Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Primera Vez Que... V. Alta Calidad
La Primera Vez Que... V. Alta Calidad
www.mamanoleas.com
Textos e ilustraciones
Propiedad de los diversos autores
Todos los Derechos R eservados
Gwen(hwyfar)
Prólogo
6
Prólogo
«M ás tarde llega la primera vez que tienes un orgasmo por otro lugar que no
fue el primero, luego llega la primera vez que tienes orgasmos múltiples.
L a vida, en definitiva, siempre está llena de primeras veces.»
7
...me medí la polla
Por Lex
...me medí la polla
Hace ya años que hay estudios y más estudios que intentan obtener
las medidas estándar del miembro masculino. Pero a medida que
avanza la era de la información en la que actualmente vivimos se
pretenden obtener resultados más fiables, así que dichos estudios se
han ido repitiendo y mejorando cada vez más en los últimos años.
Obviamente si hay tanto interés, digo yo que el tamaño no importará
tan poco como se quiere hacer creer...
Por otra parte hay que añadir que yo siempre fui muy tímido y
9
L a primera vez que...
10
...me medí la polla
Ahí estaba ella, mi archienemiga. Era alta para ser mujer, estaba
delgada, aunque no especialmente en forma, simplemente estaba
delgada porque comía poca cosa y se mantenía así. A pesar de eso
tenía un tamaño de pecho considerable para lo delgada que estaba.
Su cabello era largo, liso y castaño oscuro, con una mecha blanca
natural encima de la cabeza que le caía por ambos lados. Eso le daba
un aire a Pícara, de los X-Men, pero obviamente sin los superpoderes
asociados. Vale, dejaré las referencias frikis al margen a partir de
ahora...
11
L a primera vez que...
12
...me medí la polla
13
L a primera vez que...
14
...me medí la polla
Quiero que sepáis que medirse la polla es toda una ciencia. Hay que
hacerlo en un momento de excitación, lo mayor posible, apoyando
la herramienta de medición en el hueso púbico, chafando la posible
grasa y posible vello que haya, y todo esto por la parte de encima del
pene. Obviamente yo no conocía toda esta información, así que una
vez en casa me dispuse a buscar por Internet cómo tenía que hacerse.
Después de una hora y pico contrastando fuentes y decidiendo
cuales parecían más fiables que otras llegué a las conclusiones que
os he descrito.
15
L a primera vez que...
16
...me medí la polla
“Sí, sí, muy bonitos esos pechos. ¿Recuerdas aquella vez que nos
peleamos y te regalé un marcapáginas al hacer las paces? ¿Sí? Pues
resulta que justamente lo utilicé para medirme la polla. Si te fijas
bien tendrá en uno de los extremos una hendidura que hice con la
uña para marcar la medida. Si te quieres hacer una idea de cómo la
tengo ya sabes en qué basarte.”
17
...fui infiel
20
...fui infiel
21
L a primera vez que...
22
...fui infiel
23
L a primera vez que...
Aquel día abrí los ojos a duras penas aplastados por el peso del
sueño. Tan sólo había dormido tres o cuatro horas acribilladas por
el insomnio que se empeñaba en hacerme pensar, porque no hay
mejor momento para hacerlo. La noche ejerce en mí un influjo
especial y único que me permite disfrutar de una realidad hecha a mi
medida, sin que nada pueda distorsionarla. Me hace sentir poderoso,
casi invencible, aclara mis ideas y desnuda mis sentimientos más
recónditos poniéndome en bandeja la decisión acertada. No existe
inseguridad, ni dudas, ni escrúpulos, y tampoco consecuencias. Todo
es de un maravilloso color negro estrellado que oculta cualquier
miseria. Qué lástima que el primer rayo de luz acabe con todo y
el día escupa su realidad cotidiana, la que vale. Casi todos aspiran
a ver salir el sol cada mañana, y pocos somos los que anhelamos
el momento en que se oculta como preludio de nuestra oscuridad
cómplice. Nunca he entendido porqué el día se levanta y la noche
cae, quizás se trate de un error interesado. Porque es la noche quien
se yergue soberbia y victoriosa pulverizando el día, dispuesta a
sacarnos del atolladero.
