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Friedrich Nietzsche

Su proyecto es un intento de superación de la metafísica: ella refiere a la necesidad de


amarrar la vida a un trasmundo. Ello ocurre porque que la vida parece incontenible.

Se trata entonces de cortar la raíz metafísica de la vida.

El discurso metafísico es el síntoma de una enfermedad. Como el hombre no puede ligar


el sentido de este mundo, necesita inventarse una garantía en el transmundo.

La metafísica sólo expresa la necesidad que el hombre tiene de mentirse a sí mismo.

¿Qué es la metafísica? Es la creencia en otro mundo, uno ideal y verdadero. Es la


pregunta por las “causas primeras”, los “fines últimos”, los “fundamentos”. La
metafísica remite el proceso de la historia europea desde Platón. Para Nietzsche, en el
fondo, se trata de desvalorizar el mundo.

La metafísica visibiliza las tensiones entre el ser y el deber. Esa tensión ha llevado a
querer instituir un sentido pleno, algo eterno, dominado un fundamento seguro. La
creencia en ese mundo es el platonismo y el cristianismo es lo mismo.

Nietzsche propone dos vertientes de superación: tarea crítica y tarea de construcción de


un pensamiento nuevo.

Método genealógico. Se trata de preguntarse a qué fuerzas responde la metafísica, de


demostrar por qué el hombre necesita de estos cuentos, de estas fábulas. Es necesario
observar cómo la creencia se ha institucionalizado y se ha hecho necesaria. ¿Qué
motivos ha llevado a la negación del mundo?

Nietzsche nos hace entrar al sentimiento trágico de la vida. No al conflicto siempre


resuelto (Hegel) ni al irresoluble (Shopenhauer), sino a un sentido helénico que sabe
mirar lo terrorífico de la vida pero que sabe además construirle otro sentido.

Nietzsche es antidialéctico. La relación esencial de una fuerza con otra nunca se


concibe como un elemento negativo a su esencia. En su relación con la otra, la fuerza
afirma su propia diferencia y goza de esta diferencia. 17.

Al elemento de la negación, Nietzsche opone el elemento práctico de la diferencia. Lo


que quiere una voluntad es afirmar su diferencia. El sí de Nietzsche se opone al no
dialéctico, la afirmación a la negación dialéctica, la diferencia a la contradicción
dialéctica.

Zarathustra exclama que hay que llegar a “algo más elevado que cualquier
conciliación”.

Shopenhauer
Shopenhauer le hizo comprender el poder de las cosas no-racionales. Es el primer ateo
confeso y coherente. En el ateísmo está el coraje de la pregunta que interesa a
Nietzsche.
2

Shopenhauer “El mundo es un juego sin meta y sin fin”. Plantear la pregunta del por qué
de la existencia, vale decir, ¿por qué hay algo y no nada? es plantear una pregunta
radical.

¿Tiene la existencia un sentido? Está pregunta va a necesitar varios siglos de respuesta.


Todos los otros filósofos se han mantenido cristianos.

La respuesta es que el mundo es un problema inexplicable.

El mundo no puede fundamentar su existencia mediante ninguna razón. Existe y nada


más. La única fuente de la existencia es la sin-razón. El mundo para Shopenhauer puede
considerarse como representación y como voluntad. El mundo es una representación
indefinida.

Para Nietzsche, no hay respuestas fijas. Los fenómenos no responden a ningún sentido:
son fuerzas de la voluntad. Toda filosofía tendrá huecos.

Con la desaparición de Dios, desaparece la garantía de un mundo inteligible, de las


identidades fijas, inclusive, de mi propia identidad.

El fondo, o la verdad del mundo, es una pura voluntad que se quiere a sí mismo; una
voluntad eterna que se expresa. La voluntad es la cara opuesta de la representación. La
voluntad no asigna ningún sentido.

El hombre es un animal metafísico: es el único ser que pasa por el mundo con la certeza
de la muerte. Pero lo más importante no es la muerte, sino el “saber de la muerte.” Ese
saber produce una ruptura irremediable en la existencia entre la vida y la experiencia.

“Sabiéndose de la muerte” la consecuencia es que el hombre nunca se puede adherir


completamente a la vida. Y eso impide la afirmación de la vida.

Moral: el mundo es sin razón, sin respuesta: el mundo es gratuidad. Gratuidad a la cual
he sido invitado.

