das por una fuerte necesidad de simbiosis psíquica, o
de empatía, nos puede empujar a cometer acciones
que nos dejarán en mala posición si no estamos aler-
tas.
Como la Casa 7 es aquella en la que se hacen aso-
ciaciones y se firman contratos, es posible ser estafa-
do, por lo cual conviene tomar algunas precauciones.
Sin embargo, no se trata de evitar toda asociación,
esa sería una conclusión muy apresurada. La Astro-
logía no sirve si se la usa desde el miedo. No hay Pla-
netas malos. Además: ¿cómo va a hacer una persona
para no enamorarse o no firmar ningún contrato du-
rante tantos años? Eso no es algo que se decida desde
la voluntad, es algo que ocurre. Pero si ocurre ¿qué se
puede hacer? ¿Resistir? Tal cosa sería nefasta. Es co-
mo querer resistirse a la fuerza del mar. A nuestro
juicio, con relación a las experiencias puramente
humanas de relación, lo mejor es “hacer la plancha”,
es decir, dejarse llevar por la corriente de Neptuno,
del amor, de la vida. Aceptar esa energía de amor y
dejar que nos lleve adónde tenga que llevarnos. O
mejor aún, usar esa energía para mantener abierta
nuestra sensibilidad, no a una persona y nada más,
sino a todos los seres vivientes. Ése es el objetivo de
Neptuno en nosotros. Que seamos más sensibles y
más íntegros, capaces de dar significado a la vida. Dar
190
Jorge Bosia

significado a la vida supone, a la vez, dar cauce, dejar


correr a la energía de amor. El sentido de la vida va
de la mano con el amor, no se encuentra uno sin el
otro.
Pero si se firman acuerdos que comprometen
nuestro patrimonio, no está de más consultar siempre
a personas ajenas al asunto y duchas en el tema. En
cambio, reiteramos, si se trata de cuestiones relativas
a los sentimientos, más vale dejarse fluir, entregarse a
lo que nos traiga Neptuno.

Fase 8: esta Fase no tiene la espectacularidad que


a veces tiene la 7. Se refiere a fenómenos más íntimos,
que pocos se animan a ventilar. En general, se puede
decir que implica un lento pero firme proceso de
compromiso con personas o grupos para integrarse
en asociaciones. También puede indicar, sobre todo al
inicio de la etapa, la disolución de asociaciones pre-
existentes o la aparición de herencias.
Es importante, como siempre, considerar a qué
edad atraviesa alguien por estas largas etapas. Si se
trata de un niño, la incidencia de Neptuno será bas-
tante poco visible. Quizá haya algún tipo de disolu-
ción de los lazos en su familia, alguna pérdida prema-
tura, alguna “herencia” –cualquiera sea el sentido de
esta palabra en ese período de la vida.
En cambio, si se trata de alguien que ya está en su
madurez, implicará la búsqueda de una unión más
profunda con su pareja y con grupos asociativos o
corporativos.
Los mayores desajustes pueden sufrirlos quienes
tienen comportamientos muy rígidos o tabúes en el
sexo. En ese caso, lo más probable es que Neptuno
los ponga ante situaciones que les obliguen a revisar
sus actitudes y a abrirse más.

191
Danzando con el Cosmos

En todo caso, los lazos iniciados cuando Neptuno


estaba en la Fase 7, se harán más hondos y firmes o se
disolverán.

Fase 9: esta época implica una apertura muy


grande del horizonte de creencias, teorías o puntos de
vista que tiene una persona, en el sentido de una
compenetración más intensa con su comunidad polí-
tica o con las grandes tradiciones de ésta. También
puede que se conecte con concepciones más intuitivas
o espiritualizadas. Si el agente viene esgrimiendo pos-
turas racionalistas o pragmáticas, verá tal vez que
tales concepciones se ponen en crisis.
Para aquellos que sean muy rígidos en sus puntos
de vista, la cosa se puede poner un poco confusa; es
muy probable que ocurran algunos viajes o lecturas o
encuentros con personas que de algún modo les
harán cuestionarse sus creencias dogmáticas.
Para quienes no tienen esta dificultad, la situación
puede ser muy prometedora, pues pueden adquirir
visiones más amplias y abarcadoras, más filosóficas o
místicas de la vida, e incursionar por áreas que no
habían explorado antes.
Por ejemplo, alguien que se dedica a las ciencias
exactas, quizá comience a meditar o a estudiar un arte
simbólico, como Astrología o Tarot, o quizá se abra a
la práctica de artes como el cine o la música. Habrá
una necesidad de completar el propio saber con vi-
siones del mundo más compenetradas con la propia
tradición cultural.
Para muchos puede iniciarse aquí una época de
viajes de gran significación para su existencia.

Fase 10: la entrada de Neptuno en la Casa 10 (es


decir: la Fase 10 del ciclo) es muy riesgosa para aque-
llas personas que tienen situaciones poco claras con
192
Jorge Bosia

respecto a las instituciones o prácticas de su comuni-


dad. Un punto crítico son los impuestos. No es acon-
sejable esperar distraídamente esta Fase si uno está
evadiendo responsabilidades sociales. Entonces, las
cosas pueden complicarse y lo oculto salir a la luz.
Ahora bien, no se trata sólo de los impuestos.
Imaginemos alguien que no ha hecho los trámites de
su divorcio y mantiene una situación irregular, o al-
guien indocumentado. Es decir: cualquier situación
que involucre las instituciones comunitarias, siempre
que la persona mantenga algo irregular al respecto.
Si no hay ese tipo de situaciones de arrastre, el
otro frente que se puede poner en juego es el vocacio-
nal o profesional, según las edades. Neptuno siempre
nos pide que integremos aspectos que tenemos des-
conectados, separados. Entonces, ¿qué ocurre si nues-
tra profesión es sólo un medio de vida pero no es la
que deseábamos? En tal caso, es posible que el ejerci-
cio de la profesión se vuelva insoportable.
Hoy en día el proceso de desaparición y reempla-
zo de profesiones está a la orden del día. Pero lo que
pide Neptuno en esta Fase es que integremos nuestra
verdadera vocación; ése es el punto. Y es por esta
razón que puede haber problemas.
A veces Neptuno apunta más alto: pide mejor in-
tegración con la comunidad política. Conozco un ar-
tista plástico que ama su trabajo y paga sus impues-
tos, y cuando le llegó Neptuno a la Fase 10, se hizo
amigo de un cura que estaba construyendo una igle-
sia y éste le pidió que pintara un mural grande allí.
Por supuesto, gratis. Y él lo hizo. Cierta vez me pre-
guntó si no estaba actuando como un gil, porque él
ponía la pintura, el tiempo –que en los murales es
mucho-, etc. Pero tenía Neptuno entrando en su Fase
10, así que le dije: “no sos ningún gil, sos un intuitivo;

193
Danzando con el Cosmos

estás adelantándote un poco a lo que, de todos mo-


dos, la comunidad te pedirá. Es preferible que hagas
esos murales que podrán apreciar todos gratuitamen-
te a que tengas que aportar compulsivamente dinero
o trabajo a la comunidad o a que te estafen o te roben.
Te estás curando en salud”. Posteriormente llegó a
hacer otro en ese mismo lugar.
Mucha gente, con Neptuno en la Fase 10 busca
formas más intensas de integrarse a la comunidad:
algunos a través de la política, otros de la religión,
otros del arte.

Fase 11: la Fase 11 no es tan llamativa. Suele re-


lacionarse con la posibilidad de realizar trabajos so-
ciales de alguna clase, siempre por fuera de las insti-
tuciones estatales, nada o poco que ver con el Estado.
Se trata a menudo de actividades solidarias indepen-
dientes, que se realizan a través de las llamadas
“ONG” (Organizaciones No Gubernamentales) o de
otro tipo.
La amistad no suele ser algo tan rígido, así que
en este caso, Neptuno tiene menos trabajo que el
habitual. De todos modos, para personas muy solita-
rias, muy aisladas, la entrada de Neptuno en Fase 11
puede ser un gran acontecimiento en sus vidas, ten-
diente a que se relacionen más íntimamente con sus
allegados y amigos, o a participar en nuevos grupos.
Lo mismo en el caso de personas que tienen mu-
chas relaciones de amistad, muchas conexiones en las
redes, pero que son algo acartonadas en el trato per-
sonal. En esos casos, es posible que al principio de
esta Fase se produzcan engaños y desengaños impor-
tantes. Estafas por parte de “amigos”, por ejemplo.
En términos generales es esperable que si la vida
social y amistosa es más o menos sana, se expanda

194
Jorge Bosia

bastante. Lo mismo las posibilidades de vivir en co-


munidades que comparten algún ideal.

Fase 12: en la Fase 12 de este ciclo se produce


una especie de silencio por parte de Neptuno. Neptu-
no funciona por debajo de la línea de consciencia. Es
probable que para tomar contacto con esta Fase del
ciclo, haya que dirigir la mirada hacia fenómenos
propios de la Casa 12, como los sueños. Por eso en
esta Fase un buen modo de conectar con Neptuno es
llevar un registro de los sueños, o quizá practicar
técnicas como el ensueño dirigido.
También es un período apropiado para todo tipo
de terapias psicológicas o bien, de prácticas espiritua-
les del tipo de la meditación, la respiración holotró-
pica u otras.
En el mundo circundante habrá mucha presencia
de Neptuno, pero será muy poco visible para la per-
sona misma.

195
Danzando con el Cosmos

196
Jorge Bosia

EL CICLO PLUTÓN - ASCENDENTE

Ante todo tengamos en cuenta que el ciclo de


Plutón dura 248 años. La órbita de Plutón es muy
excéntrica, lo que implica que cuando pasa por Es-
corpio, por ejemplo, que es la parte en que la órbita
está más cerca del Sol, parece moverse más rápido
que cuando pasa por Tauro y está más lejos del Sol.
Tanto es así que en Tauro Plutón permanece durante
unos 30 años, mientras que en Escorpio, está solo 11
años. Y la excentricidad de la órbita determina que
cuando pasa por Escorpio, su órbita esté más cerca
del Sol que la órbita de Neptuno, durante algunos
años.
Es probable que los humanos aún no hayamos
encontrado todos los significados de Plutón. Es un
ciclo poco conocido, porque Plutón fue descubierto
hace poco (1930), de modo que aún no hemos podido
observarlo en su paso por varios Signos. Desde que
fue descubierto recorrió poco más de la mitad del
Zodíaco.
El significado general del ciclo de Plutón nos
conduce a la idea de desafío, de ir más allá del propio
limite. Plutón es el Planeta que nos propone jugarnos
el todo por el todo. Arriesgar. Por eso es el ciclo de las
máximas transformaciones en la vida colectiva e indi-
vidual.
Regula los procesos de transformación. Recorde-
mos que la transformación implica que estamos co-
operando con otros singulares, que estamos en el seno
de asociaciones, no hay transformación individual (eso
es metamorfosis, como ya explicamos).
Plutón representa el poder personal, pero mucho
más representa la capacidad de unirnos en sinergia

197
Danzando con el Cosmos

con otros, multiplicando el poder de cada uno al


constituir entidades conjuntas. Eso supone entrega, y
allí reside el riesgo.
Al llevarnos más allá de los límites personales,
límites que impone Saturno, Plutón es el gran estimu-
lador de la expansión del campo de experiencia sin-
gular. El paso de Plutón por una Casa (es decir, por
las Fases del ciclo), nos hace profundizar al máximo
en esa área para extraer los tesoros ocultos, descono-
cidos hasta entonces, más allá de los límites previos
que teníamos en ese escenario. Plutón nos conduce a
todas las riquezas que poseemos y nos hace dar cuen-
ta que las poseemos, poniéndonos los desafíos que
nos impulsan a conquistarlas.
En general, cuando Plutón ingresa a una Casa,
genera:

 primero una especie de vacío. Un período de


impasse en el que se corta el ritmo de lo que se venía
dando allí.

 Luego una re polarización, es decir, un


cambio en el polo predominante, o una oscilación más
rápida entre los polos en juego.

 y también el afloramiento, a menudo con-


flictivo, de posibilidades que estaban ocultas para uno
mismo.

Plutón libera la energía más reprimida u olvida-


da. Libera nuestro poder.
Cada trayecto de Plutón por una Fase implica que
el agente tiene la oportunidad de trabajar con algo
propio, pero que estaba oculto, y que es, al mismo
tiempo, un poder, una potencialidad.

198
Jorge Bosia

En cada Fase de Plutón emerge a la conciencia


una capa profunda y hay que empezar a trabajarla, lo
que lleva mucho tiempo. El detonante puede ser más
o menos rápido, pero procesar la situación quizá lleve
años. Procesarlo quiere decir: poder hacer algo pro-
ductivo con eso.
Esto se conecta con el otro rasgo esencial de lo
que significa Plutón. En efecto: Plutón es la capacidad
de cooperar, de reunir la energía de dos o más perso-
nas (no de una masa, sino de personas con nombre y
apellido). Cuando se reúne de modo productivo la
energía de varias personas, se acumula mucho poder.
Cooperar es el único modo de multiplicar el poder
propio.
Eso se puede hacer de dos maneras distintas:

 O bien uno de los que participan en la aso-


ciación conduce a los otros, y los otros se someten y lo
siguen.

 O bien todos intentan avanzar de manera


igualitaria, pareja, en una conducción compartida y
rotativa; que es lo que con propiedad podemos llamar
acción cooperativa. Nadie domina, son todos dueños
de sí mismos y de la asociación.

Por supuesto, la segunda es la difícil.


No vamos a detallar en este caso cada Fase, ya
que los períodos de Plutón son muy extensos y es
difícil percibir su cualidad cíclica. Solo indicaremos
que el ciclo apunta a cómo vamos logrando la capaci-
dad de unir nuestro poder al de otros, cómo desarro-
llamos nuestra capacidad cooperativa. Las Fases po-
nen los escenarios en los que ese proceso se va pro-
fundizando.

199
Danzando con el Cosmos

Lo que tenemos que preguntarnos en cada Fase es


¿qué desafío específico se nos plantea en ese escenario
para entregar lo que sea necesario a fin de asociarse a
otros para el logro de fines comunes. Ese es el hilo
conductor en este caso.

