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Título original: Exploring Jupiter
Editor original: Barbara McEnerney
Traducción: Equipo editorial

Reservados todos los derechos. Queda rigurosa-


mente prohibida, sin la autorización escrita de los
titulares del Copyright, bajo las sanciones estable-
cidas en las leyes, la reproducción parcial o total de
esta obra por cualquier medio o procedimiento,
incluidos la reprografía y el tratamiento informáti-
co, así como la distribución de ejemplares median-
te alquiler o préstamo públicos.

© 1996 by Stephen Arroyo


© 1998 by EDICIONES URANO, S.A.
Aribau, 142, pral. - 08036 Barcelona
[email protected]

ISBN: 84-7953-212-2
Depósito legal: B. 11.520-98

Fotocomposición: Autoedició FD, S.L. - Muntaner, 217 - 08036


Barcelona
Impreso por I. G. Puresa, S.A., Girona, 206 - 08203 Sabadell (Bar-
celona)

Impreso en España Printed in Spain

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Índice

Agradecimientos ……………………………………... 7
Prólogo ………………………………………………. 9
Introducción …………………………………………. 13

1. Un marco de referencia para entender a Júpiter … 23


Júpiter, el aprendizaje y los regentes de los signos
mutables ……………………………………………... 30
El signo de Júpiter como un modo de aprender ……... 34
La polaridad Géminis-Sagitario ……………………... 39
El contraste entre Sagitario y Virgo …………………. 43
Júpiter y Neptuno ……………………………………. 46
Las similitudes y las diferencias entre Sagitario y Pis-
cis ………………………………………………… 50

2. Júpiter en la carta natal: conceptos clave y orien-


taciones para la interpretación ……………… 55
Equilibrar a Júpiter con Saturno …………………….. 57
Júpiter, los juegos de azar y la suerte ………………... 60
El contraste entre Júpiter y Venus …………………… 67
Júpiter y el «éxito» …………………………………... 71
¿Júpiter y las emociones? Un secreto sobre Júpiter …. 78
Las expresiones positivas y negativas de Júpiter ……. 80
Orientaciones generales para la interpretación de Júpi-
ter ………………………………………………... 86

3. La personalidad jupiterina ………………………… 99


El jupiterino como símbolo cultural …………………. 102
Los niveles de expresión de Júpiter …………………. 110

iv
4. Júpiter en los signos de fuego: orientaciones para
la interpretación ……………………………………. 113
Júpiter en Aries ……………………………………… 114
Júpiter en Leo ……………………………………….. 118
Júpiter en Sagitario ………………………………….. 122

5. Júpiter en los signos de tierra: orientaciones para


la interpretación ……………………………………. 129
Júpiter en Tauro ……………………………………... 130
Júpiter en Virgo ……………………………………… 133
Júpiter en Capricornio ……………………………….. 145

6. Júpiter en los signos de aire: orientaciones para la


interpretación ………………………………………. 153
Júpiter en Géminis …………………………………... 153
Júpiter en Libra ……………………………………… 159
Júpiter en Acuario …………………………………… 165

7. Júpiter en los signos de agua: orientaciones para la


interpretación ………………………………………. 175
Júpiter en Cáncer …………………………………….. 176
Júpiter en Escorpio …………………………………... 180
Júpiter en Piscis ……………………………………… 184

8. Júpiter en las casas …………………………………. 191


Orientaciones para interpretar el emplazamiento de
Júpiter por casa ………………………………………. 195

9. Júpiter como regente de la carta: Sagitario y Pis-


cis en el Ascendente ……………………………. 253
Semejanzas en la expresión en el Ascendente de los
signos regidos por Júpiter …………………………… 253
Ascendente Sagitario ………………………………… 259
Ascendente Piscis ……………………………………. 273

v
10. Los aspectos de Júpiter en la carta natal …………. 287
Los aspectos Júpiter-Sol ……………………………... 291
Los aspectos Júpiter-Luna …………………………… 296
Los aspectos Júpiter-Mercurio ………………………. 300
Los aspectos Júpiter-Venus ………………………….. 305
Los aspectos Júpiter-Marte ………………………….. 308
Los aspectos Júpiter-Saturno ………………………... 314
Los aspectos Júpiter-Urano ………………………….. 322
Los aspectos Júpiter-Neptuno ……………………….. 325
Los aspectos Júpiter-Plutón …………………………. 333
Los aspectos Júpiter-Ascendente ……………………. 341
Los aspectos Júpiter-Medio Cielo …………………… 343

11. Tránsitos en los que está implicado Júpiter ………. 345


Orientaciones para interpretar los tránsitos de Júpiter . 351
Orientaciones para interpretar los tránsitos de los
otros planetas en aspecto con Júpiter ………………... 363

Bibliografía ………………………………………….. 367

ÍNDICE DE CARTAS Y BIOGRAFÍAS

Sir Arthur Conan Doyle ………………………………….. 18


Dale Carnegie …………………………………………….. 72
Andrew Carnegie y Paul Mellon …………………………. 73
Sir Winston Churchill …………………………………….. 98
George Washington………………………………………. 106
Woody Allen ……………………………………………… 126
Ralph Waldo Emerson ……………………………………. 136
Amelia Earhart y John Glenn …………………………….. 140
Margaret Thatcher ………………………………………... 149
Babe Ruth ………………………………………………… 158
George Gershwin ………………………………………..... 163
Albert Einstein ……………………………………………. 168
vi
Michael Jordan …………………………………………… 188
Jacques-Yves Cousteau …………………………………. 199
Helen Keller ……………………………………………… 215
Julio Verne ……………………………………………….. 219
Franklin D. Roosevelt ……………………………………. 234
Margaret Mead y Emily Dickinson ………………………. 245
Eleanor Roosevelt ………………………………………… 262
Bob Dylan ………………………………………………… 265
Hermann Hesse …………………………………………… 267
Robert Redford …………………………………………… 277
Ringo Starr ………………………………………………... 280
Walter Mondale y Konrad Adenauer …………………….. 282
John Lennon ……………………………………………… 292
Arthur Schlesinger, Jr. ……………………………………. 298
William Blake ……………………………………………. 302
Francisco Franco ………………………………………..... 310
Clara Barton y Mary Baker Eddy ………………………… 317
Albert Schweitzer ………………………………………… 327
Mohandas Gandhi ………………………………………… 335

vii
Agradecimientos

Estoy en deuda con muchas personas que colaboraron en el na-


cimiento de este libro, ofreciéndome su aliento, sus sugerencias y su
inspiración, con lo cual me ayudaron a seguir adelante cuando pare-
cía que mi propio Júpiter me había abandonado. Doy las gracias
especialmente a Kathe McDonald por sus aportaciones a mi inescru-
table original; a Jerilyn Marshall, mi colega desde hace tanto tiem-
po, por haber leído las pruebas finales con su amabilidad y su pa-
ciencia de siempre, y a Paul Wright, quien me autorizó generosa-
mente a citar su aún no publicada obra sobre Júpiter, y cuyos exce-
lentes libros me proporcionaron citas, revelaciones y ejemplos en
abundancia.
También debo un especial agradecimiento a ese poder al que
damos el nombre de Júpiter; a los maestros espirituales que me han
ayudado a vislumbrar lo que significan realmente la generosidad y
la nobleza, y a Cathy Corzine Williams, quien, mientras me hallaba
bajo la influencia de fuertes tránsitos de Júpiter, no sólo me dio la
idea de escribir este libro, sino que se encargó también de la caligra-
fía y el diseño de todas las cartas natales de este volumen.
Asimismo, quiero dar las gracias a diversos jupiterinos que se
especializan en hacer de la vida algo invariablemente interesante,
entretenido, esperanzador y, con gran frecuencia, divertido, entre
ellos a Tony White (Ascendente Sagitario), que hizo los dibujos que
salen en este libro; a Rebecca Wilson (Sol en Piscis), que realizó la
cubierta de la edición original, y al colega y amigo Jim Feil (Sol en
Piscis y Luna en Sagitario), quien me ayudó en la planificación de
los dos viajes a España (un país Sagitario) que hice durante el perío-
do en que escribía este libro. Gracias también a Basilio Tucci y Do-
lores Sabido por haber posibilitado lingüísticamente mi gira de con-
ferencias por España, lo mismo que a otros organizadores y traduc-
tores de diversas ciudades españolas. Igualmente, agradezco a Laura
Takahashi la hospitalidad que nos brindó en Barcelona.
También debo mencionar a Gail Ford, por su colaboración en
7
algunas biografías y a Aina Kemanis, Don Ryan, Lisa Fitzpatrick y
Susan Erkel Ryan por su contribución en la producción de este libro.
Y finalmente, una vez más debo reconocer, abrumado, la dedi-
cación y la meticulosidad, tan de Virgo, de mi revisora Barbara
McEnerney, cuyo trabajo en este libro ha incluido una investigación
mucho más amplia y profunda que en cualquiera de los otros en que
hemos colaborado durante los dos últimos decenios. Tanto en clari-
dad como en contenido, este volumen habría sido mucho más pobre
si ella no se hubiera valido de su Júpiter en el Ascendente para am-
pliar y mejorar tanto de lo que yo había escrito.

8
Prólogo

E1 origen, bastante súbito, de este libro se remonta al momento


en que un amigo me recordó que Plutón no tardaría en entrar en Sa-
gitario, razón por la cual pronto se manifestaría, tanto a nivel mun-
dial como individual, un poderoso brote de energías de este signo (y
de Júpiter). Al principio no pude concretar la razón de mi reacción
tan positiva ante esta idea, y mucho menos dado que si me dedicaba
a un nuevo proyecto editorial, necesariamente habría de interrumpir
un libro en el que ya estaba trabajando. Y sin embargo, cada vez que
hablaba de esta idea con alguna persona familiarizada con la astro-
logía, me encontraba un poco más entusiasmado con la perspectiva
de trabajar en un libro sobre Júpiter. Y me sentía especialmente mo-
tivado por el hecho de que este planeta, el mayor de todos, y a pesar
de ser tradicionalmente conocido como «el gran benéfico», había
tenido siempre un tratamiento bastante breve y a menudo simplista
en la bibliografía astrológica.
Tras haberme pasado unos días pensando en el proyecto, termi-
né por darme cuenta de que mis propios ciclos astrológicos refleja-
ban en aquel momento un fuerte y creciente matiz jupiterino. No era
nada sorprendente el hecho de que algunos de mis libros anteriores
(por no decir todos) mostraran claramente rasgos de los ciclos esen-
ciales que yo estaba atravesando y de las energías que me estaban
influyendo mientras los escribía. De modo que, por más que intenta-
ra en cierto modo rechazar aquella idea como algo poco práctico, o
bien como una mera desviación de otros planes míos ya cuidadosa-
mente formulados, día tras día me descubría tomando notas para el
libro en cuestión. Resultaba obvio que yo mismo era lo bastante
jupiterino como para no ver lo que tenía justo delante de los ojos.
Cuando finalmente pasé revista a todos mis ciclos planetarios, me di
cuenta de que estaba pasando por un retorno de Júpiter, es decir, por
una renovación de las propias energías y necesidades jupiterinas que
se produce cada doce años, y de que Júpiter en tránsito se estaba
preparando para formar una conjunción con el regente de mi carta
9
tres veces en el transcurso del año que necesitaría para escribir el
libro.
Entonces, mientras estudiaba mis progresiones, advertí que tan-
to mi Sol como mi Luna progresados estaban a punto de entrar en
Sagitario, y que de hecho habría una Luna Nueva progresada en el
primer grado de este signo, justo en medio del tiempo asignado a
este proyecto. Tal como lo recordarán quienes han estudiado la obra
de Dane Rudhyar, especialmente su libro El ciclo de las lunaciones,
este astrólogo consideraba que la Luna Nueva progresada era uno de
los acontecimientos cíclicos más importantes en la vida de cada per-
sona, algo que sólo se produce una vez cada veintinueve años y me-
dio, y que señala el comienzo de un ciclo totalmente nuevo en el
crecimiento y el desarrollo personal. Por lo tanto, me resigné a mi
destino, evidentemente más jupiterino, y tuve que admitir que no
sería prudente empezar a intercambiar rayos y truenos con Júpiter,
de modo que así se puso en marcha este proyecto.
Entonces, mientras estaba reuniendo la información que necesi-
taba, di por casualidad con más pruebas aún de que no había estado
viendo con claridad lo que tenía precisamente delante de mis nari-
ces. Me encontré con que en el último de mis libros entonces publi-
cados (Manual de interpretación de la carta natal) había escrito una
extensa nota sobre Júpiter donde se incluía el párrafo siguiente:

La importancia de Júpiter en la carta natal está, por lo general, infra-


valorada tanto en la tradición como en la interpretación. En realidad,
nos guía hacia el futuro y motiva el crecimiento y el desarrollo futu-
ros, de acuerdo, especialmente, con unos principios idealistas. Los
significados más profundos de Júpiter se olvidan […]. En cierto mo-
do, Júpiter representa un principio demasiado simple para una época
tan compleja como la nuestra, y es demasiado filosófico para esta
época materialista y relativista.

La verdad es que, generalmente, los estudiantes y estudiosos de


la astrología consideran que Júpiter no tiene misterios, tal como, con
no menor frecuencia, la gente da por sentados los talentos y las cua-
lidades especiales que indica el emplazamiento de Júpiter en su car-
ta.
10
Finalmente, es preciso que quede establecido que este libro es
una exploración de las abundantes e ilimitadas dimensiones de Júpi-
ter, y no un análisis sistemático que pretenda decir la última palabra
en lo que se refiere al significado astrológico de este planeta. Júpiter
es, en realidad, un planeta mucho más dinámico de lo que se suele
creer. Está siempre moviéndose y expandiéndose, en busca de nue-
vos horizontes. Jamás contento con las cosas tal como son, quiere,
invariablemente, escalar la montaña siguiente, crecer y evolucionar
con total libertad hacia una expresión más plena de su potencial. Tal
como escribió el brillante astrólogo Charles Carter en lo que es qui-
zá su libro más profundo, Essays on the Foundations of Astrology
[Ensayos sobre los fundamentos de la astrología]: «Júpiter rige el
futuro y el movimiento hacia un cambio progresivo». Creo que utili-
zó el término «progresivo» en sentido literal, es decir, refiriéndose a
un progreso y mejoramiento, porque Júpiter busca siempre aumentar
lo que es, mejorar o incrementar, e ir más allá de los límites actua-
les. Así, de acuerdo con la naturaleza del tema de este libro, aunque
este material no sea más que una pequeña parte de un largo viaje,
quizá pueda, por lo menos, ayudar a que el lector trascienda su nivel
actual de comprensión de la astrología y encaminarlo a un mejora-
miento importante de su propia vida.

Nota sobre las cartas de ejemplo


Hemos levantado las cartas natales completas que ilustran este libro a
partir de los datos más precisos a que hemos tenido acceso. En la biblio-
grafía están especificadas las fuentes; la mayoría de las cartas se tomaron
de la colección de Gauquelin y de los excelentes libros de referencia com-
pilados por Lois Rodden. Como ambos usan el sistema de casas de Pláci-
do, que sigue siendo, con mucho, el más difundido, lo he mantenido en
las cartas utilizadas como ejemplo.
Sin embargo, las cartas están dibujadas en el estilo que más común-
mente se usa en Europa, y que de hecho es el que yo mismo he preferido
siempre. Pone más el énfasis en los signos del zodíaco que en las casas, y
hace que las pautas de los aspectos sean sumamente fáciles de detectar y
de entender. Simultáneamente, resta importancia a las cúspides de las
casas intermedias (segunda, tercera, quinta, sexta, octava, novena, undé-

11
cima y duodécima), que varían de forma significativa según el sistema de
casas empleado. Sobre la gran importancia de los cuatro ángulos resetan-
tes de la carta (Ascendente, Descendente, Medio Cielo e Immum Coeli o
Fondo del Cielo) parece haber amplio acuerdo, y en realidad los estudios
estadísticos de Gauquelin confirman su importancia. De ahí que estos
cuatro ángulos permanezcan destacados en el estilo de cartas que hemos
usado en este libro. Las cúspidcs intermedias están marcadas en el grado
correcto para el sistema de casas de Plácido; simplemente, no se las ha
acentuado dibujando la raya completa. Esto se adecúa también a mi ma-
nera de enfocar las casas, puesto que no considero que la cúspide sea el
comienzo exacto de una casa, sino más bien una poderosa cumbre del
continuo energético de esa casa.
Es necesario que diga algo más con respecto al estilo de las cartas.
Para que las que usamos como ejemplos sean claras y de fácil acceso,
incluso para quienes son relativamente novatos en astrología, hemos re-
dondeado todas las posiciones, tanto de los planetas como de las cúspides
de las casas, al grado inmediatamente superior. Decidimos usar este en-
foque teniendo en cuenta que muchos astrólogos y estudiantes de astro-
logía se refieren con frecuencia a los símbolos sabianos, a Un mandala
astrológico de Dane Rudhyar, o a otros sistemas simbólicos que asignan
una imagen a la totalidad de cada grado del zodíaco.

No cejaremos en nuestra exploración, y


el término de toda nuestra búsqueda se-
rá llegar allí donde empezamos y co-
nocer por primera vez ese lugar.
T. S. ELLIOT,
Cuatro cuartetos

(Quizás el más filosófico de los poetas modernos, nacido el 26 de


septiembre de 1888, con Júpiter en Sagitario, en sextil casi exacto
con el Sol y en oposición exacta con Neptuno; Marte también estaba
en Sagitario.)

12
Introducción

Se percibe con facilidad que la posición de Júpiter en el horóscopo


tiene una trascendencia tan amplia como profunda. Sin su ayuda, es-
tamos necesariamente destinados a terminar, tanto material como inte-
lectualmente, allí donde empezamos.
CHARLES CARTER,
Some Principles of Horoscopic Delineation
[Algunos principios de la delineación del horóscopo]

Muchas de las expresiones más positivas de Júpiter han dejado ac-


tualmente de estar de moda, porque los intereses jupiterinos son, en
muchos sentidos, lo contrario de los intereses racionalistas y analíti-
cos de Mercurio y de su manera detallada de enfocar la vida. (Esto
se ve más claramente a la luz de la polaridad zodiacal de Sagitario y
Géminis, tal como explico en el capítulo 1.) La verdad es que hay
temas y cualidades, como la ética, la nobleza, la rectitud, el altruis-
mo y la magnanimidad, que hoy en día tienen una resonancia poco
menos que rara y anticuada, hasta tal punto no sólo los medios de
comunicación, sino incluso el sistema educativo, han llegado a ocul-
tar con su desdén tan nobles sentimientos, y a considerar que nada
tienen que ver con nuestra época de individualismo «científico» (es
decir, egocéntrico).1

1 Sin embargo, muchas de las manifestaciones más negativas de Júpiter se


enfatizan, se idealizan e incluso se fomentan en el mundo de hoy: tas
creencias religiosas santurronas e intolerantes; la codicia y el estilo de vida
de los ricos y famosos; la celebridad como un valioso objetivo en sí mis-
ma; una forma de vivir derrochadora, demasiado extendida, que constan-
temente nos aparta de nuestro propio centro y de nuestros deberes para
dedicarnos a trivialidades como si fuéramos niños; un desarrollo y un cre-
cimiento excesivos, a expensas del aire que respiramos, de nuestra heren-
cia arquitectónica y del entorno, etc. Se podría incluso decir que la expre-
13
Sin embargo, no hay manera de eludir la íntima asociación de
Júpiter con la necesidad de hacer que nuestra propia vida concuerde
con un ideal superior o con una verdad revelada, o como mínimo, de
fundir nuestras energías con algo «mayor que la vida». Esta concor-
dancia o fusión nos sintoniza con un mayor entendimiento y con una
visión ampliada de la vida (es decir, con una perspectiva global), o
nos proporciona una sensación de euforia al participar en una reali-
dad más vasta que la de una mera personalidad individual. Desde
luego, todos llevamos en nuestro interior los deseos y necesidades
jupiterinos, ¡por más que en nuestra era «científica» tendamos a
racionalizarlo todo! Pero al hacerlo, al intentar esterilizar los más
importantes intereses de la vida y negar su dimensión moral y ética,
no sólo estamos pasando por alto o incluso pisoteando muchos de
los aspectos más nobles del potencial humano, sino que con fre-
cuencia terminamos también vagando por la vida sin tener sensación
alguna de llevar una dirección y sin ningún sentimiento profundo
por la falta de significado de una vida así.
Tal como en cierta ocasión oí decir, en una conferencia, a un
médico de orientación espiritual: «Si uno no amolda su propia vida a
un ideal, terminará por amoldar sus ideales a su vida». Creo que en
esta cita se condensa una función esencial de Júpiter en la vida de
cada uno de nosotros. Este planeta, al inculcarnos un ideal, al inspi-
rarnos con un objetivo a largo plazo, al hacer que aspiremos a ser
mejores, proporciona a nuestra vida un significado y una dirección.
Charles Carter sugiere incluso que Júpiter está relacionado con
nuestro «propósito en la vida». Este planeta puede darnos una sen-
sación de significado mediante una atracción hacia una determinada
religión o una filosofía de la vida, o también puede hacerlo simple-
mente orientándonos hacia el logro de un objetivo a largo plazo.
(Obsérvese cómo Sagitario, regido por Júpiter, ha estado siempre
asociado con la filosofía y la religión, y su arquero debe tener un

sión negativa de Júpiter ilustra lo que es la sociedad occidental hoy en día.


Como mi revisor me ha sugerido, quizá por el hecho de expresar de un
modo tan exagerado el lado negativo de Júpiter, su lado positivo se ha
convertido en «la sombra» en nuestra vida.
14
blanco para sus flechas, es decir, un objetivo, una dirección.) En
resumen, Júpiter da significado a la vida.
Pero la connotación filosófica y religiosa de Júpiter no implica
en modo alguno que quienes tienen una fuerte influencia de este
planeta sean o deban ser siempre «creyentes» de alguna escuela de
pensamiento. Muchos hemos visto, por ejemplo, cómo bastantes
personas con una gran acentuación de Sagitario o de Piscis (el otro
signo tradicionalmente regido por Júpiter) en su carta, y que son un
ejemplo de «optimismo filosófico» o de una fuerte moralidad, no
parecen estar vinculadas a ningún sistema de creencias determinado.
Sin embargo, lo que sucede en muchos casos es que estas personas,
simplemente, nunca han expresado con palabras sus actitudes hacia
la vida, profundamente arraigadas, ni tampoco han sentido la nece-
sidad de formularlas de un modo consciente. De hecho, la generosa
aceptación de los demás y la alegre tolerancia de la diversidad de la
naturaleza y el comportamiento humanos que solemos hallar en ellas
son dos de las mejores y más inspiradoras expresiones jupiterinas
que podamos observar, y constituyen, sin duda, una aceptación más
auténticamente religiosa de la vida de lo que se puede encontrar en
tantos casos de santurrones seudorreligiosos que, por puro fanatismo
e intolerancia, precipitan sobre los demás toda clase de actos abomi-
nables.
La religión y la filosofía están dentro del dominio de Júpiter
porque son (o pueden ser) ejemplos de una mente inspirada cuyo
objetivo es una universalidad de la conciencia y una completa acep-
tación de la verdad. Muchos tipos de actividad mental superior pue-
den ofrecernos una visión más amplia de la vida. Tal como escribió
Charles Carter:

También la religión está correctamente regida por Júpiter, o por lo


menos, la mayor parte de ella corresponde a su competencia, porque
el pensamiento religioso nos ofrece un campo para las más amplias
especulaciones en los misterios del espacio y el tiempo, y aún más
allá, hasta adentrarnos en lo Eterno y lo Infinito. Por razones simila-
res, la metafísica y la filosofía también están regidas por Júpiter. En-
tonces, preguntémonos una vez más si el planeta del futuro, del pro-
greso, no debería mirar más allá de la tumba. (Ensayos sobre los fun-
15
damentos de la astrología)

Carter señala además lo siguiente: «La fe también está regida


por Júpiter, porque se opone a los hechos innegables de Saturno; la
fe, en cierto sentido, asume un riesgo». En realidad, Carter es uno de
los pocos autores que indican la conexión de Júpiter con el hecho de
probar fortuna, de correr un riesgo, una característica que nos ayu-
dará a interpretar a este planeta en las cartas natales. Pero, por el
momento, limitémonos a reconocer la conexión de Júpiter con la
experiencia transformadora de la vida que llamamos «el salto de la
fe», algo que puede producirse en muchos ámbitos de la existencia,
y bastantes veces, pero es que este planeta siempre quiere pasar de
lo pequeño a lo grande, de los detalles a la totalidad.
De hecho, esta fe en algo que nos trasciende no es una simple
ilusión, como quisieran hacernos creer los cínicos y los escépticos
de nuestra época. La realidad es que esta fe de mentalidad abierta es
un modo de aprendizaje. Una vez más, vemos aquí la relación de
Júpiter con la exploración. Así como explorar un territorio nuevo de
la tierra es la manera más segura de conocerlo, explorar activamente
las posibilidades de la vida y hacer espacio para que potencialidades
quizás inimaginables puedan aflorar a la superficie en otra manera
de adquirir conocimiento en otros niveles de la vida. Este método de
descubrimiento relacionado con la fe me trae a la memoria una cita
del filósofo Pascal a la que ya he hecho referencia en otros de mis
libros:

A las cosas terrenas, hay que conocerlas para amarlas; a las cosas di-
vinas, hay que amarlas para conocerlas.

En resumen, Júpiter es, como modo de aprendizaje, tan válido


como Mercurio, que tanto domina la mentalidad moderna y la mane-
ra en que forman nuestra mente las instituciones educativas. Y es
preciso que veamos a Júpiter como un método o camino de aprendi-
zaje siempre que intentemos comprender su importancia en una car-
ta determinada. En el mejor de los casos, Júpiter puede brindar apo-
yo y ser muy inspirador, dando a la persona confianza, optimismo y

16
la capacidad de recuperarse vigorosamente de la adversidad. Este
carácter inspirador también se manifiesta cuando el planeta nos insta
a elevarnos por encima de los pequeños problemas y las insig-
nificantes diferencias humanas para alcanzar una visión más amplia
y completa, que para una persona jupiterina es mucho más satisfac-
toria. Quienes son fuertemente jupiterinos no pueden quedarse en lo
pequeño e insignificante, y la verdad es que generalmente hacen
caso omiso de los detalles que tienen delante y que para los demás
son muy obvios.
Esta tendencia me trae a la memoria el sentimiento que Sher-
lock Holmes expresa diciendo: «Me he pasado la vida en un largo
esfuerzo por escapar de los lugares comunes de la existencia». Se
podría sostener que esta afirmación no sólo expresa la necesidad
neptuniana de escapar, sino también las aspiraciones de Júpiter.
Preguntémonos, pues, qué es lo que encontramos en la carta na-
tal de Arthur Conan Doyle, el autor de los relatos de Sherlock Hol-
mes. Simplemente, a Júpiter en Géminis, el signo solar del novelis-
ta, y en la primera casa, formando también una amplia conjunción
con Marte. Además, ¡Júpiter está en una cuadratura casi exacta con
Neptuno, y la Luna está en la casa nueve, la casa natural de Júpiter!
Es probable que al lector le interese saber que, tras haber llegado a
ser el escritor mejor pagado de su época debido a la creación de un
personaje de rasgos geminianos muy marcados («¡Fría lógica y aná-
lisis, Watson!»), Conan Doyle se pasó los últimos años de su vida –
y se gastó buena parte de su fortuna– investigando el espiritismo y
otros temas relacionados con la inmortalidad, y experimentando y
dando conferencias sobre ellos. La verdad es que podríamos llegar a
la conclusión de que su tremenda necesidad de comunicarse (Sol,
Marte y Júpiter en Géminis) se expandió merced a la influencia de
Júpiter hasta alcanzar ámbitos aún más vastos de la vida, entre ellos
la comunicación espiritista (Júpiter en cuadratura con Neptuno).

17
Sir Arthur Conan Doyle, 22 de mayo de 1859, a las 4.55 am, Edimburgo,
Gran Bretaña.

En la medida en que la astrología es un estudio mental de nivel


superior, un modo de explorar y de aprender que abarca vastas di-
mensiones de la vida, podemos decir que es también una parte del
universo de Júpiter. A millares de personas del mundo entero, su
estudio les proporciona un significado de la vida mucho más satis-
factorio que el que hubieran podido encontrar en ninguna otra parte.
Para muchos, la astrología es prácticamente una filosofía de la vida,
y me atrevería a decir que para algunos es incluso una religión, aun-
que es probable que no todos estuvieran de acuerdo con esta afirma-
ción. Ciertamente, la astrología nos conecta con una perspectiva más
amplia de la existencia y nos proporciona un sistema holista, com-
18
pleto y abierto mediante el cual podemos entender y apreciar mejor
muchos aspectos de la vida.
Una prueba más de que la astrología lleva impreso el sello jupi-
terino es el hecho de que Júpiter haya estado siempre asociado con
la profecía, y desde luego que a la astrología se la ha usado con fre-
cuencia para intentar predecir el futuro. Por ello las masas se han
sentido atraídas por ella, pero esto también ha representado, en al-
gunos casos, prácticamente la ruina de la astrología, en la medida en
que una proclamación quizá demasiado fervorosa de sus poderes
proféticos ha hecho de ella el blanco de una pronta denigración y de
una crítica fácil. Tal como escribió Jeff Mayo:

La astrología hace miles de años que sobrevive. En la actualidad, está


emergiendo de un «periodo oscuro» que ha durado siglos, a lo largo
de los cuales se consideró desdeñosamente sus verdades como meras
supersticiones, a medida que el creciente conocimiento científico iba
evolucionando paralelamente a una evaluación cada vez más materia-
lista de la vida. Durante este período, los charlatanes y los adivinos
denigraron e interpretaron mal una gran verdad. (The Planets and
Human Behavior [Los planetas y el comportamiento humano])

Además, a Júpiter se lo ha asociado frecuentemente con la clase


sacerdotal de diversas religiones, y es obvio que un papel como éste
le ha resultado muy cómodo a una buena cantidad de astrólogos,
aunque otros muchos se hayan sentido sumamente fuera de lugar en
un papel «sacerdotal» que estimula a la gente a proyectar sobre ellos
sus propias expectativas de poderes proféticos y omniscientes. Afor-
tunadamente, en los últimos años una importante cantidad de practi-
cantes de la astrología han obtenido el respeto profesional por la
forma en que mantienen sus pretensiones y promesas dentro de unos
límites que les permiten satisfacerlas de un modo realista. La astro-
logía puede ser tan amplia e ilimitada como Júpiter, pero de hecho,
cada astrólogo tiene sus limitaciones y sus áreas de inexperiencia,
así como también hay partes en las que es un experto.

19
Ella creía que la astrología, sin una conexión espiritual, era algo hueco.
Había que amar a la persona cuya carta se estaba interpretando. Sentía
que la carta astral era como un mapa de carreteras que la gente podía
usar, pero que era necesario ver los principios espirituales subyacentes en
ella. Una vez lo afirmó durante una conversación, diciendo que si uno
seguía mirando la carta en vez de mirar a la persona a los ojos, proba-
blemente no era un buen astrólogo. Era necesario actuar con bondad y
amor para ser eficaz cuando uno se ocupaba de la vida de la gente. (Afir-
maciones sobre la astróloga pionera Isabel Hickey hechas en el libro de
Joey Crinita From Chains to Wings [De las cadenas a las alas].)

Si efectivamente la astrología, como suelen afirmar con preci-


sión quienes la practican, puede ayudar a revelar tanto el potencial
de crecimiento de una persona y lo que ésta puede llegar a ser como
lo que es en el momento presente, entonces a Júpiter se le debería
dar, en la práctica de la astrología, mucho más énfasis del que se le
da. Crecer y llegar a ser hacen referencia al futuro, y es probable
que en la carta natal no haya nada que se encuentre can estrecha-
mente relacionado con la orientación futura, las aspiraciones y los
planes como Júpiter. Su signo natal y la casa en que esté emplazado,
así como sus aspectos, nos ayudan a delimitar las áreas de creci-
miento y de rápido desarrollo, los éxitos probables, el mejoramiento
significativo y la expansión del conocimiento. De ello se sigue, por
lo tanto, que cualquier practicante de astrología haría bien en asegu-
rarse de que ha concedido la debida atención a Júpiter en cada carta
natal que estudie y en cada consulta, ya que sin duda la ampliación
de la perspectiva que proporciona este planeta será beneficiosa para
todos sus clientes. Y el efecto terapéutico de poner un mayor énfasis
en una energía tan positiva y optimista como la que representa Júpi-
ter, llegará muy lejos para contrarrestar los miedos, las ansiedades y
las fijaciones en el pasado que, lamentablemente, quienes consultan
a los astrólogos han sentido con frecuencia como el principal resul-
tado perdurable del hecho de haberse puesto en contacto con un as-
trólogo.
Tengo la sensación de que a Júpiter no se le ha dedicado el es-
pacio suficiente en la bibliografía astrológica, debido quizás a que

20
su infinito potencial para el crecimiento es totalmente imprevisible.
Se suele subvalorar el papel de Júpiter en la vida, y se lo entiende en
un sentido demasiado estrecho, tal vez porque intentamos compren-
der a este planeta valiéndonos de un análisis simplista y mercurial; o
si no, se lo sobreestima, en las interpretaciones puramente materia-
listas de la carta, considerándolo la clave de la riqueza, la suerte y el
éxito en términos mundanos. No niego que desempeñe un papel en
la prosperidad material, pero ciertamente restringir su interpretación
a márgenes tan estrechos constituye una desvalorización de la rique-
za de los significados de Júpiter y de su relación con muchas otras
dimensiones de la vida. En ocasiones esto me recuerda a algunos
predicadores cristianos fundamentalistas, que a mi entender deben
de estar obsesionados de alguna manera con Júpiter, ya que parece
que estuvieran diciendo: «Ten fe y pide dinero a Dios, que Él te
colmará de riquezas, y te ruego que entonces te acuerdes de enviar-
me a mí una parte». Los «vendedores» de técnicas de autoayuda
para lograr el éxito y la prosperidad son igualmente jupiterinos en su
mayoría, y ciertamente creen haber encontrado algo. Pero yo sigo
teniendo la sensación de que en realidad lo único que tienen para
vender son fe y promesas. No deberíamos olvidar que Júpiter nece-
sita también el contrapeso de Saturno.
Al examinar la importancia de Júpiter como principio, podemos
fijarnos en las características del planeta en el contexto del sistema
solar. No sólo es, con mucho, el planeta más grande de nuestro sis-
tema, sino que es probable que sea también una pequeña estrella. E1
doctor Robert Widey, del Geological Surveys Center of Astrogeo-
logy de Estados Unidos, afirmaba, en un informe de dicha institu-
ción, que, al parecer, Júpiter irradia al espacio 2,5 veces la cantidad
de energía que recibe del Sol. Según conjeturan algunos científicos,
el mayor de los planetas de nuestro sistema solar sigue albergando,
al igual que nuestro sol, procesos nucleares activos que permitirían
explicar esta liberación de energía. Cuando seguimos el impulso
jupiterino de ir más allá de nuestro actual modo de ser, podemos
«irradiar» desde nuestras capacidades expandidas y sacar nuestros
dones a la luz para brindárselos al mundo.

21
22
1

Un marco de referencia para entender a Júpi-


ter

Creer en algo que aún no ha sido demostrado y apoyarlo con nuestra


propia vida es la única manera en que podemos dejar abierto el futuro.
[...] Hallar el punto donde se encuentran la hipótesis y el hecho; el de-
licado equilibrio entre sueño y realidad; el lugar en el que la fantasía y
las cosas terrenales se convierten en una obra de arte; la hora en que la
fe en el futuro se convierte en conocimiento del pasado [...], este es el
sentido del viaje del hombre.
LILLIAN SMITH
(escritora nacida con el Sol en Sagitario),
The Journey [El viaje]

Júpiter, el planeta más grande de nuestro sistema solar, permanece


oportunamente durante casi un año en cada signo zodiacal, puesto
que su revolución completa alrededor del Sol es de 11 años y 315
días. Históricamente, en diversos panteones, a Júpiter se lo ha aso-
ciado con el rey, el patriarca y el dios supremo. También se lo ha
relacionado con el principio de la preservación divina y la prodiga-
lidad, y se lo conoce como el planeta de la «mayor fortuna» o como
el «gran benéfico», para distinguirlo del «pequeño benéfico», que es
Venus. Desde hace mucho tiempo se lo considera el patrón de los
filósofos, los teólogos, los líderes religiosos y los cruzados, y de
toda clase de pensadores especulativos.
Para nosotros, hoy en día, es difícil imaginarnos la visión que
tenían de Júpiter los antiguos, y quizá nos resulte imposible sentir el
temor reverencial que inspiraba en la gente la vivencia de una fuerza

23
(o una deidad) cósmica como ésta. Finalmente, tal como dice Theo-
dore Roszak en su libro Why Astrology Endures [Por qué perdura la
astrología]: «La principal tarea de la astronomía moderna a partir de
Newton ha consistido en desmitificar los cielos». Por consiguiente,
lo que Roszak llama «el sentimiento orgánico de la naturaleza que
entremezcló cosmología y psicología» ha desaparecido de la con-
ciencia de nuestros contemporáneos, educados en una concepción
científica moderna. La antigua percepción de la unidad entre el alma
humana (el microcosmos) y el alma del universo (el macrocosmos)
se ha vuelto inaccesible para la mayoría de la gente de hoy, y la an-
tigua formulación «Tal como es arriba, así es abajo» ha quedado
relegada al montón de basura donde van a parar las «supersticiones
anticuadas». Y sin embargo, parece que lo que Roszak denomina «la
comunión espiritual entre lo humano y lo celestial» es algo eterno,
que emerge una y otra vez, como el fénix, de las cenizas de concep-
tos y creencias del pasado, asumiendo en cada ocasión una forma
nueva que permita a los seres humanos explorar las verdades tras-
cendentes. En los últimos años, en la «nueva física» se han realizado
algunos descubrimientos que hacen pensar que el antiguo aforismo
sobre el macrocosmos y el microcosmos volverá a cobrar vitalidad y
a gozar de una amplia aceptación. Otra expresión del incesante diá-
logo del ser humano con la totalidad de la naturaleza se encuentra en
la siguiente observación del astrónomo Antony Aveni, publicada en
su libro Conversing with the Planets [Conversar con los planetas]:

Apagad las luces para observar las de verdad, las que están en el cielo;
las que nuestros antepasados, con su imaginativa mente, usaron para
configurar un maravilloso conjunto de imágenes poéticas que nos ha-
blan de ellos mismos y de su relación con el universo. Porque hace ya
mucho tiempo que las puntas de los dedos de la humanidad tocan la
tierra y el cielo con gran sensibilidad, y de esas sensaciones ha ido
surgiendo la conciencia de que nunca podríamos estar separados de la
naturaleza. Para expresar su presencia consciente en un universo vivo,
nuestros antecesores se valieron de un diálogo vívido e imaginativo
con sus múltiples aspectos: con la montaña, el agua, la Luna y el Sol.
Mediante el arte, la arquitectura y la palabra, hablada y escrita, expli-
caron lo que significaba para ellos el mundo real, y así transmitieron

24
sus verdades reveladas a las generaciones siguientes, que aceptaron
como eternas algunas de ellas y alteraron otras.

Al contemplar las profundas cualidades y aspiraciones que re-


presenta Júpiter astrológicamente, no puedo menos que sentir que la
grandeza de este planeta y su amplitud de visión están vinculadas de
un modo inextricable con la perenne búsqueda humana de una ver-
dad más amplia y de una vivencia de unidad con el universo. Es
probable que en ningún otro planeta (y en ningún otro signo más
que en Sagitario, regido por Júpiter) encontremos una mezcla tan
natural, obvia y espontánea de lo físico y lo no físico; la aspiración
de mejorar la propia situación material se da combinada con una
preocupación de tipo redentor por los sueños, ideales, inspiraciones
y causas éticas que ennoblecen el espíritu. Recuerde el lector, por
ejemplo, el símbolo de Sagitario: el centauro. Esta singularísima
criatura permanece apoyada en la tierra con un cuerpo animal, pero
eso no le impide valerse de su mitad humana para apuntar cuidado-
samente su flecha a un blanco específico situado en el distante hori-
zonte. Aquí debería decir que muchísimas personas en todo el mun-
do han hallado en la astrología un método eficaz para enfocar y ex-
perimentar de otro modo la sensación, vieja como el tiempo, de la
unidad con el cosmos. En ese sentido, cuando se la aprecia y se la
utiliza de la forma adecuada, esta antigua disciplina representa un
vínculo jupiterino con el vasto universo, y nos ofrece un método útil
para fomentar el crecimiento y el conocimiento de nosotros mismos.
Citando de nuevo a Theodore Roszak:

Para un número cada vez mayor de personas, las ricas imágenes de es-
tas antiguas tradiciones se han convertido en un recurso más inspira-
dor que (a psiquiatría convencional para hablar de emociones, valores,
motivaciones y objetivos. Después de todo, el universo astrológico es
el universo del mito grecorromano, de Dante, Chaucer, Shakespeare,
Milton y Blake; lleva incorporadas en sí la poesía y la filosofía. Allí
donde Freud, por ejemplo, nos ofrece un descolorido zoológico psí-
quico de ellos, yos, superyós, catexias y complejos, la astrología des-
pliega los símbolos evocadores del zodíaco, las grandes imágenes ar-
quetípicas del Sol y la Luna, la resonancia mitológica de los planetas.

25
Al hablar de nuestros impulsos masculinos y femeninos refiriéndolos
a Marte y Venus, devolvemos inmediatamente el mito y la poesía al
ámbito de la psicología.

Por lo tanto, en vista del poder de las antiguas tradiciones y mi-


tos de Júpiter, me parece importante considerar estas imágenes mul-
ticulturales antes de profundizar más en los detalles astrológicos de
este planeta. Tal como señala Jeff Mayo, a las deidades identificadas
con Júpiter se las conocía de diversos modos: como dioses del
trueno y las tormentas, del aprendizaje, de la sabiduría, de la justicia
y de la visión profética. Estoy en deuda con Jeff Mayo por los si-
guientes detalles referentes a las deidades relacionadas con Júpiter,
sacados de su libro Los planetas y el comportamiento humano.

BUSSUMARUS: Un dios celta, identificado posteriormente por los


romanos con su Júpiter.
DONAR: Dios del trueno de los germánicos paganos, predecesor
de Thor. El jueves, día consagrado a Júpiter, estaba dedicado al dios
germánico del trueno, Donnerstag.
INDRA: ES el dios hindú del trueno, y también el dios del Sol.
Sus atributos coinciden con muchas de las características de Thor, y
se lo considera su homólogo.
JÚPITER: El mayor y más poderoso dios de los romanos. Origi-
nariamente fue una deidad elemental, cuyo nombre significa «el
padre o señor del cielo». Por eso se lo adoraba como el dios de las
tormentas, el trueno, el relámpago y la lluvia. Los romanos creían
que determinaba el origen de todos los asuntos humanos. Presidía
también los grandes Juegos Romanos. Era el vidente que preveía el
futuro, y el dios a quien se invocaba al iniciar cualquier empresa,
además de ser el guardián de la ley y el protector de la justicia y la
virtud. Como señor del cielo y príncipe de la luz, el color blanco
estaba consagrado a él, y los animales que se le ofrecían en sacrifi-
cio eran blancos. Identificado con el Zeus de los griegos.
MARDUK: Dios babilónico (de la región del Éufrates) del que se
decía que el planeta Júpiter era un aspecto. Robert Eisler, en The
26
Royal Art of Astrology [El arte real de la astrología], dice que Mar-
duk era «una personificación del sol primaveral que seca el suelo
después de las inundaciones, el que restablece el orden después del
caos, el matador del dragón, el constructor de la casa celestial y el
organizador del mundo. Provoca las tormentas, que son sus armas
en la lucha contra el monstruo primitivo». En un período posterior,
Marduk pasó a ser el nombre del Sol.
THOR: El poderoso dios escandinavo del trueno, cuyo culto per-
duró durante largo tiempo en Europa occidental. Su símbolo era un
martillo. En su asociación con el mundo natural, era tanto protector
como destructor. El hecho de que se lo equipare con el romano Hér-
cules sugiere que muchos de sus atributos eran similares a los de la
personificación de Marte. Se lo invocaba para santificar y proteger
los múltiples aspectos de la vida de los hombres en la comunidad.
Identificado con el Júpiter romano y el Zeus griego.
THUNOR: Antiguo dios anglosajón del trueno, identificado con
el Júpiter romano. Era quien protegía al mundo contra los gigantes,
y tenía poder sobre el tiempo atmosférico, especialmente sobre las
tormentas. Después del año 300, cuando en Inglaterra se aceptó el
calendario romano, los antiguos britanos dieron al quinto día de la
semana el nombre de Thunresdaeg (en inglés, Thursday).*
TINIA: El principal dios etrusco, que corresponde al Zeus de los
griegos y el Júpiter de los romanos.
ZEUS: El mayor de los dioses del Olimpo, que los romanos iden-
tificaron con Júpiter. Zeus presidía los cielos y las regiones superio-
res del mundo. Llamado «el padre de los dioses y de los hombres»,
era el mayor y más poderoso de los inmortales, a quien todas las
otras deidades obedecían. Era el soberano supremo que todo lo go-
bernaba, y el fundador de la ley y el orden. Incluso el destino estaba
subordinado a él. Iba armado con el trueno y el rayo. Es obvio que
el planeta Júpiter era «el astro de Zeus».

*
En castellano, «jueves», que viene del dios romano Júpiter (N. del E.)
27
Un rasgo especialmente importante de la naturaleza de Júpiter
en la mitología, al igual que en su interpretación astrológica, es su
vínculo con lo que tradicionalmente se ha llamado «la mente supe-
rior», y también «la mente más noble» o «la mente divina». Esta
conexión de Júpiter con la mente superconsciente es algo que estu-
diaremos más adelante en este capítulo, cuando nos ocupemos de la
pareja Júpiter-Neptuno. Sin embargo, el simple hecho de pensar en
el concepto de una «mente superior» puede ser una vivencia que
inspire humildad e incluso, hasta cierto punto, que deprima, una vez
que caemos en la cuenta de que la idea de una «mente superior»,
que hace sólo unas pocas décadas no habría que haberle explicado a
nadie mayor de siete años, hoy en día parece algo ajeno y fuera de
lugar. Es raro que se oiga hablar de su existencia, y a muchas perso-
nas este concepto les parece obsoleto. Pero el estudio de Júpiter
puede ayudarnos a infundir nuevo vigor a esta importante dimensión
de todo ser humano. La «mente superior» de Júpiter no es irracional;
es una forma de la razón, pero de la razón inspirada. En las últimas
décadas se ha popularizado demasiado en el mundo occidental, y
con resultados desastrosos, una idea especialmente estrecha de lo
que son la racionalidad y el aprendizaje. Más adelante en este capí-
tulo, seguiremos estudiando a Júpiter como un modo más amplio de
pensar y de aprender, pero antes de dejar este tema, quisiera trans-
cribir una cita de uno de los grandes clásicos de la astrología, publi-
cado por primera vez en 1911; me refiero a Signs of the Zodiac
Analysed (Análisis de los signos del zodiaco], de Isabelle Pagan:

Júpiter es, pues, en la mitología de la época clásica, el soberano repre-


sentativo de la «Mente Divina», a quien se aclama, por consiguiente,
como «Optimus Maximus». Con no menos reverencia se habla de su
homólogo griego, ya que el Zeus de Homero es el Dios Supremo, el
mejor y el más venerado de todos los dioses; el Dios de la Luz, de la
Justicia y de la Verdad; el Padre de los dioses y de los hombres. Do-
mina todos los planos, porque su pensamiento lo abarca todo. Una vi-
bración de su poderosa voluntad hace que se estremezca el universo
entero. Un movimiento de sus cejas sacude las alturas del Olimpo y a
los propios dioses en su trono. Los príncipes y gobernantes son desig-
nados por sus divinos decretos, de acuerdo con lo que merecen las na-
28
ciones, y cuando él ha inclinado la cabeza, su decisión es irrevocable
y no puede ser alterada. Por encima de todas las cosas, es benéfico,
benévolo y bondadoso, y está siempre dispuesto a escuchar las plega-
rias de sus hijos y a acceder a sus ruegos. Los himnos de la antigua
Grecia se dirigían a él, no sólo para reconocer su bondad y su grande-
za, sino también para pedirle, por lo general, dones como la lluvia
después de una sequía, unos vientos benévolos y un tiempo favorable.
Las cimas de las montañas son sus lugares sagrados, y en su aspecto
más severo es el Dios del rayo, de las tempestades y de las nubes.
Sostiene en la mano el rayo, como si se tratara de su cetro, y junto a
su trono de oro hay dos copas rebosantes, de las cuales vierte, según
su divina voluntad, el bien y el mal sobre los hijos de tos hombres. Es
él quien designa a los jueces de las regiones infernales, y al criminal
condenado se lo consideraba un sacrificio adecuado para su altar. La
Mente Divina está íntimamente conectada con todas y cada una de las
partes del Universo, y da origen a innumerables formas de actividad.

El símbolo de Júpiter
Del símbolo que comúnmente se usa para representar a Júpiter, mu-
chos autores han dicho que significa la mente superior, que se ex-
pande más allá de los límites del mundo material. La mayor parte de
las autoridades en la materia afirman que el símbolo de Júpiter está
constituido por un semicírculo y una cruz.

Se dice que el semicírculo representa el alma o la mente, y que


la cruz simboliza la materia. En el símbolo de Júpiter, el semicírculo
está encima de la línea horizontal (u horizonte) de la cruz, a diferen-
29
cia de lo que sucede en el símbolo de Saturno, en el que está debajo
(es decir, simbólicamente sometido a la naturaleza y la materia). [De
hecho, el símbolo de Saturno es esencialmente el de Júpiter en posi-
ción invertida.] Jeff Mayo dice que esto denota que «el alma y la
mente humanas deben expandirse y desarrollar una nueva percep-
ción y una conciencia superior que trasciendan la experiencia física
y el entorno terrenal, pero estando fuera de ellos». Aquí encontra-
mos una vez más esa mezcla de lo espiritual y lo material que ya he
mencionado antes. En realidad, Mayo resume de un modo excelente
el significado del símbolo de Júpiter como forma de expresar ideal-
mente algo similar a lo que Jung llamó «proceso de individuación»,
es decir, la constante expansión hacia la totalidad, que, según dice
Mayo, en el caso de Júpiter implica aprender «participando de una
forma profunda y juiciosa en las experiencias mundanas y compren-
diéndolas», mientras que simultáneamente se preserva «nuestro de-
recho natural a desarrollar nuestra propia y especial naturaleza» (Los
planetas y el comportamiento humano).

Júpiter, el aprendizaje y los regentes de los signos mu-


tables
A fin de entender en profundidad el tipo de mentalidad y el mo-
do de aprendizaje que representa Júpiter, tenemos que contrastarlo
con Mercurio y, hasta cierto punto, con Neptuno, los otros planetas
regentes de los signos mutables. En realidad, debemos estudiar
igualmente los signos de la «cruz mental», como se la suele llamar
(también se la designa como la «cuadruplicidad mutable», puesto
que pone en juego cuatro signos). Todos los signos de la cruz mental
y los planetas que los rigen tienen relación con el aprendizaje.
(Véase figura en la página siguiente.)
Y el hecho de llegar a un amplio entendimiento de todos sus
principios nos permitirá apreciar los diversos modos de aprendizaje.
Cada uno requiere un enfoque diferente y tiene una perspectiva dis-
tinta, y de hecho, cada uno complementa a los demás al cubrir una
parte de la imagen total del conocimiento y la comprensión de la
30
vida. Ha sido una pena que el enfoque mercurial, que tiende a la
separación y el análisis detallado (mediante los estilos característi-
cos tanto de Géminis como de Virgo), haya dominado la sociedad y
la educación occidentales durante bastante más de un siglo.

Se puede encontrar un cuestionamiento convincente y bien ra-


zonado de las consecuencias profundamente negativas e inquietantes
de este dominio de la mente analítica, obsesionada por los datos, en
las instituciones educativas de Occidente en el libro de Page Smith
Killing the Spirit: Higher Education in America [Matar el espíritu:
La educación superior en Estados Unidos]. Smith, educador e histo-
riador de gran experiencia, señala que el hecho de excluir tantos
temas religiosos, filosóficos y «políticamente incorrectos» del pro-
31
grama de estudios de las escuelas empobrece y restringe muchísimo
los campos de la experiencia humana que los estudiantes pueden
explorar. El autor señala que centrarse exclusivamente en la «inves-
tigación», un nombre respetable para una interminable recolección
de datos, la mayor parte de los cuales no proporcionan conocimiento
alguno ni progresos de utilidad, conduce a una «aridez del intelecto
imposible de calcular».

El razonamiento que voy a presentar aquí puede expresarse con sim-


plicidad: la mayor parte de lo que se suele llamar «investigación» en
la universidad moderna no tiene esencialmente valor alguno. No da
como resultado ningún beneficio apreciable para nada ni para nadie.
No hace retroceder esas omnipresentes «fronteras del conocimiento»
de las que se habla con tanta suficiencia; ni tampoco suele hacer que
aumenten la salud y la felicidad de la población en general ni de nin-
gún sector determinado de ésta. Es un trabajo sin sentido llevado a
una escala de una magnitud casi incomprensible, y provoca un
desánimo que paraliza toda iniciativa centrada en la erudición.

El libro del profesor Smith demuestra claramente cómo «la ari-


dez espiritual de la universidad estadounidense es el más deprimente
de todos sus aspectos», que proviene del trágico descuido en que se
han tenido los principios y el método jupiterinos de aprendizaje en
el mundo occidental durante el último siglo.

Hacia 1900, la universidad había excluido todas aquellas esferas de la


investigación y todos aquellos temas que no se pudieran incluir en el
ámbito de lo «científico», y había hecho que todos los que quedaban
(como la literatura y la filosofía) se comprometieran al menos a ser
científicos. Quedaron excluidas preocupaciones humanas tan antiguas
y clásicas como el amor, la fe, la esperanza, el valor, la pasión y la
compasión, la espiritualidad, la religión la fidelidad... De hecho, uno
se siente tentado a decir que se excluyó todo aquello que de alguna
manera pudiera resultar un estímulo para la gente joven ansiosa de re-
cibir alguna orientación o –como puso un estudiante en sus respuestas
a una encuesta– de cultivar «una filosofía de la vida».

En una explicación clásica del conflicto entre lo que yo llamo


32
los enfoques mercurial y jupiterino del aprendizaje, Smith cita el
siguiente pasaje de Robert Lichtman referente al mundo académico:

La calidad, la peculiaridad, la creatividad y la dimensión moral de la


existencia desaparecen ante una insistencia reductora en la medición,
la calificación y los procesos restrictivos de una observación infinita-
mente tediosa y que no viene al caso. El punto de vista humano que
emerge de todo esto es ahistórico, atomista, mecánico, disyuntivo y,
una vez más, aparentemente neutral.

En otras palabras, la forma de ver la naturaleza y la vida huma-


nas que de ello resulta carece completamente de la perspectiva ho-
lista que podría aportarle Júpiter. Page Smith también cita a sir Ri-
chard Livingstone, que fue rector de la Universidad de Oxford, y esa
cita da una visión de especial profundidad de los problemas de la era
moderna en cuanto a su relación con el conflicto Mercurio-Júpiter
que ya he mencionado. Mercurio representa los medios, y Júpiter,
los fines; y Livingstone decía de nuestra época:

«La civilización de los medios sin fines; más rica en medios que nin-
guna otra época, casi más allá de las necesidades humanas; los dilapi-
da y abusa de ellos, porque no tiene ideal alguno que la rija; un cuerpo
grande con un alma escuálida. [...] El desmoronamiento de la filosofía
de Occidente es el gran problema de nuestro tiempo -añadía-, del cual
dependen todos sus problemas menores: porque en última instancia la
conducta de los hombres está regida por sus creencias.» Esas creen-
cias ya no son fácilmente identificables.

Debería estar claro que, para funcionar bien en muchos ámbitos


de la vida, necesitamos un equilibrio entre Mercurio y Júpiter, pero
es preciso suprimir de alguna manera el desequilibrio debido al én-
fasis excesivo que se ha puesto en Mercurio. Después de todo, es el
modo jupiterino de ver las cosas el que nos hace estar especialmente
abiertos a experiencias nuevas, ávidos de explorar territorios desco-
nocidos de la vida; es decir, que debemos utilizar la manera jupiteri-
na de aprender para dejar entrar realmente las observaciones y los
hechos nuevos que luego habrá de analizar Mercurio. La apertura y

33
la fe de Júpiter permitirán que se produzcan nuevos des-
cubrimientos; en su mejor y más viva expresión, las teorías jupiteri-
nas tienden a ser abiertas, lo cual es muy importante, ya que, como
dijo Albert Einstein: «Es la teoría lo que decide qué es lo que pode-
mos observar». Quizás el tránsito de Plutón a través de Sagitario
haga aflorar una vez más a la superficie los modos de aprendizaje
expansivos, esperanzadores, abiertos y vivificantes que representa
siempre Júpiter.

El signo de Júpiter como un modo de aprender


El educador David Hamblin hizo públicos algunos descubrimientos suma-
mente interesantes y originales en la revista The Astrological Journal, de
la British Astrological Association, en el verano de 1978 y el verano de
1981. El autor siguió la pista de los signos en los que estaba emplazado
Júpiter en las cartas de los estudiantes de diversas clases que dirigió, lo
cual era muy fácil porque se reducían a uno o dos signos por año, ya que
Júpiter permanece aproximadamente un año en cada signo. Llegó a la
conclusión de que cada grupo con Júpiter en un determinado signo res-
pondía a un ejercicio de aprendizaje del modo característico de su signo
jupiterino, y «parecía comportarse en el aula a la manera del signo en el
que estaba emplazado su Júpiter». Señala luego que este descubrimiento
tiene importantes implicaciones para los maestros, posibilitándoles la pre-
dicción del comportamiento de determinados grupos y, por lo tanto, per-
mitiéndoles diseñar en consecuencia sus planes de enseñanza.
Aunque Hamblin no hubiera terminado de evaluar todos los signos
jupiterinos cuando publicó sus dos primeros artículos, las siguientes citas
tomadas de ellos dan una clara idea de lo que descubrió y permiten a los
astrólogos seguir determinando con confianza las características específi-
cas de las personas según el emplazamiento de su Júpiter.
El grupo con Júpiter en Géminis respondió muy bien, con una forma de
expresar y explorar las ideas muy libre y vivaz; la respuesta del grupo con
Júpiter en Cáncer fue más pobre, porque preferían un estilo de enseñanza
más autoritario que les proporcionara una mayor protección y significara me-
nos riesgo, y los que tenían a Júpiter en Leo respondieron bien, pero de un
modo mucho más ostentoso y «teatral» que los otros dos grupos.
El grupo con Júpiter en Libra sólo se las arregló moderadamente bien con
el ejercicio. Algo muy notable, sin embargo, fue que estaban mucho menos
interesados en el contenido del ejercicio que en sus propias relaciones inter-
personales dentro del grupo: su objetivo era lograr la armonía en el grupo

34
más bien que mejorar su desempeño individual en la tarea, que no les intere-
só demasiado.
El grupo con Júpiter en Escorpio lo hizo mejor de lo previsto. La mayor
parte de esta clase se dedicó a la tarea con mucha determinación y entusias-
mo. Sin embargo, hubo dos subgrupos que hicieron el ejercicio en un estado
sumamente soñoliento, sin mostrar entrega ni hostilidad, sino sólo apatía, con
lo cual se confirmó la tendencia de Escorpio a oscilar entre un gran interés y
una tremenda apatía.
El grupo con Júpiter en Sagitario no lo hizo tan bien como se había pre-
visto. Se trataba de un grupo sumamente efervescente y «burbujeante», y su
problema con el ejercicio fue que no los «ataba» lo suficiente: siempre se
salían por la tangente de un modo que no venía al caso o «hacían el tonto», y
el problema del absentismo era mayor que en cualquier otro grupo. Sin em-
bargo, sus exposiciones eran bulliciosamente divertidas, y mejores que las de
cualquier otro grupo, a no ser el de los que tenían a Júpiter en Leo.
Los integrantes de un grupo que era una mezcla de Júpiter en Capricor-
nio y en Acuario, de hecho, mostraban principalmente características capri-
cornianas. Trabajaban mucho, y sus trabajos escritos eran en la mayoría de
los casos muy buenos; también daban la impresión de que les resultaba pla-
centero el intercambio de opiniones (quizás a causa del elemento acuariano),
pero su actitud hacia el trabajo era sumamente material, ya que estaban ob-
sesionados por las notas y evaluaciones, y causaron más problemas a los
conferenciantes con sus quejas aparentemente quisquillosas sobre el «siste-
ma» que cualquier otro grupo aparte del de Júpiter en Virgo.
Citas tomadas de «Jupiter in the Classroom» [Júpiter en el aula].

Podemos enfocar nuestro estudio de los signos mutables y de sus


regentes desde muchos ángulos, pero vamos a continuar con el con-
traste entre Júpiter y Mercurio. Charles Carter expresa sucintamente
este contraste en su libro Algunos principios de la delineación del
horóscopo.

35
Júpiter es un Mercurio constructivo y progresista. A Mercurio le in-
teresan las cosas tal como son; examina sin especular ni planear por
anticipado. Júpiter parece ser más bien un explorador y experimenta-
dor, siempre dispuesto a llevar la mirada hacia horizontes más am-
plios, ya sean éstos mentales o físicos. Se lo conoce como el planeta
del crecimiento, pero no se trata de un mero crecimiento en el sentido
de algo que se agranda, sino de un despliegue perpetuo que va for-
mando combinaciones y variaciones nuevas. La naturaleza, en su tota-
lidad, es un ejemplo de este aspecto de Júpiter: la evolución es una
manifestación típicamente jupiterina, y una de las más importantes.
En los seres humanos, es Júpiter quien despliega nuestras posibilida-
des y lleva a la plena expresión aquello que está latente; en realidad, si
aceptamos que la autoexpresión es el propósito de la vida, entonces
Júpiter, significativamente el cuerpo más grande del sistema solar
después del Sol, es el símbolo de ese propósito, y los tres planetas que
lo preceden (Mercurio, Venus y Marte) representan principios que son
requisitos previos para lograrlo.

Paul Wright, en una conferencia sobre Júpiter, señalaba las dife-


rencias entre los métodos de razonamiento mercuriales y jupiterinos.
En el mejor de los casos, Júpiter puede, por supuesto, ser la razón
inspirada; pero, tal como señala Wright, lo más común es que Júpi-
ter sea irrazonable.

Júpiter argumenta a partir de principios, con opiniones nacidas de la


convicción o de la fe, impermeables al razonamiento. La verdad jupi-
terina es absoluta e incondicional, y no está abierta al debate. La ra-
zón, en el sentido de justificación lógica o de sensatez, es decir, la que
está abierta a un punto de vista alternativo, es una característica mer-
curial.

En el mejor de los casos, Júpiter tiene una mentalidad muy am-


plia y se muestra tolerante con múltiples puntos de vista; la verdad
es que, con mucha frecuencia, a los jupiterinos les encanta el debate
por sí mismo, pero, tal como dice Wright, es muy raro que Júpiter se
deje influir por otras personas y sus ideas, a diferencia de Mercurio,
que es más fácil de convencer. También en la interpretación de las
cartas, Júpiter se mantiene firme y no se deja influir mucho por otros
36
factores, mientras que Mercurio es siempre fácil de influir y asume
el matiz de cualquier otro factor que esté en contacto con él. Al
igual que el mercurio en un termómetro, el Mercurio astrológico
reacciona constantemente a los cambios externos.
Antes del descubrimiento de Neptuno, a Júpiter se lo considera-
ba el único planeta regente de Piscis, y por ello en esa época Mercu-
rio y Júpiter tenían bajo su dominio los cuatro signos mutables (o
«mentales»). Pronto estudiaremos la forma en que Neptuno encaja
hoy en día en esa cruz mental, pero es significativo que los signos
regidos por Júpiter (Sagitario y Piscis) se opongan a los signos regi-
dos por Mercurio (Géminis y Virgo). Una manera de expresar ese
contraste es decir, citando otra vez a Carter, que «Júpiter se mani-
fiesta en un lienzo mucho más amplio que Mercurio». Y continúa:

La visión de Géminis es normal, y la de Virgo es microscópica, pero


la de Júpiter es telescópica y explora horizontes distantes. Mercurio
estudia los mapas locales, y generalmente es una autoridad en itinera-
rios de metro y autobús, pero Júpiter pide atlas y mapas de continen-
tes.
Exactamente las mismas características aparecen en la vida inte-
lectual. Júpiter busca principios generales e ideas universales, mien-
tras que Mercurio es un crítico y un comentarista, un anotador de
márgenes. (Ensayos sobre los fundamentos de la astrología)

Otro de los padres de la astrología moderna, Dane Rudhyar,


consigue penetrar aún más en la diferencia entre Mercurio y Júpiter,
tal como lo expresa en su esclarecedor libro Un estudio astrológico
de los complejos psicológicos.

Júpiter es el símbolo de la salud y la cordura, de la integración interior


y el éxito en la vida. Hace de la existencia una totalidad, y compensa
la tendencia al exceso individualista y separatista del yo y de su ins-
trumento, la mente analítica (Mercurio).

Rudhyar pasa luego a señalar algo que raras veces se ha aborda-


do en los libros y conferencias sobre astrología: a saber, que Mercu-
rio y Júpiter deben estar equilibrados para que haya salud psicológi-

37
ca y física, así como para facilitar la comunicación y las relaciones
sociales. El resultado de una acentuación excesiva de Mercurio es
que la mente se encuentra abrumada por un número infinito de deta-
lles que esencialmente no tienen significado ni organización alguna,
pero que sobrecargan el sistema nervioso y la mente con datos tri-
viales, con una infinidad de «hechos» inconexos, etc. Este tipo de
persona puede dar la impresión de saberlo todo, pero sin entender
nada. Tal desequilibrio también puede manifestarse como trastornos
nerviosos, dificultades para aumentar de peso, desequilibrios menta-
les y emocionales causados por nimiedades, y problemas para de-
terminar un sentimiento de dirección personal. Por otra parte, una
acentuación excesiva de Júpiter puede expresarse en una mente re-
bosante de grandes ideales y creencias fervorosamente adoptadas,
pero con pocos conocimientos que les sirvan de base. La mente
puede estar «desnutrida» debido a la falta de hechos prácticos y de-
talles concretos, y quizás haya una tendencia a aumentar demasiado
de peso y a mantenerlo, lo cual tiene como consecuencia una pérdi-
da de flexibilidad y de energía dinámica.
En su innovador libro The Astrology of Self-Discovery [La as-
trología del autodescubrimiento), Tracy Marks identifica varios
conceptos contrapuestos sobre Géminis y Sagitario que de igual
manera podemos emplear para iluminar la comparación entre Mer-
curio y Júpiter:

conocimiento frente a comprensión


lógica frente a intuición
concreto frente a abstracto
medios frente a fines
diversidad frente a unidad
presente frente a Futuro
aquí y ahora frente a allá a lo lejos

En la misma sección del libro, la autora enumera también algunas


palabras elave que describen la integración de los principios de
Mercurio y Júpiter, al mismo tiempo que equilibran los signos de
Géminis y Sagitario:

38
sabiduría práctica diversidad significativa
presente expandido diseminación de la sabiduría
razonamiento inspirado interacción con un propósito

La polaridad Géminis-Sagitario
Yo me ocupo de enseñar a mis aspiraciones a adaptarse a los hechos,
en lugar de intentar que los hechos armonicen con mis aspiraciones.
THOMAS HUXLEY

Muchas veces he querido dejar de hablar para descubrir lo que real-


mente creía.
WALTER LIPPMAN

Extenderemos ahora nuestra exploración a la polaridad de los signos


Géminis y Sagitario, cuya tensión mental queda bellamente ejempli-
ficada por las dos citas que abren esta sección y que fueron selec-
cionadas por Tracy Marks para que aparecieran en su libro La astro-
logía del autodescubrimiento. Aunque ambos signos tienen sin duda
mucho en común, y en realidad las personas con estos «énfasis
opuestos» suelen llevarse muy bien y encontrarse recíprocamente
muy estimulantes, sus diferencias también son muy reveladoras. Por
ejemplo, Charles Carter escribió:

Sagitario se diferencia de Géminis en la profusión y el descuido, am-


bos característicos del fuego. Géminis es un maestro en hechos y ci-
fras, exacto y preciso; Sagitario es un maestro en ideas y teorías, y
busca trascender lo ya verificado, lo que satisface a Géminis, para
adentrarse en lo desconocido y lo inexplorado. Físicamente no es, en
39
modo alguno, el gran viajero que describe la tradición, pero mental-
mente es un viajero perpetuo que se adentra en mares desconocidos.
Los hechos innegables son algo que lo limita, y este es un signo que
aborrece las limitaciones. (Ensayos sobre los fundamentos de la astro-
logía)

NOTA: Cito a Charles Carter con tanta frecuencia no sólo debido a la forma
sucinta e incisiva en que expresa observaciones notables, sino también
porque gran parte de sus mejores obras están completamente agotadas, y
por ello son inaccesibles para las generaciones venideras de estudiantes y
estudiosos de la astrología, a no ser que, por lo menos, en los libros publi-
cados en la actualidad se lo cite extensamente.

Antes de referirnos a otros contrastes y diferencias entre Gémi-


nis y Sagitario, en interés de los estudiantes de astrología más inex-
pertos, para quienes es probable que las similitudes entre estos dos
signos no sean tan obvias, explicaré brevemente los paralelismos
que hay entre ellos. Como todos los signos opuestos del zodíaco,
Géminis y Sagitario tienen mucho en común y son complementarios
en muchos sentidos, mientras que en otros son prácticamente contra-
rios. Ambos signos son «positivos» o «activos», mentalmente extra-
vertidos (o mutables), uno de aire y otro de fuego. Los dos son muy
curiosos, sumamente amigables y abiertos, y necesitan sin cesar
estímulos mentales nuevos. Les interesa tanto la comunicación y la
interacción con los demás que no es extraño que, según mi expe-
riencia, sean dos de los signos que suelen estar más destacados en
las cartas de los buenos vendedores, que tienen que disfrutar del
toma y daca con otras personas para tener éxito en su campo. Tanto
a Géminis como a Sagitario les gusta acercarse a la gente y aden-
trarse en un mundo de ideas y experiencias nuevas, y la libertad para
hacerlo es sumamente importante para ellos. Los dos necesitan hasta
tal punto tener estímulos, que cuando una persona o una experiencia
ya no les proporciona energía no tardan en sentirse aburridos, y en-
tonces tienen grandes dificultades para seguir manteniendo la cons-
tancia, la coherencia y los compromisos contraídos.
Hay una comparación sumamente reveladora de Géminis y Sa-

40
gitario en el magnífico Libro de Paul Wright The Literary Zodiac
[El zodíaco literario]:

Sagitario [...] tiende a mirar más allá del objeto real para descubrir su
significado en un estrato subyacente y [...] espiritual de la existencia.
Géminis, por su parte, es un signo que tiende a desmitificar. [...] Re-
presenta lo real frente a lo abstracto, y también las partes frente al to-
do, lo particular frente a lo general, los hechos frente a los principios,
etc. Del mismo modo, Géminis es más bien humanista que deísta, o
por lo menos defiende una religión natural y pragmática con preferen-
cia a la variedad sobrenatural. Es objetivo, empírico y racional en lu-
gar de subjetivo e intuitivo.

En realidad, a menudo me he encontrado con nativos de Gémi-


nis (y también de Virgo, el otro signo regido por Mercurio) a quie-
nes les encanta hallar la única excepción de una regla, creencia o
principio rector que a una persona jupiterina le parecería completa-
mente satisfactorio e inspirador.
Las naturalezas complementarias de estos dos signos están am-
pliamente explicadas, y además con ejemplos fisiológicos, por Mar-
cia Moore y Mark Douglas en su extenso y exhaustivo libro de texto
Astrology, the Divine Science [Astrología, la ciencia divina]. Los
autores señalan que Géminis conecta, y Sagitario coordina: «Gémi-
nis vincula las partes separadas de un sistema, mientras que Sagita-
rio dirige el organismo como un todo». Tradicionalmente, Géminis
rige los brazos, los hombros y las manos, y en cambio, Sagitario rige
las caderas y los muslos. Los autores del libro citado señalan un
hecho fisiológico que también tiene una aplicación más amplia para
la comprensión de estos dos signos: «Los brazos y las manos de
Géminis se mueven mucho sin ir a ninguna parte, mientras que las
caderas y los muslos de Sagitario llevan el cuerpo en pos de un obje-
tivo». Las manos, por descontado, son útiles para habilidades más
delicadas.
Quienes estudian la terapia de la polaridad, así como la «somá-
tica» (otro sistema para equilibrar la energía), aprenden todo lo que
se relaciona con la complementariedad y los flujos de compensación
de energía de los brazos y hombros con las piernas, y en realidad
41
cualquiera puede tener fácilmente una experiencia de esto si camina
con movimientos lentos mientras presta atención a la forma en que
los lados opuestos del cuerpo trabajan juntos con fluidez y sin es-
fuerzo. Tradicionalmente, Géminis rige también los pulmones y los
nervios menores, mientras que Sagitario rige la parte inferior de la
columna vertebral (y sus nervios), el nervio ciático –el más largo del
cuerpo– y el hígado, el mayor de los órganos internos. Moore y
Douglas explican la importante relación de otros procesos físicos
con estos signos del zodíaco tan mentales:

El vínculo entre la respiración, los nervios y los procesos del pensa-


miento explica el efecto calmante de los ejercicios de respiración pro-
funda. Uno de los rasgos distintivos de diversas disciplinas espiritua-
les es el control de la respiración como un recurso para centrar el pen-
samiento y expandir la consciencia. Los movimientos de estiramiento
son jupiterinos, dado que implican que uno vaya más allá de sí mis-
mo, y sus efectos tranquilizadores son especialmente beneficiosos pa-
ra los nerviosos, inquietos e inconstantes geminianos. Los sagitaria-
nos, con su amor por los deportes, se dan cuenta instintivamente de
que el ejercicio fortalece los pulmones y hace que el cuerpo queme el
oxígeno que necesita para producir un bienestar tanto mental como fí-
sico. La inspiración geminiana es, literalmente, el acto de aspirar el ai-
re, mientras que la inspiración sagitariana eleva la mente, y ambas es-
tán estrechamente conectadas.

El contraste entre Sagitario y Virgo


Puesto que Virgo es un signo regido por Mercurio, muchas de las
diferencias entre este planeta y Júpiter que he citado son válidas
también aquí. Además, Virgo tiende asimismo a querer desmitificar
42
la vida, tal como escribió Paul Wright refiriéndose a Géminis. Des-
pués de todo, Virgo es el signo opuesto a Piscis, y está en cuadratura
con Sagitario; y a Piscis se lo considera con razón el signo más in-
clinado al misticismo y a mitificar todos los aspectos de la vida. En
realidad, Virgo es más incompatible con Sagitario y es más diferente
de este signo que Géminis. Como ya he dicho, los signos opuestos
tienen, invariablemente, un montón de similitudes, pero Virgo tiene
pocas con Sagitario, a no ser, quizás, una tendencia a ser de lengua
mordaz, despreciativo y, en ocasiones, a responder de un modo cor-
tante para reventar el punto de vista o las pretensiones de su oponen-
te.
Podría llenar muchas páginas con las diferencias entre Sagitario
y Virgo, pero como no es posible, mencionaré sólo unas cuantas
cosas. En primer lugar, Virgo suele ser mucho más humilde que
Sagitario, y por lo general prefiere una forma de pensar más simple
y específica, así como también un modo de vida más convencional y
moderado. A Sagitario le cuesta aceptar un hecho o una idea simple,
porque prefiere los debates interminables, posiblemente por el pla-
cer que obtiene de ellos. Lo que suele preferir Virgo es ser verdade-
ramente útil a los demás de cualquier manera que lo necesiten, aun-
que hay que admitir que, con demasiada frecuencia, la facultad crí-
tica de este signo se aplica a los demás de maneras que ellos ni ne-
cesitan ni en modo alguno han pedido. Sagitario también es capaz
de ayudar, principalmente mediante su generosidad y su habilidad
para inspirar y dar ánimos; pero, al igual que Virgo, también puede
expresar su «buena voluntad» de tal manera que el destinatario no la
agradezca. Es, por ejemplo, el caso del predicador o el proselitista
de su propio punto de vista que quiere ayudar a los demás, pero en
sus propios términos, o mejorar a quienes no están interesados en
que los mejoren y, por lo tanto, no se muestran receptivos a las su-
gerencias de Sagitario. Como la forma de ver las cosas de Virgo es
microscópica y la de Sagitario es telescópica, sus respectivos enfo-
ques de la vida son muy diferentes y claramente opuestos, pero nin-
guno de los dos signos es demasiado sensible a las emociones y los
sentimientos de las personas que los rodean. La verdad es que quie-
nes tienen ambos signos acentuados en su carta natal son siempre
43
seres sumamente mentales, y pueden ser muy mordaces con sus pa-
labras y muy bruscos en sus reacciones ante los demás, con una ten-
dencia a las discusiones y, con frecuencia, a la insensibilidad.

En su obra El zodíaco literario, Paul Wright dice, respecto de la gran canti-


dad de sagitarianos que se destacan como críticos de la sociedad, ya sea
expresando sus observaciones mediante el humor (Mark Twain y Woody
Allen), la poesía (William Blake), los diálogos o artículos controvertidos
(William F. Buckley, Jr.), o por otros medios:
La segunda variación importante del tema ideal-realidad se expresa por me-
diación de esos sagitarianos que se destacan como críticos de la sociedad.
Muchos escritores de todos los signos tienden a lamentarse de las deficien-
cias de la sociedad, pero, con frecuencia, Sagitario lo hace de un modo espe-
cialmente burlón. Sin embargo, la característica más esencial de este signo es
la frecuencia con que su crítica se centra en un divorcio entre lo real y lo
ideal. Esto puede asumir dos formas distintas: o bien se señala un exceso de
«ideal» o bien una carencia. Es frecuente que los escritores sagitarianos se
empeñen en desinflar los sueños o abrirse paso a la fuerza a través del ro-
mance y las ilusiones con que los hombres tienden a envolverse a sí mismos
y a envolver su mundo.
Otro sagitariano, Jonathan Swift, el autor de Los viajes de Gulliver,
también «pinchó» las pretensiones de la naturaleza humana de un modo
muy divertido. Por ejemplo, reveló la tendencia a la estupidez y la auto-
destrucción que a menudo vemos en la sociedad humana al reflejarla en
el hecho de que los liliputienses declararan una guerra por la manera co-
rrecta de romper un huevo.

Cuando las energías de estos dos signos colaboran, vemos habilida-


des y talentos complementarios, como por ejemplo: Virgo no pierde
de vista los detalles mientras que Sagitario se queda con una visión
global de todo el cuadro; Virgo ayuda a dar forma a las inspiracio-
nes de Sagitario y a aplicarlas, y asimismo, dada su poca inclinación
a correr riesgos mientras no estén verificados y
confirmados todos
los detalles, puede atemperar la tendencia sagitariana a lanzarse con
mucha fe a hacer algo demasiado pronto, dejándose atrapar comple-
tamente por las vastas posibilidades, pero en general sin hacer caso
alguno de los aspectos prácticos. En realidad, tanto a Virgo como a
44
Sagitario les interesa mejorar, Virgo, simplemente, enfoca las cosas
de forma más inmediata y restringida.
Hay ocasiones en que parece que las evidentemente nobles in-
tenciones de los sagitarianos se les subieran a la cabeza, lo cual los
conduce a cierta forma de autoengrandecimiento que, admitámoslo,
es común en todos los signos de fuego. Por otra parte, en la natura-
leza de Virgo suele haber un mecanismo bien desarrollado para en-
contrar defectos y fallos, que no perdona a nadie, ni siquiera al pro-
pio nativo de este signo, así que generalmente el autoengrandeci-
miento no es en este caso un problema importante, como no lo es
tampoco la susceptibilidad a la adulación, a la que Sagitario es algo
propenso (pero este nativo, aunque tal vez le gusten los halagos tan-
to como al infantil Leo, no deja que su placer se note de forma tan
evidente).
Por otro lado, Sagitario no es capaz de tomarse las críticas tan
bien como Virgo, ¡que anda siempre buscando más! (Muchas veces,
parece que los Virgo disfrutaran con la cantidad de defectos que son
capaces de encontrar en sí mismos y en los demás.) Este contraste
en las respectivas personalidades es, probablemente, más obvio si
examinamos a Virgo y Sagitario como signos lunares, puesto que la
Luna simboliza una reacción instintiva que se produce tan espontá-
neamente que es difícil ocultarla o modificarla. Mientras que las
personas con la Luna en Virgo, como me dijo una de ellas, tienen
«un sentimiento de culpabilidad bien desarrollado» que hace que
supongan que cualquier crítica puede ser en efecto válida, la reac-
ción instintiva de quienes tienen a la Luna en Sagitario es querer
elevarse por encima de los pequeños detalles y evitar fijarse en los
hechos siempre que puedan. Así, es frecuente que la dureza de los
hechos los estimule a activar el lanzallamas que tienen en la lengua,
con la intención evidente de reducir la crítica a cenizas. En otras
palabras, como les ocurre a todos los que tienen a la Luna en signo
de fuego, tienden a ponerse inmediata y agresivamente a la defensi-
va, aunque después a veces lamenten su comportamiento. Sin em-
bargo, esta reacción de rechazo a la crítica les sirve, de hecho, para
no deprimirse emocionalmente y les ayuda a conservar su optimis-
mo.
45
Júpiter y Neptuno
La única felicidad auténtica se obtiene derrochándonos a nosotros
mismos en pos de un objetivo.
JOHN MASON BROWN

Espero que la cita que abre esta sección les parezca cierta tanto a las
personas intensamente jupiterinas como a quienes están en una fuer-
te sintonía con Neptuno. Una de las cosas más fascinantes, y en cier-
ta medida sorprendentes, que he descubierto en mi investigación
para este libro es cuánto, en realidad, tienen en común Júpiter y
Neptuno. Poco después del descubrimiento de este último, los astró-
logos empezaron a hablar de él como el regente de la «octava supe-
rior» de Piscis. Aunque tendría que estar de acuerdo con esa desig-
nación, yo –a diferencia de la mayoría de los astrólogos modernos–
no quisiera ceder del todo a Neptuno la condición de regente de Pis-
cis. Júpiter sigue siendo sumamente poderoso para todas aquellas
personas que tienen el signo de Piscis destacado en su carta natal.
Los que estén familiarizados con mi trabajo sobre lo que yo llamo
«subtonos» (véase mi libro New Insights in Modern Astrology
[Nuevas revelaciones de la astrología moderna]) sabrán que consi-
dero que la posición por signo de Júpiter constituye una armonía
energética y un tono de personalidad especialmente fuertes en cual-
quiera que tenga al Sol, la Luna, el Ascendente o un stellium impor-
tante en Piscis. Desde luego esto también es válido para los que tie-
nen estos poderosos factores en Sagitario.
Ante todo, tanto Júpiter como Neptuno representan funciones
del crecimiento y la transformación personales hacia un nivel supe-
rior de la conciencia. Ambos, cada uno a su manera, representan las
necesidades superconscientes del ser humano. Los dos indican los

46
anhelos de un ideal de la mente superior. Ambos pueden inspirar en
una persona el sentimiento de un sentido trascendente de su vida,
confiriendo significado a esa vida en la medida en que ayudan a la
persona a unir sus propósitos y sus sueños con mi poder, una fuerza
o una verdad mayor. Tanto Júpiter como Neptuno tienden a interpre-
tar la vida de un modo religioso, metafísico o filosófico, aunque
obviamente Piscis suele ser más místico y Sagitario más religioso a
la manera ortodoxa, dentro de las tradiciones e instituciones estable-
cidas. Ambos planetas necesitan dar de sí mismos y se los conoce
por su generosidad. Los dos están ávidos de sentir alguna forma de
unidad con toda la humanidad, y de creer en ella. Ambos miran más
allá de las nimiedades y los fallos personales de los seres humanos,
y nos incitan a marcamos objetivos más lejanos que sólo podemos
imaginar porque todavía no se conocen a fondo ni tampoco se han
demostrado lógicamente.
Además, hay que decir que tanto Júpiter como Neptuno indican
un anhelo de libertad, y aunque parezca extraño, es frecuente que los
dos busquen la experiencia de esa libertad mediante la obediencia a
una ley superior. Es bien conocida la facilidad con que los neptunia-
nos se dan a sí mismos en una actitud de sumisión, intentando su-
perar su aislamiento al fusionarse con otra persona u otro ser, o con
un grupo o un servicio. Tal como señala Paul Wright en su libro
Astrology in Action [Astrología en acción], Júpiter comparte con
Neptuno una inclinación similar, y podría abrirnos los ojos a un sen-
timiento nuevo de lo que puede significar «la libertad», que es muy
diferente de la tendencia individualista del «tú ocúpate de lo tuyo»,
hoy tan ampliamente promovida por los medios de comunicación
occidentales.

[Júpiter] representa el universalismo, y particularmente la creación de


una ley o un sistema de creencias. Simboliza la fe en un sentido am-
plio, y la religión como fenómeno colectivo. El principio jupiterino no
está relacionado, tal como se suele suponer, con la libertad, sino con
la obediencia y la subordinación a algo que se percibe como una auto-
ridad superior, ya se trate de un principio religioso, político o moral.
Sin embargo, se puede decir que esta entrega representa, en sí misma,
una forma de libertad, por más diferente que sea del concepto que hoy
47
en día tenemos en Occidente de lo que significa ser libre. De la misma
manera, también se puede argumentar que el concepto occidental
(mercurial) de libertad, tanto de pensamiento como de palabra -la li-
bertad de ser diferente-, es en sí mismo algo ilusorio y que no viene al
caso. (Astrología en acción)

El poeta Robert Frost describe así este logro de la libertad me-


diante la obediencia: «Eres libre cuando te sientes cómodo con tus
ataduras».
Tal vez para mí lo más sorprendente que he descubierto de Júpi-
ter mientras lo investigaba es que, cuanto más profundizo en este
planeta, tanto más esquivo se me muestra. A Júpiter, como a Nep-
tuno, no le gusta que lo compriman, y no se lo puede constreñir den-
tro de las estrechas definiciones y la «lógica» estricta de la mentali-
dad analítica que quiere escribir un libro pulcramente organizado.
De hecho, todos los regentes de los signos mutables (es decir, varia-
bles) son sumamente esquivos; incluso Mercurio nos dará esta im-
presión si alguna vez intentamos capturar el metal del mismo nom-
bre, ya que no para de dividirse y saltar por todas partes. En resu-
men, Júpiter no es ni de lejos tan simple como yo me había imagi-
nado, y sí mucho más dinámico de lo que creía.
Si queremos contrastar las respectivas naturalezas de Júpiter y
Neptuno, lo mejor será que nos concentremos en Sagitario y Piscis,
que nos ayudarán a sacar a la luz tanto las similitudes como algunas
de las diferencias entre estos dos planetas. Sin embargo, lo que to-
davía me queda por aclarar es que Neptuno es un modo de percibir y
de aprender más refinado que Júpiter; Neptuno es más incognoscible
e inefable, y sus percepciones sólo pueden expresarse por mediación
de la música, el arte o la poesía, o bien con palabras piadosas. Júpi-
ter, por su parte, aunque difícil de resumir e imposible de constreñir
dentro de parámetros lógicos, sí tiene que ver con un conocimiento
en cierto modo conceptuable dentro del campo de la filosofía y de
las ocupaciones mentales y teóricas de orden superior.
Ambos planetas pueden llevar a un autoengrandecimiento, a ilu-
siones engañosas y/o espejismos, a un abuso del idealismo, y a afi-
cionarse a un exhibicionismo y un glamour huecos y sin sentido

48
alguno. Sin embargo, Júpiter tiende a estimular el crecimiento y la
expansión del yo y de la personalidad, mientras que Neptuno con
frecuencia favorece una disolución o por lo menos una refinación de
estos mismos factores, de tal modo que a través de ellos pueda fluir
una realidad más sutil. Júpiter tiene un impulso a la extraversión, la
expansión y la autoexpresión en el mundo exterior, poniendo en
práctica su propia fe en sus actividades externas. Neptuno impulsa a
muchas personas hacia dentro, hacia dimensiones de la vida y nive-
les de conciencia más sutiles. En otras palabras, si bien ambos pla-
netas están relacionados con el idealismo, es más probable que Júpi-
ter exprese sus ideales mediante acciones mundanas que lleguen a
tener una notable influencia en la sociedad. Incluso cuando Neptuno
lleva sus ideales a la práctica mediante el servicio a los demás, tien-
de a sacrificarse más que Júpiter, y a mantenerse más en un segundo
plano.

Las similitudes y las diferencias entre Sagitario y Piscis


Es frecuente que en los antiguos libros de astrología se encuentre
uno con frases como ésta: «Júpiter se muestra activo en Sagitario y
pasivo en Piscis». Hay en ello cierta verdad, pero podemos llevar
más lejos la comparación con resultados reveladores. Las caracterís-
ticas jupiterinas se expresan mentalmente en ambos signos, pero con
mucha más emoción, compasión y benevolencia en Piscis. Sagitario
termina por cansarse de escuchar los problemas ajenos, cosa que a
Piscis raramente le sucede. Ambos signos muestran una considera-
ble complacencia en las especulaciones y discusiones intelectuales.
Cuando empecé a estudiar astrología, mientras estaba en la univer-

49
sidad, me sorprendió ver cuántos nativos de Piscis había entre los
que aspiraban a ser profesores. En cierto sentido, el mundo acadé-
mico es como un país de fantasía, con su propio lenguaje, sus leyes,
reglas y realidades, y no puedo menos que preguntarme si no será
ése uno de los atractivos para la gente con una fuerte influencia de
Piscis, que quizá se sienta segura en ese mundo aparte, en esa «torre
de marfil». (Recuerde el lector que las primeras universidades se
desarrollaron a partir de los monasterios, instituciones con las cuales
Piscis tiene, tradicionalmente, una gran afinidad.)
Grant Lewi, un astrólogo y escritor de gran talento, con el Sol
en Géminis, autor de libros que han tenido una gran acogida entre el
público, como Astrología para todos y Lo que saben las estrellas,
hace una importante observación sobre Sagitario en el menos cono-
cido de sus libros, Your Greatest Strength [Tu mayor fuerza]:

[...] la mayor de las debilidades de Sagitario [es] una incapaci-


dad para admitir un motivo menos elevado que los suyos pro-
pios; una propensión a tomar los deseos por realidades que se
convierte en un optimismo dulzón y una fe ciega en todo el
mundo, y una tendencia a ser ingenuo y a creerse lo que él quie-
re creer, tanto sobre sí mismo como sobre los demás.

