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Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas
tradicionales de Morelos, México
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas
tradicionales de Morelos, México

Rafael Monroy
Alejandro García Flores
Columba Monroy-Ortiz
Hortensia Colín Bahena
Rafael Monroy-Ortiz

México, 2020
Monroy, Rafael, autor

Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos,


México. / Rafael Monroy, Alejandro García Flores, Columba Monroy Ortiz, Hortensia
Colín Bahena, Rafael Monroy Ortiz. - - Primera edición - - México : Universidad
Autónoma del Estado de Morelos, Centro de Investigaciones Biológicas, 2020.

52 páginas : ilustraciones

978-607-8639-79-3 digital

1. Ciruelo – Cultivo 2. Ciruelo – Cultivo – Aspectos económicos 3. Spondias –


México 4. Ciruelo – Utilización

LCC SB379.M65 DC 634.2

Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México


Rafael Monroy, Alejandro García Flores, Columba Monroy Ortiz, Hortensia Colín Bahena,.
Rafael Monroy Ortiz

Esta obra fue dictaminada por pares académicos.

Primera edición, noviembre 2020

D.R. © 2020, Rafael Monroy, Alejandro García Flores, Columba Monroy Ortiz,
Hortensia Colín Bahena, Rafael Monroy Ortiz

D.R. © 2020, Universidad Autónoma del Estado de Morelos


Av . Universidad 1001
Col. Chamilpa, CP 62209
Cuernavaca, Morelos
[email protected]
libros.uaem.mx

Diseño editorial y de portada: Rafael Monroy Ortiz, Celia Minerva Jimenez Ortiz

ISBN: 978-607-8639-79-3

Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México


está bajo una licencia. Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual
4.0 Internacional License.

Hecho en México
Este libro fue dictaminado científicamente por la académica de la
UNAM, la Mtra. Montserrat Gispert Cruells.
Fue revisado y enriquecido críticamente por el Dr. Miguel Vales
García y la Dra. Daysi Vilamajó Alberdi, destacados investigadores del
Instituto de Ecología y Sistemática del Ministerio del Medio Ambiente y
Desarrollo de Cuba.
En campo se contó con el invaluable apoyo de Don Saúl A. Roque
Morales, presidente del Consejo de pueblos de Morelos y Don J.
Inocente Ríos Ponciano, maestro de la cultura Mexicana y los alumnos
de la Facultad de Ciencias Biológicas Rocelia Mata Mata y Esau A.
Vergara Román.

7
ÍNDICE

Prólogo 11

I Dónde y cómo 15

II Conocimientos sobre el manejo y valor de uso 23

III La temporalidad 39

IV Manejo social de la ciruela 43

V Referencias 49

9
Índice de cuadros

Cuadro 1. Abundancia, frecuencia, dominancias relativas e IVI por


DAB, DAP, COBERTURA de las especies encontradas en los
huertos frutícolas tradicionales de Xoxocotla, Morelos 19
Cuadro 2. Estados y municipios productores de ciruela mexicana 24
Cuadro 3. Valor nutritivo en 100g del fruto 36
Cuadro 4. Distribución anual de la disponibilidad de frutos 41

Índice de figuras

Figura 1. Área de estudio 15


Figura 2. Vista general de un huerto de ciruelo 17
Figura 3. Forma de mercadeo local 21
Figura 4. Ciruela. Variedad venado 25
Figura 5. Ciruela. Varidedad amarilla 27
Figura 6. IVI de las especies arbóreas presentes en los HFT 28
Figura 7. Ciruela. Variedad conserva 29
Figura 8. Porcetanje de variedades cultivadas de S. purpurea
en los HFT 30
Figura 9. Ciruela. Variedad roja 31
Figura 10. Uso múltiple de S. purpurea en los HFT 32
Figura 11. Formas alimentarias 32
Figura 12. Guisado de ciruela 33
Figura 13. Mojarra en salsa de ciruela 34
Figura 14. Salsa de ciruela 34
Figura 15. Atole de ciruela 35
Figura 16. Tamales de ciruela 35
Figura 17. Ciruela pasa 37
Figura 18. Huerto Frutícola Tradicional 45
Figura 19. Destino de la producción de S. purpurea L 46
Figura 20. Venta de ciruelas 47

10
Prólogo

Los huertos frutícolas tradicionales ocupan el traspatio de la vivienda.


Allí, es posible encontrar un continuo de etapas de domesticación, desde
la forma silvestre hasta la forma domesticada. En el caso de Spondias
purpurea L. se presenta mayor variabilidad en las poblaciones silvestres
respecto a las cultivadas, aun cuando, sea reproducida vegetativamente
(Rayas-Pérez et al., 2010).
En Morelos, su valor de uso y manejo data de tiempos
prehispánicos lo que explica la importancia cultural, económica y
ecológica de su cultivo. Es un ejemplo de manejo social de la diversidad
con alta variabilidad morfológica que fortalece la identidad y asegura la
soberanía alimentaria.
Por tanto, la sistematización del conocimiento, manejo y valores
de uso de esta especie resulta importante para formular programas
de conservación dirigidos al desarrollo rural (Montoya, 2011). Sin
embargo, en Morelos, el cambio de uso del suelo de agrícola, frutícola
y forestal a urbano e industrial, derivado de la concentración del capital
en aglomeraciones urbanas, pone en riesgo las unidades productivas
mencionadas y el conocimiento de las sociedades campesinas e indígenas
ligados a ellas (Sánchez, 1992; Martínez et al., 2001; Monroy-Ortiz y
Monroy, 2006 y Jaimes et al., 2007).