200
Jorge Bosia

OTROS CICLOS
Hasta este momento hemos estudiado ciclos en
los que uno de los factores en juego es un Planeta al
que se considera en su movimiento real tal como lo
consignan los libros de efemérides; es decir, el movi-
miento que hace el Planeta surcando el cielo; mien-
tras el otro factor es un punto fijo en el Zodíaco (en
los casos anteriores se trataba siempre del Ascenden-
te, pero puede ser otro punto.
Sin embargo, hay un segundo tipo de ciclos. Son
los que relacionan a dos Planetas que están ambos en
movimiento.
Los Planetas están siempre girando por esa ver-
dadera ruta celeste que es la Eclíptica, y como tienen
diferentes velocidades, tarde o temprano se encuen-
tran (es decir: hacen “Conjunción”). Se encuentran
todos con todos. De modo que la cantidad de ciclos
que se podría considerar es enorme.
No vamos a entrar en todos, por supuesto, sino
de un modo general. El lector, contando con esta guía
general, tendrá un campo fértil de investigación para
determinar cómo funciona cada uno de ellos.
Pensemos en un Planeta cualquiera, Júpiter, por
ejemplo. Tarda 12 años en recorrer la Eclíptica, es de-
cir: en dar un giro completo con respecto a la Tierra.
Marte, en cambio, tarda unos 2 años. Esto significa
que cada 3 o 4 años, Marte y Júpiter se van a encon-
trar, o sea: van a protagonizar una Conjunción. En ese
momento, comienza un ciclo (que podríamos deno-
minar: “Ciclo Marte-Júpiter”), que durará entre unos
3/4 años.
Ahora bien, lo mismo pasará entre Venus y Júpi-
ter. De modo que cuando se encuentre Júpiter con
Venus, comenzará un ciclo Venus-Júpiter.
201
Danzando con el Cosmos

Y lo mismo va a ocurrir con todos los Planetas en-


tre sí.
¿Cómo interpretar estos ciclos?
En todos estos ciclos hay un factor genérico y un
factor personal. El genérico consiste en que el ciclo
comienza para todos los seres humanos al mismo tiempo y
en el mismo Signo. La Conjunción de Júpiter con Marte,
por ejemplo, es un hecho celeste que ocurre en un
determinado momento y lugar del Zodíaco para to-
dos los humanos. De modo que para todos, el ciclo
comienza en el mismo momento y termina en el mis-
mo momento, y tiene una cualidad (Signo) similar.
En cambio, el componente personal está dado por
la Casa en que se produzca la Conjunción en cada Car-
ta Natal.
Por ejemplo: si la conjunción Venus-Júpiter se
produce en 28º de Leo, eso vale para todos; pero
¿dónde tiene cada uno los 28º de Leo? ¿En qué Casa?
Eso es lo que cambia con cada Carta. A uno le puede
caer la Conjunción en la Casa 3 y a otro en la 5, y así.
En cada caso el significado será diferente.
Además, puede ocurrir que alguien en su Carta
Natal tenga la Luna en 28º de Leo, por ejemplo; en
cambio el resto del mundo no. Sólo unos pocos
tendrán allí a la Luna. De manera que los Planetas
que se encuentren en Aspecto con el punto en que se
da la Conjunción, también le dan a estos ciclos una
coloración personal.
Ahora bien, ¿cómo se interpreta el componente
genérico?
Se interpreta considerando la índole de los Plane-
tas involucrados. Por ejemplo: si se trata del ciclo
Marte-Júpiter, el ciclo se refiere en general a temas
tales como las iniciativas de expansión, el deporte, el
entrenamiento atlético, etc. Por supuesto que este
ciclo, en particular, tendrá gran importancia para los
202
Jorge Bosia

atletas, deportistas, empresarios de turismo, dueños


de gimnasios, por ejemplo.
Estos ciclos son útiles cuando se trata, más bien,
de situaciones específicas.
El componente personal del ciclo es sin duda el
más importante. Aporta la referencia a un escenario
(Casa). Por tanto, mientras dure el ciclo en cuestión el
ciclo deberá referirse a esa Casa. Los temas de tal Ca-
sa estarán presentes en el desarrollo del ciclo.
Imaginemos uno de los ciclos que tiene más im-
portancia entre los de esta clase: el ciclo Júpiter- Sa-
turno. Es un ciclo que tiene que ver con la integración
de una persona en la comunidad. Se refiere a la forma
de participar que desarrollan las personas en lo públi-
co o profesional. Es un ciclo largo, tiene una extensión
aproximada de 20 años. En la tabla que acompaña se
pueden ver algunas de las Conjunciones Júpiter-
Saturno que se han dado en el Siglo XX.

Pl 1 Asp. Pl 2 Día Mes Año Posición Zodiacal


Ju Conj. Sa 10 09 1921 EN 26º Vi 36'
Ju Conj. Sa 07 08 1940 EN 14° Ta 27'
Ju Conj. Sa 20 10 1940 EN 12° Ta 28'Rx
Ju Conj. Sa 15 02 1941 EN 09° Ta 07'
Ju Conj. Sa 18 02 1961 EN 25° Ca 12'
Ju Conj. Sa 31 12 1980 EN 09° Li 30'
Ju Conj. Sa 04 03 1981 EN 08° Li 07'Rx
Ju Conj. Sa 24 07 1981 EN 04° Li 56'

Hay que tomar en cuenta algunos aspectos técni-


cos para evaluar con corrección estos ciclos:
Ante todo la Conjunción se suele producir en tres
o más momentos distintos. Eso se debe al movimiento
retrógrado de los Planetas. Por tanto ¿cuál es la que

203
Danzando con el Cosmos

tenemos que considerar? Creemos que el mejor crite-


rio es tomar la primera Conjunción.
En segundo lugar está el problema de cómo con-
siderar las Fases, cómo medirlas. Pues bien, en estos
ciclos las Fases se consideran en función del ángulo
que van formando los dos Planetas, tomando los 30º
como el indicador obvio de cada Fase. Es decir que,
cuando los dos Planetas están cumpliendo el primer
Semisextil, está comenzando la segunda Fase; cuando
están en el primer Sextil está comenzando la tercera
Fase; y así.
Pero en estos ciclos no son tan evidentes las Fases.
Hay que apreciarlos, creemos, en intervalos más am-
plios. Una forma de captarlos es considerar sólo las
Cuadraturas y la Oposición. Por ejemplo, en el ciclo
Júpiter-Saturno, que es de 20 años, lo más adecuado
es tomar las Fases por tríadas y considerar cuatro
momentos: uno hasta la Cuadratura creciente, que es
el momento en que se dan los primeros atisbos del
proceso que lleva adelante el ciclo; el segundo, hasta
la Oposición, en el que se ve con claridad el compo-
nente representado por el Planeta más lento –en nues-
tro caso, Saturno-; luego el período que va de la Opo-
sición hasta la Cuadratura menguante, en la que se
empieza a intentar una síntesis; y luego la tríada final,
desde la Cuadratura menguante hasta la nueva Con-
junción, que es el final del proceso.
No es prudente pedirle a estos ciclos mucho más
que eso.

204
Jorge Bosia

CICLOS POR PROGRESIÓN


Hemos estado estudiando ciclos basados en el
movimiento real de los Planetas en el Cielo. Pero la
Astrología cuenta con una técnica muy interesante y
efectiva que transforma el movimiento real de los
Planetas de manera que cambia la escala de tiempo.
Se llama progresión.
Hay diversos tipos de progresión, pero según
nuestra experiencia, la más efectiva y confiable es la
llamada “progresión secundaria”. Esta es la que va-
mos a estudiar.
El caso más útil es el de la progresión de la Luna.
La Luna cumple su revolución en 28 días. Ese es un
período muy pequeño para la escala de la vida
humana, por tanto no da mucha información sobre
situaciones importantes. Todo pasa demasiado rápido
en un mes. Por tanto, un ciclo lunar basado en el mo-
vimiento real de la Luna, es bastante superfluo.
Pero aquí es cuando viene en nuestro auxilio la
extraordinaria idea de la progresión. El fundamento de
esta técnica es que un ciclo se puede considerar equi-
valente a cualquier otro ciclo.
La equivalencia más utilizada y más efectiva es la
que consiste en tomar como equivalentes la revolu-
ción diaria de la Tierra sobre su eje, es decir: el día, y
la revolución del Sol alrededor de la Tierra, es decir:
el año. La fórmula, pues, es la siguiente:

205
Danzando con el Cosmos

Esa es la progresión secundaria.


Esto significa: lo que ocurre en un día en el cielo,
para nosotros, va a ocurrir en un año. Por ejemplo, en
un día, la Luna recorre unos 12 grados del Zodíaco;
entonces, vamos a considerar que a ese movimiento
de unos 12 grados, la Luna lo realiza en un año.
Lo que implica que si la revolución completa real
de la Luna alrededor de la Tierra ocurre en 28 días, la
revolución progresada de la Luna, va a requerir 28
años.
Entonces, si la Luna tarda unos dos días y medio
para recorrer un Signo, la Luna progresada invertirá
más o menos dos años y medio.
Para nuestra fortuna (y la de todos los astrólogos
contemporáneos), los programas informáticos de as-
trología realizan estos cálculos en segundos con total
exactitud, lo que ha permitido utilizar y probar estas
técnicas de un modo que hace solo dos o tres décadas
era imposible.
La técnica de la Progresión Secundaria es útil pa-
ra la Luna, el Sol, Venus, Mercurio y Marte, que son
los Planetas más rápidos. No tiene mucha utilidad
aplicada a los demás Planetas, dado que su movi-
miento es tan lento que casi siempre resultará inútil
considerarla.

206
Jorge Bosia

Supongamos como ejemplo una persona viviera


90 años. Esos noventa años, considerados desde la
Progresión Secundaria, equivalen a los primeros 90
días a partir del nacimiento. Es decir que todo lo que
pase en su vida, desde el punto de vista de las Pro-
gresiones Secundarias lo vamos a encontrar en los
sucesos celestes de sus primeros 90 días.
En esos 90 días a partir del nacimiento, la Luna
real va a dar unas 3 vueltas completas al Zodíaco.
Pero el Sol sólo va a recorrer tres Signos (unos 90º).
Más o menos el mismo recorrido van a hacer Venus y
Mercurio. Marte, por su parte, que es más irregular,
podrá recorrer entre 30 y 60º.

207
Danzando con el Cosmos

Pero Júpiter, en 90 días recorre muy poco; quizá


4 ó 5 grados. ¿Y Saturno? Menos aún, 1 ó 2 grados. Y
los Planetas trans-personales tendrán aún menos re-
corrido. De modo que los Planetas más lentos no van
a moverse lo suficiente por el Zodíaco como para que
podamos tomarlos en cuenta.
El único Planeta que hace una vuelta completa a
la Carta Natal –y por lo general, más de una- es la
Luna. Todos los demás, incluidos el Sol, Mercurio y
Venus, apenas llegan a recorrer tres Signos, en el me-
jor de los casos.
Ahora bien, el hecho de que la Luna progresada sí
realice varias revoluciones, nos permite estudiar tam-
bién el movimiento de la Luna progresada como un
ciclo. El ciclo completo de la Luna progresada durará
28 años.

208
Jorge Bosia

CICLO DE LA
LUNA PROGRESADA

El ciclo de la Luna Progresada tiene dos lecturas,


o dos modos mediante los cuales podemos extraerle
información. Lo podemos estudiar en conexión con
los Signos (Zodíaco celeste) o en conexión con las Ca-
sas (Zodíaco terrestre). Es decir: hay dos ciclos si-
multáneos en realidad: uno, cuyos factores son la Lu-
na progresada y el grado uno de Aries; y el otro, cu-
yos factores son la Luna progresada y el Ascendente.
De los dos ciclos, el primero suele ser el más sig-
nificativo o, al menos, más nítido. Comienza, como
indicábamos arriba, cuando la Luna progresada in-
gresa al Signo de Aries (grado 1) y termina cuando
ésta sale del Signo de Piscis (grado 29). Cada Fase se
extiende unos dos años y medio, hasta completar los
28 años que lleva todo el ciclo.

SIGNIFICADO GENERAL
Este ciclo es muy intenso, quizá el más visible en
nuestra vida cotidiana. Puede comprenderse como el
que se refiere a nuestro modo de estar-en-el-mundo.
Si lo pensamos por relación a los Signos, indica la
disposición general en que nos encontramos, la cualidad
con que estamos encarando la vida durante cada Fase.
Es con la cualidad de cada Signo con la que tendre-
mos que resolver el día a día, aprendiendo de ella y
profundizando en su comprensión.

209
Danzando con el Cosmos

El ciclo que se produce con relación a las Casas


agrega más información: nos indica la escena de la
vida que está activa en un momento dado. Es decir, si
el ciclo está pasando por la Casa 10, estaremos moti-
vados por cuestiones que tienen que ver con la voca-
ción, con la profesión actual, con instituciones o de-
pendencias del Estado. También puede haber un
vuelco de la atención hacia la relación con nuestro
padre o nuestra propia paternidad. O sea: se pone en
movimiento todo lo que significa la Casa 10.
Este ciclo es muy preciso en cuanto a los tiempos.
Inclusive es el más adecuado para ubicar con cierta
seguridad la verdadera hora de nacimiento de una
persona. De hecho, podemos, muchas veces, corregir
la hora de nacimiento, basándonos en los desfasajes
de la entrada de la Luna progresada a una Casa.
Combinando ambas lecturas, la Luna progresada
nos dice con qué energía contamos para encarar la es-
cena (Casa) correspondiente. Así, si en el caso ante-
rior, la Luna progresada, además de transitar por la
Casa 10 lo hace también por Virgo, eso indicará que
estaremos conectados con la cualidad sistematizado-
ra, ordenadora o contextualizadora de Virgo para
resolver los temas de vocación o nuestra relación con
el padre, por ejemplo. Una buena idea, por tanto, ser-
ía poner en orden los asuntos profesionales o públi-
cos.
También es cierto que el hecho de que la Luna
esté en Virgo indica la emergencia de una serie de
temas virginianos, como el trabajo o el cuidado de la
salud, lo cual habilita esas esferas de la vida con in-
dependencia de la Casa que active el ciclo.
Debido a su importancia, daremos una recorrida
por las Fases de este ciclo.

