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El Criollo desolado

Capítulo 1:
-Hola, soy yo, mi nombre es Santiago Sevilla, soy hijo de los comerciantes más
importantes de estos tiempos, si, lo sé, probablemente estés pensando, “¿Qué le
podría faltar a este chico?, es rico, sus padres y el tienen salud, economía y de mas,
simplemente su vida es perfecta”. Pero la realidad es que no.
Si, mis padres son peninsulares, yo nací aquí, en La Nueva España, lo cual me hace
un criollo, sé que nosotros tenemos más oportunidades, tanto económicas y de mejor
vida, obviamente, pero la verdad a mi no me ha ido del todo bien.
No tengo mucha familia, hablando con la verdad solo tengo a mis padres, no tengo
abuelos ni tampoco ningún tipo de tíos, y si, mis padres al ser comerciantes deberían
tener muchos amigos y personas conocidas, pero la verdad es que las amistades de mis
padres son muy pocas.
Hablando de las actividades sociales que se hacen aquí, si he hecho pocos amigos,
pero a veces simplemente siento que ni siquiera son mis amigos, solo hablan de sus
montones de dinero, chicas, etc.
En lo personal no soy un chico muy egocéntrico, se que soy guapo, me lo han hecho
saber numerosas veces, muchas chicas quieren verme, pero la verdad es que a mi no
me importa, creo en el amor y me gustaría encontrar a alguien que me quisiera por lo
que en verdad soy, no por ser un chico rico y guapo, me gustaría que la gente vea las
virtudes de mi interior.
Me encanta pintar, no importa el momento o la situación, cuando pinto siento que
solo soy yo y mi lienzo, amo pintar atardeceres, bueno, amo los atardeceres.
Vivo aquí desde siempre, pero aun así no conozco mucho, no soy una persona muy
extrovertida, pero me gusta pensar que soy alguien interesante, aunque la gente no lo
vea, mis padres por cuestión de trabajo no me ponen mucha atención y los entiendo,
pero me encantaría pasar mas tiempo con ellos…Con alguien.
Capitulo II:
Han pasado dos días desde que llegaron nuevos trabajadores a nuestro hogar, he visto
a gente que trata mal a sus trabajadores domésticos, en lo personal esa gente es
estúpida, perdónenme, pero si, no sé qué piensen mis padres al respecto, pero me
gusta hacer sentir a la gente bienvenida.
Tengo 18 y me siento lo suficientemente maduro para tratar a toda la gente por
igual, no me creo superior a nadie solo por mi posición social.
Mis padres no piensan lo mismo de mí, creen que solamente soy un niño tonto e
inmaduro, no creen en que yo pueda tomar mis propias decisiones, por eso mismo
ellos son los que monitorean todo en la casa, aunque casi no estén presentes.
Espero mañana, ya que es lunes, me vaya bien, la verdad no he tenido muy buenos
días últimamente y me gustaría tener una buena semana, tengo como propósito hacer
mas amigos, ser un poco mas extrovertido y hacer cosas mas divertidas, ya he
desperdiciado 18 años de mi vida sin hacer nada y me gustaría empezar a hacer cosas
por mi cuenta, no importa lo que digan mis padres, ya es tiempo de hacer mi vida.
A partir de mañana, me he propuesto empezar a hacer mi vida, bueno, no es que no
tenga una ya, pero siento que teniendo 18 años debería hacer mas cosas, tener mas
amistades, probablemente una novia, aunque suene loco, etc.
Estoy emocionado, siento que esta vez sí lo lograre, solo queda esperar hasta mañana.
Capitulo III:
Inicia la semana, y yo aquí, sin hacer nada. Dije que a partir de hoy empezaría a hacer
mi vida, y no mentí.
Claramente ni hoy ni nunca tengo deberes, la verdad no tengo idea del por qué, en
fin, no quiero enfocarme en mis dudas existenciales hoy ni en toda la semana, planeo
hacer amigos y divertirme, me arreglare y saldré después, no sé qué hare primero,
probablemente iré a un lugar donde haya mucha gente y así poder abrirme.
Ya estando aquí no ha sido nada fácil, creo que no va a ser tan rápido como pensé,
pero dejaremos que esto fluya, ¿Dónde están tus virtudes cuando más las necesitas?
