Friedrich Nietzsche
Friedrich Nietzsche
La metafísica visibiliza las tensiones entre el ser y el deber. Esa tensión ha llevado a
querer instituir un sentido pleno, algo eterno, dominado un fundamento seguro. La
creencia en ese mundo es el platonismo y el cristianismo es lo mismo.
Zarathustra exclama que hay que llegar a “algo más elevado que cualquier
conciliación”.
Shopenhauer
Shopenhauer le hizo comprender el poder de las cosas no-racionales. Es el primer ateo
confeso y coherente. En el ateísmo está el coraje de la pregunta que interesa a
Nietzsche.
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Shopenhauer “El mundo es un juego sin meta y sin fin”. Plantear la pregunta del por qué
de la existencia, vale decir, ¿por qué hay algo y no nada? es plantear una pregunta
radical.
Para Nietzsche, no hay respuestas fijas. Los fenómenos no responden a ningún sentido:
son fuerzas de la voluntad. Toda filosofía tendrá huecos.
El fondo, o la verdad del mundo, es una pura voluntad que se quiere a sí mismo; una
voluntad eterna que se expresa. La voluntad es la cara opuesta de la representación. La
voluntad no asigna ningún sentido.
El hombre es un animal metafísico: es el único ser que pasa por el mundo con la certeza
de la muerte. Pero lo más importante no es la muerte, sino el “saber de la muerte.” Ese
saber produce una ruptura irremediable en la existencia entre la vida y la experiencia.
Moral: el mundo es sin razón, sin respuesta: el mundo es gratuidad. Gratuidad a la cual
he sido invitado.
El nihilismo.
La palabra nihilismo remite a la crisis de valores que él diagnostica en el mundo.
Para Nietzsche, el hombre es el dueño del sentido; que el sentido descansa sobre
nosotros.
Ingreso a una nueva perspectiva dionisiaca, alegre, unidad de los contrarios. Manera
divina de pensar. Tentación de buscar lo idéntico.
La tragedia.
El pensamiento de Nietzsche es un pensamiento trágico. Pero ello no significa fatalista o
triste. Al contrario. Es un pensamiento celebratorio y creador.
Heráclito es un pensador trágico. Solo existe el devenir. El devenir afirma al ser y que el
ser se afirma en el devenir.
Trágico es afirmación porque afirma el azar y por el azar la necesidad.: porque afirma el
devenir, el ser; porque afirma lo múltiple y, por lo múltiple, lo uno. Trágico es el
lanzamiento de los dados.
La crítica de la moral
La crítica de la moral es una crítica de la cultura. Asumir la moral como problema es
preguntarse por los fundamentos del orden social, por el inconsciente que nos mueve,
por las sedimentaciones históricas sobre las cuales estoy caminando.
Se trata entonces de criticar la moral, como molde social del individuo que lo lleva a
depender de la sociedad: “Hombres del deber somos.” El “hombre del rebaño” que es
movido por las expectativas de su grupo: ha interiorizado las normas.
Ahora estamos en una multiplicidad de voces que hablan todas al mismo tiempo y que
somos incapaces de organizar.
¿Es un solo sentido el que funda nuestra civilización y nuestra historia? ¿O será un
sin-sentido o será, más bien, una multiplicidad de sentidos?
Nietzsche dispara contra el lenguaje. El lenguaje forma la conciencia del ser humano y
está cargado culturalmente. Shopenhauer: “los códigos lingüísticos condicionan
nuestro pensar”.
¿Por qué? Porque el lenguaje está cargado de cultura. Porque el lenguaje es la cultura
misma.
El hombre, a través del lenguaje, acepta las convenciones de su grupo y una existencia
parecida a la del rebaño. Es el lenguaje el que legisla las leyes sobre la moral y la
verdad. Es él donde se puede ver la artificialidad de cada creación cultural. “Tener que
reconocer la mentira de tus verdades”. Es sólo una lectura, una interpretación.
Entonces, para analizar la moral va a poner especial atención en las fuerzas escondidas
del lenguaje.
Método genealógico
La historia de la moralidad es la historia de la variación de sentido. Comprender la
moralidad supone preguntarse por aquello a lo cual la moral responde.
La moral: las instituciones sobre las cuales el hombre se encierra por desconfianza ante
su propia vida.
b) La interpretación tiene que ver con el método genealógico que observa el mal
como algo que se dice y que al mismo tiempo se esconde. Llevarnos a dudar
sobre los valores que nos sostienen.