210
Jorge Bosia

FASE 1 (ARIES)
La entrada de la Luna progresada en la Fase de
Aries suele coincidir con cambios impactantes. Es un
momento en el que se nota la diferencia. Pensemos
que venimos transitando por Piscis durante más de
dos años, con la pérdida de energía vital que eso im-
plica, y de pronto, recibimos un paquete de energía
nueva, sin uso, a estrenar. Es como un renacimiento.
Como poner los dedos en el enchufe.
En Piscis queremos descansar, dormir mucho, es-
tamos un poco como perdidos en la niebla. Y al entrar
en Aries, casi de un día para otro, todo cambia: todo
se pone en movimiento. ¡Tenemos ganas otra vez!
¿De qué? No importa, en cada persona serán co-
sas diferentes, el punto es que empezaremos a sentir
que tenemos energía otra vez.
Entonces dormimos menos tiempo, actuamos
más, nos movemos, tomamos decisiones importantes.
¡Empezamos a encarar cosas nuevas! Lanzamos nue-
vos proyectos.
Hay personas que incluso tienen cambios en el
metabolismo: friolentos que de pronto, dejan de po-
nerse dos pares de medias y archivan las bufandas.
Obesos que adelgazan. Flacos esqueléticos que en-
gordan, etc.
Es un mundo nuevo, una nueva oportunidad de
desplegar nuestras energías básicas.

ACTITUDES ACONSEJABLES
¿Qué es lo aconsejable en esta etapa?
Empezar, lanzarse a realizar esos impulsos nuevos.
Siempre hay alguna mínima idea acerca de lo
nuevo con la Luna progresada en Aries. Pero si nos
sentimos confusos, tenemos que “tirar del piolín”,
como se dice. “Tirar del piolín” significa tomar una

211
Danzando con el Cosmos

punta, por más insignificante que parezca y empezar


por allí; eso traerá otra cosa y otra, y poco a poco se
irá haciendo el camino. No es aconsejable, en cambio,
quedarse quieto sin hacer nada.
FASE 2 (TAURO)
Cuando el ciclo entra en Tauro la esfera de acción
cambia; pasan a ser ahora los temas de Tauro los que
reclaman la atención: el cuerpo, el dinero y los bienes
propios, la capacidad productiva.
Comienzan a ocurrir cosas que llevan la atención
a estos campos. ¿Qué tipo de cosas? De cualquier
índole. ¿Tenemos algún indicio para orientarnos so-
bre el tipo de cuestiones relativas al cuerpo o a los
recursos que pueden ponerse sobre el tapete?
Algunos indicios tenemos (y esto vale para todas las
Fases):

 Los Planetas residentes en el Signo se van a ac-


tivar.

 El Planeta regente del Signo nos permitirá re-


mitirnos a otra Casa y otro Signo, activando otra es-
cena y permitiéndonos precisar el significado básico.

Imaginemos a una persona que tiene a la Luna


progresada transitando por Tauro (Fase 2). Cuando la
Luna ingresa al Signo, obtiene un nuevo trabajo con
un sueldo superior al que tenía. Ahora bien, resulta
que Venus, Planeta regente de Tauro, se encuentra en
su Carta Natal en Acuario y en la Casa 3. ¿Qué nos
agrega esto último?
Nos puede indicar el tipo de trabajo que obtiene;
por ejemplo, relacionado con encuestas o márquetin.
Los Planetas regentes siempre nos dan precisio-
nes acerca del significado básico. Lo básico es que esta

212
Jorge Bosia

persona pone en acción nuevos recursos y gana más


dinero, lo otro está subordinado a eso.

ACTITUDES ACONSEJABLES
En esta Fase es importante hacer el inventario de
recursos propios. Lo más probable es que sean insufi-
cientes para sostener los nuevos proyectos que han
comenzado en la Fase de Aries. El inventario calma el
ánimo (ya que nos damos cuenta que sí tenemos re-
cursos) y entonces sabemos qué es lo que nos falta, y
eso ayuda a encontrar los nuevos recursos.
Es buena época para adquirir bienes durables o
para hacer algo novedoso y productivo con ellos.
También conviene interesarse por el cuerpo;
hacer gimnasia o cualquier actividad física. Embelle-
cer el cuerpo. Mejorar la relación que tenemos con
nuestra propia corporalidad. Disfrutar.
Muchas personas inician cursos de arte o artesan-
ía en esta Fase.

FASE 3 (GÉMINIS)
No es difícil darse cuenta de los temas que plan-
tea por lo general este paso de la Luna por la Fase de
Géminis: la relación con los hermanos, los asuntos
relacionados con la comunicación, con el ambiente,
con los vecinos, los estudios, los idiomas, etc. Todos
estos temas y otros afines con éstos, son los que se
pondrán al día en esta Fase.
Es común dispersarse y hacer demasiadas cosas
al mismo tiempo. El límite entre la dispersión y la
necesaria ampliación de los aprendizajes es muy sutil.
Por un lado, es necesario abrir el juego, probar dife-
rentes opciones; pero la dispersión puede ser perjudi-
cial. Cada uno sabrá apreciar en función de los frutos
que se van obteniendo, cuál es el punto óptimo.

213
Danzando con el Cosmos

ACTITUDES ACONSEJABLES
Es bueno aquí abrir el juego; pero no hasta el
punto en que se esterilice la acción. Sin embargo, es
bueno moverse, conectarse, hablar con uno, con otro.
Investigar.
Es un momento inmejorable para estudiar mate-
rias prácticas: como idiomas, y otros temas que se
pueden poner enseguida en juego.
También es un tiempo en el que se puede intentar
mejorar relaciones con los hermanos, cuñados, tíos,
compañeros de estudio o vecinos o para darse cuenta
de la verdadera índole de dichas relaciones. Para
trabajar en actividades relativas al barrio, al edificio
en que se habita, o al ambiente en general.

FASE 4 (CÁNCER)
Esta Fase produce un giro en el ánimo y el senti-
do de la acción: el agente se reconcentra en la familia,
en los lazos afectivos o en su pasado.
Sobresale también la problemática ligada a la vi-
vienda u otros espacios donde el agente desarrolla su
vida, como consultorios, talleres, oficinas, etc. No es
raro mudarse, alquilar o comprar casa o estos otros
espacios. También, por supuesto, hacer reformas.
Se suscitan cuestiones que vienen del pasado más
o menos remoto. Temas que se vienen arrastrando en
la familia se ponen sobre el tapete.
Muchos mejoran sus cualidades culinarias, o em-
bellecen sus casas. Hay también tendencia a comer
demasiado.
Todas estas actitudes, por supuesto, son meros
indicios de lo importante: el significado de la etapa,
que es instalar los proyectos que va trayendo el ciclo
hasta acá.

214
Jorge Bosia

ACTITUDES ACONSEJABLES
Lo aconsejable es resolver todo lo que haya pen-
diente en la familia, sobre todo en la familia de ori-
gen.
Es el momento de arraigar, de empezar a sentirse
perteneciente a algo. Muchos se asocian a institucio-
nes, clubes, etc. Los indocumentados deberían sacar
su documento.
También es aconsejable ocuparse de revisar -y
limpiar- el pasado. De ahí que sea frecuente que las
personas hagan algún tipo de trabajo terapéutico en
esta época (es adecuada para técnicas como las
“Constelaciones familiares” o terapias de vidas pasa-
das). No pocos se orientan a la investigación de su
árbol genealógico, o viajan a visitar la tierra de sus
antepasados.

FASE 5 (LEO)
Es esta una época en que debería producirse un
proceso de autoafirmación personal a través de una
mayor toma de conciencia de la propia peculiaridad.
Es el momento de descubrir nuevos modos de afir-
marnos como agentes únicos, irrepetibles y capaces,
entonces, de emitir nuestra propia palabra, de expre-
sarnos por cualquier medio.
Las formas que tome ese proceso de afianzamien-
to de la propia identidad son muy variadas. A menu-
do se centran en lo sentimental (es época de romances
y enamoramientos intensos). Las personas pueden
avanzar en su capacidad de manifestar sus sentimien-
tos a los demás y ése es un modo de conocerse ellos
mismos.

215
Danzando con el Cosmos

Muchos comienzan a hacer actividades artísticas,


como teatro; aunque puede ser cualquier medio ex-
presivo.
Otros se afianzan en su profesión por medio de
escritos, presentaciones públicas o trabajos presenta-
dos en congresos.
Hay a menudo experiencias de reconocimiento
por parte de pares o del público en general.
Toman también importancia los hijos. La relación
con éstos se replantea. Muchas personas tienen hijos
cuando la Luna está en Leo. A veces aparece un deseo
vehemente de engendrarlos.

ACTITUDES ACONSEJABLES
Esta Fase indica el momento apropiado para ju-
garse; para poner “toda la carne en el asador”. Es una
época para apostar a ser uno mismo y que se note.
Los artistas deberían mostrar su trabajo. Los que
aman a alguien deberían manifestárselo de algún
modo.
Si aparece el deseo de tener hijos, no es mal mo-
mento para realizarlo...
En fin, esta es un Fase para superar las timideces
y jugarse.

FASE 6 (VIRGO)
En esta Fase se puede aplicar aquella frase del I
Ching que nos indica que nos ocupemos del “trabajo
en lo pequeño”. En efecto, la vida, luego de la expan-
sión pletórica de Leo, parece contraerse y complicarse
de pronto.
El trabajo suele aumentar, pero no las ganancias y
los reconocimientos. Los problemas pequeños aumen-
tan y es necesario resolverlos, pero pocos le reconocen

216
Jorge Bosia

a quien atraviesa esta Fase, su esfuerzo. Es una etapa


bastante dura, sobre todo el primer año.
Por momentos se tiene la sensación vívida de es-
tar transitando un laberinto. Y, como en los laberin-
tos, no se ve muy lejos.
Se experimentan todo tipo de limitaciones, inco-
modidades y desajustes.
En algunos casos la salud puede resentirse.
Pero, como en toda Fase 6 que se precie, al mismo
tiempo hay un formidable aprendizaje en el sentido
de la integración, tanto singular (respecto de la per-
sonalidad) como con la comunidad. Y suele haber una
gestación que, aunque larga y silenciosa, en su mo-
mento dará frutos.

ACTITUDES ACONSEJABLES
La clave en esta Fase es subordinarse a los reque-
rimientos de algún trabajo o sistema de trabajo (sin
perder lo esencial propio), y atenerse a valores tales
como la utilidad, el trabajo en equipo, la humildad, la
tolerancia.
Otra consigna clave es: contextualizarse. Esto signi-
fica: integrarse a un contexto no familiar, salir a pro-
barse al mundo. Hacerse oír; pero también saber limi-
tarse sin perder lo esencial.
Es necesario disciplinarse en varios sentidos, en
especial en todo lo relativo al trabajo.
Aquí y allá es necesario hacer ajustes, recortes.
Volverse prudente, cultivar la cautela.
Lo que se aprende en esta Fase es incalculable,
pero, como todo aprendizaje tiene sus momentos du-
ros. Es preciso asumir que la cosa es así. No es muy
conveniente exigir reconocimientos, honores, pre-
mios, aumentos de sueldo. Si vienen, bien; pero es
raro.

217
Danzando con el Cosmos

FASE 7 (LIBRA)
Entrar a Libra supone salir del laberinto virginia-
no. Luego del duro aprendizaje, el mundo parece
volver a sonreírnos.
Lo primero que solemos notar es la aparición de
nuevos contactos o relaciones (incluyendo, por su-
puesto, parejas) que rompen la rutina anterior.
Surgen proyectos de asociación. Y los que ya
venían desarrollándose, si los hubiera, a menudo tie-
nen que redefinirse.
Esta es una época en la que se aprende a negociar.
Aquí sí que se puede pedir aumento de sueldo. Pero
hay que estar dispuesto a negociar o a regatear.
Se abren perspectivas que eran impensadas en la
etapa anterior. El mundo se amplía, la vida se hace
más suave, más liviana. Se gana una perspectiva des-
de la cual se aprecia mucho más campo libre adelante.
A menudo se deben replantear temas en el seno
del matrimonio o de las asociaciones preexistentes.
Muchas personas inician relaciones afectivas im-
portantes, encaradas como proyecto, en esta etapa.

ACTITUDES ACONSEJABLES
En este momento no es conveniente cerrarse,
mantenerse aislado. Por el contrario, lo más fructífero
es abrirse a los demás, compartir, asociarse para
hacer.
El aprendizaje propio de esta Fase es el de aunar
deseos: los propios con los de los otros. Por eso se
trata de negociar. Uno va con su deseo y se encuentra
con deseos en parte coincidentes y en parte contra-
puestos. La solución es limar asperezas, buscar
fórmulas de conciliación que no paralicen la acción.
Definir metas comunes.

218
Jorge Bosia

En definitiva: de los varios deseos debe surgir


una síntesis a la que todos se plieguen y aporten su
caudal de energía vital.
En esta Fase no hay que tener vergüenza de pres-
tarse al regateo. Es esencial. Para regatear se necesita
receptividad a las propuestas y necesidades ajenas,
saber escuchar, saber comprender. Y también tener la
valentía de exponer el propio deseo. Todas virtudes
muy estimables y que favorecen la convivencia armó-
nica.

FASE 8 (ESCORPIO)
Si en la Fase de Libra se han limado las durezas y
rugosidades que implica todo vínculo, la entrada a la
Fase de Escorpio es elegante. Consistirá en compro-
meterse un poco más, en sacar todas las consecuen-
cias del acuerdo implementado, y también en la ob-
tención de los réditos que dichos acuerdos produz-
can. Es hora de cooperar de modo efectivo.
En cambio, si se llega a la Fase de Escorpio sin
que la negociación y el regateo hayan sido sinceros y
profundos, si se llega con aspectos ocultos del propio
deseo y del de los otros, entonces esta Fase traerá con-
flictos.
A menudo la sensación es que estamos parados
delante de una encrucijada de caminos y no tenemos
claridad acerca de cuál tomar. Inútil será que nos de-
vanemos los sesos tratando de obtener garantías res-
pecto del mejor camino posible. La naturaleza de la
cuestión es que no lo podemos saber. Hay que elegir,
o sea: dejar de lado uno de los caminos y tomar el
otro. Eso es lo que nos atormentará: ¿cuál?
Una vez tomada la decisión, sin embargo, el pro-
ceso vuelve a adquirir normalidad y es placentero.