11
La producción campesina e indígena es soporte del conocimiento
y valores de uso tradicionales de la diversidad biocultural (Hernández-X,
1985; Brundett et al., 2005 y Gispert et al., 2009). En Morelos se conservan
los huertos frutícolas tradicionales (HFT) o sistemas agroforestales que
se distinguen por su alta riqueza de especies y la estratificación de plantas
cultivadas y silvestres (García, 2000; Méndez y Gliessman, 2002).
Las sociedades originarias, históricamente han domesticado
especies de frutales de poblaciones silvestres del entorno (Casas y
Caballero, 1995). Dicha selección se ha dirigido a especies con valor
de uso que aportan bienes como alimento, medicina, energía, vivienda,
textil, combustible y ornamental (Sans, 2007 y Montoya, 2011).
Estas se insertan al comercio local adquiriendo valor de cambio
cuyo ingreso mitiga la pobreza (Monroy-Ortiz y Monroy, 2006; Colín et
al., 2010). México es considerado como centro de origen de plantas como
el maíz, el frijol, la calabaza, los chiles, los tomates, los agaves, el camote,
la chía y árboles como la ciruela, el aguacate y el nanche, entre otros,
que a través de su domesticación han seleccionado las características
deseables para su manejo en diferentes ambientes (Zizumbo et al., 2008
y Rayas-Pérez et al., 2010).
Los agroecosistemas de producción, además, aportan servicios
ambientales al medio rural y urbano, tales como infiltración de agua,
captura de carbono, producción de oxígeno, conservación del suelo,
amortiguamiento de la temperatura y hábitat de la fauna silvestre
(Monroy-Ortiz y Monroy, 2008). En este contexto, la pregunta que se
aborda en este libro es ¿El conocimiento etnobotánico de la producción
de S. purpurea L., en los huertos frutícolas, es viable en programas
para el desarrollo rural-urbano? El supuesto fue que el conocimiento
etnobotánico ejemplo del manejo social de la ciruela es potencial para el
desarrollo. El propósito, fue evaluar cualitativa y cuantitativamente si el
conocimiento sobre los valores de uso y manejo de la ciruela determina
la estructura y composición de los huertos frutícolas de Morelos.
Los autores

12
I. Dónde y cómo

El estudio se realizó en los huertos frutícolas del pueblo de Xoxocotla,


municipio de Puente de Ixtla, Morelos. Xoxocotla del náhuatl xogotl =
ciruela o fruto agrio y tlan= lugar. Se localiza en las coordenadas 180°
41’ LN y 99° 14’ LO, a 900 msnm (Taboada, et al., 2009) y pertenece a
la Cuenca del Río Grande Amacuzac (figura 1).

Figura 1. Área de estudio

Elaboración propia.

15
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

La comunidad de Xoxocotla Morelos pertenece al Concejo de Pueblos


de Morelos A. C. Históricamente ha sobresalido por la defensa de sus recursos
naturales, especialmente los manantiales “Chihuahuita”, “El Zarco”, “El
Zapote” y “Santa Rosa”, que abastecen de agua potable a 75 mil habitantes,
además, irriga los cultivos. Esta organización surgió por la demanda de agua,
aire limpio y suelo productivo para las actividades humanas, indispensables
para la reproducción social, (Monroy, et al., 2009).
El clima es A w0”(w) e g, cálido subhúmedo con lluvias en verano,
el más seco de los subhúmedos, con presencia de canícula, porcentaje de
lluvia invernal menor de cinco, extremoso y marcha de la temperatura
tipo Ganges. La precipitación anual de 907.2 mm. La temperatura media
anual es de 23.2°C, la temperatura mínima promedio de 18.0°C y la
temperatura máxima promedio 27.1°C (Taboada, et al., 2009). El tipo
de vegetación es Selva Baja Caducifolia, de la cual, la ciruela es un
componente primario. Su distribución es particularmente amplia en las
zonas centro y sur de la entidad (Aguilar, 1999), los árboles tienen una
altura media menor de 15 metros, las cortezas tienen colores llamativos
y lustrosos (Miranda y Hernández-X, 1963).
Las viviendas al lado de los huertos son de adobe con techos
de teja y palma o lámina de cartón, con uno o dos cuartos, uno para
dormitorio y otro como cocina habitadas por ocho personas. Cuentan
con baño o letrina, Xoxocotla tiene 21,074 habitantes. Se dedican a
actividades agropecuarias, al comercio e industria. La extensión de las
tierras ejidales es de 648 Ha, de las cuales 395 son ejidales, destinadas a
la agricultura de riego, 320 Ha de temporal, los principales cultivos son
caña de azúcar, maíz y cacahuate (INEGI, 2010).
Se realizaron 18 salidas de campo consecutivas durante un año
para ubicar los 30 huertos con ciruela. Para la evaluación cuantitativa de
la estructura y composición de los huertos frutícolas tradicionales (figura
2) se emplearon técnicas de ecología de comunidades (Whittaker, 1975).