24
...fui infiel
25
L a primera vez que...
de pelo frente al espejo del servicio tan pronto como llegara, antes
incluso de pedir el descafeinado de máquina que tenía previsto.
26
...fui infiel
lejos del párpado. Jamás he visto a nadie con unos ojos tan bellos
como los suyos, verdes y vivos a la luz del día, oscuros y misteriosos
como el mar profundo a partir del anochecer.
27
L a primera vez que...
Sólo el ruido del motor hizo que me diera cuenta de que mi boca
volvía a estar huérfana, a la vez que asistía confuso a nuestra partida
hacia un destino oculto para mí. Ninguno de los dos dijo una sola
palabra durante el trayecto, yo perdido en elucubraciones y ella
preocupada en esquivar un vehículo tras otro en su empeño de
llegar cuanto antes a alguna parte. Poco a poco mi desconcierto se
transformó en sospecha antes de convertirse en certeza categórica.
28
...fui infiel
29
L a primera vez que...
30
...fui infiel
31
L a primera vez que...
32
...fui infiel
33
L a primera vez que...
34
...follé al aire libre
37
L a primera vez que...
38
...follé al aire libre
A cada paso que ellos daban hacia la cala más ganas tenía yo de
gemir, y más y más... Y cómo si mi chico me leyese la mente y
quisiera hacérmelo más difícil, empezó a masturbarme ágilmente
mientras seguía follándome; estimulación completa.
39
L a primera vez que...
— Tíos, que nos hemos olvidado las cremas protectoras y las aguas
arriba, joder. Hay que volver, que yo sola no puedo con todo.
40
...follé al aire libre
41
...visité un sexshop
Por MaryAsexora
L a primera vez que...
44
...visité un sexshop
Vamos, que me comí con papas todos los topicazos que “sabía”
sobre estos sitios. Quizás por eso, porque yo fui una de esas mentes
cerradas llenas de malos mitos y tabúes, me empeño tanto en mi blog
en que la gente no caiga en lo mismo que yo, que vean los juguetes
eróticos como lo que son, juguetes para divertirse en la intimidad.
45
L a primera vez que...
Con tanto halago parece que la tienda es mía o algo así. Pero no,
desde aquí desmiento cualquier relación con esta juguetería más allá
de alguna que otra visita esporádica. Pero es que para mí, ese es el
ideal de tienda erótica. Un sitio en el que puedas experimentar, tocar
y probar sin presiones, pero en el que puedas, a su vez, resolver
cualquier duda de forma natural y sin reflejo de neones.
46
...visité un sexshop
47
L a primera vez que...
48
...me masturbé
51
L a primera vez que...
Le quito el vaho al reloj. ¿Hoy que día es? ¡Martes! Empieza mi serie
favorita en media hora y yo con estos pelos, tengo que terminar con
las cremas y poner la cena a la de ya.
52
...me masturbé
53
L a primera vez que...
Poco más me quedaba por hacer en el sofá, así que toca lavarse
los dientes y a la cama. Enfundada en decenas de mantas intentaba
conciliar el sueño, todo en vano. Mi cabeza funcionaba a toda
velocidad. Me sentía activa, viva, insaciable. Varios minutos me pasé
dando vueltas de un lado a otro, con un calor corporal que no era
propio de una noche de invierno cualquiera.
Mis dedos seguían curiosos la línea que les guiaba entre la abertura
de mis piernas hasta que llegaron a un punto crítico. Un roce
54
...me masturbé
55
L a primera vez que...
Aunque lo que más temía era a no querer volver a dormir sin antes
recibir una bomba similar a la vivida aquella noche.