219
Danzando con el Cosmos

También puede ocurrir que no lo veamos como


una encrucijada de caminos, sino como un conflicto a
todo o nada con alguien en particular. Si es así senti-
remos: “o gana él o gano yo”. No veremos arreglo
posible. Cada uno hará entonces lo que crea conve-
niente.
En esta Fase, por otra parte, los conflictos hacen
salir a la luz cuestiones ocultadas, reprimidas, olvida-
das relativas a los vínculos. Los conflictos que apare-
cen, tienen ante todo como fin que eso ocurra, pues
una de las oportunidades esenciales en este período
es la de limpiar o purificar todo lo que uno ha venido
guardando y que no cumple otro papel que el de de-
tenernos en nuestra evolución.
En esta Fase deben salir al aire libre los odios, los
resentimientos, los deseos de venganza, etc. Para que
puedan secarse al sol.
No es raro tampoco recibir herencias, con los con-
flictos que suelen implicar.
También suelen aparecer las oportunidades de
tener poder en el nivel de las asociaciones, con los
cuestionamientos y enemistades que casi siempre
genera esa posibilidad.

ACTITUDES ACONSEJABLES
En general, la actitud que más nos reclama el
Cosmos en esta Fase es la de comprometernos con
aquellos pactos y acuerdos que vienen de la Fase an-
terior, o bien con actividades que vienen de más atrás
aún. Ponerse a cooperar de modo concreto, lograr la
sinergia con el grupo de asociados.
El compromiso, a menudo, termina con el con-
flicto que nos atormentaba antes de la toma de deci-
sión. Es cierto que el compromiso trae otros proble-

220
Jorge Bosia

mas: los que surgen por cuestiones propias de la acti-


vidad conjunta que se está realizando.
El compromiso, además, implica siempre a otras
personas. Nos comprometemos, ante todo, con los
demás y ante los demás. El compromiso es promesa
hecha a otros y recibida de otros, en pos de una ac-
ción común.
Que la cooperación (que es la esencia de Escor-
pio) sea fruto de relaciones de sometimiento o de una
transparente comunión de intereses y deseos, es lo
que más importa dilucidar. La primera solución es
madre de conflictos posteriores, de frustraciones y de
dolor. En cambio, la segunda posibilidad encamina la
acción de un modo virtuoso y feliz, ya que permite
que cada uno vaya purificando sus emociones tóxicas
en un proceso que es como filtrar y purificar el agua.

FASE 9 (SAGITARIO)
Este es un lapso propicio para los estudios tercia-
rios y toda clase de búsquedas espirituales o intelec-
tuales. Es el tiempo en que comprendemos con mayor
profundidad el significado de nuestras acciones, lo
que a menudo lleva a modificar la visión del mundo y
de la propia existencia.
No es raro que se produzcan viajes importantes,
que permiten cambiar la perspectiva.
En este tiempo la mayoría de las personas hacen
un gran avance en varios asuntos. Es una época para
lograr la primera síntesis acerca de lo que se ha veni-
do trabajando a lo largo del ciclo.
A veces se despiertan vocaciones religiosas y no
es raro que comencemos prácticas como la oración, la
meditación, etc.
Suele reinar el buen ánimo, el optimismo y una
visión panorámica de la vida.

221
Danzando con el Cosmos

ACTITUDES ACONSEJABLES
En este tiempo hay que tratar de evitar los exce-
sos.
Es conveniente estudiar, hacer postgrados, iniciar
una carrera universitaria o terciaria...
También es el momento de viajar. O de contac-
tarse de cualquier manera con personas de otras re-
giones. Hoy en día Internet permite desarrollar mu-
cho la Casa 9.
La clave de la Fase de Sagitario es tener en claro
cuál es la meta a la que queremos llegar. A esta altura
del ciclo ya han transcurrido unos 19 años desde el
comienzo, de modo que es razonable pensar que uno
sabe qué es lo que quiere.
Conocer con exactitud el punto hacia el cual se
navega es la clave de la Fase, porque del viento a fa-
vor se encargan los dioses. No hay que preocuparse
ya por impulsar el barco, basta con tomar con firmeza
el timón.

FASE 10 (CAPRICORNIO)
Los deseos acariciados durante el ciclo (o quizá
desde el ciclo anterior), tienden a realizarse en esta
etapa. Es un período de concreciones, de cosecha.
De todo aquello que queríamos, sólo se da una
parte; pero siempre hay alguna cosecha, sea más
abundante o más escueta en frutos.
Los temas que prevalecen, son la profesión, la vo-
cación, las diferentes formas en que el agente partici-
pa de la comunidad política.
También puede activarse la relación con el padre,
así como con las instituciones o con el Estado.
Es la época en que somos convocados a cumplir
con la comunidad en algún sentido o medida, una
etapa de participación en la vida comunitaria.

222
Jorge Bosia

ACTITUDES ACONSEJABLES
Se trata de un período en el que lo mejor es ser
concreto, práctico, pragmático. Hay que organizar la
cosecha, es decir, asumir el logro o la concreción de
los objetivos por los que se vino trabajando, quizá
durante años y planificar el uso de estos logros, así
como su proyección hacia el futuro. Es necesario ac-
tuar con responsabilidad y con determinación. Así
como con consciencia de que se forma parte de una
comunidad.

FASE 11 (ACUARIO)
Se trata de una Fase en la que las personas co-
mienzan a tomar una saludable distancia de la mayor
parte de aquello que las mantuvo ocupadas a lo largo
del ciclo. La Fase de Acuario tiene el sentido de des-
apegarnos del pasado, sobre todo de los 24 años que
ya lleva el ciclo a esta altura. Es un momento para
desatar los nudos que nos atan al pasado.
Si el agente viene transitando el ciclo con relacio-
nes poco satisfactorias, con trabajos poco creativos,
con rutinas sin mucho sentido, tiene la oportunidad
aquí en Acuario, de aflojar los tientos y empezar a
distanciarse, a desidentificarse de todo ese pasado
acumulado.
Dicen que si se quiere limpiar un terreno de ma-
lezas, el día anterior hay que ir al lugar y decirle a la
maleza que al día siguiente se la va a retirar. Parece
ser que la vegetación toma con gran aceptación este
aviso y resulta mucho más sencillo luego arrancar de
raíz la vegetación indeseable. La misma maleza se
entrega con mansedumbre.
No lo hemos comprobado personalmente, pero la
imagen viene al dedillo para explicar lo que ocurre en
la Fase de Acuario de la Luna progresada. En esos

223
Danzando con el Cosmos

dos años largos, se va aflojando la maleza que hubiera


invadido nuestra vida durante todo el ciclo.
Por supuesto que no todo es maleza. Hay mucho
que no lo es. Pero también lo que ha crecido con pro-
vecho requiere una remoción luego de la cosecha. De
todas maneras, no es que se viene abajo todo lo que
hemos construido, hay muchas cosas que no están tan
ligadas al sentido de este ciclo en particular, sino que
dependen de otros factores de la Carta, los que, o bien
son estructurales o bien tienen otros tiempos. Y tam-
bién es cierto que lo que se suele aflojar es la forma
que le fuimos dando al proceso, pero los aspectos
esenciales pueden seguir vigentes luego, bajo nuevas
formas.
Por eso, los logros y la experiencia ganada no se
pierden; ocurre que ya no nos motivan de la misma
manera; entonces, toda esa experiencia y esos objeti-
vos cumplidos servirán como piso para el futuro ci-
clo, lo que implica cambiarles en buena medida su
significado y aspectos exteriores.
Las formas que le damos a la experiencia son sólo
el andamiaje del sentido. Y es del sentido de lo que
hablan los ciclos. De modo que el andamiaje cons-
truido con relación al ciclo de la Luna progresada, en
parte caerá, si es poco genuino, y en parte se man-
tendrá; pero con un nuevo significado.
Por supuesto, en esta Fase, también aumenta la
vida social, y se multiplican los amigos.

ACTITUDES ACONSEJABLES
Las dos actitudes aconsejables son: primero, man-
tenerse lo más abiertos que sea posible a las nuevas
intuiciones, propuestas, vínculos, ideas. En esta Fase
hay mucha conexión con lo nuevo y eso se potencia si
mantenemos una actitud receptiva. En la Fase 11 de

224
Jorge Bosia

los grandes ciclos, se perfilan ya algunos elementos


claves del ciclo futuro.
En segundo lugar, es aconsejable, favorecer el
desapego, no asustarse frente a la pérdida de interés
por ciertas cosas que eran muy importantes antes. Las
nuevas que aparezcan serán más ricas.
Hay que hacer lugar para que los nuevos impul-
sos puedan empezar a mostrarse.

FASE 12 (PISCIS)
Esta Fase, por supuesto, indica el final del ciclo.
Aquello de lo que nos desapegamos en la Fase an-
terior, cae ahora en forma definitiva. Es el momento
de aprender a terminar las cosas. Terminar es bastan-
te difícil y, por otro lado, a menudo la Fase de Acua-
rio no es suficiente para romper el apego. En ese caso,
la Fase 12 será más dura, pues ya no se podrán soste-
ner algunas cosas que están terminadas, aunque no
queramos verlo.
De todos modos, no es necesario apresurarse, esta
Fase, como todas, dura por lo general más de dos
años, así que nos da tiempo para despedirnos.
Lo importante es reconocer qué es lo que está
terminado y cerrar ese capítulo.
Además, la Fase 12 es un período de gestación.
Eso es importante. Si el agente no abandona aquello
ya acabado, no deja lugar para lo nuevo que debería
estar gestándose.
Para atravesar bien esta etapa hay que estar muy
sensible a lo nuevo que se gesta. Pues si uno sólo se
conecta con lo que termina, la Fase puede ser un poco
depresiva.
A veces aparecen en esta Fase ciertas personas
que actúan como un barquero que nos cruza hasta la
orilla del otro ciclo. Es común que esto se produzca

225
Danzando con el Cosmos

bajo la forma de relaciones afectivas que muchos de-


nominan “del alma”, o “de almas gemelas”. Pero en
la mayoría de los casos el barquero no desembarca
con nosotros al llegar a la otra orilla, se va con el río.
De todos modos, las relaciones de este tipo son muy
interesantes porque permiten abrir canales de co-
nexión con lo arquetípico y enriquecer el sentido de la
existencia.

ACTITUDES ACONSEJABLES
Ya algo adelantamos: soltar lo terminado, lo gas-
tado, lo agotado. Conectar con lo que está gestándose.
Cuidar lo que se gesta, protegerlo como a un bebé
en el útero.
Otra cuestión fundamental es administrar bien la
energía. No es una etapa en la que haya mucha energ-
ía disponible. Podemos sentirnos cansados, agotados,
es fácil enfermarse. Por tanto, es necesario respetar
ese pedido del propio organismo y someter la activi-
dad a un ritmo claro de descanso y actividad, alter-
nados.
Si no tomamos descansos, el cuerpo lo hará por
nosotros y nos enfermará, para que nos vayamos a la
cama a descansar.
Otra indicación importante consiste en conectarse
con los sueños. No es mala idea practicar ensueño
dirigido o cualquier técnica que trabaje con imágenes.
La riqueza de este período no la vamos a encontrar en
la actividad, sino en la contemplación de la propia
interioridad y de lo realizado en el ciclo. En tal senti-
do es un período donde por lo común se sintetiza,
compila y ordena toda la obra realizada en el ciclo.
Mucha gente, -al igual que en la Fase de Escorpio-
inicia tratamientos terapéuticos o prácticas espiritua-
les en esta Fase.

226
Jorge Bosia

EL CICLO DE LAS LUNACIONES

El último tipo de ciclo que estudiaremos es el que


surge del contrapunto que hacen dos Planetas, pero
tomados ambos en su movimiento progresado.
El más célebre, en este sentido, es el “ciclo de las
Lunaciones”, también llamado “ciclo Sol-Luna”.
¿Qué son las lunaciones? Son algo harto conoci-
do. Lo encontramos hasta en los más humildes alma-
naques: las llamadas “Fases de la Luna”.
Hasta ahora estudiamos los siguientes tipos de ci-
clos:

 Un Planeta en movimiento real y otro fijo.


 Dos Planetas en movimiento real.
 Un Planeta en movimiento progresado y un
punto fijo.

Y ahora agregaremos:

 Dos Planetas progresados.

La Luna invierte 28 días en realizar su revolución


alrededor de la Tierra; mientras que el Sol lo hace en
365 días.
Llevado esto a Progresión Secundaria concluimos
que la Luna recorrerá su órbita en 28 años, mientras
que el Sol tardará 365 años en hacer lo mismo. (Recor-
demos que la Progresión Secundaria se basa en la
equivalencia 1 día = 1 año).
De modo que por cada vuelta del Sol, la Luna da
12. Esto significa que lo alcanza y lo supera 12 veces
al año, más o menos cada 30 días. Este es el ciclo que
se usa para indicar los meses.

