Universidad Abierta Y A Distancia de México

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UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA

DE MÉXICO

ALUMNO: ROCIO HERRERA ESPINOZA

DOCENTE: MTRO. ALBERTO CÓRDOBA


GALARZA

LICENCIATURA EN DERECHO
Actividad integradora. Plan de protección de datos y sistemas informáticos

En primer lugar, la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la


información y de comercio electrónico. En ella, se nos dice cuáles son las condiciones
relativas a la validez y eficacia de los contratos electrónicos. Así en su artículo 23, señala:

“1. Los contratos celebrados por vía electrónica producirán todos los efectos previstos por
el ordenamiento jurídico, cuando concurran el consentimiento y los demás requisitos
necesarios para su validez. (…)”

Por tanto, será necesario cumplir con los tres siguientes requisitos: consentimiento objeto
y casusa.

“Los contratos electrónicos se regirán por lo dispuesto en este Título, por los Códigos Civil
y de Comercio y por las restantes normas civiles o mercantiles sobre contratos, en
especial, las normas de protección de los consumidores y usuarios y de ordenación de la
actividad comercial. (…)”

Por lo que además de la citada Ley, será de directa aplicación:

 Título II del Libro Cuarto del Código Civil


 Los artículos 51 y siguientes del Código de Comercio.
 Ley General de Defensa de los Consumidores y
 Ley de Comercio Minorista

Pero lo más relevante, a la hora de dotar de protección a los consumidores, son las
obligaciones que estas leyes imponen al comerciante:

 Deber extraordinario de ofrecer información sobre su identidad, sus productos y


servicios, su actividad y que ésta sea clara, precisa y comprensible.
 Obligación de ofrecer al consumidor la posibilidad de arrepentirse o desistir de su
compra.
 Enviar al consumidor, información previa del contrato, relevante y veraz. También
tendrán que ser compresible, en particular, sobre las condiciones económicas y
jurídicas sobre el objeto del contrato.
 Si el contenido del contrato electrónico está sujeto a condiciones generales, el
prestador de servicios está obligado a ponerlas a disposición del destinatario. Pero
se darán por cumplidas si están publicadas en su página web.
Teniendo además, los consumidores, los siguientes derechos:

 Derecho de desistimiento o renuncia. El consumidor y usuario tiene derecho, a


desistir del contrato y solicitar la reparación del producto, su sustitución y la rebaja
del precio. No es exigible ninguna formalidad para ejercer el derecho de
desistimiento
 Recibir la confirmación de la aceptación por parte del comprador (artículo 97
TRLGDCU). Normalmente es a través de un correo electrónico o una propia
ventana de la página web.

Es por esa protección, que se decidió introducir preceptos en la TRLGDCU sobre la


contratación electrónica. Así se protege al comprador electrónico al mismo nivel que
cualquier otro negocio que se realice.

Se ha buscado por organismos internacionales resolver la problemática que afecta la


contratación electrónica. Dentro de ellos la Comisión de las Naciones Unidas para el
Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), que preparo la ley Modelo sobre el comercio
electrónico y su guía para la incorporación al Derecho Interno, posteriormente la Ley
Modelo sobre firmas electrónicas también con su guía para la incorporación al Derecho
Interno y la Convención delas Naciones Unidas sobre la utilización de las comunicaciones
electrónicas en los Contratos Internacionales. También lo han hecho la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), LA Organización Mundial del
Comercio (OMC) y la Cámara de Comercio Internacional (CCI), entre otras. Algunos
organismos han preparado regulaciones que atiendan en forma más específica a las
materias de tales organismos tienen por objeto, como es el caso de la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