56
...eyaculé
«La patria del hombre es la infancia...» Sí, soy consciente de que citar
a Rilke quizás no sea la mejor forma de dar inicio a un relato que,
en teoría, debería estar orientado al erotismo. Es posible que lo más
apropiado fuese hacerlo con una cita de Bukowski, pero no estoy muy
seguro de que la literatura de Charles contenga demasiados pasajes
que aludan a la infancia, o al menos que lo hagan desde el punto
de vista benévolo que me gustaría adoptar al narrar esta sencilla
historia. Porque, como el propio Bukowski escribió sobre sí mismo,
su infancia fue un infierno, y ese no es mi caso. Volviendo tras mis
palabras también añadiré que lo de orientar el relato al erotismo es
solo un planteamiento teórico, no constituye una necesidad. Aunque
bien es cierto que el erotismo es algo que, en esencia, está presente en
muchas de las acciones que emprendemos y en muchas de nuestras
vivencias. Pero, ¿acaso es consciente un niño de aproximadamente
cuatro años del erotismo que se puede esconder tras una escena
cotidiana? Es más, si se trata de algo que ha vivido habitualmente
casi desde que su memoria alcanza, ¿en qué momento se produce el
cambio de concepción mental que le permite ser conocedor de que
hay algo más “interesante” en lo que hasta ese momento aparentaban
ser meras estampas costumbristas? El erotismo se convierte, pues,
no solo en algo natural consustancial a nuestra realidad cotidiana,
sino además en algo que debemos esforzarnos por naturalizar.
59
L a primera vez que...
sino también las que llegaban por cuestiones de trabajo. Cada vez que
sonaban estridentemente los nudillos de una nueva mano golpeando
contra la madera del viejo portón se producía en ese pequeño niño una
extraña e incontrolable reacción de excitación —conscientemente
no reconocida—, como si se tratase de un humana versión, pequeña
y apócrifa, del perro de Paulov. No, no babeaba ante el sonido
de la campanilla conductista porque mi cerebro interpretase que
llegaba la hora de comer. No babeaba en absoluto, de hecho, pero
sabía que algo bueno estaba en camino. Aquellas mujeres, amigas
de la familia en mayor o menor grado, o simplemente conocidas,
cruzaban el oscuro recibidor y entraban en el pequeño cuartito que
las esperaba al final del mismo. Todas ellas conocían bien el camino
hacia esa minúscula estancia que durante muchos años permaneció
anegada de cosas. Siempre sitió aquel niño especial apego por la
palabra “cosa”, que sirve para definir conceptos tan amplios como
lo que allí podía encontrarse. Incluso cuando pasaron los años jamás
llegó a conocer lo que se escondía en los rincones que guardaban los
montones de telas, jirones, cestas, cajas, patrones, revistas, agujas,
ovillos, hilos, ropas a medio confeccionar y otras terminadas... todo
esto y mucho más apostado sobre los viejos muebles de madera o
sobre las máquinas de coser y bordar. Apenas quedaba hueco en la
habitación para una minúscula mesa camilla cubierta por una vieja
faldilla de terciopelo verde, flanqueada a su vez por dos vetustas
sillas de anea, una de ellas reservada para la costurera y otra dispuesta
para las visitantes ocasionales: las clientas; en el extremo opuesto
del pequeño cuartucho, un aparatoso y antiquísimo banquetín de
madera onerosamente labrado y tapizado en el mismo terciopelo
verde del que estaba confeccionada la faldilla de la mesa camilla;
y sobre ese banquetín, aguardando «paulovianamente», el pequeño
aprendiz de Fellini.
60
...eyaculé
61
L a primera vez que...
62
...eyaculé
63
L a primera vez que...
64
...eyaculé
65
L a primera vez que...
66
...me puse pajarita
Por A. Irles
...me puse pajarita
Tardó cinco minutos, los que tuve para inspeccionar los cajones y
probar todas las palancas y botones del nuevo sillón de cuero que
presidía la enorme mesa de cristal translúcido, la mesa que siempre
había visto desde el otro lado. Lola tocó la puerta cuando yo estaba
de pie mirando la plaza desde el ventanal.
—Pasa, pasa.
69
L a primera vez que...
70
...me puse pajarita
71
L a primera vez que...
72
...me puse pajarita
—Qué curioso —balbuceé sin saber qué decir mientras ella dejaba
el bolígrafo sobre la mesa y se incorporaba.
—Espero su... tu llamada, Alberto. No te levantes, por favor,
conozco la salida.
73
L a primera vez que...
5000 euros... sin avalistas... fin del crédito: motivos personales, cuidado de un
familiar... sin propiedades... sin trabajo... casada... cónyuge de baja indefinida...
74
...me puse pajarita
75
L a primera vez que...
76
...posé desnuda para un fotógrafo
79
L a primera vez que...