227
Danzando con el Cosmos

Según el movimiento progresado, entonces, cada


30 años se produce un nuevo ciclo de las lunaciones.
El ciclo de las lunaciones dura 30 años y no 28,
como el de la Luna sola, porque mientras la Luna
progresada hace su revolución en 28 años, el Sol pro-
gresado también se mueve. ¿Cuánto? 28 grados. Por
tanto, es necesario agregar 2 días para que la Luna lo
encuentre, 30 años después de la primera Conjunción.
Así, el Ciclo de las Lunaciones (por progresión)
tiene una duración aproximada de 30 años. Y corres-
ponde al ciclo de las Fases de la Luna, que tiene una
duración de 30 días.
Este es el ciclo sobre la base del cual casi todas las
civilizaciones han fijado sus calendarios.
Por tanto, no hay que confundir el ciclo lunar con
el ciclo de las Fases de la Luna: mientras el primero
tiene una duración de 28 días (o años, si es progresa-
do), el segundo tarda 30 días (o años) en completarse.
Debido a que este ciclo dura 30 años, en la vida
humana se experimentan sólo 2 ó 3 ciclos de este tipo;
pero tienen grandísima importancia.
El Sol y la Luna –a los que se solía llamar “lumi-
narias”- son, junto con el Ascendente, factores centra-
les en la personalidad humana. Son dos facetas im-
portantísimas de la personalidad y el destino. El equi-
librio armónico de ambas, define una vida madura,
adulta e integrada.
En los mitos griegos, estas facetas del ser huma-
no, reconciliados e integrados, están simbolizadas por
los mellizos Apolo y Ártemis. Ésta última, nace pri-
mero y ayuda a su madre a parir a Apolo, pues la
salida a luz de éste es bastante dificultosa.
Esa imagen mítica refleja lo que ocurre en el desa-
rrollo de la personalidad singular: primero somos
seres “lunares”, predomina el comportamiento mamí-
fero, que es nuestra base orgánica. Luego -si pode-
228
Jorge Bosia

mos- pasamos a alumbrar nuestro ser “solar”, que no


excluye al componente lunar, sino que lo integra en
una unidad autónoma y creadora. Ese proceso es lo
que se ha dado en llamar “el camino del héroe”, que
cada uno de nosotros tiene la posibilidad de empren-
der.
El ciclo de las Lunaciones tiene un importante
papel en esta integración de los componentes del yo.
Este ciclo debe interpretarse, en términos genera-
les, como un proceso de búsqueda y aprendizaje, condu-
cido por la combinación de nuestros componentes
lunar y solar.
Es un ciclo que lleva a la persona a un viaje de
aprendizaje de ciertas cualidades, cuya determinación
enseguida veremos.
Vamos a plantear una imagen a fin de compren-
der la relación de este Ciclo con los que ya estudia-
mos. Imaginemos un gran buque, mayor incluso que
el Titanic, que va surcando el mar. Dentro del barco
hay mucha gente que realiza todo tipo de proyectos y
actividades. Esas actividades van produciendo cam-
bios en la estructura del buque y la disposición de los
elementos, la pintura, la decoración, etc, y por cierto,
se dan múltiples relaciones entre los pasajeros. Pero
además de todo ese trajín, hay un viaje, un camino
que realiza el propio barco, viniendo de un puerto y
dirigiéndose a algún otro puerto.
Entonces, todos los cambios y relaciones que se
dan dentro del barco, representan a los ciclos que
estuvimos estudiando hasta ahora. Pero el viaje del
barco mismo es el ciclo de las lunaciones.
Esta imagen sirve para comprender que este ciclo
abarca y contiene a todos los demás ciclos. Es un sig-
nificado general y totalizador de la experiencia vital
en su conjunto.

229
Danzando con el Cosmos

En otras palabras, nos dice hacia dónde va la vida


de una persona nada menos que durante 30 años.
Incluye desde los grandes proyectos profesionales o
familiares –propios del ciclo de Saturno-Asc-, hasta
los más mínimos episodios de la vida. Incluye todo,
da sentido a todo. Es como una música de fondo que
determina, casi sin que nos demos cuenta, la danza
que realizamos.
Ahora bien, dado que tiene una significación tan
completa, para entenderlo es necesario primero, to-
mar un poco de distancia. Desidentificarse de lo más
cercano y poder ver la vida propia como un proceso
global singular.

CONTENIDO DEL CICLO


Ahora que tenemos una idea general del signifi-
cado de este ciclo, tenemos que preguntarnos cómo se
obtiene el contenido concreto de cada ciclo de las Lu-
naciones.
La respuesta es sencilla: todo el significado sale de la
Conjunción inicial. Todo está encerrado en ese comien-
zo.
Como toda Conjunción, la de la Luna y el Sol, se
producirá en un punto del cielo, en un lugar específi-
co del Zodíaco. Es decir, en un Signo. Con eso ya
contamos con el primer dato.
En segundo lugar, si llevamos ese punto a nuestra
Carta Natal, lo ubicaremos en una Casa. Y con eso ya
tenemos el segundo dato del significado concreto del
ciclo.
En definitiva: el significado completo –los 30
años- del ciclo, está determinado por

230
Jorge Bosia

El Signo y la Casa
en los que ocurre
la Conjunción de la Luna y el Sol
Esos dos elementos aportan el sentido del ciclo.
A ese sentido de fondo, se debe agregar otro ele-
mento: los Planetas que hagan Aspectos importantes
al punto de la Conjunción. Para eso no se debe consi-
derar un orbe mayor de 2 grados.
Por ejemplo, si a menos de 2 grados de la Conjun-
ción está Venus, entonces las cualidades de este Pla-
neta se agregan, durante todo el proceso, al significa-
do del ciclo. Venus se convierte, en tal caso, en un
acompañante de todo el ciclo.

ESTRUCTURA FORMAL DE ESTE CICLO


El ciclo de las Lunaciones puede dividirse en doce
Fases, tal como hemos hecho con todos los otros ci-
clos; pero en este caso no hace falta considerar tantas
Fases. La división más significativa la vamos a redu-
cir a cuatro 5 fases, determinadas por 5 momentos
claves del ciclo:

La Conjunción  correspondiente a la Luna Nueva

La Sesquicuadratura creciente  correspondiente a los 135


grados (punto medio de la Fase 5 de un ciclo corriente)

La Oposición  correspondiente a la Luna Llena

La Sesquicuadratura menguante  correspondiente a los 225


grados (punto medio de la Fase 8 de un ciclo corriente)

La Cuadratura menguante  correspondiente al Cuarto men-


guante

231
Danzando con el Cosmos

INTERPRETACIÓN DEL CICLO


Por cierto, los buenos programas astrológicos cal-
culan este ciclo3.
Dijimos ya que el ciclo obtiene todo su significado
principal de la Conjunción. Es decir: del Signo y la
Casa donde ésta se produce. También hemos dicho
que todo ciclo es una danza entre dos componentes o
factores.
En cuanto a la cronología del ciclo, los componen-
tes que cuentan son la Luna y el Sol progresados, que
van marcando las Fases.
Pero en cuanto al significado, los factores son el
Signo y la Casa en que se da la Conjunción por un
lado, y el Signo y la Casa opuestos a éstos, por otro.
Es decir que el significado responde a una polaridad
de Signo y Casa.
Tomemos como ejemplo el caso de un ciclo que
comienza (Conjunción o Luna nueva) en Cáncer y en
Casa 11. Entonces, esos dos datos: Cáncer + Casa 11,
constituyen uno de los polos del ciclo. ¿Cuáles son las
cualidades del otro polo? Las opuestas, o sea: Capri-
cornio + Casa 5.
Por tanto, el significado general del ciclo estará
determinado por el juego que se da entre estos dos
polos:

Primer polo Segundo polo


(Conjunción) (Punto opuesto exac-
to a la Conjunción)

 + Casa 11  + Casa 5

3
De los que conocemos, hacen este cálculo el programa argentino Meridian, y el
programa estadounidense Winstar. Recomendamos el argentino.

232
Jorge Bosia

Es esencial tener en cuenta que los dos polos


están determinados por el Signo y la Casa de la Con-
junción. El segundo polo no surge de considerar el
Signo y la Casa donde se produce la Oposición (Luna
llena) del ciclo, sino que es el punto opuesto al de la
Conjunción. Es importante tenerlo en cuenta, porque
la Oposición se produce unos 15 grados más adelante
del punto opuesto a la Conjunción.
Aclarado esto, podemos profundizar un poco
más en la estructura de este ciclo, sirviéndonos del
caso planteado como ejemplo.
En este ciclo se pueden distinguir 5 Fases princi-
pales, tal como se puede ver en el diagrama que pre-
sentamos más abajo.

PRIMERA FASE
Va desde la Conjunción Sol-Luna o Luna Nueva,
hasta 3 años y medio antes de la Luna Llena, punto
que corresponde a la Sesquicuadratura creciente o
punto medio de la Fase 5 de un ciclo de 12 Fases.
Eso equivale a unos 11 años y medio.
Es la Fase más larga del ciclo. En esta Fase se des-
pliega la búsqueda, al principio oscura y poco definida,
de las cualidades del primer polo (Signo + Casa de la
Conjunción).
Esa búsqueda consiste siempre en acciones, con-
ductas específicas que el agente realiza dándole car-
nadura a la combinación de Signo y Casa. En nuestro
ejemplo, eso corresponde a la búsqueda de formas
que concreten la combinación Cáncer + Casa 11.

233
Danzando con el Cosmos

Mientras se desarrolla esa búsqueda, las cualida-


des de Signo + Casa del polo complementario, que en
nuestro caso son Capricornio + Casa 5, no dejan de
manifestarse; pero lo hacen como situaciones y proce-
sos que le salen al encuentro al agente, sin buscarlos.
Se dan como una consecuencia natural de la búsque-
da específica, que va en sentido contrario, pero com-
plementario. El agente no necesita esforzarse o poner
la intención en el polo opuesto a la Conjunción, por el
momento.
Tanto es así, que cada paso que el agente da en el
sentido de descubrir, asumir, asimilar y desarrollar
Cáncer + Casa 11, se verá recompensado, por decir

234
Jorge Bosia

así, con un avance del otro polo, que le será aportado


por el Cosmos como una suerte de obsequio.
Los primeros años de esta larga Fase son un tanto
oscuros, no vemos con mucha claridad qué es lo que
buscamos. Al cabo de unos 7 años, sin embargo, em-
pezamos a divisar con mayor nitidez la índole del
trabajo en el que estamos involucrados, y el ciclo se
acelera.

SEGUNDA FASE
Esta es una Fase corta: dura 3 años y medio, que
son los que transcurren justo antes de la Oposición o
Luna Llena.
Se da en este período un fenómeno peculiar:
mientras seguimos persiguiendo la cualidad del pri-
mer polo, comenzamos a ser rodeados, sitiados, por
manifestaciones del otro polo.
Mientras dura esta Fase, no nos damos cuenta de
este fenómeno, hasta que un día descubrimos que ya
no estamos tan interesados en el polo inicial, y co-
menzamos a conectarnos con el complementario. Ese
día comienza la tercera Fase.
Se va produciendo, así, un giro de 180 grados
desde la búsqueda de las cualidades del primer polo
hacia las del segundo, con poca consciencia del agen-
te.

TERCERA FASE
Cuando el agente toma consciencia de que han
comenzado a interesarle las cualidades del segundo
polo, se puede decir que está en Luna Llena.
De allí en más y por otros 3 años y medio, su ac-
ción se focalizará en la búsqueda acelerada de las cua-
lidades del segundo polo.

235
Danzando con el Cosmos

Al llegar a la Oposición, es como si nos recibié-


ramos en “licenciados en el primer polo”. En nuestro
caso, seríamos “licenciados en Cáncer / Casa 11”. Nos
dan ese título y emprendemos una segunda “carrera”
en pos del complemento: Capricornio + Casa 5.
Cuando empecemos con esta búsqueda, ocurrirá
lo contrario de lo que ocurriera en la primera Fase:
ahora es el polo inicial el que nos saldrá al encuentro
sin que hagamos nada para ello. O sea: nos concentra-
remos en familiarizarnos con el segundo polo, mien-
tras el Cosmos nos responderá con hechos, personas y
situaciones característicos del primero.

CUARTA FASE
La familiarización con las cualidades del segundo
polo (Fase 3) se realiza en menos tiempo del que in-
sumió el proceso inicial relativo al primer polo. Esto
se debe a que aunque no se lo buscara de modo explí-
cito, el segundo polo estuvo presente todo el tiempo
como reflejo de la acción que llevábamos a cabo.
Y entonces comienza un proceso de síntesis de
ambos polos, que es lo que caracteriza a la Fase 4.
Este tramo insume otros 3 años y medio, y termi-
na al llegar el ciclo a la Cuadratura Menguante o
Cuarto Menguante (para esto ya deben haber transcu-
rrido unos 22 años y medio de ciclo).
La síntesis es un proceso muy suave, puesto que
hay una gran familiaridad ya con cada una de las cua-
lidades de los polos en juego.

QUINTA FASE
El indicio más característico de que llegamos a la
Cuadratura Menguante consiste en que se produce

236
Jorge Bosia

una situación, un hecho concreto, en el que se hace


patente la síntesis de ambos polos.
No se trata de ideas, sino de algo perceptible que
implica conductas, personas, bienes, actos verdade-
ros, con efectivas consecuencias visibles en el mundo.
Ese momento es muy satisfactorio para la perso-
na, suele ser vivido como un gran logro.
A partir de allí y hasta el final del ciclo, la energía
se emplea en el perfeccionamiento de esta síntesis
lograda, lo cual implica nuevos hechos, nuevas situa-
ciones, que son cada vez más logradas.

EL FENÓMENO DEL SOLAPAMIENTO


En la quinta etapa del ciclo, que dura unos 7 años
y medio, al mismo tiempo que se produce el perfec-
cionamiento de la combinación efectiva o síntesis
concreta de las cualidades de los polos, se da otro
fenómeno: el agente comienza a conectarse con la
cualidad del primer polo del futuro ciclo.
Ese anhelo está más presente a la conciencia a ve-
ces, que aquello que atañe al ciclo que está finalizan-
do. En especial a medida que se va agotando el ciclo.

Ejemplo:

Ahora vamos a ver cómo bajar a tierra este ciclo


en el ejemplo que tomamos arriba.
El ciclo había comenzado en Cáncer y en la Casa
11.
Para interpretarlo tenemos que desplegar los dos
polos implicados: Cáncer + Casa 11 y Capricornio +
Casa 5.
Para eso, el mejor método es imaginar con toda
libertad distintas formas en que se pueden combinar

237
Danzando con el Cosmos

estas cualidades. Tal vez lo mejor sea pensar primero


los componentes de cada polo por separado y luego
unirlos.
Propondremos, entonces, una simple lista para el
componente canceriano:

Familia, hogar, afectos,


maternidad, alimentación

Ahora veamos la Casa 11:

Amigos, grupos, ideas tecnológicas,


sociabilidad, redes sociales

Se trata solo de algunas ideas.


Ahora asociemos con libertad y armemos algunos
escenarios. ¿Cómo puede esta persona buscar las cua-
lidades de Cáncer + Casa 11? Por ejemplo:

Teniendo una familia original.


Habitando en una casa rara.
Diferenciándose en el seno de su familia.
Desarrollando amistades afectuosas.
Etc.

Ahora centrémonos en el segundo polo, es decir,


Capricornio + Casa 5, y hagamos el mismo trabajo.
Para Capricornio:

padre, profesión, vocación,


estructura, institución

Y ahora para la Casa 5:

238
Jorge Bosia

hijo, identidad, presencia, yo, expresión

Con estos mínimos elementos tenemos como para


ir madurando algunas ideas por síntesis, por ejemplo:

Desarrollar una identidad sobre la base de la profesión.


Desarrollar una profesión artística.
Tener una personalidad muy estructurada.