El nihilismo.
La palabra nihilismo remite a la crisis de valores que él diagnostica en el mundo.

Remite a un nihilismo por venir.

Nietzsche: vivir en un estado crítico, añorando un estado que no estuviera en crisis.


Seguirnos haciendo referencia a los valores pero sin un horizonte de definición. El
nihilismo se desespera que el sentido no le sea dado.

Para Nietzsche, el hombre es el dueño del sentido; que el sentido descansa sobre
nosotros.

La noche oscura. (leer el loco).


3

Ingreso a una nueva perspectiva dionisiaca, alegre, unidad de los contrarios. Manera
divina de pensar. Tentación de buscar lo idéntico.

Los hombres se empeñan en creer en Dios porque no creen en sí mismos.

La tragedia.
El pensamiento de Nietzsche es un pensamiento trágico. Pero ello no significa fatalista o
triste. Al contrario. Es un pensamiento celebratorio y creador.

La afirmación de lo múltiple es la esencia de lo trágico. Lo trágico se halla únicamente


en la multiplicidad, en la diversidad de la afirmación como tal. Lo que define lo trágico
es la alegría de lo múltiple, la alegría plural.

Heráclito es un pensador trágico. Solo existe el devenir. El devenir afirma al ser y que el
ser se afirma en el devenir.

Lo múltiple, el devenir es la afirmación del ser.

Trágico es afirmación porque afirma el azar y por el azar la necesidad.: porque afirma el
devenir, el ser; porque afirma lo múltiple y, por lo múltiple, lo uno. Trágico es el
lanzamiento de los dados.

La crítica de la moral
La crítica de la moral es una crítica de la cultura. Asumir la moral como problema es
preguntarse por los fundamentos del orden social, por el inconsciente que nos mueve,
por las sedimentaciones históricas sobre las cuales estoy caminando.

La moral es indisociable de la cultura. La crisis de la cultura es una crisis moral.

Moralidad: espíritu objetivado en manera de vivir, de proceder, de actuar. Cada


individuo se conduce sin reflexionar de acuerdo a las pautas asumidas por todos. Es
aquello que configura al individuo en dependencia a los demás.

Lo que se esconde en el discurso moral son dos problemáticas:

a) Las relaciones de poder


b) El miedo a la vida.

Se trata entonces de criticar la moral, como molde social del individuo que lo lleva a
depender de la sociedad: “Hombres del deber somos.” El “hombre del rebaño” que es
movido por las expectativas de su grupo: ha interiorizado las normas.

Nietzsche va a criticar al “hombre rebaño” al hombre que le tiene miedo a la


singularidad.

Lo que ha sostenido las dimensiones de la cultura: la “tradición” y la “revelación”. Sin


embargo, ambos discursos han caído ya: ya no hablan. Dios ha muerto como articulador
de relaciones sociales y como referente personal. Entonces, ¿Desde dónde asentar una
moralidad?
4

Ahora estamos en una multiplicidad de voces que hablan todas al mismo tiempo y que
somos incapaces de organizar.

¿Es un solo sentido el que funda nuestra civilización y nuestra historia? ¿O será un
sin-sentido o será, más bien, una multiplicidad de sentidos?

Para Nietzsche, todo lo cultural es puro artificio, es siempre construcción parcial y


limitada o interesada.

La crítica de Nietzsche apunta a hacernos conscientes de esa mentira. El mundo cultural


no es “natural:” es construido. El hombre siempre se “olvida” de la mentira de esta
verdad.

Nietzsche dispara contra el lenguaje. El lenguaje forma la conciencia del ser humano y
está cargado culturalmente. Shopenhauer: “los códigos lingüísticos condicionan
nuestro pensar”.

¿Por qué? Porque el lenguaje está cargado de cultura. Porque el lenguaje es la cultura
misma.

El hombre, a través del lenguaje, acepta las convenciones de su grupo y una existencia
parecida a la del rebaño. Es el lenguaje el que legisla las leyes sobre la moral y la
verdad. Es él donde se puede ver la artificialidad de cada creación cultural. “Tener que
reconocer la mentira de tus verdades”. Es sólo una lectura, una interpretación.

Nietzsche: “Me temo que no nos liberaremos de Dios mientras creamos en la


gramática”. La gramática alimenta la ilusión de que el orden de la gramática tiene algo
que ver con el orden en el mundo.