Ahora, si el lector quiere limitarse a sustituir la palabra Sagitario


por Piscis y vuelve a leer la cita que antecede, creo que la encontrará
igualmente exacta. En realidad, en mi libro Astrología, karma y
transformación relacioné específicamente al planeta Neptuno con la
tendencia a «creerte lo que quieres creer», que a menudo conduce al
autoengaño. Creo que podemos resumir esto con precisión de la
siguiente manera: cualquiera que tenga en su carta natal una fuerte
acentuación de Neptuno o Júpiter, Sagitario o Piscis, puede mostrar-
se proclive a esta forma de credulidad. ¡Y hasta se podría decir que
es el resultado de un exceso de fe!
Con gran frecuencia he visto cómo muchas personas que tienen
acentuado a Sagitario o a Piscis (o bien un Júpiter o un Neptuno
especialmente fuerte, aunque no haya planetas en Sagitario ni en
Piscis) caen víctimas de esa tendencia. Parece como si proyectaran
50
sus propias virtudes sobre los demás y tuvieran fe en su nobleza y su
magnanimidad. Suponen que los demás son personas honradas que
mantendrán su palabra. Quienes tienen a cualquiera de los dos sig-
nos jupiterinos como Ascendente dan a veces la impresión de ser
crédulos en un grado sumo. Precisamente la semana pasada, por
ejemplo, recibí una carta de un amigo que es Ascendente Sagitario
(es decir, que está «regido por Júpiter»). Parece que finalmente ha
conseguido llegar al fondo de algunos de sus perpetuos problemas
económicos. El contable en quien estuvo confiando durante muchos
años para que mantuviera la solvencia de su empresa y lo asesorase
adecuadamente, no sólo le estaba dando consejos inútiles, que le
provocaban mayores gastos, ¡sino que además le estaba malversan-
do fondos!
Otra persona con Ascendente Sagitario inició con todo entu-
siasmo, durante varias décadas, más de dos docenas de sociedades
comerciales sin verificar la capacidad ni las referencias de sus «so-
cios», y en casi todos los casos tuvo que terminar en los tribunales
como resultado de semejantes embrollos. O tuvo que demandar a
sus socios, o ellos lo demandaron a él, o bien lo demandó algún ter-
cero a causa de los actos delictivos de los socios comerciales en
quienes él tanta fe había depositado. Por lo menos tres de ellos re-
sultaron convictos de delitos graves, ¡y probablemente unos cuantos
más se lo habrían merecido! Y desde luego, no ayudó a mejorar las
cosas el hecho de que nuestro hombre tuviera a Plutón, el planeta
del mundo subterráneo, en la casa siete.
En su libro Astrología en acción, Paul Wright señala que tanto
Sagitario como Piscis muestran con frecuencia su amplitud de pen-
samiento o de visión, aunque no destaquen por su capacidad de dis-
cernimiento (Mercurio). En realidad, la sección en donde compara
estos dos signos es tan buena que este capítulo quedaría incompleto
si no incluyera una extensa cita de ella:

Sagitario en particular puede ser intransigente e inflexible. Júpiter y


sus signos son intuitivos en cuanto pueden ver el potencial de una idea
antes de que se haya revelado, y tienen fe suficiente para llevarlo a la
realidad. Aunque igualmente, las personas con estas influencias acen-

51
tuadas están llenas de grandes ideas y grandiosos planes nada prácti-
cos.
Ambos signos son propensos a los bruscos cambios anímicos, y
Piscis en particular tiene tendencia a irse a los extremos en el plano
emocional: es tan capaz de desaprobarse a sí mismo como de estar
lleno de autocompasión, o de mostrarse abnegado hasta el martirio.
Pero también es compasivo y siente una empatía instintiva por los pa-
rias de la sociedad y los desamparados. Es un signo que siempre per-
dona. Es tímido, pasivo y retraído por naturaleza, más capaz que nin-
gún otro signo de valorar la soledad. Y también puede mostrar apatía,
letargo y, en ocasiones, una especie de parálisis de la voluntad.
Sagitario es, probablemente, la influencia más franca y directa del
zodíaco, y también la más dogmática y didáctica. Puede ser moralista
y santurrón. En este signo hay un lado muy noble y honrado, que
pugna por elevarse más allá de la bajeza y vivir de acuerdo con los
dictados de su conciencia. Tanto en Piscis como en Sagitario hay una
necesidad de algo diferente del prosaico mundo cotidiano, que sea
más interesante y elevado, más heroico y aventurero, dotado de más
encanto, o bien más refinado, lo cual hace que sientan atracción por
aquellas esferas que encarnan estas cosas (o, en términos más genera-
les, por los ámbitos donde la frontera entre realidad y fantasía se di-
fumina).
La tendencia escapista es fuerte en Piscis, que con frecuencia mi-
rará hacia delante en busca de un futuro mejor y condicionará su vida
a esta esperanza. Tanto Júpiter como los dos signos que rige represen-
tan el optimismo, o al menos la tendencia a ilusionarse. El engaño es
una faceta del principio jupiterino que es más evidente en Piscis.
También hay una propensión a la confusión y la hipocresía. Sagitario
es una influencia esencialmente sincera, aunque tienda al autoengaño
y los delirios de grandeza. También puede haber una tendencia al au-
toengrandecimiento y a imaginarse que uno es más importante o más
atractivo de lo que realmente es.
Júpiter y los signos que rige están especialmente dotados para el
lenguaje. Se sienten estimulados por los viajes y los lugares foráneos,
aunque en el pasado se ha insistido demasiado en ese aspecto. Por lo
general, una fuerte influencia jupiterina otorga un ánimo entusiasta, o
lo que en ocasiones se llama una naturaleza apasionada. Puede haber
un lado jovial y optimista. Sagitario puede ser un buen narrador, al-
guien que sabe qué tiene que mantener tal como es en realidad y qué

52
puede exagerar y adornar. Ambos signos suelen ser marcadamente ex-
travagantes, con tendencia a vivir por encima de sus medios. Los dos
acostumbran ser generosos, e incluso pueden llegar a ser unos filán-
tropos. Hay una tendencia a asumir demasiado y a no tener conciencia
de las limitaciones.

Una vez más deberíamos recordar que todos los signos mutables
son signos de aprendizaje, y que necesitan un cambio y un movi-
miento constantes para organizar la vasta gama de experiencias vita-
les que precisan para aprender más. Como decía Charles Carter (a
quien ya he citado), «Sagitario es un viajero que siempre se adentra
en mares desconocidos», y creo que esta frase es igualmente válida
para Piscis, que además es un signo de agua. Carter cita más adelan-
te al escritor Robert Louis Stevenson, el autor de La isla del tesoro y
de otros muchos libros populares, que era muy viajero: «Viajar con
ilusión es mejor que llegar». ¡Sin duda, este es un sentimiento muy
jupiterino! (De paso, digamos que en la carta de Stevenson, Júpiter
está en trígono con el Ascendente; Neptuno y la Luna están en la
primera casa, en Piscis, y el Sol y Marte en la novena.) Carter pasa
luego a señalar que no terminar las cosas es una característica de los
signos regidos por Júpiter, y que, puesto que este planeta es el sím-
bolo del progreso cósmico, así es como debe ser. Y de un modo muy
poético, llega a la conclusión de que

El aire y la tierra pueden ver realizadas sus tareas a la perfección, ser


testigos de los triunfos de las estatuas griegas, pero el agua debe fluir
y refluir, incluso cuando ha alcanzado el océano de Piscis, y en Sagi-
tario se encuentra el interminable resplandor y parpadeo de las llamas
que pugnan hacia lo alto. (Ensayos sobre los fundamentos de la astro-
logía)

53
54
2

Júpiter en la carta natal:


conceptos clave y orientaciones
para la interpretación

Contempla los círculos que describen las estrellas, como si tú mismo


compartieras con ellas la ruta. Imagínate a menudo la danza eterna-
mente cambiante de los elementos. Este tipo de visiones nos purgan
de la escoria de nuestra prosaica vida.
MARCO AURELIO, Meditaciones2

Aparte del hecho de que las Meditaciones del emperador romano


Marco Aurelio ofrecen un buen ejemplo de una filosofía jupiterina
con una aplicación práctica, saturnina, esta cita en particular me
recuerda especialmente las dimensiones elevadas e inspiradoras de
lo mejor de la «influencia» de Júpiter en nuestra vida (los astrólogos
también pueden usar esta cita como argumento para demostrar un
beneficio más del estudio de la astrología).
Sin embargo, antes de entrar en detalles sobre la posición y las posi-
bles manifestaciones de Júpiter en la carta natal, son necesarios al-
gunos comentarios generales. En primer lugar, algo que no han sub-
rayado lo suficiente ni los astrólogos ni los libros de astrología es el
hecho decisivo de que prácticamente todas las teorías astrológicas
sobre lo que se manifestará con fuerza –o no– en una carta natal
dependen de otros factores diversos que no son astrológicos. La

2
En la carta de Marco Aurelio, Júpiter está en Escorpio en oposición con
Mercurio en Tauro, ¡un símbolo apropiado para visiones que nos «purgan
de la escoria de nuestra propia vida»!
55
aplicabilidad fiable de la astrología sólo puede ser correctamente
enfocada si se ve en perspectiva esta disciplina, considerándola uno
de los factores fundamentales (pero no el único) que influye en la
personalidad, la conciencia, la motivación y el comportamiento hu-
manos. A las teorías astrológicas se las debería usar como hipótesis
de trabajo cuando se las aplica específicamente a la vida de determi-
nados seres humanos, y sólo habría que considerarlas como orienta-
ciones generales hacia una mayor comprensión; constituyen un pun-
to de partida para una investigación e interpretación detalladas, pero
no son el final del viaje hacia una comprensión más profunda.
Por ejemplo, independientemente de dónde tenga uno a Júpiter
y de cuáles sean sus aspectos, la sociedad, el entorno y sobre todo la
influencia de los padres mientras uno crece, invariablemente, cam-
bian, colorean, ahogan o estimulan la forma de expresarse de ese
potencial jupiterino. Cuando los factores externos refuerzan las ten-
dencias innatas, éstas se verán apoyadas y su expresión se agilizará,
aumentará y se desarrollará. Cuando los factores externos no alien-
tan e incluso sofocan las tendencias innatas, éstas pueden verse
completamente frustradas o quizá forzadas a valerse de otros canales
de expresión, que tal vez sean demasiado estrechos para la necesi-
dad de expansión jupiterina. Si las cartas natales de tus padres inter-
accionan de forma armoniosa con tu Júpiter, las capacidades y ten-
dencias que éste muestre se expresarán con mayor facilidad, y muy
probablemente en una época temprana de la vida. Si la situación es
la opuesta y se producen fricciones, desaprobación o una crítica ex-
cesiva de las características y el modo de expresarse de tu Júpiter,
esa energía esencial puede quedar sustancialmente bloqueada, o, y
esto es más frecuente, verse empujada hacia otros canales, más
aceptables o más secretos.

56
Equilibrar a Júpiter con Saturno
Idealmente, como decía con tanta frecuencia el famoso «psíquico»
Edgar Cayce en sus «lecturas de la vida», Júpiter es una influencia
ennoblecedora.

En Júpiter encontramos las grandes influencias ennoblecedoras: la


amplitud mental, la capacidad de tener consideración a los demás y la
conciencia universal que forman parte del despliegue de la entidad.

Cayce también se refirió repetidas veces a Júpiter como una in-


fluencia «benévola» y benéfica en la vida anímica de muchas perso-
nas. Sin embargo, a fin de llevar estas vibraciones benéficas y enno-
blecedoras de Júpiter a una manifestación concreta, no sólo dentro
de cada uno, sino también para influir positivamente en los demás,
es necesario que el individuo pueda equilibrar el enfoque entusiasta
de la vida, que es tan propio de Júpiter, con la perspectiva más pru-
dente y cautelosa de Saturno. Dicho de otra manera, es muy impor-
tante que uno equilibre conscientemente sus visiones de posibilida-
des infinitas con lo que la experiencia muestra como posible. En la
misma línea, también es importante confirmar y poner a prueba el
propio potencial personal (y la fe que uno mismo tenga en él) con
logros comprobados. Todos sabemos lo molesto que resulta escu-
char a un fanfarrón que se pasa la vida hablando de sus grandes pro-
yectos y múltiples talentos, pero que nunca tiene nada para mostrar.
La importancia de Saturno como contrapeso de Júpiter es un
tema que reaparece en los escritos de muchos de los astrólogos más
importantes del siglo xx. Por ejemplo, Dane Rudhyar escribió en su
libro Un estudio astrológico de los complejos psicológicos:

La pasión por el autoengrandecimiento es una expresión típica de una


57
función jupiterina demasiado activa, que tanto puede ser una compen-
sación de un Saturno débil [...] como también revelar una falta de
equilibrio [...].

Grant Lewi describe un problema común en los jupiterinos, que


aparece especialmente en muchos jóvenes que tienen en su carta un
Júpiter fuerte, a Sagitario destacado o una acentuación de Piscis.
Observamos de nuevo los resultados de una carencia de la solidez de
Saturno cuando escribe que una persona así

[...] puede sentir que no es «más que una especie de objeto onírico»,
un habitante no del mundo real, sino de alguna mezcla de ideales y
fantasías, de aspiraciones elevadas y filosofías expansivas que conti-
nuamente le impiden avanzar en una dirección constante sobre la sóli-
da corteza terrestre. (Tu mayor fuerza)

Además, al describir a un determinado líder político, Lewi hace


mención de una debilidad común en quienes tienen una fuerte ten-
dencia jupiterina no equilibrada por Saturno:

En su fe en Dios, le faltó realismo con respecto a las fuerzas que iban


cerrándose a su alrededor; no llegó a reconocer que necesitaba dar al-
gunos pasos prácticos para poner en ejecución su fe.

En muchos pasajes de sus escritos, Charles Carter acentúa repe-


tidas veces la necesidad de un contrapeso saturnino para las tenden-
cias de Júpiter. En Ensayos sobre los fundamentos de la astrología,
escribe que la persona jupiterina no es

[...] ni paciente ni concienzuda, y tiende a perder interés cuando, a su


modo de ver, un tema o un proyecto está agotado. Así nos encontra-
mos constantemente con que Júpiter, sin la cooperación de su opuesto,
Saturno, es ineficaz, brillante pero poco formal, que está aquí un día y
a la mañana siguiente ha desaparecido.

Además, en el mismo libro, Carter da un breve ejemplo de cómo


Júpiter necesita a Saturno para conseguir el bienestar de todo el

58
mundo:

Júpiter rige a los caballos y los automóviles; los primeros necesitan


las riendas, y conducir un coche sin frenos es algo lleno de peligro,
tanto para el conductor como para las personas que se encuentren en
su camino.

De hecho, Carter señala en Algunos principios de la delineación


del horóscopo que Júpiter existe para funcionar dentro del dominio
de Saturno, porque la órbita de Júpiter está dentro de la de Saturno.
Júpiter necesita la disciplina de Saturno, por más que con frecuencia
ésta le disguste o la descuide. Júpiter es un potencial infinito; Sa-
turno es una limitación finita. Pero la necesidad de equilibrio fun-
ciona en ambos sentidos. Mientras que Júpiter representa el desplie-
gue de la vida, Saturno, si se lo lleva al extremo, dice Carter, puede
convertirse en «el verdadero enemigo de la vida», truncando prema-
turamente las posibilidades de crecimiento.
Encontramos un ejemplo perfecto del equilibrio ideal entre Júpi-
ter y Saturno en todas las obras clásicas de la filosofía china, como
el I Ching y el Tao Te King. Las cualidades complementarias de los
poderes creativos polarizados del universo, a menudo denominados
yin y yang, se evidencian por todas partes en estos grandes escritos.
Por ejemplo, veamos este consejo de LaoTse:

Irse a los extremos nunca es lo mejor. [...] El camino al éxito es éste:


tras haber alcanzado tu objetivo, quédate satisfecho y no vayas más
lejos, porque esta es la forma en que obra la Naturaleza.

Otra manera de caracterizar los principios complementarios re-


presentados por Júpiter y Saturno es contrastar la gravedad de Sa-
turno con la levedad de Júpiter. Saturno es pesado, serio y pesimista.
Nos lastra, nos hace descender a la tierra y centrarnos en la realidad
del «aquí y ahora». Júpiter, por su parte, es ligero, juguetón y opti-
mista. Nos levanta, nos ayuda a «elevarnos por encima de todo» y
nos da una perspectiva que sólo se puede alcanzar desde las altas
cumbres del idealismo o del humor.
El hecho de que Júpiter esté dentro de la órbita de Saturno impulsa
59
también a Carter a formular la aguda observación de que, por más
que le guste el cambio, Júpiter «no deja de ser extrañamente con-
vencional». Aunque explore extensamente y vaya en pos de grandes
objetivos difíciles de conseguir, sigue estando obstaculizado por las
limitaciones convencionales. «Júpiter es crecimiento –escribe Car-
ter–, pero siempre de acuerdo con una pauta establecida y aproba-
da.»3 Así, hay una diferencia tremenda entre las actividades pioneras
y creativas de Júpiter y las de Urano. Este último es mucho más
original y no suele fiarse de las convenciones sociales. ¡De hecho, es
más probable que Urano quiera echar abajo las normas sociales y las
tradiciones! Júpiter es más propenso a expandir y mejorar lo que ya
existe, mientras que la energía de Urano se muestra con mayor cla-
ridad en su radical alejamiento de los modelos mentales previos y de
toda tradición social.

Júpiter, los juegos de azar y la suerte


Cuando en la naturaleza de una persona no se halla presente un Sa-
turno suficientemente fuerte para añadir un poco de cautela a su
manera de ver la vida, es frecuente que haya una tendencia a confiar
en la suerte. A lo largo de los años, he llegado a emplear la frase
«tentar al destino» para describir el comportamiento de muchas per-
sonas así que he conocido. Independientemente de la buena suerte
que hayan tenido y de lo generoso que Dios o el destino haya sido
con ellas, quieren hacer otra jugada e incluso arriesgar todo lo que
han ganado, en lo que es evidentemente una adicción a un expansio-
nismo compulsivo. Nunca tienen suficiente. La sabiduría de Lao Tse
que antes he citado falta aquí por completo. Donna Cunningham
tiene una sección sobre los juegos de azar en el capítulo dedicado a
Júpiter de su excelente libro An Astrological Guide to Self-
Awareness [Una guía astrológica para el Autoconocimiento], en
donde dice que «fiarte de tu buena suerte» es una manifestación

3
Véase el libro de Charles Carter Algunos principios de la delineación
del horóscopo.
60
negativa de Júpiter, «una especie de optimismo estúpido o de exceso
de confianza».
De modo similar, al describir el ejemplo típico del jugador que
siempre supone que «su suerte cambiará», Charles Carter se refiere
al tipo de persona exageradamente jupiterina que confía más en la
«suerte» o el «destino» que en el esfuerzo y la diligencia. El hecho
es que en su libro de texto básico The Principles of Astrology [Los
principios de la astrología], Carter considera que la conexión de
Júpiter con la «suerte» es lo suficientemente importante para dedi-
carle un párrafo bien largo, incluso en un libro de introducción para
estudiantes que se inician en la astrología:

La verdad es que Júpiter, a menos que se encuentre muy afligido, es el


planeta de la suerte, es decir, de una buena fortuna que no se puede
atribuir claramente a los propios méritos, y aquellos que tienen a este
planeta en un ángulo y en un signo afín son por lo general más afortu-
nados de lo normal, en especial si están dotados de sentido común y
tienen una cierta tendencia a la moderación, porque de otra manera
tentarán excesivamente a la suerte. En algunos aspectos, Júpiter se pa-
rece al Sol y a Marte, aunque es más mental, y si está afligido tiende,
como estos cuerpos, hacia un exceso de energía y optimismo y una
falta de moderación. La fe se convierte en una creencia ilimitada en la
suerte y en una temeraria despreocupación de las consecuencias, de
modo que, aunque rara vez sea enemigo de nadie más que de sí mis-
mo, es frecuente que el jupiterino se arruine por fiarse demasiado de
su buena suerte, corriendo riesgos irrazonables, entregándose al juego
y dilapidando así su tiempo, su dinero y su energía.

En resumen, en cualquier evaluación completa de una carta na-


tal, debemos considerar la fuerza respectiva de Saturno y de Júpiter
en la totalidad del tema. No estoy diciendo algo tan simplista como:
«Observad los aspectos Júpiter-Saturno», aunque estos aspectos
siempre son importantes. Hablando en términos generales, es acon-
sejable considerar globalmente hasta qué punto el nativo está bien
armonizado con los principios de Júpiter y Saturno, porque nuestra
efectividad en el mundo depende de que estemos en armonía con
ambos planetas. Por ejemplo, no es casualidad que muchas personas

61
con Júpiter y Saturno en conjunción logren un éxito y una prosperi-
dad fuera de lo común en los negocios. Pero se puede encontrar un
nivel parecido de éxito mundano en una amplia diversidad de nati-
vos que no tienen esta conjunción en su carta, pero sí cualquier otra
combinación de una cantidad prácticamente infinita de posibilida-
des: tal vez tengan a Saturno en un aspecto casi exacto con la Luna,
mientras que Júpiter está en aspecto con el Sol o con Marte; o, por
dar otro ejemplo, pueden tener un Júpiter destacado complementado
por aspectos fuertes, en lugar de debilitantes, entre Saturno y el As-
cendente, el Medio Cielo, Marte o la Luna. Las combinaciones son
interminables, y el practicante de astrología debe mantenerse abierto
para descubrir la verdad de la vida de la persona cuya carta esté
examinando, en vez de ceder a la tendencia de imponer una teoría
previa, y a menudo rígida, al potencial que Dios ha otorgado a esa
persona. La astrología debe propiciar el cultivo de la paz mental, en
vez de provocar derrotismo y ansiedad, o bien miedos sin funda-
mento alguno.
Asimismo, para tener éxito en las finanzas e inversiones, es ne-
cesario que haya un equilibrio entre el optimismo de Júpiter y un
realismo práctico y prudente. En su condición de conocido inversor
y escritor, Al Frank ha escrito que si queremos que nuestras inver-
siones tengan éxito, es necesario que tengamos fe en el futuro de las
empresas en las que invirtamos, y además, paciencia (Saturno). Los
factores que moderan la tendencia jupiterina al derroche no se limi-
tan únicamente a las influencias saturninas. Muchos otros factores
de la carta pueden combinarse con las energías de Júpiter para apo-
yar y estimular la prosperidad en general. La sagacidad de Escorpio,
por ejemplo, o incluso cierta tendencia a economizar (proveniente
quizá de Cáncer o de Tauro)» podría contrarrestar la tendencia jupi-
terina a dilapidar y a correr excesivos riesgos. La prudencia y el
realismo de Virgo y Capricornio también pueden moderar la expan-
sividad de Júpiter.
Un buen ejemplo de una persona jupiterina cuya tendencia a la
expansión está prudentemente atemperada por otros factores es John
Templeton, el fundador de Templeton Mutual Funds. Nacido el 29
de noviembre de 1912 en Tennessee, Templeton tiene a Mercurio en
62
conjunción con Júpiter en su signo solar, Sagitario: ¡ciertamente, la
combinación perfecta para un pensador positivo! Su Luna en Leo se
suma a su optimismo empedernido, y la verdad es que, para muchos
de sus admiradores, John Templeton es una de las personas más
alegres y entusiastas que hay en el mundo de los negocios. Sin em-
bargo, su optimismo está atemperado por el espíritu práctico, porque
tiene a Venus en Capricornio (un planeta «que atrae el dinero» en un
signo muy conservador) y a Saturno en oposición con el Sol y con
Marte en Escorpio.
Aunque mejor conocido por su condición de pionero en inver-
siones internacionales, Templeton es también un hombre sumamen-
te religioso que ha donado millones de dólares para obras de cari-
dad. Para él, los principios religiosos y su filosofía de la inversión
van juntos. Tal como escribió de él la revista Forbes.

Si todos los seres humanos son fundamentalmente hermanos, ¿por qué


Japón o América Latina no habrían de ser lugares tan buenos para la
inversión como Estados Unidos? Este sentimiento de una condición
humana esencial hizo de Templeton un pionero en lo que se refiere a
hacer inversiones en el mundo entero. [...] Templeton cultivó desde
muy joven su capacidad para ver al mundo como una totalidad, y no
como un conjunto de piezas.

Templeton habla con toda libertad de su visión unificada de la


vida, en la cual lo espiritual y lo material no se excluyen mutuamen-
te:

Es más probable que una persona tenga éxito con el dinero si usa los
principios espirituales, y cuanto más practique la espiritualidad, tanto
más aprenderá. Creo que en todas las carreras se obtiene más éxito y
las satisfacciones son mayores si uno se vale de los principios espiri-
tuales, y no puedo recordar ni una sola excepción.

En su labor filantrópica, Templeton no favorece particularmente


a ninguna religión, pero también es escéptico respecto a la religión
organizada, dado que «ninguna religión ha puesto jamás su corazón
en el progreso. Lo que les interesa es mirar hacia atrás». De hecho,
63
Templeton es esencialmente optimista, y cree en el «progreso», tan-
to material como religioso, aunque le inquieta el hecho de que el
progreso material esté superando, de lejos, la evolución espiritual
del mundo entero. Esta es una de las razones de que haya hecho
aportes tan importantes a causas religiosas, ya que sólo en 1994 do-
nó diez millones de dólares. Entre sus proyectos figura también el
Templeton Prize in Religion, además de otros premios para los ado-
lescentes que escriben ensayos sobre las experiencias espirituales
que les ayudan a vivir.
¿Qué podemos aprender de una persona como John Templeton? En
el número de septiembre de 1994 de la hoja informativa Bottom Li-
ne, apareció un artículo en el que Templeton presentaba en líneas
generales sus «Secretos para llevar una vida satisfactoria». Vale la
pena citarlo largamente, ya que casi constituye un ensayo sobre
«Cómo pensar, vivir y triunfar a la manera jupiterina». Se ha de
recordar que Templeton tiene a Mercurio en total sintonía con Júpi-
ter, puesto que están en conjunción, y además en Sagitario, el signo
de Júpiter.

El éxito no es un conjunto de circunstancias, sino un conjunto de actitu-


des. |...| La energía y el entusiasmo [...| son esenciales para alcanzar
objetivos y superar pequeñas desventajas. Mis estrategias son:
• Agradece lo que tienes. Todos tenemos cosas por las que debería-
mos estar agradecidos, pero con frecuencia pasamos por alto logros
como, por ejemplo, un trabajo seguro o una buena salud, porque es-
tamos obsesionados tratando de conseguir lo que todavía no posee-
mos.
Trabajar duro para alcanzar un objetivo es importante, pero puede
causar problemas a los que se centran en ese objetivo y en nada más.
Si no te detienes a apreciar lo que ya has obtenido -y a darte cuenta
de que todo eso puede desaparecer de la noche a la mañana debido a
algún capricho del destino-, no estarás preparado para los inevitables
reveses.
• Muéstrate entusiasta en todo lo que haces. El entusiasmo –ese
estado de euforia en el cual todas las cosas parecen posibles– es lo
que nos impulsa a ir en pos de algo que amamos.
La persona que emprende una actividad como una aventura positi-

64
va puede inspirar en los demás la misma actitud. El empleado que bus-
ca maneras de disfrutar de su trabajo con entusiasmo está preparando
el terreno para que los demás sigan su ejemplo.
Se necesita práctica para hacer las cosas bien. En vez de insistir en
tu insatisfacción, concéntrate en tu felicidad y observa cómo se expan-
de. Una sonrisa es contagiosa |...], y aunque nadie puede sentirse
siempre contento, si encaras tu trabajo con entusiasmo, es probable
que los que te rodean se contagien de tu espíritu. A la inversa, un
comportamiento negativo puede destruir ese mismo espíritu.
También es importante que evalúes tu nivel de entusiasmo. Algunas
preguntas para hacerte a ti mismo:
Cuando me piden que haga un trabajo, ¿lo acepto con entusiasmo y
me entrego a él sin reservas?
¿Evito ir por atajos y me esfuerzo tanto como he prometido hacerlo
e incluso más?
¿Acepto cada tarea como un nuevo reto y como una oportunidad
para crecer, tanto en el nivel profesional como en el personal?
Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es no, debes eva-
luar por qué ha disminuido tu entusiasmo.
Al cultivar una aceptación feliz y positiva de las cosas buenas que
actualmente tienes, puedes estar seguro de que sabrás disfrutar de las
sorpresas con que te encuentres en el futuro.
• Asegúrate de que tu trabajo es tu profesión. Un trabajo puede
mantenerte interesado mientras ganes el dinero suficiente para llevar
un buen estilo de vida.
Pero una profesión es más que eso, es una vocación. La palabra
«vocación» proviene de un término latino que significa «llamar». Por lo
tanto, tu vocación es una llamada, y en un sentido muy profundo, en-
contrar tu vocación es encontrarte a ti mismo. Cuando has encontrado
tu vocación, puedes dar amor con tu trabajo.
De hecho, el amor es la clave para dominar con éxito tu vocación.
Es lo que te dirige hacia esos especiales talentos que puedes brindar al
mundo, y lo que te muestra cómo compartirlos con los demás. Y puede
compensarte de un modo mucho más importante que la acumulación
de riqueza.
• Comprende que el éxito es un viaje, y no un destino. Las per-
sonas que triunfan no dejan de esforzarse en su trabajo una vez que
han logrado sus objetivos. Lo que hacen es marcarse unos nuevos ob-
jetivos.
• Aprende todo lo posible de quienes te rodean. Tú posees una
65
sabiduría interior que te permite determinar quiénes son tus maestros
y qué tienen para enseñarte.
Para encontrar a tus maestros, fíjate en las personas que tienes
más cerca: tu familia, tus amigos y tus compañeros de trabajo. Las
personas con quienes más tiempo pasas pueden decirte mucho sobre ti
mismo.
Para encontrar maestros que te ayuden a alcanzar el éxito, estudia
cuidadosamente el comportamiento y los actos de aquellos a quienes
admiras. Busca a alguien que sea sincero, íntegro y compasivo, porque
estos son los ingredientes básicos para obtener un verdadero éxito.
Y al convertirte en esta clase de persona, atraerás a otras que ten-
gan esas mismas virtudes. Tu éxito interior creará automáticamente tu
éxito exterior.
• La perseverancia es la diferencia entre el éxito y el fracaso. Es
probable que el logro de un objetivo te exija reiteradas tentativas. Ca-
da intento te aproxima más a tu objetivo, y ese proceso te ayuda tam-
bién a ponerte otras metas, entre las cuales puede estar una nueva
orientación personal o el logro de un bien mayor del que al principio te
habías propuesto.
La perseverancia es la voz interior que te dice que, si no tienes
éxito, lo intentes una y otra vez. Perseverar es seguir manteniéndose
fiel a un propósito, una idea o una empresa frente a cualquier obstácu-
lo y al desaliento.
A fin de perseverar, debes tener pensamientos positivos y llenos de
amor, porque provocarán toda una variedad de sentimientos que ele-
varán tu espíritu. En cambio, si te concentras en pensamientos negati-
vos y emociones llenas de miedo, convocarás una negatividad aún ma-
yor y, además, será más probable que abandones el objetivo que in-
tentas alcanzar.

66
El contraste entre Júpiter y Venus
Júpiter intensifica y estimula, expandiendo y enriqueciendo la energía.
Como es mucho más lento que Mercurio, trabaja con los temas en un
nivel diferente: el poder en la sociedad, la autoestima y la fe en noso-
tros mismos, el progreso y la abundancia de la naturaleza. Cuando es
fuerte, Júpiter nos insta a atravesar las grandes aguas, a avanzar, a
abrirnos y salir de nosotros mismos. Estimula la actividad, el valor, la
confianza y la intensidad de la energía social.
PALDEN JENKINS, Living in Time [Vivir en el tiempo]

La «intensidad de la energía social» me parece una expresión espe-


cialmente adecuada para Júpiter, un planeta cuya naturaleza no po-
demos explorar a fondo sin mencionar las fascinantes similitudes y
diferencias entre la actividad social de Venus y la de Júpiter. Es ob-
vio que Júpiter es mucho más impersonal que Venus en el nivel del
símbolo arquetípico, Júpiter es universal, mientras que Venus se
centra en las personas del entorno más inmediato y de un modo per-
sonal. Cuando comparamos a Venus, en cualquier signo donde esté,
con Júpiter en el mismo signo, descubrimos cosas muy interesantes
que nos dan una nueva perspectiva de ambos planetas. Este ejercido
demuestra cómo Júpiter funciona en un ámbito más amplio que el de
Venus, lo que quizás explique por qué se ha llamado a Júpiter «el
benéfico mayor» y a Venus «el benéfico menor».
Por una parte. Venus lo sopesa todo y es un planeta muy ego-
céntrico y amante del placer, además de limitarse a un campo de
acción relativamente estrecho. Con frecuencia es posesivo; obsérve-
se, por ejemplo, a Venus en Tauro (uno de los signos que rige) y su
palabra clave, que es «tengo». Júpiter suele ser más generoso y apo-
ya más la libertad de comportamiento de los demás. En su mejor

67
expresión» es más tolerante, menos excluyente, menos crítico; ade-
más, acepta con mayor facilidad a los demás y es más confiado que
Venus. En las relaciones humanas, Venus es mucho más exigente
que Júpiter, porque tiende a centrarse en necesidades y gustos exclu-
sivamente personales. De hecho, algo muy aleccionador es que Ve-
nus suele manifestar su generosidad y sus rasgos más nobles cuando
está en uno de los dos signos jupiterinos (Piscis y Sagitario).
Quizá lo más sorprendente con que me he encontrado en mi in-
vestigación sobre Júpiter para este libro sea la frecuencia con que
muchos de los autores con más talento en el campo de la astrología
se han referido a un vínculo entre Venus y Júpiter, aunque yo no
hubiera advertido conscientemente su importancia, excepto por la
antiquísima referencia conjunta a ambos planetas como los dos «be-
néficos» que preparan el camino de la vida y del éxito, proporcio-
nando riqueza, placer y prosperidad. Sin embargo, su interrelación
es mucho más profunda, e impregna toda nuestra visión de la vida y
de las relaciones sociales.
Una vez más, Charles Carter nos ofrece algunas interesantes ob-
servaciones que vale la pena considerar:

Júpiter es especialmente el planeta de los nuevos contactos y las nue-


vas relaciones. Venus es social, pero no es demasiado activo y no va
en busca de experiencias nuevas;4 este es el dominio de Júpiter, y por
lo general se comprueba que, si este planeta es fuerte, el nativo tiene
muchas relaciones felices y fructíferas, que no son menos provechosas
por el hecho de que el jupiterino no se deje atar por ellas y cambie
constantemente de amistades y de intereses.

Landis Knight Green, en The Astrologers Manual [El manual


del astrólogo], estudia también la relación jupiterina con el amor y

4
Este es un aspecto de Venus muy importante, sumamente exacto y raras
veces mencionado. Obsérvese el efecto de este planeta en sus propios sig-
nos (Tauro y Libra), donde es especialmente fuerte, y se hallará una extra-
ordinaria pasividad en todo tipo de relaciones humanas, y una notable
aversión por la acción dinámica.

68
el romance:

Júpiter tiende a idealizar el amor y es propenso al entusiasmo román-


tico. Se puede ver una exageración de ello en la tendencia a adorar a
la pareja poniéndola en un pedestal, como Don Quijote, por ejemplo.
Júpiter también puede indicar una forma más espiritual o intelectual
del amor. En un sentido general, expande todo aquello que entra en
contacto con él, a diferencia de Saturno, que tiende a atenuar. El efec-
to de Júpiter en la vida amorosa de una persona puede ser más impor-
tante de lo que se suele suponer. Quizás haya un sentimiento de exci-
tación y aventura asociado con este planeta, especialmente durante la
adolescencia (entre los catorce y los veintiún años). Sus tránsitos por
el zodíaco y los aspectos que va formando con los planetas natales
tienen un fuerte efecto en la vida amorosa de la persona.

Asimismo, Green afirma lo siguiente: «La belleza de Júpiter


puede ser una belleza venusiana agrandada o aumentada», y añade
que Júpiter «siempre se mueve hacia fuera, expandiéndose». Venus,
por su parte, es más magnético, y la fuerza que ejerce es de atrac-
ción.
En Astrología, la ciencia divina, Moore y Douglas también co-
nectan a Venus y Júpiter, y al mismo tiempo a la Luna:

El símbolo de Júpiter muestra a la Luna creciente vuelta hacia fuera y


sobrepuesta a un brazo de la cruz. Nos recuerda el símbolo de Venus,
pero con la Luna, más bien que el Sol, en la parte alta. Esta Luna ele-
vada hace pensar en la espiritualización de la materia a través del or-
denado proceso de la evolución. Júpiter, el planeta de la sabiduría y de
la expansión planificada, se relaciona con la Luna y con Venus porque
el despliegue de la mente abstracta y superior del hombre es una ex-
tensión natural del gradual desarrollo de su mecanismo psíquico, he-
cho de sentimientos personales y reacciones sociales.
Juntos, la Luna, Venus y Júpiter representan etapas sucesivas de la
evolución de la conciencia por medio de la creación de relaciones fa-
miliares, sociales y cívicas. Júpiter se mantiene a la altura de su título
de «benéfico mayor» al conceder la abundancia para la cual la Luna
proporciona la materia prima y Venus la inspiración artística. Estimu-
la a la mente a mirar más allá de los nombres y formas de las cosas

69
para abarcar sus implicaciones filosóficas y sus fines más profundos.

Incluso las lecturas psíquicas de Edgar Cayce, cuya visión de la


astrología no era en absoluto tradicional ni se derivaba de textos
anticuados, entretejen en repetidas ocasiones a Venus y Júpiter, co-
mo sucede en los dos extractos siguientes, tomados de lecturas efec-
tuadas a dos personas distintas:

En Venus con Júpiter, vemos la capacidad para apreciar aquellas co-


sas y experiencias que provienen del reino de la Conciencia Univer-
sal, tal como se la percibe en el canto del pájaro, la música del río y la
belleza de la naturaleza. Sin embargo, con Júpiter todo esto se con-
vierte en fuerzas Universales o actividades en el plano material que
tienen más que ver con grupos y masas que con individuos, aunque la
aplicación pueda ser individual [lectura 2869-1].
Vemos [...] que las influencias de Júpiter en el aspecto astrológico
muestran a este planeta como la fuerza dominante. De ahí que [...] las
actividades de la entidad deban tener que ver con las masas. [...] Las
influencias de Venus dan un temperamento abierto, franco y afectuo-
so, e indican a alguien que hace amigos casi en cualquier circunstan-
cia de la vida [lectura 1442-1).

Obsérvese que, en la segunda cita, ambos planetas tienen un pa-


pel social que desempeñar.
Ellen McCaffery, que no sólo es una historiadora de la astrolo-
gía con mucho talento, sino también la autora de un excelente libro
de texto introductorio de esta disciplina, expresa con belleza y con-
cisión la contribución de Júpiter a la vida afectiva del ser humano y
su capacidad de darse a sí mismo:

Las emociones pueden volverse hermosas bajo el influjo de Júpiter,


pero son siempre de gran alcance. La Luna y Venus expresan ternura
a una persona, pero Júpiter expresa benevolencia, bondad y generosi-
dad a todo el mundo [...] Bajo su rayo, las cualidades morales que hay
en el interior del ser humano empiezan a desarrollarse. Se cultiva la
amplitud de miras. En Júpiter no hay nada que sea mezquino ni pe-
queño, porque él representa el crecimiento, la expansión y la magna-
nimidad del alma. (Graphic Astrology [Astrología gráfica])
70
Júpiter y el «éxito»
Sólo el dinero ganado haciendo cosas meritorias puede conducir a la
felicidad, la paz, la paciencia y el contento. El dinero ganado de otra
manera lleva a una avidez y una codicia siempre crecientes. Un rico
sin contento es un mendigo, una persona realmente muy pobre, por-
que su hambre no podría satisfacerse aunque tuviera todas las cosas
buenas del mundo, pues nadie puede estar satisfecho sin contento.
Philosophy of the Masters [La filosofía de los maestros]

Ya he dicho antes en este capítulo que tanto a Venus como a Júpiter


se los considera tradicionalmente como los dos «benéficos» que
facilitan la vida y la vuelven más placentera, y nos ayudan a obtener
riqueza y prosperidad (una correlación de la que no cabe duda, aun-
que una vez más haya de echar un jarro de agua fría sobre las fanta-
sías de los haraganes, recordándoles que siempre son precisos tam-
bién el esfuerzo y la disciplina de Saturno). Antes de dejar el tema,
deberíamos explorar brevemente por qué Júpiter está tan conectado
con el éxito mundano y de tantas maneras.
Esencialmente, a Júpiter se lo podría considerar como una prue-
ba viviente del poder del pensamiento positivo. Si uno irradia un
abierto, tolerantey alegre gozo de vivir, ello tiende a atraer res-
puestas positivas. Además, un acercamiento generoso y amplio a
toda clase de personas, con un verdadero respeto por la calidad hu-
mana de todas ellas, no puede menos que generar una cierta lealtad
y admiración en los demás. Grant Lewi lo expresa de esta manera
cuando escribe sobre las personas sagitarianas:

[...] el éxito es algo que irá aumentando cuando la vida sea activa,
despierta, vehemente, llena de alma, afectuosa y alegre, y esté vincu-
lada con realidades mayores que las del mero mundo cotidiano. (Tu
mayor fuerza)

En otro nivel, más esotérico, se podría plantear la hipótesis de


que el don jupiterino del éxito es en realidad un buen karma, algo
71
que uno ha ido ganándose en vidas anteriores con su esfuerzo y su
generosidad y cultivando las dimensiones más nobles de sí mismo.
Es más probable que una mente que haya nacido con un punto de
vista elevado y una fe inherente en un poder benéfico superior tenga
menos miedos y, por lo tanto, esté por naturaleza más abierta a las
oportunidades de la vida en todos los niveles.
Edgar Cayce dice de Júpiter que con frecuencia tiene una cone-
xión con «grandes cantidades de los bienes de este mundo», una
descripción que coincide con la abundancia y la generosidad que a
menudo parece representar Júpiter. Es importante señalar que Cayce
advierte a uno de los padres de una persona fuertemente jupiterina
que deberá preparar a su hijo durante toda su juventud «para em-
plear la riqueza como algo prestado por las fueras y energías crea-
tivas, y no en beneficio propio [...]» (Lecturas de la vida, 1206-3).
Se trata de una diítinción de gran importancia, porque Júpiter puede
ser de hecho muy vasto y abundante, y su vastedad de espíritu y
abundancia de energía son realmente demasiado grandes para estar
conté- nulas dentro de un ser humano. Cuando los individuos inten-
tan contenerla*, adueñarse de ellas o reclamarlas como logro perso-
nal, se produce un 4utocngrandecimiento que –si se lo deja crecer
sin restricciones– con frecuencia puede producir no sólo excesos,
sino también diversas formas de autodestrucción.

Dale Carnegie
En un libro sobre Júpiter, no podemos olvidamos de Dale Carnegie, el más
famoso exponente del «poder del pensamiento positivo» en el siglo xx.
Nacido en la pobreza el 24 de noviembre de 1888, llegó a ser un experto
en hablar en público, y se dedicó a enseñar cómo hacerlo y a dar muchí-
simas conferencias. En 1936, se publicó su libro Cómo ganar amigos e
influir sobre las personas; cuando Dale Carnegie murió, en 1955, llevaba
vendidos más de cinco millones de ejemplares de esta obra, rebosante de
optimismo, con exhortaciones como: «Cree que has de triunfar y triunfa-
rás».
No es nada sorprendente que su fecha de nacimiento muestre numerosas
señales cósmicas indicadoras de una visión de la vida optimista y visiona-
ria sin dejar de ser práctica. Tenía tanto al Sol como a Júpiter en Sagita-
rio, y a este último planeta en trígono con Saturno (sus consejos siempre
72
iban dirigidos principalmente a hombres de negocios) y en sextil con
Urano. Además, su Sol estaba en oposición con la conjunción Neptuno-
Plutón en Géminis, una indicación más de creatividad visionaria. Quizá su
filosofía se encuentre mejor resumida en el título de otro libro de gran
éxito que publicó en 1948: Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar
de la vida.

Como veremos más adelante en este mismo capítulo, el despil-


farro suele ser el peor rasgo de los jupiterinos. Creo que a eso se
refería Cayce en la cita anterior, en donde señalaba que a estas per-
sonas es necesario prepararlas para que empleen la riqueza del modo
adecuado. Idealmente, los jupiterinos comparten su abundancia con
generosidad y alegría, agradecidos de que se les haya concedido la
oportunidad de ayudar a Dios, a la vida o a la naturaleza a repartir la
abundancia que se canaliza por intermedio de ellos.
Y cuando Cayce dice que la riqueza ha de considerarse un
«préstamo de las fuerzas y energías creativas», está poniendo un
ejemplo de la actitud adecuada que debería tener cualquiera que
reciba la especial bendición de una gran riqueza, pero también aquel
a quien se le haya otorgado un gran talento, personalidad o amor. Si
uno es capaz de percibir esas energías creativas como algo que fluye
a través de sí mismo, y puede darse cuenta de que esa abundancia es
un don, la influencia positiva de esas especiales habilidades crecerá
continuamente, para beneficio de muchas personas muy alejadas de
su círculo más inmediato.

Andrew Carnegie y Paul Mellon, filántropos jupiterinos


Aunque Andrew Carnegie sea más conocido que Paul Mellon, entre los dos
hay ciertas similitudes astrológicas, y, ciertamente, las actividades huma-
nitarias de ambos son notables. Como Andrew Carnegie es el más contro-
vertido, empezaremos por ocuparnos de la carta de este magnate sagita-
riano del acero, nacido en Escocia el 25 de noviembre de 1835.
Carnegie creció en la pobreza y recibió poco más que una educación pri-
maria. En 1848 emigró a Estados Unidos con su familia y se estableció en
lo que actualmente es el área de Pittsburgh. Convencido por su experien-
cia con el ferrocarril de Pensylvania de la importancia futura del hierro y el
acero, fundó su propia empresa, y finalmente su capacidad de organiza-
73
ción y su perspicacia para los negocios lo llevaron a crear la compañía de
acero más importante del país. Terminó por hacer una enorme fortuna, en
parte con la ayuda de socios extraordinariamente talentosos a quienes
supo reconocer y retener, y en 1889 concentró todo su capital en la Car-
negie Steel Company. Ese mismo año publicó un artículo titulado
«Wealth» [Riquezal que se hizo tremendamente popular y volvió a ser
publicado y analizado durante la época en que Estados Unidos se enrique-
ció muchísimo y con una gran rapidez. En ese artículo, Andrew Carnegie
explicaba en líneas generales su punto de vista sobre el deber de los ricos
de ocuparse de que su excedente de riqueza se distribuyera para mejorar
la civilización.
Antes de referirme a la forma en que intentó vivir a la altura de este
credo, tengo que mencionar algunos de los factores clave de su carta
natal. Aunque se ignora la hora exacta de su nacimiento, sabemos que
tenía al Sol, Marte y Venus en Sagitario, y que este último planeta estaba
exactamente en quincuncio con Júpiter (exaltado) en Cáncer. (Su Venus
estaba, pues, doblemente matizado por Júpiter.) Más adelante veremos
todo lo que patrióticamente aportó a Estados Unidos y sus ciudadanos
(Júpiter en Cáncer), pero no hay que subestimar la intensidad de este
aspecto exacto entre los dos benéficos. (Este es un ejemplo más de que
todos los aspectos que son múltiplos de 30° son fuertes, especialmente en
una carta natal.) Sus inclinaciones humanitarias también se ven claramen-
te en su Luna en Acuario, reforzadas por el hecho de que Urano y Nep-
tuno también estén en este signo. ¡Y Plutón en Aries, en trígono con Mar-
te, es una excelente imagen de la industria del acero!
Durante todo el tiempo en que trabajó enérgicamente para obtener el
éxito en los negocios, Andrew Carnegie siguió muy de cerca los aconteci-
mientos nacionales e internacionales a medida que alboreaba el siglo XX,
en particular la búsqueda de la paz mundial: una manifestación perfecta
del humanitarismo idealista de una combinación Sagitario-Acuario. Sus
puntos de vista quedaron expresados en muchos escritos y ante comités
legislativos. Durante su tiempo de ocio viajaba, escribía y desarrollaba su
afición por el arte. Siempre tuvo conciencia de las desigualdades económi-
cas entre las clases sociales, y aunque a veces recibiera críticas por ser
excesivamente exigente con los obreros en la industria del acero, el hecho
es que desde el comienzo de su carrera escribió sobre el derecho de éstos
a organizarse, ¡una idea que en ese momento era radical! También intro-
dujo el concepto de una escala móvil basada en cómo fueran los negocios,
precursora de los planes de participación en las ganancias difundidos aho-
ra a lo largo y ancho de Estados Unidos. Además, el contraste que veía
entre el igualitarismo estadounidense y la desigualdad de la estructura de

74
clases en Gran Bretaña y otras sociedades europeas lo llevó a la conclu-
sión de que el acceso a la educación (Júpiter y Sagitario) era la clave de la
estabilidad de la democracia estadounidense y de sus logros industriales,
un punto de vista que lo motivó para iniciar muchos de sus proyectos
filantrópicos.
Se estima que Andrew Carnegie donó por lo menos trescientos cin-
cuenta millones de dólares a diversas causas y fundaciones humanitarias,
una cantidad que hoy en día equivaldría a dos mil millones de dólares. Y
en la actualidad, el valor de estos recursos culturales es prácticamente
incalculable. Por ejemplo, además de mantener muchos colegios mayores,
fundó alrededor de tres mil «bibliotecas públicas gratuitas» en el mundo
de habla inglesa, la mayoría de las cuales están en Estados Unidos. Creó
el Instituto Carnegie de Pittsburgh, que alberga una galería de arte, un
museo de historia natural que también financia expediciones arqueológi-
cas, una sala de conciertos, y el Instituto Carnegie de Tecnología, que es
hoy la base de la Universidad Carnegie-Mellon. Además, el Instituto Car-
negie de Washington se fundó para fomentar la investigación pura de las
ciencias naturales y físicas, y la Fundación para el Fomento de la Ense-
ñanza se creó con el fin de dar pensiones a los profesores universitarios. A
lo largo de la vida de Andrew Carnegie, desde los comienzos en la pobre-
za hasta la preocupación por los asuntos internacionales y la educación, y
su nivel de filantropía sin precedentes, vemos cómo se expresan constan-
temente los principios jupiterinos de la fe, el progreso y la generosidad.
Aunque tal vez no sea tan conocido como su padre, Andrew Mellon,
que fue no sólo un próspero banquero, sino también secretario del Tesoro
de los Estados Unidos en los años veinte, Paut Mellon –al igual que An-
drew Carnegie– fue otra persona establecida en Pittsburgh que tenía a
júpiter en Cáncer. A diferencia de Carnegie, cuya familia era sumamente
pobre, Mellon nació en un ambiente de gran riqueza y cultura, el 11 de
junio de 1907. Tal como dice el anuario biográfico Current Biography
Yearbook, «Paul Mellon se ha distinguido como filántropo, conservacionis-
ta, coleccionista de arte y benefactor de las humanidades. Menos intere-
sado en dirigir el imperio financiero creado por su padre [...] que en usar
la fortuna familiar en beneficio de la humanidad, ha colaborado con diver-
sas fundaciones para financiar proyectos en los campos de la educación,
las artes, la arqueología y la medicina». (Esto parece una expresión natu-
ral del stellium que forman en su carta natal Júpiter, Neptuno y Mercurio
en Cáncer en oposición con una amplia conjunción Urano-Marte en Capri-
cornio.)
La mayoría de las personas que han estado en Washington han visi-
tado la National Gallery of Art, de la que Mellon fue presidente durante
75
años. Persona con una gran educación y erudito en arte, historia y los
clásicos, sentía una especial predilección por la pintura inglesa y francesa.
Todo ello está muy bien simbolizado por su Mercurio (especialmente fuer-
te, dado que tenía al Sol en Géminis) a 8 o de Cáncer en conjunción con
Neptuno a 11o de Cáncer y Júpiter a 14o del mismo signo. Su sintonía
canceriana (aumentada por Júpiter en ese signo) se muestra en las múlti-
ples maneras en que cultivó una apreciación de diversos legados cultura-
les, en particular tradiciones artísticas específicas; y de hecho, los museos
son lugares particularmente cancerianos en la medida en que albergan
objetos y recuerdos del pasado. El hecho de que fuera también un colec-
cionista de arte especialmente activo apunta también a la importancia de
Júpiter en Cáncer en su carta. (Por otro lado, fue siempre un gran aficio-
nado a los caballos, una expresión de un Júpiter fuerte en oposición con
Marte y Urano.)
Aunque se necesitarían muchas páginas para detallar todas las apor-
taciones de Mellon, tanto las personales como las realizadas por media-
ción de las sociedades de las que formaba parte, se adelantó a su tiempo
(Júpiter) en el apoyo que prestó a actividades, investigaciones, servicios y
publicaciones relacionados con la salud pública, la preservación de los
recursos naturales, la salud mental y la psicología. En realidad, donde más
se evidenciaron las cualidades visionarias de su stellium Mercurio-Júpiter-
Neptuno fue en el hecho de que creara la Fundación Bollingen, que recibió
su nombre por la casa de campo que C. C. Jung tenía en Bollingen, Suiza,
y estaba dedicada a una amplia diversidad de estudios de humanidades,
que incluían la poesía, la arqueología, la mitología y la historia de las reli-
giones. Quizá lo más importante fuera que esta fundación financió la pu-
blicación de excelentes traducciones de las obras completas de C. G. Jung
que se vendían a precios bajísimos gracias a la subvención de la Fun-
dación. Esto permitió que la obra de Jung llegara a más lectores y a más
bibliotecas de lo que, de otra manera, habría sido posible.
Mellon era, de hecho, el presidente de la Fundación Bollingen, uno de
cuyos directores lo describió como una persona ideal para hacerse cargo
de una institución así, siempre «alerta a las nuevas ideas, objetivo en sus
juicios, sin temor a la controversia, pero nada inclinado a buscar la polé-
mica porque sí». Tal vez cuando, dentro de muchos años, se escriba la
historia cultural del renovado interés de este siglo por la astrología, la
mitología y la psicología de la religión, se reconozca en Mellon a un impor-
tante pionero en su labor de promoción de un pensamiento nuevo que,
sin dejar de respetar las tradiciones en todos los campos, también abrió
sin contemplaciones las puertas a las visiones nuevas e intelectualmente
revolucionarias del potencial de la humanidad, todo lo cual constituye una

76
expresión de su Júpiter en conjunción con Mercurio y Neptuno y en oposi-
ción tanto al revolucionario Urano como al valeroso Marte.5

Donna Cunningham muestra de qué manera la gente puede, en


muchas situaciones, crearse su propia suerte, y esclarece la conexión
entre la suerte y el éxito mundano en los siguientes párrafos toma-
dos de Una guía astrológica para el autoconocimiento.

El carácter abierto y gregario es un rasgo de Júpiter, y también tiene


su papel en el éxito. Un ejecutivo ha analizado las circunstancias que
hicieron que una serie de ejecutivos de éxito recibieran importantes
ofertas de trabajo. Descubrió que las personas que tienen suerte en la
vida son gregarias y se interesan por la gente. Al mismo tiempo, ese
carácter abierto también hace que a los demás les resulte más fácil di-
rigirse a ellas de manera amistosa.
Al parecer, pues, el viejo refrán que dice: «Tú eres quien sabe lo
que importa», es verdad, y tú te creas tu propia suerte estableciendo
contactos positivos con los demás; no se trata de que éste haya de ser
nuestro propósito al hacer amigos o al ofrecer nuestra ayuda, pero
puede ser un resultado adicional de ello.
El optimismo y el entusiasmo también están asociados con Júpi-
ter, y su relación con la buena suerte es muy significativa. El entu-
siasmo es contagioso y hace que los demás se muestren más recepti-
vos hacia ti y tus ideas. Entre dos personas igualmente capacitadas,
¿cuál tiene más probabilidades de que la contraten? ¿La que se mues-
tra deprimida y apática o la que es entusiasta y dinámica? Así pues, la
gente entusiasta suele tener más «suerte»: consiguen un buen trabajo,
venden con facilidad su producto, encuentran el amor que buscaban...

La influencia de Júpiter no garantiza la suerte ni el éxito mun-


dano, pero ciertamente las probabilidades de conseguir esos resulta-
dos positivos aumentan si uno es capaz de expresar las mejores po-
sibilidades del potencial jupiterino.

5
No ofrezco las cartas natales completas de Andrew Carnegie y Paul
Mellon porque estarían basadas en horas de nacimiento conjeturales, por
lo que podrían inducir a error. Sin embargo, los datos incluidos en el análi-
sis que antecede son fiables.
77
¿Júpiter y las emociones? Un secreto sobre Júpiter
A algunos lectores puede parecerles raro que hable de Júpiter en
relación con las «emociones» o que cite a autores como Ellen
McCaffery que afirman que «las emociones pueden resultar embe-
llecidas» por el contacto con Júpiter. Después de todo, nadie ha des-
crito todavía a alguien con el Sol en Sagitario como «emotivo»» y
menos aún como «sensible». En realidad, «emotivo» y «sensible»
son términos bastante diferentes, aunque hoy en día se los use, por
lo general, como si fueran intercambiables. Aunque a ningún signo
de fuego se lo podría describir adecuadamente como «sensible», ¡es
bien cierto que todos actúan de una manera espectacular llevados
por sus emociones! Desde este punto de vista, está claro que Leo y
Sagitario son dos de los signos más «emotivos».
Sin embargo, el vínculo entre Júpiter y la sensibilidad es impor-
tante porque quienes están muy sintonizados con este planeta no
necesitan sólo a Saturno, sino también la sensibilidad humana, para
llevar sus grandes visiones y proyectos a dimensiones humanas y
practicables. Los jupiterinos necesitan tener sensibilidad para evitar
los excesos a que son tan propensos. La sensibilidad hacia los demás
y sus sentimientos permite que la persona jupiterina controle su ca-
pacidad de expansión y estímulo de tal manera que nutra y apoye a
los seres humanos y sus aspiraciones.
Este vínculo necesario entre Júpiter y la sensibilidad está perfec-
tamente simbolizado por la tradicional «exaltación» de este planeta
en Cáncer. En nítido contraste con la tendencia de los jupiterinos a
no ver lo que tienen delante y a concentrarse en lo amplio y distante,
Cáncer se centra siempre en lo inmediato: el círculo familiar, los
amigos, la tribu, la comunidad. Los cancerianos prestan atención a
la forma en que los demás reaccionan emocionalmente a lo que
ellos hacen y dicen. Y hay que reseñar que el mayor defecto de las
personas fuertemente jupiterinas es que en realidad no se dan cuenta
de las reacciones emocionales de los demás ante lo que ellas dicen y
hacen, la verdad es que suelen destacar por su «falta de tacto», que
hace que expresen sus grandes creencias y «verdades» sin hacer
caso alguno de las reacciones de los demás. Desde este punto de
78
vista, el hecho de que Júpiter sea corregente de Piscis cobra mayor
importancia, debido a que este signo combina el idealismo de Júpi-
ter con la sensibilidad a las emociones de la gente, algo que, con
frecuencia, Sagitario no llega a alcanzar.
Cuando empecé a estudiar astrología, a mediados de los años
sesenta, una de mis primeras observaciones fue lo bien que se com-
binaban las energías de Cáncer y Sagitario en personas que conocí
por aquel entonces. Me gustaban especialmente su franqueza y su
entusiasmo, pero atemperados por la sensibilidad de Cáncer. Y pa-
rece como si la influencia de Sagitario eliminara los peores rasgos
de Cáncer, como las aprensiones, los temores, la paranoia y la ten-
dencia a esconderse de la vida.
Me parecía que las cualidades de estos dos signos se comple-
mentaban perfectamente entre sí, y más adelante descubrí el concep-
to de «exaltación» y aprendí que ya los griegos, hace dos mil años,
consideraban que Júpiter estaba exaltado en Cáncer. La idea de que
la exaltación simboliza la expresión ideal de la función de un plane-
ta con respecto al crecimiento espiritual y al uso óptimo de esa
energía planetaria con fines creativos me parece sumamente cohe-
rente. Y la exaltación de Júpiter en Cáncer demuestra que este pla-
neta se expresa mejor si se combina con la empatía y la considera-
ción por los demás. Las personas jupiterinas necesitan cultivar la
habilidad «menos amplia» de comunicarse con los demás en un ni-
vel emocional.
Charles Carter escribió lo siguiente:

[Júpiter] está exaltado en Cáncer, un signo en el que adquiere bondad


y gentileza, y expande las simpatías de este signo más allá del círculo
hogareño al cual suelen limitarse. (Los principios de la astrología)

Algo similar expresa Isabel Hickey en Astrology, A Cosmic


Science (Astrología, una ciencia cósmica]:

En el compasivo y maternal signo de Cáncer, [Júpiter] está en una po-


sición de poder [...]. Expande los sentimientos, y unos sentimientos
expansivos y optimistas son el secreto de una vida plena.

79
Las expresiones positivas y negativas de Júpiter
Puesto que más adelante en este libro me ocuparé de un modo más
detallado de Júpiter en cada signo y cada casa, ahora sólo es necesa-
rio que mencione algunas orientaciones generales y principios glo-
bales que hay que tener bien claros. La interpretación de Júpiter
presenta efectivamente algunos problemas peculiares, en parte por-
que es un principio tan abstracto y en parte porque, cuando funciona
dentro de un tema natal concreto, este planeta expande y amplifica
todo lo que toca. Por sí solo, indica principalmente lo potencial, una
cierta orientación que depende de su posición por casa, y una sinto-
nía específica de la energía basada en su posición por signo. Pero
precisamente porque Júpiter es, en esencia, un planeta «benéfico»,
sigue habiendo manifestaciones positivas y negativas definidas que
no dependen sólo de la armonía o discordia de sus aspectos, como
han sostenido con frecuencia astrólogos de mentalidad rígida. Ya he
mencionado en este libro algunas de esas manifestaciones, pero hay
otras que también es preciso explorar a fin de dar al lector una ima-
gen más completa del funcionamiento de este planeta en nuestra
vida. Y aunque en el mejor de los casos los actos de Júpiter sean
sumamente positivos, no debemos emular al optimista jupiterino de
mirada salvaje que por lo general no quiere ver las facetas no tan
positivas que tiene ante los ojos. Tal como escribió Dane Rudhyar
en Un estudio astrológico de los complejos psicológicos:

Júpiter, reverenciado por los astrólogos medievales como el Gran Be-


néfico, (puede] también [...] convertirse en un poder del mal. Puede
ser una fuerza autodestructiva si la función de preservación y apoyo
del yo se convierte en un deseo incontrolado de autoengrandecimiento
a cualquier precio.

En su expresión positiva, Júpiter es generoso, un pensador pro-


gresista y un perpetuo optimista. Tal como escribieron Moore y
Douglas, «la verdadera magnitud de Júpiter reside en su poder de
visión» (las cursivas son mías).

80
Físicamente, Júpiter es un planeta grande, lo cual es una promesa de
generosidad. También es sumamente ligero, ya que está compuesto de
gases enrarecidos, y transmite la característica psicológica correspon-
diente de optimismo. Sin embargo, la verdadera magnitud de Júpiter
reside en su poder de visión. El jupiterino espiritualmente evoluciona-
do tiene el don de la profecía, y está imbuido de una fe optimista en la
abundancia de la naturaleza. Como resultado de esa capacidad para el
pensamiento positivo, con frecuencia se ve favorecido con el prestigio
personal y una prosperidad general que él da por sentado que le co-
rresponden. (Astrología, la ciencia divina)

Paul Wright escribió, como ya he citado en el capítulo 1, que la


persona jupiterina ve el potencial futuro antes que los demás. En
realidad, Júpiter está obsesionado con el futuro; para los jupiterinos,
la hierba es siempre más verde en el futuro y más allá del horizonte.
Tal como escribió Charles Carter en Ensayos sobre los fundamentos
de la astrología:

[...] es natural que deseara saber tanto como pudiera, y de ahí surge el
interés por la predicción y la profecía, que son rasgos jupiterinos, así
como el simple hecho de que las personas jupiterinas viven mental-
mente en el futuro, algo que les interesa como un fin en sí. Júpiter
busca experiencias nuevas, y en lo que respecta al tiempo, sólo puede
encontrarlas en el futuro, y por lo que toca al espacio, en tierras leja-
nas e ignotas.

Me parece que no hay otro tipo de persona que necesite tan pro-
fundamente una verdad para vivir como el jupiterino. De hecho,
nada es tan lastimoso de ver como un jupiterino que no crea en na-
da. La búsqueda de la verdad, en sí misma, da a estas personas una
sensación de dirección, ¡aunque en muchos casos parece como si se
especializaran en no encontrarla jamás! Landis Knight Green des-
cribe con viveza y claridad las potencialidades positivas y negativas
de Júpiter:

Un emplazamiento positivo de Júpiter indica una búsqueda de la ver-


dad, franqueza, optimismo, buen juicio, jovialidad, carácter gregario y
una capacidad para alcanzar objetivos nuevos o mayores, de naturale-
81
za más universal. Si no está bien emplazado, Júpiter puede potenciar
rasgos de carácter como la presunción, la tendencia a la exageración,
un excesivo proselitismo, la temeridad, la credulidad, la fanfarronería,
una inclinación a vagabundear y la propensión al despilfarro y los
juegos de azar. En un sentido espiritual, Júpiter representa la revela-
ción y la difusión de la sabiduría y el conocimiento. [...] En la raíz de
sus acciones se encuentra la ferviente necesidad de buscar y demostrar
(enseñar) la verdad, y de estimular a los demás. El jupiterino de per-
sonalidad más débil tiende a impregnar su existencia de romanticis-
mo, y suele caracterizarse por su inquietud y por una arrogante y esté-
ril santurronería. (El manual del Astrólogo)

Observará el lector que Green emplea las palabras «fanfarrone-


ría» y «arrogante». Los que están en una fuerte sintonía con Júpiter
quieren ser de un tamaño mayor que el natural; desean expresar
generosidad, idealismo y magnanimidad, y con frecuencia quieren
que se note que expresan todo eso. Sin embargo, si esta tendencia
degenera, o sólo halla una forma de expresión negativa, el resultado
puede ser la arrogancia sumada a una desagradable santurronería.
Más que en cualquier otro signo, en Sagitario vemos expresiones
muy frecuentes de indignación. En otras palabras, su orgullo y su
dignidad se han sentido ofendidos. Y esta es también una reacción
bastante común en aquellas personas que son fuertemente jupiteri-
nas.

La expresión positiva de La expresión negativa de


Júpiter Júpiter
Fe; confianza en un poder su- Exceso de confianza; pereza;
perior o en un plan mayor; dispersión de la energía; ten-
apertura a la gracia divina; dencia a dejar que trabajen los
optimismo; comprensión de la demás; irresponsabilidad; incli-
necesidad de mejorarse a uno nación a abarcar o prometer
mismo. demasiado.

Los jupiterinos pueden ser grandes predicadores (es decir, pro-


motores de «la verdad») o vendedores (es decir, promotores de pro-

82
ductos), y son capaces de inspirar confianza y de animar a los demás
a tener grandes aspiraciones, pero también pueden mostrarse pom-
posos, intolerantes y despreciativos. Hace más de un siglo, «Rap-
hael» escribió que Júpiter puede producir jueces y arzobispos, pero
que también es el responsable de los charlatanes, estafadores y bo-
rrachos. Una de las manifestaciones negativas de Júpiter que con
más frecuencia vemos señalada en la bibliografía astrológica es la
hipocresía, sobre todo en el caso de políticos y sacerdotes, que se
muestran nobles públicamente diciendo algo que denota una menta-
lidad elevada mientras que hacen algo muy diferente en su propia
vida. La gente camina por encima de una delgada línea cuando se
muestra ante los demás como un líder, un idealista o una fiable fuen-
te de inspiración, y una vez más podemos encontrar una buena ex-
plicación de este fenómeno en los escritos de Charles Carter.
En sus Ensayos sobre los fundamentos de la astrología, Carter
señala que, en la mayoría de los campos, son pocas las personas que
están verdaderamente capacitadas para ofrecer consejo a los demás.
Carter afirma que «la propensión jupiterina a la hipocresía» se gene-
ra al ceder a la tentación de fingir que uno posee «información con-
fidencial»» y cita a los corredores de bolsa, a quienes pronostican
los ganadores en las carreras de caballos, etc., como ejemplos co-
munes de jupiterinos que se han excedido en su pretensión de ser
capaces de comunicar conocimientos especiales. Si hubiera llegado
a ver la televisión por cable de los años noventa, sin duda habría
añadido a esta lista de charlatanes a los promotores de muchos pla-
nes para enriquecerse con rapidez y a alguno de los gurús de la au-
toayuda que pretenden que con su filosofía se puede resolver de la
noche a la mañana el peor de los problemas que uno tenga. Carter da
también el ejemplo de los defensores de «diversos cultos que los
presentan como depositarios del secreto de algún camino para ad-
quirir poderes y conocimientos esotéricos». Asimismo, afirma que
«los dos signos regidos por Júpiter tienen la fuerte tendencia a dar
buenos consejos», y que, puesto que recibirlos es sumamente hala-
gador para muchas personas agradecidas, resulta muy atractivo para
la vanidad del consejero que estas personas derramen sobre él una
verdadera lluvia de agradecimiento y admiración.
83
Paul Wright menciona a algunas de las personas a quienes muchos consi-
deraron grandes maestros o gurús, pero a quienes se ha acusado de pro-
meter más de lo que podían dar:
Bhagwan Rajneesh fue una persona con el Sol en Sagitario que pro-
metía mucho, pero lo que provocó finalmente fue un montón de decep-
ciones y desilusiones. Billy Graham tiene a la Luna en Sagitario; L. Ron
Hubbard, el fundador de la cienciología, era Ascendente Sagitario.
Krishnamurti tenía a la Luna en ese mismo signo, y fue la gran esperanza
de los teósofos, que lo aclamaron como a una encarnación de Buda, pero
finalmente él rechazó tanto el título como las aclamaciones. Werner Er-
hard, el fundador del EST en California en 1971, tiene a la Luna en Sagita-
rio. Algunas de las figuras que en los años sesenta se presentaron como
mentores espirituales tenían un Sagitario fuerte; un ejemplo es Alan Watts
(Ascendente Sagitario), autor de una serie de libros cuya lectura llegó a
ser esencial para los buscadores espirituales.

Algunos autores de textos astrológicos han sostenido que Júpiter


es incapaz de maldad, y que se limita a mostrar en ocasiones un ex-
ceso de expansionismo y de optimismo. Sin embargo, como ya he
dicho, la naturaleza y la energía de Júpiter pueden tener muchas
manifestaciones negativas. Si el orgullo fue la causa de la «caída del
hombre» en el Jardín del Edén, entonces desde luego que a los jupi-
terinos no les falta capacidad para cometer errores basados en el
orgullo. Algunos autores han señalado también, con bastante razón,
que «los pecados de Júpiter son por omisión, no por comisión». Di-
cho de otra manera, los jupiterinos son propensos a prometer el oro
y el moro, pero con frecuencia no cumplen lo prometido. Y Carter
afirma que, de cualquier manera que se defina el mal, sin duda Júpi-
ter es capaz de un comportamiento considerablemente negativo de-
bido a su tendencia a ser temerario. Menciona, además, el detalle de
una pareja de delincuentes de cuidado que, entre otros factores sig-
nificativos, tenían en su carta importantes aspectos mayores de Júpi-
ter.
Confío en que, llegados a este punto, los lectores ya no caerán
en la tentación de mirar a Júpiter a través de cristales rosados. Indu-
dablemente, las expresiones más positivas de este planeta son nobles
y admirables, pero no deberíamos hacer caso omiso del otro lado de
84
la moneda. En Tu mayor fuerza, Grant Lewi resume concisamente
algunos de los aspectos más problemáticos de las expresiones de
Júpiter en su sección sobre Sagitario. Lo cito aquí porque creo que
lo que dice no sería menos exacto si, a lo largo de toda la cita, susti-
tuyéramos «Sagitario» por «Júpiter».

La falta de propósito, la inconstancia en los objetivos, la superficiali-


dad, la falta de dirección y la incapacidad para concentrarse son los
peores defectos de Sagitario. Los sagitarianos negativos no paran de
moverse, están constantemente haciendo cosas sin ningún propósito
manifiesto, siempre en marcha, y es probable que sean muy charlata-
nes. Para quienes valoran la soledad, o simplemente una pausa en el
ruido y el frenesí de la vida, Sagitario, en su aspecto negativo, puede
ser muy agotador. Los sagitarianos son extravertidos, les encanta
charlar, ir a muchos sitios y hacer muchas cosas, todo por amor a la
actividad como tal, que para los demás, cuando carece totalmente de
propósito o de sentido, puede ser sólo un motivo de agotamiento –
pero rara vez para Sagitario, quien, ya sea positivo o negativo, parece
que se alimentara de una interminable reserva de vitalidad.
Dilapidar es el pecado del Sagitario negativo, ya se trate de las
facultades personales (cuando la universalidad de la visión se dispersa
y llega a ser más bien un vagabundeo de la atención y de la mente) o
del dinero y las cosas materiales (cuando el hecho de elevarse por en-
cima del dinero se convierte en extravagancia y una falca de respeto
por la propiedad).

Para no poner término a esta sección con unas observaciones


demasía do negativas para un planeta tan positivo, quisiera subrayar
que los dones, las cualidades positivas y las capacidades sumamente
desarrolladas de Júpiter son con gran frecuencia algo que la propia
persona da por sentado. Este tipo de capacidades y modos de expre-
sión personal son, para mucha gente» tan fáciles y naturales que
permanecen relativamente inconscientes. Esta es otra razón para que
cada cual estudie a Júpiter en su propia carta, con el fin no sólo de
descubrir potencialidades, sino también de ser realista, en lugar de
enorgullecerse, con respecto a las formas de expresión y los talentos
más desarrollados y positivos con los que uno ya está sintonizado.

85
Orientaciones generales para la interpretación de
Júpiter
Allí donde se encuentra Júpiter en el horóscopo, hay un ámbito poten-
cial de mejoramiento y expansión, una oportunidad de poner a prueba
o de demostrar nuestros ideales más elevados y nuestra filosofía de la
vida.
LANDIS KNIGHT GREEN,
El manual del astrólogo

En esta sección me propongo enumerar de forma muy concisa varias


orientaciones generales que considero especialmente útiles para en-
tender a Júpiter en una determinada carta natal. Remitirse a estas
orientaciones puede ser un ejercicio particularmente fructífero, ya
sea que uno explore el potencial de su propia carta o establezca un
diálogo de descubrimiento con un cliente. El lector tendrá que apli-
carlas específicamente a cada carta, pero he de subrayar que pueden
referirse tanto a la posición de Júpiter por signo como a su posición
por casa y a sus aspectos. También debo puntualizar que cualquier
factor de la carta que ponga en juego a Júpiter es especialmente im-
portante si se tiene a Piscis o a Sagitario destacado en el tema natal.

NOTA: Cada vez que hablo de un «Júpiter fuerte» o uso otra expresión
similar, por lo general el enunciado también será válido para quienes tie-
nen emplazamientos importantes en Sagitario o en Piscis.

a) Júpiter expande el flujo de energía indicado por el elemento


en el que se halla emplazado en la carta natal; con frecuencia, basta
con acudir conscientemente a esta fuente de energía interior para
activarla y usarla.
b) Un Júpiter fuerte se manifiesta generalmente como una per-
sonalidad optimista, alegre y animada, y a menudo bastante diverti-
da. El signo de Júpiter suele dar pistas sobre el tipo de humor.
c) El emplazamiento de Júpiter indica la sensación de signifi-
cado y de dirección en la vida que puede guiarnos, y señala la bús-
86
queda de una verdad por la cual vivir.
d) Allí donde se encuentre Júpiter en la carta natal es donde el
nativo querrá explorar constantemente nuevos horizontes. Esto es
más fácil de hacer en algunos signos y casas que en otros, según
cuáles sean las convenciones sociales, la educación moral, etc. En
todo caso, queremos mejorar continuamente en el ámbito de la vida
indicado por Júpiter en nuestra carta.
e) Con frecuencia, el emplazamiento de Júpiter muestra, tras
una investigación más profunda y especialmente en el caso de las
personas mayores, dónde está trabajando el nativo en el desarrollo
de un sistema de valores propio y una comprensión más amplia y
profunda mediante el estudio y/o la experiencia.
f) La posición de Júpiter indica un área de entusiasmo y opti-
mismo, en donde podemos poner fácilmente nuestra confianza en
acción. En este dominio, esperamos algún beneficio, y vamos en
busca de oportunidades de crecimiento, y también de ocasiones para
compartir nuestra propia abundancia interior. (Este es un punto
importante, dado que Júpiter –un planeta extraordinariamente gene-
roso– no sólo representa recibir de la vida aprovechando las oportu-
nidades, sino también devolver lo recibido, a menudo de un modo
que resulte beneficioso para todo el mundo.)
g) El emplazamiento de Júpiter muestra dónde buscamos expe-
riencia (Marc Edmund Jones) y dónde tenemos la capacidad de sa-
car partido de las oportunidades (Grant Lewi).
h) La posición de Júpiter revela dónde nos sentimos liberados
de la presión y el miedo y experimentamos la sensación de tener
espacio para respirar, expandirnos, crecer y expresarnos. Su empla-
zamiento (especialmente su signo) nos muestra qué cosas y activi-
dades pueden restablecer nuestra fe cuando estamos bajos de ánimo,
y ayudarnos así a recuperarnos (Rebecca Wilson).
i) Júpiter confiere un sentimiento de convicción moral a todo
lo que toca, y nos proporciona un significado y una motivación para
promover ciertas ideas, ideales, objetivos, etc., y para estimular a
otros en pos de esos objetivos. En el ámbito de la vida donde está
concentrado Júpiter tenemos una fuerte necesidad de abrirnos y ser
sinceros.
87
j) Júpiter representa un anhelo de dirigirse hacia un orden su-
perior o de conectarse con algo mayor que uno mismo, y este deseo
se siente con más intensidad en las áreas simbolizadas por el signo,
la casa y los aspectos más exactos de Júpiter.
k) El emplazamiento de Júpiter indica dónde deberíamos correr
riesgos, porque estos son absolutamente necesarios para progresar
en cualquier esfera de la vida. La puerta de la oportunidad puede
estar ahí esperando, pero hemos de tener el coraje necesario para
atravesarla.
l) La posición de Júpiter señala dónde puede estar la probabili-
dad de éxito, prosperidad y un rápido desarrollo, porque es ahí don-
de podemos tener la vivencia de esa generosa energía, y donde po-
seemos una gran capacidad para expresarnos y comunicarnos con la
sociedad en general.
m) El emplazamiento de Júpiter revela dónde podemos desarro-
llar nuestra confianza en nosotros mismos y nuestra autoestima,
aprovechando de un modo activo las oportunidades que se nos pre-
sentan, basándonos en la fe en nuestro propio potencial. Esto sólo lo
podemos lograr si recurrimos a la fuente de abundancia que lleva-
mos dentro, y concedemos a esta energía, talento o mente superior el
espacio necesario para que funcione en nuestra propia vida.

88
3

La personalidad jupiterina

Se puede medir el tamaño de un hombre en función del tamaño de


aquello que lo enfurece.
J. KENTFIELD MORLEY

Con el objeto de explorar el arquetipo jupiterino de forma más deta-


llada, será necesario que describa diversos tipos de personalidades y
de comportamientos que nos harán evocar de un modo natural las
características propias del Sol en Sagitario. En otros casos, puedo
describir algo que suena más parecido a una expresión típica de Pis-
cis dentro de la gama de manifestaciones de Júpiter. Por supuesto,
como se ha escrito mucho más sobre las características del signo
solar que sobre las posiciones o aspectos de los planetas, será inevi-
table que cite a menudo observaciones de diversos autores sobre las
personas que tienen al Sol en Sagitario. Sin embargo, es importante
aclarar desde el principio que me valgo de tales comentarios para
describir en términos generales a quienes tienen lo que podríamos
llamar un «tema jupiterino destacado» en su carta natal. Con esto
me refiero no solamente al hecho de que el Ascendente o diversos
planetas estén en Sagitario o en Piscis, sino también al emplaza-
miento por casa (quizá Júpiter en la casa uno o en una casa nueve
activada) o a aspectos o configuraciones de aspectos próximos a la
exactitud (como Júpiter en cuadratura con el Sol, en conjunción con
la Luna o en trígono con el Ascendente).
También debo mencionar que, a pesar de que por lo general Jú-
piter no oculte sus talentos ni mantenga en secreto sus sueños (en
realidad, con frecuencia uno desearía que los jupiterinos fueran más

89
modestos o moderados), siempre hay que tener en cuenta la totali-
dad de la carta. En ocasiones, una persona muy jupiterina puede
mantener oculta su benevolencia, por ejemplo, si el resto de la carta
muestra una considerable humildad. Otro nativo jupiterino que ten-
ga, por ejemplo, muchos planetas en signos de agua puede ser de-
masiado tímido para expresar públicamente de un modo espectacu-
lar sus mejores capacidades o sus muchos talentos. E incluso es pro-
bable que otra persona jupiterina que tenga destacado a Capricornio
o a Virgo en su carta natal se muestre escéptica con respecto a su
propia necesidad de mayor expansión y sus formas naturales de au-
toexpresión, y en ocasiones se sienta incluso avergonzada de ellas, y
por lo tanto que las deprima en cierta medida, pese a lo cual se ma-
nifestarán periódicamente, en cuyo caso puede darse un síndrome de
doble personalidad que quizás intrigue a muchos de sus amigos y
conocidos. De modo que, teniendo presente esta advertencia, pode-
mos ahora explorar el arquetipo jupiterino de un modo abstracto, sin
que esté modificado por los demás factores que encontramos en el
horóscopo de una persona real y que siempre complican las cosas.
Una palabra clave muy adecuada para los jupiterinos es aspira-
ción. Son personas muy orientadas hacia sus metas, incluso aunque
en ocasiones dispersen sus energías en demasiados objetivos al
mismo tiempo, o ni siquiera tengan plena conciencia de cuál es su
objetivo. Tal como dijo una vez un amigo mío con Ascendente Sagi-
tario: «He lanzado montones de flechas en todas direcciones. ¡Algu-
na tendrá que dar en el blanco!». Una idea muy parecida expresan
Moore y Douglas en Astrología, la ciencia divina, cuando dicen de
los sagitarianos que: «Tan pronto como descubren una nueva visión,
lanzan una lluvia de palabras entusiastas para llamar la atención
sobre su descubrimiento». Su gran entusiasmo y su ilimitado opti-
mismo conducen a una tendencia a «hacer las cosas a lo grande», a
tener grandes gestos o hacer grandes promesas (de forma muy seme-
jante a lo que se observa en algunos casos en el signo de Leo), sin
detenerse a pensar si es algo práctico o incluso posible.
Pero en todo caso, quienes tienen a Júpiter en un emplazamiento
destacado necesitan siempre, como mínimo, un objetivo lejano que
imbuya de interés y significado su vida de cada día. El simple hecho
90
de tener un sueño para un futuro remoto es mucho más importante
que el ideal específico o el objetivo imaginado en sí. La verdad es
que hay personas que reemplazan una meta por otra o un sueño por
otro con la rapidez del rayo, especialmente aquellas que en su carta
tienen también destacado a Urano, Acuario o Aries. Para estos nati-
vos, esencialmente, la monotonía de la vida cotidiana resulta tediosa
e intolerable si no hay un gran objetivo o visión que le infunda sig-
nificado y entusiasmo.
La palabra entusiasmo se encuentra repetidas veces en la biblio-
grafía astrológica con referencia a Júpiter y Sagitario. Tal como es-
cribe Grant Lewi de este signo, «para él, vivir con entusiasmo es tan
importante como respirar» (Tu mayor fuerza). El entusiasmo es,
efectivamente, un gran don, cuya importancia no se ha de subesti-
mar. Quienes lo tienen en abundancia tienden a considerarlo como
lo más natural, y los que carecen casi totalmente de él no pueden
imaginarse que se pueda vivir en semejante estado de excitación.
Ese estado de euforia en que todas las cosas parecen posibles es, ni
más ni menos, la materia prima de la inspiración y la motivación
para crear, es decir, la energía esencial que nos impulsa a ir en pos
del objetivo distante, por más difícil o poco práctico que pueda pa-
recer el viaje. Este entusiasmo es contagioso, y es lo que explica en
buena parte la capacidad para el liderazgo y el carácter inspirado
que muestran los jupiterinos. Realmente, estar dotado de una energía
y una disposición de ánimo semejantes es como disponer de un po-
der especial, e incluso un don divino; y de hecho, el término griego
entheos (de la que proviene la palabra «entusiasmo») significa «po-
seído por un dios o por otro poder sobrehumano». De ahí que, en
cierto sentido, no podamos culpar a las personas jupiterinas por ser
un poco desmesuradas en muchos ámbitos de la vida, y muy a me-
nudo el exceso de confianza y la extravagancia que las caracteriza
son inofensivos. Sin embargo, si uno se deja atrapar por esta pode-
rosa energía, que incluso puede parecer sobrenatural, y deja que su
vida llegue a estar dominada por un excesivo autoengrandecimiento
o por una serie de proyectos demasiado grandes, ese poder divino
puede resultar desmesurado y desgastador hasta tal punto que uno
puede terminar destruido o totalmente agotado.
91
Además, quienes rodean a una persona así también pueden ter-
minar heridos, aunque este resultado no sea en modo alguno la in-
tención del nativo. Simplemente sucede, como la cosa más natural
del mundo, que durante las épocas en que el jupiterino siente que el
alcance de su poder personal, su energía y su influencia se expanden
y le prometen un mayor resultado en la consecución de sus objeti-
vos, descuida los detalles de su vida cotidiana y las necesidades
emocionales de quienes lo rodean. Esas preocupaciones parecen
pequeñas, si es que en realidad las llega a notar. Y por consiguiente,
como con tanta frecuencia se ha dicho del signo de Sagitario, los
pecados del jupiterino son más frecuentemente de omisión que de
comisión; es raro que estos nativos se propongan descuidar a los
demás y hacer caso omiso de sus sentimientos. Simplemente, lo
hacen porque han empezado a sentirse «por encima de todo eso», y
a menudo con el resultado final de una insensibilidad impersonal a
los sentimientos humanos. Como es natural, esto puede hacer que
los demás se sientan pequeños, ¡al mismo tiempo que la personali-
dad del jupiterino se siente cada vez más grande!
Si la etapa de autoengrandecimiento dura demasiado, es proba-
ble que empiecen a aflorar los peores rasgos de Júpiter; junto con la
santurronería de la que ya hemos hablado, pueden aparecer una acti-
tud de superioridad y un estilo condescendiente al hablar y al tratar
con los «inferiores». Esa forma de manifestación negativa de Júpiter
puede ser dolorosamente degradante para los demás, aunque el jupi-
terino quizá no perciba el desdén que hay en su propia actitud. A
Júpiter se lo considera exaltado en Cáncer por una buena razón: este
emplazamiento simboliza la sensibilidad a los sentimientos de los
demás y la preocupación por el entorno inmediato que, idealmente,
un jupiterino necesita tener como forma de equilibrar su tendencia
hacia las cosas más impersonales y de mayor alcance.
La dificultad para que las personas jupiterinas se enfrenten con
las inoportunas necesidades de las emociones humanas se halla bien
expresada por Tracy Marks en su libro La astrología del autodescu-
brimiento, donde, al referirse a la Luna en Sagitario, escribe:

Si tenemos a la Luna en Sagitario, necesitamos ser libres de expandir

92
nuestros límites, de descubrir y llevar a la realidad nuevas posibilida-
des, de viajar y de desarrollar nuestro entendimiento. Tenemos un co-
razón generoso y queremos compartir nuestra propia abundancia; pro-
curamos también elevarnos por encima de nuestras dificultades con la
ayuda del humor y de una grata compañía.
Cuando nuestras verdaderas necesidades no están satisfechas, o
cuando nos ponemos en contacto con sentimientos o necesidades que
nos amenazan, es probable que expresemos nuestra naturaleza sagita-
riana de manera defensiva o deformada: aplazando una decisión o
concentrándonos en el futuro, en ámbitos abstractos o en actividades
escapistas para evitar los problemas inmediatos; preocupándonos más
bien por los ideales y objetivos que por las tareas del momento; inte-
lectualizando las cosas o filosofando sin cesar; haciendo bromas y
chistes inapropiados, o moviéndonos incansablemente de una activi-
dad a otra o de una persona a otra, en un interminable intento de elu-
dir la responsabilidad y de llenar nuestro vacío interior.

Marks pasa luego a explicar de qué manera la educación recibi-


da puede habernos enseñado a temer la intimidad emocional y a
refugiarnos en ámbitos distantes, en vez de atender nuestras verda-
deras necesidades y nuestros auténticos sentimientos. Yo creo que
esta tendencia puede hallarse presente en quienes tienen un Júpiter
destacado en su carta natal, y no sólo en los que tienen acentuado a
Sagitario (por lo general, Piscis es mucho más sensible a las emo-
ciones).
El sentimiento de superioridad que a veces llega a tenor la gente
con un Júpiter fuerte puede conducir a formas de expresión bastante
desagradables, y la sensación de estar librando una batalla digna por
una causa moral y justa puede degenerar en una hipócrita e intransi-
gente santurronería que intenta justificar prácticamente cualquier
actitud abominable ocultándose tras la falsa creencia de que uno es
un ser moralmente superior. Tal como escribió Eric Fromm, el gran
psicólogo y estudioso de la condición humana:

Quizá no haya otro fenómeno que contenga un sentimiento tan des-


tructivo como la «indignación moral», que permite expresar la envidia
o el odio bajo el disfraz de la virtud.

93
Esta visión de la vida dominada por un sistema de creencias
«moralmente superior» la explica más extensamente Paul Wright en
su libro El zodiaco literario:

Sagitario y Júpiter simbolizan, pues, cosas como la teocracia, o cual-


quier clase de sociedad en donde la vida esté dominada por la ideolo-
gía y se considere que la realidad primordial es algo que está por en-
cima y mis allá del mundo de las apariencias. Esas sociedades se pue-
den equiparar muy fielmente a lo que Sorokin llama la cultura «idea-
cional». Sagitario simboliza la creencia poderosa o irracional en algu-
na entidad mayor que el individuo, ya se trate de un ser religioso o de
una idea política. Una creencia como ésta se encuentra profundamente
arraigada y es impermeable a cualquier razonamiento. Las conviccio-
nes no se inculcan por medios racionales, de modo que no hay razón
para suponer que este tipo de medios hayan de eliminarlas o modifi-
carlas. La intransigencia es un concepto más aplicable a Sagitario que
a ningún otro signo. Y por lo general, al sagitariano no le basta sim-
plemente con creer; parece como si su seguridad dependiera del hecho
de que exprese sus creencias y de que otras personas las compartan.
En Sagitario puede haber un lado muy rotundo y santurrón. En litera-
tura, una crítica que se les hace casi exclusivamente a los escritores
nacidos bajo este signo es la de que tienen el hábito de predicar. Pue-
de haber una tendencia a crear una obra excesivamente doctrinaria, y
a cargarla con un mensaje moral o político.