Oh Señor, sabía que algo pasaría, iba caminando por unas obras, la verdad no sé de
qué, pero como mi torpeza me gano, tuve que tropezarme con alguien, era una chica,
le pregunte si estaba bien, por lo visto se sorprendió de que le preguntara eso, al
parecer es una esclava negra, por alguna razón me pareció muy linda, sus cabellos son
largos y rizados,
Regreso a mi casa sin victoria alguna, espero mañana hacerlo mejor, por ahora
solamente me centrare en descansar, ya que, aunque no haya logrado hacerme un
bien social, ya que no pude entablar una conversación con nadie camine mucho, de
hecho, estuve casi toda la tarde fuera de casa, sin ningún caballo que me acompañe.
Solo me queda pensar en que hare mañana, probablemente iré a otro lugar donde crea
que haya mucha gente, la verdad no me importa de qué clase sean, solo quiero
conocer gente. Aunque probablemente eso no les agrade mucho a mis padres, la idea
para ellos de yo o alguno de nuestra clase teniendo contacto amistoso con alguna
persona de una “clase inferior” es algo repugnante o inaceptable, no es mi caso, no
soy igual a mis padres, en muchos aspectos eso me agrada.
Me relajare, creo que pintare un poco, eso es la cosa que más me relaja en este mundo,
probablemente pensarías que diría “me tomare un baño” pero JA, no, mis costumbres
son españolas y la verdad no acostumbro bañarme mucho, solo queda pintar,
descansar y esperar al día siguiente.
Capitulo IV:
Apenas me despierto, la verdad me desperté temprano a lo que acostumbro, no soy
una persona que hace muchas cosas, pero no pude dejar de pensar en la chica de ayer,
es raro para mí, pero tratare de ignorarlo.
Camino por una calle distinta a la de ayer, pero no pude evitar el desviarme de calle,
casualmente por la calle donde vi a la chica mulata ayer, fue un impulso, no lo sé, ni
quiero saberlo, simplemente lo hice y ya.
La veo sentada ahí, en el piso, con el sol en su mayor esplendor, no puedo evitar
sentirme mal por ella, sé que para ellos no es fácil la vida así que otro impulso extraño
me hizo acercarme a ella.
Me siento con ella en el piso, ella se sorprende y noto un miedo en ella, se queda
callada y le pregunto - ¿Qué hace una chica aquí con tanto calor?
Me sorprende mucho su respuesta, ya que me dijo que si, era una mulata y por ello
debía obedecer a todo lo que le mandaban, estaba de esclava sirviéndole a los
trabajadores en la obra, me sorprendí mucho al igual que me sentí mal por ella, no
pude evitar preguntarle si necesitaba algo, le ofrecí agua y ella acepto humildemente,
le pregunte su nombre, se llama Amaru, Amaru Azinco, tuve que irme, ya que le
llamaron.
Me llamo la atención, al igual que me disgusto mucho la manera de llamarla,
simplemente le gritaron de una manera muy enojada y disgustante “- ¡Oye tu mujer
inservible, a trabajar”
Ella asustada me dice gracias y me dice que se tiene que ir, ella se va y yo
inconscientemente regreso a mi casa, como si solamente hubiera salido a verla a ella,
no se que me pasa, pero es preocupante, en fin, no puedo dejar de pensar en si puedo
hacer algo para ayudarla, me disgusta que la usen de esclava, si siquiera se su edad,
por su físico se ve como de mi edad.
Estuve pensando en darle plata, ya que no la necesito, mis padres hacen todo
económicamente y yo no carezco de nada, creo que la ayudare con eso. Para esto ya es
tarde, estoy cansado, solo esperare al siguiente día.
Capítulo V:
Despierto, un poco más tarde que ayer, me cambio, como algo, tomo la plata para la
chica, bueno, Amaru y me voy.
Voy corriendo hacia la misma dirección que ayer, pero esta vez no veo nada, me
preocupo y empiezo a buscar entre esta vivienda, empiezo a buscar entre calles hasta
que veo de espalda a una chuca con un cabello largo y rizado hermoso, corro hacia
ella y afortunadamente era ella, era Amaru, la saludo amablemente y me saluda igual,
se ve más relajada que los días anteriores, la noto, probablemente sea porque ya no
está trabajando.
Me invita a sentarme debajo un árbol, accedo cordialmente y me empieza a platicar
de ella. Me dice que ese día no tuvo trabajo por alguna razón, Me toma un momento
apreciar bien su cara, sus ojos son claros, noto algo extraño en mí, algo que nunca
antes había sentido, unos nervios extraños y una sensación extraña en el estómago, lo
ignoro y le digo: - “Tengo algo para ti”
Saco la plata de mis bolsillos y ella se sorprende, no quería aceptarlo, pero al final lo
hizo, no pudo evitar abrazarme y yo me sorprendí, nunca antes alguien me había
abrazado así, no pude evitar sonrojarme y sentir esos nervios otra vez.
