PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA

ANIMACIÓN DE COMUNIDADES MISIONERAS

Ministerio de Evangelización y Equipo Vida y Formación de Comunidades

“Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Yo soy en Camino, la
Verdad y la Vida” (Jn. 14,
6) 

Catequesis: Los Cuatro Evangelistas, Parte 1

Febrero 06-2011

1. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA
(30 minutos)

[PO] Saludo de bienvenida y entonamos un canto al Espíritu Santo; luego hacemos la invocación
espontánea al Espíritu Santo pidiéndole que nos ilumine y nos conceda la gracia de comprender
cuanto el Señor quiera decirnos en esta reunión de la Pequeña Comunidad, podemos decir:

“Bendito seas, Padre por tu gran bondad. Tú siempre estás atento a nuestras necesidades, sobre todo
porque quieres que todos los hombres se salven. Gracias, Padre, por Jesús, Él, entrando en tu
voluntad nos ha rescatado a precio de su sangre gloriosa. Esta noche pido perdón de todos mis
pecados y acepto la salvación que el Señor Jesús me ha regalado. Lo reconozco, Padre, como a mi
único Señor y pongo mi vida en sus manos. Ayúdame a poner mi confianza, Padre, sólo en ti, quiero
que tú seas mi único bien, quiero ser dichoso poniendo mi confianza totalmente en ti, Padre. Que el
Espíritu Santo venga hoy sobre mí y me disponga a llenarme de ti, sólo así podre amarte con todo
mi corazón y con todo mi ser. Ven, Espíritu Santo, úngeme, confórtame, lléname de ti. Amén.”

EMPIEZA tu DIALOGO con JESÚS, ORANDO:

 Señor Jesús, ¡Qué difícil es confiar por completo en Dios!

 Quiero preguntarme, Señor: ¿en qué o en quien tengo más confianza? Y déjame
decirte que yo tengo puesta mi confianza en el dinero, en los afectos, en los bienes,
más que en Dios y eso me apena, me confunde, porque sé que debo confiar plenamente
en Dios, mi Padre y eso me avergüenza y pido perdón por no poner mi total confianza
en Dios.
 Desde lo más profundo de mi corazón quiero confiar en Dios y en ti, Señor Jesús.
Ayúdame para que cuando me sienta agobiado o agobiada, te busque. Ayúdame para que
cuando me sienta perdido o perdida, te busque. Ayúdame para que cuando me preocupe
mucho el dinero y las cosas materiales, te busque. Ayúdame para que cuando haya
perdido toda esperanza, te busque.
 Junto a ti, Jesús, encuentro todo lo que es esencial; me encuentro a mí mismo ante
Dios, y eso vale oro puro. Perdóname, Señor, por poner mi confianza en bienes
perecederos. Gracias por ayudarme a poner mi confianza en ti. Amén.

1
 CONOZCAMOS LA PALABRA DE DIOS: Isaías 58, 7-10; Salmo 111, 4-9; 1ª Corintios
2, 1-5; Mateo 5, 13-16.

HAGAMOS JUNTOS EL ECO DE LA PALABRA : Ahora, hermanos hacemos un

momento de silencio para interiorizar la Palabra de Dios que acabamos de escuchar y
enriquezcámonos con el Eco de la Palabra.

Al terminar el Eco de la Palabra el Coordinador o la Coordinadora continúan con la

siguiente reflexión:1
Ahora es el mismo Jesús que habla sobre nuestro deber de dar testimonio como cristianos. Según
eso, nos compara con la sal y con la luz. “Ustedes son la sal de la tierra”. ¿Qué significa? Se
supone que la sal da un mejor sabor a la comida, que la mejora. Pero la sal es sólo unos pequeños
granos; con todo, se puede mezclar con toda la comida y hacerla mejor. Pero si por alguna razón la
sal pierde sabor, no sirve para nada. La tiramos y la comida, por su parte, sufre: no hay manera de
mejor su sabor.
De igual manera los cristianos como personas, como familias, como grupos o comunidades.
Pueden ser una pequeña porción de una mayoría, pero unos pocos buenos cristianos pueden
hacer las cosas mejor para esa mayoría. Unas pocas buenas familias cristianas pueden mejorar la
vida familiar en su medio. Unos pocos trabajadores cristianos pueden cambiar el ambiente en una
fábrica, etc.
“Ustedes son la luz del mundo”. ¿Qué quiere decir? La luz en un lugar tiene dos funciones, por
lo menor. Disipar la obscuridad; en un cuarto obscuro no podemos orientarnos, cometemos
errores y nos sentimos solos. Con luz sentimos la compañía de otros, podemos funcionar y es más
fácil evitar errores. El testimonio cristiano juega este papel en su ambiente –en un sentido
espiritual, por supuesto.
La luz también inspira, da brillo a las cosas y a la gente, irradia alegría. De la misma manera los
cristianos, aun sin darse cuenta, deben irradiar esas cualidades morales y espirituales.