Entonces, para analizar la moral va a poner especial atención en las fuerzas escondidas
del lenguaje.

Método genealógico
La historia de la moralidad es la historia de la variación de sentido. Comprender la
moralidad supone preguntarse por aquello a lo cual la moral responde.

La moral: las instituciones sobre las cuales el hombre se encierra por desconfianza ante
su propia vida.

Dos registros: la sospecha y la interpretación.

a) La sospecha ¿y si el mal fura el bien? La sospecha va dirigida a la verdad y su


valor. ¿De verdad queremos “la verdad”? ¿A qué lleva esa sospecha? Se va
poner en cuestión que el bien tenga un valor más alto que el mal.

b) La interpretación tiene que ver con el método genealógico que observa el mal
como algo que se dice y que al mismo tiempo se esconde. Llevarnos a dudar
sobre los valores que nos sostienen.
5

¿Qué pasa si nos preguntamos por “el valor de los valores”, vale decir, sin nos
preguntamos por la manera en que los valores han adquirido valor

Ese es el objetivo principal de la obra de Nietzsche. Se trata de conocer las


circunstancias en que surgieron esos valores. Localizar las condiciones que han hecho
posible “la valoración”. Su método nos hace sospechar de los valores que hemos
interiorizado.

Se trata de criticar el sistema de interpretación hegemónico.

No existen fenómenos morales, sino una “interpretación moral” de los fenómenos.


Somos nosotros los que afectamos tal o cual fenómeno con un sentido moral.

“Interpretar”: hacer hablar el hecho; sacar lo que el hecho esconde.

Los intérpretes no pueden ser “neutros” tiene que involucrarse. Si el intérprete es bueno
va a encontrar sonidos nuevos. “Filosofar a martillazos”.

Todo es interpretación: nada es “estado de hecho”: se denuncia la lectura como


interpretación: luego, (Más allá.. 230)

La interpretación hace reducir la multiplicidad, a la unidad; el hombre a la razón. La


interpretación implica reconocer la multiplicación de perspectivas.

“No hay estados de hechos: sólo interpretaciones” El mundo no es cognoscible, es


interpretable. No tiene un sentido-en-sí, sino muchos sentidos. (Más allá ...14)

La crítica a la unicidad de un método; y opción por la multiplicidad de perspectivas. Se


trata, en suma, de abrir un estilo de lectura fluctuante.

La “verdad”
La “verdad”, sostiene Nietzsche, es un fenómeno histórico y social.

No hay una verdad objetiva a partir de la cual podamos medir todo. No hay una verdad
de referencia a partir de la cual podamos medir nuestras verdades. La genealogía afirma
una pluralidad de significación posibles de la realidad.

Podemos sospechar que todo juicio moral tiene que ser objeto de interpretaciones

¿La amabilidad de dónde viene? ¿De la confianza o de la necesidad de los aplausos? ¿El
problema del altruismo dónde viene? ¿Qué voluntad precede a ello? ¿Es una afirmación
de la voluntad o un simple eco del rebaño?

Se trata de desnudar las raíces de comportamiento delante de la vida.

La pregunta clave es ¿Qué quiere el que busca la verdad? ¿Cuál es su voluntad de


poder?

Nietzsche pregunta qué significa la verdad como concepto, qué fuerzas y que voluntad
cualificadas presupone por derecho este concepto. Nietzsche no critica las falsas
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pretensiones de verdad, sino la verdad en sí como ideal. Hay que dramatizar el


concepto de verdad.

Todo el mundo sabe que, de hecho, el hombre raramente busca la verdad; nuestros
intereses, y también nuestra estupidez, nos alejan más de nuestros errores de lo
verdadero.

La verdad de un pensamiento debe interpretarse y valorarse según las fuerzas o el poder


que la determinan a pensar, y a pensar esto en vez de aquello.

Pensar no es nunca el “ejercicio natural” de una facultad. Nunca el pensamiento piensa


solo y por sí mismo. Pensar depende de las fuerzas que se apoderan del pensamiento.

Mientras nuestro pensamiento esté ocupado por fuerzas reactivas, mientras halla su
sentido en las fuerzas reactivas, hay que confesar qque todavía no pensamos. 152

Pensar depende de ciertas coordenadas. Tenemos las verdades que merecemos según el
lugar que llevamos nuestra existencia.