80
...posé desnuda para un fotógrafo
81
L a primera vez que...
82
...posé desnuda para un fotógrafo
83
L a primera vez que...
84
L a primera vez que...
...follé
Por Jon
86
...follé
Esa mañana, como todas las mañanas y más con 20 años, me levanté
como dice la canción, con aquello más duro que un canto y con los
pensamientos nocturnos de lo que en mi mente calenturienta iba a
ser aquella Nochevieja. Estilo a las películas de Pajares y Esteso, con
las alemanas en grupo todas desfilando en caniquillas. En aquellos
años no había tanto acceso al porno como hoy en día, aún internet
no existía en los hogares españoles. Eso sí, echada la meada, esa
pirulilla no servía para nada.
Tras una buena ducha me centré en lo que realmente iba a ser: una
noche de amor y pasión, algo bonito, con mariposas, rosas, besos y
abrazos.
87
L a primera vez que...
Todos muy guapos, el champán y los licores muy ricos, las uvas,
los polvorones, todo un festín para coger fuerzas para esa
noche. Esa Gran Noche, la esperada desde hacía tantos años.
88
...follé
¡Uhhhmm!
89
L a primera vez que...
Bueno, que me voy por las ramas. Una vez puesto estaba listo para
penetrar.
90
...follé
Ese día acabo como todos, por la noche, y con la promesa firme
de conseguirlo la próxima vez, por lo que si el año nuevo no nos
pudo dar el ansiado momento, ¿qué mejor forma de obtenerlo
que pedírselo a los Reyes Magos? Así que organizamos una noche
tranquila y romántica esta vez en casa de mi tía, que tenía un
pequeño ático sin terraza, la antigua casa del portero de unos 40
metros, ideal para pasar una noche inolvidable. Lo decoramos todo
con velitas y luces tenues para intentar conseguir un momento de
relajación y perversión y, tal vez así, consiguiéramos que mi pene
penetrara de una vez.
—Nunca imaginé que esto pudiese ser tan difícil—, pensaba yo.
91
L a primera vez que...
Creo que cuando dicen que el tamaño importa tienen razón, sobre
todo el tamaño de las personas, porque yo con 190 cm de estatura
y ella con 152 cm sumado a su menudez creo que también fue pieza
clave del puzle, o su ausencia.
¡¡ZAAAAAASS!!
¡¡BUUUAARRGGHHH!!
92
...follé
93
...me corrí con un cunnilingus
Por Gwen
L a primera vez que...
96
...me corrí con un cunnilingus
Tras aquel extraño rollo pasaron bastantes años hasta que volví a
estar con un chico de manera tan... íntima digamos. Ya tendría unos
18 años cuando un amigo, mientras nos enrollábamos en su trastero,
me dio un par de lametazos en un incomodísimo 69. Y eso fue todo,
un par de lametazos descoordinados se convirtieron en mi primer
cunnilingus. Hubiera preferido que no lo hiciera, que se centrara
en masturbarme, en besarme o incluso en disfrutar de su mamada
ignorándome. Desde entonces le tengo manía a los 69, por no hablar
de lo complicados que me han parecido siempre. ¿No te pasa a ti
que si te centras en comer no puedes concentrarte en disfrutar de
lo que te comen? Me recuerda a cuando abres regalos por navidad y
quieres ver la cara de quien abre tu regalo pero tienes a alguien que
quiere vértela a ti, todo al mismo tiempo. Puede que la rara sea yo
que prefiero, dados mis problemas de concentración, dedicarme por
completo a comerme una polla y disfrutar de las sensaciones que
provoca en él, que nublarlo en un intercambio en el que nunca se
acaba de dar el 100%.
La siguiente vez que una lengua se aventuró a mis labios del sur
ya tendría unos 20 años. Llevaba quedando con un tío un par de
años de forma ocasional pero no habíamos pasado de magrearnos y
pajearnos mutuamente. Pajas, por cierto, bastante catastróficas por
97
L a primera vez que...
Como suele pasar cuando planeas algo con tan poco tiempo como
aquella repentina invitación es que no te da tiempo a hacer todo lo
que quieres o necesitas hacer, como a mí depilarme. No es que fuera
la hermana pequeña de Chewbacca, pero fácilmente podía competir
para lija del año, tener verdaderas opciones de ganar y aparecer en
los destacados del Leroy Merlin.