Asimismo, Charles Carter destaca las posibilidades negativas de


la afición jupiterina a predicar su propia verdad inspirada:

Sagitario es ciertamente un signo vital en todos los sentidos, y no


mantiene ocultos sus talentos. Es inquieto, mental y físicamente. Le
encanta compartir lo que posee, y de ahí que no sólo sea generoso o
incluso pródigo con el dinero, sino que también actúe como el mentor
general, el predicador, el consejero. En ello hay dos peligros. Ante to-
do, un predicador debe estar seguro de que realmente tiene algo útil
para decir, y de que tiene derecho a decirlo. De otra manera, no es
más que un charlatán que da consejos a quienes son tan juiciosos y
virtuosos como él, o incluso más. (Ensayos sobre los fundamentos de
la astrología)

94
Estas expresiones negativas de Júpiter son de hecho perversio-
nes de uno de los mayores talentos que tan frecuentemente otorga
este fuerte planeta: el del maestro arquetípico de una sabiduría supe-
rior. Tal como escriben Moore y Douglas en Astrología, la ciencia
divina:

Sagitario es a la vez maestro y predicador. Como maestro, intenta ele-


var la vista de sus discípulos hacia las verdades superiores; como pre-
dicador, se da cuenta de que los hombres deben estar motivados para
seguir la senda de la rectitud.

En el sentido más positivo, el maestro jupiterino inspira a sus


alumnos para que persigan inflexiblemente sus propios objetivos y
verdades. Un maestro así saca a la luz el significado de los hechos y
las tradiciones, y orienta al estudiante hacia lo posible y lo potencial.
Puede predicar una filosofía del aprendizaje abierta y optimista, que
da a sus alumnos confianza en el futuro y un aprecio por el hecho de
ir logrando una comprensión amplia a medida que van explorando
resueltamente un sinfín de posibilidades. De igual modo, es incues-
tionable que hay una gran necesidad del tipo de predicador que no
es de mano dura ni rígido en sus juicios. Esta clase de predicación es
una variedad inspiradora de la enseñanza, y corresponde a lo que
verdaderamente significa la palabra educación, es decir, conducir
hacia fuera (de las tinieblas). También es interesante señalar cuán-
tos maestros hábiles se valen del más jupiterino de los métodos para
sacar afuera los pensamientos de sus estudiantes: el debate y la ar-
gumentación. Este tipo de duelo verbal, bastante parecido al hecho
de ganar puntos como un arquero cuando intenta dar en el blanco, es
un antiguo método de enseñanza que en la actualidad está muy olvi-
dado, y que los jupiterinos suelen encontrar especialmente eficaz y
grato.

Si su naturaleza está bien equilibrada, y su ambiente es cordial y agrada-


ble, no sólo progresa en su desarrollo con mucha rapidez, sino que es un
gran centro de ayuda e iluminación para los demás, porque fácilmente
establece contacto con sus congéneres, y muestra un gran interés por su

95
verdadero bienestar y en especial por su educación. En ocasiones, se
muestra como un excelente maestro de tipo socrático, que va directamen-
te al objetivo y despierta la mente de sus discípulos, enseñándoles a ob-
servar, razonar y pensar por sí mismos.
ISABELLE PAGAN sobre Sagitario,
Análisis de los signos del zodíaco
publicado por primera vez en 1911

Tengo la sensación de que una de las causas principales del


enorme deterioro de la calidad de la educación en el mundo occiden-
tal es la erosión de los papeles de discípulo y maestro por razones
culturales, económicas, etc. Esto se ha producido en todos los nive-
les de la educación, y la superpoblación en las aulas, unida a la dis-
minución de la autoridad del maestro y la poca estima en que lo tie-
nen tanto los estudiantes como los padres, ha acelerado esta propen-
sión. Y ahora, con la introducción cada vez mayor de la instrucción
basada en el ordenador y en la televisión, es indudable que esto irá
en aumento. Sin embargo, si pudiéramos sacar partido del buen ren-
dimiento que la instrucción electrónica puede proporcionar en cier-
tos dominios del aprendizaje, y así liberar el tiempo de los maestros
para que puedan ejercer más la función de guías y asesores, supervi-
sando, personal y académicamente, el progreso de los estudiantes,
quizá podríamos revitalizar el arquetipo del maestro. Tal como es-
cribió Page Smith en Matar el espíritu:

No hay una educación digna, adecuada y respetable, en el verdadero


sentido de esa palabra de la que tanto se abusa, sin que el maestro se
implique personalmente en las necesidades y preocupaciones, acadé-
micas y personales, de sus alumnos. Todo lo demás es «instrucción»,
«transferencia de información», «técnica de comunicación» o alguna
otra expresión impersonal y antiséptica, pero no es enseñanza, y el es-
tudiante verdaderamente no está aprendiendo.

La relación de Júpiter con el arquetipo del maestro no se limita


a la astrología occidental. De hecho, en la astrología hindú (o «védi-
ca»), a Júpiter se le da el nombre de Guru y se lo asocia con el

96
maestro divino que derrama sabiduría sobre la humanidad, otorgan-
do nobleza y elevando el a carácter tanto moralmente como espiri-
tualmente. Esto es un indicio más que señala no sólo la importancia
que tiene Júpiter a este respecto y en la ciencia de la astrología, sino
también lo trágico que sería que, individualmente y como sociedad,
siguiéramos descuidando esta importantísima dimensión de la vida.
Un ejemplo perfecto de una personalidad jupiterina lo constitu-
ye Winston Churchill, nacido el 30 de noviembre de 1874, con Júpi-
ter en conjunción con Marte y en sextil con Venus, y con el Sol y
Venus en Sagitario. Además de sus vastos escritos (sus libros son
voluminosos), se lo conoce desde luego por sus habilidades oratorias
(obsérvense los emplazamientos en la tercera casa). De hecho, se
podría decir que fue un predicador extraordinario en una época en
que todo el mundo occidental necesitaba inspiración y optimismo.
Incluso su planeta regente (Venus) estaba en Sagitario. A lo largo de
toda la segunda guerra mundial, adoptó constantemente un elevado
nivel moral en sus discursos, que situaron la agresión fascista en una
perspectiva más clara. Sus referencias a «las tierras altas iluminadas
por el sol»» y otras visiones similares de un futuro más brillante, no
podían ser más específicamente jupiterinas. Por ejemplo, la siguien-
te cita de un discurso suyo pronunciado el 8 de diciembre de 1941,
el día después de que los japoneses bombardearan Pearl Harbor, es
especialmente apropiada para un líder nacido bajo un signo de fue-
go:

En el pasado hemos tenido una luz vacilante y mortecina; en el pre-


sente tenemos una luz que brilla, y en el futuro habrá una luz que res-
plandecerá sobre la totalidad de la tierra y el mar.6

6
Para más detalles sobre la carta de Churchill, véase la sección «Júpiter
en Libra», en el capítulo 6.
97
Sir Winston Churchill, 30 de noviembre de 1874, a la 1.26 am,
Blenheim Palace, Gran Bretaña.

La siguiente cita referente a Sagitario, tomada de la obra de


Grant Lewi Tu mayor fuerza, suena como si estuviera describiendo
específicamente el papel que desempeñó Churchill durante la se-
gunda guerra mundial:

El sagitariano positivo tiene [...] la convicción interior de que lleva


dentro mucho para dar. Si otros son menos afortunados que él, consi-
dera como un privilegio darles de su abundancia. No da tanto cosas
materiales como los dones del espíritu: el liderazgo, el valor moral, el
98
respeto por uno mismo, ánimo para la fe que flaquea y las energías
que menguan, un impulso hacia arriba para el mundo entero que pro-
viene del contacto, por fugaz que éste sea, con la calidez y el entu-
siasmo, la osadía y la franqueza del sagitariano.

Lewi habla de «un impulso hacia arriba para el mundo entero»,


subrayando el carácter inspirador de Júpiter en su mejor expresión.
Hay que señalar también que Churchill fue extraordinariamente
profético, ya que lanzó advertencias sobre la amenaza del nazismo
varios años antes de la guerra, aun cuando en el Parlamento se rieran
abiertamente de él y los que ocupaban el poder en Inglaterra en
aquel momento lo considerasen un pelmazo y un pesado. Una vez
más, no se equivocó en lo referente al «Telón de Acero» (una expre-
sión acuñada por él) que la URSS habría de establecer por toda Eu-
ropa Oriental. Su personalidad, osada y emprendedora, es legenda-
ria. Su temeridad, ilustrada por el hecho de que permaneciera en pie
sobre el tejado de un edificio del gobierno durante una incursión
aérea sobre Londres para poder ver las cosas de cerca, ciertamente
nos lleva a creer que se sentía protegido por un poder superior para
que llegara a concretarse el propósito para el que había nacido (su
coraje también está indicado en su carta por la conjunción Marte-
Júpiter). De hecho, según él mismo escribió, cuando finalmente su-
po con seguridad que era el próximo primer ministro, una responsa-
bilidad que casi cualquier otro habría recibido con profunda grave-
dad, esa noche durmió profundamente y su sueño fue más tranquilo
de lo normal. Como ejemplo de la amplitud de su perspectiva y de
su visión profética, así como del tono profundamente filosófico de
muchas de sus pláticas, he aquí la siguiente cita de un discurso de
1935, pronunciado en la Cámara de los Comunes, y que sorprende
por su tono de premonición sobre la intensidad de la amenaza a la
paz mundial:

Cuando la situación era manejable, se la descuidó, y ahora que se nos


ha ido totalmente de las manos, aplicamos demasiado tarde los reme-
dios que entonces podrían haber significado la curación. No hay nada
nuevo en la historia; esto es tan viejo como los libros sibilinos, y entra
en ese largo y descorazonador catálogo de la inutilidad de la expe-
99
riencia y la inveterada imposibilidad de aprender del género humano.
La falta de previsión, la mala disposición a actuar cuando la acción
sería simple y eficaz, la carencia de un pensamiento claro, la confu-
sión del consejo mientras no ha llegado la emergencia, hasta que el
instinto de conservación hace sonar estridentemente su gong, tales son
las características que constituyen la interminable repetición de la his-
toria.

Otra personalidad con el Sol en Sagitario, Beethoven, es un


ejemplo perfecto de la tendencia jupiterina a expandir y desarrollar
extensamente, más allá de los límites actuales, el campo de activi-
dad que se ha elegido.

Beethoven fue también un músico que expandió enormemente las


formas musicales. La sonata para piano, por ejemplo, era una forma
utilizada por muchos compositores a fines del siglo XVIII. Beethoven
escribió unas treinta, pero al hacerlo agotó todas las posibilidades de
la sonata, que se convirtió así en una vena agotada, y fueron muy po-
cas las que se compusieron después de su época. Hay quienes dicen
que también llevó a sus límites la forma sinfónica, o que por lo menos
la llevó a su culminación. (El zodíaco literario)

El carácter «inspirador» de la oratoria de Churchill y de la in-


tensa música de Beethoven me recuerda otra forma de inspiración
propia de Júpiter: la risa, el humor y la afición a las bromas. En su
mejor expresión, los jupiterinos son auténticamente joviales, con su
actitud alegre y optimista y su capacidad para sacar a los demás de
los abismos del desaliento y la depresión. Aunque hay muchos tipos
de humor (entre ellos la agradable armonía interpersonal de Venus y
el tratamiento de choque que constituyen las críticas uranianas de
los valores sociales), no cabe duda de que el humor y la perspectiva
que proporciona Júpiter son muy importantes para que nos sintamos
bien, y por lo tanto para nuestra salud en general. Y desde luego,
para mantenerme a la altura del espíritu de Júpiter, no he podido
resistirme a la tentación de incluir algunos párrafos humorísticos en
este libro.
Júpiter nos da la capacidad de elevarnos por encima de los deta-

100
lles inmediatos y de expandirnos más allá de nuestras limitaciones o
nuestro sufrimiento. Nos da la perspectiva y la habilidad necesarias
para recuperarnos de las crisis dolorosas, como pueden ser los trau-
mas psicológicos o la cirugía (Sagitario sigue a Escorpio en el zo-
díaco). Se puede, pues, decir que Júpiter simboliza la recuperación,
una senda que no sólo se cultiva manteniendo una actitud más posi-
tiva, sino también mediante el esfuerzo por mejorarnos verdadera-
mente, y por mejorar nuestros hábitos. Una vez más, vemos a Júpi-
ter representando el acto de hacer que nuestra vida esté más en ar-
monía con un ideal. Y ciertamente, la vinculación de este planeta
con la risa y con la fe señala su importante papel en la salud y la
curación.
La conexión entre la risa y la curación se ha convertido en un
importante campo de serios estudios, sobre los cuales se han ido
publicando en los últimos años una gran cantidad de libros y artícu-
los científicos. Se ha sugerido, por ejemplo, apoyándose en pruebas
sustanciales, que la risa aumenta la producción de endorfinas, lo
cual a su vez tiene numerosos efectos positivos en nuestra salud.
Además, la curación por la fe, o mediante una impresionante recu-
peración de la fe, es un fenómeno que el mundo conoce desde hace
milenios. Jamás se ha de minimizar el poder que se deriva de una
oleada de energía positiva fuertemente concentrada que fluye por
mediación del campo energético del individuo. Es imposible limitar
realmente el alcance de los efectos positivos de este tipo de energía.
En otras palabras, la elevación del espíritu que es capaz de infundir
Júpiter no sólo es algo eufórico, ¡sino que también contribuye en
gran medida a nuestro estado general de salud! En su libro Anatomía
de una enfermedad, Norman Cousins sintetiza de la siguiente mane-
ra la conexión existente entre el humor y esta forma de curación:

La Biblia nos dice que un corazón alegre funciona como un médico.


Es difícil decir con exactitud qué es lo que sucede en el interior de la
mente y el cuerpo del ser humano como resultado del humor, pero las
pruebas de que éste funciona han estimulado, a lo largo de los siglos,
las especulaciones no sólo de los médicos, sino también de los filóso-
fos y eruditos. [...] Robert Burton, en su libro Anatomía de la melan-
colía, aparecido hace casi cuatrocientos años, citaba a diversas autori-
101
dades como respaldo de su observación de que «el humor purga la
sangre, manteniendo el cuerpo joven, vivaz y apto para cualquier uso
que se le haya de dar». En general, decía Burton, la risa es el «princi-
pal ingenio para derribar las murallas de la melancolía [...] y una cura
en sí misma». Hobbes describía la risa como una «pasión de gloria re-
pentina».

También en la resolución de problemas el humor desempeña un


papel mucho más importante de lo que generalmente se le reconoce,
y a la persona que puede mostrar amplitud de corazón, grandeza de
espíritu y una actitud humorística incluso en mitad de una situación
estresante o peligrosa, a menudo se le reconoce una extraordinaria
capacidad de liderazgo. De la misma manera, aquellos que reaccio-
nan de un modo exagerado ante cualquier minucia, ceden a la nega-
tividad de la cólera o el miedo, o se estremecen de nerviosismo en
una situación estresante, raras veces son capaces de congregar a su
alrededor a otras personas para llevar a cabo tareas importantes. Tal
como dijo hace dos milenios el escritor romano Horacio:

Con frecuencia, un chiste o unas palabras humorísticas resuelven los


asuntos más importantes mejor que la aspereza y la gravedad.

De hecho, desarrollar la capacidad de elevarse por encima de las


pequeñas molestias de la vida es una parte importante de esa gran
virtud jupiterina que es la sabiduría. Tal como escribió un gran filó-
sofo estadounidense:

El arte de ser sabio es el arte de saber qué es lo que se ha de pasar por


alto.
WILLIAM JAMES

El jupiterino como símbolo cultural


Hay otro aspecto de la personalidad jupiterina que ha sido poco ob-
servado en la bibliografía astrológica, y es la tendencia a que el
idealismo implícito en Júpiter se vea a veces extraordinariamente
102
concretado por una persona específica a quien se considera, en am-
plios sectores, un ideal inalcanzable, un héroe o un símbolo cultural.
Paul Wright estudia con brillantez este fenómeno en un artículo que,
en el momento de escribir esto, aún no se ha publicado. Por este
motivo, lo citaré ampliamente:

Aunque ya no vivimos en una época religiosa, la necesidad humana


de lo numinoso, de algo mayor, más perfecto y más poderoso que no-
sotros, no ha desaparecido. Ha tomado, sin embargo, un giro perverso.
En vez de aspirar al Infinito, convertimos en dioses a los mortales. De
los atletas y los artistas hacemos «superestrellas». Engrandecemos a
los actores, los deportistas y los músicos, los investimos de encanto y
los adoramos. En otras palabras, los exaltamos. Este fenómeno de
elevar lo ordinario a la condición de extraordinario es una característi-
ca de Júpiter y de Sagitario (no tanto de Piscis), y aparece en la con-
ducta de dos maneras básicas:
1. El manto del héroe o del rey parece que se adapta mejor a los
hombros de quienes tienen un Júpiter o un Sagitario fuerte.
2. Igualmente, la persona sagitariana o jupiterina puede mostrar
una tendencia a la idealización y el culto al héroe superior a
la normal.
Consideremos algunos ejemplos. En música tenemos a Elvis
Presley, a quien se solía llamar «el Rey», un hombre que fue y sigue
siendo exaltado y celebrado de un modo que no guarda proporción
con su verdadero talento musical; era Ascendente Sagitario. Otras le-
yendas del rock incluyen a Jim Morrison y Jimi Hendrix (ambos con
el Sol en Sagitario), Marc Bolan (Ascendente Sagitario) y Bob Dylan
(Ascendente Sagitario y Júpiter en conjunción con el Sol). Personajes
como Elvis y Jim Morrison tienen su propio santuario; la gente visita
su tumba del mismo modo en que se hacen peregrinaciones a los luga-
res santos. Frank Sinatra (Sol en Sagitario) es otro cantante a quien, a
mi modo de ver, se celebra de una manera que no guarda proporción
cotí su talento (y esta falta de proporción es típicamente jupiterina).
En el mundo del cinc nos encontramos con James Dean (Júpiter
en el Medio Cielo) y Marión Brando (Ascendente Sagitario)7. Según

7
Algunas cartas estimativas dan a Escorpio como Ascendente de Brando,
pero incluso así tendría a Júpiter en Sagitario en la primera casa.
103
un artículo reciente de un suplemento en color, Brando dijo, cavilando
sobre su propia celebridad: «No soy más que otro hijo de puta instala-
do en una casa rodante en un plató cinematográfico, y vienen espe-
rando encontrarse con Zeus».
Un hombre que fue objeto de una enorme adulación fue el avia-
dor Lindbergh, un poco a expensas de otros pioneros de la aviación
(como Alcock y Brown, el primero que realmente cruzó el Atlántico
volando). Tenía la Luna y el Ascendente en Sagitario.
Einstein tenía la Luna en Sagitario y fue el centro de una buena
cantidad de culto al héroe totalmente banal que poco tenía que ver con
su labor científica.
En cuanto al escritor soviético Solzhenitsyn (Sol en Sagitario), es
otro personaje muy instalado en el papel de ídolo y de símbolo.

No puedo dejar el tema sin mencionar otro símbolo cultural de


Estados Unidos, que en opinión de muchos encarnó el arquetipo del
héroe estadounidense, a la vez atlético y humanamente sensible: la
estrella del equipo de béisbol New York Yankees, Joe DiMaggio.
Aunque se retiró a comienzos de los años cincuenta, todavía una
década después, en su oda a la inocencia perdida, Simón & Garfun-
kel le preguntaban: «¿Adónde te has ido, Joe DiMaggio? Nuestra
nación vuelve hacia ti sus ojos solitarios» (de la canción «Mrs. Ro-
binson», en la película El graduado). DiMaggio no sólo jugó muy
bien a béisbol en la capital de los medios de comunicación de Esta-
dos Unidos y triunfó allí pese a su humildad y a sus modales indo-
lentes, ¡sino que posteriormente se casó con Marilyn Monroe! ¿Ha-
bría empezado quizás a creer en su propia imagen de héroe de cuen-
to de hadas? La carta de DiMaggio muestra un stellium en Sagitario:
el Sol a 2o, Venus a 6o y Marte a 10°, una maravillosa configuración
para un atleta con mucho talento que se distinguía también por la
gracia con que lo hacía todo, tanto en el campo de juego como fuera
de él. Además, tenía a la Luna en Piscis, el otro signo de Júpiter, y
se casó con un símbolo del neptuniano mundo del cine.
Aunque el anhelo de un Ideal, un objetivo o una verdad que dé
sentido a la vida es una característica esencial de Júpiter, puede que
no haya insistido lo suficiente en la importancia de este planeta y su
simbolismo en relación con toda clase de viajes, no sólo los viajes

104
específicos sobre la tierra, sino también el viaje mismo de la vida
como una experiencia de aprendizaje y una aventura en busca de la
verdad. La mayor parte de las personas que tienen un Júpiter fuerte
o un gran énfasis en Sagitario, Piscis o la casa nueve, se sienten su-
mamente atraídas por los viajes sólo por la vasta gama de experien-
cias que proporcionan. Ya he hablado antes del vagabundeo sin
rumbo fijo que en ocasiones es una expresión de Júpiter y de los dos
signos que rige; pero visto desde el lado positivo, viajar puede cons-
tituir un campo para el riesgo y la aventura. Y a veces los jupiterinos
sienten que explorar el mundo exterior les ayuda a explorarse a sí
mismos. Se dice que «viajar ensancha la mente», y esto es válido
para los jupiterinos de un modo más esencial que para ningún otro
tipo de persona.
Y finalmente, no puedo dar por terminado este estudio de los
nativos jupiterinos sin considerar una de sus mayores preocupacio-
nes: el futuro. Quizá sea acertado decir que, dado lo que es la natu-
raleza humana, la mayoría de la gente lo vive todo en relación con el
futuro y lo que espera de él. Sin embargo, creo que también es ver-
dad que las personas jupiterinas tienen muy dentro de sí esta tenden-
cia, y que cualquier insatisfacción que sientan hoy con respecto a su
vida implica para ellas la necesidad de redefinir y clarificar su visión
del futuro.
Especialmente en el caso de los jupiterinos, la experiencia que
tienen hoy del significado les viene de las expectativas, la esperan-
za, la alegría o la fascinación por algo que esperan del futuro, ya sea
una recompensa, un objetivo, un acontecimiento, una emoción o un
resultado satisfactorio. A la mente humana le resulta tan difícil per-
manecer felizmente en el presente que, de hecho, todos dependemos
en una considerable medida de esta visión del futuro, por más in-
consciente que a menudo sea. Por supuesto, algunas personas, en
determinados casos o durante ciertas fases de la vida, pueden tender
a vivir casi completamente en el pasado, con las emociones, los re-
mordimientos y los anhelos consiguientes. Entonces, en cierto senti-
do, dependen del pasado y de sus esperanzas para el futuro. Sin em-
bargo, el presente y el futuro se entretejen de maneras curiosas, por-
que nuestras visiones y metas para el futuro marcan nuestra manera
105
de construir el presente, así como nuestros actos y pensamientos de
hoy van moldeando sistemáticamente nuestro futuro. Tal como es-
cribieron Caroline Myss y el doctor Norman Shealy:

Lo que una persona cree que es verdad sobre la vida, Dios, los demás,
el destino o la suerte, por ejemplo, tiene un papel muy importante en
la forma en que vive. Como lo que creemos está íntimamente conec-
tado con nuestras emociones, nuestras creencias influyen en nuestra
reacción emocional ante la vida, los modelos de creencias que dan
poder y las actitudes mentales positivas que tengamos son, por consi-
guiente, esenciales para crearnos no sólo un cuerpo sano, sino también
una vida sana. (The Creation of Health [La creación de la salud])

Muchos caminos espirituales enseñan que vivir en el presente es


el ideal que deberíamos perseguir, probablemente porque, si lo al-
canzamos, podremos tomar decisiones más claras y conscientes que
nos den buenos frutos en el futuro, en lugar de estar tan obsesiona-
dos con nuestras fantasías del futuro que no nos demos cuenta de lo
que tenemos justo delante de los ojos en el presente. Pero no pode-
mos vivir de manera tan espiritualmente iluminada a menos que
tengamos en mente ese ideal o esa creencia jupiterina que nos moti-
va para trabajar en su concreción y cultivar el arte de estar en el
eterno ahora. Puesto que el futuro y nuestros ideales causan tan gran
impacto en nuestra vida en todos los niveles, parece algo sumamente
práctico aceptar nuestra necesidad de un objetivo o ideal futuro y,
por lo tanto, estudiar lo que implica nuestro Júpiter natal de modo
que podamos tener, por lo menos, algo más de conciencia de nues-
tros anhelos y aspiraciones para el futuro.

George Washington
No solamente es un buen ejemplo de una personalidad jupiterina, sino
que en su carta se ve la forma en que factores y temas astrológicos apa-
rentemente menores pueden converger para crear un único tema impor-
tante; en su caso, una gran sensación de nobleza, eminencia, confianza,
rectitud y una amplia tolerancia de la diversidad humana. Aunque tal vez
muchos estadounidenses no se den cuenta, a Washington se lo respeta en
todo el mundo como un símbolo de la democracia, y la verdad es que él
106
puso su sello sobre la forma actual de la democracia de Estados Unidos,
especialmente sobre el cargo de presidente de la nación y la forma en que
ha sido potenciado, mucho más de lo que saben la mayoría de los ciuda-
danos. Incluso durante su vida, en sus últimos años, ya se había empeza-
do a usar, de una enorme variedad de formas, su perfil como símbolo
estadounidense de virtud e independencia. Finalmente, su imagen llegó a
cobrar un significado poco menos que sobrenatural, casi equivalente al de
un Zeus (¡Júpiter!) local, aunque durante su presidencia él se ocupara
personalmente y de un modo muy enérgico de actuar de tal manera que
no se pudiera pensar que el cargo fuese para él, en absoluto, una monar-
quía disimulada.
Nació el 11 de febrero de 1732 según el antiguo calendario, fecha
que corresponde al 22 de febrero de 1732 del calendario moderno. En la
Biblia de la familia Washington, la hora anotada es «alrededor de las diez
de la mañana», lo que da un Ascendente más o menos hacia la mitad de
Tauro, y que a mí me parece que tiene mucho más sentido que un Ascen-
dente Géminis. Por ejemplo, el éxito de Washington como general en la
guerra de la Independencia se debió en gran medida a su paciencia, su
tenacidad, su capacidad para «afirmar bien los pies en el suelo» y así
evitar costosos errores, y a sus dotes para inspirar afecto y lealtad en
unas tropas que no recibían paga alguna y estaban pobremente equipa-
das. Un Ascendente Tauro haría de Venus su planeta regente, y en su
carta Venus no sólo está exaltado en el signo de Piscis, el signo solar de
Washington, sino que forma un trígono amplio con Marte y una conjun-
ción bastante exacta con Saturno, lo cual puede conferir al nativo un gran
sentido de la responsabilidad y del deber con respecto a los demás, y una
perdurable lealtad. Además, como en el tema de Washington Júpiter está
en Libra, Venus y Júpiter están en recepción mutua, lo cual amplía en
buena medida ese matiz de bondad y de compasión por los seres huma-
nos. Por otra parte, a Washington se lo conocía por su tremendo apego a
la tierra, y la verdad es que durante bastantes años reinvirtió la mayor
parte de sus ganancias en comprar tierras, ¡lo que sin duda es una incli-
nación muy natural para alguien con Tauro en ascenso!

107
George Washington, 22 de febrero de 1732, a las 10.00 am,
Mount Vernon, Virginia, Estados Unidos.
Otros factores que contribuyen a la estructura de esta gran personali-
dad jupiterina son:
a) Tanto el Sol como Venus están en Piscis, un signo regido por Júpi-
ter (y Neptuno); por lo tanto, Júpiter es el «dispositor» del Sol y de Ve-
nus. Su Sol también está en quincuncio con Júpiter.
b) Su Luna en Capricornio está en la casa nueve, lo cual indica un
idealismo práctico.
c) Su Mercurio forma un trígono bastante exacto con Júpiter. En
realidad, uno se vería en apuros para imaginar una estructura astrológica
más apropiada que ésta para un líder revolucionario dedicado a la inde-

108
pendencia y la libertad de pensamiento y guiado por principios de justicia
humanitaria: Mercurio en Acuario en trígono con Júpiter en Libra, y ambos
en sextil con Urano en Sagitario. (Se podría decir que encarnaba las co-
rrientes de independencia y de derechos humanos que tan fervorosamen-
te se debatieron durante aquel período, algo que nada simboliza mejor
que Urano en Sagitario.)
En realidad, un reflejo de esa configuración de aspectos triangular en-
tre Urano, Júpiter y Mercurio es el hecho de que John Adams, el segundo
presidente de Estados Unidos, que generalmente se mostró muy crítico
con Washington, dijera de él: «Buscaba información en todos los sectores
y todos los expertos de forma más independiente que cualquier otro hom-
bre que yo haya conocido jamás». También cabría señalar que, en la carta
de Washington, Júpiter está retrógrado, otro convincente ejemplo del
error de considerar que los planetas retrógrados son «débiles» o que de
alguna manera funcionan mal.
Entre las pruebas de que Washington era un ser humano especial-
mente jupiterino, en el mejor sentido que tiene el término de nobleza y
amplitud de visión, se cuentan los siguientes hechos:
a) Medía alrededor de un metro ochenta y tres, prácticamente un
gigante para aquellos días. Además, tenía un carisma equivalente, tal
como lo atestiguan muchas descripciones de la época. Cuando entraba en
una habitación, todos los ojos se volvían hacia él.
b) Se esforzó por seleccionar a las personas más capaces para su
gabinete, aunque hubieran sido antes sus enemigos políticos o hubieran
diferido de él en temas políticos importantes.
c) Era rigurosísimo con respecto al pago de sus tropas, hasta el
punto de pedir préstamos personales para cumplir con él, contrayendo
grandes deudas. Y más adelante, terminada ya la guerra de la indepen-
dencia, insistió en saldar todas las deudas, con grandes dificultades, aun-
que podría haberlo evitado, como hicieron muchos otros aprovechando el
caos de la inflación de la posguerra.
d) Parecía llevar una vida llena de encanto, gozando de una «suer-
te» enorme o de una protección divina. Conocido por su bravura en el
campo de batalla, repetidas veces cabalgó, bajo el fuego enemigo, hasta
el frente para guiar a sus tropas. Y aunque le mataron tres caballos mien-
tras él los montaba, y las balas le atravesaron el sombrero y la ropa, ja-
más resultó físicamente herido durante toda la guerra de la Independen-
cia.

109
e) Tanto Júpiter en la sexta casa, la del servicio público, como sus
abnegados planetas en Piscis en la casa once (que con frecuencia indica
intereses políticos), simbolizan muy bien la razón de que accediera a ser
presidente durante dos mandatos, por más que deseara retirarse a Mount
Vernon tras los agotadores años de la guerra.
f) La dignidad con que llevó sus actividades, hasta en las circuns-
tancias más difíciles, cuando bastantes de sus conciudadanos colaboraban
con el ejército británico, y el nuevo Congreso no podía ponerse de acuer-
do en nada y ni siquiera pagar a sus tropas, es verdaderamente sobreco-
gedora.
g) Tal vez lo más impresionante sea la forma en que Washington
trataba a todo el mundo con justicia (Júpiter en Libra) y compasión (fuerte
influencia dé Piscis, y Venus en Piscis en recepción mutua con Júpiter), lo
cual, afortunadamente, perdura en el subconsciente nacional de Estados
Unidos. En realidad, se podría afirmar que Washington estableció ante el
pueblo estadounidense un ideal que en tiempos posteriores se expresaría
en el poderoso símbolo de la Estatua de la Libertad, y sería respetado
internacionalmente como un gran ideal humano (da testimonio de ello el
hecho de que lo emularan los jóvenes chinos durante sus manifestaciones
reprimidas). Este ideal quedó expresado en la afirmación de Washington
de que Estados Unidos debía tener como cimientos «esa estupenda trama
de la Libertad» y «la protección de los derechos de la naturaleza humana»
a fin de «establecer un asilo para los pobres y oprimidos de todas las na-
ciones y religiones». ¡Esta última frase es la quintaesencia del idealismo
de Piscis!

Los niveles de expresión de Júpiter


Antes de referirme a los parámetros de interpretación de Júpiter en cada
uno de los signos, debo subrayar que el alcance de la expresión de este
planeta en la vida de una persona puede ser de una enorme amplitud. Si
no se mantiene un diálogo con la persona cuya carta se está consideran-
do, es sumamente difícil establecer de qué modo particular se manifiestan
la energía y la función de Júpiter. Las diferentes personas viven en distin-
tos niveles de conciencia, y también Júpiter puede funcionar en varios
niveles distintos. En realidad, por lo general este planeta actúa por lo me-
nos en dos niveles simultáneamente, ya que es mucho más amplio que las
estrechas categorías analíticas del tipo «esto sí, aquello no».

110
Por lo tanto, Júpiter puede manifestarse en cualquiera de los siguien-
tes niveles, y es probable que también en otros:
a) en el nivel físico y material: la riqueza, el éxito mundano, la fa-
ma, el orgullo, la prosperidad.
b) en el nivel social y psicológico: comprometiéndose con causas,
grandes grupos, la educación, las leyes y otros países y culturas.
c) en el nivel mítico y arquetípico: las enseñanzas de la mayoría de
los caminos espirituales y ocultos; algunas tradiciones psicológicas; los
sistemas de creencias religiosas.
d) en el nivel moral y de mejora de uno mismo: un profundo desa-
rrollo interior y filosófico que trasciende la santurronería y las categorías
convencionales y le permite a uno abrirse a la posibilidad de tener la vi-
vencia de una realidad más vasta y abundante y de una verdad más pro-
funda.
En los cuatro capítulos siguientes me referiré a un amplio abanico de
manifestaciones posibles de cada emplazamiento de Júpiter por signo, lo
cual no implica intento alguno de sugerir que todas estas descripciones
hayan de ajustarse con exactitud a cada persona. Estas ideas, lo mismo
que las citas tomadas de otros autores, son principalmente unos estímulos
para seguir pensando. El lector debe remitirse a lo que acabo de decir
sobre los «niveles de expresión», y fijarse en las frases orientativas que
figuran al comienzo de la sección dedicada a cada signo, si quiere alcanzar
una apreciación en profundidad del potencial jupiterino de una persona
determinada.

111
112
4

Júpiter en los signos de fuego:


orientaciones para la interpretación

Quienes tienen a Júpiter en un signo de fuego experimentan una


sensación de unidad con la vida y de bienestar interior cuando ex-
presan la energía dinámica simbolizada por este elemento. General-
mente, una fe simple, pero vital, forma parte de la naturaleza de es-
tas personas, así como un instinto creativo que estos nativos pueden
añadir a casi todo lo que hacen. Por lo general, tienen una gran vita-
lidad física, tanta que incluso puede llevarlos a una inquietud bas-
tante molesta si no se la canaliza mediante algún tipo de disciplina.

Júpiter en los signos de fuego


La fe interior llega cuando uno es extravertido, entusiasta, autoafir-
mativo y físicamente activo.
Las oportunidades se ven estimuladas cuando uno se arriesga para
expresarse e intentar cosas nuevas.

Generalmente, a estos nativos les gusta asumir riesgos, y por na-


turaleza tienden a tener mucha autoestima (¡a veces incluso dema-
siada desde el punto de vista de los demás!). La confianza innata
que tienen en sí mismos se refleja en su apariencia y su estilo de
vida, que suelen ser extravagantes, y les gusta hacerse notar. Son, de
hecho, personas que prefieren hacerlo todo «con estilo», y a menudo
van a la última moda (aunque no pocas veces le pongan también su
sello personal), no sólo en el vestir, sino también en muchos otros
aspectos.
Para estos nativos, la generosidad suele ser algo natural, un re-
flejo de su sentimiento de abundancia interior y de su fe en el maña-
113
na, y están llenos de grandes planes y sueños para el futuro. En el
mejor de los casos, son personas muy idealistas, pero con frecuencia
sus sueños e ideales son demasiado poco realistas para llegar a con-
cretarse, si no los acompañan de consideraciones prácticas y de una
continuidad en la acción (en lugar de su habitual carácter impulsivo)
para llevarlos hasta su consecución.

Júpiter en Aries

Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Aries:

• Intenta crecer y mejorar mediante una actividad autoafirma-


tiva y llena de confianza.
• Necesita confiar en su propio espíritu emprendedor y en su
energía, para así tener fe en la vida; suele disponer de una
capacidad de liderazgo bien desarrollada.
• Genera oportunidades valiéndose de su forma única y espe-
cial de liberar energía orientándola hacia experiencias nue-
vas.
• Un exceso de agresividad, fuerza e inquietud puede condu-
cirle a una expansión excesiva, a correr demasiados riesgos y
a perder oportunidades de desarrollo personal.
• Tiene una comprensión innata de la importancia del coraje y
la fe en uno mismo.

Cuando se trata de asumir riesgos, este es quizás el más intrépido de


todos los emplazamientos jupiterinos. De hecho, a estos nativos ge-
neralmente les encanta el riesgo y adoran los desafíos; ávidos de
experimentar todo lo que sea nuevo y desconocido, la vida no tarda
en volverse aburrida para ellos si no encuentran ese tipo de estímu-
los. Es más: ¡en ocasiones, viven de tal manera que las personas de
carácter más cauteloso se preguntan si su intención no será la de
autodestruirse! Temerarios e impulsivos por naturaleza, les gusta
actuar primero y pensárselo después, si es que se lo piensan. Son

114
francos y sinceros, pero los demás deben estar preparados para en-
frentarse con su franqueza y su brusquedad sin mostrar una reacción
emocional excesiva. Por lo general, no tienen mala intención; lo que
pasa, simplemente, es que a veces no piensan. Sin embargo, Aries
tiene un lado muy poco amable, que puede mostrarse especialmente
si el nativo tiene en este signo a otros planetas además de Júpiter. Y
casi siempre hay una fuerte competitividad, muy adecuada para las
actividades empresariales, un mundo en el que estos nativos se mue-
ven con gran naturalidad.
Quienes tienen a Júpiter en Aries disfrutan creciendo constan-
temente hacia lo nuevo, y es probable que la forma en que mejor
expresen su potencial sea en situaciones laborales muy independien-
tes, por ejemplo siendo ellos su propio patrón o jefe. No les gusta
obedecer órdenes, y la verdad es que son personas muy voluntario-
sas y obstinadas. Estos nativos son extraordinariamente indepen-
dientes, a veces hasta el extremo de que los demás los consideran
unos perpetuos rebeldes. A ellos, eso de vivir de forma equilibrada
les resulta ajeno (recuerde el lector que Aries es el signo opuesto a
Libra, la Balanza), porque son hijos del entusiasmo, y físicamente
disponen de una gran cantidad de energía y vigor. Mentalmente,
tienen ideas nuevas en abundancia, aunque con frecuencia no se las
piensen tanto como para prever sus últimas consecuencias. Y sin
embargo, sus intuiciones con respecto al futuro suelen ser de una
exactitud sorprendente. Siempre saben cuál será su dirección en el
futuro, aunque con su estilo impulsivo puedan cambiarla en un abrir
y cerrar de ojos. Son tantos los planes y proyectos nuevos que se les
ocurren, que muchos de ellos no llegan a concretarse; para estos
nativos, terminar las cosas puede ser un problema.
El progreso y la prosperidad de quienes tienen a Júpiter en Aries
dependen de que sepan dirigir y canalizar su confianza y su visión
innatas, y no del cultivo de esas capacidades, porque son algo que
ya poseen, aunque quizá cultivar la fe en su iniciativa interior y su
sentido intuitivo de lo que pueden hacer sea el paso siguiente para
algunos de estos nativos, como, por ejemplo, aquellos que tienen
aspectos difíciles de su Júpiter en Aries o bien otros factores que los
lleven a dudar de sí mismos y los refrenen cuando se trata de correr
115
riesgos que en última instancia les proporcionarán más vigor.

Carter: Voluntarioso.
Hone: Deseo de ampliar el alcance de la expresión personal, un rasgo
que puede estar demasiado acentuado de manera agresiva.
Mayo: Autosuficiente, generoso (Ebertin concuerda en ello), amante de la
libertad, animoso, fanfarrón, matón, excesivamente optimista.
Moore y Douglas: El carácter enérgico de Marte puede hacer que la
ambición jupiterina se vuelva ilimitada. La tendencia a tomar deseos por
realidades conduce a proyectos extravagantes. Por consiguiente, a estos
nativos se les plantean dificultades cuando se trata de mantener promesas
hechas en momentos de una impulsiva generosidad.

Moore y Douglas señalan también que quienes tienen a Júpiter


en Aries «poseen el coraje de sus convicciones» y con frecuencia
actúan inspirados por el sentimiento de estar cumpliendo una misión
divina. Puesto que las personas que tienen factores importantes en
Aries suelen adelantarse a su tiempo, y prestan poca atención a las
actitudes convencionales, no es sorprendente que sean innovadoras
en campos muy diversos.
A Aries no le falta coraje, y un ejemplo perfecto de ello es el
senador por Minnesota Eugene McCarthy, que escandalizó al mun-
dillo político en 1968, cuando desafió a Lyndon Johnson en la carre-
ra por la presidencia mientras este último todavía era presidente y
además miembro del mismo partido que McCarthy. Esto sucedió
cuando la guerra de Vietnam estaba en su apogeo, y el sector antibe-
licista de la población estadounidense, que crecía rápidamente de
mes en mes, necesitaba con urgencia un portavoz que ninguno de
los dos partidos le proporcionaba. Eugene McCarthy8, quien no sólo
tenía a Júpiter en Aries, sino también al Sol, asumió con valentía ese
papel al anunciar que se presentaría como competidor del presidente
Johnson. Fue una actitud realmente impresionante, puesto que el
senador McCarthy era muy respetado como un político considerado

8
Nacido el 29 de marzo de 1916 en Watkins, Minnesota, Estados Unidos,
a las 4.00 am, CST [Central Standard Time, hora central estándar].
116
y leal, que de hecho solía actuar movido por amplias consideracio-
nes filosóficas, una motivación que aparece a menudo cuando Júpi-
ter está en un signo de fuego. La acción de McCarthy ayudó a forzar
la renuncia del presidente Johnson, y es muy probable que también
acortara la guerra, que durante un tiempo continuó, lamentablemen-
te, bajo el mandato del siguiente presidente, Richard Nixon. Segu-
ramente hoy se apreciaría mucho más el coraje de McCarthy si en-
tonces, una vez que el camino había sido ya despejado por él, el
senador Robert Kennedy no se hubiera presentado para la nomi-
nación a la presidencia. El posterior asesinato de Kennedy durante la
campaña ensombreció gran parte de los honores que debería haber
recibido McCarthy.
Otra persona con el Sol y Júpiter en Aries es John Havlicek, uno
de los mejores jugadores de baloncesto de la historia, conocido co-
mo «el incansable» por su capacidad de correr sin parar hasta que
quienes lo marcaban quedaban exhaustos. En realidad, el calificati-
vo de «incansable» podría irle bien a la mayoría de las personas que
tienen a Júpiter en Aries. Havlicek ganó muchos campeonatos mien-
tras jugaba con los Boston Celtics, y tuvo una carrera excepcional-
mente larga.
Shirley Temple también tiene a Júpiter en Aries, junto con Ve-
nus y Mercurio, y su Sol está en Tauro. No sólo comunicaba una
tremenda vitalidad como estrella de cine infantil (¡esos planetas es-
tán en la quinta casa!) al público del mundo entero, sino que poste-
riormente venció a los cínicos que no creían en sus posibilidades
con la pura energía de su empeño en convertirse en líder cívica en
múltiples terrenos, y finalmente llegó a ser embajadora de Estados
Unidos en Ghana. Como tiene a Sagitario en ascenso (de ahí que
Júpiter en Aries sea su «planeta regente»), además de una fuerte
influencia de Aries en la casa cinco, su entusiasmo es, evidentemen-
te, tan contagioso que conquista a cuantos dudan de ella; ¡su carta,
prácticamente, irradia pensamiento positivo!

117
Otras personas nacidas con Júpiter en Aries

Alice Bailey Jackie Gleason


Clara Barton Hermann Göring
Fanny Brice Margaret Hone
Pearl S. Buck Helen Keller
Richard Burton (orientalista) Yehudi Menuhin
Frédéric Chopin Jack Nicklaus
Stephen Crane Lee Harvey Oswald
Bing Crosby Gregory Peck
Salvador Dalí George Bernard Shaw
Clarence Darrow Lily Tomlin
Marlene Dietrich Mae West
Mary Baker Eddy Oscar Wilde
Gustave Flaubert Paramhansa Yogananda

Júpiter en Leo

Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Leo:

• Intenta crecer y mejorar mediante su actividad creativa, ex-


presando libremente su exuberante vitalidad, y también brin-
dando a otros un cálido apoyo.
• Su expansividad está teñida de orgullo y de una intensa ne-
cesidad de reconocimiento; comprende intuitivamente la ne-
cesidad que tiene la gente de atención y confianza en sí
misma.
• Su confianza en un orden superior puede verse trabada por el
egotismo y por una actitud dominante y arrogante, pero ge-
neralmente tiene una fe innata e irrefrenable en la vida.
• Su necesidad de impresionar con sus actos y de ser reconoci-
do por los demás lo lleva a confiar en sí mismo; tiene un sen-
tido de la teatralidad muy desarrollado y una aptitud especial
para el espectáculo.

118
• Expresa su fe en la vida de un modo teatral; siente como una
bendición el hecho de desempeñar su propio papel en la vi-
da, pero a veces se cree demasiado importante.

A primera vista, se podría pensar que esta combinación es de-


masiado buena, o por lo menos que quizás haya un exceso de dos
grandes energías. Como sucede siempre con Leo, es mucho lo que
depende de la sinceridad del sentimiento, es decir, de si el nativo
está principalmente motivado por una necesidad de autoengrande-
cimiento o si puede canalizar su tremendo amor y su gran capacidad
para vitalizar a los demás de tal modo que quienes lo observan se
sientan sobrecogidos. Las personas que tienen a Júpiter en Leo sien-
ten casi siempre una fuerte necesidad de reconocimiento y respeto, y
con frecuencia la satisfacen, porque la energía que manifiestan y los
esfuerzos que llevan a cabo realmente merecen la recompensa de la
gratitud. Estos nativos suelen tener fe en la vida y en sí mismos,
pero aun así necesitan no pasar inadvertidos.
Esta posición de Júpiter es, en realidad, bastante desconcertante,
dado que su abanico de formas de expresión es tan amplio que va,
por ejemplo, desde Luther Burbank, que estimulaba la floración de
las plantas concentrándose en ellas y que colaboró en la creación de
múltiples variedades nuevas de árboles frutales, hasta el presidente
estadounidense Lyndon Johnson, cuyos métodos políticos agresivos,
unidos a su orgullo personal (que le impidió retirarse de Vietnam
porque «No seré yo el primer presidente de Estados Unidos que
pierda una guerra»), lo llevaron al fracaso, personal y políticamente.
Incluso en algunos de los grandes artistas que tienen a Júpiter en
Leo encontramos a menudo rasgos desmesurados y pomposos; es-
cúchese, por ejemplo, la música de Richard Wagner.
Tal como señalan Moore y Douglas en Astrología, la ciencia di-
vina, algunos de estos nativos «ponen su capacidad para la organi-
zación al servicio de otras personas menos afortunadas que ellos».
Un ejemplo perfecto es el de Eleanor Roosevelt, quien se adelantó a
su tiempo varias décadas al constituirse en defensora de las causas
sociales a las que se consagró. Probablemente, Moore y Douglas
han resumido mejor que nadie el abanico de potencialidades de Jú-
119
piter en Leo:

[...] la combinación puede ser extravagante o generosa, despótica o


majestuosa, exigente o altruista, según cuál sea el grado en que el
egocentrismo se ensanche hasta convertirse en conciencia de las nece-
sidades humanas. La clave del carácter de este nativo es la palabra
«nobleza». Tanto puede haber el deseo de que lo consideren un aristó-
crata, como la elevación del carácter que constituye el signo del aris-
tócrata espiritual cuya posición se revela en su actitud de «nobleza
obliga».

Las personas que tienen a Júpiter en Leo tienden a amar el ries-


go en todo lo que hacen, pero en cambio muestran una sorprendente
vulnerabilidad cuando está en juego su yo, y muy especialmente su
corazón. Por lo general son personas generosas, que se brindan es-
pontáneamente a todo ser humano, pero en lo personal e íntimo son
vulnerables y es frecuente que se sientan fuera de lugar. Muchas
veces parecen estar más cómodas en una exhibición pública de en-
canto y afecto que en las sutiles complejidades que plantea el hecho
de hacer que una relación funcione. El ejemplo perfecto de esto es
Elizabeth Taylor, cuya generosidad para con las causas sociales es
bien conocida, pero que parece no poder alcanzar jamás la estabili-
dad en su vida romántica. Otra persona creativa que tiene a Júpiter
en Leo y siempre tropieza con dificultades en sus romances es la
cantante Diana Ross.
Es raro que la autoestima sea un problema para estos nativos, y
la verdad es que con frecuencia los demás desearían que no tuvieran
tanta confianza en sus propias opiniones. Pensemos, por ejemplo, en
la persona más repelente de la historia de la televisión en Estados
Unidos, el comentarista deportivo Howard Cosell, ¡cuyo Júpiter en
Leo está en conjunción con su Ascendente Leo y en trígono con su
Sol en Aries en la casa nueve! Sin duda, no podría haber una perso-
na a quien le cuadre con más exactitud el calificativo de «repelen-
te», y sin embargo fue su estilo ostentoso y rimbombante lo que le
ayudó a destacar y alcanzar el éxito.
La gente que tiene a Júpiter en Leo debe utilizar su creatividad y
su amplitud de visión para sentirse realizada. El cineasta George
120
Lucas, cuyas imaginativas visiones futuristas reflejan la oposición
de su Júpiter en Leo con su Luna en Acuario y su cuadratura con su
Sol en Tauro, es un buen ejemplo de esta fuerza dinámica. El actor
Robert de Niro nació con Júpiter en Leo en conjunción con Plutón
(y con el Sol también en Leo), y es interesante que haya tantas per-
sonas que lo consideren algo así como el arquetipo del actor. Duran-
te su larga carrera, ha interpretado muchos papeles sombríos, entre
ellos el de boxeador, el de gangster (más de una vez) y el de padre
que abusa de sus hijos (¡Plutón!).

Mayo: Generoso, de gran corazón, majestuoso; o bien intolerante, despó-


tico, extravagante.
Ebertin: Una gran confianza en sí mismo, planificador a gran escala; su
deseo consciente de ser líder se combina con la popularidad. Le encantan
el lujo y el placer, y es vanidoso.
Moore y Douglas: Adecuado para el trabajo de ejecutivo [...] es el líder
seguro de sí mismo. Por encima de todo, quiere que su vida tenga algún
peso en el esquema general de las cosas, y pondrá toda su ambición en
conseguir que el mundo se dé cuenta de su presencia en él.
Davison: Entusiasmo por la exhibición, las causas justas y la buena vida.
Irradia magnanimidad, extravagancia, dignidad, deseo de liderazgo y un
sentido teatral.
Hickey: Confianza en sí mismo, valor y lealtad, una gran vitalidad, ten-
dencia a tener un ego grande y a precipitarse en sus juicios.

Quienes tienen a Júpiter en Leo necesitan, quizá más que ningu-


na otra cosa, un ideal que trascienda su propio yo y sus ambiciones
de corto alcance, para que los estimule a hacer y dar lo mejor en
algún campo donde su espíritu emprendedor vaya mucho más allá
de un círculo reducido. También necesitan seguir a su corazón en
pos de sus grandes visiones de amor y generosidad, extendiendo
ampliamente sus talentos en concordancia con su más profunda e
íntima intuición.

121
Otras personas nacidas con Júpiter en Leo

Arthur Ashe Jean-Claude Killy


Edward Brooke Alan Leo
Calvin Coolidge Amedeo Modigliani
Joan Crawford Nelson Rockefeller
Bette Davis Sirhan Sirhan
John Denver Rudolph Steiner
Victor Hugo George Wallace
Mick Jagger Duquesa de Windsor
Edward Kennedy Brigham Young

Júpiter en Sagitario

Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Sagitario:

• Intenta crecer y mejorar aspirando a un objetivo lejano y si-


guiendo su propia e innata fe en la vida.
• Su confianza en un orden mayor se apoya en una orientación
ideológica optimista.
• Para mejorar, necesita sacar partido de las oportunidades de
exploración exterior e interior.
• Un exceso de expansión puede conducirle a extender dema-
siado su energía y a pasar por alto las posibilidades inmedia-
tas.
• Tiene un aprecio innato y bien desarrollado por la dimensión
religiosa de la vida y valora su importancia.

Puesto que Júpiter se encuentra aquí en su propio signo, es de-


cir, que está «dignificado», su naturaleza esencial puede expresarse
de forma pura, e incluso puede llegar a exagerarse y amplificarse, ya
que este planeta tiende, por así decirlo, a alimentarse de sí mismo, a
ir expandiendo su impulso, a menudo hasta pasarse completamente
de los límites y tener que abandonar por puro agotamiento. Exceder-

122
se es una actitud normal en quienes tienen a Júpiter en Sagitario, y
no debe subestimarse esa sensación embriagadora de una euforia sin
límites que tan fácilmente se adueña de ellos. Sin embargo, si en la
carta como conjunto hay un cierto matiz de disciplina y/o modera-
ción, lo más probable es que esa tendencia a excederse no llegue a
ser un problema importante.
Aun así, estos nativos disfrutan con el riesgo, en cualquier cam-
po que sea, pero, al igual que pasa con Júpiter en Leo, es frecuente
que no se sientan cómodos con las emociones humanas más íntimas.
De hecho, Júpiter en Sagitario no suele ser nada bueno para recono-
cer las emociones humanas más profundas y depresivas, ni mucho
menos para hacerles frente. Estos nativos prefieren permanecer en
los reinos distantes de la vida sin límites que imaginan, o en las es-
feras mentales más abstractas, donde se sienten cómodos y pueden
respirar con libertad. ¡Un exceso de pequeños detalles, así como la
exhibición exagerada de una emoción, los abruma!
Quienes tienen a Júpiter en Sagitario son, por excelencia, los
campeones mundiales del pensamiento positivo. Y si no, fíjese el
lector en Dale Carnegie y John Templeton (véase el capítulo 2).
También pueden ser los grandes soñadores o visionarios del mundo.
Un ejemplo de ello sería William Blake, el poeta y pintor inglés que
no sólo desplegó un imaginativo futurismo en sus poemas proféticos
sobre Estados Unidos, sino que también plasmó en sus cuadros múl-
tiples niveles de la creación repletos de ángeles danzantes y de san-
tos que irradiaban luz. También William Butler Yeats, el poeta,
dramaturgo, ocultista y activista político irlandés, trabajó durante
años en la creación de un mundo mitológico idealizado de verdades
eternas, tanto espirituales como artísticas. Además, mostró una
irremediable ineptitud al tratar de tener una verdadera relación con
el idealizado amor de su vida, Maud Gonne. Y otro gran visionario,
cuya percepción de los remolinos de energía que traspasan toda la
creación es un reflejo de su Júpiter en Sagitario, es el artista Vincent
van Gogh.
Estos nativos, en su mejor expresión, son seres de gran amplitud
mental, tolerantes y orientados hacia el futuro, y el esfuerzo de me-
jorarse a sí mismos surge de ellos de un modo natural. Es raro que
123
les falte confianza en sí mismos o intuición, aunque a menudo nece-
siten desarrollar más la constancia, el sentido de la responsabilidad y
la tenacidad para terminar lo que empiezan. «Progreso» y «prospe-
ridad» pueden ser dos de sus palabras favoritas, pero precisan estar
seguros de que los medios de que se valen son congruentes con los
objetivos a largo plazo que se proponen alcanzar. Tal como escribió
Ronald Davison, tienen tendencia a «autojustificarse». ¡Siempre
están entusiasmadísimos con montones de inspiraciones y planes a
largo plazo! Y por lo general, no sólo les encanta viajar, sino tam-
bién todo aquello que tenga un carácter internacional.
Otra «celebridad» que no sólo tiene a Júpiter en Sagitario, sino
también al Sol, es Phil Donohue, el presentador de un programa de
entrevistas de la televisión en Estados Unidos, quien más adelante
empezó también a asumir el papel de comentarista social y político
en la televisión por cable. Su personalidad televisiva me parece un
buen ejemplo de la arrogancia y la hipocresía que, tal como ya he
dicho en este libro, se encuentran frecuentemente en ciertos tipos de
jupiterinos y de sagitarianos. Mientras pretende ser un cruzado de la
verdad, Donohue da la impresión de ser ante todo un cruzado de la
causa de elevar los índices de audiencia mediante el recurso de ali-
mentar artificialmente la controversia siempre que pueda. El hecho
de que adopte un «elevado tono moral» de desaprobación, mientras
a la vez está haciendo una tremenda publicidad a las mismas perso-
nas y actividades que tan condescendientemente desdeña, hace que
su «indignación moral» sea una clara falsedad.

Carter: Persona animosa, amante de la libertad, generosa y afable; suele


ser temeraria; le falta concentración en el esfuerzo.
Mayo: Optimista, filosófico, jovial y tolerante; o bien extravagante, fanfa-
rrón y rebelde.
Ebertin: Derrochador, dado a la especulación; un carácter noble.
Hickey: Le gusta la vida al aire libre, es aficionado a los deportes y está
dispuesto a correr riesgos en cualquier situación. A los más evolucionados
les interesa la metafísica, la filosofía religiosa y las actividades humanita-
rias.
Moore y Douglas: Tanto si tienen inclinaciones religiosas como si no, la
mayoría de estos nativos tienden a ser proféticos e inspirados. Poseen la
124
capacidad de causar un gran impacto en los demás con su visión de cuán
mejores podrían ser todas las cosas.

Cómo se combina Júpiter en Sagitario con el resto de la carta es


algo de suma importancia, ya que este planeta amplía muchísimo
cualquier cosa que toque. Por lo tanto, tiene un gran poder para la
acción positiva, o, potencialmente, para dilapidar talentos innatos o
explotar otros mediante un mal uso del don de hacer propaganda de
la verdad y de estimular a los demás a que la busquen. Dado que el
libro Astrología, la ciencia divina está agotado en el momento en
que escribo esto, vale la pena citar un breve párrafo que resume al-
gunas de las características de este emplazamiento de Júpiter:

Situado aquí en su propio signo, el genial planeta Júpiter rige elegan-


temente los dominios de los viajes, la metafísica, la literatura seria y
el deporte, para disfrutar de los cuales hay que disponer de tiempo de
ocio y de prosperidad. Los asuntos que están bajo el dominio de Sagi-
tario nos llevan más allá de las preocupaciones y angustias de la lucha
por ganarse la vida. Ensanchan los horizontes mentales del hombre y
añaden entusiasmo e interés a su estancia en la tierra. Júpiter es el
planeta de la esperanza, y los juegos y entretenimientos intelectuales
asociados con Sagitario establecen los objetivos que la gente necesita
tener para conservar sus esperanzas.

Otras personas nacidas con Júpiter en Sagitario

Maria Callas Maurice Chevalier


Truman Capote George Clemenceau
Príncipe Carlos de Inglaterra Nicolás Copérnico
Doris Duke Sidney Poitier
Helen Hayes Robert Redford
Hermann Hesse Pierre Auguste Renoir
Charlton Heston Adlai Stevenson
Barbara Hutton Antoine de Saint-Exupéry
Sandy Koufax Henri de Toulouse-Lautrec

125
Woody Allen
Nacido en Nueva York, su verdadero nombre es Allen Stewart Konigs-
berg, pero hoy se lo conoce en todo el mundo como Woody Allen en su
condición de cómico, actor de cine, guionista y director que se ha pasado
la vida experimentando con nuevos tipos de películas. Con el Sol, Mercurio
y Júpiter en Sagitario, no es sorprendente que los temas y referencias de
orden filosófico aparezcan a lo largo de todas sus películas. Incluso en las
comedias, es frecuente que haya comentarios breves e ingeniosos y diver-
tidos diálogos que se centran en cuestiones filosóficas, o bien se burlan de
la tendencia a filosofar de un modo superintelec-tualizado. Igualmente, su
constante necesidad de expandir su repertorio fílmico y el alcance de su
maestría también son un reflejo de la influencia de Sagitario. Además, su
naturaleza sagitariano-jupiterina se encuentra aún más acentuada por la
conjunción de Júpiter con el Sol y Mercurio, que es el «planeta regente»
de la carta, puesto que rige al Ascendente Virgo.
Además, Júpiter está en una cuadratura bastante exacta con el As-
cendente, mientras que Urano en la casa nueve (jupiterina) forma un
trígono casi exacto con el Ascendente, un símbolo perfecto de una perso-
na creadora e innovadora que proyecta (en este caso literalmente, me-
diante la proyección fílmica sobre vastas pantallas) al público su visión de
la vida. Saturno (que está en una cuadratura casi exacta con Júpiter)
también está en oposición con su trabajador Ascendente Virgo, proporcio-
nando un símbolo adecuado de un perfeccionista muy conocido por ser un
adicto al trabajo para quien no es nada fácil relajarse.
La conjunción Mercurio-Júpiter de Woody Allen apunta a su amplia-
mente reconocido talento para escribir, tanto guiones cinematográficos
como cuentos y relatos cortos. Incluso ha publicado una colección de sus
relatos donde también combina el humor con temas filosóficos y lo absur-
do, un libro que ha sido un gran éxito de ventas. En los primeros años de
su carrera, tuvo una gran aceptación escribiendo chistes para cómicos
famosos. Gran parte de su trabajo explora la interacción entre la realidad
y la fantasía, entre lo ideal y lo prosaico, que son temas literarios muy
comunes en los nativos de Sagitario.
Aunque Virgo en ascenso le confiere la imagen de una persona tími-
da, bastante humilde, acosada por la angustia y de pocas pretensiones, su
manera de llevar la controversia suscitada por su áspera ruptura con Mia
Farrow, la batalla por la custodia de los hijos y su relación amorosa con su
hijastra adoptiva, reveló a muchos de sus admiradores una arrogancia
asombrosamente ofensiva y un vergonzoso nivel de condescendencia con
la morbosidad del público a través de los medios de comunicación, que
126
resultan chocantes en alguien que acostumbra dar la imagen de un hom-
bre retraído y celoso de su vida privada. Este tipo de arrogante santurro-
nería es algo que se encuentra a menudo en quienes tienen aspectos
entre el Sol y Júpiter. En el caso de Allen, simplemente se puso más de
manifiesto cuando su vida familiar estalló, tal como se podía prever dado
que tiene la conjunción en la casa cuatro.

Woody Allen, 1º de diciembre de 1935, a las 10.55 pm, Nueva York,


Estados Unidos.
Igualmente, el emplazamiento en esta casa del Sol, Júpiter y Mercu-
rio, su planeta regente, es muy adecuado para alguien que jamás quiere
salir de Nueva York, su ciudad natal, a diferencia de la mayoría de los que
tienen a Sagitario muy acentuado y un Júpiter muy fuerte, para quienes
viajar constituye una profunda necesidad. Además, su énfasis en la casa
cuatro se pone de manifiesto en su continuo uso de música de los años
127
veinte, treinta y cuarenta en todas sus películas; quienes tienen a Cáncer
o la casa cuatro acentuados suelen sentirse cómodos con el pasado. Asi-
mismo, Woody Allen ha emulado intencionadamente los diversos estilos
de sus directores cinematográficos más admirados, como Ingmar Berg-
man, y también ha experimentado con películas en blanco y negro, lo cual
pone de manifiesto una adhesión a lo tradicional, además de una necesi-
dad de rendir homenaje a sus predecesores, y ambas cosas son típicas de
la cuarta casa.
En cuanto a su Saturno en la casa siete, no sólo está en cuadratura
con Júpiter, sino también con los otros dos planetas que tiene en Sagitario
en la casa cuatro, como si hubiera una gran tensión entre su necesidad de
autoexpresión y de intimidad por una parte y la de mantener una relación
seria y estable por otra. La verdad es que Allen ha tenido una sucesión de
relaciones con actrices (Saturno en la séptima indica la posibilidad de rela-
ciones centradas en el ámbito del trabajo o la profesión), pero al parecer
ninguna de ellas llegó a satisfacerlo durante demasiados años. En su libro
Astrología en acción, Paul Wright profundiza más en este Saturno en la
casa siete:
Parece que tuviera alguna afinidad con las parejas saturninas. Dos mujeres
con quienes ha mantenido relaciones serias son Mia Farrow y Diane Keaton.
Las respectivas cartas de ambas aparecen en The Gauquelin Book of Ameri-
can Charts. La primera muestra el Sol en Acuario, Marte en Capricornio, y las
Luna en Capricornio en oposición con Saturno; en la segunda, el Sol está en
Capricornio en oposición con Saturno, y la Luna en Acuario. Quizá su gusto
por las mujeres sea un reflejo de su Saturno en conjunción con la cúspide de
su casa siete y de su propia Luna en Acuario.

128
5

Júpiter en los signos de tierra:


orientaciones para la interpretación

Un sentimiento de unidad con la vida significa generalmente, para


quienes tienen a Júpiter en un signo de tierra, una experiencia de
unión con la naturaleza. En realidad, no pueden alcanzar una sensa-
ción de bienestar interior mientras no tengan sus necesidades mate-
riales cómodamente cubiertas. Estos nativos son escépticos por na-
turaleza con respecto a «los sueños faltos de sentido práctico» y los
planes no comprobados, y de todos los emplazamientos de Júpiter,
este es el menos idealista, pero la verdad es que estas personas se
especializan en conseguir que las cosas se hagan, es decir, tienen
ideales que se pueden alcanzar y actúan en función de ellos.

Júpiter en los signos de tierra


La fe interior se consigue cuando uno está en armonía con el espíritu
práctico, la seguridad y las experiencias de los sentidos.
Las oportunidades resultan estimuladas cuando uno trabaja duro,
asume sus responsabilidades y sintoniza con la naturaleza y su ritmo.

Estos nativos suelen tener una reserva estable de vitalidad física.


La verdad es que la estabilidad es una de las principales virtudes de
este grupo de personas. Por lo tanto, se entregan a un trabajo de pla-
nificación constante y sistemático en todas las áreas de la vida. Son
de ideas conservadoras y necesitan contemplar lentamente sus op-
ciones para llegar a entenderlas de un modo que les satisfaga. Sien-
ten aversión por todo lo que implique correr riesgos de forma impul-
siva; cualquier riesgo que asuman debe tener cabida en un plan prác-
tico preconcebido, y necesitan que la proporción entre el riesgo y la
129
recompensa sea prudente.
Son personas cuyas habilidades prácticas están generalmente
bien desarrolladas, aunque ellas no estén del todo seguras de que sea
así. Necesitan ganarse su propia estima, y los logros prácticos hacen
que su confianza vaya creciendo con el tiempo. Para quienes tienen
a Júpiter en un signo de tierra, la apariencia y la imagen tienen una
importancia moderada. No necesitan lucirse, como Júpiter en un
signo de fuego, pero les gusta mantener un porte digno y ser respe-
tados.

Júpiter en Tauro

Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Tauro:

• Intenta crecer y mejorar mediante la productividad, la cons-


tancia y la formalidad.
• Su necesidad de conectarse con un orden mayor se satisface
por medio de una profunda apreciación del mundo físico;
tiene una sensualidad sumamente desarrollada.
• El intento de mejorar su vida valiéndose sólo del dinero, las
posesiones y el lujo puede conducirle a una actitud excesi-
vamente materialista y a una tendencia a derrochar.
• Tiene una comprensión amplia y tolerante de la naturaleza
humana y de la necesidad de placer básica del ser humano.
• Su confianza en la vida se ve enriquecida por la comunica-
ción con la naturaleza y por una existencia simple; expresa
las cualidades más nobles y generosas de Tauro.

La apreciación de la naturaleza, las texturas, los colores y las


formas físicas es algo tan natural en quienes tienen a Júpiter en Tau-
ro, que a menudo parece que intencionadamente llevaran a cabo sus
acciones con mayor lentitud, y también describieran más despacio
las cosas hermosas, sólo para poder saborearlas durante más tiempo.
Son personas que nacen ya dotadas de más paciencia de la que

130
muestra incluso Júpiter en los otros dos signos de tierra. General-
mente, si se trata de arriesgar algo, vacilan y se refrenan; prefieren
encarar la vida y el amor a partir del axioma de que «andando des-
pacio se llega lejos», y consolidar así su seguridad.
Estos nativos tienen una gran capacidad para vivir en el presente
y disfrutarlo, y tampoco les faltan dotes para apreciar las cosas pe-
queñas y hermosas de la naturaleza y los momentos placenteros de
la simple vida física, de modo que pueden obtener una gran satisfac-
ción y contento de las cosas pequeñas. He podido comprobar que
rara vez son codiciosos, como se podría esperar por algunas descrip-
ciones de esta combinación, aunque generalmente suelen ser dema-
siado posesivos con las cosas (¡y personas!) que «tienen». En la
mayor parte de los casos, les encantan la comodidad y el placer,
pero por lo general no viven obsesionados con obtener cada vez más
dinero y posesiones. De hecho, son personas que más bien tienden a
tener fe que todo se les irá dando. Y con frecuencia son muy genero-
sas con sus seres queridos, incluso hasta la extravagancia, no sólo
dándoles cosas, sino también haciendo cosas por ellos. En muchas
de estas personas se observa cierta tacañería, pero incluso en estos
casos puede suceder que periódicamente se den el lujo de un gasto
desmedido para comprarse algo de gran calidad.
Para estos nativos, el placer físico y la belleza son siempre im-
portantes, y algunos de ellos pueden mostrarse perezosos y como-
dones; pero, por lo común, su constancia, su fiabilidad y su apoyo a
los demás siguen siendo evidentes. Jamás he conocido a una persona
con este emplazamiento que no disfrutara con la buena comida. Es
más, según mi experiencia, todas las mujeres a quienes les encanta
la buena comida y no se sienten culturalmente condicionadas en lo
más mínimo para avergonzarse de ello tienen a Júpiter en Tauro, y
ninguna de ellas muestra un exceso de peso apreciable, tal como
algunos astrólogos suponen.
Franklin D. Roosevelt es un excelente ejemplo de Júpiter en este
signo. Tauro es un signo particularmente productivo, y Roosevelt
preveía (Júpiter) de un modo natural el poder y la gran productivi-
dad potenciales del pueblo estadounidense, que cuando él asumió el
poder se encontraba sumido en una aparentemente irremediable de-
131
presión. Asimismo, tuvo la visión del potencial de crecimiento y de
éxito de los pueblos de Europa Occidental si se los podía liberar del
fascismo. Tal como señaló Eleanor Roosevelt: «Ese sentimiento de
un crecimiento y un desarrollo continuos estuvo siempre aguda-
mente presente en él». (Véase su cana natal completa en el capítulo
8.)

Mayo: Juicio firme y sólido, buen corazón, carácter fiable; o bien, como-
dón, terco y explotador.
Moore y Douglas: Su filosofía de las finanzas se puede resumir en las
palabras del millonario que dijo: «El dinero es como el estiércol. Si se lo
reparte, hace muchísimo bien, pero si se lo conserva todo en un montón,
despide un olor espantoso».

Esta última cita de Moore y Douglas me recuerda que, al contra-


rio de lo que algunas tradiciones nos llevarían a esperar, estos nati-
vos no necesariamente acumulan muchas riquezas, o por lo menos
no durante sus años jóvenes. Más bien «desparraman» el dinero a su
alrededor, y su fe es tan grande que con frecuencia no se molestan
en estudiar sobre finanzas e inversiones, e incluso a veces se resisten
a hacerlo. La seguridad es importante para ellos, pero no nece-
sariamente la abundancia. Un vistazo a la lista de personas conoci-
das que figura al final de esta sección revelará una vasta gama de
experiencias con la riqueza y de actitudes hacia ella. Tres de estas
personas heredaron mucho dinero, algunas otras amasaron su fortu-
na a lo largo de su vida, y dos de ellas (Gandhi y Teilhard de Char-
din) hicieron voto de pobreza. También Mao Zedong basó su filoso-
fía del comunismo en la redistribución de la riqueza material.
Con Júpiter en Tauro, la mentalidad y las creencias pueden ser
bastante convencionales, pero generalmente estos nativos sintonizan
con las necesidades humanas y son tolerantes con las imperfeccio-
nes del ser humano. Entre ellos prevalece, por naturaleza, una acti-
tud filosófica que los hace vivir «con los pies en la tierra», tal como
se ve claramente en muchos temas de las canciones de Bob Dylan,
que tiene a Júpiter en Tauro (en el capítulo 9 se puede ver una des-
cripción detallada de su carta). Sea cual fuere la forma que asume su
132
filosofía de la vida, debe ser práctica y, sobre todo, lo bastante satis-
factoria para que no tengan que sacrificar el presente en aras de al-
gún lejano e incierto objetivo futuro.
Para estas personas, el camino hacia la prosperidad es lento pero
seguro. Tauro, como signo fijo, les brinda una fuerte seguridad inte-
rior, que se puede apreciar más si exploramos los valores perdura-
bles que tienen en la vida. Y algunas de sus más perceptivas intui-
ciones pueden ser fruto de su especial comprensión de la naturaleza
humana y de su notable y profunda capacidad para dar.

Otras personas nacidas con Júpiter en Tauro

Joan Baez Martin Luther King, Jr.


Jack Benny Bruce Lee
Teilhard de Chardin John Lennon
Mohandas Gandhi Mao Zedong
Audrey Hepburn Dean Martin
Howard Hughes Henri Matisse
John F. Kennedy Aristotelis Onassis
Louis Pasteur Jean-Paul Sartre
Pablo Picasso Ringo Starr
Franklin Roosevelt Richie Valens

Júpiter en Virgo
Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Virgo:

• Intenta crecer y mejorar mediante una amabilidad espontá-


nea, un servicio sumiso y un enfoque disciplinado del auto-
desarrollo.
• Se mantiene humildemente abierto a la gracia proveniente de
un poder superior, y por naturaleza confía en el valor del tra-
bajo regular y la autodisciplina.
• Una necesidad expansiva de perfección lo motiva para mejo-
133
rarse a sí mismo.
• Un exceso de atención a los detalles puede impedir su cone-
xión con un orden mayor, pero generalmente tiene una facul-
tad crítica bien desarrollada y sin una excesiva estrechez de
miras.
• Tiene una comprensión innata del uso adecuado de su propia
capacidad analítica y de discernimiento.

Aunque de Júpiter en Virgo (al estar en el signo opuesto a Pis-


cis, del cual es regente) se dice que está en «detrimento», yo perso-
nalmente he descubierto que es mucho más común que Júpiter eleve
y expanda las facultades críticas, analíticas, lingüísticas e intelectua-
les de Virgo que el hecho de que este signo domine a Júpiter, con lo
que teóricamente lo vaciaría por completo de su capacidad de ex-
pansión personal y su generosidad. Es cierto que la atención al deta-
lle está abundantemente presente en estas personas, pero, según mi
experiencia, es bastante rara en ellas una excesiva estrechez de mi-
ras. Sin embargo, necesitan periódicamente clarificar su visión más
amplia del futuro, para saber cuál es el objetivo que persiguen y no
perderse en detalles ni en preocupaciones menores.
Generalmente, estos nativos tienen una buena afinidad con los
asuntos técnicos e intelectuales, y su condición de artesanos se pone
de manifiesto en cualquier campo que cultiven, ya que suelen ser
minuciosos y prestar una gran atención a los detalles. Creo que una
imagen perfecta de la condición de artesano de Júpiter en Virgo se-
ría el trabajo de Hokusai, el gran artista japonés que tenía unos
cuantos planetas en Virgo; de él se decía que era capaz de dibujar un
gorrión perfecto en un grano de arroz. Es raro que estos nativos ten-
gan demasiada confianza en sí mismos (salvo, tal vez, en el caso de
que Júpiter esté en conjunción con el Sol en Virgo), y más bien van
adquiriendo autoestima con el tiempo, merced a su trabajo y a sus
logros prácticos. Para quienes tienen a Júpiter en Virgo, mejorarse a
sí mismos es un trabajo para toda la vida.
Estas personas ven la vida de un modo analítico, y no suelen
ponerse agresivamente en primera fila ni tratan de destacar de un
modo especial. A diferencia de Júpiter en muchos otros signos, es
134
raro que prometan más de lo que pueden dar. En todo caso, se guar-
dan de exagerar sus capacidades y más bien subestiman sus talentos.
Debido a esta tendencia, hay que insistir en que, al ir en pos de su
progreso personal y profesional y de cualquier nivel de prosperidad,
deben tener cuidado de no encubrir sus propios méritos. Según pare-
ce, estos nativos sienten que deben manifestar y demostrar su valor
por medio de logros y resultados prácticos, en lugar de jactarse de
él, y esta humildad, tan innata como su vocación de ser útiles, se
expresa con frecuencia en profesiones consagradas a sanar y ayudar
al prójimo, en vocaciones como la enseñanza o en el servicio civil
como funcionarios. En prácticamente todos los terrenos de la vida, a
Júpiter en Virgo no le gusta arriesgarse, pero –después de un análi-
sis sistemático– son capaces de asumir aquellos riesgos que conside-
ren prudentes.

Coleman: Esto indica que las oportunidades se os presentarán, a lo largo


de la vida, como resultado de vuestra buena disposición a prestar un ser-
vicio práctico a los demás. Sin embargo, exigís una extraordinaria integri-
dad en los detalles y es frecuente que mostréis una preocupación moralis-
ta por la perfección que a veces fastidia a vuestros colegas.
Carter: Bondadoso, pero de miras estrechas en los afectos.
Ebertin: La necesidad de aprender, la capacidad de enseñar.
Hickey: Un gran discernimiento, pero si Júpiter está afligido, el nativo se
muestra crítico, irritable y quisquilloso.
Moore y Douglas [La siguiente cita parece describir los peores rasgos de
Júpiter en Virgo, los de esas personas que siempre encuentran una razón
para no creer en nada trascendente. Personalmente, no he visto a mucha
gente así con Júpiter en Virgo, pero me parece evidente que esta cita da
un breve resumen de una actitud casi arquetípica entre cierta gente de la
cultura tecnocrática de Occidente]: Esta visión falsamente expansiva se
halla tipificada por los escritores de ciencia ficción que consideran que
tienen mucha imaginación para conjurar visiones fantásticas de cómo
podría ser la vida en las estrellas, a distancias de la Tierra que se miden
en años luz, y que sin embargo no pueden concebir nada que trascienda
la visión estrictamente mecanicista del cosmos que nos dejó el materialis-
mo del siglo XIX. Al proyectar su propia pequeña sombra sobre el telón de
fondo del universo, crean monstruos cada vez mejores y mayores, pero
poco capaces de conmover el corazón y elevar la mente.

135
Otras personas nacidas con Júpiter en Virgo

Daniel Berrigan Mario Lanza


Claude Debussy George Patton
Ralph Waldo Emerson Mickey Rooney
Mía Farrow Kace Smith
Príncipe Felipe de Edimburgo Peter Ustinov
Dorothy Hamill Giuseppe Verdi
Harry Houdini Walter Winchell

Ralph Waldo Emerson


Vivimos en sucesión, en división, en partes, en partículas. Mientras tanto,
dentro del hombre está el alma de la totalidad; el sabio silencio; la belleza
universal con la que se relacionan igualmente cada parte y cada partícula; el
eterno Uno.
Con estas serenas palabras, Ralph Waldo Emerson expresaba la
esencia de su filosofía trascendentalista. Con Júpiter en Virgo en la casa
uno, tenía la antena especialmente sintonizada para captar la totalidad
que está implícita en «cada parte y cada partícula». Pero la serenidad de
esta visión de la vida se la había forjado luchando con la enfermedad, las
dudas religiosas y las tragedias personales. Explorar la humanidad de
Emerson es descubrir el camino de Virgo (tenía tanto el Ascendente como
Saturno y Júpiter en Virgo), que refinó el espíritu de Emerson y dio origen
a una filosofía que es una profunda afirmación de la vida. Durante más de
un siglo, su trabajo ha tenido una gran influencia, no sólo en la cultura
estadounidense, sino también en el mundo entero.
Y del poder de su presencia personal dio testimonio su amigo John
Muir, quien escribió: «Emerson fue el alma más serena, majestuosa y
semejante a una secuoya que yo haya conocido jamás».
Emerson se vio tempranamente enfrentado con dos dilemas a los que
se suele asociar con la experiencia de Virgo: padecía una enfermedad
crónica y estaba trabado en una intensa lucha con lo que él llamaba «un
humillante sentimiento de inferioridad». (Plutón en la sexta casa, en cua-
dratura con el Sol, apunta también a estos mismos problemas.) Antes de
cumplir los cuarenta años, Emerson fue testigo de cómo dos de sus her-
manos, brillantes y ambiciosos, sucumbían fatalmente a la tuberculosis
136
(una enfermedad que ya se había llevado a su padre, con cuarenta y dos
años, cuando Emerson no tenía más que ocho). También él se debatió
durante toda la vida con la tuberculosis y otras limitaciones físicas. Otro
de los rasgos de Virgo, la autocrítica, se vio exacerbado por el exceso de
expectativas familiares indicado por Saturno. Nacidos en la familia de un
conocidísimo ministro bostoniano, Emerson y sus hermanos se vieron
sometidos a una gran presión familiar para que estuvieran a la altura de
tales exigencias. En el diario que escribía se pueden ver pruebas de su
autodenigración, que se pone de manifiesto en la siguiente comparación
(tomada de una carta) con uno de sus hermanos: «Mi actitud es flemáti-
ca; mi manera de hablar poco seria, a veces molesta y entrecortada; mis
acciones (si puedo darles ese nombre) son más bien pasivas. Edward
siempre tuvo una gran fuerza en su rostro. Yo no tengo ninguna. Me río,
me ruborizo, parezco malhumorado, contra mi voluntad y contra mis in-
tereses».
La forma en que Emerson llegó a reconciliarse con su sentimiento de
inferioridad y con sus limitaciones físicas revela la influencia inspiradora de
Júpiter. A partir de unos comienzos vacilantes, llegó a ser un orador cuyas
conferencias y clases estaban en constante demanda, y un poeta y ensa-
yista brillante, que concretó la promesa del Sol en Géminis en la casa
nueve y Mercurio en Géminis en conjunción con el Medio Cielo. Las pala-
bras de Lewis Leary, el estudioso de Emerson (en su libro Ralph Waldo
Emerson: An Interpretative Essay (Ralph Waldo Emerson: un ensayo in-
terpretativo]), son muy adecuadas para describir la forma en que el em-
plazamiento de Júpiter en Virgo favoreció la evolución de Emerson: «En-
tonces estaba empezando a sospechar que estas imperfecciones suyas
podrían ser lastres, defensas contra el exceso, anclajes en la cordura. Un
hombre podría hacer de sus imperfecciones virtudes. ¿No podría haber,
para cada debilidad, alguna fuerza compensatoria?». Y Leary añade que
«Emerson se pasó el resto de su vida ideando una actitud hacia la vida
que pudiera ser satisfactoria para un tullido como él. Y la explica con am-
plios detalles [¡Júpiter en Virgo!], pero no para que la imitemos. [...] Nos
invita a reconocer que no hay quien no sea tullido de alguna manera,
aunque no haya dos personas que lo sean de igual forma. Sin embargo, él
quería lograr que confiáramos en que cada uno es capaz de encontrar un
camino hacia la verdad». Para Emerson, nuestras limitaciones pueden
convertirse en señales jupiterinas, que nos indican a cada uno de nosotros
el camino que conduce a nuestra propia y particular genialidad.

137
Ralph Waldo Emerson, 25 de mayo de 1803, a la 1.16 pm, Concord, Mas-
sachusetts, Estados Unidos.
Tras haber emergido del abismo de la autonegación, Emerson co-
menzó a expresar su Júpiter en Virgo en la casa uno convirtiéndose en el
defensor vitalicio de la confianza de cada cual en sí mismo y del discerni-
miento responsable de nuestra propia verdad. Instó a la gente a asumir el
riesgo de cuestionar los dogmas aceptados: «La fe que se apoya en la
autoridad no es fe. La confianza en la autoridad da la medida de la deca-
dencia de la religión, del abandono del alma». (Es indudable que su Urano
en la casa uno favoreció esta radical disposición a mantener su inde-
pendencia ante las expectativas de la sociedad. Y la vivió en la práctica
cuando, durante su primer retorno de Saturno, renunció como ministro de
una iglesia de Boston debido a sus discrepancias con la doctrina eclesiásti-
ca.) Hoy, el mensaje central de su ensayo Confía en ti mismo sigue te-
niendo una poderosa resonancia: «Confía en ti mismo: en cada corazón

138
vibra esa cuerda de acero. [...] En última instancia, nada es sagrado, a no
ser la integridad de tu propia mente Absuélvete a ti mismo, y obtendrás la
aprobación del mundo».
Emerson expresó un optimismo que lo abarcaba todo, nada sorpren-
dente dada su naturaleza fuertemente jupiterina. (Tenía a Júpiter no sólo
en conjunción con el Ascendente, sino también formando un aspecto ma-
yor con Mercurio, el regente de su Ascendente Virgo y también de su Sol
en Géminis, un Sol emplazado, además, en la jupiterina casa nueve.) Hay
quienes lo han acusado incluso de un «optimismo superficial». Pero en
realidad fueron tragedias como la muerte de su amada primera esposa
(de tuberculosis, cuando todavía no hacía dos años que se habían casado)
y de su primer hijo (a los cinco años) lo que hizo que Emerson descubrie-
ra, en medio de su dolor, la presencia del Dios interior. Esta revelación se
convirtió en la piedra fundamental de su vida, iluminó todos sus escritos y
tuvo como resultado una profunda fe en, tal como dice Lewis Leary, «la
actuación de una gran y benéfica ley en el universo». Emerson proclama-
ba que «el alma del hombre no sólo [...] contiene una chispa, gota, alien-
to o voz de Dios; es Dios». Y posteriormente insistió en esa creencia esen-
cial al escribir en su diario: «En todas mis conferencias enseño una única
doctrina, la de la infinitud de cada hombre en particular». Su insistencia
en confiar en uno mismo se genera en su vivencia de una fuerza interior
que nos guía, y es una expresión adecuada de la influencia de un Júpiter
en la primera casa (orientada hacia el yo). (Obsérvese también que, como
Emerson tenía a Sagitario en el Immum Coeli o Fondo del Cielo, Júpiter es
el regente de su cuarta casa, la de la vida interior y privada.)
Cuando se estudia la experiencia espiritual de Emerson, es importante
no perder de vista la naturaleza terrena de un Júpiter (y un Ascendente)
en Virgo. Mientras que su Sol en Géminis en la casa nueve iba en pos de
los reinos trascendentes del pensamiento, su lado de Virgo seguía firme-
mente cimentado en sus vivencias cotidianas de los niños, la jardinería,
los largos paseos por la naturaleza... Tal como dice Leary (refiriéndose a
Emerson): «Le encantaban las cosas simples, sustanciales y sólidas: "Con
un abrazo acepto lo común, exploro lo que es familiar y pequeño, y a sus
pies me siento"». Otro escritor, Larzer Ziff, observa: «No hay otra filosofía
tan empapada de las escenas naturales comunes y corrientes de la vida
cotidiana como la de Emerson, y ninguna tiene un sentido tan poderoso
de que se trata más bien de constantes revelaciones que de hechos ordi-
narios».
Una cita final, tomada del ensayo de Emerson «The Over-Soul»,
transmite particularmente bien la sutil integración que el autor hace del
telescópico Júpiter con el microscópico Mercurio (planetas que están en

139
una clara cuadratura, con Júpiter en el Ascendente y Mercurio en el Medio
Cielo): «Vemos el mundo pieza por pieza, como el sol, la luna, los anima-
les, el árbol; pero ese todo, del que ellos son las partes resplandecientes,
es el alma. Sólo mediante la visión de esa Sabiduría se puede interpretar
el horóscopo de las edades, y sólo echando mano de nuestros mejores
pensamientos, rindiéndonos al espíritu de la profecía, que es innato en
todos los hombres, podemos conocer lo que nos dice».
BARBARA MCENERNEY

Amelia Earhart y John Glenn


Tanto la vida de Amelia Earhart, que en su condición de piloto batió ré-
cords en los primeros tiempos de la aviación, como la de John Glenn, se-
nador de Estados Unidos y el primer astronauta de ese país que estuvo en
órbita alrededor de la Tierra, demuestran que el auspicioso potencial de
Júpiter no se ve necesariamente limitado por la naturaleza, a menudo
cautelosa, de Virgo. En realidad, la capacidad de este signo para prestar
una atención paciente y minuciosa a los detalles técnicos es un requisito
fundamental para tener éxito en empresas pioneras y tan arriesgadas
como las que ambos llevaron a cabo. Los dos comparten otros rasgos
típicos de Júpiter en Virgo: su avidez por participar en la investigación de
nuevos adelantos tecnológicos y una preocupación constante por el mejo-
ramiento de la sociedad. En cada uno do estos dos personajes, los aspec-
tos de Júpiter y la casa donde está emplazado nos cuentan la historia de
sus respectivas y diferentes formas de expresar el mismo factor de la
carta.
Durante la primera guerra mundial, a sus veinte años, Amelia Earhart
sirvió como auxiliar de enfermería, y su fascinación por volar se encendió
con los relatos que oía contar a los pilotos militares heridos. En el término
de pocos años, y al mismo tiempo que seguía trabajando como asistenta
social, empezó a tomar lecciones de vuelo, obtuvo una licencia de piloto y
se compró un avión. En 1928, un año después del histórico vuelo en soli-
tario de Charles Lindbergh a través del océano Atlántico, Earhart se con-
virtió en la primera mujer que atravesó volando el Atlántico como pasa-
jera, acompañada por un piloto y un mecánico. Con Júpiter en conjunción
exacta con Marte, Earhart rebosaba coraje y era una enamorada de las
aventuras arriesgadas. Antes de partir en su peligroso viaje (unos cuantos
habían muerto intentándolo), dijo lo siguiente: «He tratado de hacer una
apuesta a lo grande, y si tengo éxito, todo irá bien. Si no, me sentiré feliz
140
de hacerme humo en mitad de una aventura como ésta». Esas palabras
resultarían proféticas cuando su avión desapareció sobre el océano Pacífi-
co en un vuelo alrededor del mundo, nueve años después.
Tras el éxito de su vuelo de 1928, Earhart se encontró convertida en
el centro de un torbellino de celebridad y aclamación pública que le permi-
tió embarcarse en una vida de osadía, dedicada a establecer récords de
vuelo. (Júpiter, el principio de los superlativos –«el mayor, el más rápido,
el más largo»– es probablemente el planeta más estrechamente correla-
cionado con el «establecimiento de récords».) En 1932, Amelia Earhart se
convirtió en la primera mujer que voló sola a través del océano Atlántico,
con lo que compensó su incomodidad por haberse sentido (tal como ella
misma dijo) como «un saco de patatas» en el viaje de 1928 que tanta
fama le proporcionó. (Júpiter amplificaba su necesidad marciana de de-
mostrar que podía volar sola.) Completó el vuelo en un tiempo récord y
fue la primera persona, después de Lindbergh, en hacerlo en solitario. En
1936 fue el primer piloto, hombre o mujer, en volar a solas desde Hawai
hasta el continente.
La dimensión de la quinta casa en el empeño marciano-jupiterino de
volar de Earhart se ve claramente en las palabras que ella misma dijo
después del vuelo: «Atravesé el Atlántico porque quería. [...] Querer de
corazón hacer una cosa, disfrutar haciéndola, concentrar en ella toda la
energía que uno tiene..., no es solamente la garantía más segura de tener
éxito. También es ser fiel a uno mismo». (Además de la influencia de la
quinta casa, también se ve aquí la integridad y la concentración de un Sol
en Leo en la cuarta.) Es muy adecuado el hecho de que el título de uno de
sus libros sobre sus hazañas fuera The Fun of It [El gusto de hacerlo].
Para Earhart, volar era un asunto del corazón, de la quinta casa: algo que
le encantaba hacer, y una manera de expresar su espíritu aventurero.
La conjunción Marte-Júpiter en el tema de Earhart está en cuadratura
con el stellium formado por la Luna, Plutón y Venus en Géminis (y que
incluye también a Neptuno) en la casa dos. Con el fin de obtener el res-
paldo financiero (propio de la segunda casa) necesario para su vuelo (el
costoso hobby de la quinta), se lanzó a una ronda geminiana de discursos,
artículos y comentarios radiofónicos. Los dos lados de esta cuadratura se
muestran claramente en afirmaciones como ésta: «Ahora se ha vuelto
rutinario. Bato un récord [Marte y Júpiter en la quinta casa], y después
doy conferencias sobre ello. De ahí es de donde viene el dinero [stellium
en Géminis en la segunda casa]. Y así hasta que llega el momento de
batir otro récord». Su marido, el editor G. P. Putnam, captó bien el lado
más abrumador de la cuadratura entre el stellium en Géminis y Marte-
Júpiter en Virgo en su referencia al «completo, enorme y duro trabajo de

141
cumplir conscientemente con el papel de héroe». Solamente en 1935,
Earhart se presentó 135 veces en diversos escenarios.