[PO] Ahora, oremos al Padre, por las necesidades de todos los hombres y mujeres del mundo entero.
Oremos especialmente para que en este tiempo tan difícil y lleno de necesidades, al escuchar a
Jesucristo Resucitado, nos sintamos impulsados a poner nuestra confianza radicalmente en Dios.
Hagámoslo de manera espontánea y respondamos diciendo: Señor Jesús, ayúdanos a no inquietarnos
por los bienes materiales.
Al terminar el Coordinador dice: Escucha, Señor, nuestras súplicas y realiza en nosotros la unidad en la
fe y en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Finalmente rezamos el Padre Nuestro y nos damos un
abrazo de paz.
AVISOS IMPORTANTES PARA NUESTRAS COMUNIDADES:
 Como siempre, es necesario que motivemos a los Hermanos a dar desde nuestra pobreza
para la solidaridad, sobre la necesidad de ser generosos con el aporte de los alimentos
para las canastas de los necesitados.
 Recuerden que continuamos en Tiempo de Misión Permanente 1+1. La Misión no se
termina nunca. Seamos verdaderos pescadores de hombre, no olvidemos ganar a otros
para Cristo. La misión es parte de nuestro compromiso bautismal.

1
Segundo GALILEA, La Palabra del Domingo. El tesoro de la Iglesia, Ed. San Pablo, Bogotá 2004.
2
 Los 2º y 4º miércoles son de formación permanente en el Salón Guadalupano, de 5:30 a
7:30 pm. Se espera a todos(as) los/as coordinadores/as de comunidades y ministerios, y
también a los que deseen formarse en su fe.
 Si hay otros avisos, informarlos en este momento.

2. CATEQUESIS:
Tema: “LOS CUATRO EVANGELISTAS Parte 1”
(45 minutos)

El Evangelio y los Evangelios. “Evangelio” es una palabra griega que significa “buena noticia” o “buen
mensaje” y así fue asumida desde el inicio de la era cristiana (Rom. 1, 1), Los que anunciaban la “buena
noticia” eran llamados “evangelistas” (Hechos 21, 8). San Marcos utiliza la palabra “evangelio” en dos
sentidos, primero para designar la actividad pública y la predicación de Jesús (Mc. 1, 1) y segundo, para
designar el mensaje de Jesús, el contenido de lo que Jesús predicaba (Mc. 1, 15). Estos dos significados son
los que encontramos también en los otros evangelistas. Sólo a partir del siglo II se llamarán “evangelios” a
los cuatro libros sobre la obra y predicación de Jesús y “evangelistas” a los cuatro autores de estos libros.
¿Cómo se formaron los Evangelios?:

1. El Evangelio sin los evangelios: El descubrimiento que hacen los apóstoles con la resurrección de
Jesús, de que él era el Cristo, el Hijo de Dios, les hizo ve que ya había comenzado el nuevo mundo
de Dios, su Reinado. Confesar la resurrección de Jesús para la primitiva Iglesia equivalía a anunciar
la llegada de los “últimos tiempos” y la puesta en marcha de la realización del Reino de Dios. Los
testigos de las experiencias pascuales no guardaron para sí esta “Buena Noticia”, “gritaron” este
evangelio a su alrededor. Las principales ideas de este “grito de fe” (kerigma) las encontramos en
el discurso de Pedro en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 2, 36; 5, 30-31). En este
primer momento no se trataba de escribir los evangelios. El testimonio directo de los discípulos
bastaba para unir a aquellos nuevos conversos con la palabra y vida de Jesús. La Iglesia empezó a
anunciar y vivir el Evangelio de Jesús sin los evangelios.