Cuando Heidegger anuncia: todavía no pensamos.

Aquellos que tienen miedo a la vida culpan a los dueños


(Genealogía de la moral, Libro 1).

El análisis tipológico llega a considerar la dimensión cualitativa.


(el anticristo Nº 24)

Estética
Lo estético permite la inversión de todos los valores: otra manera de valorizar y de
poner valores.

La estética remite a la cumbre de la comunicabilidad y transmisión humana. También a


la valoración.

La estética remite a un estado afectivo movilizado por lo bello, lo otro, lo sorprendente


del hecho de la vida.

La estética es la acogida del sentido trágico de la vida. Manifiesta un estado de


comunicabilidad máxima.

La moral estética no es reflejo ni copia de lo recibido: es respuesta, creación de formas


nuevas desde las raíces históricas. Pero guiadas por la comunicabilidad. Posee la
facultad de afirmar un valor que respete la singularidad.

La moral estética excluye toda pretensión además valores desde un punto de vista
absoluto. Nietzsche: no hay referente absoluto, no hay paradigma único. Se constata que
existen valores.

El fundamento de la moral estética está en el gusto: aquel que tiene el coraje de


proponer el sentido de su vida.
7

La moral estética se caracteriza por la voluntad de dar pero no se trata de una caridad.
Se da porque se rebalsa. Está guiada por la vida y por la exigencia de la vida. El artista
creador es la cumbre del proyecto de Nietzsche; no da por generosidad, sino por
sobreabundancia; no es por un “deber”.

(Más allá .....188)

El concepto Nietscheano de arte es un concepto trágico. El arte es un agente inventor de


nuevas posibilidades de vida

Crítica de sujeto moderno.


Para Nietzsche, el sujeto nunca es dueño de sí y la conciencia tampoco es transparente.

El hombre es síntoma de muchas fuerzas que actúan en su cuerpo que han sido
configurados en él por lo social. No se trata de un sujeto con supremacía de la
conciencia. La conciencia nunca es dueña de sí misma.

Lejos de ser el sujeto el centro último y activo de la interpretación, el sujeto es el objeto


de la interpretación: Lejos de ser la instancia que interpreta, es lo que hay que
interpretar.

Pero no propone la desaparición o disolución del sujeto: la singularidad en la


autodeterminación y la autoposesión.

Las instituciones nos proporcionan sentido; nos liberan del miedo de la angustia.
Ojo: René Girad: el deseo, la envida del otro.

Ética de la singularidad
Atrévete a ser tú mismo, algo no referido a principios universales.

La moral no es universal; es asunto de la singularidad: capacidad creadora de unos.

De ahí la exaltación de las cosas terrenales. Hay que percibir lo abisal, lo sin límites. En
lugar de tomar la vida como un hecho ya constituido, se trata de descubrir la extrañeza
radical y la posibilidad de crear. Me siento yo pero también abierto y universal.

La voluntad es poder: es aquello que quiere poder en nosotros a partir de lo afectivo, lo


sensible, lo cotidiano. Ella, sin embargo, no remite a una instancia última, sino a una
multiplicidad de funciones.

El lenguaje
El lenguaje es algo creativo. El hombre es el único creador de metáforas, pero el
hombre ha olvidado eso es pura artificialidad.

Nuestra relación con el lenguaje es de olvido: olvido de la metaforiedad de cada


palabra, de su artificialidad.
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Nietzsche considera al lenguaje como una máquina que produce falsas identidades. No
hay lazo natural que una las palabras con el en-sí de las cosas. Cada concepto es
resultado de una cadena de traslaciones metafóricas.

El aforismo y la máxima son la forma de la eternidad (su apertura, su llamada...). El


pensamiento abisal de Nietzsche exige eso.

En vez de leer sus textos como aproximación “fallida” de un sistema filosófico


“inconcluso”, hay es urgente reconocer que su “falta de sistema” forma parte de su
crítica.

Su escritura hecha de aforismos es precisamente su manera de criticar el “sistema”. Su


unidad radica en la multiplicidad y multiplicación de perspectivas. Un aforismo es un
fragmento. Es la forma del pensamiento pluralista.

Se trataba de romper con el espíritu moderno del conocimiento “objetivo”.