Amelia Earhart, 24 de julio de 1897, a las 11.30 pm, Atchison, Kansas,


Estados Unidos.
Su más fervorosa preocupación era convencer a las mujeres de su
capacidad (el stellium formado por la Luna, Plutón, Venus y Neptuno) para
cultivar sus talentos y habilidades en cualquier campo que escogieran
(Júpiter y Marte en la quinta). Con el impulso reformista de Júpiter en
Virgo, Earhart se valió de su fama y de sus logros para promover su men-
saje: «Yo, por mi parte, espero el día en que las mujeres, en vez de verse
restringidas por su sexo, sean libres de vivir individualmente su vida lo
mismo que los hombres». Dos tributos que le fueron rendidos dan testi-
monio de que en su corta vida alcanzó algo en lo que había puesto su
corazón. El presidente Herbert Hoover le dijo (y sus palabras describen

142
muy bien las capacidades de Júpiter en conjunción con Marte en Virgo):
«No sólo ha demostrado su impecable coraje, sino también que las muje-
res son capaces de estar a la altura de la habilidad masculina en cuanto a
realizar las más difíciles hazañas de alto riesgo». Y su íntima amiga Elea-
nor Roosevelt dijo de ella: «Ayudó a la causa de las mujeres, haciéndoles
sentir que no hay nada que ellas no puedan hacer». (Todas las citas están
tomadas del libro de Susan Ware Still Missing [Sigue desaparecida].

Al igual que Amelia Earhart, John Glenn empezó a tomar lecciones de


vuelo a los veintitantos años, y posteriormente volar se convirtió en el
centro de su vida. Es interesante observar que sus respectivas cartas na-
tales muestran a Venus en Géminis en cuadratura con Júpiter en Virgo: la
afinidad por el vuelo estaba conectada con un amplio dominio de la com-
plejidad tecnológica. El escritor Richard F. Fenno, Jr., en su libro The Pre-
sidential Odyssey of John Glenn [La odisea presidencial de John Glenn],
cuando tuvo, como otros reporteros, la oportunidad de hacer un vuelo con
él, señaló con las siguientes palabras su estilo de volar, característico de
Virgo: «A todos nos impresionó la increíble concentración y la atención al
detalle que muestra durante los vuelos. En cada etapa había que verificar
una lista, controlaba continuamente los múltiples indicadores, estaba en
contacto constante con la gente de tierra, se informaba siempre de las
condiciones atmosféricas y del aeropuerto». Y sin duda, Amelia Earhart
recurrió igualmente a los talentos que, también en su caso, le confería
Virgo.
Tal como Júpiter en Virgo en conjunción con Marte en la quinta casa
llevó a Earhart a la cabina del piloto como aviadora aficionada que volaba
por el placer de volar y de romper récords, Glenn, con su Júpiter en Virgo
en conjunción con Saturno en el Medio Cielo, voló en un entorno más
estructurado –el militar– como piloto de combate. Realizó misiones tanto
en la segunda guerra mundial como en la guerra de Corea, y llevaba die-
ciséis años de servicio cuando se incorporó al programa de preparación de
astronautas conocido como Proyecto Mercurio. También trabajó en el
diseño de aviones y como piloto militar de pruebas, y en 1957 estableció
un récord de velocidad cuando hizo el primer vuelo supersónico transcon-
tinental. (Sin duda el sextil de Júpiter con Marte y Plutón reforzó su valor
y le ayudó a tener éxito en estas empresas.) En 1962, exactamente trein-
ta años después de que Amelia Earhart se convirtiera en la primera mujer
que atravesaba el Atlántico volando en solitario, se produjo el lanzamiento
de Glenn en su histórico vuelo en el que describió tres órbitas alrededor
de la Tierra. (Un «largo viaje» sin precedentes como éste encaja a la per-
fección en alguien con Ascendente Sagitario y que tiene a Júpiter, el re-

143
gente de su carta, en conjunción con el Medio Cielo y en oposición con
Urano, el planeta de los avances radicales.) El espectacular vuelo espacial
de Glenn, en el cual asumió el control manual de la cápsula a causa de un
mal funcionamiento, hizo de él uno de los grandes héroes estadouniden-
ses, así como Amelia Earhart llegó a ser una amada heroína como resulta-
do de sus hazañas.

John Glenn, Jr., 18de julio de 1921, a las 4.00 pm, Cambridge, Ohio, Esta-
dos Unidos.

Tal como ya hemos visto, para Amelia Earhart, la llamada jupiterina a


la aventura se combinaba con la iniciativa individual y el impulso personal
de Marte, mientras que, en el caso de Glenn, la búsqueda jupiterina está
conectada con el sentimiento del deber y de la responsabilidad social de
Saturno. John Glenn ha dicho repetidas veces: «Considero mi vida entera
como un servicio a mi país». Y en los últimos años ha continuado com-

144
prometido con el servicio público (en consonancia con su décima casa en
Virgo) como senador de Estados Unidos. Respecto de su elección para el
senado, expresó que, en su caso, no era un motivo de autoengrandeci-
miento, sino un reto para hacer de su país un lugar mejor para quienes
hayan de seguirle.
La claridad con que la reputación de Glenn se ha visto configurada
por el contacto Júpiter-Saturno en el Medio Cielo es realmente remarca-
ble. Se lo considera una persona que trabaja duro, y es respetado por su
«impecable integridad». Otras citas del libro de Fenno ilustran esta in-
fluencia de Virgo: «En contraste con su aplicada concentración en detalles
relacionados con lo que tuviera entre manos, mostró una falta de interés
equiparable hacia cualquier tipo de publicidad que lo promocionara». «Es
muy eficaz, pero también muy modesto.» Y hasta hubo un crítico que for-
muló una afirmación típica de Virgo: «No ve ni el bosque ni los árboles,
sino sólo ramas y ramitas». A John Glenn se lo respeta muchísimo como
experto técnico, algo que ha ido desarrollando a lo largo de sus muchos
años de interés por la aviación. «Su compromiso intelectual y visceral con
la actividad científica y tecnológica se deriva con naturalidad de los años
que estuvo comprometido con la exploración espacial, y también de su fe
en la capacidad de los científicos y técnicos para resolver problemas, una
fe que adquirió en su contacto con ellos.» Estas últimas palabras, tomadas
del libro de Fenno, son una descripción precisa de la forma en que se
manifiesta en Glenn la conjunción de Júpiter y Saturno en Virgo.
Es obvio que la orientación detallista de este signo no estrechó los
horizontes jupiterinos de Amelia Earhart ni de John Glenn. De manera
muy característica de Virgo, los logros aeronáuticos de ambos hicieron del
mundo un lugar más pequeño al dar «puntadas» que unieron entre sí
localidades distantes, incluso hasta el punto de circunvolar el globo. Ear-
hart y Glenn no sólo hicieron progresar la aviación, sino que sus hazañas
también significaron un avance para la aventura humana.
BARBARA MCENERNEY

Júpiter en Capricornio
Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Capricornio:

• Intenta crecer y mejorar mediante un trabajo arduo y disci-

145
plinado, avanzando sin pausa.
• A fin de mejorar» necesita dar expresión a su autodominio y
su confiado conservadurismo; tiene un sentido innato de la
autoridad que inspira confianza en los demás.
• El optimismo y la expansión pueden verse sofocados por una
actitud exterior seria y temerosa.
• La fe y la confianza del nativo se basan en la realidad, la ex-
periencia y su propia comprensión innata del valor de la his-
toria y la Tradición.
• Las oportunidades le llegan a través de su propia capacidad
para mostrarse digno de confianza, responsable y paciente,
cualidades que tiene generalmente bien desarrolladas.

En Capricornio, Júpiter está en oposición con Cáncer, donde se


encuentra especialmente bien emplazado, hasta el punto de que se
considera que está en «exaltación» en ese signo; pero en Capricor-
nio, Júpiter está en «caída»» una posición en la que sus cualidades
innatas no se expresan con tanta facilidad. Sin embargo, y como
veremos en esta sección, ello no significa que el poder de Júpiter
haya de ser subestimado en este emplazamiento. En Capricornio no
hay nada que llegue con rapidez ni con facilidad, aunque a veces
uno debería preguntarse por qué estos nativos se complican innece-
sariamente las cosas. Tal como escribió Isabel Hickey, quienes tie-
nen a Júpiter en Capricornio son «demasiado cautelosos para su
propio bien».
Ciertamente, la extrema cautela con que estas personas lo abor-
dan todo, desde sus relaciones íntimas hasta el manejo del dinero, es
típica del signo de Capricornio. Quienes tienen a Júpiter en este em-
plazamiento no confían en nada que no esté ya «demostrado» o va-
lidado por la tradición. El lado escéptico de su mente es el dominan-
te, ¡pero no por eso carecen de ideales prácticos! Basta con fijarse,
por ejemplo, en Walt Disney, Robert E. Lee, Robert Kennedy y Ed-
gar Cayce. El hecho es que la tradición tiene un gran papel en el
carácter de sus ideales. Son personas que se estudiarán cualquier
acción u objetivo que estén evaluando, y lentamente lo pondrán a
prueba para determinar cuál es el riesgo que en realidad significa.
146
Estos nativos no son tontos, y de ninguna manera quieren parecerlo;
para ellos, la dignidad tiene una importancia enorme. Creen que
conocer los riesgos por adelantado es, simplemente, una cuestión de
espíritu práctico. Casi no necesitan, como les sucede a otras perso-
nas, la emoción implícita en el hecho de arriesgarse; y una vez que
hayan decidido que los riesgos son pocos, o por lo menos aceptables
para el objetivo que persiguen, ya pueden actuar con decisión.
Sin embargo, quienes tienen a Júpiter en Capricornio se avienen
a correr algún riesgo con el fin de ganar autoridad. Ejemplos de ello
son Richard Nixon, Margaret Thatcher (en esta misma sección se
pueden ver los detalles de su carta), Robert Kennedy y Adolf Hitler,
quien organizó el infame atentado en una cervecería de Munich con
el objetivo de alcanzar el control del Gobierno. Es frecuente que la
gente que tiene este emplazamiento dé la impresión de atraerse a
enemigos especialmente poderosos, ya sea debido a su poder o a su
prestigio. Y esto es válido, aunque en manifestaciones muy diversas,
para los siguientes nativos con Júpiter en Capricornio; Margaret
Thatcher, Richard Nixon, Adolf Hitler, Robert Kennedy y Robert E.
Lee, así como Charlie Chaplin y Charles Lindbergh. Este emplaza-
miento, sin duda, aumenta la ambición, con el resultado de que, co-
mo bien lo describen Moore y Douglas:

Tras haber alcanzado la posición sobresaliente por la cual se esforza-


ron, es probable que se vean obligados a pagar el precio, una vez más,
con una sensación de aislamiento y de soledad. Entonces tendrían que
tratar de olvidarse de su dignidad y ponerse a disfrutar de los placeres
sencillos de la vida, sin preocuparse más de la imagen que hayan de
mantener ni de la impresión que puedan causar.

Nunca se ha de subestimar la riqueza de recursos de estos nati-


vos, ni tampoco su determinación. Simplemente, con su trabajo em-
peñoso pueden superar a otros dotados de más inteligencia o de más
imaginación, y además, su sentido del deber y de la responsabilidad
es legendario, como atestigua, por ejemplo, la vida del general Ro-
bert E. Lee (aunque el presidente Lincoln le ofreció el mando del
ejército de la Unión durante la guerra civil de Estados Unidos, Lee
puso su deber para con su Virginia natal por delante de sus obliga-
147
ciones con la Unión). Por supuesto, son capaces de ser austeros en
sus juicios, y también de actuar con mano dura; es obvio que, fre-
cuentemente, un Júpiter en Capricornio se muestra rígido, y que cae
con facilidad en la santurronería. Tanto Carter como Mayo y Davi-
son emplean el adjetivo «concienzudo» para describir a estas perso-
nas, y Ebertin relaciona a Júpiter en Capricornio con el hecho de
«ser consciente del objetivo», una expresión que yo entiendo en el
sentido de una capacidad innata para actuar pacientemente cuando
se trata de planes o proyectos a largo plazo.

Carter: Reservado, sereno, honrado.


Mayo: Entusiasmo por el deber; expande su ambición (es autocrático) y
tiene capacidad para la organización.
Ebertin: Sentido de la responsabilidad, formalidad [...], capacidad de
liderazgo, hipocresía, egotismo.
Hickey: Tendencia a ser tacaño, tanto al expresar su amor y su afecto,
como en relación con el dinero.

Esta última cita nos hace pensar en el conflicto inherente al em-


plazamiento de Júpiter en el signo de Saturno, ya que puede crear
una tensión entre la frugalidad y una extravagante arrogancia, o la
necesidad de sentirse reconocido y respetado por la propia generosi-
dad, mientras que al mismo tiempo se quiere mantener la seguridad
económica y no tener que hacer gastos innecesarios. Aunque quie-
nes tienen a Júpiter en Capricornio están más preocupados por las
apariencias y la «respetabilidad» que quienes lo tienen en Escorpio,
se parecen bastante en el hecho de que pueden alternar entre la taca-
ñería y un gasto excesivo. Aunque no les gusta derrochar, es muy
probable que inviertan sumas enormes tanto en aventuras comercia-
les como en objetivos que consideran que armonizan con sus valores
más elevados.
Las características esenciales de la personalidad «Júpiter en Ca-
pricornio» están descritas con precisión en los siguientes comenta-
rios de Moore y Douglas:

Quienes tienen a Júpiter en Capricornio trabajan de una manera prác-


148
tica y conservadora, y no son nada propensos a permitirse especula-
ciones arriesgadas. Llevan sus asuntos de acuerdo con las reglas com-
probadas y seguras de la tradición, y se dan por satisfechos con un
crecimiento lento y ganancias graduales. Generalmente, son personas
que prosperan en los negocios, y cuando se les da la oportunidad de
administrar empresas ya establecidas y de mérito demostrado, justifi-
can la fe que se ha depositado en ellas. Quieren saber con exactitud
qué terreno pisan, en términos económicos, y les gusta tener la sen-
sación de que el terreno donde ponen los pies es bien sólido.
Esta posición conduce a hacer carrera en el Gobierno, en la polí-
tica o en grandes empresas, donde los negocios se (levan de acuerdo
con un protocolo estrictamente rígido e impersonal.

Otras personas nacidas con Júpiter en Capricornio

Warren Beatty Dustin Hoffman


Willy Brand William James
Emily Bronte Rudyard Kipling
Elizabeth Browning André Malraux
Are Buchwald Karl Marx
Richard Burton (actor) Paul Newman
Albert Camus Jack Nicholson
Johnny Carson Arthur Rimbaud
Sammy Davis Carl Sandburg
Emily Dickinson Peter Sellers
Manly Hall Upton Sinclair
Jimmy Hoffa

Margaret Thatcher
Sería difícil encontrar a alguien capaz de ejemplificar mejor a Júpiter en
Capricornio que Margaret Thatcher, la persona más dominante en el cargo
de primer ministro de Gran Bretaña desde Churchill, y una de las líderes
femeninas más poderosas e influyentes de los dos últimos siglos. La tota-
lidad de su carta es interesante, pero aquí nos ocuparemos principalmente
de los factores jupiterinos y de los que estén relacionados con ellos. Es
obvio que su extraordinario ascenso al poder, a partir de sus modestas
149
raíces de clase media, sólo podía haberse dado gracias a una determina-
ción y una ambición extremas, ya que Margaret Thatcher no sólo estaba
luchando contra el sistema de clases británico, sino que combatía también
el prejuicio contra su sexo, debido a que el mundo político está dominado
por los hombres. Júpiter en Capricornio revela claramente su capacidad
para la planificación a largo plazo, y también la amplitud de su ambición,
aumentada por la conjunción de Saturno con el Ascendente. Era conocida
por su gran rigidez y su enorme autoritarismo, y también por ser de mano
dura y carácter dominante. Se la llamaba «la Dama de Hierro», y manifes-
tó una actitud paternal (que muchos consideraron más bien sobreprotec-
tora y pomposa) hacia el ciudadano medio, e incluso llegó a provocar
cierta controversia cuando expresó públicamente que la mayoría de los
ciudadanos eran como niños a quienes había que decirles lo que tenían
que hacer.
Independientemente de lo que uno piense de algunas de sus tácticas,
sus actitudes y su personalidad, no hay duda de que el hecho de tener a
Júpiter en la casa dos le proporcionó una comprensión instintiva de la
capacidad del dinero y la seguridad económica para motivar un mayor
esfuerzo laboral en el pueblo. Incrementó los incentivos para la actividad
empresarial, bajó los impuestos y dio a miles de personas la posibilidad de
adquirir su primer hogar entre las casas de protección oficial. En muchos
sentidos, Margaret Thatcher revigorizó el capitalismo en un país (y de
hecho, en toda la Comunidad Europea) que desde 1945 había ido volvién-
dose cada vez más socialista.
Gran parte de su capacidad provenía de sus inspiradas cualidades ju-
piterinas y de la confianza en sí misma y en sus ideas que era capaz de
transmitir. Podemos enumerar brevemente algunos de estos factores:

• Júpiter está en cuadratura con el Sol y con Marte, lo que revela con-
fianza, un orgullo tal vez excesivo y una naturaleza combativa.
• Venus está en Sagitario, mostrando claramente su franqueza al expre-
sarse.
• La Luna y Neptuno están en la casa nueve, a la que tradicionalmente
se asocia con Júpiter.

150
Margaret Thatcher, 13 de octubre de 1925, a las 9.00 am, Grantham,
Gran Bretaña.

151
152
6

Júpiter en los signos de aire:


orientaciones para la interpretación

Quienes tienen a Júpiter en un signo de aire nacen con una amplia


curiosidad con respecto a las personas y las ideas, y el proceso de ir
descubriendo ideas nuevas y explorando nuevas dimensiones, tanto
en el dominio intelectual como en el de las relaciones, es la clave de
su felicidad y de su sensación de bienestar. Con frecuencia, en estos
nativos hay un sentimiento de unidad con todos los seres humanos,
y el hecho de contribuir o participar en alguna actividad social y/o
intelectual les da una sensación de protección y de libertad interior.
Además, necesitan tener contactos estimulantes con la gente para
alimentar su vitalidad; en ocasiones, un trabajo exclusivamente inte-
lectual puede agotarlos, en especial si se dedican a él hasta tal punto
que los lleve a un estado de tensión nerviosa. Sin embargo, su ener-
gía mental suele ser formidable, y con frecuencia asombra a quienes
no cuentan con las mismas dotes.

Júpiter en tos signos de aire


La fe interior se ve estimulada por la exploración de nuevas ideas, la
comunicación con personas nuevas y el progreso social.
Las oportunidades llegan cuando uno expresa sus ideas con entu-
siasmo e interacciona con los demás en pos de un objetivo futuro.

La autoestima de estos nativos crece cuando tienen éxito en sus


relaciones, su participación social y su evolución y exploración inte-
lectuales. En estos dominios es donde estarán más dispuestos a
arriesgarse, aunque en general son personas atrevidas (sin embargo
Libra tiene un carácter algo más conservador que los otros dos sig-
153
nos de aire). Si bien Júpiter posee una habilidad natural para ser
socialmente atrevido, es probable que, cuando está en un signo de
aire, le falten profundidad y capacidad de compromiso en las rela-
ciones y en otras situaciones, debido a su intensa necesidad de con-
tinuar explorando.
Además, el nativo con Júpiter en un signo de aire es tan mental
y desapegado que puede evitar el compromiso emocional, y también
tiende a estar fuera de contacto con su cuerpo (a menos que este
rasgo quede compensado por otros planetas personales). Estas per-
sonas se dejan llevar fácilmente hacia ámbitos remotos, que tras-
cienden el cuerpo y las emociones, e incluso es probable que se re-
lacionen con sus seres queridos de una manera abstracta, a menos
que puedan establecer una gran comunicación con ellos. Pero
idealmente, estos nativos son unos auténticos y eternos «aprendices»
que tienen la capacidad de contribuir de forma dinámica al progreso
social.

Júpiter en Géminis

Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Géminis:

• Intenta crecer y mejorar mediante la comunicación, cultivan-


do una amplia gama de habilidades y entregándose a un vas-
to aprendizaje.
• La fe le llega a través de la percepción inmediata y la expre-
sión de todas las conexiones; la amplitud de sus intereses
aporta significado a su vida.
• En ocasiones, su optimismo se ve obstaculizado por una cu-
riosidad variable y una tendencia a pensar y preocuparse en
exceso.
• Necesita desarrollar su inteligencia y su capacidad de razo-
namiento con el fin de tener confianza en sí mismo y en la
vida; anhela conectarse con un orden mayor de naturaleza
racional y lógica.

154
• Tiene una comprensión innata de la importancia de la buena
comunicación, y su deseo es beneficiar a los demás convir-
tiéndose en una fuente de información.

Aunque la astrología tradicional dice que Júpiter en Géminis es-


tá en «detrimento», puesto que se encuentra en el signo opuesto a
uno de los que él rige (Sagitario), hay generaciones de lectores que
están muy agradecidos de que haya personas capaces de contar rela-
tos fantásticos repletos de detalles que, sin embargo, muestran signi-
ficados más amplios. Júpiter en Géminis puede tejer una creación a
gran escala mediante la correlación de múltiples detalles y hechos
diversos. Un ejemplo de ello sería Charles Dickens, cuyas novelas
se publicaron originariamente por entregas en los periódicos. Sus
escritos tuvieron una gran influencia en el entusiasmo público por la
reforma social. A decir verdad, las personas con Júpiter en Géminis
suelen ser muy conscientes de las emociones y aspiraciones del pú-
blico, y encuentran formas originales de atraer su atención. Arthur
Conan Doyle, el autor de las novelas de Sherlock Holmes, también
tenía a Júpiter en Géminis, y terminó siendo el escritor más popular
y mejor pagado de su época. De hecho, con Júpiter en la primera
casa, Conan Doyle prácticamente estableció, por medio de su perso-
naje del famoso detective, el arquetipo de la mente analítica, que
desmenuza con fría objetividad todos los hechos y se niega a dejar
que las emociones lo distraigan (en la «Introducción» puede verse
su carta).
Quienes tienen a Júpiter en Géminis, generalmente, no conside-
ran que se estén arriesgando en sus empresas intelectuales, pero sin
duda muchos de estos nativos están dispuestos a correr riesgos para
comunicarse con franqueza y explorar ideas a las que, por lo gene-
ral, no se considera convencionales. Poseen una actitud innata de
apertura hacia lo nuevo, y una curiosidad sin límites. En el peor de
los casos, estos nativos están descentrados y no tienen demasiado
discernimiento en lo que respecta tanto a las ideas como a las perso-
nas. Y sin embargo están constantemente ocupados. Por lo general,
tienen una gran capacidad instintiva para la comunicación (y habi-
lidad para expresarse con palabras) que les permite contactar con
155
una gran diversidad de personas. Tienden a ser locuaces y son de
esos de quienes se dice que «tienen mucha labia», pero también –a
diferencia de muchos nativos con el Sol o Marte en Géminis (otras
expresiones geminianas más agresivas)– encuentran que las ideas de
los demás no sólo son interesantes, ¡sino también merecedoras de
que se les preste atención! Quienes tienen a Júpiter en Géminis sue-
len saber escuchar y perciben rápidamente lo que la otra persona
realmente quiere decir, ¡por más que uno pueda ver cómo están
haciendo un esfuerzo por morderse la lengua durante el tiempo sufi-
ciente para permitir que su interlocutor termine de hablar!
La precipitación al hablar no es rara en estos nativos, pero en el
mejor de los casos, la facilidad con que pueden compartir ideas y
observaciones con gente muy diversa les confiere un valor extraor-
dinario en aquellas situaciones profesionales en las que es importan-
te el intercambio de ideas, como pueden ser las ventas, los medios
de comunicación, la publicidad, etcétera. Al fin y al cabo, el pensa-
miento (Géminis) positivo (Júpiter) goza de amplia aceptación como
clave del éxito en campos como las ventas y la promoción. Al igual
que pasa en los casos en que Júpiter se encuentra en el otro signo
mercurial (Virgo), estos nativos siempre pueden encontrar una razón
para no creer en algo, pero tienen la capacidad de expresar ideas e
ideales abstractos de una forma concisa y enérgica.

Mayo: Alguien sumamente inteligente, con talentos variados y de menta-


lidad amplia; o bien ingenioso, de intereses difusos y dispersos, e indiscre-
to.
Ebertin: Versatilidad para complacer a los demás, aptitud para establecer
contactos sociales [...], amor por el cambio, el deseo de tener muchas
relaciones. Actitud despreocupada ante la vida, superficialidad.
Hickey: Afición a viajar. Le va bien en las empresas que tengan que ver
con viajes, o en cualquier ocupación que implique vender, comunicar
ideas o enseñar.

Sería una omisión demasiado grande no mencionar la importan-


cia, en multitud de niveles, del ingenio de Júpiter en Géminis. In-
ventores tan notables como Thomas Edison y Alexander Graham
156
Bell tenían a Júpiter en este emplazamiento. Tanto Júpiter como
Géminis se relacionan con la enseñanza y la educación, así que no
debería sorprendernos que Maria Montessori, la fundadora del mé-
todo de educación Montessori, tuviera a Júpiter en Géminis en la
casa once; además, estaba en oposición con Saturno en Sagitario en
la quinta, lo cual me parece un impresionante símbolo de innovación
educativa (Saturno en Sagitario en la creativa casa cinco) orientada
hacia el futuro (Júpiter en la once).
Otro par de ejemplos especialmente interesantes de Júpiter en
Géminis son Jacqueline Kennedy Onassis y Arthur Schlesinger, Jr.
«Jackie», que evidentemente tenía ya todo el dinero que pudiera
necesitar en su vida, decidió de todas maneras seguir adelante por su
propio y particular camino hacia su crecimiento y evolución perso-
nales cuando aceptó un trabajo de encargada de ediciones en una
importante editorial neoyorquina. Obviamente, para ella «la prospe-
ridad y el progreso» significaban algo diferente de la riqueza mate-
rial.
Arthur Schlesinger, Jr. tiene a Júpiter en Géminis en la décima
casa, y por medio de sus escritos adquirió una buena reputación co-
mo historiador a una edad relativamente temprana. Ha ganado dos
premios Pulitzer, y destacó sobre todo como asesor y redactor de
discursos de John F. Kennedy, un presidente con el Sol en Géminis.
¿Llegaremos alguna vez a saber de quién eran las palabras que hi-
cieron famosos los discursos de JFK? (En el capítulo 10 el lector
encontrará la carta de Schlesinger.)
Hay muchos escritores con Júpiter en Géminis, aunque como a
este signo le gusta hacer dos cosas al mismo tiempo, la mayoría de
ellos han tenido también otras carreras: Theodore Roosevelt, Dane
Rudhyar, Anne Morrow Lindbergh y Harriet Beecher Stowe, la au-
tora de La cabaña, del tío Tom, una escritora cuya influencia moral
llegó a una notable cantidad de ciudadanos en una época decisiva en
la historia de Estados Unidos. Prácticamente en todas las personas
que tienen a Júpiter en Géminis, la exploración de la mente y el cre-
cimiento mental son la clave de su proceso de automejoramiento.

157
Otras personas nacidas con Júpiter en Géminis

Mohamed Alí Graham Nash


Adolf Eichmann Gamal Nasser
Indira Gandhi Clifford Odets
Greta Garbo Giacomo Puccini
Kahlil Gibran Barbra Streisand
Grace Kelly Duque de Windsor

Babe Ruth
Nacido el 6 de febrero de 1895, George Herman Ruth, más conocido por
«Babe» Ruth, destacó en el béisbol desde los dieciocho años, primero
como uno de los tres mejores lanzadores de la liga profesional, y después
como el mejor y más poderoso bateador que se hubiera visto jamás en
este juego, o que habían de conocer las décadas siguientes. Es uno de los
muchos deportistas con el Sol en Acuario que han alcanzado un nivel ja-
más visto antes en su deporte, con lo que llegaron a revolucionarlo
(¡Acuario!). (Algunos otros son Hank Aaron, que rompió el récord de ca-
rreras completas de Ruth, Michael Jordan en baloncesto y Wayne Gretzky
en hockey.)
El estadounidense más famoso de su época, según numerosos histo-
riadores, y el más querido por todos los grupos de edad (por lo menos
hasta que llegó el jupiterino Charles Lindbergh), ¡nació con Júpiter (muy
probablemente cerca del Ascendente) retrógrado en Géminis! (Otro ejem-
plo que desmiente el difundido error astrológico de que los planetas retró-
grados son de alguna manera débiles, o que no son efectivos en el mundo
exterior.) Como yo creo que Ruth tenía el Ascendente emplazado al co-
mienzo de Cáncer, lo que ciertamente concuerda con su apariencia, su
temperamento infantil y su apodo de «Babe», su Júpiter era especialmen-
te fuerte, al formar parte de un stellium junto con el Ascendente y la Lu-
na. Ruth fue siempre uno de los jugadores de béisbol mejor pagados, y de
hecho sentó precedentes en materia de salarios, además de haber ganado
mucho dinero en concepto de honorarios publicitarios. Durante casi veinte
años, tuvo unos ingresos enormes, y fue también un derrochador extra-
vagante, que se excedía en todo: gastar, comer, salir de copas, etc.
Su magnífica coordinación física natural, pese a que evidentemente
rompía todas las reglas del entrenamiento físico, está bien simbolizada
por:
158
a) Venus en estrecha conjunción con Mercurio en Piscis (un signo
regido por Júpiter y Neptuno), ambos en trígono con Saturno.
b) Júpiter en conjunción con la Luna (que estaba al final de Géminis
o al principio de Cáncer).
c) Marte en Tauro (lo cual se reflejaba en su apariencia física) en
cuadratura exacta con el Sol y en oposición con Urano, formando una
explosiva configuración de cuadratura en T que «entalló» en sus 714 ca-
rreras completas.
Debo decir que la acentuación de los factores mercuriales (Venus en
conjunción con Mercurio, así como Júpiter en Géminis y posiblemente
también la Luna) confirma los resultados de la investigación que he reali-
zado con respecto a los atletas: nunca se ha de pasar por alto la coordi-
nación y la respuesta rápida del sistema nervioso que tales factores indi-
can.

Júpiter en Libra
Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Libra:

• Intenta crecer y mejorar mediante un enfoque equilibrado,


objetivo, equitativo y diplomático.
• Su fe se ve realzada por una actitud equilibrada, imparcial y
abierta.
• Las oportunidades surgen a través de las relaciones más pró-
ximas, y la capacidad de mantener intercambios de tú a tú
sinceros suele estar bien desarrollada.
• Su anhelo de un orden mayor se expresa mediante el hecho
de compartir, la cooperación y el estímulo que brinda a los
demás, en ocasiones por medio del arte y la belleza.
• La necesidad de sopesar todos los aspectos de una cuestión
puede socavar las acciones confiadas y expansivas y el pro-
ceso de toma de decisiones.

Aunque Libra es un signo que tiende al conservadurismo (ob-


sérvese que Saturno está exaltado en Libra), con frecuencia quienes
159
tienen a Júpiter en este emplazamiento correrán riesgos en los do-
minios de la vida que más interesan a Libra. Se podría decir que, en
general, para estos nativos los riesgos moderados y sensatos son
dignos de consideración; pero de todas maneras tenderán a arries-
garse más en el romance, en las actividades artísticas y humanita-
rias, y en defensa de las relaciones que para ellos tienen una impor-
tancia clave o de su sentido de la justicia.
Se trata de personas que casi siempre tienen, por naturaleza, una
vena pronunciadamente romántica o artística, aunque es probable
que no exhiban en público sus sentimientos. De hecho, por lo gene-
ral muestran poco sus emociones, a no ser mediante la expresión
artística, o bien en circunstancias de gran intimidad. Al fin y al cabo,
Libra es un signo de aire, no muy dado a la expresión emocional.
(El trabajo creativo de George Gershwin y Judy Garland –los dos
con Júpiter en Libra– constituye un excelente ejemplo de cómo se
puede canalizar el romanticismo de una forma artística.) En la ma-
yoría de los casos, estos nativos tienen una capacidad bien desarro-
llada de brindar apoyo a sus compañeros o su pareja, en el trabajo,
en el matrimonio o en empresas creativas, y necesitan además reci-
bir de la otra persona un aporte recíproco de energía.
Cuando uno se fija en las personas que conoce que tienen a Jú-
piter en esta posición, no sólo le sorprende la frecuencia con que
muestran dotes artísticas, sino también el hecho de que siempre den
la impresión de estar especialmente concentradas en las relaciones
bipersonales, en su matrimonio o en sus compañeros de trabajo,
aunque la gente no llegue a darse cuenta de ello. Por ejemplo, en la
vida de la actriz Katharine Hepburn, su relación con Spencer Tracy
tuvo una profunda influencia, tanto personal como profesional, lo
cual es un claro reflejo de su Júpiter en Libra. Estos nativos también
tienen la capacidad de estimular a los demás; les interesa la otra
gente, y saben escuchar y brindar consejo. En todo caso, son perso-
nas que no pueden vivir exclusivamente para sí mismas. Con fre-
cuencia, están detrás del éxito de su pareja, o bien se nutren de la
fuerza y el apoyo de su pareja para llevar adelante sus propios pro-
yectos. En mi investigación, he llegado a la conclusión de que, a
diferencia de la imagen que se nos suele mostrar de Júpiter en Libra,
160
estos nativos no son siempre, en modo alguno, personas muy socia-
les, aunque sí tienen un excelente instinto y mucha habilidad para lo
social. Aun así, se sienten más cómodos y son más eficaces en rela-
ciones de persona a persona que en grupos.

Carter: Justo, sociable, artístico o científico.


Mayo: Comprensivo, justo, caritativo y hospitalario; o bien engreído y
perezoso.
Ebertin: Posee un gran sentido de la justicia, disfruta con los contactos
sociales, es muy popular y participa en trabajos sociales.
Davison: Le entusiasman las relaciones, pero puede que esté demasiado
ansioso por complacer a los demás.
Hickey: Un gran refinamiento e idealismo. Imparcial, amistoso y de natu-
raleza abierta. Ama el arte y la belleza.

Algunos ejemplos interesantes de este emplazamiento de Júpiter


son Winston Churchill, Carl Gustav Jung y George Washington.
Churchill siempre reconoció que confiaba mucho en su mujer, Cle-
mentine. Aunque hay indicios de que ella se sentía bastante desaten-
dida, el apoyo y la lealtad que siempre le brindó fueron decisivos
para que él pudiera cumplir con su difícil trabajo en la época de la
guerra. Churchill también tenía a Júpiter y Venus en recepción mu-
tua, y Venus no solamente estaba en Sagitario, sino también en sex-
til con Júpiter en Libra; ¡algo a lo que bien se podría llamar una re-
cepción mutua amplificada! Y no se puede negar que las bellas imá-
genes poéticas de los discursos de Churchill inspiraron efectivamen-
te a la totalidad del mundo libre con visiones (Júpiter) de una belle-
za y un idealismo clásicos (Venus). En realidad, hace pocos años se
supo que Churchill escribió algunos de sus discursos en largas estro-
fas que evocan los versos de la poesía épica clásica. Además, era un
pintor muy dotado, que dejó centenares de telas impresionistas.
A George Washington me he referido ya en el capítulo 3, y me
remito a esa sección en relación con Júpiter en Libra. Ciertamente,
fue uno de los primeros defensores de la democracia y la justicia
social. Y tal como dijo de él su a menudo enemigo John Adams:
«Buscaba información en todos los sectores y todos los expertos de
161
forma más independiente que cualquier otro hombre que yo haya
conocido jamás». ¡Parece una definición perfecta de Júpiter en Li-
bra!
Carl Gustav Jung es una expresión de Júpiter en Libra bastante
diferente de la que representa la gente comprometida en la política,
aunque, de hecho, escribió muchos artículos en revistas profesiona-
les en los que analizaba las diversas tendencias sociales desde un
punto de vista psicológico. En su caso, Júpiter en Libra parece ha-
berse manifestado muy especialmente en su intensa concentración
en las relaciones de persona a persona. Su matrimonio con Emma no
sólo duró toda la vida y les brindó muchos hijos, sino que al final
hizo que también ella nos dejara sus propios escritos sobre la psico-
logía arquetípica. Durante décadas, Jung insistió en lo importante
que era la calidad de la relación terapeuta-paciente, y en el hecho de
que esa calidad, al igual que la personalidad del terapeuta, tenía una
profunda influencia en la efectividad potencial del intercambio entre
los dos. Jung publicó también importantes escritos sobre la psicolo-
gía de la «transferencia», estudios que se centraban en la importan-
cia y las consecuencias de la propensión, natural en el paciente, a
proyectar sobre el terapeuta imágenes y valores morales diversos.
Además, en sus obras más avanzadas sobre la alquimia y su sig-
nificado psicológico, Jung subraya su interés por el concepto de la
soror mystica (una hermana mística que ayuda al paciente en su
proceso de evolución interior) y ofrece, siguiendo esta línea, varios
estudios de los métodos de autoconocimiento que, en aquel lugar y
aquel tiempo, eran prácticamente inconcebibles. Jung cultivó tam-
bién una relación profunda y prolongada con Toni Wolff, su soror
mystica, que fue para él una fuente de considerable apoyo e inspira-
ción.
En resumen, aquellos que tienen a Júpiter en Libra prosperan
psicológica y materialmente a medida que van estableciendo rela-
ciones que les ayudan a trabajar con un objetivo definido y una di-
rección futura. Su confianza va en aumento al vivir y compartir en el
ámbito de tales relaciones, y con frecuencia parece que estas perso-
nas pueden ir mejorando personalmente con mayor eficacia si traba-
jan en el contexto de una relación de tú a tú.
162
Otras personas nacidas con Júpiter en Libra

Steve Alien Sofia Loren


Paul Cézanne Martín Lutero
Van Cliburn Thomas Mann
Jacques Cousteau Liza Minnelli
Henry Ford Bill Moyers
Yuri Gagarin Wolfgang Amadeus Mozart
Judy Garland Percy Bysshe Shelley
Joseph Goebbels Swami Vivekananda
Katharine Hepburn

George Gershwin
George Gershwin es prácticamente una expresión arquetípica de Júpiter
en Libra. Además, el hecho de que tuviera a Júpiter en su signo solar am-
plía aún más este carácter en todas las dimensiones de su vida. (Una car-
ta publicada también le atribuye un Ascendente Sagitario, lo cual añade
más énfasis a Júpiter, ya que, entonces, este sería su planeta regente.)
Los que no estén familiarizados con los detalles de su vida y su obra se
quedarían realmente asombrados al saber la enorme cantidad de obras
musicales que compuso. Sus canciones populares suelen ser muy anima-
das y alegres, y algunas muy juguetonas; al mismo tiempo, casi se puede
afirmar que no ha habido nadie que escribiera jamás tantas composiciones
conmovedoramente románticas. Se podría decir que fue la culminación de
los compositores románticos; durante toda la vida escribió en colaboración
(principalmente con su hermano Ira), y cuando uno se fija en las letras de
sus canciones, advierte la frecuencia con que, en los sentimientos expre-
sados, presentaba el punto de vista de la mujer. Todo ello son caracterís-
ticas específicas del signo de Libra.
George Gershwin murió poco antes de cumplir los cuarenta años, y bien
podría decirse que fue el genio más productivo de la música estadouni-
dense, dada la vasta gama de obras que compuso en tan pocos años, y
que van desde ia Rhapsody in Blue (que capta perfectamente la «era del
jazz» y la vitalidad de Estados Unidos durante aquel período) hasta Porgy
and Bess, la primera ópera que se centró en los negros y en sus peculia-
res ritmos musicales). Es también sumamente interesante señalar que
John Lennon, otro compositor de canciones que alcanzó gran fama y ri-
queza a muy temprana edad (como Gershwin) y que también murió joven,
163
tenía igualmente el Sol en Libra y la Luna en Acuario. Los dos, con su
Luna en Acuario, estaban extraordinariamente en sintonía con los senti-
mientos y las esperanzas de las masas, una capacidad que en el caso de
Gershwin se encontraba reforzada por su Júpiter en Libra en trígono con
Plutón.

George Gershwin, 26 de septiembre de 1898, a las 11.09 am, Brooklyn,


Nueva York, Estados Unidos.
Las tempranas fama y riqueza de Gershwin y su enorme producción
reflejan la cuadratura de su Júpiter con su Marte en Cáncer, que simboliza
a una persona sumamente enérgica, cuyos esfuerzos no conocen límites
(también es probable que la posición de Marte en el signo de Cáncer, que
es arquetípicamente femenino, indique por qué a Gershwin le resultaba
tan fácil escribir canciones desde el punto de vista de la mujer). Y la ten-
dencia al exceso de la cuadratura Marte-Júpiter también puede ser una

164
razón para que haya muerto de un derrame cerebral.

Júpiter en Acuario
Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Acuario:

• Intenta crecer y mejorar por mediación de los ideales huma-


nitarios, el desarrollo intelectual y la experimentación atrevi-
da.
• El optimismo puede desviarse por obra de una actitud dema-
siado desapegada y distante, pero generalmente generosa con
los demás.
• La fe de este nativo es excéntrica, individualista, nada orto-
doxa y muy peculiar.
• Confía en la unidad de toda la humanidad y todos los cono-
cimientos, y tiene mucha tolerancia para con una gran varie-
dad de expresiones libres.

Puesto que el corregente de Acuario es el arriesgado y rebelde


planeta Urano, no es sorprendente que quienes tienen a Júpiter en
este emplazamiento se encuentren habitualmente muy cómodos co-
rriendo riesgos en muchos ámbitos de la vida. De hecho, para ellos
arriesgarse, sea en el campo social, político, intelectual o creativo,
es un estímulo, e incluso algo necesario para sentirse vivos. En el
dominio de las relaciones humanas, también correrán riesgos en lo
que respecta a la forma, la estructura y la definición de sus relacio-
nes; pero tal vez el otro corregente de Acuario, Saturno, introduzca
en estas relaciones una fuerte aversión a correr riesgos tan pronto
como estas personas se adentren en el dominio de las emociones.
Estos nativos pueden mostrarse libres y sueltos, anticonvencionales
y tolerantes, siempre y cuando no se los obligue a enfrentarse con
las emociones ni a expresarlas. Con frecuencia, quienes tienen a
Júpiter en Acuario no son nada conscientes de algunos aspectos de
la vida aquí en la tierra ni de los sentimientos humanos, algo bien
165
comprensible, puesto que lo que ellos buscan es elevarse por encima
de las emociones y encontrar el bienestar en el desapego. Es fácil
que depositen su confianza en sus grandes planes e ideas, pero si-
guen sintiéndose incómodos con los matices más sutiles de las rela-
ciones humanas, a menos, quizá, que tengan planetas personales en
los signos de agua. Esto, desde luego, no debería sorprender a nadie,
puesto que Acuario es un signo de aire, no de agua, y es un signo de
aire particularmente reservado y distante, y más desapegado y frío
que Géminis o Libra.
Con frecuencia, estos nativos cultivan ideas y creencias extre-
mas, y a veces vacilan entre conceptos bastante contradictorios. Son
muy independientes, hasta el punto de ser tan testarudos como para
que se los pueda calificar de opositores sistemáticos.
Tal como lo expresó muy bien Walt Whitman, que tenía a Júpi-
ter en Acuario:

¿Decís que me contradigo a mí mismo?


Muy bien, entonces
me contradigo a mí mismo; contengo multitudes.

Whitman es también un ejemplo de los impulsos humanitarios y


la crítica de las convenciones sociales que son patrimonio natural de
quienes tienen este emplazamiento. No sólo su estilo de vida fue,
casi en cualquier sentido, completamente anticonvencional, sino que
trabajó como enfermero durante la guerra civil. Así se rebeló contra
la estricta limitación de los papeles sexuales, y lo siguió haciendo
más adelante en muchos ámbitos de su vida.
Robert Bly es otro hombre con Júpiter en Acuario que, aunque
bien conocido desde hacía tiempo como poeta y traductor, llegó a la
culminación de su fama mediante el estudio y la promoción de di-
versos conceptos no convencionales de la masculinidad. Los impul-
sos humanitarios de esta posición también se ven con toda claridad
en la carta natal del cómico Jerry Lewis, nacido el 16 de marzo de
1926. Lewis fue la fuerza impulsora de las actividades de recolec-
ción de fondos de la Muscular Dystrophy Association desde 1966, y
en su carta natal hay una conjunción casi exacta de Venus y Júpiter

166
en Acuario; sería difícil imaginar un símbolo más perfecto de amor
altruista por la humanidad. Además, su Sol en Piscis está en conjun-
ción casi exacta con Urano, dando más fuerza a su consagración al
servicio humanitario de los necesitados.
En justicia, sin embargo, habría que decir que algunas personas
con Júpiter en Acuario manifiestan una especie de «humanitarismo
de torre de marfil», que en ocasiones hace que actúen con una cierta
arrogancia e incluso con condescendencia hacia los que son «menos
inteligentes». Eso debe de ser lo que llamó la atención de Jeff Mayo,
llevándolo a hacer los comentarios de la cita siguiente.

Mayo: Grosera falta de tacto e intolerancia. En el mejor de los casos im-


parcial y mentalmente abierto.
Carter: Justo, humanitario y con frecuencia bien dotado para la ciencia.
Davison: Entusiasmo por las causas humanitarias, es un reformador.
Expansión de la originalidad [...], imaginación, intereses filosóficos.
Hickey: Buena mentalidad científica, interesada en reformas y proyectos
amplios. Difunde el interés en los trabajos de grupo y trabaja bien en
colaboración con otras personas, juicio agudo y buena capacidad intelec-
tual. Originalidad y habilidad para implantar ideas nuevas en otras men-
tes. Esta posición produce buenos diplomáticos, expertos en relaciones
laborales, organizadores y jefes de personal.
Moore y Douglas: Son personas con una mente inventiva y hábiles para
promover programas amplios de naturaleza filantrópica. [...] A menudo se
interesan por la administración y distribución de dinero en interés de em-
presas sociales, científicas o de caridad.

Estos nativos se sienten con frecuencia atraídos por trabajos al


servido del Gobierno, y son lo que Marcia Moore llamaba «el de-
mócrata ideal con el don de saber manejar a grupos de gente». Esto
describe a la perfección el papel que desempeñó Dwight Eisenhower
(con Júpiter en Acuario) durante la segunda guerra mundial, mien-
tras trabajaba en la coordinación de una gran cantidad de naciones y
centros de poder. Charles de Gaulle también fue un defensor de la
democracia que se negó a someterse a las exigencias de los nazis y
reorganizó activamente un ejército francés en Inglaterra para una
eventual invasión. Al tener tanto a Marte como a Júpiter en Acuario,
167
el hecho es que De Gaulle ejemplificó en alguna medida la arrogan-
cia del «sabelotodo» que algunas veces se puede observar en las
personas con este emplazamiento, pero también demostró el coraje y
la propensión a arriesgarse –basados en una visión del futuro– que
tan típicamente caracterizan a Júpiter en Acuario.
De hecho, quienes tienen a Júpiter en este emplazamiento son
personas centradas en el futuro. Raras veces son materialistas, ya
que su sentimiento de prosperidad y confianza les viene del ejercicio
de su peculiar amplitud de visión. Tal como dicen Moore y Douglas,
«su amplio punto de vista les ofrece nuevos modelos de percep-
ción». Vea el lector los ejemplos siguientes de nativos con este em-
plazamiento que realizaron avances decisivos en el ámbito dentífico
y/o creativo:
• En la ciencia: Marie Curie, Tycho Brahe y Albert Einstein.
• En las artes: Gustave Courbet, Édouard Manet, Miguel Án-
gel y el compositor Erik Satie.
• A caballo entre ambos campos, tenemos a Lewis Carroll,
que fue un célebre matemático y además escribió Alicia en el País
de las Maravillas y otros magníficos ejercicios de imaginación.

Otras personas nacidas con Júpiter en Acuario

Helena Blavatsky Hedy Lamarr


Gobernador Jerry Brown Grant Lewi
Tom Dooley Herman Melville
Isadora Duncan Thomas Merton
Alec Guinness Marilyn Monroe
Isabel II de Inglaterra Vaslav Nijinski
Immanuel Kant Ed Sullivan

Albert Einstein
Tanto la vida como la obra de este gran científico nos ofrecen un ejemplo
particularmente esclarecedor de la dinámica de Júpiter cuando está em-
plazado en el revolucionario signo del Aguador. Einstein ocupa un lugar

168
unánimemente reconocido en el supremo panteón de los genios científicos
que han transformado nuestros supuestos básicos sobre la realidad: «En
la historia de las ciencias exactas, sólo un puñado de hombres –como
Nicolás Copérnico e Isaac Newton– comparten el honor que tuvo Albert
Einstein de haber iniciado una revolución en el pensamiento científico. Su
aguda penetración en la naturaleza del mundo físico logró que a los físicos
y los filósofos les resultara imposible seguir viendo el mundo tal como lo
veían antes». (Cita tomada de Roger H. Stuewer, en la McGraw Hill Ency-
clopedia of World Biography.)
El carácter innovador de Júpiter en Acuario, tan dado a pulverizar tra-
diciones, se ve ampliamente potenciado por la oposición con Urano en la
casa tres. Este aspecto indica la forma en que el proceso de pensamiento
de Einstein lo llevó a dar saltos intuitivos sin precedentes. (El físico J. Ro-
bert Oppenheimer se refirió a los artículos de Einstein de 1905 sobre la
teoría de la relatividad, escritos cuando su autor tenía poco más de veinti-
cinco años, describiéndolos como «de una belleza paralizante».) El pro-
fundo impacto de los descubrimientos de Einstein en la sociedad, y la
forma en que tales hallazgos se aventuraban en los misterios más profun-
dos de la física, se manifiestan en el emplazamiento de Plutón en la casa
once (la del cambio social y la investigación científica), en el ápice de una
cuadratura en T con la oposición Júpiter-Urano. Esta influencia transfor-
madora se manifestó de forma explosiva en la conciencia mundial cuando
los titulares de la edición del London Times del 7 de noviembre de 1919
proclamaron: «Revolución en la ciencia. Una nueva teoría del universo.
Las ideas newtonianas destronadas» (texto citado por Roger Highfield y
Paul Carter en La vida privada de Albert Einstein). Los noticiarios confir-
maron que los científicos británicos habían encontrado pruebas empíricas
de las teorías de Einstein. Durante el año 1919, Einstein, que entonces
tenía cuarenta años, estuvo pasando por la oposición de Urano en tránsito
con su Urano natal, y en noviembre, ¡Urano en tránsito se había estacio-
nado exactamente en conjunción con su júpiter natal en la casa nueve!
Algunos años antes de esto, Einstein estuvo empleado en Berna, en la
Oficina Suiza de Patentes. En la biografía que escribió de él, Kenji Sugimo-
to dice que el joven, «conocido por la forma en que se despreocupaba de
las apariencias, y por lo descuidado de su vestimenta, solía dejarse caer
por el despacho con unas pantuflas verdes adornadas con flores». Este
detalle humorístico ilustra una faceta importante del carácter de Einstein:
su indiferencia acuariana ante lo que pensaran los demás, y su insistencia
en seguir su propio camino, por más peculiar que fuera. Su amiga Antoni-
na Vallentin (citada por Hilaire Cuny en el libro Einstein de Louis de Bro-
glie) señalaba: «Se toma muchas molestias y hace mil travesuras para

169
defenderse de la intrusión de lo convencional en su existencia». La carta
natal de Einstein es, en cierto sentido, triplemente acuariano-uraniana:
tanto Acuario como Urano y también la casa once participan en la configu-
ración de aspectos a la que ya me he referido. Y Acuario es el «subtono»
(puesto que Júpiter está en este signo) del Sol en Piscis y de la Luna en
Sagitario, que es el regente de la carta. Los temas acuarianos aparecen de
forma destacada no sólo en los comentarios que otras personas han he-
cho sobre Einstein, sino en sus propios escritos. Stuewer escribe: «Tanto
en su vida científica como en la personal, era tremendamente indepen-
diente, un rasgo que se manifestaba en su manera de abordar los pro-
blemas científicos, en lo anticonvencional de su vestimenta, en sus rela-
ciones con la familia y los amigos, y en la distancia a que siempre se man-
tuvo de la política, no sólo de la universitaria, sino también de la guber-
namental (y ello pese a su intensa conciencia social)».
Su desapego intelectual propio de Acuario le daba margen para con-
siderar los enigmas de la física desde puntos de vista completamente nue-
vos. Pero, tal como muestra con toda claridad la siguiente cita, tomada de
sus propias Notas autobiográficas, en el caso de Einstein la búsqueda
acuariana, en su más amplio sentido jupiterino, configuró toda su orienta-
ción y la senda de su vida. Según él mismo escribe, desde temprana edad
sintió la necesidad
de liberarme de las cadenas de lo «meramente personal», de una existencia
dominada por deseos, esperanzas y otros sentimientos primitivos. Allá fuera
estaba ese mundo enorme, que existe con total independencia de nosotros,
los seres humanos, y que se alza frente a nosotros como una enorme y eter-
na adivinanza, accesible por lo menos en parte a nuestra inspección y a nues-
tro pensamiento. La contemplación de este mundo me atraía como una libe-
ración, y no tardé en advertir que muchos hombres a quienes había aprendi-
do a estimar y admirar habían encontrado la libertad y la seguridad interiores
en su búsqueda. La captación mental de ese mundo extrapersonal, dentro del
marco de nuestras capacidades, se presentaba para mi mente, a medias
conscientemente y a medias inconscientemente, como un objetivo supremo.
El aéreo enfoque acuariano-uraniano centrado en lo impersonal se
evidenciaba también en las relaciones de Einstein, por más que las des-
cripciones de primera mano destaquen la acuosa sensibilidad que cabe
esperar de un Sol en Piscis con Ascendente Cáncer. Uno de sus yernos
(citado por Cuny), que había observado el vívido impacto que ejercía Eins-
tein con su presencia, dijo lo siguiente: «Ese poder reside en la bondad de
su expresión, que envuelve toda su persona en una especie de radiante
suavidad». Pero un amigo (citado por Highfield y Carter) «se fijó en las
paradojas del comportamiento de Einstein, un hombre que al parecer

170
podía compadecerse "profunda y apasionadamente del destino de cual-
quier extraño", y que sin embargo, al hacerse más íntimo el contacto,
"inmediatamente se refugiaba en su concha"». Es cierto que Einstein, un
científico que recibió el premio Nobel (con una casa diez muy poblada),
alcanzó una enorme fama, y con Venus en la décima en trígono con la
Luna en Sagitario, su popularidad llegó a ser amplísima, de modo que es
comprensible que necesitara proteger su intimidad (¡algo que de todas
maneras es instintivo con un Ascendente Cáncer!), pero él mismo recono-
cía el desapego más profundo, típico de Acuario y Urano, que teñía sus
relaciones:
Jamás he pertenecido de corazón a ningún país ni estado, ni tampoco a mi
círculo de amigos, y ni siquiera a mi propia familia. Estos vínculos siempre los
he sentido acompañados por un vago distanciamiento, y el deseo de refu-
giarme en mi propio interior va aumentando con los años. [...] De este modo
me pierdo algo, qué duda cabe, pero me lo compensa el hecho de sentirme
independiente de las costumbres, opiniones y prejuicios ajenos, y no estoy
dispuesto a dejar que mi paz mental descanse sobre cimientos tan inestables.
[Citado por Highfield y Carter.)
Sus dos matrimonios fueron problemáticos. Einstein se refería al ma-
trimonio como «una empresa en la que fracasé en dos ocasiones con bas-
tante mala suerte» (citado por Abraham Pais en Einstein Lived Here [Eins-
tein vivió aquí]), y sus relaciones con sus dos hijos también fueron tensas.
A pesar de todo, mantuvo amistades que duraron toda la vida, y demostró
una especial compasión por su hermana, que pasó sus últimos años inca-
pacitada. En sus círculos sociales más amplios se puso de manifiesto el
espíritu igualitario y libre de su comportamiento acuariano, algo que su
hijastra notó con perspicacia (un detalle citado por Cuny): «Afirma que el
interés de Einstein por una persona –o su desinterés– no dependía jamás
de los títulos que tuviera ni de la clase social a la que perteneciera, y que
un pobre mendigo podía mantenerlo interesado durante horas, mientras
que un "personaje importante" podía enfrentarse con un áspero rechazo
por su parte».
Einstein sintió un mayor interés por su «familia global» que por la
personal. No es nada sorprendente que su Júpiter en Acuario (al igual que
su Sol en Piscis en la casa diez y los planetas exteriores en la once) en-
contrara expresión en intereses sociales y humanitarios de dimensión muy
vasta, entre ellos el pacifismo, los esfuerzos tendentes a la cooperación
internacional y –después de haber tenido una vivencia de primera mano
de lo que fue el antisemitismo nazi (incluyendo las amenazas de muerte
que él mismo recibió)– su activa campaña en favor del sionismo. (En 1952
le ofrecieron la presidencia del joven estado de Israel, que él declinó.)

171
También se unió a otros científicos, después de que las bombas atómicas
fueran arrojadas sobre Japón en 1945, para pronunciarse en contra del
uso de armas atómicas. Einstein afirmó que se sentía obligado a valerse
de su fama, y de la generalizada autoridad que se le había concedido,
para protestar contra la injusticia en la sociedad, aunque con ello arriesga-
ra su reputación.

Albert Einstein, 14 de marzo de 1879, a las 11.30 am, Ulm, Alemania.


En la vida de Einstein vemos el esfuerzo por reconciliar el anhelo de
un significado trascendente, muy propio de Piscis, con la insistencia de su
Júpiter en Acuario en la casa nueve en un sistema de creencias compati-
ble con la investigación científica. La fricción entre estas dos necesidades
afloró durante una etapa abiertamente religiosa de la niñez de Einstein,
quien en sus Notas autobiográficas escribe:
Llegué –aun siendo hijo de unos padres (judíos) nada religiosos– a una pro-
funda religiosidad, que, sin embargo, se acabó bruscamente cuando tenía do-

172
ce años. Mediante la lectura de libros de divulgación científica, no tardé en
llegar a la convicción de que gran parte de los relatos de la Biblia no podían
ser verdad. La consecuencia fue una orgía de librepensamiento realmente fa-
nática, unida a la impresión de que el Estado estaba engañando intenciona-
damente a la juventud con sus mentiras; fue una impresión demoledora, y de
esta experiencia nació mi desconfianza en toda clase de autoridad.
Lo interesante es que cuando Einstein tenía doce años, Urano en
tránsito se estacionó a 27° de Libra, exactamente en trígono con su Júpi-
ter natal en Acuario.
Pese a esta desilusión, Einstein no dejó de reconocer el valor de los
puntos de vista religiosos, aunque rechazara las nociones antropomórficas
de Dios y los dogmas ortodoxos en general. (De hecho, las autoridades
religiosas conservadoras lo denunciaron, porque creían que estaba pro-
moviendo el ateísmo y convirtiendo «la ciencia en un dios».) Su unión de
los impulsos de Piscis y Acuario se expresaba en afirmaciones como ésta:
«Soy de la opinión de que todas las especulaciones más sutiles que se
generan en el ámbito de la ciencia provienen de un profundo sentimiento
religioso, y de que sin este sentimiento no serían fructíferas» (texto citado
por William Lawhead en el libro de Dennis Ryan Einstein and the Humani-
ties [Einstein y las Humanidades]), y también en su famoso aforismo,
tomado de su ensayo Ciencia y religión: «La ciencia sin la religión es coja;
la religión sin la ciencia es ciega». Einstein usaba la expresión «religión
cósmica» para diferenciar su propio enfoque del de las religiones tradicio-
nales, y dada su «desconfianza en la autoridad» no es sorprendente que
sintiera afinidad con los herejes (¡que son acuarianos innatos!):
En todas las edades, los genios religiosos se han distinguido por esta clase de
sentimiento religioso, que nada sabe de dogmas ni de ningún Dios concebido
a imagen del hombre; así, no puede haber Iglesia cuyas principales enseñan-
zas se basen en ello. De ahí que sea precisamente entre los herejes de todas
las épocas en donde encontramos hombres llenos a rebosar de este tipo su-
premo de sentimiento religioso, y a quienes en muchos casos sus contempo-
ráneos consideraban ateos, o en ocasiones, santos. Si se los mira bajo esta
luz, hombres como Demócrito, Francisco de Asís y Spinoza muestran entre sí
una estrecha afinidad. (Citado por Pais.)
Los intereses espirituales de Einstein parecen apuntar a una interac-
ción Júpiter-Neptuno, además de la configuración de aspectos formada
por Júpiter, Urano y Plutón que ya he señalado. La verdad es que Júpiter
está en el ápice de un triángulo formado por dos quintiles, uno con Nep-
tuno en la casa once y otro con la Luna en Sagitario en la sexta. Neptuno
y la Luna forman un biquintil entre sí. En una mente tan sutil y compleja
como la de Einstein, era de esperar que estos quintiles no se limitarían a

173
permanecer latentes. La descripción que da Bil Tierney del quintil (en su
libro Dinámica y análisis de los aspectos) es notablemente adecuada para
Einstein: «La opinión general en lo que se refiere a los quintiles es que
indican facetas poco comunes de la capacidad humana de expresar un
grado notable de genio creativo, una rara penetración y una habilidad
artística de tipo mental». En Einstein, la búsqueda acuariana del conoci-
miento científico se nutría de una neptuniana sensación de maravilla y una
percepción sumamente estética (Neptuno en Tauro) de la belleza intrínse-
ca en los principios organizadores del universo. Su Luna, emplazada en
Sagitario en la sexta casa, cooperó en la formulación intuitiva que supo
dar a sus amplísimas percepciones, que (¡con la ayuda de la conjunción
Mercurio-Saturno!) fue configurando en el lenguaje de !a física.
Veamos ahora unas conmovedoras palabras de Einstein (Mi credo)
con las que resume la percepción espiritual que dio origen a su revolucio-
naria labor científica:
La más bella y más profunda de las experiencias que pueda tener un hombre
es el sentido de lo misterioso, que es el principio que subyace no sólo en la
religión, sino también en toda empresa seria, sea en el ámbito del arte como
en el de la ciencia. A mí, quien jamás ha tenido esta experiencia me parece,
si no muerto, por lo menos ciego. Sentir que por detrás de cualquier cosa que
podamos experimentar hay algo que nuestra mente no llega a captar, cuya
belleza y sublimidad sólo nos alcanzan de forma indirecta: esto es la religiosi-
dad, y en este sentido yo soy religioso. Para mí, ya basta con admirarme ante
estos secretos e intentar humildemente captar con mi mente una simple ima-
gen de la elevadísima estructura de todo lo que hay.
BARBARA MCENERNEY

174
7

Júpiter en los signos de agua:


orientaciones para la interpretación

Generalmente, quienes tienen a Júpiter en un signo de agua poseen


una fuerte intuición, ya sea que la apliquen a entender a los demás o
a percibir hacia dónde apuntan las tendencias futuras. Por supuesto
que esta intuición sólo será correcta si el nativo ha superado ya
cualquier tendencia a regodearse en el miedo o a permitir que los
recuerdos de viejas heridas disminuyan su objetividad. Con frecuen-
cia, estas almas introvertidas necesitan tiempo para desarrollar una
sensación de bienestar y confianza en sí mismas, y la clave para
lograrlo es sintonizar con sus propias reservas emocionales ocultas y
con la fuerza que emana de su vida interior.

Júpiter en los signos de agua


La fe interior resulta estimulada por la profundidad de la experiencia
emocional y la expresión positiva de la compasión y la imaginación. Las
oportunidades llegan cuando uno se muestra sensible a los demás y cuida
de ellos, y cuando sigue intuitivamente sus prolijos anhelos interiores.

Estas personas idealizan hasta cierto punto la experiencia emo-


cional, con lo que frecuentemente acaban desilusionadas e incluso
amargadas. Sin embargo, una vez que aprenden que no deben con-
fiar en que los demás las traten siempre con bondad y consideración,
sino que más bien han de depender de su propia fuerza emocional
interior, pueden llegar a expresar y experimentar la unidad de todos
los seres humanos y la compasión. De hecho, tienen unas abundan-
tes reservas emocionales, en las que pueden confiar tanto ellas como
los demás, especialmente en situaciones de emergencia o cuando las
175
cosas se ponen difíciles.
Quienes tienen a Júpiter en un signo de agua no muestran incli-
nación alguna a correr riesgos en casi ningún dominio de la vida,
pero generalmente son felices una vez que se han animado a arries-
garse en el terreno emocional, lo cual les permite superar sus miedos
naturales y adquirir más confianza en sí mismos. Como tienen una
vida interior tan intensa, en general les importan poco las aparien-
cias externas.

Júpiter en Cáncer

Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Cáncer:

• Intenta crecer y mejorar mediante el cultivo de los valores


familiares y brindando apoyo emocional.
• Las oportunidades le llegan a través de la expresión de una
empatía protectora y una tendencia instintiva a cuidar a los
demás.
• Necesidad de ser sensible a los sentimientos de los demás
para tener confianza en uno mismo; esta sensibilidad emo-
cional suele estar bien desarrollada.
• La confianza en un poder superior puede verse sofocada por
un exceso de reserva, temores o autoprotección.
• Tiene una comprensión innata de la necesidad humana de
seguridad, y generalmente expresa el lado más generoso de
Cáncer.

Ya antes, en este libro, me he ocupado del hecho de que Júpiter


esté exaltado en el signo de Cáncer. También he explicado hasta qué
punto es peculiar y estimulante esta combinación. Sin embargo, a mí
me parece que el hecho de que Cáncer sea el signo solar de Estados
Unidos tiene una particular importancia. En el momento en que es-
cribo esto, el tema de los «valores familiares» es una unidad de me-
dida política para muchos conservadores estadounidenses, pero la

176
referencia a los «valores familiares» en las orientaciones interpreta-
tivas que anteceden la escribí a finales de los años ochenta, antes de
que la expresión se pusiera de moda en el mundo político. Por otro
lado, los que tienen a Júpiter en Cáncer en su carta natal parecen
conectar de un modo especial con la cultura popular de Estados Uni-
dos, ya que esta nación no sólo tiene al Sol en Cáncer, sino también
a Júpiter en conjunción con Venus. Mientras repaso mi investiga-
ción, parece como si los nombres realmente me saltaran a la vista,
porque constituyen un grupo asombrosamente popular:

a) Personas humanitarias que hicieron abundantes aportes a


los recursos culturales del país, como pueden ser Paul Mellon y An-
drew Carnegie, de quienes ya he hablado largamente en el capítulo
2.
b) Grandes atletas que electrizaron a las multitudes en el béis-
bol, el deporte estadounidense por antonomasia, entre ellos Jackie
Robinson y Willie Mays, quizá los dos jugadores más apasionantes
de su época. Y desde luego, Robinson tuvo una profunda influencia
en la sociedad, tanto como en su deporte, gracias a su valerosa con-
frontación con el racismo.
c) Actores de una popularidad extraordinaria, entre ellos Sean
Connery y James Dean, que están además entre los preferidos por
las mujeres del mundo entero.
d) Músicos que siempre han dado la impresión de tener el de-
do puesto sobre el pulso emocional del público, como Paul McCart-
ney, Liberace, Nat King Cole y Leonard Bernstein, cuya conjunción
de Júpiter con Plutón en Cáncer se manifestó en su extraordinario
estilo dramático para dirigir grandes obras sinfónicas, al mismo
tiempo que daba a las masas lecciones de música clásica. (Franz
Liszt, que también tenía a Júpiter en Cáncer, gozó asimismo de una
enorme popularidad en su época y cautivó a los públicos de toda
Europa.)
e) Neil Armstrong, el primer hombre que puso los pies en la
Luna, no sólo tiene a Júpiter en Cáncer, sino también a la Luna en

177
Sagitario, es decir, que Júpiter y la Luna están en recepción mutua,
¡un gran símbolo de exploración lunar!
f) Los escritos del autor James Michener, la mayoría de los
cuales ahondan en la historia de diversas comarcas o regiones de
Estados Unidos, una historia que suele estar contada desde el punto
de vista subjetivo de la experiencia específica de determinados per-
sonajes, han disfrutado de una enorme y prolongada popularidad.
g) El evangelista Billy Graham atrajo a una enorme multitud,
que llegó incluso a extenderse a públicos del extranjero, mediante el
recurso de apelar a las emociones de quienes lo escuchaban. En los
años setenta y ochenta se convirtió de hecho en una especie de «ca-
pellán nacional» y en consejero de varios presidentes de Estados
Unidos.
h) William Jennings Bryan fue durante muchos años un gran
favorito de los estadounidenses. No sólo fue candidato presidencial
más de una vez, sino que además defendió los «valores tradiciona-
les» en el famoso «proceso del mono», relacionado con la enseñanza
de la teoría de la evolución en las escuelas.

En resumen, parece que quienes tienen a Júpiter en Cáncer ha-


llaran a menudo un notable eco popular. Son personas capaces de
expresar sentimientos anticuados y, con frecuencia, de hacer que los
demás recuerden épocas más bondadosas y seguras, y también más
simples.
Aunque estos nativos son especialmente buenos para trabajar
con el público, también suelen ser bastante retraídos en su vida pri-
vada. De hecho, aunque responden cuando se los necesita, también
insisten en su derecho a la intimidad y a la paz interior. Un buen
ejemplo de ello es J. D. Salinger, el autor de El guardián entre el
centeno y otros libros de gran éxito, que aprecia su intimidad hasta
el punto de haber iniciado, en más de una ocasión, procesos para
protegerla. De la misma manera, el «Beatle» George Harrison mide
cuidadosamente sus apariciones en público, y es bien conocido por
cultivar su vida interior y privada con la práctica de la jardinería, la
meditación y actividades humanitarias como su concierto para Ban-
178
gladesh. También el anhelo de una vida más simple y una mayor
intimidad llevó al pintor Paul Gauguin a instalarse en su refugio de
los mares del sur. En pocas palabras, quienes tienen a Júpiter en
Cáncer dan la impresión de ser, en cierto modo, personas «anticua-
das» y que están ávidas de tradiciones en las cuales puedan encon-
trar seguridad. Necesitan tener un sentimiento de pertenencia a la
vez que de libertad emocional, tanto en el ámbito de los valores co-
mo en el de las relaciones o el de la religión.

Mayo: Bondadoso, protector, caritativo; o bien sumamente susceptible y


demasiado concienzudo.
Davison: Una gran compasión, agudeza para los negocios, codicia. Men-
talidad práctica, pero imaginativa.
Moore y Douglas: Quienes tienen a Júpiter en Cáncer son generalmente
excelentes anfitriones, puesto que están muy dotados para coordinar las
múltiples facetas del protocolo social con las complejidades culinarias que
contribuyen a la preparación de una ocasión festiva. Se los encuentra con
frecuencia en salas de fiestas, hoteles, bares y restaurantes, atendiendo al
público en un ambiente atractivo.

Estos nativos suelen ser menos propensos a correr riesgos que


las personas con Júpiter en cualquiera de los demás emplazamien-
tos, pero no escatimarán sus emociones cuando se trate de cuidar de
sus seres queridos o de aquellos que les inspiran compasión. De
hecho, es en este ámbito de la expresión emocional donde es proba-
ble que conviertan en realidad parte de su potencial. En esta área de
la vida pueden correr riesgos, dada su tendencia a tener fe en la gen-
te, especialmente en familiares o viejos amigos. Y su sentimiento de
confianza puede crecer simultáneamente con el estímulo que brin-
dan a los demás para su propio desarrollo.
Aunque están estrechamente ligadas al pasado, estas personas
suelen disponer de una especial visión del futuro y de la forma en
que evolucionará a partir de las tendencias pasadas y presentes. Con
frecuencia tienen una comprensión amplia e intuitiva del modo en
que las preocupaciones afectan a la vida de los individuos, las fami-
lias y las comunidades. Y generalmente, la persecución de esa vi-
179
sión del futuro es una clave de su propia prosperidad.

Otras personas nacidas con Júpiter en Cáncer

Richard Alpert (Ram Dass) Benito Mussolini


Annie Besant Sir Laurence Olivier
Robert Browning Margaret Sanger
Margot Fonteyn Harry Truman
Edmund Hillary MarkTwain
Jeddu Krishnamurti Leslie Uggams
Princesa Margarita de Inglaterra

Júpiter en Escorpio
Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Escorpio:

• Procura crecer y mejorar mediante la transmutación de los


deseos y las compulsiones y una comprensión excepcional-
mente concienzuda del funcionamiento interior de la vida.
• Las oportunidades le llegan a través de su propia capacidad
para juzgar con sagacidad situaciones y personas, su bien
desarrollada inventiva y su oportunismo.
• La expansión optimista y el desarrollo de su fe pueden verse
obstaculizados por el miedo, la reserva y la incapacidad para
abrirse emocionalmente; pero con frecuencia, Júpiter expresa
las cualidades más nobles y elevadas de Escorpio.
• El deseo de contactar con algo mayor que el propio yo se ex-
presa en la intensidad de las experiencias y la profundidad de
los sentimientos; la confianza en un poder superior le viene
por mediación de la búsqueda de esa intensidad y la confron-
tación con ella.
• Necesidad de recurrir a una poderosa energía transformativa
a fin de tener confianza en sí mismo.

180
A lo largo de los años, he llegado a considerar la naturaleza de
Escorpio como uno de los «extremos emocionales», y las manifesta-
ciones de Júpiter en este signo no constituyen ninguna excepción.
En realidad, como el propio Júpiter es propenso a los excesos, no
debería sorprender a nadie que esta combinación se exprese con
gran frecuencia de una manera poderosa y contradictoria que de
hecho podría considerarse extrema. Por ejemplo, estos nativos nece-
sitan arriesgarse para obtener la intensidad que anhelan en sus expe-
riencias, pero también tienen miedo de ser vulnerables e incluso
llegan a sentir terror de que la vida «se les descontrole». Y sin em-
bargo, si las cosas se mantienen en calma durante demasiado tiem-
po, es frecuente que, instintivamente, creen conflictos y problemas,
o por lo menos que empiecen proyectos nuevos o se enfrenten con
nuevos retos.
Este es un emplazamiento de emociones fuertes y profundas,
como el resentimiento y una extrema mezquindad, o como la noble-
za y 1a lealtad a personas y causas. ¡Y todas estas tendencias diver-
sas pueden darse en la misma persona! Se trata de seres que están
ávidos de un compromiso profundo con cualquier cosa que hagan.
Para ellos, la superficialidad no es un concepto familiar. Marco Au-
relio, que tenía a Júpiter en Escorpio, nos da una gran imagen acuo-
sa de cómo encontrar la bondad (Júpiter) en las profundidades (Es-
corpio):

Excava hacia dentro. Dentro están los cimientos del bien que
siempre aflorarán burbujeando, si tú no dejas de excavar.
Meditaciones

Es habitual que a estos nativos les guste expandir y explorar los


dominios de la experiencia y del conocimiento considerados «tabú»,
como las ciencias ocultas, el sexo, la muerte, las motivaciones psi-
cológicas más profundas y las diversas leyes metafísicas. En todo
caso, son personas orientadas a la investigación y es probable que se
adentren con la misma minuciosidad en las leyes naturales, las ope-
raciones financieras, las estrategias militares o el comportamiento
181
criminal. Moore y Douglas resumen concisamente algunas de las
características esenciales de este emplazamiento:

Sabe cómo pensar a lo grande, y al mismo tiempo está dispuesto a en-


suciarse las manos haciéndose cargo del trabajo práctico en el mundo.
Su talento para convertir los recursos naturales en productos útiles
puede orientarlo hacia campos conectados con la química, la ingenie-
ría y el control de la contaminación. Asimismo puede ser un psicólogo
de gran discernimiento, capaz de ayudar a aquellas personas que tra-
tan no sólo de adaptarse a las circunstancias del mundo, sino también
de reconstruirse a sí mismas desde dentro.
Júpiter y Escorpio se combinan para conferir un instinto especial
para los negocios y las finanzas. Estos nativos suelen prosperar por-
que están dispuestos a tomarse el trabajo de obtener la información
necesaria, descender hasta lo esencial y darse tiempo hasta que una si-
tuación ya esté madura para su desarrollo. Si amasan riquezas es por
la fuerza con que esperan y desean tener éxito en todo lo que empren-
den. La suya es una fe casi mística en el poder del dinero para generar
más dinero y, por consiguiente, más poder. El enérgico Escorpio y el
clarividente Júpiter se fusionan en el ejecutivo activo y eficiente que,
pese a estar metido de narices en su trabajo, capta rápidamente el
aroma de mercados nuevos y prometedores para sus productos. Estos
nativos pueden tener una confianza en sí mismos casi sublime, que
trasciende el egotismo ordinario...

Quienes tienen a Júpiter en este emplazamiento sienten la nece-


sidad de dejarse poseer por una causa, por un poder mayor que ellos,
por otra persona o por la sensación de tener una misión. En cual-
quiera de estos casos, a los demás, al verlos desde fuera, a menudo
les parece que actúan como poseídos por una pasión o una energía
que no son capaces de controlar del todo, algo que es especialmente
obvio si además tienen en su carta otros factores en Escorpio o un
Plutón fuerte. Pero este «algo que los trasciende» también les da una
gran capacidad de tomar contacto con sus propias reservas extraor-
dinarias de poder o con una inteligencia que está más allá de la lógi-
ca consciente. Con frecuencia tienen lúcidas corazonadas, y son
capaces de «pensar con el vientre». Esta misteriosa intuición les
permite también ver el núcleo de verdad o de valía que hay en una
182
persona, una cosa, una inversión o una situación que a la mayoría de
la otra gente le habría pasado completamente inadvertido. De ahí la
capacidad que tienen de revivificar situaciones, empresas o produc-
tos que daban la impresión de estar muertos; y de la misma manera,
si se trata de personas, estos nativos pueden ayudarlas a sanar o a
reformarse, incluso en casos en que la situación parece desesperada.

Carter: Reservado y solemne; en ocasiones, temerario o con tendencia a


los excesos.
Davison: Mente sutil y llena de recursos; puede ser desconfiado. Expan-
de las pasiones, la entrega, el magnetismo, la fuerza de voluntad y el
orgullo. Capaz de absorberse en sí mismo.
Hickey: Gran coraje. Muy reservado. Puede poseer poderes curativos.
Ebertin: Implacable esfuerzo para obtener posesiones y placeres [...],
vida sexual demasiado acentuada.

Probablemente debería matizar y aclarar la referencia que hace


Ebertin al énfasis en la vida sexual. Marcia Moore escribió que con
este emplazamiento existe la tendencia a «reprimir o bien a expresar
en exceso los impulsos eróticos», algo que generalmente también es
válido para muchos otros planetas en Escorpio. Creo que sería más
exacto decir que quienes tienen a Júpiter en Escorpio se esforzarán
por entender en términos bien amplios el erotismo y la sexualidad,
probablemente para experimentar con ellos, pero como mínimo
mostrarán un gran interés en la energía sexual, sus manifestaciones
y las teorías que hay sobre ella. En algunas personas, esta tendencia
no pasa de ser, en su mayor parte, un interés mental. En otras pala-
bras, no siempre, ni tampoco todos aquellos que tienen este empla-
zamiento, expresan en actos su curiosidad. Eso depende del resto de
la carta, y yo personalmente he visto a muchas personas de uno y
otro sexo que, teniendo a Júpiter en Escorpio, manifiestan, en el
ámbito físico, un impulso sexual y erótico que tiende a ser bajo, y en
modo alguno un interés desordenado, pero que incluso así dan la
impresión de tener una comprensión instintiva del papel que desem-
peña la sexualidad en la vida y la motivación de los seres humanos.
Muchas personas famosas con Júpiter en Escorpio se centraron
183
en la expresión emocional apasionada o en la tensión emocional en
su trabajo creativo; entre ellos: Elvis Presley, Alfred Hitchcock,
Auguste Rodin y Tennessee Williams. Otros expresaron en su obra
magníficas y amplias oleadas de emoción, como las que pueden
percibirse en la música de Ravel, Tchaikovsky y Richard Strauss. Y
también hubo quienes exploraron el lado oculto de la vida humana,
como Joan Didion, Mata Hari y Aleister Crowley.

Otras personas nacidas con Júpiter en Escorpio

Konrad Adenauer Jean Harlow


Julie Andrews Ernest Hemingway
Lucille Ball Norman Mailer
Napoleón Bonaparte Ronald Reagan
Charlotte Brome Albert Schweitzer
Charles E. O. Carter Gloria Swanson
George Washington Carver Lev Tolstoi
Diane von Fürstenberg Émile Zola

Júpiter en Piscis
Orientaciones para la interpretación de Júpiter en Piscis:

• Intenta crecer y mejorar viviendo sus propios ideales, expan-


diendo su compasión y su generosidad de espíritu.
• Necesita ser compasivo y sensible para sentir fe en sí mismo.
• Su necesidad de mejorarse a sí mismo puede verse obstruida
por actitudes sin un objetivo concreto y acríticas y por su
tendencia al escapismo.
• Su actitud de apertura a la gracia se basa en la compasión por
todo aquel que sufre.
• Tiene una confianza bien desarrollada en un poder superior;
entiende la importancia de la devoción a un ideal y de una

184
actitud abierta a la dimensión espiritual de la experiencia.

Tal como cabría esperar cuando Júpiter está «dignificado» en


Piscis, el signo de la compasión y la devoción, hay aquí un conside-
rable idealismo unido al deseo de ser útil a los desvalidos. Abraham
Lincoln es el mejor ejemplo de ello, ya que sus escritos, desde antes
de que llegara a ser presidente de Estados Unidos, daban testimonio
de su comprensión de la dramática situación de los esclavos. Earl
Warren, que fue presidente del Tribunal Supremo de Estados Uni-
dos, también tenía este emplazamiento, y sus puntos de vista afecta-
ron profundamente a toda la sociedad, al liberalizar y abrir sectores
de la vida estadounidense que desde siempre se mantenían cerrados.
Walter Mondale, senador, candidato a la presidencia y embajador de
Estados Unidos en Japón, también era conocido por sus opiniones
políticas liberales y por su definición activista del Gobierno, incli-
nada a beneficiar a los desheredados, a la clase obrera y al trabajo
organizado. (En el capítulo 9 se hallarán más detalles sobre su vida
y su carta.) Asimismo, al doctor Benjamin Spock, autor del libro
que más ha influido en el cuidado de los bebés y los niños pequeños
en Estados Unidos, se le atribuye el mérito de haber suavizado las
prácticas de la crianza infantil, ¡aunque en años posteriores se lo
acusó de haber ayudado a crear una generación de mocosos mal-
criados!
En todas las personas que acabo de citar se puede ver la necesi-
dad, típica de Júpiter en Piscis, de correr riesgos –e incluso de so-
portar severas críticas– a fin de promover una gran causa, objetivo o
visión. Son personas que con frecuencia irradian una imagen de dig-
nidad y nobleza, un aura que fue muy probablemente lo que ayudó a
Sidney Poitier y Harry Belafonte no sólo a llegar a la fama, sino
también a ser aceptados con relativa facilidad por la sociedad blanca
estadounidense durante los años cincuenta, cuando todavía la segre-
gación seguía siendo la norma en gran parte del país. Orson Welles
fue otro actor que tenía a Júpiter en este emplazamiento y que podía
irradiar una energía de un poder impresionante. Los esfuerzos que
dedicó a dirigir numerosas películas que en su día abrieron caminos
y a las que hoy se considera clásicos del cine apuntan muy espe-
185
cialmente a las dotes imaginativas e inventivas de este emplaza-
miento. Dos cantantes de jazz de tanta fuerza dramática y tal poder
de evocación como Ella Fitzgerald y Billie Holiday tenían a Júpiter
en Piscis. Por dar más ejemplos, digamos que Leonardo da Vinci
también tenía a Júpiter en este emplazamiento, lo mismo que Goet-
he, el mayor de todos los poetas alemanes. Y no debería terminar sin
haber mencionado las grandes contribuciones a la ciencia que hicie-
ron muchas personas con este emplazamiento, como Johannes Ke-
pler, Isaac Newton y Charles Darwin.

Carter: Agradable, cordial, amistoso; entregado a la filantropía y a los


trabajos de asistencia social.
Ebertin: Altruista y de corazón bondadoso, se conforma fácilmente con
una vida modesta, ama la soledad y anhela una felicidad tranquila [...], es
una persona muy sensible.
Davison: Entusiasmo por el bienestar social y la salud pública; mentali-
dad comprensiva, receptiva e impresionable (vacilante).
Hickey: Un gran interés por las leyes de lo oculto y lo psíquico. Capaz de
trabajar bien en colaboración gracias a su profunda comprensión de las
necesidades ajenas. Para que esta persona sea feliz, la emoción y la com-
pasión deben formar parte de su trabajo.
Moore y Douglas: La tendencia de Piscis a la introspección no es incom-
patible con la tendencia de Júpiter a la expansión. La lección de esta com-
binación es que el verdadero crecimiento implica una evolución de la con-
ciencia [...] y que los procesos internos y externos se van realizando si-
multáneamente.
Mayo: Benévolo, cordial y humorístico, o bien extravagante, poco digno
de confianza y excesivamente imaginativo.

De hecho, la tendencia a una posible extravagancia mencionada


por Mayo se manifiesta en unos pocos casos como un excesivo au-
toengrandecimicnto, que en ocasiones puede tener consecuencias
muy destructivas. Para las personas con este emplazamiento, mante-
ner los pies en la tierra puede ser el más difícil de los retos. Quizá se
pierdan flotando en sueños de gloria personal, como le sucedió al
general Douglas MacArthur; también pueden caer en el autoengran-
decimiento disfrazado de generosidad (Josif Stalin), o bien se com-

186
placen exagerando y mitificando su propia vida (Friedrich Nietzsche
y Henry Miller). En algunos casos, cuando se trata de mortales ordi-
narios, pueden «desmoronarse totalmente» si su estilo de vida, su
matrimonio o el trabajo al cual han dedicado su vida se les desinte-
gra, y acaban en una situación de desorientación y escapismo, al
resultarles muy difícil enfrentarse con la realidad.
Sin embargo, con el tiempo, la gran mayoría de estas personas
van cultivando lentamente, a medida que empiezan a orientarse ha-
cia un ideal espiritual, social o artístico, su autoestima y su confian-
za en sí mismas. Tal como dieron a entender Moore y Douglas en la
cita que ofrecí más arriba, para estos nativos el crecimiento, el mejo-
ramiento y el progreso en el nivel personal están íntimamente co-
nectados con el desarrollo de una conciencia superior y/o más am-
plia. Son, por lo general, personas orientadas hacia el futuro, que
casi invariablemente poseen alguna forma especial de imaginación,
una comprensión intuitiva de la vida y una amplitud de visión que
pueden ser fuente de inspiración tanto para ellas como para los de-
más, y de las cuales tienen necesidad a lo largo de toda su vida para
poder sentir que son personas prósperas y que tienen éxito. Tal co-
mo explican Moore y Douglas, para quienes tienen a Júpiter en Pis-
cis, el «éxito» tiene poco que ver con el dinero y los bienes materia-
les:

[Están] considerablemente menos pendientes del dinero que quienes


tienen a Júpiter en un signo de tierra. No es tan probable que vean la
vida en función de los fracasos y éxitos materiales, porque se preocu-
pan demasiado por su propia serenidad como para vender su alma a
los celosos dioses del comercio. Ellos quieren saber qué significa la
vida, y si les parece que ganar dinero tiene menos importancia que re-
servarse tiempo libre para disfrutar de lo que la naturaleza les ha con-
cedido de un modo gratuito, darán desdeñosamente la espalda a la lu-
cha por acumular posesiones en favor de su propia búsqueda de reali-
zación interior.
De vez en cuando, esta clase de personas necesitan escapar total-
mente de sí mismas para retornar a la naturaleza. La música, los espa-
cios abiertos y la belleza del ambiente que las rodea son más benefi-
ciosos para su salud que ningún tónico. Un viaje por mar o unas vaca-

187
ciones cerca del agua también pueden tranquilizar sus nervios destro-
zados. Son personas que habitualmente deberían reservarse momentos
de paz y soledad para meditar con tranquilidad.

Otras personas nacidas con Júpiter en Piscis

Evangeline Adams Bob Hope


Louisa May Alcott Edgar Allan Poe
Abdul Baha Franz Schubert
Sarah Bernhardt Frank Sinatra
Benvenuto Cellini Lev Trotsky
Sigmund Freud Paul Verlaine
Arthur Godfrey Lawrence Welk
Haile Selassie Stevie Wonder
Isabel Hickey

Michael Jordan
Probablemente, la superestrella del baloncesto Michael Jordan, nacido el 7
de febrero de 1963, sea el deportista más célebre de la historia, sobrepa-
sando incluso a Babe Ruth (véase la sección de Júpiter en Géminis), debi-
do a la gran difusión de los medios de comunicación en los tiempos mo-
dernos. Jordan es otro deportista con el Sol en Acuario cuya habilidad está
simplemente en otro plano si se la compara con la de sus competidores;
otros son el propio Ruth, Hank Aaron (que batió el récord de carreras
completas de Ruth) y Wayne Gretzky, la estrella del hockey sobre hielo a
quien se conoce simplemente como «el Grande».
El Júpiter de Jordan se encuentra en Piscis, es decir, que está dignifi-
cado por hallarse en un signo del que es corregente. También es espe-
cialmente fuerte al ser el regente de su Luna en Sagitario, y de hecho,
según cuál sea la hora exacta del nacimiento, Júpiter también podría estar
en cuadratura con su Luna. En caso de estarlo, eso haría que su Luna (el
«público») estuviera doblemente teñida por las energías benéficas de
Júpiter. Desde luego, esto sería lo apropiado para el más famoso y más
rico de los deportistas (según la revista Forbes). Su fama es tal que en los
círculos deportivos se refieren a él, simplemente, como «Michael». La

188
verdad es que si «Magic» Johnson no hubiera tenido ya este apodo, creo
que se le habría concedido a Jordan. Lo digo porque a él se lo conoce por
hacer lo imposible, como si tuviera un equipo de magia y pudiera valerse
de sus recursos. Parece importante señalar la cantidad de factores que
hay en su carta que se relacionan con Júpiter y con Neptuno, los grandes
magos del mítico panteón planetario:

• Júpiter en Piscis (un signo regido por Júpiter y Neptuno).