Figura 2. Vista general


16 de un huerto de ciruelo
Fotografía de Rafael Monroy M.
17
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Las variables ecológicas de los huertos fueron: la lista de árboles,


la abundancia absoluta, la abundancia relativa, la dominancia, la
frecuencia y el índice de valor de importancia (IVI) para lo cual en cada
huerto se determinaron las siguientes medidas: diámetro a la altura de la
base (DAB), diámetro a la altura 1.30 m (DAP), cobertura y para obtener
el índice de valor de importancia (IVI) de los individuos (Novoa et al.,
2005), los cuales se procesaron aplicando las siguientes formulas:

Abundancia absoluta = total de individuos

Total de individuos de cada especie


Abundancia relativa = ______________________________________ X 100
Total de individuos de todas las especies

Suma de coberturas DAB o DAP de una especie


Dominancia relativa = _______________________________________X 100
Total de cobertura, DAB o DAP de todas las especies

No. De aparición de la especie en los huertos


Frecuencia relativa =_________________________________________X 100
Total de huertos

El índice de Valor de Importancia (IVI) se obtuvo sumando tres


parámetros cambiando la dominancia relativa así la primer ruta fue, la
abundancia relativa, más la dominancia relativa por DAB y frecuencia
relativa. La segunda fue sumando la dominancia relativa por DAP y la
tercera con la dominancia relativa por cobertura (cuadro 1).

VI = Abundancia relativa + Dominancia relativa (DAB, DAP Y COBERTURA)


+ Frecuencia relativa.

Para el análisis cualitativo, se aplicaron entrevistas semi-


estructuradas a los propietarios de los huertos, 23 mujeres dedicadas
al hogar entre los 25 y 60 años y 7 hombres, dos jubilados y cinco
campesinos entre 40 y 65 años.

18
Cuadro 1. Abundacia, frecuencia, dominancias relativas e IVI por DAB, DAP, COBERTURA de las especies encontradas en los huertos frutícolas tradicionales de
Xoxocotla, Morelos.

Dominancia
Dominancia Dominancia VI VI VI
Nombre Abundancia Frecuencia relativa por
Nombre científico relativa por relativa por
común relativa (%) relativa (%) cobertura DAB DAP COB
DAB (%) DAP (%)
(%)
Ciruela Spondias purpurea (L) 67.42 100 60.68 54.73 61.91 228.11 222.15 229.34
Mango Manguifera indica L. 6.06 26.66 7.58 6.89 8.08 40.30 39.62 40.81
Chico zapote Manilkara zapota (L.) 3.03 13.33 3.84 3.36 4.44 20.20 19.72 20.80
Guaje Leucaena esculenta (Moc. & Seseé D.C.) 3.03 13.33 3.34 1.60 4.14 19.71 17.96 20.51
Guamuchil Pithecellobium dulce (Roxb.) Benth. 1.51 6.66 2.33 5.21 1.99 10.51 13.39 10.18
Limon Citrus aurantifolia (Christm.) Swingle 1.51 6.66 1.32 1.21 0.65 9.50 9.40 8.83
Guayaba Psidium guajaba (L) 3.03 13.33 2.93 2.81 2.95 19.30 19.17 19.31
Cacaloxochil Plumeria rubra (L) 2.27 10 1.872 0.71 1.77 14.14 12.98 14.04
Bonete Jacaratia mexicana A. DC. 1.51 6.66 2.28 2.199 2.51 10.46 10.38 10.69
Guanabana Annona muricata (L.) 1.51 6.66 1.96 1.94 2.18 10.14 10.12 10.37
Anona Annona squamosa (L) 4.54 20 5.75 2.87 4.62 30.29 27.41 29.16
Tamarindo Tamarindus indica (L). 1.51 6.66 1.86 1.82 1.88 10.05 10.00 10.06
Almendro Terminalia catappa (L.) 1.51 6.66 1.81 1.46 1.47 9.99 9.65 9.65
Zapote negro Diospyros digyna (Jacq) 0.75 3.33 1.26 1.16 1.05 5.36 5.25 5.14
Nanche Byrsonima crassifolia (L) Kunth 0.75 3.33 1.12 1.11 0.28 5.21 5.20 4.37

Muestreo propio con información obtenida del trabajo de campo.