Me voy del lugar con una sonrisa tonta que no me puedo quitar de la cara, es
demasiado extraño.
Llego a mi casa y no puedo evitar preguntarme si estoy enamorado, eso sería
imposible por múltiples razones, soy un criollo, los criollos ni siquiera deberían
hablar con los mulatos, además que solo llevo pocos días conociendo a la chica. Lo
único que sé es que me cautiva la manera en la que es tan agradecida, atenta y su voz
es tan dulce, sus cabellos rizados y largos son algo esplendido.
Capítulo VI:
Trato de sacarme a la chica de la cabeza, ya que sé que todos estos sentimientos no
deben ser correspondidos al igual que no debería tenerlos, si mis padres se llegan a
enterar de que hable con una mulata esclava me castigarían de por vida, les aterra la
idea de que no me case con alguien de “mi clase”.
Lo sé, lo sé, estoy siendo probablemente muy paranoico o quizás estoy pensando
cosas que no debería, a la chica no la conozco ni siquiera de una semana, pero me da
igual, eso de hacer amigos y muchas personas que conocer no se me da mucho, y creo
que no se me dio, creo que con la amistad de Amaru será suficiente, la verdad no me
entusiasma tanto tener que hacer amistades que solo piensen en dinero, colonias,
animales, poder, etc.
Mañana la invitare a mi hogar, mis padres ni siquiera están aquí y la verdad no se
darían cuenta de lo que hago, en sí, nunca saben lo que hago, yo podría ya haberme
casado y haber tenido hijos y ellos ni siquiera se habrían dado cuenta, en fin.
Planeare algo no muy escandaloso, la invitare a ver mis pinturas, seria bueno, es algo
que a mi me encanta y me encantaría que alguien a quien en tan poco tiempo me haya
causado tanto cariño las viera, tengo múltiples cosas que ofrecer de mi casa, así que
no me tendría que molestar en buscar a alguien que cocine, porque si, tampoco
podemos cocinar.
Es algo que particularmente sería raro, pero la verdad desde siempre se nos ha
inculcado que los deberes domésticos y etcétera los hacen las mujeres, la verdad no
estoy de acuerdo, me haría feliz ayudar a cocinar de vez en cuando o limpiar esta casa,
espero que con el tiempo vaya mejorando todo esto para bien.
Por ahora me enfocare en escoger bien las pinturas que le mostrare a Amaru, no se
por qué me emociono tanto, ni siquiera se con exactitud si la veré mañana, espero que
sí, solo me queda esperar.
Capitulo VII:
Ya es de día, estoy muy nervioso, la verdad no sé por qué, bueno si se.
me cambio rápidamente y salgo corriendo de mi hogar, voy hacia la misma dirección
de los últimos días y si, la veo ahí, triste y solitaria, en medio del más fuerte calor.
Camino hacia ella, para no pareces un loco urgido, hasta que llego, me reconoce y me
pregunta que hago ahí, le digo:
- “Vengo por usted…”
Ella ríe y me dice:
- “Pero usted sabe que no puedo, estoy trabajando”
Le digo que escapemos, me ve con miedo y angustia, pero le digo que no se preocupe,
que tenia todo bajo control, además de que, al verme como español, creerán que soy
uno de los grandes.
Me mira algo desconfiada, pero accede, yo estaba que quería gritar de la emoción, le
digo:
- “Te parece si te invito a mi casa”
Ella sorprendida acepta y me dice que ira a donde yo, me sonrojo y sigo mi camino.
Trato de tomar un camino largo, para así poder conversar un poco más con ella, me
cuenta que tiene dos hermanos, también me cuenta que al igual que yo le encantan los
atardeceres, y si, a mucha gente le gustan los atardeceres, pero, sentí una extraña
conexión y nervios otra vez, pasamos por unos tantos lugares que había en el camino
y seguimos conversando acerca de nuestras vidas y de más, fue algo increíble y que
nunca antes había hecho.
Capitulo VIII:
Llegamos a mi casa, no se que mas decir, le propongo comer algo, ella acepta.
Tomamos unas cuentas frutas, la verdad no fue algo complicado, ya que hay una gran
variedad de cosas que comer en esta casa, le platico cosas sobre mi y le voy mostrando
mi casa.
A lo largo del recorrido no puedo dejar de notar su cara sorprendida y asombrada,
estaba tan feliz de estar ahí.