• Júpiter en trígono con Neptuno.
• Neptuno estacionario cuando Michael Jordan nació, un indicio de
una excepcionalmente poderosa sintonía con dicho planeta.
• La Luna en un signo regido por Júpiter y quizás en cuadratura con
este planeta.
• Júpiter en semisextil con Saturno, una indicación de un equilibrio
potencialmente perfecto entre confiar en los dones divinos con
que uno cuenta y en los esfuerzos y la disciplina personales. Todo
el mundo sabe que Jordan es uno de los atletas que trabajan con
más empeño.
También debería mencionar brevemente un par de hechos astrológi-
cos que desmienten las supersticiones astrológicas tradicionales. Primero,
¡el Marte de Jordan en Leo está retrógrado! Esta debe de ser la prueba
más concluyente que jamás se haya descubierto de que el concepto de
que los planetas retrógrados son «debilitantes» es un candidato de primer
orden al basurero astrológico. Además, Jordan tiene a Saturno en Acuario,
su signo solar, ¡donde evidentemente no ha simbolizado ninguna clase de
fracaso mundano! La verdad es que he podido observar que este tipo de
posición de Saturno aparece frecuentemente en aquellas personas que
triunfan en el campo que han elegido por obra de su esfuerzo y su deter-
minación.

189
190
8

Júpiter en las casas

Los ideales son como las estrellas: jamás los alcanzamos, pero gra-
cias a ellos, como los marineros en el mar, vamos cartografiando
nuestro viaje.
CARL SCHURZ

Puesto que las casas son mucho más abstractas que la energía espe-
cífica que se puede sentir y experimentar de forma directa como
algo que proviene del emplazamiento de un planeta en un signo,
podría ser un ejercicio útil visualizar la imagen expresada por Carl
Schurz en el texto arriba citado, y tener así la visión de cuáles son
los ideales o sueños del futuro que consciente o inconscientemente
esperamos concretar, y que están simbolizados por la casa en donde
cada uno de nosotros tiene emplazado a Júpiter. Un enfoque alterna-
tivo podría ser reflexionar sobre cuáles son los ámbitos de la vida y
las áreas de la experiencia que habitualmente tendemos a idealizar,
ya sea de manera constructiva o quizás excesivamente. Las orienta-
ciones que ofrezco ya más avanzado este capítulo proporcionarán
nuevos indicios en lo que se refiere a los significados potenciales
del emplazamiento por casa del Júpiter natal de cada persona.
Sin embargo, para empezar quiero dejar absolutamente claro
que, a medida que nos adentramos en el reino más oscuro de nuestro
intento de entender las casas, es prácticamente imposible saber con
seguridad si una interpretación determinada y muy definida de Júpi-
ter en tal o cual casa es completamente de fiar1, en especial si se

1
El lector ha de remitirse a la nota sobre las cartas de ejemplo que sigue
191
trata de personas con quienes no estamos del todo familiarizados.
Con nuestra propia carta y con las cartas de personas a quienes co-
nocemos bien, con el tiempo podemos determinar un campo general
de acción y de significado para Júpiter, especialmente después de
que observemos, durante un período de años, de qué manera resulta
activado el Júpiter natal por los tránsitos y las progresiones. Durante
esas épocas, los potenciales de Júpiter se verán activados, los planes
para el futuro aflorarán a la superficie, aparecerán oportunidades y
el nativo sentirá un fuerte impulso de expansión y mejoramiento, y
en ocasiones reaccionará llevándolo a la práctica. Observar cómo se
da esta evolución permitirá al practicante de astrología, si ya cuenta
con la experiencia necesaria, determinar de manera más fiable qué
es lo que de hecho significa Júpiter y lo que ha de significar en el
futuro. Pero aun así, en la medida en que este planeta implica inva-
riablemente movimiento, cambio, mejoramiento y la necesidad de
avanzar más allá del orden establecido, puede conllevar de hecho
una serie de «sorpresas», que aunque no tan conmocionantes como
suelen ser las de Urano, tampoco son en ninguna carta un factor que
podamos interpretar con toda confianza de una manera rígida y
ajustada a supuestos predeterminados.
Quizás el lector se pregunte por qué empiezo un capítulo sobre
el significado de Júpiter en las casas refiriéndome inmediatamente a
lo incierta que es tal interpretación. Lo hago por varias razones, que
he explicado en mis libros anteriores (véase, por ejemplo, el capítu-
lo sobre las casas de mi libro Manual de interpretación de la carta
natal). Resumiré lo más brevemente posible algunas de ellas;

a) La gran mayoría de las horas de nacimiento presentan co-

al «Prólogo» al comienzo de este libro para revisar diversos temas que se


relacionan no sólo con el enfoque que el autor da a las casas, sino también
con el estilo de cartas que emplea. Lo más importante es que el lector se
dé cuenta de que un planeta en conjunción con la cúspide de una casa (o
incluso si está emplazado unos pocos grados antes de la cúspide) es pro-
bable que se manifieste por medio de esa casa específica, independiente-
mente de que también se exprese en alguna medida por mediación de la
casa precedente.
192
mo mínimo cierta imprecisión, lo que hace menos fiables todas las
cúspides de las casas.
b) Se utilizan muchos sistemas diferentes de casas, algunos de
los cuales parecen funcionar mejor en determinadas latitudes, y ca-
da sistema cambia la posición de las ocho cúspides intermedias de
las casas.
c) Incluso si a uno le satisface un sistema de casas determina-
do, es imperativo que aprenda a usarlo con eficacia. Por ejemplo,
muchos astrólogos experimentados han llegado a la conclusión de
que la cúspide no es el comienzo de la casa, sino que ésta parece
empezar unos 6º antes de la cúspide, lo cual hace que muchos pla-
netas «actúen» como si estuvieran en la casa siguiente por lo que es
engañosa la forma en que aparecen al echar una mirada superficial
a las cartas dibujadas de la manera tradicional. (Esto se encuentra
explicado en detalle a partir de la página 145 de mi libro Manual de
interpretación de la carta natal)
d) La posición por signo de un planeta y sus aspectos son tan
dominantes que el intento de interpretar aisladamente su posición
por casa es una aventura de resultado incierto. Es mucho más útil
valerse de orientaciones fiables, como las que bosquejaré en este
capítulo, y después, mediante un diálogo de descubrimiento con el
nativo, ir determinando cuáles son sus valores, ideales, anteceden-
tes y planes para el futuro.

Al fin y al cabo, las casas representan vastos campos de la ex-


periencia, tanto interior como exterior. Su rico simbolismo, en mu-
chos niveles diferentes, no debe ser eliminado al tratar de hacerlas
encajar dentro de pequeñas teorías, bien ordenadas pero estrechas,
como puede ser la vieja idea de los «departamentos de la vida». Un
enfoque tradicional como éste, al ser tan rígido, da como resultado
«lecturas» que dejan a muchas personas deprimidas y desanimadas
ante un destino que les parece inmutable. El simbolismo de las ca-
sas debe estar a nuestro servicio. ¡No es necesario que nos limite-
mos ni que restrinjamos nuestro potencial tratando de adaptarnos a
unas «reglas» de interpretación restrictivas! Tal como escribió en
193
un artículo el astrólogo y escritor Noel Tyl, si intentamos relacionar
rígidamente la vida de un cliente con nuestra propia manera de en-
tender las reglas astrológicas, «corremos el riesgo de limitar la vida
a lo que sabemos de astrología. [...] Nuestro oficio nos lleva mucho
más allá de los libros de texto y las lecciones. Lo que sabemos de la
vida se convierte en algo mucho más importante que lo que sabe-
mos [...] de los instrumentos de la astrología. De ahí que debamos
considerar las casas como instrumentos para explorar la realidad,
tanto interior como exterior, y no como cajas rígidas en las que de-
be «encajar» todo. Finalmente, ¿no es verdad que en la vida, la ma-
yor parte de las experiencias y de las actividades abarcan más de
una sola casa y hay en ellas resonancias de tres o cuatro campos de
la experiencia? De manera que el lector debe ver las orientaciones
de este capítulo como trampolines para zambullirse en la reflexión,
la investigación, un sincero autoanálisis y el descubrimiento de su
significado y su potencial personales.
El lector notará que empleo un sistema de palabras clave para
cada casa, que a veces se corresponden con los significados tradi-
cionales y en otras ocasiones difieren de ellos. Este sistema de pa-
labras clave, que utilizo desde hace más de veinte años, está expli-
cado en profundidad en mis libros Astrología, psicología v los cua-
tro elementos y Manual de interpretación de la carta natal. En
ellos el lector encontrará los fundamentos de la elección de estas
palabras clave, y de momento basta con decir que éstas se basan en
el hecho de que hay casas de «fuego», casas de «tierra», casas de
«aire» y casas de «agua», en paralelo con los doce signos. Y así
como hay signos cardinales, fijos y mutables, también están las ca-
sas correspondientes, llamadas respectivamente «angulares», «su-
cedentes» y «cadentes», y cada uno de estos emplazamientos indica
una cierta orientación de Júpiter en la vida.

194
Orientaciones para interpretar el emplazamiento de
Júpiter por casa

NOTA: Si el lector quiere considerar por separado cada una DE las orienta-
ciones abajo enumeradas y dedicar luego algún tiempo a reflexionar so-
bre ellas con cierta profundidad para ver de qué manera puede aplicarse
cada orientación a la posición específica de Júpiter en su propia carta,
varias de ellas le saltarán a la vista como particularmente adecuadas para
la comprensión de Júpiter en cada caso individual. Como es natural, doy
por supuesto que la mayoría de los lectores conocen los significados tra-
dicionales de las doce casas, pero, para los casos en que no sea así, la
parte siguiente de este capítulo explica algunos de estos significados, y
también da ejemplos de personas famosas en cada emplazamiento de
Júpiter por casa.

a) Sea cual fuere la casa donde esté Júpiter, es ahí donde uno
puede cultivar una actitud de amplia comprensión, suponiendo que
acepte el reto de explorar ese dominio de la vida con valentía y una
gran sinceridad.
b) Allí donde esté emplazado Júpiter, es el ámbito en el que
uno puede experimentar, de un modo inmediato, la vivencia de la
fe, la confianza, la segundad interior y una sensación de bienestar y
prosperidad.
c) La casa de Júpiter puede señalar un campo de la experiencia
que proporcione al nativo esperanza para el futuro, optimismo y un
sentimiento de fuerza y resistencia interior.
d) La posición de Júpiter por casa revela en qué dominio tene-
mos un modo intuitivo de aprender, y sentimos instintivamente cuá-
les serán las tendencias futuras, lo cual puede llevarnos con rapidez
al logro de nuestros objetivos. Debido a esta armonización natural,
el emplazamiento de Júpiter por casa señala un ámbito de la vida en
donde, con algún esfuerzo, podemos conseguir un crecimiento rápi-
do y una mejora sustancial en muchos niveles, tanto mundanos co-
mo personales.

195
e) Júpiter expande la atención que debemos prestar al campo
de la experiencia simbolizado por su emplazamiento por casa. Si en
esa casa hay también otros planetas, invariablemente habremos de
concentrarnos con mucha atención y de un modo consciente en esa
área de la vida y dedicarle mucha energía.
f) La casa de Júpiter simboliza un ámbito de la vida en donde
buscamos continuamente la verdad y deseamos explorar nuevos
horizontes. Es frecuente que tengamos el sentimiento instintivo de
que «la verdad nos hará libres», y de que esa verdad nos ayudará a
encontrar el significado y la dirección de nuestra vida; de ahí que
haya un fuerte y persistente anhelo de apertura y sinceridad en esa
esfera de actividad.
g) La casa de Júpiter indica un campo de acción y de experien-
cia en donde uno debe correr riesgos con el fin de fortalecer su con-
fianza en sí mismo y su autoestima, depositando la fe en su propio
potencial interior y en los talentos que Dios le ha dado.
h) La casa de Júpiter muestra un área de la vida en donde es-
tamos siempre motivados para mejorar nuestra situación actual y
donde además es probable que haya una evolución y una expansión
rápidas, hasta el punto de que en ocasiones lleguen a ser sumamente
fructíferas. El emplazamiento de Júpiter por casa también revela,
por consiguiente, dónde se nos ofrece la oportunidad de dar de
nuestra propia abundancia interior.
i) La casa donde está emplazado Júpiter representa la necesi-
dad de conectar con un orden más vasto o con algo mayor que nues-
tro pequeño yo en ese ámbito en concreto; esto explica en parte la
frecuencia con que nos sentimos liberados de la opresión y el miedo
(y también capaces de respirar con más libertad, de expandirnos y
de expresarnos de maneras nuevas e inéditas) cuando participamos
con entusiasmo en las actividades simbolizadas por la casa en que
tenemos a Júpiter.

196
Júpiter en la primera casa
Palabras clave:
LA IDENTIDAD EN LA ACCIÓN

Una buena vitalidad, una visión optimista y un temperamento alegre


y animado son características de la mayoría de las personas que
tienen este emplazamiento. Por lo general, actúan con confianza,
¡incluso las que tienen a Piscis en el Ascendente y tienden a ser re-
traídas! (Véanse en el capítulo 9 las biografías de Walter Móndale y
Ringo Starr.) Cuando se encuentra un planeta tan dinámico como
éste en una casa de fuego, naturalmente se puede esperar una buena
cantidad de enérgica autoafirmación y una actitud que con facilidad
impresiona a los demás. Júpiter en esta casa, generalmente, confiere
mucha energía, vitalidad y, por lo tanto, buena salud; la primera
casa es posible que sea más indicativa de la salud vital que la sexta,
como ya observó Charles Carter en su libro Ensayo sobre los fun-
damentos de la astrología. Sin embargo, Júpiter en Géminis o en
Virgo quizá tienda a derivar parte de la energía y la euforia natura-
les de este emplazamiento por canales mentales que pueden afectar
a la salud, dependiendo del estilo de vida de la persona y de cómo
sea el resto de su carta.
Tradicionalmente se considera que uno no puede tener un em-
plazamiento mucho mejor en su carta, porque se supone que este
ofrece muchas oportunidades para el éxito y la popularidad (en par-
te debido a que la persona es un ejemplo, en muchos casos, de no-
bleza o magnanimidad). La actitud global de estos nativos hacia la
vida suele ser alegre y tolerante, lo cual naturalmente hace de ellos
personas satisfechas y agradables. Según la tradición, es fácil y fre-
cuente que la buena suerte y la abundancia material los acompañen,
y yo no he visto muchos casos que desmientan esta regla. Puede que
muestren una cierta ostentación o superioridad en el porte o en el
comportamiento, pero incluso en estos casos suelen ser muy gene-
rosos y bienintencionados. Por lo común son personas con una gran
confianza innata en sí mismas, a menudo con un toque de arrogan-
cia y de egocentrismo. Después de todo, la primera casa es la de
197
Aries, el signo más orientado hacia sí mismo.
Especialmente si Júpiter está en conjunción con el Ascendente,
aunque sea dentro de un orbe de 6º o 7º y sin que importe si es del
lado de la casa uno o del de la doce, puede que el nativo esté exce-
sivamente orgulloso de sus propias creencias, de la «corrección» de
éstas e incluso de su nobleza. Esto puede dificultar ciertos aspectos
de las relaciones de intimidad, pero aun así, la mayor parte de estas
personas siguen interesándose por los demás y fomentan la comuni-
cación. Por lo común. Júpiter en la casa uno se manifiesta como una
ambición mundana muy expandida, o por lo menos como una orien-
tación extravertida hacia la sociedad en general.
Proponerse objetivos muy amplios puede ser algo natural en
estos nativos, tal como sucedió con la cruzada internacional que
montó Arthur Conan Doyle para convencer al mundo de la realidad
de la dimensión espiritual de la vida. (En la «Introducción» se en-
contrará, además de su carta, más información sobre este punto.) Y
la verdad es que sus empresas a gran escala pueden llegar notable-
mente lejos, en parte debido a la impresión de entusiasmo e integri-
dad que producen en la mayor parte de la gente, Jacques Cousteau,
por ejemplo, cuya carta se reproduce en este capítulo, y que tenía al
Sol en la casa nueve y a Júpiter en conjunción con el Ascendente,
emprendió investigaciones submarinas sumamente costosas, se las
arregló para conseguir que se las financiaran y terminó por tener
una tremenda influencia internacional para aumentar la toma de
consciencia, en el mundo entero, en lo que respecta a la ecología de
los mares y océanos.
Hermann Hesse, autor de numerosos libros de gran populari-
dad a nivel internacional, también tenía a Júpiter en la casa uno.
(Véanse su carta y su biografía en el capítulo 9.) Otras personas
famosas con esta posición son Albert Schweitzer (se encontrará su
carta en el capitulo 10), Toulouse Lautrec, Uri Geller, Van Cliburn,
Marlon Brando, Dustin Hoffman, Marc Edmund Jones y Hal Hol-
brook (que se hizo famoso como actor por su personificación del
sagitariano Mark Twain).

198
Jacques Cousteau
«Al hombre confinado a la tierra le dio la llave del mundo del silencio.»
Estas palabras están inscritas en la medalla de oro de la National Geo-
graphic Society que, en 1961, el presidente Kennedy ofreció a Jacques
Cousteau. Con una vida consagrada a la penetración en los misterios ocul-
tos bajo la superficie del océano, Cousteau fue un explorador consumado.
Nos dio acceso a los vastos continentes del «mundo submarino», y por
medio de sus películas, documentales de televisión y libros, por los que
recibió muchos premios, llevo consigo en sus expediciones a millones de
personas.

Jacques Cousteau, 11 de junio de 1910, a la 1.15 pm, Saint André de Du-


bzac, Francia

199
Con Júpiter en la casa uno, a un grado aproximadamente del Ascen-
dente, Cousteau se relacionó con el mundo valiéndose de la energía de
este planeta, que llama a la aventura y expande horizontes. Su vida es
una secuencia de hazañas pioneras cuyo impacto ha ido creciendo de
manera imparable. Axel Madsen (en su libro Cousteau) transmite el em-
puje jupiterino de la vida de su biografiado: «Lo más notable que hay en
Jacques Cousteau es su evolución, la progresión que lo lleva de su condi-
ción de oficial de la marina a convertirse en la conciencia de la fragilidad
de nuestro planeta, de cineasta caprichoso a visionario de una global
terra amata*.
Con su identidad impregnada de la orientación hacia el futuro que le
daba su Júpiter en la casa uno, Cousteau se pasó la vida imaginando po-
sibilidades que él mismo fue llevando a la práctica. Dicho con palabras del
propio Cousteau (citadas por Madsen): «Siempre, a partir de Julio Verne,
y también antes de él muchísima gente, la imaginación humana ha pro-
yectado lo que habría de venir». Siguiendo las pisadas novelescas de
Verne (cuyo libro Veinte mil leguas de viaje submarino llevaba a bordo en
su barco), Cousteau se aventuró en las profundidades hasta entonces
inexploradas del océano. Y al igual que a Verne, lo fascinaban los poten-
ciales inventos tecnológicos que podrían ampliar el alcance de sus explo-
raciones.
A comienzos de los años cuarenta, Cousteau fue el coinventor del
«aqua-lung» [pulmón acuático], la escafandra autónoma que posibilitó
sus aventuras bajo el agua. Es uno de esos fantásticos «efectos literales»
astrológicos el hecho de que un Sol en Géminis inventara un «pulmón»,
una manera de llevar su propia provisión de aire al mundo acuático que
resultaba tan atractivo para la parte de la naturaleza de Cousteau condi-
cionada por su conjunción Marte-Neptuno en Cáncer. Y tal como corres-
pondía, los tránsitos tanto de Júpiter como en aspecto con él desempe-
ñaron su papel en este invento, que fue tan decisivo para el despliegue
de la senda vital de Cousteau. A fines de 1942, cuando éste diseñó y
construyó los primeros prototipos operativos de su escafandra, Júpiter en
tránsito se estacionó a 25° de Cáncer, activando precisamente la inventi-
va e innovadora oposición Marte-Urano. Apenas unas semanas antes,
Urano en tránsito se había estacionado a 4º de Géminis, formando un
trígono exacto con su Júpiter natal a 4º de Libra. Lo notable es que en
junio de 1943, cuando ya se había ido refinando el invento hasta obtener
una escafandra capaz de funcionar impecablemente, Júpiter y Urano en
tránsito volvieron a estar respectivamente entre los grados 24 y 25 de
Cáncer y entre los grados 4 y 5 de Géminis. Y cabe preguntarse si, estan-
do en juego el agua de Cáncer y el aire de Géminis, podría haber inventa-

200
do alguna otra cosa que un «pulmón acuático».
En años posteriores Cousteau diseñó un submarino monoplaza con
propulsión a chorro y empezó a experimentar con las primeras colonias
submarinas habitadas. Y en una nueva muestra de afinidad con las ideas
visionarias de Julio Verne, predijo también la evolución de un Homo aqua-
ticus, con los pulmones adaptados para vivir en el fondo del mar. Cous-
teau jamás renunció a sus optimistas, expectativas jupiterinas de que lo
aparentemente «imposible» pudiera convertirse en realidad.
Mientras sus expediciones oceanográficas proporcionaban abundan-
tes datos científicos, lo que llamó la atención de la gente en todo el mun-
do fue la traducción estética de estas aventuras en documentales televisi-
vos y cinematográficos. Cousteau tenía a Júpiter y el Ascendente en Libra,
y desde sus primeras inmersiones subacuáticas se interesó por la presen-
tación artística del mundo deslumbrante y lleno de colorido que iba des-
cubriendo. Durante los mismos tránsitos que acompañaron a la invención
de la escafandra autónoma, Cousteau filmó sus primeras películas subma-
rinas, que tras haberse ganado un reconocimiento inmediato, fueron
premiadas en el Festival de Cine de Cannes. Deseoso de realzar su pre-
sentación de las bellezas del mundo submarino, se valió del flamante
recurso de la fotografía en color para su película de mediados de los años
cincuenta El mundo del silencio, que obtuvo la Palma de Oro del Festival
de Cannes y un premio de la Academia. Pero fue el medio televisivo lo
que más satisfacción dio al jupiterino celo misionero de Cousteau, tan
propio de un Sol en la casa nueve: «Para mí, la televisión es la mayor de
las recompensas. Hacer películas y escribir libros está bien, pero no tiene
la misma fascinación. Con la televisión uno sabe que en una sola noche
entre treinta y cinco y cuarenta millones de personas estarán viendo los
delfines» (palabras de Cousteau publicadas en el New York Times y cita-
das en Current Biography). La serie de documentales para la televisión
«El mundo submarino de Jacques Cousteau» introdujo tiburones y mana-
tíes, arrecifes de coral y tesoros sumergidos, en una enorme cantidad de
salas de estar.
El impacto característico de Júpiter en la casa uno que ejercía la per-
sonalidad de Cousteau se ve con toda claridad en esta cita de Madsen:
«Tenía una manera propia de infundir entusiasmo a sus ideas, de relacio-
nar entre sí hechos aparentemente desconectados, de abrumar con la
grandeza de sus imágenes». Mientras que en el tema de Cousteau, Júpi-
ter en la casa uno describe su papel de principal promotor y guía central -
«el Capitán»- de todas las aventuras que emprendió, el signo de Libra
señala el énfasis que siempre puso en la colaboración con los demás.
También la habilidad con que se sirvió de las dotes de Libra para la di-

201
plomacia fue esencial para asegurarse diversas formas de apoyo y de
respaldo financiero. Por ejemplo, la compra del Calypso, el viejo dragami-
nas que se rediseñó para servir como base a las investigaciones marinas
de Cousteau, fue financiada por un filántropo británico (durante el tránsi-
to de Urano en conjunción con el Medio Cielo de Cousteau y en cuadratu-
ra con su Júpiter natal, en 1949-1950). Y durante décadas, Cousteau se
benefició de la lealtad y el entusiasmo de su tripulación a bordo del
Calypso. Sus dos hijos, Philippe (hasta su trágica muerte en 1979 en un
accidente de avión) y Jean-Michel, contribuyeron significativamente a la
obra de su padre. Su mujer, Simone, una de las grandes bendiciones de
Libra, tenía un sentido de la aventura igual al de su marido, y lo acompa-
ñó en casi todas sus expediciones. Jean-Michel (citado por Madsen) se
refería a ella como «la fuente permanente y originaria del espíritu del
Calypso». El propio Cousteau resumió su filosofía de Júpiter en Libra de la
siguiente manera: «La única forma de encontrar la felicidad reside en la
expansión de uno mismo. Debes amar a los demás, compartir cosas con
ellos y trabajar para ellos. Si te concentras demasiado en ti mismo, serás
desdichado» (cita tomada del Christian Science Monitor).
La sensibilidad a las relaciones simbolizada por Libra se ve elevada a
un nivel más amplio, e incluso global, por el emplazamiento de Júpiter en
este signo. Tal como escribe Paul Wright (en El zodíaco literario): «La
visión redentora de Libra nos habla de la alteridad y la interdependencia,
porque en ella aparece la percatación subliminal de que, cuando el hom-
bre se centró en su propio yo y se colocó a sí mismo por encima de todo
lo demás, quedó destruida una sagrada trama de armonía». Por media-
ción de sus exploraciones marinas, Cousteau llegó a tomar una aguda
conciencia de la «ruptura» de la trama de la vida, de la destrucción del
equilibrio ecológico. En una comparecencia en el Congreso de Estados
Unidos expresó lo siguiente (según una cita de Madsen): «La gente no
tiene conciencia de que toda la contaminación va a terminar en el mar. La
tierra está menos contaminada porque la lluvia la lava y lo arrastra todo a
la profundidad de los océanos, en donde la vida ha disminuido en un 40
% en veinte años. Los peces se van extinguiendo, y la flora submarina
también». La dimensión del Júpiter en Libra de Cousteau quedó expresa-
da en el hecho de que fundara la sociedad que lleva su nombre, para
convencer a la gente en general y a los líderes mundiales de lo urgente
que es preocuparse por los problemas del medio ambiente, y de la nece-
sidad de una cooperación a nivel planetario para afrontarlos. Tal como
cabía esperar, Jacques Cousteau, capitán del Calypso, consiguió que su
visión profética de Júpiter en la casa uno incidiera en el destino de una
nave aún mayor que se desplaza por el espacio, la Tierra: «Por más frag-

202
mentado que esté el mundo, por más intensas que sean las rivalidades
nacionales, hay un hecho inexorable, y es que, con cada día que pasa, los
hombres nos volvemos más interdependientes. Ahora, como nunca en la
historia, la vieja frase tiene un significado literal: todos estamos en el
mismo barco» (citado por Madsen).
BARBARA MCENERNEY

Parece como si toda una serie de personalidades que tienen a


Júpiter en la casa uno compartieran el rasgo de provocar controver-
sias por el hecho de no tener pelos en la lengua o bien de expresar
cosas que se mantenían ocultas o se suprimían. Cito a continuación
algunos ejemplos, sin comentar la corrección o incorrección de sus
respectivas posturas:

• El gobernador de Alabama George Wallace, que expresó


con claridad el sentimiento segregacionista del Sur de Es-
tados Unidos y se presentó como candidato a la presiden-
cia, causando conmoción en el mundo político.
• John Dean, hombre de confianza del presidente Nixon en
la Casa Blanca, quien reveló públicamente el «cáncer cuyo
crecimiento afecta a la presidencia» debido a las tácticas
tortuosas e ilegales de Nixon.
• Lenny Bruce, cómico estadounidense cuyos acerbos co-
mentarios sociales, condimentados con obscenidades, pro-
vocaron una considerable indignación, pero también ayu-
daron a que la gente entendiera lo que él quería destacar.
• Elisabeth Kübler-Ross, que, con su Júpiter en Acuario em-
plazado exactamente sobre el Ascendente, ha revoluciona-
do la actitud de la sociedad y de la clase médica con res-
pecto a la muerte y los moribundos, sin retroceder ante la
controversia suscitada por su decisión de romper con los
tabús sociales que impiden hablar con claridad de la muer-
te.

203
Júpiter en la segunda casa
Palabras clave:
LA SEGURIDAD MATERIAL

A primera vista, parecería efectivamente que la posición de Júpiter


aquí, en una casa de tierra, y las palabras clave «seguridad material»
confirmaran los estrictos significados tradicionales de la casa dos:
dinero, posesiones, riqueza, etcétera. Sin embargo, esta casa tiene
un significado bastante más amplio y general, y cuando Júpiter está
emplazado en ella, su alcance se extiende aún más, hasta abarcar
valores más profundos, una fe en que la tierra le dará a uno lo que
necesita, y una profunda apreciación de la naturaleza y de sus abun-
dantes poderes creativos.
Hace más de cuarenta años, Margaret Hone escribía que Júpiter
en la casa dos podía indicar una «satisfacción con lo que se tiene»,
lo cual es sin duda una imagen diferente de la de unas masas ávidas
de dinero, que es la impresión que los estudiantes de astrología sa-
can hoy en día de tantos libros de introducción a esta materia. Con
frecuencia hay una íntima fe en que Dios proveerá, pero en más o
menos la mitad de los casos, la gente usará esa fe como una razón
para no ahorrar nada por si llegan las vacas flacas ni cuidar pruden-
temente de lo que tiene. Algunos de estos nativos incluso son unos
grandes derrochadores, y tienden a gastar todo lo que ganan. Tal vez
haya quien pueda «tentar al destino» a este respecto, pero yo he
visto casos en que una persona ha llegado a verse arrinconada en
una situación económica sumamente incómoda por haberse confia-
do en exceso mientras, al mismo tiempo, gastaba o dilapidaba una
parte bastante grande de los beneficios que con tanta facilidad obte-
nía.
Invariablemente, cuando Júpiter se encuentra en esa casa, irá
expandiendo este dominio vital en el que está centrado. En ocasio-
nes, esto se manifestará como lo que Marcia Moore y Mark Douglas
llaman «un respeto instintivo por la prodigalidad de la Tierra», ha-
ciendo a veces que la persona prospere mediante lo que ellos deno-
minan «una administración cuidadosamente planificada de los re-
204
cursos naturales». Con una visión más amplia, Charles Carter, como
era habitual, se adelantó a su época cuando, en 1947, escribió en sus
Ensayos sobre los fundamentos de la Astrología que «psicológica-
mente [...] la segunda casa tiene mucho que ver con el contento y la
capacidad de disfrutar de la vida». Desde este punto de vista, yo
diría que -vayan las finanzas como vayan- quienes tienen a Júpiter
en la casa dos siempre son ricos.
Entre las personas famosas que tienen a Júpiter en este empla-
zamiento, ya en el capítulo 5 he hablado de Margaret Thatcher, cu-
yo Júpiter en la segunda casa se manifestó en la forma de una com-
prensión profunda de la necesidad de reconocer y fortalecer los de-
seos «egoístas» de ser propietarios para revitalizar una economía
socialista estancada durante los años ochenta en Inglaterra. Ella
estimuló la compra de la propia casa por los ciudadanos y la eco-
nomía empresarial en un país en donde se consideraba que «vender»
y tener «ambiciones económicas» eran cosas poco elegantes y pasa-
das de moda. Pero, al provenir de un ambiente de clase media donde
había experimentado el esfuerzo económico cotidiano que signifi-
caba la vida para gran parte de la gente, a Margaret Thatcher no le
importó que en Inglaterra «no quedara bien» reconocer activamente,
una vez más, el valor de la riqueza. Aunque nunca dejó de ser criti-
cada, ella fue, sin embargo, quien proporcionó la amarga medicina
que en aquella época necesitaba, para recuperarse, la economía gra-
vemente enferma de su país.
Otro primer ministro británico, Winston Churchill, tenía tam-
bién a Júpiter en la casa dos; de hecho, lo tenía en conjunción con la
cúspide. Siempre tuvo el hábito de gastar mucho más de lo que ga-
naba, alimentando así su gran capacidad para disfrutar de la vida. Y
sus ingresos provenían principalmente de fuentes tan jupiterinas
como los derechos de autor por sus libros, las giras de conferencias
y sus trabajos como corresponsal periodístico internacional, así co-
mo de su cargo de ministro de Hacienda (Departamento del Tesoro).
William Jennings Bryan defendió la causa de que el dólar esta-
dounidense estuviera respaldado por metales preciosos, además de
luchar públicamente a favor de muchas otras causas tradicionales.
Debussy y Mozart tenían a Júpiter en la segunda casa (que posee
205
una dimensión venusiana debido a su correlación con Tauro), y am-
bos crearon intrincadas texturas musicales de una asombrosa origi-
nalidad, y para muchos oyentes a lo largo del tiempo, extraordina-
riamente estimulantes e inspiradoras. También Miguel Ángel es un
ejemplo excelente de este emplazamiento de Júpiter, como expre-
sión de una apreciación de la forma y como creador de imágenes
grandiosas e inspiradas, reflejadas en sus esculturas y pinturas. Y
ciertamente, Miguel Ángel ejemplifica el deseo de dar forma con-
creta a inspirados ideales filosóficos y religiosos, característico de
Júpiter en la casa dos.

Júpiter en la tercera casa


Palabras clave:
EL APRENDIZAJE EN EL NIVEL SOCIAL E INTELECTUAL

Esta casa es predominantemente el campo de la experiencia del


aprendizaje y de la categorización y comunicación de toda clase de
hechos y conceptos, estén o no relacionados entre sí o con un tema
u objetivo específico. Una curiosidad inagotable es el patrimonio de
quienes han nacido prácticamente con cualquier planeta en esta ca-
sa, y cuantos más planetas tengan en ella, tanta más energía concen-
trarán conscientemente en la satisfacción de esta curiosidad median-
te la lectura, el análisis, el diálogo y actividades como viajar, escu-
char y observar a los demás.
Comparada con las otras casas de aire (la séptima y la undéci-
ma), esta es la más aérea, en el sentido de que representa los proce-
sos mutables de la mente, que no para de cambiar y moverse, como
el viento. Tal como escribió Carter en su libro Ensayos sobre los
fundamentos de la astrología. «La tercera casa tiene mucho que
decir sobre las actividades mentales y la capacidad mental concreta
del nativo, y a este respecto es por lo menos tan importante como
Mercurio». Cuando está emplazado en esta casa, Júpiter aumenta el
interés de la persona por una amplia gama de formas de aprendizaje
y comunicación, con una sustancial capacidad para aprovechar to-
206
das las oportunidades de aprender, viajar y desarrollar la mente.
Una mentalidad idealista y orientada hacia los objetivos puede ayu-
dar a estos nativos a distinguir lo importante de lo superficial; pero,
para conseguirlo, necesitan disponer de una filosofía de la vida o un
conjunto de normas relativamente claras. Sin estas orientaciones,
puede que Júpiter en la tercera lleve al nativo a reunir demasiados
detalles desconectados entre sí y una multitud de hechos sin signifi-
cado alguno. En el mejor de los casos, pueden atraerle la erudición,
la actividad de conferenciante o la redacción de ensayos sobre te-
mas filosóficos, sociológicos o de tipo idealista. En todo caso, es
probable que para estas personas el «gran objetivo» de la vida sea el
conocimiento, y también que compartirlo con los demás se convier-
ta en algo absolutamente imperativo para llevar una vida satisfacto-
ria.
Hay mucha gente con Júpiter en la casa tres que ha tenido una
gran influencia en las tendencias sociales por medio de sus escritos
o de otras formas de comunicación. Con frecuencia, son personas
cuya actividad se desarrolla en los medios de comunicación, y es
tan común encontrarse con comentaristas de diversos temas sociales
o con reformadores de la sociedad con este emplazamiento como
con Júpiter en Géminis. Aunque en este grupo tenemos a Josef
Goebbels, el oficial nazi que fue ministro de Propaganda –y que
lamentablemente se adelantó muchísimo a su época en su compren-
sión de la facilidad con que se puede manipular a las masas valién-
dose de los medios de comunicación–, el aporte de la mayoría de las
personas famosas con Júpiter en la casa tres es muy positivo para la
sociedad. Por ejemplo, Upton Sinclair10, que fue sumamente popular
en su época y ganó el premio Pulitzer de literatura, logró influir, con
sus escritos de crítica social, en la promulgación de nuevas leyes
que promovieron la justicia social. Naturalmente, una defensa tan
franca del cambio social fue seguida de polémicas y controversias,
que se incrementaron cuando Sinclair puso a trabajar a su Júpiter en
Capricornio en la casa tres presentándose, aunque sin éxito, como

10
Nacido del 20 de septiembre de 1878 en Baltimore, Maryland, Estados
Unidos, a las 9.00 am; muerto en 1968.
207
candidato a gobernador de California y a senador por el mismo es-
tado. Sin embargo, sus incursiones en política ampliaron el foro
para expresar sus ideas. Su Júpiter en la casa tres estaba en trígono
con su conjunción Sol-Marte en Virgo en la casa once, orientada
hacia la política.
Como ya he señalado, muchos escritores de renombre nacieron
con Júpiter en la tercera. Un autor que se interesó por la reforma
social, y alcanzó una gran popularidad en Gran Bretaña y otras par-
tes, fue John Galsworthy, ganador del premio Nobel en 1932. Aun-
que hoy no se hable mucho de él, fue el autor de La saga de los
Forsythe, que posteriormente se convirtió en una serie de televisión.
El dinero correspondiente a su premio Nobel, él lo entregó en apoyo
de causas sociales. De los primeros escritores estadounidenses, el
más popular fue Washington Irving, cuyas novelas y cuentos capta-
ron las tendencias de la época y el estado anímico de la gente hasta
el punto de que terminó por ser uno de los autores estadounidenses
más leídos internacionalmente. Entre los grandes escritores nacidos
con Júpiter en la tercera tenemos a Ernest Hemingway, quizás el
novelista más popular en Estados Unidos en su época, cuyas obras
reflejaron frecuentemente los cambios sociales internacionales a
medida que se producían, y al poeta francés Arthur Rimbaud, a
quien algunos consideran el poeta más destacado, casi arquetípico,
de su época.
Otros ejemplos curiosos de Júpiter en la tercera incluyen a:
Johnny Carson, cuya conjunción Luna-Júpiter en la casa tres irradió,
evidentemente, un mensaje de «hablad conmigo, que soy vuestro
vecino» durante las dos décadas largas en que estuvo en antena su
programa de televisión «Tonight», seguido por una fiel audiencia;
Leonardo da Vinci, cuya amplísima curiosidad ha tenido como con-
secuencia que se lo considere la quintaesencia del «hombre renacen-
tista», y Cat Stevens, la estrella del rock que escribió numerosas
canciones filosóficas hasta que al final renunció a la fama para en-
tregarse a la vida religiosa (¡Júpiter en Sagitario!). Otra pareja nota-
ble con Júpiter en la tercera son las cantantes Julie Andrews (con
Júpiter en Escorpio y Marte en Sagitario en la tercera) y Barbra
Streisand (con Júpiter y Marte en Géminis en la tercera). No sólo a
208
ambas se las ha considerado muy dotadas vocalmente por la exten-
sión y la expresividad de su voz, sino que también se han compro-
metido con extraordinaria generosidad en actividades relacionadas
con la mejora social: Andrews con la organización de ayuda inter-
nacional Project California, y Streisand con sus sustanciales contri-
buciones a las causas y los candidatos de la política liberal.

Júpiter en la cuarta casa


Palabras clave:
ACCIÓN EN EL NIVEL DE LAS EMOCIONES
Y EL ALMA

Aunque se trate de una casa muy privada, Júpiter en la cuarta sinto-


niza muy bien con la gente (debido a la tendencia jupiterina a la
extraversión) y se orienta con confianza hacia la acción. Con fre-
cuencia la fe del nativo en sí mismo es muy fuerte, en la medida en
que emana de sus profundidades interiores, pero no suele hacer os-
tentación de ella. Así tomo Júpiter está exaltado en Cáncer, también
se encuentra muy a gusto y se muestra muy próspero en la modesta
casa cuatro, una conclusión a la que se llega tras una investigación
considerable. Según parece, muchas personas con este emplaza-
miento de Júpiter no se dejan engañar por los hechizos superficiales
del mundo exterior, sino que más bien se mantienen cómodamente
arraigadas en esa seguridad interior con la que han nacido. También
muestran con frecuencia un espíritu muy generoso, y con la tenden-
cia de Júpiter a ampliar el alcance de todo lo que se encuentre en su
esfera de influencia, esta grandeza de espíritu no se limita a la fami-
lia, tal como se podría esperar. Conforme a lo que escribió Charles
Carter, «es probable que psicológicamente la casa cuatro rija la pro-
fundidad y la sinceridad de los afectos, en especial de aquellos que
brotan de los vínculos familiares». Pero cuando Júpiter se encuentra
en ella, es de esperar que estos sentimientos no se limiten sólo a un
reducido círculo de gente.
Se trata de personas que necesitan de la soledad para tener
209
tiempo de explorar su mundo interior, y muestran además una
orientación religiosa que puede resultar fuertemente influida por su
educación. Con el profético planeta Júpiter emplazado en una casa
de agua de una gran sensibilidad psíquica, no tendría uno que sor-
prenderse de encontrar personas muy sensibles a lo psíquico y con
una gran intuición. Tal como escribió Isabel Hickey, son por lo co-
mún personas «generosas y de corazón abierto». Aunque algunas de
ellas lleguen a ser famosas, en su interior no deja de haber algo muy
básico y «hogareño» que persiste, algo que el público nota y le gus-
ta. Según Marcia Moore y Mark Douglas, las personas con Júpiter
en la casa cuatro «quieren tener una sensación de pertenencia a la
comunidad en donde residen, y prefieren más bien llevar una vida
rica y plena que trabarse en una lucha por la fama a nivel mun-
dano».
A lo largo de toda su vida, quienes tienen este emplazamiento
mantienen una cierta lealtad a las tradiciones del pasado y se sienten
cómodos con ellas. Por ejemplo, en el caso de Woody Allen, cuya
carta analicé en detalle en el capítulo 4, se evidencian varias de es-
tas manifestaciones, sin tener siquiera que referirnos a su educación
ni a la influencia que tuvieron sus padres en él. A lo largo de sus
muchas películas, Allen ha sacado a la luz (Júpiter) sus viejos temo-
res y angustias (casa cuatro). Ha puesto el acento en su intimidad y
en la necesidad de llevar una vida plena por encima de la mera fa-
ma, como por ejemplo cuando comunicó que no estaría en la cere-
monia de la entrega de los premios de la Academia cuando ganó el
Oscar por Annie Hall porque coincidía con la noche en que regu-
larmente tocaba el clarinete con una banda local. Casi siempre ha
usado música de los años veinte a los cuarenta en sus filmes, y tam-
bién ha realizado algunas películas innovadoras en blanco y negro
en una época en que el uso del color era la regla, hasta el punto de
que se estaban haciendo versiones «coloreadas» de películas anti-
guas, una forma de travestismo artístico contra la cual él testificó en
el Congreso de Estados Unidos. Además, su Júpiter en la casa cua-
tro se pone de manifiesto en la forma en que ha hecho películas de
diversos estilos en homenaje a los directores a quienes él considera
no sólo sus predecesores, sino también sus «gurus» cinematográfi-
210
cos.
La vinculación de la cuarta casa con el patriotismo, o por lo
menos con el espíritu de una sociedad o una cultura, se puede ver en
personas como Johann Goethe, a quienes muchos consideran el es-
critor más grande de Alemania, y que en Fausto expresó el alma de
esa nación. El general George Patton, héroe estadounidense de la
segunda guerra mundial, fue un patriota fanático que también creía
profundamente en la reencarnación y el karma, ideas a las que pue-
de tender Júpiter en esta casa de fuerte orientación psíquica. Y en un
ámbito geográficamente algo más reducido, el cantante John Denver
alcanzó la fama interpretando canciones que describían los placeres
de su tierra natal, en las Montañas Rocosas.
Otro ejemplo de una persona con Júpiter en esta posición que
sintió profundamente la unidad con su país o el espíritu de su socie-
dad es el escritor estadounidense Carl Sandburg11, uno de los poetas
más queridos y leídos de Estados Unidos. Con Júpiter exactamente
en conjunción con la cúspide de la casa cuatro (el Immum Coeli
(Fondo del Cielo), además de estar a menos de un grado de la con-
junción exacta con su Sol en Capricornio, su expresión jupiterina a
través de la casa cuatro era profunda y poderosa. Aunque se podría
dedicar un capítulo entero a detallar la forma en que Sandburg ex-
presó su sintonía con esta energía, me limitaré a resumirla bre-
vemente:

a) Era conocido por su eterna devoción a su país y a su pue-


blo, por quienes sentía una simpatía y un respeto profun-
dos.
b) Tal como se afirma en Current Biography, «durante unos
sesenta años proclamó su fe en la sabiduría colectiva del
pueblo de Estados Unidos».
c) Como poeta que se esforzaba por llegar al pueblo y que es-
cribía en un lenguaje, simple, se interesó profundamente
por el folclore, las canciones populares, los cuentos y otras

11
Nacido el 6 de enero de 1878 en Galesburg, Illinois, Estados Unidos, a
las 12.05 am; muerto en 1967.
211
tradiciones del pasado de su país.
d) También escribió una famosa, biografía en seis volúmenes
de Abraham Lincoln, en donde lo presentaba como la en-
carnación del espíritu estadounidense. Esta vasta obra le
valió, en 1939, el premio Pulitzer de historia.
e) Además, en 1922 publicó una colección de cuentos para
niños, un ejemplo más de sus intereses de la cuarta casa.

La importancia de los relatos para niños se manifiesta también


en la vida de otro escritor con Júpiter en la casa cuatro, Antoine de
Saint-Exupéry, el autor de El principito, uno de los cuentos para
niños más famosos del mundo. Además, Saint-Exupéry era conoci-
do por su profundo sentido del deber para con su país, hasta el pun-
to de que perdió la vida en un vuelo de reconocimiento durante la
segunda guerra mundial. Otro escritor que destaca como ejemplo de
Júpiter en la casa cuatro es Marcel Proust, cuya voluminosa obra En
busca del tiempo perdido es un reflejo de su obsesión por los re-
cuerdos y los ocultos motivos de la vida y su anhelo de comprender-
los.

Júpiter en la quinta casa


Palabras clave:
IDENTIDAD Y SEGURIDAD

Como todas las casas de fuego tienen una importante influencia en


la actitud del nativo ante la vida, sería correcto suponer que Júpiter
en la quinta (que está conectada con el Sol y con Leo) podría hacer
que la persona tuviera una actitud ante la vida fuertemente filosófica
y en general optimista. Con Júpiter en este emplazamiento, hay una
profunda necesidad de significado, de «ser alguien» (como en el
mundo del espectáculo), de expresar de forma creativa algo impor-
tante o de hacer una valiosa contribución a la sociedad. No es sor-
prendente que Júpiter en la quinta no destaque por la humildad en
su manera de expresarse y de manifestar sus creencias, ya que a un
212
planeta tan grande en una casa tan poderosa y dinámica no se lo
puede sofocar ni pasar por alto.
El carácter alegre y optimista de Júpiter se expresa bien y con
poca inhibición en la quinta casa, y de hecho, en ocasiones, estos
nativos ven o sienten la vida como un espectáculo, una obra de tea-
tro o un escenario para disfrutar y divertirse de un modo espontá-
neo. Tradicionalmente, la quinta casa rige la especulación, y con
Júpiter en ella, la tendencia a correr riesgos de todas clases está
acentuada. El peligro de que a uno lo hieran por entregar confiada-
mente un corazón enamorado (quinta casa); el de pérdidas eco-
nómicas provocadas por inversiones arriesgadas; el de la desapro-
bación de los demás cuando uno se presenta en escena con la espe-
ranza de ser bien acogido, y hasta el de lanzar al mundo una obra
creativa, exponiéndose a las críticas, al rechazo o a que lisa y lla-
namente no le hagan caso, son otros tantos riesgos típicos de la
quinta casa que están estrechamente vinculados con la propia iden-
tidad. Y todos se derivan de la actitud de revelar y proyectar públi-
camente lo más íntimo de uno mismo, como sucede también con el
hecho de tener hijos, otro reflejo de nosotros mismos (¡o al menos
eso parecen pensar muchos padres!). ¿Qué tienen que ver rodos
estos riesgos con la identidad y la seguridad que son las palabras
clave de esta casa? Pues resulta que al correr riesgos en una amplia
diversidad de actividades y formas de expresión personal, podemos
llegar a sentirnos más seguros y a cobrar confianza en que realmen-
te tenemos algo que aportar: y como consecuencia de ello, podemos
expandir (más allá de la mera personalidad) la percepción que te-
nemos de nuestro yo interior y nuestros propósitos creativos.
En la astrología védica de la India, a las casas de fuego (1, 5 y
9) se las conoce como las casas del dharma, y por ello se las rela-
ciona con la acción correcta. A la quinta, específicamente, se la
conoce por simbolizar la «inteligencia creativa», que no es la mera
capacidad intelectual, sino una percepción más intuitiva que incluye
el instinto creativo. Todas las casas de fuego tienen que ver con la
proyección de los sueños en el mundo físico con la esperanza de
verlos manifestarse; pero la casa quinta en especial, al ser la más
creativa de todas, representa una fuerte necesidad de ver los efectos
213
en el mundo de las propias aventuras creativas y de autoexpresión.
Con Júpiter aquí emplazado, esta necesidad tiende incluso a ser más
persistente y mostrarse más poderosa que con la mayor parte de los
demás emplazamientos planetarios en la quinta casa. De hecho, esta
casa tiene más relación con la verdadera creatividad que con la fa-
ma; a pesar de tener varios planetas en ella, muchos creadores de
vanguardia son relativamente desconocidos. ¡Si en este libro me
pusiera a escribir sobre ellos, es probable que el lector no tuviera ni
la más remota idea de quiénes son!
La expresión creativa puede asumir tantas formas, que no de-
bemos caer en la trampa de no ver otra «creatividad» que la que se
expresa en unos pocos ámbitos del arte o del espectáculo, porque
Júpiter en este emplazamiento puede indicar también una vena em-
presarial y la creativa fundación de un negocio gracias al propio
poder de visión del futuro. Asimismo se puede encontrar, especial-
mente entre quienes trabajan con niños, a personas que estimulan el
crecimiento o la capacidad de expresión de otras. Y también pode-
mos descubrir ejemplos incomparables de expresión creativa, como
el de Helen Keller, que tenía a Júpiter en Aries en la quinta casa y
superó su condición inicial de ciega y sorda de nacimiento hasta el
punto de llegar a escribir libros que fueron muy populares y a dar
conferencias por el mundo entero. Júpiter en esta casa puede mani-
festarse asimismo como una persona que habla con sinceridad de
una manera creativa, ejerciendo una gran influencia en la sociedad.
Ejemplos de ello son gente tan diversa como Sigmund Freud, que se
enfrentó con las convenciones sociales al poner tanto énfasis en la
sexualidad (al mismo tiempo que destacaba la influencia de la edu-
cación de los niños, que es también un asunto de la quinta casa), y
Tom Smothers, un cómico que durante la guerra de Vietnam se en-
frentó con el Gobierno en un programa de televisión que llegó a
tales índices de audiencia que la cadena se vio presionada para sa-
carlo de antena.

214
Helen Keller
12
Quizá sea Helen Keller uno de los mejores ejemplos de Júpiter en la
quinta casa. Lo tenía en el signo de Aries, en trígono con Marte en Leo en
la novena, y consiguió expresarlo con una valentía y un dinamismo ex-
cepcionales. Llegó incluso a escribir un libro titulado Optimism, en el que
exponía ideas inequívocamente inspiradas por Júpiter, como las siguien-
tes:
La vida es una aventura llena de osadía o no es nada.
El placer es esencial para crecer y mejorarse a uno mismo. [...] Quien
no ve; que la alegría es una fuerza importante en el mundo se pierde
lo esencial de la vida. La alegría es un elemento espiritual que confie-
re unidad y significado a las vicisitudes de la vida.

El extraordinariamente popular actor cómico Peter Sellers, aun-


que no se lo conoce tanto por sus comentarios de agudo ingenio
como por sus aventuras amorosas con actrices jóvenes y bellas,
también tenía a Júpiter en la quinta, y sus dos personajes más famo-
sos, el doctor Strangelove y el inspector Clouseau, fueron transpa-
rentes creaciones de un actor que en realidad no hacía otra cosa que
divertirse jugando al interpretar sus papeles con un alegre desapego.
Otro ejemplo de Júpiter en la quinta nos lo proporciona Maurice
Chevalier, quien era mundialmente conocido como casi el arquetipo
del «artista de variedades», y cuya fama mundial contó sin duda con
la ayuda de su Júpiter en conjunción con Marte y la cúspide de la
quinta casa en Sagitario.
Dado que la casa cinco tiene que ver con el hecho de correr
riesgos, especialmente cuando Júpiter está emplazado en ella, debo
mencionar la tendencia a excederse a este respecto. Tal como escri-
bió Charles Carter en sus Ensayos sobre los fundamentos de la as-
trología refiriéndose a esta casa:

Así pues, no sería excesivo afirmar que la expresión «la casa de la au-
todestrucción» es mucho más aplicable a este sector que a la tan vili-

12
Nacida el 27 de junio de 1880 en Tuscumbria, Alabama, Estados Uni-
dos, a las 4.02 pm; muerta en 1968.
215
pendiada casa doce, que con mucha más frecuencia apunta a proble-
mas provocados por otras personas. Quienes se han arruinado por su
falta de moderación y su temeridad [...] mostrarán generalmente en su
carta natal una acentuación de la quinta casa.

Buenos ejemplos de esta observación, ambos con Júpiter en la


casa cinco, serían los hombres de confianza del presidente Nixon,
John Mitchell y H. R. Haldeman, que conspiraron para encubrir el
famoso asunto del Watergate; ambos actuaron con un enorme exce-
so de confianza y una absoluta arrogancia.
Otras personas famosas con Júpiter en este emplazamiento son
los escritores Joan Didion, O. Henry y James Hilton; los actores
Sidney Poitier y Derek Jacobi, y tres hombres que han combinado el
entrenamiento físico atlético con el negocio del espectáculo: Arnold
Schwarzenegger, el experto en artes marciales Bruce Lee, y Johnny
Weissmuller, que, tras haber ganado una medalla olímpica en nata-
ción, interpretó a Tarzán en muchas películas. Shirley Temple y
Jackie Coogan, que fueron estrellas de cine infantiles, también tie-
nen a Júpiter en la quinta casa, al igual que Hector Berlioz y Ri-
chard Strauss, ambos no sólo directores de orquesta, sino también
compositores de música sinfónica.

Júpiter en la sexta casa


Palabras clave:
EL APRENDIZAJE EN EL NIVEL MATERIAL

Júpiter en la sexta casa no sólo otorga una prodigiosa capacidad


para el trabajo, sino también el don de cumplir con las propias obli-
gaciones y rutinas diarias con un ánimo excepcionalmente alegre. El
trabajo cotidiano, o como mínimo el hecho de ser útil en este mun-
do y/o de estar al servicio de los demás, es muy importante para
estas personas, hasta el punto de que es probable que, en su opti-
mismo sin límites, asuman mucho más de lo que su constitución
puede soportar.

216
Howard Sasportas, en su libro Las doce casas, ofrece el si-
guiente resumen de Júpiter en la sexta:

Los que tienen a Júpiter en esta casa intentan (o deberían intentar)


aprehender la experiencia del significado de la vida mediante el traba-
jo y el servicio a otros seres humanos. La purificación de sí mismos y
el refinamiento de sus habilidades y capacidades les permiten alcan-
zar un mayor grado de bienestar y satisfacción.

Yo personalmente he visto expresado este emplazamiento en la


más rara de las cualidades: la capacidad de equilibrar el entusiasmo
con la humildad. (¡Hasta los nativos con el Sol en Leo parecen mos-
trarse más humildes cuando lo tienen en la casa seis!) Son personas
que suelen sentirse optimistas en lo que se refiere a su rutina diaria,
y están deseosas de ayudar. Tal como escribió Charles Carter en sus
Ensayos sobre los fundamentos de la astrología, aquellos que tienen
a Júpiter en esta casa son ejemplos vivientes de «una visión de las
cosas alegre o filosófica»; y sigue explicando otra de sus pene-
traciones intuitivas en lo más íntimo de la psicología humana al
decir que la sexta casa tiene «una relación muy fuerte (aunque apa-
rentemente se la pasa por alto) con el estado de ánimo, en especial
con los cambios de humor, el genio y los modales». Carter relaciona
la sexta casa no sólo con los significados tradicionales que encon-
tramos en todos los libros de texto, sino también con el tempera-
mento, hasta el punto de que llega incluso, en cierta medida, a restar
valor al Ascendente. Y yo añadiría que son especialmente el tempe-
ramento y los estados de ánimo tal como se expresan en la realiza-
ción de nuestros rutinarios deberes cotidianos lo que queda mejor
iluminado por la sexta casa; pero, por supuesto, la mayoría de noso-
tros nos pasamos la mayor parte de nuestras horas de vigilia preci-
samente llevando a cabo tales actividades. La relación de la sexta
casa con Virgo, y por consiguiente con el sistema nervioso, confir-
ma aún más la intuición de Carter; todos hemos observado cómo
una persona con «planetas afligidos en Virgo» puede mostrarse
«maniática», malhumorada o abiertamente crítica con los demás. La
misma tensión nerviosa puede estar indicada por planetas emplaza-

217
dos en la sexta casa y formando aspectos no demasiado armoniosos.
La conexión de Virgo con esta casa se manifiesta también en
otras expresiones poco conocidas de los planetas en ella emplaza-
dos. Por ejemplo, el espíritu artesanal suele ser notable en quienes
tienen acentuada la casa seis, y en este sentido Bob Dylan es un
ejemplo perfecto de Júpiter en la sexta por la forma en que ha traba-
jado en su increíble producción de canciones. (Véase su carta com-
pleta en el capítulo 9.) A esta casa se la conoce también por el enfo-
que analítico de la mente, y en este aspecto, un buen ejemplo de este
emplazamiento de Júpiter lo constituye Henry Kissinger, el ex se-
cretario de Estado norteamericano y ganador del premio Nobel de la
Paz, cuyos análisis de los conflictos y estrategias mundiales se si-
guen valorando tanto como para que aún haya gobiernos y corpora-
ciones que le paguen unos honorarios altísimos por sus consultas.
(Kissinger tiene a Júpiter en Escorpio, en trígono con su Plutón en
la primera, un magnífico símbolo de la investigación en profundi-
dad y la estrategia.)
La maestría técnica y el entusiasmo por el progreso científico
son una expresión frecuente de Júpiter en esta casa. La carta astral y
la vida del escritor francés Julio Verne nos ofrecen un buen ejemplo
de ello (tanto su tema natal como detalles de su vida se incluyen en
esta sección). Moore y Douglas relacionan a Júpiter en la casa seis
con «un servicio dedicado y leal», y podemos encontrar un magnífi-
co ejemplo de ello en George Washington, a quien Júpiter en Libra
en la casa seis impulsó a continuar en el servicio público hasta mu-
cho después de que empezara a sentir el deseo de alejarse de las
candilejas. Otro ejemplo, aunque más controvertido, es el de J. Ed-
gar Hoover, un auténtico adicto al trabajo a juzgar por cómo se de-
dicó a organizar el FBI (y por su propia autoridad dentro de él), y
cuya personalidad pública mientras ocupó cargos de poder fue la de
un anónimo funcionario.
A la sexta casa se la conoce también, tradicionalmente, por su
interés por la propia salud, y tal como señala Sasportas en Las doce
casas:

Aunque Júpiter en esta casa va normalmente asociado con excesos en

218
la comida y la bebida, he observado que su tendencia a los extremos
también puede orientarse en el otro sentido, y llevar a estos nativos a
pasarse una semana sin comer más que uvas, por ejemplo.

Un personaje que ilustra trágicamente este punto es Mario Lan-


za, con toda probabilidad el más grande de los tenores nacidos en
Estados Unidos, cuyas continuas luchas con los excesos en el comer
y los problemas de peso lo condujeron finalmente a probar «trata-
mientos de salud» de una radicalidad absurda que lo llevaron a una
muerte temprana. De forma concisa, se podría decir que Júpiter en
la sexta debería estimular al nativo a ocuparse con entusiasmo de su
salud física (y la de su sistema nervioso), pero teniendo cuidado,
como sucede siempre con Júpiter, de guardar en ello cierta modera-
ción.

Julio Verne
El escritor francés Julio Verne es un magnífico ejemplo de numerosos
factores jupiterinos, que culminaron conjuntamente en su fama, a nivel
internacional, como un escritor futurista y visionario sumamente prolífico
y capaz de mantener tanto la calidad literaria tomo la credibilidad científi-
ca. Sería fácil escribir por lo menos un centenar de páginas sobre la vida
de Verne y sobre cómo fue un reflejo de su carta natal, muy fiable porque
está tomada de los registros de Gauquelin. Aunque sus libros no se lean
demasiado hoy en día, cientos de millones de personas en todo el mundo
recordarán haber visto la fabulosa película de Walt Disney Veinte mil le-
guas de viaje submarino (un título perfecto para Júpiter en conjunción
con la Luna en Escorpio) y la fascinante película en pantalla panorámica
La vuelta al mundo en ochenta días, ambas basadas en las novelas de
Verne de igual título. De hecho, la popularidad mundial del novelista se
inició en los años sesenta del siglo pasado y se mantuvo durante muchas
décadas. Muchos años antes de que se hiciera la película, una obra de
teatro basada en la novela La vuelta al mundo en ochenta días estuvo
cincuenta años en cartel.
En la actualidad, a Julio Verne se lo conoce sobre todo como el pri-
mer exponente de una ciencia ficción científicamente creíble. Sin embar-
go, un punto en el que hoy en día no se insiste demasiado es que sus
obras contenían con frecuencia un sustancial matiz idealista y de cuestio-
namiento del valor moral del progreso científico, que el autor enfatizó en

219
años posteriores. Su idealismo moral le valió una audiencia personal con
el papa León XIII en 1894, y en una ocasión escribió: «Si no soy siempre
lo que debería ser, mis personajes serán lo que me gustaría ser». Su con-
ciencia de los riesgos sociales de un progreso tecnológico desconsolado es
un reflejo no sólo de sus fuertes cualidades proféticas, sobre las que más
adelante volveremos, sino también de su compromiso sustancial con el
mejoramiento y el gobierno de la sociedad, tal como muestra su Sol en
Acuario en conjunción con Mercurio en la décima casa, y los planetas
Venus y Plutón emplazados en la once, una casa de orientación social y
política. De hecho, Verne participó activamente en la política local en
Francia, y en sus últimos años fue elegido concejal del Ayuntamiento de
Amiens.
Sería difícil imaginar una carta que indique mejor que la de Verne la
capacidad para profetizar avances tecnológicos futuros. Déjeme el lector
que enumere algunos de los principales factores de su carta:

1) Júpiter en la casa seis, en estrecha conjunción con la Luna. A la


sexta casa, como a Virgo, se la conoce por su orientación a la tecnología.
Verne fue un visionario del futuro de la ciencia y tecnología.
2) Además tenía a Marte en Sagitario (conocido por su don para la
profecía y por proyectar hacia el futuro la visión y la energía del nativo) y
también en la sexta casa. (La superpoblación de la casa seis podría asi-
mismo ser la explicación de su fabulosa producción de casi ochenta libros,
porque a esta casa se la conoce como la de la adicción al trabajo.)
3) El emplazamiento de Marte en Sagitario es especialmente impor-
tante porque es el «disponedor» de su Júpiter y su Luna en Escorpio; en
otras palabras, hay un subtono sagitariano en su Júpiter y su Luna, que
tiñe los planetas de la casa seis con una perspectiva más orientada hacia
el futuro.
4) La conjunción Luna-Júpiter forma parte de un gran trígono en el
intuitivo elemento agua; los otros factores de esta configuración son Sa-
turno en Cáncer y Venus en Piscis. Al estar en juego Saturno y tener tal
cantidad de planetas emplazados en casas de «tierra», no hay motivo
para asombrarse de que tantas de sus visiones «fantásticas» del futuro
tuvieran una base tan firme en el ámbito de lo físicamente posible que
muchas de ellas hayan llegado a concretarse.
5) Urano está en la casa nueve, otro símbolo perfecto de la capaci-
dad de sintonizar proféticamente con muchos inventos y avances científi-
cos, ya que Verne imaginó y publicó (capacidades ambas de la casa nue-
ve) visiones de aquellos mundos que la ciencia y los inventores podrían
crear.

220
6) Géminis no sólo es un Ascendente muy adecuado para un escri-
tor, sino que tiene también casi siempre un instinto muy especial para la
tecnología más moderna y los artilugios que ésta puede llegar a inventar,
además de sentir un gran interés por todo ello.
7) El Sol y Mercurio en Acuario se combinan con Venus y Plutón en
la casa once para acentuar la conciencia futurista de Verne, que rompió
con la tradición sin pensárselo demasiado. Además, Acuario y la casa
once no sólo son conocidos por su orientación hacia el futuro, sino tam-
bién, y especialmente, por su preocupación por las tendencias futuras de
la sociedad, sobre las cuales Verne fue centrándose cada vez más a me-
dida que se hacía mayor.

Julio Verne, 8 de febrero de 1828, a las 12 del mediodía, Nantes, Francia.


Para verificar todo lo que he dicho, el lector no tiene más que reco-
rrer algunos de los libros de Julio Verne: verá la enorme cantidad de in-
tuiciones proféticas y exploraciones sobre las que escribió. También es

221
importante señalar que llamó a una serie de sus libros voyages extraordi-
naires y que la mayor parte de sus obras son exploraciones de tierras
distantes o de partes remotas y desconocidas de la Tierra o del sistema
solar. Su obra es un reflejo claro y preciso de su propia naturaleza, fuer-
temente jupiterino-sagitariana.
En su vida personal, Verne fue también un explorador activo, que se
fue comprando una serie de yates que le permitieron viajar a puertos
cada vez más distantes: el sur de España y Argelia, Italia, y el norte de
Escocia, Dinamarca, Irlanda, Suecia y Noruega, adentrándose en el Bálti-
co.
Entre las visiones proféticas más notables de su vasta obra creativa
se cuentan las siguientes:
a) Describió un viaje espacial en el transcurso del cual los «astronau-
tas», ¡que habían sido lanzados al espacio desde Florida, en Estados Uni-
dos!, tenían la experiencia de la ingravidez.
b) Su submarino, el Nautilus, se anticipó en más de un cuarto de si-
glo al primer submarino que navegó con éxito, y la autosuficiencia de la
nave fue una anticipación de los modernos submarinos que pueden pasar
sumergidos períodos cada vez más largos, realizando experimentos y
estudiando el potencial del mar como fuente de alimentos, medicinas y
oíros recursos.
c) Verne no sólo tuvo su propia visión del helicóptero (¡aunque lo
mismo había hecho ya Leonardo da Vinci!), sino que también se podría
decir que profetizó el satélite artificial y los misiles propulsados por cohe-
tes.
d) En Ante la bandera, hay pasajes que sugieren que Verne tuvo al-
gún atisbo de la energía atómica.
e) Predijo la existencia de comunicaciones instantáneas similares al
fax y al correo electrónico de hoy en día, un siglo antes de que llegaran a
ser de uso común. En un manuscrito de 1863, titulado «París en el siglo
XX», que hasta 1994 no fue descubierto ni publicado, Verne escribió: «La
fototelegrafía permitía transmitir a distancia cualquier escrito, firma o
ilustración. [...] Todas las casas tenían la instalación necesaria».

Esa prodigiosa capacidad para el trabajo se ve también de otra


manera cuando uno considera la carca de Mark Spitz13, cuyas siete
medallas de oro ganadas en las pruebas de natación de los Juegos

13
Nacido el 10 de febrero de 1950 en Modesto, California, Estados Uni-
dos, a las 5,45 pm, PST [Pacific Standard Time].
222
Olímpicos de 1972 constituyen uno de los logros más asombrosos
en la historia del deporte. Spitz dedicó años de disciplinado esfuerzo
a su Júpiter en la casa seis, un verdadero amante del deporte, y
cualquiera que alguna vez se haya preparado para competir en prue-
bas de natación sabe que el entrenamiento no sólo es terriblemente
aburrido, sino que exige además una eficiencia como la de una má-
quina, amén de una capacidad tremenda para un trabajo duro y do-
loroso. Otra campeona olímpica que también fue un ejemplo de una
capacidad similar para disciplinarse y practicar es la destacada pati-
nadora Dorothy Hamill, cuyo Júpiter en Virgo en la sexta casa se
expresó por mediación de la pericia técnica y la precisión de movi-
mientos que exige el patinaje de competición.
En la obra de Vincent van Gogh, su maestría es un rasgo tan
evidente como la magnitud de su producción, tanto más notable si
se considera la cantidad de problemas personales que tuvo en su
corta vida. La conjunción de Júpiter con la Luna en Sagitario en la
casa seis simboliza la fogosa intensidad de sus emociones, que pro-
yectaba continuamente en su obra. También en muchos escritores
que tienen a Júpiter en esta casa mercurial, su maestría se pone de
manifiesto a la par que su precisión en el uso del lenguaje. El escri-
tor y aventurero estadounidense Jack London escribió sobre la vida
al aire libre y en soledad, y al igual que Julio Verne produjo una
enorme cantidad de libros: ¡cuarenta y tres en dieciséis años! El
novelista francés Gustave Flaubert (cuyo análisis costumbrista y de
la motivación psicológica en Madame Bovary fue considerado una
total innovación) tenía a Júpiter en conjunción con Saturno en la
sexta, y tal como dice Lois Rodden, «trabajaba incansablemente
para crear un estilo exacto y realista, llegando a tomarse años para
perfeccionar una novela». Percy Shelley, quizás el epítome del poe-
ta idealista y romántico» mostró desde temprana edad un dominio
notable de su oficio: su idealismo y su anhelo de una experiencia
espiritual de la belleza trascendente están bien simbolizados por su
stellium de Júpiter Marte y Neptuno reunidos en Libra en la sexta
casa.

223
Júpiter en la séptima casa
Palabras clave:
LA ACCIÓN EN EL NIVEL SOCIAL E INTELECTUAL

Aunque muy fáciles de influir por otras personas, especialmente por


las más cercanas a ellos, quienes tienen a Júpiter en la casa siete
expresan generalmente un fuerte optimismo y una gran confianza en
todas sus acciones. Su confianza, sin embargo, aumenta notable-
mente cuando se sienten apoyados por su pareja o un compañero
entusiasta, o cuando reciben la aprobación de los demás. Esta posi-
ción confiere una gran sensibilidad a las tendencias de la sociedad y
a lo que atraerá el gusto del público. Obsérvese que esta es la usa
que corresponde a Libra, y aunque aquí las actividades intelectuales
estén indicadas por Júpiter, es frecuente que muestren también un
matiz artístico. Un buen ejemplo de ello sería el productor cinema-
tográfico David O. Selznick, en cuya obra maestra Lo que el viento
se llevó se combinaron el argumento, la belleza cinematográfica y
una tremenda resonancia entre el público. También se puede ver la
dimensión artística de este emplazamiento en el escritor F. Scott
Fitzgerald y el compositor Erik Satie, creadores ambos de obras de
una elegante belleza y una imponente simplicidad.
Charles Carter señala la forma en que los emplazamientos en la
casa siete pueden conducir a la publicidad personal, y la cantidad de
famosos que tienen a Júpiter en esta casa y que han alcanzado y
mantenido niveles de popularidad muy elevados es prácticamente
interminable. Personajes tan diversos como la gran estrella del béis-
bol Willie Mays, el actor Burt Reynolds y el pianista Liberace com-
parten este emplazamiento, al igual que figuras públicas que no sólo
son extraordinariamente populares, sino que también proyectan un
aura de distinción y dignidad, entre ellas actores como Sean Con-
nery y Rex Harrison, y el dos veces candidato a la presidencia de
Estados Unidos por el partido demócrata, y posteriormente delega-
do en las Naciones Unidas, Adlai Stevenson, que se distinguió por
su amplitud mental y su política humanitaria orientada hacia el futu-
ro, así como por sus principios sociales.
224
No se debería perder de vista el hecho de que, tal como indican
las palabras clave, estos nativos sienten una fuerte atracción por
diversas clases de actividad intelectual, centrada a menudo en pro-
blemas cruciales para la sociedad y para su propia cultura. También
es común que sientan un fuerte deseo de promover las ideas en que
creen, ya sea mediante los medios de comunicación o por la vía de
la política. Acabo de mencionar a Adlai Stevenson como ejemplo de
esta forma jupiterina de expresión (de hecho, Stevenson tenía a Jú-
piter en conjunción con Urano en Sagitario). Maquiavelo, un teóri-
co social pionero, también tenía a Júpiter en la séptima, un símbolo
adecuado para alguien que cuestionó el funcionamiento de la socie-
dad y el Gobierno.
Para describir este emplazamiento, Moore y Douglas usan las
palabras clave «asociaciones provechosas», y esta es una designa-
ción acertada en más sentidos que el de la limitada noción tradicio-
nal de que uno se enriquecerá por mediación de su socio. A quienes
tienen este emplazamiento de Júpiter les entusiasma compartir su
vida y sus ideas con los demás. Obtienen de sus relaciones más cer-
canas beneficios no sólo materiales sino también intelectuales, junto
con un desarrollo del carácter. Buscan una mutua comprensión en
las relaciones humanas, y es muy frecuente que sean sumamente
hábiles para estimular a otras personas a descubrirse a sí mismas,
expresarse y crecer. La nobleza de Júpiter resplandece así en mu-
chos casos, expresándose a menudo como una total sinceridad en las
relaciones, y como una amplitud mental en expansión continua a
medida que el nativo va desarrollando su comprensión de la natura-
leza humana. Tal como escribieron Moore y Douglas, «son perso-
nas que tienden a conceder a los demás el beneficio de la duda».
Para estos nativos, las relaciones de persona a persona son algo
tan instintivo que a menudo se convierten en consejeros a quienes
los demás acuden de un modo natural. Saben escuchar, y con fre-
cuencia son tan hábiles para entender el punto de vista de otras per-
sonas que es probable que se distingan también como oradores o
escritores, dada su capacidad de expresar lo que la gente está pen-
sando. El popular escritor y psicólogo Rollo May tiene a Júpiter en
Virgo en la casa siete, y su análisis de la interacción terapéutica se
225
concretó en su libro The Art of Counseling [El arte del asesoramien-
to psicológico], así como en otros volúmenes que profundizan en
los misterios del amor humano (Júpiter en la casa siete, orientada
hacia las relaciones, en trígono con el Sol en Tauro en la segunda).
Tengo la sospecha de que podemos encontrar a Júpiter en la
séptima en las cartas de los cónyuges de personas famosas y muy
importantes, incluso aunque el cónyuge adopte una actitud discreta,
en otros casos, veremos cómo el nativo se ve lanzado a un lugar
más destacado por medio de su pareja. Por ejemplo, la durante largo
tiempo senadora Margaret Chase Smith14, que tenía a Júpiter en
Libra en la séptima casa, tuvo de pronto la oportunidad de presen-
tarse como candidata (y resultó elegida) para el Congreso de Esta-
dos Unidos cuando su marido, representante por el estado de Maine,
sufrió un ataque cardíaco y la instó a presentarse en su lugar. Tras
haber pasado ocho años en la Cámara de Representantes, estuvo
veinticuatro años en el Senado y terminó siendo la primera mujer
nominada para la presidencia por un partido político importante.
(Durante veinticuatro años, fue la única mujer en el Senado de Es-
tados Unidos.) Tal como sugieren las antiguas tradiciones, si al-
guien tiene a Júpiter en la casa siete, es sumamente probable que su
cónyuge muestre diversas características jupiterinas. En el mejor de
los casos, estos nativos serán inspiradores, alentadores, tolerantes y
generosos con su pareja; y dejo librado a la imaginación del lector
lo que un compañero jupiterino (¡o más de uno!) podría expresar en
sus manifestaciones menos atractivas.
Debo referirme a una última dimensión del campo de experien-
cia de las relaciones. Aunque a Júpiter en la séptima se lo considere
generalmente una posición «afortunada» en cualquier carta, hay que
reconocer que el alcance de la acción de este planeta y su territorio
de exploración tienden a ser mucho más amplios que el íntimo y
personal dominio venusiano de la casa siete. Estos nativos pueden
tener muchos intereses y compromisos sociales, según el signo en
que esté emplazado Júpiter. Pero en la mayoría de los casos necesi-

14
Nacida el 14 de diciembre de 1897 en Skowhegan, Maine, Estados
Unidos, a las 11.30 am, EST [Eastern Standard Time].
226
tan tener una pareja de mentalidad amplia que no sea demasiado
exigente ni controladora. Una vez más, Howard Sasportas nos ofre-
ce un conciso resumen de este punto en particular, que es tan esen-
cial para comprender a aquellos que tienen este emplazamiento en
su carta:

[...] Júpiter en la séptima casa es víctima del clásico dilema entre la


libertad y la intimidad. Son nativos que quieren tener su independen-
cia para explorar diferentes facetas de la vida, y sin embargo quieren
también su seguridad. (En un nivel arquetípico, el espíritu –tal como
es simbolizado por Júpiter– anhela liberarse de las restricciones de la
materia, representada por Hera, y sin embargo el espíritu necesita de
la materia para expresarse a través de ella.) Idealmente, quienes tie-
nen a Júpiter en esta casa se llevan mejor con una pareja que compar-
ta y entienda su necesidad de tener otros intereses fuera de la relación.
(Las doce casas)

Júpiter en la octava casa


Palabras clave:
I.A SEGURIDAD EMOCIONAL Y DEL ALMA

Las palabras clave que doy abarcan los innumerables modos de ex-
presión de las energías de la casa ocho. Es difícil generalizar cuando
se analizan los factores de esta casa, porque el intento de resumir un
campo de experiencia tan profundo y que puede manifestarse en
tantos niveles es una empresa que intimida bastante. Además, por
naturaleza, la octava casa es tan privada, por no decir intenciona-
damente reservada, que encontrar personas famosas con este empla-
zamiento no es la más fácil de las tareas. Aunque estos nativos van
en busca del poder y/o de un conocimiento más profundo, general-
mente tienden a rehuir la publicidad.
Son personas que se entusiasman con la exploración de la ex-
ploración de las leyes más profundas de la vida, aunque su investi-
gación las lleve a enfrentarse con dominios de la experiencia a los
que se considera «tabú». En realidad, lejos de asustarse de ninguno
227
de los temas de la casa ocho –que tanto fascinan pero también ate-
rrorizan a la mayoría de la gente–, como son el sexo, la muerte, el
poder, las leyes ocultas y psíquicas, etcétera, encaran estos temas
tabú de un modo deliberado y con total sinceridad, y a menudo ex-
perimentan una sensación de euforia y de libertad interior por ha-
berlo hecho. A estos nativos los mueve una convicción interior de
que moralmente tienen razón al seguir su camino individual de des-
cubrimiento, aunque la sociedad los mire frunciendo el ceño. Y con
frecuencia, el optimismo con que se enfrentan al lado oscuro de la
vida es notable. Por ejemplo, en sus últimos años, una anciana seño-
ra con Sagitario en el Ascendente y su planeta regente, Júpiter, en la
casa ocho en conjunción con el Sol y Neptuno, le dijo a su hija:
«Me parece que eso de morirse debe de ser una gran aventura, ¿no
crees?».
Quienes tienen a Júpiter en la casa ocho necesitan disponer de
tiempo a solas para explorar cosas que están ocultas, ya sea que
tengan que ver con su propia vida interior o con investigaciones de
muy diversos tipos. Están dominados por el imperioso anhelo de
encontrar el bienestar profundizando en aquellas fuerzas que (según
cuál sea su nivel de conciencia) les dan la sensación de estar en el
mismo centro de los procesos vitales: las leyes físicas (que tienen
que aprender los químicos, médicos, ingenieros o cirujanos); las
leyes de lo psíquico o lo oculto; las energías biológicas y emociona-
les (las de orden sexual y los deseos emocionales concomitantes que
nos llevan a fundirnos con otra persona); las leyes económicas y
financieras; o los principios religiosos universalmente verdaderos.
La verdad es que las necesidades religiosas de quienes tienen a
Júpiter en la casa ocho no son nunca completamente ortodoxas. Sus
anhelos religiosos sólo se satisfacen mediante una indagación pro-
funda. Carl Gustav Jung15 es un ejemplo perfecto de esta tendencia,
incluyendo la orientación de la octava casa hacia una investigación
de amplio alcance y la exploración de temas tabú como la astrología
y la alquimia; la búsqueda de significado impregnó la totalidad de

15
Nacido el 26 de julio de 1875 en Kesswil, Suiza, a las 7.32 am; muerto
en 1961.
228
su vida. De hecho, uno de sus libros más accesibles para el público
en general lleva el título de El hombre moderno en busca de un al-
ma. Para Jung, esta búsqueda abarcaba la totalidad de las religiones,
mitologías, folclores y símbolos, tanto artísticos como oníricos; la
dimensión mundial de sus investigaciones es una expresión adecua-
da del universalismo de Júpiter. Él también descubrió el significado
psicológico más profundo de la religión y de los rituales y símbolos
religiosos, incluyendo todas las formas de las tradiciones «ocultas»
y esotéricas. Otra exploradora de la religión universal y de las tradi-
ciones ocultas fue Helena Blavatsky16, promotora de la teosofía por
todo el mundo. Como en la carta natal de Jung, su Júpiter estaba en
la casa ocho, de acuerdo con la hora de nacimiento dada por ella
misma.
Encontramos de nuevo un factor de unificación que explica en
parte el misterio de la casa ocho en los escritos de Charles Carter,
quien señala que el Ascendente tiene mucho que ver con la vitali-
dad, la sexta casa con los «tejidos» (y, añadiría yo, con el estado
general de salud, especialmente como expresión de la actitud y del
sistema nervioso), y la casa ocho con el estado de salud del «gran
contenido acuoso del cuerpo». Esta es quizás una afirmación mucho
más profunda de lo que el propio Carter llegó a comprender en el
momento de escribirla. Por ejemplo, la gran influencia de las emo-
ciones en la salud en general sólo se ha llegado a estudiar realmente
en la segunda mitad del siglo xx. Carter observa además que la casa
ocho influye, de manera semejante a como lo hace la sexta, en los
estados anímicos y el temperamento en general. La conexión que
establece Carter entre la casa ocho y el elemento acuoso de la natu-
raleza humana se correlaciona perfectamente no sólo con las expre-
siones intuitivas de la octava casa, sino también con la profunda
«necesidad de fundirse» con los demás que encontramos en quienes
tienen acentuada esta casa, independientemente de que esa necesi-
dad se manifieste mediante la expresión sexual, la vivencia emocio-
nal o la dedicación a algún camino esotérico.

16
Nacida el 12 de agosto de 1831 en Ekaterinoslav, Rusia, a las 2.17 am;
muerta en 1891.
229
En Las doce casas, Howard Sasportas también hace algunas
observaciones importantes que nos aclaran cómo experimentan mu-
chas personas a Júpiter en la octava:

Para Júpiter, la intimidad sexual se puede entender simbólicamente


como un acto en que dos personas se funden para convertirse en algo
mayor de lo que es cada una de ellas de forma individual. Sin embar-
go, los aspectos difíciles de Júpiter pueden señalar unos apetitos se-
xuales excesivos y cierta necesidad donjuanesca de tener constante-
mente nuevas experiencias en este ámbito. Por otra parre, he visto ca-
sos en que los aspectos difíciles de Júpiter en la octava casa revelan a
una persona que tiene problemas para reconciliar sus creencias filosó-
ficas y religiosas con el impulso sexual. Júpiter en esta casa puede
también tener expectativas tan elevadas de lo que debe ser una rela-
ción sexual que los nativos se sientan decepcionados si las campanas
no se echan a vuelo ni se mueven las montañas cada vez que ellos ha-
cen el amor.

En otras palabras, quienes tienen a Júpiter en la casa ocho nece-


sitan ver la sexualidad en el contexto de un significado más amplio,
y no simplemente como un instinto físico; y con frecuencia experi-
mentan una cierta turbulencia emocional cuando procuran entender
estas necesidades tan poderosas, pero a menudo opuestas entre sí.
No puedo dejar el tema de la octava casa sin haber mencionado
también su correlación con los negocios y las inversiones, otra ex-
presión de la búsqueda de seguridad mediante la acumulación, entre
bastidores, de poder y/o riqueza. Moore y Douglas emplean la ex-
presión «astucia financiera», que describe adecuadamente las habi-
lidades de muchos nativos con este emplazamiento, para referirse a
esta posición. Con ella describen a alguien que actúa con sagacidad
y es capaz de «rescatar y convertir en beneficio los desechos que los
demás descartan». Son personas que reconocen el valor allí donde
casi nadie más lo ve, y que con frecuencia tienen fuertes intuiciones
sobre adonde conducirán, en el futuro, las tendencias actuales. A
menudo, estas «sensaciones viscerales» demuestran ser de una pre-
cisión sorprendente, y esta es una de las claves del éxito que obtie-
nen en las inversiones los nativos con este emplazamiento de Júpi-

230
ter.
Debería mencionar brevemente a algunas otras personas famo-
sas con este factor en su carta: el científico Louis Pasteur, cuyas
investigaciones beneficiaron la salud de millones de personas; el
locutor y director de televisión Bill Moyers, que ha investigado los
aspectos más profundos de muchos problemas de una manera sim-
ple y directa que está al alcance del gran público, y cuya serie The
Power of Myth [El poder del mito] y su libro del mismo título han
llegado a decenas de millones de telespectadores y lectores, hacién-
doles pensar en los símbolos, la religión y las tradiciones antiguas
de una manera totalmente nueva; y el escritor Norman Mailer, cuya
primera novela de éxito tenía como tema la turbulencia de la guerra,
y que posteriormente publicó otro libro con un título que le va como
anillo al dedo a la casa ocho: El prisionero del sexo. Algunos acto-
res que han representado personajes toscos, rebeldes o perversos (la
casa ocho simboliza los bajos fondos, los comportamientos tabú y el
lado oscuro del carácter humano) nacieron con Júpiter en la octava;
James Dean, Clint Eastwood, Henry Winkler, Vincent Price y Rip
Torn. Y finalmente debo mencionar a Paramhansa Yogananda, cuyo
papel fue fundamental para enseñar a miles de personas a elevar sus
emociones (Júpiter en la octava, una casa de agua) con el objetivo
de encontrar la paz interior.

Júpiter en la novena casa


Palabras clave:
EL APRENDIZAJE EN EL NIVEL DE LA IDENTIDAD

Las palabras clave con las que inicio este apartado tienen la inten-
ción de transmitir la idea de que un énfasis en esta casa, en un nivel
u otro, impulsa al nativo a descubrir quién es en realidad, mis allá
del nivel superficial de la personalidad. Es decir, se pregunta algo
así como: «¿Con qué ideal, fuerza, objetivo, filosofía o verdad me
identificaré hasta el punto de dedicarme con absoluto entusiasmo a
ello?». Y por supuesto, el resultado de esa búsqueda tiene una in-
231
fluencia continua y profunda en su actitud hacia la vida. También se
podría decir que esta casa es un sector de «autodescubrimiento», o
bien el ámbito de la experiencia en donde uno busca el significado
por el significado en sí. Tal vez, a esto se deba que en muchas eru-
diciones de la astrología védica se considere que la casa nueve, una
de las fogosas casas del dharma, ocupa el segundo lugar en impor-
tancia en una carta después de la casa uno. La novena tiene mucho
que ver con lo que algunas enseñanzas orientales llaman la acción
correcta, algo que parece confirmado por el hecho de que Charles
Carter la describa como la «casa de la conciencia». Dicho de otra
manera, si la mente superior está bien desarrollada y disciplinada, la
persona puede concentrarse en discernir de un modo más profundo
lo correcto y lo equivocado, y dedicarse a un constante mejoramien-
to personal. Si la mente superior no se ha desarrollado, los planetas
en esta casa pueden expresarse de manera tan desaforada y descui-
dada como las manifestaciones negativas de Sagitario que ya he
descrito en capítulos anteriores. (Por ejemplo, James Earl Ray, el
asesino de Martin Luther King, tiene a Júpiter en esta casa, y si bien
esto por sí solo no explica su crimen, Júpiter en Aries en la casa
nueve –en conjunción con Urano en Aries– muestra la posibilidad
de que el nativo actúe según su propia «versión» de la ley, sin refe-
rencia alguna a la moralidad objetiva.)
Cuando Júpiter está en su propia casa, es natural que todas sus
tendencias resulten aumentadas, tanto las constructivas como las
que lo llevan al derroche o los excesos. De ahí que la moderación
sea casi siempre necesaria cuando se tiene este emplazamiento.
Puesto que el libro entero está dedicado a la totalidad de las diversas
manifestaciones de las energías y potencialidades de Júpiter, parece
redundante que aquí vuelva a insistir una vez más sobre el tema. Me
limitaré, pues, a condensar en un breve resumen los análisis que he
realizado de algunas personas famosas para ejemplificar esta posi-
ción.
Las aspiraciones, los sueños del futuro y los ideales tienen un
importante papel en la vida de las personas con Júpiter en la novena.
Estos nativos suelen tener una visión amplia, filosófica y optimista
de la vida, y con frecuencia son de naturaleza juguetona y humorís-
232
tica. Un ejemplo de ello sería Albert Einstein, quien era bien cono-
cido no sólo por su inventiva científica, sino también por sus pro-
fundas reflexiones filosóficas sobre el significado de la vida y de la
ciencia, y que fue de hecho un hombre profundamente religioso que
se distinguió también por su gran sentido del humor. El pionero de
la televisión y compositor de canciones Steve Allen, además de ser
un humorista sumamente divertido y un gran conversador, se mos-
tró en sus últimos años muy activo en la difusión de toda clase de
ideas filosóficas y culturales, a través no sólo de la televisión sino
también de numerosos libros.
El matemático, filósofo y teórico social británico Bertrand Rus-
sell también tenía a Júpiter en la casa nueve, al igual que la astrólo-
ga Isabelle Pagan, cuyo libro Análisis de los signos del zodiaco
ofreció al público en general una profunda explicación de los más
hondos significados religiosos y filosóficos de la astrología. Robert
Redford, cuya carta examinaremos en detalle en el capítulo 9, tiene
a Júpiter en Sagitario en la novena casa: ¡una triple vibración jupite-
rina! Particularmente en sus últimos trabajos como productor y di-
rector, ha participado en la creación de algunas de las películas más
idealistas y moralmente persuasivas de su generación. La promo-
ción de ideas o ideales es una tendencia natural de quienes tienen a
Júpiter en este emplazamiento, y la llevan a cabo por medio de pelí-
culas, libros, conferencias, la enseñanza o, simplemente, haciendo
de su propia vida un ejemplo de su idealismo.
A este emplazamiento se lo conoce desde hace tiempo por favo-
recer las relaciones con extranjeros y/o la vida en el extranjero, tal
como he podido comprobar muchas veces a lo largo de mi expe-
riencia. Es frecuente que quienes tienen acentuada la casa nueve se
sientan mucho más auténticamente «ellos mismos» cuando se en-
cuentran fuera de los límites y las fronteras psíquicas de su tierra
natal. Un buen ejemplo de esto sería la actriz británica Vivien
Leigh, que obtuvo una fama internacional instantánea como prota-
gonista de una película estadounidense (Lo que el viento se llevó),
interpretando el papel de la práctica y realista Scarlett O’Hara. Otro
ejemplo de la relación de este emplazamiento con los asuntos inter-
nacionales es Erich Maria Remarque, el autor de Sin novedad en el
233
frente (un libro que indaga en las realidades profundas de los con-
flictos internacionales), que abandonó su Alemania natal para con-
vertirse en ciudadano de Estados Unidos.