19
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Las preguntas se dirigieron a indagar el nombre vernáculo de la


especie en estudio, el valor de uso (Martínez et al., 2001), los fenotipos
(color), los criterios de diferenciación y preferencia, el período de floración
y fructificación entendido como fenología (Lincoln et al., 1996).
También, el manejo de la propagación, podas, formación de cajetes,
tratamiento en caso de plaga o enfermedad, colecta de frutos, formas de
comercialización, el destino de la producción y modos de conservación
post cosecha (Casas, 2001). Además, se realizaron recorridos en el
mercado local, para obtener información de la comercialización e
indagar el conocimiento, uso y manejo de la ciruela (figura 3) entre los
poseedores de huertos frutícolas tradicionales.

Figura 3. Forma de
20 mercadeo local
Fotografía de Rafael Monroy M.
21
II. Conocimientos
sobre el manejo
y valor de uso

Las regiones de clima cálido le otorgan a la ciruela fresca, en forma


generalizada el valor de uso alimentario, su consumo es local y se
mercadea en las ciudades (Souza 1949). En Morelos los municipios
donde se produce la ciruela (cuadro 2) son Cuernavaca, Tepoztlán,
Totolapan y Puente de Ixtla (Avitia et al., 2003).
En México y Guatemala se maneja en otras formas de uso desde
la época prehispánica:
a. La preparan con sal, sometiendo los frutos en salmuera a ebullición
por 5-10 minutos y secándolos al sol o sobre mesas con malla de alambre
o carrizo durante tres días, o en secadores colocados en carritos por 10-
12 horas.
b. Los frutos se calientan en agua sin sal y se secan al sol.
c. Un tercer procedimiento, para obtener lo que en México se llama
«ciruelo negro», consiste en hacer un piquete en la cáscara de los frutos
y colocarlos en jarabe, manteniéndolos en ebullición hasta que el azúcar
se queme o se concentre.
d. La «ciruela cristalina» es una cuarta forma de preparar la fruta, similar
a la anterior, sólo que los frutos se escogen cuando están madurando y se
someten a un tiempo más corto de ebullición.
e. La pulpa se prepara en atole, mezclada con harina de maíz y azúcar, y
en la elaboración de vino, chicha y refrescos.
El cultivo de ciruela es estacional, ocupa tierras marginales, de
bajo producción agrícola, es un elemento utilizado para reforestar que
además, produce ganancias extras para los campesinos.

23
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

La producción se mercadea localmente y en las ciudades porque


es un producto con gran aceptación. Los informantes de las localidades
adyacentes o inmersas en la selva baja caducifolia en Morelos y el bosque
tropical subperennifolio en Chamela Jalisco, reportan que el venado
cola blanca (Odocoileus virginianus) la consume. Aún con la marcada
estacionalidad, la aprovecha en ambos tipos de vegetación todo el año
porque a pesar de la baja densidad de especies y biomasa foliar durante
la época seca, el venado la prefiere debido a que tiene mayor cantidad de
alimento los árboles de ciruelo, además los frutos (figura 4) les proveen
agua (Mandujano et al., 2004).

Cuadro 2. Estados y municipios productores de ciruela mexicana


Estados Principales municipios
Veracruz Soledad de Doblado, Platón Sánchez, Jalancingo,
Tierra Blanca, Tempoal, Espinal, Medellín.
Puebla Zacatlán, Teziutlan, Xiutetelco, Chignautla,
Zaragoza, Atempan, teteles de Ávila Castillo.
Guerrero Tlapehuala, Cocula, Teloloapan,
Quechaltenango, San Marcos.
Yucatán Opichen, Mérida, Ticul, Halachó.
Michoacán Gabriel Zamora, Tzitzio, Jungapeo, St.a. Clara.
Jalisco San Cristóbal de la Barranca, Tequila, Zapopan,
Amatitlán.
Morelos Cuernavaca, Tepoztlán, Totolapan, Puente de
Ixtla.
Campeche Campeche, Hecelchakán, Tenabo, Calkini.
Oaxaca San Pedro Pochutla, San Pedro Tututepec, Santa
María Tecomavaca San Juan Bautista, Cuicatlán.
Sinaloa Concordia, Mazatlán, Escuinapa, Rosario
Chiapas Chiapa de Corzo, San Cristóbal de las Casas,
Venustiano Carranza, Huistán, la libertad.
Colima Colima, Villa de Álvarez, Tecomán, Coquimatlán,
Manzanillo.
Nayarit Tuxpan, Compostela, San Blás.
San Luis Potosí Tampamolón, Ciudad de Valles, Tamuin.
Fuente: Avitia et al., (2003)

Figura 4. Ciruela
24 Variedad venado.
Fotografía de Rafael Monroy M.
25
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Análisis cuantitativo de la composición y estructura