Todo era felicidad y yo pensaba que nada podía ir mas perfecto, hasta que noto ruido
desde el exterior de mi casa, todos mis sentidos me indican que mis padres por alguna
razón están aquí.
No lo podía creer, todo iba tan bien, además que mis padres nunca vienen, era algo
extraño y desafortunado, moría de coraje.
Porque hoy, porque a mí, me preguntaba, pero trate de disimular mi cara de pánico y
preocupación para no alarmar a Amaru, ella se veía tan feliz y asombrada.
Mis padres entran y yo no sé qué hacer, mis padres, por venir de muy lejos, primero
deben dejar sus pertenencias, además de hacer informes y analizar que todo se
encuentre en su estado.
Yo estaba en un completo pánico, no tenía idea de que hacer, si mis padres me ven con
una mulata, peor, si ven que hay una mulata no trabajando en casa y conviviendo
conmigo me matan, es mi fin, no tengo idea de que hacer o que puedo decirles.
Trato de caminar más rápido para que Amaru me siga, y si, lo hizo, pero eso no fue
impedimento para que mis padres entraran a la casa y gritaran mi nombre.
Capitulo IX:
Estoy más que en pánico, no tengo idea de que hacer, mi madre corre para verme y si,
la ve a ella, ve a Amaru.
Vi su cara, y desgraciadamente, pero como esperé, no se veía feliz, al contrario, su
cara era una mezcla de disgusto, tristeza y enojo.
Ella me pregunta que está pasando, por suerte no llamo a mi padre, aunque tarde o
temprano lo haría.
Le explico con toda sinceridad lo que pasa, lleve a Amaru de visita, para pasar el rato
y ver mis pinturas, le explico que nada malo pasaba, que solamente estaba haciendo
amigos, ya que me encontraba muy solo en esta casa y ellos nunca se encontraban.
Antes de nada más, invite a Amaru de vuelta, ya que no quería que mi madre le dijera
o hiciera algo, la verdad a este punto, no sé de qué son capaces mis padres, no convivo
mucho con ellos, al igual me asusta lo que podría llegar a pasar a continuación.
Regreso a casa sin ganas de hacer nada, la verdad, me puse muy triste, no por la
llegada de mis padres, me alegra que lleguen, no tengo idea desde cuando no los veía,
lo que me entristece es Amaru, que pensara de mi ahora, como estará después de la
disgustante cara de mi madre, o de la llegada imprevista, o de mí, o de lo que sea.
Estoy que muero, esta paranoia me está matando, no sé qué hacer, llego a mi casa
sigilosamente, no quiero ver a nadie, a este punto ya era tarde, me voy directo a mi
habitación.
Si, lo sé, no salude a mi padre, pero estoy seguro de que él tampoco me habría
saludado, no le importo mucho a mi padre y lo reconozco, estoy acostumbrado, solo
me queda a esperar que es lo que pasara mañana, que me dirá mi madre, o peor aún,
mi padre.
Capitulo X:
Despierto, sin ganas de nada, me cambio y salgo de mi habitación.
Claramente, mi madre estaba ahí, y por desgracia, mi padre también, estaba
esperando lo peor, me siento en la mesa y espero a que alguien diga algo.
Mi madre habla, sin decir nada más, me dice:
-Estas castigado.
Yo con una cara de disgusto y sorpresa le reclamo por qué.
Ella me dice que no me va a permitir nunca tener amistades con gente de “clases más
bajas”
Ahí termino nuestra corta pero hiriente discusión, me voy a mi habitación, sin hacer
nada, estaba destrozado, por primera vez en la vida, pensé que iba a lograr mi
propósito, el cual ya había cambiado, planeaba ser amigo de Amaru, tal vez algún día
algo más, no lo sé.
Estoy triste, por Amaru, por mí y por esta sociedad.
Esta sociedad llena de gente sin igualdad, gente corrupta, gente egoísta, gente
maliciosa y así podría seguir todo el día, nombrando solamente cuanta gente mala hay
en este gobierno.
Me quedo triste, sin nada que hacer, sorprendida mente con el corazón roto y con mi
meta de hacer amigos y gente de mi lado destrozados, espero algún día, todo esto
cambie y así poder ser feliz, no solo yo, todos.
Este fue, un criollo miserable.
La Vida Cotidiana en La Nueva España
Trabajo en equipo…
Aportaciones de:
Anna Paula Morales
Luis Alejandro Navarro
Alison Renée Villanueva
Pedro Yohan Morales
Abril Ávila
Carlos Ener Fierro

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