“La verdad habla en un” “obedezco a mi naturaleza dionisiaca”

Nietzsche escribe luego de una larga historia de la filosofía. Quizá nos parece
desmedido, pero lo que ocurre es que él quería demoler la filosofía y lo hizo a
martillazos. Filósofo: “una terrible mentira explosiva entre la cual todo se encuentra
en peligro”.

Confusio: “Quisiera no hablar. El cielo no habla y sin embargo las estaciones se


suceden.” Wang Fu Chi: “No hay mensaje que esperar, la verdadera docencia actúa
silenciosamente”. Ambos sabían que el pensar queda preso del idioma.

Nietzsche piensa que la vida humana se despliega en la interpretación. “Se mide la


fuerza de un ser vivo por la dosis de verdad que puede soportar. Toda adquisición de
conocimiento es consecuencia del coraje”. El mundo no carece de sentido sino padece
de una multiplicidad de interpretaciones posibles.

El superhombre
La muerte de Dios conlleva necesariamente la muerte del hombre. Cuestionar los
fundamentos metafísicos de la humanidad, supone descolocar a la propia humanidad.
(Eagelton)

La humanidad tiene que cambiar de lógica en la manera de verse y de vivirse. La idea


de progreso es una idea moderna errónea.

No se trata de potenciar al hombre, sino de marcar una ruptura. No nos remite a ningún
hombre existente. Es filosofía del porvenir, de algo que tiene que llegar. No se trata del
“progreso moderno”.

“El superhombre es un ensayo para algo que ya no es el hombre.” El hombre es lo que


tiene que ser superado.

El superhombre no hay que pensarlo en la línea del progreso. Es algo más allá de las
empresas que tenemos del hombre.
9

La nueva justicia no predica el “amor al hombre” sino a “lo lejano”.

Los presocráticos son el modelo de referencia para pensar el superhombre: Ellos se


hicieron cargo de lo dionisiaco, lo desbordante. No es un ser: es el acto creador, es el
sentido de la tierra. Hay que pensarlo en el “eterno retorno”.

No se trata de “mejorar” a la humanidad: hay que superarla, hay que salir de ella.

Pero en Nietzsche la voluntad es creadora. El pasar se convertirá en “eterno retorno”


que dice sí a todo el pasar. El querer es instituyente del todo, del retorno como sí. El
valor es el coraje de valorar: de otorgar valores.

Se trata de construir una relación nueva con el presente. El eterno retorno como algo
inscrito en las cosas.

El “eterno retorno”
No se trata de un retorno de lo mismo. No es el ser el que vuelve, sino el propio retornar
le que constituye al ser en tanto que se afirma en el devenir y en lo que pasa. No vuelve
lo uno, sino que el propio volver es lo que se afirma en lo diverso o en lo múltiple.

El eterno retorno es la filosofía que afirma el ser del devenir.

La emergencia permanente del acontecer es a ese presentarse al que hay que decir sí.

Si decimos, sí, a un instante, decimos sí a toda la existencia. Momentos que son


pequeños trozos de sentido. Nada existe aislado ni solitario. Si se ha dicho sí a una
pequeña alegría se ha dicho sí a todo dolor.

“Actúa de tal manera como si cada uno de tus actos fuera repetidos de la misma manera
hacia la eternidad”. Máximo Cacciar: “El Dios que baila”.

Cuerpo
Acostumbrados a mirar al hombre del lado de su conciencia, nos hemos olvidado del
cuerpo. Se trata de otra manera de vivir de cuerpo, de escucharlo, de sentido. Nietzsche
nos invita a mirar al cuerpo: el cuerpo está inscrito en la historia; es historia condensada,
llega a asumir la disposición y los hábitos de las distintas culturas.

Se trata entonces de partir del cuerpo, pero de lo social sedimentado en el cuerpo. Se


trata de ver el cuerpo: historia sedimentada de impulsos deseos.

Nietzsche y la filosofía (Deleuze)


Nietzsche crea el nuevo concepto de genealogía. El filósofo es un geneaólogo, no un
juez de tribunal a la manera de Kant. Genealogía quiere decir a la vez valor del origen y
origen de los valores. Genealogìa se opone tanto al carácter absoluto de los valores
como a su carácter relativo o utilitario. Genealogía significa el elemento diferencial de
los valores de los que se desprende su propio valor. Genealogía quiere decir pues origen
o nacimiento, pero también diferencia o distancia en el origen. 9

La crítica es una acción, la expresión activa de un modo de existencia activo. 9


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La filosofía de Nietzsche no se comprende mientras no se tenga en cuenta su esencial


pluralismo. Los dioses están muertos, pero se han muero de risa al escuchar decir a un
dios que era el único.