Franklin D. Roosevelt
Sería difícil imaginar un ejemplo más perfecto con Júpiter en su propia
casa que el que nos ofrece Franklin D. Roosevelt, presidente de los Esta-
dos Unidos durante doce años que representaron un reto tremendo debi-
do a la depresión económica y a una terrible guerra mundial. Se podría
caracterizar a Roosevelt como un creyente y predicador de la fe en el
futuro. Tal como escribió el filósofo británico Isaiah Berlin: «Fue uno de
los pocos estadistas [...] que no parecían tener miedo del futuro». Por
supuesto, la frase más famosa del centenar de discursos públicos que
pronunció es: «lo único que hemos de temer [pausa] es nuestro propio
miedo».
El interés de Roosevelt se centró en el «cuadro global» y sus implica-
ciones para el futuro, aunque muchos problemas inmediatos hicieron que
la mayoría de la gente dudara sobre el triunfo final de los pueblos libres
del mundo. Tal como escribió Doris Kearns Goodwin en No Ordinary Time
[No son tiempos normales], (un libro del que he tomado todas las citas de
Roosevelt que aparecen en este volumen), Roosevelt habría de «propor-
cionar el marco, la oportunidad y la inspiración, [todos factores de la casa
nueve], y el pueblo haría el resto».

234
Franklin D. Roosevelt, 30 de enero de 1882, a las 8.30 pm, Hyde Park,
Nueva York, Estados Unidos.
Roosevelt tuvo una conciencia mucho más clara de la importancia de
los asusntos internacionales (Júpiter y la casa nueve) que la gran mayoría
de sus compatriotas con su aislacionismo. De hecho, su relación intuitiva
con el sagitariano Churchill constituyó la piedra fundamental de la alianza
internacional que terminó por asegurar la victoria. Y su concentración en
las libertades y los derechos humanos para todos los habitantes del plane-
ta, estimulada y promovida por su esposa, Eleanor (cuya carta, así como
su biografía, se encontrará en el capítulo 9), es una manifestación más de
su poderoso Júpiter. En cierto sentido, él fue una vía de canalización de la
conciencia nacional (una vez más, apoyado e incluso empujado por su
mujer), o del dharma (en el sentido del concepto védico de la acción co-
rrecta), en relación con los cambios sociales en su propio país y con la
necesidad de reaccionar ante el auge del fascismo en el extranjero.
235
(Véanse también los comentarios de la carta de Roosevelt en la sección «Júpiter
en Tauro» y en el capítulo 10, en cuatro secciones diferentes. La carta se basa en
la declaración de la madre de Roosevelt sobre la hora de nacimiento, rectificada
por Dane Rudhyar.)

Júpiter en la décima casa


Palabras clave:
LA ACCIÓN EN EL NIVEL MATERIAL

Con Júpiter emplazado en una casa ambiciosa y mundana como


ésta, conocida tradicionalmente por simbolizar la posición social, la
reputación y la autoridad, no es nada extraño que no escaseen las
personas famosas para servir de ejemplo en esta sección. Como ya
escribió Margara Hone en su magnífico libro Modern Textbook of
Astrology [Manual de astrología moderna], este emplazamiento de
Júpiter es una «excelente indicación de éxito en los asuntos munda-
nos, los negocios, la profesión, la política y la vida social». Este es
el punto de vista tradicional, y está bastante bien fundado; sin em-
bargo, como se trata de una casa saturnina, lo cual implica el cum-
plimiento de un papel impersonal, es probable que quienes tienen
este emplazamiento no siempre lleguen a la «fama» en el sentido de
un culto a la personalidad. La verdad es que en muchos casos estos
nativos valorarán más la reputación, el respeto y la verdadera autori-
dad que una fama y una popularidad efímeras.
Desde luego, con Júpiter aquí emplazado, la fama, cuando se
da, es grande, ya que se trata de un planeta que se presta a la gran-
diosidad y se complace en la participación social. Por ejemplo, al
boxeador Mohamed Ali, que tiene este emplazamiento, se lo cono-
cía por repetir continuamente: «¡Soy el más grande!» (un sentimien-
to, por lo demás, bien respaldado por su Ascendente Leo). Otro per-
sonaje con este emplazamiento, el duque de Wellington, fue la figu-
ra heroica más famosa de su época, por lo menos en Gran Bretaña y
la Commonwealth. Pero vamos a escarbar un poco por debajo de la
superficie de este emplazamiento jupiterino.

236
Quienes tienen a Júpiter en la casa diez viven enérgicamente en
el escenario de los logros mundanos. Para ellos, la posición social y
la autoridad son importantes, a veces por la razón idealista de que
eso les permite alcanzar más fácilmente sus objetivos, y otras veces,
simplemente, por su autoengrandecimiento. Estos nativos suelen
tener ideales de gran alcance que los animan a esforzarse continua-
mente con determinación y a comprometerse con su ambición. Es
frecuente que tengan un optimismo y una confianza que en algunos
casos se origina en el sentimiento íntimo de una «vocación» o «lla-
mada». Carter destaca el sentido de la responsabilidad que expresan
los emplazamientos en la décima casa, y Moore y Douglas elaboran
esta idea en relación con el emplazamiento de Júpiter en esta casa:

Un arraigado sentido de la responsabilidad y una gran capacidad para


la planificación a largo plazo se combinan para llevar a este nativo a
una posición destacada.

Son personas que suelen tener mucho talento para la organiza-


ción y la administración de proyectos o empresas importantes. A la
mayor parte de ellas les interesan los logros y los resultados tangi-
bles, mientras que en otros casos la posición social y el reconoci-
miento consiguiente parecen ser un fin en sí mismo. Por ejemplo, a
Nelson Rockefeller, con Júpiter en Leo en la casa diez, no le bastó
con ser extraordinariamente rico y haber llegado al cargo de gober-
nador de Nueva York; quería ser presidente de Estados Unidos,
aunque al parecer no tenía una idea muy clara de lo que iba a hacer
en caso de que lo eligieran.
También hay una buena cantidad de pintores famosos con Júpi-
ter en este emplazamiento; por ejemplo: Renoir, Courbec y Seurat.
Y si ampliamos la categoría para incluir a los escultores, podemos
añadir también a Auguste Rodin, muy famoso en todo el mundo
occidental y que cuenta con un museo entero dedicado a él en París.
Entre los escritores y músicos con este emplazamiento están: Hono-
ré de Balzac, Víctor Hugo y Franz Schubert. También el director y
actor de cine Orson Welles tenía a Júpiter en la décima (en Piscis,
en sextil con su Sol en Tauro y su Mercurio), y desde muy joven se

237
lo consideró un cineasta que rompía moldes y a quien le encantaba
salir al encuentro de los mayores problemas sin retroceder ante la
controversia. Sin duda, el hecho de que tuviera a la Luna en conjun-
ción con Urano en Acuario en la casa nueve contribuyó en gran
medida al extraordinario impacto cultural que tuvo su obra y a su
capacidad para promoverla con eficacia en los escenarios interna-
cionales.
Orson Welles me hace pensar en aquellas personas con Júpiter
en la décima que proyectan una imagen de «tamaño mayor que el
natural», o bien que en la mente de la gente están asociadas con
algo extraordinariamente grande y poderoso. Considere el lector los
siguientes ejemplos (y estoy seguro de que Júpiter no se ofendería
por el aspecto humorístico de esta comparación): Herman Melville,
cuya obra maestra, Moby Dick, ha llegado a representar una bús-
queda épica, se ve así asociado en la mente de la gente con una
enorme ballena blanca; el actor Christopher Reeve alcanzó la fama
al encarnar un personaje con poderes extraordinarios, Superman; y
también está el actor y cowboy Roy Rogers, que compartió el estre-
llato en más de noventa películas con un animal jupiterino, su caba-
llo Trigger. Otra figura notable, cuya imagen «de tamaño mayor
que el natural» pesó sobre el Imperio romano durante siglos después
de su muerte, es la de César Augusto, que fue emperador en la Edad
de Oro de Roma. Suetonio, un historiador de su época, da una hora
de nacimiento que coloca a Júpiter en la casa diez.
Otra persona con Júpiter en la décima casa, que al igual que
Orson Welles alcanzó el reconocimiento público siguiendo una vo-
cación escogida desde muy temprana edad, es el historiador Arthur
Schlesinger, Jr., cuyo Júpiter en Géminis en la casa diez (en trígono
con Mercurio y la Luna en Libra) hizo que obtuviera un respeto
considerable por su erudición y sus escritos. (En el capítulo 10 se
puede ver su carta.) La ex primera dama de Estados Unidos Betty
Ford rompió el silencio sobre su adicción, exponiéndose audazmen-
te a la controversia, como suele suceder con Júpiter, cuando su fran-
co y abierto Júpiter en Géminis en la décima la impulsó a hablar sin
tapujos, también Indira Gandhi tenía a este planeta en la casa diez
(en oposición con Mercurio en Sagitario) y es probable que su esca-
238
so juicio al decidir la aprobación de un ataque al santuario más sa-
grado de la religión sij haya sido lo que provocó su asesinato. En
contraste con esto, el famoso investigador y estadístico astrológico
Michel Gauquelin tenía a Júpiter en la décima casa en Tauro, en
oposición con Mercurio en Escorpio en la cuarta, un símbolo ade-
cuado para su paciente y persistente trabajo de recopilación de dalos
y de investigación de la validez de la astrología.

Júpiter en la undécima casa


Palabras clave:
LA SEGURIDAD SOCIAL E INTELECTUAL

Quienes tienen este emplazamiento tienden a ser idealistas, soñado-


res y planificadores a gran escala, a menudo con una motivación
muy optimista. Cuando Júpiter, sumamente orientado hacia el futu-
ro, está emplazado en la casa once, que tiene la misma orientación,
es frecuente que el nativo se sienta desbordante de planes, metas y
multitud de vastos objetivos. (Obsérvese que, tradicionalmente, la
casa once es la de «los deseos y las esperanzas», y cuando está em-
plazado en ella, a Júpiter se lo considera por lo general una influen-
cia benéfica para alcanzar los propios objetivos.) Como es un plane-
ta de considerable implicación social, por naturaleza Júpiter actúa
con libertad y entusiasmo en la casa que representa a la comunidad
humana en su totalidad; a menudo hay una acentuación del trato con
la sociedad en general o con cuestiones y problemas sociales o in-
ternacionales. Con bastante frecuencia estos nativos necesitan com-
prometerse con planes de cambio o mejora social, de manera que es
muy habitual encontrárselos en la política o en organizaciones, fun-
daciones y asociaciones profesionales que comparten un objetivo
común, que suele ser de carácter humanitario o progresista.
Las palabras clave señalan el hecho de que estos nativos buscan
la seguridad en la fusión de sus propias energías con un gran grupo
o movimiento, que les dé un sentimiento de prosperidad y bienestar.
Con un planeta generoso en una casa generosa, por lo general son
239
personas pródigas con el tiempo y los recursos que están dispuestas
a dedicar a una gran causa. Moore y Douglas afirman que estos na-
tivos son planificadores y organizadores natos de actividades de
grupo, aunque Sasportas señala con razón que en ocasiones este
emplazamiento da como resultado un compromiso excesivo en acti-
vidades sociales, hasta el punto de que dilapidan sus energías dis-
persándose demasiado.
El otro aspecto de las palabras clave que doy para esta posición
revela que estos nativos también buscan la seguridad intelectual, y
que por lo tanto se sienten atraídos por vastos sistemas de pensa-
miento. Con frecuencia quieren estar con personas que tengan los
mismos conceptos y la misma visión del mundo que ellos, y en oca-
siones llegan a crear mundos mentales completamente originales.
Algunos ejemplos de ello son Karl Marx, que tenía la visión de una
sociedad futura que ofreciera a todos una seguridad total (¡Júpiter
en Capricornio en trígono con el Sol y la Luna en Tauro en la casa
dos!); el poeta W. B. Yeats, que creó sus propias imágenes poéticas
a partir de su imaginaria sociedad perfecta de «Bizancio» y que
también participó en la política irlandesa (Júpiter en Sagitario en
oposición con el Sol y Urano en la quinta), y el científico y sacerdo-
te Teilhard de Chardin, cuyos libros intentan reconciliar la ciencia
con una devoción cristiana profundamente mística (Júpiter en estre-
cha conjunción con Saturno en Tauro).
No menos innovadora que él, social y conceptualmente, fue
María Montessori17, que con su Júpiter en Géminis en la casa once
revolucionó la teoría de la educación, y cuyos descubrimientos si-
guen influyendo positivamente en la sociedad décadas después de la
publicación original de sus escritos. Fue la primera mujer que se
licenció en medicina en Italia (en I894), y elaboró su propio sistema
educativo, basado en una concepción totalmente original de la edu-
cación, que describió en su libro El método Montessori. No sólo
tenía a Júpiter en Géminis (un planeta relacionado con la educación
en un signo de aprendizaje), sino que lo tenía también en oposición

17
Nacida el 31 de agosto de 1870 en Chiaravelle, Italia, a las 3.30 am,
LMT [Local Mean Time, hora media local]; muerta en 1952.
240
casi exacta con Saturno en Sagitario en la quinta casa (un símbolo
de creación de un sistema educativo para los niños). Su conjunción
Marte-Urano, fieramente independiente, está ligada con esa oposi-
ción, en un estrecho semisextil con Júpiter y en quincuncio con Sa-
turno, y la verdad es que su respeto por la libertad individual del
niño es uno de los rasgos distintivos de su método. Ella consideraba
que la autodisciplina emergía espontáneamente como resultado de
un ambiente de aprendizaje independiente. Según se dice, estaba
influida por la astrología, y veía en la autodisciplina algo que emer-
ge como resultado de la ley natural, una emanación del orden cós-
mico que rige los movimientos de las estrellas y los planetas.

Júpiter en la duodécima casa


Palabras clave:
EL APRENDIZAJE EN EL NIVEL DE LAS EMOCIONES
Y DEL ALMA

Cuando está emplazado en esta casa que tiene tanto matices jupite-
rinos como neptunianos, Júpiter se expresa generalmente en una
activa vida de fantasía llena de imaginación, sueños del futuro y/o el
deseo de un objetivo espiritual o idealista. Suele haber una íntima
generosidad de espíritu, que a veces se manifiesta como una activi-
dad caritativa o filantrópica, o bien como un trabajo en las profesio-
nes de ayuda a los demás o en las artes curativas. En lo más profun-
do de su corazón, estos nativos suelen confiar en la vida (o en Dios)
y sienten que siempre habrá quien los cuide; de ahí que también
ellos ansíen tratar a los demás con un similar espíritu de protección
y ser muy generosos. La experiencia de la soledad, o incluso del
aislamiento, no es para ellos nada opresiva, sino más bien una pro-
funda necesidad interior, que les permite bucear dentro de sí mis-
mos para explorar su propio mundo interior y sus objetivos superio-
res.

241
El monje trapense católico Thomas Merton18, cuyos escritos re-
ligiosos y sociales han ejercido una gran influencia, tenía a Júpiter
en conjunción con Mercurio en la casa doce. Tal como escribió su
biógrafa Monica Furlong: «Era como si para él la soledad fuera una
forma esencial de nutrición». Y cita las siguientes palabras de Mer-
ton: «La soledad no se encuentra buscándola fuera de los límites de
tu casa, sino quedándote dentro». Furlong añade: «En la soledad,
decía Merton, podía encontrar el amor y la reverencia por los de-
más. Y sobre todo podía encontrar a Dios, a quien sólo se puede
encontrar en soledad, porque [con palabras del propio Merton] “Su
soledad es Su ser”».
Según va pasando la vida, estas personas reciben de ella sutiles
pero esenciales lecciones vitales en un nivel muy profundo, en oca-
siones de tal profundidad que es imposible expresarla en palabras;
esto puede darse incluso de un modo completamente inconsciente.
Para ir más allá de las restricciones impuestas por el pasado, estos
nativos necesitan explorar y trascender sus viejas pautas emociona-
les. Si toman una actitud positiva hacia las verdades espirituales,
eso les ayudará a superar la sensación de confinamiento simbolizada
a menudo por la casa doce. De hecho, es frecuente que quienes tie-
nen este emplazamiento de Júpiter encuentren realización y satis-
facción personal trabajando en lugares de confinamiento como hos-
pitales, escuelas especiales, prisiones, etc., o en instituciones carita-
tivas o educativas. Es habitual que se manifieste una tendencia al
aislamiento, aunque no tanto como con la mayoría de los demás
emplazamientos en la casa doce, ya que Júpiter representa una ener-
gía entusiasta y extravertida. Sin embargo, estos nativos no suelen
ser particularmente ambiciosos (a no ser que otros factores de la
carta así lo indiquen), porque su necesidad de crecimiento y de par-
ticipación social se suele expresar en campos de actividad menos
«mundanos». Por ello, aunque sea relativamente raro encontrar este
emplazamiento en la gente que destaca, podemos hallar una gran
variedad de expresiones de este principio.

18
Nacido el 31 de enero de 1915 en Prades, Francia, a las 9.00 am, GMT
[Greenwich Mean Time, hora media de Greenwich]; muerto en 1968.
242
Tal como se podía esperar con Júpiter emplazado en una casa
que es en alguna medida jupiterina, en este grupo hay una gran can-
tidad de atletas de éxito, entre ellos el futbolista Larry Csonka, el
campeón de tenis Pancho González, el esquiador Jean-Claude Killy
y el gran jugador de béisbol Warren Spahn. Y hay muchos más –
demasiados para enumerarlos–, incluyendo unos cuantos campeones
olímpicos. Sin embargo, podríamos preguntarnos por qué es así, ya
que éste no es un factor marciano, y Marte es el símbolo astrológico
tradicionalmente asociado con los deportes. Júpiter rige la vida al
aire libre, y además, este tipo de actividad física es expansiva, ayu-
da a respirar mejor y proporciona una sensación de euforia. Por otro
lado, los equipos deportivos crean su propio mundo de fantasía –un
ámbito de la casa doce–, en el que el nativo puede tratar de lograr lo
imposible, o por lo menos de experimentar de verdad la satisfacción
de ir mejorando constantemente su rendimiento. Además, el entre-
namiento deportivo exige casi siempre una concentración que aparta
al deportista del resto del mundo. Y finalmente, hace falta tener
mucha fe para resistir las inevitables derrotas, las frustraciones y los
fracasos personales. En muchos sentidos, es necesario que el depor-
tista se trascienda a si mismo, por lo menos temporariamente, para
obtener el mejor rendimiento posible.
La tremenda vida imaginativa a la que ya me he referido se ex-
presa frecuentemente por mediación de las artes. La carismática
actriz Greta Garbo, que tenía a Júpiter en Géminis en la casa doce,
terminó por declarar que quería estar sola, y tal como escribe de ella
Lois Rodden: «En 1941, en la cumbre de su carrera, se retiró y se
recluyó». La cantante Dionne Warwick expresó su Júpiter en Tauro
en la casa doce por medio de su voz, de una asombrosa riqueza, y
más adelante se dedicó a presentar programas de televisión sobre
temas psíquicos. El actor Paul Newman disfrutó de cuatro décadas
de continua popularidad, tras lo cual montó una empresa de produc-
tos de alimentación, la totalidad de cuyos beneficios dedica a obras
de caridad. El pintor Paul Cezanne fue consolidándose lentamente
como artista a lo largo de una vida solitaria, y tenía ya 56 años
cuando hizo su primera exposición individual. Algunos escritores
que tienen este emplazamiento exageran y mitifican sus propias
243
experiencias en sus libros, hasta el punto de dar la impresión de ser
más grandes, románticos e interesantes de lo que en realidad fueron;
tanto Henry Miller como Lord Byron mostraron esta especial apti-
tud para crear fantasías sobre su propia vida. Otros dos escritores
con este emplazamiento consagrados a la fantasía, aunque de distin-
ta manera, fueron H. G. Wells, que alcanzó una gran popularidad
con su tratamiento sumamente imaginativo de aventuras que pare-
cían imposibles, y Hans Christian Andersen, que se concentró en los
cuentos de hadas con los que pudieran identificarse personas de
todo el mundo. Estos sencillos relatos han sido traducidos a más
lenguas que ningún otro libro en el mundo salvo la Biblia. Andersen
tenía a Júpiter en Sagitario en la casa doce, en trígono con Marte el
Sol y Mercurio, y además tenía a Sagitario en ascenso.
Aunque hay ciertas discusiones sobre cuál es la carta exacta de
Abraham Lincoln19, creo que su psicología y su temperamento, por
no hablar de su empatía por los inermes esclavos a quienes final-
mente consiguió liberar, reflejan muy fielmente una carta que sitúa
a Júpiter en la casa doce. Lincoln no sólo sacrificó su vida en aras
de principios más elevados (incluso creía en una especie de ley
kármica, tal como demuestra su discurso inaugural de la segunda
presidencia), sino que también tuvo en numerosas ocasiones sueños
proféticos. Ciertamente, sus facciones marcadas y su apariencia
desmañada, la actitud decidida que mostraba en sus acciones y la
franqueza con que se expresaba parecen adecuadas para un Ascen-
dente Aries, con lo que Júpiter estaría emplazado en la casa doce.
Sea como fuere, tenía a Júpiter en Piscis, un emplazamiento que da
una orientación muy semejante a la del mismo planeta en la casa
doce.
También el psicólogo R. D. Laing actuó en nombre de los nece-
sitados al desarrollar unos innovadores métodos para tratar a los
pacientes con perturbaciones mentales. Tenía a Júpiter en Piscis (en
la casa doce, pero cerca del Ascendente) en conjunción con Urano
en la primera, y en su libro El yo dividido presentó revelaciones

19
Nacido el 12 de febrero de 1809 en Hodgenville, Kentucky, Estados
Unidos, «aproximadamente a la salida del sol»; muerto en 1865.
244
realmente revolucionarias sobre nuestra manera de entender la in-
teracción entre la mente consciente y el inconsciente.
No puedo dejar el tema sin reconocer que quienes tienen a Júpi-
ter en este emplazamiento pueden ser extravagantes, irresponsables
y nada realistas, hasta tal punto que quizá se vean enredados en pro-
yectos grandiosos que los lleven a un comportamiento autodestruc-
tivo. Un ejemplo particularmente negativo de Júpiter en la casa doce
es Susan Atkins, secuaz de Charles Manson y cómplice de sus crí-
menes. Por contraste, la elevada dimensión moral de Júpiter se pue-
de ver en Simón Wiesenthal, el más destacado de los «cazadores de
nazis» del mundo, todavía empeñado en llevar ante la justicia a to-
dos los oficiales nazis supervivientes, y que también tiene a Júpiter
en la casa doce.

Margaret Mead y Emily Dickinson


Esta doble biografía muestra cómo el emplazamiento por casa modifica la
manifestación de planetas y signos semejantes en la carta natal; en este
caso, acentuación de Sagitario y Júpiter en Capricornio.
Tanto la vida de Margaret Mead como la de Emily Dickinson, por más
radicalmente distintas que puedan parecer a primera vista, muestran con
gran claridad las motivaciones sagitarianas y jupiterinas. En ambas cartas
natales hay una acentuación de Sagitario, y en las dos Júpiter está empla-
zado en Capricornio. Mead, con una conjunción Mercurio-Urano-Sol en
Sagitario, fue una pionera de fama mundial en la exploración de diversas
culturas, como las de Samoa, Nueva Guinea y Bali. Dickinson, la solitaria
poetisa del siglo XIX que vivió en Nueva Inglaterra, no sólo no viajó, sino
que prácticamente jamás salió de la casa de sus padres durante los últi-
mos veinte años de su vida. Sin embargo, ella también tenía tres planetas
en conjunción en Sagitario. Con el esteticismo de Venus y las palabras de
Mercurio, ambos en conjunción con el Sol, su poesía terminó por conver-
tirse en su «carta al Mundo / que nunca me escribió». A diferencia de
Mead, Dickinson llegó a la fama de forma póstuma, y en la actualidad se
reconoce en ella a «uno de los poetas líricos más refinados de la lengua
inglesa» (cita tomada de Richard M. Ludwig). Es fascinante ver la forma
en QUE las posicIONES por casa tan DISTINTAS DE SUS emplazamientos plane-
tarios ayudaron a que sus respectIVAS vidas se orientaran por caminos
diferentes.

245
Margaret Mead, 16 de diciembre de 1901, a las 9.00 am, Filadelfia,
Pennsylvania, Estados Unidos.
Los planetas que Margaret Mead tenía en Sagitario en la casa once la
llevaron a explorar durante toda su vida los modelos de comunidad hu-
mana, tal como se muestran en las diferentes culturas. Armada con el
intrépido coraje de su conjunción Júpiter-Marte (¡emplazada exactamente
sobre el Ascendente!), en su trabajo de campo tuvo que afrontar condi-
ciones que eran un reto, y en más de una ocasión, un peligro. Cuando
aún no había cumplido los treinta, se consagró durante un año a la obser-
vación de la vida de las muchachas adolescentes de Samoa, un trabajo
que la llevó a escribir su aclamado (aunque en la actualidad contro-
vertido) libro Adolescencia y cultura en Samoa. Esta «inmersión» en cul-
turas extranjeras es un eco de su Sol en Sagitario, situado cerca de la
cúspide de la casa doce. Para poder hacer un trabajo etnográfico, hay que
renunciar a la estrechez de la propia identidad cultural y ser capaz de
abrirse en la medida suficiente para abarcar modelos sociales completa-
246
mente diferentes. Otra manifestación de la casa doce, en la que incorpo-
raba además los intereses de la casa once, fue el cargo que Mead ocupó
durante más de cuarenta años de conservadora de etnología en el Ameri-
can Museum of Natural History. Los museos están tradicionalmente aso-
ciados con la casa doce, y en el despacho que tenía en la torre del museo
encontró Mead un santuario en donde podía aislarse de su intensa vida
pública.
Entre uno y otro de sus viajes etnográficos, Mead fue registrando sus
descubrimientos (con la rapidez y el brillo intelectual que le confería la
conjunción Mercurio-Urano en Sagitario en la casa once) en cuarenta
libros y en centenares de ensayos y conferencias. La inventiva que le
confería esta combinación planetaria, unida al carácter vanguardista de la
casa once, se puso de manifiesto en su habilidad para desarrollar nuevas
técnicas de trabajo de campo. James I. Robertson, Jr. consigna que el
trabajo de Mead en Bali a fines de los años treinta señaló «una innovación
importante en la forma de registrar y presentar los datos etnológicos, lo
que a la larga puede terminar siendo uno de sus aportes más significati-
vos a la antropología». Un amigo de la familia (citado por Mary Catherine
Bateson en With a Daughter's Eye [A los ojos de una hija] también reveló,
en un comentario sobre cómo funcionaba la mente de Mead, la esencia
sagitariana de la famosa antropóloga al decir: «Margaret está siempre
lanzando miles de ideas en todas direcciones».
La vida de Mead fue un remolino de actividad frenética típico del con-
tacto Sol-Urano, con un fuerte entusiasmo sagitariano por su red de con-
tactos sociales de la casa once. De un colega antropólogo, en un momen-
to en que hacía conjeturas sobre el futuro, se cuenta que señaló en tono
humorístico, refiriéndose a la naturaleza de Mead, infatigablemente orien-
tada hacia lo comunitario: «Ninguno de nosotros sabe lo que realmente
nos espera, ni siquiera Margaret Mead. Pero os aseguro que si tiene que
haber un comité que se haga cargo de ello, Margaret formará parte de él»
(citado por Robert Cassidy en Margaret Mead: el pensamiento de una
época). Su expansiva vida social incluyó tres matrimonios, dos de ellos
con antropólogos que fueron compañeros suyos en su trabajo de campo.
Con un humor típicamente sagitariano, Mead declaró: «Todos mis matri-
monios han sido un gran éxito».
En años posteriores, su evolución la llevó de un modo natural al pa-
pel de comentarista franca y abierta de diversos intereses humanitarios
típicos de la casa once (obsérvese también que tenía la Luna y Venus en
Acuario), entre ellos la superpoblación, las relaciones entre las razas y la
educación, siempre en busca de maneras de mejorar las condiciones so-
ciales. He aquí cómo describe Robert Cassidy esta interacción entre Sagi-

247
tario y la casa once: «Su interés por el bienestar humano tenía connota-
ciones religiosas y morales que se generaban en sus profundas convic-
ciones éticas y que la empujaron a asumir el liderazgo de grupos como el
World Council of Churches [Consejo Mundial de Iglesias]». Su epitafio
rinde el debido tributo a Mead con estas palabras: «Amó y protegió la
vida del mundo».
Mientras que la energía sagitariana de la casa once de Margaret
Mead se expresó de forma centrífuga, dispersando su dinámica vitalidad
por todos los rincones del mundo, la naturaleza sagitariana de Emily Di-
ckinson tenía una orientación centrípeta, centrada en su propio interior, al
expresarse por mediación de la cuarta casa, que (para decirlo con pala-
bras de Howard Sasportas) se asocia con «el hogar, el alma y las raíces
del ser». Dickinson, que era muy consciente de su vocación de poeta de
la experiencia visionaria, se apartó de las distracciones de una vida exte-
rior activa para concentrar sus fuerzas creativas en una búsqueda interior
sagitariana. A diferencia de Mead, que se mantenía al corriente de los
acontecimientos mundiales, Dickinson escuchaba otros mensajes: «Las
únicas noticias que recibo / son los boletines cotidianos / desde la inmor-
talidad». Su poesía se aventura en la exploración de la muerte, Dios, la
naturaleza y las experiencias del amor y la pérdida. (Aunque de carácter
retraído, las relaciones que entabló, en su mayoría epistolares, fueron
intensas.)
Los estudiosos de su vida y su obra han interpretado su decisión de
permanecer en casa de sus padres (y, en años posteriores, de no salir
casi nunca de ella) de muy diversas maneras, entre ellas como agorafo-
bia. Sin embargo, y aunque Dickinson fuera una persona verdaderamente
tímida, el stellium de planetas en las casas cuarta y quinta de su carta
natal proclama su opción por una vida centrada en un profundo sondeo
de su psique personal y en la destilación de sus vivencias para convertir-
las en arte. (Es interesante señalar que el poeta Rilke, quien también
elaboró su poesía a partir de profundas experiencias internas, tenía tanto
al Sol como a Venus en la cuarta casa y en Sagitario.) Judith Farr, en The
Passsion of Emily Dickinson, señala que esta última encontró apoyo para
seguir su camino en una de las voces poéticas más famosas de su siglo:
«La convicción con que Emerson creía en el arte auténtico como algo que
se hace en el aislamiento y el silencio contribuyó sin duda alguna a con-
vencer a Emily Dickinson de escoger una forma de vida por la cual ella se
sentía ya personalmente atraída. [...] Y se atuvo a un plan de confianza
en sí misma al trazar su destino como artista». Uno de sus poemas evoca
la profundidad interior por la cual se sentía llamada y la vida más amplia
que descubrió por medio de esta exploración. También critica en él iróni-

248
camente a quienes (¡como algunos eruditos del siglo xx!) no conseguían
comprender el significado de su vida:
Es algo sagrado dejar caer una vida
en el pozo místico
con tan poco lastre que pueda volver
a la eternidad
[…]
Y entonces el tamaño de esa vida «pequeña»,
como la llaman los sab¡os,
me creció en el pecho como los Horizontes
y yo me burlé suavemente: ¡«Pequeña»!
La misma grandeza de espíritu sagitariana que inspiró los esfuerzos
de Margaret Mead por tender puentes de entendimiento entre culturas
motivó la decisión de Emily Dickinson de llevar una vida separada de su
propia sociedad, y le permitió consagrarse a la creación de su poesía, de
una asombrosa originalidad. Al escribir ensanchó fronteras, tanto en el
estilo como en el contando, y algunos estudiosos han dicho que se ade-
lantó en cincuenta años a su época: un ejemplo más de la tendencia jupi-
terina a orientarse hacia el futuro. Su poesía es visionaria de un modo
muy especial, y su estilo es muy condensado y taquigráfico, a veces inclu-
so críptico: la visión de Sagitario se canaliza hacia el mundo por medio de
la economía y la precisión de expresión de un Ascendente Virgo. Esta
paradójica combinación no se le escapa a Bettina Knapp: «Dentro de cada
verso y de cada estrofa se encuentra la vastedad de un universo, explo-
rarlo por mediación de una observación poética del mundo, tan directa
como aguda». Desplegando una fecundidad típica de Mercurio en Sagita-
rio, que reflejaba la de Mead, Dickinson compuso casi mil ochocientos
poemas, la mayoría de ellos obsesivamente refinados y pulidos con el
sentido artesanal que le confería su Ascendente Virgo.
La expansividad de los planetas sagitarianos de Dickinson, expresada
por mediación de la cuarta casa y reforzada por la conjunción Júpiter-
Neptuno, se puede ver en esta cita de una estudiosa de su vida y su obra,
Joan Kirkby: «Todo lo que ella hacía estaba calculado para servir a la
necesidad más vasta de la mente y el alma; ella tenía diversas palabras
para designar esto: “perspectiva”, “inmensidad”, “¡limitación”, “expan-
sión”, “posibilidad”, pero esencialmente su compromiso con lo desconoci-
do la llevó a dar la espalda a “los tiempos, las costumbres, las gracias,

249
Emily Dickinson, 10 de diciembre de 1830, a las 11.46 pm, Amherst,
Massachusetts, Estados Unidos.
la política o las opiniones de los hombres” en favor de lo que ella llamaba
“la finitud infinita” de “un alma que se acepta a sí misma” (poema
1695)». Howard Sasportas dice que «la cuarta casa representa el lugar
adonde vamos cuando nos reinstalamos en nosotros mismos; es el centro
interior adonde nuestro “yo” regresa a descansar […]. Por oposición a
nuestra imagen pública [la casa diez], la cuarta describe cómo somos en
lo más profundo de nosotros mismos». ¡Una definición que, ciertamente,
se hace eco de la frase «un alma que se acepta a sí misma»! Y el inflexi-
ble compromiso de Dickinson con una búsqueda del «centro interior»
queda descrito en esta cita de Helen McNeil: «Su mundo físico estaba
limitado por las paredes y los setos de su hogar. Ella sentía que ese era el
horizonte más amplio que podía abarcar sin perder nada de su búsqueda
de lo esencial».

250
El ímpetu para esa búsqueda se nutría de la naturaleza fogosa de Di-
ckinson, indicada no sólo por los planetas en Sagitario, sino también por
la conjunción Marte-Plutón en Aries y por una Luna emplazada en ese
«fogoso» signo de agua que es Escorpio. Y ella era, en realidad, una
fuente de energía de apasionada intensidad. Bettina Knapp describe cómo
Dickinson empleaba «palabras fuertes, feroces, brutales, que alternaba
con otras más cálidas y suaves [...] para adentrarse en los íntimos corre-
dores de la mente, el corazón y los órganos vitales». Y la misma Knapp
señala: «Imágenes como el rayo, el fuego, el color rojo, la lava y los crá-
teres forman parte del vocabulario volcánico de Dickinson». Un testimonio
de la fuerza del Ascendente en el aspecto de la persona lo constituye el
hecho de que su imagen, en general, se asocie con el estilo recatado y
modesto de Virgo. El artículo necrológico de Dickinson la evocaba, ade-
cuadamente, como «un alma de fuego en una concha de madreperla».
Tanto Emily Dickinson como Margaret Mead contaron, en sus respec-
tivas empresas, con el apoyo de su emplazamiento de Júpiter en Capri-
cornio. Ambas dieron muestras de una disciplina extraordinaria. (Jane
Howard cita a un antropólogo amigo de Mead que decía que «ella proba-
blemente fue la encarnación más activa y trabajadora de la ética protes-
tante después de Calvino».) Estas dos mujeres hicieron gala de un fuerte
sentido capricorniano de la autoridad personal. Mead, con Júpiter en el
Ascendente, se enfrentó con el mundo valiéndose de esta autoridad como
expresión natural de su persona o «máscara», y era algo con lo que ella
armonizaba sin dificultad. Para Dickinson, con Júpiter cerca de la cúspide
de la quinta casa, la de la expresión creativa, la confianza en su propia
autoridad era una condición indispensable para su supervivencia como
poeta. Ante la incomprensión con que fue recibida por los editores a quie-
nes envió sus poemas, decidió resueltamente ser fiel a su propia percep-
ción estética. Júpiter en Capricornio les confería a las dos la capacidad de
soportar adversidades en el presente, sin perder por ello la fe en sus ob-
jetivos a largo plazo.
En su autobiografía, titulada Blackberry Winter (Moras de invierno],
Mead escribió: «Yo no descubrí que era sagitariana, es decir, alguien que
va tan lejos como cualquiera y lanza sus flechas un poco más allá, hasta
que tuve dieciséis años, cuando aprendimos algo de astrología gracias a
un físico que estaba casado con una de las amigas de la época universita-
ria de mi madre». Tanto Margaret Mead como Emily Dickinson –ambas ar-
queras sagitarianas– «lanzaban sus flechas un poco más allá» que los demás,
aunque con sus respectivos arcos apuntaran a diferentes horizontes.
BARBARA MCENERNEY

251
252
9

Júpiter como regente de la carta:


Sagitario y Piscis en el Ascendente

No temáis dar grandes zancadas, pues no se puede cruzar un abismo


en dos saltitos.
DAVID LLOYD GEORGE

Aunque Júpiter es naturalmente poderoso en la vida de todos aque-


llos que tienen emplazamientos importantes en Sagitario o en Piscis
–y esto vale ciertamente para quienes tengan al Sol o la Luna en uno
de estos signos–, se debería prestar especial atención al emplaza-
miento de Júpiter en la carca natal cuando éste «la rige», es decir,
cuando uno de los dos signos jupiterinos está en ascenso. Aunque a
primera vista cabría preguntarse cómo es posible tratar juntos a dos
signos tan diferentes, y cómo se puede considerar que expresen ca-
racterísticas y capacidades similares, en este capítulo exploraremos
las notables similitudes entre estos dos Ascendentes, cuyas respecti-
vas naturalezas, en ocasiones, tienden a torcer paralelas.
No quiero forzar esta comparación, porque ambos signos son
muy diferentes, como atestigua su relación en el zodíaco, puesto que
están en cuadratura. Pero debemos recordar la antigua idea (antes
del descubrimiento de Neptuno y de que se terminara por adjudicár-
selo a Piscis como corregente) de que Sagitario es la expresión acti-
va de Júpiter, mientras que Piscis es su expresión pasiva. En térmi-
nos más modernos, Sagitario es el modo extrovertido y de autoex-
presión, y Piscis es el modo introvertido y de auto-sacrificio.
La verdad es que al organizar los datos de mi investigación para
253
redactar este capítulo, me di cuenta de que es notable la escasez de
personas famosas con Piscis en ascenso, y que en todo caso su fama
se debe más bien a sus logros que a su personalidad (como sucede
en el caso de Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono, y en
el de Pierre Curie, el codescubridor del radio). Por otra parte, hay
docenas y docenas de personas famosas con Sagitario en ascenso a
quienes yo podría haber escogido para estudiar su carta en este capí-
tulo20. Este descubrimiento confirma absolutamente la idea y mi
convicción de que, mientras que los nativos con Ascendente Piscis
se mantienen alejados de las candilejas y es raro que busquen reco-
nocimiento o aprobación por sus logros, los que tienen Ascendente
Sagitario tienden por naturaleza a tratar de estar en primer plano y
sienten la necesidad de que se les reconozca lo que hacen. Con fre-
cuencia son líderes e inspiradores naturales de grandes empresas o
tareas, mientras que quienes tienen Ascendente Piscis generalmente
reservan su inspiradora efectividad para ejercitarla en una esfera
más privada, y a menudo prefieren desempeñar su papel entre basti-
dores.
Tal vez no sea una gran sorpresa para los estudiantes de astrolo-
gía avanzados el hecho de que haya habido más presidentes de Esta-
dos Unidos con el Ascendente en Sagitario que en ningún otro
signo; de Madison, Van Buren, Taylor, Fillmore y Theodore Roose-
velt se han publicado cartas con ese signo en ascenso (es notable

20
Dado que en las latitudes Norte Piscis es uno de los signos que mis
rápidamente se elevan sobre d horizonte (por eso es un «signo de ascen-
sión corta», en contraste con Sagitario, que es un «signo de ascensión lar-
ga»), hay hasta cierto punto una razón estadística del hecho de que las
personas con Sagitario en ascenso que llegan a destacar sean mucho más
numerosas que las que tienen a Piscis en ascenso. Pero aun así, yo no creo
que el hecho de que haya simplemente menos personas con Ascendente
Piscis explique por entero mis descubrimientos. Debido a la naturaleza de
este signo, creo que las observaciones generales hechas en este capítulo
son válidas independientemente de lo que digan las estadísticas. Además,
resulta mucho más fácil encontrar ejemplos notables de personas famosas
que tienen en el Ascendente los otros signos de ascensión corta que hallar
este mismo tipo de ejemplos con Piscis en ascenso.
254
que Theodore Roosevelt fuera un entusiasta de la vida al aire libre y
uno de los primeros conservacionistas, lo cual refleja claramente el
amor por la naturaleza que suele expresar el Ascendente Sagitario, y
en alguna medida también el Ascendente Piscis). El hecho de que
los nativos con Ascendente Sagitario destaquen en la vida pública,
en comparación con los que tienen Ascendente Piscis, también coin-
cide con nuestro descubrimiento de que el emplazamiento de Júpiter
en la casa doce disminuye la probabilidad y el deseo de ser famoso.
Antes de empezar a detallar las características de estos signos en
ascenso, es importante mencionar algunos puntos esenciales en rela-
ción con el Ascendente. A pesar de representar una determinada
orientación instintiva y un matiz en concreto de la diversidad de
colores de la personalidad individual, el signo del Ascendente, por sí
mismo (es decir, independientemente de los planetas que haya en
él), no siempre significa características y capacidades sometidas al
control y el dominio de la persona. Es más, con frecuencia el nativo
ni siquiera es consciente de que las posee. Estas energías emergen
espontáneamente, como una especie de instinto natural, y en ocasio-
nes la persona no las desarrolla de un modo consciente (o sólo llega
a tener un conocimiento consciente de ellas y la capacidad de utili-
zarlas conscientemente a medida que va haciéndose mayor). Es co-
mo si la naturaleza, el destino, Dios o alguna inteligencia cósmica
proporcionara a cada persona el Ascendente que ha de servirle para
orientarse en la vida y las experiencias precisas que necesita esa
alma, aunque el nativo no sienta ningún deseo consciente de expre-
sarse de ese modo. Sin embargo, el Ascendente es en muchos senti-
dos la «imagen exterior de la personalidad», y los demás tienden a
creer lo que ven, por más que en realidad el Ascendente no sea un
reflejo preciso del yo interior. De hecho, hay personas con Virgo en
ascenso que no son capaces de interpretar ni dominar los detalles, o
con Aries en ascenso y sin talento alguno para el liderazgo, o con
Leo en ascenso y sin apenas sentido del humor o confianza en sí
mismas. En realidad hay que tener en cuenta la totalidad de la carta,
especialmente los planetas emplazados en el signo en ascenso, los
aspectos de orbe reducido que forme el Ascendente y el emplaza-
miento y los aspectos del planeta regente.
255
Al planeta que rige el signo del Ascendente se lo suele llamar
«el regente de la carta», hasta tal punto es dominante este emplaza-
miento que «rige» los intereses, la conciencia y los esfuerzos activos
por autoexpresarse de la persona. Si el lector ha nacido con un signo
jupiterino en ascenso, es especialmente importante que entienda los
diversos significados y potencialidades del emplazamiento de su
Júpiter natal, ya que estar en armonía con ese campo de la expe-
riencia (la casa) y esa energía (el signo, modificado en alguna medi-
da por los aspectos) hará que se sienta más vivo, más motivado para
expresarse e interiormente más seguro de sí mismo y más optimista.
En realidad, dado que la mayoría de las personas con Sagitario en
ascenso son de todas maneras muy optimistas, tal vez sea más im-
portante para quienes tienen a Piscis en ascenso que se esfuercen
conscientemente por sintonizar con el potencial de su Júpiter natal,
porque eso les ayudará a superar su inseguridad y su tendencia a la
autocompasión. El signo donde se encuentre Júpiter revelará una
energía motivadora primaría en las acciones y la autoexpresión de
cualquier nativo regido por este planeta. Y desde luego, para estas
personas, la casa de Júpiter siempre señala un campo de la experien-
cia en el que se manifiesta gran parte de su energía vital y de su es-
fuerzo, y en donde se encontrarán con situaciones y oportunidades
de mejorarse a sí mismas que no podrán pasar por alto. Simplemen-
te, deben mantenerse activas en ese ámbito de la vida para expresar
muchas de sus capacidades esenciales y para estimular esas energías
centrales y positivas que alimentan la sensación de euforia e incre-
mentan la capacidad de vivir con entusiasmo.

256
Semejanzas en la expresión en el Ascendente de los
signos regidos por Júpiter

Tu preocupación demuestra que no tienes fe en la bondad de Dios, o


ni siquiera en Dios. Deja que Él haga las cosas a Su manera y no de
la forma que tú deseas. Intenta adaptarte a todo lo que Él hace y
nunca serás desdichado.
SARDAR BAHADUR JAGAT SINGH
(PROFESOR de química y maestro espiritual)

La cita que encabeza esta sección es un ejemplo de la actitud filosó-


fica que confieren estos dos Ascendentes cuando funcionan positi-
vamente y de manera óptima. En el mejor de los casos, ambos
desean de un modo instintivo hacer que la gente se sienta mejor,
inspirar a los demás y apoyar a aquellos que necesitan ayuda. No
quieren preocuparse, ni tampoco ver a otras personas sumidas en la
preocupación o el miedo. Siempre desean mejorar y elevar a los
demás. No pueden soportar el aburrimiento de lo establecido aquí y
ahora. Sagitario y Piscis son dos signos mutables y dinámicos,
siempre ávidos de aprender y de compartir con generosidad lo que
aprenden, sus inspiraciones y su fe. Ambos son conscientes de que
forman parte de algo mucho mayor que el yo individual aislado.
Quieren concentrarse en la visión de la vida que han percibido ya
como posible, por más que se encuentre en un futuro muy lejano. La
verdad es que a estos dos signos se los conoce por sus dotes proféti-
cas, su intuición y sus poderes psíquicos; además, llevan una vida
basada en cierto tipo de fe o devoción a una causa o un ideal. Esta
actitud filosófica ante el verdadero significado de la vida es común a
ambos signos, y es también la razón de la frecuencia con que se
puede decir de estos clarividentes visionarios: «Un filósofo es al-
guien que se adelanta a su época y se atrasa en el pago del alquiler».
Tanto Sagitario como Piscis en ascenso pueden ser bastante cré-
dulos, como ya vimos en el capítulo 1. Dado que a los dos les gusta
ver y creer lo mejor de todo el mundo, es raro que se pongan a con-
templar o analizar la posibilidad de ser demasiado optimistas. ¡Las
personas que tienen uno de estos dos Ascendentes son irrefrenables!
257
Son de un optimismo que a los demás les resulta asombroso, espe-
cialmente cuando se enfrentan con la adversidad. Sin embargo, co-
mo los dos signos prefieren creer lo que más les gusta, pese a que
los hechos puedan ser obvios para todo el mundo salvo para ellos,
ambos tienen una clarísima necesidad de consultar continuamente
con asesores de confianza que tengan un buen espíritu práctico.
Aunque tanto a Piscis como a Sagitario se los conozca por su capa-
cidad para dar buenos consejos a los demás, cuando se trata de acla-
rar sus propias situaciones y lo que implican las decisiones que están
a punto de tomar, se encuentran relativamente desvalidos, porque
ambos carecen de la capacidad de discernimiento, como se puede
ver por su oposición y su cuadratura naturales con signos tan escép-
ticos y analíticos como Virgo y Géminis.
La gente que tiene a Sagitario o a Piscis en el Ascendente mues-
tra un perpetuo deseo de estar en movimiento, de tener experiencias
nuevas, de viajar y conocer a una gran variedad de personas, lugares
y cosas. A los dos signos les interesan las cuestiones amplias y de
gran alcance, ya sean éstas morales, sociales, filosóficas o religiosas.
Y estos nativos, con la excepción de los que tienen Ascendente Pis-
cis y son muy tímidos, pueden ser bastante charlatanes, lo cual no
significa necesariamente que sean comunicativos, ya que es muy
frecuente que se pierdan en su propio torrente mental y se olviden
de quien está (o ya no está) escuchándolos. En otras palabras, si no
están conectados a la tierra o centrados en el aquí y ahora, son ca-
paces de divagar interminablemente por sus vastos y particulares
dominios mentales. Vuelvo a insistir en que es necesario tener en
cuenta la totalidad de la carta, especialmente la posición natal de
Júpiter, ya que es mucho más probable que el nativo sea charlatán y
que a veces tienda a divagar y mostrarse indisciplinado si tiene a
Júpiter en un signo de aire o de fuego que si lo tiene en Virgo, Cán-
cer, Capricornio o Escorpio.

258
Ascendente Sagitario
En pasajes anteriores de este libro ya he dicho tantas cosas, y con
detalle, que se pueden aplicar de forma directa a quienes tienen As-
cendente SagitaRIO (por ejemplo, una gran parte del capítulo 3), que
no hay necesidad de REPETIR aquí tales generalizaciones, y menos
aun cuando este capítulo conTIENE numerosos ejemplos adicionales
de personas con Ascendente Sagitario. Sin embargo, vale la pena
comentar brevemente algunas características específicas de Sagita-
rio en ascenso. Estos nativos son casi siempre gente entusiasta, a
veces en exceso. Y pese a que mantienen una actitud impersonal
hacia los demás, es difícil no simpatizar con ellos, ya que casi siem-
pre son tolerantes y es obvio que tienen buenas intenciones. Pero es
probable que para ellos no sea muy fácil cultivar relaciones de inti-
midad. Tal como escribió Esther Leinbach en su libro Sun Ascen-
dant Rulerships [Los regentes del Sol y del Ascendente]:

Se quitarán la camisa que llevan puesta para dársela a un amigo, y tie-


nen muchos amigos. Para ellos es más fácil entablar amistades nuevas
que ponerse a trabajar en una relación ya establecida. Por lo general,
los miembros de su familia se sienten desatendidos, debido a la gran
cantidad de relaciones exteriores que mantienen estos nativos. [...] Su
capacidad para reunir diversas cosas formando totalidades significati-
vas con las que se puede trabajar hace de ellos excelentes administra-
dores. Con la gente mantienen una actitud de desapego, y jamás tie-
nen favoritos ni «personas muy queridas». Se entienden bien con
cualquiera y son tan francos y sinceros que llegarían a alejar a la gente
si no fuera porque tienen tan poca idea de lo que puede herir los sen-
timientos ajenos que uno parece irremediablemente tonto si se empe-
ña en albergar resentimiento contra ellos.

Algo que advertí desde el comienzo de mis estudios de astrolo-


gía, gracias a mis múltiples relaciones con amigos de Ascendente
Sagitario, es que, cuando escriben a mano, su letra suele ser grande,
con tendencia a que las líneas se desvíen hacia arriba, como si no
pudieran contener su gran optimismo (todo esto, naturalmente, se
hace más evidente si escriben en papel sin pautar).
259
A la gente con Ascendente Sagitario le encanta, por lo general,
la vida al aire libre, y es raro que sean de tipo puramente mental,
como pueden serlo los nativos con el Sol en este signo. Son física-
mente inquietos, y más propensos a llevar a cabo una acción defini-
da basada en su inspiración y sus aspiraciones de lo que suele serlo
el Sol en Sagitario, e incluso más que el Ascendente Piscis. Tal co-
mo escribió Howard Sasportas en Las doce casas: «Otra imagen
asociada con Sagitario es la del Buscador, para quien siempre hay
otro lugar adonde ir y algo más que perseguir». Y este impulso hacia
una expansión continua es lo que puede llevarlos a vivir por encima
de sus medios, y también es la causa de que sean incapaces de ci-
mentar sus magníficas visiones en la realidad que tienen ahí mismo,
prácticamente ante sus ojos.
Como tantos comentarios anteriores sobre este signo se han cen-
trado en principios generales, y con frecuencia en aquellos nativos
que tienen dicho signo solar, vale la pena introducir aquí una cita de
mi libro Manual de interpretación de la carta natal para mostrar las
diferencias entre el Ascendente Sagitario y el Sol en Sagitario:

El optimismo, la vivacidad, el entusiasmo y el carácter abierto que a


menudo, aunque no siempre, se ven en las personas con el Sol en Sa-
gitario se encuentran expresados por casi todos los que tienen a este
signo en el Ascendente. Prácticamente a todas las personas con As-
cendente Sagitario que he conocido las podría describir diciendo que
están siempre «animadas», incluso cuando tienen que afrontar conti-
nuos obstáculos y decepciones. Aunque la tendencia a presentar sus
propias creencias personales como una verdad universal está tan pre-
sente en los nativos con Ascendente Sagitario como en quienes tienen
al Sol en este signo, la expresión de esta tendencia por parte de las
personas con Ascendente Sagitario es por lo general más tolerante e
inspiradora, mientras que las prédicas de quienes tienen al Sol en Sa-
gitario se experimentan como si a uno lo golpeasen en la cabeza con
«la Verdad». En otras palabras, la santurronería parece considerable-
mente más notoria en los que tienen al Sol en Sagitario. Además, las
personas con Ascendente Sagitario casi nunca muestran ese descon-
tento sin objetivo y cambiante característico de quienes tienen al Sol
en este signo. El Ascendente Sagitario parece más inclinado hacía la
acción definida de acuerdo con un ideal, mientras que el Sol en Sagi-
260
tario se limita sólo a la actividad teórica o mental.

Tal como escribió Paul Wright, es notable la frecuencia con que


las personas con Ascendente Sagitario llegan a convertirse en perso-
najes de tamaño «mayor que el natural», y a menudo se los conside-
ra ídolos o incluso símbolos culturales. Dos de las figuras más glori-
ficadas de la historia –Leonardo da Vinci y Miguel Angel– nacieron
con Sagitario en ascenso, según los datos de nacimiento registrados.
En épocas más recientes, Elvis Presley, Bob Dylan y Charles Lind-
bergh constituyen unos ejemplos obvios para ilustrar este punto.
Quizás un poco menos adulados, tanto el bailarín Fred Astaire como
George Gershwin tenían Ascendente Sagitario, como es también el
caso de Shirley Temple, Mickey Rooney y la cantante Eartha Kitt.
El Ascendente de Fred Astaire es especialmente interesante, ya que
tenía a Urano en la casa doce en conjunción con el Ascendente,
mientras que Saturno estaba en Sagitario 10º por debajo del Ascen-
dente. Ciertamente, la persona o «máscara» de Astaire como baila-
rín y estrella de la pantalla era conocida por su estilo vivaz, feliz y
animado, y él supo dar forma artística (Saturno) a su innovador y
creativo Urano en Sagitario. También fue un gran aficionado a las
carreras de caballos.
Otras personas famosas con Ascendente Sagitario son el actor
Hal Holbrook, cuyo papel más conocido fue el de Mark Twain, un
sagitariano; Ernie Banks, probablemente el más agradable y alegre
de los jugadores de béisbol de los tiempos modernos (y el hombre
más popular de Chicago durante los veinte años que jugó en esta
ciudad), y que siempre expresó su gran amor por el deporte y la vida
al aire libre; y Ted Turner, magnate de los medios de comunicación
y propietario de equipos deportivos profesionales. Muchísimos
grandes deportistas han tenido a Sagitario en ascenso: Roger Maris,
el jugador de béisbol que batió el récord de carreras completas de
Babe Ruth; la estrella de fútbol americano Roger Staubach; la cam-
peona de tenis Tracy Austin, y Bob Mathias, que fue campeón olím-
pico de decatlón y años más tarde fue elegido miembro del Congre-
so. También nos encontramos en este grupo con portavoces de di-
versas causas: Marlon Brando, que hizo campaña por los derechos

261
de los indígenas norteamericanos; Bob Dylan, sin duda conocido
por su defensa de los oprimidos; Jesse Helms, el senador derechista
estadounidense que jamás vacila en abordar asuntos controvertidos;
Betty Friedan, la famosa pionera del feminismo y escritora; y Mary
Baker Eddy, que fundó la religión de la Ciencia Cristiana, que pro-
pugna el pensamiento positivo (en el capítulo 10 se encuentra su
carta).
Los aspectos de Júpiter se estudian en el capítulo 10, pero aun-
que sea sólo de paso debo mencionar aquí que muchas de las carac-
terísticas a las que ya me he referido se observan también en quienes
tienen a su Júpiter natal en un aspecto de orbe reducido con el As-
cendente. En la vida de estas personas, ocupan un lugar destacado
los intereses y temas jupiterinos. Asimismo, estos nativos suelen
tener un carácter optimista y expansivo, pero también puede suceder
que no muestren necesariamente la misma actitud fogosa y espontá-
nea de quienes tienen a Sagitario en ascenso. El carácter del signo
donde está emplazado Júpiter teñirá la expresión del planeta, y, en
ocasiones, es probable que amortigüe la alegre llama jupiterina. Un
buen ejemplo de ello sería Ralph Waldo Emerson, cuyo Júpiter en
Virgo en conjunción con el Ascendente condicionó en él una filoso-
fía de la vida prudente y analítica –pero aun así, optimista– que du-
rante décadas cautivó al público estadounidense (véase, en la sec-
ción «Júpiter en Virgo» del capítulo 5, un estudio detallado de
Emerson).

Eleanor Roosevelt
En octubre de 1948, en la revista Time se decía: «A los setenta y cuatro
años, Anna Eleanor Roosevelt se ha convertido quizás en la mujer más
famosa del mundo». Aunque disfrutaba de la enorme popularidad que es
común con un Ascendente Sagitario (en la década de los cuarenta, mu-
chas encuestas demostraron que era «la mujer más admirada que vive
hoy en todo el mundo»), Eleanor también tuvo la experiencia de la con-
troversia que este Ascendente genera y que rara vez se puede eludir.
Durante los doce años en que Franklin Roosevelt ocupó la presidencia, su
mujer asumió el papel de «primera dama» en un territorio donde hasta
entonces no había precedentes femeninos, y en una época en que el he-
cho de que las mujeres actuaran con independencia en la vida pública
262
contaba con muchísima menos aprobación que hoy.

Eleanor Roosevelt, 11 de octubre de 1884, a las 11.00 am, Nueva York,


Estados Unidos.
La vida de Eleanor Roosevelt es notable por la intensidad de su apoyo
a las causas humanitarias, y por el uso eficiente que hizo de todos los
medios que tuvo a su alcance para promover esos intereses. Júpiter, el
regente de su carta, estaba en Leo en la cúspide de la casa nueve: su
personalidad generosa y cálida le abrió las puertas de diversas tribunas
desde donde pudo dar a conocer su mensaje. Y su gran vitalidad –una
expresión del énfasis de su carta en signos de fuego– llegó a ser legenda-
ria. Su biógrafa, Blanche Wiesen Cook (que la vio en varias ocasiones
durante los últimos años de su vida), dijo lo siguiente de Eleanor Roose-
velt: «La habitación simplemente cambiaba cuando ella entraba, y uno
sentía cómo el aire se impregnaba de su vibración». Y Doris Kearns
Goodwin, en su artículo sobre los Roosevelt del New Yorker de agosto de

263
1994, señala: «En Washington se decía en broma que la oración nocturna
de Franklin Roosevelt era: “Señor, por favor, haz que Eleanor esté un
poco cansada”».
Poco después de haberse mudado a la Casa Blanca, Eleanor empezó
a mantener sus propias conferencias de prensa para mujeres periodistas,
algo que hasta entonces no había hecho ninguna primera dama. Mercurio
en conjunción con Urano en la rasa nueve aumenta la actividad mental,
como lo demuestra el hecho de que escribía todos los días una columna
para una cadena de periódicos, hacía regularmente comentarios radiofóni-
cos y daba conferencias por todo el país, y además escribió doce libros y
numerosos artículos para revistas. Sagitario nunca peca por reticencia,
como pone de manifiesto esta cita de Goodwin: «También escribía memo-
rándums, a veintenas, y no sólo se los enviaba a su marido, sino también
a diversos funcionarios de la Administración, donde describía lo que ella
veía y lo que era necesario hacer. Tan voluminosa era su correspondencia
con el Departamento de Guerra que el general George Marshall designó
un oficial especial para atenderla. “Oh, por Dios, otra más”, se lamentaban
los funcionarios cuando les llegaba la sexta o la séptima misiva de la seño-
ra Roosevelt por algún asunto». Aunque durante los años en que su mari-
do ocupó el cargo de presidente de Estados Unidos su capacidad de co-
municación fue prodigiosa, la franqueza de Sagitario se manifestó con
más fuerza aún una vez que Eleanor salió de la Casa Blanca: «Por primera
vez en mi vida puedo decir exactamente lo que quiero. Para su informa-
ción, es estupendo estar libre» (citado por Cook).
Las preocupaciones humanitarias de Eleanor se empezaron a mani-
festar muy pronto en su vida, y ya en su juventud se dedicó al trabajo
social. Más adelante, como esposa de un presidente cuya movilidad esta-
ba limitada por la parálisis que le produjo la polio, aceptó de buena gana
el papel de enviada itinerante para poder observar las condiciones sociales
y reunir la información que su marido necesitaba para configurar su políti-
ca del New Deal21. Roosevelt reconoció sin reservas la gran influencia que
su mujer tuvo en sus programas. Entre las reformas sociales que defendió
Eleanor se cuentan la legislación protectora de las mujeres obreras, el
reconocimiento de los derechos civiles para los negros, la abolición del
trabajo infantil y el establecimiento de un salario mínimo.
Buscar su propia realización mediante una vida pública activa era na-
tural para alguien con el Sol en la casa diez como Eleanor Roosevelt. Y
con el Sol emplazado en Libra, la oportunidad de destacar se le presentó

21
Los principios del ala progresista del Partido Demócrata, especialmente
los defendidos tiajo el liderazgo del presidente Roosevelt. (N. del E.)
264
por mediación de su matrimonio. Con palabras de Goodwin: «Franklin fue
el instrumento mediante el cual las excepcionales cualidades de Eleanor
pudieron expresarse en el escenario más amplio posible». Pero era evi-
dente que su marido también se sentía en deuda con ella. Un asesor de la
Casa Blanca (citado por Goodwin) reconoció que «sin ella, él jamás habría
llegado a ser el presidente que fue». Su relación fue de una interdepen-
dencia vital (aunque en sus últimos años ya hubiera dejado de ser román-
tica) que era un reflejo del emplazamiento de Venus en Virgo en conjun-
ción con Júpiter en Leo en el tema de Eleanor.
A Sagitario, por supuesto, se lo conoce como el signo del viajero, y en
1940 Eleanor Roosevelt había recorrido más de 450.000 km a lo largo y
ancho de su país (según el Current Biography del año 1949). Goodwin
escribió: «Tan frecuentes eran sus ausencias de Washington que en una
ocasión el Washington Star publicó este humorístico titular: ¡la señora
Roosevelt pasa la noche en la casa blanca!». Durante la segunda guerra
mundial batió con creces su propio récord cuando recorrió el mundo ente-
ro para visitar a las fuerzas armadas de los Aliados y ayudar a levantar la
moral (¡muy de Sagitario!) de los combatientes.
Es muy adecuado el hecho de que, después de la muerte de Franklin
Roosevelt, el presidente Truman designara a Eleanor como delegada ante
la más sagitariana de las instituciones: las Naciones Unidas. Durante siete
años presidió la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, y en respues-
ta al Holocausto, colaboró en la redacción del borrador de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, que, según Cook, «se adoptó el 10
de diciembre de 1946, en gran parte como resultado de la visión, la ener-
gía y la diplomacia personal de Eleanor Roosevelt». En este trabajo, el
gran espíritu sagitariano de Eleanor Roosevelt encontró finalmente su
dimensión más amplia.
BARBARA MCENERNEY

Bob Dylan
Robert Zimmerman, el cantautor conocido con el nombre de Bob Dylan,
nació el 24 de mayo de 1941 y, en muchos sentidos, es un buen ejemplo
de Ascendente Sagitario. Bob Dylan es una persona especialmente jupite-
rina, ya que Júpiter, su planeta regente, está en conjunción con el Sol (y
también con Urano, símbolo de originalidad revolucionaria; e incluso for-
ma una conjunción amplia con la Luna). Hay pocos compositores de can-
ciones que hayan sido tan prolíficos y cuyos temas los hayan interpretado
265
tantos artistas. Sus obras incluyen literalmente docenas de «clásicos»
populares en todo el mundo y para varias generaciones, la mayoría de los
cuales siguen teniendo hoy tanta resonancia e importancia como cuando
aparecieron. Entre los rasgos de sus canciones que reflejan el Ascendente
Sagitario (y la fuerte influencia de Júpiter) están los siguientes:

Bob Dylan, 24 de mayo de 1941, a las 9.05 pm, Duluth, Minnesota, Esta-
dos Unidos
a) Para él siempre han sido importantes las cuestiones y temas mo-
rales y éticos, desde las canciones sobre los «derechos civiles» de los
años sesenta hasta las que ha escrito veinticinco años después.

b) Una aceptación filosófica de la vida impregna muchas de sus


canciones, entre ellas «Don't Think Twice, It's All Right» [No te lo pienses
dos veces, todo está bien], que refleja el perpetuo optimismo de un As-
cendente Sagitario, independientemente de la claridad con que Dylan ve
los problemas, sufrimientos e injusticias de la vida.
266
c) De la misma manera, en su búsqueda vital personal han predo-
minado igualmente las preocupaciones religiosas y filosóficas que lo lleva-
ron a incorporar y expresar no sólo himnos y sentimientos devocionales
cristianos, temas como la justicia social y giros verbales inspirados en el
zen hasta que la mente queda anonadada ante la comedia cósmica, sino
también cuestionamientos filosóficos que trascienden todas las religiones
tradicionales, por ejemplo, en John Wesley Harding, uno de sus álbumes
más originales, aunque poco apreciado.

d) El idealismo de Sagitario en ascenso se manifiesta en toda su


obra, así como su profunda sintonía con el futuro («The Times, They are a
Changing» [tos tiempos están cambiando]) y, de hecho, un método de
expresión profético e incluso arquetípico, que evoca casi un tono bíblico.

También debo mencionar que Neptuno (el planeta de la visión, la mú-


sica y la imaginación) está en la casa nueve y su Marte, en Piscis, el signo
regido conjuntamente por Neptuno y Júpiter: un símbolo adecuado para
expresar la forma en que él se ha autoafirmado a pesar de su timidez
natural.
Además, tengo la sensación de que el emplazamiento de Júpiter en
Tauro es profundamente significativo, ya que el hecho de tener ese arrai-
go en la tierra le permitió dar concreción, profundidad y detalle a sus ima-
ginativas imágenes, al mismo tiempo que sintonizaba rítmicamente con los
flujos y reflujos y otros ciclos de la naturaleza.

Hermann Hesse
Cuando se acercaba a los sesenta años, Hermann Hesse, el aclamado
novelista y poeta alemán, observó: «Escribir es siempre una actividad
disparatada y excitante, un viaje por alta mar en una cáscara de nuez, un
vuelo en solitario a través del universo». Mediante sus escritos, Hermann
Hesse, que tenía a Sagitario en ascenso, destiló el significado de su turbu-
lenta experiencia personal y afirmó su fe durante los momentos oscuros.
Con Júpiter también emplazado en Sagitario, cerca del Ascendente y en
oposición con Mercurio en Géminis, Hesse fue un escritor nato: «Desde los
trece años ya tenía bien claro que quería ser poeta o nada». Astrológica-
mente, su reconocimiento literario a nivel internacional estuvo muy vincu-
lado con el hecho de tener el Ascendente y Júpiter en Sagitario. Tanto el
súbito éxito de su primera novela, Peter Camenzind, en 1904, como su

267
premio Nobel de Literatura, cuarenta y dos años después, se correlaciona-
ron con tránsitos de Urano en aspecto con la oposición Júpiter-Mercurio y
el eje Ascendente-Descendente de su carta natal. Pero la influencia sagita-
riana se puede rastrear también en la niñez de Hesse, en los temas que lo
atraían y en su papel de guía espiritual de los lectores a quienes, al igual
que al propio Hesse, preocupaba profundamente la búsqueda de un signi-
ficado durante una época de crisis personal y social.
Nacido en Calw, Alemania, Hesse creció en un hogar impregnado del
espíritu pluricultural que comúnmente se asocia con Sagitario. Sus padres
y su abuelo materno fueron misioneros en la India, donde nació su madre.
El abuelo de Hesse, que también vivía con la familia, dirigía la imprenta y
editorial de los misioneros en Calw. Para Hesse, con el Sol en Cáncer, los
recuerdos de infancia eran decisivos, y en sus Escritos autobiográficos
hace un vívido boceto del ambiente sagitariano de su hogar familiar (ob-
sérvese la cuadratura de Júpiter en Sagitario con la Luna en Piscis):

Muchos mundos, muchos rincones de la tierra, con los brazos extendidos, nos
enviaban rayos que se encontraban y se cruzaban en nuestra casa. [...] Allí la
gente rezaba y leía la Biblia, estudiaba y practicaba la filología hindú […] allí
se tenía conocimiento de Buda y de Lao Tse, venían huéspedes de muchos
países con un hálito de algo extraño y extranjero en la ropa, con raros baúles
de cuero y de cortezas entretejidas, y con la resonancia de lenguas extrañas.

Ernst Rose, en su libro Faith from the Abyss [Fe desde el abismo],
habla de la profusión de lenguas que se podían escuchar en el hogar de
Hesse: «Oyó conversar a su abuelo en inglés, francés e italiano, y en los
dialectos de las Indias Orientales y de Malasia». Esta tradición plurilingüe
habría de asumir otra forma sagitariana de abarcar todo el globo en la
vida de Hesse: sus libros se han traducido a treinta y cinco lenguas dife-
rentes, entre ellas nueve de las más importantes de la India. En Japón ha
sido el más popular de todos los escritores alemanes. En Estados Unidos
se vendieron casi quince millones de ejemplares de sus traducciones al
inglés en la década que va desde mediados de los años sesenta hasta
mediados de los setenta, «un fenómeno literario sin precedentes en Esta-
dos Unidos», según consigna su biógrafo Joseph Mileck. Hesse, hijo de
misioneros y con el Sol en Cáncer, se mantuvo arraigado en Europa sin
por eso dejar de tener una poderosa influencia en países del mundo ente-
ro.

268
Hermann Hesse, 2 de julio de 1877, a las 6.30 pm, Calw, Württermberg,
Alemania.
Al tiempo que su hogar de la niñez fue para Hesse un punto de inter-
sección de influencias sagitarianas, también estaba penetrado por la espi-
ritualidad, profunda pero severamente ascética y represiva, de sus padres,
simbolizada por su conjunción Saturno-Luna en Piscis. Hesse rechazaba
esta forma de religión estrecha y ortodoxa, y luchó con las cicatrices emo-
cionales que ésta le había dejado. Sin embargo, mantuvo su compromiso
con la búsqueda de maneras «de adentrarse en ese “ámbito intemporal
del espíritu” en donde se sentía más cómodo y que cartografió como su
más característico territorio literario» (cita tomada de la «Introducción» de
Theodore Ziolkowski a los Escritos autobiográficos de Hesse). Su Júpiter
en Sagitario desafiaba a la conservadora conjunción Saturno-Luna con su
búsqueda de horizontes espirituales más amplios. A su vez, Saturno em-
plazado en la tercera casa en el imaginativo signo de Piscis ayudó a Hesse
a dar forma literaria a sus exploraciones jupiterinas.

269
Una expresión de la búsqueda espiritual de Hesse era su afinidad de
toda la vida con las filosofías orientales (una vez más, acorde con su mez-
cla de influencias de Sagitario y Piscis). Ese interés se encendió inicial-
mente entre los miles de libros de la biblioteca de su abuelo, que según
recordaba Hesse: «Contenía no sólo libros eruditos, de teología y de filo-
logía oriental, sino también traducciones de los libros sagrados de Orien-
te». Con los años, Hesse fue desarrollando una profunda apreciación del
hinduismo, el budismo y muy especialmente el taoismo y la filosofía china
en general. (La traducción al alemán que en 1924 hizo Richard Wilhelm
del I Ching tuvo una gran influencia en la visión de Hesse.) Algunas de
sus novelas, como Siddhartha y Viaje al Oriente; expresan directamente la
forma en que absorbió la filosofía oriental. El vasto alcance de la espiritua-
lidad pluricultural de Hesse se pone de manifiesto en su descripción (en
sus Escritos autobiográficos) del «ídolo danzante de la India que mi abue-
lo guardaba en su fabulosa vitrina de cristal». Escribe Hesse:

Por detrás de su forma, por detrás de su rostro y de su imagen, vivo, estaba


Dios; allí acechaba lo infinito, que en esa época en que yo era un niño, sin
saber su nombre, reconocía y reverenciaba no menos que en días posteriores
en que ya lo llamaba Siva, Visnú, Dios, Vida, Brahman, Atman, Tao o Madre
Eterna. Era padre y madre, mujer y hombre, sol y luna.

Si bien la influencia sagitariano-jupiterina llevó a Hesse a trascender


cualquier tendencia canceriana hacia el provincialismo, de hecho mantuvo
su arraigo en su propia cultura y sus tradiciones. Tal como señala Ralph
Freedman en Hermann Hesse: Pitgrim of Crisis [Hermann Hesse: pere-
grino de la crisis]: «Un misionero en el mejor sentido, Hesse fue capaz de
aproximarse a otro mundo, a otra identidad, y de apropiárselos sin por
eso dejar de mantener su yo cristiano y occidental». Tenía «un yo dual,
tanto alemán y romántico, como taoísta y budista, y vivía a la vez en dos
mundos interiores aparentemente opuestos». Esta forma de salvar el
abismo entre dos mundos formaba parte del atractivo universal de novelas
que fueron, en lo esencial, sumamente autobiográficas. (Hesse las llama-
ba «biografías del alma».) Ernst Rose describe la reacción de un estudian-
te en la India ante Siddhartha: «Estaba atónito por haber encontrado a un
europeo que realmente había entendido el espíritu del país». En sus Escri-
tos autobiográficos, el propio Hesse reconocía esta «dualidad» oriental-
occidental de su ser. La siguiente cita incluye también una referencia a su
Ascendente Sagitario. (Josef Englert, uno de los amigos íntimos de Hesse,
era astrólogo y posiblemente haya sido él quien introdujo al novelista en
el tema.) En el siguiente pasaje, Hesse escribe de nuevo sobre las deida-
des que formaban la colección de su abuelo:
270
Mucho antes de que supiera yo leer y escribir, me llenaron hasta tal punto de
antiguas imágenes e ideas orientales que, más adelante, cada vez que cono-
cía a un sabio hindú o chino era como una reunión, una vuelta al hogar. Y sin
embargo soy europeo, y de hecho, nací con el signo del Arquero en el Ascen-
dente, y durante toda mi vida he practicado celosamente las virtudes occi-
dentales de la impetuosidad, la avidez y una insaciable curiosidad. [¡Aquí, uno
sospecha en Hesse un posible matiz de ironía en el uso que da a la palabra
«virtudes»!]

El franco reconocimiento de Hesse de la poca frecuencia con que su


vida estaba a la altura de los ideales orientales de serenidad y desapego
que a él le atraían era fiel a la verdad. Su ferviente búsqueda espiritual se
alimentaba de los conflictos internos señalados por su cuadratura en T en
signos mutables, en cuyo ápice estaba la conjunción Saturno-Luna en
Piscis en la tercera casa. Hesse luchaba con la depresión, los impulsos
suicidas, el alcoholismo y una intensa necesidad de escapar. Esta lucha
con el lado sombrío de la vida está también representada por la semicua-
dratura exacta del Sol con Plutón (y por la semicuadratura del Sol con
Urano en la casa ocho). Una de las formas en que Hesse encontró la cura-
ción fue un psicoanálisis realizado con un analista formado por el propio
Carl Jung. Hesse aprovechó esta experiencia al escribir su novela Demian,
que incluye las apremiantes imágenes oníricas con las que su lado de
Piscis estaba en sintonía de un modo natural.
Hacia la mitad de la cuarentena, se inició para él una época de crisis
especialmente profunda, cuando Plutón en tránsito formó una conjunción
con su Sol natal en la casa siete. El conflicto entre los lados sensual y
espiritual de su naturaleza provocó una poderosa erupción, y un matrimo-
nio explosivo y de breve duración le hizo sufrir. (No mucho después de
este tránsito, conoció a «Ninon, la compañera de su vida», con quien se
casó, estableciendo una unión de cálido apoyo mutuo.) El hecho de que
escribiera su novela El lobo estepario al finalizar este tránsito de Plutón
muestra cómo utilizó su arte de escritor (Mercurio en Géminis) para
transmutar y crear significados a partir de una intensa crisis emocional.
Como señala Ernst Rose: «La claridad del lenguaje de Hesse intentaba ser
una defensa contra el caos». (¡Mercurio en Géminis en cuadratura con los
planetas en Piscis!) Los astrólogos reconocerán el clásico viaje oscuro
plutoniano en los comentarios de Ernst Rose sobre esta novela: « El lobo
estepario significa literalmente un paseo por el infierno –por el infierno del
alma moderna– con la voluntad de vencerlo. [...] Fue la primera novela
alemana que incluyó un descenso a los sótanos del subconsciente en su
búsqueda de la integración espiritual». Esta novela plutoniana se convirtió
en una especie de «biblia» para los estadounidenses durante los años

271
turbulentos de mediados de la década de los sesenta, cuando la conjun-
ción Urano-Plutón en tránsito desencadenó una gran cantidad de fuerzas
de transformación radicales. Se trataba de una «biblia» muy diferente de
la que llevaban los padres misioneros de Hesse, pero quizá no del todo,
porque Hesse llamaba al Nuevo Testamento «el depósito de la sabiduría
más preciosa y más peligrosa».
Sagitario no sólo representa al Viajero, sino también al Guía, el que
ya ha estado allí y se convierte en el que señala el camino a los demás.
Con Júpiter en Sagitario cerca del Ascendente, Hesse se convirtió, en pa-
labras de Ralph Freedman, «en una persona mítica, un peregrino cuya voz
va leyendo un guion sagrado», lo cual «lo convertía en una poderosa in-
fluencia para muchas generaciones» en la medida en que era «el Sabio
del Viaje Interior». Los jóvenes, en particular, buscaban a Hesse como
guía, y sobre él llovían sus cartas. Pero la dimensión «de tamaño mayor
que el natural» de Sagitario en ascenso asumió proporciones verdadera-
mente espectaculares en Estados Unidos después de la muerte de Hesse
en 1962. Ralph Freedman observa: «En su encarnación estadounidense se
convirtió en un mito, una mezcla de Jesús y Buda sin vínculo alguno con
los horarios contemporáneos ni con la geografía. En este papel ahistórico,
Hesse disfrutó póstumamente de una explosión de aclamaciones mucho
mayor que cualquier cosa que hubiera llegado a conocer durante su vida».
Freedman señala que, aunque su popularidad haya ido creciendo y
decreciendo continuamente tanto antes como después de alcanzar su
punto más alto en los años sesenta, es frecuente que aflore durante épo-
cas de crisis social, porque Hesse representó la aparición de la fe y del
significado en medio del desastre personal y social. Y al igual que Emer-
son, otro escritor con Júpiter en la casa uno, mantuvo «una fe inconmovi-
ble en el valor esencial del individuo, incluso cuando esto iba en contra de
los valores sociales que lo rodeaban» (cita tomada de Freedman).
La última novela de Hesse, El juego de los abalorios, escrita entre los
55 y los 65 años, fue la culminación de una búsqueda vital de una visión
unificadora capaz de resolver la tensión de las polaridades de la vida. Esta
cita del poema de Hesse «Etapas» (incluido en la novela) expresa el ca-
rácter afirmativo de su filosofía sagitariana de la vida como viaje:

Serenamente movámonos hacia lugares distantes


sin dejarnos detener por sentimientos hogareños de nostalgia.
El Espíritu Cósmico no intenta restringirnos,
sino que va elevándonos hacia espacios más amplios.
Si aceptamos un hogar de nuestra propia hechura,
el hábito familiar va creando la indolencia.
Debemos prepararnos para partir y despedirnos

272
o seguiremos siendo esclavos de la permanencia.
Incluso la hora de nuestra muerte puede enviarnos
aceleradamente a espacios nuevos y frescos,
y si la vida nos llama a correr nuevas carreras,
así sea, corazón: la despedida no tiene fin.
BARBARA MCENERNEY

Ascendente Piscis
Tras haber hablado ya antes en este capítulo de algunas de las carac-
terísticas que el Ascendente Piscis comparte con el Ascendente Sa-
gitario, ahora es el momento de aclarar exactamente los rasgos espe-
ciales de Piscis en ascenso. Ya he señalado que quienes tienen este
Ascendente tienden a quedarse en último plano, prefieren dejar que
sus actos, más bien que sus palabras, hablen por ellos, y dedican sus
energías a apoyar y estimular a los demás. Como escribió Carolyn
Dodson en su libro Rising Signs [Signos ascendentes]:

Las personas con Ascendente Piscis apenas susurran sus propias ideas
por miedo a una reacción violenta o al rechazo; sin embargo, dan la
impresión de que saben más del universo y su funcionamiento de lo
que cualquiera de nosotros será capaz de comprender jamás. Nacieron
para facilitarnos y embellecernos la vida y para guiarnos hacia las
fuerzas invisibles e inexplicables que tal vez no comprendamos y que,
sin embargo, sabemos que están ahí.

La verdad es que quienes tienen a Piscis en ascenso llevan con


frecuencia una vida tan privada que mucha gente no los conoce, o
por lo menos no muy profundamente. Son personas que necesitan
una gran dosis de intimidad y reserva, y sienten un amor por la natu-
raleza que hace recordar un poco a Sagitario, pero que en su caso es
mucho más delicado y melancólico. De hecho, el arte es una de las
formas en que estos nativos pueden expresar su sensibilidad emo-
cional, y en ocasiones esto asume la forma de fotografías, dibujos o
pinturas del mundo de la naturaleza. Estas personas siempre necesi-
tan expresar sus emociones, y es bastante frecuente que la música
273
desempeñe un papel importante en su vida cotidiana, como intér-
pretes o simplemente por el placer que les da escucharla. (Observe
el lector que dos directores de orquesta tan reconocidos internacio-
nalmente como Leopold Stokowski y Zubin Mehta tienen a Piscis
en el Ascendente. Y otros dos músicos muy populares son Lawrence
Welk y Ringo Starr.) Dodson señala también que las personas con
Piscis en ascenso pueden tener la necesidad de estar cerca del agua o
de realizar actividades acuáticas. Casi siempre, según ella, son «más
sensibles que los demás para las imágenes, los sonidos, los olores y
las vibraciones de nuestro universo».
Aunque a menudo parece que la persona con Ascendente Piscis
estuviera un poco melancólica, también es frecuente que al mismo
tiempo tenga una felicidad interior que, lo mismo que pasa cuando
el Ascendente es Sagitario, puede ser contagiosa y motivo de inspi-
ración para los demás, aunque he de admitir que es menos manifies-
ta. La sensibilidad que estos nativos muestran hacia su prójimo es
notable, y parece muy probable que estén naturalmente dotados para
las artes curativas. Como señala Esther Leinbach:

[...] a la gente de Piscis se la quiere por su amabilidad y su capacidad


de escuchar. No es probable que un Piscis se ponga manos a la obra y
le ayude a uno A completar un proyecto de trabajo, como puede hacer-
lo un Capricornio. Pero para Capricornio es una fuente de desaliento y
frustración el hecho de no ser capaz de atraer las relaciones de intimi-
dad en que Piscis se sumerge al parecer sin esfuerzo. Los Piscis son
más capaces de escuchar atentamente durante más tiempo que cual-
quier otro signo.

Tal como llegan a comprender muchas personas entregadas a las


artes curativas, lo que contribuye a la efectividad terapéutica no son
sólo los conocimientos específicos, la ciencia y la técnica, sino tam-
bién la actitud comprensiva y la capacidad de escuchar del médico,
sanador o terapeuta. Esta habilidad innata confiere a las personas
con Ascendente Piscis la capacidad de servir a los demás eficazmen-
te y de las maneras más sutiles; en ocasiones, ni ellas mismas se dan
cuenta de la medida en que ayudan. Pero en todo caso, tienen la ne-
cesidad de ser útiles y de servir a los demás, o a un ideal, para poder
274
sentirse interiormente felices. Su generosidad jupiterina necesita
comprometerse activamente con la vida. Un ejemplo notable de la
necesidad de servir de Piscis lo constituye la vida de la astróloga
Evangeline Adams, que fue muy famosa en la primera mitad del
siglo xx. Ella no sólo tenía a Piscis en ascenso, sino también a Mer-
curio, Júpiter y Venus en Piscis, y durante su vida atendió las con-
sultas de más de cien mil personas.
Además, los nativos con Ascendente Piscis necesitan tener al-
guna forma de vida interior para poder establecer contacto con su
propia luz interna. Son seres con una inclinación natural hacia lo
que trasciende lo físico, hacia lo metafísico o lo místico, y si no sa-
tisfacen esa necesidad, suelen tomar otros caminos para escapar de
las tediosas realidades mundanas de una vida nada inspiradora, ca-
minos que pueden llevarlos a adoptar hábitos autodestructivos. Con
frecuencia, estas personas tienden por naturaleza a depender mucho
de los demás, y el hecho de perderse por senderos escapistas las
colocará cada vez más en la situación de víctimas, con lo que llega-
rán a satisfacer su necesidad, a veces inconsciente, de ser mártires.
Tal como escribió Howard Sasportas:

Una característica fundamental del Ascendente Piscis es el sacrificio


de la voluntad personal; pero si el nativo lleva esta tendencia al ex-
tremo, puede crear una y otra vez situaciones en las que otras perso-
nas se aprovechen de él.

De hecho, Sasportas clasifica a tres tipos de personas con As-


cendente Piscis: la víctima, el artista y el sanador-salvador. Señala
además que una persona con este Ascendente está «abrumada por su
sensibilidad y su carácter abierto». Por lo tanto, podemos llegar a la
conclusión de que, al mismo tiempo que aprende cómo servir a los
demás valiéndose de su sensibilidad, el nativo debe aprender cómo
proteger su propio yo.
En la bibliografía astrológica no se menciona con la suficiente
frecuencia la notable fuerza interior que tienen estas personas. La
verdad es que su aparente maleabilidad y su estilo acomodadizo
parecen desmentir su gran fuerza de carácter. Aunque no hacen gala

275
de su perspectiva filosófica, como es frecuente en las personas con
Ascendente Sagitario, ésta existe de todos modos, y poseen también
un excelente sentido del humor, otro factor que les permite elevarse
por encima de los pequeños problemas cotidianos. Isabel Hickey,
que tenía Ascendente Sagitario, describe muy bien a las personas
con Ascendente Piscis como «compasivas, sumamente sensibles,
afectuosas, sentimentales y románticas», y lo son hasta el punto de
que a veces parecen estar fuera de lugar en este mundo material. Y
la verdad es que deben tener cuidado de no estarlo, ya que tal como
escribió Hickey: «Sueñan con la vida en lugar de vivirla».
Pese a que el corregente de Piscis es Júpiter, entre estos nativos
hay quienes se pierden en la autocompasión o se dejan retener por
vagos miedos (lo que quizá sea una manifestación de Neptuno, el
otro corregente de Piscis). Y es frecuente que «oculten su luz» y no
revelen jamás sus grandes capacidades innatas o que ni siquiera las
utilicen. A mí me parece muy interesante que el símbolo de Piscis,
los dos peces, aparezca en muchas representaciones medievales con
los peces atados por la boca. E incluso hay una leyenda según la
cual uno de los dos peces está muerto y el otro no puede llegar a
ninguna parte mientras no se libere de él. Liberarse del pasado fue
algo que siempre enfatizó Dane Rudhyar (que tenía a Sagitario en
ascenso) como una necesidad clave en la duodécima fase de cual-
quier ciclo, por ejemplo los signos del zodíaco o las casas de una
carta natal. Y hacerlo requiere fe (Júpiter), pero también coraje. Tal
como escribió el psicólogo Rollo May: «El coraje es el poder de
DEJAR IR lo familiar y lo seguro». Las personas con Ascendente
Piscis se preocupan más que las que tienen Ascendente Sagitario, y
tal vez venga al caso ofrecer aquí una de mis citas preferidas, ya que
se aplica muy bien a ese hábito mental negativo que afecta a tanta
gente, en especial a quienes tienen cuadraturas u oposiciones entre
signos mutables. Sardar Bahadur Jagat Singh, un profesor de quími-
ca que hacia el final de su vida se había convertido en un gran maes-
tro espiritual, escribió lo siguiente:

El hecho de preocuparte, ¿te ayudó alguna vez a resolver algún pro-


blema? La preocupación nace de un pensamiento confuso. Adquiere

276
el hábito de pensar siempre con claridad y disipa riendo tus problemas
y tus sufrimientos. Ni siquiera el diablo puede hacer nada a un hom-
bre mientras éste pueda reírse. ¿Acaso cuesta mucho reír? Es tan fácil
como preocuparse o impacientarse. Al comienzo exige sólo un peque-
ño esfuerzo, pero al cabo de un tiempo se con vierte en un hábito.

Al estudiar a algunas personas famosas con Ascendente Piscis,


me saltó a la vista algo que se podía aplicar a la mayoría de ellas:
con gran frecuencia tienden a desvalorizarse a sí mismas, y tienen
un estilo y un modo de comportarse bastante discretos, que las ha-
cen sumamente agradables. Personajes tan dispares como el senador
y candidato presidencial estadounidense Walter Mondale; James
Arness, la estrella de la serie de televisión Gunsmoke, que hace tanto
tiempo que se mantiene en antena en Estados Unidos; el jugador de
béisbol y «filósofo» Yogi Berra; la bailarina Gwen Verdon; el actor
cómico Richard Pryor, y la campeona olímpica de patinaje artístico
Dorothy Hamill, tienen Ascendente Piscis. Además de Mondale, el
senador Robert Byrd y el canciller alemán Konrad Adenauer redon-
dean un grupo de políticos socialmente influyentes. También pode-
mos encontrar a actores como Robert Redford (que ha sido produc-
tor de películas de contenido social) y Robert Duvall, que ha prota-
gonizado muchas películas controvertidas, lo mismo que David Ca-
rradine, cuyo papel más famoso, en Kung Fu, contribuyó a populari-
zar tanto la filosofía oriental como las artes marciales. Es fácil en-
contrar muchas personalidades del teatro y el cine con Ascendente
Piscis, como Carol Burnett y Raquel Welch, lo cual no es nada sor-
prendente, puesto que tradicionalmente Neptuno rige el mundo de
las imágenes. Y hay una gran cantidad de deportistas importantes
con este mismo Ascendente, entre ellos el campeón de salto de altu-
ra Dwight Stones, los jugadores de béisbol Eddie Mathews y Pete
Rose, y el campeón olímpico de natación John Nabor.