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¿Qué pasa si nos preguntamos por “el valor de los valores”, vale decir, sin nos
preguntamos por la manera en que los valores han adquirido valor
Los intérpretes no pueden ser “neutros” tiene que involucrarse. Si el intérprete es bueno
va a encontrar sonidos nuevos. “Filosofar a martillazos”.
La “verdad”
La “verdad”, sostiene Nietzsche, es un fenómeno histórico y social.
No hay una verdad objetiva a partir de la cual podamos medir todo. No hay una verdad
de referencia a partir de la cual podamos medir nuestras verdades. La genealogía afirma
una pluralidad de significación posibles de la realidad.
Podemos sospechar que todo juicio moral tiene que ser objeto de interpretaciones
¿La amabilidad de dónde viene? ¿De la confianza o de la necesidad de los aplausos? ¿El
problema del altruismo dónde viene? ¿Qué voluntad precede a ello? ¿Es una afirmación
de la voluntad o un simple eco del rebaño?
Nietzsche pregunta qué significa la verdad como concepto, qué fuerzas y que voluntad
cualificadas presupone por derecho este concepto. Nietzsche no critica las falsas
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Todo el mundo sabe que, de hecho, el hombre raramente busca la verdad; nuestros
intereses, y también nuestra estupidez, nos alejan más de nuestros errores de lo
verdadero.
Mientras nuestro pensamiento esté ocupado por fuerzas reactivas, mientras halla su
sentido en las fuerzas reactivas, hay que confesar qque todavía no pensamos. 152
Pensar depende de ciertas coordenadas. Tenemos las verdades que merecemos según el
lugar que llevamos nuestra existencia.
Estética
Lo estético permite la inversión de todos los valores: otra manera de valorizar y de
poner valores.
La moral estética excluye toda pretensión además valores desde un punto de vista
absoluto. Nietzsche: no hay referente absoluto, no hay paradigma único. Se constata que
existen valores.
La moral estética se caracteriza por la voluntad de dar pero no se trata de una caridad.
Se da porque se rebalsa. Está guiada por la vida y por la exigencia de la vida. El artista
creador es la cumbre del proyecto de Nietzsche; no da por generosidad, sino por
sobreabundancia; no es por un “deber”.
El hombre es síntoma de muchas fuerzas que actúan en su cuerpo que han sido
configurados en él por lo social. No se trata de un sujeto con supremacía de la
conciencia. La conciencia nunca es dueña de sí misma.
Las instituciones nos proporcionan sentido; nos liberan del miedo de la angustia.
Ojo: René Girad: el deseo, la envida del otro.
Ética de la singularidad
Atrévete a ser tú mismo, algo no referido a principios universales.
De ahí la exaltación de las cosas terrenales. Hay que percibir lo abisal, lo sin límites. En
lugar de tomar la vida como un hecho ya constituido, se trata de descubrir la extrañeza
radical y la posibilidad de crear. Me siento yo pero también abierto y universal.
El lenguaje
El lenguaje es algo creativo. El hombre es el único creador de metáforas, pero el
hombre ha olvidado eso es pura artificialidad.
Nietzsche considera al lenguaje como una máquina que produce falsas identidades. No
hay lazo natural que una las palabras con el en-sí de las cosas. Cada concepto es
resultado de una cadena de traslaciones metafóricas.
Nietzsche escribe luego de una larga historia de la filosofía. Quizá nos parece
desmedido, pero lo que ocurre es que él quería demoler la filosofía y lo hizo a
martillazos. Filósofo: “una terrible mentira explosiva entre la cual todo se encuentra
en peligro”.
El superhombre
La muerte de Dios conlleva necesariamente la muerte del hombre. Cuestionar los
fundamentos metafísicos de la humanidad, supone descolocar a la propia humanidad.
(Eagelton)
No se trata de potenciar al hombre, sino de marcar una ruptura. No nos remite a ningún
hombre existente. Es filosofía del porvenir, de algo que tiene que llegar. No se trata del
“progreso moderno”.
El superhombre no hay que pensarlo en la línea del progreso. Es algo más allá de las
empresas que tenemos del hombre.
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No se trata de “mejorar” a la humanidad: hay que superarla, hay que salir de ella.
Se trata de construir una relación nueva con el presente. El eterno retorno como algo
inscrito en las cosas.
El “eterno retorno”
No se trata de un retorno de lo mismo. No es el ser el que vuelve, sino el propio retornar
le que constituye al ser en tanto que se afirma en el devenir y en lo que pasa. No vuelve
lo uno, sino que el propio volver es lo que se afirma en lo diverso o en lo múltiple.