Los 30 huertos frutícolas tradicionales muestreados en la comunidad de


Xoxocotla, presentaron 15 especies arbóreas asociadas a S. purpurea,
11 nativas y cuatro exóticas a diferencia de Antonio (1997), que reportó
con 13 especies. La asociación de árboles frutales es resultado por un
lado de la aplicación del conocimiento tradicional, y por otro de la
influencia de la demanda en los mercados. La abundancia absoluta en
los 30 huertos estudiados fue de 132 individuos. La especie con el mayor
valor de abundancia relativa fue S. purpurea con 67.42%, seguida del
mango (Manguifera indica L.) con 6.06%, por su valor de cambio, indica
el proceso de transformación, las de menor porcentaje son: el bonete
(Jacaratia mexicana A. DC.), la guanábana (Annona muricata L.) con
el 1.51 %, zapote negro (Diospyros digyna Jacq) y nanche (Byrsonima
crassifolia L (Kunth.) con 0.75%. En tanto, para el estado de Jalisco se
reportan especies de Pithecellobium dulce, Mangifera indica y Stenocereus
queretaroensis intercaladas en poblaciones cultivadas de S. purpurea,
esto reportado por Ramírez et al., (2007). Otras especies en los sistemas
productivos estudiados fueron: chico zapote (Manilkara zapota L.), guaje
(Leucaena esculenta Moc. & Sesees D.C.), guamúchil (Pithecellobium
dulce (Roxb.) Benth.), limón (Citrus aurantifolia Christm.) Swingle.),
guayaba (Psidium guajaba L.), cacaloxochil (Plumeria rubra L.), anona
(Annona squamosa L.), tamarindo (Tamarindus indica L.) y almendro
(Terminalia catappa L.).
La ciruela presentó el 100% de frecuencia relativa, ya que está
presente en los 30 HFT, seguida del mango (Manguifera indica L.) con
26%, anona (Annona squamosa L.) 20%, guaje (Leucaena esculenta
Moc. & Sesees D.C.) 13% y de menor frecuencia está el limón (Citrus
aurantifolia Christm.) 6.6% y el nanche (Byrsonima crassifolia L.) 3.3%.
El índice de valor de importancia (IVI) obtenido con diámetro a la altura
de la base (DAB), diámetro a la altura del pecho (DAP) y cobertura (COB)
colocan a la ciruela en el primer lugar, seguida del mango (Manguifera
indica L.), en tercer lugar la anona (Annona Squamosa L). Se diferencia
con lo reportado por Monroy et al.,(2008) donde la Annona squamosa
es la especie con mayor valor de importancia, para este trabajo éste valor
lo ocupa S. purpurea (figura 5).

Figura 5. Ciruela.
26 Variedad amarilla.
Fotografía de Rafael Monroy M.
27
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

En huertos tradicionales de Tlayacapan, Morelos, la ciruela


presenta mayor dominancia promedio para estos valores, ocupa el
segundo lugar para el IVI también, seguida del mango (Mangifera
indica L.), esto reportado por Montoya (2011) (figura 6).

Figura 6. IVI de las especies arbóreas presentes en los HFT

Nanche

Limón

Tamarindo
Es pecies

Bonete
VI COB
Cacaloxochil VI DAP

Guaje VI DAB

Anona

Ciruela
0 50 100 150 200 250
Número de i ndividuos

Muestreo propio.

Análisis cualitativo del conocimiento tradicional

El conocimiento tradicional de los propietarios de los huertos frutícolas


tradicionales, incluyen lo siguiente: la llaman huerta debido al principal
destino de su producción que es la venta. Éstos están delimitados por
bardas formadas de piedras llamadas tecorrales, alambre, postes o árboles
(cerca viva), se ubican a un lado, junto o rodeando la casa habitación.
Los habitantes entrevistados reconocen cuatro variedades, de
ellas, tres son cultivadas (figura 8) por el sabor dulce y una silvestre,
la “amarilla”, la “roja”, la “conserva” (figura 7), y la “venado”
con sabor agrio se cultivan en el 66%, 53% y 16% de los huertos
respectivamente.

Figura 7. Ciruela.
28 Variedad conserva
Fotografía de Rafael Monroy M.
29
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Figura 8. Porcentaje de variedades cultivadas de S. purpurea en los HFT


70

60

50
% de entrevistados

40

30

20

10

0
Amarilla Roja Conserva

Muestreo propio.
Las variedades en el país tienen carácter regional, la diferencia
entre las variedades silvestres y cultivadas es reflejo del valor de uso,
seleccionadas con diferentes criterios durante el proceso de domesticación
(Ruenes-Morales et al., 2010 y Ramírez et al., 2007), aunque el indicador
común de manejo es el sabor. En los estados de Jalisco, Colima y Nayarit
se reconocen 12 variedades de las cuales, siete son cultivadas entre ellas
la huentiteca, mansa, roja, carnuda tempranera y cinco silvestres, la
bronca del cerro, la madura verde y la roja (Ramírez et al., 2007).
En la Península de Yucatán se han registrado 10 variedades o
variantes de las 32 reportadas en México utilizadas (Ruenes-Morales
et al; 2010). En el área de estudio, el 70% de los informantes cultiva
una solo variedad, el 26% cultiva dos variedades y el 3% cultiva las
tres variedades. Se comprobó que el cultivo depende de la preferencia
por los atributos de la fruta como el tamaño y color (figura 9). En la
comunidad se aprovechan los troncos o las ramas, el follaje y los frutos
del árbol para satisfacer necesidades cotidianas como alimento, forraje,
abono y como postes o cerco vivo. El manejo campesino tradicional se
sintetiza en el valor de uso de los frutos e incorpora innovaciones para
optimizar la unidad de producción (Monroy y Colín, 2004). En el caso
de S purpurea presenta valor de uso múltiple, entendido como la especie
que aporta más de un bien y/o servicio (figura 10).