Robert Redford
Ya desde un principio en su carrera de actor, en películas como Dos hom-
bres y un destino, El candidato y Tal como éramos, Robert Redford adqui-
rió la imagen fascinante del «chico de oro» que refleja su Sol en Leo en
277
trígono con el Medio Cielo en Sagitario (y Marte en Leo en la quinta casa).
Sin embargo, la importancia de su Ascendente Piscis se manifiesta tanto
en la ambivalencia de Redford con respecto a los efectos de su celebridad,
como en los intereses que estimulan su trabajo creativo.
En lugar de enorgullecerse de su fama, Redford cuestiona sus conse-
cuencias. El emplazamiento de Saturno en Piscis, en la casa doce y a ocho
grados del Ascendente, acentúa ese serio examen introspectivo de su
vida. En Current Biography se afirma que Redford «ha desdeñado siempre
la atmósfera circense de la que se nutren algunas celebridades del celuloi-
de». En una entrevista que le hizo la revista Rolling Stone, en octubre de
1994, Redford habló de su preocupación por «lo que puede hacerte la
celebridad, las amenazas que representa para el alma. Las tentaciones
que se interponen en tu camino [...]. ¿Vas a seguir por esa senda, en
donde las cosas están irresistiblemente ligadas a la riqueza, la fama y el
privilegio? ¿O eres capaz de detenerte, reorientarte y retomar tu propia
dirección para beneficio de tu alma?».
La visión filosófica del Ascendente Piscis de Redford no sólo se ampli-
fica, sino que toma un enfoque social, gracias al emplazamiento de Júpi-
ter, el corregente de la carta, en Sagitario en la casa nueve. Júpiter es
aquí un planeta focal, ya que constituye el ápice de una cuadratura en T
con Saturno en Piscis y un stellium integrado por Venus, Neptuno, Mercu-
rio y la Luna en Virgo. Redford procura destacar sus intereses sociales y
diversos problemas morales tanto en los papeles que interpreta como en
las películas que dirige. En Todos los hombres del presidente representó el
desenmascaramiento del escándalo Watergate bajo la administración de
Nixon. Brubaker se centraba en la reforma de las prisiones. En muchas de
sus películas, los temas típicos de Piscis de la desilusión y la pérdida de la
inocencia en la sociedad estadounidense han adquirido una particular
importancia, como se puede ver en El candidato, The Natural, A River
Runs Through It y Quiz Show.
Pero, fiel al enfoque moderado de su Ascendente Piscis (en contraste
con el fogoso Ascendente Sagitario), Redford prefiere no forzar a su públi-
co a aceptar su punto de vista. En la entrevista aparecida en la revista
Rolling Stone dice: «Jamás he creído en las campañas propagandísticas,
porque no creo que eso funcione. A la gente no le gusta que le den ser-
mones, ni que la traten como si fueran críos. Yo creo en el trabajo político
en las películas, pero también pienso que tienen que ser entretenidas,
porque ese es tu medio de comunicación». Este interés por el entreteni-
miento, así como el alto nivel artístico de las películas de Redford, refleja
la habilidad creativa de su Sol en Leo en la sexta casa.

278
Robert Redford, 18 de agosto de 1936, a las 8.02 pm, Santa Mónica, Cali-
fornia, Estados Unidos.
Robert Redford está activamente comprometido con los problemas
ambientales y la conservación de la naturaleza, y es un entusiasta de las
actividades al aire libre, como la pesca, el esquí y la equitación (todas las
cuales muestran la influencia de Júpiter). Este amor por la naturaleza se
expresa en películas como A River Runs Through It y The Milagro Beanfi-
eld War, que presenta la lucha de los pequeños granjeros que se enfren-
tan con el desdén, tan típico de los constructores de urbanizaciones, por
el medio natural. Redford tiene conocimiento de primera mano de tales
batallas, como resultado de sus esfuerzos por preservar el entorno de las
2.800 hectáreas de su rancho, Sundance Ski Resort, en las inmediaciones
de Provo, Utah (Estados Unidos). También ha fundado el Institute for
Resource Management, con el fin de promover la investigación sobre la
protección del medio ambiente.
279
La carta natal de Redford es un ejemplo excelente de la creativa mez-
cla que forman la visión y el realismo práctico. Tanto el Ascendente Piscis
como Júpiter en Sagitario en la casa nueve se conectan con la tierra por
medio de la cuadratura en T que forman junto con Saturno y el stellium
en Virgo en la casa seis. Las convicciones morales de Redford, típicas de
un Júpiter en Sagitario, cobran forma por intermedio de la cuadratura con
Saturno en Piscis (un signo que tiene una particular afinidad con la activi-
dad de cineasta). Las cuadraturas de Júpiter con los planetas en Virgo en
la casa seis constituyen para Redford un desafío a enfrentarse con la mul-
tiplicidad de detalles fastidiosos que lleva consigo el hecho de presentar
sus visiones al mundo. «En el momento en que terminas con el presu-
puesto, los abogados, los agentes, los administradores, los publicistas, los
mecanismos de financiación y los contratos con los socios, ya estás tan
agotado y hecho polvo que casi no te queda energía para hacer la pelícu-
la» (citado en Architectural Digest). Proyectos como el del Sundance Insti-
tute, que fomenta la realización independiente de películas y obras de
teatro, dan prueba del deseo de Redford de poner sus recursos al servicio
de la sociedad y de estimular el trabajo creativo de los demás. Esta orien-
tación al servicio se hace evidente en el emplazamiento de Neptuno en la
casa seis, formando parte de la cuadratura en T con Júpiter y Saturno.
Por detrás de todas esas actividades está la perspectiva panorámica
típica de Piscis de Robert Redford, que se expresa de forma conmovedora
en esta cita tomada de un artículo que apareció en Architectural Digest:
«A veces soy un activista con una gran sensación de urgencia, y en otras
ocasiones, un fatalista que adopta una visión del tiempo muy larga y oscu-
ra, geológica. En momentos así, me recuerdo a mí mismo que nada está
hecho para durar: a estas montañas las rebajará el desgaste; ese lago se
evaporará igual que una gota de agua; nosotros mismos, probablemente,
nos extinguiremos como especie. Pero entonces sucederá algo nuevo. El
sedimento depositado en el fondo del Gran Cañón tiene quinientos setenta
millones de años. Cuando siento el peso de mis problemas, me voy a
echarle una mirada, porque creo que eso te da una visión más amplia».
BARBARA MCENERNEY

Ringo Starr
Con el nombre de Richard Starkey, nació en un barrio de Liverpool, Ingla-
terra, habitado por personas de clase trabajadora. El futuro batería de los
Beatles abandonó la escuela a los catorce años, y en menos de un dece-
280
nio ya había alcanzado fama internacional como miembro del conjunto
musical más popular del mundo. En muchos sentidos, Ringo es un ejem-
plo perfecto de una persona con Ascendente Piscis: humilde, simpático,
evidentemente vulnerable y comprensivo (lo que se destaca aún más por
obra de su Sol en Cáncer), le hace muy feliz quedarse entre bastidores. Y
sin embargo, son muchos los que coincidirían con la observación de que él
fue la principal energía unificadora de los Beatles, aunque se mantuviera
en último plano, rara vez interpretara un solo de batería y únicamente le
confiaran algún que otro solo vocal (algunos de ellos de un carácter tan
cómico que casi parecía que se riera de sí mismo, como en «Yellow Sub-
marine»: ¡una imagen perfecta para un Sol en Cáncer con Ascendente
Piscis!). Su estilo se ajustó siempre a una simplicidad seductora, sin por
eso restar brillo a las letras ni a las innovaciones guitarrísticas de George
Harrison, pero, así y todo, expresándose sin esfuerzo alguno en una gran
variedad de canciones con un ritmo juguetón, fluido y atractivo. Esos rit-
mos de Ringo ayudaron a configurar el sonido característico de los
Beatles, que fue innovador pero manteniendo una cierta simplicidad.
Su poderoso Júpiter (el corregente de la carta, en unión con Nep-
tuno), emplazado en Tauro y en sextil con el Sol, le permite proyectar una
imagen de simple y terrena confianza en sí mismo y una energía siempre
animosa y juguetona que, sin recurrir a las palabras, transmite una pura
alegría. Ringo Starr es una manifestación típica del Ascendente Piscis por-
que dejó que una fuerza, un grupo, un ideal o una forma de expresión
artística se expresara por medio de él, sin permitir que su yo se interpu-
siera.
Además, vale la pena señalar que, con su atestada casa cinco (que
incluye a un poderoso Sol en la quinta, en conjunción con la cúspide de la
casa) y sus combinaciones Cáncer-Leo, ha actuado en bastantes películas
y ha participado en unos cuantos programas de televisión para niños.
También su Venus en Géminis se suma a su capacidad de relacionarse
fácilmente con personas más jóvenes.

281
Ringo Starr, 7 de julio de 1940, a las 12.05 am, Liverpool, Gran Bretaña.

Walter Mondale y Konrad Adenauer


Al estudiar a personas famosas con Piscis en ascenso, vemos que en estas
dos destacadas figuras políticas se evidenciaron algunos paralelos bastan-
te notables. Mondale era un activista social, representante liberal en el
Senado estadounidense; luego fue vicepresidente bajo la presidencia de
Jimmy Carter y candidato presidencial del Partido Demócrata –unas elec-
ciones que perdió en la pugna con Ronald Reagan–, y terminó siendo
embajador de Estados Unidos en Japón. Adenauer fue el alcalde de Colo-
nia, Alemania, desde 1917 hasta 1933, fecha en que se vio forzado a
abandonar el cargo y fue prisionero de los nazis, y durante la posguerra
282
se convirtió en el primer canciller de Alemania Occidental, un cargo que
desempeñó durante un tiempo notablemente largo: desde 1949 hasta
1963.

Walter Mondale, 5 de enero de 1928, a las 10.30 am, Ceylon, Minnesota,


Estados Unidos.
En un estilo típico de Piscis, ambos se encontraron convertidos en de-
positarios de la autoridad no tanto por haber buscado abiertamente el
poder como por el hecho de haber estado en el lugar adecuado en el
momento correcto. Mondale fue nombrado fiscal general del Estado de
Minnesota tras la renuncia de su predecesor, y más adelante fue designa-
do (más bien que elegido) para el Senado de Estados Unidos a fin de
completar el período inconcluso del senador Hubert Humphrey, con lo que
se vio promovido a la arena política nacional y se encontró en el centro
del Congreso con mayor activismo social de toda la historia de Estados
283
Unidos. Adenauer fue uno de aquellos líderes de innegable capacidad
administrativa que, al finalizar la segunda guerra mundial, no cargaba con
sospecha alguna de compromiso con los nazis, y ni siquiera de simpatía
por ellos, cosa que lo hizo aceptable para los Aliados en el momento en
que en Alemania Occidental iba cobrando forma una nueva estructura
gubernamental.
Astrológicamente, no sólo ambos tienen Ascendente Piscis, sino tam-
bién a su regente, Júpiter, en un signo de agua, una indicación de la sutil
estrategia de las maniobras que tanto éxito les reportaron. Además, los
dos nacieron un 5 de enero y en su carta el Sol está a 15° de Capricornio
en la casa once, de clara orientación política. Cada uno tiene un planeta
dinámico y extravertido en Piscis en la casa uno, lo que tal vez explique
por qué los dos destacaron más y fueron más autoafirmativos que la ma-
yoría de las personas con Ascendente Piscis; Mondale tiene a Júpiter en
Piscis, y Adenauer tenía a Marte en el mismo signo y además en trígono
con Júpiter, lo cual hacía que estuviera doblemente influido por el carácter
expansivo y el halo de prosperidad de este planeta. En la carta de Mónda-
le, Júpiter no sólo está en conjunción con Urano (un magnífico símbolo
para un visionario que acaricia la idea de un cambio social radical, sintoni-
zado posiblemente con los deseos de las masas, en especial por el hecho
de que la conjunción se encuentra en Piscis), sino que se halla además en
el ápice de una cuadratura en T que implica también a Marte (¡en Sagita-
rio!) y a la Luna.
La carta de Mondale es tan jupiterina que no resulta nada asombroso
que se lo conociera por sus puntos de vista tolerantes y liberales, su sen-
tido de la ética, su calidad de experto en temas jurídicos y su disposición a
dedicar continuamente dinero a los programas sociales, ¡incluso cuando
no había fondos disponibles! Además del énfasis en Piscis que ya he men-
cionado, Marte en Sagitario está en conjunción con Saturno en el mismo
signo en el Medio Cielo, y también Venus se encuentra en Sagitario en la
casa nueve. Su sintonía con Capricornio, al igual que el hecho de que su
Saturno en Sagitario ayudase a hacer que esas visiones tan distantes se
convirtieran en realidad en alguna medida, explica por qué se interesó por
la política y las luchas cotidianas del «mundo real» en vez de limitarse a
ser simplemente un portavoz o un comentarista entre bambalinas.
De la misma manera, parece que Adenauer haya sido un idealista
práctico, con su Saturno en Acuario (el signo por excelencia del activismo
social) casi exactamente en cuadratura con Júpiter, una cuadratura que,
en vez de retenerlo, como sostendrían algunas tradiciones astrológicas,
hizo de él a alguien sumamente decidido y disciplinado en el trabajo –
como sucede en la vida de tantísimas personas– y siempre empeñado en

284
hacer que sus visiones del futuro se convirtieran en realidad. ¿Qué es lo
que hace de Adenauer una figura tan notable? Una razón es que cultivó
un nuevo espíritu democrático hasta hacerlo llegar a su pleno crecimiento
y prosperidad en un país gravemente devastado. Además, tal como afirmó
el Times de Londres en su nota necrológica:

Konrad Adenauer, 5 de enero de 1876, a las 10.30 am, Colonia, Alemania.

En los primeros días de la República Federal, la gran virtud del doctor Ade-
nauer fue su absoluta confianza en sí mismo y la convicción inconmovible de
que Alemania Occidental debía integrarse firmemente en Europa y la OTAN.
Para el pueblo alemán, es probable que su mayor contribución haya sido que
le devolvió el respeto por sí mismo, le facilitó amigos y le dio un papel para
desempeñar en el mundo. Fue una figura cumbre en la cima de su poder, do-
tado como estaba de ese aire de inevitabilidad que señala a los hombres que
parecen cumplir un destino en un particular momento de la historia.

285
En muchos sentidos, Konrad Adenauer fue el padre de la nueva Ale-
mania, el que supo fomentar el crecimiento económico y las instituciones
y sentimientos democráticos que suscitaron la sorpresa y la admiración del
mundo entero.
Aunque desde su juventud Mondale llevó una vida muy comprometida
con la política local, lo mismo que Adenauer, aquí sólo disponemos de
espacio para referirnos a algunos de sus rasgos distintivos y de sus logros
en el escenario nacional. Durante toda su vida, Mondale demostró su
compromiso con las desvalidas «clases bajas» de la sociedad, tal como
era de esperar por la gran acentuación de Piscis en su tema natal. Se
destacó por su actividad en la promoción de todo el abanico de derechos
civiles y de la legislación de la «Gran Sociedad», que se promulgó a me-
diados de los años sesenta. Su trabajo fue notable en el ámbito de los
problemas de la tercera edad y en el de las necesidades nutricionales de
los niños pobres. Sin duda, en el logro de estos objetivos Mondale contó
con la colaboración de su «estilo Piscis», que, como bien se señala en
Current Biography, incluía «un gran sentido del humor, siendo capaz de
reírse de sí mismo» y «un enfoque llano y moderado del politiqueo».
Tras su elección como vicepresidente bajo el mandato de Carter,
Mondale llegó a ser probablemente el más activista de todos los que han
ocupado este cargo a lo largo de la historia, ya que no sólo se comprome-
tió con la política interna, sino que asumió también trece misiones diferen-
tes en el extranjero, muchas de ellas sumamente delicadas. Más adelante,
cuando se presentó como candidato a la presidencia, rompiendo con la
tradición de un modo típico de su conjunción Urano-Júpiter, seleccionó a
Geraldine Ferraro como candidata a la vicepresidencia, quien fue la prime-
ra mujer designada para este cargo en la lista electoral de un partido im-
portante. Entre otras realizaciones de Mondale se cuentan las siguientes:
un importante libro donde critica los abusos del poder presidencial (The
Accountability of Power; Toward a Responsible Presidency [La responsabi-
lidad del poder. Por una presidencia responsable], 1975); iniciativas para
reformar el sistema de impuestos, y una confrontación con los abusos
cometidos en el seno del FBI y de la CIA.

286
10

Los aspectos de Júpiter en la carta natal

Yo soy cristiano, cuáquero, musulmán, budista, sintoísta, confu-


ciano y quizás un católico panteísta o una Juana de Arco que oye
voces; soy todos éstos y también soy más.
Carl Sandburg
(nacido con Júpiter en conjunción con el Sol
con menos de un grado de orbe)

Como ya me he ocupado extensamente de la teoría de los aspectos


en otros libros (véase especialmente el capítulo 6 de Astrología,
karma y transformación), en este capítulo sólo ofreceré para co-
menzar algunas observaciones generales referidas específicamente a
los aspectos de Júpiter, y después recorreré de forma sistemática los
diversos contactos de este planeta con los demás y daré algunas
orientaciones para interpretarlos. La intención de tales orientaciones
es aumentar la comprensión de los principios básicos implicados en
cada aspecto, y así estimular el pensamiento independiente al aplicar
tales principios a las situaciones reales de la vida de la gente. Esa es
la principal razón por la cual en los contactos planetarios que siguen
no suelo distinguir entre los ángulos armoniosos y los que implican
un desafío. Generalmente, a los aspectos planetarios (o a las «mez-
clas» de sus energías) se los considera –con un exceso de rigidez–
«buenos» o «malos», «fáciles» o «difíciles». Sin embargo, podría-
mos decir, parafraseando la Biblia, que por sus frutos conoceremos
la calidad de un árbol, y que los ejemplos de personas famosas a
quienes se menciona en este capítulo son una prueba convincente
del potencial creativo de los aspectos «que producen tensión», como
también del de aquellos a los que se considera generalmente fluidos
287
o armoniosos. También debo mencionar el hecho de que, en ocasio-
nes, los aspectos «fáciles» de Júpiter predisponen al despilfarro, la
pereza o un exceso de confianza en la suerte, a menos que en la car-
ta haya algunos factores energéticos, como pueden ser algunos as-
pectos «difíciles».
La siguiente cita, tomada de mi libro Manual de interpretación de la
carta natal, resume el influjo general que suele ejercer Júpiter sea
cual sea el aspecto que forme:

Cualquier aspecto que implique a Júpiter requiere ser estudiado con


atención, ya que este planeta expande todo lo que toca. Júpiter puede
mostrar en qué esfera intentamos mejorar las cosas y desarrollarlas al
máximo, así como especificar más cabalmente las energías implica-
das, posiblemente a un nivel muy elevado. La expansividad y el opti-
mismo característicos de Júpiter pueden, sin embargo, conducir tam-
bién a querer abarcar demasiadas cosas en las áreas indicadas por el
aspecto, los signos y las casas, si no se moderan sistemáticamente. La
generosidad, la actitud positiva y el marcado planteamiento filosófico
mostrados a menudo por Júpiter pueden, en el mejor de los casos,
otorgar un aura de nobleza y de maestría a esas esferas de la vida que
cuentan con el apoyo de las animadas energías jupiterinas.

Cualquier planeta que esté en un aspecto estrecho con Júpiter se


tiñe y se llena de la energía del deseo de buscar NUEVAS experien-
cias, para expandir el alcance de su expresión, aunque esto pueda
significar correr importantes riesgos. Sea cual fuere la dimensión de
la experiencia sometida a la influencia de Júpiter, es allí donde ne-
cesitamos abrir y franquear puertas, con cautela tal vez, pero sin
embargo valerosamente, es decir, afrontando con sinceridad las co-
sas a la creciente luz de un entendimiento más amplio. Muchos au-
tores han relacionado a Júpiter con la «oportunidad», una asociación
que en general parece adecuada; pero, como es natural, muchas
oportunidades –indicadas tanto por aspectos desafiadores como ar-
moniosos–, para manifestarse, nos exigen que hagamos esfuerzos.
Grant Lewi añade otra faceta a nuestra comprensión del tema cuan-
do dice que, si otros planetas se encuentran en el mismo signo que
Júpiter o forman aspectos armoniosos con él, podemos valernos de
288
esas energías en nuestro propio beneficio con relativa facilidad.
Quizás esto también sea válido en el caso de que forme aspectos
desafiadores, pero entonces es probable que exija un esfuerzo mu-
cho mayor.
Parece adecuado que el planeta de mayor tamaño (y en algunas
mitologías, la deidad principal) dé a menudo la sensación de estar
poco influido por los demás planetas. Es como si Júpiter «guardara
las distancias» con los planetas de menor tamaño, arrastrándolos a
SU propio campo energético en vez de adaptarse al de los otros pla-
netas. Júpiter siempre defiende lo suyo y se hace valer; expande y
amplifica todo lo que toca. Parece que sólo Saturno consiguiera re-
frenarlo un poco, pero incluso entonces lo que hace Júpiter es ex-
pandir simultáneamente los deseos y las ambiciones de Saturno.
Por lo común, yo aconsejo el empleo de orbes bastante peque-
ños en la interpretación de los aspectos, ¡pero con Júpiter hay que
dejar el margen necesario para su tremenda aura de influencia! Por
ejemplo, si alguien tiene a Júpiter en el signo del Sol, de la Luna o
del Ascendente, aunque esté separado por muchos grados del lumi-
nar o del Ascendente, por lo general la estimulante energía jupiteri-
na se mostrará claramente en la naturaleza y la psicología de esa
persona. Además, si alguien es muy jupiterino, por el hecho de tener
factores importantes en Sagitario o en Piscis, el orbe de los aspectos
de Júpiter será mayor, porque la energía jupiterina es más activa en
esa persona y, por consiguiente, especialmente grande y vital. Por
decirlo de algún modo, la energía de Júpiter se aferra a las energías
del otro planeta con el que se encuentra en aspecto y las amplifica
notablemente.
Se pueden hacer algunos comentarios generales sobre la perso-
nalidad global y la actitud de aquellas personas que tienen fuertes
aspectos de Júpiter. Por comodidad y en aras de la claridad, pode-
mos contrastar las expresiones positivas y negativas de la energía de
este planeta, pero no hemos de dar por supuesto que las manifesta-
ciones positivas sean inherentes a los aspectos armoniosos, ni tam-
poco atribuir siempre las menos constructivas a aquellos aspectos
que plantean desafíos o provocan tensión, es decir, los que suelen
recibir el nombre de «difíciles». Aunque tengo que admitir sincera-
289
mente que hay una cierta tendencia a que se produzca esta correla-
ción, no debemos suponer de ninguna manera que estamos ante un
hecho fiable para la interpretación, ya que puede tratarse más bien
de una tendencia condicionada por el resto de la carta y también por
tas experiencias de la persona y el nivel de conciencia que haya al-
canzado.
Charles Carter menciona lo siguiente en su libro Los principios
de la astrología: «La acción del planeta [Júpiter], cuando está bien
emplazado, es de un crecimiento y un incremento ordenados y salu-
dables». Y prosigue diciendo que su expresión positiva puede mani-
festarse en personas que son más afortunadas de lo normal, espe-
cialmente si están dotadas de sentido común y una tendencia a la
moderación; porque de otra manera, escribe, pueden tentar demasia-
do a la suerte. En un sentido positivo, Júpiter indica un saludable
optimismo y una gran vitalidad, mientras que negativamente signifi-
ca un exceso de optimismo, poco discernimiento y tal vez una ener-
gía excesiva o dispersa. La generosidad puede deteriorarse convir-
tiéndose en extravagancia o bien cayendo en un exceso de promesas.
El idealismo puede degenerar en una crítica santurrona. La nobleza,
si se da un autoengrandecimiento, puede terminar en el egocentris-
mo. La fe en la vida puede conducir a la credulidad si no está atem-
perada por el realismo. El resultado de un exceso de energía jupite-
rina o de una sintonía con Júpiter mal integrada puede ser que el
nativo esté siempre yendo más allá de la situación inmediata del
presente para despilfarrar insensatamente su energía en actividades
que quizá sólo darán fruto en un futuro remoto. Este es el caso, por
ejemplo, de un escritor en ciernes que hace listas de títulos antes de
haber escrito un solo libro, o de una persona que, en vez de trabajar
para ganar más dinero, dedica cientos de horas a estudiar el mercado
de valores cuando no dispone de fondos para invertir.
Chakrapani, un experto en astrología védica, ha llamado la aten-
ción sobre el hecho de que la expresión negativa de Júpiter puede
ser un sentimiento de superioridad, algo que a menudo se manifiesta
en quienes tienen aspectos difíciles de planetas emplazados en Sagi-
tario y en los nativos con diversos aspectos de Júpiter, y que puede
expresarse como arrogancia, sarcasmo, desprecio o desdén. En otras
290
palabras, tanto al vivo orgullo del elemento fuego, que también se
ve con tanta frecuencia en el signo de Leo, como al optimismo y la
confianza de Júpiter, hay que disciplinarlos y canalizarlos para que
sean útiles y estimulen a los demás. Tal vez la manifestación más
notable de esta expresión jupiterina negativa sea la indignación re-
sultante de sentir ofendida la propia dignidad y herido el propio or-
gullo, algo que en ocasiones provoca la erupción de una sorprenden-
te ira en una persona que normalmente es cordial y tolerante.

Los aspectos Júpiter-Sol


La necesidad de ser reconocido interacciona con el deseo de expan-
dirse más allá del yo y unificarse con algo mayor que uno mismo.
El sentimiento de la individualidad incorpora la fe y la apertura a
la gracia.

[Todos los aspectos Sol-Júpiter muestran una gran necesidad de


gratificación del yo haciendo algo grande, que consiga que los de-
más se fijen en uno. Son aspectos muy comunes en quienes trabajan
en un escenario, hacen grandes negocios, etc.]

No habrá que sorprenderse de que muchos de los famosos que


ya he mencionado en este libro tengan un aspecto Júpiter-Sol exacto
o casi exacto, ya que con frecuencia esto conduce al reconocimien-
to, el éxito mundano y el ascenso social. Se trata también de un con-
tacto tremendamente vital, y no se puede lograr nada si no se tiene
la salud y la energía necesarias. E igualmente es una indicación de
una gran creatividad y –por lo general– de optimismo. ¿Cómo se
puede ser otra cosa que optimista cuando el Sol y Júpiter trabajan
juntos? La necesidad de expandirse hacia esferas de poder e influen-
cia más amplias también está presente, así como a menudo la arro-
gancia que suele acompañarla. Otros rasgos que se hallan con fre-
cuencia en estas personas, aunque no en todos los casos, son la ten-

291
dencia a dilapidar y la presunción. En contraste, un famoso tacaño,
John D. Rockefeller, tenía a Júpiter en cuadratura con el Sol. Si bien
terminó creando grandes organizaciones caritativas, también es cier-
to que él y su familia se ahorraron muchos impuestos gracias a ellas.
Con frecuencia, estos nativos tienen un aura de nobleza, que en
ocasiones es real, como en los casos de George Washington (quin-
cuncio), Paramahansa Yogananda (cuadratura), el actual Dalai Lama
(trígono) y santa Teresa de Ávila (sextil). En otros casos, la persona
cree que su comportamiento es noble, pero se engaña, como en los
casos de Francisco Franco (trígono) y Ronald Reagan (cuadratura).
Es innegable que los contactos entre Júpiter y el Sol pueden ser de-
testables y ostentosos. En el peor de los casos, hay un agudo deseo
de autoengrandecimiento. Incluso he llegado a ver un ejemplar de
esa rarísima criatura que es un Virgo arrogante, y que tenía precisa-
mente a Júpiter en su signo solar.
Naturalmente, la fama y el destino de convertirse en un símbolo
suelen ir de la mano para quien nace con este contacto. En las cartas
de Elvis Presley (cuadratura), Bob Dylan (conjunción), Mick Jagger
(conjunción) y Marlon Brando (trígono) hay un aspecto casi exacto
entre Júpiter y el Sol. Lo mismo sucede con genios creativos como
Leonardo da Vinci (sextil), W. H. Yeats (oposición), Joseph Camp-
bell (conjunción), T. S. Eliot (sextil) y Herman Melville (oposición).
De igual manera, el mundo del espectáculo es el escenario de la au-
toexpresión de muchas personas nacidas con esta combinación; son
ejemplos de ello el productor cinematográfico David Selznick (cua-
dratura), los actores Gregory Peck (conjunción) y Vivien Leigh
(sextil) y los cantantes Harry Belafonte (conjunción) y Richie Va-
lens (conjunción).

John Lennon
Aunque no era una persona particularmente jupiterina, el aspecto mayor
más exacto de su Sol es un quincuncio con su conjunción Júpiter-Saturno
en Tauro. Esta configuración indica su gran identificación con el nuevo
ciclo de cambio social que siempre se inicia con cada conjunción Júpiter-
Saturno, así como la forma en que volcó su energía creativa en la cons-
292
trucción de una fe práctica. Y el emplazamiento de su conjunción Júpiter-
Saturno en Tauro también es importante como símbolo de hasta qué pun-
to Lennon tenía los pies sobre la tierra, y de su profundo aprecio no sólo
de los elementos estéticos de la vida cotidiana (en la sección sobre Júpiter
en Tauro se encontrará más material sobre este tema), sino también de
los ritmos terrenos de la música de rock and rol).
Hay otras razones para incluir aquí la carta de Lennon. Como vere-
mos, numerosos aspectos y configuraciones de aspectos de esta carta son
muy interesantes y nos hacen comprender mejor a uno de los principales
genios creativos de los últimos tiempos y una de las personas que más ha
influido en nuestra cultura. Teniendo en cuenta que Lennon fue tan im-
portante no sólo en el mundo de las artes, sino también por su impacto en
el cambio social en todo el mundo, siento que es mi deber publicar la
carta de él más exacta con que contamos. Hasta el momento se han pu-
blicado como mínimo tres cartas natales diferentes de Lennon; la que
presento aquí, con Aries en ascenso, se basa en la hora de nacimiento
proporcionada por su madrastra, Pauline Stone, que cita como fuente al
padre de Lennon; y, además, me parece que describe muchísimo mejor
que las otras los talentos, la personalidad y la vida de John Lennon.
Para empezar, esta carta sitúa a la Luna al comienzo de Acuario, lo
que sin duda armoniza mejor con la actitud de Lennon, orientada hacia
una toma de conciencia social, que la Luna en Capricornio, tal como apa-
rece en otras cartas. Por otra parte, una Luna a comienzos de Acuario
ayuda a crear una configuración tremendamente artística y dinámica en
su carta (véase más abajo), al tiempo que simboliza la originalidad y la
rebeldía que ya desde su juventud marcaron todo lo que hizo Lennon.
Además, su relación con Yoko Ono (que tiene al Sol en Acuario) y la im-
portancia que le atribuyó armonizan perfectamente con esta carta, porque
en ella el Sol está en conjunción con el Descendente, y Mercurio se en-
cuentra en la casa siete. Estos factores simbolizan claramente a alguien
para quien una buena relación de trabajo asume una importancia suprema
(¡no hay que olvidar tampoco su estrecha relación con Paul McCartney!), y
para quien tener una compañera mentalmente compatible era algo de
importancia decisiva, y é sentía que la había encontrado en Yoko Ono.

293
John Lennon, 9 de octubre de 1940, a las 6.30 pm, Liverpool,
Gran Bretaña
La facultad de percibir lo que sienten las masas y cuáles son los cam-
bios sociales que la gente anhela también está adecuadamente simboliza-
da por la Luna en Acuario, un emplazamiento que a menudo confiere una
especial sintonía con los sentimientos populares y las tendencias intelec-
tuales de la época. Lennon y los Beatles estuvieron en la misma situación,
durante su carrera, que George Gershwin (con el Sol en Libra y la Luna en
Acuario; véase el capítulo 6), quien tenía puesto el dedo en el pulso de su
época y alcanzó una popularidad incomparable. (Puede ser interesante
señalar que el novelista John LeCarré, conocido autor de novelas de es-
pionaje, también tiene al Sol en Libra y la Luna en Acuario, y bien se lo
puede considerar el escritor más popular y venerado en su género inter-
nacionalmente durante un período de más de treinta años.]

294
Estoy convencido de que Lennon fue, más que ningún otro, el res-
ponsable de mantener la música de los Beatles «en vanguardia» de la
transformación artística, social e incluso psicológica del momento 22. De
hecho, podría decirse que su carta simboliza una especie de «filo vivien-
te», por la agudeza de su naturaleza y su visión interior. Tanto el empla-
zamiento como los aspectos de Mercurio revelan una profunda inteligen-
cia, que indaga con amplitud y profundidad para después expresar sus
ideas artísticamente, pero también, y con frecuencia, de forma muy direc-
ta. Su Mercurio no sólo está en Escorpio, sino también en cuadratura con
Plutón, una doble indicación de que Lennon reflexionaba sobre el funcio-
namiento íntimo de la vida y lo investigaba, incluso en ámbitos de la expe-
riencia considerados tabú. Además tenía a Mercurio en sextil con Venus en
Virgo, algo que da tanto un toque de calidad estética como un ingenio y
una capacidad para el análisis muy agudos. Y por añadidura, tenía a Mer-
curio en una oposición moderadamente amplia con la conjunción Júpiter-
Saturno, lo que sintonizaba sus exploraciones mentales con el despliegue
de los cambios sociales de su época.
Otro factor que parece validar esta carta, al mismo tiempo que indica
por qué Lennon estaba siempre en vanguardia sea cual fuere el campo de
actividad en que se comprometiera, es lo bien que le va el Ascendente
Aries. Desde muy joven se lo conoció por su tendencia a asumir el papel
del «duro», del rebelde con chaqueta de cuero y de personalidad agresi-
va. Y su autoafirmación y su agresividad están simbolizadas además por el
emplazamiento de Marte en su signo solar. Pero Marte representa también
una actitud muy directa, y a Aries se lo conoce por ser siempre un pionero
en las nuevas áreas de actividad, nunca contento con la repetición, la
tradición o las restricciones. Estas características parecen haberse expre-
sado en John Lennon como su perpetuo impulso a probar nuevas modas
musicales y estilos de vida nuevos, con una energía y una inquietud crea-
tiva que son la razón central de que cada nuevo álbum de los Beatles
irrumpiera en un terreno artístico nuevo.
De hecho, en esta carta hay numerosas interacciones entre los facto-
res marcianos y venusianos, que son frecuentemente una indicación de
creatividad artística. Y esto no sólo lo indica la oposición del Ascendente
Aries con un Sol en Libra, sino también el hecho de que Marte y Venus
estén en un estrecho semisextil, un aspecto importante cuando es tan

22
Sólo dos semanas después de haber escrito esto, oí una entrevista que le
hicieron por televisión al músico Elton John, que conoció a Lennon y tra-
bajó con él. Dijo, entre otras cosas, que John Lennon estaba siempre «en
vanguardia».
295
exacto. Además, Marte está en Libra, un signo regido por Venus, y Mercu-
rio, el «disponedor» de Venus (el regente del signo solar de Lennon), está
en Escorpio, regido por Marte y Plutón.
Finalmente, una inteligencia y una intuición profundas aplicadas a la
creatividad artística (su arte fue realmente grande, y estaba trabajando en
el logro de un estilo de vida artístico cuando lo asesinaron) se revelan en
una compleja configuración de su carta que incorpora seis factores impor-
tantes. Si el lector traza, sobre la carta de Lennon, líneas que conecten a
la Luna, Plutón, Venus y Marte, verá una estructura triangular de gran
intensidad dinámica debido a la exactitud de todos los aspectos. Pero ade-
más, si se añaden las cuadraturas de Mercurio con la Luna y Plutón, y los
sextiles de Mercurio con el Medio Cielo y Venus, así como el trígono del
Medio Cielo con Venus, emerge un diseño cósmico de seis factores, todos
los cuales interaccionan activamente los unos con los otros. Lo que todo
ello simboliza es una vida pública de gran intensidad. Y sin duda, cuando
John Lennon experimentaba un tránsito fuerte sobre uno de estos facto-
res, ello debe de haber tenido un profundo efecto en toda su vida durante
un tiempo considerable. Y la intrincada relación del Medio Cielo con esta
configuración parece especialmente adecuada para alguien cuya vida no
sólo fue sumamente pública, sino que asumió también un amplio simbo-
lismo público.

Los aspectos Júpiter-Luna


Gran sensibilidad hacia la conexión con un orden superior, que tras-
cienda el yo. Muy tolerante con el comportamiento de los demás,
pero no siempre con sus ideas si el nativo está demasiado atrapado
por su propia subjetividad.
Una predisposición inconsciente hacia la expansión optimista y
las reacciones emocionales entusiastas.

Estos aspectos tienden a la generosidad, la popularidad y la buena


suerte en muchos dominios de la vida. Suele haber inclinaciones
nobles y una preocupación por la «mejora social», como lo expresó
Reinhold Ebertin. Hay una sensación de que «las cosas irán me-
296
jor» que ayuda al nativo a superar los altibajos de la vida, una espe-
cie de fe interior que no siempre es ortodoxa, pero sí, por lo común,
religiosa en el sentido más amplio de la palabra. Por ejemplo, Jo-
seph Campbell (trígono) mostró en sus escritos sobre los mitos hasta
qué punto las verdades religiosas universales siguen siendo vitales
en la época moderna.
Estos nativos pueden tener una clara tendencia a derrochar, pero
con frecuencia también están resueltos a emplear sus recursos para
ayudar a los demás, en ocasiones llevando a la práctica, a gran esca-
la, sus ideales. Son personas que, por lo general, sienten que la vida
tiene significado, y esto las mantiene plenamente consagradas a vi-
vir con entusiasmo. Hay veces en que se observa en estos nativos
una exagerada preocupación por parecer «nobles», que puede llegar
a convertirse en vanidad, lo cual les hace estar pendientes de la im-
presión que causan en los demás.
El tema de la mejora social se pone claramente de manifiesto en
gran cantidad de personas famosas que nacieron con este contacto.
Julio Verne nació con la conjunción, y ya en el capítulo 8 me he
referido a su idealismo. Walter Mondale, de quien también ya he
hablado en el capítulo 9, nació con la cuadratura (hay quien diría
que se excedió en su liberalismo y su generosidad de tipo socialista).
En el otro extremo del espectro político, Ronald Reagan nació con
una oposición entre su Júpiter en Escorpio y su Luna en Tauro, y
aunque pueda parecer que Júpiter le confirió el distanciamiento y el
estilo protector que le merecieron el título de «presidente de teflón»,
él personalmente era de una tacañería extraordinaria; daba poquísi-
mo para obras de caridad, al mismo tiempo que instaba a los ciuda-
danos a hacer codo lo contrario. Robert F. Kennedy nació con esta
conjunción, y John F. Kennedy con el trígono, y ambos participaron
activamente en la promoción de políticas de reforma social. Incluso
Marlon Brando, que tiene el trígono, ha participado de un modo
activo en la defensa de los derechos de los indios norteamericanos.
El príncipe Carlos de Inglaterra, que también tiene un trígono entre
Júpiter y la Luna, se ha interesado por los problemas sociales mucho
más que cualquier otro príncipe de Gales. Y Karl Marx, que igual-
mente lo tenía, estaba obsesionado con cambiar la sociedad de una
297
manera que él consideraba más generosa para los necesitados.
Estos nativos están en contacto con sus emociones y las expre-
san con facilidad, especialmente si el aspecto es armonioso, y eso
explica por qué encontramos este contacto en la carta de bastantes
actores populares. Dustin Hoffman y Jack Nicholson tienen un trí-
gono, y Ornar Sharif y Warren Beatty tienen un sextil. A los cuatro
se los conoce además por su particular popularidad entre las muje-
res. También el tenor Mario Lanza tenía un sextil entre Júpiter y la
Luna, que en él se manifestaba por mediación de la fuerza y la gra-
cia con que expresaba los matices emocionales al cantar, por no
decir nada de su gran popularidad entre las mujeres del mundo ente-
ro.
Los descubrimientos y los inventos también parecen ser mani-
festaciones comunes de este contacto, tal vez precisamente por los
atisbos intuitivos del futuro que puede conferir al nativo. Julio Ver-
ne, Copérnico y Leonardo da Vinci tenían una conjunción entre es-
tos dos planetas, mientras que Nikola Tesla tenía una oposición.

Arthur Schlesinger, Jr.


Arthur Schlesinger no es sólo un famoso historiador y un prolífico autor de
prosa elegantemente escrita, sino que también destaca entre los eruditos
por su grado de activismo político y su influencia en la formulación y la
explicación pública de la política. Estudiante precoz, tenía veinte años
cuando se graduó cum laude en Harvard, y no había cumplido aún los
treinta cuando se le concedió un premio Pulitzer por su libro The Age of
Jackson [La época de Jackson]. Más adelante ganó otro Pulitzer por su
obra, publicada en 1965, Los mil días de Kennedy, un tema que conocía a
fondo por haber sido ayudante especial del presidente y haberle escrito
discursos.
En el tiempo que transcurrió entre estos dos premios escribió muchos
otros libros y reseñas de las obras de otros historiadores, y promovió acti-
vamente a los candidatos liberales del Partido Demócrata. Con el Sol y la
Luna en el humanitario signo de Libra, además de su Júpiter en Géminis
en el lugar más elevado de la carta, no es nada sorprendente que sus
sentimientos se orientaran de un modo instintivo hacia las necesidades
reales de la gente y la forma en que la sociedad y el Gobierno respondían
a ellas. De hecho, si nos permitimos orbes amplios, se podría decir que
Schlesinger tiene un gran trígono en el elemento aire (la gente y las preo-
298
cupaciones sociales e intelectuales), que abarca, junto con los factores
emplazados en Géminis y Libra, a ese activista social que es el planeta
Urano (¡en Acuario!).

Arthur Schlesinger, 15 de octubre de 1917, a la 1.55 am, Columbus, Ohio,


Estados Unidos.
No sólo su Júpiter en Géminis destaca en la casa diez (y ciertamente
a Schlesinger se lo respetó desde el principio por su brillantez intelectual),
sino que también Venus, el «disponedor» de su Sol, su Luna y su Mercu-
rio, está emplazado en Sagitario. En otras palabras, su Sol, su Luna y su
Mercurio tienen un importante subtono sagitariano. Esto, combinado con
un Júpiter fuerte que forma poderosos aspectos, revela por qué Schlesin-
ger luchó por causas idealistas, hizo campaña en pro de objetivos «mo-
ralmente correctos» y se dio a conocer por la terquedad de sus opiniones

299
cuando respaldaba esos puntos de vista suyos con una elocuencia y una
claridad muy difíciles de refutar.
En su carta hay unos cuantos aspectos notables, como el estrecho
trígono entre Urano y el Sol (un símbolo perfecto de un agente del cambio
social) y el sextil casi exacto entre Plutón y su Ascendente Virgo (una
imagen precisa de alguien a quien se conocía como un investigador ex-
haustivo y que prestaba mucha atención a los detalles). Sin embargo, yo
me concentraré en los aspectos relacionados con las características jupite-
rinas. El trígono de su Venus en Sagitario con Neptuno, por ejemplo, ex-
plica en parte el idealismo visionario que impregnó su vida y lo hizo sensi-
ble a las necesidades de los desfavorecidos.
El aspecto más significativo en la estructura de esta carta es la for-
mación triangular de Júpiter en sextil con Saturno y en trígono con la Luna
y Mercurio, estando Saturno también en sextil con estos dos últimos pla-
netas. Todo ello indica una mentalidad clarividente pero práctica, la de
alguien para quien las ideas y la expresión verbal (Mercurio en un signo
de aire) son, de forma natural e instintiva, la mejor canalización para ex-
presar sus sentimientos personales sobre la vida (la Luna).
Es indudable que Schlesinger expresó sus sentimientos más íntimos y
sus ideales más elevados con tanta facilidad que mucha gente podría en-
vidiarle su soltura con el lenguaje y los conceptos. El trígono casi exacto
entre Júpiter y la Luna podría simbolizar una cierta nobleza de la naturale-
za instintiva de los sentimientos, y el trígono de Júpiter con Mercurio reve-
la un amplio entendimiento del campo de estudios que eligió. Schlesinger
es, además, un escritor de éxito gracias a este aspecto armonioso entre
Mercurio y Júpiter. En este capítulo me referiré a muchos otros escritores.

Los aspectos Júpiter-Mercurio

El modo de comunicación y la manera de pensar están profunda-


mente teñidos por una sensación de amplitud, expansión y optimis-
mo; un intelecto amplio y filosófico, rebosante de curiosidad.
Necesita explorar vastos intereses y establecer conexiones con
los demás basadas en la confianza, una compartida fe en el futuro y
300
un acuerdo filosófico.
Todas las formas de expresión verbal y de exploración intelec-
tual están simbolizadas por este contacto. En este apartado nos en-
contramos con una amplia variedad de formas de expresión: los
guiones cinematográficos, los cuentos cortos y los chistes de Woody
Allen (conjunción); la elocuente oratoria y los chistes espontáneos
de John F. Kennedy (conjunción); las amplias y agudas intuiciones
sobre un nuevo nivel de comprensión astrológica de Charles Carter
(Júpiter en Escorpio en cuadratura con Mercurio y el Sol en Acua-
rio); la indagación filosófica de Emerson (cuadratura) y de Hermann
Hesse (oposición); la poesía de William Blake (conjunción), de
Tennyson (cuadratura), de Rimbaud (sextil) Y de Whitman (cuadra-
tura); los guiones cinematográficos y la fuerza vocal de Orson We-
lles (sextil); las obras teóricas de Ruskin (conjunción), Margaret
Mead (semisextil) y Freud (sextil), y las novelas de André Gide
(oposición), Henry Miller (sextil) y H. G. Wells (trígono). Los in-
ventivos juegos de palabras de Mohamed Ali (trígono) y de John
Lennon (oposición), sumados a la habilidad para componer cancio-
nes de este último, son también expresiones de esta sintonía entre lo
verbal y lo mental. Lennon es además un buen ejemplo de otro rasgo
que se encuentra con frecuencia en quienes tienen este contacto: el
impulso a ser tan sinceros que en ocasiones se los conoce por su
excesiva franqueza y su falta de tacto.
Independientemente de cuál sea el campo de estudio o el área de
interés de estas personas, despliegan un entusiasmo tremendo Y se
interesan tanto por ello que pueden llegar a mostrar una completa
comprensión de ese dominio en particular. Magnates como J. Paul
Getty y Andrew Carnegie tenían a Júpiter en trígono con Mercurio,
de modo que este contacto no se limita a los artistas y a los escrito-
res. Son nativos que se caracterizan por tener una mente activa, op-
timista y atrevida, y sus intereses son, de hecho, tan amplios que con
frecuencia eso los lleva a una de las manifestaciones más problemá-
ticas de esta combinación, que es tener demasiados intereses e ideas,
con lo que dispersan sus energías mentales hasta el punto de no po-
der concentrarse adecuadamente en una tarea o un tema en concreto.
Es más probable encontrarse con esta tensión mental en los aspectos
301
difíciles, pero también la conjunción a veces muestra esta tendencia.
Además, todos los aspectos entre estos dos planetas son en al-
gunas ocasiones culpables de exageración, puesto que a estos nati-
vos les gusta extenderse interminablemente en la exposición de sus
ideas. La distracción Y el despiste también afectan a algunas de estas
personas, debido a que su atención se dirige con facilidad hacia in-
tereses nuevos. En el peor de los casos, esta mezcla puede ser una
indicación de falta de discernimiento y de una obstinada arrogancia
intelectual. Y en el mejor, una persona con este contacto muestra
una amplia comprensión de las cosas y expresa sus puntos de vista
filosóficamente, con tolerancia e incluso, en algunos casos, con una
actitud INSPIRADA. Por ejemplo, tanto el mitólogo Joseph Campbell
(conjunción), como el monje y prolífico escritor Thomas Merton
(conjunción) y Santa Teresa de Ávila (sextil), cuyos escritos piado-
sos del siglo XVI todavía hoy se publican y se leen, han ayudado a
sus lectores a llevar una vida más plena, llena de un significado reli-
gioso.

William Blake
Si las puertas de la percepción se despejaran, todo se le aparecería al hombre
tal como es: infinito. Porque el hombre se ha cerrado hasta tal punto que ve
todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.
Las obras de William Blake, poeta, pintor y grabador jupiterino, nos invi-
tan a ensanchar las «estrechas rendijas» que nos limitan la visión, a des-
trabar los «cerrojos que nos ha forjado la mente». Siempre expansivo,
Blake canalizó la prodigiosa creatividad de su conjunción Mercurio-Júpiter-
Sol en la quinta casa en la realización de obras que son una celebración
de la vida, una denuncia de la tiranía y una afirmación de lo sagrado:
«Porque todo aquello que vive es sagrado, la vida se deleita en la vida».
Con su influencia de Sagitario y Cáncer, Blake fue, según Mona Wilson, su
biógrafa, «un místico apacible, pero de corazón fogoso», y con sus plane-
tas en Sagitario en la casa cinco, en él la experiencia visionaria se daba
entretejida con el arte. (El Sol cerca de la cúspide de la sexta casa se co-
rrelaciona con la reconocida habilidad técnica y artesanal de Blake para el
grabado.) Su poesía y sus cuadros expresan su búsqueda de significado,
su experiencia de lo divino. Tal como observan Kay y Roger Easson: «Wi-
lliam Blake es un maestro espiritual, un profeta que, tras haber “descu-

302
bierto el infinito en todas las cosas”, se consagra a “elevar a los demás
hombres a la percepción del infinito”» (cita tomada del «Comentario» de
los Easson sobre El libro de Urizen).
Blake fue un maestro en la creación de mitos. Sus poemas míticos, de
gran complejidad y elaborados en múltiples niveles, expresan la grandiosa
visión de Júpiter en Sagitario unida a la aguda penetración de Mercurio en
Escorpio. Estos poemas, centrados en míticas luchas entre seres divinos,
representan a la vez los vastos poderes del cosmos y las fuerzas internas
que operan en la psique humana. «Todas las deidades residen en el pe-
cho del hombre», nos recuerda Blake. La unión de Mercurio en Escorpio y
Júpiter en Sagitario se pone de manifiesto en esta cita en que Michael
Davis habla de los poemas épicos de Blake:
Su esquema alegórico muestra una penetración asombrosamente avanzada
en los deseos, conflictos, represiones, tensiones y explosiones de los seres
humanos. Más de un siglo antes de Freud y Jung, Blake encontró la mente
del Hombre Universal no sólo en la Biblia, los alquimistas y los neoplatónicos,
sino también en sí mismo, y la recreó en forma de alegoría poética.
Otro tema jupiterino y mercurial en la obra de Blake es esa forma de
percepción ampliada capaz de transformar la visión que tenemos de la
realidad ordinaria. Esta mirada visionaria tenía una importancia central
para Blake: «La Imaginación es Mi Mundo», afirmó. Y Bernard Nesfield-
Cookson, en su libro William Blake: Prophet of Universal Brotherhood [Wi-
lliam Blake, profeta de la fraternidad universal], escribe que, para Blake,
«la vida se revela a la Visión de la Imaginación, no a los ojos del cuerpo.
Esto requiere una expansión de la conciencia, un cambio en nosotros
mismos». La experiencia visionaria era, de hecho, una parte de la vida de
Blake que, según el biógrafo Alexander Gilchrist, se inició en su niñez,
cuando vio «un árbol lleno de ángeles, cuyas alas rutilantes ornamenta-
ban como estrellas cada rama». Si bien el místico Neptuno en conjunción
con Marte en Leo contribuía a este tipo de epifanías, la puesta en escena
correspondía a la visión ampliada del contacto Júpiter-Mercurio. Esta per-
cepción jupiterino-mercurial resplandece en los famosos versos de Blake:
Ver un Mundo en un Grano de Arena
y un Cielo en una Flor Silvestre,
abarcar el Infinito en la palma de la mano
y la Eternidad en una hora.

303
William Blake, 28 de noviembre de 1757, a las 6.45 pm, Londres,
Gran Bretaña.
David Punter escribe que Blake tenía «una gran capacidad para ver lo
maravilloso en la vida, tanto en el canto de un pájaro como en los ladrillos
y las piedras de la ciudad». El júbilo, el deleite y el mundo mágico de la
inocencia infantil eran esenciales para Blake, quien los celebró en sus
Canciones de inocencia y de experiencia. Con Júpiter en conjunción con el
Sol en la quinta, su expansivo júbilo alimentaba la llama de la creación.
Por encima de cualquier otra cosa, la conjunción Júpiter-Sol en Sagi-
tario necesita libertad y amplitud de ser. Por consiguiente, Blake conside-
raba aborrecible cualquier forma de opresión. (Urano en el Medio Cielo
reforzaba este rechazo suyo de la tiranía.) Blake condenaba las injusticias
sociales, especialmente las que afectaban a los niños, algo que concuerda
a la perfección con su énfasis en la casa cinco y sus planetas en Leo. Al-
gunos de sus poemas son denuncias (punzantes, como corresponde a
Mercurio en Escorpio) del trabajo infantil típico de su tiempo. También

304
denunció el carácter represivo de la moral convencional, y en El matrimo-
nio del cielo y el infierno puso patas arriba las visiones tradicionales del
bien y el mal. Al elogiar la fogosa energía del «infierno», en contraste con
el «bien» pasivo de los «deseos reprimidos», Blake compuso proverbios
tan sagitarianos como éstos: «El camino del exceso conduce al palacio de
la sabiduría», y: «Si el loco persistiera en su locura, se volvería sabio».
Para Blake, cuyo sentido de la moralidad estaba en armonía con su
Júpiter en Sagitario en la casa cinco, lo que importaba era «ser sincero
con el propio espíritu, tener el valor de reconocer la propia visión y de
actuar de acuerdo con ella» (cita tomada de David Punter). Blake insistía
en que fuéramos «justos y fieles a nuestra propia Imaginación» en vez de
quedamos «inmovilizados por las cadenas de la mente». Aunque la mayo-
ría de sus contemporáneos no lo entendían, él se mantuvo fiel a sus visio-
nes. Su obra, según la evaluación que se hace hoy de ella, se adelantó
muchísimo a su época. Todavía en la hora de su muerte, continuaba vien-
do la lejanía a través de «las estrechas rendijas de su caverna». Uno de
sus discípulos lo recuerda así: «En el momento antes de morir el rostro se
le iluminó, le brillaron los ojos y rompió a cantar sobre las cosas que veía
en el Cielo».
BARBARA MCENERNEY

Los aspectos Júpiter-Venus


El amor se expresa de manera abierta, generosa y expansiva, y el sen-
timiento de la belleza suele ser dominante en el carácter.
El gusto por la aventura y la preocupación por mejorarse a uno
mismo tiñen el enfoque de las relaciones; puede haber un exceso de
sensualidad y un derroche del dinero o una expresión emocional de-
masiado intensa.

Cualquier mezcla de los dos «benéficos» tiene el potencial para


desarrollar un modo de expresión estética extraordinariamente am-
plio Y activo. Para estos nativos es importante tener un sentimiento
de la forma, la armonía y la belleza, y vuelcan sus energías emocio-

305
nales para expresarlo. Aunque en el peor de los casos sus gustos
puedan deslizarse hada la vulgaridad y mostrar una excesiva osten-
tación, ni siquiera los más difíciles de estos aspectos están obligados
a manifestarse de esta manera. Por ejemplo, en las respectivas cartas
de los siguientes artistas hay una cuadratura Venus-Júpiter con un
orbe inferior a los cuatro grados: Vincent van Gogh, Edgar Degas (a
cuyas delicadas imágenes de escenas de ballet difícilmente se las
puede considerar vulgares) Y Gustave Courbet (cuyo arte irradia con
frecuencia una simplicidad resplandeciente y un sutil uso de la luz).
Creo que hay que tener en cuenta los emplazamientos por signo de
estos planetas, así como otros factores de la carta, antes de manifes-
tar cualquier interpretación negativa de la interacción de los dos
benéficos. Otro ejemplo de este fenómeno lo constituyen la delica-
deza y el refinamiento de la música de Maurice Ravel, que tenía a
Júpiter y Venus en una cuadratura casi exacta y formando parte de
una cuadratura en T con Neptuno. Se podría decir que la estrella del
rock Elton John, que también tiene una cuadratura entre estos dos
planetas, verdaderamente se excede en sus actuaciones públicas,
poniéndose toda clase de prendas demasiado llamativas, ¡pero no se
lo puede acusar de falta de talento musical!
Generalmente, muchas de las personas que tienen esta combina-
ción se suelen expresar con una cierta gracia, aunque no desempe-
ñen actividades artísticas, lo cual les confiere un especial atractivo
para los demás, y suelen mostrarse socialmente muy agradables. En
ocasiones, la simpatía que sienten por la gente llega a ser extraordi-
naria, como era el caso, por ejemplo, de Robert Kennedy (Júpiter en
conjunción con Venus), quien en sus últimos años llegó a sentir un
afecto especialmente fuerte por los desamparados de la sociedad
estadounidense y fue muy popular entre ellos. Arthur Conan Doyle
tenía un sextil casi exacto entre Júpiter y Venus, y no sólo fue tre-
mendamente popular, sino que mostraba una intensa afinidad con
una amplia gama de cuestiones humanitarias y religiosas. Por otra
parte, también Mussolini gozó durante un tiempo de popularidad
entre las masas, Y desde luego expresó de manera muy ostentosa su
conjunción Júpiter-Venus. Las emociones exageradas que solía ma-
nifestar se observan con frecuencia en quienes tienen contactos entre
306
Venus y Júpiter, especialmente si los planetas están en un aspecto
difícil. Es lo que Ebertin llamaba «una excesiva expresión de senti-
mientos». Son nativos que también pueden estar exageradamente
ávidos de las manifestaciones de afecto de los demás, hasta el punto
de llegar a mostrarse insaciables. Mussolini es asimismo un buen
ejemplo de la vanidad que con bastante frecuencia se puede encon-
trar en esta combinación.
Este contacto a veces indica generosidad y abundancia, tanto
con respecto a la bondad como al dinero. Mucho depende del signo
en el que esté emplazado Venus. Evidentemente, Robert Kennedy
nació en una de las familias estadounidenses más ricas, y también
Henry Ford II disfrutaba de una excelente posición social. Ford na-
ció con Venus en trígono con Júpiter, Y además con una cuadratura
casi exacta entre Júpiter y el Sol. El lado negativo de los contactos
Júpiter-Venus con respecto al tema de la riqueza es la tendencia
simultánea tanto a la codicia como al despilfarro.
Estos nativos se caracterizan por ser comprensivos y tolerantes
con la naturaleza humana, y esta tendencia puede expresarse de ma-
neras tan diversas como las que podemos observar en Paramhansa
Yogananda (trígono), Emerson (quincuncio) y Goethe (oposición).
El compositor Claude Debussy, a quien con frecuencia se compara
con Ravel por el estilo de música que componía, tenía un aspecto
entre Venus y Júpiter casi tan exacto como el que tenía Ravel, pero
era un sextil y no una cuadratura. También Puccini (oposición) y
Schubert (sextil) tenían este contacto con menos de tres grados de
orbe, al igual que el magistral violinista Yehudi Menuhin (sextil),
quien además se ha expresado muy claramente con referencia a di-
versas causas humanitarias. El pianista Van Cliburn tiene también
esta combinación (un trígono), y poetas tan diversos como Verlaine
y Tennyson (sextil) y Baudelaire (conjunción) ejemplifican igual-
mente la dimensión artística de esta unión cósmica.

307
Los aspectos Júpiter-Marte
Una necesidad expansiva de excitación física, sexual o en actividades
pioneras y un anhelo de acción, aventura y logros.
El deseo y la iniciativa se orientan hacia d mejoramiento de uno
mismo y hacia objetivos amplios e inspiradores para mejorar la vida
de los demás (con frecuencia liderazgo en el campo elegido).

Si hay alguna combinación jupiterina que pueda rivalizar con la de


Júpiter y el Sol en cuanto a creatividad, liderazgo y gusto por el po-
der, es la de Júpiter y Marte. Siempre testarudas, las personas que la
tienen luchan constantemente por ampliar el alcance de sus activi-
dades y de su influencia. Físicamente, estos nativos son tan inquie-
tos que necesitan estar siempre en acción, y es fácil que se sientan
descontentos si no tienen una vía de canalización para su necesidad
de autoafirmarse. Esto es válido tanto para los logros mundanos
como para la expresión sexual. Para ellos es natural enfrentarse de
forma entusiasta con toda clase de retos, y es raro que les falte con-
fianza en sí mismos una vez que han llegado a tener conciencia de
su propia fuerza interior, algo que puede llevarles cierto tiempo si
alguno de estos planetas, o ambos, forma aspectos difíciles, o si
Marte está debilitado por el signo de su emplazamiento.
Es raro que a estos nativos les falte coraje, tal como podemos
ver en una gran variedad de ejemplos: Martín Lutero (conjunción),
que se enfrentó con la Iglesia católica romana, disgustado al ver
tantas transigencias en relación con los ideales representados por las
enseñanzas de Jesús; Amelia Earhart (conjunción) y John Glenn
(sextil), cuyos valerosos avances se han descrito ya en las cortas
biografías suyas que se incluyen en el capítulo 5; el activista contra
la guerra Philip Berrigan (sextil), quien no sólo se opuso a la política
de su Gobierno, sino que también desafió las órdenes de la Iglesia
católica mientras aún era sacerdote; su hermano Daniel Berrigan
(cuadratura), que fue procesado junto con Philip por sus espectacu-
lares protestas contra la guerra; Upton Sinclair (trígono), cuyas ini-
308
ciativas reformistas en literatura y política ya he descrito en este
volumen; la científica Rachel Carson (oposición), cuyo libro Prima-
vera silenciosa tuvo como consecuencia un cambio importante en el
uso de pesticidas; Sigmund Freud (oposición), que se atrevió a rom-
per el silencio en cuanto a la importancia de la sexualidad en la vida
humana; Konrad Adenauer (trígono), cuyos logros ya he detallado
en el capítulo 9, y el jugador de béisbol Jackie Robinson (trígono) Y
el campeón de tenis Arthur Ashe (cuadratura), que desafiaron las
barreras raciales en sus respectivas carreras Y destacaron por sus
logros deportivos. Ashe y Robinson son también excelentes ejem-
plos de lo competitivos que son los aspectos Júpiter-Marte.
El astrólogo Charles Carter tenía a Júpiter en Escorpio en trí-
gono con Marte en Piscis, y su obra refleja importantes logros en el
dominio de la investigación; además, él tuvo el valor de oponerse a
muchas tradiciones astrológicas sin sentido y pasadas de moda, y
también es un buen ejemplo de lo intuitivos que pueden ser quienes
tienen esta combinación. En otras palabras, los intrépidos avances
hacia el futuro de estos nativos suelen estar guiados por una sensa-
ción de la dirección que tomarán las tendencias actuales. Ésta puede
ser otra razón de que alcancen con tanta frecuencia sus objetivos de
expansión. Ciertamente, no es ninguna coincidencia que en la carta
natal de todos estos hombres ricos y poderosos aparezca este contac-
to: J. P. Morgan, padre (Júpiter en conjunción con Marte en Leo y
en cuadratura con Saturno); Walt Disney (Marte, Júpiter Y Saturno
en conjunción en Capricornio); Howard Hughes (Júpiter en Tauro
en cuadratura con una conjunción Marte-Saturno en Acuario); John
D. Rockefeller (Júpiter en conjunción con Marte en Libra y en sextil
con Saturno); Joseph P. Kennedy, padre de John y Robert (Júpiter
en conjunción con Marte en Escorpio y en sextil con Venus), y John
F. Kennedy (Júpiter en conjunción con Marte y Mercurio en Tauro y
en cuadratura con Urano). La unión Marte-Júpiter, sin embargo,
también puede asumir la forma de un liderazgo intelectual, como se
ve en los ejemplos de Bertrand Russell (sextil), C. G. Jung (sextil) y
Margaret Mead (conjunción), y de un liderazgo religioso, como po-
demos ver en la vida de santa Teresa de Ávila (conjunción), la fun-
dadora de una nueva orden monástica que estableció dieciséis con-
309
ventos a lo largo y ancho de España.
En resumen, nunca se ha de subestimar, en ningún campo, los
posibles logros de quienes tienen esta combinación. Y aunque se
podría pensar que los contactos entre Marte y Júpiter, un tanto tos-
cos y autoafirmativos, quizá no sean apropiados en el campo de las
artes, también aquí la energía, el impulso y el empeño generados por
esta unión pueden conducir a logros sustanciales. Piense el lector,
por ejemplo, en Shelley (conjunción, que incluye a Neptuno); Tou-
louse-Lautrec y Mario Lanza (oposición); Proust, Van Gogh,
Gershwin, Seurat y Carl Sandburg (cuadratura), y Rafael, Menuhin,
Henry Miller y Gregory Peck (trígono). Es indudable que semejante
abundancia de casos demuestra que la expresión escogida por Rein-
hold Ebertin para esta combinación es de una exactitud impresio-
nante: «gran éxito en la actividad creativa». Aunque esta energía
pueda manifestarse como impaciencia, rebeldía y una tendencia a
excederse en muchas esferas de acción, si se la disciplina bien puede
significar un talento y un poder creativo de gran importancia, cuyo
resultado será un espíritu emprendedor capaz de abrirse paso decidi-
damente a través de los obstáculos de la vida para lograr las propias
ambiciones.

Francisco Franco
De la misma manera que los aspectos difíciles de Júpiter no implican en
modo alguno resultados o rasgos de personalidad «malos» o negativos,
tampoco aquellos que son fluidos o armoniosos indican invariablemente
que el nativo expresará en su vida nobles cualidades personales y actitu-
des benéficas, tal como demuestran con creces la carta y la vida del dic-
tador español Francisco Franco. La hora del nacimiento se basa en los
registros que se conservan en la iglesia parroquial en la que fue bautiza-
do, de modo que probablemente es fiable.
Si uno traza en su carta las líneas de los aspectos que vinculan a Sa-
turno, el Sol y Júpiter con el stellium formado por la Luna, Neptuno y Plu-
tón, se encontrará con un rectángulo casi perfecto, en el que tanto Sa-
turno como Júpiter están en trígono o en sextil con el resto de los factores
que intervienen en la configuración. Júpiter y Saturno también están
opuestos entre sí, y además el Sol está en oposición con el stellium en
Géminis. En un nivel superficial se podría decir que Franco «tuvo éxito» en

310
el logro de sus ambiciones. Llegó a ser el general más joven en la historia
del ejército español, y terminó por gobernar España con mano de hierro
durante casi cuarenta años. Se podría decir que durante esa época consi-
guió «salvar» a España del comunismo y de otras tendencias izquierdistas,
alineándose con la Iglesia católica en un régimen represivo disfrazado
como una cruzada santa. ¡Pero vaya precio el que tuvo que pagar el pue-
blo español! Se calcula que más de seiscientas mil personas murieron en
la guerra civil de 1936-1939, una época durante la cual Franco fue conso-
lidando su alianza con Hitler y Mussolini y permitió que el pueblo español
se convirtiera en blanco de la nueva táctica hitleriana de bombardeos en
serie. Además, hubo más de dos millones de personas que huyeron o
fueron encarceladas.

Francisco Franco, 4 de diciembre de 1892, a las 12.30 am, El Ferrol, Es-


paña.
311
La carta de Franco es extraordinariamente jupiterina. Su Sol en Sagi-
tario está en trígono con Júpiter en Aries (en conjunción con la cúspide de
la casa ocho). También Mercurio, su planeta regente, está en Sagitario,
aunque retrógrado, y además sin ningún contacto con el resto de la carta,
lo cual es posiblemente una indicación de su completa falta de lógica y de
capacidad para el autoanálisis. Júpiter también está en sextil con la Luna y
en oposición con Saturno, exaltado en Libra en la casa uno. Todos los dic-
tadores de la segunda guerra mundial (incluido Stalin) tenían un fuerte
carácter saturnino, y ciertamente un Saturno exaltado en la primera casa
podía expresarse en la forma de un extraordinario autoritarismo de mano
dura. Y en el caso de Franco, parece como si la oposición con Júpiter hu-
biera fortalecido más aún esta tendencia saturnina.
La carta de Franco contiene también una cuadratura en T con Marte»
en Piscis en el ápice, que liga y da energía a toda la configuración rectan-
gular que ya he descrito. Marte está en cuadratura tanto con el Sol como
con la Luna, pero además es doblemente neptuniano, ya que no sólo está
en Piscis, sino también en cuadratura con Neptuno, lo cual es un claro
símbolo de autoengaño. Franco estaba convencido de que Dios lo había
escogido para gobernar España y salvarla de todo mal. Esta tendencia
farisaica está conectada con muchos otros factores de su carta. Su Marte
también está doblemente teñido por Júpiter (el «cruzado justiciero», po-
dríamos decir), puesto que no sólo se encuentra en un signo corregido por
este planeta, sino que está exactamente en semisextil con Júpiter. Incluso
en Piscis, Marte puede ser muy capaz de hacerse valer en esas relaciones
por aspecto; se limita a ser más astuto y escurridizo de lo que sería en
caso de estar emplazado en un signo más impetuoso.
La santurronería y el sentimiento de ser moralmente superior, incluso
tras haber asesinado a millares de personas, son rasgos que impregnan
toda la carta de Franco. La casa más llena que hay en ella es la novena,
que contiene el poderoso stellium formado por la Luna y los dos planetas
más exteriores, Neptuno y Plutón, lo que constituye una señal de su tre-
menda implicación en los movimientos de las masas de su época. Este
énfasis en la casa nueve demuestra la fiabilidad de la asociación tradicio-
nal de la novena con Júpiter, que algunos comentaristas astrológicos mo-
dernos han intentado negar.
Finalmente, debo señalar que esta carta es muy impersonal, hasta el
punto de que uno se pregunta si Franco se dio cuenta alguna vez de que
estaba torturando a seres humanos reales y vivientes. No sólo Saturno y
el Ascendente Virgo vierten un jarro de agua fría sobre toda la carta, sino
que la Luna en Géminis, que suele ser amistosa, estaba evidentemente
socavada por Neptuno y Plutón. Y los aspectos más exactos de Venus, el

312
planeta de las relaciones personales, son con el impersonal Urano (con-
junción) y con Plutón (quincuncio), una combinación que puede ser muy
impersonal y obsesiva. Aparentemente, Franco había perdido el contacto
con sus sentimientos humanos, y permitió que una fría eficiencia y su
empeño en mantener el orden dominaran sus preocupaciones sociales.

313
Nota sobre los aspectos de Júpiter con Saturno, Urano, Neptuno y
Plutón: Estos contactos deben interpretarse en relación con la forma en
que estén integrados con los factores más personales de la carta. Inter-
pretarlos de un modo aislado puede llevar a conclusiones erróneas.

Los aspectos Júpiter-Saturno


(Especialmente importante si un signo regido por Júpiter o
Saturno está enfatizado en la carta natal.)

La necesidad de un orden más amplio baja hasta la tierra, y una vez


estabilizada, expande las ambiciones.
La tendencia del nativo a expandirse constantemente interacciona
con su necesidad de mantener la estructura existente por razones de
seguridad.

[Que la influencia más fuerte de una carta sea la de Saturno o la de


Júpiter es algo que tendrá mucha importancia en la expresión de estas
energías. Los aspectos desafiadores o «difíciles» de ambos planetas a
veces pueden ser muy problemáticos, al afectar la capacidad de la per-
sona para trabajar con sus ambiciones y sus objetivos a largo plazo.
Mientras que la conjunción tiende a ser bastante armoniosa y estimula
una gran ambición de manera concentrada, los otros aspectos dinámi-
cos se manifiestan con frecuencia como un profundo sentimiento de
que no hay suficiente trabajo, dinero u oportunidades mientras uno no
se haya «extendido» en exceso a sí mismo y se encuentre con que en
realidad las cosas lo superan. Cualquiera de los dos sentimientos, tan-
to el de tener demasiado como el de tener demasiado poto, produce
frustración. Hay una profunda necesidad de aprender a contentarse
trabajando con lo que se tiene a mano en el presente.]

Desde el comienzo, debo expresar hasta qué punto me han parecido


inútiles los intentos de muchos astrólogos de interpretar este contac-
to. Entre las expresiones utilizadas para describir estos aspectos, en
314
especial los «difíciles», la más desconcertante y engañosa quizá sea
la de Marc E. Jones, para quien significan «una última oportunidad
en la vida», una afirmación dudosa que desgraciadamente muchos
autores han repetido. Me pregunto en qué autoridad se basó el señor
Jones para llegar a esa conclusión. Incluso Charles Carter, cuyas
afirmaciones son generalmente más cautelosas y fiables, trata los
aspectos «inarmónicos» entre Júpiter y Saturno de manera demasia-
do negativa, llegando a la conclusión de que estos nativos raras ve-
ces prosperan en el sentido mundano. Y sin embargo, inmediata-
mente menciona como ejemplo de esas uniones inarmónicas a per-
sonas de tanto éxito como Edison (cuadratura), Robert Louis Ste-
venson (cuadratura), G. B. Shaw (cuadratura) y George Washington
(oposición). Y yo puedo añadir a esta lista a Woody Allen, Konrad
Adenauer, Sidney Poitier, Sigmund Freud, Gregory Peck y el juez
Hugo Black, todos con una cuadratura entre Júpiter y Saturno, y
además a Jacques Cousteau, con un quincuncio.
La conjunción entre estos dos planetas también ha sido objeto
de muchísimos comentarios negativos, o por lo menos de análisis
que revelan una mala comprensión de esta poderosa unión de pro-
fundas energías. Isabel Hickey, por ejemplo, afirma que este contac-
to indica una vida fácil. Que se lo digan a un par de muchachos de
clase obrera de los barrios bajos de Liverpool, llamados Lennon y
(Ringo) Starkey. La vida de John Lennon en su familia de origen no
fue nada tranquila y sí bastante inestable, y Ringo tuvo que abando-
nar la escuela para empezar a trabajar a muy temprana edad. Ade-
más, conozco a un hombre que creció en una humilde familia del sur
de Estados Unidos, siendo uno de los menores de nueve hijos; su
padre murió cuando él tenía siete años. Y sin embargo ese hombre,
trabajando muy duro, logró fundar su propia empresa durante el
tránsito de Saturno sobre esta conjunción, y veinte años después era
multimillonario (¡y feliz!). También Galileo, que tenía esta conjun-
ción en su carta, tuvo que luchar durante años contra la estrechez de
miras de las autoridades de su época. Charles Carter, cuyos comen-
tarios sobre la conjunción Júpiter-Saturno son mucho más acertados
que los dedicados a los aspectos inarmónicos, afirmó: «Es un claro
signo de grandes posibilidades que se hacen realidad con mucho
315
esfuerzo. Favorece en gran medida la resolución y una paciencia sin
límites». Otros ejemplos de personas que han trabajado duro y con
gran firmeza (y cuyas cartas aparecen todas en este libro) son John
Glenn, Margaret Mead, Clara Barton y Mary Baker Eddy.
Tampoco la oposición niega el éxito mundano, tal como lo
prueban J. Paul Getty, Bertrand Russell y Maria Montessori. Me
parece razonable decir, tal como he estudiado a fondo en el capítulo
2, que siempre hay la necesidad de un equilibrio entre Júpiter y Sa-
turno en la conciencia de una persona para que ésta pueda, de forma
constante y sistemática, ir creándose su propio éxito mundano. Los
aspectos más desafiadores o difíciles pueden exigir que el nativo
preste mucha atención al logro de ese equilibrio si quiere alcanzar el
éxito en diversos ámbitos de la vida; el aprendizaje de esta lección
puede implicar un cierto grado de frustración y de fracaso, pero es
posible aprenderla. Quienes tienen contactos armoniosos entre Júpi-
ter y Saturno sin duda alcanzan ese equilibrio interior de un modo
más natural, y lo expresan con más facilidad. Admito que sí yo tu-
viera que elegir con cuál de estos aspectos en mi carta me gustaría
nacer, optaría por el trígono o el sextil, pero tampoco he visto razo-
nes para desdeñar los demás contactos entre estos grandes planetas.
Con los aspectos difíciles, el nativo simplemente tiene que aprender
a vivir de una manera nueva cambiando de actitud, y por lo general
con más fe y paciencia.
Si Saturno es más fuerte, es probable que uno se refrene por
miedo, o debido a suposiciones sin demostrar o a actitudes negati-
vas. Quizás haya una mala disposición a pagar el precio de un duro
esfuerzo o de la abnegación en los aspectos difíciles entre Júpiter y
Saturno. Uno necesita evaluar cuáles son, a largo plazo, sus verda-
deros propósitos y sus prioridades. Si Júpiter es más fuerte, el im-
pulso vertiginoso de sus sueños puede ser causa de que el nativo se
exceda en sus acciones o experiencias sin el apoyo de la preparación
y los hechos prácticos típicos de Saturno. Tal vez sean necesarios un
enfoque más realista y algo más de investigación para construir unos
cimientos capaces de soportar el peso de los propios ideales y aspi-
raciones.
La falta de confianza en sí mismos caracteriza a muchos nativos
316
con aspectos difíciles entre Júpiter y Saturno; es como si tuvieran
que GANARSE la sensación de bienestar Y la expansividad jupiterinas.
Y es frecuente que lo hagan, aceptando algún trabajo o asumiendo
una obligación que puede incluso implicar un peligro o un probable
fracaso, o aprendiendo a moderar su pesimismo y su tendencia a los
pensamientos negativos o a dudar de sí mismos. El cultivo de una fe
religiosa o una filosofía de la vida que les brinde apoyo también
puede contribuir a que esas personas vayan consolidando su fuerza
interior. Creo que Ebertin resume con toda precisión este contacto al
declarar que su principio básico es «la paciencia, alcanzando el éxito
mediante la perseverancia».

Clara Barton y Mary Baker Eddy


En 1821, el año de dos importantes conjunciones planetarias (Urano-
Neptuno en Capricornio y Júpiter-Saturno en Aries), en Nueva Inglaterra
nacieron, con menos de cinco meses de diferencia, dos mujeres notables.
Con la conjunción Urano-Neptuno en el Medio Cielo en la carta natal de
Clara Barton y cerca del Ascendente en la de Mary Baker Eddy, ambas
dedicaron su vida a dar una forma capricorniana a una visión sin prece-
dentes. Cada una de ellas utilizó la iniciativa de Aries para crear, sin ayuda
de nadie, organizaciones (Saturno) de alcance planetario (Júpiter) que
aún hoy, más de cien años después, siguen siendo prósperas. La forma en
que estas dos mujeres encarnaron en su vida y su obra sus creencias
jupiterinas y saturninas se revela en sus respectivas cartas mediante fac-
tores similares y a la vez opuestos.
Clara Barton, la fundadora de la Cruz Roja Estadounidense, tenía
a Aries en ascenso con la conjunción Júpiter-Saturno en Aries en la casa
uno. Se vio impulsada a actuar según sus convicciones y de una manera
extraordinariamente osada. Cuando se inició la guerra civil estadouniden-
se, superó todos los obstáculos con que tropezó en su empeño de atender
a los soldados en el campo de batalla. Se negaba a permanecer en la
seguridad de la retaguardia, y a menudo era la primera en pasar al frente
tras una sangrienta batalla. Cuidaba y consolaba a los heridos, a veces
cuando todavía las balas zumbaban a su alrededor. Esos hechos heroicos
le valieron el título de «ángel del campo de batalla». Posteriormente, tras
haber observado la acción de la Cruz Roja Internacional en Europa, resol-
vió crear una organización similar de ayuda en Estados Unidos. Con el
mismo desparpajo capricorniano y la misma osadía ariana que tan bien le

317
habían servido en la guerra civil, se abrió paso hacia la victoria en los
campos de batalla del Congreso (¡lo cual no era una hazaña menor!).

Clara Barton, 25 de diciembre de 1821, a las 11.40 am, Oxford,


Massachusetts, Estados Unidos.
Como fundadora y presidenta de la Cruz Roja Estadounidense, Barton
dedicó el resto de su vida a promover el crecimiento de su institución, y,
en años posteriores, a defenderse de quienes desafiaban su manera auto-
crática de regir la organización. Jamás perdió su vehemente deseo de
actuar en primera línea en los desastres, algo típico del Ascendente Aries
y de la conjunción Júpiter-Saturno en la primera casa. Ella misma atendió
directamente a las víctimas de catástrofes como la inundación de Johns-
town en 1889, que prácticamente destruyó la ciudad y en la que perdieron
la vida tres mil personas.

318
En opinión de Barton, la Cruz Roja debía tener un alcance internacio-
nal: un punto de vista que expresaba a su Mercurio en Sagitario en la casa
nueve en trígono con la conjunción Júpiter-Saturno. Ella organizó y dirigió
los esfuerzos de colaboración de la Cruz Roja tanto en la hambruna de
1892 en Rusia como en la masacre armenia de 1896 (¡y entonces tenía ya
setenta y cuatro años!). Clara Barton murió en 1912, a los noventa años,
ocho años después de que se le ocurriera la idea de mudarse a México
para fundar la Cruz Roja Mexicana. Su humanitarismo global fue reconoci-
do en el tributo que le rindió en 1912 el New York Globe (citado por David
H. Burton en Clara Barton: In the Service of Humanity [Clara Barton: al
servicio de la humanidad]): «Su religión abarcaba a la humanidad entera.
[...] No sólo predicó el nuevo internacionalismo, sino que lo llevó a la
práctica. [...] Dad al mundo una cantidad suficiente de mujeres como ella,
y estaréis introduciendo en él la fraternidad humana».

Para Mary Baker Eddy, con su Sol en Cáncer, fue la lucha con su
crisis personal lo que terminó encaminándola a la creación de lo que se
convertiría en una iglesia de alcance mundial. Desde la infancia se había
visto limitada, y a veces incluso postrada, por la enfermedad. De adulta,
fue en busca de las opciones de curación alternativas existentes en aque-
lla época. A los cuarenta años experimentó una mejoría espectacular con
el tratamiento que le administró un sanador mental, Phineas Quimby, pero
siguió teniendo recaídas intermitentes. Su descubrimiento de la realidad
de la sanación espiritual tuvo lugar durante el invierno de 1866, con Urano
en tránsito en oposición con su conjunción natal Urano-Neptuno. Tras una
caída en una calle helada, que le produjo heridas graves según el diagnós-
tico de los médicos que la atendieron, Eddy experimentó, por mediación
de la plegaria, un súbito despertar espiritual que indujo en ella una recu-
peración espontánea.
Transformada por este descubrimiento, empezó a sanar a otras per-
sonas y a dar conferencias sobre sus descubrimientos. Para emprender su
nueva actividad de hablar en público, se valió de la osadía de su conjun-
ción júpiter-Saturno en Aries. Tal como señala su biógrafo, Robert Peel,
en la década de 1860 «todavía se consideraba escandaloso que una mujer
pronunciara un discurso en público». Eddy siguió desarrollando su filosofía
de la Ciencia Cristiana, y en 1875 publicó Science and Health [Ciencia y
salud], un volumen de 456 páginas. Su popularidad iba en aumento, ya
que, con Sagitario en ascenso y su conjunción Urano-Neptuno en la pri-
mera casa, Eddy ejercía una influencia carismática sobre sus seguidores.
(Es un ejemplo más de alguien con Ascendente Sagitario que llegó a tener
una personalidad pública de tamaño «mayor que el natural».) Según las

319
notas que tomaron sus primeros estudiantes, ella empezó diciendo: «Al-
gún día tendré una iglesia propia». Robert Peel observa: «Ellos pensaban
[...] en una iglesia pequeña en Lynn [Massachusetts], con una congrega-
ción establecida; ella pensaba en una Iglesia que abarcara el mundo en-
tero». Eddy fundó en 1879 la Iglesia de

Mary Baker Eddy, 16 de julio de 1821, a las 5.38 pm, Bow, New Hamps-
hire, Estados Unidos
la Ciencia Cristiana, y su predicción se cumplió: actualmente hay más de
3.200 secciones de esta iglesia en por lo menos cincuenta países, su libro
se sigue imprimiendo y los miembros de su iglesia lo leen y lo estudian
ávidamente. Tanto en el caso de Eddy como en el de Barton, la conjun-
ción Júpiter-Saturno dio como resultado la amplificación de la ambición
saturnina, y no una restricción de la expansividad de Júpiter.
Con un idealismo muy práctico, Clara Barton y Mary Baker Eddy fun-
daron organizaciones (Saturno) que encarnaban sus creencias y valores
(Júpiter). Lo interesante es que en ambas cartas natales Marte –el «dis-

320
ponedor» de su conjunción Júpiter-Saturno en Aries– está en la sexta
casa, la de la salud y el servicio. Para las dos, este fue el foco central de
su vida, aunque de diferentes maneras. En el tema de Barton, Marte está
en Virgo, en trígono con los planetas en Capricornio en la casa diez, y ella
destacó por ocuparse de las necesidades prácticas de los soldados heridos
y las demás víctimas de desastres. A cualquier situación caótica en la que
se introducía, Barton aportaba su magnífica capacidad de organización y
su habilidad para restablecer el orden. En el tema de Eddy, Marte en la
sexta casa está en Géminis, en sextil con Mercurio en la octava, y a ella le
interesaba el papel de la mente en la curación, así como la forma en que
lo intangible, como pueden ser las propias creencias, influye en el resulta-
do final de los procesos de la enfermedad. Elaboró técnicas de sanación
espiritual, y no sólo curó a los demás, sino que también les enseñó sus
métodos. Su trabajo se anticipó en cien años al movimiento de la «salud
holista» y a las alternativas médicas basadas en el concepto del «cuerpo-
mente».
Es fascinante enterarse de que, a pesar de lo diferentes que eran los
campos en los que se movían estas dos mujeres, ambas fueron amigas.
Barton lloró la pérdida de Eddy cuando ésta murió, poco más de un año
antes que la propia Barton. Según David Burton: «Barton sentía una fuer-
te atracción por las enseñanzas de la Ciencia Cristiana tal como Mary Ba-
ker Eddy las exponía en su libro Ciencia y salud. [...] Y llamaba a la señora
Eddy “la más grande de las mujeres estadounidenses que viven en la ac-
tualidad”».

Tanto en la vida de Barton como en la de Eddy, la conjunción Júpiter-


Saturno en Aries se manifiesta en su convicción de que hay que llevar las
creencias a la práctica de una manera concreta. David Burton escribe
refiriéndose a Clara Barton: «Para ella, el cristianismo no era una profe-
sión de creencias, sino una acción basada en esas creencias y dirigida
hacia toda la humanidad». Mary Baker Eddy tenía el mismo punto de vis-
ta, tal como revelan estas citas de ella (tomadas del libro de Robert Peel):
«El error de todas las épocas es predicar sin practicar», «El lenguaje
esencial de la Ciencia Cristiana lo constituyen más bien los hechos que las
palabras». Y no es que las palabras –teniendo en cuenta las 456 páginas
de su libro– no tuvieran importancia para esta mujer que tenía a Marte en
Géminis. De hecho, en 1908 Eddy fundó también un periódico, The Chris-
tian Science Monitor, que fue un éxito y que hoy sigue siendo sumamente
respetado.
Tanto Barton como Eddy fueron figuras controvertidas, cuyo poder se
vio a veces desafiado. ¿Y cómo podía no ser así para dos mujeres del siglo

321
XIX que asumieron papeles de un liderazgo tan avanzado? Desde nuestra
perspectiva de alrededor de un siglo después, cuando acabamos de vivir
otra conjunción Urano-Neptuno en Capricornio, está claro que las respec-
tivas vidas uraniano-neptunianas de estas dos mujeres encarnaron una
visión renovada de la compasión humanitaria universal. En palabras de
Eddy: «La verdadera plegaria no consiste en pedir amor a Dios, sino en
aprender a amar y a incluir en ese afecto a toda la humanidad».
BARBARA MCENERNEY

Los aspectos Júpiter-Urano

(Especialmente importantes si un signo regido por Júpiter o


Urano está enfatizado en la carta natal.)

La fe y los planes a gran escala para el futuro se electrizan y se expre-


san de una manera individualista y nada convencional.
La necesidad de cambio, experimentación y agitación se expande y
se generaliza.

Este contacto puede indicar originalidad y creatividad, así como a


menudo un marcado interés por la política o por el cambio social,
aunque mucho depende de la forma en que esté integrado en la tota-
lidad de la carta y de cómo armonice con los factores personales del
mapa natal. Es muy frecuente que haya rebeldía, aunque ésta suele
manifestarse con más suavidad en el trígono y el sextil como un
saludable deseo de libertad de expresión personal. Igualmente, pue-
den darse manifestaciones de inventiva científica, lo mismo que una
avidez general de formas de conocimiento nuevas, en especial si
estos descubrimientos o nuevos modos de pensar se apartan radi-
calmente de las ideas tradicionales. Por ejemplo, Einstein (véase su
carta en el capítulo 6) y Margaret Mead (semisextil) tenían este con-
tacto.
Se trata de una combinación intuitiva conocida por las revela-
322
ciones súbitas que pueden proporcionar a la persona una compren-
sión inmediata, sin necesidad de haber pasado por un procedimiento
lógico sistemático para llegar a una conclusión. Por supuesto, los
saltos intuitivos no siempre implican una percepción exacta, porque
Urano es voluble, y a Júpiter se lo conoce por una propensión a las
generalizaciones que tiende a pasar por alto los detalles específicos
de los hechos. Este contacto puede manifestarse en una enérgica
lucha por una causa, y a menudo también en la comprensión de la
necesidad de los demás de poder expresarse libremente. Ya lo vimos
en la carta de Washington, en la que Urano y Júpiter armonizan
(véase el capítulo 3), y también en las teorías sobre la educación de
Maria Montessori, que tenía a Júpiter en semisextil con su conjun-
ción Marte-Urano. En la carta de Fidel Castro podemos ver su inten-
sa necesidad de libertad y revolución, pero su régimen no ha tolera-
do en los ciudadanos cubanos la libertad de expresión que Castro
quiere para sí mismo. Su carta incluye un gran trígono de fuego:
Júpiter está exactamente en conjunción con Urano en Aries (¡él
establece sus propias reglas!) y en trígono tanto con Saturno en Sa-
gitario como con Mercurio en Leo.

En la carta de Franklin D. Roosevelt, el aspecto Júpiter-Urano (un trígono)


no solamente es casi exacto, sino que también está vinculado con su As-
cendente. La habilidad que de ello resulta para proyectar sobre un vasto
público internacional su fe intuitiva en la libertad y en las mejores cualida-
des de la especie humana le confirió un carisma notable, y la capacidad
de proporcionar al mundo libre un liderazgo que éste necesitaba desespe-
radamente. Al enunciar con toda claridad su visión del derecho inherente
a la humanidad de tener diversas libertades, Roosevelt echó las bases de
todos los diálogos sobre los «derechos humanos» y de las mejoras mun-
diales que se fueron obteniendo después de la segunda guerra mundial.
Cuando Roosevelt murió, ni siquiera el normalmente comedido New York
Times pudo restringir el tono elogioso del editorial:

Fueron sus manos, mucho más que las de ningún otro hombre, las que crea-
ron la gran coalición de las Naciones Unidas. [...] Fue su liderazgo el que ins-
piró a los hombres libres de todas partes del mundo para luchar con más es-
peranza y coraje. Ahora, ese talento y esa habilidad han desaparecido. [...])
Ha desaparecido el interés espontáneo y fresco que ese hombre ponía, con la

323
misma naturalidad con que respiraba, en los problemas, las penurias, las de-
silusiones y las esperanzas de los desheredados y los humildes.
Otro resumen de la excepcional personalidad jupiterino-uraniana de
Roosevelt es el que hizo Isaiah Berlin, que escribió lo siguiente: «Era uno
de los pocos estadistas del siglo XX, o de cualquier otro siglo, que no pare-
cía tener miedo del futuro». [Se encontrará la carta completa de Franklin
D. Roosevelt en el capítulo 8, en la sección dedicada a Júpiter en la casa
nueve.]