De las regulaciones propuestas, las que han tenido más trascendencia en la contratación
electrónica mercantil, son sin duda la Ley Modelo sobre Comercio Electrónico y la Ley
Modelo sobre Firmas Electrónicas, ambas de la CNUDMI. Igualmente las disposiciones de
la Convención de las Naciones Unidas sobre la utilización de las Comunicaciones
Electrónicas en los contratos Internacionales, de la cual México no es parte. Como se
menciona México llevó a cabo reformas al Código de Comercio (“CC”) y a la Ley Federal
de Protección al Consumidor tomando en consideración lo establecido en dichas Leyes
Modelo en el caso de la reforma el Código Civil Federal (“CCF”) y quizá porque las leyes
modelo citada se enfocan al ámbito mercantil, la reforma no refleja tanta influencia.
Las operaciones de miles de empresas en México se han limitado, y en el ámbito jurídico
están enfrentando la dilación en el cumplimiento de los contratos celebrados
anteriormente a la pandemia del COVID-19. Como consecuencia, esto traduce en
pérdidas millonarias cercanas a los US$347 mil millones a nivel global, según el informe
del Banco Asiático de Desarrollo (ADB), mientras que en México, la Asociación
Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (ALAMPYME) pronostica
la pérdida de 250 mil millones de pesos para los negocios del país. 
Ante este escenario, es que las empresas deben encontrar el camino para seguir
operando y es aquí donde la tecnología puede aminorar la pérdida de capitales. Una
herramienta para que las compañías eviten o minimicen el riesgo económico, logístico,
jurídico y financiero son los contratos electrónicos.
Ignacio Bermeo, fundador de la firma mexicana Trato, plataforma de digitalización de
procesos jurídicos, afirma que los abogados deben repensar la manera en los
contratos se llevan a cabo, pues actualmente ya no es necesario tener que firmar
acuerdos de manera presencial; sin embargo, muchos abogados temen usar contratos
electrónicos o firmas electrónicas porque no tienen idea de cómo usarlos como medio de
defensa durante un juicio.
“Es impresionante cómo en pleno siglo XXI existen muchos despachos jurídicos que se
resisten al cambio (de papel a digital), con total desconocimiento de la regulación en
temas de contratos y firmas electrónicas. Es más un temor de cómo defenderán dicho
contrato en un litigio que una opinión sustentada en derecho”, comenta el director general
de Trato.io .
Según el estudio Global Electronics Contract Manufacturing Services Market 2019, el uso
de este tipo de contratos a nivel global ha mantenido un crecimiento promedio anual de
5,4%, al pasar de US$283.650 millones en 2015 a 332 mil 610 millones en 2018. No
obstante, países como México continúan con el tradicional uso de papel, firmas con tinta y
trámites presenciales, debido al desconocimiento de las ventajas proporcionadas por esta
tecnología: reducción de costos, optimización de procesos burocráticos y seguridad en el
documento debido a su proceso de elaboración con Inteligencia Artificial y Blockchain.

La ley los respalda 

Los contratos electrónicos, al igual que los de papel, son respaldados por diversas
normas nacionales e internacionales como el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte, en su capítulo 14 afirma que la transferencia de información por medios
electrónicos es válida y que las reglas nacionales no deben frenar el comercio: “Las
transferencias de información por medios electrónicos y aun cuando reconoce que las
partes pueden regular a nivel nacional, las medidas no deben restringir el comercio”.

Por otro lado, el artículo 11 de la Ley de Comercio Electrónico de la CNUDMI sostiene “En
la formación de un contrato, de no convenir las partes otra cosa, la oferta y su aceptación
podrán ser expresadas por medio de un mensaje de datos.
No se negará validez o fuerza obligatoria a un contrato por la sola razón de haberse
utilizado en su formación un mensaje de datos”.

En México, el Código de Comercio señala que no se negarán efectos jurídicos a la


información contenida en un mensaje de datos, y podrá ser utilizada como medio
probatorio ante las autoridades ya que está legalmente reconocida.

El Plan de Seguridad Informática constituye el documento fundamental para el control y


la seguridad en la explotación de las tecnologías informáticas donde las medidas que se
establecen son de obligatorio cumplimiento para todo el personal que haga uso de las
tecnologías informáticas instaladas en la institución.

OBJETIVOS

 Proteger la Información, los sistemas informáticos y la tecnología asociada.


 Definir, implantar y controlar las políticas encaminadas a prevenir, detectar, y
solucionar situaciones que ponga a riesgos la integridad y disponibilidad de la
información con que se trabaja.

PLAN DE SEGURIDAD INFORMATICA

 Es diseñado y constituye el documento básico que establece los principios


organizativos y funcionales de la actividad de Seguridad Informática en una entidad y
recoge claramente las políticas de seguridad y las responsabilidades de cada uno de
los participantes en el proceso informático, así como las medidas y procedimientos
que permitan prevenir, detectar y responder a las amenazas que gravitan sobre el
mismo.
Conclusiones

 En la actualidad existen un elevado porcentaje de contratos que se realizan


electrónicamente.

 La mayoría de los consumidores desconocen cuáles son sus derechos cuando


realizan este tipo de contrataciones. Lo que implica la concurrencia de muchos
abusos por parte de los comerciantes en las condiciones que les imponen.

 Es verdad que la protección a los consumidores y usuarios es un tema de


actualidad en todos los ámbitos. Pero en la contratación electrónica se ha decidido
otorgarle una regulación especial. Imponiendo al comerciante un deber
extraordinario de ofrecer información y permitiendo a los usuarios, que puedan
desistir o arrepentirse de su compra.

 Uno de los contratos electrónicos más frecuentes es la compra de billetes a través


de Internet. La jurisprudencia ya ha anulado muchas de las cláusulas que van
insertas en estos contratos que desfavorecen a los consumidores.

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