Figura 9. Ciruela.
30 Variedad roja
Fotografía de Rafael Monroy M.
31
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Figura 10. Uso múltiple de S. purpurea en los HFT

120
% de mención por informante

100

80

60

40

20

0
Alimentario Forraje Cerca viva Abono
Valores de uso

Muestreo propio.

El valor de uso alimentario

Depende de la madurez del fruto e incluye las siguientes formas de uso


(figura 11).
Figura 11. Formas alimentarias

120

100

80
% de mención

60

40

20

0
Fruta fresca Atole Salsa de Conserva Tamales
molcajete
Consumo

Muestreo propio.

Figura 12. Guisado


32 con ciruela
Fotografía de Rafael Monroy M.
33
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

El valor de uso como fruta fresca, es frecuente en regiones de clima


caluroso, Avitia et al, (2003) y Souza (1949). Las variedades cultivadas
se consumen maduras o según el lenguaje popular como “sazones” o
“sipones” (Ruenes-Morales et al., 2010).
El fruto inmaduro de la variedad silvestre “venado” se utiliza para
preparar platillos tradicionales en la región de Morelos como el bagre o
mojarra en salsa de ciruela que es característico en la semana santa época
de fructificación. Su sabor es peculiar y de fácil preparación (figura 13).
Figura 13. Mojarra en salsa de ciruela

Fotografía de Rafael Monroy M.


También se prepara salsa de molcajete para acompañar los
alimentos (figura 14).
Figura 14. Salsa de ciruela

Fotografía de Rafael Monroy M.


34
La conserva, atole, postre y “golosina” se preparan con las
variedades “roja”, “amarilla” y “conservera” (figura 15 y 16). Las
variedades “roja” y “amarilla” se transforman en pasa por deshidratación,
exponiendo el fruto al sol por un día o más si así lo requiere, es necesario,
voltearlas para que el secado sea uniforme y almacenar para la época de
escases; se utiliza para tamales hechos en hojas de mazorca o totomoxtle
y en atole. Souza (1949), menciona otras formas de uso, la preparación
con sal, vino y refrescos.
Figura 15. Atole de ciruela

Fotografía de Rafael Monroy M.

Figura 16. Tamales de ciruela

Fotografía de Rafael Monroy M.

35
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Valor nutritivo

El valor nutritivo del fruto de ciruelo procedente del estado de


Guerrero, se indica en el cuadro 3. 100 gr. de ciruela S. purpurea
de los HFT que ofrece 44 mg de calcio, 45.5 mg de Ácido
Ascórbico y 24 mg de Fósforo (Morales de León 2000) (cuadro 3).

Cuadro 3. Valor nutritivo en 100g del fruto


Energía y nutrimentos
Calcio (mg) 44.00
Fósforo (mg) 24.00
Hierro (mg) 0.94
Caroteno (mg) 0.38
Tiamina (mg) 0.05
Riboflavina (mg) 0.02
Niacina (mg) 0.26
Ácido Ascórbico (mg) 45.50

Morales de León et al. (2000)

El valor de uso medicinal

Se reporta por algunos autores, que masticando los brotes u hojas tiernas
cada tercer día durante un mes para fortalecer la dentadura agregando un
poco de sal para dar sabor. Para el mismo fin se hacen gárgaras masticando
la corteza con agua y escupiendo la saliva (Monroy-Ortiz y Monroy, 2006).
Los frutos (figura 17) son usados como diuréticos y
antiespasmódicos, el extracto del fruto cocido se usa para lavar heridas y
sanar inflamaciones, el extracto de la corteza cocida es un remedio para
roña, disentería y para la flatulencia en niños (Avitia et al., 2003).
En el trabajo de Avendaño y Acosta (2000), solo menciona el
valor de uso medicinal sin especificar la forma y parte empleada, Morett
(1997) también hace la referencia a este valor.

Figura 17. Ciruela


36 pasa
Fotografía de Rafael Monroy M.
37
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Valor de uso como cerca viva

Las cercas vivas se construyen con ramas, formando postes, sirve para
delimitar los predios, unidas con alambre de púas. Los informantes, la
utilizan como cerca viva sin interiorizar este valor de uso. La ciruela
como cerco vivo se utiliza en Morelos, Veracruz, Jalisco, Colima y
Nayarit (Avendaño y Acosta, 2000; Monroy y Colín, 2004; Ramírez et
al., 2007).