Nietzsche no cree en los grandes acontecimientos sino en la pluralidad silenciosa de los


sentidos de cada acontecimiento. No hay ningun acontecimiento, ningún fenómeno,
palabra ni pensamiento cuyo sentido no sea múltiple. 11.

La voluntad de poder
La voluntad de poder significa la tendencia de todas las cosas a realizarse, expandirse y
aumentarse a sí mismas, y resulta razonable, por tanto, entender estos como un fin en sí
mismo.

La voluntad de poder es la que interpreta. La interpretación es un medio para apropiarse


de algo. “Nuestro cuerpo no es más que una pluralidad de almas múltiples (Más allá.....)

La voluntad de poder no es un predicado, es vida, acto sustancia, etc. El ser es por sí


mismo. Tiene como objetivo señalar la salida de la metafísica, la multiplicidad de
perspectiva que es necesario tener. Universo hecho de fuerza y de diferencia.

Voluntad de poder; credo interno, algo que quiere dar vida y es vida en todas las
instancias incluso en la lectura.

La “voluntad de poder” no es otra cosa que la apuesta por la vida. Es un acto que no
tiene más apoyo que el acto mismo.
La voluntad de poder es algo interno, un el complemento de una fuerza; es una fuerza
deconstructura, creadora y afirmativa de la vida. Querer es igual a crear.

La voluntad de poder es el principio genético y genealógico de la filosofía. El


genealogista es el verdadero legislador. Pensar es juzgar, pero juzgar es valorar y es
interpretar, es crear valores.

La voluntad de poder no significa que la voluntad quiera el poder, que desee o busque el
poder como un fin, ni que el poder sea su móvil.

Para Nietzsche la filosofía de la voluntad debe reemplazar a la antigua metafísica.

Pensar significa en Nietzsche descubrir, inventar nuevas posibilidades de vida. Un


pensamiento que afirmaría la vida.

Se trata de hacer del pensamiento algo activo y afirmativo: Hacer hombres libres.

Nuevo modo de pensar significa un pensamiento afirmativo un pensamiento que afirma


la vida y la voluntad en la vida, un pensamiento que expulsa físicamente todo lo
negativo.

El pensador afirma así la hermosa afinidad entre el pensamiento y la vida: la vida


haciendo del pensamiento algo activo, el pensamiento haciendo de la vida algo
afirmativo. 143
11

Método
La humanidad ha vivido dos formas de moralidad, dos asentamientos de costumbres que
guían al comportamiento moral: la tradición y la revelación. Con la modernidad, estas
dos fuentes han sido cada vez más cuestionadas.

El problema actual es que las elites ya no saben orientarse ni orientar a la comunidad.


No hay creación nueva, lo que hace es repetir lo de antes. Nietzsche quiere la creación
de una ética nueva.

El caos moral hace que los individuos busquen respuestas externas: la gente busca que
le digan lo que tiene que hacer. La dependencia y el conformismo ante el mundo
moderno.

“Bueno” es aquello que le gusta al otro, a la moda. “Bueno” es aquello que depende de
la voluntad del otro. El individuo se identifica con el querer del otro. Para Nietzsche lo
que consumimos son signos de esclavitud: son cosas para responder a las expectativas
del otro.

El “hombre rebaño” renuncia lo que hay en él de creador y de afirmativo. El filósofo


siempre ha tenido por enemigo el ideal de su tiempo, la mala conciencia de su tiempo.
(Más allá 212).

El individualismo en la otra cara del egoísmo que reduce la vida a su propio yo. “El
individuo es una creencia, una unidad, que no resiste el examen”. La mayoría de gente
no hace nada para su ego y sí, todo, para el fantasma que se han formado.

El individuo está hecho de complejas historias: no se considera al individuo fuera de su


relación con los demás que es trascendente al ser humano. El proceso de formación del
hombre no puede entenderse fuera de la comunidad: tensión.