Estas listas pueden extenderse de modo indefini-


do. Sirven para tener un universo de significados de-
ntro del cual el agente va a moverse, oscilando desde
el primer polo al segundo, para luego encontrar di-
versas síntesis y perfeccionarlas.
Recordemos que los ciclos dan sentido, no producen
los hechos. Sin embargo, a veces este ciclo es tan claro
y concreto que sorprende.
Vamos a proporcionar una mínima idea de las
búsquedas para todos los polos posibles. Por supues-
to va a ser insuficiente. Nos basamos en la propia ex-
periencia en consultas, pero las variantes son infini-
tas.

 o Casa 1 ¿Qué quiero? ¿Cuál es mi deseo?

 o Casa 2 ¿Cómo logro estabilidad emocional, económica,


etc.?

 o Casa 3 ¿Cómo puedo aprender? ¿Cómo logro la inocencia?


¿Cómo me conecto con mi “niño/niña” interior?

 o Casa 4 ¿Cómo me arraigo? ¿Cómo formo un hogar?


¿Cómo me puedo cuidar a mí mismo y a otros?

 o Casa 5 ¿Quién soy? ¿Cómo expreso lo que soy? ¿Cómo ser


lo más fiel posible a mis propios sentimientos?

239
Danzando con el Cosmos

 o Casa 6 ¿Cuál es mi lugar en el mundo? ¿Cómo puedo


sentirme útil? ¿Qué trabajo me conviene?

 o Casa 7 ¿Cómo me complementarme mejor con los demás?


¿Cómo constituir proyectos en común con otro?

 o Casa 8 ¿Cómo participar en emprendimientos cooperati-


vos? ¿Cómo logro cooperar?

 o Casa 9 ¿Cómo desarrollo mi maestría? ¿Quiénes son mis


maestros –internos y externos-?

 o Casa 10 ¿Cómo logro desarrollar mi vocación? ¿Cómo me


inserto en mi comunidad de manera responsable?

 o Casa 11 ¿Qué es lo que me diferencia? ¿Cómo logro ser


auténtico? ¿Cómo y qué compartir?

 o Casa 12 ¿Cómo desarrollo la sensibilidad? ¿Cómo me con-


vierto en un canal que da sentido al cosmos?

Estas simples indicaciones solo sirven como ins-


piración para que el lector indague. Así va a descubrir
la variedad y riqueza de las respuestas que cada per-
sona elabora, sea consciente o no de tales u otras pre-
guntas, y la forma ingeniosa en que la vida resuelve
estas búsquedas, lo sepa o no el agente.

240
Jorge Bosia

PARTE IV

REVOLUCIÓN SOLAR

¿QUÉ ES LA REVOLUCIÓN SOLAR Y


CÓMO SE CALCULA?
La técnica de la Revolución Solar o Retorno Solar, es
un método que permite obtener información acerca
del año solar personal, esto es: del período que va
desde un cumpleaños hasta el siguiente.
Pero antes de entrar al asunto de cómo se inter-
preta este instrumento, vamos a comprender de
dónde sale y cómo se calcula.
Dada nuestra perspectiva geocéntrica, diremos
que el Sol realiza una vuelta alrededor de la Tierra, es
decir, una “revolución”, en 365 días y fracción. Desde
la perspectiva corriente (que es heliocéntrica) habría
que decir, en cambio, que 1 año equivale a poco más
de 365 rotaciones de la Tierra sobre su propio eje o a
una revolución de la Tierra alrededor del Sol.
“Revolución” aquí no se refiere a ninguna cues-
tión política, por supuesto, sino que significa “vuelta
completa”. Algunos llaman a lo que aquí denomina-
mos “Revolución solar”, “Retorno solar”. Es lo mis-
mo. Se dice “retorno” porque, tomando como punto

241
Danzando con el Cosmos

de partida la posición del Sol en una Carta Natal, ca-


da año se produce un “retorno” del Sol a ese lugar
preciso en que se encontraba cuando nacimos.
Lo que quiero decir es que si el Sol está en una
Carta natal, por ejemplo, en 7 grados de Géminis,
vuelve a pasar por ese punto cada año. El Sol da toda
la vuelta al Zodíaco y “retorna” a los 7 grados de
Géminis año tras año. En el lenguaje cotidiano eso
equivale al cumpleaños. Cumpleaños, Retorno solar o
Revolución solar son sinónimos.
Lo que pasa es que el calendario es un poco bur-
do. Está redondeado, o un poco “dibujado”, como
dicen los contadores públicos. Es tan inexacto que
cada cuatro años se atrasa un día entero. Además,
cada 100 años se atrasa otro día más.
La Revolución del Sol, en realidad, se cumple en
365,26 días, o sea, 365 días, 6 horas y fracción.
Este desfasaje entre lo que ocurre en el cielo y lo
que dice el almanaque, hace que muchas veces la Re-
volución Solar no coincida con la fecha de nuestro
nacimiento, sino que se produzca el día anterior. O
sea que a veces cumplimos años el día anterior al que
creemos cumplir. Para salir de dudas tenemos que
hacer el cálculo correspondiente. Este nos dará no
sólo el día, sino también la hora exacta del cumplea-
ños. De manera que podremos brindar y formular el
propósito del año (no pedir tres deseos, como se hace
por lo común) justo en ese momento crucial.
Lo primero que tenemos que encarar, pues, es el
cálculo de ese momento. La pregunta será entonces:
¿Cuál es el momento exacto de cada año (o del año que
nos interesa investigar) en que el Sol pasa justo por el pun-
to del Zodíaco en que se encuentra nuestro Sol natal?
Una vez que tengamos ese dato, el cálculo será
similar al que hacemos para calcular una Carta Natal.

242
Jorge Bosia

Los actuales programas de computación lo hacen


en segundos.
Sin embargo, hay algo más: quizá no cumplamos
años en el mismo lugar en que nacimos. En tal caso,
habrá que tomar en cuenta las coordenadas del lugar
en que nos encontramos al cumplir años Y NO del lugar de
nacimiento.
Por ejemplo, si una persona nació en Témperley,
Provincia de Buenos Aires, pero al producirse el re-
torno del Sol está en Trenque Lauquen, por ejemplo,
debemos calcular su Revolución Solar para Trenque
Lauquen, no para Témperley.
Esta circunstancia dispara las fantasías de control
de las personas y de los astrólogos, puesto que si via-
jamos, la disposición de las Casas en la Revolución
Solar será diferente. Eso es cierto, pero no tiene
ningún sentido viajar para cumplir años en otro lado.
Al exponer cuál es nuestro punto de vista para inter-
pretar este instrumento, quedará claro que se trata de
una práctica manipuladora y absurda.

SIGNIFICADO DE LA REVOLUCIÓN
S O L AR
La cuestión, ahora que sabemos de dónde surge
este instrumento que llamamos Revolución Solar, es
¿para qué nos sirve? ¿Qué utilidad tiene?
El punto es cómo exprimir al máximo la Revolu-
ción Solar a fin de capturar toda la información que
posee.
Pero, ante todo, debemos hacer una aclaración
que ya hemos hecho en el caso de los otros instru-
mentos que venimos aprendiendo a usar: no se trata de
adivinar el futuro. Si usamos la Revolución Solar como
un método predictivo caeremos en los vicios clásicos
de la Astrología barata de los medios de control de

243
Danzando con el Cosmos

masas, en la manipulación del cliente y en todas las


rémoras que el lector conoce. Proyecto Trenkehué
promueve la utilización correcta y ética de la Astro-
logía como un camino que favorece la evolución
humana, no como una herramienta para manipular y
medrar con el miedo de nuestros semejantes.
La Revolución Solar no nos dirá qué va a suceder
en el año; sino más bien con qué significados vamos a
poder accionar en el año, si queremos evolucionar,
avanzar en madurez, tomar más contacto con nuestro
Sol.
Para saber cómo usarla, ante todo tengamos en
cuenta que se trata de la Revolución Solar. Es decir, el
punto clave aquí es que se trata de una carta celeste
que gira en torno a la posición del Sol. Todo, en este
instrumento, sale del Sol. Por lo tanto, ésta será una
herramienta ligada a lo que significa el Sol en nuestra
vida.
Por tanto, es decisivo asumir que la Revolución
Solar no es una nueva Carta Natal. No funciona igual
que una Carta Natal. Las personas responden siem-
pre a la Carta Natal, que es el mapa del nacimiento.
La Revolución Solar es otra cosa.
La Revolución Solar es un instrumento auxiliar
que habla de nuestro Sol, es una lupa puesta sobre el
Sol. Es decir, sobre nuestra posibilidad de madurar,
de evolucionar, de conducir nuestra existencia desde
las cualidades de nuestro yo y no del ego.
Porque si hablamos del Sol no podemos olvidar-
nos de la Luna. Se podría decir que la vida personal
consiste en un viaje en el que vamos desde una exis-
tencia gobernada por la Luna, a otra gobernada por el
Sol. La Luna representa el pasado o lo conocido,
aquello que surge en nosotros por defecto, por decir
así, aquello que, cuando tomamos consciencia, ya
sabemos hacer y que no necesitamos pensar o decidir,
244
Jorge Bosia

porque surge sólo como un reflejo. Es un dispositivo


defensivo y condicionante.
En cambio, el Sol representa la posibilidad de
adueñarnos del propio destino, de decidir con liber-
tad. Y elegir es decidir con consciencia.
Ir de la Luna al Sol es, para decirlo con una
fórmula, ir “del ego al yo”. En donde el ego es un re-
fugio, un dispositivo de seguridad psíquica. En cam-
bio, “yo” contiene la letra “y”, que simboliza la posi-
bilidad de conexión con lo superior, eso que nosotros
llamamos lo hegemónico, y que se resume en la capa-
cidad de dar significado, de almar.
Entonces, ¿porqué no pensar que la Revolución
Solar es una ayuda para este viaje de la Luna al Sol?
Ésa es nuestra principal hipótesis. Si sacamos el jugo a
la Revolución Solar, será porque la interpretemos
como una herramienta más de ayuda en nuestro ca-
mino a la solaridad.
Sabemos lo que significa situarse en el Sol: vivir
con consciencia, liberando todas las posibilidades de
la personalidad, permitiendo que cada posición de la
Carta Natal se despliegue según sus potencialidades.
Si tomamos esto en cuenta, entonces la Revolución
Solar se transforma en un instrumento evolutivo de la
mayor importancia.
De modo que no se trata de una Carta Natal al-
ternativa. No hay que interpretar la Revolución como
una Carta Natal. Esta última es un símbolo del agente
completo y durante toda su vida. El único símbolo en
tal sentido. En cambio, la Revolución Solar no es un
símbolo del agente, es solo un desarrollo del Sol del
agente. Supone poner una lupa sobre el Sol, nada
más. Si vemos a la Revolución Solar como otra Carta
Natal (vicio en que caen muchísimos astrólogos),
erraremos el tiro.

245
Danzando con el Cosmos

REGALOS DE CUMPLEAÑOS
Hay otra imagen que puede servir para darle sig-
nificado a la Revolución Solar. El Retorno Solar es el
cumpleaños. Ahora bien, el día en que cumplimos
años somos el centro de la fiesta, es un día muy solar:
todo el mundo nos llama, nos traen regalos, nos felici-
tan. Somos el punto de referencia y todos están alre-
dedor de nosotros.
Pero nos interesa destacar el detalle de los rega-
los. ¿No será posible trasladar esta misma idea a la
Revolución solar, que es el mapa celeste de ese instan-
te?
¡Claro que sí!
Entonces, en términos generales, así como todos
los amigos y familiares nos traen regalos, también los
Planetas vienen a nosotros y nos regalan una serie de
oportunidades para dar al año un sentido evolutivo.
Esos regalos celestes son oportunidades nuevas,
oportunidades que tienen una validez de un año.
Supongamos que Venus está, en la Revolución
Solar, en Virgo y en Casa 3, mientras que Venus natal
está en Aries y Casa 11. La Revolución Solar, va a
traerle al agente un registro de Venus modificado por
Virgo y por su Casa 3. Algo nuevo para él.
Es decir: esa persona va a tener ese año la oportu-
nidad de experimentar un funcionamiento de Venus
diferente del que es corriente en su vida. Y eso no
anulará a su Venus natal, sino que se agregará, se
combinará y enriquecerá su experiencia venusina. La
Revolución Solar no anula ni sustituye a la Carta Na-
tal, sino que la amplía con oportunidades específicas
que, si el agente aprovecha, le facilitan evolucionar.
Lo mismo pasa con todos los demás Planetas, ca-
da uno trae un regalo distinto para el año y eso es lo

246
Jorge Bosia

que cada persona tendría que aprovechar a fin de


liberar la personalidad del dispositivo lunar.

LA REVOLUCIÓN SOLAR ES UN
APÉNDICE DE LA CARTA NATAL
Antes de entrar a ver cómo se interpreta cada
elemento de la Revolución Solar, tomemos en cuenta
lo siguiente: la Revolución Solar surge de la Carta Na-
tal, pues su origen es la posición natal del Sol. No
habría Revolución Solar sin Carta Natal. De modo
que no podemos interpretar la Revolución Solar con
independencia de la Natal. Esto es esencial recordar-
lo.
Muchos astrólogos tienden a independizarla, lle-
vados quizá por el deseo de ofrecer a sus clientes cada
año una “nueva carta”. Así, las personas se ilusionan
fantaseando con las posiciones de la Revolución Solar
y olvidándose de la Carta Natal. Esto es un grave
error. Repetimos: la Revolución Solar es dependiente de la
Carta Natal y no se puede interpretar en forma aislada.
Es conveniente tener una sólida interpretación de
la Luna de la persona antes de internarnos en la Revo-
lución Solar. De ese modo sabremos cómo utilizarla
con provecho.
Remarquemos que la Revolución Solar depende de
que la persona conduzca su energía y su atención donde
ella lo decida.
La Revolución Solar se puede eludir, “gambetear”
diría un aficionado al fútbol, haciendo que casi no
opere, u opere en la mera superficie de la vida coti-
diana. En el interesado, en el dueño de la Revolución
Solar está la posibilidad de profundizarla, dándole a
cada elemento un peso que no tendrá a menos que él
se lo otorgue.