Valor de uso como abono orgánico

Se destina a lo largo del año en otras plantas del huerto, es el resultado de


la pudrición de los frutos que no se aprovechan, el follaje y la hojarasca
de otros árboles, arbustos o hierbas del huerto, son incorporados al suelo
y los colocan alrededor de los tallos de cada árbol.

Valor de uso como forraje

Los frutos y el follaje que no se aprovechan para consumo o venta son


utilizados para alimentar a los animales de traspatio como: cerdos,
gallinas, burros y guajolotes. Este valor de uso, lo documentan para
Yucatán (Ruenes-Morales et al; 2010).

38
III. La
temporalidad

El conocimiento tradicional, tiene otra expresión correspondiente a la


temporalidad relacionada con los valores de uso, determinados por los
estadios de S purpurea, floración, fructificación, estado de madurez
del fruto, foliación y defoliación a lo largo del año. El fruto inmaduro
de la variedad venado se cosecha en los meses de marzo y abril, los
frutos maduros de la variedad amarilla y roja en mayo, mientras que,
la conservera en los meses de junio-julio esto coincide con las dos
temporadas de cosecha reportadas por Ruenes-Morales et al; (2010).
En el cuadro 4 se muestra la disponibilidad de los frutos de las
cuatro variedades entre marzo y junio. Los ciruelos fructifican en dos
estaciones, la primera en la estación seca y la segunda la estación húmeda
(Avitia et al., 2003). En este trabajo las cuatro variedades reportadas
lo hacen entre marzo y julio. La variedad conocida por los morelenses
como “cuernavaqueña” que se caracteriza por ser un árbol más grande,
fructifica al final de la época húmeda en septiembre y la seca al inicio de
diciembre. Los arboles pierden sus hojas entre noviembre y diciembre,
produciendo nuevas hojas después de las lluvias de verano, florecen entre
diciembre a marzo, la maduración de los frutos, es al final de la época
de seca en mayo (Mandujano, 2002). La maduración de los frutos es la
época seca del año, por lo que difiere con otras variedades de la especie
en diferentes regiones del país (Ramírez et al., 2007).

39
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Esta especie frutal puede ser considerada estratégica para la


agricultura de subsistencia en el centro-occidente de México, porque pocas
especies producen frutos frescos en el período seco del año. Además,
resalta su relevancia socioambiental, debido a que esa temporada provee
de agua y de alimento para la fauna residente y migratoria y el ganado
doméstico.

40
Cuadro 4. Distribución anual de la disponibilidad de frutos

E F M A M J J A S O N D
Floración
Fructificación
Estado maduro
Foliación
Caducifolariedad
Variedad “Venado”

E F M A M J J A S O N D
Floración
Fructificación
Estado maduro
Foliación
Caducifolariedad
Variedad “Amarilla”

E F M A M J J A S O N D
Floración
Fructificación
Estado maduro
Foliación
Caducifolariedad
Variedad “Roja”

E F M A M J J A S O N D
Floración
Fructificación
Estado maduro
Foliación
Caducifolariedad
Variedad “Conserva”
Muestreo propio.

41
IV. Manejo social
de la ciruela

Especies

La especie en estudio presenta manejo cultural de baja intensidad. En


pocos casos se aplican fertilizantes o pesticidas, y únicamente se realizan
labores culturales de bajo costo como el deshierbe y las podas. El huerto
es manejado por el jefe de familia, quien decide lo que se va a incorporar
en el HFT por su importancia económica. La ciruela se elige por el sabor
dulce y el color, porque estas características aseguran su venta en los
mercados local y regional, el tamaño pequeño no importa (Colín et al.,
2010; Ruenes-Morales et al., 2010).

Valor de uso forraje

La propagación es vegetativa tanto en Morelos como en el Sureste


Mexicano, se realiza por medio de postes o ramas con una longitud de
1.5 a 2 m de largo y de 6 a 10 cm de diámetro. La propagación por
semilla no es reconocida por los habitantes, porque es difícil. Los
conocedores recomienda realizar la plantación en la época de lluvias,
para que reciban la suficiente cantidad de agua y resistan la temporada de
sequía, Casas et al., (1997); Ruenes-Morales et al., (2010). Las podas se
realizan una vez terminada la fructificación, fecha en la que se obtienen
los postes para la propagación, éstas, se dejan reposar 15 días antes de
plantarlas, a diferencia de lo reportado en Yucatán, donde los campesinos

43
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

recomiendan cortar las estacas en la planta “ya que están colgando las
flores”; es decir, en la época seca, cuando la mayoría de las variantes
están en floración. La recomendación tiene el fin de garantizar que los
postes propagados fructifiquen el siguiente año (Ruenes-Morales et al.,
2010). La fertilización se realiza con el abono orgánico.