La emergencia permanente del acontecer es a ese presentarse al que hay que decir sí.
“Actúa de tal manera como si cada uno de tus actos fuera repetidos de la misma manera
hacia la eternidad”. Máximo Cacciar: “El Dios que baila”.
Cuerpo
Acostumbrados a mirar al hombre del lado de su conciencia, nos hemos olvidado del
cuerpo. Se trata de otra manera de vivir de cuerpo, de escucharlo, de sentido. Nietzsche
nos invita a mirar al cuerpo: el cuerpo está inscrito en la historia; es historia condensada,
llega a asumir la disposición y los hábitos de las distintas culturas.
La voluntad de poder
La voluntad de poder significa la tendencia de todas las cosas a realizarse, expandirse y
aumentarse a sí mismas, y resulta razonable, por tanto, entender estos como un fin en sí
mismo.
Voluntad de poder; credo interno, algo que quiere dar vida y es vida en todas las
instancias incluso en la lectura.
La “voluntad de poder” no es otra cosa que la apuesta por la vida. Es un acto que no
tiene más apoyo que el acto mismo.
La voluntad de poder es algo interno, un el complemento de una fuerza; es una fuerza
deconstructura, creadora y afirmativa de la vida. Querer es igual a crear.
La voluntad de poder no significa que la voluntad quiera el poder, que desee o busque el
poder como un fin, ni que el poder sea su móvil.
Se trata de hacer del pensamiento algo activo y afirmativo: Hacer hombres libres.
Método
La humanidad ha vivido dos formas de moralidad, dos asentamientos de costumbres que
guían al comportamiento moral: la tradición y la revelación. Con la modernidad, estas
dos fuentes han sido cada vez más cuestionadas.
El caos moral hace que los individuos busquen respuestas externas: la gente busca que
le digan lo que tiene que hacer. La dependencia y el conformismo ante el mundo
moderno.
“Bueno” es aquello que le gusta al otro, a la moda. “Bueno” es aquello que depende de
la voluntad del otro. El individuo se identifica con el querer del otro. Para Nietzsche lo
que consumimos son signos de esclavitud: son cosas para responder a las expectativas
del otro.
El individualismo en la otra cara del egoísmo que reduce la vida a su propio yo. “El
individuo es una creencia, una unidad, que no resiste el examen”. La mayoría de gente
no hace nada para su ego y sí, todo, para el fantasma que se han formado.
El individuo es una noción compleja donde habla la sociedad. Hemos sustituido una
devoción por otra, hemos condenado nuevos santos y nuevas religiones.
En la actitud del rebaño, el hombre no ejerce su voluntad, sino se vuelve un ser pasivo,
va a evitar el conflicto. Para Nietzsche detrás de la actitud del rebaño está una actitud
política de dominación. La imposición de los intereses de algunos como si fueran los de
todos.
Conclusiones
¿Cuál es la raíz de la enfermedad moderna? ¿Dónde buscarla? Nietzsche propone que
hay que buscarla del lado de religión y moral que desconfían del mundo. Se trata de un
larga historia donde el hombre no ha podido decir Sí a esta vida.
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Hay entonces que reconocer los presupuestos de esa moral, sus fuentes, sus condiciones
de posibilidad. Para hacer esto, hay que salir de las categorías de la moral.
La obra de Nietzsche se plantea como una crítica radical no sobre los valores, sino del
valor de la moral en cuanto total. Se trata de una nueva manera de evaluar.
Nietzsche no quiere dejarnos sin “deber”, aunque critica los deberes. Se trata de la
construcción de una nueva moral de hombres maduros, fuera del rebaño, espíritus libres,
el más alto nivel de moralidad.
La vida es ambigua y tenemos que optar por construir otro sentido de ella. No recibir
ningún sentido de ninguna identidad. Construir una nueva interpretación. Nietzsche nos
invita a la interpretación pero llevada con probidad
“Yo amo a aquellos que aman el ocaso de ellos mismos”. Aquellos que deconstruyen
sus seguridades y asumen sus contradicciones sin ninguna garantía sobre la existencia y
de la conciencia. “La eterna alegría del devenir” “Jamás no haya habido más, mar
abierto” (la muerte de Dios).
¿Qué es el conocimiento?
Una serie de errores que necesitamos para sobrevivir.
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Se trata de llegar a decir sí a la vida. Volver a escucharse uno mismo: poner fin a toda
bibliomanía y liberarse de los libros.