Pero céntrate, que te me estás yendo por las ramas, y así no hay
quien llegue a lo bueno (como yo esa noche).
98
...me corrí con un cunnilingus
Con los años llegué a creer que mi querido coño era horrible, algo
así como el tío que se presenta a una primera cita con la camiseta
apestando, comida en la barba y masticando sonoramente un chicle
mientras se hurga la oreja con la uña del dedo meñique que se ha
dejado larga con tal propósito. La otra alternativa era que oliera o
supiera realmente mal, que una es limpia y mantiene el comedor en
perfectas condiciones, pero cada cuerpo es un mundo y que a mí no
me desagradara no quería decir nada. La última y más probable de
las opciones es que los tíos con los que me cruzaba resultaban ser
unos egoístas.
99
L a primera vez que...
Puede que con los años se hagan menos egoístas en el sexo, quizá
escarmentados por una amante anterior que se plantó y exigió lo
suyo, porque según mi experiencia parece ser así. Aunque también
yo misma he ido perdiendo la vergüenza o el miedo a pedir lo que
quería y a reclamar mi placer, y probablemente ambas cosas estén
relacionadas.
Fue una de esas veces que te dejas llevar, tu coño parece tomar el mando
de la situación, y tú sólo puedes seguirle mientras te tapas los ojos con
las manos abiertas, viéndolo todo desde fuera sin saber cómo pararlo.
Ahí estaba yo, que en las primeras citas no pasaba del calentón que
te deja el coño chapoteando y una preciosa erección de la que te vas
—la segunda cita siempre lo compensa—, comiéndome la boca con
un tío al que acaba de conocer hacía 30 minutos y que ya tenía sus
dedos en lo más profundo de mi vagina. ¿Amigos, no Gwen? Ya...
100
...me corrí con un cunnilingus
Estaba tan cachonda, tan húmeda, que podría haber hecho rafting
por media ciudad. Pero probablemente la falta de feeling hizo que
por más que se esforzara no lograra que me corriera con su boca.
Pero estar atenta a los mil sonidos del parque, a que no me oyera
nadie gemir como una perra, a dejar de sentir esa piedra que se
me clavaba en el culo y esas ramitas que se me enredaban en el
pelo, complicó bastante el éxito de la misión. No me quedó otra que
echarme una mano al clítoris mientras él me follaba con sus dedos
maravillosamente hábiles para por fin lograr correrme. ¡Casi, pero
no!
101
L a primera vez que...
Pocos meses antes de cumplir los 29 conocí al que creí mi ÉL; esa
persona que hasta la gente como yo, que la mayor parte del tiempo
huimos del subidón de glucosa de la idea romántica, creemos tener
destinada.
102
...me corrí con un cunnilingus
Pintaba tan bien que, por experiencia, algo malo tenía que tener. La
intuición ya me lo estaba diciendo, no era pesimismo sino un realismo
intuitivo que leía las señales, hasta las que me negaba a ver. Cuando
alguien termina teniendo la oportunidad de soltarte un “te lo dije”
jode un huevo, pero cuando el “te lo dije” te lo tienes que decir tú...
¿Qué habré hecho en otra vida para acabar siendo “la otra”, más de
una vez? ¿Por qué los hombres emparejados parecen buscarme hasta
que me acaban encontrando?
103
L a primera vez que...
Jugó un poco más con los dedos hasta internar su cabeza entre mis
piernas. Y me dejé ir. Con su lengua jugando con mi clítoris, sus
manos con mis tetas, y sus ojos disfrutando del espectáculo que
era mi cuerpo retorciéndose experimentaba una atención inaudita.
104
...me corrí con un cunnilingus
Su boca parecía hecha para mis labios, todos ellos. Sus besos se
debatían entre la delicadeza, la pasión, el erotismo y la paz. Jugando
con mis labios vaginales era igual de hábil. Intentar contarte qué
y cómo lo hizo exactamente me resultaría imposible. Mi mente
sólo disfrutaba de las caricias de su lengua y las sensaciones que
producía en el resto de mi cuerpo, para detalles técnicos estaba yo...