Cosecha

La cosecha de los frutos, se deposita en cubetas, existen dos momentos


de corte una en forma verde (madurez fisiológica) y la otra madura o
sazona (madurez de consumo). En ambos casos, se utilizan técnicas
de bajo costo, manualmente, colocando una manta agarrada por los
extremos y un tercero golpea ligeramente los frutos o mueve las ramas
para que caigan sobre la tela, esto coindice con lo reportado por Antonio
(1997), esta técnica permite mejor la calidad y presentación de los frutos.
Oros utilizan las botellas de politereftalato de etileno (PET), cortadas por
la mitad y amarradas en una vara larga o chicol, dentro de la botella no
se maltratan los frutos y los niños o adultos suben a cortar. Y también
utilizan las canastillas de aguasol que se comercializan el día de tianguis
en el pueblo.

Mercadeo

En Xoxocotla el sitio de venta es el tianguis durante toda la semana.


Otros mercados son Cuernavaca, Jojutla, Cuautla y Tepoztlán, también,
se mercadean en las carreteras. La presentación para la venta es en botes,
cubetas e incluso en carretillas. La unidad de venta es por sardina, su valor
a principios de la producción es de $15.00 y $10.00, el precio disminuye
conforme la producción aumenta, el mercadeo es una actividad económica
secundaria vinculada a la demanda (Monroy et al., 2009). La asociación de
la ciruela con otras especies en los huertos frutícolas tradicionales (figura
18) se ilustra su venta conjunta, todas se ofrecen en montones sobre el
piso, sobre una manta, un plástico o una cobija. Los vendedores no tienen
un lugar fijo, se colocan donde no les dé directamente la radiación solar o
colocan una lona detenida con varas para que les proporcione sombra. La
ciruela también es comercializada por intermediarios, esto coincide con
lo reportado por Ruenes-Morales et al., (2010).

Figura 18. Huerto


44 Frutícola Tradicional
Fotografia de Rafael Monroy M.
45
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

Destino de la producción

Durante la temporada, no toda la fruta es cosechada debido a que la


madurez no sucede al mismo tiempo, esto tiene sentido ambiental porque
toda la fruta que cae al suelo, se reincorpora como abono/orgánico.
Para el 26% de los propietarios, seleccionan la fruta de mejor
calidad para la venta (figura 20), el 16%, lo destina al autoabasto y el
58% es mixto (figura 19); diferente a los huertos de Yautepec y Emiliano
Zapata porque el producto de mejor calidad es para el autoabasto y el
excedente es para la venta (Aguilar, 1993; Salazar, 1994).
En esta medida, los países desarrollados muestran una
reducción en el consumo energético de 2005 al 2011, mientras que los
países latinoamericanos y asiáticos tienen un aumento en el consumo
energético. Según datos del Banco Mundial (2015), los diez países con
mayor consumo energético están después del paralelo 30°.

Figura 19. Destino de la producción de Spondias purpurea L.

70

60

50
% de mención

40

30

20

10

0
Autoabasto Venta Mixto

Muestreo propio.

Figura 20. Venta de


46 ciruela
Fotografía de Rafael Monroy M.
47
Ciruela Spondias purpurea L. en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos, México

En este libro se socializa comó la ciruela S. purpurea se asocia con


otros árboles frutales, en los huertos frutícolas tradicionales de Morelos
los que también aportan bienes y servicios ambientales con base en el
conocimiento histórico; los requerimientos del mercado y los criterios de
diferenciación y preferencia son el sabor y el color, características que le
integran a la economía de la región intensificando el manejo y por tanto,
su disponibilidad para la venta.
El índice de valor de importancia ecológica (I.V.I) pone a la
ciruela en primer lugar con 228.11, el mango ocupa el segundo lugar
con 40.30. Esto se explica porque las cuatro variedades, tres domesticas
“roja”,“amarilla” y “conservera”, tienen los valores de uso alimentaría,
forraje, cerca viva y abono. La silvestre solo se emplea en platillos típicos
de semana santa y tienen demanda en el mercado.
Desde el enfoque etnobotánico se documenta el valor de uso
alimentario en sus cinco formas de aprovechamiento, fruta fresca, atole,
salsa de molcajete, conserva y tamales. Un dato etnozoológico señala
que como los frutos frescos se producen durante los meses secos de la
primavera, son la fuente de agua y alimento para la fauna silvestre y
doméstica.
Estas características resaltan su importancia agroforestal en los
que se practica agricultura de subsistencia en los ambientes tropicales y
subtropicales. Con base en lo anterior, por su capacidad para desarrollarse
en suelos rocosos infértiles y en agroecosistemas, se recomienda utilizarla
en programas de reforestación.
En suma los resultados ecológicos y etnobotánicos obtenidos
demuestran que el conocimiento campesino transmitido de generación en
generación, se sintetiza en el valor de uso, preferencia, manejo tradicional
y por lo tanto, dichos saberes se han convertido en reservorios para la
conservación comunitaria de recursos alimentarios como una estrategia
de conservación frente a la perdida de autosuficiencia alimentaria.

48
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Noviembre 2020
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