El individuo es una noción compleja donde habla la sociedad. Hemos sustituido una
devoción por otra, hemos condenado nuevos santos y nuevas religiones.

Veinte siglos de cristianismo han constituido un hombre unilateral acostumbrado a una


dimensión de trasmundo o al utilitarismo: tiene miedo a lo festivo, lo gratuito, lo
erótico. El hombre tiene miedo a lo que esté fuera del rebaño: la fiesta, el odio, la
contemplación.

El miedo hace huir: es la negación de la vida.

En la actitud del rebaño, el hombre no ejerce su voluntad, sino se vuelve un ser pasivo,
va a evitar el conflicto. Para Nietzsche detrás de la actitud del rebaño está una actitud
política de dominación. La imposición de los intereses de algunos como si fueran los de
todos.

Conclusiones
¿Cuál es la raíz de la enfermedad moderna? ¿Dónde buscarla? Nietzsche propone que
hay que buscarla del lado de religión y moral que desconfían del mundo. Se trata de un
larga historia donde el hombre no ha podido decir Sí a esta vida.
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Nietzsche: “Nosotros tapamos con el trasmundo los huecos de este mundo”. La


metafísica es el mal: es el síntoma.

Nietszche nos invita a un cambio profundo. Su obra denuncia:

a) La necesidad de encontrar una seguridad inscrita en el orden.


b) La racionalidad moderna que propone sustitutos a Dios.

Pero sus renuncias no nos llevan a la relatividad o a la completa ausencia de


significación. Cada uno tiene la obligación de trabajar al sentido de su vida.

La “moral” es entendida una especie de “remedio” ante la desconfianza que el tiene


hombre frente al mundo. Su proyecto demuestra que la moral, esa moral nacida del
miedo a la vida, es un peligro mayor.

Hay entonces que reconocer los presupuestos de esa moral, sus fuentes, sus condiciones
de posibilidad. Para hacer esto, hay que salir de las categorías de la moral.

La obra de Nietzsche se plantea como una crítica radical no sobre los valores, sino del
valor de la moral en cuanto total. Se trata de una nueva manera de evaluar.

Nietzsche denuncia el miedo a evaluarnos. Ante todo, valora el riesgo. Se trata de


restituir al hombre como creador de valores. Que sea orgulloso. El estilo es creación
con lo heredado. No es mera acumulación de conocimiento.

Si el hombre moderno es el resultado de una historia y de unas instituciones, el reto es


liberarlo y convertirlo en creador: destruir las costumbres y construir otra cultura.

Nietzsche no quiere dejarnos sin “deber”, aunque critica los deberes. Se trata de la
construcción de una nueva moral de hombres maduros, fuera del rebaño, espíritus libres,
el más alto nivel de moralidad.

La vida es ambigua y tenemos que optar por construir otro sentido de ella. No recibir
ningún sentido de ninguna identidad. Construir una nueva interpretación. Nietzsche nos
invita a la interpretación pero llevada con probidad

“Voluntad de poder” es la voluntad de decir adiós a toda creencia, a todo intento de


certidumbre: es la libertad por excelencia.

“Yo amo a aquellos que aman el ocaso de ellos mismos”. Aquellos que deconstruyen
sus seguridades y asumen sus contradicciones sin ninguna garantía sobre la existencia y
de la conciencia. “La eterna alegría del devenir” “Jamás no haya habido más, mar
abierto” (la muerte de Dios).

La muerte de Dios abre nuevas auroras, el mundo me hace infinito, desconocido.

¿Qué es el conocimiento?
Una serie de errores que necesitamos para sobrevivir.
13

¿Qué es la ciencia jovial, la “gaya ciencia”?


No es la búsqueda pesada de la verdad. En algún sentido la muerte de dios trae la
jovialidad.

La muerte de dios provoca la perdida de horizonte pero a la vez nos da chance de


lanzarnos hacia mareas desconocidas en busca de nuevas tierras.

Se trata de llegar a decir sí a la vida. Volver a escucharse uno mismo: poner fin a toda
bibliomanía y liberarse de los libros.

Nietzsche quiere dirigirse al sentimiento, a la emoción, a la “evidencia sentida”. La


tensión, el desgarramiento existen como problema; es un hombre moderno que se piensa
como un decadente. La filosofía es algo dinámico y “a martillazos”.

Lo mejor de un guerrero es volverse contra sí mismo

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