105
L a primera vez que...
106
Agradecimientos
Nota de la editora
Agradecimientos
Tirando de topicazo quiero darte las gracias a ti, que estás leyendo
este libro y le das sentido a esta pequeña hazaña haciéndolo —sin
importar cómo ni por qué haya ocurrido—. Y si has llegado hasta
aquí es que lo has disfrutado al menos lo justo para no mandarlo a
la mierda hasta leer la última página, cosa que creas o no es un gran
cumplido por tu parte. Gracias también por compartilo con todo el
mundo —¿demasiado sutil la indirecta?—.
Seguro que alguna maldad más habrá que haya hecho y se me olvide
enumerar, así que me daré un azote extra como penitencia por ello,
descuida.
Gracias:
109
L a primera vez que...
ser de las primeras en unirse con los ojos cerrados; a A. Irles por
oír mis comentarios aun ignorando mi principal petición de un
final, y por ayudarme a encontrar un gran colaborador; a Nayara
por darle un inicio a estas páginas con tan poco tiempo y por tu
implicación; a Lachicaimperdible por decidirte a participar en un
extraño libro; a Javier Bolaños por atender mi grito de socorro tan
diligentemente; a Lara por salvar mi TOC con tu colaboración; a
Juan Nepomuceno por toda tu ayuda, tus propuestas, tus ánimos, y
en definitiva, por estar ahí aportandome tantísimo, eres un amigo.
También quiero dar las gracias a aquellas personas a las que invadí
el mail y decidieron no contestarme ni con un no, gracias. Supongo
que si no encuentras puertas cerradas no puedes alegrarte igual por
las que sí se abren.
110
Créditos
Nayara Malnero
Twitter: @sexperimentando
Facebook: Sexperimentando
Instagram: @sexperimentando
Web: Sexperimentando.es
Centro de psicología: psicycorps.com
Texto: Prólogo
112
Créditos
Lex
113
L a primera vez que...
Pedro Cabañas
Twitter: @tuyoysuyo
Facebook: Tuyo y Suyo - Disfruta del sexo
Google+: +Tuyoysuyo
Tienda: Tuyoysuyo.es
114
Créditos
Lola Flor
Twitter: @_LolaFlor_
Facebook: LolaFlor
Blog: Lolaflor.wordpress.com
115
L a primera vez que...
MaryAsexora
Twitter: @MaryAsexora
Facebook: MaryAsexora-Oficial
Blog: Maryasexora.com
Mail: [email protected]
116
Créditos
Twitter: @cristidelmarco
Twitter blog: @Venaquisexy
Blog: Venaquisexy.com
Tienda: Sexlode.com
Twitter tienda: @sexlodesexshop
Podcast: Gravina82.com
117
L a primera vez que...
Juan Nepomuceno
Web: Juan-nepomuceno.com
Tumblr: Juan-nepomuceno.tumblr.com
Texto: ...eyaculé.
118
Créditos
A. Irles
Twitter: @airqui
Blog: Otraresacamas.com
119
L a primera vez que...
María Savage
Twitter: @pezquesemuerde
Facebook: El pez que se muerde la boca
Blog: www.elpezquesemuerdelaboca.com
Instagram: @elpezquesemuerdelaboca
Mail: [email protected]
120
Créditos
Jon
Blog: Yasabesquehoraes.blogspot.es
Texto: ...follé
121
L a primera vez que...
Gwen
Twitter: @Mamanoleas
Facebook: Mamá, no leas
Blog: Mamanoleas.com
Google+: +Mamanoleas
Mail: [email protected]
122
Créditos
Twitter: @JBHPucela
Facebook: Javier Bolaños de Hoyos
Blog: Javierbolanos.wordpress.com
123
L a primera vez que...
Lachicaimperdible
Facebook: Lachicaimperdible
Web: Lachicaimperdible.es
Instagram: @lachicaimperdible
Mail: [email protected]
124
Créditos
Lara Delia
Instagram: laradelia84
Web: laradelia.weebly.com
Ilustración: ...eyaculé.
125
Índice
Índice
Prólogo 5
Agradecimientos 108
Créditos 111
Índice 126
127