247
Danzando con el Cosmos

En resumen: el año sólo tomará un verdadero re-


lieve en la vida, si el agente ella lleva su energía vital
hacia los temas que se destacan en la Revolución So-
lar.
Sin embargo, puede eludir esto y alejarse de tales
cuestiones. En ese caso, prevalece el dispositivo lunar,
y todo seguirá igual en su vida. La oportunidad se
habrá perdido y al año siguiente vendrán nuevas op-
ciones.

FACTORES PRINCIPALES
Ahora vamos a interpretar los componentes prin-
cipales de la Revolución Solar. La Revolución Solar es
un verdadero manual de instrucciones para vivir el
año y evolucionar.

EL ASCENDENTE
El más importante indicador de la Revolución So-
lar es el Ascendente. Éste nos va a sugerir cuáles son
las temáticas a las que podemos ser más sensibles en
el año. Es algo así como el tono del año, o la tonalidad
que adoptan los principales episodios. Por ejemplo,
un año con Ascendente en Cáncer indica que durante
esos doce meses los asuntos hogareños, familiares o
emocionales, van a concitar nuestra atención. Pero eso
sólo sirve a modo de recordatorio. Son como las eti-
quetas imantadas que uno pega en la heladera: nos
recuerdan de qué se trata. Lo importante para noso-
tros no es saber que va a haber asuntos relacionados
con la familia que nos reclamarán atención; pues sería
como caer en algo cercano a la mera adivinación.
Lo interesante, en cambio, es que la Revolución
Solar nos está diciendo cómo conducirnos en ese año a
fin de encaminar la acción en el sentido de la evolu-
ción y la maduración. Por ejemplo, en el caso de un

248
Jorge Bosia

Ascendente Cáncer, lo que nos indica la Revolución


es que cada vez que decidamos o iniciemos algo, lo
hagamos cuidándonos y cuidando a los otros, e incluso
al ambiente y a los proyectos que ponen en marcha esas
decisiones.
De esta manera, el Ascendente nos da una indica-
ción preciosa sobre cómo comportarnos en ese año, es
decir, acerca de qué cualidades de la acción no tene-
mos que olvidar al tomar aquellas decisiones que de-
finirán nuestra experiencia anual.
En caso de que fuera Acuaio, para poner otro
ejemplo, la indicación será innovar, estar abierto a lo
inesperado por más raro que parezca; también: mo-
verse en equipo, y ser respetuosos de la singularidad de
los otros, de su diferencia. O en otros términos, ser
auténticos, no traicionar nuestro deseo. Esas son al-
gunas de las cualidades que tendrían que acompañar
nuestras decisiones, si queremos evolucionar.

EL REGENTE DEL ASCENDENTE


Pero podemos ir un poco más allá: el Regente del
Signo del Ascendente anual nos indicará un escenario
de la Revolución Solar en el que las cualidades del
Ascendente se pondrán con más facilidad de mani-
fiesto. En el caso de que el Planeta Regente del As-
cendente fuera Urano, este Planeta podría encontrarse
en la Casa 6, por ejemplo. En tal caso, se trata de in-
novar en el trabajo, o de estar abiertos a las noveda-
des e imprevistos en ese escenario. Si Urano estuviese
en la Casa 7, entonces esa posición indicaría que es
muy probable que lo sorprendente, lo nuevo, lo dife-
rente, se lo acerquen al agente aquellos que comple-
mentan sus proyectos; es decir: la pareja, los asocia-
dos, los clientes, etc.

249
Danzando con el Cosmos

CONEXIÓN DEL ASCENDENTE DE LA


REVOLUCIÓN SOLAR, CON LA CARTA NA-
TAL
Y hay, todavía, otra indicación que profundiza
nuestra interpretación del Ascendente de la Revolu-
ción Solar. Supongamos que el Ascendente está en 11
grados de Acuario. Ahora bien, esa posición (11 gra-
dos de Acuario), trasladada a la Carta Natal, corres-
ponde a un punto que se halla dentro de la Casa 4. De
manera que vamos a poder ampliar un poco más la
información dada arriba. Es decir: la persona deberá
conducirse de manera innovadora en los temas de
trabajo, pero esa actitud más tarde o más temprano
redundará en cambios en su casa o su familia. Por
ejemplo, puede que cambie el lugar donde trabaja por
otro más cercano a su casa, con lo cual va a disponer
de más tiempo para dedicar a su familia, etc.
Recordemos que la Revolución Solar en sí misma
no tiene donde asentarse, es un instrumento auxiliar
que depende de la Carta Natal. Ésta, en cambio, está
ligada a la vida concreta del agente. La relación entre
la Revolución Solar y la Carta Natal debe leerse, en
principio, en el sentido de que las indicaciones de la
primera se volcarán sobre la segunda.

CONEXIÓN DE LAS CÚSPIDES DE LA


REVOLUCIÓN SOLAR CON LAS CASAS DE
LA CARTA NATAL
Lo que ocurre con el Ascendente sucede también
con todas las Cúspides de la Revolución Solar.
Esto significa que a cada Cúspide de la Revolu-
ción Solar corresponderá una Casa en la Carta Natal.
Y en consecuencia, todas las indicaciones sobre cómo
comportarse en el año, deberán estar referidas, para
verlas funcionar, a las Casas de la Natal también.

250
Jorge Bosia

Supongamos, por ejemplo, que la Casa 2 recae


sobre la quinta natal. Esto significa que los recursos
con que cuenta el agente este año van a depender de
su propia acción, de su capacidad de expresarse o
mostrar sus talentos y creaciones más auténticas. A la
inversa (porque siempre hay un rebote de la situación
que va de la Carta Natal a la Revolución Solar), los
recursos nuevos que desarrolle, le permitirán desple-
gar su acción con más intensidad y visibilidad ante
los otros.
También puede que sea conveniente que el agente
use recursos en relación con los hijos, o que los hijos
sean importantes para el desarrollo de sus propios
recursos.
Se puede conectar cúspide por cúspide con la Ca-
sa correspondiente de la Natal y obtener datos muy
interesantes sobre las interrelaciones entre áreas de la
vida para el año, así como innumerables sugerencias
que promuevan la evolución personal de nuestros
clientes.

EL PAPEL DE SATURNO
Otro gran indicador en la Revolución Solar es Sa-
turno. Éste nos señala un área en la que deberemos
aprender a poner algún límite a nuestros semejantes.
O sea: a decir que no. Con la salvedad de que, a veces,
ese “semejante” somos nosotros mismos.
Para ello deberemos usar nuestra autoridad; la
que tengamos. Por tanto, Saturno en la Revolución
Solar es una oportunidad para afirmarse y estructu-
rarse, para madurar a través de experiencias que no
son agradables, quizá porque a nadie le gusta dema-
siado tener que poner límites, pero que resultan muy
instructivas.

251
Danzando con el Cosmos

Por otra parte, al poner límites a otros, nos esta-


mos poniendo un límite a nosotros mismos. Pensé-
moslo un poco. Supongamos que Saturno este año
está en la Casa 4. Eso indica que esta persona tendría
que ponerle algún límite a un miembro de su familia,
quizás a su madre. Supongamos que se trata de que la
madre se siente sola y quiere mudarse a vivir con el
agente en su casa. El agente sabe que eso sería un de-
sastre para todos; pero la madre es una señora ya an-
ciana y es... su mamá. Si pudiera eludir la situación lo
haría.
Ése es el punto: el límite que debe ponerle a su
madre es también un límite para la persona misma. Se
tiene que imponer sobre su propia tendencia a pos-
tergar el asunto, a eludirlo, a dejar que otro tome la
decisión, o que el tiempo lo arregle. Por eso, repito:
todo límite que ponemos es, también, un límite que
nos ponemos a nosotros mismos.

EL PAPEL DE XENA
Xena es el Planeta más poderoso del sistema as-
trológico. Aún no nos damos cuenta de su valor, ya
que hace muy poco que lo conocemos y la mayoría de
los astrólogos aún no se han hecho cargo de que exis-
te, de modo que no lo toman en cuenta. Pero con el
tiempo se verá que es fundamental para la humani-
dad, ya que Xena representa la posibilidad de la paz y
la concordia entre singulares, corporaciones o países.
En la Revolución Solar, Xena nos indica el área en
la que es esencial que nos pongamos de acuerdo con
los demás, en que tenemos que negociar, lo que im-
plica exponer nuestro deseo y puntos de vista.
Si Xena estuviera en la Casa 3, por ejemplo, sería
en relación con hermanos y otros parientes (o bien

252
Jorge Bosia

con vecinos o compañeros de estudio) que deberá


usar sus dotes diplomáticas para negociar.

EL PAPEL DE PLUTÓN
Otro Planeta que juega siempre un papel desta-
cado en la Revolución Solar es Plutón. Así como Sa-
turno supone una puesta de límites y una asunción de
límites, Plutón va un poco más allá. El desafío que
presenta Plutón es el de comprometerse a fondo en un
área específica –es decir: en la Casa en que se encuen-
tre. Ese compromiso implica, por supuesto, a otras
personas, que son aquellas con las que nos compro-
metemos en un proyecto o trabajo conjunto.
Por tanto, donde se halle Plutón tendremos que
emplearnos a fondo, tomar cartas en el asunto de ma-
nera enérgica, decidida, arriesgada incluso. Recuer-
den que Plutón nos lleva siempre más allá de los lími-
tes dentro de los que estamos instalados.
¿Ven la diferencia con Saturno? Saturno nos obli-
ga a constituir límites; en cambio, Plutón nos lleva a
trascenderlos.
Plutón no da para soluciones intermedias, tibias;
exige jugarse a fondo, intervenir, incluso a veces in-
vadir terreno desconocido y peligroso, lo que nos
expone al conflicto.
Además, si queremos tener alguna idea de qué es
lo que se requiere, podemos pensarlo siempre en
términos de soltar-retener. A veces, el desafío de
Plutón consiste más bien en retener o pelear por al-
go…
Cuando Plutón está en una zona en la que somos
débiles, tímidos, o estamos sometidos, Plutón es una
indicación para no dejarse atropellar, para ir al frente
y pelear por aquello que se considere que hay que
conseguir o que no se debe perder.

253
Danzando con el Cosmos

En cambio, cuando Plutón se encuentra en una


zona en la que estamos reteniendo de modo indebido
o por más tiempo que el necesario, nos indica que
soltemos, que liberemos lo que sea –personas, afectos,
posesiones, ideas, puede ser cualquier cosa-; se trata
de aflojar el control, de abrir el puño.
Nunca sabemos de antemano si la tendencia pre-
dominante es una u otra. Para saberlo hay que hablar
con la persona en cuestión e indagar en el área de
vida en que Plutón se encuentra ese año.
Lo que acabamos de expresar permite tomar
consciencia de que no es aconsejable interpretar la
Revolución Solar mucho antes del cumpleaños, ya
que a veces, las situaciones que va a describir la Revo-
lución, aún no están claras o no se han planteado. En
cambio, si la hacemos unos pocos días antes (o des-
pues, por supuesto) podemos tener un panorama de
cómo viene la situación y así podremos orientar mejor
a nuestro cliente.

RELACIÓN ENTRE LOS PLANETAS DE


LA REVOLUCIÓN SOLAR Y LA CARTA
NATAL
Tanto en el caso de Xena, Saturno o Plutón, como
en el de cualquier otro Planeta, es prudente relacionar
siempre la información que nos da la Revolución So-
lar con los datos que tenemos a partir de las posicio-
nes natales de los Planetas.
Todo lo que pase con relación a la posición de un
Planeta en la Revolución Solar va a verterse sobre la
experiencia de ese Planeta en la posición natal. La
Carta Natal es la raíz de la cual parten todas las técni-
cas. Si nos olvidamos de esta raíz nos extraviamos y
empezamos a hacer interpretaciones sin sentido, des-
conectadas de la vida real del agente.

254
Jorge Bosia

Por eso, no hay que olvidar que no estamos inter-


pretando a Saturno o Plutón aislados, sino a “ése”
Saturno: el de la persona en cuestión, que se encuen-
tra enraizado en un Signo y en una Casa natales. Esto
es esencial. Por eso a las posiciones de la Carta Natal
algunos les dicen “radix”, o sea: raíz en latín.
Muchos astrólogos se olvidan de que hay una raíz
a la que referir todo y se lanzan a interpretar la Revo-
lución Solar por sí misma, con lo cual se desconectan
de la situación real del cliente y lo llenan de ilusiones
inútiles.

EL PAPEL DE MARTE
Marte, en la Solar, debe entenderse, a nuestro jui-
cio, como una indicación en el sentido de que en el
área vital en que se encuentre ese año, la persona de-
bería tomar iniciativas, lanzarse a la conquista, em-
prender.
Esto significa: moverse con independencia, por sí
mismo, seguir el propio deseo, ser activo y decidido.
Pongamos por caso que Marte se encuentra en la
Casa 7.
En tal caso, el agente tiene que tomar la iniciativa
respeto de su pareja. Si espera que el otro se mueva,
pierde el tiempo.
Se trata de indicadores que tienen solo un año de
duración. Los grandes conflictos personales que ven-
gan de tiempo atrás sólo aparecen sobre el fondo de la
Carta Natal; no podemos pretender hacer la gran in-
terpretación psicológica o filosófica de la Revolución
Solar aislada. Sin embargo, se trata de cómo aprove-
char las oportunidades del año en un sentido evoluti-
vo, solar, lo que no es poco.

255
Danzando con el Cosmos

Además, no hay que olvidarse de mirar cómo está


Marte en la Carta Natal. Sólo eso va a dar la posibili-
dad de interpretar bien.

LOS OTROS PLANETAS


Lo que acabamos de ver es lo sobresaliente, por lo
general, en una Revolución Solar. Los otros Planetas,
sin embargo, también tienen su peso.

Venus indica la escena en la que deberíamos ser


receptivos, donde podemos hacer valer nuestra sensi-
bilidad estética, nuestra capacidad de atracción del
sexo opuesto. También es importante tenerlo en cuen-
ta cuando queremos ahorrar o afianzar nuestra posi-
ción económica.

Mercurio marca la escena en la que hay que agili-


zar la mente, estar dispuesto a explorar y, sobre todo,
a aprender. El instrumento esencial de Mercurio es la
pregunta. Sin preguntas no hay aprendizaje.
De modo que Mercurio nos indica, cada año, la
zona en la que podemos hacernos preguntas, en que
podemos poner en cuestión las certezas. Y eso es muy
importante.