También muchos otros defensores de un cambio social radical


tienen esta combinación; por ejemplo, Franklin D. Roosevelt tenía
un trígono casi exacto, John F. Kennedy tenía una cuadratura, y el
príncipe Carlos de Inglaterra tiene una oposición. Tal como señala
Richard Tarnas en su libro pionero sobre Urano (para más detalles,
véase el capítulo 11), quienes tienen aspectos entre Júpiter y Urano
pueden estar en una sintonía muy fina con los vastos cambios cultu-
rales, sociales o científicos de su tiempo. Un hombre que en su larga
vida dio muestras de estar sintonizado con todos esos tipos de cam-
bios es Bertrand Russell, que nació con una estrecha conjunción
entre Júpiter y Urano en Cáncer, en la casa nueve23. Esa conjunción
estaba en sextil con su conjunción Sol-Marte en Tauro en la casa
siete, un emplazamiento que se caracteriza por su conciencia social.
Los noventa años de vida activa de Russell incluyeron importantes
logros en dominios como las matemáticas, la filosofía, la educación,
el comentario social, el activismo antibélico y un osado cuestiona-
miento de las normas tradicionales relacionadas con la familia, el
matrimonio y el sexo. Se pasó la mayor parte de su vida luchando
por diversas causas, y tenía una comprensión intuitiva de la necesi-
dad de la gente de expresarse con libertad. Durante la primera gue-
rra mundial, por ejemplo, perdió su cargo docente en la universidad
debido a su franca defensa de los derechos de un objetor de con-
ciencia. Personaje siempre controvertido, tanto sus giras de confe-
rencias por todo el mundo como sus más de cuarenta libros publica-
dos le valieron, en el año 1950, el premio Nobel de Literatura, con

23
Nacido el 18 de mayo de 1872 en Trelleck, Gales, a las 5.45 pm.
324
el que se reconoció su dedicación a los derechos de la humanidad y
a la libertad de pensamiento, una descripción muy apropiada de la
combinación de las energías de Júpiter y Urano.
Henry Ford, que se mostró bastante activo políticamente y expe-
rimentó también con numerosos métodos revolucionarios de pagar a
sus obreros (además de suministrar automóviles a las grandes masas
gracias a un nuevo tipo de producción masiva), tenía a estos dos
planetas en trígono. Grant Lewi, un astrólogo conocido por poner al
alcance de las masas una forma de astrología inteligente y práctica
mediante sus libros Astrología para todos y Lo que saben las estre-
llas, nació con Júpiter en Acuario en sextil con Urano: ¡un Júpiter
doblemente uraniano! Y Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El
principito, expresó su conjunción Júpiter-Urano en Sagitario no sólo
por medio de su famoso relato alegórico, sino también en numerosos
escritos sobre la aviación, por no hablar de sus múltiples aventuras
en países extranjeros, la última de las cuales fue una misión de gue-
rra que lo condujo a la muerte. Profesionalmente, se lo consideraba
una importante influencia en el desarrollo de una literatura sobre el
tema de la aviación.

Los aspectos Júpiter-Neptuno


(Especialmente importantes si un signo regido por Júpiter o
Neptuno está enfatizado en la carta natal.)

Una amplia y constante necesidad de experimentar la unidad con algo


más grande que el propio yo individual y las pequeñas preocupaciones
personales.
El nativo cree en la realidad del ámbito intangible de la experien-
cia, lo cual en ocasiones conduce a una imaginación hiperactiva y a
un constante deseo de escapar, o bien a una inspiración significativa.

Con respecto a las manifestaciones potenciales de este contacto, es

325
difícil ser mucho más específico de lo que queda señalado en las
líneas orientativas que encabezan esta sección, puesto que las diver-
sas formas en que los nativos han utilizado en la práctica esta inspi-
ración y esta sensibilidad psíquica difieren mucho. Naturalmente,
cuando se combinan los dos planetas más idealistas, el resultado es
un idealismo pujante, una amplia sensación de las infinitas posibili-
dades que nos proporciona la vida. Esto puede llevar al nativo a
convertirse en un idealista práctico como fueron Churchill (opo-
sición), Bertrand Russell (cuadratura) y Albert Schweitzer (oposi-
ción), en un artista idealista o imaginativo como Percy Shelley o
Laurence Olivier (conjunción), o en un escapista como el duque de
Windsor (conjunción), que abdicó al trono de Inglaterra. Otro idea-
lista práctico, Franklin D. Roosevelt, manifestó una gran imagina-
ción centrada en la resolución de problemas prácticos (Júpiter en
conjunción con Neptuno en Tauro).
Estos nativos suelen tener una vida imaginativa rica y profunda,
pero hay que considerar también todos los demás factores de la car-
ta. Por ejemplo, Joseph P. Kennedy soñó siempre con el poder y con
llegar a ser presidente, y terminó haciendo que su hijo se convirtiera
en presidente de Estados Unidos; pero su Júpiter estaba en oposición
no sólo con Neptuno, sino también con Plutón, lo cual es una indi-
cación de su obsesión por el poder (y además, tenía a Júpiter en con-
junción con Marte en Escorpio). La gran imaginación de Julio Verne
estaba bien representada por su sextil Júpiter-Neptuno, y al escritor
no sólo le encantaba navegar por los mares de Europa y África
(Neptuno está asociado con el mar), sino que su novela Veinte mil
leguas de viaje submarino se ha convertido en una de sus creaciones
más perdurables. Es curioso que un campeón olímpico de natación
como Mark Spitz naciera con Júpiter en trígono con una con junción
Neptuno-Marte.
Esta combinación también puede indicar una considerable intui-
ción, un talento que Joseph Campbell24 utilizó para expandir enor-
memente nuestro conocimiento de la literatura, la mitología y la

24
Nacido el 26 de marzo de 1904 en Nueva York, a las 7.25 pm, EST
[Eastern Standard Time, hora estándar del este].
326
búsqueda personal de significado y trascendencia. Su Júpiter (en
conjunción con el Sol y con Mercurio) en cuadratura con Neptuno
se canalizó en obras como Hero with a Thousand Faces [El héroe de
las mil caras] y Las máscaras de Dios, décadas antes de que los es-
tudios junguianos fueran ampliamente aceptados. El poeta T. S.
Eliot25, que también contribuyó significativamente a revitalizar el
interés por la mitología, tenía en su carta una oposíción exacta entre
Júpiter y Neptuno. Igualmente, el poeta y traductor Robert Bly nació
con esta oposición.
En el peor de los casos, estos aspectos pueden indicar ilusiones
engañosas y autoengaños en el nivel personal, como fue el caso, por
ejemplo, de Mussolini y Albert Speer, ambos con un sextil entre
Júpiter y Neptuno. Pero en su mejor expresión pueden manifestarse
como un compasivo amor por la humanidad (por ejemplo, en el doc-
tor Albert Schweitzer, cuya biografía se hallará a continuación) y
como una apreciación de las sutilezas de orden metafísico y artísti-
co. Otro ejemplo perfecto de esta manifestación superior de la unión
Júpiter-Neptuno es el monje y escritor Thomas Merton, cuyo quin-
cuncio exacto entre estos dos planetas se manifestó en la forma de
sus escritos espirituales, que fueron una auténtica inspiración para
miles de lectores.

Albert Schweitzer
Albert Schweitzer –médico misionero, teólogo, maestro organista y erudito
en música– llevó una vida ejemplar de excepcional dedicación. En su carta
natal, Júpiter está en oposición con una conjunción Neptuno-Luna, for-
mando parte de una cuadratura en T con una conjunción Sol-Mercurio en
Capricornio. Esta configuración puso a Schweitzer ante el reto de consa-
grarse a objetivos que trascienden la reducida esfera de los logros perso-
nales.
Durante su notable vida, elaboró una ética jupiterina que es un reflejo
de la compasión neptuniana, y se rigió por ella. Según sus propias pala-
bras: «La ética de la Reverencia por la Vida es la ética del Amor ampliada

25
Nacido el 26 de septiembre de 1888 en St. Louis, Missouri. Estados
Unidos, a las 7.45 am, CST [Central Standard Time, hora central están-
dar]; muerto en 1965.
327
a la universalidad».

Albert Schweitzer, 14 de enero de 1875, a los 11.50 pm, Kayserburg,


Alemania
La capacidad neptuniana para identificarse con el dolor ajeno, combi-
nada con la conciencia moral de Júpiter, estaba en el corazón mismo del
deseo de servir de Schweitzer. En su autobiografía (De mi vida y mi pen-
samiento), revela su motivación central:
No podía yo menos que sentir con una plena compasión y un gran pesar todo
el dolor que veía a mi alrededor, y no sólo el de los hombres, sino el de la
creación entera, jamás he intentado apartarme de esta comunidad del sufri-
miento. Me parecía totalmente natural que hubiéramos de asumir entre todos
la parte que nos toca de la carga de dolor que pesa sobre el mundo.
Ya desde su niñez, Schweitzer se sintió acosado por esta conciencia
del sufrimiento, sumada a su sentido neptuniano de la obligación. Al des-
328
cribir sus primeros años, escribió: «Me parecía incomprensible que hubiera
de permitírseme a mí llevar una vida tan feliz, al mismo tiempo que veía, a
mi alrededor, a personas que luchaban con la penuria y el sufrimiento».
En esta cita podemos apreciar la polaridad entre el Júpiter de Schweitzer
en la casa uno y su conjunción Luna-Neptuno en la séptima. A los veintiún
años, estos sentimientos asumieron la forma de una extraordinaria deci-
sión:
Al despertar, me acometió la idea de que no debía aceptar esta felicidad
como algo a lo que tenía derecho, sino que debía dar algo a cambio de ella.
[...] Antes de levantarme, había sellado conmigo mismo el pacto de que me
consideraría justificado viviendo hasta los treinta años para la ciencia y el ar-
te, y que a partir de ese momento me consagraría al servicio directo de la
humanidad.
Al haberse comprometido así consigo mismo, Schweitzer satisfacía a
la vez las necesidades de su Sol en Capricornio y las de su oposición Júpi-
ter-Neptuno. En aquel momento (fines de la primavera de 1896), Júpiter
en tránsito en la casa diez acababa de formar una cuadratura con su Júpi-
ter natal, y Saturno en tránsito, en conjunción con su Marte natal, forma-
ba la última cuadratura con su Saturno natal antes de su primer retorno.
Schweitzer, con su presciencia jupiterina, comprendía ya qué forma habría
de asumir su vida.
En los años que mediaron hasta su primer retorno de Saturno, com-
primió el equivalente de una vida entera de logros capricornianos. Llevó a
la práctica sus ambiciones universitarias en Estrasburgo, obteniendo tres
doctorados: en filosofía en 1899, en teología en 1901 y en música en
1905. También fue director del Instituto Teológico, predicaba con regula-
ridad en una iglesia y llegó a ser, además de maestro organista, un exper-
to en la construcción de órganos. Escribió un autorizado estudio sobre
Bach, y también el famoso y controvertido libro investigación sobre la vida
de Jesús.
Con Júpiter en la casa uno, Schweitzer se movió ávidamente por mu-
chos campos, todos los cuales tenían una dimensión neptuniana. Por
ejemplo, el biógrafo James Bentley escribe que «la música era para él una
vocación, tanto espiritual como intelectual». Y cita al propio Schweitzer:
«En síntesis, sumergir toda tu alma en Bach es exactamente lo mismo que
hacer teología».
Schweitzer mantuvo su compromiso con la promesa que había hecho
a los veintiún años. Al aproximarse a su trigésimo cumpleaños, consideró
las formas posibles de servicio humanitario. Durante su retorno de Sa-
turno, pudo ver con toda claridad su destino. En octubre de 1904, mien-
tras Saturno en tránsito se estacionaba exactamente en conjunción con su
329
Saturno natal en Acuario, echó casualmente un vistazo a una revista pu-
blicada en París por la Sociedad Misionera. Schweitzer escribió sobre ello:
«Al hacerlo, me llamó la atención el título de un artículo: “Les besoins de
la Mission du Congo” (Las necesidades de la Misión en el Congo). [...] Mi
búsqueda había terminado. [...] El resultado fue que decidí poner en prác-
tica mi plan de servicio humanitario directo en África Ecuatorial». Su elec-
ción de un país extranjero como contexto para el cumplimiento de su
compasivo deseo de servir fue una adecuada alianza de Júpiter y Nep-
tuno. (Es interesante señalar que la Madre Teresa, nacida con Júpiter en
cuadratura con Neptuno, abandonó su Yugoslavia natal para atender a los
moribundos en las calles de la lejana India. Y el padre Damien, el sacerdo-
te belga del siglo pasado que trabajó durante muchos años con los lepro-
sos de las islas Hawai, había nacido con Júpiter en cuadratura con una
conjunción Neptuno-Marte.)
Schweitzer mostró la disposición neptuniana a sacrificar todo lo que
había creado en su juventud en aras de sus ideales. Su decisión no cayó
bien entre quienes lo rodeaban. Según el propio Schweitzer: «Tanto mis
familiares como mis amigos me reconvinieron, señalándome la locura que
significaba semejante empresa». Algunos, incluso, vieron su actitud como
una forma negativa de Neptuno, un mero escapismo. «En los muchos
duelos verbales que tuve que librar con personas que pasaban por ser
cristianas [...] me conmovió extrañamente verlas tan lejos de darse cuen-
ta de que el esfuerzo por ponerse al servicio del amor que predicó Jesús
puede adueñarse de un hombre hasta el punto de encaminarlo por una
senda vital nueva». Con su Sol en la casa cuatro, Schweitzer actuaba mo-
vido no por las expectativas externas, sino por sus propios dictados inter-
nos. Y con Urano en la casa diez en oposición con Saturno, estaba dis-
puesto a echar a rodar, en el proceso, todo lo que fuera necesario.
Schweitzer, el brillante erudito, se convirtió también en un pragmático
hombre de acción: «Mi nueva ocupación no habría de ser hablar del evan-
gelio del amor, sino llevarlo a la práctica». Es significativo que el «dispo-
nedor» tanto de su Neptuno en Aries como de su Júpiter en Escorpio sea
Marte. Schweitzer se sintió impulsado a actuar en función de sus ideales.
Tras haber estudiado siete años de medicina, que incluyeron una forma-
ción especial en enfermedades tropicales, en 1913 viajó con su mujer,
Hélène, que era enfermera, al África Ecuatorial francesa. El primer año,
trataron a más de dos mil personas en condiciones sumamente primitivas:
¡la sala de operaciones de Schweitzer estaba instalada en un gallinero!
Con su Marte en Escorpio –en oposición con Plutón en la casa ocho–, la
habilidad y el coraje de Schweitzer como médico se vieron puestos a
prueba y estimulados por estas dificultades.

330
Necesitó sin reservas de su «fuerza de voluntad realmente extraordi-
naria» (son palabras del biógrafo Werner Picht) para edificar, en muchas
ocasiones con sus propias manos, el recinto hospitalario de Lambaréné.
Esta fuerza de voluntad la generaba su Marte en Escorpio formando parte
de una gran cuadratura en signos fijos. Bil Tierney (en su Dinámica y aná-
lisis de los aspectos) escribe que «la gran cuadratura fija sugiere una po-
derosa fortaleza interior, una determinación sobrecogedora y una gran
capacidad de planificación», palabras que encajan perfectamente con
Schweitzer. Sin embargo, Tierney pone además en guardia ante el «com-
portamiento dictatorial» si en la configuración interviene Marte, Urano o
Plutón. Estos tres planetas (¡más el autoritario Saturno!) forman la gran
cuadratura de Schweitzer. Ese lado de su naturaleza se manifiesta en la
descripción que da James Bentley de la «regla de hierro que habría de
imponer en el peculiar hospital de la jungla que él mismo creó». Otro bió-
grafo (Gerald McKnight) veía Lambaréné como «un lugar que permitía a
Schweitzer ejercer un dominio y un control absolutos». Pero Norman
Cousins, que pasó cierto tiempo en África con Schweitzer, resumía así su
experiencia: «En Lambaréné aprendí que un hombre no tiene que ser un
ángel para ser un santo».
Como corresponde a la influencia de la oposición Júpiter-Neptuno en
la vida de Schweitzer, muchas de sus intuiciones más importantes y deci-
sivas le sobrevinieron en la forma de revelaciones inesperadas. En sep-
tiembre de 1915, mientras Neptuno en tránsito por Leo formaba una cua-
dratura con su Júpiter natal, y Júpiter en tránsito por Piscis estaba exac-
tamente en sextil con su conjunción natal Sol-Mercurio, Schweitzer remon-
taba lentamente, en una barcaza, un río de África:
Al final del tercer día, en el momento mismo en que, al ponerse el sol, íbamos
abriéndonos paso entre una manada de hipopótamos, en un relámpago men-
tal, no buscado e imprevisto, se me apareció la frase: «Reverencia por la Vi-
da». La puerta de hierro había cedido: la senda en la espesura se había vuel-
to visible. ¡En ese momento yo había encontrado el camino hacia la idea en la
que están contenidas la afirmación del mundo y la ética la una junto a la
otra!
Formular una ética que incluyera la «afirmación del mundo» (un con-
cepto jupiterino) tenía un significado especial para Schweitzer en aquella
época: la primera guerra mundial se había desatado en Europa, y él y su
mujer, ciudadanos alemanes en territorio francés, fueron hechos prisione-
ros de guerra. (En 1924 regresaron a África, donde continuaron durante
muchas décadas su trabajo en el hospital.) Las siguientes palabras de
Werner Picht transmiten adecuadamente la importancia de la afirmación
de Schweitzer durante aquella época de oscuridad: «Fue una revelación

331
en un momento en que los hombres estaban sobrecogidos de horror ante
los resultados tangibles del fracaso de la condición humana. Era la palabra
de un profeta en un momento histórico de terrible peligro». Schweitzer
subrayaba que la Reverencia por la Vida se extendía a todas las formas de
vida. Era obvio que el universalismo de su Neptuno no se limitaba a los
seres humanos, sino que incluía a todas las demás criaturas y a las plan-
tas.
Schweitzer, con Júpiter en la casa uno, mantuvo siempre el optimis-
mo característico de este emplazamiento, aunque su vida estuviera inmer-
sa en la realidad del sufrimiento. Norman Cousins describe el irónico sen-
tido del humor con que Schweitzer disipaba la tensión en el hospital: «La
verdad es que la forma en que se valía del humor era tan artística que
uno tenía la sensación de que lo consideraba casi como un instrumento
musical». (Venus en Sagitario en la tercera casa, en trígono con Urano,
también contribuyó a ese talento.) El optimismo de Júpiter en la casa uno,
contrapesado por el resuelto realismo de su emplazamiento en Escorpio,
impregnó la visión de Schweitzer, tal como muestra la siguiente cita, to-
mada de su autobiografía:
Como tengo confianza en el poder de la verdad y del espíritu, creo en el
futuro de la humanidad. La aceptación ética del mundo conlleva una disposi-
ción optimista y esperanzada que jamás puede perderse. Por consiguiente,
nunca temo enfrentarme con la desalentadora realidad, ni verla tal como ver-
daderamente es.
Schweitzer, que llegó a vivir noventa años, recibió muchos honores
durante su vida, el más notable de ellos el premio Nobel de la Paz en
1952 (usó el dinero del premio para establecer una colonia de leprosos
cerca de su hospital). En el siguiente homenaje que le rinde Norman
Cousins, se pone de manifiesto la forma en que Schweitzer vivía su oposi-
ción Júpiter-Neptuno:
Su principal logro es simple. Ha estado dispuesto a hacer un sacrificio esen-
cial por un principio moral. Al haber sido capaz de lograr la suprema identifi-
cación con los demás seres humanos, ha ejercido una fuerza mayor que mi-
llones de hombres armados en marcha.
BARBARA MCENERNEY

332
Los aspectos Júpiter-Plutón
(Especialmente importantes si un signo regido por Júpiter o
Plutón está enfatizado en la carta natal.)

Una necesidad de experimentar un renacimiento total estimula la bús-


queda de una fe en un orden mayor del universo.
El nativo procura mejorar mediante el poder de métodos e intere-
ses transformadores.

Este contacto suele impulsar al nativo a buscar y emplear el poder


en algún nivel: espiritual, mental, oculto, financiero, político, etc.
Con frecuencia, hay en la personalidad una vena sumamente obsti-
nada, que puede provocar rechazo en otras personas (es el caso de
Margaret Thatcher, con una oposición casi exacta). Estos nativos
necesitan que se los avise del peligro que corren de obsesionarse con
sus propios objetivos personales, hasta el punto de excluir toda
preocupación por las otras personas que pueden verse afectadas. En
el peor de los casos, llegan a ser explotadores y manipuladores o a
estar obsesionados por el lado oscuro de la vida. En el mejor, mues-
tran un coraje tremendo e invencible, y una gran dedicación a re-
formarse a sí mismos o reformar la sociedad, incluso aunque les
exija un sacrificio personal. Tanto la vida de Gandhi como la de
Ram Dass, ambos con una conjunción entre Júpiter y Plutón, son
ejemplos de esta manifestación positiva.
Cuando se tiene este contacto, puede haber un talento para el li-
derazgo y también cierto carisma, además de una capacidad innata
para determinar las razones subyacentes de las cosas o las motiva-
ciones del comportamiento de la gente. Puede darse un gran interés
por lo oculto, curiosidad por los temas psicológicos o bien una fas-
cinación especial por el funcionamiento social, empresarial o guber-
namental a gran escala. Tanto C. G. Jung como Margaret Mead te-
nían un estrecho quincuncio entre Júpiter y Plutón, y a ambos se los
conoce por sus grandes progresos en la comprensión del com-

333
portamiento humano gracias a la profundidad de sus investigacio-
nes.
Los ideales que guían el empleo de esta gran fuerza de voluntad
son absolutamente decisivos para determinar cómo llegará a expre-
sarse tal energía. Otros ejemplos son: Albert Einstein (cuadratura),
cuya investigación, unida a su gran penetración intelectual e intuiti-
va, abrió las puertas a un profundo conocimiento, pero también a un
poder aterradoramente mortífero; el actor Jack Nicholson (oposi-
ción), cuya proyección del lado oscuro de la naturaleza humana
añade un carácter compulsivo a los personajes que interpreta, y
George Gershwin (trígono casi exacto), cuya comprensión intuitiva
de los sentimientos humanos más profundos lo capacitó para infun-
dir una inolvidable intensidad incluso a canciones aparentemente
ligeras.

Mohandas Gandhi
A Gandhi, reformador social y catalizador del movimiento independentista
de la India, se lo considera con frecuencia un «santo moderno». Durante
su vida, personas tan notables como el poeta indio Rabindranath Tagore,
premio Nobel de Literatura en 1913, dieron a Gandhi el título de «Mahat-
ma», que significa «Alma Grande». Pero Gandhi, con su Sol en Libra en la
casa doce, deseaba eludir semejantes honores. De hecho, este hombre
que tan frecuentemente estuvo en desacuerdo con las políticas guberna-
mentales, dijo en broma: «A pesar de mi actitud de no cooperación, sus-
cribiría con mucho gusto un proyecto de ley que condenara a cualquiera
que me llame Mahatma». La vida de Gandhi fue extraordinaria, y en ella
el principio jupiterino tuvo un papel muy significativo, en especial a través
de su conjunción Júpiter-Plutón. La verdad es que el Júpiter de Gandhi
estaba fuertemente aspectado al formar parte de una cuadratura en T en
signos fijos y en casas angulares. Tanto la filosofía de Gandhi como sus
preocupaciones éticas y su búsqueda de la «Verdad», que él equiparaba
con Dios, impregnaron todas las dimensiones de su vida.
La conjunción Júpiter-Plutón, con sus aspectos dinámicos, amplificó el
poder de Gandhi para efectuar el cambio. Como agente de transformación
social, inspiró al pueblo de la India a desafiar al Imperio británico después
de estar varios siglos sometido a él. Gandhi unió los ideales morales jupi-
terinos con el magnetismo plutoniano que ejercía sobre los demás, tal
como queda descrito en este tributo que le rindió Einstein (citado en el

334
libro de Howard Gardner Mentes creativas): «Gandhi ha demostrado que
es posible reunir a una gran cantidad de partidarios [...] por mediación del
convincente ejemplo de una conducta moralmente superior. En nuestra
época de completa decadencia moral, él fue el único estadista auténtico
que defendió, en la esfera política, unas relaciones humanas de orden
más elevado».

Mohandas Gandhi, 2 de octubre de 1869, a las 7.11 am, Porbandar, India


El interés de Gandhi por las relaciones humanas y el papel de pacifi-
cador que asumió desde su niñez están indicados por el emplazamiento
del Sol y el Ascendente en Libra. La interacción entre la búsqueda de la
justicia de Libra y la intensidad y el impulso de la cuadratura en T de la
que forma parte la conjunción Júpiter-Plutón queda reflejada en esta afir-
mación del biógrafo Gerald Gold: «Parecía como si las afrentas a su con-
cepto del derecho y del juego limpio provocaran una explosión que casi
automáticamente lo llevaba a la acción». Otro autor que escribe sobre

335
Gandhi, Martin Green, señala que podemos percibir una «emoción volcá-
nica, de una forma controlada y refinada, detrás de sus reflexiones sobre
la no violencia, que nos dan la impresión de ir tan lejos como puede llegar
la mente humana cuando se dirige hacia la paz y la verdad». Durante los
veinte años de su juventud en que Gandhi ejerció como abogado en Sudá-
frica, medió con éxito en disputas jurídicas entre oponentes, valiéndose de
su habilidad para las relaciones humanas típica de Libra. También luchó
de forma intensiva por los derechos políticos de los indios residentes en
Sudáfrica. Por mediación de tales experiencias fue desarrollando su filoso-
fía de un activismo social no violento. Con el coraje de un cruzado carac-
terístico de la oposición entre la conjunción Júpiter-Plutón y Marte, los
desafíos de Gandhi a la injusticia fueron haciéndose, con el tiempo, más
osados y de mayor alcance, y cada uno de ellos reflejaba su filosofía cen-
tral del satyagraha.
Satyagraha era el término que usaba Gandhi para designar la con-
frontación con los males sociales por medio de una forma de resistencia
no violenta que ponía el acento en la necesidad de mostrarse respetuoso
e incluso afectuoso con el oponente. Las características del Sol y el As-
cendente en Libra se manifiestan una vez más aquí. También la conjun-
ción Júpiter-Plutón en la casa siete (con Júpiter muy cerca de la cúspide
de la octava) impulsó a Gandhi a explorar el potencial constructivo de la
transformación dentro de las relaciones. Su objetivo era lograr una con-
versión del punto de vista del adversario mediante la disposición de los
seguidores del satyagraha a someterse al sufrimiento que resulta de la
resistencia. Literalmente, satyagraha significa «la fuerza de la verdad y del
amor», palabras éstas que se pueden considerar casi claves para la confi-
guración de la carta de Gandhi formada por la oposición entre dos conjun-
ciones: Plutón-Júpiter y Marte-Venus. Gandhi convirtió los principios del
amor venusiano y la búsqueda jupiterina de la verdad en una fuerza mar-
ciano-plutoniana para enfrentarse con la injusticia y sanarla. Esta es la
dinámica que describe Manmohan Choudhuri en Exploring Gandhi [Explo-
ración de Gandhi]:
Aunque Gandhi equiparase el amor con la no violencia, su no violencia era
una síntesis del amor y el espíritu guerrero ((Venus en conjunción con Marte
en Escorpio)), y él la usó como un escalpelo, y no sólo en relación con las
causas políticas y sociales. El amor era un principio que, a su modo de ver,
debería inundar la totalidad de la vida, todas las actividades y relaciones de
una persona.
La conjunción Júpiter-Plutón en la casa siete está en un signo venu-
siano, Tauro, en oposición con su «disponedor», Venus en Escorpio (que
es también el regente de la carta). Esta acentuación venusiana subraya la
336
importancia del amor en la filosofía de Gandhi, quien escribió: «Para ver
cara a cara al universal y omnipresente Espíritu de la Verdad, uno debe
ser capaz de amar como a sí mismo a las criaturas más insignificantes»
(tomado de la Autobiografía de Gandhi y citado por Gold). Gandhi había
tenido una dolorosa experiencia del racismo en Sudáfrica cuando, en el
tren, un pasajero blanco se opuso a su presencia en el vagón de primera
clase, y a Gandhi lo expulsaron por negarse a renunciar a su asiento. (Más
adelante, preferiría viajar en tercera clase para mostrarse solidario con la
gente más pobre de la India.) Para Gandhi, la noche de frío que pasó en
la estación de tren fue un momento decisivo; a partir de entonces luchó
incansablemente, y con gran compasión, por los derechos de los miem-
bros más abandonados y necesitados de la sociedad.
Se puede ver una expresión del simbolismo plutoniano en las clases
bajas marginadas de la sociedad, esas «humildísimas criaturas», en pala-
bras de Gandhi, a quienes, con tanta frecuencia, los más afortunados
desprecian y temen. En la India, esta era la posición que ocupaban los
«intocables», los parias, prácticamente proscritos en el más bajo de todos
los peldaños sociales. «La aceptación de la intocabilidad –escribe Gerald
Gold– era casi universal, incluso entre los propios intocables, pero Gandhi
veía en ella una de las principales máculas del hinduismo y de la India, y
empezó en el ashram su lucha de toda la vida contra ella.» Utilizó el celo
reformista de su conjunción Plutón-Júpiter para sacar a la luz pública la
difícil situación de los intocables, a quienes él llamaba «harijans», «hijos
de Dios». Y pese a las objeciones, provenientes incluso de su mujer, insis-
tía en permitir que los intocables vivieran en su ashram, la comunidad
donde él y sus seguidores más fieles practicaban el simple estilo de vida
que él defendía. Escribe Catherine Bush que además «viajaba por todo el
país, alojándose en las casas de los intocables con el fin de romper, con
su propio ejemplo, el tabú que pesaba sobre ellos».
La actitud de Gandhi era una expresión directa de sus puntos de vista
espirituales: «La totalidad del universo ha sido creada a partir de una
única fuente divina. De ahí que en modo alguno pueda haber en él mar-
gen para ningún tipo de discriminación».
Cada parte de la vida de Gandhi –incluso su ropa– expresaba sus
ideales morales jupiterinos. Con la conjunción Venus-Marte en la casa
uno, en oposición con la conjunción Júpiter-Plutón, se valía de su aparien-
cia como parte de su desafío a las desigualdades que tanto aborrecía. De
joven se había complacido en lucir carísima ropa europea, pero no tardó
en adoptar el atuendo tradicional de la clase media en la India, y terminó
llevando el simple taparrabos de los más pobres. Para Gandhi, el deseo
jupiterino de expandirse más allá de los propios límites se aliaba paradóji-
337
camente con el impulso plutoniano a despojarse de todo lo que no fuera
esencial, para así destruir las estrechas identidades, como bien describe
Manmohan Choudhuri:
A lo largo de toda su vida, en los pequeños cambios que introdujo en su
estilo de vida y en su manera de hacer las cosas, se puede discernir su cons-
tante empeño en despojarse de las identidades, actitudes y complejos que
imponen límites al propio crecimiento interior, lo apartan a uno de lo que es
su misión central y disipan sus energías. Intentó destruir todas las imágenes
de sí mismo que se interponían en el camino de la conciencia de su unidad
con la familia humana, e incluso con la creación en su totalidad.
Este «desnudamiento» asumió una forma claramente política cuando
Gandhi empezó a pedir a los indios que boicotearan la ropa de confección
extranjera. Gerald Gold observa: «Solía convocar manifestaciones en las
que todos se sacaban la ropa hecha en el extranjero y levantaban con ella
una pira que él, entonces, encendía con un fósforo. Y animaba a todos a
que hilaran y tejieran la ropa que usaban». Como siempre participaba
personalmente en las reformas que promovía, Gandhi se reservaba todos
los días cierto tiempo para hilar a mano.
Su entusiasmo por hilar era una de las facetas del estilo de vida, su-
mamente simplificado, que adoptó. A Júpiter en Tauro se lo asocia tradi-
cionalmente con la expansión material y el disfrute de los placeres sensua-
les. La conjunción Plutón-Júpiter en Tauro de Gandhi (sumada a la in-
fluencia de su oposición con los planetas en Escorpio) impulsó, en cambio,
en él una especie de depuración de los avíos materiales: «Se desprendió
fácilmente de las posesiones mundanas, era sobrio en el comer y en el
beber, se vestía con escasísimas prendas y vivía con el mínimo posible de
comodidades» (cita de Howard Gardner). Para Gandhi, la función de Tau-
ro estaba vuelta del revés; Gardner cita como suyo el siguiente comenta-
rio: «No tengo propiedad alguna, y sin embargo siento que soy, quizás, el
hombre más rico del mundo». (Saturno en Sagitario en la casa dos tam-
bién se hace eco de este tema de la pobreza de Gandhi que tenía una
base ideológica.) No obstante, al mismo tiempo que él no poseía prácti-
camente nada, a veces confiaba en la generosidad de benefactores finan-
cieros para el mantenimiento de sus diversos ashrams. Y esta ironía no les
pasó inadvertida a algunos observadores situados en su propia órbita.
Howard Gardner cita las palabras de uno de ellos: «Costaba muchísimo
dinero mantener a Gandhi viviendo en la pobreza». Pero Gandhi com-
prendía la fuerza y el valor simbólico de su opción de vivir personalmente
tal y como lo hacían las personas más pobres de su país.
Con una Luna en Leo en la casa diez, en el ápice de la cuadratura en
T, en estrecha cuadratura con la conjunción Júpiter-Plutón, Gandhi se

338
mostró muy hábil para promocionar sus causas valiéndose de gestos es-
pectaculares que tenían un gran impacto emocional. Uno de ellos, que
combinaba el simbolismo lunar con el impulso plutoniano a la purificación,
fue valerse del ayuno para ejercer presión sobre sus oponentes, e incluso,
en ocasiones, para cortar los brotes de violencia entre los hindúes y los
musulmanes. Gandhi solía hacer voto de «ayunar hasta la muerte», y sus
enemigos no tardaban en aceptar, como mínimo, un compromiso, puesto
que nadie quería ser el responsable del fallecimiento del Mahatma. La
Luna en Leo en la casa diez (formando parte de un gran trígono de fuego)
confirió a Gandhi una popularidad enorme, especialmente entre los más
pobres de la población india, que lo reverenciaban como a un santo. Y
además, Gandhi tenía el gran carisma de la conjunción Júpiter-Plutón.
Como escribe Howard Gardner: «La influencia de Gandhi sobre las masas
de la India fue prácticamente algo único. En su manera de presentarse y
en la vida que llevaba había algo, tal vez todo, que resonaba con su pue-
blo».
Un ejemplo de la forma maestra en que utilizaba su capacidad para la
dramatización fue la famosa Marcha de la Sal, en 1930. Con 61 años,
recorrió casi cuatrocientos kilómetros a pie hasta la costa, acompañado
por una enorme multitud que fue creciendo durante el trayecto. El 6 de
abril, desafió la ley británica que prohibía que los indios produjeran su
propia sal, inclinándose a recogerla del borde del mar. El papel de su Luna
en Leo en la casa diez como punto focal de su cuadratura en T, lo evoca
Louis Fischer en sus comentarios sobre la Marcha de la Sal (citado por
Howard Gardner): «Recoger una pulgarada de sal para así desafiar el
poder del Gobierno y convertirse con ello en un delincuente [...] exigía
imaginación, dignidad y el sentido del espectáculo de un gran artista. Esto
era tan atrayente para un campesino analfabeto como para el más sofisti-
cado de los críticos». La Marcha de la Sal significó un giro importantísimo
en la lucha por la independencia de la India, y tal como escribió Gardner:
«El dominio moral que Gran Bretaña había ejercido sobre la India se hizo
añicos».
Gandhi planeó su Marcha de la Sal en febrero de 1930, el mismo mes
en que se descubrió el planeta Plutón. Empezó a caminar hacia la costa el
12 de marzo de 1930, un día antes de que los científicos anunciaran al
mundo la existencia de Plutón. (Significativamente, el 12 de marzo de
1930 fue la fecha en que se publicó la poco ortodoxa traducción que había
hecho Gandhi del texto hindú conocido como Bhagavad Gita, que relata la
batalla cósmica entre el bien y el mal.) En el momento en que fue descu-
bierto, Plutón en tránsito se encontraba a 17° de Cáncer, exactamente en
sextil con el Plutón natal de Gandhi y formando un trígono con su conjun-

339
ción Venus-Marte en Escorpio. Inmediatamente después de la Marcha de
la Sal, cuando su impacto, parecido al de un terremoto, se extendió a lo
largo y ancho de la India y Gran Bretaña, Plutón se estacionó a 17° de
Cáncer. Desde luego, Gandhi era un jupiterino ejemplar, y mostraba ma-
neras de relacionarse de forma constructiva con las fuerzas plutonianas,
que representan los retos más profundos conocidos por los seres huma-
nos. En ocasiones, Plutón puede manifestarse de forma destructiva me-
diante cambios violentos; pero Gandhi lo expresaba por medio de una
búsqueda incansable de reforma de los valores y las estructuras obsoletas
de la sociedad. Durante una época que presenció el ascenso de los dicta-
dores plutonianos (Hitler, Mussolini, etc.), Gandhi convirtió el enorme
poder de Plutón en una fuerza positiva para el mejoramiento de la huma-
nidad.
El descubrimiento de Plutón coincidió también con el desarrollo cientí-
fico que condujo a la creación de la bomba atómica. Einstein, quien por
supuesto estaba perfectamente al tanto de la fabricación de la bomba,
hizo algunas observaciones fascinantes que confirman la conexión sincró-
nica de Gandhi con Plutón y los problemas morales asociados con él. La
siguiente cita está sacada del libro de Howard Gardner Mentes creativas:
En 1949, el año siguiente al del asesinato de Gandhi, el primer ministro Ja-
waharlal Nehru visitó a Albert Einstein en el Instituto de Estudios Avanzados
de Princeton. Einstein sacó un bloc y escribió un cierto número de fechas en
un lado y una cierta cantidad de acontecimientos en el otro. Década tras dé-
cada, le fue mostrando una evolución paralela de la bomba atómica, por una
parte, y de los métodos y logros gandhianos del satyagraha por la otra. Los
paralelos, realmente asombrosos, constituían una lista de opciones humanas
disponibles en la era nuclear. Se podría decir que Gandhi había logrado, ma-
nejando las variables adecuadas, un tipo de nueva percepción de los seres
humanos que era el mismo que había alcanzado Einstein con respecto al or-
den de la naturaleza por medio de sus experimentos conceptuales abstractos.
Tanto la carta natal de Gandhi como la de Einstein contienen un as-
pecto destacado entre Júpiter y un planeta transpersonal. (En el caso de
Einstein es la oposición Júpiter-Urano, un símbolo de sus radicales avan-
ces científicos. Véanse su carta y su biografía en el capítulo 6.) Es intere-
sante señalar que Einstein y Gandhi mantuvieron contacto epistolar, y que
habían abrigado la esperanza de tener un encuentro personal, pero el
asesinato de Gandhi en 1948 impidió que llegaran a conocerse. Una última
cita de Einstein resume la forma en que Gandhi daba expresión a su su-
mamente dinámica y desafiadora carta natal:
Gandhi, el mayor genio político de nuestro tiempo, indicó el camino que había
que tomar. Dio prueba de los sacrificios que es capaz de hacer el hombre una

340
vez que ha descubierto la senda correcta. Su esfuerzo en favor de la libera-
ción de la India es un testimonio viviente del hecho de que la voluntad hu-
mana, con el apoyo de una convicción indomable, es más poderosa que las
fuerzas materiales, aunque parezcan insuperables.
BARBARA MCENERNEY

Los aspectos Júpiter-Ascendente


El nativo necesita expresar exteriormente su carácter expansivo, segu-
ro de sí mismo y tolerante.
La fe y el optimismo son parte integrante de su modo de autoex-
presión y tiñen la totalidad de su enfoque de la vida.

Cualquier planeta que esté en un estrecho aspecto con el Ascendente


añade sus características a la conciencia del nativo, y generalmente
lo impulsa a expresar la energía del signo ascendente. Sin embargo,
el signo en que se encuentre Júpiter (esto vale para cualquier aspecto
que no sea una conjunción en el signo ascendente) siempre debe
unirse al carácter del signo ascendente para elaborar el cuadro com-
pleto de la personalidad del nativo y de su actitud ante la vida. Si
Júpiter forma un estrecho aspecto con el Ascendente (algo que, por
cierto, sólo se puede determinar si la hora del nacimiento es comple-
tamente fiable), el nativo siente en su interior el optimismo y el júbi-
lo del planeta, que por lo general están muy a su alcance, aunque
(especialmente en el caso de los aspectos menos armoniosos) haya
de aprender a reconocerlos e integrarlos en su propio modo habitual
de expresarse. En este contacto, Júpiter puede convertirse en una
importante fuente de talento y energía una vez que el nativo aprende
a cultivarla y utilizarla. Franklin D. Roosevelt, que fue presidente de
Estados Unidos durante más tiempo que ningún otro hombre, tenía a
Júpiter en un estrecho trígono con el Ascendente, y siempre se lo
describe como alguien alegre, ilusionado y optimista, incluso duran-
te los días más sombríos de la segunda guerra mundial y la Gran
341
Depresión.

Tal como escribió Doris Kearns Goodwin, la autora de No son tiempos


normales, sobre la presidencia de Franklin Roosevelt: «Su entusiasmo
impregnaba todos los aspectos de su liderazgo». Esta frase es una des-
cripción concisa de una personalidad con Ascendente Júpiter, aunque hay
que admitir que Roosevelt era un caso especial, y más carismático que la
mayoría. Doris Kearns Goodwin pasa luego a describir cómo Churchill
comentó una vez que conocer a Roosevelt, con toda su ilusionada viveza,
era como cuando uno abre la primera botella de champán de su vida. Y lo
curioso es que Goodwin recurra incluso a una imagen ecuestre para des-
cribir el modus operandi de Roosevelt:
Roosevelt jamás sintió que él o su liderazgo estuvieran amenazados por la
diversidad y la confusión. Era capaz de intentarlo todo; podía moverse al
mismo tiempo en diferentes direcciones y dar rienda suelta a los caballos, sin
dudar jamás de su capacidad para refrenarlos en caso de que amenazaran
con volverse incontrolables.
Roosevelt tenía la notable capacidad de inspirar e infundir confianza
en los demás, por más desalentadoras que parecieran las perspectivas,
jamás perdía de vista la totalidad del cuadro. Tal como expresó su colabo-
rador más próximo, Harry Hopkins, inmediatamente después de la muerte
de Roosevelt:
[...] las pequeñeces, las cosas sin importancia, y sabía exactamente lo pe-
queñas y poco importantes que eran en realidad. Pero en las cosas grandes,
en todo aquello que era real y permanentemente importante, jamás le falló a
nadie.

Este tipo de contacto hace que el signo de Júpiter adquiera una


mayor importancia y destaque más en la constitución psicológica
global del nativo, y esto es especialmente válido para la conjunción,
el trígono y el sextil. Puede que falte la extravagancia característica
de Júpiter, según el signo donde esté emplazado el planeta, pero por
lo común, en la vida cotidiana, el nativo mostrará una gran amplitud
mental y el deseo de expresar sus mejores cualidades, las más no-
bles, como es típico de Júpiter. Los ejemplos estudiados en este li-
bro de personas famosas con contactos entre Júpiter y el Ascendente
incluyen a Emerson, Cousteau, Thatcher, Mead y Conan Doyle.

342
Quien tenga este contacto nunca debería venderse barato, por-
que su confianza en sí mismo irá aumentando a medida que asuma
riesgos para desarrollar y expresar su potencial. La principal expre-
sión negativa de este contacto es una tendencia a un excesivo exhi-
bicionismo, un desmesurado deseo de ser importante para el mundo,
o, por otra parte, una necesidad exagerada de dar a los demás y a la
sociedad más de lo que uno en realidad debería darles, ya sea en
términos de entrega personal, de tiempo o de dinero.

Los aspectos Júpiter-Medio Cielo


Una expansiva ambición de lograr algo importante en el mundo.
El nativo siente la vocación de mejorar la vida, y por lo tanto nece-
sita una profesión que incluya el idealismo.

Quienes tienen un estrecho aspecto entre el Medio Cielo y Júpiter


son con frecuencia «gente de éxito» a los ojos del mundo, o por lo
menos suelen gozar de una buena reputación pública. De hecho, el
nativo con este contacto valora los ideales sociales elevados, quiere
que su forma de expresarse públicamente sea constructiva y desea
transmitir una imagen de persona tolerante y ética. En el mejor de
los casos, puede haber un noble propósito en el trabajo de su vida,
aunque, como sucede siempre con Júpiter, deba cuidar de no volver-
se hipócrita. Franklin D. Roosevelt fue un buen ejemplo de este con-
tacto: tenía un semisextil exacto entre Júpiter y el Medio Cielo. El
astronauta y senador John Glenn tiene a Júpiter en conjunción con el
Medio Cielo, y es famoso por su escrupulosidad y su corrección
ética.
Según Ebertin, esta combinación indica una «conciencia de te-
ner una meta u objetivo en la vida», y también optimismo. Es fre-
cuente que desde temprana edad estas personas comiencen a cultivar
un interés especial en sueños elevados y lejanos, y aunque con los
años puedan cambiar muchas veces de objetivos, nunca parece que

343
les falte la sensación de tener un propósito. Muchos de estos nativos
necesitan promover sus ideales en público, lo cual puede implicar
que den conferencias, escriban, publiquen o muestren a gran escala
cuáles son sus creencias. (Valga el ejemplo de Jacques Cousteau,
con Júpiter en cuadratura con el Medio Cielo.) El signo en el que
está emplazado Júpiter asumirá más importancia con este contacto,
y la persona puede valerse de su energía en su carrera o vocación, ya
que esta percepción resultará muy útil en su orientación profesional.
Sin embargo, para poder utilizar estos aspectos en la interpretación
de una carta, es preciso que la hora del nacimiento sea fiable.

344
11

Tránsitos en los que está implicado Júpiter

Los tránsitos no son acontecimientos aislados sobre los cuales


no tenemos ningún control, sino que forman parte de un pro-
ceso psicológico integral en el que participamos.
DONNA CUNNINGHAM,
Una guía astrológica para el autoconocimiento

En este capítulo me referiré no sólo a los tránsitos de Júpiter en as-


pecto con los diversos planetas y ángulos natales, sino también a los
tránsitos de los demás planetas en aspecto con el Júpiter natal, que
pueden ser igualmente importantes. Me centraré principalmente en
algunas orientaciones específicas, y también en algunas observacio-
nes nuevas que he realizado desde que, hace algunos años, en libros
anteriores, escribí sobre los tránsitos de Júpiter. Como lo que ahora
quiero subrayar son estas ideas nuevas, y además me propongo ilus-
trar brevemente con ejemplos específicos algunas experiencias de
tránsitos jupiterinos, me parece innecesario y redundante repetir
todo lo que ya he escrito con detalle en otras obras. De ahí que remi-
ta al lector a mi libro Relationships & Life Cycles [Las relaciones y
los ciclos de la vida], donde hallará una larga sección dedicada a los
tránsitos de Júpiter por las casas, así como otros comentarios sobre
determinados tránsitos de este planeta, y también quisiera recordarle
que en mi libro Astrología, karma y transformación hallará algunas
observaciones prácticas y concisas sobre los tránsitos de Júpiter.
Desde luego, muchas de las cosas que he explicado con todo de-
talle en este libro y que se refieren a las experiencias jupiterinas se
pueden aplicar directamente a los tránsitos de Júpiter: Por ejemplo,

345
algunas orientaciones que di en el capítulo 8 se pueden utilizar de un
modo provechoso para estudiar el significado del tránsito de Júpiter
por una determinada casa de una carta natal. Lo más importante
para cualquiera que trate de entenderse a sí mismo o de comprender
a los demás por mediación de tales tránsitos es asegurarse de que
está viendo cualquier indicación simbólica como sólo una parte de
una vasta imagen, de un panorama de energías cósmicas que está
siempre cambiando y entretejiéndose con el cosmos y con la totali-
dad del propio ser. Y especialmente con Júpiter y su tendencia a
excederse, a esperar demasiado o a ser excesivamente optimista, hay
que tener cuidado de mantener estos tránsitos en una perspectiva
adecuada y relacionarlos con todos los demás, en algunos casos con
progresiones fiables e indudablemente con el estilo general del nati-
vo tal como se refleja en la carta natal.
En libros anteriores ya he dicho que, cada vez que he sido testi-
go de cambios verdaderamente significativos y profundos en la vida
de una persona, por lo general estaba presente toda una pauta de
tránsitos (y algunas veces, aunque no siempre, de progresiones) que
reflejaban la importancia, amplia y profunda, de este período de
cambios en la vida de esa persona. En otras palabras, cuando uno
intenta entender la evolución de situaciones nuevas y prometedoras,
no ha de fijarse sólo en los tránsitos de Júpiter, sino también en to-
dos los demás contactos significativos. La verdad es que el lado más
positivo y constructivo de Júpiter tendrá mejores probabilidades de
realizarse en la vida práctica si además están presentes otros factores
que puedan reforzar la acción, al mismo tiempo que aportan organi-
zación y disciplina. Lo que muestran los tránsitos es más bien cómo
se libera la energía que la forma específica en que esta se manifesta-
rá. Es cierto que uno podría adivinar correctamente qué aconteci-
miento específico o encadenamiento de ellos puede suceder durante
un tránsito de Júpiter, pero lo más probable es que se equivoque y,
por lo tanto, llegue a conclusiones erróneas. Sin embargo, se puede
saber que, durante muchos tránsitos de Júpiter, la energía se liberará
de forma amplia y segura, y posiblemente también de manera extra-
vagante o exagerada. Y se puede determinar de un modo fiable que
las emociones y el estado anímico del nativo cambiarán y se vol-
346
verán más alegres durante un tránsito de Júpiter, incluso manifes-
tándose como una sensación de estar «iluminado», inspirado o (co-
mo dice Paul Wright) «lleno de una vertiginosa euforia». También
puede sentir que su energía física se expande, especialmente durante
ciertos tránsitos jupiterinos que activan conjunciones o cuadraturas
de los planetas personales o del Ascendente.
También vale la pena señalar que generalmente (según cuáles
sean los demás planetas involucrados) el nativo experimentará como
una época de profundo cambio personal el tiempo durante el cual un
planeta en tránsito se «estacione» (para volverse directo o retrógra-
do) en un estrecho aspecto con el Júpiter natal, o en que Júpiter en
tránsito se estacione en un estrecho aspecto con un planeta natal.
Tracy Marks ha observado que el hecho de que un planeta en tránsi-
to se estacione a menos de un grado de la conjunción con uno de
nuestros planetas natales es una de las «influencias» astrológicas
más importantes y poderosas a que podemos vernos sometidos.
Además de la conjunción, yo incluiría también un estacionamiento
en tránsito en una cuadratura u oposición casi exacta, e incluso a
veces en otros aspectos. Tracy Marks estima que un planeta en trán-
sito que se estaciona es cinco veces más poderoso que el mismo
planeta cuando se mueve a su velocidad normal. Mi experiencia me
lleva a coincidir completamente con ella. En realidad, pienso que los
estacionamientos planetarios constituyen uno de los factores más
descuidados en el arte de la interpretación; y a mi modo de ver, son
mucho más importantes que, por ejemplo, los planetas retrógrados.
Yo creo que a cualquier planeta que, en el instante del nacimiento de
una persona, se estuviera moviendo muy lentamente (cerca del mo-
mento exacto de su estacionamiento) habría que considerarlo siem-
pre como una especie de heraldo cósmico que está sintonizado con
esa persona de un modo extraordinariamente poderoso. El uso de los
planetas «estacionarios» como una importante ayuda en la interpre-
tación astrológica es otro factor más que puede pasar inadvertido si
sólo se utilizan cartas generadas por ordenador en vez de estudiar las
efemérides para determinar con qué rapidez se estaba moviendo un
planeta en relación con su velocidad habitual. Generalmente, yo
aconsejo que, al estudiar los tránsitos, se utilicen todos los «aspec-
347
tos» que son múltiplos de 30º, aunque reconozco que, sin duda al-
guna, la conjunción es el más poderoso, seguido por la cuadratura,
la oposición y el trígono, mientras que en la mayoría de los casos el
sextil, el quincuncio y el semisextil son de menor intensidad diná-
mica. Sin embargo, si un planeta en tránsito estacionario forma aun-
que sea sólo un aspecto menor, hay muchas más probabilidades de
que el nativo sienta que ejerce un gran impacto en su campo energé-
tico. Y ya que hablamos de aspectos, debo señalar que en ocasiones
las oposiciones formadas por Júpiter en tránsito pueden experimen-
tarse como más frustrantes que otros aspectos de este planeta en
tránsito; aunque haya una necesidad de expansión, de cualquier ma-
nera que ésta se muestre, hay veces en que es difícil llevar a la prác-
tica ese deseo de mejoramiento. Puede haber una sensación de blo-
queo, sin que se produzca liberación alguna de energía, es decir, el
nativo siente que no hay a su alcance ningún canal para esa energía
expansiva. Éste no tiene por qué ser siempre el caso, pero el estu-
diante de astrología debe ser bien consciente de esa posibilidad.
Como ya he dicho antes en este libro, es frecuente que Júpiter –
al igual que Sagitario– prometa más de lo que puede cumplir. O,
como escribió Paul Wright: «El gran benéfico [...] a menudo va de
visita sin llevar ningún regalo». Sin embargo, puede que las desilu-
siones que de vez en cuando nos llevamos con Júpiter se deban en
parte a lo mal que entendemos la forma en que realmente actúa este
planeta: ¡es tan frecuente que tengamos expectativas nada realistas
sobre lo que puede significar Júpiter, tanto en nuestra carta natal
como por tránsito, que nos comportamos como si fuéramos niños a
quienes les da una pataleta cuando Santa Claus no les trae lo que
esperaban! En este libro ya me he referido extensamente a la impor-
tancia del equilibrio entre Saturno y Júpiter, y este es otro ejemplo
de una situación en que debemos cultivar la paciencia y dar a Júpiter
el tiempo necesario para madurar y desplegarse. Así como es impe-
rativo que quien estudia los tránsitos de Júpiter tenga fe en su propio
potencial y aproveche activamente ese tipo de oportunidades para
mejorar su vida, también es absolutamente necesario darse cuenta de
que los tránsitos de Júpiter son a menudo períodos de siembra, y
entender que es necesario dar tiempo a que las semillas nuevas ger-
348
minen y fructifiquen de acuerdo con los ritmos cósmicos naturales.
Para decirlo de otra manera: el solo hecho de que, durante un
período jupiterino, tengamos la visión de posibilidades y potenciali-
dades futuras no significa que éstas hayan de materializarse inme-
diatamente. Es más, Paul Wright ha escrito que los tránsitos de Júpi-
ter pueden coincidir con épocas de ilusiones y espejismos. Según
una afirmación que se suele atribuir a Edison, el genio está consti-
tuido por un diez por ciento de inspiración y un noventa por ciento
de transpiración. De la misma manera, en el caso de inversiones
financieras, el nativo debe tener la fe suficiente para arriesgar su
capital y aprovechar la oportunidad cuando ésta se le presente, pero
también debe tener la constancia y la persistencia necesarias para
mantener durante cierto tiempo el compromiso asumido, sin salir
huyendo al percibir el más mínimo rumor inquietante. El ciclo com-
pleto de Júpiter es de casi exactamente doce años, y esto nos da un
marco de referencia para entender cómo pueden ir desplegándose las
visiones jupiterinas. Cada tres años, a medida que el planeta se vaya
poniendo en cuadratura o en oposición con el lugar donde inició un
ciclo en particular, el nativo habrá de ir introduciendo ciertos ajustes
en su visión o en la forma en que está procurando manifestarla.
Ya me he referido a Júpiter como manera de aprender mediante
la exploración» y no cabe duda de que sus tránsitos nos proporcio-
nan la oportunidad de ensanchar la visión que tenemos de cualquier
cosa simbolizada por la casa por donde esté transitando o por el pla-
neta con que forme aspecto en tránsito. Sin embargo, ¡la compren-
sión más amplia que Júpiter puede ayudarnos a alcanzar no se pro-
duce de forma instantánea! Más bien se va desplegando a medida
que se amplía la experiencia, especialmente cuando ésta se vincula
con un tipo de acción extravertida y/o arriesgada, pero en la que se
intercalan períodos de reflexión, de pensamiento práctico, de inda-
gación e incluso de duda. En otras palabras, el entendimiento más
profundo –que es uno de los mayores dones de Júpiter– aparece
después, cuando uno ya ha interaccionado con el mundo, se ha es-
forzado por mejorar su propia vida y ha corrido un riesgo al aventu-
rarse por nuevos ámbitos de la experiencia. Sin ese tipo de iniciati-
vas motivadas por la fe, jamás tendríamos la oportunidad de progre-
349
sar en nivel alguno, ni de cultivar nuestro propio carácter o adquirir
una sabiduría mayor y más profunda. Júpiter favorece a quienes se
arriesgan activamente, pero la vida favorece a los que poseen, ade-
más, paciencia, persistencia y moderación. Mantener una actitud
positiva y tener fe en el futuro, incluso cuando los resultados tardan
en aparecer o cuando se produce un claro fracaso, es una lección
jupiterina que algunas personas se saben de nacimiento, pero que la
mayoría tenemos que aprender por experiencia. Mantener la fran-
queza y la veracidad de Júpiter es una manera mucho más producti-
va de recorrer el camino de aprendizaje jupiterino que recurrir a la
negatividad o ponerse a la defensiva. Tal como dice un proverbio
anónimo:

Mucha más gente aprendería de sus propios errores


si no estuviera tan ocupada en negar que los ha cometido.

La naturaleza esencial de Júpiter incluye hasta tal punto la sin-


tonía con el futuro, que el entusiasmo y la impaciencia son los
acompañantes naturales de los tránsitos de Júpiter. De hecho, los
acontecimientos significativos pueden anticiparse entre cuatro y seis
meses al momento en que el tránsito sea exacto, especialmente en
aquellos casos en que una conjunción de Júpiter en tránsito con un
planeta o un punto natal va precedida por el emplazamiento de Júpi-
ter en el mismo signo en que ha de producirse tal conjunción. Pero
he comprobado que es más común que determinadas experiencias
coincidan con aspectos casi exactos de Júpiter en tránsito con plane-
tas o puntos natales, especialmente si están a menos de medio grado
de la exactitud. He visto en numerosas ocasiones que se producían
experiencias importantes cuando Júpiter en tránsito formaba un as-
pecto exacto con un planeta natal. En estos casos, es como si la vida
del nativo hubiera terminado por ser, súbitamente, blanco de uno de
los rayos de Zeus, portador con frecuencia de asombrosas sorpresas,
ideas nuevas, vastas visiones o intuiciones inspiradoras que a veces
me recuerdan los tránsitos de Urano, conocidos también por su sig-
nificativa capacidad para hacemos despertar, permitiéndonos aven-
turarnos aún más en experiencias completamente nuevas y en cami-

350
nos de toma de conciencia.

Orientaciones para interpretar los tránsitos de Júpiter


Por tránsito, Júpiter abre las puertas a planes nuevos y nos sintoniza
con las posibilidades futuras. Puede inspirarnos y proporcionarnos
una nueva aspiración hacia la cual viajar o un objetivo por el cual
luchar. Generalmente, confiere además un deseo de mejorar cual-
quier ámbito o dimensión de la vida en que esté «influyendo». Júpi-
ter nos incita a expandirnos y adentrarnos en dominios nuevos de la
experiencia, algo que en general exige una actividad más extraverti-
da y/o un mayor compromiso social de lo que quizás estemos acos-
tumbrados a asumir.
Los tránsitos de Júpiter suelen proporcionarnos una mayor con-
fianza para realizar lo que –consciente o subconscientemente–
siempre hemos querido hacer, y pueden estimularnos a cultivar una
mayor libertad de expresión y darnos «espacio para actuar» con una
sensación de liberación que parece un poco embriagadora y sin duda
es muy energética. De repente, puede que sea más fácil «hacer lo
que nos sale naturalmente» y superar las influencias que nos inhi-
ben. Por ejemplo, es probable que durante algunos tránsitos de Júpi-
ter nos sintamos más libres de expresar dimensiones de nosotros
mismos que no se nos permitió expresar plenamente con anteriori-
dad o que están restringidas por nuestro entorno actual, ya sea éste
personal o profesional.
Es verdad que los tránsitos de Júpiter proporcionan oportunida-
des, pero debemos actuar con rapidez, porque, si no, la oportunidad
se desvanece. Júpiter no es demasiado paciente con las personas
temerosas. En realidad, sus tránsitos conducen más a menudo a co-
rrer demasiados riesgos que a una moderación cautelosa. En ocasio-
nes, durante los tránsitos de Júpiter las cosas llegan a fructificar,
pero en otros momentos la visión inicial de las posibilidades futuras
sólo termina por concretarse años más tarde. En todo caso, debemos
estar dispuestos a actuar en el sentido que más nos impulse a enri-
quecer nuestro potencial.
351
Durante algunos tránsitos de Júpiter, podemos tener una percep-
ción intuitiva de que hay diversas posibilidades a nuestro alcance, y
sólo hemos de ser capaces de dar un «salto de fe» en esa dirección.
Afortunadamente, durante muchos tránsitos de Júpiter, contamos
con una cierta cantidad extra de confianza y optimismo, que nos
permiten poner a prueba esta nueva visión de la vida. Y realmente,
si no vamos en pos de un gran sueño durante un tránsito de Júpiter,
¿cuándo tendremos una oportunidad mejor?
Por lo general, cuando Júpiter en tránsito está activo, hay un de-
seo de ir más allá de nuestros límites actuales, y esta motivación
interior es tan válida para las posibilidades de progreso y prosperi-
dad material como para impulsar al máximo nuestro potencial de
crecimiento personal y satisfacer nuestra necesidad de expresarnos.
Los tránsitos de Júpiter señalan que ha llegado el momento de ex-
pandir algún aspecto de nuestra vida. Nunca sabremos qué benefi-
cios y acontecimientos positivos pueden aportarnos estos tránsitos si
no liberamos su potencial, elevándonos por encima del miedo, los
hábitos, la falta de seguridad en nosotros mismos y la preocupación.
Una sinceridad a veces dolorosa suele ser la fuente adicional de for-
taleza, que podemos encontrar en esos momentos para enfrentarnos
con las posibilidades desconocidas –prometedoras, pero aun así in-
quietantes– que nos ofrece el futuro. Sin embargo, hemos de tener fe
en el axioma bíblico: «La verdad os hará libres». Y por supuesto que
en momentos como éstos debemos recordar que hemos de ser tan
implacablemente sinceros con nosotros mismos como queremos
serlo con los demás.
Algunas otras manifestaciones comunes durante los tránsitos de
Júpiter son:
• la promoción o el éxito de alguna empresa que ya está en
marcha;
• éxito u honores en el nivel mundano;
• experiencias religiosas, estén o no relacionadas con diversos
compromisos mundanos;
• viajes, tanto físicos (especialmente los largos, por lo común
al extranjero) como mentales, explorando nuevos puntos de
vista en cuanto a entendimiento y perspectiva;
352
• la publicación y la publicidad o una experiencia satisfactoria
de liberación de alguna presión continuada;
• el intento de asumir demasiadas experiencias nuevas, con lo
que el nativo dispersará sus energías y a menudo desperdi-
ciará sus recursos.

Los tránsitos de Júpiter por el Ascendente


CON frecuencia, estos tránsitos estimulan la energía física y la con-
fianza en nosotros mismos, permitiéndonos proyectar de forma más
dinámica nuestra personalidad sobre el mundo. A veces hay una
fuerte sintonización con objetivos y visiones del futuro, o bien con
planes para mejorarnos a nosotros mismos. La conjunción es espe-
cialmente importante, puesto que con ella se inicia un ciclo de doce
años de expresión y evolución personales completamente nuevo, y
hemos de estar atentos a las visiones y sueños que se presenten en
nuestra mente mientras la conjunción sea exacta, ya que con fre-
cuencia este contacto da indicaciones fíables de las posibilidades
futuras.
Es muy común que de repente se nos abran puertas, permitién-
donos expandirnos por ámbitos más vastos del aprendizaje, de la
experiencia social o de la comprensión de lo religioso. Una persona,
mientras Júpiter transitaba en oposición con su Ascendente (es de-
cir, en conjunción con su Descendente), tuvo una vivencia religiosa
personal que le cambió la vida. Una joven que tuvo que dejar de
estudiar en la universidad por falta de dinero se encontró con que su
situación mejoraba radicalmente cuando Júpiter en tránsito formó un
trígono con su Ascendente y un sextil con su Júpiter natal. Los ad-
ministradores de un organismo privado que habían tenido noticias
de su situación le adjudicaron una beca que ella ni siquiera había
solicitado y que cubría todos sus gastos.
He observado que muchas personas se mudan a un lugar nuevo,
mis espacioso y que les permite «respirar» mejor mientras Júpiter
cruza su Ascendente. Hay veces en que se produce un traslado al
extranjero, que tanto puede ser permanente como temporal. La con-
353
junción entre Júpiter y el Ascendente se contó entre los múltiples
tránsitos que tenía John Lennon cuando viajó por primera vez a Es-
tados Unidos para aparecer en «The Ed Sullivan Show», un progra-
ma nacional de televisión. Esta experiencia abrió nuevos horizontes
internacionales a los Beatles y aumentó muchísimo su fama.
Como ya he dicho antes, cuando Júpiter atraviesa el Ascendente
hace que nos concentremos en el futuro y empecemos un ciclo nue-
vo. Por lo tanto, muchas actividades iniciadas en ese momento ad-
quieren mayor importancia de la que les atribuíamos cuando está-
bamos a punto de iniciarlas. En otros casos, se da una penetrante
visión profética del potencial intrínseco en ese momento, tal como le
sucedió a un empresario que, cuando pasaba por este tránsito, visua-
lizó toda una empresa, con su naturaleza y su diseño, y también su
nombre. Y la totalidad de su visión fue convirtiéndose en realidad a
lo largo de los doce años siguientes.
En el caso de Maria Montessori, cuando Júpiter atravesó su As-
cendente, recibió su título de medicina, el primero que se le entrega-
ba en Italia a una mujer. Y mientras Annie Lennox tenía ese mismo
tránsito se formó el grupo musical Eurythmics. Otra joven se encon-
tró eufóricamente implicada en relaciones nuevas y en múltiples
posibilidades educativas, además de disponer de dos oportunidades
de viajar al extranjero, mientras estaba bajo la influencia de este
tránsito.

Los tránsitos de Júpiter por el Medio Cielo


A diferencia de lo que pasa con los tránsitos por el Ascendente, los
efectos de Júpiter al transitar por el Medio Cielo no suelen ser tan
espectaculares; tampoco parecen presentarse de manera tan rápida y
obvia, ni aumentan por lo general la vitalidad física. Puede suceder
que se produzcan mejoras, ascensos u otras formas de reconoci-
miento de un modo inmediato, pero en otros casos hay en el nativo
un fuerte deseo interior de ampliar el alcance de su vida profesional
y mejorar su posición social, y los primeros pasos que da se orientan
hada ese objetivo. Es común que la persona confíe cada vez más en
354
sí misma, lo cual a veces se refleja en un aumento de su buena repu-
tación o bien en la aparición de oportunidades para progresar, aun-
que no se manifiesten inmediatamente ni de forma espectacular.
En algunos casos, esta es una época en que se cosechan los fru-
tos de trabajos anteriores o se tiene éxito como resultado de un pro-
ceso que ya estaba en marcha o de una iniciativa anterior. Un pro-
motor arriesgó los ahorros de toda su vida en un proyecto interna-
cional que terminó por ser un éxito tan notable como provechoso
inmediatamente después de que Júpiter pasara por su Medio Cielo.
El escritor Norman Mailer publicó Los desnudos y los muertos
mientras Júpiter en tránsito estaba en conjunción con su Medio Cie-
lo; vendió tres millones de ejemplares de este libro, y con él se con-
solidó su reputación para toda la vida. Un respetado sacerdote britá-
nico sintió por primera vez la necesidad de ordenarse durante una
importante experiencia religiosa que tuvo en la época de este mismo
tránsito.
En resumen, cuando Júpiter en tránsito está en aspecto con el
Medio Cielo, hemos de esperar una sensación expandida, y con fre-
cuencia clarificadora, de cuál es nuestra vocación, o por lo menos
una imagen más detallada y completa de cuál debería ser nuestra
orientación vocacional.

Los tránsitos de Júpiter en aspecto con el Sol


Con frecuencia, estos importantes tránsitos refuerzan la vitalidad
física, al mismo tiempo que expanden la energía creativa del nativo.
La confianza y el optimismo tienden a verse fortalecidos durante
estos períodos, que también pueden coincidir con sueños, corazona-
das o visiones de naturaleza profética. En un nivel aún más esencial,
es muy común que durante estos tránsitos la gente sienta que se ex-
panden su sentimiento de identidad y el alcance de su conciencia.
En ocasiones se producen también experiencias religiosas, encuen-
tros con maestros espirituales o bien estancias en ashrams o centros
de retiro.
En general, es común que durante estos tránsitos la gente viaje
355
para ampliar sus experiencias y sus posibilidades creativas. John
Lennon tenía un tránsito de Júpiter en oposición con su Sol natal (y
en conjunción con su Ascendente) cuando viajó por primera vez, y
con un enorme éxito, a Estados Unidos. Annie Lennox se mudó a
Londres para empezar a estudiar en la Royal Academy of Music
cuando Júpiter estaba en conjunción con su Sol. (Doce años des-
pués, cuando se repitió el mismo aspecto, alcanzó el estrellato inter-
nacional con su grupo Eurythmics.) Otra cantante, aunque menos
conocida que los dos músicos que acabo de mencionar, consiguió
que su carrera pública despegara hacia perspectivas más variadas y
estimulantes cuando viajó repetidas veces al extranjero en cinco
giras con un grupo internacional integrado por miembros de cinco
naciones. Este período coincidió con el año en que Júpiter en tránsi-
to formó tres conjunciones con su Sol.
El escritor Arthur Schlesinger, Jr. recibió su primer premio Puli-
tzer durante una época de múltiples tránsitos, uno de los cuales fue
el de Júpiter en conjunción con su Sol. Sir Alexander Fleming, el
descubridor de la penicilina, galardonado con el premio Nobel, apa-
reció en la portada de la revista Time y además fue nombrado caba-
llero mientras Júpiter transitaba por encima de su Sol. Durante un
tránsito idéntico, Indira Gandhi fue elegida presidenta del Partido
del Congreso.
Uno siempre debería tener fe en las inspiraciones creativas que
le sobrevengan mientras Júpiter esté activando su Sol natal. Durante
esa época, cualquier potencial creativo que tenga el nativo se verá
amplificado, y la confianza necesaria para expresar esos impulsos
creativos alcanzará su grado máximo, permitiendo que incluso las
personas más tímidas asuman el riesgo de la creatividad y convier-
tan en realidad lo que tal vez hayan sentido interiormente desde hace
largo tiempo como un talento creativo en potencia. Maria Montesso-
ri escribió El método Montessori mientras tenía a Júpiter en tránsito
en conjunción con su Sol natal, y Mary Shelley publicó Frankens-
tein mientras Júpiter en tránsito estaba en trígono con su Sol natal.
Y cuando Júpiter en tránsito formó una conjunción con su Sol,
¡Mary se fugó con el poeta Percy Shelley!

356
Los tránsitos de Júpiter en aspecto con la Luna
Aunque no indican tantos logros creativos como los tránsitos de
Júpiter en aspecto con el Sol, también éstos suelen coincidir con un
incremento de la confianza, una sensación de bienestar, éxitos y
honores mundanos y, generalmente, el sentimiento de que las cosas
fluyen con menos esfuerzo de lo que es habitual. Son momentos en
que la mayoría de las personas se sienten más movidas a expresar
sus sentimientos y su manera personal e intuitiva de entender la vi-
da, algo que por lo común se produce con mis facilidad y sensibili-
dad cuando estos tránsitos son más exactos, excepto en algunos ca-
sos en que los aspectos más difíciles producen el mismo deseo, pero
acompañado de una mayor tensión interior. En términos generales,
es el momento de expresar nuestros impulsos emocionales naturales,
y es probable que las reacciones de los demás sean asombrosamente
positivas.
Durante estos tránsitos, a menudo sentimos el deseo de mejorar
nuestra propia situación en la vida, nuestro hogar, nuestra vida fami-
liar o las relaciones que tenemos con nuestros padres, y también
sentimos la necesidad de estar bien con nosotros mismos de un mo-
do más profundo. Toda clase de factores de seguridad relacionados
con las esferas privadas de la vida se van poniendo en primer plano
en algunos casos, mientras que en otros hay un aumento de las rela-
ciones con la gente. El hecho de que uno se sienta o no cómodo con
una vida relativamente pública puede, incluso, convertirse en un
importante problema personal que cobra relieve en esta época.
Margaret Thatcher ocupó por primera vez un lugar en el «go-
bierno en la sombra» (algo que la acercó mucho al cargo de primer
ministro) mientras Júpiter en tránsito estaba en conjunción con su
Luna. Diversas figuras públicas han sido elegidas para su cargo du-
rante este tránsito. Mientras Júpiter estaba en oposición con su Luna
natal, John Charles Reith se convirtió en director general de la BBC,
una posición eminente e influyente a nivel internacional.
Son muchas las personas que ganan premios, alcanzan sus obje-
tivos o, de alguna otra manera, obtienen un sentimiento de satisfac-
ción cuando Júpiter en tránsito activa su Luna. Diana Ross tenía a
357
Júpiter en tránsito en conjunción con su Luna cuando las Supremes
obtuvieron su primer gran éxito. En el Reino Unido, Matt Busby, el
famoso entrenador de fútbol (¡que incluso sale en una canción de los
Beatles!), consiguió que su equipo ganara la Copa de Europa cuando
Júpiter en tránsito formó una conjunción con su Luna natal.

Los tránsitos de Júpiter en aspecto con los otros planetas


personales
LOS TRÁNSITOS DE JÚPITER EN ASPECTO CON MERCU-
RIO: Casi siempre expanden la curiosidad del nativo» al mismo
tiempo que favorecen los planes e ideas nuevos. Si la persona mues-
tra inclinaciones intelectuales, es probable que empiece a ir en pos
de intereses nuevos, estudiando temas que hasta ese momento no
había tocado o leyendo muchos libros sobre ellos. A veces, las ideas
nuevas son abundantes, y es probable que el nativo sienta una gran
necesidad de exponer estos pensamientos ante un público más am-
plio. También puede empezar a aprender habilidades nuevas o a
establecer contactos sociales diferentes. En el mejor de los casos, la
mente consciente se vuelve más noble y optimista, y los procesos de
pensamiento de la persona se amplían para incluir muchas más co-
sas. En otras palabras, la forma en que el nativo piensa empieza a
orientarse hacia el propio mejoramiento y la exploración de horizon-
tes más amplios.

LOS TRÁNSITOS DE JÚPITER EN ASPECTO CON VENUS:


Estos tránsitos expanden la orientación social, romántica, erótica,
artística o financiera que por naturaleza tenga cada persona. Para
mucha gente, el tema de las relaciones ocupa el centro de su vida, y
es probable que cualquier problema de soledad o el sentimiento de
que les falta la intimidad con otras personas que unto necesitan em-
piece a aparecer con bastante fuerza en la conciencia. A menudo el
nativo siente el deseo de mejorar su propia situación en cualquiera
de los ámbitos antes citados, o incluso en todos; pero naturalmente,
es preciso que esté alerta a la tendencia jupiterina al exceso o la co-
358
dicia. Pueden intensificarse las experiencias de magnetismo inter-
personal, tanto en cuanto al rechazo como a la atracción.

LOS TRÁNSITOS DE JÚPITER EN ASPECTO CON MARTE: La


vitalidad física resulta favorecida durante la mayoría de estos tránsi-
tos, al igual que cualquier propensión a la impaciencia y a los arran-
ques temperamentales. En el mejor de los casos, mientras Júpiter
esté expandiendo la energía marciana, el nativo se sentirá vivificado
por una mayor energía e inspirado por un intensificado sentimiento
de contar con el valor suficiente para enfrentarse con retos nuevos o
emprender nuevas iniciativas. Es frecuente que el impulso sexual
sea más intenso, y que se refuercen todos los mecanismos de auto-
afirmación, lo cual hace que el nativo experimente una sensación de
dominio y confianza. Durante estos tránsitos, muchas personas se
sienten más fuertes y ambiciosas, y puede que el alcance de su lide-
razgo personal se vea aumentado sustancialmente. Durante muchos
de estos tránsitos, se siente el fuerte deseo de correr riesgos y llevar
a cabo actividades aventureras, y en esos momentos existen la capa-
cidad y la energía necesarias para lograr cualquier objetivo, siempre
y cuando la imagen global que se tenga de él sea realista.

Los tránsitos de Júpiter en aspecto con Júpiter


Dado que en mi libro Las relaciones y los ciclos de la vida me he
extendido ampliamente sobre el ciclo de Júpiter, lo único que quiero
mencionar aquí es que los retornos de este planeta a su lugar natal
(al igual que cuando se pone en cuadratura o en oposición con ese
mismo grado) siempre hay que considerarlos como fases evolutivas
que pueden ser de una importancia clave. Por lo tanto, nunca se ha
de hacer caso omiso de la conjunción, un contacto que libera abun-
dantes energías nuevas para el mejoramiento de uno mismo, ya que
señala que ha llegado el momento de comprometerse con una nueva
visión del futuro, independientemente de que esto conlleve un cam-
bio importante en relación con el pasado, o de que se limite a exigir
una adaptación bastante sutil de las actitudes y expectativas que uno
359
albergaba hasta entonces sobre el significado de la vida. La conjun-
ción de Júpiter en tránsito con el Júpiter natal (y también, aunque en
menor medida, la cuadratura y la oposición) significa un período de
reorientación de importancia decisiva, basado en los ideales y las
visiones del futuro que uno tiene. Quizás una renovación de la fe (en
la vida, en uno mismo, en Dios, en la verdad o en los propios idea-
les) y una percepción más clara, basada en esa misma fe, de la pro-
pia orientación vital sean el mejor resultado de un tránsito de Júpiter
en aspecto con el Júpiter natal.

Los tránsitos de Júpiter en aspecto con Saturno


Para la mayoría de las personas, estos tránsitos son muy importan-
tes. Puesto que Saturno tiene tanto que ver con nuestra profesión,
nuestra vocación, nuestras prioridades, nuestras ambiciones a largo
plazo y, en definitiva, con la estructura global de nuestra vida, cuan-
do Júpiter lo activa muchas de estas preocupaciones toman vida por
medio de una fuerte inclinación a mejorar precisamente esos domi-
nios de la vida. Es frecuente que en esos momentos se exagere la
necesidad que podamos tener de trabajar duro, y que los frutos de
semejantes esfuerzos no siempre se hagan evidentes de forma inme-
diata. ¡Hay que recordar que Saturno se toma su tiempo! Por ejem-
plo, sir Arthur Fleming descubrió la penicilina mientras Júpiter es-
taba en conjunción con su Saturno natal, lo cual a la larga lo llevó a
recibir el premio Nobel.
Estos tránsitos pueden tener una influencia dinámica tanto sobre
la totalidad de la estructura de la vida del nativo como sobre sus
objetivos y ambiciones a largo plazo, que muchas veces experimen-
tan una gran expansión durante tales períodos. De ahí la frecuencia
con que, en el momento en que tienen lugar estos tránsitos, se pro-
ducen también mejoras en la situación vocacional de la persona.
Como mínimo, ésta puede terminar alcanzando una comprensión
más amplia de cómo puede mejorar esas partes de su vida, tal vez
por mediación de diversas iniciativas, de la educación, animándose a
correr riesgos o recurriendo a otros métodos.
360
Como en la carta natal Saturno es, con tanta frecuencia, un pun-
to de tensión, restricción, actitudes negativas u otros diversos blo-
queos que constriñen la energía, cuando Júpiter expande estas ten-
dencias pueden plantearse problemas muy graves, no sólo en el ni-
vel psicológico sino incluso en el físico (especialmente si el aspecto
es una cuadratura o una oposición), y durante este período uno debe-
ría trabajar para controlar y reducir el estrés. En el peor de los casos,
el nativo puede experimentar un importante aumento de sus tenden-
cias más restrictivas, y de ahí que en esos momentos sea especial-
mente aconsejable una práctica regular de la meditación, el tai chi,
el yoga u otros métodos de liberación del estrés. No obstante, no se
debería perder de vista el hecho de que, cuando se producen estos
tránsitos, y aunque vayan acompañados de estrés y tensión física, es
posible seguir progresando de manera significativa mediante un
esfuerzo concentrado.

Los tránsitos de Júpiter en aspecto con los planetas


exteriores
LOS TRÁNSITOS DE JÚPITER EN ASPECTO CON URANO: Se
cuentan entre las combinaciones más dinámicas, al igual que los
tránsitos de Urano en aspecto con el Júpiter natal. Los períodos en
que Júpiter en tránsito activa al Urano natal se distinguen por el au-
mento del deseo de cambio y excitación, por un fuerte anhelo de
mayor libertad en el estilo de vida o en la expresión personal, y con
frecuencia por la energía que cobran las capacidades más originales
y creativas del nativo. A veces la inventiva es muy fuerte, así como
el interés en el activismo social o político. Siempre que estos dos
planetas se combinan se da una posibilidad de cambio radical, o de
conseguir importantes progresos en cualquier campo en que el nati-
vo esté trabajando. Por ejemplo, Jacques Cousteau colaboró en la
invención de la escafandra autónoma mientras Júpiter en tránsito se
oponía a su Urano natal, al mismo tiempo que Urano en tránsito
formaba un trígono con su Júpiter natal. Y, como veremos más ade-
lante en este capítulo, importantes experiencias de liberación perso-
361
nal o percepciones radicalmente nuevas y claras pueden coincidir
con los tránsitos de Júpiter en aspecto con el Urano natal o con los
tránsitos de Urano en aspecto con el Júpiter natal. Son combinacio-
nes muy interesantes, tanto mental como físicamente, por la acelera-
ción que en esos momentos se produce en el sistema nervioso.

LOS TRANSITOS DE JÚPITER EN ASPECTO CON NEPTUNO:


Con frecuencia, estos tránsitos incrementan la sensibilidad psíquica,
al mismo tiempo que activan los anhelos espirituales de la persona.
Se trata de una poderosa combinación de planetas, que favorece las
aspiraciones idealistas y espirituales, y por consiguiente estos perío-
dos de tránsito pueden aumentar las tendencias religiosas, imagina-
tivas, espirituales o simplemente escapistas. En otras palabras, en
esos momentos pueden manifestarse cambios sutiles y a la vez pro-
fundos en el nivel de conciencia del nativo, pero también puede ha-
ber un estado anímico de «distanciamiento» y falta de realismo. Son
unos momentos en los que la persona puede mejorar y ensanchar sus
propias ideas, y también amplificar cualquier forma de expresión
artística que le interese.

LOS TRÁNSITOS DE JÚPITER EN ASPECTO CON PLUTÓN:


Debido a la profundidad insondable de este planeta, es difícil decir
demasiadas cosas que previsiblemente puedan manifestarse cuando
la naturaleza plutoniana de una persona se vea ampliada y activada
por este contacto. Estos tránsitos pueden señalar el final de todo un
capítulo de la vida, pero eso es algo que sucede más comúnmente
cuando Plutón se ve activado por Saturno, Neptuno o Urano. Es
probable que el uso de los propios poderes y recursos interiores pase
a primer plano, y se trata de un momento excelente para concentrar
nuestros esfuerzos en nuestro propio mejoramiento. Puede que se
produzca una intensificación de la intuición y las experiencias psí-
quicas, pero lo mismo puede suceder con la tendencia a comporta-
mientos o pensamientos compulsivos u obsesivos. Es un período
ideal para hacer emerger a la superficie de la conciencia algunas de
las dimensiones ocultas o más sombrías de la propia naturaleza.
También es el momento adecuado para que el nativo eleve y mejore
362
sus «dimensiones más oscuras» y sus tendencias más bajas.

Orientaciones para interpretar los tránsitos de los


otros planetas en aspecto con Júpiter
El emplazamiento de Júpiter en cualquier carta natal significa un
vasto potencial para el cambio positivo, y por consiguiente, cuando
el planeta está activado –en especial por un tránsito de Júpiter, Sa-
turno, Urano, Neptuno o Plutón que coincida con las fases más pro-
fundas y prolongadas del cambio personal–, es como si se abrieran
las compuertas de una abundante reserva de energía y potencial.
Con frecuencia, estos tránsitos van acompañados de una liberación
de fuerzas y un sentimiento más intenso de la capacidad personal y
la confianza del nativo en sí mismo. Los esfuerzos por mejorar re-
sultan activados, y a menudo se produce una transformación en las
propias creencias, aspiraciones y planes para el futuro. La verdad es
que estos tránsitos en aspecto con el Júpiter natal son decisivos en lo
que se refiere a sacar partido de las oportunidades de crecimiento y
progreso a las que con tanta frecuencia me he referido en este libro.
Y cuando el Júpiter natal está activado, es probable que una buena
cantidad del esfuerzo se oriente hacia la planificación del futuro.
Para presentar un cuadro más completo, debo señalar que inclu-
so una Luna nueva en aspecto con el Júpiter natal puede originar un
período lleno de oportunidades, aunque sólo durará un mes, a menos
que una serie de Lunas nuevas forme repetidas veces aspectos ce-
rrados con el Júpiter natal, con lo cual ese ritmo jupiterino se pro-
longaría varios meses en la vida del nativo. Además, tengo que se-
ñalar que si Marte en tránsito activa al Júpiter natal, esto puede sig-
nificar una breve irrupción de energía optimista, un efecto que se
verá notablemente prolongado si Marte se estaciona en el cielo
mientras está en un estrecho aspecto con el Júpiter natal. Entonces,
se incrementarán muchísimo las probabilidades de aventuras o me-
joras jupiterinas significativas, coincidiendo con ese tránsito de
Marte.
Una dimensión de Júpiter sobre la cual habría que insistir aquí
363
especialmente es la conexión de este planeta con la experiencia reli-
giosa y, en consecuencia, lo a menudo que una experiencia personal
que puede considerarse, en un sentido amplio, como «religiosa»
coincide con diversos tránsitos en aspecto con el Júpiter natal. (Co-
mo he dicho ya en este capítulo, experiencias de este tipo también
son bastante comunes cuando Júpiter en tránsito está activando una
serie de factores en la carta natal.)
A decir verdad, hay buenas razones para correlacionar el princi-
pio jupiterino con lo que Jung llamaba el «instinto religioso» de la
psique humana, ya que este planeta nos insta a ensanchar nuestra
conciencia y a conectarnos con una totalidad mayor. Y tal como ya
he dicho, este «instinto» puede verse fuertemente activado cuando el
Júpiter natal recibe la energía de diversos tránsitos. He visto casos
de experiencias religiosas que coinciden con un tránsito de Neptuno
en oposición con el Júpiter natal, con un tránsito de Plutón en semi-
sextil con el Júpiter natal, y con muchos otros contactos; pero aquí
me gustaría concentrarme particularmente en los tránsitos de Urano
en aspecto con el Júpiter natal, que se correlacionan de manera sor-
prendente con todo tipo de experiencias fuera de lo común, inclu-
yendo despertares religiosos personales.
En su libro sobre Urano Prometheus, the Awakener [Prometeo,
el que despierta], el profesor Richard Tarnas presenta su amplia in-
vestigación sobre las interacciones de Urano y Júpiter. En el libro
hay muchas páginas llenas de correlaciones fascinantes con impor-
tantes acontecimientos históricos, pero lo esencial de los descubri-
mientos del autor sobre estos dos planetas puede quedar bien resu-
mido en la cita siguiente:

Los tránsitos Júpiter-Urano parecen coincidir constantemente con vi-


vencias de un despertar súbito, una buena suerte inesperada en la vida,
la euforia de la liberación [...], el gozoso descubrimiento de un júbilo
infantil en el universo, el momento del renacimiento. Es la hora del
salto cuántico de la conciencia. [...] Los tránsitos Júpiter-Urano a me-
nudo coinciden con lo que el psicólogo Abraham Maslow llamaba
«experiencias cumbre». [...] En su forma más exaltada, es probable
que estos tránsitos coincidan con la experiencia de una liberación es-
piritual extática: Prometeo Desencadenado.
364
En el libro del doctor Tarnas hay una gran cantidad de material
muy bien investigado que ilustra esta manifestación metafísica de la
interacción entre Júpiter y Urano, y si los astrólogos no lo tienen en
cuenta estarán pasando por alto una importante posibilidad que se da
durante estos tránsitos. De manera similar, siempre que el Júpiter
natal resulta activado hay una amplia gama de posibilidades que
podrían convertirse en realidad: desde un despertar religioso hasta
una experiencia cumbre, pasando por una sensación apenas vaga-
mente consciente de que uno necesita encontrar más significado en
la vida. Por consiguiente, un astrólogo escrupuloso debe estar in-
teresado en investigar este ámbito de la vida, y en explorarlo con el
cliente.
En un nivel más terreno, muchos de los otros tipos de beneficios
o comprensiones intuitivas jupiterinos coinciden con tránsitos de
Urano en aspecto con el Júpiter natal. Jacques Cousteau adquirió su
barco Calypso gracias al dinero que le dio un filántropo cuando
Urano en tránsito estaba en cuadratura con su Júpiter natal. Mientras
Urano en tránsito formaba un trígono con su Júpiter natal, siendo él
niño, Albert Einstein experimentó una fuerte sensación de indepen-
dencia de pensamiento y, rechazando toda presentación autoritaria
de las ideas, se dedicó a su propio camino de búsqueda de la verdad.
Algunos años después, cuando Urano transitaba en conjunción con
su Júpiter natal por la casa nueve, Einstein adquirió súbitamente una
enorme fama mundial como resultado de sus descubrimientos teóri-
cos en física.
Cuando Urano en tránsito se opuso a su conjunción natal Marte-
Júpiter, Amelia Earhart recibió su licencia de piloto, algo que en
aquella época era, para una mujer, un logro nada convencional y
muy liberador. Al historiador Arthur Schlesinger, Jr. le dieron su
primer premio Pulitzer en 1945, cuando Urano transitaba en conjun-
ción con su Júpiter natal en la casa diez (y Júpiter en tránsito estaba
en su signo solar). Después, en 1965, publicó el libro que le reportó
su segundo premio Pulitzer, Los mil días de Kennedy, mientras
Urano en tránsito volvía a activar a su Júpiter natal en la casa diez,
esta vez mediante una cuadratura.
365
Estos ejemplos explican por qué a Júpiter se lo ha considerado
durante tanto tiempo como el «gran benéfico». Sus manifestaciones
no son siempre espectaculares, pero a veces son bastante importan-
tes. Sin embargo, en un nivel más significativo, Júpiter siempre nos
ofrece la oportunidad de volvernos mejores, de elevarnos a nosotros
mismos y mejorar nuestra vida en busca de nuestro propio beneficio
interior y en bien de los demás. La felicidad nos exige una cierta fe
en la vida y una tolerante aceptación de lo que ésta nos da. Si de las
enseñanzas de Júpiter podemos extraer un optimismo esencial con
respecto a la vida y una buena disposición a adaptarnos a la infinita
variedad de seres humanos y experiencias vitales, deberíamos ser
capaces de completar este viaje a lo desconocido con más alegría, e
incluso con agradecimiento hacia el supremo poder que, desde nues-
tro propio interior, nos sostiene mientras recorremos la senda de la
vida llenos de fe en el futuro.

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