2. La Iglesia escribe los evangelios: Poco a poco los cristianos se van dando cuenta que el Reino
definitivo de Dios, con la segunda venida de Cristo, no había que esperarla en un futuro inmediato.
Sin perder nada sus convicciones se organizaron en consecuencia. El éxito de la predicación
apostólica hace que crezca rápidamente el número de discípulos y comunidades, con lo que hay
que organizar la catequesis y formar a los evangelistas. Se va sintiendo la necesidad de fijar los
aspectos más importantes del mensaje de Jesús para evitar malas interpretaciones. Y empiezan a
escribirse unos apuntes, unas guías con lo fundamental de la predicación de los apóstoles. Estas
guías van haciéndose más completas. Se formaron colecciones de las palabras de Jesús (parábolas,
discursos, sentencias…) y poco después colecciones de hechos más reveladores (la muerte y la
resurrección de Jesús, los milagros, etc.). La preocupación de los discípulos no fue reproducir al pié
de la letra las palabras de Jesús o narrar simplemente sus acciones. De entre los recuerdos de
Jesús seleccionaron, ante todo, lo que tenía un interés mayor, para ayudarles a presentar el
mensaje según las necesidades concretas de las comunidades a que iba dirigido. Así podemos decir
que la Iglesia ha escrito los evangelios para hacer frente a las necesidades y exigencias de su vida.
Como último paso, la Iglesia vio la necesidad de recopilar y ordenar de algún modo el material que
había ido produciendo en las diversas comunidades. Surgen así los cuatro evangelios que fueron

3
 reconocidos oficialmente por la Iglesia desde muy tempranos tiempos como recopilación fiel de la
fe auténtica de la Iglesia en Jesús.

3. Las etapas de la formación de los Evangelios: La formación de los Evangelios se fue realizando
poco a poco en diversas etapas. No fue la obra de una sola persona, sino un proceso en el que
interviene toda la Iglesia, toda la comunidad.

 1ª. Etapa Histórica (4 a.C.-30 p.C.): Vida histórica de Jesús de Nazaret. Por los años 28-30
Jesús predica en público el Evangelio de la llegada del Reino de Dios y lo inicia con sus
hechos y palabras. Reúne un grupo de discípulos a quienes delega su misión. Jesús no
escribió nada.
 2ª. Etapa de la Predicación Oral (por los años 30-60): La Resurrección de Jesús y
Pentecostés hacen descubrir a los apóstoles el misterio de Jesús y salen entusiasmados a
anunciar el “Evangelio”, esto lo podemos comprobar leyendo los Hechos de los Apóstoles,
las Cartas de San Pablo, San Pedro, Santiago, San Juan, etc.
 3ª. Etapa Escrita (años 40-70): La predicación oral daba pié a distintas formulaciones sobre
las palabras y hechos de Jesús. Y como los evangelizadores y misioneros que no habían
conocido personalmente a Jesús necesitaban tener guías escritas para enseñar a los
nuevos miembros de la comunidad, se comenzó a poner por escrito lo que constituía lo
fundamental de la predicación de los apóstoles.
 4ª. Etapa Redaccional (años 70-100): De estas colecciones se sirvieron los evangelistas
para redactar definitivamente los Evangelios. Los evangelistas recogieron, seleccionaron y
ordenaron de alguna forma todo este material. Dice en concreto San Lucas “he decidido
investigar hasta el origen de esta historia y componer para ti, Teófilo, un relato ordenado
de todo” (Lc. 1, 3). Agruparon, pues, los discursos, las parábolas, los milagros y los diversos
acontecimientos de la vida de Jesús según los temas que trataban y según la finalidad que
cada uno daba a su evangelio, teniendo en cuenta la comunidad a quien se dirigía,
componiendo cada evangelista un todo ordenado.
 ¿Para qué se escribieron los evangelios?: Los evangelistas no se interesaron tanto en
contarnos la vida de Jesús, en hacernos su biografía, cuanto en presentarnos el mensaje de
la buena nueva y transmitirnos su fe en Jesús, el Hijo de Dios (véase Lc. 1, 3-4; Jn. 20, 30-
31; los kerigmas de los Hechos de los Apóstoles).
 ¿Cuántos Evangelios se escribieron?: Bastaría abrir el NT para contestar a esta pregunta.
Son cuatro los evangelios admitidos como “canónicos” inspirados por el Espíritu Santo
desde el siglo III: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

3. EDIFICACIÓN ESPIRITUAL
(45 minutos)

1. ¿Sientes que aún estás en busca de tu misión en la vida? ¿Por qué piensas eso?
2. ¿Qué dones y cualidades resaltan en tu persona?
3. ¿Qué ataduras te impiden desarrollarlas más y ponerlas al servicio de los demás?
4. ¿El dinero, los afectos y tus ataduras familiares, cómo te impiden vivir la vida
cristiana y la misión que el Señor te ha encomendado?
5. ¿Qué valores del Reino vives con más intensidad: amor, verdad, justicia, perdón, paz…
etc.?