Júpiter es otro Planeta clave, pues nos dice cuál es


el área en la que podremos mejorar. No se trata de
expandirse solo según la cantidad, sino de evolucio-
nar, de avanzar según la cualidad, respetando nuestra
esencia.

Urano nos dice que deberemos estar dispuestos a


tratar con lo inesperado y con lo insólito en aquella
escena en la que se encuentre. También nos dice que
allí debemos ser auténticos, jugarnos, innovar, estar
abiertos a lo desconocido.
256
Jorge Bosia

Por lo normal, sugiere un sector en el que hay que


actuar de modo diferente a lo habitual, o hacer cosas
que nunca hemos hecho.

Neptuno nos dice que en qué Casa deberemos ser


sensibles, si queremos que los vínculos funcionen
bien. Es el área de la vida en que, en ese año, se nos
pedirá que seamos solidarios, abiertos al dolor de los
otros, que desarrollemos relaciones más empáticas.
También nos puede indicar que es propicio ter-
minar algo, una relación, un trabajo, lo que sea. Nep-
tuno facilita terminar bien las cosas.

Ceres indicará cuestiones ligadas al trabajo y al


sentimiento de ser útil. Muchas veces es un indicador
interesante en esta temática tan importante. Implica
también un llamado a discernir, sea cual sea el área en
que se halle. Es un llamado a la integración utilizando
medios adecuados a la Casa en que se encuentre.

El Sol, por su parte, indica la Casa desde la cual se


puede sintetizar toda la experiencia del año; es la zo-
na en que puede hacerse fuerte lo solar que logremos
instalar. Desde allí resolveremos en un sentido madu-
ro. Es el lugar para expresarse en todo sentido.
Si esto no se da, si no se aceptan las oportunida-
des de contradecir las tendencias primarias lunares, la
Casa en que se encuentre el Sol, pasa inadvertida.

La Luna, a diferencia del papel central que tiene


en la Carta Natal, tiene un rol desdibujado y secunda-
rio en la Revolución Solar.
De todos modos, se la nota cuando tiene Aspectos
con otros Planetas. A nuestro juicio debe interpretarse
como una tendencia a lo más fácil, a recostarse en la

257
Danzando con el Cosmos

comodidad y, por tanto, a no asumir los desafíos.


Siempre que haya un Aspecto conflictivo hay que
darle prioridad al otro Planeta, nunca aceptar la ten-
tación que la Luna propone.
En la Revolución Solar, la Luna solo es una
“buena consejera” si no tiene Aspectos o si éstos son
facilitadores. En ese caso no hay problema, la Luna
indicará la función que representa: cuidar, alimentar.
Si se da ese caso y tenemos oportunidad de hacerla
jugar como una facultad dirigida a cuidar o proteger a
otros, la Luna asume su papel específico y, entonces
sí, nos dice en qué área de nuestra vida deberemos ser
contenedores y afectuosos con los otros.

INTERPRETACIÓN DE LOS ASPECTOS


EN LA REVOLUCIÓN SOLAR
Por supuesto los Aspectos también tienen inter-
pretación en la Revolución Solar. Pero antes de verlo,
debemos hacer una aclaración técnica.
Para la Carta Natal se opera con orbes que pue-
den ir hasta 9 ó 10 grados, en cambio, en el caso de la
Revolución Solar, debemos ser más cautos. Conside-
ramos que no se deberían tomar en cuenta orbes ma-
yores de 4 grados para los Aspectos importantes, y 1
ó 2 grados para los Aspectos menores.
Los Aspectos de la Revolución Solar van a repre-
sentar situaciones bastante delimitadas en el tiempo, bas-
tante puntuales que se darán en algún período del
año. Sobre todo en la primera mitad, que es la más
significativa en la Revolución Solar.
No podemos interpretar estos Aspectos como en
la Carta Natal, en la que pueden ser cuestiones de
fondo a resolver a lo largo de toda la vida. Aquí la
cosa es mucho más acotada, tomando casi el carácter
de Tránsitos.

258
Jorge Bosia

Más allá de esa circunstancia, que hay que tener


en mente que los principios son similares.
Ante todo se debe identificar respecto de la vida
del interesado, cada uno de los “lugares” o “térmi-
nos” del Aspecto.
Pongamos como ejemplo una Cuadratura entre la
Luna –en Capricornio y en Casa 11- y Mercurio –en
Libra y en la Casa 9. Cada Planeta simboliza una “po-
sición” concreta en la que la persona se puede situar
con relación a situaciones de su vida ese año. Pero no
es lo mismo que lo haga en una posición o en otra.
Identificarse con la Luna sería intentar el camino
más fácil: escapar, eludir la situación (Casa 11), quizá
alegando falta de tiempo, obligaciones con amigos
(Capricornio) o cosas por el estilo. En cambio, situarse
en Mercurio significará, por ejemplo, hacer un esfuer-
zo de mediación, de equilibrio () y de comprensión,
quizá referido a la pareja, o tal vez a cuestiones teóri-
cas o ideológicas (Casa 9).
Lo interesante es que nosotros sabemos algo de
antemano: que va a ser mucho mejor para esta persona
situarse en Mercurio, identificarse con este Planeta, y no
con la Luna. Y en lo posible, identificarse con una for-
ma madura de Mercurio. Sabemos que si se sitúa en
la Luna, su propia energía de Mercurio operará en
contra o, en el mejor de los casos, quedará desaprove-
chada. Por consiguiente, podemos aconsejarle qué lugar
ocupar, qué actitud asumir. Y esto es lo que nos agra-
decerán nuestros clientes.
¿Por qué es mejor identificarse y dar prioridad a
Mercurio? Porque es el más lento de los dos. Esa es la
regla para los Aspectos y Tránsitos: el más lento
siempre tiene prioridad.
De todos modos, no hay que apresurarse a acon-
sejar. Siempre hay que chequear a fondo con el intere-

259
Danzando con el Cosmos

sado. Porque es probable que éste sepa cuál es la po-


sición correcta. Lo que pasa es que le da miedo o le da
pereza o hay alguna otra fuerza distorsionante que le
impide decírselo a sí mismo y obrar en consecuencia.
Muchas veces, cuando ya estamos familiarizados
con la interpretación de la Revolución Solar, tende-
mos a decir: “este año no me gusta; lo que veo en mi
Revolución Solar no me agrada”. Pero eso lo dice la
Luna, que siempre se está asustando. Entonces hay
que sospechar. A lo mejor justo lo que no le gusta a la
Luna es lo mejor para la totalidad de lo que somos.
Además, casi siempre cuándo alguien dice eso, es
porque está viendo a la Revolución Solar como si fue-
ra una Carta Natal, que es el vicio contra el cual ven-
go alertando.
A veces la Revolución Solar puede plantear un
año trabajoso. Eso es bueno. El trabajo es necesario
para evolucionar. Pero el crecimiento no tiene por qué
ser doloroso; lo que sabemos con certeza es que sí hay
dolor cuando no nos entregarnos al crecimiento, por-
que el dolor en nuestra vida casi siempre proviene
por no aceptar crecer. Cuanto más nos aferramos a lo
habitual, más nos duele. A veces, no obstante, parece
que preferimos sufrir antes que trabajar, porque el
dolor es conocido y lo conocido nos resulta seguro.
Es triste que uno de los dichos más populares sea:
“más vale malo conocido que bueno por conocer”.
El intérprete de la Revolución Solar debe tener
cuidado de no perderse entre el fárrago de factores a
interpretar, sobre todo por la conexión que hay que
hacer con la Carta Natal. La guía es siempre el intere-
sado, que sabe ya qué es lo que le está preocupando.
Sólo es bueno hacer un estudio completo en el ca-
so de Planetas que ese año parezcan más activos. Para
no marearse hay que jerarquizar.

260
Jorge Bosia

Los Planetas que están en el Ascendente, los que


tienen Aspectos desafiantes y muy exactos, por ejem-
plo, pueden dar buenos indicios.
Pero el mejor modo de darse cuenta cuáles son los
que están más activos es partir de los datos que nos
da el cliente, de lo que éste relata. No se trata de adi-
vinar, sino de orientar. Repetimos: la clave para no
perderse es jerarquizar la información.

TRÁNSITOS Y PROGRESIONES EN LA
REVOLUCIÓN SOLAR
Así como podemos calcular Tránsitos y Progre-
siones de los Planetas referidos a la Carta Natal, tam-
bién podemos hacerlo respecto de la Revolución So-
lar.
Hay que tomar en cuenta que se trata de una Car-
ta que tiene una duración de sólo un año; pero, a pe-
sar de esta corta duración, hay dos movimientos que
dan útiles significados. Son la Progresión del Ascenden-
te y el Ciclo anual del Sol.

PROGRESIÓN DEL ASCENDENTE


Para la progresión del Ascendente casi no es ne-
cesario hacer cálculos. En efecto, para saber dónde
está el Ascendente progresado en cualquier momento
del año, hay que sumar a la posición del Ascendente
de la Revolución Solar tantos grados como días hayan
transcurrido desde el cumpleaños.
Por ejemplo, consideremos un caso en el que el
cumpleaños fue el 15 de Mayo y el Ascendente está
en 18º de Sagitario.
Si hoy es 20 de julio, entonces la pregunta es
¿cuántos días han transcurrido desde el cumpleaños
hasta hoy?

261
Danzando con el Cosmos

Son 66 días. Entonces lo que hay que hacer es


sumar 66 grados a la posición del Ascendente, que es
según dijimos, 18 grados de Sagitario. Lo que nos
lleva a 4 grados de Piscis.
Entonces, ahí es donde está hoy el Ascendente
progresado del año de esta persona. Y va cambiando
un grado por día. De manera que es muy fácil de cal-
cular.
Aunque hay un inconveniente: como el círculo
tiene 360 grados y el año 365 días, hay un desfasaje
que habrá que corregir cada tanto. Por ejemplo, cada
60 grados, descontamos uno. Es decir que a los 60
días, la Progresión del Ascendente estará a 59 grados
(y no a 60). El procedimiento no es exacto, es cierto,
pero no necesitamos tanta exactitud en esto.
De todos modos, los programas permiten hacer
este cálculo con precisión. Pero, repetimos, no hace
falta en esto, tanta exactitud.
Nos queda el otro punto, el principal: ¿cómo se
interpreta este ciclo? ¿Qué información podemos ex-
traer de él?
Este ciclo puede ser leído por Casa y por Signo.
Por Casa nos va a indicar cuál es el área de la vida
que se activa en cada época del año (siempre en el
contexto de la Revolución Solar).
Por ejemplo, supongamos que el Ascendente
progresado ingresa en la Casa 2. Esto significa que los
temas del uso de los recursos, de la relación con el
cuerpo o similares, se van a poner en juego con mayor
énfasis que lo habitual en esos días.
Muchas veces este efecto es tan sutil que pasa in-
advertido a menos que uno se encuentre muy atento;
sin embargo, funciona. Por otra parte, es más visible
en los primeros días del ingreso en la Casa; después se
diluye poco a poco.

262
Jorge Bosia

Este ciclo anual nos da la posibilidad de estar


atentos a las distintas capas y escenarios de la vida.
La Revolución Solar da información sobre un nivel de
superficie que, a menos que estemos muy atentos, se
pierde. Por lo común, vivimos apurados y distraídos.
La Revolución Solar es una excusa para estar más
alertas y aumentar nuestro grado de consciencia. Re-
cordemos que se trata de la Revolución Solar.
Este ciclo también brinda información si lo lee-
mos por los Signos. Y se lee en el mismo sentido: co-
mo un activador de la problemática de cada Signo.
El Ascendente va recorriendo el mapa de la Revo-
lución Solar y activando uno tras otro, cada grado de
ésta. No tiene un sentido general, salvo quizá, el de
proponer la toma de decisiones conscientes sobre ese
punto que va activando.
Por otra parte, y es quizá lo más llamativo, el As-
cendente Progresado va a hacer Tránsitos a los Plane-
tas de la Solar. En este sentido, también será un acti-
vador significativo de los Planetas.
A nuestro juicio, lo más interesante de esos
Tránsitos son las Conjunciones. Todos los años, el As-
cendente progresado hará conjunción con cada uno
de los doce Planetas, a los que podemos agregar a
Kirón, y los días de cada Conjunción serán una opor-
tunidad especial para tomar decisiones que integren
mejor cada Planeta a nuestra vida, será una oportuni-
dad para dar un registro más perfeccionado de cada
Planeta. Hay que considerar, en tal sentido, que el
orbe se extiende apenas un día antes y otro después
del contacto exacto, sobre todo antes.
A veces, también resultan significativas las Opo-
siciones y Cuadraturas; pero creo que tienen un peso
mucho menor.

263
Danzando con el Cosmos

También es importante tener en cuenta que al to-


car un Planeta, el Ascendente progresado suele acti-
var los Aspectos en los que dicho Planeta toma parte.

EL CICLO DEL SOL


El otro ciclo que resulta significativo en la Revo-
lución Solar es el del Sol.
Este es aún más fácil de seguir que el del Ascen-
dente, pues con sólo tener las Efemérides del año,
tenemos la posición del Sol en cualquier momento.
Este ciclo se interpreta en función de dos cosas:
Primero, según su ingreso en Casas. Segundo,
según los Aspectos que forma con los Planetas de la
Revolución Solar (en especial, la Conjunción).
El ingreso en los Signos no se considera porque es
muy general, ya que afecta a toda la humanidad.
La interpretación del Ciclo del Sol por la Revolu-
ción Solar no difiere demasiado de la del Ascendente:
es un activador de las Casas y de los Planetas. Sin em-
bargo, mientras el del Ascendente sugiere la toma de
decisiones, el del Sol propone más bien una toma de
consciencia. El Sol permite tomar conciencia de las
funciones o cualidades que nos constituyen.
Es valioso, pues, estar muy alerta a este ciclo si
queremos avanzar en nuestra evolución y en nuestro
auto-conocimiento.
Si estamos alertas, aprovecharemos estos Tránsi-
tos para aprender algo de nosotros mismos. No se
trata de intentar adivinar lo que sucederá, sino de
interpretar los hechos a la luz de la Revolución Solar,
para transformarlos en un aporte a la maduración
propia. Haciendo una fórmula, diríamos que hay que
transformar los sucesos en acontecimientos.
Esta es, a nuestro juicio, la manera de usar con
provecho la Revolución Solar.

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